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Lucifer significa portador de luz, lucero brillante, el más luminoso de los astros, después
del sol y la luna, se dice que Lucifer era uno de los ángeles más hermosos, y como lo
dijimos anteriormente por soberbia se rebeló contra Dios. Se le atribuye los siguientes
nombres: Satanás, Lucifer, Luzbel.
“¿Cómo caíste desde el Cielo, estrella brillante, hijo de la Aurora? ¿Cómo tú, el vencedor
de las naciones, has sido derribado por tierra? En tu corazón decías: ‘Subiré hasta el
Cielo, y levantaré mi trono encima de las estrellas de Dios … subiré a la cumbre de las
nubes, seré igual al Altísimo’ Mas ¡ay! has caído en las honduras del abismo.” (Is.14, 12-
15).
El portador de luz fue el favorito de Dios hasta que su arrogancia lo llevó a rebelarse
contra el supremo dirigiendo una revuelta en el Cielo que inició una guerra angelical, una
revuelta que finalizó cuando Lucifer fue vencido por el arcángel Miguel ayudado por la
mano de Dios, quedando de este modo exiliado al Infierno.
Es uno de los demonios principales, más antiguos, representando uno de los siete
príncipes del infierno
En la religión Cristiana fue identificado como Satanas, “Amo de la inmundicia”, “Amo del
infierno.
Conocido también como “El Señor de las moscas” Belcecú es uno de los siete príncipes
del Infierno y el que representa el pecado capital de la gula. Su nombre deriva a Ba’ al
Zebûb, un término despectivo que los hebreos emplearon para burlarse del hecho de que
los templos donde era adorado estaban repletos de moscas, insectos que se alimentaban
de la carne de los sacrificios que no era recogida y se dejaba pudrir dentro del templo.
Según la versión de los inquisidores, Belcebú era el señor y maestro en los Sabbaths de
las brujas, que en su nombre se negaba a Jesucristo y que, en los pedazos de pan que
daban durante la eucaristía de aquellas misas negras, estaba grabado el sello de Belcebú
en lugar de la cruz del Salvador.
La avaricia, materialismo y la codicia reflejarían este príncipe, sonríe por las diferencia
entre ricos y pobres, por la sed del dinero y el poder, su creencia se profundiza en la edad
media, mitos y leyendas atribuyen a Mammón como embajador del infierno y observa al
mundo desde una cueva de riquezas inimaginables.
Mammón es el demonio de la avaricia, de la codicia y el materialismo. Él, que según el
jesuita Peter Binsfeld es uno de los “Siete Príncipes del Infierno”, es el demonio ante el
cual se arrodillan todos aquellos esclavos del dinero que habitan en el mundo consumista
de la actualidad. Así, más que ningún otro demonio, Mammón reina hoy.
«No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen y donde ladrones
minan y hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o
estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a Mammón.
Mateo 6:19-21.24.
Belfegor “El demonio de la pereza”
Un demonio acuático, que intenta poseer a las personas, siendo muy difícil de exorcizar.
Considerado como uno de los “Siete Príncipes del Infierno”, Leviatán es para muchos
interpretes una forma simbólica del mismo Satanás. Él es el “Dragón que está en el mar”
del que habló el profeta Isaías , la Serpiente Antigua, el terrible “Amo Demonio de los
Océanos” referido en el Diccionario Infernal de Collin de Plancy.
Es un marqués del infierno comanda 40 legiones de demonios, él cuenta las cosas del
pasado y del futuro, su trabajo es mantener la ira de los seres humanos, algunos
manifiestan que Amon y Mammon son el mismo demonio.
No hay acuerdo en cuanto a su representación, apareciendo a veces como un hombre con
cabeza de búho, y otras como un hombre con cabeza de lobo y cola de serpiente. Los
demonólogos han asociado su nombre con el dios egipcio Amun o con el dios Ba’al
Hammon de los cartagineses; también conocido como el ángel de la muerte, su nombre
significa “Aquél que induce a la ira y asesinato”.