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JURISPRUDENCIA

Roj: STSJ CAT 6815/2017 - ECLI: ES:TSJCAT:2017:6815


Id Cendoj: 08019330012017100521
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Contencioso
Sede: Barcelona
Sección: 1
Fecha: 24/05/2017
Nº de Recurso: 294/2012
Nº de Resolución: 400/2017
Procedimiento: Recurso ordinario
Ponente: RAMON GOMIS MASQUE
Tipo de Resolución: Sentencia

TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE CATALUÑA


SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN PRIMERA
RECURSO ORDINARIO (LEY 1998) 294/2012
Partes: CATALUNYA BANC, S.A. C/ T.E.A.R.C.
S E N T E N C I A Nº 400
Ilmos. Sres.:
PRESIDENTE
EMILIO BERLANGA RIBELLES
MAGISTRADOS
Dª NÚRIA CLÈRIES NERÍN
D. RAMON GOMIS MASQUÉ
Dª EMILIA GIMÉNEZ YUSTE
D. RAMÓN FONCILLAS SOPENA
D. JOSÉ LUIS GÓMEZ RUIZ
En la ciudad de Barcelona, a veinticuatro de mayo de dos mil diecisiete.
VISTO POR LA SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE
CATALUÑA (SECCIÓN PRIMERA), constituida para la resolución de este recurso, ha pronunciado en el nombre
del Rey, la siguiente sentencia en el recurso contencioso administrativo núm. 294/2012, interpuesto por
CATALUNYA BANC, S.A., representada por el Procurador D. ANTONIO MARÍA DE ANZIZU FUREST, contra el
TRIBUNAL ECONÓMICO-ADMINISTRATIVO REGIONAL DE CATALUÑA, representado por el Sr. ABOGADO DEL
ESTADO, habiendo actuado como codemandada la GENERALITAT DE CATALUNYA, representada por el Sr.
ABOGADO DE LA GENERALITAT.
Ha sido Ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D. RAMON GOMIS MASQUÉ, quien expresa el parecer de la SALA.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO: Por la defensa y representación de Catalunya Banc, S.A., se interpuso recurso contencioso
administrativo contra la resolución del Tribunal Económico Administrativo Regional (TEARC), de 28 de octubre
de 2011, desestimatoria de la reclamación económico-administrativa núm. NUM000 , interpuesta por Caixa
d'Estalvis de Catalunya, S.A. contra la liquidación núm. NUM001 , practicada por la Oficina Liquidadora

