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Alyssa Day
Atlantis Unleashed
(Atlántida Desatada)
Guerreros de Poseidón 3
Portada Original
1
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Staff
Traducción + Corrección
Diseño
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Argumento
Hace once mil años, los guerreros de Poseidón juraron proteger a la humanidad
de aquellos que acechaban en la noche. Ahora esas poderosas fuerzas se están
uniendo. Pero hay dos almas que son todo lo que se interpone entre la justicia y la
eterna oscuridad...
Lord Justice1 hizo el máximo sacrificio por su hermano y lo pagó con torturas
inimaginables. Ahora está de vuelta, rescatado de la muerte, su cordura sacudida, y su
misión ineludible: buscar la perdida Estrella de Artemis. Pero la hermosa mujer
humana a quien ha jurado proteger se ve ensombrecida por un mal que podría
destruirlos a ambos.
3
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Atlántida Unleashed
(Atlántida Desatada)
Porque somos los Guerreros de Poseidón, y la marca del tridente que llevamos
sirve como testimonio de nuestro sagrado deber de salvaguardar la humanidad.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capitulo Uno
1. malo
2. peor
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Armas: Ninguna. La espada que había usado durante cientos de años (de hecho,
desde que el Rey de la Atlántida se la había dado a él sin una sola palabra de
explicación, excepto una mirada cargada de desprecio) estaba desaparecida.
Uno de los dos Shifters guardianes que estaba de pie sobre Justice y su peludo
amigo tigre Jack, se dirigió hacia la entrada de la cueva, acariciando la espada de
Justice como si no pudiera creer su suerte. Un débil resplandor de la caverna más allá,
recortaba las formas de los guardias contra la oscuridad absoluta de la pequeña cueva
en la que habían arrojado a Justice, y observó con furia impotente como el Shifter
levantó su espada en el aire como admirando su nuevo juguete.
-Claro, era todo sobre diversión y juegos hasta que un guerrero Atlante le
rebanara las tripas.5
Nunca confíes en lo poco fiable cuando estás de este modo, sin armas contra dos
lobos y un tigre potencialmente enloquecido por drogas.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Podría decírtelo, pero tendría que matarte."- gruñó Justice; luego, en voz más
alta para que pudiera ser oído, -"Maldita sea, Venganza, será mejor que aprecies esto."
Se dio la vuelta para ver a Venganza de pie en la entrada del túnel, con la espada
en la mano. Ven dijo algo sobre el pelo de gato y almohadas de tigre, pero Justice
apenas lo oyó, porque el sonido en pleno auge de una campana invisible rompió a
través del aire. Se tapó los oídos, pero las ondas de ruido percutor amenazaron con
aplastar su cráneo bajo su poder.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Justice planeaba ser la carta de triunfo, y cualquier buen jugador conocía el valor
de no revelar nunca su mano. Echó un vistazo a la hoja de su espada brillando
húmedamente en la parpadeante oscuridad.
Ninguna carta de triunfo había repartido una mano tan mortal. Él era el comodín,
y la Reina de la Muerte era la siguiente en la lista.
Entonces escuchó su voz, y supo que había fallado. La Diosa vampiro Anubisa
había capturado a Venganza y su mujer, a pesar de la fuerza de Ven y la poderosa
brujería de Erin. Justice les había fallado. Él había fallado a su familia.
Ácido lavó por sus venas mientras se preparaba para enfrentar una eternidad de
tortura. Él casi se rió ante la idea. Era nada menos que lo que merecía.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Justice se obligó a bajar el dolor y la bilis amenazando con hacerle vomitar y dio
un paso más hacia fuera desde detrás de la roca que usaba como blindaje y sobre la
cornisa directamente por encima y frente a ella. Esto necesitaba ser una actuación
como para eclipsar a todas las actuaciones. Menos mal que tenía la mejor cara de
póquer de la Atlántida. Él aspiró una bocanada de aire y la llamó.
El shock en su cara le agradó. Había sorprendido a una Diosa. Tal vez tenía una
probabilidad de uno-entre-mil para mantenerse con vida. Tal Vez.
Ven explotó en negación, pero Justice apenas lo oyó. El Geas6 estaba pateándole,
mordiendo sus terminaciones nerviosas. Había sido condenado a matar a cualquiera a
quien le dijera la verdad de su nacimiento. O bien matarle o bien su mente se
rompería.
Cogió la opción C: Aparearse con una Diosa vampiro. Al menos tal vez tendría un
poco de diversión antes de que ella le matase. Todo el mundo le estaba mirando
fijamente. Correcto. Hora de empezar a actuar. Se rió.
-"Crees que estoy mintiendo, ¿no? Preciosos Príncipes reales mimados, sin
imaginar que el querido papá pudo haber echado un polvo con alguien que no era su
madre. Alguien que incluso no era de su especie."
Anubisa se sacudió su largo pelo negro de la cara, mirando fijamente a sus ojos
como si quisiera descubrir si estuviera diciendo la verdad. Las Diosas vampiras antiguas
no mostraban emoción. Pero había algo (tan sólo un parpadeo) en sus ojos que le
permitió creer que ella se lo creía.
-"¿El apareamiento que forcé sobre el padre de Conlan dio sus frutos? ¡Oh, eso
es totalmente demasiado delicioso!"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ella echó la cabeza hacia atrás riéndose a carcajadas, y los Shifters que seguían
con vida comenzaron a aullar.
-"Sí, bueno, esta deliciosa fruta va a empezar a matar a todos en esta sala,
gracias a los Geas establecidos en mi culo, si no me sacas de aquí."- Dijo Justice,
tratando de pensar en una manera de convencerla. -"¿Querías voluntarios? Bueno,
confía en mí, después de siglos de tener que recibir órdenes de mis hermanos, con su
exagerado sentido del derecho que viene con ser los herederos reales, estoy más que
dispuesto a probar el otro lado."
Entonces, a pesar de que necesitó cada gramo de coraje que alguna vez había
siquiera soñado que poseía, puso sus manos sobre sus hombros, la atrajo hacia él y la
besó. Fue más bien un beso de desafío, y ella se estremeció bajo su toque, primero con
rigidez, luego fundiéndose en un abrazo.
Así que la Diosa vampiro era por lo menos parecida en algo a una mujer mortal.
Él podría usar eso, y todavía podría sobrevivir. Alma intacta o no.
-"Ningún hombre me ha besado por su propia voluntad por más de cinco mil
años."- Susurró. -"Yo acepto tu oferta, Lord Justice, pariente de sangre de Conlan y de
Venganza."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ven y Erin estarían a salvo... el Príncipe Conlan, su mujer y su hijo por nacer
estarían a salvo. Justice había ganado (casi) una familia, y sus acciones de este día iban
a mantenerles a salvo. Su alma arruinada a cambio de la inocencia de una nueva vida.
La muerte o la locura eran el más pequeño de los precios por dicho valor.
Pero él quería decirlo. Necesitaba decirlo. Sólo una vez. Inclinó la cabeza y miró a
Ven, y pronunció la palabra que le había estado prohibido decir durante tantos siglos.
-"Hermano."
Entonces Anubisa susurró algo en una lengua muerta hace mucho tiempo, y su
realidad se fracturó hacia el Vacío, como en un caleidoscopio.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capitulo Dos
Cuando tiró en su oficina el saco que contenía sus preciadas herramientas, hizo
una nota mental para ordenar una nueva paleta de Marshalltown7. La suya había visto
días mejores y, como la mayoría de los arqueólogos, ella contaba sus herramientas
entre sus posesiones más preciadas. Podía mantener la antigua herramienta con fines
sentimentales, quizá. Había sido su primera paleta, y eso la había llevado hasta él.
-Su guerrero.
Ella bajó la mirada hacia la pequeña talla de madera de un pez que descansaba
sobre la parte delantera de su camiseta, colgando de su cadena de plata. La vieja
Marshalltown había descubierto para ella el delicado pez tallado. Desde que tocó por
primera vez el pez, hace tres años, había pasado más tiempo de lo que probablemente
debería perdida en visiones de su versión muy adulta de un amigo imaginario: el
guerrero de pelo azul de cientos de años en el pasado. Él había tallado el pez mientras
se sentaba al lado de una fogata, riendo y hablando con los amigos.
Había contenido la respiración con asombro ante aquella primera imagen suya.
Era hermoso, tan primitivamente masculino que la visión de él la había dejado
literalmente sin aliento.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Desde la maravilla de seda de su pelo multicolor hasta sus altos pómulos, cuello
fuerte, y los anchos hombros superando su musculoso torso… debería haber estado
posando para una escultura, en lugar de tallando una de madera. Las líneas y
musculosas curvas de su cuerpo habían estado claramente definidas ante la
parpadeante luz del fuego de su visión mientras estaba allí sentado, vistiendo sólo
pantalones, la cabeza inclinada hacia su talla.
Y aún así, incluso ahora, un escalofrío de calor corrió a través de ella, trayendo
anhelos sensuales que había pensado que estaban tan muertos como las civilizaciones
que estudiaba. Por él. Nunca por un hombre viviente, alcanzable. Siempre por él.
Acarició la aleta de madera del extraño pequeño pez y, una vez más, fue casi
como si él estuviera allí con ella. Una de las pocas ventajas de tener un toque psíquico.
Su rostro se torció en una sonrisa amarga.
Ella suspiró y deseó por milésima vez o más haber podido al menos saber su
nombre. De todos modos, quienquiera que fuese, no era su culpa que ella fuese un
bicho raro sin amigos. Definitivamente, guardaría la paleta.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Pero aquí, había elegido cuidadosamente cada objeto. Nada que pudiera
molestarla (ni un solo objeto que pudiera enviarla a un remolino de las emociones de
alguna otra persona) estaba permitido en cualquier parte de la habitación.
Se dejó caer en su silla y cerró los ojos, dejando que las olas de agotamiento
resbalaran sobre ella. Incluso después de todos estos años, de todos estos viajes,
nunca había conseguido la habilidad de dormir en los aviones. Tenía que estar alerta
contra toques no deseados. Demasiada cantidad de posibilidades de que su cabeza
fuera a la deriva hacia un lado mientras ella dormía, su mejilla podría rozar el asiento
del avión, desatando las emociones de miles de compañeros de vuelo (airados,
impacientes, aterrorizados, o incluso sobreexcitados) directamente en su vulnerable
cerebro.
Keely parpadeó, luego se encogió de hombros, pensando que se había liado con
su código. Verificándolo en la parte inferior de su cartapacio8 de escritorio, donde lo
había escrito a lápiz para una ocasión como esta, comenzó de nuevo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Quizás no supieron que ella se había ido. Por supuesto. Eso era todo.
Los escalofríos bailaron por su espina dorsal, incluso ahora, al recordarlo. Uno de
los mayores descubrimientos arqueológicos de todos los tiempos, y ella había estado
allí. Naturalmente que no había tenido tiempo de devolver las llamadas de su jefe.
Muy pocos de sus colegas se molestaban en llamar cuando ella estaba fuera; ellos lo
entendían. ¿O no?
Excepto que… todos los demás en el departamento siempre parecían llamar a los
otros cuando estaban en las excavaciones. Compartiendo la emoción y la maravilla del
descubrimiento. Había escuchado las conversaciones, en las raras reuniones de
personal a las que logró asistir. Pero de alguna manera ella no estaba incluida en ese
círculo de compañerismo.
Claro, ella tendía a mantener a la gente a distancia. No era por los guantes; en
esta era de 'Deal or No Deal'10, con Howie Mandel11 hablando abiertamente de sus
problemas con OCD12, nadie pensaba que alguien con 'germofobia'13 confesada fuera
demasiado fuera de lo normal. Pero aún así, cuando las personas se convertían en
amigos, se abrazaban.
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Tocar. Ella quería tocar cosas. Sostener sus bebés. Acariciar al perro. Admirar el
nuevo objeto que habían adquirido. Era demasiado difícil evitar todo. Demasiado duro.
Demasiado llamativo.
No podía decirles la verdad. Nunca podía decirles la verdad. Había aprendido eso
de la manera más dura con unos amigos cercanos en la escuela secundaria, y luego con
el único hombre al que nunca había pensado que amó. Él la había dejado. La llamó
bicho raro. Ella no había sido capaz de negarlo en aquel entonces. Todavía no podía,
ahora.
Ahora que los Shifters habían salido a la luz, eso había puesto un nuevo giro en la
mitología de Rómulo y Remo. Sin mencionar que había cambiado la fisonomía de la
jurisdicción. El contingente italiano de los hombres-lobos de Europa se había hecho
cargo, lanzando a su equipo fuera.
La risa que había seguido, mientras iba sacándola, hizo un eco perturbador con
un borde de locura lunática y, teniendo en cuenta la hora del crepúsculo y la cercanía
de la luna llena, ella no había argumentado. No había llegado tan lejos como lo había
hecho por ser una suicida, después de todo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Una vez, Keely había pensado que era la mujer más bella del mundo. Antes de los
médicos, antes de la incredulidad y de las dudas.
El teléfono sonó cuatro veces antes de que el familiar 'clic' sonara. Algo sobre las
líneas telefónicas fuera en los bosques del este de Ohio siempre hacía que la conexión
sonara como si estuviera hablando dentro de un tarro. O bien la mala conexión o bien
la resonancia de veintiocho años de decepción mutua.
-"¿Hola?"
-"Hola, Mamá."
-"¿Keely?"
Keely sofocó la familiar impaciencia. ¿Quién más podría ser? Sus padres no
habían querido correr el riesgo de un segundo embarazo, ya que Keely había sido...
defectuosa.
-"Sí, mamá, soy yo. ¿Cómo estáis vosotros? ¿Cómo está papá?"
-"Oh, ¿vendrás finalmente a casa desde ese terrible lugar? Acabamos de ver en
las noticias que los vampiros están tratando de apoderarse del trono de Rusia. Esa
mujer dijo algo acerca de ser la princesa Anastasia, que fue convertida en vampiro
cuando su familia fue asesinada. ¿Crees que podría ser cierto? Te quedaste en el
interior por la noche, ¿verdad? Pusimos una segunda cosecha entera de ajo y los
estamos vendiendo como rosquillas, aunque… ¿quién querría rosquillas de ajo, no?
Vas a..."
-"Bueno, estamos bien, cariño. Pero papá está preocupado por ti, sobre todo
porque no hemos sabido nada de ti en mucho tiempo. ¿Has estado sufriendo de
cualquier cosa por... tu condición?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Culpabilidad mezclada con algo de dolor en Keely. De alguna manera, sus padres
siempre podían cortarla en lo más profundo, a pesar de que sus intenciones eran
buenas. Sobre todo, porque sus intenciones eran buenas.
Keely se preguntó cuántas otras hijas causaron a su madre tal angustia por el
simple hecho de existir, pero trató de empujar el pensamiento a distancia cuando el
ácido en su estómago se sacudió en ella hasta llegar a la fuerza del ciclón.
-"¿Todavía tienes que usar esos guantes para evitar el contacto con cualquier
cosa? ¿Has visto al Doctor Koontz? Él dice que si quieres intentará la hipnosis de
nuevo..."
-"No, nunca voy a ver al Doctor Koontz de nuevo, mamá. Él piensa que estoy
loca. Se negó a creerme, incluso cuando le di la prueba mediante la lectura de aquel
portalápices que su hijo hizo para él."
-"Eso no fue muy agradable, Keely. Inventar historias sobre su pobre niño
bloqueando a su hermana en el armario."- Dijo su madre, con voz de reproche.
-"No fue una historia, y si le hubieras visto de cerca cuando le conté mi visión,
sabrías que él había sospechado de la intimidación de su hijo por algún tiempo. De
todos modos, yo no puedo volver, incluso si quisiera. El doctor Koontz me despidió
como paciente."
No había conocido psiquiatras que pudieran hacer eso (despedir a la gente) pero
evidentemente podían. Como la mayoría de las personas que había visto a su "talento"
de cerca y personalmente, jamás había querido tener nada que ver con ella de nuevo.
Tal vez algo de ironía allí. Incluso los psiquiatras pensaban que era un bicho raro. Tal
vez ella no tenía necesidad de ir allí, incluso en la intimidad de sus propias
inseguridades.
-"Bueno, él está, um…"- La voz de su madre vaciló. -"Está echando una pequeña
siesta."
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-Sí, claro.
-"Papá nunca se ha echado una siesta en su vida, mamá. ¿No podrías al menos
tratar de salir con algo creíble?"
-"Keely, tú sabes que te ama. Él no sabe cómo lidiar con tu... tu problema."
-"Bien, mamá."- trató de contener la amargura de su voz, pero podía notar que
estaba fallando gravemente. -"Mi problema. Bueno, hey, tengo que irme. Cientos de
mensajes de correo de voz para devolver, cartas que contestar. Ya sabes, de esas
personas que sí quieren hablar conmigo."
-"¡Keely! No es justo. Ya sabes que siempre estoy muy feliz de saber de ti."
Keely se suavizó.
-"Lo sé, mamá. Estaba pensando que podría ir para una visita esta semana.
Podríamos conducir hasta..."
-"Oh, cariño, esta no es una buena semana. Nosotros, ah, sólo estamos muy
ocupados. Te llamaré este fin de semana y tendremos tener otra charla, ¿de acuerdo?"
La voz de Keely vaciló, pero respiró hondo y forzó las palabras a venir. Obligada a
decir estas palabras a la madre que no quería ni verla.
Después de colgar el teléfono, Keely puso su cabeza sobre sus brazos, allí sobre
su polvoriento escritorio, en medio de su silenciosa oficina, finalmente cedió a las
lágrimas.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Tres
En la actualidad,
Se quedó mirando el dosel de la cama más grande jamás creada, que estaba
envuelta en (no es broma) negro y rojo satinado. Sin exageración allí.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Los postes de la cama tallados con sátiros y mutantes con aspecto de ninfas,
realizando actos sexuales perversos que debieron romper al menos un par de leyes de
la física, eso ni siquiera le sorprendió después del satén.
Tan pronto como las palabras salieron de su boca fue cuando recordó. La cueva.
Su sacrificio. Se suponía que debía estar dispuesto. Sin embargo, Anubisa no había
olvidado y, con independencia de su gusto en la decoración del cuarto, ella no era
idiota.
Malvada, asesina, retorcida, y obsesiva… pero no estúpida. Las Diosas rara vez lo
eran. Incluso aquellas que Reinaban en su propio feudo en los nueve infiernos.
Justice no había vivido durante siglos sin aprender algunas cosas sobre las
mujeres. Le divirtió (y de alguna manera le tranquilizó) descubrir que esta Diosa, el
azote de la Atlántida durante milenios, tenía por lo menos un parecido superficial con
una mujer mortal.
Se preguntó si alguna vez había sido una. Se preguntó si alguna vez se atrevería a
preguntárselo.
-"Sabes que lo hay."- Gruñó mientras, cruzando los dedos deseando que ella no
le matara por su temeridad, la agarró del brazo y tiró de ella al lado suyo. -"Tu belleza
es impecable, y bien lo sabes."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Sin embargo, el punto parpadeante de luz que era todo lo que quedaba de su Ser
esperó, y observó y se trazó. Porque él era Justice y... no importa los eones de tiempo
que pasaran antes de que su tiempo finalmente llegara... la Justicia sería servida.
La levantó y la presionó contra sus labios, incluso mientras las lágrimas brillaban
en las esmeraldas de sus ojos y lentamente trazaban un camino por sus mejillas.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Como la que había hecho él, hace mucho tiempo, en días más inocentes.
Ningún caminante de la tierra habría visto esos peces. Por lo que ninguno podría
haberlos esculpido. Quienquiera que fuese, ella sostenía su talla. Mientras la
observaba llorar, sola y en silencio, una solitaria lágrima cristalina cayó sobre la talla
que todavía tenía en sus labios. De alguna manera, a pesar de que era imposible, sintió
el dolor de ella cavando en su pecho.
Imposible o no, la talla les conectaba. Gritó algún ruido sin palabras de añoranza,
o pérdida o soledad, y mediante cualquier magia o alucinación que se arremolinaba
entre ellos, ella lo escuchó. Sólo por un instante, ella se quedó sin aliento, parpadeó
esos hermosos ojos y pareció mirar directamente hacia él. Entonces, cuando la visión o
el espejismo de ella se desvanecieron y él se hundió de nuevo en la oscuridad, pero no
en la desesperación, comprendió una única verdad innegable.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Cuatro
-"¿Me estás tomando el pelo? ¿Este es el cuartel general? ¿Qué pasó con los
buenos tiempos en que los Apóstatas de Algolagnia17 se escondían en almacenes
abandonados y sótanos húmedos con goteras?"
Alexios casi se rió de sí mismo, aunque nada acerca de la situación era divertida.
Sólo estaban teniendo una conversación normal entre un par de tipos.
Si los tipos resultaban ser centenarios guerreros Atlantes que habían llamado a
su poder sobre el agua para montar las corrientes de aire enriquecidas con el
penetrante olor del agua de mar y el combustible diesel que se mezclaba en el puerto
de Boston.
Christophe se disparó por los aires para unirse a ellos, su camiseta Firefly18 y
vaqueros desgastados contrastando vivamente con la ropa oscura que Alexios,
Brennan, y el resto de los Siete usaban rutinariamente en misiones fuera de la
Atlántida. La guardia de élite y fuerza de combate del Alto Príncipe Conlan, no se
suponía que debían realmente a parecerse chicos góticos universitarios jugando a ser
rebeldes, después de todo.
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Difuminándose en niebla, los tres se levantaron más lejos en el aire hasta que
revolotearon una treintena de metros sobre las aguas heladas del invierno del puerto
de Boston.
-"Ponte al día, ya."- Dijo Christophe, burlón. -"El culto retorcido de Anubisa
posee las vidas y almas podridas de miembros con grandes cantidades de dinero y
conexiones aun más grandes. Los humanos llaman a este complejo de edificios la
'puerta de entrada a Boston'. ¿Qué mejor manera para que los acólitos de Anubisa
vayan a estacar su reclamo hacia el resto del nuevo mundo?"
-"¿Dónde están?"
-"Cuando Quinn envió un mensaje a Atlántida, indicó que el culto celebra sus
ritos en una suite del ático del Boston Harbor Hotel, que está dentro de este edificio."
Señaló una sección del arco de varios pisos que se extendía por un área muy
grande. Alexios entrecerró los ojos.
-"Un jodido hotel de lujo para jugar sus enfermizos juegos. ¿Qué será lo
próximo? ¿La Casa Blanca? ¿Tal vez el dormitorio Lincoln?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Sí, ¿quién tiene que unirse a un culto dedicado a la búsqueda de placer sexual a
través de un intenso dolor cuando ya estás casado con una rompe-pelotas como es la
Primera Dama de este país?"
Christophe gruñó una frase en el antiguo Atlante y deslizó una mano hacia abajo.
Un embudo de agua se agitó en espiral a través del aire a su mando, subiendo lo
suficientemente alto como para rociar agua en sus botas antes de que Christophe lo
soltara.
Alexios apretó los dientes contra el impulso de reprender al guerrero más joven.
Después de todo, Christophe sólo estaba representando la frustración enloquecedora
que todos sentían.
-"No hay tiempo para nada de eso ahora. Esta secta puede tener algún
conocimiento que nos pueda ayudar a encontrar a Justice. Eso es lo único que nos
importa esta noche. La misión es conseguir sacárselo, todo lo que podamos."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Casi como si una vez más sufriera el azote de sus látigos con punta de metal o la
agonía de su violación mental.
Dos años de reclusión con la Diosa vampiro, como pago por algún mal que ella
creía que Poseidón le había hecho hace tanto tiempo que cualquier recuerdo de ello se
perdió en las aguas del tiempo. Al menos cualquiera mortal. Las Diosas tenían
memorias muy, muy largas.
Dos años de ser llevado ante la muerte y más allá, una y otra y otra vez. Que
había sobrevivido no fue testimonio de su propia fuerza o el coraje, sino más bien lo
bajo que había estado en su lista de prioridades. Ella no había estado presente muy a
menudo para jugar sus retorcidos juegos con él, o habría estado muerto.
O peor que muerto. Un patético juguete para cumplir sus órdenes. Un hombre
no podía superar a una Diosa, después de todo. Ni siquiera un hombre que también
era un guerrero Atlante.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿De qué infiernos estás hablando? Están teniendo su piel desmenuzada por
esos látigos. Yo diría que es un buen momento para dar la bienvenida a alguna
interferencia."- respondió Alexios, manteniendo su voz baja.
Christophe brilló tenuemente en una sombra junto a él, con los ojos ya brillando
intensamente calientes con su energía.
Alexios giró su cabeza hacia atrás para mirar hacia los humanos retorciéndose de
dolor en el suelo.
-"No están..."
Pero entonces se detuvo, las palabras congeladas en su boca. Lo había visto con
bastante frecuencia a partir de los Apostatas durante su cautiverio. Habían conseguido
un culto de placer sexual a través del dolor... el de los demás y los suyos.
Pero lo peor es que aquellos eran chupasangres, como la Diosa oscura que
adoraban. Parte de su manada de sangre. Estos eran humanos. Humanos. Y estaban
jodiendo entre sí, mientras sangraban, allí mismo en la alfombra.
-"Poseidón nos salve. Esa es la cosa más repugnante que he visto en mucho..."
Christophe le interrumpió.
-"A cada uno lo suyo, Alexios. El hecho de que no disfrutaste todo lo que Anubisa
hizo marcando con cicatrices tu bonita cara no significa que a algunos de nosotros no
nos guste jugar un poco duro a veces."
Girando para hacer frente al otro guerrero, Alexios ni siquiera se dio cuenta de
que había lanzado su puño hacia atrás para golpear hasta que Brennan captó su
muñeca en una poderosa mano.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Tienes razón, Brennan. Pero cuando esto acabe, llegará el momento de ajustar
cuentas."
-"Apuesto a que es nuestra bola de fango. Mira la forma en que todas las túnicas
rojas le hacen reverencias."
El hombre (no, el vampiro; ya que alguien con una cara del color blanco del
vientre de los peces sólo podía ser un no-muerto) entró caminando a grandes
zancadas dentro de la habitación. Tenía que medir por lo menos dos metros de altura.
Su calva brillaba como si estuviera aceitada, igual que el resto de su cuerpo. O al
menos lo que podían ver de él, que era demasiado para el gusto de Alexios.
-"¿Qué lleva puesto?"- Dijo Christophe, con asco goteando de sus palabras. -"¿Lo
más nuevo en cuero y cadenas?"
-"Deplorable gusto en la ropa o no, tal vez deberíamos actuar ahora."- murmuró
Brennan.
Christophe alzó las palmas de las manos, y dos esferas brillantes de energía azul-
verdoso puro se formaron al instante, el poder de Poseidón punzando a través de él
como electricidad canalizada.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"No hagas daño a los humanos."- gritó Alexios, pero ya era demasiado tarde.
Genial. Eso no dejaría de alertar a la seguridad del hotel. Alexios envió una rápida
oración a Poseidón de que al menos la fuerza de seguridad no estuviera compuesta
por Shifters, luego empujó a Christophe fuera del camino y voló a través del irregular
agujero.
Los miembros de la secta se apresuraron a poner aún más distancia entre ellos y
los intrusos cuando los Atlantes se dispararon en la habitación y aterrizaron en la
alfombra cubierta de cristales. Todo el mundo, excepto el líder. Se quedó mirando
fijamente a los ojos de Alexios, y él sonrió.
-"Creo que preferiría demostrarte cómo el dolor puede no ser nada más que
dolor, sanguijuela."- Dijo Alexios, explorando la habitación para una mayor amenaza. -
"Bragas bonitas, por cierto."
-"Estás más cerca de lo que sabes de la verdadera muerte, vampiro, por lo que
tal vez deberías mantener la boca cerrada."
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-"Tal vez sólo voy a matar al viejo Xinon aquí y ver si eso hace el truco."- Dijo.
-"Dinos donde está reteniendo a Lord Justice esa puta malvada de Diosa, o te
mostraré mi versión de una amenaza."- gruñó Alexios.
Cortó su daga por el aire en una señal convenida, y todos, Brennan, Christophe y
él, avanzaron hacia el vampiro.
-"Por lo que sé, tu Lord Justice fue de buena gana a los brazos de Anubisa, la más
ensalzada Diosa del Caos y la Noche."
-"Tal vez él no quiere ser encontrado. Tal vez incluso ahora yace en sus brazos
disfrutando de sus favores."
Antes de que Alexios pudiera moverse o ni siquiera pensarlo, Brennan azotó sus
brazos hacia adelante y hacia abajo, y dos de sus estrellas ninja de plata dispararon a
través del aire tan rápido que incluso la visión Atlante de Alexios apenas alcanzó a
verlas. Una tras otra, las estrellas impactaron en el cuello del vampiro con tal fuerza
que la primera rebanó la mitad y la segunda completó el trabajo.
-"Por los nueve infiernos, ¿en que estabas pensando? Teníamos que hacerlo
hablar, no..."
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Capítulo Cinco
Octubre 1776,
-Independencia.
Justice suspiró.
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-"¿Coraje y Escamas?" 22
Ven resopló.
Le gustaba encajar con la población local.; ahora se estaba haciendo pasar por un
cazador de pieles. Justice sonrió, recordando la decepción de Ven porque nadie en
Roma llevaba togas en estos días.
-"Coraje y agallas: otras palabras para el valor. Muchos de estos hombres serían
buenos guerreros, si decidieran oponerse a los Shifters y vampiros."
-"Coraje o no, una pistola y una barriga llena de judías no les ayudarán en una
pelea con ese nido de vampiros."- Respondió Justice. -"Y no, aún así no voy a usar un
sombrero hecho de un animal muerto, así que no vuelvas a preguntar."
-"Está bien, continua adelante con tu aburrida existencia trágica. Pareces más un
nativo que un cazador francés, de todos modos."
Era cierto. La trenza de pelo largo hasta la cintura le catalogaba como un nativo o
peor aún, (en algunas mentes intolerantes) como un mestizo. Esto le había sido
señalado amablemente por las reacciones de muchos de los moradores más...
aromáticos de los pocos pueblos donde se habían molestado en detenerse durante
esta misión.
La boca de Ven se abrió, luego echó hacia atrás la cabeza y soltó una carcajada
tan fuerte y larga que hizo inquietar a los caballos.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿Por qué caballos, otra vez, cuando viajamos con mucho menos esfuerzo
siendo niebla?"
Sentencia entregada, Ven caminó, sin dejar de reír, de nuevo hacia la fogata para
unirse a los otros. Justice no pudo evitar la sonrisa retorciéndose las comisuras de sus
labios. Ven era todo lo que un hermano mayor debería ser.
La manada de sangre de estos vampiros era bastante extraña como para llamar
la atención de la Atlántida, incluso más que el tipo habitual. A diferencia de la mayoría
de los grupos de vampiros que permanecían siendo pequeños debido a la falta de
inclinación natural de los chupasangres para formar cualquier tipo de lealtad o
inclinarse ante cualquier autoridad, este nido se rumoreaba que era enorme. Tal vez
cientos de vampiros, todos en un solo lugar.
Las historias sostenían que el líder vampiro tenía un arma especial. Una joya que
podría destruir a su propia especie y funcionaba como un elemento disuasorio ante
cualquiera de ellos lo suficientemente audaz para querer dejarlo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
O al menos Ven quiso ser así, espuelas, agallas, y todo. Justice sacudió la cabeza,
sonriendo, y miró a su alrededor en el pequeño y discreto campamento. Lo habían
configurado como camuflaje. Lo suficientemente cerca para oír la señal preestablecida
de la campana de la iglesia; lo suficientemente lejos para parecer inofensivos ante
cualquier centinela vampiro.
Dio la vuelta al bloque de madera una y otra vez entre sus manos,
preguntándose qué forma descubriría en su grano liso. El pequeño carro, la gorda
manzana redonda, y el caballo que ya había terminado yacían en un cuadrado de seda
de la Atlántida en la parte superior de su manta de montar plegada.
Bastien se agachó junto a él, con un plato de carne asada y los siempre presentes
frijoles en su gigantesca zarpa, y movió la cabeza hacia el bloque de madera, plantando
una mueca exagerada en su rostro.
Justice se rió y negó con la cabeza. Ninguno de los colonos que tendían a correr
al ver a Bastien creería su afición por bromear con sus compañeros guerreros. La mera
visión de los casi dos metros de altura del guerrero era a menudo suficiente para
detener cualquier problema antes de que comenzara.
-"¿Estás diciendo que la única manera de que Justice pueda conseguir una mujer
es si él esculpe la suya propia?"- le gritó.
Justice no les hizo caso, dejando que el flujo y reflujo de su charla animada
resbalara sobre él mientras trataba de ver el interior de la madera. Trató de sentir y
escuchar lo que ésta le estaba diciendo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Él no estaba tallando una mujer. Era algo mucho más básico. Sencillo. Algo que
se sentía como en casa y resonaba como las frías profundidades del mar. Un recuerdo
de pertenencia, cautivo en la mente de un guerrero obligado por el deber de patrullar
esta polvorienta, aridez rocosa.
Cerró los ojos y trazó el contorno del trozo de madera con los dedos. De repente,
lo supo, como siempre lo sabía.
Pero era lo que era; había aprendido hace mucho tiempo a no intentar forzar
una talla en una forma diferente a la que se mostraba ante él por la propia madera.
Este pez era diferente, en cualquier caso. Uno que viajaba por la profunda
inmensidad de la fosa donde la Atlántida yacía escondida y esperando. Esperando
estos largos milenios por un día que podría no llegar nunca.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Lo había terminado en los próximos días y luego quizás se lo regaló a uno de los
niños nativos. No tenía sentido que lo conservara. No había razón para llevárselo de
vuelta a Atlántida.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Seis
El Vacío, en la actualidad
Un sonido ralló a través de la oscuridad para sus oídos cada vez mas
desacostumbrados a escuchar. Un bramido lejano, una cercanía de suspiros
tambaleantes. Algo grande agitándose en la oscuridad.
Los Geas estaban rotos... él los había roto. Siglos de estar limitado por una
maldición de no revelar nunca las circunstancias de su nacimiento, a menos que
inmediatamente matara a cualquiera que le hubiera escuchado decirlo.
Maldecido una eternidad para ser separado de sus dos hermanastros. Se había
roto esa maldición en esos momentos finales cuando... cuando…
Pero la memoria se perdió en las historias sombrías del dolor. La cordura había
saludado su último adiós hace mucho tiempo. Ahora el deber y la venganza atraían a
su conciencia, llamando a lo que quedaba de Si Mismo. Nombres aislados que llevaron
el peso y resonaron con emoción devastada, ambos ligeros…
Y oscuridad... Anubisa.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
De Ella.
Una flecha de luz dorada disparó a través de la oscuridad, dejándole ciego. Luz
después de eones de oscuridad, quemando a través de sus retinas y apuñalando en su
cerebro, atrapándolo en toda su gloria. Negándose a dejarle retroceder.
La luz en torno a una cara. Su rostro, rodeado de una corona de fuego de pelo
rojo. Los ojos verdes encendidos de una inteligencia feroz, pero con la sombra de del
dolor recordado.
Ella era un enigma. Ella era la esperanza personificada. Ella era suya.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Siete
Departamento de Arqueología
Keely se cruzó de brazos, dándose cuenta de que aquellos dos hombres dentro
de su estrecha oficina podían leer su lenguaje corporal como una bandera roja de
advertencia, pero no importándole una maldita mierda.
-"No me importa cómo de prestigioso sea, o que sea un honor, o lo que sea que
el gobierno esté pidiendo. Necesito vacaciones."
El hombre de aspecto poderoso del traje negro abrió la boca para hablar, pero
ella levantó una mano para detenerle.
Estudió sus pómulos cincelados y las olas de pelo negro de seda que eran sólo
una sombra demasiado larga como para que él fuera un lacayo del gobierno de edición
estándar. La anchura de sus hombros y de su pecho, combinado con su altura
imponente, no se sumaban a ser 'jinete de oficina'23, tampoco. No con ese tipo de
músculo. Pero ¿desde cuándo los funcionarios empiezan a parecer como antiguos
guerreros?
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Casi como si pudiera ver a través de su cráneo a sus pensamientos, los ojos azul
medianoche de Liam se estrecharon y, por medio segundo o así, pareció brillar la plata
en ellos.
Ella se encogió de hombros y giró su cuello para tratar de aliviar la tensión que se
había anudado elevándose hasta llegar a parecer jorobada.
-"Me pasé dieciocho meses de los últimos dos años trabajando el Lupercale, en
períodos de tres meses. Dieciocho meses, tres derrumbes, un asalto, y dos viajes a la
sala de emergencias."- Sacudió la cabeza. -"Uno pensaría que mi italiano habría
mejorado más, por todo ello."
George Grenning habló desde donde se encorvaba, en una silla junto a la puerta,
aparentemente tratando de encajar su desgarbada figura en el menor espacio posible.
Había trabajado con él durante cinco años. George era un reconocido investigador,
frecuente editor y aspirante a Indiana Jones24. A pesar de que era el jefe de su
departamento, por lo tanto su jefe, y tenía quince años mas de edad y experiencia
sobre ella, él todavía no tenía ninguna confianza en sí mismo.
-"La Lupercale. La cueva real donde una loba amamantó a Rómulo y Remo, los
gemelos fundadores de Roma. Daría mi brazo izquierdo por haber sido invitado en esa
excavación."
Muy solicitada, a pesar del hecho de que nadie con quien hubiera trabajado
alguna vez supo que ella era cualquier cosa menos normal. Todos le atribuían 'saltos
increíbles cognitivos' o, con menos generosidad, 'intuición femenina'.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Si les hubiera dicho que los artefactos literalmente hablaban con ella, estaría
coordinando sus futuras excavaciones desde el manicomio.
-"Yo estaría más que encantado de aceptar tu negación, excepto que mi Alto
Príncipe me ha encargado esta misión."- dijo apretando los dientes. -"Somos muy
conscientes de tu Regalo, Lady Keely. Sabemos eres una lectora de objetos; y que eres
poseedora de un Regalo que durante mucho tiempo creímos perdido en las aguas del
tiempo. Por esta razón, y debido a tu reputación como brillante arqueóloga de
integridad impecable, es mi honor invitarte a la Atlántida."
La risa de Keely quedó atrapada en su garganta mientras miraba a los ojos, que
ahora ardieron con plata líquida pura, distrayéndola.
-"¿Cómo haces eso con los ojos? Y, ¿en serio? ¿La Atlántida? ¿El continente
perdido? Tu..."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Poniéndose de pie, exploró su escritorio para buscar cualquier cosa que pudiera
usar como arma si él se pusiera violento. El busto de mármol de Filipo de Macedonia
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tenía posibilidades, pero estaba demasiado lejos.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Las palabras salieron de los labios de Keely pero la voz no era la suya. Ella miró el
vestido de seda azul que llevaba sobre un voluptuoso cuerpo y se dio cuenta de que el
cuerpo no era el suyo, tampoco. Como sucedía a menudo, ella estaba atrapada en la
visión... un participante activo en la vida de alguien que había tenido emociones
vívidas relacionadas con el objeto que sostenía.
La visión de sus manos (las suyas/las de ella) atrajo su mirada desde la joya.
Anillos adornaban cada dedo y pulseras de plata repicaban como campanas en sus
muñecas mientras movía sus delgadas manos. Pálidas manos blancas que no estaban
curtidas o con cicatrices con los restos de innumerables rasguños de innumerables
excavaciones.
Entonces, más allá, una... cúpula. Ella (ambas) conocía la cúpula. Eso protegía las
Siete Islas de las profundidades del océano. Las Siete Islas. La Atlántida.
Dejó caer la gema de sus dedos repentinamente sin fuerza, y un susurro de aire
frío cortó a través de la sala para materializarse ante ella como un hombre. Alto y
escandalosamente guapo, se estremeció ante su belleza masculina, con un escalofrío
de deseo oscuro a través de ella. Atrapó el zafiro antes de que tocara el suelo de
mosaicos, luego se lo ofreció a ella. Captó la luz e irradió reflejos brillantes de luz
desde su corazón.
-"Es inusual que seas tan torpe, mi amara27. Sobre todo en un día tan
importante. Hoy coronamos a nuestro nuevo Rey."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Como si sus palabras abrieran la puerta a sus otros sentidos, se dio cuenta de los
sonidos distantes de muchas, muchas personas gritando y llamándose en voz alta. No
con ira, sino con un tono de celebración. El olor a carne asada flotaba en el ambiente,
por lo que inesperadamente su estómago retumbó un poco.
-"Tenemos que hacer algo sobre tu hambre, amor, aunque sea otra hambre la
que yo esperaba satisfacer antes de debamos irnos."
Keely sintió sus mejillas calentarse, pero le sonrió, una persona dentro del
cuerpo de otra persona.
-"No hay tiempo. Tú coronas al nuevo Rey, mi amor. Como Sumo Sacerdote de
Poseidón, es tu deber y tu honor."
Se inclinó para presionar un beso en sus labios, y ella se quedó sin aliento en el
calor de fusión que se arremolinaba a través de su cuerpo.
-"Es mi alegría. Como será tu alegría, lo sé, al regalar este pequeño complemento
de la Estrella de Artemisa a su Reina. A pesar de que se dice que la propia Estrella
sanará la mente fracturada de un guerrero, esto tiene el poder para consolar a un
corazón herido."
-"Pero ¿porqué algo que sanará el corazón herido de un reino debe permanecer
enterrado bajo el mar?"
-"Ni siquiera Poseidón aventurará una opinión sobre eso. Las Siete Gemas del
Tridente fueron dispersadas a cada rincón de la Tierra antes del Cataclismo. Hasta que
sean devueltas a su entorno legítimo, la Atlántida no puede elevarse. La magia se
volverá contra sí misma y la cúpula será destruida."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Nunca debes hablar de esto, porque nadie más que el Rey y yo, y ahora tú,
conoce la verdad del Tridente. Si fuese ampliamente conocido, nuestro pueblo
perdería toda esperanza."
-"Nereus."
-"Nereus, mi amor, mi vida. Les deseo a todos ellos toda la felicidad que nosotros
hemos disfrutado."
Cuando el hombre la tomó en sus brazos, sus ojos negros comenzaron a brillar
con una llama azul-verdosa en los centros exactos de sus pupilas.
Keely levantó la cara para recibir su beso, y cuando cerró los ojos, el mundo se
arremolinó hasta negro.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Keely abrió los ojos para ver el rostro de Liam enmarcado por las placas de techo
en mal estado en su oficina. Impactada ante el pleno conocimiento de dónde... y
quien... había sido, miró fijamente los ojos oscuros del hombre que la había hecho
pasar a través por eso.
Con evidente reticencia, la bajó hasta que sus pies tocaron el suelo.
-"¿Estás bien?"
-"¿Tienes alguna idea de lo que me hace tocar objetos antiguos sin preparación?"
-"Nereus. Te ves como él."- Repitió con amargura. -"Lástima que no seas un
caballero como él."
El Atlante se echó hacia atrás como si lo hubiera golpeado, luego se inclinó hacia
ella.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Yo no... Bueno, té. En realidad, un poco de té caliente con mucha azúcar
ayudaría. George puede... "- Ella miró a su alrededor, recordando que George se había
ido. -"¿A dónde se fue?"
Hizo un gesto con una mano, y ella giró la cabeza para ver a George acostado en
el suelo detrás de su escritorio, desmayado, frío, su piel con un alarmante parecido al
blanco nuclear de su camisa.
-"Te lo juro por mi vida y por mi honor, pediremos ayuda para él en pocos
minutos."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Levantó la cabeza en un gesto arrogante que hizo sospechar que realmente tenía
un Alto Sacerdote en su línea de sangre.
-"Has sido elegida como uno de los cinco científicos humanos a quienes se les
permitirá entrar dentro de la Atlántida, mientras nos preparamos para hacer el
anuncio de nuestra existencia ante el mundo. ¿Realmente necesitas persuasión,
Doctora McDermott?"
Ella le miró fijamente durante un largo momento, sabiendo que no había manera
de que pudiera lograr derribarle.
No había duda de que existía. No después de esa visión. O por lo menos había
existido, hace miles de años. Las visiones de Keely nunca se habían equivocado, nunca.
Aún así, creer que eso estaba allí para ser encontrado hoy, significaba un salto en
ambos: la fe y la lógica. La primera no tenía la fuerza de la segunda; esta última le dijo
que se quedara y que acompañase a Liam hasta la puerta.
La indignación inundó a Keely, quemando los últimos restos del choque residual.
El doctor Lloyd siempre fue uno de los primeros en hacer comentarios
condescendientes sobre su 'intuición femenina'.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿Lloyd? ¡No podría excavar su salida de una bolsa de papel! Sus teorías
sobre..."
Su voz se apagó cuando sus labios se torcieron en una sonrisa que no pudo
reprimir por completo. Había estado jugando ella todo el tiempo.
-"En cuanto a tus asuntos personales, me darás una lista, y cualquier tarea que
necesites llevarse a cabo será manejada por uno de nuestros guardianes. Todo el
equipo que necesitas ya está preparado, y… ¿estoy asumiendo que esta bolsa en el
suelo contiene tus propias herramientas?"
-"¿Cómo hiciste...?"
-"Apuesto a que ella lo fue, una vez que consiguió una alabanza tuya."
Una sonrisa maliciosa cruzó por su rostro, y su semejanza con el Sumo Sacerdote
de su visión se hizo aún más fuerte.
-"Creo que el término que usó era 'Hottie total'.28 ¿Tal vez podrías explicarme
eso durante nuestro viaje?"
-"¿Perdón?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Sí. Deberías suplicar mi perdón."- Dijo, pero no había mucho picante en eso.
Mientras seguía a Liam por la puerta, Keely se preguntó en qué se había metido
exactamente, pero no pudo reprimir un escalofrío de emoción. La Atlántida. La había
visto por sí misma, y las visiones que tuvo, nunca, ninguna vez habían estado
equivocadas.
