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Teoría
de la
Homilética
Compilado por el Ps. Jaime CAMPOS
LA NATURALEZA DE LA PREDICACIÓN
I. DEFINICIONES:
A. ¿QUÉ ES HOMILÉTICA?
Es la ciencia de la predicación. Técnica de construir o preparar sermones.
Entonces homilética es la ciencia de la predicación. La técnica de la
construcción de sermones en donde Dios es el tema central y donde Dios se
comunica con el hombre a través del predicador, mediante la experiencia de la
adoración y no existe sin el testimonio del Espíritu Santo.
Homilética es una palabra griega que significa simplemente conversación.
Tanto el sustantivo como el verbo aparece en el NT: la forma verbal (omileúo)
en Luc. 24:14, 15; Hch 20:11 y 24:26; la forma sustantiva (omilía) en 1 Cor
15:33. Esos son ejemplos del significado básico de la palabra griega, sin
embargo, pronto en la historia de la iglesia, el término vino a significar
instrucción verbal. Predicaciones, lecturas, conferencias y discursos serían
buenos ejemplos de este término. Teológicamente usamos el término
homilética para describir la ciencia y arte de escribir y predicar sermones. Es
una ciencia porque tiene principios, y es un arte porque requiere de
habilidades.
B. ¿QUÉ ES PREDICAR?
“La predicación es la comunicación de la Verdad por un hombre a los hombres.
Tiene en sí dos elementos: La Verdad y el Hombre.”
Brooks, 1876.
“La predicación es la comunicación verbal de la Verdad Divina, con el fin de
persuadir.” Pattison, “The Making of the Sermon”.
Análisis de esta definición:
a. En primer lugar, el material de la predicación es la Verdad Divina. La
verdad legítima en la predicación tiene que ver con las grandes
realidades de Dios y el hombre, del pecado y la salvación, del tiempo y
la eternidad, del cielo y del infierno. Es profundamente bíblica, porque
toma de la fuente pura de las Sagradas Escrituras sus temas.
b. El método de la predicación es la Comunicación Verbal, y por esto
entendemos, la proclamación personal, pública y autoritativa de la
verdad de Dios a los hombres por medio de los hombres. Con respecto
a la predicación apostólica esta comunicación encerraba cuatro formas:
el discurso familiar, discurso explicativo, discurso argumentativo, y el
declarativo.
c. La meta de la predicación es Persuadir. Es decir, usar el intelecto y las
emociones como vías de acercamiento a la voluntad, motivándola a
hacer elecciones conforme a la verdad divina.
Nuestra definición para la clase:
“Predicar es venir a formar parte de un evento dinámico, en el cual, el
Dios Viviente, el Dios Redentor, reproduce su acto de redención en un
encuentro viviente entre Él y los que escuchan a través del predicador”
Donald G. Miller Costas p.22 (“Fire in thy Mouth” 1954, p.17).
Es la transmisión de un mensaje que se origina con Dios y se transmite por
orden de Dios.
Noé fue el primer predicador (2 Ped.2:5). Comunicó la verdad divina a la gente.
La responsabilidad mayor del pastor es la predicación. A ésta se añaden las
demás.
El énfasis dado a la predicación en la liturgia a partir de la Reforma, hizo que la
predicación se convirtiera en la tarea más importante del pastor. Desde
entonces, en mucho, se mide el éxito del pastor a través de la predicación.
La Reforma con esta línea de pensamiento ha contribuido a que se vea la
figura del pastor como un predicador.
La predicación ocupa un lugar muy especial también en el ministerio de la
iglesia. La iglesia tiene que proclamar el evangelio. Según Forsyth (La
predicación positiva y la mentalidad moderna) “la predicación es el
sostenimiento del cristianismo.”
Broadus (Tratado sobre la predicación) afirma que “la predicación es el
principal medio de difusión del evangelio”.
1Co.9:16, “Ay de mí si no predicare el evangelio”.
La predicación es responsabilidad primordial de la iglesia (Mr.16:15 y Mt.28.19)
Texto del curso:
“Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la
sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la
predicación.” I Corintios 1:21
CAPITULO SEGUNDO
CAPITULO TERCERO
CARACTERES DE LA PREDICACION
I. CARÁCTER TEOLOGAL:
Su punto de partida es el amor de Dios y la revelación de ese amor. La
predicación no está basada en ideas humanas acerca de Dios, sino en los
hechos de Dios con los seres humanos. La predicación nace de Dios y se debe
efectuar en el poder espiritual. I Co. 1:21, Rom. 10:12 -15, 17.