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JURISPRUDENCIA

de L'Hospitalet de Llobregat de la Agencia Tributaria de Cataluña a dicha entidad por el Impuesto sobre
Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, concepto constitución de fianza, con una
deuda tributaria a ingresar de 3.770,25 ?.
SEGUNDO: Acordada la incoación de los presentes autos, se les dio el cauce procesal previsto por la Ley de
esta Jurisdicción, habiendo despachado las partes, llegado su momento y por su orden, los trámites conferidos
de demanda y contestación, en cuyos escritos respectivos en virtud de los hechos y fundamentos de derecho
que constan en ellos, suplicaron, la actora, la anulación de la resolución del TEARC impugnada y la liquidación
de que trae causa, y la demandada, la desestimación del recurso, y la codemandada, la inadmisibilidad del
recurso y subsidiariamente, su desestimación.
TERCERO: Continuando el proceso su curso por los trámites que aparecen en autos, se señaló día y hora para
la votación y fallo, diligencia que tuvo lugar en la fecha fijada.
CUARTO: En la sustanciación del presente procedimiento se han observado y cumplido las prescripciones
legales.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO: Con carácter previo ha de resolverse la causa de inadmisibilidad opuesta por el Abogado de la
Generalitat, pues su apreciación impediría el examen de los motivos de impugnación y conduciría directamente
a un pronunciamiento declarativo de la inadmisibilidad del recurso.
Opone la codemandada la inadmisibilidad del recurso al amparo de lo dispuesto en el artículo 69 b) LJCA
en relación con el artículo 45.2.d) del mismo texto legal , en cuanto a que se ha omitido la aportación de los
documentos que acreditan el cumplimiento de los requisitos exigidos para iniciar acciones por parte de las
personas jurídicas, de acuerdo con sus estatutos o normas de aplicación, al no acreditarse la adopción del
acuerdo de interposición del presente recurso por el órgano competente, añadiendo que el Tribunal Supremo
ha precisado que lo que requiere el apartado d) del artículo 45.2 es que se acredite el cumplimiento de
los requisitos exigibles para que las personas jurídicas puedan entablar válidamente acciones judiciales de
conformidad con sus estatutos o las normas legales que les sean de aplicación.
Conforme al principio de tutela judicial efectiva, los órganos jurisdiccionales están obligados a interpretar las
normas procesales conforme al principio pro actione, con interdicción de aquellas decisiones de inadmisión
que por su rigorismo, por su formalismo excesivo o por cualquier otra razón revelen una clara desproporción
entre los fines que las causas de inadmisión preservan y los intereses que sacrifican ( STC 220/2001, de 31
de octubre ).
El requisito procesal establecido en el artículo 45.2.d) LJCA que es objeto de controversia tiene un evidente
fundamento en el principio de seguridad jurídica. como explica la STS de 3 marzo 2010 , «... Una cosa es, en
efecto, el poder de representación, que sólo acredita y pone de relieve que el representante está facultado para
actuar válida y eficazmente en nombre y por cuenta del representado; y otra distinta la decisión de litigar, de
ejercitar la acción, que habrá de ser tomada por el órgano de la persona jurídica a quien las normas reguladoras
de ésta atribuyan tal facultad. Obvia es la máxima trascendencia que la acreditación de esto último tiene
para la válida constitución de la relación jurídico-procesal, pues siendo rogada la justicia en el ámbito de la
jurisdicción contencioso-administrativa, lo primero que ha de constatarse es que la persona jurídica interesada
ha solicitado realmente la tutela judicial, lo que a su vez precisa que tome el correspondiente acuerdo dirigido
a tal fin, y que lo tome no cualquiera, no cualquier órgano de la misma, sino aquél al que la persona jurídica ha
atribuido tal decisión, ya que en otro caso se abre la posibilidad, el riesgo, de iniciación de un litigio no querido,
o que jurídicamente no quepa afirmar como querido, por la entidad que figure como recurrente».
En el presente caso, es cierto que con la demanda no se acompañaba un documento o documentos autónomos
que acreditaran el cumplimiento por la entidad recurrente de los requisitos exigidos para entablar acciones
con arreglo a las normas o estatutos que de aplicación, ni se hubieran incorporado o insertado en lo pertinente
dentro del cuerpo del poder para pleitos que acreditaba la representación del compareciente. Sin embargo, tal
defecto ha quedado subsanado al haber aportado la entidad recurrente copia de sus estatutos sociales de los
que se desprende que la decisión de entablar acciones judiciales corresponde al Consejo de Administración,
y dos certificaciones, una emitida por el Secretario del Consejo de Administración del acuerdo del Consejo
de Administración por el que se acuerda facultar a D. Leopoldo , Director de los Servicios Jurídicos, para la
interposición de recursos contencioso-administrativos en interés de la entidad, y otro emitido por éste, de la
decisión de interponer el presente recurso jurisdiccional, por lo que la causa de inadmisión no puede prosperar
SEGUNDO: Despejado el anterior óbice procesal, en la demanda articulada en la presente Litis, la parte actora
relata que en fecha 21 de febrero de 2011, se otorgó escritura pública de compraventa y de subrogación de

