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TEMA

UNIDAD 5 Suspensión y Ejecución de las Sentencias.


Análisis de Procedimientos Especiales en los Tribunales de trabajo
INDICE
INTRODUCCION

El presente trabajo ha sido elaborado como requisito final de la materia de derecho laboral II, que
imparte el profesor Lázaro Cárdenas. El mismo consiste en explicar de conformidad con el Código
Laboral Dominicano los aspectos concernientes a la ejecución de la suspensión de la sentencia
laboral de pleno derecho y la suspensión por garantía de la corte de trabajo. Este trabajo, ha sido
realizado a partir de investigaciones en fuentes secundarias, que tienen como finalidad interpretar
y analizar las fuentes primarias. Entre las fuentes utilizadas se encuentra el Código de Trabajo,

Artículos en Web de Internet y Biografía. El trabajo, recoge los aspectos más fundamentales de
los elementos que fluyen en la suspensión de las sentencias laborales; adicional a esto,
profundizamos en un análisis crítico de los aspectos positivos y negativos que afectan a los
empleadores y trabajadores. Esperamos que el trabajo llene las expectativas de lugar, y pueda
servir de instrumento de análisis y conocimientos, para aquellos que se interesan en estas temáticas
del derecho laboral.
1. La suspensión de la ejecución de la sentencia laboral de pleno derecho

Si bien es cierto que el derecho laboral requiere de celeridad por ser un derecho eminentemente
social, no menos cierto es que no se puede caer en la irracionalidad de fijar un plazo tan corto, en
el cual la parte a la que se notifica la sentencia que le es desfavorable deberá proceder, si no está
de acuerdo con la misma, a redactar un recurso de apelación y una demanda en suspensión de la
ejecución de la sentencia por ante el juez de los referimientos. Asimismo, tendrá que hacer acopio
de toda la documentación de sustentación de ambas demandas, lo que sin lugar a dudas, en la
mayoría de los casos, no puede hacerse en ese plazo.

Es lo anterior lo que permite que, una vez transcurrido el plazo sin que se recurra la sentencia o
no habiéndose demandado la suspensión o depositado el duplo de las condenaciones, los abogados
de los trabajadores armados de una sentencia de primer grado acudan a la ejecución forzosa de las
sentencias, vía el embargo ejecutivo con traslado, de los bienes de la parte que sucumbió.

Es por eso que en la Comisión Revisora del Código del Sector Empleador hemos planteado la
posibilidad de que este plazo sea extendido a quince días laborables, plazo prudente que permitiría
que la parte perdidosa pueda preparar su estrategia de defensa si no está conforme con la misma o
que si decidiere pagar, pueda agenciarse los recursos para ello.

Existe un segundo aspecto a tomar en cuenta en relación con este tema y es el relativo al carácter
supletorio que en esta materia le asigna el artículo 663 del Código de Trabajo al derecho
común, que tratándose de embargos debe entenderse que por derecho común se refiere a las
disposiciones del CPC.

En cuanto a este punto, a mi modo de ver, se cometió quizás uno de los mayores errores de este
código, porque permite el embargo ejecutivo de una sentencia laboral obtenida en primer grado,
la que por estar sujeta a una revisión en segundo grado no se encuentra revestida del carácter de
irrevocabilidad de la misma. Además, en los casos del embargo ejecutivo sujeta el procedimiento
de ejecución de la sentencia a las disposiciones supletorias del derecho común, o sea, a las
disposiciones de los artículos 545 y siguientes del CPC, las cuales son disposiciones ajenas al
derecho laboral y por lo tanto desprovistas de las peculiaridades de un derecho social como el
laboral. El artículo 597 del CPC le da un poder omnímodo al ministerial actuante al momento de
un embargo, ya que permite que este rechace automáticamente el guardián sugerido por la parte
embargada bajo el criterio de que este no le merece confianza y que no es solvente. Acto seguido
se designa como guardián de los mismos a una persona llevada por él a la escena del embargo,
quien en la casi totalidad de las veces es más insolvente que la sugerida por la parte embargada.
Todo ello, con la única finalidad de que este guardián proceda al traslado de todos los bienes
embargados.

