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,

EL PRINCIPIO

DE LA RELATIVIDAD

SOBRE LA ELECTRODINÁMICA DE CUERPOS

EN MOVIMIENTO*

Es bien sabido que, cuando se aplica a cuerpos en movimiento, la electrodinámica de


Maxwell tal como hoy se entiende nonnalmente conduce a asimetrías que no parecen
ser inherentes a los fenómenos. Tomemos, por ejemplo, la interacción electrodinámica
entre un imán y un conductor. AquÍ los fenómenos observables dependen sólo del movi­
miento relativo del conductor y el imán, mientras que la visión habitual traza una níti­
da distinción entre los dos casos, en donde o bien uno u otro de los dos cuerpos está en
movimiento. Pues, en efecto, si el imán está en movimiento y .el conductor está en re­
poso, en la vecindad del imán aparece un campo electromagnético con una energía de­
finida que produce una corriente dondequiera que haya localizados elementos del con­
ductor. Pero si el imán está en reposo mientras que el conductor está en movimiento, no
hay ningún campo eléctrico en la vecindad del imán, sino más bien una fuerza electromo­
triz en el conductor a la que no corresponde ninguna energía per se, sino que, suponien­
do una igualdad del movimiento relativo en los dos casos, da lugar a corrientes eléctri­
cas de la misma magnitud y el mismo curso que las producidas por las fuerzas eléctricas
en el primer caso.
Ejemplos de este tipo, junto con los infructuosos intentos de detectar un movimien­
to de la Tierra con relación al «medio lumínico», llevan a la conjetura de que ni los fe­
nómenos de la mecánica, ni tampoco los de la electrodinámica tienen propiedades que
correspondan al concepto de reposo absoluto. Más bien, las mismas leyes de la electro­
dinámica y la óptica serán válidas para todos los sistemas de coordenadas en los que ri­
gen las ecuaciones de la mecánica, como ya se ha demostrado para cantidades de primer
orden.** Elevaremos esta conjetura (cuyo contenido será denominado en adelante «el
principio de relatividad») al estatus de un postulado e introduciremos también otro pos­
tulado, que es sólo aparentemente incompatible con él, a saber, que la luz se propaga

* «Elektrodynamik bewegter k6rpeo>. Annalen der Physik, 17, 1905.

** La precedente memoria de Lorentz no era conocida en aquel tiempo por el autor.

.,..

1028 A HO"IBROS DE GIGA NT ES

siempre en el espacio vacío con una velocidad definida V que es independiente del es­ asigna a cada uceso a evalu:u
tado de movimiento del cuerpo emisor. Estos dos postulados bastan para conseguir una cuando a través dI e. pac lO va
eleclrodinámica de cuerpos en movimiento simple y consistente basada en la teoría de ceso . Sin embargo, sabemos ¡:
Maxwell para cuerpos en reposo. La introducción de un «éter lurrúnico» se mostrará mconveniente de que no es in
superflua , puesto que la idea que se va a desarrollar aquí no requerirá un «espacio en Llegamos a un arreglo más pré
reposo absoluto» dotado de propiedades especiales, ni asigna un vector velocidad a un Si existe un reloj en el pun
punto del espacio vacío donde están teniendo lugar procesos electromagnéticos. puede evaluar el tiempo de los
Como toda la electrodinámica, la teoría que va a desarrollarse aquí está basada en la ciones de las manecillas del rel
cinemática de un cuerpo rígido, puesto que las afumaciones de una teoría semejante reloj en el punto B que se asel
tienen que ver con las relaciones entre cuerpos rígidos (sistemas de coordenadas), relo­ tiempo de los sucesos en la inr
jes y procesos electromagnéticos. Una consideración insuficiente de esta circunstancia vador en B. 'Pero no es posible
está en la raíz de las dificultades con las que debe enfrentarse actualmente la electrodi­ una estipulación adicional. Ha:
námica de los cuerpos en movimiento. po-B», pero no un «tiempo» co
tableciendo por definición que
igual al «tiempo» que requiere
A. PARTE CINEMÁTICA de luz parte de A hacia B en un
po-B » l B' y llega de nuevo a A
l. DEFINICIÓN DE SIMULTANEIDAD definición si

Consideremos un sistema de coordenadas en el que son válidas las ecuaciones mecáni­


cas de Newton .* Para distinguir nominalmente dicho sistema de aquellos que van a in­
troducirse más tarde, y para hacer esta presentación más precisa, le llamaremos «siste­ Suponemos que es posible (
ma de reposo». dicciones, y que lo esté para pl
Si una partícula está en reposo con respecto a este sistema de coordenadas, su posi­ das en general las relaciones si,
ción relativa al último puede determinarse por medio de varas de medir rígidas utilizan­
do los métodos de la geometría euclidiana y expresarse en coordenadas cartesianas. l. Si el reloj en B marcha de fl
Si queremos describir el movimiento de una partícula , damos los valores de sus forma síncrona con el reloj,
coordenadas como funciones del tiempo. Sin embargo, debemos tener en cuenta que 2. Si el reloj en A marcha de f(
una descripción matemática de este tipo sólo tiene sentido físico si tenemos ya claro lo e, entonces los relojes en B
que entendemos aquí por «tiempo». Debemos tener en cuenta que todos nuestros jui­ CIón al otro.
cios que implican al tiempo son siempre juicios sobre sucesos simultáneos. Si, por ejem­
plo, yo digo que «el tren llega aquÍ a las 7 en punto», eso significa, más o menos, <da Por medio de ciertos expeJ
manecilla pequeña de mi reloj apuntando a las 7 y la llegada del tren son sucesos si­ elebe entenderse por relojes sÍn(
multáneos».) res , y con ello hemos llegado 01
Podría parecer que todas las dificultades implicadas en la definición de «tiempo» po­ «tiempo~ de un suceso es la lec
drían superarse si sustituyo «posición de la manecilla pequeña de mi reloj» por «tiem­ tuado en el lugar del suceso, qu
po» . Semejante definición es suficiente si va a definirse un tiempo exclusivamente para forma síncrona con un reloj esp
el lugar en el que está localizado el reloj; pero la definición ya no es satisfactoria cuan­ [¡cado.
do tienen que enlazarse temporalmente series de sucesos que ocurren en localizaciones Basados en la experiencia , e
diferentes, o -lo que es equivalente- cuando hay que evaluar temporalmente sucesos
que ocurren en lugares remotos del reloj.
Por supuesto, podríamos contentamos con evaluar el tiempo de los sucesos estacio­
nando en el origen de las coordenadas a un observador con u n reloj; este observador
es una constante universal (la vt
Es esencial que hayamos de
* Es decir, en primera aproximación.
l. No di scutiremos aquí la inexactilUd que acecha tras el concepto de simultaneidad de dos aconteci­ sistema de reposo ; puesto que el
miento que se producen ap¡¡oximadamente en el mi smo lugar, que sólo puede ser eliminada por abstracción. en repo so , le llamaremos «el tíe
AL BERT EINSTEIN 1029

V que es independiente del es ­ asigna a cada suceso a evaluar la posición correspondiente de las manecillas del reloj
ados bastan para conseguir una cuando a través del espacio vacío le llega una señal luminosa procedente de dicho su­
nsistente basada en la teoría de ceso. Sin embargo, sabemos por experiencia que una coordinación semej ante tiene el
In «éter luminico» se mostrará inconveniente de que no es independiente de la posición del observador con el reloj .
uÍ no requerirá un «espacio en Llegamos a un arreglo más práctico mediante el siguiente argumento.
Isigna un vector velocidad a un Si existe un reloj en el punto A en el espacio. entonces un observador situado en A
esos electromagnéticos. puede evaluar el tiempo de los sucesos en la inmediata vecindad de A hallando las posi­
lITollarse aquÍ está basada en la ciones de las manecillas del reloj que son simultáneas con dichos sucesos. Si existe otro
:iones de una teoría semejante reloj en el punto B que se asemeja en todos los aspectos al que hay en A, entonces el
,istemas de coordenadas), relo­ tiempo de los sucesos en la inmediata vecindad de B puede ser evaluado por un obser­
suficiente de esta circunstancia vador en B. Pero no es posible comparar el tiempo de un suceso en A con uno en B sin
ntarse actualmente la electrodi­ una estipulación adicional. Hasta aquÍ hemos definido sólo un «tiempo-A » y un' «tiem­
po-B», pero no un «tiempo» común para A y B. El último puede ahora determinarse es­
tableciendo por definición que el «tiempo» requerido por la luz para viajar de A a B es
igual al «tiempo» que requiere para viajar de B a A. En efecto, supongamos que un rayo
de luz parte de A hacia B en un «tiempo-A » tA' es reflejado desde B hacia A en un «tiem­
po-B» tB' y llega de nuevo a A en un «tiempo-A » t~. Los dos relojes son síncronos por
~ID A D definición si

válidas las ecuaciones mecáni­


stema de aquellos que van a in­
s precisa, le llamaremos «siste­ Suponemos que es posible que esta definición de sincronicidad esté libre de contra­
dicciones, y que lo esté para puntos en número arbitrario ; y por consiguiente son váli­
stema de coordenadas, su posi­ das en general las relaciones siguientes:
varas de medir rígidas utilizan­
~n coordenadas cartesianas. l. Si el reloj en B marcha de forma síncrona con el reloj en A, el reloj en A marcha de
:ula, damos los valores de sus forma síncrona con el reloj en B.
. debemos tener en cuenta que 2. Si el reloj en A marcha de forma síncrona con el reloj en B así como con el reloj en
do físico si tenemos ya claro lo e, entonces los relojes en B y e también marchan de forma síncrona uno con rela­
cuenta que todos nuestros jui­ ción al otro.
cesos simultáneos. Si, por ejem­
~so ignifica, más o menos, <da Por medio de ciertos experimentos (mentales) físicos hemos establecido lo que
.legada del tren son sucesos si­ debe entenderse por relojes síncronos en reposo relativo y situados en diferentes luga­
res, y con ello hemos llegado obviamente a definiciones de «síncrono» y «tiempo». El
!n la definición de «tiempo» po­ «tiempo» de un suceso es la lectura obtenida simultáneamente de un reloj en reposo si­
,equeña de mi reloj » por «tiem­ tuado en el lugar del suceso, que para todas las determinaciones temporales marcha de
un tiempo exclusivamente para forma síncrona con un reloj especificado en reposo, y por supuesto con el reloj especi­
:ión ya no es satisfactoria cuan­ ficado.
's que ocurren en localizaciones Basados en la experiencia, estipulamos además que la cantidad
evaluar temporalmente sucesos