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hipoteca a favor de Caixa d'Estalvis de Catalunya, constituyéndose Dña. Delia y Dña. Noemi , ostentando
la condición de fiador D. Jose Carlos , y que en fecha 9 de marzo de 2009, la oficina gestora notificó
a la entidad prestamista una liquidación, por la constitución del afianzamiento contenido en la escritura,
contra la que interpuso reclamación económico administrativa, que fue desestimada por la resolución aquí
impugnada. Alega que estamos ante una fianza constituida en el mismo momento de otorgarse la escritura
de compraventa y subrogación de los compradores en el préstamo hipotecario del vendedor y que es de plena
aplicación al supuesto la regla establecida en el artículo 7.1.B del texto refundido de la Ley del Impuesto sobre
Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados , aprobado por el RDL 1/1993 y el artículo
25.1 del Reglamento del impuesto aprobado por RD. 828/1995, invocando al efecto la sentencia diversas
resoluciones de Tribunales Económico-Administrativos y sentencias judiciales, entre ellas la de esta Sala y
Sección, núm. 935/2010, de 14 de octubre , y en consecuencia, procede anular la liquidación impugnada.
El Abogado del Estado se opone a las pretensiones de la actora, sosteniendo la conformidad a derecho de
la resolución del TEARC impugnada alegando, en apretada síntesis, que el supuesto de autos es distinto del
de la Sentencia de este Tribunal que se cita en la demanda, pues en aquel caso se produjo una ampliación
del préstamo, y -en línea con lo considerado por el TEARC- que la recurrente no ha acreditado que la primera
escritura contuviera alguna previsión de la posterior constitución de la fianza
Por su parte, el Abogado de la Generalitat argumenta, en resumen, que la cláusula de constitución de fianza
no se constituyó simultáneamente con el préstamo hipotecario, ni estaba prevista en la escritura inicial, sino
que se constituyó ex novo, en un momento posterior, con motivo de la modificación objetiva del crédito y
subrogación, obteniendo entonces la entidad financiera una garantía adiciona. Se trata, en definitiva, de una
nueva convención sujeta a transmisiones patrimoniales onerosas, por lo que la resolución combatida se ajusta
a derecho.
TERCERO: La resolución del TEARC impugnada desestima la reclamación interpuesta contra la liquidación al
considerar que el artículo 25.1 del Reglamento del Impuesto , aprobado por el Real Decreto 828/1995, de 26
de mayo, establece que «La constitución de las fianzas y de los derechos de hipoteca, prenda y anticresis,
en garantía de un préstamo, tributarán exclusivamente por el concepto de préstamo, cuando la constitución
de la garantía sea simultánea con la concesión del préstamo o en el otorgamiento de éste estuviera prevista
la posterior constitución de la garantía», que en el presente caso, correspondiendo a la obligada tributaria la
carga de la prueba del derecho que pretende, no aporta documento alguno del que se desprenda que la fianza
estaba prevista en el otorgamiento del préstamo inicial.
La cuestión controvertida es pues si está sujeta al ITPyAJD, modalidad transmisiones patrimoniales onerosas,
la constitución de fianza en garantía de las obligaciones de un préstamo, siendo que la fianza no se constituyó
simultáneamente con el préstamo hipotecario, ni consta que se previera su otorgamiento, sino que se pactó
en un momento posterior, con motivo de la compraventa de bien hipotecado y subrogación y modificación del
préstamo hipotecario.
Sobre esta cuestión se ha pronunciado esta Sala, tanto esta Sección 1ª, como la Sección 2ª desde que fueran
modificadas las normas de reparto de esta Sala.
Así, en un caso análogo, en la Sentencia núm. 835/2013, de 31 julio, de esta Sala y Sección, consideramos
lo siguiente:
«No obstante, en la línea que sugiere la contestación a la demanda de l'Advocat de la Generalitat, una de las
claves para resolver la presente contienda reside en acreditar si en el otorgamiento del préstamo inicial (es
decir, de la recurrente en favor de los primeros compradores de la finca) producido en virtud de escritura de
29 agosto 2001 estaba o no prevista la constitución de una fianza.
Dicha consideración evoca, en consecuencia, una problemática probatoria, sobre la que jurisprudencia sobre
la carga de la prueba (entre otras muchas, STS de la Sala 3ª de 22 de enero de 2000 ) insistentemente viene
recordando que compete en todo caso a cada parte la carga de probar sus pretensiones. La carga de la prueba
en el proceso contencioso, es tributaria de la doctrina civilista nacida de los artículos 1214 y siguientes del
Código Civil .
En el plano administrativo, el artículo 114.1 de la Ley General Tributaria dispone que, "Tanto en el procedimiento
de gestión como en el de resolución de reclamaciones, quien haga valer su derecho deberá probar los hechos
normalmente constitutivos del mismo", precepto éste que obliga de modo igual al contribuyente como a la
Administración, y que viene a reproducir en materia tributaria lo dispuesto por el ya derogado artículo 1.214
del Código Civil .
La regla general contenida en tales preceptos, que no constituye una regla de valoración probatoria, sino de
carácter procesal, cual es la distribución de la carga de la prueba entre las partes, ha sido objeto de matización

