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ACTIVIDAD 3 ELEMENTOS ESENCIALES EN LAS PLANTAS

MACRONUTRIENTES
NITROGENO: Nitrógeno (N) es esencial para el crecimiento de la planta y es parte de toda célula viva. Se
requiere para la síntesis de clorofila plantas absorben gran parte de los iones de C, tales como amonio
(NH 4 + ) o nitrato (NO 3 - ). Además, puede ocurrir absorción de urea directamente por las hojas y otras
pequeñas cantidades de N se obtienen de otras fuentes como aminoácidos diluidos en agua.
Las plantas sanas a menudo contienen 3% a 4% de N en sus tejidos por encima del suelo. Estas
concentraciones están muy por encima de las otras concentraciones de nutrientes, excepto carbono,
hidrógeno y oxígeno - nutrientes que la mayoría de las veces no afectan el manejo de la fertilidad del suelo en
la mayoría de las situaciones. El nitrógeno es un importante elemento de compuestos estructurales, genéticos
y metabólicos en las células de las plantas. Es un elemento importante en la clorofila, el compuesto por el cual
las plantas utilizan la energía solar para producir azúcares de agua y dióxido de carbono (CO 2 ), o la
fotosíntesis.
Nitrógeno en niveles adecuados resulta en hojas con un tono verde oscuro, resultado de la alta concentración
de clorofila. La deficiencia de nitrógeno provoca la clorosis, un amarillamiento de las hojas causado por la falta
de clorofila. Esta amarilleza comienza en las hojas más viejas, pasando a las más jóvenes conforme a esa
deficiencia de nitrógeno. Pequeños granos y otras gramíneas producen menos brotes cuando hay deficiencia
de nitrógeno.
Los síntomas de deficiencia varían según la especie de la planta, pero existen similitudes en la forma en que
la insuficiencia de nutrientes afecta el color y la apariencia del tejido de las plantas. La mayoría de las veces,
las deficiencias de nutrientes se asocian al lugar donde se manifiestan en las plantas (es decir, si los síntomas
se observan principalmente en los tejidos más antiguos o más nuevos), pero estos síntomas pueden
extenderse con el avance y la severidad de la discapacidad.

FOSFORO: Uno de los tres principales nutrientes, el fósforo (P) es esencial para el crecimiento de la planta,
debiendo ser accesible a la planta para que el ciclo de producción normal sea completado. Las plantas
absorben del suelo P en forma de ortofosfatos primarias y secundarias (H 2 PO 4 y HPO 4 2- ).
El ATP se forma durante la fotosíntesis, tiene P en su estructura, y se procesa desde el inicio del crecimiento
de la muda hasta la formación del grano y madurez de la planta.
El vigor y la salud de todas las plantas requieren fósforo. Algunos factores de crecimiento específicos
asociados al P incluyen mayor desarrollo de las raíces, fortalecimiento del tallo y vástago, mejor florecimiento
y producción de semillas, anticipación y uniformidad de la madurez de la cultura, mayor capacidad de fijación
de nitrógeno en leguminosas, mejora en la calidad del suelo y mayor resistencia a las enfermedades
vegetales.
La deficiencia de fósforo es más difícil de diagnosticar que la deficiencia de nitrógeno o potasio. Los cultivos
normalmente no muestran signos obvios de deficiencia de fósforo, excepto un atrofiado general de la planta
durante las primeras etapas de crecimiento. Cuando la deficiencia es finalmente constatada visualmente, es
demasiado tarde para la corrección en cultivos anuales.

POTASIO: El potasio (K) es uno de los nutrientes esenciales y se absorbe en las rejillas de las plantas. El
potasio es esencial para fotosíntesis, síntesis de proteínas y muchas otras funciones en las plantas. Se
clasifica como un macronutriente, al igual que el nitrógeno (N) y el fósforo (P). Las plantas absorben K en su
forma iónica (K + ).
Aunque el potasio no forma ninguna estructura de plantas o compuestos, desempeña un importante papel
regulatorio en la planta. Es esencial en prácticamente todos los procesos necesarios para sostener el
crecimiento y la reproducción de las plantas, incluidos los siguientes:
 fotosíntesis
 Traslado de fotosintetizadas
 Respiración de la planta
 Síntesis proteica
 Control del equilibrio iónico
 La fractura de los carbohidratos (que proporcionan energía para el crecimiento de las plantas)
 Regulación de los estomas de las plantas y uso del agua
 Activación de las enzimas de las plantas
 Recuperación y resistencia a enfermedades
 Turgor (cantidad de líquido presente en la planta)
 Tolerancia a estrés (incluyendo condiciones climáticas desfavorables)
El elemento también desempeña un importante papel en el aumento de la productividad y en el control de
enfermedades, ya que mejora la robustez de las plantas durante el invierno. Permite que las plantas empiecen
más rápido en la primavera, aumentando el vigor, lo que permite que el crecimiento pueda continuar durante
la temporada de crecimiento
Los síntomas de deficiencia varían según la especie de la planta, pero existen similitudes en la forma en que
la insuficiencia de nutrientes afecta el color y la apariencia del tejido de las plantas. La mayoría de las veces,
las deficiencias de nutrientes se asocian al lugar donde se manifiestan en las plantas (es decir, si los síntomas
se observan principalmente en los tejidos más antiguos o más nuevos), pero estos síntomas pueden
extenderse con el avance y la severidad de la discapacidad.

