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DEL CULTIVO. , v /V

DE LAS FLORES
f.e
QUE PROVIENElN DE CEBOLLA.

OBRA
DE UN FLORISTA ITALIANO ANÓNIMO,
que compendió al trasladarla en español
LUISA GOMEZ CARABAÑO,
Y LA LEYÓ
en la cátedra del jardin botánico de Madrid
el dia 19 de junio de 1823 ;
DEDICADA A SU MAESTRO
DON ANTONIO SANDALIO ARIAS, cate
drático de agricultura en el museo de cien
cias naturales, académico de la academia
médica, y de la de ciencias y artes de Bar
celona etc. etc.

Segunda edicion.

MADRI D.
IMf.ttENTA DE D. TOMAS 4LBAN Y COMPAÑÍA.
l825.
39
ta

CARTA

SOBRE ESTA EDICION.

Madrid 20 de setiembre de 1822.

Querida amiga : cuando te pedí tu ma


nuscrito del tratado de flores , fué solo
con el fin de aprovecharme de él para
acertar á cultivar algunas en mi jardín;
pero me agradó tanto , que no pude re
sistir al deseo de verlo impreso en la im
prenta de casa; en lo que convino gus
tosamente mi marido , tanto por ser obra
apreciante , como por darte esta nueva
prueba de su estimacion. Conozco tu ti
midez , y que , si te lo hubiera devuelto,
como deseabas , para corregirlo y añadirle
algunas notas , era de rezelar que nunca
hubiera visto la luz pública. Ahí lo tie.
nes impreso; y si echas ménos algunas
mejoras que añadiría tu buen juicio , con
IV
suélate con la ¡dea de que, digas lo que
quieras, sobrevivirá á casi todo lo que
hoy se imprime en Madrid. Si no te mue
ve esta reflexión., perdóname el atrevi
miento de publicar tu obrita; y muévate
á ello el cariño. que siempre te he tenido
y que ha inspirado la idea de hacerte esto
obsequio á tu constante amiga

Clara Torrtjos de Alian.


ADVERTENCIA.

I original de este tratadito se im


primió en Cremona en , y aunque
antiguo , es de esperar que merezca la
atención de los floristas por su breve
dad , sencillez y claridad.
Si esta esperanza fuese fundada , no
será perdido el corto trabajo de hacerlo
español, que , cuando menos, merecerá la
indulgencia de los que sepan apreciar
ta aplicación de quien, sin faltar á las
obligaciones domésticas , ha preferido á
otras diversiones este breve entreteni
miento con las flores. ¡Asi haya muchas
señoras de las que pueden dedicarse á
este delicioso cultivo , que hallen en él
los suaves placeres que la que escribe,
cuando en otro tiempo cultivaba por sí
un jardinillo de que se halla privada.
Si en él hubiera podido practicar las re
glas que enseña el florista italiano, aña-
VI
diria sus observaciones propias , y asi
podría ser este IratadiUo mas aprecia-
ble ; bien que, tal cual es, acaso le
preferirán algunos á otras obras mas
voluminosas.
I
DEL JACINTO,

SUS ESPECIES Y CULTIVO.

I. Entre cuantas flores adornan


los jardines no hay una superior al
jacinto , así por la viveza de sus co
lores , su disposicion , multiplicacion
y lo doble de sus hojas , como por
el orden de sus flores, contribuyen
do el todo á nuestro placer y admi
racion. Pero por lo mismo que el ja
cinto es una flor maravillosa , exije
tanta mayor atencion su cultivo ,
porque está espuesta á muchos con
tratiempos : si no tiene terreno á pro
pósito , si está en mala esposicion,
si no se ponen bien en tierra sus bul
bos ó cebollas, y se toman otras mu
chas precauciones , se pueden podrir
ó degenerar.
II. Para conservar pues una
i
&
flor tan digna de nuestra atencion,
me ha parecido oportuno enseñar á
los aficionados un modo fácil é infa
lible de cultivarla, fundado en la es-
periencia de muchos años.
Hay jacintos flamencos,
arracimados,
de color de coral,
peruvianos , de flor oblonga,
dividida en seis partes,
musgosos,
plumados,
estrellados africanos , ó sean
lirios-jacintos tuberosos d»
la India,
y orientales.
Todos estos se cultivan con el ma
yor esmero en Holanda , en cuyos
jardines, se encuentra una prodigiosa
cantidad de estas flores que esparce
el comercio por todas partes.
Se ha de preferir la tierra arenisca
3
como la mejor para cultivar los ja
cintos. Esta se ha de abonar con un
mantillo compuesto de estiércol de
vaca y hojas de árboles bien repodri
das. En Holanda y en Francia dejan
podrir dos años la casca que ha ser
vido en las tenerías, y usan de ella
los floristas. Los italianos se sirven
de las barreduras de las eras en que
se trillan los granos, bien podridas,
y del orujo podrido.
III. Yo compongo el abono de
que uso de una tercera parte de are
na de color oscuro , una tercera par
te de estiércol de vaca bien pasado,
y otra tercera parte de hojas de ár
bol bien podridas. De todas estas co
sas hago un monton de solo tres
pies de alto para que lo penetre el
sol , á cuyo fin lo pongo en un sitio
alto espuesto al mediodía, y le doy
una vuelta cada mes, poniendo en-
c
cima lo que está debajo. Toda la
tierra del monton se ha de desmenu
zar bien cada mes por espacio de un
año, sin acribarla, como hacen al
gunos.
Pongo este abono en la tierra en
que se han de plantar los jacintos
un mes ántes de la plantacion, des
pues de cavar la tierra hasta la pro
fundidad de tres pies , y poner en el
fondo de la zanja tina capa de es
tiércol de establo de vacas del grosor
de medio pie , batiéndolo y compri
miéndolo de manera que forme co
mo una costra sólida, compacta y
dura: luego se llena la zanja con la
tierra preparada , dejándola medio
pie mas alta que el nivel del jardín.
IV. Vamos ahora al plantío de
las cebollas.
Muchos floristas forman eritas
proporcionadas á la cantidad de ce
s
bollas, que esten en pendiente y ele
vadas , porque el jacinto no quiere
lugares bajos, y han de estar espues
tas al mediodía ó al levante. En oc
tubre ó noviembre es cuando se han
de poner las cebollas en el plantío á
la profundidad de cuatro ó cinco
pulgadas, ni mas ni menos. Si se
ponen mas profundas engordan mas,
pero salen las flores mas dobles , y
si quedan mas someras , florecen
bien el primer año ; pero ahijan mu
cho y quedan muy débiles las cebo
llas madres.
No todas las especies de jacinto
producen á un tiempo , y así es ne
cesario enterrar á cinco ó seis pulga
das las cebollas mas tempranas, y á
cuatro ó cinco las mas tardías. De
este modo florecen todas casi al
mismo tiempo.
En el invierno no se hace mas que
6
cubrir el terreno para preservar del
hielo las cebollas en los países en
que los hielos son muy fuertes.
Pasado el invierno , se quita la pa
ja ú hoja con que se ha cubierto el
terreno ántes que salgan los tallos,
porque si no pierden las flores el
buen color y no lo vuelven á adqui
rir; bien que es menester á veces cu
brir las eras con pajones ú otro res
guardo, cuando en mano y abril
amenazan hielos , lluvias , vientos
tempestuosos ó granizo.
V. Al comenzar la primavera em
pieza el jacinto , rey de las flores , á
hacer ostentación de la belleza de
sus matices , y para que los vientos
no quebranten sus tiernos tallos,
suelen algunos floristas atarlos sua
vemente á estaquillas delgadas que
hincan al lado de maneta que no
hieran á las cebollas.
7
Para defender las flores de los ra
yos del sol , acostumbran algunos
curiosos cubrirlos ron unos toldillos
en las horas de mayor calor , á fin
de que no decaiga el brillo de sus
colores. Tambien los ponen en las
lluvias tempestuosas.
Dirán algunos que son escesivas
estas delicadezas , y yo digo lo mis
mo; pero cuando se trata de obte
ner flores perfectas , es necesario no
perdonar diligencia ni cuidado , por
lo mismo que no duran mas que tres
ó cuatro semanas; pues si fuesen flo
res de todas las estaciones no se
miraría ti con tanto aprecio.
VI. Pasado el tiempo de las flo
res se sacan de la tierra las cebollas
cuando comienzan las hojas á mar
chitarse: es verdad que si se espera
mas tiempo salen mas gruesas , pero
también están mas espuestas á enfer
8
medades. Se han de sacar con mu
cho cuidado sin herirlas ni magu
llarlas, lo que es muy fácil por estar
entonces muy aguanosas y tiernas.
Despues de sacarlas de la tierra se
les cortan las hojas una buena pul
gada mas arriba de las cebollas, y
se vuelven á cubrir de tierra, á fin
de que el calor del sol las enjugue.
Y es de advertir que el escesivo calor
las perjudica no menos que la mu
cha humedad , y así convendrá le
vantar la tierra como medio pie sor
bre el nivel del jardin con pendiente
al rededor para que el agua corra
facilmente, pues no hay cosa que
mas perjudique á las cebollas que el
agua detenida. En este montoncito
de tierra , que no ha de estar seca,
se han de ir poniendo las cebollas
con el tallo hácia arriba , á fin de
que lo seque el sol» sin lo cual pere«
9
cerian , y se cubren con una ó dos
pulgadas de tierra ; bien que yo acon
sejaría á los floristas de los países
meridionales que cubriesen el terre
no con pajones, particularmente en
las boras que mas calienta el sol}
así como aconsejaría á, los del norte
que las defendiesen con encerados,•
ó cosa equivalente, de las escesivag
lluvias que les hacen tanto daño cort
mo el mucho calor. Así han de per
manecer tres semanas , al cabo de las
cuales se sacan en un día sereno, y
se ponen sobre una tabla al sol por
espacio de una hora, se les limpia la
tierra, y se les quitan los hijuelos
con gran cuidado para no herirlas,
porque se perderían. Tambien se les
quitan las barbas de las raíces, y el
polvo y tierra , dejándolas limpias:
finalmente, se corta el resto del ta~
lio que se habia dejado para ver si
fo
estan sanas, y estándolo, se guar
dan donde se han de conservar has
ta octubre, que ha de ser en una
pieza ventilada , sobre una tabla
adonde no llegue el sol ; y en los
dias buenos se han de abrir las ven
tanas para que entre el aire y las en
jugue , porque todavía conservan
bastante humedad. Tal es el método
que observo , y que me ha confirma-
de la esperiencia y mis continuos
Cuidados.
Advertiré antes de acabar este ar
tículo, que cuando viene de lejos un
cajon con cebollas de jacinto , se han
de sacar sin dilacion , y se han de
colocar en un parage ventilado en
que les dé un poco el sol , y se lim
pian del polvo y del moho que con
traen á veces en los cajones ó sero
nes, por mas cuidado que se haya
tenido al colocarlas en ellos-
II

De las enfermedades del jacinto


y modo de curarlas.

