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gBhom enaje a tes ex-presidentesd e ía AVDT


, I ,

José Andrés Octavio


Abelardo Vázquez
r Óscar Leal
Leonardo Palacios
Juan Cristóbal Carmena
f , Ronald Evans
M - Moisés Valíenilía
ASOCIACION
Xabier Escalante
U '^ / Q B w m ' ■ Félix Hernández
m ''WÍZfiw&m ¡ Alessandra Montagna
Humberto Romero-Muci
a jljA K r I Carlos Vecchío
jg | B : Juan Antonio dolía

José Rafael Belisarie


^ j Antonio Álvarade
í José Antonio Martínez
/ Emilio Roche
¡ Armando Montilla
Gustavo Serrano
José Rafael Bermádez
Antonio Dugarte
Presentación sGabriel Rúan Santos César Hernández
Coordinación de la Publicación : Jesús Sol Gil
C o o r d in a d o r
JE SÜ S SO L G IL

60 AÑOS DE IMPOSICIÓN
A LA RENTA EN VENEZUELA
EV O LU C IÓ N H IST Ó R IC A
Y E S T U D IO S DE LA LEY V IG E N T E

En h o m e n a je

a los E x - P r e s id e n t e s d e la A .V .D .T.

José A n d rés O ctavio ° A b e la rd o V ásquez B erríos - O sca r Leal D íaz °

L e o n a rd o P alacio s 3 Ju a n C ristó b al C a rm o n a Borjas © R o n ald E v a n s


M á rq u e z © M o sié s V allen illa - X a b ie r E sca la n te E lg u e z a b a l ® F é lix
H ern án d ez R ich ard s ° A le ssa n d ra M o n tag n a Filippi © A u ro ra M oren o
de Rivas 0 C arlos V ecchio ° H u m b erto R om ero-M u ci ©Jesú s Sol Gil » Juan
A n to n io Golia 0 Jo sé Rafael B elisario R incón © A n to n io A lv a ra d o W effer
© José A n to n io M artín ez V alery « E m ilio R o ch e © A rm a n d o M ontilla
Varela ©G ustavo Serrano B auza ©José Rafael B erm u d ez ©A ntonio D ugarte
L obo © C ésar J. H ern án d ez B.

C a ra ca s - 2003
L O S ARTÍCULOS INCLUIDOS EN EL PRESENTE LIBRO , SON EN SU
CONTENIDO Y REDACCIÓN DE LA EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD
DE SUS AUTORES.

6 0 A ñ o s d e I m p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

© Editado por:
Asociación Venezolana de Derecho Tributario
CARACAS-VENEZUELA

Queda hecho el depósito de Ley.


Depósito Legal: 1Í25220033402090

ISBN: 980-12-0374-9

Queda prohibida la reproducción parcial o total de este libro, por


medio de cualquier proceso reprográfico o fónico, especialmente
por fotocopia, microfilme, offset o mimeògrafo.
Esta edición y sus características gráficas son propiedad de la
AVDT.

Cubierta: G22
Diagramación e impresión: Editorial Torino

Impreso en Venezuela - Printed in Venezuela


CONSEJO DIRECTIVO
2003-2005

Principales

Juan Cristóbal Carmona Borjas


Presidente

Elvira Dupouy Mendoza


Vice-Presidente

José Andrés Octavio Leal


Secretario General

José Rafael Belisario Rincón


Tesorero
Adriana J. Vigilanza García
Vocal

Suplentes

Luis Fraga Pittaluga


Del Vice-Presidente

Massimo Melone Cenedese


Del Secretario

José Gregorio Torres Rodríguez


Del Tesorero

Xabier Escalante Elguezabal


Del Vocal
SU M A R IO

Homenaje a los Ex-Presidentes de la A.V.D.T.

Presentación

1) La Primera Ley de Impuesto sobre la Renta y las


sucesivas reformas de su articulado
José Andrés Octavio............................................................... 1

2) Modificaciones del Impuesto sobre la Renta.


Desarrollo de los diferentes Sistemas de
Determinación. Años 1942/1943 hasta el año 2001
Abelardo A. Vásquez Berríos - Oscar J. Leal D íaz 33

3) Las características de la Imposición a la Renta


en Venezuela
Leonardo Palacios M árquez................................................... 89

4) Factores de Conexión en la Legislación Venezolana


en materia de Impuesto sobre la Renta
Juan Cristóbal Carmona Borjas............................................. 145

5) El Principio de Renta Mundial en Venezuela:


Cálculo del enriquecimiento neto de fuente mundial,
pérdidas de fuente extranjera y la imputación de
impuestos pagados en el extranjero.
Ronald Evans Márquez.......................................................... 189

6) Aproximación a la figura del Establecimiento


Permanente en el Impuesto sobre la Renta de
Venezuela
Mosiés A. Vallenilla Tolosa - Xabier Escalante Elguezabal 247

7) La Disponibilidad en el Impuesto sobre la Renta


Félix Hernández R ichards..................................................... 277
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a l a R e n t a en V e n e z u e la

8) La Determinación del Enriquecimiento Neto


Gravable con el Impuesto sobre la Renta
Alessandra Montagna F ilip p i............................................. 309

9) El Impuesto sobre la Renta en la Explotación


de Hidrocarburos
Aurora Moreno de R ivas..................................................... 351

10) Gravamen a los Dividendos - Aspectos Prácticos


Alessandra Montagna F ilip p i............................................. 39

11) Reflexiones en tomo al "Impuesto al Dividendo


Presunto de las Sucursales", a la luz de la
reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta
Carlos A. Vecchio D............................................................. 413

12) Uso y Abuso de la Unidad Tributaria


Humberto Romero-Muci...................................................... 469

13) Enriquecimientos Sujetos al Régimen


de Rentas Presuntas
Jesús Sol G il........................................................................... 503

14) El Régimen de Retenciones del


Impuesto sobre la Renta
Juan Antonio Golía A ............................................................ 545

15) Los Beneficios Fiscales en el Impuesto sobre


la Renta Venezolano
José Rafael Belisario Rincón................................................. 579

16) Los precios de Transferencia. (Breves teóricos).


Antonio Alvarado W effer.................................................... 621

17) Precios de Transferencia en la Ley de Impuesto


sobre la Renta. El efecto de los ajustes derivados
de los Tratados Internacionales
José Antonio Martínez V alery............................................ 657
Í n d ic e

18) Transparencia Fiscal Internacional


Emilio J. Roche....................................................................... 665

19) El Ajuste Fiscal por Inflación en Venezuela:


Retrospectiva de los cambios
emblemáticos en el sistema
Armando Montilla Varela................................................... 685

20) Aspectos prácticos del sistema de ajuste por


Inflación Fiscal
Gustavo A. Serrano Bauza.................................................. 729

21) Interpretación Jurídica y Calificación de los Hechos


fosé Rafael Bermúdez........................................................... 765

22) Primera década de Impuesto a los Activos


Empresariales en Venezuela:
verdades, aciertos, omisiones
Antonio Dugarte L obo......................................................... 819

23) El Arbitraje Tributario


César J. Hernández B............................................................ 851
HOMENAJE A LOS EX-PRESIDENTES
DE LA ASOCIACIÓN VENEZOLANA
DE DERECHO TRIBUTARIO

Es propicia la ocasión de la publicación de esta obra en con­


memoración de los 60 años en que entró en vigencia la primera
Ley de Impuesto sobre la Renta en Venezuela, para rendir me­
recido homenaje a quienes han presidido los Consejos Directi­
vos de la Asociación Venezolana de Derecho Tributario a lo lar­
go de sus 34 años de existencia, y cuando hoy en día, preside el
Directorio de la Asociación, por primera vez, uno de los repre­
sentantes de la llamada «generación intermedia del Derecho
Tributario en el país» Juan Cristóbal Carmona Borjas.
Con la publicación de esta obra, la Asociación Venezolana
de Derecho Tributario, por iniciativa del Consejo Directivo pre­
sidido por Gabriel Rúan Santos (2001-2003) y continuada por el
actual, rinden merecido homenaje a quienes han presidido nues­
tra Asociación desde su fundación; algunos de ellos lamenta­
blemente no nos acompañan físicamente, y otros, tenemos el
honor de rendirle este merecido homenaje en vida y en plena
actividad profesional.

Me produce una inmensa satisfacción el que me hayan per­


mitido coordinar académicamente esta publicación y escribir esta
líneas para unirme a tan merecida expresión de reconocimiento

Nuestros homenajeados han tenido relevancia en su trayec­


toria profesional y académica, lo que nos obliga en estas líneas a
precisar lo más importante de sus trayectorias en esos ámbitos y
los aspectos más resaltantes de sus actividades en la presidencia
de la AVDT.

Comenzamos este reconocimiento con Miguel Rodríguez Mo­


lina, primer presidente de la AVDT en dos períodos consecuti­
vos (1969-1970 y 1970-1971), a quien correspondió la difícil ta­
rea de iniciar las actividades de agrupar a los abogados
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

tributarista de la época para incorporarlos a las actividades de


estudio y divulgación del Derecho Tributario, objetivo funda­
mental de nuestra Asociación, que como todo inicio de una Ins­
titución, suele resultar una tarea a la que debe dedicársele tiem­
po, más aun con las limitaciones en cuanto a tecnología propia
de hace más de 30 años.

Lo sucede en la presidencia el recordado Marco Ramírez


Murzi, quien asumió la dirección de la Asociación en los perío­
dos comprendidos entre 1972-1973 y 1973-1974 y posteriormen­
te en el período 1976-1977 y su última presidencia en los años
1981-1982. Recordamos a Ramírez Murzi por ser quien fundó
la Revista Venezolana de Derecho Tributario y quien donó a
nuestra Asociación los derechos de la misma, que en nuestros
días es el principal órgano divulgativo de la AVDT y reciente­
mente llegó a la edición número 100, siendo la revista especiali­
zada en Derecho con mayor numero de ediciones en el país.

Para el período 1974-1975, preside nuestra Asociación José


Luis Albornoz quien fue reelecto para el período 1975-1976. Du­
rante su presidencia, se fusiona el Instituto Venezolano de De­
recho Fiscal con la AVDT, Asociación que fue fundada y presi­
dida para entonces por José Andrés Octavio. En el año de 1975
se realizaron, por primera vez en nuestro país, las Jornadas La­
tinoamericana de Derecho Tributario y el Doctor Octavio es elec­
to presidente del Instituto Latinoamericano de Derecho Tribu­
tario, por lo que ese directorio asumió el reto de la organización
de esas Jornadas.

En el período 1978 -1979, Jaime Parra Pérez preside la Aso­


ciación, quien ha sido destacado profesor universitario de mu­
chos de quienes hoy nos dedicamos al Derecho Tributario en
diversas cátedras de post-grado; también se ha desempeñado
como Magistrado de la Sala Especial Tributario adscrita a la
Sala Político-Administrativa de la otrora Corte Suprema de Jus­
ticia. Numerosos han sido los estudios publicados y ponencias
en jornadas nacionales e internacionales de Parra Pérez, quien
ha dejado innumerables enseñanzas profesionales. Durante su
presidencia destaca, que para ese entonces se encontraba en
H o m e n a je a l o s E x - P r e s id e n t e s d e l a A.V.D.T.

redacción el primer proyecto del Código Orgánico Tributario,


asumiendo la Asociación un papel importante en el estudio del
proyecto. La comisión redactora del proyecto la preside José
Andrés Octavio.

Para el primer período de la década de los 80, asume la pre­


sidencia de la Asociación Freddy Orlando (1980-1981). Duran­
te su gestión se reactiva la edición de la Revista de Derecho Tri­
butario y él continua la labor de su predecesor de trabajar sobre
la divulgación y estudio del primer proyecto de Código Orgáni­
co Tributario, que finalmente es aprobado por el Congreso Nacio­
nal en el año de 1982, tarea que continua el directorio presidi­
do, por cuarta vez, por el recordado Marco Ramírez Murzi, quien
luego de aprobado el Proyecto edita el primer libro sobre los
estudios del referido instrumento legal.

Para el período comprendido entre los años 1983-1985, es


elegido presidente César Hernández, incansable docente uni­
versitario, además de haber publicado innumerables trabajos
que nos sirven de estudios a ésta y a las futuras generaciones.
Actualmente es coordinador del Post-Grado de Derecho Tribu­
tario de la Universidad Central de Venezuela y Magistrado su­
plente de la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo.
Se destaco su presidencia por impulsar las conferencias, foros y
jomadas sobre el novedoso, para ese entonces, Código Orgáni­
co Tributario de 1982.

Luego de la presidencia de César Hernández, es elegido por


segunda vez presidente José Andrés Octavio, y decimos segun­
da vez presidente, por cuanto ya lo había sido del Instituto Ve­
nezolano de Derecho Fiscal que se fusionó con la AVDT en el
año de 1975 y también había presidido el Instituto Latinoameri­
cano de Derecho Tributario. El Doctor Octavio se ha dedicado
durante más de cincuenta años al estudio y divulgación del De­
recho Tributario, participó en la redacción del Modelo de Códi­
go Tributario para América Latina, preparado por el Programa
Conjunto de Tributación OEA-BID, presidió la comisión redac­
tora del primer Código Orgánico Tributario venezolano y ha
representado en innumerables Jornadas Latinoamericanas de
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

Derecho Tributario a nuestra Asociación. Recientemente fue


incorporado como miembro de la Academia de Ciencias Políti­
cas y Sociales. En el año 1999 se le rindió merecido homenaje
con la edición de un libro sobre temas tributarios en el marco de
la conmemoración del trigésimo aniversario de la AVDT. Su
presidencia se destacó por conseguir la sede, por segunda vez,
de las Jornadas Latinoamericana de Derecho Tributario cele­
bradas en Caracas en el año de 1991 e inicia, bajo su presiden­
cia, los preparativos para llevar a cabo con éxito esas Jomadas,
también se realizaron diversos foros y congresos sobre la Refor­
ma de la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1986.

Luego le sucede en la presidencia el siempre recordado Luis


José Marcano, durante tres períodos consecutivos: 1987-1989,
1990-1992 y 1992-1994. Destaca su presidencia, durante estos
tres períodos, por la adquisición de la primera sede de la Aso­
ciación ubicada en Sabana Grande, la importante tarea desem­
peñada en los proyectos de reforma legislativa de esa época,
entre ellos: la Reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta, el
Código Orgánico Tributario de 1992, de la primera Ley de Im­
puesto al Valor Agregado y de la Ley de Impuesto a los Activos
Empresariales, la realización de las terceras Jornadas Venezola­
nas de Derecho Tributario y de la organización de diversos even­
tos sobre esas reformas en los legislativas.

Para el período 1994- 1996 asume como presidenta Aurora


Moreno de Rivas, profesora de muchos profesionales que hoy
nos dedicamos al Derecho Tributario, autora de diversos traba­
jos inclusive uno, para esta obra. En su presidencia continua la
labor de Marcano en la realización de foros y jornadas tributa­
rias sobre la reformas del Código Orgánico Tributario de 1994,
la Ley de Impuesto sobre la Renta, el Impuesto al Consumo Sun­
tuario y las Ventas al Mayor, y se crearon comisiones de trabajo
sobre estas reformas en las que tuvimos el honor de participar.

La recordada Use van der Velde es electa presidenta para los


años 1996-1998, pero no logra terminar el período para el que
originalmente fue electa, pues lamentablemente falleció en el
año 1998. Docente de pre y post-grado de muchos de nosotros,
H o m e n a je a l o s E x - P r e s id e n t e s d e l a A.V.D.T.

fue funcionaría del Ministerio de Hacienda, Juez Superior de lo


Contencioso Tributario y para la fecha de su fallecimiento, Ma-
gistrada de la desaparecida Sala Especial Tributaria adscrita a
la Sala Política Administrativa de la otrora Corte Suprema de
Justicia. En su presidencia desarrollan diversos foros tributarios
y se comienzan los preparativos de las IV Jornadas Venezola­
nas de Derecho Tributario, celebradas en noviembre de 1998.

Luego del lamentable fallecimiento de Ilse van der Velde, asu­


me como presidente Armando Montilla, a quien la Asamblea le
posterga hasta 1999 y lo reelige posteriormente para el período
1999-2001, a quien tuve el honor de acompañar como vicepre­
sidente suplente y secretario general en esos directorios. Arman­
do, se destacó en la presidencia de sus dos períodos por llevar a
cabo las IV y V Jornadas Venezolanas de Derecho Tributario; la
publicación de importantes obras de la AVDT, como el libro del
trigésimo aniversario de la AVDT, que recoge diversos trabajos
de las primeras 50 revistas de Derecho Tributario, el Libro Ho­
menaje de José Andrés Octavio, el Libro en Memoria de Ilse van
der Velde, y los libros de las ponencias de las dos Jornadas rea­
lizadas durante su gestión. Además durante su presidencia se
crearon los comités de trabajo de la AVDT, participamos con
observaciones a los proyectos de reforma del Código Orgánico
Tributario, la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1999 y la Ley
de Impuesto al Valor Agregado, se organizaron foros, talleres y
ciclos de conferencias sobre las reformadas leyes. También du­
rante su presidencia se adquirió la sede con que cuenta la Aso­
ciación hoy en día.

Gabriel Rúan Santos, sucede a Armando Montilla para el


período 2001-2003, destacando su presidencia por los diver­
sos foros, congresos y ciclos de conferencias desarrollados en
ese período, la publicación del libro sobre los Temas de la Re­
forma del Código Orgánico Tributario de 2001, la realización
de las VI Jornadas Venezolanas de Derecho Tributario, y el
acondicionamiento de la nueva sede de la Asociación, entre
otros logros alcanzados en ese período, y quien dio paso a la
llamada generación intermedia para dirigir nuestra Asocia­
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

ción, que estamos seguros seguirá los pasos de quienes hoy


rendimos merecido homenaje.

Como mencionamos en la presentación del Libro en Home­


naje a José Andrés Octavio, corresponde a las nuevas genera­
ciones rendir tributo de reconocimiento a todos aquellos miem­
bros de nuestra Asociación que se han dedicado a la labor del
estudio y divulgación del Derecho Tributario, y hoy me compla­
ce nuevamente que a otro grupo de nuestros miembros se le
haga tal reconocimiento con esta publicación en conmemora­
ción de los 60 años de la Imposición a la Renta en Venezuela,
que contiene la historia legislativa y estudios actuales sobre la
legislación vigente, que sin duda constituye una obra colectiva
de importancia académica y doctrinaria en nuestro país.

No quisiera terminar estas líneas sin agradecer a los Conse­


jos Directivos presididos por Gabriel Rúan Santos y Juan Cristó­
bal Carmona Borjas, por haberme permitido coordinar esta pu­
blicación, y a los autores José Andrés O ctavio, Abelardo
Vázquez, Oscar Leal, Leonardo Palacios, Juan Cristóbal Car-
mona, Ronald Evans, Antonio Alvarado, José Rafael Belisario,
José Rafael Bermúdez, Antonio Dugarte, Juan Antonio Golía,
César Hernández, Félix Hernández, José Antonio Martínez, Ales-
sandra Montagna, Armando Montilla, Aurora Moreno de Ri-
vas, Emilio Roche, Humberto Romero-Muci, Gustavo Serrano,
Moisés Vallenilla, Xabier Escalante y Carlos Vecchio, por su co­
laboración en los estudios realizados especialmente para este
Libro, que sin duda harán del mismo, texto de consulta obliga­
toria para quienes nos dedicamos al Derecho Tributario.

J e sú s S o l G il

Septiembre 2003.
PRESENTACIÓN

Con entusiasmo y satisfacción he aceptado el encargo de pre­


sentar la obra bibliográfica colectiva promovida y organizada
por la A so c ia c ió n V e n e z o l a n a d e D e r e c h o T r ib u t a r io , para con­
memorar los sesenta años de vigencia en Venezuela del Impuesto
Sobre la Renta, motivada por la significación de esa institución
en el ordenamiento jurídico del país y en su desarrollo económi­
co, así como también por la calidad y trascendencia científica
de los trabajos presentados por un conjunto de distinguidos
miembros de nuestra A so c ia c ió n , referentes al tema, en su pasa­
do, presente y futuro.
Nada mejor que el texto de la brillante Exposición de Moti­
vos de la Ley de Impuesto Sobre la Renta decretada el día 17 de
julio de 1942, para entrar en vigor el I o de enero de 1943, para
comprender con facilidad el significado de la implantación de
ese impuesto en Venezuela, que vino a conformar no sólo el
sistema tributario nacional sino que proporcionó un eficaz ins­
trumento para la ordenación de la economía de la nación.
Según las sabias palabras de ese texto histórico: "Es postula­
do de la más sana y moderna doctrina financiera que un buen
sistema tributario, esto es, un sistema justo, estable y producti­
vo, debe constituir un conjunto vigoroso, a la vez que coordina­
do y flexible, cuyos elementos integrantes distribuyan entre los
ciudadanos de la manera más equilibrada, el deber de contri­
buir a la satisfacción de las necesidades públicas". Esos tres va­
lores: justicia, estabilidad y productividad, debían orientar la
creación del nuevo impuesto, destinado a reformar globalmente
al régimen de los tributos.
El mencionado texto hacía hincapié en el carácter injusto del
sistema tributario vigente para la época, que se nutría casi ex­
clusivamente de impuestos indirectos, que gravaban el consu­
mo solamente y recargaban a las clases pobres con respecto a
las clases ricas, con una tributación de carácter regresivo. Por
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

ello proclamaba la urgente necesidad de complementar los im­


puestos al consumo con la implantación del Impuesto Sobre la
Renta, destinado a gravar en forma directa y progresiva la ri­
queza de los ciudadanos.
Con cita del doctor Alberto Adriani, célebre Ministro de Ha­
cienda de Venezuela, la Exposición de Motivos postulaba el ob­
jetivo de justicia tributaria, inherente al Impuesto Sobre la Ren­
ta, como pieza fundamental del nuevo régimen de los tributos y
criterio esencial de su reforma: "Para contribuir a la realización
de ese programa es necesario aumentar las entradas fiscales y,
al mismo tiempo, hacer nuestro sistema tributario más elástico,
más justo, más independiente de las crisis, es decir, más estable.
Un sistema tributario que tenga estas características no puede
estar compuesto tan sólo de impuestos indirectos. El impuesto
directo debe restablecer la equidad en los tributos, ser un verda­
dero impuesto compensador, es decir, capaz de remediar todas
las faltas de equidad que puedan provenir de los impuestos in­
directos". Con igual sentido, invocaba el pensamiento del Mi­
nistro Abel Santos, quien en su Memoria de Hacienda de 1910,
abogaba ya por la implantación "...del impuesto llamado de
compensación, que grava la renta en sus diferentes formas, con
el fin de evitar la desigualdad con que cargan las clases menos
holgadas a consecuencia de las contribuciones indirectas". Se­
ñalaba dicho texto también, la vulnerabilidad del régimen
hacendario en V enezuela, porque "...C u ando un sistem a
rentístico se basa principalmente en contribuciones que gravan
el consumo, como es el caso de Venezuela, no hay posibilidad
de acierto en las previsiones presupuestarias, máxime en épo­
cas de violentas alternativas económicas". Sobre todo, cuando
dicho consumo se satisface en gran parte con importaciones, los
ingresos públicos tributarios están sujetos a los cambios, a veces
muy rápidos y sorpresivos de la economía mundial. Considera­
ba también, con notable anticipación, que "...los ingresos que se
obtienen en virtud de actividades petroleras están destinados a
desaparecer con mayor o menor lentitud, acaso súbitamente, y
que el Estado debe allegar en todo sentido, la preparación ade­
cuada para hacer frente a esa grave situación". Frente a ello se
P r e s e n t a c ió n

debía asegurar la estabilidad de los ingresos públicos con el gra­


vamen idóneo de las rentas efectivas de los ciudadanos, siem­
pre que fueran renovables, disponibles y dieran lugar a un enri­
quecimiento neto.
Para lograr la estabilidad del ingreso público, se requería de
una fuente tributaria productiva, cuya productividad tuviera
los atributos de ser "rítmica, previsible, sustraída hasta donde
sea posible, a la influencia de las causas exteriores". Luego de
indicar los peligros de inestabilidad que acarreaba la coyuntura
mundial, el texto comentado afirmaba con énfasis: "Cuando la
renta nacional venezolana venga a ser directamente materia
imponible, podrá lograrse la productividad estable y previsible
a que aspira todo Gobierno responsable".
Quedó así plasmado con toda claridad el propósito del legis­
lador de 1942 de conferir un rol protagónico a la imposición
directa en Venezuela, con la finalidad de configurar un sistema
tributario más justo, más estable y más productivo, y corregir
así los desequilibrios injustos, inestables e inconvenientes pro­
vocados por la exagerada imposición indirecta de la época, la
cual tenía un evidente efecto regresivo, porque su incidencia
era mayor a medida que decrecía la capacidad contributiva.
La Ley de Impuesto Sobre la Renta de 1942 adoptó un régi­
men mixto entre los impuestos cedulares y la imposición a la
renta global. Según la primera modalidad, fueron divididas las
rentas en grupos o categorías y gravadas según su origen y mé­
rito, con una tarifa proporcional. En tanto que, según la segun­
da modalidad, se gravaba el exceso de renta personal del con­
tribuyente con un impuesto complementario de tarifa progresiva,
en forma global. Este régimen se mantuvo, con escasas variacio­
nes, hasta la reforma legal de 1966, momento en el cual se adoptó
casi totalmente el régimen de imposición sobre la renta global y
se abandonó el régimen cedular.
En cuanto al título de legitimación para la imposición de los
enriquecimientos, se adoptó completamente el criterio o factor
de la territorialidad del hecho o acto gravable, en atención a
que las rentas obtenidas por actividades realizadas en la Repú­
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

blica o por bienes situados en Venezuela no son la obra exclusi­


va de un titular ni aún de éste y del grupo de sus colaboradores.
"El estado social del país, su situación económica y sobre todo,
la acción protectora y coordinadora del Estado contribuyen en
gran medida a hacerlos posibles". Por otro lado, no se tenía en
cuenta la residencia del titular del enriquecimiento ni su nacio­
nalidad. Este régimen de legitimación se mantuvo, con algunas
variaciones, hasta la reforma legal de 1999, con la cual se im­
plantó el conocido sistema de imposición a la "renta mundial"
de los residentes, pero sin abandono del criterio territorial.
Se debe destacar que el Impuesto Sobre la Renta se inició en
Venezuela con tarifas benévolas, tanto para los im puesto
cedulares como para el impuesto complementario, por lo que
respecta a la generalidad de los contribuyentes y sin incluir dentro
de ellos a las rentas derivadas de las actividades mineras y de
hidrocarburos, que siempre tuvieron un tratamiento diferente.
En este supuesto, la imposición directa a las rentas fué concebi­
da como una participación del Estado en la explotación de su
propia riqueza natural. Sin embargo, con el auge de la interven­
ción del Estado en la economía después de la Segunda Guerra
Mundial, se produjeron sucesivos incrementos de la tarifa pro­
gresiva del Impuesto Sobre la Renta de personas jurídicas y na­
turales, hasta llegar al umbral máximo del 50% por lo que con­
cernía a la generalidad de los contribuyentes.
La abundancia de la renta petrolera durante la década de los
setentas, el incremento excesivo de las tarifas generales del im­
puesto y sobre todo la poca capacidad operativa de la Adminis­
tración Tributaria, llevaron en conjunto a la grave elevación de
la evasión del Impuesto Sobre la Renta, el cual fué considerado
por algunos como un tributo de mucha complejidad técnica y
deficiente potencial recaudatorio. Fué precisamente esa coyun­
tura la que propició la reforma legal de 1991, que tuvo muy en
cuenta la reacreditación mundial de los nuevos impuestos al
consumo, y en especial, la implantación del Impuesto al Valor
Agregado. El propósito fundamental de esa reforma fué despla­
zar al Im puesto Sobre la Renta como principal fuente de
tributación, para dar paso a la mayor eficiencia recaudatoria
P r e s e n t a c ió n

del Impuesto al Valor Agregado, esquema dentro del cual el


primer impuesto quedaría como el tributo de los grandes ingre­
sos, destinado a restablecer la justicia en el reparto de las cargas
tributarias, que normalmente se ve afectado por el carácter re­
gresivo de los impuestos al consumo. Con la misma finalidad de
atenuación del carácter regresivo de los impuestos al consumo,
y en especial del Impuesto al Valor Agregado, se incluyeron en
la ley reguladora de este último impuesto numerosos supuestos
de no sujeción y de exención impositivas, a fin de flexibilizar el
alcance universal de ese tributo indirecto.
Este resurgimiento de la imposición indirecta durante la dé­
cada de los noventas, ha llevado a un nuevo equilibrio entre esa
forma de imposición y la imposición directa, hasta el punto que
el objetivo justiciero del Impuesto Sobre la Renta se ha visto ri­
valizado por el objetivo de la eficiencia recaudatoria del Impuesto
al Valor Agregado y de otros impuestos indirectos, como el Im­
puesto al Débito Bancario, el cual tiene ya varias apariciones en
nuestro sistema tributario.
A fines de la década de los noventas y comienzos del siglo
XXI, el Impuesto Sobre la Renta ha experimentado transforma­
ciones radicales, provocadas no solamente por el empeño de
restablecer su fin justiciero, sino principalmente por nuevas si­
tuaciones de naturaleza económica, como son el impacto de la
inflación, el persistente déficit fiscal que ha sufrido el Estado
Venezolano y el fenómeno de la globalización.
Esas nuevas situaciones económicas han motivado numero­
sas reformas legislativas destinadas a afrontar los cambios ince­
santes, entre las cuales cabe destacar las siguientes: El fortaleci­
miento de los poderes de la Administración Tributaria para
combatir la ingente evasión de los impuestos principales del sis­
tema; el auge creciente de la retención en la fuente, para aten­
der a la financiación del gasto público, antes de la realización
del hecho imponible; el incremento de los deberes formales del
contribuyente, lo cual ha encarecido ostensiblemente el cumpli­
miento de las obligaciones tributarias; la adopción del sistema
integral de ajuste por inflación de las rentas gravables, con la
finalidad de evitar el gravamen de las rentas ficticias; la implan­
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

tación del Impuesto a los Activos Empresariales, como tributo


complementario del Impuesto Sobre la Renta, cuya misión es
gravar la renta presunta inferida de la tenencia de activos pro­
ductivos y combatir la evasión; la adopción del régimen de im­
posición a la "renta mundial", con lo cual se busca gravar las
rentas internas y externas de los residentes venezolanos, con re­
nuncia parcial del criterio territorial en relación con los residen­
tes extranjeros, y crear así el ámbito propicio para evitar la doble
imposición de las inversiones transfronterizas de los residentes
extranjeros en Venezuela y de los residentes venezolanos en el
exterior, con particular atención a las transferencias internacio­
nales de capital y de tecnología; la adopción del establecimiento
permanente como factor de conexión de la gravabilidad de las
rentas de las empresas transnacionales en Venezuela; la cons­
trucción del marco para la celebración de los convenios para evi­
tar la doble imposición internacional y prevenir el fraude fiscal, y
así completar el régimen de imposición a la "renta mundial"; la
adopción del método de los precios de transferencia, para valo­
rar las operaciones del comercio internacional entre empresas vin­
culadas y evitar la manipulación de los ingresos y egresos obteni­
dos; el régimen de transparencia internacional para perseguir las
operaciones realizadas en "paraísos fiscales" y combatir la
deslocalización ilícita de las rentas gravables; la adopción del "im­
puesto a los dividendos" como instrumento de control fiscal y de
castigo de la renta fiscal empresarial no declarada; y muchas otras
reformas de menor relieve encaminadas a buscar la mayor justi­
cia tributaria y a dificultar la evasión como causa de desigual­
dad entre los contribuyentes.
Con respecto al principio de la territorialidad, no puedo dejar
de mencionar que el criterio mixto tradicional adoptado reciente­
mente por Venezuela, el cual combina el criterio territorial de la
fuente de la renta con el criterio de la residencia de su productor
o perceptor, encara ya una tendencia a la reivindicación del pri­
mero, señalada por prestigiosos autores como R ic h a r d y P eg g y
M u sg r a v e y K la u s V o g e l , que ha surgido de la confrontación en­
tre los Estados de los países altamente desarrollados estrechamente
vinculados por pactos de integración, como son las naciones de
P r e s e n t a c ió n

la Comunidad Económica Europea; y de la nueva realidad que


plantea el comercio electrónico a nivel internacional.
Todas las reformas legislativas mencionadas han sido trata­
das con perfección técnica por los distinguidos colegas
tributaristas que han colaborado con esta obra y por ello remito
al contenido de sus valiosos trabajos, que indudablemente cau­
tivarán la atención de los lectores de las publicaciones de la A so ­
c ia c ió n V e n e z o l a n a d e D e r e c h o T r ib u t a r io .

Con vista del sumario de los trabajos compilados en la obra


presentada, en primer lugar, me permito destacar los temas his­
tóricos y de carácter general, como son los desarrollados por los
doctores J o s é A n d r é s O c t a v i o , A b e l a r d o V á s q u e z , L e o n a r d o P a ­
l a c i o s y J u a n C r i s t ó b a l C a r m o n a , los cuales profundizan la signi­
ficación del Impuesto Sobre la Renta como pieza fundamental
del ordenamiento jurídico y como herramienta de política eco­
nómica y ordenación empresarial.
En segundo lugar, me permito indicar aquellos trabajos que
profundizan aspectos técnicos tradicionales en el Impuesto So­
bre la Renta, primer tributo de nuestro sistema tributario desde
la década de los cuarentas, como son los temas desarrollados
p o r F é l ix H e r n á n d e z , A l e ssa n d r a M o n t a g n a , J u a n A n t o n io G o l ía ,
J e sú s S o l , J o sé R a f a e l B el isa r io , J o sé R a fa e l B e r m ú d e z y A n t o n io
D ugarte.

En tercer lugar, hay que señalar aquellos trabajos que tratan


con rigor técnico las reformas legislativas recientes del Impues­
to Sobre la Renta, en el contexto de la globalización y del impac­
to inflacionario, como son los interesantes temas desarrollados
por R o n a ld E v a n s , M o isé s V a llen illa y X a bie r E sc a la n te , H u m ber to
R o m e r o M u c i , A l e s sa n d r a M o n t a g n a , C a r l o s V ec c h io , A n t o n io
A l v a r a d o , J o s é A n t o n io M a r t ín e z , E m il io R o c h e , A r m a n d o
M o n til l a y G u st a v o S e r r a n o .

En cuarto lugar, señalo dos trabajos que tratan materias muy


especiales: el trabajo sobre el Régimen Impositivo de la Explota­
ción de los Hidrocarburos preparado por la doctora A u r o r a
M o r e n o d e R iv a s , y el trabajo sobre el Arbitraje Tributario de
C é sa r H e r n á n d e z . El primero de los aquí mencionados profun­
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

diza técnicamente sobre la tributación generada por la explota­


ción del principal recurso natural del país, como es el petróleo,
con el Impuesto Sobre la Renta. Se debe advertir que esta mate­
ria siempre ha tenido un régimen diferente con respecto a la
imposición general de las rentas, porque más que un impuesto
ha sido el instrumento del que se ha valido el Estado Venezola­
no para completar su participación en la explotación de su pro­
pio patrimonio, como son los yacimientos de hidrocarburos y
los productos derivados de los mismos. Hoy en día, con la nue­
va Ley Orgánica de Hidrocarburos, el Estado Venezolano ha
acentuado el carácter patrimonial de su participación en el ne­
gocio petrolero, puesto que ha incrementado la regalía y ha
disminuido la tarifa especial del Impuesto Sobre la Renta, con el
objeto de aliviar la participación del Estado en los riesgos de la
actividad, por causa de la dificultad de control de los costos
incurridos por los operadores en la explotación.
En cuanto al tema del Arbitraje Tributario, aunque no se
circunscribe a la materia del Impuesto Sobre la Renta, es indu­
dable que tendrá una gran repercusión en el ámbito de ese tri­
buto, por la complejidad técnica de su procedimiento de deter­
minación. Es oportuno señalar que será muy interesante conocer
la opinión del doctor C ésa r H e r n á n d e z sobre ese tema, habida
consideración de su anterior posición doctrinal sobre la proce­
dencia de las transacciones en relación con las obligaciones
tributarias y en especial, sobre los arreglos con las
exconcesionarias de hidrocarburos celebrados por el Estado Ve­
nezolano hace más de veinte años.
Sólo me queda manifestar mi deseo de unirme a la feliz con­
memoración de los sesenta años de vigencia del Impuesto Sobre
la Renta en Venezuela y felicitar sinceramente al doctor J e sú s
S o l G il y a la A so c ia c ió n V en ez o l a n a d e D e r e c h o T r ib u t a r io por
haber emprendido esta obra, producto de la plausible y genero­
sa iniciativa de J e sú s S o l .
G a b r ie l R ú a n S a n to s
Expresidente de la AVDT
Caracas, octubre de 2003.
LA PRIMERA LEY
DE IMPUESTO SOBRE LA RENTA
Y LAS SUCESIVAS REFORMAS
DE SU ARTICULADO

J o sé A n d rés O c t a v io *

La AVDT me ha encomendado la elaboración de un trabajo


sobre el tema indicado en el título, con el objeto de incluirlo en el
Libro "60 años de Imposición a la Renta en Venezuela, Evolución
Histórica y Estudio sobre la Legislación Actual", que la Asocia­
ción se propone editar con motivo de este aniversario de vigencia
del mencionado tributo. Gustosamente doy cumplimiento a este
encargo, dada la importancia e interés del tema y, además, por la
circunstancia de haber formado parte del grupo de abogados y
directivos de la Administración General del Impuesto sobre la
Renta, en los años iniciales de la aplicación de este tributo.

En el presente texto hemos resumido y comentado, la prime­


ra Ley de Impuesto sobre la Renta, promulgada en 1942, descri­
biendo en forma sucinta sus antecedentes, características y con­
tenido normativo, para luego exponer, de igual manera, las
cuatro nuevas leyes sustitutivas de las precedentes, que rigieron
sin solución de continuidad respecto a ellas y las veintitrés re­

* Abogado. Doctor en Ciencias Políticas de la UCV. Miembro de la Acade­


mia de Ciencias Políticas y Sociales. Ex funcionario del Ministerio de H a­
cienda (1943-1949). Miembro fundador y Primer Presidente del Instituto
Venezolano de Derecho Fiscal, fusionada con la AVDT. Presidente Hono­
rario de la AVDT. Miembro del Directorio del Instituto Latinoamericano
de Derecho Tributario desde 1964 y ex Presidente del mismo en los años
1975 y 1991. Ex Contralor General de la República. (1976-1979). Presidente
de la Comisión Redactoria del Prim er Código Tributario presentado al
Congreso Nacional en 1977 y promulgado el 3 de agosto de 1982. Ex Minis­
tro de Estado-Presidente de la COPRE (1992-1993).

1
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

formas parciales dictadas mediante leyes emanadas del Poder


Legislativo Nacional y Decretos Leyes del Poder Ejecutivo Na­
cional, en ejercicio de leyes habilitantes, como también la Ley de
Impuesto a los Activos Empresariales, incluida por las razones
expuestas en el correspondiente comentario.

1. La Ley de Impuesto sobre la Renta de 1942. Esta Ley fue


decretada por el Congreso de la República el 10-7-42, man­
dada a ejecutar por el Presidente Isaías Medina Angarita el
17-7-42 y publicada en la Gaceta Oficial No. 20851 de esa
misma fecha, para entrar en vigencia el 1-1-43.

La Ley tuvo como base el Proyecto elaborado por la Comi­


sión de Estudios de Legislación Fiscal, integrado por los dis­
tinguidos profesionales Augusto Machado Hernández, Mi­
nistro de Hacienda y Presidente de la Comisión, Manuel R.
Egaña, Julio M edina A., T.C. Salazar M aza, Carlos A.
D'Ascoli, Pedro José González, César González, Rafael Pizani,
Aurelio Arreaza, M anuel Pérez Guerrero y M anuel M.
Márquez hijo, este último Secretario de la Comisión y primer
Administrador General del Impuesto sobre la Renta, cargo
que desempeñó con reconocida honradez y eficiencia, hasta
el punto de que esa Administración fue considerada como
modelo a seguir por las demás entidades públicas.

A este resultado contribuyeron, sin duda, los cursos de capa­


citación de personal dictados por el Ministerio de Hacienda,
en el primero de los cuales actuaron como profesores, el dis­
tinguido abogado tributarista de Colombia Dr. Manuel A.
Alvarado, en la materia de Impuesto sobre la Renta y el reco­
nocido contador público venezolano Juan Angel Gil, en los
principios y técnicas de la contabilidad. Posteriormente los
cursos se ampliaron con otras materias, a cargo de capacita­
dos profesionales venezolanos.

El Proyecto y su Exposición de Motivos, verdaderos ejemplos


de sabiduría y profundidad en el análisis, y de claridad en la
forma, fue presentado por la Comisión al Ejecutivo Nacional el

2
J o sé A n d rés O c t a v io

25-5-42 y éste al Congreso para su discusión y aprobación. En


la referida Exposición de Motivos se analiza el régimen fiscal
vigente, concluyendo en la necesidad de establecer un impuesto
sobre la renta por razones de justicia, estabilidad y productivi­
dad, con lo cual se sostuvo la oportunidad de la adopción de
este tributo.

Justicia, principio que se cumple mediante la aplicación del


principio de generalidad, pues el tributo recae sobre todas las
personas que perciben las rentas en la forma prevista en la Ley,
la cual sólo establece exenciones que se justifican plenamente
por tratarse de instituciones sin fines de lucro, o por razones
técnicas y sociales, cumpliéndose así el principio constitucional
de igualdad.

La Ley realiza el principio de uniformidad, pues a través de


la progresividad el tributo se aplica de acuerdo a la capacidad
contributiva de los sujetos, la cual revela de manera directa e
inmediata el monto de sus enriquecimientos, y no mediante sig­
nos externos, como el patrimonio o el consumo, que pueden no
reflejar adecuadamente aquella capacidad.

Estabilidad, porque asegura mayor continuidad en los ingre­


sos fiscales que los impuestos indirectos, y sobre todo, que los
tributos aduaneros; y productividad de los ingresos para el Fis­
co, pues como lo ha demostrado la experiencia de su aplicación,
ha constituido por muchos años el primer renglón de los ingre­
sos fiscales del país.

Vale destacar que el propósito de establecer dicho impuesto


fue objeto de una amplia discusión pública. La mayoría de los
entendidos en la materia fiscal apoyaban ampliamente la idea,
sostenida en varias oportunidades anteriores inclusive por altos
funcionarios del Gobierno, reclamada por la opinión pública y
aún objeto de varios proyectos legislativos que no fueron apro­
bados. También es cierto que se emitieron varias opiniones con­
tra la adopción de este tributo, aduciendo que causaría ingentes
daños a las empresas y a la economía del país, lo cual en defini­

3
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

tiva fue negado por la propia experiencia. Es más, la creación


del impuesto sobre la renta contribuyó poderosamente a la or­
ganización de las empresas, ante la necesidad de disponer de
sistemas contables adecuados.

Seguidamente expondremos las características y el conteni­


do de esta primera Ley de Impuesto sobre la Renta, de la cual
transcribimos su Artículo l s, como un ejemplo de precisión y
claridad de los elementos fundamentales de ese tributo.

"Artículo I a. Se crea un impuesto que pagará toda persona o


comunidad por los enriquecimientos netos y disponible que
obtenga en virtud de actividades económicas realizadas o
de bienes situados en Venezuela."

a) Sistema.

Ley adoptó el sistema mixto cedular global, clasificando las


rentas en las siguientes cédulas, gravadas con tarifas propor­
cionales:

1) Renta del capital inmobiliario: 2 Ví%


2) Renta de créditos y capitales mobiliarios en general: 3% .
Se exceptúan de este impuesto los dividendos de acciones.
3) Beneficios industriales, comerciales y mineros: 2 V6%.
4) Beneficios agropecuarios: 2%
5) Beneficios provenientes del ejercicio de profesiones libera­
les, literarias, artísticas y deportivas: 2%
6) Sueldos, pensiones y otras remuneraciones: 1 */£%.
7) Beneficios de valorización de inmuebles y ganancias for­
tuitas: 3%.

Las cédulas indicadas bajo los números 1,3,4,5 y 6 estable­


cían exenciones de base, cuando las rentas allí incluidas no
excedían de los límites fijados en las respectivas normas.

Sobre la suma de las rentas de todas las cédulas se aplicaría


el Impuesto Complementario Progresivo, mediante una tari­

4
J o sé A n d rés O c t a v io

fa graduada y limitada que se inició con 2% sobre las rentas


que excedan de Bs 8.000,oo hasta el 9 V¿% sobre el excedente
de Bs 2.000.000,oo. Se exceptúan de este impuesto los socios
de sociedades por acciones en lo que toca a los dividendos.

Esta estructura mixta cedular global se mantiene hasta el


31-12-66, con diversas modificaciones de tarifas, pues la Ley
dictada ese año, (14) vigente desde el 1-1-67, adoptó el siste­
ma global.

b) Contribuyentes.

Estaban sujetos a los impuestos cedulares las personas natu­


rales, las personas jurídicas y las comunidades, y al impuesto
complementario progresivo las personas naturales, las socie­
dades anónimas, las comunidades y las sociedades en coman­
dita por acciones en lo que respecta a las utilidades corres­
pondientes a los socios accionistas, quedando exentos de este
impuesto las sociedades en nombre colectivo, en comandita
simple y las sociedades en comandita por acciones en lo que
respecta a las utilidades correspondientes a los socios solida­
rios. En este caso el tributo quedaba a cargo de los socios por
sus participaciones en las utilidades.

c) Responsables.

Califican como agentes de retención los pagadores de las ren­


tas gravadas en las cédulas indicadas bajo los números 2 y 6,
además de los que estableciera el Ejecutivo Nacional.

d) Exenciones:

La Ley estableció las siguientes exenciones:

"Artículo 2fi. Quedan exentos de este impuesto:

1. Las entidades públicas y los institutos oficiales autóno­


mos.

5
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

2. El Banco Central de Venezuela.


3. Las instituciones religiosas, benéficas y de asistencia so­
cial.
4. Las instituciones artísticas, científicas, educacionales y
culturales siempre que no persigan fines de lucro.
5. Las asociaciones profesionales, siempre que tampoco
persigan fines lucrativos.
6. Los intereses de los depósitos de ahorro hasta por la suma
total de cinco mil bolívares (Bs 5.000,oo). Si los depósitos
excedieren de esta suma se pagará por los intereses del
excedente.
7. Las indemnizaciones que reciban los trabajadores o sus
beneficiarios con ocasión del trabajo.
8. Las indemnizaciones que se reciban por razón de con­
tratos de seguros.
9. Los intereses de las cédulas hipotecarias emitidas por
los bancos cuyo capital pertenezca por lo menos en un
cincuenta por ciento (50%) al Estado.
10. Las donaciones, herencias y legados."

e) Exoneraciones:

Se autorizó al Ejecutivo Nacional para otorgar las


exoneraciones siguientes:

"Artículo 3. El Ejecutivo Federal podrá exonerar del impues­


to las utilidades de las instituciones de ahorro, crédito y
previsión social, establecidas o patrocinadas por entidades
públicas; las que obtengan las cooperativas de consumo y
de crédito, en cuanto a las operaciones realizadas con sus
socios y todas las percibidas por las cooperativas de pro­
ducción, cuando el aporte de los socios esté constituido prin­
cipalmente por su trabajo.

Asimismo podrá el ejecutivo exonerar del impuesto, cuando


lo juzgue conveniente al desarrollo económico del país, los
intereses de las cédulas hipotecarias emitidas al seis por
ciento (6%) o menos, de conformidad con la Ley respectiva,
sobre los fundos agropecuarios y sobre industrias que pro­
duzcan artículos de primera necesidad o transformen mate­
rias primas de producción nacional.

6
J o sé A n d r és O c t a v io

También se faculta al Ejecutivo Federal para exonerar del


impuesto, como medida de estímulo a las edificaciones ur­
banas, a la renta de las nuevas construcciones, en las regio­
nes y localidades del país en que se juzgue conveniente di­
cha medida, y por un plazo que no podrá exceder de cinco
años."

f) D esgravám enes. Para el im puesto com plem entario, Bs


1.500,oo por cada ascendiente o descendiente y Bs 600,oo
por cualquier otra persona a cargo del contribuyente.

g) Concepto de renta. La Ley definió como renta el enriqueci­


miento, es decir, que el hecho imponible lo constituye todo
incremento patrimonial que no esté exento del tributo por
disposición de la Ley, concepto mantenido sin variación has­
ta la ley vigente. Se descartó así el concepto restringido de
renta o sea aquella que proviene de fuentes permanentes o
estables.

h) Disponibilidad.

El enriquecimiento se considera gravable cuando esté dispo­


nible para el contribuyente, al igual que en la Ley vigente. A
este efecto la Ley clasificó las rentas en dos grupos, a saber:
Las que se consideran disponibles cuando el ingreso era efec­
tivamente percibido, como es el caso de los sueldos y honora­
rios profesionales; y las que se entienden disponibles cuando
el ingreso hubiere sido devengado, como las que se obtienen
de las actividades industriales y comerciales. Para evitar el
pago indebido de tributos, en este segundo grupo se permite
la deducción de los créditos incobrables.

i) Base Imponible. La base de cálculo del tributo es la renta neta


líquida, o sea aquella que resulta de deducir de los ingresos
disponibles, los costos y gastos autorizados en la misma Ley.

j) Territorialidad.

La Ley adoptó el principio de territorialidad o de la fuente,

7
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

pues sólo gravaba las rentas provenientes de bienes situados


en Venezuela y de actividades económicas realizadas en el
país, independientemente de la nacionalidad, domicilio o re­
sidencia del contribuyente.

Este principio se mantuvo hasta la Reforma Parcial de 1986


(21), en la cual se gravaron algunas rentas de fuente extrate­
rritorial, especialmente las derivadas del capital, apareció de
nuevo en la Reforma Parcial de 1991 (23) y se mantuvo hasta
la Reforma Parcial de 1999 (27), en la cual se estableció el
sistema de renta mundial.

k) Disposiciones Penales. La Ley tipificó las infracciones y dis­


puso sanciones de carácter pecuniario, mediante normas que
con algunas modificaciones, rigieron hasta 1982, pues el
1-1-83 entró en vigencia el Código Orgánico Tributario, el
cual reguló los ilícitos en este campo con exclusión de toda
otra norma legal. La Ley autorizó al Ministerio de Hacienda
para eximir o rebajar, por vía de gracia, las multas impues­
tas, cuando no hubiere intensión dolosa en el resultado.

1) Recursos

La Ley estableció los organismos de apelación y los recursos


en normas, que al igual que en el caso anterior, rigieron has­
ta 1982, pues el 1-1-83 entró en vigencia el Código Orgánico
Tributario, que regula privativamente esta materia.

m) Prescripción

La Ley consagró la prescripción extintiva de los derechos del


Fisco por los impuestos y multas, fijando el lapso de cinco
años. Esta norma modificó la prescripción decenal de la Ley
Orgánica de la Hacienda Pública Nacional y rigió hasta 1982,
pues el 1-1-83 entró en vigencia el Código Orgánico Tributa­
rio, que regula privativamente esta materia, con cuatro años
de lapso prescriptivo, elevado a seis años en caso de omisión
de declaración.
J o sé A n d rés O c t a v io

No puedo concluir este resumen del contenido de la Ley de


Impuesto sobre la Renta de 1942, sin hacer el justo elogio de la
calidad jurídica y técnica de este instrumento legal, en el cual se
destacan el carácter general de las normas legales y la claridad
del lenguaje empleado en la redacción de sus normas.

Por otra parte, esa Ley representó una nueva etapa del siste­
ma tributario venezolano, reflejo de una política fiscal progre­
sista y de justicia social, que corrigió así en buena medida el
carácter regresivo de la tributación nacional, integrada casi ex­
clusivamente por impuestos indirectos al consumo.

2) Lev de Reforma Parcial del 27-7-44. G.O. 31471 del 31-7-44.

Se hicieron diversas reformas de estilo y de precisión de las


normas del texto original, manteniendo la estructura de sis­
tema mixto cedular global, como también las tarifas propor­
cionales y progresivas.

Se agregan las sociedades civiles como contribuyentes de los


impuestos cedulares, pero ellas y las comunidades quedan
exentas del impuesto complementario progresivo, junto con
las sociedades en nombre colectivo y en comandita simple.

Se otorgó una exención de base de Bs 9.000,oo cuando la to­


talidad de las rentas no excediera de Bs 14.400,oo por las cé­
dulas I a, 2a, 3a, 5a y 7a.

3) Decreto Ley de Reforma Parcial 24-12-45. G.O. 21892 del 26-


12-45 .

Se decreta la exoneración de los cánones de arrendamiento


de las nuevas construcciones destinadas a vivienda, cuyo va­
lor no exceda de Bs 40.000,oo.

4) Decreto Ley de Reforma Parcial del 31-12-45. G.O. 21896 del


31-12-45.

Desde el punto de vista de la evolución del impuesto sobre la


renta, este instrumento, y el que le sigue, representan un cam­

9
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

bio radical de política fiscal, sin duda reflejo del nuevo Go­
bierno que se constituyó en el país como resultado del golpe
de estado del 18-10-45, la cual se orientó hacia el propósito
de obtener mayor contribución al Estado por parte de las ren­
tas elevadas de las empresas privadas, especialmente las ob­
tenidas por las empresas trasnacionales mineras y de hidro­
carburos, cuya ganancia provenía de la explotación de
recursos naturales no renovables pertenecientes a la Nación
Venezolana, que les habían sido dados en concesión. En efec­
to, en el Decreto Ley dictado por la Junta Revolucionaria se
estableció un tributo extraordinario sobre las rentas mayores
de Bs 800.000,oo con una tarifa progresiva que llevó el por­
centaje más alto de la escala de 9 V¿% a 26%, aplicable sólo a
los enriquecimientos obtenidos en el año 1945.
Es de interés observar que este Decreto Ley fue publicado en
la Gaceta Oficial del 31-12-45, o sea el último día del ejercicio
fiscal de ese año, que afectó a la mayor parte de los grandes
contribuyentes, y especialmente a las empresas trasnacionales
dedicadas a la explotación de minas e hidrocarburos. Las em­
presas afectadas reclamaron la retroactividad del Decreto
como violatorio de la Constitución, pero la Corte Suprema
de Justicia rechazó este alegato y aprobó el criterio de la Jun­
ta, según el cual el enriquecimiento se consideraba obtenido
el último día del ejercicio.

5) Lev del 30-12-46. G.O. 22200 Ext. del 31-12-46.


La Ley modificó la tarifa progresiva, en igual sentido del De­
creto Ley anterior, aplicable desde el ejercicio 1946, siguien­
do el mismo criterio de no retroactividad manteniendo el por­
centaje máximo de 26%. Esta doctrina continuó aplicándose
en las subsiguientes reformas de la Ley de Impuesto sobre la
Renta hasta el año 1982, pues el 1-1-1983 entró en vigencia
el Código Orgánico Tributario., el cual dispuso que las leyes
tributarias y sus reformas, en el caso de los tributos que se
aplicaban por períodos, como es el Impuesto sobre la Renta,
sólo afectaban los ejercicios que se iniciaran después de su
vigencia, norma legal que se ha mantenido hasta el presente.

10
J o sé A n d rés O c t a v io

6) Lev del 12-11-48. G.O. del 12-11-48. Ns 216 Ext. del 22768.
En esta nueva Ley se incorporó el llamado impuesto adicio­
nal, aplicable a las empresas mineras y de hidrocarburos, se­
gún el cual si después de restar de la renta total todos los
impuestos pagados por la empresa, salvo los impuestos de
exploración e inicial de explotación, la renta restante era
mayor que la suma de los impuestos, tal excedente estaba
sujeto a un impuesto adicional de 50%, tributo que obedecía
a las mismas razones del impuesto extraordinario del Decre­
to Ley de 1945 (4) y de la Ley de 1946 (5).
A los efectos de este tributo adicional, la Ley ordenó la con­
solidación de las empresas filiales, disposición plausible, que
luego se estableció para todos los contribuyentes en la refor­
ma de 1986 (22), se suprimió en la Reforma de 1991 (23), se
incorporó de nuevo en la Reforma de 1994 (23) y se suprimió
en la de 1999, (26) no obstante que la Ley Habilitante que la
autorizó no ordenaba esta supresión.

7) Lev de 26-7-55. G.O. 24816 del 8-8-55.


La principal reforma de esta Ley fue la creación del Tribunal
de Apelaciones del Impuesto sobre la Renta, adscrito al Po­
der Judicial, en sustitución de la Junta de Apelaciones, con lo
cual se resolvió definitivamente el carácter jurisdiccional del
órgano encargado de resolver las impugnaciones de los actos
emanados de la Administración Tributaria. Además, en esta
Ley se reguló con amplitud y precisión el procedimiento de
los recursos jurisdiccionales contra los actos de dicha Admi­
nistración.

8) Decreto Ley de Reforma Parcial del 10-7-58. G.O. 25704 del


10-7-58.
Se establece la exención de los cánones de arrendamiento de
las nuevas construcciones.

11
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

9) Lev de 10-12-58. G.O. 577 Ext. del 10-12-58.


En esta Ley se incrementó apreciablemente la tarifa progresi­
va, aplicable a todos los contribuyentes, elevando el porcen­
taje máximo de 26% a 45%, con una rebaja progresiva hasta
de 25% por nuevas inversiones.

Obviamente que esta reforma representa un cambio de polí­


tica fiscal, derivado del hecho de la instalación de un nuevo
Gobierno, producto del golpe de estado del 23-1-58, e igual­
mente inspirada en la orientación del Decreto Ley de 1945
(4), de la Ley de 1946 (7).

Es de anotar que esta tarifa se aplicó a las rentas del ejercicio


1958, no obstante haber sido decretada el 10-12-58, siguien­
do la comentada doctrina de no retroactividad en estos ca­
sos, que se mantuvo hasta la vigencia del Código Orgánico
Tributario el 1-1-83.

10) Lev de Reforma Parcial del 13-2-61 G.O. No. 26483 del 17-
2-61 v 669 Ext. del 17-2-61

Se hacen diversas reformas para precisar el alcance de algu­


nas disposiciones de la Ley, manteniendo su estructura y las
tarifas del tributo.

11) Decreto Ley de Reforma Parcial del 30-6-61 G.O. 26604 del
17-7-61.

a) Se aumentan las alícuotas de las diversas cédulas, entre


3% y 6%

b) Se modifican las normas relativas a las declaraciones esti­


madas.

12) Decreto Ley de Reforma Parcial del 15-7-61. G.O. No. 593
del 19-7-61.

Se hace nuevas modificaciones de las normas sobre declara­


ciones estimadas.

12
J o sé A n d rés O c t a v io

13) Decreto Ley de Reforma Parcial del 2-4-62 G.O. No. 26816
Ext. del 2-4-62.

Se modifica la exención de base de la personas residentes en


el país, fijándola en Bs 950 para rentas no mayores de Bs
1.600 mensuales.

14) Lev del 16-12-66. G.O. 1069 Ext. del 25-12-66.

En esta Ley se introducen importantes modificaciones en la


estructura del Impuesto sobre la Renta, inspiradas en válidas
razones técnicas, las cuales comentaremos seguidamente.

a) Se abandona el sistema mixto cedular global, que había


sido adoptado desde la primera Ley de Impuesto sobre la
Renta y se sigue el sistema global, más equitativo y más
sencillo de aplicar, el cual había sido recomendado por la
Misión Shoup, que analizó el sistema tributario venezola­
no en 1958 y 1959.

b) Se establecen al efecto tres tarifas progresivas, una aplica­


ble a las personas naturales, otra a las personas jurídicas
en general y una tercera para las empresas mineras y de
hidrocarburos. Cuando un contribuyente quedaba inclui­
do en más de una de estas tarifas, la ley establecía la lla­
mada "globalización", que es una aplicación combinada
de las respectivas tarifas, de modo de obtener un grava­
men único progresivo sobre la renta global.

Cabe anotar que la tarifa "A " aplicable a personas jurídi­


cas y comunidades, para los cuales rige un régimen espe­
cial, el porcentaje máximo se elevó a 50% sobre las rentas
superiores a Bs 28.000.000,oo. Igualmente el porcentaje
máximo de la tarifa "B", aplicable a empresas mineras y
de hidrocarburos, se elevó al 52% sobre el excedente de Bs
28.000.000,oo y en la tarifa "C " para personas naturales,
se mantuvo el porcentaje máximo de 45%. Las dos prime­
ras tarifas contienen ocho grados y la tercera 15 grados, el
último para el excedente de Bs 8.000.000,oo.

13
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

c) Se gravan los dividendos de acciones, pero se admite un


crédito por el impuesto pagado por la compañía que ge­
neró el dividendo, con el fin de evitar la doble tributación.
El crédito era de 40% de la tasa efectiva pagada por la
compañía generadora del dividendo en el ejercicio ante­
rior a su distribución. Se excluyeron del gravamen los di­
videndos en acciones, pero se gravarían al ser enajena­
dos, sin costo alguno, quedando excluidos del gravamen
los recibidos por sociedades y comunidades, para evitar la
doble tributación sobre la misma renta.
Los dividendos no habían sido gravados en las leyes ante­
riores, que los excluían de la base del tributo, pero en esta
ley se acogió la recomendación dada en ese sentido por la
mencionada Misión Shoup y por la mayoría de los espe­
cialistas en la materia tributaria, aunque también hubo
opiniones contrarias a esta medida.
b) En el Artículo 41 de esta Ley se prevé la estimación de
oficio de los ingresos derivados de la exportación de mer­
cancías, con base en el valor en un mercado extranjero
regulador del precio. La anterior estimación de oficio afectó
particularmente a las empresas concesionarias de minas e
hidrocarburos, dando lugar a diversos procesos judicia­
les, los cuales terminaron mediante transacciones, en los
cuales las empresas pagaron los impuestos reclamados y,
en cambio, fueron exoneradas de las multas causadas por
tales diferencias.
Para poner fin a este problema, el Parágrafo Unico del mis­
mo Artículo autorizó al Ejecutivo Nacional para celebrar
convenios previos con los exportadores, hasta por tres años,
en los cuales se acordaba el precio mínimo, con base en el
mercado, a los efectos de la determinación del ingreso.

15) Decreto Ley de Reforma Parcial del 17-12-70. G.O. 1448 Ext.
del 18-12-70.

a) En esta reforma se sustituyó el procedimiento de conve­


nios entre la Administración y el contribuyente para fijar

14
J o sé A n d rés O c t a v io

los valores de las mercancías exportadas en el puerto ve­


nezolano de embarque, por la facultad otorgada al Ejecu­
tivo Nacional para fijar unilateralmente dichos valores,
por períodos de tres años, norma que resguardó adecua­
damente los intereses nacionales de Venezuela.

En nuestro concepto, esta nueva disposición no desnatu­


raliza el impuesto sobre la renta, para convertirlo en un
tributo a la exportación, sino que se trata de una determi­
nación presuntiva de los ingresos, de los cuales se deduci­
rán los costos y gastos de la empresa.

b) Se sustituye la tarifa progresiva "B ", aplicable a las em­


presas mineras y de hidrocarburos, establecidas en la Ley
de 1966 (14), por la tarifa proporcional de 60%, más ele­
vada que el máximo porcentaje de la anterior.

16) Decreto Ley de Reforma Parcial del 16-7-74. G.O. 1677 del
27-8-74

En este Decreto Ley se destacan las siguientes modifica­


ciones:
a) Se aclaran y amplían considerablemente los desgraváme­
nes a las personas naturales para hacer más equitativa la
carga tributaria, en razón de los gastos de salud, educa­
ción y vivienda, para los contribuyentes cuya renta anual
no excediera de Bs 80.000,oo, además de fijar un mínimo
exento o mínimo de subsistencia de Bs 24.000,oo de renta
anual.
b) Se establece la compensación de impuesto pagado en ex­
ceso por retenciones contra los tributos a pagar, en los ejer­
cicios subsiguientes, con lo cual se deja de aplicar la nor­
ma de la Ley Orgánica de la Hacienda Pública Nacional,
que prohibía la compensación contra el Fisco. Luego el
Código Orgánico Tributario, a partir de 1983, estableció
la compensación de manera amplia, que opera de pleno

15
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

derecho, o sea sin necesidad de que sea previamente apro­


bada por la Administración, ni que le sea notificada.

17) Decreto Ley de Reforma Parcial del 13-8-74. G.O. 1681 Ext.
del 2-9-74.

a) En esta reforma parcial se amplían las facultades del Eje­


cutivo Nacional para otorgar exoneraciones como incen­
tivos para el desarrollo económico del país, dentro de una
política fiscal de estímulo a ese desarrollo.

b) Se dispone que el gravamen sobre los enriquecimientos pro­


venientes de la explotación de hidrocarburos, sea aplica­
ble a los compradores exportadores de esos productos.

18) Decreto Ley de Reforma Parcial del 1-10-74 G.O. 1693. Ext.
del 7-10-74.

La tarifa aplicable a las empresas de hidrocarburos y activi­


dades conexas se fija en 63 14% y para las empresas mineras
en el 60%.

19) Decreto Ley de Reforma Parcial del 21-1-75. G.O. 1720 del
25-1-75.

En este Decreto se fija en 72% el impuesto aplicable a las


empresas de hidrocarburos, incluyendo la exportación de pro­
ductos comprados y, en cambio, se conceden rebajas a di­
chas empresas en razón de las inversiones que realicen en la
industria.

20) Decreto Ley de Reforma Parcial del 20-8-76. G.O. 1895 Ext.
del 20-8-76.

En esta reforma se rebaja la tarifa de las empresas de hi­


drocarburos al 67,70%, pues para el ejercicio 1976 se ha­
bía nacionalizado la industria petrolera. También en esta
reforma se mantienen las rebajas contenidas en el Decreto
antes anotado.

16
J o sé A n d rés O c t a v io

21) Lev de Reforma Parcial del 16-7-78. G.O. 1677 Ext. del 27-8-
ZÍL
a) En esta Ley se recogen las reformas parciales hechas en
los Decretos Leyes anotados bajo los No. 16, 17, 18. 19 y
20 de este trabajo.
b) Se incorpora en esta Ley una disposición muy importante,
en el aparte del Parágrafo Séptimo del Artículo 14, según la
cual "Las exoneraciones se establecerán mediante Decreto
y operarán automáticamente cuando el contribuyente se
encuentre dentro de los supuestos de hecho establecidos en
las normas que los acuerden, y cumplan las condiciones allí
establecidas." El propósito claro de esta norma es evitar las
exoneraciones individuales con base en la discrecionalidad
de los funcionarios, lo cual propicia actos administrativos
violatorios del principio de igualdad, como también con­
ductas ilícitas de funcionarios y contribuyentes.

Una disposición similar fue incluida en el Código Orgáni­


co Tributario de 1982, mantenida a través de todas las
reformas y que aparece en el Artículo 76 del Código vi­
gente de 2001. En consecuencia, son nulas todas las dis­
posiciones que la contraríen o condicionen, que establez­
can las leyes o decretos exoneratorios.

22) Ley de Reforma Parcial del 3-10-86. G.O. 3888 Ext. del 13-
10 - 8 6 .

Las disposiciones principales de esta Ley fueron las siguientes.

a) En el Artículo 4S se establece el gravamen sobre las remu­


neraciones, honorarios o pagos análogos que se obtengan
por la realización de actividades en el exterior vinculadas
con la importación de bienes o servicios.

b) En el mismo Artículo 4S se gravan los ingresos obtenidos


por asistencia técnica o servicios tecnológicos utilizados
en el país. El Artículo 56 desarrolla el punto, al gravar

17
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R e n t a en V en ezu ela

estos enriquecimientos cuando los servicios se suministren


desde el exterior, fijando el enriquecimiento neto de asis­
tencia técnica en el 30% del ingreso y de 50% en los servi­
cios tecnológicos.
Los Artículos 57 al 61 regulan la determinación de estos
ingresos.

c) El Artículo 63 dispone que el enriquecimiento derivado de


servicios prestados total o parcialmente en el exterior, re­
feridos a la certificación de precios, calidad y cantidad de
bienes importados, será el 30% del ingreso.
d) El Artículo 65 dispone que los enriquecimientos no grava­
dos en otras disposiciones de la ley, que obtengan en el
exterior las personas de nacionalidad venezolana o domi­
ciliadas en el país, será el 35% de los ingresos y estarán
gravados con el 40%. El Artículo desarrolla cuáles son esos
ingresos, en los términos siguientes:

"Articulo 65. Los enriquecimientos no gravados conforme a otras


disposiciones de esta Ley, que obtengan en el exterior las personas
o comunidades de nacionalidad venezolana o domiciliadas en el
país, señaladas en el artículo 5e de la misma, estarán constituidos
por el treinta y cinco por ciento (35%) de sus ingresos brutos
percibidos, devengados u obtenidos fuera del territorio nacional
dentro del ejercicio gravable, los cuales estarán gravados con un
impuesto único proporcional de cuarenta por ciento (40%) no obs­
tante lo dispuesto en otras disposiciones de esta Ley. Tales
enriquecimientos serán los provenientes:

A) Del arrendamiento o subarrendamiento de bienes corporales


o incorporales.
B) De dividendos y participaciones en las utilidades de socieda­
des, comunidades u otras entidades jurídicas o de hecho.
C) De bienes dados en fideicomiso, aunque la masa de bienes
fideicometidos fuese constituida en entidad beneficiaría de
tales ingresos;
D) De intereses de bonos, depósitos de ahorros, de instrumentos
a plazo, de depósitos bancarios o derivados de cualquier otra
condición; y

18
J o s é A .\ d r é s O c t a v io

E) De regalías y participaciones análogas, rentas vitalicias y


demás proventos derivados de la cesión del uso o goce de
bienes corporales o incorporales.

Parágrafo Unico: El sesenta y cinco por ciento (65%) de los ingre­


sos brutos a que se refiere el encabezamiento de este artículo, se le
admitirá al contribuyente a título de costos, deducciones y pagos
de tributos en el exterior."

Es de anotar que el gravamen de los enriquecimientos del


exterior, que en realidad no tuvo adecuada aplicación prác­
tica, permaneció hasta 1991, (23) pues la Ley de Impuesto
sobre la Renta decretada ese año suprimió tales gravámenes
y volvió al principio de territorialidad.

e) En el Título III, relativo a las tarifas y su aplicación, Artí­


culos 67 y 69, se establecen dos tarifas progresivas que se
aplican, respectivamente, a las personas naturales y a las
com pañías anónim as y asim ilados, por todos sus
enriquecimientos, en forma separada, con lo cual se su­
primió la llamada "globalización" de la Ley de 1966 (4),
cuyas tarifas se aplicaban de manera combinada cuando
el contribuyente tenia rentas de más de un tipo de los pre­
vistos en esas tarifas. Se mantiene el nivel de tarifas de la
Ley de 1978 (21).

f) En el Artículo 55 se restablece la consolidación de empre­


sas vinculadas, que había sido suprimida injustificadamen­
te en la Ley de 1991, para quedar nuevamente suprimi­
da en la reforma de 1999, (6) sin base para ello en la Ley
Habilitante.

g) En el Artículo 74 se establece la autoliquidación por parte


del contribuyente, medida de indudable progreso en la re­
caudación del tributo.

h) En el Parágrafo Tercero del Artículo 70 se permite la ce­


sión de créditos contra el Fisco para su compensación por
el cesionario, siempre que el cedente no tenga deudas a

19
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a l a R e n ta e n V e n e z u e la

favor del Fisco. Esta disposición adolecía del vicio de nuli­


dad, pues la compensación está regulada en los Artículos
46 y 47 del Código Orgánico Tributario de manera priva­
tiva, en los cuales se permiten las cesiones de créditos con
fines de compensación.

23) Ley de Reforma Parcial del 13-8-91. G.O. 4330 del 13-8-91.

Las reformas principales dispuestas en esta Ley son las si­


guientes:

a) En el Artículo l 9 se suprimen las normas que considera­


ban gravables las rentas de fuente extranjera, volviendo
así al principio de territorialidad, salvo las de actividades
oficiales venezolanas en el exterior. La norma extraterri­
torial no tuvo suficiente aplicación práctica, por falta de
tratados internacionales; en cambio, la Ley de 1999 que
estableció la renta mundial como base imponible, contó
con la presencia de un elevado número de tratados inter­
nacionales que facilitan su aplicación.

b) En el Artículo 7® se suprime el gravamen de los dividen­


dos, como medida de estímulo a la actividad económica.

En el Artículo 19 se suprime la Sección relativa a los Divi­


dendos (Artículos 23 y siguientes de la Ley de 1986), por
cuanto se eliminó el gravamen sobre tales ingresos en el
Art. 7.

c) En el Artículo 9a se dispone que las empresas dedicadas a


la explotación y refinación de crudos pesados y extrape-
sados y a la explotación y procesamiento de gas natural
libre, se gravarán con el impuesto aplicable a las compa­
ñías anónimas en general, y no con el gravamen estableci­
do para la explotación de hidrocarburos, también como
medida de estimulo a las inversiones en esas actividades.

d) Se modifican las tarifas de las personas naturales y de las


compañías anónimas y contribuyentes asimilados, que rea­
licen actividades distintas a la minería y los hidrocarburos

20
J o sé A n d rés O c t a v io

y conexos, para reducir el porcentaje máximo de 50% a


30%, lo cual es también un fuerte incentivo económico,
que daría mayor competitividad internacional a las em­
presas venezolanas. Para las empresas de minería e hi­
drocarburos, se mantienen las tarifas proporcionales de
60% y 67,70%, respectivamente.
e) En el Título IX se establecen los Ajustes por Inflación, des­
tinados a determinar los resultados económicos de las ope­
raciones de los contribuyentes que realicen actividades co­
merciales, industriales, bancarias, financieras, de seguros
y reaseguros, mineras y de hidrocarburos y conexos, que
estén obligados a llevar libros de contabilidad, tomando
en cuenta el efecto de la inflación sobre sus activos no
monetarios y sobre su patrimonio, con base en el Indice de
Precios al Consumidor (IPC) del Area Metropolitana de
Caracas, elaborado por el Banco Central de Venezuela.
Se trata de una importante reforma, que tiene por objeto
sincerar los referidos resultados, en vista de los procesos
inflacionarios ocurridos en Venezuela a partir de 1980 y
que en algunos períodos ha alcanzado elevados niveles.
La normativa adoptada a este respecto fue objeto de di­
versas objeciones técnicas, aunque sin cuestionar la nece­
sidad de su incorporación a la Ley. Tal es el caso de la
exclusión de los títulos valores a los efectos del ajuste, lo
cual fue corregido en la Ley de Reforma Parcial de 1994
(26).

25) Lev de Impuesto a los Activos empresariales. G.O. 4654 Ext.


del 1-12-93.
Incluimos esta Ley entre las reformas de la Ley de Impuesto
sobre la Renta, por cuanto este nuevo tributo está estrecha­
mente vinculado a aquel. En efecto, la Ley dispone que el
Impuesto a los Activos Empresariales constituye un crédito
contra el Impuesto sobre la Renta y, en consecuencia, el refe­
rido tributo sólo afecta al contribuyente cuando es mayor que
el impuesto sobre la renta.

21
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

26) Decreto Ley de Reforma Pardal del 25-5-94. G.O. 4727 Ext.
del 27-5-94.
a) En los artículos 51 y 52 se establecen las tarifas progresi­
vas de las personas naturales y de las compañías anóni­
mas, en Unidades Tributarias, en concordancia con el
Código Orgánico Tributario del año 1994. Para unas y
otras el porcentaje máximo fue fijado en 34%.
b) En el Artículo 66 se autoriza a las personas naturales para
aplicar un desgravam en único de 750 U nidades
Tributarias. Este desgravamen sustituye el de los gastos
de salud, educación y vivienda, adoptados en la Ley, sal­
vo que estos gastos sean mayores.
c) Los desgravámenes personales y familiares se expresan en
Unidades Tributarias.
d) En el Artículo 68 se establece un impuesto proporcional
de 1% sobre el ingreso derivado de la venta de acciones
efectuadas a través de las Bolsas de Valores, el cual susti­
tuye el impuesto sobre la ganancia de dichas ventas, apar­
tándose así de los postulados de renta neta y de
progresividad. Además, no se justifica la negativa de com­
putar en la renta global las pérdidas sufridas en las ventas
de acciones, porque la utilidad presunta quedó gravada
con el referido 1% sobre el precio de venta.
e) En esta Ley se introducen diversas reformas del articulado
relativo a los Ajustes por Inflación, destinados a clarificar
el alcance de sus normas y facilitar su aplicación. Una re­
forma importante es, como indicamos antes, la de haber
suprimido la exclusión de los títulos valores de los activos
monetarios sujetos al ajuste, contenida en el Artículo 97 de
la Ley de 1991 (23) con lo cual, obviamente, tales activos
están sometidos al ajuste.

27) Decreto Ley de Reforma Parcial del 12-9-99. G.O. 5390 del
22-10-99.
Las principales reformas de este Decreto Ley son las siguientes:

22
J o sé A n d rés O c t a v io

a) En el Artículo l 2 se establece el gravamen sobre los


enriquecimientos de fuente extrajera, percibidos por las
personas naturales y jurídicas residentes o domiciliadas
en Venezuela, o sea que se adoptó el sistema de renta
mundial, quedando no obstante la regla territorial para
las rentas obtenidas en Venezuela, salvo lo que se estipule
en los tratos internacionales.
Se trata, pues, de una importante y justificada reforma,
que tiene también el efecto de coincidir con la orientación
de los diversos tratados internacionales celebrados por
Venezuela, para evitar la doble tributación y la evasión en
el impuesto sobre la renta.

b) En el Artículo 2 se establece el crédito por el Impuesto so­


bre la Renta pagado en el exterior contra el Impuesto so­
bre la Renta a pagar en Venezuela.

c) En el Artículo 6S se desarrollan, en forma enunciativa, los


enriquecimientos que se consideran de fuente venezola­
na, con exclusión de los rendimientos de los títulos ADR
GDR, ADS y GDS, en la siguiente forma:
"Artículo 6. Un enriquecimiento proviene de actividades econó­
micas realizadas en la República Bolivariana de Venezuela, cuan­
do alguna de las causas que lo origina ocurra dentro del territorio
nacional, ya que se refieran esas causas a la explotación del suelo o
del subsuelo, a la formación, traslado, cambio o cesión del uso o
goce de bienes muebles o inmuebles corporales o incorporales o a
los servicios prestados por personas domiciliadas, residentes o tran­
seúntes en la República Bolivariana de Venezuela y los que se
obtengan por asistencia técnica o servicios tecnológicos utilizados
en el país.

Son rentas causadas en la República Bolivariana de Venezuela,


entre otras, la siguientes:
a) Las regalías, los derechos por el uso de marcas y otras presta­
ciones análogas derivadas de la explotación en la República
Bolivariana de Venezuela de la propiedad industrial o inte­
lectual.

23
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e la

b) Los enriquecimientos obtenidos por medio de establecimiento


permanente o base fija situados en territorio venezolano.
c) La contraprestación por toda clase de servicios, créditos o
cualquier otra prestación de trabajo o capital realizada, apro­
vechada o utilizada en la República Bolivariana de Venezuela.
d) Los enriquecimientos derivados de la producción y distribu­
ción de películas y similares para el cine y la televisión.
e) Los enriquecimientos provenientes del envío de mercancías
en consignación desde el exterior.
f) Los enriquecimientos de las empresas de seguros y reaseguros
no domiciliadas y sin establecimiento permanente en el país.
g) Los enriquecimientos derivados de bienes inmuebles situados
en la República Bolivariana de Venezuela, o de los derechos y
gravámenes establecidos sobre los mismos.
h) Los rendimientos de valores mobiliarios, emitidos por socie­
dades constituidas o domiciliadas en la República Bolivariana
de Venezuela, o por sociedades extranjeras con establecimien­
to permanente en la República Bolivariana de Venezuela, di­
nero, bienes, derechos u otros activos mobiliarios invertidos o
situados en la República Bolivariana de Venezuela.
Igualmente se consideran de fuente territorial los rendimien­
tos de los derivados de dichos valores mobiliarios, con excep­
ción de los ADR, GDR, ADS y GDS.
i) Los rendimientos de toda clase elementos patrimoniales ubi­
cados en la República Bolivariana de Venezuela.
j) Igualmente se consideran realizadas en el país, las activida­
des oficiales llevadas a cabo en el exterior por los funciona­
rios de los Poderes Públicos nacionales, estadales o munici­
pales, así como la actividad de los representantes de los
Institutos Autónomos o Empresas del Estado, a quienes se les
encomienden funciones o estudios fuera del país."

d) En los Artículos 67 y siguientes se establece un impuesto


proporcional de 34% sobre los dividendos, entendiendo
por tales aquellas participaciones no derivadas de renta
fiscal gravada. Este gravamen está bien justificado, pero
no así el elevado impuesto proporcional de 34%, en lugar
de aplicar la tarifa progresiva, junto con las otras rentas.

24
J o sé A n d rés O c t a v io

e) En los Artículos 101 y siguientes se dictan las disposicio­


nes relativas a las rentas derivadas de inversiones en paí­
ses de baja imposición fiscal, llamados paraísos fiscales,
destinadas a evitar la evasión fiscal.

f) En los Artículos 112 y siguientes se dictan las disposicio­


nes relativas a los Precios de Transferencia, aplicables a
los contribuyentes que realicen operaciones con empresas
vinculadas, también como medida de control fiscal.

g) Se suprime la consolidación de empresas, no obstante que


la Ley Habilitante no lo autorizó. No alcanzamos a com­
prender esta disposición, pues no encuadra dentro del es­
píritu de dar incentivos al desarrollo económico, y en cam­
bio se suprime una norma de equidad tributaria, la cual
tenia por objeto hacer recaer el tributo con base en la rea­
lidad económica de las empresas filiales.

h) Se mantiene el Sistema de Ajuste por Inflación establecido


en la Ley de 1991 (23), modificado en la Ley de Reforma
Parcial de 1994 (26).

271Decreto Ley de Reforma Parcial del 9-11-2001. G.O. 5.557


Ext. del 13-12-2001.

En esta reforma se reduce de 67,70% a 50% el impuesto so­


bre las empresas de hidrocarburos, en virtud de haberse au­
mentado el impuesto de explotación o regalía, de 16 2/3% a
30% del valor del petróleo extraído, para anticipar mayor
ingreso al Ejecutivo Nacional, reforma perjudicial para las
empresas pues la regalía no depende de la utilidad del ejerci­
cio sino del volumen y valor de la producción.

28) Lev de Reforma Parcial del 28-12-2001 G.O. No. 5566 del
28-12-2001.

a) En esta Ley se hacen diversas modificaciones al régimen


de los Precios de Referencia.

25
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

b) Se hacen también varias modificaciones a las normas del


ajuste por inflación.

c) En el Artículo 55, Parágrafo Unico, se dispone que las pér­


didas de fuente extranjera sólo podrán compensarse con­
tra rentas de esa misma fuente, lo cual sólo se justifica
como medida de control fiscal, pues ello es contrario al
sistema global adoptado en la Ley.

d) Se suprime en el artículo 87 la disposición que rige la de­


ducción de gastos sobre los cuales no se haya efectuado la
retención de impuesto sobre la renta, norma que dio lugar
a doctrina administrativa y judicial confirmando tal ne­
gativa, con lo cual se creó una sanción por este concepto,
aún después de vigente el Código Orgánico Tributario, no
obstante que éste regula privativam ente la m ateria
sancionatoria.

El problema ya había quedado resuelto en el Código Or­


gánico Tributario del 16-10-2001, el cual anuló la referida
disposición de la Ley de Impuesto sobre la Renta, indirec­
tamente en el Parágrafo Primero del Artículo 27, que sólo
exige la comprobación del gasto, y directamente en la dis­
posición transitoria del artículo 342, en el cual "Se dero­
gan los parágrafos tercero y cuarto del Artículo 87 de la
Ley de Impuesto sobre la Renta..."

EVOLUCION DEL IM PUESTO


SOBRE LA RENTA DE VENEZUELA

El examen conjunto de los textos mediante los cuales se esta­


bleció el impuesto sobre la renta y las sucesivas reformas decre­
tadas entre los años 1943 y 2002, nos permiten identificar las
principales líneas evolutivas del tributo durante ese período.

A. Sistema: Desde el punto de vista técnico, la primera evolu­


ción importante fue, sin duda, el paso del sistema mixto

26
J o sé A n d rés O c t a v io

cedular-global, adoptado en la Ley de 1942, a la estructura


global incorporada en la Ley de 1966. De acuerdo con las
opiniones expresadas en el informe de la Misión Shoup, co­
rroboradas por la experiencia, el fraccionamiento en cédulas
complicaba la aplicación del tributo sin mayores ventajas,
además de que las diferencias de tarifas entre 1 V¿% y 3%
eran prácticamente insignificantes, y en cambio, si esas tari­
fas se aumentaban, las dificultades se incrementarían.

Es claro que la existencia de las cédulas tiene por objeto apli­


car el principio de discriminación de las rentas por su origen,
a fin de graduar el tributo según se trata de rentas de capital,
mixtas o de trabajo, pero esta finalidad puede obtenerse, en
alguna medida, dentro del sistema global mediante el míni­
mo exento y los desgravámenes por cargas familiares y gas­
tos de salud, educación y vivienda, pues aunque estas medi­
das favorecen a todos los contribuyentes, seguramente dejarán
fuera del gravamen a un mayor número de perceptores de
rentas del trabajo que a los de otras rentas.

B. Territorialidad y Renta Mundial.

También desde el punto de vista técnico, encontramos la im­


portante evolución que significó el pase del principio territo­
rial o de la fuente, con el cual se inició la ley, al de renta
mundial de domiciliados y residentes en Venezuela. Este cam­
bio se hizo por primera vez en la Ley de 1986, (22) que inclu­
yó en el hecho y la base imponible rentas algunas obtenidas
en el exterior por las personas domiciliadas o residentes en el
país, lo cual se mantuvo en vigencia hasta 1991, pero su apli­
cación práctica fue muy deficiente.

En segundo lugar, encontramos este cambio en los tratados


celebrados por Venezuela con diversos países, para evitar la
doble tributación en el Impuesto sobre la Renta. En una pri­
mera etapa los tratados se limitaron a las rentas derivadas
del transporte internacional, en los cuales el gravamen sólo

27
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

era aplicable por los países del domicilio de las empresas, o


sea el llamado principio de la exención recíproca. Tales fue­
ron los tratados celebrados con Países Bajos, España, Alema­
nia, Argentina, Brasil, Francia, Gran Bretaña, Italia, Suiza,
Portugal, Trinidad y Tobago y Estado Unidos de América,
Canadá u Bégica

En una segunda y más importante etapa, Venezuela ha sus­


crito amplios tratados para evitar la doble tributación y la
evasión en el Impuesto sobre la Renta con Italia (G.O. 4580
del 21-5-93); Francia (G.O. 4635 del 28-9-93); Gran Bretaña
(G.O. 36148 del 18-2-97) y 5218 del 6-3-98); Bélgica (G.O.
5169 del 22-10-98); Méjico (G.O. 5273 del 6-11-98); Suecia
(G.O. 5274 del 12-11-98); Estado Unidos de América (G.O.
5427 del 5-1-2000); Barbados (G.O. 5507 del 13-12-2000);
Indonesia (G.O. 5507 del 13-12-2000); Indonesia (G.O. 5507
del 13-12-2000); y G.O. 37.659 del 27-3-2003); y Dinamarca
(G.O. 37.219 del 14-6-2001); Alem ania (G.O. 36266 del
11-8-97); República Checa (G.O. 5180 del 4-11-97); Repúbli­
ca (G.O. 5180 del 4-11-97); República de Trinidad y Tobago
(G.O. 5180 del 4-11-97); Reino de los Países Bajos (G.O. 5197
del 18-12-97); Suiza (G.O. 5197 del 18-12-97.

En los tratados de esta segunda etapa se ha establecido, como


regla general, que cada Estado contratante grave, de manera
exclusiva, a sus domiciliados y residentes, por las rentas ob­
tenidas en el otro Estado, salvo que el contribuyente tenga
un establecimiento permanente en ese otro Estado y, salvo
también, algunas excepciones y limitaciones precisamente
establecidas. En el caso de que, por aplicación del Tratado, el
país de la fuente grave alguna renta percibida por un resi­
dente o domiciliado en el otro Estado, que éste también haya
gravado, el primero le concederá crédito contra su propio
impuesto, por el referido pago, hasta concurrencia de aquél.
De esta manera se da elevada preferencia al sistema perso­
nal sobre el de la fuente o territorial, sostenido éste por mu­
cho tiempo, y con buenas razones, por la doctrina del Dere­
cho Tributario de América Latina, como se pone de relieve

28
J o sé A n d rés O c t a v io

en las conclusiones de las Jornadas Latinoamericanas de


Derecho Tributario, pero obviamente pesó la posición de los
países desarrollados, exportadores de capital y tecnología.

Finalmente, en la Ley de 1999, hoy en vigencia, se establece


el gravamen de la renta percibida por las personas domicilia­
das y residentes en Venezuela, tanto de fuente venezolana
como extranjera. En este segundo caso se le reconoce al con­
tribuyente el crédito por el impuesto pagado en el exterior.

Los no domiciliados y no residentes pagarán impuesto en el


país cuando tengan un establecimiento permanente en Vene­
zuela, por las rentas de fuente venezolana y por las de fuente
del exterior atribuibles al establecimiento permanente.

C. Tarifas: Al examinar las tarifas del impuesto sobre la renta a


través de las diversas reformas, encontramos importantes
variaciones, las cuales se aplicaron para las atender las cir­
cunstancias económicas y políticas del país, así como los ob­
jetivos de justicia y productividad del gravamen. La evolu­
ción de las tarifas del Im puesto sobre la Renta puede
constatarse en la relación de las referidas variaciones y de
sus justificaciones, las cuales hemos expuesto en los respecti­
vos comentarios y que resumimos seguidamente.

La Ley de 1942 (1) se inicia, como ya vimos, con tarifas mo­


deradas, de 1 Vz% a 3% en las cédulas, más el impuesto comple­
m entario progresivo de 2% sobre las rentas m ayores de
Bs 800.000,oo hasta 9 Vi% sobre el excedente de Bs 2.000.000.

En 1945 se decreta un impuesto extraordinario (4) por ese


solo año, adicional al cedular y al complementario, con una ta­
rifa progresiva hasta 26% sobre el 9 Vz% anterior. Luego, en 1946
se incluye este aumento, de manera permanente, en la tarifa del
impuesto complementario progresivo (5).

En 1948 se decreta el Impuesto Adicional (6), a cargo de las


empresas mineras y de hidrocarburos, con una tarifa de 50% del

29
60 A ños d e I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

excedente de su renta sobre la totalidad de los impuestos paga­


dos en el país, salvo los de exploración e inicial de explotación.

En la Ley de 1958 (9) se incrementó la tarifa del impuesto


complementario progresivo al porcentaje máximo de 45%, con
una rebaja de 25% del impuesto por las inversiones realizadas.

En la Ley de 1991 se adopta el sistema de Ajustes por Infla­


ción, que si bien no modifica las tarifas, influye decisivamente
en su aplicación, al modificar la determinación de la base
imponible

La Ley de 1961 (11) adoptó un moderado aumento de las


tarifas proporcionales de las cédulas, las cuales quedaron entre
3% y 6%.

En la Ley de 1966 (14) se aumento a 50% el porcentaje sobre


las rentas superiores a Bs 28.000.000,oo percibidos por perso­
nas jurídicas y comunidades; a 52% para las empresas mineras
y de hidrocarburos y se mantuvo el 45% para las personas na­
turales.

En la Ley de 1975 (19) se fija en 72% el impuesto a las empre­


sas de hidrocarburos, y se conceden rebajas por inversiones.

En 1976 (20) se rebaja a 67,70% el porcentaje aplicable a las


empresas de hidrocarburos, ya nacionalizadas.

En la Ley de 1991 (23) se rebaja de 50% a 30% el porcentaje


máximo para las personas naturales y las compañías anónimas
y asimilados.

En la Ley de 1994 (26) se aumentan los porcentajes máximos


a 34%.

De acuerdo con las anteriores informaciones, no es posible


encontrar una línea evolutiva constante en las variaciones de

30
J o sé A n d rés O c t a v io

las tarifas, pues en ellas aparecen aumentos y disminuciones


impulsados, sin duda, por las cambiantes circunstancias econó­
micas, sociales, fiscales y políticas del país. Sin embargo, puede
sostenerse que tales variaciones tienen suficiente justificación,
aún cuando la estabilidad en los tributos, y especialmente en el
impuesto sobre la renta, constituye un factor de estímulo a la
inversión y, por ende, al desarrollo económico.

Caracas, Julio 30 de 2003

JAO/obv

31
MODIFICACIONES DEL IMPUESTO
SOBRELA RENTA. DESARROLLO
DE LOS DIFERENTES SISTEMAS
DE DETERMINACIÓN.
AÑOS 1942/1943 HASTA EL AÑO 2001

A bela rd o A. V ásq u ez B e r r ío s * - O scar J . L eal D ía z * *

PRESENTACIÓN

La Asociación Venezolana de Derecho Tributario con moti­


vo de la celebración de los sesenta (60) años del establecimiento
del Impuesto sobre la Renta, ha decidido efectuar una publica­
ción de interés general para los estudiosos y para todos aquellos
que se desempeñan en el foro jurídico tributario, que exprese la
evolución y las modificaciones de carácter histórico de este tan
importante instituto jurídico tributario, que es el tipo impositivo
por excelencia tanto de los pueblos desarrollados como los que
están en vías de desarrollo. Este trabajo esboza como ha sido la
evolución del impuesto, partiendo básicamente de su estructu­
ra determinativa y cuales fueron sus modificaciones esenciales.
Desarrolla los cambios fundamentales vinculados a los aspectos
sustantivos tales como los objetivos, subjetivos, de determina­
ción, base imponible, tarifas, entre otros.

I. INTRODUCCIÓN

El siguiente es un análisis de las diversas modificaciones que


se han producido en la Ley del Impuesto sobre la Renta, desde

* Abogado, economista, especialista tributario, maestría en tributario, cur­


sando d octorad o en derecho constitucional, profesor de pregrad o y
postgrado en la USM en finanzas públicas y derecho tributario.
** Abogado, especialista en derecho administrativo, maestría en tributario,
cursante del doctorado en derecho constitucional, profesor en postgrado
en derecho tributario y derecho administrativo en la USM.

33
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R eñ ía en V en ezu ela

el nacimiento de este impuesto en el año de 1942 y vigente en


el año de 1943 hasta la fecha actual, y, que llamaremos desde
ahora la Ley, que esencialmente ha respondido a la necesidad
de financiar el gasto público cada vez que al Estado se le han
presentado situaciones de déficit fiscal por la variación de los
precios del petróleo. En el caso de la primera Ley, el Estado
tenía necesidad de buscar la forma de participar de la activi­
dad petrolera y minera en poder de la actividad privada. No
obstante, se han producido modificaciones que se encuentran
insertas dentro de lo que se podría denominar política extrafiscal
del estado, o el caso de la necesidad del estado de desarrollar
el concepto de la modernidad tributaria como fue la del año
de 1994.

No se puede interpretar que la evolución de la Ley signifique


una evolución del sistema fiscal venezolano, ya que este no es el
único impuesto que existe en el país, sin embargo se destaca que
durante m uchos años este fu e el impuesto mas importante del
estado, desde el punto de vista recaudatorio y conforme a su
participación en el Producto Interno Bruto, preponderancia que
se mantuvo hasta la entrada en vigencia del Impuesto al Valor
Agregado, después Impuesto al Consumo Suntuario y después
de nuevo Impuesto al Valor Agregado, que se convirtió en el
tributo de mayor recaudación en el país.

El impuesto sobre la renta debería ser el impuesto por exce­


lencia a los efectos de la recaudación, ya que por su naturaleza
jurídica y conforme a los principios constitucionales tributarios,
es el que mejor se adecúa a la capacidad contributiva de los
contribuyentes y al principio de la justicia tributaria y el de la
progresividad, sin embargo, a partir de la reforma impositiva
impulsada bajo los auspicios del Fondo Monetario Internacio­
nal y con la asesoría del Centro Interamericano de Administra­
ción Tributaria (CIAT), se ha producido una diversificación
impositiva con la implantación del IVA y del Impuesto a los
Activos Empresariales. Aun así, y, a pesar de que existe una
mayor lógica impositiva con la estructuración vertebrada del

34
A bela rd o V á sq u ez - O s c a r L ea l

impuesto sobre la renta, el impuesto al valor agregado, el im­


puesto a los activos empresariales y la aplicación del ajuste por
inflación a los activos tangibles e intangibles, es indudable que
todavía estamos lejos de afirmar que en Venezuela existe un
verdadero sistema tributario desde el concepto racional, y, esto
básicamente por las modificaciones constantes en las leyes
tributarias e impositivas, que responden más bien, a satisfacer
correcciones fiscales producto de los déficit fiscales del estado,
que la creación de un verdadero sistem a fiscal que garantice
seguridad jurídica y certeza tributaria.

A los efectos del requerimiento sobre este trabajo, al mismo,


lo vamos a dividir en tres etapas, los cuales se adaptan a perio­
dos que van desde 1942 hasta 1966, el segundo que va desde
1967 hasta 1978 y el tercero que va desde 1978 hasta el 2001. Es
decir, que presentaremos el análisis en fundamento a las más
importantes modificaciones estructurales vinculadas al sistema
de determinación del impuesto. En fundamentos a lo anterior
se establecen tres fases; en la primera parte presentaremos el
Sistema Cedular Mixto o Complementario, que abarca el pri­
mer periodo; la segunda parte del trabajo, le corresponderá al
Sistema Global Progresivo que está contenido en el segundo pe­
riodo; y, el tercer periodo al Sistema Global Puro.

A todo evento, antes de entrar específicamente al objeto del


trabajo, presentamos un breve análisis sobre diversos aspectos
que son relevantes para comprender la evolución del sistema
fiscal venezolano, si es que lo podemos llamar así. En primer
lugar, nos referiremos a un breve análisis de la evolución fiscal
en Venezuela, luego haremos referencia a las reformas tributarias
que se han producido en el país, a la evolución del impuesto
sobre la renta desde su estructura determinativa y por último a
las modificaciones más significativas del impuesto en el periodo
de 1942/1943 hasta 1966/1967, fecha esta que da inició a un
sistema de imposición global.

35
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

II. ANALISIS BREVE DE LA EVOLUCION FISCAL EN VE­


NEZUELA

PRIMERO:
Desde la colonia hasta el año de 1830, en Venezuela, los re­
cursos provenían de los ingresos dominiales territoriales, como
las confiscaciones, los impuestos a los artesanos y labriegos y,
los que se originaban por la esclavitud. En época ulterior evolu­
cionó al registro público, el estanco del tabaco, manumisión de
esclavo, destilación de aguardiente, alcabala, tonelaje, etc.

SEGUNDO:
Desde 1830 hasta 1909, la mayoría de los tributos coloniales
dejan de existir y se abre paso a la creación de otros, surgen los
impuestos aduaneros, sobre salinas, licores, sucesiones y heren­
cias, sobre minas; aparecen los ingresos por estampillas, los de
correo y telégrafo, los derechos consulares, contribuciones espe­
ciales y la patente de comercio, entre otros.

TERCERO:
Desde 1909 hasta 1942/1943, además de los anteriores tipos
de tributos, aparece la actividad petrolera hasta ahora descono­
cida en el país. Esta actividad fue gravada a través de un royal-
ty de cuatro y medio por ciento sobre la producción petrolera.
Este royalty fue aumentándose en el correr del tiempo hasta
llegar a un dieciséis y dos tercios por ciento en los años cuaren­
ta, hasta la nacionalización de la industria petrolera. Entre los
años de 1937 y 1940, el entonces Ministro de Hacienda Alberto
Adriani, presentó tres proyectos de ley de Impuesto sobre la
Renta los cuales no fueron aprobados por el parlamento de esa
época. Es en 1942, que se presentó el proyecto de ley referido y,
es el 10 de julio de 1942 que, el Congreso de la República lo
sanciona, al cual se le pone el ejecútese el 17 de julio de 1942 y
entra en vigencia el primero de enero de 1943.

CUARTO:
Desde el año 1942/1943 hasta 1991, se han producido im­
portantes modificaciones en la Ley, con el objeto de ampliar la
base de recaudación por este concepto. Igualmente, se produce

36
A bela rd o V á sq u ez - O sca r L ea l

un avance fundamental en el derecho tributario venezolano,


con la aprobación del Código Orgánico Tributario en 1982.

QUINTO:
Desde el año de 1992 hasta este año 2001, se han producido
cambios fundamentales en el ámbito fiscal venezolano, por una
parte se produjo un proceso de modernización tributaria con la
creación del Servicio Nacional Integrado de la Administración
Tributaria (SENIAT), hoy Servicio Nacional Integrado de la
Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT); en el gobier­
no transitorio de Ramón J. Velásquez, se realizaron verdaderas
transformaciones impositivas, con la creación del Impuesto al
Valor Agregado y el Impuesto a los Activos Empresariales, como
impuesto de naturaleza complementaria al Impuesto sobre la
Renta. Ya en el año de 1991, se había producido una modifica­
ción importante en la Ley del ISR, con la incorporación de un
nuevo titulo referido al ajuste Inicial por inflación y reajuste re­
gular, a los efectos de incorporar los efectos de la inflación en
los activos monetarios y no monetarios en la determinación del
patrimonio neto fiscal y en la determinación de la renta.

Desde 1994, con la creación del SENIAT y, con la aproba­


ción previa a finales de 1993, del paquete de leyes fiscales, se
podía afirmar que estábamos entrando en un verdadero siste­
ma tributario, tanto por el elemento orgánico de la administra­
ción tributaria como por la lógica impositiva de los impuestos
en vigencia. Lógica que se manifiesta por la relación entre el
ISR, el IVA y el IAE, a través de los ingresos brutos. Además de
ajuste regular por inflación por su incidencia en la revaloriza­
ción de los activos a efectos fiscales. No obstante, en los últimos
dos años, se han producido constantes modificaciones con rela­
ción a los tipos impositivos y la ley tributaria general, que pro­
duce no sólo inseguridad jurídica o falta de certeza en el régi­
men impositivo, sino que se ha generado una involución en el
derecho tributario con la reciente aprobación del código tribu­
tario, en cuanto a las garantías y derechos constitucionales que
deben asistir a los sujetos pasivos de la obligación tributaria y a
su carácter altamente punitivo.

37
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a la R e n t a en V e n e / l e l a

III. REFORMAS TRIBUTARIAS EN VENEZUELA

En lo que sigue se señalan algunas de las reformas fiscales


más importantes en nuestra legislación y en algunos de sus con­
tenidos, a partir del año de 1961.

Prim ero: En el año de 1961, en fundam ento de una ley


habilitante, se produce una reforma de la ley del ISR, en cuanto
a modificación de tarifas, normas para las declaraciones, modi­
ficación de la base de exención, de los sistemas de declaración
del enriquecimiento, modificación de la liquidación y de la re­
caudación del impuesto, sobre normas de control fiscal y de las
fiscalizaciones. Asimismo, se modifica la ley del impuesto sobre
sucesiones en cuanto a los gravámenes.

Segundo: en el año de 1974, por medio de ley habilitante se pro­


duce una reforma fiscal que abarca al ISR y la Ley Orgánica de
la Hacienda Pública Nacional. En el caso de la Ley del ISR, se
aumenta la tarifa que deben pagar por enriquecimientos en la
actividad petrolera a 63, 5%.

En al año de 1982, se da una nueva reforma tributaria que


comprende la aprobación del Código Orgánico Tributario, don­
de se agrupan principios, normas y procedimientos tributarios
que se encontraban dispersos en distintas leyes fiscales y en la
de Hacienda Pública.

En el año de 1984, se habilita al Presidente de ese entonces


para que produzca reformas de la Ley de Impuesto sobre Alco­
holes y Especies Alcohólicas y se reforma la Ley de Timbre fiscal.

Periodo 1991/1994: Una reforma fundamental en el ámbito


fiscal venezolano, se produce para los años de 1991/1994, en
1991 se introducen normas en la Ley del ISR incorporando el
ajuste por inflación; en 1993 por ley habilitante se modifica nue­
vamente el ISR, se crea el Impuesto al Valor Agregado y los
Activos empresariales (1994) y se reforma el Código Tributario

38
A belard o V á sq u ez - O sca r L ea l

en 1992. La reforma Tributaria en 1994, es en nuestro concepto


la que más apunta al establecimiento de un sistema tributario,
ya que como se dijo anteriormente con la creación e implanta­
ción del elemento orgánico con la creación del SENIAT, como
Administración Tributaria y los cambios sustantivos y adjetivos
de las normas tributarias hacían coherente la posibilidad de
implantar un sistema tributario racional; en el año de 1994, se
crea entonces el SENIAT, como administración tributaria na­
cional, se crea tributos el Impuesto al consumo suntuario en su
antecedente reciente el IVA, el débito bancario y, se reforma el
COT, el ISR y la ley de Timbre Fiscal.

Entre 1994 y el 2001, se han producido reformas impositivas


de manera constante creando una situación de total incertidum-
bre y de cambios permanentes en las reglas del juego impositiva
y tributaria, entre estas modificaciones, encontramos en la Ley
del ISR, el Código Orgánico Tributario, el Impuesto sobre Suce­
siones, el Impuesto al Valor Agregado, se han dejado sin vigen­
cia la Ley de Arancel Judicial, la Ley de Timbres Fiscales, se
restableció con vigencia a partir del 16 de marzo de 2002 el Im­
puesto a los Débitos Bancarios, que tuvo antecedentes en el año
de 1994; prácticamente no tiene aplicación la Ley Orgánica de
la Hacienda Pública Nacional, se aprobó en primera discusión
en la Asamblea Nacional, el proyecto de Ley de la Hacienda
Pública Estadal, y, se han dictado diversas leyes reguladoras de
materias que le corresponden al Poder Público Nacional que tie­
nen efectos tributarios; y, en especial se aprobó por referendo
consultivo la nueva Constitución Nacional que crea una sec­
ción relativa al Sistema Tributario y se establecen tres niveles
políticos territoriales en la distribución de las potestades
tributarias.

