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Biografías de Ilustres Salteños, productores de conocimiento en el Instituto

San Felipe y Santiago.

Miguel Vergara (del primer semestre de 1946).

Nació en Catamarca el 19 de noviembre de 1898; con carácter


complementario se dedicó a la tarea de la investigación histórica, iniciando
sus concienzudos trabajos. Capítulo aparte merece destacarse sus estudios en
la historia religiosa del periodo hispánico de nuestra región; en 1937
Monseñor Tavella funda el Instituto de San Felipe y Santiago de Estudios
Históricos de Salta, siendo el Padre Vergara cofundador y primer secretario;
al inaugurarse el 13 de septiembre de 1942 la Galería de los Obispos, en el
Arzobispado de Salta, escribió la biografía de cada uno de ellos, desde el
primero, Monseñor Videla del Pino hasta el último que se encuentra en ella
Monseñor Julio Campero y Aráoz. En 1971 preside la subcomisión de
asuntos históricos del Comité Ejecutivo de los homenajes a Güemes en el
sesquicentenario de su muerte.

Entre sus obras más significativas se encuentran: "Reseña histórica del


Colegio de Dolores" publicado en 1927, "Estudios sobre Historia
Eclesiástica de Jujuy", "Compendio de la historia de Jujuy", de la cual el
mismo se refería con su modestia y humildad como "obrita que he
compuesto, como las obras ya conocidas, con profundos sentimientos de
afecto a la tierra jujeña, donde he trabajado y estudiado con afecto ,
"Orígenes de Jujuy", "Jujuy bajo el signo federal", "Síntesis Histórica de
Jujuy de 1834 a 1862", publicado en la Historia de la Nación Argentina de
la Academia Nacional de la Historia", "Crónica Capitular del Cabildo de
Salta", "Relación Histórica de las Imágenes del Señor y Virgen del Milagro
de Salta", etc.
Fundó el Museo Histórico del Norte, al que ubicó en un prestigioso nivel,
asimismo dirigió y fue redactor del diario "El Pueblo" de esta cuidad, el cual
sostuvo con su pluma y hasta con su propio peculio.

En 1960 la Academia Nacional de la Historia celebra una sesión pública en


su sede del Museo Mitre presidida por su titular don Ricardo Zorraquín Becú,
para incorporar a monseñor Miguel Ángel Vergara como académico
correspondiente por la provincia de Salta.

Monseñor Tavella (segundo semestre de 1946)

Nació en Concordia el 26 de febrero de 1893, en un hogar humilde


impregnado de fe religiosa. Hijo de don Jerónimo Tavella y de doña Rosa
Malvasio, de cuyo matrimonio nacieron ocho hijos más, transcurrió su niñez
y adolescencia en un ambiente de sana alegría como también de limitaciones,
al igual que miles de familias inmigrantes que por entonces arribaron a
nuestro país. A poco de fallecer su padre, la familia Tavella decide radicarse
en Buenos Aires, allí el futuro prelado ingresó al Colegio de Don Bosco y
posteriormente al Aspirantado de Bernal, seis años después ya madurada su
vocación sacerdotal, es admitido en la Congregación Salesiana, en enero de
1913 ante cuyos miembros, ratificó sus votos religiosos por otros tres años
más.

Así como evidenció una acendrada aptitud para el estudio, la lectura y la


investigación en sus etapas como estudiante, de igual modo, siendo prelado,
aquella pasión por la educación lo signó hasta el final de su existencia. En
tierra salteña, cuando alguien creyendo que lo agredía, lo tildó de "elitista"
no dubitó en responder categóricamente que procuraba rodearse de hombres
y mujeres con "espíritu de excelencia", factor decisivo para impartir y
propagar el saber a las nuevas generaciones.

Una de sus primeras preocupaciones al asumir la Arquidiócesis de Salta, fue


embellecer el interior de la Catedral y dirigir personalmente todos los
aspectos concernientes al culto del Señor y la Virgen del Milagro, por ello
hasta nuestros días se lo recuerda como al obispo "Del Milagro".