Su poder se deriva de Dios y por eso es que es un mensaje poderoso (Heb. “es
viva y eficaz”). No torna atrás vacía porque ese mensaje es poderoso. El
vehículo para la salvación es la locura de la predicación.
Recibe su autoridad de parte de Dios y es el resultado de la presencia de Dios
en la predicación. Es autoritativa porque el que predica es Dios mismo
hablando. Esto puede sonar raro, increíble, cuestionable, etc., pero cada vez
que se predica, que se expone la Palabra de Dios, se espera que Dios hable a
los corazones.
Dependiendo de la integridad, su limpieza, su estudio, su preparación y su
esfuerzo de saber que es lo que Dios trata de decir, será la responsabilidad
profética de ese predicador. Depende mucho del lugar en donde se forme el
predicador.
Se debe afinar el conocimiento en la línea de conocer si Dios habla o no a
través del predicador. Lo determina el grado de preparación y sobre todo la
integridad con Dios que tenga el predicador.
V. CARÁCTER ECLESIAL.
La iglesia se forma alrededor de la predicación y por tanto, debe darse en el
contexto de la iglesia. Atada a la misión de la iglesia. Según K. Barth “debe
conformarse a la revelación”, “cuando es fiel a la revelación, produce
reconciliación”.
1Ped.2:9 « Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os
llamó de las tinieblas a su luz admirable» - somos algo distinto. Hay muchos
que no lo saben todavía. La predicación crea la conciencia de qué somos y
nuestra posición en Cristo. Somos seres humanos lavados por la sangre de
Cristo y pertenecemos a la iglesia (sacados del mundo) y somos real
sacerdocio y linaje escogido. Debemos comportarnos como tal.
En este sentido el predicador cumple también función de profeta. Hageo 1:5;
Isaías 1:10-20; 55:6-8.
CAPITULO CUARTO
LA PREDICACIÓN COMO UN PROCESO COMUNICATIVO
I. EL MENSAJE DE LA PREDICACIÓN
A. Su Contenido.
Toda verdadera predicación descansa en la básica afirmación de “Así
dijo el Señor”. Cuando el predicador asienta su mensaje de este modo,
adquiere espiritualidad y autoridad. Es así que el predicador debe ser un
conocedor profundo de las Escrituras, porque de este modo, tendrá
canales para recibir la revelación de Dios sobre las verdades de su
predicación.
Davis, en su libro “Design for Preaching”, Phil. 1958, dice, “la iglesia
apostólica veía el evangelio, las Buenas Nuevas, el euaggelion, como el
cumplimiento de la profecía, y en su predicación la continuación del
trabajo profético.”
B. Su Poder.
Hebreos 4:12, Romanos 1:16. Para predicar con poder, el predicador
debe hablar de su experiencia. La elocuencia alcanza su más grande
altura cuando es elocuencia nacida de la experiencia cristiana. Nadie
puede dar lo que no tiene, lo que no vive. II Corintios 4:13, Lucas 24:32.
C. Su Propósito.
Después de lograr la salvación, Hebreos 6:9; la vida cristiana envuelve
los siguientes motivos de predicación: Consagración, Edificación,
Inspiración, Consuelo, Fortalecimiento, Convicción y Acción.
UNIDAD II
CAPITULO QUINTO
LA PREDICACIÓN Y EL SERMÓN
2. El propósito comunicativo:
Se refiere a la influencia directa o indirecta en el comportamiento de otros. Este
propósito tiene dos dimensiones.
a. A quien o quienes va dirigido el sermón.
Intencionales
No intencionales
b. La clase de efecto que se espera producir.
Consumado: se logró totalmente al momento de la recepción del
sermón.
Instrumental: no busca una respuesta final sino una respuesta
que sirva de instrumento para una respuesta de alcance mayor.
E. ANALISIS BIBLICO:
Debe ser un estudio analítico (de las diferentes partes de una porción bíblica).
Todo pasaje bíblico consta de tres partes: contexto, el texto y el asunto.