Aún cuando se observa un avance en la Progresividad de los


derechos humanos y las garantías constitucionales, se observa
un evidente sesgo fiscalista en todas las reforma de los diferen­
tes tipos impositivos y de la ley tributaria fundamental, en los
últimos tres años, como es el código tributario que trae en sus
normas aspectos que involucionan el derecho tributario vene­

39
60 A ñ o s de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

zolano al romper el necesario equilibrio en la relación jurídica


tributaria que es fundamental entre los sujetos que son partes
en la obligación tributaria.

IV. EVOLUCIÓN DEL IMFUESTO SOBRE LA RENTA

El objeto de estudio de este trabajo, se relaciona con las di­


versas modificaciones que ha sufrido el impuesto sobre la renta,
no obstante en la parte anterior hicimos referencia a aspectos
generales relativos a la evolución del sistema fiscal venezolano,
utilizando esta ultima expresión de sistema por decirlo de algu­
na forma. No es objeto del trabajo, desarrollar todas las modifi­
caciones efectuadas a los diversos tipos impositivos y la ley
tributaria general, escapa a su cometido, por lo que sólo hare­
mos referencia especial a las más importantes modificaciones
del impuesto sobre la renta desde la publicación de la primera
ley en 1942 hasta el 2001.

En efecto, el 17 de julio de 1942 se promulga en Venezuela,


la primera Ley de Impuesto sobre la Renta, la cual entró en vi­
gencia el 1 de enero de 1943, de forma que tuvo una vacatio
legis que le permitió a los venezolanos conocerla y que a su vez
esta pudiera difundirse lo suficiente para el conocimiento de los
futuros sujetos pasivos del nuevo impuesto.

En el contenido de la nueva Ley, se destacaban los mecanis­


mos que permitían al estado una mayor participación en la ex­
plotación petrolera mediante concesiones y regalías y además
gravaba la renta petrolera para que ésta aportare recursos al
estado ya que no se gravaba en forma directa. Desde el año de
1943 hasta el año de 1993, es decir por (50) cincuenta años, el
impuesto sobre la renta fue el más importante del sistema fiscal
venezolano, siendo la principal fuente de ingresos fiscales ordi­
naria y de mayor participación en el PIB entre todos los tribu­
tos. A partir del año de 1994, entró en vigencia un nuevo im­
puesto indirecto, el IVA, que se convirtió en la principal fuente
de ingresos fiscales ordinarios del país.

40
A bela rd o V á sq u ez - O sc a r L ea l

La Ley del impuesto sobre la renta ha sido reformada par­


cialmente en veintisiete (27) oportunidades, produciendo cam­
bios sustanciales en los sistemas de determinación, en el princi­
pio de la territorialidad, en los beneficios fiscales como las
exenciones, exoneraciones, desgrávameles, las rebajas por in­
versión, las tarifas, el principio de la extraterritorialidad o renta
mundial, las retenciones, la aplicación de tarifas proporcionales
a determinadas actividades, la inclusión del ajuste inicial y re­
gular por inflación, el principio de la transparencia fiscal, el de
los precios de transferencia, entre otros.

Un cambio medular fue el sistema de determinación, que bási­


camente la doctrina tributaria y la propia ley, los divide en forma
evolutiva en tres (3) fases: El del sistema cedular mixto o comple­
mentario, el sistema global progresivo y el sistema global puro.

El sistema cedular mixto o complementario, fue el que se apli­


có en el origen del impuesto, constituido por impuesto cedulares
básicos de tarifas proporcionales y un pago complementario
calculado sobre una tarifa progresiva sobre la renta global como
sumatoria de las rentas cedulares; este será el sistema que desa­
rrollaremos en esta primera parte del trabajo.

El sistema global progresivo, se sancionó la Ley en 1966 y


entró en vigencia en el año 1967, donde se grava a las personas
jurídicas y comunidades con una tarifa "A", a las personas na­
turales con una tarifa "B" y a las actividades mineras y de hi­
drocarburos con una tarifa "C". Esta segunda parte del trabajo
se desarrollará posteriormente.

El sistema global puro se produce en 1978 y, tiene vigencia


hasta la fecha, estableciéndose tarifas progresivas para las perso­
nas naturales y jurídicas y sus asimiladas, tarifas proporcionales
para las rentas mineras, de hidrocarburos y otras actividades.

En cuanto al principio de la territorialidad, este se mantuvo


durante muchos años, desde el origen del impuesto hasta 1986

41
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R e\t a en V en ezuela

donde se estableció el principio de la extraterritorialidad,


modificándose posteriormente y volviéndose a implantar en la
reforma de 1999 con vigencia a partir del 2001, donde se consa­
gra el principio de la renta mundial.

V. MODIFICACIONES SIGNIFICATIVAS DEL IMPUES­


TO SOBRE LA RENTA

Presentaremos las modificaciones más importante que se han


suscitado en el impuesto sobre la renta desde la ley de 1942/
1943. Este es el aspecto sustantivo del trabajo, por lo que desa­
rrollaremos las modificaciones que ha sufrido el impuesto desde
su nacimiento, sin entrar en consideraciones analíticas en cada
una de las modificaciones, salvo la que corresponde al sistema
cedular mixto o complementario.

Tal como lo dijimos al principio del trabajo en la parte


introductoria, dividiremos las modificaciones en tres etapas, que
tiene que ver más con la estructura de determinación del im­
puesto que con otras consideraciones de carácter de política fis­
cal o extrafiscal o económico, es decir las presentaciones de las
etapas, no tiene nada que ver con las vicisitudes de carácter
políticas o económicas, sean coyunturales o estructurales, sino
por su sistema de determinación, en virtud de que la misma se
ha modificado en tres oportunidades en el año que se crea 1942,
en 1966 y en 1978. La determinación del impuesto y de la fuen­
te de información, nos da la base para la clasificación en tres
etapas.

No obstante lo anterior, nos obligamos hacer la considera­


ción siguiente: Ciertamente que la definición primaria que sir­
vió de fundamento a la creación del impuesto, tiene que ver con
las necesidades de financiamiento fiscal que requería el estado,
esto aunado a la necesidad de buscar una mayor participación
del estado en la actividad petrolera que era totalmente privada.
Los cambios posteriores de la Ley, estuvieron ligados en princi­
pio a los intereses del estado de promover la actividad económi­

42
A bela rd o V á sq lez - O se ar L ea l

ca e industrial del país, esto tiene que ver con las exenciones,
exoneraciones, rebajas por inversión, entre otras variaciones; es
decir, incentivos fiscales a objeto de promover el desarrollo, más
dentro del contexto de una política extrafiscal que financiar en
cada oportunidad su déficit fiscal (política fiscal), en el caso de
situaciones coyunturales o estructurales de la actividad econó­
mica ligada al financiamiento rentístico petrolero, en otras pa­
labras por fines de política fiscal. De manera que muchas de las
modificaciones en el impuesto, se realizaron por razones de
política extrafiscal, es decir, cuando el estado se ha planteado la
necesidad de contribuir al desarrollo de inversiones en determi­
nadas actividades económicas que ha querido fomentar en el
transcurso del tiempo; en estos casos, las modificaciones del
impuesto se han producido para incentivar el desarrollo de ciertas
industrias y actividades y, se ha utilizado este tipo impositivo
con el objeto de incentivar tales actividades.

Se han presentado situaciones distintas en otras variaciones


del impuesto, tal es la modificación del año de 1991; la reforma
producida con la incorporación del ajuste por inflación, se pro­
dujo como consecuencia del reconocimiento del gobierno de la
patología económica hasta entonces desconocida que afectaba
al país, como era la inflación. Este fenómeno económico de la
inflación desconocido en el país, afecta los valores de las diver­
sas cuentas y tenían un efecto negativo en las cuentas fiscales a
los efectos de la recaudación, por lo cual este cambio se produjo
atendiendo a una situación económica estructural. Igualmente,
también se han producido cambios en la Ley, como consecuen­
cia de la necesidad del estado de financiar sus déficit fiscales o
de aumentar la recaudación fiscal.

Hecha esta consideración, desarrollaremos las modificacio­


nes según las etapas que hemos señalado con respecto a los di­
ferentes sistemas de determinación del impuesto, correspondien­
do en este trabajo a la primera etapa, las cuales serán referidas
de inmediato.

43
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

V I. PRIM ERA ETAPA: EL SIST EM A CEDULAR M IXTO


DESDE EL AÑO DE 1942/1943 HASTA 1966. ANALISI
DEL SIST EM A CEDULAR M IXTO Y EL IM PU ESTO
COMPLEMENTARIO PROGRESIVO . M ODIFICACIO­
NES

1. Año 1942, se crea la Ley del Impuesto sobre la Renta y se


publica en gaceta oficial No. 20.851 de fecha 17-07-1942. Ga­
ceta Oficial No. 29 (E) de fecha 2-02-43 (21017). Gaceta ofi­
cial No. 32 (E) de fecha 16-03-43 (21053).Se establece el siste­
ma cedular mixto o complementario. Las rentas se clasifican
según su origen, como rentas de capital inmobiliario, rentas
de crédito y de capitales, sobre los beneficios industriales,
comerciales y mineros; sobre los beneficios agropecuarios,
sobre los beneficios provenientes del ejercicio de profesiones
liberales, literarias, artísticas y deportivas; sobre los sueldos,
pensiones y otras remuneraciones; sobre los beneficios de
valorización y ganancias fortuitas y el impuesto complemen­
tario. Las tarifas son proporcionales para categoría o cédula
que, se complementa con una tarifa progresiva sobre la renta
global o la totalidad de los enriquecimientos netos anuales.
Se crea una Junta de Apelaciones.
En este año se dicta el primer reglamento de la ley, que se
publica en gaceta oficial No. 29 (E) de fecha 2-02-43 (21017)
y gaceta oficial No. 32 (E) de fecha 16-03-1943 (21053). Por
decreto No. 46, publicado en gaceta oficial No. 21053 de fe­
cha 16-3-43, se crea la Administración General del Impuesto
sobre la Renta. En decreto No. 296 publicado en fecha 27-12-
43 en la gaceta oficial No. 21291, se divide el territorio nacio­
nal en dos circunscripciones para los efectos de aplicación
del impuesto.

2. Año de 1944, se reforma la ley que se publica en gaceta ofi­


cial 21.471 de fecha 31-07-1944 y gaceta oficial No. 106 (E)
de fecha 25-10-44 (21544), donde se produce un aumento
de las exoneraciones y los desgrávamenes. En fecha, 25 de
octubre de 1944 publicada en gaceta oficial No. 106 (E), se
establece una cédula para las ganancias de valoración. Se

44
A bela rd o V á sq u ez - O sca r L ea l

excluyen del impuesto los funcionarios diplomáticos, la exen­


ción con carácter de reciprocidad de los agentes consulares y
funcionarios de gobiernos extranjeros. Se exonera las utilida­
des de las instituciones de ahorro y las de cooperativas de con­
sumo y de producción. Se exonera la agricultura, la cría, los
intereses de las cédulas hipotecarias, edificaciones urbanas,
construcciones nuevas y una exención base entre nueve mil y
catorce mil bolívares para determinados enriquecimientos.

3. Año de 1945, se publica en gaceta oficial No.21.892 de fe­


cha 26-12-1945, un decreto ley No. 105, donde se reforma la
LISR que establece la exención a la actividad inmobiliaria. Y,
por decreto ley No. 112 publicado en gaceta oficial No. 21896
de fecha 31-12-1945 donde se establece que los contribuyen­
tes cuya renta ascienda a más de Bs. 800.000,00 pagarán so­
bre dichas ganancias del presente año los porcentajes que
indica la Ley.

4. Año de 1946, se producen tres modificaciones, la primera


por decreto ley No. 206 publicado en gaceta oficial No.
21.950 de fecha 5-03-1946, donde se señalan normas para la
ejecución del decreto 112 del 31-12-1945 y se establece la exen­
ción a los socios de las sociedades de personas del impuesto
adicional. En el decreto ley No. 425 publicado en gaceta
oficial No. 22145 de fecha 26-10-1946, se decreta la exen­
ción del impuesto a la flota Grancolombiana. Se reforma la
Ley del ISR, publicada en gaceta oficial No. 22.200 de fe­
cha 31-12-1946 y gaceta oficial extraordinaria No. 187, de
fecha 31-12-1946. Se producen modificaciones en las alícuotas
para profesionales no comerciante y personas no residentes
sin exenciones, se modifica las alícuotas de los sueldos y otras
remuneraciones, una exención sobre los 1200,00 bolívares y
se modifican las tarifas que gravan al impuesto complemen­
tario progresivo y se establecen rebajas por inversiones.

5. Año de 1948, se sanciona la Ley de ISR por el Congreso de


la República, que es en realidad una reforma de la ley de
ISR de 1942, que se publica en gaceta oficial No. 216 (E),

45
60 A nos de I m p o s ic ió n a la R en ta en V e n e /l e i a

en fecha 12-11-1948, (22.768), donde se mantiene la misma


estructura cedular del impuesto, el impuesto complementa­
rio y se establece un impuesto adicional para los beneficios
mineros y de hidrocarburos del 50%; y, se crea la unidad
económica de contribuyentes controlados, entre otras modi­
ficaciones. Igualmente, se dicta un nuevo reglamento de la
Ley del ISR, que se publica en la gaceta oficial No. 216 de
fecha 12-11-1948 (22.768).

6. Este Reglamento se vuelve a dictar en el año de 1949, por


decreto 105, que se publica en gaceta oficial No.230 (E) de
fecha 26-04-1949.

7. En el año de 1955, se produce otra reforma de la ley, que se


publica en gaceta oficial 24.816 de fecha 08-08-1955, donde
se establecen aumentos de los desgrávamenes, variación de
las alícuotas a la ganancia fortuitas y la creación de una cé­
dula para las actividades mineras y petroleras. Se titula el
capitulo V de la ley el impuesto sobre los beneficios mineros,
de hidrocarburos y de actividades conexas por primera vez;
Y, se crean los Tribunales de Apelaciones.

8. En el año de 1956, por decreto 312, publicado en gaceta ofi­


cial No. 479 (E) de fecha 3-2-56, se dicta un nuevo reglamen­
to del ISR.

9. Año de 1958. Se dicta decreto ley No. 315, publicado en ga­


ceta oficial No. 25.704 de fecha 10-07-1958, donde se refor­
ma parcialmente, el artículo 2 de la Ley mediante la edición
de un nuevo numeral con el No. 7, que se refiere a la exen­
ción de los cánones de arrendamiento de las nuevas cons­
trucciones urbanas suburbanas y rurales. Por reforma de la
ley, publicada en gaceta oficial No. 567 (E), de fecha 10-07-
1958 (25.704), se modifican los desgrávamenes, la exención
de base para las personas jurídicas, separación de la renta
minera y petrolera y modificaciones en el régimen de rebajas
por inversiones. En el mismo año de 1958, por decreto ley
No. 476, publicado en gaceta oficial No. 577 (E), de fecha 19-

46
A belard o V a s o l i ,/ - O sc a r L ea l

12-1958, (25.842), se dicta una Reforma de la Ley del ISR, se


producen modificaciones en alícuotas o tarifas del impuesto
complementario progresivo, prácticamente duplicándose. SE
otorgan aumento de rebajas para personas naturales, y, se
establecen rebajas por inversiones para el impuesto comple­
mentario, entre otros cambios.

10. Año de 1961. Se produce una reforma de la ley, publicada


en gaceta oficial No. 26.483 de fecha 17-02-1961, y, gaceta
oficial No. 669 (E) de fecha 17-2-1961, donde se establecen
normas de control fiscal para las retenciones, se incrementan
las rebajas por inversiones e incentivos fiscales como
exoneraciones, se crean nuevos deducibles para primas de
seguro, comisiones, regalías, otras que no se admiten como
los intereses de capitales, se modifican alícuotas y tarifas pro­
porcionales y se incrementa las alícuotas a las ganancias for­
tuitas, se establecen nuevas exenciones, modificaciones de la
retención en la fuente, la presentación dentro del primer tri­
mestre de cada año declaración estimada para los impuestos
sobre beneficios mineros, hidrocarburos y actividades conexas,
entre otras modificaciones.

Por decreto ley No. 580, publicado en gaceta oficial No.


26.592 de fecha 1-07-1961, se modifica la Ley del ISR, la
cual sufre cambios que fueron todas publicadas en gaceta
oficial del mismo mes de este año, donde se modifican las
alícuotas de los impuestos cedulares relacionados con todos
los impuestos, salvo el de minas e hidrocarburo, el de sueldos
y salarios y el de ganancias fortuitas. Para este año, también
se dicta el decreto No. 593 publicado en gaceta oficial No.
26.603 de fecha 15-07-61, donde se establecen normas sobre
declaración estimada de los impuestos sobre las rentas de
industria y comercio. Se dictan en fecha 16 -08-61, en el de­
creto 613, publicado en gaceta oficial No. 26629, normas re­
glamentarias sobre retenciones; y, en el decreto 640 publica­
do en gaceta oficial No. 26.689 de fecha 27.10-61, se modifican
normas sobre control fiscal.

47
60 A ñ o s de I m p o s ic ió n a la R e m a en V en ezu ela

11. Año de 1962, por decreto No. 723 publicado en gaceta ofi­
cial No. 26.816 de fecha 2-04-1962, se modifica el artículo
6 del decreto 580 de fecha 30-06-1961, se refiere al límite a
la exención de sueldos y salarios. En este año se reforma par­
cialmente el reglamento de la Ley del ISR, el cual es modifi­
cado por decreto 1.012 publicado en fecha 28-02-1963.

12. Año de 1966/1967, se dicta decreto No. 510 publicado en


gaceta oficial No. 27.982 de fecha 10-03-1966, por el cual
gozarán de exención del impuesto por un término de 10 años
los proyectos de construcción de viviendas para ser arrenda­
das a precios razonables.
Se sanciona una nueva Ley del Impuesto sobre la Renta,
que es publicada en gaceta oficial No. 1.069 de fecha 23-
12-1966, (28.218), donde se establece un nuevo sistema de
determinación, que será conocido en el derecho tributario
en el ámbito del ISR como el SISTEMA GLOBAL PRO­
GRESIVO, donde se crean tres tipos de impuestos a las
personas jurídicas y comunidades, a la actividad minera y
petrolera y la de las personas naturales. Esta ley comenzará
a regir a partir del 1 de enero de 1967.
Análisis del sistema cedular mixto y el impuesto complemen­
tario progresivo, modificaciones años 1942/43 al año de 1966.
Las siguientes son los cambios más significativos que se han
producido en el Impuesto sobre la Renta desde su creación,
los cuales se materializaron en nueve (9) reformas a la ley
original:
1. En la ley de creación se estableció para las personas y co­
munidades un impuesto sobre la renta de sistema cedular
o de categorías impositivas, sobre la base de diversas acti­
vidades económicas y, un impuesto como sistema com­
plementario progresivo sobre la renta global de las mis­
mas personas.
2. En principio se estableció un impuesto proporcional en
forma cedular sobre siete (7) categorías: renta inmobilia­
ria, rentas de créditos y capital mobiliario; rentas de in-

48
A bfi ardo V á sq lez - O sc a r L ea :

dustria, comercio y mineras, rentas agropecuarias; ren­


tas de profesiones liberales, literarias, artísticos y depor­
tivas; impuesto por sueldos, salarios y otras remunera­
ciones, para residentes y no residentes; rentas por
valoración y ganancias fortuitas. En cuanto, al impuesto
complementario progresivo se estableció una tarifa pro­
gresiva sobre 21 niveles de rentas progresivas.
3. En el año 1944, se subdividió las rentas de valoración y la
de ganancias fortuitas; y, se subió a 9000,00 bolívares la
base de cálculo del impuesto complementario.
4. En 1945, se adiciona al impuesto complementario progre­
sivo, un porcentaje sobre sus rentas a partir de Bs.
800.000,00 que va desde el 6% y a partir de este monto
hasta el 20%.
5. En 1946, se sustituye las rentas de profesiones liberales
por rentas de profesiones no comerciales y, se separa los
residentes de los no residentes. Y, se amplio el impuesto
progresivo, desde una nueva base de calculo de 10.000,00
bolívares hasta 28 millones de bolívares en adelante,
variándose todas las alícuotas o tarifa progresiva.
6. En 1948, se le adiciona a la renta de hidrocarburos un
impuesto adicional del 50%, después de su primer cálcu­
lo. Se agrega al impuesto complementario una nueva es­
cala por rentas de 10 millones de bolívares y se le aplica
una tarifa de 17,5 %.
7. En 1955, se separan las rentas de industria y comercio y se
crea las rentas de minas e hidrocarburos con la misma
tarifa de 2 y medio; se modifica la renta de sueldos y sala­
rios en la tarifa de los no residentes en 4 % y, la de las
ganancias fortuitas a 10 %. No se produce cambios en el
impuesto complementario.
8. En 1958, se producen dos modificaciones: A) se eleva a 7
% la tarifa de las rentas de las profesiones no comerciales
y, se deja igual el impuesto complementario; y, B) Se eleva
nuevamente la tarifa de las rentas de los profesionales no

49
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V i ni /u ia

comerciales a 12%, las rentas de sueldos a 6 % y las rentas


de ganancias fortuitas a 20 %. Con relación al impuesto
complementario se produce un significativo cambio, ya
que se vuelve al nivel base de 8000,0 bolívares para el cal­
culo del impuesto pero se aumenta la tarifa desde el 2 %
en esta base hasta el 45 % para las rentas de 28 millones
de bolívares en adelante.
9. En 1961, se producen dos modificaciones: A) Se modifica
el impuesto complementario progresivo sobre la renta glo­
bal, partiendo de una base de cálculo de 0,01 a 100.000,00
bolívares hasta 28 millones en adelante, pero dividido en
ocho escala, con una tarifa que varía desde un 10 % hasta
la última de un 45 %. Se aumenta la tarifa de las rentas
por ganancias fortuitas hasta un 30 %. B) En este año,
igualmente se modifican las tarifas de las rentas cedulares,
incrementándose significativamente: rentas inmobiliarias
un 5%, rentas de capital mobiliario un 6%, rentas de in­
dustria y comercio 5%, rentas de minas e hidrocarburos
igual, rentas agropecuarias un 4%, rentas profesiones no
comerciales residentes 4% y no residentes un 15%, rentas
sobre sueldos residentes 3% y no residente 10% y rentas
de valoración 30%.
10. En 1966, se sanciona una nueva ley que entra en vigencia
a partir de 1967, donde desaparece el sistema cedular mixto
o complementario y se crea el sistema global progresivo,
que es objeto de otro trabajo en su parte segunda.

CONCLUSIONES SOBRE EL SISTEM A CEDULAR MIX­


TO CON IM PUESTO COMPLEMENTARIO:

1 Con la creación de este impuesto le abre al estado venezo­


lano, la oportunidad de ponerse en un instrumento jurídi­
co fiscal, para obtener recursos y así financiar
expeditamente su gasto público y poder participar en la
renta petrolera y de las actividades económicas de las per­
sonas v comunidades.

30
A bela rd o V á sq le/ - O s c a r L ea l

2 Su creación en principió fue sobre categorías económicas


o de actividades económicas productoras de renta que ob­
tenían las personas y comunidades. Además se estableció
un impuesto adicional sobre la renta global sobre las mis­
mas personas.

3 Todas las modificaciones, que se realizaron en siete (7) años


diferentes, pero que fueron nueve (9) en total, ya que en
1958 y 1961 se modificó en dos oportunidades en cada
año, esencialmente tuvieron dentro del concepto clásico
de la política fiscal, es decir buscar recursos financieros
para financiar el gasto publico; no obstante se produjeron
modificaciones importantes en las exenciones, exoneracio­
nes y rebajas por inversión a los efectos de diversificar la
economía e incentivar la construcción, sobre todo la de
vivienda, esto dentro del contexto de utilizar el impuesto
como instrumento de política extrafiscal.

VII. SEGUNDA ETAPA: ANALISIS DEL SISTEMA GLO­


BAL PROGRESIVO: AÑOS 1966/1967 HASTA 1978. MO­
DIFICACIONES FUNDAMENTALES.

En la exposición de motivos del proyecto de ley del ISR de


1966, se expone como razones fundamentales de los cambios,
entre otros, los siguientes: a) que responda a los nuevos requeri­
mientos de desarrollo económico y social corrigiéndose muchos
defectos del sistema cedular anterior que se basaba en la deter­
minación del impuesto por el origen de la renta más un impues­
to complementario sobre la renta global; b) perseguir la distri­
bución adecuada de la carga tributaria, flexibilidad y elasticidad
ingreso, reducción de la evasión y amplificar los procedimien­
tos administrativos y judiciales.

En esta reforma de 1966, lo fundamental es que efectúa un


cambio estructural en el sistema de determinación del impues­
to. Se modifica el sistema de determinación del impuesto sobre
la renta, dejando atrás el sistema cedular mixto con impuesto

51
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

progresivo complementario y creando un nuevo sistema, que se


conoce en la legislación y en la doctrina tributaria como: SISTE­
MA GLOBAL PROGRESIVO.

1. AÑO DE 1966. LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA.


GACETA OFICIAL No. 1.068 (E) de Fecha 23-12-1966 (28218).
EL SISTEMA GLOBAL PROGRESIVO.

Se resumen en las siguientes consideraciones los cambios efec­


tuados:

(A) Sobre los lincamientos generales. El sistema cedular en su


forma pura o mixta, había venido siendo abandonado por
casi todos los países del mundo en la aplicación de sus sis­
temas tributarios. El proyecto acoge, el sistema global pro­
gresivo y donde ya no se grava el origen de la renta, lo que
se grava ahora es a las personas jurídicas y comunidades, a
las personas naturales y, conforme a nuestra realidad eco­
nómica, se acoge gravar especialmente a las actividades
mineras e hidrocarburos y conexas, la cual es incorporada
dentro del sistema por la especial condición de que se trata
de la explotación de recursos naturales no renovables y por
la importancia dentro de la actividad económica venezola­
na. Es así como se crea el Impuesto sobre los enriquecimientos
de las personas jurídicas y comunidades, que incluye el
impuesto a personas naturales que realicen actividades
empresariales; El impuesto sobre los enriquecimientos de
las empresas mineras o de hidrocarburos; y, el impuesto
sobre los enriquecimientos de las personas naturales.

(B) En el caso de las personas naturales, se gravan con la apli­


cación de dos tarifas, cuando es el caso propio de las perso­
nas naturales en cuanto a sus remuneraciones, dividendos
y proventos y, la otra cuando tienen la condición de rentas
empresariales.

(C) Sobre el sistema de exenciones de base y de desgrávamenes


familiares se sustituye por un sistema de rebajas directas a
las personas naturales, que se realizan de acuerdo con la

52
A bela rd o V á sq lez - O sca r L ea l

progresividad de la tarifa del impuesto. En este sentido, la


ley explícitamente establece los desgrávamenes y rebajas
por razones de actividades e inversiones y de los
desgrávamenes y de rebajas de impuesto a las personas
naturales. Mantiene la nueva Ley del ISR, el impuesto so­
bre ganancias fortuitas.

(D) Se aumentaron los estímulos para la inversión industrial,


energía eléctrica, agricultura, cría, pesca y transporte y, de
nuevos desarrollo de interés para el país. Es por eso que la
consolidación del impuesto cedular en una tarifa progresi­
va aumenta el incentivo a la inversión, Se aumentan las
rebajas para las actividades agrícolas, pecuarias y de pesca
en un 5%; y, para la actividad minera y de hidrocarburos y
las conexas se incrementan las rebajas a un 8% por nuevas
inversiones, que llega al 12 % para las actividades de explo­
ración y de recuperación secundaria de hidrocarburos.

(E) Se estableció la regla de la consolidación de empresas para


evitar escapar a la diversificación de empresas con el objeto
de eludir la progresividad del impuesto y considerarlos
como un sólo contribuyente.

(F) Se establecen tres tipos de declaraciones: Las definitivas,


las estimadas y la declaración de empresas consolidadas.

(G) Se amplía el sistema de pago anticipado, con la retención


en la fuente la declaración estimada y la inutilización de
timbre fiscales.

(H) Se mejoran los controles fiscales y de fiscalización.

(I) Se crea el Recurso de Reconsideración Administrativa y se


mejora el procedimiento en la vía jurisdiccional, a través
del Recurso contencioso Fiscal, pudiéndose interponer este
recurso ante el tribunal agotándose o no la vía administra­
tiva. Se establece la competencia de los Tribunales de Im­
puesto sobre la Renta y de la Corte por la cuantía.

53
60 Asios d e Im p o s ic ió n a i..a R e n t a en V e n e z u e l a

En cuanto a las tarifas de las personas y del procedimiento


de determinación del impuesto sobre la renta en esta ley de 1966
se establece:

1. La tarifa "A ", para las personas jurídicas y comunidades.


Estas tarifas oscilan entre un 15 % y un 50 % en forma pro­
gresiva. Con ocho tramos de rentas.

2. Se establece la tarifa "B", para las actividades mineras y de


hidrocarburos y actividades conexas. Igualmente, se deja el
impuesto adicional del 50 % para las rentas excedentarias
del ISR después de aplicarse el impuesto global progresivo
para este tipo de enriquecimientos. Las tarifas progresivas
oscilan entre un 20 % y un 52 %. Con ocho tramos de rentas.

3. Se establece la tarifa "C", para las personas naturales, redu­


ciéndose el numero de tramos para mejor operatividad del
impuesto y como se dijo anteriormente se establecen dos tari­
fas, una de ellas para las rentas empresariales de las perso­
nas naturales (tarifa "A"). Las tarifas de las personas natu­
rales "C ", oscilan entre un 4,50 % y un 45 % en forma
progresiva. Con 15 tramos en la escala de renta. Cuando se
trate de la aplicación de diversas tarifas para los distintos
enriquecimientos obtenidos por las personas, se aplicarán
reglas especiales de tarifas combinándose las anteriormente
indicadas.

4. En cuanto al procedimiento de determinación del enriqueci­


miento neto gravable, acoge el mecanismo de la ley deroga­
da, pero ordena correlativamente los elementos que lo inte­
gran: ingreso global bruto, elementos de costos, los gastos
deducibles. En estos particulares se producen modificacio­
nes que tienden determinar con mayor transparencia el enri­
quecimiento, entre otros, los traslados, la compensación por
pérdidas del ejercicio anual y de años anteriores, gastos de
traslado de nuevos empleados, retención sobre remuneracio­
nes para gozar de la deducción, autorización para deducir
A bela rd o V á sq u ez - O sc a r L eal

de pérdida de la enajenación y sobre los sistemas de capitali­


zación. En cuanto a esta determinación, cada título del im­
puesto por personas, establece la determinación de su enri­
quecimiento.

2. AÑO DE 1970. LEY DE REFORMA PARCIAL DE LA LEY


DE IMPUESTO SOBRE LA RENTA. GACETA OFICIAL No.
1.448 (E) de Fecha 18-12-1970.

2.1 Se establece un impuesto complementario del 60 %, sobre


la diferencia de los valores de exportación fijados por el eje­
cutivo, cuando el monto resultante de la aplicación de los
valores fijados por el ejecutivo excede a los ingresos por
ventas de exportación declarados por el contribuyente.
2.2 Se establece una tarifa única del 60 % para todos los
enriquecimientos globales netos de las actividades mine­
ras, de hidrocarburos y conexas.
2.3 Se modifica la aplicación de tarifas combinadas o diversas
para los casos de enriquecimientos distintos, conforme a
la aplicación de uno o más tarifas de la ley del 66, en un
sólo gravamen, que va a ser la nueva tarifa del 60 %.
2.4 Se establece la determinación de oficio de las rentas, por
los fiscales, cuando el contribuyente no declare o no com­
pruebe satisfactoriamente su enriquecimiento.

3. AÑO DE 1974. TRES (3) MODIFICACIONES PRODUCI­


DAS:

I. DECRETO LEY No. 249. REFORMA DE LA LEY DEL I.S.R.


LEY DEL I.S.R. GACETA OFICIAL No. 1.677 (E). de Fecha
27-08-74.

1.1 Exención base de 24.000,00 Bs. Para personas naturales.

1.2 Desgravám en para las personas naturales para


enriquecimientos no mayores de Bs. 80.000,00 ( S.S.O.;

55
60 A ñ o s dh I m p o s ic ió n a la R i m a p\ Vi m / l i .i a

servidos médicos, odontológicos y hospitalización; Inte­


reses sobre viviendas, institutos docentes, primas de se­
guro, primas de vehículos), con goce del 50 % del
desgravámen si está entre rentas de 80 mil y cien mil
bolívares.

1.3 Las personas naturales cuya renta no exceda de 120 mil


bolívares tendrán rebaja de 324 bolívares anuales. Y, tam­
bién gozarán de este beneficio por personas a su cargo.

1.4 Rebajas por anticipos o por retenciones en la fuente, de


los impuestos en los periodos subsiguientes, cuando ex­
ceda de la declaración de impuestos, es decir que haya
pagado más de lo causado.

1.5 Declaración bajo juramento de las personas naturales


por sus rentas entre 24 mil y 72 mil bolívares, con excep­
ción de aquellos que hayan pagado todo sus impuestos
a los agentes de retención o que no sean sus rentas ma­
yores de 48 mil bolívares. Los cónyuges no separados
deberán declarar conjuntamente. Las personas natura­
les no residentes deberán declarar cualquiera sea su ren­
ta personal. Presentación de certificados de solvencia.

II. DECRETO No. 330. REFORMA PARCIAL DEL ISR. LEY


DEL I.S.R. GACETA OFICIAL No. 1.681 (E). De Fecha 2-
09-1974.

2.1 Se establecen exenciones para las entidades de carácter


públicos, Institutos autónomos, Banco Central de Vene­
zuela; las remuneraciones de los funcionarios diplomá­
ticos de gobiernos extranjeros y los agentes consulares y
que exista reciprocidad; las Instituciones Benéficas y de
asistencia social; las indemnizaciones de trabajadores
conform e a la ley o contrato colectivos; las
indemnizaciones de seguros; pensiones por concepto de
retiro, jubilación e invalidez; las donaciones, herencias y
legados;

56
A bei a r d o V A sq u e/ - O sca r L ea l

2.2 Exoneraciones diversas de acuerdo con medidas de po­


lítica fiscal y de situaciones de coyuntura, sectorial y re­
gional de la economía: intereses de capital destinados al
financiamiento de inversiones industriales, agrícolas,
pecuarias, forestales, de pesca, construcción de vivien­
das, edificios educacionales, hoteles, centro de turismo;
los intereses de títulos valores y de otras obligaciones emi­
tidos por gobiernos extranjeros u organismos financie­
ros internacionales; los intereses por depósitos a plazos
menores de 90 días; los enriquecimientos provenientes
de actividades agrícolas, pecuarias, pesca y de explota­
ción racional de bosques y selvas; los enriquecimientos
provenientes de industrias que contribuyan al desarro­
llo nacional, que se establezcan determinadas regiones y
que eviten la contaminación ambiental; las rentas de em­
presas que se establezcan en el país con nuevos produc­
tos; las rentas por enajenación o arrendamientos de nue­
vos inmuebles destinados a fines educacionales, turísticos;
los intereses por ahorros; las rentas por certificados o bo­
nos de exportación; las rentas de los institutos de ahorro,
de previsión social, y cooperativas; las de las instituciones
religiosas, deportivas, artísticas, científicas, asociaciones
profesionales, gremiales que no persigan fines de lucro, lo
de las instituciones educacionales; las rentas de nuevas
enajenaciones por construcciones urbanas y rurales y de
sus arrendamientos; los de rentas extranjeras por trans­
porte internacional de cargas y pasajeros si existe recipro­
cidad en el país de origen de tales empresas; las rentas de
transporte y de cargas nacionales; las rentas de SAICA,
sus intereses y dividendos y por la enajenación de dichos
títulos; los dividendos o participaciones de las empresas
que se dediquen a realizar inversiones en empresas exen­
tas o exoneradas del impuesto; hasta el 50 % de los tene­
dores de títulos de capitalización provenientes de premios;
los honorarios, sueldos y demás remuneraciones pagados
a técnicos que presten asistencia técnica enviados del ex­
terior. Todas estas exenciones o exoneraciones podrán ser
otorgadas parcial o totalmente.

57
60 A ños de I m p o s i c i ó n a l a R e v í a e\ V i \ l / i ¡ ; a

2.3 Conceder una rebaja o desgravámen aumentado hasta


un 50 %, por disposición del ejecutivo.

2.4 Rebajas por nuevas inversiones de un 15 %, en la elabora­


ción de productos industriales, energía eléctrica, agricul­
tura y pesca, cría, transporte. Rebaja adicional del 5 %,
para las actividades de agricultura pesca y pecuarias.

2.5 Rebajas de hasta un 20 %, por nuevas inversiones en


nuevas empresas agrícolas, pecuarias o de pesca y que
sean efectivamente pagadas.

2.6 Desgravámen de hasta 60 mil bolívares si la renta no


excede de 120 mil bolívares por las rentas agrícolas, pe­
cuarias o de pesca para las personas o comunidades.

2.7 Si paga en exceso anticipos o pagos a cuenta derivados


de la declaraciones estimada y el impuesto causado es
menor, se le rebajará del impuesto en la declaración de­
finitiva.

III DECRETO No. 440. REFORMA DE LA LISR. LEY DEL


I.S.R. GACETA OFICIAL No. 1.693.(E) de fecha 7-10-
1974. SE REIMPRIME POR ERROR DE COPIA EN GA­
CETA OFICIAL No. 1.702 de fecha 31-10-1974.

Se establece una nueva tarifa proporcional por los


enriquecimientos globales netos de la explotación de hidro­
carburos y actividades conexas en un 63 y 1/2 %. Igual­
mente se aplicará la misma tarifa si la renta es obtenida por
personas naturales que realicen tal actividad. Los demás
enriquecimientos de este titulo continuaran con una tarifa
del 60 % a las de Minas.

4. AÑO 1975. DECRETO 172. REFORMA PARCIAL DE LA


LEY DEL I.S.R. LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA.
GACETA OFICIAL No. 1.720 (E). De fecha 25-01-1975.
1. Se establece una nueva tarifa del ISR para las Rentas de Hi­
drocarburos y Actividades conexas de un 72 %. Igual si tales

58
A bela rd o V a s o l e / - O sc a r L e a l

rentas son obtenidas para las personas naturales. Se mantie­


ne la tarifa de 60 % para lar rentas de minas.

2. Los desgrávamenes autorizados deben corresponder a pa­


gos efectuados dentro del mismo, año gravable.

3. Rebaja del impuesto a los concesionarios de hidrocarburos


por desembolsos hechos en 1975 y que será equivalente al
monto del desembolso realizado.

5. AÑO DE 1976. LEY DE REFORMA PARCIAL DE LA LEY


DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA. GACETA OFICIAL No.
1.895 (E) de fecha 20-08-1976.

1. Se modifica la tarifa por los enriquecimientos provenientes


de explotación de hidrocarburos y de actividades conexas en
un 67,70 %. Las demás sigue igual en un 60 % (Minas).

2. Los enriquecimientos por explotación de hidrocarburos y


actividades conexas para 1976, se gravarán con una tarifa
de 65,5 %.

3. Las rentas de hidrocarburos y actividades conexas de las ex


concesionarias que tenían convenios de operación y de parti­
cipaciones, se gravarán con una tarifa de 72 %. Y, además
no podrán compensar pérdidas.
No se producen modificaciones del Impuesto sobre la Renta,
sino hasta el año de 1978, donde se establece un nuevo siste­
ma de determinación del tributo y es el que se mantiene has­
ta la fecha de este trabajo (año 2002).

CONCLUSIONES SOBRE ESTA ETAPA: DEL SISTEMA


GLOBAL PROGRESIVO:

La más significativa de las modificaciones, fue el establecer


para este periodo un sistema global progresivo, donde no se gra­
vaba por el origen de la renta y con un impuesto complementa­
rio, sino que se gravaba la renta por personas, incluyendo las
personas jurídicas y comunidades, las personas naturales y las

59
60 A ños d f I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

actividades de minas e hidrocarburos. La segunda importante


modificación, se refiere a los permanentes cambios de benefi­
cios fiscales (exenciones, exoneraciones, desgrávamenes, reba­
jas por inversión, etc.), constituidos por razones económicas,
sociales, políticas y fiscales y, que tenían por objeto incentivar el
desarrollo económico y de justicia social. La tercera modifica­
ción fundamental, es la continua variación de la tarifa de rentas
por explotación de hidrocarburos y de actividades conexas, las
cuales en nuestro concepto solo tenían un fin fiscalista.

V III. TERCERA ETAPA: A N ÁLISIS DEL SISTEM A GLO­


BAL PURO. QUE COM PRENDE D ESD E 1978 HASTA EL
2001. M O DIFICA CIO N ES FUNDAMENTALES.

AÑO DE 1978. LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA. GA­


CETA OFICIAL No. 2.277 DE FECHA 23-06-1978.

La Ley del ISR, de 1978, contiene un nuevo sistema de deter­


minación tributaria del impuesto que se conoce como SISTE­
MA GLOBAL PURO, que grava los enriquecimientos de las
personas naturales con una tarifa progresiva, a las personas ju­
rídicas con tarifa progresiva y a las actividades de hidrocarbu­
ros, conexas y de minería con una tarifa proporcional. Se carac­
teriza este sistema porque no distingue las rentas según su origen
ni la actividad que la genera, salvo las de hidrocarburos y mi­
nas. Se establece sobre la suma total de la renta neta global, la
cual debe ser anual, neta y disponible, y a la cual se le aplicará
una tarifa progresiva dependiendo de la persona que la produ­
ce. La clasificación de las tarifas se da por números, la No 1
para las personas naturales; la No. 2 para las persona jurídicas
y, la No. 3 para las actividades de hidrocarburos, conexas y de
minería. Y, se establecen tarifas proporcionales para determi­
nadas actividades.

En la Ley de 1978, las más importantes modificaciones, ade­


más de las señaladas en la parte introductoria de este punto se
encuentran las siguientes:

60
A bela rd o V A s q l 'e z - O sc a r L ea l

1. Se establece un capítulo referidos a los contribuyentes y de


las personas sometidas a la ley, donde se definen quiénes son
los diversos sujetos sometidos a la ley. También se definen los
asimilados a las personas naturales y jurídicas. Se establece
el concepto consorcio.

2. Se establecen exenciones a personas de derecho público, de­


terminadas indemnizaciones, pensiones y donaciones, lega­
dos y herencias. Se otorgarán exoneraciones según razones
de política fiscal o económicas del ejecutivo nacional.

3. Se estructura un nuevo sistema de determinación que se agru­


pa bajo un titulo para todas las rentas obtenidas por las per­
sonas. Se denomina determinación del enriquecimiento neto
y se incorpora un capítulo para los ingresos brutos incluyen­
do dividendos, un capitulo para los costos y de la renta bru­
ta, otro capitulo para las deducciones y el enriquecimiento
neto. Se establece un capitulo para las rentas presuntas.

4. Se modifica el título referido a la aplicación de tarifas, esta­


bleciéndose una tarifa No 1 para las personas naturales; una
tarifa No. 2 para las personas jurídicas y una tarifa No. 3
como tarifa proporcional para lar rentas de hidrocarburos y
minas.

5. La tarifa para las personas naturales, son de tarifas progresi­


vas comprendidas en 15 tramos que oscilaba de un 4,50 %
hasta un 45 %.

6. Las tarifas progresivas para las personas jurídicas se estable­


cía en 5 tramos, con tarifas de un 18 % hasta un 50 %. Igual­
mente se establecieron tarifas para diferentes rentas para las
S.R.L. Se fijo tarifa proporcional ( 15%) para las rentas por
prestamos y créditos concedidos por institutos del exterior;
una tarifa proporcional del 10 % para las rentas de las em­
presas de seguros; los dividendos de las empresas no domici­
liadas se gravarán con una tarifa proporcional del 20 %; el
50 % para las empresas que tienen como negocio la adquisi­
ción de acciones y títulos valores.

61
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

7. La tarifa proporcional del 60 % para las actividades mine­


ras y, del 67,7 % para las rentas de hidrocarburos y conexas.
Además pagarán un 20 % sobre sus dividendos. Sí los in­
gresos brutos de la explotación minera no exceden de 10
millones se gravarán con la tarifa 2.

8. Autorización del traslado de las pérdidas netas de explota­


ción no compensados hasta los tres años subsiguientes al
ejercicio que se sufran.

9. Se define un título sobre las rebajas y desgrávamenes, que


incluye un capítulo de rebajas por actividades y por inver­
siones; un capítulo por desgrávamenes y rebajas de impues­
to para las personas naturales.

10. Se mantiene el impuesto sobre las ganancias fortuitas.

11. Se unifica en un título la determinación y la liquidación y


recaudación del impuesto. Se define el capítulo 1 para la
declaración definitiva, el No. 2 para la declaración y el ca­
pítulo 3 para la liquidación y la recaudación del impuesto
estimada.

12. Se mantienen los títulos de la fiscalización y el control fis­


cal; el de las contravenciones; el de los recursos y de la pres­
cripción.

13. Desaparece el impuesto adicional para las rentas de hidro­


carburos y las actividades conexas.

Como se observa, en el año de 1978 la Ley del ISR, se intro­


duce un cambio fundamental en el sistema global progresivo
transformándose el sistema de determinación del impuesto en
un sistema global puro, con tarifas progresivas para las perso­
nas naturales y jurídicas y tarifas proporcionales para las acti­
vidades mineras, de hidrocarburos y conexas. Además se com­
binan tarifas proporcionales para las personas ju rídicas
dependiendo del tipo de actividad. Desaparece el impuesto adi­
cional para las actividades de hidrocarburos y conexas. Un cam­
bio de singular importancia tiene que ver en la estructura que

62
A bela rd o V á sq lez - O sca r L ea l

trae la Ley del ISR, ya que su contenido es más vertebrado en


cuanto al tipo impositivo, tiene mejor sistematicidad y mayor
organicidad. Esta estructura es la que se mantiene aún vigente,
por supuesto con importantes cambios como se observará más
adelante.

AÑO DE 1981. REFORMA A LA LEY DEL I.S.R.. LEY DEL


IMPUESTO SOBRE LA RENTA. GACETA OFICIAL (E) No.
2.894 DE FECHA 23-12-1981.

Las modificaciones más importantes en el año de 1981, fue­


ron las siguientes:

1. Se estableció un límite al valor de la exportación promedio por


barril de crudo y derivados, podrá exceder en más de un 20 %
al ingreso promedio por barril que resulte de los ingresos por
ventas de exportación declarados por el contribuyente.

2. No se aplicará la tarifa 3 para las personas naturales residen­


tes en el país cuando su renta no exceda 48 mil bolívares. Las
personas naturales no residentes se le aplicará la tarifa cual­
quiera sea el monto de su renta.

3. Las personas naturales y herencias yacentes que obtengan


rentas superiores a 48 mil bolívares o ingresos brutos supe­
riores a 72 mil bolívares, deberán declararlos bajo juramen­
to. Las compañías anónimas y sus asimiladas deberán decla­
rar cualquiera sea su renta o pérdida fiscal.

4. La obligación de los pagadores de sueldos y demás remune­


raciones de enviar a la Dirección General de Rentas, una re­
lación de todos los sueldos y salarios que hayan pagados.

5. Se establecen los intereses moratorios del 12 % para los pa­


gos morosos adicional a la tasa de redescuento que el BCV
cobra a los bancos e instituciones financieras por sus présta­
mos. No podrán exceder del 18 % los intereses moratorios.

63
60 A ñ o s d i . I m p o s ic ió n a l a R ln t a en V i v /l h a

AÑO 1986. REFORMA A LA LEY DEL IMPUESTO SOBRE


LA RENTA. LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA. GA­
CETA OFICIAL (E) No. 3.888 DE FECHA 3-10-1986.

MODIFICACIONES:
1. Se establece el impuesto para las rentas de fuente extranjera
2. Se grava las rentas personales por remuneraciones u hono­
rarios o pagos análogos por actividades que se realicen en el
exterior, vinculadas a la importación de bienes y servicios y
los que se obtengan por servicios tecnológicos y de asistencia
técnica utilizados en el país.
3. Se modifican las exoneraciones, eliminándose la que corres­
ponden a transporte de pasajeros y cargas nacionales, de las
empresas de reaseguros, la eliminación del 50 % de los tene­
dores de renta por títulos de capitalización, la de los dividen­
dos por revalorización de bienes tangibles o intangibles; se
incorpora la exoneración de minerales de interés nacional.
4. Se excluyen del impuesto al dividendo, los intereses prove­
nientes de préstamos de instituciones del exterior y, las ren­
tas de productores de películas, agencias de noticias interna­
cionales, de rentas de agencias de transporte internacional,
las de rentas por mercancías en consignación, por rentas de
profesiones no mercantiles desde el exterior, rentas netas por
transporte entre Venezuela del exterior y las rentas que del
exterior suministren asistencia tecnológica.
5. Se modifica la determinación de la renta bruta, el enriqueci­
miento neto en cuanto a deducciones y liberalidades, entre
estos los gastos de investigación y desarrollo efectivamente
pagados dentro del ejercicio gravable, así como no se permi­
tirán deducciones de determinadas liberalidades si el contri­
buyente ha sufrido pérdidas en el ejercicio inmediato ante­
rior en que efectúo la liberalidad
6. Incorporación de siete nuevos artículos en la ley referidos a
la asistencia técnica y servicios tecnológicos. Se establece la
presunción de que un 30 % de los ingresos brutos se conside­

64
A bela rd o V á sq u ez - O sca r L ea l

rará como renta neta proveniente de la asistencia técnica y


50 % por los servicios tecnológicos que se suministren desde
el exterior, asunto este que se incorpora en esta ley. Se define
lo que se entiende por asistencia técnica y servicios tecnológi­
cos. Cuando no se discriminen en los contratos qué clase de
asistencia o servicio se trata se presumirá que un 25 % de los
ingresos es de asistencia técnica y un 75 % de servicios tecno­
lógicos. Si existe una combinación de honorarios que no se
conoce con exactitud si en parte son suministrados por Ve­
nezuela y en parte desde el exterior se considerara que el 60
% proviene del exterior. Igualmente, se producen diversos
cambios relativos a la prestación de estos servicios, incluyen­
do los referentes a regalías, de otros enriquecimientos que se
obtengan en el exterior por las personas como arrendamien­
tos, dividendos, fideicomiso, intereses por colocaciones y re­
galías por cesión uso o goce de bienes.

7. Se excluyen conceptos por ingresos por servicios docentes,


inversiones en activos fijos o bienes destinados a la venta y
reembolsos provenientes del exterior.

8. Se modifica la tarifa No. 2 de las personas jurídicas y asimila­


dos en tres tramos (00,01- 500.000,00; 500.001-5.000.000,00;
5.000.000,00- en adelante) con una tarifa que oscila entre un
15 % y un 50 %, con una intermedia de un 35 %.

9. Se establece norma sobre la compensación. Se establece una


tarifa para las rentas de minas y actividades conexas que, se
gravará con la tarifa 2 cuando los montos de la renta exceda
de 30 millones de bolívares.

10. Se modifica el concepto de consolidación de empresas, se­


gún los presupuestos que la propia ley señala.

11. Modificaciones en el otorgamiento de las rebajas por inver­


sión. Se establece condición para el otorgamiento de la com­
pensación, som etida a deducciones por otras deudas
tributarias con el fisco. Se m odifica el sistem a de
desgrávamenes de las personas naturales, así como las re­

65
60 A ñ o s de I m p o s ic ió n a ia R e n t a en V en ez u ela

bajas directas a las mismas personas que sólo procederán


sobre los residentes y domiciliados en el país. Se modifican
las reglas sobre las declaraciones de las personas naturales
y herencias yacentes. Igual cambio sufre las normas relati­
vas sobre la obligación de hacer retenciones del impuesto,
sea total o parcial.

12. Se eliminan artículos referidos a la liquidación del impues­


to, fiscalización y control fiscal.

13. Se modifican normas sobre el Certificado de Solvencia. So­


bre cambios de domicilio. Establecimiento de multa por re­
paros o pena. Se eliminan disposiciones referentes a las con­
travenciones. Nombramiento específico de funcionarios
liquidadores del impuesto sobre la renta que se incorpora
como nuevo artículo.

14. Se elimina del texto de la Ley anterior, todo el titulo IX (De


los Recursos).
15. Se elimina del texto de la Ley anterior, todo el titulo X (De
la Prescripción).

16. Se eliminan de la Ley anterior los artículos referidos a las


disposiciones transitorias y finales.

AÑO 1991. REFORMA DE LA LEY DEL IMPUESTO SOBRE


LA RENTA. LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA. GA­
CETA OFICIAL No. 4.300 DE FECHA 13-08-1991.

A partir del 23 de junio de 1978, la ley ha sufrido dos refor­


mas importantes, como fue la del 23 de diciembre de 1981 y la
segunda el 3 de octubre de 1986. De manera que la de 1991,
constituye la tercera reforma que tiene que ver con la adapta­
ción de la misma al proceso inflacionario que vive la nación y,
que a su vez, sirva en este supuesto, a que la inversión venga al
país. Esta reforma persigue la disminución de la carga impositiva,
la simplificación de su aplicación. Las siguientes son las más
importantes modificaciones:

66
A belard o V á sq u ez - O sca r L ea l

1. Se establece el Sistema de Ajuste por Inflación, con el objeto


de que el impuesto sólo grave ganancias reales y no ficticias
que sean distorsionadas por la inflación.
2. La tarifas de personas jurídicas se rebaja de un 50 % a un
30% la tarifa máxima aplicable a las personas jurídicas y se
establecen sólo dos (2) tramos de impuestos ( 20 % y 30 %).
3. La tarifas de personas naturales, se reduce de 15 tramos a 8
tramos, con impuesto que pasa de un 45 % a un 30 % para
estas personas, con tarifas que oscilan entre un 0 % para las
rentas hasta Bs. 300.000,00 y hasta el 30 %, para las rentas
que excedan la cantidad de Bs. 4.250.000,00.
4. Se disminuye de un 20 % a un 5 % la tarifa del impuesto para
las rentas de las instituciones financieras extranjeras no do­
miciliadas en el país. Se incorpora para ser gravado con una
tarifa proporcional de un 5 % los préstamos de las casa ma­
trices extranjeras a sus filiales en el país.
5. Se establece la exención total del impuesto ( antes se exone­
raban en un 80 %) sobre las rentas que provienen de los di­
versos instrumentos de captación de ahorros.
6. Rebaja del 60 % del impuesto a una tarifa máxima del 30 % las
rentas que provienen de la explotación del hierro, aluminio,
bauxita y demás minerales que son de interés su explotación.
7. Se disminuye el impuesto proporcional del 67,7 % a una tari­
fa del 30 % aplicable a las rentas obtenidas por nuevas em­
presas petroleras que suscriban convenios de asociación para
la explotación y refinación de crudos pesados y extrapesados
y para la explotación y procesamiento de gas natural.
8. Se disminuye la tarifa No. 2, aplicable a las personas jurídi­
cas no petroleras o conexas, de una tarifa máxima del 50 %
al 30 %.
9. Se establece una exención base para las personas naturales
de trescientos mil bolívares (Bs. 300.000,00). Se suprimen y
aumentan las cantidades deducibles y se incorporan nuevas
deducciones por lo pagados en medicina y reparación de su

67
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

propio vehículo. Las rebajas de impuesto se incrementan a


2.500.00 bolívares la rebaja personal y por carga de familia a
1.500.00 bolívares.

10. Se elimina la obligación de presentar la declaración D-203


así como pagar dicho impuesto o afianzarlo ( enajenación
de bienes inmuebles que no sea su vivienda principal).
11. Con relación a las personas jurídicas, se elimina la facultad
para otorgar por decretos las exoneraciones de ley. Se esta­
blecen las exenciones de impuesto para las rentas agríco­
las, pecuarias y de pesca, así como las rentas de las institu­
ciones religiosas, universitarias, artísticas, científicas,
tecnológicas, culturales, deportivas de las asociaciones pro­
fesionales y gremiales, de los fondos de pensiones, de reti­
ro, de ahorro y las sociedades cooperativas. A las institu­
ciones de previsión social.
12. Se elimina para las personas jurídicas, la obligación de pre­
sentar las declaraciones definitivas de rentas cuando no se
obtengan rentas gravables o el ejercicio produzca pérdidas
netas y el mínimo para presentar declaración se aumenta a
500 mil bolívares.
13. Se elimina el gravamen sobre los dividendos para las perso­
nas naturales y demás participaciones análogas. Es decir,
deja de aplicarse el impuesto sobre la renta sobre los divi­
dendos de acciones.
14. Se suprime el gravamen sobre las rentas extraterritoriales.
15. La consolidación de rentas o pérdidas es eliminada.
16. Se elimina el certificado de solvencia.
17. Se elim ina la facultad del ejecutivo para otorgar
exoneraciones, para igualar a las empresas nacionales o
extranjeras.
18. Se otorgan sin intervención del ejecutivo las rebajas por in­
versión.
19. Se produce un aumento de los desgrávamenes.

68
A bela rd o V á sq lez - O sca r L ea l

AÑO 1993. SE PRODUCEN DOS (2) MODIFICACIONES


EN EL IMPUESTO SOBRE LA RENTA:

1. LEY SOBRE LA ELIM INACIÓN GRADUAL DE LOS


VALORES FISCALES DE EXPORTACIÓN APLICABLES
A LAS EXPORTACIONES DE HIDROCARBUROS. RE­
FORMA A LA LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA.
GACETA OFICIAL No. 35.243 DE FECHA 30-06-1993.

1.1 Se deroga el artículo 32 de la Ley del Impuesto sobre la


renta, que establece los valores fiscales de exportación
de hidrocarburos.
1.2 Se le da la facultad al ejecutivo Nacional por esta ley
que, para 1993, 1994 y 1995, se fijen los valores fiscales
de exportación de hidrocarburos, que no excederán de
un 16 % en 1993, un 8 % para 1994 y un 4 % para 1995.

2. REFORMA DE LA LEY POR DECRETO LEY No. 311 PU­


BLICADO EN GACETA OFICIAL No. 4.628 DE FECHA
09-09-1993.

2.1 Aplicación de la tarifa No. 2 ( que se establecen para las


compañías anónimas y asimilados), para las empresas
que se dediquen bajo convenios de asociación celebra­
dos conforme a la ley respectiva, a la explotación,
refinación, emulsificación, transporte y comercialización
de petróleo crudo extrapesado, bitumenes naturales y
gas natural, costas afuera.
2.2 Se establece exención a las utilidades extraordinarias de
las empresas estatales que celebrados convenios de aso­
ciación sean reconocidos por sus asociados.

AÑO 1994. REFORMA DE LA LEY DEL IMPUESTO SOBRE


LA RENTA. DECRETO LEY No. 188 DE FECHA 25-05-1994.
GACETA OFICIAL (E) No. 4.727 DE FECHA 27-05-1994.

Las modificaciones más importantes son las siguientes:

69
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R e n t a en V en ez u ela

1. Se establece como enriquecim ientos a aquellos ingresos


gravables que señale la ley como de otra fuente.
2. Se introduce al Sujeto Económico Consolidado.
3. Se establecen exenciones: a las rentas que obtengan los orga­
nismos internacionales y sus funcionarios; a los rendimientos
de las personas naturales por inversiones en fondos mutuales
o de oferta pública; a las sociedades cooperativas según las
condiciones del ejecutivo; las exenciones a las instituciones be­
néficas y de asistencia social tendrán como condición que no
repartan su patrimonio; las que correspondan a las socieda­
des cooperativas, a las actividades religiosas, deportivas, artís­
ticas, etc., deberán justificarse ante la administración.
4. Exclusión de gastos de representación de los ingresos brutos
de directores, gerentes, administradores de empresas o de
otras personas si estos son calificados como normales y nece­
sarios para la empresa.
5. Aclaratoria en el caso de que cualquiera de los cónyuges ten­
ga 60 años y que no estén separados de bienes, para que se
consideren un sólo contribuyente, a los fines de no incluir los
ingresos brutos en el enriquecimiento derivados de la enaje­
nación de un bien inmueble.
6. Las deducciones por gastos de representación se requiere que
estos sean normales, necesarios y realizados en beneficio de
la empresa.
7. Se crea la Unidad Tributaria ( UT), en sustitución de las ci­
fras en bolívares, cuando se considere necesario según la nor­
ma correspondiente, para los efectos de diversos cálculos. Tal
creación se debe a los efectos de la inflación en los valores
corrientes medidos en bolívares. Se sustituye el límite de las
liberalidades en términos de UT en lugar de bolívares.
8. Sé amplio el concepto de asistencia técnica, en cuanto a las
rentas presuntas.
9. Se establecen nuevos beneficios fiscales, como la rebaja del
20 % para las inversiones que se realicen en las actividades

70
A belard o V á sq u ez - O sc a r L ea l

industriales, agroindustriales y turísticas, que sean represen­


tadas en nuevos activos fijos. Así mismo, en actividades agrí­
colas, pecuarias y de pesca.

10. Se establece un límite máximo de 500 U.T. para desgravar


lo pagado por concepto de cuotas de intereses de presta­
mos de adquisición de viviendas principal o pagado por
alquiler.

11. Se crea el desgravámen único como una opción para las


personas naturales de 750 U.T. no sujeto a demostración.
Igualmente, el desgravámen por cónyuge no separado de
2500 U.T.. Se crea rebaja de 40 U.T. para personas natura­
les que realicen actividades agrícolas cuando su renta no
exceda 2250 U.T.

12. Se establece que la Bolsa de Valores tiene la obligación de


retener el impuesto sobre la enajenación de acciones.

13. Se elevan los límites para que declaren las personas natura­
les y las herencias yacentes a 1000 U.T.

14. Se eleva el limite a 1500 U.T., para que se presente la decla­


ración estimada.

15. Con relación a la recaudación y liquidación, se establece


que para la admisibilidad del gasto se hace necesario que el
pagador haya retenido y enterado la parte correspondien­
te al impuesto. Se establece un anticipo de impuesto de 0,5
% sobre el precio de la venta de inmuebles y no lo pagaran
aquellos montos que no excedan de 3000 U.T.

16. Se modifican las tarifas de las personas naturales. Se expre­


san en unidades tributarias, se aumenta el monto de las
bases imponibles y las alícuotas se fijan en 6%, 9 %, 12 %,
16 %, 20 %, 24 % y 34 %. Las rentas de las personas natura­
les no residentes se gravaran con el 34%.

17. Las tarifas de las personas jurídicas sufren cambios, en pri­


mer lugar se establecen tres tramos; el primero de 0 a 2000

71
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

U.T. con tarifa del 15 %; el segundo tramo de 2000 U.T. a


3000 U.T. con 22 %; y, el tercer tramo de 3000 U.T. en ade­
lante con una tarifa del 34 %.

18. Se reduce la tarifa a las rentas por préstamos de institucio­


nes financieras a 4,95%.

19. Se establece una tarifa de 34% a las ganancias por juegos y


apuestas, 16 % para las loterías y los hipódromos.

20. Las personas naturales son gravadas con un 1 % por la


enajenación de acciones.

21. Con relación al ajuste por inflación se producen cambios,


entre estos, el rechazo por la administración tributaria de
la depreciación o amortización del valor revaluado de los
activos fijos, cuando la vida útil de tales activos no haya
sido estimada razonablemente. Las comunidades podrán
actualizar el costo de adquisición de los bienes enajenados
que generen rentas. El increm ento no depreciado o
amortizado originado por el ajuste, formará parte del costo
de venta en los casos de venta de materias primas y pro­
ductos en proceso y terminado.

22. Se complementan los conceptos de activos no monetarios,


pasivos no monetarios y de patrimonio neto.

23. Se establece una nueva metodología para el reajuste de


inventarios existentes en materia prima, productos en pro­
ceso y terminados.

24. Se incluyen los títulos valores dentro de los activos suscep­


tibles a ser ajustados por inflación.

Para concluir, en esta reforma se introdujeron cambios esen­


ciales en el impuesto sobre la renta que le da una particular
complejidad al tema. Los cambios se centraron en las materias
de enriquecimiento, el sujeto consolidado, las exenciones, sobre
los ingresos brutos, las deducciones, las rentas presuntas, las
tarifas, rebajas por inversión, desgrávamenes y rebajas de per­

72
A belard o V á s q u e z - O sc a r L eal

sonas naturales, ganancias fortuitas y ganancias de capital, de la


declaración definitiva y estimada, sobre la liquidación y recauda­
ción, la fiscalización y control fiscal y el ajuste por inflación.

AÑO 1995. REFORMA DE LA LEY DEL IMPUESTO SOBRE


LA RENTA. LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA. GA­
CETA OFICIAL (E) No. 5.023 DE FECHA 18-12-1995.

Se producen las siguientes modificaciones:

1. Se excluye, a los contribuyentes que se dediquen a la explota­


ción y comercialización de petróleo crudo extrapesado, de
bitumenes naturales y gas natural costa afuera, bajo conve­
nios de asociación y, las constituidas y domiciliadas en
Venezuela que realicen actividades integradas de produc­
ción y emulsificación de betumen natural, de la aplicación
del impuesto del artículo 54 literal “k" (67,70%). Se incorpo­
ran tales empresas en la tributación de rentas bajo la tarifa
No. 2 (progresiva), es decir, la que la Ley establece para las
compañías anónimas y los contribuyentes asimilados a éstas.

2. Se otorgan exenciones a las rentas provenientes de intereses


generados por colocaciones en el mercado financiero e ins­
trumentos de ahorro conforme a la Ley General de Bancos e
Instituciones financieras o leyes especiales. Así mismo, se otor­
ga exenciones a los productores agrícolas, pecuarios,
pesqueros y forestales. Por lo que se eliminan las rebajas que
se otorgan por tales actividades y se les excluye del reajuste
regular por inflación.

La Ley del ISR de 1994, contenida en Decreto Ley No. 188,


publicada en gaceta oficial No. 4.727 (E) en fecha 27-05-1994,
debía haber entrado en vigencia el 1-07-1994 conforme al artí­
culo 119 de la misma ley, por lo que se aplicaría a los ejercicios
que se inicien bajo su vigencia. Sin embargo, al analizar la Ley
del ISR del 18-12-1995 que se comenta aquí, se observa que, la
entrada en vigencia según el artículo 119 de ésta, también es a
partir del 1-07-1994; es decir, que la Ley del 18-12-1995, le dan

73
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

una vigencia con carácter retroactivo al 1 de julio de 1994, la


misma fecha de la Ley del ISR del 27 de mayo de 1994, lo que
supone que igualmente se aplicará con tal carácter a los ejerci­
cios que se inicien bajo su vigencia. Tal situación que aparenta
ser absurda en nuestro concepto, en virtud de la aplicación re­
troactiva de la ley de 1995, dejando sin efecto la vigencia de la
ley de 1994, se produce cuando ya inclusive habían transcurri­
do 1 año 7 meses, y, ya también había transcurrido el ejercicio
que se iniciaba el 1 de julio de 1994 con la ley de 1994; ya se
habían efectuado las declaraciones del año 1994 e igualmente
había transcurrido casi todo el año de 1995 (18-12-1995). Toda
esta violación al principio de la certeza y de la seguridad jurídi­
ca, sólo se justificaba en función de que las empresas ya consti­
tuidas y domiciliadas en Venezuela que explotaran bitumen
natural tuvieran la aplicación de la misma tarifa No. 2 que se les
aplicaba aquellas empresas bajo convenios de asociación según
la Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comer­
cio de los Hidrocarburos o mediante contratos de interés nacio­
nal conforme a la Constitución, y, que se les había olvidado in­
cluir en la Ley de 1994.

AÑO 1999. DECRETO LEY No. 307 DE FECHA 12-09-1999


SOBRE REFORMA DE LA LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA
RENTA. LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA. GACE­
TA OFICIAL (E) No. 5.390 DE FECHA 22-10-1999.

Las más importantes modificaciones de la Ley en esta refor­


ma se resumen en los siguientes aspectos:

1. Se instituye el principio de la Renta Mundial; modificándose


el principio exclusivo de la territorialidad ( de fuente territo­
rial en Venezuela) del impuesto sobre la renta, y, se establece
además el principio de la extraterritorialidad (de fuentes ex­
tranjeras) para la aplicación del impuesto sobre la renta.

2. Se establece la condición de la residencia en el país extranje­


ro para la obtención de los beneficios en los tratados de doble
tributación.

74
A bela rd o V á sq u ez - O sc a r L ea l

3. Se incorporan al pago de la tarifa 2, las empresas que reali­


cen actividades integradas o no de exploración o explotación
de gas no asociado.
4. Se modifican las normas de determinación de la renta exen­
tas. Igualmente, la referida a la determinación de la renta
bruta para incorporar la renta bruta de fuente extranjera. Se
modifican las normas referidas a la determinación de la ren­
ta neta.
5. Se elimina el desgravámen de 5000 U.T. para las personas
naturales por intereses por vivienda principal o alquiler, y, se
sustituye en 1000 U.T. para los intereses y 800 U.T. para los
alquileres.
6. Se sustituye el desgravámen único de 750 U.T. por uno de
774 U.T.
7. Se eliminan las exenciones dadas a las rentas provenientes de
las actividades agrícolas, pecuarias, pesqueras y forestales.
8. Se crea el impuesto sobre las Ganancias de Capital. Se crea
un impuesto proporcional a los dividendos originados en la
renta neta del pagador que exceda a su renta neta fiscal gra­
vada, definiendo la ley lo que se entiende a estos efectos por
renta neta pagada y renta neta fiscal. Los dividendos de em­
presas constituidas y domiciliadas en el exterior o constitui­
das en el exterior y domiciliadas en Venezuela pagarán un
impuesto proporcional del 34 %. Igualmente, lo cancelarán
aquellas sociedades o comunidades que tengan un estableci­
miento permanente por sus rentas netas. El impuesto pro­
porcional que grava el dividendo será del 34 %.
9. Se establece la obligación de declarar la renta neta las perso­
nas naturales que tengan ingresos brutos mayores de 2.625
U.T. por sus actividades agrícolas, pecuarias, pesqueras y
piscícolas.
10. Se establece que los prestadores de servicios deben cumplir
con los requisitos de facturación incluyendo el numero de
RIF.

75
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e la

11. Se crea el artículo 94 de la ley, donde se establecen distintos


elementos de determinación presunta a los efectos de la de­
terminación de oficio.

12. Se crea el artículo 95 de la ley, donde se consagra los abu­


sos de las formas jurídicas o determinados actos jurídicos,
los cuales podrán ser desconocidos a los efectos del impuesto
sobre la renta.

13. Se introduce por primera vez el Régimen de Transparencia


Fiscal Internacional. En este sentido se establece la sujeción
a este impuesto de aquellos contribuyentes que tengan cual­
quier clase de inversión en jurisdicciones de baja imposi­
ción fiscal, calificándose conforme a la ley cuando procede
su aplicación y cuando se considera que una inversión está
ubicada en una jurisdicción de baja imposición fiscal. Se
remite a una providencia administrativa la calificación de
los países de baja imposición fiscal.

14. Se introduce el instituto jurídico tributario de los Precios de


Transferencia. Se establece la obligatoriedad de la determi­
nación del enriquecim iento de las partes vinculadas,
definiéndose qué se entiende por ésta. Se establece que la
admisión de los costos y deducciones de las partes vincula­
das sólo se admiten hasta un monto que no exceda del pre­
cio determinado por los cuatros (4) métodos que establece
la ley: 1) MÉTODO DEL PRECIO COMPARABLE NO
CONTROLADO; 2) M ÉTODO DEL PRECIO DE
REVENTA; 3) MÉTODO DEL COSTO DE PRODUCCIÓN;
y, 4) MÉTODO DE MARGENES TRANSACCIONALES DE
UTILIDAD DE OPERACIÓN.

15. Se aplicarán los métodos para los ingresos obtenidos por


actividades de exportación cuando el precio de venta sea
inferior al 90 % del precio medio aplicado a la venta de los
mismos bienes en el mercado interno; en este caso se apli­
can cinco (5) métodos para la determinación del ingreso,
los cuales son: método de precio promedio de ventas;
método de precio de ventas al por mayor; método de pre-

76
A bela rd o V á sq u ez - O sca r L ea l

cío de venta al detai; método de costo de adquisición o de


producción más utilidades y m étodo de m árgenes
transaccionales de utilidad de operación.
16. Se producen cambios en el sistema de ajuste regular por
inflación.
17. Se establecen importantes modificaciones en materia de re­
bajas de impuestos por inversiones y de exoneraciones.

AÑO 2001. DECRETO LEY No. 1.544 DE FECHA 9-11-2001


SOBRE REFORMA DE LA LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA
RENTA. GACETA OFICIAL (E) No. 5.557 DE FECHA 13-11-
2001 .

1. Se establece una tarifa ( en la No. 3 ) del 50 % para los


enriquecimientos netos provenientes de la explotación de hi­
drocarburos y de actividades conexas, dejando sin efecto la
anterior tasa de 67,7%.
2. Se establece la exención del pago del impuesto sobre la renta
para el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezue­
la, que sustituye al Fondo de Inversiones de Venezuela.

AÑO 2001. LEY DE REFORMA PARCIAL DEL IMPUESTO


SOBRE LA RENTA DE FECHA 28-12-2001. GACETA OFI­
CIAL No. 5.566 (E) DE FECHA 28-12-2001.

La Asamblea Nacional sancionó noventa y cinco (95) artícu­


los en esta reforma parcial, orientando las modificaciones a los
siguientes aspectos:

1. A la definición de enriquecimiento neto.

2. A la definición de persona natural no residente.

3. Sobre el gravamen proporcional a los dividendos.

4. La obligación de realizar retenciones en el momento de pago


o del abono en cuenta. Entre estos los honorarios profesiona­
les no mercantiles, las primas de vivienda. La designación de

77
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

profesionales que actúen por cuenta propia como agentes de


retención.

5. Se modifican los títulos referidos a los precios de transferen­


cia, por lo que se eliminan los artículos 112, 113, 114 115,116
y 117; en su lugar se crea una Sección Primera Sobre Dispo­
siciones Generales, en el Capítulo III, De los Precios de Trans­
ferencia, del Título VII Del Control Fiscal, los cuales com­
prenden los artículosll2 al 116.

6. Se crea una Sección Segunda como " Partes Vinculadas ",


definiendo en qué consiste parte vinculada, qué se entiende
como transacción vinculada y no vinculada, cuándo son com­
parables, la determinación de las diferencias que incluyen
diversos elementos como las características de los negocios,
las funciones, los términos contractuales, las circunstancias
económicas y las estrategias de negocios, así como cada una
de sus definiciones.

7. Se producen modificaciones sobre la determinación del pre­


cio o márgenes únicos. Iguales cambios se dan en los méto­
dos para la determinación del precio entre partes indepen­
dientes en operaciones comparables, el método del precio
comparable, el método del precio de reventa, el método del
costo adicionado, el método de división del beneficio y el
método del margen neto transaccional.

8. Se crea una sección sobre Acuerdos Anticipados Sobre Precios


de Transferencias. Esta propuesta de valoración está sujeta a
un procedimiento administrativo, a cumplir con requisitos y
a la aprobación o su desestimación por la administración
tributaria. Se establecen deberes formales para las partes
vinculantes, tales como el de información, conservación de
documentos e inform ación, llevar un libro cronológico
adicional a los que realicen operaciones abiertas en el mercado
financiero.

9. Se producen modificaciones en el sistema de ajuste inicial


por inflación y en el ajuste regular.

78
A bela rd o V á sq u ez - O sc a r L ea l

10. Se establece un nuevo deber formal que deben llevar los


contribuyentes que consisten en la obligación de llevar un
registro de control fiscal que contenga la información sobre
el ajuste de sus activos y pasivos no monetarios.

11. Se modifica el ajuste de las inversiones negociables en la


bolsa de valores.

CONCLUSIONES SOBRE EL SISTEM A GLOBAL PURO:

En esta etapa del sistema global puro se producen importan­


tes modificaciones en el impuesto sobre la renta, se puede decir
que esta etapa comienza en el año de 1978 y todavía está pre­
sente en el sistema de determinación del impuesto sobre la ren­
ta. Aquí podríamos concluir que se combinan intereses de polí­
tica fiscal con los de la política extrafiscal. En el primer caso las
reformas apuntan a incrementar los niveles de recaudación por
este concepto, pero en los otros casos, se trata de las modifica­
ciones de políticas económicas dentro del contexto de otras po­
líticas que afectan a las cuentas públicas; así mismo, el reconoci­
miento del fenómeno inflacionario que es factor distorsionante
en las cuentas de ingresos por este concepto. Entre las modifica­
ciones de este periodo más importante podemos señalar las si­
guientes:

1. No se aprecia un cambio sustancial entre los dos sistemas


globales, ya que mantienes los sistemas de determinación
sobre las personas y el de las actividades de minas e hidro­
carburos.

2. En este período los cambios en el impuesto sobre la renta son


profundos, no tanto en las modificaciones ordinarias que se
hacen sobre las exenciones, exoneraciones, desgrávamenes o
rebajas o demás beneficios para incentivar las inversiones, o
en las tarifas; sino que, se orientan al reconocimiento de la
patología inflacionaria que afecta las cuentas financieras y
entre estas las fiscales, así se introduce el concepto de la Uni­
dad Tributaria y el sistema de ajuste inicial y regular por la
inflación.

79
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

3 Se producen otras importantes modificaciones en los prime­


ros años como el gravamen de los dividendos que posterior­
mente es eliminado y luego establecido en la penúltima re­
forma. Se crea la consolidación fiscal. Tratamiento especial
de tarifas para los convenios de asociación estratégica de las
actividades vinculadas a los hidrocarburos y el gas. La elimi­
nación de los valores fiscales de exportación. La creación de
un desgravámen único para las personas naturales.

4 Aspecto de relevante importancia lo constituye la institución


del principio de la renta mundial, el régimen de transparen­
cia fiscal internacional, la creación de la figura jurídica
tributaria de los precios de transferencia, cambios en el siste­
ma de ajuste por inflación y la creación del gravamen pro­
porcional a los dividendos, entre otros.

80
A bela rd o V á sq u ez - O sca r L ea l

IX ANEXOS

VARIACIONES DE LAS TARIFAS EN LOS DISTINTOS SIS­


TEMAS DE DETERMINACIÓN

M o d if ic a c io n e s d e l S ist e m a C e d u l a r
o C o m pl e m e n t a r io d e l I.S.R.

Cédula o 1942 1944 1945 1946 1948 1955 1958 1958 1961 1961
Categoría O /43 (D.L.) (D.L.)

Renta 2 1/2 2 1/2 2 1/2 2 1/2 21/2 2 1/2 2 1/2 2 1/2 5


inmobiliaria

Rentas de 3 3 3 3 3 3 3 3 6
capital
mobiliario

Rentas 2 1/2 2 1/2 2 1/2 2 1/2 + 50% R. 2 1/2 2 1/2 2 1/2 5


Industria R. Hidrocarburos) lndus
Comercio y (Impuesto tnal
Minería adicional) 2 1/2

50%
RRRRRRRFF
C;VJHG:VJH
:VHJK
NKJHVRRRRRRRr

Rentas de 2 1/2 2 1/2 2 1/2 2 1/2 2 1/2


Minas e
Hidrocarburos

Rentas 2 2 2 2 2 2 2 2 4
agropecuarias

Profesiones 2
Liberales,
Literales,
artísticas y
deportivas

Profesiones 2 2 {R ) 2 (R )y 4 2 (R) 2 (R) y 2 (R) y 2 (R) y 4 (R) y


No y4 (No Res) y4 7 (No 2 (No 1 2 (No 1 5 (No
Comerciante (No (No Res) Res) R es)
Res) R es)

Sueldos, 1 1/2 2 1/2 1 Resi 1 Resid 1 Resid 1 Resid 1 Resid 1 Resid 3 Resid
salarios. Resid Resid d3 3 NR 4 NR 4 nr 6 NR 6 NR 1 0 NR
Remuneración 3 NR 3 NR NR

Beneficios 3 3 3 3 3 3 3 3 6
valoración y
ganancias
fortuitas

Ganancias 3 8 3 10 10 20 30
fortuitas

81
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

I m p u e st o C o m p l e m e n t a r io P r o g r e siv o I.S .R .
so br e la R en ta G l o b a l . P er so n a o C o m u n id a d .

FRACCIÓN 1942/1943 1944 1945 D.L. 1946 1948 1955 1958D.L.

0,01-8.000 0,0 9000 base 8000

8001-10000 2 2 1.5 ' 2,5

10001-14000 2 1/ 4 2 1/4 1,75 3

14001-20000 2 1/ 2 2 1/2 2 3.5

20001-28000 2 3/ 4 23/4 2,25 4

28001-38000 3 3 2,50 4.5

38001-50000 3 1/ 4 31/4 2,75 5

50001-64000 31/ 2 3 1/2 3 5.5

64001-80000 33/ 4 33/4 3,5 6.5

80001-100000 4 4 4 7.5

100001-140000 41 / 2 41/2 4,5 8.5

140001-200000 5 5 5 9.5

200001-280000 51/ 2 51/2 5,5 10.5

280001-380000 6 6 6 11.5

380001-500000 61/ 2 61/2 6,75 12.5

500001-640000 7 7 7,5 14

640001-800000 71/ 2 7 Vi 7 más 6 8,25 15.5

800001-1000000 8 8 8 más 10 9 17

1000001 1400000 81/ 2 8 1/ 2 8 1 /2más 10 9,75 18.5

1400001-2000000 9 9 9 más 15 10,5 20

2000001-adelante 9 1/ 2 9Vi 9 Vi más 20

2000000-2800000 11,5 21.5

3800001-5000000 13,5 25.5

5000001-6400000 14,5 28

6400001-8000000 16 30.5

8000001-10000000 17,5 33

8000001-14000000 19 35.5

14000001-20000000 21 38

20000001-28000000 23 40

28000000-adelante 26 45

Fuente: Gacetas Oficiales de los respectivos años indicados up supra.

82
A belard o V á sq u ez - O sc a r L ea l

I m p u e st o C o m p l e m e n t a r io P r o g r e siv o . R en ta G l o b a l .
A ñ o 1 9 6 1 (D L ). P e r so n a s J u r íd ic a s y C o m u n id a d e s
C o n st it u id a s e n e l E x t e r io r . T a r ifa P r o g r e siv a .

FRACCIÓN TARIFA

0,01-100000,00 10
100001-1400000 20
1400001-3800000 25
3800001-6400000 30
6400001-10000000 35
100000001-20000000 40
20000001-28000000 42 1/2
28000001-adelante 45
Fuente: Gaceta Oficial. Año 1961.

SISTEMA GLOBAL TARIFA "A" PERSONAS


PROGRESIVO O COMUNIDADES
Cédula o Categoría AÑO DE 1966

0,01-100.000 15
100.001-1.400.000 25
1.400.001-3.800.000 30
3.800.001-6.400.000 35
6.400.001-10.000.000 40
10.000.001-20.000.000 45
2.000.001-28.000.000 47,5
DESDE 28.000.000 50

83
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

SISTEMA GLOBAL PURO.


PERSONAS JURÍDICAS. 1978 1986 1991 1994 2001
TARIFA No. 2.

FRACCIÓN: %

0,01— 300.000 18

300.001-2.500.000 30

2.500.001-3.000.000 35

3.000.001-20.000.000 45

EXCEDA 20.000.000 50

0,01-500.000 15

500.001-5.000.000 35

DESDE 5.000.000 50

0,01-2.000.000 20

DESDE 2.000.000 30

HASTA 2000 U.T. 15 15

2000-3000 22 22

EXCEDA 3000 34 34

84
A bela rd o V á sq u ez - O sca r L ea l

TARIFA " B "


EMPRESAS
SISTEMA GLOBAL MINERAS E
PROGRESIVO HIDROCAR­
BUROS Y
CONEXAS
1966 1974 1976 1978 1991 1994 2001

0,01-100.000 20
100.001-1.400.000 25
14000001-3.800.000 28,5
3.800.001-6.400.000 33,5
6.400.001-10.000.000 39
10.000.001-20.000.000 44,5
20.000.001-28.000.000 47,5

DESDE 28.000.000 52

EXPLOTACION
HIDROCARBUROS
Y CONEXAS 63,5 67,7
ACTIVIDADES
MINERAS 60 60

SISTEMA GLOBAL
PURO. TARIFA No. 3
EXPLOTACION
DE MINAS 60 60 60 60
EXPLOTACION
HIDROCARBUROS
Y CONEXOS 67,7 67,7 6 7,7 50

85
60 A ñ o s d e I m p o s ic ió n a l a R en ta en V en ez u ela

SISTEMA GLOBAL
PROGRESIVO PERSONAS
NATURALES TARIFA "C ".
SISTEMA GLOBAL PURO:
TARIFA No. 1.
AÑOS 1978 Y 1986 1966 1978 1986

4 ,5 IGUAL 4,5

0,01-20.000 7,25 7,25

20.001-30.000 9,5 9,5

30.001-50.0050.001-80.0000 11,0 11

80.001-120.000 12,5 12,5

120.001-200.000 14,5 14,5

200.001-300.000 16,5 17,5

300.001-500.000 19,0 21

500.001-800.000 22 24,5

800.001-1.200.000 25 28

1.200.001-2.000.000 28 31

2.000.001-3.000.000 31 34,5

3.000.001-5.000.000 34 38

5.000.001-8.000.000 39 41

DESDE 8.000.000 45 45
A belard o V á sq u ez - O sc a r L ea l

SISTEMA GLOBAL PURO.


PERSONAS NATURALES .
TARIFA No. 1 1991 1994 2001

0,01-300.000 0 IGUAL AL AÑO 1994.


PARA TODA LA ESCALA
300.000-1.00 0.000 10
1.00.001-1.500.000 12,5
1.500.001-2.000.000 15

2.000.001-2.500.000 18
2.500.001-3.375.000 21,5
3.375.001-4.250.000 25,5
EXCEDA 4.250.000 30

SISTEMA GLOBAL PURO


UNIDADES TRIBUTARIAS.
TARIFA No. 1

HASTA 1000 6
1000-1500 9
1501-2000 12
2001-2500 16
2501-3000 20
3001-4000 24
4001-6000 29
EXCEDA 6000 34

87
60 A ñ o s de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

X. BIBLIO G RA FÍA

1. República de Venezuela. Ministerio de Hacienda. Administración


General del Impuesto sobre la Renta. Compilación de Leyes y De­
más Disposiciones dictadas en Materia de Impuesto sobre la Renta
1942-1966 con apéndice para 1977-1968 y Exposición de Motivos.
Caracas 1968.
2. República de Venezuela. Ministerio de Hacienda. Administración
General del Impuesto sobre la Renta. Compilación de Leyes, Decre­
tos y Demás Disposiciones dictadas en Materia de Impuesto sobre
la Renta 1967-1977 y la Ley del Impuesto sobre la Renta de 1978,.
Caracas, 1978.
3. Gacetas Oficiales de la República de Venezuela, de los años 1942,
1944, 1945, 1946, 1948, 1955, 1958 y 1961: referidas a la Ley del
Impuesto sobre la Renta y decretos leyes sobre la misma Ley del
Impuesto sobre la Renta.
4. Gacetas Oficiales de la República de Venezuela. Sumario: Relati­
vas a reformas de la Ley del Impuesto sobre la Renta: Años: 1962,
1966,1970,1974 (TRES MODIFICCIONES), 1975,1976.
5. Gacetas Oficiales de la República de Venezuela: Sumario: Rela­
tivas a reformas de la Ley del Impuesto sobre la Renta: Años:
1978, 1981, 1986, 1991, 1993 (dos modificaciones), 1994, 1995.
Gacetas Oficiales de la República Bolivariana de Venezuela: Años
de 1999, y 2001 (dos modificaciones).
6. Legislación Económica, C,.A., Ley de Impuesto sobre la Renta. Re­
forma 1994. Segunda Edición.
LAS CARACTERÍSTICAS DE LA
IMPOSICIÓN A LA RENTA EN VENEZUELA

L e o n a r d o P a l a c io s M á rq u ez *

I Introducción

La Asociación Venezolana de Derecho Tributario (AVDT)


en un esfuerzo consecuente con los objetivos que justifican su
existencia y guían su permanencia en el foro venezolano, em­
prende la tarea de estructurar a través de aportes de sus miem­
bros y relacionados la sistematización e interpretación de los
principios que nutren la normativa de la imposición a la renta
en nuestro país a 60 años de su vigencia.

La primigenia Ley de Impuesto sobre la Renta fue el produc­


to del encomiable trabajo que realizó en 1942 la Comisión de
Estudios de Legislación Fiscal, que tuvo la misión de ejecutar el
mandato del Ejecutivo Federal, en cuanto, "a la revisión cuida­
dosa de nuestro sistema tributario como el principal requeri­
miento de nuestro régimen de hacienda: que dicho sistema «más
justo socialmente y más estable desde el punto de vista fiscal
para que aumentada en su estrecha correlación la riqueza pú­
blica y la riqueza privada, pueda el Estado atender con eficacia
a las necesidades nacionales »" L

* Abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello. Especialista en


Derecho Tributario de la Universidad Central de Venezuela. Miembro de
la Asociación Venezolana de Derecho Financiero. Miembro de Número y
Ex-Secretario General de la Asociación Venezolana de Derecho Tributario.
Profesor de Finanzas Públicas en la Universidad Central de Venezuela.
1 República de Venezuela, Ministerio de Hacienda: Compilación de Leyes,
Decretos y demás disposiciones dictadas en materia de impuesto sobre la
renta 1942-1966 y exposiciones de motivos,. Exposición de m otivo del
proyecto de la Ley de Impuesto Sobre la Renta de 1942, Caracas, 1968, p.
407.

89
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

Esta obra intitulada "60 años de imposición a la renta en


Venezuela. Evolución histórica y estudio sobre la legislación
actual", es la respuesta a la necesidad de divulgar el conoci­
miento de la dogmática, principios e instituciones del impuesto
sobre la renta, como instrumentación y colaboración de la segu­
ridad jurídica e interdicción del abuso en el ejecutivo del poder
de imposición, valor esencial del Estado de Derecho, erosionado
por la cada vez más acentuada tendencia a la deslegalización
del tributo, la falta de técnica legislativa, la falencia de transpa­
rencia de su norm ativa generadora de dudas, vacíos e
imprecisiones en cuanto a los derechos esenciales de los sujetos
pasivos y el contenido y alcance de su obligación de contribuir
al sostenimiento del aparato de prestación de servicios públicos,
todo ello producto de las sucesivas modificaciones asistemáticas
del ordenamiento jurídico, emprendidas mediante reformas
tributarias improvisadas, con fines inmediatistas de incremento
artificioso de recaudación o de conjurar efectos negativos de un
momento político en particular, la ausencia de consenso para
su aprobación en el seno del Poder Legislativo Nacional, la
inexistencia de mecanismos normativos y administrativos de
armonización del sistema tributario en sus bases conceptuales
y de gestión del tributo, convierten la legislación de impuesto
sobre la renta en una colcha de retazos que demuestra el des­
orden normativo de uno de los pilares sobre los cuales se erige
el sistema tributario, pudiendo éste ser conceptualizado como
histórico, categoría que como lo afirma Villar Palasí, es el pro­
ducto de un progresivo aluvión que ha sedimentado en forma
totalmente inarmónica y discordante, en definitiva, de cual­
quier esquema teórico impositivo2.

Han transcurrido varios años sin que el país cuente con un


estudio, bajo la modalidad de obra colectiva, que tenga por ob­
jeto el análisis y revisión de los distintos aspectos de la legisla­
ción vigente y su inserción dentro del sistema tributario, habida
cuenta las responsabilidades, que desde el punto de vista de su

2 José L. Villar Palasí, Observaciones sobre el sistema fiscal español en Re­


vista de Administración Pública, Nro. 4, p. 101.

90
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

racionalización, se exige al legislador, en el ejercicio y las fun­


ciones que le son propias y en la materialización del principio
de legalidad tributaria de progenie constitucional, de la Admi­
nistración tributaria encargada de la elaboración de los proyec­
tos de ley y de la aplicación de las mismas, de los órganos de la
jurisdicción contencioso tributaria que aplica e interpreta las
normas impositivas al pasar por el tamiz de la legalidad los ac­
tos determinativos de tributos y sanciones, y el rol cada día más
importante que debe asumir instituciones como la AVDT en las
críticas y observaciones a las propuestas de modificación de
impuestos existentes o la creación de otras contribuciones den­
tro del esquema del concepto de economía tributaria, es decir,
de economías que dependen cada día más de las contribuciones
de los particulares al sostenimiento de las cargas públicas y a la
utilización de la herramienta tributaria como forma de estimu­
lar e incentivar o desestimular ciertas actividades de los agentes
económicos particulares en beneficio de las políticas públicas
diseñadas y ejecutadas.

En la introducción a su célebre obra "El Impuesto Sobre la


Renta", Richard Goode se pregunta por qué estudiar el im­
puesto sobre la renta, y sobre el particular, esgrime como justi­
ficación de tal proceder, su preeminencia en la estructura de
ingresos públicos que refleja su potencial recaudatorio, la creen­
cia que es el medio más equitativo para hacer frente a los gas­
tos del gobierno nacional, su eficiencia para moderar las fluc­
tuaciones económicas en virtud de su capacidad para adaptarse
rápidamente a los cambios de la actividad de los negocios, y
por tanto, su valiosa fuerza estabilizadora y la comodidad fis­
cal de su exacción.

No obstante, el referido autor no deja de destacar las críticas


que sobre esta forma de contribución se han producido en cuanto
a la utilización de tipo progresivos altos que desestimulan el
ahorro y la inversión privada, haciendo más lenta la formación
de capital y la tasa de desarrollo económico; propensión a desalen­
tar la iniciativa y la asunción de riesgos en los negocios, la dis­

91
60 A ñ o s de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

tracción de tiempo y habilidad de gerentes e inversionistas para


minimizar la carga e incidencia que representa 3.

Así pues, bajo la óptica de la necesaria racionalización del


sistema tributario y la atribución a la imposición a la renta del
carácter de columna vertebral del mismo y la deseada combina­
ción con la imposición indirecta, estableciendo la armonización
del sistema tributario en lo que corresponde a las especies
impositivas que lo integran y al ejercicio del poder tributario
bajo la configuración de Estado Federal descentralizado, son
muchos los temas que pueden abordarse en un análisis de la
exacción directa que nos ocupa.

Sin embargo, la Coordinación de esta publicación, nos deli­


mita el tema al desarrollo de las características y principios que
rigen la imposición a la renta, como se evidencia, el tema asig­
nado involucra aspectos de política fiscal, política tributaria y
política de administración tributaria, así como también el estu­
dio de los conceptos y principios fundamentales que informa la
imposición directa a la renta en nuestro país, permitiendo una
aproximación al conocimiento del rol que desempeña en la con­
figuración de la estructura tributaria y de la instrumentación de
la equidad de los sujetos pasivos al momento de determinar su
concurso en el financiamiento de las cargas públicas, tarea in­
conclusa que debe concretarse en una inm ediata reforma
tributaria, que en nuestro criterio, debe ser integral y con visión
global del Estado en Venezuela bajo los parámetros que le asig­
na la Constitución de 1999.

II Las características y principios que rigen la imposición a


la renta.

El estudio de la tributación exige tener una visión global del


ordenamiento jurídico, desde su cúspide hasta el desarrollo nor­
mativo legal y sublegal, éste ultimo dentro de la vigencia y exi­

3 Richard Goode, El Impuesto Sobre la Renta, Instituto de Estudios Fiscales,


Madrid, 1973, p. 15.

92
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

gencia del principio de legalidad tributaria, y de la limitadísima


cabida de la potestad reglamentaria en el Derecho tributario,
para entender el papel y el rol que juega la imposición, no sólo
como herramienta para la obtención de los recursos necesarios
para la satisfacción de las necesidades del colectivo sino para
impulsar la política fiscal y la escogencia de un instrumento para
cada uno de sus objetivos, en estrecha articulación con el resto
de las políticas públicas. No debe olvidarse que la política fiscal
actúa en cuatro áreas principales, en cuyos resultados son deci­
sivos el éxito de los programas o planes para el desarrollo eco­
nómico que trazen cada uno de los gobiernos, a saber: la
tributación, el gasto público, la eficacia económica de las insti­
tuciones y el endeudamiento interno.

En tal sentido, quienes se inicien en el estudio del Derecho


tributario en general y de cada una de las especies tributarias en
particular, deben tener presente que los principios y caracterís­
ticas de un tributo no se plasman sólo en los artículos de la Cons­
titución que define el poder o facultad para su creación, modifi­
cación o supresión, la im posición según la capacidad
contributiva, la progresividad, la generalidad del tributo, la no
confiscatoriedad y otros principios del sistema tributario, sino
que los fundamentos del ordenamiento tributario, como lo se­
ñala Lang, hunden también sus raíces en el Derecho constitu­
cional no específicamente tributario, es decir, en los principios
del Estado de Derecho, del Estado Social y democrático, así como
en los derechos y deberes fundamentales de los ciudadanos4'5.

No puede ser de otra manera, si se toma en cuenta que la


Constitución, como lo expresa Wroblewski, perfila las reglas

4 Joachim Lang, Los presupuestos constitucionales de arm onización del


Derecho tributario en Europa, en Tratado de Derecho Tributario, T.I, Edi­
torial Temis, Bogotá, 2001, p.700.
5 Vid., Leonardo Palacios Márquez, Los tratados y acuerdos internacionales
sobre derechos humanos y su preeminencia en el Derecho interno. Los
derechos hum anos como límites de las políticas de racionalización del
sistema tributario, ponencia presentada a las XX Jom adas Latinoamerica­
nas de Derecho Tributario (Tema I Derechos humanos y tributación) Bahía,
Brasil, Diciembre, 2000, pp. 469 - 567.

93
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

básicas de la política que se expresan en formas legales y que


definen la estructura del Estado, las relaciones entre los cuerpos
representativos y administrativos, los grados de centralización
y descentralización fijados junto con el esbozo de las tareas prin­
cipales y, eventualmente de las direcciones de la actividad del
Estado6. Tal apreciación, nos llevó a afirmar que el análisis téc­
nico de un tributo y la determinación de su constitucionalidad,
requiere del intérprete el conocimiento profundo de su estruc­
tura, su efecto económico o de incidencia, la visión global de la
finanzas públicas, el rol que juega la tributación en su desenvol­
vimiento y el esquema de relaciones fiscales que derivan de una
estructura estatal compleja.

En otras palabras, en la interpretación constitucional del tri­


buto no puede atenderse sólo al análisis aislado de un precepto,
al empleo de la simple denominación del tributo o el desconoci­
miento del esquema complejo de la hacienda pública y de las
relaciones que en ella se escenifican, sino que por el contrario,
debe tener una visión sistemática y global de la Constitución, no
obviando ninguno de los elementos que la condiciona o las vi­
siones particulares que adelanta su estudio7, agregando en esta
oportunidad, la discusión de los principios teóricos que los
hacendistas y los estudiosos de las finanzas públicas en general,
han venido formulando a través de las distintas propuestas de
reforma impositiva que permitan, bajo modelos o parámetros
bien estructurados y científicamente concebidos, la compara­
ción necesaria del sistema tributario actual para establecer me­
canismos de racionalización y lograr los objetivos trazados en el
artículo 316 de la C onstitución, que en definitiva, es un

6 Jerzí Wroblewski, Constitución y teoría general de la interpretación jurí­


dica, Civitas, Madrid , 1985, p. 112.
7 Leonardo Palacios Márquez, La antijuricidad de incluir en la base de cálcu­
lo del Impuesto de Patente Industria y Comercio los ingresos provenien­
tes de la venta de exportación, Asociación Venezolana de Derecho Tributa­
rio, Revista de Derecho Tributario, N'ro, 80, Caracas, 1998, p. 66; y El sistema
tributario y la actividad agrícola en la C onstitución de 1999, en La
Tributación en la Constitución de 1999, Academia de Ciencias Políticas y
Sociales, Caracas, 2001, p. 266.

94
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

desiderátum esencial para estructurar y desarrollar la denomi­


nada Constitución financiera del Estado.

El impuesto sobre la renta para algunos autores, es conside­


rado como el impuesto más importante de la primera mitad del
siglo XX; uno de los tributos más generalizados, no siendo aven­
turado en criterios de quienes así opinan, que constituye la prin­
cipal fuente de ingreso del Estado moderno o, por lo menos,
una de las más importantes en el mundo occidental, tal como se
evidencia de la atención que suscitó en la doctrina financiera,
en la difusión legislativa alcanzada y en el peso relativo que
muy rápidamente llegó a ser incorporado en los sistemas tribu­
tarios de los diversos países8.

En relación al impuesto sobre la renta y al papel que le co­


rresponde jugar como instrumento de política fiscal para la con­
secución del desarrollo económico y la transformación estruc­
tural de las economías, se han efectuado algunas consideraciones,
muchas veces contradictorias.

En efecto, las opiniones producidas van desde aquellas que


propugnan por su perfeccionamiento mediante la introducción
de cambios a la normativa, la modificación de la administra­
ción y gestión del tributo hasta aquellos que buscan su elimina­
ción por su complejidad y la ineficiencia que conlleva en su con­
trol y fiscalización.

Así por ejemplo en esta última tendencia, Urquidi, sostiene


que es indudable que el impuesto sobre la renta, llevado a su

8 Vid., Juan Roque Garda Mullin, Manual de impuesto sobre la renta, Cen­
tro Interamericano de Estudios Tributarios, Buenos Aires, p. 2; Carlos
Giuliani Fonrouge y Susana N'avarrine, Impuesto a la renta, Comentarios
de la Ley de impuesto a los réditos y su Decreto reglamentario, Ediciones
Depalma, Buenos Aires, 1973, p.l; Henry Laufenbaurger, La imposición a
la renta en T ratad o de Finanzas, W ilhelm Gerloff y Fritz N eum ark
(Compiladores), Caracas, Librería El Ateneo Editorial, pp. 452-8; Pedro R.
Tinoco (hijo), Comentarios a la Ley de impuesto sobre la renta, T.I, Madrid
1955, p. 3; E. Seligman, Ensayo sobre la historia de la imposidón en Ha­
cienda pública española, Nro. XIII, pp. 149 y ss.

95
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a l a R e n t a en V e n e z u e l a

perfección conceptual como un sistema diseñado para gravar


las empresas y a las personas en forma progresiva conforme a
sus capacidad económica total, es la forma de tributación más
equitativa, más eficaz y estable, mientras sus tasas no sean ex­
cesivas, menos desestimulante la actividad económica. Pero cual­
quier modificación a la forma prevaleciente del tributo tiene que
partir de lo que ya existe, incluso, del ambiente psicológico y de
relaciones entre el fisco y contribuyentes que la aplicación del
sistema anterior haya producido9.

Por su parte, existe una tendencia doctrinal, que bajo la de­


nominación de «fíat tax», que configura una forma sustitutiva o
alternativa de imposición aplicada con una misma alícuota o
tipo impositivo a todos los niveles de renta, y que constituye un
elemento de común discusión en todo lo que corresponde a la
imposición progresiva. Los proponentes de esta tributación ar­
gumentan a su favor lo beneficioso y estimulante que puede re­
sultar a la economía10.

Así, Robert Hall y Alvin Rabushka, al defender la tesis del


«flat tax», sostienen que el impuesto sobre la renta americano es
un completo desastre, que no es eficiente, que es injusto, que es
complicado, que no es comprensible, que facilita la evasión fis­
cal y la búsqueda de mecanismos de elusión; que cuesta cientos
de millones de dólares para administrarlo; que es costoso para
lo contribuyentes para la declaración y liquidación del impues­
to y una serie de razones adicionales que justifican su elimina­
ción y su sustitución por la mencionada especie impositiva11.

9 Victor L. Urquidi, en Reforma tributaria para América Latina: II proble­


mas de política fiscal. Documentos y actas de la conferencia celebrada en
Santiago, Chile, en Diciembre 1962, Secretaría General de la Organización
de los Estados Americanos, Washington, 1964, p.12.
10 Larry Crumbley y otros, Dictionary of Tax Terms, Barron's, USA, 1994, p.
125; e In tern ation al T ax G lo ssary , In tern atio n al B u reau of F iscal
Documentation, Amsterdam, 1992, p. 130.
11 Robert Hall y Alvin Rabushka, The Flat Tax, Hoover Institution Press,
Stanford University, California, 1985, pp.2-19.

96
L eon ardo P a l a c io s M árquez

Sin embargo, las reformas fiscales llevadas adelante en nues­


tro país hasta mediados de la década de los noventa y las que se
han desarrollado en los distintos países latinoamericanos han
tenido como objetivo modificar y modernizar esta exacción di­
recta para tratar de hacerla más eficiente y más útil desde el
punto de vista de la política fiscal, reduciendo en teoría, los me­
canismos o lagunas que permiten la evasión y la elusión fiscal y
mejorar las estructuras de las administraciones tributarias en
términos de eficacia y eficiencia.

En todo caso, en un análisis como el que nos ocupa, el estu­


dio de este impuesto, que arriba a seis décadas de vigencia, se
impone establecer una correspondencia entre las características
propias del impuesto y su relación en cuanto a ejecución y ob­
servancia con los principios constitucionales que informan el
sistema impositivo, que están consagrados en la denominada
Constitución fiscal, es decir, aquella parte del Texto Fundamen­
tal que refiere, dentro del concepto amplio de Constitución eco­
nómica, los principios rectores que delimitan la acción del legis­
lador, la actuación de la Administración tributaria y el rol que
desempeña la jurisdicción contencioso tributaria en un Estado
calificado como de Derecho, Social y de Justicia.

Las características más importantes que comporta el impuesto


sobre la renta son las siguientes:

A ) Es un im puesto directo.

La clasificación entre impuestos directos o soportados12 e in­


directos es una constante en la doctrina financiera y tributaria,
al punto que pudiéramos calificarla como tradicional, que ha
sido objeto de mucha controversia, específicamente, para esta­
blecer los parámetros o criterios que permiten la distinción en­
tre uno y otro.

12 Wilhelm Gerloff, Doctrina de economía tributaria en Tratado de Finanzas,


op. cit., p. 280.

97
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

La clasificación que constituye un medio científico importante


que facilita la comprensión del tributo y su inserción en la es­
tructura tributaria con cara a la absorción, observancia o respe­
to de los principios fundamentales sobre los cuales se erige la
Constitución fiscal, al cual se somete el análisis de las distintas
exacciones que configuran el sistema bajo principios ordenado­
res que persiguen fines o acometidos propios del Estado, dentro
de la concepción política que delimita la Ley Fundamental, re­
sulta en principio muy claro y se va oscureciendo en la medida
en que, a las consideraciones de la teoría fiscal, se le sumen re­
glas jurídicas y prácticas administrativas, debiéndose en conse­
cuencia, distinguir la clasificación científica de impuestos direc­
tos e indirectos de la clasificación jurídico administrativa13.

