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Nómadas (Col)

ISSN: 0121-7550
nomadas@ucentral.edu.co
Universidad Central
Colombia

Henao Delgado, Hernán


LOS DESPLAZADOS: NUEVOS NOMADAS
Nómadas (Col), núm. 10, abril, 1999, pp. 62-76
Universidad Central
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=105114274006

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LOS DESPLAZADOS:
NUEVOS NOMADAS

Hernán Henao Delgado*

Las reflexiones que se condensan en este texto parten del trabajo colectivo del
grupo de estudio sobre el desplazamiento forzado del Instituto de Estudios Regio-
nales Iner de la Universidad de Antioquia.1

* Antropólogo. Director Instituto de Estudios Regionales INER. Universidad de Antioquia

62 N ÓMADAS
¿Qué tan hermosos Darío Fajardo, un estudioso las economías campesinas. En su
somos? del fenómeno, lo formula de esta reemplazo, se establecieron en
manera: varios casos, y de modo cono-
Colombia vive al final del siglo y cido, haciendas ganaderas,
del milenio una de las crisis más agu- “... el impacto de la violencia en caracterizadas por su baja pro-
das de su historia; de una historia las comarcas campesinas fue (y ductividad, subutilización de la
que no es muy larga como nación in- sigue siendo) brutal, pero también tierra y baja incorporación de
dependiente, y que a lo largo de sus diferenciado. En ciertas regiones, mano de obra. ...”8 .
180 años de vida republicana regis- como las vertientes de la Cordi-
tra continuas luchas fratricidas2 . Y llera Central... La violencia, cum- No obstante los efectos de la vio-
debemos llamarlas así, aunque con plida en estas localidades (nuevas lencia bipartidista hasta mediados de
beneficio de inventario, porque tal aldeas) bajo la forma de masacres los años sesenta, el proceso expul-
vez lo que falta vol- sivo continuó su
ver a mirar en la his- marcha por nuevos
toria es si acaso los factores y con nue-
pueblos y las regio- vos actores de vio-
nes que constituye- lencia: guerrilla y
ron primero la Gran narcotráfico en los
Colombia, y luego la años setenta y
Colombia actual, ochenta. Y desde los
hacen parte de la ochenta, la nueva
misma fraternidad figura: las auto-
nacional. defensas, cuya con-
dición político-
En la segunda ideológica no es cla-
mitad del siglo XX ra en este momen-
cambió el paisaje to9 . La violencia, en
colombiano de país definitiva, se man-
rural para volverse tiene como mecanis-
pueblerino y ci- mo transformador
tadino. Venimos del campo en
reconociendo la ace- Colombia.
Urabá. Todas las fotos: Jesús Abad Colorado.
lerada concentra- Cortesía Centro de Investigación y Educación Popular.
ción en ciudades y El mismo Fajar-
pueblos desde los años cincuenta . 3
indiscriminadas y encubiertas, do encuentra efectos al finalizar los
La violencia de este período (a los como “enfrentamientos secta- años ochenta, en lo que denomina
que hay que agregarle el último lus- rios”, expulsó a los sobrevivien- la “diferenciación regional del de-
tro de los cuarenta y el primero de tes, proyectándolos hacia otras sarrollo”, y una consecuente “geo-
los sesenta4 ) movió campesinos de áreas rurales (ya como colonos, grafía de la violencia” con la
sus nichos “naturales” y los trans- para producir el ciclo de la “mi- “configuración de áreas y conflic-
formó en colonos en nuevas tierras5 gración-colonización-conflicto- tos diferenciados”. De no producir-
y en tugurianos en las nuevas ciuda- migración”, ya como jornaleros se transformación en la acción del
des6 . El desplazamiento de este pe- agrícolas) o hacia los núcleos ur- Estado y de los agentes económicos
ríodo no fue así nombrado. Se banos. El despoblamiento de las y políticos, no será posible, deja en-
utilizaron palabras como expulsión, comarcas campesinas liquidó su trever el autor, detener los proce-
movilización, migración, concluyen- ordenamiento económico y de sos expulsivos10 .
do en reiterados casos el efecto trans- paso la función de los pequeños
formador sobre la sociedad, la epicentros aldeanos hacia los cua- Pero en la vastedad del territo-
economía y la política colombiana7 . les ya no fluirían excedentes de rio no urbanizado perviven pobla-

N ÓMADAS 63
ciones que se siguen viendo forza- cionales, que actúan con la aceptación tudios previos, planeación estraté-
das a abandonar sus territorios, por del Estado, en tanto asumen la acción gica, acompañamiento a las comu-
presiones externas, especialmente a su nombre (en la versión del go- nidades, propuestas de reubicación,
económicas y políticas; y es el caso bierno que actúa en representación apropiación y adecuación de nuevos
del fenómeno que se presenta en los del Estado). En Colombia son muchos espacios de vida, vigilancia compar-
años 90, cuando a un sector de las los casos que podrían ejemplificar este tida del proceso por parte de las co-
víctimas de la violencia se les no- tipo de desplazamiento: Guatavita, El munidades afectadas y el Estado,
mina con el término desplazados. Peñol-Guatapé, Urrá, Chivor, como seguimiento al proceso, reorgani-
ejemplos de grandes proyectos hidro- zación de la trama comunitaria,
En la última década ese proceso eléctricos; y no deben olvidarse casos veedurías externas acogidas por las
ha sido reconocido partes, concertación
públicamente como permanente, ejercicio
desplazamiento forza- jurídico legal y legítimo
do y ha merecido, cuando se producen ac-
como nunca antes, la tos que afectan a las
mirada atenta de los partes, etcétera. Nada
estudiosos de la vio- de esto se presenta en
lencia y los promoto- el caso del desplaza-
res de la paz11 . miento forzado por ac-
ciones violentas14 .

El fenómeno Se considera despla-


y la víctima zada toda persona que
se ha visto obligada a
Proponemos pen- migrar dentro del terri-
sar el desplazamiento torio nacional, abando-
forzado como un “fe- nando su localidad de
nómeno de migración residencia o sus activi-
involuntaria originado dades económicas habi-
por la violencia”12 . En tuales, porque su vida,
el caso colombiano re- integridad física o liber-
ciente, lo ocasiona el tad han sido vulneradas
conflicto armado que o se encuentran amena-
ha llevado al cruce de zadas.No se le concede
fuegos entre militares, el mismo estatuto de la
guerrillas, autode- persona refugiada, con-
fensas y narcotrafi- dición reconocida en el
cantes13 . mundo para quienes se
ven obligados a abando-
Podría plantearse nar su país por presio-
la diferencia con un tipo de desplaza- como el de los Uwa, para planes pe- nes de diverso orden, y que pueden
miento producto de la realización de trolíferos, o el del Cerrejón y los vivir en condiciones de inmensa
obras de impacto socio-ambiental, for- Wayú para los de carbón. pobreza en el país que les recibe15 .
zoso en la medida en que se transfor- Aunque el fenómeno es muy simi-
ma el medio, y obliga a movilizarse a La desventaja de asimilar uno lar, conviene diferenciar una y otra
poblaciones enteras para dar paso al y otro proceso es múltiple. Pero situación.
“desarrollo” que tiene “interés gene- para no extendernos, valdría la
ral”. En este caso existen agentes pena señalar que en el caso de ac- A propósito del refugiado vale la
económicos nacionales e interna- ciones estatales se presuponen es- pena recoger la noción que se reco-