I tiempo de los sucesos estacio­


,r con un reloj; este observador
es una constante universal (la velocidad de la luz en el espacio vaCÍo).
Es esencial que hayamos definido el tiempo por medio de relojes en reposo en el
~ ptodc simultaneidad de dos aconlcci­ sistema de reposo; puesto que el tiempo recién definido está relacionado con el sistema
lo puede se r e liminada por abstracción." en reposo, le llamaremos «el tiempo del sistema de reposo».
1030 A HOMBROS DE GI GA NTES

2. SOBRE LA RELATIVIDAD DE LONGITUDES Y TIEMPOS pre al «tIempo del sistema de [


par; por lo tanto, estos rel ojes
Las consideraciones siguientes están basadas en el principio de relatividad y el princi­ Imaginemos además que c;
pio de constancia de la velocidad de la luz. Definimos estos dos principios como sigue: eSTOS ob~ervad ores ap lIc an a .
relojes formulado en la sección
l . Si los dos sistemas de coordenadas están en movimiento relativo de traslación parale­ f1ejad o en B en el tiempo t , Y [
la uniforme, las leyes de acuerdo con las cuales cambian los estados de un sistema fí­ principio de re latividad d: la v
sico no dependen de con cuál de los dos sistemas están relacionados dichos cambios.
2. Todo rayo luminoso se mueve en el sistema de coordenadas «de reposo» con una
velocidad fija V, independientemente de si este rayo luminoso sea emitido por un
cuerpo en reposo o en movimiento. Por lo tanto, y

recorrido de la luz
velocidad = ...,--"-'-':"'-'-,----:--;:-:c....::..:.;c::..­
intervalo de tiempo
donde r AS denota la longitud d(
donde «intervalo de tiempo» debería entenderse en el sentido de la definición dada en Los observadores que se muevl
la sección l. relojes no marchan de forma SÍI
Tomemos una vara rígida en reposo; sea I su longitud, medida por una vara de medir poso les dirían que están marcJ
que está también en reposo. Imaginemos ahora que se coloca el eje de la vara a lo largo Vemos así que no podem o ~
del eje X del sistema de coordenadas en reposo, y que la vara es puesta entonces en mo­ dad; en su lugar, dos sucesos (
vimiento de traslación paralela uniforme (con velocidad v) a lo largo del eje X en la di­ sistema de coordenadas concre
rección de las x crecientes. Preguntamos sobre la longitud de la vara de medir, que ima­ servados desde un sistema que
ginamos debe establecerse por las dos operaciones siguientes:

a) El observador se mueve junto con la mencionada vara de medir y la vara rígida a 3. TEO RÍ A DE LA
ser medida , y mide la longitud de esta vara tendiendo la vara de medir de la misma Y T I E:>. ¡ PO DESDE EL S I S ~

manera que si la vara a ser medida, el observador y la vara de medir estuvieran en DE TRA S LA
reposo.
b) Utilizando relojes en reposo y síncronos en el sistema de reposo como se esbozó en Sean dos sistemas de coordenó
la sección 1, el observador determina en qué puntos del sistema de reposo están si­ Iín as recta' mat riales rígida
tuados el principio y el final de la vara a ser medida en algún tiempo t dado. La dis­ Sean coincide ntes los ejes X dI
tancia entre estos dos puntos, medida con la vara utilizada antes -pero no en repo­ paralelos. Cada sistema estará
so- es también una longitud que podemos llamar la «longitud de la vara». lojes, y ean exactamente igua
sistemas.
De acuerdo con el principio de relatividad, la longitud determinada por la operación Ahora, pongamos el origen
(a), que llamaremos <da longitud de la vara en el sistema en movimiento», debe ser movimiento con velocidad (ca
igual a la longitud I de la vara en reposo. t ma (l'O , que p rmanece en re
La longitud determinada utilizando la operación (b) , que llamaremos <da longitud de nados de k, su corres pondie
de la vara (en movimiento) en el sistema de reposo», será determinada sobre la base de tema d reposo K correspond
nuestros dos principios, y encontraremos que difiere de l. movimiento. Por razones de si
La cinemática actual supone implícitamente que las longitudes detenninadas por miento de k puede ser tal que er
las dos operaciones anteriores son exactamente iguales entre sí, o, en otras palabras, reposo) los ejes del sistema en 1
que en el tiempo t un cuerpo rígido en movimiento es totalmente reemplazable, en Imaginemo s ahora el espa
cuanto a su geometría, por el mismo cuerpo cuando está en reposo en una posición utilizando la vara de medi r en
concreta.
Además, imaginamos los dos extremos (A y B) de la vara provistos de relojes que son '" «Ti empo» denota aquí «ti em po
síncronos con los relojes del sistema de reposo, i. e., cuyas lecturas corresponden siem­ en movi miento ~ítuad o en el lu gar que
t\LI3ERT EINSTEIN 1031

,s y TIEMP OS pre al <<tiempo del sistema de reposo» en las localizaciones que los relojes resultan ocu­
par; por lo tanto, estos relojes son «síncronos en el sistema de reposo».
io de relatividad y el princi­ Imaginemos además que cada reloj tiene un observador que se mueve con él, y que
3 dos principios como sigue: estos observadores aplican a los dos relojes el criterio para el ritmo síncrono de dos
relojes formulado en la sección l. Sea un rayo de luz que parte de A en el tiempo tA' es re­
relativo de traslación parale­ t;.
flejado en B en el tiempo t 8 , y llega de nuevo a A en el tiempo * Teniendo en cuenta el
I los estados de un sistema fí­ principio de relatividad de la velocidad de la luz, encontramos que
el ac ionados dichos cambios.
~ nad as «de reposo» con una t -t =~
uminoso sea emitido por un B A V-v
y
t'-t =~
uz A B V + v'
,po
donde rAH denota la longitud de la vara en movimiento, medida en el sistema de reposo.
tido de la definición dada en Los observadores que se mueven conjuntamente con la vara encontrarían así que los dos
relojes no marchan de forma síncrona, mientras que los observadores en el sistema de re­
nedida por una vara de medir poso les dirían que están marchando de forma síncrona.
Jca el eje de la vara a lo largo Vemos así que no podemos atribuir significado absoluto al concepto de simultanei­
ra es puesta entonces en mo­ dad; en su lugar, dos sucesos que son simultáneos cuando son observados desde algún
I a lo largo del eje X en la di­ sistema de coordenadas concreto ya no pueden considerarse simultáneos cuando son ob­
de la vara de medir, que ima­ servados desde un sistema que está en movimiento relativo a dicho sistema.
ltes:

a de medir y la vara rígida a 3. TEORÍA DE LAS TRANSFORM ACIONES DE COORDENADAS

la vara de medir de la misma Y TIEMPO DESDE EL SISTEMA DE REPOSO A UN SISTEMA EN MOVIMIENTO

vara de medir estuvieran en DE TRASLACIÓN UNIFORME RELATIVO A AQUÉL

de reposo como se esbozó en Sean dos sistemas de coordenadas en el espacio en «reposo», i. e., dos sistemas de tres
~I sistema de reposo están si­ líneas rectas materiales rígidas mutuamente perpendiculares con origen en un punto.
algún tiempo t dado. La dis­ Sean coincidentes los ejes X de los dos sistemas, y sean sus ejes Y y Z respectivamente
,ada antes -pero no en repo­ paralelos. Cada sistema estará provisto de una vara de medir rígida y un número de re­
dongitud de la vara». lojes, y sean exac tamente iguales las dos varas de medir y todos los relojes de los dos
sistemas.
determinada por la operación Ahora, pongamos el origen de uno de los dos sistemas, digamos k, en un estado de
la en movimiento», debe ser movimiento con velocidad (constante) ven la dirección de las x crecientes del otro sis­
tema (K) , que permanece en reposo; e impartamos esta nueva velocidad a los ejes coor­
que llamaremos <da longitud denados de k, su correspondiente vara de medir y sus relojes. A cada tiempo t del sis­
determinada sobre la base de tema de reposo K corresponde una localización definida de los ejes del sistema en
movimiento. Por razones de simetría tenemos justificación para suponer que el movi­
longitudes determinadas por miento de k puede ser tal que en el tiempo t «<t» siempre denota un tiempo del sistema de
~ntresí, o, en otras palabras, reposo) los ejes del sistema en movimiento son paralelos a los ejes del sistema de reposo.
totalmente reemplazable, en Imaginemos ahora el espacio a ser medido tanto desde el sistema de reposo K,
á en reposo en una posición utilizando la vara de medir en reposo, como desde el sistema k, utilizando la vara de

ra provistos de relojes que son " «Ti empo» denota aquí «tiempo del sistema estacionario» y también «posición de las agujas del reloj
5 lecturas corresponden siem- en movimiento situado en el lu gar que se está consi derando».
1032 A HOMBROS DE GIGANTES