No obstante lo afirmado, tal clasificación según Mehl, no deja


de tener su interés práctico, que presenta una tentativa de summa
divisiou que ha sido admitida no sólo por las administraciones
tributarias o por los gobiernos al fijar la estructura presupuesta­
ria sino que adicionalmente existe un reflejo en la doctrina y en
la legislación.

Los criterios utilizados en la doctrina15, para establecer la dis­


tinción entre impuestos directos e indirectos, son los siguientes:

13 Maurice Duverger, Hacienda Pública, Bosch casa Editorial, C.A., Barcelo­


na, 1980, p. 103.
14 Luden Mehl, Elemento de Ciencia Fiscal, Bosch casa Editorial, Barcelona,
1964, p. 96.
15 Vid., Lucien Mehl op. cit. pp. 96 - 101; Dino Jarach, Finanzas Públicas y
Derecho Tributario, Editorial Cangallo, Buenos Aires, 1985, pp. 260 -264;
Maurice Duverger, op.cit. pp.113 - 1 1 9 ; Femando Sainz de Bujanda, Leccio­
nes de Derecho Financiero, Universidad Complutense, Madrid, 1991, p.177;
Juan Carlos Garantón Blanco, La tributación directa y Oswaldo Padrón
A m are, La im posición indirecta, Conferencias en XXI Jornadas J. M.
Domínguez Escobar, Barquisimeto 03 al 06 de Enero de 1996; Mauricio
Plazas Vega, Derecho de la H adenda Pública y Derecho Tributario, Temis,
Bogotá, 2000, pp. 734 - 751; Ramón Valdés Costa, Curso de Derecho Tribu­
tario, Temis, Bogotá, 1996, pp. 114 ~ 121.

98
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

A .l. El criterio de la incidencia.

La incidencia es uno de los temas más importantes de las


finanzas públicas; porque, como lo asienta Seligman, en cual­
quier sistema de impuesto, el punto cardinal es su influencia
sobre la comunidad. Sin un análisis correcto de la incidencia de
un impuesto, no puede formarse una opinión adecuada respec­
to a su verdadero efecto o su justicia16.

En el proceso de los impuestos, según el referido autor, de­


ben distinguirse tres conceptos: Primero, un impuesto puede
gravar a una persona; segundo, ésta puede transferirlo a una
segunda persona; ésta segunda persona puede soportar la car­
ga o transferirla a otra quien la asume en última instancia. Así,
la persona que originalmente paga el impuesto tal vez no sea la
que soporta la carga en última instancia. El proceso de la trans­
ferencia del impuesto se conoce como traslación, mientras que
la imposición de una carga sobre el último contribuyente se lla­
ma la incidencia del impuesto; la cual es el resultado de la tras­
lación17.

Uno de los primeros esbozos de la distinción doctrinal con


fundamento en el criterio de la incidencia, se debe a John Stuart
Mili para quien el impuesto directo es el que exige de la misma
persona de que se pretende o se desea que lo pague; mientras
que los impuestos indirectos son aquellos que se exigen a una
persona con la esperanza e intención de que éste se indemnice a
expensa de alguna otra18.

El criterio de la incidencia como elemento diferenciador, per­


mite, en definitiva, establecer quien va a cancelar o a satisfacer

16 E. R. A. Seligman, Introducción a la traslación e incidencia de los impues­


tos en Ensayos sobre econom ía im positiva,; Richard M usgrave y Cari
Shoup, (Compiladores), México, Fondo de Cultura Económica, Buenos
Aires, 1964, p. 223.
17 Idem.
18 John Stuart Mili, Principios de Economía, Fondo de Cultura Económica,
México, 1943, p.803.

99
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

la prestación dineraria en que el tributo consiste, lo cual, por


supuesto, ha dado también a diferenciar entre los llamados
contribuyentes de hecho y de derecho, que es una clasificación
muy criticada, pero que tiene efectos importantes, desde el
punto de vista del conocimiento práctico de la traslación de la
incidencia en la imposición indirecta, específicamente, en el
conocimiento y estudio de la imposición general a las ventas
tipo valor agregado.

En todo caso, la incidencia permite establecer con claridad,


bajo la óptica de la imposición directa, lo atinente al fenómeno
de la percusión y traslación de la incidencia a partir del concep­
to que se tiene sobre este efecto económico de la imposición.

Existe una tendencia dentro de los hacendistas de distinguir


la pretensión del Estado de hacer efectiva su prestación dineraria
para el financiamiento de las necesidades del colectivo, mediante
la distinción en cuanto a la exigibilidad del tributo, es decir, que
a unos agentes económicos indicados como contribuyentes por
la legislación se les obliga a la satisfacción directa del tributo, y a
otros, por efectos y mecanismos, previstos también en la ley, se
le exige de manera indirecta.

Así las cosas, estaríamos en presencia de un impuesto direc­


to en aquellos casos en que los sujetos pasivos indicados como
contribuyentes por la ley tributaria, de conformidad con la exi­
gencia del artículo 317 constitucional, desarrollado en el artícu­
lo 3 del Código Orgánico Tributario, son los que están obligados
a soportar la carga del tributo. En este último supuesto el paga­
dor y obligado a la declaración y satisfacción del tributo es la
misma persona, es decir, existe identidad entre los sujetos indi­
cados como contribuyentes obligados a declarar y pagar el im­
puesto con el que, en teoría, soporta la carga impositiva o efecto
último del tributo, es decir, la incidencia.

Por el contrario, los impuestos indirectos son aquellos en los


cuales el Estado, en el ejercicio de su poder de imposición que
materializa en la legislación, establece mecanismos o técnicas

100
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

impositivas que permiten recibir su derecho creditorio utilizan­


do la intervención de agentes económicos, indicados como con­
tribuyentes formales o de derecho que están legitimados para
trasladar o repercutir la carga impositiva de acuerdo al meca­
nismo previsto, como en el caso del impuesto al valor agregado
que establece la denominada repercusión o protraslación del
impuesto en un doble carácter: como deber y como derecho19.

Anejo al concepto de la incidencia surge el de la traslación,


definido como el proceso mediante el cual el contribuyente se
reembolsa, en todo o en parte, el tributo transfiriendo el grava­
men a otro contribuyente, que a su vez puede liberarse del mis­
mo en todo o en parte, de manera similar20.

Así se establece una relación entre ambos términos, en el sen­


tido, que la traslación es el proceso y la incidencia es el resulta­
do, los cambios en la distribución de la riqueza y el impacto
final del impuesto es el efecto21.

La doctrina ha ido elaborando una serie de conceptos que


revisten importancia fundamental cuando se trata el tema de la
traslación o incidencia de los impuestos, y que se precisa tener­
les presente para aproximarse al conocimiento de los efectos
económicos de las exacciones y, específicamente, para entender
más el criterio diferenciador entre impuesto directo e indirecto
con base a la incidencia.

En tal sentido, se han establecido los conceptos de evasión,


percusión, traslación, difusión, capitalización o amortización y
remoción o transformación, siendo cada uno de ellos definido
de la siguiente manera:

19 Vid., Leonardo Palacios Márquez, La importancia de la factura como ins­


trumento de repercusión del impuesto al consumo suntuario y las ventas
al mayor, I y II, en Boletín Torres Plaz & Araujo, Abril y Mayo 1996, Cara­
cas, 1996, pp. 12 - 14 y 20 - 27, respectivamente.
20 Pantaleón citado por F. Corona y Amelia Díaz, Introducción a la Hacienda
Pública, Editorial Ariel, Barcelona, 2000, p.146.
21 E. R. A. Seligman, op. cit., p. 234.

101
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

Evasión. Es el incumplimiento total o parcial de los contribu­


yentes en la declaración y pago de sus obligaciones tributarias
legales con el fisco22.

Percusión: Recae sobre el sujeto pasivo contribuyente que esta


obligado por ley a satisfacer la prestación dinerada mediante la
determinación y liquidación de la cuota impositiva correspon­
diente.

La consecuencia de la incidencia se refleja en las denomina­


das difusión, capitalización o amortización y remoción o trans­
formación, los cuales pueden ser definidos de la siguiente ma­
nera:

Difusión: consiste en una disminución de los consumos, asumi­


da voluntariamente para eludir en parte las cargas del impuesto.

Capitalización o amortización: es la disminución del valor ca­


pital de las rentas gravadas .

Remoción o transformación: aumento del esfuerzo en proceso


productivo para apalear el impacto del impuesto23.

No obstante, que a juicio de un sector de la doctrina este cri­


terio de clasificación fundamentado en la incidencia, aparece
como sólido y profundo en relación a otros criterios, se señala
que el mismo tiene una objeción fundamental, consistente, a
juicio de Jarach, en que no hay impuesto que sólo por su natu­
raleza se traslada o no, salvo unos pocos casos en que el im­
puesto es realmente soportado por los contribuyentes de jure, es
decir, los indicados por el legislador (impuestos de sucesiones y
donaciones), en todos los demás casos, la traslación de los im­

22 Comisión Económica para América Latina y del Caribe, Política de reduc­


ción de la evasión tributaria: La experiencia Chilena, 1976 - 1986, Organi­
zación de Naciones Unidas, Santiago de Chile, 1990, p.13.
23 Vid., E. R. A. Seligman, op. cit., pp. 224 - 234; Juan F. Corona y Amelia Díaz,
op. cit, pp. 147- 8; Ursula Hicks, La terminología del Análisis impositivo.

102
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

puestos depende de muchos factores, entre los que pueden men­


cionarse la naturaleza del impuesto, y otros, tales como: cuan­
tía de gravamen, régimen de mercado, estructura de costos de
la industria gravada, elasticidad de la demanda y de la oferta
de los bienes gravados, coyuntura económica, rigidez o elastici­
dad de la oferta monetaria por el sistema bancario, considera­
ción de plazo corto, mediano o largo, movilidad de los factores
etcétera. Si se tienen en cuenta esos factores, a juicio del citado
autor, resultará que un mismo impuesto en determinadas con­
diciones se traslada y en otras no, siendo pues clasificable ora
entre los impuestos directos y ora entre los indirectos24. Ello así,
el impuesto sobre la renta sería susceptible de ser trasladado a
los distintos agentes económicos en virtud de algunas de las con­
diciones o de la mezcla de todas ellas o del concurso de alguna
de ellas.

El criterio de la incidencia, que reviste importancia funda­


mental, desde el punto vista práctico, y determinante para la
definición del real contribuyente del impuesto, debe ser acom­
pañada o reforzada con los parámetros del ánimo del legisla­
dor sostenido por Eheberg, según el cual la importancia de la
incidencia debe de estar sujeta a su verdadera intención en
cuanto a quién debe pagar el tributo, si es que el deudor legal
puede estar habilitado para trasladarlo a un tercero, o si por el
contrario, es la intención y objetivo el que el contribuyente que
declare sea quién soporte y pague la cuota impositiva corres­
pondiente25.

En todo caso el criterio de la incidencia, como lo expresa Pla­


zas Vega, es de especial importancia para todo lo relacionado
con la sujeción pasiva, no sólo desde la perspectiva de la defini­
ción sobre la condición en que el deudor asume el compromiso
obligacional con el Estado sino también en lo que atañe a la
posibilidad de que la normativa atribuya personalidad excep­

24 Dino Jarach, Finanzas Públicas y Derecho Tributario, op. cit., p. 262.


25 Vid., Mauricio Plazas Vega, Derecho de la Hacienda Pública y Derecho
Tributario, Temis, Bogotá, 2000, p. 738.

103
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

cional a los conjuntos económicos que no la ostenten según el


régimen en general, es decir, a los consorcios, convenios de na­
cionalización, etc.26.

Lo expresado por el autor colombiano, recobra importancia


al analizar los supuestos de deducciones para la determina­
ción del enriquecimiento neto en la legislación venezolana, los
cuales de conformidad con el artículo 27 de la Ley de Impues­
to sobre la Renta "deberán corresponder a egresos causados
no imputables al costo, normales y necesarios hechos en el país
con el objeto de producir el enriquecimiento". Entre los su­
puestos de deducción, se encuentran "los tributos «pagados»
por razón de actividades económicas o de bienes productores
de rentas con la excepción de los tributos autorizados por esta
Ley. En los casos de los impuestos al consumo y cuando con­
forme a las leyes respectivas el contribuyente no lo pueda tras­
ladar como impuesto ni tampoco le sea reembolsable27, será
imputable por el contribuyente como elemento del costo del
bien o del servicio"28.

Como se evidencia de la redacción de la norma citan, el legis­


lador ha utilizado el criterio de la incidencia, e implícitamente
de distinción de tributos directos e indirectos fundamentada en
razón del concepto de la traslación, para la determinación de la
procedencia de aquellos gastos que por concepto de tributos cau­
sados en la actividad económica del contribuyente pueden ser
deducidos o no, supuesto en el cual es importante que el sujeto
que vaya a proceder a la deducción haya soportado la carga
impositiva (incidencia), siendo por tanto el sujeto obligado al
pago y el sujeto que debe cumplir con los deberes formales rela­
tivos a la determinación y liquidación del tributo, establecién­
dose una sinonimia entre el contribuyente de derecho y el con­
tribuyente de hecho. No así, en el supuesto al impuesto al
consumo, específicamente el referido al impuesto al valor agre­

26 Ibid.
27 Artículo 33, Ley que establece el Impuesto al Valor Agregado.
28 Artículo 27, numeral 3 de la Ley de Impuesto sobre la Renta.

104
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

gado, que si no puede por efecto de una exención, exoneración


o un supuesto de no incidencia repercutir o trasladar el impues­
to, trasladando la carga impositiva hacia adelante el contribu­
yente pasa a ser un sujeto percutido e incidido, y por lo tanto,
legitimado para deducir la carga impositiva correspondiente.

A .2. La naturaleza del hecho imponible de la obligación


tributaria.

Este segundo criterio de distinción, con las implicaciones que


ello reviste dada la naturaleza del impuesto sobre la renta y los
impuestos indirectos, se fundamenta en la naturaleza o tipo del
hecho imponible o generador de la obligación tributaria, clasifi­
cación que va a depender del momento en que se verifica el
presupuesto de hecho que conforma la correspondiente hipóte­
sis de incidencia.

El hecho imponible, en criterio de Hensel, indica el conjunto


de presupuestos abstractos contenidos en la norma de Derecho
tributario material, de cuya concreta existencia derivan deter­
minadas consecuencias jurídicas. El presupuesto de hecho es,
por decirlo así, la imagen abstracta del concreto estado de co­
sas; sólo la realización de los hechos o acontecimientos concre­
tos de la vida jurídica o económica, que pueden subsumirse bajo
la norma que determinan los presupuestos, crean relaciones
obligatorias de naturaleza impositiva y sólo entonces surge la
pretensión tributaria por parte del Estado29.

Este criterio de distinción se configura con el binomio hecho


generador y registro de los contribuyentes del impuesto.

En virtud de lo cual, el impuesto sobre la renta es un im­


puesto directo que se recauda periódicamente, y de manera
recurrente, de aquellos contribuyentes que se encuentran de­

29 A., Hensel, Diritto tributario, Giuffre, Milano, 1956,pp. 71-2.

105
60 A ñ o s de I m p o sic ió n a la R en ta en V en ezuela

bidamente registrados, por ante el Registro de Información Fis­


cal (RIF)30.

Los impuestos indirectos serían aquellos que gravan una de­


terminada actividad, no en forma periódica, que al no existir el
gravamen en forma estable, imposibilita o dificulta las labores
de registro.

El criterio fundamentado en la posibilidad de establecer un


registro o patrón de contribuyentes, debe ser desechado por
cuanto una de las funciones operativas instrumentales esencial
para garantizar la eficiencia y eficacia de la gestión de cual­
quier tributo, es precisamente la de establecer un registro que
permita determinar con claridad la naturaleza de las activida­
des económicas realizadas por los sujetos pasivos sean estos con­
tribuyentes de tributos directos o indirectos, la identificación y
la forma de llegarles a través de la fiscalización a los documen­
tos, registro y contabilidad fiscal exigidos por las leyes y regla­
mentaciones.

La identificación de los contribuyentes implica, que todo pro­


ceso de control tributario tiene por objeto comprobar el cumpli­
miento de las respectivas obligaciones de los contribuyentes, tanto
la principal referida al pago del tributo como la relativa a los
deberes formales.

En consecuencia, cualquier sistema de recaudación moder­


no de tributos, directos e indirectos, debe propender a suminis­
trar los medios para conocer a quién se va a controlar, cuál es la
actividad económica que desarrolla, cuál es la propiedad inmo­
biliaria que posee, las características de identificación tales como
domicilio, actividad, y los impuestos que van a estar afectados
en un momento determinado31.

30 Artículo 99 de la Ley de Impuesto Sobre la Renta.


31 Leonardo Palacios Márquez, Políticas de reducción de la evasión de los
tributos municipales. Propuestas para una modernización y reforma de la
Administración tributaria local en Tributación Municipal en Venezuela I.
Aspectos jurídicos administrativos, PROHOMBRE, Caracas,1996, p.170.

106
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

A.3. La afectación del hecho imponible

Otro criterio de distinción que se fundamenta también en el


hecho imponible, es el relativo a la forma en que éste afecta de
manera directa o indirecta.

En el caso de la imposición directa, el gravamen afecta el


hecho imponible dejando al descubierto su fuente ya bien sea el
trabajo, el capital o mixta32.

El hecho imponible en los impuestos directos, específicamente


el impuesto sobre la renta son hechos imponibles complejos que
se van formando de cada uno de los elementos en un período
tributario o de ejercicio fiscal, que está referido a un plazo de
tiempo determinado por la ley o con fundamento a ella.

Por su parte los impuestos indirectos son aquellos en los cua­


les el gravamen afecta el gasto de la renta o hecho imponible sin
dejar al descubierto de un modo inmediato la fuente de donde
procede, sea el capital, el trabajo o mixta. La fuente de la renta
gastada se revela de un modo mediato, no inmediato, debido a
que esta especie de imposición, como los impuestos al gasto ge­
neral o específico, afecta determinados hechos de forma aislada
o analítica y mediante una discriminación cuantitativa33.

En los impuestos indirectos el hecho imponible es instantá­


neo, se da en un momento determinado y no está referido a
períodos de tiempo o lapsos previamente establecidos.

El impuesto sobre la renta es un impuesto típicamente direc­


to por cuanto afecta al ingreso en consideración a la realización
de determinadas actividades que componen el elemento mate­
rial del hecho imponible que se denomina renta y la magnitud
económica que permite la valoración de esos hechos que con­

32 A lejan d ro R am írez C a rd o n a , D erech o trib u ta rio . S u stan cial y


procedimental, Temis, Bogotá, 1985, p.154.
33 Ibid.

107
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

forman un hecho imponible complejo, que denominamos renta


neta y es el resultado de esa actividad en un período tributario o
gravable.

A.4. El criterio de la exteriorización de la capacidad con­


tributiva.

La Constitución venezolana de 1999, al igual que la de 1961,


establece que el sistema tributario procurará la justa distribu­
ción de las cargas públicas según la capacidad económica del
contribuyente. De acuerdo al criterio fundamentado en la ca­
pacidad económica, denominada por otros capacidad contri­
butiva- no queremos entrar aquí en discusiones del contenido,
alcance y distinción entre uno u otro vocablo distintivo de esa
capacidad-, los impuestos son directos, como lo afirma Plazas
Vega, cuando gravan de forma inmediata las manifestaciones
de tal capacidad a través del ingreso o del patrimonio de mane­
ra que se dirigen a la aptitud de cada contribuyente para parti­
cipar en las cargas públicas.

Mientras que los impuestos indirectos, por el contrario, si bien


recaen finalmente sobre el ingreso como puede ser el gasto, no
lo hacen de forma inmediata sino a través de ciertos actos o
hechos que se consideran indiciarios de un acontecimiento eco­
nómico imponible34.

B) El impuesto sobre la renta es un impuesto personal.

El impuesto personal recae sobre el total de la capacidad


tributaria del sujeto, teniendo en consideración su especial situa­
ción y las cargas de familia35. Tal expresión debe tener en cuenta
aspectos esenciales del contribuyente como lo es la familia.

34 Mauricio Plazas Vega, op. cit., p p.741 - 2.


35 Lucien Mehl, op. cit. p. 102.

108
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

Los impuestos directos se dividen, en personales (subjetivos)


y reales (objetivos), según se tenga en cuenta la persona del con­
tribuyente o la riqueza en si misma, sin atender a las circuns­
tancias personales36.

Sin embargo, toda esta clasificación ha sido muy controver­


tida, hasta tal punto que lo afirmado con anterioridad por
Giuliani, es rechazado por Plazas Vega, al sostener que la cla­
sificación que nos ocupa es única y exclusivamente imputable
a los impuestos directos, es desconocer las tendencias actuales
de la tributación orientadas al aspecto individual de la capaci­
dad contributiva o al general del desarrollo económico y, por
otra, genera incertidumbres al extender a los demás criterios
de diferenciación de los impuestos las numerosas inquietudes
que dejan la consideración sobre naturaleza directa o indirec­
ta de los tributos37.

En la doctrina han existido estudios sobre esta clasificación


de impuesto entre personales y reales, existiendo entre ellas la
tendencia a desecharlas y prefiriendo la designación entre im­
puestos subjetivos y objetivos (Giannini), otros como Griziotti,
prefiere mantener la distinción entre impuestos reales y perso­
nales esgrimiendo criterios que permitan establecer con mayor
precisión la vigencia y eficacia práctica de tal clasificación.

El último autor citado sostiene que los aspectos de distinción


entre impuestos reales y personales se deben buscar en los si­
guientes criterios: (i) el de la distribución de la carga fiscal; (ii) el
de la determinación; (iii) el de las garantías reales y personales y
(iv) el de la dinámica de la relación tributaria.

El criterio de la distribución de la carga fiscal configura al


impuesto personal como aquel que no solamente toma la rique­
za total o global de los contribuyentes sino que adicionalmente

36 Carlos M. Giuliani Fonrouge, Derecho financiero, Volumen I, Depalma,


Buenos Aires, 1987, p. 319.
37 Mauricio Plazas Vega, op. cit., p.752.
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

tiene presente los índices, circunstancias y elementos que cons­


tituyen manifestaciones de la capacidad contributiva.

Mientras que el impuesto real tiene un alejamiento o inob­


servancia a ese enriquecimiento global y no tiene presente la
circunstancias que manifiestan o evidencian capacidad con­
tributiva.

El criterio de la determinación se refiere fundamentalmente


a la forma como el contribuyente procede a la determinación de
la cuota impositiva, a la autoliquidación y pago del tributo co­
rrespondiente. Estaríamos, con fundamento a este criterio, frente
a un impuesto personal cuando el contribuyente procede, en el
caso del impuesto sobre la renta, a determinar su enriquecimiento
neto gravable siguiendo para ello los criterios y parámetros de
depuración de la renta previsto en la ley aplicable al período
impositivo correspondiente.

Estaríamos en presencia de un impuesto real cuando tal de­


terminación se hace sin el concurso, sin la presencia del contri­
buyente, mediante mecanismos o métodos indiciarios.

Si se aplica el criterio de las garantía reales y personales, el


impuesto es real cuando el fisco exige, como en el caso de cierta
imposición, la garantía constituida sobre el inmueble objeto de
imposición.

El criterio de la dinámica de la relación tributaria, ha sido


desechado por parte de la doctrina pues establece como
parámetro esencial de la clasificación que el impuesto real u
objetivo es aquel que grava directamente la riqueza o un hecho
imponible y lo considera por sí, sin relacionarlo con otras rique­
zas o hechos imponibles y sin tener en cuenta las relaciones de
esas riquezas o hechos con el contribuyente. Mientras que el
impuesto es personal o subjetivo cuando grava directamente la
persona del contribuyente y la obligación que resulta se ajusta a
su capacidad contributiva personal38.

38 Benvenuto Griziotti, op. cit, pp.243 - 5.

110
L e o n a r d o P a i a c to s M árquez

La crítica a este criterio reside en que todo impuesto, inde­


pendientemente de su naturaleza, recae sobre hechos imponibles,
pues éste es elemento esencial que genera la obligación del pago
independientemente de la naturaleza del mismo.

En todo caso, la clasificación del impuesto en personales o


reales subjetivos y objetivos, pierde vigencia en la tributación tal
como se le concibe en la actualidad, pues existe la posibilidad
que los impuestos comporten ambas categorías.

Hay un sector de la doctrina que pretende distinguir entre el


impuesto sobre la renta de las personas naturales y el impuesto
sobre la renta a las sociedades. En el primer caso, se sostiene que
el impuesto es de naturaleza personal y subjetiva que toma en
cuenta la relación del individuo con la unidad familiar, protegi­
da constitucionalmente, debiendo tener un trato discriminatorio
entre aquel contribuyente persona natural que tiene cargas fa­
miliares con aquellos que no poseen cargas familiares, a los efec­
tos de que el tributo sea justo, equitativo y cumpla a cabalidad
con los designios del sistema impositivo.

La crítica viene en que no obstante, exista diferenciación en


otras legislaciones entre impuesto sobre la renta en las personas
físicas y el impuesto sobre la renta a las personas jurídicas o
sociedades, siempre la tributación debe perseguir el criterio de
la equidad y de la justicia, mediante un parámetro de consulta
a la capacidad económica, contributiva, que está reconocida in­
cluso, a las personas jurídicas, en virtud de que existe una posi­
bilidad cierta para la configuración de la teoría del impuesto
dándole justificación, causa eficiente en la noción de capacidad
económica o contributiva39.

No puede ser de otro modo, si se toma en consideración la


naturaleza del impuesto sobre la renta, que sean los titulares de
la renta una persona física o natural y una persona jurídica,

39 Dino Jarach, El hecho imponible, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1982, pp. 182
-196.

111
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

sociedad o una persona moral, siempre debe tratarse de que el


impuesto consulte la capacidad económica, los índices de mani­
festación de riqueza que justifica la esencia y el carácter progre­
sivo, como veremos infra, del impuesto sobre la renta como co­
lumna vertebral del sistema impositivo.

En definitiva, el impuesto sobre la renta es la especie tributaria


que más destaca o recoge, por lo menos en la teoría, la equidad
como reflejo del principio de la capacidad económica. La capa­
cidad económica o contributiva se valora o mide a través de
una metodología indiciaría como son: la renta que obtienen los
contribuyentes, el capital que posee y el gasto o consumo que
realiza; siendo la renta la que mayoritariamente se tiene como
reflejo más exacto y de valoración, de la capacidad económica o
contributiva.

El impuesto sobre la renta en su conceptualización como


impuesto personal refleja una de las dimensiones de la equidad,
como es la denominada equidad horizontal.

La equidad horizontal requiere que los contribuyentes con el


mismo ingreso real (supuesto en el cual esta magnitud económi­
ca sea considerada apropiada para la valoración y medición de
la capacidad económica o de pago) que se encuentren en cir­
cunstancias similares en otros aspectos relevantes, deben pagar
la misma cantidad de impuesto. Se viola la equidad horizontal
si ciertas categorías de renta se encuentran exentas o gravadas
a tarifas o tipos preferenciales o si tarifas incrementadas se apli­
can a ciertas categorías de renta, si se aceptan algunas deduc­
ciones vinculadas a cierto tipo de categorías de renta, o cuando
no se incluyen sistemas de ajuste por inflación40.

El impuesto sobre la renta en el carácter atribuido de ser per­


sonal se le impone la búsqueda de la equidad horizontal me­
diante la valoración de la capacidad económica del contribu­

40 Charles E. McLure, John Mutti y otros, La tributación de la renta prove­


niente de los negocios y del capital en Colombia, Dirección general de
impuestos nacionales, Bogotá, p. 6.

112
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

yente en su conjunto, aproximándose a la valoración de su si­


tuación real, como por ejemplo, su condición de soltero, casado
o de mantener una unión estable de hecho41, las cargas familia­
res42, etc.

La titularidad de la renta que deriva como condición


principista explícita en la vigente Ley de Impuesto Sobre la Renta
que se desprende del elemento subjetivo del hecho imponible (ren­
ta) escogido por el legislador, comporta un carácter esencial pues
al verificarse el carácter personal atribuido, los bienes o rentas,
como lo asevera Sainz de Bujanda, que constituyen el elemento
material de la situación de hecho gravada en el impuesto perso­
nal, logran la unidad jurídica tributaria, es decir, se concretan en
el presupuesto objetivo del impuesto a través de la persona43.

El impuesto sobre la renta, como impuesto personal que es,


que grava una manifestación de riqueza, a juicio de Zornoza
Pérez, no puede ser pensado tal índice sin ponerlo en relación
con una persona. Por ello el concepto de sujeto pasivo sirve, no
sólo para determinar la persona obligada al pago sino también
para delimitar y dar carácter unitario a la riqueza que constitu­
ye el objeto del tributo44.

C ) El Impuesto sobre la Renta es progresivo.

La característica acusada del impuesto sobre la renta responde


a su naturaleza de impuesto directo y personal o subjetivo.

41 Artículos 75 y 77 de la Constitución de 1999. Estos preceptos constituciona­


les que bajo la técnica del establecimiento de derechos sociales y de la
familia tienden a la protección de familia y del matrimonio deben ser
observados por el legislador tributario, lo cual de suyo justifica el carácter
personal del impuesto sobre la renta.
42 Artículo 76 y 78 de la Constitución de 1999, consagratorios de los deberes
de los padres en relación a sus hijos y de la protección integral a los niños.
43 Fernando Sainz de Bujanda, Estructura jurídica del sistema tributario en
Hacienda y Derecho, V. II, Ed. IEP, Madrid, 1962, p. 308.
44 Juan J, Zom orza Pérez, La tributación de las rentas obtenidas sin media­
ción de establecimiento permanente por personas físicas no residentes y el
impuesto sobre la renta en Revista española de Derecho Financiero, Nro.
45, Civitas, 1985, p. 101.

113
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

La tributación progresiva se considera como una de las ideas


centrales del capitalismo democrático moderno que se acepta
ampliamente. La tributación progresiva plantea un tema de
vital importancia para la sociedad actual, hasta tal punto que
cada discusión o controversia en las tarifas de impuesto sobre la
renta es, hasta cierto punto una discusión referente al principio
mismo de la progresión45.

Sin embargo, el tema no ha sido pacífico, existe una gran


contraposición entre el impuesto sobre la renta sobre tipos pro­
porcionales y el impuesto sobre la renta con tipo progresivo,
teniendo este último como la primera instrumentación el princi­
pio de igualdad y de generalidad ante las cargas públicas.

La distinción del impuesto proporcional y progresivo radica


en el estudio del principio de progenie constitucional relativo a
la igualdad ante las cargas públicas, en la obligación de toda
persona, en virtud del principio de solidaridad, de concursar en
el financiamiento de las cargas públicas, principio éste que
involucra no solamente la situación personal del contribuyente
con respecto al papel que desempeña el Estado y la exigencia de
recursos para la prestación de servicios, sino del sustento o fun­
damento del papel del ciudadano, en función del rol que debe
jugar éste en la sociedad.

Así las cosas, el tema de la igualdad ante las cargas públicas


como uno de los principios integradores de la dogmática consti­
tucional tributaria, impone su desarrollo normativo en la
escogencia y configuración de los distintos tributos que confor­
man el sistema tributario, si se ejecuta mediante impuestos pro­
porcionales o progresivos.

El impuesto proporcional es el que mantiene una relación


constante entre su cuantía y el valor de la riqueza gravada. Pro­
gresivo es aquel en el que la relación de cuantía del impuesto

45 Walter Blum y Harry Kalven, El caso problemático de la imposición pro­


gresiva (The uneasy case for progressive taxation), República de Venezue­
la, Ministerio de Hacienda, Centro de Adiestramiento y formación profe­
sional, Caracas, Passim.

114
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

con respecto al valor de la riqueza gravada aumenta a medida


que aumenta el valor de ésta. En la forma corriente de aplica­
ción actual puede decirse que el impuesto proporcional es aquel
que tiene una alícuota única y el impuesto progresivo aquel cuya
alícuota aumenta a medida que aumenta el monto gravado46.

El artículo 316 de la Constitución de 1999, siguiendo la orien­


tación de las Constituciones de 1946 y de 1961, establece como
elemento esencial para la determinación material legislativa y
de la igualdad, los principios de la capacidad contributiva y
progresividad; el referido precepto constitucional copiado a la
letra establece lo siguiente:

Artículo 316.- El sistema tributario procurará la justa distri­


bución de las cargas públicas según la capacidad económi­
ca del o la contribuyente, atendiendo al principio de
progresividad, así como la protección de la economía nacio­
nal y la elevación del nivel de vida de la población; para ello
se sustentará en un sistema eficiente para la recaudación de
los tributos.

El concepto de capacidad económica previsto en el artículo


constitucional transcrito, es un criterio de justicia preceptivo y
vinculante para el legislador, que dentro de la discrecionalidad
intraconstitucional que tiene para escoger cada una de las figu­
ras impositivas previstas en el texto constitucional en el reparto
de competencias que se efectúa en beneficio del Poder Nacional
de conformidad de lo establecido en el artículo 156 de la Cons­
titución, debe observar en todo momento para establecer el prin­
cipio de igualdad, también previsto constitucionalmente como
valor esencial en el Estado de Derecho y definir la forma de
concursar los ciudadanos en el financiamiento de las cargas
públicas, tal como lo establece el artículo 133 ejusdem.

De esta manera la tendencia de ver el dispositivo contenido


en el artículo 316 de la C onstitución como una norm a

46 Ramón Valdés Costa, Curso de Derecho tributario, Temis, Bogotá, 1996,


p.194.

115
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

programática se desvanece, pierde sentido en relación al res­


tante de los principios constitucionales que conforman el Esta­
do Social, de Derecho y Justicia, específicamente, a aquellos que
orientan la tributación en Venezuela.

La norma constitucional contenida en el artículo 316, por el


solo hecho de estar establecida en la Ley Fundamental tiene un
contenido vinculante, exigible, imperativo que se deduce de su
propia consagratoria del principio y existencia de la norma,
cualquiera sea el criterio de hermenéutica que se utilice para su
interpretación y su vinculación e interrelación con el resto de la
normativa del sistema impositivo.

Recuérdese, que el sistema tributario debe observarse en su


conjunto con vinculación en los efectos, afines y cometidos que
se derivan de la restante normativa constitucional47.

Sin entrar a discutir el tema atinente al rol de la imposición


como elemento de intervención y del logro de los objetivos de
políticas públicas (la consecución de los cometidos y fines del
Estado), vale decir, la imposición con fines extrafiscales o de
ordenamiento, más allá de su sentido natural recaudatorio o de
allanamiento de recurso para el financiamiento del Estado48, el
concepto de capacidad económica surge como instrumentación
de la igualdad de las cargas públicas y refiere fundamentalmente
a la forma en que el ciudadano, dentro de una caracterización
propia a su rol y situación patrimonial sobre la cual recae la
imposición, está en capacidad bajo distintos criterios, entre los
cuales se encuentra el de la contribución sin elementos de sacri­
ficio, de peso o gravosos que le impiden su subsistencia, contri­
buir con el financiamiento de las cargas públicas en general.

47 Vid., Leonardo Palacios Márquez, El sistema tributario en la Constitución


económica, Janet Kelly (Compiladora), Ediciones IESA, Caracas, 1999, pp.
71 - 79.
48 Vid., Leonardo Palacios Márquez, Medidas fiscales para el desarrollo eco­
nómico en Revista de Derecho Tributario, N° 97, AVDT, Caracas 2002,pp.
1 7 9 -2 2 5 .

116
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

En este sentido, teniendo el tributo única y exclusivamente


bajo la óptica de ser un recurso permanente, periódico, presen­
te en la estructura presupuestaria del Estado para buscar den­
tro del concepto de actividad medial o instrumental en que con­
siste la actividad financiera la fuente de financiamiento del gasto
público, a la capacidad contributiva, capacidad económica o
capacidad de pago, como presupuesto legitimador, no puede
existir tributo sin que exista capacidad económica 49.

El principio de capacidad económica, según lo sostenido por


Rodríguez Bereijo50, tiene dos significados diferentes:

Por una parte, es el fundamento que justifica el hecho mismo


de contribuir y, por tanto, constituye el elemento esencial que
debe estar presente e indisolublemente vinculado a la tipificación
legal impositiva que legitima constitucionalmente el tributo, es
decir, vinculado a la reserva constitucional que el constituyente
de 1999, atribuyó a la esfera de competencias de cada uno de
los niveles políticos territoriales resultante de la distribución ver­
tical del poder, que en el caso específico de la imposición a la
renta sería al Poder Nacional. La capacidad económica en con­
secuencia es la aptitud para contribuir.

Por otro lado, la capacidad económica es la medida, razón o


proporción de cada contribución individual, de los sujetos obli­
gados al sostenimiento de los cargos públicos, de acuerdo o se­
gún la capacidad económica que comporte o presente.

La consagratoria del principio de la capacidad económica y


su flexibilidad a raíz de la vigencia del Texto Constitucional
obliga al legislador que al momento de ejercer el poder de impo­

49 Ernesto Lejeune Valcárcel, El principio de igualdad en Tratado de Derecho


tributario dirigido por Andrea Amatucci, T I, Temis, Bogotá, 2000, pp. 229
-3 0 .
50 Alvaro Rodríguez Bereijo, Jurisprudencia constitucional y principios de la
imposición en garantías constitucionales del contribuyente, Tirant Lo
Blanch, Valencia, 1998, pp.158 - 9.

117
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a la R e n t a en V e n e z u e la

sición, es decir, al proceder a la creación o modificación de un


tributo, lo haga acudiendo a presupuestos o elementos que indi­
quen o revelen directamente capacidad económica.

El principio de la igualdad es uno de los valores esenciales


consagrados en la Constitución que inspiran la conformación y
conceptuación política del Estado en Venezuela. Así, el artícu­
lo 1 establece que la República Bolivariana de Venezuela se fun­
damenta en el valor de la igualdad, que se constituye en un
Estado democrático y social, de Derecho y de Justicia, que pro­
pugna como valor superior de su ordenamiento, entre otros, la
igualdad (artículo 2).

Por su parte, el artículo 19 ejusdem establece que "el Estado


garantizará a toda persona... el goce y ejercicio irrenunciable,
indivisible e independiente de los derechos humanos...".

Finalmente, el artículo 21 constitucional establece que todas


las personas son iguales ante la ley en consecuencia, "no se per­
mitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo,
la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto
o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o
ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y liberta­
des de toda persona" y "la ley garantizará las condiciones jurí­
dicas y administrativas para que la igualdad ante la ley sea real
y efectiva; adoptará medidas positivas a favor de personas o
grupos que puedan ser discriminados, marginados o vulnera­
bles; protegerá especialmente a aquellas personas que por algu­
na de las condiciones antes especificadas, se encuentren en cir­
cunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o
maltratos que contra ellas se cometan".

La igualdad como valor fundamental del Estado de Dere­


cho no implica una igualdad de naturaleza matemática, una
igualdad en si misma, sino que el Estado a través de la orienta­
ción de su actividad, de la definición de políticas públicas y de
los fines y cometidos definidos en los distintos sistemas previs­
tos en la Constitución (sistema político, sistema económico y
sistema constitucional y tributario) buscará establecer meca­

118
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

nismos para ir estableciendo esa igualdad ante la ley, esa igual­


dad que de suyo reconoce una desigualdad entre todos los ciu­
dadanos, tal como se desprende de la lectura de los artículos
constitucionales citados.

Esto ju stifica incluso la u tilización de la herram ienta


impositiva, del sistema impositivo en general para lograr luchar
contra esas desigualdades y tratar de que el parámetro o valor
tutorial de toda la actuación pública consistente en la igualdad,
pueda observarse o acatarse disminuyendo las desigualdades
propias consustanciales a la existencia del ser humano que se
evidencian por distintas razones y variadas circunstancias.

De esta manera, la igualdad instrumentada mediante el con­


cepto de capacidad económica logra o impone que el legislador
al momento de escoger cualquiera de las figuras existentes pro­
cure la justa distribución de las cargas públicas y el estableci­
miento del deber de contribuir teniendo presente la capacidad
económica.

Sin embargo, la igualdad y la capacidad económica no es sufi­


ciente, sino que se vale adicionalmente del concepto de la
progresividad, de donde es oportuno afirmar, como lo hace
Lejeune51, que progresividad del sistema tributario no es sino una
exigencia ineludible del principio de igualdad, no pudiéndose lle­
gar a sostener, de manera superficial que igualdad y progresividad
se presentan como principios distintos, tal como lo sugiere una
lectura desapercibida del artículo 316 constitucional.

La referencia expresa que el Texto Constitucional español de


1978 hace de la progresividad, a juicio del referido catedrático,
no obedece a razones técnicas, sino de índole política pues en su
criterio una Constitución no es sólo la norma fundamental del
ordenamiento jurídico cuyo conocimiento queda más o menos
reservado a los juristas, sino que es a la vez un texto de carácter
político en donde se contienen las directrices a las que ha de
acomodarse la vida social. Y es entonces claro que, en un texto

51 Ernesto Lejeune Valcárcel, op. cit., 230.

119
60 A ñ o s de I m p o sic ió n ' a la R en ta en V en ezu ela

de esta naturaleza, moderno y progresista, no pueda dejar de


decirse en forma expresa y rotunda que los impuestos han de
ser progresivos, idea ésta asumida por la común conciencia po­
lítica y social52.

En igual sentido, Lang, sostiene que el principio de progresivi-


dad que afecta el componente social de la Constitución y no es
susceptible a la armonización, se acopla más a la fraternité que,
con origen a un Estado Social de impronta liberal, por lo cual el
principio de capacidad contributiva como instrumento de igual­
dad exige tipos proporcionales y no progresivos. Sólo el principio
del Estado Social y la idea, ligada a tal estado, de la redistribución
puede justificar la progresividad. Un sistema social motiva de
manera más convincente la idea de progresividad53.

Lo realmente cierto, es que el tema de la progresividad ha


sido muy discutido, abierta o soterradamente, cada vez que se
presenta una reforma impositiva en los distintos países o cuan­
do se presentan reformas o enmiendas a las constituciones, te­
niendo como denominador común el tema sobre concepción
política sobre la tributación.

Hay quienes piensan en apoyo extremo a la progresividad,


que la capacidad de pago es la justificación principal a favor de
este tipo de tributación. Hay quienes sostienen, por el contra­
rio, dentro de una concepción política y ataque feroz a la
progresividad, que la misma no es más que el desarrollo con­
ceptual de los postulados del régimen comunista54.

52 Ibid.
53 Joachim Lang, op. cit p. 785.
54 Esta opinión es la del abogado Samuel Pettingill, quien en un artículo
sobre la progresión en el American Bar Association Journal de junio de
1953, en relación a una reforma impositiva propuesta en los Estados Uni­
dos, expresó, muy al contrario de quienes sostienen que se trata de una
m an ifestación in h eren te a los v alo res del cap italism o , que con la
progresividad " se ha conseguido u obtenido uno de los principios del
Manifiesto Comunista de 1848".

120
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

Las razones que se pueden considerar como constituyendo


una especie de prima facie argumento contra el principio de la
progresividad de la tributación y, específicamente el impuesto
sobre la renta, son sistematizadas por Blum y Kalven55, de la
siguiente manera:

(i) La progresividad complica la estructura del impuesto


sobre la renta dando o generando múltiples oportuni­
dades para que los contribuyentes se sustraigan del cum­
plimiento voluntario de la obligación tributaria mediante
subterfugios o defraudación, es decir, alienta la eva­
sión del impuesto.
(ii) Como resultado de lo expuesto, se generan importantes
consecuencias desde el punto de vista de la equidad en
el tratamiento de los contribuyentes.

Las objeciones especificadas en los numerales (i) y (ii) es lo que


ha llevado a muchos autores a proponer un impuesto fijo o fíat
tax en los términos que hemos mencionado con anterioridad.

(iii) La progresividad del impuesto sobre la renta agrava todo


lo que tiene que ver con la oportunidad de la renta y su
empleo. Así, cambios en la tarifa, en la ley sustantiva,
en la situación fiscal del contribuyente o limitaciones
sucesivas en el tiem po harían significativam ente
distorsionante el efecto del tiempo.

Lo atinente a la unidad de tiempo con fines tributarios, lo


mismo que la selección de una adecuada unidad tributaria, no
sólo constituye un caldo de cultivo para la ingeniosidad de los
sujetos pasivos, para sustraerse del pago de las obligaciones
tributarias, sino también plantea importantes aspectos vincula­
dos a la gestión del tributo y a la equidad entre los contribuyen­
tes en virtud de la utilización, por ejemplo, de beneficios o in­
centivos fiscales, valoración de activos fijos y circulantes, etc.

55 Walter Blum y Harry Kalven, Jr., op. cit., pp. 13-21.

121
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R e n t a en V en ezu ela

(iv) Se ha esgrimido, incluso desde el campo de quienes de­


fienden la progresividad, que la misma constituye una
rebaja a la productividad económica de la sociedad.

Las desventajas o ventajas de la progresión, según Blum y


Kalven, deben determinarse contrastando únicamente un siste­
ma progresivo que recauda una determinada cantidad de fon­
dos públicos con otro proporcional que recauda idéntica canti­
dad de fondos. El impacto de la progresión sobre la productividad
descansa sobre dos factores: (i) el primero es que una minoría
de la población está sujeta a más altas tarifas fiscales efectivas
que lo que se obtendría de otra forma; esta minoría es muy pro­
bable que tenga una alta significación económica; y (ii) se rela­
ciona con la aceleración de las tarifas marginales de un impues­
to con tarifas graduadas. Los referidos autores, sostienen que la
progresión pueda básicamente chocar contra la productividad
de la sociedad, sea reduciendo la cantidad o calidad del trabajo
desarrollado, sea impidiendo la creación o subsistencia del ca­
pital en la sociedad. El análisis tiene, que interesarse en las mo­
tivaciones para trabajar, en las varias motivaciones responsa­
bles de la creación y permanencia del capital.

(v) Se esgrime que el impuesto progresivo, específicamente


el impuesto sobre la renta, constituye una forma políti­
camente irresponsable en virtud de que un sistema pro­
gresivo conduce a que las tarifas más altas o sobre tasas
se aplicarán a la minoría de los votantes.

Tal circunstancia, origina que se conceda a una mayoría el


señalar las tarifas que recaerán exclusivamente sobre la mino­
ría. La mayoría no puede tratar de manera imparcial e irres­
ponsable un tema tan impregnado de su propio e inmediato
interés. Un impuesto proporcional comporta ventajas sobre el
progresivo en lo que la aceptación y votación del impuesto re­
quiere, pues cada votante aceptará que su representante vote
por una tarifa equivalente para sí mismo.

122
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

Esta crítica se compadece con el adagio acuñado en la sen­


tencia del Juez Marshal (caso McCulloch contra el Estado de
Maryland de 1819), según la cual no puede existir tributación
sin que exista representación. Es el reflejo del reconocimiento
del principio del consentimiento popular del impuesto, según el
cual éste se expresa primeramente en la regla de que el impues­
to se debe establecer por el órgano legislativo correspondiente,
por medio de una ley y no por el gobierno a través de un decreto
(este corolario se flexibiliza en el ordenamiento constitucional
venezolano por la existencia de los denominados Decretos Le­
yes56). En segundo lugar, el segundo corolario del principio del
consentimiento del pueblo al impuesto se configura en la exi­
gencia de que la percepción del impuesto debe ser actualizada
cada año por el Parlamento a través de una votación del presu­
puesto57.

La justificación material o fiscal de la progresión está en las


necesidades públicas financieras. La demanda financiera es
mayor en tiempos de crisis. Por eso los impuestos progresivos
suelen introducirse o modificarse su estructura en épocas de
dificultades económicas alcanzando en unos supuestos magni­
tudes económicas extraordinarias58.

La defensa de la imposición progresiva puede verse en varias


etapas, las cuales Gerloff59 resume de la siguiente manera:

La primera se caracteriza por el argumento compensatorio o


teoría de la compensación, la cual tiene como ideal provocar
una carga proporcional de todos los impuestos; pero como exis­
ten ciertos impuestos (los impuestos específicos y generales al
consumo) que representan un gravamen mayor a la clase de
escasos recursos, en compensación por la regresividad del siste­
ma, el impuesto sobre la renta y demás impuestos personales y
directos deben ser progresivos.

1,6 Artículo 203 de la Constitución de 1999.


57 Maurice Duverger, op. cit., p. 100.
58 Wilhelm Gerloff op. cit., p. 255.
59 Ibid.

123
60 A ñ o s de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

La segunda etapa en el desarrollo de la imposición progresi­


va, está enmarcada dentro de la influencia de la teoría político
social, la cual no se conforma con exigir a la progresión una
función compensatoria sino que impone una verdadera y abso­
luta progresión de la imposición total sobre la base de la renta.

La última etapa o tiempo de la devolución, se utiliza la pro­


gresión como recurso de las finanzas de ordenamiento. Para
estimular a los agentes económicos que orienten y desarrollen
su actividad hacia determ inadas políticas públicas o para
desestimularlos a no realizar actividades que la contraríen, se
emplea la imposición progresiva logrando de esta manera la
utilización del sistema impositivo como instrumento al benefi­
cio de las políticas que adelanta el Estado en cualquier activi­
dad o nivel de que se trate.

Otro argumento a favor de la imposición progresiva es que


constituye el medio por excelencia de instrumentar el concepto
de capacidad contributiva y garantizar la equidad vertical, que
involucra el patrón de diferenciación de las cargas tributarias
que se experimentan a los distintos niveles de ingresos, o la
progresividad del sistema tributario (el impuesto como un por­
centaje del ingreso a los varios niveles de éste)60.

La equidad vertical involucra que aquellos que se encuen­


tren en distintos niveles deban ser sometidos a imposiciones di­
ferentes, sólo tipos o tarifas progresivas, donde la alícuota au­
menta más que proporcionalmente ante los aumentos de la base
imponible, son los que pueden ser establecidos, cumpliéndose
de esta manera la redistribución del ingreso61.

Las técnicas de progresión del impuesto, como las sintetiza y


clasifica Jarach62 son las siguientes:

60 Charles E. McLure, John Mutti y otros, op. cit., p. 6


61 Juan García Mullin, op. cit., p. 4.
62 Dino Jarach op. cit., pp. 296 - 8.

124
L e o n a r d o P a l a c io s M á r q u e z

(i) Progresión por categoría o clases, la cual consiste en agru­


par o clasificar a los contribuyentes en categorías o cla­
ses, según el monto total de la riqueza que constituye la
base imponible, en orden creciente de aplicar sobre cada
categoría o clase una alícuota del monto total.
(ii) Progresión por grados de escalones, la cual consiste en
subdividir el monto imponible de cada contribuyente en
parte o escalones, que puedan ser iguales o desiguales y
aplicar sobre cada uno de estos en forma creciente una
alícuota o porcentaje. De este modo, contribuyentes con
diferentes montos imponibles están sometidos a los mis­
mos porcentajes hasta la concurrencia del mismo monto
imponible, aplicándose mayores alícuotas sólo sobre los
escalones superiores. Este método de progresión es el
acogido por nuestra Ley de Impuesto Sobre la Renta en
los artículos 50, 52 y 53.
(iii) Progresión por reducción de la base, consiste esta meto­
dología en la reducción del monto imponible de una suma
fija, reputada como no imponible y en la aplicación de
una alícuota constante sobre el remanente.
(iv) Finalmente, el método de progresión por clase o catego­
ría, en el que la amplitud de cada clase está reducido al
mínimo, consiste en establecer suma de im puestos
incrementado por cada monto imponible creciente.

Por su parte, Gerloff63, distingue varios tipos de progresión,


tanto con respecto a su estructura y constancia como a su obje­
to. La estructura de la progresión puede hacerse técnicamente
por la alteración de la cuota impositiva, la llamada progresión
directa o abierta, o por la alteración de la base de medición del
impuesto, que es la progresión indirecta u oculta.

En la progresión abierta las bases de medición del impuesto y


la tasación son iguales; en cambio la cuota es variable en tal

63 Wilhelm Gerloff op. cit., p. 259.

125
60 A.\os d e Im p o s ic ió n a l a Renta e n V e n e z u e la

forma que la cuota más alta se emplea solamente para el esca­


lón con el cual entra en vigencia o, también para todos los esca­
lafones precedentes.

La progresión oculta aplica una cuota invariable a base de


una medida del impuesto que resulta de adiciones o deduccio­
nes por multiplicación o división de una tasación variable.

Con respecto a la constancia de la progresión, el referido tra­


tadista, distingue: (i) la progresión limitada o degresión consis­
tente en que la progresión no sobre pasa una cierta cuota máxi­
ma; (ii) la progresión absoluta o ilimitada; y (iii) la llamada
regresión impositiva o progresión impositiva reversada con la
cual la carga baja cuando la renta aumenta.

Según la estructura y constancia de la progresión resultan


diversas formas de tarifas. La progresión abierta y constante se
realiza mediante la tarifa graduada. La progresión corrida es
en la práctica siempre escalonada o alternada. La progresión
escalonada da una tarifa uniforme. Mientras la tarifa graduada
divide la renta en diferentes partes gravando cada una de ellas
con variadas cuotas, la tarifa uniforme, si bien aplica diferentes
cuotas según la renta, para cada rédito individual siempre una
sola cuota. De la progresión alternada resulta la tarifa por cla­
ses64, en este mecanismo los varios niveles de renta forman cla­
ses por las cuales se deben pagar importes impositivos fijos.

Finalmente, según el objeto corresponde distinguir si la pro­


gresión se refiere a impuestos individuales o a la carga total
tributaria.

Refiriéndonos a la realidad venezolana, poco importa discu­


tir o analizar las ventajas o desventajas de la progresividad, sal­
vo que se plantee una reforma profunda del régimen constitu­
cional que propugne por un principio diferente, cuando lo cierto

64 I b id .

126
L e o n a r d o P alacios M árquez

es que el artículo 316 establece como principio ordenador del


sistema tributario en la estricta esfera de la justicia y equidad
impositiva, a la progresividad como mecanismo para asegurar
la consulta a la capacidad económica de los contribuyentes.

Corresponde al legislador, dentro del catálogo de limitacio­


nes al ejercicio del poder de imposición, adecuar la imposición
sobre la renta dentro de los criterios o parámetros existentes para
garantizar la progresividad.

En el análisis e interpretación de los principios constitucio­


nales de la tributación en general, y en particular de la capaci­
dad económica y de la progresividad, cabe preguntarse si los
mismos son exigibles para un tributo en particular o para la
totalidad del sistema tributario.

En otras palabras, debe ser apreciado y exigido el principio


de progresividad constitucionalmente consagrado en la defini­
ción de los fines y cometidos del sistema tributario, o debe exi­
girse también como requisito de la legitimidad y sujeción al blo­
que de la constitucionalidad de cada uno de los impuestos que
conforman la estructura impositiva.

La respuesta a esta interrogante se halla en que la progresivi­


dad y consulta por su intermedio de la capacidad contributiva
es en relación a todo el sistema impositivo, jugando un papel
mayor o menor de la misma los impuestos directos cuya estruc­
tura y diseño permita mantener el equilibrio del sistema redu­
ciendo el carácter regresivo de aquellos impuestos constitucio­
nalmente previstos y autorizados, como son el impuesto al valor
agregado, los impuestos a la importación, los impuestos especí­
ficos a la producción de licores y cigarrillos65.

Ello así, el impuesto sobre la renta cumple un papel esencial


para mantener el carácter preeminentemente progresivo del sis­

65 Artículo 156 numeral 12 de la Constitución.

127
6 0 A ñ o s d e I m p o s i c i ó n a l a R e m a en V e n e z u e l a

tema tributario pues, como argumenta Palao, una vez consagra­


da la capacidad económica como criterio óptimo de reparto y
principio de justicia material, en detrimento de cuales quiera otros
criterios y principios, la renta, no por razones de indiscutible evi­
dencia, sino en base a sí mismo, a las creencias de lo que es justo
o injusto, que en un determinado momento histórico rigen en una
comunidad, se convierte en su exponente principal66.

La consagratoria ex Constitucionae de la progresividad de la


totalidad del sistema tributario venezolano escogida por los cons­
tituyentes originarios de 1961 y 1999, impide, como lo sostiene
Rodríguez Bereijo67 al analizar el artículo 31.1 de la Constitu­
ción española, la formulación de fáciles juicios de valor sobre
cada una de las figuras tributarias y parece permitir sólo la re­
putación de aquella que tenga un efecto regresivo inequívoco.

Sin embargo, el concepto de capacidad económica y la ins­


trumentación de ésta a través del principio de progresividad
debe estar referida al conjunto del sistema tributario y no a un
tributo en particular, pues hay la posibilidad cierta, de que exis­
tan tributos como el impuesto sobre la renta, nominal y teórica­
mente progresivo, y existan otros tributos de naturaleza indi­
recta específicos y generales al consumo, que por su naturaleza
sean evidentemente regresivos.

Más aún, puede existir una regresividad implícita en el dise­


ño del impuesto sobre la renta cuando el régimen de desgravá­
menes de las personas naturales responda a manifestaciones de
consumo o de gastos propios de los sectores minoritarios econó­
micamente favorecidos, o que se otorguen beneficios o incenti­
vos fiscales desmedidos o irracionales, que privilegien a un gru­
po determinado de contribuyentes en perjuicio de la mayoría
66 C. Palao Taboada, La imposición sobre las ganancias de capital y la justicia
tributaria, Revista de Hacienda Publica Española, Nro. 9,1971, p. 39 citado
por Antonia Agulló, Estructura de la imposición sobre la renta y el princi­
pio de capacidad contributiva en Revista Española de Derecho Financiero,
Nro. 37, Civitas, Madrid, 1983, p. 51.
67 Alvaro Rodríguez Bereijo, op. cit., p. 173.

128
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

de los sujetos pasivos, originando de esta manera inequidades y


una abierta regresividad de la imposición a la renta.

No puede ser de otro modo, pues el concepto que marca com­


binación obligatoria, porque por lo menos se instrumentaliza,
cobra vida y eficacia dentro del marco referencial de la Consti­
tución venezolana de 1999, como es la capacidad económica,
debe atribuírsele, en palabras de Lago, el valor de un parámetro
a tener en cuenta por el legislador en la actuación de diversos
valores constitucionales y por consiguiente en sectores más vas­
tos que el puramente tributario, y esto porque el cuadro norma­
tivo desde que se inserta, diseñando el nuevo orden constitucio­
nal, no es en absoluto indiferente para la determinación del
significado y ámbito de aplicación del principio68.

El contenido de la capacidad económica no puede extraerse


con valor de eficacia y de plena vigencia única y exclusivamen­
te del artículo 316, sino que es necesario tener, una visión global
de la actividad financiera vinculada a los principios y valores
propios del sistema tributario, del régimen económico y social y
de los demás principios que forman el Estado de Derecho con­
sagrados en la Ley Fundamental venezolana.

Así, compartimos el criterio de Lago siguiendo las enseñan­


zas de Fedele, al expresar que el principio de capacidad contri­
butiva no puede enunciarse en una form ula definitiva e
inmodificable, deducida exclusivamente del tenor literal del pre­
cepto constitucional en que se encuentra sino que constituye
más bien el resultado de una serie de interacciones entre múlti­
ples principios constitucionales

De esta manera, la capacidad económica vendría a ser la sín­


tesis de una serie de juicios de valor que no están rígidamente

68 M iguel A n gel M. L ag o , U n a in te rp re ta ció n co n stitu cio n a l de la


funcionalidad de la capacidad económica como principio informador del
ordenamiento jurídico, en Revista Española de Derecho Financiero, Civitas,
Nro. 55, Madrid, 1987, p. 425.

129
60 A mos de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

definidos en todos sus aspectos en las disposiciones constitucio­


nales, sino que, al menos en parte, resultan confiados al intér­
prete, para adecuar así el mandato constitucional a la realidad
cambiante en la que deba actuar69.

Concebida la capacidad económica como base común, como


presupuesto lógico y que integra los principios de igualdad y de
progresividad, es necesario efectuar la distinción que sobre el
particular realiza Casado Ollero70, al entender que la capaci­
dad económica puede actuar como fuente de la imposición y
como criterio de contribución al sostenimiento de los gastos pú­
blicos. La capacidad económica como fuente de la imposición
comprendería las valoraciones que deberá efectuar el legislador
para cuantificar la prestación tributaria sin afectar, de una par­
te al mínimo de subsistencia, rebasar, de otra, el límite máximo
a la imposición. La capacidad económica como fuente, deriva
en exigencias comunes para todas las categorías tributarias e
incluso para otras prestaciones patrimoniales de naturaleza
extrafiscal.

Así las cosas, uno de los retos de la política tributaria es bus­


car la progresividad del conjunto de tributos tratando, en la
medida de lo posible, configurar en forma armónica toda una
estructura fiscal con preeminencia de impuestos sobre la renta
para mantener la progresividad del mismo y la coexistencia de
impuestos específicos y generales al consumo, internamente ar­
monizados entre sí, buscando siempre mantener la consulta a
la capacidad económica, en los términos que hemos expresado
con anterioridad.

Existe una tendencia de buscar la progresividad del sistema


en conjunto, teniendo en cuenta la visión global de las finanzas

69 A. Fedele, Corrispettivi di pubblici servizi prestazione imposte tributi, en


Rivista di Diritto Finanziaro e Scienza delle Finanze, 1971,p.28 citado por
Miguel Angel Lago op. cit., p.425.
70 Gabriel Casado Ollero, El principio de capacidad y el control constitucio­
nal de la imposición indirecta. El contenido constitucional de la capacidad
económica, II, en Revista española de Derecho financiero, Nro. 34, Civitas,
1982, p. 191. Citado por Miguel Angel Lago op. cit., pp. 419-20.

130
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

públicas tratando de complementar la existencia de tributos re­


gresivos como el impuesto al valor agregado, mediante la desti­
nación o afectación de los recursos recaudados por este concepto
para destinarlos al gasto social o de inversión social, lo cual por
supuesto aumenta la discredonalidad y la posibilidad de que de­
cisiones de conveniencia política pongan en juego o impidan la
materialización de los valores esenciales del régimen económico
y social que deben tener reflejos ciertos en la configuración del
sistema impositivo en general o de un tributo en particular.

En otros casos, la regresividad de un tributo como el IVA, se


pretende contrarrestar sus efectos distorsivos a la capacidad eco­
nómica o regresividad manifiesta, mediante la inclusión de su­
puestos de exención y exoneración, que desnaturalizan y des­
bordan la esencia propia del im puesto y m ecanism o de
protraslación de la carga impositiva con las dificultades propias
de la gestión del tributo, para inducir a una disminución del
carácter regresivo o un aumento de la progresividad71.

Lo cierto es, que para determinar la progresividad o no del


sistema tributario es necesario partir del concepto de capacidad
económica, capacidad de pago y capacidad contributiva, en
función de los valores esenciales tanto del sistema impositivo
como del régimen económico y social y de aquellos principios
que informan al Estado de Derecho, habida cuenta la tendencia
de aceptar y justificar la presencia de impuestos de ordenamiento
con fines extrafiscales, es decir, aquellos que pretenden influen­
ciar, estimular o desestimular ciertas actividades de los agentes
económicos en beneficio de las políticas públicas, mucho más
allá del concepto o fines recaudatorios o evidentemente instru­
mentales o de allanamiento de recursos para el financiamiento
de la carga pública.

71 Vid., Leonardo Palacios Márquez, Los sujetos pasivos en el Impuesto al


consumo suntuario y las Ventas al mayor. Las exenciones y las sujeciones
en Revista de Derecho tributario Nro. 65, Asociación Venezolana de Dere­
cho Tributario, Caracas 1994, pp. 5 - 62; y Anotaciones para la sinceración
de la imposición general al consumo tipo valor agregado en Venezuela,
Revista de Derecho Tributario Nro. 82, Asociación Venezolana de Derecho
Tributario, Caracas 1999, pp. 61 - 85.

131
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

D) El impuesto sobre la renta es global.

El impuesto sobre la renta, que ha tenido una franca evolu­


ción, ha pasado por distintos sistemas que se han visto refleja­
dos en la legislación de los diversos países de esta forma de im­
posición directa.

El impuesto sobre la renta, teniendo en consideración su es­


tructura72, o desde el punto de vista del tratamiento de los in­
gresos según sus fuentes73, o del sistema que adopta indepen­
dientemente del concepto que se elige para su definición y
alcance74 75, puede comportar las siguientes modalidades:

i) Sistema de impuesto cedular o impuesto sobre la renta


cedular o impuesto real sobre las distintas clases de ren­
tas.

El sistema de impuesto cedular, las diferentes fuentes de in­


gresos o de rentas están sujetas cada uno a un impuesto propor­
cional diferente. La clasificación, distinción o elaboración de cada
cédula, de allí deriva su nombre, depende de un criterio de po­
lítica legislativa.

Las características del sistema cedular son las siguientes76:

1. Cada clase de renta está sujeta a un impuesto por separa­


do; no hay compensación entre renta y pérdida de dife­
rente categoría.

2. No cabe la aplicación de alícuotas progresivas ya que ello


supondría una desigualdad.

72 José Andrés Octavio, Los elementos fundamentales del Impuesto sobre la


renta en la Ley del 16 de Diciembre de 1966, Universidad Central de
Venezuela,Caracas 1971 p.14.
73 Mauricio Plazas Vega, op. cit., p.784.
74 Dino Jarach, op. cit. p. 483
75 Richard Goode, El Impuesto personal sobre laRentaen América Latina en
Reforma tributaria para América Latina, op.cit, pp. 247 - 252
76 Idem.

132
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

3. No hay posibilidades de establecer deducciones por míni­


mo de subsistencia, carga de familia, gastos para la salud
y la educación.

4. Se presta a una adecuada administración por la precisa in­


dividualización de la fuente de renta y las deducciones que
sean afectadas por la legislación creadora del tributo.

5. Pueden quedar fuera del impuesto rentas no clasificadas


en ninguna de las categorías o cédulas previamente defi­
nidas por el legislador, así como también pueden existir
intereses y gastos no atribuibles a ninguna de las catego­
rías o cédulas, disminuyendo la renta del contribuyente.

6. El sistema cedular permite la discriminación de la renta,


es decir, establecer un trato fiscal diferencial para las ren­
tas según el mayor o menor esfuerzo personal para su ob­
tención. La distinción se aplica, por lo general, estable­
ciendo diferencias entre las rentas ganadas de las no
ganadas, siendo la primera la que deriva en la mayor me­
dida del trabajo y la segunda principalmente del capital.
Es lo que un sector de la doctrina llama rentas fundadas y
no fundadas, respectivamente.

Es importante para tener una referencia histórica sobre la


vigencia del método de impuesto cedular que existió en Vene­
zuela hasta el año de 1966, que fue más bien un sistema mixto
cedular global como veremos infra, las observaciones y reco­
mendaciones que al efecto formuló la comisión nombrada por
el Ministro de Hacienda en mayo de 1958, denominada Comi­
sión para el Estudio del Sistema Fiscal Venezolano (Misión
Shoup), que tuvo a su cargo la revisión del sistema fiscal vene­
zolano. Las observaciones y recomendaciones están contenidas
en el informe de fecha 22 de agosto de 1958, con una revisión y
ampliación del mismo, presentada en junio de 1959,en la cual
se expresa lo siguiente:

El sistema actual de imposición cedular constituye una fuente


de considerable complejidad en el Impuesto sobre la Renta.

133
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

En primer lugar, todo ingreso debe clasificarse en alguna de


las nueve cédulas77. Como son diferentes las disposiciones
aplicables para determinar el ingreso neto correspondiente
a las diversas cédulas y como las tasas varían igualmente,
aun cuando las variaciones sean de escasa importancia, ello
da lugar a problemas de definición y clasificación. Por ejem­
plo, a los beneficios provenientes de la venta de bienes mue­
bles le corresponde una tasa del 3% si se le clasifica en la
cédula 8, pero esta tasa se reduce a 2.5 %si se les incluye, en
la cédula 3, variación que plantea un problema de difícil
definición. Además, no está claro si los ingresos correspon­
dientes al arrendamiento de bienes muebles pertenecen a la
cédula 2 con una tasa del 3% o a la cédula 3 con una tasa de
2.5; así mismo, en la cédula 2 no se autoriza la deducción de
aquellos gastos en que se incurra con motivo del arrenda­
miento de los bienes muebles, aun cuando todos los gastos de
esa índole pueden deducirse según la cédula 3. Parece obvio
que tales problemas de clasificación y de definición deberían
reducirse al mínimo en todo impuesto sobre la renta.
(....)
La división del ingreso de un contribuyente entre varias cé­
dulas tiende a reproducir diferencias injustificadas en las
reglas técnicas. En efecto, en las cédulas 1, 2 ,6 ,7 y 9 sólo
puede usarse el método de contabilizar los ingresos en efec­
tivo, mientras que el sistema de acumulación se emplea cuan­
do se trata de las cédulas 3, 4, 5 y 8. Los contribuyentes
cuyas actividades correspondan a las cédulas 3, 4 y 5 pue­
den usar años fiscales, pero los demás solo pueden utilizar

77 La Ley analizada por la Misión Shoup fue la Ley de 1956, promulgada el 8


de Agosto de 1955 y vigente a partir del 1 de Enero de 1956. En esa referida
Ley se establecían 9 cédulas, a saber:
Cédula 1. Renta del capital inmobiliario.
Cédula 2. Intereses, regalías, anualidades.
Cédula 3. Beneficios industriales y comerciales.
Cédula 4. Actividades petroleras y mineras.
Cédula 5. Actividades agropecuarias.
Cédula 6. Profesiones no comerciales.
Cédula 7. Sueldos y salarios.
Cédula 8. Ganancias provenientes de la venta de bienes muebles.
Cédula 9. Ganancias fortuitas.

134
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

los años civiles. Los gastos permitidos en una cédula no lo


son en otra, aunque en ambos casos hayan sido ocasiona­
dos por la producción del ingreso.
(....)
Las desigualdades resultantes pueden revestir en conse­
cuencia, una gravedad mucho mayor; pero la propia exis­
tencia de la cédulas y lo bajo de sus tasas tienden a ocultar la
trascendencia de las normas técnicas y su importancia para
el impuesto complementario. Además de estos aspectos re­
lacionados con la clasificación, definición y equidad, la exis­
tencia de nueve (9) cédulas complica el formulario de la de­
claración y el cálculo del impuesto. Deben computarse
impuestos separados para cada cédula en la cual tengan
ingresos el contribuyente.
(....)
Quizás el hecho más importante de todos es que la existen­
cia de varios impuestos cedulares y un impuesto comple­
mentario complican todo esfuerzo para precisar con exacti­
tud la estructura del impuesto sobre la renta, su repercusión
en los contribuyentes, y la carga que implica. Se hace nece­
sario tener presente varias series de exenciones para los di­
versos impuestos cedulares y una serie diferente para el com­
plementario. Además, las exenciones cedulares no toman
en cuenta el estado civil, mientras que este es un factor de
variación en las exenciones del impuesto complementario.
Por otra parte, hay que considerar las diferentes tasas de los
impuestos cedulares y el impuesto complementario. Resulta
muy difícil captar el efecto acumulativo de estos impuestos
sobre cualquier contribuyente en especial o clase de contri­
buyente, a fin de percibir rápida y claramente cuales pueden
ser justamente sus cargas impositivas78.

En definitiva, la Misión Shoup sugería la eliminación de los


impuestos cedular y la revisión inmediata de la legislación para
contrarrestar los efectos negativos señalados en el referido in­
forme.

78 República de Venezuela, Ministerio de Hacienda, Informe sobre el siste­


ma fiscal de Venezuela (Misión Shoup) T. I., Caracas, 1960, pp. 175-183.

135
6 0 A ños df I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

ii) Sistema unitario y personal sobre la renta total de las


personas físicas: también denominado impuesto global
o sintético.

Este sistema es el considerado como ideal, pues es el que más


se adapta a la adecuación y consulta de la capacidad contribu­
tiva y al establecimiento de la progresión o progresividad del
impuesto.

El impuesto global, sintético o sistema unitario y personal,


supone una síntesis de la totalidad de renta (positivas y negati­
vas) a nivel de sujeto pasivo. No interesa entonces el origen
concreto de la renta, el que podrá ser tomado en cuenta, a lo
sumo, para facilitar la síntesis final (categorías) pero sin impli­
car discriminación entre las diferentes rentas las que se suman
algebraicamente en su totalidad79.

El sistema de imposición unitaria y personal, o imposición


global o sintética, tiene entre las ventajas que la justifican, en
contraposición con el impuesto cedular, las siguientes:

1. Permite una fluida aplicación de la progresividad la cual


no resultaría suficientemente justificada si su estructu­
ración estuviese constituida única y exclusivamente por
aspectos parciales de la renta del sujeto o, si existiera
renta no incluidas en las declaraciones de la persona fí­
sica80.

2. El impuesto sobre la renta estructurado como un impues­


to global o sintético permite considerar la situación per­
sonal del preceptor de la renta, sus cargas familiares, es
decir, lo hace mucho más personal81.

Con mayor precisión técnica, Jarach establece como caracte-

79 Juan Roque García Mullin, op. cit., p. 7.


80 Idem
s Idem, y José Andrés Octavio, op. cit., p.15.

136
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

rísticas esenciales del sistema unitario, personal o de imposición


global o sintética, las siguientes82.

1. Hay un solo impuesto que grava la renta neta total de


las personas físicas, compensándose los resultados posi­
tivos y negativos de diferentes fuentes o clases de rédito.
2. Pueden practicarse las deducciones por mínimo de sus­
tento, por cargas de familia y por gastos de salud y edu­
cación.
3. Puede aplicarse la progresión de alícuotas en forma ra­
cional.
4. La discriminación de renta no puede aplicarse en la mis­
ma forma que el sistema de impuesto cedulares, pero es
posible lograrla mediante la disminución del monto de
la renta gravada en un porcentaje o en sumas determi­
nadas, cuando ello provenga total o parcialmente del
trabajo personal; o bien, mediante la adopción de un
impuesto ordinario sobre el patrimonio neto personal.

(iii) El Sistema mixto.

Este sistema, como lo afirma Jarach, es un artificio de origen


histórico más que racional, debido a la decisión política adopta­
da por algunos países de transitar desde sus sistemas cedulares
hacia el sistema de impuesto único personal y progresivo a la
renta total de la persona física, sin desmantelar la organización
administrativa ni anular los resultados de larga experiencia de
los impuestos cedulares que, impuestos viejos, ya habían entra­
do en la conciencia común de los contribuyentes y que, además,
en ciertos casos pueden haber sido amortizados por los actuales
contribuyentes.

Si se hubieran derogado los impuestos reales o cedulares, para


sustituirlos lisa y llanamente por el impuesto unitario personal,

82 Dino Jarach, op.cit., p.484:

137
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

global o sintéticos, se habría generado una ganancia inmereci­


da a favor de dichos contribuyentes83.

La Ley venezolana de Impuesto sobre la Renta promulgada


en 1942 y que entró en vigencia el 1 de enero de 1943, según lo
expresado por Octavio, adoptó hasta 1966, inclusive a través de
las reformas parciales o nuevas leyes que le sustituyeron, el sis­
tema mixto cedular-global. Este sistema, que era justificable en
una primera etapa de establecimiento del impuesto sobre la renta,
presentó numerosas dificultades e inconvenientes prácticos, cada
vez mayores, y especialmente se incrementaron cuando en 1961
se elevaron las tarifas proporcionales de las cédulas84.

La característica esencial del impuesto sobre la renta venezo­


lano en la actualidad, es la de un impuesto personal global pro­
gresivo que consulta, por lo menos desde el punto de vista de su
justificación teórica, la capacidad contributiva de los sujetos
pasivos sin hacer discriminaciones de ningún tipo de la fuente
de la renta que aquellos generen.

Sin embargo, es necesario acusar la tendencia de las últimas


reformas en las que se incluyen impuestos cedulares o reales,
bajo la configuración de hechos instantáneos, cuyo acaecimien­
to independiente, que constituye su presupuesto, surge una obli­
gación distinta y única, de modo que la repetición del mismo
hecho da origen a otra nueva obligación85.

El impuesto que tipifica este hecho imponible puede ser con­


ceptuado como un impuesto cedular; este impuesto consiste en
un gravamen único y proporcional establecido de manera dife­
rencial, prácticamente en un apartado o cédula que se aplica a
los ingresos brutos, que a los efectos de la ley se reputan como

83 Dino Jarach, op. cit., p. 485.


84 José Andrés Octavio, op, cit., p. 16.
85 A. B. Giannini, I concetti fondamentali del Diritto Tributario, citado por
Am ilcar Araujo Falcao, El hecho generador de la obligación tributaria,
Depalma, Buenos Aires, 1964, p.100.

138
L e o n a r d o P a l a c io s M á r q u e z

enriquecimientos netos gravables, con tratamientos distintos en


cuanto a los resultados impositivos del contribuyente en el co­
rrespondiente ejercicio y con absoluta autonomía frente a la
globalidad o síntesis de las rentas percibidas por el titular de los
enriquecimientos o perdidas.

Así por ejemplo, en el Título V "Del impuesto sobre la ga­


nancias fortuitas y ganancias de capital", se establecen impues­
tos de naturaleza proporcional, como son los relativos a las ga­
nancias obtenidas por juegos o apuestas lícitas, gravados con el
treinta y cuatro por ciento 34%86; los premios de lotería y de
hipódromos, gravados con un impuesto del dieciséis por ciento
(16%)87; los impuestos sobre las ganancias de capital, configu­
rados bajo un gravamen único y proporcional a los dividen­
dos88 y a la enajenación de acciones, cuya oferta pública haya
sido autorizada por la Comisión Nacional de Valores en los tér­
minos previstos en la Ley de mercado de Capitales, siempre y
cuando dicha enajenación se haya efectuado a través de una
Bolsa de Valores domiciliada en el país, sometido a un tipo del
uno por ciento (1%) al ingreso bruto de cada operación89.

E ) El impuesto sobre la renta es un tributo nacional.

La característica de ser un tributo nacional, deriva de la pro­


pia clasificación de los impuestos directos e indirectos, la cual es
utilizada por la doctrina para los propósitos siguientes90:

a. Atribuir a lo directo una incidencia progresiva y a los in­


directos una incidencia regresiva en el sentido que los pri­
meros afectarían en una mayor medida a los contribuyen­
tes con más altos ingresos y los segundos a los ingresos
más bajos.

86 Artículo 64 de la Ley de Impuesto sobre la Renta.


87 Artículo 65 de la Ley de Impuesto sobre la Renta.
88 Artículo 67 al 76 de la Ley de Impuesto sobre la Renta.
89 Artículo 77 de la Ley de Impuesto sobre la Renta.
90 Dino Jarach, op. cit., p. 263.

139
60 A ños de I m p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

b. Determinar la incidencia diferencial de los impuestos in­


directos con respecto a los directos.

c. Determinar ingreso nacional a valores del mercado, para


lo cual se debe adiciona al ingreso nacional calculado al
costo de los factores, los impuestos indirectos con la co­
rrespondiente detracción de los subsidios.

d. Determinar el carácter progresivo o regresivo del sistema


tributario en un estado o en su conjunto, a través del com­
puto de la incidencia global sobre los diversos sectores de
ingresos.

e. Para la asignación de las potestades tributarias de la Re­


pública y a otras entidades político territoriales.

En tal sentido, siendo calificado el impuesto sobre la renta


como un tributo directo y progresivo, la atribución de poder
tributario originario debe otorgársele al Poder Nacional.

La Constitución de Venezuela al efectuar la distribución del


poder público en forma vertical, bajo el criterio Federal o terri­
torial91, estableció una serie de criterios para la atribución de las
competencias en materia financiera en la vertiente del ingreso,
es decir, atribuyó materias imponibles a cada una de las entida­
des públicas de base territorial resultante de esa distribución.

La primera fuente atributiva de competencia es la prevista


en el artículo 156 numeral 12 de la Constitución conforme al
cual "es de la competencia del Poder Público Nacional (...) la
creación, organización, recaudación, administración y control
de los impuestos sobre la renta, sobre sucesiones, donaciones y
demás ramos conexos, el capital, la producción, el valor agrega­
do, los hidrocarburos y minas; de los gravámenes a la importa­

91 Federico Araujo Medina y Leonardo Palacios Márquez, Análisis constitu­


cional del poder tributario en materia de hidrocarburos, Torres Plaz &
Araujo, Caracas,1995, pp. 9 - 22.

140
L e o n a r d o P a l a c io s M á r q u e z

ción y exportación de bienes y servicios; de los impuestos que


recaigan sobre el consumo de licores, alcoholes y demás espe­
cies alcohólicas, cigarrillos y demás manufacturas del tabaco".

Como se evidencia, el constituyente originario estableció en


beneficio del Poder Nacional todas las fuentes impositivas refe­
ridas a las especies más importantes de tributación directa e in­
directa, por los cometidos que cumple como coadyuvante de la
política de estabilidad, y de generación de ingresos para el siste­
ma impositivo y de allí para la afectación o incorporación de
dichos recursos a mecanismos de redistribución complementa­
ria para los estados y municipios o para ser fuentes de copartici­
pación o financiamiento del proceso de descentralización, se­
ñalado por el artículo 158 de la Carta Magna como una política
nacional.

Surge así la descentralización como un proceso que implica y


exige una participación y corresponsabilidad fiscal entre las dis­
tintas entidades político territoriales que derivan del Poder Públi­
co, como son los estados y los municipios, asignándose incompe­
tencia en todo lo que es la gestión del gasto público, es decir de
todo lo que corresponde a la actividad financiera pública.

Ese proceso de transferencia de competencia exige a su vez


la transferencia de los recursos necesarios para el financiamiento
de la actividad dentro de la gestión del bloque de intereses pú­
blicos correspondiente, así como la participación en la recauda­
ción de algunos de los tributos que se han transferido en el mar­
co de la cláusula de descentralización, prevista en el artículo
157 de la Constitución conforme al cual "la Asamblea Nacio­
nal, por mayoría de sus integrantes, podrá atribuir a los Muni­
cipios o a los Estados determinadas materias de la competencia
nacional, a fin de promover la descentralización".

Uno de los tributos, de los cuales se ha hablado la posibilidad


de transferir a los estados bajo un régimen de coparticipación o
transferencia, es el impuesto sobre la renta de las personas na­
turales.

141
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Esta exacción, a nivel de las personas naturales, es relativa­


mente pequeña pues si se compara que el impuesto sobre la ren­
ta general que incluye empresas y personas naturales, supera
apenas el 2% del Producto Interno Bruto (PIB), el de las perso­
nas naturales es una pequeña fracción del mismo92.

La transferencia de todo lo correspondiente al poder y potes­


tad tributaria, es decir, a la organización, creación o modifica­
ción del tributo y la gestión del mismo a los estados, ha tenido
ciertas reservas, entre las cuales, se puede citar:

a. La complejidad técnica del tributo y la dificultad en el


diseño complejo que conforma la estructura y métodos de
depuración de la base imponible.

b. La complejidad de la administración de este tributo, en el


que la fiscalización requiere de la existencia de una agen­
cia tributaria experimentada que los estados no poseen,
alentando a que la evasión pueda constituirse en un pro­
blema considerable mientras se construye una capacidad
fiscalizadora adecuada en los estados.

c. Corre el riesgo que el parámetro de progresividad que in­


forma el impuesto sobre la renta, como instrumentación
de la capacidad contributiva, pueda verse afectado sino
existen mecanismos de armonización en la ley que trans­
fiera la competencia impositiva en referencia a los esta­
dos, pues cada una de las entidades político territoriales
pudiera establecer alícuotas distintas, tratam ientos
disímiles, que pudieran afectar la progresión del sistema
en su conjunto, se estaría afectando la eficacia del impuesto
sobre la renta para compensar la regresividad propia a
otros impuestos que conforman la estructura impositiva
del país.

92 Rafael de la Cruz y Armando Barrios, Venezuela: Realidades y perspecti­


vas. Un pacto para la descentralización en perspectiva, Ediciones IESA,
Caracas, 1998, p.244.

142
L e o n a r d o P a l a c io s M á r q u e z

Sin embargo, a pasar de las críticas y reservas observadas, la


transferencia de la autoridad en materia de impuesto sobre la
renta en las personas naturales, como lo asientan De la Cruz y
Barrios Ross, tiene mucho sentido. En primer lugar, el producto
del impuesto sobre la renta en las personas que viven en una
determinada jurisdicción debería de invertirse en servicios pú­
blicos de los que esas mismas personas puedan disponer. En
segundo lugar, la relación entre el pago de este impuesto y la
utilización de servicios ofrecidos por el gobierno estatal pueden
incentivar el pago del mismo, más que la situación actual, en la
que el pago del impuesto sobre la renta personal y su inversión
en el servicio público no está claramente establecida para el con­
tribuyente común93.

Lo expresado por los referidos tratadistas venezolanos lle­


varía a sostener que el impuesto sobre la renta sobre las perso­
nas naturales transferido a los Estados debilitaría la resisten­
cia al pago del impuesto, natural en aquellos casos donde el
contribuyente no ve una contra prestación entre lo pagado, la
presión fiscal formal y real a la cual se encuentra sometido y la
devolución en bienes y servicios y del bienestar en general por
parte de las entidades involucradas en el proceso de creación
del tributo y recaudación, que hayan sido titulares originarias
del mismo o que derivan un poder de imposición en virtud de
la transferencia.

En todo caso, la transferencia a los estados del poder de im­


posición en lo que corresponde al impuesto sobre la renta en
personas naturales, debe estar precedida por una legislación
consagratoria de principios, parámetros y limitaciones que ga­
ranticen la progresividad y racionabilidad de la imposición, amen
de mecanismos institucionales para la eficiencia y eficacia de su
administración.

93 Ib id .

143
FACTORES DE CONEXIÓN
EN LA LEGISLACIÓN VENEZOLANA
EN MATERIA DE IMPUESTO
SOBRE LA RENTA1

Ju a n C ris tó b a l C a rm o n a B o rja s * 2

I) EL IMPUESTO SOBRE LA RENTA:

La consideración del tema de los factores de conexión en


materia de impuesto sobre la renta, amerita la previa precisión
del concepto de renta, a los fines de comprender en su justa
medida la pertinencia del tratamiento que a aquéllos les ha dado
el ordenamiento jurídico venezolano a lo largo de la existencia
de este tributo en el país desde el año 1943.

"El rédito es la riqueza nueva, material o inmaterial, que de­


riva de una fuente productiva, que puede ser periódica y
consumible y que se expresa en moneda, en especie o en los
bienes o servicios finales que pueden adquirirse con la conver­
sión del metálico o bienes recibidos como renta inmediata."3

* Abogado egresado de la UCAB. LLM in Common Law de Georgetown


University. Especialista en Derecho Financiero de la UCAB. Presidente de
la Asociación Venezolana de Derecho Tributario. Expresidente de la Aso­
ciación Venezolana de Derecho Financiero. Profesor de Postgrado de la
UCV y de la UCAB. Socio de KPMG Escritorio Jurídico.
1 El presente trabajo ha sido desarrollado tomando como base el publicado
por el autor en el libro "Comentarios a la Ley de Impuesto sobre la Renta
de 1999", patrocinado por la Academia de Ciencias Políticas y Sociales en
el año 2000.
2 Los criterios emitidos por el autor son estrictamente personales y en nin­
gún momento pueden reputarse como posición de la firma KPMG Escrito­
rio Jurídico de la que es Socio.
3 GARCIA BELSUNCE, Horacio. "El Concepto de Rédito en la Doctrina y en
el Derecho Tributario". Depalma. Pág: 85.

145
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

La renta en el concepto de Allix y Lecercle, tiene las siguien­


tes características:

a) Debe ser periódica o susceptible de serlo; esto es, no se


requiere una periodicidad efectiva sino potencial. Asimi­
lan el concepto renta al de frutos de la legislación civil.
b) La renta, como es periódica, proviene de una fuente más
o menos durable, cuya producción no se agota en una sola
vez, de manera que sobrevive al nacimiento del producto.
Esta fuente es el capital, y puede ser corporal o incorporal
(trabajo personal, profesiones, oficios, etc.).
c) La fuente debe estar en estado de explotación, o sea, que
la renta no se realiza automáticamente; no es suficiente
tener en posesión una fuente capaz de dar una renta, sino
que esta fuente debe ser puesta en funcionamiento. Es
necesario trabajar y explotar el fundo, invertir el capital
mobiliario, poner en marcha la explotación comercial o
industrial, realizar o prestar los servicios personales; por
citar sólo algunos.

Valdés Costa, sostiene que es conveniente siempre una defi­


nición legal de renta, no sólo como un factor de certeza y, por lo
tanto, de garantía para ambas partes de la relación jurídica-
tributaria, sino para resolver los casos dudosos que se plantean
en la práctica, constituyendo un criterio interpretativo valioso
para los administradores y jueces. Agrega, que las definiciones
legales no tienen porqué estar necesariamente afiliadas a una
concepción económica determinada o a otras ramas jurídicas;
el legislador fiscal tiene amplia libertad para establecer las solu­
ciones más adecuadas a las exigencias y principios del derecho
tributario y especialmente para orientar el impuesto hacia la
capacidad contributiva, que denota la existencia de renta.

En opinión de Schanz: "a) Renta es la riqueza que acrecienta


el patrimonio de un individuo en un período de tiempo deter­
minado. b) Es indiferente que la fuente de esa riqueza llamada
renta, sea una fuente permanente de la cual la renta puede sur­
gir periódicamente, o que, por el contrario, esa fuente desapa­
rezca con el acto mismo de producción de la renta, c) Es indife­

146
J u a n C r i s t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

rente que la renta provenga de una fuente productiva, o que,


por el contrario, la fuente sea una liberalidad, un acontecimien­
to accidental o extraordinario, etc. d) Para su cálculo, el rédito
debe reducirse a un común denominador, es decir, a su expre­
sión monetaria."4
En el caso de la Ley de Impuesto sobre la Renta venezolana,
el concepto de renta no sólo ha comprendido a lo largo de su
historia la concepción de rédito bajo la tesis del rédito- produc­
to, sino también bajo la tesis del rédito-incremento patrimonial.
Es así como el jurista patrio José Andrés Octavio considera
que "Desde un punto de vista estrictamente técnico, en cuanto
al tributo, la renta puede ser entendida en dos sentidos. Según
el primero, la renta sujeta al impuesto es todo ingreso que pro­
viene de una fuente estable o duradera, y que tiene la caracte­
rística de producirse con cierta periodicidad.
"... omissis..."
En el segundo sentido, se entiende por renta todo incremen­
to patrimonial, todo aumento en el patrimonio del contribuyen­
te. Aquí, como puede verse, el campo es mucho más amplio que
el anterior, porque dentro de él cabe todo lo que es renta según
el primer concepto, y además cualquier ingreso que incremente
el patrimonio del contribuyente aunque provenga de activida­
des ocasionales, aunque no se produzca de manera regular o
periódica. Así, son enriquecimientos no sólo los salarios, las ren­
tas de inmuebles, las rentas mercantiles de las empresas estable­
cidas, sino también los enriquecimientos eventuales, de los cua­
les son muy característicos los provenientes del juego y de la
apuesta, las valorizaciones de bienes muebles o inmuebles y, en
general, los ingresos eventuales de cualquier clase."5

4 GARCIA BELSUNCE, Horacio. "El Concepto de Rédito en la Doctrina y en


el Derecho Tributario". Depalma. Págs: 134 y 135.
5 Octavio, José Andrés. "Los Elementos Fundamentales del Impuesto sobre
la Renta en la Ley del 16 de Diciembre de 1966. Colección Trabajos de
Ascenso. Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela.
Caracas /1971. Pág: 52.

147
60 A ñ os de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

La renta en el concepto de Allix y Lecercle, tiene las siguien­


tes características:

a) Debe ser periódica o susceptible de serlo; esto es, no se


requiere una periodicidad efectiva sino potencial. Asimi­
lan el concepto renta al de frutos de la legislación civil.
b) La renta, como es periódica, proviene de una fuente más
o menos durable, cuya producción no se agota en una sola
vez, de manera que sobrevive al nacimiento del producto.
Esta fuente es el capital, y puede ser corporal o incorporal
(trabajo personal, profesiones, oficios, etc.).
c) La fuente debe estar en estado de explotación, o sea, que
la renta no se realiza automáticamente; no es suficiente
tener en posesión una fuente capaz de dar una renta, sino
que esta fuente debe ser puesta en funcionamiento. Es
necesario trabajar y explotar el fundo, invertir el capital
mobiliario, poner en marcha la explotación comercial o
industrial, realizar o prestar los servicios personales; por
citar sólo algunos.

Valdés Costa, sostiene que es conveniente siempre una defi­


nición legal de renta, no sólo como un factor de certeza y, por lo
tanto, de garantía para ambas partes de la relación jurídica-
tributaria, sino para resolver los casos dudosos que se plantean
en la práctica, constituyendo un criterio interpretativo valioso
para los administradores y jueces. Agrega, que las definiciones
legales no tienen porqué estar necesariamente afiliadas a una
concepción económica determinada o a otras ramas jurídicas;
el legislador fiscal tiene amplia libertad para establecer las solu­
ciones más adecuadas a las exigencias y principios del derecho
tributario y especialmente para orientar el impuesto hacia la
capacidad contributiva, que denota la existencia de renta.

En opinión de Schanz: "a) Renta es la riqueza que acrecienta


el patrimonio de un individuo en un período de tiempo deter­
minado. b) Es indiferente que la fuente de esa riqueza llamada
renta, sea una fuente permanente de la cual la renta puede sur­
gir periódicamente, o que, por el contrario, esa fuente desapa­
rezca con el acto mismo de producción de la renta, c) Es indife­

146
J u a n C r i s t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

rente que la renta provenga de una fuente productiva, o que,


por el contrario, la fuente sea una liberalidad, un acontecimien­
to accidental o extraordinario, etc. d) Para su cálculo, el rédito
debe reducirse a un común denominador, es decir, a su expre­
sión monetaria."4
En el caso de la Ley de Impuesto sobre la Renta venezolana,
el concepto de renta no sólo ha comprendido a lo largo de su
historia la concepción de rédito bajo la tesis del rédito- produc­
to, sino también bajo la tesis del rédito-incremento patrimonial.
Es así como el jurista patrio José Andrés Octavio considera
que "Desde un punto de vista estrictamente técnico, en cuanto
al tributo, la renta puede ser entendida en dos sentidos. Según
el primero, la renta sujeta al impuesto es todo ingreso que pro­
viene de una fuente estable o duradera, y que tiene la caracte­
rística de producirse con cierta periodicidad.
"... omissis..."
En el segundo sentido, se entiende por renta todo incremen­
to patrimonial, todo aumento en el patrimonio del contribuyen­
te. Aquí, como puede verse, el campo es mucho más amplio que
el anterior, porque dentro de él cabe todo lo que es renta según
el primer concepto, y además cualquier ingreso que incremente
el patrimonio del contribuyente aunque provenga de activida­
des ocasionales, aunque no se produzca de manera regular o
periódica. Así, son enriquecimientos no sólo los salarios, las ren­
tas de inmuebles, las rentas mercantiles de las empresas estable­
cidas, sino también los enriquecimientos eventuales, de los cua­
les son muy característicos los provenientes del juego y de la
apuesta, las valorizaciones de bienes muebles o inmuebles y, en
general, los ingresos eventuales de cualquier clase."5

4 GARCIA BELSUNCE, Horacio. "El Concepto de Rédito en la Doctrina y en


el Derecho Tributario". Depalma. Págs: 134 y 135.
5 Octavio, José Andrés. "Los Elementos Fundamentales del Impuesto sobre
la Renta en la Ley del 16 de Diciembre de 1966. Colección Trabajos de
Ascenso. Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela.
C a ra ca s/1971. Pág: 52.

147
60 A ños de I m p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

Continúa señalando José Andrés Octavio, que "Nuestra Ley


de Impuesto sobre la Renta tiene adoptado, desde que se inició
la aplicación de este tributo en Venezuela, el segundo concepto
de renta, el concepto de enriquecimiento. El artículo I o de la
Ley, tanto la de 1943 como las posteriores y la vigente (1966),
dicen muy categórica y claramente que se grava todo enriqueci­
miento; pero no sólo el concepto adoptado se desprende del
empleo de la palabra enriquecimiento, sino que aparece en el
desarrollo del articulado de la Ley, cuando grava enriquecimien­
tos ocasionales, como los premios de lotería, de hipódromos y
otros enriquecimientos de cualquier tipo, independientemente
de la regularidad de su producción o de la preeminencia y esta­
bilidad de la fuente de donde provienen, o sea, que nuestra Ley
considera como renta, para fines del impuesto, todo incremento
del patrimonio que reúna los atributos que ella misma exige para
que sean gravables, con las solas excepciones establecidas. Lo
expuesto nos lleva a una primera conclusión de importancia
básica: en nuestro sistema de impuesto sobre la renta, la regla es
la gravabilidad del enriquecimiento, y sólo por excepción legal
expresa pueden quedar fuera del campo de aplicación del tri­
buto algunos enriquecimientos, como en efecto existen excep­
ciones por diversas razones, algunas en la propia Ley de Im­
puesto sobre la Renta, y otras en diferentes instrumentos legales.

Ahora bien, esa renta para ser gravable requiere tres condi­
ciones: debe ser neta o líquida, debe estar disponible para el con­
tribuyente y debe provenir de fuente venezolana. Naturalmen­
te que la Ley no se limita a enunciar estas tres condiciones, sino
que ellas están desarrolladas a través de su articulado."6

El concepto de la renta como materia imponible, se ha man­


tenido en esencia inalterado a lo largo de la historia del impues­
to sobre la renta en el país, razón por la cual, las afirmaciones

6 OCTAVIO, José Andrés. "Los Elementos Fundamentales del Impuesto so­


bre la Renta en la Ley del 16 de Diciembre de 1966. Colección Trabajos de
Ascenso. Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela.
C a ra ca s/1971. Pág: 52.

148
J u a n C r i s t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

hechas por José Andrés Octavio con ocasión a la LISR de 1966,


se mantienen vigentes hoy en día a excepción de la adopción de
la Renta Mundial, motivo por el cual, servirán en buena medida
para evaluar en el presente estudio, la pertinencia del tratamien­
to conferido a los factores de conexión en esta materia.

II) FACTORES DE CONEXIÓN:

a) Concepto:

Se entiende por factor de conexión, el criterio de naturaleza


política, social o económica, seleccionado por el ente dotado de
poder tributario, en virtud del cual, aquél más allá del mero
ejercicio de la soberanía de la que está investido, al ejercerla
considera justificado y legítimo el nacimiento de una relación
jurídica-tributaria entre él y un sujeto pasivo.

Los factores de conexión nacen en virtud de la existencia de


unos hechos considerados fiscalmente relevantes7, pudiendo ellos
ser escogidos libremente por el ente dotado de poder tributario,
sin más limitaciones que las impuestas por el ordenamiento ju­
rídico que los rige internamente. En el caso específico de la
escogencia por parte de los Estados soberanos de factores de
conexión, ésta no se encuentra supeditada a ningún tipo de
norma de derecho positivo internacional, ya que tal actuación
es el producto del ejercicio del poder de imperio del que están
investidos, pudiendo sobre la base de sus intereses económicos
y políticos, escoger entre aquellos de carácter territorial o de
naturaleza personal.

No obstante la autonomía que tiene el Estado de adoptar tal


decisión,"Este elemento de conexión o factor de vinculación
delimita la extensión del poder de tributación ya que una vez
elegido el criterio a utilizar se producen efectos no sólo para los

7 EVANS, Ronald. "Régimen Jurídico de la Doble Tributación Internacio­


nal". McGraw Hill, Caracas.1999. Pag: 6

149
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

sujetos pasivos involucrados sino, para el propio sujeto activo -


Estado- que al adoptar un determinado criterio, abandonando
otros, limita o amplía su ámbito de imposición."8

Los factores de conexión tradicionalmente adoptados por los


Estados soberanos hasta el presente, pueden agruparse en dos
grandes categorías, los personales o subjetivos, y los reales u
objetivos, según atiendan en mayor medida a criterios socio-
políticos o meramente económicos.

La concepción y tratamiento que los Estados dan a ambos


factores de conexión, cualquiera sea el escogido, hacen que por
lo general éstos no resulten absolutos o excluyentes, y que aún
entre Estados que hayan adoptado el mismo factor de conexión,
puedan producirse efectos distintos.

b) Tipos:

Los factores personales o subjetivos, justifican el direcciona-


miento del ejercicio de la potestad tributaria hacia un determi­
nado sujeto de derecho, por la relación que éste tiene con el
Estado, en virtud de su domicilio, residencia o nacionalidad,
independientemente del lugar en el que se configure el hecho
imponible.

Por el contrario, el factor de conexión objetivo o de la fuente


territorial, fundamenta el reconocimiento por parte del Estado
del nacimiento de la obligación jurídica-tributaria respecto de
determinados sujetos, por la sola razón de configurarse dentro
de su territorio el hecho generador del tributo de que se trate, en
el caso del impuesto sobre la renta, de aquél en el que se repute
ubicada la fuente o causa del enriquecimiento gravado, todo
conforme a la legislación interna correspondiente.

ZAPATA, Sonia. " Tributación sobre la Renta Mundial. Reflexiones sobre


su Implementación en América Latina". Libro Homenaje a José Andrés
Octavio. AVDT-Funeda. Caracas, 1999. Pág: 477.

150
J u a n C r is t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

Entre los factores objetivos y subjetivos en estricto sentido,


existe un tercer factor de conexión, que por su importancia y
prevalencia merece trato autónomo, este es el del llamado esta­
blecimiento permanente. En virtud de este factor, impera de ma­
nera exclusiva el gravamen en el Estado de la fuente, en el cual
exista un establecimiento permanente a través del cual se haya
generado renta a favor de un residente de otro Estado.

Tanto en el caso de los factores de conexión subjetivos como


objetivos, así como en el del establecimiento permanente, son
varios los criterios en base a los cuales aquellos se instrumentan.
Es así como, en el primero de los casos, puede utilizarse el ele­
mento de la nacionalidad y/o de la residencia; en el de la terri­
torialidad, el de la equivalencia de causas, el de la causa econó­
mica, primaria o final, entre otros muchos; y en lo que respecta
al establecimiento permanente, este puede depender de la exis­
tencia de activos, de una relación de mandato, o de la ejecución
de una serie de actividades.

La nacionalidad, entendida como el vínculo jurídico y políti­


co existente entre un Estado y sus miembros, por virtud del prin­
cipio del ius solis y/o del ius sanguinis, según lo establezca el or­
denamiento jurídico de que se trate, es adoptada por países como
los Estados Unidos de Norteamérica y Filipinas, constituyendo
un criterio cada vez menos acogido mundialmente.

La residencia, como elemento definitorio del factor de co­


nexión subjetivo, puede concebirse como el vínculo que surge
entre un sujeto de derecho y el Estado, con ocasión en caso de
personas naturales, de la mera permanencia física en el mismo,
o del lugar de constitución o sede de dirección efectiva, entre
otros, respecto de las personas jurídicas.

El Establecimiento Permanente, de acuerdo con el artículo


5 del Modelo de Tratado para Evitar la Doble Tributación, ela­
borado por la Organización para la Cooperación y el Desarro­
llo Económico (OCDE), significa un lugar fijo de negocios que
sirve para el ejercicio de una actividad empresarial y que tiene
como objetivo la generación de rentas.

151
60 A ños de I m p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

"Un establecimiento permanente comienza a existir, cuando


la empresa comienza a realizar sus negocios a través de un lu­
gar fijo de negocio, es decir, un establecimiento permanente existe
cuando la empresa prepara dicho lugar para ejecutar o realizar
la actividad para la cual fue escogido el mismo."9

A la par del Establecimiento Permanente se encuentra la no­


ción de Base Fija, que actúa también como factor de conexión
respecto de las personas naturales, siendo concebida como el lu­
gar desde el que se ejerce una actividad profesional independien­
te. No necesita estar especialmente equipada para su ejercicio, a
diferencia de lo que sucede con el Establecimiento Permanente.

La fuente, tiene que ver con la relación o vinculación que


existe entre el territorio de un Estado y la actividad generadora
de la renta a ser gravada. Dicha relación puede responder a
factores económicos, físicos o jurídicos, entre otros, pudiendo
ser más restringida o estricta su instrumentación, según el tra­
tamiento que le dé la legislación del país con el que la renta
tenga contacto. Es así como en algunos, se acoge la teoría de la
fuente productora, en la que la potestad se atribuye al Estado
en cuyo territorio se produce el enriquecimiento, y en otros, la
de la fuente pagadora, en la que tal atribución se hace al Estado
en cuyo territorio fue obtenida la disponibilidad de dicho rendi­
miento.

c) Justificación de la adopción de determinado factor de co­


nexión:
c.l. Filosófica:
"Debe señalarse que el principio territorial o principio de la fuente
tiene justificaciones de carácter económico y social. La justifica­
ción de principio parte de la base del derecho que tiene el Estado

9 GRATEROL, María Carolina. "Definición de establecimiento permanente


en el marco de los Tratados Internacionales para Evitar la Doble Tributación
y el impacto de su aplicación en materia tributaria municipal." IV Jom a­
das Venezolanas de Derecho Tributario. AVDT-Livrosca. Caracas. 1998,
Pág: 419.

152
J u a n C r i s t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

cuya econom ía produjo la renta referida, de gravar estos


enriquecimientos, dado que su obtención sólo fue posible gracias a
las condiciones políticas, económicas, sociales y jurídicas existen­
tes en ese país y a cuyo sostenimiento y mantenimiento es justo que
su beneficiario aporte una contribución."10

Por su parte, el factor de conexión subjetivo o personal, que


nos conduce a la noción de la renta mundial, por cuanto en
virtud del mismo, sin importar el lugar de procedencia de la
renta, esta es gravada en su totalidad por el Estado respecto del
cual su beneficiario tiene una relación sustancial de residencia,
domicilio o nacionalidad, encuentra justificación como lo seña­
la Peggy Brewer Richamn, citada por Evans en que:
"Es un principio básico común a los países democráticos y econó­
micamente más avanzados que dentro de los linderos de la juris­
dicción tributaria nacional, quienes reciban ingresos en igual pro­
porción que otros deban ser tratados de forma uniforme como
contribuyentes. De manera que todos aquellos residentes y ciuda­
danos de un país dado que disfrutan de la protección y de otros
privilegios dados por el gobierno de ese país y /o tengan derecho al
voto, deben ser gravados por ese país con tarifas iguales a aquéllos
que reciben igual renta, sea de la fuente que sea, bien nacional o
extranjera."11

Dicho principio, parte pues, de la igualdad de trato que debe


darle la ley a todos los habitantes de un país, no siendo objeto
de discriminaciones en función del lugar del que provengan sus
rentas.

c.2. Económica:

Desde el punto de vista económico, son otros los argumentos


que sirven de fundamento para la adopción de uno u otro fac­
tor de conexión. Es así como, los países importadores de capital,
por lo general en desarrollo, les resulta conveniente acogerse a
la idea de gravar todas las rentas que se origínen en sus territo-

10 EVANS, ob.cit. Págs: 6 y 7.


11 RICHMAN, Peggy Brewer. "Taxation of foreign investment income and
economic analysis". The John Hopkins Press, Baltimore. 1963. Págs: 11-12.

