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Origen y Evolución de la Ciencia y Tecnología a nivel Mundial

Introducción:
Desde el origen de la humanidad el hombre se ha visto rodeado de innumerables
necesidades las cuales han sido satisfechas adecuadamente en sus respectivas
épocas. Debido a que las necesidades del hombre son inacabables esto conllevó a
la búsqueda de soluciones constantes y por ende a la acumulación incesante de
conocimientos; es aquí donde surge el origen de la ciencia.
La evolución de la ciencia y tecnología se vio gravemente afectada en la Edad
Media por los pensamientos e ideales arraigados de la Iglesia Católica que tenían
un poder casi absoluto en la sociedad, la cual no permitía ser cuestionada ni menos
contradicha a los escritos bíblicos; la persona que osaba aportar nuevos
conocimientos sin base cristiana era considerada hereje es por ello que el
desarrollo de la ciencia se vio estancada.
El gran desarrollo de la ciencia y tecnología surge a partir de las grandes
revoluciones que existieron alrededor del mundo; una de las más significativas
revoluciones fue la de Francia en el año de 1789 en la cual la confianza en la
actitud científica influyó mucho en las ciencias sociales e inspiró el llamado Siglo
de las Luces (fue denominada así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas
de la humanidad mediante las luces de la razón) que culminó en la revolución. La
evolución de la ciencia a partir de este punto avanzó a pasos agigantados hasta la
actualidad.

Etapas:
Prehistoria y Edad Antigua:
Aproximadamente hace cuatrocientos mil años aparecen los primeros seres
humanos, poco a poco se convierten en la raza más numerosa y poderosa sobre la
faz de la tierra. Domestican plantas y animales para poder sobrevivir, sus
sabidurías y experiencias son transmitidas de generación en generación. Los
esfuerzos por sistematizar estas experiencias datan de la prehistoria a través de las
pinturas rupestres en la época paleolítica o los datos grabados en piedras y hasta
en huesos en las civilizaciones del neolítico.
Los artefactos humanos más antiguos datan de 250000 a.C., estos artefactos son
hachas manuales de piedra que fueron utilizados por los grupos nómadas para la
caza y para la fabricación de vestimentas con pieles, el siguiente gran paso de la
tecnología primitiva fue el control del fuego que además del beneficio de la luz
proporciono al ser humano calor que fue aprovechado para la cocción de los
animales cazados y para la creación de recipientes resistentes.
Las primeras escrituras cuneiformes con investigaciones científicas corresponden
a las culturas mesopotámicas y babilónicas que datan aproximadamente del año
2000 a.C. donde se demuestra que estas culturas tenían nociones básicas de
matemáticas además de haber desarrollado un sistema sexagesimal de medidas.
Pasada ya la Edad de Piedra se produce el descubrimiento del bronce, fruto de la
utilización de mineral de cobre con incursiones de estaño, entre los años 3500 a.C.
y 2000 a.C., con este hallazgo se mejoraron considerablemente las herramientas
para el uso diario y también las de uso militar. Ya en el año 1400 a.C. los hititas
hicieron otro gran descubrimiento con mayor resistencia, el del hierro, con lo cual
estuvieron en ventaja con las civilizaciones que aún se encontraban en la Edad de
Bronce.
Uno de los aportes más grandes de conocimiento científico lo dieron las culturas
griegas y romanas. Grecia a través de sus filósofos como Tales de Mileto en la
rama del estudio de la tierra, Pitágoras en el conocimiento matemático o Platón y
Aristóteles con su filosofía lógica la cual llevo a la ciencia a la mayoría de avances
posteriores. Los romanos por su parte fueron grandes tecnólogos en cuanto a la
organización y la construcción, esto lo demostraron en las grandes civilizaciones
urbanas en la cual se apreciaba una ingeniería muy avanzada para su época en sus
enormes obras públicas

Edad Media:
Aproximadamente en el siglo V la civilización greco-romana fue sustituida por
una cultura cristiana e islámica, ambas fuertemente teocéntricas las cuales no
permitían ser contradichas ni mucho menos cuestionadas es por ello que los cinco
siglos en adelante es denominada la “época oscura” debido al gran atraso cultural
que generó la iglesia.
En el año 787 se promulgaron decretos que recomendaban la creación de escuelas
a lo largo de todo el imperio, estas escuelas estaban a cargo de los monasterios
por ello que la enseñanza impartida era generalmente religiosa. Pero es gracias a
estas medidas que siglos más tarde se incluye la enseñanza lógica o dialéctica lo
cual hace renacer el interés por la indagación. Las escuelas catedralicias pasaron
a ser universidades.
En el siglo X el poder de la iglesia disminuye lo cual permite poco a poco que la
ciencia vuelva a tomar protagonismo. El movimiento de traducción de los textos
griegos marca el fortalecimiento de la intelectualidad europea que permitieron
avances importantes en conocimientos como la astronomía, la matemática, la
biología y la medicina.
En contra de la creencia popular, se produjeron algunos avances tecnológicos
importantes gracias a las nuevas ideas y nuevos métodos provenientes de las
culturas orientales, ya sea de la China o de los lejanos vikingos.
Alrededor del año 1150 se fundan las primeras universidades que fueron de mucha
ayuda en la época medieval para la investigación y producción de nuevos
conocimientos.
La llamada “Peste Negra” en el año 1348 mató aproximadamente a un tercio de la
población europea lo cual significó un fin repentino de este intenso desarrollo
antes mencionado, esta plaga junto a otros desastres produjo poco desarrollo en la
ciencia durante varios siglos, en este tiempo solo se desarrolló lo artístico y
cultural mientras que lo intelectual se estancó El renacimiento de la investigación
recién se da a cabo notablemente en el siglo XV con la invención de la imprenta
lo cual tuvo un gran efecto en la sociedad europea, este invento llamado imprenta
facilitó el camino para la revolución científica con figuras como Copérnico,
Francis Bacon y Descartes.

