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El debate pericial y el contra examen a peritos, circunscrito en la etapa de

juicio oral, a propósito de la Casación Nº 292-2014-Áncash.

Romulo Tapia Monrroy

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo analiza de forma critica la participación de los peritos en el debate


pericial y en el contra examen correspondiente a la etapa de juicio oral desde la
perspectiva del aporte del Perito para el Ministerio Publico, esto en relación a la
Casación N º 292-2014 Ancash, que desarrolla la trascendencia de la prueba científica, ya
que los peritos, deben de explicar, verificar la validez científica y metodológica, de sus dictámenes,
para su validez en juicio, incluso señalar su grado de error o inexactitud, para que el juzgador pueda
escoger la que considere más acertada.

LA ACTUACIÓN DE LOS PERITOS EN EL PROCESO PENAL, ETAPA


DE JUICIO.

Primero debemos entender que son loe Peritos; “son personas que por tener una
especial experticia en un área determinada del conocimiento científico, en el dominio
de ciertas artes, en el ejercicio de un determinado oficio o como consecuencia de su
experiencia calificada, son llamados a juicio para brindar al juez –bajo juramento o
promesa de decir la verdad (artículo 178.1 del CPP de 2004)– una mejor explicación
y comprensión de un hecho objeto de prueba (artículo 172.1)” (Yomona Yomona,
2010); es decir que son personas con cierto conocimiento, que ayudan en la etapa de
juicio a dar explicación y comprensión de determinados hechos discutidos en el juicio.

Entendido así, el Ministerio Publico presenta en la etapa de Juicio, aquellos peritos


que puedan ayudar a explicar y dar a conocer los alcances de contenido científico
respecto a su hipótesis o teoría del caso.

El perito aportara un conocimiento especializado, lo cual le da cierta facultad de


pronunciarse respecto de determinados conceptos, y conclusiones relevantes, así
como el dominio de lo que se pretende probar (tema probandum) (ORÉ GUARDIA,
1999, pág. 463)

Sumado a ello, al momento de ser acreditados los peritos, no necesariamente se


requiere exclusivamente de la formación intelectual académica de titulo universitaria
o técnica del perito, sino además también puede ser de determinada experiencia por
práctica, de una determinada actividad, así lo señala Yomona, al indicar que
“conforme a lo prescrito por el artículo 172.1 del Código Procesal Penal de 2004, a
quienes cumplan la función de peritos no se les exige un título que los acredite como
tales. La parte que lo propone solo requiere acreditar la solvencia del perito en
determinada ciencia, arte u oficio.” (Yomona Yomona, 2010)

Yomona, también nos indica que no se debe confundir al perito con el testigo experto,
ya que este es alguien que conoce de los hechos o circunstancias del delito, que además
conoce ciencia, arte o técnicas que utiliza al momento de dar su testimonio al juez,
(Yomona Yomona, 2010), es decir estamos ante un testigo con ventajas notorias
frente al juez; sin embargo no podrá dar juicios de valor, como si lo puede hacer el
perito ofrecido por el Ministerio Publico.

EL APORTE DEL PERITO

La hipótesis de la fiscalía (teoría del caso), necesariamente requiere de especialistas,


mejor conocidos como peritos especializados, ya sea en grafotecnia, identificación,
dactiloscopia, medicina forense, psiquiatría etc, que den un juicio de valor sobre la
teoría del caso.

Yomona, al referirse al aporte del Perito: “Si el perito no concurre a la audiencia a


prestar declaración ante el juez o el tribunal colegiado de manera directa y no somete
la información que posee al control de calidad, a través del examen y contra examen
de las partes, no tendremos prueba pericial.” (Yomona Yomona, 2010)

Esto es, que, las informaciones que el perito puede aportar en juicio, no pueden ser
sustituida de ninguna forma por algún tipo de lectura de informes periciales, o algún
tipo de acta; ya que se requiere este aporte en el mismo juicio. La excepción a esta
regla es la oralización –esto es, “la posibilidad de introducir al debate por la lectura”
(CLARIÁ OLMEDO, 1998, pág. 115) lo cual solo procede de acuerdo al Art. 383.2
del Código procesal penal, pero limita los principios que rigen el juicio, en especial los
de la actividad probatoria, regida por los principios de inmediación, contradicción y,
fundamentalmente, el de oralidad etc.

La declaración de un perito en la etapa de juicio es insustituible, porque en el juicio


oral se “producen y evacuan las pruebas” (BAYTELMAN & DUCE, 2005, pág.
156),y dicha información plasmada en juicio, en un determinado momento fundara la
sentencia; lo que busca en el caso del Ministerio Publico, una sentencia condenatoria;
por lo que se requiere que el juez realice una correcta apreciación de la prueba,
mediante los principios de la actividad probatoria, como son de inmediación,
contradicción, oralidad, por lo que las pruebas requieren en la etapa de juicio su
oralidad, lo cual debe de ser sustentado por el perito ante el juez en la etapa de juicio
oral.

En el caso del Ministerio Publico, se cuenta con peritos de la Policía Nacional del
Perú, de la Gerencia General del Ministerio Publico, y del Instituto de Medicina Legal,
en diferentes áreas, quienes en el momento de juicio deberán de sustentar sus
conclusiones, así como métodos y técnicas que utilizaron en sus pericias. Dicha
información es de suma importancia, pues el juez solo obtendrá dicha información
en juicio, así mismo, esta será contradicha, y el perito debe de responder de manera
coherente y uniforme para crear convicción en el juez.