medir en movimiento junto con él , y que de este modo se obtienen las coordenadas x, Un razonaffilento análogo _
y, z; y ~, 11 , 1;, respectivamente. Además, por medio de los relojes en reposo en el siste­ se propaga siempre a lo larg d
ma de reposo, y utilizando rayos lu minosos como se describe en la sección 1, deter­ va desde el sistema de reposo,
minamos el tiempo t del sistema de reposo para todos los puntos donde hay relojes.
De manera similar, aplicando de nuevo el método de señales luminosas descrito en
la sección 1, determinamos el tiempo "( del sistema en movimiento para todos los
puntos de este sistema en movimiento en los que hay relojes en reposo relativo a este
sistema.
A cada conjunto de valores x, y , z, t que determina por completo el lugar y tiempo
de un suceso en el sistema de reposo le corresponde un conjunto de valores ~, 1'), 1;, "(
Estas ecuaciones dan , puest
que fija el suceso relativo al sistema k. y el problema a resolver ahora es encontrar el sis­
tema de ecuaciones que conecta dichas cantidades.
En primer lugar, es evidente que estas ecuaciones deben ser lineales debido a las
propiedades de homogeneidad que atribuimos al espacio y el tiempo.
Si hacemos x' = x - vt, entonces es evidente que a un punto en reposo en el siste­ donde a es una función cp (v ) t
ma k le pertenece un conjunto de valores x', y, z definido e independiente del tiempo. que en el origen de k tenemos t
Determinamos primero "( como una función de x ' , y, z Y t Para esto, debemos expresar Utilizando este resultado, p
en ecuaciones que "( es de hecho el agregado de lecturas de relojes en reposo en el sis­ expresamos en ecuaciones que
tema k, sincronizados de acuerdo con la regla dada en la sección l . dad de la luz en unión con el pr
Supongamos que en el instante "(o' se envía un rayo luminoso a lo largo del eje X locidad V cuando se mide en el
desde el origen del sistema k a x', y que éste rayo es reflejado en el instante "(l' desde en el instante "( = O en la direcc
allí hacia el origen, adonde llega en el instante "(2: entonces debemos tener

o, incluyendo los argumentos de la función "( y aplicando el principio de la constancia


de la velocidad de la luz en el sistema de reposo,
Pero medido en el sistema (
- v relativa al ori gen de k, de 111
~ ["((O, O, O, t) + "( (O, O, O, {t+ /~ v + /~ v })] =
="((x',O,O,t+ :~v).
Sustituyendo este valor de t
De esto obtenemos, haciendo x infinitesimalmente pequeño,

Análogamente, considerand
o dos ejes, obtenemos

1') :

Habria que señalar que, en lugar del origen de coordenadas, podriamos haber esco­ donde
gido cualquier otro punto como origen del rayo luminoso, y por consiguiente la ecua­
ción recién obtenida 'CS válida para todos los valores de x', y, z;.
ALBERT EINSTEIN 1033

obtienen las coordenadas x,


Un razonamienlo análogo -aplicado a los ejes H y Z- da, recordando que la luz
~elojesen reposo en el siste­
se propaga siempre a lo largo de estos ejes con la velocidad Y V2 - v2 cuando se obser­
~ ribe en la sección 1, deter­
va desde el sistema de reposo,
s puntos donde hay relojes.

¡ales luminosas descrito en


¿h _ O
movimiento para todos los
ay ­
jes en reposo relativo a este

a. _o
. completo el lugar y tiempo

az ­
)njunto de valores .;, 11, S, •

Estas ecuaciones dan, puesto que. es una función lineal,


ver ahora es encontrar el sis­

len ser lineales debido a las


el tiempo.
punto en reposo en el siste­ donde a es una función (() (v) todavía desconocida, y donde suponemos por brevedad
e independiente del tiempo. que en el origen de k tenemos t =O cuando. = O.
Para esto, debemos expresar Utilizando este resultado, podemos determinar fácilmente las cantidades .;, 11, Ssi
e relojes en reposo en el si s­ expresamos en ecuaciones que (como exige el principio de la constancia de la veloci­
!cción l. dad de la luz en unión con el principio de relatividad) la luz se propaga también con ve­
Illunoso a lo largo del eje X locidad V cuando se mide en el sistema en movimiento. Para un rayo luminoso emitido
jado en el instante ." desde en el instante. =O en la dirección de las'; crecientes, tenemos .
; debemos tener
.; = Vr,
o

el principio de la constancia

Pero medido en el sistema de reposo, el rayo luminoso se propaga con velocidad V


- v relativa al origen de k, de modo que
/~ v})] =
x'
V - v = t.

Sustituyendo este valor de t en la ecuación para .;, obtenemos


[ueño,
V2
.; =a V2
-v
2 x'.

Análogamente, considerando rayos luminosos que se mueven a lo largo de los otros


dos ejes, obtenemos

adas, podríamos haber esCO­ donde


, y por consiguiente la ecua­ y =t x' =O,
y,z. • YV2- v2 '
1034 A HOMUROS DE GIGANTeS

por lo lanto ASI pues. nuestra onda es tamb


V cuando se observa en el sistel ¡
V nrincipin~ fundamentales,on VII I]
11 = a y
YV 2 _ v2 Las ecuaciones de transfonl1aci
y c ión desconocida qJ de \', que quen
Para esto introd ucimo un teree
S =a v Z. te ma k, 'stá en movimie nto de tras l
~ a lo largo del ej e:=: con velocid ad ­
das en el tiempo I = 0, y sea el tiem
Si sustituimos el valor para x', obtenemos De not amos por x'. v', z' las coore
aplicación de nLies tras ecuaciones e

l' = cp (-v) ~ (-v)

~ = qJ(v)~ (x - vt), .r' = qJ (-v ) ~ (- v)

y'=qJ(-v) T)
11 = qJ(v)y, l'= qJ (- V)c,

S= qJ( v)z, Puesto que las relaciones entre.


mas K y K ' no están en reposo relati
a K ' debe ser la transformación de i
donde

~=

Exp loremos ahora el significade


del sistema k que yace entre ~ = O,
ej e-H es una vara que, con relación
y qJ es una función de v desconocida por el momento. Si no se hace ninguna hipótesis
con un::: \'cl ocid el ¡ Y L uy extre m
con respecto a la posición inicial del sistema en movimiento y el punto cero de 'T, en­
tonces debe sumarse una constante a los segundos miembros de estas ecuaciones.
Ahora tenemos que demostrar que, medido en el sistema en movimiento, todo rayo
luminoso se propaga con la velocidad V si así lo hace, como hemos supuesto, en el sis­
tema de reposo; pues no hemos demostrado todavía que el principio de la constancia de y
la velocidad de la luz es compatible con el principio de relatividad.
Supongamos que en el tiempo t = 'T = O se emite una onda esférica desde el origen
de coordenadas, que en dicho instante es común a ambos sistemas, y que esta onda se La longitud de la vara, medida I
propaga en el sistema K con velocidad V. Por lo tanto, si (x, y, z) es un punto alcanzado fu nc ión qJ. Por razones de si metría, (
por esta onda, tenemos da en el. sistema de reposo y que se
pender de su velocidad y no de la G
longitud de la vara en movimiento r
emplaza v por - 11 . De esto concluim
Transformamos esta ecuación utilizando nuestras ecuaciones de transformación y,
tras un sencillo cálculo, obtenemos
'" La, ecu ac ion es de la tran sformac ión d,
mente a pa rt ir de la cond ición de que en virtu
.
cia E;' + TI' + S· '" 1" r' ,
ALBERT EINS T EIN 1035

Así pues, nuestra onda es también una onda esférica con velocidad de propagación
V cuando se observa en el sistema en movimiento. Esto demuestra que nuestros dos
principios fundamentales son compatibles. *
Las ecuaciones de transformación que hemos obtenido contienen también una fun­
ción desconocida <p de v, que queremos determinar ahora.
Para esto introducimos un tercer sistema de coordenadas K' que, con relación al sis­
tema k, está en movimiento de traslación paralelo al eje 2, y tal que su origen se mueve
a lo largo del eje 2 con velocidad -v. Sean coincidentes los tres orígenes de coordena­
das en el tiempo t = O, Y sea el tiempo t ' del sistema K igual a cero en t = x = y = Z = O.
Denotamos por x ' , y' , z' las coordenadas medidas en el sistema K', y por una doble
aplicación de nuestras ecuaciones de transformación, obtenemos

t'=<p(-v)~(-v) {'t+ ~~} = <p (v) <p (-v) t,

x ' =<p(-v)~(-v) (~+V't) = <p(v) <p(-v) x,

y' = <p (-v) 1l = <p (v) <p (-v) y,

z'=<p(-v)1;, = <p (v) <p (-v) z,

Puesto que las relaciones entre x ' , y', z' y x , y, Z no contienen el tiempo t, los siste­
mas K y K' no están en reposo relativo mutuo, y es evidente que la transformación de K
a K ' debe ser la transformación de identidad. Por lo tanto,

<p(v) <p(-v) = 1.

Exploremos ahora el significado de <p (v). Nos centraremos en la porción del eje-H
del sistema k que yace entre ~ = O, 1l = O, 1;, = O Y ~ = O, 1l = 1, 1;, = O. Esta porción del
10 se hace ninguna hipótesis eje-H es una vara que, con relación al sistema K, se mueve perpendicularmente a su eje
't,
1tO y el punto cero de en­ con una velocidad v y cuyos extremos tienen coordenadas en K:
os de estas ecuaciones. 1
la en movirrúento, todo rayo XI = vt, YI = <p(v) , ZI =O
10 hemos supuesto, en el sis­
principio de la constancia de Y
atividad . x 2 = vt, Y2 = O, Z2 = O
'nda esférica desde el origen
sistemas, y que esta onda se La longitud de la vara, medida en K es así U<p(v); esto nos da el significado de la
,y, z) es un punto alcanzado función <p. Por razones de simetría, es ahora evidente que la longitud de una vara medi­
da en el sistema de reposo y que se mueve perpendicularmente a su eje sólo puede de­
pender de su velocidad y no de la dirección y sentido de su movirrúento. Así pues, la
longitud de la vara en movirrúento medida en el sistema de reposo no cambia si se re­
emplaza v por -v . De esto concluimos
ciones de transformación y,

* Las ecuac iones de la transformación de Lorentz pueden ser deducidas de manera más sencilla directa­
mente a partir de la condición de que en virrud de ellas la relación i' + ¡ + t = v' f tienen como consecue n­
ci a ~+ 1)' + ('= V' r'.