La aventura de toda una vida, y era toda suya. Ella casi se rió en voz alta,
imaginando las expresiones en las caras de los incontables loqueros que sus padres la
habían arrastrado a ver.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Ocho
Boston
Brennan levantó las manos, apuntando sus mortíferas estrellas ninja hacia un
grupo de seres humanos que se apiñaban, desnudos y temblorosos, en la esquina. El
movimiento quebró a Alexios de su estado de shock y le puso en movimiento, cruzó la
habitación para agarrar los hombros de Brennan, notando con el rabillo del ojo que
Christophe estaba cambiando de posición para proteger a los seres humanos.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Alexios soltó a su amigo y dio un paso atrás, aún desconfiando, con las manos
cayendo a las empuñaduras de sus dagas.
-"No exactamente."
-"Sí, le hiciste polvo. Que normalmente sería bueno, pero necesitábamos a éste
para decirnos lo que sabía sobre Justice. ¿En qué estabas pensando?"
-"Mirad, vosotros tres. No sé lo que pensáis que estáis haciendo, pero esto era
una fiesta privada, y yo voy a llamar..."
-"Oh, cállate, 'Tiny Dick'29."- espetó Christophe. -"Sólo un consejo, quizás sería
mejor mantener tus pantalones, en el futuro."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Hey, no es una mala idea. ¿Qué son, treinta idiotas menos que tendremos
proteger de sí mismos?"
-"Loco, si..."
-"Relájate. Sólo les puse a dormir un rato. Pero todos se despertaran con una
resaca miserable. Era lo menos que podía hacer."
-"¿Que pasó aquí? ¿Por qué estoy sangrando? ¿Yo verdaderamente degollé al
único vampiro que podría habernos ayudado a encontrar a Justice?"
-"Sí. Lo hiciste. Tenías algún tipo de crisis y fuiste como loco contra nosotros,
diciendo que los humanos deben morir. Y si no me equivoco, eso era una ración
gigante de emoción que aplastándote abajo."
Brennan levantó una ceja, pero no hubo ninguna otra evidencia de la más
mínima sorpresa estropeando la serena calma que había regresado a blanquear su
expresión.
Como uno, los tres guerreros se giraron para enfrentar la amenaza, señalando
armas apuntadas hacia la figura que se asomó hacia ellos desde detrás de un gran sofá
de cuero rojo. Una hembra humana, envuelta en nada más que una desgarrada tela de
gran longitud, se puso de pie y se quedó mirándolos desafiantemente.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
A pesar de su desorden, tenía una belleza irresistible que atrajo a Alexios, le dio
ganas de ayudarla, de alguna manera.
-"A menos que esté escuchando cosas, o que esté loca, sois de la Atlántida, y
odiáis a estos monstruos tanto como yo lo hago. Así que ¿qué tal si hacemos un trato?
Me ayudáis a conseguir la historia de mi vida, y yo os ayudaré a encontrar a vuestro
amigo."
-"Correcto. Desnuda y maltratada, en esta sala, y ¿esperas que creamos que eres
una especie de periodista? Eres tan enferma y retorcida como el resto de ellos."
-"Eso puede ser."- Dijo Alexios lentamente. -"Pero ¿por qué es que el único
humano todavía consciente?"
Brennan hizo un gruñido extraño y dio un paso adelante, pero Alexios disparó
una mano para agarrar su brazo. Brennan se detuvo en seco, pero nunca dejó de mirar
fijamente a la mujer.
Ella sacudió la cabeza, sus delgados dedos retorciéndose en la tela que sostenía
cerrada sobre sus pechos.
-"Está bien."- Dijo Christophe, mirando de reojo. -"¿Te he dicho que me gustan
enfermas y retorcidas? Definitivamente deberíamos conocernos el uno al otro alguna
vez."
Alexios maldijo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"A través de la magia."- dijo ella a Alexios, aunque nunca quitó sus ojos de
Brennan, quien se había retirado en una especie de estado de fuga mientras
permanecía de pie, con las manos apretadas en puños, mirándola como si quisiera
devorarla. -"Magia oscura. Conozco gente. Mira, vamos a encontrar mi ropa, y al
menos podemos hablar. Mi nombre es Tiernan Butler, y yo soy..."
Antes de que Alexios pudiera moverse Brennan destelló en la sala, una lluvia de
meteoritos en miniatura de un chorro de niebla brillando a través del aire a su paso.
Barrió la mujer en sus brazos y se volvió hacia Alexios y Christophe, mostrando los
dientes. Toda esa rabia y furia desnuda estaba una vez más en su rostro, luchando con
una emoción brillante y mortal, como una espada desenvainada.
Una emoción que Alexios no había visto ninguna vez sobre Brennan. Pero sin
duda había visto esa mirada de alguien más recientemente. Cuando el Príncipe Conlan
miraba a Riley, su futura novia. Posesión.
-"Genial. Excepcional. Así que ahora que tengo a varios humanos inconscientes y
sangrientos, a Justice posiblemente en el Vacío, y a Brennan perdiendo su diminuta
mente. ¡Bienvenido a mi pesadilla!"
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-¿Por qué los dos siempre van de la mano cuando se trata de mujeres?
-"Por tanto, esta tal Tiernan afirma conocer una manera de encontrar a Justice,
pero requiere de la magia negra."- concluyó Alexios. -"¿Qué te parece?"
Alaric cerró los ojos durante varios segundos y luego lentamente negó con la
cabeza.
-"Es la naturaleza de los Geas que estaba arrojados sobre él."- Dijo Alaric. -"Él fue
condenado a no revelar nunca la verdad a menos que luego matara a todo ser viviente
que lo escuchase de sus labios."
-"Pero él no mató a ninguno de los que lo escucharon durante la batalla final con
Calígula. Nunca pensé en preguntártelo, en todo este tiempo que hemos estado
buscándole. ¿Qué ocurre cuando se rompe un Geas?"
Los ojos de Alaric se oscurecieron, todo el sangrado verde salió de ellos hasta
que fueron nada más que puro negro.
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-"Esa es una respuesta que hasta yo tengo miedo de dar."- Respondió Alaric. -"Y
Poseidón no responde a mis preguntas sobre este asunto."
Un silencio frágil llenó la habitación por unos momentos, mientras el tiempo y las
terroríficas respuestas quedaron suspendidos entre ellos. Entonces Alaric sacudió la
cabeza y gesticuló a un espacio delante de la ventana rota, y una forma oval iridiscente
comenzó a formarse.
Con eso, Alaric dio un paso a través del portal, y Brennan, todavía congelado,
flotó atravesándolo detrás de él como si tirase de una correa de sujeción. Christophe
echó una última mirada alrededor de la habitación y se echó a reír.
Sin dejar de reír, saltó a través del portal, dejando a Alexios para levantar a
Tiernan en sus brazos y llevarla a través del mismo con él. Al entrar en la puerta mágica
a la Atlántida, bajó la mirada hacia su rostro pálido y magullado.
A medida que el portal se arremolinó cerrándose tras él, las palabras de Alexios...
palabras que sabían que era un sacrilegio... hicieron eco en la oscuridad.
-"¿Y los Dioses? Entre nosotros, no son siempre confiables del todo."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Nueve
El Vacío
-Usa todos tus sentidos.- repetía la olvidada voz de un pasado antiguo dentro de
la mente de Justice.
Hizo el inventario:
Oído... los gruñidos y gemidos se hacían más fuertes, más cercanos, más y más
ansiosos. El Oscuro Morador ganando en su objetivo.
-"Entonces, Justice, ¿vas a sentarte allí y pensar en ese monstruo, o vas a patear
su culo?"
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-"Durante mucho tiempo, enemigo mío. Tanto tiempo he esperado para darme
un festín de carne, y de sangre, y de miedo. Desafíame, te lo suplico. Desafíame, y tu
muerte tendrá un sabor mucho más dulce."- ralló aquella criatura con oxidadas sílabas.
-"Más tiempo que la conciencia, humano. Más tiempo que la realidad. No existe
nada más que la sangre."
Entonces, ella le había dejado un arma. Incluso con su espada, ante sus ojos él
era demasiado endeble para plantear un riesgo. Había demostrado que estaba
equivocada.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Justice rodó hacia atrás, moviendo su cuerpo para adaptarse a la espada, y ganó
sus pies en el espacio de unos instantes. Sosteniendo su espada en un agarre con las
dos manos, y delante de él con la punta hacia abajo, Justice cargó hacia adelante. La
fuerza bruta tendría que bastar; la oscuridad hizo innecesaria la elegancia.
Bramando agudos gritos que ardían como el ácido en los oídos de Justice, la
criatura cambió de táctica. Fétido aliento fue su única advertencia, Justice saltó hacia
atrás y lejos, solo un momento antes de que los dientes del monstruo chocaran
cerrándose.
La criatura gritó y dejó caer el palo. Protegiendo su cara, se encogió ante la luz, y
la vista de él retorció algo muy dentro de Justice. La criatura era humanoide, quizás
incluso hubiera sido humano, una vez, hace eones, antes que la oscuridad y la locura le
hubieran capturado. Su correosa forma retorcida, musculosa y abombada con bolsas
como de lapas-incrustadas. El borde del único ojo que Justice podía ver, estaba
mirando fijamente, blanco y ciego. La luz de la espada parecía quemarle, y gritó, y gritó
durante largos minutos hasta que sus salvajes gritos disminuyeron en sollozos.
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Justice no podía decidirse a ejecutarlo. Bajó la espada, que todavía brillaba con la
fuerza de la luna nueva, aunque en un lugar donde ninguna luna había brillado nunca.
-"Yo estaba a punto de morir por mis heridas, y ella me prometió la vida eterna.
No sabía que iba a ser condenado por toda la eternidad si aceptaba. Cuando... rechacé
su abrazo, temiendo por mi alma, me lanzó aquí, para convertirme en un monstruo
incluso peor que ella."
-"No he visto la luz ni una sola vez en ese tiempo. Sin embargo, ella no me dejará
morir. Sólo un arma empuñada por un campeón me liberará, por las palabras de su
maldición. Pero ningún campeón jamás se encontraría en el Vacío. Así que permanezco
aquí, durante más de dos milenios, como tú dijiste. Inmortal y sin encontrar nunca mi
descanso eterno."
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-"Tras estos miles de años después, Alejandro Magno sigue siendo reconocido
como uno de los más grandes líderes militares de todos los tiempos. Así que no eres
ninguna criatura, sino un verdadero guerrero. Soy Justice, de la Atlántida, Pharnatus.
Vamos a conquistar el Vacío juntos, en nombre de Alejandro y de la Atlántida."
-"El olor de tu sangre. Todavía tira de mí. Sólo tengo un recuerdo fantasma de ser
un hombre, pero siglos de existencia como un monstruo. Y si..."
Mandando. Sí. Eso regresaba a él. Él era Justice de la Atlántida, y tenía amigos.
Hermanos guerreros. Hogar. El dolor cortó su alma al recordar los Geas que había roto.
La verdad que finalmente había revelado. Familia. Tenía familia. Hermanos. Ven y
Conlan eran sus hermanos, y debía regresar a la Atlántida. Con su familia.
Sin embargo, otra memoria empañada volvió a él, rompiendo las cubiertas de su
mente mientras la luz de su espada rompía a través de la oscuridad del Vacío. Dejó
escapar fuera una carcajada, y cuando Pharnatus retrocedió alejándose de él, el brillo
de la espada resplandeció aún más fuerte.
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-"¡El bebé! Pharnatus, ¡voy a ser tío! Tenemos que encontrar una manera de salir
de aquí. Ahora."
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Capítulo Diez
La Atlántida
-Estaba en casa.
Los jardines habían sido una piedra de toque para él durante lo peor de la
tortura. Dejaba su cuerpo y se imaginaba caminando por los senderos de los jardines
del palacio, y nada de lo que le hicieron a su cuerpo podía llegar hasta él.
Alaric se puso de pie, su cara sombría y una mano extendida hacia Brennan, que
flotaba inmóvil junto a él. Christophe sonrió a los seis guardias del portal, que se
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-"Pueden retirarse."- Dijo Alaric, la voz tranquila, pero resonando con autoridad.
-"Lord Brennan ha sido temporalmente incapacitado..."
Alaric miró a lo lejos por un momento y luego hizo un ligero movimiento con los
hombros que podría haber sido un encogimiento de hombros.
Alexios retrocedió dos pasos rápidos, todavía con Tiernan, cuando Alaric movió
su mano en un pequeño semicírculo y dijo una palabra en voz baja. Los ojos de
Brennan se abrieron de golpe, y él también cayó en una postura de preparación a la
batalla, escaneando la zona como si hubiera algún peligro.
-"No sé a qué te refieres. Había muchas hembras humanas entre los Apóstatas.
¿Había una en particular que necesita nuestra ayuda?"
-"Sí, se podría decir eso, Brennan. Ésta en particular. La única que reclamaste
para ti y por la que amenazaste con matarnos. ¿Sonando cualquier campana?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ella tomó una respiración profunda, que hizo cosas interesantes contra las curvas
ocultas por la sabana, y luego volvió a hablar, más bien tranquilamente, considerando
la situación.
Alexios apresuradamente la bajó a sus pies, ella dio un paso vacilante y luego se
agachó, apoyando una mano en la hierba y agarrando la sabana hacia sus pechos con
la otra. Aspiró varias respiraciones profundas, temblando, pero al parecer logró calmar
su inestable estómago.
Alexios siguió su mirada y se dio cuenta de que estaba mirando hacia la cúpula
casi transparente y débilmente brillante que rodeaba la Atlántida. O más allá de ella,
hacia las corrientes profundas y oscuras del océano bajo las cuales descansaban las
Siete Islas.
-"Es una historia que todavía podrías no vivir para contarla..."- comenzó, antes
de ser interrumpido por un sonido gutural profundo, casi animal.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Se miraron y cada guerrero sacó sus armas, preparados para lo peor. Alexios
apretó sus manos en las empuñaduras de sus dagas. Siempre preparado para el peor
de los casos, incluso en una vida vivida a través de los siglos. Por desgracia, la medida
de lo peor sólo se estiraba y ampliada con los años.
-"Es una espada."- Dijo Alexios. -"Y mira. Mira la trenza balanceándose detrás de
él. ¡Es Justice! ¡Tiene que ser Justice!"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Está en el Vacío."- Dijo Tiernan. -"Vi morir a alguien dando esa información. Un
buen hombre, que no se merecía lo que hicieron con él."- Las lágrimas rodaban por su
rostro, pero ella no les hizo caso. -"Tu guerrero está en el Vacío, y si ese es él, es mejor
prepararse para algo seriamente malo."
-"Como él dice, hembra, no tenemos ninguna razón para confiar en ti. Cuando se
resuelva esta situación, aprenderemos más unos de otros. Hasta entonces, a menos
que tengas más información que pueda ayudarnos a sellar esta brecha, permanece en
silencio."
-"Mi nombre es Tiernan, no hembra."- Dijo ella, con desafío en su tono. Pero
después, murmurando algo que sonaba como -"Pulitzer, Pulitzer, Pulitzer."
-"Sólo una cosa más, y es probable que lo sepas, ya que pareces ser el gran jefe
por aquí. La única manera de entrar y salir del Vacío es con la magia de muerte, y no
estoy hablando de animales."- Dijo, añadiendo un hecho crucial a lo que Alaric les
había dicho antes. -"Una persona tiene que morir para que alguien se escape... una
vida por una vida. Así que a menos que tú o él planeéis sacrificar a alguien, ninguno de
los dos estará consiguiendo pasar a través de esa puerta de entrada."
Christophe levantó una de sus dagas y dio un paso hacia Tiernan, una peligrosa
sonrisa se extendía por su rostro.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Riendo, Christophe dio la vuelta para mirar a través de la entrada de nuevo. Las
figuras se habían acercado más, y casi podía divisar las características del hombre en
cabeza.
-"No puede ser Justice."- Dijo Alexios. -"Puedo reconocer a Justice mucho más
lejos que esto, simplemente por la forma en que camina. Nadie más avanza así, con
esa arrogancia innata, como si fuera el dueño del mundo. Este hombre puede lucir su
cabello en una trenza, pero ese caminar arrastrando los pies no puede pertenecer a
Lord Justice. "
-"Y sin embargo tú mismo caminaste así, justo de tal manera, cuando estabas
sanando de lo que Anubisa te hizo. Las lesiones casi mortales pueden acabar incluso
con la arrogancia más resuelta."
-"Bueno, ¿no se nos dice siempre que la solución más sencilla suele ser la
correcta?"- consiguió decir finalmente.
-"Occam33 puede tener un derecho previó sobre esa enseñanza, pero sí."-
Respondió Alaric. -"¿Tu punto?"
-"Mi punto es que ni siquiera hemos tratado de pasar por esto todavía. Tal vez es
tan simple como caminar directamente a través."
-"Seguro. Porque no hay posibilidad de que esto podría ser una trampa, ¿no?"-
Dijo Christophe, rodando los ojos. -"No hay posibilidad de que esto podría ser un juego
de 'freír-a-los-Atlantes' por parte de Anubisa."
-"La hembra... Tiernan... tiene razón. Si se trata de una vista sobre el Vacío, no se
puede entrar sin magia de muerte. No tengo ningún deseo de mi propia muerte para
convertirme en la plataforma para esa entrada, tocando a propósito una de las
construcciones de Anubisa."- Dijo Alaric.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Alexios se sintió tentado, a pesar del hecho de que nunca había sabido que el
Sacerdote estuviera equivocado. Justice, era más que amigo, más que hermano. Eran
los Guerreros de Poseidón, y ellos no dejaban un hombre detrás.
Antes de que Alaric pudiera detenerlo, Alexios puso una mano plana contra la
superficie ondulante de la ventana. Un enormemente poderoso pico de energía se
estrelló contra él, tirándolo hacia atrás casi una docena de pies. Mientras yacía en el
suelo, parpadeando, notó el humo antes de ver su origen.
Aturdido y sin palabras, con el aire estrellándose fuera de sus pulmones, Alexios
levantó esa misma mano que había tocado la barrera. Las terminaciones nerviosas
gritaban de dolor como si él sostuviera su mano dentro de los fuegos más calientes de
lo más profundo de los nueve infiernos. Sin embargo, el único daño residual era el
ennegrecimiento de las yemas de sus dedos y las uñas humeantes. Aún así, sin
embargo, el olor del humo se hizo más fuerte.
-"Loco."- Gruñó Alaric. -"¿Tengo que tratar contigo como si fueras el más bruto
de los guerreros desentrenados?"
El Sacerdote levantó una mano, y luego la cortó por el aire hacia Alexios, como si
lanzara un objeto. En su lugar, una corriente de agua helada se disparó por el aire y
golpeó a Alexios en la cara, empapando su cabeza. De un salto se encaramó fuera de la
tierra, escupiendo y limpiándose el agua fuera de su rostro.
-"Tu pelo estaba en llamas, hombre. Alaric probablemente no quería dejar una
cicatriz al otro lado de tu bonita cara, también."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Algún día irás demasiado lejos, Christophe."- Gruñó. -"Entonces seré yo quien
te enseñe una lección."
-"Um, no es por romper esta fiesta de testosterona fraternal, pero tu amigo está
cada vez más cerca. Si él sigue siendo tu amigo, después de pasar tiempo en el Vacío.
Y, ¿qué es exactamente esa cosa caminando detrás de él?"
Alexios corrió hacia el resplandor oscuro de aquella ventana y pudo ver que el
espacio se había hecho dolorosamente despejado en los últimos momentos.
Lord Justice era un héroe. Pero tal vez él era un héroe corrompido en un traidor.
No había manera de estar seguro, hasta que Alaric pudiera comprobarle.
Una expresión extraña, casi una mueca, cruzó la cara de Tiernan ante sus
palabras, pero ella se limitó a asentir.
Ven cortó una señal con la mano a Christopher y Alexis, dirigiéndolos para vigilar
a Tiernan, pero Ven por sí mismo apenas la miró, toda su atención se centraba en la
visión a través de la magia oscura de la ventana.
-"Verdad, recompensas, sí, lo que sea. Por ahora, ¿qué en los jodidos nueve
infiernos vamos a hacer?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Si tuviera cualquier opción, ya la habría presentado."- dijo Alaric, su voz tan
helada que Alexios se sorprendió de que Conlan no sufriera congelación.
-"Tal vez…"- ofreció Christophe -"…ya que Justice parece haber abierto la primera
ventana del Vacío en Atlántida, él puede tener algunas ideas sobre el asunto."
-"Bueno, tal vez tengamos suerte."- Añadió Christophe. -"Tal vez Justice trajo su
propio sacrificio junto con él."
Amenazado por ambos lados con un posible peligro, Alexios corrió a colocarse
delante de Tiernan, con las dagas desenvainadas. El Príncipe Conlan y sus guerreros
sacaron las armas y Alaric llamó a su poder, esperando en un halo de energía verde
plateado, mientras Justice se dibujaba cada vez más cerca por un lado del grupo, y dos
personas llegaban a través del portal de la Atlántida en el otro.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Once
Atlántida
Ella nunca había suspendido un examen, sin embargo, y de ninguna manera iba a
empezar ahora. ¿Qué haría Gertrude Bell34? No es que una de las más famosas
arqueólogas femeninas de todos los tiempos hubiera tenido que enfrentarse con la
Atlántida. Pero Lawrence de Arabia35 tenía que haber llegado muy cerca.
¿Más allá de eso? Maravilloso. Increíble, como Alicia con los pies en la
madriguera del conejo. Estaban de pie en una plataforma circular de mármol gastado
cerca del borde de la misma cúpula que había visto en su visión. Sólo veía azul
profundo más allá de la cúpula. Un toque de claustrofobia la estranguló por un
momento, su mente científica calculó la presión por centímetro cuadrado del agua que
debía estar presionando contra esa cúpula.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Liam sostenía ahora lo que parecían dagas antiguas en sus manos, aunque no
tenía ni idea de dónde habían venido. Ocultas en su ropa, probablemente. No es como
el portal hubiera sido equipado con un detector de metales. Fascinada, echó otro
vistazo a los puñales. Las volutas intrincadas en las empuñaduras fechadas desde
probablemente...
Después de Liam, debería haber estado preparada, pero ¿qué podía haberla
preparado para esto? Cinco hombres imponentes, cada uno de ellos más magnífico y
más amenazante que aquel a su lado. Además, el requisito de la damisela en apuros de
pie detrás de ellos.
-Sí, muchas mujeres se dirigen a dar una vuelta usando nada más que una
sábana. Un paseo a, no lo olvidemos, la Atlántida. ¿Ellos incluso tienen coches?
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Uno de los hombres dio un paso adelante. Él era tan alto como Liam, más de dos
metros, y tenía el mismo pelo negro de seda. Este hombre tenía un porte
inconfundible de mando, sin embargo, y también rasgos faciales aristocráticos. Un
general o líder de algún tipo. Claramente era tan hermoso y tan mortal como las armas
que llevaba y, aunque modestamente vestido con una camisa azul intenso y pantalón
negro, podría también haber llevado puesto una túnica de Rey o el uniforme de un
almirante.
-"Príncipe Conlan y Lord Venganza, tengo el honor de serviros como deseéis, por
supuesto. Sin embargo, debéis saber que la Doctora McDermott vió a Nereus en una
visión cuando tocó el zafiro..."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
El que Liam había llamado Lord Venganza se echó a reír, y su risa le cambió desde
prohibitivo guerrero a puro macho potente. Cada uno de ellos irradiaba magnetismo
sexual con tanta fuerza que Keely sentía que había aterrizado en algún tipo de fantasía
para mujeres que habían estado solas durante demasiado tiempo.
-"Sí, McHottie. Eres malo, definitivamente. "- Dijo Ven, cortando en sus alocadas
divagaciones mentales. -"Lástima que no tenemos tiempo para escuchar todo sobre
esto."- Él volvió la mirada hacia ella. -"Llámame Ven. ¿Puedo llamarte Keely? "
Ella asintió con la cabeza, suponiendo que estaba apuntando a la ligera turbidez
que podía ver a lo lejos por el camino bordeado de árboles a su derecha.
Liam se inclinó ante ella, con esa cortesía del viejo mundo todavía en su lugar a
pesar de la amenaza aparente.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Estoy a favor de salir de aquí."- Dijo ella -"Pero el tipo en el otro lado de ese
espejo parece dirigirse directamente a ti."
Keely se dio la vuelta para mirar hacia atrás en el espejo brillante, o ventana, o lo
que fuera, y se quedó sin aliento, dando un paso atrás. Debido a que aquel hombre
que podía ver a través del espejo (cubierto de tierra, sangre y aun peor), estaba
gruñendo como una especie de depredador salvaje. Su mente de científico catalogó los
detalles, incluso cuando retrocedió ante la visión de él: su larga trenza de pelo (con
costras de tierra) se balanceaba detrás de él mientras corría. La espada que sostenía
en posición de ataque brillaba con luz fría y acerada emitida desde unos símbolos en la
hoja. Él estaba ganando terreno, golpeando a través de un paisaje que no podría existir
en la realidad, y una criatura parecida a un 'ghoul' 38arrastraba los pies detrás de él.
Aunque ella no podía oírle (la barrera debía haber atrapado el sonido)
claramente estaba gritando. El extraño silencio proveniente de la visión contradecía la
evidencia que era fácil de ver: su boca estaba abierta, estaba mostrando los dientes, y
los cordones en su cuello estaban forzados tensos mientras gritaba en silencio. O, al
menos, silenciosamente para todos ellos en este lado de la barrera.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
El Vacío
Justice podía ver a Keely ahora. La visión de ella inflamó y abrumó el remanente
de cordura que la risa y la luz de su espada habían regresado brevemente a él. Algún
núcleo de la razón sabía que podría ser otro espejismo. Un falso oasis enviado por
Anubisa para atormentarlo.
Todos ellos de pie, de pie delante de Keely. De pie frente a la mujer que él sabía
que le pertenecía. Sacudió la cabeza, la negación y la rabia entrechocándose en el
campo de batalla de su mente.
Esta visión era diferente, en cualquier caso. Bastien no estaba allí, ni Denal, el
jovenzuelo. Brennan había desaparecido, también. Su semblante tranquilo había
estado en el primer plano de las falsas visiones que Anubisa le había enviado antes.
Brennan era un enigma para ella, uno que, riéndose, le había dicho a Justice que
planeaba resolver. Justice había jugado con eso, al principio. Fingió haber desertado a
su lado, proclamando odio violento por el régimen de su hermano. Todos esos años de
juego sujeto al Príncipe Conlan. Obligado a fingir que él no tenía también sangre real
fluyendo a través por venas que eran solamente la mitad Atlante. Obligado a negar a
su madre Nereida.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Pharnatus fue olvidado tras él. Anubisa fue olvidada. No había nada excepto
Keely, con su pelo rojo, ojos verdes y labios suaves y deliciosos. Gritó su nombre.
Ella le miró... directamente a los ojos... y se estremeció. Incluso tan lejos como
estaba de ella, vió su reacción, y por un instante la odió. La odió y sin embargo no lo
hizo; ella era suya. No importa lo que hiciera falta, él la reclamaría.
-Ella nos puede salvar.- alegó. -Ella podría salvarnos de nosotros mismos.
Pero el pacto de paz que hace mucho tiempo había sido fijado entre su mitad
Atlante y su mitad Nereida se había destrozado cuando rompió los Geas en esa
caverna húmeda debajo de las montañas.
Los dos lados de su naturaleza (ambos alfa, ambos dominantes) luchaban por el
control de su mente. Él sabía el alcance de sus poderes como Atlante, pero acababa de
entrar en el rango de sus poderes como un Nereida. Sería más fuerte de lo que había
sido nunca, o bien la cordura se destruiría en el suelo rocoso de la batalla que luchaba
por completo dentro de su mente.
Aún en marcha, sin dejar de gritar, captó y sostuvo su mirada esmeralda con la
suya. Ella tenía miedo, lo vió. Estaba aterrorizada, y una parte pequeña, casi extraña de
él, le reveló su miedo.
Pero ella no estaba retrocediendo. Ella no se echaba para atrás. No corrió, como
si se diera cuenta de que al hacerlo activaría su instinto de presa.
Tal vez ella pensó que sus compañeros guerreros podrían protegerla. Tal vez uno
de ellos ya la había reclamado. La idea de eso se estrelló contra él como una lanza en
el estómago, se tropezó y cayó sobre las rocas, con fuerza, sintiendo como se
desmenuzaba la piel en las manos y la cara.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Detrás de Justice, Pharnatus gritó de miedo, pero siguió corriendo, cada vez más
rápido, para alcanzarle. Justice se dio cuenta de esto en la periferia de su conciencia,
en alguna parte de sí mismo que no era viento, no era poder, no era rabia.
Corrió, con la sangre caliente goteando en sus ojos desde los cortes en su frente.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Doce
El corazón de Keely tronó al ritmo del martilleo de los pies del demente que
seguía corriendo hacia ella a través de un paisaje retorcido que parecía proceder de
una novela gráfica barata. Él estaba ganando terreno, y venía por ella. Estaba en sus
ojos, girando en la locura de colores que no podrían existir. Azul, verde y plata, como
un caleidoscopio en sus ojos hasta que se sintió mareada... casi hipnotizada... y tuvo
que apartar la mirada.
Aún así, a pesar de la locura que retorcía sus rasgos, había algo. Algo tan
familiar...
Uno de los guerreros... Venganza... se volvió y gritó algo hacia ella, y Keely dio un
paso atrás en sus talones, sólo para darse cuenta de que no le estaba gritando a ella en
absoluto. Una mujer rubia menuda y curvilínea, vestida con pantalones vaqueros y una
sencilla camiseta, estaba corriendo detrás de ella. Venganza saltó hacia la mujer, con
un ceño verdaderamente aterrador en su rostro.
-"No es un buen momento, Erin."- Gruñó. -"Te quiero con seguridad de vuelta en
el palacio. Ahora. Puedes llevar a estas dos mujeres contigo."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Alaric mandó decir que él me puede necesitar."- Dijo. -"Y ¿desde cuándo toda
esa rutina tuya de He-Man39 jamás ha funcionado conmigo, de todas formas?"
Venganza volvió el peso de su ira hacia los hombres que rodeaban el portal
distorsionado.
-"Alaric, ¡por los nueve infiernos!, ¿qué estás haciendo involucrando a Erin en
esto?"
El hombre que se volvió hacia ellos y respondió era uno de los hombres más
atemorizantes que Keely había visto en su vida. Era sin duda todo un hombre... y,
como los demás, tenía el mismo magnetismo sexual de macho alfa. La fuerza de su
encanto casi se disparó por las nubes, de hecho. Pero éste era diferente.
Donde Conlan había dado la impresión de regia orden, y Ven era todo guerrero
rudo y listo, algo en los espeluznantes ojos verdes resplandecientes de éste y las duras
líneas de su rostro hablaban de hechos oscuros susurrados en callejones sombreados.
Éste podría derramar sangre antes de que siquiera supieras que habías sido cortado, y
podría disfrutar haciéndolo.
-"Si queremos tener alguna posibilidad de salvar a Justice del Vacío, se sitúa con
Erin y su dominio de la Wilding.40"
-"¿De verdad crees que puede funcionar? Cada vez que trata de canalizar la
Wilding en la Atlántida, los resultados son, cuando menos, inesperados. No me
gustaría que ella lograra sacar nada más que su cadáver de cabello azul a través de
eso."
El humor desapareció del rostro de Erin como si una mano invisible hubiera
restregado fuera.
-"No te burles de mí, Ven. Si puedo hacer algo... cualquier cosa... para traer a tu
hermano a casa, después de lo que hizo por mí... por nosotros... lo haré."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Estaba gritando algo, gritando y gritando, pero no podía oír lo que decía. El
espejo estaba en silencio. Pero de alguna manera, de repente, se dio cuenta de lo que
era. Ella sabía quién era.
Azul. Cabello. Era él. Era el guerrero de sus visiones. Cerró los ojos mientras su
mano involuntariamente se elevó a captar la talla de madera que llevaba como un
talismán. No podía ser. El pez era probablemente de más de dos siglos de antigüedad.
Era imposible.
El terror emocionó a través de ella con tanta intensidad que se sintió debilitada
por ello, y un extraño letargo se extendió por sus miembros. Siempre analítica, su
mente estudió su reacción como si estuviera a distancia. ¿Era así como la presa
reaccionaba a la vista del depredador tironeando hacia abajo sobre ella, con las garras
desenvainadas y mostrando los colmillos?
-"Decide ahora."- Espetó. -"No tenemos tiempo para esto, Ven. Si Erin no puede
canalizar la magia Wilding para intentar abrir esta puerta de entrada, la única otra
forma es a través de la magia de muerte. Y si se trata de eso, me comprometo por
nuestro hermano. Él salvó a mi esposa y mi hijo... no puedo hacer menos."
-"Y… ¿has olvidado el bebé en camino? Si alguien muere aquí, seré yo. Él es mi
hermano, también, y se sacrificó a la Diosa vampiro por mí."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ellos dos (dos de los hombres de aspecto más mortífero que había visto nunca, a
pesar de que parecían ser bastante comunes aquí abajo) se enfrentaron mirándose,
dispuestos a luchar por el derecho a ser la persona que muriese. Eran tan parecidos
que casi podrían ser gemelos.
Exactamente la misma furia oscura chocando en dos pares casi idénticos de ojos.
El mismo endurecimiento exacto de dos mandíbulas idénticamente cinceladas. El
mismo tensado exacto de brazos y hombros musculosos, como dispuestos a saltar el
uno contra el otro.
-"Ya basta, idiotas."- gritó Erin, corriendo junto a Keely. -"¿De qué sirve hacer
esto para cualquiera de nosotros, especialmente para Justice? Tenemos que solucionar
esto. Nadie muere hoy."
Keely sintió una oleada de mareo amenazando con derribarla desde sus pies. En
el espacio de una hora, ella había desaparecido de su agradable, tranquila y sosa
oficina en el estado de Ohio hasta un lugar donde gente loca estaban luchando sobre
quién tiene que quitarse la vida para rescatar a gente aun más loca, que estaba
corriendo a través de un lugar que podría posiblemente no existir, a causa de una
Diosa vampiro que tampoco podía existir.
-"Por supuesto, estoy parada en la Atlántida."- dijo en voz alta, mirando hacia la
cúpula sobre su cabeza. -"O eso, o estoy teniendo algún tipo de crisis psicótica."
-"Está bien. Afecta de esta manera a todos nosotros, los pobres humanos, en un
primer momento."
Entonces, con sus acciones contradiciendo totalmente sus palabras sobre ser una
pobre humana, Erin levantó los brazos en el aire, echó la cabeza hacia atrás, y comenzó
a cantar. La canción era sin palabras, con una melodía tan estratificada de oscuridad y
de poder que parecía que no podía venir de una voz humana.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ella quería morir. Ella merecía morir. ¿Por qué estaban todos aún conteniendo el
aliento? Se sorprendió apretando los puños llenos de una hierba que se había
sombreado desde el vibrante verde al más aburrido gris, como los colores de su
lamentable, patético mundo.
Una voz áspera cortó través de la niebla que se apoderó de su alma con garras
codiciosas.
Luz azul plateada rodeada a ambos, pero cuando él se alejó, Keely se dio cuenta
de que la luz había surgido solamente de Erin. De algún modo, Erin había cantado la
desesperación volviéndola realidad.
Keely tropezó con sus pies desde donde había aterrizado de rodillas. Miró a su
alrededor y vió que los refuerzos habían llegado. Otra docena de guerreros, aunque
todos habían caído al suelo también.
Cuando empezó a retroceder hacia el portal, se dio cuenta de que uno de los
guerreros recién llegados, con una mirada de dura determinación en su rostro, estaba
recostado sobre su lanza. El extremo era puntiagudo. Y él estaba presionándola contra
su pecho. Ella gritó y comenzó a correr, sabiendo que no podría llegar a tiempo.
Sorprendido, el guerrero la miró. En ese instante, uno de los otros golpeó la lanza
fuera de sus manos. Keely estaba corriendo demasiado rápido para detenerse, sin
embargo. Se deslizó directa contra ambos, golpeando sobre ambos. Mientras yacía allí,
tumbada de espaldas con el viento que pasaba sobre ella, se echó a reír. Una vez que
empezó, no podía parar.
Dos caras entraron en su campo de visión, mirándola. Los dos guerreros que
parecían gratamente sorprendidos con su 'no-tan-agraciado' acercamiento. Se miraron
preocupados, lo que la hizo reír más fuerte.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Esto debe ser un ataque de nervios. He estado trabajando muy duro durante
mucho tiempo, y por eso mi cerebro está simplemente tomándose unas pequeñas
vacaciones. Esto es una fantasía, por eso estoy rodeada de magia, y vampiros, y
hombres magníficos, ¡oh, Dios mío!"- Logró decir, en medio de jadeantes respiraciones
casi dolorosas.
Uno de los hombres sonrió, pero el otro... el que había estado a punto de hacer
'kebab' 41 consigo mismo... permaneció solemne.
-"No sé por qué la música me afectó tanto, mi señora."- le dijo. -"Pero estoy
eternamente en deuda contigo por salvarme de mis propias acciones."
-"Nunca he oído un sonido como ese que viene de Justice."- Dijo Venganza. -
"Cualquiera cosa que Anubisa hiciera con él..."
-"Es la hora de la fiesta. Aquí está la esperanza de que esté al menos un poco
cuerdo, o que le puedas detener antes de que él se lastime, Alaric."
De cerca, era aún más aterrador. Bajo la sangre, la suciedad y el pelo enredado,
vió que se asemejaba a sus hermanos, a excepción del pelo azul. Bajo toda esa mugre,
ella sabía que era azul. Sabía que era hermoso. Había visto su cabello limpio y brillante
muchas veces, a lo largo de los años, mientras él se inclinaba en la tarea de tallar su
pequeño pez.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
La conexión fue tan intensa que ella tropezó, olvidando cómo respirar. Todo su
cuerpo se tensó hacia él, intentando saber lo que pudiera decir o hacer.
Él imitó su silencio, sin decir nada durante casi un minuto completo o aun más
tiempo. Conlan miró a Keely, luego se volvió hacia su hermano.
La mirada de Justice parpadeó hacia Conlan, pero no dio otra señal de que
hubiera escuchado o entendido las palabras antes de que su mirada se clavara en
Keely de nuevo. Después de otro soplo de silencio, en el que nadie parecía saber qué
hacer ni qué decir, él habló, con voz áspera, ronca.
Sus palabras eran una exigencia, no una pregunta. Se encontró asintiendo, como
obligada a responder.
Él sonrió con una sonrisa lenta y peligrosa, y la blancura de sus dientes fue casi
chocante en la oscuridad de su rostro.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Trece
Por ese único, momento congelado, su lado Atlante luchó contra la necesidad
imperiosa, la demanda dura y amarga hambre que se derramó de su mitad Nereida.
Pero su lado Nereida había sido negado durante mucho tiempo.
Dio un paso adelante para cruzar la puerta de entrada, pero en el primer toque
de su mano contra la superficie vidriosa, una carga eléctrica feroz lo derribó atrás una
media docena de pasos. Detrás de él, Pharnatus, la pobre criatura que casi había
olvidado, se tambaleó hasta detenerse.
-"No entiendo lo que está pasando aquí, mi Lord. Pero cualquier entrada desde
el Vacío está cerrada y protegida por la magia de muerte. Como la Diosa vampiro las
creó, así deben ser traspasadas. Sin un sacrificio de sangre, no puedes unirte a tus
compañeros, ni ellos a ti."
-"La poca vista que me queda proclama que estás cerca de tomar mi vida."- Dijo,
con no poca dignidad. -"Por lo menos déjame decir mis últimas palabras a los Dioses
de mi padre antes de hacerlo."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Antes de que Justice pudiera negarlo, casi antes de que pudiera verificar el
impulso de atacar, la criatura deforme que una vez había sido un hombre inclinó la
cabeza y se arrodilló sobre una rodilla. Él comenzó a murmurar una sencilla letanía de
oración y Justice se sorprendió al oír que era una oración de gratitud.
-Agradecimiento.
El griego de Justice era casi ininteligible cuando gruñó eso con los dientes
apretados, pero el hombre que tenía delante pareció entenderle.
-"Tal vez habrías tenido razón, una vez."- murmuró Pharnatus con los labios
agrietados y torcidos. -"Tal vez hubiera muerto con la venganza en mi lengua y el odio
en mi corazón, entonces. Pero viniste, y trajiste la luz a través de tu espada sagrada. La
luz brilló sobre mi cara de nuevo, por última vez, después de dos milenios de
oscuridad. ¿Cómo no voy a estar agradecido? ¿Cómo no voy a creer en mis Dioses?
Para mí tú eres su mensajero, y ahora, con tu brillante espada, me vas a entregar a
ellos."
-"No soy el mensajero de ningún Dios, pobre loco engañado. No soy más que el
bastardo abandonado de un Rey hipócrita y la pesadilla no deseada del Dios del mar.
Incluso mi propia madre me abandonó. Así que no me hables de Dioses y mensajeros.
No te voy a matar. Aunque mi nombre es Justice, no soy un repartidor de ella."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Antes de que Justice pudiera reaccionar, Conlan levantó una daga hasta su
propia garganta y apretó la hoja en su carne. La reacción de Ven fue mucho más
rápida, sin embargo, cuando él gruñó una advertencia y golpeó la cuchilla de Conlan
fuera de su mano.
Con eso, Ven se retorció, ya que estaba bajo el brazo de Conlan, y forzó la mano
de Conlan hasta alzar la daga, todavía apretada en el puño de Conlan, cortando ahora
en la garganta de Ven. Una línea de sangre vívidamente escarlata manaba de debajo
de la hoja, hipnotizando a Justice con su vibrante color.
Vitalidad. Vida. Las vidas que sus dos hermanos estaban dispuestos a sacrificar
por él. La realización lo noqueó del extraño trance causado por la visión de la sangre
goteando.
-"¡No!"- gritó de nuevo. -"No voy a aceptarlo. Voy a regresar al Vacío, así que
cualquier sacrificio que hagáis sería en vano. Bajad la hoja, y no continuéis con este
curso de estupidez."
-"Sois tan tontos, ambos. Casi me avergüenza llamaros hermanos míos. Dejad
fuera esta locura ahora. Con mucho gusto regreso al Vacío para escapar de vuestras
sensibleras tendencias de sacrificio."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Acuérdate de mí, mi señora. Eso es todo lo que pido de ti por ésta o cualquier
vida. Acuérdate de mí, aunque nunca me conocieras, porque yo siento que te he
conocido por toda la eternidad y tuve hambre por ti durante más tiempo, todavía."
Con eso, se volvió para alejarse, luchando contra todos los instintos que poseía.
Su mente y su corazón y su alma le gritaban que no podía dejarla. Y sin embargo, su
honor sabía que no podía permitir que sus hermanos hicieran aquel sacrificio supremo
por él.
En ese momento, Pharnatus jadeó y levantó la cabeza para mirar con terror y los
ojos desorbitados a algo sobre el hombro de Justice. Justice se dio la vuelta para ver
qué nueva amenaza había llegado, pero antes incluso de que hubiera empezado a girar
su cuerpo hacia el portal maldito de Anubisa, un peso repentino y ominoso se empujó
hacia él.
Por reflejo, dobló las rodillas para atrapar a Pharnatus cuando el hombre cayó en
sus brazos. Pero, mirando hacia abajo, Justice comprendió que su espada estaba
enterrada hasta la empuñadura en el abdomen de Pharnatus, y echó la cabeza hacia
atrás y aulló su desesperación al palpitante cielo rojo.
-"Para los Dioses que están escuchando, sabed esto."- Dijo el griego,
esforzándose para dar forma a cada palabra, su rostro contorsionado en una brillante
combinación de agonía y de júbilo. -"Hago esto por mi propia voluntad, y mi sacrificio
debe poder liberar a Lord Justice de su prisión."
-"¡No! ¡No por mí! ¡Nunca por mí! Yo no merezco tu sacrificio."- Gritó, sus
propias lágrimas le corrían por la cara. -"No puedes hacer esto."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Con eso, una inmensa alegría inundó el rostro del griego, y levantó sus brazos
como si viera algún heraldo invisible.
-"Su sacrificio ha abierto el camino, pero sólo un ser vivo puede pasar. No puedo
ir a ti, Justice. Tienes que caminar a través, hacia nosotros."
-"No voy a dejarle."- dijo Justice con voz áspera. -"No le merezco, y no le voy a
dejar."
-"Puedes traer su cuerpo."- Dijo Alaric. -"Él ya no está vivo, y por lo tanto no está
sujeto a las restricciones del Vacío. Pero ven ahora, antes que se cierre la puerta."
-"Negra para que coincida con mi alma, tan indigna de su sacrificio."- Dijo con
amargura.
A través de los hábitos nacidos de los siglos, sin embargo, la limpió con la manga
y la envainó en su espalda en lugar de lanzarla hacia fuera a los desechos de las tierras
del Vacío.
-"Ahora, debes darte prisa."- instó Alaric. -"No sabemos por cuánto tiempo
permanecerá abierta la puerta."
No había nada más dudas con eso. Si permanecía en el Vacío, eso haría inútil el
sacrificio de Pharnatus. Él no podía... no se permitiría hacer eso. Recogió al hombre
caído entre sus brazos y se levantó. Luego, en un solo salto, pasó por las puertas del
Vacío y entró en la Atlántida.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Mientras cruzaba en el aire de su tierra natal, la frágil paz entre sus dos
naturalezas se hizo añicos. La mitad Nereida de su alma gritó su desafío, y su lado
Atlante inclinó su cabeza en vergüenza por que el hombre caído se hubiera sacrificado
para un ser tan despreciable como él mismo. Su cráneo latía con la rabiosa furia de la
batalla de su psique dividida por el control.
