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Date: 2018.09.17 14:50:33 -05:00 Secretario De Sala: CARRERA VENTOCILLA JUNIORS ANTOBELLI
Reason: Resolución Judicial Fecha: 17/09/2018 14:51:32
Location: LIMA ESTE / SANTA ANITA
Razón: RESOLUCIÓN JUDICIAL
D.Judicial: LIMA ESTE/SANTA ANITA
FIRMA DIGITAL

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA ESTE


Sala Laboral Permanente

EXPEDIENTE : 00483-2017-0-3208-JR-LA-01
DEMANDANTE : HOSPITAL NACIONAL ARZOBISPO LOAYZA
DEMANDADO : CARLOS RENATOR MORENO CHACON
MATERIA : INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS

RESOLUCION NUMERO SIETE


Santa Anita, doce de setiembre del dos mil dieciocho.

VISTOS:
En Audiencia de Vista de la Causa en Discordia del día 27 de agosto del
2018, a cargo de la señorita Juez Superior Dra. Yrma Dennis Ramirez
Castañeda, quien emite voto en singular, se adhirió al voto de la Señora
Juez Superior Rose Mary Parra Rivera, la misma que se adhirió al Voto del
Señor Juez Superior Nestor Eduardo Pomareda Chavez Bedoya, emitido
luego de la Audiencia de Vista de la Causa de fecha 25 de junio del 2018,
con el voto en discordia del Señor Juez Superior Alberto Eleodoro Gonzales
Herrera.

I. ANTECEDENTES:

Resolución apelada. Viene en grado de apelación la sentencia N° 075-20 18-JPT-


ZONA03-MASO contenida en la resolución número cinco de fecha diecinueve de
marzo del dos mil dieciocho obrante de fojas ciento noventa y ocho a doscientos ocho,
que declara INFUNDADA la excepción de legitimidad para obrar activa, así como la
excepción de oscuridad en el modo de proponer la demanda deducidas por el
demandado; y declara INFUNDADA la demanda interpuesta por HOSPITAL
NACIONAL ARZOBISPO LOAYZA contra CARLOS RENATO MORENO CHACON
sobre INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS, así como declara
INFUNDADA el pago de intereses legales, exonerando al demandante del pago de
costas y costos del proceso.

II. FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE APELACION

El HOSPITAL NACIONAL ARZOBISPO LOAYZA con fecha veintisiete de marzo del


dos mil dieciocho, interpone recurso de apelación, el mismo que obra de fojas
doscientos veintitrés a dos cientos treinta y dos; contra la sentencia, señalando como
agravios los siguientes:
a) Existe error en la apelada al no considerarse que existe conducta antijurídica
del demandado y por ende tampoco daño moral, toda vez que no se ha
negado ni ha podido desvirtuar la autenticidad de su voz del demandado, así
como de los hechos expuestos, por lo que se concluye que; i) Éste se reunió
en dos oportunidades con los Representantes de la Clínica Osteoporosis SAC,
a efecto de realizar las coordinaciones para concretar la suscripción del
contrato entre el Arzobispado de Lima, a través de determinadas parroquias, y
la Clínica Osteoporosis SAC, ii) La ejecución de las actividades a realizarse
por parte de Clínica Osteoporosis SAC, se había concordado proponiendo que
ésta atendería a los pacientes pertenecientes al SIS, quienes serían derivados
a dicha clínica desde los diferentes hospitales del país siendo que además la
clínica estaría conformada esencialmente por médicos pertenecientes al
Hospital Loayza, en sus diferentes especialidades, iii) De las conversaciones
llevadas a cabo dentro de la Clínica Osteoporosis SAC puede extraerse que el
Gerente General de ésta, señala que los médicos a contratar, trabajarían bajo
la modalidad de comisión, cobrando un determinado porcentaje de la tarifa
establecida por cada paciente atendido, así como por cada examen médico
solicitado, siendo además que, ante dicha información, el demandado expresa
en señal de conformidad. iv) El demandado en su calidad de profesional
médico de la unidad funcional: Centro Nacional de Referencia de
Gastroenterología y responsable del Centro referido dependiente de la
Dirección General de la entidad, pudo efectuar las coordinaciones y concretar
los compromisos que se escuchan en los audios. Todo ello permite colegir,
que el A quo no ha considerado que la demandante ha destituido al
demandado por la vulneración de las obligaciones establecidas en los literales
g) y q) del artículo 67° del Reglamento Interno de Trabajo del Hospital Nacional
Arzobispo Loayza.

b) De otro lado, el daño moral no necesariamente debe ser probada en tanto que
gira en torno a la aflicción personal y concepción negativa de la imagen
institucional y/o reputación de una persona jurídica.

III. FUNDAMENTOS DE LA SALA:


PRIMERO: De conformidad con el artículo 370°, in fine, del c ódigo procesal civil,
aplicable supletoriamente, -que recoge, en parte, el principio contenido en el aforismo
latino tantum devolutum quantum apellatum-, en la apelación, la competencia del
superior sólo alcanza a ésta y a su tramitación, por lo que corresponde a éste órgano
jurisdiccional revisor, circunscribirse únicamente al análisis de la resolución
impugnada. Asimismo, conforme al principio descrito, el órgano revisor se pronuncia
respecto a los agravios contenidos en el escrito de su propósito ya que se considera
que la expresión de agravios es como la acción (pretensión) de la segunda (o tercera,
según el caso) instancia, así también la Nueva Ley Procesal de Trabajo lo regula en su
artículo 4°, inciso a) numeral 4.2 indica que las s alas laborales de las Cortes
Superiores son competentes para conocer de los siguientes recursos “del recurso de
apelación contra las resoluciones expeditas por los juzgados laborales”

SEGUNDO: En cuanto al primer agravio, corresponde determinar si procede o no el


pago por la indemnización por daños y perjuicios por concepto de daño moral en
beneficio de la entidad demandante.

TERCERO: Al haber existido vínculo laboral entre las partes, corresponde determinar
si la responsabilidad demandada tiene carácter contractual, y no extracontractual;
razón por la cual resultan aplicables a la solución de la controversia las disposiciones
relativas a la inejecución de obligaciones contenidas en el artículo 1321° del Código
Civil, señala que: “queda sujeto a la indemnización de daños y perjuicios quien no
ejecuta sus obligaciones por dolo, culpa inexcusable o culpa leve. Que el
resarcimiento por la inejecución de la obligación o por su cumplimiento parcial,
tardío o defectuoso, comprende tanto el daño emergente como el lucro cesante,
en cuanto sean consecuencia inmediata y directa de tal inejecución. Si la
inejecución o el cumplimiento parcial, tardío o defectuoso de la obligación,
obedecieren a culpa leve, el resarcimiento se limita el daño que podía preverse al
tiempo en que ella fue contraída”. Por otro lado, en cuanto a los perjuicios extra
patrimoniales, corresponde remitirse a los términos del artículo 1322° del Código Civil
que refiere: “Que, el daño moral, cuando él se hubiera irrogado, también es
susceptible de resarcimiento”.

