Vous êtes sur la page 1sur 9

Trabajo: “es el empleo real de las fuerzas productivas humanas mediante el que se modifica

el valor de uso y se añade valor a las mercancías”.

Fuerza de trabajo: “es el contenido de las capacidades físicas e intelectuales que existen en
la corporeidad, en la personalidad viva de un ser humano, y que éste pone en movimiento
siempre que produce valores de uso de cualquier especie”. Es una mercancía.

Marx, K. (2014), Textos de filosofía, política y economía, Barcelona: Gredos.

“El trabajo es, por de pronto, un proceso entre ser humano y naturaleza, un proceso en el
cual el ser humano media, regula y controla mediante su propia actividad su metabolismo
con la naturaleza”… “Mediante ese movimiento obra en la naturaleza externa a él y la
altera, y así altera al mismo tiempo su propia naturaleza”. 35

“El individuo que al producir desarrolla sus capacidades, también las consume, las gasta en
el acto de producción”. 63 El obrero se explota a sí mismo por algo que no es suyo, se
consume mientras trabaja por lo suficientemente necesario para seguir trabajando.

Mercancía: “Es un objeto exterior, una cosa que, por sus propiedades, satisface necesidades
humanas de alguna clase”. 83

Marx, K. (2014), Manuscritos de Paris, Barcelona: Gredos.

“El trabajador se ha convertido en una mercancía, y para él es una suerte poder encontrar a
quien venderse”. 174

“El aumento del salario despierta en el trabajador el ansia de lucro propia del capitalista;
pero sólo puede satisfacerla sacrificando su espíritu y su cuerpo”. Lo mismo sucede en el
presente, el ansia de lucro y la idea del emprendedor de sí mismo guían a los sujetos a
explotarse a sí mismos, pero, como Marx mencionaba, únicamente son dueños de su
espíritu y de su cuerpo, en consecuencia, sufren enfermedades como: depresión, ansiedad,
burnout (agotamiento?).
“La división del trabajo aumenta la fuerza productiva del trabajo, la riqueza y el
refinamiento de la sociedad. En realidad empobrece al trabajador hasta el punto de
convertirle en una máquina”. 180

Alienación: “Lo que este hecho significa es simplemente que el objeto producido por el
trabajo, su producto, se le opone como algo extraño, como un poder independiente del
productor. El producto del trabajo es el trabajo fijado en un objeto, convertido en una cosa,
es la objetivación del trabajo”. 219

“Su vida propia, que es lo que el trabajador pone en el objeto, deja entonces de pertenecerle
a él para pertenecer al objeto”. 219

“La extrañación del trabajador en su producto significa que su trabajo se convierte en un


objeto, en una existencia externa, más aún, extraña, independiente, ajena, en un poder
autónomo frente a él, que la vida que el trabajador ha transmitido al objeto se le enfrenta
hostil y ajena”. También las instituciones y la vida se enajenan (deber ser, contra lo que es).
219

El trabajador se convierte en un esclavo de su objeto: fetichismo de la mercancía.

“Pero, la enajenación no se muestra sólo en el resultado, sino en el acto de la producción,


dentro de la misma actividad productiva”. 221

“El trabajo le es externo al trabajador, o sea no pertenece a su ser. Por tanto el trabajador no
se afirma a sí mismo en su trabajo, sino que se niega; no se siente bien sino a disgusto; no
desarrolla una libre energía física e intelectual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su
mente. De ahí que el trabajador no se siente suyo hasta que sale del trabajo, y en el trabajo
se siente enajenado. Cuando no trabaja, se siente en casa; y cuando trabaja, fuera. De ahí
que su trabajo no sea voluntario sino forzado, trabajos forzados”. 221

