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reseñas bibliográficas

Jesús Salas Álvarez, La arqueología en Andalucía Parafraseando a Ruiz Zapatero, podemos consi-
durante la Ilustración (1736-1808), Centro de derar que uno de los indicadores de la madurez que
Ediciones de la Diputación de Málaga-Secreta- han alcanzado los estudios historiográficos en Es-
riado de Publicaciones de la Universidad de Se- paña lo constituyen las tesis doctorales que, en los
villa (Anejos de la revista Mainake n.º  2), Má- últimos años, se han venido leyendo en distintas
laga, 2010, 377 pp. universidades de nuestro país, evidenciando así la
buena salud de que gozan este tipo de investigacio-
Hace unos años Fernando Gascó, quien impul-
nes. Lejos quedan ya los trabajos pioneros de Glo-
sara, junto con José Beltrán, los estudios historio-
ria Mora, Mariano Ayarzagüena o Jordi Cortadella,
gráficos de la Arqueología, la Historia Antigua y la
que iniciaron en España el interés por la historio-
Filología Clásica en Andalucía, en la última década
grafía de la Arqueología, la Prehistoria o la Histo-
del pasado siglo, recordaba cuán importante era
ria Antigua, no como una segunda línea de inves-
no descuidar el estudio de estos ámbitos, que tanta
tigación, cuando no como un mero divertimento,
importancia cobraron a lo largo de los siglos en la
sino como el filón del cual extraer la principal lí-
creación de identidades, símbolos y puntos de refe-
nea investigadora. Es precisamente en este contexto
rencia para los pueblos y ciudades de Andalucía. Su
en el que se inserta esta obra que reseñamos aquí,
temprana muerte nos privó de nuevas aportaciones
que recoge los aspectos esenciales de la tesis docto-
de su obra investigadora, cercenada cuando ésta se
ral que, bajo la dirección de José Beltrán, el inves-
encontraba en pleno desarrollo, pero de sus esfuer-
tigador Jesús Salas defendió en la Universidad de
zos por consolidar esta línea de investigación, como
Sevilla en 2005. Estamos pues, ante una obra que
de los de otros colegas de la Universidad de Sevi-
resume el trabajo más importante de cuantos ha
lla, florecieron posteriores trabajos, que vieron la
realizado este autor en los últimos años y que, como
luz en diferentes encuentros y seminarios organiza-
sabemos apreciar quienes venimos siguiendo desde
dos por otras universidades andaluzas, como las de
hace tiempo su actividad investigadora, ni son esca-
Córdoba y Málaga. Transcurridos casi veinte años
sos ni son cualitativamente poco significativos. Nos
de aquel primer encuentro que tuvo la Antigüedad
felicitamos de la acertada decisión de la Universi-
como argumento para analizar la Historiografía de
dad de Sevilla y la Diputación Provincial de Málaga
la Arqueología y la Historia Antigua en Andalucía,
por acoger en el seno de los anejos de Mainake una
son bien conocidos los frutos de esta actividad ge-
obra como ésta que, por méritos propios, pasa por
nerada por los colegas andaluces, que solo encuen-
ser uno de los mejores estudios publicados en nues-
tra paralelos en cuanto a cantidad y calidad, en las
tro país sobre la Historia de la Arqueología durante
publicaciones de los investigadores que han sabido
la Ilustración.
aprovechar la dinamización de los estudios histo-
riográficos impulsados por el Gabinete de Anti- El libro se estructura en cuatro grandes bloques,
güedades de la Real Academia de la Historia, o los que corresponden con otros tantos capítulos. El pri-
proyectos impulsados desde la Sociedad Española mero de ellos, titulado «Historia y arqueología en la
de Historia de la Arqueología o desde el Instituto de Ilustración española» (pp. 19-33) es, por su natura-
Historiografía «Julio Caro Baroja», de la Universi- leza introductoria, el más breve de todos. En él, Sa-
dad Carlos III de Madrid. las realiza una magnífica síntesis de los principales

