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Hidalgo Trejo Dante Javier

UNIDAD X PAGARÉ
10.1 Concepto: Por definición, este título de crédito es una orden incondicional
de pago realizada por un girador en beneficio de una persona.

10.2 Elementos esenciales: Se pueden apuntar dos elementos personales que


son el suscriptor u obligado y el beneficiario o tenedor.
Al igual que en la letra de cambio, pueden existir avales y endosantes.
La obligación se contrae con la sola firma del documento.

Cuando se firma un pagaré a nombre de una persona jurídica, se debe requerir


que las facultades del apoderado incluya la de firma y suscripción de títulos de
crédito, en términos del artículo 9 de la ley sobre la materia.
En el sentido de que es lo que se debe entender por suscriptor, el mismo máximo
tribunal dice que es la persona que reconoce deber y se obliga a pagar a otra
una cantidad determinada, mediante la firma que plasma en el documento, pues
con ella se expresa la voluntad de cumplir con la obligación que ampara el título
de crédito, por lo que se considera irrelevante que se asiente el carácter de
suscriptor y si ello se omite no afecta sus efectos legales.

10.3 Semejanzas y diferencias entre el pagaré y la letra de cambio: Las


principales diferencias con la letra de cambio es que aquí solo existen dos
personas el suscriptor o girado y el beneficiario. Recuérdese que en la letra de
cambio debe existir, girador, girado y beneficiario.
En el pagaré existe una promesa de pago, en tanto que en la letra de cambio es
una orden de pago. La promesa de pago es fundamental para el pagaré pues si
ella no se encuentra inserta en el documento, afecta su literalidad, en el sentido
de que no se puede reclamar al obligado algo que no esté determinado en el
documento.
Por otra parte, en el pagaré si se pueden pactar intereses. En la letra de cambio,
no.
En el pagaré no existen algunos personajes que si existen en la letra de cambio
como el girador o los recomendatarios.

10.4 Importancia contemporánea del pagaré: Al respecto, se debe hacer


mención que entre otras utilizaciones bancarias, los créditos refaccionario, de
habilitación o avío que los bancos realizan, se documentan mediante este título
de crédito, que aunque causales, en ellos debe mencionarse su procedencia e
incluir las anotaciones del registro de crédito, en la inteligencia de que su
transmisión implica la responsabilidad solidaria de quien la efectúe, pero también
el traspaso de la parte correspondiente del crédito, incluidas las garantías y
demás derechos accesorios, en la proporción respectiva.

10.5 Modalidades de aplicación del pagaré: Sin entrar al indebido uso del
pagaré como garantía de pago de muchas obligaciones, incluso de naturaleza
civil, por las que el pagaré es desvirtuado como documento cambiario, es
importante revisar las diferentes modalidades en que se le puede aplicar.
Por otra parte, algunas instituciones administrativas han venido adoptando
ciertas modalidades de pagarés, a sus actos administrativos, que sin modificar
la estructuras de estos, si se apartan del régimen legal de aquellos.

Entre otros manejos administrativos, tenemos el caso de los pagarés que emite
el Estado para oferta pública, conocidos como papel comercial, en otros casos
pagarés por valor determinado que son depositados en INDEVAL o bien algunos
otros con cláusulas de indexación al tipo de cambio del dólar estadounidense,
con previa inscripción en el Registro Nacional de Valores, en la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores o en la propia Bolsa Mexicana de Valores.
También otra modalidad es la firma de pagarés por parte de los bancos cuando
se trata de documentar los contratos de crédito que celebran. Ahora bien, la
discusión sobre la causalidad de dichos pagarés se ha puesto en entredicho por
la propia Suprema Corte de Justicia, pues existe criterio en el sentido de que
dichos documentos son autónomos y ejecutivos al compaginar los sentidos del
artículo 170 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito y la fracción
IV del artículo 1391 del Código de Comercio, en contradicción con lo dispuesto
por el numeral 68 de la Ley de Instituciones de Crédito, por lo que no es
necesario para los bancos que se acompañen pagarés con certificación contable
para obtener la vía ejecutiva.

10.5.1 Pagaré domicialiado: En este caso es cuando existe un domiciliatario,


con funciones similares al de la letra de cambio, es decir, que es una persona en
cuyo domicilio se pagará el documento.
Si bien es cierto que la función del domiciliatario, no implica obligación de pago
de la persona que presta su domicilio, si será útil en el caso de que se levante
protesto por falta de pago, pues allí se pactó el pago del título de crédito.

10.5.2 Pagaré bancario: Este tipo de pagaré ya fue mencionado, pues el que
suscriben las instituciones de crédito para documentar sus créditos.
Sin embargo, es frecuente la utilización de los pagarés, para apertura de crédito
que los clientes de los propios bancos emplean ante distintos acreedores,
principalmente basados en la solvencia y seriedad de la firma bancaria.
También se utilizan pagarés para operaciones bancarias de pago como las
realizadas con carta o tarjeta de crédito, así como las muy socorridas tarjetas de
débito.

