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LOS CAMPOS DE HIELO PATAGÓNICO O

HIELOS CONTINENTALES
La zona de conflicto
La nueva zona en disputa se extiende desde el Monte Fitz Roy o Chaltén, hasta el cerro
Daudet en la provincia de Santa Cruz, entre los lagos San Martin y Argentino. Abarcan una
superficie de 3,500km2. Su denominación correcta es "campo de hielo patagónico meridional".
La diferencia entre la terminología está dada porque los campos de hielo en realidad abarcan
una superficie máxima de 50000Km2, son de forma alargada y están sometidos a un control
geológico que ordena los desplazamientos de las masas de hielo. En cambio, los hielos
continentales poseen una superficie mayor y fluyen en forma independiente del relieve. Cuando
comenzó a tratarse ante la opinión pública la cuestión se llamó a la zona Hielos Continentales,
pero la correcta es la que he expresado previamente.
La zona tiene características semipolares, ubicada sobre la cordillera de los Andes, presenta
un paisaje antártico de nieves, hielos, glaciares y ventisqueros colgantes.
Si bien la zona en disputa — como siempre, lo que se cuestiona es el territorio argentino, no
el que ocupa Chile - es de 3.500km2, es solo una pequeña porción de la que abarcan los Campos
de Hielo. En total los Campos de Hielo ocupan 22.500km2, de los cuales Chile ya posee
19.000km2, el restante — que está en disputa — está bajo el control de la Argentina.
Sus bordes son muy irregulares, con un ancho máximo de aproximadamente 90km y un
promedio de 40km. La presencia de estos bordes tan irregulares se debe a la existencia de
numerosos glaciares que se expanden hacia ambos flancos y cuyo tamaño es muy variado. El
más importante de ellos es el Upsala con aproximadamente 870km2, con una longitud de 60km
y un espesor de entre 60 y 80 metros. No existen datos precisos sobre el espesor de los hielos,
pero la cifra máxima que se ha registrado es de 1.500 metros.
La superficie del hielo se encuentra cubierta por numerosas discontinuidades, tanto en la
superficie como en las profundidades. En la superficie las grietas muchas veces se cubren con
nieve, en especial cuando se producen fuertes nevadas. La presencia de estas grietas representa
un grave peligro para los que transitan por el hielo. También se ha detectado la presencia de
numerosas grietas y cavernas generadas por la acción de los ríos subterráneos.
La flora y la fauna son escasas. La primera se compone de algunos árboles que se presentan
en forma aislada o formando "oasis” en medio del hielo. A los árboles se suman arbustos,
musgos y líquenes. La fauna se reduce a avistamientos aislados de diferentes animales, en
especial aves entre las cuales se encuentran los cóndores. En algunas oportunidades se han
detectado pumas y huemules (pequeño ciervo típico de la Patagonia). También se han
encontrado algunos insectos.
La población es muy limitada, reduciéndose según los datos de 1994 a cinco pobladores
dedicados a la cría de ganado ovino.
Constituyen una de las reservas de agua potable más importantes del mundo. Además de
esto se encuentran en la región grandes yacimientos de todo tipo de minerales, a ello se suma
la posibilidad de la explotación de la energía eólica, la pesca en los lagos y el turismo. Los lagos
y sobre todo el río Santa Cruz, cuyas nacientes formaban parte de la disputa, por su caudal son
aptos para el establecimiento de una central de energía hidroeléctrica para la región.
La disputa La región que ocupan los Campos Hielo había sido delimitada por los acuerdos de
1881, 1898 y 1902, pero aún no se habían colocada los hitos que marcaban los lugares por donde
pasaba la línea de frontera.
Por un acuerdo de 1941 se acordó que se procedería a la demarcación de la zona, hecho que
fue confirmado por el Instituto Geográfico Militar de Chile en 1954.
El 29 de agosto de 1990 los presidentes chileno y argentino Alwin y Menem dieron
instrucciones a la comisión demarcadora formada por integrantes de ambos países de colocar
los hitos para delimitar la frontera según lo establecido por los acuerdos y protocolos anteriores.
El 12 de septiembre comenzó a reunirse la comisión mixta. La demarcación abarcaría los 24
puntos que estaban en disputa y que he mencionado anteriormente. El general Luis María Miró,
presidente de la Comisión Nacional de Límites Internacionales y el enviado chileno, Javier Ufanes
Fernández - Director de Dirección Nacional de Fronteras de Chile - se reunieron no existiendo
disidencias entre las partes.
El 21 de enero de 1991 se dio la orden de comenzar la demarcación de la frontera siguiendo
los principios establecidos por el acta de 1898. Ya todo estaba listo para comenzar la
demarcación, pero en julio de 1991 Miró y sus asesores fueron citados por el vicecanciller Juan
Carlos Olima que les informó sobre la creación de una nueva forma de delimitar la frontera, la
llamada “poligonal".