Defensa
Esta situación acarrea que, mientras la parte embargada se defiende apresuradamente y consigue
suspender la ejecución o revocar la decisión en el grado de apelación, los bienes embargados no
sirven o, lo que es peor, han desaparecido. Esto conlleva grandes pérdidas económicas irreparables
a los hoteles, a la industria y al comercio en general, ya que existe una imposibilidad casi absoluta
de lograr revertir la situación a su estado original, dado el estado general de insolvencia del que
adolecen los trabajadores frente a sus empleadores.

A mi juicio, no existe sentido en permitir en materia laboral la ejecución de una sentencia emanada
de un Juzgado de Trabajo, la cual por no ser definitiva puede en todo momento ser revocada por
una sentencia del CT. Si el legislador de 1992 lo que quería era preservar el crédito de los
trabajadores, ante la ausencia de una sentencia irrevocable, debió permitir solo el embargo
conservatorio de los bienes de la parte perdidosa hasta tanto la sentencia adquiera el carácter de
irrevocable, como así lo hizo para el embargo retentivo, y en estos casos prohibir el embargo
ejecutivo.

2. Suspensión por garantía de la corte de trabajo

La jurisprudencia admite que la ejecución provisional de la sentencia laboral puede ser suspendida
por ordenanza del juez de la ejecución o de los referimientos si la misma ha violado la
Constitución, contiene un error grosero, exceso de poder o ha violado el derecho de defensa. En
esta eventualidad puede ser suspendida sin exigir el duplo o la garantía. b. La suspensión de la
ejecución mediante el depósito del duplo de las condenaciones.

Se otorga a la parte que ha sucumbido en el litigio el derecho de detenerla mediante la consignación


de una suma equivalente al duplo de las condenaciones. Debe hacerse en una de las oficinas de la
Dirección General de Impuestos Internos de la jurisdicción del tribunal que dictó la sentencia.
Depositado el duplo, la apelación recupera su efecto suspensivo y la ejecución se detiene
automáticamente. Se le tiene que decir al acreedor que se ha cumplido con esta formalidad por
acto de alguacil. La consignación del duplo puede hacerse también en manos de una entidad
bancaria comisionada por el tribunal, pero en este caso la suspensión no es automática, lo que
obliga a la parte interesada a apoderar al tribunal competente para que autorice la consignación y
fije las modalidades del depósito.

a. Suspensión sin depósito del duplo y sin presentación de garantía.

La jurisprudencia admite que la ejecución provisional de la sentencia laboral puede ser suspendida
por ordenanza del juez de la ejecución o de los referimientos si la misma ha violado la
Constitución, contiene un error grosero, exceso de poder o ha violado el derecho de defensa. En
esta eventualidad puede ser suspendida sin exigir el duplo o la garantía. d. Opinión doctrinal sobre
la ejecución de la sentencia laboral. Es indudable que el tema de la ejecución irregular de las
sentencias laborales vía el embargo ejecutivo con traslado ha adquirido en los últimos tiempos una
importancia capital, incluso convirtiéndose en un tema de opinión pública, cobrando singular
connotación en el sector turístico, sobre todo en el subsector hotelero. De conformidad con el
artículo 539 del CT, las sentencias emitidas por los tribunales de trabajo son ejecutorias al tercer
día de su notificación, salvo aquellos casos en que la parte que sucumba haya depositado el duplo
de las condenaciones. Este articulado ha suscitado una discusión doctrinal, pues mientras una parte
de la doctrina y de los abogados en ejercicio sostienen que por aplicación combinada de este
artículo con el 494 del Código, en realidad el plazo es de cinco días, ya que este plazo es franco.
Otros son de opinión de que no es así, ya que no se trata de un plazo procedimental, puesto que
con la evacuación de la sentencia se cierra la instancia, y al no haber instancia en curso el plazo no
puede ser franco.. Si bien es cierto que el derecho laboral requiere de celeridad por ser un derecho
eminentemente social, no menos cierto es que no se puede caer en la irracionalidad de fijar un
plazo tan corto, en el cual la parte a la que se notifica la sentencia que le es desfavorable deberá
proceder, si no está de acuerdo con la misma, a redactar un recurso de apelación y una demanda
en suspensión de la ejecución de la sentencia por ante el juez de los referimientos. Asimismo,
tendrá que hacer acopio de toda la documentación de sustentación de ambas demandas, lo que sin
lugar a dudas, en la mayoría de los casos, no puede hacerse en ese plazo.
3. Suspensión de la Sentencia laboral por la suprema corte de Justicia

El amparo procura el restablecimiento o protección preventiva de los derechos fundamentales


violados o en inminencia de transgresión. A pesar de su reconocimiento en el artículo 25.1 de la
Convención Americana de Derechos Humanos, fue el 24 de febrero de 1999 que en la República
Dominicana, por decisión de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) se le otorgó efectividad procesal.