VIL La mayor partese reconocen


al examinar con atencion la cebolla,
pues se advierten en la cima , en el
fondo ó en las hojas. Las que estan
en la cima se conocen en el color, y
á veces en un punto amarillo, ó en
un semicírculo entre amarillo y rojo»
ó amarillo oscuro ; por lo cual lla
man á esta enfermedad circular.
Para descubrir este mal, despues
de sacar de la tierra las cebollas , se
les corta por la cima una pequeña
parte: si el corte demuestra que la
cebolla está blanca ó algo azulada,
es señal de que está sana ; pero si el
corte descubre un color amarillo ro
jo, esiá viciada: en este caso se le
We un corte mas profundo , y si se
12
halla blanca, se puede esperar que
no se pierda; si se mantiene dicho
color, es menester cortar hasta que
desaparezca : hecho esto , se pone al
sol bajo una campana de vidrio para
que se enjugue el corte, y luego se
guarda con las demas.iv.K •s¿<
La enfermedad que se manifiesta
en un punto amarillo, ó en un se
micírculo amarillo y rojo , ó negruz
co, se cura lo mismo : esto es , con
el cuchillo ,: cortando la parte en que
está el malyis'i es posible, :y si no se
abandona la cebolla. .
r>.'.. La enfermedad circular es la mas
peligrosa ¿ y se cura á veces sacando
de tierra las cebollas cuañdó las ho
jas comienzan á marchitarse; pues
suele suceder que no ha llegado el
mal á ellas,, ;y! quitándoles las hojas
suelen curarse; pero si se tarda en
iiacer esto , se pierden sin remedio.
»3
La enfermedad que se observa en
el fondo de las cebollas es la pu
trefaccion , que se ha de cortar cui
dadosamente con el cuchillo ; y su
cede á veces que , hecha esta opera
cion , produce despues la misma ce
bolla curada muchos hijuelos.
Otras dos enfermedades se pueden
conocer antes de plantar la cebolla:
la primera se manifiesta en el vera
no , cuando están sobre la tabla en
la pieza ventilada que se ha dicho,
poniéndose blandas y hediondas, y
entonces es menester arrojarlas in
mediatamente ántes que infesten á
las demas.
La segunda no es del todo incura
ble : se manifiesta en la cortexa,
cuando se las deja juntas ántes de
estar bien enjutas, ó cuando están
algo magulladas, porque se vician y
cubren de un moho verde. Para evi
t4
tar este mal es necesario reconocer
las una vez á lo menos cada mes,.
limpiarlas, quitarles todas las corte
zas podridas, y curar las que tengan
algun mal, como se ha dicho, colo
cándolas despues al sol bajo un vi
drio hasta que se enjuguen.
Tambien se han de reconocer tres
ó cuatro dias antes de ponerlas en
tierra para curar ó separar las que
tengan algun mal, pues se perderían
sin remedio.
La enfermedad que se manifiesta
en las hojas no se puede conocer si
no en la primavera cuando el jacinto
comienza á despuntar sobre la tier
ra. Este mal está en el coraron de
la cebolla, donde no se puede descu
brir hasta que germina : se da á
conocer en la debilidad del germen
y en las hojas que se encrespan , se
arrugan } y se doblan en arco con
»5
arrugas amarillas oscuras semejantes
al oria del hierro; y á veces crecen
unas dos pulgadas mas que las otras.
En este caso es necesario sacar y
arrojar las cebollas para que no co
muniquen su mal á las inmediatas.
Si al sacar de tierra la cebolla es
tuviese blanda, arrójese ; pero si es
tuviese dura, límpiese de la tierra y
de todo lo que tenga podrido este-
riormente, y haciéndole en el fondo
dos cortes en cruz, se vuelve á plan
tar inmediatamente en lugar separa
do cubriéndola con una pulgada de
tierra ; pero cuidando de poner lo de
arriba abajo , para que la enjugue el
calor del sol , y entonces produce
muchos hijuelos ó cebollitas.
Los buenos floristas plantan apar
te algunas cebollas para reponer los
huecos que dejan las que hay que
entresacar por enfermas , y cuidan
de no ponerlas nunca debajo de ár
boles.

Calidades que se requieren para for


mar un buen jacinto y modo de mul
tiplicarlo por semilla.

VIH. Aseguran los botánicos que


el jacinto es una flor compuesta de
una sola pieza terminada en muchas
incisiones; y así dice Miller que «el
jacinto es flor producida por una
cebolla cuyas hojas son largas y es
trechas : su tallo es derecho y desnu
do , en cuya parte alta crecen flores
compuestas de una sola piefca * des
nudas y suspendidas, que tienen á
su estremidad seis incisiones , que
dividen la corola con color en seis
pequeñas partes que se doblan hacia
afuera. El ovario se convierte en un
íruto redondo dividido en tres celdi-
J7
Has y lleno de granitos redondos."
Esta descricion parece que solo
corresponde á los jacintos sencillos;
porque los dobles tienen á mi ver
muchas corolitas colocadas en me
dio de la grande. Yo prefiero los sen
cillos: i." porque son mas tempranos,
florecen al mismo tiempo y prese u-
tan una era esmaltada de hermosos
colores , lo que no se puede hacer
con los dobles: 2." por la semilla que
dan, pues de los dobles rara vez se
puede lograr: 3.' porque son muy
á propósito para ponerlos en botellas
ó garrafas con el objeto de tener flo
res en invierno.
Para que sea bella esta flor, ha de
tener un tallo recto y bien propor
cionado; pues si es largo , está muy
espuesto á romperse, y si corto, se es
conden las flores entre las hojas: ha
de estar cubierto de flores en forma
s
piramidal : ha de tener muchas flo
res grandes, mayores abajo que en
lo alto , y estas han de estar horizon-r
tales y no caídas. Su color ha de ser
claro, limpio , trasparente y no, con
fuso ó mezclado. Son mas aprecia-
bles cuando sacan un color particu-f
lar, corno el amarillo , el escarlata,
ó el azul turquí casi negro. Estos co
lores raros los hacen mucho mas
estimables.
JX. Hubo un tiempo en que fue-;
ron tan estimados las dobles , que se
pagaban en Holanda por una cebo
lla 5o y aun i00 florines. Tambien
en el día son muy apreciables , mas
bien por su belleza , que porque sean
dobles. La belleza de estos consiste
en que tengan el tallo grueso y de
recho, á pesar del peso delas flores;
y pierden su estimacion cuando se
les dóblala cabeza: han de tener diez
flores, á lo menos, grandes y bien
formadas. Los hay que tienen 20, y
aun 3o flores; pero entonces son pe
queñas : han de estar , como dije án-
tes , en pirámide. Cada flor ha de ser
gruesa , llena, en forma de campa
nilla y con las estremidades bien re
vueltas hacia fuera, y el pedúnculo
proporcionado: sinoquedan horizon
tales á causa de su peso , no por eso
desmerecen los dobles como los sen
cillos. Otras dos calidades se requie
ren en los jacintos dobles: á saber,
que florezcan al mismo tiempo , y
que los tallos sean suficientemente
altos, ó mas bien largos que cor
tos , para que luzcan su belleza.
Aunque se obtengan sin esta per_
feccion , no por eso dejan de ser
apreciables ; pues sucede que de diez
mil cebollas nacidas de semilla , n&
hay una cuya flor sea semejante á 1$
20
de la madre: siempre hay alguna di
ferencia.
X. Es necesario hacer muchas
tentativas con la semilla para acer
carnos á la perfeccion, despertar nues
tra curiosidad, y sacar nuevas varie
dades. Por este medio se han hecho
célebres los floristas holandeses, que
se complacen en ver pagados los cui
dados de su cultivo esmerado con
flores muy particulares, superiores á
sus esperanzas.
En cuanto á la eleccion de la se
milla, no se sabe todavía con seguri
dad de qué variedad han salido los
jacintos mas hermosos; pero lo cier
to es que se deben preferir los sen
cillos mas sobresalientes, así porque
los dobles producen poquísima semi
lla , como porque es mas menuda que
la de los sencillos, de los que se ha
de tomar, prefiriendo aquellos pies
que han producido la flor una ó dos
Teces despues de haber nacido de se
milla. Esto me ha enseñado la espe-
riencia , aunque no sé dar la razon
de ello; á no ser la mayor fuerza que
deben tener las plantas jóvenes.
En orden á la diversidad de colo
res que sacan las flores de la semilla
de un solo jacinto, puede proceder
de que se mezcle el polen de los es
tambres conducido por el aire. Un
conocido mio recogió cantidad de se
milla del jacinto simple llamado co
rona amarilla, que es el mas amari
llo que se conoce, y de esta semilla
sacó gran cantidad de cebollas, que
dieron hasta 70 variedades nuevas de
jacintos dobles ; pero advertí con la
mayor admiracion que no habia una
sola que tuviese las flores amarillen
tas siquiera.
El que quiera sacar jacintos de es
22
te color bien puede plantar á mucha
distancia de los demas el jacinto sen
cillo amarillo del que hayan de salir
los dobles.
A vista de los gastos , cuidados y
fatigas que cuesta el obtener buenos
jacintos, no nos admiraremos tanto
del escesivo precio que han tenido;
porque , despues de muchas precau
ciones y peligros , es necesario espe
rar mucho tiempo para lograr estas
flores ; como que apénas bastan cua
tro ó cinco años para poner las cebo
llas en estado de producirlas, y des
pues de tantos años y afanes, apénas
se encuentra entre mil flores una
que se pueda llamar sobresaliente.
Si al tiempo de sacar las cebollas
do estuviese madura la semilla , se
cortan los tallos con los botones cer
ca de la tierra, y se vuelven á plan
tar eu esta cubriéndolos con tres ó
cuatro pulgadas, y así se dejan dos
semanas. Cuando comiencen á abrir
se las celdillas de los botones y se
vea lá semilla negra, es señal de que
está madura , y entonces se sacan
cuidadosamente los tallos con los bo
tones para que ho se caiga; á cuyo
efecto será bien ponerlos en ün pla
to ó cazuela. Despues se separan los
botones del tallo v se ponen en otro
plato y sé dejan al sol detras de los
tidriosdeuna véíitána én tiempo cla
ro; péro si llueve , ó ésta cubierto de
nubés, se han de guardar en paráge
seco i á fin de que no contraigan hu
medad. Cuando, al cabo de algunas
semanas, esté la' semilla enteramente'
enjuta^ se saca de las celdillas, y des
pues. de limpiarla bien, se mete én•
un saquillo de papel, y se coloca
en un sitio enjuto en qüe no sien
ta la menor humedad, que la pon
M
dria mohosa y se perdería.
XI. Preparada la tierra , y llega
do el mes de setiembre ú octubre,
si es poca cantidad , se siembra en
tiestos enterrando estos hasta el bor
de: si hay mucha, se pone en eritas
á la profundidad de tres pulgadas.
Al acercarse el invierno se cubrirá
el sembrado con hoja ó paja menu
da hasta la altura de tres pulgadas:
esta cubierta se quita al venir la pri
mavera , que despuntará el germen
fuera de la, tierra/, con unas ' hojitas
muy menudas. En el verano se ha
de escardar ligeramente el terreno
para acabar con las malas yerbas; y
en el primer año no se sacarán las
cebollitas de la tierra. En el invierno
y primavera siguientes se usará de
las mismas precauciones sobredi
chas , y las cebollas echarán en el
segundo año hojas mayores. En fin
35
de junio se sacarán de la tierra án-
tes que sus hojas se sequen del to
do; pues si se espera mas , costaría
trabajo encontrarlas y aun se vicia
rían.
Con e?tas cebollitas se observarán
despues todas las reglas que he dado
antes, así para curar las que no es
tén sanas como para preparar la tier
ra en que se han de reponer; y en
setiembre se plantarán en terreno
bien preparado , cuidándolas despues
como las demas cebollas.
Cuando lleguen á florecer (lo que
no sucede hasta el 4«*, 5." o 6." año)
es necesario observar atentamente sí
sale algún jacinto sencillo superior á
los demas en hermosura , y en la vi
vera y estrañeza de los colores; y
en tal caso se pone junto á él una es
taquilla para distinguirlo. - . .
También se señalarán del misma
s6
modo todos los jacintos que salgan
dobles sin escluir los mas comunes;
porque he observado que con el tiem
po se mejoran muchos Finalmente sé
vuelven á plantar para ver si en la si
guiente floracion se perfeccionan.
En cada nación se les dan nom
bres diferentes : los ingleses dan á las
flores los nombres de sus familias
mas distinguidas, y por eso llevan el
mismo nombre diferentes variedades:
lo mismo hacen coi» la oieja de
oso, añadiendo á veces al nombre el
de la persona que ha sacado la flor
de la semilla.
Loa francéses no distinguen sus
flores sino con números , ó cuando
mas con el de su color dominante;
pero este método es mas confuso,
poique suele suceder que mucha»
variedades tienen- un mismo núme
*7
ro , y así no aconsejo el uso de los
números.
Mejor es á mi ver el método de
los holandeses, quienes no solo dan
á las flores el nombre de su color
principal , sino que les añaden otro
de la historia ó de la mitología. A
veces les dan el nombre del valor de
la misma flor.

