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Red Voltaire

Las exigencias occidentales


sobre Siria
por Thierry Meyssan

En el terreno, la guerra está llegando a su fin y sólo queda la región


de Idlib por liberar del control de los terroristas. Sin embargo,
los occidentales vuelven a la carga. Ahora acaban de presentar sus
exigencias al enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura.
Por supuesto, Estados Unidos rechaza el proceso de paz
encabezado por Rusia, sólo porque los estadounidenses no han
sido partícipes. Mientras tanto, el Reino Unido y Francia pretenden
imponer en Siria instituciones que les permitirían controlar el país
por debajo de la mesa.

RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 18 DE SEPTIEMBRE DE 2018

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Nombrado en 2014, antes de la


intervención militar de Rusia contra
los terroristas, Staffan de Mistura es
un diplomático proestadounidense
que supuestamente tendría que
favorecer la paz en Siria en nombre
de la ONU. Cuatro años después de su
nominación, de Mistura sigue
tratando de buscar subterfugios
por cuenta de las potencias
occidentales.

E
l enviado especial del secretario general de la ONU
para Siria, Staffan de Mistura, recibió en Ginebra una
delegación del Grupo de Astaná (Irán, Rusia y Turquía).
Después, el 14 de septiembre, de Mistura se reunió con una
representación del Small Group (el “Pequeño Grupo”, o sea Arabia
Saudita, Egipto, Estados Unidos, Francia, Jordania y Reino Unido).

Del lado de los occidentales, el embajador James Jeffrey y


el coronel Joel Rayburn encabezaban la delegación estadounidense
mientras que el embajador y ex director de la DGSE (la Dirección
General de la Seguridad Exterior, o sea el servicio francés de
inteligencia para el exterior) Francois Senemaud presidía la
delegación de Francia.

Cada delegación del Pequeño Grupo entregó a la ONU


un documento secreto con sus exigencias, con vistas a influir en
las negociaciones entre los sirios. La televisión Russia Today
reveló el contenido del documento occidental [1]. Anteriormente,
hace dos semanas, el diario ruso Kommersant había revelado las
directivas internas de la ONU [2].

Primera observación, el punto 3 del documento del Pequeño


Grupo retoma la directiva interna de la ONU:

«No habrá asistencia internacional para la reconstrucción en las zonas


controladas por el gobierno sirio sin un proceso político creíble que conduzca
inevitablemente a la reforma constitucional y a elecciones bajo la supervisión
de la ONU, de manera satisfactoria para los potenciales donantes.» [3]

Aunque ha participado en algunas reuniones del Pequeño Grupo,


Alemania no parece haber estado representada en la reunión con
de Mistura. El día anterior, el ministro alemán de Exteriores, Heiko
Maas, había emitido una declaración contraria al punto
mencionado. Justo antes de reunirse con su homólogo ruso,
Serguei Lavrov, el jefe de la diplomacia alemana había anunciado
en Twitter que Alemania está dispuesta a participar en la
reconstrucción de Siria «si existe una solución política que lleve a
elecciones libres» [4] [5]. O sea, para el Pequeño Grupo, y para
la ONU, la reconstrucción no puede comenzar mientras los
potenciales países donantes no hayan alcanzado sus objetivos
de guerra, pero Alemania estima que la reconstrucción puede
realizarse al mismo tiempo que el proceso de reconciliación
política.

Segunda observación: los diferentes interlocutores


internacionales mencionan la resolución 2254 del 18 de diciembre
de 2015 [6]. Pero el Pequeño Grupo extrapola el sentido de ese
texto. La resolución del Consejo de Seguridad estipula que la
redacción de una nueva Constitución siria es únicamente una
cuestión de los sirios que debe discutirse entre los sirios mientras
que el Pequeño Grupo afirma que la Constitución debe ser
redactada única y exclusivamente por un comité controlado y
supervisado por la ONU.

El objetivo es, evidentemente, echar abajo las decisiones


adoptadas en Sochi, o sea destruir lo que se hizo durante los
últimos meses y oponerse así al papel de Rusia en la solución de
la crisis [7]. Estados Unidos quiere conservar su rango de potencia
indispensable mientras que Reino Unido y Francia pretenden
continuar su proyecto colonial.

Tercera observación: el Pequeño Grupo no sólo pretende


transferir a Ginebra la responsabilidad de redactar la Constitución,
hasta ahora en manos de Sochi, sino que ya anuncia su propia
visión de cómo tendrá que ser la nueva Constitución: una copia de
la Constitución que Washington impuso a Irak y que actualmente
mantiene ese país inmerso en una crisis permanente, lo cual
beneficia enormemente a las potencias occidentales. Según la
Constitución que pretenden imponer a Siria, los poderes del
presidente serían exclusivamente protocolares, los del
primer ministro serían simplemente inexistentes a nivel regional y
los del ejército serían limitados.

Las potencias coloniales mantienen su poder en el Medio Oriente


gracias a democracias de fachada. Siempre logran conformar
gobiernos que no representan a los pueblos. Desde 1926 en el
Líbano y desde 2005 en Irak, las instituciones han sido concebidas
sobre todo para impedir que esos países vuelvan a convertirse en
Estados-naciones. El Líbano fue dividido en comunidades
religiosas. Irak fue dividido en regiones separadas donde
predomina una comunidad religiosa. Israel, mientras tanto,
tampoco tiene un gobierno representativo, pero no por causa de
su Constitución –que no la tiene– sino debido a su sistema
electoral.

Cuarta observación: la resolución 2254 del Consejo


de Seguridad estipula que las elecciones deben desarrollarse bajo
la supervisión de la ONU. Pero el Pequeño Grupo considera que el
órgano encargado de organizar elecciones tendrá que trabajar
diariamente bajo las órdenes de la ONU, principalmente en
lo tocante a eventuales denuncias de fraude.

Las potencias occidentales se reservarían así la posibilidad de


anular los resultados de las elecciones si esos resultados
no corresponden a lo que ellos quieren: bastaría con la
presentación de una denuncia de fraude y con declararla válida.
El Pueblo sirio tendría derecho a votar… si acepta caer en la
trampa que le tienden y, además, a condición de que luego vote
por los individuos ya designados para gobernarlo.

En Europa, los europeos están en busca de su soberanía.


En Siria, el Pueblo está luchando por su independencia.

Thierry Meyssan

[1] “Statement of Principles for the Syria Small Group”, Voltaire Network, 15 de septiembre
de 2018.

[2] «Parámetros y principios de la asistencia de la ONU en Siria», por Jeffrey D. Feltman,


Red Voltaire, 3 de septiembre de 2018.

[3] “There will be no international reconstruction assistance in Syrian-governement-held areas


absent a credible political process that leads unalterably to constitutional reform and UN-
supervised elections, to the satisfaction of potential donor countries”.

[4] “Wenn es eine politische Lösung in #Syrien gibt, die zu freien Wahlen führt, sind wir bereit
Verantwortung beim Wiederaufbau zu übernehmen”

[5] «Alemania toma posición contra la directiva Feltman», Red Voltaire, 14 de septiembre
de 2018.

[6] «Resolución 2254 (Plan de Paz para Siria)», Red Voltaire, 18 de diciembre de 2015.

[7] «Consenso entre sirios en Sochi», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de febrero de 2018.

Fuente : «Las exigencias occidentales sobre Siria», por Thierry Meyssan, Red Voltaire
, 18 de septiembre de 2018, www.voltairenet.org/article202987.html

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