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AUTORIDADES DEL TRABAJO EN NUESTRA LEGISLACIÓN LABORAL.

La Universidad Tecnológica De México en su estudio hecho acerca del tema en el año 2016
indica que existen diversas autoridades en materia laboral, las cuales se encargan de
aplicar las leyes, vigilar su cumplimiento e impartir justicia, entre otras funciones.
En la Ley Federal Trabajo se establecen tanto las autoridades laborales como sus
funciones.
La Ley Federal del Trabajo vigente, muestra de manera detallada las funciones que le
corresponden a cada una de estas autoridades, estableciendo tales funciones en los
títulos XI y XII, que comprenden del artículo 523 al 647. Las autoridades en materia de
trabajo, conforme al artículo 523 de la Ley Federal del Trabajo, son:
• La Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
• Las secretarías de Hacienda y Crédito Público y de Educación Pública.
• Las autoridades de las entidades federativas, sus direcciones o departamentos del
trabajo.
• La Procuraduría de la Defensa del Trabajo.
• Servicio Nacional del Empleo, Capacitación y Adiestramiento.
• La Inspección del Trabajo.
• La Comisión Nacional y comisiones locales de salarios mínimos.
• La Comisión Nacional para la Participación de los Trabajadores en las Utilidades de las
Empresas.
• La Junta Federal y juntas locales de conciliación.
• Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
• Las juntas locales de Conciliación y Arbitraje.
• El Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.
Las autoridades del trabajo dependen directamente del Presidente de la República, por
ello son autoridades de tipo administrativo. Las autoridades del trabajo que se encargan
de la aplicación de normas laborales son de distintos tipos:
• Autoridades ejecutivas.
• Autoridades que resuelven conflictos laborales.
• Autoridades que dictan resoluciones de carácter general.
Las autoridades ejecutivas se encargan de aplicar las normas laborales a la realidad, es
decir, aplican las normas jurídicas —que son abstractas— a casos concretos. Por ejemplo,
la Secretaría de Educación Pública establece programas para que las empresas capaciten a
los trabajadores para cumplir con las normas que así lo determinan.
Para el derecho laboral cada autoridad tiene una función específica.
Las autoridades que resuelven conflictos laborales se encargan de establecer cual es el
derecho en caso de controversia, por ejemplo, cuando un trabajador demanda por un
despido injustificado, pero el patrón alega que dicho despido fue fundado en la ley. En
este caso existe una controversia en cuanto a que si el despido fue o no injustificado; las
autoridades laborales se encargan en estos casos de resolver la controversia.
Entre las autoridades que resuelven conflictos laborales encontramos a las juntas
federales y locales de Conciliación, así como a las de Conciliación y Arbitraje.
Las autoridades que dictan resoluciones de carácter general son aquellas que con base en
sus facultades hacen ciertas determinaciones que después se convierten en obligatorias
para todas las personas. Estas autoridades son la Comisión Nacional de Salarios Mínimos y
la Comisión para la Participación de los Trabajadores en las Utilidades de las Empresas. Sus
determinaciones se convierten en disposiciones obligatorias porque una vez que
establecen el salario mínimo o la participación que les corresponde a los trabajadores en
las utilidades de la empresa, es obligatorio para los patrones cumplir con estas
determinaciones.
Obligaciones y prohibiciones de trabajadores y patrones

Obligaciones
De acuerdo con el principio de que todo derecho implica una obligación, por obligación
entendemos el deber de dar, hacer y no hacer determinado acto de conducta. Si se
incumple una obligación, nace un derecho que podrá ejercitar la persona para la que se
tiene la obligación.
La Ley federal del Trabajo (LFT) establece obligaciones tanto para los trabajadores como
para los patrones, y se enumeran en los arts. 132 y 134.
Principales
Respecto a las obligaciones de los trabajadores, en sentido estricto, la obligación principal
es la prestación del servicio, pero está sujeta a determinados principios:

• La obligación de prestar personalmente el servicio. El trabajador no puede poner a


otra persona en su lugar, salvo que el patrón lo autorice.
• La obligación de desempeñar el trabajo en el lugar, tiempo y condiciones
convenidos. El trabajador no puede ser obligado a prestar el servicio en un lugar
distinto del convenido, ni en tiempo diferente o en condiciones diversas de las
establecidas.
• La obligación de laborar con eficiencia. El trabajador está obligado a prestar el
servicio con la intensidad, el cuidado y el esmero requeridos.

Las obligaciones de los patrones se consignan en el art. 132 de la LFT. Su principal obligación
es pagar por el servicio prestado. Es una obligación de dar, que determinan las fraccs. II-XIV,
XIX-XXI. Sus obligaciones de hacer se indican en las fraccs. XI, xvill, xxil y xxill del artículo
mencionado.
En el art. 133 de la LFT se establecen prohibiciones para los patrones; se trata de
obligaciones de no hacer, de acuerdo con los arts. 132, fracc. VI, y 133, fraccs. I-XI.

