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Todas las proposiciones que hace la sociología pueden y deben aplicarse a los sujetos que hacen la ciencia.
Aplicar la sociología a la sociología es un instrumento indispensable del método sociológico: uno hace la ciencia tanto
en contra de su preparación como con su preparación.
La sociología debe tomar por objeto la lucha por el monopolio de la representación legítima del mundo
social. Esa lucha de las clasificaciones que es una de las dimensiones de cualquier tipo de lucha de clases. La
observación del sociólogo es también producto de toda la historia de las luchas simbólicas que han tenido como
objeto la existencia y la definición de las clases y han contribuido a hacer las clases.
El conocimiento ejerce un efecto cada vez que una parte de la eficacia de los mecanismos cuyas leyes de
funcionamiento estable dependen del desconocimiento es enfrentada, es decir cada vez que se enfrenta a los
fundamentos de la violencia simbólica. Pues esta sólo puede ejercerse en el desconocimiento de las bases reales de
la dominación.
Si hay una verdad, esta es que la verdad es un objeto de lucha, pero ésta sólo puede conducir a la verdad
cuando obedece a una lógica tal que la única forma de vencer al adversario sea empleando contra el las armas de la
ciencia y cooperando así al progreso de la verdad científica.
El principio de la acción histórica no es un objeto, no reside en la conciencia ni en las cosas, sino en la
relación entre dos estados de lo social. Entre la historia objetivada de las cosas, en forma de instituciones y la historia
encarnada en los cuerpos, en forma de disposiciones que denomino habitus.
Podría ser una ruptura decisiva sustituir la relación ingenua entre individuo y sociedad por la relación
construida entre esos dos modos de la existencia social: Campo y Habitus.
Por un lado están las condiciones sociales de la producción de los protagonistas, o para ser más precisos de
sus disposiciones duraderas y por otro la lógica específica de cada uno de los campos de encuentro en que
comprometen estas disposiciones, el campo artístico, el político, el intelectual, etc.
Estas representan una configuración entre otras estructuras de relaciones. Esto supone que uno debe estar
atento a las relaciones pertinentes que suelen ser invisibles o pasar inadvertidas a primera vista, entre las realidades
directamente visibles, como las personas individuales, o las personas colectivas. Esta especie de inducción teórica
hace posible la generalización sobre la base de la hipótesis de la invariación formal dentro de la variación material.
El pensar en términos de campo, supone una ruptura con la representación realista que lleva a reducir el efecto del
medio al efecto de la acción directa que se efectúa en una interacción. La estructura de las relaciones constitutivas
del espacio del campo es la que determina la forma que pueden revestir las relaciones visibles de interacción y el
contenido mismo de la experiencia.
En las acciones siempre hay ciertos agentes, que a no ser que se excluyan del juego, no tienen más remedio
que luchar por mantener o mejorar su posición en el campo, con lo cual contribuyen a imponer sobre todos los
demás presiones a menudo percibidas como algo insoportable que nace de la coexistencia antagonista.
Los dominantes son, con mucha frecuencia aquellos que expresan las fuerzas inmanentes del campo, más que los
que la conducen o las dirigen. Los campos sociales no son campos de fuerza sino campo de luchas destinadas a
transformar o conservar estos campos de fuerzas. Y la relación que mantienen los agentes con el juego, forma parte
del juego y puede ser el principio de su transformación.
Un campo, sólo puede funcionar si encuentra individuos socialmente dispuestos a comportarse como
agentes responsables, a arriesgar su dinero, su tiempo, su honor y su vida, para perseguir las apuestas y obtener los
beneficios que propone, los que de otro modo pueden parecer ilusorios y siempre lo son ya que descansan en la
relación de complicidad ontológica entre el hábitus y el campo que es el principio del ingreso al juego, la adhesión, la
ilusio.
En la relación entre el juego y el sentido del juego es donde se engendran las apuestas y se constituyen ciertos
valores que aunque no residen fuera de esta relación se imponen en su interior con una necesidad y evidencias
absolutas. Esta forma originaria de fetichismo es el principio de toda acción. El motor no está en el fin material o
simbólico, ni en las presiones del campo, está en la relación entre el habitus y el campo que hace que el habitus
contribuya a determinar aquello que lo determina.
La illusio, en el sentido de la inversión en el juego, sólo se convierte en ilusión en el sentido originario de la
acción de engañarse, cuando se aprehende al juego desde afuera.
Es la sociedad la que da sentido a la existencia, que produce los agentes que se juzgan importantes para si
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mismos y para los demás. Sin ir tan lejos como Durkheim que dice “la sociedad es dios” yo diría “Dios no es nunca
más que la sociedad” Lo que se espera de Dios no se puede percibir sino de la sociedad. Es la lucha por el
reconocimiento social que libera de la insignificancia, una lucha a muerte por la vida y la muerte simbólica. El juicio
de los otros es el juicio final y la exclusión social es la forma concreta del infierno.
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CLASE 1 PRÁCTICOS
La devolución es una instancia donde se visualizan con más claridad el atravesamiento de modelos de
intervención en el proceso de investigación. No se considera como un cierre, sino como una apertura que relanza el
sentido de la investigación e implica un trabajo activo por parte de los investigadores y los actores institucionales.
La devolución en investigación
La devolución en el campo de la investigación suele concebirse como un momento de cierre semejante a la
presentación de un informe final a los actores de la institución. Al realizarse como último paso, no da lugar a
reenfocar o corregir el rumbo de la misma.
En el trabajo de investigación incluiremos varios momentos de devolución: la producción de nuevas
preguntas, el cuestionamiento o modificación de metodologías, la inclusión de nuevas variables que inciden en el
problema, la evaluación del proceso de investigación hasta ese momento y la validación de los resultados. Este modo
de hacer permite ampliar los objetivos de la investigación.
En el trabajo de devolución, el equipo de investigación realiza un trabajo activo para que los actores puedan
pensar su práctica, generando un espacio de reflexión conjunta y de producción de nuevo conocimiento.
Caracterización de la devolución pautada
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Los investigadores construyen la devolución a partir del material relevado previamente, teniendo en cuenta
los efectos que puede producir su presentación. Trata de reflejar un saber construido a los actores, sin atribuirse el
conocimiento de la verdad.
Las actividades que se realizan en esta etapa son: procesamiento de los datos, análisis de los mismos,
sistematización de la información, selección de la información que posibilita la reflexión conjunta sobre el tema,
organización de la información, escritura buscando formas retóricas adecuadas para facilitar la interrogación
conjunta, y no posicionándose en el lugar del “debe ser”, para dar lugar a que los actores puedan relativizar o
convalidar las afirmaciones de los investigadores; y por último, preparación de la consigna de presentación del
dispositivo de reflexión y síntesis.
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UNIDAD 2 TEÓRICOS
“La intervención psicológica desde la perspectiva institucional. Dimensiones de análisis, objetivos y metodología”
Schejter
“Amparo y desamparo, esperanza y desesperanza, crédito y descrédito en las instituciones educativas” – Schejter
Los individuos juegan sus intereses en las instituciones, y por lo tanto, invierten su energía en sostenerlas y
conservarlas. Ofrecen matices de identificación que estructuran y sostiene la identidad de los sujetos.
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“El análisis clínico en ciencias humanas” – Enriquez
La aproximación clínica parece ser la única adecuada para las ciencias humanas. Se presenta como una
ciencia, un arte de investigación y de búsqueda progresiva de sentido. El sentido no está fijado de una vez para
siempre, no existe de manera empírica. El sentido está para ser buscado, para ser construido en el tiempo, o aún
están por aparecer, por revelarse lentamente en el curso del trabajo.
Las otras aproximaciones (psicológica, antropológica, sociológica), que no quieren ser clínicas, son percibidas de
manera negativa, como objetivantes, modelizantes.
El deseo de saber se origina en el problema existencial que se plantea todo ser humano. ¿Quién soy yo, por
qué estoy acá, por qué he nacido? Las sociedades humanas se hacen la misma pregunta: ¿por qué se ha constituido
esta sociedad? ¿Qué es lo que ha precedido a su nacimiento? ¿Qué es lo que le permite manterse?
No es lo mismo para el niño, que sólo puede encontrar respuesta inmediata al primer elemento de su
pregunta. Para él, conocer un objeto es tocarlo. La pulsión epistemofílica le permite situarse en el mundo y constituir
el mundo. Cuando crezca y hable, cuando se haya transformado en adulto, continuará, junto con los otros, tratando
de crear su mundo. El sujeto humano tiene conciencia, ya que ha entrado en el orden del lenguaje, de vivir en un
universo dado que determina en parte sus conductas. Pero siente que puede actuar sobre ese mundo al percibirlo,
gracias a la “imaginación radical” que le ha sido dada.
El observador no puede ubicarse en una posición neutra, ya que toda observación tiene un impacto sobre el
fenómeno observado.
La aproximación clínica se caracteriza por el hecho de que el clínico está al borde de la cama de su paciente,
trata de escuchar el sufrimiento de su paciente. El objetivo del clínico es ayudar a su cliente a encontrar su propio
camino, a ser capaz de salir del stress y la enfermedad, a comprender el sentido de sus síntomas, a llegar a un estado
de equilibrio superior al precedente, a desarrollar orientaciones normativas y a acceder a un cierto grado de
autonomía.
La perspectiva clínica en psicología se desarrolló al final del siglo XIX y principios del XX con objetos
profundamente operativos. Su finalidad era formular un diagnostico que permitiera distinguir los individuos
normales de los patológicos.
Las aproximaciones clínicas favorecen la comprensión (la aptitud de simpatía, empatía, comprensión), del
interior de eso que pasa en el exterior, que permite el advenimiento progresivo del sentido y la interpretación que
permite salir de la confusión.
Todos tenemos la necesidad de explicar, comprender, interpretar el universo en el cual nos movemos y los
seres con los cuales compartimos la vida. Porque somos seres de lenguaje, tenemos la obligación de nombrar los
objetos, actuar sobre ellos para conocerlos y hacerlos pertenecer a nuestro mundo. Explicar, comprender, interpretar,
supone que la pulsión epistemofílica pueda volverse una pulsión sublimada, obrando como libertad de espíritu.
La sublimación aparece como búsqueda apasionada de la verdad, como construcción de un objeto científico.
Ello permite que la pulsión de dominio se transforme en deseo de investigación, respetando al objeto estudiado. Esto
supone estar preparado para vivir la experiencia de la interrogación y la duda, los remordimientos, la pérdida de
certezas, el reconocer su propia extranjeridad. Debe transformar el vacío profundo en él en deseo y voluntad de
creación. La sublimación implica reencontrarse a sí mismo con la sorpresa que provoca en reencuentro que se da en
el reconocimiento del otro.
Este trabajo no puede hacerse solo: el lenguaje nos invita a la intercomunicación, y así pensar nuestro propio
pensamiento.
El investigador debe abrir el campo de lo posible. Si éste no siente nada, si no está atravesado por la libido,
por la urgencia de la vida, no será más que el portador de una violencia mortífera que buscará detectar en los otros
para seguir sintiéndose vivos.
Se debe estudiar las razones por las que los pueblos marchan con la creencia, la idealización de sus lideres,
no queriendo saber sobre la verdad; y en otros casos son capaces de tomar conciencia de la complejidad de las
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situaciones, de rebelarse a pesar de los riesgos e intentar construir instituciones que les permitan expresarse y
reencontrar a los otros, haciendo prevalecer las pulsiones de vida sobre las de muerte.
La psicosociología y la sociología clínica ayudarán a vivir no en la sumisión sino en la autonomía, a auto-
organizarnos, a superarnos.
El problema abordado por la Psicosociología es cómo hacer que cada uno pueda hablar en su propio nombre,
cooperar con los otros, reconociendo su alteridad y fundando instituciones de las cuales cada uno se sienta
formando parte, siendo el psicosociologo un tercero, que a través del proceso de intervención facilita la apertura, el
movimiento de formaciones coaguladas.
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Distinción entre el abordaje institucional y la inclusión de la dimensión institucional: la segunda hace
referencia a la necesidad de considerar los aspectos institucionales aún en estudios que no tengan como objeto la
institución; la primera toma como objeto la institución y la organización, aunque incluyen otros componentes de la
realidad que estudian. Además, este último tiene tres líneas principales de desarrollo: la intervención, la
investigación y la formación.
Enfoque clínico:
Lógica cuantitativa que enfatiza la comprensión, interpretación, descubrimiento de teoría, heurística, inducción
analítica, y búsqueda de verdades hipotéticas apoyadas en lo singular. Tiene por objetivos:
- Conocimiento e invención de herramientas para analizar y comprender.
- Intervención para transformar la realidad y crear instrumentos para la acción.
- Formación para favorecer la dinámica de desarrollo de los sujetos en formación.
Introduce la subjetividad del investigador, en el sentido del análisis de la contratransferencia y el análisis de la
implicación.
Construye el conocimiento a partir de un trabajo de interpretación, de enunciación de hipótesis
interpretativas a partir de los datos y de su confrontación con la realidad psíquica y social.
Implica un trabajo de co-construcción, de elaboración entre los lugares respectivos del sujeto investigador y
del entrevistado, para llegar a un saber compartido y construido a partir del diálogo y la comunicación.