10.5.3 Pagaré hipotecario: Este tipo es una variante de los pagarés bancarios,
donde el banco asume el papel de beneficiario de un o varios pagarés
negociables o no, derivados de un crédito refaccionario, de habilitación o avío, o
simplemente hipotecario, sin que en todos se configuren operaciones
exclusivamente bancarias, a pesar de su frecuencia.
En las operaciones antes referidas, aparece frecuentemente como garantía un
inmueble o una unidad industrial, por lo que la transmisión de los documentos
implica la transferencia de una parte alícuota de la garantía inmobiliaria.
Al permitir con ese criterio, que un pagaré inserto en una factura y en un
duplicado le pueda proceder la acción ejecutiva mercantil, estamos de acuerdo
que se ha pasado por alto el hecho de que es un duplicado, pensando en que el
deudor pueda tener el original y que con ello puede acreditar el pago, por lo que
es procedente acreditar el pago con la exhibición de la factura original, que por
uso comercial se le entrega al cliente una vez cubierto el importe de la mercancía
y que en caso contrario, le retendrán la factura.

10.6 El pagaré no negociable como título documentario de ciertos contratos


de crédito: los pagarés son utilizados para documentar un gran número de
operaciones de crédito, para lo cual la emisión de dichos títulos, que en principio
pueden ser negociables pero se puede estipular como no negociables sin que
por ello se vea desvirtuada su naturaleza cambiaria.
Tal situación se puede prever en los casos del arrendamiento financiero donde
los títulos firmados son negociables o del factoraje “con recurso” donde la
participación solidaria del cliente hace que deban ser no negociables.

10.7 El pagaré internacional: El régimen jurídico internacional del pagaré lo


configura la Convención Panamericana sobre Conflictos de Leyes en Materia de
Letras de Cambio, Pagarés y Facturas de 1975. Esta convención fue ratificada
por nuestro país por Diario Oficial de la Federación del 25 de abril de 1978, con
una aclaración respecto a la ley mexicana de que las facturas no son
documentos negociables.
Así mismo, es aplicable la Convención de las Naciones Unidas sobre Letras de
Cambio Internacionales y Pagarés Internacionales de 1988, originada en la
UNCITRAL, también ratificada por nuestro país, por Diario oficial del 27 de enero
de 1993.

10.8 ¿Cómo se redacta un pagaré? Primero ubicar que como elementos


personales del documento se encuentran el suscriptor y el beneficiario.
Así mismo, el pagaré debe contener:

a) La mención de ser pagaré, inserta en el texto del documento. Esto no quiere


decir que sólo debe existir en el encabezado del documento sino en su
redacción.
b) La promesa incondicional de pagar una suma determinada de dinero, lo cual
ya fue explicado con anterioridad.
c) El nombre de la persona a quien ha de hacerse el pago, considerándose nulo
si se expide al portador, por lo que la circulación se deberá hacer por endoso.
d) La época y el lugar del pago. Si el pagaré no menciona la fecha de su
vencimiento, se considerará pagadero a la vista; si no indica el lugar de su pago,
se tendrá como tal el del domicilio del que lo suscribe.
e) La fecha y el lugar en que se suscriba el documento; y
f) La firma del suscriptor, o de la persona que firme a su ruego o en su nombre.

Entre otras reglas figuran las siguientes:


Los pagarés exigibles a cierto plazo de la vista deben ser presentados dentro de
los seis meses que sigan a su fecha.
La presentación sólo tendrá el efecto de fijar la fecha del vencimiento y se
comprobará en los términos del párrafo final del artículo 82 de la ley de títulos.
Si el suscriptor omitiere la fecha de la vista, podrá consignarla el tenedor.
El pagaré domiciliado debe ser presentado para su pago a la persona indicada
como domiciliatario, y a falta de domiciliatario designado, al subscriptor mismo,
en el lugar señalado como domicilio.
El protesto por falta de pago debe levantarse en el domicilio fijado en el
documento, y su omisión, cuando la persona que haya de hacer el pago no sea
el suscriptor mismo, producirá la caducidad de las acciones que por el pagaré
competan al tenedor contra los endosantes y contra el suscriptor.
Salvo ese caso, el tenedor no está obligado, para conservar sus acciones y
derechos contra el suscriptor, ni a presentar el pagaré a su vencimiento, ni a
protestarlo por falta de pago.

10.9 Importancia práctica de la correcta redacción y llenado de sus


cláusulas: Importante es en realidad saber cómo se debe realizar el llenado del
pagaré, pues su utilidad práctica lo hace imprescindible.
Al respecto una de las cláusulas más importantes es la de los intereses, pues
dicha cláusula menoscaba en diversos grados, la promesa de pagar una suma
cierta y determinada de dinero, de modo que ya no se ajustaría a la exigencia de
que la promesa de pago sea cierta y determinada.
De la misma forma, es reprobable el empleo del título como garantía de pago,
pues con ello se desnaturaliza el sentido de su existencia, como promesa de
pago.
Así las cosas es importante reiterar el empleo de pagarés no negociables para
garantizar créditos bancarios, pero con base en su causalidad.
También conviene recordar la posibilidad de establecer una cláusula de limitada
negociabilidad para evitar su transmisión indiscriminada o bien para obtener que
se conozca por anticipado al posible o posibles adquirentes.

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