Alienación: Objeto, como producto ajeno que domina. Y, dentro del acto de producción,
“es la actividad como sufrimiento pasivo, la fuerza como impotencia, la procreación como
castración, la propia energía física y mental del trabajador, su vida personal--¿y qué es la
vida sino actividad?—como algo vuelto contra él mismo, como antes la enajenación de la
cosa”. 222
Enajenación del yo: “El trabajo, la actividad con que vive, la misma vida productiva se le
presentan al hombre primero como mero medio para satisfacer una necesidad, la de
conservar la existencia física. Pero la vida productiva es la vida de la especie, es vida que
genera vida. El tipo de acción con que vive una especie encierra todo su carácter, le
caracteriza específicamente, y la actividad libre, consciente, es la característica de la
especie humana. La vida misma se presenta simplemente como medio para vivir”. 224

Enajenación entre otros hombres:

“La enajenación transforma la conciencia que el hombre tiene de su especie hasta el punto
de que la vida como especie se le convierte en un medio” 225

“El trabajo enajenado convierte […] la vida de la especie, tanto natural como psíquica, en
algo que le es extraño al hombre, en un medio para su existencia individual. Al hombre le
enajena su propio cuerpo, como la naturaleza fuera de él, como su psiquismo, su
humanidad”. 225

“Decir que el hombre se ha enajenado su sustancia de especie es fundamentalmente afirmar


que los hombres se hallan enajenados entre sí como lo está cada uno de ellos de su ser
humano”. 226

“El trabajador produce el capital, el capital lo produce a él; es decir, que el trabajador se
produce a sí mismo y el producto de todo el proceso es el hombre como trabajador, como
mercancía: un hombre que no es nada más que trabajador y en cuanto tal no tiene
cualidades humanas más que para servir a capitales ajenos”. 233

“En cuanto el capital se decide a prescindir del trabajador, éste deja de existir hasta para sí
mismo, se queda sin trabajo, o sea sin salario, y puesto que no existe como hombre sino
como trabajador, ya puede dejarse enterrar, morirse de hambre, etc.”. 234

“La producción no sólo produce al hombre como una mercancía, la mercancía humana, el
hombre en la condición de una mercancía, sino que conforme a esta condición le
deshumaniza tanto psíquica como corporalmente”. 234
“Un ser no se considera independiente mientras depende de otro; y sólo deja de depender,
cuando se debe su existencia a sí mismo”. 257-258.

“Yo, el dueño del dinero, no soy sino lo que él me pone a mi alcance, lo que puedo pagar, o
sea lo que él puede comprar. Su fuerza es la medida exacta de la mía y, aunque soy su
dueño, no tengo más facultades ni propiedades que las suyas. Por tanto no es mi
individualidad quien determina lo que soy y puedo”. 279

El dinero: “convierte la imaginación en realidad y la realidad en mera fantasía”. 281

Fromm, Erich (2012), Marx y su concepto de hombre, México: FCE.

“La filosofía de Marx […] representa una protesta contra la enajenación del hombre, su
pérdida de sí mismo y su transformación en una cosa; es un movimiento contra la
deshumanización y automatización del hombre, inherente al desarrollo del industrialismo
occidental”. 7

“El fin de Marx, era la emancipación espiritual del hombre, su liberación de las cadenas del
determinismo económico, su restitución a su totalidad humana, el encuentro de una unidad
y armonía con sus semejantes y con la naturaleza”. 15

“El trabajo es la expresión de la vida humana y a través del trabajo se modifica la relación
del hombre con la naturaleza: de ahí que, mediante el trabajo, el hombre se modifique a sí
mismo”. 28

“En tanto que el hombre no es productivo, en tanto que es receptivo y pasivo, no es nada,
está muerto”. 41

“La enajenación significa, para Marx, que el hombre no se experimenta a sí mismo como
el factor activo en su captación del mundo sino que el mundo permanece ajeno a él. Están
por encima y en contra suya como objetos, aunque puedan ser objetos de su propia
creación. La enajenación es, esencialmente, experimentar al mundo y a uno mismo pasiva,
receptivamente, como sujeto separado del objeto”. 55
“Los ídolos son obras de la mano del hombre, son cosas y el hombre se postra y adora a las
cosas: adora lo que él mismo ha creado. Al hacerlo, se transforma en cosa. Transfiere a las
cosas de su creación los atributos de su propia vida y en lugar de reconocerse a sí mismo
como la persona creadora, está en contacto consigo mismo sólo a través del culto a los
ídolos”. 56

