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PARCIAL DE LENGUA Y LITERATURA Y SU ENSEÑANZA II

03 de julio del 2018

1- Realizar una vinculación entre la bibliografía trabajada y la película El enigma


de Kaspar Hauser.

La película “El enigma de Kaspar Hauser”, del director Werner Herzog, 1974, es idónea
para profundizar la reflexión sobre el hombre y el lenguaje como instancia de constitución
de la propia subjetividad, de la objetivación del mundo, y de la construcción de lazos
sociales en códigos y esquemas de comunicación consensuadas con cierto tipo de sociedad.

Se utilizará para esta articulación entre el filme de Herzog y la reflexión sobre la


adquisición, desarrollo y aptitudes comunicativas y representativas, la bibliografía de
Avedaño, Fernando y de Miretti, María Luisa en “El desarrollo de la lengua oral en el
aula, Estrategias para enseñar a escuchar y hablar” Ed. Homo Sapiens, Santa Fe,
Argentina, 2006.

En primer término, y como marco conceptual general, se relevan las características


funcionales y estructurales del lenguaje que presentan Avedaño y Miretti. Estas
características son las de la comunicación y la representación. Los autores refieren que es
posible comunicar mediante diferentes sistemas y códigos, pero que el medio privilegiado
para hacerlo es la lengua, sea para la producción o para la comprensión de pensamientos,
sentimientos, deseos, opiniones, así como para la reflexión. Esta reflexión implica la
posibilidad de constituir la propia identidad, de establecer lazos sociales e influir sobre
otras personas regulando y orientando su actividad al mismo tiempo que ellas regulan y
orientan la actividad del sujeto. Pero también es imprescindible la función de
representación del lenguaje, es decir, la capacidad de representarse la realidad de una forma
compartida con los miembros de una comunidad. Además de este aspecto funcional,
mencionan los autores las características estructurales que implican la conformación de un
sentido según la adscripción a un orden establecido para el ordenamiento de los signos y su
articulación.
Kaspar Hauser vive aislado del mundo y de la sociedad en un sótano en el que se
encuentra encadenado, y en el que cuenta con algunos mínimos objetos que pueblan su
universo de representación: un juguete, un banquillo, unas cadenas, un jarro de agua, y un
repertorio escaso de palabras que le dirige su celador, quien le ha enseñado a dibujar su
nombre. Kaspar se encuentra como una cosa entre las cosas. Solo ha recibido lo
indispensable para la subsistencia (comida, agua, vestimentas precarias y vacunas), pero
carece de habilidades motoras ya que ha pasado la mayor parte de su vida en ese cautiverio.

En el plano de la funcionalidad del lenguaje, no puede expresar ideas, ni sentimientos, ni


deseos, ni posee un pensamiento claro y distinto sobre lo que le ocurre. No es capaz de
diferenciar, al principio, entre la instancia de sueño y la vigilia, o expresar con nitidez sus
experiencias al escuchar música, ni explicar sus cavilaciones sobre las nociones de espacio
y tiempo. En cuanto a las características estructurales del lenguaje, no posee un repertorio
adecuado de signos lingüísticos para expresarse, y tampoco cuenta con un orden sintáctico
que dé cuenta de expresiones que reposaban en lo imitativo “Caballo, como mi padre lo
fue, llegar a jinete”

En términos piagetianos, el contexto de Kaspar y los estímulos escasos que recibe


(órdenes, castigos) no le permiten desarrollar estructuras cognitivas adecuadas (y
secuenciadas) de los diferentes estadios de la cognición y del lenguaje. Si el lenguaje es
pobre y escaso, lo serán también sus funciones cognitivas y, por lo tanto, sus esquemas de
acción sobre el mundo serán primarios. Kaspar está en un nivel imitativo del lenguaje, lo
que desde la teoría Conductista que presentan Avedaño y Miretti se denomina como
“imitación” y asociación entre determinadas palabras, situaciones y objetos.

Cuando Kaspar es liberado y puesto en un lugar principal del pueblo, no es capaz de


comunicarse ni de que se comuniquen con él por medio de preguntas de orientación,
propósito, y mucho menos con las “preguntas de trámite” que le efectúan. Su visión de la
realidad es limitada, y, como el Mito de la Caverna de Platón, Kasper ha salido del mundo
indiferenciado del pensamiento sin lenguaje, al mundo de la interacción social (Vigotsky),
en el que Kasper irá desarrollando poco a poco la facultad del lenguaje (Chomsky) por el
imput lingüístico de la sociedad en la que se encuentra. Avedaño y Miretti postulan que si
bien el lenguaje oral se constituye de modo natural, es imprescindible la existencia de un
entorno verbal para su desarrollo. Pero este desarrollo y ese entorno verbal no se deben dar
de forma caótica. Los autores proponen, según la edad, diferentes estrategias y estímulos,
un “baño de lenguaje” que habilita, además del desarrollo de las funciones comunicativas y
representacionales, o estructurales, una sensibilidad estética.