Se adopta una postura de interrogación sobre sí mismo, sobre los otros, sobre la relación, sobre el
conocimiento inacabado y en construcción, sobre la responsabilidad profesional.
La clínica es un trabajo en profundidad, que es se da en el terreno y en la temporalidad, la duración, la
historicidad. Se interroga y busca la singularidad para estudiarla. Intenta la reconstrucción del conjunto de las
condiciones del caso, aceptando la imposibilidad de reproducirlo. Tiene en cuenta la singularidad de las relaciones
transferenciales y contratransferenciales como componente de la construcción del dato. Trabaja los malentendidos,
los sentidos paradojales, contradictorios, las interacciones, lazos afectivos y sociales, espacios de articulación, unión,
transición. Incluye al sujeto y a la subjetividad siempre en construcción. Hace referencia a una ética de la
responsabilidad en la relación y el compromiso con el otro.
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CLASE 2 DE PRÁCTICOS
En un trabajo de campo, la necesidad de romper todo tipo de estereotipos es fundamental. Se trata de una
actitud y una actividad, la de estar lo más posible en silencia, en poder devenir imperceptible, en dejar discurrir y
movilizar el discurso, en fomentar que se exprese el sujeto que vive el fenómeno, que lo constituye. Cuando
deseamos conocer al otro, nuestra participación debe ser comprensiva y crítica a la vez. Hay que hacer el intento por
mantener la tensión, hace de la situación de interacción un campo de batalla para los supuestos básicos subyacentes
de las partes.
Jamás se está afuera del todo, y jamás se es idéntico. Lo mas peligroso es que se den supuestos establecidos
que cohíban la apertura a la hora de dialogar. Se puede llegar transferencialmente a otorgarle al sujeto investigado
rótulos, rasgos que lo definan según concepciones sólidamente ancladas en lo ya conocido por nosotros, cerrando la
posibilidad de conocer lo desconocido.
Lo que está por conocerse puede perderse; se puede correr el riesgo de realizar alianzas frente a la
inseguridad ante lo desconocido, y con ello se cierra la posibilidad de conocer lo particular.
Una escucha activa, crítica, demandante del ejercicio del extrañamiento, tiene que ser a la vez comprensiva,
conocedora de los marcos que va englobando, de lo tácito entendido no como valor invariable, sino como un
trampolín hacia el más allá, hacia la diferencia o singularidad constituyente de lo que queremos conocer.
No se trata que el otro rompa todos sus modelos y se quede en una especie de vacío, sino que se trata de
que el sujeto que está construyendo el relato de su vida pueda experimentar la ruptura para poder controlarla, para
poder construirse más efectivamente. Se trata de un proceso de autonomización, productor de subjetividad en el
momento del otorgamiento de herramientas, que debe ser llevado delante de forma plástica.
La escucha es sustancial, y no tiene nada de pasividad. El investigador se encuentra en el pleno proceso de
complejización participativa, pues demanda del otro la misma actitud sin consuelos hacia él, y cuando alza la voz
busca un efecto problematizador.
La ética demanda no poner en palabras del otro lo que pensamos nosotros, sino que brote algo entre ambos.
Al ser la situación asimétrica, la acción del investigador buscará siempre la posibilidad de establecer un universo de
comunicación para acceder, un ámbito de interacción emergente. Para que ese algo emerja, se precisa la escucha, y
no las afirmaciones, ya que queremos que las afirmaciones las realice el otro desde su punto de vista.
La escucha es esencial en tanto necesita percibir las perturbaciones, calibrar emocionalmente los bordes
entre él y los otros. Debemos estar inmersos, dentro, y la vez tratando de salir. Para esto no se precisa una
identificación con el otro; las semejanzas que podemos encontrar con quienes interactuamos constituyen los
acuerdos para asegurar una consistencia de la experiencia compartida. El conocimiento es productor, es algo nuevo,
inédito en el encuentro con lo desconocido.
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“El enfoque clínico en ciencias sociales: la sutil diferencia entre la búsqueda y el hallazgo” - Mancovsky
Para poder conocer lo diferente hay un acercamiento motivado por la curiosidad, la solidaridad o el pp
beneficio. Hay distintas modalidades de acercamiento. Diversas maneras de posicionarse del S con el fin de estudiar a
otro. Los estudios de la naturaleza marcaron el rumbo de las ciencias sociales hacia una mirada experimental. Lo que
quedaba fuera de esta mirada dio el pie para la construcción de otro modo de acercamiento: la mirada clínica. Toma
cuerpo la escucha, y se descarte la posibilidad de explicar objetivamente al hombre. Hay un sujeto que es objeto de sí
mismo, que refleja sobre sí mismo y sus relaciones. Esas relaciones construyen conocimiento.
El enfoque clínico comienza a verse como un método de las ciencias sociales, ligado a psicología social y
sociología. Toman al sujeto en situación como objeto de estudio. El enfoque clínico no se lo concibe como una
metodología específica o una etapa precisa y acotada en el proceso de recolección de datos tampoco a una lectura
psicoanalítica sino que se concibe como un modo particular de construir saber nuevos.
Relaciones entre:
- Un S investigador implicado “en” y “con” un recorte de la realidad construida en objeto de estudio desde su
subjetividad y el contexto socio-histórico en el cual desarrolla su trabajo
- Sus motivaciones al momento de iniciar la investigación.
- Teoría como referente.
El enfoque clínico es un modo específico de conocimiento que se basa en una “relación de situación”.
Establece como objeto la co-presencia, es decir que los contenidos son hablados al interior de un encuentro en el
cual cada uno es puesto en riesgo. La clínica coloca al conocimiento no solamente a nivel del contenido, sino que se
hace cargo del continente. Al estudiar el sentido que los sujetos le asignan a los hechos, las situaciones en la
interacción con otros, dentro de un contexto institucional determinado, el investigador co-construye un sentido
sobre el sentido que elaboran los sujetos estudiados.
El enfoque clínico se apoya en la necesidad de hacer visible la subjetividad del sujeto que investiga, envuelto
y atravesado en y por la realidad que elige como objeto de estudio y de la cual forma parte. El investigador tiene
como herramienta de trabajo a su propia subjetividad. Implica también un cuestionamiento profundo a los saberes
del sujeto y su relación con ese saber.
Implicación:
Se basa en la búsqueda introspectiva donde el sujeto que investiga se reconoce al interior de la problemática
elegida y entabla un dialogo consigo mismo desde su primera motivación de estudio.
El enfoque clínico en la investigación social se constituye a partir de anudamiento-entramado entre las
cuestiones ligadas a las decisiones epistemológicas y las cuestiones vinculadas a la implicación subjetiva y socio-
histórica del investigador.
Cualidades en el investigador:
Posicionamiento:
Connota un sentido de construcción de lugar estable. Es un lugar que se define y se sostiene cuando uno llega a
enunciar: “Yo quiero saber esto”. Es un trabajo de búsqueda
Disponibilidad:
Reenvía a la idea de afinación y entrenamiento de una escuchar particular. Un modo de estar presente en la situación
desde la capacidad de asombro y sorpresa, registro de palabras, gestos y silencias que encierran sentidos múltiples.
Apertura hacia el hallazgo.
Es necesario: desertar las creencias y los supuestos, huir a los terrenos despoblados de certezas y prejuicios, vivir por
fuera del amparo de los saberes ya conocidos, soportar la orfandad de la pregunta indómita, buscar el desapego del
pensamiento sereno, reconocerse en los múltiples sentidos, aún sin comprender.
Posicionamiento y disponibilidad dan cuenta de una tensión entre un saber “como” y “donde” estar entre los
datos, buscando y construyendo el sentido dado por los sujetos. Un saber que se busca, y a su vez, un no-saber sobre
lo que se puede llegar a encontrar. En esa tensión se gesta la posibilidad de descubrimiento, invención y creación de
saberes nuevos.
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“Reciprocidades entre observador y sujeto” - Devereux
En la ciencia física, todas las observaciones son en un sentido, y la relación del observador y lo observado es
asimétrica. En cambio, la característica de la ciencia del comportamiento es la reciprocidad real o potencial de la
observación entre el observador y lo observado, que constituye una relación teóricamente simétrica.
Tratamos de evitar la contraobservación porque no nos conocemos a nosotros ni a nuestro valor de
estimulo, y no deseamos conocerlo. En lugar de aprender a observarnos y entendernos tratamos de impedir que nos
observen y entiendan nuestros sujetos.
No basta que el observador tenga conciencia de su propio valor de estimulo especifico y lo tome en cuenta al
apreciar los datos que procura su observación. Tiene que ser capaz de obrar libremente sobre su comprensión de su
valor de estímulo en la misma situación observacional, experimental, de entrevista o terapéutica.
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UNIDAD 3
El hombre sólo existe en la sociedad y por la sociedad, que es siempre histórica. La sociedad como tal es una forma, y
cada sociedad es una forma particular y singular. La forma implica la organización, el orden.
Lo que mantiene a una sociedad unida es su institución> complejo total de sus instituciones particulares: “institución
de la sociedad como un todo”. Institución utilizada en un sentido más amplio: normas, valores, lenguaje,
herramientas, métodos de hacer frente a las cosas y de hacer cosas.
Superficialmente lo hacen mediante la cohersión y las sensaciones. De manera más amplia mediante la adhesión, el
apoyo, el consenso, la legitimidad, la creencia.
Pero, en última instancia, lo hacen mediante la formación (elaboración) de la materia prima humana en individuo
social, en el cual se incorporan las instituciones mismas como los “mecanismos” de la perpetuación de tales
instituciones.
Todos somos en primer término fragmentos ambulantes de la institución de nuestra sociedad, fragmentos
complementarios, somos “partes totales”. De conformidad con sus normas, la institución produce individuos,
quienes, por construcción, son no solamente capaces de reproducir la institución sino que están obligados a
reproducirla. La “ley” produce los “elementos” de manera tal que el funcionamiento de éstos incorpora, reproduce y
perpetua la “ley”.
La institución total de la sociedad está hecha de múltiples instituciones particulares, que forman y funcionan como
un todo coherente. Hay pues una unidad en la institución total de la sociedad. Esta unidad es la unidad y cohesión
interna de la urdimbre inmensamente compleja de significaciones que empapan, orientan y dirigen toda la vida de la
sociedad y a los individuos concretos que corporalmente la constituyen. Magma de las significaciones imaginarias
sociales que cobran cuerpo en la institución de la sociedad y que la animan. Las significaciones sociales imaginarias
son, por ejemplo, Dios, polis, ciudadano, nación, estado, dinero, tabu, virtud, etc.
Llamo imaginarias a esta significaciones porque no corresponden a elementos reales; están dadas por creación y las
llamo sociales porque solo existen estando instituidas y siendo objeto de participación de un acto colectivo,
impersonal y anónimo. ¿Cuál es el origen de este magma y de su unidad? Creación de lo que yo llamo lo imaginario
social o la sociedad instituyente.
Toda sociedad instaura, crea su propio mundo en el que ella está incluida. Es la institución de la sociedad lo que
determina aquello que es “real” y aquello que no lo es, lo que tiene un sentido y lo que carece de sentido.
Toda sociedad es la creación de su propio mundo. Su propia identidad no es otra cosa que ese “sistema de
interpretación”
La relación que la sociedad crea e instituye con el mundo pre-social, es una relación de apoyo. Las operaciones
“lógicas y físicas”, por las cuales toda sociedad se remite al primer estado natural, lo organiza y lo utiliza, están
siempre sujetas a significaciones imaginarias sociales que son “arbitrarias” y radicalmente diferentes en las diferentes
sociedades.
Caracterización intrínseca de la organización de la sociedad. No hay sociedad sin mito> modo por el que la sociedad
catectiza con significaciones el mundo y su propia vida en él.
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Las significaciones imaginarias sociales propias de una sociedad dada nos presentan un tipo de organización
desconocido en otros dominios. Llamo magma a ese tipo de organización. Un magma tiene conjuntos pero no es
reducible a conjuntos o sistemas de conjuntos por ricos y complejos que éstos sean.
El orden y la organización social no pueden reducirse a los conceptos del orden y de la organización en matemática o
biología. Lo histórico social crea un tipo ontológico nuevo de orden.
Lo histórico social no crea de una vez y para siempre un tipo ontológico de orden, sino que este tipo es cada vez
“materializado” por medio de otras formas, cada una de las cuales representa una creación.
Aparte de la existencia de instituciones y de significaciones imaginarias sociales en común entre una sociedad
primitiva y la sociedad capitalista moderna. No hay ni podría haber leyes o procedimientos determinados en virtud
de los cuales una forma dada de sociedad pudiera producir otra sociedad o causar su aparición. Los intentos
tendientes a hacer derivar las formas sociales de condiciones físicas, antecedentes o de características permanentes
del hombre, se ven impulsados a preguntar “¿creación por quién?”. Pero la creación, como obra de lo imaginario
social, de la sociedad instituyente es el modo de ser del campo histórico social, modo en virtud del cual ese campo
es.