64 N ÓMADAS
noce en el mundo, y que lo define za permanente o crónica, son una que tiene el conjunto de circunstan-
como “Cualquier persona que debido agresión a sus libertades y derechos cias previas y posteriores que lo con-
a fundados temores de ser perseguida fundamentales. Implican un movi- forman. La víctima (individual o
por motivos de raza, religión, nacio- miento físico de la persona, familia o colectiva) inicia una vida itinerante
nalidad u opinión política se encuen- comunidad hacia un lugar regular- cuyo fin no puede avizorar.
tre fuera del país de su nacionalidad, mente no predeterminado, como res-
y no pueda a causa de dichos temores puesta al aislamiento y al peligro para El desplazamiento forzado por la
o de razones que no sean de mera con- la vida e integridad física y mental. violencia es arbitrario e ilegal; se tra-
veniencia personal, no quiera acoger- La víctima principal es la población ta de actuaciones brutales y terro-
se a la protección de ese país; o por civil y la conduce al abandono de su ristas que vulneran en primer lugar
carácter de nacionalidad las normas del Derecho
y estando fuera del país Internacional Huma-
donde antes tenía su re- nitario y los derechos
sidencia habitual, no fundamentales de la
puede a causa de dichos persona humana19 .
temores o de razones
que no sean mera con- Otras caracterís-
veniencia personal, no ticas del desplaza-
quiera regresar a él. ... miento forzado son
Igualmente son refugia- las siguientes
dos las personas que han
salido de sus países por- · Es espontáneo: Por lo
que sus vidas, seguridad general no es planifica-
o libertad han sido ame- do y se da en el momen-
nazadas por la violencia to en que la presión
generalizada, la agresión obliga a un ser huma-
extranjera, los conflictos no a abandonar lo que
internos, la violación para él es lo más queri-
masiva de los derechos do: su hogar.
humanos u otras cir- · Es disperso: Cada
cunstancias que hayan quien toma el camino
perturbado gravemente que supone le garanti-
el orden público”16 . zará la supervivencia.
· Es oculto y semi-
Por Proceso de clandestino: El mismo
Desplazamiento se en- hecho de ser víctima
tiende al conjunto de del terror y la amena-
eventos relacionados za hacen que el despla-
con el conflicto ar- zado tienda a ocultar
mado interno que obli- su condición.
gan a la movilización · Ha sido un problema
de grupos de población; este pro- lugar habitual de residencia o de silenciado, inadvertido e invisi-
ceso presenta tres fases típicas que trabajo18 . blizado. Y no sólo porque lo quie-
son: aislamiento, desplazamiento fí- ran las víctimas, para quienes el
sico y retorno o, en su defecto, re- En el desplazamiento forzado que se les identifique como des-
ubicación17 . por la violencia, el evento de la sali- plazadas es marcarlas de entrada,
da de su hogar (para las víctimas) sino porque el efecto político y so-
Estas fases que sufre toda perso- constituye sólo una parte del proce- cial que el desplazamiento conlle-
na o comunidad sometida a la amena- so, debido a la dinámica particular va sólo conmueve a la opinión

N ÓMADAS 65
pública y a las instituciones (en tado–. Los cuatro grupos, sin ex- Pero el desplazado es algo más:
especial al Estado), cuando ad- cepción, han sido generadores del es habitante de un territorio que deja
quiere grandes proporciones20 . desplazamiento violento del que de pertenecerle en virtud de una vo-
queremos ocuparnos. luntad externa; por ello termina
El desplazamiento forzado a que siendo un habitante sin habitación,
aludimos en este ensayo se mueve A partir del estudio del caso de un terrícola sin tierra, un poblador
en la dirección de la guerra, que tie- Urabá, encontramos otros aspectos sin pueblo. El desplazado es produc-
ne en Colombia una serie de actores del problema que quiero proponer. tor de riqueza para la subsistencia
en armas, cada vez más cualificados, El desplazamiento debe verse como personal, familiar y comunitaria que
y que para hacer demostración de su un tipo de violencia polimorfa con no legitiman quienes tienen la mi-
fuerza actúan sobre territorios en los efectos psicosociales múltiples, es- rada puesta en sus actividades, por
que preexiste una población civil que, pecialmente en las nuevas genera- lo cual termina siendo un ser im-
en su mirada, resulta ser base social ciones; afectación profunda de la productivo, una carga económica
de apoyo del grupo fundamental con- estructura y el funcionamiento fa- para la sociedad y el Estado.
tra el cual se combate21 . miliar, y acomodamiento coyuntu-
ral a formas de agrupación afectiva El desplazado es culpable de vi-
Estos cuatro grupos en armas de carácter autodefensivo; inestabi- vir y actuar (aún a su pesar), en un
deben diferenciarse en el análisis, lidad permanente en los espacios de entorno en el que todo el mundo ha
aunque los actos que ejecuten con- la vida cotidiana con pérdida de re- tomado partido y (se presume y asu-
tra las víctimas terminen parecién- ferentes de identidad. me) actúa en concordancia con la
dose. Las armas son legalmente opción política que le ha tocado en
portadas, en el caso de las fuerzas No hay lugar para la inocencia. suerte. No importa que el desplaza-
militares, aunque no siempre son Ese desplazamiento produce daño fí- do desconozca los sentidos de la gue-
legalmente utilizadas; y son ilegal- sico y psíquico en la vida de las fa- rra, porque está involuntariamente
mente portadas en los otros tres milias afectadas. El mundo doméstico envuelto en la trama y la urdimbre
casos –aunque su porte y uso sea se destruye, la cotidianidad se rom- que se teje.
legitimado por algunos grupos de pe, la desazón se instaura en cada
población ante la ausencia del Es- individuo. Otro elemento en el desplaza-
miento es la calidad de habitante
El fenómeno o el pro- temporal o permanente en un nue-
ceso se denomina despla- vo espacio de su mismo país, una
zamiento; y a quien lo vive Colombia separada por regiones y
se le denomina desplazado. ciudades que no perfilan una nación,
¿Quién es éste sujeto mas- y en las que, como viene diciendo
culino o femenino, de cual- Marco Palacios, el problema mayor
quier edad que carga a sus es la “falta de ciudadanía”23 .
espaldas ese destino? He-
mos dicho que es “toda El desplazado empieza a adqui-
persona que se ha visto rir esta condición en el instante en
obligada a migrar dentro que es conminado (por cualquier
del territorio nacional, vía) a abandonar su vivienda, su par-
abandonando su localidad cela, su trabajo, su familia, su co-
de residencia o sus acti- munidad, su dirección de vida.
vidades económicas ha- Cargará consigo esta condición has-
bituales porque su vida, ta el momento en que pueda resti-
integridad física o liber- tuir integralmente su sentido de la
tad han sido vulneradas vida. No es seguro, sin embargo,
o se encuentran amena- que quien sufre tanto daño (los frag-
zadas” 22 . mentos de las historias de vida sin-

66 N ÓMADAS
tetizan la tragedia24 ) pueda lograr
la reparación plena25 .

La complejidad y confusión en
que deja el desplazamiento a la po-
blación puede percibirse a través de
algunos fragmentos de historias de
vidas. Veamos:

Primer testimonio26 :

“Cada rato sonaban tiros y


hágale! Y uno muy asustao, por-
que uno está acostumbrao a eso
pero uno se asusta, y muertos al
otro día, amanecían por ahí ti-
raos, entonces a nosotros nos fue
dando miedo, entonces dijimos,
vamos a comprar una finca y nos
vamos!, yo tengo con que com-
prar una finquita en Oviedo ...