Se recomienda que se lea el pasaje completo para determinar el asunto,
historia o aspectos éticos.
Se debe entonces dividir el pasaje en párrafos y leer cada párrafo para extraer
la idea central o principal.
La lectura repetida de cada párrafo dará las ideas secundarias que respalden la
idea principal.
Recomendamos seguir los siguientes pasos:
1. Análisis del Contexto: todo lo relacionado a la porción bíblica.
Entender el contexto del pasaje en el cual fue escrito puede resolver
muchas preguntas y nos puede dar la idea central del mensaje a predicar.
Debemos tomar en cuenta:
a. El Contexto Inmediato. Con esto nos referimos a por lo menos
tres capítulos anteriores y tres capítulos posteriores al pasaje a
estudiar. Esto nos permite entender por qué el autor colocó este
pasaje en particular.
b. El Contexto Mediato. Aquí incluimos todo el libro en el que el
pasaje se encuentra. Eso nos da una perspectiva más amplia de
los temas que está tratando el autor en su libro, la relación entre
ellos y el mensaje que nos quiere dejar.
c. El Contexto General. Ahora analizamos toda la Biblia tratando de
responder si este mensaje tiene armonía con el resto de la
Escritura, si tiene su paralelo en el AT., si es una doctrina
conocida o algo nuevo, etc. Nuestro axioma es que la Biblia no se
contradice y que, en todo caso, se responde a sí misma.
2. Estudio y análisis del Pasaje: es la división del pasaje en partes para
notar su estructura y pensamiento. Constituye el esqueleto del pasaje
(bosquejado). El contexto estructural: Que está antes y después y si hay
relación con el texto. Ej.: Jn. 3:1-15 ….. El contexto será Jn. 2 y 3:16 en
adelante. Aquí es donde empezamos a desmenuzar el texto bíblico con
todas las herramientas que hemos aprendido en la Hermenéutica.
Sugerimos los siguientes pasos en este estudio:
a. Método devocional.
Este es el primer método que hemos aprendido en la iglesia. Se
trata de leer el pasaje y hacernos las preguntas básicas:
¿Qué dice de Dios este pasaje? (El Padre, el Hijo, el Espíritu
Santo)
¿Qué pecado debo evitar?
¿Qué mandato debo obedecer?
Este es un método muy simple y sencillo, pero funciona.
b. Método Inductivo.
Este método avanza un poco más en el trato con el texto. Es muy
simple, consiste en tres pasos:
i. Observación del texto. Leer el texto una y otra vez
analizando todos los elementos que podamos observar,
como si estuviéramos apreciando un cuadro.
ii. Interpretación del texto. Intentar una explicación de
todo lo que hemos observado, sus implicancias, las
enseñanzas observadas, el mensaje que podamos
extraer, etc.
iii. Aplicación del texto. Luego de una correcta
interpretación concluimos en cómo se debe aplicar
estos principios de vida a nosotros hoy.
Hasta aquí es lo que hemos estado acostumbrados en la iglesia
local, el siguiente nivel de estudio ya lo recibimos en nuestros
seminarios bíblicos.
c. Estudio de Palabra
El método de estudio de palabra es designado para estimular a
los estudiantes a pensar. Muchos cristianos están viviendo con
comida espiritual predigerida. Ellos repiten de paporreta lo que
alguien más ha escrito o hablado. La meditación ha llegado a ser
un arte perdido.
El estudiante será cuestionado para responder dos preguntas
básicas para cada palabra elegida:
1. ¿Qué es lo que significa la palabra?
2. ¿Cuál es el mensaje de la palabra?
Buscando examinar a fondo el significado de la palabra, nosotros
consideraremos las definiciones del diccionario, el uso hebreo de
la palabra, el uso griego de la palabra y en conclusión, el uso de
la palabra hoy en día.
Extendiendo el mensaje de la palabra, se le dará consideración a
su aplicación a los lectores originales y su aplicación para
nosotros hoy en día.
Ejemplo: TENTACIÓN
1. SIGNIFICADO
Definiciones del diccionario español:
En la literatura latina, temptare o tentare significa:
1. Probar la fuerza de, probar o tensionar.
2. Tratar de persuadir a una persona; inducirla, atraer, seducir
especialmente para hacer algo placentero sensualmente o
inmoral.
