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Antecedentes de las Relaciones Diplomáticas

Los orígenes de las relaciones diplomáticas son tan antiguos como la historia de las propias

sociedades humanas. A medida que estas se fueron configurando como unidades políticas

autónomas, surgió la necesidad de relacionarse y comunicarse con aquellas que les circundaban.

Evidentemente, la diplomacia actual presenta sustanciales diferencias de aquellas "prácticas

diplomáticas" sustentadas por las comunidades primitivas. Sin embargo las relaciones diplomáticas

se forman, junto con la guerra, el comercio y la comunicación, el sustrato esencial de una sociedad

internacional cuyo entramado de relaciones y actores ha experimentado una constante y creciente

complejidad a lo largo de la historia.

Es a partir de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que la diplomacia adquiere un carácter de

conferencia, a raíz de la participación en organizaciones internacionales. En la doctrina actual las

diferentes definiciones de diplomacia subrayan su condición de medio para realizar una gran parte

de la política exterior así como de cooperación y resolución pacífica de controversias.

Las relaciones diplomáticas se rigen por el derecho internacional público y encuentra su asidero

jurídico en la Convención de Viena Sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 tanto en su forma

como en su fondo, pero no se puede dejar a un lado la doctrina consuetudinaria en la resolución de

conflictos.

A finales de la Primera Guerra Mundial la diplomacia pasa de ser secreta y restringida a ser abierta

y pública. Este cambio fue auspiciado por el Presidente norteamericano Woodrow Wilson, quien

en su conocido Programa de los Catorce Puntos defendía que: "la adopción de Acuerdos de Paz

concluidos abiertamente, y según los cuales no habrá acuerdos internacionales privados, cualquiera

que fuese su naturaleza; la diplomacia procederá siempre de forma franca y pública.


La Convención de Viena de 1961 sobre relaciones Diplomáticas

Vino a regular a nivel mundial el establecimiento de las relaciones Diplomáticas entre los países y

muchos otros aspectos de importante trascendencia, como lo son los privilegios e inmunidades que

gozan los agentes diplomáticos.

Desde la antigüedad hay una costumbre internacional, la cual se conoce como consuetudinaria,

misma que se aplicaba y se sigue aplicando en términos del establecimiento de las relaciones

diplomáticas. Podemos por consiguiente hacer algunas menciones de estas costumbres,

La Convención de Viena de 1961 constituye el principal acuerdo multilateral de envergadura

incalculable en las relaciones diplomáticas, su base fue formulada por la Comisión de Derecho

Internacional de las Naciones Unidas, esta comisión bajo la resolución de la ONU No.885 que fue

adoptada en el VII periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General, realizó un proyecto que

fue sometido a finales de 1957, el cual tenía como fin regular las relaciones diplomáticas entre los

países del mundo.

Finalizadas las consultas y las observaciones, la Asamblea General aprobó la resolución 1450 en

la cual se pedía al Secretario General de la ONU que convocara a una conferencia que tendría lugar

en Viena en 1961. Esta conferencia se celebró del 2 de Marzo al 14 de Abril de ese año y

participaron 81 delegaciones de todo el mundo. La convención entró en vigor el 24 de Abril de

1964, cuando se depositó el vigesimosegundo instrumento de ratificación, ya para 1975 habían sido

parte de esta convención 117 estados.

Es de gran importancia que hoy contemos con este instrumento jurídico que vino de manera formal

a regular el envío de embajadores y los diferentes tipos de misiones entre estados. Ha sido estudiada

en diferentes escenarios y ha dado lugar a múltiples discusiones, pero ante todo enfoquémonos
ahora en escudriñarla y mostrar los aspectos que regulan una gran parte de la vida internacional, la

cual codifica de alguna manera las relaciones interestatales.

Convención de Viena Sobre Relaciones Diplomáticas 1961

Informaciones generales

La convención de Viena sobre relaciones diplomáticas consta de cincuenta y tres (53) artículos en

los cuales se regulan las relaciones Diplomáticas entre los países y la inmunidad del personal

diplomático. Fue adoptada el 18 de abril de 1961 en Viena (Austria) y entró en vigor el 24 de abril

de 1964. Fue complementada en 1963 por la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares.

174 Estados pertenecen a la Convención y en los pocos Estados que no han firmado el documento,

sus disposiciones se aplican como Derecho Internacional consuetudinario.