En un caso sometido a su consideración, por las facultades que le otorga la Ley de Organización
Judicial y la Ley Orgánica de la Suprema Corte de Justicia, ésta dictó una sentencia que reguló el
hasta entonces inexistente procedimiento para que las partes, cuyos derechos esenciales hayan sido
vulnerados o estén en peligro de ser violados, pudieran presentar tal reclamo a la justicia.

A pesar de la publicación de la ley 437-06, que estableció el procedimiento en materia de amparo,


quedaba un tema pendiente de solución. Siendo el amparo un recurso sencillo, rápido y carente de
formalidad, ¿Es admisible una demanda en suspensión de la ejecución de una sentencia de amparo
en ocasión de un recurso de casación?

Antes que interviniera el Congreso Nacional, el 2 de septiembre de 2004 nuestra SCJ consideró
que: persiguiendo el recurso de amparo conjurar vulneraciones a los derechos fundamentales de
las personas protegidas por la Constitución y otros instrumentos de igual jerarquía, en forma rápida
y expedita, resulta contrario a esa finalidad permitir que las decisiones adoptadas por el juez del
amparo sean susceptibles de demanda en suspensión de su ejecución de parte del que resulte
perdidoso, pues ello le restaría eficacia a la acción de amparo como recurso sencillo, rápido y
efectivo.

No obstante estos aciertos, la SCJ, mediante resolución 388-2009 del 5 de marzo de 2009, sin dar
motivos para el giro jurisprudencial, y haciendo una incorrecta interpretación del artículo 12 de la
Ley 3726 sobre procedimiento de casación, modificado por la reciente Ley 491-08, ya que dicha
disposición no creó el procedimiento de suspensión, y además no era su espíritu, ha vuelto sobre
sus propios pasos al permitir al recurrente en casación obtener la suspensión de la sentencia de
amparo, al establecer: para obtener la suspensión de la ejecución de una sentencia en materia
laboral o de amparo, recurrida en casación, el recurrente deberá elevar una solicitud a la Suprema
Corte de Justicia, la que puede ordenarla, siempre que se le demuestre evidentemente que de la
ejecución pueden resultar graves perjuicios a dicho recurrente” .
Con esta última decisión la SCJ abandona los principios que sentó en la sentencia del 2 de
septiembre de 2004. Así, basándose en que la ley 491-08 no reglamentaba los efectos de los
recursos de casación dirigidos contra las decisiones dictadas en materia de amparo y en materia
laboral, en lugar de reafirmar los criterios de la sentencia del 2 de septiembre de 2004,
encontrándose en el mismo contexto de antes, privilegia el establecimiento de un procedimiento,
que, según los presupuestos anteriormente fijados por ella, no es compatible con el amparo.

No creo que haya que calificar este reglamento ni como un paso de avance ni de retroceso, prefiero
pensar que se trata de un gazapo, que pronto sería enmendado, retomándose con ello el camino de
protección efectiva y ágil de los derechos fundamentales.

4. Los ofrecimientos reales de pago

El ofrecimiento de pago junto a la consignación constituyen mecanismos para liberar al deudor