153
60 A ños de I m p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

ríos, independientemente de que el beneficiario de las mismas


tenga o no una relación personal o política sustancial con ellos.

Por el contrario, a los países exportadores de capital, por lo


general, desarrollados, les conviene perseguir las rentas que ob­
tengan sus nacionales o residentes, incluso en aquellos casos en
los cuales, éstas se produzcan totalmente en el exterior.

d) Argumentos a favor y en contra de la adopción de uno u


otro factor de conexión:

Para lograr una mayor eficiencia en la distribución de inver­


siones en el mercado mundial, se requiere que los factores de
producción sean libremente localizados conforme a las fuerzas
del mercado. A tales fines, las normas impositivas deben tender
a la neutralidad en cuanto a sus efectos y dentro de ellos en la
incidencia que puedan tener en la selección de los Estados re­
ceptores de las inversiones. Tal objetivo ha de traducirse por
tanto, en sistemas que graven de igual manera al que invierta
localmente como al que invierta en el exterior.

Sobre la base de la búsqueda del objetivo anterior, tanto la


adopción del principio de la renta mundial como de la territo­
rial han sido objeto de defensas y críticas.

d,l. Renta Territorial:

d.1.1. Ventajas:

- La International Fiscal Association en su Congreso anual


celebrado en Buenos Aires en 1984, estableció que:
"... un sistema de imposición de acuerdo con el principio de la
territorialidad, o que no sujete a imposición a los ingresos obteni­
dos en el extranjero, es preferible porque respeta en mayor medida
la soberanía tributaria de las naciones, elimina las distorsiones a
la competencia en el país donde se efectúa la inversión y en conse­
cuencia, no interfiere con el libre flujo de las inversiones."12

12 ZAPATA, ob.cit. Pág: 494.

154
J u a n C r i s t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

Adicionalmente puede decirse respecto del principio de la


fuente que:

- Atiende a la neutralidad en la importación de capitales,


"esto es, que con independencia de la procedencia del capital,
este estará gravado de forma igual en el territorio donde se ori­
gina, lo cual se traduce en la consagración del principio de no
discriminación en el tratamiento fiscal de la renta: tanto a los
nacionales como a los extranjeros se les consagra el mismo régi­
men tributario para sus inversiones."13

- Elimina en mayor medida los innumerables problemas de­


rivados de la doble tributación.

- Requiere de Administraciones tributarias menos sofisticadas.

d.1.2. Desventajas:

- Se dice que estimula la fuga de capitales en busca de juris­


dicciones más favorables, en detrimento del país que las expor­
ta que ya no podrá gravarlos.

- Es ajena al principio de equidad tributaria, por cuanto no


atiende debidamente a la capacidad contributiva. "La razón
principal estriba en que aquellos contribuyentes que estando
domiciliados en el país de la fuente, que obtengan ingresos de
fuente extraterritorial estarán exentos del impuesto sobre la renta
local, mientras que los que obtengan únicamente ingresos de
fuente local estarán plenamente gravados."14
- La indebida definición de lo que ha de entenderse por renta
territorial, puede traducirse en serios problemas al momento de
gravar un determinado enriquecimiento.

13 EVANS, ob. cit. Pág: 9.


14 GARCIA-ARJONA, Francisco. "La adopción del criterio de gravamen de la
renta mundial versus el sistema de gravamen territorial de la renta. Con
especial referencia al problema de la doble tributación internacional y los
tra ta d o s trib u ta rio s ." F o ro de C o m e rcio E x te rio r y T rib u tació n .
ASOVEDEFI. 1998.

155
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

d.2. Renta Mundial:

d.2.1. Ventajas:

- Es el único que cumple con el principio de consulta de la


capacidad contributiva del sujeto pasivo del tributo.

- Logra un trato neutral en la exportación de capitales. Ello


producto de que al inversionista se le gravará en función de su
residencia o domicilio de igual forma si invierte dentro o fuera
de su país, esto siempre que se adopte en el Estado de la residen­
cia el régimen de imputación total o en él la tarifa impositiva sea
igual o superior a la del Estado de la fuente.

- Estimula la movilidad de capitales ya que su localización


no será factor determinante para invertir en un país o en otro.

d.2.2. Desventajas:
- " Que la imposición de la renta mundial de una empresa aún en
el caso en que se le conceda crédito por impuestos abonados en
otros países, en general representa una carga adicional sobre las
inversiones en el exterior cuando las mismas se hallan allí sujetas
a una menor carga efectiva de imposición, al mismo tiempo que
puede quitar eficacia a los incentivos fiscales concedidos por el
país donde ellas se realizan, y en consecuencia, puede disuadir a
la empresa de efectuar tales inversiones."15

- Requiere de administraciones tributarias sofisticadas.

III) FACTORES DE CONEXION EN LA LEGISLACION VE­


NEZOLANA EN MATERIA DE IMPUESTO SOBRE LA
RENTA:

El diseño de todo tributo, por parte de los técnicos especiali­


zados en tan compleja materia, y su posterior adopción por
quienes tienen a su cargo la función legislativa, deben respon­

15 ZAPATA, ob. cit. Pág: 494

156
J u a n C r i s t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

der a los postulados constitucionales imperantes en el Estado en


el que aquellos pretenden aplicarse.

Estos postulados a lo largo de los años en los que ha existido


el impuesto sobre la renta en Venezuela, son entre otros, el de la
distribución de las cargas públicas según la capacidad econó­
mica, atendiendo a la progresividad, así como la protección eco­
nómica nacional y la elevación del nivel de vida de la población.
A partir de la entrada en vigencia de la Constitución de la Re­
pública Bolivariana de Venezuela aprobada en 1999, deben
además atender a la eficiencia de la recaudación.

La indebida selección por parte del legislador de los factores


de conexión aplicables a un determinado tributo, en especial del
impuesto sobre la renta, que es el tributo que toma en considera­
ción en mayor medida los principios de proporcionalidad, ge­
neralidad e igualdad, pueden desvirtuarlo, haciéndolo además
contrario al Texto Fundamental. Más allá de la selección legal de
los factores de conexión, es igualmente importante su instrumen­
tación, aplicación e interpretación, aspectos todos estos que se
analizarán en lo sucesivo a la luz del tratamiento que le ha dado
el legislador, la doctrina y la jurisprudencia nacional.

A) Principio de la Territorialidad:

A .l. Consagración Legal:

Venezuela desde la promulgación de su primera Ley de Im­


puesto sobre la Renta (LISR) en 1942, adoptó como factor de
conexión el de la territorialidad, habiéndose mantenido éste de
manera exclusiva hasta 1999, con excepción de los ejercicios
comprendidos entre 1987 y 1991, en los que rigió la LISR de
1986, y a supuestos puntuales, expresión de cierta flexibilización
en su consagración e interpretación a lo largo de su existencia
en el país.

La Exposición de Motivos de la primigenia LISR de 1942 se


expresa con claridad a este respecto, al señalar que:

157
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

"Se ha atribuido una especial importancia a la territorialidad del


acto gravable. En cambio no se tiene en cuenta el lugar en donde
esté el titular del enriquecimiento. Las consideraciones siguientes
condujeron a la adopción de tal criterio:
l s Los enriquecimientos obtenidos por actividades realizadas en la
República o por bienes situados en Venezuela no son la obra ex­
clusiva de un titular ni aún de éste y del grupo de sus colaborado­
res. El estado social del país, su situación económica y, sobre todo,
la acción protectora y coordinadora del Estado contribuyen en gran
medida a hacerlos posibles. Es justo, en consecuencia, que disfrute
de parte de ese enriquecimiento, la colectividad que contribuyó
indirectamente a su realización con su sólo existir en determina­
das condiciones sociales y económicas y, directamente, con los
impuestos que pagan para que el poder público pueda cumplir sus
funciones inmanentes.
2- El impuesto no es un gravamen que recae sobre los venezolanos
por el solo hecho de la nacionalidad y que los persigue donde
quiera que estén.
32 No es conveniente que la perspectiva de pagar impuestos pueda
disuadir a alguien del propósito de gastar en Venezuela, rentas
provenientes del extranjero. Al contrario, el país está interesado en
que se gaste o emplee aquí el mayor volumen posible de capitales
extranjeros, grandes o pequeños."16

El tratamiento de la territorialidad como factor de conexión


existente en el país desde la entrada en vigencia de la Ley de
Impuesto sobre la Renta de 1942, en esencia se ha mantenido
inalterado, incluso con la Ley de la materia sancionada en el
año 1999 y por la hoy en día vigente de 2001. No obstante ello,
vale destacar que a lo largo de la historia de este tributo en el
país, se han registrado ciertas flexibilizaciones en cuanto a la
rigidez y exclusividad con la que originalmente la territoriali­
dad fue asumida como factor de conexión, hasta llegar hoy en
día, a una situación de coexistencia de la territorialidad con
factores de carácter subjetivo como los de la residencia y el
domicilio.

16 Compilación de Leyes, Decretos y demás Disposiciones dictadas en mate­


ria de Impuesto sobre la Renta, 1942/1966, Ediciones del Ministerio de
Hacienda, Caracas, 1968. Pág: 425.

158
J u a n C r is t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

La posición reiterada de la Administración Tributaria en lo


que respecta al contenido del que hasta hace poco fue el artícu­
lo 4Qde las distintas Leyes de Impuesto sobre la Renta17 y de la
acepción amplia por éste adoptada del principio de la territo­
rialidad, ha sido la siguiente:

"Es de observar la amplitud de la norma en comento, donde se


hace referencia de manera genérica a alguna de las causas que
originan el enriquecimiento sin establecer limitaciones o discrimi­
naciones de ninguna naturaleza (...omissis...) no basta que la acti­
vidad generadora de enriquecimiento se realice en el exterior para
escapar del ámbito de aplicación de la ley de impuesto sobre la
renta del país, cuando dicho enriquecimiento tuvo causas que ocu­
rrieron en el territorio.
En efecto para determinar el concepto de territorialidad a los efec­
tos de la Ley de Impuesto sobre la Renta cabe distinguir entre las
rentas derivadas de bienes y las rentas provenientes en razón de
actividades económicas. En el primer caso, tanto la ley como la
doctrina están contestes, en que la renta se ciñe al principio de
locus rei sitae, esto es, la renta que deriva de un bien es venezolana
y por tanto gravable en el país (...omissis...)
Ahora bien, en lo que respecta a las rentas obtenidas en razón de
actividades económicas, la Ley de Impuesto sobre la Renta con­
templa el principio de la llamada equivalencia de causas o condi­
ciones, que se traduce en el hecho de que basta que una de las
causas que origina el enriquecimiento ocurra en el país para que el
mismo sea considerado como territorial (...omissis...)

17 "Artículo 4 (LISR 1994): Un enriquecimiento proviene de actividades eco­


nómicas realizadas en Venezuela o de bienes situados en el país, cuando
alguna de las causas que lo origina ocurra dentro del territorio nacional,
ya se refieran esas causas a la explotación del suelo o subsuelo, a la forma­
ción, trasaldao, cambio o cesión del uso de bienes muebles o inmuebles
corporales o incorporales o a servicios prestados por personas domicilia­
das, residentes o transeúntes en Venezuela y los que se obtengan por
asistencia técnica o servicios tecnológicos utilizados en el país.
Igualmente se consideran realizadas en el país, las actividades oficiales, de
los estados o municipios, así como las de los representantes de institutos
oficiales autónomos o empresas del Estado, a quienes se les encomienden
funciones o estudios fuera del país, siempre que los enriquecimientos pro­
venientes de tales actividades estén exentos de gravámenes en el lugar
donde se hayan obtenido."

159
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

El artículo 4.de lá Ley de Impuesto sobré la «Rentan no'distingue


entre ,causas principales ró secundarias o ¡éntre causa primera o
iniciad las causas que podrían denominarse intermedias y la cau­
sa final del mismo,; de., allí que. se hable de equivalencia de causas,
esto es, todas tienen el mismo peso,y valor...".

La amplitud de los términos en que ha sido consagrado el


principio de Já terfííóriaíídad en lás distintas Leyes dé'Impuesto
sobré la Réñ'ta venezolanas, ha permitido que tanto la doctrina
como lá Jurisprudencia, Rayan podido ser flexibles al establecer
la relación .entre el .territorio nacional y la renta.

Es así como la doctrina y la jurisprudencia han venido desa-


rrollarído a lo largo de los años diversas teorías respecto del al­
cance del .principio de territorialidad, dentro de las que cabe
señalar, .las siguientes, que,parten como siempre lo han hecho
las leyes de impuesto sobre la renta vigentes a lo largo de la
historia <venézólana> de la ¡vinculación de la •causa: de la renta
con el territorio nacional:

A.2. Teoría de la Causa Eficiente y Teoría de la Equiva­


lencia de Causas:

En materia de territorialidad de los ingresos en Venezuela se


ha adoptadp la teoría según la, cual un ingreso se considera te­
rritorial, y por ende gr.avable, si una de las causas que.lo genera
se produce en el territorio nacional, ya sea ésta referida a "...la
explotación del suelo o subsuelo, a la formación, ¡traslado, cam­
biólo cesión del uso o goce de bienes muebles o inmuebles, cor­
porales o incórporales ó a Servicios prestados por personas do-
miciliadas, residentes o transeúntes en Véñezuéla y los que se
obtengan por asistencia técnica o servicios tecnológicos utiliza­
dos en el- país../'18
Es ,así como, ía posibilidad de gravar la renta en nada había
dependido de la residencia o domicilio de su beneficiario, sino
del lugar en él que se producía.

18 Artículo 4 de la LISR de 1994.

160
J u a n C r is t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

La Teoría de la Causa Eficiente, señala que la territorialidad de


una operación sólo debería ser determinada a través de la atri­
bución al territorio venezolano de la causa directa y eficiente en
la producción del enriquecimiento y no por causas indirectas o
remotas.19

Muestra de ello es lo sostenido por Carlos Paredes quien se­


ñala que:
"... la -causa- del enriquecimiento debe ser entendida de una ma­
nera racional. En este sentido, debemos señalar que la causa debe
estar asociada de manera directa a la actividad económica. No
pueden ser consideradas como causas, aquellas condiciones aje­
nas al contenido económico de una operación, ni tampoco aque­
llas circunstancias económicas que carecen de una relación direc­
ta con la producción del enriquecimiento. Recordemos que la norma
en cuestión (Art. 4) dispone que un enriquecimiento será conside­
rado como territorial cuando alguna de las causas que den origen
a la renta sea atribuible al territorio venezolano. Vemos que la cau­
sa en cuestión debe dar origen al enriquecimiento, es decir, debe
existir una relación de causa-efecto. Por tal razón, no se puede
desnaturalizar el concepto de causa imputándole dicho carácter
de cualquier circunstancia generatriz del enriquecimiento."20

Por su parte, la Teoría de la Equivalencia de Causas parte del


hecho de que "... cualquier circunstancia relacionada con un
enriquecimiento, aún cuando ésta sea indirecta o remota, pue­
de provocar que una renta sea calificada de territorial. La apli­
cación de dicha tesis significa colocar a causas indirectas o re­
motas en un plano de igualdad con respecto a causas directas."21

19 ROMERO-MUCI, Humberto. "Consideración sobre la Naturaleza Jurídica


y Tratamiento Fiscal de los Amércian Depositary Receipts (ADRs) en Ve­
nezuela". Revista de Derecho Tributario N° 70. Enero-Marzo de 1996. AVDT,
Caracas, 1996. Págs: 41-68.
20 PAREDES. Carlos. " El Principio de Territorialidad y el Sistema de Renta
Mundial en la Ley de Impuesto sobre la Renta". Editorial Torino. Caracas.
Venezuela, 2002. Pág: 73.
21 PAREDES, Carlos. " El Principio de Territorialidad y el Sistema de Renta
Mundial en la Ley de Impuesto sobre la Renta". Editorial Torino. Caracas.
Venezuela, 2002. Pág: 73.
60 A ños de I m p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

Esta teoría parte de la idea de que basta que una sola de las
causas generatrices del enriquecimiento tenga lugar en el Terri­
torio Nacional para que este último se considere gravable en
Venezuela.

La llamada teoría de la equivalencia de causas no discrimina


entre la causa inicial del enriquecimiento, las causas que po­
dríamos llamar secundarias o intermedias y la causa final que
lo origina.

Señala Jaime Parra Pérez que:


"En un proceso productivo cualquiera, la adquisición de materia
prima, el transporte de dicha materia prima de un lugar a otro, su
almacenamiento, la fabricación o elaboración del producto, su venta
y su transporte a los lugares de entrega, constituyen causas que
concurrentemente generan el enriquecimiento. Pero este enriqueci­
miento es uno solo porque proviene de una sola operación, así ha­
yan sido múltiples las causas que hayan obrado para producirlo.
Las causas que obran dentro de un mismo proceso productivo no
son separables entre sí, si estudiamos este proceso en el plano eco­
nómico, puesto que, si eliminamos alguna de ellas, el resultado
final, el enriquecimiento, no se produciría o se produciría de mane­
ra distinta. Las causas son conceptualmente diferenciables, pero
no separables sin alterar el proceso y sin variar el resultado final.
La vinculación de causas en un mismo proceso económico no nace
de un simple interés de las partes que pueden intervenir en él, sino
que es connatural con el proceso mismo y con la secuencia de sus
distintas etapas.
Aquí es donde encuentra plena aplicación la teoría de la equiva­
lencia de causas o condiciones. Basta que una de las causas dentro
del mismo proceso, tenga lugar en el territorio venezolano, para
que el enriquecimiento esté pechado por la Ley venezolana.
En cambio, la teoría de la equivalencia de causas o condiciones no
la podemos aplicar en el supuesto de procesos económicos
diferenciables, aun cuando todos los procesos estén ligados entre
sí por el interés y la voluntad jurídica de las partes..."

Más allá de la discusión de si la causa es únicamente la efi­


ciente o de si todas son equivalentes y suficientes, la doctrina
mayoritariamente aceptada en Venezuela ha establecido que la

162
J u a n C r is t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

causa generadora del enriquecimiento es de tipo económico y


no jurídico.

"El impuesto sobre la renta tiene como hecho generador de la obli­


gación tributaria, una manifestación de capacidad contributiva.
Esa manifestación que evidencia el potencial de contribución del
particular está representado por un hecho económico. Por tal ra­
zón, no se puede señalar que una circunstancia distinta al hecho
económico puede ser considerada como causa del enriquecimien­
to y producir que una renta sea considerada territorial.
En este sentido, la doctrina nacional ha señalado que el hecho
económico es el vínculo idóneo entre una renta y determinada ju­
risdicción territorial, por evidenciar este hecho de manera racional
la relación entre determinado enriquecimiento y un territorio na­
cional. Cualquier otro vínculo ajeno al hecho económico que sea
seleccionado por el legislador resulta arbitrario por lucir en la rela­
ción económica como una circunstancia incidental o irrelevante.
En razón de lo expuesto, por la naturaleza del hecho imponible se
requiere que el acto económico generatriz del enriquecimiento ocu­
rra en territorio nacional a los fines de que la renta producida sea
territorial".22

La adopción de una u otra teoría en el país, como se eviden­


cia más adelante al referirnos al tratamiento dado a la materia ,
por la jurisprudencia, no ha sido uniforme, sin embargo, en
nuestra opinión, una adecuada interpretación del alcance de la
adopción de la territorialidad como factor de conexión debe res­
ponder a la Teoría de la Causa Eficiente, debiendo dicha causa,
ser de tipo económico y no jurídico.

A .3. Algunas muestras de flexibilizacidn de la territoria­


lidad como único factor de conexión adoptado por el
legislador venezolano, durante el período compren­
dido entre 1943 y 1999:

El Legislador al sancionar la Ley de Impuesto sobre la Renta


de 1986, partiendo de lo dispuesto en el Código Orgánico Tri-

22 PAREDES, Carlos. " El Principio de Territorialidad y el Sistema de Renta


Mundial en la Ley de Impuesto sobre la Renta". Editorial Torino. Caracas.
Venezuela. 2002. Págs: 86 y 87.

163
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

butario (COT) de. 1982, decidió apartarse1de la exclusividad- con


la que había sido adoptada la territorialidad como factor de; co­
nexión, procediendo a flexibilizar su tratamiento. De acuerdo
con él artículo 12 dél COT dé 1982:
"... LáS leyes tributarías1podrán crear tributos1sobre hechos
iíhponiblés ócurridoS'tótáTó parcialmente fuerá del terrít'ório na-
cidrial, Cüañdó el contribuyente tenga la nacionalidad venezolana
Oesté domiciliado éritél país. En estos casos, la ley procürará con­
solidar loá éféctbs dé tálés1disposiciones con la conveniencia de
evitar la doblé tributación."

D e.acuerdo; con el artículo l 2 de. la LISR de 1986, eran


gravables: con el im puesto sobre la renta, no sólo los
enriquecimientos de fuente territorial, sino también los de ori­
gen foráneo enumerados en Su artículo 65.

Tales enriquecimientos extraterritoriales eran los provenientes:

a) Del’ arrendamiento o subarrendamiento de bienes corpo­


rales o incorporales;
b) De dividendos y participaciones en las utilidades de socieda­
des, comunidades u otras entidades jurídicas o de hecho;
c) De bienes, dados, en fideicomiso, aunque la masa .de bienes
fideicometidos fuese constituida en entidad, beneficiada
de tales ingresos;
d) De intereses de bonos, depósitos de ahorro, de instrumen­
tos a plazo, de depósitos bancarios o derivados de cual­
quier otra condición; y
e) De regalíasy. participaciones análogas, rentas vitalicias y
demás. prqventpSr,deriyados de la cesión del uso o goce de
bienes corporales, o incorporales.

Los enriquecimientos antes señalados provenierités del exte­


rior, eran gravabjes únicamente, cuando los beneficiarios de los
mismos fueran personas o comunidades de nacionalidad vene­
zolana o domiciliadas en el país.
Tales enriquecimientos se consideraban constituidos por el
35% de los ingresos brutos, sujetos a un impuesto proporcional

164
J u a n C r i s t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

del 40%. El 65% restante délos ingresos brutos, era-considerado


como costos> deducciones; y pago de tributos en el exterior.

En la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1995, vale destacar


la flexibilización de que fue objeto el tratamiento de la territo­
rialidad corno factor de conexión, al resultar, grayablqs los si­
guientes enriquecimientos:

- Cabotaje y Transporte Internacional de Mercancías:


De acuerdo, con el artículo 19 de la LISR de 1995, los contri­
buyentes domiciliados en el país qué tuvieran naves o aeronaves
de su propiedad o tomadas en arrendamiento y las destinaran
al cabotaje o transporte internacional de las mercancías objeto
del tráfico de sus negocios, por cuenta propia o de ,terceros,, de­
bían computar como causados en el país la totalidad de los in­
gresos derivados de cada viaje.

Los contribuyentes a que se refería el precitado artículo 19,


también debían computar como causados en el país la totalidad
de los gastos normales y necesarios derivados de cada viaje.

- Empresas de Transporte Internacional: :


Por su parte, el artículo 20 de la LISR de 1995, establecía que
las empresas de transporte internacional constituidas y domici­
liadas en Venezuela debían computar como causados en el país
la totalidad de los ingresos: mundiales derivados de, las activida­
des que le eran propias.

Estas empresas computaban como causados en el país la to­


talidad de los gastos, normales y necesarios, dérivados de las
actividades que le erán propias, tal como lo preveía el artículo
30 "ejusdem".

- Costos incurridos en el exterior reputados como locales:


El artículo 23 de la Ley en comentarios, disponía que sé consi­
deraban realizados en el país, independientemente de ser
incurridos en Venezuela o en el exterior, los siguientes conceptos:

165
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

(i) El costo de adquisición de los bienes a ser revendidos o


transformados en el país, así como el costo de los mate­
riales y de otros bienes destinados a la producción de la
renta.
(ii) Las comisiones usuales, siempre que no fueran cantida­
des fijas sino porcentajes normales, calculados sobre el
precio de la mercancía, que fueran cobradas exclusiva­
mente por las gestiones relativas a la adquisición de bie­
nes; y
(iii) Los gastos de transporte y seguro de los bienes invertidos
en la producción de la renta.

- Exportación de bienes manufacturados en el país:

De acuerdo con el artículo 27, Parágrafo Séptimo de la LISR


de 1995, en el caso de exportación de bienes manufacturados
en el país, o de prestación de servicios en el exterior de fuente
venezolana, se admitía la deducción de los gastos normales y
necesarios hechos en exterior, relacionados y aplicables a las
referidas exportaciones o actividades, tales como los gastos de
viajes, de propaganda, de oficina, de exposiciones y ferias, in­
cluidos los del transporte de bienes a exhibirse en estos últimos
eventos, siempre que el contribuyente dispusiera en Venezuela
de los comprobantes correspondientes que respaldaran su dere­
cho a la deducción.

Como puede observarse de la muestra representada por las


LISR de 1942, 1986 y 1995, el principio de la territorialidad si
bien siempre rigió como el factor de conexión fundamental, tanto
en materia de ingresos como de costos y gastos a efectos de de­
terminar la renta gravable, coexistió en ciertos casos con facto­
res subjetivos como los de la nacionalidad o el domicilio, que
permitieron el gravamen de ingresos y la imputación de costos
y la deducción de gastos de origen foráneo.

Conjuntamente con el principio de la territorialidad y de las


flexibilizaciones de que fue objeto a lo largo de la historia del
impuesto sobre la renta en Venezuela, han existido también las
llamadas rentas presuntas, categoría esta que engloba ciertas

166
J u a n C r is t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

actividades generadoras de rentas, que por tener causas disper­


sas en más de un territorio, están expuestas más que otras a ser
gravadas por varios Estados, y a que respecto de ellas resulte
difícil una imputación precisa de costos y gastos, razón por la
cual se les trata como rentas presuntas, equiparando un por­
centaje del total de los ingresos brutos de ellas obtenidas a
enriquecimientos netos. Tal es el caso de las rentas provenientes
de actividades de transporte internacional y de la asistencia téc­
nica y de los servicios tecnológicos prestados desde el exterior y
utilizados en el país.

En otros casos se han asumido a nivel legal criterios de terri­


torialidad que aunque remotos, legitiman el cobro del tributo,
como es el caso de los intereses derivados de préstamos hechos
por instituciones financieras constituidas en el exterior y no do­
miciliadas en el país.

A.4. Tratamiento jurisprudencial conferido a la territoria­


lidad como factor de conexión en materia de impues­
to sobre la renta, durante el período comprendido
entre 1943 y 1999

Causa Eficiente:

- SHELL DE VENEZUELA, N.V. vs. República de Venezue­


la, dictada por el Tribunal Tercero de Impuesto sobre la Renta,
de fecha 11 de abril de 1977:

"La causa que determina la territorialidad de un enriqueci­


miento gravable en Venezuela no es cualquier causa, sea
indirecta o remota, sino la causa eficiente o directa de aquél;
lo contrario llevaría al absurdo de que, cualquier causa re­
mota o indirecta que pueda localizarse en el país, sería sufi­
ciente para estimar que su fuente es territorial y por lo tanto
gravable en Venezuela. Semejante interpretación trastoca el
principio de territorialidad que preside el ejercicio del as­
pecto espacial del hecho imponible en materia de Impuesto
sobre la Renta por el de nacionalidad o residencia del con­
tribuyente, sin admitirlo expresamente la Ley..."

167
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e la

! CARTOENVASES VALENCIA, S.A. vs. República de Ve­


nezuela; dictada por el Tribunal Superior Octavo de lo¡ Conten­
cioso Tributario de fecha 23 de noviembre de 1993:
"En el caso de autos la Administración afirma en la resolu­
ción del sumarió que la causa es el depósito en el extranjero
péro qüe la cadsá del depósito es el capital utilizado para
ello. No cabe dúflá1, á'jíüCib del Tribunal, que la causa es eP
depositó en el extráhjéfó y, por lo tanto, la renta es extraterri­
torial. No cabe pe‘n'sár én causas lejanas o remotas, ya que
ello llevaría a considerar que una cantidad depositada pór
un contribuyente en el extranjero, por provenir de una renta
o de Una donación, o de una herencia, o de un premio de
lótería, ó de unhipódromo o, en fin de un préstamo, ocürri-
.•dos en Venezuela, conduciría a la conclusión de que los
intereses, producidos son territoriales, lo que resulta impro­
cedente. En consecuencia, la renta no tiene el vínculo de
territorialidad, por tanto, no es gravable en el país y así se
.declara." }.

Eqüivalehcia de causas:

- TRANSPORTE Y CONSTRUCCIONES MARÍTIMAS, C.A.


vs. REPUBLICA DE VENEZUELA. Sala Político Administrati­
va del 14 de agosto de 1990.
"De acuerdo, con esta flexibilidad normativa, característica
del sistema impositivo venezolano, basta que una sola causa
generadora de la actividad económica vinculada con bienes y
servicios, ocurra dentro del territorio nacional, para que el
beneficio se consideré íntegramente sometido a gravamen...".

Causa Jurídica vs. Económica:

- TRANSPORTÉ Y CONSTRUCCIONES MARÍTIMAS, C.A.


vs. REPUBLICA DE VENEZUELA. Sala Político Administrati­
va del 14 de agosto de 1990.
"A juicio de esta Sala los ingresos percibidos por la contri­
buyente por concepto de canon de arrendamiento de un bien
mueble, constituyen materia gravable conforme a la Ley de
Impuesto sobre la Renta de Venezuela, ya que la causa origi­

168
J u a n C r i s t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

naria de ellos se encuentra en el contrato de arrendamiento


que las partes suscribieron el 08-11-73 en la ciudad de
Maracaibo, donde TRICOMAR, la apelante, cede el uso o
goce de un bien incorporado a su activo social, a cambio de
la percepción de una suma mensual por concepto de arren­
damiento. La celebración del contrato, de conformidad con
lo establecido en el parágrafo tercero del artículo I o de la Ley
de Impuesto sobre la Renta, vincula la renta producida en la
jurisdicción venezolana, es decir, constituye una causa sufi­
ciente para que se considere como actividad económica efec­
tuada en el país, el canon de arrendamiento como territorial,
y por ende gravable. No siendo por tanto admisibles los ar­
gumentos de la contribuyente en lo que respecta a la ubica­
ción real de la cosa porque el remolcador había sido entrega­
do en Puerto Rico y por que el ingreso obtenido proviene de
un activo de capital, lo cual lo exime de gravamen".

STANDARD OIL COM PANY OF OHIO y PROSPECT


INTERNATIONAL C.A. vs. República de Venezuela, dictada
por la Sala Político Administrativa de la Corte Suprema de Jus­
ticia, de fecha 05 de abril de 1994:

El caso en referencia versaba sobre la gravabilidad de divi­


dendos pagados a The Standard Oil Company por la empresa
Prospect International, C.A. con ocasión de enriquecimientos
provenientes de actividades realizadas en Puerto Rico, que la
recurrente consideró en consecuencia extraterritoriales y por
ende no gravables.

La representación fiscal sostuvo que cuando Prospect


International, C.A. repartió dividendos a sus accionistas, esta­
ba realizando una actividad en el territorio nacional, aunque
esos beneficios provinieran de enriquecimientos obtenidos fue­
ra del país.

La Sala decidió en los siguientes términos:


"... los dividendos pagados provienen de bienes situados en
el país, ya que es precisamente la titularidad de las acciones
de la PROSPECT INTERNATIONAL, C.A. por parte de THE
STANDARD OIL COMPANY OF OHIO, lo que le da su ca­

169
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

rácter de propietaria de una empresa constituida y domici­


liada en el territorio de Venezuela, por lo que conforme a lo
previsto en el artículo I o de la Ley de Impuesto sobre la Ren­
ta, vigente para la época: "Toda persona o comunidad paga­
rá el impuesto que esta Ley establece por los enriquecimientos
netos y disponibles que obtenga", en dinero o en especie,
por razón de actividades económicas realizadas en Vene­
zuela o de bienes situados en el país.
(...)
Como se infiere de los textos transcritos, resulta evidente,
que los dividendos pagados a THE STANDARD OIL
COMPANY OF OHIO, lo son por su condición de titular de
acciones de la empresa PROSPECT INTERNATIONAL, C.A.,
constituida y domiciliada en el territorio nacional, por lo
que el carácter de propietaria de las susodichas acciones, la
hace co-propietaria de la empresa pagadora de los dividen­
dos, la cual constituye por ende, un bien ubicado en el terri­
torio nacional y los frutos que produzca en beneficio del
titular o propietario, como son en el caso de autos, los divi­
dendos, caen bajo el ámbito de la Ley de Impuesto sobre la
Renta y resultan gravables."

Esta decisión contó con un voto salvado de la Magistrada


Hildegard Rondón de Sansó, quien adoptó la siguiente posición:
"En efecto, desde la época de la antigua Corte Federal, ha
sido objeto de jurisprudencia constante y reiterada el carác­
ter especial del Derecho Fiscal, el cual se separa muchas
veces de los principios, calificaciones y consecuencias jurí­
dicas que se aplicarían o que resultarían al enjuiciarse los
fenómenos económicos con los criterios normativos que in­
forman el derecho común. En efecto, su objeto es el estudio
de la obligación impositiva basada en hechos económicos,
por lo cual se atiene a éstos, antes que a las formas jurídicas
de derecho civil y es por ello que el tratamiento fiscal de una
situación no impide que ésta pueda tener uno diferente en la
esfera del derecho privado. Esa diversidad normativa tiene
sus particulares efectos dentro de las instituciones civiles,
mercantiles y tributarias, aun cuando entre sí, puedan apa­
recer contradictorios. Del mismo modo que las leyes civiles o
mercantiles no pueden modificar las leyes tributarias ni dis­

170
J u a n C r i s t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

torsionar los principios bajo cuya interpretación dichas le­


yes deban aplicarse, en cuanto al alcance que en esos distin­
tos campos se le dé al mismo fenómeno, las disposiciones
fiscales tampoco pueden derogar normas del derecho civil o
mercantil (...)"

En este sentido, la extinta Corte Federal, en sentencia de fe­


cha 22 de octubre de 1959 desde entonces le dio cabida en el
Derecho Tributario venezolano a los principios antes enuncia­
dos. En dicho fallo se estableció lo que de seguidas transcribimos:

"De ahí que frente al sistema normativo general o común del


ordenamiento jurídico privado, el fiscal presente el particularis­
mo normativo propio de un derecho especial que dados los fi­
nes de interés público eminente que persigue el legislador con
sus preceptos, se informa con criterios distintos y a veces con­
trarios de aquellos que inspiran al derecho común. Esta técnica
permite al legislador tomar en cuenta para la legislación jurídi­
ca momentos o datos reales del fenómeno económico distintos
de aquellos acogidos por el derecho común, por considerar que
tales datos así admitidos y construidos por la técnica se conside­
ran más adecuados para el logro de los fines pragmáticos perse­
guidos por la política fiscal, sustituyendo elementos cualitativos
por cuantitativos, o aquellos en los cuales predomina el arbitrio
y la apreciación subjetiva, por otros de fácil y precisa determi­
nación en virtud de su naturaleza objetiva."

B) Principio de la Renta Mundial:

B.l. Consagración Legal:

Entre el año 1999 y el año 2001, la LISR sufrió tres refor­


mas, la primera, publicada en Gaceta Oficial N° 5.390 Extraor­
dinario de fecha 22 de octubre de 1999, la segunda, publicada
en Gaceta Oficial N° 5.557 Extraordinario del 13 de Noviembre
de 2001, y que por tratarse de una reforma muy puntual ajena
al tema aquí analizado obviaremos en lo sucesivo, y la tercera,
publicada en Gaceta Oficial N° 5.566 Extraordinario de fecha
28 de diciembre de 2001.

171
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

En plena concordancia con los artículos 12 del COT de 1994


y 11 del COT de 2001, ambas LISR, la de 1999 y la de 2001
respectivamente, concedieron en sus artículos l s y 62 un nuevo
tratamiento a los factores de conexión, en virtud del cual se
consideraba nacida la obligación tributaria y facultado el Esta­
do venezolano a cobrar el tributo.

Los artículos l 2 de ambas leyes establecieron:

Artículo I a: "... Salvo disposición en contrario de la presente


ley, toda persona natural o jurídica, residente o domiciliada
en Venezuela, pagará impuestos sobre sus rentas de cual­
quier origen, sea que la causa o fuente de ingresos esté situa­
da dentro del país o fuere de él. Las personas naturales o
jurídicas no residentes o no domiciliadas en Venezuela es­
tarán sujetas al impuesto establecido en la Ley siempre que
la fuente o la causa de sus enriquecimientos esté u ocurra
dentro del país, aun cuando no tenga establecimiento per­
manente o base fija en Venezuela. Las personas naturales y
jurídicas domiciliadas o residenciadas en el extranjero que
tengan un establecimiento permanente o una base fija en el
país, tributarán exclusivamente por los ingresos de fuente
nacional o extranjera atribuibles a dicho establecimiento
permanente o base fija."

De la norma antes transcrita puede observarse que:

1- Se adopta el principio de la renta mundial, en lo que respecta


a las personas naturales o jurídicas residenciado o domiciliadas
en el país. Éstas pagarán impuesto sobre sus rentas de cualquier
origen, independientemente de su fuente.
El factor de conexión subjetivo de la residencia es el adoptado
por el Legislador, coexistiendo con el de la territorialidad.

2- Para el caso de las personas naturales no residentes y las jurí­


dicas no domiciliadas, se adopta el factor de conexión real u
objetivo de la territorialidad, resultando gravables únicamente
las rentas cuya fuente o causa ocurra en el país. Lo anterior
aplica, en aquellos casos en los que el contribuyente no tenga
Base Fija o Establecimiento Permanente.

172
J u a n C r is t ó b a l C a r m o n a B o r ja s

3- Si se trata de una persona natural no residente o jurídica no


domiciliada, pero con Base Fija o Establecimiento Permanente
en el país, éstas habrán de pagar tributos exclusivamente por
los ingresos de fuente nacional o extranjera atribuibles a dicha
Base Fija o Establecimiento Permanente.

A los efectos de determinar si una persona natural o una


jurídica estaba domiciliada fiscalmente en Venezuela, bajo la
LISR de 1999 debía acudirse al artículo 30 del COT de 1994. De
acuerdo con esta disposición, se consideraban domiciliados en
el país las personas naturales que hubieran permanecido en él
por más de 180 días continuos o discontinuos, en un año calen­
dario o en el año inmediatamente anterior. Igual definición traía
la propia LISR de 1999 en su artículo 51.

La aplicación de la norma del COT en forma concatenada


con los artículos 1 y 51 de la LISR de 1999, conducía a situacio­
nes en las que un expatriado o un simple extranjero que acumu­
lara más de 180 días en Venezuela, tenía que pagar impuesto
sobre la renta tomando en consideración sus ingresos extrate­
rritoriales.

Por su parte, el artículo 30 del COT consideraba domiciliada


en Venezuela, a toda persona jurídica que hubiese sido consti­
tuida en el país, se hubiese domiciliado en éste conforme a la
ley, o aquellas personas jurídicas constituidas o domiciliadas en
el exterior, que tuvieran Establecimiento Permanente en el país.

En el caso de una compañía constituida en el exterior, que


decidía abrir una sucursal en Venezuela, por efecto del artículo
354 del Código de Comercio calificaba como domiciliada desde
el punto de vista mercantil, pero también lo era desde el punto
de vista estrictamente fiscal, según el artículo 30 del COT de
1994, por el hecho de ser considerada la sucursal como un Esta­
blecimiento Permanente.

Visto lo anterior, cabía preguntarse cual era el tratamiento a


ser conferido a una empresa que habiéndose constituido en el

173
60 A ñ o s de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

exterior tenía un Establecimiento Permanente en Venezuela.


Dicha empresa desde el punto de vista fiscal calificaba como
domiciliada en el país (Art 30 COT), pero de acuerdo a la LISR,
parecía debía ser gravada como una no domiciliada con Esta­
blecimiento Permanente.

Bajo la vigencia de la LISR de 2001, la situación antes descri­


ta se presenta prácticamente igual, con la diferencia de que el
artículo 51 de aquella, ajustándose al nuevo COT sancionado
ese mismo año, aumentó la estadía en el país a efectos de califi­
car como residente, a más de 183 días continuos o discontinuos
en el año inmediatamente anterior al ejercicio al cual corres­
ponda determinar el tributo.

Fue así como el artículo 51 de la LISR de 2001, estableció al


respecto:

Artículo 51: A todos los fines de esta Ley, se entiende por


persona natural no residente, aquella cuya estadía en el país
no se prolongue por más de ciento ochenta y tres (183) días
dentro de un año calendario y que no califique como domici­
liada en la República Bolivariana de Venezuela, conforme a
lo establecido en el Código Orgánico Tributario.
Parágrafo Único: Las personas a que se refiere el encabeza­
miento de este artículo, se consideran como residentes a los
efectos del mismo, cuando hayan permanecido en el país
por un período continuo o discontinuo de más de ciento
ochenta y tres (183) días en el año calendario inmediata­
mente anterior al del ejercicio al cual corresponda determi­
nar el tributo.

En relación a la transcrita norma vale observar, como ade­


más de haber adoptado de manera acertada el lapso de 183
días para calificar como residente, especifica que la calificación
de no residente dependerá de que esa persona no califique como
domiciliada de acuerdo con el Código Orgánico Tributario.

El Código Orgánico Tributario establece a efectos del domi­


cilio, la misma regla, sólo que sujeta el cómputo del lapso, a la

174
J l a n C r istó ba l C arm ona B o rjas

estadía durante el ejercicio anterior, más no a la de aquel res­


pecto del cual se esté determinando el tributo.

En lo que respecta a la domiciliación de las personas jurídi­


cas, la LISR de 2001 guarda silencio, debiendo acudirse directa­
mente al numeral 4 del artículo 30 del COT de 2001, según el
cual, se consideran domiciliados en la República Bolivariana de
Venezuela para efectos tributarios, "Las personas jurídicas cons­
tituidas en el país, o que se hayan domiciliado en él conforme a
la ley."

La ley a la que remite el Código Orgánico Tributario es en


primera instancia el Código de Comercio, por lo que para consi­
derar a una persona jurídica domiciliada en Venezuela desde el
punto de vista tributario es necesario que previamente se hayan
cumplido las formalidades registrales a que alude el ya mencio­
nado artículo 354 de ese instrumento normativo.

En el caso de que la persona jurídica extranjera sea una so­


ciedad por acciones, esta deberá registrar la Agencia o explota­
ción en el Registro de Comercio del lugar donde aquellas se en­
cuentren ubicadas, así como publicar en un periódico de la
localidad, el contrato social y demás documentos necesarios para
la constitución de la compañía, conforme a las leyes de su na­
cionalidad y una copia debidamente legalizada de los artículos
referentes a esas leyes.

De la aplicación concatenada del numeral 4 del artículo 30


del Código Orgánico Tributario y 354 del Código de Comercio
parece llegarse a la clara conclusión de que toda empresa ex­
tranjera que se hubiere domiciliado en el país desde el punto de
vista mercantil por contar en éste con un establecimiento per­
manente, representado por una sucursal o por una explotación
no principal, también se encuentra domiciliada en el país a efec­
tos tributarios. No obstante ello, lo dispuesto por el numeral 2
del artículo 33 del Código Orgánico Tributario, genera confu­
sión al dar a entender que una empresa con domicilio en el exte­
rior puede tener en el país establecimientos permanentes.

175
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

La norma en comento dispone lo siguiente:


Artículo 33: En cuanto a las .personas domiciliadas fen el
extranjero, las actuaciones de la Administración Tributaria
se practicarán:
...om issis...
(2) En los casos en que no tuvieren representante en el país,
en el lugar situado en Venezuela en el que desarrollen su
actividad, negocio o explotación, o en él lugar donde se en­
cuentre ubicado su establecimiento permanente o base fija..."

Ante lo dispuesto por esta norma y lo previsto en las otras


aquí comentadas, podría acaso sostenerse que pueden existir
establecimientos permanentes distintos a una sucursal o a una
explotación, que no domicilian mercantilmente a la persona ju­
rídica extranjera que los posee, y es a ellos a los que se refiere el
numeral 2 del artículo 33 en cuestión.

Más confusión se agrega a este tema, cuando se toma en con­


sideración lo dispuesto por la LISR de 2001 que en el Parágrafo
Tercero de su artículo 7 establece lo siguiente en relación con la
figura del establecimiento permanente:
Artículo 7: A los fines de esta Ley, se entenderá que un sujeto
pasivo realiza operaciones en la República Bolivariana de
Venezuela por medio de establecimiento permanente, cuan­
do directamente o por medio de apoderado, empleado o re­
presentante, posean en el territorio venezolano cualquier
local o lugar fijo de negocios, o cualquier centro de actividad
en donde se desarrolle, total o parcialmente, su actividad o
cuando posea en la República Bolivariana de Venezuela una
sede de dirección, sucursal, oficinas, fábricas, talleres, insta­
laciones, almacenes, tiendas o establecimientos; obras de
construcción, instalación o montaje, cuando su duración sea
superior a seis meses ..."

El artículo 1 de la Ley de Impuesto sobre la Renta al estable­


cer los factores de conexión respecto del gravamen por ella re­
gulado, establece como ya dijéramos, que:
a) Toda persona natural o jurídica, residente o domicilia­
da en la República Bolivariana de Venezuela, pagará
impuestos sobre sus rentas de cualquier origen, sea que

176
J u a n C r is t ó b a l C a r m o n a B orjas

la causa o la fuente de ingresos esté situada dentro del


país (¿fuera de él.
b) Las personas naturales o jurídicas domiciliadas o resi­
denciadas en el extranjero que tengan un establecimien­
to permanente o una base fija en el país, tributarán ex­
clusivamente por los ingresos de fuente nacional o
extranjera atribuibles a dicho establecimiento perma­
nente o base fija.

De lo anterior se observa la adopción del principio de la ren­


ta mundial en lo que respecta a las personas jurídicas domicilia­
das en el país, quienes pagarán impuesto sobre sus rentas de
cualquier origen, independientemente de su fuente. Si por el
contrario se trata de una persona jurídica extranjera que cuen­
ta en Venezuela con un establecimiento permanente, represen­
tado por ejemplo por una sucursal o por una obra de construc­
ción con una duración superior a los seis meses cuya ejecución
le ha sido encomendada, la LISR de 2001 pareciera considerar­
la como una categoría distinta de aquella que tiene en el país su
domicilio, debiendo pagar tributos exclusivamente por los in­
gresos de fuente nacional o extranjera atribuibles a. dicho esta­
blecimiento permanente.

En vista de lo anterior/pareciera producirse cierta incoheren­


cia entre el efecto de lo previsto en el numeral 4 del artículo 30 del
COT de 2001 en concordancia con el artículo 354 del Código de
Comercio, para los cuales la sola tenencia en el país de un esta­
blecimiento permanente debidamente registrado domicilia en
Venezuela a la empresa extranjera, y lo dispuesto por el artículo
1 de la LISR de 2001, para el cual una empresa extranjera con un
establecimiento en el país es tratada como una categoría distinta
a las domiciliadas.

Resultaría totalmente absurdo, que por el solo hecho de que


una empresa constituida en el exterior tenga en el país un esta­
blecimiento permanente (sucursal o explotación) y de que califi­
que de acuerdo con el artículo 354 del Código de Comercio como
domiciliada a efectos mercantiles, y de acuerdo con el numeral
4 del artículo 30 del COT de 2001 como domiciliada a efectos

177
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

impositivos, tenga que pagar impuesto sobre la renta sobre la


base de sus ingresos de cualquier origen, sea que la causa o fuente
de los mismos esté situada dentro del país o fuera de él. Iría
contra toda lógica, que por el sólo hecho de tener a cargo en
Venezuela la ejecución de una obra de construcción por más de
seis meses, a la empresa extranjera se le considere obligada a
pagar impuestos con base en ingresos ajenos a esa actividad
ocurridos a nivel mundial.

El supuesto previsto en el artículo 1 de la LISR de 2001, rela­


tivo a empresas domiciliadas en el exterior que cuentan con un
establecimiento permanente en el país, con base en el cual se
pagaría impuesto sobre los ingresos mundiales imputables úni­
camente al establecimiento permanente, de ser el aplicado al
supuesto bajo análisis, pareciera hacer caso omiso a lo dispues­
to en el numeral 4 del artículo 30 del COT de 2001, y al carácter
de domiciliada que el mismo le atribuye.

La LISR pareciera entonces haber ignorado el caso de una


empresa extranjera que si bien se encuentra domiciliada en el
país, lo está únicamente por el hecho de contar en él con un
establecimiento permanente, caso este en el cual, mundialmen­
te se ha reconocido y tratado, bajo el principio de la renta mun­
dial, pero limitado a las rentas imputables al establecimiento
permanente.

Es así como pensamos debe ser tratada una empresa domici­


liada en Venezuela únicamente por contar en el país con un
establecimiento permanente, a la que aún considerándosele do­
miciliada en nuestro territorio debe gravársele solamente sobre
las rentas de origen local o extraterritorial, vinculadas a dicho
establecimiento permanente.

Ante el conflicto de normas evidenciado, resulta necesario


acudir a lo dispuesto en el artículo 5 del COT de 2001, según el
cual:
Artículo 5: "Las normas tributarias se interpretarán con arre­
glo a todos los métodos admitidos en derecho, atendiendo a
su fin y a su significación económica, pudiéndose llegar a

178
J u a n C ristó bal C a r m o n a B orjas

resultados restrictivos o extensivos de los términos conteni­


dos en las normas tributarias..."

Adicionalmente en esta materia resulta necesario traer a co­


lación lo dispuesto por el artículo 7 de ese mismo texto normati­
vo, según el cual:
Artículo 7: "En las situaciones que no puedan resolverse
por las disposiciones de este Código o de las leyes, se aplica­
rán supletoriamente y en orden de prelación, las normas
jurídicas análogas, los principios generales del derecho tri­
butario y los de otras ramas jurídicas que más se avengan a
su naturaleza y fines, salvo disposición especial de este Có­
digo."

Con vista a lo anterior, y habiendo plena posibilidad de acu­


dir en un escenario como el planteado a normas jurídicas aná­
logas, dentro de las que cabe mencionar las contenidas en los
Tratados para Evitar la Doble Tributación en materia de Im­
puesto sobre la Renta, a lo dispuesto por el artículo 4 del Código
Civil, así como a principios generales del derecho, considera­
mos que es perfectamente posible sostener que una empresa
constituida en el exterior, que por efecto de lo dispuesto en el
artículo 354 del Código del Código de Comercio y 30 del COT
de 2001 se encuentra domiciliada en el país, únicamente por el
hecho de tener en éste un establecimiento permanente, debe ser
gravada exclusivamente con base a sus ingresos mundiales, im­
putables a ese establecimiento permanente.

b.2. Alcance del principio de territorialidad en la LISR


de 1999 y 2001:

Ya hemos señalado que los artículos 1Qde ambas LISR aco­


gieron factores de conexión subjetivos y objetivos, de manera
conjunta o excluyente, según se trate de personas naturales o
jurídicas domiciliadas o no en el país, con o sin Establecimiento
Permanente o Base Fija.

En virtud de la diversidad de factores de conexión adopta­


dos, así como al trato diferencial que reciben los ingresos, los

179
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

gastos y los costos, según se trate de. territoriales o extraterrito­


riales, y dentro de estos los provenientes de jurisdicciones de
baja imposición fiscal, resulta necesario continuar determinan­
do el lugar en que los mismos se produjeron, es decir, su fuente.
Los artículos 6, de la LISR, tanto de 1999 como de 2001, que
vienen a reemplazar al tradicional artículo 4e de las leyes prece­
dentes, establecen que:
"Airtículo 6 S: Un enriquecimiento proviene de actividades
económicas realizadas en Venezuela, cuando alguna de las
causas que lo origina ocurra dentro del territorio nacional,
ya sé refieran esas causas a la explotación dél suelo o
subsuelo, a la forínación, traslado, cambio o césión de uso o
goce de bienes muebles o inmuebles corporales o incorporales
o a servicios prestados por personas domiciliadas, residen­
tes o transeúntes en Venezuela y los que se obtengan por
asistencia técnica o servicios tecnológicos utilizados en el
país.
Son rentas causadas en Venezuela, entre otras, las siguien­
tes:
a) Las regalías, los derechos por el uso de marcas y otras
prestaciones analógicas derivadas de la explotación en
Venezuela de la propiedad industrial o intelectual.
b) Los enriquecimientos obtenidos por medio de estableci­
miento permanente o base fija situados en territorio ve­
nezolano.
c) Las contraprestaciones por toda clase de servicios, crédi­
tos o cualquiera otra prestación de trabajo o capital reali­
zada, aprovechada o utilizada en Venezuela.
d) Los enriquecimientos derivados de la producción y dis­
tribución de películas y similares para el cine y la televi­
sión.
e) Los enriquecimientos provenientes del envío de mercan­
cías en consignación desde el exterior.
f) Los enriquecimientos de las empresas de seguros y
reaseguros no domiciliadas y sin establecimiento per­
manente en el país.
g) Los enriquecimientos derivados de bienes inmuebles si­
tuados en Venezuela, o de los derechos y gravámenes
establecidos sobre los mismos.

180
J u a n C r istó ba l C a r m o n a B o rjas

h) Los rendimientos de valores mobiliarios, emitidos por


sociedades constituidas o domiciliadas en Venezuela, o
por sociedades extranjeras con establecimiento perma­
nente en Venezuela, dinero, bienes, derechos u otros acti­
vos mobiliarios invertidos o situados en Venezuela.
Igualmente se consideran de fuente territorial los rendi­
mientos derivados de dichos valores mobiliarios, con ex­
cepción de los ADR, GDR, ADS, GDS.
i) Los rendimientos de toda clase de elementos patrimo­
niales ubicados en Venezuela.
Igualmente se consideran realizadas en el país, las activida­
des oficiales en el exterior de los funcionarios de los poderes
públicos nacionales, de los Estados o Municipios, así como
la de los representantes de Institutos Oficiales Autónomos o
Empresas del Estado, a quienes se les encomienden funcio­
nes o estudios fuera del país."

De la norma antes transcrita, que repetimos rigió de igual


manera tanto bajo la corta vigencia de la LISR de 1999, como
bajo la vigencia de la LISR de 2001, pueden hacerse entre otras,
las siguientes observaciones:

a) El empleo del término "causa" en los artículos 1- y 6e de am­


bas leyes y la referencia adicional hecha en el artículo l e a la
noción de "fuente", puede generar dudas en lo que respecta
a la territorialidad de la renta, lo que puede traducirse en
futuros problemas. En relación a esta materia, consideramos
debería imperar la teoría de la causa eficiente y de contenido
económico, aun cuando como ya hemos señalado no ha sido
totalmente pacífica la doctrina y jurisprudencia en el pasado
al respecto.

b) Se consideran como causadas en Venezuela, una serie de ren­


tas que bajo la LISR de 1994 calificaban como presuntas. Tal
es el caso de las regalías, producción y distribución de pelícu­
las, enriquecimientos derivados de mercancías entregadas en
consignación desde el exterior, entre otros. Dentro de estos
enriquecimientos cabe observar los términos imprecisos en
que algunos de ellos fueron regulados. Tal es el caso de "Los

181
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

enriquecimientos de. las empresas de seguros y reaseguros no


domiciliadas y sin establecimiento permanente en el país." y
el de "Los rendimientos de valores mobiliarios, emitidos por
sociedades constituidas o domiciliadas en Venezuela, o por
sociedades extranjeras con establecimiento permanente en
Venezuela, dinero, 'bienes, derechos Ü otros activos mobilia­
rios invertidos o situados en Venezuela."

En el primero de los casos pareciera haber sido asumido por


el Legislador el criterio según el cual, tienen su causa en Vene­
zuela jáor ende sóh g;íavablés por el Fisco Nacional, la totali­
dad de Jps enriquecimientos obtenidos por las empresas de se­
guros y reaseguros no domiciliadas en el país, sin importar las
circunstancias en que aquellos se hayan producido.

Igual de genérico resulta el segundo supuesto en referencia,


por cuanto pareciera dar a entender que los rendimientos que
pueda obtener una sociedad extranjera por la venta de sus ac­
ciones pueden ser gravado en Venezuela por el sólo hecho de
aquella tener en nuestro país un Establecimiento Permanente.

Llegar a las conclusiones anteriores resulta absurdo, sin em­


bargo la ambigüedad que caracteriza la norma a primera vista
pareciera dar pie a semejantes interpretaciones.

c) Especial mención requieren las rentas provenientes de asis­


tencia técnica y servicios tecnológicos prestados desde el ex­
terior pero utilizados en el país; qué no obstante calificar como
territoriales, siguen siendo tratadas como rentas presuntas al
ser gravadas con uña tarifa efectiva del 10,2% o del 17%,
respectivamente.
Las obras de instalación y montaje cuya duración sea supe­
rior a seis (6) meses califican como Establecimiento Perma­
nente de acuerdo con el. artículo 5 de la LISR, pero a su vez
quedan comprendidas dentro de la noción de asistencia téc­
nica. Surge así la duda de si la renta derivada de esta activi­
dad habrá de ser gravada como una renta territorial obteni­
da por un no domiciliado a la tarifa efectiva del 10,2%, o por

182
J u a n C rist ó b a l C a r m o n a B o rjas

un domiciliado una vez superados los seis (6) meses y confi­


gurada la noción, de Establecimiento Permanente, con la ta­
rifa del 34%.

d) Expresamente quedan excluidos como renta territorial las


provenientes de los ADR, GDR, ADS y GDS. Sin embargo, la
ganancia que obtengan sus titulares con ocasión a su enaje­
nación en el exterior, será gravable en Venezuela como una
ganancia de capital, siempre y cuando el contribuyente cali­
fique como residente o domiciliado en el país.

b.3. Consideraciones en torno al tratamiento dé las ren­


tas extraterritoriales:

El tratamiento conferido tanto por la LISR de 1999 como por


la LISR de 2001 a la materia imponible, en función de su origen
territorial o extraterritorial, es idéntico, a excepción de lo dis­
puesto en el último párrafo de la norma que se seguida se
transcribe, que forma parte de la LISR de 2001, mas no de la de
1999, diferencia esta a la que nos referiremos más adelante.

Artículo 4: Son enriquecimientos netos los incrementos de


patrimonio que resulten después de restar de los ingresos
brutos, los costos y deducciones permitidos en esta Ley; sin
perjuicio respecto del enriquecimiento neto de fuente territo­
rial del ajuste por inflación previsto en esta Ley.
A los fines de la determinación del enriquecimiento neto de
fuente extranjera se aplicarán las normas de la presente Ley,
determinantes de los ingresos, costos y deducciones de los
enriquecimientos de fuente territorial.
La determinación de la base imponible para el cálculo del
impuesto será el resultado de sumar el enriquecimiento neto
de fuente territorial al enriquecimiento neto de fuente extra­
territorial. No se admitirá la imputación de pérdidas de fuente
extraterritorial al enriquecimiento o pérdida de fuente terri­
torial.

La reforma del artículo 4 de la LISR, ha suscitado innu­


merables controversias. La base imponible del tributo resulta del

183
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

cálculo del enriquecimiento neto a través de un sistema de ces­


tas separadas, en las que por una parte, se determinan los in­
gresos brutos, los costos y las deducciones vinculadas con el te­
rritorio nacional y por la otra, los ingresos brutos, los costos y
las deducciones de origén foráneo.

La última versión disponible, para el momento de realiza­


ción de este estudio, del Proyecto de Reglamento de la Ley de
Impuesto sobré la Renta, dispone en su artículo 4 lo siguiente:

Artículo 4. A los fines de la determinación del enriqueci-


mientoífieto, mundial, el contribuyente deberá reflejar la de­
terminación por cada fuente en forma independiente de
acuerdo a las normas previstas en la Ley para el cálculo de
los ingresos, costos y deducciones de los enriquecimientos
de fuente territorial y extraterritorial.
La determinación de la base imponible para el cálculo del
impuesto a declarar y pagar será el resultado de sumar el
enriquecimiento neto de fuente territorial al enriquecimiento
neto de fuente extraterritorial. Si la determinación del enri­
quecimiento neto de Una de las fuentes, diera como resulta­
do un saldo negativo, el cálculo del impuesto a pagar será
el monto que se obtenga de aplicar la tarifa correspondien­
te al enriquecimiento neto de la fuente que obtenga saldo
positivo.
Parágrafo Único: Para el cálculo de los enriquecimientos de
fuente extraterritorial los contribuyentes que de acuerdo con
lo establecido en la Ley estén obligados a computar sus enri­
quecimiento de fuente territorial y los de fuente extraterrito­
rial, deberán mostrar en forma separada en la contabilidad
ambos enriquecimientos.
Asimismo, el contribuyente deberá mantener los estados fi­
nancieros auditados, las declaraciones y pagos respectivos
correspondientes a ingresos, costos y deducciones de fuente
extraterritorial debidamente demostrados, sin perjuicio de
que la Administración Tributaria pueda requerir cualquier
otra información, contratos, facturas y documentos legali­
zados que considere necesarios para determinar las ganan­
cias sujetas a impuestos atribuibles a las bases fijas o esta­
blecimientos permanentes ubicados en el país".

184
J u a n C rist ó b a l C a r m o n a B o rjas

Dentro de los aspectos más resaltantes que merecen ser co­


mentados en cuarito al tratamiento conferido a las rentas extra­
territoriales por la^LlSR de 1999 y de 2001, así como al que pre­
tende darle el Reglamento General, cabe mencionar los siguientes:
- De acuerdo con los artículos 16 de ambas LISR, la de 1999 y
la de 2001, á los fines de la determinación del ritonto del ingresó
bruto de fuente extranjera, deberá aplicarse el tipo de cambio
promedio del ejercicio fiscal en el país, conformé a la metodolo­
gía empleada por el Banco Central de Venezuela.
"Esta norma, lógica en principio, obliga a los contribuyen­
tes a establecer el tipo de cambio promedio y tomar esa refe­
rencia a los fines de determinar su ingreso bruto. Partiendo
de que el B.C.V haga una simple operación aritmética de
promedios y el cambio al inicio del ejercicio se establezca a
razón de 700,oo Bs. por US$ 1,00 y al cierre del ejercicio se
establezca a razón de 700,oo Bs. por US$ l,oo y al cierre del
ejercicio se ubique en 800,oo Bs. por US$ l,oo, tendríamos
un tipo de cambio promedio de Bs. 750,oo por US$ l,oo.
Estesimple ejemplo nos lleva a concluir que aquellos contri­
buyentes que reciban la mayor parte de sus ingresos al ini­
cio de su ejercicio fiscal, se verán perjudicados por esta nor­
ma, pues habiendo recibido 10.000 US, lo que equivaldría a
Bs. 7.000.000,oo deberían computarlo como si hubiesen reci­
bido un ingreso bruto de Bs. 7.500.000,oo. Por argumento en
contrario, aquellos contribuyentes que hubiesen recibido el
mayor de sus ingresos brutos al final del ejercicio fiscal cuan­
do el tipo de cambio fuese más alto (800,oo Bs por US$ l,oo),
se verán beneficiados de esta norma, pues la ley les faculta a
establecer el tipo de cambio a razón de 750Bs por cada dólar.
En consecuencia su ingreso bruto a los efectos fiscales sería
de Bs. 7.500.000,oo y no de Bs. 8.000.000,oo."23

- La renta bruta de fuente extranjera se determinará restan­


do de los ingresos brutos de fuente extranjera, los costos impu­
tables a dichos ingresos.

23 HOMES JIMÉNEZ, Luis. "Implicaciones del principio de Renta Mundial en


el impuesto sobre la Renta en Venezuela". VI Jornadas Venezolanas de
Derecho Tributario. AVDT, Caracas, 2002. Págs: 28 y 29.

185
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

- Los costos y deducciones comunes aplicables a los ingresos


cuya fuente sea territorial o extraterritorial se distribuirán en
forma proporcional a los respectivos ingresos.

- En cuanto al enriquecimiento neto de fuente extranjera, los


artículos 27 de ambas leyes en sus Parágrafos Decimosextos,
establecen que los gastos que se reconocerán serán los normales
y necesarios incurridos en el exterior. Estos gastos deberán estar
respaldados con los correspondientes documentos emitidos en
el exterior de conformidad con las disposiciones legales del país
respectivo, siempre que conste en ellos por lo menos la indivi­
dualización y domicilio del prestador del servicio o del vende­
dor de los bienes adquiridos según corresponda, la naturaleza u
objeto de la operación y la feclia y monto de la misma. El contri­
buyente deberá presentar una traducción al castellano de tales
documentos.

Esta exigencia, se traducirá en la dificultad para el contribu­


yente de saber si la factura reúne o no las exigencias del país
donde ha hecho la compra. En caso negativo le podrían desco­
nocer la deducibilidad del gasto.

Tampoco queda claro de estas normas, si gastos territoriales


vinculados con, ingresos extraterritoriales serán o no suscepti­
bles de ser deducidos, aspecto este que si está permitido expre­
samente en relación a los Establecimientos Permanentes.

- Tanto la LISR de 1999 como la LISR de 2001, hacen men­


ción expresa en el Parágrafo Único de sus artículos 55, y en el
caso de la citada en segundo término, también lo hace en su
artículo 4, a la imposibilidad de compensar pérdidas provenientes
de fuente extranjera con enriquecimientos de fuente territorial,
a cuyo efecto quedaban sujetas a los mismos términos que las
pérdidas de origen local, en cuanto a que sólo podían trasladar­
se hasta los tres (3) años subsiguientes al ejercicio en que se hu­
biesen sufrido.

186
J u a n C r istó ba l C a r m o n a B o rjas

Surge la interrogante en cuanto a si es posible por no estar


prohibido expresamente, que las pérdidas de origen territorial
puedan compensarse con enriquecimientos de origen foráneo,
tomando en cuenta que hasta donde tenemos conocimiento la
razón de ser de tal limitación legal proviene de la imposibilidad
por parte de la Administración Tributaria de ejercer un control
efectivo sobre las pérdidas de origen extranjero, argumento este
que obviamente resulta inaplicable para el caso de las de origen
local.

Toda limitación en lo que respecta a la imputación de las


pérdidas en función de su origen, atenta contra una de las bon­
dades reconocidas al Principio de la Renta Mundial, como lo es
el de consultar integralmente la capacidad contributiva del su­
jeto pasivo del tributo, argumento este que fue utilizado por el
Legislador patrio en la oportunidad de incorporar dicho princi­
pio al sistema impositivo sobre la renta.

Lo anterior lo ejemplifica muy claramente Carlos Paredes


cuando señala respecto de la aplicación de los comentados artí­
culos 55, que:

"... podría conducir a la situación jurídica de que un contri­


buyente obtenga una pérdida extraterritorial superior a su
renta de fuente nacional y, sin embargo, deba pagar impues­
to ante el fisco venezolano, porque la circunstancia de que el
resultado negativo sea de origen extranjero. De tal forma que
dicha situación no se observaría el hecho de que el sujeto
pasivo ha tenido resultado opuesto por la realización de
actividades económicas en Venezuela y el exterior y, en con­
secuencia, la norma que establece la prohibición de neutra­
lización le daría un tratamiento discriminatorio a este con­
tribuyente en comparación con aquellos obligados tributarios
que neutralicen sus resultados positivos y negativos de fuen­
te nacional."24

24 PAREDES, Carlos Enrique. "El Principio de Territorialidad y el Sistema de


Renta Mundial en la Ley de Impuesto sobre la Renta Venezolana". Andersen
Legal, Caracas, 2002. Pag 246.

187
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

: La adopción del Principio =de,la Renta¡ Mundial mediante la


incorporación de fáctoresr dé conexión subjetivos, tal como tuvo
lugar en la legislación! venezolana a partir de la sanción de la
LISR de 1999, demanda en virtud de lo expuesto, que el régi­
men legal sea cónsono, por una parte, con da realidad nacional
y por la otra, con los recursos administrativos; humanos y tec­
nológicos con los que ,cuente la Administración Tributaria.

Si bien reconocemos la necesidad que existe de modernizar


el ordenamiento jurídico venezolano, en función de la realidad
mundial en Ja. que se encuentra inmersa Venezuela, al darse
pasos-,tán [importantes y: complejos como los aquí comentados,
no debé' ponerse eh peligro la consecución de los objetivos con
ellos perseguidos, como consecuencia de las debilidades que re­
gistra la Administración Tributaria.

El gran reto que tiene por delante el país, tanto contribu­


yentes como Administración Pública, es el de transitar hacia la
modernidad legal con mentalidad y recursos igualmente de avan­
zada, pero realistas y viables.

188
EL PRINCIPIO DE RENTA MUNDIAL
EN VENEZUELA: CÁLCULO
DEL ENRIQUECIMIENTO NETO
DE FUENTE MUNDIAL, PÉRDIDAS
DE FUENTE EXTRANJERA
Y LA IMPUTACIÓN DE IMPUESTOS
PAGADOS EN EL EXTRANJERO

R onatld E v a n s M á r q u e z *

1. Introducción

El concepto tributario de "renta", como base de la imposi­


ción, es un tema donde confluyen consideraciones de tipo eco­
nómico, financiero y de administración tributaria; Indudable­
mente que el punto de partida es su definición económica. Su
delimitación es objeto de ardua disputa en la doctrina, ya que
en la medida en que se acerque o aleje de su origen económico,
podemos también aproximamos o acércanos a las virtudes que
se le atribuyen a la imposición directa: progresividad, efecto es­
tabilizador/consulta a la capacidad contributiva, etc. La consa­
gración legal del concepto de renta presenta dificultades de di­
verso orden, pero sobre todo administrativas, a la hora dé escoger
la amplitud de la base imponible del impuesto, tal como se evi­
dencia de la evolución histórica del impuesto sobre la renta en
nuestro país: un impuesto cedular territorial (1943), luego un

Abogado, Maestría en Leyes y Diploma del Programa de Tributación In­


ternacional, Escuela de Derecho, Universidad de Harvard. Especialista en
Derecho Tributario (UCV); Doctorado en Derecho (UCV, pendiente pre­
sentación tesis). Profesor de Derecho Financiero (UCAB), y Finanzas Pú­
blicas (UCV). Profesor de Postgrado UNIMET, UCV. Coordinador de la
Maestría en Gerencia Tributaria de la Empresa (UNIMET). Socio del De­
partamento de Impuestos del Escritorio Baker & Mckenzie.

189
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

impuesto global territorial (1966), renta mundial parcial (1986)


y finalmente renta mundial (1999).

Normalmente se asocia el concepto de renta al elaborado por


Henry Simons (1938)1. De acuerdo con la fórmula de Simmons
de impuesto a la renta, se considera ingreso neto al gasto en
consumo, más o menos la diferencia de patrimonio neto al prin­
cipio y al final del período. En este criterio, el individuo es el
gran protagonista y busca captar la totalidad de su enriqueci­
miento (capacidad contributiva) a través de las satisfacciones
de que dispone, a lo largo de un período. Esas satisfacciones
tienen en definitiva dos formas de manifestarse: o se transfor­
man en consumo, o terminan incrementando el patriomonio al
final del período2. Por ello, "la suma algebraica de lo consumi­
do más los cambios en el valor del patrimonio, constituyen la
renta del período"3. Se considera consumo todos los fondos gas­
tados, excepto los invertidos en la obtención de ingreso, desde
que el impuesto sólo se aplica sobre el ingreso neto. Es decir, no
forman parte del ingreso los gastos necesarios para obtener,
mantener y conservar la renta4.

Es indudable que la globalización, caracterizada por la libe-


ralización de los movimientos de capitales, la existencia de mer­
cados altamente integrados y la desregulación de la actividad
económ ica, ha sido el m otor de un conjunto de reformas
tributarias a nivel global enfocadas a (i) la ampliación de las
bases imponibles y la reducción de las tasas de imposición a fin
de someter a igual impuesto a los inversores sin impoprtar donde

1 SIMONS, Henry, Personal Income Taxation: The Defínition oflncome as a Problem


of Fiscal Policy, Chicago, University of Chicago Press, 1938.
2 ROQUE GARCÍA, Juan, Manual de Impuesto a la Renta, Centro Interamerica­
no de Estudios Tributarios, Buenos Aires, Argentina, 1978, pág. 21.
3 Idem.
4 GONZÁLEZ CANO, Hugo y SIMONIT, Silvia, Estimación de los gastos tribu­
tarios en los sectores sociales, Estudio para la Dirección Nacional de Progra­
mación del Gasto Social, Argentina, disponible en: www.mecon.gov.ar/
peconomica/basehome/ estimacion_gastos_tributarios.pdf -; INTERNET,
pág. 14.

190
R o n a ld E van s M árq uez

inviertan y (ii) capturar bases tributarias que puedan escapar a la


imposición conforme al principio de residencia, al radicarse en
países de baja o nula imposición o las llamadas áreas de exclu­
sión al amparo de prácticas de competencia fiscal nociva5.

En el presente trabajo nos estaremos refiriendo concretamente


a la introducción del principio de renta mundial en nuestro país.
Con la publicación del Decreto N° 307 con Rango y Fuerza de
Ley de Reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta, en la
Gaceta Oficial N° 5.390 Extraordinario del 22 de octubre de 1999
("Ley de ISLR"), se introdujo en el sistema del ISLR venezolano
este principio ya extendido a la inmensa mayoría de los países
del mundo. El impuesto a la renta sobre una base de los ingresos
mundiales del contribuyente es el que más se acerca al ideal de
renta formulado por Henry Simons. No obstante, veremos en
las líneas de este trabajo algunos problemas que surgen por equi­
vocaciones a la hora de concebir el sistema que hacen que el
impuesto se aleje del ideal. Entre otros, destaca el hecho de que
nuestra Ley de ISLR se viene concibiendo como una colcha de
retazos de leyes anteriores y copias de leyes de otros países que
no necesariamente guardan una relación lógica. Así por ejem­
plo, se m antiene el principio de que solamente los gastos
incurridos en Venezuela son deducibles contra las rentas terri­
toriales (no necesariamente la norma más correcta una vez am­
pliada la base hacia un sistema de renta mundial) y se inserta
una norma sui generis para los establecimientos permanentes (co­
piada de los convenios tributarios) que permite la deducción de
gastos incurridos dentro o fuera de Venezuela sin limitación (lo
lógico sería establecer la última regla para ambos supuestos). Más
adelante tendremos la oportunidad de referirnos a otros ejem­
plos que atentan contra la integridad del sistema.

La Ley Orgánica que autorizó al Presidente de la República


para Dictar Medidas Extraordinarias en Materia Económica y
Financiera Requeridas por el Interés Público, publicada en la

5 RAJMILOVICH, Darío, La renta mundial en el impuesto a las ganancias, Edito­


rial La Ley, Buenos Aires, 2001, pág.17.

191
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

G aceta O ficial No. 36.687 del 26 de abril de 1999 ("L ey


Habilitante") autorizó al Presidente para dictar mediante De­
creto Ley una nueva Ley de ISLR. Así, la Ley Habilitante au­
torizó al Ejecutivo para "reformar la Ley de Impuesto sobre
la Renta a los fines de la ampliación del régimen de territo­
rialidad (...) para establecer un sistema basado en la noción
de renta mundial, evitando la doble o múltiple imposición y,
en consecuencia, favorecer el flujo internacional de capita­
les, mediante la incorporación de mecanismos (...) como los
denominados sistemas de imputación o créditos tributarios,
los cuales deberán ajustarse a los principios generales y um­
versalmente aceptados en la tributación internacional y re­
flejados en los convenios suscritos por Venezuela, para evi­
tar la doble imposición".

Visto lo anterior, es claro que la incorporación del principio


de renta mundial está sujeta al cumplimiento de diversos requi­
sitos, según la citada autorización legislativa, a saber: (i) el prin­
cipio de renta mundial debe favorecer el flujo internacional de
capitales, para lo cual no deberá erigirse en un sistema que pro­
mueva la doble tributación internacional, llamando por ello la
Habilitante a que sea adoptado un sistema de imputación de
impuestos pagados en el extranjero, (ii) el sistema de imputa­
ción o acreditación de impuestos pagados en el extranjero debe­
rá ajustarse a principios de tributación internacional reconoci­
dos universalmente y (iii) la introducción del sistema de renta
mundial en nuestro país deberá hacerse tomando en considera­
ción los convenios para evitar la doble tributación suscritos por
Venezuela y -e n especial- los métodos para evitar la doble
tributación allí consagrados.

El gravamen a la renta mundial se ha mantenido sin modifi­


caciones en las sucesivas reformas a la Ley de ISLR. Así, de acuer­
do con la Ley de ISLR, para la determinación del ISLR a pagar,
se deberá atender a tres elementos fundamentales. El primero
comprende la renta operativa del contribuyente derivada de sus
actividades efectivas en el país, menos los costos y gastos efecti­
va o presuntamente incurridos en Venezuela y devengados du­

192
R o n a ld E van s M árquez

rante el ejercido fiscal de que se trate. El segundo elemento que


se impone a la renta operativa real y que básicamente es una
ficción creada por la ley, proviene de los ajustes por inflación de
los activos y pasivos venezolanos no monetarios del contribu­
yente. Este sistema de ajuste por inflación tiene el efecto de au­
mentar o disminuir la renta neta operativa. El tercer elemento
comprende la renta operativa del contribuyente derivada de sus
actividades extraterritoriales, menos los costos y gastos incurridos
fuera del país y devengados durante el ejercicio fiscal de que se
trate. La combinación de estos tres elementos dará la renta neta
del contribuyente, a la cual le serán aplicables las tarifas del
impuesto que correspondan6.

2. Sistema Cedular vs. Sistema Global

Desde 1942 y hasta 1966, el sistema de ISLR en Venezuela


fue de tipo cedular globalizado. Este tipo de impuesto "consiste
en un gravamen establecido en varios grupos, categorías, o cé­
dulas (de ahí el nombre de cedular) dentro de los cuales se ubi­
can rentas diversas, según su origen, y se les aplica una tarifa
apropiada a los respectivos tipos de renta"7. El impuesto cedular
se caracteriza por el fraccionamiento de la renta del contribu­
yente en diferentes sectores o cédulas, dándosele un tratamien­
to distinto e independiente a cada uno de estos sectores. En este
tipo de impuesto se establecen tarifas únicas dentro de cada una
de las cédulas y, como complemento, una tarifa proporcional
de acuerdo con la situación particular de cada contribuyente.
Tal sistema impositivo -propio de legislaciones tributarias inci­
pientes y atrasadas- desconoce el concepto de renta, por cuan­
to la renta es un concepto único e indivisible para cada contri­

6 EVANS Márquez, Ronald y ROCHE, Emilio J. Aspectos Relevantes de la Ley


de Impuesto sobre la Renta, Revista de Derecho Corporativo, Universidad
Metropolitana, Caracas, 2001, pág. 143.
7 OCTAVIO, José Andrés, Los elementos fundamentales del impuesto sobre la
renta en la ley del 16 de diciembre de 1966, Colección trabajos de ascenso.
Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, Caracas,
1971.

193
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

buyente, relacionado directamente con el patrimonio del sujeto.


El sistema impositivo cedular transgrede también el principio
de capacidad contributiva de los contribuyentes, ya que se des­
conoce la situación personal del individuo en relación al im­
puesto. La capacidad contributiva es la posibilidad o aptitud de
un determinado sujeto pasivo para soportar la carga tributaria
en función del enriquecimiento que haya obtenido en un tiem­
po determinado.

El sistema impositivo cedular fue sustituido en 1966 por el de


tipo globalizado por la gran cantidad de criticas relacionadas
con el primero. Entre las principales críticas apuntadas por la
doctrina a este tipo de sistema encontramos (i) dificultad o im­
posibilidad para el establecimiento de tarifas progresivas, (ii)
dificultad para crear exenciones y exoneraciones, y (iii) falta de
elasticidad8. Adicionalmente, podríamos añadir (iv) afectación
de la capacidad contributiva del contribuyente.

En los impuestos de tipo cedular se afecta la capacidad con­


tributiva del contribuyente al prohibirse la compensación de los
resultados obtenidos en cada cédula. De acuerdo con este siste­
ma ya en desuso, el contribuyente deberá pagar el impuesto re­
sultante de una de las cédulas, independientemente de que en
otras haya obtenido pérdidas.

En la exposición de motivos de la Ley de ISLR de 19669, ex­


presamente se reconoció como crítica al sistema del ISLR esta­
blecido hasta la fecha:
"...la ausencia de compensación de pérdidas, de forma que
un contribuyente que presente pérdidas en algunas de las
cédulas debe pagar siempre impuesto en aquellas donde
obtuvo beneficios"

8 MARQUEZ, Manuel M., El impuesto sobre la renta en Venezuela, Editorial


Elite, Caracas, 1945.
9 Compilación de Leyes, Decretos y demás Disposiciones dictadas en mate­
ria de Impuesto sobre la Renta 1942-1966 con apéndice para 1967-1968 y
Exposiciones de Motivos, Ministerio de Hacienda, Administración Gene­
ral del Impuesto sobre la Renta, Caracas, 1968.

194
R o n a ld E van s M árquez

Por todas las razones comentadas, a partir de la Ley de ISLR


de 1966, se modificó completamente el sistema de este impuesto
para convertirse en un ISLR estrictamente global, basado en el
principio de territorialidad de la renta, según el cual se gravaba
de manera global todas las manifestaciones de rentas genera­
das dentro del territorio nacional. Veremos más adelante como
la Administración pretende -por vía de interpretación ilegal e
inconstitucional- convertir el sistema impositivo actual en una
modalidad de impuesto cedular.

3. Renta territorial versus renta mundial

En materia de impuesto sobre la renta, los Estados se agru­


pan en dos grandes categorías: aquéllos que siguen el criterio
objetivo, representado por el llamado principio de la fuente te­
rritorial o simplemente principio de la fuente y, aquéllos que esta­
blecen criterios de naturaleza subjetiva, que dan lugar a los de­
nominados principios del domicilio o de la residencia y al
principio de la nacionalidad.

Los llamados criterios de vinculación tributaria determinan


la relación jurídica entre un ente estatal soberano y un sujeto
pasivo que da origen al nacimiento de un derecho de imposi­
ción; esto es, la relación jurídico-tributaria que nace entre el
detentador de la potestad tributaria y el sujeto pasivo de dicha
obligación.10 Esta relación nace en virtud de la existencia de
unos hechos considerados fiscalmente relevantes. Por ello, para
determinar si un Estado está autorizado para el ejercicio de su
potestad tributaria, hemos de establecer un nexo jurídico entre
ese Estado y el obligado. Tradicionalmente este nexo o vincula­
ción se considera jurídicamente existente cuando el destinata­
rio está sujeto a la soberanía de un estado, bien de carácter terri­
torial o de naturaleza personal.11

10 MARTHA, Ruth Silvestre, The Jurisdiction to Tax in International Law, Kluwer,


Deventer, 1989, pág. 46, citado por EVANS MÁRQUEZ, Ronald, Régimen
Jurídico de la Doble Tributación Internacional, McGraw Hill Interamericana,
Caracas, 1999, p. 6.
11 Ibid, pág. 47.

195
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Por ello, la doctrina distingue entre criterios o elementos sub­


jetivos en contraposición con criterios objetivos para establecer
el ámbito de validez de las normas generales tributarias de cada
Estado. Los términos o elementos que normalente toman en
cuenta las normas tributarias están referidos a la vinculación
respecto al Estado de las personas a quienes se les imputa el
deber de contribuir, por ello, la denominación de «vinculación
subjetiva», la cual normalmente alude a la relación de los suje­
tos con el Estado en virtud de criterios personales tales como la
nacionalidad, el domicilio y la residencia.

En contraposición, los criterios de vinculación «objetivos» se


refieren a la ocurrencia de hechos imponibles y al análisis con­
creto de operaciones, actividades, transacciones, actos o efectos
jurídicos en un territorio determinado, con prescindencia del
nexo o vínculo de la persona, natural o jurídica, con el Estado
en cuestión. Se habla en estos casos de la teoría de la "allégeance"
económica, "interés económico" o la llamada "sujeción econó­
mica", tal como lo expresa Giulani Fonrouge12, al señalar que
este criterio asigna relevancia a la localización económica del
hecho imponible, sea con base territorial (caso de inmuebles o
realización de actividades empresariales o personales), u otros
índices representativos al efecto, como podría ser el lugar de
emisión de la deuda o del capital (caso de colocaciones financie­
ras), de ubicación del riesgo (caso seguros), de ubicación de los
bienes que garanticen el préstamo (caso de intereses sobre cré­
ditos garantizados con derechos reales sobre bienes situados en
el país), de la utilización económica producto de la cual derive
la renta (caso de los derechos en general), etc13.

El principio de territorialidad o de la fuente somete a im­


puesto aquellos rendimientos generados dentro del territorio
del Estado o considerados de fuente nacional según la defini­
ción que establezca cada legislación tributaria, con indepen­
dencia de la nacionalidad, el domicilio o lugar de residencia

12 FONROUGE, Giuliani, Derecho Financiero, 4-, Edición, Buenos Aires, pág.


397 citado por RAJMILOVICH, Darío, Op. Cit., pág. 13.
13 Idem.

196
R o n a ld E van s M árquez

del contribuyente. Por ello, bajo este principio se somete a im­


posición a toda persona que haya obtenido enriquecimientos
en su territorio (teoría de la fuente productora) o en cuyo terri­
torio existió a su disponibilidad jurídica o económica (teoría
de la fuente pagadora).

El principio territorial o principio de la fuente tiene justifica­


ciones de carácter económico y social. La justificación de princi­
pio parte de la base del derecho que tiene el Estado cuya econo­
mía produjo la renta referida, de gravar estos enriquecimientos,
dado que su obtención sólo fue posible gracias a las condiciones
políticas, económicas, sociales y jurídicas existentes en ese país
y a cuyo sostenimiento y mantenimiento es justo que su benefi­
ciario aporte una contribución.14 En palabras de Fonrouge:
El derecho de aplicar tributos no radica, pues, en las obsoletas
teorías del control y de la protección que predominaron en
épocas superadas, sino en la jurisdicción ejercida en el terri­
torio donde la riqueza se integra en el sistema económico,
donde esa riqueza se produce y es utilizable para el grupo
social. Es decir, que el impuesto corresponde al Estado en
que se halla la fuente productora del bien gravado, donde el
medio ambiente y los hombres, en acción solidaria la han
creado.15

El criterio de territorialidad es usado en mayor o menor gra­


do por todos los países del mundo, como es el caso de Venezue­
la, para gravar los enriquecimientos que se producen en su te­
rritorio. Este es el criterio que hasta hace unos años era el más
aceptado y generalizado en Latinoamérica, fundamentado prin­
cipalmente en el hecho de que nuestros países eran -y algunos
todavía lo son- preponderantemente importadores de capital.
Por la sencillez del sistema, éste resultaba el más conveniente y
de mejor administración.

14 DORNELLES, Francisco Neves, A dupla tributacao internacional da renda, Río


de Janeiro, FGV, 1979, pág. 6
15 FONROUGE, Giuliani, La doble tributación internacional y modernos cri­
terios de tributación, en La Ley, Buenos Aires, 1965, pág. 962, citado por
DORNELLES, Op. Cit., pág. 6.

197
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

El principio de renta mundial, del domicilio o de residencia


supedita la potestad tributaria del Estado a la existencia de una
vinculación o relación del contribuyente con el Estado. Cuando
existe una conexión sustancial entre los dos que permita califi­
car como residente a la persona o a la entidad, la renta del con­
tribuyente residente es sometida en su totalidad a la imposición
del Estado. En virtud de la conexión personal del sujeto con el
Estado, en principio, la determinación de la fuente del ingreso
del individuo o el de la entidad es irrelevante. Por ello, cuando
un país dispone del sistema de residencia, todos los ingresos del
contribuyente, sean nacionales o extranjeros, están potencial­
mente sujetos a impuesto. Esta extensión de la jurisdicción
tributaria en el ámbito espacial es posible gracias a que los Esta­
dos tienen la posibilidad de usar sus medios coercitivos (v.gr.
administración tributaria) sobre las personas físicamente resi­
dentes en sus Estados.16

Existen diversas justificaciones para el establecimiento del


principio de renta global, pero el más invocado es el de la igual­
dad de todas las personas frente a la ley. La autora estadouni­
dense Peggy Brewer Richman señala:

Es un principio básico común a los países democráticos y


económicamente más avanzados que dentro de los linderos
de la jurisdicción tributaria nacional, quienes reciban ingre­
sos en igual proporción que otros deban ser tratados de for­
ma uniforme como contribuyentes. De manera que todos
aquellos residentes y ciudadanos de un país dado que dis­
frutan de la protección y de otros privilegios dados por el
gobierno de ese país y /o tengan derecho al voto, deben ser
gravados por ese país con tarifas iguales a aquéllos que reci­
ban igual renta, sea de la fuente que sea, bien nacional o
extranjera.17

16 KNECHTLE, A, Basic Problems in International Fiscal Law, HFL Publishers


Ltd, Londres, 1979, pag. 35.
17 RICHMAN, Peggy Brewer, Taxation of foreign investment income and economic
analysis, The John Hopkins Press, Baltimore, 1963, pägs. 11-12.

198
R on ald E van s M árq uez

Algunos países combinan el principio de residencia con el


de la nacionalidad (ej. Estados Unidos y las Filipinas) con lo cual
se gravan a los residentes y a los nacionales de un Estado con
independencia del lugar de residencia de la persona o la ubica­
ción de la renta obtenida por ésta.

Cabe destacar que todos los países, sin excepción, aplican


el principio de la fuente territorial para gravar las rentas de
fuente nacional obtenidas por personas residentes o no en el
país. Muchos otros países aplican además y simultáneamente,
el principio del domicilio para gravar las rentas de fuente
extranjera obtenidas por las personas residentes en el país, y
por ello se ha señalado que estos países aplican el principio
de renta mundial.18

4. El sistema de renta mundial en Venezuela

4.1. Personas sujetas al sistema de renta mundial

Según el Artículo 1 de la LISLR, toda persona natural o jurí­


dica, residente o domiciliada en la República Boliviariana de
Venezuela estará obligada a sufragar impuesto sobre la renta
por todas las rentas que obtenga, sea en el exterior o en el país.
De la norma señalada se desprende que Venezuela ha escogido
el criterio de residencia (en contraposición a otros criterios como
el de nacionalidad) para sujetar a estas personas a un grava­
men sobre su renta mundial.

En tal sentido, es necesario precisar quiénes se consideran


residentes a los efectos impositivos en nuestro país. El artículo
30 del Código Orgánico Tributario señala que las siguientes per­
sonas serán consideradas residentes en Venezuela:

18 GNAZZO, Edison, Principales problemas y oportunidades que genera la


operación y negociación de tratatados tributarios. Material bibliográfico
consultado en original, pág. 5.

199
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

(1) Las personas naturales que hayan permanecido en el


país por un período continuo o discontinuo, de más de
ciento ochenta y tres (183) días en un año calendario o
en el año inmediatamente anterior al del ejercicio al cual
corresponda determinar el tributo19;
(2) Las personas naturales que hayan establecido su resi­
dencia o lugar de habitación en el país, salvo que en el
año calendario permanezcan en otro país por un perio­
do continuo o discontinuo de más de ciento ochenta y
tres (183) días y acrediten haber adquirido la residencia
para efectos fiscales en ese otro país;
(3) Los venezolanos que desempeñen en el exterior funcio­
nes de representación o cargos oficiales de la República,
de los estados, de los municipios o de las entidades
funcionalmente descentralizadas, y que perciban remu­
neración de cualquiera de estos entes públicos;
(4) Las personas jurídicas constituidas en el país, o que se
hayan domiciliado en él, conforme a la ley.

En el caso que establece el numeral 2, la residencia en el ex­


tranjero se acreditará ante la Administración Tributaria median­
te constancia expedida por las autoridades competentes del Es­
tado del cual son residentes.

El artículo 30 del COT señala adicionalmente que, salvo prue­


ba en contrario, se presume que las personas naturales de na­
cionalidad venezolana son residentes en territorio nacional.
Entendemos que la prueba en contrario sería la certificación
expedida por la autoridad extranjera acreditando que la perso­
na venozolana es residente del otro Estado.

En el caso de los establecimientos permanentes, técnicamen­


te la regla no es la de sujeción a la renta global sino a una regla
especial de atribución donde se gravarán los enriquecimientos

19 Véase el Artículo 51 de la LISLR en el mismo sentido.

200
R o n a ld E vans M árq uez

nacionales o extranjeros siempre y cuando sean atribuibles a las


actividades del establecimiento permanente en el país. Sería erró­
neo considerar sujeto a renta mundial al establecimiento per­
manente, pues ello implicaría que la empresa extranjera, por
mantener una explotación en Venezuela, tendría que pagar im­
puestos por los enriquecimientos obtenidos en todo el mundo
sean o no atribuibles al establecimiento permanente.

4.2. Determinación del enriquecimiento neto

Los contribuyentes residentes en el país mencionados supra


estarán obligados a incluir el monto total de la venta de bienes y
servicios en general y cualesquiera otros proventos, regulares o
accidentales obtenidos durante el ejercicio fiscal20. En el siste­
ma de ISLR venezolano, a los efectos de la determinación del
impuesto a pagar se deducen de los ingresos obtenidos, los cos­
tos y gastos efectiva o presuntamente incurridos en Venezuela
y devengados durante el ejercicio fiscal de que se trate. Los cos­
tos y deducciones comunes aplicables a los ingresos territoriales
y extraterritoriales serán distribuidos en forma proporcional a
los ingresos obtenidos por el contribuyente de fuente nacional y
extranjera21. Así, en lo que atañe a la determinación del enrique­
cimiento neto, y en especial, de los ingresos brutos, el artículo 16
de la LISLR aclara que "a los fines de la determinación del monto
del ingreso bruto de fuente extranjera, deberá aplicarse el tipo de
cambio promedio del ejercicio fiscal en el país, conforme la meto­
dología empleada por el Banco Central de Venezuela".

Para que un determinado gasto sea deducible de los ingresos


obtenidos era necesario que se cumplieran dos requisitos: (i) que
el gasto fuera normal y necesario para la producción de la ren­
ta, y (ii) que hubiese sido realizado en el país durante el ejercicio
gravable. El último de los requisitos comentados fue eliminado
a partir de la entrada en vigencia del Decreto N° 307 con Rango

20 Véase Artículo 71 LISLR.


21 Véase Artículo 23, Parágrafo Séptimo, LISLR.

201
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

y Fuerza de Ley de Reforma de la Ley de Impuesto sobre la


Renta,,publicado en la Gaceta Oficial N° 5.390 Extraordinario
del 22 de octubre de 1999 ("Decreto Ley") en el cual se introdu­
jo el sistema de la renta mundial.

El sistema de la renta mundial establece que la determina­


ción del enriquecimiento neto gravable de una persona domici­
liada o residenciada en Venezuela deberá realizarse de manera
separada, atendiendo a la distinción entre enriquecimientos te­
rritoriales y enriquecimientos* extraterritoriales. En este sentido,
a los ingresos de fuente territorial le serán deducidos los costos y
gastos défaeríte'territorial. Asimismo, a los enriquecimientos de
fuente extratérritorial sólo le podrán ser deducidos los costos y
gastos incurridos en el extranjero. Pensamos que esta regla de­
bería ser sústitüida* por la regla de la causalidad o "rastreo" del
gasto, consagrada en muchas legislaciones extranjeras, según
la cual, el gjasto será deducible siempre y cuando esté vinculado
o asociado a la<renta en concreto. Así, se permitiría la deducción
de los gastos con indepedéncia de donde se causen. Esto acerca­
ría más el sistema a una verdadera determinación de la renta del
contribuyente. Es insólito, por ejemplo, que se incurra en un gas­
to en el extranjero (ej. contratación de un bufete de abogados
para'asesorar a úna empresa en aspectos legales del mercado fo­
ráneo) y que dichos* gastos, sólo por haber sido incurridos en el
exterior; no puedan ser deducibles en nuestro país.

En lo que respecta a la renta bruta,, el Artículo 21 de la LISLR


preceptúa expresamente que "la renta bruta de fuente extranje­
ra se determinará restando de los ingresos brutos de fuente ex­
tranjera, los costos imputables a .dichos ingresos",

4.3. El concepto de Establecimiento, Permanente

La Ley de ISLR 1999 innovó en ésta materia ál incorporar el


concepto de establecimiento permanente y de base fija como
factor de conexión adicional para determinar la ocurrencia de
hechos imponibles en Venezuela. A estos fines, el legislador adop­
tó la noción de establecimiento permanente prevista en el Mo-

202
R o n a ld E van s M árquez

délo de Convenio para la negociación de convenios tributarios


entre países desarrollados y. países en vías de desarrollo de las
Naciones Unidas ("Modelo ONU"),

La noción de establecimiento permanente se formula tanto


desde un punto de vista objetivo (lugar fijo de negocios) como
subjetivo (persona natural o jurídica que actúa en nombre y re­
presentación de otra (mandatario)). Si bien el concepto de esta­
blecimiento permanente tiene como objetivo establecer criterios
más claros y precisos para determinar la sujeción impositiva á
una jurisdicción determinada, su utilización conjunta con el
criterio de causa hace que su utilidad sea bien poca (por no de­
cir ninguna), ya que aun no existiendo un establecimiento per­
manente, el contribuyente no domiciliado podría estar someti­
do a imposición de acuerdo con algunos de los criterios amplios,
difusos y subjetivos ya indicados. No obstante, de mediar la exis­
tencia de un establecimiento permanente o base fija, la determi­
nación de la renta del contribuyente habrá de hacerse sobre una
base neta (v. gr. ingresos menos costos y deducciones).

De conformidad con la Ley de ISLR, se entiende que un suje­


to pasivo realiza operaciones en Venezuela por medio de un
establecimiento permanente cuando directamente o por medio
de apoderado, empleado o representante, posea en el territorio
venezolano cualquier local o lugar fijo de negocios, o cualquier
centro de actividad en el que se desarrolle, total o parcialmente,
la actividad de la empresa o cuando posea en Venezuela una
sede de dirección, sucursal, oficinas, fábricas, talleres, instala­
ciones, almacenes, tiendas u otros establecimientos; obras de
construcción, instalación o montaje, cuando su duración sea
superior a seis meses; agencias o representaciones autorizadas
para contratar en nombre y por cuenta del sujeto pasivo, o cuan­
do posea minas, canteras, pozos de petróleo o de gas, explota­
ciones agrarias, forestales, pecuarias o cualquiér otro lúgar de
extracción de recursos naturales o realice actividades profesio­
nales, artísticas o posea otros lugares de trabajo donde realice
todo o parte de su actividad, bien sea por sí o por medio de sus
empleados, apoderados, representantes o de otro personal con­

203
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

tratado para ese fin. De acuerdo con la Ley de ISLR, también se


consideran establecimiento permanente las instalaciones explo­
tadas con carácter de permanencia por un empresario o profe­
sional para el almacenamiento y posterior entrega de sus mer­
cancías, los centros de compras de bienes o de adquisición de
servicios y los bienes inmuebles explotados en arrendamiento o
por cualquier título.

Al igual que en el Modelo ONU, se incorpora el concepto de


base fija como asimilable al de establecimiento permanente, solo
que aplicable a las personas naturales. En efecto, de acuerdo
con la Ley> tendrán el tratamiento de establecimiento perma­
nente las bases fijas én el país de residentes en el extranjero a
través de las cuales se presten servicios personales independien­
tes. La Ley define "base fija" como cualquier lugar en el que se
presten servicios personales independientes de carácter científi­
co, literario, artístico, educativo o pedagógico, entre otros, y las
profesiones independientes;

No nos corresponde abundar sobre estos conceptos en el pre­


sente trabajo ya que son objeto de un discusión especial en otro
trabajo de éste libro. No obstante, los establecimientos permanen­
tes constituyen una forma de explotación en el país y como tales,
según las disposiciones del Código de Comercio (y anteriormente
dél COT), están obligados a mantener y llevar libros de contabili­
dad en Venezuela. La Ley de ISRL es clara en indicar que la de­
terminación de los ingresos del establecimiento permanente se
hará sobre una base neta. Por ello, resulta sorprendente observar
que en el Proyecto de Decreto de Retenciones en Materia de Im­
puesto sobré la Renta de enero de 2003 se pretenda darle el trata­
miento de no domiciliados a los establecimientos permanentes.

4.3.1. Determinación del enriquecimiento neto del Es­


tablecimiento Permanente.

Como hemos indicado anterior, no fue sino hasta el año de


1999 que Venezuela restringió la deducibilidad de los gastos a
aquellos items o deducciones incurridas dentro del territorio

204
R o n a ld E vans M arquez

venezolano. Esto significó; por ejemplo, que si los servicios por


los cuales Un pago se había realizado correspondían a ¡servicios
ejecutados fuera del país, dicho gasto nO séríá dedüfciblfe'á pesar
del hecho de que los servi'ciós considerados dé fuente1fió vene­
zolana estuviesen directamente relacionados' con la producción
del enriquecimiento de fuente venezolana del contribuyente
(Véase, Creóle Petroleum Corporation, Junta de Apelaciones,
Decisión N° 412, 30 de enero de 1953).

La Ley. de ISLR de 1999 incluyó por primera vez en Vene­


zuela la posibilidad de deducir gastos incurridos en países ex­
tranjeros a los fines de determinar el enriquecimiento neto de
fuente extranjera del establecimiento permanente. Nótese que
la regla establecida par a, el establecimiento permanente difiere
de la regla general, ya que fue tomada de los Modelos de Con­
venios para evitar la doble tributación (específicamente la re­
dacción del Modelo ONU) que permite la deducción de los gas­
tos de una sucursal con independencia del lügar donde hayan
sido incurridos, sea en Venezuela o en el extranjero. En este
sentido el Artículo 27, Parágrafo 17 de la Ley de ISLR establece
que:

"Artículo 27. Para obtener el enriquecimiento neto global se


harán de la renta bruta las deducciones que se expresan a
continuación, las cuales, salvo disposición en contrario,,
deberán corresponder a egresos causados no imputables al
costo, normales y necesarios, hechos en el país con el objeto
de producir el enriquecimiento:
Parágrafo Decimoséptimo: Para determinar el enriqueci­
miento neto del establecimiento permanente o base fija, se
permitirá la deducción de los gastos realizados para los fi­
nes de las transacciones del establecimiento permanente o
base fija, debidamente demostrados, comprendidoS los gas­
tos de dirección y generales de administración para los mis­
mos fines, igualmente demostrados, ya sea que se efectua­
sen en el país o en el extranjero. Sin embargo, no serán
deducibles los pagos que efectúe, en su caso, el estableci­
miento permanente a la oficina central de la empresa o algu­
na de sus otras sucursales, filiales, subsidiarias, casa matriz

205
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

o empresas vinculadas en general, a título de regalías, hono­


rarios, asistencia técnica o pagos análogos a cambio del de­
recho de utilizar patentes u otros derechos o a título de comi­
sión, por servicios prestados o por gestiones hechas, con
excepción de los pagos hechos por concepto de reembolso
de gastos efectivos. En materia de intereses se aplicará lo
dispuesto en el Capítulo III del Título VII de esta Ley".

Como indicamos arriba, la disposición citada fue copiada del


Modelo ONU. De igual manera la disposición se encuentra en
numerosos convenios tributarios suscritos por Venezuela. Por
lo tanto, tanto la regla establecida en la Ley de ISLR como la
prevista en el Artículo 7o, Parágrafo 3 del Modelo Convenio Fis­
cal sobre la renta y sobre el Patrimonio de la OCDE Modelo de
Convenio Fiscal sobre la Renta y sobre el Patrimonio de la OCDE
y el Modelo ONU pueden ser analizados bajo el mismo criterio
dado a la luz de los comentarios al Modelo ONU.

Desafortunadamente, la regla sobre la deducción de gastos


prevista en el Modelo ONU ha sido objeto de diversa interpre­
tación. Esencialmente, la regla esta dirigida a prevenir que una
sucursal pueda deducir dos veces un mismo gasto o que se le
permita a la surcusal deducir no solo los gastos efectivamente
incurridos por la casa matriz por cuenta de la sucursal, sino
algún elemento de utilidad dentro del cargo intercompañía,
como sería lo lógico si se aplica strictu sensu el criterio de em­
presa separada y la normativa sobre precios de transferencia.
En efecto, los expertos de las Naciones Unidas tuvieron como
norte el evitar eventuales abusos por parte de las empresas
trasnacionales que pudieran tener un incentivo de deducir
cantidades en exceso a los gastos efectivamente incurridos o a
tratar de imputar gastos por partida doble (por ejemplo, den­
tro del concepto de gastos generales de deducción y el gasto en
sí mismo pormenorizado).

El Manual para la Negociación de Convenios Tributarios


entre Países Desarrollados y Países en Vías de Desarrollo ("Ma­
nual") así lo indica. Bajo el Título Quinto del Manual, miem­
bros de siete países establecieron haber comprobado la pérdi­

206
R o n a ld E van s M árq uez

da de ingresos tributarios en sus respectivas jurisdicciones a


través de la práctica abusiva de grupos multinacionales de asig­
nar a sus sucursales gastos abultados, remuneraciones por
gastos gerenciales y asignación indebida de gastos por con­
cepto de investigación de mercadeo22. En efecto, bajo el princi­
pio del operador independiente, una sucursal y su casa matriz
deberían establecer las contraprestaciones por las ventas
intercompañía de servicios y bienes como si se tratasen de
empresas independientes. Lo anterior puede ser interpretado
como una autorización para que la sucursal deduzca no sólo
los gastos efectivamente incurridos por la casa matriz por cuen­
ta de la sucursal, sino también una cantidad adicional corres­
pondiente a la utilidad que debería generarse por dicho cargo.
Los comentarios al Modelo ONU explican esto de la siguiente
manera:

"La primera oración del parágrafo 3 del artículo 7 reprodu­


ce el texto completo del artículo 7, parágrafo 3 del Modelo
de la OCDE. El resto del parágrafo consiste en nuevas re­
glas formuladas por el grupo de expertos. Estas disposi­
ciones derivan de una propuesta de los miembros de los
países en desarrollo que estimaron que sería útil incluir
todas las definiciones y clarificaciones necesarias en el texto
con vista en lo particular a ayudar a los países en vías de
desarrollo no representados en el grupo. En el curso de la
discusión se señaló que la adiciones al Modelo OCDE ase­
gurarían que un establecimiento permanente estaría auto­
rizado a deducir intereses, regalías y otros gastos incurridos
por la casa matriz por cuenta del establecimiento. El grupo
estuvo de acuerdo en que si la facturación entre la casa
matriz incluiría los costos totales tanto directos como indi­
rectos, entonces no debería haber ninguna asignación adi­
cional de gastos ejecutivos y de administración por parte
de la casa matriz, ya que ello produciría una duplicación

22 Van der Bruggen, Edwin, About the Deductibility o f Head Office Expenses: A
Commentary on Art. 7 3) of the OECD Model, the UN Model and Alternative
Provisions Adopted in Tax Treaty Practice, International Tax Review, Londres,
pag. 370.