DEL TULIPAN, SUS VARIEDADES


Y BELLEZAS.

I. No trato de nombrar todas sus


especies , que se pueden ver en los
tratados de botánica , particularmen
te en el. Tournefort : solo hablaré de
la especie que adorna los jardines y
que cultivan los floristas. El tulipan
florece en mayo despues del jacinto.
Es planta alta , con el tallo redon
do , cubierto de hojas largas puntia
gudas , y de color verde pálido.' En
l8
la cima del tallo sale una flor en fi
gura de lirio , compuesta de seis ho
jas 6 pétalos , y á veces mas. El pis
tilo está en medio de la flor rodea
do de los estambres, y el ovario se
convierte despues en un fruto largo,
que se divide en tres cápsulas ó cel
dillas llenas de las semillas puestas
unas sobre otras en dos órdenes.
Las especies que mas se aprecian
son cuatro :
i. ° Los tempranos.
2. ° Los dobles.
3. ° Los tardíos.
4. " Los tardíos de varios colores,
y los que los tienen sobre fondo ama
rillo ó blanco.
Los tempranos , que florecen al
tiempo de los jacintos, fueron tan
locamente estimados en otro tiempo
en Holanda , que se vió el gobierno
en la precisión de moderarlos exor
*9
hitantes precios á que se vendían.
Andando el tiempo vinieron á ser
mas estimados los tardíos. Yo acon-
s«p el cultivo de los tempranos que
son muy hermosos, consistiendo su
belleza en la elegante forma de su
corola , y en la viveza y brillo de sus
varios colores. Hay algunos cuyas ho
jas ó pétalos están bellamente mez
clados de color de oro y verde ; y
cuanto mas espresado está este ca
rácter , tanto son mas apreciables.
Esta especie es tambien muy á pro
pósito para tener sus flores en in
vierno , poniendo las cebollas en
garrafas de vidrio.
Cuando acaban las flores de los
tulipanes tempranos , comienzan á
abrirse los dobles. Estos se coloran
en la estremidad del tallo como en
llamas de blanco y rojo , ó de ama

rillo y rojo ó encarnado. Todos agra
dan por su hermosa flor.
II. Los tulipanes tardíos se lla
man en Inglaterra productores, por
que salen de ellos variedades raras
y admirables. Los alemanes los lla
man tulipanes madres, como que han
salido de ellos todos los mas hermo
sos. De estos hay dos especies : los
de varios colores con el fondo de co
lor, de oro, y los violados 6 purpú
reos de color de rosa y cereza con
fondo blanco.
Los primeros son casi todos de co
lor de cobre oscuro ó rojo que ne
grea , con una orlita amarilla ó ne
gra mezclada de amarillo en el fon
do de la corola , esto es , al rededor
de aquel botoncito á que están ad
heridas las hojas que la forman.
Cuando hay alguna variación en es
tos tulipanes salen siempre mas es

traordinarias con el fondo de color
de oro.
Las segundos: es decir, los viola
dos son de color purpureo ó viola
do pálido , ó gris rojizo ó carmesí
oscuro y rojo. En el fondo y en me
dio de la corola se ve una partecilla
blanca, ó bien gris oscura mezcla
da con algo de blanco. De esta es
pecie provienen los tulipanes de fon
do blanco con diferentes colores.
Para que los tulipanes tardíos los
produzcan con mucha variedad de
colores , hay dos medios sencillos:
el primero es poner las cebollas en
terreno muy pobre, pues se cree que
la alteracion que padecen las flores
procede de la debilidad de las plan
tas. El segundo, que se funda en mi
propia esperiencia , consiste en ha
cer cuantas alteraciones son imagi
nables , ya plantándolos en diferen
32
te terreno de aquel en que han es
tado , ya poniéndoles en una mez
cla de diferentes tierras, ya trayendo
de otros países todos los años nue
vas especies: y esto es lo mejora mi
ver; pues habiéndolo practicado mu_
chas veces, he logrado una admira-
ble variedad de colores. INo quiero de
cir por eso que sea infalible este me
dio , porque no siempre favorece Ja
naturaleza nuestros conatos.
III. Los tulipanes tardíos de va
rios colores son la última variedad
que merece nuestra atencion , por
que á juicio de todos son los mas
variados, hermosos y perfectos, y sa
len pintados de tantas maneras que
seria imposible numerarlas. Los flo
ristas los reducen á las cinco varie
dades siguientes.
1." Los de fondo blanco pinta
dos de color negruzco.
33
2. " Fondo blanco con color par
do oscuro. '
3. " Fondo blanco vanado de co
lor de rosa, de coral y de
rubí.
4-" Fondo blanco con color vio
lado y negruzco.
5.* Fondo amarillo con diferen
tes colores.
Tres son las calidades que se
requieren para la hermosura de un
tulipan.
Primera: que tenga el tallo de uno
á dos pies de alto, pues las mejores
especies tienen la propiedad de le
vantarse mucho ; y aunque en esto
hay opiniones , lo cierto , es que
los holandeses , flamencos é ingleses
no aprecian los tulipanes de tallo
corto.
Segundá: que la flor ó corola sea
grande, bien proporcionada y com
3
34
puesta de seis ú ocho hojas no muy
largas. Sería un defecto que la flor
tuviese la forma oval , porque en es
te caso se doblan las hojas hácia
afuera, así en la punta como por el
medio. Es verdad que aun con este
corto defecto se hallan flores muy
hermosas. Las hojas ó pétalos han
de ser redondas, anchas y gruesas,
sin cuya circunstancia se doblan y
se confunden los colores.
Tercera : los colores han de ser
vivos y brillantes: el negro, el de
oro , el de rosa , el de coral , y el
de púrpura violado son los mas esti
mados.
Los tulipanes cuyas flores tengan
una suave gradacion en los colores,
y que estén pintados con tres dife
rentes bien caracterizados y no con
fundidos, con grandes fajas en buen
orden , sin .que domine en toda la
35
flor el color de la madre, son los mas
hermosos de los de varios colores, y
se pueden llamar tulipanes perfectos.
Pero ¿dónde se hallará un tulipan
tan completo? Todavía no se ha vis
to, y á cuantos se han tenido hasta
ahora por los mas hermosos , les fal
ta siempre alguna de dichas cali
dades.
IV. Seria una fortuna poder con
servar siempre los tulipanes y sus her
mosos colores; pero estamos muy
distantes de conseguirlo: antes bien
suele suceder que un tulipan del va
lor de tres ó cuatro pesos degenera y
queda despreciable : lo peor es que
no se conoce remedio para impedir
tan desagradable trasmutacion, por
mas esmero que tenga el florista.
Esta degeneracion no es general
en todos los tulipanes; pues los hay
que no están tan espuestos á ella,
s
36
como son los que señalo arriba con
los números i.° y 2.°, que son los
que conservan mas bien sus carac
teres. Tampoco están tan sujetos á
variar los de fondo blanco, cuyos fi
nos y variados colores están en la
estremidad de las hojas á manera de
barbas. Los que llaman verdaderos
bizarros, pintados de mas colores,
en que domine bastante el de la ma
dre, pierden pronto su belleza y de
generan en poco tiempo. > . . ..