cuando el acreedor se rehúsa a recibir el pago de su acreencia. En ese orden de ideas, en caso de
existir alguna obligación de pago o entrega se realizará el ofrecimiento de pago, y en el caso de
que el acreedor se rehúsare a aceptarlo, el deudor puede consignar la suma o la cosa ofrecida. La
importancia de este mecanismo radica en que los ofrecimientos reales de pago, seguidos de una
consignación, liberan al deudor, y surten respecto de la obligación el efecto de pago, cuando se
han realizado válidamente en cumplimiento a las formalidades exigidas por la ley; quedando la
cosa consignada de esta manera bajo la responsabilidad del acreedor.
Este mecanismo es regulado por los artículos 1257 y siguientes del Código Civil Dominicano que
entre otras cosas, disponen para su validez el cumplimiento de los siguientes requisitos:
1ro. Que se hagan al acreedor que tenga capacidad de recibir, o al que tenga poder para recibir en
su nombre;
2do. Que sean hechos por una persona capaz de pagar.
3ro. Que sean por la totalidad de la suma exigible, de las rentas o intereses debidos, de las costas
líquidas y de una suma para las costas no liquidadas, salvo la rectificación del monto ofertado, en
caso de entender el mismo no está correcto;
4to. Que el término esté vencido, si ha sido estipulado en favor del acreedor.
5to.Que se haya cumplido la condición, bajo la cual ha sido la deuda contraída.
6to. Que los ofrecimientos se hagan en el sitio donde se ha convenido hacer el pago; y que si no
hay convenio especial de lugar en que deba hacerse, lo sean, o al mismo acreedor, o en su
domicilio, o en el elegido para la ejecución del convenio.
7mo. Que los ofrecimientos se hagan por un curial que tenga carácter para esta clase de actos.
En cuanto al procedimiento propiamente dicho, las ofertas se encuentran reguladas por el artículo
812 y siguientes del Código de Procedimiento Civil dominicano el cual establece que deben
realizarse por mediación de un oficial publico competente, en la práctica suele ser utilizado el
ministerial o al alguacil, sin embargo el Código Civil no habla de alguacil expresamente, sino de
curial, lo que quiere decir uno ligado al tren judicial, por lo que es admitido el ofrecimiento sea
realizado por un notario. El proceso verbal de la oferta debe mencionar la respuesta de admisión o
aceptación del acreedor de recibir el pago ofrecido.
En caso de que las ofertas sean aceptadas el alguacil entrega contra recibo, la cosa debida. En
cambio si la cosa no es aceptada el alguacil lo hará constar y le citará por el mismo acto o por acto
separado para que, si persiste en su negativa, presencie el depósito hecho a su nombre, de la
totalidad de las sumas exigibles, en la Colecturía de la Dirección General de Impuestos Internos
correspondiente, debiendo proceder posteriormente a consignar lo adeudado en la Colecturía en
la fecha indicada para ello.
En importante destacar a los fines de evitar una confusión que en la práctica se presenta con cierta
frecuencia, que en caso de negativa por parte del acreedor de recibir el ofrecimiento real de pago,
este por sí solo no produce la liberación, sino que es requerida la realización de la consignación
en la Colecturía de Rentas Internas.

5. Normativas y formalidades de la Ejecución de la Sentencia

El Art. 539 establece que las sentencias dictadas por los juzgados de trabajo son ejecutorias de
pleno derecho, es decir, por mandato expreso de la ley, sin necesidad de que el juez lo ordene, a
contar del 3er día de la notificación, sin necesidad de que el juez lo ordene. Esto significa que la
sentencia dictada por ese juzgado de trabajo no se suspende con la interposición del recurso de
apelación, ni siquiera con el recurso de tercería ni de casación.

El juez laboral puede ordenar la ejecución inmediatamente después de la notificación cuando hay
peligro en la demora. Esto plantea una dificultad que tiene que ver con la ejecución de la sentencia
en materia laboral. Este artículo lo que pretende es que se garantice el crédito reconocido por una
sentencia de un juzgado de trabajo, permitiendo que la parte gananciosa pueda ejecutar la
sentencia; pero no puede pretenderse que la sentencia es definitiva con autoridad de cosa
irrevocablemente juzgada, y en consecuencia siempre podrá pedirse su suspensión al juez de los
Referimientos.

6. Tribunal competente para conocer de la ejecución

procedimientos ante los tribunales de trabajo

El derecho de actuar en justicia implica el cumplimiento de tres requisitos esenciales:


interés, calidad y capacidad.

- El interés: es la ventaja de orden pecuniario o moral que el demandante puede obtener de triunfar
en su pretensión, es de ahí que se diga la frase "no hay acción sin interés". Este debe ser legítimo,
nacido y actual; personal y directo.

- calidad: identifica al título en virtud del cual actúa el justificable. Es el caso de los sindicatos,
únicas personas con calidad para defender el interés común de sus afiliados. - Capacidad: es el
derecho de poder ejercer la acción de que es titular, además si a toda persona se le reconoce un
derecho de acción, no todas pueden ejercer ese derecho.

 Clases de Procedimientos

La ley establece procedimientos distintos en base a los procedimientos.