1036 A HOMBROS DE GIGANTES

1 l A í pues. mientras que las


cp (V) = cp (-V) , de todo cuerpo rígido. c unlqu it
vimiento, la dimensión X paree
o que cuanLo mayor es e l valor d,
cp (V) = cp (-v) en m ovimi ento consi derados e
planas. Para velocidades superl
De esta relación y la encontrada antes se sigue cp (v) = 1, de modo que las ecuacio­ cado: como veremos a partir d(
nes de transformación obtenidas se convierten en dad de la luz representa físicar.
Es evide nte que los mismo:
de «reposo » cuando se consid(
~=~(t- ;2X), Imaginemos además que u
está en reposo relativo al slstel
~ = ~ (x - vt),
vo al sistema en movimiento, s
ma que indica el tiempo ~. ¿Ct
T] = y,
sistema de reposo')
Las cantidades x, { y 1: que
S= z,
obviamente las ecuaciones:
donde
e'

y
4. EL SIGNIFICADO FíSICO DE LAS ECUACIONES OBTENIDAS

EN LO QUE CONCIERNE A CUERPOS RÍGIDOS Y RELOJES EN MOVIMIENTO

As í pues, tenemos
Consideremos una esfera rígida* de radio R que está en reposo relativo al sistema en
movimiento k y cuyo centro yace en el origen de k. La ecuación de la superficie de esta
esfera, que se mueve con velocidad v relativa a k, es

de lo que se sigue que la lectur

Expresada en términos de x, y, z la ecuación de esta superficie en el tiempo t = O es


trasa cada segundo en ( I - -V
den y superiores , en t (v/V)' se
Esto da lugar a la siguiente
relojes en reposo que, considel
erona, y si el rel oj de A es tram
Un cuerpo rígido que tiene una forma esférica cuando se mide en reposo, tiene, loeidad v, entonces a la llegad
cuando se mide en movimiento --considerado desde el sistema de reposo-- la forma forma síncrona; en su lugar, el
de un elipsoide de revolución con ejes +
do rv 2/V 2 segundos (salvo ca

R ~1- ( ~ r' R, R.
que-ha estado en B desde el prir
jedeA aBo
Vemos así que este resultat
lo largo de cualquier línea poli
* Es decir, un cuerpo.que presenta forma esférica cuando es examinado e!l reposo. ciden.
ALBERT EINSTEIN 1037

Así pues, mientras que las dimensiones Y y Z de la esfera (y, por lo tanto, también
de todo cuerpo rígido , cualquiera que sea su foona) no parecen ser alteradas por el mo­
vimiento , la dimensión X parece estar contraída en la fracción 1 : VI - (v/V)\ de modo
que cuanto mayor es el valor de v, mayor es la contracción. Para v = V todos los objetos
en movimiento considerados desde el sistema de «reposo» se contraen en estructuras
planas. Para velocidades superluITÚnicas nuestras consideraciones dejan de tener signifi­
1, de modo que las ecuacio­ cado; como veremos a partir de consideraciones posteri6res, en nuestra teoría la veloci­
dad de la luz representa físicamente el papel de velocidades infinitamente grandes.
Es evidente que los mismos resultados se aplican a cuerpos en reposo en el sistema
de «reposo» cuando se consideran desde un sistema en movimiento unifoone.
Imaginemos además que uno de los relojes que puede indicar el tiempo I cuando
está en reposo relativo al sistema de reposo y el tiempo 1: cuando está en reposo· relati­
vo al sistema en movimiento, se coloca en el origen de k y se pone en marcha de tal for­
ma que indica el tiempo 1:. ¿Cuál es el ritmo de este reloj cuando se considera desde el
sistema de reposo?
Las cantidades x, I y 1: que hacen referencia a la posición de dicho reloj satisfacen
obviamente las ecuaciones:

y
)NES OBTENIDAS
x = vI.
LOJES EN MOVJMIENTO

Así pues, tenemos


reposo relativo al sistema en
uación de la superficie de esta

de lo que se sigue que la lectura del reloj considerado desde el sistema de reposo se re­

uperficie en el tiempo I = O es trasa cada segundo en (1 - ~ 1-(~ r) segundos, o, salvo cantidades de cuarto or­

den y superiores, en 1(V/V)2 segundos.


Esto da lugar a la siguiente consecuencia peculiar: si en los puntos A y B de K hay
relojes en reposo que, considerados desde el sistema de reposo, marchan de forma sín­
crona, y si el reloj de A es transportado a B a lo largo de la línea que los conecta con ve­
ldo se mide en reposo, tiene, locidad v, entonces a la llegada de dicho reloj a B los dos relojes ya no marcharán de
sistema de reposo-- la forma forma síncrona; en su lugar, el reloj que ha sido transportado de A a B se habrá retrasa­
do 1tVtv2 segundos (salvo cantidades de cuarto orden y superiores) respecto al reloj
que ha estado en B desde el principio, donde I es el tiempo necesario para que el reloj via­
je deA a B.
Vemos así que este resultado es válido incluso cuando el reloj se mueve de A a B a
lo largo de cualquier línea poligonal arbitraria, e incluso cuando los puntos A y B coin­
linado en reposo. ciden.
1038 A HOIVIBROS D E GIGANTES

Si suponemos que el resultado demostrado para una línea poligonal es también vá­ y
lido para una línea continuamente curvada, entonces llegamos al siguiente resultado: Si
existen en A dos relojes que marchan de forma síncrona, y uno de ellos se lleva a lo lar­
go de una curva cerrada con velocidad constante hasta que haya vuelto a A, lo que ne­
cesita, digamos, t segundos, entonces, a su llegada a A se habrá retrasado t t(V/V)2 res­ a debe cUil~lderarse entonce CO I
pecto al reloj que no se ha movido . De esto concluimos que un reloj de volantes l un cálculo sencillo obtenemos
situado en el ecuador debe, en circunstancias por lo demás iguales, marchar ligeramen­
te más lento que un reloj absolutamente idéntico situado en uno de los polos terrestres.

u= F
5. EL TEOREMA DE ADICIÓN DE VELOCIDADES

En el sistema k en movimiento con velocidad v a lo largo del eje X del sistema K. sea un Vale la pena señalar que v y \1­
punto que se mueve de acuerdo con las ecuaciones una forma simétrica . Si w tiene t,

c,=Wé,'t,

11 = wll 't,
S= O.
Se sigu de esta ecuación qU!
donde wé, y w ll denotan constantes. que V da siempre como resuItad c
Buscamos el movimiento del punto relativo al sistema K. Introduciendo las cantida­ = V - K, Y IV = V - A, donde K y ;
des x, y, Z, 1 en las ecuaciones de movimiento del punto por medio de las ecuaciones de
transformación deducidas en la sección 3, obtenemos

x=
W
s+ v t,
VW~ Se igue también que la ve lo(
1 + V2 una «velocidad sublunúnica». Pl

~l-(~r

y= w~t,
VW.
1 +yf En el caso en que \i y w tiene
se obtenido también componien,
Si además de los sist mas K y k
Z = O.
sistema de coordenadas K ', que
Así pues, de acuerdo con nuestra teoría, la suma vectorial de velocidades sólo es vá­ locidad w a lo largo del ej e =:. ol
lida en primera aproximación. Sea correspondientes cantidades de I
en que « v » es reem plazada por 1;

lf = (~)2 + ( dy )2
dt dt'

en que «v» S reemplazada por


l . No un reloj de péndulo, que es físicamenle un sislema del que la Tierra forma parte. Este caso debe
ser excluido. 1/ paralelas constituyen un grupo ­
ALBERT EINSTEIN 1039

nea poligonal es también vá­ y


nos al siguiente resultado: Si w
a = arctan - y ,
uno de ellos se lleva a lo lar­ w,
e haya vuelto a A , lo que ne­
habrá retrasado t t(V/V)2 res­ a debe considerarse entonces como el ángulo entre las velocidades v y w. Después de
)s que un reloj de volantes I un cálculo sencillo obtenemos
; iguales, marchar l.igeramen­
:n uno de los polos terrestres. (v 2 + w2 + 2vw cos a) - (VIVSin
V a)2
u= vw cos a
)CtDADES 1+
V2

lel eje X del sistema K, sea un Vale la pena señalar que v y w entran en la expresión para la velocidad resultante de
una forma simétrica. Si IV tiene también la dirección del eje X (eje E:), obtenemos

v+w
u=--­
vw
1+ V2
Se sigue de esta ecuación que la composición de dos velocidades que son menores
que V da siempre como resultado una velocidad que es menor que v. Pues si hacemos v
K. Introduciendo las cantida­ = V - K, Y IV =V - A, donde K y A son positivas y menores que V, entonces
)r medio de las ecuaciones de
2V-K-A
u=V KA
< V.
2V-K-A+­
V

Se sigue también que la velocidad de la luz V no puede alterarse al componerla con


una «velocidad subluminica». Pues en este caso obtenemos

V+ w
u= w
=v.
1+­
V

En el caso en que v y w tienen la misma dirección, la fórmula para U podría haber­


se obtenido también componiendo dos transformaciones de acuerdo con la sección 3.
Si además de los sistemas K y k, que aparecen en la sección 3, introducimos un tercer
sistema de coordenadas K', que se mueve paralelo a k y cuyo origen se mueve con ve­
rial de velocidades sólo es vá­ locidad w a lo largo del eje E:, obtenemos ecuaciones entre las cantidades x, y, Z, t y las
correspondienles cantidades de k ' que sólo difieren de las encontradas en la sección 3
en que «v» es reemplazada por la cantidad

V+ w

la Tierra forma parte. Este caso debe


en que «v» es reemplazada por la cantidad de esto vemos que tales transformaciones
paralelas constituyen un grupo --como debe ser en realidad.
1040 A HO MBROS DE GIGAN T ES

Hemos deducido ahora las leyes requeridas de la cinemática correspondiente a donde


nuestros dos principios, y procedemos a su aplicación a la elec trodinámica .