Siempre hay una masa fantástica y fantásticamente compleja de cosas existentes y de condiciones parciales y, en el
interior de esa masa es donde se realiza la creación histórica.
Lo antiguo entra en lo nuevo con la significación que lo nuevo le da y no podría entrar en lo nuevo de otra manera.
La creación histórica de la polis democrática en la antigua Grecia pone abiertamente en tela de juicio su propia ley de
existencia, su propio orden dado. Esas sociedad cuestionan su propia institución, su representación del mundo, sus
significaciones imaginarias sociales. Abren un espacio en el que las actividades del pensameinto y de la política llevan
a poner en tela de juicio una y otra vez no sólo la forma dad de la institución social y de la representación social del
mundo, sino los fundamentos de cualquier forma de este tipo. La autonomía toma aquí el sentido de una
autoinstitucion de la sociedad. “nosotros hacemos las leyes, lo sabemos, y somos pues responsables de nuestras
leyes, de modo que debemos preguntarnos cada vez: Por qué esta ley y no otra?. La autonomía implica un individuo
que pueda preguntarse y preguntar en voz alta “es justa esta ley?
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PRACTICO 3
Observar vs participar
La observación participante consiste en observar sistemática y controladamente todo lo que acontece en torno al
investigador y participar en una o varias actividades de la población. La participación pone el énfasis en la experiencia
vivida por el investigador apuntando su objetivo a estar adentro de la sociedad estudiada.
Cuanto más participa menos observa, cuando mas observa menos participa. Son dos formas de acceder a la
información (externa e interna)
Involucramiento vs separación
Estas posturas discuten la relación deseable entre el investigador y S de estudio. Separación e involucramiento con
los pobladores.
La participación nativa
Existen diferentes grados de involucramiento.
Los roles de participante observador y observador participante son combinaciones sutiles de observación y
participación. El “participante observador” se desempeña en uno o varios roles locales explicitando el objetivo de su
investigación. El observador participante hace centro en su carácter de observador externo tomando parte de
actividades ocasionales o que sea imposible eludir.
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Cap 4- La entrevista etnográfica o el arte de la 'no directividad'
- La entrevista es una estrategia para hacer que la gente hable sobre lo que sabe, piensa y cree, una situación en la
que una persona obtiene información sobre algo interrogando a otra persona. Hay entrevistas dirigidas que se
aplican con un cuestionario preestablecido, semiestructuradas, grupos focalizados en una temática, y clínicas.
Además la antropológica, etnográfica, informal o no directiva.
A) Descubrir las preguntas: la entrevista etnográfica sirve para descubrir preguntas, es decir para construir los marcos
de referencia de los actores. El investigador necesita partir de una temática predeterminada, que será provisoria. El
descubrimiento de las preguntas significativas según el universo de los informantes es central para descubrir los
sentidos locales. Spradley recomienda usar preguntas descriptivas solicitando al informante que hable de cierto
tema, cuestión, ámbito, etc. Es clave que el investigador lo aliente a extender sus respuestas y descripciones
(introduciendo la menor cantidad de interrupciones posibles, dejando que fluya el discurso por la libre asociación, o
abriendo el discurso por medio de prguntas abiertas). Formas de promover el discurso:
o movimiento de cabeza, asintiendo, negando o mostrando interés.
o repetir los últimos términos del informante.
o emplear estas últimas frases para construir una pregunta con los mismos términos.
o formular una pregunta en términos del investigador sobre loslos últimos enunciados del informante.
o en base a alguna idea expresada por el informante, pedirle que amplíe.
o introducir un nuevo tema de conversación.
Para preguntas de apertura del discurso del informante Spradley distingue preguntas gran-tour que interrogan acerca
de grandes ámbitos, situaciones, períodos con 4 subtipos: típicas (interroga sobre lo frecuente), específicas (referidas
al día más reciente del individuo), guiadas (se hacen simultáneamente a una visita por el lugar donde el informante
añade explicaciones), y las relacionadas con una tarea o propósito, paralelamente a la realización de alguna actividad.
Las preguntas mini-tour refieren a unidades más pequeñas de tiempo, espacio y experiencia. Toda pregunta puede
plantearse en términos sociales o personales. En el curso de la conversación el investigador puede recurrir a
interrogantes estratégicos: preguntas anzuelo (dan pie al pronunciamiento enfático del informante), preguntas del
abogado del diablo (el investigador da un punto de vista opuesto al del informante para que éste lo corrija o exponga
su opinión), y preguntas hipotéticas.
-Síntesis: durante la primera etapa el investigador se propone armar un marco de términos y referencias significativo
para sus futuras entrevistas, aprende a distinguir lo relevante de lo secundario, lo que pertenece al informante y lo
que proviene de sus propias inferencias y percepciones. El investigador hace de la entrevista un puente entre su
reflexividad, la reflexividad de la interacción y de la población.
B) Focalizar y profundizar: segunda apertura. Se trata de seguir abriendo sentidos pero en determinada dirección,
habiendo operado una selección de los sitios, términos y situaciones privilegiadas. Se profundiza, amplía y
sistematiza el material obtenido. Spradley sugiere preguntas estructurales y contrastivas; en las primeras se interroga
por otros elementos de la misma o de otras categorías que puedan ser englobados en categorías mayores, en las
contrastivas se intenta establecer la distinción entre categorías. El contraste es un tipo de relación, otras relaciones
pueden ser: inclusión, ubicación, causa, razón, localización de la acción, función, secuencia y atributos.
En este segundo momento también se puede avanzar sobre temas que considerarse tabú no se trataron en los
primeros momentos; éstso se dan a conocer cuando el informante 'sabe más' del investigador, sobre cómo él maneja
la información, si guarda el secreto, etc.
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IV- LA ENTREVISTA EN LA DINÁMICA PARTICULAR DEL ENCUENTRO.
La entrevista es un proceso en el que se pone en juego una relación que las partes conciben de maneras
distintas. Sus variantes son infinitas pero hay puntos nodales: contexto y ritmo.
Contexto: 'marco' del encuentro. Comprende dos niveles -> ampliado (conjunto de relaciones políticas, económicas,
culturales que engloban al investigador y al informante) y restringido (situación social específica del encuentro,
donde se articulan lugar-personas-actividades y tiempo).
Ritmos: una entrevista tiene un inicio, un desarrollo y un cierre. Al comenzar el encuentro puede ser oportuno
referirse a temas triviales. Una premisa clave respecto de la duración es no cansar al informante ni abusar de su
tiempo y disposición.
El cierre o desenlace del encuentro: pueden suceder intrusiones externas que den por terminada la entrevista o
cambien su orientación, pero en lo que atañe al investigador, no es conveniente terminar de manera abrupta (sobre
todo si se trata de un momento de emotividad o se estaban tratando temas conflictivos o tabú).
La trilogía objeto-teoría-técnica:
La objetivación permite ver al objeto bajo una nueva luz, no sometido a la percepción subjetiva.
Método y teoría son solidarias. El método evita la abstracción, aportando elementos útiles para la
construcción y revisión de hipótesis surgidas de la observación. La técnica precisa de la teoría, que revela al objeto en
toda su riqueza.
# Dos etapas:
- Primera: cuestiones generales referidas al ámbito institucional.
Tipo de organización, dependencias institucionales, forma de funcionamiento, relaciones intra e inter-
institucionales, relaciones de la institución con los usuarios, etc.
- Segunda: práctica profesional elegida.
Formación profesional, trayectoria, historia personal dentro de la organización, relaciones interpersonales
con pareas y con superiores, etc.
Análisis de la entrevista
Operar de lo perceptual a lo conceptual. Deberá confrontar lo observado y experimentado en el campo con las
categorías conceptuales que constituyen su marco teórico. Articulación empírico teórico.
Se ponen en juego tanto la consistencia teórica como la capacidad creativa, ya que deberá culminar en un
conocimiento novedoso y de valor para el grupo social, cuya colaboración se ha solicitado.
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UNIDAD 4
# Delegación:
- La transferencia de poder del mandante hacia el mandatario, otorgamiento de una procuración,
autorización para firmar en su lugar.
El mandatario puede ser un plenipotenciario, un ministro, un delegado, un portavoz, un diputado, un
parlamentario; o sea que tiene una procuración para representar los intereses de una persona o grupo.
- Delegar es encargar a alguien de una función, transmitiéndole poder.
- Cuando el acto de delegación está cumplido por una sola persona a favor de otra persona, las cosas son
claras. Pero cuando una sola persona es depositaria de los poderes de una cantidad de personas, puede ser
investida de un poder que trasciende a cada uno de sus mandantes.
# Paradoja:
Un grupo no puede existir sino por la delegación de una persona singular; y a la vez, el grupo hace al hombre que
habla en su lugar. Es porque representante existe, representa (acción simbólica), que el grupo representado existe, y
hace existir a su vez a su representante como representante de un grupo.
El portador puede aparecer como causa sui, puesto que es la causa de que lo que produce su poder, ya que el grupo
que le otorga los poderes no existiría si no estuviese allí para encarnarlo.
# Fetichismo político:
Se ha ocultado la cuestión del fetichismo político y el proceso por el cual los sujetos se constituyen en tanto grupo,
pero perdiendo el control sobre el grupo y por el cual se constituyen.
Antinomia inherente a lo político: los individuos no pueden constituirse en tanto grupo sino desposeyéndose en
provecho de un portavoz.
El trabajo de delegación, al ser olvidado e ignorado, se vuelve el principio de la alienación política. Los mandatarios y
ministros son productos de la cabeza del hombre, que aparecen como dotados de una vida propia. Los fetiches
políticos son personas, cosas, seres, que parecen no deber sino a ellos mismos una existenc ia que los agentes
sociales les han dado. El valor que está en el personaje político aparece como una misma propiedad objetiva de la
persona.
# El grupo existe cuando se da dotado de un órgano permanente de representación que sustituya al grupo serial
(esto es, hecho de individuos separados y aislados), en renovación constante y no pudiendo actuar por sí mismos.
# Los individuos en estado aislado, silenciosos, sin palabra, que no tienen ni la capacidad ni el poder de hacerse
escuchar, de hacerse oír, son colocados ante la alternativa de callarse o de ser hablados. Dentro de los grupos
dominados, el acto de simbolización por el cual se constituye el portavoz es contemporáneo de la constitución del
grupo.
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El significante no es solamente aquel que expresa y representa al grupo significado; es lo que él significa existir. Es el
único que, al usar el poder que le confiere la delegación, puede movilizar al grupo (manifestación).
# La objetivación en un “movimiento”, una organización, permite existir como una persona moral, como un agente
social.
# La delegación es un acto de magia que permite existir lo que no era sino una colección de personas plurales, una
serie de individuos yuxtapuestos, bajo la forma de una persona ficticia, una corporación, un cuerpo.
# Efecto de oráculo:
El portavoz hace hablar al grupo, hablando así con toda la autoridad de este ausente inasible. Se hace Dios o Pueblo.
“Cuando me vuelvo Nada, me vuelto Todo; no soy nada más que el mandatario de Dios o del Pueblo.”
El efecto oráculo es un desdoblamiento de la personalidad: la persona individual del yo se anula en provecho de una
persona moral transcendente. “Mueres y te vuelves una institución”.
# Toda una serie de efectos simbólicos que se ejercen en la política reposan en una suerte de ventriloquía
usurpadora, que consiste en hace hablar a aquellos en nombre de quienes se habla. Hacer creer que “yo es otro”,
que el portavoz es verdaderamente el pueblo, en el sentido en el que todo lo que dice es la verdad y la vida del
pueblo. Cuando un miembro de partido quiere dar un golpe de fuerza simbólico, pasa del yo al nosotros. “Doble yo”
que funda la usurpación subjetiva y objetivamente legítima del mandatario.
# Cuando un miembro influyente de partido quiere dar un golpe de fuerza simbólica, pasa del yo al nosotros. “Doble
yo” que funda la usurpación colectiva y objetivamente legítima del mandatario.
Mecanismo:
- Los intereses del mandatario y de los mandantes coinciden, de modo que el mandatario puede creer que él
no tiene intereses fuera de aquellos de sus mandantes. Esta coincidencia está en el fundamento del milagro
del ministerio sincero y logrado. Las personas que sirven bien a los intereses de sus mandantes son personas
que se sirven sirviéndoles.
Por el hecho de la hmología, los agentes que se contentan con obedecer a lo que les impone su posición en
el juego sirven a las personas que se presume que sieven. El efecto de metonimia permite la universalización
de los intereses particulares de las personas influyentes de los partidos, la atribución de los intereses del
mandatario a los mandantes que representa.
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# Los delegados del aparato:
Cuando un cuerpo de mandatarios afirma sus tendencias propias, los intereses del aparato aventajan a los intereses
de los mandatarios particulares que cesan de ser responsables ante sus mandantes para volverse responsables ante
el aparato. El aparato se adhiere a los que se adhieren más a el, porque son ellos a los que controla mejor.
Tienen éxito no porque son los más ordinarios, sino porque no tienen nada de extraordinario, nada fuera del aparato,
nada que los autorice a tomarse libertades con respecto al aparato.
# El efecto buró:
El buró tiende a monopolizar el poder y el número de los participantes en las asambleas disminuye: el buró convoca
a las asambleas y los participantes sirven para manifestar la representatividad de los representantes y para ratificar
sus decisiones.