-Pero ¿qué importa sentir más dolor después de tanto tiempo de nada más?
-"Quisiera pedirte que honres a este hombre con los antiguos ritos funerarios. Él
era un soldado de infantería griega en el ejército de Alejandro y sobrevivió dos
milenios en el Vacío."
Justice echó la cabeza hacia atrás y gritó una dura carcajada que no tenía humor.
Detrás de él, Ven y Conlan se acercaron más. Como si fueran uno, pusieron sus
brazos alrededor de él en un abrazo feroz. En ese instante, eran finalmente más que
camaradas o compañeros guerreros. Eran hermanos... familia. Por un instante, Justice
se permitió experimentar lo que otros habían conocido. La calidez de pertenencia.
Pero luego los apartó.
-"No creo que me incluyáis en vuestro linaje real a través de un simple accidente
de nacimiento."- Se burló. -"Somos hermanos sólo de nombre, y no podría serlo de
otra manera. No busco nada mas ahora, excepto liberarme de la carga del sacrificio no
deseado de este pobre hombre."
Un ruido suave captó su atención, el sonido de una negación hecha sin palabras.
Era ella. Era Keely. El dolor casi se había llevado la conciencia de su presencia. Miró
hacia arriba y directamente a aquellos ojos más verdes que las esmeraldas y más
profundos que las corrientes oceánicas que les rodeaban. Ella estaba agarrando una
mano a su garganta y la piel caliente y sedosa de su cuello le fascinó. Quería abrazarla,
para enterrar la cara en la curva donde su cuello donde se encontraba con su hombro y
nunca dejarla ir.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"No hagas eso."- le dijo, con una voz ronca que sintió como un canto de calor y
fuego por su espina dorsal. -"No menosprecies su regalo para ti. En toda la historia, no
hay honor más grande que el auto-sacrificio, y este pobre hombre dio su vida por ti."
Se quedó helado, las dos mitades de su alma atrapadas por el dolor en su voz.
Cada fibra de su ser anhelaba ir hacia ella, desesperado por conocerla. Desesperado
por abrazarla. Desesperado por tenerla. Él nunca, nunca sería digno de ella. Pero
pasaría su tiempo intentándolo.
-"¿Tú deseas que le honre? Tus deseos son mis órdenes, señora. "- Gruñó.
Luego supo que estaba perdiendo todo su control... sólo era capaz de centrarse
en ella. De tomar posesión de ella.
Con esas palabras, y nada más allá de algún vago conocimiento de un poder de
Nereida que nunca había ejercido, saltó hacia Keely, la cogió en sus brazos, y deseó
que ambos estuvieran en otra parte. Sólo ellos dos. Su voluntad les llevó a un santuario
que no había visitado en más de dos siglos.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo catorce
De pronto, el vórtice desapareció y ella cayó sobre sus pies, fuerte, en un suelo
de piedra. Sólo la fuerza y el equilibrio de Justice le impidieron caer. Ella esperó, con
los ojos bien cerrados, respiraciones rápidas y poco profundas, hasta que pudo confiar
en sí misma para hablar o moverse sin peligro de perder el contenido de su turbulento
estómago.
Los brazos alrededor de ella apretaron, presionándola más cerca entre sus
brazos, y el miedo anuló sus náuseas. Sus ojos se abrieron de golpe y ella empujó
contra su pecho con toda la fuerza que pudo reunir. Podría muy bien haberse ahorrado
el esfuerzo, dado el efecto que había hecho en él. Fue como empujar contra las rocas
en un derrumbe; la misma sensación de enorme peso inamovible.
-"Déjame ir."- le espetó con los dientes apretados, mirando con determinación a
su pecho.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Aunque ella era de altura por encima del promedio para una mujer (con un
metro setenta y siete), él era considerablemente más alto, por lo menos un metro
noventa y cinco, probablemente. De algún modo supo que no deseaba mirarle a los
ojos. No ahora. No cuando aún tenía la atrapada en sus brazos.
Su mente tartamudeó sobre su extraño uso del plural, pero antes de que pudiera
encontrar una respuesta, sus brazos se aflojaron y, a pesar de sus palabras en sentido
contrario, él la soltó. Inmediatamente se tambaleó hacia atrás y lejos de él, negándose
a mirar hacia su propia camisa y pantalón, ahora también manchadas con la sangre de
su cuerpo.
El oscuro espacio era enorme, con el techo tan alto por encima que no podía
verlo. El suelo era un mosaico de intrincado patrón que le recordaba a la sala que
había visto en su visión de Nereus. El tenue, aunque no desagradable, olor de
minerales flotaba en el aire ligeramente húmedo. Le recordaba a las aguas termales en
California.
-"¿Dónde estamos?"
Empezaría con las preguntas sencillas, ya que no estaba del todo segura de
cuanta cordura tenía en realidad aquel hombre salvaje que la había secuestrado.
Simplemente porque él era el hombre de su visión (o su gemelo malvado) no
significaba que estuviera a salvo con él.
¿Tal vez este hombre, Justice, era algún descendiente del guerrero de su visión?
Tal vez.
-"Una profunda caverna bajo el Templo de las Nereidas."- Dijo. -"Apropiado, ¿no
es así?, ya que nuestra mitad Nereida finalmente ha asumido el dominio sobre
nosotros."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Quizás no sea la mejor idea, confrontar de frente su psicosis, pero ella era
arqueóloga, no psiquiatra. Después de toda una infancia pasada siendo arrastrada de
un psiquiatra con otro, estaba especialmente cualificada para reconocer la diferencia.
A pesar de que estaba plantado de pie, erguido y alto ante ella, daba la
impresión de ser un depredador agazapado para saltar. Lo que la llevó de vuelta a la
incómoda sensación de ser su presa.
Los trapos que llevaba parecían ser los restos de una simple camisa y los
pantalones, o bien habían visto batallas o de lo contrario pasaron a través de una
trituradora. Su pecho musculoso era claramente visible debajo de la tela hecha jirones,
aunque ambos estaban rayados de sangre y suciedad. Su estómago se volteó
amenazadoramente y rápidamente apartó la vista de la sangre.
Ella era dura; siempre había tenido que ser dura. Pero en este momento su
equilibrio no era feliz con nada sobre su situación. No querer mirar la sangre de aquel
pobre hombre no la hacía ser cobarde.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Había visto estatuas romanas que habrían sufrido en comparación. Y sus ojos
eran de color negro o de un azul tan oscuro que la luz no los tocaba en absoluto. Sus
labios se curvaron en la mera sugerencia de una sonrisa burlona, y se dio cuenta de
que había estado mirándole fijamente, como una colegiala deslumbrada, durante más
tiempo de lo que quería admitir. O como alguien temiendo por su vida.
-"No suenas loco."- Espetó, luego gimió. -"Lo siento. De veras. No estoy tratando
de antagonizar o alterarte de ninguna manera."- Dijo, tratando de tener un tono
tranquilo y nivelado, incluso mientras retrocedía unos pasos más. -"Aunque, tienes que
admitir que debes darme algunas explicaciones. Pero empecemos con cómo hemos
llegado hasta aquí y cómo podemos salir, ¿de acuerdo? Entonces podemos pasar a
cuestiones más complejas, como la forma en que me conoces."
Él hizo un gesto con la mano, y una hilera de faroles que rodeaban la caverna se
iluminó con suave y brillante luz azul-verdosa. Ella abrió la boca un poco, no por el
truco de magia con las luces, sino por la vasta extensión del espacio que reveló,
incluyendo un gran estanque de agua que debía ser el manantial de agua mineral que
había olido antes. Girando lentamente en un círculo, estudió la caverna y las brillantes
piedras preciosas insertadas en las paredes todo el camino alrededor de ellos, la
curiosidad científica casi superando su miedo muy racional por lo que podría estar
planeando hacer con ella. O contra ella.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿Es una especie de geoda42?"- Murmuró eso para sí misma, pero él respondió.
-"¿Qué? ¿Por qué? ¿Por qué me imaginaste? Y, ¿por qué estamos aquí?, y ¿quién
demonios eres tú? He oído que el Príncipe y su hermano (¿otro Príncipe?) decían que
eras su hermano perdido hace mucho tiempo. Entonces ¿por qué no estás en una gran
reunión familiar real en este momento? ¿Lo del hijo pródigo y todo eso?"
-"Ya has oído mucho. ¿Cuánto tiempo has estado en la Atlántida? ¿Suficiente
tiempo para que uno de ellos te reclamara?"
-"Parece que somos incapaces de pensar con claridad a tu alrededor, Keely. Tal
vez podrías descansar mientras nos bañamos, para que podamos continuar esta
discusión cuando no apestemos a la sangre del sacrificio de Pharnatus."
-"¿Descanso? ¿Descansar?"
Oyó levantarse su voz cerca de ser un grito, pero parecía no poder evitarlo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿Me estás tomando el pelo? Acabas de escapar de algún lugar que no puede
existir, un pobre hombre se quitó la vida en tus brazos con tu espada, me
secuestraron, me estás hablando de ti mismo en plural de nuevo, algo sobre una
reclamación y tus más viles impulsos, y… ¿quieres que tome una siesta?"
Apretó los puños y buscó salvajemente alrededor algo que podría usar para
defenderse, de manera irritante fue consciente de que era la segunda vez en un día
que había tenido que hacer lo mismo.
-"Si alguna vez salgo de esto, me voy a comprar una navaja."- Espetó ella. -"O tal
vez un Taser. O una pistola. No hay ninguna siesta. No hay reposo. No, sólo tu
sacándome de aquí."
Él levantó la espada envainada sobre su cabeza, y ella pensó que estaba acabada.
Su madre siempre le había advertido que su boca le conseguiría muchos problemas.
Él parpadeó.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Fue su turno de parpadear, porque eso había casi sonado como admiración en su
voz.
-"Pero..."
-"No"- dijo, interrumpiéndola. -"No hay una regla contra el contacto con la
realeza, aunque no reclamo ningún tipo de herencia para mí. Medio hermano o no; yo
solo era el bastardo no deseado y forzoso de un Rey cautivo. Es más bien que no podía
creer que te ofrecieras para ayudarme cuando yo te he tratado muy pobremente."
-"Me honras, Keely, y voy a explicarte tanto como pueda. Pero primero tengo
que bañarme y descansar. Necesitas descansar, también."
Pero mientras miraba hacia sus ojos, se olvidó de lo que había estado pensando.
Llamas azules verdosas danzaban profundamente en los centros de sus pupilas negras,
y ella, fascinada, levantó una mano para tocar su rostro.
-Por supuesto que necesito descansar. Estoy muy cansada, ¿no? Muy cansada.
Mientras miraba a sus ojos, la voz se desvaneció. Muy bien. Ella estaba muy, muy
somnolienta. Sus párpados se cerraron, y sintió que sus rodillas cedían bajo ella. Él la
cogió mientras caía.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Ningún otro te sostendrá jamás, Keely."- Dijo, y luego sintió sus labios tocar
ligeramente la frente. -"Eres mía."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Quince
Finalmente había admitido ante él, sólo el día anterior, que era infeliz. Su boda
se había aplazado una y otra vez cuando se intensificó la batalla para proteger a los
humanos de la superficie. Luego, por supuesto, cuando Justice había desaparecido,
todos los pensamientos de la planificación de una celebración habían quedado en
suspenso indefinido.
-"Sobre mi cadáver."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Así que, incluso si la boda real oficial, que por la tradición y la ley tenía que seguir
o acompañar a la coronación, debía necesariamente ser pospuesta una vez más, habría
una boda. Pronto. Ya sea que encontraran a Justice y a la Doctora McDermott o no.
Cuando el último de los rezagados llegó, Conlan levantó una mano para pedir
silencio y luego se dirigió a los sirvientes de más alto rango que estaban circulando por
la sala ofreciendo refrescos.
Era una petición implícita de que les dieran privacidad, y Neela lo comprendió al
instante. Ella había estado con su familia desde hace décadas y, por desgracia, conocía
bien los requisitos de planificación en tiempo de guerra. Con lo que pareció nada más
que un gesto de la cabeza, reunió a su personal y todos se habían ido en el espacio de
unos pocos minutos, cerrando detrás de ellos las enormes puertas de madera con
incrustaciones de cobre y oricalco. El brillante metal Atlante trenzado con el cobre
para formar intrincados diseños en las puertas. Símbolos de bienvenida o de
advertencia, nunca había estado exactamente seguro de cuál.
Conlan tomó un largo trago de café caliente y luego puso la taza sobre una mesa.
-"Buenos días a todos. Gracias, por reuniros conmigo a una hora tan temprana.
Todos conocemos la situación, por lo que no voy a perder el tiempo con el resumen.
Tenemos tres objetivos: En primer lugar, tenemos que encontrar a Justice y la Doctora
McDermott. En segundo lugar, Alaric deberá determinar si Justice ha sido
comprometido por su tiempo en el Vacío. Y, en tercer lugar, vamos a pasar a la
ofensiva."
-"Ya era maldita hora."- gritó Ven desde un punto al otro lado de la sala, de pie
junto a la silla de Erin. -"Jugar una partida repetida frente a los Apóstatas de Anubisa
no nos ha ganado nada más que dolor, dolor y más dolor. Si ella le hizo daño…"
Estaba solo, como siempre; separado y aparte del resto de ellos. Tal vez
solamente Conlan sabía el alcance de esa soledad... Conlan había estado allí con Alaric,
cuando el Sacerdote se dio cuenta por primera vez del alcance total de sus
sentimientos por Quinn.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Tenemos que trabajar más de cerca con los rebeldes humanos y forjar un plan
integral."- Continuó Alaric -"Los días y los siglos de actuar como fuerza de choque han
quedado atrás. Si Quinn... si Jack y Quinn están en condiciones de reunirse con
nosotros, debemos hacer ese encuentro más temprano que tarde. Pero nuestra
primera prioridad debe ser Justice, por supuesto."
Riley rodó los ojos ante él, y luego encajó una pequeña almohada detrás de su
espalda y miró alrededor de la habitación.
-"No hay nada... nada... más importante que encontrar a Justice y asegurarse de
que está bien. Incluso antes de que supiéramos que era tu hermano, sabíamos que era
nuestra familia, como todo el mundo en esta sala y cada guerrero en el Siete."
Hubo varios guiños de acuerdo. Conlan comenzó a hablar, pero Riley sacudió la
cabeza de nuevo.
-"Es mi turno de ser egoísta. Entendí que era necesario poner todo en suspenso
por Justice cuando fue tomado prisionero por Anubisa. He hecho todo lo posible para
apoyar la búsqueda. Pero ahora, por lo que me cuentas, desapareció voluntariamente.
No sólo eso, sino que secuestró a esa pobre arqueóloga."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
de ese gran circo de ceremonia, de todos modos. Pero ya sea que vayamos a mi iglesia
en casa, o traigamos un pastor para nosotros en la Atlántida, o vayamos a una maldita
capilla de Elvis43 en el maldito Las Vegas. No me importa. No me disgusta. Siempre me
ha gustado Elvis, de todos modos. Pero de un modo u otro, Conlan y yo nos casaremos
algún día de la próxima semana."
La belleza de esto, y una de las cualidades más sorprendentes de Riley, fue que
jamás levantó la voz. No tenía por qué. Era humana, no de la Atlántida, y una vez
bromeó diciendo que lo más cerca que había estado de la realeza antes de que hubiera
conocido a Conlan fue yendo a Burger King. Pero vestía el porte de una Reina como si
hubiera nacido para ese papel.
-"Es correcto que el niño nazca de padres casados."- Dijo Alaric. -"Él o ella se
enfrentará a bastantes problemas cuando llegue el momento de que le pases la
corona, como el primer medio-humano que jamás tomó el trono de la Atlántida.
Ciertamente, no hay necesidad de agregar la carga adicional de la ilegitimidad."
-"A pesar de que detecto sarcasmo en tus palabras, no estoy seguro en cuanto a
su causa. Aunque... oh. Por supuesto."- Hizo una reverencia hacia ella. -"Como desees,
mi señora."
-"Si se trata de uno de tus momentos 'Riley está hormonal', Alaric, será mejor
que te alegres de que estoy demasiado gorda como para contonearme hasta allí y
patearte el culo."
-"Mi culo, como tú dices, está infinitamente aliviado."- Respondió Alaric. -"Pero
tal vez podríamos volver al tema en cuestión."
Ven cruzó la habitación hasta la larga mesa central de madera, donde montones
de mapas y planes estratégicos se habían amontonado en un lado para dejar espacio a
los refrescos. Se sirvió otra taza de café.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Conlan asintió.
-"Alexios, Christophe, y Denal nos abandonaron antes del amanecer para viajar a
Saint Louis y reunirse con Jack, Reisen, y la facción rebelde allí."
-"Sin suerte. Nada. Puedo ser una bruja y un cantante de gemas, pero al parecer
apestó como teléfono móvil."- Ella se volvió hacia Alaric. -"Es por eso que te
necesitamos. Eres el único que tiene el poder para localizar a Justice."
-"No tengo ningún deseo de ofenderte, Erin."- Dijo Alaric. -"Pero, ¿te das cuenta
de que, por supuesto, he estado constantemente tratando de contactar o localizar a
Justice desde que nos dejó ayer por la noche?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Lo siento, Alaric. Debería haberme dado cuenta. Sólo estoy exhausta. No creo
que haya dormido nada desde que Justice se marchó con Anubisa hace meses. Me
salvó la vida. Salvó la vida de Ven. Él incluso salvó a mi hermana, de alguna manera.
Pero ahora no sabemos dónde está. Tampoco sabemos dónde está Deirdre, o si mi
hermana está aún con vida."
Se detuvo y frotó con fiereza sus ojos con los puños. Cuando volvió a hablar, su
voz era ronca por las lágrimas contenidas.
-"Creo que estoy solo esperando que algo que vaya correctamente."
Ven se arrodilló junto a la silla de Erin y la tomó en sus brazos, y la angustia que
su rostro reflejaba se deslizó a través del pecho de Conlan.
-"Creo que todos estamos esperando que algo vaya correctamente."- Dijo
Conlan. -"Necesitamos un plan, entonces. Alaric irá a Saint Louis, pero continuará
intentando localizar a Justice. Riley y yo vamos a encontrar ya sea un pastor o un Elvis
dispuesto a celebrar un matrimonio en la Atlántida. Ven, conducirás a un equipo para
tratar de averiguar dónde está Justice con esta arqueóloga y luego irás a traerlos a
casa."
-"Justo a tiempo."- Dijo Ven. -"Tenemos que saber sobre esta Doctora
McDermott. ¿Qué hay en ella que hizo Justice se vuelva loco?"
-"Eso no lo sé. Pero te puedo decir esto: Keely McDermott es una autentica
lectora de objetos, aunque el Regalo se creía perdido en las aguas del tiempo. Leyó el
zafiro, y vió a Nereus."
-"¿Que dijo ella? ¿Qué dijo sobre el Sumo Sacerdote Nereus y la Estrella de
Artemisa?"
-"No mucho."- confesó Liam. -"Yo había planeado preguntarle más sobre ello una
vez que estuviera a salvo en la Atlántida. Pero dijo lo más extraño. Ella me dijo que
parecía exactamente como él."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Dieciséis
Ella era una Diosa y poseía la belleza oscura más exquisita de lo que los ojos
mortales incluso podrían comprender. Pero era una belleza arraigada en el mal y
sumida en el asesinato y la condenación.
Una ola de disgusto lavó a través de él. Después de todo, no es como si él fuera
único en ese particular. A través de los siglos, había estado con muchas mujeres,
cuando quiso. Por desgracia, nada ni nadie le había agradado realmente en varias
décadas. Siempre había habido algo que faltaba en sus breves encuentros. Algo que no
había querido reconocer.
Hasta que vió su cara. Keely. El pensamiento de ella lo sacudió en plena memoria
de dónde estaban y lo que había hecho. Saltó de la pila de edredones y mantas que
había formado con la ropa de cama la noche anterior. La caverna había sido un refugio
para aquellos de mente perturbada antes de los desprendimientos de rocas y la
inestabilidad posterior de los túneles, y varios baúles estaban apilados en un rincón,
llenos de mantas y pedacitos de ropa diversa.
De pronto se recordó haciendo una cama similar para ella, pero ¿dónde? O bien
la niebla de su memoria no estaba cooperando o bien ella se había ido. ¿Y si se había
escapado? ¿Y si nunca la encontraba de nuevo?
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Se dio la vuelta, buscando por la caverna oscura una señal de ella, y luego suspiró
de alivió, sus músculos cerrándose en el mecanismo de lucha o de vuelo, basados en la
adrenalina, que se había disparado cuando pensó que se había ido.
Ella todavía estaba allí, durmiendo sobre un montón de ropa de cama que había
creado para ella cerca de una pared de piedras preciosas incrustadas.
Ya la conocía lo suficiente como para darse cuenta de que estaría furiosa con él
por haberse atrevido a entrometerse en su mente. Pero necesitaba dormir, y había
estado cerca de caer de agotamiento, totalmente incapaz de responder a su
determinación, tanto que había bordeado el terror.
El pelo rojo brillante de Keely era exactamente la cortina que había visto en su
visión original de ella. Eran llamas fusionadas con la luz del sol, y era un complemento
perfecto para el impecable brillo dorado de su piel ligeramente bronceada. Sus
párpados cerrados bloquearon su visión del verde esmeralda, casi iridiscente, de sus
ojos, pero su memoria estaba feliz de proporcionar el tono exacto.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Se acostó a su lado, y una mano descansó por encima de las mantas. Le había
quitado los guantes, después de que ella se había quedado dormida, preguntándose
por qué los llevaba, y las colocó junto a ella. Su mano era delgada, con dedos largos
que de alguna manera parecían resistentes y competentes. Melladuras y raspaduras
rascaban su piel, como si hubiera hecho trabajo duro recientemente. Tal vez es por eso
que llevaba los guantes.
Arqueología. Le había dicho que era arqueóloga. Una estudiosa del pasado. Casi
se echó a reír, pero atrapó el sonido en la garganta para no despertarla. Ella era una
estudiosa del pasado, y él era un guerrero que había vivido a través de su pasado.
Tal vez habían sido destinados a reunirse. Esta vez, se le escapó una amarga
carcajada. Él era el hijo bastardo del destino; ahora ¿iba a convertirse en hipócrita y
bendecir a los mismos destinos a los que había pasado siglos maldiciendo?
-"¿Qué podría entregar por ti, Keely?"- Murmuró. -"¿Mi honor? ¿Mi amargura?
¿Tal vez incluso parte de mi alma? ¿Cómo es que me has capturado así?"
Suspiró un poco en su sueño, y el sonido fue como una antorcha para una
linterna de aceite, corriendo a través de él y encendiendo un rastro ardiente de
hambre feroz, casi animal. La deseaba tan súbitamente y con tanta desesperación que
el deseo era un dolor físico.
Una voz, la suya, pero no la suya, susurró una amenaza helada dentro de él.
El Nereida... que aunque era parte de Justice, era Otro, y no sabía de qué otra
manera pensar sobre esa parte de su alma... destelleó imágenes a través de la mente
de Justice. Un torrente hirviente de imágenes sensuales, cada una más explícita que la
anterior:
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Keely, tendida en almohadones de seda, sus piernas sobre sus hombros mientras
él la saboreaba.
Keely, inclinada hacia adelante sobre su cama, mientras sostenía sus hermosos
pechos redondos en sus manos y se conducía dentro de ella por detrás.
Las visiones quemaron a través de él, una y otra vez, más y más rápido, hasta que
su polla se endureció tan dolorosamente que sentía que debía despertarla y tomarla,
para hacerle comprender cuán desesperadamente necesitaba estar enterrado hasta la
empuñadura en su centro cálido y húmedo. Su mano se extendió, casi en contra de su
propia voluntad, para rasgar la cobertura de ella.
-No puedes ganar.- le dijo a la Nereida, o tal vez simplemente al codicioso lado
lujurioso de su propia naturaleza. -Voy a derrotarte, o moriré en el intento. Pero
nunca te dejaré dañar ni un solo pelo en su cabeza.
Una risa burlona resonó débilmente en toda la caverna, o bien sólo existía dentro
del cerebro de Justice. Él casi era incapaz de distinguir ninguna diferencia entre ambas
cosas.
Mientras Justice corría hacia la piscina para sumergirse en sus aguas vaporosas y
lavar las imágenes eróticas de su mente, el Nereida le dedicó una imagen final: Keely
envolviendo los largos mechones de su cabello alrededor de la base de su polla
mientras tiraba de él dentro de su boca.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Sabía que estaba soñando (estaba casi segura de ello) pero había perdido todo
sentido de la realidad fuera del acuático paisaje onírico. Su único objetivo era llegar a
la orilla opuesta, donde sabía que la salvación esperaba. Pero no sabía dónde, ni por
qué, ni cómo podría ser.
Algo se estrelló contra su hombro, y volvió la cabeza para ver un triciclo de metal
rojo, su manillar atrapado en la maraña de su pelo mojado. Vacilante, retorció la
cabeza a un lado para liberarse, y el triciclo se quedó atrás. Se volvió de nuevo hacia la
orilla que aún no podía ver, pero sabía que estaba allí, y el carro de juguete chocó
suavemente contra su nariz, como si la empujase a tomarlo.
-"Pero no tengo un bolsillo en que guardarte."- Dijo ella sin poder hacer nada.
-Justice.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-O tal vez…- susurró con algo de nostalgia dentro de su mente, -¿…el guerrero de
mi visión?
Pero ella ya no estaba en Ohio. El fuerte macho musculoso que era la prueba de
ello, estaba saliendo del agua, completamente desnudo y mojado, apenas una docena
de pasos cerca de ella. Keely nunca había pensado en el agua como un afrodisíaco
antes, pero las gotas que se aferraban con amor al cuerpo de Justice podrían calificar
como tal. Le acariciaban en todos los lugares que, de repente, se encontró con ganas
de tocar. Con su lengua.
Cerró los ojos por un momento ante su propia estupidez. ¿Ahora se sentía
atraída por su secuestrador? Pero, había sido tan cuidadoso con ella ayer, y había visto
su amargo dolor por el sacrificio del hombre... Seguramente no podría ser...
Abrió los ojos, incapaz de resistirse a dar otra mirada. Él había levantado los
brazos para empujar fuera de su cara la pesada carga de su pelo destrenzado, mojado
y lavado, y el movimiento hizo cosas a las líneas de su cuerpo que deberían ser ilegales.
Justice era tan alto y elegantemente delgado y musculoso que hacía que los
culturistas que había visto trabajando en el gimnasio en la OSU45 parecieran como
'trolls46' achaparrados en comparación.
-¡Oh!
Intentó tragar a través de una garganta que sentía tan seca como el polvo de una
pirámide sin abrir. O los Atlantes andaban en un perpetuo estado de intensa excitación
o Justice estaba seriamente 'feliz' de verla. Un rayo de puro calor chisporroteante pasó
por ella, convirtiendo su sensatez en un serpentín plateado de lujuria líquida
exactamente en el lugar donde le gustaría...
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Esa sensación de hormigueo, finalmente, fue lo que la sacó del trance sensual en
que, de alguna manera, la había puesto y regresó a la lógica, la precaución, y un poco
de maldito sentido común.
Él extendió las manos a los lados, las palmas hacia arriba, como para demostrarle
que no significaría ninguna amenaza.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-Bueno, está desnudo. Pero no estoy tan segura acerca de que esté
desarmado.- dijo ese lado malvado-seductor antaño silencioso de su naturaleza. -Es un
arma enorme lo que tiene allí.
Genial. Ella escogió ahora para ir a por todas con la personalidad múltiple. La
parte cuerda de ella fue directamente de nuevo a su agenda personal de asustada,
aterrorizada, y con bastante maldito miedo, si la piel de gallina viajando por sus brazos
era cualquier indicación.
-"Keely, por favor ten calma."- Dijo en voz baja, como si calmara a un animal
herido.
-"Pero..."
-"¡Y vístete!"- Gritó, perdiendo la paciencia. -"No me importa si te ves como una
especie de estatua griega cobrando vida. ¡Quiero que te pongas la ropa de nuevo!"
Esa sonrisa lenta y peligrosa suya (esa que realmente debiera estar registrada
como un arma letal) se extendió por su rostro.
-"Bien vale. Ahora estás vestido. Así que me puedes llevar hacia arriba como una
flecha."
119
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Él negó con la cabeza mientras cruzaba el mosaico de azulejos hacia ella en unos
pocos pasos largos.
-"Me gustaría creer que te liberaría si fuera capaz, a pesar de los oscuros deseos
del Otro dentro de mí, Keely. Pero no estoy del todo seguro de cómo hemos llegado
hasta aquí, ya que el poder de transporte nunca ha sido uno de mis dominios hasta
ahora."
-"Pero..."
120
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Diecisiete
Pero la noticia de que estaba atrapada con Justice en una caverna subterránea...
subterránea en la Atlántida, y no había manera de evitar pensar siquiera en la
posibilidad de que todo el tinglado podría tener fugas o algo así... la llevó a un todo
nuevo nivel de psicosis.
-"Tú... tú... ¿Estás loco? Me trajiste a una cueva subterránea... ¿sin tener ni idea
de cómo volver a salir de nuevo?"
Haciendo caso omiso de sus palabras bombardeadas, Justice levantó una mano
como para tocarla. ¡Oh no! Eso no iba a pasar, tanto si era terriblemente sexy como si
no. Ella saltó hacia atrás fuera de su alcance, agarrando su cabeza entre sus manos e
inhalando profundamente. Trató de calmarse, para poder pensar racionalmente acerca
de un plan.
Sin motivo, sintió el terror insensato sobre lo que los arqueólogos del futuro
pensarían cuando encontraran sus huesos desmenuzados yaciendo al lado de un par
de guantes, otro esqueleto, y una maldita espada.
121
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿Por qué, Keely? ¿Por qué los guantes? ¿Sientes que te ofrecen alguna
protección?"- Una mueca torció su cara. -"¿Soy tan aterrador para ti?"
-"Toma esto, entonces. Toma esta espada que he llevado durante tanto tiempo
que es una parte de mí mismo, y úsala contra mí si tanto me temes."- le dijo, sus ojos
oscuros y su voz áspera recubiertos con hielo. -"Para matar a un hombre, presiona el
extremo puntiagudo aquí."
Pronto no hubo lugar para la reflexión cuando el peso de los siglos aplastó la
fantasía, aplastó sus defensas. Edades de tiempo y eones de violencia. Violentas
muertes sangrientas, salpicando a través de los pasillos no protegidos de su mente.
-"¡Keely!"
Él la llamó, pero el sonido fue silenciado. Amortiguado. Una vez más, él la cogió.
La sostuvo. Pero fue demasiado tarde.
122
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Keely se estrelló contra la realidad de la visión con el dolor físico real. Un gran
tirón y el desgarro del tejido de su existencia, se manifestó en el dolor punzante de
carne rota y sangrante, extrañamente centrada en su cara y su garganta.
Ella jadeó y cayó hacia atrás, su atención capturada por el suelo... un suelo muy
diferente al de aquella caverna. Este suelo era de mármol blanco brillante, con
incrustaciones de diseños de oro y cobre y otro metal, similar al cobre pero chispeante
y casi como algún tipo de gema.
-¡Oh, no! ¡Oh, no, no, no! La mujer está a punto de tener un bebé... justo ahí, en
el suelo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Keely comenzó a gritar, pero el dolor agudo y punzante que cortó su garganta le
dijo que la mujer en que se había convertido para su visión no iba a estar hablando en
corto plazo. ¿Qué había ocurrido? Ella palpó cautelosamente su cuello y se estremeció
por las mordeduras de carne desgarrada. Sus dedos trazaron la herida y descubrieron
un largo trozo de su piel; parecía ser poco profunda pero sangraba un poco.
Por la marca en un lado de su rostro herido, alguien la había golpeado hacía muy
poco, pero sus dedos inquisitivos no pudieron encontrar ningún corte en la mejilla o
cerca de su ojo, donde se centraba el dolor.
Bajó la mano apretando su garganta y se quedó casi cegada ante la sangre roja
brillante que manchaba sus dedos y la palma. Trató de buscar respuestas en la
aterrorizada mente de su anfitriona, pero lo único que veía era una imagen de la
espada, viniendo hacia ella... no, dirigiéndose a la mujer embarazada.
Y no había absolutamente nada que pudiera hacer al respecto. Ella no era más
que una observadora en sus visiones, incapaz de cambiar las acciones que habían
sucedido hace mucho tiempo en el pasado lejano. Lo único que podía hacer era sufrir
su dolor, y rezar para que la visión la soltara pronto.
La mujer en el suelo volvió a gritar. Ella cayó a su lado y levantó las rodillas,
acurrucándose en una bola, como si tratara de escapar.
124
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Para ayudarla, a pesar del evidente terror de la sirvienta. Pero era como tratar
de mover una pirámide con sólo su mente. Ella no podría afectar lo que pasó, estaba
hecho y terminado. No importa lo mucho que deseara cambiarlo.
Pero no estaba sola. ¿Cómo podía haberle pasado por alto? Aquel hombre de pie
delante del trono. Su pelo oscuro, rasgos aristocráticos y su prestancia real tenían
mucho de Conlan y Ven en él, y reconoció la espada que sostenía, como ésta que la
había arrojado al abismo.
Sólo que ahora estaba mojada con su sangre. Atraída por cierta fascinación
horrible, Keely se quedó mirando la evidencia de que este hombre había cortado su
garganta. La garganta de su anfitriona. Su garganta. La oscuridad empezó a girar detrás
de sus ojos, y no sabía si intentar permanecer consciente o esperar que el desmayo
pudiera sacarla de la visión.
Algo como: -¿No ves que estoy sufriendo aquí? O, ¡Ayúdame, cabrón!
125
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Miró tímidamente las piernas de la mujer, desnudas bajo algún tipo de falda de
seda, rezando para que la cabeza del bebé no llegara todavía. Todavía no. Pero Keely
notó algo nuevo. Algo que su conmoción le había impedido notar antes. La piel de las
piernas y las manos de la mujer eran de color marfil teñido de azul pálido. Ella no era
humana. Ni siquiera era Atlante. Era algo... distinto.
-"No puedo creer que te atrevieses a venir a mí con tu hijo bastardo, Éibhleann.
Después de lo que tú y Anubisa me hicisteis, tienes suerte de que no te golpee hasta la
muerte donde yaces en el suelo."
-"Yo no fui. Nunca fui yo. Yo era como mucho una cautiva como tú, Alteza. Si tú,
que eres el todopoderoso Rey de la Atlántida, no pudiste resistir el control mental de
Anubisa, ¿cómo podría una sencilla doncella Nereida esperar hacerlo?"
Ella echó la cabeza hacia atrás, sujetando sus dientes cerrados, pero luego
cediendo ante el aullido cuando impactó otra contracción. Cuando pudo respirar de
nuevo, continuó.
-"Sabes que las Nereidas vemos la cara destinada de nuestro verdadero amor
como parte de nuestra búsqueda de la visión. Créeme cuando te digo que yo nunca vi
el tuyo. Yo, también, fui sacrificada a la obsesión celosa de Anubisa, aunque no voy a
amar menos a nuestro hijo a causa de ella."
La confusión del Rey casi anuló la furia que endureció sus facciones. Sólo por un
momento, pero fue suficiente para dar a Keely una pequeña esperanza de que iba a
ayudar a la mujer.
-"Si lo que dices es cierto..."- empezó a decir, pero luego sacudió la cabeza. -
"Pero no. No tiene importancia. No voy a criar como mío propio al hijo bastardo nacido
de la violación de mi mente por la Diosa vampiro."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Mientras otra ola del dolor de las contracciones destrozaba a Éibhleann, sucedió
algo que nunca antes había ocurrido en una de las visiones de Keely. Ella habló con su
propia voz, desde su propio conocimiento, de una manera que iba en contra de todos
los instintos de su actual cuerpo anfitrión.
-"Eres una excusa patética para un Rey."- Gritó hacia él, con la voz ronca. -
"Conlan y Ven estarían avergonzados de ti, si supieran sobre esto. Tienes que ayudar a
esta mujer antes de que tenga su bebé aquí en el suelo."
El Rey gruñó y levantó su espada sangrienta, dando un paso hacia Keely, pero un
nuevo personaje entró en la habitación. Una voz femenina, tambaleante pero
decidida, habló desde detrás de Keely.
-"Sí, esposo mío. Tenemos que ayudarla. Convoca a la Primera Doncella del
Templo de las Nereidas de inmediato para ayudar en el parto."
Keely estaba casi aterrada de tratar de descubrir quién estaba hablando, aunque
tenía una idea bastante clara de que era la madre de Conlan y Ven.
-La Reina.
127
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-Este debe ser Justice, entonces. No es de extrañar que esté tan dañado, con un
comienzo así.
Ella llevaba una vela, y la luz de la llama iluminó el cabello azulado salvajemente
erizado del bebé dormido.
Keely dio cuenta de que la Primera Doncella era ella (ambas), cuando su
anfitriona respondió a la consulta.
-"Lo hace muy bien, Alteza. Pero la madre... me temo que está más allá de mi
poder de curación."
La Reina se volvió hacia Keely. Con la cabeza bien alta y tranquila determinación
en cada línea de su cara, ella habló en voz baja, pero con un propósito definido.
-"Aunque esta Nereida femenina ha yacido con mi marido, debido a las viles
manipulaciones de Anubisa, no querría que ningún daño le suceda. Haz todo lo posible
para curarla, por favor. Por mí y por este niño, que está libre de culpa."
"Y ¿si ella no vive? Está muy enferma, y no hemos tenido ninguna cantante de
gemas en el Templo durante miles de años. Las leyendas dicen que una cantante de
gemas puede aprovechar el poder de la propia Diosa, más poderoso incluso que el
poder de una Primera Doncella, con el fin de sanar."
-"Entonces voy a educarlo yo, como mi propio hijo."- Dijo la Reina, sus ojos
llevando el peso del devastador dolor, pero aún secos. -"Él lleva la sangre de mi marido
y es pariente de mi hijo Conlan y de los futuros hijos que podrían llegar. ¿Qué menos
podría hacer?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
El bebé soñoliento abrió los ojos y miró a Keely. Alargó la mano para tocar su
mejilla, y ella cayó, hundiéndose de nuevo en la oscuridad.
Las visiones venían rápidas y más rápidas; una tras otra. Breves fragmentos de la
memoria que la espada había reunido a lo largo de su larga existencia.
-"Él no puede saberlo."- Dijo el Rey a un hombre y una mujer que se quedaron
mirando, rebosantes de alegría, al bebé que tenía en sus brazos. -"Él nunca puede
saberlo."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Las olas chocaban contra los acantilados. El Rey estaba solo, recortado contra un
cielo pintado de tempestad. Una voz, de alguna manera más grande y más fuerte que
las olas, le rodeaba.
-"No puedo decírselo. No puedo arriesgarme a que a mis hijos, y los enemigos de
mis hijos, sepan de su existencia."
La voz, de nuevo. La voz que de alguna manera Keely sabía... aunque era
imposible que lo supiera, era imposible que fuera cierto... era la del Dios del mar.
Poseidón.
-"NO ME DESAFÍES EN ESTO. SE LO DIRÁS, COMO HE ORDENADO. HE PUESTO UN GEAS SOBRE ÉL, Y
ESTÁ MALDECIDO A NO REVELAR NUNCA LAS CIRCUNSTANCIAS DE SU NACIMIENTO, A MENOS QUE LUEGO
DEBA MATAR A TODO EL QUE LE HUBIERA ESCUCHADO."
-"NO."- tronó el Dios. -"HE CREADO UN ARMA, DIFERENTE A CUALQUIERA QUE JAMÁS SE HAYA
PERFECCIONADO PARA LA BATALLA. SERVIRÁ A TUS HIJOS, Y ÉL SERVIRÁ A MI JUSTICIA. CUANDO CUMPLA
DIEZ AÑOS, TU LE DARÁS TU ESPADA, Y LE CAMBIARÁS EL NOMBRE POR FURIA DE POSEIDÓN, PARA
ASEGURAR QUE MI FURIA POR EL TRATO DE ANUBISA HACIA MI REY ELEGIDO NUNCA SEA OLVIDADA."
El relámpago cayó sobre las olas, y una forma ondulada oscura saltó a través del
agua hacia la costa, pero antes de que Keely pudiera echar un vistazo a eso, ella volvió
a caer en la oscuridad.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Y Keely cayó. Torciendo, girando y dando vueltas a través de los siglos, Keely
cayó de una visión a otra visión. La única cosa constante era Justice, pasando de niño a
hombre, a guerrero experimentado, siempre con la espada bien amarrada a la espalda
o utilizándola en la batalla. Batalla tras batalla. Lucha desesperada tras lucha
desesperada. Vampiros y cambiaformas, todos ellos con el objetivo de esclavizar o de
comer seres humanos. Todos ellos derrotados por Justice, empuñando la Furia de
Poseidón.
131
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Keely cayó, y cayó, y cayó, en una visión que nunca terminaba. Una visión
envuelta dentro de otra visión, sangrienta batalla tras sangrienta batalla, hasta que no
pudo recordar nada, excepto la carnicería, el dolor y la muerte.
Pero ella creció en conocerle... ¡oh, sí!, llegó a conocer a este hombre salvaje que
la había robado lejos. La angustia que vivía en el interior de él. La soledad. La amargura
que venía de vivir durante siglos como una herramienta, en la búsqueda de venganza
de un Dios enfurecido. Su corazón dio un vuelco, y Keely sintió lágrimas de impotencia
rodando por su rostro.
-"¡Basta!"- Gritó. -"Ya basta. Por favor, no puedo soportar más esto. Por favor
por favor. No más."
Cayó, de nuevo, hacia abajo en la oscuridad. Pero esta vez, en lugar de caer, ella
bajó hacia... bajó hacia un guerrero de pelo azul con llamas en los ojos.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Dieciocho
Saint Louis
Por fin, se dignó a notar a los humanos apiñados en torno a la mesa. Estaban
boquiabiertos ante él, como una especie particularmente estúpida de pez. Sin
embargo, uno de ellos que, posiblemente, poseía una pizca de inteligencia hizo una
profunda reverencia.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Me puedes llamar como quieras, por supuesto, Primátor Vonos, pero mi
nombre es Rodríguez."
-"Por supuesto que lo es. Qué apropiado. ¿Sabes que yo antes residía en tus
preciosas inmediaciones cuando era territorio español? Lo llamaron Norte de
Louisiana, creo."
Sus uñas se clavaron en el borde de la mesa con tanta fuerza que la madera se
agrietó. El humano se estremeció.
-"¿Señor?"
Una medida de nerviosismo del hombre se calmó, y se inclinó hacia adelante con
entusiasmo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"No nos encontramos satisfechos con las acciones de los vampiros locales y su
manada de sangre."- Dijo Vonos. -"A partir de este momento, coordinarás todos los
esfuerzos de reclutamiento a través de mi oficina y por medio de mi representante
local, a quien voy a presentarte en los próximos días."
Uno de los hombres agazapados detrás del líder, murmuró algo que fue
demasiado confuso para que Vonos lo entendiera.
-"¿Podrías repetir eso?"- Preguntó Vonos. -"De todos modos, compártelo con el
grupo."
-"Por favor, dímelo."- dijo Vonos, con calma educada y con un ligero énfasis en
las palabras 'por favor'.
-"O… voy a arrancarte la lengua de raíz, y no tendrás que preocuparte por decirle
nada a nadie nunca más."
-"Tiene miedo de lo que los vampiros locales harán contra nosotros si dejamos
de colaborar con ellos."- Dijo apresuradamente el líder. -"Estamos..."
El teléfono móvil de Vanos sonó, y él levantó un dedo para pedir silencio. Las
ovejas eran por lo menos buenas con sus tecnologías. Él amaba su iPhone. ¿Tal vez
debería convertir a ese colega Steve Jobs52?
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿Sí?"
-"Tienes una llamada urgente del líder humano de los Apostatas de Ohio."- le
dijo su asistente. -"Él dice que tiene conocimientos que tú necesitas."
-"Estoy cada vez más asombrosamente cansado de estos humanos."- Dijo Vonos
en el teléfono, mientras que exploraba la fila de hombres serviles alejándose de él. -
"¿Conocimiento de qué tipo?"
-"Sé que suena loco, pero él dice que es acerca de la Atlántida. Dice que un
guerrero Atlante secuestró a una de sus colegas justo fuera de su oficina. Me dijiste
que estuviera atento a todo lo que podríamos usar en contra de los Atlantes, como un
seguro para cuando quieran negociar con el gobierno de Estados Unidos. Esto podría
ser eso."
-"La historia suena inverosímil. Los Atlantes han sido demasiado cuidadosos para
permitir que cualquiera pueda presenciar algo tan falto de delicadeza como un
secuestro."
-"Él jura que es verdad."- Dijo su asistente, con emoción en su voz. -"El Atlante le
hizo algo, alguna forma de control mental que lo dejó fuera de combate, pero él no se
quedó fuera por mucho tiempo. Sólo se quedó allí en el suelo fingiendo estar
inconsciente y escuchó todo. Dice que sabía que una noticia como ésta sería crucial
para nuestra misión."
-"Él realmente dijo eso, ¿verdad? ¿Crucial para nuestra misión? Estos seres
humanos y su sentido del melodrama."
-"Ah. Inmortalidad. El premio difícil de alcanzar al final del arco iris de todas las
ovejas. Eso, sin embargo, lanza una cierta sombra de duda sobre su reclamo. Quizás
exagera con la esperanza de ganar elogios."- Dijo Vonos con escepticismo, aunque
permitiéndose un poco de cauteloso optimismo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Creo que voy a visitar a este hombre yo mismo."- decidió Vonos. -"¿Quién es él
y dónde está?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Diecinueve
Alaric dio un paso a través del portal en una escena de caos controlado y de
inmediato buscó a los Atlantes. Alexios, con sangre moteando su cabello dorado en
pesados grumos, se situaba cerca de la pared frontal de crudo hormigón del almacén
base del cuartel general, gritando órdenes a los humanos fuertemente armados
mientras iban y venían, muchos de ellos cojeando o llevando camaradas heridos.