Veleia, 28 335-371, 2011 ISSN 0213 - 2095


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intelectuales, anticuarios y estudiosos de la arqueo- el autor dedica al análisis de estas tres obras, particu-
logía española del siglo xviii que, afines a las nue- larmente a la menos conocida de las tres —el códice
vas ideas ilustradas, van a realizar importantes tra- anticuario de Campomanes—, permite comprobar
bajos que contribuyeron a una nueva interpretación al lector cuán importantes fueron éstas para la pos-
del pasado histórico de la nación. Frente a esta con- terior edición del segundo volumen del Corpus ins-
cepción historiográfica que el autor denomina como criptionum latinarum.
«historia civil de la nación», se desgranan también En este capítulo se incluyen también todas las
los principales exponentes de la historiografía ecle- excavaciones arqueológicas, ordenadas alfabética-
siástica del xviii, que tiene en Gregorio Mayans i mente, que sabemos que fueron realizadas en An-
Siscar a uno de sus máximos exponentes. dalucía durante la Ilustración, principalmente por
El segundo capítulo, titulado «Arqueología e Ilus- anticuarios y eruditos ligados a la Academia de la
tración en Andalucía» (pp. 35-223) es, por su con- Historia y a la Sevillana de Buenas Letras. A tra-
tenido y extensión, el más importante de la obra. vés del detenido estudio de los informes y memo-
En él su autor analiza con sumo detalle cuáles fue- rias, muchos de ellos inéditos, que se conservan en
ron los proyectos institucionales de documentación los archivos de ambas instituciones, así como en el
y catalogación del patrimonio arqueológico en An- Archivo Histórico Nacional, Salas destaca la impor-
dalucía (pp. 35-79), centrando su atención en la ca- tancia que desempeñó la Secretaría de Estado, du-
talogación de monumentos y yacimientos y en las rante los mandatos del marqués de la Ensenada y
recopilaciones epigráficas que se realizaron entre el conde de Floridablanca, como impulsora de las
1736 y 1808. Respecto a las primeras, Jesús Salas excavaciones arqueológicas como principal vía para
destaca La colección general de todos los monumentos incrementar las colecciones reales. Además, se in-
antiguos de la nación, de Luis José Velázquez de Ve- cluye una completa relación de todos los hallazgos
lasco y Cruzado (1722-1772), más conocido por su arqueológicos casuales en Andalucía durante el pe-
título de marqués de Valdeflores, cuyo inconcluso riodo objeto de estudio, en el que se incluyen tam-
proyecto de recopilación de todas las fuentes para bién los hallazgos de tesorillos monetarios. Mención
la Historia de España, apoyado por la Real Acade- especial merece el apartado dedicado a las descrip-
mia de la Historia, constituyó uno de los primeros ciones de yacimientos y monumentos arqueológi-
intentos por hacer una renovación metodológica y cos en las obras eruditas del siglo xviii, a las que
rigurosa de éstas, en las que, además, se incluyeron el autor concede varias páginas de este capítulo, así
dibujos de los monumentos con la mayor precisión como en los diccionarios geográficos ilustrados, en-
y exactitud posibles, la mayoría de los cuales han tre los que debemos destacar la Geographia histórica
permanecido inéditos hasta fechas recientes. Junto de Pedro Murillo Velarde, el Diccionario geographico
a esta magna obra del marqués de Valdeflores, el malacitano de Cristóbal de Medina Conde y, sobre
autor también destaca la Carta arqueológica de Es- todo, el Diccionario geográfico de Tomás López y el
paña redactada por el sacerdote José Francisco Or- Diccionario geográfico-histórico elaborado por la Real
tiz y Sanz (1739-1822), a la sazón bibliotecario real, Academia de la Historia. Cierra este capítulo un
en la que pretendía dibujar los monumentos roma- epígrafe dedicado a resaltar la eclosión de los estu-
nos conservados en el solar de la antigua Hispania, dios islámicos y, particularmente, arqueológicos, en
a través de una minuciosa medición y descripción la Andalucía de la Ilustración, en la que Jesús Salas
analítica in situ, que incluía una propuesta para su desgrana los principales hitos, que tuvieron a la Real
restauración y/o conservación. Respecto a las reco- Academia de la Historia y a la Sevillana de Buenas
pilaciones epigráficas, Salas analiza con detalle los Letras como principales actores.
tres grandes proyectos realizados entre 1736 y 1808, El tercer capítulo está dedicado a los viajeros ilus-
a saber: el Corpus inscriptionum hispaniarum del ya trados y sus relatos como fuente para el conocimiento
referido Luis José Velázquez de Velasco, el Códice y difusión de la arqueología andaluza (pp. 225-266).
anticuario o Colección de monumentos de Pedro Ro- Por sus páginas desfilan viajeros extranjeros bien
dríguez de Campomanes y Pérez de Sorriba (1723- conocidos por la historiografía española, como el
1808), y la Colección lithológica de la Real Academia inglés Francis Carter (¿-1783) o el francés Alexan-
de la Historia. Una atenta lectura de las páginas que dre Louis Joseph de Laborde (1773-1843), junto a