3. Levantar un deseo interior; ser invitado a; atraer (ej. “Ese pastel
me tienta”).
4. Provocar o correr el riesgo de provocar.
5. Disponerse o inclinarse fuertemente (ej. “Estoy siendo tentado a
aceptar”).
Léxicos hebreos:
De acuerdo a Gesenio, el verbo hebreo nasah viene de una raíz
árabe, que significa “oler, probar.” El prosigue diciendo que la
idea primaria difiere de la palabra hebrea bachan, la cual significa
“probar por el tacto,” en cuanto a probar una piedra de toque.
En la piel (una forma del verbo hebreo), el infinitivo nisah
significa, “tratar, probar a cualquiera.”
1. En 1 R. 10:1, la reina de Sabá vino a probar a Salomón con
preguntas difíciles, esto es, examinar la sabiduría de Salomón
(Ver también 2 Cr. 9:1; Dan 1:12, 14).
2. Se dice que Dios prueba o tienta al hombre en la adversidad,
con el propósito de probar su fe (Ge.22:1; Ex.16:4; Dt. 8:2, 16,
13:4; Jue. 2:22).
3. Se dice que los hombres prueban o tientan a Dios cuando
ellos dudan de su poder y su socorro (Ex.17:2; Dt.6:16;
Sal.78:18, 41, 56; Is. 7:12).
4. Es también usado en el sentido de “probar, tentar, hacer una
prueba, aventurar” (Dt. 4:34, 28:56; 1 S.17:39; Jue. 6:39; Job
4:2).
Léxicos griegos:
La palabra griega peirasmos es usada en tres formas:
1. Examinar, probar
2. Tentación , seducción a pecar
a) De Satanás (Lc. 4:13)
b) De afuera do de adentro de una persona (1 Ti. 6:9; Ap.
3:10)
3. Tentar a Dios por el hombre (Nm. 14:22; Dt. 6:16, 9:22; He.
3:8-9)
Resumen
Nosotros hemos trazado el uso de “tentación y su connotaciones
a través de las Escrituras. El significado de la palabra debe en
cada caso ser determinado por su uso en el contexto.
La idea básica de la palabra es “prueba”. Dios puede ser probado
por los hombres, o los hombres pueden ser probados por Dios.
Los hombres pueden ser probados de dentro, de fuera, por
hombres, por Dios, y por Satanás. Los hombres pueden ser
probados en un buen sentido o en un mal sentido, para revelar
fortaleza o debilidad. Satanás tentó a Cristo para ver si Él
pecaría; el Espíritu Santo guio a Cristo hacia el desierto para
demostrar que Él no pecaría.
2. MENSAJE
A los primeros lectores:
Santiago 2:1 expresa que los hermanos judíos cristianos,
esparcidos entre las naciones como semillas esparcidas en un
campo para realizar una ley de cosecha, no podrán madurar a
menos que haya primero un tiempo de siembra. Ellos están para
regocijarse con un gozo no mitigado (duro). Esto implicaba un
tiempo de prueba de toda clase de su fe.
e. Exégesis
Exégesis es una palabra griega que significa narración o explicación. La
forma sustantiva no aparece en el NT, pero la forma verbal sí
(evxhgeomai): Luc. 24:35; Jn. 1:18; Hch 10:8; 15:12, 14 y 21:19 – esos
ejemplos bíblicos nos muestran que exégesis es propiamente una
explicación.
Teológicamente, exégesis establece el significado de un enunciado o
pasaje. En exégesis buscamos determinar que dice y significa el texto. El
principio Protestante y Reformado de exégesis afirma el sentido único del
texto de la Escritura, de manera que la tarea del exégeta es descubrir lo
que el autor (humano y divino) dijo cuando escribió el pasaje.
En exégesis buscamos entonces obtener del texto en lugar de meter al
texto algún significado que no está allí (eso es eiségesis). Exégesis se
basa, sobretodo, en la estructura de la sintaxis del pasaje y en la
semántica del mismo (es decir, gramática y léxica).
