Vous êtes sur la page 1sur 3

Garantia de las bligaciones

Conceptos generales

El cumplimiento de la obligación podía asegurarse del derecho romano sujetando la


cosa de propiedad al deudor a la acción directa del acreedor (oligatio re, res obligaa) o
bien haciendo que otra persona responda a la deuda con el propio crédito (obligtio
peronae) había pues dos clases de garantía: las garantías reales y las garantías
personales.

Las garantías reales se daban a través de las instituciones que se presentaron en el


curso del derecho romano, la fiducia, el pignus y la hipoteca; y las garantías
personales, dentro de las cuales distinguiremos las que se derivan del propio deudor y
de las que se asumía otra persona por él y se denominaba intercesiones

Garantías personales derivadas del propio deudor

Le fue permitido al deudor garantizar o más propiamente reforzar la obligación que


tenía que cumplir. Las garantías de esta especie fueron: las arras, la cláusula penal, el
juramento promisorio y el constituto de deuda propia.

-las arras

Las arras- arrha- consisten en la entrega que el deudor hacia al acreedor de una suma
de dinero u otra cosa para atestiguar o probar la existencia de un contrato consensual,
por lo común la compraventa. En el mundo romano, las arras no son más que una
señal confirmatoria de la conclusión del contrato que no daba derecho a los
contribuyentes a rescindir el contrato, debiendo restituirse con independencia de la
ejecución o no de él.

Con la influencia del derecho oriental, en la legislación justineana llego a admitirse las
arras griegas que cumplen una función penal. Mediando arras recae un sanción sobre
la parte que incumple el contrato. Si es el comprador pierde lo que ha dado, y si es el
vendedor el doble u otro múltiplo de lo recibido.

Esta función penal de las arras es acogida por Justiniano en una constitución del año
528. Así en el contrato de compraventa, que era en el que más frecuentemente se
daban las arras, el comprador o el vendedor podían apartarse unilateralmente del
contrato, y si quien lo hace es el primero, pierde las arras que dio y si el segundo está
obligado a restituir in duplum las arras recibidas.
- La clausula penal

Se utilizó la cláusula penal en el derecho romano como una pena convencional por la
que se fijaba anticipadamente la indemnización que por daños y perjuicios habría que
pagar el deudor, si dejaba de cumplir la prestación debida.
Para establecer la pena que importa semejantemente prestación se aude a la
stipulatio pulatio o bien al pacto simple, cuando se añade a un contrato de buena fe.
Se emplea la cláusula penal con el fin de que el deudor, forzado por la amenaza de la
pena cumpla con la obligación asumida. Pero sirve también para fijar de antemano la
responsabilidad del deudor a la hora del incumplimiento y que de otro modo, quedaría
incierta hasta que el iudex pronunciase la condena.

- Juramento promisorio

El iusurandum promissorium sirvió para garantizar la obligación contraída por un


menor de 25 años sin la auctoritas de su curador. Contra la eficacia de tal obligación
cabía utilizar por el menor de la in integrum restitutio, pro un rescripto de Alejandro
severo atribuyo al juramento el efecto de eliminar tal posibilidad

Garantía personales otorgados por un tercero: intercesión

.-la fianza
-el constitutum debiti alieni
El pacto pretorio, fue otra forma para garantizar obligaciones. Tenía lugar cuando un
tercero ajeno a la relación nacida entre acreedor y deudor se obligaba a pagar la
deuda de este en un plazo determinado.
El pacto de constituto de deuda ajena solo fue aplicable a las obligaciones de dar
suma de dinero u otras cosas fungibles; Justiniano lo hizo extensivo a toda clase de
deudas.
en esta figura el constituyente podía entregar una cosa distinta de la prometida por el
deudor principal y también cambiar el lugar y el tiempo del cumplimiento de la
obligación. El derecho justiniano aplico al constitutum debiti alieni el beneficium
divisionis
-El mandatum pecuniae credendae
Figura jurídica llamada también mandatum qualificatum, era una garantía personal
fundada en el contrato consensual de mandato por medio de lo cual el fiador –
mandante- daba encargo al acreedor –mandatario- de entregar en calidad de
préstamo a un tecero, una determinada suma de dinero o una cantidad de cosas
fungibles.
En caso de incumplimiento de la prestación, el acreedor tenia a su elección dos
medios para reclamar el pago de lo debido: uno peseguir al fiador por el actio mandati
contraria y otro demandar al deudor principal ejercitando la condictio certae creditae
pecuniae. Con justiniano el mandato de credito se asimilo a la fianza; al concederse a
los mandantes, al igual que a los fiadores el beneficium divisiones y el beneficium
excusionis.

Vous aimerez peut-être aussi