NUTRIENTES SECUNDARIOS

MAGNESIO: El magnesio es el elemento químico de símbolo Mg y número atómico.


Su masa atómica es de 24,305 u. Es el séptimo elemento en abundancia
constituyendo del orden del 2% de la corteza terrestre y el tercero más abundante
disuelto en el agua de mar.

Para realizar un trabajo adecuado, muchas de las enzimas


pertenecientes a las células de las plantas necesitan magnesio. Sin
embargo, la función más importante de este elemento es la de átomo
central en la molécula de clorofila. La clorofila es el pigmento que da a
las plantas su color verde y lleva a cabo el proceso de la fotosíntesis;
también interviene en la activación de un sinnúmero de enzimas
necesarias para su desarrollo y contribuye a la síntesis de proteínas.

Deficiencia:

El magnesio tiene movilidad en las plantas, así que los síntomas de su deficiencia
aparecen primero en las hojas más viejas: se tornan amarillas con venas verdes (i.
e., clorosis intervenal). Aunque por lo general la disponibilidad del magnesio
para ser absorbido por las plantas no resulta afectada significativamente por el
pH de los sustratos para cultivo sin suelo, sí aumenta a medida que éste se
incrementa. La deficiencia de magnesio a menudo es provocada por la falta de
aplicación, pero también puede ser inducida si existen altos niveles de calcio, de
potasio o de sodio en el sustrato.
Toxicidad:

La toxicidad de magnesio es muy rara en los cultivos de invernaderos y


viveros. En altos niveles, este elemento compite con el calcio y el potasio
para ser absorbido por la planta, pudiendo causar deficiencia de ellos en
el tejido foliar.

Dónde encontrar magnesio:

El magnesio puede encontrarse en la caliza dolomítica empleada en la mayor


parte de los sustratos para cultivo sin suelo, aunque por lo general no en la
cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de las plantas. En cuanto al
agua, puede ser fuente de una considerable cantidad de magnesio; por lo tanto,
antes de elegir un fertilizante, hágala analizar, pero si no le aporta por lo menos
25 ppm de este elemento, será necesario proporcionarlo mediante el producto
apropiado. Revise las etiquetas de los fertilizantes que utiliza normalmente para
saber si éstos aportan magnesio; si no es así, utilice las sales de Epsom,
conocidas en el ámbito de la química como sulfato de magnesio heptahidratado
(MgSO4.7H2O). Otra posibilidad es utilizar un fertilizante Cal Mag (contiene
calcio y magnesio), pero, a diferencia de las sales de Epsom, los fertilizantes de
este tipo son potencialmente básicos y harán que el pH del sustrato se eleve con
el paso del tiempo.

AZUFRE: El azufre (S) junto al calcio y el magnesio, es uno de los tres


nutriente secundarios que requieren las plantas para un crecimiento
normal y saludable. Como se mencionó en el artículo “Rol del calcio en el
cultivo de plantas”, el término “secundario” solo se refiere a la cantidad y
no a la importancia del nutriente. La deficiencia de un nutriente
secundario es tan perjudicial como una deficiencia de nitrógeno, fósforo o
potasio. Por lo general, la importancia del azufre es pasada por alto e
infravalorada. Hay un equilibrio significativo entre el nitrógeno y el azufre.
Sin una cantidad suficiente de azufre, las plantas no pueden usar el
nitrógeno ni otros nutrientes de manera eficiente para alcanzar su
potencial máximo.

Función del azufre:

Las plantas adquieren azufre del sustrato como sulfato (SO4=). El sulfato
es de por sí fácil de disolver y está sujeto a pérdidas por filtración. El
metabolismo de la planta reduce el sulfato y el dióxido de sulfato a
formas que puedan ser usadas para construir moléculas orgánicas. El
azufre es una parte vital de todas las proteínas de las plantas y de ciertas
hormonas de las plantas. También se usa en la formación de ciertos
aceites y compuestos volátiles que se pueden encontrar en la familia de
las cebollas y ajos.

Deficiencia de azufre:

Como el azufre está asociado a la formación de proteínas y la clorofila,


sus síntomas de deficiencia se asemejan a los la deficiencia de
nitrógeno. El azufre es moderadamente móvil dentro de la planta, por lo
que sus síntomas de deficiencia empiezan por lo general, en las hojas
jóvenes y progresan con el tiempo hacia las hojas más viejas, lo que
hace que las plantas se vuelvan uniformemente cloróticas. Aunque los
síntomas de deficiencia de azufre en una sola hoja se ven como los de
deficiencia de nitrógeno, esta última comienza en las hojas más bajas
(viejas), no en las más nuevas.