# El permanente es el que consagra todo su tiempo a lo que, para otros, es una actividad secundaria.
Entre los mandantes se condensa el ausentismo, la incompetencia, la indiferencia a los intereses colectivos, sin ver
que son el producto de la concentración del poder en manos de los permanentes.
La noción de campo, habitus y capital son conceptos centrales dentro de su obra; éstos conceptos sólo
pueden tener una definición sistemática y son creados para emplearse en una forma sistemáticamente empírica.
Éstas nociones pueden ser definidas pero sólo dentro del sistema teórico que ellas constituyen.
Pensar en términos de campo significa pensar en términos de relaciones. Hegel plantea que lo real es
relacional: lo que existe en el mundo social son relaciones, no interacciones o vinculos intersubjetivos entre los
agentes, sino relaciones objetivas que existen independientemente de la conciencia y voluntad individuales. Un
campo puede definirse como una red de relaciones objetivas entre posiciones, éstas posiciones se definen
objetivamente en su existencia y en las determinaciones que imponen a sus ocupantes, ya sean agentes o
instituciones, por sus situación actual y potencial en la estructura de la distribución de las diferentes especies de
poder (capital); y por sus relaciones objetivas con las demás posiciones.
Se puede comparar el campo a un juego. Allí hay apuestas, una inversión en el juego, illusio: los jugadores
están atrapados en el juego, y si no surgen entre ellos antagonismos es porque otorgan al juego y a las apuestas
una creencia, un reconocimiento que no se pone en tela de juicio. Disponen de triunfos y la jerarquía de las
diferentes formas de capital (económico, cultural, social, simbólico) se modifica en los diferentes campos, pero su
valor relativo como triunfos varía según los campos e, incluso, de acuerdo con los estados sucesivos de un mismo
campo -> el valor de una especie de capital depende de la existencia de un juego, de un campo en el cual dicho
triunfo pueda utilizarse. El estado de relaciones de fuerza entre los jugadores es lo que define la estructura del
campo: su fuerza relativa en el juego, su posición y sus estratégias dependen del volúmen global de fichas y de la
estructura de su capital, y a su vez de la evolución en el tiempo de éstos, es decir de su trayectoria social y de las
disposiciones (habitus) que son constituidas en la relación prolongada de cierta estructura objetiva de
posibilidades.
La cuestión de los límites del campo siempre se plantea dentro del campo mismo. Los participantes de un
campo procuran en todo momento diferenciarse de sus rivales más cercanos, a fin de reducir la competencia y
establecer un monopolio sobre determinado subsector del campo -> los campos siempre conllevan barreras de
ingreso tácticas o institucionalizadas. El campo puede entenderse como un espacio donde se ejerce un efecto de
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campo, de suerte que lo que le sucede a un objeto dentro de él no puede explicarse sólo por sus propiedades
intrínsecas.
El principio de la dinámica de los campos radica en la configuración particular de su estructura en la distancia
o en los intervalos que separan a las diferentes fuerzas específicas que se enfrentan dentro del mismo. Las
fuerzas que son activas en el mismo son aquellas que definen el capital específico -> un capital sólo existe y
funciona en relación a un campo: confiere poder sobre él, sobre los instrumentos materializados, sobre las
regularidades y reglas que definen el funcionamiento del campo. En tanto que que campo de fuerzas actuales y
potenciales, el campo es igualmente campo de luchas por la conservación o transformación de la configuración
de dichas fuerzas; las estratégias de los agentes dependen de su posición en el campo (es decir en la distribución
del capital específico), así como de la percepción que tienen del campo.
En un campo hay luchas, por lo tanto hay historia: el sistema escolar, el estado, la iglesia, los partidos
políticos y los sindicatos son campos. En un campo los agentes e instituciones luchan, de acuerdo a las
regularidades y reglas constitutivas del campo, con grados diversos de fuerza, y de ahí sus posibilidades de éxito
para apropiarse de las ganancias específicas -> quienes dominan en un campo están en posición de hacerlo
funcionar en su beneficio. Dentro de ciertas condiciones históricas, un campo puede empezar a funcionar como
aparato: cuando el dominante logra aplastar o anular la resistencia y las reacciones del dominado, cuando todos
los movimientos ocurren de arriba a abajo, la lucha y la dialéctica constitutiva del campo tiende a desaparecer.
Un campo no está integrado por partes, cada subcampo posee su propia lógica, reglas y regularidades
específicas, y cada etapa de la división del campo conlleva un auténtico salto cualitativo. Todo campo constituye
un espacio de juego potencialmente abierto cuyos límites son fronteras dinámicas, las cuales son objeto de
luchas dentro de él.
Un análisis en términos de campo implica 3 momentos necesarios e interrelacionados: 1) analizar la posición
del campo en relación con el campo del poder. 2) Establecer la estructura objetiva de las relaciones entre las
posiciones ocupadas por los agentes o instituciones que compiten dentro del campo. 3) Analizar los habitus de
los agentes, los diferentes sistemas de disposiciones que éstos adquirieron mediante la interiorización de un tipo
determinado de condiciones sociales y económicas, y que encuentran un oportunidad más o menos favorable de
actualizarse.
Las determinaciones que pesan sobre los agentes situados en un campo determinado, nunca se ejercen
sobre ellos directamente, sino sólo a través de la mediación específica constituida por las formas y las fuerzas del
campo. La noción de campo recuerda que el verdadero objeto de una ciencia social no es el individuo, aunque
sólo pueda constituirse un campo a partir de individuos; el centro de las operaciones de investigación debe ser el
campo. Esto no implica que los individuos sean 'ilusiones', sino que la ciencia los construye como agentes (y no
como individuos biológicos), actores o sujetos: éstos agentes son socialemente constituidos como activos y
actuantes en el campo. Es a través del conocimiento del campo donde ellos están inmersos, que podemos captar
mejor lo que define su singularidad, su originalidad, su punto de vista como posición en un campo, a partir de la
cual se conforma su punto de vista particular del mundo y del mismo campo.
Lo que legitima el derecho de ingresar a un campo es la posesión de una determinada configuración de
características; una de las metas de la investigación es identificar esas propiedades activas, esas formas de capital
específico. Se conforma un cículo hermenéutico: para constituir un campo, hay que identificar aquellas formas de
capital específico que habrían de ser eficientes en él, y para construir esas formas de capital específico, se debe
conocer la lógica específica del campo. Los agente sociales no son 'partículas' mecánicamente arrastradas por
fuerzas externas, son portadores de capital, y según la trayectoria y la posición que ocupan en el campo en virtud
de su dotación de capital, propenden a orientarse activamente, ya sea hacia la conservación de la distribución del
capital, ya sea hacia la subversión de dicha distribución. No existe ley transhistórica de las relaciones entre los
campos, éstas nunca se definen de una vez por todas, ni siquiera en las tendencias generales de su evolución.
Bourdieu conceptualiza al Estado como un metacampo -> es un conjunto de campos burocráticos o
administrativos, donde los agentes y grupos de agentes gubernamentales y no gubernamentales, luchan en
persona o por preocupación por esta forma particular de poder que es el poder de regir una esfera particular de
prácticas mediante leyes, reglamentos, medidas administrativas, etc. Así, el Estado, sería un conjunto de campos
de fuerzas en donde se llevan a cabo luchas cuyo objetivo sería el monopolio de la violencia simbólica legítima;
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es decir el poder de construir e imponer como universal y universalemente aplicable en el marco de una nación,
o sea dentro de los límites fronterizos de un país, un conjunto de normas coercitivas. La concentración de
diferentes especies de capital (económico, militar, cultural, jurídico, y simbólico) originó el surgimiento de un
capital especifico, propiamente estatal y nacido de la acumulación, que permite al Estado ejercer un poder sobre
los diferentes campos y sobre las diferentes especies particulares de capital. la construcción del Estado es
simultánea a la construcción del campo del poder, entendido como un espacio de juego dentro del cual los
poseedores de capital luchan, por el poder sobre el Estado, es decir, sobre el capital estatal que otorga poder
sobre las diferentes especies de capital y sobre su reproducción.
"Los agentes sociales sólo obedecen a la regla en la medida en que el interés que tengan de obedecerla
supere el que tengan de desobedecerla": antes de intentar descubrir las reglas conforma a las cuales actúan los
agentes hay que preguntarse qué es lo que las vuelve eficientes. Utiliza el término illusio para referirse a
interéses específicos que son presupuestos y productos del funcionamiento de campos históricamente
delimitados. Para entender la noción de interés hay que advertir que ésta no sólo se opone al desinterés, sino
también a la indiferencia -> La illusio se refiere al hecho de estar involucrado, de estar atrapado en el juego y
por el juego; estar interesado quiere decir aceptar que lo que acontece en un juego social determinado tiene un
sentido, que sus apuestas son importantes y dignas de ser emprendidas. Cada campo define y activa una forma
particular de interés, una illusio específica. Este interés específico implícito en la participación en el juego se
diferencia de acuerdo con la posición ocupada en el juego y según la trayectoria que conduce a cada participante
a esta posición.
Bourdieu comparte con la ortodoxia económica algunas palabras, como inversión. A ésta él la entiende
comola propensión a actuar que nace de la relación entre un campo y un sistema de disposiciones ajustadas a
dicho campo, un significado del juego y de sus apuestas, que implican un inclinación y una aptitud para participar
en el juego, estando ambas social e históricamente constituidas y no universalmente dadas. Otra noción es el
capital -> para él hay tres clases: económico, cultural y social, a las que además se agrega el simbólico, que es la
modalidad adoptada por una u otra de dichas especies cuando es captada a través de las categorías de
percepción que reconocen su lógica específica. El capital social es la suma de recursos, actuales o potenciales,
correspondientes a un individuo o grupo, en virtud de que éstos poseen una red duradera de relaciones,
conocimientos y reconocimientos mutuos más o menos institucionalizados (suma de los capitales y poderes que
semejante red permite movilizar).
La noción de habitus tiene como funcion principal la de marcar la ruptura con la filosofía intelectualista de la
acción, con el empirismo, con el idealismo intelectualista. Marx ha sugerido la noción de habitus; todos aquellos
que la han usado lo han hecho (como él) en el deseo de escapar tanto de la filosofía del sujeto, pero sin sacrificar
al agento, como de la filosofía de la estructura, pero sin renunciar a tener en cuenta los efectos que ella ejerce
sobre el agente y a través de él. La teoría del habitus y del sentido práctico representa similitudes con aquellas
teorías que asignan un lugar central al habit, entendido no como la costumbre repetitiva y mecánica sino como
una relación actica y creadora con el mundo, y rechazan todos los dualismos conceptuales sobre los cuales se
fundamentan las filosofías postcartesianas: sujeto/objeto, externo/interno, individual/social.
Las acciones humanas no son reacciones instantáneas a estímulos, y toda reacción de una persona hacia otro
está pregnada de toda la historia de ambas. La teoría de la acción racional ignora la historia individual y colectiva
de los agentes a través de los cuales se constituyen las estructuras de preferencisa que los caracterizan, dentro
de una compleja dialéctica temporal con las estructuras objetivas que las producen y que ellas tienden a
producir. A su vez olvida el hecho de que el habitus 'racional' (razonable), que es la condición previa a una
práctica económica ajustada, adaptada y atinada, no puede construirse ni desarrollarse sino cuando existen
ciertas condiciones de posibilidad, en particular económicas; y que la conducta racional cuya posibilidad
determina a priori es el producto de una particular condición económica y social, definida por la posesión de la
cantidad mínima de capital económica y social necesaria para percibir y aprovechar las 'oportunidades
potenciales' formalmente ofrecidas a todo el mundo.
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La noción de habitus tiene como función escapar a la alternativa individuo/sociedad -> Hablar de habitus es
plantear que lo individual, e incluso lo personal, lo subjetivo, es social, colectivo. El habitus es una subjetividad
socializada. La mente humana es socialmente limitada, socialmente estructurada, ya que siempre permanece
encerrada dentro de los 'límites de su cerebro', esto es dentro de los límites del sistema de categorías heredado
de su formación. El objeto de la ciencia social no es ni el individuo, ni los grupos, sino la relación entre dos
realizaciones de la acción histórica, es decir la doble y oscura relación entre los habitus (sistemas perdurables y
trasponibles de esquemas de percepción, aperciación y acción resultantes de la institución social de los cuerpos)
y los campos (sistemas de relaciones objetivas que son el producto de la institución de lo social en las cosas o en
mecanismos que poseen la casi-realidad de los objetivos físicos).
La relación entre habitus y campo es una relación de condicionamiento: el campo estructura el habitus, que
es producto de la incorporación de la necesidad inmanente de este campo o de un conjunto de campos más o
menos concordantes; las discordancias pueden ser el origen de habitus divididos. Pero también es una relación
de conocimiento y construcción cognoscitiva: el habitus contribuye a construir el campo como mundo
significante, dotado de sentido y de valía -> Dos conclusiones: 1) la relación de conocimiento depende de la
relación de condicionamiento que le precede y que conforma las estructuras de habitus, 2) la ciencia social es el
conocimiento de un conocimiento. El habitus como encarnación de lo social, la realidad social existe dos veces:
en las cosas y en las mentes, en los campos y en los habitus. Dentro de la relación entre habitus y campo, la
história entra en relación consigo misma. Por ser incorporación de lo social, el habitus se desenvuelve en el
campo donde habita, el cual percibe de inmediato como provisto de sentido e interés.
