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Jacob contribuye a base de sus propias observaciones de la vida diaria basándose en sus anécdotas

y su sentido común.

Jacobs hace un análisis del uso de las aceras como generadores de comunicación y contacto,
explicando que para ella la acera es una abstracción que sólo tiene sentido cuando está relacionada
con los edificios, los equipamientos y los servicios que tiene a su alrededor, ya sean pequeñas o
grandes tiendas en las que los cuídanos conviven unos con otros.

Jacobs defendía la ciudad por los derechos de la ciudad y dentro de ella.

Para Jacobs las aceras y las calles eran los primordial, los lugares públicos de los ciudadanos. Pensaba
que, si las calles y sus aceras tenían impacto, toda la ciudad lo tenía que, por una concepción de
cambio, en busca de beneficios para si misma y para los sus cuídanos provocada por la oferta y
demanda, se empezaron a convertir en solo espacios públicos, en espacios que ahora solamente
eran utilizados en que la gente iba y venía de algún lugar, ya sea del trabajo o de algún otro sitio.

Jacobs atribuía a los urbanistas que su tarea era lograr que un espacio público además de cumplir
con la funcionalidad para el cual se había realizado, debía de ser legible, es decir, tener la capacidad
de trasmitir y de imponer como debería de ser usado y no terminar por hacer elementos con
pretensión innovadora y creativa, mobiliario de diseño como dice la autora, edificaciones que
carecen de identidad propia más allá de la forma. Se puede tener ambas cosas, que se un edificio
correcto que cumpla con su función, también puede ser bonito y que cumpla con su función.

Para jacobs la seguridad de un barrio no se dé por una cámara, para ella mientras más frecuentada
fuera una calle más segura era y una calle poco concurrida era una calle insegura.

En él se describe como las ciudades funcionan en la vida real, además de aprender cuales son los
principios de planeación y reconstrucción que ayuden y promuevan la vitalidad social y económica
en las ciudades.

habla sobre la importancia de una inversión pública capaz para solucionar los problemas de la ciudad
y asegura que el desarrollo y planificación de los barrios de clase media baja no cumplen los
objetivos planteados, mencionando que por el contrario estos barrios se han convertido en focos
de vandalismo, delincuencia y desesperanza social, rechazando el ideal de vitalidad y dinamismo
con el que habían sido planificados. Para esta autora, las ciudades americanas son sinónimo de caos,
desorden y vulgaridad.

James Jacob hace una analogía entre un laboratorio y la ciudad, tratando de darnos a entender que
para la realización de cualquier proyecto se deben de hacer un estudio de prueba y error como si
fuera un experimento en donde se demuestre que si puede llegar a funcionar dicho proyecto o
viceversa. Para Jacobs, los procesos de planeación y de reordenación del territorio deberían utilizar
este tipo de herramientas, debido a que estos procesos necesitan elaborar, desarrollar y sobre todo
verificar las teorías y principios que luego desarrollarán en la realidad.

Por ello que la autora realiza una fuerte crítica a los profesionales y maestros de esta disciplina, al
asegurar que se han dejado influenciar por una serie de principios deducidos del comportamiento y
de la apariencia de las ciudades, enfatizando que muchas veces estos tipos de comportamientos
sólo se encuentran reflejados en su imaginación y se alejan del verdadero sentido y significado de
las ciudades reales.

La explicación que nos da jacobs en este libro, está dividido en 4 condiciones reales, en la que la
autora nos dice que todo comienza a través de lo más mínimo, con la observación en la escena que
vivimos diariamente, estudiándolas para así llegar a tener un significado. en el primer capítulo, se
dedica al estudio social de los habitantes de la ciudad, en seguida nos dice que la segunda parte nos
habla sobre el comportamiento económico de las ciudades. En la tercera parte, se centra en las
características de la decadencia y la regeneración en el que es necesario que estudie el
comportamiento de los habitantes en las ciudades.

En una segunda parte, reflexiona sobre el comportamiento económico de las ciudades. En la tercera
parte, la autora se centra en las características de la decadencia y la regeneración de las
aglomeraciones urbanas, para lo cual estudia el funcionamiento y el comportamiento de los
habitantes en las ciudades reales. En el último capítulo de su libro, Jacobs sugiere una serie de
intervenciones, cambios y modificaciones referentes al tráfico, al diseño y a la urbanización de las
ciudades.

Jacobs nos dice que es inútil plantearse la idea de una ciudad sin conocer antes su funcionamiento.

Para jacosb, un personaje con mucha influencia fue Ebenezer Howard quien desarrollo un nuevo
tipo de ciudad “la ciudad jardín” que era aquella en la que los habitantes pobres de la ciudad
pudieran están de nuevo en contacto con la naturaleza, con la intención de crear pequeñas
localidades agradables y autosuficientes rodeada de predios dedicaos a la agricultura.

Y así como la autora realiza análisis sobre las ideas y personajes influyentes que contribuyeron a
formar o restablecer las bases del urbanismo, así como el diseño arquitectónico de las ciudades;
además de considerar las ideas de Howard, jacobs resalta “la ciudad radiante” de Le Corbusier.

encontrar que la autora realiza un análisis sobre las ideas y los personajes más influyentes que han
contribuido a conformar las bases de la urbanización, así como la proyección y el diseño
arquitectónico de las ciudades.

Para la autora, lo importante de este proyecto era la utopía social que se plantea en este proyecto,
argumentando que para Le Corbusier se basaba en la libertad individual, que provenía de un tipo de
responsabilidad común para todos. La autora afirma que la ciudad radiante tiene sus bases en el
esquema primario de la ciudad jardín, añadiendo que todo estando en su lugar la ciudad se
complementaba fácilmente. La ciudad soñada de Le Corbusier tuvo una gran influencia sobre los
arquitectos y urbanistas puesto que fue puesto en práctica junto con los principios de la ciudad
jardín.

Una idealización que fue menos importante, es la de Colonbina de Chicago una nueva arquitectura
que empezaba a aparecer en chicago al mismo tiempo que hodward formulaba sus ideales sobre la
Ciudad Jardín. La cual traía unas imitaciones algo renacentistas, donde empezaron a aparecer
monumentos alineados unos con otros en el parque de Le Corbusier, este dio impulso a un
movimiento llamada Ciudad bella por Daniel Burnham; pero esta fue una arquitectura que, a
diferencia de las anteriores, paso de moda.

Desde Hodward y Burnham, jacobs nos explica cuáles son los puntos en los que falla, que lo que
determina la muerte de la ciudad es la monotonía y mientras siga siendo así, seguirá fracasando por
falta de dinamismo; pero hablando sobre una ciudad viva, nos dice que sus calles deben ser
frecuentadas, que sirve para que la ciudad y los usuarios sigan teniendo ese contacto frecuente que
los hace sentir seguros.

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