Para los primeros años de vida, Avedaño y Miretti proponen que mientras se realizan
diferentes actividades, se faciliten imputs lingüísticos en formas de nanas, versos repetidos,
recitados y cantos rimados, y trabalenguas.

En el filme de Herzog puede apreciarse que parte del desarrollo del lenguaje de Kaspar
estuvo facilitado por este tipo de juegos lingüísticos rimados y entonados con los niños del
lugar: “Buenos días gatita blanca/ Aquí hay un sitio libre para tí/ Tú bebes aquí yo bebo
allí/ Pórtate bien y yo te daré” y “La leche es blanca/ La leche está buena/ La leche es
blanca/ Le gusta a la nena.”.

Otra propuesta de los autores que implica el juego con partes del cuerpo en el que se le
da a cada miembro su nombre correspondiente con naturalidad y afecto, señalando,
tocando, acariciando, aparece también en una de las escenas de la película. Un niño le
señala y nombra una y otra vez a Kaspar las partes de su cuerpo a medida que las nombra,
intercalando momentos en los que enuncia el niño y otros en los que enuncia Kaspar, que
implican el error que comete en algunas secuencias y que requieren el señalamiento del
niño y su corrección amable.

Se menciona una última propuesta de Avedaño y Miretti, a saber el juego con la imagen
especular en ese mismo juego de nombres y el cuerpo que también se da en el film. El niño
le acerca a Kaspar un espejo y lo nombra, lo presenta “Ése eres tú”.

No es menor el plano de la comunicación oral que desarrollan los autores que implica
las palabras con valor deíctico. Hay que señalar que los deícticos son signos vacíos que se
llenan en el acto de enunciación y que permiten al individuo apropiarse del sistema de la
lengua y constituirse como sujeto, como centro del discurso que ordena las coordenadas
espaciales y temporales en su centro de referencia personal: Yo.
Kaspar Hauser recibe distintos tipos de lecciones que aprende según sus propios
esquemas cognitivos y el trabajo de acomodación (Piaget) que requiere para su adaptación
al medio. No logra alcanzar la etapa de las operaciones formales, pero se formula muchas
preguntas, aunque no las más acertadas desde la lógica formal, sino desde una lógica
propia. Esto instala una brecha que lo distancia de la sociedad en la que vive, o, para ser
más específicos, de ciertas figuras del saber, ya que cuando es sometido a un interrogatorio
por parte de un profesor, la misma empleada de limpieza que está a su lado confiesa no
poder siquiera ella contestar esas preguntas (dentro de su lógica no formal, Kaspar logra
formularse preguntas sobre cuestiones que están naturalizadas en la sociedad y que tienen
que ver con la convención: Dios, el papel de la mujer en la sociedad… cuya respuesta
autoritativa parecen tener los hombres de estudios).

El film culmina con la muerte de Kaspar a manos de quien lo hubiera criado y


abandonado con una carta anónima. Las últimas escenas muestran a una sociedad que
vivisecciona el cerebro de Hauser y que se contenta con explicaciones biologicistas sobre el
porqué de su conducta; esa sociedad no analiza ni reflexiona sobre su propio quehacer y
sobre la indicencia del medio social en el desarrollo pleno de un ser humano, como así
también de las consecuencias de la indiferencia frente al maltrato, la violencia y su
naturalización.

BIBLIOGRAFÍA:

- AVEDAÑO, Fernando. MIRETTI, María Luisa. (2006). El desarrollo de la lengua oral


en el aula. Estrategias para enseñar a escuchar y hablar. Santa Fe, Argentina: Homo
Sapiens.

2- Elaborar una consigna de escritura para 3ro de ESB, para la cual deberás
considerar el Diseño Curricular y los distintos ejes.

Lean el cuento “Vendrán lluvias suaves” de Ray Bradbury, e investiguen luego en


manuales, enciclopedias o en internet sobre problemas ecológicos en nuestro distrito.
Elaboren luego una carta a las autoridades municipales preguntando qué medidas se han
tomado o se tomarán para solucionar dichos problemas ambientales. La carta debe incluir
un párrafo que reflexione brevemente sobre lo leído en el cuento de Bradbury sobre un
futuro indeseado por no cuidar el ecosistema.

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