Educación de la interioridad para el desarrollo de la Inteligencia Espiritual

MÓDULO 1:
LA INTELIGENCIA
ESPIRITUAL

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 Educación de la interioridad para el desarrollo de la Inteligencia Espiritual

Contenido

1. Definiciones: ................................................................. 3

2. Niveles de inteligencia: ................................................ 5

3. Inteligencia emocional, racional y espiritual: ............. 8

4. Visión holista:.............................................................. 10

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1. Definiciones:

La inteligencia espiritual es un tipo de inteligencia que poseen todos los seres humanos,
desarrollada en mayor o menor grado según la persona.

La espiritualidad es una condición humana, independientemente de que se

tenga o no un credo religioso.

La inteligencia espiritual dota de trascendencia al ser humano, para que pueda ir más allá
del materialismo y vivir la vida con un sentido más profundo. Es el conocimiento de la
naturaleza profunda de la vida y de nuestra verdadera identidad. Permite que el ser
humano evolucione hacia estados más profundos de conciencia, donde alcanzará una
respuesta a los interrogantes existenciales y comenzará a percibir una realidad más allá
de los sentidos, a conectar con su interior, donde se encuentra toda la información
necesaria para que su verdadero ser pueda desplegarse completamente y pueda mostrar
todo su potencial, para vivir una vida con sentido.

La inteligencia espiritual es la conciencia de lo universal, de la fraternidad entre los seres

humanos. De ver todo lo que nos une, en vez de enfocarnos en lo que nos separa. Es la
disponibilidad para escuchar a los demás, para ayudarles, debido a que la persona
descubre en su interior sus verdaderas virtudes, como son la compasión, la paciencia, la
gratitud, la humildad y el amor universal.

Este tipo de inteligencia nos capacita para sentirnos parte de todo lo creado, parte de un
Todo que nos trasciende a nosotros mismos y por el que nos sentimos conectados a los
demás seres humanos, a los animales, a las plantas y en general, a todo nuestro entorno.
Nos sentimos seres universales.

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La inteligencia espiritual nos permite llenar de espiritualidad toda nuestra vida y permite
que la vivamos con más intensidad. La persona se siente unida a toda su realidad y
disfruta cada momento de todo lo que sucede en su día a día. Percibe las situaciones de
vida como una oportunidad para crecer y evolucionar, agradeciendo todo lo que le sucede
y todo lo nuevo que le llega. Permite que el ser humano viva su vida desde la alegría,
porque eso es lo que somos realmente: felicidad.

La inteligencia espiritual es transformadora, nos libera de los miedos y dependencias y de

la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza, siendo cada uno de nosotros responsables
de la evolución de nuestro ser. Nos da poder interior, confianza, aporta luz a nuestra vida
hasta llegar a experimentar que el ser individual y el ser universal tienen la misma
esencia, que somos uno con la energía universal, experimentando la no-dualidad y la
unión con todo lo creado.

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2. Niveles de inteligencia:

En 1983, el psicólogo Howard Gardner introdujo el término inteligencias múltiples para

hacer referencia a los diferentes tipos de inteligencias o habilidades que él observó en el
ser humano. Éstas son:

La inteligencia lingüística.
La lógico-matemática.
La espacial o visual.
La musical.
La corporal-kinestésica.
La intrapersonal.
La interpersonal y
La naturista.

Ello supuso un avance muy importante en el campo de la pedagogía y psicología, ya que

anteriormente solo se hacía referencia únicamente a dos tipos de inteligencia, que eran la
lingüística y la matemática.

Posteriormente en 1995, el psicólogo Daniel Goleman publicó su libro “Inteligencia

emocional”, en el que sostiene que además de las habilidades intelectuales, en el
individuo existen otras habilidades como el autocontrol, el entusiasmo, la empatía, la
perseverancia, la capacidad de automotivación, entre otras. Este conjunto de habilidades
que conforman el aspecto emocional son las que están relacionadas con la inteligencia
emocional del ser humano.

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Según el Dr. Ramón Gallegos existen tres niveles jerárquicos sobre los que se
construye un modelo integral de todas las inteligencias:

1. En el primer nivel se encuentra la inteligencia emocional. Es la más básica de las

inteligencias, ya que está relacionada con los instintos, los impulsos y las sensaciones. Es
una inteligencia muy primitiva pero muy necesaria para la supervivencia como especie. El
sistema límbico que la regula se desarrolló alrededor del tallo encefálico, lo que aportó las
emociones al conjunto de respuestas del cerebro.

2. El segundo nivel lo ocupa la inteligencia racional o intelectual. Está relacionada

con el razonamiento lógico, el conocimiento y el pensamiento. Sobre el sistema límbico se
fue desarrollando el neocórtex, que es la zona cerebral donde reside todo lo que nos
diferencia de las demás especies: el pensamiento, la reflexión, la comprensión, la
creatividad, etc. El cerebro racional creció a partir del cerebro emocional, por lo que hay
una estrecha relación entre el pensamiento y la emoción.

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3. El tercer nivel lo ocupa la inteligencia espiritual. Es la inteligencia relacionada con el

Ser, con vivir una vida con sentido y en plenitud. Es la que aporta trascendencia a la
realidad humana. La inteligencia espiritual es la capacidad de preguntarnos “¿por qué?”,
“¿para qué?”, más que “¿cómo?”, es la que va al fondo de las cosas, a indagar en la
verdad. Los últimos estudios realizados en neurociencia destacan como las personas que
dedican parte de su tiempo a la meditación desarrollan unas partes del cerebro
relacionadas con el pensamiento positivo, lo que se traduce en una mayor felicidad en su
vida.