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JURISPRUDENCIA

por reiterada jurisprudencia, en aplicación de la que podría llamarse Teoría de la proximidad al objeto de la
prueba; así, el Tribunal Supremo se ha pronunciado (sentencias de fechas 13 de diciembre de 1989 , 6 de junio
de 1994 , 13 de octubre de 1998 y 26 de julio de 1999 , entre otras), entendiendo que dicha regla general no es
absoluta ni inflexible, debiendo adaptarse la misma a cada caso, según la naturaleza de los hechos afirmados
o negados, en atención a criterios de 'normalidad', 'disponibilidad' y 'facilidad probatoria'. Por otra parte, tal
doctrina ha sido recogida de manera expresa por la normativa, pues disponiendo el artículo 217 de la Ley
1/2000 , de Enjuiciamiento Civil, que corresponde de manera genérica al actor la carga de probar la certeza
de los hechos de los que ordinariamente se desprenda el efecto jurídico correspondiente a sus pretensiones,
tal afirmación viene matizada en el punto 6 de dicho precepto, al establecerse que, "para la aplicación de lo
dispuesto en los apartados anteriores de este artículo el tribunal deberá tener presente la disponibilidad y
facilidad probatoria que corresponde a cada una de las partes del litigio".
No acreditado el extremo de que en el préstamo inicial estuviera prevista la constitución de una fianza, la
pretensión anulatoria formulada a través del presente recurso no puede prosperar, resultando obligada, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 70 de la vigente Ley 29/1998, de 13 de julio , reguladora de la
Jurisdicción Contencioso-administrativa, la desestimación del presente recurso contencioso-administrativo».
En la Sentencia núm. 545/2016, de 27 junio, dictada por la Sección 2º de esta Sala (ponente D. EMILIO
BERLANGA RIBELLES ) en el recurso contencioso-administrativo núm. 360/2014, se resolvía un supuesto a
análogo, en que -al contrario del que nos ocupa- el TEARC estimó la reclamación y era la Administración
autonómica quien interpuso recurso contra la estimación de la reclamación. En la calendada sentencia, el
Tribunal estima el recurso y anula la resolución del TEARC, razonado lo siguiente:
«El artículo 15.1 del Real Decreto Legislativo 1/1993, de 24 de septiembre , establece que:
"La constitución de las fianzas y de los derechos de hipoteca, prenda y anticresis, en garantía de un préstamo,
tributarán exclusivamente por el concepto de préstamo."
Por su parte, el artículo 25 del Real Decreto 828/1995 , de 29 de, en desarrollo de lo anterior dispone que:
"1. La constitución de las fianzas y de los derechos de hipoteca, prenda y anticresis, en garantía de un préstamo,
tributarán exclusivamente por el concepto de préstamo, cuando la constitución de la garantía sea simultánea
con la concesión del préstamo o en el otorgamiento de éste estuviese prevista la posterior constitución de
la garantía.
2. Se liquidarán como préstamos personales las cuentas de crédito, el reconocimiento de deuda y el depósito
retribuido, con aplicación, en su caso, de lo dispuesto en el apartado anterior.
3. A los actos equiparados al préstamo en el número anterior se aplicará, en su caso, lo dispuesto en el art.
88,1 B) 15 de este reglamento."
El Tribunal Supremo, como bien expone la ABOGACÍA DEL ESTADO, y demuestra conocer la Administración
recurrente, al resolver el recurso interpuesto contra diversos preceptos del Real Decreto 828/1995, de 29 de
mayo, interpretó este último precepto en dos Sentencias, ambas de fecha 3-11-1997 .
En el recurso 544/1995, dice el Alto Tribunal que:
"En general, la doctrina legal del Tribunal Supremo ha venido sentando, habitualmente, lo siguiente:
1.- Para que haya un solo acto liquidable, es preciso que el préstamo y la garantía se pacten conjuntamente
( sentencia de 2 de diciembre de 1971 ).
2.- Se admite que la garantía se preste con posterioridad, si la preveía el título constitutivo de préstamo
( sentencia de 30 de noviembre de 1977 ).
3.- También se admite la sustitución de la garantía por otra, si estaba previsto en la escritura de constitución
del préstamo ( sentencia de 10 de febrero de 1977 ).
En conclusión: como no ha cambiado, respecto a la cuestión analizada, el texto normativo, desde el año 1967
hasta el Texto Refundido de 1993, ni la jurisprudencia generalmente aplicable, debe admitirse la validez y
adecuación a derecho de la redacción actual del artículo 25.1 del Real Decreto 828/1995 ; y rechazarse, por
tanto, en este punto, el recurso interpuesto.
En el supuesto aquí considerado, no cabe pensar que el Reglamento condiciona lo que la Ley considera
incondicionado, pues tanto ésta como aquél no ofrecen dudas de que los derechos de hipoteca y demás
derechos reales en garantía de un préstamo tributarán exclusivamente por este último concepto.