B. PARTE ELECTRODINÁMICA

6. TRAN S FO RM AC I Ó N DE LAS ECUAC IO NES DE MA XWELL-HE RTZ

El principio de relatividad re
PAR A EL ES PA CIO VA CÍ O .

pacio vacío sean válidas tambiér


S OBRE LA NAT UR ALE Z A DE L AS FUER Z AS EL ECTRO MOTRICE S DEBIDAS

los vec to res de las fu erzas eléctri


A L MOV IMIENTO EN UN CAMPO MA G NÉTIC O

ma en mov imiento k, que están I


trices sobre cargas eléctricas y r
Sean las ecuaciones de Maxwell-Hertz para el espacio vacío válidas para el sistema de 1 oX ' oN
reposo K, de modo que tenemos V aT = all
1 ax aN aM 1 aL _ ay az 1 oY' aL
V Tt =ay-Tz' V Tt- Tz-ay' Va1=~
1 ay aL aN 1 aM az ax 1 dZ' dM
V Tt=Tz--ax-' v Tt=-ax--Tz' V a1 =~
1 az aM aL 1 aN ax ay Obviamente, los dos sistemé
v Tt=-ax- - ay' V Tt= ay--ax-' expresar exactamente lo mismo,
lentes a las ecuaciones de Max,
donde (X, Y, Z) denota el vector fuerza eléctrica y (L, M , N) el vector fuerza magnética. ecuaciones para ambos sistemas
Si aplicamos a estas ecuaciones las transformaciones deducidas en la sección 3, ta n a los vectores, se si gue que ];
para relacionar los procesos electromagnéticos con el sistema de coordenadas en mo­ en lugares correspondientes det
vimiento con velocidad v allí introducido, obtenemos las siguientes ecuaciones: func iones de un o de los s i s t em a~
posibleme nte dependiente de 11. 1
1 ax a~(N-~Y) a~(M+~z)
v Tt= aT\ a~
X'= '

Y' = \ji (11) ~ í Y-


a~ (Y- ~N) aL a~ (N - ~Y)
---
V d1: a~ a~ Z' = \jI (V)~(Z+

a~(z+~M) a~(M+~z) aL Si ahora invertimos este siste.


a~ drj , ec..j¿n obtenidas, y aplicando en
V
versa (desde k a K), que está cara

aL a~ (Y- ~N) a~(z+ ~M)


cuenta que ambos sistemas d ec
1
var- as drj

a~ (M + ~z) a~ (z+ ~M) ax Además, se sigue por ra zonc~

V
= a~ as '
ax a~(Y-~N)
=drj­
'- Si . por ej emplo, X = Y = Z = L =
cuan do V cambi a de s ig no s in que cambi<
.v a~ que ca mb ie s u va lor numérico.
ALBERT EINSTEIN 1041

lemática correspondiente a donde


electrodinámica.

El de relatividad que las ecuaciones de Maxwell-Hertz para el es-


\1AXWELL-HERTZ
vacío sean válidas también en el sistema k si son válidas en el sistema i. e., que
los vectores de las fuerzas eléctrica y ~(X', Y', y (l/, M', N')- del siste­
OMOTRICES DEBIDAS
ma en movimiento k, que están definidos en dicho sistema por sus efectos ponderomo­
NÉTICO
trkes sobre cargas eléctricas y magnéticas, las ecuaciones
ío válidas para el sistema de ax' ClZ'
~'
ay
1 aZ' 1 dN'
d't V in
Obviamente, los dos sistemas de ecuaciones encontrados para el sistema k deben
expresar exactamente lo mismo, que ambos sistemas de ecuaciones son
lentes a las ecuaciones de Maxwell-Hertz para el sistema K. puesto que las
') el vector fuerza magnética. ecuaciones para ambos están en acuerdo de los símbolos que represen­
; deducidas en la sección 3, tan a los vectores, se que las funciones que figuran en los sistemas de ecuaciones
tema de coordenadas en mo­ en lugares deben coincidir salvo un factor \¡I(v), común a todas las
"ñ""~'''''''' ecuaciones: funciones de uno de los sistemas de ecuaciones e independiente de ~, 11, SY 1:, aunque
posiblemente dependiente de v. Así pues, tenemos las relaciones:

X':= \¡I X, L' == \¡I(v)L


v v
Y'==\¡I(v)~ VN), M'=\¡I(v)~(M+

v v
z' \¡I (v) ~ + :=\¡I(v)~(N v Y).

resolviendo las ecuaciones


y en lugar a las ecuaciones la transformación in­
versa k a K), que está caracterizada por la velocidad -v, teniendo en
cuenta que ambos sistemas de ecuaciones así obtenidos deben ser lUCOllLJ' .... VCr.

cp . cp (-v) 1.

IAU\.>HJ,"'". se sigue por razones de simetría* que

cp cp(v);

Si, por ejemplo, X '" Y '" Z '" L M = 0, i N *


0, entonces, por razones de simetría, es claro que
cuando V cambia de signo sin que cambie de signo su valor numérico, Y' también debe cambiar de signo sin
que cambie su valor numérico,
1042 A HOMBROS DE GIGANTES

de modo que TEORÍA

qJ (v) 1. Sea una fuente de ondas


coordenadas:
nuestras ecuaciones loman la forma ondas están rer)re:ser:lta(jas

X' L' L, x= sin l


y Yo sin A
Y' = ~ (Y _ v M' ~ (M + v
z= sin $, f>
z' ~ N' ~ (N _ v
y
e son los cose
Para interpretar estas ecuaciones, apuntemos los siguientes comentarios: imagine­ uel'enlOS saber el carácter
mos una carga eléctrica puntual, cuya magnitud medida en el sistema de reposo es la vador en reposo en el sistema e
i. e., que cuando está en reposo en el sistema de reposo una fuerza de ción para las fuerzas eléctnca \
1 dina sobre una carga situada a una distancia de 1 cm. De acuerdo con el las coordenadas y el tiempo e~
pío de esta carga eléctrica es también de «unidad» si se mide en
el sistema en movimiento. Si esta carga eléctrica está en reposo relativo al sistema de
reposo, entonces, por definición el vector (X, Y, a la fuerza que actúa sobre
ella. Si, por el contrario, esta carga actuante está en reposo relativo al sistema en movi­
miento (al menos en el instante relevante), entonces la fuerza que actúa sobre ella me­
dida en el sistema en movimiento es igual al vector (X', Y', Por lo tanto, las tres
de las ecuaciones anteriores expresarse en de las dos formas

1. Si una carga eléctrica puntual unidad se mueve en un campo electromagnético, so­


bre ella además de la fuerza eléctrica, una «fuerza electromotriz» que, des­ donde hemos hecho
preciando ténninos multiplicados por las potencias segunda y de v/V, es
igual al producto vectorial de la velocidad de la carga y la fuerza magnética, dividi­
do por la velocidad de la luz. (Antiguo modo de expresión.)
2. Si una carga eléctrica puntual unidad se mueve en un campo la
fuerza que actúa sobre ella a la fuerza eléctrica en 1;;, localización de la carga
unidad que se obtiene transformando el campo a un sistema de coordenadas en re­
poso relativo a la carga unidad. (Nuevo modo de

Comentarios son válidos para las «fuerzas Podemos


ver que en la teoría aquí desarrollada, la fuerza electromotriz sólo el papel
de un concepto auxiliar, que debe su introducción a la circuns':ancia de que las fuerzas
eléctrica y no tienen una existencia independiente del estado de movimiento
del sistema de coordenadas.
Es además evidente que la asimetría en el tratamiento de las corrientes producidas
por el movimiento relativo de un imán y un conductor, mencionada en la
Más de tener sentido las cuestiones acerca de la «sede» de las De la ecuación para ro' se si
fuerzas electromotrices electrodinámicas (máquinas unipolares). lativa a una fuente de luz de [re
de unión «fuente de luz-observ
dor, siendo esta velocidad reja!
--
ALBERT EINSTEIN 1043

7. TEO R Í A DEL PRI NC l PlO DE DOPPLER y D E L A AB ERR ACIÓ N

Sea una fuente de ondas electromagnéticas en el sistema K y muy lejos del ori gen de
coordenadas; en una región del espacio que contiene el origen de coordenadas, dichas
ondas están representadas con precisión suficiente por las ecuaciones

x = Xo sin <1>, L = Lo sin <1>,


V
t- vZ),
Y = Yo sin <1>, M = Mo sin <1>, <1> = O) (t _ ay + ~ + ez ).
Z = Zo sin <1>, N =No sin <1>,
Aquí (Xo' Yo' Zo) Y (Lo , Mo' No) son los vectores que determinan la amplitud del tren
de ondas, y a, b, e son los cosenos directores de la normal a las ondas.
entes comentarios: imagine­ Queremos saber el carácter de dichas ondas cuando son investigadas por un obser­
:n el sistema de reposo es la vador en reposo en el sistema en movimiento. Aplicando las ecuaciones de transforma­
: reposo ejerce una fuerza de ción para las fuerzas eléctrica y magnética encontradas en la sección 6 y aquéllas para
m. De acuerdo con el princi­ las coordenadas y el tiempo encontradas en la sección 3, obtenemos inmediatamente:
Iitud «unidad» si se mide en
:eposo relativo al sistema de X' =Xo sin <1>', L' = Lo sin <1>',
I a la fuerza que actúa sobre