“los tales paramilitares que lle- aguantaitos ahí, entonces cuan- tampoco es, démosle quince días
garon a la caseta, había un se- do ya actuaron … … que nos da- de plazo hombre, pa´que el se-
ñor, que todo el mundo lo quería ban ocho días de plazo, entonces ñor saque sus cositas y como se
y un día llegaron los paramilitares yo estaba cogiendo maíz y allá va a ir pues así sin nada” , la gen-
y ahí mismo lo mataron delante fueron donde yo estaba y me di- te es muy formal también, enton-
de la gente y cada que entraban jeron “le vamos a dar ocho días ces él me dijo “bueno ya, ya no
mataban gente y entonces noso- de plazo, pa´que se nos pierda de hablemos mas” y… Ya nosotros
tros, ya nosotros estabamos asus- aquí y no queremos ver a nadie, quedamos ahí sin saber qué ha-
tados… ya no perdían la entrada, porque nosotros necesitamos esto cer”. Bueno a partir de la fecha
mate y mate más, la gente… solo, sin un habitante”... usted nosotros no vamos a respetar vida
verá pa´onde se va, me dijo un aquí, ni ancianos, ni niños, lo que
“allí de onde doña Marta, de don man con un fusil largo, y se veía haya aquí lo matamos”
Elio, habíamos tres familias que que era muy asesino”, “usted
nosotros que no teníamos que verá pa´onde putas se va pero de Segundo testimonio27 :
como problemas de ninguna cla- aquí se va”... nosotros somos los
se, nosotros no queríamos salir, grupos paramilitares, los mocha- “La vereda de Narcua donde no-
nosotros sabíamos pues que pa- cabezas, si no nos conoce aquí sotros vivimos, todo ese tiempo,
saban por ahí y ni ellos con no- estamos presentes”, a uno le da era una vereda muy buena, de
sotros no se metían ni nosotros como escaramucias eso y ya sa- mucho movimiento, todos los
con ellos; la guerrilla, o sea que biendo que habían matado gente vecinos, toda la gente de la vere-
con nosotros no tocaban para con una motosierra, cortándole da era una gente muy querida,
nada, pero por ahí pasaban , no- la cabeza, uno sabiendo eso. En- una gente muy buena y de todas
sotros como no teníamos nada, tonces yo les dije: ¡hombre, yo maneras nosotros allá vivimos un
mejor dicho que nos van hacer no quiero más problemitas, como tiempo muy bueno, teníamos la
¡eh…ni nos matan ya nos vamos yo voy a dejar mis animalitos, me tierrita, mi marido era muy tra-
a quedar aquí!. Habíamos tres voy a otra parte pues a morirme bajador para la agricultura, man-
familias en la vereda de Oviedo, de hambre!... No hombre así teníamos comida de toda clase...

N ÓMADAS 67
esperanza era con esa cosechita
de cacao que ya iba a salir, en-
tonces él dijo, que él se iba a po-
ner al pie a ayudarme a recoger
ese cacao junto con los trabaja-
dores para sacar todo ese cacao,
y lo primero que íbamos a hacer
era pagar esa cuenta que debía-
mos; porque él era una persona
muy honrada, muy seria, fue
como la mejor herencia que nos
pudo haber dejado. Entonces en
esas cuentas que se estaban ha-
ciendo, en esas murió él, y en-
tonces a mí la viudez mía, la
soledad fue muy triste, porque a
mí me toco después de la muerte
de él, meterme al monte a traba-
jar con trabajadores, los niños
más grandes, y todo lo que se iba
sacando a vender, pagar esas
cuentas. Pero por la ayuda sería
del ánima de él yo pagué esos
300.000 mil pesos con la cose-
cha de cacao. Eso sí, no le puse
nada a los niños, no les compré
unos pantaloncillos para ese di-
ciembre, porque las cosechas de
cacao salen por ahí..., pongamos,
ya en diciembre ya se están ter-
minando, salen por ahí como para
octubre... Comienza a salir por
ahí de octubre o a principios de
noviembre, y entonces imagíne-
se ese diciembre para nosotros
A Currulao, y allá vivimos, vi- potreros ni cacao, ya todo eso fue un veinticuatro muy triste,
vimos un tiempo muy bueno, está en pura montaña por allá... porque por una parte, ya la sole-
todo hay que acordarlo, ya las dad, ya la falta de él; por otra
tristezas vinieron después de que Cuando lo mataron a él, esperá- parte, ya pues no había práctica-
me mataron a mi hijo mayor, ya bamos una cosechita de cacao mente alegría ni para nada, si
después me mataron a mi espo- que ya estaba saliendo y él había hubiera habido con qué estrenar
so, y ya la faltada de él, enton-
dicho que esa cosecha de cacao, con qué gusto. Pero el consuelo
ces, fue cuando nosotros nos
que él se iba a enfrentar a coger que me llevé, que pagué todas
salimos de la vereda y dejamos
la finquita por allá; últimamen- todo ese cacao y a venderlo para esas cuentas, ya no más sacamos
te ya la finquita era de cacao pagar unas platas que debíamos, esa cosechita de cacao y pagamos
estaba toda sembrada de cacao, plata de comida, de una vecesita todo lo que debíamos, yo inme-
que teníamos los potreros, hoy que nos habían fiado, y cuando diatamente me salí de la finca y
en día pues todo eso ya fue lo él murió eran 300.000 mil pe- ya no me quedé más allá, me salí
que se quedó perdido, ya ni sos que teníamos que pagar. La para Currulao...”