Su primer encuentro con el ámbito de la cultura fue la creación en 1937, del


Instituto de San Felipe y Santiago de Estados Históricos de Salta, a tal fin
invitó a las figuras más destacadas de la cultura de entonces como al General
Ricardo Solá, Dr. Atilio Cornejo, Dr. Julio C. Torino, Ing. Rafael P. Sosa,
Dr. David Saravia Castro, Dr. Ernesto M. Araóz, Sr. Juan Carlos Dávalos,
Presbítero Miguel Angel Vergara, Dr. Arturo Torino y Dr. Santiago Fleming,
aprobados sus estatutos, se inició la difusión del boletín, impreso con
respaldo de la Curia y desde entonces hasta años recientes, los trabajos de
renombrados investigadores de Salta como de diversas regiones argentinas y
del exterior; legaron trabajos históricos fundamentales para escudriñar el
pasado de nuestra provincia.

Monseñor Roberto Tavella fue, sin duda, uno de los prelados que con mayor
ahínco exteriorizó su genuino orgullo por la herencia cultural hispana, una
prueba tangible fue la organización del Primer Congreso de la Cultura
Hispanoamericana realizado en Salta en septiembre de 1942, ante la
presencia del Presidente de la República Dr. Ramón S. Castillo, miembros
de su gabinete, gobernadores de Salta y Tucumán, embajadores de: España,
Bolivia, Honduras y destacados intelectuales de nuestro país y el extranjero.
Otras instituciones que Monseñor Tavella promovió a favor de la comunidad
de nuestra provincia fue la creación del Instituto de Humanidades de Salta,
que funcionó desde 1948 y otorgaba títulos como profesores universitarios,
los cuales debían ser revalidados en Tucumán. El Instituto funcionó
transitoriamente en la sede de la centenaria Escuela Normal de Salta "Gral.
Manuel Belgrano", allí se nutrió de calificados profesores y de alumnos con
aspiraciones a obtener un título universitario con validez nacional.
Asimismo, en 1952 fundó el Bachillerato Humanista Moderno cuyo plan de
estudios incluía la enseñanza de latín y griego. Este Instituto recibió la
aprobación del gobierno nacional, pero luego fue clausurado, a raíz del
rompimiento de relaciones entre el Poder Ejecutivo Nacional y la Iglesia
Católica en nuestro país. Sin duda alguna la calidad del cuerpo de profesores,
el ambiente de estudio y disciplina existente en él, es lo que posibilitó
acceder a sus alumnos en todas las universidades argentinas, distinguiéndose
por la solvencia de sus conocimientos.

En su estada en Salta una idea lo desvelaba y pese a que su salud se


deterioraba, no cejó en buscar apoyo para que nuestra provincia contase con
su propia universidad católica. Impedido de recrear aquellas innumerables
gestiones en este espacio, lo concreto es que Monseñor encontró acogida en
el Dr. Robustiano Patrón Costas, quien para respaldar tan importante
iniciativa delegó en su hijo, el Ing. Eduardo Patrón Costas el
diligenciamiento de todas las tareas que dicho emprendimiento implicaba.
Hoy la universidad católica es una realidad, no sólo gracias al aporte
económico que la familia Patrón Costas puso a disposición de la iglesia
salteña, sino también a la colaboración desinteresada de miles de
comprovincianos que a través de ingentes esfuerzos, se nuclearon en pos de
ver concretada esta realidad
Atilio Cornejo (segundo semestre de 1946)

El Doctor Atilio Cornejo nació en Salta el 11 de marzo de 1899. Cursó sus


estudios primarios en la Escuela Sarmiento y en la Escuela Normal; los
secundarios en el Colegio Nacional y los universitarios en la Facultad de
Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.

Ejerció múltiples y diversas funciones en el ámbito público provincial, entre


las que se destacaron: diputado por los Departamentos de La Poma y La
Caldera, vicepresidente del Consejo General de Educación; concejal de la
Municipalidad de Salta capital; vicepresidente del Banco Provincial,
presidente del Colegio de Abogados y la Asesor Histórico del Gobierno de
la Provincia.

En todos los casos actuó por el honor que le reportaba prestar servicios a la
comunidad, renunciando en favor de la misma a la compensación pecuniaria
que le correspondía.