Edad Moderna:
La Edad Moderna significó en primer lugar la transformación del pensamiento y
la diferenciación de lo religioso con lo científico; paso indispensable para que la
ciencia vuelva a tomar protagonismo y tenga un dominio autónomo que solo se
someta a la razón y la experimentación.
Al final de la edad media, los sistemas tecnológicos denominados ciudades hacía
mucho que eran la característica principal de la vida occidental. En 1600, Londres
y Ámsterdam tenían poblaciones superiores a 100.000 habitantes, y París
duplicaba esa cantidad.
En torno al año 1500 en adelante surgen los llamados “sabios universales” que
fueron expertos en múltiples disciplinas especializadas, entre los más destacados
podemos mencionar: Leonardo Da Vinci, René Descartes con sus conocimientos
en la geometría y matemática, Spinoza y Leibniz.
La revolución copernicana volvió a reanimar el conflicto entre la ciencia y la fe,
con su teoría heliocentrista que demostraba que la tierra no era el centro del
universo como lo planteaba la Iglesia Católica, muchos científicos de su época
apoyaban esta teoría como fue el caso de Galileo Galilei que tuvo que retractarse
producto de la amenaza de muerte por parte de la Iglesia. Hasta el mismo
Copérnico fue ajeno a tales problemas al publicarse su libro después de su muerte.
No fue hasta después de la Revolución Francesa que fue posible un pensamiento
libre protagonizada por Laplace y Lagrange ante Napoleón Bonaparte, en la que
se planteaba que la existencia de Dios solo era una hipótesis que había sido
utilizada desde tiempos remotos para poder demostrar los hechos inexplicables
para una sociedad que ignoraba las razones o causas de muchos fenómenos
naturales alrededor del mundo.
A principios del siglo XVIII, los recursos de capital y los sistemas bancarios
estaban lo suficientemente bien establecidos en Gran Bretaña como para iniciar la
inversión en las técnicas de producción en serie que satisfarían algunas de esas
aspiraciones de la clase media; esto dio inicio a la Revolución Industrial y por
ende también a la denominada Edad Contemporánea.

Edad Contemporánea:
En la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino Unido se inicia un proceso de
transformación económica, social y tecnológica denominada Primera Revolución
Industrial. Este hecho marca un punto de inflexión en la historia de la humanidad
modificando de una u otra forma la vida cotidiana del ser humano. Las
producciones se multiplicaron y se disminuyeron los tiempos y esfuerzos de
fabricación, la riqueza fue en aumento como nunca lo había hecho a lo largo de la
historia. Esto a la vez generó gran desempleo de obreros debido a que esta
transición acabaría con siglos de mano de obra siendo sustituidos por maquinaria
para la fabricación.
Se descubren en el siglo XIX la casi totalidad de los elementos químicos,
permitiendo a Mendeleiev el diseño de la tabla periódica que predice incluso los
no descubiertos. Se crea la química orgánica.
La biología se constituyó como ciencia gracias en gran parte a Jean-Baptiste
Lamarck, que acuñó el término en 1802, proponiendo un nuevo paradigma: el
evolucionista, si bien con bases diferentes a las que terminarán desarrollándose
con Darwin (El origen de las especies, 1859).
Durante la segunda mitad del siglo XIX e inicios del siglo XX se da la denominada
Segunda Revolución Industrial, la cual estuvo centrada en las innovaciones
técnicas que generen nuevas fuentes de energía como el gas, el petróleo o la
electricidad. Esto generó nuevos sistemas de transporte como el avión y
automóvil, sistemas de comunicación como el teléfono y radio; los nuevos
sistemas indujeron transformaciones en cadena que afectaron al factor trabajo y al
factor educación. Este proceso produjo el marco de la denominada Primera
Globalización.
Dejando de lado los efectos negativos de la Primera y Segunda Guerra Mundial,
la tecnología generada se le dio un uso benéfico para la sociedad, esto hizo que
las personas ganaran un control sobre la naturaleza y construyeran una existencia
civilizada.
La profesionalización de la ciencia es una de las transformaciones más notables
de la actividad científica en la Edad Contemporánea. Instituciones preexistentes
(universidades, academias) se convirtieron en centros científicos.
A lo largo del siglo XX la tecnología se extendió desde Europa y Estados Unidos
a otras naciones importantes como Japón y la antigua Unión Soviética, pero en
ningún caso lo hizo a todos los países del mundo. Muchos de los países de los
denominados en vías de desarrollo no han experimentado nunca el sistema de
fábricas ni otras instituciones de la industrialización, y muchos millones de
personas sólo disponen de la tecnología más básica.
Bibliografía:
1. Tirado, Rafael (2012). Evolución científica y tecnológica en el mundo.
Recuperado de: http://www.monografias.com/trabajos93/evolucion-ciencia-y-
tecnologia-mundo/evolucion-ciencia-y-tecnologia-mundo3.shtml.
2. Wikipedia. Historia de la ciencia. Recuperado de:
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_ciencia.
3. Nieto, Andreé. Evolución de la Ciencia. Recuperado de:
http://html.rincondelvago.com/evolucion-de-la-ciencia.html. 64p

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