207
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

de estos cargos en las transferencias entre el establecimien­


to permanente y su casa matriz. Se estableció que era im­
portante determinar cómo el precio fue calculado y cuáles
elementos de costos deberían incluirse. Cuando un precio
al por mayor internacional había sido usado, éste normal­
mente incluiría costos indirectos. Hubo un consenso gene­
ral dentro del grupo que cualquier duplicación de costos y
gastos debería ser evitado."

En una reunión de los expertos de las Naciones Unidas que


elaboraron el Modelo ONU y trabajaron en su actualización se
decidió incorporar en el nuevo Modelo ONU un comentario ya
ubicable en el Modelo OCDE que clarifica en cuáles momentos
podría estar presente un elemento de utilidad en las transferen­
cias inter-compañía:

"Se ha sugerido que el hecho de querer reconciliar los


parágrafos 2 y 3 [del artículo 7 de los Modelos] ha creado
dificultades prácticas, ya que el parágrafo requiere que los
precios establecidos entre un establecimiento permanente y
su casa matriz sean aquellos normalmente cargados sobre
la base del principio del operador independiente (arm's length
basis), dándole a la entidad transferente el tipo de utilidad
que pudiera ser esperada si se estuviera tratando entre em­
presas independientes, mientras que la redacción del pará­
grafo 3 sugiere que la deducción por los gastos incurridos
para la realización de las actividades del establecimiento
permanente debería constituir el costo real de dichos gastos
normalmente incurridos sin añadir ningún elemento de uti­
lidad.

De hecho si bien la aplicación del parágrafo 3 puede dar


lugar a algunas dificultades prácticas, especialmente en re­
lación a los principios del operador independiente y de em­
presas separadas que subyacen en el parágrafo 2, no hay
ninguna diferencia de principios entre ambos parágrafos.
El páragrafo 3 indica que a la hora de determinar las utilida­
des de un establecimiento permanente, algunos gastos de­
ben ser permitidos como deducción, mientras que el pará­
grafo 2 establece que las utilidades determinadas de acuerdo

208
R o n a ld E van s M árquez

con la regla del parágrafo 3 relativa a la deducción de gastos


deben ser las que había obtenido una empresa separada y
distinta realizando las mismas o similares actividades bajo
las mismas o similares condiciones. Por ello mientras el pa­
rágrafo 3 prevé la regla aplicable para la determinación de
las utilidades del establecimiento permanente, el parágrafo
2 requiere que esas utilidades así determinadas correspon­
dan a las utilidades que hubiesen sido obtenidas por empre­
sas independientes y separadas.

Al aplicar estos principios a la determinación practica de


las utilidades de un establecimiento, puede surgir la duda
sobre si un costo en particular incurrido por una empresa
puede ser verdaderamente considerado como un gasto in­
currido para los fines del establecimiento permanente, man­
teniendo en mente el principio de la entidad separada e in­
dependiente previsto en el parágrafo 2. Mientras que en
líneas generales las empresas independientes en sus actua­
ciones recíprocas normalmente buscarían realizar una utili­
dad al momento de transferir propiedad o de prestar un ser­
vicio en condiciones de mercado, también hay casos en los
que no podría considerarse que una propiedad o servicio
en particular podría ser obtenido de una empresa indepen­
diente, o en los que una empresa independiente podría es­
tar de acuerdo en compartir estos costos en alguna activi­
dad ejercida para beneficio mutuo. En estas particulares
circunstancias podría ser apropiado tratar cualquier costo
relevante incurrido por la empresa como un gasto incurri­
do por el establecimiento permanente. La dificultad se de­
riva al establecer una distinción entre estas circunstancias
y los casos en los cuales un costo incurrido por parte de un
empresa no debería ser considerado como un gasto del es­
tablecimiento permanente y la propiedad relevante del ser­
vicio debería ser considerada sobre la base del principio de
entidad separada e independiente, considerándose que ésta
ha sido transferida entre la casa matriz y el establecimien­
to permanente a un precio que incluya un elemento de uti­
lidad. La pregunta deber ser entonces si la transferencia
interna de propiedad y servicios, sea temporal o final, es
del mismo tipo de aquella en la cual la empresa en el curso
ordinario de sus negocios normalmente hubiera hecho un

209
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

cargo a cuenta de un tercero sobre la base del principio del


operador independiente (arm's length price) en el cual en
condiciones normales se hubiera incluido en el precio de
venta una utilidad apropiada.

Por otra parte la respuesta a esta pregunta será afirmativa


en el caso de aquellos gastos que se hayan incurrido inicial­
mente en la realización de una función cuyo propósito di­
recto sea el realizar la venta de un bien o servicio específico
y realizar una utilidad a través del establecimiento perma­
nente. Por otra parte la respuesta será negativa, si sobre la
base de los hechos y circunstancias del caso específico, que­
da claro que el gasto incurrido para efectuar la función haya
tenido como propósito el racionalizar los costos totales de la
empresa o crear en una manera general la posibilidad de
realizar sus ventas"23 (Traducción nuestra).

El parágrafo 3 del Artículo 7 establece el requisito de que


los gastos "hayan sido incurridos para los fines del estableci­
miento permanente". Se ha dicho que esta frase significa que
debe existir una conexión real entre el gasto y el beneficio que
la sucursal obtenga permitiéndole llevar a cabo sus negocios
de una manera adecuada24. Se ha reconocido que bajo los prin­
cipios del Modelo de la OCDE si una empresa, por ejemplo,
tiene un préstamo cuyo propósito es darle a la sucursal los
medios para financiar sus actividades, nada debería impedir
que la sucursal esté autorizada para tomar una deducción
apropiada del monto de los intereses, si tal interés puede ser
considerado como un gasto hecho para los fines del estableci­
miento permanente ("Au surplus, selon l'OCDE, si une enterprise
emprunte pour doter sa succursale et lui donner les moyens financiers
d'exercer son activité, rien ne s'oppose a ce qu'une partie appropiée

23 UNITED NATIONS, Draft United Nations Model Double Taxation Convention


between developed and developing countries, presentado en Ginebra, Suiza el
15 de diciembre de 1995 en la Séptima Reunión del Grupo Ad Hoc de
Expertos en Cooperación Internacional en materia tributaria (Consultado
en original).
24 GOUTHIERE, B., Les impots dans les affaires internationales, Editions Francis
Lefebvre, 2001, pág. 222.

210
R o n a ld E vans M árq uez

des versem ents d'in térêts soit im putée sur les bén éfices de
l'établissement stable, si l'on peut considérer qu'une partie des
intérêts est bien une dépense engagée aux fin s poursivies par
Véstablissement stable"25).

Debería también quedar suficientemente claro de la redac­


ción del páragrafo 3 del Artículo 7 que los pagos que se realicen
en el exterior pueden ser deducidos a pesar de que corresponda
a ingresos de fuente venezolana. Una de las intenciones claras
de los gobiernos al adoptar el lenguaje del párrafo decimosépti­
mo del Artículo 27 de la Ley así como del Artículo 7, parágrafo
3 en el caso de los convenios de doble tributación, es dejar clara­
mente establecido que es suficiente que el gasto haya sido incu­
rrido para los fines del establecimiento permanente con inde­
pendencia de lugar donde haya sido incurrido. Esto es
im portante subrayarlo ya que el párrafo no condiciona la
deducibilidad de los gastos a que éstos hayan sido incurridos en
el Estado en el cual el establecimiento permanente esté situado
o en cualquier otro Estado contratante. En otras palabras "los
gastos que fueron incurridos en un tercer país podrían incluso
ser deducibles por el establecimiento permanente en la medida
en que las condiciones establecidas en el artículo se hayan cum­
plido"26.

4.3.1.1. Docum entación apropiada en el caso de los


reembolsos

Ya hemos visto con anterioridad la posibilidad que tienen los


establecimientos permanentes en nuestro país de deducir los
gastos incurridos dentro o fuera de Venezuela, con indepen­

25 Ibid, pág. 224. "Adicionalmente, según la OCDE, si una empresa toma un


préstamo para financiar su sucursal y proveerla de los medios financieros
que le permitan ejercer su actividad, nada se opondría a que una porción
apropiada de los intereses desembolsados sean imputables contra los be­
neficios del establecimiento permanente, si es factible considerar que una
parte de esos intereses corresponden a un gasto realizado a los fines perse­
guidos por el establecimiento permanente" (Traducción nuestra).
26 van der Bruggen, Edwin, Op. Cit., pág. 277.

211
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

dencia de si han sido incurridos para la generación de renta


venezolana o extranjera así como la posibilidad de que el esta­
blecimiento permanente realice una deducción de gastos que
incluya el reembolso de gastos efectivamente incurridos por la
casa matriz en nombre y por cuenta de su establecimiento per­
manente. Ni la Ley de ISLR ni los comentarios a los convenios
establecen guías prácticas sobre la forma efectiva de evidenciar
estos gastos por el establecimiento permanente por vía un reem­
bolso. En nuestra opinión, las notas de débitos entre la sucursal
y la casa matriz deberían ser suficientes a los efectos de eviden­
ciar estos gastos. También podría prepararse un memorando
interno estableciendo y explicando las razones por las cuales se
ha tomado y se ha asignado el gasto entre la entidad venezola­
na y su casa matriz.

El Protocolo del Convenio entre Venezuela y los Estados


Unidos establece varios criterios objetivos que pueden ser utili­
zados para establecer esa asignación. Entre los criterios de im­
putación de gastos se mencionan los siguientes:

(...)
Al determinar la asignación de una deducción específica al
establecimiento permanente, los ejemplos de las bases y los
factores que puedan ser considerados, incluyen, pero no se
limitan a:
-comparación de las unidades vendidas,
-comparación de la cantidad de ventas o ingresos brutos,
-comparación de costos de bienes vendidos, comparación
de contribución a beneficios, -com paración de gastos
incurridos, activos utilizados, salarios pagados, espacio uti­
lizado y tiempo dedicado que sean atribuibles a las activi­
dades del establecimiento permanente, y -comparación del
monto de la renta bruta.
Los gastos por investigación y desarrollo incurridos en re­
lación con la misma línea de producto pueden ser asigna­
dos a un establecimiento permanente en base a la propor­
ción de ingresos brutos del establecimiento permanente al
total de los ingresos brutos de la empresa en relación con la
línea de producto. Venezuela no concederá deducciones

212
R o n a ld E vans M árq uez

en relación con los gastos asignados a una renta que no


esté sujeta a imposición en Venezuela debido a su sistema
tributario territorial27.

En nuestro criterio, la emisión de facturas o contratos entre


una sucursal y su casa matriz no deberían ser estrictamente
relevantes, si tomamos en cuenta la reconocida falta de inde­
pendencia jurídica entre la casa matriz y su sucursal. Más im­
portante en nuestro criterio sería la documentación que sus­
tente las bases para haber efectuado la fijación del monto
atribuido al establecimiento permanente como gasto. Como ha
sido señalado por Kees van Raad, "la misma consecuencia de
la ficción de que un establecimiento permanente es indepen­
diente y de que las transacciones no podrían llevarse a cabo
como resultado de la falta de independencia legal del estable­
cimiento permanente, es "asum ir" la posibilidad de que di­
chas transacciones sí tienen lugar. El hecho de reconocer que
estas transacciones internas y cualquier gasto resultante sean
meramente establecidas de una manera ficticia ("notional")
en vez de real, no puede conducirnos a concluir que por ello
los gastos basados en el principio del operador independiente
no deban ser reconocidos28.

En términos más precisos, el autor español Francisco Alfredo


García Prats ha señalado que una vez que un gasto haya sido
atribuido al establecimiento permanente y los beneficios de tal
gasto en relación a las actividades del establecimiento perma­
nente hayan sido evidenciados, "carecerá de relevancia la exis­
tencia de contabilidad o transacción económica efectiva entre
la casa central y el establecimiento permanente, así como el lu­
gar de contracción del gasto, coincida o no en el Estado de si-

27 Protocolo, Páragrafo 6, Convenio entre el gobierno de la República de


Venezuela y el gobierno de los Estados Unidos de América para Evitar la
Doble Tributación en Materia de Impuesto sobre la Renta y el Capital y
Prevenir la Evasión Fiscal, publicado en la Gaceta Oficial No. 5.427 Ex­
traordinario del 5 de enero de 2000.
28 van Raad, Kees, Deemed Expenses of Permanent Establishment under
Article 7 of the OECD Model, Intertax, Volume 28, Issue 6-7, pág. 255.

213
6 0 A ñ o s d e Im p o sició n a d a R e n t a e n V e n e z u e l a

tuacióndel establecimiento"29. Apunta adicionalmente García


Prats que 'da«efectividad del gasto no implica la necesaria con-
tabilización del mismo por parte del establecimiento permanen­
te,, ni al reembolso efectivo del mismo a la casa central, tratán­
dose en este caso de un gasto s im p lé tá é r íie im putado al
establecimiento. Esta imputación puede llevarse a cabo por gas­
tos en lo qtíe la empresa ha incurrido diré'étSmeríté'en b'éneficio
del propositó empresarial como por la atribúeióh’pomparte de
los gasto generales qüe suponen un beneficio del conjunto de la
empréSá"30.

: Los comentarios «al'Convenio para Evitar la Dóble Tributación


entre Venezuela y los Estados Unidos elaborados por el Depar­
tamento del Tesoro en su Explicación Técnica al Convenio (pa­
rágrafo 94) señalan en igual sentido lo siguiente:

"L a s deducciones deberán ser permitidas con independen­


cia dé la unidad contable de la empresa que registre dichos
gastos, en la medida que estos gastos hayan sido incurridos
para los fines del establecimiento permanente. Por ejemplo, ,
una porción de los.gastos de intereses registrada en los li­
bros de la casa matriz de un Estado podrá ser deducida, por.
un establecimiento permanente ubicado en otro Estado si
está apropiadamente establecida la imputación.31"

29 GARCÍA *PRATS, Francisco'Alfredo, El Establecimiento Permanente, Análisis


Jurídico Tríbüfdrio Interfiacioríal de la Imposición Sócíetaria, Editorial Tecnós,
Madrid, pág. 354.
30 Ibid., págs. 355-356. ,
31 US DEPARTMENT OF THE TREASURY, Technical Explanation o f the
Convention and Protocol between the.Government of the United States o f America
and the Government o f the' Republic o f Venezuela for the Avoidance 'of Double
Taxation and the Prevention of Fiscal Evasion with respect to Taxes on Income
and-Capital (Consultada en Original). Textualmente señala ,el Parágrafo
94: ."(.v.)Deductions are. to be aliowed. regardless of which accounting
unit of the enterprise books the expenses, so long as they, are incurred for
the purposes of the permanent, establishment, For example, a portion of
the interest expense recorded on the books of the home office in one State
may be deducted by a permanent establishment in the other if1properly
allocable thereto".

214
' R onatjd , E v a n s M árq u k z

4.4. Tratamiento Fiscal d é la s Pérdidas Derivadas en el


Extranjero: ¿Un nuevo impuesto cedular?

De acuerdo con el Parágrafo Único del Artículo 55 de la, Ley


de ISLR, las pérdidas operativas derivadas de las actividades
del contribuyente en el extranjero sólo podrán ser compensadas
con ingresos provenientes del extranjero. Expresamente el artí­
culo 55 de la Ley de ISLR establece lo siguiente:

"Artículo 55.- Se autoriza el traspaso de las pérdidas netas de


explotación no compensadas hasta los tres años subsiguien­
tes al ejercicio que se hubiesen sufrido.
El reglamento establecerá las normas y procedimiento aplica­
bles« los casos de pérdidas del ejercicio y de añoS anteriores.
Parágrafo Unico: Las pérdidas provenientes de fuente ex-
tránjera sólo podrán compensarse cón enriquecimientos de
fuente extranjera, en los mismos términos previstos en el
encabezamiento de este artículo".

Como se desprende del contenido de la norma citada, la pro­


hibición expresa contenida en el Artículo 55, Parágrafo Único
está dirigida a la compensación de pérdidas extraterritoriales
del ISLR con ganancias de fuente territorial. La norma rompe
con la definición económica de renta y trae consigo un elemen­
to de injusticia y de, menoscabo al principio de capacidad con­
tributiva, de rango constitucional. Entendemos la medida como
temporal, con miras a servir de control fiscal contra la eventual
creación de pérdidas fantasmas en el exterior y mientras la Ad­
ministración Tributaria desarrolla técnicas más efectivas de con­
trol de los ingresos extraterritoriales. No obstante, dada la intro­
ducción en nuestro país de severas sanciones pecuniarias y
corporales por diversos delitos tributarios, consideramos que una
próxima reforma de la Ley debe planterar la eliminación de esta
norma y hacer que la determinación de la renta neta sea hecha
de manera integral.

Cabe destacar que la limitación se refiere exclusivamente a la


imposibilidad de compensar pérdidas de fuente extranjera con-

215
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

tra utilidades de fuente nacional y no a la hipótesis inversa, es


decir, aquella en la cual se pretenda compensar pérdidas de fuen­
te territorial con ganancias provenientes del extranjero. Tal ar­
gumento encuentra apoyo en la doctrina nacional32 en los si­
guientes términos:

"...siem pre será válida la neutralización de pérdidas terri­


toriales con enriquecimientos extranjeros, por no estar in­
cluido dicho supuesto en la norma comentada. En efecto,
la prohibición sólo apunta a la neutralización de pérdidas
de origen ex tra n jero en contra de los resultados de fuente
nacional".

Asimismo, Manuel Candal Iglesias33ha apuntado lo siguiente:

"N o se limita de forma alguna la posibilidad de compensar


pérdidas de explotación referentes a actividades territoria­
les con rentas de fuente extranjeras obtenidas por el mismo
contribuyente. Así las cosas, en el caso que la Ley no prohíba
expresamente un tratamiento fiscal, se interpreta que el mis­
mo es legalmente permitido".

En la legislación extranjera y la más cercana a la nuestra, la


latinoamericana y española, encontramos diversos sustentos
sobre este punto. Así, algunas legislaciones resultan similares al
criterio acogido en el citado artículo de la Ley de ISLR, en el
sentido de limitar expresa y exclusivamente la compensación
de pérdidas de fuente extranjera contra enriquecimientos de
fuente nacional. Es decir, no limitan expresamente la posibili­
dad de compensar las pérdidas obtenidas de fuente nacional
con enriquecimientos de origen extraterritorial. Otras, por el con­
trario, permiten la compensación de cualquier pérdida sufrida
con cualquier ganancia obtenida, independientemente de la

32 PAREDES, Carlos Enrique, El Principio de Territorialidad y el Sistema de Renta


Mundial en la Ley de Impuesto sobre la Renta Venezolana", Editorial Torino,
Caracas, 2002, pág. 247.
33 CANDAL Iglesias, Manuel, Aspectos Fundamentales de la Imposición a la Renta
de Sociedades en Venezuela, Caracas, 2003, pág. 43. (en imprenta).

216
R o n a ld E van s M árq uez

fuente de donde provenga cada una. En el primer grupo encon­


tramos la legislación argentina, colombiana y española. En el
segundo, encontramos la legislación mexicana.

Comentando el articulado de la normativa argentina (Ley de


Impuesto a las Ganancias N° 20.628, t.o. de 1997 y sus modifi­
caciones) Manuel Candal Iglesias concluye lo siguiente:

"...la legislación Argentina no limita la compensación de


pérdidas fiscales trasladables producto de actividades terri­
toriales solo con rentas del mismo origen; en tal sentido, es
permitida como norma general la compensación de pérdi­
das de explotación producidas de rentas de fuente territo­
rial con rentas obtenidas de fuente extranjera"34

Sobre la normativa colombiana el mismo autor señaló lo si­


guiente:

"N o existe ninguna norma dentro del Estatuto Tributario


Colombiano que señale de manera expresa si se puede com­
pensar pérdidas de fuente nacional con rentas de fuente ex­
tranjera.
Sin embargo, de una interpretación del sistema tributario
colombiano se podría concluir que si un contribuyente na­
cional colombiano genera pérdidas en Colombia y rentas en
el exterior, las rentas foráneas estarán llamadas a absorber
las pérdidas nacionales, en virtud de la integración de la
renta mundial que habrá de hacerse para los fines del im­
puesto nacional (afirmación válida salvo si se trata de com­
pensar pérdidas originadas en otro país andino).
Entonces se puede concluir, igual que en el caso Argenti­
no, que la legislación fiscal Colombiana no limita la com­
pensación de pérdidas de explotación producidas de ren­
tas de fuente territorial con rentas obtenidas de fuente
extranjera"35.

34 CANDAL Iglesias, Manuel, Op. Cit. pág. 45.


35 CANDAL Iglesias, Manuel, Op. Cit. pág. 46.

217
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

Asimismo, sobre la legislación española el citado autor seña­


ló lo siguiente:

"El artículo 23 de la Ley de Impuesto de Sociedades (LIS)


establece que las bases imponibles negativas podrán ser
com p en sad as con las ren tas p ositivas por períod os
impositivos que concluyan en los diez años inmediatos y
sucesivos, sin limitar de forma alguna que las pérdidas de
fuente territorial solo podrán compensar rentas de fuente
también territorial. De lo anterior se desprende que la legis­
lación fiscal española permite la compensación de pérdi­
das fiscales de años anteriores producidas por operacio­
nes territoriales con rentas de cualquier especie, bien sea
territorial o extraterritorial36".

Finalmente, en relación a la normativa mexicana el autor antes


citado expresó lo siguiente:

"Como puede observarse, la legislación fiscal mexicana no


señala limitante alguna respecto a que las pérdidas fiscales
sólo serán compensables con las utilidades generadas por
operaciones realizadas en el territorio nacional. Al contra­
rio, permite aplicar la totalidad de las pérdidas contra toda
utilidad fiscal obtenida en el ejercicio"37.

Aunque en algunos países iberoamericanos no se establezca


límite alguno a la compensación de resultados positivos y nega­
tivos en relación a la fuente de la cual provengan las pérdidas y
ganancias a compensar, en aquellos donde sí se establecen lími­
tes a esta posibilidad, se hace de la manera acogida por nuestra
Ley de ISLR, esto es, excluyendo únicamente la compensación
de pérdidas extraterritoriales con ganancias territoriales y no
así en sentido inverso.

Sin embargo, entendemos por algunos reparos novedosos que


el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y

36 CANDAL Iglesias, Manuel, Op Cit. pág. 45


37 CANDAL Iglesias, Manuel, Op Cit. pág. 46.

218
R o n a ld E vans M árq uez

Tributaria - SENIAT ("Administración") considera que la pro­


hibición contenida en el Artículo 55 de la Ley de ISLR resulta
aplicable a ambos casos y, en consecuencia, está desconociendo
la compensación de las pérdidas territoriales de los contribu­
yentes con las ganancias extraterritoriales. Tal criterio de la
Administración es contrario al propio texto de la Ley de ISLR,
desconoce los principios generales de interpretación de las nor­
mas tributarias y viola el principio de legalidad que impera en el
sistema tributario venezolano.

De acuerdo con el Artículo 5 del COT, las normas tributarias


se deben interpretar con arreglo a todos los métodos admitidos
en derecho, atendiendo a su fin y a su significación económica.
Los métodos interpretativos admitidos en derecho son los esta­
blecidos en el Artículo 4 del Código Civil, en el cual se establece
expresamente:

Artículo 4.- A la Ley debe atribuírsele el sentido que aparece


evidente del significado de las palabras, según la conexión
entre sí y la intención del legislador.
Cuando no hubiere disposición precisa en la Ley, se ten­
drán en consideración las disposiciones que regulen casos
semejantes o materias análogas; y, si hubiere todavía dudas,
se aplicaran los principios generales del derecho.

De acuerdo con el citado artículo, al momento de interpretar


una norma jurídica debe atenderse en primer lugar al método
de interpretación literal y, en caso de inexistencia de norma ju­
rídica que regule la situación en cuestión, se hará uso de la ana­
logía y de los principios generales del derecho. Ahora bien, como
se indicó, el parágrafo único del Artículo 55 es claro en su texto
al prohibir que las pérdidas extraterritoriales sean compensa­
das con ingresos también de fuente extraterritorial. El mencio­
nado artículo no establece la prohibición en relación al supues­
to contrario, razón por la cual, interpretar que la prohibición
contenida en el Artículo 55 de la Ley de ISLR abarca también la
prohibición de la hipótesis inversa, es decir, la prohibición de
compensar pérdidas territoriales con enriquecimientos extrate­

219
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

rritoriales, sería establecer supuestos nuevos no previstos por el


legislador, a través de una desviada actividad interpretativa.

En este escenario, el criterio de la Administración estaría vul­


nerando el principio de legalidad según el cual le está reservado
al legislador la facultad para el establecimiento de impuestos,
tasas y contribuciones especiales, así como el establecimiento de
exenciones, rebajas y demás beneficios fiscales. La doctrina y la
jurisprudencia, tanto nacional como extranjera, en su mayoría
estudia al principio de la legalidad tributaria como referido a la
delimitación de un ámbito material determinado respecto del cual
sólo cabe regulación a través de una norma con rango y fuerza
de ley. Este principio se resume en la fórmula nullun tributum
sine lege (Arts. 317 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela y Art. 30 del COT).

Ello abarca la creación y supresión de los tributos, la defini­


ción del hecho imponible, fijación de las alícuotas, la base de
cálculo, indicar los sujetos pasivos, otorgar beneficios o incenti­
vos fiscales, autorizar al Ejecutivo para conceder exoneraciones
y las demás materias remitidas expresamente por el COT. El
principio de reserva de ley tributaria (nullum tributum sine lege),
de un "alto abolengo histórico"38 (más de 800 años), se resume
en la máxima No taxation without representaron, de forma tal
que todos los elementos del tributo deben ser aprobados por el
parlamento.

Este principio sin duda alcanza la facultad para establecer


prohibiciones a la compensación de resultados derivados de un
determinado impuesto, por cuanto dicha situación se refiere a
un elem ento básico que incide en la determ inación y
cuantificación del hecho imponible "renta" y cuya vulneración,

38 CONTRERAS QUINTERO, Florencio Disquisiciones Tributarias, Universi­


dad de Los Andes, Mérida, 1969, pág. 23; y CASÁS, José Osvaldo, Estudio
preliminar sobre los aspectos introductorios al principio de reserva de ley
en materia tributaria, en Estudios de Derecho Constitucional Tributario en
homenaje al Prof. Dr. Juan Carlos Luqui, Depalma, Buenos Aires, 1994.

220
R o n a ld E van s M árq uez

como en el presente caso, afecta directamente la capacidad con­


tributiva del contribuyente de que se trate. Por tales motivos, el
criterio de la Administración no tendría asidero legal y, por lo
tanto, debería ser desconocido en sede jurisdiccional.

La prohibición de compensación establecida en el parágrafo


único del Artículo 55 de la Ley de ISLR constituye un retroceso
en la evolución del sistema del ISLR venezolano. La pretendida
imposibilidad de neutralizar los resultados obtenidos, por el sim­
ple hecho de que las pérdidas a compensar tengan su origen en
actividades realizadas en distintos lugares según la postura de
la Administración Tributaria, además de afectar la capacidad
contributiva y dar tratamiento discriminatorio a los diferentes
contribuyentes del impuesto, vendría a significar el retorno a
un sistema impositivo a la renta de tipo cedular, el cual había
desaparecido del sistema venezolano a partir de la Ley de ISLR
de 1966, tal como se explicó supra.

Como se puede observar, con la indicada prohibición esta­


blecida en el Parágrafo Único del Artículo 55 de la Ley de ISLR
y la ilegal e inconstitucional pretensión de la Administración de
ampliarla a otros supuestos, se desconoce la situación particu­
lar del contribuyente frente al impuesto, al igual que ocurría
bajo la vigencia del ISLR cedular de 1942. Se pretendería enton­
ces prohibir la compensación de las pérdidas derivadas de una
cédula (extraterritorial) con los enriquecimientos obtenidos en
otra cédula (territorial). Por tal motivo, las criticas efectuadas a
los sistemas cedulares de ISLR cobrarían nuevamente vigencia
si la absurda posición de la Administración tuviera cabida en el
actual sistema de ISLR venezolano.

La capacidad contributiva de un contribuyente que durante


su ejercicio no obtuvo pérdidas, no podrá ser igual a la de aquel
que como consecuencia de sus actividades realizadas en el ex­
tranjero tuvo que sufrir un pérdida, la cual incide de manera
directa en su patrimonio. Además de la afectación a la capaci­
dad contributiva del contribuyente que obtuvo pérdidas en el
extranjero por la imposibilidad de neutralizar este resultado

221
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

negativo, se estaría discriminando a este contribuyente en con­


traposición a aquellos que se limitaron a realizar actividades
dentro del territorio. En este último caso los contribuyentes siem­
pre podrán compensar las pérdidas operativas de fuente nacio­
nal con los ingresos obtenidos dentro del territorio. Tal conclu­
sión encuentra apoyo en la doctrina venezolana39 en los
siguientes términos:

"Así las cosas, el propósito de la traslación de las pérdidas


fiscales, es gravar la verdadera capacidad contributiva del
obligado tributario, evitando las distorsiones que produci­
ría la tributación de un enriquecimiento de un período tribu­
tario, el cual ha sido precedido por ejercicios fiscales en los
cuales el sujeto pasivo ha obtenido pérdidas.

Similares razones justifican la neutralización de resulta­


dos de fuente nacional y extranjera, por cuanto la prohibi­
ción de "compensar" dichos resultados podría conducir a
la situación injusta de que un contribuyente que obtenga
un pérdida extraterritorial superior a su renta de fuente
nacional y, sin embargo, deba pagar impuesto por ante el
fisco venezolano, por la circunstancia de que el resultado
negativo sea de origen extranjero. De tal forma que, en di­
cha situación no se observaría el hecho que el sujeto pasivo
ha obtenido resultados opuestos por la realización de acti­
vidades económicas en Venezuela y en el exterior y, en con­
secuencia, la norma que establece la prohibición de neu­
tralización le daría un tratamiento discriminatorio a este
contribuyente en comparación con aquellos obligados tri­
butarios que neutralicen sus resultados positivos y negati­
vos de fuente nacional".

Como adelantamos supra, el concepto de renta propuesto por


los economistas abarca, en la concepción de Haig-Simmons, los
enriquecimientos totales del contribuyente de cualquier fuente
y ciertos consumos representativos de renta. El ISLR como im­
puesto progresivo requiere que dicha renta sea considerada como

39 PAREDES, Carlos Enrique, Op.Cit., pág. 246.

222
R o n a ld E vans M árq uez

un todo para así cumplir con el mandato de progresividad, ca­


pacidad contributiva y equidad. Este criterio de la Administra­
ción desfigura el concepto de renta y viola el principio de legali­
dad, capacidad económica y progresividad40.

5. La imputación de impuestos pagados en el extranjero

El método de imputación de impuestos pagados en el extran­


jero tiene como propósito fundamental que la escogencia entre
invertir en el país o fuera de él no esté dada por motivaciones
tributarias. Esto por supuesto se logra siempre y cuando la tari­
fa nacional sea igual o superior a la extranjera41.

Según el principio de imputación, el Estado de la residencia


calcula el impuesto sobre la base del importe total de las rentas
del contribuyente, comprendiendo las que provienen del otro
Estado, que, de conformidad con la legislación interna del país
de la residencia o de acuerdo a lo convenido por las partes en el
respectivo Convenio de doble imposición ("CDI), pueden some­
terse a imposición en ese otro Estado. El Estado de la residencia
imputa, acredita o rebaja del impuesto a él debido lo que ha
sido pagado en el otro Estado.

Desde el punto de vista de política tributaria y fiscal se suele


reconocer que el método de imputación es el más adecuado para
la eliminación de la doble tributación internacional.42

El principio de imputación puede aplicarse siguiendo dos


métodos principales: (a) el Estado de la residencia acuerda una
rebaja o crédito correspondiente al importe total del impuesto
efectivam ente pagado en el otro Estado sobre las rentas

40 EVANS MÁRQUEZ, Ronald, Legislando por planilla, Diario El Universal, 16


de julio de 2003.
41 AULT, Hugh, Comparative Income Taxation. A Structural Analysis, Kluwer,
Den Haag, 1997, pág. 381.
42 Véase ARNOLD, Brian y MCINTYRE, Michael, International Tax Primer,
Kluwer Law International, Den Haag, 1995, pág.

223
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

imponibles en ese Estado. Este método se denomina «imputa­


ción integral»; (b) la deducción concedida por el Estado de la
residencia en concepto de impuesto pagado en el otro Estado se
limita a la fracción de su propio impuesto que corresponda a las
rentas imponibles en el otro Estado. Este método se califica como
«imputación ordinaria».43

Mientras que el método de exención se centra comúnmente


sobre los ingresos obtenidos por el contribuyente en el exterior,
el método de imputación toma en cuenta el impuesto pagado
sobre el enriquecimiento obtenido en el extranjero.

Cuando el método de imputación ordinario es utilizado en la


legislación interna de los diversos Estados, se suelen consagrar
limitaciones adicionales a la imputación de los impuestos paga­
dos en el extranjero. Así, se distinguen sistemas tributarios que
consagran una limitación de los impuestos acreditables por paí­
ses (per country limitation), como sería el caso de Canadá y Ale­
mania, y otros que utilizan el sistema de limitación general
(overall limitation). En el último caso, algunos países como los
Estados Unidos separan el acreditamiento de los impuestos pa­
gados en el extranjero sobre la base de categorías de rentas
(baskets) no pudiendo mezclar unos tipos de rentas con otros.
Estas medidas tienden a evitar mecanismos de elusión tributaria
empleados por los contribuyentes con el objeto de lograr un
acreditamiento de los impuestos extranjeros en una mayor pro­
porción m ediante el "n eteo " de rentas som etidos a tipos
impositivos altos con tarifas más bajas.

Bajo el sistema de acreditación por país, no se permite com­


pensar las pérdidas de un país con las ganancias de otro. El
monto del crédito que pueden los contribuyentes tomar en un
ejercicio fiscal determinado por el impuesto pagado a un país
extranjero se restringe exclusivamente a lo pagado en ese país.44

43 Comentario No. 16, Artículo 23, Modelo OCDE.


44 OWENS, Elizabeth, The foreign tax credit, Harvard Law School, 1961,
Cambridge, pág. 6.

224
R o n a ld E van s M árq uez

La limitación general difiere de la limitación por país en que


limita la acreditación de impuesto extranjero al monto del im­
puesto estadounidense sobre fuente extranjera sobre una base
global y no país por país. El uso de la limitación general es mu­
cho más ventajoso para el contribuyente, en la medida en que
permite al contribuyente que tiene actividades en países con una
tasa efectiva mayor a la estadounidense y en otros países con
tasas menores a la de los Estados Unidos, hacer que las tasas
combinadas den un promedio que permita su total acreditación
en los Estados Unidos.45

Bajo el sistema actual estadounidense, se diferencian los ti­


pos de rentas y sólo se pueden acreditar los impuestos pagados
contra el impuesto estadounidense aplicable a la misma renta.
Esto permite que rentas que son típicamente gravables con tipos
más bajos (ej. rentas pasivas) puedan ser 'neteadas' contra ren­
tas sometidas a tipos impositivos más altos (ej. rentas de activi­
dades petroleras).

Al adoptar el método de imputación ordinaria, el país de la


residencia permite un crédito o rebaja del impuesto pagado en
el exterior limitado a la fracción de su impuesto correspondien­
te a enriquecimientos obtenidos de fuente extranjera. De esa
forma, cuando el impuesto en el país de la fuente es inferior al
del país de la residencia, el crédito concedido corresponderá
exactamente al impuesto pagado en el exterior. En el supuesto
contrario, el crédito en el país de la residencia absorberá sólo
una parte del impuesto extranjero.46 En efecto, cuando el im­
puesto debido en el Estado de la fuente es más elevado y la de­
ducción está limitada, el contribuyente no queda desgravado
del total del impuesto pagado en el Estado de la fuente.

Estos límites cuantitativos en el acreditamiento del impuesto


extranjero tienen por objeto impedir que el monto acreditable
del impuesto extranjero absorba o incida sobre los enriqueci­

45 Ibid., pág. 8.
46 DORNELLES, Op. Cit., pág. 13..

225
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

mientos de fuente nacional. Si el impuesto debido en el Estado


de la fuente es menos elevado que el impuesto previsto por el
Estado de la residencia calculado sobre la renta del Estado de la
fuente, el contribuyente deberá en todo caso pagar el mismo
importe de impuesto que si hubiera sido gravado únicamente
en el Estado de la residencia, es decir, como si su renta total
proviniese únicamente del Estado de la residencia.

5.1. El método de imputación y su consagración en el de­


recho comparado

Hemos creído conveniente exponer brevemente la forma de


estructurar el método de imputación en algunos de los países en
los que opera el principio de renta mundial y contrastarlo con el
sistema adoptado en nuestro país. Hemos escogido a estos fines
las siguientes jurisdicciones: Estados Unidos, Canadá, Alema­
nia y Japón.

5.1.1 .ESTA D O S UN IDOS

En los Estados Unidos, con algunas excepciones, los ciuda­


danos estadounidenses, los extranjeros residentes y las compa­
ñías nacionales quedan gravados en base a su renta mundial47.
Desde muy temprano, la Corte Suprema de Justicia de ese país
tuvo que pronunciarse sobre la validez del gravamen sobre base
mundial en el caso Cook v. Tait. Históricamente, Estados Unidos
ha sido un país exportador de capital, por lo que la administra­
ción de esa país ha tenido que encontrar mecanismos con miras
a evitar la doble tributación. Uno de los mecanismos más efecti­
vos previsto en las normas tributarias estadounidenses para evi­
tar la doble imposición es la imputación de impuestos pagados
en el exterior contra la obligación de pagar impuesto a la renta
estadounidense sobre ingresos de fuente extranjera.

47 BITTKER, Boris y LOKKEN, Lawrence, Fundamentáis of International Taxation,


US taxation of Foreign Income and Foreign Taxpayers, Warren, Gorham &
Lamont, Inc, 1991, pág. 65-2.

226
R o n a ld E van s M árq uez

Hay que destacar que el contribuyente tiene la opción entre


imputar el impuesto pagado en el extranjero o deducirlo como
un gasto, según la situación particular del contribuyente48. Esta
escogencia debe hacerse año a año y el contribuyente tendrá la
opción de deducir o imputar los impuestos según las circuns­
tancias. Sólo raramente puede concebirse que el contribuyente
saldrá más favorecido con la deducción que con la imputación.
La deducción podrá tener sentido si el contribuyente, producto
de la limitación en el crédito, no puede imputarlo, con lo que la
deducción permitiría una recuperación parcial de los impues­
tos pagados en el extranjero49.

El primer paso para cuantificar el crédito de una sociedad


estadounidense derivado del pago de impuestos en el extranje­
ro es determinar si dichos impuestos extranjeros constituyen
impuestos acreditables desde la óptica de las normas tributarias
de los Estados Unidos. En este sentido, el Art. 901 del Código
Tributario Estadounidense («Internal Revenue Code», en ade­
lante, el «IRC») establece que sólo son acreditables aquellos im­
puestos extranjeros que tengan las características predominan­
tes del impuesto a la renta estadounidense50. En ese sentido, el
Artículo 901 establece un crédito contra el impuesto estadouni­
dense para "cualquier impuesto a la renta, ganancias de guerra
y ganancias en exceso pagadas a cualquier país extranjero o
posesión de los Estados Unidos...". El Artículo 903 permite un
crédito por cualquier impuesto pagado en sustitución a un im­
puesto a la renta a país extranjero o una posesión de los Estados
Unidos"51.

Históricamente, los tribunales de los Estados Unidos y el fis­


co norteamericano han fijado tres parámetros que permiten
definir si un impuesto extranjero es asimilable al impuesto a la
renta de los Estados Unidos. Los parámetros de comparación
son: el concepto de realización, la metodología para calcular

48 AULT, Op. Q'f.,pág. 383.


49 BITTKER, Op. Cit., pág. 69-165.
50 TAX MANAGEMENT PORTFOLIOS, 901: The Foreign Tax Credit, 1994, pág. 1.
51 Idem.

227
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

ingresos netos y el concepto de ingresos brutos utilizado para


calcular ingresos gravables derivados de ciertas transacciones52.

El requisito de realización es cumplido en tanto el impuesto


extranjero sólo sea aplicado al momento de, o con posteriori­
dad a, un determinado evento de realización (Reg. 1.901-
2(b)(2)). El objetivo de esta norma es que el tributo extranjero
no se imponga sobre ingresos aún no realizados. Así, un im­
puesto extranjero que grave la distribución imputada de ga­
nancias de una sucursal a su casa matriz cumpliría con el re­
quisito de realización53.

El concepto de ingresos netos significa que los impuestos ex­


tranjeros sólo son acreditables en tanto admitan la posibilidad
de deducir de las ganancias brutas un monto significativo de los
gastos ordinarios y necesarios para obtener tales ingresos bru­
tos. En este sentido, cabe aclarar que los impuestos extranjeros
pueden ser acreditables en los Estados Unidos aun cuando la
manera de calcular las deducciones difiera, en cuanto a su tem­
poralidad, de las normas tributarias estadounidenses. Así, por
ejemplo, si las normas fiscales de un país extranjero establecen
que las pérdidas de una actividad no pueden ser compensadas
contra las utilidades de una actividad ubicada en el mismo ne­
gocio o comercio, se entiende que no se estaría cumpliendo con
el requisito de ingresos netos54.

Finalmente, el concepto de ingresos brutos queda satisfecho


si la base del impuesto extranjero no excede los ingresos brutos
percibidos por el contribuyente o, en su defecto, el valor de mer­
cado del bien, en los supuestos de transferencias de bienes mue­
bles o inmuebles o en el caso de operaciones entre personas rela­
cionadas. Así, bajo las normas tributarias estadounidenses, no
sería acreditable un impuesto extranjero que contemple como
base imponible para los supuestos de transferencias de bienes

52 McINTYRE, Michael, The International Income Tax Rules of the United States,
Butterworth Legal Publishers, pags. 4-17, 4-19, 1992.
53 Ibid, pag. 4-18.
54 Ibid., pags. 4-19.

228
R o n a ld E van s M árq uez

inmuebles, el 130 por ciento del valor de mercado de la propie­


dad transferida.

El IRC, por otro lado, contiene normas que disponen que el


concepto de «impuesto acreditable» incluye aquellos impuestos
que, a pesar de no gravar la renta neta, reemplazan o sustitu­
yen en el extranjero al impuesto a la renta. De esta manera se
permite el acreditamiento en los Estados Unidos de impuestos
establecidos sobre base presunta, como sería el caso de los im­
puestos venezolanos a la asistencia técnica, regalías, etc.

El enfoque tripartito descrito anteriormente sugiere que las


autoridades extranjeras permitirán la imputación de un impuesto
extranjero en la medida que ese impuesto foráneo se asemeje a
lo que los Estados Unidos considera que debe ser gravado como
renta y el momento de su disponibilidad, lo cual ha sido critica­
do por algunos autores55.

5.1.1.1. Crédito Directo

El Art. 901 (b) del IRC dispone que las sociedades estadouni­
denses pueden acreditar contra su obligación tributaria, aque­
llos impuestos extranjeros derivados de actividades comerciales
desarrolladas en el exterior. La norma contempla el denomina­
do «crédito directo», que se origina en los supuestos en los que
sociedades desarrollen el giro de sus negocios en el exterior a
través de entidades que no gocen, de conformidad con las nor­
mas tributarias de los Estados Unidos, de una personalidad ju­
rídica independiente56.

El caso más frecuentemente contemplado bajo el Art. 901 (b)


es el de una sociedad que actúe en el exterior a través de una
sucursal. Así, los impuestos pagados en el exterior por la sucur­
sal serían acreditables contra el impuesto norteamericano de
dicha sociedad.
55 KAPLAN, Richard, Federal Taxation o f International Transactions. Principies,
Planning and Policy, West Publishing Company, 1998, pág. 89.
56 POSTLEWAITE, Philip, International Corporate Taxation, McGraw Hill, 1980,
pág. 89.

229
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

5.I.I.2. Crédito Indirecto

El IRC en su Artículo 902, prevé la posibilidad de acreditar


en los Estados Unidos impuestos pagados en el exterior por so­
ciedades extrarijerás. Eí acfeditarnife'nto1de impuestos indirectos
está limitado a sóciedádés anónittiaS estadounidenses («U.S.
corporations»). Bajó el régimen de créditos indirectos, las socie­
dades estadounidenses pueden acreditar impuestos pagados en
el exterior por sociedades extranjeras siempre qüe se cumplan
ciertos requisitos.

Eri prirriér lugar, los contribuyentes estadounidenses sólo


pueden acreditar ló's impuestos pagados en el extranjero por
entidades en el exterior en función a su respectiva participación
accionaria en tales entidades extranjeras. En segundo término,
el acreditamiénto es admitido con respecto a participaciones
accionarias directas o indirectas en sociedades extranjeras. Sin
embargo, de conformidad con lo previsto en el Art. 902(b)(l),
en el caso de participaciones indirectas, el acreditamiento de
impuestos queda restringido a entidades de hasta un tercer ni­
vel. Las sociedades estadounidenses quedan excluidas del cál­
culo de los ráyeles57.

Los contribuyentes estadounidenses o sus subsidiarias extran­


jeras deben fahíBién poseer directamente por lo menos el 10 por
ciento de las acciones con derecho á votó de las entidades ex­
tranjeras por las qué Se Obtiene un crédito por impuestos ex­
tranjeros. Adicionalthehte, en aquellos casos en que las socieda­
des estadounidenses tengan un interés indirecto en el capital de
entidades extranjeras ubicadas en un segundo o tercer nivel en
la estructura corporatiya, los contribuyentes norteamericanos
deben poseer indirectamente no menos del 5 por ciento de las
acciones con derecho a voto de tales entidades extranjeras58.

Con respecto al cómputo de tos créditos indirectos, el IRC


dispone que sólo son acreditables los impuestos extranjeros en

57 Ibid., pág. 90.


58 Idem

230
R o n a ld E van s M árq uez

tanto dichos impuestos sean proporcionalmente atribuibles a


dividendos recibidos por ia sociedad estadounidense. A efectos
de la determinación de impuestos indirectos acrédita'bles,' el
cálculo de la cuenta de ganancias netas acumuladas de la
sociedad extranjera debe ser realizado de conformidad coñ los
principios establecidos a tal fin bajo las normas tributarias
estadounidenses. En términos generales, los principios utilizados
son semejantes'a las normas contables de los Estados Unidos
(conocidas como los «General Accepted Accounting Principies « o
«U.S. GAAP») aplicables a la determinación de ia utilidad de
las em presas a efectos de su presentación en los estados
financieros.

5.I.I.3. Limitación al Crédito

El Art. 904 del IRC establece una fórmula cuyo objeto es limi­
tar la posibilidad de acreditar impuestos pagados en el extran­
jero. Esta fórmula es aplicable tanto para los créditos directos
como para los créditos indirectos. Originalmente, en la primera
legislación estaodunidense sobre imputación de impuestos pa­
gados en el extranjero de 1918, no existía limitación alguna res­
pecto a la acreditación de impuestos extranjeros; esto es, los im­
puestos extranjeros podían com pensar el gravam en
estadounidense a la renta extranjera sin consideración de su
cuantía. Muy poco tiempo después, sin embargo, en 1921, se
estableció una norm a lim itando la cuantía del im puestq
acreditable59.

En términos generales, la norma del Artículo 904 establece


que el crédito por impuestos estadounidenses no puede superar
el impuesto de los Estados Unidos sobre rentas de fuente ex­
tranjera. En otras palabras, el propósito fundamental de la limi­
tación es impedir que impuestos extranjeros se utilicen para re­
ducir la obligación correspondiente a impuestos estadounidenses
que recaen sobre ingresos de fuente estadounidense. La inten­

59 OWENS, Elisabeth, The foreign tax...Op. Cit., pág. 198.

231
60 A ños de Im po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

ción del legislador al incorporar la limitación al crédito por im­


puesto extranjero ha sido proteger la recaudación de ingresos
tributarios derivados de ganancias de fuente estadounidense.

De no existir la limitación al acreditamiento de impuestos


extranjeros, en muchas ocasiones la autoridad fiscal de los Esta­
dos Unidos se vería ante la posibilidad de perder recaudación
fiscal con respecto a ingresos de fuente estadounidense. Esto
significa que la porción del impuesto pagado en el exterior en
exceso del impuesto estadounidense debe ser visto como un cos­
to del inversionista por invertir en el extranjero y, desde un punto
de vista de política fiscal, algunos autores consideran que no
debe ser catalagado como un enriquecimiento sujeto a doble
tributación60.

Cabe destacar que el numerador de la fórmula de limitación


de créditos fiscales está compuesto por los ingresos netos
gravables de fuente extranjera que, de acuerdo con el IRC, co­
rrespondan al contribuyente estadounidense.

A efectos de calcular los ingresos netos gravables de fuente


extranjera es necesario: primero, identificar todos aquellos gas­
tos que hayan sido deducidos en la planilla de impuesto a la
renta en los Estados Unidos y que sean asimismo «atribuibles» a
los ingresos de fuente extranjera. Una vez identificados, estos
gastos son deducidos de los ingresos brutos de fuente extranjera
del contribuyente para de esta manera limitar el acreditamiento
de impuestos extranjeros a los ingresos netos de fuente extran­
jera del contribuyente.

Así, por ejemplo, un contribuyente estadounidensevpuede


recibir como consecuencia de su actividad llevada a cabo en el
exterior, ingresos en forma de dividendos, intereses o regalías.
Sin embargo, a fin de calcular el numerador de la fórmula, el
contribuyente debe atribuir a estos ingresos de fuente extranje­

60 POSTLEWAITE, Philip, International Taxation: Cases, Materials, and Problems,


Anderson Publishing Co.,1999, pág. 77.

232
R o n a ld E van s M árq uez

ra todos aquellos gastos que, de conformidad con las normas


tributarias estadounidenses, sean atribuibles a tales ingresos. Una
vez asignados, los gastos deben ser restados de los ingresos para
efectos de determinar el monto de impuestos extranjeros efecti­
vamente acreditables. Este proceso de asignación de gastos a
rentas es particularmente complejo61.

La reforma del IRC del año 1986 incluyó normas que requie­
ren que la limitación al crédito por impuestos extranjeros se cal­
cule en forma independiente (es decir en distintas canastas o
«baskets»), principalmente en el caso en que el contribuyente
reciba ingresos de fuente extranjera que no estén relacionados
con el giro ordinario de sus actividades comerciales. Esta sepa­
ración también se aplica en el caso de dividendos de sociedades
extranjeras en las que accionistas estadounidenses poseen una
participación en el capital accionario inferior o igual al cincuen­
ta por ciento. La finalidad de esta norm a es im pedir el
acreditamiento de impuestos extranjeros en exceso de la tarifa
interna estadounidense a través del "neteo" de impuestos con
tarifas distintas62.

La limitación al crédito por impuestos extranjeros puede, en


determinadas circunstancias, significar que el contribuyente pier­
da la posibilidad de acreditar contra su obligación por impuesto
a la renta estadounidense la totalidad de los impuestos pagados
en el exterior. Los créditos no utilizables en un ejercicio fiscal,
sin embargo, pueden ser utilizados retroactivamente en los dos
años anteriores («2 year carryback») o en los cinco años subsi­
guientes a su generación («5 year carryforward»)63.

A efectos de fiscalizar las actividades en el exterior y la legiti-'


midad de los impuestos acreditados, el fisco estadounidense re­
quiere que todo contribuyente que desee acreditar impuestos
extranjeros suministre cierta información referente a los esta­

61 Idem.
62 Ibid, pág. 78.
63 Ibid, pág. 80.

233
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

dos financieros de subsidiarias en el extranjero y el comproban­


te de pago de impuestos causados en el exterior. Asimismo, los
contribuyentes deben adjuntar una descripción del cómputo de
los créditos fiscales.

5.1.2. JAPÓN

Japón también utiliza el sistema de imputación de impuestos


pagados en el extranjero como método para eliminar la doble
tributación. Al igual que los EE.UU., permite al contribuyente
optar entre la imputación del impuesto extranjero o deducirlo
como un gasto64. Generalmente se utiliza una limitación gene­
ral, según la cual el impuesto extranjero no puede exceder el
impuesto japonés a esa renta extranjera65.

El caso de Japón quizás sea uno de los ejemplos más repre­


sentativos de la im portancia de extender el beneficio de
acreditamiento de impuestos extranjeros más allá de socieda­
des extranjeras de primer nivel.

Anteriormente a la reforma a la ley de impuesto a la renta


japonesa que entró en vigor en abril de 1992, la legislación sólo
admitía el acreditamiento de impuestos pagados por socieda­
des de primer nivel. Esta norma restrictiva de acreditamiento
de gravámenes extranjeros creaba una desventaja comparativa
para empresas japonesas exportadoras de capital que operaban
en el extranjero. Bajo esta norma, las empresas japonesas no po­
dían acreditar impuestos pagados por subsidiarias extranjeras de
segundo o tercer nivel, quedando sujetas a doble tributación so­
bre las utilidades generadas por dichas subsidiarias.

Con el fin de reducir esta desventaja comparativa, la ley de


impuestos a la renta japonesa fue modificada y ahora admite el
acreditamiento de impuestos extranjeros pagados por socieda­
des extranjeras de primero y segundo nivel. Esta medida permi­

64 AULT, Op. Cit., pág. 383.


65 Idem

234
R o n a ld E vans M árq uez

tió, por ejemplo, que empresas japonesas con actividades en los


Estados Unidos restructuraran sus operaciones en ese país y
comenzaran a utilizar compañías tenedoras o «holding» esta­
dounidenses para poseer las acciones de sociedades operativas
y poder presentar declaraciones consolidadas en los Estados
Unidos.

Esta nueva estructura hizo más atractivo para empresas ja­


ponesas, desde el punto de vista tributario y comercial, invertir
en el exterior, tanto en los Estados Unidos como en otros países
que permiten diversas formas de consolidación a efectos tribu­
tarios. El crédito indirecto se permite en esas circunstancias en
la medida que el accionista japonés posee por lo menos un 25%
de las acciones de la compañía foránea66.

5.1.3.REIN O UNIDO

El Reino Unido concede un crédito del impuesto pagado en


el extranjero bajo la Sección 790 del Taxes Act 1988 y disposi­
ciones analógas67. Las sociedades residentes en el Reino Unido
pueden acreditar impuestos pagados en el exterior por socieda­
des extranjeras en las que, directa o indirectamente, las socieda­
des del Reino Unido posean por lo menos un 10 por ciento de las
acciones con derecho a voto de dichas sociedades extranjeras68.

A diferencia del régimen de acreditamiento contemplado en


los Estados Unidos, la legislación tributaria inglesa no impone
ningún tipo de limitación en cuanto al nivel en que se encuen­
tren las sociedades controladas extranjeras, en tanto se cumpla
con el requisito de participación mínima en el capital accionarlo
de tales sociedades69.

66 Ibid, pâg. 384.


67 WILLIAMS, David and MORSE, Geoffrey, Davies: Principles of Tax Law, Sweet
& Maxwell, Londres, 2000, pâg. 413.
68 AULT, Op. Cit., pâg. 398.
69 Ibid, pâg. 399.

235
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

El sistema británico es, formalmente, más restrictivo que el


estadounidense dado que no permite combinar, para efectos del
crédito por impuestos extranjeros, distintos tipos de ingresos (por
ejemplo, dividendos e intereses) o ingresos provenientes de di­
versos países. Las empresas británicas por lo general evitan este
problema a través del uso de sociedades tenedoras establecidas
fuera del Reino Unido. Este tipo de sociedades les permite com­
binar distintos tipos de ingresos con sus respectivos créditos y,
como consecuencia, maximizar la utilización de dichos créditos
fiscales. Dado el papel que juegan en la estructura corporativa,
estas sociedades son usualmente llamadas «mixers». De no per­
mitirse su uso, las empresas multinacionales británicas sufrirían
una seria desventaja frente a multinacionales de otros países
con sistemas menos restrictivos70.

5.1.4. CANADÁ

Canadá utiliza un sistema combinado de imputación y exen­


ción. La imputación de impuestos extranjeros se permite a
aquellos contribuyentes residentes que hayan pagados impues­
tos a la renta o a las utilidades sobre sus rentas de fuentes ex­
tranjeras, tal como las define la ley tributaria canadiense. En
ese sentido, se establece una limitación "por país" a los im­
puestos que se pueden acreditar ("per country limitation").
Así, los créditos por impuestos extranjeros deben computarse
separadamente con base en los diferentes países donde se han
pagado tales impuestos.

De esta manera, el acreditamiento de impuestos extranjeros


correspondiente a cada país donde se ha desarrollado una activi­
dad comercial será el menor de las siguientes cifras: (a) los
gravámenes pagados en el país extranjero; o (b) el impuestos ca­
nadiense aplicable a las ganancias netas de fuente extranjera del
país donde se ha originado tal ganancia. Adicionalmente, existe
una limitación por tipo de rentas ("per basket limitation") para
rentas no empresariales, la cual también se aplica país por país71.

70 Ibid, pág. 391.


71 Ibid., pág. 390.

236
R o n a ld E van s M árquez

Adicionalmente, Canadá cuenta con un sistema parcial de


exención bajo el cual dividendos provenientes de filiales en cier­
tos países -por lo general, estos países suelen ser los que han
celebrado un convenio de doble tributación con Canadá- («Usted
countries») no están sujetos a tributación en Canadá72.

Los créditos por impuestos extranjeros no utilizados en un


determinado ejercicio fiscal pueden trasladarse tres años hacia
el pasado («3 year carryback») y siete hacia el futuro («7 year
carryforward»). No obstante, no se permite el traslado para aque­
llos impuestos excedentarios pagados por rentas no empresa­
riales ("nonbusiness income"), pero el exceso puede ser deduci­
do como un gasto73.

En conformidad con el principio que establece que los crédi­


tos fiscales son computados con base en el país donde se ha
generado la renta, los créditos acumulados sólo pueden utili­
zarse contra obligaciones tributarias generadas en el mismo país.
Así, si existen créditos acumulados cuyo origen ha sido el desa­
rrollo de una actividad comercial en Venezuela, el uso de di­
chos créditos sólo será aplicable a obligaciones tributarias futu­
ras generadas como consecuencia de actividades en Venezuela.
Al igual que en el Reino Unido, sin embargo, las sociedades ca­
nadienses tienen la flexibilidad de combinar ingresos, y, por lo
tanto, optimizar la utilización de los créditos a través del uso de
sociedades «mixers».

Asimismo, al igual que en el caso del Reino Unido, Canadá no


establece una limitación en cuanto al nivel en que se encuentre la
sociedad extranjera a fines del acreditamiento de impuestos.

Las normas de acreditamiento de impuestos de estos países


han previsto requisitos mínimos de interés, directo o indirecto,
en el capital accionario de sociedades extranjeras. Adicional­

72 Idem
73 Ibid, pág. 396.

237
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

mente se han determinado con precisión los niveles admisibles


de acreditamiento. Como se ha indicado, Estados Unidos per­
mite el acreditamiento por impuestos pagados por sociedades
extranjeras hasta el tercer nivel. En el resto de los países reseña­
dos, las norma tributarias también indican claramente los nive­
les admisibles de acreditamiento de impuestos extranjeros. Así,
Japón prevé dos niveles, mientras que Canadá y el Reino Unido
no tienen limitación en cuanto a los niveles admisibles.

La posibilidad de acreditar en forma amplia los impuestos


sufragados indirectamente por entidades de un segundo y ter­
cer nivel ha perm itido que estos países, históricam ente
exportadores de capital, permitieran que sus contribuyentes
pudieran operar en el exterior en forma competitiva. Con este
fin, un principio fundamental de los sistemas tributarios de es­
tos países ha sido evitar la doble tributación.

6. La imputación de impuestos extranjeros en la Ley vene­


zolana

El método de imputación ordinaria ha sido adoptado por


Venezuela en el Artículo 2 de la Ley en los siguientes términos:

Artículo 2. Toda persona natural o jurídica, residente o do­


miciliada en la República Bolivariana de Venezuela, así como
las personas naturales o jurídicas domiciliadas o residen­
ciadas en el extranjero que tengan un establecimiento per­
manente o una base fija en el país, podrán acreditar contra el
impuesto que conforme a esta Ley les corresponda pagar, el
impuesto sobre la renta que hayan pagado en el extranjero
por los enriquecimientos de fuente extraterritorial por los
cuales estén obligados al pago de impuesto en los términos
de esta Ley.
A los efectos de la acreditación prevista en este artículo, se
considera impuesto sobre la renta al que grava la totalidad
de la renta o los elementos de renta, incluidos los impuestos
sobre las ganancias derivadas de la enajenación de bienes
muebles o inmuebles, y los impuestos sobre los sueldos y

238
R o n a ld E van s M ár q u ez

salarios, así como los impuestos sobre las plusvalías. En


caso de duda, la Administración Tributaria deberá determi­
nar la naturaleza del impuesto acreditable.
El monto del impuesto acreditable, proveniente de fuentes
extranjeras a que se refiere este artículo, no podrá exceder a
la cantidad que resulte de aplicar las tarifas establecidas en
el Título III de esta Ley al total del enriquecimiento neto glo­
bal del ejercicio de que se trate, en la proporción que el enri­
quecimiento neto de fuente extranjera represente del total de
dicho enriquecimiento neto global.
En el caso de los enriquecimientos gravados con impuestos
proporcionales en los términos establecidos en esta Ley, el
monto del impuesto acreditable, no podrá exceder del im­
puesto sobre la renta que hubiese correspondido pagar en la
R ep ú b lica B o liv arian a de V en ezuela por estos
enriquecimientos.
A los fines de la determinación del monto de impuesto efec­
tivamente pagado en el extranjero acreditable en los térmi­
nos establecidos en este artículo, deberá aplicarse el tipo de
cambio vigente para el momento en que se produzca el pago
del impuesto en el extranjero, calculado conforme a lo pre­
visto en la Ley del Banco Central de Venezuela.

Como puede observarse, el sistema de imputación estableci­


do en nuestro país es bastante simple y deja por fuera muchos
aspectos esenciales que requieren estar regulados. En primer
lugar, el impuesto extranjero acreditable debe corresponder a
rentas de fuente extranjera, tal como se encuentran definidas
en nuestra Ley de ISLR.

El primer problema es que la Ley de ISLR venezolana no dis­


tingue claramente entre rentas de fuente venezolana y rentas
de fuente extranjera. Adicionalmente, existe el grave error de
clasificar como rentas de fuente venezolana (por ende exclu­
yendo la posibilidad de que cualquier impuesto extranjero so­
bre esas rentas sea acreditable o imputable en nuestro país) ren­
tas que obviamente corresponden a enriquecimientos de fuente
extranjera, entre las que podemos mencionar: (i) servicios pres­

239
60 A ño s d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

tados en el exterior pero que son aprovechados en Venezuela74;


(ii) enriquecimientos obtenidos por medio de establecimientos
permanentes o bases fijas situados en territorio venezolano, cuan­
do está claro que el establecimiento permanente o la base fija
serán gravados por rentas extranjeras atribuibles al estableci­
miento permanente según el Artículo 1 de la LISLR, y según el
Artículo 2 de la LISLR, pueden los establecimientos permanen­
tes o bases fijas acreditar el impuesto pagado en el extranjero (lo
cual no podrán nunca hacer dado que todas las rentas del esta­
blecimiento permanente se definen como rentas nacionales); (iii)
asistencia técnica prestada en el exterior pero utilizada en Ve­
nezuela, etc.

Como podemos observar, el Artículo 2 de la la Ley admite el


acreditamiento de impuestos pagados en el extranjero contra la
obligación tributaria venezolana. Una interpretación restrictiva
de este artículo podría llevarnos a concluir que el impuesto
acreditable en los casos de pago de dividendos es sólo el corres­
pondiente al dividendo directamente sufragado, mas no el im­
puesto subyacente a nivel corporativo, lo cual resultaría en ca­
sos flagrantes de doble tributación para todas aquellas empresas
ubicadas en el país que actúan en el extranjero a través de gru­
pos corporativos de varios niveles.

Esta interpretación, que seguramente hubiera sido rechaza­


da por el mismo legislador que ordenó que la nueva Ley estuvie­
ra ajustada a los principios de tributación internacional, no se
compadece con las necesarias prácticas de los contribuyentes
venezolanos que intentan competir en el exterior y que en una
economía global sumamente compleja deben, al igual que em­
presas de otros países, operar con estructuras corporativas de
varios niveles.

Si esta realidad no se reconociera modificando adecuadamen­


te el Artículo 2 para prever el crédito indirecto, se violaría el

74 Artículo 6, numeral "c", LISLR.

240
R o n a ld E vans M árq uez

espíritu de la norma cuya clara finalidad es evitar la doble


tributación. Por ello, pensamos que sería importante incluir de
manera expresa en una futura reforma la posibilidad de acredi­
tar el impuesto subyacente a nivel corporativo en el caso de so­
ciedad residentes en Venezuela con subsidiarias extranjeras de
varias niveles75.

7. Conclusiones

1. A partir de 1999, Venezuela amplió la base imponible de su


impuesto a la renta acercándose al ideal del concepto econó­
mico de renta elaborado por Henry Simons. En esta medida,
el impuesto sobre la renta venezolano se acerca un poco más
a la verdadera consulta de la capacidad contributiva y a las
virtudes atribuidas a la imposición directa: progresividad,
equidad, efecto estabilizador, entre otros.

2. Las normas sobre determinación de ingresos, costos y gastos


de fuente extranjera requieren una mejor elaboración y defi­
nición. En concreto, pensamos que debería utilizarse respec­
to a los gastos y deducciones el test de atribución, asignación

75 La redacción del Artículo 2 podría quedar como sigue (...) "Los sujetos
antes indicados podrán acreditar contra el impuesto que conforme a esta
Ley les corresponda pagar, el impuesto sobre la renta que haya pagado en.
el extranjero por los enriquecimientos de fuente extraterritorial por los
cuales estén obligados al pago de impuesto en los términos de esta Ley. El
monto del impuesto acreditable, proveniente de fuentes extranjeras a que
se refiere el párrafo anterior, no podrá exceder a la cantidad que resulte de
aplicar las tarifas establecidas en el Título III de la presente Ley. Tratándo­
se de ingresos por dividendos o utilidades distribuidas por sociedades
residentes en el extranjero a personas jurídicas residentes en Venezuela,
también se podrá acreditar el impuesto sobre la renta pagado por dichas
sociedades en el monto proporcional que corresponda al dividendo o uti­
lidad percibido por el residente en Venezuela, que se determinará en los
términos del Reglamento de esta Ley. El acreditamiento a que se refiere
este párrafo sólo procederá cuando la persona jurídica residente en Vene­
zuela sea propietaria de por lo menos un diez por ciento del capital social
de la sociedad residente en el extranjero durante los seis meses anteriores
a la fecha en que se decrete el dividendo o utilidad de que se trate".

241
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

o rastreo en el que no es relevante el lugar donde se incurrió


el gasto sino su estrecha vinculación con la generación de
una renta en particular (territorial o extraterritorial).

3. Existe en la actualidad el contrasentido de que las sociedades


constituidas bajo la Ley venezolana solo pueden deducir gas­
tos incurridos en Venezuela respecto a las rentas de fuente
venezolana mientras que los establecimientos permanentes
siguen la regla de causalidad, permitiéndose la deducción de
gastos incurridos en Venezuela o en el exterior respecto a
ingresos de fuente nacional sin limitación alguna. Esta últi­
ma regla debería ser adoptada para ambos casos.

4. La prohibición de compensación establecida en el parágrafo


único del Artículo 55 de la Ley de ISLR constituye un retro­
ceso en la evolución del sistema del ISLR venezolano. La pre­
tendida imposibilidad de neutralizar los resultados obteni­
dos, por el simple hecho de que las pérdidas a compensar
tengan su origen en actividades realizadas en distintos luga­
res según la postura de la Administración Tributaria, ade­
más de afectar la capacidad contributiva y dar tratamiento
discriminatorio a los diferentes contribuyentes del impuesto,
vendría a significar el retorno a un sistema impositivo a la
renta de tipo cedular, el cual había desaparecido del sistema
venezolano a partir de la Ley de ISLR de 1966. Más absurdo
todavía es pretender extender el ámbito de aplicación del
artículo 55 a la imposibilidad de compensar rentas de fuente
extranjera contra pérdidas de fuente venezolana. Este crite­
rio de la Administración desfigura el concepto de renta y viola
el principio de legalidad, capacidad económ ica y
progresividad.

5. El sistema de imputación establecido en nuestro país es bas­


tante simple y obvia muchos aspectos que son esenciales y
que por ende deben ser regulados necesariamente en un
próxima reforma de la Ley de ILSR. En primer lugar, el im­
puesto extranjero acreditable debe corresponden a rentas de
fuente extranjera tal como se entienden en nuestro país. El

242
R o n a ld E van s M árq uez

primer problema es que la Ley de ISLR venezolana no distin­


gue claramente entre rentas de fuente venezolana y rentas
de fuente extranjera. Adicionalmente, existe el grave error
de clasificar como rentas de fuente venezolana (por ende
excluyendo la posibilidad de que cualquier impuesto sobre
esas rentas sea acreditable o imputable en nuestro país) ren­
tas que obviamente corresponden a enriquecimientos de fuente
extranjera. Luego no se establece norma alguna en la Ley
sobre el traslado a ejercicios posteriores o anteriores de los
impuestos extranjeros que por alguna razón u otra no han
podido ser acreditados en su totalidad. Se debería prever un
traslado de estos excedentes no menor de cinco (5) años.

6. El sistema de imputación venezolano no establece claramen­


te el crédito indirecto en los casos de pago de dividendos (sólo
se reconoce expresamente el correspondiente al dividendo
directamente sufragado más no por el impuesto subyacente
a nivel corporativo). Esta falta de regulación resultaría en
casos flagrantes de doble tributación para todas aquellas em­
presas ubicadas en el país que actúan en el extranjero a tra­
vés de grupos corporativos de varios niveles. El legislador
ordenó que la nueva Ley estuviera ajustada a los principios
de tributación internacional. La falta de regulación de un
crédito indirecto no se compadece con las necesarias prácti­
cas de los contribuyentes venezolanos que intentan competir
en el exterior y que en una economía global sumamente com­
pleja deben, al igual que empresas de otros países, operar
con estructuras corporativas de varios niveles. Por ello, suge­
rimos una norma expresa que consagre esta posibilidad.

243
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

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246
APROXIMACIÓN A LA FIGURA
DEL ESTABLECIMIENTO PERMANENTE
EN EL IMPUESTO SOBRE
LA RENTA DE VENEZUELA

M oisés A . V a llen illa T olos a*


X a bier E scalante E lg ueza ba l **

Introducción:

El presente ensayo tiene como punto de partida los comenta­


rios publicados por la Academia de Ciencias Políticas y Sociales
en su serie Eventos Nro.15, que intentamos actualizar y ampliar
en este caso, habiéndose ya establecido en nuestro país el siste­
ma de impuesto basado en la noción de Rentas Mundiales, lo
cual como dijéramos en esa oportunidad, nos obliga a estudiar
con precisión algunos aspectos relevantes que a partir del año
2001 tienen una importancia vital en el desarrollo de nuestro
mecanismo de determinación y pago de impuestos.

Sin lugar a dudas un aspecto fundamental constituye los con­


ceptos que se desarrollan para determinar que se debe entender
por "Establecimiento Permanente", con la finalidad de lograr

* Abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello, Máster en


Leyes en la Universidad de Illinois Urbana Champaign. Es profesor de la
materia Evaluación del Riesgo Fiscal en la toma de decisión de la Empresa
de los Programas de Gerencia Tributaria y Finanzas de la Empresa de la
Universidad Metropolitana y en la Universidad Fermín Toro. Socio del
Escritorio Tinoco, Travieso, Planchart & Núñez.
** Abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello, Máster en
Derecho Común en la Universidad de Georgetown, egresado del Progra­
ma Internacional de Impuestos en la Universidad de Harvard, especialista
en Derecho Financiero de la Universidad Católica Andrés Bello. Profesor
de Derecho Tributario Comparado en la Universidad Metropolitana y de
Régimen Tributario en la Universidad Fermín Toro. Asociado del Escrito­
rio Tinoco, Travieso, Planchart & Núñez.

247
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

una atribución precisa de la carga tributaria a un fenómeno


impositivo que genere capacidad contributiva dentro del ámbi­
to aplicación jurisdiccional de nuestro Impuesto Sobre la Renta.

Es la intención de esta aproximación, esbozar de una mane­


ra clara y directa cómo se ha manejado el concepto de Estable­
cimiento Permanente en la legislación venezolana, enfrentando
algunos de los problemas que se están presentando en la aplica­
ción de esta figura novedosa para nuestro ámbito, y alertar so­
bre los posibles conflictos que se pueden presentar para que nos
avoquemos juntos, contribuyentes, estudiosos e interesados en
el tema tributario y las autoridades competentes a buscar posi­
bles soluciones y mecanismos que permitan un más profundo
estudio y análisis de las posibles soluciones a estos potenciales
conflictos.

El anterior principio de Territorialidad en Venezuela.

Cada país tiene la posibilidad soberana de escoger que tipo o


factor de conexión considera política, económica y jurídicamente
relevante para que ocurra la vinculación entre el hecho produc­
tor de rentas y la obligación de pagar impuestos en ese territorio
determinado. En este sentido, nuestro sistema de impuesto so­
bre la renta que comenzó a aplicarse a partir de enero de 1943,
adoptó un sistema de impuestos basado en la noción funda­
mental de rentas "Territoriales"1. Este sistema permaneció casi
inalterado durante la mayoría de las reformas efectuadas a nues­
tra Ley de Impuesto Sobre la Renta con ciertas acepciones fun­
damentalmente vinculadas con la noción de algunas rentas pre­
suntas (como por ejem plo, las llam adas rentas perezosas

1 De acuerdo al Estudio Comparado del Impuesto sobre la Renta de los Países


Miembros del CIAT, publicado en octubre de 1997, ya en esta fecha eran
pocos los países de la región que acompañaban a Venezuela en el uso de la
territorialidad como único principio de imposición jurisdiccional. En efec­
to solamente Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Pa­
raguay y Uruguay estaban en ese entonces en la lista de aplicación exclusi­
va del principio de fuente o territorial.

248
L eo n a r d o P a l a c io s M á r q u e z

originadas por ingresos obtenidos de fuente venezolana tales


como intereses, dividendos, alquileres, entre otras, (1986) y la
contraprestación por servicios de asistencia técnica y servicios
tecnológicos prestados desde el exterior (1978)). El sistema de
rentas Territoriales nos condujo a lo largo de su vigencia a tratar
de identificar con la mayor precisión cuándo un enriquecimiento
provenía de bienes situados en el país o de actividades económi­
cas desarrolladas en dentro del territorio de Venezuela.

En este sentido, identificar cuando un bien se consideraba


situado en el país constituía una tarea sencilla si se trataba de
un bien inmueble porque en este caso no existían ningún tipo de
dudas sobre su ubicación física y por lo tanto las rentas origina­
das por la cesión de su uso o goce, así como los ingresos obteni­
dos por su enajenación constituían una vinculación inmediata
y directa con Venezuela. Si se trataba de otro tipo de bienes
muebles que por sus características físicas podían desplazarse
fácilmente de un territorio a otro tales como aquellos sujetos a
registro especial terrestre, aéreo o marítimo, por ejemplo, o el
registro de acciones nominales o derechos de créditos, entonces
la ubicación física o material de dichos bienes o derechos no
necesariamente constituía el factor de vinculación necesario para
establecer que el ingreso obtenido por su uso o goce o por su
enajenación constituía un ingreso de fuente venezolana.

Así por ejemplo, nuestros tribunales especiales en materia


tributaria tradicionalmente sostuvieron que el ingreso obtenido
por la venta de acciones que integran el capital social de una
compañía constituida y domiciliada en Venezuela constituía un
ingreso gravable con el impuesto sobre la renta venezolano,
aunque la venta de las acciones se hubiese perfeccionado en el
exterior, el traspaso se hubiese registrado en el exterior, el pre­
cio se hubiese pagado también en el exterior y los títulos se en­
contraran físicamente en el extranjero. En este caso se constru­
yó la ficción legal que las acciones nominativas se consideraban
un bien situado en Venezuela independientemente de otros fac­
tores físicos o materiales. Por el contrario, entonces, debería es­
tar claro que el ingreso obtenido por la venta de acciones inte­

249
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

grantes del capital social de compañías constituidas y domici­


liadas en el extranjero no constituía un hecho gravable con el
Impuesto Sobre la Renta venezolano aunque la venta de dichas
acciones se perfeccionase en Venezuela, se entregaran los títu­
los respectivos en el país, se pagase su precio en Venezuela y el
vendedor estuviese domiciliado en el país.

Respecto a cuando una actividad económica se consideraba


desarrollada en Venezuela, el artículo 4 de nuestra anterior ley
de Impuesto sobre la Renta señalaba lo siguiente:

Un enriquecimiento proviene de actividades realizadas en


Venezuela o de bienes situados en el país cuando alguna de
las causas que lo origina ocurra dentro del territorio nacio­
nal, ya se refieran esas causas a la explotación del suelo o
del subsuelo, a la formación, traslado, cambio o cesión del
uso o goce de bienes muebles o inmuebles, corporales o
incorporales o a servicios prestados por personas domici­
liadas, residentes o transeúntes en Venezuela y los que se
obtengan por asistencia técnica o servicios tecnológicos uti­
lizados en el país. (...)

"Alguna de las causas" fue interpretado por nuestras autori­


dades administrativas e incluso judiciales como una equivalen­
cia absoluta e indiferente entre causas económicas, jurídicas y
en algunos casos hasta comerciales. Esta equivalencia de causas
creó a nuestro parecer una terrible inseguridad jurídica que nos
ha enfrentado al análisis de los mas disparatados argumentos,
para poder evaluar si bajo los parámetros de interpretación ofi­
cial pudiese considerarse que un determinado ingreso podría
calificarse por cualquier circunstancia como "causado" en Ve­
nezuela y por lo tanto sujeto al impuesto sobre la renta.2

2 "Las normas legales sobre la fuente de la renta tienden a ser expresiones


amplias de lo que constituye renta de fuente nacional. Las normas latinoa­
mericanas sobre fuente de la renta no son excepción a dicha regla. En
algunos casos, el deseo de ofrecer un concepto amplio de renta de fuente
nacional ha llevado al legislador a utilizar términos vagos que pueden
servir de base a diversas interpretaciones. Véanse, por ejemplo, dos nor­

250
L e o n a r d o P a la c io s M árquez

Ahora bien, como uno de esos factores de conexión en la teo­


ría de la equivalencia de la causa (jurídica, económica o comer­
cial) ya fuese inmediata, mediata o remota podría ser la nacio­
nalidad o domicilio del perceptor del ingreso, era necesario
analizarla, sin embargo su aplicación efectiva dentro de un sis­
tema casi puramente territorial como el nuestro no parecía muy
coherente ya que precisamente la nacionalidad o el domicilio
del contribuyente eran los factores de conexión por excelencia
de casi todos los sistemas de impuestos basados en la noción de
Rentas Mundiales. En este sentido, el estudio del domicilio de
los contribuyentes tenía cierta importancia en Venezuela para
la determinación por ejemplo de la tarifa efectiva aplicable a
ciertos sujetos o a la posibilidad de obtener determinados bene­
ficios y rebajas fiscales pero no constituía un factor relevante y
decisivo para la aplicación o no del sistema impositivo. Si por
cualquier causa el sistema impositivo venezolano se considera­
ba aplicable, entonces tal como dijimos, el hecho de estar o no
domiciliado en Venezuela pasaba a un segundo plano de im­
portancia relacionado con el "quantum" de la obligación y no,
repetimos, con la obligación tributaria en si misma considerada.

Por las razones antes expuestas, la idea de poseer un Estable­


cimiento Permanente en Venezuela, a pesar de estar consagra­
da como supuesto fundamental en nuestro primer Código Or­
gánico Tributario de 19823 y en muchas de nuestras Ordenanzas

mas venezolanas referentes a la fuente, una de las cuales define la renta de


fuente nacional como aquélla recibida por razón de "actividades económi­
cas realizadas en Venezuela" y otra que establece que la renta proviene de
actividades económicas realizadas en Venezuela "cuando alguna de las
causas que [la] origina ocurre dentro del territorio nacional...". El término
"causas" es tan amplio que puede incluir prácticamente cualquier tipo de
actividad que ocurra en Venezuela." CASANEGRA DE JANTSCHER, Milka,
Algunos temas relativos a disposiciones sobre fuente y asignación de rentas. Fon­
do Monetario Internacional, Documento de Trabajo, 10-03-80. Pág. 10)
3 Art. 30: Se consideran domiciliados en Venezuela para los efectos tributa­
rios: 4 Las personas naturales o jurídicas constituidas o domiciliadas en el
exterior que mantengan en el país un establecimiento permanente, respec­
to de las operaciones que efectúen en Venezuela. (Subrayado nuestro)

251
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta e n V en ezu ela

Municipales/no: era más que un análisis doctrinario sin ningún


efecto práctico-porque bajo un- esquema territorial fundamenta­
do en un análisis jurídico de equivalencia de causas, resultaba
absolutamente irrelevante la tenencia o no de un Establecimien­
to Permanente. cuando el ingreso se atribuía a una causa en
Venezuela. En este mismo sentido y como consecuencia lógica
de la aplicación de un sistema de. Rentas Territoriales, la preten­
sión de acreditar cualquier tipo de impuestos causados o paga-
dos en el extranjero cuyas rentas originadoras del impuesto pa­
gado no había ;sido computada en Venezuela (por considerarse
extraterritoriales) para-el respectivo cálculo del impuesto,: resul­
taba absolutamente inconsistente y totalmente improcedente.

En consecuencia la figura del Establecimiento Permanente y


su concordancia con la aplicación o no del impuesto sobre la
renta no fue objeto de verdaderos análisis jurídicos dentro del
esquema tradicional de Rentas Territoriales. No obstante, ahora
con el cambio, de sistema incluido en esta reforma el enfoque
territorial del Impuesto Sobre la Renta varía y se hace necesario
considerar al Establecimiento Permanente como una institución
propia y de uso cotidiano, no más una visión foránea y ajena
que contemplábamos en los tratados de doble tributación y en
las.legislaciones extranjeras.

Noción ide Establecimiento Permanente.

Debemos destacar que la noción de Establecimiento Perma­


nente, constituye uno de los temas mas importantes dentro del
esquema de Rentas Mundiales, adoptado por nuestro país, sien­
do piedra angular que conecta una capacidad contributiva atri-
buible a una actividacl realizada en jurisdicción nacional. Por lo
general, todo país que posee un sistema de Rentas Mundiales
mantiene un sistema interno de rentas territoriales o de fuente,
lo que sucede es que ese sistema de rentas territoriales se ve de
alguna manera ampliado por un sistema que ahora incluye la
noción de Rentas Mundiales. Debido entonces a esta nueva am­
plitud del sistema, nos vemos en la obligación de crear y anali­
zar nuevos factores de conexión como lo son tradicionalmente,

252
L e o n a r d o P alacicds M árquez

la nacionalidad,-el domicilio y particularmente la créación o


mantenimiento de un Establecimiento Permanente^.,

Siguiendo a García Prats, el término Establecimiento Perma­


nente deriva de la figura de derecho alemán betriebstatt, que se
utilizaba en el ámbito de tributación local durante él siglo XIX,
para definir la jurisdicción impositiva de distintos municipios
sobré las actividades económicas desarrolladas en sü territorio5.

Siendo importante él uso de esta figura en el derecho tributa­


rio local, és sin duda en el ámbito internacional donde demues­
tra su mayor influencia,, siendo base fundamental de la teoría
que avala los modelos de convenios para, evitar la doble
tributación, establecidos por los países exportadores de inver­
sión, cuya muestra inequívoca es el modelo de convenio para
evitar la doble imposición de la OCDE6-

El establecimiento Permanente en nuestra


legislación vigente.

Como vimos anteriormente, la figura del Establecimiento Per­


manente/estaba consagrada como supuesto de dómiciliación
en el texto del Código Orgánico Tributario derogado, haciendo
una equiparación improcedente de ambas instituciones, y de

4 El "Glosario Tributos Internos" que publica el SENIAT en su pagina web


h ttp :// www.seniat.gov.ve/, nos ofrece una sencilla noción del término
Establecimiento Permanente: "lugar fijo de negocios, en el cual una perso­
na natural o jurídica, desarrolle total o parcialmente actividades gravadas.
Se incluyen las sucursales, firmas personales, entre otros."
5 "La traslación con carácter general de este instituto al ámbito internacio­
nal no tendrá lugar hasta entrado el siglo XX, como consecuencia del auge
de la actividad económica al expandirse las actividades comerciales e indus­
triales más allá de las fronteras de los entes titulares de los impuestos que
gravaban esta actividad. Su introducción sin embargo, se verá mediatizada
por la filosofía tributaria de carácter aislacionista" GARCÍA PRATS, Fran­
cisco Alfredo, El Establecimiento Permanente. Análisis Jurídico-tributario inter­
nacional de la imposición societaria. Ed. Tecnos. Madrid 1996, Pág, 40.
6 Vid. EVANS, Ronald, Régimen Jurídico de la Doble Tributación Internacional.
Ed. Mac Graw Hill, Caracas 1999. Pág. 109

253
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

los efectos que pueden surgir si se dan los supuestos para que
un contribuyente se considere domiciliado o bien que posea un
Establecimiento Permanente.

Como antecedente de la legislación sobre Establecimiento


Permanente, podemos citar el concepto que incluyó el reglamen­
to de la Ley de Impuesto a los Activos Empresariales, del año
19947, en cuyo texto el reglamentista sintió la necesidad de in­
cluir una definición que no se encontraba hasta ese entonces en
ninguna norma, aunque no estuviese directamente relacionada
con la aplicación de Impuesto a los Activos Empresariales.

En primer lugar, nuestra legislación adoptó, como era nece­


sario al entrar en el régimen de tributación mundial, el princi­
pio de la atribución de ingresos bien sea de fuente territorial o
extranjero, a aquellos Establecimientos Permanentes o bases fi­
jas, bien se trate de personas jurídicas o personas naturales res­
pectivamente, que existan en el país. En este sentido, el artículo
primero de la vigente Ley de Impuesto sobre la Renta señala
textualmente:

Artículo 1. Los enriquecimientos anuales, netos y disponi­


bles obtenidos en dinero o en especie, causarán impuestos
según las normas establecidas en esta Ley.

7 Artículo 3: "Se considerarán establecimientos permanentes los lugares fi­


jos de negocios, en los cuales una persona natural o jurídica, desarrolle
total o parcialmente actividades gravadas. Para tal efecto, se considerarán
incluidos dentro de tal concepto las sucursales, firmas personales, presta­
ción de servicios técnicos, científicos, estudios de prospección y explora­
ción, agencias o representaciones permanentes, sedes de dirección o de
administración de empresas, oficinas, fábricas, talleres, minas, canteras y
otras explotaciones, ejecución de obras civiles o trabajo de construcción o
de montaje, uso de instalaciones con fines de almacenamiento, exhibición
o entrega de mercancías, así como el mantenimiento de las existencias de
dichas mercancías con tales fines; el mantenimiento de un lugar fijo de
negocios para adquirir mercancías, obtener informaciones de carácter co­
mercial o industrial, o de otras actividades gravadas; así como también las
que tengan por fin la publicidad o la realización de investigaciones técni­
cas o científicas con fines de lucro". (Reglamento de la Ley de Impuestos a
los Activos Empresariales, publicado en Gaceta Oficial Nro. 4834 Extraor­
dinario de fecha 30-12-94)

254
L eo n a r d o P a l a c io s M árq uez

Salvo disposición en contrario de la presente Ley, toda per­


sona natural o jurídica, residente o domiciliada en la Repú­
blica Bolivariana de Venezuela, pagará impuestos sobre sus
rentas de cualquier origen, sea que la causa o la fuente de
ingresos esté situada dentro del país o fuera de él. Las perso­
nas naturales o jurídicas no residentes o no domiciliadas en
la República Bolivariana de Venezuela estarán sujetas al
impuesto establecido en esta Ley siempre que la fuente o la
causa de sus enriquecimientos esté u ocurra dentro del país,
aun cuando no tengan establecimiento permanente o base
fija en la República Bolivariana de Venezuela. Las personas
naturales o jurídicas domiciliadas o residenciadas en el ex­
tranjero que tengan un establecimiento permanente o una
base fija en el país, tributarán exclusivamente por los ingre­
sos de fuente nacional o extranjera atribuibles a dicho esta­
blecimiento permanente o base fija. (Subrayado nuestro).

La entrada en vigencia de esta disposición de la Ley de Im­


puesto Sobre la Renta publicada en 1999, se vio postergada por
aplicación de la disposición transitoria que estableció una vacatio
legis con el fin de aplazar la entrada en vigencia del régimen de
renta mundial a partir del lero de enero de 2001, fecha en la
cual comenzó a tener relevancia jurídica práctica en Venezuela
la noción de Establecimiento Permanente8.

Aunado al movimiento de reforma de la Ley de Impuesto


Sobre la Renta, en materia de renta mundial, el Código Orgá­
nico Tributario, contempló a su vez al ser reformado, el con­
cepto de Establecimiento Permanente incluyéndolo dentro de

Existió cierta consternación en cuanto al lapsus del legislador de no incluir


dentro de la disposición transitoria al artículo 7 de la ley que enumera los
supuestos de existencia de un Establecimiento Permanente, con lo cual
podría alegarse que la existencia del Establecimiento Permanente estaba
vigente durante el año 2000, con los efectos tributarios. Sin embargo como
bien indica PAREDES debe forzosamente concluirse que el Establecimien­
to Permanente sólo significaría el gravamen a rentas extranjeras en los
ejercicios tributarios que se inicien a partir del 1 de enero de 2001. (vid.
PAREDES, Carlos Enrique, El Principio de Territorialidad y el Sistema de Renta
Mundial en la Ley de Impuesto sobre la Renta Venezolana, Ed. Torino, Caracas
2002, Pág. 192)

255
60 A ño s d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

los supuestos de aplicación de la norma tributaria en el ámbito


espacial:

Artículo 11: Las normas tributarias tienen vigencia en el


ámbito espacial sometido a la potestad del órgano compe­
tente para crearlas.

Las leyes tributarias nacionales podrán gravar hechos ocu­


rridos total o parcialmente fuera del territorio nacional, cuan­
do el contribuyente tenga nacionalidad venezolana, esté re­
sid en ciad o o d o m iciliad o en V enezuela o posea
establecimiento permanente o base fija en el país. (Subraya­
do nuestro)

Como sucede en la mayoría de las legislaciones, así como en


el modelo de la OCDE (Art. 5) en Venezuela, la ley no contiene
un concepto jurídico determinado específico sobre que es un
Establecimiento Permanente, sino una mera enumeración de los
supuestos fácticos en los cuales se considera existente un Esta­
blecimiento Permanente9.

En nuestra actual Ley de Impuesto Sobre la Renta, esta enu­


meración está contenida en el parágrafo tercero del artículo sép­
timo de la Ley señalada:

Parágrafo Tercero: A los fines de esta Ley, se entenderá que


un sujeto pasivo realiza operaciones en la República
Bolivariana de Venezuela por medio de establecimiento per­
manente, cuando directamente o por medio de apoderado,
empleado o representante, posea en el territorio venezolano
cualquier local o lugar fijo de negocios, o cualquier centro de

9 Vid. De ARESPACOCHAGA, Joaquín, Planificación Fiscal Internacional, ed


Marcial Pons, Madrid 1998, Pág. 44. Es interesante también anotar la forma
en que la ley de Impuesto sobre la Renta de México, incluye en el encabe­
zado del artículo 2 la definición de que se entiende por Establecimiento
Permanente: "Artículo 2o.- Para los efectos de esta Ley, se considera esta­
blecimiento permanente cualquier lugar de negocios en el que se desarro­
llen, parcial o totalmente, actividades empresariales. Se entenderá como
establecimiento permanente, entre otros, las sucursales, agencias, ofici­
nas, fábricas, talleres, instalaciones, minas, canteras o cualquier lugar de
exploración, extracción o explotación de recursos naturales".

256
L e o n a r d o P a l a c io s M árquez

actividad en donde se desarrolle, total o parcialmente, su


actividad o cuando posea en la República Bolivariana de
Venezuela una sede de dirección, sucursal, oficinas, fábri­
cas, talleres, instalaciones, almacenes, tiendas u otros esta­
blecimientos; obras de construcción, instalación o montaje,
cuando su duración sea superior a seis meses, agencias o
representaciones autorizadas para contratar en nombre o
por cuenta del sujeto pasivo, o cuando realicen en el país
actividades referentes a minas o hidrocarburos, explotacio­
nes agrarias, agrícolas, forestales, pecuarias o cualquier otro
lugar de extracción de recursos naturales o realice activida­
des profesionales, artísticas o posea otros lugares de trabajo
donde realice toda o parte de su actividad, bien sea por sí o
por medio de sus empleados, apoderados, representantes o
de otro personal contratado para ese fin. Queda excluido de
esta definición aquel mandatario que actúe de manera inde­
pendiente, salvo que tenga el poder de concluir contratos en
nombre del mandante. También se considera establecimien­
to permanente a las instalaciones explotadas con carácter
de permanencia por un empresario o profesional, a los cen­
tros de compras de bienes o de adquisición de servicios y a
los bienes inmuebles explotados en arrendamiento o por
cualquier título.
Tendrán el tratamiento de establecimiento permanente las
bases fijas en el país de personas naturales residentes en el
extranjero a través de las cuales se presten servicios perso­
nales independientes. Constituye base fija cualquier lugar
en el que se presten servicios personales independientes de
carácter científico, literario, artístico, educativo o pedagógi­
co, entre otros, y las profesiones independientes.

A modo comparativo podemos observar en el artículo 5 del


Convenio para evitar la doble Tributación celebrado entre los
Estados Unidos de América y Venezuela10, cómo se modifican

10 Artículo 5 Establecimiento Permanente


1-. Para los propósitos de este Convenio, el término "establecimiento
permanente" significa un lugar fijo de negocios a través del cual una
empresa realiza la totalidad o una parte de su actividad.
2-. El término "establecimiento permanente" incluye, en especial:

257
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

los supuestos incluidos en nuestra legislación, -influenciado por


el Modelo de Convenio de las Naciones Unidas-, específicamente
con relación a la duración de las obras de construcciones de seis

a) una sede de dirección; b) una sucursal; c) una oficina; d) una fábrica;


e) un taller; y f) una mina, un pozo de petróleo o gas, una cantera o
cualquier otro lugar de extracción de recursos naturales.
3-. De la misma manera, el término "establecimiento permanente" com­
prende:
a) Una obra o construcción o proyecto de instalación, o una instala­
ción o plataforma de perforación o embarcación utilizada para la ex­
ploración de recursos naturales, pero solamente cuando dicha obra,
proyecto o actividades continúen durante un período o períodos que
totalicen más de 183 días dentro de cualquier período de doce meses
que comience o termine en el correspondiente ejercicio fiscal; y
b) El suministro de servicios, incluyendo servicios de consultoría por
parte de una empresa mediante empleados u otro personal contratado
por la empresa para ese fin, pero solamente cuando las actividades de
esa naturaleza continúen (para el mismo proyecto o uno relacionado)
dentro del país por un período o períodos que totalicen más de 183 días
dentro de cualquier período de doce meses que comience o termine en
el correspondiente ejercicio fiscal.
4-. No obstante las disposiciones anteriores de este Artículo, se considera­
rá que el término "establecimiento permanente" no incluye:
a) la utilización de instalaciones con el único objeto de almacenar,
exhibir o entregar bienes o mercancías pertenecientes a la empresa;
b) el mantenimiento de depósitos de bienes o mercancías pertene­
cientes a la empresa con el único objeto de almacenarlos, exhibirlos
o entregarlos;
c) el mantenimiento de depósitos de bienes o mercancías pertene­
cientes a la empresa con el único objeto de que sean procesados por
otra empresa;
d) el mantenimiento de un lugar fijo de negocios con el único objeto
de comprar bienes o mercancías, o recopilar información, para la
empresa;
e) el mantenimiento de un lugar fijo de negocios con el único objeto
de realizar, para la empresa, cualquier otra actividad que tenga
carácter preparatorio o auxiliar;
f) el mantenimiento de un lugar fijo de negocios con el único fin del
ejercicio combinado de las actividades mencionadas en los
subparágrafos a) al e), siempre que el conjunto de la actividad del
lugar fijo de negocios que resulte de esta combinación sea de carác­
ter auxiliar o preparatorio.
5-, No obstante las disposiciones de los parágrafos 1 y 2, cuando una per­
sona -distinta de un agente que disfrute de una condición indepen-

258
L e o n a r d o P a l a c io s M á r q u e z

a doce meses, y la mención de los almacenes como supuesto


para la existencia de un establecimiento permanente. Precisa­
mente bajo el contexto del mencionado convenio con los Esta­
dos Unidos, la actual Sala Constitucional del Tribunal Supremo
al declarar la constitucionalidad de dicho tratado, examinó los
principios de tributación internacional para evitar la doble
tributación, caracterizando al Establecimiento Permanente como
un factor "intermedio"11.

diente conforme al parágrafo 6 - esté actuando por cuenta de una em­


presa y tenga y ejerza habitualmente, en un Estado Contratante pode­
res para suscribir contratos en nombre de la empresa, se considerará
que dicha empresa tiene un establecimiento permanente en dicho Esta­
do con respecto a cualesquiera actividades que esa persona realice para
la empresa, a menos que las actividades de dicha persona se limiten a
las mencionadas en el parágrafo 4, las cuales, si se realizan a través de
una lugar fijo de negocios, no podrá convertir dicho lugar fijo de nego­
cios en un establecimiento permanente conforme a las disposiciones
de dicho parágrafo.
6-, No se considerará que una empresa tiene un establecimiento perma­
nente en un Estado Contratante por el simple hecho de que realice sus
actividades en dicho Estado a través de un corredor, un comisionista
general o cualquier otro agente que goce de una condición indepen­
diente, siempre que dichas personas actúen dentro del marco ordina­
rio de su negocio. Sin embargo, cuando las actividades de dicho agente
se realicen totalmente o casi totalmente por cuenta de esa empresa y
las transacciones entre el agente y la empresa no se encuentren bajo
condiciones de empresas no relacionadas ("under arm's length
conditions"), no será considerado un agente independiente dentro del
significado de este parágrafo.
7-. El hecho de que una compañía residente de un Estado Contratante
controle o sea controlada por una compañía residente del otro Estado ,
Contratante, o que realice negocios en ese otro Estado (ya sea a través
de un establecimiento permanente o de otra manera), no convierte por
sí solo a ninguna de dichas compañías en un establecimiento perma­
nente de la otra.
11 "Sobre la base de ese concepto, (doble imposición) asumido en la genera­
lidad de los tratados bilaterales suscritos en el mundo para evitar la doble
tributación, Venezuela y Estados Unidos han acordado distribuir la com­
petencia para gravar las rentas de sus residentes y nacionales, según mo­
delos internacionalmente reconocidos y que han sido objeto de otros Tra­
tados para evitar la doble tributación que se han convertido en leyes del
país, que implican la combinación del criterio general de la residencia

259
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Bajo los criterios internacionales existen básicamente tres as­


pectos fundamentales para calificar o crear un Establecimiento
Permanente, estos criterios han sido analizados ipoi; diversos
organismos internacionales y estudiados profundamente para
la creación de modelos para el estudio y celebración de Trata­
dos Internacionales para evitar la Doble Imposición. En estos
casos el análisis y el alcance del concepto de Establecimiento
Permanente frecuentemente ha sido adaptado a la necesidad
específica del caso concreto.

Estos criterios son básicamente (i) un criterio físico determi­


nado con carácter material constituido por una oficina, direc­
ción o local, explotación de minas o hidrocarburos, explotacio­
nes agrícolas, pecuarias, forestales o construcción cuya duración
supere un plazo determinado de tiempo, (ii) un criterio sustan­
tivo vinculado a la presencia de personal, un apoderado de la
empresa, alguna actividad profesional o artística y (iii) un crite­
rio de agente autorizado para contratar en nombre o por cuen­
ta del sujetó pasivo.

Separación entre Domicilio y Establecimiento Permanente:

Como observamos antériormente, la legislación venezolana


equiparó erradáfhente el concepto de domicilio con el concepto
de Establecimiento Permanente12, cuando en realidad ambos
conceptos no son necesariamente equiparables; aún cuando

(renta mundial), del criterio de la fuente y del criterio intermedio del


establecimiento permanente o base fija para los beneficios empresariales;
con la finalidad de mantener la carga tributaria acumulada por la concu­
rrencia de los poderes de ambos Estados dentro de umbrales individuales
razonables y justos (capacidad económica del contribuyente) y repartir
equitativamente la imposición de las rentas conectadas con ambos Esta­
dos, ya sea atribuyéndosela exclusivamente a alguno de los dos o divi­
diendo la base imponible o lá alícuota aplicable entre ambos Estados,
según el tipo de rentas en cuestión." (subrayado nuestro) (Sentencia de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del
magistrado Jesús E. Cabrera, de fecha 07 de agosto de 2001.)
12 Vid. Nota 3

260
M o is é s A . V a i x e n i l l a T o l o s a - X a b i e r E s c a l a n t e E l g u e z a b a l

constituyen conceptos, que si bien se encuentran relacionados,


su naturaleza y consecuencias'tributarias no corresponden a
realidades absolútameñte idénticas. Pór el contrario, las perso­
nas naturales Ó jurídicas domiciliadas en Venezuela a partir del
lero de enero del año 2001 están obligadas a declarar todos sus
ingresos obtenidos dentro ó fuera de Venezuela, independien­
temente de la causa ó factor que califique su producción de ma­
nera objetiva. El único factor de conexión válido en este caso
resulta precisamente el factor domicilio.

Sin embargo, aquellas personas jurídicas que tengan un Es­


tablecimiento Permanente en el país, (o base fija para el caso de
las personas naturales), a partir del año 2001, no {deben necesa­
riamente declarar todos sus ingresos bien sean éstos territoriales
o extraterritoriales, ya qué el factor de conexión válido rio es el
domicilio, sino por el contrario es precisamente el Establecimiento
Permanente y por ende solamente los ingresos atribuibles a di­
cho establecimiento serán gravados por el impuesto en Vene­
zuela, sean estos de fuente territorial o de fuente extranjera.

Este cambio necesario eri la legislacióri patria, se ve reflejado


en el actual artículo 30 del Código Orgánico Tributario, él cual
deja atrás la equivocada equiparación del Estáblecimiérito Per­
manente al Domicilio, enunciando cuales son entonces los su­
puestos en los cuales un contribuyente se considera domiciliado
a efectos fiscales:

Artículo 30: Se consideran domiciliados en la República


Bolivariana de Venezuela para los efectos tribútanos:

1. Las personas naturales que hayan permanecido en el


país por un período continuo o discontinuo de más de
ciento ochenta y tres (183) días en un año calendario„o
en el año inmediatamente anterior al del ejercicio al cual
correspondan determinar el tributo.
2. Las persona naturales que hayan establecido su residen­
cia o lugar de habitación en el país, salvo que en el año
calendario permanezca en otro país por un péríódo con­
tinuo o discontinuo de más de ciento ochenta y tres (183)

261
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

días, y acrediten haber adquirido la residencia para efec­


tos fiscales en ese otro país.
3. Los venezolanos que desempeñen en el exterior funcio­
nes de representación o cargos oficiales de la República,
de los estados, de los municipios o de las entidades
funcionalmente descentralizadas, y que perciban remu­
neración de cualquiera de estos entes públicos.
4. Las personas jurídicas constituidas en el país, o que se
hayan domiciliado en él, conforme a la Lev.

Parágrafo Primero: Cuando las leyes tributarias establezcan


disposiciones relativas a la residencia del contribuyente o
responsable, se entenderá como tal el domicilio, según lo
dispuesto en este artículo.
Parágrafo Segundo: En los casos establecidos en el numeral
dos de este artículo, la residencia en el extranjero se acredi­
tará ante la Administración Tributaria, mediante constan­
cia expedida por las autoridades competentes del Estado
del cual son residentes.

Salvo prueba en contrario, se presume que las personas na­


turales de nacionalidad venezolana son residentes en terri­
torio nacional.

Del artículo 30 trascrito se puede concluir que se considera


domiciliadas en Venezuela a los fines tributarios, por una parte,
a las compañías que hayan sido debidamente constituidas en el
país, es decir siguiendo las normas establecidas en el Código de
Comercio al respecto, y por otra parte a las compañías que no
habiéndose constituido en el país, se hayan domiciliado en Ve­
nezuela conforme a la Ley.

Queda al descubierto la duda sobre la referencia que hace


el Código Orgánico Tributario cuando indica que "se hayan
domiciliado en Venezuela conforme a la Ley", ya que no espe­
cifica exactamente si la Ley a que se refiere se limita única­
mente al propio Código Orgánico Tributario, por lo que pode­
mos inferir en principio, que sin distinción hecha por el
legislador, no debe entonces distinguirse al interpretar, todo lo

262
M o is é s A . V a l l e n i l l a T o l o s a - X a b ie r E s c a l a n t e E l g u e z a b a l

cual implica que la domiciliación establecida en el artículo 354


del Código de Comercio13 es sin duda supuesto de domicilio
tributario en Venezuela.