En reconocimiento por la calidad de su producción intelectual, más de medio


centenar de instituciones científicas relevantes, tanto a nivel local, nacional
e internacional, lo incorporaron entre sus miembros, a lo que sumó
numerosos premios y distinciones.

Doscientos treinta y siete publicaciones, lo consagraron como uno de los más


destacados historiadores de la Provincia, siendo las más conocidas: Historia
de Güemes, Apuntes Históricos de Salta y Contribución a la Historia de la
Propiedad Inmobiliaria de Salta en Ia Época Virreinal. Existen varias obras
de su autoría inéditas, a la espera de que su aporte pueda ser consultado por
sus destinatarios. También fue reconocido en el ámbito privado, por el
ejercicio de su profesión como abogado. Falleció el 3 de Abril de 1.985,
legando en su testamento a la Provincia lo más preciado de su vida: su
archivo y biblioteca.

Bernardo Frias (segundo semestre de 1946)

El doctor Bernardo Frías fue hijo de Don Benigno Frías y de Doña Juana
Martínez de Mollinedo, pertenecientes a tradiconales familias de Salta.

Concluido sus estudios en el Colegio Nacional -en el edificio donde hasta


hace poco funcionaba la Escuela "Dr. Benjamín Zorrrilla" se trasladó a
Buenos Aires para contiinuar sus estudios en la Facultad de Derecho donde
mantuvo una extrecha amistad con el doctor Lucio Vicente López.

Alli, en Buenos Aires, alcanzó el título de Doctor en Jurisprudencia en la


facultad de de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de
Buenos Aires defendiendo la tesis "Obligaciones y responsabilidades del
inquilino" bajo la tutela del doctor Indalecio Gómez -salteño, defensor y
coautor de la Ley Sáenz Peña-, cuando sólo contaba con 27 años de edad.

Retornando a su suelo natal se desempeñó como miembro de la Cámara de


Justicia de Salta; presidente del Consejo General de Educación; vocal del
Superior Tribunal de Justicia; profesor del Colegio Nacional y de la Escuela
Normal de Maestras; como así, se transformó en un fidedigno estudioso de
la historia salteña.
También, con su hermano Juan Tomás Frías, por especial pedido del
gobierno, se abocó al estudio de los límites interprovinciales. Merced al
trabajo efectuado por los hermanos Frías el gobernador Pedro José Frías -
nacido en Cachi, médico e hijo del coronel Pedro José Frías y Sánchez de
Peón y de Doña Florencia Pérez- dispuso la publicación del libro titulado:
"Informes y Comprobantes sobre Límites de Salta".

Por los logros alcanzados y como un esparcimiento se inclinó a la literatura


y, como así, a la investigación histórica. De allí surge la idea de trabajar sobre
una Historia Argentina dentro de la visión de los provincianlismos en
contraposión a los escritos sobre este tema por Vicente Fidel López.

Su obra cumbre es la "Historia del General Martín Miguel de Güemes y de


la Provincia de Salta o sea de la Independencia Argentina", donde en seis
tomos de más de tres mil páginas coincide con numerosos historiadores que
figura como una de las piezas fundamentales en que permitió la
emancipación sudamericana.

Bernardo Frías -cuya figura el pueblo y gobierno de Salta lo recuerda con


una escultura ubicada en las inmediaciones del monumento al Gral. Güemes-
es autor de: "Biografía del doctor Francisco de Gurruchaga, creador de la
Marina de Guerra"; "El Convento de San Bernardo de Salta"; "Tradiciones
Históricas" y "Crónicas y Apuntes", ésta última se trata de una recopilación
de artículos aparecidos en diferentes medios de prensa del país. Así mismo
dio a luz un libro de poesías "Mis versos" y, posteriormente, la novela
titulada "La colegiala".
Cabe acotar además que entre sus múltiples inquietudes dedicó parte de su
tiempo para dictar clases vinculadas a la Historia e Instrucción Cívica en el
Colegio Nacional.

Se desempeñó, por otra parte, como un eficaz colaborador del interventor


federal doctor Manuel Carléz y del obispo José Gregorio Romero y Juárez
para la construcción del Panteón de las Glorias del Norte, en la Basílica
Catedral; miembro del Superior Tribunal de Justicia y como presidente del
Consejo General de Educación.