Alaric hizo una mueca ante el acre olor del humo de los disparos en el aire.
Christophe se apoyaba contra una pared de cubierta de graffiti, encorvado, con las
manos en los muslos, como apoyándose. Alaric detectó el débil brillo residual de la
energía azul-verdosa que rodeaba a Christophe; el guerrero debió gastar enormes
cantidades de energía muy recientemente.
Denal no estaba por ningún lado. Tampoco Reisen, Jack, o Quinn. Algo en el
pecho de Alaric se apretó dolorosamente ante el pensamiento de Quinn, pero se negó
a permitir que eso le superara. Ella estaría bien. Tenía que estar bien. Si Quinn muriera,
él no tendría ninguna razón para seguir existiendo.
Aunque ella había dejado muy claro que no tenía lugar en su futuro, sólo el
conocimiento de que estaba viva y caminando por el mismo tiempo que él hacía más
llevadera la desolación de su vida, de alguna manera.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Está viva, Alaric. Ella resultó herida, pero fue menor de importancia."- Dijo
Alexios, con una áspera compasión en su voz.
Una extraña debilidad corrió a través Alaric y tuvo que luchar contra sus propios
pulmones para respirar.
Jack había sido socio de Quinn durante algunos años. Ambos eran co-líderes de
los rebeldes norteamericanos, y Jack también resultaba ser el más feroz Shifter que
Alaric había visto nunca. Pero claro, los tigres-Shifters nunca habían sido conocidos por
sus naturalezas mansas.
Alaric atrapó la mirada del guerrero con la suya, mientras él llamaba su poder
sanador.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Si tuviera tiempo para mimar guerreros tercos, me gustaría ir a través del
intercambio de esa costumbre contigo, pero sé cuánto tu y el resto de los Siete
necesitáis demostrar qué feroces e imparables sois. Sin embargo, te necesitamos
entero, por lo que permanece quieto antes de que pierda los últimos fragmentos de mi
temperamento."
Con malhumor apenas mal disimulado, Alexios gruñó algo acerca de 'sacerdotes
entrometidos', pero hizo lo que Alaric le había pedido. Sin duda era más que un simple
rasguño, y Alexios había sido bastante afortunado para escapar sin perder la
consciencia. Alaric sanó la herida rápidamente, asegurándose de enjuagar toda
suciedad persistente y la sangre, canalizando una corriente de agua pura para rodear y
limpiar la cabeza del guerrero. Alexios se apartó de él en el momento que hubo
terminado, todavía murmurando entre dientes, pero luego esbozó una sonrisa.
-"Tengo que admitir que me siento mucho mejor. Supongo que las 'ratas de
Templo' tienen sus usos, después de todo."
Denal. El pensamiento del joven guerrero, que se había ido con Quinn, convirtió
en hielo la sangre de sus venas. ¿Tendría suficiente experiencia en la batalla para ser
de alguna ayuda si Quinn realmente lo necesitaba? Él intentó encuadrar el
pensamiento con su voz saliendo repentinamente ronca.
-"¿Denal…?"
-"Ni siquiera lo digas. Todos pensamos en él como el jovenzuelo que solía ser.
Pero no olvides que Denal entregó su vida por la futura Reina de Conlan. Sólo su
propio sacrificio, a su vez, le trajo de vuelta. Las batallas que ha visto en los últimos
meses le han envejecido. Incluso más allá de eso, Conlan y Ven no eligieron a los
guerreros más feroces de la Atlántida para el Siete por sorteo o al azar."
Antes de que Alaric pudiera responder, uno de los rebeldes, una hembra
humana, de piel dorada y de ojos oscuros, se acercó a ellos.
-"Alexios, tenemos que trasladar a los heridos al hospital. ¿Estás seguro de que
estamos bien para irnos?"
La mujer apenas miró a Alaric antes de ignorarle, pero le dio una plena y
respetuosa atención a Alexios.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Estamos bien, Grace. Jack se hizo cargo de los Shifters que bloqueaban los
Jeeps antes de que él y Quinn se fueran con Denal. Dile a los demás nos estamos
moviendo fuera. Tu conduces y yo llevo la escopeta."- dijo Alexios.
-"Y, sin embargo, es su futuro y el de sus hijos, el que se está corrompiendo por
los vampiros y Shifters renegados. ¿Qué poder es más formidable que el de las madres
que actúan aunando esfuerzos?"- Respondió Alaric.
Alexios no dijo nada. Siguió mirando la mujer mientras ella dirigía a los otros para
recoger a los heridos. Finalmente arrancó su mirada y se volvió hacia Alaric.
Alexios se le quedó mirando, con los ojos entrecerrados, y luego empujó su pelo
enmarañado de su cara.
-"Lo que necesito es una ducha. Si tuviera cinco minutos extra, me gustaría
llamar a una maldita tormenta y fregar el hedor de la sangre fuera de mí. Malditos
sean estos bastardos que merodean desde los nueve infiernos, de todos modos. No
podemos seguir luchando contra ellos en tantos frentes sin refuerzos. Conlan y Ven
deberían intensificar mejor sus planes para aumentar la capacitación de guerreros."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
La mujer, Grace, se les acercó de nuevo, esta vez sosteniendo una pistola de
aspecto mortífero apuntando al suelo. Incluso Alaric, que tenía poco trato con armas
humanas, reconoció un arma de primera categoría al verla.
Ella se sobresaltó.
-"Yo... yo no lo sé."
-"Sólo lo suficiente para llevarla al hospital, Alaric."- Dijo Alexios. -"Vas a tener
que conservar tu fuerza en caso de que Quinn..."
Alaric sintió esas palabras como un golpe en el pecho, pero forzó la emoción
dentro de una cámara cerrada en la parte posterior de su alma. Quinn era una
superviviente. Él sanaría a esta humana, y Quinn estaría bien.
-"Voy a morir, ¿no? Eso es simplemente brillante. Mi primera misión y salgo con
un mordisco, por así decirlo."- Bromeó, sorprendiéndolo con un acento británico
crujiente. "Los vampiros sangrientos son aún peores aquí de lo que son en Londres."
-"No vas a morir hoy. Considera esto mi versión de las buenas relaciones
diplomáticas entre países."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Si los embajadores en realidad fueran como tú, amor, creo que tendríamos
mucho mejores relaciones internacionales. ¿Cualquier posibilidad de que estés libre
para una taza de té ahora que puedo beber sin que se salga por el agujero en mi
garganta?"
Antes de que pudiera levantarse, ella cogió su mano entre las suya, y su rostro se
volvió repentinamente serio.
-"Gracias. No pensé que lo lograría en el hospital, y... bien, gracias. Si alguna vez
necesitas algo, por favor llámame. Grace puede encontrarme."
En los momentos más extraños (momentos que llegaron tan pocas veces durante
los siglos) un ser humano hacía algo que le daba a Alaric esperanza para el futuro de
sus especies. Esta fue una de esas veces. No pudo hacer otra cosa que darle su valor
por este hecho. Se puso de pie y se inclinó profundamente mientras los otros la
ayudaban a sentarse.
Grace cayó de rodillas al lado de Michelle y la abrazó, luego miró a Alaric con los
ojos empapados de lágrimas.
-"Gracias. Cualquier cosa. Cualquier cosa que alguna vez quieras y cuando
quieras, yo estoy aquí para ti."
-"Tenemos que irnos, ahora, Grace. Hay un montón de nuestra gente con heridas
leves que será mejor llevar a la sala de emergencias en vez de drenar más la fuerza de
Alaric."- ordenó Alexios. -"Alaric, deberías ponerte en marcha, también. Déjame saber
lo que encuentres y si me necesitas."
Alaric simplemente asintió con la cabeza, incapaz de decidir lo que, en todo caso,
haría a continuación. Alexios hizo un gesto hacia el primer grupo encabezando la
puerta.
143
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Vámonos."
-"Alaric, ve tras ella. Desde que Daniel forzó el vínculo de sangre sobre ella,
Quinn ha sido diferente. Parece perdida. Ella se merece algo mejor que tú
abandonándola y, Sacerdote o no, tú lo sabes."
Alaric perdió el control ante la idea de aquel vampiro Daniel (su 'a-veces-aliado'),
quien también se hacía llamar Drakos, que había salvado la vida de Quinn incluso
cuando la había atado a él. Alaric arrojó la esfera de energía contra la pared más
alejada de los humanos y observó con sombría satisfacción como las ventanas
estallaron hacia fuera en la calle vacía.
-"Lo que Quinn Dawson merece es mucho más de lo que yo podría ofrecerle,
tanto si está unida en sangre a un vampiro como si no."
Corrió hacia la puerta, con las armas desenfundadas, yendo detrás del último de
los humanos. Alaric comenzó a seguirles. Se detuvo. Dio otro paso. Se detuvo. Quizá
por primera vez en todos sus siglos de existencia, estaba casi congelado por la
indecisión.
Todos los instintos que poseía le gritaban que fuera detrás de Quinn. La lógica
dictaba que ayudara a Alexios. La emoción luchó contra la razón. El anhelo guerreó con
la racionalidad. La emoción pateó el culo de la lógica.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Veinte
Atlántida, la caverna
Sus ojos se abrieron de golpe, y miró a su cara. La cara que había conocido
durante años, a pesar de que sólo acababa de conocerle realmente. Su mano se dirigió
automáticamente a la talla del pez, aún a salvo bajo su camiseta.
Parte de ella sabía que debía alejarse. El resto de ella quería quedarse allí en sus
brazos por un tiempo muy largo. Se sentía a salvo en una situación totalmente
insegura, sin importar que se tratara de una locura. Pero, de nuevo, ella acababa de
vivir a través de los siglos de su vida, y ahora le conocía en un nivel más fundamental
de lo que nunca había conocido a nadie antes.
-"¿Estás bien?"
Su voz era ronca, y sus negros ojos eran inesperadamente cálidos y suaves.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"No."- se las arregló para decirle. -"Fue la espada. No tenías forma de saberlo.
Yo... tengo visiones al tocar objetos. Especialmente artefactos antiguos que tienen
tanta historia violenta y emocional unida a ellos. Nunca he reaccionado a algo tan
intensamente como lo hice con tu espada."
Justice fulminó con la mirada su espada, sus labios curvándose hacia atrás de sus
dientes, luego parpadeó.
-"Así es como Liam lo llamó, también. Supongo que es un nombre tan bueno
como cualquier otro. Hay un talento llamado psicometría, que tiene que ver con esto
de recoger las impresiones de una persona al tocar un objeto que le pertenece a él o
ella. Pero lo que yo hago es mucho más específico. Casi siempre recojo una única
escena, y parece ser la que tuvo la resonancia más emotiva para ese objeto. Es una
escena entera, completa con diálogo y acción, también. "
Trató de hacer su don algo valioso para la sociedad, de otras maneras que solo
aprendiendo hechos indemostrables sobre artefactos antiguos.
-"Lo que yo consigo es más probable que sea la escena donde él conoció a su
nuevo cachorro, vistiendo esa camiseta, a causa de la alegría inmensa que resonaría en
las fibras de la tela. O el dolor y la pena si su perrito había muerto…"
-"Entiendo. Lo siento."
-"Está bien. Tengo que admitir que es una especie de alivió hablar de esto con
alguien que me crea. Realmente no quiero terminar en la versión de la Atlántida de un
manicomio."
Él la acercó más hacia él hasta que su cabeza descansó sobre su pecho. Se sentía
de alguna manera confortada por el tranquilizante palpitar de su corazón bajo su
mejilla.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Sus brazos se apretaron aún más, como en respuesta a una amenaza, y ella hizo
un pequeño ruido de protesta. Al instante aflojó su abrazo, y ella respiró hondo.
-"No es exactamente una amenaza. Más como una larga historia de ser
institucionalizada. Mi infancia... bueno, digamos que no todo fue muy divertido."
Excepto... excepto que él había estado en el Vacío durante mucho tiempo. Ella
no sabía lo que era eso, pero no sonaba como el tipo de lugar donde puedes salir y
conocer mujeres. Entonces, ¿qué hacía eso de Keely que no fuera una salida
conveniente... una mujer que estaba a mano y disponible? No era nada más que eso.
La vergüenza enrojeció su rostro.
Su fuerza física no era rival para él, por lo que dejó de tratar de alejarse de su
agarre.
-"Por favor, déjame ir, ya puedo levantarme ahora."- Dijo en voz baja.
-"Por favor no me des las gracias, no cuando fue mi acción la que te envió a esa
dolorosa visión." -gruñó, poniéndose de pie y comenzando a pasearse por el suelo. -"Si
lo hubiera sabido... una lectora de objetos obligada a tocar, sin preparación, un
instrumento de tal violencia a través de tantos siglos. No sé cómo pudiste soportarlo."
Él gruñó una ráfaga larga del lenguaje que recordaba de su visión. Dado el sonido
de la misma, acababa de escuchar un buen montón de selectos juramentos Atlantes.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Casi sonrió a pesar de las circunstancias; su lado científico estuvo picando por tener su
portátil o, al menos, un lápiz y papel para poder iniciar la transcripción.
Esto era mejor que la biblioteca perdida de Alejandría. Este era un orador
viviente de una antigua lengua muerta. Frases como "niño en una tienda de dulces" o
"cerdo en el barro" corrieron por su mente. Este era el hallazgo de la década. Del siglo,
incluso.
-"Fue bastante difícil."- Admitió con pesar, reconociendo que su confesión era
probablemente el eufemismo del año. -"Pero no fue todo sobre violencia. Al menos,
no todo fue violencia en campos de batalla. La escena con tu madre..."
Él se dio la vuelta.
Ella casi se retiró cuando vió sus ojos. Habían vuelto a ser de un color azul-verde
intenso otra vez, casi salvajes. Ardientes.
Saltó por el suelo hacia ella y esta vez la hizo dar un paso atrás. Él era todo
guerrero ahora, la dulzura que había visto ido antes desaparecida, como si hubiera sido
un espejismo.
No fue ira, sino más bien sorpresa teñida de asombro lo que cruzó su rostro
cuando él cayó de rodillas en el suelo delante de ella.
-"Dinos."- Repitió.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Pero su hermano había sido castigado por la mentira, y Justice había sido
silenciado y confortado por la mujer que él había empezado a sospechar no era
pariente de sangre suya. A pesar de sus palabras tranquilizadoras, había tenido la edad
suficiente para darse cuenta de que ninguno de ellos se parecía en nada a él. Aunque,
para ser justos, nunca había conocido otro Atlante con el pelo azul, y eso que había
pasado la mayor parte de su primera década de vida buscándolo. Había dejado de
preguntarse sobre él después de su décimo cumpleaños, por supuesto. Afeitándose la
cabeza en un ataque de rabia.
'Rastrojo Azul', había sido lo peor. Había estado a punto de sufrir costillas rotas
en tres o cuatro peleas de patio de colegio más de una vez. Cuando el Rey le había
confrontado con la verdad de su nacimiento, fue casi un alivió.
Agridulce, eso era seguro, lleno de confusión y dolor, pero aún así un alivió. No
estaba loco. Él encajaba, en algún lugar. Pertenecía a alguien. Era el hijo del Rey. ¡El
Rey de toda la Atlántida!
Lo peor de todo era que el Rey (su padre por lazos de sangre) nunca le había
querido. El propio padre de Justice le había dejado de lado. Le había dicho que su
madre nunca le había querido, tampoco, confirmando el miedo más secreto, el más
oscuro miedo de Justice: que no era digno del amor… incluso el de sus padres.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Pero entonces, un día normal y corriente, todo había cambiado. Había conocido
a Ven y Conlan. Ellos le gustaron. Incluso les admiró, aunque les había odiado por
tener lo que él nunca tendría... una verdadera familia que les amaba. Un lugar al que
pertenecer.
Ahora esta mujer, esta lectora de objetos, esta humana que había llegado a
representar la salvación de su alma, le decía que no había sido indeseado. Su madre le
había querido. Él susurró su nombre.
-"Éibhleann."
El Nereida, que se había quedado en silencio, se hizo eco de las sílabas líquidas
del nombre de su madre dentro de su mente.
-"Éibhleann."
-"¿Justice? ¿Tu...? Bueno, suena estúpido preguntarte esto, pero ¿estás bien?"
-No hay nadie mejor que nosotros para ella.- gritó la Nereida en su mente.
Justice intentó cerrar la puerta mental, pero sólo tuvo éxito parcialmente. Las
manos de Keely temblaban contra él; la había estado apretando con demasiada fuerza.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Tu madre te amaba y te quería."- Dijo Keely. -"Su emoción era muy potente,
Justice. Lo que te dijeron de no ser querido... era una mentira. Fue una grande y gorda,
mentira cobarde."
-"Eso le dijiste."- Murmuró. -"Le dijiste al propio Rey de la Atlántida que se había
equivocado. Daría todo lo que tengo por haber sido capaz de ver eso."
Tal vez estaba violando las barreras que había desde hace mucho tiempo
establecido alrededor de sus emociones. El shock reverberó a través de su mente, y el
Nereida se abrió paso de nuevo.
-Sí, déjala pasar. Ella nos dijo la verdad. Mi (nuestra) madre era una mujer
guerrera, como lo son todas las doncellas Nereida. Luchó por nosotros, y murió por
nosotros. De alguna manera, ella habló con nosotros a través de esta humana. ¿No
es suficiente para hacernos saber que esta mujer nos pertenece?
Justice miró a Keely de nuevo, pero esta vez la veía a través de la lente de los
ojos de su mitad Nereida.
Su belleza tranquila se volvió más nítida, más sensual. El verde de sus ojos
brillaba como el más precioso jade. La curva de sus labios se volvió pecadora, casi
rogándole capturarlos con los suyos. El pulso que latía en su garganta le fascinaba.
Quería saborear su piel. Quería trazar el camino desde el cuello hasta los hermosos
pechos, atractivos ocultos bajo su camiseta. Con la boca. Con sus manos.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Keely."- Gimió, empujando, casi más allá de poder resistirlo. -"Por favor,
déjame besarte. Sólo... sólo una vez."- Dijo, aún reconociendo eso como una mentira.
Ella vaciló, y la negrura del abismo se abrió ante él. Si ella le rechazaba, ¿sería
capaz de aceptar sus deseos? ¿O se perderían él mismo y su alma ante la negrura de su
hambre tomándola, obligándola, saqueando a esta mujer que necesitaba tantísimo?
Ella continuó dudando y, aunque gritando por el dolor rebanando a través de él,
se detuvo. Detuvo a sus dos yos. Se apartó, a pesar de que el Nereida aulló de furia
rechinando en su interior. Antes de que pudiera desenredar su pelo de entre sus
dedos, ella puso sus manos sobre las suyas. Miró a sus ojos. Abrió los labios y
nerviosamente se los humedeció con la lengua.
Luego levantó su cabeza y tocó sus labios, siempre muy tentativamente, con los
suyos. Y él estuvo perdido.
Llama, añoranza, y éxtasis altísimo atronaron a través de él, sólo desde el primer
sabor suave de sus labios. Se estremeció y trató de permanecer inmóvil, trató de no
asustarla, pero ella se estremeció bajo sus manos y se inclinó hacia él… y toda
esperanza de cordura escapó.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Justice la besó como nunca había besado a nadie antes, y la realidad se abrió
ante él mientras se lanzaba hacia la fantasía a la velocidad del cohete. Ella sabía a miel
y fruta y los mejores vinos. Ella sabía a salvación.
La necesidad pulsaba a través de él, y la besó. Era todo, y sin embargo, de alguna
manera no era suficiente. La necesitaba desnuda. La necesitaba desnuda, caliente, y
dispuesta bajo él. Tenía que conducirse a sí mismo en la calidez húmeda de su cuerpo.
Tenía que probar cada centímetro de su piel hasta que estuviera impreso en ella como
una marca.
Agarró los dos lados de su camisa, algún pensamiento nebuloso de rasgadura fue
golpeando a través su mente, cuando un ruido extraño penetró sus pensamientos. Un
extraño ruido de gruñido. Él parpadeó y notó un color rosa pálido manchando las
mejillas de Keely.
-"Um, eso fui yo."- Dijo, mordiéndose el labio. -"En realidad, era mi estómago.
Gruñendo. Estoy hambrienta."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Gracias."
-"Gracias por decirme que yo no fui el único afectado por este beso."- Dijo y
observó sus mejillas volverse ligeramente rosadas de nuevo. -"Y gracias por
recordarme nuestras prioridades. Alimentos y escape. O escape y alimentos. De
cualquier manera, la discusión que debemos tener es mejor dejarla para más tarde."
-"¿La discusión?"
-"Al resolver un misterio para mí, has abierto otro, Keely. Me había olvidado de
la búsqueda de la visión Nereida y todas sus ramificaciones. Ciertamente yo nunca
había considerado que pudiera aplicarse a mí. Pero no hay otra razón por la que podría
haber visto tu cara cuando estaba perdido en el Vacío. Eres parte de mi propia
búsqueda personal de visión."
Sonriendo un poco, obligó a las palabras que sabía que ella no querría oír.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Veintiuno
Atlántida, la caverna
Keely se paseaba los bordes de la caverna, manteniéndose tan lejos como le era
posible de la locura tipo 'eres-mi-compañera-destinada' de aquel hombre. Justice
estaba haciendo algo en uno de los muros; no estaba segura de qué. Tras el anuncio de
'compañera', había caído en un silencio conmocionado y luego se alejó de él,
murmurando especulaciones sobre su necesidad de una buena ronda de terapia de
electroshock.
Media hora más tarde, seguía murmurando en voz baja. Desde los ojos
entrecerrados, había disparado miradas hacia él, probablemente tenía una idea de que
su comentario estaba lejos de ser halagador. Se había quedado bien lejos, incluso
cuando se había lavado lo mejor que pudo en la piscina y le había pillado mirándola
como si quisiera devorarla. Al menos no había tratado de saltar sobre ella. No estaba
segura de lo lejos que probablemente intentara ir con esa cosa de 'compañera'. Por
ahora, necesitaban resolver el problema en cuestión.
-"Tenemos que salir de aquí."- Dijo, probablemente por vigésima vez, pero lo
suficientemente fuerte como para asegurarse de que él la escuchase. -"Vamos a salir
de aquí."
Esta vez Justice no se molestó en responder, sin que eso la ofendiera, ya que
había respondido la primera docena de veces que había hecho la misma declaración.
Estaba, sin duda, tan cansado de escucharla como ella estaba cansada de decirlo. Aún
así, cuidadosamente permaneció al menos a unos diez metros de él en todo momento,
cautelosa de evitar estar a su alcance después de ese beso.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Perfecto. Simplemente perfecto. Aunque ella siempre había sido una chica
demasiado práctica para creer en los cuentos de hadas, así que conocer a un Príncipe
de cuento de hadas no cambió nada. Ni siquiera cuando él era un Príncipe que tenía el
pelo más increíblemente hermoso que jamás había visto en un hombre.
Hey, tal vez él estaba loco, señor 'yo-soy-tu destino' y todo eso, pero al menos
era precioso.
Hablando de eso, ¿cuántas personas habían pensado que ella estaba loca? Nadie
sabía mejor que ella que la cordura era un espectro de la relatividad. De todos modos,
había pasado tanto tiempo desde que había estado desnuda con un hombre que a lo
mejor tenía que bajar sus estándares.
Ella suspiró y escabulló un vistazo hacia él, desde debajo de sus pestañas. Su
cabello estaba seco ahora. Sedoso, brillante y precioso; fluía en oleadas de azul por su
espalda, llegando hasta la cima del mejor culo en la historia de la humanidad. O de la
especie Atlante. O lo que fuera.
-"Pensé que esto era una puerta oculta a otro pasillo, pero no es nada. Sólo otro
compartimiento secreto que está lleno de un montón de nada útil."
Sostuvo algo en su mano, y la luz de las linternas brilló fuera de él como flashes
de los paparazzi reflejados en cristales Swarovski. No pudo evitarlo. Era arqueóloga,
después de todo, y la curiosidad profesional estaba matándola.
-"¿Qué es?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Más gemas. Dondequiera que giremos aquí dentro, hay cada vez más y más
piedras preciosas sin valor."- Dijo, arrojándolas contra el suelo.
-"No estoy segura de que 'sin valor' es la palabra que usaría."- Dijo ella,
inclinándose hacia abajo para seleccionar un zafiro del tamaño de la palma de su mano
de entre las piedras que cubrían el suelo. -"Me siento un poco como Indiana Jones
descubriendo un antiguo tesoro. Esta roca solo probablemente vale más que el salario
de un año para mí."
-"Me recuerda la que Liam usó conmigo cuando estuvo en mi oficina. La piedra
compañera de la Estrella de Artemisa de la que Nereus estaba hablando."
Justice actuó como si hubiera disparado una corriente eléctrica a través de él.
-"¿Qué? ¿La Estrella de Artemis? ¿Nereus? Cuéntame todo, y te daré cada joya
que puedas querer en una docena de vidas."
Bueno, eso lo hizo. Nuevamente con eso de comprarla con gemas. Se arrodilló y
con mucho cuidado colocó el zafiro en el suelo al lado de las otras gemas. Luego se
puso de pie y cruzó los brazos sobre su estómago cada vez gruñendo más fuerte, alzó
la barbilla y plantó puro desafío en su mirada.
-"No quiero tus estúpidas gemas. Lo que quiero es una pizza. O un plato lleno de
tortitas, goteando mantequilla caliente y pegajoso sirope. No estoy segura de lo que
crees referirte con decirme que mi sueldo ya no es importante para mí, pero ¿adivina
qué? Estoy tratando de no sentirme ofendida. Voy a pretender que ni siquiera me
importa nada de esto ahora mismo. Todo lo que quiero es salir de aquí y encontrar
algo de comer."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Casi antes de que ella terminara su frase, saltó a través del espacio entre ellos y
entrelazó las muñecas con sus manos. Una salvaje excitación ardía en sus ojos y él le
sonrió.
-"Dilo otra vez. Dilo otra vez, justo así. Excepto añadiendo terminología más
descriptiva."
-"¿De qué hablas? No quiero tus duras piedras preciosas azules brillantes."
-"No, Keely. Mi hermosa, brillante Keely. Las tortitas. Describe las tortitas de
nuevo. Con mantequilla y sirope, y el olor, y la vista, y el gusto."
-"Has tocado fondo, ¿no es así? Es triste, también, que después de todo lo que
has pasado en tu vida, la simple descripción de unas tortitas sea la gota final."
-"Descríbelas de nuevo, por favor. Creo que, de alguna manera, puedo llevarnos
a las tortitas."
Keely levantó una ceja, pensando que había algunas cosas equivocadas con ese
plan.
-"Está bien, para no ser una negativista, pero hay un par de pequeños problemas
diminutos que me gustaría traer a colación antes de empezar a hacer poesía sobre
Mrs. Butterworth53. Primero, ¿qué tortitas?, ¿dónde? ¿Y si nos presentamos en mitad
del desayuno en San Quintín?"
-"Supongo que no viste 'Walk the Line'54. Prisión, Justice. San Quintín o alguna
otra prisión, o tal vez en medio de una fiesta de desayuno Shifter."- Ella hizo una
pausa. -"¿Los cambiaformas incluso comen tortitas?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"No lo sé."- Dijo secamente. -"Lo que sí sé es que estar en cualquier lugar que
no sea una caverna subterránea profunda, bloqueada por un derrumbe, sería más que
probablemente una mejora sobre nuestras circunstancias actuales."
-"Buen punto."
Ella entrelazó sus dedos con los suyos y cerró los ojos. Hablando de locos, ella
debería estar junto a él en la celda acolchada para acompañar esto.
-"Qué demonios. Grasa, tortitas esponjosas, con vapor que se eleva en el aire
desde la parte superior de la pila. Mantequilla... mantequilla de verdad, no esa cosa de
margarina... derritiéndose por los laterales. Sirope de arce fresco procedente de
Canadá puesto sobre las tortitas y corriendo sobre el borde del plato... "
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Sus ojos se calentaron con el color del jade fundido, y su aliento se atrapó en su
garganta. Era extraño como algo tan simple como el color de ojos podía tocar sus
emociones de esta manera.
Cuando se sentó en el otro lado del mantel, Keely metió un tenedor lleno de
felicidad de arce en su boca y prácticamente ronroneó, enviando un agradecimiento
silencioso a la cocinera, que probablemente estaría de pie en medio de la cocina con
su boca colgando abierta en ese mismo momento.
Apretó la mandíbula, luego se relajó. Algo oscuro brilló en sus ojos antes de que
finalmente asintiera.
La sonrisa que apuntó hacia ella era tentativa, pero marcó un progreso enorme, y
ella no pudo evitar sonreír a su vez.
-"Come, o no te contaré nada de eso. Parece como si una suave ola podría
noquearte de nuevo."- Sentenció.
-"Te informo de que soy más fuerte de lo que parezco."- Dijo ella, pero recogió
su tenedor de regreso y cavó en un montón esponjoso de huevos revueltos.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Tu padre."
-"Pero lo hiciste, ¿no?"- Dijo, juntando todo lo que había escuchado de los otros
Atlantes durante la locura ante el portal. -"Se lo dijiste, cuando te sacrificaste para
salvar a tu hermano y todos los demás."
-"¡Oh Dios! Yo tan raramente sé lo que estoy tratando de lograr por mí misma,
así que es bueno que tú puedas ver a través de mí."- Dijo, ampliando sus ojos con
inocencia fingida.
Eso le hizo reír, lo que inexplicablemente la hizo muy, muy feliz. Pero decidió no
analizar demasiado eso.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Justice estaba agarrando el final de su pelo trenzado con tanta fuerza que sus
nudillos estaban blancos.
Justice guardó silencio tanto tiempo que pensó que había cambiado de opinión
acerca de hablar con ella. Pero entonces él cabeceó, como saliendo de alguna decisión
interna.
El nudo en su garganta hacía difícil hablar. Nadie debería tener que soportar
tanto como lo había hecho él, siglos de vida o no. Se obligó a las palabras.
Una sonrisa se dibujó en su cara, tan terrorífica que ella casi retrocedió
físicamente ante su visión.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
"No. Ella ya retuvo a Conlan prisionero durante muchos largos años de tortura,
así que sé que está planeando ir de nuevo detrás de Ven, lo siguiente. Pero ahora voy a
estar aquí para detenerla."
Ella no señaló lo obvio: que no había mucho que pudiera hacer atrapado en la
cueva. Cada vez más, estaba empezando a creer que iban a lograr salir. Estaba
empezando a creer en él.
-"¿Serás capaz de superar el daño de romper las Geas? Quiero decir, haces
referencia a ti mismo en plural a veces."- Se aventuró.
-"Mi madre era una Nereida, Keely. La viste. Ella me dio cualidades y,
evidentemente, los poderes de su linaje. Poderes de los que no conozco nada todavía.
Creo que cuando mi cordura se fracturó, de alguna manera liberó la parte Nereida de
mi alma. Él me combate incluso ahora, porque quiere..."- Se interrumpió, y un rubor
oscuro invadió su rostro.
No, cuando eso hizo que la cara de Justice girase a mármol helado de este modo.
-"Él te quiere a ti."- Dijo rotundamente. -"Él quiere dejarte desnuda y conseguirte
debajo de él, tanto si estás de acuerdo como si no. Él quiere tomarte, Keely, y yo
moriré antes de permitírselo."
Su grito resonó en el silencio entre ellos, y casi se tropezó con sus propios pies
obstaculizándola para moverse hacia atrás y lejos de él. La angustia apretó los rasgos
de Justice, y sus ojos oscurecieron a negro mientras se sentaba, perfectamente
inmóvil, observándola.
Una parte de ella respondió al dolor en su voz y quiso consolarlo, pero la realidad
de lo aislado que estaba (atrapada con un loco auto-confesado) se arremolinaba de
nuevo a la vanguardia de su conciencia. No importa cuál fuera la simpatía o incluso la
empatía que sentía por él, ella no podría hacerle ningún bien si estuviera muerta. O
brutalizada por aquel lado malvado de su naturaleza. Le tomó cada gramo de su
habilidad y entrenamiento, pero se las arregló para hablar con calma.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Por supuesto que me encantaría escuchar acerca de los momentos felices, pero
tienes razón. Ahora no es un buen momento. Debemos trabajar en la búsqueda de la
manera de salir de aquí, ¿no te parece?"
Cuando se levantó con gracia sobre sus pies, se sintió muy orgullosa de sí misma
por no pestañear. Cuando escaparan de esta caverna, después de esta experiencia,
sería capaz de enfrentarse cualquier cosa. Si es que ambos alguna vez escapaban esta
caverna.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Veintidós
Justice vagó por la caverna, buscando en vano una salida. Cualquier poder que
había logrado llamar antes para transportarlos guardó silencio, como burlándose de él.
Una opción se le había ocurrido, por supuesto. Pero aún no estaba dispuesto a dar
rienda suelta a la Nereida tratando de poseer su mente, sólo para que pudieran
discutir la estrategia.
Podría llegar a eso, sin embargo. Infiernos, probablemente llegarían a eso. Pero
por ahora, al menos con Keely y él alimentados, intentaría una vez más buscar un
pasadizo que se le hubiera escapado antes. La desesperación no se sentía tan
agudamente afilada con la barriga llena, a pesar de que la había asustado hasta
quedarse en silencio. Ahora le evitaba por completo, y no podía culparla por ello. Pero
decirle la verdad le había parecido la mejor opción en ese momento. A pesar de que
ahora lo lamentaba, ferozmente.
Miró a donde ella estaba sentada en el suelo, los platos dejados de lado y una
colección de figurillas de jade de uno de los compartimentos repartidas con precisión
matemática sobre el mantel. A un lado de las estatuillas, la colección de gemas que
había dejado de lado anteriormente se alineaba como soldados de juguete a la espera
de la orden de su general.
Hubiera sido imposible para él. Cada paso que daba, cada pensamiento que
tenía, estaba envuelto en el conocimiento de que ella estaba cerca. El destello de
resentimiento tuvo un efecto ya familiar: el Nereida se tensó contra los escudos de su
mente, cada vez más fuerte con cada hora que transcurría.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Había escapado del Vacío, ¿sólo para encontrar que su locura le había seguido?
¿Moraba en él? El sacrificio de Pharnatus no debía ser en vano.
Cerrando los ojos, libró una breve pero furiosa guerra con su otra mitad, sin
ningún resultado. Él estaba considerando seriamente golpear su cráneo contra una de
las paredes cubiertas de gemas para sacar a flote la información, cuando Keely le
llamó.
-"¿Justice? Puede que tenga una idea de cómo podemos salir de aquí."
Keely estaba sentada con las piernas cruzadas en el suelo, contemplando las
figuras. Objetos de valor incalculable, todos ellos, y muy importantes para cualquier
estudio serio del pasado Atlante. Incluso a través de sus guantes, la gran edad de
aquellas tallas se presionaba contra su mente y crepitaba a lo largo de sus
terminaciones nerviosas.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Justice no sabía cómo conseguir sacarles. Ni siquiera entendía cómo los había
llevado allí. Ideal. Ella había estado dentro de su pasado, a través de la visión de la
espada, y sabía lo suficiente de él para conocer su integridad. Su honor. Incluso el
dolor, que mantenía tan estrechamente controlado. Él no le mentiría. Moriría antes de
dejar al Nereida dañarla. Podía aceptar esos hechos como hipótesis probadas. Así que
eso bastaba para ella.
Cruzando la habitación, se asemejaba más que nada a una elegante pantera, los
músculos fluyendo en un agraciado paso mortífero. La dejó sin aliento y embrolló sus
pensamientos científicos, antes prolijamente ordenados. Debería tenerle más miedo,
sobre todo después de lo que admitió ante ella, pero de alguna manera confiaba en
Justice lo suficiente como para sentirse segura.
Práctica, pragmática Keely. Excepto que, mirando a Justice y deseando que sus
fuertes manos hubieran estado en su piel en lugar de en su cabello, ella no se sentía
del todo práctica.
-"Si continúas mirándome así, voy a permitirme considerar poner en práctica las
fantasías de lo que me gustaría hacer con el jarabe de arce restante y tu precioso,
hermoso cuerpo."- Dijo, con voz ronca y casi gruñendo.
-"Hay mucha diferencia entre una toma forzosa y una entrega voluntaria."-
añadió.
A medida que el odiado rubor se arrastró desde sus mejillas hasta su pecho, se
mordió el labio y trató de no hacerlo. Ella realmente lo intentó, pero no pudo evitarlo.
Simplemente no podía. Miró el jarabe de arce.
Esta vez él realmente hizo un gruñido, y la ferocidad primitiva del sonido desató
un anhelo primitivo en Keely.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Líquido calor se extendió desde el centro de su cuerpo, y tuvo que luchar contra
retorcerse donde estaba sentada. De pronto sus pantalones eran demasiado apretados
y el encaje de su sujetador se frotaba insoportablemente contra sus sensibles pezones.
Si podía hacerle todo eso desde un gruñido, tenía problemas si alguna vez le conseguía
tener desnudo.
-"Céntrate."- le dijo, casi sin aliento, decidiendo ponerlo todo sobre la mesa. O el
suelo. Lo que sea. -"No sé por qué está entre nosotros ésta loca atracción, pero
tenemos que enfocarnos. No quiero desencadenar tu... tu problema, tampoco."
-"Lo admites, entonces."- Dijo con calma. -"La atracción, como tú lo llamas,
aunque yo diría que esa es una palabra muy suave. Esto no tiene nada que ver con el
Otro en mi interior, Keely. Este es el deseo que surge como un maremoto entre
compañeros destinados."
-"Tendría que ser tonta o mentirosa para negarlo. Al menos la parte del deseo.
Pero es simplemente una reacción a una situación estresante. Una reacción hormonal
basada en la adrenalina."
-"Tus ojos. Liam hizo eso, también, esa cosa de los ojos cambiando color. ¿El
color de ojos de los Atlantes se interrelaciona con las emociones? ¿Como un anillo de
ánimo fisiológico?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"No he estado exactamente catalogándolo, pero han ido de negro a azul oscuro,
a un verde azulado brillante, y ahora están de este hermoso color verde pálido que me
recuerda a la primavera. Oh, y algunas veces cuando están negros, tienen una
intrigante llama pequeña azul verdosa en los mismos centros de tus pupilas."
Su boca se abrió un poco antes de sujetarla cerrada en una delgada línea. El iris
de sus ojos se oscureció a negro mientras la miraba, como la noche cayendo
repentinamente en un hermoso día de primavera. Ella casi le sonrió a su propia
fantasía. Tal vez debería haber tomado más clases de poesía. Podía escribir 'Oda a los
ojos de un Atlante'.
Ella abrió la boca para hacer algún chiste, pero luego se dio cuenta de que de
ningún modo estaba bromeando. El hielo se estremeció por su espalda, lo que hizo
maravillas para ese enfoque que había estado deseando encontrar.
-"Ambas mitades de tu naturaleza. Supongo que tiene que ver con ese 'nosotros',
entre tu personalidad y el Nereida, ¿no?"
-"No vas a huir de mí, Keely."- Dijo, con un mandato acerado en su tono. -"No
hay un lugar donde puedas ir que no vaya a seguirte. Sabes eso ahora."
-"Sí, bueno, deberías saber que no soy muy buena aceptando órdenes."-
contraatacó ella. -"En lugar de luchar sobre esto, sin embargo, ¿por qué no hacemos
algo más productivo? ¿Cómo escapar de aquí?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Hay algo que tengo que decirte. Acerca de la visión que tuve cuando toqué el
zafiro de Liam."
-"¿Liam?"
Era sólo una palabra, excepto que llevaba una gran cantidad de peligro. De
repente, él era el depredador salvaje de nuevo, y ella no sabía por qué. Tal vez él y
Liam tenían alguna enemistad entre ellos. Ahora no era el momento de investigarlo,
sin embargo.
-"Eso es imposible. Tu visión debe estar mal. Conozco ese nombre, Nereus, pero
él no podía estar casado. Poseidón considera que sus sacerdotes no pueden casarse. Si
no permanecen célibes, sufren una enorme pérdida de sus poderes. Nereus fue uno de
los sacerdotes más poderosos de nuestra historia, por lo que no podría haberse
casado."
Ella relató la historia de su visión de Nereus y Zelia, y lo que habían dicho acerca
de la Estrella de Artemisa. Cuando concluyó su relato, un detalle importante la golpeó.
-"Justice, dijeron que tiene el poder de curar mentes fracturadas. Tal vez
podrías..."
Los puños apretados de Justice descansaban sobre sus muslos, pero cuando
habló no fue para decirle que se quedara jodidamente fuera de sus asuntos, como ella
esperaba y, para ser sincera, se lo hubiera tenido bien merecido.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿Lo sabía? ¿Liam sabía que esta experiencia sería perjudicial para ti y sin
embargo, él te envió a ella sin previo aviso?"
-"Él es un hombre muerto."- Dijo rotundamente. -"Cada aliento que toma es una
deuda contraída con los nueve infiernos."
Un escalofrío corrió por su espalda ante sus palabras, las cuales no se entregaron
como una amenaza sino más bien como un hecho conocido. Keely libró un repentino
pensamiento compasivo por Liam.
-"Él no debería haberte tocado nunca."- Respondió, implacable. -"Le mataré solo
por eso."
-"Correcto. Bien. Yendo sólo un poquito por la borda, ¿no te parece? Nadie
matará a nadie. De todos modos, lo que yo estaba recibiendo, fue por la intensa
conexión emocional que parezco forjar con objetos Atlantes que leo. Yo estaba
pensando..."
Ella se detuvo y trató de llenar con aire sus pulmones de repente vacíos, y luego
comenzó de nuevo, forzando las palabras hacia fuera a través del nudo de miedo en su
garganta.
-"Estaba pensando que podía empezar a leer objetos, uno tras otro, hasta que,
posiblemente, uno de ellos nos brinde un poco de información acerca de una forma de
salir de aquí."
Ella plasmó una sonrisa optimista en su cara y trató de no pensar en todas las
cosas que podrían salir mal. Intentando no pensar en quedarse atrapada en un
torbellino de visiones interminables. Intentado no preguntarse si este sería el
momento de que muriese en una de ellas, finalmente demostrando de un modo u otro
si la visión de la muerte igualaba a la realidad de la muerte.
De todas las hipótesis que jamás había formulado, esta era la que estaba menos
ansiosa por demostrar. Dado que sus pensamientos daban vueltas como un hámster
atrapado en una rueda, lo arrojó en la cancha de Justice.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿En qué posible estado delirante pudiste creer que iba a dejar que te
arriesgues a ti misma de tal manera?"
La furia cabalgó los planos y ángulos duros de su rostro, y por un instante pareció
un singular Dios vengador. Ella no quería dejarse intimidar, sin embargo. No mucho.
-"No tenemos una opción mejor; tú mismo lo dijiste. No sabes cómo nos trajiste
hasta aquí, y no sabes cómo sacarnos. Tenemos que intentar algo, Justice. Soy una
científica, y exploro diferentes vías, diferentes hipótesis, hasta encontrar una que
ajuste."
-"Tal vez no sea tan malo. Cuando medito y me preparo, mis visiones no suelen
ser tan intensas como fueron estas más recientes."
"Tal. Vez. No. Sea. Tan. Malo."- él arrancó con los dientes apretados. -
"¡Realmente!"
-"Yo lo prohíbo."- Dijo, aún revistiendo cada sílaba con hielo. -"Voy a batallar
contra la otra mitad de mi propia alma antes de dejarte arriesgar tu salud o tu vida con
esta opción."
Apoyó la cabeza sobre la de ella y la abrazó con tanta fuerza que casi no podía
respirar. Ella estuvo a punto de protestar cuando se dio cuenta de que estaba
temblando en su contra. La batalla interna que estaba librando debía ser un infierno
de pelea, y lo peor era que no sabía cómo ayudarle.
Sólo había una cosa que podía pensar, y era la más sencilla. Ella deslizó sus
brazos alrededor de su cintura, y le devolvió el abrazo. Un violento estremecimiento
sacudió su cuerpo y él aflojó, solo lo más mínimo, aquel abrazo de muerte que tenía
sobre sus costillas. Se sentaron allí, inmóviles y en silencio, durante unos minutos, y
luego levantó la cabeza.
-"Yo sé lo que tengo que hacer. Tengo que hacer un trato con un demonio y
esperar que no terminemos todos en el infierno."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Veintitrés
Atlántida, el palacio
Después de una larga ducha caliente y una muda de ropa, Alexios se dirigió por el
inmenso pasillo forrado de tapices para informar a Conlan. Los intrincados tejidos y
brillantes eran matices de la historia de la Atlántida (escenas tejidas a lo largo de miles
de años), pero apenas se fijó en ellos mientras se dirigía a la sala de guerra.
Sus paredes habían escuchado, en silencio y sin juicio, sobre los planes de los
Atlantes durante más de once mil años. Alexios se preguntó qué pasaría si las paredes
pudieran reír.
Planes, estrategias, reuniones sin fin para discutir guerras sin fin. Todos ellos
eran simples piezas de ajedrez en un juego jugado por los Dioses, e incluso el más
fuerte de los Guerreros de Poseidón rara vez fue elevado a ser algo más que un peón.
Que los peones fueran frecuentemente los más sacrificados había pasado por su
cabeza una o dos veces.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Conlan y Ven vestían ropa sencilla: camisas oscuras y pantalones parecidos a los
suyos. Nada en su atuendo gritó el hecho de que fueran de la realeza. El Alto Príncipe,
que pronto sería Rey de la Atlántida, y su hermano menor, el siguiente en la línea al
trono, jamás comerciaron con esa herencia para ponerse por encima de los demás.
-"¿Noticias de Justice?"
