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LA PALIZADA LIMEÑA

A comienzos del siglo XX, hubo en Lima un grupo de jóvenes, conocidos como "Palizada", que
eran muy buenos cantantes, compositores, poetas y bailarines, además de muy palomillas y
de los que durante años se contaban muchas historias, todos los muchachos querían ser
como ellos. Aquí la historia.

Augusto Paz y José Ezeta: Si hablamos del inicio de la Palizada tenemos que referirnos a
ellos, militares ambos, quienes a fines de 1890 se volvieron muy populares entre la aun no
muy numerosa población limeña, muchachos pendencieros y fiesteros hasta no más, se les
veía en cuanta reunión social se armaba en Lima. Además, muy bien parecidos, que todas las
chicas limeñas suspiraban por ellos, por ese motivo no bien vistos por otros pretendientes de
las mencionadas, muchas veces terminaban a los puñetes y patadas, donde siendo ellos tan
buenos peleadores siempre quedaban bien parados, atrayendo más suspiros cada dia que
pasaba.

Poco a poco se les fueron uniendo a su vida bohemia otros jóvenes limeños, algunos hijos de
buena familia y otros estudiantes enviados por sus padres de provincia a hacerse una carrera
en Lima, todos teniendo en común la vida bohemia y jaranera que caracterizaba en aquellos
años a la juventud. Con los años algunos de ellos llegaron a destacar en el mundo de la
música criolla, como Alejandro Ayarza, más conocido como "Karamanduka", quien compuso
precisamente un vals que describía perfectamente a estos jóvenes.

Pronto surgieron imitadores de este grupo en muchas partes de Lima, entonces empezaron
las Palizadas de abajo del puente, o la Palizada de los barrios altos, etc. Pero de donde
proviene este nombre tan peculiar?

Palizada: Cuenta Eudocio Carrera en su libro "La Lima Criolla de 1900" (pag. 81), que existía
en el Rimac, en la calle Contradicción, una "casa de tolerancia" (los clubs nocturnos de
aquellas épocas) con balcones con vista al Rio Rimac, muy conocida porque tenía a las
mujeres más guapas que se dedicaban al oficio más antiguo del mundo. A este templo del
amor asistía lo mejorcito de Lima y balnearios, partidarios del trago y del buen baile, y como
no podía ser de otra manera, también iba nuestra ya mencionada "Palizada" quienes entraban
como ya tenían acostumbrado a donde iban, a tropel, haciendo bulla y arrasando con todo lo
que se presentaba a su paso.

Las chicas al ver a estos jóvenes bohemios, ya famosos por sus atrevimientos y muy bien
parecidos, dejaban a sus clientes y se juntaban a ellos y se armaba la jarana. Una noche
estando en medio del baile, escarceos amorosos y demás cosillas, un ruido súbito detiene la
fiesta, todos se arremolinan a los balcones a ver qué pasaba, lo mismo hacían los viandantes
que se arremolinaban en los puentes de Piedra y de Balta: era el Rimac en sus por entonces
habituales desembalses y ante la poca protección que había en aquellos días, se salía de
cauce y arrasaba todo, arrastrando todo lo que se presentaba a su paso, palos y demás
trastes.

Una de las damas al ver este espectáculo tuvo la ocurrencia de mencionar que así como el rio
Rimac entraba a las casas y arrasaba con todo con esa palizada furibunda, igual eran ellos
que se metían donde querían arrasando con todo. Desde ese momento quedo la palabra
palizada para referirse a estos bohemios y jaraneros.

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