Juan Manuel de los Rios (segundo semestr de 1946)

Don Juan Manuel de los Ríos, salteño, nacido en esta ciudad el 3 de


se-tiembre de 1894, fue un caballero cristiano, de noble estirpe, historiador,
investigador, hombre de exquisita cultura, quien mantuvo con plenitud sus
vocaciones y alcanzó a derramar con generosidad sus conocimientos e
impulsar a la juventud en la búsqueda de superiores, consubstanciado con
los valores de la argentinidad.

El doctor Luis Oscar Colmenares cuenta que "estuve en comunicación diaria


con don Juan Manuel durante tres años, desde 1948 a 1950, cuando ambos
cursábamos estudios en el Instituto de Humanidades que fundara el primer
arzobispo de Salta Monseñor Roberto José Tavella. Pese a que tenía de más
de 50 años, no titubeó en el Ciclo Básico de Humanidades que dictaba la
Universidad Nacional de Tucumán, simultáneamente en la vecina ciudad y
en Salta. En esta última merced a un convenio con el Arzobispado”. "Era
alentador observar a este hombre maduro, tratando de apren-der el idioma
del Lacio, con el objeto de perfeccionar sus cono-cimientos históricos.
Siguió el curso durante tres años más. Participó del Cenáculo que fundamos
a instancias del sacerdote salesiano Arse-nio Seage, en el cual disertó sobre
Martín Miguel de Güemes, presen-tándonos una ajustada imagen del
prócer".

En 1950, al conmemorarse la gesta sanmartiniana, en oportunidad del


centenario del fallecimiento del Héroe de los Andes, el Instituto de
Humanidades organizó un cer-tamen sobre "San Martín Humanista" e invitó
a participar a todos los universitarios que quisieran hacerlo. El primer premio
lo obtuvo el docto literato argentino doctor Emilio Carilla, quien era uno de
los prestigiosos profesores de la Universidad Nacional de Tucumán que
concurría pe-riódicamente a dictar cursillos en el Instituto. El segundo
premio le co-rrespondió a Juan Manuel delos Ríos. Sus conocimientos sobre
Sanmartín y su madurez le permitieron con quien eran sus profesores.

Mientras ejercía la dirección del Archivo Histórico de Salta -orga-nismo por


el fundado en 1940- y como profesor del Historia en el Co-legio Nacional se
incorporó como miembro del Instituto San Felipe y Santiago de Estudios
Históricos de Salta y años después su entu-siasmo por difundir la vida y obra
del General D. Martín Miguel de Güemes con un grupo de amigos fundó el
Instituto Güemesiano de Salta, entidad que hoy tengo la responsabilidad de
dirigir. Este apasionado investigador, alineado en la naciente escuela
historiográfica denominada "revisionista" fue autor de numerosos tra-bajos
históricos, monografías y ensayos, entre otras tareas, los que han sido
publicados en numerosos libros y publicaciones en el ámbito nacional.

Ernesto Miguel Araoz (segundo semestre de 1946)

Don Ernesto M. Aráoz (1891-1971), es un caso casi único: el de un político


y, además, escritor. Aráoz, a quien Levene recordaba como un “alumno
aventajado” en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, a
poco de recibirse y regresar a Salta inició su carrera política: legislador
provincial (1920-1925), ministro de Gobierno (1925-1928), diputado
nacional durante dos períodos y gobernador de Salta.

En 1941, al morir el gobernador Abraham Cornejo, Aráoz tenía 50 años, era


vicegobernador de la Provincia y debió completar el mandato de aquél.
Ejerció esas funciones desde el 1º de diciembre de 1941 hasta el 15 de junio
de 1943, cuando el golpe de Estado del 4 de junio puso fin al ciclo de
gobiernos conservadores en Salta. Exagerando, el movimiento emergente
encontró similitudes entre esta caída y el final de la administración española
en 1810 y de su último representante en Salta: Nicolás Severo de Isasmendi.