-"Había pensado que estaría de vuelta aquí antes que yo. Se fue detrás de Quinn;
ella resultó herida en la batalla."
-"Fue una herida leve."- Les aseguró. -"Pero ya conoces a Alaric. Quinn y él tienen
un... vinculo. Él la siguió, para poder asegurarse de su bienestar."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Alexios no dio más detalles sobre lo que el trío le haría a los vampiros cuando se
encontrara con ellos. Él no necesitaba hacerlo. Conlan lanzó una mirada a su hermano
y luego asintió.
-"Si la herida de Quinn es leve, Alaric debería volver pronto. No hay nada que
podamos hacer para rastrear a Justice hasta entonces, por lo que debemos centrarnos
en la cuestión que nos ocupa. Tiernan nos ha dado muchas noticias de los planes para
los Apóstatas."
-"Serías un buen reportero, Atlante. Nunca creas todo lo que oyes. Hecho-
verificación, hecho-verificación, hecho-verificación."
-"La verdad es que lo tengo en mi cabeza. Pensé que sabía la disposición; entré
como parte del personal de catering. Yo sabía que no comenzarían los festejos hasta
que las empresas de catering se marcharan, pero pensé que podría oír algo útil. En su
lugar, me cegaron."
-"¿Obligada a quitarte la ropa y ser parte de la orgía?"- Dijo Alexis, sin creer una
maldita palabra.
-"No, yo... Las empresas de catering estaban en el ajo. Se me ordenó tomar una
carga de bandejas vacías hasta la camioneta de catering y no volver. Pero tomé un
desvío para el baño y luego logré esconderme detrás de ese sofá cuando nadie estaba
mirando."- Se tocó la cara magullada. -"Llegamos a este ojo morado cuando alguien
arrojó una botella hacia allí y me golpeó. Fue difícil para mí no gritar. Pero uno de esos
viejos repugnantes me vió, y tuve que jugar con eso y fingir que era tímida y era mi
primera fiesta. Hubiera sido peligroso para mí correr; él estaba sospechando. Así que
tuve que desnudarme mientras el pervertido observaba. Luego tomó mi ropa y dijo
que estaría de vuelta. Estaba tratando de encontrar la manera de salir esquivándole
cuando vosotros, muchachos, reventasteis dentro."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Qué es exactamente lo que vamos a hacer, con cada pieza de información que
nos dé."- dijo Ven rotundamente. -"Pero ella tenía razón sobre el Vacío, y lo que nos
está diciendo ahora confirma la información que tenemos de fuentes de inteligencia
independiente. Hasta ahora, todo va bien, en otras palabras."
Tiernan señaló a uno de los mapas, y Alexis se acercó más para poder mirar.
-"Sí, me resulta difícil creer que tus jefes en el Boston Herald te estén animando a
ir tras esta historia."- Dijo Ven, sacudiendo la cabeza. -"Lo último que escuchamos, es
que ese periódico era uno de casi tres docenas en los Estados Unidos a cargo de un
consorcio de Shifters."
-"Parece que escuchas mucho. ¿Es cierto que Donald Trump55 es una forma de
Shifter, o es sólo un rumor sin fundamento?"
-"Alexios tiene razón. Pero nuevamente tengo que preguntar, ¿quién es este
'nosotros' a quién te refieres? No hemos oído hablar de ninguna investigación humana
sobre los Apóstatas."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Hemos oído hablar de ti también, reportera. Hemos oído que eres una persona
que busca la gloria, que piensa que Pulitzer es su segundo nombre. Hemos oído que
eres poco fiable y descuidada. ¿Por qué habríamos de desear trabajar contigo?"
Por una fracción de segundo, tan rápidamente que Alexios casi se lo perdió, los
ojos oscuros de Tiernan fueron nebulosos y desenfocados.
-"Eso es una mentira."- Dijo ella, su voz casi extrañamente tranquila. -"Nunca has
oído hablar de mí, y no has oído hablar de mi investigación, tampoco. No sabes en
quién confiar, y estás preocupado por tu amigo. Hay más."- Dijo, volviéndose hacia
Conlan. -"Tienes miedo de que todo lo que hizo... Justice... con o contra esa
arqueóloga vaya a tener repercusiones para la Atlántida. Repercusiones terribles."
Un pesado silencio sobrecargó el aire. Algo extraño había ocurrido, pero Alexios
no estaba seguro de qué. Todos sus sentidos le decían que Tiernan era meramente
humana. Por otra parte, también lo eran Quinn y Riley. Humanas y 'akasha'an'.
Empáticas emocionales, después de miles de años. Erin... era además una cantante de
gemas. Nadie se sorprendió de lo meramente extraño más.
Ven juró viciosamente en voz baja en el antiguo Atlante, sin duda, en deferencia
a Tiernan. Independientemente de la lengua, sin embargo, el significado estaba claro.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"No hay nada temporal sobre esto."- Dijo Tiernan rotundamente. -"Tenemos
evidencia de una deformación real permanente de los patrones cerebrales. Tenemos
neurocirujanos, radiólogos y neuropsiquiatras que trabajan con nosotros. Las
resonancias magnéticas de los cerebros de las personas afectadas son muy, muy
diferentes de las exploraciones de la gente que simplemente sufre de una subyugación
temporal."
Hizo una pausa, mirando a cada uno de ellos, por turnos, como para enfatizar su
punto.
A menos que fuera una actriz mucho mejor que cualquiera que Alexios jamás
hubiera visto en el escenario, Tiernan estaba diciendo la verdad. La pasión y el dolor en
su voz casi habían provocado su rotura, pero había acero en aquella mujer. Acero
pulido con indignación en lugar de fuego, tal vez, pero acero, no obstante.
Conlan hizo un gesto sutil de la mano, cortando a su hermano fuera en mitad del
pensamiento. Ven entrecerró los ojos, pero obedeció. Luego dio un puñetazo en la
mesa, sorprendiendo a todos.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿Estás diciendo que Anubisa es en realidad una Diosa? Y por Poseidón, ¿te
refieres al mítico Dios del mar?"- Ella entrecerró los ojos. -"Vine a ti acerca de un
problema real, con información real sobre tu amigo, esperando ayuda real. ¿Esta es tu
idea de una broma? ¿Vamos a alimentar a los humanos con cuentos de hadas?"
Tiernan abrió la boca como si fuera a responder, pero luego la cerró. Después de
un momento, ella sonrió abiertamente, y un destello de la mujer despreocupada que
podría haber sido en tiempos más fáciles brilló en ella.
-"Tu otro amigo... el que se volvió un poco loco en Boston. ¿Está bien?"
-"No tenemos tiempo para explorar eso ahora, aunque tuviéramos esa
inclinación."- espetó Ven. -"Brennan permanece lejos de ti. Tu permaneces en la
Atlántida mientras te echamos un vistazo."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Eres nuestra huésped, Lady Tiernan."- Dijo Conlan, y una vez más el tono regio
era evidente en su voz. -"No eres nuestra prisionera. Pero seríamos negligentes si no
verificamos tu historia, como tú misma comprenderás. Danos un par de días, y te
devolveremos a Boston para continuar tu trabajo."
-"Esperamos que ese sea el caso, todo por nuestro bien. Si los vampiros han
progresado hacia la destrucción del actual patrón del cerebro humano, entonces
tenemos que intensificar nuestra respuesta."
-"Erin quiere verla."- interrumpió Ven. -"Está en el Templo y dijo que le daría a
Tiernan el tour turístico."
-"¿Templo?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿Qué Templo?"
-"El Templo de las Nereidas."- Dijo Alexios, haciendo un gesto hacia la puerta. -
"Más de esos seres mitológicos de los que hablabas antes."
Mientras ella disparaba preguntas hacia él, Alexios consiguió pastorearla hacia la
puerta. La mantuvo abierta para ella saliera delante de él y luego se volvió hacia
Conlan y Ven.
-"Lo sabemos."- Dijo Conlan. -"Tan pronto como regrese Alaric, vamos a trazar
nuestros pasos a seguir."
Alexios asintió, totalmente de acuerdo con ese plan. Él cerró la puerta tras de sí y
se fue a rescatar a los guardias del interrogatorio de Tiernan, repitiendo ese juramento
en su mente.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Veinticuatro
Atlántida, la caverna
-"Te llamo para compartir tu poder."- Dijo Justice en voz alta. -"Si no podemos
escapar de esta caverna, eso no te hará a ti más bien de lo que me hará a mí."
-"No estoy loco; sólo estoy hablando conmigo mismo."- le ofreció. -"La única
manera de que podamos a salir de aquí es si la mitad Nereida dentro de mí puede
enseñarme poderes que nunca he conocido. No fue un Regalo Atlante lo que nos
transportó hasta aquí. No estoy seguro de lo que hice o cómo lo hice. El Nereida si lo
sabe, y por eso aprenderé."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
A pesar de que no entendía el alcance del poder liberado, podía sin duda sentir la
magnitud del mismo. Siempre había estado poseído del uso superior de las magias de
la Atlántida, pero esto era diferente. Más oscuro. No más poderoso, sino simplemente
distinto. Una arcilla modelada por un escultor con una intención misteriosa.
Podía verlo. Podía oírlo, tocarlo, saborearlo. Dondequiera que mirase, rayos de
energía bailaban y jugaban, barriendo a través del tejido de la propia vida. Sería tan
fácil hundirse en la energía. Para dar un paseo.
No tenía motivos para saberlo, pero lo supo. Ya no era sólo Justice. O incluso sólo
Justice y Nereida. Formaba parte del alma de toda la existencia de la galaxia, y viajar
dentro de ella sería tan fácil como nadar en una tranquila piscina.
-No es tan fácil como eso.- advirtió el Nereida. -No puedes caer en esa trampa.
Existen posibilidades ilimitadas para seducir a los incautos. Si te entregas al universo
sin reservas, existe la posibilidad de que nunca volverás.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Keely. Tenía que proteger a Keely. Retirarles a ambos de esta caverna en la que
estaban atrapados. Centrarse en la práctica; lo mágico podía esperar. Se volvió hacia
ella.
-"Sí. Me gustaría preguntar dónde te gustaría ir, pero creo que un destino es
obligatorio. Tenemos explicaciones que tomar. Tengo explicaciones para dar. Iremos al
palacio. Debe ser el principio, a pesar de que todavía no sabemos el final."
-"Una parte de mí no desea nada más que ir a casa, tomar un baño caliente y
beber una o dos botellas de vino. Pero tenemos que contarle al Príncipe acerca de la
Estrella de Artemisa y el Tridente. Todos en la Atlántida podrían estar en grave peligro
si tratan de elevarse sin el conjunto completo de piedras preciosas."
Le tendió la mano y ella enredó sus dedos en la suya, y una fuente de luz
brillante se combinó en un géiser que les rodeó. Embelesado por el encanto hipnótico,
casi se perdió sus siguientes palabras.
-"Sólo dime que esto es seguro."- Dijo ella, intentando una sonrisa. -"Ya sé que lo
hicimos una vez antes, pero no puedo evitar sentirme un poco como un conejillo de
indias. Yo realmente no quiero que la mitad de mis átomos que vayan a Borneo,
mientras que la otra mitad terminen en el palacio de aquí en la Atlántida. Vi Star Trek
en DVD, ¿sabes? Eso del teletransporte no era exactamente fiable."
Desde algún lugar de su pasado, encontró un eco de humor que aún no había
sido golpeado fuera de él por los años de batalla... o meses en el Vacío.
De alguna manera, contra todo pronóstico, Keely se echó a reír. Justice llamó a la
magia de sus antepasados Nereidas y, sosteniéndola en sus brazos, dio un paso fuera
del borde de la realidad y dentro del tapiz del universo. Se disolvieron en energía pura,
y ambas mitades de sí mismo (Nereida y Atlante) se maravillaron ante la brillantez de
la luz solar captada que sostenía tan cuidadosamente en sus brazos.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Keely se derritió en la nada, de nuevo... o tal vez no. De alguna manera casi
indefinible, esto era diferente. Se sintió más un participante activo en el proceso,
aunque ciertamente no era ella quien estaba trayendo la magia. Como científica, trató
de observar y catalogar. Las sensaciones, las reacciones, la experiencia como
experimento.
Los colores y los sonidos chocaron a su alrededor, como si hubiera tomado una
droga de alteración mental y caído en el medio de una sinfonía. Fue hermoso y
terrible; sensación apilada sobre sensación, hasta que pensó que se volvería loca.
Y luego se acabó
Cayeron, ya sea hacia arriba o abajo no era importante, pero cayeron de las
corrientes... fuera de la vorágine... y de vuelta a la realidad. Cuando llegaron allí, se
posaron muy suavemente sobre sus pies, en una habitación que Keely no había visto
en ninguna de sus visiones, se preguntó por qué la realidad de repente parecía tan
aburrida.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Su voz era poco más que un gruñido, pero entendió las palabras y la intención
con suficiente claridad. Podía ver el temblor de sus músculos que le dijo que estaba
casi incoherente por la rabia. Keely sabía que tenía que hacer algo. Los Atlantes
estaban amenazando la frágil paz que Justice había negociado con su mitad Nereida, y
ella no iba a tolerarlo.
Después de años de arqueología, Keely no era ajena a tratar con los gobiernos
extranjeros. Éste podría ser más extraño que cualquiera de los otros que había
encontrado, pensó con sombría diversión, pero el principio todavía sería cierto.
-"Justice."- Dijo entre dientes: -"No estoy haciendo muchos progresos aquí.
¡Tienes que ayudarme!"
-"Estás aquí, y estás a salvo."- Dijo Ven fervientemente. -"Gracias a los Dioses
que ambos estáis a salvo."
Conlan inclinó la cabeza, y Keely vió que sus labios se movían, pero no pudo oír
las palabras. Cuando levantó la mirada, sonrió a Justice.
-"Yo, también, agradezco a los Dioses que has regresado de forma segura desde
el Vacío, hermano mío. Y mis disculpas, Doctora McDermott. ¿Estás bien?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Envainó sus dagas, dio un paso hacia ella, y el gruñido de Justice traqueteó a un
nivel superior para ser un gruñido real.
-"No estoy herida."- Dijo. -"Aunque no rechazaría una comida caliente y un baño.
Pero tenemos que hablar primero. Justice está teniendo un momento difícil, como
puedes ver. Realmente no lo entiendo del todo, pero tuvo que hacer un trato con la
mitad Nereida de sí mismo con el fin de averiguar esta cosa de la transferencia de
materia que le permitió transportarnos aquí."
Keely notó que Ven no le quitaba los ojos de encima a Justice. El pálido rostro de
Ven y la mandíbula fuertemente apretada le dijeron que llevaba su propia carga de
culpa por el sacrificio de su hermano con Anubisa. A su lado, el ruido de gruñido
abruptamente se apagó.
Keely vió la angustia que ensombrecía el rostro de Conlan. Dio un paso hacia
adelante, hacia su hermano, pero Justice retrocedió, tirando de ella con él.
-"Nunca lo supimos."- dijo Ven, con los dientes apretados. -"Nosotros nunca lo
supimos. Maldita sea, Justice, ¿no nos conoces mejor que eso después de cientos de
años luchando codo con codo? Te he llamado hermano incluso sin saber sobre el lazo
de sangre. ¿Podrías pensar que, sabiéndolo, lo haría de manera diferente? ¿Cualquier
cosa menos?"
Keely notó que Conlan era menos directo. Estudiaba a Justice sin decir nada, y
había educado su rostro hacia la inexpresividad.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Debe ser algo que te enseñan en la escuela de Príncipes."- Dijo Keely, tratando
de aligerar la increíble tensión en la habitación. -"Esa cara de póquer."
Justice puso un brazo alrededor de ella y la atrajo hacia sí. Sólo el conocimiento
de que él estaba tan cerca de perder el control la mantuvo allí, a pesar de su
frustración por su táctica cavernícola. Había notado la recurrencia de la palabra
'nosotros' en lo que había dicho. El Nereida era cada vez más fuerte, entonces, y no
estaba segura de querer ver lo que sucedería si él se hiciera cargo.
-"¡Aargh! Ahora lo estoy haciendo yo."- Dijo ella, mirando hacia Justice. -"Incluso
yo estoy pensando en ti como dos personas separadas. Debes controlarte a ti mismo, o
vosotros mismos, lo mejor que puedas. Tenemos que hablarles de la Estrella."
-"La Estrella, sí. La que siempre nos han enseñado que tiene el poder de curar
mentes fracturadas. Su valor era mucho mayor del que ni siquiera nosotros
conocíamos, sin embargo. Tenemos que encontrar la Estrella... tenemos que encontrar
todas las gemas perdidas del Tridente. Sin ellas, la Atlántida no puede elevarse."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Veinticinco
Las palabras de Justice cayeron, haciendo eco, como si una piedra cayera en una
tumba recién desenterrada. Observó con gravedad como Ven y Conlan retrocedieron
físicamente ante su significado. Conlan se recuperó primero.
-"¿Qué quieres decir con que la Atlántida no puede levantarse sin todas las
gemas devueltas al Tridente? No puede ser cierto. Cuando los antiguos enviaron las
gemas a las siete esquinas del globo, no habían descubierto el portal en ese momento.
Si sólo el uso de todas las gemas, junto con el Tridente, permitiría Atlántida ascender a
la superficie, eso tendría como efecto sólo condenar a las Siete Islas."
-"No hay lógica en ello."- Dijo Ven. -"Conlan tiene razón. Sin esas joyas, ¿cómo
podrían los antiguos haber esperado jamás volver a la superficie? No tiene sentido,
Doctora McDermott."
-"No lo sé."- Dijo Keely. -"Yo no sé nada de la lógica, o de tus antepasados, como
tú los llamas, ni nada de eso. La política nunca ha sido mi fuerte. Tal vez vieron el
futuro y supieron que encontrarías una manera de viajar a la superficie. Pero lo vi en la
visión, y mis visiones nunca, nunca han estado equivocadas. Eso zafiro debe estar en su
lugar en el Tridente, junto con todas las otras gemas, o destruirá a Atlántida cuando
intente ascender."
-Todo lo que haces siempre será menor, para ellos. ¿Por qué deberían tomar tu
palabra para nada de esto?
-"No vas a tomar esto por confianza, ¿verdad? No me conoces desde Adán... o tal
vez desde Poseidón sería la mejor expresión... y vas a querer pruebas."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"No la has visto en una visión. No has escuchado la verdad y la historia que se
derramaba adelante desde sus labios."
-"Ella es una lectora de objetos, y leyó mi espada. Ella la nombró. Se llama Furia
de Poseidón, y nuestro padre me la dio."
-"No, eso no. Nunca supimos que eras nuestro hermano. Pero la espada, sí, por
supuesto que había visto a mi padre con esa espada. Al principio se nos dijo que la
perdió, pero un día vi a un pequeño niño de cabello azul fibroso llevando una espada
que era demasiado grande para él, y la reconocí."
-"Yo quería quitártela."- Dijo Ven, con una débil sonrisa jugueteando en los
bordes de su boca. -"Éramos aproximadamente del mismo tamaño. Le dije a Conlan
que iba a patearte el culo y tomar la espada de vuelta."
-"¿Qué dijo?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Confía en mí, Alteza. Mis visiones son todas sobre el pasado. Y por lo que he
visto de lo que vuestro padre puso sobre Justice y su madre, no es de extrañar que no
quieras hablar de ello."
-"Estaba en mi visión."- Dijo Keely. -"Yo la vi, tendida con dolor en el parto de
Justice, en el suelo de lo que debe ser tu sala del trono. ¿Está esculpido con delfines en
la parte posterior del trono?"
-"Justice podría eso haberte dicho. Infiernos, Liam podía haberte dicho eso."- la
desafió Ven.
-"Tú, que planeas casarte con una cantante de gemas que llegó directamente de
las aguas del tiempo, ¿cuestionas la palabra de una lectora de objetos?"- Él miró a uno
y otro, la comprensión incipiente. -"Es por eso que querías que ella viniera aquí como
arqueóloga, ¿no es así? Me preguntaba por tu criterio cuando anunciaste la lista de
científicos invitados. ¿Qué hay que excavar en las Siete Islas?"
-"¿Es verdad? ¿Sólo por eso? "- una ira cruda superó su voz. -"¿Sólo por algo que
odio en mí? ¿Cómo lo supiste?"
Keely apretó los puños contra sus piernas, lentamente inhaló y exhaló un suspiro
muy profundo.
-"Bueno, no puedo lidiar con eso ahora mismo. Estoy funcionando con
adrenalina y tortitas. Esto es lo único que necesitas saber."
Se volvió hacia Justice y le miró, con una pregunta en sus ojos. Sabía lo que le
estaba pidiendo y, a pesar de que despreciaba la idea de que sus hermanos escucharan
acerca de la humillación que había destruido su infancia, él asintió con la cabeza.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿Nereus? Pero..."
El relato pareció durar una eternidad, sobre todo cuando las ondas de vergüenza
se lavaron a través de Justice con el calor del fuego de los infiernos. Keely finalmente
terminó su relato, vació el agua de su vaso, y luego miró a Conlan y Ven.
-"Tengo tantas preguntas que ni siquiera sé por dónde empezar a hacerlas." Dijo
Conlan. -"Pero tengo la sensación de que necesitas descansar. Comida y descanso. Así
que vamos a levantar la sesión y posponer nuestras preguntas hasta mañana. Tal vez
para entonces nuestro Sumo Sacerdote habrá regresado."
-"Él no pudo alcanzarte, así que fue a Saint Louis para ayudar con un
determinado asunto que requería su ayuda."- Dijo Conlan, dejando los detalles a la
imaginación de Justice.
Justice sabía que había razones más profundas por las que Conlan deseaba el
regreso de Alaric. El Sumo Sacerdote tenía el rol de probar a cualquier sospechoso de
verse comprometido por los vampiros. Incluso el propio Conlan había sufrido eso.
Justice estaba seguro de que sería el siguiente. Lo que no estaba seguro de lo que era
Alaric haría con su doble naturaleza.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Un indicio de alivió dio alas a su paso por Justice ante ese pensamiento, y
cauteloso lo siguió, con cuidado, muy de cerca. Ahora, por lo pronto, ¿él estaba
planeando engañar a sus compañeros Atlantes de la presencia extranjera es agazapada
dentro de él?
Justice quería pedir más información, pero Keely se recostó contra él, casi
cayéndose por el agotamiento. Se levantó con cuidado, tirando de ella contra él.
Keely sólo asintió, con los párpados cerrados a la deriva, mientras permanecía
allí. Quería transportarla en brazos, pero sabía que ella odiaría eso, sobre todo delante
de Ven y Conlan. Así que se contentó con caminar junto a ella por el pasillo hacia el ala
de invitados.
Cediendo a la paranoia creciente que crecía con cada paso que daba más lejos
dentro del palacio, sobre todo porque Ven les había acompañado para 'ayudarles',
Justice examinó cada centímetro de la habitación que habían ofrecido a Keely antes de
dejarla dar ni siquiera un paso dentro de ella.
Por último, se volvió hacia la puerta, donde ella se apoyaba (todo menos caerse
de cansancio), y asintió con la cabeza. Lanzando un suspiro de alivio, se acercó a la
cama y se dejó caer hacia abajo sobre las mantas, de cara contra la almohada, su
sedoso cabello en salvaje desorden a su alrededor.
-"Llamaré para pedir un poco de comida para ti."- Prometió y se acercó a hablar
con Ven, que todavía flotaba en el pasillo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"No te puedes quedar aquí con ella."- Dijo Ven, el rostro y la voz igualmente
sombrío. -"Ya sabes eso, ¿no? Necesitamos saber... Dioses, hombre. Lo que hiciste por
mí... "- Ven se detuvo, las palabras estranguladas en su garganta.
-"No necesito ni quiero tu gratitud."- Advirtió, su ronca voz con sentimientos que
quizás era preferible dejar sin expresar. -"Tú habrías hecho lo mismo por mí.
¡Infiernos!, tú has hecho lo mismo por mí."
Ven se frotó los ojos con el dorso de la mano, y ambos simularon que dos de los
guerreros más feroces de Poseidón no habían estado a punto de derramar lágrimas de
emoción.
-"Comida. Keely necesita comida."- dijo Justice, desesperado por algo para
cambiar de tema.
Justice se volvió para mirar y vió que Keely estaba profundamente dormida sobre
la colcha, todavía completamente vestida, incluso sus botas. Tocó un panel de presión
en la pared y la habitación se oscureció, luego en silencio se acercó a la cama y la miró
fijamente. Incluso desaliñada y agotada, ella era más hermosa de lo que jamás podría
haber soñado que una mujer podría ser.
Los instintos iniciales de Justice le tuvieron apretando los puños para protegerla,
pero que se desvanecieron cuando el significado detrás de las palabras de Ven se
hundió en él.
-"Es valiente y mucho más hermosa de lo que podría merecer."- Admitió. -"Pero
es mía."
-"Tuve la sensación de que podría ser de este modo tan pronto como os vi juntos
a ambos. Recuerda, yo mismo apenas acabo de pasar por esto con Erin. Se siente muy
parecido a ser golpeado en la cabeza con una espada muy pesada, ¿no es así?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Mientras volvieron a salir al pasillo, cerrando la puerta detrás de ellos, Ven puso
una mano en el hombro de Justice en un gesto de camaradería que le resultaba
familiar. Como algo que Justice mismo pudo haber hecho hace sólo cuatro cortos
meses.
Keely despertó boca abajo en una pila de almohadas como una nube de seda,
todavía con la ropa a excepción de sus botas. Saltando para salir de la cama, miró
frenéticamente alrededor de la habitación, ya que la noche anterior había estado
demasiado cansada como para conseguir realmente un buen vistazo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Vagando por la habitación, sintió un placer femenino ante las sedas de color
verde pálido y muebles complementarios de color crema. Era un estudio en elegancia
que enriquecía a su ocupante en lugar de hacer que se sintiera inferior. Una especie de
psicología interior de diseño, sin duda. O tal vez era un Regalo de la Atlántida. Belleza
por todas partes donde miraba.
Un golpe en la puerta la salvó de cualquier examen interno más allá, y abrió para
encontrar a una mujer de cabello plateado que llevaba un sencillo vestido de algodón
con cinturón y cómodos zapatos. Tenía una mano sobre un carro con ruedas. Un ama
de llaves, tal vez.
-"Tengo ropa limpia y una bandeja de café y zumo para ti, mi señora."- Dijo la
mujer, sonriéndole.
-"Estoy segura de que deseas refrescarte, Keely."- Dijo el ama de llaves, con
calidez en su voz y su sonrisa. -"Volveré en media hora para acompañarte hasta los
Príncipes." le señaló un panel insertado en la pared, y el segundo botón en él. -"Basta
con pulsar este botón si necesitas algo más antes de eso."
Con más sonrisas y más guiños, el ama de llaves salió de la habitación, cerrando
la puerta detrás de ella.
Keely pasó varios minutos disfrutando de un par de tazas de café con un montón
de azúcar y crema arremolinándose en las ricas profundidades mientras miraba por la
ventana, observando todas las maravillas de la vista.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Una y otra vez, su mirada se sintió atraída por la cúpula que cubría toda la
ciudad. Era impresionantemente inspiradora. Ya sea que la hubieran formado la magia
o la tecnología, era simplemente increíble. La fuerza de la presión del agua que debía
soportar hacia abajo contra ella, día tras día…
Bueno. Había ciertas cosas que una chica no necesitaba preguntarse para
enloquecer antes de darse una ducha.
Algún tiempo después, duchada, con cafeína, y sintiéndose casi humana otra vez,
ella comprobó la ropa. Sorprendentemente, todas eran de su talla o cerca de serlo.
Eligió una camisa verde simple y par de pantalones de color canela, se calzó sus
propias botas de nuevo sobre un par de calcetines limpios, dejando de lado todos los
hermosos vestidos, faldas y otras prendas con volantes que el ama de llaves había
traído. Vestirse con algo parecido a su uniforme de trabajo estándar la hacía sentirse
más en control. Había aprendido muy pronto que nadie se tomaba en serio a una
científica que llevaba encajes o volantes.
Por supuesto sus guantes estaban de forma segura en su lugar. Incluso tocar algo
tan neutral como las paredes en un lugar de esta antigüedad probablemente podría
mandarla a un trance.
Cuando llegaron a una puerta custodiada por dos guerreros de rostro sombrío, el
ama de llaves golpeó la puerta y luego la hizo entrar en la misma habitación que ella y
Justice terminaron la noche anterior. Conlan y Ven ya estaban allí.
197
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Riley envía sus disculpas, pero está teniendo un momento difícil con el
embarazo, y Erin está con ella, también."- Dijo Conlan.
Se lo quitó de encima. Por lo general, no era tan sentimental. Debía ser algo
acerca de encontrarse en el castillo de Cenicienta lo que la hizo pensar en el Príncipe
azul. O en un Príncipe Alto, de Pelo-Azul, y Mortífero.
La arqueóloga en ella quería saltar como una animadora o ponerse de pie y hacer
volteretas. Ciertamente, se moría de ganas de ir a buscar sus herramientas de la
mochila que (a regañadientes) había dejado en el dormitorio, salir a la calle, y excavar
en algún lugar, sólo por el gusto de hacerlo.
198
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Se sirvió otra taza del delicioso café y luego se sentó en su silla, lanzando una
mirada de medida entre Ven y Conlan. Tardó menos de un minuto para que ellos
sintieran el peso de su mirada, y ambos miraron hacia ella.
-"Correcto. Dijiste eso. Hace casi media hora. ¿Cómo sé que no le tienes
encerrado en alguna mazmorra Atlante?"
-"No es de extrañar que Justice esté tan loco por ti. No hay muchas cosas que te
atemoricen, ¿verdad?"
-"Las serpientes, ¿eh? ¿Eso es común a todos los arqueólogos o sólo viste
demasiadas películas de Indiana Jones?"
Se puso de pie, empujando la silla hacia atrás fuera del camino, y mostró sus
dientes contra él en la expresión más feroz que pudo reunir.
199
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Era el turno de Conlan para sonreír cuando Ven aferró a su corazón con una
expresión fingida de dolor en su rostro.
-"Oh, eso es sólo golpear bajo el cinturón. No me llames Alteza, si quieres que
seamos los buenos amigos que sé que vamos a ser."- Dijo Ven.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Veintiséis
-"Incluso después de todo lo que te he obligado a soportar, peleas por mí, amara
mía. No he hecho nada para merecerte, pero nunca voy a dejarte ir."- Murmuró en su
oído.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
No estaba del todo segura de que eso no fuera la verdad, de todos modos. Si
pudieran usar la Estrella de Artemisa...
-"Vosotros no me creéis."
-"No es tan simple como eso. Aunque hay leyendas de que la Estrella de
Artemisa puede curar una mente rota por el estrés de batalla o mediante alguna lesión
o enfermedad, ninguno de nosotros sabe si las leyendas son ciertas. La Estrella fue una
de las siete gemas esparcidas a los confines de la tierra antes del cataclismo. Sólo dos
nos han sido devueltas y aquellas sólo recientemente."
-"No tenemos idea de dónde está."- Añadió Ven. -"Y aunque tengamos una idea
bastante clara de que tienes razón acerca de la Estrella, algo del resto de lo que nos
estás diciendo es imposible. Nereus no podría haber tenido una esposa."
-"Lo sé. Lo sé. Sacerdocio, celibato, lo que sea."- Dijo, rodando sus ojos. -"Los
tiempos cambian. Admites que no sabes dónde está la Estrella. ¿No es posible que los
sacerdotes de Poseidón acostumbraran poder casarse, y que simplemente no supieras
nada al respecto? Liam me dijo que Nereus vivió hace ocho mil años. No es
exactamente como que tengas fotos de boda de ocho mil años de antigüedad por ahí,
¿verdad?"
-"De todos modos, no es sólo la Estrella de Artemisa. Es necesario tener cada una
de esas gemas para que la Atlántida se eleve. Es decir, si quieres que la Atlántida se
eleve. Por cierto, ¿debajo de qué océano estamos? ¿Qué tan abajo estamos? ¿Por qué
no hay submarinos que topen con vuestra tecnología? ¿O aviones navales, o incluso
imágenes de satélite?"
202
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
No fue tan difícil sonreírle, circunstancias incomodas o no. Era tan hermoso que
de hecho dañaba mirarle, incluso con su sencilla camisa blanca y pantalones oscuros.
Se veía como si vistiera en traje principesco o estuviera esculpido en mármol y sobre
un pedestal. Se permitió pasar un momento simplemente saboreando la visión de él.
El calor lavó a través de ella y de repente se volvió para examinar una de las
paredes para que ninguno de ellos notara su delator sonrojo. Un par de respiraciones
profundas después, puso su cara de póquer de nuevo y seguía queriendo esas
respuestas.
-"¿Y bien?"
Conlan se sentó a la mesa y se sirvió una taza de café. Se dio cuenta de que tenía
una amplia y robusta taza, ninguna de aquellas delicadas tazas de porcelana. Así que
tal vez habían estado sirviéndole a ella en la vajilla de porcelana para invitados. O tal
vez su cerebro estaba tratando de distraerla con trivialidades para alejar su mente del
hecho que estaba discutiendo con la realeza Atlante debajo del océano en alguna
parte.
-"Esas son preguntas y respuestas para otro momento."- Dijo Conlan en voz baja,
pero con un toque de acero en su voz; definitivamente desprendiendo un ambiente
del tipo 'no tientes a la suerte'. -"No hemos sobrevivido durante miles de años por
revelar nuestros secretos con tanta facilidad, incluso a una científica tan brillante como
tú."
-"Encantador, gracias por nada. Chicos, sois tan buenos."- Dijo, poniendo una
exagerada dosis de irónica admiración en su voz.
203
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"En lo que respecta a tus visiones, aunque mis instintos me dicen que estás
contando la verdad, o al menos la verdad como crees que fue, yo sería un mal líder, de
hecho, si tuviera que aceptar tu palabra en algo tan crítico."- dijo Conlan lentamente. -
"Sin embargo, si hubiera alguna forma de poder demostrarme a mí la validez de tus
visiones..."
-"Por supuesto que no."- Dijo Justice duramente. -"Hemos causado a Keely sufrir
demasiado. No vamos a permitir que la lleves a cualquier daño adicional."
De repente, las palabras estaban enriquecidas con un acento líquido que había
oído antes... desde su madre en la sala del trono durante sus visiones. Entonces volvió
la fuerza de toda esa rabia sobre sus hermanos.
-"Justice, sabes que no queremos hacerle daño. Sabes que queremos hacer todo
lo posible para ayudarte. ¿Estoy hablando con ambos ahora? ¿Te has vuelto Sybil56
sobre mí?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Pensé que tener un hermano pequeño era bastante malo. Ahora tengo dos de
ellos para tratar. Puede que abdique al trono y me traslade a Fiji, donde estaré más
tranquilo."
Keely cerró su boca, desde donde había estado colgando abierta hasta cerca de
sus rodillas. Mirándole fijamente con incredulidad, puso sus manos en las caderas.
-"Somos hombres."- Dijo Justice, sin dejar de sonreír. -"Es lo que hacemos."
Fue la cosa más sana, más absolutamente corriente que él había dicho en todo el
tiempo que le conocía, y esa sonrisa en su rostro transformó sus rasgos de oscuros y
terriblemente hermosos para caer muerta… caer-a-sus-pies-con-sus ropas-nada-sexy.
No podía hacer otra cosa que quedarse allí devolviéndole la sonrisa como una
colegiala mareada que se ha encaprichado con el profesor. No sabía cuánto tiempo
pasó, mientras todos estaban allí sonriéndose unos a otros, pero, por supuesto, como
todas las cosas buenas en su vida, se terminó demasiado pronto. Conlan apuró su taza
de café y la puso de nuevo sobre la mesa.
-"He ideado un plan que hará ambas cosas, probar la veracidad de tus visiones y
también quizás darnos la información que necesitamos a fin de localizar las gemas
desaparecidas, Doctora McDermott. Vas a leer un objeto: el Tridente."
Keely tropezó y cayó de espaldas contra la pared, luego se deslizó sin fuerzas
hacia abajo hasta su trasero golpeó el suelo.
-"Oh, por supuesto. No hay problema, Su Alteza. Para mi próximo truco, voy a
leer el objeto sagrado del poder... de un Dios."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Conlan dio un puñetazo en la mesa, pero antes de que pudiera responder, Ven
comenzó a reírse, aligerando la tensión en la habitación una fracción.
-"¿Hijo de un calamar? ¿En serio? No está mal. Puntos por la repugnante visión,
hombre."
-"Sé que soy una idiota, pero ahora lo único que puedo pensar es Calamardo de
Bob Esponja59. ¿Sabías que tienen una película llamada 'Atlántida SquarePantis'? Uno
de mis colegas americanos en la excavación Lupercale tenía un hijo pequeño que la
miraba una y otra vez hasta que pensé que mis oídos se derretirían. Deberíais obtener
una copia."
Ven silbó.
-"Atlántida SquarePantis. Bonito. Voy a tener que cogerla la próxima vez que
esté arriba. Lástima que UPS60 no entregue exactamente aquí abajo."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Que esta mujer pudiera poseer tal increíble coraje ante tales circunstancias
fantásticamente extrañas (que aún pudiera sonreír y bromear) le asombró. Ella le
asombraba. Era más que la suma total de su belleza e inteligencia. Tenía coraje,
compasión y humor más allá de cualquiera que hubiera visto antes. Nunca dejaría que
ella fuera dañada.
-"Nunca."- gruñó Justice. -"No la viste. Ella entró en un trance que era similar al
coma. Su pulso se desaceleró hasta ser casi inexistente y su piel se volvió fría, sólo por
tocar mi espada. Si toca el Tridente, podría morir. ¡Infiernos!, incluso aquellos que no
son lectores de objetos han muerto por tocar el Tridente. La magia de Poseidón es
voluble y mortal."
-"¡Ofréceme una opción, entonces!"- gritó Conlan. -"Ofréceme una opción que
nos ayude a entender esto. La Doctora McDermott acaba de decirnos que..."
-"¡Estoy en la habitación!"- le gritó Keely a él, plantándose ante sus pies. -"Estoy
en la maldita habitación. Deja de hablar de mí como si no estuviera presente, tu
montón de... de... de cavernícola real."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Eso es algo brillante. No es de extrañar que seas una famosa arqueóloga."- Dijo
Ven.
-"Es perfecto."- Dijo Conlan. -"El Tridente descansa sobre un cojín de seda en el
Templo. Sin Alaric aquí para traérnoslo, yo sugiero que vayamos hasta él."
-¿Lo ves? Ellos te ignoran. Te tratan como si fueras nada, y van a poner a
nuestra mujer en peligro. Tenemos que tomar medidas.- susurró el Nereida en la
mente de Justice.
La acción fue buena. Poco a poco, sin decir nada, Justice desenvainó su espada.
El silbido inconfundible de acero liberándose del cuero cantó a través del aire, que
inmediatamente bajó varios grados de temperatura.
-"Si hay alguna posibilidad de que pueda ayudarte... a ambos... tomaré ese
riesgo."- Dijo ella en voz baja. -"Realmente no lo entiendo, pero te has vuelto muy
importante para mí en un período muy corto de tiempo. No hay muchas personas que
sean importantes para mí, Justice. Por favor, no me pidas ser una cobarde cuando un
poco de mi valor podría significar muchísimo para ti."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Me honras allá de las palabras, amara mía, pero debo prohibirlo."- Él la empujó
suavemente detrás de él, se enfrentó a Conlan y Ven, y levantó su espada un poco. -
"Desafiadme en esto, y el hermano se verá obligado a luchar contra su hermano en
esta sala."
Él asintió con la cabeza una vez, bruscamente, y una cinta estrecha de energía
azul-verdosa brillante cortó la habitación desde detrás de Keely.
Estaba atado, incapaz siquiera de hablar, a pesar de que luchó con furia y pidió
ayuda al poder de ambos: el Atlante y el Nereida. El Nereida gritó su desafío dentro de
su cerebro, pero no pudo hacer nada contra el ataque combinado.
-"¿Qué estás haciendo? ¿Le estás haciendo daño? ¡Basta!"- gritó Keely. -"¡Para!
Haré lo que quieras; simplemente dejadle ir. ¿No puedes ver que él está teniendo un
momento bastante duro para controlar su propio lado Nereida sin tenerte a ti
traicionándolo así?"
-"Si le dejamos que siga, no dejará que nos ayudes. Ya le has oído, Keely."- Dijo
Ven.
-"Si no le dejas ir, nunca voy a leer ningún maldito objeto para ti. Nunca. ¿Me
entiendes? ¡Nunca!"- gritó ella, las lágrimas corrían por sus mejillas.
-"Escúchame, por favor. Puedo hacerlo. Puedo tocar con seguridad el cojín, o
nunca lo habría sugerido. Pero te necesito cuerdo, para que puedas sostener mi mano
mientras lo hago. Por favor, Justice. Te necesito."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Conlan asintió y bajó los brazos, liberándole de las ataduras del poder. Junto a él,
Ven hizo lo mismo. Por último, Christophe se materializó en la esquina de la habitación
y la magia que había estado dirigiendo hacia Justice se desvaneció. Una parte oscura
de Justice estaba amargamente complacida de ver la blanca palidez de los rasgos
rígidos de Christophe. Sujetarle no había sido tan fácil, después de todo, incluso con
tres de ellos.
-"Eres nuestra familia."- Dijo Ven, la angustia estaba plasmada en su voz, pero
Justice endureció su corazón contra él.
-"Al Templo, entonces."- Dijo Conlan con tono de cansancio. -"Una crisis cada
vez."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Veintisiete
Otra sala estaba repleta, de pared a pared, con baúles de cuero de aspecto
antiguo de llenos de lo que, según imaginaba, debían ser cosas increíbles. Sala tras sala
llena de estatuas y pinturas que tenían que fechar miles de años de antigüedad. El
pasillo por el que pasaban estaba forrado con las obras de arte más magníficas que
jamás había visto. Un amigo suyo, que era conservador de arte en un museo, estaría
teniendo un paro cardiaco en este instante.
Una biblioteca tan grande como el estadio de fútbol del Estado de Ohio. A
medida que habían pasado la entrada y sus ojos se habían abierto ante la vista de
cientos de hombres y mujeres vestidos con túnicas de trabajo en mesas largas, Justice
había murmurado casualmente algo sobre obras de restauración de los manuscritos
rescatados de Alejandría.
211
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Casi se había desmayado en el acto al pensarlo. Por suerte, estaba hecha más
resistente a la acción, y sólo había sufrido un mareo temporal.
-Porque, ya sabes, no eran más que rollos. Rescatados de Alejandría. Sólo muy
posiblemente el mayor hallazgo arqueológico de documentos históricos perdidos
desde... bueno, desde nunca jamás.
Antes de que Justice pudiera responder, Ven les llamó desde unos seis metros
más abajo en aquel pasillo.
Dejó la frase sin terminar, pero Keely no necesitaba un traductor. Más pronto
ellos podrían estar seguros de que ella estaba diciendo la verdad, seguir adelante con
todo lo que tenían que hacer para encontrar la Estrella y sanar la mente de Justice.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Se dio cuenta de que el miedo y la tensión de poder ser herida tan fuerte que
podría explotar en cualquier segundo estaban haciéndola sentir vértigo.
Al acercarse a la puerta, se detuvo de nuevo. Esta vez la mirada que apuntó hacia
ella era pura determinación enfundada en hielo.
-"No es necesario que realices esta prueba. Si necesitan pruebas de tus visiones
para creerte, entonces, ¡a los infiernos con ellos! Sufrirán por su incredulidad. No
tienes necesidad de demostrar nada a nadie. Vamos a obligarles a liberarte de la
Atlántida y nos iremos contigo."
Le miró sorprendida, pero luego la verdad de sus palabras se hundió en ella y eso
casi la hizo pedazos. Estaba ofreciéndose a abandonar su hogar y a su familia... a todo
su mundo... solo para protegerla. Este guerrero, que luchó ferozmente contra los
demás, sacrificándose por ellos, estaba dispuesto a renunciar a todo por ella. Era más
de lo que podía comprender, por lo que se refugió en el humor.
-"Te hemos reclamado, Keely. Tal vez ahora, cuando nuestra conciencia no está
en calma y el equilibrio es tan precario, no es el momento para tus chistes."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
No es que ella temiera a Justice. Pero el Nereida era una incógnita, y era mejor
que él y ella no estuvieran en la misma zona horaria. Ignoró el dolor en el pecho que
acompañó esa idea y comenzó a caminar de nuevo. Hacia Ven y hacia la habitación
que evidentemente contenía el Tridente.
Cerró brevemente los ojos y ofreció una oración por que pudiera sobrevivir a lo
que sea que yaciera frente a ella. Sobrevivir y ser capaz de ayudar a Justice. Como si
pudiera leer sus pensamientos, él le apretó la mano brevemente y un escalofrío de
calor estalló entre ellos.
La memoria destelló calor a través de ella, pero no era sexual o incluso sensual.
Era el calor de la simple alegría: el sabor de la limonada helada en una excavación del
caliente desierto, la vista de una puesta de sol de colores brillantes sobre las olas del
mar, el sonido de campanillas chispeantes en la risa de un niño. La calidez de volver al
hogar. Al tipo de hogar que siempre había querido.
Justicia y el Nereida observaban desde sus ojos compartidos como Keely rodeó
lentamente el pedestal sobre el cual el Tridente descansaba en su cojín de seda azul
eléctrico. Ella no hizo nada más durante lo que pareció un tiempo muy largo.
Simplemente andaba alrededor del pedestal, sin apartar su mirada del Tridente, con
sus cinco agujeros donde el resto de las siete gemas debería descansar.
214
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Si él no hubiera visto la cosa real, habría imaginado que ella estaba en un trance
ahora. Pero había sido testigo de la cosa autentica, y la perspectiva de ella pasando por
tal trauma de nuevo, en una escala mucho más grande, congeló la médula de sus
huesos con el terror. Le había prometido que podía hacerlo. Que tocar el cojín sería
soportable.