68 N ÓMADAS
Tercer testimonio28 : En un ensayo reciente del eco- dinámica de una acción antiestatal (y
nomista y politólogo Jaime Zuluaga paraestatal) y antisocietal (en contra
“A mí me gustaba El Tres, era se analizan factores causales del des- de la población civil), sectores de las
una parte muy buena, muy bue- plazamiento29 . El narcotráfico se si- fuerzas militares regulares, sectores
na para uno hacer negocios, yo túa como uno de esos factores, en la guerrilleros y grupos paramilitares.
arrancaba cilantro, frutas y ven- medida en que se expande la econo- Se destaca dramáticamente la rela-
día, porque era muy cerca a mía de la droga y ello implica más ción no antagónica entre guerrilla y
Turbo... Llevaba maracuyá, pa- tierras disponibles, en donde el con- narcotráfico, en un momento de la
payas, plátano, cilantro de sa- trol del territorio es absoluto y la po- historia nacional en el cual los postu-
bana de ese potrero... arrancaba blación que allí viva previamente o lados liberadores (utópicos quizás)
por ahí en las vecindades, por- se somete al nuevo patrón económi- de aquella pierden vigencia 30 .
que yo no tenía sino este co, o se sale. El narcotráfico involucra
ranchito ... Cuando me mataron varios sectores, presuntamente anta- Según sea la parte del territorio
a mi hijo yo le pedí a la Santísi- gónicos, que en fin de cuentas resul- nacional de la que se hable, el arre-
ma Virgen me diera valor de tan comprometidos en la misma glo de intereses entre los actores de
enterrar a mi hijo, que me diera
valor porque ya estaban regados,
entonces yo me pego a Dios que
me de valor para todo eso, es
muy duro. Yo le pido a la Santí-
sima Virgen, a todos los santos
que me den valor, yo alumbro
los santos aquí para que me den
valor... yo no pienso volver, en
cuando sea pidiendo, aunque
fuera pidiendo vivimos aquí,
porque se han ido muchos. En
estos días se fueron unos de
aquí, y ya los mataron. Doce ma-
taron de los que fueron de aquí.
Uno se va como a vivir y toda-
vía la violencia está por allá, en-
tonces es mejor quedarnos aquí,
aunque sea pidiendo...”

Porque otro quiere


que te vayas

El desplazamiento forzado en
Colombia resulta de una combina-
ción de agentes y causas, que
contribuyen a que los victimarios
justifiquen de muchas maneras
(políticas, ideológicas, militares,
sociales, religiosas, culturales) la
razón de sus actos, y a que las víc-
timas sean consideradas culpables
siempre.

N ÓMADAS 69
En otro contexto, la realidad
es del mismo orden:

“De los paras tenía que ir a lle-


varle mensajes a la guerrilla y
la guerrilla lo cogía a llevarle
mensajes a los paras... ¿enton-
ces usted cree que no lo iban
a matar así? Si no...si trabaja-
ba con los paras, entonces la
guerrilla iba y nos mataba a to-
dos nosotros, y si trabaja pa´la
guerrilla iban los paras y nos
mataban a todos nosotros. En-
tonces él dijo: “El fin mío va
a ser muerto, porque si no le
obedezco a uno le tengo que
obedecer al otro”33 .

El desplazado no lo quiere,
pero el otro, que tiene diferentes
la guerra lleva a que las víctimas pa- sometiendo a regímenes de terror rostros, así lo quiso. Vale la pena
rezcan diferentes. Bien afirma a sus víctimas. Un ejemplo son
Zuluaga: las mujeres de Pavarandó, en
el Chocó, quienes en una de-
“...los actores del conflicto arma- nuncia ante el mundo señalan:
do definen sus enemigos de acuer-
do a las características locales o “Antes de la llegada de la
regionales de los conflictos. En el violencia éramos muy po-
Magdalena Medio guerrillas y bres, pero vivíamos de la
narcotraficantes se tienen por ene- agricultura, la pesca y los
migos, y chocan a través de los animales domésticos, en 49
paramilitares. En algunas regiones comunidades del medio y
del suroriente del país no chocan, el bajo Atrato chocoano y
por el contrario cooperan entre sí antioqueño. Teníamos he-
y seguramente a ello obedece la rramientas, medicinas,
ausencia de paramilitares asocia- comprábamos lo que nece-
dos a los narcotraficantes en esas sitábamos... Tras el blo-
zonas. Eso significa que los acto- queo económico al que
res en estos conflictos carecen de fuimos sometidos se agotó
identidad unívoca, la tienen plu- la posibilidad de conseguir
ral o multiforme: la red de rela- nuestros alimentos. Ellos
ciones entre ellos es variable, de (los actores armados) es-
acuerdo a las zonas y a las interfe- tán interesados en nuestras
rencias de intereses...” 31 . (enfa- tierras por lo del Canal
tizado mío) (Canal Interoceánico del
Pacífico Atrato-Truandó)
La lucha armada desarticula la y por lo de los recursos de
población y la subordina a los ac- nuestro territorio (minera-
tores armados, quienes terminan les y biodiversidad). ...”32 .

70 N ÓMADAS
resaltar la siguiente conclusión de
Amnistía Internacional:

“En algunas ocasiones, las fuerzas


de la guerrilla han fomentado u
organizado activamente el aban-
dono de pueblos y la marcha de
los habitantes hacia centros de po-
blación locales de mayor tamaño
para protestar contra los avances
de los paramilitares o del Ejército
en la zona. Sin embargo, en
muchas ocasiones, cuando las co-
munidades han huído espontánea-
mente (sic), las autoridades
militares han acusado a los des-
plazados de obedecer órdenes de
la guerrilla a fin de crear dificulta-
des políticas al gobierno, acusacio-
nes que suelen ser el preludio de
nuevos actos de represión contra En otro aparte del mismo in- y recoge análisis del Cinep39 , de
ellos”34 . forme se concluye: Acnur, de foros regionales, de even-
tos realizados en el país, como mo-
“...los factores que provocan el vimiento creciente para darle la real
desplazamiento son diversos y las y trágica dimensión que tiene. Es pre-
causas pueden variar según la re- ocupante que Colombia se ubique
gión. No obstante, la principal en séptimo lugar en el mundo; que
causa es el conflicto armado. Los más de un millón de personas sean
desplazados huyen a causa de las desplazadas –estadísticamente regis-
amenazas, los ataques y las ope- tradas–, sin que se pueda conocer el
raciones indiscriminadas de que desplazamiento invisible que se pro-
son objeto por parte de los ban-
duce gota a gota; que del acrecenta-
dos del conflicto, debido a la ame-
miento el conflicto armado tienda a
naza de reclutamiento forzado o
por haber quedado atrapados agudizar el desplazamiento.
entre las Fuerzas Militares, los
paramilitares y los grupos arma- El caso es que varios informes
dos de oposición”35 . confirman que los desplazados pre-
fieren permanecer en el nuevo lu-
En el estudio del problema que gar donde se han ubicado, antes que
hizo el IPC en 1997, se encuentra que regresar “porque la violencia se
el 47% de los desplazados salen por mantiene”40 .
amenazas de los actores armados,
31% por el miedo y la violencia, 10%
por la vivencia de asesinatos y aten- No soy de aquí ni soy
tados, y 9% por combinación de va- de allá
rios de estos factores36 / 37 .
Con la presión externa se produ-
La misma institución analiza de ce la desestabilización en los ritmos
nuevo el problema38 un año después de vida cotidianos. La interacción

