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REFLEJOS

 Reflejo de succión:
El reflejo de succión es un reflejo innato en los recién nacidos que les permite poder
alimentarse y garantizar su desarrollo. Se trata de un reflejo inconsciente que se comienza
a gestar en el útero materno y que se prolonga durante los seis primeros meses de vida.
Cuando los labios del bebé entran en contacto con el pezón, comienza el proceso de
succión, gracias a este reflejo se puede garantizar un amamantamiento eficaz.

El reflejo de succión se activa también al contacto de los labios del bebé con la tetina del
biberón, del chupete o con un dedo, este reflejo va desapareciendo poco a poco y da paso
a un valor consciente de la succión a partir de los 6 meses de edad. En caso contrario, si el
reflejo se prolongara podría considerarse un signo patológico.

Gracias al reflejo de succión, la producción de leche se desarrolla, la estimulación realizada


a través de los pezones genera la producción de prolactina, hormona que estimula la
producción de leche materna en las glándulas mamarias. La succión de los pezones
garantiza la producción de leche aunque los pechos deben ser vaciados con frecuencia
para que la estimulación sea efectiva y se siga generando leche.

Por otra parte, el reflejo de succión sirve también como medida tranquilizante para él
bebe, esto más por la necesidad de seguridad en el contacto con la madre que por la
alimentación en sí. Con ello, no es raro que los bebes se queden más cómodos durmiendo
pegados al pecho de su madre, aun si no se están alimentando.

El reflejo de succión es un mecanismo fundamental para garantizar la lactancia materna,


pero es un mecanismo innato asociado a los pechos de la madre, es decir, interferencias
como los chupetes o las tetinas de un biberón, provocan que el bebé no sepa mamar
adecuadamente y ante las dificultades de alimentarse comienza a ponerse nervioso,
muerde los pezones y no logra alimentarse bien, también provoca que la producción de
leche se reduzca.

En este reflejo, el mecanismo de succión se produce de un modo específico, los labios, la


lengua y la mandíbula del bebé trabajan de forma coordinada, los labios se afianzan sobre
el pezón formando un círculo, la cavidad bucal crea un vacío gracias a la presión ejercida
del pezón en el paladar. La presión ejercida provoca que la areola se aplane logrando que
la leche comience a fluir.

Es muy importante que los pezones estén bien cuidados y que las posturas para
amamantar al bebé sean las correctas, de este modo el reflejo de succión será 100%
efectivo y el bebé podrá alimentarse correctamente.
- Tipos de succión en los bebes

Tenemos dos formas de clasificar del reflejo de succión, una desde el punto de vista
directo de la succión del bebe y otra desde el efecto que este reflejo tiene en la madre.
Ambas clasificaciones cuentan con dos subtipos, succión madura e inmadura, y succión
correcta e incorrecta, respectivamente para las dos clasificaciones. A continuación,
explicaremos cada una de ellas:

Succión madura
Si durante el amamantamiento él bebe realiza de 10 a 30 succiones sin detenerse. Esto
denota que él bebe está coordinando sin problemas la succión, deglución y respiración,
logrando hacer las tres sin esfuerzo al alimentarse del pecho de su madre.

Succión inmadura
Es aquella en la que se denota una falta o dificultad en la ejecución del reflejo. Esto puede
inferirse cuando el bebé realiza de 3 a 5 succiones y después se detiene, bien para
descansar o bien para tomar aire.
La succión inmadura puede ser un indicio de una mala coordinación entre los estímulos
necesarios para el amamantamiento. Cuando él bebe parece esforzarse demasiado para
lograr succionar la leche materna y no lo consigue puede existir algún problema como la
presencia de frenillo lingual corto.

Succión correcta
Se da cuando este se realiza de forma fluida y natural, en el sentido de que no debe causar
daño o molestias al pecho de la madre.

Succión incorrecta
Es aquella donde el bebé causa dolor o daño al pecho de la madre. Puede denotarse desde
un amamantamiento con dolor hasta la aparición de infecciones en los pezones. Puede ser
señal de frenillo lingual corto si el niño denota mucho esfuerzo para la succión y mantiene
poco peso.
Cabe destacar que no necesariamente implica un problema de carácter patológico, ya que
tanto la succión inmadura como incorrecta pueden aparecer debido al uso temprano de
biberones o chupetes, lo cual causa una falta de acostumbramiento del bebe a la forma
del pecho de su madre.