Bourdieu propone el uso de la noción de estratégia para designar las líneas de acción objetivamente
orientadas que los agentes sociales construyen sin cesar en la práctica y que se definen en el encuentro entre el
habitus y una coyuntura particular del campo, lo cual despoja de sentido a la noción de conciencia o inconciencia
de las estratégias. Toda vez que el habitus enfrenta condiciones objetivas idénticas o semejantes a aquellas de las
cuales es producto, está perfectamente adaptado a ellas sin necesidad de hacer ningún esfuerzo de adaptación
conciente e intencional, y podemos afirmar que el efecto del habitus es, redundante con el efecto del campo.
Sólo la noción de habitus puede explicar el hecho de que, sin ser propiamente racionales, los agentes sociales
sean razonables, no insensatos -> ellos han interiorizado, al término de un prolongado y complejo proceso de
condicionamiento, las oportunidades objetivas que les son ofrecidas y saben identificar el porvenir que les
corresponde, que está hecho para ellos y para el cual ellos están hechos, mediante anticipaciones prácticas que
les permiten reconocer aquello que se impone sin mayor deliberación como lo que 'se debe hacer'.
El habitus permite entender y explicar la constancia de las disposiciones, gustos y preferencias; permite
construir y aprehender de manera unitaria dimensiones de la práctica que a menudo se estudian en un orden
disperso. La teoría del habitus explica de una manera más adecuada la lógica real de la prácticas.
El ajuste inmediato entre el habitus y el campo es sólo una de las formas posibles de acción, aunque sea la
más frecuente. Las orientaciones ugeridas por el habitus puede acompañarse de cálculos estratégicos de los
costos y beneficios tendientes a llevar al nivel de la conciencia aquellas operaciones que el habitus efectúa
conforme a su propia lógica. Esta noción ataca en forma directa la ilusión del dominio (intelectual) de uno mismo.
El habitus, siendo producto de la historia, es un sistema abierto de disposiciones, enfrentado a experiencias
nuevas y, en consecuencia, afectado por ellas -> es perdurable pero no inmutable. El proceso de las condiciones
sociales de formación y adquisición de las estructuras generadoras de preferencias, es relativamente irreversible:
todos los estímulos y experiencias condicionantes son percibidas a través de categorías ya construidas por las
experiencias previas.
El habitus se revela solamente en relación con una situación determinada; el mismo habitus, según los
estímulos y la estructura del campo, puede generar prácticas diferentes, incluso opuestas. El concepto de habitus
da cuenta del hecho de que los agentes sociales no son ni partículas de materia determinadas por causas
externas, ni tampoco pequeñas mónadas guiadas exclusivamente por motivas internos -> los agentes sociales
son el producto de la historia, de la historia de todo el campo social y de la experiencia acumulada en el
subcampo considerado. Los agentes sociales están determinados solamente en la medida en que se
autodeterminana, pero las categorías que forman la base de esa autodeterminación están en sí mismas
determinadas en gran parte por las condiciones económicas y sociales de su constitución. Si los agentes sociales
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logran convertise en sujetos, será en la medida en que dominen de manera consciente la relación que mantienen
con sus propias disposiciones, optanto por dejarlas 'actuar' o inhibiendolas.
La relación entre el habitus y el campo, concebidos como dos modos de existencia de la historia, permite
fundamentar una teoría de la temporalidad -> el tiempo es lo que la actividad práctica produce en el acto mismo
mediante el cual se produce a sí misma; debido a que la práctica es producto del habitus que es, en sí mismo,
resultado de la incorporación de las regularidades y tendencias inmanentes del mundo, contiene en sí una
anticipación de estas tendencias y regularidades. El tiempo se origina en la ejecución misma del acto como
actualización de una potencialidad. La actividad práctica trasciende el presente inmediato por medio de la
movilización práctica del pasado y la anticipación práctica del futuro inscripto en el presente en un estado de
potencialidad objetiva.
El habitus, como estructura estructurante o estructurada, introduce en las prácticas y pensamientos los
esquemas prácticos derivados de la incorporación (mediante el proceso de socialización, la ontogénesis) de
estructuras sociales resultantes del trabajo histórico de las generaciones sucesivas (filogénesis) -> doble
historicidad de las estructuras mentales. La doble historicidad del habitus es el fundamento antropológico de la
lógica de la reproducción social. La reproducción del orden social sólo se lleva a cabo a través de estratégias y
prácticas mediante las cuales los agentes se temporalizan y constribuyen a definir el tiempo del mundo -> los
cuerpos sociales tienen sus rutinas, tendencias inmanentes a preservar en su ser algo semejante a una memoria,
que no es más que la suma de todas las conductas de los agentes que, confiando en su experiencia, generan las
conductas adaptadas a la situación y por lo tanto, hechas para reproducir aquella estructura cuya necesidad han
incorporado.
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PRÁCTICO 4
Las relaciones lingüísticas son siempre relaciones de poder simbólico a través de las cuales las relaciones de
fuerzas entre los hablantes y sus respectivos grupos se actualizan de forma transfigurada. En consecuencia, es
imposible aclarar cualquier acto de comunicación con el análisis lingüístico como única brújula. Incluso el intercambio
lingüístico mas simple pone en juego una red compleja y ramificada de relaciones de poder históricas entre el
hablante, dotado de una autoridad social especial y una audiencia o publico que reconoce dicha autoridad.
El dominante se beneficia de su relación de comunicación negándola. Denegación simbólica. Pueda entre
paréntesis ficticia de la relación de poder que explota esta relación de poder con el fin de producir el reconocimiento
de la relación de poder que la abdicación despierta. Obliga al dominado a adoptar la lengua del dominante. El capital
lingüístico del dominado se ve devaluado en sus encuentros sociales con el dominante. (coordenadas posicionales:
genero, nivel educativo, orígenes de clase, residencia, etc)
Todo intercambio lingüístico contiene la potencialidad de un acto de poder. Más aun cuando involucra a
agentes que ocupan posiciones asimétricas en la distribución del capital relevante. Esta potencialidad puede ser
puesta entre paréntesis. La negativa a ejercer el dominio puede ser parte de una estrategia de condescendencia o
una manera de llevar la violencia a un grado más alto de negación y disimulo, un modo de reforzar el efecto del no
reconocimiento y por ende de violencia simbólica.
Cualquier acto de habla es una coyuntura, el producto del encuentro entre un habitus lingüístico y un
mercado lingüístico (sistemas de relaciones de fuerza que se impone como sistemas de sanciones y censura
específica). Hay monopolio en el mercado de los bienes lingüísticos tal como hay en el mercado de los bienes
económicos.
La autoridad le viene al lenguaje desde afuera. La eficacia del habla no yace en expresiones ilocutorias ni en el
discurso mismo, no es otra cosa que el poder delegado de una institución.
El lenguaje es una técnica del cuerpo.
La violencia simbólica es la violencia que se ejerce sobre un agente social con su complicidad. Los agentes
sociales son agentes cognoscentes que aun cuando estén sometidos a determinismos, contribuyen a producir la
eficacia de aquello que los determina en la medida en que lo estructuran.
Desconocimiento: hecho de reconocer una violencia que se ejerce precisamente en la medida en que uno no
la reconoce como tal.
Reconocimiento: conjunto de supuestos fundamentales, prereflexivos con los que el agente se compromete
en el simple hecho de dar al mundo por sentado, de aceptar el mundo como es y encontrarlo natural.
Lo que se entiende por desconocimiento ciertamente no cae bajo la categoría de influencia. Lo que opera es una
lógica de la interacción comunicativa en las que algunos hacen propaganda destinada a otros. Viviendo en un mundo
social aceptamos una amplia gama de postulados y axiomas no dichos que no requieren ser inculcados.
La violencia simbólica se realiza a través de un acto de conocimiento y desconocimiento que yace mas allá –por
debajo- de los controles de la conciencia y de la voluntad, en las tinieblas de los esquemas del habitus que son al
mismo tiempo genéricos y generadores producto y productores.
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UNIDAD 5
Introducción
Confusiones:
- Se confunde particularidad y singularidad, y se oponen a lo universal. Esta posición nunca existe en la
práctica, sino en la ideología y en la filosofía idealista.
- Asimila las formas sociales singulares a las normas universales (concepción autoritaria que ve en el orden
establecido una positividad y una verdad intocables), o bien reducirlas a la mentalidad de los individuos
(psicologismo o espiritualismo que supone que todos los problemas sociales son imaginarios).
Toda forma social se define negativamente con respecto a las otras formas sociales, y con respecto al conjunto del
sistema social. Todo ordenamiento instituye una ruptura entre lo que se puede y lo que no se puede hacer dentro de
la forma social considerada. Los modelos de acción posibles constituyen un universo diferente de los universos
definidos por otros ordenamientos, en otras organizaciones.
Toda forma social tiene una unidad funcional, un carácter específico, producido por su finalidad oficial, la cual recibe
el nombre de función. Existencia de un sistema social racional, profundamente diferenciado, división del trabajo
funcional.
Dicha unidad solo puede ser negativa. No basta con definir racionalmente una organización por los servicios que esta
brinda, sino que hay que tener en cuenta que producen modelos de comportamientos, mantienen normas sociales,
integran a sus usuarios dentro del sistema social.
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La unidad de una organización consiste en un ordenamiento específico de las funciones sociales, en torno de una
función oficialmente privilegiada, y también consiste en la exclusión oficial de algunas otras funciones, que pasan a
ser latentes, accidentales o informales.
La unidad es la encarnación de una determinada imagen de la totalidad, refractado por el conjunto del sistema social.
Se trata de una unidad negativa, que afirma una o varias funciones privilegiadas, y que a la vez contradice otras
funciones y otros sistemas de referencia que son privilegiados en otras formas sociales. Estas funciones negadas
actúan simbólicamente por intermedio de actos, no-actos y silencios.
La constitución negativa de las formas sociales es lo que induce a la sociología a buscar un instrumento de análisis
que permita dilucidar la seriedad, el dolor, la paciencia y el trabajo de lo negativo. El trabajo negativo indica que no
existe un dato positivo en estado puro, porque la unidad positiva no es más que un momento: el de la universalidad.
Las organizaciones sociales no son reducidas a sistemas positivos que bastaría desmontar, sino totalidades parciales,
doblemente trabajadas por la negatividad. Negatividad formal, que se adhiere a todo hecho social positivo. Por ser
parciales, pueden entrar en oposición absoluta con el sistema. La organización no puede ser considerada como un
hecho social puramente objetivo: una intervención que compromete al observador supone un análisis de este
compromiso.
El análisis institucional no pretender producir un super-saber clandestino, mas completo y más verdadero que los
otros, sino que aspira a producir una nueva relación con el saber, una conciencia del no-saber.
I. La situación analítica
Hay que definir las condiciones teóricas y prácticas de la intervención socioanalítica. Las condiciones prácticas son
todo aquello que determina el lugar del analista en la situación de intervención, el estudio del puesto de trabajo
analítico, y la técnica de investigación (la aplicación concreta de los datos teóricos contenido en el método).
El análisis institucional engloba un método de conocimiento inductivo, y un modo de análisis en situación más
cercano a la terapia psicoanalítica. El sistema de referencia del análisis institucional está determinado por la
presencia física de los analistas en cuanto actores en una situación social, y por la presencia material de todo el
contexto institucional.
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La pluralidad de grupos reales más a menos visibles que componen un determinado
agrupamiento no se confunde con los “subgrupos”.
o 2) Transversalidad:
Grupos-objeto:
El “grupo” se contempla narcisisticamente en el espejo de la unidad positiva,
excluyendo a los desviantes, aterrorizando a los que tienen tendencias centrífugas, y
condenando a los que se encuentran en las fronteras.
Caso de la banda o la secta, cuya estrategia es someter el adversario.
Agrupamientos que no se reconocen a sí mismos ninguna existencia efectiva,
definidos por el lugar que ocupan en la división del trabajo y en las jerarquías de
poder.
Grupo totalmente dependiente que se somete ante las instancias superiores, y
compensa dicho sometimiento mediante una racionalización polisegmentaria
absoluta (individualismo).
En ambos casos hay negación de la trasnversalidad constitutiva de todo agrupamiento
humano.
La transversalidad se define como el fundamento de la acción instituyente de los
agrupamientos, en la medida en que toda acción colectiva exige un enfoque dialéctico de la
autonomía del agrupamiento y de los límites objetivos de esa autonomía. Es la condición
indispensable para pasar del grupo-objeto al grupo-sujeto.
o 3) Distancia institucional:
La secta mantiene una distancia entre él y la acción de las instituciones, procura eludir el
control de estas y desdeña las posibilidades que ellas ofrecen para la acción social. Distancia
infinita entre este grupo y las instituciones.