N ÓMADAS 71
comunicativa en las familias y comu- Cómo vivíamos de El bucolismo de esa “buena
nidades se debilita hasta desaparecer bueno vida” parece estar más en el ima-
con el desplazamiento. ginario que en la realidad, pero
Siempre hay frases para recor- opera en el desplazado para pro-
El silencio ante la pérdida de dar la vida de antes como si se hu- ducir un sentimiento de frustración
contacto con “el como uno”, y el biese desarrollado en ambientes de y una actitud de desesperanza.
vacío del espacio significado que era paz y deleite. Había laxitud en el fun-
“el de uno” ubican al desplazado en cionamiento familiar y comunitario: El desplazamiento produce un
la situación del “caminante sin rum- doble efecto en el sujeto: es físico,
bo”41 , del desarraigado42 , del nóma- “...una vida sencilla que es material, es palpable, en prime-
da que la tradición antropológica nos transcurría con tranquilidad, don- ra instancia; y es psíquico, espiri-
ha enseñado como símbolo de las de el trabajo, las relaciones con tual y sutil en segunda instancia.
sociedades itinerantes, que basan su familiares y vecinos, las iniciati- Al nomadismo que se inicia con el
sobrevivencia en la apropia- hecho del desplazamiento le
ción de los recursos que ofre- va emergiendo un modo de
ce la naturaleza, pero que no vivir y pensar, un conjunto
ejercen ninguna labor trans- de creencias y valores, de
formadora, porque viven al conductas y hábitos, que
día y a lo que el sol y la natu- van a terminar configuran-
raleza provean. do un nuevo producto
social y humano que pudié-
“Las familias se debaten ramos llamar subcultura de
entre el arraigo y el amor por desplazado46 .
su sitio anterior de vida y el
rechazo al mismo, motivado “El cambio de referentes
por todos los horrores que vi- culturales, de satisfactores, de
vieron”43 . estilos de vida, de soportes so-
ciales, da lugar a procesos de
Volver a vivir la aventu- desadaptación y desarraigo en
ra de construir el futuro no el nuevo entorno”47.
es tarea fácil. Existe una re-
lación inversa entre la edad En esta condición de
individual y familiar y el de- existencia el ayer siempre
seo de levantar hogar y la- fue mejor; el hoy se afronta
bor. El sentimiento de y el mañana es incierto. En
derrota es mayor para quie- pocas palabras: el desplaza-
nes tienen más edad. do es un ser en tránsito pero
condenado socialmente a
Del lugar de donde se salió vivir de los restos que deja
queda la sombra de muerte; del la sociedad asentada y con-
(no) lugar donde se permane- solidada. Su identidad pre-
ce (se está de paso) surgen la cedente se pierde, y vive en
duda, la angustia, la desespe- constante discurso de due-
ranza. Hay poco en qué creer lo por lo vivido y poseído.
si viene del otro (Estado); algo
se cree en quien es solidario (las orga- vas para el mejoramiento de la Ser desplazado es llevar consi-
nizaciones civiles); y no es mucho lo vida comunitaria, las actividades go un estigma48 . Puede contrastar
que se puede creer en uno mismo si escolares y la recreación colma- con el que se hace organiza-
tiene las manos vacías44 . ban sus días” 45 . damente, el que Franco identifica

72 N ÓMADAS
como éxodo, y en el cual opera la quina de guerra que aceitó hace de un sitio a otro”. Esta acepción es
acción organizada y la atención o 180 años y que no ha parado de del mismo corte de la antropológica,
apoyo de organizaciones no guber- botar fuego por negar el derecho a que no obstante reconoce la posibi-
namentales o el mismo Estado49 . que los hermanos disputen, dialo- lidad de retorno cíclico. En palabras
guen y crezcan. de Charles Winick, el nomadismo
La situación que vive el despla- habla de “movimientos estacionales
zado hombre y la desplazada mujer Por desastroso que parezca, en o cíclicos realizados por un grupo
ha sido puesta en evidencia con los un país que parece estar condenado para obtener alimento”. La varian-
estudios de Flor Alba Romero, a vivir entre catástrofes naturales52 te primitiva que el autor reconoce
Donny Meertens y Nora Segura50 , y siniestros sociales, el desplazado en está en que los cambios de ubica-
y en nuestro estudio de Urabá. El Colombia de esta fase de la violencia ción se producen de un lugar cono-
caso es que el hombre se ve obliga- no parece tener otro rostro que el del cido a otro también conocido por sus
do a ubicarse en el mercado laboral desarraigado. Por ello contrastan ofertas para la subsistencia53 .
del lugar donde llega, si es que lo palabras como las de una mujer de
logra (y no se le teme por el estigma 23 años de Currulao, Antioquia, En el caso de los desplazados en
con que carga); generalmente es el quien reconoce que al desplazarse la Colombia no parece del todo claro
trabajo en la construcción donde familia todos llegaron de arrimados, que puede hablarse de ciclos, ni de
más fácilmente puede acceder. La ahora algunos tienen “casita” y se han reubicaciones para garantizar la sub-
mujer por su parte ingresa al servi- ido separando unos de otros, pero to- sistencia. Su situación parecería ser
cio doméstico, sobre todo si se trata dos siguen “unidos”. peor que la de los nómadas, pero,
de personas de origen pobre. como dice la sabiduría popular: “la
Queda viva la pregunta: ¿es el esperanza es lo último que se pier-
Tampoco el maestro, el campe- desplazado un desarraigado? Y se im- de”. En este sentido actúan las ins-
sino medio, sobre todo entre quie- pone una más, la que motiva este en- tituciones y personas que trabajan
nes son desplazados del campo, se sayo: ¿es el desplazado un nómada? por la restitución de los derechos
ubica en oficios acordes con su ni- humanos de los desplazados. Man-
vel previo de vida. El deterioro en A la primera pregunta cabría res- teniendo en alto los principios de
las condiciones de existencia es la ponder a modo de hipótesis que todo “voluntariedad, integridad, dignidad
pauta dominante. indica que sí lo es. No hemos anali- y reparación” se trabaja por la “es-
zado el fenómeno (no se hizo para tabilización socioeconómica y la re-
No se niega el esfuerzo que ha- la violencia de los años cuarenta a construcción del tejido social de las
cen organismos no gubernamentales sesenta), al punto de poder afirmar personas y comunidades desplaza-
nacionales e internacionales, e inclu- que realmente se logró el arraigo a das”, garantizando también la “no
so países hermanos (y algunas nuevos entornos. La frase de Mar- repetición” del desplazamiento”54 .
agencias del gobierno colombiano co Palacios merece recordarse:
también, valga reconocerlo), para nuestro problema es “falta de ciu-
“reconstruír una vida digna”51 ; pero dadanía”. En aquel momento se
los signos que hasta el momento son abandonaron forzadamente los cam- Citas
más visibles reiteran la gravedad del pos y se fortalecieron “ciudades”,
problema y su no visible solución en pero... ¿se logró acaso que se pro- 1 Las reflexiones que se condensan en
este texto parten del trabajo colectivo
el corto ni en el mediano plazo. dujese la “reconversión” de los po- del grupo de estudio sobre el desplaza-
bladores nuevos (y de los viejos de miento forzado del Instituto de Estu-
De allí que al desplazado pue- casta pueblerina) en ciudadanos? dios Regionales Iner de la Universi-
dad de Antioquia, que realizó un tra-
de vérsele como un desarraigado bajo sobre el tema en el año 1997 con
física y mentalmente; no tiene si- Y a la segunda pregunta, vale la apoyo de la Cruz Roja Sueca y la Cruz
lla dónde reposar para reencon- pena entrar con la definición de nó- Roja de Antioquia- Programa Urabá.
El grupo abordará una segunda inves-
trarse con su vida, mientras la mada que propone María Moliner: tigación al respecto en el curso del año
sociedad colombiana que lo expul- “Errante. Se dice del que no tiene 1999. Reconocimientos especiales
só de su nicho no detenga la má- residencia fija, sino que se traslada merecen las colegas Olga Lucía López