Accesorias
Éstas constituyen deberes como:

• Deber de obediencia (es una fase de la subordinación).


• Deber de fidelidad (la relación de trabajo crea un doble carácter, patrimonial y
personal), constituido por la obligación de no hacer; es decir, son prohibiciones que
se imponen al trabajador.
• La obligación de ayudar y evitar los peligros que puedan afectar a la empresa, a la
vida del patrón o a la de sus compañeros (en casos de siniestro en la empresa o de
riesgos que pongan en peligro al patrón o a los compañeros de trabajo). El
incumplimiento de esta obligación se sanciona con la rescisión del contrato.
• Obligaciones morales y sociales, como guardar buenas costumbres en las horas de
trabajo, no presentarse a laborar en estado de ebriedad, no portar armas durante
las labores, etcétera.
• Cuidar la herramienta y los útiles de trabajo, devolverlos en buen estado al término
del contrato, no usarlos para fines personales.

Las obligaciones accesorias del patrón son: proporcionar el trabajo, recibir el producto del
trabajo, dar al trabajador los materiales y útiles de trabajo, coadyuvar a la guarda de los
instrumentos propiedad del trabajador, guardar la debida consideración al trabajador (la
moral y social), no hacer propaganda política ni religiosa, poner en el índice a los
trabajadores (es decir, boletinarlos en la "lista negra" para que no les den trabajo en otra
empresa cuando hayan demandado al patrón), extender certificados de buena conducta o
eficiencia y conceder permisos y licencias.

Consecuencias de su incumplimiento
La falta de cumplimiento de las obligaciones del trabajador da lugar a la responsabilidad
civil y a la rescisión del contrato.

En la práctica, la responsabilidad civil es de difícil aplicación. En ocasiones el monto del daño


o perjuicio es tan insignificante, que no vale la pena darse las molestias que el juicio causaría
y por eso los patrones no la ejercen.
En cambio, la rescisión del nexo laboral sí la ejercen los patrones.
Cabe mencionar que si el patrón no prueba la causal de la rescisión, se estará en presencia
de un despido injustificado y, en consecuencia, deberá cubrir la indemnización establecida
por la ley.

Prohibiciones

Para el trabajador

La LFT, en su art. 135, dispone:

Artículo 135. Queda prohibido a los trabajadores:

l. Ejecutar cualquier acto que pueda poner en peligro su propia seguridad, la de sus
compañeros de trabajo o la de terceras personas, así como la de los establecimientos o
lugares en que el trabajo se desempeñe;
ii. Faltar al trabajo sin causa justificada o sin permiso del patrón;
iii. Substraer de la empresa o establecimiento útiles de trabajo o materia prima o elaborada;
iv. Presentarse al trabajo en estado de embriaguez;
v. Presentarse al trabajo bajo la influencia de algún narcótico o droga enervante, salvo que
exista prescripción médica. Antes de iniciar su servicio, el trabajador deberá poner el hecho
en conocimiento del patrón y presentarle la prescripción suscrita por el médico;
vi. Portar armas de cualquier clase durante las horas de trabajo, salvo que la naturaleza de
éste lo exija. Se exceptúan de esta disposición las punzantes o punzo-cortantes que formen
parte de las herramientas o útiles propios del trabajo;
vii. Suspender las labores sin autorización del patrón;
viii. Hacer colectas en el establecimiento o lugar de trabajo;
ix. Usar los útiles y herramientas suministrados por el patrón, para objeto distinto de aquel
a que están destinados;
x. Hacer cualquier clase de propaganda en las horas de trabajo, dentro del establecimiento;
y
xi. Acosar sexualmente a cualquier persona o realizar actos inmorales en los lugares de
trabajo, (dof 30/11/12.)

En estas normas el legislador, mediante la prohibición, señala las obligaciones de no hacer.

Como se mencionó, las obligaciones de los trabajadores son de dar y hacer; las primeras se
refieren a que el trabajador tiene que devolver al patrón los instrumentos y útiles que le
haya proporcionado para el desempeño de su trabajo, es decir, lo que señala la fracc. VI del
art. 134. Las obligaciones de hacer consisten en mantener en buen estado dichos
instrumentos y útiles.

El art. 134, traces. IV, v, VIH, IX, XI y xii, especifica las obligaciones de hacer. Las de no hacer
las determina la fracc. xill del art. 134, y el art. 135, fraecs. i-x.

Para el patrón
Lo que se establece en el art. 133 limita a los patrones, sobre todo en el caso de las mujeres
que se contratan con uno o varios meses de embarazo, pues el patrón pierde dinero al pagar
la incapacidad por maternidad. Lo mismo sucede con los hombres que padecen alguna
enfermedad incurable, como el VIH.