El grupo de las jerarquías de poder identifica en demasía su acción, su funcionamiento y su
existencia, con la influencia de las instituciones. Distancia nula entre este tipo de grupo y las
instituciones.
En ambos casos la subjetividad cumple una función determinante, ya que condiciona la
evaluación que hace el actor en cuanto al grupo que encierra posibilidades privilegiadas para
la acción
o 4)Distancia práctica:
Dos hechos fundamentales para la comprensión del análisis institucional: el alejamiento
creciente con respecto a la base racional de las normas institucionales y el alejamiento con
respecto a las bases racionales de las técnicas. Se hablará de distancia práctica para designar
esa forma del no saber referente a la función del sustrato material de todas las instituciones
y de la organización social.
El momento de la singularidad del concepto de institución tiene como contenido la
organización del sentido del sistema de decisión y saber y de poder, y la organización
material, el componente tecnológico y el entorno físico.
La distancia práctica que separa los individuos de las instituciones se manifiesta en los
medios de comunicación, información y aculturación.
o 5) Implicación institucional:
Conjunto de las relaciones que existen entre el actor y el sistema institucional.
La segmentariedad y la transversalidad actúan en el sentido de especificar y modificar las
implicaciones de cada uno de ellos, mientras que la ideología procura uniformarlos.
o 6) Implicación práctica:
La distancia práctica mide la divergencia del actor con respecto a la base racional de las
técnicas; la implicación práctica indica las relaciones reales que este mantiene con la base
material de las instituciones.
29
Las implicaciones prácticas e institucionales abarcan muchos niveles.
Implicación sintagmática:
o Es la implicación inmediata que caracteriza la práctica de los grupos, la
articulación de los datos disponibles para la acción.
o Se trata de un momento del concepto de institución: el de la particularidad.
Implicación paradigmática:
o Es la implicación mediatizada por el saber y por el no saber acerca de lo que
es (y no es) posible de hacer y pensar.
o Una serie de oposiciones y homologías, antónimos y sinónimos, regula sin
cesar las acciones.
Implicación simbólica:
o Es la implicación que más se expresa y menos se piensa.
o Es el lugar donde todos los materiales gracias a los cuales la sociedad se
articulan dicen de la sociabilidad misma, el vínculo social, el hecho de vivir
juntos, entenderse, enfrentarse. Uno de esos materiales es el sistema de
parentesco simbólico, que rige el ordenamiento y desordenamiento de una
colectividad grande o pequeña.
o Sobredetermina los grandes agrupamientos, por intermedio de esos
eslabones articulados del vínculo social que son las pequeñas unidades
efímeras o permanentes que sirven de contexto a nuestra vida cotidiana.
30
II. La contratransferencia institucional del analista
“Provocación institucional” para designar el desplazamiento de lo instituido por parte de la acción instituyente del
analista. Intervenir es tomar parte en un debate ya entablado entre otras personas, intervenir en una situación de
conflicto latente. Cualquiera sea el sistema de valores y de modelos culturales de los clientes, será percibido como
intruso.
Para que haya situación analítica hace falta una demanda de la organización y que en el mercado haya existencia de
analistas. La demanda se refiere a determinado tipo de intervención y después a determinado método de análisis.
III. El analizador
Una intervención exigiría al analista una dilucidación de la contratransferencia institucional, destinada a esclarecer las
implicaciones de los analistas respecto a la ideología de la organización. Además se precisa una escucha de todo lo
concerniente a los mensajes de código, de su existencia, de su antigüedad, de su poder, de sus modalidades de
conservación, de su estrategia y sus tácticas.
El sustrato material, la infraestructura organizativa de la institución y su materialidad, hablan más alto que las
palabras articuladas. Se mantiene bajo silencio, y se comunica apenas.
Tres tipos de desviantes, que coinciden con los tres momentos de la institución:
- Ideológico: emite dudas sobre las finalidades y la estrategia general de la organización, intentando agrupar a
otros.
Momento de la universalidad.
- Libidinal: ocupa demasiado lugar en la estructura libidinal del grupo, y con su sola presencia arroja dudas
sobre la seriedad de la ideología.
Momento de la particularidad.
31
- Organizacional: ataca de frente el punto donde los problemas prácticos y materiales confluyen con las
cuestiones más teóricas: la organización.
Momento de la singularidad.
Se llama analizador a lo que permite revelar la estructura de la institución, provocarla, obligarla a hablar. No hay que
asimilar el analizador a uno o varios individuos que servirían de cómplices del analista. El acting-out de la institución
supone un pasaje a la palabra y exige la mediación de individuos particulares, aquellos que se consideran
“provocadores”.
Los analizadores casi nunca surgen ex abrupto, como meras encarnaciones de la negatividad de la institución. Se
manifiestan poco a poco en una relación de oposición y complementariedad, como líderes competitivos o rivales.
El grupo-objeto se caracteriza por defenderse de los analizadores, reduciendo todos los tipos de desviación a la
desviación ideológica.
El analizador es siempre material; el cuerpo es un analizador privilegiado. La institucionalización de las relaciones
entre mi cuerpo y el sistema de los objetos es lo que revela con mayor crueldad la instancia económica en el sistema
institucional.
32
PRÁCTICO 5
Eugène Enriquez fue un pionero en la perspectiva psicosociológica, definida como un conjunto de prácticas de
intervención e investigación que se despliegan sobre las problemáticas de los sujetos en situaciones sociales.
- Tres supuestos claves de la corriente Psicosociológica: intervenir supone la necesidad de modificar algo de la
realidad, por lo tanto, intervenir remite a una determinada representación de la realidad. Intervenir supone
también la idea de una realidad deseable, la dirección del cambio o transformación.
El fin de cualquier intervención de carácter psicosocial es formar al individuo para que pueda moverse, pensar de
otra manera, hacerse nuevas preguntas y plantear otras relaciones, temiendo menos a sus deseos y a sus
prohibiciones.
La Psicosociología: es una reflexión teórica en la reflexión de la práctica social misma. Como integración de lo
social y lo psíquico, tiene confianza en la capacidad individual, pero siempre en el interior de un grupo y de una
historia colectiva. Se trata de hacer que las personas puedan reaccionar y pensar como seres autónomos en una
sociedad en la cual ellos quieren vivir, es decir, tener un proyecto de autonomía para poder enfrentarse a la
realidad, que implica también un trabajo con las representaciones sociales para la configuración de cierta imagen
o idea común.
Los equipos de intervención son sensibles a las significaciones que la gente les da a sus acciones y los acompañan
a encontrar otras significaciones.
La democracia se funda sobre dos conceptos totalmente contradictorios: el primer concepto es la autonomía de
cada individuo (capacidad de cada uno de ser sujeto), y al mismo tiempo, el individuo que entra en competición
con otros. Estos dos postulados que tienen una base contradictoria pueden devenir complementarios, ya que
existimos cuando estamos reconocidos por otros, por lo tanto, la ambición de la Psicosociología es hacer posible
que cada uno sea un sujeto y al mismo tiempo que participe en la vida colectiva.
Posibilitar el despliegue del sujeto: en una intervención se trabaja y se actúa sobre el sufrimiento individual o
colectivo, intentando modificarlo. Para ello, se deben considerar los momentos y las formas de intervención, ya
que se puede llegar a producir regresiones o mayor angustia que la que tenían antes
Lo importante es que se pueda desplegar el sujeto, es decir, se trata de un elemento esencial en la ética de quien
interviene. Para actuar sobre el sufrimiento hay que abrir nuevas posibilidades de actuar, porque ellos son
capaces de tomar en sus manos una parte de su destino.
Ampliar el horizonte de la realidad para ser cada vez más autónomos: lo esencial es que las personas se sientan,
a través de la intervención, cada vez más autónomos, que se pueda abrir un horizonte de otra realidad posible y
trabajar sobre lo que se denomina la imaginación realizante (si fueran jefes: ¿qué dirían?, si tuviesen el dinero:
¿cómo lo usarían?), para lo cual, hay que tratar que los sujetos puedan ubicarse y posicionarse en otro lugar.
33
Se trata de reforzar el proceso creativo en personas que sienten que no pueden crear nada, que se los ha
nombrado como incapaces, que se sienten que no pueden hacer determinadas cosas bien o están olvidados y
puestos al costado. Es crearse a sí mismo, creando una cosa de otra manera.
La reproducción de lo idéntico no ha existido jamás: los fenómenos sociales no se reproducen jamás de manera
idéntica. Cada vez que hay ciertos hechos que se producen, aún si han sido similares a los que ya se produjeron,
hay siempre un mínimo de transformación. Obviamente, hay una constancia, pero hacer el foco en ella es
sostener un punto de vista de la realidad conservadora, está en lo que se mantiene. En contra de eso, está la
visión que tiene en cuenta lo variable, transformable, lo germinal, aquello que está naciendo o está por nacer.
La visión de las cosas nunca es la misma y una cuestión esencial es estar disponible a la sorpresa, a lo inesperado.
Desafíos para el que interviene: cuando elegimos intervenir lo hacemos de acuerdo a una demanda, sea
explícita o implícita. El psicosociología debe intervenir cuando hay una demanda, pero muchas veces hay una
demanda implícita de las cuales los que intervienen, a veces, no tienen conciencia. Se juega implícitamente una
demanda de amor de esas personas, están pidiendo y amarían ser respetadas, ser escuchadas, que los ayuden en
su vida y que pudiesen tener una vida diferente de la que tienen. Se piensa entonces como las palabras que ellos
no pueden pronunciar.
En cada intervención, deberá inventar una nueva relación con las personas que están allí y que no son las mismas
que aquellas que pueden estar en otros grupos.
Salir del malestar para entrar en crisis: es conveniente explicitar todos los elementos de la intervención.
Explicitar todas las apuestas y los dispositivos de la intervención crea confianza en el desarrollo sin que esto
implique que se lograran resultados positivos.
Se respeta a las personas con las cuales uno interviene para que ellos puedan sentirse protagonistas,
participando dentro de esta intervención. Lograr que las personas se sientan con la mayor libertad para actuar y
que se sientan también libres en relación de aquello que pensaban antes.
Cuando se está en crisis se está en el mejor momento. Crisis como salida, posibilidad de superación, de una
transformación positiva.
Se constatan dos modelos: por un lado, el modelo del orden es aquel que ensaya retornar al estado anterior, es
decir, que cada problema social se puede considerar como un problema o una enfermedad que hay que curar y
de esta manera prevalece el criterio conservador por el cual, lo social trata de volver al estado anterior. Por otro
lado, el modelo de equilibrio, que está en permanente fases de desequilibrio y que trata de encontrar un
equilibrio mejor del que tenía anteriormente, donde se juega la capacidad del ser humano de inventar su propio
funcionamiento.
Hay que desdramatizar la crisis, situarla como un elemento normal del funcionamiento de una sociedad donde
esta situación puede balancearse para un lado o para el otro. Las personas comienzan a descubrirse como
capaces de hacer ciertas cosas, que antes no lo habían pensado, que lo están haciendo y lo van haciendo cada
vez mejor.
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“Dispositivos de Poder e Imaginario Social” - Marí
El problema del poder, la historia de su reparto y distribución en las jerarquías desiguales, las prácticas y los sistemas
de valores con que ha sido sostenido y legitimado, ocupan un lugar central en el cuadro de la vida social.
La multiplicidad de elementos y facetas recubren el fenómeno del poder, y las consiguientes barreras que se levantan
para elaborar una teoría general ha provocado diversas reacciones entre pensadores y científicos sociales.
El término “dispositivo del poder” es una manera retórica para poner de manifiesto tres elementos básicos: la fuerza
o violencia , el discurso del orden y el imaginario social. Estos concurren como instancias distintas, pero no
independientes. Están articuladas entre sí, agrupadas dentro del dispositivo en formas variables de acuerdo con los
cambios históricos que se suceden.
- La fuerza:
o Es el elemento constitutivo del poder, el que lo produce.
o Se frustraría si no existiesen las otras instancias del dispositivo, para garantizar la continuidad del
poder instituido. O sea, el discurso del orden y el imaginario social reactualizan la fuerza la
transforman verdaderamente en poder, haciéndolo constante y socialmente transmisible.
Transformada la fuerza en poder, el discurso del orden y el imaginario social aseguran la presencia
del poder y los efectos de la fuerza aun estando ésta ausente.
A fin de evitar que el dispositivo de poder se convierta en un esquema formal de combinación, será necesario
vincular siempre las particularidades del entramado y entrelazado de las instancias que lo componen, con cada
situación histórica concreta de cada sociedad determinada.
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“ La observación como metodología de investigación para los trabajos de campo en Psicología institucional” -
Selvatici
La observación directa consiste en ser testigo de los comportamientos sociales de individuos y grupos en los
espacios mismos en que realizan sus actividades, sin modificar el desarrollo habitual de los mismos. Esto implica
varias tareas del observador: adapatarse al medio, observar los comportamientos, registrar información, articular lo
observado con las conclusiones obtenidas a partir de otras técnicas (entrevista, estadísticas, etc). El grado de
estructuración que el investigador impone a la situaciones y el grado en que el observador participa en la situación
pueden ser utilizados como criterios de clasificación.