Hermenéutica aún otra palabra griega, que ocurre varias veces en el NT: el
verbo ermhneúo (Jn. 1:38, 42; 9:7; Heb. 7:2), el sustantivo e`rmhnei,a (1
Co 12:10; 14:26), el verbo diermhneu,w (Luc. 24:27; Hch 9:36; 1 Co.
12:30; 14:5, 13, 27); y el sustantivo diermhneuthj (1 Cor 14:28). El vocablo
griego tiene el significado de traducir, interpretar, explicar y significar.
Teológicamente, hermenéutica es la ciencia y arte de la interpretación
bíblica (ciencia por tener principios, y arte por requerir de habilidad). Hay
una relación íntima entre exégesis y hermenéutica, y de estas dos con la
homilética – así como en exégesis establecemos el significado de un texto,
en hermenéutica encontramos los principios y esquemas para su
interpretación. Si asemejamos la hermenéutica a la teoría, exégesis es la
práctica. Explicamos lenguaje, gramática y sintaxis (exégesis) aplicando
las reglas bíblicas de interpretación (hermenéutica) y esto forma la
sustancia que ha de ser proclamada y predicada (homilética). (Ver el
apéndice sobre Exégesis que incluimos en la clase).
3. Estudio de personajes
Como su nombre lo indica, lo primero que hay que hacer es enumerar
todos los personajes que aparecen en el relato bíblico. Luego con el uso
de diccionarios bíblicos, concordancias, enciclopedias y cualquier fuente
histórica, acumular toda la información acerca de ellos, especialmente de
aquellos que tiene que ver directamente con nuestro sermón.
Sólo este estudio significará una tremenda fuente de riqueza de recursos
espirituales para nuestro sermón en confección, de dónde escogeremos
toda la información que necesitaremos para nuestro sermón.
4. Estudio de la geografía
Los lugares bíblicos tienen mucho significado histórico, profético, simbólico
y nos ayuda a entender mejor los acontecimientos bíblicos. Para Jesús,
por ejemplo, Galilea, Judea, Samaria o Jerusalén significa una etapa
específica en su ministerio público.
Con la ayuda de mapas, atlas y ahora, con el Google Earth en el internet,
podemos tener una mejor idea de los lugares que son naturalmente tan
ajenos a nosotros que vivimos en occidente. Este estudio es clave en
nuestro estudio interpretativo de los pasajes.
6. Estudio Teológico
Aquí es dónde nos hacemos toda clase de interrogantes sobre la persona
de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo que aparece en el texto. Hay que
cuestionarse todo. Aunque no encontremos respuestas.
También anotamos todo lo que vamos descubriendo, luego
seleccionaremos lo que nos sirva para el sermón y el resto lo
archivaremos para usos posteriores.
7. Estudio Histórico
Hay pasajes que son muy ricos en historia, otros que no se pueden
entender bien si no conocemos la historia. Debemos hacer un estudio del
texto desde el punto de vista de la historia. Averiguar su contexto en el
cuál se escribió para una correcta interpretación.
Por ejemplo hay en la Biblia promesas que son sólo para Israel y no para
la iglesia, y viceversa. Como intérpretes de las Escrituras no podemos
intercambiar estos mensajes, sin errar en nuestra interpretación.
Ahora entramos a
El Arreglo del Sermón
Una vez que se ha determinado el propósito del sermón, Seleccionado y
analizado la base bíblica, determinado el asunto y el tema, se procede al
arreglo del sermón. Hay que tener en cuenta aquí los seis procesos retóricos:
1. Narración: Datos bíblicos del trasfondo escritural o acontecimientos
contemporáneos que interrelacionan al predicador, la congregación, el
tema, la base bíblica y la proposición.
2. Interpretación: Por paráfrasis, siete interrogantes, análisis de la proposición.
3. Ilustración: Aclaran algún punto oscuro para aplicarlo a la vida cotidiana.
4. Aplicación: Se puede hacer directa e indirectamente. A veces una buena
ilustración es muy eficaz como aplicación.
5. Argumentación: No es polémica. Es razonamiento lógico, respuestas a
interrogantes, anticipación de situaciones, pruebas lógicas, evidencias.
6. Exhortación: Invitación, expresión de una decisión, etc.
Veamos ahora el siguiente paso en la elaboración de un sermón.
F. Escribir la Proposición:
Es el corazón del sermón. Nada es más importante que la proposición.