Incluso él, ferozmente protector con ella como era, tuvo que admitir que el
propio cojín nunca había visto batallas ni participó en un solo acto bañado en sangre.
Así que tenía sentido que podría ser soportable para ella. También, Keely le había
jurado que si él sostenía su mano y le daba su apoyo, podría hacer esto.
Finalmente, Keely se detuvo y se puso de pie, con la cabeza inclinada, con el pelo
rojo fuego cayendo hacia adelante como para ocultar su rostro a la vista. Sus dedos
dolían por acariciar los sedosos mechones de su frente cuando la atrajo hacia él. Sus
brazos dolían por abrazarla y nunca, nunca dejarla ir.
-Nuestra Keely.- susurró el Nereida. -Nuestra, y sólo nuestra, para siempre. Deja
que ella haga esta única pequeña tarea, y luego vamos a salir de este lugar hasta
que logremos la fortaleza para utilizar nuestros poderes combinados para
conquistarla. Es nuestro legítimo lugar, como herederos legítimos de la Atlántida.
Justice retrocedió y reforzó todas sus reservas mentales para bloquear al Nereida
a distancia, en un rincón de su mente. No sabía cuánto tiempo podría mantenerle bajo
control, pero él nunca escucharía los planes traicioneros desde el venenoso extraño
que vivía dentro de su cabeza. Dentro de su alma.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Estoy lista."- Dijo susurrando, en voz tan baja que casi no la oyó. -"Voy a
quitarme el guante ahora y tocarlo, pero sólo con una mano. A veces eso disminuye la
fuerza del impacto. No estoy segura de por qué."
Ella levantó la mano derecha, aún con guantes, y él dio un salto hacia adelante
para tomarla.
-"Siempre."- Dijo.
Sus ojos verdes brillaron brevemente con un destello de felicidad o, tal vez,
esperanza. Luego se oscureció de nuevo con resolución severa.
Cerró los ojos y respiró hondo varias veces, relajando visiblemente la tensión en
su cuerpo mientras se preparaba. Entonces sus ojos se abrieron de golpe y ella sonrió.
-"Se siente como si tuviera que decir algo importante o ceremonial aquí, pero no
tengo nada."
Antes de que pudiera pensar en una respuesta, extendió la mano con su mano
izquierda y agarró el borde del cojín más alejado del propio Tridente. Luego sus ojos se
abrieron hasta que pudo ver el blanco bordeando completamente sus pupilas. Su
mano se aferró espasmódicamente a la suya, y luego un rayo de energía pura disparó a
través de su cuerpo y le arrojó al otro lado de la habitación. Él cayó sobre su espalda,
pero estuvo arriba en un solo segundo.
Keely gritó tan fuerte y con tanta angustia que el ácido quemó a través de su
estómago mientras se lanzaba a través del cuarto hacia ella. Ven, jurando una racha
encendida en lenguaje Atlante, se dirigió hacia Keely. Conlan se zambulló hacia el cojín
dándole un tirón para alejarlo fuera de su alcance. Pero una especie de escudo de
energía completamente transparente, como nada que nunca hubiera encontrado
antes, rebotó a todos lejos de ella y cayeron sobre sus culos en el frío y duro suelo de
mármol.
Keely, permanecía en medio, con su mano agarrando el cojín con tanta fuerza
que sus nudillos estaban blancos, se estremecía y temblaba, sin dejar de gritar. Sus
ojos rodaron en su cabeza hasta que no pudo ver nada más que blanco.
216
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Gruñó y saltó hacia ella de nuevo. Debía llegar a ella. Debía protegerla. Le había
prometido a ella sostener su mano, siempre, y estaba fallándole.
-"Él lo tomó."- dijo Keely, con voz firme y clara, a pesar de las convulsiones
trasegando su cuerpo. -"Reisen tomó el Tridente para poder convertirse en Rey. La
Casa de... Micenas. La Casa de Micenas debe gobernar. Poseidón le hizo pagar por su
arrogancia. Él... algo en su mano. Los vampiros se llevaron la mano de Reisen."
-"Justice podría habérselo dicho."- dijo Ven, pero Justice vió la duda en la
expresión de su hermano. Estaban empezando a creer.
Otra descarga corrió visiblemente a través de Keely, y echó la cabeza hacia atrás,
cuerdas de esfuerzo tensaron su cuello. Aún así, su voz llegó a través de una cadencia
medida, ningún indicio de la tensión bajo la que estaba su cuerpo se mostraba en su
tono o en los ritmos repentinamente líricos de sus palabras.
-"La Atlántida debe hundirse bajo las olas, con el fin de sobrevivir al cataclismo.
Ragnarok. La Maldición de los Dioses. El incendio. Nos levantaremos de nuevo. Enviad
a la totalidad de los mejores y más brillantes de nosotros entre los seres humanos.
Enviadlos a los rincones del mundo. Cada uno de los siete grupos adoptará una de las
joyas del Tridente. El Huevo del Dragón. El Corazón del Nereida. La Estrella de
Artemisa. La Perdición del Vampiro. La Sirena. El Emperador. Y, por último, el Orgullo
de Poseidón. Sólo cuando todas están juntas nuevamente se permitirá a la Atlántida
elevarse. Si las gemas no están juntas y las Siete Islas intentan subir a la superficie, no
importa la magia o la tecnología del futuro, la Atlántida será destruida."
217
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Solemnemente, tanto Ven como Conlan asintieron. Tales sencillas palabras para
convencerles a todos. Tales sencillas palabras, habladas claramente y con fluidez, pero
no en inglés. Ni en ninguna otra lengua moderna que posiblemente Keely podría
hablar. Había entregado su escalofriante pronunciamiento... impecablemente... en el
lenguaje de los antiguos Atlantes.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Veintiocho
Por su movimiento, se dio cuenta de que estaba despierta. Él la miró con una
expresión dolorida de alegría, de alivió y de ira. Calor y color barrieron por su rostro
como la primavera después de la terrible helada de invierno, y sus brazos se tensaron
cuando él la apretó contra su pecho, murmurando algo en voz demasiado baja para
que ella lo oyera.
Se dio cuenta que estaba sentada en su regazo, en uno de los sofás, de regreso
en la sala de guerra del palacio, pero estaba demasiado exhausta para desperdiciar
energía en sentirse avergonzada por esa íntima posición. Alguien había colocado el
guante de nuevo en su mano, y estaba agradecida por esa pequeña bondad.
-"Entonces, supongo que sobreviví al Gran Experimento del Cojín, ¿eh?"- forzó
una sonrisa, pero nadie le devolvió la sonrisa.
219
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Nunca más."- Dijo con dureza. -"Nosotros nunca más te permitiremos pasar por
esto."
-"Ahí vas con eso de permitir de nuevo. No soy muy buena en aceptar ordenes."-
le dijo con voz ronca, su garganta áspera.
¿Por qué estaba su garganta áspera? Oh. Correcto. Debía haber estado gritando.
Había estado gritando. Casi había olvidado el dolor, en medio de la maravilla de la
visión, aunque no podía imaginar cómo. El dolor había cortado a través de ella hasta
que había estado segura de que sus brazos y piernas estaban siendo arrancados de su
cuerpo.
-"Atrévete a meterte con los juguetes de un Dios, y mira a dónde te lleva."- Dijo
ella, estremeciéndose. -"De todos modos, ya que tocar eso no es ni de lejos como el
Tridente, no tienes que preocuparte por mí intentándolo de nuevo."
-"Lo que es peor, todo fue en vano. Ahora no sabemos nada más de lo que
sabíamos."- Dijo sombríamente Conlan. -"Ofrezco mis más sinceras disculpas de que
nuestro juicio te hizo pasar por tanto dolor, Doctora McDermott. Es aún más
lamentable ya que no hemos aprendido nada nuevo."
-"Bueno, eso no es exactamente así."- Dijo Ven. -"Hemos aprendido los nombres
de todas las gemas. Sabíamos que estábamos buscando la Estrella, que es un zafiro, y
la Perdición del Vampiro, un diamante amarillo. Sabíamos que la esmeralda que ya
poseemos se denomina Huevo del Dragón, y que el rubí es el Corazón de la Nereida.
Pero, evidentemente, el aguamarina, amatista y turmalina que siguen perdidos se
llaman la Sirena, el Emperador, y el Orgullo de Poseidón, a pesar de que nadie sabe
cuál es cual."
-"Alaric puede saber más acerca de los nombres de la gemas."- Dijo Conlan. -
"Tienes razón, por supuesto. Todo conocimiento es poder, y ahora tenemos más de
eso. Sin embargo, todavía no tenemos idea de la ubicación de cualquiera de las joyas
desaparecidas."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Oh. Lo siento. No fue una visión típica."- Dijo lentamente, tratando de ser lo
más clara posible para que pudieran entender. -"Por lo general, soy solo una
observadora de algún acontecimiento que tuvo una profunda resonancia violenta o
emocional en relación con el objeto. A veces me convierto realmente en parte de una
de las personas en la habitación. Es como si yo habitase su cuerpo como una
conciencia adicional, si eso tiene sentido."
Justice aflojó un poco los brazos para poder inclinarse hacia atrás y mirarla.
Ella parpadeó hacia él por un momento, entonces la conexión hizo clic en sus
neuronas desgastadas y ella se echó a reír.
-"No sabes lo salvaje es que hablar con alguien sobre esto sin ellos tratando de
encerrarme en una habitación acolchada. De todos modos, esta vez fue diferente,
como iba diciendo. Era como si estuviera viendo una versión loca de la televisión en el
que todos los canales estaban jugando a la vez en HD61, en 3-D, en 4-D, o Supersónico-
D."
-"Vi donde fueron todas las gemas, pero la mayoría sólo en destellos. No
reconocí ninguno de los lugares, excepto uno. El rubí está en alguna oscura cueva
maloliente, por ejemplo. Un sitio muy húmedo, pero no hay manera de que yo sepa
dónde."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"El único lugar que estoy absolutamente segura es de donde tomaron el zafiro.
La Estrella de Artemisa. Vi el mural en la pared. "- Dijo, recordando los colores vivos en
la visión. -"Tengo una impresión de ese mural en la pared de mi oficina. Un colega mío
estaba involucrado en esa excavación. Es la excavación de San Bartolo62."
De las expresiones en blanco en sus caras, ella estaba adivinando que aquí abajo
no llegaban las revistas especializadas arqueológicas.
-"Oh. Oh, debe ser eso. Vuestros antepasados. Los que se asentaron en todo el
mundo antes del cataclismo. Deben estar detrás de algunas de las mitologías de la
creación del mundo. Siempre hay una inundación, y..."
El peso suave del pez tallado en reposo contra su pecho pareció calentarse, pero
no tiró de él hacia fuera de debajo de su camiseta, solo archivó la sensación en un
rincón de su mente y continuó.
-"El único que me pareció muy interesante fue el Dios del maíz. Él está mirando
detrás de él a una mujer arrodillada, mientras que otra figura femenina con una larga
cabellera negra flota por encima de la mujer arrodillada. Ellos..."
-"¿En serio? ¿Tú crees que podría ser ella? ¿Incluso desde aquel entonces?"
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"No es tanto tiempo, ¿verdad? ¿Dijiste año 100 AC? Infiernos, acabamos de
derrotar a Barrabás, y él era joven para sus estándares."
-"Bien. Imágenes del encanto de Anubisa en un mural con el Dios del maíz. Lo
tenemos."- Dijo Ven, poniéndose de nuevo en pie. -"Pero ¿qué pasa con la Estrella? Si
realmente puede ayudar a Justice, necesitamos saber dónde está. Por no hablar de la
parte sobre la Atlántida no ascendiendo sin ella."
-"No tan rápido."- advirtió Conlan. -"Tiene que haber guardias de Guatemala en
el lugar, y el equipo de excavación. Por no hablar de cómo vamos a explicar que
queremos estropear un sitio histórico importante para sacar nuestro asombrosamente
valioso y enorme zafiro y retirarlo del país. Estoy seguro que el gobierno de Guatemala
tendrá algo que decir al respecto."
Keely luchó en vano contra los brazos como bandas de hierro y finalmente se
rindió. Fijó su mirada feroz de catedrático en Justice.
-"Gobierno, guardias, lo que sea. No es como que puedan dejarnos fuera, con la
magia de Poseidón de nuestro lado."- Dijo Ven.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
que se pueda hacer. El pueblo más cercano está a sólo un par de kilómetros de
distancia del sitio, y han estado aislados de la civilización durante algún tiempo. Por lo
que entiendo, se les ha dado por muertos."
-"¿Veintiocho formas?"
-"A menos que alguien la encontrara y la robara hace miles de años y haya sido
cortada y ubicada en un par de docenas de collares y pendientes desde hace mucho
tiempo."- señaló Keely, una picadura decidida su voz. -"Además, deja de
interrumpirme."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"En cualquier caso, eso no importa."- Dijo Conlan. -"No puedes ir a ninguna
parte hasta que Alaric tenga tiempo de... visitarte."
Pero entonces algo brilló en sus ojos y su cara... cambió. De alguna manera
adquirió un tono más oscuro, con un aspecto más depredador. Una peligrosa sonrisa
cruzó su rostro, y una mirada llenó su expresión de tal intención puramente sexual que
ella realmente se estremeció y dio un paso atrás.
-"Sí."- dijo Justice, que ya no era sólo Justice. -"Sí, vas a ir con nosotros."
Antes de que pudiera responder, la sala estalló en acción. Conlan levantó las
manos en el aire y canalizó esa energía azul-verdosa de nuevo. Ven se zambulló a
través del cuarto hacia Justice, sin armas en sus manos, pero con un serio propósito en
sus ojos.
Justice cayó al suelo y lanzó una pierna, golpeando los pies de Ven por debajo de
él. Cuando Ven rebotó hacia arriba, acuclillado en una posición de combate, Conlan
lanzó dos esferas perfectas de energía hacia Justice.
Justice se echó a reír y levantó una mano casi casualmente. Las esferas
irrumpieron en una lluvia de chispas inofensivas. Luego señaló con un único dedo a
Conlan y disparó un chorro de fuego verde plateado hacia él, golpeando al Príncipe
claramente, lanzándole a través la habitación y estrellándole contra una pared con
tanta fuerza que Conlan quedó aturdido por un momento.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ven aprovechó la ocasión para arremeter contra Justice, pero Justice estaba listo
para él. Él levantó las manos en el aire, gritando una palabra de poder, y sujetó una
bobina espiral de agua brillante alrededor de Ven, encarcelándole dentro de ella. No
importa cuánto luchó Ven para salir, la espiral se ajustaba a sus esfuerzos y le
mantenía firme, con los brazos atrapados a sus costados.
Ven gruñó algo a Justice que Keely estaba bastante segura de que era
francamente desagradable, pero se encontraba en tal estado de shock por la violencia
repentina que se quedó allí, impotente, preguntándose qué clase de defensas podía
ella poner contra magia como esa. Sólo vino una a su mente. Compasión.
-"Justice, necesito tu ayuda. Tienes que luchar contra él, por mi bien. Voy a hacer
todo lo que pueda para ayudarte, y estoy encantada de ir a San Bartolo.
Encontraremos la Estrella de Artemisa juntos. Pero tienes que estar en control. Tengo
miedo del Nereida."
Se detuvo, con los brazos extendidos delante de él, alcanzando hacia ella. Sus
músculos temblaban con la fuerza de la batalla interna que debía estar librándose
dentro de él. Por último, largos momentos después, la cordura y la razón volvieron a
equilibrar el hambre y la posesión en sus ojos.
-"Yo estoy controlado, por ahora."- Dijo, más o menos. -"Pero te necesito. Tienes
que venir conmigo, o me temo que voy a perder esta batalla para siempre."
Así Keely, que rara vez había hecho un movimiento imprevisto en su vida, lanzó
la precaución a los vientos de la Atlántida y dio un paso adelante en sus brazos... y en
su futuro.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Por mí, Keely. Necesito que vengas por mí, no por la ciencia, o por piedad, o
por cualquier otra razón. Necesito que vengas por mí."
Dejó escapar un grito sin palabras de triunfo y la tomó en sus brazos. Entonces,
como antes, el mundo se disolvió alrededor de ellos en una cascada de realidades
posibles, y ella cerró los ojos y colgó de él para aquel viaje.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Veintinueve
Alaric hacía tiempo que había perdido cualquier débil control que hubiera tenido
sobre su temperamento. Después de toda una noche por la ciudad en busca de
cualquier signo de Quinn, Jack, y Denal, él finalmente alcanzó una tenue luz del
pensamiento consciente de la mente (siempre muy interesante) de Quinn, sólo para
seguirla hasta aquí hasta este lugar de muerte, algunas cortas horas después del
amanecer, y luego perderla de nuevo casi tan pronto como había llegado.
Flotaba como niebla por encima de las lápidas de las tumbas; muchas de ellas
fechadas a principios de 1849. Alguna enfermedad, entonces. Probablemente otra
epidemia de cólera. Recordaba haber hecho lo que podía por los humanos de ese
tiempo con medicamentos Atlantes y curación. Algunos de ellos le habían creído el
ángel de la muerte, llegado para llevárselos.
Se había reído de la idea entonces, pero era cierto que muchas veces había
entregado la muerte. Siempre había limitado el asesinato de los enemigos de los
humanos, sin embargo. Demasiadas veces había sido llamado a trabajar con los
guerreros. Demasiadas veces había curado y sanado hasta que se agotaron sus
poderes, y luego se vió obligado a observar como los guerreros y los humanos morían
horriblemente.
Nunca fue suficiente, nunca era suficiente. Había renunciado a todo por el poder,
e incluso el poder nunca era suficiente.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Había sido capaz de llegar a Quinn, sin importar la distancia, desde el momento
en que la había conocido y le salvó la vida. La conexión con Quinn sólo le había costado
un pequeño precio: pedazos de su corazón ennegrecido y trozos de su alma desecados.
Ella ni siquiera sabía que la había reclamado... empática emocional o no.
Si Poseidón solamente les diera un camino claro a seguir. Los Dioses, sin
embargo, nunca eran tan sencillos. Excepto en los asuntos que él, el Sumo Sacerdote
de Poseidón, podría desear que fueran coloreados en más en tonos de gris que
estrictamente en blanco y negro. Como por ejemplo el voto de celibato y la promesa
de no casarse nunca que había jurado a los ancianos cuando ellos le habían investido
con el sumo sacerdocio.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Pero nada de eso importaba. Quinn era simplemente otra guerrera rebelde, una
aliada en la lucha para salvar a la humanidad de los vampiros renegados y
cambiaformas que querían convertirlos en ovejas para ser pastoreados y devorados.
Otro aliado. Ella podría ser nada más y nada menos que eso. Y si pudiera convencerse a
sí mismo de ello, tal vez su corazón cesaría de morir, lenta y tortuosamente, dentro de
su pecho.
Antes de que pudiera destruir más de la inocente valla en otro brillo de emoción
(cólera mezclada con dolor) nada propio de él, percibió un toque ligero como una
pluma en el borde de su conciencia. Los colores únicos entrelazados en la resonancia
emocional le dijeron la fuente al instante.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Sintió alivio, nostalgia, y una alegría tan pura que quemaba cauterizando por sus
venas. Estaba viva. Quinn estaba viva. Y ahora él sabía exactamente dónde estaba.
Por supuesto, los vampiros tendrían una base de operaciones en los túneles
debajo de un cementerio. Los vampiros no eran nada sin un predecible cliché.
Alaric enseñó los dientes en una aproximación feroz de una sonrisa y bajó las
escaleras. Podía sentir a Quinn, y ella estaba allí abajo. Ni los cadáveres, ni los
vampiros, ni los demonios resucitados de los nueve infiernos le mantendrían lejos de
ella.
Ella era una aliada. Ella era su corazón hecho carne. Ella era su mujer en una
realidad alternativa en la que su propio futuro no era la desesperanza sombría, la
soledad, y una muerte solitaria.
Sus pensamientos volvieron a él, fuertes y sin sostener una pizca de miedo, pero
tal vez algo de vulnerabilidad. Su mujer guerrera.
-¿Estás herida?
-Todavía no, pero Jack y Denal lo están. Estamos a unos tres metros de la
puerta, pero está custodiada por vampiros. Siéntete libre para hacerla estallar fuera
de su marco.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Hacia adelante, Alaric vió la puerta de madera parapetada al final del túnel.
Llamó aún más poder y se estrelló contra la puerta con aproximadamente la velocidad
y la fuerza de un tifón tropical. Los tableros destrozados implosionaron hacia adentro,
y uno de ellos tuvo la fortuna imposible de aterrizar en un punto mortal en el corazón
de uno de los vampiros guardianes.
Quinn se rió, aunque podía oír el borde de dolor en ella. Su brazo estaba
definitivamente roto, pero no tenía tiempo para sanar eso por el momento.
Quinn trató de liberarse del escudo de agua que estaba protegiéndola, pero
estaba diseñado tanto para retenerla dentro como para mantener a otros afuera.
Alaric la conocía muy bien, por lo menos.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Bien, pero pareces estar haciéndolo un hábito."- Replicó ella. -"Podemos hablar
de eso más tarde, también. Sé mi invitado."
-"¿Tú debes ser otro de los secuaces de Anubisa? Uno se pregunta si ella tiene un
almacén en algún lugar."
-"Oh sí. Otro peón como repuesto de Barrabás, después de que nosotros...
vetáramos su carrera política."- respondió Alaric, haciendo rodar la esfera de energía
alrededor de sus dedos.
-"Me parece que ahora estoy aburrido con esta conversación."- Dijo Vonos.
Antes de que Alaric pudiera reaccionar, Vonos dirigió la apertura superior del
envase hacia el semicírculo de vampiros que le rodeaban.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Una luz amarilla cegadora irrumpió desde el paquete con la intensidad de una
llamarada solar. Alaric levantó un escudo de energía alrededor de Jack y Denal y
amplió el escudo de agua protegiendo a Quinn para incluirse a sí mismo. Con la
velocidad de la luz, el resplandor ardiente golpeó a todos los vampiros distintos del
propio Vonos. Cualquier vampiro en el camino de la luz explotó en gotas
chisporroteantes de ácido que llovían por toda la habitación. Por suerte, los escudos
que rodeaban a Quinn y a los Atlantes se mantuvieron firmes, y todos ellos
permanecieron indemnes.
-"Por una vez, los rumores no eran exagerados. Esta joya nunca puede caer en
las manos equivocadas, ¿no crees? Yo diría que es demasiado difícil conseguir buena
ayuda en estos días, pero detesto los clichés. Un placer conocerte, Atlante. Espero con
interés nuestro próximo encuentro. Ah, y gracias por el juguetito. Este grupo lo había
mantenido en secreto ante nuestra Diosa durante cientos de años, lo que es bastante
molesto, pero ¿qué se puede hacer?"
Él esbozó una sonrisa llena de colmillos de puro triunfo hacia Alaric y le tendió el
paquete como para burlarse de él.
-"Creo que tu clase llaman a esto la Perdición del Vampiro, ¿no? Encaja, ¿no es
así?"
Con eso, el vampiro levantó los brazos en el aire, aún sosteniendo firmemente el
paquete, y desapareció.
-"Eso parece ser otro hábito tuyo. Consigo romperme y tú me arreglas. Estás
arruinando mi reputación como dura líder rebelde."- murmuró.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Sus ojos oscuros eran enormes en su rostro pálido y, sólo por un instante, el
calor abrasador de alguna poderosa emoción quemó en su mirada. Entonces ella bajó
las pestañas y volvió la cabeza lejos de él.
En el momento en que sus pies tocaron el suelo, dio un paso atrás y lejos de él,
con las manos apretadas en puños a los costados. Mientras miraba al suelo, tomó la
oportunidad de beber la vista de ella. Como siempre, le sorprendió un poco que su
corazón la hubiera elegido como su compañera destinada. Él siempre había pensado
que solo una cierta belleza majestuosa y serena acabaría finalmente atrapándole en las
garras de su único gran amor no correspondido.
Pero Quinn... era Quinn. Ella nunca había conocido un día de serenidad en su
vida adulta, y ¿en cuanto a su apariencia? Estaba más delgada que nunca, toda con
líneas duras y ángulos, como si las batallas de la rebelión drenaran no sólo su energía
sino también su sustancia.
Su oscuro pelo corto aún se veía como si lo cortara con la cuchilla que guardaba
en el bolsillo, y su ropa era desigual y raída, probablemente gorroneada de algún
contenedor de artículos desechados.
-"Lo sabes."- Jadeó. -"Siempre lo has sabido, y siempre sabrás que soy tuyo, y sin
embargo nunca podrá ser. Yo soy el más poderoso Sumo Sacerdote que Poseidón ha
nombrado nunca, y sin embargo, soy demasiado débil para ocultar la profundidad de
mis sentimientos por ti."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Quinn hizo un sonido ahogado en algún lugar entre la risa y un sollozo, y cayó de
rodillas delante de él.
-"Si la vida fuera un cuento de hadas, entonces yo podría ser tu princesa para
rescatar. Te miro a los ojos, y veo el final feliz que yo nunca, nunca mereceré. El dolor
de verte no puede ser peor que el dolor de yacer en mi fría cama vacía, noche tras
noche. Anhelándote. Deseándote. Necesitándote."
Ella levantó una mano para tocar su mejilla, pero se detuvo con sus dedos a
pocos centímetros de distancia de su piel.
Alaric sabía que eso mismo era cierto para él, pero él tenía mucho más allá para
cuidar.
-"Y tú eres la emoción que trae música y luz a mi mundo, y una angustia casi
insoportable a mi corazón."
-"Daría un siglo de mi vida por un solo sabor de tus labios, pero no voy a profanar
el recuerdo de tu beso con este entorno."
Denal murmuró algún pequeño sonido de dolor y Quinn parpadeó, luego miró a
Denal y se reclinó hacia atrás. Océanos de pesar llenaron su expresión, pero ella apretó
sus labios y se puso en pie, con cuidado de no tocar a Alaric. Como si un solo toque
pudiera encender las llamas preparadas para saltar a una conflagración entre ellos. No
tenía ninguna duda de que podría hacerlo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
También él se puso de pie y se acercó a Jack y Denal, aliviado de que los dos
estuvieran con vida. Avergonzado por no haberse asegurado de ese hecho antes.
Devastado por la pérdida de su cercanía.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Treinta
Durante unos segundos, un absoluto silencio les rodeó, pero luego la vida
silvestre nativa evidentemente decidió que él y Keely no eran ninguna amenaza, a
pesar de su llegada inusual. Varias especies de pájaros trinaban, cantaban, les
regañaban por la interrupción, y oyó al menos un grupo familiar de monos
parlanchines con gritos cercanos al entusiasmo.
Keely todavía estaba aferrada a él, con los ojos bien cerrados, y él no tenía
ningún deseo de alejarse de ella. Poco a poco, le acarició la espalda desde la nuca a la
cintura, y la sensación de su cuerpo ágil temblando contra el suyo, fue suficiente para
endurecer su polla hasta el punto del dolor.
Pero no podía correr el riesgo. Su sujeción del Nereida era cada vez aún más
precaria, y los deseos del Nereida eran más oscuros. Más ásperos. No eran cualquier
cosa que él le haría jamás a Keely. Su Keely.
Ella abrió los ojos y le miró, y la conciencia en sus ojos estuvo a punto de partirle
en dos. Ella sabía que él la deseaba, de la forma en que una mujer siempre lo sabe.
Una palabra de ella, y él se perdería. Así que debía impedirle que dijera esa única
palabra.
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-"Estamos aquí."- Dijo con dureza, liberándose de ella y dando un paso atrás. -
"Dondequiera que sea aquí."
Ella parpadeó hacia él, y un destello de dolor cruzó su rostro. Pero sus palabras
fueron estrictamente profesionales.
Ellos exploraron su entorno pero no vieron nada a la vista que pudiera indicar las
ruinas o sitio de excavación. La elevada temperatura ambiental golpeó contra ellos
como una fuerza física; respirar era como aspirar aire a través de un jarro de agua fría.
Justice asintió y trató de enviar a sus sentidos a la selva para detectar la Estrella
de Artemisa. Pero no funcionó. Cada pedacito de poder que poseía, tanto Atlante
como Nereida, habían sido drenados durante los últimos días.
Apelando a cada pizca de terquedad que tenía, él empujó con más fuerza.
Forzado su mente para exprimir unas reservas de poder que nunca había usado antes y
canalizarla a sus propósitos.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Keely le miró fijamente, como si le tomara su medida. Cualquier cosa que viera
evidentemente la tranquilizó, porque asintió con la cabeza con decisión.
-"He caminado a través de selvas, pero nunca sin agua potable. Vamos a tener
que tomar las cosas con calma y tranquilas hasta que recuperes fuerzas y al menos
puedas traernos algunas botellas de agua y algo de comer."
-"Yo debería ser capaz de hacer algo sobre el agua pronto."- Dijo con confianza, a
pesar del hecho de que él no tenía idea de qué tan pronto sus poderes podrían
reabastecerse... si alguna vez lo hacían.
Keely no necesitaba saber cómo de inseguro estaba sobre la magia Nereida. Ella
tenía el valor suficiente de cualquier guerrero, pero no había necesidad de continuar
probándola. Ella comenzó a caminar, pero se detuvo de repente y se rió.
-"Supongo que sería útil que me dijeras en qué dirección vamos. Además,
cuando se trata de esas botellas de agua, ten cuidado de no teletransportarlas desde
las mochilas de algunos pobres excursionistas o inocentes turistas que se quedarían
alucinando, preguntándose qué diablos pasó con su agua."
Tres horas más tarde, Keely llamó a una parada. Era fuerte, y se había prometido
a sí misma mantener el ritmo sin quejarse, pero hacer senderismo más lejos sin agua
era suicida y ella no era una idiota. En el feroz calor de horno del ambiente de la selva,
la humedad se iba perdiendo de sus cuerpos a un ritmo rápido.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Tal vez los Atlantes, siendo una especie de gente del agua, podrían manejarlo
mejor que los simples humanos, pero ella necesitaba un descanso. Además, estaba
cansada de mirar a su espalda mientras él encabezaba la marcha a través de la espesa
vegetación.
Ella se echó a reír, y él se dio la vuelta con uno de esos arranques de velocidad
inhumana y la miró fijamente.
-"¿Qué pasa?"
-"¿Por qué es tan gracioso?"- Él la miró con recelo. -"¿Qué estás tramando?"
-"Oh, créeme, no quieres saberlo. De todos modos, tenemos que parar. Te puedo
decir que estoy deshidratándome, y estamos caminando a través de la parte más
caliente del día. Recomiendo que encontremos un poco de sombra y esperemos que
pase la tarde hasta que esté más fresco esta noche."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Lo siento. Nosotros los Atlantes tendemos a caer de nuevo en jerga formal en
situaciones tensas."- Dijo con ironía. -"Traducción: Soy un idiota. Deberíamos haber
parado antes. Parece que hay algo de sombra más adelante bajo ese saliente."
-"¿Hay alguna razón por la que pareces haber perdido el uso de los verbos?"
-"Tengo una estricta política de 'sin verbos en la selva', por supuesto. Si nos
quedamos aquí mucho más tiempo, los adjetivos irán por el siguiente camino."- Dijo,
mostrándole una inocente sonrisa.
El tipo de sonrisa que decía "aquí nadie quiere rasgar su camisa y lamer tu pecho
desnudo". Eso esperaba.
¿Qué le pasaba? Debía ser una especie rara de feromonas de la selva. Mezclar un
Atlante con una selva aplastantemente caliente y se obtiene el loco deseo sexual. Por
supuesto que no le dolía porque él fuera el hombre más caliente que jamás había visto
en su vida. El recuerdo de Justice en la caverna, desnudo y mojado, cruzó por su
mente, y su boca se secó todavía más de lo que la simple escasez de agua había
causado.
Alcanzó el saliente a unos pasos por delante de él. Era un nicho excavado en la
ladera de una pequeña colina, y olía un poco a almizcle, como si los animales la
hubieran usado como hogar en los últimos años. No parecía albergar ninguno ahora,
pero se extendía más atrás en la colina de lo que esperaba, y ella no podía ver todo tan
lejos dentro del oscuro interior. Justice puso una mano en su brazo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Sé mi invitado, chico espadachín. Esperaré aquí al lado, por si algo sale
disparado fuera."
Con eso, él entró en la pequeña cueva, dejándola reposar allí, los dedos
apretados contra sus labios, preguntándose cómo una vida futura con ella se había
convertido en una suposición tan firme en su mente. Preguntándose por qué la idea de
eso no la asustaba un poco.
-"Está despejado, pero hay una abertura de vuelta aquí y vas a querer echar un
vistazo."- la llamó. -"Yo diría que hicimos un descubrimiento, pero es obvio que alguien
estuvo aquí antes."
Se inclinó un poco para entrar en la cueva, y se sintió aliviada al ver que se abría
en una habitación con un nivel bastante alto techo. Mirando a su alrededor, descubrió
algo más. No era ninguna cueva. Las paredes eran exactamente eso... paredes de
piedra. Habían encontrado un antiguo edificio de algún tipo, posiblemente, incluso un
Templo maya o pirámide, teniendo en cuenta la altura de la pequeña colina.
El frío familiar corrió por su columna. Un pedazo de historia que muy pocos
habían visto en tal vez miles de años se extendía ante ella. Esto era por lo que ella
vivía... lo que necesitaba tanto como necesita agua para beber. Alcanzó
automáticamente por su mochila, sólo para recordar que estaba instalada de forma
segura en su cuarto, de vuelta en la Atlántida. Donde no hacía para ella ningún maldito
pedacito de bueno. Mordiendo algunas palabras bien escogidas, siguió la pared hasta
una puerta tallada en la parte posterior de la sala. Un resplandor azul verdoso tenue
emanaba desde la puerta.
-"He recuperado lo suficiente de mis fuerzas para darnos un poco de luz, Keely.
Vas a querer ver esto."
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-"Esto no es San Bartolo, pero esto es sin ninguna duda otra representación del
Popol Wuj.66"- Dijo. -"¡Oh, Justice!, ¿por qué no se informó de esto? ¡Este es un
importante descubrimiento!"
Cruzó a pie a su lado y se dio cuenta de que la luz provenía de una esfera
brillante que flotaba sobre la palma de su mano. La levantó como una linterna y la
inclinó para estudiar la primera pared con ella.
Ella asintió con la cabeza, su mano alcanzó por su propia voluntad para tocar su
talla de pez.
-"Sí, K'ucumatz lo siguiente que intentó fue crear a los hombres con madera,
pero no tenían corazones y mentes, por lo que no podían alabar a su creador. Eso
nunca vale con los Dioses, ya sabes."
-"A veces he tallado figuras que casi parecían como si pudieran salir de mi mano
y volar, o nadar, o correr."- Murmuró él. -"Pero por supuesto no tenían corazones y
mentes, tampoco."
Keely pensó en todos los momentos difíciles que su talla, y las visiones de Justice,
la habían ayudado a través de los años.
Él se volvió hacia ella, sosteniendo la energía esfera arriba. Podía ver cada detalle
de sus rasgos en la luz suave y brillante y se dio cuenta de que de alguna manera, en
tan poco tiempo, su corazón se había aprendido de memoria su rostro. Ella contuvo la
respiración, con miedo de lo que su propia expresión podría revelarle. Él la estudió por
un momento, luego sacudió la cabeza.
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-"No lo entiendo. ¿Cómo puedes haber visto mis tallas? Las doy tan pronto como
las termino."
Su mano se tensó sobre el pez. Ella quiso decírselo, quería hacerle saber lo
mucho que había significado para ella durante años. Pero algo la detuvo. Algunos
restos de la Keely racional antes de que hubiera caído a través del espejo.
-"No lo sé. Sólo estoy acalorada y cansada, probablemente recuerdo algo que
Liam me dijo acerca de tus tallas."- Dijo ella, forzando una sonrisa. -"De todos modos,
mira esto. El último intento, y con éxito, fue cuando K'ucumatz mezcló maíz blanco y
maíz amarillo para hacer la carne y la sangre de los seres humanos. Esta vez funcionó.
Una de las figuras más importantes de la cultura maya es el Dios del maíz, que se ve en
esta pared."
-"¿Este es similar al Dios del maíz que nos hablaste en el mural con Anubisa en
ella?"
-"¡Sí! Sí, es claramente del mismo artista o grupo de artistas. Estoy casi segura de
eso. Por supuesto, sin comparación lado a lado de las imágenes, no puedo estar..."
Ella se tambaleó un poco, de pronto superada por una ola de vértigo, y comenzó
a jadear, incapaz de recuperar el aliento. La cogió con un brazo fuerte alrededor de su
cintura.
Justice soltó la esfera de energía, la levantó en sus brazos y los trasladó a ambos
fuera de la cámara y de nuevo a la entrada de la cueva, donde el aire exterior era
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mucho más fresco. Se inclinó, tirando en respiraciones lentas y constantes, hasta que
el mareo y la hiperventilación pasaron.
Inesperadamente, él sonrió.
-"A pesar de que el Nereida todavía se esconde de mí, o se está recuperando del
uso de tanto poder, me parece que mis dones Atlantes están regresando. Si agua es lo
que quieres, mi Keely, entonces agua tendrás."
Caminó fuera y se detuvo en medio del claro, las piernas separadas y los brazos
extendidos en el aire. La luz del sol brillaba sobre él como si él mismo fuera un Dios
primitivo, devuelto a su pueblo y listo para aceptar el homenaje de adoración. Era
hermoso, severo y primitivo, y algo se agitó muy dentro de ella, dejándola sacudida y
conmovida por la visión de él. Sus pechos cosquillearon y sus pezones se endurecieron,
anhelando sus caricias; sus muslos se apretaron cuando calor líquido se agrupó en su
centro, estaba predispuesta para él como una virgen para ser sacrificada a un antiguo
Dios lujurioso.
-"Yo no soy tu mujer."- Susurró, pero esta vez ni siquiera ella lo creía.
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El calor de sus ojos chamuscó a través suyo hasta que quiso arrancarse la ropa y
arrojarse en el suelo frente a él, una ofrenda pagana que debía tomarse allí mismo, en
el aguacero que él mismo había creado. Pero en lugar de eso avanzó tambaleándose,
las manos apretadas a los costados, hasta que estuvo sólo un soplo lejos de él.
Se rió hacia ella y gritó otra palabra, una palabra hermosa, una palabra que no
conocía. El agua se convirtió en una lluvia de primavera, cayendo sobre ellos y en sus
bocas abiertas, cayó sobre sus cuellos y empapando sus sucias ropas. Keely cerró los
ojos, giró el rostro hacia la lluvia y se echó a reír, bebiendo la mayor cantidad que pudo
de esa limpia agua de sabor dulce. Era el agua más pura que jamás había probado. Más
pura que el agua de manantial de montaña, más pura que el agua embotellada más
costosa.
Ella tragó tan rápido como la lluvia cayó en su boca y luego, finalmente saciada,
abrió sus ojos y le sonrió, las gotas de lluvia aferrándose a sus pestañas.
-"¡Eso fue increíble! ¿Puedes hacer esto siempre que quieras? Wow, eso
resolvería tantos..."
Su boca descendió sobre la suya, y tiró de ella con tanta fuerza contra él que el
calor de su cuerpo contra ella creó vapor a través de sus ropas mojadas. No había nada
suave en esto; era un beso de reclamación, queriendo y necesitando…
desesperadamente.
Apretó la mandíbula cerrada y aumentó la presión sobre ella aún más, hasta que
parecía que cada centímetro de su cuerpo estaba tocando el suyo.
-"Te necesito, Keely. Tengo que tenerte ahora mismo. Por favor."- Dijo con una
voz baja y gutural que se sacudió con la fuerza de la pasión detrás de ella.
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-"No. No podemos. Me temo que el Nereida se hará cargo. Debes decirme que
no."
El rayo comenzó a disparar a través del aire de nuevo, iluminando la lluvia que
seguía cayendo con sus atronadoras grietas y plateado resplandor azul. Detrás y por
encima de la lluvia, pudo ver el sol, aún brillando en un cielo despejado. Ninguna nube
tuvo nada que ver con este aguacero, y ninguna otra mujer tenía nada que ver con su
necesidad desesperada.
Todo era por ella. Sólo por ella. La comprensión y el calor se encendieron a
través de ella, haciendo que se le encogiera el vientre y sus rodillas se doblasen. Estaba
sosteniéndola con tanta fuerza que no importaba, sin embargo. No podía caer. Él
estaba allí por ella.
A la espera de una respuesta. Una súplica desesperada en sus ojos, tanto si era
porque ella dijera un sí o un no, ella no podía decirlo.
-"Juntos. Podemos hacer esto juntos. Bésame, Keely. Bésame para que yo pueda
saber que quieres esto tanto como yo. "
Entonces le besó.
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El suave beso vacilante de Keely, tocó a Justice tan profundamente que sintió
como si su alma estuviera siendo desgarrada en dos. La mitad de él quería nada más
que rasgar la ropa de su cuerpo y hacer el amor con ella durante horas, mientras que la
otra mitad de él más honorable, quería correr y esconderse en algún lugar lejos de ella.
Lejos de la tentación. Lejos del peligro de que el Nereida se hiciera cargo y la dañara.
-Yo soy parte de ti.- susurró el Nereida en su mente. -Cuanto antes llegues a un
acuerdo con eso, más pronto podremos unir fuerzas para ser más poderosos de lo
que nunca has soñado.
-¡Tómala, tú, mierda de babosa marina! Tú sabes que deseas follarla hasta que
ella grite nuestro nombre.
-"¡No!"- Gritó.
-"Sí. Él te desea tanto como yo lo hago, pero en formas más oscuras. No puedo...
no estoy seguro de que pueda controlarle."- admitió Justice.
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-¿Cómo puede ella quererme? Incluso tú, que eres la otra mitad de mi alma, no
me quieres.
"Tal vez estoy equivocado en esto. Tal vez tengo que aceptar que somos las dos
partes de un mismo todo."
Entonces de algún modo, de alguna manera, algo cambió. Por primera vez en su
vida, Justice (incluso sin sus escudos mentales) sintió una tregua provisional. Una clase
de paz se apoderó de él y de su mente logrando una forma de calma que nunca había
conocido.
-"Sí."- Dijo, con voz ronca. -"Sí, los dos... ambos de mí... todo dentro mí te
quiere."
-"Eres mía, Keely."- Dijo, desesperado porque ella lo admitiera. -"Mi búsqueda de
la visión me lo ha mostrado, y la llama de Poseidón que has visto en mis ojos lo ha
confirmado. Tu alma es la compañera destinada de la mía."
Ella se apartó un poco, pero él apretó sus brazos. Nunca la dejaría ir. Ella tenía
que ver eso, tenía que entenderlo.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ella entrelazó sus brazos alrededor de su cuello, levantó su cara hacia él y las
cejas de seda se dibujaron juntas en frustración.
-"No puedo creer que esté diciendo esto, pero ¿podríamos desnudarnos ahora y
hablar sobre el futuro más adelante?"
-"Tus deseos son siempre mis órdenes, mi señora. Pero primero, tenemos que
hacernos cargo de esto."
-"Tú..."
Tenía la boca demasiado seca para sacar las palabras, así que lo intentó de
nuevo.
Mostró esa sonrisa muy malvada y se dirigió hacia ella, acechándola lentamente
como cualquier depredador que acecha a su presa. Un calor feroz, casi salvaje, ardía en
sus ojos y se quedó sin aliento ante sus claras intenciones. La deseaba, y él iba a
tomarla. Él era puro macho alfa dominante, y ella le deseaba como nunca había
deseado nada ni a nadie.
Cuando llegó a su lado, él la atrajo hacia sí y la besó con tanta posesividad que
ella sintió el calor de ello dorar a través suyo hasta su misma alma. Su lengua se
sumergió en su boca y la besó como si fuera a morir si no lo hacía.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Él puso su mano en su culo, la atrajo hacia sí para que su polla ajustase entre sus
piernas y el duro bulto la empujó aún más en el deseo y la necesidad.
-"¿Ahora?"- Preguntó.
Justice contempló los hermosos pechos de Keely, apenas cubiertos por trozos de
encaje, sus pezones sobresaliendo y haciéndole querer nada más que degustarlos,
morderlos, chuparlos. Su collar colgaba en su pálido y precioso canalillo como si
atrajera sus ojos. El colgante era una talla de madera de... un pez.
Su pez. Uno que había tallado hace cientos de años. Lo levantó y lo examinó,
seguro de que debía estar equivocado. Pero no había ningún error.
-"Yo quería hablarte sobre esto. Lo encontré hace varios años y yo... bueno, tuve
una visión de ti. Tallándolo. En una hoguera. Pensé que eras un guerrero de hace
siglos, y tu, bueno, esto, más o menos se convirtió en mi talismán. Alguien en quién
podía pensar cuando los tiempos eran difíciles."
-"Eres mía, Keely McDermott."- Dijo, su voz saliendo como poco más que un
gruñido. -"Voy a tenerte ahora mismo."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ágil y tonificada, no era una flor de invernadero, sino una mujer que utilizaba su
cuerpo y lo trataba bien.
-"Gracias..."
Ella abrió la boca un poco y él cogió sus labios con los suyos de nuevo,
acercándola para poder sentirla completamente contra su cuerpo. Ella levantó las
piernas, las envolvió en torno a él y él la levantó aún más alto, con las manos
soportando su maravilloso culo, hasta que su polla estuvo centrada bajo su cálido,
húmedo centro.
-"Te necesito ahora, Keely."- Dijo, empujando contra ella sólo un poco,
esforzando cada músculo para obligarse a esperar.
Ella le dio un beso y él la penetró tan lejos como pudo ir, metiendo su polla en su
apretado y mojado calor , sintiendo su vaina aferrándose a él y apretándole hasta que
estuvo seguro de que iba a explotar justo como si fuera un jovencito inexperto.