CUARTO: Que, en el caso de autos es de verse que el A Quo de acuerdo a lo


consignado en el considerando veintiuno de la recurrida establece que “ se ha
analizado todos los medios probatorios aportados en autos y si bien se puede colegir
de ellos una conducta del demandado contraria a las normas laborales, por las cuales
incluso se le ha imputado faltas graves y como consecuencia de ello fue destituido de
su cargo mediante un proceso contencioso administrativo, no obstante debemos
resaltar que no obra documento que acredite el daño moral que pretende demostrar la
entidad demandante tales hechos no sustentan un pedido indemnizatorio, toda vez
que no acreditan el daño a la imagen del Hospital demandante, más aun si no se ha
negado que tenga equipos sin desperfectos; concluye que el daño a la imagen o a la
buena reputación institucional que alega la parte demandante, no ha sido acreditado
en autos, solamente se alega respecto zozobra generado, no configurándose la
existencia del daño deducido”.

QUINTO: A efectos de determinar la existencia o no de la responsabilidad atribuida a


la demandada, es preciso que se acredite la verificación conjunta de los siguientes
presupuestos: Daño efectivamente sufrido, nexo de causalidad, antijuridicidad y
de factor de atribución. Entonces, la conducta antijurídica se evidencia cuando el
demandado en su calidad de servidor público, emite una serie de declaraciones
mediante conversaciones telefónicas con terceras personas, aprovechando su
condición de servidor público realizando negociaciones indebidas con la finalidad de
obtener ilícitamente un lucro para su persona, afectando el honor y la imagen de la
institución pública demandante, todo ello se advierte de los medios probatorios
obrantes en autos así como las conversaciones que son de conocimiento público,
incumpliendo el demandado deberes de probidad, transpariencia y ética pública que
debe tener todo servidor público, señalados en el artículo tres del Título Preliminar de
la Ley del Servicio Civil, dicha conducta constituye falta grave de conformidad con lo
establecido en el artículo 85 de la Ley N° 30057; e l demandante ha incumplido el
artículo 21 y 25 del Decreto Legislativo N° 276 así como las establecidas en el artículo
39 de la Ley del Servicio Civil.

SEXTO: El daño podemos conceptualizarlo como toda lesión a un interés


jurídicamente protegido, ya sea de un derecho patrimonial o extra patrimonial. En tal
sentido los daños pueden ser patrimoniales o extra patrimoniales. Serán daños
patrimoniales las lesiones a los derechos patrimoniales y serán daños extra
patrimoniales las lesiones a los derechos de dicha naturaleza como es el caso
específico de los sentimientos considerados socialmente dignos o legítimos y por lo
tanto merecedores de la tutela legal, cuya lesión origina un supuesto de daño moral.
Del mismo modo, las lesiones a la integridad física de las personas, a su integridad
psicológica y a su proyecto de vida, originan supuestos de daños extra patrimoniales,
por tratarse de intereses protegidos, reconocidos como derechos extra patrimoniales;
en ese sentido el daño se constituye como un evento y como tal es un hecho jurídico,
esto nos lleva a decir que la antijuridicidad del daño radica en la afectación de
intereses jurídicamente protegido y para que el daño sea relevante y sirva como
supuesto de la responsabilidad debe ser producido por una persona (natural o jurídica)
distinta de la víctima.

SÉPTIMO: En cuanto a la relación de causalidad, podemos decir que debe existir


una relación de causa-efecto, es decir, de antecedente-consecuencia entre la
conducta antijurídica del autor y el daño causado a la institución pública, pues de lo
contrario no existiría responsabilidad contractual y no nacería la obligación legal de
indemnizar; pues en el presente caso el demandante con su actuar doloso ha
incumplido normatividades que señalan las obligaciones de todo servidor público
causando un daño a la imagen y honor institucional a la entidad demandante, con la
que queda establecido también la relación causal o nexo de causalidad.

OCTAVO: Finalmente en lo relativo, a los factores de atribución estos pueden ser


subjetivos (dolo o culpa del autor) y objetos, los cuales tienen diversas expresiones
tratándose de un caso de responsabilidad contractual o de la responsabilidad
extracontractual; entonces en el caso concreto al haberse producido el incumplimiento
de las normas legales mencionadas anteriormente inobservando deliberadamente los
principios de probidad que debe tener todo servidor público así como los deberes
impuestos por la Ley del Servicio Civil, se incumplió con obligaciones provenientes de
mandato legal con evidente actuar doloso, causando un perjuicio a la imagen
institucional de la entidad demandante.

NOVENO: Para determinar el daño y el quantum del resarcimiento, se deben analizar


los conceptos del daño moral y lucro cesante; así, la responsabilidad subjetiva
(inejecución de obligaciones), regulada en el Título IX del Código Civil, en el artículo
1321°, segundo párrafo establece: “El resarcimiento por la inejecución de la obligación
o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso, comprende tanto el daño
emergente como el lucro cesante, en cuanto sean consecuencias inmediata y directa
de tal inejecución “;y el artículo 1322° prescribe que: “El daño moral, cuando él se
hubiere irrogado, también es susceptible de resarcimiento”; debido en que en nuestro
sistema de responsabilidad civil, rige la regla según la cual el daño, definido éste como
el menoscabo que sufre el sujeto dentro de su esfera jurídico patrimonial o
extramatrimonial, debe ser reparado o indemnizado, teniendo como datos
patrimoniales: al daño emergente y lucro cesante, y daños extra patrimoniales: al daño
moral y al daño a la persona .

DÉCIMO: Que, la Casación N° 2673-2010- LIMA señala en su cu arto considerando


que “las personas jurídicas, dotadas de subjetividad (personalidad) jurídica, tienen
atributos que si bien, indirectamente, les son conferidos para la consecución de su fin
u objeto, son reconocidos públicamente como un modo de ser sujeto a la valoración
patrimonial de la comunidad en que actúan. Lo que sucede por ejemplo con el
prestigio, el buen nombre, la probidad comercial, etc. Que se presentan como un modo
de manifestar el honor, no en sentido subjetivo, sino objetivo, la buena reputación. Se
afirma que esta buena reputación, manifestación particular del honor, a la postre,
podría trascender en consideraciones de índole patrimonial, sin embargo, también se
estima que el buen nombre o reputación de una sociedad comercial, o de una
asociación civil, devienen medios al servicio de su objeto, sea que produzcan o no
interés lucrativo a sus componentes (socios o asociados)”.