Toxicidad del azufre:

La toxicidad del azufre es muy poco frecuente y probablemente no ocurra


si se inyecta un exceso de ácido sulfúrico para neutralizar la alcalinidad
del agua. Los niveles altos de azufre en el sustrato pueden competir e
inducir a una deficiencia de nitrógeno.
Fuentes de azufre:

La mayoría de las fuentes de agua no proporcionan azufre adecuado


para el crecimiento normal de las plantas. Es más, la mayoría de los
fertilizantes comerciales solubles en agua tampoco proporcionan la
cantidad adecuada de azufre. Revise el análisis completo del fertilizante
para confirmar cuanto azufre suministra. El nivel mínimo de azufre
proveniente de la solución del fertilizante debería ser de 25 ppm de
azufre o 75 ppm de sulfato. Si la solución del fertilizante proporciona
niveles inadecuados de azufre, considere añadir sales Epsom a la
solución madre de fertilizante para proporcionar el azufre faltante.
Considere la aplicación de sales Epsom en una proporción de entre 27 y
113 g por cada 0,38 m3 de agua (2 a 4 onzas por cada 100 galones de
agua) como un alimento constante junto a su programa de fertilizante
soluble en agua. Nunca combine fertilizantes que contienen azufre con
fertilizantes que contienen calcio en la misma solución madre, ya que se
formarán precipitados.

Si la alcalinidad del agua es alta y los niveles de azufre son bajos en su


programa de fertilizante, considere el uso de ácido sulfúrico, ya que este
solucionará ambos problemas.

Para determinar los niveles de azufre en su solución de agua o de


fertilizante, pida un análisis a Premier Tech Horticulture. Su representante
de Servicios al Productor puede explicarle el análisis, sugerirle fertilizantes
que pueden proporcionar azufre o, si es necesario, proporcionarle índices
de inyección de ácido sulfúrico para neutralizar la alcalinidad excesiva del
agua.

El calcio (Ca) es uno de los tres nutrientes secundarios, junto con


CALCIO:

el magnesio (Mg) y el azufre (S), que requieren las plantas para crecer
vigorosamente.
Aunque no son nutrientes primarios, tales como el nitrógeno (N), el
fósforo (P) y el potasio (K), no se debe confundir el término “secundario”
en el sentido de menor importancia comparado con un nutriente primario.

Los nutrientes secundarios son esenciales para el crecimiento óptimo de


la planta, pero se necesitan en menor cantidad que los nutrientes
primarios.

Función del calcio

El calcio, en la forma de pectato de calcio, es responsable de mantener


unidas las paredes celulares de las plantas. Cuando el calcio es
deficiente, los tejidos nuevos tales como: las puntas de las raíces, las
hojas jóvenes y las puntas de los brotes a menudo presentan un
crecimiento distorsionado debido a la formación incorrecta de la pared
celular. El calcio también se utiliza para activar ciertas enzimas y enviar
señales que coordinan ciertas actividades celulares.

Deficiencia de calcio

El calcio no es un elemento móvil dentro de la planta. Por lo que la planta


depende del proceso de transpiración para que las raíces absorban el
calcio de la solución del sustrato (que contiene el calcio necesario). El
calcio es transportado al nuevo crecimiento donde se usa el calcio; el
exceso de vapor de agua escapa a través de los orificios de las hojas
llamados estomas. Cualquier cosa que desacelere la transpiración, como
la humedad alta o las temperaturas frías, puede provocar deficiencia de
calcio, aún cuando los niveles de calcio sean normales en el sustrato.

Las partes de la planta que transpiran poca agua, es decir, las hojas
jóvenes y los frutos, manifestarán primero la deficiencia de calcio. La
pudrición apical de los tomates es un caso clásico de la deficiencia de
calcio. La deficiencia de calcio puede surgir si los niveles en la solución
nutritiva son menores de 40 a 60 ppm o si los niveles de potasio,
magnesio o sodio están demasiado altos.
Toxicidad del calcio

La toxicidad del calcio ocurre rara vez. Los altos niveles de calcio pueden
competir con la absorción de magnesio y potasio, causando la deficiencia
de estos.

Fuente de calcio - Fertilizante

No todos los fertilizantes contienen calcio, así como los que tienen un
porcentaje significativo de fósforo, por eso es importante leer la etiqueta.
Algunos fertilizantes contienen el porcentaje de calcio y magnesio en el
análisis del fertilizante, es decir, 15-7-14-3Ca-1Mg. Aquellos identificados
como “Cal-Mag”, como los 15-5-15, 17-5-17, etc., contendrán calcio. Si
no está seguro de que un fertilizante contiene calcio, verifique la lista del
porcentaje de los componentes del fertilizante.

La mayoría de los fertilizantes que contienen calcio están formulados con


nitrato de calcio. Tenga en cuenta que el nitrato de calcio es
potencialmente básico, lo que quiere decir que elevará el pH del sustrato
a menos que inyecte ácido o que lo rote con fertilizantes potencialmente
ácidos.