Esos cambios políticos devolvieron a Aráoz a su casa de la calle Mitre 331


y, dentro de ella, a su estudio y biblioteca. Las obligaciones de gobernador
fueron reemplazadas por la atención de sus asuntos, la reflexión sobre la
situación del mundo y del país, y el repaso de viejos libros sobre la historia
de Salta, comenzando por Concolorcorvo y Juana Manuela Gorriti. A finales
de 1944 comenzó a hacer apuntes para una serie de notas periodísticas que
pensaba escribir sobre el pasado local.

Benjamin Villafañe (segundo semestre de 1946)

Nació en San Salvador de Jujuy en 1877 y falleció en Buenos Aires en 1952,


hijo del tucumano Benjamín Villafañe, exiliado de Juan Manuel de Rosas e
influyente político del NOA en la segunda mitad del siglo XIX.

Benjamín Villafañe (h) estudió derecho en la Universidad Nacional de


Buenos Aires y a su regreso a Jujuy fue Defensor de Pobres y Menores en
1901, Juez de Instrucción de 1902 a 1906, profesor de Historia y Geografía
en el Colegio Nacional, de 1905 a 1909, diputado provincial representando
a Humahuaca, de 1909 a 1910 y a Perico de San Antonio, de 1917 a 1918;
por diferencias políticas renunció en ambas oportunidades sin concluir los
mandatos. Fue presidente del Consejo General de Educación en 1918 y
diputado nacional de 1920 a 1924.

Desde la sanción de la ley electoral en 1912 perteneció a la Unión Cívica


Radical, pero llegado el momento se opuso al liderazgo de Hipólito Irigoyen,
adhiriendo al antipersonalismo. Fue gobernador de 1924 a 1927, por una
coalición integrada por radicales antipersonalistas y conservadores, que
enfrentaron en la provincia al sector irigoyenista. En 1930 apoyó el golpe de
estado que terminó con elgobierno de Irigoyen y adhirió a la fracción
uriburista; después se ligó al Partido Popular de Jujuy, vinculado con la
Federación Democrática Nacional, y a organizaciones nacionalistas
paramilitares.

Con posterioridad a su mandato fue miembro del Directorio del Banco


Hipotecario Nacional, de 1930 a 1931, senador nacional de 1932 a 1941 e
integrante del Directorio del Yacimientos Petrolíferos Fiscales de 1941 a
1944.

El gobierno de la República de Bolivia lo condecoró con la Orden de


Cóndor de los Andes por sus acciones a favor de la integración de ambos
países.

Hombre de vasta cultura, escribió numerosos ensayos políticos y obras


literarias, entre las que deben destacarse: La miseria de un país rico; Nuestros
males y sus causas (1919); Yrigoyen, el último dictador (1922); Política
económica suicida (1927); Degenerados (1928); La región de los parias;
Chusmocracia (1937); La tragedia argentina (1943); El destino de Sud
América (1944).

Cabe recordar que hizo sacar de los depósitos del Congreso Nacional las
esculturas de Lola Mora que están emplazadas en el Barrio Ciudad de Nieva
y en el centro de San Salvador de Jujuy, y que también aquí, como había
sucedido en Buenos Aires, los desnudos de las obras escandalizaron a la
sociedad jujeña de 1927, "ya habrá otras generaciones que reconozcan la
belleza de estas obras" decía el Gobernador Villafañe quien, en 1924,
incorporó a Lola Mora a su gobierno, como "Escultora Encargada de Parques
y Jardines y Paseos de la Ciudad Capital de Jujuy".

Roberto Levillier (primer y segundo semestre de 1948)

Historiador y diplomático argentino. Nacido en Buenos Aires en 1886 y


muerto en esta misma ciudad en 1969. Destacado diplomático, realizó
importantes investigaciones históricas sobre la América del siglo XVI.