DÉCIMO PRIMERO: Por su parte, Jorge Alberto Beltrán Pacheco, respecto al daño
moral señala: “Queda pendiente en la clasificación propuesta lo concerniente a la daño
moral. Para el Dr. Fernandez Sesarego el daño moral debe asimilarse a un daño
psicosomático, puesto que no existe una afectación patrimonial. Así establece: el
llamado daño moral, en cambio, no compromete la libertad del sujeto sino que es un
daño psicosomático que afecta la esfera sentimental del sujeto en cuanto su expresión
es el dolor, el sufrimiento. Es, por lo tanto, un daño que no se proyecta al futuro, no
está vigente durante la vida de la persona. Por lo contrario, las consecuencias del
daño moral tienden a dispararse y desaparecer, por lo general con el transcurso del
tiempo. Entendemos al daño moral como aquel que afecta la esfera sentimental y/o de
honorabilidad de un sujeto (…)”

DÉCIMO SEGUNDO: La Casación N° 2673-2010-Lima en el considerando no veno


señala “que, como bien ha señalado el A Quo, el Tribunal Constitucional ha
establecido que el derecho a la buena reputación no es exclusivo de los seres
humanos, sino también de las personas jurídicas de derecho privado, negarle tal
derecho podría ocasionarles indefensión constitucional frente a los ataques contra su
imagen pública o descréditos a terceros y, al ser titulares del citado derecho están
facultados para promover procesos constitucionales en su favor. En otra sentencia
concluyó: “Dentro del Estado social y democrático de derecho, las personas jurídicas
en general son titulares de derechos fundamentales en la medida que su naturaleza
permita su ejercicio, naturaleza tanto del derecho como de la persona jurídica”. “El
tribunal entiende que, en la medida en que las organizaciones conformadas por
personas naturales se constituyen con el objeto de que se realicen y defiendan sus
intereses, esto es, actúen en representación y sustitución de las personas naturales,
muchos derechos de estas últimas se extienden a las personas jurídicas, como es el
caso del honor. “El honor es un derecho único que engloba también la buena
reputación, reconocida constitucionalmente”. “(…) este Colegiado retoma el tema
relativo a la inclusión de la protección del honor a favor de las personas jurídicas. Es
cierto, que en su jurisprudencias tal reconocimiento existe, pero lo hace relacionado
con una reputación (en este extremo cita el fundamento jurídico 6 de la STC N° 0905-
2001-AA-/TC); incluso es imposible desligar la dignidad humana de la protección del
honor. Entonces, ¿cómo así una persona jurídica como la demandante puede tener
derecho al honor? El honor, como concepto único, también es aplicable a las personas
jurídicas, si su capacidad para interactuar en la sociedad ve mellada, debe generarse
la defensa del honor”.

DÉCIMO TERCERO: Respecto al daño moral, la entidad demandante indica que el


daño moral no requiere de probanza documental (pericia psicológica), por cuanto
resulta imposible valoración el sufrimiento o aflicción personal, en el caso de una
persona jurídica resulta de difícil estimación el impacto social y político resultante del
daño a la imagen institucional y a la reputación de una entidad, por lo expuesto este
Colegiado determina que, de los medios probatorios obrantes en la presente así como
del CD ROM que contiene recorte periodísticos, opiniones periodísticas, entrevista a la
ex ministra de Salud, de las conversaciones llevadas a cabo dentro de la Clínica
Osteoporosis SAC, en el cual se aprecia diversas notas o recortes periodísticas
respecto a los audios en los que intervino el demandante emitiendo indignantes
conversaciones telefónicas con terceras personas aprovechándose de su condiciones
de servidor público realizando negociaciones indebidas con la finalidad de obtener un
lucro para sí, se advierte una conducta antijurídica del actor causando un perjuicio a la
imagen institucional y honor de la entidad demandante producto de las declaraciones
proferidas por el demandado, y siendo la conducta del demandado contraria a las
normas laborales y como consecuencia de ello fue destituido de su cargo, si bien en el
presente caso es una persona jurídica quien demanda indemnización por daño moral,
un ente ficticio que por su naturaleza es incapaz de experimentar dolor, sea psíquico o
físico, se puede concluir la existencia de una afectación a la imagen de la entidad
demandante, en tal sentido en el presente caso para la cuantificación del daño moral
se deberá aplicar lo dispuesto en el artículo 1985° del Código Civil, por ello
consideramos que corresponde resarcir de manera prudencial otorgando la suma de
S/. 80,000.00 soles (ochenta mil con 00/100 soles) por concepto de daño moral,
siendo atendible en parte el agravio de la demandada.

IV. DECISIÓN:

De acuerdo a los argumentos esgrimidos en la presente resolución, y de conformidad


con lo previsto en el literal a) del inciso 4.2) del artículo 4° de la Nueva Ley Procesal
del Trabajo, Ley N° 29497, este Colegiado de la Sal a Laboral Permanente de Lima
Este, impartiendo justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución:

RESUELVE:

REVOCAR en el extremo de la sentencia N° 075-2018-JPT-ZONA0 3-MASO contenida


en la resolución número cinco de fecha diecinueve de marzo del dos mil dieciocho
obrante de fojas ciento noventa y ocho a doscientos ocho, que declara INFUNDADA la
demanda interpuesta por HOSPITAL NACIONAL ARZOBISPO LOAYZA contra
CARLOS RENATO MORENO CHACON sobre INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y
PERJUICIOS; REFORMÁNDOLA se declara FUNDADA LA DEMANDA en
consecuencia el demandado deberá pagar el monto de S/. 80,000.00 soles
(ochenta mil con 00/100 soles) por concepto de daño moral.

