1 Hch 13:43 Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a que perseverasen en la gracia de Dios.
PERSUADIR:
Convencer, mediante argumento, verdadero o falso.
Reflexionando para confirmar la evidencia o
autoridad.
Con la finalidad de descansar mediante certeza
interna.
PERSEVERAR: persistir, permanecer, continuar,
proseguir.
EN LA GRACIA DE DIOS.
Para hablar de la Gracia de dios, es necesario
entender y reconocer que no todos entenderán esta doctrina, o esta enseñanza de la Biblia, pero la Palabra se dirige a unas personas en especial: 2 Vs. 16 - VARONES ISRAELITAS Y LOS QUE TEMEN AL SEÑOR DIOS.
Atemorizar, es decir (pasiva) alarmarse;
Quedar asombrado de,
Reverenciar, respetar, temblar, temer, temeroso,
temor, espanto, miedo, amedrentar, atemorizar, Expresar a través de actitudes, COMO: INCLINARSE DELANTE DE Él... BAJAR LA CABEZA DELANTE DE ÉL... LEVANTAR LOS BAZOS EN SEÑAL DE SUPLICA PARA ÉL... HONRARLO SOLO A ÉL... y respetarlo.
Adorarlo y rendirle culto.
ENTENDEMOS QUE APENAS LAS PERSONAS QUE
LLEGAN A ESTE ENTENDIMIENTO, PUEDEN ENTENDER ACERCA DE LA GRACIA DE DIOS.
Pero no solamente la Gracia de dios, puede ser
entendida y reconocida por los que temen a Dios, esta palabra también es para las personas que hayan entendido lo que es pecado. 3 Vs. 13: 38 – POR MEDIO DE JESÚS SE ANUNCIA PERDÓN DE PECADOS.
Es necesario entender que es perdón:
REMOVER la culpa que resulta de una transgresión.
El énfasis es la culpa y no la transgresión.
El acto y sus consecuencias no es desecho, pero hay
perdón, se quita, se remueve la culpa.
Es necesario entender que es pecado:
Si nos encontrásemos con el cadáver de una
persona asesinada, desearíamos saber quién la asesinó.
Hay que llevarle a juicio.
Entonces cuando leemos acerca de millones de
almas sufriendo para siempre en los tormentos del infierno, seguramente querríamos preguntar quién es el responsable. ¿Quién sería tan cruel como para causar tal cosa? ¿Quién tiene la culpa? Muchas personas responderían que el diablo es el responsable. Hay un sentido en que esto es cierto, pero el diablo no es la causa principal. 4 También es cierto que el infierno es el castigo del pecado y que es el diablo quien tienta a los hombres a pecar, pero él no les forzar a pecar.
Más bien, deja a la voluntad de ellos el resistir o ceder
ante la tentación. El diablo no lleva al hombre a las posesiones de otro y lo forza a robarlas; ni tampoco le secuestra cada domingo para que no asista a escuchar la Palabra; ni tampoco obliga a su mente a no pensar en los asuntos espirituales.
La persona misma escoge actuar en la manera en
que lo hace.
Pero si el diablo no es la causa principal del pecado
de una persona, entonces ¿Quién es? Existen solamente dos posibilidades; Dios o la persona misma es el culpable.
Pero Dios específicamente rechaza toda
responsabilidad en el asunto, y normalmente los pecadores hacen lo mismo. Sé, el pecado es una cosa muy grave, es una cosa tan mala que se necesitaba la muerte de Cristo el Hijo de Dios para tratar con él, seguramente merece el castigo eterno 5 de los pecadores.
Aquí puedes sobornar para tener un juicio a tu favor,
pero en el trono de Dios hoy hay soborno.
Glorificar a Dios con la vida y la obediencia. ¿Cómo?
EJEMPLO DE ALGUIEN QUE NO RESPETA A UN LÍDER DE UN PAÍS. (Silla de ruedas)
HABLAR DE LA GRACIA.
Nacido en 1906, Dietrich Bonhoeffer se convirtió en
pastor luterano y quedó pasmado con la manera casual y liberal con la que los cristianos en Alemania vivían su fe. Habló contra el Nazismo cuando ningún otro cristiano tuvo el coraje de hacerlo. Y fue perseguido tanto por los cristianos como también por los nazis, a causa de su reprensión a la iglesia en Alemania. Fue apresado por la Gestapo y ahorcado en 1945. 6 “La gracia barata es el enemigo mortal de nuestra Iglesia. […] es la gracia sin precio, que no cuesta nada. Porque se dice que, según la naturaleza misma de la gracia, la factura ha sido pagada de antemano para todos los tiempos. Gracias a que esta factura ya ha sido pagada podemos tenerlo todo gratis. […] la gracia barata es la negación de la palabra viva de Dios, […] es la justificación del pecado y no del pecador […] La gracia barata es la predicación del perdón sin arrepentimiento, el bautismo sin disciplina eclesiástica, la mesa del Señor sin confesión de los pecados, la absolución sin confesión personal. La gracia barata es la gracia sin seguimiento de Cristo, la gracia sin cruz, la gracia sin Jesucristo vivo y encarnado.
La gracia cara
La gracia cara es el tesoro oculto en el campo por el
que el hombre vende todo lo que tiene; es la perla preciosa por la que el mercader entrega todos sus bienes; es el reino de Cristo por el que el hombre se arranca el ojo que le escandaliza; es la llamada de Jesucristo que hace que el discípulo abandone sus redes y le siga. 7 La gracia cara es el Evangelio que siempre hemos de buscar, son los dones que hemos de pedir, es la puerta a la que se llama. Es cara porque llama al seguimiento, es gracia porque llama al seguimiento de Jesucristo; es cara porque le cuesta al hombre la vida, es gracia porque le regala la vida; es cara porque condena el pecado, es gracia porque justifica al pecador. Sobre todo, la gracia es cara porque ha costado cara a Dios, porque le ha costado la vida de su Hijo -«habéis sido adquiridos a gran precio»- y porque lo que ha costado caro a Dios no puede resultamos barato a nosotros. Es gracia, sobre todo, porque Dios no ha considerado a su Hijo demasiado caro con tal de devolvernos la vida, entregándolo por nosotros. La gracia cara es la encarnación de Dios.
La gracia cara es la gracia como santuario de Dios
que hay que proteger del mundo, que no puede ser entregado a los perros; por tanto, es la gracia como palabra viva, palabra de Dios que él mismo pronuncia cuando le agrada. Esta palabra llega a nosotros en la forma de una llamada misericordiosa a seguir a Jesús, se presenta al espíritu angustiado y al corazón abatido como una palabra de perdón. 8 La gracia es cara porque obliga al hombre a someterse al yugo del seguimiento de Jesucristo, pero es una gracia el que Jesús diga: «Mi yugo es suave y mi carga ligera».
A los 73 años de que este pastor escribiera estas
palabras, en un contexto de tribulación por defender su posición, es triste reconocer que en la actualidad algunos sectores caminan por este mismo sendero que pretende abaratar la fe.
La fe se vuelve barata cuando se ofrece como
producto de consumo para satisfacer a las masas que buscan un mensaje acomodado a la realidad de sus deseos personales. Cuando se ofrece como espectáculo para un público que desea que se le endulcen los oídos y se le prometa estabilidad para su “Statu Quo” y cuando se promueve la identidad de ser hijo o hija de Dios como una garantía para reclamar las promesas materiales a cambio de una módica suma o transacción monetaria que algunos llaman: “La ley de la siembra y la cosecha”, o el “pacto con Dios.” 9