Cultivo del tulipan por medio de las


cebollas y de la semilla*

V. El tulipan es poco delicado


para el calor y el frio, y prospera en
toda clase de tierras : por eso se ven
en todos los climas de Europa. Vege
ta bien en terreno graso y arcilloso,
37
si se prepara de antemano, y no re
cientemente, con una cava profunda:
el abono con boñiga le es favorable:
no le perjudica la tierra arenisca,
si no es cascajo grueso, bien que pre
fiero la arcillosa betuminosa , en la
que se complace esta flor. El terre
no fangoso , el cieno de las lagunas,
de los fosos y de los pozos le es
absolutamente contrario , y suele pe
recer en él, aun mezclado con otro
de mejor calidad , como me ha de
mostrado la esperiencia.
Adviértase que no se han de plan
tar los tulipanes dos años seguidos
en una misma tierra, pues si no se
mudan , van declinando y perdiendo
su belleza.
VI. Preparada la tierra en octu
bre ó noviembre se plantan las ce
bollas á la profundidad de tres pul
gadas. Alguoos floristas dicen que

lasque se plantan en noviembre sa
can colores mas vivos y delicados;
pero creo que se engañan , pues aun
plantadas en diciembre , enero ó fe
brero florecerán muy bien , aunque
no levantarán tanto. Los holandeses
les quitan al plantarlas la piel oscura
que las cubre: método que tengo
por eseelente, aunque requiere mu
cha delicadeza , porque el menor
descuido puede dañar la cebolla y
perderla,
Se ha de cuidar de que el sitio
no sea húmedo,, porque el tulipan
aborrece la humedad no menos que
el jacinto. Si el jardín es bajo , se
ha de levantar la fierra un pie á
lo menos sobre la superficie para
plantar las. cebollas. Regularmente
disponen los floristas las eras como
para lo$ jacintos , con la diferencia
de que para los tulipanes ha de que
39
dar el terreno pendiente por el fren
te y por detras. En la fila del medio
se ponen los tulipanes mas altos, en
la segunda los que no son tanto, y
en la tercera los mas bajos: así for
man al florecer un hermoso aspecto.
Al plantarlas se ha de rodear de are
na cada cebolla de por sí, y de este
modo salen mas finos.
Como resisten á las injurias del
frio , del hielo y de las lluvias, no es
necesario cubrir el plantel en el in
vierno; pero cuando comienzan á des
puntar, y que sus tallitos son toda
vía tiernos , es necesario defender
los de los vientos fuertes y de los
aguaceros , que dañarían á sus tier
nas hojas , y de consiguiente á las
flores ; por lo que conviene cubrir el
plantel en primavera, como se ha di
cho de los jacintos.
Vil, Cuando comienzan, á levan

tarse los tallos es necesario poner
les algun arrimo para que no los
tronchen los vientos: á este fin se
les ponen estaquillas de dos , tres
y aun cuatro pies de altura ^grue
sas á proporcion , y de manera que
no hieran á la cebolla. En lo alto
de las estacas se les hace una hen
didura en que se pone un aro de
hierro de tres pulgadas de diámetro
y de un cuarto de pulgada de an
cho. Despues se hace entrar por el
aro el tallo , de manera que que
de por bajo del boton, y al paso
que va creciendo se va levantando
cada dos dias el aro.
Tambien conviene defender los
tulipanes con toldillos de los ardo
res del sol y de las lluvias tempes
tuosas.
Luego que las flores se marchi
ten, se ha de cortar el tallo á la
altura de medio pie sobre las hojas,
ó se ha de quitar solamente el bo
ten en que está la semilla.
VIII. En junio se han de sacar
de tierra las cebollas cuando sus ho
jas estén secas, y se ha de hacer
con delicadeza , porque son muy
tiernas. Luego se ponen en un si
tio ventilado donde no llegue el sol,
porque las perjudicaría : al cabo de
tres ó cuatro semanas , cuando es
tén bien enjutas , se limpian y mon-,
dan de las cubiertas esteriores que
son restos de la cebolla madre , y
se guardan como las del jacinto has
ta que llega el tiempo de plantarlas.
Tales son las reglas que se han
de observar en el cultivo de los tu
lipanes , mucho mas fáciles que las
que he dado para el jacinto.
IX. Hablaré poco del modo de
4*
que cuesta mucho tiempo y traba
jo ; como que se necesitan ocho ó
diez años para lograr las flores , y
aun despues de tanto tiempo solo
se obtienen tulipanes tardíos y de
un solo color.
Los que quieran cultivar la semi
lla tomarán la de los pies que mas
les agraden, y estos no se han de
guardar del sol á fin de que se per
feccione la semilla; y se han de de
jar en la tierra hasta que el boton
comience á abrirse y enseñar la se
milla negruzca. Entonces se corta el
boton para guardarlo en lugar en
juto sin sacar la semilla hasta se
tiembre, que es cuando se siem
bra á la profundidad de una pul
gada en tierra bien preparada y
en tiestos que se ponen á la som
bra hasta noviembre , que se sacan
al sol Ea la primavera se ponen de
43
nuevo á la sombra , y se riegan has
ta que se presenten las hojas verdes.
Cuando estén secos , se sacan las ce-
bollitas para volverlas á plantar en
otros tiestos puestos al sol : pasado
el segundo año se sacan las cebo
llas de los segundos tiestos , y se
cultivan como las demas.

DE DIFERENTES VARIEDADES DE RANÚN


CULOS Ó FRANCESILLAS , I DI SO
BELLEZA.

I. No sin razon estiman mucho


los floristas el ranúnculo, cuya her
mosura lo hace digno de admiracion,
y de que le llamen el bello producto
de la naturaleza. Y efectivamente,
¿ qué cosa se puede presentar mas
maravillosa que su forma? ¿mas vi
va , vanada y brillante en sus colo
res, ni mas ingeniosamente dispues
ta que sus hojas? ¡Ninguna flor se le
44
puede comparar cuando el ranúncu
lo ostenta sus bellezas.
Esta flor fué acaso traida del orien
te , y tal vez se deriva su denomina
cion de la voz rana , porque, como
este animal , se complace en sitios
húmedos. Se compone de muchas
hojas colocadas como las de la rosa:
en medio está el pistilo , cuyo ovario
es redondo ó aovado ó en forma de
espiga.
Hay muchísimas variedades de ra
núnculos ; pero solo hablaré de tres
especies de la oriental que son :
Los ranúnculos viejos de Tur
quía.
2. * Los semidobles.
3. " Los nuevos , ó sea los mas
hermosos.
Los viejos de Turquía fueron en
otro tiempo muy estimados ; pero
cuando se vieron los nuevos, perdie
45
roo su estimacion. Con todo eso se
cultivan todavía , porque tienen cier
ta belleza, y exije su cultivo pocos
cuidados. Se plantan en febrero don
de les dé bien el sol , dejando enci
ma una pulgada de tierra, y se sa
can las cebollas cuando comienzan á
secarse las hojas.
Los semidobles se cultivan [le
mismo , y son mejores y mas esti
mados , como que de ellos se produ
cen las variedades mas apreciables y
raras , y presentan una mezcla de
colores muy agradable.
De los ranúnculos nuevos hay gran
número de variedades : los mas her
mosos han de tener el tallo derecho
y fuerte , y una altura proporcionada
á la flor. Esta ha de ser grande, bien
contorneada y llena de hojas que
formen como una bóveda : las hojas
han de ser relucientes , brillantes,
4¿
gruesas y anchas , que cubran bien
el receptáculo; finalmente si estas ho
jas estan matizadas de colores opues
tos, sin mezclarse unos con otros;
si el color de oro , el de rubí y el
oscuro se mezclan graciosamente; si
el de amatista y de púrpura , y en
fin el blanco contorneado de rojo ó
de turquí ó negro, se podrá decir
que los ranúnculos son perfectos. Es
difícil ciertamente que una flor re-
una todas estas calidades; pero bas
ta quete iga dos ó tres de ellas para
que merezca la. estimacion de los flo
ristas.
DE LAS VARIEDADES DE ANEMONES , X
SU BELLEZA. .

II. Como estas requieren el mis


mo cultivo que el ranunculo , séame
permitido hablar de ellas ántes que
del cultivo de aquel.
47
La anemone es una flor hermosa
á la que dió la naturaleza un color
brillante turquí que se asemeja al
del cielo sereno. Tiene el tallo des
nudo, adornado á su mitad con una
hoja verde, y á la estremidad lleva
la flor compuesta de muchas hojas
grandes , y en medio muchísimas pe
queñas. El nectario es de figura oval,
rodeado de la semilla con una pelí
cula sutil medulosa.
Su nombre, que se deriva del grie
go , significa viento, por lo que fué
llamada flor del viento , el que la in
comoda bastante : y no es cierto lo
que dice Plinio , que no se abre la
anemone sino cuando sopla el vien
to; porque enseña la esperiencia que
se abre cuando el sol está brillante,
y el aire sereno y tranquilo. Unos
dicen que vino de oriente , y otros
de América.
48
III. Los floristas cultivan dos va
riedades: simples y dobles. Las sim
ples ó sencillas solo sirven para re
coger su semilla, por lo que no se
cultivan sino las de una especie , y
solo se procura tener de todos colo
res. No exijeh cuidado particular:
se plantan en marzo á la profundi
dad de dos pulgadas.
Las dobles , en que se ven todos
los colores, escepto el amarillo, que
con el tiempo se puede esperar de la
naturaleza , son las que se llevan la
atencion de los floristas. Las cali
dades que debe tener una anemone
para ser perfecta son las siguientes:
un tallo fuerte, flor grande, bien lle
na, griiesa, sólida y de color brillan
te; las hojas eslenores han de ser
redondas , y mayores que las interio
res ; han de relucir en ella algunos
colores, y las hojas esteriores le han
49
de tener distinto de las interiores.
Con estas condiciones son perfectas.

Cultivo de las variedades mas hermo


sas de ranúnculos y anemones.