CONFIRMAR en el extremo de la sentencia N° 075-2018-JPT-ZONA0 3-MASO


contenida en la resolución número cinco de fecha diecinueve de marzo del dos mil
dieciocho obrante de fojas ciento noventa y ocho a doscientos ocho, que declara
INFUNDADA la excepción de legitimidad para obrar activa, así como la excepción de
oscuridad en el modo de proponer la demanda deducidas por el demandado

En los seguidos HOSPITAL NACIONAL ARZOBISPO LOAYZA contra CARLOS


RENATO MORENO CHACON sobre INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y
PERJUICIOS; y, los devolvieron al Juzgado Especializado de Trabajo de la Corte
Superior de Lima Este. Notifíquese.-

PARRA RIVERA POMAREDA CHAVEZ


BEDOYA

RAMIREZ CASTAÑEDA

EL RELATOR DE LA SALA CERTIFICA QUE EL VOTO EN SINGULAR DE LA JUEZ


SUPERIOR YRMA DENNIS RAMIREZ CASTAÑEDA QUIEN SE ADHIERE AL VOTO DE
LOS JUECES SUPERIORES ROSE MARY PARRA RIVERA Y EL PONENETES
NESTOR EDUARDO POMAREDA CHAVEZ BEDOYA, ES COMO SIGUE:

Estando conforme con el voto de los doctores Pomareda Chávez Bedoya y Parra
Rivera, además considero necesario precisar que:

1. El HOSPITAL NACIONAL ARZOBISPO LOAYZA fundamenta sus agravios


cuestionando la sentencia venida en grado, por considerar que el A quo en la
sentencia apelada no ha considerado que existe una conducta antijurídica del
demandado, y por ende daño moral; ya que no se encuentra acreditado en
autos el daño, ya que el demandado no ha negado ni desvirtuado la
autenticidad de su voz en los audios exhibidos públicamente, de lo que se
advierte que el demandando en su calidad de profesional médico de la Unidad
funcional: Centro Nacional de Referencia de Gastroenterología y responsable
del Centro Nacional de referencia de Gastroenterología dependiente de la
Dirección General de la Entidad ha efectuado coordinaciones y concretar los
compromisos que se escuchan en los dos audios, siendo que de otro modo no
hubiera tenido las mismas posibilidades, por lo que el cargo que ejercía en el
momento en que ocurrieron los hechos, resulta determinante para la
consecución de los fines programados para la suscripción y ejecución del
contrato entre el Arzobispado de Lima, a través de determinadas parroquias y
la Clínica Osteoporosis S.A.C.

2. Respecto a estos cuestionamientos debemos indicar que a efectos de


determinar la existencia o no de la responsabilidad atribuida a la demandada,
es preciso que se acredite la verificación conjunta de los siguientes
presupuestos: Daño efectivamente sufrido, nexo de casualidad,
antijuridicidad y de factor de atribución. Entonces, la conducta antijurídica
se evidencia cuando el demandado ha incumplido con los deberes de
transparencia, probidad y ética pública establecidos en el artículo tercero del
Título Preliminar de la Ley N° 30057 – Ley del Serv icio Civil, inobservando los
deberes establecidos en el artículo 39 de la Ley N° 30057, los cuales son a)
Cumplir leal y diligentemente los deberes y funciones que impone el servicio
público b) Privilegiar los intereses del Estado sobre los intereses propios o de
particulares c) Salvaguardar los intereses del Estado y emplear austeramente
los recursos públicos. Los recursos y el personal a su cargo se asignan
exclusivamente para el servicio oficial. e) No emitir opiniones ni brindar
declaraciones en nombre de la entidad, salvo autorización expresa del superior
jerárquico competente o cuando ello corresponda por la naturaleza del puesto.
g) Actuar con imparcialidad y neutralidad política. h) No participar ni intervenir
por sí o por terceras personas, directa o indirectamente, en los contratos con su
identidad o cualquier otra entidad del Estado en los que tenga interés el propio
servidor civil, su cónyuge o parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad
o segundo de afinidad j) Guardar secreto o reserva de la información calificada
como tal por las normas sobre la materia, aun cuando ya no formen parte del
Servicio Civil. Por otro lado, se advierte que el demandado al haber expresado
los enunciados que se citaran a continuación ha infringido con lo establecido en
su artículo 57 del Reglamento Interno de Trabajo del Hospital Nacional
Arzobispo Loayza, aprobado mediante Resolución Directoral N° 123-2009-
HNAL/DG, inobservando las obligaciones de los servidores, esto es: g)
Conducirse con corrección y respeto dentro y fuera del Centro de trabajo,
observando un buen trato hacia el público en general, hacia los superiores y
compañeros de trabajo q) Guardar absoluta reserva, de conformidad con los
dispuesto en la normatividad vigente, sobre los asuntos de la institución,
absteniéndose de proporcionar a personas ajenas, sin autorización de los
superiores competentes, estudios, informes o documentos a los que tuviese
acceso por razones de trabajo o información que conociese en el ejercicio de
sus funciones.

3. Entonces, la conducta antijurídica se evidencia cuando el demandado


valiéndose de su calidad de servidor público emite una serie de declaraciones
mediante conversaciones telefónicas con terceras personas realizando tratos
indebidos con la finalidad de obtener para sí ilícitamente un lucro, afectando el
honor y la imagen de la institución pública demandante, todo ello se advierte de
los medios probatorios obrantes en autos como el CD ROM y que es materia
de análisis en párrafos posteriores.

4. El daño podemos conceptualizarlo como toda lesión a un interés jurídicamente


protegido, ya sea de un derecho patrimonial o extra patrimonial. En tal sentido
los daños pueden ser patrimoniales o extra patrimoniales. Serán daños
patrimoniales las lesiones a los derechos patrimoniales y serán daños extra
patrimoniales las lesiones a los derechos de dicha naturaleza como es el caso
específico de los sentimientos considerados socialmente dignos o legítimos y
por lo tanto merecedores de la tutela legal, cuya lesión origina un supuesto de
daño moral. Del mismo modo, las lesiones a la integridad física de las
personas, a su integridad psicológica y a su proyecto de vida, originan
supuestos de daños extra patrimoniales, por tratarse de intereses protegidos,
reconocidos como derechos extra patrimoniales; en ese sentido el daño se
constituye como un evento y como tal es un hecho jurídico, esto nos lleva a
decir que la antijuridicidad del daño radica en la afectación de intereses
jurídicamente protegido y para que el daño sea relevante y sirva como
supuesto de la responsabilidad debe ser producido por una persona (natural o
jurídica) distinta de la víctima.

5. De las expresiones vertidas por el demandado, y que a consecuencia de ello se


vio dañada la imagen institucional; se advierte, del CD ROM adjuntado por la
demandante audios que son de conocimiento público1, conversaciones
mantenida por el demandante con terceros en donde señala:

- “Tú me haces un anexo del Loayza, vas a parar el tráfico en Benavides,


Entonces, la doctora C. tiene ya la lista de los médicos. Hay que llamarla
para que le manden a su correo. Tarea número 1. Tarea numero 2:
Tenemos que firmar ya de una vez el contrato entre la parroquia y la
clínica”.

- “Necesito enfermeras para gastro (…) para la sala de procedimiento. Ya


sabe. Necesito un arco C. Claro, para hacer pancreato. Es un negociazo,
ya tengo gente quien lo haga y los pacientes”.