, relativo al sistema en movi­ Y' = P(Yo - ~ No) sin <1>' , M' = P(Mo + ~ Zo) sin <1>' ,
:IZa que actúa sobre ella me­
Y', Z'). Por lo tanto, las tres
n palabras de las dos formas
Z' = P (Zo + ~ Mo) sin <1>' , N'=p(No-~ Yo) sin <1>',

<1>' = 0)' (r- a's+ b~ll + e'S),


~ ampo electromagnético, so­
Iza electromotriz» que, des­ donde hemos hecho
~unda y superiores de v/V, es
I la fuerza magnética, dividi­ 0)' = O)P ( 1+a ~),
>ión.)
campo electromagnético, la v
a- ­
~n la localización de la carga V
stema de coordenadas en re­
a
J
=
l-a ~
sión.) V

magnetomotrices» . Podemos
)triz sólo representa el papel
:unstancia de que las fuerzas
¡te del estado de movimiento

de las corrientes producidas


:ncionada en la introducción,
~s acerca de la «sede» de las De la ecuación para 0)' se sigue que si un observador se mueve con velocidad v re­
llares). lativa a una fuente de luz de frecuencia v infinitamente lejana, de tal modo que la línea
de unión «fuente de luz-observador» forma un ángulo q> con la velocidad del observa­
dor, siendo esta velocidad relativa a un sistema de coordenadas en reposo relativo a la
1044 A HOMBROS DE GIGANTES

fuente de entonces y', la frecuencia de la luz percibida por el observador viene


dada por la ecuación

y' v
cos q> V
en
luminoso dado
men de un complejO
es el de para velocidades arbitrarias. Para q> = 0, la ecuación es el caso. Sí a, b. c son los ca
toma la forma sencilla sistema de reposo, entonces nin

v' y (x Val

que se mueve con la velocidad i


encierra
Vemos que, contrariamente a la concepción habitual, cuando v -<Xl, entonces v = oo.
cantidad de
Si q>' denota el entre la normal a la onda (la direcci6n del rayo) en el sistema
la energía del
en movimiento y la línea de unión «fuente de luz toma la forma
Considerada en el sistema;
v vUfJJ'HU'" cuya ecuación en el i
cos q>­
cos q>' == - - - - ­
v
cos q>

Esta ecuación expresa la ley de aberración en su forma más Si q> == la Si S denota el volumen de l
ecuación toma la forma simple lo muestra que

v
cos q>'==-

Aún tenemos que encontrar la de las ondas tal como aparece en el sistema
en movimiento. Si A Y N denotan la de la fuerza eléctrica y magnética en el
sistema en reposo y el sistema en movimiento, obtenemos Si llamamos E a la energía (
en el sistema de cm

que para q> O toma la forma más


v que, para q> 0, e

1+ v

Se sigue de estos resultados que, para un observador que se aproxima a una fuente
luminosa a dicha fuente debería aparecer de intensidad infinita.
ALBERT EINSTEIN 1045

da por el observador viene 8. TRANSF O RlvlA C IÓN DE LA E NE R GÍA DE RAYOS LU MIN OS OS.

T EO RÍA DE LA PR ES i Ó N DE RADIACI Ó N EJERCIDA SOBRE ES P EJO S PERFECTO S

Puesto que A 2/8R es igual a la energía luminosa por unidad de volumen, de acuerdo con
el principio de relatividad tenemos que considerar A,2/8R como la energía luminosa
en el sistema en movimiento. Por 10 tanto A,2/A 2 sería la razón entre la energía de un
complejo luminoso dado «medido en movimiento» y «medido en reposo» si el volu­
men de un complejo luminoso fuera el mismo medido en K yen k. Sin embargo, éste no
rias. Para qJ = O, la ecuación es el caso. Si a, b, c son los cosenos directores de la normal a la onda luminosa en el
sistema de reposo, entonces ninguna energía atraviesa los elementos de superficie de la
superficie esférica

(x - Vatf + (y - V bt)2 + (z - V ct)2 = R 2

que se mueve con la velocidad de la luz; podemos decir por consiguiente que dicha su­
ndo v =-=, entonces v = oo. perficie encierra permanentemente el mismo complejo luminoso. Investiguemos la
;ción del rayo) en el sistema cantidad de energía encerrada por dicha superficie considerada desde el sistema k , i. e. ,
Of», toma la forma
la energía del complejo luminoso relativa al sistema k.
Considerada en el sistema en movimiento, la superficie esférica es una superficie
elipsoidal cuya ecuación en el instante '{ = O es

I más general. Si qJ = n/2, la Si S denota el volumen de la esfera y S' el del elipsoide, entonces un simple cálcu­
lo muestra que

S'
S v
como aparece en el sistema 1 - - cos qJ
V
I eléctrica y magnética en el

lente, obtenemos Si ll amamos E a la energía de la luz encerrada por est a superficie cuando es medida
en el sistema de reposo y E ' cuando es medida en el sistema en movimiento, obtenemos

,2
A
- S' 1-~cosffl
E' 8R V y
- =--- =----­
E ~S ~l-(~r
que, para qJ = O, se simplifica en

ff -~ ·
E'
ue se aproxima a una fuente E 1 +­
ntensidad infinita. V
1046 A HOMBROS DE GIGA 'TES

Es digi10 de menc ión que la energía y la frecuencia de un complejo luminoso varían


con el estado de movimiento del observador de acuerdo con la misma ley. I -t
Sea el plano de coordenadas ~ = O una superlicie completamente retlectante en la v ·., =: v'
que se reflej an las ondas planas consideradas en la sección 7. Investiguemos la presión
de luz ejercida sobre la superficie reflectante, y la dirección, frecuencia e intensidad de
la luz después de la reflexión.
Sea la luz incidente definida por las cantidades A, cos ({J y v (relativas al sistema K). La energía (medi da en el s
Consideradas desde k, las cantidades correspondientes son del espejo por unidad de tiem¡
una superficie unidad del esp(
1- ~ cos ({J acuerdo con el principio de la
V
A'=A expresiones es el trabajo reali;

)l-(~r do este trabajo a p. v. donde I

v
cos ({J- V
cos ({J' =
v
1- - cos ({J
V
En primera aproxj¡ü~h.: ión,
nemos
1 - ~ cos ({J
V
v' =v
)l-(~r Todos los problemas de la
diante el método aquí utilizad
Refiriendo los procesos al sistema k, obtenemos para la luz reflejada
nético de la luz que recibe la i
un sistema de coordenadas gu,
A" =A ' ,
todos los problemas de la ópt
cos ({J" = -cos ({J ' , problemas de la óptica de cuel

9. TRANSFORMACJÓ
Finalmente, transformando de nuevo al sistema de reposo K, obtenemos para la luz
CUANDO SE TI EN E
reflejada

A"'=A"
1 + ~ cos
V
({J "
=A
1- 2 ~ cos ({J + (~ r Partimos de las ecuac iones

1 {
V u'P+TI '
ax }
)l-(~r l-(~ r
~V {U.' P+ ~
01 }'

cos ({J" +~ (1+ ( ~ n cos ({J - 2 ~ 1 {


V u,P +
oZ } =
TI
cos ({J'" =
1+ V
v COS ({J"
V

1- 2 Vv cos ({J + (v
V r ,
donde

..

s ALBERT EINSTEIN 1047

un complejo luminoso varían


:on la misma ley.
Tlpletamente reflectante en la
1+ V
COS qJ"
v
1- 2 ~ cos qJ + (~ r
>n 7. Investiguemos la presión
ón, frecuencia e intensidad de l-(~r
qJ y v (relativas al sistema K). La energía (medida en el sistema de reposo) que incide sobre una superficie unidad
del espejo por unidad de tiempo es obviamente A 2/81t (V COS qJ - v). La energía que deja
una superficie unidad del espejo por unidad de tiempo es A ,,2/81t (-V COS qJ'" + v). De
acuerdo con el principio de la conservación de la energía, la diferencia entre estas dos
expresiones es el trabajo realizado por la presión de luz por unidad de tiempo. Igualan­
do este trabajo a P . v, donde P es la presión de luz, obtenemos .

A2
P=2­
( COS <p - ~ r
81t
l - (~r
En primera aproximación, en acuerdo con el experimento y con otras teorías, obte­
nemos
2
A 2
P =2 81t COS qJ.

Todos los problemas de la óptica de cuerpos en movimiento pueden resolverse me­


diante el método aquí utilizado. El punto esencial es que los campos eléctrico y mag­
la luz reflejada
nético de la luz que recibe la influencia de un cuerpo en movimiento se transforman a
un sistema de coordenadas que está en reposo relativo a dicho cuerpo. De esta manera,
todos los problemas de la óptica de cuerpos en movimiento se reducen a una serie de
problemas de la óptica de cuerpos en reposo.