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las descripciones de viajeros españoles como Anto- podría concebir sin la inclusión de los correspondien-
nio Ponz y Piquer (1725-1792), Francisco Pérez Ba- tes índices al final de la obra. Y en este sentido, la pu-
yer (1711-1794) y un menos conocido fray Sebastián blicación no defrauda las expectativas del lector, ya
Sánchez Sobrino, catedrático de Griego de la Univer- que el libro concluye con una completa bibliografía
sidad de Granada, que firma el relato de su viaje bajo de fuentes utilizadas (pp.  321-342), así como de los
el seudónimo de Anastasio Franco y Bebrinsaez. estudios historiográficos citados a lo largo de la obra
(pp. 344-360). A ellos hay que añadir dos exhausti-
Finalmente, el cuarto capítulo, titulado «Usos y
vos índices más, onomástico (pp. 361-372) y toponí-
abusos en la Arqueología de Andalucía durante la
mico (pp. 373-377), que hacen de este libro un utilí-
Ilustración» (pp. 267-310) es un amplio excurso de-
simo instrumento de consulta que, sin lugar a dudas,
dicado al análisis de los empeños ilustrados por aca-
colmará las necesidades de aquellos investigadores
bar con los tópicos y falsedades que inundaban las
que busquen en esta monografía el más mínimo dato
bibliotecas de la España del momento, desde las pá-
sobre la gestión del patrimonio arqueológico en la
ginas dedicadas a las antigüedades de Andalucía
Andalucía del siglo xviii. Merece un comentario es-
en la España Sagrada del Padre Flórez (1702-1773),
pecial el aparato gráfico de la obra, constituido por
hasta las obras de los eruditos locales como el jesuita
138 figuras que se reparten en sus páginas. No son
José del Hierro, Patricio Gutiérrez de Bravo, o el co-
un mero ornato del texto escrito, sino un apoyo fun-
nocido cura de Montoro, Fernando José López de
damental del mismo y los investigadores sabremos
Cárdenas, entre otros. Cierra este capítulo un jugoso
aprovechar el interés que Jesús Salas ha puesto en la
apartado dedicado a analizar las falsificaciones de
digitalización y correcta edición de estos testimonios
antigüedades en las obras de los ilustrados del xviii,
gráficos, en su mayoría dibujos y reproducciones de
particularmente inscripciones prerromanas y roma-
los manuscritos que ha estudiado.
nas, centrándose nuestro autor en la obra de erudi-
tos como Cándido María Trigueros y Juan de Flores
Manuel Ramírez Sánchez
y Oddouz.
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Un libro como éste, rico en referencias de los an- Departamento de Ciencias Históricas
ticuarios y estudiosos de la historiografía española del Pza. de la Constitución, s/n
siglo xviii y, particularmente, de la andaluza, no se e-mail: mramirez@dch.ulpgc.es

Joaquín L. Gómez-Pantoja, Epigrafia anfiteatrale lección, dedicado a la epigrafía de las tres provincias
dell’Occidente Romano, VII: Baetica, Tarraconen- de la Hispania romana: Bética, Tarraconense y Lu-
sis, Lusitania (con la colaboración de Javier Ga- sitania. Como en los anteriores volúmenes de la se-
rrido), Roma, Edizioni Quasar (Vetera, 17), rie, que dirige Gian Luca Gregori, la obra ha sido
2009, 313 pp. editada por la prestigiosa editorial romana Quasar,
en su colección Vetera, que dirige Silvio Panciera.
Desde los trabajos de Pablo Piernavieja, cuya
prematura muerte nos impidió disfrutar de una Como se explica en la introducción de la obra,
continuidad de sus estudios sobre la epigrafía de detrás de esta larga espera se oculta el propio deve-
los juegos y espectáculos de la Hispania romana, nir de un proyecto que ha pasado por varias manos
hasta la edición del valioso catálogo de Alberto Ce- hasta que, finalmente, fue retomado por Joaquín
ballos, publicado en 2004 en una de las coleccio- Gómez-Pantoja, buen conocedor de la epigrafía his-
nes que edita el Museo Nacional de Arte Romano, pana, miembro del Consejo de redacción de His-
en colaboración con la Fundación de Estudios Ro- pania Epigraphica (HEp) e impulsor del proyecto
manos, transcurrieron casi treinta años. Solo unos Hispania Epigraphica on-line (HEpOl). Éste, en co-
años menos han pasado desde que viera la luz el laboración con el investigador Javier Garrido, pu-
primer volumen de la serie Epigrafia anfiteatrale blica un estudio con el mismo rigor y exhaustividad
dell’Occidente Romano (en lo sucesivo EAOR), hasta que caracteriza el resto de los volúmenes de la serie, y
que se ha publicado el séptimo volumen de esta co- uno de sus principales méritos radica en la cuidadosa

Veleia, 28, 2011

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