- “Monseñor!, Querido Monseñor! Estoy listo para firmar el convenio para


arrancar la clínica SIS. Ya está todo listo. Sólo necesitamos la firma del
párroco, nada más y nos de su número de cuenta y arrancamos. Cuando lo
puedo recoger para que conozca la clínica. Si quiere vamos el domingo.
¿Lo recogí después de la misa? Por eso, lo recojo en la casa, tomamos
desayuno y vamos a la Clínica. Si puede venir el padre. (v). Está listo, listo
para funcionar, tiene nada más que firmar y con este convenio el SIS
empieza a trabajar con nosotros. Empezamos a atender, facturamos y
nos pagan. Ahí está cuanto es para cada uno. Lo podemos abrir
inmediatamente, si quiere con prensa o sin prensa, como quiere. Está listo.
Ya el domingo lo recojo. Ya. Vamos pensando quien lo va a firmar. (…)”

- “Esto es gastro. Que tal lindura. Lo máximo ¿no? Esto no hay en ningún
hospital, yo recién estoy comprando, pero si yo solamente digo en todos los
centros de salud, que vengan todos los pacientes, esto queda chico, porque
en ningún establecimiento de salud del país tiene. Lo que pasa es que JCV,

1
Difundidos en el programa “Cuarto Poder” del canal de televisión América TV, audios que datan del 11
de agosto de 2016.
el Director de todas las redes de Salud en Lima y en todos los centros
vamos a empezar a mandar clientes; ¿Qué voy a hacer? Lobbies con los
médicos de los centros, lobbies: Los voy a capacitar, reuniones y
charlas”.

- “Por ejemplo, el Hospital Loayza no tiene densitometría está malogrado


yo agarro los pacientes que son del Loayza, hago un convenio, como
con SIS, no tienen que hacer nada. Como son SIS los mando con el
Convenio de acá. Nada tiene que ser terciarizado. Nada, ya tengo la ruta
SIS, solo pongo una computadores como si estuvieran acá… esto es para
hacer una millonada”.

- “Acá tienes rayos X pero con el arco en C, si acá hubiera un arco en C, en


lugar de equipos de rayos x en otro ambiente, es una mina de oro, una
mina de oro: pancreatos (…) y las acciones las tengo yo, tengo todo”.
“SABES ¿Por qué? Porque hoy hablé con CA y le dije lo único que quiero,
yo trabajo en Palacio de Gobierno Ad Honorem, yo trabajo en el
Loayza más Palacio, estoy trabajando y me estoy sacando la mugre en la
confianza y cariño que les tengo, por las chicas, porque vas conociendo
gente, S. de la P. por ejemplo se ha hecho mi amiga, me abre un montón
de puertas (…) estar al lado del Presidente te abre todo, yo estoy
tomando ESSALUD, todo se pone de plano, G. D. es mi nombre de
confianza, pero a mí me interesa que lo de dental camine porque tengo
que hacerlo por mis chicas. R, es la persona con la que tratas, vean que
mecanismos le dan, como hacen la empresa ya con él, pero las personas
que son las accionistas o las dueñas del negocio son F. y C. Eso es lo
único que yo les quiero pedir, no quiero ninguna otra cosa, y el resto yo lo
voy a echar a andar, todo, no te preocupes, los contratos, todo, sale por un
tubo, (…)”

6. En cuanto a la relación de causalidad, podemos decir que debe existir una


relación de causa-efecto, es decir, de antecedente-consecuencia entre la
conducta antijurídica del autor y el daño causado a la víctima, pues de lo
contrario no existiría responsabilidad contractual y no nacería la obligación
legal de indemnizar; pues en el caso la inobservancia de las obligaciones
inherentes a las funciones desempeñadas por el demandante,
aprovechándose de su cargo de Jefe del Servicio de Gastroenterología del
Departamento de Especialidades Médicas del Hospital Nacional Arzobispo
Loayza (Resoluciones Directorales N° 372-2012-HNAL/ D del 23 de agosto del
2012 y 347-DG/HNAL del 10 de octubre del 2016 y Responsable de la Unidad
Funcional “Centro Nacional de Referencia de Gastroenterología” a su vez
valiéndose del acceso a la información que poseía transgrediendo su deber de
lealtad, probidad realiza conversaciones de negociaciones y tratos indebidos
con la finalidad de obtener un beneficio económico propio emitiendo
declaraciones en las conversaciones telefónicas con terceras personas
brindando información confidencial a terceros, generando un evidente perjuicio
económico afectándose así la imagen institucional, el honor y reputación de la
institución demandada.

7. Finalmente en lo relativo, a los factores de atribución estos pueden ser


subjetivos (dolo o culpa del autor) y objetos, los cuales tienen diversas
expresiones tratándose de un caso de responsabilidad contractual o de la
responsabilidad extracontractual; entonces en el caso, al haberse producido el
incumplimiento de deberes de probidad, transparencia y ética pública que debe
tener todo servidor público señalados en el artículo tres del Título Preliminar de
la Ley del Servicio Civil, y el artículo 21 y 25 del Decreto Legislativo N° 276 así
como las establecidas en el artículo 39 de la Ley del Servicio Civil, se enmarca
dentro de lo señalado en el artículo 1318 del Código Civil al incumplir con los
deberes y obligaciones inherentes a su condición como servidor público, de las
conversaciones citadas anteriormente se aprecia que el actor divulga
información confidencial aprovechándose de su cargo de servidor público
propiciando negociaciones para obtener lucro en beneficio propio, por lo que al
haberse determinado el perjuicio a la imagen institucional resultado del
evidente actuar doloso del actor, al cual se encontraba sujeto inobservando
deliberadamente los principios de probidad, dañando la imagen o la buena
reputación institucional.

8. Atendiendo a que la finalidad de la responsabilidad es la de buscar una


satisfacción del interés lesionado corresponde analizar el concepto de daño
moral; así, el artículo 1322° prescribe que: “El daño moral, cuando él se
hubiere irrogado, también es susceptible de resarcimiento”; debido en que en
nuestro sistema de responsabilidad civil, rige la regla según la cual el daño,
definido éste como el menoscabo que sufre el sujeto dentro de su esfera
jurídico patrimonial o extramatrimonial, debe ser reparado o indemnizado,
teniendo como datos patrimoniales: al daño emergente y lucro cesante, y
daños extra patrimoniales: al daño moral y al daño a la persona 2.