9. TRANSFORMACIÓN DE LA S ECUACIONES DE MAXWELL-HERTZ


poso K, obtenemos para la luz
CUANDO SE TIENEN EN CUENTA CORRIENTES DE CONVECCIÓN

Partirnos de las ecuaciones

1 {UxP + a¡
ax} = ay
aN - Tz'
aM 1 aL ay az
V va¡=Tz-ay'
1{ ay} = Tz
aL - ax'
aN 1 aM az ax
V uyP + a¡ va¡=ax-az'
1 aN ax
~ {U,p + ~~} = ~~ - ~t,
dY
) cos qJ - 2 -V va¡=ay-ax'
~os qJ+ ( ~ r' donde
1048 r\ HOMBROS DE GIGANT ES

denota 4rc veces la densidad de carga, y (u" u r ' u) el vector velocidad de la carga. Si se 1U. DI:--' \ .\1 It .\ DE I
conciben las cargas eléctricas ligadas permanentemente a cuerpos rígidos y pequeños
(iones, electrones), entonces estas ecuaciones constituyen el fundamento electromag­ Sea una partíc ula e léctrica mc/1to
nético de la electrodinámica y la óptica de Lorentz para cuerpos en movimiento. que se mueve en U f! .. i.t ll1¡::
Ir011 " )
Si, utilizando las ecuaciones de transformación presentadas en las secciones 3 y 6, mos so lamente la igu ie nte hipó
transformamos estas ecuaciones, que se suponen válidas en el sistema K, al sistema k, Si el electrón está e n repo so
obtenemos las ecuaciones guiente instante de ti empo tend r

1 { , ax'} _ aN' aM' 1 aL' ay' az'


V uxP +~ - drl -ar' v ~=Tz- ay'

1 { , aY' } _ aL' aN' 1 aM' az' ax'


V uyP + ~ - ar-af' V ~= a~ -ar'
1 { , az'} _ aM' - aL' 1 aN' ax' ay'
V u,P + ~ - a~ drl ' V~= drl -af'
donde

u - v donde x, y, z denotan las coorder


_-=-x_ _ = uf; ' se mueva lentamente.
1- v
uv
2
Además, sea v la velocidad (
de movimiento del electrón dur
Sin pérdid a de generalidad, p
u
- -- ' - y _ - = uTJ' en el origen de coordenadas y se

~ (1 - ?~) K en el momento que nos intere~


el electrón está en reposo relativ(
loc idad co nstmte l' paralelo al ej
A partir de la hipótesis anter
dente que, considerado desde el
tiempo inmediatamente siguiente
Clone s
y

Puesto que --como se sigue del teorema de adición de velocidades (sección 5)- el
vector (u y' u)", u) es en realidad la velocidad de las cargas eléctricas medida en el siste­
ma k, hemos demostrado así que, sobre la base de nuestros principios cinemáticos, el
fundamento electrodinámico de la teoría de Lorentz de la electrodináffÚca de cuerpos
en movimiento está en acuerdo con el principio de relatividad.
PenlÚtaseme también añadir brevemente que la siguiente proposición importante donde todos los símbolo ~ , 11 , S
puede ser deducida fácilmente a partir de las ecuaciones que hemos obtenido. Si un también que, para 1 = X = Y = z =
cuerpo eléctricamente cargado se mueve arbitrariamente en el espacio sin alterar su car­ aplicables las ecuaciones de tran:
ga cuando se observa desde un sistema de coordenadas que se mueve con el cuerpo, en­ nemas
tonces su carga también permanece constante cuando se observa desde el sistema «de
reposo» K.
'.s ALBERT EIN STEIN 1049

or velocidad de la carga. Si se 10. DINAMICA DEL ELECTRÓN (LE NTAMENTE ACEL ERAD O)
a cuerpos rígidos y pequeños
~n el fundamento eJectromag­ Sea una partícula eléctricamente cargada con carga e (en adelante llamada un «elec­
:uerpos en movimiento. trón») que se mueve en un campo electromagnético; sobre su ley de movimiento hace­
:ntadas en las secciones 3 y 6, mos solamente la siguiente hipótesis:
en el sistema K, al sistema k, Si el electrón está en reposo en un instante particular, su movimiento durante el si­
guiente instante de tiempo tendrá lugar de acuerdo con las ecuaciones
oL ' oY' oZ'
01: = al - oy ,
aM' oZ' oX '
01: - o~ - ar'
aN' oX' oY'
a1: Or] - o~ .

donde x, Y. z denotan las coordenadas del electrón y 11 su masa, siempre que el electrón
se mueva lentamente.
Además, sea v la velocidad del electrón en un cierto instante. Investiguemos la ley
de movimiento del electrón durante el instante de tiempo inmediatamente posterior.
Sin pérdida de generalidad, podemos suponer, y así lo haremos, que el electrón está
en el origen de coordenadas y se mueve con velocidad va lo largo del eje X del sistema
K en el momento que nos interesa. Es entOnces obvio que en el momento dado (l = O),
el electrón está en reposo relativo a un sistema de coordenadas k que se mueve COn ve­
locidad cOnstante v paralelo al eje X.
A partir de la hipótesis anterior, combinada con el principio de relatividad, es evi­
dente que, considerado desde el sistema k, el electrón se moverá durante el período de
tiempo inmediatamente siguiente (para pequeños valores de t) de acuerdo con las ecua­
ciones

vu )
v{ p.

le velocidades (sección 5)- el


s eléctricas medida en el siste­
tros principios cinemáticos, el
la electrodinámica de cuerpos
vidad.
uiente proposición importante donde todos los símbolos ~, 11. S. 1:, X'. Y', Z' se refieren al sistema k. Si estipulamos
es que hemos obtenido. Si un también que, para t = x = y = z = 0, también será válido 1: = ~ = 11 = S= O, entonces son
en el espacio sin alterar su car­ aplicables las ecuaciones de transfonnación de las secciones 3 y 6, de modo que obte­
ue se mueve con el cuerpo, en­ nemos
~ observa desde el sistema «de

X'=x,

-
lOSO A HOMBROS DE GIGANTES

s:::: ~ (X - vt),
Masa I

TI:::: y,

S:::: Z, M

Con ayuda de estas ecuaciones transformamos las ecuaciones de movimiento ante­


riores desde el sistema k al sistema K, obteniendo Por supuesto, con una defll
lores diferentes para estas ma~
cfx E 1 caución cu,!ndo comparemos (
d1":::: Jl WX , Debería advertirse que est<
puntos materiales ponderables
~~' : : : ~ (r _~ N), (A) un electrón (en nuestro sentid,
riamente pequeña .
.Determinemos ahora la enl

~~::::: ~(z+ ~M). gen del sistema K con una vel,


X bajo la influencia de una fue
del campo electrostático tiene
Siguiendo el enfoque habitual, investiguemos ahora la masa <<longitudinal» y «trans­ acelera lentamente, y en con se
versal» del electrón en movimiento. Escribamos las ecuaciones CA) en la forma diación; la energía tomada del
tica W del electrón. Teniendo ,
durante todo el proceso del m(

w= J EXdx

y notemos en primer lugar que EJe, Er', ü' son las componentes de la fuerza pondero­ Así pues, W se hace infin it
motriz que actúa sobre el electrón, considerado en un sistema en movimiento que, en tros resultados anteriores , las'
dicho instante, se está moviendo con la misma velocidad que el electrón. (Esta fuerza En virtud del argumento r
podría medirse, por ejemplo, mediante una balanza de resorte en reposo en el último debe ser también válida para TI
sistema.) Si simplemente llamamos a esta fuerza <<la fuerza que actúa sobre el elec­ Enumeremos ahora las pre
tr6n» ,* y mantenemos la ecuación tema de ecuaciones (A) que se

Masa x Aceleración:::: Fuerza, l. De la segunda ecuación dI


fuerza magnética N tienen
estipulando, además, que las aceleraciones sean medidas en el sistema en reposo K, en­ que se mueve con velocida
tonces las ecuaciones anteriores conducen a la definición: es posible determinar la Vt
xión magnética Am Y la del
do la ley

* La definición de fue rza dada aquí no resulta ventajosa, tal como fue demostrado por M. Planck por
primera vez. Es más adecuado definir la fu erza de manera que las leyes del momento lineal y la energía adop­
teo su forma más simple. '"

-
AL BERT EINSTEIN 1051

Masa longitudinal = 1~:=:=f.L:=:~\3


(~l-(~rr
_ f.L
Masa transversal - ( V)2 .
1- ­
V
I3ciones de movimiento ante­
Por supuesto, con una definición diferente de fuerza y aceleración obtendríamos va­
lores diferentes para estas masas; esto muestra que debemos proceder con mucha pre­
caución cuando comparemos diversas teorías del movimiento del electrón.
Debería advertirse que estos resultados acerca de la masa son también válidos para
puntos materiales ponderables, porque de un punto material ponderable puede hacerse
(A) un electrón (en nuestro sentido de la palabra) añadiéndole una carga eléctrica arbitra­
riamenle pequeña.
Determinemos ahora la energía cinética de un electrón. Si un electrón parte del ori­
gen del sistema K con una velocidad inicial O y continúa moviéndose a lo largo del eje
X bajo la influencia de una fuerza electrostática X, es evidente que la energía que toma
del campo electrostático tiene el valor J EXdx. Puesto que se supone que el electrón se
masa «longitudinal» y «trans­ acelera lentamente, y en consecuencia no puede emitir ninguna energía en forma de ra­
:iones (A) en la forma diación; la energía tomada del campo electrostático debe ser igualada a la energía ciné­
tica W del electrón. Teniendo en cuenta que la primera de las ecuaciones (A) es válida
durante todo el proceso del movimiento, obtenemos

7',
~

lonentes de la fuerza pondero­ Así pues, W se hace infinitamente grande cuando v = V. Igual que sucede con nues­
stema en movimiento que, en tros resultados anteriores, las velocidades superluIlÚnicas no son posibles.
:1 que el electrón. (Esta fuerza En virtud del argumento presentado antes, esta expresión para la energía cinética
esorte en reposo en el último debe ser también válida para masas ponderables.
lerza que actúa sobre el elec­ Enumeremos ahora las propiedades del movimiento del electrón resultante del sis­
tema de ecuaciones (A) que son accesibles al experimento.