Roberto Levillier destacó desde muy joven por su gran cultura y preparación,
por este motivo se incorporó al servicio en el cuerpo diplomático argentino.
Ocupó diferentes puestos desde principios del siglo XX y permaneció
ejerciendo estas labores hasta el año 1942, momento en el cual decidió
retirarse de dicha actividad. Ocupó cargos diplomáticos tanto en Europa
como en América del Sur. Así, estuvo destacado como consejero en España,
Portugal, Polonia, la antigua Checoslovaquia y en Perú. En 1920 fue
designado junto con otros importantes diplomáticos, por el entonces
presidente de Argentina Yrigoyen, para formar parte de la primera
delegación que, el mencionado país, envió a la Sociedad de Naciones. En el
año 1935 fue nombrado embajador en México, puesto que ocupó hasta 1937.
Un año después fue nombrado embajador en Uruguay, donde permaneció
hasta 1941. Durante los años que permaneció en Europa, en representación
de los servicios exteriores de su país, hay que destacar la notable
colaboración que prestó a los judíos, en los primeros momentos de dominio
y persecución que sufrió este pueblo, tras la llegada al poder en Alemania
del Partido Nazi, dicho partido inició a partir de 1936 una intensa campaña
para acercar sus ideales al gobierno de Argentina. A pesar de todo Levillier,
junto con algunos de sus compañeros, brindó protección y asilo a gran
cantidad de judíos, los cuales sufrían una dura discriminación y huían ante
el temor de sufrir mayores represalias.

La vocación por la investigación histórica de Levillier parece que se inició


en épocas muy tempranas y en concreto su interés por el siglo XVI. Aunque
sus primeras obras fueron publicadas con anterioridad hay que destacar, dada
su importancia, que desde 1918 había empezado a editar una colección de
documentos, con el fin ampliar los fondos de la Biblioteca del Congreso
argentino, y en 1926 publicó la primera parte de una trilogía titulada: Nueva
Crónica de la conquista de Tucumán, el segundo volumen, de dicha trilogía,
fue publicado en 1930 y la última parte en 1932. Por tanto no es extraño que
tras abandonar la carrera diplomática Levillier, se dedicara por entero a la
investigación histórica, que por otro lado había constituido una parte
importante de su actividad profesional. En este momento además su labor
fue esencial, puesto los historiadores argentinos, estaban comenzando a
redactar y publicar los primeros estudios serios sobre la historia
contemporánea de su país, y en opinión de este autor era necesario volver la
vista al pasado, para poder comprender mejor las motivaciones que llevaron
a la proclamación de la Independencia y explicar así muchas de las
características y peculiaridades de la sociedad de Argentina. Gracias a sus
investigaciones en 1955 fue admitido en la Academia Nacional de la Historia
de la República Argentina, donde ocupó un sillón hasta su muerte en 1969.
Manuel Lizondo Borda (publicación del año 1952)

Manuel Lizondo Borda nació en San Miguel de Tucumán, Tucumán,


Argentina, en febrero de 1889 y fue bautizado el 31 de agosto de 1889, hijo
de Manuel Lizondo de la Rosa y Carmen Borda. Fue un Escritor, publicista,
historiador y poeta. Hombre de la política ocupó el cargo de Diputado
provincial de la provincia de Tucumán durante el centenario de la
Independencia. Este intelectual fue una de las figuras más representativas de
la Cultura del Norte Argentino. Lizondo Borda fue discípulo de Ricardo
Jaimes Freyre en el Colegio Nacional. Obtuvo su título de abogado en la
Universidad de Buenos Aires, UBA. En 1909 fue laureado en los Juegos
Florales de Tucumán. Lizondo Borda falleció en Tucumán, el 6 de febrero
de 1966.

Luis D'Jallad (publicación año 1952)

Nació en El Carmen, provincia de Jujuy el 23 de noviembre de 1922, de


padre de origen iraquí y madre de origen español. Estudió en el seminario
conciliar, donde desde muy joven demostró interés por la literatura,
obteniendo desde ese entonces menciones y premios. A los 22 años ganó el
concurso literario para elegir el Himno a la Ciudad de San Ramón de la
Nueva Orán. Posteriormente, gano otros certámenes literarios como: Jujuy
Mártir de la Patria (1949), Certamen Literario Municipal de Salta (1948),
etc. Fue jurado de numerosos certámenes literarios y miembro de la
Comisión provincial de Cultura de la Provincia de Salta en 1948. Fue
secretario de redacción de los diarios Intransigente, Provincia y El Tribuno
y Diputado provincial por Capital en 1962. Fue intendente de la ciudad de
Salta desde 1965 hasta 1969. En 1965 fue condecorado por el monarca belga
Balduino de Bélgica con la orden de “Comendador de la Corona Belga”
durante su visita a Salta. Fue Director de Cultura de la Provincia de Salta en
1970 y Convencional Municipal desde 1987 hasta 1988. Falleció en la ciudad
de Salta el 6 de enero de 2008.