Considerandos

Desde la antigüedad los pueblos de las naciones han reconocido la importancia de las relaciones

internacionales y más aún de la Diplomacia, se toma en consideración que una convención

internacional sobre relaciones, privilegios e inmunidades diplomáticas contribuirá al desarrollo de

las relaciones amistosas entre los estados y se reconoce que tales inmunidades y privilegios se

conceden, no en beneficio de las personas, sino con el fin de garantizar el desempeño eficaz de las

funciones de las misiones diplomáticas en calidad de representantes de los Estados.

Definiciones

El artículo uno existe una serie de definiciones:

A. Por "jefe de misión", se entiende la persona encargada por el Estado acreditante de actuar

con carácter de tal.


B. Por "miembros de la misión", se entiende el jefe de la misión y los miembros del personal

de la misión.

C. Por "miembros del personal de la misión", se entiende los miembros del personal

diplomático, del personal administrativo y técnico y del personal de servicio de la misión.

D. Por "miembros del personal diplomático", se entiende los miembros del personal de la

misión que posean la calidad de diplomático.

E. Por "agente diplomático", se entiende el jefe de la misión o un miembro del personal

diplomático de la misión.

F. Por "miembros del personal administrativo y técnico", se entiende los miembros del

personal de la misión empleados en el servicio administrativo y técnico de la misión.

G. Por "miembros del personal de servicio", se entiende los Miembros del personal de la

misión empleados en el servicio doméstico de la misión;

H. Por "criado particular", se entiende toda persona al servicio doméstico de un miembro de

la misión, que no sea empleada del Estado acreditante;

I. Por "locales de la misión", se entiende los edificios o las partes de los edificios, sea cual

fuere su propietario, utilizados para las finalidades de la misión, incluyendo la residencia

del jefe de la misión, así como el terreno destinado al servicio de esos edificios o de parte

de ellos.

Establecimiento de relaciones diplomáticas y las funciones de esta

En el artículo dos establece que las relaciones diplomáticas y él envío de misiones permanentes se

establecerán por mutuo acuerdo. En cuanto a las funciones de la misión esta menciona; representar

al Estado acreditante ante el Estado receptor; de igual manera proteger en el Estado receptor los

intereses del Estado acreditante y los de sus nacionales, dentro de los límites permitidos por el
Derecho Internacional; otro aspecto es negociar con el gobierno del Estado receptor; también

enterarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de los acontecimientos

en el Estado receptor e informar sobre ello al gobierno del Estado acreditante, esta también debe

fomentar las relaciones amistosas y desarrollar las relaciones económicas, culturales y científicas

entre el Estado acreditante y el Estado receptor.

Nombramiento de los Jefes de Misión

Los Estados deben antes de acreditar a una persona en un Estado receptor cerciorarse de que la

persona es aceptada en el Estado al cual se acreditará. Un jefe de misión puede ser acreditado ante

dos o más Estados siempre y cuando se cuente con el consentimiento de estos. Si esto sucede el

Estado podrá nombrar un encargado de negocios Ad Interim en la sede donde el jefe de la misión

no tenga asiento permanente. También se le da facultad al jefe de la misión o a cualquier miembro

del personal diplomático a representar al país ante Organismos Internacionales.

Requisitos de Nombramiento

Se establece que los miembros del personal diplomático en un principio deben tener la nacionalidad

del Estado acreditante, pero también se expresa que los miembros del personal diplomático no se

podrán elegir de personas que tengan la nacionalidad del estado receptor, a excepción de que el

Estado receptor tenga conocimiento de eso, el cual en cualquier momento puede retirarlo. El Estado

receptor puede reservarse este derecho en el caso de que los nacionales fueran de un tercer estado.

Declaración Non Grata de un Diplomático

El estado receptor puede dar termino a las funciones del jefe de la misión u otro miembro del

personal diplomático, esto sin declarar los motivos del porque lo ha declarado non grata, en el caso

que el Estado que envía no ejecute la decisión del país que recibe este puede no reconocer a dicha
persona como miembro del personal diplomático, sería algo como no reconocer su inmunidad al

igual como empezar a evaluarlo como una persona normal en cuanto a términos civiles se refiera.

Respecto al Ministerio de Relaciones Exteriores y el establecimiento de nuevas

oficinas

Debe de notificarse al Ministerio de Relaciones Exteriores o a otro que se convenga el

nombramiento de miembros de la misión y se detallará su llegada, salida y el término de sus

funciones también deberá notificarse la entrada y salida de un familiar del personal diplomático así

como de los criados.

El Estado receptor podrá limitar la cantidad de los miembros del personal de la misión a una

cantidad que considere razonable y normal, de igual manera el Estado receptor puede negarse a

recibir algunos miembros de la misión de ciertas categorías. También el Estado acreditante no

podrá establecer nuevas oficinas sin el consentimiento previo del Estado receptor.