“La existencia del hombre está enajenada de su esencia; que, en realidad, no es lo que
potencialmente es o, para decirlo de otra manera, que no es lo que debiera ser y debe ser lo
que podría ser”. 58

“En el trabajo no enajenado, el hombre no sólo se realiza como individuo sino también
como especie”. 60

“No es sólo que el mundo de las cosas domine al hombre sino también que las
circunstancias sociales y políticas que éste crea se adueñan de él”. 63

“La esencia humana del hombre nunca debe convertirse en medio para la existencia
individual”. 64

“Son los receptores pasivos, los consumidores, encadenados y debilitados por las cosas
mismas que satisfacen sus necesidades sintéticas. No se relacionan con el mundo
productivamente, captándolo en su plena realidad y haciéndose uno con el mundo en este
proceso; adoran las cosas, las máquinas que producen las cosas, y, en este mundo
enajenado, se sienten como extraños y absolutamente solos”. 68

Schaff Adam (1979), La alienación como fenómeno social, Barcelona: Grijalbo.

Alienación: Siempre va ligada a la división del trabajo, automatización del ser humano vs
Smith.

“primero, la transformación del producto de la actividad humana en una potencia ajena,


contrapuesta al hombre, que lo sojuzga; segundo, la transformación del producto de la
actividad humana en un poder objetivo sobre el hombre; tercero, finalmente, en un poder
que se ha escapado al control del hombre y, como elemento enemigo, desbarata sus
expectativas e intenciones”. 78

“El trabajo enajenado conduce a que el hombre pierda sus atributos verdaderamente
humanos; el hombre deshumanizado es el resultado de alienación y alienación de sí
mismo”. 88

Alienación objetiva: separación del producto de su trabajo.

Alienación subjetiva: relación con los demás hombres y consigo mismo. 93

“La diferencia entre alienación y alienación de sí mismo depende de que se aliene el


hombre o lo hagan también sus productos. Nos encontramos ante la alienación cuando los
productos del hombre se alienan de su creador; ante la alienación de sí mismo, en cambio,
cuando el hombre se aliena de la sociedad, por tanto de los demás hombres o también de sí
mismo”. 93

Subjetiva: “El hombre se ve frustrado y siente su vida como ‘vacía’, ‘falsa’, como algo
ajeno en relación la imagen deseada de la propia persona”. 103 Vs deber ser del
emprendedor.

Objetivación: “quiere decir solamente que el trabajo humano se realiza en una forma
objetiva, es decir, se convierte en un ser objetivo que existe fuera de todo entendimiento
cognoscente e independientemente de éste”. 118

Cosificación: “algo que no es una cosa, se transforma en una, y algo que no es una cosa es
tratado como si lo fuera”. 118

Fetichismo de la mercancía: “Cuando las relaciones sociales entre los hombres se presentan
aparentemente como relaciones entre sus productos, la mercancía se convierte, como un
fetiche, como la imagen de un ídolo”. 125

“Los objetos producidos por el hombre aparecen como portadores de las relaciones
sociales, que de hecho se efectúan entre los seres humanos, encubriendo así su carácter
interhumano”. 125
Alienación del yo: “Quiere decir experimentar la propia personalidad como algo ajeno, algo
con lo cual la persona no se identifica, que está fuera de ella misma como objeto pensable
de contemplación y juicio”. 239

Pérdida de identidad: “Cuando la confrontación con el modelo, con el paradigma que la


persona tiene ante sí, es decir, en la confrontación con aquello que ésta quisiera ser, como
quisiera presentarse hacia el exterior, aquello que ella es y la forma como lo es no la
satisfacen, sino por el contrario, despiertan su más viva autocrítica”. 240