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Lo que el Reglamento hace, con su precisión, es evitar que se produzcan abusos o actuaciones
(ostensiblemente no queridas por el legislador) destinadas a burlar el Impuesto o a establecer auténticas
ficciones.
Además, el artículo 18 del anterior Reglamento de 1981 utilizaba la expresión "constitución de préstamos
garantizados", lo cual implica que no se puede atribuir a dicha frase otro significado que el de préstamos y
garantías simultáneos o de garantías previstas en el propio documento de constitución de aquellos.".
Añadiendo en su Sentencia, también de 3-11-1997 (rec 532/1995 ), que:
"La recurrente sostiene la necesidad de eliminar de dicho texto el requisito de que la constitución de la garantía
sea simultánea con o esté prevista en la concesión contractual del préstamo, de acuerdo con la -según su
opinión- doctrina jurisprudencial dictada sobre la materia, de la que se citaba una resolución del Tribunal
Económico Administrativo Central (TEAC), no por lo que la misma representaba, sino porque en ella se recogía
la jurisprudencia de este Tribunal Supremo y, en concreto, el criterio plasmado en las sentencias de 26 de
enero de 1978 y 23 de febrero de 1981 .
Frente a tal pretensión, debemos destacar que el precepto transcrito recoge la posición tradicional del Tribunal
Supremo sobre esta cuestión, que, en un principio, se inclinó decididamente, salvo contadas excepciones,
por el criterio de la simultaneidad y, posteriormente, matizó que dicha simultaneidad no debía entenderse
como unidad de acto o formalización en el mismo documento, sino en el sentido de que del documento
contractual inicial de constitución del préstamo tenía que derivarse tanto éste mismo como la garantía, o que
ésta estuviese ya anunciada en la conformación de aquél.
(...) En general, la doctrina legal del Tribunal Supremo ha venido sentando, habitualmente, lo siguiente:
1.- Para que haya un solo acto liquidable, es preciso que el préstamo y la garantía se pacten conjuntamente
( sentencia de 2 de diciembre de 1971 ).
2.- Se admite que la garantía se preste con posterioridad, si la preveía el título constitutivo del préstamo
( sentencia de 30 de noviembre de 1977 ).
3.- También se admite la sustitución de la garantía por otra, si estaba previsto en la escritura de constitución
del préstamo ( sentencia de 10 de febrero de 1977 ).
En definitiva, como no ha cambiado, respecto a la cuestión analizada, el texto normativo, desde el año 1967
hasta el Texto Refundido de 1993, ni la jurisprudencia generalmente aplicable, debe admitirse la validez y
adecuación a derecho de la redacción actual del artículo 25.1 del Real Decreto 828/1995 ; y rechazarse, por
tanto, en este punto, el recurso interpuesto.
En realidad, no puede pensarse que tal artículo haya incurrido en una extralimitación reglamentaria, ya que
tan sólo se contrae a interpretar, aclarar o completar lo dispuesto en el artículo 15.1 del Texto Refundido de
1993 (siendo así, además, que, de tal modo, no ha hecho más que atemperarse al criterio mantenido por la
jurisprudencia).
Cegar la vía reglamentaria a aspectos meramente aclaratorios o matizadores literariamente del Texto
Refundido sería desvirtuar la potestad reglamentaria y dejarla reducida a una simple posibilidad de reproducir
el texto legal habilitante.
Y, en este caso, no cabe pensar que el Reglamento condiciona lo que la Ley considera incondicionado, pues
tanto ésta como aquél no ofrecen dudas de que los derechos de hipoteca y demás derechos reales en garantía
de un préstamo tributarán exclusivamente por este último concepto.
Lo que el Reglamento hace, con su precisión, es evitar que no se produzcan abusos o actuaciones
(ostensiblemente no queridas por el legislador) destinadas a burlar el Impuesto o a establecer auténticas
ficciones.
Además, el artículo 18 del anterior Reglamento de 1981 utilizaba la expresión "constitución de préstamos
garantizados", lo cual implica que no se puede atribuir a dicha frase otro significado que el de préstamos y
garantías simultáneos o de garantías previstas en el propio documento de constitución de aquellos."
No puede compartirse la tesis de la ABOGACÍA DEL ESTADO respecto de que en el supuesto examinado se
ha producido una novación extintiva del primitivo préstamo con garantía hipotecaria. Para dilucidar si una
novación como la que se produce con la subrogación es extintiva o modificativa debe estarse a la voluntad de
las partes y a la significación económica de la modificación que se introduce en la obligación. Es decir, para
que la extinción se produzca y para que la sustitución tenga carácter derogatorio de la primitiva obligación,
es necesario, bien una expresa cláusula derogatoria, bien una objetiva incompatibilidad o contradicción entre

