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Por una igualdad real, Veganismo:

Insumisión a los valores antropocéntricos.

Extraído del fanzine que acompañaba la K7 de Cultívore "Confrontación de ideas".

El veganismo es mucho más que una dieta alimenticia ventajosa. Representa una
alternativa ética saludable a la destrucción de la vida natural y animal, pues extiende los valores
de respeto y libertad hacia los demás seres que habitan en el planeta y a la propia madre Tierra
en todo su conjunto. El boicot a la utilización y consumo de productos alimenticios, cosméticos,
vestimenta, etc. provenientes del abuso y muerte de animales representa la postura más
coherente a nivel personal para desmentir el ideal antropocentrista que conduce al ser humano a
destruir la vida a su antojo. Este boicot, unido al activismo por la Liberación Animal y
ecológica, darían lugar a la postura del veganismo militante a la que ya se ha hecho referencia
anteriormente. Las condiciones sociales y políticas hacen del veganismo una necesidad
imperante, ya que sus principios constituyen un cambio revolucionario en la mentalidad
colectiva, personal y en nuestra relación con todos los elementos de la Tierra.
En la actualidad, producir alimentos de origen animal significa contribuir, directa o
indirectamente, con la explotación y el hambre en los llamados países del "Tercer Mundo". En
lugar de cultivar los campos para alimentar directamente a la población, los campesinos de
muchos de estos países son obligados y explotados para cultivar grandes cantidades de cereales
destinados al cebamiento de animales en los países "desarrollados". Además, la carne es un
modo poco eficaz de producir proteínas, pues hacen falta una media de 36 kgs. de proteínas de
origen vegetal para producir 450 grs. de proteína de origen animal. También se derrochan
grandes cantidades de agua sin pensar demasiado en el futuro: 4.500 lts. de agua son necesarios
para obtener tan sólo, 450 grs. de carne de ternera. En el planeta habría alimento de sobra para
nutrir a toda la población, si no fuera derrochado para producir todo tipo de costosos alimentos
de origen animal. Mientras se produce todo este despilfarro, 3.500 millones de personas (el 70
% de la población mundial) sobreviven en situación de pobreza y malnutrición, y sólo los
restantes 1.500 millones (30 %) están "bien" alimentados. Según cifras recientes de la O.M.S.,
harían falta 200 millones de toneladas de cereales para paliar este nivel de hambre y
desnutrición.
A nivel político, el consumo de esta clase de productos y de los "lujosos manjares" que
se suelen hacer con ellos, representa el claro baluarte de la sociedad capitalista, opresora e
injusta en la que vivimos. Los productos de origen animal son crueles, escasos y caros; estando
únicamente al alcance del privilegiado "Primer Mundo". La superficie terrestre destinada a la
producción de alimentos secundarios (productos de origen animal) en todo el mundo casi
alcanza el 24 % de la masa terrestre total.
La puesta en práctica del veganismo en la sociedad es uno de los antídotos necesarios
más adecuados contra el problema del hambre en el mundo, pues los productos de origen animal
apenas ofrecen a la población humana el 10 % de los alimentos que se les hace ingerir a los
animales.
Para consumir estos productos es necesario explotar y torturar a seres que sienten dolor
y placer como cualquier ser humano. Las granjas modernas de producción industrial o granjas-
factoría, hacen sufrir a los animales: nunca llegan a disfrutar de luz natural, nunca llegan a
caminar en libertad, no desarrollan su ciclo biológico natural... Su vida se reduce a permanecer
hasta su muerte ("sacrificio") en una nave con capacidad para entre 10.000 y los 50.000
animales (cada uno de ellos encerrado en una estrecha jaula que apenas abarca su tamaño,
soportando EXTREMAS condiciones de confinamiento). Principios como la "armonía" con la
naturaleza, el "equilibrio" ecológico, el respeto por la Tierra y sus criaturas... son ignorados por
completo y no cuentan para nada; no dan ganancias. Todo el cruel negocio de la explotación
animal es similar a cualquier tipo de explotación del ser humano sobre el ser humano, puesto
que la base en la que se apoya esta explotación representa el principio básico del capitalismo:
"Producir al máximo con el menor coste posible". Aquí, "el menor coste posible" significa
ignorar por completo los principios señalados anteriormente, y no mostrar tolerancia alguna
hacia los demás seres que habitan en el planeta. Esta intolerancia es la causa principal por la
cual se trata a los animales como "recursos", objetos de propiedad o "máquinas de producción"
y no como SERES VIVOS, SENSIBLES Y AUTONOMOS CON DERECHO A VIVIR Y A
SER LIBRES. Nada nos da derecho a contribuir al encarcelamiento, sufrimiento y brutal
asesinato al que son sometidos TODOS los demás animales. Mediante el respeto a todos ellos y
al planeta, el veganismo devuelve al ser humano los valores éticos que han sido devastados y
rechazados por la mentalidad materialista y la educación antropocéntrica a la que el sistema nos
somete desde niños (causante, también, de todas las actitudes discriminatorias que nos rodean:
racismo, especismo, sexismo, esclavitud...).
El veganismo ahorra y evita miles de muertes de animales y plantas, respetando a la
tierra y a sus criaturas y acabando con la actividad antropocentrista que hace que el ser humano
viole la vida y la libertad de éstas impunemente.
Numerosos estudios científicos han relacionado el consumo de proteínas y grasas de
origen animal (grasas saturadas) con el sobrecargo de la función renal y la aparición de diversas
enfermedades que se han convertido en las principales causas de mortandad y fallecimientos
prematuros de nuestro siglo, tales como hipertensión, osteoporosis, enfermedades cardíacas,
altas tasas de colesterol, obesidad, arteriosclerosis, ciertas formas de cáncer... Los productos
como la carne, el pescado, los huevos y la leche no son lo más adecuado para el organismo
humano y por ello, favorecen el desarrollo de ese tipo de enfermedades debido a que tienden a
aumentar notablemente el "LDL" (el colesterol más perjudicial), mientras que una alimentación
basada exclusivamente en el consumo de frutas, cereales, legumbres, hortalizas, frutos secos,
pastas alimenticias, etc. es ideal para mantener limpio nuestro propio organismo y nuestras
arterias, pudiendo obtener así la cantidad adecuada de todos los elementos nutricionales
necesarios. Todo esto, ligado al rechazo hacia todo tipo de drogas (legales o ilegales),
contribuye directamente a una mejora de la salud en la sociedad, y consecuentemente a la
reducción de costes de asistencia sanitaria destinados a paliar las consecuencias de los hábitos
perjudiciales que fomenta la sociedad de consumo occidental y capitalista. El deterioro de
nuestra salud no es un asunto personal ni voluntario, puesto que además de contribuir al
derroche sanitario, supone un claro apoyo a las multinacionales farmacéuticas, causantes de
buena parte de la contaminación ambiental y principales responsables de la experimentación
animal (vivisección), ya que Millones de animales son víctimas de múltiples experimentos
relacionados con los hábitos de vida irresponsables y abusivos de los seres humanos.
Las industrias cárnicas y lácteas, junto con el dióxido de carbono (CO2) procedente de
la quema de combustibles fósiles, los clorofluorocarbonos (CFC's), etc. son una de las
principales causantes de la polución medioambiental. El ganado libera a la atmósfera enormes
cantidades de gas metano, y todo el excremento animal llega a los cursos de agua y los
contamina gravemente. En EE.UU., por ejemplo, el ganado produce casi medio billón de
toneladas de desperdicio orgánico contaminante y libera anualmente a la atmósfera más de 70
millones de metano, un gas perjudicial para la capa de ozono.
El veganismo promueve el ahorro de energía, evitando el derroche, la deforestación, el
aumento del efecto invernadero, etc.
El momento del veganismo es ahora. La destrucción de la vida natural y la crueldad,
tortura y muerte hacia los animales están llegando hasta límites insospechados. Asimismo, los
elementos para la subsistencia de la población mundial cada vez son más escasos debido al
ritmo de explotación capitalista que infesta la Tierra. El veganismo militante es un paso muy
importante en el camino para poner un freno a esta injusticia. Muestra tu solidaridad, Hazte
Vegano.

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