La fase del espejo:

Lacan entendió que el niño es una suerte de prematuro. Esto implica que no posee lenguaje
cuando llega al mundo y es mera biología. Esta contingencia lo llevaría a la formulación del estadio
del espejo. El prematuro recibe del entorno la inmisión del orden simbólico y forma inscripciones,
que luego formaran al sujeto. El prematuro es endeble para regirse en el mundo, no sólo no puede
"comunicar" carece de coordinación y control total de sus movimientos. A pesar de esto “la cría
humana” lograr identificar su imagen “especular” (su reflejo) al verse en un espejo.

¿Cuándo? Y ¿Por qué sucede esto?

A partir de los 6 meses, su sistema visual se encuentra relativamente avanzado y con júbilo (alegría)
reconoce que ese que está en el espejo es el.

En un principio “NO logra reconocerse desde la totalidad de la imagen” porque este niño es un
cuerpo fragmentado, recordemos que no hay un control absoluto de cada una de las partes que
componen su cuerpo. AQUÍ ESTA EL CONFLICTO- La presencia del espejo se presenta como una
experiencia en donde la imagen especular(reflejo) es una imagen total -completa y el cuerpo real
del niño no lo es, por lo que ambas no pueden ser vividas como semejantes.

Podrá observarse una angustia por ser un cuerpo fragmentado, pero para evitarla el niño resuelve
identificarse con esa imagen completa- no fragmentada desde la sensación imaginaria de dominio,
EL júbilo se debe al triunfo imaginario de ser alguien que no es en realidad.

“Esta identificación con lo semejante es lo que da origen a la formación del YO”

-el sujeto se aliena a sí mismo “el yo es otro” una forma ortopédica que se sitúa en una línea de
ficción.

- El espejo representa la introducción del sujeto al orden de lo imaginario.

- Podemos hablar de una dimensión simbólica- cuando el adulto sostiene al niño que se mira en el
espejo-ya que luego de mirarse con júbilo en el espejo vuelve la mirada al adulto que representa “al
gran otro”- pidiendo de alguna manera que rectifique que el del espejo realmente es el.

¿Cuál es el rol del “gran otro”?

La identificación imaginaria está acompañada por la mirada de la madre. Dicha mirada está cargada
de deseo.

“no hay yo sin matriz simbólica”, la matriz simbólica es la mirada unificadora, necesaria para que este
niño se complete y logre identificar su YO.

POR QUE LA MIRADA: La mirada transmite el deseo materno. Permite que el YO se precipite en la
imagen y la tome como propia, será la base sobre la cual se constituirán identificaciones secundarias

La fase del espejo es muy importante para conformación del yo “yo soy-yo quiero” la
importancia de la presencia de otro que complete con la mirada es fundamental, será la
primera experiencia de identificación-si el otro no me mira, no me acaricia, no me habla, no
me dice ese sos vos, y esas son tus manos, esa es tu boca, y sos hermoso tal como sos, seré un
que no logra completar su imagen, un sujeto que se identificara desde la fragmentación
siempre en búsqueda de una imagen que lo complete, un sujeto frustrado desde el inicio de la
conformación de su yo.

Si pensamos que es la primera experiencia de identificación, que luego será vivenciada en lo

que Freud llama la etapa del EDIPO. (A LOS 4 AÑOS) podemos pensar en que la manera en la
que se resuelva será fundamental para futuras identificaciones y modos de relacionarse con
los otros.

¿Qué PASARIA CON UN NIÑO AL QUE LA MIRADA DE LA MADRE NO LO COMPLETA?

¿Qué PASARIA CON UN NIÑO AL QUE LA MIRADA DE LA MADRE SI LO COMPLETA? ¿PERO NO

DA LUGAR A OTRAS IDENTIFICACIONES?