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ambas, lo que desde luego no concurre en nuestro caso. Además, ante la duda, el artículo 1.204 del Código
Civil se inclina claramente por la tesis no extintiva de la obligación ("para que una obligación quede extinguida
por otra que la sustituya, es preciso que así se declare terminantemente, o que la antigua y la nueva sean de
todo punto incompatibles"). De "novación modificativa", que no extintiva, la califica la STS de 24-4-2014 .
La Sección 1ª de esta Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, ha
abordado en numerosas ocasiones el problema que nos ocupa, aplicando la doctrina del Tribunal Supremo,
y resolviendo en sentido parecido a como lo hace la Resolución del TEAR con una salvedad, la Resolución de
26-7-2013 del TEAR olvida examinar si en el caso concreto la primitiva escritura pública de constitución de
préstamo hipotecario preveía la constitución de fianza o la sustitución de una garantía por otra. Tal análisis es
básico para determinar si se cumple el hecho imponible previsto en el artículo 15.1 del Texto Refundido de la
Ley del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados , pues en todos los casos
en que la Sección 1ª de esta Sala ha estimado los recursos interpuestos contra liquidaciones ha constatado
que la primitiva escritura de constitución de préstamo hipotecario contenía una previsión respecto de garantías
futuras, o bien se sustituía una garantía por otra. O lo que es lo mismo, no opera la doctrina expuesta con el
automatismo que el TEARC le ha pretendido otorgar.
En este sentido podemos citar la STSJC Sección 1ª de 29-10-2013, en la que se estima el recurso interpuesto
por una entidad crediticia contra Resolución del TEARC que desestimó el la reclamación presentada contra una
liquidación al apreciar que "la primera escritura de préstamo con garantía hipotecaria de 9-12-2003 recogía la
cláusula contractual financiera número 15, titulada "constitución de garantías futuras" con la previsión expresa
de que, sin perjuicio de la hipoteca constituida, pudieran otorgarse en el futuro "cualesquiera otra u otras
garantías bien sean de carácter personal mediante fianza de terceros o de carácter real,...". La STSJC Sección
1ª de 22-1-2014, en cuyo fundamento de derecho primero se cita que "en la anterior escritura de constitución
de préstamo con garantía hipotecaria de la finca, luego transmitida con subrogación, se había estipulado: "17-
constitución de garantías futuras: sin perjuicio de la hipoteca aquí constituida, podrán otorgarse en un futuro
cualquiera otra u otras garantías, ya sean de carácter personal mediante fianza de terceros, o de carácter
real, con el fin de asegurar todas las obligaciones dimanantes del presente contrato...". O incluso la STSJC
Sección 1ª de 10-10-2013, cuando considera que "aunque no aparece incorporada al expediente la escritura
inicial de constitución de préstamo hipotecario a favor de la vendedora, sí se ha de tener por cierto que en ésta
se estableció la previsión de constituir otras garantías personales o reales, por más que fuera una previsión
genérica", si bien en el caso no considera tal extremo esencial para la resolución del recurso al considerar en
ese supuesto que se había constituido una nueva relación obligatoria.
Por el contrario la STSJC Sección 1ª de 1-7-2013, desestima el recurso interpuesto por una entidad crediticia,
precisamente por entender "no acreditado el extremo de que en el préstamo inicial estuviera prevista la
constitución de una fianza".
Sólo en los supuestos en que tal previsión existe cobra sentido la doctrina citada por el TEARC y expuesta
claramente en la STSJC Sección 1ª de 4-7-2013, según la cual:
"Por tanto, la devolución de préstamo en el que se subroga la parte compradora se ha asegurado con dos
garantías distintas, por la hipoteca y por la fianza, reforzando doblemente la confianza del acreedor, por lo que
resulta de aplicación lo previsto en el artículo 15.1 del Texto Refundido de 1991 (« La constitución de las fianzas
y de los derechos de hipoteca, prenda y anticresis, en garantía de un préstamo, tributarán exclusivamente por
el concepto de préstamo »).
Y resulta indiferente que la fianza no fuera constituida en el momento en que se constituyó el préstamo, pues
lo fue en la misma escritura de compraventa y subrogación en el préstamo, el cual mantuvo su plena vigencia
y existencia. Es obvio que no es aplicable la precisión reglamentaria, que como dice el Tribunal Supremo, tiene
por objeto «evitar que se produzcan abusos o actuaciones (ostensiblemente no queridas por el legislador)
destinadas a burlar el Impuesto o a establecer auténticas ficciones» y «No cabe pensar que el Reglamento
condiciona lo que la ley considera incondicionado, pues tanto ésta como aquél no ofrecen dudas de que los
derechos de hipoteca y demás derechos reales en garantía de un préstamo tributarán exclusivamente por este
último concepto»."
TERCERO: En el caso que nos ocupa, ni obra incorporada al expediente administrativo la primitiva escritura
pública de constitución de préstamo hipotecario, ni el TEARC hace mención alguna a la misma, ni tampoco
la ABOGACÍA DEL ESTADO acredita o intenta acreditar que en la escritura originaria existiera la previsión
de posteriores garantías como la fianza constituida en la escritura de compraventa y subrogación en el
crédito hipotecario. Tan sólo contamos con las referencias que al préstamo hipotecario inicial se recogen
en la escritura de compraventa de 25 de marzo de 2011 , y con la nota informativa de dominio y cargas
incorporada a la misma. En tales condiciones, es evidente que el TEARC no debió estimar la reclamación