9. En ese sentido, sostiene Moisset de Espanés: “Quienes sólo reconocen una


indemnización cuando el ataque al nombre, la reputación o el secreto
profesional de la persona jurídica se ha traducido, además, en un perjuicio
económico –disminución de ingresos, pérdida de clientela, etcétera– tienen un
concepto excesivamente “economista” de las personas jurídicas y parecen
olvidar que muchos de estos entes no persiguen en manera alguna fines de
lucro. Resulta paradojal advertir que solo se ataca el “buen nombre” de una
sociedad comercial, ella puede lograr una indemnización aduciendo la pérdida
de ingresos, y que si se mancha la reputación de una entidad como la “Cruz
Roja”, como ese ataque no se traduce en pérdida de ingresos, o de clientela,
no obtenga reparación y el autor del hecho ilícito pueda liberarse de toda
responsabilidad”23.

10. En el presente caso, corresponde analizar la categoría del daño moral, como el
daño moral: Es el que se causa al espíritu del individuo sea por dolores
físicos o morales, por herir sentimientos de afección o de familia, por males
condiciones de salud, a consecuencia de pesadumbre que le han sido
ocasionadas, por la privación de un apoyo o dirección, y que incluye múltiples
aspectos comprendidos dentro del género concepto de “daño a la persona”. Si
bien la persona jurídica no puede ser titular de derechos tales como la
identidad o el honor subjetivo, sí lo es de un derecho al nombre, a la
reputación, a la honra, a la libertad de acción, a la seguridad personal y, en
ciertos casos, al secreto profesional. Posee un patrimonio moral propio,
distinto del de sus miembros, que puede ser lesionado y objeto de daño, por lo
que el demandado al haber expuesto corresponde resarcir la lesión del
patrimonio moral de la demandante.

En atención a lo antes expuesto mi voto es porque se REVOQUE en el extremo de la


sentencia N° 075-2018-JPT-ZONA03-MASO contenida en la resolución número cinco
de fecha diecinueve de marzo del dos mil dieciocho obrante de fojas ciento noventa y
ocho a doscientos ocho, que declara INFUNDADA la demanda interpuesta por

2
Cas. N° 114-2001-Callao.
HOSPITAL NACIONAL ARZOBISPO LOAYZA contra CARLOS RENATO MORENO
CHACON sobre INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS; REFORMÁNDOLA
se declara FUNDADA LA DEMANDA en consecuencia el demandado deberá pagar
el monto de S/. 80,000.00 soles (ochenta mil con 00/100 soles) por concepto de
daño moral, y con lo demás que contiene.

RAMIREZ CASTAÑEDA

EL VOTO EN DISCORDIA DEL JUEZ SUPERIOR ALBERTO GONZALES HERRERA, ES


COMO SIGUE:

I.- VISTOS:

Es materia de grado la sentencia N° 075-2018-JPT-ZO NA 03-MASO, contenida en la


Resolución N° 05 de fecha 19 de marzo del 2018 (Ver fojas 198 a 208), que declara
infundada la excepción de Oscuridad y Ambigüedad en el Modo de proponer la
demanda; e Infundada la demanda interpuesta por el representante del Hospital
Nacional Arzobispo Loayza contra Carlos Renato Moreno Chacon sobre
Indemnización por Daños y Perjuicios en la modalidad de Daño Moral, sin intereses
legales, sin costas, ni costos. Y

II.- CONSIDERANDOS:

2.1. La apelante al respecto fundamenta los agravios siguientes: (i) Que, el A-quo en
la sentencia apelada no ha considerado que existe una conducta antijurídica del
demandado, y por ende el daño moral; al no haberse negado ni desvirtuado la voz del
demandado ni los hechos expuestos; (ii) Que, el demandado se reunió dos veces con
los representantes de la Clínica Osteoporosis SAC a efectos de realizar las
coordinaciones para concretar la suscripción del contrato entre el Arzobispado de
Lima, a través de determinadas parroquias, y la clínica Osteoporosis SAC; (iii) Que, la
ejecución de las actividades a realizarse por parte de la Clínica Osteoporosis SAC se
habría concordado proponiendo que ésta atendería a los pacientes del SIS, quienes
serían derivados a dicha Clínica desde los diferentes hospitales del País, siendo que
además la clínica estaría conformada esencialmente por médicos pertenecientes al
Hospital Loayza en sus diferentes especialidades; (iv) Que, de las conversaciones con
terceros llevadas dentro de la Clínica Osteoporosis SAC puede extraerse que el
Gerente General de esta, señala que los médicos a contratar trabajarían bajo la
modalidad de comisión cobrando un determinado porcentaje de la tarifa establecida
por cada paciente atendido, así como por cada examen médico solicitado; (v) Que, el
demandado en su calidad de profesional médico de la unidad funcional “Centro
Nacional de Referencia de Gastroenterología y Responsable del Centro referido
dependiente de la Dirección de la entidad, pudo efectuar las coordinaciones y
concretar los compromisos que se escuchan en los audios; todo ello permite colegir
que el A-quo no ha considerado que la demandante ha destituido al demandado por la
vulneración de las obligaciones establecidas en los literales g) y q) del Artículo 67° del
Reglamento Interno de Trabajo del Hospital Nacional Arzobispo Loayza.

2.2. Del petitorio de la demanda se advierte que, el apoderado del Hospital Nacional
Arzobispo Loayza demanda el pago de Un Millón de Soles por concepto de
Indemnización por Daños y Perjuicios por responsabilidad civil contractual a título de
Daño moral, reflejado en el perjuicio a la imagen institucional, honor y reputación de su
representada y del Sector Salud, monto que deberá asumir el demandado Carlos
Renato Moreno Chacón, y que será destinado al Plan Nacional para la atención
integral del Cáncer y mejoramiento del acceso a los servicios oncológicos en el Perú,
denominado “Plan Esperanza”, aprobado mediante Decreto Supremo N° 009-2012-SA,
y como pretensión accesoria demanda el pago de intereses legales, costas y costos
del proceso.