Es así como con la entrada en vigencia del nuevo Código


Orgánico Tributario, queda perfectamente separado el concep­
to de Domicilio con el de Establecimiento Permanente, siendo
además supuestos excluyentes, tal y como lo establece el artícu­
lo 33 de la norma mencionada:

Artículo 33: En cuanto a las personas domiciliadas en el


extranjero, las actuaciones de la Administración Tributaria
se practicarán:

1. En el domicilio de su representante en el país, el cual se


determinará conforme a lo establecido en los artículos
precedentes.
2. En los casos en que no tuvieren representante en el país,
en el lugar situado en Venezuela en el que desarrolle su
actividad, negocio o explotación, o en el lugar donde se
encuentre ubicado su establecimiento permanente o base
fija.
3. El lugar donde ocurra el hecho imponible, en caso de no
poder aplicarse las reglas precedentes.

13 "Las sociedades constituidas en país extranjero que tengan en la República


el objeto principal de su explotación, comercio o industria se reputarán
nacionales.
Las sociedades que constituidas también en país extranjero sólo tuviere en
la República sucursales o explotaciones que no constituyan su objeto prin­
cipal, conservan su nacionalidad, pero se les considerará domiciliadas en
Venezuela.
Unas y otras sociedades, si son en nombre colectivo o en comandita simple
deben cumplir con los mismos requisitos establecidos para las sociedades
nacionales; y si son sociedades por acciones, registrarán en el Registro de
Comercio del lugar donde esta la Agencia o explotación, y publicarán en
un periódico de la localidad el contrato social y demás documentos nece­
sarios a la constitución de la compañía, conforme a las leyes de su naciona­
lidad, y una copia debidamente legalizada de los artículos referentes a esas
leyes. Acompañarán, además, para su archivo en el cuaderno de compro­
bantes, los estatutos de la compañía".

263
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

Como puede observarse, en cuanto a la dirección fiscal, nece­


saria para todos los contribuyentes, correspondiente al lugar en
donde la Administración Tributaria puede tener contacto con
éstos con el fin de practicar las debidas actuaciones en el cum­
plimiento de sus funciones públicas, el supuesto de la norma
implica correctamente que las personas que posean estableci­
mientos permanentes o bases fijas, necesariamente deben estar
domiciliadas el extranjero. Esta posición sigue, como es lógico,
una adecuada aplicación de ambas figuras pues solamente un
contribuyente que tenga su domicilio fuera del país, podrá en­
tonces tener un Establecimiento Permanente o una base fija den­
tro del territorio nacional.

La atribución de rentas al Establecimiento Permanente:


conflicto con la causa.

Visto como la vigente Ley del Impuesto Sobre la Rente deja


clara la sujeción de los Establecimientos Permanentes a su ám­
bito de aplicación14, es de vital importancia manejar el concepto
de atribución, para delimitar la base imponible que corresponde­
rá a las obligaciones que por concepto de Impuesto Sobre la Renta
deberá cumplir el Establecimiento Permanente.

En este sentido, no existe una norma específica y clara en


nuestra legislación que indique qué se debe atribuir a ciencia
cierta y como debe ser realizada dicha atribución15, por el con­

14 Artículo 7. Están sometidos al régimen impositivo previsto en esta Ley:


(...) f) Los establecimientos permanentes, centros o bases fijas situados en
el territorio nacional.
15 Al contrario que en la ley mexicana, la cual indica expresamente qué in­
gresos se consideran atribuibles a un establecimiento permanente de la
siguiente manera: "Artículo 4o.- Se considerarán ingresos atribuibles a un
establecimiento permanente o base fija en el país los provenientes de la
actividad empresarial que desarrolle, o los ingresos por honorarios y en
general por la prestación de un servicio personal independiente, respecti­
vamente, así como los que deriven de enajenaciones de mercancías o de
bienes inmuebles en territorio nacional, efectuados por la oficina central
de la persona, por otro establecimiento de ésta o directamente por el resi­

264
M o isés A . V a l l e n il l a T o l o s a - X a b ie r E s c a l a n t e E l g u e z a b a l

trario existe una evidente contradicción en la Ley de Impuesto


Sobre la Renta, en la cual se inmiscuye la noción de causa, con
la atribución de ingresos a un Establecimiento Permanente, con
resultados contradictorios con una correcta aplicación del régi­
men de Renta Mundial.

Queda claro que aquellas personas naturales o jurídicas que


no estén domiciliadas en Venezuela, pero que posean un Esta­
blecimiento Permanente en el país, están obligadas a reportar
cualquier ingreso sin importar la fuente territorial y a pagar en
Venezuela el impuesto que esos ingresos produzcan siempre y
cuando dichos ingresos sean debidamente atribuidos a dicho
Establecimiento Permanente. Es precisamente esta regla de atri­
bución de ingresos al establecim iento perm anente bajo
parámetros imprecisos y flexibles, la que pudiese ocasionar que

dente en el extranjero, según sea el caso. Sobre dichos ingresos se deberá


pagar el impuesto en los términos del Título II o IV de esta Ley, según
corresponda.
También se consideran ingresos atribuibles a un establecimiento perma­
nente o base fija en el país, los que obtenga la oficina central de la sociedad
o cualquiera de sus establecimientos en el extranjero, en la proporción en
que dicho establecimiento permanente o base fija haya participado en las
erogaciones incurridas para su obtención.
Sobre el mismo tema TEJERIZO LOPEZ nos indica que para el caso espa­
ñol: "la base imponible está constituida por la totalidad de la renta impu­
table al establecimiento permanente, cualquiera que sea el lugar donde se
hubiese obtenido o producido. Como idea previa debemos señalar que en
España, de los dos principios posibles aplicables en esta materia (el de
cifra relativa de negocio, o el de contabilidad separada), los establecimien­
tos permanentes están sometidos a este último, como lo indica con toda
claridad el artículo 21, I de la Ley que establece: Los establecimientos
permanentes estarán obligados a llevar contabilidad separada, referida a
las actividades que realicen y a los elementos patrimoniales que estuvie­
sen afectos a los mismos. Esto significa que el resultado de la actividad del
establecimiento permanente se desliga del resultado global de la empresa
a la que pertenece (lo que no deja de ser un contrasentido), de tal manera
que es posible que ambos resultados (el del establecimiento permanente y
el de la sociedad o empresa en su conjunto) arrojen un saldo diferente".
TEJERIZO LÓPEZ, José Manuel, La Tributación de los no residentes con estable­
cimiento permanente, en Responsa Iurisperitorum Digesta, vol. IV, Ed. Uni­
versidad de Salamanca, 2003, pag. 315.

265
6 0 A ñ o s d e Im p o sició n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

un concepto que pretende ser objetivo y claro se transforme en


un concepto ambiguo y poco confiable debido a nuestra expe­
riencia con el tema de la causa y su equivalencia. En efecto, si
las autoridades administrativas y judiciales equiparan el con­
cepto de equivalencia de causas al concepto de ingresos
atribuibles a un Establecimiento Permanente en Venezuela, en­
tonces estaríamos creando un sistema verdaderamente aberrante
e inseguro para cualquier contribuyente y en particular para los
inversionistas extranjeros que demandan con razón reglas cla­
ras y precisas que respalden su inversión y cuantifiquen su im­
pacto tributario.

Si se determina que un contribuyente posee un Establecimien­


to Permanente en Venezuela y que por cualquier causa el ingre­
so obtenido por dicho contribuyente será atribuido a Venezue­
la, entonces cualquier ganancia producida directa o
indirectamente por ese contribuyente a través de su Estableci­
miento Permanente sería atribuida a Venezuela y debería pa­
gar el correspondiente Impuesto Sobre la Renta. En este caso,
debemos considerar que no se trata de un contribuyente domi­
ciliado en el país que está obligado a reportar y pagar por todos
sus ingresos independientemente de su origen, sino de un con­
tribuyente domiciliado en otra jurisdicción sometido muy pro­
bablemente a un sistema de Rentas Mundiales con reglas espe­
cíficas de esa jurisdicción, y que sólo debería reportar y pagar
impuestos en Venezuela por aquellas rentas atribuidas de una
manera clara, objetiva y determinada a dicho Establecimiento
Permanente. En la medida en que dichas reglas de atribución
resulten confusas o exageradamente amplias e imprecisas se
crearan enormes conflictos de doble imposición los cuales no
necesariamente serán resueltos por tratados internacionales, bien
porque su aplicación tampoco resulte clara o porque sencilla­
mente no exista tratado aplicable al caso específico.

Lo anterior es una situación real y palpable, que proviene de


la existencia de los supuestos de causación de los
enriquecimientos que trae la actual ley de Impuesto Sobre la
Renta, la cual, en contradicción con todo el proceso de reforma

266
M o is é s A . V a l l e n i l l a T o l o s a - X a b i e r E s c a l a n t e E l g u e z a b a l

para imponer el régimen de rentas mundiales, crea una confu­


sión al causar todos los enriquecimientos obtenidos por un Esta­
blecimiento Permanente o base fija:

Artículo 6. Un enriquecimiento proviene de actividades eco­


nómicas realizadas en la República Bolivariana de Vene­
zuela, cuando alguna de las causas que lo origina ocurra
dentro del territorio nacional, ya se refieran esas causas a la
explotación del suelo o del subsuelo, a la formación, trasla­
do, cambio o cesión del uso o goce de bienes muebles o
inmuebles corporales o incorporales o a los servicios presta­
dos por personas domiciliadas, residentes o transeúntes en
la República Bolivariana de Venezuela y los que se obten­
gan por asistencia técnica o servicios tecnológicos utiliza­
dos en el país.
Son rentas causadas en la República Bolivariana de Vene­
zuela, entre otras, las siguientes:
(...)
b. Los enriquecimientos obtenidos por medio de estableci­
miento permanente o base fija situados en territorio ve­
nezolano.

Lamentablemente, a nuestro juicio la ley confunde la noción


de causa y la noción de fuente del ingreso, lo cual conlleva a
una determinación imprecisa del origen del ingreso y la potes­
tad tributaria de Venezuela para su gravamen efectivo, exacer­
bando problemas de doble tributación internacional cuyo efec­
to pretendió la actual ley regular y minimizar.

En efecto la situación aquí comentada, ya denunciada por la


doctrina16, enfrenta a la figura del Establecimiento Permanente
con el resabio del principio de la causa que viene arrastrando el
Impuesto Sobre la Renta desde sus orígenes en Venezuela. Es
indudable que ambos mecanismos colidan inevitablemente, ya
que sus orígenes se deben a desarrollos distintos de los factores
de conexión de la renta. Indicar que todos los enriquecimientos
obtenidos por medio de un Establecimiento Permanente se con­

16 Vid PAREDES op.cit.

267
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

sideran causados en el país, destruye la necesaria atribución de


rentas que da sentido propio al Establecimiento Permanente,
equiparándolo nuevamente al simple domicilio, en el cual no
existe norma de atribución alguna que no sea la de gravar todo
lo que perciba el contribuyente domiciliado.

Inclusive consideramos que el error es aun más grave que la


simple equiparación del Establecimiento Permanente al domici­
lio, ya que la lectura textual del artículo citado da como resulta­
do concluir que, aplicando el mencionado principio de causación,
se presupone que todos los ingresos que se consideran causa­
dos, son por ende de fuente territorial, es decir que provienen de
actividades realizadas en el país. Esto, por supuesto contradice
diametralmente el enunciado del propio artículo lero de la ley,
cuyo contenido citamos anteriormente, que claramente indica
la posibilidad de los Establecimientos Permanentes de ser gra­
vados por los ingresos que se le atribuyan bien de fuente territo­
rial como extraterritorial.

Como queda claro entonces, la causación de todos los ingre­


sos obtenidos por un Establecimiento Permanente, considerán­
dolos como ingresos de fuente territorial, contradice todo el es­
fuerzo por integrar el Impuesto Sobre la Renta nacional a un
régimen moderno de Rentas Mundiales. Tal causación es, pues,
inoperante y no debe ser aplicada al momento de realizar una
correcta determinación del impuesto gravable para el caso de
un Establecimiento Permanente. Lo adecuado será seguir un
proceso de correcta atribución de ingresos a las actividades de­
sarrolladas por el Establecimiento Permanente tanto dentro como
fuera del territorio nacional, lo cual lleve a una efectiva conexión
entre el enriquecimiento obtenido y la jurisdicción tributaria de
Venezuela.

Todo lo anterior es fácilmente ilustrable con un ejemplo: Si


una cadena de tiendas española decide incursionar en el mercado
de Latino América y del Caribe, puede perfectamente por
razones geográficas establecer su sede regional en Venezuela,
para lo cual instala una tienda con grandes alm acenes en

268
M o is é s A . V a l l e n i l l a T o l o s a - X a b i e r E s c a l a n t e E l g u e z a b a l

Caracas. Dicha tienda es, por supuesto, un Establecimiento


Permanente de la empresa en Venezuela. Sin embargo, siguiendo
el plan trazado por la oficina central se abren tiendas tanto en
Colombia como en Ecuador, que deben reportar al gerente
regional en Caracas. Al mismo tiempo, la tienda de Caracas
realiza ventas directamente a clientes en Curazao y Aruba, a
quienes inclusive les puede llegar la mercancía directamente de
España. En este ejemplo, tenemos por una parte, las actividades
realizadas por la tienda en Venezuela, constituidas por las ventas
que lleva a cabo dentro del país y que son sin duda atribuibles a
este Establecimiento Permanente y configuran enriquecimientos
territoriales gravables en Venezuela. De igual manera siendo la
sede regional, Venezuela canaliza los ingresos obtenidos por
Colombia y Ecuador, sin embargo dichas rentas son atribuibles
a los respectivos Establecimientos Permanentes en cada uno de
esos países, y por supuesto gravables en las mencionadas
jurisdicciones. Dicho ingreso puede reflejarse en la contabilidad
regional que lleva Venezuela, pero no debería ser declarado por
el Establecimiento Permanente en nuestro país. Diferente es el
caso con las ventas en Curazao y Aruba, ya que dichos ingresos
se obtienen por las actividades llevadas a cabo directamente por
la tienda en Venezuela, no existiendo un Establecim iento
Permanente en ninguna de las dos islas. Es entonces procedente
calificar dicho ingreso como extraterritorial, siendo atribuible a
la jurisdicción nacional, y por lo tanto debe ser declarado como
enriquecimiento de fuente extranjera por el Establecimiento
Permanente venezolano.

La situación actual del Régimen sobre Retenciones del ISLR


y los Establecimientos Permanentes

Resulta pertinente hacer mención de la regulación actual en


materia de retenciones del Impuesto Sobre la Renta, contenida
en el Decreto 180817 vigente en la actualidad. En efecto, dicha

17 Decreto 1808 mediante el cual se dicta el Reglamento Parcial de la Ley de


Impuesto Sobre la Renta en materia de Retenciones. G.O. Nro. 36.203 de
fecha 12 de mayo de 1997.

269
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

normativa se encuentra fuera del actual régimen de Renta Mun­


dial y no es compatible con la figura del Establecimiento Perma­
nente, ya que solamente abarca a aquéllos contribuyentes do­
miciliados o no en el país.

Tal y como hemos ya observado, es improcedente hacer una


equiparación entre el domicilio y el Establecimiento Permanen­
te, siendo por ello que se requiere una revisión urgente de la
normativa en este punto, ya que no existe por los momentos el
supuesto de poseer o no un Establecimiento Permanente para
efectos tanto de cumplir funciones de agente de retención del
impuesto, como de sufrir a su vez retenciones por pagos que
reciban los Establecimientos Permanentes ubicados en el país.

Es por ello que, si somos contestes con lo anteriormente ale­


gado, en cuanto a la separación de la figura del domicilio y del
Establecimiento Permanente, en la actualidad sí se aplicará el
Decreto 1808, no podría por una parte obligarse a los Estableci­
mientos Permanentes a cumplir funciones de responsable en
calidad de Agente de Retención, ya que no existe el supuesto en
la norma vigente, que se limita únicamente a mencionar perso­
nas naturales residentes o no, y personas jurídicas domiciliadas
o no.

Igualmente y siguiendo el mismo razonamiento, los pagos


que se efectúen a los Establecimientos Permanentes ubicados en
el país, por los conceptos incluidos en el Decreto 1808, deberían
ser tratados como pagos a no domiciliados, con su respectiva
retención usualmente con la tarifa máxima. Ello sin duda signi­
fica un grave perjuicio a aquéllos contribuyentes que no estan­
do domiciliados, sí poseen un Establecimiento Permanente en el
país, ya que los Establecimientos Permanentes tienen que deter­
minar su enriquecimiento gravable de conformidad con las nor­
mas establecidas en la ley, tomando en cuenta los costos y gas­
tos atribuibles a la actividad ejecutada, no correspondiéndole
entonces la aplicación de una renta presunta que implique la
retención de la tarifa máxima.

270
M o is é s A . V a l l e n i l l a T o l o s a - X a b i e r E s c a l a n t e E l g u e z a b a l

Determinación del Enriquecimiento Neto y Limitaciones


de las deducciones aplicables a los Establecimientos
Permanentes:

Tal y como lo indica el parágrafo decimoséptimo del artículo


27 de la ley de Impuesto Sobre la Renta18, existen ciertas limita­
ciones a la deducción de algunos gastos efectuados por los Esta­
blecimientos Permanentes. En efecto, una vez atribuido de co­
rrecta manera el ingreso que ha sido generado por las actividades
llevadas a cabo por el Establecimiento Permanente bien sea den­
tro o fuera del país, la ley indica que existen ciertas restricciones
en cuanto a la posibilidad de contabilizar algunos gastos dentro
de las partidas deducibles del Impuesto Sobre la Renta.

En primer término la ley establece no sólo la posibilidad de


deducción de los gastos realizados para los fines de las transac­
ciones del Establecimiento Permanente, que sean debidamente
demostrados, sino que inclusive acepta como deducibles aque­
llos gastos de dirección y generales de administración debida­
mente demostrados, que se encuentren directamente vincula­
dos con las transacciones que lleve a cabo el Establecimiento
Permanente de que se trate, ya sea que se efectuasen en el país o
en el extranjero. Esta norma aprecia correctamente en nuestro
criterio, el verdadero sentido del Establecimiento Permanente,

18 Parágrafo Decimoséptimo: Para determinar el enriquecimiento neto del


establecimiento permanente o base fija, se permitirá la deducción de los
gastos realizados para los fines de las transacciones del establecimiento
permanente o base fija, debidamente demostrados, comprendidos los gas­
tos de dirección y generales de administración para los mismos fines,
igualmente demostrados, ya sea que se efectuasen en el país o en el extran­
jero. Sin embargo, no serán deducibles los pagos que efectúe, en su caso, el
establecimiento permanente a la oficina central de la empresa o alguna de
sus otras sucursales, filiales, subsidiarias, casa matriz o empresas vincula­
das en general, a título de regalías, honorarios, asistencia técnica o pagos
análogos a cambio del derecho de utilizar patentes u otros derechos o a
título de comisión, por servicios prestados o por gestiones hechas, con
excepción de los pagos hechos por concepto de reembolso de gastos efec­
tivos. En materia de intereses se aplicará lo dispuesto en el Capítulo III del
Título VII de esta Ley.

271
6 0 A ñ o s d e Im p o sició n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

al permitir un análisis de los gastos deducibles vbasado en las


transacciones que realiza el Establecimiento^ Permanente, indtí*
so al facultar al contribuyente a deducir gastos que sean igual­
mente atribuibles al Establecimiento Permanente generados para
su administración, sin importar si dichos gastos son territoriales
o no, sobrepasando el principio general de equivalencia de fuen­
tes, que implica la necesidad de un ingreso; extraterritorial para
la procedencia de un gastos deducible extraterritorial. No será
necesario pues en este caso, que el Establecimiento Permanente
tenga ingresos extraterritoriales para que sea deducible los gas­
tos por administración, directamente relacionados que hayan sido
incurridos en el exterior.

Continua la norma, dejando claro que existe una limitación


muy importante en ;materia de deducibilidad de gastos para los
Establecimientos Permanentes, en cuanto a las regalías, honor
rarios, asistencia técnica o pagos análogos a cambio del derecho
de utilizar patentes u otros derechos o a título de comisión, por
servicios prestados o por gestiones hechas. Esta limitación redu­
ce da forma significativa la posibilidad de obtener reconocimiento
fiscaba uríá parte^sustancial dé la distribución de costos que
suele existir entre la oficina central de la empresa y sus sucursa­
les, lo cual se configura en una. diferencia real entre la decisión
de llevar a *cabo actividades económicas en un país determina­
do por medio de un Establecimiento Permanente o bien por
medio de una filial con personalidad jurídica distinta.

Hace mención la norma comentada que existe la excepción


de los pagos hechos por concepto de reembolso de gastos efecti­
vos. En este sentido resulta lógico permitir deducir un pago que,
aunque realizado a la oficina central u otra empresa relaciona­
da que se encuentre bajo la limitación antes mencionada, se re­
fiera á un reembolso dé un gasto éfectivaínente incurrido que sí
proceda bajo las condiciones a las que se refiere el mismo artícu­
lo aquí analizado.

Finalmente, indica la norma que en materia de intereses se


aplicará lo dispuesto en el Capítulo III del Título Vil, es decir el

272
M o is é s A . V a l l i - n u l a T o e ó s a ^ ‘X a b ie r E s c a l a n t e E l ü o e z a b a l

régimen de Precios de Transferencia-' Esta-equiparadón' de -un


Establecimiento ¡Permanente a una parte ívinculada^ ital >eomo 'Si
fuese una-persona jurídica distinta/ .presupone ;la existencia! dè
un préstamo: que1geriére intereses, aunque u© «xistanijjürídica^
mente dos- partes diferentes eri la transaccióni iLoSfánte'Teses pa­
gados por el financiamiento de que se trate, serán' entonces
deducibles para el Establecimiento' Permanente en ' la medida
que cumplan con las riormas para evitar distorsiones artificiales
de los parámetros del libre mercado,'pudiendo la, Administra­
ción Tributaria aplicar los métodos establecidos en el régimen
de Precios de Transferencia, para determinar la correcta proce­
dencia de la deducción.

Conclusiones:

Tornando en consideración los hechos expuestos es induda­


ble que la determinación de la procedencia.de un Establecimiento
Permanente o no en Venezuela y las reglas de atribución de
ingresos, independientemente de su fuente (venezolana o ex­
tranjera) resultan un tema fundamental para la economía na­
cional y la inversión extranjera, el cual debe estudiarse profun­
damente y aclararse a la brevedad posible para evitar mayores
inconvenientes y discusiones innecesarias.

Podríamos precisar en forma absoluta que existen tres tipos


o niveles de tributación. La primera aplicable a los domiciliados
o residentes en Venezuela, en este caso todas las rentas serán
gravables en Venezuela independientemente de su origen, cau­
sa, vinculación o atribución. La segunda aplicable a aquellos
contribuyentes que mantengan un Establecimiento Permanente
o base fija en el país, en este caso sólo serán gravables en Vene­
zuela aquellas rentas cuya producción sea "atribuida" a dicho
Establecimiento Permanente, Si las reglas de atribución resul­
tan imprecisas y exageradamente amplias, como se desprende
de la experiencia relativa al tema de la causa/ entonces el hecho
de poseer un Establecimiento Permanente en¡ Venezuela podría
convertirse en el absurdo de considerarse domiciliado en el país

273
6 0 A ños de I m po sició n a la R en ta en V en ezu ela

como equívocamente confundía los conceptos nuestro Código


Orgánico Tributario anterior. Precisar estos conceptos y su ver­
dadero alcance podría llevar tiempo y esfuerzo de parte de las
autoridades administrativas y judiciales. Mientras tanto los con­
tribuyentes que posean un Establecimiento Permanente en el
País podrían verse involucrados en conflictos importantes y al­
gunas veces innecesarios que podría conllevar al abandono de
importantes proyectos. El tercer nivel de tributación, serían aque­
llos contribuyentes no domiciliados, ni con Establecimiento Per­
manente en Venezuela que obtengan ingresos exclusivamente
de fuente o causa venezolana, en cuyo caso sólo deberán pagar
impuestos por dichos ingresos, inclusive aunque su obtención
continúe determinándose por el sistema de equivalencia de cau­
sas, lo cual prácticamente dejaría sin efecto el cambio funda­
mental de criterio en cuanto a la selección del factor de conexión
para el nacimiento de la obligación tributaria. En efecto, si a
un contribuyente no domiciliado se le continúa atribuyendo la
noción de equivalencia de causas a cualquiera de sus ingresos,
independientemente de su domicilio o tenencia de Estableci­
miento Permanente entonces el resultado sería que estos facto­
res que pretenden ser objetivos y determinante serían inútiles
y absurdos.

El pretender continuar gravando cualquier ingreso bajo la


teoría de la equivalencia de causas en aplicación del artículo 6
de la ley de Impuesto Sobre la Renta, a contribuyentes que in­
cluso no mantienen un Establecimiento Permanente en Vene­
zuela, no sólo resulta absurdo y contrario al sistema sino que
causaría una inseguridad jurídica de tal magnitud que podría
ahuyentar aún más las inversiones extranjeras y el desarrollo
normal de nuestra economía.

Finalmente urge una reforma del régimen de retenciones en


materia de Impuesto Sobre la Renta, que contenga el supuesto
de los Establecimientos Permanentes tanto para ser calificados
como responsables en calidad de Agentes de Retención, como
para aplicarles la debida retención a los pagos que se les efectúe

274
M o is é s A . V a l l e n i l l a T o l o s a - X a b i e r E s c a l a n t e E l c u e z a b a l

a un Establecimiento Permanente. En este sentido, si bien la


Administración Tributaria podría darle equivalencia con los
contribuyentes domiciliados en materia de retención, esto no
significaría que se establezca una identidad en las dos figuras,
ni mucho menos que se considere como domiciliado un contri­
buyente que posea un Establecimiento Permanente en el país.

Bibliografía:
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TEJERIZO LÓPEZ, José Manuel, La Tributación de los no residentes con esta­
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IV, Ed. Universidad de Salamanca, Salamanca, 2003.

275
LA DISPONIBILIDAD EN
EL IMPUESTO SOBRE LA RENTA

F é l ix H e r n á n d e z R ic h a r d s *

1. Introducción

Podríamos decir que el impuesto sobre la renta (ISLR) vene­


zolano actualmente está gobernado por cuatro principios recto­
res del sistema: (i) gravabilidad del enriquecimiento neto, (ii)
anualidad, (iii) globalización de la renta y la disponibilidad. An­
teriormente se incluía también, sin lugar a dudas, la territoriali­
dad, ya que no se gravaban sino las rentas cuya fuente estuviere
ubicada en Venezuela, con algunas excepciones.

Nos corresponde en este trabajo ahondar sólo en uno de ellos;


el de disponibilidad de la renta, es decir los diversos momentos
que escoge el legislador para exigir el tributo sobre una determi­
nada actividad económica.

Sin embargo, como es de esperarse, al estar todos estos prin­


cipios relacionados es necesario, en muchos casos, tener que re­
ferirnos a los demás principios o por lo menos a elementos o
figuras que forman parte del principio.

* Abogado egresado de la Universidad Central de Venezuela con Postgrado


en Derecho Tributario en la misma universidad. Técnico Superior
Hacendista, Licenciado en Ciencias Fiscales. Actualmente Socio del Escri­
torio de Abogados D'Empaire Reyna Bermúdez Abogados. Ha sido po­
nente y panelista en conferencias y seminarios organizados por diversas
cámaras de comercio y de industria del país, profesor del Postgrado de
Derecho Financiero de la Universidad Católica Andrés Bello y de Derecho
Tributario de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho. Miembro del
Consejo Directivo de la Asociación Venezolana de Derecho Tributario,
expresidente del Comité de Impuestos del Instituto Venezolano de Ejecu­
tivos de Finanzas y miembro del Comité de Impuestos de la Cámara
Venezolana Americana del Comercio y la Industria (VenAmCham).

277
6 0 A ños d e I m po sició n a la R en t a en V en ezu ela

En este trabajo pretendemos dar un enfoque histórico y ac­


tual del principio de disponibilidad. Aunque este principio como
tal, ha tenido pocos cambios, si lo han tenido algunas de las
instituciones que forman parte de este principio. Allí en esos
cambios, trataremos de ahondar un poco.

Tocaremos como parte de la disponibilidad el problema del


abono en cuenta y sus d efiniciones reglam entarias y
jurisprudenciales, y sus diferencias con el abono contable, fuen­
te de múltiples controversias cuando son asimiladas. Asimismo,
nos detendremos en el controversial tema de las diferencias
cambiarías y en otros casos dudosos de disponibilidad.

Vemos en este trabajo la disponibilidad como un principio


que se proyecta en los ingresos, costos y deducciones (principio
del gravamen al enriquecimiento neto), en el gravamen de ese
enriquecimiento en un año u otro (principio de anualidad) y en
la suma de enriquecimientos de orígenes distintos para ser gra­
vados por el ISLR (globalización de la renta).

Esperamos pues, satisfacer la curiosidad y el interés del lec­


tor o estudioso en esta materia.

2. La disponibilidad de la renta. Definición.

A los fines de precisar el tema, vamos a comenzar tratando


de indagar el origen gramatical y las definiciones doctrinales
sobre este principio.

Disponibilidad: conjunto de fondos o bienes disponibles en un


momento dado1.
Recurso, dinero que se puede utilizar en el acto,
para un pago o adquisición2.

1 Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Vigésima


Primera Edición. Editorial Espasa Calpe. Madrid. 1992.
2 CABANELLAS, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual,
Vigésima Primera Edición, Editorial Heliasta S.R.L. Buenos Aires 1989.

278
F él ix H e r n á n d e z R ic h a r d s

El Reglamento de la Ley de Impuesto Sobre La Renta definía


la disponibilidad así: "Se considera que una renta o enriqueci­
miento es disponible cuando su titular puede usar, gozar o dis­
poner de él, porque no se lo impide ningún obstáculo de carác­
ter jurídico o material"3.

Para el Dr. José Andrés Octavio: "Nuestra Ley, como es co­


mún en las legislaciones de la materia, grava los beneficios real­
mente obtenidos, no las meras expectativas de ganancias, esto
significó que la tenencia de un bien cuyo valor actual sea mayor
que la inversión efectuada para adquirirlo, no da lugar al pago
de impuesto sobre la renta hasta tanto ese incremento patrimo­
nial no se realice mediante una enajenación"4.

La disponibilidad de la renta es definida por el Dr. Juan


Verhook de la forma siguiente: "La renta económica para ser
gravable, debe encontrarse jurídica y económicamente a disposi­
ción del contribuyente. Es decir, ejercer respecto a ella la facultad
de usarla, de gozarla y de disponer de ella a su arbitrio. Como se
observa, este concepto va a precisar el momento en que la renta,
ya producida, viene a entrar en el dominio fiscal. Por ello su
importancia no estriba tanto en determinar la existencia de la
renta, como en fijar la oportunidad en que se cause el impuesto
y el ejercicio fiscal al cual debe atribuirse el producto de éste"5.

El Dr. Verhook en esta definición transcribe parcialmente la


contenida en la Exposición de Motivos de la Ley de Impuesto
Sobre La Renta de 1942, en la cual se aseveraba: "la renta eco­
nómica para ser gravable, debe encontrarse jurídica y económi­
camente a disposición del contribuyente"6.
3 MUCI ABRAHAM, José (hijo). Oportunidad en que se causa el Impuesto
sobre Beneficios de Valorización de Inmuebles. Revista de Derecho Tribu­
tario. 1964 julio-agosto p.7.
4 OCTAVIO, José Andrés. Elementos Fundamentales del Impuesto sobre la
Renta en la Ley del 16 de diciembre de 1966. Colección Trabajo de Ascenso
N° 1. Facultad de Derecho Universidad Central de Venezuela. Caracas
1971. p.p. 79.
5 VERHOOK HIDALGO, Juan. Criterios de Interpretación y Aplicación de la
Ley de Impuesto sobre la Renta. Caracas 1969. p.p. 67.
6 MUCI ABRAHAM, José (hijo). Ob. cit. p.8.

279
6 0 A ños d e I m po sic ió n a la R en t a en V en ezu ela

El autor José Félix Ruiz Montero, siguiendo, si se quiere, al


Dr. Verhook define a la disponibilidad así: "La disponibilidad
es un principio consagrado en nuestra Ley de Impuesto sobre la
Renta, y se refiere a la oportunidad en la cual el titular de un
enriquecimiento puede hacer uso del mismo desde el punto de
vista legal y económico. En otras palabras, cuando puede hacer
uso de ese enriquecimiento tanto de hecho como de derecho.
Esto es importante para saber cuándo se debe declarar tal o cual
tipo de enriquecimiento, a los fines del Impuesto sobre la Renta.
Hay dos tipos de disponibilidad: la económica y la jurídica. La
segunda es cuando el propietario de una renta tiene el título
jurídico para ser propietario de dicho enriquecimiento, y la dis­
ponibilidad económica, es cuando se percibe el enriquecimiento
y puede disponer de esa renta a su antojo (cuando se hace uso
del derecho de disposición)"7.

Jesús Rodríguez Yancys, siguiendo quizás a Verhook y Ruiz


Montero define así a la disponibilidad: "...la disponibilidad es
un principio consagrado en nuestra Ley de Impuesto Sobre La
Renta, y se refiere a la oportunidad en la cual el titular de un
enriquecimiento puede hacer uso del mismo desde el punto de
vista legal y económico"8.

Nosotros definiremos a la disponibilidad como: el principio


previsto en la Ley de ISLR, el cual regula los momentos escogi­
dos por el legislador para considerar que los resultados econó­
micos de una actividad pueden ser sometidos al proceso de de­
terminación del enriquecimiento neto y a la aplicación de los
tipos y tarifas previstos en la Ley.

Para nosotros es importante que en la definición de disponi­


bilidad estén presentes cuatro ideas:

7 RUIZ MONTERO, José Félix. Impuesto sobre la Renta. Manual Didáctico y


de Consulta. Legislec Editores, C.A. Segunda Edición Ampliada y Actuali­
zada. Abril 2002. p. 97.
8 RODRÍGUEZ YANCYS, Jesús. Curso Práctico de Impuesto Sobre La Renta.
Aspectos Generales y Retenciones Módulo I. p. 32 y 33.

280
F é l ix H ern á n d ez R ic h a r d s

1. La idea de principio.
2. La idea de momentos o de espacios de tiempo.
3. La idea de legalidad.
4. La idea de resultados económicos.

La idea de principio contenida en la definición de Rodríguez


Yancys refiere a que la disponibilidad es una regla fundamental
que debe seguirse en la determinación del ISLR en un período
escogido (un año o menos si se trata de un ejercicio corto).

La idea de momentos está asociada a que en el ISLR es nece­


sario ubicarse en un período de tiempo donde se hace un corte
para someter el resultado de la actividad económica al grava­
men previsto en la Ley. Para ello se clasifican las actividades
generadoras de rentas en distintos grupos para ubicarlas en esos
momentos escogidos: momento del pago, momento del deven­
gado y momento de lo causado.

La idea de legalidad alude, sin duda, a que es la ley o el legis­


lador quien escoge esos momentos, no le corresponde al contri­
buyente y ni siquiera a la Administración Tributaria escoger
cuándo el resultado económico será sometido a imposición. Por
ello en los casos de dudas, que los hay bastante, son los tribuna­
les los que deben desentrañar ese momento, interpretando y
aplicando la ley al caso concreto.

La idea de resultados económicos está vinculada a otro prin­


cipio del ISLR que es el gravamen al enriquecimiento neto. La
disponibilidad entonces debe verse en todos los elementos de la
renta: los ingresos, los costos y las deducciones, excluyéndose
sólo la cantidad que resulte del reajuste regular por inflación. Es
decir, cuando la ley señala que los enriquecim ientos son
gravables en un determinado momento está señalando que este
régimen se aplica a los ingresos de esa actividad pero también a
sus costos y a sus deducciones.

No obstante hay casos excepcionales en los cuales, si bien la


ley considera que el ingreso será gravado en un determinado
momento (causado por ejemplo) puede exigir para ciertos gas­

281
6 0 A ñ o s d e Im p o sició n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

tos requisitos adicionales, como sería el pago, para el caso de la


deducción de tributos (numeral 3, artículo 27 de la Ley de ISLR),
de gastos de investigación y desarrollo (numeral 20 artículo 27
de la Ley de ISLR) y la deducción de donaciones y liberalidades
(parágrafo duodécimo, artículo 27 de la Ley de ISLR), a los fines
de la determinación del enriquecimiento neto. En estos tres ca­
sos la Ley de ISLR exige que el gasto haya sido pagado para
admitirse como deducción y esa exigencia es, incluso, para los
enriquecimientos que se gravan en la oportunidad de lo causa­
do. En los demás casos, hay correspondencia entre la condición
del ingreso con el costo y las deducciones para determinar el
enriquecimiento gravable.

3. La disponibilidad de la renta en la legislación venezolana


y sus momentos.
3.1 Antecedentes.

La noción de disponibilidad de la renta ha estado siempre


presente en la legislación del ISLR venezolano, como un ele­
mento importante para gravar la renta.

El legislador, desde un principio, clasificó las rentas en gru­


pos para someterlas a gravamen, prácticamente los mismos gru­
pos que hoy existen, aún en aquellos tiempos en que el ISLR era
cedular.

Quizás uno de los mayores cambios que podemos advertir


en las normas de disponibilidad operó en la Ley de ISLR de 1978.

En esa ley hubo un cambio aparentemente de forma, pero


importante, ya que lo que era un parágrafo, en las leyes de ISLR
anteriores, pasó a ser el artículo de la disponibilidad que hoy
conocemos (artículo 3 de aquella Ley y ahora artículo 5 de la
Ley vigente).

También en esa Ley de 1978 se incorpora un parágrafo para


regular la disponibilidad de los enriquecimientos derivados del
arrendamiento o subarrendamiento de bienes muebles y los pro­
venientes de créditos concedidos por bancos, empresas de segu­

282
F é l ix H er n á n d ez R ic h a r d s

ros u otras instituciones de crédito, dentro del momento del de­


vengado.

En realidad hasta ese instante las leyes de ISLR anteriores no


se referían al devengado como un momento de disponibilidad
de algún tipo de enriquecimiento, sin embargo el Reglamento
de la Ley de ISLR de 1966, en el parágrafo séptimo del artículo
46, sí contemplaba ese momento de disponibilidad para los in­
tereses percibidos por bancos, empresas de seguros e institucio­
nes de crédito. Incluso la doctrina por intermedio del Dr. Verhook
se refería al devengado como un tercer momento de disponibili­
dad en el ISLR9.

Sin embargo, como podría inferirse, esta disposición regla­


mentaria era de muy dudosa legalidad, ya que la Ley no la con­
templaba y al contrario la Ley señalaba, como todavía lo señala,
que los enriquecimientos provenientes de la cesión de uso o goce
de bienes muebles se consideran disponibles en el momento en
que son pagados y obviamente siendo los intereses frutos que
provienen de la cesión de un bien, lo lógico era interpretar que
eran gravables en el momento en que fuesen pagados.

La Ley de 1978 entonces no sólo corrige ese vicio que podía


advertirse en el régimen de gravamen a los intereses obtenidos
por bancos, empresas de seguros e instituciones de crédito, sino
que incluye dentro del régim en del devengado a los
enriquecimientos del arrendamiento o subarrendamiento de bie­
nes muebles, obtenidos por esos mismos sujetos.

Posteriormente, en la reforma de la Ley de ISLR de 1991 se


extiende la disponibilidad del devengado de los enriquecimientos
provenientes de créditos, a las personas jurídicas y comunidades
y a los titulares de enriquecimientos de minas e hidrocarburos.

Asimismo en esa reforma de Ley se extiende la disponibili­


dad del devengado de los enriquecimientos derivados del arren­
damiento o subarrendamiento de bienes muebles a todos los

9 Verhook H. Juan. Ob. cit. p. 67.

283
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

contribuyentes. Es decir a cualquier persona natural o jurídica,


banco o no banco, le serán gravados los enriquecimientos deri­
vados del arrendamiento o subarrendamiento de bienes mue­
bles (cesión de uso y goce de bienes), en el momento del deven­
gado y aun cuando no estén pagados.

3.2 La disponibilidad de la renta y sus momentos. Regu­


lación vigente.

El que la renta esté disponible para ser gravada es una exi­


gencia prevista en el artículo 1 de la Ley de ISLR, que tiene su
desarrollo, actualmente, en el artículo 5 de la misma Ley.

Dicho artículo 1 señala:

" Los enriquecimientos anuales, netos y disponibles obtenidos en


dinero o en especie, causarán impuestos según las normas estable­
cidas en esta Ley".
Por su parte el artículo 5 expresa:
"Los enriquecimientos provenientes de la cesión del uso o goce de
bienes, mueble o inmuebles, incluidos los derivados de regalías y
demás participaciones análogas y los dividendos, los producidos
por el trabajo bajo relación de dependencia o por el libre ejercicio
de profesiones no mercantiles, la enajenación de bienes inmuebles
y las ganancias fortuitas, se considerarán disponibles en el mo­
mento en que son pagados. (1) Los enriquecimientos que no estén
comprendidos en la enumeración anterior, se considerarán dispo­
nibles desde que se realicen las operaciones que los producen. (2)
salvo en las cesiones de crédito y operaciones de descuento, cuyo
producto sea recuperable en varias anualidades, casos en los cua­
les se considerará disponible para el cesionario el beneficio que
proporcionalmente corresponda.
En todos los casos a los que se refiere este artículo, los abonos en
cuenta se considerarán como pago, salvo prueba en contrario.
Parágrafo Único: Los enriquecimientos provenientes de créditos con­
cedidos por bancos, empresas de seguros u otras instituciones de
crédito y por los contribuyentes indicados en los literales b, c, d y e
del artículo 7 de esta Ley y los derivados del arrendamiento o
subarrendamiento de bienes muebles, se considerarán disponibles
sobre la base de los ingresos devengados en el ejercicio gravable (31".

284
F é l ix H ern ández R ic h a r d s

De la última norma citada se distinguen, a nuestro juicio,


tres momentos en que los enriquecimientos pueden ser someti­
dos a imposición:
1. En el momento del pago.
2. En el momento en que se realizan las operaciones que produce el
enriquecimiento.
3. En el momento en que se devengan los enriquecimientos.

Ruiz Montero10 ubica estos tres momentos en cuatro grupos


de disponibilidad:

"1. Rentas disponibles cuando son pagadas o abonadas en cuenta de


su titular.
2. Rentas disponibles desde que se realizan las operaciones que las
producen. (Aunque no estén pagadas ni abonadas en cuenta).
3. Rentas originadas por cesiones de crédito y operaciones de des­
cuento, cuyo producto sea recuperable en varias anualidades he­
chas por bancos, Financiadoras o empresas de seguros.
4. Disponibilidad de otros enriquecimientos no comprendidos en los
grupos ya citados, que se estudian individualmente. (Ver Artículo
5 de la Ley de Impuesto Sobre la Renta vigente)".

En nuestra opinión, la Ley de ISLR sólo menciona los referi­


dos tres momentos: el del pago, el del causado y el del devenga­
do. En esto coincidimos con el Dr. Octavio, el Dr. Verhook y
Rodríguez Yancys.

La Ley señala taxativamente todos y cada uno de los tipos de


enriquecimientos gravados en el momento del pago y del de­
vengado, es decir, sólo los tipos de enriquecimientos señalados
expresamente pueden ser incluidos en ambos grupos, podría
decirse que casi no hay lugar a interpretación.

(i) En el primer momento, es decir en el momento del pago, se incluyen


los siguientes enriquecimientos:
a- Los provenientes de la cesión del uso o goce de bienes muebles o
inmuebles.

10 Ruiz Montero, José Félix. Ob. cit. p. 97

285
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

A este grupo pertenecen los enriquecimientos que provengan de


todo tipo de cesión de uso o goce de bienes muebles o inmuebles
incluyendo las regalías y otras participaciones análogas.
Es decir, serán gravables en el ejercicio en que son cobrados o paga­
dos todo tipo de enriquecimientos derivados de la cesión de uso o
goce de bienes muebles e inmuebles, corporales o incorporales,
incluyendo los intereses ganados por las personas naturales, ex­
cepto que los beneficiarios de tales intereses se dediquen a activi­
dades de minas e hidrocarburos.
No obstante, deben excluirse de este grupo los enriquecimientos
que, aun cuando se generan de la cesión del uso y goce de bienes,
provienen exclusivamente del arrendamiento o subarrendamiento
de bienes muebles y de créditos cedidos por personas jurídicas,
comunidades y titulares de enriquecimientos de minas e hidrocar­
buros, los cuales, como más adelante se señala, son gravables en el
grupo del devengado,
b- Dividendos.
A este grupo pertenece la participación obtenida por los socios o
accionistas en la utilidad neta de compañías anónimas, sociedad
de responsabilidad limitada, compañías en comandita por accio­
nes y demás asimiladas a compañías anónimas,
c- Los producidos por el trabajo bajo relación de dependencia.
A este grupo pertenecen las remuneraciones por sueldos y sala­
rios, dietas, pensiones, obvenciones, utilidades, bonos y demás
proventos obtenidos de una relación de trabajo bajo la dependen­
cia de un patrono.
d- Los producidos por el libre ejercicio de profesiones no mer­
cantiles.
En este grupo se incluyen los honorarios y premios obtenidos por
los profesionales en el libre ejercicio, tales como los pagados a abo­
gados, médicos, ingenieros, economistas, contadores, etc., cuando
no están laborando bajo la dependencia de un patrono,
e- Los provenientes de la enajenación de inmuebles.
En este grupo se incluyen la contraprestación por las ventas, per­
mutas, aportes y cualquier otra clase de enajenación de bienes
inmuebles, ya sean hechas a título oneroso o gratuito,
f- Los provenientes de ganancias fortuitas.
Aquí se incluyen a los proventos ganados en bingos, casinos, lote­
rías, hipódromos, rifas y también los ganados por cualquier otro
medio a través del azar.
Antes de pasar al análisis del siguiente grupo, debemos insistir

286
F élix H ern án d ez R ic h a r d s

que cuando la Ley se refiere a enriquecimiento neto, la frase debe


entenderse aplicable tanto a los ingresos como a los costos y a las
deducciones o gastos, por ello, salvo en los casos de los dividen­
dos, las remuneraciones obtenidas por el trabajo bajo relación de
dependencia y las ganancias fortuitas, que son consideradas por
la Ley de ISLR como enriquecimiento neto11, y por tanto, no se tiene
derecho a restar ningún tipo de costos y gastos incurridos para su
obtención. En los demás casos para determinar el enriquecimiento
neto, sólo se podrán restar a los ingresos cobrados los costos y
gastos que hayan sido pagados.

(ii) En el segundo grupo, los disponibles en la oportunidad que se


realiza la operación, se incluyen todos los enriquecimientos no
señalados como gravados en el momento del pago ni gravados
en el momento del devengado. Es la disponibilidad mas co­
mún. Ella se aplica al comercio, a la industria, banca, seguros,
hidrocarburos, minas, agricultura, cría, pesca y a los servicios
en general, salvo que se trate, en este últim o caso, de
enriquecimientos derivados de servicios profesionales, que
como dijimos antes, son gravables en el momento del pago. En
este caso el contribuyente debe declarar los ingresos aun cuan­
do no estén pagados (cobrados) y podrá imputarle también a
tales ingresos, los costos y los gastos bajo el solo requisito de
estar causados, salvo las excepciones antes señaladas.

(iii) En el tercer grupo, en el momento del devengado se incluyen:


a- Cesiones de crédito.
b- Operaciones de descuento.
c- Arrendamiento y subarrendamiento de bienes muebles,
d- Los provenientes de créditos concedidos por personas jurí­
dicas, comunidades y titulares de enriquecimientos de mi­
nas e hidrocarburos.

Como podrían inferirse en los dos primeros casos (cesiones


de crédito y operaciones de descuento), es importante no sólo el
transcurso del tiempo para considerar disponible el enriqueci­
miento sino que éste se obtenga de obligaciones cedidas cuyos
vencimientos sean en más de un ejercicio fiscal.

11 Véanse los artículos 31 y 32 de la Ley de Impuesto Sobre La Renta del 28 de


diciembre de 2001.

287
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Para este grupo de enriquecimiento no es relevante el pago


de la renta. La renta o beneficio ha podido pagarse por antici­
pado, sin embargo ello no lo hace gravable, es necesario que
venza la obligación y se tenga derecho al crédito o renta. "De­
vengar es, en esencia, adquirir el derecho a un bien, dicho en
otras palabras, indica el momento en que nace el derecho a
algo..."12.

En el caso específico de las cesiones de crédito y descuentos, las


leyes de ISLR, incluyendo la del 78, señalaban expresamente que
"el beneficio gravable para el cesionario es el que proporcional­
mente corresponda a cada ejercido" y luego en la reforma de esta
última se eliminó la expresión "a cada ejertído", aunque se entien­
de que lo gravable en estos casos deben ser los enriquecimientos
devengados por tales conceptos en cada ejerddo.

En resumen, el enriquecimiento es disponible en el momento


en que se causa, significa que podrá gravarse el ingreso aunque
no esté cobrado pero podrán imputárseles al ingreso todos los
costos y gastos, aunque no hayan sido pagados, salvo los que la
Ley expresamente exija que estén pagados, como sería el caso
de los tributos deducibles, gastos de investigación y desarrollo y
de las donaciones y liberalidades. Igualmente si se trata de
enriquecimientos disponibles en el momento del devengado, el
ingreso será gravable con sólo el vendmiento de la obligación o
la adquisición del derecho a percibir la renta y los costos y gas­
tos deducibles serán aquéllos que estén devengados y causados,
aunque no estén pagados.

Por estas razones, si el contribuyente tiene gastos que son


comunes a enriquecimientos gravables en distintos momentos,
deberá efectuar un prorrateo de gastos para determinar la por­
ción deducible en cada ejercicio económico según el tipo de dis­
ponibilidad. En este sentido el artículo 67 del Reglamento vi­
gente de la LISLR establece:

12 GIULIANI FONROUGE, Carlos M. y Navarrine Susana: Impuesto a las


Ganancias. Editorial Depalma. Segunda Edición actualizada. Buenos Ai­
res. 1980. p. 181.

288
F é l ix H ern án d ez R ic h a r d s

" Para obtener el enriquecimiento neto se harán a la renta bruta las


deducciones autorizadas en el artículo 27 de la Ley, las cuales, salvo
disposiciones legales en contrario, deberán corresponder a egresos
causados o pagados, según el caso, y a gastos normales y necesarios
hechos en el país con el objeto de producir el enriquecimiento.
—Cuando haya egresos comunes, esto es, correspondientes y apli­
cables tanto para la determinación de enriquecimientos disponi­
bles en la oportunidad en que las operaciones se realicen, como
para la determinación de los enriquecimientos disponibles para el
momento en que se perciban o se devenguen, a los fines de la
cuantificación de las cantidades deducibles, los egresos comunes
causados y pagados dentro del ejercicio gravable, deberán
prorratearse en relación a los correspondientes ingresos brutos del
ejercicio tributario del contribuyente. Se incluirán para el prorrateo
las partidas previstas en los numerales 5 y 6 del artículo 27 de la
Ley, cuando sea procedente.
En los casos de egresos comunes causados en el ejercicio gravable
V no pagados en el mismo, las cantidades deducibles en concepto
de egresos causados se determinarán de acuerdo con el procedi­
miento de prorrateo indicado en el aparte anterior. El saldo así
resultante de los egresos causados y no pagados en el ejercicio
gravable se deducirá en el ejercicio en que efectivamente se pague.
sin que sea objeto de nuevo prorrateo junto con otros egresos".
(Subrayado agregado).

4. El abono en cuenta.

Dado que uno de los momentos que la Ley del ISLR utiliza
para gravar el enriquecimiento es el del pago y puede que éste
no se produzca formalmente pero se cumplan sus efectos
extintivos, a través de otros medios, la Ley de ISLR ha previsto
siempre una presunción juris tantum para los casos de abonos
en cuenta.
En este sentido, todas las leyes de ISLR han contemplado
una fórmula que mutatis mutandis expresa lo siguiente: "Los
abonos en cuenta se consideran como pagos, salvo prueba en
contrario"13.

13 Ley de Impuesto Sobre La Renta del 26 de julio de 1955. Artículo 1, parágra­


fo segundo.

289
6 0 A ñ o s d e Im p o sició n a l a R e n t a en V e n e z u e l a

Aun cuando pareciera relativamente sencillo aplicar la refe­


rida presunción, lo cierto es que en la práctica, a nuestro juicio
no ha sido fácil la tarea debido, entre otras razones, al parecido
entre el abono en cuenta y la figura contable de abonar o acre­
ditar. Trataremos de deslindar ambos conceptos a los fines de la
aplicación del término contenido en la Ley de ISLR.

4.1 El abono en cuenta y el abono contable.

Lo primero que habría que distinguir es que el abono en cuen­


ta previsto en la Ley del ISLR es un mecanismo de asimilación al
pago a los efectos de gravar la renta, mientras que el abono con­
table es la simple acreditación a una cuenta contable.

Siendo que el abono en cuenta presupone pago para el ISLR,


es necesario que dicho abono sea liberatorio o extintivo de una
obligación que tiene su correlativo en el acreedor que ve satisfe­
cho su crédito.

Es decir, el abono en cuenta previsto en la Ley de ISLR no es


el simple abono o crédito a una cuenta, en los registros conta­
bles del deudor, ya que este asiento en la mayoría de los casos es
más bien la prueba que no ha ocurrido el pago y que se adeuda
el monto que sería el ingreso cobrado (pagado), de manera que
siempre podría probarse lo contrario del pago.

Esto último ocurre cada vez que el deudor registra en su con­


tabilidad un pasivo (por abono en una cuenta), a nombre del
acreedor, o en una cuenta global que incluya a todos sus acree­
dores, sin especificar a ninguno de ellos.

Lo que, a nuestro juicio, debe entenderse por abono en cuen­


ta, que constituye una presunción del pago, son aquellos casos
donde acreedor y deudor manejan una especie de cuenta co­
rriente o comúnmente conocida como "intercompañías" en la
cual se hacen cargos y créditos derivados de la relación ordina­
ria entre ellos y el simple abono en cuenta reduce el propio cré­
dito del deudor que hace el asiento contable y por supuesto, en

290
F é l ix H ern án d ez R ic h a r d s

esa misma cuantía, el acreedor cuando registra su ingreso, a


pesar de no haberlo registrado como cobrado, se hizo disponi­
ble por compensación ya que le reduce su déuda.

Habiendo entonces esa relación entre el beneficiario de la renta


y el pagador de la misma, es que cabría presumir que todo abo­
no en cuenta equivale a pago, aunque se admita la prueba en
contrario. A nuestro juicio se podrá probar lo contrario de la
presunción, es decir el no pago, cuando éste se produzca efecti­
vamente mediante cheque o la entrega de una cosa o bien o
cualquier otra forma de pago. También se demostraría el no pago
mediante el abono cuando el deudor no tiene créditos contra el
beneficiario de la renta en una cuantía tal que permita cancelar
la deuda que se origina por el abono y el abono significa un
pasivo del deudor.

Si el abono en cuenta a los fines del ISLR no se interpreta en


los términos referidos y se equipara al asiento de abono conta­
ble, tendremos tanto pruebas en contrario como presunciones
se apliquen, ya que lo normal en los negocios de hoy es que se
registren los pasivos (mediante abonos) al recibir las facturas y
los pagos de éstas se efectúan a 30 días o más de recibidas tales
facturas. Es decir, que en la mayoría de las presunciones, he­
chas con base en el simple abono contable, se podrá probar lo
contrario, que es precisamente haber hecho el pago después del
registro (abono) del pasivo.

Sin embargo, el problema del abono en cuenta no radica pre­


cisamente en que sea una presunción juris tantum, sino en que
se pretenda convertir ésta en una presunción jure et jure, como
ha ocurrido en el Reglamento de la Ley de ISLR de 1978 14, que
es el vigente, mutatis mutandis, así como en los Reglamentos de
Retenciones15 y en la reciente Providencia Administrativa me­

14 Decreto N2 2.984 del 10-12-92, el cual fue modificado por el Decreto N9


2.862 del 18-03-93, publicado en la Gaceta Oficial N° 4.547 Extraordinario
del 25-03-93.
15 Decreto N9 1.808 del 23-04-97. Es el vigente y estabV'i .■ 1< obl g ición de
retención en el momento del pago o abono er cuenta.

291
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

diante la cual se designan a los Contribuyentes Especiales como


Agentes de Retención del Impuesto al Valor Agregado16, donde
claramente se equipara el abono en cuenta con el pago y prácti­
camente se elimina la posibilidad de la prueba en contrario y
que la retención se haga en el momento del pago.

Obviamente, esta utilización de la figura del abono en cuen­


ta es abusiva y contraria a la Ley de ISLR y a la Ley del IVA.
Esta última ni siquiera contempla la figura del abono en cuenta.

4.2 Regulación reglamentaría. Las críticas.

No conocemos en la legislación del ISLR una definición de


abono en cuenta sino a partir de su inclusión en el Reglamento
de la Ley de Impuesto Sobre La Renta del 13 de mayo de 1993.

En el artículo 96 del referido Reglamento se incluyó la siguien­


te definición de abono en cuenta:
"Los abonos en cuenta a que se refiere el artículo 3o de la Ley esta­
rán constituidas por todas aquellas cantidades que los deudores
del ingreso acrediten en su contabilidad o registro, mediante asien­
tos nominativos a favor de sus acreedores por tratarse de créditos
exigibles jurídicamente a la fecha del asiento. Tales hechos debe­
rán notificarse a los beneficiarios mediante notas de crédito suscri­
tas por los deudores, dentro de los cinco días hábiles siguientes de
su registro".

Como podrá inferirse, en la definición que nos trae el Regla­


mento se omite la circunstancia de que el abono en cuenta pre­
visto en el artículo 3 (ahora artículo 5) de la Ley de ISLR admite
prueba en contrario.

Por ello, el reglamento pareciera convertir la presunción de


abono en cuenta en una presunción que no admite prueba en
contrario, si se ha hecho un asiento nominativo, del cual ordena

16 Providencia Administrativa N° SNAT/2002/1455 del 29-11-2002, publica­


da en la Gaceta Oficial N° 37.585 del 5-12-2002.

292
F é l ix H ern á n d ez R ich ar d s

que se notifique a los beneficiarios del abono, mediante notas de


crédito.

Para nosotros la citada disposición reglamentaria es de du­


dosa legalidad, ya que va más allá de lo que establece la ley e
impone cargas al contribuyente (emitir notas de crédito) las cua­
les no están previstas en la Ley. Por eso hay, evidentemente un
exceso reglamentario.

Pasa por alto la disposición reglamentaria según la cual el


abono en cuenta es apenas una presunción de que se efectuó un
pago al hacerse el asiento, pero esto es, como señala alguna ju­
risprudencia, cuando "equivale a la entrega de la cosa... puesto
que desde el momento del abono en la cuenta corriente el acree­
dor puede disponer de la cantidad abonada" 17.

También, como señala la citada sentencia, "no puede identi­


ficarse la entrega.... con el abono en una cuenta, tendente a ha­
cer constar en contabilidad no el pago, sino la subsistencia de la
deuda". Aquí radica el otro error de la disposición reglamenta­
ria que confunde el registro del pasivo con la posibilidad que el
acreedor pueda exigir jurídicamente el pago.

Obviamente si se señala que el acreedor (beneficiario de la


renta) pueda exigir el pago, es por que precisamente el pago no
se ha efectuado y mal podría considerarse pagado y disponible
el enriquecimiento para el ISLR, en los casos que la Ley estable­
ce que sólo será gravado cuando se haya pagado.

Como señala la misma sentencia referida antes, en estos ca­


sos el abono en cuenta es la prueba más evidente (en los regis­
tros del deudor) de que la deuda no se ha pagado y ello no cam­
biará con la simple emisión de una nota de crédito.

Como hemos señalado, bastará para demostrar el no pago


(mediante el abono en cuenta) que el deudor a los pocos días de

17 Sentencia N° 503 del 05-10-79 del Tribunal Segundo de Impuesto Sobre la


Renta.

293
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

haber hecho el asiento emita un cheque o entregue un bien para


cancelar la deuda que figura en sus registros a partir del mo­
mento que hizo el abono en cuenta a favor de alguien, ya sea
que el asiento de abono se hubiese hecho en forma nominativa
(señalando al acreedor expresamente) o en forma global (en
cuentas genéricas de gastos o costos por pagar).

4.3 La jurisprudencia sobre el abono en cuenta.

Sobre el abono en cuenta, la jurisprudencia no ha sido uni­


forme y más aún ha sido contradictoria, sobre todo en los últi­
mos tiempos. Veamos esto con el análisis de algunas sentencias
que han tratado el tema del abono en cuenta.

Comenzaremos con la sentencia N° 503 del Tribunal Se­


gundo de Impuesto Sobre La Renta ya referida, la cual a nues­
tro juicio, acogiendo el criterio del Tribunal Supremo Español,
es la que ha definido por primera vez y correctamente la frase
"abono en cuenta". En efecto, el referido tribunal venezolano
expresó:

"Sobre este punto el Tribunal estima oportuno reproducir el si­


guiente comentario expuesto en la 'Nueva Enciclopedia Jurídica'
por Carlos E. Mascareñas: " El abono de una cantidad hecho en
cuenta corriente, aún cuando no se trata de cuenta bancaria. debe
ser considerado como una forma de pago del abonante, va que ello
equivale a la 'entrega de la cosa' del artículo 1157 del Código Civil
(español), y cumple lo ordenado por el 1162, puesto que desde el
momento del abono en la cuenta corriente, el acreedor puede dis­
poner de la cantidad abonada, lo cual es el equivalente a la entrega
hecha personalmente al acreedor". (Subrayado del Tribunal) (Tomo
11, página 77. Publicación "Leyes Civiles de España" por León
Medina y Manuel Marañón, encontramos los citados artículos del
Código Civil y su comentario judicial, en los siguientes términos:
Artículo 1157. No se entenderá pagada una deuda sino cuando
completamente se hubiese entregado la cosa o hecho la prestación
en que la obligación consistía. Interpretación judicial: " No puede
identificarse la entrega a que alude este artículo con el abono en
una cuenta, tendente a hacer constar en contabilidad, no el pago,
sino la subsistencia de la deuda". (Sentencia del Tribunal Supre­

294
F é l ix H ern áxd e¿ R ic h a r d s

mo, del día 15 de octubre de 1946). (Instituto Editorial Reus, Ma­


drid, 1949, página 375).
En el Diccionario de la Lengua, publicado por la Real Academia
Española, abono, es acción y efecto de abonar o abonarse. En el
suplemento incorporado a la edición de 1970, se agrega como sig­
nificación de abono: "6. Cada uno de los pagos parciales de un
préstamo o una compra a plazos". Las acepciones de abonar, sin
referirnos a los de fertilizar la tierra y otros ajenos al asunto que
nos atañe, van desde "acreditar o calificar de bueno" y "salir por
fiador de alguno, responder por él" hasta "pagar" y "asentar en
las cuentas corrientes las partidas que corresponden al haber".
Esta misma significación es la admitida por el "Diccionario de
Derecho Usual" de Guillermo Cabanellas, edición de 1953, Arayú,
Buenos Aires, Tomo I, página 18.
Resumiendo, tenemos que el abono en cuenta sólo podrá conside­
rarse como pago cuando constituya un real descargo, que deje au­
tomática y libremente a disposición del beneficiario, la cantidad
abonada Así se declara". (Subrayado agregado).

Decimos que ha definido correctamente la frase de abono en


cuenta por cuanto no se quedó en la mera noción contable sino
que indagó sobre su naturaleza de presunción que admite prue­
ba en contrario, concluyendo que "sólo podrá considerarse como
pago cuando constituye un real descargo, que deje automática y
libremente a disposición del beneficiario, la cantidad abonada".

Esto último no se produce sino cuando normalmente entre


deudor y acreedor existe una relación comercial en la cual usan
una especie de cuenta corriente que aunque no es bancaria, fun­
ciona como tal, usualmente nunca se produce el pago formal­
mente por cuanto el abono en cuenta ya libera al deudor y pone
a disposición del beneficiario la renta o cantidad abonada, aun­
que quedará vigente la posibilidad de la prueba en contrario de
haberse efectuado el pago.

Luego de esta excelente sentencia del tribunal de instancia,


se produjo la sentencia del 6 de diciembre de 1990 de la Sala
Político Administrativa de la Corte Suprema de Justicia (en Sala
Especial Tributaria), en la cual se ratifica, en el caso de la de­

295
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

ducción de prestaciones sociales, que el simple abono no debe


reputarse como pago, lo cual, a nuestro juicio, es correcto.

Sin embargo en la sentencia se incurre en el error de conside­


rar que el gasto de prestaciones sociales es deducible por cuanto
hubo un abono en cuenta, de acuerdo con el artículo 41 de la
Ley Orgánica del Trabajo y, como tal, no admite prueba en con­
trario y debe considerarse como pago.

A nuestro juicio, en ese caso concreto el gasto de prestacio­


nes sociales abonado en cuenta es deducible, no por haberse
pagado como se asume erradamente en la sentencia, sino por
ser un gasto causado que es el momento de disponibilidad que
corresponde al contribuyente objeto del reparo, es decir, los in­
gresos de ese contribuyente (Corporación Vielam, S.A.) son
gravables en el momento del causado y sus costos y gastos son
imputables o deducibles al estar causados, como es el caso de
las prestaciones sociales abonadas en cuentas individuales de
los trabajadores. La prueba de que no se efectuó el pago se evi­
dencia del dicho de la propia sentencia cuando señala que las
cantidades abonadas devengarán intereses y es precisamente
por ese motivo porque se tiene un capital, es decir se adeuda la
suma o el capital que genera el interés, lo cual es demostrativo
de que el pago no se ha efectuado y sólo se registró un pasivo.

Posteriormente, se produjo la sentencia del 19 de octubre de


1995 de la Sala Político Administrativa de la Corte Suprema de
Justicia, la cual, si bien no profundiza en el estudio de la frase
de "abono en cuenta", para aplicarla al caso concreto, concluye
que ha habido pago por cuanto se produjo un abono en cuenta,
que no ha sido desvirtuado, de conformidad con lo establecido
en el último aparte del artículo 3 de la Ley de ISLR. Esta senten­
cia, a nuestro juicio, no aporta elementos como para que anali­
cemos con mayor profundidad el tema.

Luego encontramos la sentencia del 30 de octubre de 2001


de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Jus­
ticia, en la cual, podría decirse, se mantiene el criterio sentado
por el Tribunal Segundo de Impuesto Sobre La Renta.

296
F él ix H ern án d ez R ic h a r d s

En efecto, dicha sentencia expresa:

"En efecto, el hecho de que hubiese acreditado la suma de intereses


adeudada a la acreedora al final de su ejercicio de 1986, lo único
que le permitió a la contribuyente fue registrar en su contabilidad
como egresos de ese ejercicio, "sus gastos por intereses causados y
no paeado", pero en modo alguno esta simple acreditación impli­
ca abono en cuenta como se debe entender en la legislación
tributaria. Para la contabilidad los términos "acreditar una deter­
minada cantidad a una cuenta" es ciertamente sinónimo de "abo­
nar en cuenta esa misma cantidad". Pero fiscalmente los términos
se han diferenciado; para que hava verdaderamente un "abono en
cuenta", considerado como pago, es necesario que la suma abona­
da haya salido del patrimonio del deudor y que se encuentre ente­
ramente a disposición del acreedor, aun cuando éste no haya reci­
bido físicamente el pago; es decir que la suma abonada se haya
puesto efectivamente a su orden y ello no puede hacerse a menos
que el deudor tenga disponibilidad en caja o banco. A tal efecto es
necesario que haya un verdadero "abono en cuenta" a favor del
acreedor contra las cuentas de caja o banco del deudor y no basta,
en consecuencia, que la cantidad simplemente se le haya acredita­
do en la contabilidad el deudor. De modo que para esta Sala no hay
duda de que la contribuyente no pagó los intereses que registró
como eeresos en 1986, simplemente acreditándolo a la cuenta por
pagar del acreedor, que fue lo que hizo, por lo que es forzoso con­
cluir que dichos intereses no se pagaron en ese ejercicio".

Recientemente la Sala Político Administrativa del Tribunal


Supremo de Justicia, en sentencia del 14 de enero de 2003, bas­
tante escueta y muy cuestionable, señala lo siguiente:

"Así, la doctrina ha interpretado que el pago de una obligación


dineraria es el que se hace mediante la entrega en efectivo o a través
de la transferencia de un valor representativo de un crédito a la
vista en un banco o institución financiera. Ahora bien, toca a esta
sala interpretar lo que debe entenderse por abono en cuenta, y a tal
efecto, estima que consiste en la acreditación o anotación en el
haber que hace el deudor del gasto en una cuenta a nombre de una
persona jurídica o natural, de una cantidad determinada, pues
desde ese momento se considera que existe una disponibilidad

297
6 0 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

jurídica, independientemente de la disponibilidad que pueda exis-


tir. En conclusión, el abono en cuenta debe entenderse tal y como se
concibe en materia contable—Así se declara".

Obviamente^ no compartimos la reciente sentencia de la Sala


Político Administrativa toda vez que incurre en los errores an­
tes referidos de confundir el abono o acreditación de una cuen­
ta contablemente, que Significa en la mayoría de los casos el
registro de un pasivo y por tanto el no pago, con el abono en
cuenta de la Ley de ISLR que Significa precisamente todo lo con­
trarió: la disponibilidad por pago de la renta, la cual admite
prueba en contrário.

Como hemos señalado, para que exista abono en cuenta a


los fines del ISLR, ya sea para gravar el ingreso o deducir un
gasto o efectuar una retención es necesario que el abono tenga
efecto liberatorio de una acreencia y no de existencia de deuda,
que es lo que normalmente ocurre en el abono contable; y por
otra parte/ el abono en cuenta admite prueba en contrario.

Por eso no entendemos por qué en un período tan breve, la


Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia
dicta pronunciamientos diametralmente opuestos y contradic­
torios. La única justificación aparente es que cuando se adoptó
el criterio de que el abono en cuenta de la Ley de ISLR no es el
simple abono contable, interesaba ese criterio al Fisco Nacional
(ya qüe favorecía* al reparo hecho por éste al no admitir la de­
ducción por el no pago en el ejercicio siguiente) y ahora que se
aparta de ese criterio también se favorece al Fisco (no se hizo
retención en el momento del abono contable). Ojalá que esto
hubiese Sido una mera coincidencia y no una actitud de favore­
cer al Fisco en los casos de aparentes dudas.

A nuestro juicio, el Tribunal Supremo debe revisar el último


criterió de abono en cuenta sentado, ya que no responde a la
naturaleza de la figura en el ISLR, que debe atender siempre a
la disponibilidad de la renta y a su posibilidad de gravarla, pero
dejando a salvó el derecho de probar lo contrario (presunción
juris tdrttum) y cuando se pretende equiparar o dejarle a la con­

298
F é l ix H ern á n d ez R ic h a r d s -

tabilidad que defina los términos legales ¡y que se efectúe reten­


ción de ISLR en cualquier abonó o acreditación contable, se está
yendo más lejos de lo que establece la' Ley y no'se está respetan­
do ese dérecho de prueba én contrario;

5. Casos dudosos de disponibilidad, en lá jurisprudencia.

Como la Ley de ISLR, dentro de las reglas cíe disponibilidad,


no puede contener un catálogo completo con la descripción de
todas las posibles actividades o negocios1de los contribuyentes
que pueden generarle rentas, ¡siempre se han presentado dudas
a la hora de ubicar ciertas, actividades o negocios dentro de los
momentos de disponibilidad que, conocemos. Ello ha ocurrido
en muchos casos.

A los fines de este trabajo, sólo abordaremos algunos de estos


casos dudosos, los cuales nos parecieron los más importantes,
tomando en cuenta las decisiones judiciales que han tratado
estos casos.

5.1 Las diferencias cambiarías.

La disponibilidad de las diferencias cambiarías/ es decir el


momento de gravabilidad o deducibilidad de tales diferencias
es quizás el tema qué más se ha discutido en la jurisprudencia
venezolana.

Comenzaremos el análisis con la sentencia N° 376 del 3-3-52 de


la Junta de Apelaciones, la cual fue confirmada por la Corte
Federal del 11-11-55.

En esa sentencia, a los fines de establecer la disponibilidad de


la diferencia en cambio, se distingue entre devaluación y fluc­
tuación, considerándose que en los casos de devaluación el ajuste
que se produzca será disponible, no así en los casos de fluctua­
ción en los cuales es necesario que se efectúe el pago y la libera­
ción de la obligación a un tipo menor (o mayor) que el existente
para la fecha en que deuda fue contraída. En efecto, el Tribunal
señaló expresamente:

299
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

"La Junta observa: El Acta de fiscalización asienta el hecho de que


"esta diferencia se origina en los ajustes hechos por concepto de la
devaluación de la libra esterlina que afectó principalmente a las
cuentas" que la Compañía tiene con la empresa N. N. de Londres
para los fines del cumplimiento de obligaciones contraídas en el
extranjero. Dicha Acta, como se ve, se refiere a un hecho concreto -
"la devaluación de la libra esterlina"- y no del cambio de la referi­
da moneda. La Junta cree necesario definir estos dos distintos con­
ceptos, que tienen caracteres y consecuencias diferentes. La "deva­
luación" de una moneda consiste en la determinación oficial del
valor de dicha moneda, esto es, de su contenido cuantitativo del
metal escogido como patrón monetario. Cuando un Gobierno efec­
túa la devaluación de su moneda, lo que hace, en realidad, es fijar
el valor metálico de esa moneda. En el caso concreto, de la "deva­
luación" de la libra esterlina, a que se refiere la Fiscalización, y
como resultado de la cual la Compañía recurrente realizó los ajus­
tes y acreditó las respectivas cantidades a una "Cuenta de Cambio
en Suspenso", se produjo efectivamente un beneficio financiero y
tanto que la propia Compañía lo contabilizó como tal, aun cuando
colocándolo bajo el rubro de una cuenta especial y sin tomarlo en
cuenta para los fines de su declaración de renta".
"Las fluctuaciones en el valor de la moneda extranjera", como lla­
ma a la devaluación la recurrente en su escrito de informes, es un
fenómeno diferente y consiste en las variaciones del tipo de cambio
de una moneda como resultado de la actuación de la ley de la
oferta y la demanda sobre el tráfico internacional de las monedas.
Este fenómeno, en efecto, como asienta la recurrente, "puede repre­
sentar un beneficio o una pérdida para el deudor, según el caso,
pero es evidente que tal beneficio no es líquido disponible, como lo
exige la Ley, para ser gravado, sino cuando efectivamente se ha
hecho el pago y efectuado la liberación de la obligación a un tipo
menor que el existente para la fecha en que la deuda fue contraída".

Continuaremos con la sentencia del 28-03-79 del Tribunal


Segundo de Impuesto sobre la Renta, en la cual se señaló que las
ganancias o pérdidas originadas o causadas por revaluaciones
o devaluaciones del signo monetario, no se producen en forma
automática sino que es preciso que se efectúe la operación de
transferencia de una moneda a otra. Concretamente, el Tribu­
nal señaló:

300
F é l ix H ern á n d ez R ic h a r d s

"...La jurisprudencia nacional tiene establecido, que si la pérdida


se debe a fluctuaciones monetarias sin intervención oficial no es
deducible, pero sí lo es cuando la diferencia en el cambio moneta­
rio se debe a la acción oficial. La doctrina jurisprudencial y admi­
nistrativa sin embargo ha incurrido en un error en estimar que las
ganancias o pérdidas originadas o causadas por revaluaciones o
devaluaciones del signo monetario, se producen en forma automá­
tica, sin considerar que para tal ganancia o pérdida originada, se
concrete es preciso que en los hechos se efectúe la operación de
transferencia de una moneda a otra, con su correspondiente ingre­
sos (activo') o egreso (pasivo! en el país".

Posteriormente se produjeron las sentencias del 16-09-92 (caso


Amoco Venezuela Oil Company), del 25-09-92 (caso Hidrocar­
buros y Derivados, C.A.) del 19-09-95 (caso Selecciones Selemar,
C.A.) y del 16-01-96 (caso C.A. Tabacalera Nacional) todas del
Tribunal Superior Octavo de lo Contencioso Tributario, en las
cuales dicho Tribunal dictamina que la causa de la pérdida en
cambio está en'la fluctuación monetaria y es irrelevante que
exista o no un abono en cuenta o un pago para su deducción.
También señala el Tribunal, que la Ley de ISLR de 1991 resuelve
el problema al incorporarse en ella el reajuste por inflación de
los activos y pasivos en moneda extranjera, como parte del sis­
tema de ajuste por inflación.

Cabe señalar que el 29-09-94 se produjo también una senten­


cia del Tribunal Superior Noveno de lo Contencioso Tributario
que coincide con el criterio del Tribunal Octavo de considerar
deducible y realizada la pérdida cambiaría registrada producto
del Convenio Cambiario N° 2 del 17-07-86, suscrito entre el Ban­
co Central de Venezuela y el Ministerio de Hacienda18.

Luego podría mencionarse la sentencia del fecha 19-10-95


de la Sala Político Administrativa de la Corte Suprema de Justi­
cia (caso Auto Europa, C.A.), la cual no es muy clara, pero pa­
reciera concluir que la diferencia (pérdida en cambio) se genera
(es disponible) en el momento del pago.

18 Publicado en la Gaceta Oficial N° 33.514 del 17-07-86.

301
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

Finalmente, encontramos la sentencia del 14-01-2003 de la


Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo (caso SURAL,
G.A.) en ía cual se distingue entre devaluación y fluctuación y
entre pérdidas y ganancias en cambio. Con base eñ esa distin­
ción, la Corté dictaminó qué la perdida en cambio, producto de
una devaluación (no de fluctuación), es deducible en el momen­
to de lo causado en razón de que el régimen de disponibilidad
del contribuyente es el del causado; sin embargo, la ganancia en
cambio no era disponible al no haberse efectuado la conversión
de la moneda extranjera a bolívares o al no haberse concretado
el pago y efectuado la liberación de la obligación.

A nuestro juicio, esta última sentencia de la Corte sintetiza


extraordinaria y acertadamente la problemática de la disponi­
bilidad, de las diferencias cambiarías que había venido plantean­
do la jurisprudencia,,ya que,acoge la, tesis de la Junta de Apela­
ciones que distingue entre, devaluación y fluctuaciones y
considera deducible la pérdida originada por devaluación y en
esto coincide con las sentencias referidas del Tribunal Superior
Octavo de lo Contencioso Tributario y acoge también, la tesis
del Tribunal Segundo de Impuesto Sobre La Renta al declarar
que la, ganancia en cambio no se produce de fprma automática
y que es necesario la conversión de la moneda.,

Obviamente, como lo señaló el Tribunal Superior Octavo de


lo Contencioso Tributario, el sistema de ajuste por inflación re­
solvió gran parte de la problemática de la disponibilidad de las
diferencias cambiarías, ya*que automáticamente al hacer anual­
mente el reajuste regular cualquier diferencia en el activo o pa­
sivo en moneda extranjera (considerados activos no moneta­
rios), formaba parte del resultado de la cuenta de "Reajuste por
inflación" que se suma o resta de la renta neta gravable19.

Actualmente, si bien los activos y pasivos en moneda extran­


jera no son considerados activos y pasivos no monetarios20 y
por tanto reajustables por el sistema de reajuste regular por in-

19 Artículo N° 178 de la Ley de ISLR promulgada el 28-12-2001.


20 Artículo N° 173, parágrafo segundo, de la LISLR del 28-12-2001.

302
F é l ix H ern á n d ez R ich a r d s

ilación, de todas formas la ley considerárealizádas (disponi­


bles) las ganancias o pérdidas que se generen por el ajuste de las
acreencias o inversiones y el de las deudas u obligaciones en
moneda extranjera21. '

5.2 Las Plusvalías.


Sobre este tema sólo conocemos la sentencia N° 203 del 12-
12-47 de la Junta de Apelaciones.
La Junta declaró, con un voto salvado, que el enriquecimien­
to derivado de la cesión de un negocio en el que se reconoció
una plusvalía, que aquél es gravable o disponible en el ejercicio
que se realiza la operación. ¡
El voto salvado señala que la Junta debió hacer un análisis
más profundo sobre la forma como fueron adquiridos los bienes
en el traspaso o cesión del negocio; sin embargo, a pesar que
expresa que debió declararse con lugar la apelación, no hay
mayores fundamentos sobre esa conclusión.
Creemos que la Junta de Apelaciones ubicó acertadamente
este tipo de enriquecimiento dentro del momento en que se pro­
duce la operación o causado, que es, a nuestro juicio, la oportu­
nidad en que debe ser gravado el enriquecimiento derivado del
traspaso de un negocio, ya que esto no es sino parte del precio
de venta y la plusvalía reconocida es parte de éste. Además, la
operación no está incluida dentro de los enriquecimientos que
son gravables en el momento del pago y por ende, automática­
mente debe ubicarse como gravable en el momento en que se
realiza la operación (causado).

5.3 Las mejoras realizadas al inmueble arrendado.

Los reglamentos de la Ley de ISLR siempre han previsto úna


disposición que señala que cuando en un contrato de arrenda­
miento se estipule que el arrendatario hará por su cuenta deter­
minadas mejoras al bien arrendado, el costo de las mejoras se

21 Artículo N° 188 de la LISLR del 28-12-2001.

303
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

considerará parte del canon y deberá ser declarado como tal


por el arrendador22.
Esa disposición reglamentaria ha sido interpretada por la
Junta de Apelaciones en sentencia N° 391 del 4-8-52 señalando
que el importe total de las mejoras debe distribuirse en forma
equitativa durante el tiempo que dure el arrendamiento en los
distintos cánones y no declararse como una renta global al co­
mienzo o al fin del contrato.
A nuestro juicio, si bien es correcto asumir que el enriqueci­
miento, derivado de unas mejoras hechas por el arrendatario al
inmueble están'asociadas al, contrato de arrendamiento, ello no
necesariamente indica que el mismo (el enriquecimiento) se per­
cibe como se per.ciben los cánones en el período del contrato.
La Ley de ISLR no señala este procedimiento de prorrateo
que parece advertirse del reglamento, aunque no tan claramen­
te, a nuestro juicio, y que la referida sentencia impulsa.
Si bien podría decirse que la intención, tanto de la disposi­
ción reglamentaria1como del fallo de la Junta de Apelaciones
parece justa, no es menos cierto ¡que, de acuerdo al artículo 3 del
Código Orgánico Tributario, corresponde a la Ley de ISLR defi­
nir esta materia, ya que la disponibilidad es un elemento funda­
mental en la determ inación del ISLR, es decir, del hecho
imponible y de la base de su cálculo.
A nuestro juicio, como las mejoras incrementan el enriqueci­
miento del arrendador, al ser parte del canon que debe pagar el
arrendatario, la disponibilidad según la legislación hasta ahora
vigente, debe ser más bien en el ejercicio en que el arrendatario
hace las mejoras, no cuando paga el resto de los cánones, aun­
que sería saludable qué en üñá futura reforma de la Ley de ISLR
se incorpore la disposición reglamentaria, aclarando mejor la
disponibilidad en estos casos..

22 Artícilio 43 del Reglamento de la Ley de Impuesto Sobre La Renta publica­


do en la Gaceta Oficial N° 4.547 Extraordinario del 25-03-93. Decreto N°
2.862 del 18-03-93.

304
F él ix H er n á n d ez R ic h a r d s

5.4 El beneficio de las cuentas en participación.

La problemática que surge en la disponibilidad en este caso,


se refiere a la adecuada ubicación de la actividad objetó de la
cuenta dentro de las reglas, valga la redundancia, de disponibi­
lidad que contempla la Ley de ISLR.

Esto es, la actividad objeto de la cuenta que debe ubicarse


dentro de los tres momentos de disponibilidad que están previs­
to en la ley, de acuerdo al ejercicio fiscal de 12 meses escogidos
por los miembros de la cuenta en participación.

El caso que nos presenta la Jurisprudencia es el de un contri­


buyente asociado en una cuenta en participación; donde se pre­
tendía que el enriquecimiento generado en la cuenta eri partici­
pación (Construcción) fuese gravable en el momento del pago y
no en el momento que prevé la Ley para ese tipo de actividad
realizada. En ese caso, la Junta de Apelaciones en sentencia N°
452 del 26-2-54 señaló que el enriquecimiento sería disponible,
para los casos de obras que han de realizarse en un período ma­
yor de un año, con base en lo construido durante el año gravable.
A nuestro juicio, el referido fallo fue acertado ya que las reglas
de disponibilidad son aplicables independientemente de la es­
tructura de negocios o forma jurídica que adopte el contribu­
yente y se grava según los tres momentos que señala la Ley y no
cuando el asociante o asociado decidan repartirse el beneficio.

5.5 Venta sujeta a condición resolutoria.

En este caso, la Junta de Apelaciones en sentencia N° 486 del


02-03-55, confirmada por la Corte Federal en sentencia del 29-
11-55, señaló que las cantidades percibidas en virtud de un con­
trato de servicios que tenga prevista la posibilidad de devolu­
ción son gravables en el ejercicio en que se hayan prestado los
servicios.

A nuestro juicio, el criterio jurisprudencial antes referido es


correcto e incluso fue recogido en el Código Orgánico Tributa­
rio (actualmente artículo 38), donde se prevé que el hecho

305
60 A ñ o s de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

imponible (en este caso la prestación de servicios) se considera­


rá realizado en el momento de su acaecimiento o celebración, si
la condición a que estuviere sometido fuere resolutoria. En este
caso, el enriquecimiento por la prestación de un servicio que, al
no ser producto del libre ejercicio profesional, es gravable o dis­
ponible en el momento en que se causa o realiza la operación.

5.6 Venta con precio sujeto a determinación posterior.

En este caso, la Sala Político Administrativa de la Corte Su­


prema de Justicia en sentencia del 25-11-64 revocó una senten­
cia del Tribunal de Apelaciones que consideró que existía impo­
sibilidad física de gravar parte del precio que estaba sujeto a
determinación posterior y que debería gravarse cuando éste (el
precio) se conociese.

La Corte, en la referida sentencia, señaló que la disponibili­


dad no podría escindirse en dos momentos: uno en la oportuni­
dad que la operación se realiza y otro en el momento del pago.

A nuestro juicio, la sentencia del Tribunal de instancia es


correcta, ya que el hecho de que una parte del precio no se co­
nozca y se determine posteriormente no significa que la dispo­
nibilidad de la operación sea distinta. Aquí como pudiese
inferirse, se trata más bien de un problem a donde la
cuantificación del hecho imponible no está completa respecto a
una parte del precio, pero una vez conocida ya es gravable aun
cuando no este pagada. Es decir, no se trata, como interpretó la
Corte, de que la disponibilidad de parte del precio cambiaría y
no se gravaría en el momento en que la operación que genere el
enriquecimiento se produzca. En este caso, esta operación se
concreta cuando ocurre el evento que hace posible la determi­
nación del ingreso, no su pago; el pago puede no haberse hecho
en el ejercicio, pero si ocurrió el evento que hace determinable el
ingreso, el enriquecimiento que se produce al conocerse el pre­
cio ya será gravable para el ISLR, aún cuando el precio no haya
sido pagado, a menos que se trate de una actividad que la Ley
prevé como gravable en el momento del pago.

306
F é l ix H ern án d ez R ic h a r d s

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la Ley de Impuesto Sobre la Renta. Impreso en Talleres Tipográfi­
cos de Miguel Ángel García e hijo. Caracas, 1969.

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LA DETERMINACIÓN
DEL ENRIQUECIMIENTO NETO
GRAVABLE CON EL IMPUESTO
SOBRE LA RENTA

A l e s sa n d r a M o n t a g n a F il ip p i *

I. Introducción

El Artículo 13 del Código Orgánico Tributario vigente en


Venezuela, siguiendo el Artículo 37 del Modelo de Código Tri­
butario para América Latina, prevé que la obligación tributaria
entre el sujeto pasivo y el ente público acreedor del tributo nace
una vez se verifiquen las circunstancias o eventos establecidos
por la Ley para tipificar el tributo, ello no es mas que el recono­
cimiento de que al producirse el hecho imponible nace una deu­
da tributaria; sin embargo, esta deuda solo es cierta una vez
conocida su cuantía.

Por lo tanto en los tributos en general, entendidos como aque­


lla prestación pecuniaria exigida por el Estado en virtud de su
poder de imperio cuando se cumplen los presupuestos de hecho
establecidos en la Ley y cuyo objeto es contribuir a los gastos
públicos, la determinación del importe causado por ese concep­
to, es una fase fundamental para conocer lo que el sujeto pasivo
adeuda al Ente Público.

La determinación del monto de la obligación tributaria, es


decir, de la cantidad de dinero que el sujeto pasivo ha de pagar

* Licenciada en Contaduría Pública egresada de la Universidad Católica


Andrés Bello (1988). Especialista en Derecho Financiero de la misma Uni­
versidad (1996). Socia del Departamento de Asesoría Tributaria de KPMG
Alcaraz Cabrera Vázquez.
Los puntos de vista y las opiniones contenidos en este documento pertenecen a su
autora y no necesariamente representan los puntos de vista y las opiniones de
KPMG Alcaraz Cabrera Vázquez.

309
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

al sujeto activo por concepto de tributos, tiene dos elementos


esenciales: la base imponible y la alícuota impositiva; por lo tan­
to, salvo que se trate de tributos de importe fijo, en general po­
demos aseverar que es a través de estos dos elementos que po­
demos cuantificar los recursos con los cuales debemos coadyuvar
a los gastos públicos.

La base transforma a una expresión numérica, el hecho que


dio nacimiento a la obligación tributaria y la alícuota es ese por­
centaje que se aplica a la base imponible para conocer el impor­
te del tributo causado por la realización de ese mismo hecho;
sin embargo, sin el propósito de restarle importancia, lo inhe­
rente a esta última no será objeto de estudio en el presente tra­
bajo.

Es oportuno recordar que los tributos están sujetos a los prin­


cipios constitucionales que limitan el poder tributario del Esta­
do, como son los de generalidad1, igualdad2, no confiscatorie-
dad3, legalidad4 y capacidad contributiva5; en la determinación
de la base imponible, los dos últimos mencionados son de obli­
gatorio cumplimiento.

1 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Artículo 133: "Toda


persona tiene el deber de coadyuvar con los gastos públicos mediante el
pago de los impuestos, tasas y contribuciones que establezca la ley".
2 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Artículo 21: "To­
das las personas son iguales ante la ley...".
3 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Artículo 317:
"...Ningún tributo puede tener efecto confiscatorio..." , Así mismo los Ar­
tículos 115 y 116 de esa Constitución, garantizan la propiedad y prohíben
confiscación de bienes, salvo que exista una autorización constitucional.
4 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Artículo 317: "No
podrán cobrarse impuestos, tasas, ni contribuciones que no estén estable­
cidos en la ley, ni concederse exenciones o rebajas, ni otras formas de
incentivos fiscales, sino en los casos previstos por las leyes...".
5 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Artículo 316: "El
sistema tributario procurará la justa distribución de las cargas públicas
según la capacidad económica del o la contribuyente, atendiendo al prin­
cipio de progresividad, así como la protección de la economía nacional y la
elevación del nivel de vida de la población, para ello se sustentará en un
sistema eficiente para la recaudación de los tributos."

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A less a n d r a M on tag n a F ilippi

En efecto, la Ley debe definir todos los elementos que inte­


gran la base sobre la cual se deben liquidar los impuestos. Sos­
tiene Ramón Valdés Costa6 que la ley tendrá que precisar sobre
que se deberá liquidar el tributo, por ejemplo si se refiere al im­
puesto sobre la renta, debe indicar si la renta si es de fuente
nacional o extranjera, si es renta neta real o presunta; es decir
hay una reserva absoluta de la Ley. El Artículo 3 del Código
Orgánico Tributario Venezolano, establece que solo a las leyes
corresponde definir la base de cálculo de los tributos.

Por otra parte, la base debe guardar relación con el hecho


generador de la obligación tributaria, es decir, una vez elegida
por parte del legislador la manifestación de riqueza sobre la
cual recaerá el gravamen, debe seleccionar y fijar mediante la
ley una base que sea idónea y reflejo de ese hecho imponible,
debiéndose convertir la base en expresión de la capacidad con­
tributiva.7

En el caso específico del impuesto sobre la renta, encontra­


mos que tiene como presupuesto de hecho para que se genere la
obligación tributaria, la obtención de enriquecimientos netos,
disponibles, en dinero o en especie, en virtud de actividades eco­
nómicas o de bienes situados en el país o fuera de él y la base
imponible es precisamente la renta o el enriquecimiento neto
obtenido en un periodo determinado, medido en un término de
doce meses8 y conocido como ejercicio gravable.

6 Valdés Costa, Ramón: Instituciones de Derecho Tributario, Edit. Depalma,


Buenos Aires, pág. 148.
7 Hay disposiciones en nuestra legislación que no cumplen con este precep­
to constitucional, para conocer sobre alguna de ellas consultar la ponencia
del Dr. Armando Montilla Varela "La capacidad contributiva en la Consti­
tución de 1961 y la de 1999" en las V Jornadas Venezolanas de Derecho
Tributario, Aspectos Tributarios en la Constitución de 1999.
8 El contribuyente puede optar entre el año civil u otro período de doce
meses como ejercicio gravable. Excepcionalmente pueden existir periodos
inferiores a doce meses, tal es el caso del primer ejercicio de un contribu­
yente (persona jurídica) o el último con motivo de la cesación de activida­
des por disolución, liquidación, fusión o cualquier otra causa similar.

311
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Sin embargo, la determinación de la base imponible en el


impuesto sobre la renta, está afectada por una serie de circuns­
tancias que regula la Ley. A través del presente trabajo preten­
demos conocer sobre las limitaciones previstas en la Ley de Im­
puesto sobre la Renta Venezolana relativas a los elementos de
determinación de la base imponible, es decir del enriquecimien­
to neto gravable con el impuesto sobre la renta.

II. Enriquecimiento Neto

La Ley de Impuesto sobre la Renta vigente9 define en su Ar­


tículo 4 qué se entiende por enriquecimiento neto. A tal efecto
establece que son enriquecimientos netos los incrementos de
patrimonio que resulten de restar de los ingresos brutos, los cos­
tos y deducciones permitidas por la Ley, sin perjuicio de la apli­
cación de los ajustes por inflación que sobre la renta de fuente
territorial deberán efectuarse.

Ante la referencia expresa del legislador al enriquecimiento


neto como incremento patrimonial, he considerado relevante
recordar que la expresión ganancias puede establecerse a través
de dos enfoques: el estático, que resulta por diferencia patrimo­
nial y el dinámico que es el que se expresa en el estado de ga­
nancias y pérdidas.10

Cuando nos basamos en el primer enfoque, lo debemos en­


tender como el resultado que se origina por la diferencia entre
un patrimonio inicial y un final, hecha exclusión de los aumen­
tos y disminuciones ocurridas en ese patrimonio, mientras que
el segundo, se basa en un estado financiero que reconoce los
ingresos por ventas de bienes, prestación de servicios y otras
transacciones realizadas, así como las compras, costos y gastos
incurridos en un periodo determinado.

9 Gaceta Oficial Extraordinaria No. 5.566 del 28 de diciembre de 2001.


10 "Ensayo de un concepto de ganancia realizada" Trabajo presentado en la
Villa Conferencia Interamericana de Contabilidad por Boccardi, Enrique;
Chapman, William; Chyrikins, Héctor, citado por Enrique Jorge Reig, en
el Trabajo "Conflicto entre las normas impositivas y los principios conta­
bles", Revista de Derecho Tributario, Número 62.

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No obstante las diferencias en el procedimiento y que el se­


gundo de los nombrados podría ser el que inicialmente nos re­
sulte más familiar para obtener el resultado de un periodo de­
terminado, la aplicación de uno u otro enfoque produce el mismo
resultado.

Recuérdese que el patrimonio esta constituido por el capital


social, las reservas y las utilidades retenidas; por lo tanto la dife­
rencia entre el patrimonio total de dos balances a dos fechas
diferentes, representa la utilidad o pérdida del periodo objeto
de la medición. Observemos el siguiente cuadro:

Patrimonio Inicial Bs. Final Bs.


Capital social 10.000.000 10.000.000
Reserva Legal 1 . 000.000 1 . 000.000
Utilidades No distribuidas 5.000.000 7.500.000
Total Patrimonio 16.000.000 18.500.000

En el caso que antecede, si comparamos el patrimonio inicial


con el patrimonio final observamos que ha ocurrido en el perio­
do de tiempo en que se efectúa esta medición un incremento de
Bs.2.500.000. Si el capital social y la reserva legal han permane­
cido inalterados, el incremento del patrimonio es el resultado
producto de las actividades económicas llevadas a cabo por la
empresa de la cual se trate. Dicho resultado es el mismo que se
podrá apreciar en el Estado de Ganancias y Pérdidas de la em­
presa, el cual como ya mencionáramos, será demostrativo de
los ingresos obtenidos y de los costos y gastos incurridos en el
ejercicio de sus actividades y proporcionará al interesado ma­
yor información relevante con relación a como la renta fue ob­
tenida. Ello se explica en el hecho de que al cierre de un periodo,
las cuentas de Ganancias y Pérdidas, se cierran, siendo traspa­
sado su saldo a las utilidades no distribuidas.

Una vez aclarada la definición de enriquecimiento como in­


cremento patrimonial acogida por el legislador, para determi­

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60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

nar sobre que cuantía recaerá el impuesto sobre la renta, hay


que señalar que también se han establecido en la Ley, las reglas,
limitaciones y condiciones para cada ítem que compone la ecua­
ción determinativa del incremento de patrimonio que reflejen
los libros del contribuyente, los cuales diferirán porque, como
bien lo recoge el Artículo 91 de la Ley de Impuesto sobre la Ren­
ta,11 estos libros son llevados de acuerdo a Principios de Conta­
bilidad Generalmente Aceptados en Venezuela.
Por lo tanto, dadas las diferencias entre las disposiciones fis­
cales y los principios de contabilidad que deben aplicarse para
el reconocimiento de ingresos, costos y gastos para determinar
la utilidad, el contribuyente deberá efectuar una conciliación de
ambas rentas.
Por otra parte, es preciso destacar que la determinación de la
base imponible puede ser cierta o presuntiva; en el primero de
los casos nombrados, el legislador establece los parámetros que
inciden en la base y que se deberán tomar en consideración a los
fines de la determinación de las diferentes magnitudes que no
son mas que los ingresos, costos y deducciones a los que hicimos
referencia, mientras que en el segundo, por ausencia de elemen­
tos que permitan su valoración, prevé como renta neta un por­
centaje del ingreso bruto, tal es el caso de las Rentas Presuntas
normadas en el capitulo IV del Título II de la Ley de Impuesto
sobre la Renta vigente12. A los fines del presente trabajo y por lo
extenso del tema no abarcaremos la determinación de las rentas

11 Ley de Impuesto sobre la Renta, Artículo 91: "Los contribuyentes están


obligados a llevar en forma ordenada y ajustados a principios de contabi­
lidad generalmente aceptados en Venezuela, los libros y registros que esta
ley, su reglamento y las demás leyes especiales determinen, de manera
que constituyan medios integrados de control y comprobación de todos
sus bienes activos y pasivos, muebles e inmuebles, corporales e
incorporales, relacionados o no con el enriquecimiento que se declara, a
exhibirlos a los funcionarios fiscales competentes y a adoptar normas ex­
presas de contabilidad que con ese fin se establezcan.
Las anotaciones o asientos que se hagan en dichos libros y registros debe­
rán estar apoyados en los comprobantes correspondientes y sólo de la fe
que estos merezcan surgirá el valor probatorio de aquellos".
12 Ver Artículos 34 y siguientes de la Ley de Impuesto sobre la Renta.

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presuntas, abocándonos por lo tanto únicamente al análisis del


procedimiento de determinación sobre base cierta. No obstante
antes de entrar a los puntos específicos relativos a ingresos, cos­
tos y gastos, debemos hacer unos comentarios sobre los temas
relativos a la renta mundial, la disponibilidad del enriquecimien­
to y las rentas exentas, debido a que todos ellos afectan la deter­
minación de la obligación tributaria.

a) Renta mundial

Hasta la reforma sufrida en octubre de 1999 con vigencia el 1


de enero de 2001, la Ley de Impuesto sobre la Renta venezolana
había sido eminentemente territorial13, es decir el impuesto recaía
sobre cualquier enriquecimiento producto de bienes situados en

13 En la reforma de la Ley de Impuesto sobre la renta publicada en la Gaceta


Oficial Extraordinaria N. 3888 de fecha 3 de octubre de 1986 se incluyó el
gravamen a determinados enriquecimientos de fuente extranjera en los
siguientes términos: "Artículo 65.- Los enriquecimientos no gravados con­
forme a otras disposiciones de esta Ley, que obtengan en le exterior las
personas o comunidades de nacionalidad venezolana o domiciliadas en el
país señaladas en el Artículo 5 de la misma, estarán constituidos por el
treinta y cinco por ciento (35%)de sus ingresos brutos percibidos,
devengados u obtenidos fuera del territorio nacional dentro del ejercicio
gravable, los cuales estarán gravados con un impuesto único proporcional
de cuarenta por ciento (40%), no obstante lo dispuesto en otras disposicio­
nes de esta Ley. Tales enriquecimientos serán los provenientes:
a) Del arrendamiento u subarrendamiento de bienes corporales o
incorporales;
b) De dividendos y participaciones en las utilidades de sociedades, comu­
nidades u otras entidades jurídicas o de hecho;
c) De bienes dados en fideicomiso, aunque la masa de bienes fideicometidos
fuese constituida en entidad beneficiaría de tales ingresos;
d) De intereses de bonos, depósitos a ahorros, de instrumentos a plazo, de
depósitos bancarios o derivados de cualquier otra condición; y
e) De regalías y participaciones análogas, rentas vitalicias y demás
proventos derivados de la cesión del uso o goce de bienes corporales o
incorporales.
Parágrafo Único: El sesenta y cinco por ciento (65%) de los ingresos brutos a
que se refiere el encabezamiento de este artículo, se le admitirá al contribuyen­
te a título de costos, deducciones y pagos de tributos en el exterior."
Esta norma fue derogada en la reforma a la Ley de Impuesto sobre la Renta de
1991.

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60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

el país o de actividades realizadas en Venezuela, con indepen­


dencia del domicilio o residencia del perceptor de la renta.

Sin embargo, a partir de la fecha indicada, se incorpora el


régimen de renta mundial, bajo el cual se combinan el principio
de territorialidad con el criterio de domicilio o residencia. La
coexistencia de estos dos factores de conexión, uno objetivo y
otro subjetivo, se explica de la siguiente manera:

• Las personas domiciliadas o residentes en Venezuela y los


establecimientos permanentes o bases fijas en la Repúbli­
ca Bolivariana de Venezuela de personas naturales o jurí­
dicas domiciliadas o residentes en el extranjero, pagarán
impuesto en Venezuela por sus rentas de cualquier origen
• Las personas no domiciliadas o no residentes pagarán im­
puesto en el país únicamente por sus rentas de fuente ve­
nezolana

Como se puede observar constituye un factor fundamental a


efectos fiscales, el determinar si una persona natural o jurídica es
residente o domiciliada o tiene un establecimiento permanente o
base fija en el país a los efectos de conocer que elementos integra­
rán la base sobre la cual pagará impuestos al Fisco venezolano,
en otras palabras, si deberá declarar en el país todas sus rentas
independientemente del origen, territorial o no, de la renta.

Las normas que establecen quienes se consideran domicilia­


dos o residentes en el país están contenidas en el Artículo 30 del
Código Orgánico Tributario en los siguientes términos14:
"Se consideran domiciliados en la República Bolivariana
de Venezuela para los efectos tributarios:
1. Las personas naturales que hayan permanecido en el
país por un período continuo o discontinuo de más de

14 No obstante lo establecido en el Código Orgánico Tributario y en la Ley


de Impuesto sobre la Renta, es importante mencionar que la República
Bolivariana de Venezuela ha suscrito una red de Convenios para evitar la
doble imposición, los cuales establecen supuestos que afectan las defini­
ciones de residencia contenidos en la Ley interna y cuyo orden de aplica­
ción se encuentra por encima de esta última.

316
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ciento ochenta y tres (183) días en un año calendario, o


en el año inmediatamente anterior al del ejercicio al cual
corresponda determinar el tributo.
2. Las personas naturales que hayan establecido su resi­
dencia o lugar de habitación en el país, salvo que en el
año calendario permanezcan en otro país por un perío­
do continuo o discontinuo de más de ciento ochenta y
tres (183) días, y acrediten haber adquirido la residen­
cia para efectos fiscales en ese otro país.
3. Lo venezolanos que desempeñen en el exterior funcio­
nes de representación o cargos oficiales de la Repúbli­
ca, de los estados, de los municipios o de las entidades
funcionalmente descentralizadas, y que perciban remu­
neración de cualquiera de esos entes públicos.
4. Las personas jurídicas constituidas en el país, o que se
hayan domiciliado en él, conforme a la Ley.
ff

Por otra parte, encontramos que la Ley de Impuesto sobre la


Renta en el Parágrafo Tercero del Artículo 715 prevé que se en-
15 "A los fines de esta Ley, se entenderá que un sujeto pasivo realiza opera­
ciones en Venezuela por medio de establecimiento permanente, cuando
directamente o por medio de apoderado, empleado o representante, posea
en el territorio venezolano cualquier local o lugar fijo de negocios, o
cualquier centro de actividad en donde se desarrolle, total o parcialmente,
su actividad o cuando posea en Venezuela una sede de dirección, sucursal,
oficinas, fábricas, talleres, instalaciones, almacenes, tiendas u otros esta­
blecimientos; obras de construcción, instalación o montaje, cuando su du­
ración sea superior a seis meses, agencias o representaciones autorizadas
para contratar en nombre o por cuenta del sujeto pasivo, o cuando realicen
en el país actividades referentes a minas o hidrocarburos, explotaciones
agrarias, agrícolas, forestales, pecuarias o cualquier otro lugar de extrac­
ción de recursos naturales o realice actividades profesionales, artísticas o
posea otros lugares de trabajo donde realice toda o parte de su actividad,
bien sea por sí o por medio de sus empleados, apoderados, representantes
o de otro personal contratado para ese fin. Queda excluido de esta defini­
ción aquel mandatario que actúe de manera independiente, salvo que ten­
ga el poder de concluir contratos en nombre del mandante. También se
considera establecimiento permanente a las instalaciones explotadas con
carácter de permanencia por un empresario o profesional, a los centros de
compras de bienes o de adquisición de servicios y a los bienes inmuebles
explotados en arrendamiento o por cualquier título.