División de los jefes de las misiones, cartas credenciales y entrada en función.

Los jefes de la misión tienen tres divisiones las cuales son en primer rango la de Embajador o

Nuncios acreditados ante los jefes estados u otros jefes de misión de rango equivalentes, en segunda

parte tenemos los enviados, ministros o internuncios los cuales se acreditan ante los jefes de estados

y por último se presentan los encargados de negocios acreditados ante el Ministerio de Relaciones

Exteriores. Los jefes de estado se pondrán de acuerdo a la clase en que pertenecerán los jefes de

las misiones.

Se considera que el jefe de la misión ha asumido sus funciones al momento que ha presentado sus

cartas credenciales ante el jefe de estado o haya anunciado su llegada una vez presentadas sus

copias de estilo. Este orden de la presentación de la carta credencial está determinado por la fecha

y hora de llegada del jefe de la misión así también se determinará su precedencia.


A falta del jefe de la misión podrá ejercer su cargo un encargado de negocios ad interim previa

comunicación del nombre de esta persona.

Uso de Símbolos, Banderas y la inviolabilidad de los locales de la misión así como

de sus documentos

El jefe de la misión tiene el derecho de colocar en su residencia y en los locales de la misión la

bandera y el escudo de su país, si la misión del país acreditante no tiene local el Estado receptor

debe facilitarles un local y en caso de no ser posible brindarles alojamiento a los miembros de la

misión.

Estos locales de la misión son inviolables, lo que deja dicho que los agentes del país receptor no

pueden penetrar en el sin el consentimiento del jefe de la misión.

El pago de impuestos esta exonerado para los locales de la misión así como para los jefes de la

misión, salvo en servicios prestados de forma particulares.

Los documentos que posea la misión son inviolables así como también lo son los archivos; la valija

diplomática la cual no podrá ser abierta ni retenida. Para estos últimos si hay bultos usados como

valijas, que deben de identificarse con un signo que indique su carácter.

La libertad de comunicación entre el Estado acreditante y el consulado así como para los actos

oficiales será permitida y deberá de protegerse. Para dicha comunicación podrán utilizarse por

ejemplo los correos diplomáticos y los mensajes cifrados, pero solo con el consentimiento del

estado receptor se podrá instalar una emisora de radio.

Privilegios e Inmunidades

Conforme el artículo 31, el agente diplomático gozará de inmunidad de la jurisdicción penal del

Estado receptor, no estará obligado a testificar y su persona es inviolable (art. 29), no pudiendo ser

objeto de ninguna forma de detención o arresto. El Estado receptor le tratará con el debido respeto
y adoptará todas las medidas adecuadas para impedir cualquier atentado contra su persona, su

libertad o su dignidad.

Esta inviolabilidad se extiende a su residencia particular, sus documentos, su correspondencia y

sus bienes, que sólo excepcionalmente podrán ser embargados (art. 30)

La inmunidad de la jurisdicción civil y administrativa admite según el art. 31 algunas excepciones

derivadas de los intereses particulares que el agente diplomático tenga en el Estado receptor

(acciones reales sobre bienes inmuebles particulares, acciones sucesorias o referentes a actividades

profesionales o comerciales).

Los miembros de la familia de un agente diplomático, siempre que no sean nacionales del Estado

receptor, gozarán de sus privilegios e inmunidades (art. 37) y también están protegidos por la

inmunidad de jurisdicción (limitada al ejercicio de sus funciones) los miembros del personal

administrativo y técnico de las misiones diplomáticas, con los miembros de sus familiares que

formen parte de sus respectivas casas.

El Estado acreditante puede renunciar expresamente a la inmunidad de jurisdicción de sus agentes

diplomáticos (art. 32).

Los locales de la misión diplomática son inviolables, los agentes del Estado receptor no podrán

penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión. No podrán ser objeto de ningún registro,

requisa, embargo o medida de ejecución los locales de la misión, su mobiliario, archivos o medios

de transportes, que deberán ser protegidos por el Estado receptor contra todo ataque o intromisión

(art. 22). También están protegidas por esta inviolabilidad las viviendas de los agentes

diplomáticos.
Exenciones Fiscales

La misión diplomática y los agentes diplomáticos tienen el privilegio de exención de todo impuesto

y gravamen del Estado receptor y de importación con franquicia arancelaria de los bienes y objetos

destinados a su uso el Estado acreditante tendrá que pagar los costes de acarreo y servicios

análogos.