 Reflejo de prensión:
El reflejo de prensión aparece cuando se acaricia o presiona la palma de la mano del bebé
con cualquier objeto y este cierra los dedos.
En la mayoría de ocasiones, cuando se habla del reflejo de prensión se habla de las manos
del bebé, pero también hay que hablar de sus pies, ya que este reflejo también está
presente en ellos. Cuando los dedos de los pies del bebé rozan una superficie, se puede
comprobar que sus dedos se retraen como si se intentaran aferrar a algo, este es el signo
más descriptivo del reflejo de prensión en los pies.
- Características del reflejo de prensión
Como todo reflejo, es un acto involuntario en respuesta a un estímulo que se manifiesta
en sus manos y pies.
Se da durante el primer y segundo mes de vida del bebé. Puede llamar la atención la
fuerza que un recién nacido puede aplicar con este movimiento.
Es una señal que indica el correcto funcionamiento de su sistema nervioso. Sin embargo, si
se extiende más de lo común, es probable que exista alguna deficiencia en esta zona del
organismo.
En el tercer mes, comienza a transformarse en un agarre menos fuerte pero con mayor
movimiento y control.
A partir del cuarto mes, sus sentidos están mucho más maduros y sus acciones son
intencionadas y dirigidas, aunque todavía le cuesta calcular distancias. De ahí en adelante,
su coordinación irá en aumento y será capaz de enfocar mejor el objeto deseado y cogerlo
con ambas manos.
En los pies, su presencia se extiende un poco más (entre los 3 y 6 meses de vida).

 Reflejo de moro:
También se conoce como reflejo de sobresalto, porque se produce cuando el bebé se
sobresalta por un sonido o movimiento brusco. En respuesta a esto, el bebé echa la
cabeza hacia atrás, abre los brazos y las piernas y en ocasiones llora.

Por lo general, el reflejo de Moro se desencadena cuando el bebé es tumbado boca arriba,
se eleva su cabeza con la mano y se deja caer la cabeza de repente, evitando que golpee la
cabeza con la superficie.
También aparece cuando el bebé está tumbado boca arriba y se tira suavemente de los
brazos hasta que casi separa la cabeza de la cama y se suelta de repente.
Cada vez que tu bebé lo experimente intenta calmarlo. Evita tomarlo en tus brazos de
inmediato. Solo acarícialo y deja que, poco a poco, se relaje. Así hasta que el susto pase y
deje de sentirse en peligro. A tu lado, se sentirá protegido y se calmará.

El reflejo de Moro permanece hasta los 4 o 5 meses de edad.


En caso de que el pediatra note la ausencia de este reflejo, se sospechará de un problema
en el sistema del sistema nervioso y por tanto, procederá a estudiarse la existencia una
hemiplejía, algún tipo de parálisis o incluso una simple fractura de clavícula. En caso de
que persista llegados los 6, 7 y 8 meses de vida, se sospecharía también de algún problema
neurológico.

Otros reflejos:
 Reflejo de búsqueda:
Cuando se toca o acaricia la boca o mejilla del bebé, este vuelve la cabeza y abre la boca
para buscar la dirección de dicha caricia.
Este reflejo ayuda al bebé a buscar el pecho de la madre para alimentarse y cuanto más
hambriento esté el bebé, más fuerte es el reflejo.
El reflejo de búsqueda desaparece alrededor de los 3 o 4 meses de vida del bebé.
 Reflejo de la marcha automática:
También conocido como reflejo del paso o de caminar, ya que parece que el bebé está
dando pasos.
Este reflejo aparece cuando se sostiene al bebé de pie con los pies en una superficie sólida
y este comienza a mover los pies como si estuviera dando pasos.

 Reflejo tónico del cuello:


Este reflejo se desencadena cuando se gira la cabeza del bebé hacia un lado, sosteniéndola
durante 15 segundos y después se vuelve a colocar en la línea media. La respuesta del
bebé consiste en extender el brazo y la pierna correspondiente al lado hacia el que se ha
girado la cabeza, mientras que el otro lado permanece flexionado.
A esta postura se la describe como postura de espadachín o de esgrima.
Este reflejo desaparece alrededor de los 6 o 7 meses de edad y en algunos niños se
obtiene una respuesta clara, en otros puede que apenas se note.

 Reflejo de Galant:
También se conoce como respuesta de incurvación del tronco. Para que se desencadene
este reflejo se coloca al bebé boca abajo sobre la mano y se roza con el dedo los dos lados
de la columna (desde el hombre hasta las nalgas). Primero hacia un lado y luego al otro. El
bebé responde curvando la columna hacia el lado estimulado.
Este reflejo desaparece alrededor del año de vida.

 Reflejo abdominal:
Similar al anterior, pero en este caso, se estimula el abdomen a los lados del ombligo.

 Reflejo del paracaídas en el bebé:


Este reflejo es una de las respuestas de protección. Estas son respuestas automáticas del
cuerpo ante una amenaza como caer.
Aparece cuando se coge al bebé por debajo de las axilas de espaldas a nosotros y se
simula que se lanza al bebé a una superficie. El bebé ante esto reacciona estirando los
brazos para protegerse de la caída.
Este reflejo aparece a partir de los 6 meses y persiste toda la vida.

 Reflejo de extensión de los dedos:


Por lo general, los bebés suelen tener los puños cerrados la mayor parte del tiempo.
Además, cuando cogen algún objeto lo hacen con fuerza.
Cuando se toca la parte lateral de la mano, por el lado del dedo meñique hasta la muñeca,
el bebé va abriendo el puño desde el meñique hacia el pulgar.

 Reflejo de Landau:
Cuando se suspende al bebé boca abajo, el tronco se extiende. Este reflejo aparece a los 4
meses y desaparece alrededor del año.

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