-"No te detengas."
Devoró su boca con fuertes besos calientes, cuando la penetró más y más duro,
meciéndose en un ritmo que la hizo gemir en delirante necesidad. El calor y una pura
hambre urgente dispararon a través de ella hasta que estuvo desesperada por él,
desesperada por correrse, desesperada por saciar la casi insoportable necesidad.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ella mordió su cuello, impulsada más allá de la razón, y él gruñó algo en Atlante,
luego se sumergió en ella tan profundamente que ella gritó, tan cerca del borde que
casi no podía soportarlo.
Una expresión de puro triunfo masculino barrió sobre su rostro y algo salvaje
brilló en sus ojos.
-"Mía. Dímelo. Dime que eres mía, y te follaré hasta que grites mi nombre."
-"Y tú eres mío."- Se las arregló para decir con voz entrecortada.
Entonces él cumplió su promesa, penetrándola una y otra vez hasta que ella se
corrió, gritando su nombre.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Empujó dentro de ella tan lejos como pudo y su liberación se lo llevó como un
maremoto, tirando de él con más poder del que jamás había experimentado. Ella
seguía corriéndose, temblando con sus orgasmos, y cada temblor apretó más y más
sobre su polla. Estaba seguro de que sus rodillas se doblarían desde el puro éxtasis de
ello, pero estaría condenado si se rendiría sin pelear. Apoyó las piernas y la atrajo aún
más cerca de él.
Todo lo que era y todo lo que ella había experimentado pasaron por él con una
furia ardiente. Vio su dolorosa infancia; sintió la agonía de una niña pequeña cuyos
padres creyeron que era un bicho raro. Se quemó con furia impotente contra aquellos
padres que podían perjudicar de tal manera a su propia hija.
Vio su bondad y enorme capacidad de generosidad; sintió como fue herida de mil
maneras a través de los años cuando amigos insensibles y colegas envidiosos notaban
su diferencia. Una extraña.
Supo al instante que Keely lo odiaría si lo hacía. Ella era la luz, la bondad y el
cariño; el lado brillante de la Luna, en contraste con el oscuro pozo de su propia alma.
Cayó y cayó en los rincones de su alma, y en el amor. Ella era suya, y nunca, nunca la
dejaría escapar de él.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Era amor, lujuria, y necesidad, todo envuelto junto y ardiendo en llamas azules y
plateadas. Un incendio de emoción, todo ello dirigido hacia ella. Y, casi imperceptible,
un tono más oscuro en el centro. Una peligrosa presencia dentro de los colores de su
alma.
El Nereida.
-¿Eres tú?- pensó la pregunta, vacilante. -Tú eres parte de él, lo sabes.
-Sí, amor.- admitió. -Tú eres parte de él, así que también te amo.
Una vacilación fluyó a través de los colores hacia ella, pero entonces llegó un
sentimiento de negación.
Él dibujó escenas para ella, escenas de crudo sexo furioso. Imágenes de ella
sometida a él en todas las formas posibles. Ella retrocedió, pero la calidez de los
colores de Justice la rodeó, apoyándola de nuevo, y ella envió imágenes de su propia
mente a la parte Nereida de su alma.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Sus voces se arremolinaban junto con los colores del alma de Justice. Keely rió y
lloró, estrellándose a través de su último frágil pedazo de duda en este amor. Por
último, finalmente volviendo a un cierto sentido de la realidad, se dio cuenta de que
todavía estaba entrelazada entre sus brazos y su polla todavía estaba dentro de ella.
Ella levantó la cabeza de su hombro y se echó a reír.
-"Las piernas fuertes por los largos años de entrenamiento guerrero me servirán
bien, porque me parece que te necesito de nuevo."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Si era sueño o fantasía, decidió que no le importaba. Ella había tocado su alma,
domesticando su parte Nereida, y no necesitaba la realidad, excepto la única dónde
estaba hasta ahora, dentro de ella, donde nunca podría olvidarle.
-"Nunca."- Dijo, fascinado por la forma en que sus pezones se habían endurecido
en dos picos rosados. -"Nunca es demasiado."
Ella levantó las caderas, haciendo coincidir cada golpe, emitiendo deliciosos
gemidos que le llevaron a una hambrienta locura, y él la cabalgó (ambos la cabalgaron)
en un ritmo frenético. Sintió el momento exacto en que su cuerpo se apretó alrededor
de él y supo que estaba al límite, por lo que empujó más y más rápido, murmurándole
palabras cariñosas en un chorro de frenético lenguaje Atlante. Ella tenía que saber lo
mucho que la deseaba. Lo mucho que la necesitaba.
Esta vez, fue él quien gritó su nombre mientras se corría; estremeciéndose con
ella en una explosión cegadora de poder… y calor… y color que le condujo al borde de
la conciencia. Cuando se desplomó, con cuidado de rodar un poco hacia un lado para
evitar aplastarla, él se echó a reír.
-"Creo que es posible que hayas logrado lo que ningún enemigo ha sido capaz de
hacer en todos estos siglos. Creo que me has matado."
Ella yacía jadeante, abrazándolo con fuerza. Finalmente recuperó el aliento y ella
también empezó a reír.
-"¿Qué fue eso con los colores? Justice, yo... sentí como si estuviera dentro de tu
alma."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Sabes, odio ser mundana en un momento como este, pero estamos en la selva
sin ropa, y hay insectos. Yo realmente, realmente no quiero picaduras de insectos
sobre mi trasero."
Ella sonrió.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Llamó al agua otra vez y se ducharon, incapaces de evitar tocarse uno al otro.
Keely sabía por lo que había visto en el alma de Justice que la tregua con el Nereida era
temporal. Tendría que encontrar una manera más permanente para incorporar ambos
lados del mismo en un todo coherente. Tal vez la Estrella de Artemisa realmente
podría ayudar con eso.
Se sentía como si estuviera clavando todas sus esperanzas en una roca mágica,
una que estaba muy lejos de todo en la tierra de un cuento de hadas. Pero, como se
recordaba a sí misma, ella acababa de viajar a través del espacio y el tiempo hasta la
selva de Guatemala con un Atlante. Es difícil permanecer en la negación después de
eso.
La besó hasta que ella se quedó sin aliento y luego la soltó, una mirada de
determinación sombría en su rostro.
-"Sí, nos vamos. Tenemos que encontrar la Estrella de Artemisa para razones
mucho mayores que sólo la mía. Aunque siento un poco de esperanza para el futuro,
ya que la gloria de hacerte el amor ha domesticado incluso al Nereida dentro de mí."
Cerró los ojos y levantó las manos en el aire, y ella supo que estaba usando sus
sentidos para alcanzar y tratar de sentir la Estrella de Artemisa de nuevo. Sólo tardó
unos segundos.
-"La siento. Su llamada es más fuerte ahora. Debo estar ganando fuerza."- Señaló
en dirección noreste. -"Viene de allí."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ella asintió con la cabeza, esperando que sus piernas temblorosas pudieran
llevarla por otra caminata. Todo su cuerpo se sentía débil y dolorido en lugares
inusuales después de su intenso amor. Sólo esperaba no tener rozaduras.
Ella se disparó a través de las copas de los árboles en una alfombra mágica de
gotitas de agua que contenían la forma y la conciencia del hombre que acababa de
tener dentro de su cuerpo.
Volaron sobre la selva, rozando las copas de los árboles, como la fantasía de
vuelo de un niño. Keely se quedó sin aliento al ver a los monos regañándoles
ferozmente y se rió con deleite ante los pájaros de colores brillantes que volaban junto
con ellos, preguntándose claramente qué tipo de nuevo extraño 'primo' compartía sus
cielos.
-"La arqueología nunca fue tan divertida como esto antes."- Canturreó, con la
esperanza de que pudiera entenderla en ese estado, de alguna manera estaba segura
de que podía hacerlo.
Ella asintió con aire ausente, mirando hacia abajo a través de una abertura entre
copas de los árboles a una pareja de elegantes jaguares cruzar los terrenos, los fluidos
músculos en movimiento bajo sus capas moteadas.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Justice olió el humo antes de verlo. De inmediato los llevó de vuelta a la tierra, a
una distancia segura de la pareja de jaguares, y se rematerializó. Automáticamente, su
mano comprobó para ver que su espada había hecho la transición con él.
Tranquilizado, la sacó de su vaina.
Él miró hacia ella, dándole el aspecto feroz que había causado a muchos
guerreros acobardarse ante él.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ella estaba en lo cierto. Odiaba admitirlo, pero dejarla allí podría exponerla
incluso a más peligro que llevándola con él.
-"Bien, pero harás exactamente lo que yo diga cuando yo lo diga. Estaré muy
descontento con cualquiera que te ponga en peligro, y eso te incluye."
-"No soy idiota o una colegiala estúpida de una película de terror barata. No voy
a salir corriendo hacia los brazos del tipo con la motosierra. Haré lo que digas, siempre
y cuando tenga sentido."
Quería sacudir algo de sentido en ella. Quería besarla hasta hacerle perder el
sentido. Por fin había encontrado su verdadera pareja, y ella estaba molestando la
mierda fuera de él.
Él se quitó, casi corriendo. Algo sobre ese humo levantó una sensación de temor
en sus entrañas. Había visto demasiados campos de batalla en llamas, también muchos
pueblos y aldeas arrasadas por depredadores decididos a pastorear a los humanos
hasta las fauces en espera de los vampiros y cambiaformas.
Keely había dicho que los vampiros habían tomado el sitio de San Bartolo. Tal vez
habían decidido expandir su territorio. Después de todo, un Templo maya casi perdido
no les ofrecería ninguna oportunidad para alimentarse, pero un pueblo guatemalteco,
aislado de cualquier protección gubernamental, si podría.
Se dio la vuelta, aún en marcha, y levantó a Keely en sus brazos. Podrían moverse
más rápido de esta manera, y de repente tenía una necesidad urgente de velocidad.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Keely quedó en estado de shock en el lugar que se extendía ante ellos cuando
Justice dejó de correr y la dejó en el suelo. Un pequeño pueblo (o lo que quedaba del
pueblo) estaba en ruinas humeantes y seguía ardiendo en algunos lugares.
-"Más bien quien ha pasado por aquí, supongo."- dijo Justice rotundamente, con
los ojos oscurecidos por la furia escaneando la zona. -"Es un truco vampiro común;
queman su presa cuando trata de esconderse. Los vampiros no pueden entrar en
lugares santificados, como probablemente sabes. Así que queman las iglesias
primero."
Justice gruñó una cadena de palabras tan duras y guturales que estaba segura de
que no quería entender lo que había dicho. Se dio la vuelta, colocándose entre ella y el
hombre de la escopeta.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Keely miró por encima de su hombro al hombre de la pistola. Era delgado, con el
pelo oscuro cayendo desgreñado sobre sus ojos. Llevaba vaqueros y una camisa de
color blanco roto que brillaba sobre su piel de bronce. Sus rasgos faciales tenían la
clara evidencia de su herencia maya.
-"¿Por qué seguís aquí?"- Preguntó Justice. -"Estáis locos si creéis que no van a
volver una y otra vez."
-"¿Crees que no habría quitado a mi pueblo del peligro si pudiera? Las primeras
cosas que destruyeron fueron nuestros vehículos."
Indicó una pila humeante de metal casi escondido detrás de uno de los edificios.
-"Tenemos nuestra radio, y hemos pedido ayuda, pero hay al parecer una ola de
violencia produciéndose en este momento y estamos bajos en la lista de prioridades."
-"Vamos a ayudar, ¿no?"- Dijo Keely, poniendo una mano sobre el brazo de
Justice. -"Tenemos que hacer lo que podamos."
Justice dijo nada, pero dio una leve inclinación de cabeza, con el rostro
inexpresivo, sin mostrar nada de sus sentimientos. Keely intentó tentativamente
alcanzar con sus emociones o su mente, pero no encontró nada más que oscuridad. Él
había protegido su mente de ella, y no sabía lo suficiente sobre la fusión de almas para
entender cómo romper a través de sus defensas.
Ella movió la mano para estrechar la suya, de todos modos, y la ligera presión de
sus dedos la tranquilizó. Había ido al modo de guerrero protector; eso era todo.
Mirando a la destrucción a su alrededor, no podía culparle exactamente.
Al principio uno, luego otro, y finalmente casi veinte adultos salieron de donde
habían estado escondidos detrás de las hogueras humeantes.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Sólo después de que todos habían rodeado completamente a Keely y Justice, fue
cuando aparecieron seis niños para reunirse con sus padres, aunque cautelosamente.
El corazón de Keely se hundió ante la visión de las caras aterrorizadas de los niños.
-"No vamos a haceros daño."- les dijo en voz alta, hablando con fluidez en
español. -"Somos amigos."
Una niña pequeña, de no más de cinco o seis años, empujó entre la fila de los
adultos y se quedó mirando hacia Keely con sus enormes ojos oscuros, sosteniendo un
animal de peluche sucio en sus brazos. Ninguno de los habitantes del pueblo se
apresuró a reclamarla; de hecho, muchos de ellos la miraron con diversos grados de
recelo, y una mujer de edad incluso subrepticiamente hizo la señal contra el mal de ojo
y luego escupió en la tierra. La niña se estremeció y Keely de repente, quería abofetear
la cara de la vieja bruja supersticiosa, ferozmente.
-"Pero Justice podrá apagar los incendios con su agua."- Dijo Eleni. -"Y la Doctora
Keely nos ayudará a encontrar a Mama."
-"Eleni con frecuencia... sabe cosas."- Dijo Alejandro en Inglés. -"Ella no habla
nada de Inglés, sin embargo, así que voy a usar tu lengua para decirte que su padre
murió hace mucho tiempo y su madre ha muerto hace varias semanas. Los vampiros se
la llevaron y dejaron su cabeza para que yo pudiera encontrarla. Hemos tratado de
decirle esto, pero ella no puede o no quiere entenderlo."
-O, tal vez no. Si los Atlantes se habían asentado en aquellas tierras mayas
hace más de once mil años...
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Eleni hizo algún pequeño sonido y miró a Keely, pozos profundos de pérdida y
tristeza en sus ojos. La chica no hizo ademán de acercarse, tan sólo se acurrucó en sí
misma como si temiera un rechazo. Keely era completamente incapaz de mantener
cualquier tipo de desapego mirando esta pobre niña que le recordaba a otra niña, hace
tanto tiempo. Una niña cuyos padres tenían miedo de lo que era.
Justicia llevó la última carga de bienes aprovechables a la única casa que había
quedado relativamente indemne por la destrucción de los vampiros y se los entregó a
las mujeres que estaban organizando las tiendas. Algunos de los productos enlatados
habían sobrevivido. Varias mantas carbonizadas en los bordes pero todavía servibles.
Varios artículos personales que los aldeanos habían retirado de los escombros. Lo que
los incendios no habían arruinado, lo trajeron allí.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Estas personas le recordaban a aquellos colonos americanos por los que había
estado luchando para salvarles, de regreso a aquella noche de hace tanto tiempo,
cuando él había tallado el pez de Keely.
-"Llamaron esta mañana por radio a la P-Ops, después de que los vampiros se
fueron."- Dijo Justice.
-"Está bien, ahora estoy listo para las habitaciones protegidas del Templo; eso es
seguro."
Keely caminó por el suelo calcinado hacia él. Su rostro estaba manchado de
tierra y cenizas, pero, para él, brillaba como una llama. Ella había atado su abundancia
de pelo apartándolo de su cara, y él quería dejarlo suelto y enterrar su cara en aquellas
hebras de seda. Inhaló su dulce aroma, después de tantas horas con el olor acre de las
hogueras llenando sus fosas nasales y sus pulmones.
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No había nada más importante que Keely, ningún momento de su vida desde
este día que él no dedicara a agradecer a todos los Dioses por ella. Cerró los brazos a
su alrededor y tiró de ella tan cerca que podía sentir su corazón latiendo en su pecho.
-"Quiero sacarte de aquí."- Repitió por enésima vez desde que habían llegado. -
"He tratado y tratado de llamar al portal, y no va a responder a mi llamada. Tal vez
estoy demasiado dañado y la magia Atlante no me va a reconocer de nuevo."
-"Nunca."- Dijo con firmeza, enviando una ola de calor a través de él.
Ella creía en él, y aunque no podía darle crédito con tener cualquier buen sentido
para hacerlo, ofreció su agradecimiento a Poseidón que la creó.
Un destello de dolor recordado cruzó su rostro, pero ella negó con la cabeza ante
cualquier pensamiento que lo había causado.
La esperanza trató de enviar una tentativa bengala, pero él la aplastó sin piedad.
Mejor ser sorprendido que tener que vivir con la angustia de las expectativas
destrozadas.
-"Podemos hablar de eso en otro momento, amara mía. Si los vampiros vuelven
de nuevo, no podré soportar que estés en cualquier punto cerca de este lugar. Si
resultas herida, entonces ahogaré la propia tierra con mi rabia. Tal vez ni siquiera estos
aldeanos estarán a salvo."
-"Confío en ti. Acabas de trabajar toda la tarde para ayudarles; nunca vas a
hacerles daño. No me hagas tener esta discusión contigo otra vez. Yo no voy a ninguna
parte hasta que nos puedas sacar a todos de aquí, y admitiste que tu energía casi ha
desaparecido."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Era cierto. Había utilizado el poder Nereida de transporte para llevar a un niño
herido y su madre a la clínica médica más cercana, y el uso de su nuevo poder le había
agotado tanto que casi se había perdido a sí mismo en el flujo de energía en el viaje de
regreso. Una vez que las partículas de su ser se hubieran dispersado y se extendieran a
través del universo, él nunca habría vuelto a sí mismo. Nunca podría haber encontrado
a Keely, nunca jamás. El terror acuchilló a través de él ante esa idea. No, no se
arriesgaría a más viajes de esa manera hasta que estuviera seguro de que sus energías
habían regresado. Ella puso una mano en su brazo.
-"Si pudieras viajar como niebla de nuevo, o hacer esa cosa de súper-velocidad, o
cualquier cosa que pueda ayudar a trasladar a estas personas, eso sería otra cosa. Pero
no eres sobrehumano..."
Acercándose a él, puso las manos en sus mejillas y tiró la cabeza hacia la suya.
La besó y cada onza de finura, todas las artes de la dulzura que jamás había
conocido le abandonaron de modo que fue tan rudo y torpe como un colegial. La
deseaba más de lo que había deseado nunca a cualquier mujer. ¿Cómo podía ser tan
desenfrenado?
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Pero fue salvado; estaba completo. Ella era su bienestar y su corazón y su hogar.
Ella le devolvió el beso, y todo estaba bien en su mundo. El sabor cálido de su boca,
dulce desde la taza de chocolate caliente que había bebido con su escasa cena de
productos enlatados, le provocó y le torturó, barriendo tempestades marinas agitadas
de añoranza y hambre a través de él. Su cuerpo realmente se estremeció con la
enormidad de su necesidad, y él levantó la cabeza, respirando con dificultad.
-"¿Señor Justice?"
La pequeña voz vino de detrás de él, pero se tomó un momento para que se
registrase en su frenética mente.
Se agarró a ella con más fuerza por un instante, y luego la soltó, aunque de mala
gana, respirando con dificultad y tratando de recuperar su equilibrio. Keely atropelló a
la niña y se arrodilló frente a ella.
Eleni apretó esa lamentable zapatilla contra ella y negó con la cabeza.
-"Ellos vienen, Keely. Los malos están de vuelta y casi están aquí."
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-"Yo hubiera pensado que estarían saciados durante al menos una semana
después de incursión de la noche anterior."- Dijo con gravedad. -"O hay más vampiros
en esta manada de sangre de los que Alejandro conocía, o éstos chupasangres son
muy voraces."
El pueblo estaba casi tranquilo en las sombras oscuras del crepúsculo. Unas
pocas personas dispersas se movían o estaban en pequeños grupos, hablando en voz
baja. Dos hombres montaban guardia, escopetas en mano, escudriñando el perímetro.
Ellos por reflejo levantaron sus armas cuando vieron a Justice y Keely, luego las
bajaron de nuevo, asintiendo con su reconocimiento. Alejandro apareció de repente,
casi materializándose desde la oscuridad.
-"No soy de la opinión de bajar la guardia hasta que estemos acomodados con
seguridad en los vehículos de la unidad P-Ops."- Dijo. -"Sé que has hecho el trabajo de
cinco hombres, y no sé cuánto de cansado estás, usando tales poderes increíbles, pero
¿podrías estar dispuesto a asumir un turno? Tu espada..."
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-"Y a las mujeres."- intervino Keely. -"Necesitaremos unir fuerzas todos nosotros
para obligarles a retirarse."
-"Sí, y eso era lo máximo que jamás han enviado. Creo que esa era la totalidad de
la manada de sangre."
"Ella puede quedarse con los otros."- protestó Keely. -"Soy una tiradora
condenadamente buena y puedo ayudar."
-"No me cabe duda de que lo dice de veras. En serio, señora. Por favor, haz lo
que dice."
No iba a perder un tiempo valioso discutiendo cuando los minutos hasta que los
vampiros llegaran estaban marcando los segundos. Pondría a Eleni a salvo y luego
encontraría un arma. De ninguna manera se quedaría acurrucada en un rincón como
un conejo asustado.
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Mientras corría a través del claro, oyó a Justice y Alejandro gritando órdenes a
sus espaldas. Los hombres llegaron corriendo, con las armas en sus manos y una
sombría determinación en sus rostros. Una de las mujeres se reunió con Keely en la
puerta del edificio y extendió los brazos hacia Eleni.
-"Por favor, cariño. Me comprometo a venir de vuelta a ti, ¿de acuerdo? Porque
incluso Superman necesita ayuda a veces."
Abruptamente, Eleni soltó a Keely, envolvió sus brazos alrededor de ella misma y
comenzó a balancearse.
Keely abrazó a la niña, pero ella se había puesto tan rígida e inflexible como una
tabla.
Pero los ojos de Eleni habían quedado amplios y en shock; ella empezó a tararear
una melodía discordante para sí misma y Keely supo que no tenía tiempo para romper
con ese estado. Sólo podría tranquilizar a la niña volviendo como le había prometido.
La amable mujer que las había recibido en la puerta se arrodilló junto a Keely,
con una escopeta en sus manos.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-Tengo una sorpresa para ti, si insistes en ayudar a estos patéticos humanos.-
dijo el Nereida con aire de suficiencia.
-¿Qué es? Y más vale que sea rápido y útil.- advirtió Justice.
De repente, lo supo. Era como si siempre lo hubiera sabido. Supo como acceder
al poder de su otra mitad, de su ascendencia Nereida. Podía manejar el agua como un
Atlante. Podía manejar la locura como un Nereida.
Como ambos, podría llevar a la destrucción total de los vampiros que eligieron
ese minuto para elevarse a través de los árboles y de la tierra en el suelo, a menos de
tres metros delante de él. La locura y la confusión, y sería muy fácil.
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Mientras, Justice contó nueve más, riendo y merodeando para intentar flanquear
su grupo.
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Luego se giró prácticamente sin mirar y reventó la cabeza de otro, aún con esa
extraña calma. Justice levantó su espada y gritó un grito de batalla.
Mientras los tres caían, con sus cabezas rodando para otro lado, se escucharon
los sonidos de dos escopetas diferentes apagarse. Alejandro había cobrado otra pieza,
reventando su cabeza, y otro aldeano había perforado un agujero en el pecho de otro
vampiro. Por desgracia, había fallado el corazón, y la herida estaba cerrándose delante
de sus ojos.
Un tercer disparo de escopeta sonó, esta vez detrás de él. Justice se dio la vuelta
para ver a Keely de pie, delante de la puerta de la casa de seguridad. Apenas a cinco
metros de ella, otro vampiro se disolvía en el suelo en un charco de baba verde.
Keely se quedó allí, temblando, con las manos sosteniendo con firmeza la
escopeta en su hombro, sus ojos enormes cuando levantó la vista y miró a Justice.
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-"Yo... yo lo logré."- Dijo con una voz temblorosa que desató la furia de un millar
de monstruos en la mente de Justice.
Un odio más grande que el mundo se hinchó dentro de Justice ante la idea de
que uno de ellos había estado tan cerca de ella. La furia más profunda que cualquier
océano pulsó a través del Nereida en olas de hielo y fuego.
-"Hemos terminado de jugar con vosotros."- Dijo, y dejó caer su espada, levantó
los brazos en el aire, y rugió un sonido que sacudió los propios árboles.
Cortando sus brazos hacia abajo a través del aire, arremetió una onda de choque
de fuerza de conmoción por el claro, derribando a los aldeanos sobre sus culos,
mientras viajaba directamente contra los vampiros.
Como el agua estrellándose contra las rocas, la ola de su furia se estrelló contra
los vampiros restantes, y cada uno de ellos explotó en una sangrienta lluvia de ácido y
carne. Justice oyó gritar, pero no sabía si se trataba de otra persona o de su propia
garganta mientras la fuerza del poder que había convocado intentó sacudir su mente
libre de sus amarras.
La locura se rió de la cordura y el poder, el poder, ¡oh, por todos los Dioses! El
poder de ello le hizo señas y le sedujo hasta que empezó a girar alrededor, goteando
con ácido y trozos de vampiro salpicado, riendo, y riendo, y riendo. La corriente
cósmica del universo fluía a través de él y alrededor de él, invitándole a bailar un vals
de las edades.
-Pero ¿y si todo lo que queremos es algo que debe ser dado a nosotros, no
tomado?
Justice dejó de girar, congelado a la inmovilidad por las palabras. Entonces una
voz tranquila rompió a través de la locura.
Obligó a sus ojos para concentrarse en lo que estaba justo delante de él, en lugar
de mirar hacia fuera en la corriente de energía del universo. Liberó los colores y la luz
el tiempo suficiente para averiguar por qué aquella voz le llamaba tan poderosamente.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
La vista de sus lágrimas cristalinas trazando un camino por sus mejillas cortó
directamente en su corazón. De repente, él lanzó el poder y empujó a través de la
locura. El Nereida dentro de él le ofreció una sensación de intensa alegría y necesidad.
Justice extendió los brazos, y Keely entró en ellos, sin hacer caso del embrollo
que le cubría.
Girando sobre sus talones, comenzó a alejarse, pero él corrió hacia adelante y la
agarró del brazo, sabiendo que tenía que escuchar las palabras.
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Justice se frotó la mandíbula, que realmente le dolía. Para ser solo una científica,
encajó un infernal golpe. Una sonrisa se extendió por su cara, lo que hizo que le doliera
el labio partido, pero no le importó.
-"Sí, sí. Si has terminado enloqueciendo con nosotros, tenemos un rehén."- Dijo
Alejandro, interrumpiéndole. -"Y si hay alguna manera de que me puedas enseñar esa
cosa de la explosión, daría mi brazo derecho por saber ese truco."
-"Es una lástima."- Dijo Alejandro con una sonrisa triste. -"Pero gracias por no
explotarnos a todos nosotros. Tuve miedo, cuando viste que Keely estaba amenazada,
de que todos íbamos a ser simplemente daños colaterales."
-"Era un miedo válido."- admitió Justice, luego miró a su alrededor. -"¿Has dicho
un rehén?"
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Dos de ellos caminaron hacia arriba, arrastrando a uno de los vampiros entre
ellos. Era el que había recibido un disparo en el pecho, y la herida todavía estaba
cerrándose.
-"Debe de haber caído al suelo desde la lesión, por lo que escapó de ser
capturado en esa ola de muerte, o como se llame."- Dijo el hombre, inclinando la
cabeza un poco hacia Justice pero manteniéndose distanciado a una prudente
distancia.
-"No."- dijo Justice. -"Tengo una idea mejor. Le enviaremos a casa con un
mensaje."
-"En realidad me refería a un mensaje verbal, pero eso funciona, también."- Dijo
Justice, admirando la obra de aquel hombre. -"Eres muy bueno con la escopeta."
-"¿Quieres que le deje estallar tu cabeza con esa cosa?"- Preguntó Justice,
inclinando la cabeza hacia un lado como si realmente estuviera interesado en la
respuesta.
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-"¿Estás satisfecho?"
El vampiro gritó, luego cayó al suelo y comenzó a llorar, lágrimas rojas de sangre.
-"No, por favor, no. No puedo difundir el mensaje si estoy demasiado herido
como para moverme."- balbuceó.
-"Has matado el último de mi pueblo, hijo de puta no-muerto. Cuento con que
nunca, nunca vuelvas o yo personalmente voy a arrancarte las pelotas fuera de tu
cuerpo."
-"Sí, sí, quiero decir, no, no, lo que tú digas."- farfullaba el vampiro.
Alejandro hizo una seña a sus hombres, que pusieron aún más distancia entre
ellos y el vampiro.
-"Sí, sí, sí."- siguió diciendo hasta que llegó a los árboles, luego dio un áspero
grito de rabia o de desafío y salió disparado a toda velocidad internándose en la noche.
-"Entonces, sobre ese truco con el agua que hiciste antes en las casas en llamas…
¿puede eso servir para una ducha?"
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A medida que se lavaban lo mejor que pudieron bajo la bienvenida lluvia suave,
Justice se dio cuenta de que aún debía enfrentarse a su encuentro más terrorífico
jamás vivido. Tenía que ir a disculparse ante Keely.
Keely se limpió como pudo con agua de un cubo antes de entrar con Eleni, a fin
de no traumatizar a la niña aún más. Estaba tan enfadada que era sorprendente que el
agua no hirviera en vapor al segundo en que tocó su piel.
Las preguntas se estrellaron por su mente, más y más rápido. ¿Ella le amaba? ¿Le
amaba? Él era un estúpido, ciego, lamentable excusa de un ser humano. O ser Atlante.
O lo qué diablos fuera.
Maldito fuera, de todos modos. ¿Realmente tenía que decir las palabras? ¿Acaso
no le había demostrado lo que sentía por él, una y otra vez? ¿Qué hay de que las horas
que duró su revolcón sexual en la selva? ¿Pensaba que ella iba en torno a tener sexo
salvaje en la selva todo el tiempo?
La energía crepitó hasta la nuca desde su cuello, incluso antes de que el sonido
de sus pasos la alertara de su aproximación.
-"Keely."- Dijo.
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Pero había tanto dolor y anhelo en el sonido que ella bajó la cabeza, entregando
su rabia ante una emoción más apacible. La ira desapareció como si nunca la hubiera
sentido, y consideró cuidadosamente qué decir, todavía de espaldas a él mientras se
arrodillaba junto al cubo.
-"Justice, lo sé. Sé que estás luchando esta batalla, y sé que a veces no puedes
controlar al Nereida, pero, de algún modo, necesito de ti que te tomes algunas cosas
con fe. ¿Puedes hacer eso por mí?"
Esperó, pero sólo oyó silencio. Una buena dosis de locura se puso en marcha de
nuevo y ella se puso de pie, pateando el cubo con frustración.
Ella se dio la vuelta, dispuesta a darle una lista muy detallada de agravios, justo a
tiempo para ver sus ojos volteándose en su cabeza mientras caía de espaldas al suelo.
Saltó hacia adelante, pero no fue lo bastante rápida. Su cuerpo y su cabeza golpearon
el suelo con dos golpes sólidos que le dieron una mueca de dolor por empatía. ¡Oh,
hombre!, iba a tener un buen dolor de cabeza cuando se despertara. Él le había dicho
que usar el poder Nereida le drenaba. Tenía la sensación de que ese truco de la onda
de choque había utilizado grandes cantidades de su poder y energía.
Oyó más pasos que corrían hacia ellos, y luego Alejandro dobló la esquina y
derrapó hasta detenerse. Hubo un largo silencio mientras miraba de ida y vuelta entre
Justice y Kelly.
-"Yo no hice esto."- Protestó ella, pero él se limitó a asentir, levantando las
manos como en señal de rendición.
-"Eres muy valiente, Keely, pero incluso el acero más fuerte puede encontrar su
punto de ruptura. Permíteme ayudarte en acarrear a tu hombre hasta un lugar mejor
para descansar."
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-"Todos los hombres son bufones a veces."- Dijo suavemente. -"El corazón de
una buena persona no puede mentir, y su corazón se muestra claramente en su cara
cada vez que le miras, como lo hace cuando estás cerca."
Eleni asintió, las huellas de manchas de lágrimas brillando como plata entre el
polvo recubriendo sus mejillas.
-"Tenía mucho miedo. Aunque no vi que se lesionara, tenía mucho miedo. Pero
volviste, como me prometiste."
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Sin embargo, ella había visto lo imposible a diario desde el momento en que
Liam había entrado en su oficina hablando de la Atlántida. Seguramente hacer arreglos
para que una niña huérfana regresara a casa con ella no podría ser tan difícil.
-"¿Se atreven? ¿Se atreven a amenazarme?"- gritó. -"¡Veremos quien vive para
amenazar a quien después de esta noche!"
-"Tal vez..."- aventuró el vampiro cuya pierna todavía estaba tratando de sanar -
"¿...podríamos esperar a que el resto de nosotros vuelva de cazar al amanecer y salir
con más fuerza cuando caiga la noche siguiente?"
El líder se abalanzó sobre él, con los ojos de color rojo brillante y salvaje.
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Un día él también sería un Dios, como los vampiros que le precedieron habían
sido adorados por estas ovejas mayas. Un día, muy posiblemente tan pronto como
mañana.
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Keely se despertó lentamente, subiendo a través de las etapas del sueño como si
su cuerpo cansado y su mente protestaran por cada paso. Cuando por fin abrió los
ojos, pudo ver la luz del sol inclinada a través del edificio y cayendo como barras de
oro en el suelo de madera. Justice y Eleni se habían ido, pero una manta había sido
cuidadosamente remetida por los hombros de Keely. Se sentó, haciendo una mueca
ante el mal sabor en su boca, y un olor igualmente asqueroso procedente de algún
lugar cercano, y deseó una ducha y un cepillo de dientes, sin ningún orden en
particular.
Keely alzó la vista hacia la pregunta y encontró a la tímida mujer de ayer sentada
en una maltratada mesa de madera, doblando ropa y ordenándola en montones.
La nariz de Keely se arrugó cuando se dio cuenta de que el mal olor venía de ella
misma. Senderismo por la selva, tener a los vampiros desintegrándose sobre todo tu
cuerpo... no era manera de mantenerse fresca como una rosa.
-"Sí, me encantaría eso."- Dijo ella con gratitud. -"Lo siento, no sé tu nombre."
Keely siguió a María hacia la brillante luz del sol y automáticamente levantó la
vista hacia el cielo. Tenía que ser media mañana. No podía creer que hubiera dormido
tanto tiempo. Recorrió el claro mientras seguía a María por un sendero que cortaba
entre los árboles, pero no había ni rastro de Justice o Eleni.
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-"Él y Eleni fueron con Alejandro a patrullar. Aquél es un gran hombre, ¿no?
Tienes suerte de ser su mujer, y él también tiene la suerte de encontrar a una mujer
con tanto fuego en su espíritu como en su cabello."
-"No hay jaguares a los que les guste tomar este camino, ¿los hay?"
Su voz se apagó y Keely sabía que ambas estaban pensando en otros fuegos.
-"Lo siento mucho."- Dijo Keely. -"No puedo empezar a imaginar lo mucho que
has sufrido."
-"Alejandro nos sacará de aquí. Nosotros sólo hemos tenido ataques aleatorios
antes; un solo vampiro intentando coger a alguno de nosotros. Esto sólo ha ocurrido
dos veces en la totalidad de mi vida. Pero esto... esto está organizado como una guerra
y no podemos enfrentarse a ellos. Si tu hombre fuera a quedarse con nosotros y
protegernos... He oído de su magia. Pero no podéis quedaros, ¿verdad?"
Se volvió para fijar una mirada medida sobre Keely, esperanza mezclada con
resignación en sus ojos.
-"No, lo siento. Nos quedaremos hasta que la unidad P-Ops llegue, pero
debemos terminar nuestra misión... y volver a casa."
María asintió.
Las palabras cayeron de sus labios como una bendición, y Keely, que rara vez se
daba cuenta de las relaciones interpersonales, tuvo un repentino destello de intuición.
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Keely miró las voluptuosas curvas de María y dudó que su propio cuerpo (menos
abundante) rellenara cualquiera ropa de la otra mujer, pero no dejó que nada excepto
un 'gracias' se mostrara en su rostro mientras aceptó agradecida la ropa limpia. Ropa
bien ajustada, después de todo, era la última cosa en su mente, incluso si un pequeñito
bocado de vanidad deseaba que Justice la viera pareciendo al menos casi tan bonita
como la hermosa María.
Justice le quitó el aliento, de nuevo, como si lo viera por primera vez. Se había
puesto ropa diferente, unos sencillos jeans y una camiseta oscura, pero su glorioso
pelo azul caía suelto y húmedo todo el camino hasta la cintura, y los músculos de su
pecho y brazos llenaban la camiseta de una manera que la tenía queriendo
arrancársela y subirse sobre él. Desnuda.
Ella cruzó los brazos sobre su pecho cuando se dio cuenta que sus pezones
estaban empujando fuera a través de la tela húmeda de su sostén, en respuesta al
calor fluyendo a través de su cuerpo. Todo lo que tenía que hacer era mirar hacia él
para desearle.
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-"¿Se te ocurrió, por un segundo, que podría ser peligroso estar aquí sola y
medio desnuda?"
-"¿Te gusta lo que ves?"- le preguntó María, su voz temblando un poco, pero
fuerte.
Antes de que pudiera decir una palabra, sin embargo, un destello borroso de
velocidad que podría haber sido un hombre con el pelo azul la levantó del suelo y
corrió a través de la selva con ella. En un momento Justice finalmente se desaceleró a
una parada y la dejó en el suelo. Ella se había esforzado por controlar su enfado y
estaba lista para ponerlo todo en claro con él.
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-"Está bien, realmente he tenido suficiente con este acto cavernícola. Tú no eres
mi jefe, no eres mi padre..."
-"Tu no..."
Él lamió su pezón y lo chupó en su boca. Ella echó la cabeza atrás y gimió, pero lo
intentó de nuevo.
-"Tu no..."
Sacó sus bragas hacia abajo y deslizó sus dedos por su humedad, luego frotó los
dedos resbaladizos de ida y vuelta por su clítoris y sus rodillas dejaron de funcionar.
Estaba casi suplicando, sin importarle, sólo cuidando que no se detuviera, que
nunca se detuviera, ¡oh, Dios!, él estaba chupando su otro pezón ahora y manejando el
primero al tiempo. Luego introdujo un segundo dedo dentro de ella, a continuación,
rozando a través de su clítoris, una, y otra, y otra vez hasta que corcoveó contra él,
apretando los dedos dentro de su calor. Gritó cuando explotó contra él, pero él no la
dejó ir ni retiró sus dedos.
-"Por favor, por favor, te necesito."- suplicó contra su boca y él dejó de besarla,
su respiración áspera y sus músculos se apretaron tan duro como la roca bajo sus
manos.
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-"Yo también te necesito, amara mía. La vista de toda tú, casi desnuda en plena
luz solar y el pensamiento de que cualquiera podría haber llegado hasta ti estando
así..."- Se estremeció contra ella. -"Te necesito tanto que tal vez tenga que follarte
durante todo el día sólo para conseguir salir de este susto que me diste."
Ella se echó a reír, y luego gimió mientras conducía sus dedos dentro de ella otra
vez, empujando dentro y fuera hasta que estuvo deshuesada por la necesidad y el
deseo.
La besó, lamió y chupó su clítoris en su boca con la misma presión intensa que
había usado en su pezón, todavía empujando dentro de ella con los dedos. Se
estremeció, se movió y agarró su precioso pelo con las dos manos, sosteniéndolo con
ella cuando él la tomó cuidadosamente con su boca y sus manos. Ella sintió la tensión,
la necesidad y la gloria llevándosela, y estalló de nuevo, gritando, sin importarle si el
pueblo entero la escuchaba, incapaz de soportar la intensidad del placer.
Simplemente desde sus palabras, una réplica estremeció a través de ella y la hizo
jadear.
Se bajó la cremallera de los pantalones y los empujó hacia abajo, allí arrodillado
en el suelo, y la arrastró hacia abajo para que se sentara a horcajadas sobre él.
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Tomó todo de él dentro de ella hasta que sus muslos se posaron en los suyos,
entonces apoyó la cabeza en su hombro por un momento y respiró hondo. Luego
levantó la cabeza y ahogándose, miró sus hermosos ojos, azul medianoche con llamas
verdes en los centros.
Se alzó y luego se deslizó hacia abajo, para después entrar en un ritmo más viejo
que el tiempo, más antiguo que las ruinas mayas, mayor que los sueños de la creación.
Le tomó porque él era suyo, y tenía que sentirlo dentro de ella o se moriría por la
pérdida. Le tomó, y su cuerpo comenzó a responder de nuevo, contra todo pronóstico,
aumentando con tanta urgencia que sabía que estaba cerca de hacerse añicos a su
alrededor.
Justice sintió la húmeda vaina caliente de Keely apretándole y supo que estaba
cerca de correrse de nuevo. También sabía que la sensación de su orgasmo podría
causar su propio derramamiento y quería esperar, durar más tiempo para ella, pero
estaba tan indefenso como un jovenzuelo para luchar contra la ola de placer que le
atravesó como un tsunami. Él la agarró por las caderas con las manos y la llevó a un
ritmo más rápido, levantando sus caderas para conducir su polla más profundo y más
duro dentro de ella con cada golpe, hasta que no pudo decir donde acababa él y donde
empezaba ella. Ambos se unieron como uno solo y siempre lo estarían. No había
estado exagerando cuando le dijo que podría tener que follársela todo el día para
superar el miedo de perderla. Sólo cuando ella le recibía en su cuerpo se sentía
verdaderamente a salvo del temor de que pudiera abandonarle.
-Ella nunca nos dejará.- dijo el Nereida. -Si alguna vez lo intenta, vamos a
seguirla hasta los confines de la tierra.
Keely gimió y se soltó sobre sus hombros, luego cogió su rostro entre sus manos
y le miró fijamente a los ojos.
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Su cuerpo se arqueó hacia atrás, rígido, con sus muslos apretando cuando su
vaina convulsivamente agarró su polla en una serie de espasmos y gritó.
Una estocada final, y sus bolas trazaron con más fuerza y explotaron, disparando
su liberación en ella tan profundamente que tuvo un segundo para desear haber
conseguido la bendición de Poseidón de modo que él le estuviera dando a ella su hijo.
Luego la ola se lo llevó, le noqueó y la corriente lo arrastró hacia los colores de su
alma, rugiendo su satisfacción.
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Los vampiros no eran ningún peligro durante el calor del soleado día, cuando
tenían que acudir a la tierra. Ella, Justice y los habitantes del pueblo estarían listos para
enfrentarles de nuevo por la noche, pero sólo por una hora más o menos, ambos
habían tenido necesidad de capturar un poco de paz. La unidad P-Ops debería
finalmente llegar por la mañana y transportar a los aldeanos a la seguridad.
La camisa de Justice colgaba hasta sus rodillas, por lo que se dirigieron hacia el
arroyo con la esperanza de encontrar su ropa. O, más exactamente, Justice caminó
hacia la corriente, llevándola en brazos, ya que él no quería que se lastimara sus pies
descalzos en el suelo. Keely se debatía entre la apreciación y la exasperación por su
actitud protectora, pero se imaginó que sólo era demasiada caballerosidad como para
que un guerrero Atlante centenario fuera a darse por vencido.
Keely era una gran fan de escoger sus batallas, y esta no iba a ser una de ellas,
sobre todo porque le encantaba la sensación de su pecho desnudo contra su mejilla.
Se estaba convirtiendo en una hedonista, y no le molestaba ni un poco.
-"Oh, sería muy largo de explicar y es acerca de una persona totalmente sin
importancia, de todos modos. Sin embargo, realmente espero que Maria dejara la ropa
en el arroyo, por supuesto."
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-"Me gustas en mi camisa. Creo que siempre deberías usar nada más que mis
camisas."- Dijo, cuando comenzó a caminar de nuevo, su voz grave sonaba divertida.
-"Estoy segura de que sí, pero no quiero tener que caminar de regreso a la aldea
usando nada más que tu camisa. No es que todo el mundo allí no piense ya en mí
como tu mujer de todos modos, pero digamos que no soy una exhibicionista."
-"Esto es bueno, ya que tendría que matar a cualquier hombre que te viera
desnuda, y Conlan odia cuando matamos aliados potenciales."- Dijo con calma, y ella
no pudo decidir si estaba bromeando o no.
-"Eres un..."
-"La corriente está más allá de esos árboles. Oigo a Alejandro y a María
hablando. Esperaba que se hubieran ido, ahora. Déjame ir en silencio a buscar tu ropa
y tus zapatos."
-"¿Qué infiernos está mal con ese hombre?"- se quejó, trayéndola de vuelta, a la
tierra con un ruido sordo.
Ella se echó a reír, tapándose la boca para que María y Alejandro no pudieran
escucharla.
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Deslizó la camisa sobre su cabeza y se la entregó a él, luego tiró de la falda blanca
suelta y la blusa roja festoneada que María le había proporcionado, tratando de
descifrar por qué estaba tan molesto. De repente, ella parpadeó.
-"¿Estás celoso?"
-"Sabes, probablemente les tomó bastante tiempo para comenzar a 'ir a ello',
como tan elegantemente lo llamas tu. María comentó que Alejandro nunca la había
mirado como algo más que una niña antes. Estoy segura de que eso cambió cuando
recibió un vistazo de ella en aquella ropa interior mojada."
-"¿Qué?"- Dijo inexpresivamente, con las cejas dibujándose juntas. -"¿Qué pasa
con ella?"
El comentario sarcástico que había estado dispuesta a soltar murió en sus labios
cuando le miró a los ojos y se dio cuenta de que él no estaba bromeando. En realidad,
no se había dado cuenta. Hermosa, voluptuosa María. Justice ni siquiera había mirado
a María, ya que cada átomo de su enfoque había estado concentrado en ella como un
láser.