Roberto Garcia Pinto (año 1952 publicación)

El doctor García Pinto pertenecía a tradicionales familias de esta provincia,


al ser descendiente de don Gregorio Beeche. Fueron sus padres, don Adolfo
García Pinto y doña Julia Esther Cornejo Cornejo.

Se recibió en la Universidad Nacional de Buenos Aires, donde pudo


contactarse con el padecimiento de la gente que sufre. Su naturaleza de
hombre de bien, le hizo estar al lado de ellos, desempeñando tareas
profesionales y docentes en la Cátedra de Patología Médica de la Facultad
de Medicina de la UBA. Dentro de su actividad hospitalaria, llegó a
desempeñarse desde el año 1936 a 1940, como Jefe de Servicio del Hospital
Regional de Güemes en esta ciudad de Salta, como así también con tesonero
desempeño, en el cargo de Secretario de Sanidad en esta misma provincia.

Pero a pesar del compromiso contraído con la ciencia médica, a la que dedicó
parte de su vida, también otras inquietudes bullían en su espíritu, ávido de
conocimientos y de auto preguntas para él aún insatisfechas. Ello le motivó
a estudiar paralelamente entre 1929 y 1936 e investigar en cursos y
seminarios de filosofía y humanidades sus antedichas inquisiciones. Lo hizo
a nivel académico en la Facultad de Filosofía y Letras dependiente de la
UBA, como así también en otras renombradas instituciones, bajo la atenta
dirección de don Ricardo Rojas, en el Instituto de Literatura Argentina.
También fueron sus maestros don José Ortega y Gasset, don Manuel García
Morente y don Amado Alonso.
La docencia, también acaparó su atención, y es así como se desempeñara
como profesor de Ciencias y Letras de la Escuela Normal, como así también
en el afamado Colegio Nacional de esta ciudad. En este colegió llegó a
ocupar la dignidad de Rector del mismo.

La década de 1950, hasta su finalización en 1960, lo encuentra como


miembro fundador y catedrático del Instituto de Humanidades de Salta,
Instituto este que comenzó como una dependencia de la Universidad
Nacional de Tucumán y que luego se convertiría en el Departamento de
Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNT, sucursal Salta. Este fue
uno de los acontecimientos que junto a otros que se fueron sucediendo en el
corto tiempo, dieran lugar a la fundación de la Universidad Nacional de
Salta.

Jaime Davalos (publicación 1953-1956)

Nació en San Lorenzo, Provincia de Salta, el 20 de enero de 1921, y desde


la cuna tenía el destino marcado: Su padre era Juan Carlos Dávalos, nada
menos. Cursó estudios en su ciudad natal. Recorrió íntegramente su suelo
patrio, de uno a otro confín, en contacto íntimo con la tierra y sus hombres.

Treinta y nueve años pasaron hasta que este salteño empezó a salir del velo
del anonimato, aunque había empezado a publicar a los veintiseis. Y a partir
de 1960 libros, y poesías, y cancioneros se sucedieron, y también los premios
y los reconocimientos. Musicalmente se inició con la armónica pero al igual
qeu sus seis hermanos, se inclinaría por el canto con guitarra. Entre fines del
50' y principios del 60' tuvo sus propios espacios en televisión: "El Patio de
Jaime Dávalos" y "Desde el Corazón de la Tierra", éste último ganador del
Martín Fierro otorgado por los periodistas de radio y televisión.
Manuel J. Castilla (publicación 1953/56)

Manuel J. Castilla nació en la casa ferroviaria de la Estación de Cerrillos


(Salta), el día 14 de agosto de 1918. Realizó estudios primarios en la Escuela
Zorrilla para luego estudiar el secundario en el Colegio Nacional de su
provincia natal. Se dedicó al periodismo y las letras.