2.3. Como fundamentos de la demanda sustenta los hechos, siguientes: (i) Con fecha
09 de octubre del 2016, el programa “Cuarto Poder” del canal de televisión América
TV, difundió unos audios de fecha 11 de agosto del 2016 en los que se advierte que el
señor Carlos Moreno Chacón, servidor público al momento de suscitarse los hechos,
se encontraría involucrado en presuntos actos de corrupción relacionados a temas de
salud, apreciándose de que el demandado emite una serie de indignantes
declaraciones con terceras personas, afectando el honor a la actual Ministra de Salud,
la imagen institucional de su representada, y de todo el Sector Salud, evidenciándose
una falta de probidad y ética pública en su condición de servidor público; (ii) Del
extracto de los audios se señala, que el demandado profiere las frases, siguientes: (a)
necesito enfermeras para gastro para la sala de procedimiento. Ya sabe necesito un
arco C, claro para hacer pancreato. Ese negociazo, yo tengo la gente quien lo haga y
sus pacientes; (b) La ministra habla estupideces, no le haga caso porque, la píldora
del día siguiente está en el Tribunal Constitucional, y hoy en la mañana ya hable de
eso y no va a salir nunca, no le hago caso a la ministra, ya no se preocupe, no es el
pensamiento del Presidente por si acaso; no es ok, un abrazo cuídese; (c) No sé pero
tiene que ser muchas, pero Carlos Aguirre que te diga y la Dra. Corda, ya quiero
empezar a trabajar, esa es nuestra mina de oro, no sabes la cantidad de plata que
vamos a ganar, cuantos años ha estado botado esto, tres años no; (d) El demandado
en comunicación con el Dr. Fernando Pérez (Odontología), refiere tengo la clínica en
Benavides, el SIS paga muy bien, vas a ganar plata y mueves todas tus maquinas,
recién vas a ganar plata papa estabas perdido; (e) El Loayza no tiene Densitómetro
está malogrado, necesitamos solo un convenio, entonces podemos enviar todos los
pacientes del SIS para atenderlos acá, pero ni siquiera tienen que venir, ponemos esta
máquina allá (En el Hospital Loayza) y se factura acá (En la clínica) tengo la ruta del
SIS; (f) Yo agarro los pacientes que son del Loayza, hago un convenio, como son SIS,
no tienen que hacer nada, nada tiene que ser tercerizado, nada, ya tengo la ruta del
SIS, solo pongo una computadora como si estuvieran acá y es para hacer una
millonada.

2.4. En ese contexto, la Entidad Pública, advierte que el servidor incurrió en actos de
indisciplina, con una total falta de honradez, ética profesional, y probidad como
servidor público: Faltar de palabra a su superior jerárquico como la Ministra de Salud;
evidenciar ilícitos intereses personales en los deberes que el Estado Peruano en su
calidad de servidor público le habría encomendado; al pretender generar condiciones
lucrativas personales por encima de los intereses del Estado; involucrando inclusive al
Tribunal Constitucional refiriéndose a supuestas coordinaciones particulares en donde
habría acordado no sacar nunca el tema de la píldora del día siguiente; injuriando de
esa forma el sistema de justicia como si fuese un poder títere al servicio de
particulares y mellando gravemente la imagen institucional del Sector Salud y de la
Nación, faltando a los deberes de honestidad, probidad y trasparencia que debe de
tener todo servidor público, conforme a lo señalado en el Artículo III del Título
Preliminar de la Ley del Servicio Civil, que constituye una falta grave de conformidad
con el Artículo 85° Ley 30057 .

2.5. Expuestos así los hechos, en puridad lo que debe ser materia de análisis para
dilucidar la controversia, es el daño moral alegado por la parte demandante en base a
lo dispuesto en el Artículo 1985° del Código Civil que también comprende los intereses
jurídicos extrapatrimoniales de las personas jurídicas, como son el derecho al honor y
la buena reputación; es decir si se habría lesionado por Daño Moral a la
Administración Pública por la indigna conducta del demandado basado en el asidero
jurídico de la Corte Suprema de Justicia de la República que en reiterada
jurisprudencia ha señalado que es totalmente factible que las personas jurídicas sean
pasibles se sufrir daño moral (Casación N° 2673-201 0-Lima; Casación N° 2159-2009-
Lima). Y en razón de que el Tribunal Constitucional3 ha dejado establecido que, el
derecho a la buena reputación no es exclusivo de los seres humanos, sino también de
las personas jurídicas de derecho privado, negarle tal derecho podría ocasionarles
indefensión constitucional frente a los ataques contra su imagen pública o descréditos
ante terceros y, al ser titulares del citado derecho están facultados para promover
procesos constitucionales en su favor. En otra sentencia concluyó: “Dentro del Estado
social y democrático de derecho, las personas jurídicas en general son titulares de
derechos fundamentales en la medida que su naturaleza permita su ejercicio,
naturaleza tanto del derecho como de la persona jurídica”. “El Tribunal entiende que,
en la medida en que las organizaciones conformadas por personas naturales se
constituyen con el objeto de que se realicen y defienden sus intereses, esto es, actúen
en representación y sustitución de las personas naturales, muchos derechos de estas
últimas se extienden a las personas jurídicas, como es el caso del honor”. “El honor
es un derecho único que engloba también la buena reputación, reconocida
constitucionalmente”. “(…) este Colegiado retoma el tema relativo a la inclusión de la
protección del honor a favor de las personas jurídicas. Es cierto que en
jurisprudencia tal reconocimiento existe, pero lo hace relacionado con buena
reputación; tal como lo cita en el Fundamento Sexto de la sentencia recaída en el (en
este extremo cita el fundamento jurídico sexto de la STC Nº 0905-2001-AA/TC);
incluso es imposible desligar la dignidad humana de la protección del honor; que como

3
Expediente Nº 0905-2001-AA/TC, fundamento jurídico 7, sentencia expedida 14 de
agosto de 2002, caso Caja Rural de Ahorro y Crédito de San Martín.
concepto único, también es aplicable a las personas jurídicas. Si su capacidad para
interactuar en la sociedad se ve mellada, debe originarse la defensa del honor”4.

2.6. La doctrina define al “daño” –damnum– como el perjuicio, menoscabo, molestia o


dolor que como consecuencia sufre una persona o su patrimonio por culpa de otro
sujeto, que puede ser generado por dolo, culpa o de manera fortuita, este puede ser
de naturaleza patrimonial.– Consiste en la lesión de derechos de contenido económico
y estos pueden ser: Daño emergente (Es la pérdida que sobreviene en el patrimonio
del sujeto afectado por el incumplimiento de un contrato o por haber sido perjudicado
por un acto ilícito, que pretende restituir la pérdida sufrida). Lucro Cesante (Consiste
en el no incremento del patrimonio del dañado, es decir aquello que ha sido o será
dejado de ganar a causa del acto dañino o aquello que hubiera podido ganar y no lo
hizo por causa del daño) o extra patrimonial.- aquel que lesiona a la persona en sí
misma, estimada como un valor espiritual, psicológico, inmaterial, por ello,
comprende: Daño a la persona,( entendido como la lesión a los derechos
existenciales o no patrimoniales de las personas) y, Daño moral, (expresada en
sentimientos de ansiedad, angustia, sufrimiento tanto físico como psíquico, padecidos
por la víctima, que por lo general son pasajeros y no eternos).