a, l. De la segunda ecuación del sistema (A) se sigue que una fuerza eléctrica Y y una
fuerza magnética N tienen un efecto deflector igualmente intenso sobre un electrón
en el sistema en reposo K, en­ que se mueve con velocidad v si Y = Nv/V. Vemos así que, utilizando nuestra teoría,
1: es posible determinar la velocidad del electrón a partir del cociente entre la defle­
xión magnética Am y la deflexión eléctrica Ae para velocidades arbitrarias, aplican­
.do la ley

10fue demostrado por M. Planck por


del momento lineal y la energía adop-
1052 A HOI\IBROS DE GJGANTES

Esta relación puede ser comprobada experimentalmente, puesto que la veloci­ Las leyes d e acuerdo COII las el{<
dad del electrón también puede medirse directamente, por ejemplo, utilizando cam­ indepel!dientes de cuá l d e los dos s
pos eléctricos y magnéticos rápidamente oscilantes. pamlelo-lras{ucionalu l/iforme li no
chos ramh lO S (el p rll7 c ípio de re/m i
2. A partir de la deducción de la energía cinética de un electrón se sigue que la dife­ Sobre esta base,* yo obtuve el s
rencia de potencial atravesada por el electrón y la velocidad v que adquiere el elec­ Sea un sistema de ondas de luz ~
trón deben estar relacionadas por la ecuación ordenadas (x, y. z); sea qJ el ángulo e
con el eje x del sistema. Si introd~
que está en traslación paralela unife
se mueve a lo largo del eje x con v(
en el sistema (~, .f1, 0-, tiene la en

1=
3. Calculamos el radio de curvatura R de la trayectoria del electrón si hay presente
(como única fuerza deflectante) una fuerza magnética N que actúa perpendicular­
mente a su velocidad. De la segunda de las ecuaciones (A) obtenemos:
donde V denota la velocidad de la I
Sea un cuerpo en reposo en el si:
z), es Eo' Sea Ho la energía del cue!
velocidad v como antes.
o Supongamos que este cuerpo en
relación a (x, y, z), en una dirección (
v
1 po emite una cantidad igual de lu z el
V
so con respecto al sistema (x, y, z) d
N principio de conservación de la ener:
relatividad) con respecto a ambos si
gía del cuerpo después de la emisió
Estas tres relaciones constituyen una expresión completa de las leyes según las cua­ y el sistema (~, f1 , S), respectivamenl
les, de acuerdo con la teoría aquí presentada, debe moverse el electrón.
Para concluir, permítaseme señalar que mi amigo y colega M. Besso me apoyó in­
E=E+ [L+!::...
condicionalmente en mi trabajo sobre el problema aquí discutido, y que estoy en deuda o 1 2 2
con él por varias sugerencias valiosas.

¿DEPENDE LA INERCIA DE UN CUERPO


DE SU CONTENIDO DE ENERGÍA?*

Los resultados de una investigación electrodinámica recientemente publicada por mí en


L
esta revista llevan a una conclusión muy interesante, que se deducirá aquí. =H , + - - ­
Basé dicha investigación en las ecuaciones de Maxwell-Hertz pasa el espacio vacío,
junto con la expresión de Maxwell para la energía electromagnitica del espacio, y tam­
bién en el siguiente principio:
A
, El principio de la constancia de la vel
* «1st die Tragheit eines Kórpers von seimen Energienhalt abhangig?», Annalen der Physik, 18. 1905. de Maxw ell .

ALBERT EINSTEIN 1053

mente, puesto que la veloci­ Las leyes de acue rdo con las cuales cambian los estados de los sistemas físicos son
por ejemplo, utilizando cam­ independientes de cuál de los dos sistemas de coordenadas (supu estos en movimiento
paralelo-traslacional uniforme uno con relación al otro) es utilizado para describir di­
chos cambios (el principio de relatividad).
:!ectrón se sigue que la dife­ Sobre esta base,* yo obtuve el siguiente resultado, entre otros (loe . cit., sección 8).
cidad v que adquiere el elec­ Sea un sistema de ondas de luz planas que tienen energía 1 relativa al sistema de co­
ordenadas (x, y, z); sea ((J el ángulo que forma la dirección del rayo (la normal a la onda)
con el eje x del sistema. Si introducimos un nuevo sistema de coordenadas (~, 11, S) ,
que está en traslación paralela uniforme con respecto al sistema (x, y, z), y cuyo origen
se mueve a lo largo del eje x con velocidad v, entonces esta cantidad de luz -medida
en el sistema (~, 11, S)-, tiene la energía

1- Vv cos ((J
l=l~====~
~1-(~r

del electrón si hay presente


I N que actúa perpendicular­
(A) obtenemos:
donde V denota la velocidad de la luz. Haremos uso de este resultado en lo que sigue.
Sea un cuerpo en reposo en el sistema (x, y, z) cuya energía, relativa al sistema (x , y ,
z), es Eo' Sea Ho la energía del cuerpo, relativa al sistema (~, 11, S), que se mueve con
velocidad v como antes.
Supongamos que este cuerpo emite ondas planas de luz de energía L/2, medida con
relación a (x, y, z), en una dirección que forma un ángulo ((J con el eje x, y al mismo tiem­
po emite una cantidad igual de luz en la dirección opuesta. El cuerpo permanece en repo­
so con respecto al sistema (x, y, z) durante este proceso. Este proceso debe satisfacer el
principio de conservación de la energía, y debe ser cierto (de acuerdo con el principio de
relatividad) con respecto a ambos sistemas de coordenadas. Si El y HI denotan la ener­
gía del cuerpo después de la emisión de la luz, medida con relación al sistema (x, y, z)
~ta de las leyes según las cua­
y el sistema (~, 11, S), respectivamente, obtenemos, utilizando la relación indicada arriba,
;e el electrón.

)lega M. Besso me apoyó in­

scutido, y que estoy en deuda


Eo =E I +[~+~]
2 2

L
1- ~V cos <p L 1 +-V cos <p ]
~ CUERPO +-
2 ~1-(~r ~l-(~r
2
:RGÍA?* [

ntemente publicada por mí en

se deducirá aquí.

¡-Hertz para el espacio vacío,

nagnética del espacio, y tam­

* El principio de la conslancia de la velocidad de la luz está contenido, naturalmente, en las ecuaciones


.ig?», Annalen der Physik, 18, 1905. de Maxwell.

..
1054 A HOMBROS DE GIGANTES

Restando, obtenemos de estas ecuaciones SOBRE LA INFl


EN LA PR]
En una memoria publicada haCE
propagación de la luz está influie
senlación previa d la cuestión n,
ahora veo que una de las consecl
Las dos diferencias de la forma H - E que aparecen en la expresión tienen signifi­ de ponerse a prueba experiment
cados físicos simples. H y E son los valores de la energía del mismo cuerpo respecto a sigue que los rayos de luz que p;
los dos sistemas de coordenadas en movimiento relativo, estando el cuerpo en reposo torio de éste, de modo que la di~
en uno de los sistemas, el sistema (x, y, z). Por lo tanto, es evidente que la diferencia H ce próxima a 'él se incrementa al
- E sólo puede diferir de la energía cinética del cuerpo K con respecto al otro sistema, En el curso de estas reflexio
el sistema (E" 11, S), en una constante aditiva C, que depende de la elección de las cons­ gravitación . Pero como la expos
tantes aditivas arbitrarias en las energías H y E. Podemos así establecer te difícil de seguir, en las página
elementales, a partir de las cual
Ho - Eo = Ko + e,
hipótesis de la teoría y su línea (
so si el fundamento teórico es c(
H] - E] = K] + e,

puesto que e no cambia durante la emisión de luz. De modo que obtenemos l. U NA HIPÓTE S I
DE

En un ampo gravitatOlio homo


coordenadas estacionario K, orú
vitatorio corren en la dirección
sea un segundo sistema de coore
La energía cinética del cuerpo con respecto a (E" 11, S) disminuye como resultado de en la dirección positiva del eje z
la emisión de la luz en una cantidad que es independiente de las propiedades del cuer­ no consideramos la teoría de la TI
po. Además, la diferencia Ko - K] depende de la velocidad de la misma forma que lo el punto de vista acostumbrado
hace la energia cinética de un electrón (loe. cit. Sección 10). desde la mecánica ordinaria.
Despreciando magnitudes de cuarto orden y superiores, podemos obtener Con respecto a K, así como (
tos a la acción de otros puntos
L v2
Ko
- K]
=V
-2 + ­
2

A partir de esta ecuación se concluye inmediatamente:


Si un cuerpo emite la energía L enfomw de radiación, su masa disminuye en UV 2• Para el sistema acelerado K
Aquí, obviamente, no es esencial que la energía tomada del cuerpo se convierta en pero para el sistema K, en repos
energía radiante, de modo que nos vemos llevados a la conclusión más general: tir de la experiencia de que tode
La masa de un cuerpo es una medida de su contenido de energía; si la energía cam­ formemente acelerados. Esta eXI
bia en L, la masa cambia en el mismo sentido en L/9 . 10 20 si la energía se mide en er­ campo gravitatorio, es una de la
gios y la masa en gramos. naturaleza; pero a pesar de eso 1
No hay que descartar la posibilidad de poner a prueba esta teoría utilizando cuerpos de nuestro edificio del universo
cuyo contenido de energía es variable en alto grado (por ejemplo, sales de radio).
Si la teoría está de acuerdo con los hechos, entonces la radiación transporta inercia * "Über den E influ ss der Schwerlcr
entre cuerpos emisore~y absorbentes. l . A. Ein ste in, Ja hrbuchfür RadioCl

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