Ella le echó los brazos al cuello y le arrastró hacia abajo para un beso muy
apasionado. Cuando finalmente tuvieron que tomar aire, inclinó la cabeza.
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Probablemente no. Él dejó escapar un suspiro, sopesando los pros y los contras
de simplemente agarrarla y acelerar fuera hasta otro lugar aislado. Antes de que
pudiera preguntarse a sí mismo el resultado que quería, escuchó a uno de los hombres
de patrulla dando un saludo. Keely respondió, y algo en su voz encantadora
pronunciando las redondas vocales y consonantes líquidas de su fluido español le puso
duro. Se removió en sus pantalones. Tal vez podría pedirle que hablase español la
próxima vez que hicieran el amor. Se detuvo en seco cuando otro pensamiento le
golpeó con la fuerza de un maremoto. ¡Por todos los Dioses!, cuando aprendiera el
idioma Atlante, estaba condenado. Estaría persiguiéndola y alrededor de ella todo el
día, todos los días de la semana.
Ella esbozó una enorme sonrisa que casi le deslumbró con su calor y se dirigió a
la casa de seguridad. Entonces, otra comprensión le golpeó con retraso.
Cuando se paseó por el claro, sonriendo como un tonto, los hombres dispararon
sonrisas conocedoras hacia él, pero no dijeron nada. Hizo un gesto y se acercó a la
mesa donde algunas de las mujeres estaban estableciendo una comida para el
mediodía. Al llegar lo suficientemente cerca como para oler el delicioso aroma del
guiso picante de verduras, su estómago rugió, recordándole a Keely.
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Por supuesto, todo le recordaba a Keely. Tal vez él necesitaba tener a Alaric
examinando su mente y averiguando por qué se estaba convirtiendo en un tonto
golpeado por amor.
-¿Qué parte soy yo, entonces?- le preguntó el Nereida, que había permanecido
en silencio desde la noche anterior. -¿Tu conciencia o tu acicate?
-Ninguno. Ambos.- respondió Justice. -Eres una parte de mí que no puedo negar
y permanecer entero.
Cerró los ojos y centró su conciencia, tratando de alcanzar la magia del portal
para responder. Algo brilló en los mismos bordes de su mente, fuera de su alcance,
burlándose de él con su cercanía, pero aún no estaba disponible. Si pudiera
concentrarse en mayor medida, lo lograría. Apretó los puños y se inclinó hacia delante,
vertiendo físicamente su voluntad en su esfuerzo. Estaba justo ahí... ahí mismo... casi
podía tocarlo…
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-"Lo siento mucho, señora."- Dijo la mujer entre lágrimas. -"Ella estaba
durmiendo, y todos estábamos trabajando muy cerca de este edificio, así que no nos
preocupamos en absoluto acerca de dejarla sola."
Keely finalmente dejó de gritar y en silencio levantó los restos rotos de la manta
para que las palabras escritas en la sabana debajo de ella fueran claramente visibles.
Palabras de odio dibujadas con carboncillo negro, como para burlarse de los
sobrevivientes que se apiñaban en la aldea quemada.
TENEMOS LA NIÑA.
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Justice bajó su espada, pero su brazo armado temblaba como con alguna
inmensa presión interna.
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Una hora más tarde... una hora más cerca de la oscuridad de la noche... y Justice
quería matar algo. Realmente muy mal.
Keely se había encendido contra ella tan salvajemente que la anciana se había
escapado, murmurando algo acerca de 'custodiar a los niños que merecen ser
protegidos'.
-"Es suficiente."
Las palabras salieron más severas y más fuertes de lo que pretendía, pero justo
en ese momento, no le importaba una mierda.
Alejandro, Keely, y los demás volvieron sus desconcertadas caras hacia él, y
entonces se dio cuenta de que lo estaba haciendo de nuevo. Discutiendo consigo
mismo en voz alta.
-Podemos salvar a ésta.- repitió, pero esta vez en su mente. -Odio tener que
sacar un mal cliché, pero estás conmigo o estás contra mí. Y yo soy el único que
puede mantener alejado al 'jode-mentes' de Alaric o deshacerme de ti para siempre.
El Nereida se quedó en silencio, por lo que Justice decidió hablar con todas
aquellas personas que no vivían en su cerebro.
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-"Mirad, hemos hablado de esto y sobre esto durante una hora. Esta discusión es
inútil y alucinantemente irrelevante."
Señaló hacia Alejandro, cuyos ojos oscuros centelleaban con fuego y venganza.
-"Quieres arrasar nuestro camino ahí dentro, disparando armas de fuego, con
todos los hombres que tenemos. Quieres ir allí antes del crepúsculo, sorprenderles y
arrebatarles a Eleni. ¿Es eso correcto?"
Alejandro asintió.
Justice lo interrumpió.
-"Has estado diciéndole que amenacemos a los vampiros. Razonar con ellos.
Decirles que la patrulla P-Ops debería estar aquí mañana y si nos dan a Eleni, no vamos
a delatarles. ¿Es eso más o menos correcto?"
Keely asintió, con los ojos entrecerrados. Se figuraba que probablemente no iba
a gustarle lo que dijo a continuación. Y estaba en lo cierto.
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El rostro de Keely quedó blanco muerto ante su crueldad, pero él solo agregó eso
a la lista de sus pecados, el látigo interior de la autoflagelación cortando sin piedad en
él. Sí. Él era un hijo de puta asqueroso que había abandonado estos aldeanos pobres
para una tarde de placer egoísta, y una niña pequeña pagaría el precio.
Una huérfana, como él había sido huérfano. Pero, al menos, él tuvo unos padres
adoptivos que le habían amado. Eleni no tenía nada más que dolor, tortura y muerte
delante de ella, a menos que él lo arreglara. Era bueno en arreglar las cosas.
-"¿Cuál es el plan?"
La piel de aspecto amoratado bajo los ojos de Keely enfatizó su cruda palidez
dibujada.
-"Tú eres el poderoso guerrero Atlante, así que ¿por qué no nos cuentas todo al
respecto?"
Donde había habido amor y risas en sus ojos sólo unas pocas horas antes, ahora
no había más que desolación. La culpabilidad de Keely debía ser tan aplastante como la
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suya propia, se dio cuenta. No sólo los guerreros Atlantes llevan el peso de inocentes
en sus almas.
Un coro de disidencia estalló alrededor de la mesa, pero Keely se miró las manos
apoyadas sobre la mesa y no dijo nada, aunque se estremeció como por un golpe.
-"Te van a matar."- Dijo Alejandro. -"Matarte a ti primero, luego a Eleni, y luego
al resto de nosotros. No me hago ilusiones de que podamos mantener a raya a una
manada de sangre de vampiros furiosos con algunas escopetas."
Keely finalmente alzó la vista hacia él, y el vacío negro en sus ojos le asustó más
que la idea de enfrentarse a un centenar de vampiros.
-"No vas a venir a cualquier lugar cerca de ese nido."- Comenzó Justice. -"Yo..."
Pero fue su turno de cortarle el paso. Hizo caso omiso de él tan completamente
como si no existiera y se volvió hacia María, que seguía llorando.
-"Si puedes callarte durante cinco minutos, tráeme una escopeta."- dijo con
desdén helado.
María, sorprendida en el silencio, cruzó una larga mirada con Keely y luego
enderezó los hombros y salió corriendo. Keely seleccionó un pedazo de pan y empezó
a masticar con total determinación.
-"Tenemos que comer."- Dijo ella, aún en ese tono completamente plano. -"No
hemos comido en todo el día. Falta todavía una hora hasta el crepúsculo, y no voy a
fallarle a Eleni otra vez porque fui condenadamente estúpida como para no poner
combustible en mi cuerpo antes de ir a rescatarla."
Justice, que podía funcionar a plena capacidad por un máximo de seis días sin
comida, decidió seguir su ejemplo. Tal vez dejar a Keely sentirse en control de algo,
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incluso algo tan insignificante como la decisión de comer pan y guiso frío, la ayudaría a
encontrar su camino de regreso desde su propio infierno personal.
Su boca se secó tanto que era casi incapaz de tragar el pan. Si por su locura había
perdido tanto a la niña como a Keely, ya no quedaba nada para él. Su mente lo torturó
con visiones de un mundo sin Keely y caería en un Vacío tan negro que cualquier otro
que Anubisa pudiera conjurar abriendo su boca como un abismo a sus pies, sería
atractivo.
Alejandro miró desde Justice hasta Keely y luego asintió con la cabeza como
alcanzando una decisión. Él rompió un trozo de pan y empezó a masticar. Keely dejó
caer la cuchara en su tazón y el metal sonó contra el metal; un sonido
inquietantemente hueco.
Luego volvió esos ojos muertos sobre Justice de nuevo y algo en su alma se
marchitó.
-"Nos dijiste lo que vas a hacer tú."- Dijo. -"Ahora dinos cómo podemos
ayudarte."
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Los hombres de la aldea se habían escondido lo mejor que pudieron entre los
árboles y césped que rodeaba el Templo, pero el plan para que ellos cubrieran a Justice
con disparos de protección fue un fracaso total. La topografía no se prestaba a
cualquier cobertura real; con el fin de ver sus objetivos claramente tendrían que entrar
en el claro o estarían disparando a ciegas y con la probabilidad de golpear a Justice o
Eleni.
Por supuesto, si los vampiros le obligaban a tener la reunión dentro del Templo
donde estaba el mural, todas las apuestas estaban apagadas. Estaría totalmente por su
cuenta.
Había besado la parte superior de su cabeza y la dejó ir, odiando que sus últimos
momentos juntos fueran así. Él se agachó junto a ambos.
-"No, no estamos listos. Somos casi inútiles aquí. Tengo que ir contigo."
-"No. Ya hemos hablado de esto. Si caigo con ellos, necesito que vayas a buscar a
Eleni y mantenerla a salvo. Mantén a Keely segura. Necesito tu palabra."- Dijo Justice.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Puedo protegerme sola, y no soy la mujer de nadie. Haz lo que tienes que
hacer. Nosotros nos encargaremos de nuestra parte."
Justice no quería nada más que tomarla y volar lejos de este lugar miserable,
lejos de los vampiros, de la muerte y de los niños robados. Por fin había encontrado la
verdadera pareja de su corazón y de su alma, y ahora iba a perderla tan rápidamente.
Él sabía que el plan optimista con que había alimentado a los demás no tenía ninguna
posibilidad de éxito. Los vampiros estarían más que preparados para él.
Se había metido en situaciones como esta antes, pero siempre con sus hermanos
y el resto de los Siete a su lado. Podían manejar todo esto, durante todo el tiempo que
estuvieron juntos. Solo, no era más que carne de vampiro.
Había tantas cosas que desearía haber tenido tiempo de decir. De pronto se puso
de pie y se obligó a moverse.
Un destello de vida se movió detrás de sus ojos, y ella negó lentamente con la
cabeza de lado a lado.
-"Sabía lo mucho que ella estaba sufriendo, Justice. Ella es como yo, excepto que
se quedó huérfana y es tratada como una paria. Yo lo sabía, y aún así la abandoné."
Las lágrimas brotaron de sus ojos, pero su rostro era duro e inflexible.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Justice."- Dijo, en voz tan baja que casi se lo perdió. -"Te amo, también."
Él no dijo nada. Las palabras estaban más allá de él, como su alma preparada
para la muerte. Simplemente comenzó el paseo solitario hasta el Templo de San
Bartolo, un hombre condenado a caminar hacia su propia ejecución. Pero él salvaría a
la niña primero. Cuando recordaran su vida sin valor, sabrían que Eleni vivió.
Sólo había un acto final que por lo menos debía intentar. Se detuvo y cerró los
ojos, reuniendo cada gramo de energía y el poder que poseía, y luego llamó al portal.
Esta vez respondió a su llamada. ¡Maldita cosa voluble! A medida que aparecía la
familiar forma ovoide y brillaba y se extendía en su forma, vió las caras sorprendidas
de los guardias en el otro lado cuando le reconocieron y bajaron sus armas. Cuando él
no hizo ademán de entrar, uno de ellos le gritó.
-"¿Lord Justice? Tus hermanos estarán muy felices de saber que estás de vuelta.
El portal no se ha abierto para cualquiera de nosotros, ni siquiera para Alaric, desde
que te fuiste."
Ah. Esto respondía a una pregunta. Sabían que estaba en San Bartolo. Una parte
de él tenía la esperanza... no, realmente esperaba que iban a aparecer para salvar su
día, como a Ven le gustaba decir.
-"Sí."- Justice finalmente respondió. -"Sí, hay problemas. Dile a Conlan y a Ven...
Diles que envíen ayuda. Diles que necesitamos refuerzos. Diles que la Estrella de
Artemisa está aquí pero está custodiada por un nido de vampiros."
Dio un paso decidido hacia adelante y la magia del portal disparó algo que se veía
y sonaba como una sacudida eléctrica de alto voltaje para él, lanzándole atrás y
cayendo al suelo.
-"Pero..."
-"Dile a Conlan y Ven..."- Justice tuvo que forzar las palabras. -"Diles que les
quiero. Diles que estoy orgulloso de ser su hermano y que lo siento. Eso es todo."
310
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¡Lord Justice!"
Pero Justice simplemente negó con la cabeza y se alejó, ni siquiera mirando a ver
si el portal se cerraba a sus espaldas. Mientras hablaba con los Atlantes, había
descendido por completo la oscuridad. Eleni estaba esperando. Si ella aún seguía
viviendo. Si no lo hacía, iba a ajustar la propia tierra ardiendo con el poder de su furia.
-"Ha sido un honor, ser parte de ti, Justice de las Nereidas."- Dijo Justice,
dándose cuenta a medida que hablaba esas palabras que él las sentía realmente.
-Para nuestro gran gesto final, propongo que verdaderamente nos fundamos
en un solo ser, juntos seremos más potentes de lo que cualquiera de nosotros podría
ser por separado.- dijo el Nereida, con un júbilo oscuro en su tono.
-"Si vas a irte, que sea a lo grande."- Dijo Justice, riendo. -"Vamos a hacerlo."
Como uno, ambos lados de su ser... las dos mitades de su alma... abrieron de
golpe las puertas, los escudos y las paredes que habían forjado entre ellos durante los
largos años de su existencia. Poder, finalmente sin trabas, corrió a través de su cuerpo
y lo energizó con la fuerza imponente de un tifón.
Sólo una última cosa. Se agachó, encontró una piedra lisa en el suelo, lejos de la
orilla del río donde había sido pulida por el agua. Abriendo su corazón y su alma,
concentró toda su emoción de la verdad absoluta y la vació dentro de esa piedra.
-Te amo, Keely, y te amaré hasta que todos los océanos desaparezcan de las
desoladas llanuras de la tierra. Sabes, ahora y siempre, que eres mi corazón, mi alma
y mi vida.
Apretó la piedra con tanta fuerza en el puño que le hacía daño y luego poco a
poco abrió los dedos. Si su plan fracasaba, esto podría ser suficiente. Tendría que ser
suficiente.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Capítulo Cuarenta
Justice seguía riendo con la alegría y la fuerza del poder estrellándose a través de
su cuerpo cuando llegó al frente del Templo. Los dos vampiros que estaban de pie en
la entrada se burlaron de él.
-"Lindo. Original, con sólo ese toque de melodrama."- Dijo, pensando en las
respuestas habituales de Ven a situaciones como esta. -"Ahora dame la chica."
-"Muévete hacia atrás y arrodíllate ante tu superior, tonto."- Dijo el más feo de
los dos vampiros. -"Él viene ahora."
La Furia de Poseidón brillaba como plata pulida bajo la luna del crepúsculo.
Esta vez habló con un hombre que estaba vestido como un pavo real con un
atuendo maya pseudo-antiguo. Tal vez pensó que le hacía parecer más importante.
Regio, incluso. A Justice no le importaba un comino lo que parecía. Sólo quería a Eleni.
-"Tráeme la chica, o haré que la onda de choque más grande que jamás hayas
visto explote a todos y cada uno de vosotros en una pila rezumante de baba."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"No sé mucho de pies, de grandeza o de cualquier otra cosa. Sólo suplico ante la
grandeza de Poseidón, y no lo hago muy a menudo."
Los ojos de Gultep'can parpadearon lo suficiente para que Justice pudiera darse
cuenta de que estaba tragándose su farol.
Sí, buen camino para guardar las apariencias. Sin embargo a Justice no le
importaba cómo sucediera, siempre y cuando sucediera. Por ahora, los vampiros
estaban manteniéndose una distancia saludable. Es evidente que habían oído lo que le
había sucedido a sus compinches la noche anterior.
Pero eso no iba a durar mucho tiempo si él no respaldaba sus amenazas con la
acción. Y el problema era que no sabía si la onda de choque también mataría a Eleni, si
él lanzaba su poder. Anoche había sólo matado vampiros, pero ¿habría eso sido una
casualidad? Hasta que él comprendiera y controlara plenamente sus nuevos poderes
unificados, no quería arriesgar su vida. Si aún tenía una vida para arriesgar.
Finalmente, su cuenta atrás mental llegó a los nueve segundos, y oyó el sonido
más maravilloso del mundo. La diminuta voz de Eleni.
313
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Él le apretó la mano.
-"Eleni, no tengo tiempo para juegos en este momento. Vas a regresar a la aldea
por mí, bajo esa cresta, ¿de acuerdo?"
Justice trató de ser paciente con la traumatizada niña a pesar del hecho de que
decenas de vampiros estaban merodeando cerca y cada vez más cerca de ellos. Él puso
la piedra en su mano y cruzó los dedos sobre ella.
-"Eres una chica muy valiente, pero puedes ayudarme más al hacer lo que te
pido. Dale esto a Keely para mí, Eleni. Es muy importante. Ahora, por favor vete a
buscar a..."
-"Keely y Alejandro, sí, lo sé. Están justo sobre esa colina."- dijo ingenuamente,
aferrándose fuertemente a la piedra. -"¿Van a dejarme ayudarles a cargar las
escopetas?"
-"¡Corre, ahora, Eleni!"- gritó Justice, por encima del estruendo. -"Te protegeré
mientras te alejas. ¡Corre!"
Eleni corrió. Él cerró el paso para ella, con su espada reluciendo y golpeando
mortalmente a cualquier vampiro que trató de conseguir pasar más allá de él. Luchó
como nunca había luchado antes, pero había demasiados. Vinieron a él desde todas
partes, golpeando, mordiendo y arañando. Muy pronto estaba sangrando desde una
veintena de heridas, pero se las arregló para contener a cualquiera de ellos de seguir a
Eleni.
-"¡Estamos aquí!"
La voz de Keely sonó y Justice la vió dar un paso desde detrás de un árbol, con la
escopeta apoyada contra su hombro.
314
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Cuatro de ellos corrieron hacia Justice, agarrándolo por cada una de sus
extremidades y hundiendo cuatro juegos de colmillos en él. Echó la cabeza hacia atrás
y aulló su dolor y su rabia, pero eran vampiros fuertes, y él estaba sangrando por
docenas de heridas. Cuatro contra uno era demasiado.
Justice observó con angustia como más de ellos se pusieron en marcha por la
colina hacia Keely y Eleni.
El corazón de Keely comenzó a latir de nuevo, cuando Eleni llegó hasta ella,
segura y, en apariencia, relativamente ilesa. Pero dejó de latir de nuevo cuando se
percató de que Justice estaba enterrado bajo un mar de vampiros que le mordían
lentamente y arañaban su carne arrancándola de su cuerpo. No había manera de que
nadie pudiera sobrevivir a eso.
-"Si vamos a seguir peleando, por lo menos vamos a darles una buena pelea."-
Gritó él.
315
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ella asintió con la cabeza, sin tiempo ni energía para hablar, y apuntó de nuevo.
En el espacio de segundos, dos de los vampiros que le sujetaban habían sido malditos
con la verdadera muerte. Justice sonrió al ver a Keely y Alejandro de pie,
prácticamente hombro con hombro, disparando contra los vampiros. Dos a uno eran
grandes probabilidades, no le importaba la sangre corriendo por su rostro desde una
herida en su cabeza.
De repente, se dejó caer como un peso muerto, bajando y llevándose a sus dos
captores restantes con él. Fue un simple truco para romperle a uno el cuello y luego
rodar sobre el otro, tomar su espada, y cortar a través de su cuello. En un instante,
estaba de nuevo sobre sus pies y de vuelta en la lucha, cortando, apuñalando y
rebanando.
Gultair'can se metió en la batalla, sus ojos brillaban de rojo feroz, y arrojó sus
propios vampiros lejos de él para poder despejar el camino hasta Justice.
Se movió un poco, para poder mirar a Keely. Los vampiros habían dejado de
acosarla, ya que todos se apresuraban hacia allí para contemplar a su líder culo-
repugnante fregando el suelo de la selva con Justice.
-"¡Lee la piedra!"- Gritó tan fuerte como pudo. -"Y por todos los infiernos, ¡sal de
aquí! ¡Ahora!"
-"¿Eso es todo lo que tienes? Gran pésimo aspirante a Dios vampiro y ¿todo lo
que tienes es un pequeño cuchillo?"
316
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Justice volvió a reírse, sólo porque podía. Las heridas estaban finalmente
pasando factura, superando la explosión de fuerza cargada de adrenalina. Siempre
había sido inmune a las mordeduras de vampiros, pero la enorme pérdida de sangre
podría conseguirlo. Tropezó, repentinamente mareado, y los vampiros lo tomaron
como su señal. Todos le invadieron y cayó bajo una maraña de brazos, piernas y
lacerantes, rasgadores colmillos. Lo último que oyó fue el eco desvanecido de la voz
del Nereida.
Keely vió a Justice descender bajo lo que parecían cientos de vampiros y ella cayó
de rodillas, el arma cayéndose de sus dedos inertes. Algo frágil se desgarró
completamente abierto en su pecho, y ella lanzó un grito de angustia.
-"No llores, Keely. El Dios del agua está llegando, pero primero Justice hará esas
preciosas trombas de agua azules."
-"Yo. No. Quiero. Morir. Así."- gritó Justice apretando los dientes.
Él los levantó en el aire y rugió una sola palabra. Una palabra en la lengua
antigua de las Nereidas. Una palabra que ni siquiera sabía que conocía, pero que había
crecido de repente en su corazón y su alma, peligrosa, fuerte y mortal. Una palabra
llamando al poder en ella y volviéndose tangible, mientras salía de su boca, colgando
en el aire sobre el lugar en el que él yacía en el suelo, muriéndose. Siendo asesinado.
317
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Un rugido de trueno sacudió la tierra, los árboles y hasta el propio cielo; y, desde
la palabra, una onda de choque se derramó visiblemente en círculos concéntricos y
revolucionó el mundo hasta cristalinas sombras de azul y plata.
Se volvió hacia la pequeña colina y vió a Keely, su amada Keely, brillando como
una llama. Ella tenía sus brazos alrededor de Eleni, pero estaba bajando por la colina
hacia él.
Justice esbozó una sonrisa, llena de pena, pero también de alegría. Él las había
salvado.
Era suficiente.
318
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Keely estaba llena de temor por como explotaron los vampiros, uno tras otro, en
hermosos remolinos de agua azul plateada. Justice había hecho eso, de alguna
manera. Ella lo sabía.
Entonces le vió, tendido en el suelo, tan ensangrentado que era imposible que
todavía viviera. Empezó a descender, cogiendo ritmo hasta que estuvo corriendo, casi
sin ni siquiera darse cuenta de que Eleni corría detrás de ella.
-"¡Justice! ¡No te atrevas a morir sobre mí! ¡Tienes que vivir! ¡Tienes que vivir
para mí!"
Siguió gritando tonterías sin sentido, durante todo el camino bajando la colina,
hasta que finalmente se detuvo en seco delante de él y cayó al suelo.
Al principio pensó que estaba muerto, y el dolor acuchilló a través de ella con
tanta intensidad que ella se dobló por la fuerza de él. Entonces vió su movimiento de
cabeza, sólo una fracción de centímetro, pero era un movimiento.
Rogó, acariciando la parte superior de su cabeza, que parecía ser la única parte
no lesionada de todo su cuerpo. Alejandro corrió hacia ellos.
-"Está..."
Ella besó la frente de Eleni para tranquilizar a la niña, lo más que podía calmarla
tras una experiencia como esta.
319
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Volveré por ti. Pero ahora tengo que estar con Justice, para que no esté solo."
Alejandro volvió a hablar, pero de alguna manera esta vez no era Alejandro.
Keely no sabía cómo lo supo, pero lo supo. Levantó la cabeza para mirar a Alejandro,
que de repente parecía brillar con luz plateada.
-"ELEGÍ BIEN CUANDO DI MI ESPADA A JUSTICE."- Tronó una voz que tenía todo el poder,
la gloria, y el misterio de los mares.
-"¿Poseidón?"
-"SI, LECTORA DE OBJETOS. YO SOY EL DIOS DEL MAR QUE RECLAMA ESTE GUERRERO COMO MÍO
PROPIO. AHORA SABED TODOS LOS PRESENTES QUE ESTA ESPADA QUE CUMPLIÓ CON SU DEBER TAN BIEN
EN SU MANO, PODRÁ SERVIR PARA SANAR SU PORTADOR."
La luz plateada se extendió desde Alejandro y formó una cúpula iridiscente sobre
Justice, Keely, y Eleni. El frío glacial de las profundidades del océano repentinamente
chamuscó a través de su piel y sus huesos. Eleni jadeó y se acurrucó más cerca de
Keely, enterrando su cara en la camisa de Keely.
La luz se había ido. Alejandro seguía en pie congelado, inmóvil, pero la luz se
había ido.
-"No me gusta esto de que casi he muerto, y mi mujer ya está buscando a otro
hombre."- Dijo Justice, con un tono de diversión en su voz ronca.
Ella giró la cabeza, casi con miedo de mirar. Lo que vió le hizo gritar de asombro.
Justice se incorporó, entero y sano. Incluso la sangre que le había recubierto se había
ido.
-"Esto me gusta más."- Dijo, luego atrapó sus labios en un beso de fusión de
almas.
320
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Fue un beso infundido con calor, admiración y asombro, y duró un tiempo muy
largo.
-"HAS ELEGIDO BIEN A TU MUJER, PERO DILE QUE MANTENGA SUS MANOS FUERA DE MI TRIDENTE.
ALGUNOS SECRETOS SON DEMASIADO VIOLENTOS PARA QUE UNA LECTORA DE OBJETOS LOS CONOZCA
JAMÁS Y LOGRE SOBREVIVIR."
Justice se levantó, tirando de Keely de pie junto a él, y levantó a Eleni en sus
brazos.
-"¿Qué fue eso?"- le preguntó a ese Alejandro, que no era Alejandro. -"¿Fue una
prueba? Después de estos cientos de años de servicio leal, ¿me pones a prueba ahora
y pones a mi mujer y estos inocentes en tal enorme peligro?"
-"NO FUI YO QUIEN LOS PUSO EN TAL PELIGRO, PERO ERAS TÚ QUIEN DEBÍA PROTEGERLOS. LA
FURIA DE POSEIDÓN ES MÍA PARA DAR Y MÍA PARA RECLAMAR, Y CADA CINCO SIGLOS DECIDO QUIEN LA
SOSTENDRÁ Y A QUIEN DECIDO PASARLA."
La voz del Dios del mar era altiva más allá de la arrogancia, ordenando fuera de
toda discusión. Keely suponía que, al ser un Dios del mar, eso venía con el cargo.
-"Gracias."- Dijo, sin saber si se permitía que ella hablase con Poseidón, pero
necesitando decirlo. -"Gracias por su vida."
-"ÉSTE HOMBRE ES FUERTE. NO ME HABRÍA IMPORTADO TENER ALGUIEN COMO ÉL ENTRE MIS
GUERREROS."- Dijo.
Era tan extraño escuchar y ver esto que Keely casi se echó a reír, pero pensó que
podría ser considerado una especie de blasfemia.
-"SUFICIENTE. AHORA TENGO QUE IRME."- decretó Poseidón. -"PERO ANTES, UNA ÚLTIMA
COSA."
Alargó la mano con una de las manos de Alejandro y tocó la cara de Eleni.
-"VAS A CRECER PARA SER MUY SABIA, JOVENCITA, Y SERÁS UNA CONSEJERA DE REYES. CUENTO
CON QUE RECUERDES ESO."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"¿Podré ir a jugar con los delfines contigo, Señor Dios del Mar?"
-"¿Trabajar?"
Keely sonrió un poco, recordando otra entrada sorpresa. El cambio radical era
solamente el juego limpio.
-"Nosotros pensamos que podríamos echar una mano."- Dijo Ven alegremente. -
"Pero parece que tienes las cosas bajo control."
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
-"Creo que tienes razón. ¿Alguien quiere decirnos qué infiernos ha estado
sucediendo aquí?"
Justice y Keely se echaron a reír como bobos, y los tres Atlantes les miraron
como si estuvieran realmente locos.
-"¿La Estrella de Artemis está aquí? Vamos a encontrarla ahora."- ordenó Alaric.
-"Justice casi muere."- le dijo Keely con cierta aspereza. -"La Estrella ha estado
enterrada de manera segura en esa roca durante miles de años. Una noche más no va
a hacerle daño."
-"No, ella tiene razón. En este momento, me parece que me gustaría tener una
comida con mi hermano y su mujer."
Justice apretó la mandíbula y una feroz emoción brilló en sus ojos oscuros, pero
Ven levantó las manos en señal de protesta fingida.
-"Está bien. Me rindo. Ya que incluso el mismísimo Dios del mar me llama la
mujer de Justice, he decidido simplemente aceptarlo."
Justicia dirigió para ella una mirada tan poderosa de amor y aceptación que sus
rodillas casi se pusieron débiles. Era una mirada de pertenencia... una mirada de hogar.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Epílogo
Keely salió del Templo en el brillante sol de la tarde y sonrió al ver a Justice
jugando a la pelota con Eleni en el claro. Su grande, duro guerrero era un blandengue
cuando se trataba de la niña.
-"¿Quieres jugar?"- Dijo con voz sedosa, sus ojos oscureciéndose y muy
intencionados.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Siempre podía ver cuándo su hombre tenía el sexo en mente. Por supuesto, era
así casi todo el tiempo, así que tal vez no era tan impresionante, no es como si fuera
un talento psíquico.
Justice le tiró la pelota a Eleni, que rápidamente se dejó caer y se fue corriendo
para charlar con los estudiantes de posgrado. Ella estaba floreciendo poco a poco, a
pesar de todo lo que había pasado, y Keely esperaba que el tiempo, ese gran sanador,
ayudaría a finalmente a darle una feliz infancia normal, y que las sombras en los ojos
de Eleni desaparecerían algún día.
Unos días antes, ella había venido a ellos y les pidió que la ayudaran a enterrar la
zapatilla y celebrar un servicio fúnebre, sólo ellos tres, por su madre perdida. Keely
había llorado junto con Eleni, después pusieron flores en el pequeño montículo de
tierra y dijo 'adiós a mamá en el cielo con papá'.
El pensamiento de eso todavía la estremeció, pero supuso que era mejor que lo
que ella había pasado cuando era niña. Una sesión corta en comparación con años de
psicoanálisis y drogas. Él se encogió de hombros.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Ella lo abrazó.
Keely miró a través del claro y se encontró con los ojos del señor Héctor y ella
asintió. Se veía sombrío, pero asintió a cambio. Todos ellos se fijaron. De la mano,
Justice y Keely entraron en el Templo y se acercaron al impresionante mural. A pesar
de que lo había visto tantas veces, todavía le inspiraba respeto y admiración.
-"Que las personas que vivieron hace tanto tiempo pudieran crear tanta belleza
en medio de la construcción de su civilización."- Dijo Keely. -"Me asombra y me
humilla."
Ella se rió.
-"Siempre único para romper un estado de ánimo, ¿no es así? De todos modos,
tu eres quien sacude mi mundo."
-"Ahí es. He excavado suficiente para que uses tu energía del agua para extraerla
suavemente hacia afuera con un mínimo de daños."
-"Todavía no puedo creer que Héctor estuviera de acuerdo con esto. O que Alaric
y Conlan aceptaran tanto retraso."
-"Bueno, Héctor de algún modo nos lo debía."- Dijo. -"Sin ti, ellos nunca habrían
tenido acceso a este sitio de nuevo. Y no me hagas hablar sobre Alaric."
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Ella ahuecó sus manos enguantadas debajo de la abertura y el agua cayó en ellas,
seguida por un zafiro del tamaño de una pelota de golf que brillaba con el resplandor
de una luna de enamorados.
-"Oh, Justice."- Susurró. -"Es tan hermoso. La Estrella de Artemisa. Por fin."
-"Todavía no puedo creer que Conlan y Alaric no aplastaran por la fuerza a través
de la pintura mural y tomaran la Estrella."- Dijo Justice, arqueando los labios ante el
recuerdo de ese argumento.
-"Tu amor ha sanado todo lo que estaba roto en mí, y no tengo necesidad de esta
roca. Ahora o nunca."
-"No puedo creer que este pequeño pez me enseñó el rostro del hombre que se
convertiría en mi universo. Has sanado todo lo que estaba roto en mí, también. No me
puedo imaginar una vida sin ti. Ahora o nunca."
Ahora, a través del poder de su amor, las bestias se unieron para formar un todo.
El hombre al que amaría siempre.
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
Riendo, Keely y Justice se separaron y, de la mano, salieron a la luz del sol, hacia
su niña y su futuro, juntos.
FIN
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Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
329
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
********************
NOTAS ACLARATORIAS
1
Justice, en español Justicia. Se mantiene el nombre en inglés. A lo largo del texto se hacen
juegos de palabras con el significado de su nombre.
2
Shifters, cambiaformas o cambiantes, se mantiene el termino en ingles.
3
Ketamina, medicamento anestésico muy potente generalmente de uso veterinario.
4
SOP, siglas de Standar Operative Procedure, que significa Procedimiento Operativo Estándar.
5
Pensamiento, no expresado en voz alta, se destacan en negrita y cursiva en todo el texto.
6
En la mitología irlandesa y el folclore gaélico escocés, un Geas es un tabú individual, ya sea
por obligación o prohibición, similar a estar bajo un voto, un hechizo o una maldición.
7
Paleta Marshalltown, herramienta de arqueología hecha de una sola pieza de metal en
forma de pico, más grande y más flexible, que hace que sea mejor para la limpieza de
secciones de terreno.
8
Cartapacio, accesorio de escritorio, también llamado 'vate', a modo de carpeta sobre la que
escribir, que puede contener documentos en su interior y/o anotaciones en su superficie.
9
El Lupercale es una cueva al pie de la colina del Palatino, en Roma. En la leyenda de la
fundación de Roma, Rómulo y Remo fueron amamantados allí por una loba hasta que fueron
rescatados. Aunque en el año 2007 una arqueóloga italiana creyó haberla localizado, se
demostró que no era la cueva correcta.
330
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10
'Deal or No Deal' concurso estadounidense de televisión, significa 'Trato o no Trato', donde
se elige entre una cierta cantidad de maletines que contienen distintos premios, haciendo
descartes o tratos.
11
Howie Mandel, presentador del concurso 'Deal or No Deal', con la peculiaridad de que
padece un fobia irracional a los gérmenes hasta el punto de que no se da la mano con nadie,
incluyendo los concursantes, a menos que esté usando guantes de látex. También ha
reconocido padecer ADHA, siglas de Attention Deficit Hyperactivity Disorder, en español
Trastorno Por Déficit De Atención Con Hiperactividad (TDAH)
12
OCD, siglas de Obssesive Compulsive Disorder, en español TOC, siglas de Trastorno Obsesivo
Compulsivo, definición genérica del síndrome al que pertenecen todas las fobias.
13
'Germofobia', miedo a los gérmenes. También llamada 'misofobia', 'bacteriofobia' o
'bacilofobia', Los afectados tienden a lavarse las manos constantemente y a tocar objetos con
cautela, en muchas ocasiones con guantes, sin que las condiciones sanitarias lo requieran. Su
miedo se concentra en las materias biológicas, en los olores corporales y en la suciedad visible.
14
Las Vegas, ciudad famosa por sus casinos y su depravación. En este caso, se refiere al mal
gusto en cuestiones de decoración. El resto de sus comentarios también aluden a eso.
15
Películas de serie B (sean del genero que sean) son las realizadas con poco presupuesto de
modo claramente visible y, una vez más, de mal gusto.
16
Las escenas de sexo en videos porno en los años setenta fueron acompañadas con cierta
música cursi y repetitiva. La frase 'bowm-Chicka-bowm-wow' (onomatopeya de esa música) se
usa coloquialmente para referirse a algo sexual, explícito o implícito.
331
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
17
Algolagnia: Palabra proveniente del griego antiguo (algos: dolor; lagneia: placer), que
constituye una de las definiciones usuales en Medicina para referirse al erotismo del dolor, al
placer sexual relacionado con las sensaciones dolorosas.
18
Firefly es una serie de televisión estadounidense de ciencia ficción inspirada en películas del
Oeste. Se hizo una película, titulada Serenity, por el nombre de la nave espacial de la serie.
19
Alguien que espía a los demás mientras ellos se dedican a algún tipo de comportamiento
lascivo. Procede de la leyenda de Lady Godiva cuando cabalgó desnuda por las calles de la
ciudad. Había dado instrucciones a la gente del pueblo para no mirarla, pero uno, llamado
Tom, se asomó y fue cegado inmediatamente.
20
Se refiere al 'Infierno' de Dante Alighieri. Libro donde describe los niveles del infierno.
21
Illini, eran un grupo de 12 a 13 tribus de nativos americanos en el valle superior del río
Mississippi de América del Norte.
22
'Guts and grit' en el original. 'Grit' significar valor o agallas y 'grits' significa grano o sémola.
La traducción literal carece de sentido. Se refiere a que ha confundido los distintos
significados; por ello elegimos dos términos relacionados y también muy diferentes, 'escamas'
y 'agallas', ambas son partes de peces, pero la segunda es también sinónimo de valor.
23
'Jinete de oficina', en argot se refiere a oficinista, aludiendo al hecho de que pasa demasiado
tiempo en un trabajo sedentario, sentado en su silla de oficina.
24
Referencia a la película 'En busca del Arca Perdida', donde Indiana Jones es un arqueólogo
explorador que termina metido en diferentes aventuras en su búsqueda de reliquias.
332
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
25
Expresión en tono sarcástico, se refiere a la falta de seriedad o firmeza por la facilidad con
que se puede borrar al escribir un mensaje a lápiz.
26
Filipo de Macedonia, puede referirse a cualquiera de los cinco monarcas del reino de
Macedonia con ese nombre, aunque especialmente al segundo, conquistador de las polis de la
Antigua Grecia y padre de Alejandro Magno.
27
Termino cariñoso en lenguaje Atlante, significa 'mi amada' o 'mi amor'
28
Hottie, significa caliente o sexy en argot.
29
'Tiny Dick', coloquialmente 'tiny' significa muy pequeño y 'Dick', significa polla. El insulto
sería similar a 'polla pequeña'
30
Se refiere a Alejandro Magno, o Alejandro de Macedonia, uno de los guerreros y
gobernantes más célebres de la antigüedad.
31
Se refiere al Premio Pulitzer, prestigioso premio periodístico internacional.
32
El 'hurling' es un deporte de equipo de origen celta. Se juega con palos de madera llamado
hurley para golpear una pelota pequeña entre los postes de la portería de los oponentes.
33
Navaja de Occam, principio metodológico y filosófico atribuido a un fraile franciscano, según
el cual: "en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta".
333
Guerreros de Poseidón 3 Alyssa Day Atlántida Desatada
34
Gertrude Bell, escritora, viajera, política, arqueóloga y espía que se convirtió en una gran
influencia debido a su habilidad y contactos, construidos a través de sus extensos viajes.
35
Thomas Edward Lawrence conocido Lawrence de Arabia, fue arqueólogo y oficial del
ejército británico conocido por su papel de enlace durante la rebelión árabe contra los turcos.
36
El hedonismo es la doctrina filosófica basada en la búsqueda del placer y la supresión del
dolor y de las angustias, como objetivo o razón de ser de la vida.
37
Ohio State Buckeyes es el nombre del equipo deportivo de la Universidad Estatal de Ohio.
Go, Buckeyes!, es el 'grito de guerra' de ese equipo.
38
'Ghoul', es un demonio necrófago que habita en lugares inhóspitos o deshabitados y
frecuenta los cementerios.
39
He-Man y los Amos del Universo', serie de dibujos animados de los años 80. El protagonista
es un guerrero de gran fuerza física y poderes. Se refiere a su actitud dominante.
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40
'Wilding', poder mágico, salvaje y potente, que tiene Erin como bruja y cantante de gemas.
41
'Kebab', es una amplia variedad de comidas en pinchos originarias del Medio Oriente, tanto
servidas en pequeños palillos como cortada en laminas y servida en una masa de pan.
42
Una geoda es una cavidad rocosa, normalmente cerrada y hueca, en la que han cristalizado
minerales. La más grande conocida mide 10,7 m³ de volumen (8 m de largo, por 1,8 m de
ancho, por 1,7 m de alto) y está situada en la localidad de Pulpí, Almería.
43
En Las Vegas, existen capillas donde puedes contraer matrimonio inmediato vistiendo
cualquier disfraz, o que el propio oficiante esté disfrazado. Es muy habitual que se disfracen de
Elvis Presley, famoso cantante de rock. Por eso, se las denomina 'capillas de Elvis'.
44
Bruce Willis, actor estadounidense, famoso por protagonizar, entre otras, la serie de
películas de acción extrema 'La Jungla de Cristal', cuyas sucesivas entregas han ido siendo cada
vez más duras y más violentas.
45
OSU, Ohio State University, Universidad del estado de Ohio.
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46
Un troll es un temible miembro de una mítica raza antropomorfa del folclore escandinavo,
muy grande pero generalmente encorvado y deforme.
47
Es una frase usada en Star Trek (película y serie de televisión muy conocida), "Beam me up,
Scottie", cuando se transportaban desde la nave espacial en una especie de haces de luz.
48
S.O.B., siglas de 'son of a bitch', que significa 'hijo de puta', en argot, SOB también significa
'desalmado'
49
Savile Row, calle en el distrito de Mayfair, en el centro de Londres. Conocida principalmente
por su sastrería tradicional a medida para hombres.
50
Hermenegildo Zegna, casa de moda italiana de lujo que confecciona ropa y accesorios de
vestir para hombres
51
Salvatore Ferragamo, diseñador de zapatos italiano. Su empresa se ha convertido en un
lujoso imperio, cuya gama de productos abarca zapatos de lujo, bolsos, gafas, accesorios de
seda, relojes, perfumes y una línea de ropa.
52
Steve Jobs, Fue cofundador y presidente ejecutivo de Apple Inc. y máximo accionista
individual de Walt Disney Company. Fundó Apple en 1976 junto con un amigo de la
adolescencia, Steve Wozniak, en el garaje de su casa.
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53
Mrs. Butterworth, marca estadounidense de jarabes y mezclas para tortitas, los siropes
vienen en botellas distintivas en forma en forma de una maternal mujer.
54
'Walk the Line', en español 'En la cuerda floja'. Película basada en la vida de Johnny Cash,
cuya acción se inicia en la prisión de San Quintín.
55
Donald Trump, multimillonario estadounidense. Su estilo de peinado usa la parte trasera de
su cabello para taparse la parte alta de la cabeza, ocultando la calvicie patéticamente.
56
'Sybil', película que narra la historia real de Shirley Ardell Mason, que fue diagnosticada con
trastorno de personalidad múltiple, se le detectaron 16 personalidades diferentes.
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57
'Dawn of the Dead', (titulada en España 'El amanecer de los muertos vivientes') es una
película de terror, segunda parte de 'La noche de los muertos vivientes'; narra cómo un grupo
de supervivientes se refugia en un centro comercial de una invasión de muertos vivientes.
58
'I Was a Teenage Werewolf', en español 'Yo fui un adolescente hombre-lobo'. película donde
un adolescente descubre su condición de hombre lobo.
59
Calamardo es un calamar (o un pulpo, según su creador) en la serie de dibujos animados de
Bob Esponja. La primera película para TV, musical, se tituló Atlántida SquarePantis.
60
UPS, United Parcel Service, empresa de transporte internacional de paquetería.
61
HD, High Definition, se refiere a alta definición de imágenes. 3-D y 4-D, se refiere a tres
dimensiones o cuatro dimensiones. Supersonic-D, se refiere a la alta velocidad de las visiones.
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62
San Bartolo es un pequeño yacimiento arqueológico maya precolombino ubicado en el
departamento del Petén, en el norte de Guatemala, al noreste de Tikal. La fama y el interés del
sitio deriva de sus murales. El sitio incluye una pirámide llamada "Las Ventanas"; el templo de
"Las Pinturas"; una tumba real en el complejo del "Tigrillo"; y en el grupo denominado el
"Jabalí", con, una pirámide tríadica.
63
El Museo Peabody de Arqueología y Etnología (Massachusetts, Estados Unidos), es uno de
los más antiguos y reconocidos museos especializados en material antropológico y muy
particularmente en etnografía y arqueología de Mesoamérica y los Mayas.
64
Holy Ghost Cemetery, significa Cementerio Espíritu Santo
65
Ironizando con Toy's'r'us, conocida tienda de juguetes.
66
El Popol Vuh ha sido llamado Libro Sagrado o Biblia de los Mayas. Está compuesto de una
serie de relatos que tratan de explicar el origen del mundo.
67
K'ucumatz o Dios del Maíz, considerado madre y padre de todos los seres vivos, es un ser
portentoso, toma forma de serpiente, de águila, de jaguar y de sangre reposada. Se le
representa por mazorcas de maíz de diversos colores, representando a todas las razas de la
humanidad.
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