Fuente de calcio - Agua

Todas las fuentes de agua suministran algo de calcio. Por regla general,
el agua de los pozos profundos o de la mayoría de las regiones no
costeras de Norteamérica tiene suficiente calcio para el crecimiento
normal del cultivo, mientras que el agua de pozo poco profundo, en
regiones costeras, la lluvia, los lagos, los ríos o los estanques
generalmente tienen niveles insuficientes de calcio.

BORO: Función: El boro se usa con calcio en la síntesis de las paredes


celulares y es esencial para la división celular (creación de células de
plantas nuevas). Los requisitos de boro son mucho más altos para el
crecimiento reproductivo, por lo que ayuda con la polinización y el
desarrollo de frutas y semillas. Otras funciones incluyen la traslocación
de azúcares y carbohidratos, el metabolismo del nitrógeno, la formación
de ciertas proteínas, la regulación de niveles de hormonas y el transporte
del potasio hacia los estomas (lo que ayuda a regular el equilibrio interno
del agua). Como el boro ayuda a transportar azúcares, su deficiencia
causa una reducción de exudados y azúcares en las raíces de la planta,
lo que puede reducir la atracción y colonización de hongos micorrícicos.
Deficiencia: La deficiencia de boro se expresa en los puntos de
crecimiento de las raíces y follaje, y también en estructuras de
florecimiento y de fructificación. A menudo, las yemas terminales mueren
y los entrenudos del follaje se acortan, lo que da lugar a un crecimiento
nuevo, deforme y achatado que emerge de los nudos laterales, lo que
provoca una apariencia “roseta” o “tupida”. Los tallos son quebradizos y
las hojas nuevas pueden engrosarse. Las raíces son, por lo general,
cortas, achatadas y hay muy pocos pelos radicales presentes. El
florecimiento y la fructificación son reducidas y lo que se desarrolla es a
menudo deforme.

La deficiencia de boro puede producirse cuando el pH del sustrato


sobrepasa los 6,5, porque el boro está insoluble y no está disponible para
que la planta lo absorba. La deficiencia también puede ocurrir debido a la
aplicación de bajas cantidades de fertilizante, al uso de fertilizantes para
propósitos generales (que por lo general tienen un contenido de
micronutrientes reducido) y climas fríos y nublados que limitan la
absorción del agua y el boro. Durante los climas fríos y nublados,
estimule un secado rápido del sustrato aumentando el flujo de aire,
reduciendo la humedad y aumentando las temperaturas del sustrato.

Toxicidad: La toxicidad por boro es similar a las toxicidades por otros


micronutrientes, en las que las hojas más viejas comienzan a mostrar
clorosis marginal o en las puntas de las hojas que pronto se vuelven
necróticas o se queman. La necrosis progresa hacia el interior de la hoja y
causa su muerte y defoliación. Puede afectar rápidamente a todas las
hojas inferiores. El intervalo entre una velocidad de aplicación correcta y
una aplicación tóxica es muy pequeño. Si ocurre una toxicidad por boro,
realice una prueba de los niveles de pH y de nutrientes del sustrato y
también realice una prueba del agua. La toxicidad por boro puede ocurrir
si el pH del sustrato está por debajo de los 5,5 o si hay una aplicación
excesiva de boro. Verifique la fuente del agua, ya que los niveles por sobre
0,5 ppm son considerados altos, especialmente cuando se combina con
fertilizantes estándar que contienen boro. Lixiviar el sustrato ayudará a
eliminar el exceso de boro y está comprobado que la aplicación de un
fertilizante que contenga calcio restringe el boro y lo deja indisponible.
Dónde encontrar boro: Si bien la deficiencia y la toxicidad por boro
pueden ocurrir, no son comunes, ya que la mayoría de los fertilizantes
proporcionan lo necesario para la mayoría de los cultivos. Realice una
prueba al agua de riego, ya que puede contener suficientes niveles de boro
(entre 0,3 y 0,5 ppm). Si es así, utilice fertilizantes libres de boro, de lo
contrario, será fácil que se produzca una toxicidad por boro. Si se produce
una deficiencia de boro que no se debe ni a la velocidad de aplicación de
fertilizante ni al pH, puede aplicarse un fertilizante con micronutrientes
completo (lo que se prefiere) o un complemento de boro como el bórax,
ácido bórico, etc. Tenga mucho cuidado cuando use un complemento de
boro, ya que las cantidades de aplicación son muy bajas y es muy fácil
aplicarlo en exceso.