La poligonal
Esta línea, llamada engendro o de otras maneras más despectivas por la mayoría de los
geógrafos e historiadores, fue el resultado de los acuerdos presidenciales del 2 de agosto de
1991.
Para su trazado la cancillería argentina presidida por Guido Di Tella no se asesoró con los
organismos especializados en la cuestión, es decir la Comisión Nacional de Límites y el instituto
Nacional de Hielo Continental Patagónico.
La poligonal dividía el territorio en disputa en dos partes iguales - siempre hablamos de
territorio que en esos momentos estaba en poder de la Argentina -, en dos porciones
presuntamente equivalentes. Gracias a ella la Argentina perdía 1.057km2 de territorio,
equivalente a cinco veces el tamaño de la ciudad de Buenos Aires.
Cuando el canciller Guido Di Tella fue interrogado acerca de las razones de la traza de la
poligonal, él y su entonces subsecretario y vicecanciller Juan Carlos Olima, respondieron que lo
hacían porque si no Chile llevaría la cuestión a arbitraje y la operación de demarcación implicaba
mucho tiempo y dinero. Luego se demostró que la demarcación con los medios actuales en
realidad llevaría apenas 30 días, el costo no era alto, y aunque lo fuera lo que estaba en juego
era la soberanía argentina.
La tan cuestionada poligonal era una línea que partía en el norte del cerro Fitz Roy, al que se
consideraba como la cumbre más alta de la zona. Los estudios demostraron que en realidad el
Fitz Roy no es la cumbre más alta y que además se encuentra fuera de la cordillera. Tomarlo
como punto inicial para la demarcación implicaba no respetar el hecho establecido por todos
los tratados anteriores, que el límite entre ambos países es la cordillera de los Andes y que la
división se debe hacer de acuerdo al principio de las altas cumbres que dividen aguas. Además,
el Fitz Roy ni es la cumbre más alta, ni divide las aguas, ni siquiera se encuentra dentro del
territorio en disputa. La cumbre más alta es en realidad el cerro Moreno de 3.556mts de altura
(ubicado a pocos kilómetros del anterior) que si está dentro de la cordillera. El Fitz Roy tiene
3340mts. Por otro lado, este último no divide aguas ya que está dentro de la pendiente que
vuelca sus aguas sobre el Atlántico, en cambio el Moreno sí. Aceptar el Fitz Roy como punto de
demarcación inicial implicaba correr la frontera hacia el este, es decir Argentina perdía territorio.
La línea establecida por la poligonal se prolongaba hacia el sur hasta el cerro Daudet, Se trataba
de una línea trazada arbitrariamente sin ningún tipo de argumento geográfico, que entregaba
territorio a Chile sin ningún tipo de fundamento.
La poligonal comprometía las nacientes del río Santa Cruz, que quedaban en poder de Chile,
implicaría compartirlas con este país. El río Santa Cruz tiene un caudal de 750mts3 por segundo,
lo cual representa una importante fuente de energía si se deseara establecer una represa y una
central hidroeléctrica.
Además de la pérdida de territorio, de la falta de atención a los principios de derecho y
geográficos más elementales, la poligonal ponía en serio riesgo los derechos argentinos sobre la
Antártida, Incluso sobre las Malvinas e islas del Atlántico Sur. A futuro permitiría el achicamiento
del sector reivindicado por nuestro país, dando pie a los reclamos de Chile sobre el sector
antártico bajo soberanía argentina.
A su vez, se violaba los establecido en el tratado de 1984 por el cual no se podrían volver a
tratar aquellas cuestiones ya resueltas Y en este sentido la cuestión de los Campos de Hielo ya
habla sido decidida por los acuerdos anteriores, lo único que restaba era proceder a su
demarcación. Tampoco se respetaba el principio de altas de cumbres que dividen aguas.