2.7. Asimismo, conceptualiza al daño moral como el menoscabo del estado de ánimo
que subsigue a la comisión de un hecho antijurídico generador de responsabilidad
civil; es decir es la lesión a los sentimientos de la víctima que produce un gran dolor o
aflicción o sufrimiento; sin embargo, para este tipo de daño no basta la lesión a
cualquier sentimiento, pues deberá tratarse de uno considerado socialmente digno y
legítimo, aprobado por la conciencia social, en el sentido de la opinión común
predominante en una determinada sociedad en un momento histórico determinado y
por ende considerado digno de la tutela legal, Asimismo, Leysser León 5 , señala que
el daño moral no debe reducirse solamente a los dolores o sufrimientos injustamente
ocasionados, sino que en él ha de incluirse todo perjuicio no pecuniario producido por
la lesión de un bien de la persona (salud, libertad, honestidad, etc) o de sus
sentimientos y afectos más importantes y elevados”. Sobre el daño moral de

4
LEON HILARIO, LEYSSER: La responsabilidad Civil Líneas Fundamentales y Nuevas perspectivas. Editora Normas
Legales Primera Edición 2004. pág 288. citando Álvarez Vigaray, Rafael. La Responsabilidad por Daño Moral, en
anuario de Derecho Civil. Tomo XIX fasc. 1 1966 pág 85.

5
LEON HILARIO, LEYSSER: La responsabilidad Civil Líneas Fundamentales y Nuevas perspectivas. Editora Normas
Legales Primera Edición 2004. pág 288. citando Álvarez Vigaray, Rafael. La Responsabilidad por Daño Moral, en
anuario de Derecho Civil. Tomo XIX fasc. 1 1966 pág 85.
6
las personas jurídicas, Espinoza Espinoza , señala éstas, como titulares de
situaciones jurídicas existentes (como el derecho a la identidad, reputación, privacidad,
entre otros), son pasibles de sufrir daños morales, por cuanto sus derechos pueden
lesionarse si se hacen afirmaciones inexactas sobre ellas, o se hacen juicios de valor
negativos o simplemente si se viola su correspondencia, pudiendo solicitar
una indemnización por daños patrimoniales y extrapatrimoniales. En tal virtud es
posible que una persona ficticia como la Entidad Pública demandante, vea afectado su
buen nombre y que esta circunstancia pudiera ser fuente de indemnización; y ello
naturalmente debe ser materia de prueba en el juicio de conformidad como lo dispone
el Artículo 23° de la Ley N° 29497, numeral 23.1) q ue prevé “La carga de la prueba
corresponde a quien afirma hechos que configuran su pretensión, o a quien los
contradice alegando nuevos hechos, sujetos a las siguientes reglas especiales de
distribución de la carga probatoria, sin perjuicio de que por ley se dispongan otras
adicionales (…)”, en concordancia con lo dispuesto en el Artículo 188° y siguientes del
Código Procesal Civil que establece “Los medios probatorios tienen por finalidad
acreditar los hechos expuestos por las partes, producir certeza en el Juez respecto de
los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones (…)”; prueba que debe ser
valorada en su conjunto en virtud del principio de congruencia y en mérito de lo
actuado.

2.8. Bajo este orden de ideas, es del caso señalar que si bien es cierto que
una persona jurídica como el Hospital Nacional Arzobispo Loayza pretende que se
le indemnice por el daño moral que invoca, toda vez que el ciudadano Carlos Renato
Moreno Chacón (demandado) le habría causado este daño, al haberse con fecha 09
de octubre del 2016 en el programa de televisión “Cuarto Poder” difundido unos
audios de fecha 11 de agosto del 2016, donde el demandado se encontraría inmerso
en presuntos actos de corrupción relacionados a temas de salud, porque éste habría
emitido una serie de indignantes declaraciones en conversaciones telefónicas con
terceros; lo es también que para amparar este tipo de procesos, no basta que la
Entidad Pública invoque la sola afirmación de la acción antijurídica del demandado ni
el menoscabo a la credibilidad de su reputación, sino que la Entidad Pública
demandante como titular deba certificar a través de los mecanismos de prueba que
hay en nuestro ordenamiento legal, que la lesión efectuada por la acción antijurídica le
llegó a causar un perjuicio; hecho que no se da en el caso de autos, más aún si

6
Espinoza Espinoza, Juan: Derecho de la Responsabilidad Civil. Gaceta Jurídica Quinta Edición Setiembre 2007 pág
242.
advertimos que la Entidad Pública recurrente, en el proceso de “Conciliación
Extrajudicial” obrante de fojas 28 a 34 solo se limitó a describir su pretensión del pago
de un millón de soles de indemnización por daño moral a su favor, basándose solo en
las declaraciones de los audios que obran en el CD Rom (Anexo 1-D), pero no
demuestra con prueba fehaciente como lo dicho por el demandado le ha causado un
perjuicio a su reputación. Esto es que exista un documento idóneo que corrobore, el
ingreso irregular de personal de salud (enfermeras o médicos) al recinto del Hospital
para trabajar en los temas de salud referente al SIS donde haya imperado la influencia
del demandado; o si se generó la instalación de una computadora que guarde relación
con el registro de pacientes atendidos en el SIS con tratamiento del “Densitómetro”,
y/o pagos facturados a favor de la clínica Benavides por tal circunstancia; así como la
derivación de pacientes a la Clínica Osteoporosis SAC.

2.9. De otro lado, al tocar el tema de la antijuridicidad en la demanda se sostiene que


los hechos habrían sucedido en su condición de servidor público y debido al ejercicio
de sus funciones como profesional médico de la Unidad Orgánica “Servicios de
Gastroenterología” del Hospital Nacional Arzobispo Loayza; sin embargo de lo vertido
en los audios del programa televisivo “Cuarto Poder”, no se advierte que los hechos se
hayan suscitado en el cumplimiento del ejercicio profesional médico del demandado,
pues solo se hace mención a desperfectos de equipos y expresiones injuriantes contra
la actual ministra de salud, sin que aquello pruebe el daño al honor y/o reputación de
la Entidad Pública. Por ende, de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 200° del
Código Procesal Civil, aplicable supletoriamente al caso que prevé “Si la parte no
acredita con medios probatorios los hechos que ha afirmado en su demanda o
reconvención, estos no se tendrán por verdaderos y su demanda será declarada
infundada.”; deben ser desestimados los agravios de la apelante.

III.- DECISIÓN:

Por estos fundamentos y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 4°, numeral


4.2.) de la ley N° 27497, Nueva Ley Procesal del Tr abajo; MI VOTO es porque se
CONFIRME la sentencia apelada que declara infundada la demanda sobre
Indemnización por Daño Moral; en los seguidos por el representante del HOSPITAL
ARZOBISPO LOAYZA contra MORENO CHACON CARLOS RENATO; sin costas ni
costos procesales.
GONZALES HERRERA

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