Los conflictos jurídicos son diversos y se resuelven por varios tipos de métodos, es decir, no se
resuelven por medio de un procedimiento único. Hay 3 procedimientos:

- Ordinarios - Sumarios - Especiales Los conflictos económicos tienen una sola manera de
solución: un procedimiento que tiene 2 fases: mediación o conciliación administrativa y luego
el arbitraje.

 Procedimiento ordinario.

Es el procedimiento de derecho común. Es el que se aplica a todos los conflictos salvo que la ley
diga que ese conflicto estará regido por un procedimiento diferente.
Ese procedimiento está contemplado en el código de Trabajo en los artículos 508. Hay otras
disposiciones que le son aplicables. El procedimiento empieza con el apoderamiento del tribunal.
Art. 508.- En toda materia ordinaria relativa a conflictos jurídicos, la acción se inicia
mediante demandaescrita de la parte que reclama dirigida al juez del tribunal competente y
entregada al secretario de dicho tribunal con los documentos que la justifique, si los hay, de todo
lo cual se expedirá recibo.

Se hace por una demanda escrita que se deposita en la secretaría del tribunal. Esa demanda no
puede ser verbal, pero el trabajador puede hacerse asistir por el secretario del tribunal.

El artículo 501 dice quién puede demandar. Tiene acceso a los tribunales de trabajo, en calidad de
parte toda persona con interés en hacer que se le reconozca o proteja algún derecho o situación
jurídica, cuyo beneficio lo otorguen las leyes de trabajo o derive de algún contrato de trabajo.
Conclusión

Luego de un estudio minucioso relativo a los procedimientos llevados por ante los tribunales para
conocer en materia laboral, advertimos sobre las garantías de los procesos en la referida materia.
Que en el fondo se ha querido proteger al trabajador. Esto es algo implícito en el Código de
Trabajo, facilitándole dónde pueda demandar.

Tomando conocimiento relativo a la incompetencia territorial, que la misma no puede pronunciarse


de oficio. No es de orden público. En principio el juez laboral no puede pronunciarse incompetente
de oficio en materia territorial. En materia de competencia de atribución el juez laboral sí puede
hacerlo excepcionalmente.

En Cuanto a la Corte de Trabajo, es competente la Corte de Trabajo del departamento al cual


pertenezca el tribunal que dictó la sentencia en primer grado. La Corte será competente para
conocer sobre los asuntos relativos a la calificación de la huelga. La ley establece procedimientos
distintos en base a los procedimientos llevado a cabo para cada situación.

Los conflictos jurídicos son diversos y se resuelven por varios tipos de métodos, es decir, no se
resuelven por medio de un procedimiento único. Hay 3 procedimientos: Ordinario, Sumario y
Especial, de los cuales dejamos plasmado en la presente investigación.

Los conflictos económicos tienen una sola manera de solución: un procedimiento que tiene 2 fases:
mediación o conciliación administrativa y luego el arbitraje.
Bibliografía
 Código de Trabajo de la República Dominicana (LEY 16-92), Edición de Carlos Hernández
Contreras. Editora Dalis, Moca, República Dominicana. 2010.

 Alburquerque, Rafael. Derecho del Trabajo, Tomo III, Los Conflictos de Trabajo y su Solución.
Santo Domingo, año 1999.

 Hernández Rueda, Lupo. Folletos Laborales del Presidente de la Corte de Trabajo. Pág. 21,
Julio 1998.

 Dr. M. R. Herrera Carbuccia. Apuntes sobre la Suspensión de Ejecución de Sentencia y la


Facultad del Presidente de la Corte de Trabajo como Juez de los Referimientos. Congreso de
Derecho Laboral, celebrado en Valverde, año 1999.

 Henri Capitant. Vocabulario Jurídico. Editora Desalma, Buenos Aires, año 1977.

 Dr. Héctor Arquímedes Cordero Frías. Competencia del Juez en Atribuciones de


Referimientos. 2da. Edición. Editora El Estudiante, Santo Domingo. 1991.

 Dr. Artagnan Pérez Méndez, Procedimiento Civil, Tomo I, 8va. Edición, Editora Taller, Santo
Domingo, 1998.

 Reglamento 258-93, del 1ro noviembre 1993. Santo Domingo.

 Material del Congreso del Trabajo realizado en PUCMM, Santiago, en el año 2000.

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