N ÓMADAS 73
y Amantina Osorio, quienes han glo- primera mitad de los años sesenta, Co- de 1998, en evento realizado por el
sado estas líneas. lombia presentaba una fisonomía nota- Instituto Colombiano de Antropología,
blemente diferente de la que caracteriza- ICAN.
2 Es la historia de los viejos y nuevos ba al país en décadas anteriores y más
historiadores la que nos ha mostrado 1 2 Conferencia Episcopal de Colombia.
específicamente en la década en la cual Derechos humanos, desplazados por
esta cruda realidad. De allí que entre se inició la guerra civil (para Fajardo el
algunos estudiosos comience a violencia en Colombia. Santafé de Bo-
año de su inicio es 1946). Ver Once en- gotá, 1995.
sugerirse la necesidad de abordar al co-
sayos sobre la violencia. Ob. cit., p.286.
lombiano como portador de un ethos 1 3 “Los desplazados huyen a causa de las
propio de los pueblos guerreros. Espí- 8 Darío Fajardo Montaña: Espacio y so- amenazas, los ataques y las operaciones
ritu guerrero y cultura de la guerra, en ciedad... Ob. cit., p.209 indiscriminadas de que son objeto por
similar dirección a lo que informa la parte de los bandos del conflicto, debido
Antropología (Taussig, Clastres, 9 El Ministro de Defensa Luis Carlos
Camacho Leyva les concedió a las Farc a la amenaza de reclutamiento forzado o
Chagnon, entre otros). por haber quedado atrapados entre las
estatuto de autodefensas, lo que permite
3 Se enuncia en la inversión de porcen- decir a Fajardo: que “el Estado acogió la Fuerzas Militares, los paramilitares y los
tajes de población: de la relación 70% tesis de autodefensa, bajo la cual se or- grupos armados de oposición”. Informe
rural y 30% urbana en los cincuentas, ganizaron contingentes guerrilleros en la de Amnistía Internacional. Éxodo, Di-
a lo inverso para los noventas. Lo que época de la violencia, los cuales desde ciembre de 1997, No.6, p.22.
no se puede asegurar del todo es que entonces mantienen en armas a ciertos 14 Diversos estudiosos usan indiscri-
esa inversión haya significado la trans- sectores campesinos (Farc)” Espacio y minadamente uno y otro término, y en
formación cultural de los colombianos. Sociedad, Ob. cit. p. 216 efecto, no hay mayor diferencia entre
¿Qué tan urbanos somos realmente? El ambos términos a la luz del diccionario
libro Pensar la ciudad, del cual son 10 Ob. cit., pp. 217-28. Para esta “terapia”
surgen instrumentos como el Plan Na- de la Real Academia de la Lengua o el de
compiladores Fabio Giraldo y Fernando María Moliner. Lo que varía es el acen-
Viviescas, publicado por Tercer Mundo, cional de Rehabilitación, al que se le ven
virtudes especiales para las regiones más to. Moliner entiende forzado como par-
Cenac y Fedevivienda, 1996 (reedición ticipio adjetivo que significa hecho con
1998) es una buena introducción a la deprimidas; la descentralización política,
fiscal y administrativa, el reconocimien- esfuerzo o violencia. Y entiende forzoso
reflexión sobre qué tan ciudadanos ur- como necesario, idefectible o inevitable
banos somos. to de autonomía para las minorías étnicas,
un cambio radical en el modelo de desa- u obligado. En el caso de forzado, Moliner
4 En particular lo dice Daniel Pécaut en rrollo. Son “terapias” que, aplicadas a su habla de un fenómeno no natural ni es-
su artículo “Reflexiones sobre el fenó- manera por los gobiernos liberales del pontáneo; y en el de forzoso, contra ra-
meno de la violencia”, dentro del libro momento, y aceptadas con resistencias zón o derecho.
Once ensayos sobre la violencia, Cerec por los diversos actores de la sociedad 15 Este hecho es mundial, como numerosos
y Centro Gaitán, Bogotá, 1985, p.173. colombiana, alimentarán el ejercicio fi- informes lo señalan: 27 de los 47 millo-
nal de la Asamblea Constituyente de nes de seres humanos que en el mundo
5 Las fronteras de la colonización se han 1991.
extendido por todos los puntos cardina- vivien en esta situación tienen la calidad
les, descendiendo de las tierras 1 1 La Conferencia Episcopal Colombiana de refugiados. Ver el Informe de la Ofi-
cordilleranas hacia tierras bajas, llanuras, se decide a nombrar esta realidad con cina del Alto Comisionado para la Paz,
bosques húmedos. En estas materias son una serie de términos que no aparecen Santafé de Bogotá, 1996.
valiosos estudios como El campesinado en el lenguaje de los investigadores so- 16 Instituto Popular de Capacitación. Des-
en Colombia hoy, editado por Edelmira ciales hasta entonces. El año de 1991 plazados internos en Antioquia. Área de
Pérez, Pontificia Universidad Javeriana es crucial para el reconocimiento del derechos humanos y solución de conflic-
y Ecoe Ediciones, 1991. De Darío Fajardo problema. En Chinauta, Cundi-
tos. Medellín, noviembre 1995 p.10.
Montaña es valioso el estudio Espacio y namarca, entre el 2 y el 4 de noviem-
Convenio de la ONU en 1951 que pro-
Sociedad. Formación de las regiones agra- bre, se lleva a cabo el primer seminario
tege a los refugiados. En este ensayo no
rias de Colombia. Corporación Colom- y foro nacional sobre desplazamiento
se trabaja sobre este tipo de víctima de
biana para la Amazonia-Araracuara, forzado en Colombia. Ver El desplaza-
miento interno en Colombia. Semina- la violencia.
Santafé de Bogotá, 1993. Y es reconoci-
da la obra socioliteraria de Alfredo rio-Foro Nacional, Chinauta- 1 7 Cada una de estas fases merecería un
Molano, y la histórica de Catherine Fusagasugá, 1991, ILSA, Bogotá, análisis por aparte. Lo corriente ha
Legrand (Colonización y protesta campe- 1991, p.5. Para la realización de este sido trabajar el momento del desplaza-
sina en Colombia 1850-1950, Univer- ensayo he retomado elementos de la in- miento físico y el retorno y reubi-
sidad Nacional de Colombia, 1988). vestigación realizada por el Iner de la cación. La solidaridad internacional y
Universidad de Antioquia, la Cruz Roja las acciones estatales se han concen-
6 Los tugurianos de los años sesenta y Sueca y la Cruz Roja de Antioquia-Pro- trado en uno y otro frente. Pero está
setenta han pasado a ser rebautizados grama Urabá, sobre 60 familias despla- por analizarse a profundidad el pro-
hoy como pobladores de asentamientos zadas de Urabá hacia algunos munici- blema del aislamiento, fase que hace
subnormales. No hay palabra para estos pios de la región (30), y hacia Medellín vulnerable a población de muy diversa
habitantes que llegan para quedarse y vi- (otras 30), durante el año de 1997. naturaleza en el momento de la guerra
vir del rebusque, de la economía infor- Recojo también reflexiones de un se- que se vive hoy. Es obvio que los más
mal. ¿Serán semiciudadanos? minario realizado en noviembre de pobres y aislados en la geografía rural,
1998, orientado a pensar el problema, ubicados en regiones geoestratégicas,
7 Darío Fajardo lo dice así: “...al finalizar y retomo algunos elementos de las re- están en mayor riesgo. Pero en la me-
el período crítico de la Violencia en la flexiones hechas en Bogotá, en agosto dida en que los actores armados han