317
60 A ños de I m po sic ió n a la R en t a en V en ez u ela

tiende por establecimiento permanente, pero, tal y como sucede


en la mayoría de las legislaciones, es preciso señalar que no con­
tiene una definición propia de establecimiento permanente, sino
una mera enumeración no exhaustiva de los diversos supuestos
en los que se entiende que dicho establecimiento permanente
existe. Esto conlleva a que determinadas situaciones de hecho
que no deberían ser consideradas como supuestos para la exis­
tencia de un establecimiento permanente, pudieran ser reputa­
das como tal, con la consecuencia de que la tributación incidirá
sobre ese contribuyente sobre la base de sus rentas mundiales.

Una vez visto lo anterior, encontramos que a los fines de la


determinación del impuesto, originado por los enriquecimientos
de fuente extranjera, la Ley de Impuesto sobre la Renta estable­
ce expresamente lo siguiente:

Artículo 4: (...)
A los fines de la determinación del enriquecimiento neto de
fuente extranjera se aplicarán las normas de la presente Ley,
determinantes de los ingresos, costos y deducciones de los
enriquecimientos de fuente nacional."
" Artículo 21: (...)
La renta bruta de fuente extranjera se determinará restando
de los ingresos brutos de fuente extranjera, los costos impu­
tables a dichos ingresos."
"Artículo 27: (...)
Parágrafo Decimosexto: Para obtener el enriquecimiento neto
de fuente extranjera, sólo se admitirán los gastos incurridos
en el extranjero cuando sean normales y necesarios para la
operación del contribuyente que tribute por sus rentas mun­
diales, ..."

Estas tres normas describen el procedimiento para la deter­


minación de la renta bruta y posteriormente la renta neta del
exterior o enriquecimiento neto de fuente extranjera, asimilán­
dolo al aplicable a la renta de fuente territorial, por lo tanto las
referencias de este trabajo a los ingresos, costos y deducciones,
serán aplicables a ambas rentas, salvo que expresamente se se­
ñale en la Ley lo contrario.

318
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Es importante señalar que una vez determinado el resultado


de la renta de fuente extranjera, este se adicionará al prove­
niente de la de fuente territorial a los fines de aplicar la alícuota
impositiva correspondiente.

Ahora bien, el resultado de las operaciones realizadas en el


exterior por parte de un contribuyente, puede resultar en una
pérdida fiscal y en estos casos cabe la interrogante sobre la posi­
bilidad de disminuir las rentas nacionales con pérdidas que pro­
vengan de actividades en el extranjero. Este punto es resuelto
por el Artículo 4 de la Ley de Impuesto sobre la Renta al estable­
cer que las pérdidas de origen extraterritorial solo podrán recu­
perarse contra futuros enriquecimientos de la misma naturale­
za, siendo su lapso de traslado equivalente al de las pérdidas de
fuente territorial, es decir tres (3) años.

Sin embargo, nada prevé expresamente la Ley de Impuesto


sobre la Renta en cuanto a la situación que se podría presentar
si las actividades en el territorio nacional resultan en una pérdi­
da fiscal y las del exterior en una ganancia.

Este vacío deja al interprete dos posibles situaciones:

1) En vista de que la limitación expresa de la Ley de Impues­


to sobre la Renta, literalmente solo prevé la imposibilidad
de compensar las pérdidas de fuente extranjera con los
enriquecimientos territoriales, es admisible la globalización
de pérdidas de fuente territorial con ganancias de fuente
extranjera.

2) La obligación del contribuyente es la determinar en forma


separada los mencionados enriquecimientos, ya que al in­
corporar el gravamen a las rentas extraterritoriales y fijar
su forma de determinación, los Artículos 4, 21 y 27 de la
Ley de Impuesto sobre la Renta hacen una distinción, es­
tableciendo las reglas que regirán para cada caso. Solo si
de ambos resultados se obtienen ganancias, del Artículo 4
de la misma Ley, se desprende que se sumarán para obte­
ner la base imponible.

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Es de hacer notar que dado lo reciente de la incorporación de


este régimen de renta mundial en nuestra legislación tributaria,
hay ausencia de doctrina y jurisprudencia que abarquen el tema.
Sin embargo confiamos en que se aclarará en un futuro.

b) Disponibilidad de la Renta

El enriquecimiento además de ser neto para ser gravable, debe


encontrarse disponible para el contribuyente.

Este requisito debería ser entendido en función de que la ren­


ta debe estar jurídica y económicamente disponible para el con­
tribuyente.

De la investigación realizada sobre este punto, se encontró


que únicamente el Reglamento de la Ley de Impuesto sobre la
Renta de 194316, contenía una definición referida a la disponibi­
lidad de la renta, ya que en sucesivas reformas legales y regla­
mentarias, simplemente encontramos una lista o grupo de ren­
tas clasificadas de acuerdo a los hechos que las hacen disponibles.

La definición antes mencionada, era la siguiente:


"Se considera que una renta o enriquecimiento es disponi­
ble cuando su titular puede usar, gozar y disponer de él
porque no se lo impide ningún obstáculo de carácter jurídi­
co o material"

En un primer momento, podemos pensar que sólo cuando


ha sido cobrada, una renta está disponible; sin embargo, tradi­
cionalmente, encontramos excepciones a este concepto, dando
cabida a la oportunidad de su realización, como el momento en
que se considera disponible para su gravamen.

En relación con lo anterior, citamos parcialmente la senten­


cia de fecha 31 de mayo de 1983 del Tribunal Superior Primero
de lo Contencioso Tributario:

16 Gaceta Oficial No. 29 Extraordinario de fecha 2 de febrero de 1943.

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"... el concepto de "disponibilidad"se confunde con el de


"realización de la renta", la cual ocurre cuando el enriqueci­
miento entra a formar parte del patrimonio del contribuyen­
te como un elemento nuevo, con valor de cambio, distinto
del capital o de la fuente que lo produce.
Así pues, el pago no va a ser, entonces, el hecho determinan­
te de la disponibilidad y la razón de ser de esta excepción la
encontramos en el hecho incuestionable de que, al momento
en que un comerciante, un industrial o un agricultor, realiza
y contabiliza una operación se produce un aumento de su
activo frente a su pasivo y es sobradamente admitido en la
práctica comercial, que el comerciante o el industrial gire,
normalmente, no contra su efectivo disponible sino contra
su crédito; así cada partida que él contabiliza aumenta su
activo y consecuencialmente aumenta su crédito y así igual­
mente su disponibilidad..."

Aún cuando no compartimos en su totalidad las afirmacio­


nes del Tribunal, ya que la capacidad de una empresa para el
pago de sus deudas depende en gran parte de sus utilidades
futuras, así mismo el verdadero valor de las partidas del activo
depende de la capacidad de ganancia del negocio, es preciso
reconocer que en las operaciones comerciales en general, en la
oportunidad en que se producen quedan perfeccionadas, los ries­
gos ponderados y por ende su realización ya es razonablemente
cierta.

En Venezuela por regla general las rentas son disponibles


cuando se producen las operaciones que las originan, excepto
por algunos casos en que se exige que sean cobradas y otros en
que estén devengadas, en los términos establecidos en el Artícu­
lo 5 de la Ley de Impuesto sobre la Renta vigente, el cual
transcribimos a continuación:
"Los enriquecimientos provenientes de la cesión del uso o
goce de bienes, muebles o inmuebles, incluidos los deriva­
dos de regalías y demás participaciones análogas y los divi­
dendos, los producidos por el trabajo bajo relación de de­
pendencia o por el libre ejercicio de profesiones no
mercantiles, la enajenación de inmuebles y las ganancias

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fortuitas, se considerarán disponibles en el momento en que


son pagados. Los enriquecimientos que no estén compren­
didos en la enumeración anterior, se considerarán disponi­
bles desde que se realicen las operaciones que los producen,
salvo en las cesiones de crédito y operaciones de descuento,
cuyo producto sea recuperable en varias anualidades, casos
en los cuales se considerará disponible para el cesionario el
beneficio que proporcionalmente corresponda.

Sobra la base del Artículo parcialmente tráscrito, las rentas


disponibles en la oportunidad en que son cobradas, son las pro­
venientes de:

1. Cesión de uso o goce de bienes muebles o inmuebles


2. Regalías y demás participaciones análogas
3. Trabajo bajo relación de dependencia
4. El libre ejercicio de profesiones no mercantiles
5. Enajenación de bienes inmuebles
6. Ganancias Fortuitas

Las rentas que se gravan en función de lo devengado en cada


ejercicio son las cesiones de crédito y las operaciones de des­
cuento, cuyo producto sea recuperable en varias anualidades.
Igual régimen le es aplicable a las rentas provenientes de crédi­
tos concedidos por contribuyentes distintos a las personas natu­
rales y los derivados del arrendamiento o subarrendamiento de
bienes muebles.

c) Rentas exentas

Existen casos en los cuales aún cuando se verifique para el


sujeto activo el hecho imponible, la Ley dispensa del pago del
impuesto al sujeto pasivo, siendo este el caso de las exenciones.

Las exenciones pueden ser objetivas o subjetivas, siendo las


primeras aquellas que se otorgan con prescindencia de las cua­
lidades del sujeto pasivo en contraposición a las segundas, que
toman en consideración las características personales del sujeto
pasivo.

322
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En Venezuela, las exenciones en materia de impuesto sobre


la renta son fundamentalmente subjetivas, a excepción de la
contenida en el numeral 13 del Artículo 14 de la Ley de Impues­
to sobre la Renta17, referida a los enriquecimientos provenientes
de los títulos valores emitidos por la República.

Estas exenciones no tienen plazo máximo de duración, en

17 Ley de Impuesto sobre la Renta, Artículo 14: "Están exentos de impuesto:


1. Las entidades venezolanas de carácter público, el Banco Central de Ve­
nezuela y Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela, así
como los demás institutos Autónomos que determine la Ley.
2. Los agentes y funcionarios diplomáticos extranjeros acreditados en la
República Bolivariana de Venezuela....(omissis)
3. Las instituciones benéficas y de asistencia social (...omissis..)
4. Los trabajadores o sus beneficiarios, por las indemnizacionesquereci­
ban con ocasión del trabajo (...omissis)
5. Los asegurados y sus beneficiarios, por las indemnizaciones que reci­
ban con ocasión del trabajo (...omissis)
6. Los pensionados o jubilados, por las pensiones que reciban por concep­
to de retiro, jubilación o invalidez (omissis)
7. , Los donatarios, herederos y legatarios, por las donaciones, herencias y
legados que perciban.
8. Los afiliados a las cajas y cooperativas de ahorro (omissis)
9. Las personas naturales por los enriquecimientos provenientesde los
intereses por....cualquier otro instrumento de ahorro previsto en la Ley
General de Bancos y Otras Instituciones financieras (omissis.)
10. Las instituciones dedicadas exclusivamente a actividades religiosas, ar­
tísticas, científicas, de conservación, defensa y mejoramiento del am­
biente, tecnológicas, culturales, deportivas y las asociaciones profesio­
nales o gremiales, siempre que no persigan fines de lucro (omissis)
11. Las instituciones de ahorro y previsión social, los fondos de ahorro, de
pensiones y de retiro por los enriquecimientos que obtengan en el
desempeño de las actividades que le son propias.
12. Las empresas estatales nacionales que se dediquen a la explotación de
hidrocarburos o actividades conexas, por los enriquecimientos extraor­
dinarios provenientes del valor comercial que les sea reconocido por
sus asociados a los activos....relacionados con los proyectos objeto de
asociación (omissis)
13. Los enriquecimientos provenientes de los bonos de la deuda pública
nacional y cualquier otra modalidad de título valor emitido por la
República.
14. Los estudiantes becados por los montos que reciban para cubrir su
manutención, de estudios o de formación."

323
60 A ñ o s d e I m éo sic ió n a tA R e n t a en -Ve n e z u e l a

consecuencia hasta tanto no-sean modificadas o derogadas por


una Ley posterior mantienen su plena vigencia.

III. Ingresos Brutos

Todo enriquecimiento neto se determina a partir de los in-


grfesüS brutos obtenidos por'el1sujetó pasivo dé la obligación
tributaria, por lo tanto los contribuyentes deberán atenerse a la
disposición contenida) en el Artículo 16 de la Ley de Impuesto
sobre la! Renta18 Según el cüal ingreso bruto es el monto de Tas
ventas dé los'bienes y sérviciós en general, de los arrendamien­
tos y de cualesquiera qtros proventos regulares o no, tales como
los producidos por el trabajo bajo relación de dependencia o
por el iibre ejercicio de profesiones no mercantiles y los prove­
nientes de’ regalías o participaciones análogas, salvo disposición
contraria de la Ley.

La definición de in greso bruto es amplia y se corresponde


con el concepto de renta que acoge la legislación venezolana, de
manera qiíe poco importa si los mismos son Susceptibles de re­
novarse o no; en la medida en que a través de ellos se consiga, un
incremento patrimonial serán ingreso bruto, pero sin que sea de
su esencia que ese incremento patrimonial se produzca, bastan­
do por lo tanto que el ingreso en cuestión tengá la posibilidad de
producir tal incremento.

En determinados supuestos, por excepción los ingresos bru­


tos equivalen a: enriquecimiento neto, es decir que no admiten
costos y deducciones a los finés de determinar lá base imponible;
estos son: los sueldos, Salarios y demás remuneraciones simila­

18 Ley de Impuesto sobre la Renta, Artículo 16: "El ingreso bruto global de
los contribuyentes, a que se refiere el Artículo 7 de esta Ley, estará consti­
tuido por el monto de las ventas de bienes y servicios en general, de los
arrendamientos y de cúalésquiera otros proventos, regulares o accidenta­
les, tales como los producidos por el trabajo bajo relación de dependencia
o por el libre ejercicio de profesiones no mercantiles y los provenientes de
regalías o participaciones análogas, salvo lo que en-contrario estáblezca la
Ley..."

324
' i AlíESSANDftAMoNTAGNA B híippj •

res bajo relación de ,depehdenGÍa>qlos áiitereses dé créditos-con­


cedidos por instituciones financiéras fdell exterior yilas participa­
ciones gravables con impuestos proporcionales.

a) Ingresos sujetos a Gravámen Proporcional.

■En esta categoría de ingresos encontramos a las; ganancias


fortuitas; premios dé doterías? e hipódromos ¡yaquellos ..prove­
nientes de la venta de acciones a través de la Bolsa de Valores,
gravados con 34%, 16% y 1%> respectivamente!91. Estas rentas
al estar sujetas a un impuesto proporcional, no son objeto de
globalización con las demás rentas netas obtenidas por el con­
tribuyente y él impuesto se cobradndependientementé del resul­
tado que produjo la operación realizada.2Q

Adiciónalmente, con ocasión de la reforma a la Ley de Im­


puesto sobre la Renta que se efectuó durante 1999 y que fue
publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria No.5.390 de fe­
cha 22 dé octubre de 1999, se incluyó a los dividendos en la-base
imponible! a los finés1del cálculo del impuestó sobre la renta, es
decir/él gravamen a los dividendos bajo el régimen de impues­
tos proporcionales.21

El régimen aplicable a los dividendos lo podemos dividir en


dos modalidades, dependiendo de la fuente; del dividendo, o lo
que es lo mismo, del lugar donde se encuentre constituida ,1a
empresa pagadora del mismo.

En este orden de ideas tenemos que cuando el dividendo pro­


viene de una empresa constituida en el exterior se gravará la
totalidad del monto, percibido,, mientras que cuando el dividen­
do provenga de una empresa constituida en Venezuela será
considerado gravablepara el perceptor y por ende sujeto al im­

19 Ver Artículos 64, 65 y 77 dé la Ley de Impuesto sobre la Renta.


20 Ver Artículo 79 de la Ley de Impuesto sobre la Renta.
21 Ver trabajo "Gravamen a los dividendos-Aspectos Prácticos", publicado
en esta obra.

325
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

puesto sobre la renta, sólo la porción del dividendo que se origi­


ne en la renta neta del pagador que exceda de su renta neta
fiscal gravada.

No obstante en ambos casos el dividendo pagado es gravado


con una tarifa proporcional, es decir que una vez determinada
la base imponible, ésta se considera como enriquecimiento neto
y se excluye a los fines de determinar la renta neta global gravable
con las tarifas contempladas en la Ley, calculándose el impues­
to aplicando la alícuota correspondiente, según se indica a con­
tinuación:

• 50% si los dividendos son pagados por sociedades dedicadas


a la explotación de hidrocarburos y actividades conexas.
• 60% si los dividendos son pagados por sociedades que perci­
ben rentas por concepto de regalías y demás participaciones
análogas, provenientes de la actividad minera.
• 34% si los dividendos son pagados por personas jurídicas do­
miciliadas en el exterior o personas jurídicas constituidas en
Venezuela, pero distintas de las mencionadas anteriormente.

b) Casos especiales

Existen algunas industrias o sectores que dada su naturaleza


han merecido una regulación específica en el Capítulo de los
Ingresos Brutos, tal es el caso de las empresas de seguros y las
constructoras.

1. Empresas de Seguros: prevé el Artículo 18 de la Ley de Im­


puesto sobre la Renta que el ingreso bruto de las empresas
aseguradoras esta conformado además de las primas, por
las ind em nizaciones y com isiones recibidas de los
reaseguradores ( en el caso de existir reaseguro), así como
por cualquier provento producido por los bienes en que se
hayan invertido el capital y las reservas ( estas son las que
la ley que las regula les impone hacer)

326
A lessa n d r a M o n tag n a F ilippi

2. Constructoras: en estos casos, de acuerdo a lo previsto en


el Artículo 19 de la Ley de Impuesto sobre la Renta, la
determinación del ingreso bruto puede depender de la
duración de la obra, ya que estará constituido por la pro­
porción de lo construido en el ejercicio ( avance de la obra)
salvo en aquellos casos en que la obra dure menos de un
(1) año y comprenda dos (2) ejercicios gravables, supues­
to en el cual el contribuyente puede optar por declarar la
totalidad de los ingresos en el ejercicio en que termine la
construcción. Esta opción cuando sea procedente permite
el diferimiento del pago del impuesto por un ejercicio fiscal.

También merece mención especial lo referente al tipo de cam­


bio aplicable a los ingresos obtenidos de fuente extranjera y que
están sometidos a imposición. En este sentido el Artículo 16 de
la Ley de Impuesto sobre la Renta establece que, a los fines de
determinar el monto gravable en bolívares, se deberá aplicar el
tipo de cambio promedio del ejercicio fiscal en Venezuela, de­
terminado conforme a la metodología empleada por el Banco
Central de Venezuela. No entendemos la intención de la nor­
ma, ya que si es posible determinar la fecha cierta en que se
obtuvo el ingreso de fuente extranjera, esta es la que debería ser
utilizada, lo cual evita distorsiones en la magnitud de renta a
ser gravada, bien por sobreestimación o subestimación; estos
efectos pueden conllevar a situaciones que constituyan viola­
ciones de los principios constitucionales de la capacidad contri­
butiva y justicia tributaria.

A sí m ismo, cada situación debe ser analizada con


detenimiento para determinar que otros efectos se podrían ori­
ginar. Por ejemplo, sobre la base de que la contabilidad en Ve­
nezuela debe ser llevada en bolívares y de acuerdo a principios
de contabilidad generalmente aceptados, supongamos el caso
de una renta de fuente extranjera obtenida por una persona
jurídica al inicio de un ejercicio gravable, la cual fue cobrada,
mantenida en divisas a lo largo de ese ejercicio y por ende ajus­
tada al tipo de cambio existente al cierre del año. Si sucesivas

327
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

devaluaciones han ocurrido, la diferencia cambiaría entre el tipo


de cambio existente a la fecha de su obtención y el del cierre de
ejercicio (ganancia en este caso) habrá sido registrada. Si de
acuerdo a la disposición contenida en el Artículo 16 de la Ley
de Impuesto sobre la Renta, aplicamos el tipo de cambio prome­
dio para determinar el monto gravable en bolívares y no exclui­
mos la porción registrada como diferencia en cambio, podría­
mos estar gravando dos veces un mismo ingreso. En consecuencia
en este caso específico señalado a título de ejemplo, el contribu­
yente deberá proceder a conciliar como no gravable, la cuota
parte de diferencia cambiaría que corresponda al ajuste entre la
tasa de cambio correspondiente al día en que la renta fue obte­
nida y el tipo de cambio promedio.

Adicionalmente a las antes mencionadas, existen disposicio­


nes específicas que afectan a aquellas personas naturales que
prestan sus servicios bajo relación de dependencia,
específicamente con relación a los gastos de representación y a
los viáticos obtenidos.22

Ninguna de estas categorías formará parte de los ingresos


brutos sujetos al pago del impuesto sobre la renta, siempre y
cuando, como lo indica la Ley, se encuentren individualmente
soportados por los comprobantes respectivos y sean normales y
necesarios para la empresa pagadora.

Con relación a ello, entendemos que en el caso de los viáticos


sea exigible la demostración del gasto incurrido por parte del
trabajador a los efectos de desvirtuar una asignación de carác­
ter salarial y por ende gravable, no así con los gastos de repre­
sentación, que en mi opinión pueden representar una cantidad
fija y con carácter salarial, pero que por disposición de la Ley no
están sometidos a gravamen, no debiendo ser confundidos con
los gastos de Relaciones Públicas.

22 Ley de Impuesto sobre la Renta, Artículo 16, Parágrafo Segundo y Cuarto.

328
A l e ss a n d r a M on tag n a F ilippi

IV. Costos

Los contadores usualmente definen el costo como un recurso


que se sacrifica o al que se renuncia para alcanzar un objetivo
específico, como lo señalan Homgren, Foster y Datar en su obra
sobre Contabilidad de Costos23; sin embargo, también pueden
definirse como aquellas erogaciones específicas incurridas en la
adquisición de bienes y servicios y directamente imputables a
los ingresos obtenidos.

Todos los sectores económicos, trátese de servicios, comercio


o producción, son susceptibles de imputar costos a sus ingresos,
ya que a pesar de sus diferencias, basadas en que los últimos
dos proporcionan productos tangibles y manejan inventarios,
mientras que el sector servicios en su mayoría proporciona
intangibles, pueden asignarse costos de las áreas de la cadena
de valor a las empresas de todos los sectores.

La Ley de Impuesto sobre la Renta establece que, a los fines


de obtener la renta bruta, se deberá restar a los ingresos brutos,
los costos de los productos enajenados y los servicios prestados,
cuyas reglas de determinación más importantes comentamos a
continuación, sin perjuicio de los ajustes por inflación, los cua­
les se desarrollan en un punto aparte.

La renta bruta representa entonces la diferencia entre los in­


gresos y los costos en que se incurrió para su obtención; a dife­
rencia de la renta neta, no considera los gastos o "deducciones"
que se abarcarán en la sección V de este trabajo.

a) Costo de los bienes enajenados

(i) El de los bienes muebles será igual al precio neto de adqui­


sición mas los gastos de transporte y seguro, los gastos de
agentes y comisionistas, los derechos consulares, los im­

23 Homgrem Charles T, Foster George, Datar Srikant: Contabilidad de Costos-


Un Enfoque Gerencial, Edit.Prentice-Hall Hispanoamericana, S.A.,México.

329
60 A ños de Im p o sició n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

puestos de importación y los demás gastos y contribucio­


nes directamente imputables al costo, menos la deprecia­
ción acumulada hasta la fecha de enajenación.
(ii) El de los bienes inmuebles será igual al importe del bien al
incorporarse al patrimonio del contribuyente para la fe­
cha de autenticación, reconocimiento o registro del con­
tribuyente, mas las mejoras y derechos de registro, menos
la depreciación acumulada en cuanto sea aplicable.

b) Costo de los bienes adquiridos o producidos para la venta

El costo de los bienes adquiridos y vendidos en el ejercicio en


las empresas distribuidoras o comercializadoras, se determina
sobre la base de la fórmula tradicional, es decir que será el resul­
tado de sumar el inventario inicial más las compras del ejercicio
menos el inventario final.

En el caso de las empresas industriales, con un proceso de


manufactura, el costo de lo vendido se amplia con el fin de in­
cluir el costo de la mercancía fabricada y vendida, por lo que se
adicionarán los costos de fabricación: materiales directos, mano
de obra directa y el costo indirecto de fabricación.

c) Costo de los servicios prestados

En el caso de los servicios, ni el Capitulo II del Título II de la


Ley de Impuesto sobre la Renta ni su Reglamento, tratan
específicamente sobre los costos de las empresas de servicios,
simplemente los nombra refiriendo que son admisibles para de­
terminar la renta bruta. Ahora bien, el costo de los servicios es­
taría representado por aquellas partidas de suministros, mano
de obra y de otros elementos similares, en los que se ha incurri­
do para la prestación de los servicios. La importancia de la ren­
ta bruta en las empresas de servicios ha radicado en ciertas limi­
taciones establecidas en las deducciones en función de la renta
bruta, no vigentes a la fecha, pero que podrían nuevamente in­
corporarse en futuras reformas legislativas.

330
A lessa n d r a M on tag n a F ilippi

d) Casos especiales

1. Bienes cuyo costo no se puede determinar: se les atribuirá el


costo de otros bienes de igual naturaleza adquiridos o pro­
ducidos para la misma época.
2. Costo de los terrenos urbanizados: cuando de obras de urba­
nismo se trata, el costo será igual a la suma del costo de los
inmuebles adquiridos para tal fin mas los costos totales de
urbanismo. Para determinar el costo de las parcelas ven­
didas durante el ejercicio, se dividirá le costo así determi­
nado entre el número total de metros cuadrados destina­
dos a la venta y el resultado se multiplica por el número
de los metros vendidos en el año. Los ajustes por varia­
ción en los costos se aplican a los ejercicios futuros a partir
de aquel en que se determinaron dichos ajustes.
3. Bienes adquiridos por permuta o dación en pago: su costo será
le valor de mercado para el momento en que se realizó la
operación. Este valor de mercado será el que se tomó en
cuenta para determinar el ingreso bruto inicialmente y por
lo tanto fue tomado en cuenta para el cálculo de la base
imponible y el impuesto sobre la renta en el momento en
que el bien fue recibido. Si ese valor sirvió de base para
pagar el impuesto, también debe tomarse en cuenta para la
determinación del costo en el momento en que el bien reci­
bido por permuta o dación en pago va a ser enajenado.

V. Deducciones

Las deducciones corresponden en términos generales a aque­


llos gastos que se ocasionan por las funciones de compras, ven­
tas y administración en general del negocio, conocidos como
gastos de operación, mas aquellos relacionados con las funcio­
nes financieras de una entidad. Existen en todos los negocios
también pérdidas extraordinarias y que no afectan a las funcio­
nes antes mencionadas y que igualmente, en sentido general
forman parte de las deducciones.

331
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Héctor Villegas en su obra Curso de Finanzas, Derecho Fi­


nanciero y Tributario, define a las deducciones como las
erogaciones necesarias para obtener la ganancia o para mante­
ner o conservar la fuente productora.

Las deducciones que el contribuyente podrá realizar a la renta


bruta a los fines de obtener el enriquecimiento neto, son enun­
ciadas en el Artículo 27 de la Ley de Impuesto sobre la Renta, y
las mismas son: 1) Sueldos, salarios y demás remuneraciones
similares, 2) Intereses, 3) Tributos pagados a excepción de los
previstos en la propia Ley de Impuesto sobre la Renta, 4)
Indemnizaciones laborales, 5) Depreciación de activos, 6) Pér­
dida en bienes destinados a la producción de la renta gravable,
7) Gastos de traslado de nuevos empleados, 8) Pérdida por deu­
das incobrables, 9) Reservas que realicen las empresas de segu­
ros, 10) Construcciones efectuadas de acuerdo a las disposicio­
nes de la Ley Orgánica del Trabajo, 11) Gastos de administración
y conservación de bienes inmuebles arrendados, 12) Cánones
de arrendamiento de bienes muebles e inmuebles, 13) Gastos de
transporte, 14) Comisiones por la intermediación en la venta de
bienes inmuebles, 15) Gastos por Películas y Televisión, 16) Re­
galías, Asistencia Técnica y Servicios Tecnológicos, 17) Repara­
ciones ordinarias, 18) Primas de seguro, 19) Gastos de publici­
dad 20) Gastos de investigación y desarrollo y 21) Reembolso de
gastos de representación.

La lista que antecede es meramente enunciativa, lo cual se


evidencia del numeral 22 el cual prevé que se podrá deducir
cualquier otro gasto causado que sea normal y necesario con el
objeto de producir la renta.

Como se puede apreciar, las deducciones en Venezuela son


fundamentalmente objetivas, es decir que las cualidades perso­
nales del contribuyente no cuentan para disfrutar de ellas, sal­
vo por el caso del numeral 9, el cual prevé una deducción que
únicamente podrá ser disfrutada por las empresas de seguro.

332
A lessa n d r a M on tag n a F ilippi

A través de las diferentes reform as, han perm anecido


inalterados como requisitos legales para la deducción de los gas­
tos que los mismos correspondan a egresos normales y necesa­
rios para la producción del enriquecimiento, a lo cual agrega­
mos, dado lo ya expuesto en cuanto al régimen de renta mundial,
tanto de fuente territorial como extranjera.

En resumen, serían dos los requisitos a analizar: (i) normali­


dad y (ii) necesidad. En la doctrina nacional encontramos auto­
res que agregan un tercer requisito cual es la finalidad, sin em­
bargo compartimos la aseveración del Dr. Carlos E. Padrón
Amaré24 en cuanto a que un gasto normal y necesario debe
consecuencialmente haber sido incurrido con el fin de producir
el enriquecimiento.

Ahora bien, hay una circunstancia en particular que en de­


terminados casos deriva en un requisito adicional, nos referi­
mos al régimen de disponibilidad de determinados ingresos ya
analizado en el punto anterior. En tal sentido, la disponibilidad
de los ingresos que declara un contribuyente, determina un régi­
men aplicable a las deducciones, el cual podemos enunciar así:

1. Cuando el contribuyente declare ingresos disponibles en


la oportunidad que son pagados, las deducciones debe­
rán corresponder a egresos pagados en el transcurso del
ejercicio gravable (a excepción de los gastos de deprecia- •
ción o amortización de los bienes corporales o incorporales
y las pérdidas en bienes destinados a la producción de la
renta, partidas que por su naturaleza no son susceptibles
de ser "pagados"),

2. Cuando se trate de ingresos disponibles en la oportunidad


en que se realizan las operaciones que los producen, las
deducciones deberán corresponder a gastos causados en

24 Algunas ideas fundamentales acerca de los conceptos de "normalidad" y


"necesidad" del gasto en la Ley de Impuesto sobre la Renta, Revista de
Derecho Tributario Número 3.

333
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

el ejercicio, salvo disposición expresa en contrario, como es


el caso de los tributos, gastos de administración y conserva­
ción de los inmuebles dados en arrendamiento, liberalida­
des, donaciones y los gastos de investigación y desarrollo.
Para que un gasto haya sido causado, debe ser cierto y
debe estar determinado en su cuantía, no puede corres­
ponder a una previsión para atender un hecho que pro­
bablemente sobrevendrá o que pueda ser necesario en un
futuro, con la única excepción expresamente autorizada
en el numeral 9 del Artículo 27 de la Ley de Impuesto
sobre la Renta referida a las reservas que deben establecer
las empresas de seguros de conformidad con las leyes de
la materia.
Es importante mencionar que, si el contribuyente no efec­
túa el pago de estas deducciones dentro del ejercicio si­
guiente a aquél en que se- efectuó la deducción, deberá
declararlos: como ingreso. Esto determina una partida de
conciliación fiscal gravable en el ejercicio siguiente y suge­
rimos su revisión en .especial en los casos de cambios de
.ejercicio.
3. Cuando el contribuyente obtenga ingresos que se rigen por
ambas disponibilidades y existan deducciones comunes a
ambós ingresos, el contribuyente deberá a realizar un pro-
rratéo éñ función de lá proporción de cada tipo ingreso en
él total de Tos mismos.

a) Gastos normales

La normalidad es un concepto que no ha sido definido en la


Ley de Impuesto sobre la Renta ni en su Reglamento, dejando a
la doctrina y jurisprudencia la labor de encontrar una defini­
ción o más bien elementos para valorar la normalidad de un
gasto, que han ido evolucionando a través de los años.

En las diferentes fuentes consultadas encontramos que los


elementos comunes entre los que han servido de base para juz­

334
A less a n d r a M on tag na F ilippi

gar si hay normalidad en el gasto incurrido han sido .funda­


mentalmente (i) la cuantía, entendida en Su valor absoluto así
como desde el punto de vista d é la proporción del gasto con
respecto a la totalidad de las deducciones o a los ingresos, y (ii)
su correspondencia en negocios similares. A título de ejemplo, a
continuación un extracto de la sentencia de la Corte Suprema
de Justicia del 16 de mayo de 1991:

"La Corte considera que un gasto es normal cuando dentro


de una sana administración de los recursos económicos de
un contribuyente y con miras a la producción de su renta, no
resulta excesivo, ni tiende a disminuir injustificadamente
la base imponible. La normalidad de un gasto, por ser un
concepto relativo, debe determinarse con fundamento en el
análisis de cada caso concreto, vinculándolo con sus seme­
jantes a fin de verificar si el caso concreto está dentro de esa
medida promedio de normalidad. La normalidad esta refe­
rida a la proporcionalidad con la clase y magnitud del ne­
gocio Ola actividad productora de la renta bruta y con el
grado de complejidad o simplicidad de las operaciones ad­
ministrativas involucradas en la generación del enriqueci­
miento..." (Destacado de AMF)

Consideramos que hay elementos de subjetividad que inci­


den eñ la valoración que de cada caso se ha realizado y que
pueden variar de acuerdo al momento en que nos encontremos,
resultando difícil establecer un parámetro único para medir la
normalidad de un gasto. La cuantía, la moderación y la existen­
cia del mismo gasto en empresas similares, son elementos que '
no pueden ser rígidos, ya que hay circunstancias que pueden
incidir en los diferentes negocios, incluso de carácter exógeno
por ejemplo elementos climáticos, geográficos, sociales y econó­
micos, que pueden llevar a un determinado contribuyente a in­
currir en gastos extraordinarios, es decir no recurrentes, y con
un impacto material en los resultados económicos de un ejerci­
cio fiscal.

A este punto no nos queda mas que recordar que normal, de


acuerdo a la definición del Diccionario Enciclopédico de dere­

335
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

cho Usual de Guillermo Cabanellas, significa corriente, ordina­


rio, natural, habitual, usual y congruente con la estructura y
funcionamiento de un sistema, y recomendar la aplicación del
mejor criterio y juicio profesional en la situación concreta que se
presente.

b) Gastos necesarios

Situación similar a la enunciada en el caso del requisito de


normalidad encontramos con la necesidad del gasto, es decir no
contamos con una definición en el instrumento legal y regla­
mentario, quedando a la apreciación de las autoridades admi­
nistrativas o judiciales.

La jurisprudencia de la extinta Corte Suprema de Justicia


hasta la década de los noventa había sido muy estricta al consi­
derar la necesidad del gasto como sinónimo de imprescindible o
indispensable para la producción de la renta, es decir que sin él,
la renta no se hubiera podido obtener.

Sin embargo este concepto rígido fue dejando paso a una


apreciación sobre la finalidad económica directa de la deduc­
ción solicitada por el contribuyente. Veamos este extracto de la
Sentencia de la Corte Suprema de Justicia de fecha 30 de julio
de 1992:
"...Últimamente la Sala....ha estado admitiendo que ciertos
gastos hechos por las empresas que puedan contribuir a sus
buenas relaciones laborales, como gastos de fin de año, como
agasajos y premios a sus trabajadores distinguidos, como
contribuciones a fondos de pensiones y jubilaciones, no pre­
vistas en sus contratos colectivos; puedan efectivamente con­
tribuir a elevar la productividad de todos sus trabajadores
en consecuencia reputarse como gastos que sí contribuyen y
por tanto son necesarios, a su mayor rentabilidad; y cuyo
monto además se corresponda a criterio de absoluta norma­
lidad..."

Consideramos de importancia la evolución del concepto y


compartimos que la necesidad se fundamenta en la relación entre

336
A lessa n d r a M on tag na F ilippi

el gasto y la producción del enriquecimiento, relación que en mi


opinión no necesariamente es directa, admitiendo la vincula­
ción indirecta o la potencial, ya que pretender que a cada ero­
gación se le deba amarrar un ingreso, nos llevaría a una situa­
ción irracional alejada de la realidad de los negocios en la cual
concurren costos y gastos directos e indirectos, pero que confor­
man un ciclo cuyo resultado es la magnitud que conocemos como
enriquecimiento neto.

Mas aún, cualquier pretensión en este sentido ni siquiera es


cónsona con la intención del legislador, si observamos que el
mismo autorizó deducciones que por su naturaleza en nada
contribuyen a la obtención de la renta, como es el caso de las
donaciones o liberalidades, cuyo fin podemos justificarlo desde
una óptica social mas no económica.

En todo caso, al igual que ocurre en el supuesto de la normali­


dad, en caso de objeciones por parte de las autoridades tributarias,
la carga de la prueba le corresponde al contribuyente.

c) Limitaciones

Es común encontrar en las legislaciones tributarias limitacio­


nes a ciertas deducciones, lo cual tiene sentido si pensamos que
constituyen medidas de control fiscal y evitan que la base para
la tributación disminuya por causas no suficientemente justifi­
cadas, pero en otros casos estas limitaciones pueden ser apre­
ciadas como excesivas y con fines más fiscalistas que de control.

A continuación destacamos algunas de las limitaciones con­


tenidas en la Ley de Impuesto sobre la Renta en referencia con
las deducciones:

1) Sueldos y salarios: los sueldos y salarios tiene dos restric­


ciones, la primera está dirigida a las remuneraciones de
los gerentes directores y administradores y la segunda re­
ferida al monto pagado por sueldos de personal extranje­
ro. En efecto, la cantidad total admisible como deducción

337
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

por todos los sueldos y demás remuneraciones similares


pagados a los comanditarios de las sociedades en coman­
dita simple y a los directores, gerentes y administradores25
de compañías anónimas y contribuyentes asimilados a
éstas, así como a sus cónyuges y descendientes menores,
en ningún caso podrá exceder del quince por ciento (15%)
del ingreso bruto obtenido por la empresa en el ejercicio
gravable. En el caso de personal extranjero, se deberán
respetar los límites que la Ley Orgánica del Trabajo en su
Artículo 27 establece para estos casos, es decir las remu­
neraciones del personal extranjero no podrán exceder del
veinte por ciento (20%) del total de las remuneraciones
pagadas a los trabajadores.
No obstante lo último mencionado, es preciso recordar que
en determinadas circunstancias, los contribuyentes en su
calidad de patronos pueden solicitar al Ministerio del Tra­
bajo, una excepción a dicho porcentaje, por lo que en es­
tos casos, igualmente debe ser admisible el exceso pagado
desde el punto de vista de la determinación de la renta
gravable.

2) Pérdidas por deudas incobrables: De conformidad con el


numeral 8 del Artículo 27 de la Ley de Impuesto sobre la
Renta esta deducción sólo procede cuando concurran las
siguientes circunstancias:
a) Que las deudas provengan de operaciones propias del
negocio: significa que estén vinculadas al giro u objeto
de la empresa

25 Reglamento de la Ley de Impuesto sobre la Renta: " Se entenderá por


directores, gerentes y administradores a los fines de este artículo, quienes
sean designados como tales conforme a su documento Constitutivo y Esta­
tutos, Código de Comercio y las demás personas que tengan a su cargo la
dirección o gestión general de los negocios de la sociedad. Igualmente se
considerarán como gerentes o administradores las personas que desempe­
ñen funciones gerenciales en la empresa y obtengan una remuneración
anual superior al setenta y cinco por ciento (75%) de la obtenida por igual
concepto por cualesquiera de los directores, gerentes o administradores
generales de la misma sociedad."

338
A le ss a n d r a M o n tag na F ilippi

b) Que el monto de la deuda incobrable se haya tomado


en cuenta para computar la renta bruta declarada: por
lo tanto esta deducción solo procede en el caso de con­
tribuyentes cuyos enriquecimientos se consideran dis­
ponibles desde que se realizan las operaciones que los
producen, por que aquellos que declaran sobre la base
de lo cobrado, no habrán computado la cuenta inco­
brable como ingresos a los fines fiscales.
c) Que la cuenta se haya descargado como incobrable por
insolvencia del deudor o porque su monto no justifica
los gastos de cobranza: el contribuyente debe demos­
trar que las gestiones efectuadas ( ju d icial o
extrajudicialmente) fueron infructuosas porque los deu­
dores fueron declarados en quiebra, o solicitaron, el es­
tado de atraso o procedieron a la liquidación de sus
negocios.
La falta de cualquiera de estos requisitos hace improce­
dente la deducción.26

3) Donaciones y Liberalidades: se encuentran sujetas a dos


limitaciones; la primera referida a la imposibilidad de de­
ducirlas cuando existan pérdidas en el ejercicio anterior o
en el que se pretenda la deducción, y la segunda referida
a la cuantía admisible una vez comprobado lo anterior, la
cual esta en función de un porcentaje de la renta neta cal­
culada antes de deducir la donación o liberalidad, de la
siguiente manera: (i) si la renta neta no excede de diez mil
unidades tributarias (10.000UT), lo admisible será el 10%
de la renta neta, (ii) si la renta neta excede la cantidad
antes mencionada por el excedente se admitirá como máxi­
mo un ocho por ciento (8%), (iii) Si la empresa se dedica a
las actividades de hidrocarburos y conexas u obtienen
enriquecimientos derivados déla explotación minera, lo
máximo admisible será el uno por ciento (1%).

26 Sentencia de la Sala Política- Administrativa, especial Tributaria, del 24 de


enero de 1995, caso Banco Unión, C.A.

339
60 A ños de I m po sic ió n a la Ren ta en V en ez u ela

4) Asistencia Técnica o Servicios Tecnológicos: esta deduc­


ción esta condicionada a la demostración por parte del
contribuyente de que dichos servicios no pueden ser pres­
tados por empresas venezolanas. Esta limitación resulta
en una carga excesiva para el contribuyente y no se adap­
ta a la circunstancia de que este es un país fundamental­
mente importador de tecnología.
5) Depreciación en los casos de inmuebles cedidos en arren­
damiento, sólo se admitirá como deducción por el con­
cepto previsto en este artículo, la depreciación correspon­
diente a los bienes dados en arrendam iento a los
trabajadores de la empresa. Sin embargo recordamos con
interés la sentencia del Tribunal Superior Octavo de lo
Contencioso Tributario, caso Inversora Krikorge, C.A.,
dedicada al arrendamiento inmobiliario, en la cual los fis­
cales actuantes pretendieron rechazar la deducción de la
depreciación de los inmuebles de su propiedad arrenda­
dos a terceros. El Tribunal consideró que el inmueble como
activo permanente a través de la cesión del uso, se encon­
traba en la producción de la renta, por lo que resultó im­
procedente la pretensión fiscal.
6) Gastos de Administración de inmuebles arrendados: el
máximo deducible por este concepto es el equivalente al
10% del monto de los ingresos brutos percibidos en el ejer­
cicio gravable por tales arrendamientos. Los gastos de
administración comprenden los sueldos, salarios y demás
remuneraciones similares, los pagos a empresas o agen­
cias de administración, los honorarios por servicios jurídi­
cos o contables y los gastos de propaganda y cualquier
otro gasto pagado normal y necesario de administración.
7) Enajenación de acciones o cuotas de capital: en caso de
sufrir pérdidas en este tipo de operaciones, solo se admite
la pérdida si (i) El costo de adquisición guarda relación
razonable con el valor según libros o el precio de la cotiza­
ción en la Bolsa de Valores, (ii) las acciones se han mante­
nido por lo menos dos (2) años, (iii) Que la empresa cuyas

340
A less a n d r a M o n tag na F ilippi

acciones se enajenan, haya efectuado una actividad eco­


nómica con capacidad razonable durante los dos (2) últi­
mos años.
Estos requisitos deben cumplirse en forma concurrente.
8) Gastos del Establecimiento Permanente: están sujetos a las
siguientes reglas:
(i) Para la determinación de la base imponible, no serán
deducibles los pagos que efectúe a la oficina central
de la empresa o alguna de sus otras sucursales, filia­
les, subsidiarias, casa matriz o empresas vinculadas
en general, a título de regalías, honorarios, asistencia
técnica o pagos análogos a cambio del derecho de
utilizar patentes u otros derechos o a título de comi­
sión, por servicios prestados o por gestiones hechas,
salvo los pagos realizados por concepto de reembol­
sos de gastos efectivos.
(ii) Sobre los intereses abonados por los establecimientos
permanentes de bancos extranjeros a su casa central
o a otros establecimientos permanentes vinculados,
para la realización de su actividad, se aplicará lo dis­
puesto en el Capítulo III del Título VII de la Ley, rela­
tivo a precios de transferencia.
(iii) Los pagos efectuados por concepto de gastos y costos
en el extranjero por la base fija o establecimiento per­
manente deberán realizarse en forma nominativa y
directamente al beneficiario del mismo.
(iv) Será deducible la parte razonable de los gastos de di­
rección y generales de administración que correspon­
dan al establecimiento permanente, debidamente de­
mostrado siempre que se cumplan los siguientes
requisitos, en forma concurrente:
a) Los gastos deben estar reflejados en los estados fi­
nancieros del establecimiento permanente o base
fija.
b) El criterio de imputación adoptado deberá ser ra­
cional y permanente.

341
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

d) Comprobación de los gastos incurridos en el exterior

Aquellos contribuyentes que tributen por sus rentas mundia­


les, para gozar de las deducciones de los gastos normales y ne­
cesarios hechos en el exterior, deberán disponer en el país de los
comprobantes que respaldan su derecho a la deducción de tales
gastos, en los cuales conste la identificación del proveedor de
bienes o servicios, la fecha y monto de la operación.
Nada sorprende en cuanto a estas exigencias para la admi­
sión de los gastos, sin embargo se agrega que el contribuyente
deberá presentar una traducción al castellano de tales docu­
mentos. 27

e) Gastos sujetos a retención

Innumerables han sido las discusiones en la doctrina nacio­


nal sobre la obligación de retener el impuesto sobre la renta y
enterarlo dentro de los plazos y condiciones establecidas en las
disposiciones reglam en tarias28, como requisito para la
deducibilidad de aquellas erogaciones sujetas a retención y so­
bre el carácter sancionatorio de tal disposición.

Igualmente han sido innumerables los reparos efectuados por


la Administración Tributaria por este concepto y la mayoría aún
recuerda el pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia
de fecha 5 de 199329, señalando que el rechazo de la deducción
por falta de retención no es una sanción, porque cuando el con­
tribuyente no efectúa retención no infringe ninguna norma

27 Parágrafo decimosexto del Artículo 27 de la Ley de Impuesto sobre la


Renta.
28 Ley de impuesto sobre la Renta reformada en 1999, Artículo 87, "Parágrafo
Sexto: Los egresos y gastos objeto de retención, por disposición de la ley o
su reglamento, sólo serán admitidos como deducción cuando el pagador
de los mismos haya retenido y enterado el impuesto correspondiente, de
acuerdo con los plazos que establezca esta ley o su reglamentación."
29 Caso La Cocina, C.A., Sala Político-Administrativa, Especial Tributaria,
con ponencia de la Dra. Use Van Der Velde.

342
A less a n d r a M on tag na F ilippi

tributaria, ya que la Ley no lo obliga a la deducción sino que lo


somete a una condición que, al no cumplirla, resulta improce­
dente la deducción.

En mi opinión, la obligación de retener el impuesto sobre la


renta a ciertos y determinados pagos efectuados por un contri­
buyente de acuerdo a las normas reglamentarias que se dictan
al efecto, tiene su fundamento en el control fiscal, es decir evitar
por parte del beneficiario del pago la evasión del impuesto, pero
no puede constituir una norma que incida en la determinación
de la base imponible de aquel pagador que incumplió su deber
como agente de retención, por lo tanto importante fue la deci­
sión que sobre este punto dictó el Tribunal Superior Cuarto de
lo Contencioso Tributario el 18 de noviembre de 199930, quien
se pronunció a favor de que el requisito de retención a los fines
de la procedencia de la deducción de partidas que cumplen los
requisitos exigidos en el encabezamiento del artículo 39 de la
Ley de Impuesto sobre la Renta vigente para los ejercicios repa­
rados ( y que permanecen hoy en el encabezado del Artículo 27
Ejusdem), infringía lo dispuesto en el artículo 223 de la Consti­
tución de 1961 (Artículo 216 de la Constitución vigente) confor­
me al cual "el sistema tributario procurará la justa distribución
de las cargas según la capacidad económica del contribuyen­
te". Concluye el Tribunal que:

"...Aplicando al caso de autos las consideraciones prece­


dentes se advierte que el rechazo de gastos es improcedente
no porque se trate de una sanción no prevista en el Código
Orgánico Tributario sino porque el requisito de admisibilidad
previsto en el parágrafo sexto del artículo 39 de la Ley de
Impuesto sobre la Renta sancionada en 1986 transgrede el
principio constitucional de la capacidad contributiva, y por
tanto debe desaplicarse de conformidad con lo previsto en el
articulo 20 del Código de Procedimiento Civil..."

30 Caso Metalúrgica Nacional, C. A. (Menaca), Tribunal Superior Cuarto de


lo Contencioso Tributario de la Circunscripción Judicial del Area Metro­
politana de Caracas.

343
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

En la reforma parcial de la Ley de Impuesto sobre la Renta


publicada en Gaceta Oficial número 5.566 Extraordinaria, 28
de diciembre de 2001 se modificó el artículo 87, eliminando el
Parágrafo Sexto, que preveía la no-admisión de los costos y gas­
tos, a los efectos de la determinación de la renta neta gravable,
de aquellas erogaciones sujetas a retención por parte del deu­
dor o pagador, cuando no se hubiere efectuado la misma o no
se hubiere enterado en el lapso reglamentario, en virtud de su
derogatoria expresa en la novísima Reforma Código Orgánico
Tributario publicada en Gaceta Oficial del 17 de octubre de 200131.

En consecuencia, a partir de las fechas indicadas no debe­


rían en los procesos de fiscalización surgir objeciones en este
sentido, aún cuando hay todavía procesos administrativos y ju­
diciales en curso y por supuesto ejercicios no prescritos en los
cuales podrían con fundamento a las normas vigentes a esa fe­
cha reparar esto pero, de ser este el caso pensamos que no pros­
perarán.

VI. Ajustes por inflación

Una vez realizado el Ajuste Inicial por Inflación y a partir


del segundo ejercicio en que una empresa ha comenzado activi­
dades, el resultado de los reajustes regulares por inflación reali­
zados en cada ejercicio afectará la determinación del enriqueci­
miento neto de los contribuyentes sujetos al impuesto sobre la
renta. A continuación unos comentarios generales sobre su im­
pacto en la determinación renta, en vista de que el tema es tra­
tado con profundidad en un trabajo especialmente dirigido a
este tema publicado en esta misma obra.

El ajuste por inflación es un mecanismo de corrección de la


distorsión que produce la inflación sobre los resultados moneta­
rios históricos, adoptado con el fin de consultar a la verdadera
capacidad contributiva y dando cumplimiento al Artículo 316
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

31 Código Orgánico Tributario, Artículo 342.

344
A less a n d r a M o n tag n a F ilippi

Por lo tanto el enriquecimiento neto no es solo el resultado de


restar de los ingresos brutos, los costos y deducciones autoriza­
dos por la Ley, sino que incorporará el mayor o menor valor que
resulte de la aplicación de la metodología de los ajustes por in­
flación prevista en la misma. Queremos destacar que si bien es
un cálculo aparte, con normas propias de determinación, no es
un resultado aislado, sino la corrección de la pérdida o ganan­
cia obtenida en un periodo determinado32, de forma tal que la
comparación del patrimonio inicial y final que determina el in­
cremento ocurrido y gravable con el impuesto sobre la renta,
sea efectuada sobre la base de la misma moneda.

En resumen, al aplicar los ajustes por inflación según la me­


todología prevista en la Ley de Impuesto sobre la Renta, el con­
tribuyente debe proceder a ajustar:

• Los activos no monetarios


• Los pasivos no monetarios
• El patrimonio neto inicial y sus movimientos ocurridos
en el ejercicio

El efecto de estos ajustes lo podemos resumir en el siguiente


cuadro:

Partida Efecto
Activos no monetarios Gravable
Pasivos no monetarios Deducible
Patrimonio Neto Inicial Deducible
Aumentos de Patrimonio Deducible
Disminuciones de Patrimonio Gravable

32 Véase Sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, del 25 de septiembre de


2002, caso Metalúrgica Lemus, C.A.

345
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

Adicionalmente se admite como deducible:


• La depreciación de los activos fijos utilizados en la pro­
ducción de la renta determinada sobre los valores ajusta­
dos por inflación
• El costo de los bienes producidos o adquiridos para la venta
ajustado por inflación

VII. Normas de Control Fiscal que pueden afectar la deter­


minación del enriquecimiento neto

No podemos concluir este trabajo, sin mencionar dos nor­


mas de control fiscal que pueden impactar la determinación del
enriquecimiento neto, como es el caso de los precios de transfe­
rencia y la transparencia fiscal. Ambos son temas complejos y
extensos, el interés a los fines del tema que estamos tratando es
destacar que su aplicación puede traer como consecuencia una
variación en la base imponible (incrementándola) y por consi­
guiente, en el impuesto sobre la renta causado en el ejercicio.33

a) Precios de Transferencia

Con ocasión de la reforma a la Ley de Impuesto sobre la Ren­


ta que se efectuó durante 199934 se introdujo por primera vez
en Venezuela el mecanismo de control relacionado con Precios
de Transferencia, siendo modificadas sus normas en la reforma
parcial ocurrida en 2001, todo ello con el objeto de que su regu­
lación se ajustara a las guías y estudios de la Organización de
Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

En términos generales, debemos entender como Precios de


Transferencia todos aquellos lincamientos que van orientados a

33 Para mayor información sobre estos tópicos, se recomienda ver trabajos


publicados en esta misma Obra
34 Gaceta Oficial Extraordinaria No.5.390 del 22 de octubre de 1999.

346
A l e ss a n d r a M on tag n a F ilippi

evitar, que por acto de naturaleza comercial o contractual se pro­


voquen efectos fiscales nocivos en el país donde se generen las
utilidades o pérdidas en una actividad empresarial o de servicios.

En tal sentido, las autoridades fiscales en Venezuela a través


de la regulación de los precios de transferencia adquieren una
herramienta que les permitirá, por intermedio de su aplicación
incrementar potencialmente la recaudación fiscal, al revisar las
operaciones celebradas entre entes relacionados, sin la necesi­
dad de modificar substancialmente los procesos de fiscalización.

El régimen de control sobre los precios de transferencia en


operaciones realizadas con partes vinculadas, debe ser conside­
rado por los contribuyentes como un elemento que afecta la de­
terminación del enriquecimiento neto por las siguientes consi­
deraciones:

1. En virtud de este régimen, los costos y deducciones relati­


vos a bienes, servicios o derechos adquiridos del exterior,
en operaciones realizadas con partes vinculadas, solamente
serán admitidos hasta un monto que no exceda del precio
determinado por alguno de los métodos que señala la Ley
de Impuesto sobre la Renta, por lo que en consecuencia, la
diferencia no podrá ser deducida incrementándose de esta
manera la renta gravable de los contribuyentes que reali­
cen operaciones con partes vinculadas.

2. Los ingresos por operaciones con partes vinculadas en el


exterior deben ser determ inados con base a las
metodologías indicadas en la Ley y si el resultado obteni­
do es superior a lo que consta en los documentos, la dife­
rencia debe ser adicionada a los ingresos para la determi­
nación de la renta gravable.

b) Transparencia Fiscal

El 1 de enero del año 2001 entró en vigencia el Régimen de


Transparencia Fiscal, mediante el cual, en términos generales,

347
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

se consideran gravables en Venezuela, entre otros, los ingresos


provenientes de inversiones efectuadas de manera directa o in­
directa o a través de persona interpuesta, en sucursales, perso­
nas jurídicas, bienes muebles o inmuebles, acciones, cuentas
bancarias o de inversión, creadas o constituidas de acuerdo con
el derecho extranjero, ubicadas en jurisdicciones de baja impo­
sición fiscal.

Lo anteriormente previsto se aplicará siempre y cuando el


contribuyente pueda decidir el momento de reparto de divi­
dendos o cuando tenga el control de la administración ya sea
en forma directa o indirecta o a través de persona interpuesta.
Es decir que en este caso, la carga de la prueba la tiene el con­
tribuyente, ya que la Ley de Impuesto sobre la Renta presume
que el contribuyente posee influencia sobre la administración
y control de las inversiones en jurisdicciones de baja imposi­
ción fiscal.

Ahora bien, la intención del legislador al incorporar este Ca­


pítulo en la Ley de Impuesto sobre la Renta no es mas que la de
establecer que una compañía ubicada en una jurisdicción de
baja imposición fiscal es transparente para los efectos de la
tributación venezolana, es decir, presume que la operación es
realizada en toda su extensión por la compañía venezolana des­
conociendo la existencia de la Off-Shore como un ente jurídico
aparte y en consecuencia los ingresos generados por ella serán
gravados en Venezuela, independientemente de que hayan sido
distribuidos efectivamente.

Esta presunción admite prueba en contrario, es decir que el


contribuyente tiene la posibilidad de desvirtuar la pretensión de
la administración tributaria venezolana de gravar los ingresos
provenientes de las operaciones efectuadas por compañías ve­
nezolanas con empresas ubicadas en jurisdicciones de baja im­
posición fiscal; sin embargo, el demostrar que no se ejerce el
control o administración en una de estas empresas u obtener la
documentación para presentar ante las autoridades tributarias,

348
A less a n d r a M on tag na F ilippi

puede ser un problema desde el punto de vista práctico que se


deberá resolver en cada caso en particular.

VII. Conclusiones

En todo tributo, la determinación de su cuantía depende fun­


damentalmente de la base imponible, es decir de aquella magni­
tud que mide cuantitativamente la base sobre la cual se aplica el
tipo impositivo. En el impuesto sobre la renta, la base imponible
es el enriquecimiento neto, anual y disponible, obtenido por el
contribuyente en dinero o en especie.

Los ingresos brutos, los costos y deducciones, utilizados para


obtener el enriquecimiento neto a los fines del impuesto sobre la
renta, son únicamente los señalados por la Ley de Impuesto so­
bre la Renta y no necesariamente coinciden con la renta neta
según los libros contables, razón por la cual se deberán efectuar
los correspondientes ajustes entre ambas, a los efectos de su con­
ciliación, todo ello sin perjuicio de la aplicación de los ajustes
por inflación.

El contribuyente durante ese proceso debe tener en cuenta


las limitaciones previstas en la Ley y su desarrollo reglamenta­
rio, así como las normas específicas que podrían aplicar en el
caso de determinadas industrias o sectores de negocios u otros
aspectos subjetivos.

No podemos dejar de mencionar que el impuesto sobre la


renta venezolano, a través de sucesivas reformas ha evolucio­
nado desde su origen y más profunda y aceleradamente en los
últimos años, introduciendo elementos novedosos ( renta mun­
dial, ajustes por inflación, precios de transferencia, transparen­
cia fiscal, entre otros) sobre los cuales mucho queda por resolver
desde el punto de vista de su aplicación práctica.

349
EL IMPUESTO SOBRE LA RENTA
EN LA EXPLOTACIÓN
DE HIDROCARBUROS

A u r o r a M o r e n o d e R ivas*

VENEZUELA. DE LA ECONOMÍA RURAL


A LA PETROLERA.

i. El inicio de la actividad petrolera.

La explotación industrial de los hidrocarburos comenzó, a


nivel mundial con el petróleo, en la segunda mitad del siglo XIX>
básicamente el incentivo inicial para su desarrollo lo constituyó
la sustitución de los aceites vegetales y animales que se utilizaban
para esa época, por un producto de mayor fuerza combustible
para la iluminación y la calefacción que resultó ser el kerosene,
producido mediante la refinación del crudo. Previo a la actividad
de refinación, el asfalto natural que se recogía de los yacimientos
superficiales se utilizaba para impermeabilizar embarcaciones,
como pegamento en la construcción, la pavim entación de
caminos y otras actividades. , ;

El profesor Efraín E. Barbieri, en un completo estudio sobre


esta industria, denominado El Pozo Ilustrado, señala que la

Abogado UCV; Estudios de Especialización en Derecho Mercantil UCV;


Gerencia para Abogados IESA; Estudios sobre tributación ENAHP; Admi­
nistrador Regional de la Región Capital de Hacienda 1981; Administrador
General del Impuesto Sobre la Renta 1.982-83; Director Jurídico Impositi­
vo del Ministerio de Hacienda 1.983-85; Gerente Legal de las empresas del
Grupo Royal Dutch Shell en Venezuela 1.985-2.003. Presidente de la AVDT
1.996.97; Miembro de ASOVEDEFI. Profesor del Programa de Post-grado
en Gerencia Tributaria Integral de la ENAHP.

351
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

empresa que inició la actividad de refinación se constituyó en


los Estados Unidos de Norteamérica en 1.854, la Pensilvania
Rock Oil Company of New York y a partir de esta iniciativa, la
explotación industrial de este recurso natural se desarrolló con
gran velocidad, apoyada en la tenacidad de sus pioneros, que
asumieron el desafío con el diseño de equipos rudimentarios de
perforación, logrando llegar hasta pozos profundos y desarro­
llar las técnicas para controlar la escapada violenta del petróleo
hacia la superficie, denominada reventón.1 El potencial de ri­
queza que ofrecía esta novedosa actividad estimuló la constitu­
ción de empresas, tanto americanas como europeas, para la in­
cursión en la actividad de búsqueda de oportunidades de
explotación en escala internacional.

En Venezuela, debido a los escasos niveles de desarrollo y a


que la actividad económica básica en el siglo XIX era la agrícola,
fundamentalmente dedicada al cacao y al café como principa­
les productos de explotación, no existían recursos financieros,
preparación científica ni técnica para una iniciativa en el cam­
po del petróleo. Si bien existieron algunas actividades destina­
das al tratamiento del asfalto en diversas regiones del país, ope­
radas por concesiones otorgadas a particu lares por las
autoridades de la Federación de Estados que conformaba la Re­
pública, la empresa venezolana pionera de la industria en el
país, fue Petrolia del Táchira, constituida formalmente en 1.882
para explotar una concesión en la hacienda denominada La
Alquitrana al oeste de San Cristóbal. Señala el profesor Barbieri
en la obra ya citada, que "la historia de la Petrolia no difiere de la
historia de muchas firmas estadounidenses de la época. La trayecto­
ria de la empresa y el ánimo de sus hombres se asemejan a las expec­
tativas que acariciaban muchos petroleros de Pensilvania, de Nueva
York o de Ohio que, por circunstancias mas allá de sus esfuerzos no
se hicieron realidad. Pero dejaron una página escrita. "2

1 Efrain E. Barbieri. "El Pozo Ilustrado" . Cap 12 La Gente del Petróleo. Pag
464. Editado por PDVSA. Programa de Educación Continua.
2 Efrain E. Berbieri Obra y Capítulo citado. Pag.473

352
A urora M oreno d e R ivas

ii. De los derechos sobre el recurso

En la etapa colonial de la República, existió una previsión


histórica respecto a la titularidad de los derechos sobre las ri­
quezas del subsuelo venezolano, que ha permitido mantener el
dominio de la nación sobre los recursos mineros de cualquier
naturaleza, y que ha marcado, en el devenir histórico de la Re­
pública, su destino fiscal, económico y político, precisamente
por la circunstancia de que en su subsuelo yace el insumo prin­
cipal para el desarrollo de la gran industria mundial. Esta cir­
cunstancia ha desviado históricamente el interés de las políticas
económicas y fiscales de todos los gobiernos hacia la explota­
ción de los hidrocarburos, abandonando el estímulo y la pro­
moción de otras actividades cuya explotación podría aportar al
país una mayor estabilidad económica, y evitaría la sola depen­
dencia de la renta petrolera. La inconveniencia de esta sola de­
pendencia, la sufre hoy el país con mayor impacto debido a los
recientes acontecimientos políticos, laborales y económicos que
han demostrado que la paralización temporal de las activida­
des de la empresa estatal, y luego, el manejo de la industria pe­
trolera sin su recurso humano natural, formado durante años
de preparación y dedicación, nos ha conducido a la grave crisis
económica que hoy sufrimos todos los venezolanos.

En Venezuela, como en las otras regiones del territorio ame­


ricano que estuvieron sometidas al dominio español desde el
siglo XV hasta principios del siglo XIX, la propiedad de todas
las especies minerales no metálicas, entre las cuales se cuentan
los hidrocarburos, fue asumida por la Corona Española como
titular de la soberanía sobre esos territorios, en la Ordenanza de
Minería para la Nueva España en 1.783, aplicada en la Provin­
cia de Venezuela por Real Orden de 1.784, luego incorporada
como legislación provisional de las nuevas repúblicas indepen­
dientes del dominio español por decreto del Libertador Simón
Bolívar del 24 de Octubre de 1.829 y recogida posteriormente
con la promulgación del primer código de Minas en 1.854. Has­
ta el presente, la soberanía de la Nación sobre sus recursos pe­
troleros se ha mantenido como un principio fundamental de la

353
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

República, consagrado actualmente en la constitución de 1.999


en el artículo 12 así:

"Artículo 12: Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cua­


lesquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional,
bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en
la plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del
dominio publico y, por tanto, inalienables e imprescriptibles. Las cos­
tas marinas son bienes del dominio público".

iii. El Camino hacia la dependencia petrolera

A principios del siglo XX, las empresas americanas y euro­


peas, luego de los avances y desarrollo de la industria, inician la
búsqueda de yacimientos alrededor del mundo. Le toca a Vene­
zuela ser receptora del interés de las empresas norteamericanas
y anglo-holandesas líderes de la actividad, iniciándose la explo­
ración en busca del codiciado mineral por la empresa Caribbeam
Petroleum General Asphalt del Grupo Royal Ducht/Shell, que
comenzó perforaciones en Mene Grande, Estado Zulia y descu­
brió el Pozo Zumaque Uno en 1.914. Además, el potencial de la
riqueza de los yacimientos fue confirmado por el reventón del
pozo Los Barrosos 2 en el sector oriental del Lago de Maracaibo,
que estuvo expulsando sin control alrededor de 100 mil barriles
diarios durante nueve días, lo que confirmó la factibilidad de la
explotación comercial a gran escala del petróleo venezolano, y
atrajo la atención de los otros grandes grupos transnacionales
estimulados por las perspectivas de una fuente energética de
grandes proporciones en el país. Es así que, además de la
Caribbean y la Stándar Oil, que eran las mas grandes y compe­
tían por el recurso a nivel mundial, llegaron al país otras empre­
sa transnacionales que, como aquellas, negociaron con nacio­
nales propietarios de concesiones de explotación, el traspaso de
sus derechos, e iniciaron la explotación con los recursos tecno­
lógicos ya obtenidos de sus experiencias previas en las activida­
des en otros países y con los recursos financieros que no eran
accesibles en esa época, a los nacionales ni al Estado Venezolano.

354
A urora M o reno de R ivas

Esta nueva actividad económica de grandes proporciones


atrajo también la mano de obra venezolana que antes se dedi­
caba a las labores agrícolas, así como la atención de los gober­
nantes de la época a quienes se les presentó el reto de establecer
las reglas bajo las cuales el país enfrentaría el manejo de la in­
dustria y la definición de la participación de la nación en la
nueva fuente de riqueza.

Sobre la existencia de ambos sectores en la vida económica,


escribió el Dr. Arturo Uslar Pietri: “A partir de 1.936 la pugnaz
coexistencia de las dos economías, el hecho de que la riqueza y la
actividad tradicional estaban enteramente vinculadas a la agricultu­
ra con todas las consecuencias económicas, políticas y culturales que
ello implicaba, y el que la riqueza petrolera, reciente y creciente, tenía
muchos aspectos de enclave extranjero, manejado por grandes em­
presas imperiales e íntimamente conectado con la acción del gobierno
nacional, hicieron difícil y confusa la apreciación de la situación. Po­
dría decirse sin exageración que una sola cuestión dominó la política
y el pensamiento económico desde entonces, la que podría formularse
de manera muy simplista: ¿que hacer con el petróleo?"3.

Esa pregunta de Uslar Pietri formulada en 1.986, a finales


del siglo XX y referida a los inicios de la explotación en el siglo
XIX, está aún vigente, ya que en este naciente siglo XXI todavía
no se concreta en Venezuela cual es el fin económico, político,
geopolítico o social que debe orientar al Estado frente a esta gran
riqueza mineral.

Durante las primeras décadas, desde el inicio de la actividad


de explotación con fines industriales y comerciales en forma
organizada, ésta fue realizada por las empresas extranjeras ti­
tulares de los derechos de concesión para la explotación en to­
das sus etapas, desde la exploración hasta la comercialización
interna y externa, tanto del crudo como de los productos deri­

3 Arturo Uslar Pietri, Prólogo del Ensayo “El Petróleo en el Pensamiento


Económico Venezolano" Asdrúbal Baptista y Bemard Momer. Ediciones
IESA

355
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

vados. Durante esta etapa, y a medida que el país tomaba con­


ciencia de la importancia del control sobre una actividad en
manos extranjeras, se fueron desarrollando diversos mecanis­
mos de política fiscal y tributaria para incrementar el control y
la participación del Estado. La primera Ley de Hidrocarburos
se dicta en 1.920, reglamentando el período de duración de las
concesiones y prohibiendo su otorgamiento a gobiernos extran­
jeros o a empresa que dependan de ellos; la reforma de 1.922,
incluye el concepto de las reservas como garantía del futuro eco­
nómico del país, y de la propiedad del Estado sobre los yaci­
mientos; posteriormente esta ley va sufriendo reformas que me­
joran la posición del Estado frente a las empresas concesionarias,
tanto en los medios de control como en el incremento del im­
puesto de explotación (regalía), que fue en los primeros años de
la etapa concesionaria, el vehículo por el cual el Estado accedía
a la riqueza proveniente de la explotación del recurso en manos
ajenas. La ley de Hidrocarburos de 1.936 dispone la participa­
ción activa del Estado en las actividades petroleras por medio
de empresas de su propiedad, y la ley de Hidrocarburos de 1.943
establece una prórroga de 40 años, contados a partir de la
promulgación, para las concesiones existentes a esa fecha e
incrementa el impuesto de explotación o regalía a 16,1/2 %.

Igualmente, en ese mismo año 1.943, entra en vigencia la


primera Ley de Impuesto Sobre la Renta promulgada en 1.942,
con vigencia a partir del I o de Enero de 1.943. Con este nuevo
impuesto, cuya evolución en su aplicación a la actividad de hi­
drocarburos será analizada en los capítulos siguientes, se inició
la dependencia económica del país de la renta generada por la
explotación de los hidrocarburos, en virtud de que la contribu­
ción del sector petrolero financia el mayor porcentaje del presu­
puesto nacional.

A partir de la década de los años 40 se va desarrollando en la


dirigencia política emergente a la muerte de Juan Vicente Gómez,
una preocupación por el aprovechamiento efectivo de la renta
petrolera en el desarrollo de la capacidad productiva del país, el
Dr. Uslar Pietri, bajo su teoría sobre la necesidad de la "Siembra

356
A urora M o ren o de R ivas

del Petróleo", mantenía su posición de que la renta petrolera


debía destinarse a la inversión y no al gasto corriente, sin em­
bargo, debido al vertiginoso desarrolló el mercado petrolero a
nivel mundial en los años subsiguientes, y a medida que el in­
greso fiscal por este concepto fue incrementándose, la preocu­
pación por convertir el petróleo en el pilar del desarrollo indus­
trial de país, se fue abandonando, al punto que la única industria
que ha merecido desde entonces el esfuerzo de políticas de desa­
rrollo por parte del Estado, ha sido la industria petrolera.

El liderazgo político que surge con el golpe de Estado del 18


de Octubre de 1.945, presenta una actitud cuestionadora sobre
el otorgamiento de concesiones a empresas extranjeras y a lo
que el Estado recibe de la riqueza producida por la actividad de
las concesionarias. Esta posición se materializa en decisiones
legislativas, incluyéndose, en sucesivas reformas a la ley de im­
puesto sobre la renta, un tratamiento especial y con mayor gra­
vamen a la renta proveniente de la explotación petrolera y mi­
nera, y a partir de la estabilización del período democrático que
se inicia en 1.958 con la caída de la última dictadura militar del
siglo XX, la legislación regulatoria de la actividad petrolera
incrementa el control del Estado sobre algunas actividades en el
sector de Hidrocarburos, como lo fueron: la Ley que Reserva al
Estado la Industria del Gas Natural, en 1.971, que dispuso la
explotación de la industria del gas natural por intermedio de
una empresa del Estado, la Corporación Venezolana del Petró­
leo; la Ley de Bienes Afectos a Reversión en las Concesiones de
Hidrocarburos de 1.971 y la Ley que Reserva al Estado la Explo­
tación del Mercado Interno de los Productos Derivados de Hi­
drocarburos en 1.973. La reserva total se concretó con la
promulgación de la ley que estableció la terminación del régi­
men concesionario y adelantó la reversión al Estado de todos
los activos existentes sin esperar el vencimiento de los contratos
de concesión, la Ley que Reserva al Estado la Industria y el Co­
mercio de los Hidrocarburos del 29 de agosto de 1.975 que dis­
puso: "Se reserva al Estado, por razones de conveniencia nacional,
todo lo relativo a la exploración del territorio nacional en busca de
petróleo, asfalto y demás hidrocarburos; a la explotación de yaci-

357
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

mientas de los mismas, a la manufactura o refinación, transporte por


vías especiales y almacenamiento, al comercio interior y exterior de
las sustancias explotadas y refinadas, y a las obras que su manejo
requiera."

Para el ejercicio de las actividades reservadas/ se dispuso en


el artículo 6 dé la Ley, la creación de empresas propiedad del
Estado y la atribución a una de ellas de las funciones de coordi­
nación, supervisión y control de las actividades de las demás. Es
así que por decretó presidencial N° 1.123 del 29 de Agosto de
1.975/ Se constituye bajo la forma de sociedad anónima, Petró­
leos de Venezuela. Las 14 empresas ex concesionarias son trans­
formadas en empresas del Estado y posteriormente se integran
en las empresas operadoras bajo la propiedad de PDVSA. La
industria nacional comenzó a operar con 14 empresas filiales
de PDVSA y posteriormente se fue racionalizando la estructura
corporativa consolidando las actividades en un grupo menor
de empresas. Para el año 1.997 el holding petrolero venezolano
estaba integrado por PDVSA como casa matriz,, y las empresas
operadoras: Lagoven, Maraven y Corpoven, irías la empresa
dedicada a la explotación de la ind ustria Petroquím ica
(PEQUIVEN) y una Fundación dedicada a la investigación y el
desarrollo tecnológico: INTEVEP.

Las tres empresas operadoras, realizaron hasta 1.997 todas


las actividades del proceso de explotación, producción y
comercialización, A partir de la Resolución N° 268 del Ministe­
rio de Energía y Minas del 11 de Septiembre de 1.997, se ordena
la reorganización funcional del holding mediante la concentra­
ción de actividades por sectores de la industria, en filiales espe­
cialmente dedicadas a cada sector, para lo cual se dispuso la
absorción de Corpoven, Lagoven y Maraven y la creación de
PVDSA QUÍMICA y PDVSA PETROLEO y GAS, bajo esta últi­
ma se crean. PDVSA Exploración y Producción, PDVSA Ma­
nufactura y Mercadeo y PDVSA Servicios. A la fecha que esto
se escribe (abril del 2,003) está anunciada una nueva reestruc­
turación cuyos alcances desconocemos. Los cambios que se han
concretado han sido básicamente la reducción drástica del per­

358
A urora M oreno d e R iv a s

sonal, la sustutición de la directiva y de los cargos gerenciales,


la liquidación de hecho de las empresas sectoriales y la ocupa­
ción de sus sedes por otras entidades gubernamentales.

El Holding Petrolero Estatal, a partir de su creación/ y hasta


finales del año 2.002, la empresa estatal PDVSA se fue desarro­
llando, gerencial, tecnológica, y comercialmente, al punto que,
según lo relata el Dr. Luis Vallenilla en su Libro "La Apertura
Petrolera un Peligroso Retorno al Pasado" para el año 1.994
PDVSA fue clasificada por la editora petrolera norteamericana
Petroluem Intelligence Weekly, como, una de las empresas mas
importantes y eficientes del mundo." En dicha clasificación, PDVSA
desplazó del segundo lugar a la ROYAL DUTCH SHELL que pasó a
ocupar el tercer lugar, antes de la EXXON*. Esos resultados se al­
canzaron por nivel gerencial y operacional de una nómina com­
puesta por gerentes, técnicos administradores y obreros que
desarrollaron carrera en esa industria y cuyos méritos eran re­
conocidos en el país por todos los sectores. Es así, que en la épo­
ca en que se debatió en el Congreso Nacional la primera etapa
de la apertura de la industria al Sector Privado, hasta los sena­
dores de oposición más radicales, reconocían los méritos de la
gente del petróleo. El Dr. Alí Rodríguez Araque, senador en ese
período, hoy Presidente de la casa matriz petrolera, en un dis­
curso pronunciado en el Hemiciclo del Senado de la República,
apoyando fervientemente la apertura de la industria al sector
privado nacional, señalaba: " ... desde que comenzó este proceso
me he inclinado por que el propósito de la apertura tiene que ser, en
primer lugar, hacia adentro, es decir, hacia la incorporación creciente
de los sectores nacionales."

En esa misma sesión y en el mismo discurso, el senador


Rodríguez Araque señalaba que Venezuela tenía, entre otros
atractivos para la inversión, la estabilidad del país, la estabili­
dad de los negocios, la proximidad al principal mercado mun­

4 Luis Vallenilla La Apertura Petrolera:Un peligroso retomo al Pasado,


pag. 11.

359
60 A ño s d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

dial de energía que es Estados Unidos y textualmente señalaba:


"Tenemos la ventaja del factor humano, porque en pocos países
existe tal plantel de recursos humanos altam ente preparados,
desde simples trabajadores, que faenan diariamente, hasta los
conocedores de todas las fases de la actividad"5

No entendemos como, a pesar de las ventajas proclamadas,


hoy día, ese factor humano altamente preparado, ha sido ex­
pulsado sin ninguna suerte de consideración de la industria por
quien lo alababa y lo consideraba como una de las ventaja com­
petitivas del país. A la fecha que esto escribimos, han sido reti­
rados de PDVSA mas de dieciocho mil (18.000) empleados de
todas las categorías y jerarquías, lo que ha resultado en defi­
ciencias operacionales, técnicas y gerenciales graves, con el con­
secuente perjuicio a la economía nacional, en vista de que la
contribución del sector al Fisco ha mermado sustancialmente
por la impericia en las operaciones de producción, refinación y
comercialización, lo que ha reducido los volúmenes de exporta­
ción e incrementado peligrosamente los daños ambientales y el
deterioro de los costosos activos que la industria utiliza para sus
operaciones. Para el 25 de marzo de este año 2.003 el Ministerio
de Finanzas estimaba una caída del 29,2% en el aporte al Fisco
de PDVSA con respecto al año 2.0026

Es así que, esta crisis gerencial y operacional que actualmen­


te atraviesa la empresa estatal de los hidrocarburos, y la conse­
cuente merma en la contribución del Sector Petróleo al presu­
puesto nacional, han puesto en evidencia lo inconveniente de la
monodependencia económica del país del recurso petrolero; es
de esperar que esta situación estimule el replanteo de los objeti­
vos a lograr con el recuso petrolero, que puede servir de medio
para impulsar el desarrollo de otras actividades productivas,
desechando la concepción rentística que hasta ahora ha orien­
tado las políticas económicas.

5 Debate Nacional Sobre la Apertura Petrolera . del 24 al 27 de abril de 1.995.


Imprenta del Congreso Nacional. 1.997. pag. 291
6 Diario El Nacional del 25/03/03. sección Economía.

360
A urora M oreno d e R tvas

II

EL GRAVAMEN A LA RENTA

a. BREVE RECUENTO HISTÓRICO

La renta producida por la explotación de los hidrocarburos,


fue gravada a las empresas extrajeras concesionarias que ini­
cialmente mantuvieron el monopolio de la explotación, a partir
de la creación del impuesto sobre la renta en la primera ley,
promulgada el 17 de Julio de 1.942, cuya entrada en vigencia se
dispuso para el I o de enero de 1.943. (Gaceta Oficial N° 28.851)

Inicialmente, el gravamen a la renta se estableció mediante


un sistema mixto, en parte cedular y en parte global comple­
mentario, basado en el principio de la territorialidad. El sistema
cedular gravaba los enriquecimientos con tarifas proporciona­
les diferentes, de acuerdo al origen o categoría de actividad que
los generaba. La renta proveniente de capitales mobiliarios se
gravó con el 3%; los beneficios agropecuarios con el 2%; los pro­
fesionales liberales, artísticos y deportivos con el 2% para resi­
dentes y el 4% para no residentes; los sueldos y remuneraciones
con el 1,5% para residentes y el 3% para no residentes; las ga­
nancias fortuitas y los beneficios de valorización, con el 3% y los
beneficios industriales comerciales y mineros, con el 2,5%; en
esta última cédula o categoría se incluyó la explotación de hi­
drocarburos como parte de los beneficios m ineros.
Adicionalmente se incluyó un gravamen de naturaleza global y
progresivo de carácter complementario para todas las rentas
con 20 tramos tarifarios desde el 2% hasta el 9,5%.

a.i La visión posterior sobre la participación del Estado en


la renta minera y de hidrocarburos :

En la primera etapa del gravamen a la renta en Venezuela,


los beneficios provenientes de la explotación del petróleo y de
otros recursos mineros, no se consideraban como una renta es-

361
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

pedal; sin embargo, a partir de los cambios políticos originados


a partir de 1.945, con el derrocamiento del Presidente Medina
Angarita, la dirigencia política emergente empezó a cuestionar
la falta de equidad en la distribución de los beneficios que las
empresas concesionarias obtenían de la extracción y explota-
dón del petróleo. En una misiva enviada por la Junta de Gobier­
no que presidió Rómulo Betancourt a la Asamblea Constituyen­
te el 27 de diciembre de 1.946, señalaba: "...la aplicación de la
nueva Ley de Impuesto Sobre la Renta no ha entrado a formar parte
de los cálculos que determinan el costo de funcionamiento de la in­
dustria petrolera. Este tipo de impuesto, tal como se aplica en otros
países, se emplea como control sobre el exceso de las ganancias obte­
nidas por organismos individuales y comerciales. De ser usado sa­
biamente este impuesto puede llegar a constituir otra garantía, para
la Nación, en concepto de su justa participación en los beneficios de la
industria venezolana"7

Esta visón política de la falta equidad en la distribución de


los beneficios petroleros fue explotada a todos los niveles en la
época, incluso a nivel humorístico por uno de los jóvenes políti­
cos de esos tiempos, y el mas relevante poeta que tuvo Venezue­
la en el Siglo XX, Andrés Eloy Blanco, quien escribió un roman­
ce satírico denominado "Los Tres M osquiteros", en el cual
incluyó los protoganistas de la obra de Alejandro Dumas repre­
sentados por los personajes característicos de la época, así:

Señoras y caballeros
soy el Coronel Atós
Jefe Civil de mi pueblo;
me llamo Ramón Tolete,
primo hermano del gobierno,
pero me llaman "Atós",
porque "a tós" los pongo presos.

7 Misiva del Ejecutivo a la Asamblea Constutuyente con exposición de


motivos de la Reforma legal de 1.946.. Compilación Legislativa en Mate­
ria de ISLR. 1.942 a 1.966, pag.439. Min. Hacienda. Administración General
del Impuesto Sobre La Renta.

362
A urora M o reno de R ivas

Señores:Yo soy Portós


Juan Bimba de nacimiento,
pero me llaman "Portós"
porque "por tós"doy el pecho,
porque "por tos" pago el pato
y "por tós"salgo perdiendo.
Señores, yo soy John Bluff,
gran caimacán petrolero,
"Paramís" me llaman todos,
por que en cosas del subsuelo
para todos es la brega
y “para mis" el dinero. 8

Esa visión sobre la injusta participación del Estado en la ri­


queza producida por la explotación del petróleo motivó la re­
forma introducida en la Ley en 1.948, que en su Exposición de
Motivos señalaba que la justificación de la reforma ../'se encuen­
tra en la naturaleza de actividad que desarrollan las empresas que
explotan recursos naturales no renovables pertenecientes al Estado y
cuyo agotamiento debe quedar compensado por un enriquecimiento
correlativo de la colectividad"9. Es así que la ley incorporó el im­
puesto adicional del 50% "En los casos de rentas netas de contribu­
yentes que obtengan ingresos derivados de la industria extractiva de
la minería o de hidrocarburos, inclusive regalías y otras participacio­
nes del mismo origen, si después de deducidos el impuesto cedular, y
el complementario, la renta restante excede de la suma de los impues­
tos causados por razón de las actividades de la industria durante el
año gravable.."10

8 Andrés Eloy Blanco: Los Tres Mosquiteros. Cuadernos de Pedacería N°2


Pag. 11 Edición Homenaje a 100 años de su nacimiento, en escritos de
Miguel Otero Silva . Editor José Agustín Catalá.1.996.
9 Exposición de Motivos de la LISLR de 1.948. Compilación Legislativa del
Ministerio de Hacienda. Administración General del Impuesto Sobre la
Renta, 1.942 -1.966, pag.443.
10 Art. 31 de la Ley de 1.948. Compilación citada.

363
6 0 A ños de Im po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

a.ii. Régimen especial para la renta minera y petrolera:

En la reforma de 1.955, se creó un capítulo especial para el


gravamen a la renta proveniente de actividades mineras y de
hidrocarburos y se incorpraron las actividades conexas con di­
chas explotaciones, calificándose como tales, la refinación y el
transporte por oleoductos y otras vías especiales.

Igualmente, se incorporó en la Ley un mecanismo de control


fiscal especial, facultando a la Administración General del Im­
puesto Sobre la Renta para estimar de oficio los valores en las
ventas de exportación " cuando el contribuyente no determine o no
compruebe sus ingresos en razón de artículos o mercancías exporta­
das a satisfacción de la Administración..."11

También se admitió como territorial el gasto de operación de


los buques propios o arrendados destinados al transporte inter­
nacional desde puertos venezolanos y se reguló el régimen de
depreciación, amortización y capitalización..

a.iii. Los Incentivos Fiscales para la Inversión:

En 1.961, con la decisión del gobierno de no otorgar nuevas


concesiones para la exploración y explotación de los hidrocar­
buros, se incluyó en la ley un incentivo para promover la explo­
ración en las concesiones existentes, mediante una rebaja de
impuesto sobre los gastos de exploración cuando estos excedie­
ran del 5% de la renta neta, esta rebaja se calculaba en el 50%
de los gastos capitalizables y un 25% de los no capitalizables.

a.iv El Cambio hacia el impuesto global y progresivo:

El sistema cedular inicial es derogado en la reforma a la Ley


en 1.966, y se establece el sistema global, clasificándose el trata­

11 Art. 16 de la Ley de 1.955 . Compilación citada.

364
A urora M oreno d e R tvas

miento a la renta por el tipo de contribuyente en títulos de la


ley, así: El Título II para la personas jurídicas y comunidades; el
Título III para las empresas mineras y de hidrocarburos y el Tí­
tulo IV para las personas naturales. Las tarifas aplicables a cada
uno de estos tipos de contribuyentes fueron progresivas. La Ta­
rifa "A " para las personas jurídicas y comunidades, con 8 tra­
mos, desde el 15% hasta el 50%; la Tarifa "B"para las activida­
des mineras y de hidrocarburos con 8 tramos desde el 20% al
52%, y la tarifa "C" para las personas naturales con 15 tramos,
desde el 4.5% hasta el 45%

Se dispuso en esta reforma la aplicación de la tarifa "B" para


los enriquecimientos provenientes de la actividad minera y de
hidrocarburos; los otros enriquecimientos que provengan de
actividades distintas a tales industrias en los casos de los contri­
buyentes dedicados a la explotación minera y petrolera; a las
regalías y participaciones análogas provenientes de dicha acti­
vidad y a los enriquecimientos provenientes de la cesión de di­
cha regalías y participaciones.

Se mantuvo además para la actividad minera y de hidrocar­


buros el impuesto adicional del 50% sobre la renta excedente de
la suma de los impuestos causados por razón de las actividades
o de los bienes productores de rentas.

a.v. Los Convenios Sobre Precios de Exportación (el Impues­


to Complementario):

En esa reforma de 1.966, el mecanismo de control fiscal para


la determinación de los ingresos brutos por la exportación, se
modificó en cuanto su aplicación para las rentas provenientes
de la explotación minera y de hidrocarburos, adoptándose la de
fijación de los valores de los productos exportados mediante
convenios entre el Ejecutivo y el contribuyente. En efecto, el ar­
tículo 41, que contenía la facultad de la Administración para
establecer los Valores Fiscales de Exportación, fue modificado
agregándole un parágrafo único así:

365
60 A ños d e I m po sic ió n a la Ren ta en V en ez u ela

"El Ejecutivo podrá celebrar convenio previo con el contribuyente


hasta por un plazo de cinco años para establecer las bases con arreglo
a las cuales se hará la determinación de los valores de los artículos o
mercancías exportadas en el puerto venezolano de embarque. Cuan­
do el monto resultante de los valores correspondientes exceda de los
ingresos por ventas de exportación declarados por el contribuyente,
se efectuará un pago complementario sobre la diferencia, calculada
esta diferencia de acuerdo al convenio".

La estimación de oficio de los precios de exportación quedó


vigente solo para el caso de los contribuyentes ordinarios, y en
el caso de los valores fijados mediante convenio, se dispuso que
cuando los precios de realización fueran superiores a los esta­
blecidos en el convenio, privarían aquellos para efectos de la
determinación de los ingresos brutos, sin embargo el convenio
podía establecer bases para la compensación de precios entre
determinados grupos de hidrocarburos o minerales.

Quedó así establecido un impuesto complementario, y fue­


ron suscritos los Convenios Sobre Precios entre las empresas
privadas concesionarias y el Ejecutivo Venezolano, hasta por
un plazo de cinco años a partir de 1.967 y que tendrían una
duración hasta el 1.972.

a.vi.Fijación Unilateral de los Precios por el Ejecutivo Nacio­


nal (Derogatoria Tácita de los Convenios Sobre Precios)

En el año 1.970, con la crisis del Medio Oriente, se generó un


incremento considerable en los precios del petróleo, lo que inci­
dió en la decisión del Estado de revisar los valores establecidos
en los Convenios Sobre Precios, ya que estos no reflejaban la
realidad del mercado internacional, es así que se resolvió la fija­
ción unilateral de los precios por el Ejecutivo Nacional, en una
reforma a la Ley de Impuesto Sobre la Renta. En efecto, en el
año 1.971 fue reformada de nuevo la Ley y sustituido el artículo
41 para derogar la fijación de los valores de exportación por
convenio. El referido artículo establecía:

366
A urora M oreno de R iv a s

"El Ejecutivo Nacional fijará por períodos sucesivos hasta de


3 años cada uno, los valores de los artículos o mercancías ex­
portadas en el Puerto Venezolano de Embarque. Cuando el
monto resultante de la aplicación de los valores fijados por el
Ejecutivo nacional exceda de los ingresos por ventas de expor­
tación declarados por el contribuyente, se efectuará un pago
complementario"

Esta reforma comenzaría a regir el 30 de diciembre de 1.970


y se aplicaría a los ejercicios que concluyeran con posterioridad
a esa fecha, lo que indudablemente reflejaba la intención de la
ley de ser aplicada a los ejercicios que cerraban el 31 de diciem­
bre de ese año.

Con base a esa disposición, que derogaba tácitamente los


convenios celebrados con las empresas concesionarias, el Ejecu­
tivo dictó la Primera Resolución estableciendo los Precios Fisca­
les de Exportación, a los fines del cálculo del impuesto comple­
mentario, el 8 de marzo de 1.971 (Gaceta Oficial N°29.457),
después de cerrado el ejercicio económico 1.970.

La empresas concesionarias, en el entendido de que los valo­


res fiscales aplicables para los períodos previos a la Resolución
del Ejecutivo, eran los establecidos en los Convenios de Precios,
aplicaron éstos en sus declaraciones impositivas, lo que ocasio­
nó que la Contraloría General de la República, bajo el criterio de
que la ley había derogado los Convenios se Precios de Exporta­
ción vigentes a la fecha de la reforma legislativa, en el examen a
las cuentas de ingreso de la Administración Tributaria, formuló
reparos a las liquidaciones del impuesto sobre la renta efectua­
das con base a las declaraciones de las concesionarias.

Estos reparos de Contraloría, que fueron impugnados por


las contribuyentes, quedaron pendientes por decisión ante los
Tribunales y la Corte Suprema de Justicia, a la fecha en que
fueron extinguidas las concesiones petroleras y el Estado asu­
mió las actividades de explotación y producción bajo la Ley
Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de

367
60 A ñ o s de I m po sic ió n a la R en ta fn V en ez u ela

los Hidrocarburos (LOREICHI), y fueron concluidos mediante


una transacción especial en el año 1.986 cuando el Ejecutivo, en
cumplimiento a lo dispuesto en dicha ley, que lo facultaba para
concluir el proceso de nacionalización por la vía de negociación
en un plazo no mayor de 10 años a partir de la nacionalización,
dictó el Decreto N° 1.135 el 18 de junio de 1.986, mediante el
cual se dispuso una evaluación de los reclamos recíprocos entre
la República y las ex concesionarias y estableció las reglas para
la aplicación de los ajustes que debían efectuarse para determi­
nar definitivamente el monto de la indemnización debida a las
empresas. El Fondo de Garantía que dichas empresas habían
constituido en el Banco Central de Venezuela de acuerdo a lo
previsto en el artículo 19 de la LOREICHI y que generaba a fa­
vor de éstas intereses, fue utilizado para compensar hasta su
concurrencia, el monto de las liquidaciones tributarias que aún
estaban en litigio ante los Tribunales y la Corte, pasando así ese
monto en garantía al Tesoro Nacional y anulándose la diferen­
cia de las liquidaciones litigiosas por vía de transacción judicial.
Las Actas finales de Avenimiento contentivas de las transaccio­
nes, fueron aprobadas por el Congreso el 26/9/86 (G.O. N°
33.564), consignadas en los expedientes judiciales y homologadas
por los tribunales correspondientes, terminando así los asuntos
pendientes entre las ex concesionarias y la República.

b. EL PERÍODO DE LA RESERVA ABSOLUTA:

b.i El régimen especial de las empresas del Estado:

El nacimiento de la industria petrolera nacional bajo reserva


al Estado de las actividades de explotación de los hidrocarbu­
ros, decretada en 1.975 en la Ley Orgánica que Reserva al Esta­
do la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos (LOREICH),
trajo consigo el surgimiento de nuevos sujetos tributarios: las
empresas del holding petrolero estatal, creadas para la ejecu­
ción de las actividades cuyos enriquecimientos se regían por el
Titulo III de la Ley de Impuesto Sobre la Renta. No se introdujo
inmediatamente, como consecuencia directa del proceso de re­

368
A urora M o r e n o de R tvas

serva, ninguna reforma a la ley de impuesto sobre la renta, la


LOREICH dispuso que las empresas del Estado quedarían ..."su­
jetas al pago de los impuestos y contribuciones nacionales, estableci­
das para las concesiones de hidrocarburos, asi como en cuanto le sean
aplicables a las otras normas que respecto a éstas contengan las leyes,
reglamentos, decretos, resoluciones, ordenanzas y circulares, a los
convenios celebrados por los concesionarios, con el Ejecutivo nacio­
nal. No estarán sujetas a ninguna clase de impuestos estadales y
municipales" (art. 7 de la LOREICH)

Es así que PDVSA y sus filiales continuaron tratadas bajo la


misma fórmula impositiva que las antiguas ex -concesionarias.

La Ley de Impuesto Sobre la renta de 1.978, que derogó la ley


de 1.966 y las reformas parciales de la misma, dispuso que las
empresas operadoras de hidrocarburos del Estado tributarían a
la renta con la tarifa N° 3, que estableció para esta actividad la
tasa del 67%, además se mantuvo el impuesto complementario
derivado de los Valores Fiscales de Exportación fijados por el
Ejecutivo y el 20% de impuesto sobre los dividendos provenien­
tes de empresas dedicadas a otras actividades distintas a hidro­
carburos. Respecto a las inversiones, se concedía una rebaja del
8% sobre los activos fijos destinados a la producción, mas una
rebaja adicional del 4% sobre las inversiones en exploración,
recuperación secundaria, aprovechamiento y almacenamiemto
de gas, valoración e investigación. El monto total de las rebajas
aplicables a cada ejercicio no podía exceder del enriquecimien­
to global neto, y se permitía en consecuencia el traslado del ex­
cedente hasta por tres años subsiguientes.

Con el transcurso del tiempo, la voracidad fiscal, estimulada


por los altos precios del petróleo, convirtió un mecanismo que
inicialmente fue concebido como un instrumento de control fis­
cal, en el medio expedito por el cual el Ejecutivo podía acceder,
mediante el impuesto complementario, a los ingresos provenien­
tes de la exportación de crudo, utilizándose la fijación de los
valores fiscales de exportación como un medio de proyección
de las estimaciones presupuestarias en los Planes de la Nación.

369
60 A ñ o s de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

En efecto, en un principio no se fijó límites a la facultad del


Ejecutivo Nacional para la fijación de los precios, la disposición
de la Ley solo indicaba la periodicidad de tres años para la fija­
ción, y el Reglamento sobre Fijación de Valores de Exportación
señalaba que se debían tomar en cuenta los precios de realiza­
ción en los mercados externos, la demanda, la opinión de los
expertos, etc. Sin embargo, el mecanismo de fijación de precios
fiscales era utilizado discrecionalmente y llegó a incrementar la
tasa efectiva de impuesto de PDVSA hasta un 80%.

A partir de 1.982, por decisión legislativa se resolvió estable­


cer un límite a la facultad del Ejecutivo para la fijación de los
precios, la ley de impuesto sobre la renta de 1.982 en su artículo
32 estableció que los valores de exportación promedio sobre el
crudo y sus derivados no podían exceder del 20% al ingreso
promedio por ventas de exportación declarados por las empre­
sas operadoras.

b.ii. Eliminación de la facultad de fijación de los Valores Fis­


cales de Exportación

Posteriormente, en vista de que se estaba planteando la posi­


bilidad de una apertura hacia el sector privado de algunas acti­
vidades reservadas en materia de gas, (caso Proyecto Cristóbal
Colon), y por cuanto los inversionistas privados interesados en
el proyecto, consideraban su inviabilidad bajo el régimen de
precios aplicable a las empresas del Estado, se inició un proceso
gradual de reducción y eliminación del impuesto complemen­
tario basado en los referidos valores de exportación. En efecto,
en 1.993 se promulga la Ley Sobre Eliminación Gradual de los
Valores Fiscales de Exportación aplicables a los Hidrocarburos
(G.O. N° 35.243 de fecha 30/06/93) en la cual se dispuso una
graduación decreciente en el límite para la fijación de los valo­
res desde un 16% en 1.993 hasta un 4% en 1.995, quedando
eliminada la facultad del Ejecutivo para fijar los precios.

370
A l rora M o ren o de Rivas

c. PERIODOS DE LA APERTURA AL SECTOR PRIVADO:


c.i. El inicio de la Apertura:

A partir de la década de los años 90 y con el objeto de apro­


vechar el crecimiento de la demanda energética mundial, se ini­
cia el proyecto de expansión de la industria en base a fórmulas
encaminadas hacia la participación del sector privado en las
nuevas inversiones requeridas para la explotación de las reser­
vas de gas natural de los campos ubicados al norte de la Penín­
sula de Paria; para la explotación de las reservas de crudos en la
faja del Orinoco y de los campos marginales ubicados en diver­
sas regiones del país y para algunos proyectos de explotación
de crudos convencionales y pesados.

Es así que, a fin crear un estímulo fiscal a la inversión en


algunos de esos estos proyectos se inicia un proceso de reformas
a la ley de impuesto sobre la renta, para reducir por esta vía la
presión tributaria en el ámbito de este impuesto sobre las em­
presas involucradas en los proyectos.

La apertura al capital privado para conseguir el financia-


miento de los proyectos de desarrollo del Sector de Hidrocarbu­
ros fue diseñada inicialmente sobre las bases legales estableci­
das en la LOREICH; esta ley en su artículo 5 establecía las
distintas opciones que el Estado Venezolano podía utilizar para
la ejecución de las actividades reservadas: a) explotación direc­
ta por el Estado mismo o por empresas de su propiedad; b) aso­
ciación del Estado o de sus empresas con compañías privadas,
previa autorización del Congreso de la República; y c) La reali­
zación de las operaciones reservadas mediante la contratación
de servicios con compañías privadas.

Con fundamento en las previsiones legales citadas se diseña­


ron tres modalidades contractuales:

a) Las Asociaciones Estratégicas;


b) Los Convenios de Servicios Operativos y
c) Los Convenios de Ganancias Compartidas.

371
60 A ños d f Im po sic ió n a la R k ñta en V en ezuela

El primer proyecto aprobado por el Congreso Nacional en


1.992, bajo la modalidad de Asociación Estratégica, fue el pro­
yecto Cristóbal Colón para la explotación del gas natural no
asociado existente en el área de Patao, costa afuera de la Penín­
sula de Paria en el Estado Sucre, proyecto éste que luego fue
suspendido y actualmente se discute una nueva modalidad de
asociación para la explotación de la misma zona, bajo las reglas
de la nueva Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos. También
se concretaron otras A sociaciones Estratégicas; M araven-
Conoco; Maraven Hitocho-Marubeni para la explotación y me­
joramiento y exportación de los crudos extra-pesados de la Faja
del Orinoco.

En 1.995 el Congreso aprobó el modelo contractual para la


exploración a riesgo de nuevas áreas para la producción de hi­
drocarburos bajo la figura de ganancias compartidas, y en el
año 1.996 se licitaron varias áreas en campos ubicados en dis­
tintos estados del país, para la explotación de campos margina­
les bajo la modalidad de Convenios de Servicios Operativos.

c.ii. El gravamen a la renta de las actividades de la apertura.

Desde el año 1.991 cuando se discutía la factibilidad de la


asociación estratégica para la explotación del gas natural en los
yacimientos de Paria, se iniciaron reformas a la ley de impuesto
sobre la renta, en vista de que el régimen de gravamen a la renta
proveniente de la explotación de hidrocarburos existente para
esa fecha no hacía atractivo a la inversión privada ningún pro­
yecto en el sector. Los inversionistas interesados en el Proyecto
Colón y de los proyectos de la Faja, exigían la eliminación de la
discrecionalidad del Ejecutivo para aumentar la carga tributaria
por vía de un impuesto complementario surgido de la fijación
unilateral de los precios de exportación y del régimen tarifario
especial contenido en la ley que gravaba las actividades con el
67.7% mas el impuesto complementario derivado de los Valores
Fiscales de Exportación; ellos consideraban que la empresa que
surgiera de la concreción del proyecto, debía ser tratada

372
A lro ra M o reno de R ivas

tributariamente como cualquier actividad ordinaria (como Me


Donald era el ejemplo que se sugería).

Es así que los primeros pasos de reforma legislativa fueron:


en 1.991 la modificación del artículo 9 de la Ley de Impuesto
Sobre la Renta, que dispuso la aplicación de la tarifa 2 para las
nuevas actividades bajo convenios de asociación para la explo­
tación de gas natural libre y crudos pesados y extrapesados, y
en 1.993 la promulgación de la Ley de Eliminación Gradual de
los Valores Fiscales de Exportación ya comentada.

La reforma del 91 no implicaba la aplicación general del ré­


gimen ordinario de impuesto sobre la renta para las asociacio­
nes, ni tampoco resolvía los efectos impositivos para las filiales
de PDVSA, que aportaban activos como cuota de participación
societaria.. Es así que en 1.994 se modifica de nuevo la ley, en el
artículo 9 en su aparte único para excluir expresamente del ré­
gimen especial de hidrocarburos a "..las empresas que se constitu­
yan bajo convenios de asociación celebrados conforme a La Ley Orgá­
nica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los
Hidrocarburos o mediante contratos de interés nacional previstos en la
constitución, para la ejecución de proyectos integrados verticalmente
en materia de explotación, refinación, industrialización, emulsificación,
transporte y comercialización de petróleos crudos extrapesados,
bitúmenes naturales y gas natural costa afuera, las cuales tributarán
bajo el régimen ordinario establecido en esta Ley para las compañías
anónimas y los contribuyentes asimilados a éstas."

El artículo 12 de la ley es modificado para excluir de grava­


men el aporte de la inversión inicial de LAGOVEN en el Proyec­
to Cristóbal Colon, el cual consistía en estudios técnicos y otros
activos intangibles y que le sería reconocido por los socios como
parte de aporte al capital de la empresa. Este aporte, bajo la ley
anterior, podía ser gravado con la tarifa 3. La reforma fue re­
dactada en términos generales para su aplicación a cualquier
supuesto de hecho subsumible en el texto de la exención así:

373
60 A ños de I m po sició n a la R en ta en V en ezu ela

Art. 12,

Están exentas del impuesto:

.. 12.- " Las empresas estatales nacionales que se dediquen a la


explotación de hidrocarburos y actividades conexas, por los
enriquecimientos extraordinarios provenientes del valor comercial que
les sea reconocido por sus asociados a los activos representados por
estudios previos, informaciones, conocimientos o instructivos técni­
cos, fórmulas, datos, grabaciones, películas, especificaciones y otros
bienes de similar naturaleza relacionados con los proyectos objeto de
asociación y a ser destinados al desarrollo de los mismos, en virtud
de los convenios de asociación que dichas empresas celebren de con­
formidad con la Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el
comercio de los Hidrocarburos o mediante contratos de interés pre­
vistos en la Constitución.".

Posteriormente surgen nuevas modificaciones a la Ley de


Impuesto Sobre la Renta para adaptarla a las necesidades de los
proyectos iniciados por las filiales de PDVSA antes de la refor­
ma a ley, con el fin de que también tributen bajo el régimen
ordinario de las compañías anónimas, así que en 1.995 se modi­
fica de nuevo el artículo 9 para incluir en el régimen ordinario
de las compañías anónimas a "las empresas ya constituidas y do­
m iciliadas que realicen actividades integradas de producción y
emulsificación de bitúmen natural" y para eliminar el requisito de
integración vertical en los proyectos de exploración y explota­
ción de gas no asociado.

c.iii. Los nuevos Sujetos Tributarios.