CLORO; Las plantas absorben el cloro (Cl) como el anión cloruro (Cl - ). Es activo en reacciones de

energía en las plantas. La mayor parte del cloruro encontrado en los suelos proviene de sal retenida en
materiales geológicos (formaciones rocosas), aerosoles marinos y emisiones volcánicas. Al clasificar como un
micronutriente, el cloro es requerido por todas las plantas en pequeñas cantidades.
El cloruro se puede aplicar a lance antes de la siembra oa través de cobertura con nitrógeno. La forma más
práctica es el cloruro de potasio (KCl) que contiene aproximadamente 47% de iones cloruro (Cl - ). Las
aplicaciones antes de la siembra, durante la siembra y la cobertura se probaron todas eficaces. Las tasas más
altas deben ser aplicadas antes de la siembra o de cobertura. Cloruro es extremadamente móvil en el suelo y
debe ser manejado de acuerdo.
Cloruro puede tener efectos negativos sobre ciertos cultivos, como el tabaco, algunas variedades de soja,
patatas y algunos árboles. Los efectos varían según el tipo de cultivo o el stock de raíces y la intención de uso
de la cultura.
Los síntomas de deficiencia varían según la especie de la planta, pero existen similitudes en la forma en que la
insuficiencia de nutrientes afecta el color y la apariencia del tejido de las plantas. La mayoría de las veces, las
deficiencias de nutrientes se asocian al lugar donde se manifiestan en las plantas (es decir, si los síntomas se
observan principalmente en los tejidos más antiguos o más nuevos), pero estos síntomas pueden extenderse
con el avance y la severidad de la discapacidad.

MANGANESO: Función

Respecto a las plantas, es uno de los elementos que más contribuyen al


funcionamiento de varios procesos biológicos incluyendo la fotosíntesis, la
respiración y la asimilación de nitrógeno. También interviene en la germinación
del polen, el crecimiento del tubo polínico, el alargamiento celular en la raíz y la
resistencia a patógenos de la misma.
Deficiencia

Los síntomas de deficiencia de manganeso, que a menudo se asemejan a los de la


deficiencia de hierro, son: clorosis intervenal (hojas amarillas con venas verdes)
en las hojas jóvenes y, en ocasiones, manchas bronceadas hundidas en las áreas
cloróticas intervenales. También el crecimiento de las plantas puede verse
disminuido y retrasado. La deficiencia de manganeso puede surgir cuando el pH
del sustrato de cultivo es superior a 6,5, pues dicho elemento es fijado y pierde
disponibilidad para su absorción. Asimismo, la deficiencia puede presentarse
debido a bajos índices de aplicación de fertilizante, al empleo de fertilizantes
para usos múltiples (cuyo contenido de micronutrientes normalmente es menor),
a la lixiviación excesiva o a demasiadas aplicaciones de quelato de hierro.

Toxicidad

La toxicidad del manganeso comienza con la quemadura de las puntas y


los bordes de las hojas más viejas, o bien con la aparición de manchas de color
rojizo a castaño en ellas. Cuando la toxicidad es severa, las manchas pueden
aumentar en número y en tamaño formando parches en esas mismas hojas. Con
niveles de pH por debajo de 5,5, el manganeso se vuelve altamente soluble y es
probable que las plantas muestren síntomas de toxicidad. Esto ocurre
particularmente con el geranio zonal, la caléndula, el lisianthus y la impatiens de
Nueva Guinea. La toxicidad del manganeso ocurre cuando el índice de aplicación
de fertilizante es excesivo.

Similitudes con el hierro

El manganeso y el hierro están íntimamente vinculados. El manganeso


compite con el hierro y, en menor grado, con el zinc, el cobre, el
magnesio y el calcio para ser absorbido por la planta. Para obtener
mejores resultados, mantenga el índice, tanto del manganeso como del
hierro en 1:2 y realice pruebas en el sustrato de cultivo para comprobar
que el pH, así como los niveles de todos los nutrientes, se encuentre
dentro del rango de lo normal. El manganeso y el hierro muestran
síntomas similares en cuanto a deficiencia y toxicidad. Respecto de
ambos minerales, la deficiencia se manifiesta como clorosis intervenal de
las hojas jóvenes. La diferencia principal consiste en que, en el caso del
manganeso, aparecen áreas bronceadas entre las venas; y en el del
hierro, las hojas se vuelven casi blancas. En cuanto a la toxicidad,
provenga ésta del hierro o del manganeso, sus síntomas son idénticos,
por lo que es difícil distinguirlos.

Es imposible hacer conjeturas e implementar medidas correctivas sin


pruebas de laboratorio que confirmen una deficiencia de manganeso.
Ante la sospecha de algún problema relativo al manganeso (o al hierro),
lo más prudente será analizar tanto el sustrato como el tejido de las
plantas -normales y anormales-, así como la solución nutritiva que se
esté aplicando. Esta es la única forma de comprobar la presencia de
toxicidad o deficiencia de manganeso.

Dónde encontrar manganeso

En la mayor parte de los sustratos de cultivo que se encuentran en el Mercado se


incluye un paquete de nutrientes iniciadores que contiene manganeso y otros
micronutrientes esenciales; sin embargo, sólo cubrirá los requerimientos del
cultivo durante una semana, aproximadamente. Una alimentación constante con
fertilizantes completos solubles en agua es la mejor manera de asegurarse de que
todos los micronutrientes esenciales, comprendido el manganeso, serán recibidos
en la proporción correcta. Analice su agua antes de la temporada de producción y
pida la opinión del fabricante de fertilizantes acerca de los productos necesarios
para realzar su calidad. Algunas fuentes de este líquido contienen manganeso,
aunque rara vez el suficiente para satisfacer las necesidades de un cultivo.