74 N ÓMADAS
ido adquiriendo fuerza en zonas propone el Instituto Interamericano operación o medios de regulación de la
periféricas a los grandes centros po- de Derechos Humanos, en su Memo- relación a través del aludido “sistema
blados, y en las mismas ciudades, el ria sobre los Desplazamientos en tributario”. Ob. cit. p.5.
aislamiento afectó a sectores de clases América, San José, Costa Rica, 1993,
medias e incluso altas (cuando estas 3 1 Ob. cit. p. 6.
y que he recogido arriba.
se niegan a cohonestar con la guerra). 3 2 En Caja de Herramientas: Pavarandó,
2 2 Desarraigo y Futuro. Vida cotidiana de por un retorno en paz. No. 53, Bogotá,
1 8 Andrés Franco, en su artículo sobre familias desplazadas de Urabá. Cruz
“Los desplazamientos internos en Co- febrero de 1998, p.15.
Roja Colombiana, Iner U. de Antioquia,
lombia. Una conceptualización política Cruz Roja Sueca, Medellín, 1998, pp.15- 33 Mujer de 56 años, de Tié, Turbo,
para el logro de soluciones de largo pla- 16. Antioquia. Testimonio recogido en Des-
zo”, en: Colombia Internacional. Cen- arraigo y futuro, Ob. cit., p.52.
tro de Estudios Internacionales, Uni- 23 En un ciclo de conferencias recientes en
versidad de los Andes, Santafé de Bo- la Universidad Pontificia Bolivariana de 34 Ver artículo “Los desplazados internos
gotá, No. 42, Abril-Junio de 1998. Este Medellín, (febrero 24-25, 1999), el en Colombia: desposeídos y exiliados en
estudioso propone tres tipos de despla- exrector de la Universidad Nacional, se- su propia tierra”, Boletín Éxodo No. 6,
zamientos: temporales (que suponen ñalaba la incapacidad colombiana por lo- Diciembre, 1997, p.22.
posibilidad de retorno), definitivos (que grar avanzar culturalmente de su condi-
35 Ob. cit., p.22. El informe concluye que
imponen la reubicación en otros terri- ción de país campesino. Incluso en la pro-
los paramilitares son el principal agen-
torios o en ciudades) e inter- puesta de la organización guerrillera
te expulsor, con el 35% de los casos; a
mitentes(con retornos y nuevos des- FARC, el énfasis campesinista de las “rei- las Fuerzas Armadas se le asigna el 17%
plazamientos); y reconoce tres “alter- vindicaciones” se deja ver. y a los grupos armados de oposición el
nativas” de acuerdo con el número de 24%. La Conferencia Espiscopal de
24 Ver recuadros con fragmentos de histo-
desplazados: éxodos campesinos, des- 1995 señala que el origen del desplaza-
rias de vida recogidas por el grupo inves-
plazamientos familiares y desplazamien- miento viene de la guerrilla en el
tigador del Iner en su estudio sobre el
tos individuales. El drama en Colombia 31.87% de los casos, de los
desplazamiento en Urabá.
se ha puesto en evidencia, indica el au- paramilitares en el 21.8% y del ejército
tor, especialmente con el caso de los 25 Amantina Osorio rescata un testimonio en el 19.56%. Ver Franco, Ob. cit. p.
éxodos. de mujer que sintetiza el drama: “Yo en 7.
estos momentos vivo porque tengo que
1 9 Es un planteamiento que hace la Uni- 36 IPC: Hacia dónde va Colombia? Una mi-
vivir, pero sin la ilusión de nada”. Ver
dad Administrativa Especial de Dere- rada desde Antioquia, Medellín, mayo de
su artículo “Nos arrancaron de lo que
chos Humanos, y que recoge Andrés 1997, p. 154.
más queríamos”, en: Cuadernos de Fa-
Franco, en su artículo, p.7
milia No. 2, del Grupo Familia, Cultura 37 El factor desencadenante del desplaza-
2 0 Justo es reconocer el papel que ha cum- y Sociedad, de la Universidad de miento en el estudio que nosotros hici-
plido la Conferencia Episcopal Colom- Antioquia, Medellín, 1998, p. 49. mos en Urabá fue el miedo, en más de la
biana cuando decidió poner el dedo en la mitad de los casos; la muerte de un fami-
26 Hombre adulto de Apartadó, l997.
llaga. Han venido luego las ONG nacio- liar, el 25% de las veces; la amenaza, en
nales y las mismas organizaciones de des- 27 Mujer adulta de Currulao, Antioquia, el 20% de las ocasiones y la persecución
plazados colocándose al mando de la de- 1997. en el 5% de las sesenta familias estudia-
nuncia, con lo cual el problema no pue- das.
28 Mujer adulta de El Tres, cerca de Turbo,
de desconocerse. Sin embargo, a este pro-
Antioquia, 1997. 38 IPC: Guía, Paz y Derechos Humanos en
blema se agrega el que unos actores ar-
mados tomen a la población civil como 29 Jaime Zuluaga Nieto: Dinámica del con- Antioquia, Medellín, julio de 1998.
“punta de lanza” para su acción política, flicto interno armado y desplazamiento 39 Relatos e imágenes sobre el desplaza-
con lo cual terminan demonizando al forzado. Memorias del Seminario sobre miento en Colombia, Santafé de Bogotá,
desplazado frente a sus opositores. De la Conflicto Urbano. Santafé de Bogotá, 1997.
ley 387 de 1997 sobre Desplazamien- agosto 1998. El autor asigna a
to Forzado, a una acción coherente de paramilitares y autodefensas el 65% de 40 El 18% insiste en ubicarse en otra zona
gobierno media una gran distancia. la incidencia en el desplazamiento, a las del país, el 16% desean retornar para “re-
guerrillas el 35% y a las Fuerzas Arma- unificar la familia o recuperar los bienes
2 1 Me distancio de la tesis asimilacionista das el 7%, p.2. abandonados, y el 68% quiere permane-
de un estudio reciente de E. Miguel cer lejos de donde debió salir. Ver Codhes
Álvarez Correa y otros, cuando se co- 3 0 Afirma: “En algunas zonas, en parti- Informa, Boletín No. 6, Marzo 13 de
locan “en el mismo saco” los desplaza- cular en aquellas de narcolatifundio, 1997, p. 3. En un boletín internacio-
mientos de población originados por la relación (guerrillas-narcotrafi- nal de los desplazados de Medellín, di-
grupos en armas (“violencia directa”), cantes) es de enfrentamiento militar a fundido por el Equipo Nizkor el 24 de
y los movimientos de población resul- través de las organizaciones para- febrero de 1999 a través de Internet,
tantes de la realización de grandes obras militares, que a su vez operan como junto a la denuncia por agresión y ame-
estatales (“violencia indirecta”). Ver E. “brazo armado” del narcotráfico co- naza sin que logre recibir protección
Miguel Alvarez Correa y otros: Des- múnmente en alianza con sectores del Estado, el Movimiento Social de
plazamiento forzoso y reubicación: un de las Fuerzas Armadas. Pero en otras Desplazados y el Colectivo de Derechos
estudio de caso. Procuraduría General zonas, aquellas en las que los cultivos
Humanos Semillas de Libertad
de la Nación, Santafé de Bogotá, 1998, ilícitos corren a cargo de campesinos y
Codehsel, pone de manifiesto la muer-
p.19. Estoy más cerca de la mirada que colonos ubicados en regiones de pre-
te de varias personas que retornaron a
sencia guerrillera, hay acuerdos de co-