Los miembros de la familia de un agente diplomático gozarán de algunos de los privilegios e

inmunidades de los agentes en cuanto a las exenciones fiscales y las inmunidades, pero para esto

deben no ser nacionales del estado receptor.

Cuando el agente sea nacional del estado receptor este solo gozará de inmunidad de jurisdicción e

inviolabilidad de los actos oficiales realizados en el ejercicio de sus funciones, o de otras

inmunidades y privilegios que el estado receptor le otorgue.

Estos privilegios e inmunidades podrán ser exigidos desde el momento mismo que el agente

diplomático pise tierra del Estado receptor y si está ya en el territorio desde el momento en que se

le comunique al Ministerio de Relaciones Exteriores.

Al término de sus funciones también cesaran los privilegios e inmunidades luego de este haber

salido del país o en el plazo convenido, en caso de guerra estos privilegios e inmunidades

continuarán hasta que este se retire del país receptor. En cambio tampoco está inmunidad cesara en

los actos realizados por el agente diplomático en el desempeño de sus funciones. Estos actos no se

aclaran en la convención si son actos oficiales o actos comunes en carácter de su persona.

Si el agente falleciere los familiares de este continuarán con el goce de los privilegios hasta que se

cumpla el plazo convenido para que ellos abandonen el país.


Recordemos que sin prejuicio a sus inmunidades todas las personas que gocen de estos privilegios

e inmunidades deberán ser respetuosas de las leyes del país receptor y no pueden inmiscuirse en

los asuntos internos del Estado receptor.

Termino de las funciones Diplomáticas

El agente diplomático no podrá ejercer actividades profesionales fuera de sus funciones y sus

funciones terminaran; primero cuando el Estado acreditante comunique al ministerio de relaciones

exteriores del país receptor el término de las funciones del agente y segundo cuando el Estado

receptor se niegue a reconocerlo con el derecho de no expresar por qué no lo reconoce.

El Estado receptor debe conceder facilidades en caso, incluso de conflicto armado la salida de las

personas que gocen de privilegios e inmunidades y no sean nacionales del Estado receptor. A la

salida de estos ya sea por conflicto armado o por ruptura de las relaciones diplomáticas el Estado

receptor tendrá la obligación de proteger los locales y archivos de la misión y el Estado acreditante

podrá confiar estos a un tercer estado.

Firma de la convención y ratificación

La Convención estuvo abierta a la firma de todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas o

de algún otro organismo especializado, así como de todo Estado parte en el Estatuto de la Corte

Internacional de Justicia y de cualquier otro Estado invitado por la Asamblea General de las

Naciones Unidas a ser parte en la Convención, de la manera siguiente: hasta el 31 de octubre de

1961, en el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Austria; y después, hasta el 31 de marzo

de 1962, en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York.


A modo de cierre

La Convención de Viena Sobre Relaciones Diplomáticas ha sido muy importante en cuanto a su

función reguladora a nivel internacional. Ha sido bastante clara en la mayoría de los aspectos

tratados, por el contrario contamos con algunos puntos de observación con los cuales podemos

concluir encaminándonos, pues, a mostrar los puntos donde ha mostrado debilidad.

Tal es el caso de cuando nos referimos a las ilimitadas inmunidades y privilegios de los que gozan

los Agentes Diplomáticos, no han sido unas ni dos veces las ocasiones en que estas inmunidades

han sido utilizadas de forma desproporcionadas. Debemos también saber que en nuestro país, la

República Dominicana, han habido ocasiones en las cuales se han usado estas inmunidades para

escaparse del juicio de las autoridades correspondientes. Por ejemplo tal ha sido el caso del señor

Nuncio Wesolowski quien ha dejado de ser tan santo por sus violaciones a niños menores y otras

transgresiones a la ley. Otro caso sonado ha sido el involucramiento de la embajadora argentina

Teresa Meccia de Palmas en el caso del joven José Rafael Llenas Aybar en el año 1996, donde los

testimonios contra Palmas y sus hijos incluyeron acusaciones de tráfico de drogas y armas,

prácticas sexuales con menores, y hasta ritos satánicos.

La historia nos enseña lo que el hombre es capaz de hacer cuando puede tener tanto poder,

inmunidades y privilegios sin contar con un contrapeso, para conocer las hecatombes que han

efectuado a la humanidad y las violaciones históricas de la ley solo basta estudiar la historia y más

aún las del siglo pasado.

Por lo que consideramos que deben de condicionarse estas inmunidades para que las transgresiones

a la ley disminuyan, ya que estos personajes se creen intangibles debido a estas inmunidades.

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