Artículo 133. Queda prohibido a los patrones o a sus representantes:

i. Negarse a aceptar trabajadores por razón de origen étnico o nacional, género, edad,
discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, opiniones, preferencias
sexuales, estado civil o cualquier otro criterio que pueda dar lugar a un acto discriminatorio;
(dof 30/11/12.)

ii. Exigir que los trabajadores compren sus artículos de consumo en tienda o lugar
determinado;

iii. Exigir o aceptar dinero de los trabajadores como gratificación porque se les admita en el
trabajo o por cualquier otro motivo que se refiera a las condiciones de éste;

iv. Obligar a los trabajadores por coacción o por cualquier otro medio, a afiliarse o retirarse
del sindicato o agrupación a que pertenezcan, o a que voten por determinada candidatura;

v. Intervenir en cualquier forma en el régimen interno del sindicato, impedir su formación


o el desarrollo de la actividad sindical, mediante represalias implícitas o explícitas contra los
trabajadores; (dof 30/11/12.)
vi. Hacer o autorizar colectas o suscripciones en los establecimientos y lugares de trabajo;

vii. Ejecutar cualquier acto que restrinja a los trabajadores los derechos que les otorgan las
leyes;

viii. Hacer propaganda política o religiosa dentro del establecimiento;

ix. Emplear el sistema de poner en el índice a los trabajadores que se separen o sean
separados del trabajo para que no se les vuelva a dar ocupación;

x. Portar armas en el interior de los establecimientos ubicados dentro de las poblaciones;

xi. Presentarse en los establecimientos en estado de embriaguez o bajo la influencia de un


narcótico o droga enervante;

xii. Realizar actos de hostigamiento y/o acoso sexual contra cualquier persona en el lugar
de trabajo; (dof 30/11/12.)

xiii. Permitir o tolerar actos de hostigamiento y/o acoso sexual en el centro de trabajo; (dof
30/11/12.)

xiv. Exigir la presentación de certificados médicos de no embarazo para el ingreso,


permanencia o ascenso en el empleo; y (dof 30/11/12.)

xv. Despedir a una trabajadora o coaccionarla directa o indirectamente para que renuncie
por estar embarazada, por cambio de estado civil o por tener el cuidado de hijos menores.
(dof 30/11/12.)

En varias empresas, a los solicitantes de empleo les exigen certificados de salud o


comprobantes negativos de embarazo o de sida, ya que representa un alto costo
contratarlos en estado de gravidez o enfermedad.

Consecuencias de su comisión

De acuerdo con la lft, el incumplimiento de las obligaciones derivadas del nexo laboral
genera consecuencias que afectan al trabajador o al patrón según se explica en seguida.

Para el trabajador

Si el incumplimiento no es grave, sólo merece la amonestación o la suspensión hasta por


ocho días, sujetándose estrictamente a las normas disciplinarias del reglamento interior de
trabajo, como se infiere del numeral 423, fracc. X de la lft.
Si la falta es grave y se ajusta a las hipótesis del art. 47 de la lft, da lugar a la rescisión.

Independientemente de lo anterior, el patrón puede exigir responsabilidad al trabajador


mediante la vía civil (arts. 5o. constitucional y 32 de la lft).

El art. 1006 de la lft tipifica un delito especial: presentar pruebas falsas. Sin embargo,
aunque implica falta de probidad, tiene lugar en el procedimiento y no propiamente en el
desarrollo del nexo laboral. Si el delito tuviera lugar en el desarrollo de la relación laboral,
se aplicarán los ordenamientos penales respectivos.

Para el patrón
El incumplimiento ocasiona la rescisión en su perjuicio, conforme al art. 51 de la LFT.
También puede dar lugar a sanciones administrativas, como las multas que establece el art.
992 del mismo ordenamiento.

Por último, el art. 1004 de la LFT tipifica un delito especial en caso de que se paguen
cantidades inferiores al salario mínimo o se expidan comprobantes de pago por cantidades
superiores a las entregadas.

Resumen
Las obligaciones de los trabajadores se especifican en los arts. 134 y 135 de la LFT, y las de
los patrones se describen en los arts. 132 y 133 del mismo ordenamiento.
El incumplimiento de las obligaciones contraídas por el nexo laboral trae consecuencias que
afectan al trabajador o al patrón.
Algunas consecuencias para el trabajador se describen en los artículos siguientes: 423, fracc.
x, 47, 32 y 1006 de la LFT, así como la que consigna el art. 56 constitucional. Para el patrón,
el incumplimiento de las obligaciones puede ocasionar la rescisión, de acuerdo con el art.
51, y dará lugar a sanciones administrativas, como las multas previstas en los arts. 992 y
1004, que tipifica un delito.

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