N ÓMADAS 75
Urabá, y por tanto se niegan a hacerlo tensas, nucleares, compuestas, especial- Todos tenemos derecho a una vida dig-
hasta que se demuestren las garantías mente). Ver sobre estos aspectos: Oscar na. Oferta de atención a población des-
prometidas por el gobernador de Lewis: Antropología de la pobreza. FCE plazada, Santafé de Bogotá, marzo de
Antioquia. México, varias ediciones. Y Olga Lucía 1998. En este documento se reconoce
López Jaramillo: “Nuevas tipologías fa- que “el desplazamiento ocasiona una
4 1 Parafraseando a Joan Manuel Serrat. miliares y sus implicaciones en el espa- desarticulación del tejido social, una
4 2 Del gitano, que aprendió a vivir cio familiar y social”, en: Cuadernos Fa- pérdida económica y cultural y una rup-
seminomádicamente. Ver al respecto la milia Cultura y Sociedad, No. 1 del gru- tura de los proyectos de vida de quie-
tesis de Marcela Jaramillo y Luz Stella po del mismo nombre del Centro de In- nes se ven sometidos a él” p. 7. El go-
Soto: Los gitanos de Santamaría. Tesis vestigaciones Sociales de la Universi- bierno colombiano ha creado diferen-
de grado en Antropología, U. de dad de Antioquia, Medellín, 1998. tes instrumentos para atender el pro-
Antioquia, Medellín. blema, entre los que sobresalen la Ley
4 7 Ob. cit., p.132. 287 de 1997 como habíamos señalado
43 Desarraigo y futuro... p.125 4 8 El que se siente más entre quienes, al comienzo, y el documento del Con-
44 Dice mucho el título del testimonio de como dice la investigación del IPC, sejo Nacional de Política Económica y
los desplazados asentados en Quibdó: No 1998, viven la experiencia “gota a gota Social Conpes 2804 (con su modifica-
vamos a aceptar un retorno sin garan- o invisible”, porque “el desplazado no ción en el 2924), además de una serie
tías, Éxodo No. 6, Diciembre de 1997, informa que se va de la región, de la de desarrollos legislativos derivados de
p.3. Y son enfáticos en señalar que vereda o del barrio; no comunica a la Constitución del 91 y la firma de los
“creen que nosotros estamos mendi- nadie por qué deja sola su casa o por acuerdos internacionales sobre Dere-
gando, porque creen que el desplaza- qué decide perder lo cosechado duran- cho Internacional Humanitario. Sólo
miento ha sido porque uno lo ha queri- te años de esfuerzos”, p.123. El estig- que parece que no basta con declarar
do hacer, no por la guerra... no hemos ma es a veces inexplicable: en Urabá, buenas intenciones, porque las vícti-
tenido la garantía de una subsistencia los pastores de las iglesias cristianas mas se siguen quejando, y en esa queja
humana que sea justa dentro de los han sido perseguidos y asesinados por no se puede juzgar que existe sólo una
marcos del derecho a la vida”, p.3. su valerosa actitud de defensa de sus tendencia a la inconformidad política
comunidades. ¿Quién demoniza en ca- con fines estratégicos de parte de los
4 5 Desarraigo y futuro...p.96. sos como éstos? Porque los “culpa- grupos radicales de oposición.
4 6 Retomando y parafraseando la pro- bles” vienen de todas las religiones, po-
5 2 No se puede negar el dolor y el sino
puesta de Oscar Lewis que habla de siciones políticas e incluso condicio- trágico de sucesos como el terremoto
subcultura de la pobreza, para entender- nes económicas. del Eje Cafetero, acaecido el 25 de ene-
la como una realidad que tiene “sus pro- 4 9 IPC, Ob. cit., p. 122 y ss. ro de 1999. A Colombia le cabe ese
pias modalidades y consecuencias distin- dicho popular de que “al caído, caerle”.
tivas sociales y psicológicas para sus 5 0 Ver los ensayos del Seminario Interna- Tal parece ser la guía inconsciente (¡!)
miembros”. Se observa dice el autor, en cional: Violencia política, desplazamien- de los actores de la guerra.
los lazos de parentesco, en las relacio- to interno forzado y alternativas de paz
nes parento-filiales, en la ocupación del en Colombia. Evento organizado por el 5 3 María Moliner, Diccionario de uso del
tiempo, en los patrones de consumo, Instituto Colombiano de Antropología, español, Gredos, Madrid. Charles
en los sistemas de valores, en las pautas ICAN, entre el 10 y el 13 de agosto de Winick, Dictionary of Anthropology,
organizativas. De hecho la noción de fa- 1998. En este evento la segunda mesa Littlefield, Adams & Co, Totowa, N.J.,
milias mixtas, acuñada en nuestro estu- redonda versó sobre “Desplazamiento 1972.
dio de Urabá, refleja una forma de re- interno forzado”. 54 Ver el artículo “Los derechos civiles y
composición familiar producto de la in- 5 1 Muestra de esa labor es el texto publi- políticos y el desplazamiento interno en
mediata solidaridad parental luego de la cado por la Oxfam que lleva por título: Colombia”, en: Boletín Éxodo No. 9,
ruptura de las familias de origen (ex- septiembre de 1998, p.40.

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