IV. Los ranúnculos y las anemo


nes se pueden plantar así en prima
vera como en otoño. Requieren tier
ra ligera y bien labrada, aunque ve
getan bien en la arcillosa, si está abo
nada con boñiga. Los que hacen el
plantío en otoño formarán eritas
como para los jacintos , espuestas al
mediodía , y las cubrirán con tablas
y pajones para defender las raices del
hielo que las haría perecer.
Tambien se pueden plantar los ra
núnculos en setiembre para tener el
gusto de verlos florecer al mismo
tiempo que los jacintos. A pocas se.».
manas de plantados entallecen , y se
4
50
ha de usar de todas las precauciones
contra el hielo y las escesivas lluvias
del invierno. Si las flores tienen agua
encima y sobreviene hielo, las hace
perecer. Cuando la tierra está enju
ta y se repiten las heladas, es nece
sario levantar las tablas y los pajo
nes en las horas del sol , sin lo cual
se perderían las plantas. Si se au
menta el frio se han de cubrir ade
mas con esteras, y en llegando mar
zo basta cubrirlas de noche con di
chas esteras, ó cuando amenaza llu
via fuerte.
Muchos de estos cuidados evitan
los que no hacen el plantío en se
tiembre , y así no lo aconsejo en di
cho mes. Plantando los ranúnculos
en noviembre florecerán al mismo
tiempo que los tulipanes , y no re
quieren tales cuidados, porque des
puntando las hojas en invierno , se
5*
quedan pequeñas , y no les causa
mucho daño la intemperie. En lo de-
mas se cuidan lo mismo que los plan
tíos de setiembre , metiendo los ra
núnculos en tierra á la profundidad
de dos pulgadas, y á la distancia de
cuatro á cinco dedos uno de otro.
V. Las anemones se plantan á
mediados de setiembre como los ra
núnculos, y á la misma profundidad
y distancia. Despues de una semana
comienzan á despuntar , y florecen
cuando los jacintos. Se cuidan lo
mismo que los ranúnculos, bien que
como tienen las anemones las hojas
mas duras y menos delicadas en el
invierno, no requieren tantas aten
ciones ni mucho abrigo contra los
hielos, sino son muy fuertes.
Hay muchas rabones para preferir
el otoño á la primavera para plantar
estas flores, i.*, cuando se plantan
52
los ranúnculos y las anemones en oto
ño sacan las flores mayores, mas lle
nas y hermosas, y se ven sus flores al
mismo tiempo que los jacintos y tu
lipanes. 2.a, cuando se plantan en
primavera tardan en florecer hasta
junio que hace mucho calor y du
ran poco. 5.a en fin , porque plan
tadas en otoño arraigan mejor.
Si se quiere plantarlas en prima
vera , como los ranúnculos , requie
ren humedad : se han de dejar dos
pulgadas bajo tierra, haciendo esto
luego que pasen los hielos ; bien que
han de estar en tierra á fines de ene
ro, pues plantándolas mas tarde flo
recen cuando hace mucho calor.
Las anemones aborrecen macho
la humedad del invierno, y por eso
se han de plantar á fin de marzo á
la profundidad de dos pulgadas. Si
se plantan antes suelen perecer.
53
Una y otra flor requieren un terre
no bien labrado, acribado y mez
clado con bastante cantidad de es
tiércol de los establos de las vacas.
Se sacan las raices de la tierra des
pues de que se secan las hojas, se en
jugan, y se limpian bien sin ponerlas
jamas al sol, que les es muy daño
so, ó porque las seca, ó porque las
hace entallecer. Se conservan en si
tio muy enjuto, y aun es bien que
haya en él una estufa con fuego , s¡
se rezela que entre la humedad, por
que las raices ó cebollas, particular
mente las de la anemone , se enmo
hecen facilmente.
VI. Los floristas que quieren con
seguir nuevas especies las procuran
por medio de la semilla que sa
can de los ranúnculos semidobles;
pues los dobles las producen rara
vez, y eligen la de los que tienen los
54
colores mas vivos. Yo prefiero hacer
la sementera en la primavera para
escusar los abrigos en el invierno.
Para mayor comodidad se siembra
en -tiestos que se tienen á la sombra,
y poco á poco se van acostumbran
do á recibir los rayos del sol. No tar
dan mucho tiempo en ecbarsus ho-
jitas verdes, para lo cual se han de
regar de manera que la tierra se con
serve bien húmeda. Cuando se mar
chiten las hojas se sacarán de la tier
ra las raices para plantarlas en las
eritas con las demas , y al año si
guiente comienza el florista á ver
recompensado su trabajo , porque
echan llores.
Aunque la semilla de la anemone -
suele producir muy pocas flores do
bles, es bien sembrarla para obtener
flores nuevas; y no se tome la semi
lla de las flores dobles , que suelen
55
ser infecundas , sino de las sencillas
de color violado , ó del todo rojo,
que son las mejores para este objeto.
En marzo se siembra la semilla des
pues de frotarla un poco para que
no vayan los granos juntos, y se es
parza con igualdad. Despues no re
quiere cuidados particulares , pues
germina y despuntan las hojas que,
si son muchas, son las raices muy
pequeñas. Despues de secarse las ho
jas, se sacan de tierra las raices , y
se trasplantan con las demas ane
mones.
Es cuanto me ocurre que decir so
bre los cuatro principales ornamen
tos de Flora ; pero habiendo otras
muchas flores de esta especie que
forman la belleza de los jardines,
voy á tratar de ellas.
56

DE LAS DIFERENTES FLORES QUE SE PUE


DEN TENER TODO EL AÑO , SU CULTIVO
Y ESPECIES.

I. Antes de hablar del cultivo de


varias llores que adornan los jardines
desde febrero hasta noviembre , voy
á formar una lista de las que flore
cen en primavera , en verano y en
otoño.
Febrero.

Ciclámen (*) de Alepo, blanco con


hojas jaspeadas. Ciclamen aleppicum
odoratum, folio marmoreo et flore al
bo. B. n,« 2. M. n.° 5. (i).

(*) Ciclamino se suele decir en latin y


griego.
(i) Las letras iniciales, puestas despues
de los nombres latinos de las flores, indican
os autores que hablan de ellas con el nú
mero bajo el cual las describen ; esto es,
B. Boerhavcn. Index, alter plantarum.
Lvgd. Batav. año de i720.
57
Ciclámen de Alepo blanco con ho
jas jaspeadas y base purpurea. Cy-
clamen aleppicum odoratum. folio mar
moreo , flore albo , basi purpurea.
Ciclámen de Alepo blanco con las
hojas jaspeadas y base de color de
rosa. Cyclamen aleppicum odoratum,
folio marmoreo, flore albo, basi rosea.
Ciclámen de invierno rubicundo.
Cyclamen hyemale flore rubro , fol.
purpuraseente. B. i. R. i.
Narciso doble blanco, semejante á
una violeta doble. Leucojum bulbus,
flore albo , pleno ; narcissus Leuco
jum. M. 3.
En marzo.

Narciso amarillo. Narcissus cam-


pernellus , flore lúteo.
Narciso enano amarillo. Narcissus
nana , flore luteo , minore : narcissus
R. A. Royen. Flora; Leyd. prodromus.
Lugd. Batav. 174°-
M. Ph. MiUer. Gardencrs. Dictionary
Lond. 1752.
58
parvus , totus tuteas. B. i.
Narciso enano doble de color de
azufre. Narcissus nana , flore sulphu-
reo pleno: narcissus parvus ¿ flore sul-
phureo.
Narciso llamado de Trombón. Nar
ciso falso. Narcissus junci fot, , flore
tubam referente, B. 4.
Iris persiana, iris persica, iris acau-
lus. R. 3. Xiphium persicum, flore va-
riegato. B. i. M. I.
Jacinto con flor de borraja. Hya-
cinthus flore borraginis.
Jacinto estrellado blanco. Hyacin-
thus stellatus, flore albo. B. 5.
Jacinto estrellado azul. Hyacint.
stellatus, flore caruleo. B. i.
Jacinto estrellado rojo. Hyacint.
stellatus , flore rubro, vel flore suave
rubcnte. B. 6.
Azafran de invierno. Crocus ver-
nus , del que hay diferentes varieda
des y colores.
59
Diente de perro. Dens canis , del
que hay cuatro variedades de dife
rentes colores.

En abril.

Jacintos sencillos y dobles que se


han descrito antes.
Tulipanes tempranos id.
Ranúnculos plantados en setiem
bre.
Narcisos de ramillete. Narcissus
orientatis , polyanthos, de los cuales
hay mas de ochenta variedades her
mosas.
Narciso indiano ó jaeobeo. Nar
cissus jaeobem , vel solitarius , coccí
neas, amaryllus, spatha uniflore. R. 3.
Lirio narciso. Cuando se ha plan
tado eu febrero eu tiestos puestos so
bre una capa de estiércol.
Narciso incomparable , doble , de
dos colores. Narcis. incomparabilis.
6o
flore pleno , partim flavo , partirn ero-
eco. M. 8.
Narciso doble que llaman los ho
landeses orange phenix. Narcis, lati
folius , flore pleno. M. g.
Narciso amarillo ó aplomado. Nar-
cis. fore totus luteus.
Junquillo sencillo amarillo. Nar
cis, junci folio , flore simplici luteo
odoratissimo.
Junquillo amarillo muy oloroso.
Narcis, junci folio , luteus, odoratis-
simus.
Junquillo simple grande amarillo.
Narcis. junci folio, flore simplici majo-
re. Narcis. junci folio oblongo. M. 52.
Junquillo sencillo amarillo. Nar
cis. junci folio , flore simplici minore.
Narcis. junci folio , luteus minor.
Lirio napolitano. Iris neapolitana.
Iris humilis: hay tres especies, blan
co, ceruleo y pintado.
6r
Corona imperial. Corona imperia-
lis, de la que hay muchas y hermo
sísimas variedades.
Lirio rojo de invierno. Lilium ru-
brum vernum.
Jacinto musgoso. Iiyacinthus bo-
trioides, flore carneo.
Fritilaria. Fritillaria. Hay diferen
tes y buenas variedades : el lirio de
Persia es una de ellas.
Sanícula ursina , doble blanca. Sa
nícula, flore pleno albo: es una espe
cie de oreja de oso.

En mayo.

Tulipanes dobles tardíos , de los


que se ha tratado ántes.
Ranúnculos , si se han plantado
en noviembre.
Narciso blanco olorosa. Nai-cissus
terlius Matthiolt : vel Pancraiium ,
62
spatha multiflore , foliis ensiformibus,
flore albo adoralo. Narcis. illyricus.
B. 4. M. 1 5.
INarciso indiano blanco rosaceo.
Narcis. garatea minor. Amaryllus
spatha uniflore. R. 2. Lilio-narcissus
indicus, fore exalbo extus rubente.
Junquillos dobles. Narcis. junci
folio , flore pleno , odorato: Narcissus
junci folio , flore pleno. M. 54-
Tuberosa , vara de Jesé. Iris tube
rosa , vel hermodaclylus , flore qua-
drangulari. B. iris R. 12.
Jacinto flamenco. Hyacint. belgi-
cus, vel corollis campanul. sexpartitus.
B. et R : de este hay tres varieda
des , blanco, color de rosa y turquí.
Jacinto purpureo con la llor en
panoja. Hyacint. coralloides , flore
purpureo, vel floribus panimlalis mons-
trosis. R. 5.
Omitógalo. Ornithogalum: del cual
«3
hay muchas variedades , entre las
que está el lirio alejandrino.

En junio.