Según Perry y Whitesell, promueve la estabilidad de la estructura, la unidad del
pensamiento y la fortaleza de impacto.
La proposición es el tema ampliado.
Debe ser una oración completa que resume el contenido del mensaje y anuncia
el curso a seguir o el propósito que se debe alcanzar.
Hay dos clases de proposiciones:
1. La persuasiva: Modificar o cambiar la actitud o creencia de una o mas
personas. Se usa mucho en evangelismo.
a. De deber: persuadir al oyente de que debe hacer algo.
b. De habilidad: persuadir al oyente que puede hacer algo.
c. De valor: persuadir al oyente que su propuesta tiene mucho más
valor que cualquier otra.
2. La didáctica: Tiene como fin enseñar o informar. La proposición se
puede obtener de tres formas.
a. Definiendo brevemente el asunto del pasaje.
b. Por medio del propósito del sermón: Una oración que incluya la
declaración del propósito.
c. Resumiendo el tema y las divisiones principales del sermón. (No
se recomienda para sermones porque elimina el elemento de
anticipación de parte del auditorio.)
Cuatro variaciones estructurales de la proposición.
1. Declarativa: Es la más sencilla. Es una afirmación clara y concisa en torno al
tema. “La oración trae muchos beneficios”.
2. Interrogativa: “¿Cuáles son los beneficios de la oración?”
3. Exhortativa: “Buscar al Señor mientras pueda ser hallado”
4. Exclamatoria: “Pensad en los beneficios de la oración”
Definición: Es una oración gramatical completa. El mismo definirá los
receptores intencionales y se define también el efecto que uno espera que
tenga el sermón en esa audiencia partiendo de los tres grandes propósitos de
la predicación cristiana. Debe incluir tanto el contenido del sermón como la
intención del predicador al comunicar su mensaje.
Se anuncia a la congregación.
Ej. Proposición: "Que el auditorio reconozca en Dios al ser más noble,
tierno y amoroso que está dispuesto a ayudarnos en nuestro diario vivir,
cuando nos rendimos a Él."
- obliga al predicador a mantenerse ahí. Enfoca su mensaje al punto del
sermón.
- guía a la congregación.
- da seguridad de qué va a hablar.
(Tiene que ser una oración con un objetivo específico.)
Es el punto de partida para la elaboración. Es una guía.
Identifica las herramientas idóneas que vas a usar.
Ayuda en el orden de las divisiones. Determina como se va a concluir el
sermón.
Según Crane, "el sermón es un medio y no un fin". Es una herramienta que se
usa con un fin específico. De modo que siendo una herramienta su importancia
es el uso de la misma para su fin. Ese objetivo final del predicador debe estar
enunciado en la proposición.
Otros ejemplos:
1. Texto: Efesios 6: 1, 2, 3
Proposición:
Aquí tenemos la base de las misiones en el Dios de amor, el Evangelio de
Cristo y en tu amor y el mío, su amor en nosotros, sacrificándose, sirviendo,
enviando, yendo, orando.
UNIDAD III
CAPITULO SEXTO
CLASES DE SERMONES
(Juan Broadus)
CAPITULO SEPTIMO
CLASES DE AUDITORIO
Apático/Hostil/Crédulo/ Mixta/Dudoso.
Apático
La congregación indiferente. El predicador tiene que traer un material que les
sea interesante y que le llame la atención. Se identifica a través de la respuesta
corporal
Crédulo
Responde favorablemente a lo que se predica porque confía en el predicador y
lo que está trayendo.
Hostil.
No confía ni en el predicador ni en su mensaje. Esa falta de confianza puede
estar forjada en una actitud hostil hacia el predicador, la institución que
representa o comentarios que escucha. Se hace manifiesta desde que el
predicador va a presentar su sermón.
Dudoso
Se siente indecisa a la oferta o proposición que le ha hecho el predicador.
Requiere del predicador una preparación en cuanto a documentación que sea
basta para satisfacer la congregación.
Mixto
Son la gran mayoría. Tiene de todos los tipos de audiencia y requiere que el
predicador sea de un vocabulario versátil y mirar mucho el rostro de la gente.
Es importante saber manejar toda la hermenéutica bíblica, como se habla y
como se proyecta, para lograr una respuesta de parte de la audiencia.