HIERRO: Función del hierro

El hierro es un constituyente de varias enzimas y algunos pigmentos;


ayuda a reducir los nitratos y sulfatos y a la producción de energía dentro
de la planta. Aunque el hierro no se usa en la síntesis de la clorofila (el
pigmento verde de las hojas), es esencial para su formación. Esto explica
porqué la deficiencia de hierro manifiesta clorosis en las hojas nuevas.
Deficiencia de hierro

La deficiencia de hierro se expresa como una clorosis intravenosa en las


hojas nuevas (las hojas son amarillas con venas verdes). Para
determinar la causa de la deficiencia, primero examine las raíces. Las
raíces de la planta que está enferma o estresada por el exceso de riego
no absorven los nutrientes de forma eficiente, lo que causa clorosis. Es
importante permitir que el sustrato se seque entre riegos para reducir el
estrés de la planta y para hacer una aplicación apropiada de un fungicida
a saturación cuando las raíces estén enfermas

Toxicidad de hierro

La toxicidad del hierro ocurre debido a un pH bajo en el medio de cultivo o a una


aplicación excesiva de hierro. La toxicidad hierro-manganeso, como se conoce
normalmente, es más común en los geranios zonales, las caléndulas africanas, los
lisianthus, las balsaminas de Nueva Guinea, las pentas u otros cultivos que
prefieren que el pH del medio de cultivo sea de 5,8 a 6,6. De nuevo, pida un
análisis del sustrato y de los tejidos para confirmar el problema. Si el pH del
sustrato es un problema, pero está a menos de media unidad de pH más baja que
el valor normal para la planta, alterne las aplicaciones del fertilizante con un
fertilizante potencialmente básico (15-0-15, 14-0-14, 13-2-13, etc.) y, si se puede,
absténgase de inyectar ácido.

Fuentes de hierro

Unas pocas fuentes de agua suministran hierro suficiente para la mayoría de los
cultivos, pero es inusual. Típicamente, el hierro se suministra mediante un
fertilizante y la mayoría de las plantas prefiere una proporción constante de
aplicación de hierro de 1 ppm. Las plantas tales como: calibrachoas, diascias,
petunias, escévolas, bocas de dragón, etc. prefieren proporciones más altas de
aplicaciones de hierro, por lo que puede ser mejor darles suplementos de quelatos
de hierro según lo sugerido anteriormente.
NIQUEL: Función del níquel

El níquel es un componente de algunas enzimas de las plantas,


particularmente de la ureasa, que metaboliza el nitrógeno ureico para
convertirlo en amoníaco utilizable dentro de la planta. Sin el níquel, se
pueden acumular niveles tóxicos de urea dentro del tejido, lo que forma
lesiones necróticas en las puntas de las hojas. En este caso, la
deficiencia de níquel causa toxicidad de urea. El níquel también se usa
como un catalizador en las enzimas que ayudan a que las legumbres
fijen el nitrógeno. Hay pruebas de que el níquel ayuda con la tolerancia
de las enfermedades en las plantas, a pesar de que aún no se sabe
cómo ocurre esto.

Deficiencia

Una deficiencia menor de níquel no mostrará síntomas visuales, pero


puede reducir el crecimiento y la producción de plantas. Una deficiencia
mayor de níquel mostrará síntomas visuales normalmente en las hojas
viejas de las plantas, ya que el níquel es un elemento móvil. Los
síntomas de deficiencia en las legumbres se presentan como clorosis en
la hoja completa y necrosis en sus hojas (causadas por la acumulación
de niveles tóxicos de urea). En plantas leñosas ornamentales, los
síntomas se muestran en brotes emergentes durante la primavera, y
pueden incluir entrenudos acortados (lo que le da una apariencia cobriza
a la planta), crecimiento débil de ápices, muerte de las yemas terminales
y muerte eventual de apices y ramas laterales. En los nogales, los
síntomas son similares a los de las plantas leñosas ornamentales, pero
también incluyen una expansión disminuida del limbo de las hojas y
necrosis en las puntas de las hojas. Estas hojas desarrollan una
enfermedad llamada “Oreja de ratón” en la que los folíolos son pequeños
con puntas redondeadas en comparación con los de puntas largas y
puntiagudas.