Ranúnculos y anemones planta


dos en terreno abierto , ó sea á cli
ma libre, como se ha dicho.
Narciso blanco doble. Narcis. flo
re albo , pleno.
Bulbosa española sencilla. Iris
bulbosa hispanica : iris angustifotia
bulbosa. Xiphium B. Xiphium angus-
tifolium. M. del que hay muchas va
riedades de mucho adorno cuando
florecen.
Bulbosa de España doble. Iris
bulbosa hispanica flore pleno »• vel iris
angustifolia , bulbosa , flore pleno.
Lirio persiano. Iris susiana, flore
maximo exalbo , nigricante. Atigrado,
iris corollis barbatis.
64
Lirio mayor. B. 7. M. 6. Iris la-
tifolius B. hay dos variedades.
Lirio rojo de color subido. Lilium
radice asphodeli, flore carmosino. Li
lium aspliodelus , puniceus. B. 2. M. 2
Hemerocalis. R. 1.
Lirio amarillo, Lilium radice as
phodeli, flore luteo. Lilium asphodelus.
B. 1. M. 1.
Lirio de los Alpes, llamado de sa?i
Bruno. Liliastrum alpinum. Lilium
asphodelus minor , flore albo, magno.
Liliastrum. B. Hemerocalis R. 2.
Jacinto de flor oblonga rojizo.
Hyac. flore oblongo, sexparlilo; vel
flore oblongo suave rubente. B. i3.
Jacinto plumado celeste. Hyac.
plumosus, flore catruleo.
Jacinto ceruleo estrellado africa
no. Hyac. stellatus africanus, flore
cozruleo. Liliohyacinthus. B. 1. scilla
R. 1.
«i
Jacinto purpureo estrellado africa
no. Hyac. stellatus africanus , flore
purpureo. Lilio hyacinthus , flore pur
pureo maximo.
Moli blanco, que llaman los fran
ceses. Dama de once horas. Moly ma-
jor , flore albo. Allium. B. 7, Es una
especie de ajo que da flores seme
jantes á las violetas.
Moli purpureo. Moly major, flore
purpureo.
Moli amarillo. Moly minor , flore
luteo. Allium.
Peonia. Pceonia. Hay cinco varie
dades todas hermosas.
Tulipanes de Persia mezclados de
amarillo y rojo. Tulipa pérsica , flore
luteo , et rubro mixto.

En Julio.

Narciso jacobeo. Narcissus Jaco-


5
66
beus, vel solitarius coccineus: amaril
las spatha R. 7. Lilionare , flore sang.
ñutante: florece en este mes cuando
se planta en abril.
Bulbosa inglesa. Iris anglica bul
bosa. Iris latifolia bulbosa. Iris R. 14.
Xiphium latifolium , vel chamoletta
dictum: hay muchas variedades, to
das raras y hermosas: es la flor mas
deliciosa que se logra en esta esta
cion.
Lirio. Iris angustifolia: hay tres
variedades , con flor cerulea. B. 1 7.
con pintas. B. 18. y con varios co
lores. B. 19. .
Lirio de Florencia. Iris florentina,
flore ampio , albo. B. 6. M. 4-
Martagon , especie de lirio. Marta
gon. Lilium floribus refleiis: B. M.
Hay diferentes variedades.
Lirio blanco comun. Lilium album.
Lilium album , flore erepto , et vulga-
re. Al. 1. '
67
Lirio blanco doble. Lilium album,
flore pleno majore. B. L\. M. 2.
Lirio blanco moteado. Lilium al
bum , flore varicgato. B. 2. M. 5.
Lirio blanco manchado. Lilium al
bum , folio maculalo. B. 3.
Lirio blanco manchado y pintado
de varios colores. Lilium flore macu
lalo , variegato. M. 6. Lilium album,
flore Un. purpur. varicgato.
Lirio rojo. Lilium rubrum majus.
Lilium croceum majus. B. 4. M. 7.
Gladiolo. Ireos : del que hay dife
rentes variedades.

En agosto.

Ciclámen llamado pamporcino de


estío. Cyclamen astivum, flore rubro,
rad. anemoni : flore purpureo minore
odorato. B. i5. ¿Estivum persicum dic-
tum.
68
Ciclámen estivo. Cyclamen sti-
vum odoratum radice rotunda, flore
vrb. insuper purpureo.
Tuberosa: especie de jacinto blan
co. Tuberosus flore albo: polyanthos,
floribus alterriis. R. i . Hyacinthus in-
dicus tuberosas. B. i. Hyac. flore hya-
cinti orientatis. M. i .
Tuberosa blanca doble. Tuberosus,
flore albo pleno. Polyanthos. R. Hya-
vint. tuber. B. 2.
Tuberosa blanca moteada. Tube
rosus flore, albo, folio variegato ,
limb. aureis.

En setiembre.

Narciso belladona. Narcissus bel-


ladonna , flore majore : amaryllus spa->
tha multiflore. R. 7. Lilio narcissus
scylanensis , flore niveo extus purpur.
striato. B. 5.
6o
Narciso belladona mediano. Narc.
belladonna, flore medio.
Narciso belladona pequeño. Nar-
cis. belladonna , flore minore.
Narciso del Japon. Narc. japoni-
cus , rutilo flore. R. 5. Amaryllis
spal/ia multiflore. B. 4. M. 4.
Narciso indiano mezclado de blan
co y purpurino. Narc. indicus , flore
liliaceo : amaryllus multiflorus , bul
bo rotundo , flore exalbo et purpureo
mixto.
Narciso indiano blanco rojizo.
Narc. indicus, flore albicante extus
purpurascente.

En octubre.

Ciclámen de otoño. Cyclamen auc-


tumnale, flore albo: vel auctumnale,
flore albo , hederá, folio. M. 2.
Ciclámen de otoño lanceolado.

cyclamen auctumnale , flore albo , folio
hastato.
Ciclámen de otoño de color de car
ne. Cyclam. auctumnale, flore carneo;
vet flore purpureo , hederá folio. M. i.
Ciclámen de otoño lanceolado de
color de carne. Cyclam. auctumnale,
flore carneo , folio hastato.
Ciclámen de otoño color de rosa.
Cyclamen auctumnale , flore roseo.
Cólchico ó lirio narciso de otoño
pintado. Colchicam auctumnale , agrip-
pina flore variegato. R. 2. B. 6. M. 4-
Cólchico de otoño amarillo. Col-
chicum auctumnale flore luteo. R. 1.
Lilius narcissus luteus auctumnale*
M. 8.
Cólchico de otoño. Colchicum auc
tumnale: hay diferentes variedades.
Azafran ceruleo. Crocus auctumna
le , flore cmruleo majorc. Crocus sali~
vus. B. M.