“En aquellos casos en que se produce una brecha perceptible para el individuo, entre el tipo
ideal aceptado por él, y la realidad en el sentido de las posibilidades y formas de
comportamiento fácticas, el individuo experimenta probablemente una distancia, incluso
repulsión con respecto a sí mismo”. 240

“La alienación del propio yo de la cual aquí se trata se presenta, a veces, de modo que el
hombre pierde el sentimiento de identidad consigo mismo, y comprende su propia persona
como un objeto de observación y juicio que existe exteriormente a su propia consciencia:
otras veces, de modo que éste conservando el sentimiento de la propia identificación, juzga
negativamente las propias acciones y posibilidades, para lo cual le sirve de sistema de
referencia un tipo ideal”. 241

Se pierde el ‘yo verdadero’.

“Frustración por una vida que no corresponde al modelo que se había hecho el hombre […],
una vida que no coincide con el sistema de valores aceptado por él, que conduce por último
a la sensación de una vida no realizada, subyace a la pérdida del sentido de la vida: ¿Para
qué vivir, para qué luchar, si esto no tiene objeto?”. 254

Han Byung-Chul (2017), La expulsión de lo distinto, Barcelona: Herder.

“Ser auténtico significa haberse liberado de pautas de expresión y de conducta


preconfiguradas e impuestas desde fuera. De ella viene el imperativo de ser igual solo a sí
mismo, de definirse únicamente por sí mismo, es más, de ser autor y creador de sí mismo.
El imperativo de autenticidad desarrolla una obligación para consigo mismo, una coerción a
cuestionarse permanentemente a sí mismo, a vigilarse a sí mismo, a estar al acecho de sí
mismo, a asediarse a sí mismo. Con ello intensifica la referencia narcisista. El imperativo
de autenticidad fuerza al yo a producirse a sí mismo”. 38

“El yo como empresario de sí mismo se produce, se representa y se ofrece como


mercancía”. 39

“Yo no puedo producir por mí mismo el sentimiento de autoestima. En efecto, el otro me


resulta imprescindible en cuanto instancia de gratificación que me ama, me encomia, me
reconoce y me aprecia. El aislamiento narcisista del hombre, la instrumentalización del otro
y la competencia total destruyen el clima de gratificación. Desaparece la mirada que
confirma y reconoce”. 43

“El actual sujeto que se ve obligado a aportar rendimientos solo conoce dos estados:
funcionar o fracasar. En ello se asemeja a las máquinas”. 45

“A causa de la alienación en la situación laboral no es posible que el trabajador se realice.


Su trabajo es una continua desrealización de sí mismo”. 68

“En el régimen neoliberal la explotación ya no se produce como alienación y desrealización


de sí mismo, sino como libertad, como autorrealización y autooptimización. Aquí ya no
existe el otro como explotador que me fuerza a trabajar y me aliena de mí mismo. Más
bien, yo me exploto a mí mismo voluntariamente creyendo que me estoy realizando”. 68

“Me mato a realizarme. Me mato a optimizarme. Tras el espejismo de la libertad se esconde


el dominio neoliberal. El dominio se consuma en el momento en que coincide con la
libertad. Esta sensación de libertad resulta fatídica en la medida en que vuelve imposible
toda resistencia, toda revolución”. 68

“En el momento en que el sujeto que se siente forzado a aportar rendimientos se percibe a
sí mismo —por ejemplo su propio cuerpo— como un objeto funcional que hay que
optimizar, entonces se va alienando progresivamente de él”. 69
“No solo la autoexplotación resulta autodestructiva, también esa autoalienación que se
expresa patológicamente como trastorno en la percepción neuropsicológica del organismo.
La anorexia, la bulimia o el trastorno de sobreingesta compulsiva son síntomas de una
progresiva alienación de sí mismo. Al final uno ya no siente su propio cuerpo”. 69

Vous aimerez peut-être aussi