Los nuevos acuerdos. Masivo rechazo a la poligonal


El 2 de agosto de 1991 se produjo una nueva reunión entre Menem y Alwin en Chile,
informando que la cuestión de Laguna del Desierto se llevaría a arbitraje (hemos visto que
finalmente fue favorable a la Argentina), la demarcación de los 22 puntos (ver 3.6) y que en el
caso de los Campos de Hielo se establecería la frontera por medio de la poligonal.
La decisión de delimitar la frontera se hizo sin consultar a los organismos que mejor podrían
expresarse al respecto, es decir: el Instituto Geográfico Militar, la Academia Nacional de
Geografía, al gobierno de Santa Cruz, a la Academia Nacional de Historia y a la Comisión Nacional
de Límites Internacionales. Cuando al vicecanciller Olima se le preguntó porque no se había
consultado al Instituto Nacional de Hielo Continental Patagónico contestó que no lo había hecho
¡porque no había podido comunicarse telefónicamente! Todo comentario sobre esta respuesta
tan ridícula como lamentable está de más.
A pesar de las decenas de pedidos de informes a cancillería y presidencia sobre los
fundamentos para el trazado de la poligonal violando todos los principios elementales para la
demarcación de limites no se obtuvo otra respuesta que no fuera que era para el bien del
proceso de integración de los dos países. Todo ello a cambio de una nueva mutilación del
territorio nacional.
El rechazo a la poligonal por todos aquellos que entendían sobre la cuestión, el repudio de la
opinión publica bien informada y de una gran cantidad de organizaciones patrióticas que vieron
esto como un nuevo despojo, motivó que el parlamento argentino la rechazara evitándose el
desastre que ello hubiera implicado.

Los acuerdos finales, hasta el momento


Tras la indignación y el rechazo por el establecimiento de la llamada poligonal, en 1998 se
llegó a un nuevo acuerdo que estableció lo siguiente:

 Se recuperó como principio para el trazado de la frontera el de las “altas cumbres


que dividen aguas”, que había sido fijado por los tratados de 1881 y el protocolo
adicional de 1893. Todas las aguas que fluyen hacia y desaguan en el río Santa Cruz
serán consideradas como recursos hídricos propios de la Argentina. Asimismo, las
aguas que fluyen hacia los fiordos oceánicos del Pacífico serán para Chile. Cada
Estado se compromete a no alterar estos recursos.
 Se aplicarán estrictas, medidas, para la protección del medio ambiente y se realizarán
actividades científicas en común.
 Se tomarán medidas para enfrentar los desastres naturales y humanos que afecten
la región.
 Se elaborarán los mapas correspondientes en escala 1:50.000 antes de comenzar la
demarcación ya que solo se dispone de cartografía a escala 1:100.000.

LAGUNA DEL DESIERTO (1965)


En 1965 mientras el presidente chileno Freí y el argentino Arturo Humberto Illia se reunían
en Mendoza, grupos de carabineros incursionaron en territorio argentino en la zona de Laguna
del desierto. Durante sus penetraciones exigieron a los pobladores el pago de impuestos
argumentando que se encontraban en territorio de Chile. La Gendarmería Nacional fue
gendarmes argentinos intimó a 50 carabineros chilenos a retirarse de la zona, el capitán que
comandaba la tropa chilena contestó abriendo fuego contra los gendarmes argentinos. El
capitán chileno cayó muerto de un disparo, otro fue herido y tres carabineros se rindieron, el
resto huyó. Se levantó una ola de calumnias hacia la Argentina desde los diarios chilenos. Los
altos mandos militares argentinos amenazaron abiertamente con la guerra y Chile cesó sus
reclamos. A pesar de ello la diplomacia chilena logró que la cuestión se llevara a arbitraje.
En 1994 una corte latinoamericana se expidió al respecto dando un fallo favorable a la
Argentina que conservó la zona. Nuevamente hay que destacar que la discusión fue sobre una
zona ya bajo el dominio de nuestro país. Como siempre ocurrió y sigue ocurriendo los reclamos
se hacen sobre territorios bajo dominio de la Argentina, nunca cuestionándose los que ocupa
Chile.
El acuerdo dispone la división del área en disputa en dos secciones:

 Zona norte: se extiende entre el monte Fitz Roy y el cerro Murallón. Allí no se ha
especificado el límite. Solo se han dado una serie de instrucciones para que, luego
de realizar los mapas a escalas bien precisas, las comisiones de demarcación trabajen
sobre el terreno. Este puede ser un nuevo factor de discrepancias entre ambas
naciones, un nuevo conflicto.
 Zona sur: se extiende desde el cerro Murallón hasta el cerro Daudet. Allí el límite fue
establecido punto por punto siguiendo el principio de altas cumbres, excepto
algunos puntos donde lejos de respetarse los principios geográficos se optó por la
solución política.

La zona sur abarca un 70% del territorio en disputa. 2.300km2, el 30% restante corresponde
a la zona norte.
El acuerdo fue ratificado por los parlamentos de ambas naciones en 1999 y así se convirtió
en tratado.

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