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Ensayo titulado la migración como fenómeno sociológico en la

Republica Dominicana.
Hablar de un tema tan controversial como la migración en la Republica Dominicana es
todo un reto. Y más cuando es desde la perspectiva de la sociología jurídica ya que según
Fucito Felipe, los sociólogos no se han puesto de acuerdo con lo que es su ciencia y los
juristas sobre la definición de derecho. Sin embargo, aceptando que la sociología es una
ciencia que procura describir, explicar y predecir los fenómenos sociales, con la mayor
objetividad posible; y el derecho es un conjunto de normas sancionadas por el Estado de
acuerdo con procedimientos predeterminados, que se consideran válidas en un territorio,
podemos afirmar que la sociología del derecho es una rama de la sociología que trata de
describir, explicar y predecir los modos como las personas interactúan tomando como
referencia positiva o negativa a un conjunto de normas jurídica.
Con este criterio empezamos a hablar de la inmigración en nuestro país; la Dirección
General de migración de la Republica Dominicana , es el organismo gubernamental
llamado a ejercer la salvaguarda jurídica de la soberanía de nuestro territorio atraves del
control migratorio, cumplimiento de las normas relativas a la entrada y salida de
ciudadanos dominicano y extranjeros, así como el registro y regularización de la
permanencia en el territorio nacional de aquellas personas que reúnan las condiciones
legales correspondientes según la naturaleza de su admisión a la luz de la ley.
El régimen de extranjería en la Republica Dominicana no tuvo una expresión institucional
durante casi un siglo a partir del advenimiento de la independencia de la Republica, toda
vez que el tratamiento de la temática mantuvo en general un régimen normativo fundado
en una misma norma constitucional. Si bien el Articulo109 de nuestra primera carta
magna crea cuatros ministerios, entre ellos el interior y policía, lo cierto es que el mismo
no tenía atribuciones claramentes definidas en el ámbito migratorio, no por ello el
constituyente dejo de comprender la importancia de un régimen de extranjería que sirviera
de base a la consolidación de la identidad de un régimen de extranjería y toco en su
elevado nivel en los artículos 7 al 13, junto al régimen de la nacionalidad, aspectos
centrales tales como apertura total a la inmigración al concebir que todos los extranjeros
no pertenecientes a una nación enemiga serian admitidos en el territorio de la Republica
Dominicana si profesaba algún Arte, Ciencia o Industria útil, al goce de los derechos
civiles y; garantizando su salvaguarda bajo el honor nacional desde que pisaban el
territorio dominicano, así como el disfrute de la protección concedida a sus persona y
bienes si se acogían a las leyes nacionales; concibiendo entonces una de nuestras primeras
legislaciones de discriminación positiva al poner una carga adicional de tiempo a los
ciudadanos de la nación de la cual nos emancipamos, con el obvio objetivo de
incrementar la población, consolidar la independencia y eludir la configuración de una
minoría étnica que la amenazara. (Artículos 12 y13).

Fue entonces cuando el Decreto Num.1-65, en su Artículo 1, convierte a la Dirección en