Las tres inteligencias (emocional, racional y espiritual) se ocupan de diferentes aspectos

del desarrollo en el ser humano, y entre ellas se complementan para conseguir una
educación integral de la persona: cuerpo-mente-espíritu.

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3. Inteligencia emocional, racional y espiritual:

La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner supuso un gran avance en relación

a la teoría tradicional que tenía una visión uniforme de lo que era la inteligencia, basada
únicamente en dos aspectos: verbal y matemática.
En esta teoría se reflejan las múltiples facetas del conocimiento, así como los diferentes
potenciales y estilos cognitivos de las personas. Es evidente que es necesario un
desarrollo de estas inteligencias, pero dentro de un contexto holista, en el que el principal
objetivo es trabajar para lograr el bienestar de todos los seres humanos y en general de
todo lo que existe. Si eso no ocurre, no podemos hablar de inteligencia porque no hay un
respeto por la vida.
Es aquí donde desempeña un papel importante la inteligencia espiritual, ya que dotará de
una base ética y espiritual todos los avances e investigaciones que se desarrollen en
cualquiera de los campos pertenecientes al desarrollo de la inteligencia racional.

Por otro lado, según Goleman, la inteligencia emocional nos permite analizar la
situación en la que nos encontramos y luego comportarnos adecuadamente dentro de
ella. La inteligencia espiritual nos lleva un paso más hacia la transformación personal, ya
que nos capacita para preguntarnos ¿quiero estar realmente en esta situación o podría
cambiarla? Aquí entra en juego nuestra capacidad de decisión y de poder actuar
libremente.

Podemos deducir que la inteligencia espiritual incluye a la inteligencia emocional y

racional, pero las trasciende. La inteligencia espiritual dota de amor a las otras dos. Es
obvio que es muy necesario que el ser humano tenga un buen desarrollo intelectual y
emocional, pero con una base de conciencia de vida, de que todo lo que se haga sea para
honrarla. Y eso solo es posible si en la persona se desarrolla la inteligencia espiritual.

Según el Dr. Gallegos: “Una educación integral deberá insertar a las inteligencias
múltiples y la inteligencia emocional en un marco ético-espiritual, en un contexto
transpersonal, post-convencional y evolutivo de la conciencia humana. Deberá reconocer
niveles de inteligencia desde la más básica arraigada en el cuerpo, hasta la más superior
arraigada en el Ser.

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Tanto las inteligencias múltiples como la inteligencia emocional no implican un proceso de

evolución de la conciencia hacia estados de mayor profundidad, significado y
trascendencia. No resuelven el problema humano de fondo, no revitalizan el espíritu y no
desarrollan la sabiduría espiritual”.

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4. Visión holista:

La visión holista de la educación implica una educación integral de la persona dando una
respuesta global a las necesidades de la sociedad y los seres humanos, teniendo como
centro el desarrollo de la inteligencia espiritual.

Esta centralidad de la espiritualidad es el nuevo paradigma educativo del siglo XXI,

teniendo como partes de este proceso el desarrollo material y social del ser humano. Esta
educación da respuesta al problema material capacitando a la persona como un buen
profesional, al problema social capacitándolo para ser un buen ciudadano y al aspecto
espiritual capacitándolo como un ser realizado.

El objetivo de la educación holista es desarrollar el nivel de conciencia ampliando la

capacidad de las personas para ser más conscientes, autónomas y responsables. Busca
la transformación del ser a través del desarrollo de todas las dimensiones del aprendizaje,
sobretodo de la inteligencia espiritual. En este proceso se implica toda la comunidad
educativa: padres, educadores y alumnos.
Es importante que los profesores y los padres desarrollen también su inteligencia
espiritual, porque así podrán acompañar mucho mejor a los niños en su proceso.

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La educación holista nos capacita para tener una actitud creativa, un equilibrio entre el
conocimiento externo e interno. Es una manera de percibir la vida desde la totalidad,
donde esta visión global nos permite ver la esencia espiritual de los seres humanos y su
desarrollo favorece la felicidad. Es fundamental que el ser humano desarrolle su
capacidad espiritual, ya que ésta es la verdadera esencia de lo que somos. Las
consecuencias de la falta de espiritualidad en las personas son muy negativas, como
podemos comprobar en nuestro mundo actual.

La base de la educación holista es el amor universal, la conciencia de actuar

desde ese amor.

La educación holista no es un estudio teórico de la educación, sino una práctica para

transformar la conciencia. Va más allá de la comprensión intelectual, para llegar a esa
transformación a través de una experiencia directa y personal a nivel espiritual.

En la visión holista de la educación, la verdadera práctica educativa empieza por los

educadores. No se trata de cambiar algo exterior a ellos o hacer algo por los demás, sino
entrar personalmente en este proceso transformador para que así se produzca un
verdadero cambio en el paradigma educativo. De esta manera la práctica educativa no se
ve reducida simplemente a aplicar y evaluar teorías pedagógicas en el aula.

El objetivo principal del aprendizaje holista es la felicidad, ya que ésta llena la vida de
sentido. Aprender a ser feliz es muy beneficioso en todos los sentidos: un fontanero feliz
trabaja mejor, una familia feliz funciona mejor, un profesor feliz enseña mejor.

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