Miguel Salon (publicación 53/56)

Nació en el mes de febrero de 1924 en Salta Capital, cursó sus estudios


secundarios en la Escuela Normal obteniendo el titulo de Maestro Normal,
en el año 1942. Siendo alumno de esta escuela y en compañía de algunos
amigos y compañeros, crea la revista literaria estudiantil “Cumbres”. Como
Director de la misma se propuso transmitir a partir de los artículos
publicados, los ideales de amistad, enriquecimiento del conocimiento
personal y valores morales, pero sobre todo el concepto del servicio a la
Educación y la dedicación a las responsabilidades adquiridas.

En la década de 1950 ingreso al Archivo Histórico de la Provincia


perfeccionándose en Latín, Paleografía y Neografia, para el estudio y
comprensión de textos antiguos. Pronto pasó de auxiliar 2º a auxiliar 5º. Con
su actividad propendió al desarrollo de la Investigación Histórico Geográfica
del ámbito provincial, publico así Ensayos y Monografías. También escribió
artículos de la historia de la Provincia de Salta.

En el año 1958 en una de sus apasionadas investigaciones descubrió el


Documento que certifica verdaderamente a la quebrada de La Horqueta
como el lugar exacto de la muerte de Martín Miguel de Güemes, y no las
Higuerillas, como equivocadamente se afirmaba en los textos de Historia
hasta entonces. En la misma época (1958), es designado Director del
Archivo y Biblioteca Histórica de la Provincia. En el año 1959 Miguel Salom
participa en representación de Salta, de las Primeras Jornadas de Archiveros
de Argentina, realizado en la provincia de Córdoba.

Luis David Mendieta (publicación 53/56)

Luis Mendieta, ejerció la profesión por más de medio siglo. Se inició cuando
cursaba el sexto grado oportunidad que el diario "La Voz del Norte" le
publicó una composición premiadas y a los quince años se incorporó en la
categoría más baja al diario "El País" y posteriormente a "La Provincia",
caracterizándose por su estilo personal en redactar sus notas. Fue reportero
en "Nueva Época", de "El Intransigente" y se desempeñó como corresponsal
de la Agencia Noticiosa Internacional "Associated Press", "La Nación", de
Buenos Aires, y "La Gaceta" de Tucumán.

Sus comentarios tuvieron repercusión nacional como internacional tales


como los derechos de la provincia de Salta sobre los yacimientos petrolíferos
y mineros, sustentando la tesis del federalismo económico; los problemas
limítrofes de Paraguay y Bolivia, vaticinando el conflicto armado entre esos
dos países; y, como así, tuvo destacada participación con sus crónicas para
que el presidente Padre Pablo Ramírez decretara la división del Territorio
Nacional de los Andes, anexando el departamento Susque a la provincia de
Jujuy; Pastos Grandes y San Antonio de los Cobres, a Salta y Antofagasta de
la Sierra a Catamarca, tal como lo proponía Luis Mendieta

in tener militancia política fue electo diputado provincial por el


Departamento de Molinos por el Partido Unión Provincial, donde desarrolló
una preponderante labor parlamentaria; titular de la Oficina de Prensa del
Gobierno de Jujuy en 1957; en 1998 fue declarado por la Municipalidad de
Salta "Ciudadano Destacado".
También don Luis Mendieta participó activamente como miembro del
Instituto Sanmartiniano, del Instituto Belgraniano y, como así, por difundir
la obra del general Juan Antonio Álvarez de Arenales propulsor de la
independencia americana junto al "Padre de la Patria" el General José de San
Martín.

Antonio Perez Amuchastegui (publicación 53/56)

Antonio J. Pérez Amuchastegui (1921-1983) fué profesor titular y director


del Instituto de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
de Buenos Aires. Especializado en teoría de la historia, ha publicado varias
obras sobre método histórico en colaboración con Jorge Lui Cassani, una de
las cuales Del Epos a la Historia Científica, fue premiada por la Sociedad de
Historia Argentina. Es autor, además de importantes contribuciones
histórico- críticas, entre ellas La carta de Lafond y la preceptiva
historiográfica, que ha encendido fuertes polémicas en toda América.

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