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económico administrativa interpuesta por CAIXA D'ESTALVIS DE CATALUNYA, TARRAGONA I MANRESA, con
lo que el recurso interpuesto por la GENERALITAT DE CATALUNYA debe prosperar anulándose la resolución
impugnada».
En el mismo sentido, amén de la sentencia de esta Sección 1ª antes citada, las sentencias de la Sección 2ª
de esta Sala, núms. 66/2015, de 5 febrero , 414/2015, de 29 mayo , 489/2015, de 19 junio , 137/2016, de 18
febrero , y 142/2016, de 23 febrero , entre otras, cuyo criterio ahora reiteramos frente al mantenido en las
sentencias que se citan en la demanda.
CUARTO: En el presente caso, como ponía de manifiesto la resolución impugnada en su ratio decidendi, la parte
actora no ha aportado documento alguno del que se desprenda que la fianza por la que se gira la liquidación
combatida estuviera prevista en el otorgamiento del préstamo inicial, situación que perdura tras la tramitación
del presente recurso, que la parte actora ha interesado que se fallara sin necesidad de recibimiento del pleito
a prueba, sin intentar desvirtuar que la carga de probar tal circunstancia le correspondía. En consecuencia,
aplicando la anterior doctrina al presente caso, conforme a los principios de unidad de doctrina y seguridad
jurídica, por las mismas razones, hemos de considerar que la resolución combatida se ajusta a derecho.
QUINTO: De conformidad con lo dispuesto en el art. 139 LJCA , en su relación dada por Ley 37/2011, no
procede la condena en costas a la demandante, al apreciar el tribunal la existencia de serias dudas de derecho
en el caso, dada la existencia de algunos otros pronunciamientos de la Sección 1ª de esta Sala en el sentido
pretendido por la recurrente.

F A L L A M O S:
Se desestima presente el recurso contencioso administrativo núm. 294/2012, interpuesto por Catalunya Banc,
S.A. contra la resolución del Tribunal Económico Administrativo Regional, de 28 de octubre de 2011, de la
reclamación económico-administrativa núm. NUM000 , debiendo correr cada parte con las costas causadas
a su instancia y las comunes, si las hubiera, por mitad.
Notifíquese esta sentencia a las partes, y luego que gane firmeza líbrese certificación de la misma y remítase
juntamente con el respectivo expediente administrativo al órgano demandado, quien deberá llevar aquella a
puro y debido efecto, sirviéndose acusar el oportuno recibo.
Así por ésta nuestra sentencia, de la que se llevará testimonio literal a los autos principales, definitivamente
juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
E/.
PUBLICACIÓN.- La Sentencia anterior ha sido leída y publicada en audiencia pública, por el Ilmo. Sr. Magistrado
Ponente. Doy fe.

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