Azafran silvestre de otoño. Crocus
montanus auctumnale.
Azafran de los Pirineos celeste.
Crocus pyreneus montanus , flore cat-
ruleo.
Despues de hablar de todas estas
flores y del tiempo en que florecen,
trataré del cultivo que conviene á
cada una siguiendo el orden del ca
tálogo.
II. El narciso de ramillete es la
primera flor que merece mayor aten
cion después de los jacintos, tulipa
nes , ranúnculos y anemones, por
que es hermosa con deliciosos co
lores: los hay con el fondo amarillo,
con el caliz de color de oro ó de na
ranja, de t;il manera que parecen
flores de oro. Otros son blancos con
cálices amarillentos, color de limon
y de oro, en que se juntan maravi
llosamente los colores de la plata 7
7*
del oro. Algunos hay todos blancos
plateados. Se suele plantar en no
viembre á ocho pulgadas bajo tierra,
para que en la primavera no le dañe
el frio. El terreno ha de estar bien
labrado y removido sin mucho es
tiércol, porque la tierra grasa le es
muy contraria.
Los floristas del norte plantan án-
tes los narcisos , y los cubren en in
vierno con paja ó con hojas: se sa
can las cebollas á fines de julio.
III. De los demas narcisos no
todos requieren igual cultivo ; por
que las tres variedades de belladona ,
las de galatea menor, las de narciso
indiano con flor semejante al lirio,
las del mismo, ya blanquecino, ya
roseo, las dos variedades de narciso
enano, y del tercio narciso, que des
cribe Matthioli, las del narciso lla
mado Trompa marina, y las del nar
73,
ciso campernelo , todas piden el mis
mo cultivo
Se plantan en octubre en tierra
bien labrada y soleada, á la profun
didad de tres á cuatro pulgadas, y
como temen el frio mucho mas que
los narcisos de ramillete, es necesa
rio cubrirlos en invierno para que el
hielo no penetre hasta las cebollas.
Es mejor dejar las de julio en tier
ra por dos ó tres años, para que pue
dan producir mayor cantidad de llo
res: á mas de que en la tierra no te
men riesgo alguno y se conservan
muy bien.
Todas las diferentes flores de nar
ciso que acabo de nombrar son her
mosísimas, especialmente las bella
donas , que tienen un color de rosa
muy vivo y esparcen agradable olor.
Tambien son apreciables las otras
dos variedades de narciso de la India
74
con flor amarilla, y el narciso que
á veces es blanquecino, y á reces
roseo.
El narciso jacobeo es una de las
flores mas bellas que pueden verse,
de un color vivo de sangre, pintado
con manchitas de oro. Algunos sue
len ponerlo en abril en tierra bien
preparada y espuesta al sol, á dos ó
tres pulgadas de profundidad; pero,
á mi ver, seria bien plantarlo hacia
fines de febrero en tiestos puestos so
bre estiércol caliente ; porque así flo
rece temprano , esto es , al tiempo
de los jacintos. Siendo de advertir
que cuando los narcisos comienzan
á abrir , se han de poner los tiestos
á todo viento.
IV. En octubre se sacan de tier
ra las cebollas , y despues de secas,
como no pueden soportar el menor
frió , se conservan en una pieza bien
75
enjuta , y que tenga estufa con algo
de fuego. Con estas precauciones se
conseguirán buenas flores.
El narciso del Japon trae su orí-
gen de aquella isla , y se cultiva en
el dia felizmente en estos países. Su
cultivo es bastante difícil para hacer
lo florecer. Se planta en tiestos lle
nos de tierra fuerte que antes se ha
ya trabajado bien , y se ponen so
bre una cama de estiércol, como se
ha dicho al tratar del narciso jaco-
beo. Miller habla de este cultivo con
estension. ,
Las cuatro últimas variedades de
narcisos, á saber, el doble blanco
oloroso, el incomparable , el llamado
orange pfuznix, y el narciso llamado
vansion, piden poco cultivo, y resisten
al hielo tanto que se pueden plan
tar en cualquier terreno sin cubrir
los. Como tienen hermosa apañen
7*
cia se suelen poner para adornar Tas
terrazas, caminos y senderos, y en
todos los parages en que perecerían
las demas flores.
V. Los junquillos dobles y sen
cillos quieren tierra fuerte , bien
preparada y sitios asoleados : se
plantan en otoño á cuatro pulgadas
bajo tierra. Cuando hiela se cubren,
y en julio se sacan sus cebollas. Los
dobles tienen una flor elegantísima.
Los sencillos tienen el mismo olor y
color, y solo se diferencian de los
dobles en su sencillez. Su cultivo re
quiere poca atencion, y se cuidan lo
mismo que las últimas cuatro varie
dades de narcisos.
VI. La bulbosa inglesa merece
todo el esmero de un florista : es en
estremo bella, y junta á sus hermo
sos colores una forma no ménos ele
gante. Se planta en tierra bien labra
77
da á tres ó cuatro pulgadas , y para
conservarla alguna semana se pone
en sitio sombrío ; poique , como flo
rece en verano , la marchitan los
grandes calores en poco tiempo: aun
que parece que la próvida naturale
za, que leda corta vida, procura ha
cerla vivir mas tiempo sacando del
mismo tallo segunda flor. En invier
no se ha de cubrir para defenderla
del hielo , y en agosto se saca de
tierra, é inmediatamente se limpia
y monda de la corteza vieja, quitan
do al rededor los hijuelos ó cebolli-
tas de que está cargada. Y es de ad
vertir que no se ha de tardar en vol
verlas á plantar , porque se vician , si
están mucho tiempo fuera de la
tierra.
VII. La bulbosa española es flor
bellísima , entre cuyos colores resul
tan el de oro , el azul y el púrpura.
78.
Se cultiva sin mucho trabajo , y lo
mismo que la inglesa ; y no siendo
necesario volverla á plantar á poco
de haberla sacado de tierra , se a-
costumbra plantarla en otoño.
VIII. El lirio ó iris persiana (su-
siana ) de flores grandes se cultiva
como la belladona: tambien se pue
de plantar en marzo en la misma es-
posicion que la anemone. Yo la plan
to en octubre : es flor hermosa que
recompensa bien el trabajo de su
cultivo.
Todos los lirios que se espresan en
el catalogo quieren el mismo cultivo
que la bulbosa inglesa. Cada uno
tiene su mérito particular; y el lirio
de Florencia sirve tambien en la me
dicina.
La tuberosa es hermosísima y sin
gular en estremo , de color verde
mezclado de negro , y de forma muy
elegante.
79
La bulbosa española de flor doble
es muy graciosa por su forma y co
lores del arco iris.
El lirio persiano de varios colores
es temprano y hermoso , blanco y
turquí , mezclado de negro , amari
llo y verde-mar.
Todos estos lirios se echan á per- -
der .cuando están mucho tiempo fue
ra de tierra ; y así á poco de haber
sacado las cebollas es necesario re
plantarlas.
IX. La corona imperial es una
flor muy bella y magnífica que , le
vantándose sobre las demas que
nacen de cebolla, con un tallo fuer
te y derecho , parece que lo adorna
con la corona , representando en su
disposicion y en la simetría de sus
hojas la figura de una diadema. Poco
cuesta el cultivo de esta flor : se
planta en setiembre ú octubre á seis
8o
pulgadas bajo tierra en sitio elevado,
porque aborrece la humedad. En el
mes de julio, luego que se secan sus
hojas , se sacan de tierra las cebo
llas, y despues de bien limpias , se
conservan en una pieza ventilada.
X. El martagon , que es una es
pecie de lirio con flores bastante be
llas , es de color brillante , y su cul
tivo requiere pocos cuidados. Se plan
ta en otoño á la profundidad de seis
pulgadas , y no se saca de la tierra
hasta que pasen dos ó tres años. El
martagon del Canadá mayor es mas
delicado que los otros , y se cultiva
como el narciso belladona. La cebo
lla de este último se halla siempre
unida con dos ó tres , que son la
vieja y las nuevas ; y no se han de
separar, porque hay peligro de que
se pierdan.
XI. El lirio, que es flor herma
j
81
sa , quiere sitios sombríos , y el mis
mo cultivo que el martagon ordina
rio: la variedad mas comun , aun
que poco estimada, merece serlo mu
cho , pues algunos intérpretes de la
Biblia creen que por el lilium con-
valliamde Salomon se ha de enten
der el lirio blanco. Todas las demas
variedades de lirios son muy bellas,
y las hojas del lirio blanco estriado
están maravillosamente pintadas de
verde y amarillo. Como es planta
que está siempre verde, presenta
buen aspecto aun en invierno.
XII. En cuanto á los jacintos no
todos quieren el mismo cultivo. Las
tres variedades de jacinto flamenco
óbotrioide, el coraloide , el de flor
de borraja , y : las dos de musgoso
y plumado se contentan con poco
cultivo. En otoño se ponen en cual
quier terreno á tres ó cuatro pulga
8a
das de profundidad, y se sacan de
tierra las cebollas cuando están se
cas las hojas.
El jacinto estrellado de diversas
variedades teme el frio mucho mas
que los sobredichos, y por eso con
tiene cubrirlos en el invierno : y co
mo sus cebollas no se conservan fue
ra de tierra, es preciso volverlas á
plantar en la misma semana que se
sacan.
El jacinto de flor oblonga y las va
riedades del estrellado africano que
vino del cabo de Buena Esperanza,
son las mas delicadas, y se han de
cultivar como el narciso belladona.
Todas estas especies son muy apre-
ciables para el florista, y todas me
recen lugar en el jardín.
XIII. Del ciclámen, flor sin duda
bastante bella, hay cuatro varieda
des, que son: el de Alepo, el de vera
83
bo , el de otoño y el de invierno. El
de otoño vegeta facilmente sin pres
tarle muchos cuidados: bastaponerlo
en buena tierra y csposicion y cubrir
lo cuando hace frio. Los otros se
plantan al mediodía, y se abrigan
en invierno contra el frio : en lo de-
mas se cultivan lo mismo que los ra
núnculos que se plantan en otoño.
Tambien se pueden plantar en ties
tos , que en el verano se meten en
tierra , y en el invierno cuando co
mienza á helar se retiran á las es
tufas , poniéndolos cerca de las ven
tanas. Mientras haga frio no se han
de regar, y si la tierra se secase mu
cho se mete el tiesto en un cubo
grande de agua, y basta que se hu-'
medezca esteriormente.
El ciclámen tiene la particularidad
de que su cebolla madre no es pro-
lílica , como las démas, y así no
84
produce hijos ; por lo cual el único
medio de multiplicarlo es por la se
milla que , cuando esté en sazon,
quiere ser sembrada en tierra bien
preparada y en buena esposicion.
En este caso nace facilmente , y en
poco tiempo se logran cebollas , de
las que viene la flor semejante en
todo en el color y en la forma á las
plantas de que se sacó la semilla : de
aquí es que ningun florista puede
esperar nuevas variedades. Esta flor
es sumamente bella , Jy sus hojas es
tán tambien matizadas como un her
moso mármol. El de Alepo es el ma
yor de todos , y les escede en be
lleza. El de verano rojo oloroso , con
la raiz redonda, exhala muy agra
dable olor. El de verano rubicundo
con la raiz de anemone se distingue
por ella de los demas.
El azafran de invierno y de otoño
85
son fáciles de cultivar , y adornan
muy bien los jardines en marzo y oc
tubre cuando no abundan estas flo
res.
XIV. El cólchico ó lirio narciso
de otoño no causa la menor moles
tia al cultivador ; pero el cólchico-
agripina con flor pintada , el de flor
amarilla , y el llamado crocus narria
quieren ser guardados del frio. La
cebolla del cólchico tiene la particu
laridad de que no pide agua ni tier
ra para germinar, y así produce su
flor en donde se encuentra sin que la
planten. Lo mismo hacen las tres va
riedades del crocus de otoño. El cól-
chico-agripina es flor muy rara , mo
teada con puntitos como una friti-
laria.
XV. Las fritilarias son flores muy
graciosas que cuesta poco trabajo cul
tivar, y que se plantan en cualquier
86
terreno. Solo se advierte que es ne
cesario replantar sus cebollas poco
despues de haberlas sacado de tierra.
XVI. El diente canino ó diente
de perro , y todas las demas flores
de esta especie, escepto la tuberosa,
son de fácil cultivo. El diente de per
ro produce una bellísima flor casi se
mejante, al ciclámen, pues tiene sus
hojas coloreadas con gracia y jaspea
das. Tambien se han de replantar
las cebollas de estas flores poco des
pues de sacarlas de la tierra.
XVII. El leucoyo ó campanillas
de flor doble blanca es bastante tem
prano, y principia á adornarlos jar
dines luego que empieza la primave
ra. Vegeta á la sombra, y no se saca
de la tierra hasta que pasan dos ó
tres años.
XVIII. Los gladiolos florecen en
verano. El moli es flor que tiene el
87
tallo bastante alto. El ornitógalo lle
ra en un solo pie gran cantidad de
flores , todas de figura estrellada , y
las nuevas especies son muy bellas
y de varios colores. La peonía es una
flor maravillosamente bella , de ta
maño estraordinario y de figura de
rosa. La cebolla de esta flor no se
debe sacar de tierra hasta que pasen
cuatro ó cinco años , y de este mo
do produce un arbusto muy hermo
so. La sanícula doble , especie de
oreja de oso , es una lindísima flor
pequeña , y su cebolla es tan dimi
nuta que causa admiracion el ver que
la pueda producir. El tulipan de Per-
sia es una florecita bastante gracio
sa, de color amarillo y oscuro, y sus
hojas se tuercen sobre la tierra.
XIX. Las tuberosas del género
de los jacintos son lindísimas flores,
así las dobles como las coloreadas de
88
varios matices. Se plantan en marzo
á tres pulgadas bajo tierra en eras
bien calientes, con estiércol , como
bacen algunos con los melones , ó
bien se ponen en tiestos que se colo
can despues sobre las eras calien
tes. En llegando junio se ponen al
aire libre, y en secándose sus hojas,
lo que sucede en otoño , se sacan de
tierra , y se cultivan del mismo mo
do que el narciso jacobeo. Las dobles
se deben á Lacourt , célebre botá
nico de Leydem , quien empleó tan
to estudio y atencion sobre la tube
rosa sencilla , que la obligó á mudar
de estado y á perfeccionarse. Fueron
tales las felices alteraciones de esta
flor en las manos de dicho botánico,
que de simple se hizo doble ; pero
la esperiencia me ha hecho ver que
pronto vuelve á su primer estado, si
no 'se le da bastante fuerza para
89
crecer. Las tuberosas con las hojas
matizadas de varios colores son. toda
vía mas débiles y delicadas, y es ne
cesario ayudarlas á crecer con Vigor,
sin lo cual no dan flor. Sus hojas
pintadas de verde y amarillo son un
buen adorno en su estacion.