un organismo adscrito al Ministerio de Interior y Policía.
Sin temor a Equivocarnos, el primer gran esfuerzo legislativo tendente a la creación de
un sistema nacional de control de migración y la extranjería lo constituya la Ley General
de Migración No.95 del 14 de Abril del 1939 y su Reglamento de aplicación, del 12 de
Mayo del mismo año, que entra sus múltiples disposiciones, ponía a cargo de una nueva
Dirección General de Migración la responsabilidad de constituirse en el órgano rector
del control migratorio y de extranjería, hace apenas 75 años. (Artículo 12).
Asi el sistema social de acción de las personas (la sociedad, la estructura social), y las
normas de .todo tipo que guían la acción de estas personas, sus expectativas los '"sentidos"
de sus acciones, en la acepción soberana. De la estructura social nos interesan, por una
parte, las interacciones de los operadores jurídicos (jueces y justiciables, policías y
destinatarios de sus acciones, contratantes de todo tipo, miembros de los sistemas
familiares y de parentesco, y cualquiera que sea alcanzado por el derecho legislado), y
por la otra, las normas que se utilizan para esas interacciones, dentro de las cuales las
jurídicas no son excluyentes ni siquiera, centrales.
Esta Ley, con apenas 17 Artículos, abarcaba todos los temas centrales de la cuestión
migratoria, a saber: los requisitos de admisión temporal, las condiciones determinantes
de la condición de no inmigrante, permisos de residencia, de reentrada y de estado
temporal, las condiciones determinantes de la condición de no inmigrante, permisos de
residencia, de reentrada y de estado temporal, régimen de negación del derecho de
entrada, sanciones, deportaciones y regulaciones relativas a la entrada de buques y naves
aéreas civiles, entre otras disposiciones relevantes.
Más tarde, en 1948, se emitió la ley Núm. 1683 sobre Naturalización, modificada en el
aspecto de la Naturalizaciones Privilegiada (Art. 18) por la ley Núm. 46 de ese mismo
año. De este modo se completa el parque legislativo, que con carácter adjetivo regulaba
de manera más detallada el régimen de extranjería en general.
Hasta 2004 los productos en materia de legislación migratoria fueron muchos y de
temáticas diversas. Al mismo tiempo, gradualmente, el país se hizo compromisario de
una sustantiva multiplicidad de convenios, convenciones y pactos internacionales, de
modo que su legislación fue evolucionando conforme mejoraba y se perfeccionaba el
sistema de normas y directrices internacionales sobre dicha importancia temática.
En este sentido, de particular interés son los convenios firmados con la Organización
Internacional de Trabajo (OIT) relativo a la materias de carácter eminentemente
humanitario, como son, la edad de admisión de menores de edad en las actividades
agrícolas, trato nacional de los trabajadores extranjeros, trabajo forzoso u obligatorio,
regímenes de inspección del trabajo en los sectores industriales y de comercio, protección
del salario, igualdad de remuneraciones para ambos sexos y discriminación en materia de
empleo y ocupación, entre otros.
El marco jurídico, antes del 2000, se fue enriqueciendo con otros dispositivos legales de
enormes relevancia para la consolidación de un marco jurídico migratorio moderno. Cabe
destacar la ley No. 16-92 que crea el código de trabajo, que regula la participación de
extranjeros en el mercado laboral; la Ley No. 344-98 que sanciona el tráfico ilegal de
personas ; la Ley y las disposiciones del Decreto No. 1569 del 15 de noviembre de
1983,que crea e integra la Comisión Nacional para los Refugiados y su Reglamento No.
2330, del 10 de Septiembre de 1984, así como la ley de inversión extranjera y su
reglamento, que establece categorías para el estímulo de dicho tipo de inversión. Las
nuevas iniciativas legislativas tenían lugar en un contexto de reforma y modernización
del Estado Dominicano en todos sus comportamientos funcionales clave, proceso iniciado
formalmente a partir del anos 1990.
La promulgación de la Ley General de Migración No. 285-04 del 15 de agosto del año
2004 y la aprobación de su Reglamentación de Aplicación contenido en el Decreto n<
631-11), constituyeron no solo el segundo gran esfuerzo legislativo con un objetivo
sistemático de ordenamiento, modernización y organización de la institucionalidad en el
área de los asuntos migratorios, si no que siendo la culminaciones una dinámica dilatada
y sinuosa, resultaron ser de un profundo valor, junto a un primer gran esfuerzo de sintonía
de la norma y la práctica, en la configuración de una nueva cultura Socio-jurídica en el
nuevo marco Migratorio dominicano.
Concluimos en que la sociología jurídica en la Republica Dominicana es un Fenómeno
Social y no un problema como platean algunos; que lo importante es saber cómo
funcionan las normas en el mundo y en la sociedad; es decir, cómo son aplicadas por el
Estado y las personas, ya que entendemos que el Derecho no se construye sólo en las
academias o en los recintos legislativos. Se realiza en cada contrato de -compraventa o de
locación, en cada petición de un ciudadano ante la administración pública, en la respuesta
que la Municipalidad da a cada vecino, en el apresamiento del sospechoso que realiza
cada policía, en cada prueba testimonial que se produce ante cada juzgado, en cada
persona recluida en un hospicio de insanos, En el respeto de cada debido proceso que la
Dirección General de Migración realizan a los extranjeros. Porque como surgiere
Sebastián Soler. “la Fe en el derecho; no es construir Capitolios, sino ver,
pormenorizadamente, las chozas de paja de lo cotidiano; no caer en la grandilocuencia de
lo inexistente, sino ver la miseria de lo practicado”.

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