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PRÁCTICO 6
I) INSTITUCION Y ANALISIS.
La polisemia del concepto de institución: el equívoco del concepto de institución reside en el hecho de que designa
alternativa o simultáneamente lo instituido o lo instituyente. ¿No es mejor admitir que la institución pertenece a
ambas a la vez? La institución no es univoca salvo en determinadas circunstancias en las que aparece como
únicamente permisiva o como únicamente represiva. Ej: un sindicato no es solamente un mero instrumento de
reivindicación e impugnación, también es un organismo regulador del movimiento obrero.
El análisis institucional debe captar la acción social en su dinamismo y sin prejuzgar acerca del sistema institucional
existente, tratar de poner en evidencia donde está la institución, es decir, las relaciones entre la racionalidad
establecida (reglas, formas sociales, códigos) y los acontecimientos, desarrollos, movimientos sociales que se
apoyan implícita o explícitamente en la racionalidad establecida y/o la cuestionan. Presente- ausente, es decir,
simbólicamente presente en los grupos, agrupamientos, organizaciones, pocas veces la institución ofrece en las
prácticas que se pretenden analíticas la faz objetiva. Es preciso explorar los dominios donde, tras los sistemas de
referencia que la expulsan o le asignan un lugar reducido su presencia-ausencia hace surgir la índole problemática
del concepto.
Propongo denominar intervenciones institucionales las practicas que acabo de mencionar, ya se trate de
psicoanálisis individual o en grupo, psicosociología de grupo, psicoterapia o pedagogía, todas tienen en común no
solo desarrollarse en un marco institucional preciso sino también trabajar con un material que no es sino la relación
que los individuos mantienen con las instituciones. El tipo de intervención que se da por objeto analizar este
material ocultado o desfigurado por los demás tipos de intervención se llamará socioanálisis.
La institución para el socioanalisis: cuando decimos “lo que la institución dice”, ¿a que nos referimos? Existe aquí
una identificación con lo instituido lo cual deja fuera el movimiento instituyente que permanentemente la trabaja y
sin lo cual la institución no existiría. Loreau realizo un intento de mostrar la institución en su dinámica a través de
un proceso en el cual movimiento e institución aparecen confundidos.
Momento universal, positivo, instituido o ideologico de la institución: se constituye como lo que ya esta allí de la
institución, lo ya instituido, el sistema de normas y objetivos universales que sostiene y que la sostienen.
Momento particular, negativo, instituyente o libidinal de la institución: es el momento de la institución que nos
habla de la negatividad actuante, de cómo todo la verdad universal deja de serlo cuando se particulariza que
manifiesta como ésta no se encuentra unida por el consenso sino por una multiplicidad infinita de factores que
rebasan la mera ideología.
El análisis: ¿en que consiste el método analítico? Descansa en la hipótesis de que es posible comprender y explicar
una realidad completa descomponiéndola en elementos simples, analizando casa uno de éstos. El método analítico
no desatiende las relaciones y la interacción entre elementos. Se basa en la idea de que las relaciones se explican
mejor por la acción de los elementos, más aun de lo que ellas explican la acción. Cuando se habla de análisis en
ciencias humanas (psicoanálisis, análisis institucional, socioanalisis) también se tiene en cuenta la descomposición
de un todo en sus elementos pero se añade la idea de interpretación como una operación de descifre. Se procede
por descifre sacar a la luz lo que está oculto y que solo se revela por la operación que consiste en establecer
relaciones entre elementos aparentemente desunidos para reconstruir así la totalidad.
Lo oculto, lo icc, lo reprimido: las instituciones forman la trama social que vincula y atraviesa a los individuos
quienes, gracias a su praxis, son sostenedores de las instituciones y creadores o innovadores de instituciones
nuevas (instituyentes).
Las instituciones no son tan solo objetos o reglas visibles en la superficie de las relaciones sociales. Presentan una
faz oculta y ésta, que es la que el análisis institucional se propone sacar a la luz, se revela en lo no dicho. Tal
ocultamiento en fruto de una represión. Lo censurado es el habla social, la expresión de alienación, la voluntad de
cambio. Así como hay un regreso de lo reprimido en el sueño o los fallidos, hay también un regreso de lo reprimido
social en las crisis sociales. El esclarecimiento de los no dicho es obra de Marx y Freud. Uno puso en evidencia las
luchas de clases como significado de movimiento de la historia y el otro descubrió el icc oculto por un orden
institucional proveedor de racionalizaciones. Uno y otro invitan a una búsqueda de lo oculto a partir del
enjuiciamiento de las instituciones ocultadoras.
2) CONCEPTOS FUNDAMENTALES
Los analizadores
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El análisis institucional es la irrupción en la escena política de los antiguos “clientes” de los analistas.
Lourau escribe “el objeto de análisis institucional en situación de intervención consiste en validar el concepto de
analizador”.
El concepto de analizador es el único medio de superar la oposición y el antagonismo que existen éntrelas ciencias
humanas experimentales y las ciencias humanas clínicas.
La teoría de los analizadores sociales concierne a la intervención-consulta. Una técnica centrales la institución de
los analizadores construidos.
El análisis construido apunta a descubrir analizadores institucionales ya no construidos sino “naturales” o sociales.
La teoría de los analizadores “naturales” o por el contrario “construidos” es capaz de unificar el conjunto teórico de
la investigación activa que va del análisis ”consultante”al análisis “militante”para retomar una oposición que en la
práctica estáaún lejos de haber sido superada.
El análisis institucional es a la vez el análisis de las instituciones sociales y de los analizadores sociales que la
revelan.
El analizador es una máquina de descomponer ya natural, ya construida con fines de experimentación o con fines
de intervención.
El analizador es un concepto básico del Análisis Institucional y su validación es la validación misma del método.
Hablar del analizador es hablar del principio mismo del analista. El analizador es todo aquello persona, situación,
acción, que desconstruye los instituidos de la situación.
Lo que realiza el análisis es el analizador. El análisis es entendido como el efecto analizador, el análisis es una acción
de desconstrucción que tiene efectosinmediatos.
El proyecto de análisis institucional revela dos cuestiones:una concepción del análisis que critica la concepción
tradicional, en donde, a través del saber de los especialistas, es posible develar dimensiones no percibidas por el
sentido común de los participantes. La segunda cuestión es precisamente la colectivización del análisis, puesto que
la significación y el efecto de los analizadores no pueden existir sino en relación a las diferentes posiciones y
jerarquías puestas en el grupo cliente.
El concepto de analizador es un concepto que tiene que ver más con una acción específica, una acción de denuncia
de develar las situaciones que conforman el no saber de los miembros respecto de la institución a la que pertenece.
La acción del analizador se opone a las fuerzas institucionales que pueden tener origen en diferentes momentos de
la institución que pugnan por tener un secreto, un no saber, que constituye la base del funcionamiento y la
funcionalidad institucional.
El analizador construido, dispositivos de intervención diversos que tiende a poner de manifiesto durante su
operación, dimensiones y elementos diversosque normalmente se constituyen como un no saber colectivo sobre la
institución.
El analizador natural, que al interior de los dispositivos de intervención constituidos irrumpe generando
consigoun saber sobre los fundamentos mismos de la institución. La irrupción de lo inesperado la manifestación de
todos aquellos elementos que se encontraban ocultos y cuya invisibilidad sostenía una forma de funcionamiento se
constituyen como analizadores naturales.
El analizador histórico situaciones de explosión social revoluciones movimientos sociales que tiende a un
análisis institucional generalizado al conjunto de la sociedad.
Segmentaridad
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La unidad positiva de todo agrupamiento social se apoya en un consenso en una regla exterior al grupo o a ambos a
la vez.
La unidad positiva del grupo de la organización, de la colectividad étnica o política, es destruida por el peso de la
negatividad cuando esta última toma la forma del individualismo o del nihilismo, cuando se consideranirreductibles
los intereses o las características individuales.
Se considera que la existencia de los agrupamientos es innegable, pero que estos poseen una unidad negativa. La
unidad de los agrupamientos observables es pluralista y heterogénea. Los individuos yuxtapuestos no constituyen
un agrupamiento: lo que da su unidad a la formación y su formal agrupamiento es la acción recíproca y oculta de
una multitudde grupos fragmentarios en el interior del agrupamiento. Los individuos no deciden en abstracto vivir
o trabajar juntos, sus sistemas de pertenencias y referencias a numerosos agrupamientos de tal modo que pueden
constituirse nuevos agrupamientos. Los sistemas de pertenencia y de referenciaanteriores entrañanoposiciones y
criterios exclusivos son obligados a fundirseson obligados a fundirse en la multitud de diferencias.
La pluralidad de grupos reales más o menos visibles, reconocidos y declarados, que componen un determinado
agrupamiento, no se confunde con la pluralidad de los “subgrupos” que la psicosociología desentraña en el aquí y
ahora del análisis. Estos “subgrupos” contingentes no carecen de vínculos con los grupos de potencia y referencias
que existen en el agrupamiento.
La ideología grupista tiende a construir la imagen ideal del grupo monosegmentario. El grupo se
contemplanarcisisticamente en el espejo de la unidad positiva. Este grupo de agrupamiento que rechaza toda
experiencia Exterioridad es un primer caso de grupo-objeto.
Un segundo caso de grupo-objeto está constituido a la inversa por los agrupamientos que no se reconocen a s
mismos ninguna existencia efectiva fuera de las que confieren instituciones o agrupamientos exteriores a los que se
asigna la misión de producir normas indispensables para el grupo-objeto y de controlar y sancionar el respetoo la
falta de respeto hacia esas normas exteriores. Si el primer caso de grupo-objeto es el de la banda o la secta, el
segundo es el de agrupamientos definidos por el lugar que ocupan en la división del trabajo.
En los dos grupos hay negación de la transversalidad constitutiva de todo grupo humano. Se puede definir la
transversalidad como el fundamento de la acción instituyente de los agrupamientos en la medida en que toda
acción colectiva exige un enfoque dialectico de la autonomía del agrupamiento y de los límites objetivos de esa
autonomía. La transversalidad reside en el saber y en el no saber del agrupamiento acerca de su polisegmentaridad.
Es la condición indispensable para pasar del grupo-objeto al grupo-sujeto.
La transversalidad en Guattari refiere verticalidades inmediatas, que solo en un segundo análisis se ligan con el
conjunto de las instituciones sociales. En el socioanálisisestá verticalidad totalizadora esinmediata. Guattari tiene
enfrente un grupo en proceso, con cierta historia, buscando, porque lo teme su lugar en el mundocuestionando su
propia actividad cotidiana. La institución aparece como una práctica social, como un proceso dinámico que está
constituido por diversos momentos. La institución es una forma en que aparece la praxis humana.
Aparece un grupo determinado por y desde lo social, pero que al mismo tiempo es capaz de dar formas específicas
y de curvar, desde su propio proyecto, dichas determinaciones. El interjuego entre el adentro y el afuera grupal
resulta cada vez difícil de determinar no se saben exactamente las fronteras de dicho grupo. En la elucidación de la
transversalidad no buscamos un “equilibrio” entre la verticalidad y la horizontalidad. Sino una confrontación un
conflicto una contradicción por resolver o resulta a nuestro pesar con la acción primer y último analizador.
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La implicación
Las implicaciones del no participacionista no son menos fuertes que las del participacionista. Ambas deben ser
analizadas.
La implicación quiere poner fin a las ilusiones e imposturasde la “neutralidad” analítica heredadas del psicoanálisis.
El analista de implicación es lo que nos permite relativizar históricamente nuestras ”verdades” abriendo la
posibilidad de reflexionar sobre nuestros propios entendimientos.
Implicaciones primarias:
Implicaciones secundarias:
La intervención institucionalista
El análisis de la demanda que comprende el encargo oficial del staff-cliente (dirigentes de la organización).
La elucidación de la transversalidad de las filiaciones positivas y negativas de las adscripciones positivas o negativas
a los numerosos grupos
El dispositivo de intervención
El dispositivo de intervención (encuadre) del socionalisis fue muy similar al de las intervenciones
El campo de análisis
No son las personas, ni las interacciones, ni el grupo. La agrupación que constituye al grupo-cliente se entiende se
entiende como la resultante de una cantidad infinita dedeterminaciones sociales que adquiere formas y sentidos
específicos.
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42
UNIDAD 7
¿Cómo se producen?
No existe tal método para tener nuevas ideas. Se percibe mediante sentidos conceptualmente organizados y
lo percibido debe ser parte de lo que nuestro conocimiento, que forma parte de la organización participativa,
ya posee. Esto inhibe la posibilidad de comprender como es que se conoce aquello que escapa a toda
conjetura, a toda previsión.
Diversidad y creación
El objeto no aparece en el conocimiento tal como es en lo real, por el contrario aparece representado por
una imagen y/o signo: algo que es producto de un complejo proceso de selección, recomposición,
reorganización y atribución de sentido.
Hay novedades que son novedades para la conciencia del sujeto aunque no lo sean para su conocimiento. La
novedad radica en que la conciencia se hace cargo de algo que antes no había percibido, pero esta novedad
no es total.