La información brindada por el perito no es vinculante para el juez, pues le juez


escogerá la que le es más convincente, sin embargo, la valoración que realice el
juzgador, deberá: respetar las reglas de la sana crítica, conforme a los principios de la
lógica, máximas de la experiencia y conocimientos científicos (Art 393.2 CPP). Por
esta razón se requiere que el perito aporte información en juicio oral, porque solo así
era introducida para que el juez la valore al momento de emitir la sentencia, ya que
esta información requiere haber sido sometida al contradictorio y así tener un mayor
peso en su valoración, lo cual estará en la sentencia; adquiriendo la información dos
cualidades importantes, por un lado es motivación del por que la sentencia o su valor
para el juez, y por otro lado garantía para que quien se sienta agraviado, de ser
necesario, pueda recurrir a un órgano superior.

Según lo desarrollado por el artículo 378 del Código Procesal Penal del 2004 se ha
establecido ciertas reglas a la hora de examinar al perito durante el juicio oral, que
siempre se deben de cumplir.

OPINIÓN SOBRE EL PRONUNCIAMIENTO DE LA CORTE SUPREMA

En la Casación N.º 292-2014-Áncash, la corte suprema, ha abordado temas como la


presunción de inocencia, el derecho al ofrecimiento de prueba pertinente y la falta de
motivación judicial de las resoluciones, así como el aporte de las pruebas científicas
en este caso el del ADN, y la necesidad de que el juzgador si tenga que evaluar la
pericia en instancia; esto es que esta prueba se actuada, así como el perito o especialista
que la emitió.

La postura de la Corte Suprema, es referente a que el juez frente a la prueba científica


de ADN no debe eximirse de realizar el trabajo de valoración. Es responsabilidad del
juez interpretar esos resultados correctamente y atribuirles un determinado peso en la
formación de su convicción sobre el hecho principal, esto es que sea actuada, así como
el perito que la emitió. “Ello es importante, pues no es lo mismo que la prueba guarde
una relación directa con el hecho principal que se pretende probar o que la prueba
proporcione tan solo un indicio más para probar ese hecho principal. Pues todo eso
coadyuva a mantener de forma sólida la posición nacional judicial sobre el sistema de
la sana crítica que incluso se encuentra plasmada en el artículo 158 del Código
Procesal Penal de 2004” (Calderon Valverde, 2018).

Es decir que las pruebas que guarden una relación directa con el hecho principal que
se pretende probar, deben de actuarse en primera instancia en tiempo oportuno,
además de valorarse en la emisión de la sentencia, y esto es incluso con la participación
del especialista que emitió la prueba científica. Un juez, no debería sentenciar si nos y
ha efectuado a la valoración de cada prueba, en el caso de las científicas también
incluye el examen a los peritos que se lleva a Juicio, en el caso en mención el Juez, no
evaluó la prueba de ADN, por lo que la Corte Suprema la declaro NULA.
Ante esto, debemos de concluir que el examen y contra examen de los peritos en
juicio oral, es un tema de demostrar el valor de la prueba arribada, de la pericia
practicada, lo cual servirá de sustento, motivación de la sentencia, y además actuará
como garantía de las partes para demostrar los fundamentos de la decisión, y no exista
arbitrariedades en las decisiones adoptadas pro e juzgador.

Dicha casación, sigue la línea jurisprudencial del acuerdo Plenario 4-2015, respecto a
la necesidad del examen del perito en la etapa de juicio.
CONCLUSIONES:

- El examen y contra examen, dan cierto valor a la prueba pericial.


- La declaración previa o el propio Dictamen Pericial no puede sustituir la prueba
pericial
- Los peritos deben de demostrar por que sus conclusiones son mas creíbles que
la contra tesis, pues le juez puede valorar cualquiera de los juicios esgrimidos en
juicio, es decir se requiere que el perito sea convincente.
- El Ministerio Publico en la Audiencia debe de tratar de dirigir a que el perito se
exprese de una manera que el juez entienda y comprenda los alcances que el
perito le brinda.
- El Ministerio Publico, debe de preparar previamente a sus peritos respecto de las
posibles preguntas del examen y contra examen.
- El examen y contra examen de los peritos se basa en principios de la actividad
probatoria como son de inmediación, contradicción, oralidad, por lo que su
presencia ante e juez es de suma importancia.
-
Bibliografía
BAYTELMAN, A., & DUCE, M. (2005). Litigación penal y juicio oral. Santiago de
Chile: Fondo Justicia y Sociedad, Fundación Esquel USAID.
Calderon Valverde, l. (2018). La valoración de la prueba científica en el proceso
penal. Gaceta Peal, 10(21).
CLARIÁ OLMEDO, J. (1998). Tratado de Derecho Penal. Buenos Aires: Rubinzal -
Culzoni.
Cuello Iriarte, G. (2008). El conocimiento científico y las pruebas científicas. Buenos Aires:
Legis.
ORÉ GUARDIA, A. (1999). Manual de Derecho Procesal Penal. Lima: Alternativas.
Yomona Yomona, E. (2010). EL ROL DEL PERITO EN EL CÓDIGO
PROCESAL PENAL DE 2004. Gaceta Penal, 42(6).

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