Toxicidad
Es improbable que ocurra una toxicidad de níquel en cultivos de
invernadero y se ha comprobado que es menos tóxica que la de otros
metales pesados como el cobre, por ejemplo. Normalmente, las
toxicidades ocurren en plantas leñosas si es que los niveles en los tejidos
sobrepasan entre los 80 y 120 ppm; las plantas sensibles como el
tomate, pueden mostrar toxicidades sobre los 10 ppm en el tejido. Las
primeras etapas de la toxicidad de níquel no muestran síntomas visuales
claros, pero el crecimiento de raíces y apical es a menudo inhibido.
Eventualmente los síntomas se muestran, y avanzan desde la clorosis
intravenosa o que causa manchas en las hojas (lo que corresponde a
una deficiencia inducida de hierro, zinc o cobre) y la posterior supresión
de la expansión de las hojas y evoluciona a una necrosis que avanza
hacia el interior de la hoja desde sus márgenes, y finalmente la planta
muere.

Dónde encontrar níquel

Como el níquel es necesario en tan pequeñas cantidades y se necesita


más investigación, no se añade a la mayoría de los fertilizantes. Puede
encontrarse como un contaminante en fertilizantes, en aguas de riego y
también es común encontrarlo en fangos cloacales y en desechos
animales. El níquel también puede aplicarse como una aplicación de
elemento único, como sulfato de níquel o en forma quelada. Use el níquel
con precaución, ya que se necesita poco para corregir una deficiencia.

Referencias:
 Brown, P.H., R.M. Welch and E.E. Cary, 1987. "Nickel: A Micronutrient
Essential for Higher Plants. Plant Physiology" (85):801-803.

 Bryson, G.M., Et. Al., 2014. "Plant Analysis Handbook III. Micro-Macro
Publishing, Georgia"

 www.eplantsciences.com/index/plant_nutrition/essential_elements_micronutrient
s/nickel/symptoms
COBRE: La función del cobre

En las plantas, el cobre activa ciertas enzimas implicadas en la síntesis


de lignina y es esencial para diversos sistemas enzimáticos. También es
necesario en el proceso de la fotosíntesis, esencial para la respiración de
las plantas y coadyuvante de éstas en el metabolismo de carbohidratos y
proteínas. Además, el cobre ayuda a intensificar el sabor, el color en las
hortalizas y en las flores.

Deficiencia

El cobre es inmóvil; es decir, los síntomas de su deficiencia se presentan


en las hojas nuevas. Dichos síntomas varían dependiendo de cada
cultivo, normalmente comienzan por enrollamiento y una leve clorosis,
sea en toda la hoja o bien entre las venas de las nuevas. Dentro de las
zonas cloróticas de las hojas pueden formarse pequeños puntos
necróticos, particularmente en los bordes de éstas. A medida que los
síntomas progresan, las hojas nuevas son más pequeñas, pierden su
brillo y en algunos casos pueden marchitarse. Los meristemos apicales
pueden necrosarse y morir, impidiendo así el desarrollo de ramas
laterales. Típicamente, la apariencia de las plantas es compacta y los
tallos entre las hojas se acortan; mientras que en las flores, el color suele
ser más claro de lo normal.

El exceso de potasio, fósforo y otros micronutrientes puede provocar,


indirectamente, deficiencia de cobre. Esta deficiencia también puede ser
provocada por un pH alto en el sustrato, pues su disponibilidad será
menor para la planta.

Toxicidad

El exceso de cobre en el sustrato puede afectar el desarrollo de la raíz;


este quema sus puntas provocándole un crecimiento lateral excesivo. En
la planta, los altos niveles de cobre pueden competir con la absorción de
hierro y, en ocasiones, de molibdeno o zinc. Respecto a los nuevos
cultivos, al principio pueden tornarse más verdes de lo normal,
después presentarán los síntomas de deficiencia de hierro o quizá de
otros micronutrientes. Si no es corregida, la amenaza de toxicidad por
cobre puede reducir la ramificación y finalmente provocar el deterioro de
la planta.

Dónde encontrar cobre

El cobre es aportado totalmente por la mayoría de los fertilizantes


solubles en agua y de liberación controlada, estos deben ser aplicados
en los índices recomendados. Varios fungicidas contienen cobre como
ingrediente activo, así que una parte del mismo será absorbida por las
hojas. A menudo, el agua para riego aporta un poco de cobre, y rara vez
está presente en exceso. Es necesario analizarla para comprobar el
contenido de cobre y de otros elementos.

ZINC: ¿Para qué sirve el zinc?

El zinc o cinc activa las encimas responsables de la síntesis de ciertas


proteínas. Es utilizado en la formación de clorofila y algunos
carbohidratos, y en la conversión de almidones en azúcares; su
presencia en el tejido foliar ayuda a las plantas a resistir las bajas
temperaturas. Es fundamental en la formación de auxinas, mismas que
coadyuvan a la regulación del desarrollo y a la elongación del tallo.

Deficiencia

como sucede con la mayoría de los micronutrientes, el cinc es inmóvil; es


decir, los síntomas de deficiencia de este elemento se presentan en las
hojas nuevas. Dichos síntomas varían en función de cada tipo de cultivo.
Normalmente, se manifiestan como un patrón inconsistente de clorosis (a
menudo intervenal) en las hojas nuevas; además, pueden presentarse
manchas necróticas en las orillas o en las puntas de las hojas. Estas
nuevas hojas son más pequeñas y con frecuencia están torcidas hacia
arriba o deformes. Los entrenudos se acortan, dándole a la planta un
aspecto de escarapela; el desarrollo de los botones es pobre, por lo que
se el florecimiento y las ramificaciones se reducen.