Del modo de sacar flores tempranas y


. .n.. d& obtenerlas en invierno.
. » v ' v. i. ; ..i ü • : ' . >.;.'•,>
XX.ii Lá dulce primavera , llena
de placeres, parece que saca á la na
turaleza de un profundo letargo, des
plegando sus encantadoras bellezas
y haeiénldo resonar en nuestros oí
dos los armoniosos cantos de ; las
aves, j Salve, estación deliciosa en
que todo revive, , y en que se espar».
ce sobre la tierra un nuevo vigor y
un calor vivificante! Tú despiertas
los amores y el canto dulce de las
90
toi tolillas , al mismo tiempo que es
maltas de flores de variados matices
los prados y las selvas; tú ahuyentas
con tus templados vientos el frio in
vierno, sus nieves, hielos y enojosa
intemperie ; tú tapizas de verde es
meralda los áridos campos ; tú nos
recreas , tú nos vivificas y fecundas
las plantas para que nos den opimos
frutos en el otoño : tesoros incompa
rables con que nos alimentas y en
riqueces. Si desaparecen los deleites
que nos ofreces con los calores del
estío , las escarchas del otoño y los
hielos de invierno, tambien te obli
ga entonces la industria del hombre
á presentar á nuestra admiracion
muchas de tus bellezas en los abri
gados invernáculos que , semejantes
á los jardines de Alcinto, que canta
ba Homero, desplegan á nuestros
ojos las vides con hojas , flor y fru
9*
to. El florista dispone en ellos un
anfiteatro encantador con muchos
centenares de vasos en que vegetan
las mas graciosas llores con la mis
ma lozanía que en la templada esta
ción , renovando sus primores ¡oh
suave primavera! Los narcisos son
su principal ornamento, rivalizando
el esplendor de los jacintos , y espar
ciendo un olor suavísimo , al mis
mo tiempo que deleitan la vista con
sus vivos colores. El verde , el azul,
el blanco y el rojo se mezclan de
mil maneras , variando los matices
y pintando graciosamente las coro
las. Los junquillos embalsaman el
ambiente con su agradable aroma,
y nada le falta al invernáculo para
ser un perfecto jardín. ¿ Qué deleite
se puede encontrar comparable con
este? Parece que la misma naturale
za puede envidiar la industria huma
Q2
na, que sabe producir tan deliciosas
flores cuando la vegetacion, abatida
por el rigor del invierno, se halla sin
fuerza ni vigor.
XXI. No todas las flores son
igualmente dóciles para obedecer á
los conatos del hombre ; las que , ce
diendo á sus desvelos, florecen en
invierno, son las siguientes:
Los jacintos dobles.: :
Jacintos sencillos.
Tulipanes tempranos.
Narcisos de ramillete.
Narcisos enanos, medianos, ama
rillos. >:•>•:•' ;
Narcisos incomparables.
. Narcisos llamados orange phccnix.
Narcisos llamados Van Sion.
Junquillos dobles.
Lirio ( iris ) persiano.
Diente canino.
Azafran de invierno
93
Los jacintos y los narcisos de ra
millete, los junquillos y el lirio per-
siano se pueden poner en tiestos y
en garrafas ó botellas; pero las otras
cebollas de flor mencionadas estarán
mucho mejor en tiestos que en vi
drios. Los tiestos han de tener de 4
á 5 pulgadas de alto , y tres de an
cho ; lo que basta para que florezcan
las cebollas: las garrafas ó botellas
han de tener de 7 á 8 pulgadas de
alto , y su boca ha de ser proporcio
nada al grueso de la cebolla que se
ha de poner en ellas. Hacia la mitad
de octubre es el tiempo á propósito
para poner las cebollas en las bote
llas, advirtiendo que la parte inferior
de aquellas ha de tocar á la superfi
cie del agua, á fin de que las raices
puedan entrar en ella y alargarse.
El agua ha de ser de lluvia reciente,
y se muda cada mes. Los que quie
94
ran plantar las cebollas en tiestos,
los han de llenar de buena tierra bien
preparada, advirtiendo que la parte
superior de la cebolla ha de quedar
dos dedos bajo el nivel de la super
ficie de la tierra.
XXII. Los narcisos y los junqui
llos no quieren desarrollar ó despun
tar sus raices en el agua, por lo cual
es necesario plantar ántes sus cebo
llas en tierra, sacarlas cuatro semanas
despues, lavar sus raices, y ponerlas
en botellas, de manera que todas las
raices queden dentro del agua.
Cuando no se trata de tener ce
bollas en flor ántes de los últimos de
enero , ó principios de febrero , bas
tará tener los tiestos delante de las
ventanas del invernáculo en que se
encienda la estufa, poniéndolos al
sol cuando lo hubiese. Las flores
cuanto mas tiempo están al aire tan
95
to mejor salen: tambien es necesario
que las cebollas que estan en tiestos
puedan atraerla humedad de que ne
cesitan por medio del agugerito que
está en el fondo del tiesto, á cuyo
fin se acostumbra poner los tiestos
en platillos llenos de agua; bien que
esto no se debe hacer sino cuando
su tierra esté demasiado enjuta y
árida.
Los floristas del norte han de re
tirar los tiestos ó botellas de las ven
tanas , para que el hielo no dañe á
las flores.
XXIII. Los que tienen estufas pa
ra plantas exóticas, como ananas ú
otros frutos que quieren obtener ma
duros antes que llegue su tiempo, no
tienen que hacer mas que trasportar
á ellas sus tiestos ó botellas, rodean
do los tiestos con casca de tenerías,
o serrín , y poniendo las botellas so
96
bre el mismo. De esta manera con
poco cuidado se lograrán hermosas
llores desde diciembre hasta marzo.
Los que no tengan estufas y se em
peñen en tener flores tempranas, han
de usar de los acostumbrados abrigos
de tablas, que son muy útiles para
asegurar la vegetacion de las flores:
tambien se ponen vidrieras con que
se cubren las eritas semejantes á las
que se hacen para los melones , con
buen estiércol de caballo áfin deque
se calienten mas facilmente.
Para formar dichas eritas se ha de
usar, como se ha dicho, de estiércol
de caballo, y se cubren con vidrie
ras horizontales levantadas del suelo
como tres pies. Todo al rededor se
levanta un terraplen del grueso de un
pie , para que el frio no penetre has
ta el estiércol: en el fondo de.la erita
se pone estiércol de caballo , fresco
97
$in comprimirlo para que no se reca
liente tan pronto. Sobre dicho estiér
col se echa una capa de serrin de la
altura de medio pie, y cuando co
mienza á calentarse, se añade serrin
hasta la altura de un pie, cubriendo
las eritas con las vidrieras , y por la
noche con pajones encima para abri
garlas del frió. Pasada una ó dos se
manas se entierran los tiestos entre
el serrin , y las botellas se ponen en
cima: haciendo esto tendrá cualquie
ra flores tempranas como las que se
sacan en las estufas de las ananas.
XXIV. Algunos floristas, para ha
cer ostentacion de sus flores, hacen
eritas en escalones , formando una
pirámide ó como un anfiteatro, ó en
arco formando un semicírculo en que
colocan simétricamente las botellas y
tiestos, que forman un hermoso as
pecto , como de un monte de flores.

7
9a
Los; jacintos son los que mas so
bresale» en¡ belleza, entre las, flores
de invifli»Q, tos sencillos sq», mas,
tempranos que los. dobles, y dan flo-
ne& de diversos, colores^ muy agra
dable' viariedad]. Yjo aqppsejo á los
floristas que cultiven unos y otros;
puosilosi dobles, aunq«e> srtasí tardíos»
son en. estceoaOi bermosos. Los rojos
ó> encarnados toman en los tiestos y
botellas, un color, mas. viví) y sabido,
que cuando. están en los. ribazos» lo.
que me ha, confirmado la esperiencia.
Después del: jacinto es el tulipan
temprano, la mas hermosa flor por
la variedad de. sus colores. Una de
estos variedades, que llaman, duque
de Tvl, de color de punaó, contor
neadas las hojas. de¡ amarillo, es tan
temprana, que florece en diciembre.
• Los narcisos^ de ramillete. son muy
lindos, y los. hay. amarillos y blancos.
99
XXV. Los junquillos, cuyo olor
es tan suave , su forma. tan 'bella y
su color Wn delicado ', sttn de las mas
preciosas flores qíre se Vífn "é'n infer
no. Pero 'es menester 'erscoget las Ce
bollas mas gruesas? «p'orqüe las pes
querías fío florecen. 1 , n."
tas tres especies 'de narcisos .sen*-
cilios y los rjuwq•ui'Mos también sewci¿
líos "deben figurar igualmente .mtré
las lores de la estación fría porque
su variedad es muy agradable. 1 ; .l
El lirio 'é iris persímia y 'el. diente
de perro son sumamente hermosos.
El primero •, ademas de la diversidatd
de colorea que l>e adornan > tiene tari
flagró aterciopelado >qae le da mucha
elegancia^ y el segundo tiene las ho
jas jaspeadas, y la flor como el el-
ciámen : los de color purpureo y los
blancos ¡son los mejores y mas estí*
mados. I
100
XXVI. Se ha de tener presente
que para conseguir esta diversidad
de flores en el invierno^ es nece
sario escoger las cebollas mas gordas,
sin lo cual sería imposible obtener
flores. Las cebollas que sirven, no
por eso son perdidas; porque se les
puede dar nuevo vigor en los años
siguientes: paralo cual, luego que
se les secan las flores en las botellas
ó en los tiestos , se sacarán á fuera
las cebollas cortándoles las hojas y
raices , y luego se plantan en tierra
á la profundidad de dos pulgadas , y
con las debidas precauciones se de
jan allí hasta el tiempo en que se sa
can las demas cebollas. En este in
termedio se multiplican criando mu
chos hijuelos, con los que se puede
formar un viverito, que dará á su
tiempo las necesarias para los tiestos
y botellas. Las cebollas viejas, que
ya han estado una vez, en botellas ó
tiestos , no son ya buenas para este
efecto; y las nuevas , como son toda
vía muy pequeñas en el primer año,
es necesario elegir otras para el in->
vierno siguiente. • •
Bien sé que todos estos cuidados
acarreanfatigas y desvelos ; pero tam
bien sé que el placer que se espéri-
menta cuando se consigue un buen
resultado r recompensa con muchas!
ventajas nuestros afanes.
Mi intento ha sido en este tratado
disminuir á los floristas. k>s desvelos
y los gastos que me ha sido preciso
hacer antes que la esperiencia me
demostrase el mejor y mas econó
mico medio de practicar este cultivo,
que les presento como el objeto prin
cipal de esta obrita.
i

k
102
ÍNDICE.

Carta sobre esta edición III


Advertencia V
Del jacinto , sus especies y cultivo. . i
De las enfermedades del jacinto y
modo de curarlas. . ir
Calidades que se requieren para for
mar un buen jacinto y modo de
multiplicarlo por semilla . 16
Del tulipan, sus variedades y bellezas. 2?
Cultivo del tulipan por medio de las
cebollas y de la semilla. 36
De diferentes variedades de ranúncu
los 6 francesillas , y de su belleza. 43
De las variedades de anémones y su
belleza. . 46
Cultivo de las variedades mas hermo
sas de ranúnculos y anémones. . . 49
De las diferentes flores que se pueden
tener todo el año , su cultivo y es-
pedes. 56
Del modo de sacar flores tempranas y
de obtenerlas en invierno. ..... 89

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