E. De Bono habla de pautas, en tanto son muy útiles ya que nos permiten “reconocer” las cosas, una vez que
se establecen la seguimos y vemos las cosas en función de la experiencia previa. Por lo tanto cada vez que
miramos alrededor nuestro lo hacemos en función de las pautas previas. El cerebro solo puede ver las pautas
existentes, de modo de que cuando analizamos datos solo obtenemos la idea que ya poseemos. Hay
entonces una rutinizacion de la actividad de conocimiento.
De bono introduce la idea de “burbujas lógicas” como forma de explicar el hecho de que lo conocido
determina los límites dentro de los que es posible un nuevo conocimiento y las limitaciones implicadas en
esas burbujas lógicas serían irreversibles si fuese cierto que cada uno de nosotros está encerrado en una y
sólo una burbuja lógica. Pero dada la diversidad de burbujas lógicas en el mundo y dada la diversidad de
burbujas lógicas existentes en nuestro universo interior, lo normal es que el proceso de conocimiento sea
permanentemente cruzado por el conflicto y la negación.
En su función teórica los conceptos participan de una sistematicidad global que permite hace afirmaciones
válidas sobre la porción de la realidad que ha tomado como objeto. El concepto teórico describe, las
proposiciones teóricas explican. Su función es dar respuestas. Desde este punto de vista, la teoría presenta
una imagen acabada del hecho. Toda teoría contiene explicaciones o descripciones que se pretenden
verdaderas o útiles pero que en todos los casos no tienen como objetivo el continuar la búsqueda, por el
contrario su función es darle término. Por eso las teorías no son buenas productoras de estímulos para la
investigación, por el contrario, lo son sus incertezas, sus huecos o puntos ciegos. Ya que lo real sólo es visible
cuando ha sido invocado por una pregunta y estas aparecen sólo cuando la certeza se extingue.
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La negatividad, el conflicto y la creación
El límite es algo que da forma, pero también que marca la incompletud, la finitud, de lo que no se llega a
abarcar. Por eso es que el descubrimiento o la creación de una novedad se producen en esos límites. Lo que
está más allá del límite de lo conocido es lo que los conceptos no llegaron a subsumir y por ende es
impensable. En tanto lo no conocido es un vacío que sólo puede ser detectado desde el exterior de cada
teoría: mediante una conjetura que se vale de sugestiones ajenas a la teoría. Por lo que el límite sólo será
visto cuando un invasor, alguien que no acuerda con esos conceptos y teorías, haga explícita su refutación o
su crítica. Por todo esto es importante el uso metodológico del conflicto entre teorías, para asegurar la
pluralidad de ideas y las posibilidades de lucha entre ideas como forma de romper con la rutina de la
actividad científica.
No es posible pensar el trabajo de investigación como la deducción de una teoría sino como la interacción de
varias teorías que cumplen funciones diversas.
Saltalamacchia afirma que para asegurar la creatividad, es necesario destruir la exclusividad de los
determinantes de una teoría, descubriendo nuevas variables o estructuras y eso no puede lograrse si en el
comienzo de la investigación no reunimos conceptualizaciones diferentes referidas a un fenómeno común
(conceptos ordenadores).
Esa ruptura de la exclusividad se logra insertando conceptos de diversas fuentes teóricas, que cumpliendo
una función heurística, servirán para delimitar zonas de examen e investigación.
Los conceptos ordenadores sólo pueden definirse operacionalmente mediante la suma o articulación de los
indicadores que lo conforman y la delimitación de zonas de incongruencia entre los conceptos teóricos que
los forman.
La traducción de conceptos de una a otra teoría es parte del proceso que permite articular los conceptos
teóricos de orígenes diversos para producir los conceptos ordenadores. Pero no sólo para convertir de un
paradigma a otro, sino para abrirse la posibilidad de crear nuevas teorías, diferentes de aquellas que estaban
en su punto de partida en la investigación.
En la formación del concepto ordenador, cada aporte de un concepto teórico agrega dimensiones nuevas al
concepto. Esas dimensiones pueden estar parcialmente superpuestas, pero no se superponen totalmente.
Ese reconocimiento de superposiciones y estas diferencias es el producto de un cuidadoso análisis
comparativo de los conceptos teóricos que se pretende incluir en el concepto ordenador. En la formación del
concepto ordenador cada aporte de un concepto teorico agrega dimensiones nuevas al concepto, las cuales
pueden estar medianamente superpuestas
Tendremos así una suma de indicadores de diverso origen teórico por cada dimensión abierta por el
concepto teórico en el concepto ordenador. Estas diversas dimensiones y sus respectivos indicadores nos
permitirán estar atentos a la aparición de combinaciones entre ópticas teóricas, que permitan producir una
visión novedosa del tema abordado en la investigación.
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Desde esta perspectiva, el trabajo puede ser entendido como un esfuerzo por romper con ese astigmatismo
teórico de los conceptos ordenadores mediante una de dos alternativa. O la reasunción de uno de los
conceptos, desechando los restantes, o la creación de un nuevo concepto teórico. El trabajo de investigación
culminará cuando ese proceso termine. El trabajo llevado a cabo durante el análisis y posterior informe, será
el de convertir a ese producto híbrido o ecléctico en un concepto teórico.
Durante la investigación se pasará de la función heurística a la función teórica de los conceptos. En su función
heurística las hipótesis no son creadas para lanzar un proceso de verificación o de refutación sino para ir
orientando la investigación en el proceso de reconstrucción articulada del objeto de investigación.
Por más desarticulados que estén los cuerpos teóricos, los conceptos siempre tienden a forzar el campo de
percepción hacia los parámetros creados por la teoría madre.
Al hacer la selección de los cuerpos teóricos nuestra selección tiende a estar inevitablemente guiada, teórica
o ideológicamente. Las teorías tendrán un cierto parentesco entre sí o nuestra lectura de ellas creará ese
parentesco.
Hay 3 temas centrales: la naturaleza del análisis clínico, su status epistemológico y el análisis clínico en
sociología.
1) Las características del análisis clínico: hablar de análisis clínico implica evocar modelos de prácticas
profesionales.
- Clínica médica -> la noción 'clínica' refiere a clínica médica, en el sentido de saber médico que se desarrolla
en contacto con los 'enfermos'. En el siglo XX ocupaba un lugar central, caracterizándose por un intercambio
constante entre la práctica de los cuidados, el contacto personalizado con el paciente y la investigación de las
causas de enfermedad. Este modelo clínico de producción de saber médico es disrinto del saber biomédico
moderno, el cual se construye por fuera del nexo clínico, considerado como simple lugar de aplicación de un
saber elaborado en el laboratorio, siguiendo los cánones del método experimental.
- Psicología clínica -> el saber acerca de la persona humana y su desarrollo, construido sobre la base del
contacto entre el psicólogo y su 'cliente/paciente'. Este saber comprende tanto lo que se aprende de la persona
en la relación terapéutica misma, como los componentes dinámicos del desarrollo de la persona, tal como se
revelan en la expresión de problemas y experiencias de vida. El saber desarrollado en este modelo es distinto a
sus condiciones de producción, del saber de la psicología experimental, la cual se desarrolla idealmente en el
laboratorio, siguiendo los criterios de trabajo científico.
- Investigación-Acción -> En la tradición iniciada por Lewin en psicología social, la formación del saber
científico es inseparable de la práctica social; la gestión científica y la gestión de resolución de problemas en la
acción, participan en el mismo modelo epistemológico. La práctica social constituye un verdadero laboratorio de
'experimentación social', con la diferencia que se reconoce el carácter único y particular de las situaciones
históricas estudiadas, no reproducibles: la acción social concreta es el objeto apropiado de las ciencias humanas.
Hay implicación del investigador en la acción, la relación investigador-grupo participante es condición de análisis.
Hay otra tradición dentro de la investigación-acción, de inspiracion sociológica; las características de la
investigación-acción están cerca de la tradición de Lewin: relación estrecha entre teoría y acción, relaciones de
implicación entre el investigador y el grupo participante, estudio de situaciones particulares de acción. Sin
embargo, existen dos diferencias -> la segunda tradición se funda sobre la perspectiva de una sociología crítica
poniendo el análisis de la acción social en términos de relaciones de clases y de movimientos sociales; además de
que la relación investigador-población es interpretada como una apuesta socio-política: la democratización de la
gestión científica se convierte en condición de democratización del saber.
- Consulta organizacional -> se ha desarrollado dentro de la tradición lewiniana de investigación-acción. Las
estratégias principales: formación de relaciones humanas en la industria, aproximaciones como desarrollo
organizacional, método socio-técnico. Se encuentra el principio de Lewin de la producción de un saber ligado a la
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acción: la elaboración teórica acerca del funcionamiento y desarrollo de las organizaciones es inseparable de la
práctica de intervención; el saber se construye mediante la experimentación directa, y por la explicitación del
contexto de la relación entre investigador-consultores y la 'organización cliente'.
2) Análisis clínico: en ciencias humanas y sociales. Es una gestión de investigación, basada en una relación
dialéctica entre la teoría y la acción; la elaboración teórica de desarrolla a partir de estratégias orientadas a
solucionar los problemas de acción que la gente vive. El análisis clínico se basa en la relación e interacción
particular entre investigador y la población a la que la investigación va dirigida; la persona/grupo implicada son
tratados como un sujeto productor de conocimientos sobre su propia situación. El análisis clínico apunta a la
construcción de un saber acerca de la acción social, dando a esta última expresión el significado de 'toda
conducta individual o colectiva inscripta dentro de relaciones sociales históricamente situadas'; de este modo, se
desarrolla en un contexto de intervención que favorece la co-construcción del saber entre el investigador y sus
partenaires. El análisis clínico da lugar a la elaboración de un saber sobre el proceso mismo de interacción o de
intervención, establecido entre el investigador interviniente y las personas o grupos en los que interviene.
Así, el análisis clínico apunta a producir conocimientos que puedan ayudar a hacer más eficaz la práctica. La
relación con la acción es una relación de estudio y de producción de conocimientos. El análisis clínico se
dasarrolla entre dos polos: conocimiento directamente orientado y producido para la acción (contribuir a un
mejor saber-hacer) y un conocmiento orientado a la construcción de un saber teórico (explicar o comprender
una situación de acción).
3) El análisis clínico como proyecto: la mejor definición del análisis clínico es la de un proyecto en plena
emergencia, donde se intenta reunir un cierto número de condiciones específicas para lograr una manera distinta
de hacer investigación científica en ciencias humanas y sociales; una aproximación que integra varios elementos
de las vías más clásicas de investigación (que son métodos inspirados en ciencias naturales).
-El objeto: la acción social en sus manifestaciones concretas. El análisis clínico se caracteriza por comprender
situaciones de acción sociohistóricas, concretamente situadas. Trata de captar los elementos necesarios para la
comprensión de situaciones de acción, de donde surgen las características siguientes.
- Cuadro teórico: el análsis de la complejidad. El análisis clínico se presenta como un estudio de la
complejidad; apunta a dar cuenta de la multiplicidad de situaciones concretas de estudio (individuos y grupos,
organizaciones, comunidades, etc). Esto supone la confrontación e integración relativa de una diversidad de
perspectivas teóricas, en una perspectiva interdisciplinaria.
En cuanto a la interacción entre el investigador y la población estudiada, el análisis clínico da una gran
importancia a ella; en este sentido retiene una característica fundamental del sentido de 'clinico' en tanto
relación de interacción e implicación recíproca entre el interviniente y su cliente. La interacción se vuelve
condición de producción de conocimiento científico.
- Lógica de argumentación: más allá de lo cuali y cuantitativo. El investigador busca producir conocimientos
con sus sujetos de la investigación, desarrollar una lógica de argumentación y conclusiones provisorias sobre los
métodos de naturaleza cuantitativa y otros métodos de análisis, con los que los razonamientos más rigurosos se
cuestionen, bajo la forma de un análisis conceptual, estableciendo relaciones explicativas e interpretaciones de
significados. Lo importante es construir una argumentación donde sean necesarios el punto de vista de los
actores sociales, y el que resulte de un análisis 'externo' de las fuentes de información relacionadas.
- La investigación: un sistema comunicacional. El análisis clínico es inseparable de la instalación de un sistema
comunicacional en el que dicho análisis se inscribe y contribuye a crear. La construcción de un saber científico
difícilmente se pueda llevar a cabo si se separan hechos y valores, cultura y política. El interés del conocimiento
está siempre socialmente asentado y orientado, en el sistema de relaciones sociales.
-El universo simbólico y cultural: se privilegia el universo de producción simbólica.
El análisis clínico se sitúa muy claramente en el polo de la 'investigación-acción', con la que comparte varios
rasgos: implicación del investigador en situaciones reales de acción, etc. El análisis clínico valoriza más la
dimensión de implicación y el nexo con la acción social concreta, que los métodos definidos por una relación de
fuerte exterioridad en relación a los 'sujetos de investigación'. Siempre intenta asociar y relacionar dos polos: el
análisis riguroso y la construcción teórica por un lado, y la referencia empírica y la relación con la acción, por
otro.
El análisis clínico es un proyecto que apunta a hacer converger distintas aproximaciones de investigación en
ciencias humanas y sociales, a facilitar convergencias.
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