Toxicidad

Aunque es poco común, la toxicidad de cinc se presenta cuando sus


niveles en el tejido exceden de 200 ppm. Los síntomas se manifiestan
como menor tamaño en las hojas, clorosis en las hojas más nuevas,
hojas con puntas necrosadas, retraso en el crecimiento de la planta y/o
crecimiento radicular reducido. Con mayor frecuencia, el exceso de cinc
en un sustrato compite con el fósforo, el hierro, el manganeso o el cobre
para ser absorbido por la planta y provoca deficiencias de ellos en el
tejido.

Donde se encuentra el zinc

El zinc se encuentra en la mayoría de los fertilizantes solubles en agua


en niveles que deberían evitar su deficiencia, a menos que no se aplique
el fertilizante. Pueden ser aplicados fertilizantes de un solo elemento,
como sulfato de zinc, nitrato de zinc o de amonio, o zinc quelatado; sin
embargo, lo mejor será utilizar uno completo en micronutrientes para
evitar desequilibrios nutricionales que pudieran provocar deficiencias de
los primeros.

MOLIBDENO: El molibdeno (Mo), el último de los micronutrientes


requeridos, es el que las plantas necesitan en menor cantidad. El intervalo
normal para la mayoría de los tejidos de las plantas está entre 0,3 y 1,5
ppm y en el sustrato, entre 0,01 y 0,20 ppm.

Función del molibdeno

El molibdeno es un componente esencial en dos enzimas que convierten


el nitrato a nitrito (una forma tóxica del nitrógeno) y luego a amoníaco,
antes de usarlo para sintetizar aminoácidos dentro de la planta. También
lo necesitan las bacterias simbióticas fijadoras de nitrógeno que se
encuentran en las legumbres para fijar el nitrógeno atmosférico. Las
plantas también usan molibdeno para convertir el fósforo inorgánico a
formas orgánicas dentro de ellas mismas.

Deficiencia

Como el molibdeno está estrechamente vinculado al nitrógeno, su


deficiencia se puede asemejar mucho a la deficiencia de nitrógeno. El
molibdeno es el único micronutriente que es móvil dentro de la planta, de
manera que sus síntomas de deficiencia se manifiestan en las hojas
intermedias y en las más viejas, pero se propaga hacia el tallo y afecta a
las hojas nuevas. En las flores de Pascua, se manifiesta como bordes
cloróticos y delgados de las hojas alrededor del perímetro de ellas y
luego, los bordes se vuelven necróticos. En algunos cultivos, la hoja
completa se vuelve pálida y esto puede también ser seguido de necrosis
en los bordes. Las hojas pueden deformarse y en el caso de la coliflor,
puede causar “hojas de rabo”, en donde el nervio central de la hoja crece
pero hay una restricción severa del ancho del limbo de las hojas, lo que
las hace delgadas. En etapas avanzadas, el crecimiento de la planta y la
formación de flores serán restringidos. Los cultivos que son más
susceptibles a la deficiencia de molibdeno son los crucíferos (brócoli,
coliflor, repollo), las legumbres (habas, arvejas, tréboles), las flores de
Pascua y las prímulas.

Toxicidad

La toxicidad por molibdeno es muy poco común, y en algunos cultivos,


los tejidos pueden tener varios miles de ppm y aún así no mostrar
síntomas. En pocos casos excepcionales se ha informado de la aparición
de un amarillo dorado en las hojas. Aunque no es importante para los
cultivos hortícolas, los animales rumiantes que consumen pastos o que
se alimentan con altos niveles de molibdeno (de entre 5 y 10 ppm en el
tejido) pueden enfermarse de molibdenosis; esta consiste en que el
molibdeno compite con e induce la deficiencia de cobre en el interior del
animal.
Dónde encontrar molibdeno

El molibdeno normalmente proviene de la mayoría de los fertilizantes


solubles en agua y de algunos fertilizantes de liberación controlada. Se
puede complementar un programa de fertilizantes con molibdeno
mediante la aplicación de un fertilizante con micronutrientes completo
(que ayuda a evitar desequilibrios de micronutrientes) o mediante
aplicaciones de un solo elemento como molibdato de sodio o molibdato
de amonio. Para corregir una deficiencia, se necesita aplicar muy poco
molibdeno.

HIDROGENO: El hidrógeno (H), derivado casi totalmente del agua, es uno de los 17 nutrientes
esenciales para el crecimiento de las plantas. El hidrógeno, junto con el carbono y el oxígeno, son los tres

elementos primarios utilizados por las plantas en grandes cantidades, siendo que actúan como elementos

constructivos en el crecimiento de las plantas.

Soil Fertility Manual (2006), publicado por el International Plant Nutrition Institute (IPNI) y la Fundación para
Agronomic Research (FAR).

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