A partir de la formalización y puesta en marcha de las aso­


ciaciones constituidas bajo la apertura al sector privado, surgen
nuevos sujetos tributarios al gravamen a la renta derivada de la
explotación de hidrocarburos, y de cada modalidad contrac­
tual tiene aspectos diferenciales en cuanto al impacto del grava­
men sobre la actividad.

374
A urora M o reno de R iv a s

Es así que, a partir de la puesta en marcha de las actividades


de las Asociaciones de la Apertura, y luego de las reformas pun­
tuales a la ley de impuesto sobre la renta ya comentadas, encon­
tramos dos tipos de sujetos para la aplicación de los regímenes
de gravamen a la renta: a) los sujetos al régimen especial que
tributan por la tarifa N°3, a quienes se aplican las disposiciones
sobre la actividad de explotación de hidrocarburos y conexas,
entre quienes se encuentran PDVSA y sus empresas filiales ope­
radoras de la industria de los hidrocarburos, y las Asociaciones
de Ganancias Compartidas dedicadas a la explotación de cru­
dos convencionales; y b) las Asociaciones Estratégicas, dedica­
das a la explotación de gas natural, crudos extrapesados y
bitúmenes naturales que tributan bajo el régimen ordinario de
las compañías anónimas. Además, cada una de esas modalida­
des de asociación o contratación, ofrece características especia­
les en cuanto a su tratamiento para la determinación de la renta
gravable.

Por otra parte, desde el proceso de evaluación de la factibili­


dad de los proyectos (algunos de los cuales aún se encuentran
en esta etapa, como es el caso del Proyecto de gas natural costa
afuera), se han promulgado otras reformas al régimen ordina­
rio de la tributación a la renta que afectan no solo a las empre­
sas excluidas del régimen especial de los hidrocarburos, sino
también a las que tributan bajo la tarifa N°3. y actualmente,
como lo veremos en el capítulo siguiente, el régimen de tributa­
ción a la renta en el sector de hidrocarburos está definido, no
solo por las reformas específicas relacionadas con la renta pro­
veniente del mismo, sino por los cambios introducidas a las ba­
ses del régimen de tributación a la renta vigente a la fecha.

III

EL REGIMEN VIGENTE

a.i. 2a. Etapa de la Apertura. El proceso de reformas legislati­


vas, tanto en el ámbito tributario como en el ámbito de la legis­
lación especial que regula el sector de los hidrocarburos, en los

375
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

últimos años del siglo XX como en los tres años que corren de
este siglo XXI, ha sido muy dinámico y cambiante, en lo que
respecta al marco legal que define la participación de los distin­
tos actores en el sector de los hidrocarburos (Estado y capital
privado). Actualmente existe una gran inseguridad jurídica por
la imprecisión de la normativa vigente, lo que aparte de los otros
factores políticos, sociales y económicos, mantiene paralizada
la inversión en el sector.

El 23 de Septiembre de 1.999 se promulga la Ley Orgánica de


H idrocarburos Gaseosos, que declara pertenecientes a la
república los yacimientos de hidrocarburos gaseosos existentes
en el territorio nacional y regula las actividades de exploración
y explotación, tanto del gas no asociado como las de gas produ­
cido asociado con el petróleo u otros fósiles. Esta ley decreta la
apertura al sector privado de todas las actividades relacionadas
con el sector gas, permitiendo su realización mediante asocia­
ción del Estado con capital privado, o la participación directa
de la empresa privada bajo permiso o licencia del Ejecutivo. Esta
ley derogó la Ley que Reserva al Estado la Industria del Gas
Natural de 1.971.

El 13 de noviembre de 2.001 se promulga el Decreto con Fuer­


za de Ley Orgánica de Hidrocarburos (LOH) que deroga total­
mente la Ley Orgánica de Hidrocarburos de 1.943, y la LOREICH
y establece su aplicación supletoria a las actividades relaciona­
das con la explotación del gas. Esta nueva ley establece el marco
legal regulatorio de las actividades de explotación de hidrocar­
buros, reservando al Estado la realización de las actividades de
exploración, extracción, recolección, el transporte y el almace­
namiento inicial, las cuales son calificadas como Actividades
Primarias.

La participación del capital privado en la realización de las


Actividades Primarias solo es permitida mediante la constitu­
ción de empresas mixtas con una participación del Estado ma­
yor del 50%, lo que desestimula tal participación privada, en
virtud de que la conformación del capital bajo esa participación

376
A urora M oreno de R ívas

estatal, implica para la empresa mixta, su consideración den­


tro del Sector Público de acuerdo a la calificación de sectores y
su régimen contenida tanto en la Ley Orgánica que Regula la
Actividad Financiera del Estado, como en las otras leyes que
disponen controles sobre la actividad del Sector Público de la
economía.

Respecto a las actividades de refinación y transformación de


los hidrocarburos así como la comercialización de los produc­
tos, podrán ser realizadas por el Estado o por los particulares
asociados o no con el Estado, y en lo que respecta a la
comercialización de los hidrocarburos naturales, la ley reserva
su ejecución solo a las empresas de la exclusiva propiedad del
Estado.

Por otra parte, además del régimen legal de imposición a la


renta que se venía definiendo en las sucesivas reformas a la ley,
específicamente para las rentas derivadas de la explotación de
los hidrocarburos, debemos resaltar que un gran cambio en el
régimen general de tributación a la renta que obviamente toca
estas actividades, es el introducido en las reformas introducidas
a la ley en 1.991, 1.999 y 2.001.

a.ii. Compendio de las Reformas al Régimen Ordinario de


Impuesto Sobre la Renta:

A la fecha que esto escribimos, se han introducido en el régi­


men de tributación a la renta en Venezuela cambios sustancia­
les que incluyen nuevos elementos en la determiación de la base
imponible y hacen mas riguroso el control fiscal sobre las activi­
dades de los contribuyentes que realizan actividades con em­
presas vinculadas en el exterior. Estas reformas se aplican a to­
das las actividades gravables, incluyendo las de explotación de
los hidrocarburos, manteniéndose sin embargo el régimen
tarifario especial para las actividades de explotación de hidro­
carburos convencionales realizadas tanto por PDVSA como por
las empresas en las que ésta participa con empresas de capital
privado.

377
60 A ño s de I m po sició n a : a Ren ta en V en ezuela

En el año 1.991 se incorporó el ajuste integral por inflación a


fin de adaptar el gravamen a la realidad de los efectos de la
inflación sobre los resultados económicos que se persiguen gra­
var con el impuesto, y en reformas posteriores se han incorpo­
rado cambios puntuales a este sistema.

En 1.999 con vigencia a partir del I o de enero del 2.001, se


adopta el régimen de renta mundial. Esta modificación mantie­
ne el factor de conexión territorial, pero amplía la base imponible
de los contribuyentes al aplicar, para los sujetos residenciados y
domiciliados en el país, el gravamen sobre las rentas que pro­
vengan del exterior, en tanto que para los no domiciliados o
residenciados en el país se gravan las rentas provenientes de
una fuente territorial venezolana y se incluye el concepto de
establecimiento permanente para determinar la realización de
operaciones de fuente territorial. Se incluyó también en esta re­
forma el gravamen sobre las ganancias de capital con el fin de
aplicar el impuesto a los montos que excedan de la renta grava­
da a la sociedad.

Se incorpora también en esta nueva ley, métodos de control


fiscal sobre actividades en el exterior, tales como el Régimen de
Precios de Transferencia destinado a evitar la utilización de los
costos de los productos y servicios importados provenientes de
empresas vinculadas, con fines de planificación fiscal para efec­
tos de los resultados mundiales de dichas empresas, y el Régi­
men de Transparencia Fiscal Internacional en base a una serie
de presunciones legales y deberes form ales, destinado a
desestimular el uso de jurisdicciones de baja imposición fiscal
(paraísos fiscales), como medio para escapar del control de la
Administración Tributaria.

En esta reforma de 1.999 y hasta el presente, se mantiene la


tarifa especial N°3 para la explotación de los hidrocarburos con­
vencionales y la exclusión de este régimen para las actividades
de los otros negocios de la Apertura, comentados en los capítu­
los anteriores.

378
A urora M o reno de R ivas

Las reformas introducidas a la ley en los años posteriores hasta


la vigente ley que es la del 2001, han sido reformas puntuales
para aclarar (y en otros aspectos para confundir), o para hacer
mas eficiente algunos de los regímenes arriba mencionados.

b. El Régimen Vigente de Tributación a la Renta en la Ex­


plotación de los Hidrocarburos.

A pesar de la evolución en las políticas de explotación de los


recursos desde la época concesionaria hasta el presente, pasan­
do por una apertura total al sector privado en la primera etapa
de su explotación; una reserva total al Estado en la etapa de la
nacionalización; una aceptación moderada de la inversión pri­
vada y legalmente regulada en la primera etapa de la apertura
y la actual situación de incertidumbre en cuanto a la política de
negocios de PDVSA con el capital privado extranjero. Aún se
reflejan en el espíritu de la Ley, aunque con menos énfasis, los
principios sentados por los legisladores de la época concesionaria,
en el sentido de que la renta proveniente de esta actividad debía
ser gravada con mayor presión por tratarse de recursos no re­
novables, es así que encontramos en la vigente Ley aspectos que
diferencian el tratamiento fiscal a las rentas provenientes de la
explotación de hidrocarburos, del régimen ordinario de la acti­
vidad empresarial.

En efecto, desde el Capítulo II de la ley encontramos a los titu­


lares de enriquecimientos provenientes de actividades de hidro­
carburos y conexas, separados de las compañías anónimas en la
clasificación de las personas sometidas a la ley (art.7 literal d).

El artículo 11 de la Ley detalla los tipos de actividades de


explotación de hidrocarburos y excluye del tratamiento tarifario
especial algunas actividades en las cuales fue promovida la in­
versión privada en la primera etapa de la apertura bajo el régi­
men legal establecido en la LOREICH.

Podemos entonces afirmar que, respecto al régimen tarifario,


se aplican dos alícuotas para las actividades de explotación de
hidrocarburos:

379
60 A ños d e Im po sició n a la Ren ta en V en ezu ela

• La tarifa NT° 3 de carácter proporcional y de aplicación


general a este tipo de actividades, rebajada en la ley vi­
gente al 50%,
• La tarifa N°2 de carácter progresivo del 15%, 22% al 34%
que se aplica a las actividades excluidas del régimen
tarifario especial de hidrocarburos.

En efecto, el artículo 11 de la Ley de 2.001 establece:


"Los Contribuyentes distintos a las personas naturales y de sus
asimilados, que se dediquen a la explotación de hidrocarburos y de
actividades conexas, tales como la refinación y el trasporte, o a la
compra o adquisición de hidrocarburos y derivados para la expor­
tación, estarán sujetos al impuesto previsto en el literal b del artícu­
lo 53 de esta Ley por todos los enriquecimientos obtenidos, aunque
provengan de actividades distintas a las de tales industrias.
Quedan excluidos del régimen previsto en este artículo, las em­
presas que se constituyan bajo Convenios de Asociación celebrados
conforme a la Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el
Comercio de los Hidrocarburos, o mediante contratos de interés na­
cional, previstos en la Constitución para, la ejecución de proyectos
integrados verticalmente en materia de explotación, refinación, in­
dustrialización, emulsificación, transporte y comercialización de pe­
tróleos crudos extrapesados, bitúmenes naturales, así como las em­
presas que realicen actividades integradas o no, de exploración y
explotación de gas no asociado, de procesamiento o refinación, trans­
porte, distribución, almacenamiento, comercialización y exportación
del gas y sus com ponentes, y las em presas ya constituidas y
domiciladas en la República Bolivariana de Venezuela que realicen
actividades integradas de producción y emulsificación de bitúmen
natural, las cuales tributarán bajo el régimen tarifario ordinario esta­
blecido en esta ley para las compañías anónimas y los contribuyentes
asimilados a éstas".
Interpretando concatenadamente la ley de Impuesto Sobre
la Renta de 2.001, la Ley Orgánica de Hidrocarburos de 2001
(LOH) y la Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos de 1.999
(LOHG), las distintas modalidades de asociación o ejecución de

380
A l r o r a M o r e n o de R iv a s

la actividad de explotación de hidrocarburos para efectos de su


gravamen a la renta se pueden clasificar así:

b i. Actividades Gravadas con la tarifa proporcional del 50%


(Tarifa N°3)

• Las empresas del Estado que realizan actividades Prima­


rias para la explotación de crudos convencionales
• Las empresas que se constituyan en convenios de asocia­
ción bajo la LOH que realicen actividades de explotación
de crudos convencionales.
• Las empresas del Estado y las constituidas bajo convenios
regidos por la LOH que realicen explotación de crudos
pesados.
• Las empresas del Estado o las privadas, así como las mix­
tas que realicen actividades de refinación, producción,
transporte, y comercialización de petróleo cualquiera sea
su naturaleza, reguladas bajo la LOH.
• Las empresas del Estado, mixtas o privadas que realicen
actividades de explotación de gas asociado con el petróleo
u otros fósiles, reguladas bajo la LOHG.

Es importante aclarar que las empresas que realizan activi­


dades de distribución, transporte y expendio en el mercado in­
terno de productos derivados de los hidrocarburos, tales como
la gasolina, el gasoil y otros, no están sujetas a esta tarifa, ni al
régimen especial de gravámen a la renta de hidrocarburos, ya
que sus enriquecimientos no provienen de ninguna de las acti­
vidades señaladas en el artículo 11 de la Ley de Impuesto Sobre
la Renta, (esta disposición grava con la tarifa N°3 la compra de
hidrocarburos para la exportación). Las empresas que partici­
pan en el mercado interno prestan un servicio a las empresas
que realmente realizan la explotación industrial del hidrocar­
buro, que en este caso y actualmente es PDVSA, que refina y
entrega en su planta el producto para la distribución al merca­
do interno. Bajo la nueva regulación del sector por la LOH.

381
60 A ños de Im p o sició n a l a R e n t a en V e n e z u e l a

De acuerdo al sistema de regulación de precios y de asigna­


ción de márgenes a los actores del mercado por el Ejecutivo, el
distribuidor deviene en una especie de consignatario o interme­
diario que recibe por su actividad una especie de comisión sobre
el precio que el Ejecutivo señala para la venta al público del
producto, del cual es distribuido el margen que corresponde a
cada integrante de la cadena de comercialización (transportis­
ta, distribuidor y detallista).

b.ii. Actividades Gravadas bajo el régimen tarifario ordina­


rio (tarifa N°2)

o Las empresas constituidas bajo Convenios de Asociación


celebrados bajo el régimen de la LOREICH para la ejecu­
ción de proyectos verticalmente integrados para la explota­
ción de petróleo crudo extrapesado y bitúmenes naturales.
o Las empresas constituidas antes de la vigencia de la ley de
impuesto sobre la renta (el art. 11 expresa "las empresas
ya constituidas y domiciliadas en Venezuela"), que reali­
cen actividades integradas de producción y emulsificación
de bitúmen natural.
o Las empresas que realicen actividades integradas o no para
la exploración y explotación del gas no asociado, para el
procesamiento o refinación, transporte, distribución, al­
macenamiento, comercialización y exportación del gas,
bien bajo la modalidad de Asociación con el Estado o bajo
licencia o permiso del Ejecutivo conforme a los requisitos
exigidos según el caso en la LOHG..
o Las empresas que prestan servicios de operación y pro­
ducción de crudos bajo convenios de servicios celebrados
bajo el régimen de la LOREICH y las empresas que pres­
ten servicios en el sector de las actividades primarias de
explotación de hidrocarburos bajo el régimen de la LOH,
y en cualquier otro sector de las actividades que realizan
los titulares de los derechos de explotación de los hidro­
carburos regulados por la LOHG y la LOH.

382
A urora M o r e n o de R ivas

Respecto a las empresas de servicios, no hay duda que tribu­


tan bajo el régim en ordinario, en virtud de que sus
enriquecimientos no provienen directamente de la explotación
de los hidrocarburos, sino de un servicio técnico que se presta a
quien es titular del derecho de explotación bajo cualquiera de
las modalidades contractuales arriba señaladas ya que son esos
titulares quienes obtiene los enriquecimientos directamente de
la explotación de hidrocarburos.

El régimen tarifario especial de las actividades de hidrocar­


buros incide también en el impuesto sobre dividendos, la Ley
grava el dividendo proveniente de las sociedades dedicadas a la
explotación de hidrocarburos con la alícuota especial del 50%,

Esa tarifa especial, solo se aplica a los dividendos provenien­


tes de las actividades que están previstas en el encabezamiento
del art. 11, quedan excluidas de esa tarifa especial los dividen­
dos provenientes de las actividades enumeradas en el aparte
único del artículo 11 de la Ley, los cuales son tratados bajo el
régimen ordinario.

El artículo 74 que grava los dividendos con un impuesto pro­


porcional del 34% para las actividades empresariales ordina­
rias y establece en su Parágrafo Segundo: Cuando los dividendos
provengan de sociedades dedicadas a las actividades previstas en el
encabezam iento del artículo 11 de esta ley, se gravarán con la alí­
cuota del cincuenta por ciento (50%), sujeta a retención total en la
fuente."

c.iii. Disposiciones especiales, comunes a la actividad de ex­


plotación de Hidrocarburos.

Por supuesto que todas las disposiciones de la ley relativas al


régimen ordinario de las compañías anónimas y sus asimilados,
son aplicables para la determinación de los enriquecimientos
provenientes de la explotación de hidrocarburos en todas sus
etapas, ya que como los hemos señalado la exclusión prevista
en el artículo 11, se refiere solo al régimen tarifario. Sin embar­

383
6 0 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

go, como en el caso de otras actividades empresariales que re­


quieren una regulación especial en algunos aspectos de la de­
terminación de la renta, la ley contiene disposiciones específicas
para al actividad de hidrocarburos que son aplicables a todos
los sujetos que intervienen en ella:

a. Amortización de Inversiones:

La ley establece expresamente el sistema de agotamiento para


el cálculo de la amortización de las inversiones capitalizable o
capitalizadas por las empresas concesionarias de explotación, y
el de la cuota razonable para las no concesionarias.

Si bien la ley habla de concesionarias, debemos entender esta


expresión en un sentido más amplio del que se desprende del
vínculo contractual, ya que en el caso de los hidrocarburos la vía
legal para acceder a la explotación de yacimientos no es la conce­
sión. La LOH establece la facultad del Ejecutivo para delimitar
las áreas geográficas para la asignación a las empresas operado­
ras para la realización de las Actividades Primarias (exploración,
extracción, recolección, transporte y almacenamiento).

Las inversiones capitalizables que pueden ser objeto de amor­


tización son todas aquellas que constituyan una inversión de
carácter permanente, entre las cuales la ley especifica: el costo
de las concesiones; el precio de adquisición y gastos conexos ;
los gastos directos de exploración, levantamientos topográficos
y otros similares; una cuota razonable de gastos indirectos en
operaciones en los campos para los trabajos de desarrollo de las
diversas fases de la industria y excluye sueldos y otros gastos
indirectos no efectuados con el fin de obtener la concesión

b. Deducción de liberalidades:

La Ley reconoce como gastos deducibles de la renta bruta del


contribuyente, ciertos gastos destinados a fines de utilidad colec­
tiva y de responsabilidad social de las empresas contribuyentes,
entre los cuales específica las erogaciones hechas en la conserva­

384
A urora M o reno de R ivas

ción defensa y mejoramiento del ambiente, fines tecnológicos y


de mejoraiento de los trabajadores urbanos o rurales.

También para la admisión de este tipo de erogaciones en las


empresas de hidrocarburos y las mineras, la ley contiene un tra­
tamiento especial, mientras a los contribuyentes ordinarios se
les permite un limite de deducción entre el 8% y el 10% sobre su
renta neta, a las empresas mineras y de hidrocarburos, se les
concede solo el 1% de su renta neta como deducción por estos
conceptos.

Además se aplica a las actividades que estamos comentan­


do, la misma prohibición de admisibilidad que a las actividades
ordinarias, las cuales no pueden deducir este tipo de gastos cuan­
do han sufrido pérdidas en el ejercicio inmediato anterior al año
en que se realizó el gasto.

Las erogaciones por conceptos destinadas a lo que la ley de­


nomina responsabilidad social de la empresa o de utilidad co­
lectiva, en el caso de los grandes proyectos de explotación de
hidrocarburos, y mineros, en la etapa inicial del arranque de los
proyectos, constituyen realmente gastos normales y necesarios,
sobre todo en aquellos casos en que las áreas de explotación son
nuevas y ubicadas en sitios anteriormente no explotados por
esta actividad en los cuales se requiere realizar, en las poblacio­
nes ubicadas en las zona afectadas, una serie de gastos de mejo­
ramiento urbano para hacerlas mas accesible al movimiento
humano que genera la actividad, y aceptables las bondades del
proyecto para la población preexistente en la zona. Es así que la
calificación del concepto que causa la erogación debe ser anali­
zada tomado en cuenta en cada caso, el tipo de proyecto y la
racionalidad de su realización, a los efectos de la admisión total
del gasto o de la aplicación de las limitantes contenidas en la ley
para las liberalidades.

Por otra parte, la misma Ley de Impuesto Sobre la Renta,


trata el gasto por programas y actividades destinados a la con­
servación, defensa y mejoramiento del ambiente, como un gas­
to normal de las empresas industriales al conceder al contribu­

385
60 A ños de Im po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

yente el incentivo de rebaja de impuesto sobre los gasto realiza­


do para estos efectos.

c. Incentivo Fiscal a la Inversión:

La Ley establece varios tipos de rebajas impositivas, aplican­


do un tipo de rebaja por las inversiones específicas de la activi­
dad de explotación de hidrocarburos, solo para los contribu­
yentes que tributan bajo la tarifa N°3, y las rebajas ordinarias
de las compañías anónimas y sus asimilados, para las empresas
que realizan actividades de hidrocarburos gravadas con la tari­
fa N°2. Es así que se conceden los siguientes incentivos a la in­
versión.

1. Para las empresas que tributan bajo la tarifa N°3:

• El 8% sobre el monto de las nuevas inversiones hechas en


el país representadas en activos fijos destinados a la pro­
ducción de los enriquecimientos. Para determinar la base
a la cual se aplicará el porcentaje de rebaja, se deducen
del costo de las inversiones las amortizaciones y deprecia­
ciones efectuadas en el ejercicio, maus un 2% del prome­
dio del activo fijo neto del ejercicio anterior.
• Una rebaja adicional del 4% sobre el costo total de las
nuevas inversiones en: exploración; perforación e instala­
ciones conexas de producción; almacenamiemto; transpor­
te hasta el puerto de embarque o el lugar de refinación
ubicado en el país; recuperación secundaria; valorización;
investigación y los gastos de aprovechamiento de conser­
vación y almacenamiento del gas.
Se establece un límite al deducible del incentivo durante
cada ejercicio gravable del 2% del enriquecimiento global
neto, el excedente será trasladable hasta los tres ejercicios
siguientes.
El último aparte del Parágrafo Unico del artículo 56 deja
claramente establecido que las rebajas arriba detalladas
solo son aplicables a las empresas de hidrocarburos que
tributan bajo la tarifa N° 3.

386
A urora M o reno de R iv a s

2. Para las empresas de hidrocarburos que tributan bajo


la tarifa N°2:

• Rebaja del 10% del monto de las nuevas inversiones efec­


tuadas en los cinco (5) años siguientes a la vigencia de la
ley representadas en nuevos activos fijos, distintos a terre­
nos destinados al aumento efectivo de la capacidad pro­
ductiva o a nuevas empresa.

• Una rebaja adicional del 10% sobre el monto de las inver­


siones en activos, programas y actividades destinadas a la
conservación, defensa, mejoramiento del ambiente, recu­
peración de las áreas objeto de exploración y explotación
de hidrocarburos y gas realizadas en las áreas de influen­
cia de la unidad de producción.

Llama la atención la forma confusa con que trata la ley los


incentivos a las actividades de hidrocarburos, pues establece
rebajas impositivas por inversiones típicas de la actividad de
explotación de hidrocarburos solo para las actividades gravables
con la tarifa N°3, y en el caso de las asociaciones regidas por la
LOREICH y los proyectos de asociación para la explotación de
gas no asociado regidos ahora por la LOH, y las otras activida­
des de hidrocarburos gravadas con la tarifa N°2, solo dispone
las rebajas ordinarias de la actividad industrial, sometidas al
período provisional de 5 años a partir de la vigencia de la ley, lo
que aumenta la inseguridad jurídica, ya que la vigente ley es
producto de una reforma a la ley de 1.999 que ya incluía esta
normativa, comprometiendo la certeza sobre el período que
implica la adquisición de derecho al incentivo.

Por otra parte, al referirse a los incentivos para la conserva­


ción del ambiente, establece un 10% "adicional" a la rebaja so­
bre inversiones en activos fijos destinados a la conservación de­
fensa y mejoramiento del ambiente y en la recuperación de las
áreas objeto de explotación y de influencia da la unidad de pro­
ducción, aplicable solamente a las empresas de hidrocarburos
que tributan bajo la tarifa N° 2.

387
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

Esa imprecisión en la normativa lleva a la conclusión de que


no hubo una coordinación en la redacción de las reformas a la
Ley De Impuesto Sobre La Renta, con las políticas gubernamen­
tales de promoción de las inversiones en el sector de hidrocar­
buros, pues si nos atenemos a la letra de la ley, la conclusión es
que los proyectos que actualmente se discuten en sectores como
el gas natural no asociado, y cualesquiera otras de las activida­
des destinadas a la explotación de hidrocarburos que tributan
bajo la tarifa N°2, no pueden considerar el incentivo fiscal de la
rebaja por inversiones, ya que dichos proyectos tendrán un tiem­
po limitado para acceder a la rebaja ordinaria si se toma en
cuenta que la misma tiene como condición la realización de la
inversión a partir del año 1.999 hasta el 2.004 y tampoco po­
drán considerar el incentivo natural para este tipo de activida­
des que es el contenido en el artículo 56, en virtud de que la ley
dispone expresamente, en el último párrafo de dicha norma,
que las rebajas a que se refiere "solamente serán imputables a los
impuestos determinados conforme a lo previsto en los literales a y b
del artículo 53...". (los literales citados son los que establecen el
gravamen con la tarifa N°3.)

BIBLIOGRAFÍA.

El Pozo Ilustrado. Efrain Barbieri, editado por PDVSA para el Programa


de Educación Continua.
El Petróleo en el Pensamiento Económico Venezolano.. Asdrubal
Baptista y Bernardo Momer, editado por IESA.
Arturo Uslar Pietry. Prologo de la obra citada arriba.
La Apertura Petrolera Un Peligrosos Retomo al Pasado... Luis Vallenilla
Petróleo y Poder.... Andrés Sosa Pietri... Editorial Planeta
La Apertura. Enfoque Corporativo... Editado por PDVSA 1.995.
Las Transacciones Petroleras a la Luz del Código Orgánico Tributario-
Cesar J. Hernández. Ediciones de la Contraloría General de la Re­
pública.

388
A urora M oreno de R ivas

Debate Nacional Sobre la Apertura Petrolera....1.995. Ediciones del Con­


greso de la República.
Temas de Derecho Petrolero... ASOVEDEFI.
Diez Anos de La Industria Petrolera Nacional....José Giacopini Zárraga,
Guillermo Rodríguez Eraso. PDVSA Serie 10° Aniversario
Miguel Otero Silva.... Cuadernos de Pedacería....Editor: José Agustín
Catalá.
Compilación Legislativa del Ministerio de Hacienda. 1.942/1.966.
Leyes de Impuesto Sobre la Renta de 1.942 a 2.001.
Constitución de 1.999.
Ley de Bienes Afectos a la Reversión. 1.971.
Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos
Ley Orgánica de Hidrocarburos.

389
GRAVAMEN A LOS DIVIDENDOS
— ASPECTOS PRÁCTICOS—

A lessan d ra M on tagn a F il ip p i *

Introducción

Con ocasión de la reforma a la Ley de Impuesto sobre la Ren­


ta que se efectuó durante 1999 y que fue publicada en la Gaceta
Oficial Extraordinaria No.5.390 de fecha 22 de octubre de 1999,
se produjeron cambios de relieve en el sistema impositivo vene­
zolano, entre ellos se encuentra la inclusión de los dividendos
en la base imponible a los fines del cálculo del impuesto corres­
pondiente, es decir el gravamen a los dividendos. Dichos cam­
bios entraron en vigencia el 1 de enero de 2001.

Sin embargo, el sistema del gravamen a los dividendos en los


términos previstos en la reforma de 1999 solo aplicó para el ejer­
cicio 2001, ya que una posterior reforma parcial de la Ley de
Impuesto sobre la Renta, con la intención de aclarar algunos
conceptos, introdujo modificaciones sustanciales al régimen a
partir del 1 de enero de 20021. Las normas que regulan este gra­
vamen, están contenidas en los artículos 67 al 76 del Capitulo II

L icen ciad a en C o n tad u ría Pública eg resad a de la U n iv ersid ad C atólica


A nd rés Bello (1988). Especialista en D erecho Financiero de la m ism a U ni­
versid ad (1996). S o d a del D ep artam en to de A sesoría Tributaria de KPMG
A lcaraz C abrera V ázquez. El p resente trabajo esta b asad o en el contenido
en la p ub licad ón "C om en tarios a la L ey de Im puesto sobre la R en ta" de la
Serie Eventos, de la Biblioteca de la A cad em ia de Ciencias Políticas y So-
d ales, C a r a c a s /2000.
Los puntos de vista y las opiniones contenidos en este documento pertenecen a su
autora y no necesariamente representan los puntos de vista y las opiniones de
KPM G Alcaraz Cabrera Vázquez.
1 G aceta Oficial de la R epública B olivarian a de V enezu ela E xtraord in aria
N ú m ero 5.566, de fecha 28 de diciem bre de 2001.

391
60 A ños de Im p o sició n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

"Del impuesto sobre las Ganancias de Capital" del Titulo V de


la Ley de Impuesto sobre la Renta.

El régimen aplicable a los dividendos lo podemos dividir en


dos modalidades, dependiendo de la fuente del dividendo, es decir,
del lugar donde se encuentre constituida la empresa pagadora
del mismo; el propósito de este trabajo es el de destacar funda­
mentalmente los aspectos prácticos del gravamen a los dividen­
dos pagados por empresas venezolanas, aún cuando a continua­
ción se presentan unos breves comentarios sobre el cálculo del
impuesto, cuando los dividendos son pagados por empresas cons­
tituidas en el exterior a residentes o domiciliados en el país.

Determinación del impuesto a los dividendos pagados por


empresas constituidas en el exterior

Cuando el dividendo proviene de una empresa constituida


en el exterior se gravará con una tarifa proporcional del 34% y
para la determinación del impuesto a pagar se le permitirá al
contribuyente rebajar los impuestos que ha pagado en el exte­
rior (Crédito Fiscal)2. Por supuesto que en este caso, el contribu­

2 A los fines de conocer los requisitos p ara la procedencia del crédito fiscal,
la Ley de Im puesto sobre la Renta en su A rtículo 2 prevé: " ...A los efectos
d e la acreditación prevista en este artículo, se considera im puesto sobre la
renta el que grava la totalidad de la renta o los elem entos de renta, inclui­
dos los im puestos sobre las ganancias derivad as de la enajenación de bie­
n es m uebles o inm uebles, y los im p u estos sobre sueld os y salarios, así
com o los im puestos sobre las plusvalías. En caso de d ud a, la A dm inistra­
ción Tributaria deberá d eterm inar la n aturaleza del im puesto acreditable.
El m onto del im puesto acreditable, proveniente de fuentes extranjeras a
que se refiere este artículo, no p od rá exced er a la cantidad que resulte de
aplicar las tarifas establecidas en el Título III de esta Ley al total de enri­
quecim iento neto global del ejercicio de que se trate, en la proporción que
el enriquecim iento neto de fuente extranjera represente del total d e dicho
en riq uecim ien to n eto global.
En el caso de los enriquecim ientos gravad os con im puestos p roporciona­
les en los térm in o s estab lecid o s en esta L ey , el m o n to d el im p u e sto
acred itab le, no p o d rá exced er del im p u esto sobre la ren ta que hubiese
corresp on d ido p agar en V enezuela p or estos enriquecim ientos.

392
A lessa n d r a M o n tag na F ilippi

yente será una persona jurídica o natural domiciliada o resi­


dente en el país; estos dividendos serán gravables aún cuando
su fuente no se encuentre en el país, en vista del sistema basado
en la noción de renta mundial incorporado en la reciente modi­
ficación a la Ley de Impuesto sobre la Renta3.

Este es el caso de una persona natural o jurídica residente o


domiciliada en Venezuela, con inversiones en el exterior y que
percibe dividendos de estas empresas. En este supuesto para
calcular el impuesto sobre la renta a pagar, el contribuyente solo
deberá proceder a aplicar la alícuota del 34% al monto recibido
por ese concepto y a acreditar al monto que le corresponda pa­
gar, el impuesto sobre la renta que haya pagado en el extranjero
por este enriquecimiento.

Como se puede observar las normas comentadas aplicables a


dividendos provenientes del exterior son de fácil aplicación, caso
contrario es el de los dividendos de fuente territorial, es decir
cuando el pagador es una empresa constituida en Venezuela,
ya que por una parte la Ley de Impuesto sobre la Renta prevé
un procedimiento para determinar el quantum del dividendo a
gravar y por otra establece la tarifa aplicable a los fines de de­
terminar el impuesto a pagar, la cual dependerá de la actividad
de la empresa pagadora del dividendo.

Todo ello constituye motivo de análisis y de evaluación sobre


lo que acontece en la práctica, por lo que a continuación se de­
sarrollan los aspectos relevantes desde este punto de vista.

A los fines d e la d eterm in ació n del m o n to del im p u esto efectivam en te


p ag ad o en el extran jero acreditable en los térm inos establecidos en este
artículo, deberá aplicarse el tipo de cam bio vigente para el m om en to en
que se p rod u zca el p ago del im puesto en el extranjero, calculado conform e
a lo previsto en la Ley del banco C entral de V enezuela."
3 Ley de Im puesto Sobre la Renta, A rtículo 1

393
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Determinación del impuesto al dividendo pagado


por empresas constituidas en Venezuela

Enriquecimiento Neto por Dividendos

En primer lugar es preciso señalar que a los fines de la Ley de


Impuesto sobre la Renta, cuando el dividendo provenga de una
empresa constituida en Venezuela será considerado gravable
para el perceptor y por ende sujeto al impuesto sobre la renta,
solo el dividendo que se origine en la renta neta del pagador que
exceda de su renta neta fiscal gravada.

Se entiende por renta neta del pagador en términos genera­


les la financiera-base para la distribución de dividendos- y por
renta neta fiscal gravada, la que sirvió de base para la determi­
nación del impuesto del ejercicio, bien sea mediante la aplica­
ción de la tarifa progresiva o de tipos proporcionales (diferentes
al aplicable para los dividendos).

Ahora bien, en este punto debemos realizar una compara­


ción entre la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1999 y su refor­
ma parcial del 2001, para comentar sobre uno de los aspectos
más resaltantes de los cambios introducidos en la determina­
ción de la base imponible sobre la cual deberá aplicarse el im­
puesto a los dividendos.

En este orden de ideas, la Ley de Impuesto sobre la Renta de


1999, establecía en el segundo aparte del artículo 67 que " a los
efectos de este Capitulo, se considera renta neta aquella que sea apro­
bada en la asamblea de accionistas y que sirve de base para el reparto
de dividendos..."

Con esta definición, se observa que dicha Ley de 1999, no


entró a considerar la base sobre la cual los accionistas reparten
sus dividendos y se limitó a establecer lo arriba citado, por lo
cual a los efectos del gravamen, la renta neta financiera compa­
rable con la fiscal era la que los accionistas aprobaran en asam­
blea, sin entrar a considerar si debía ser aquella que se determi­

394
A lessa n d r a M o n t a g n a F ilippi

na siguiendo la Declaración de Principios de Contabilidad Nú­


mero 104 (DPC-10) o la determinada sobre la base los estados
financieros expresados a bolívares nominales.

Esta situación cambia con la reforma de la Ley de Impuesto


sobre la Renta del 28 de diciembre de 2001, aplicable a partir
del 1 de enero del 2002, es decir, aplicable a los dividendos que
se repartan sobre la base de utilidades obtenidas a partir de
dicho ejercicio, la cual establece en el artículo 67 que "se consi­
derará renta neta aquella aprobada por la Asamblea de Accionistas
y con fundamento en los estados financieros elaborados de acuerdo
a lo establecido en el artículo 91 de la presente Ley" , y dicho artí­
culo 91 establece que "los contribuyentes están obligados a llevar
en form a ordenada y ajustados a principios de contabilidad gene­
ralmente aceptados en la República Bolivariana de Venezuela , los
libros y registros que esta Ley, su Reglamento y las demás leyes
especiales determinen..."

Se observa en esta modificación de la Ley, que el Legislador,


a los efectos fiscales inherentes al impuesto sobre la renta, consi­
dera que la renta neta financiera que sirve de base comparativa
con la renta neta fiscal debe ser determinada con fundamento a
los Principios de Contabilidad de Generalmente Aceptados en
Venezuela, es decir, sobre la base de los estados financieros ajus­
tados por inflación siguiendo la DPC-10.

4 L a Fed eración de Colegios de C ontad ores Públicos de V enezuela, em itió


las n orm as contables p ara el recon ocim ien to de la co rrecció n m onetaria
p or los efectos distorsionantes de la inflación en los E stad os Financieros,
las cu ales se en cu en tran con ten id as en la D eclaració n de Prin cip ios de
C ontabilidad N ú m ero 10 (D PC -10) relativas a las “N orm as para la Elabo­
ración de Estad os Financieros A justados p or los Efectos de la Inflación",
sus boletines de actualización, así com o en la Publicación Técnica N úm ero
14 (PT 14) relativa a las "A ltern ativas p ara el Tratam iento Contable de la
A ctualización del Capital, el Resultado p or Exposición a la Inflación y las
U tilidades Retenidas R eexpresadas Provenientes del Ajuste Inicial" y en la
Publicación Técnica N ú m ero 19 (PT 19) relacionada con la "R eestru ctu ra­
ción del Patrim onio Ajustado por los Efectos de la Inflación", todas ellas
recogidas en la reform a de la D eclaración de Principios de Contabilidad
N ú m ero 10 de fecha 6 de diciem bre de 2000.

395
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

La exposición de motivos de la reforma a la Ley de 2001,


señala: "..la reforma tiene como finalidad aclarar el concepto, afin es
fiscales de lo que se entiende por renta neta, cuyo excedente de la
renta fiscal gravada sirve de base para el reparto de dividendos. De
otro modo se propone remitir a lo establecido en el artículo 91 de la
Ley, es decir, aquella aprobada por la Asamblea de Accionistas con
base en la metodología de la variación del IPC emitido por el BCV
según los principios de contabilidad generalmente aceptados, exten­
diendo tal obligación a los bancos e instituciones financieras regula­
das por leyes especiales en el campo financiero, así como a las empre­
sas de seguro y reaseguro..."

Si bien es cierto que un gran número de contribuyentes han


adoptado como estados financieros únicos los ajustados por in­
flación de acuerdo a la DPC-10, siendo estos los que aprueba la
Asamblea de Accionistas y los utilizados para decretar dividen­
dos, no es menos cierto que aún queda un número importante
de ellos, que llevan su contabilidad y aprueban estados finan­
cieros con base a cifras nominales. No es el objetivo de este tra­
bajo entrar a discutir sobre la obligación o no de pagar dividen­
dos sobre la base de las cifras ajustadas por inflación, pero
después de la reforma de 2001, consideramos que los últimos
nombrados sí se encontrarían obligados a determinar la renta
neta financiera incluyendo el impacto de los ajustes por infla­
ción a los efectos de conocer el excedente que afecta la base
imponible y el impuesto a los dividendos.

Una vez visto lo anterior, queremos señalar que la definición


de lo que constituye enriquecimiento neto por dividendos para
la aplicación del impuesto sobre la renta, puede ser expresada a
los fines de una mejor comprensión con la siguiente fórmula:
END = RN-RFG
Donde:
END: Enriquecimiento Neto por Dividendos
RN: Renta Neta
RFG: Renta Fiscal Gravada

396
A lessa n d r a M o n t a g n a F ilippi

A través de esta fórmula se observa claramente como a los


fines de lograr una armonía desde el punto de vista tributario,
se ha presentado como solución al problema de la doble o múl­
tiple imposición que representa el establecer un gravamen al
dividendo, el gravar en cabeza del accionista sólo el excedente
de la renta que no ha sido previamente gravada en cabeza de la
sociedad que distribuyó el dividendo.

Es decir que se excluye de la determinación de lo que cons­


tituirá un dividendo gravable para el perceptor, la porción de
la utilidad ya gravada con el correspondiente impuesto y que,
en consecuencia no volverá a ser gravada, evitando la doble
imposición.

Desde el punto de vista práctico, al comparar la renta neta


con la renta fiscal gravada podemos encontramos frente a tres
escenarios con diferentes consecuencias tributarias, a saber:

• Que la renta neta sea igual que la renta fiscal gravada,


caso que no da lugar a enriquecimiento neto por dividen­
dos,
• Que la renta neta sea menor que la renta fiscal gravada,
supuesto en el cual tampoco hay enriquecimiento neto por
dividendos, o
• Que la renta neta sea mayor que la renta fiscal gravada,
escenario que si da lugar a un enriquecimiento neto por
dividendos.

El primero de estos escenarios es poco probable, aunque no


imposible, pero la experiencia nos ha demostrado que la mayo­
ría de las empresas se encuentran en algunos de los dos últimos
supuestos. Es por ello que considero de interés señalar y comen­
tar brevemente las causas de las diferencias entre estas dos mag­
nitudes objeto de comparación y que son la reexpresión por efec­
tos de la inflación de los estados financieros y las partidas de
conciliación.

397
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

Con relación a los ajustes por inflación, encontramos que aún


cuando la Ley de Impuesto sobre la Renta también prevé como
elemento determinante del enriquecimiento neto los efectos de
los ajustes por inflación, la metodología prevista para estos fi­
nes en la Ley de Impuesto sobre la Renta difiere de la prevista
en la DPC- 10.

Entre las diferencias más importantes se encuentran las si­


guientes:

□ Según la DPC-10 los métodos aceptados son los de Nivel


General de Precios y el Mixto, en la Ley de Impuesto sobre
la renta sólo se acepta el ajuste por inflación con base al
Indice de Precios al Consumidor del Area Metropolitana
de Caracas.
□ Según la DPC-10, los inventarios se reexpresan en fun­
ción de su fecha de origen, siendo el valor actualizado el
costo histórico reexpresado o el valor recuperable el que
sea menor. En la Ley de Impuesto sobre la Renta se utiliza
el método monetario5, sin entrar a considerar fechas de
origen ni menor valor entre el valor de realización o el
costo corriente.
□ Según la DPC-10, el valor actualizado de los activos fijos
es el costo histórico reexpresado o el valor recuperable, el
que sea menor. La Ley de Impuesto sobre la Renta no con­
sidera el valor recuperable.

Por otra parte, como consecuencia de la aplicación de las


reglas contenidas en la Ley de Impuesto sobre la Renta para la

5 La única excepción a la aplicación del m étodo m onetario esta contenida en


el Parágrafo Segundo del A rtículo 182, el cual establece: "C u an d o el con­
tribuyente utilice en su contabilidad de costos el sistem a de valuación de
inventarios denom inado de identificación específica o de precios específi­
cos, p od rá utilizar las fechas reales de adquisición de cad a p rod u cto indi­
vidualm ente considerado, previa aprobación p or parte de la A dm inistra­
ción Tributaria, para actualizar los costos de adquisición de los saldos de
los inventarios al cierre de cad a ejercicio contable..."

398
A lessa n d r a M on tag n a F ilippi

determinación de los ingresos, costos y deducciones, surgen di­


ferencias entre las partidas registradas en los libros del contri­
buyente y las que sirven de base para la determinación del enri­
quecimiento neto gravable o pérdida fiscal, conocidas como
partidas de conciliación, las cuales pueden ser de carácter per­
manente como es el caso de las multas, el impuesto sobre la ren­
ta, las rentas exentas, etc., o temporal como podría ser el caso
de las provisiones para cobro dudoso y las contribuciones no
pagadas, entre otras.

Tomando en consideración este efecto de las partidas en con­


ciliación, es que precisamente la fórmula para determinar el di­
videndo se complementa con dos elementos adicionales, como
son las rentas exentas o exoneradas y los dividendos recibidos
de terceros.

En efecto, las exenciones son dispensas del pago del tributo


previstas en la Ley y las exoneraciones son dispensas concedi­
das por el Ejecutivo, otorgadas con fines extrafiscales como puede
ser incentivar ciertas y determinadas actividades de acuerdo a
la política económica que se adelante. Las rentas exentas o exo­
neradas son presentadas en la conciliación de la renta como
partidas no gravables que afectan el cálculo de la RFG, dismi­
nuyéndola.

Igual ocurre con los dividendos recibidos de terceros, los


mismos también son presentados en la conciliación de la renta
como partidas no gravables ya que, por una parte y como ve­
remos mas adelante se excluyen del ingreso bruto global a los
fines de que les sea aplicada una tarifa proporcional y por la
otra, según lo ya explicado, hay una parte de dividendos que
no serían gravados.

Dado este tratamiento como partidas de conciliación no


gravables y que disminuyen la RFG, deben ser excluidos de la
diferencia obtenida al comparar la RN con la RFG, de lo contra­
rio su cuantía sería gravada por el accionista cuando sea recibi­
da como dividendo. Ello se puede expresar complementando la
fórmula inicialmente planteada como sigue:

399
60 A ños de I m po sició n a la R en ta en V en ezu ela

END = RN - RFG ~ RE - DRT


Donde:
END: Enriquecimiento Neto por Dividendos
RN: Renta Neta
RFG: Renta Fiscal Gravada
RE: Renta Exenta o Exonerada
DRT: Dividendos Recibidos de Terceros

Analicemos la aplicación de esta fórmula en el ejemplo que


se presenta a continuación, en el cual presentamos una conci­
liación de la renta de la Compañía "X" para el ejercicio 2002.

Compañía "X "


Ejercicio: 1-1-02 al 31-12-02
(En Bs.)

Utilidad según libros (RN) 100.000


Mas Partidas no deducibles 50.000
Menos Partidas no gravables:
Ajustes por inflación 65.000
Renta exenta 10.000
Dividendos 10.000

Enriquecimiento Neto Gravable (RFG) 65.000

Después de cerrar su ejercicio, la Asamblea de Accionistas


aprueba los estados financieros y decide distribuir la totalidad
de la utilidad financiera obtenida en el ejercicio inmediato ante­
rior (31-12-02).

En este ejemplo hipotético asumimos que en la sociedad pa­


gadora del dividendo el efecto de la aplicación de la DPC-10 no

400
A lessa n d r a M o n tag na F ilippi

modificó la utilidad reflejada en sus estados financieros, todo


ello con el fin de facilitar la comprensión del tema.

A los fines de conocer si existe enriquecimiento neto por divi­


dendos (END) para el accionista perceptor del dividendo, apli­
camos la formula antes indicada y obtenemos lo siguiente:
END = RN - RFG - RE - DRT
END = 100.000 - 65.000 - 10.000 - 10.000
END = 15.000

Por lo tanto, si bien es cierto que el accionista recibirá BslOO.OOO


como dividendo, sólo Bsl5.000 serán gravados con el impuesto
sobre la renta.

En cuanto al monto restante podem os observar como


Bs65.000 ya fueron gravados con el impuesto sobre la renta en
cabeza de la sociedad que distribuye el dividendo; BslO.OOO no
pagaron impuesto cuando fueron obtenidos por la sociedad ni
deberán ser gravados cuando son distribuidos al accionista por
tratarse de rentas exentas, respetándose este beneficio, y BslO.OOO
provienen de dividendos recibidos que ya habrán sido gravados
por la sociedad receptora de acuerdo al procedimiento aquí ex­
plicado o fueron gravados por la sociedad que distribuyó el di­
videndo y no volverán a serlo cuando son distribuidos al accio­
nista de la Compañía "X".

Tarifas aplicables

El dividendo pagado es gravado con una tarifa proporcio­


nal, es decir que una vez determinada la base imponible, ésta se
considera como enriquecimiento neto y se excluye a los fines de
determinar la renta global neta gravable con las tarifas contem­
pladas en la Ley, calculándose el impuesto aplicando la alícuo­
ta correspondiente, según se indica a continuación:

401
6 0 A ñ o s de Im posición- a la R e n t a en V e n e z u e l a

• 50% si los dividendos son pagados por sociedades dedica­


das a la explotación de hidrocarburos y actividades
conexas.
• 60% si los dividendos son pagados por sociedades que
perciben rentas por concepto de regalías y demás partici­
paciones análogas, provenientes de la actividad minera.
• 34% si los dividendos son pagados por personas jurídicas
constituidas en Venezuela distintas de las mencionadas
anteriormente.

Por supuesto, debemos tener presente que si el perceptor del


dividendo es un residente de un Estado con el cual el Gobierno
de la República Bolivariana de Venezuela ha suscrito un Con­
venio para evitar la Evasión y la Doble Imposición en materia
de Impuesto sobre la Renta y el mismo se encuentra vigente, la
tarifa aplicable será la prevista en el dicho Convenio. General­
mente este tipo de convenios reduce la tasa aplicable a un por­
centaje entre 5% y 15%.6

Así mismo es importante señalar que el impuesto que grava


al dividendo será retenido en su totalidad por la empresa paga­
dora del dividendo. En tal sentido se deberán desarrollar las
normas reglamentarias que determinen la forma, condiciones y
plazos para la retención y enteramiento ante una Oficina Re­
ceptora de Fondos Nacionales de este impuesto.

En todo caso, vale resaltar que la empresa pagadora al ad­


quirir la calidad de agente de retención, deberá cumplir con to­
das las obligaciones que se le impongan, ya que de lo contrario
le serían aplicables las disposiciones que en materia de sancio­
nes, por incumplimiento de los deberes como agentes de reten­
ción, prevé el Código Orgánico Tributario7.

6 A ctualm ente en vigor se en cu entran vigentes los siguientes tratad os: Fran ­
cia, Italia, A lem an ia, L os P aíses Bajos, N o ru eg a, Suecia, Suiza, Bélgica,
P ortu gal, el Reino U nido, Trinidad y Tobago, República C heca, Estad os
U nidos, Barbados, Indonesia y D inam arca, adem ás de la Decisión 4 0 del
A cu erd o d e C artagena
7 Código O rgánico Tributario, A rtículos 112 y siguientes.

402
A lessa n d r a M on tag n a F ilippi

Imputación de los dividendos

Las normas referidas al gravamen a los dividendos comen­


zaron a regir a partir del 1 de enero de 2001 y de conformidad
al Artículo 71 de la misma Ley las utilidades generadas con an­
terioridad a su vigencia no serán gravadas, todo ello en virtud
del principio de no retroactividad de las leyes, es decir, que úni­
camente los dividendos obtenidos con ocasión de utilidades ge­
neradas en ejercicios comenzados una vez vigente la Ley de
Impuesto sobre la Renta reformada, serán los que podrán califi­
car como objeto de gravamen una vez distribuidos a los accio­
nistas8. Aquellos dividendos pagados sobre la base de utilidades
obtenidas en ejercicios anteriores a aquellos iniciados el 1 de
enero de 2001, se regirían por la Ley de Impuesto sobre la Renta
reformada que postulaba el no gravamen a los dividendos.

Ello encuentra su fundamento en que el dividendo es una


consecuencia de la percepción de una utilidad, por lo que no
podría omitirse el elemento temporalidad de la generación de la
fuente que le da origen.

Así pues, una vez vigente el régimen, cuando una sociedad


decrete y distribuya dividendos podría surgir la pregunta: A las
utilidades de qué ejercicio corresponden los dividendos que se
están distribuyendo? A un ejercicio regido por la Ley que se
reforma o a uno anterior? Aplica gravamen?

De no existir una regulación especial sobre este punto se


dificultaría el control, se daría lugar a innumerables presun­
ciones y la falta de certeza podría crear situaciones de insegu­
ridad jurídica que podrían alcanzar la violación de principios
constitucionales.

8 D e a c u e rd o al A rtíc u lo 5 de la L e y d e Im p u e s to so b re la R en ta, los


enriquecim ientos p or dividendos son disponibles en el m om ento en que
son pagados.

403
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Sin embargo, la respuesta a estas preguntas nos las da el or­


den de imputación contenido en el Artículo 70 de la Ley de Im­
puesto sobre la Renta, el cual prevé lo que podríamos denomi­
nar un sistema LIFO (Last In First Out) o UEPS (Ultimo que
Entra Primero Sale). A continuación se indica el orden en que
deben ser im putados los dividendos pagados o abonados en
cuenta:

1. En prim er lugar, a la renta fiscal gravada en el ejercicio


inmediatamente anterior a aquél en que ocurre el pago,
los cuales no serán gravados.

2. En segundo lugar, a los dividendos recibidos de terceros


por el pagador en el ejercicio inmediatamente anterior a
aquél en que ocurre el pago, los cuales tampoco serán gra­
vados.

3. En tercer lugar, a la renta neta no exenta ni exonerada


que exceda de la renta neta fiscal del ejercicio inmediata­
mente anterior a aquél en que ocurre el pago, los cuales sí
serán gravados.

4. Por último, a las utilidades del ejercicio más cercano al


inmediato anterior a aquél en que ocurre el pago, siguien­
do el orden indicado en 1, 2 y3.

Con el objeto de visualizar en forma práctica el significado


de lo antes mencionado, a continuación presentamos la infor­
mación relevante de tres ejercicios fiscales de la Compañía "Z ",
asumiendo que al cierre de los dos primeros realiza una distri­
bución de dividendos por las cantidades de Bs50.000 y Bs300.000,
respectivamente.

Las flechas nos indican cual es el orden de imputación que se


debe seguir para determinar cuales dividendos o que porción
de ellos debe ser gravada.

404
A lessa n d r a M ontagna F il ip p i

Compañía "Z "


(En miles de Bs.)

2001 2002 2003

RN 100 150 -10


RFG 20 È -30 50
RE 10 A 0 0
DRT 0 5 0 _ ____________0
RND 70 100 ~ 0

Decreto y pago G r a v a b le 2 (1 ? 50 300

Saldo RND 01 70* G r a v a b le 1 5 0 /


*
f
♦ 3

Saldo RND 02 150 i

......................................................... | i
Saldo RND 03 1 1 0

A n te s d e 2 0 0 1 mmm mm 100 — J1F


O r d e n d e im p u ta c ió n

4 Í* * * * * * *

Seguidam ente com entaremos el cuadro que precede, en lo


que respecta al impacto de los decretos de dividendos efectua­
dos, considerando que previam ente para cada ejercicio se ha
determinado, cuanto representaría el enriquecimiento neto por
dividendos de ese año, al ocurrir un decreto y pago de dividen­
dos de la totalidad de la RN.

• Al cierre del ejercicio que finalizó en el 2001, primero bajo


la vigencia de las normas que contemplan el gravamen a

405
6 0 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

los dividendos, la Compañía "Z" del monto pagado como


dividendo procederá a imputar Bs20.000 a la RFG, BslO.OOO
a la renta exenta y sólo Bs20.000 serán dividendos grava­
dos. Observe que aún quedan correspondientes a este ejer­
cicio Bs50.000 por gravar.
• Al cierre del segundo ejercicio, aplicamos la fórmula y
obtenemos como resultado que hay BslOO.OOO que son
gravables cuando se distribuyan, los cuales al ser suma­
dos con el saldo que proviene del ejercicio anterior nos
dan un total de Bsl50.000.
• Al distribuir el dividendo de Bs300.000 después de cerrar
el segundo ejercicio, tenemos que, en vista de que no hubo
RFG, se imputan Bs50.000 a los dividendos recibidos de
terceros y del remanente (Bs250.000), solo Bsl50.000 se­
rán dividendos gravables, siendo imputada la diferencia
(BslOO.OOO) a utilidades generadas antes de la vigencia de
la Ley, las cuales no serán gravadas.
• En el tercer ejercicio, la RFG excede la RN, por lo tanto no
hay renta por dividendos a gravar.

Dividendos en acciones

Para el caso de los dividendos en acciones, tanto la Ley de


Impuesto sobre la Renta de 1999 como la de 2001, establecen
que también serán gravados, pero en esta última se introduce
un sistema de anticipo de impuesto como mecanismo de control
fiscal.
Según la Exposición de M otivos "... la reform a busca
implementar un mecanismo de control, toda vez que, la inexistencia
de este, incita a la planificación fiscal retardando o eludiendo dicho
tributo.

En este sentido, se busca establecer un porcentaje mínimo de


tributación en form a anticipada, acreditable en la correspondiente
declaración de Impuesto equivalente al uno por ciento (1%) sobre el
valor del dividendo repartido.

406
A le ss a n d r a M o n tag na F ilippi

Asimismo, se establece un lapso para enajenar dichas dividendo


en especie o acciones. De este modo, se evita el diferimiento del pago
por tiempos extremadamente largos a los fines que el impuesto se
diluya y obligando al contribuyente a realizar la declaración de tales
enriquecimientos, al establecer un mínimo de anticipo."

Consideramos que la inclusión del anticipo del uno por cien­


to (1%) como mecanismo de control fiscal, atenta contra la ca­
pacidad contributiva y la justicia tributaria al ser aplicado sobre
una renta no disponible para el contribuyente, ya que el pago
del tributo en los casos de reparto de dividendos en acciones, se
difiere hasta la fecha de su venta.

Debemos recordar que el dividendo en acciones, surge de la


capitalización de las utilidades no distribuidas, procediendo
la empresa que lo decreta a emitir nuevas acciones a favor de
sus accionistas, los cuales las reciben sin efectuar registro al­
guno desde el punto de vista contable, ya que en ese momento
no hay incremento del valor de su inversión solo un mayor
número de acciones poseídas. Esto es porque siendo su origen
las utilidades no distribuidas, las cuales forman parte del pa­
trimonio de una entidad, su derecho ya corresponde a los ac­
cionistas.

Por otra parte, la Ley de Impuesto sobre la Renta no puede


obligar a un contribuyente a vender las acciones así recibidas
dentro de un lapso determinado, ya que atentaría contra su
derecho de propiedad; entendamos que venderlas, implicaría
pasar la titularidad de las mismas a un tercero que entraría a
formar parte de los accionistas de la empresa pagadora del divi­
dendo afectando los derechos de los accionistas preexistentes,
lo cual no puede ser obligado por esta Ley especial

De cierta forma, el contenido del Parágrafo Primero del Ar­


tículo 74 de la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1999, el cual
preveía que el impuesto proporcional que grava a los dividen­
dos, en el supuesto de dividendos en acciones estaría sujeto a
retención total en el momento de su enajenación, era mas jus­

407
60 A ñ o s de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

to, independientemente de los problemas que podría ocasio­


nar su aplicación.

Otro aspecto que queremos destacar es el contenido en el Pa­


rágrafo Primero del Artículo 74 de la Ley de Impuesto sobre la
Renta, el cual establece que el impuesto del uno por ciento (1%)
se aplicará sobre la totalidad del dividendo decretado; esta dispo­
sición también vulnera el principio de la capacidad contributi­
va por los motivos que se exponen a continuación.

Si bien es cierto que el Parágrafo Cuarto del Artículo 23 de la


Ley de Impuesto sobre la Renta establece que cuando las accio­
nes adquiridas a título de dividendo se enajenen no se les atri­
buirá costo alguno, el gravamen no necesariamente recaerá so­
bre la totalidad del precio pactado en la venta de la acción, ya
que a los fines de determinar el enriquecimiento gravable debe­
rán seguirse las reglas de determinación del enriquecimiento neto
por dividendo.

En este orden de ideas, si en el ejercicio inmediato anterior a


aquél en que se distribuyó el dividendo en acciones, la renta
fiscal gravada fue igual o superior a la renta neta, no resultará
enriquecimiento neto por dividendos con respecto de las accio­
nes emitidas a tal título.

En conclusión el anticipo solamente debería ser exigible, si es


el caso, por la porción del dividendo que resulte gravable.

Es de hacer notar que el anticipo de impuesto debe ser


autoliquidado por el contribuyente preceptor del dividendo,
encontrándose la empresa pagadora en la obligación de exigir
el comprobante correspondiente a los efectos de proceder a re­
gistrar la titularidad de las acciones en le libro de accionistas.

Ahora bien, en el supuesto que exista una porción gravable y


se proceda a aplicar el anticipo cabe preguntarnos, cuando lo
aprovecharíamos si la venta de las acciones ocurre en periodos
posteriores que no podemos prever?

408
A lessa n d r a M o n t a g n a F ilippi

Recordemos que hay un lapso de prescripción de cuatro años,


si las acciones son mantenidas por un lapso superior, perdería
el contribuyente el derecho a rebajar ese anticipo de impuesto?

Son muchas las preguntas que surgen como consecuencia de


la falta de racionalidad de la norma, cabe recordar que los
anticipos son sumas que se entregan a un posible acreedor, en
estos casos el Fisco Nacional, con el derecho a imputarlo a un
probable impuesto que pudiera causar en la declaración defini­
tiva. Ante esto la única vía de recuperación del impuesto antici­
pado que tendría el contribuyente es incluir el monto pagado en
su declaración de rentas e imputar el crédito fiscal para extin­
guir sus obligaciones con el Fisco Nacional producto de las de­
más operaciones realizadas en el ejercicio.

Por último, otro aspecto de interés en lo que respecta a las


acciones emitidas a título de dividendo es el hecho que al mo­
mento de su enajenación, el precio pactado puede ser superior
al valor nominal de la acción y producirse para el enajenante
una ganancia de capital, la cual tiene un régimen tributario di­
ferente al dividendo, es decir mientras el dividendo se excluye
de la determinación del enriquecimiento neto y se grava con
una tarifa proporcional, las ganancias de capital son suscepti­
bles de ser globalizadas con los demás elementos determinantes
de los ingresos brutos, a los cuales se le imputaran costos y gas­
tos, para finalmente determinar la renta neta o pérdida fiscal.

Dividendos presuntos

Con el objeto de evitar cualquier forma de distribución de


utilidades a los accionistas bajo un mecanismo distinto al reparto
de dividendos, encontramos que la Ley de Impuesto sobre la
Renta establece que se considerará como dividendo pagado y
por lo tanto sujeto al régimen de tributación anteriormente
comentado, los créditos, depósitos o adelantos que hagan las
empresas a sus accionistas hasta el monto de sus utilidades o
reservas.

409
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

No obstante esta presunción no operará en las siguientes cir­


cunstancias:

1. La sociedad haya percibido como contraprestación inte­


reses, calculados a una tasa no menor de tres (3) puntos
porcentuales por debajo de la tasa activa fijada por el Ban­
co Central de Venezuela.

2. El socio haya pagado en efectivo el monto del crédito an­


tes del cierre del ejercicio de la sociedad.

3. Se trata de un préstamo otorgado conforme a los planes


únicos de ahorro a los que hace referencia el numeral 8
del Artículo 14 de la Ley.

Los requisitos mencionados en los puntos 1 y 2 deben ser


concurrentes, ya que nos encontramos en presencia de una con­
junción ("y") entre ambos elementos a concurrir, lo que bajo
una interpretación literal nos indica que los dos requisitos no se
excluyen entre sí. Diferente es el caso de los préstamos mencio­
nados en el punto 3, los cuales son otorgados bajo un supuesto
diferente y es una condición excluyente a las de los puntos que
le preceden.

Esto nos lleva a concluir que aún en el caso de que la socie­


dad haya percibido intereses a una tasa que cumpla con los
parámetros dados, si el accionista no paga su deuda antes de
cerrar el ejercicio fiscal, igualmente se considerará que ha perci­
bido un dividendo.

No obstante en la práctica puede darse el caso de que exista


un crédito otorgado al accionista, sobre el cual la sociedad no
ha percibido intereses ni ha sido pagado al cierre del ejercicio
pero que no sea considerado como dividendo pagado a favor de
los accionistas. Estos casos son los siguientes:
• La compañía no tiene utilidades (superávit) y reservas, ya
que tiene déficit acumulado, o

410
A lessa n d r a M o n tag na F ilippi

• Al determinar el enriquecimiento neto por dividendos de


acuerdo a la fórmula ya explicada en puntos precedentes,
no hay renta neta no exenta ni exonerada que exceda a la
fiscal.

Por lo tanto en estos dos supuestos, si no se verifican las cir­


cunstancias para que se presuma que estamos en presencia de
un dividendo pagado a favor de los accionistas tampoco se ori­
ginará como consecuencia la obligación de pagar el correspon­
diente impuesto sobre la renta.

Dividendos presuntos en el caso de sucursales de empresas


constituidas en el exterior con establecimiento permanente
en el país.

La Ley de Impuesto sobre la Renta en su Artículo 72 estable­


ce que las sociedades o comunidades constituidas y domicilia­
das en Venezuela o constituidas y domiciliadas en el exterior
que tengan en el país un establecimiento permanente estarán
obligadas a pagar, en su carácter de responsables, por cuenta
de sus socios, accionistas o comuneros, un impuesto del treinta
y cuatro por ciento (34%)9 sobre su enriquecimiento neto, no
exento ni exonerado, que exceda del enriquecimiento neto gra­
vado en el ejercicio, esté el mismo pagado o no, salvo que se
demuestra a la Administración Tributaria, que ha reinvertido
en el país la diferencia entre la renta neta fiscal gravada y la
renta neta financiera, a través de una certificación de los audi­
tores externos. Dicha reinversión deberá mantenerse en el país
por el plazo mínimo de 5 años.

El caso más común sobre le cual aplica esta disposición, es el


de las sucursales de empresas extranjeras, las cuales establecen
su domicilio en el país, cumpliendo las formalidades del Código
de Comercio.

Esta alícuota puede ser m odificada p or la aplicación de un C onvenio sus­


crito p or la República Bolivariana de Venezuela.

411
60 A ños df Im posic ión a la Rem a en V en ez u ela

Es importante señalar que, aún en estos casos, se respeta la


comparación entre renta neta y renta fiscal gravada para deter­
minar la base imponible del dividendo presunto y por ende el
impuesto sobre la renta a pagar, si no se ha podido demostrar la
reinversión de la utilidad en los términos previstos en el mencio­
nado Artículo 72 de la Ley de Impuesto sobre la Renta.

A los fines de la certificación del auditor externo, en marzo


de 2002 la Federación de Contadores Públicos elaboró una nor­
ma de contenido fiscal, la Declaración de Normas Tributarias
Número 2 (DNT-2) "Informe de Certificación sobre el Grava­
men al Dividendo por Contadores Públicos Independientes.

Esta norma, cumpliendo con las disposiciones de la Ley de


Impuesto sobre la Renta, incluye los posible modelos de certifi­
cación y rige para todos los Contadores Públicos Independien­
tes, que en el ejercicio de su profesión tengan a su cargo la de­
terminación o la revisión de la renta neta financiera y la renta
neta fiscal gravable, los registros en los libros legales y auxilia­
res, a los efectos del gravamen a los dividendos en el caso de los
establecimientos permanentes.

Esta certificación deberá ser emitida anualmente mientras no


transcurra el lapso de cinco años, el cual entendemos se contará
a partir de aquel en que se originó la utilidad que daría lugar al
dividendo presunto.

412
REFLEXIONES EN TORNO
AL "IMPUESTO AL DIVIDENDO
PRESUNTO DE LAS SUCURSALES",
A LA LUZ DE LA REFORMA DE LA LEY
DE IMPUESTO SOBRE LA RENTA

C a rlo s A. V e c c h io D\

1. INTRODUCCIÓN.

El dilema de invertir o no invertir en un país determinado


envuelve un complejo análisis que pasa por una evaluación de
diferentes factores, dentro de los cuales, evidentemente, se en­
cuentra el componente fiscal, pero que en un principio no cons­
tituye el factor clave a los efectos de tomar, por lo menos, la
decisión inicial de invertir. Factores como estabilidad política,
costos laborales, acceso a mercados internacionales, medidas de
control de cambio, son determinantes a la hora de valorar una
futura inversión directa en un país. Sin embargo, luego que esa
decisión es ejecutada, la materia fiscal cobra mayor relieve a los
efectos de considerar la carga fiscal a ser sobrellevada por esa
inversión. Muy en particular, se analiza la manera de estructu­
rar esa inversión, tomando en consideración la repatriación de
las ganancias originadas por la misma1.

A bogad o (U CV ); M aestría en D erecho (G eorgetow n U niversity); M aestría


d e A dm inistración Pública y Certificado en Tributación Internacional (am ­
b os H arv ard U niversity); Especialización D erecho Tributario (U C V , pen­
diente tesis de grado). G erente de Im puesto de Exxonm obil de Venezuela.
1 "La decisión de realizar una inversión en un país determinado va a tomar en
consideración la rentabilidad bruta antes de impuesto proyectada para la inversión,
así como la rentabilidad neta después de impuestos. Todo inversionista desde un
punto de vista financiero busca maximizar la utilidad neta despue's de impuesto
sobre la renta. Si la función que busca maximizar el inversionista es la utilidad neta
después de impuesto sobre la renta, es evidente que una decisión de inversión
internacional, el inversionista debe analizar las diferencias que existen entre el

413
60 A ños de I mposición - a la R en ta en V en ezu ela

Una de las decisiones cardinales en materia impositiva al


momento de efectuar una inversión directa en un país, es deter­
minar si la misma se efectuará a través de una sucursal o una
subsidiaria. Como sabemos, la sucursal no es una entidad jurí­
dica distinta a su casa matriz, por lo que las ganancias obteni­
das por ésta en el exterior serán gravables, en principio, en el
país de residencia de la casa matriz - dejando a salvo lo dispues­
to en algún Tratado para Evitar la Doble Tributación que pu­
diera ser aplicable - ya que se trata de la misma persona jurídi­
ca. Además, su casa matriz será responsable de las obligaciones
legales que pudieran generarse con motivo de las actividades
realizadas en el exterior. Por el contrario, una subsidiaria de
una compañía extranjera es una persona jurídica distinta a sus
accionistas, por lo que el ingreso que obtenga por sus activida­
des será considerado sus ingresos, siendo responsable por las
obligaciones legales que adquiera sin que ello afecte directamente
a sus accionistas.

La decisión fiscal de usar una estructura u otra viene


influenciada, en gran medida, en función del tratamiento fiscal
aplicable a la repatriación de esa inversión directa. En este sen­
tido, es menester tener claro el tratamiento fiscal de la repatria­
ción de una inversión efectuada por un inversionista extranjero
en un país, tomando en consideración el vehículo jurídico usa­
do para ello, es decir; a través de una subsidiaria o una sucur­
sal. Dependiendo de lo dispuesto en la normativa interna de
cada país, el resultado impositivo pudiera favorecer una de las
dos opciones.

El tema de la repatriación de capitales de las inversiones


directas extranjeras efectuadas en Venezuela, cobra especial

régimen fiscal en su país en relación con el régimen fiscal en el país donde realiza la
inversión (.....) Las cargas fiscales que se analizan en una inversión internacional
son:
i) Impuesto sobre la renta aplicable a la utilidad neta de la Empresa Receptora de la
Inversión, ii) Im p uesto a p lica ble a las rem isiones p o r concepto de d iv iden­
dos p a ga d o s p o r la E m presa R eceptora de la Inversión a sus accionistas
extra njeros..." (resaltado nuestro). Ver, Rodner, Jam es-O tis, "Elementos de
Finanzas Internacionales", Editorial A rte, 3ra Edición, 1997, pag. 713.

414
C a r lo s A . V ec c h io D .

relevancia a partir de la reforma fiscal de 1999, con el retorno


del gravamen a los dividendos. Venezuela reformó substan­
cialmente su Ley de impuesto sobre la Renta (LISR) en 1999. El
cambio trascendental fue que Venezuela se movió, luego de
medio siglo, de un sistema territorial a un sistema de renta
mundial.2 Dicho sistema comenzó a regir a partir el primero
de enero de 2001, de manera que todas las rentas obtenidas,
sin importar su origen, por un residente o una compañía do­
miciliada en Venezuela, podrán ser gravadas por el fisco Ve­
nezolano. Sin embargo, podemos decir también, que Venezuela
mantiene por completo su sistema territorial3. En efecto, aque­
llas personas no residenciadas o no domiciliadas en Venezue­
la estarán sujetas a impuesto en Venezuela por las rentas de
fuente territorial.

Uno de los principales cambios que se incluyó en la mencio­


nada reforma, y que tiene que relación con la repatriación de
las inversiones efectuadas en el país, es el retomo a nuestro siste­
ma impositivo del gravamen a los dividendos. Pero además, se
incorporó lo que se conoce como el "Impuesto al Dividendo Pre­
sunto de las Sucursales", que, como indicaremos más adelante, es
un término que no refleja con exactitud el impuesto así consagra­
do en nuestra legislación, pero que por razones prácticas nos per­
mitiremos seguir empleándolo a lo largo del presente trabajo.

La intención del presente trabajo, es ofrecer algunas reflexio­


nes sobre el "Impuesto a los Dividendos Presuntos de las Sucursa­
les", que nos permitan comprender la forma en que ha sido con­
sagrado en nuestra legislación. Al propio tiempo, indicaremos
ciertas deficiencias técnicas en la redacción de la norma que lo
consagra, lo cual ha originado confusión en cuanto a su aplica­
ción. En este sentido, intentaremos presentar atisbos sobre los
posibles alcances de la norma a los efectos de crear mayor segu­

2 Ver, art. 1 de LISR, publicada en la G aceta Oficial de la República Bolivariana


de V enezuela, N ro. 5.566, el 28 de diciem bre de 2001, que es sim ilar al la
Ley de 1999.
3 Ver, art. 6 de LISR.

415
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

ridad jurídica para los contribuyentes. Para ello, comentaremos


sobre la ratio de ese impuesto, y antes de entrar en la norma en
cuestión, haremos una breve introducción sobre los anteceden­
tes legislativos y jurisprudenciales en nuestro sistema impositi­
vo relacionado con el impuesto, para posteriormente examinar
la manera como está establecido en la nueva LISR. Igualmente,
mencionaremos pinceladas en el aspecto del derecho compara­
do que nos permita conocer cómo ha sido consagrado ese im­
puesto en otras latitudes, muy particularmente, la experiencia
de los Estados Unidos de Norteamérica y España.

2. RACIONALIDAD DEL "IM PUESTO AL DIVIDENDO


PRESU N TO DE LAS SU C U R SA LES". C O N SID ER A ­
CIONES GENERALES

Muchas veces, cuando nos encontramos con determinados


tipos de impuestos, en especial sobre aquellos a los que no esta­
mos acostumbrados, inmediatamente se nos vienen a la mente
preguntas tales como: ¿Por qué existen? ¿Qué buscan? ¿Se justi­
fican? ¿Bajo qué circunstancia? El porqué de la existencia o crea­
ción del "Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales" nos
ayudará a entender, en gran medida, su verdadero alcance.

A tales efectos, consideramos conveniente precisar el trata­


miento fiscal de la repatriación de capitales efectuadas desde
países que no hayan adoptado en sus legislaciones internas la
aplicación del mencionado tributo.

En general, si un inversionista extranjero decide invertir en


una país usando como vehículo una subsidiaria a los efectos de
llevar a cabo una inversión, lo más seguro es que dicha subsidia­
ria esté sujeta al pago de impuesto sobre la base de su renta neta.
La vía ordinaria para repatriar las utilidades que produzca dicha
inversión es a través del reparto de dividendos aprobados en la
asamblea de accionistas de dicha subsidiaria a sus accionistas.
Una vez decretados los dividendos, normalmente, los mismos
estarán sujetos a una retención en la fuente, sufriendo un segun­
do nivel de tributación. Como consecuencia de lo anterior, se pro­

416
C a rlo s A. V e c c h i o D.

duce una doble imposición económica dado que los ingresos que
fueron gravados al nivel de la subsidiaria, estarían soportando
un segundo nivel de gravamen pero esta vez en cabeza de los
accionistas cuando los dividendos sean distribuidos4.

Por el contrario, si el mismo inversionista extranjero en lugar


de usar una subsidiaria para invertir en un país, utiliza como
vehículo la sucursal, si bien la sucursal normalmente está sujeta
al pago de impuesto sobre la renta al igual que la subsidiaria, la
diferencia viene dada en que normalmente la distribución de
los beneficios de la sucursal a su casa matriz no está contempla­
da como ganancia sujeta al pago de impuestos sobre dicha dis­
tribución, ya que la sucursal no es una entidad jurídica separa­
da de su casa matriz y mal podría decretar y pagar dividendos,
dado que se trata de una misma entidad jurídica. Lo que tene­
mos es un flujo de dinero de un país a otro pero dentro de una
misma entidad jurídica.

Como vemos, dependiendo del vehículo utilizado por el in­


versionista, la incidencia en cuanto a la repatriación de los be­

4 Este sistem a es conocido com o "Sistem a C lásico" ya que grava los ingre­
sos en p rim er térm ino a nivel de las com pañía, y posteriorm ente som ete a
tributación la distribución de esos ingresos a los accionista de la respectiva
com pañía. Estados U nidos de A m érica se ha caracterizado p or poseer este
tipo de sistema.

417
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

neficios presenta grandes diferencias, en particular para aque­


llos inversionistas extranjeros que desean invertir en países con
los cuales no se tenga Tratados para evitar la Doble Tributación
(en lo sucesivo "TDT" o "TDTs") que pudieran ser aplicables en
otros países y tener la facilidad de repatriar sus utilidades sin
que soporten impuesto alguno. Sin embargo, muchos países han
tomado medidas para superar estas "ventajas" fiscales, lo cual
ha llevado que muchos de ellos establezcan lo que se conoce
como "Branch profits tax" o "Impuesto al Dividendo Presunto de
las Sucursales" .

En general, lo que busca este impuesto es tratar a las sucur­


sales como si fueran subsidiarias que pagan dividendos a sus
accionistas, convirtiendo a sus respectivas casas matrices en
"accionistas". Es decir, se crea la ficción que la sucursal es una
empresa jurídica distinta a su casa matriz, considerando las
transferencias de las utilidades o beneficios como "dividendos".
En consecuencia, una vez en vigencia el "Branch Profit Tax" o el
"Impuesto a los Dividendos Presuntos de las Sucursales", la gráfica
quedaría como sigue:

En el caso de las inversiones directas que haya adoptado la


figura en forma de sucursales, el "Branch Profit Tax" representa
una estrategia para equilibrar el tratamiento de las sucursales y
las subsidiarias. Para producir exactamente el mismo resultado,
es necesario definir las remisiones de la sucursal, las cuales de­

418
C a rlo s A. V e c c h i o D.

ben igualar a los dividendos y gravarla usando la misma tarifa


que se aplica a los dividendos sobre las inversiones directas5.

Sin embargo, dado que tanto el impuesto al dividendo como


el Branch Profit Tax pueden evitarse al no decretar y distribuir
dividendos, en el primero de los casos; y en el segundo, cuando
se reinviertan las utilidades en el país donde se encuentra la
sucursal, además de las otras técnicas que permitirían erosionar
la base en el estado de la fuente, se ha señalado que:
" . . . la principal razón del porqué muchas veces es importante para
países en desarrollo y en transición establecer el Branch Profit
Tax, es para gravar completamente los ingresos procedentes de los
recursos naturales donde la mayoría de los inversionistas extran­
jeros típicamente operan a través de sucursales, principalmente
por el generoso tratamiento fiscal sobre las pérdidas generadas
durante la etapa preoperativa de los proyectos que les son otorga­
das por las leyes tributarias de sus países de origen (especialmente
EE.UU.)"6.
Sin duda, el razonamiento antes citado se adapta perfecta­
mente a la realidad venezolana, dada su condición de país pe­
trolero. De allí que podríamos decir que, al parecer, este benefi­
cio, entre otros, conllevó a que muchas de las asociaciones
estratégicas en materia de hidrocarburos que ocurrieron duran­
te la etapa conocida como "la apertura petrolera" adoptaran la
sucursal como vehículo de inversión.

3. EL "IMPUESTO AL DIVIDENDO PRESUNTO DE LAS


SUCURSALES", A LA LUZ DE LA REFORMA DE LISR

Cuando se produjo la gran reforma a la LISR venezolana en


el año 19997, en la cual adoptamos el sistema de renta mundial

5 V er, V íctor T h u r o n y i, editor, "Tax Law Design and Drafting", FM I, 1998,


p ágina 774. Trad u cción libre.
6 Ibídem, pág. 776.
7 El "Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales" aparece nuevam ente en
el sistem a venezolano con la reform a de la LISR que se produjo en 1999, la
cual fue reform ad a posteriorm ente en el 2001, dejando la red acción de la
n orm a que con sagra el m en cion ado tributo incólum e.

419
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

a partir del año 2001, sin duda, se incorporaron muchos cam­


bios e instituciones novedosas en nuestro sistema tributario,
muchas de ellas de gran tradición internacional. El regreso del
impuesto al dividendo, acompañado por un impuesto conocido
como el "Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales", para
muchos verdaderamente "novedoso", nos inspiró para aden­
trarnos en el estudio de este impuesto.

El punto de partida no podría ser otro sino nuestra propia


legislación y jurisprudencia. De manera que, antes de comen­
zar con su análisis en la LISR actual, consideramos conveniente
recorrer en el tiempo nuestras antiguas leyes de impuesto sobre
la renta, así como detalles de nuestra jurisprudencia del máxi­
mo tribunal, con el ánimo de precisar si el tributo bajo estudio
ha convivido previamente en nuestro sistema impositivo.

3.1) Antecedentes:

i ) L egislativ os

Para sorpresa de muchos, sobre todo para aquellos que nos


hemos vinculado al derecho tributario en años recientes, el "Im­
puesto al Dividendo Presunto de las Sucursales" es de vieja data en
nuestro ordenamiento jurídico. En efecto, el mismo estuvo vi­
gente desde el año 1966 hasta 1991, con ciertas modificaciones
puntuales pero conservando su esencia.

Tal como lo mencionamos, el “Impuesto al Dividendo Presunto


de las Sucursales", aparece por primera vez consagrado en nues­
tra LISR venezolana en el año 19668. Los términos en los cuales
apareció se asemejan a los consagrados en la legislación vigen­
te, salvo ciertas matizaciones a las cuales haremos referencias
más adelante.

8 Pub licad a en la G aceta O ficial de la R epública de V enezuela, N ro. Ext.


1.069, de fecha 23-12-66.

420
Q u ilo s A . V ec c h io D .

El mismo fue consagrado para la fecha en los términos si­


guientes:
"Artículo. 49:
Las sociedades o comunidades constituidas y domiciliadas en el
exterior o constituidas en el exterior y domiciliadas en Venezue-
la, que tengan en el país agencias, sucursales o cualquier otra enti­
dad económica de explotación similar, permanente o temporal, que
se dediquen a realizar actividades económicas distintas de la
explotación de minas, de hidrocarburos y de actividades
conexas, estarán obligadas a cancelar por cuenta de sus accionis­
tas, socios o comuneros un impuesto de quince (15%), calculado
sobre la base del enriquecimiento global neto anual obtenido
por la empresa en el país, después de rebajar el impuesto so­
bre la renta causado en el ejercicio. Tal enriquecimiento se con­
siderará como dividendo o participación percibidos por el
accionista, socio o comunero en la fecha de cierre del ejercicio
anual de la sociedad o comunidad".

Como lo explicamos en la primera parte de este estudio, el


"Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales"responde, prin­
cipalmente, a la necesidad de crear esa neutralidad al momento
de escoger el vehículo jurídico para invertir. En otras palabras,
fiscalmente hablando usar una subsidiaria o sucursal daría lo
mismo a los efectos de repatriación de las utilidades. Veamos si
en la mente de nuestro legislador estuvo presente tal principio
de equiparar el tratamiento fiscal entre subsidiarias y sucursa­
les en los casos de transferencias de beneficios al exterior.

Recordemos que la LISR que rigió hasta el 31 de diciembre de


1966 no gravaba a los dividendos. Por recomendaciones, prin­
cipalmente de la Misión Shoup9, en la reforma de 1966 se inclu­
yó el gravamen a los dividendos de las compañías anónimas.
En la reforma de 1966, se estableció que los dividendos percibidos
por personas jurídicas o comunidades no estarían sujetos a ese
impuesto, sólo se gravarían cuando llegasen a manos de perso-

9 O ctav io, José A n d rés, “ Los elementos fundam entales del Impuesto sobre la
Renta, en la Ley del 16 de diciembre de 1966", Facu ltad de D erech o, U CV,
1971, pág. 23.

421
60 A ños de Im po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

ñas naturales10. Sin embargo, se establecieron dos excepciones a


dicho principio. En primer lugar, cuando la persona jurídica o
comunidad perceptora del dividendo no estuviese domiciliada
en Venezuela, se establecía que la distribución de dicho divi­
dendo, estaría, pues, sujeta al pago del impuesto al dividendo,
aplicándosele la tarifa de los no residentes del 15%n . La segun­
da excepción fue que los dividendos recibidos de empresas de
hidrocarburos y mineras no se encontraban sujetas al pago del
referido impuesto por razones de política fiscal.12

Como vemos, en la Ley de 1966, cuando se consagró por pri­


mera vez el gravamen a los dividendos para perceptores que
fuesen personas naturales, se estableció como excepción a esa
regla, que cuando esos dividendos fuesen percibidos por em­
presas no domiciliadas en Venezuela si estarían sujetos a dicho
impuesto. Dentro de las empresas no domiciliadas estarían, por
supuesto, las subsidiarias de empresas extranjeras, excepto en los
casos en los cuales las pagadoras del dividendo fuesen empresas
dedicadas a las actividades de minas e hidrocarburos, las cuales
se encontraban exentas. De allí que se estableciera igualmente,
que el "Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales" no apli­
caba en los casos de actividades de minas e hidrocarburos.

10 No se gravan para evitar que caigan una serie de impuestos sobre la misma
renta. El dividendo se grava cuando llega a manos de una persona natural, como
accionista. Puede haber, pues, una cadena de compañías accionistas unas de otras,
y los dividendos que ellas perciban no pagan impuesto... ".V er Ibídem, p ág 31.
11 Ver, Ibídem, pág. 31.
12 Ver: "...(L)os dividendos que las empresas mineras y de hidrocarburos y de activi­
dades conexas pagan a sus accionistas, están exentos de impuesto. ¿A qué se debe
esto? Se debe a razones de política fiscal. Las empresas mineras, de hidrocarburos y
de actividades conexas pagan de acuerdo con la tarifa "B " y esa tarifa llega hasta el
52 por ciento para las rentas que excedan de Bs. 28.000.000; y no ocurre aquí como
en el caso de la tarifa "A", que el último grado creo yo que casi nunca tiene
aplicación, sino que efectivamente, en el caso de las empresas petroleras, en general,
si se aplica esa tarifa de 52 por ciento, tarifa establecida teniendo en cuenta la
situación real de las utilidades de las empresas petroleras y mineras. De manera que
no quiso el Estado aumentar la tributación gravando los dividendos, sino que gravó
únicamente a la compañía. Podemos decir que en el caso de las empresas mineras y
petroleras se sigue el sistema de la Ley Derogada, de gravar a las compañías total­
mente, al máximo, y no gravar al accionista...." . Ver, Ibídem, págs 31-31.

422
C a r lo s A . V e c c h io D .

A pesar de haber revisado las exposiciones de motivos de las


leyes de impuesto sobre la renta en las cuales se consagró el
referido impuesto, y muy en particular la del año 1966, no apa­
recen en su contenido la ratio que subyace con relación al Im­
puesto al Dividendo Presunto de las Sucursales", que como hemos
explicado ya, en principio, responde a ese trato impositivo igua­
litario entre los vehículos jurídicos ordinarios de inversión. Sin
embargo, tomando en consideración lo expuesto, nos atreve­
mos afirmar que nuestro legislador consagró el tan nombrado
"Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales", a los efectos
de alcanzar esa neutralidad necesaria con subsidiarias de em­
presas extranjeras cuando distribuyesen los dividendos a éstas,
que como vimos, debían soportar el impuesto a los dividendos,
excepto cuando correspondiesen a dividen dos de em presas de­
dicadas a la explotación petrolera y minera, de a llí la razón de
tam bién excluir a tales em presas del "Impuesto al Dividendo Pre­
sunto de las Sucursales".

La Ley de 1966 se encargó de dejar claro que ese impuesto


estaba sujeto a retención total en la fuente y su Reglamento del
año 1968 precisó que el mismo debía ser enterado en una ofici­
na pública en las oficinas receptoras de fondos nacionales den­
tro de los tres (3) meses siguientes a la fecha de cierre del ejerci­
cio anual de la persona jurídica o comunidad generadora del
dividendo o participación13.

ii) Jurisprudenciales

Nos permitiremos usar parte de la jurisprudencia a los efec­


tos de delimitar el alcance del contenido del artículo 49 de la ley

13 L a parte in fine del artículo 51 de la LISR de 1966 exp resam en te establecía


que "...Los dividendos sujetos a impuesto proporcional conforme a los artículos 47,
4 8 y 4 9 serán objeto de retención total". Tal com o indicam os, el artículo 49
consagraba el im puesto in comento. P or su parte, el R eglam ento de 1968,
publicado en la G aceta Oficial N ro. E xt. 1.194, de fecha 3-04-68, con sagró en
el parágrafo p rim ero del artículo 185 que los im puestos retenidos confor­
m e al artículo 49 com entado, debían ser en terad os "...dentro de los tres (3)
meses siguientes a la fecha de cierre del ejercicio anual de la persona jurídica o
comunidad generadora del dividendo o participación..."

423
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

de 1966 que, sin duda, nos ayudará a interpretar el contenido


del vigente "Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales".

En este sentido, la extinta Corte Suprema de Justicia, en su


Sala P olítico-A dm inistrativa, en el caso LOFFLAND
BROTHERS de Venezuela, C.A. (1985)14, tuvo que analizar si
una subsidiaria de una empresa extranjera estaba sujeta a ese
impuesto. En efecto, la administración tributaria alegaba que la
empresa Loffland Brothers de Venezuela, c.a., era "una subsidia­
ria o sucursal (sic)", que funcionaba como urna unidad económi­
ca de explotación permanente en nuestro país de la empresa
Loffland Brothers of Venezuela, Inc, empresa domiciliada le­
galmente en Tulsa, Oklahoma, Estados Unidos de Norteamérica
y que poseía en su totalidad (99.99%) a la empresa venezolana,
y que por lo tanto estaba sujeta al impuesto establecido en el
artículo 49 de la LISR, equivalente a 15% sobre la base del enri­
quecimiento global neto anual después de rebajar el impuesto
causado en el ejercicio.

El Tribunal de la causa había acogido el criterio de la Admi­


nistración, que consideraba a la contribuyente una agencia, su­
cursal o unidad económica de su principal accionista, tomando
como argumento la idea o concepto económico y la relación de
subordinación o dependencia, y desechando el criterio formal
de ser una persona jurídica constituida como compañía anóni­
ma y domiciliada en Venezuela.15

14 C on su ltad a en original.
15 En su op ortunidad, el Tribunal de la causa, ap oyan d o los criterios de la
A dm inistración, sentenció que "... el artículo 49 se refiere a sociedades o comu­
nidades constituidas en el exterior que operen en Venezuela a través de agencias,
sucursales o unidades económicas, que la generadora de rentas puede o no adoptar
la forma de sociedad, pude ser o no sociedad domiciliada en el país o puede estar
constituida o no como sociedad, que el registro de comercio no pasa de ser un
requisito formal que no le quita su naturaleza de agencia, sucursal o unidad econó­
mica de la empresa extranjera , y que no deja de ser tal por el hecho de haber
adoptado la forma de sociedad anónima; que el criterio para definir el concepto de
agencia, sucursal, unidad económica, filia l, subsidiaria o explotación es el de la
representación, control administrativo, capital invertido o actividad de explota­
ción...", C onsultada en original p ág 16.

424
C a r l o s A . V e c c h io D .

A tal efecto, la Corte precisó que era necesario determinar


quién era el sujeto pasivo bajo la norma en discusión, así como
lo que debía entenderse por la frase " agencia, sucursal u otra uni­
dad económica de explotación", ya que estaba íntimamente ligado
a lo primero.

En ese sentido, en relación con la primera pregunta, la Corte


indicó lo siguiente:
"...los sujetos pasivos de la norma son, muy claramente, las socie­
dades CONSTITUIDAS en el exterior, estén o no domiciliadas en
Venezuela, por manera que la disposición pone énfasis en la cir­
cunstancia de la constitución que lo sea en el exterior, aun cuando
puedan estar domiciliadas también en el exterior o en Venezuela.
Agrega -lógicamente- la circunstancia de que tales sociedades ten­
gan en el país agencias, sucursales “ o cualquier otra unidad eco­
nómica de explotación similar..(Omissis)..dedicadas a actividades
económicas distintas a la explotación de minas o hidrocarburos...16"

Como vemos, la Corte es clara al señalar que los sujetos pasi­


vos son las sociedades constituidas en el exterior, estén o no
domiciliadas en Venezuela, que ejerzan actividades económi­
cas, distintas a hidrocarburos y minas, y que tengan en el país:
i) agencias, ii) sucursales, y ¡ o iii) cualquier otra unidad econó­
mica de explotación similar.

De esta conclusión, podríamos comenzar a dibujar cuáles eran


las condiciones para la procedencia del referido impuesto para
la época, que sin duda nos ayudarán a interpretar las vigentes.

En primer lugar, se refería a empresas constituidas en el ex­


terior, con o sin domicilio en Venezuela, que tuviesen una agen­
cia, sucursal o cualquier otra entidad en el país. Es decir, cuan­
do el artículo 49 refería a "...Las so cied a d es o com u n idades
constituidas y d om iciliad as en el exterior o constituidas en el
exterior u dom iciliadas en Venezuela, que tengan en el país agen­

16 Ibidem, págs. 21-22.

425
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

das, sucursales o cualquier otra entidad económica de explotación


similar, permanente o temporal..." no podía pensarse que el pri­
mer grupo, es decir, "las sociedades o comunidades constituidas y
domiciliadas en el exterior" estaban sujetas al impuesto al divi­
dendo presunto. En efecto, siempre era necesario que esas so­
ciedades tuvieran una agencia, sucursal o cualquier otra entidad
económica, requisito necesario para su aplicación. De allí que la
Corte expresara que dicho impuesto aplicaba a las sociedades
constituidas en el exterior, domiciliadas o no en Venezuela, con
agencias, sucursales o cualquier unidad económica. Tal inter­
pretación era cónsona con la redacción de la norma ya que al
establecer la coma (,) antes de la frase "que tenga en el país..."
implicaba que esa condición abrazaba a los dos supuestos ante­
riores. Y fue así como lo entendió la Corte para la fecha. Cree­
mos que no podría ser de otra manera.

En cuanto al requisito de lo que debía entenderse por "...agen­


cia, sucursal u otra unidad económica de explotación", a los efectos
de determinar si una subsidiaria poseída 100 % por una empre­
sa extranjera podía calificar dentro de uno de esos supuestos, la
Corte precisó lo siguiente:

" . . . [E]l concepto de agencia, sucursal u otra unidad económica de


explotación no debe confundirse con el concepto defilial, subsidia­
ria o empresa dependiente de otra llamada "Holding". Por eso,
agencia, sucursal o unidad económica indica que se trata de
una sola y única persona jurídica que, además de tener el
llamado domicilio principal, tiene establecimientos o activi­
dades en otros sitios o lugares ( artículo 28 del Código Civil y.
en cambio, el concepto defilial o subsidiaria revela la existencia de
dos o más personas jurídicas ligadas por ciertos vínculos (mismos
accionistas o socios, una es accionista de otra u otras , etc.) por
manera que ese vínculo o unión no significa que fuese la misma
persona y que una es simplemente "agencia, sucursal o unidad de
explotación" de otra.... (subrayado y negrillas nuestras)17

17 Igualm ente dicha sentencia agregó: "..por "filial" o "subsidiaria" se entiende la


compañía que aun cuando posee constitución jurídica propia, esto es, tiene autono­
mía formal, su estructura de capital, mayormente, corresponde a otra que ejerce así

426
C a r lo s A. V e c c h i o D.

Así mismo, la Corte citó el Reglamento de 1968 (art. 141)


que establecía que la expresión "agencia, sucursal o unidad de
explotación" refería a la empresa extranjera que tuvieran en
V enezuela: "...algún bien m ueble o inm ueble productor de
enriquecimientos, alguna oficina, almacén, instalación u otro sitio fijo
en donde ejerzan sus actividades18.

Sin temor a equivocarnos nos atreveríamos a decir, que con


la creación de ese impuesto y lo dispuesto en el mencionado
Reglamento de 1968, nuestro legislador primitivamente estable­
ció por primera vez el concepto que hoy en día ha evolucionado
y es conocido como "Establecimiento Permanente" (en lo suce­
sivo, indistintamente, "EP" o establecimiento permanente). En
efecto, refería a espacios físicos, tales como, oficinas, almacenes
e instalaciones, que sin duda comportaban un grado de fijeza
desde donde se ejerciera alguna actividad.

Visto lo antes expuesto, la Corte sentenció:

" . . . la norma es aplicable directamente a la sociedad extranjera -


domiciliada o no en Venezuela- que realice alguna actividad en
nuestro país a través de alguna agencia, sucursal u otra unidad
económica similar, y por eso no puede regir para una sociedad
constituida y domiciliada en Venezuela cuyo accionista prin­
cipal sea una sociedad extranjera y aun cuando ésta ejerza
sobre aquélla un control absoluto y directo, pues la norma
hay que entenderla en su sentido estrictamente jurídico y no
simplemente económico, financiero o patrimonial... (Omissis)
... []Jurídicamente son DOS PERSONAS distintas, pues en Ve­
nezuela -y en el ámbito legal- la persona jurídica no puede con­
fundirse con la de sus socios o accionistas, tal como lo dispone el
primer aparte del artículo 201 del Código de Comercio venezola­

su control, y por eso aún cuando ambas forman una unidad económica, tienen
distinta personalidad jurídica, al punto de que la "filial" tiene patrimonio propio y
distinto de la "casa matriz"; en cambio, la sucursal agencia, entidad similar, en su
vida jurídica y patrimonial, dependen y forman parte integrante de la casa matriz y
actúan sin personalidad jurídica propia (Diccionario de Derecho comercial y de la
Empresa de Saúl A. A rgety...”.. Ibídem, pág. 24.
18 Ibídem, pág. 25.

427
6 0 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

no, según el cual "las compañías constituyen personas jurídicas


distintas de las de los socios..." (Subrayando y negrillas nues­
tras)19

Finalmente indicó:
"...Estima la Corte que, en el caso, de lo que se trata es de una
persona jurídica venezolana (constituida y domiciliada en Vene­
zuela) cuyo accionista es una empresa extranjera, y eso no es lo
previsto y contemplado en el artículo 49 de la Ley de 1966... "20

Como vemos, la Corte, acertadamente, declaró que la subsi­


diaria no es sujeto pasivo del " Impuesto al Dividendo Presunto de
las Sucursales”, ya que se trata de una persona jurídica distinta
que está constituida en Venezuela. Recordemos que la norma es­
tablecía, al igual que la actual, que aplicaba a sociedades consti­
tuidas en el exterior. Claramente expresó que no puede confun­
dirse a la persona jurídica con sus accionistas y socios (art. 201
Código de Comercio). Si el legislador lo hubiere querido hubiese
incluido a "La filial o subsidiaria" como uno de los supuestos21.
Y finalmente ratificó, que la sucursal no constituye una persona
jurídica distinta.

Posteriormente, la Sala Político-Administrativa, de la extinta


Corte Suprema de Justicia, en diciembre de 1986 ratificó el cri­
terio expuesto, pero esta vez en el caso CAMCO DE VENEZUE­
LA, S.A.22

Al igual que el anterior, la Administración Tributaria preten­


dió aplicar el impuesto en cuestión a una subsidiaria de una

19 Ibídem, pág. 22.


20 Ibídem, pág. 25.
21 La C orte agregó que "...Si la intención del legislador hubiese sido pasar por
encima de la forma y entender que "unidad económica de exportación, agencia o
sucursal" es toda empresa que, aun cuando constituida y domiciliada en Venezue­
la, tenga por accionistas a sociedades o personas construidas (sic) en el exterior y
entender que a los fines tributarios, son esos accionistas quienes hacen la exporta­
ción y que la nacional no pasa de ser una intermediaria meramente formal, lo
hubiese dicho expresamente...", Ibídem, p ág 23.
22 C onsu ltad a en Original, sentencia de fecha 11 de diciem bre de 1986.

428
C a r l o s A . V e c c h io D .

empresa poseída totalmente por una extranjera.23 Es de resaltar


la posición asumida por la Procuraduría General de la Repúbli­
ca que consideró a24:
"...CAMCO DE VENEZUELA, S.A., tiene el carácter de sub­
sidiaria, filial o sucursal de la empresa CAMCO CAYMAN
LIMITED, compañía extranjera con domicilio en Grand
Cayman British West Indies, porque a ésta última pertenece
el 99,20 % de sus acciones y en consecuencia se erige como
agente de retención, de conformidad con lo establecido en el
artículo 49 de la Ley de impuesto sobre la Renta de 1966..."

En este sentido, la Corte estableció que los sujetos pasivos de


la norma eran:
"..[Tjodas las personas jurídicas que de modo concurrente, reúnan
las tres (3) condiciones siguientes:
1. Que se trate de sociedades o comunidades CONSTITUIDAS en
el exterior, estén o no domiciliadas en Venezuela;
2. Que tengan en el país agencias, sucursales o cualquier otra
unidad económica de explotación similar, permanente o tem­
poral; y
23 L a A dm inistración m ediante acta de reparo, estim ó que la em p resa CA M C O
D E V EN E Z U EL A , S.A, en su carácter de agente de retención, no retu vo ni
en teró en los p lazos y form as que establece el R eglam ento de la L ey de
im puesto sobre la renta, el im puesto a que estaba obligada, de conform i­
dad con el articulo 49 (dividendo presunto de las sucursales) de la ley de
1966.
24 A d e m á s d e lo m e n c io n a d o , la P r o c u r a d u r ía a le g ó q u e la e n la
S u p erin ten d en cia de In v ersio n es E xtran jeras (S IE X ) h ab ía calificad o a
Carneo de V enezuela, S.A., com o una em p resa extranjera de conform idad
con el artículo 1 de la D ecisión 24 del A cu erd o de C artagena. Sin em bargo,
la C orte indicó que "...tal calificación por parte de la SIEX no tiene ninguna
relevancia para el caso tributario que nos ocupa, pues tanto la Decisión 24 citada,
como su Reglamento... (Omissis)... norman todo lo relativo al Régimen Común del
Tratamiento de los Capitales Extranjeros sobre Marcas, Patentes, Licencias y Rega­
lías, y en tal sentido, sus disposiciones tiende a dictar las pautas de control sobre las
inversiones extranjeras en nuestro país, y a regularlas con la finalidad de que se
cumplan los objetivos fundamentales del Acuerdo de Cartagena, sin que ello signi­
fique que pueda desvirtuarse el hecho de que una empresa pueda ser calificada
nacional a los efectos mercantiles y extranjera para otros efectos, como se desprende
de la verdadera inteligencia del artículo 354, del Código de Comercio..." Ibídem,
p ág 6.

429
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

3. Que las actividades económicas a que se dediquen, sean distin­


tas, a la explotación de minas, de hidrocarburos u otras activi­
dades conexas.
De la clara exégesis de la norma se desprende que en ella no están
comprendidas, ni tiene porque cumplir con las obligaciones allí
establecidas, las sociedades o comunidades constituidas en Vene­
zuela pues la enumeración de sujetos pasivos que involucra, es de
carácter taxativo y no simplemente enunciativo...."25

Por todas las consideraciones expuestas, la Corte consideró


que CAMCO DE VENEZUELA era una compañía constituida
y domicilia en Venezuela por lo que no le era aplicable el men­
cionado artículo 49.

3.2. El "Im puesto a l D ividendo Presunto de las Sucursales" en


la Legislación actu al

i ) Introducción

En Venezuela, podríamos decir, en general, que las "corpo­


raciones" o "compañías anónimas" son gravadas en base a sus
enriquecim ientos netos hasta una tasa m áxim a de 34% 26.
Adicionalmente, a partir del 1 de enero de 200127, dichas em­

25 Ibídem, pág. 4.
26 Ver, art. 52 de la LISR. E xcep to las que se dediquen a H id rocarb u ros y
M inas las cuales están sujetas a una tarifa de 50% y 60% respectivam ente
(art. 53 de LISR).
27 De acu erd o a la Exposición de M otivos del D ecreto -L ey de Reform a P ar­
cial de la LISR de 1999, se exp on en las razones que dieron lu gar a la elimi­
nación del gravam en a los dividendos que estaba con sagrad o en nuestro
sistem a im positivo. En este sentido, se indicó que "...[N Juestra legislación
en materia de Impuesto sobre la Renta, contempló desde el año 1966 hasta el año
1991, la gravabilidad de los dividendos. La razón fundamental por la cual se propuso
su eliminación, fu e la falta de un sistema o mecanismo que integrara el impuesto
sobre la renta pagado por las personas jurídicas, con los que debían pagar los
accionistas por los dividendos que de esas personas jurídicas percibieran, produ­
ciéndose, entonces, la denomina doble imposición económica. Este fenómeno de
doble imposición económica constituía un desestímulo a la inversión y debió, en
consecuencia, ser evaluado. No obstante, (sic)existir varios mecanismos que pudie­
ran haberse implantado para lograr la integración a la que se hiciera referencia y

430
C a r lo s A. V e c c h i o D.

presas están obligadas al pago del impuesto sobre los dividen­


dos declarados y distribuidos a sus accionistas a una tasa pro­
porcional de 34%, el cual es sujeto a retención28. Ese impuesto
sobre los dividendos29, recae sobre la cantidad de la renta neta

evitar así, la doble imposición, se decidió, dada la capacidad de la Administración


Tributaria de ese momento, seleccionar aquella opción que resulta más simple,
razón por la cual se escogió la de eliminar la gravabilidad de los dividendos, con lo
cual se logró además, darle mayor neutralidad al sistema, al igualar el tratamiento
aplicables a los dividendos con el aplicable a los intereses bancarios percibidos por
personas naturales..." p ágs 15-16. Sin em bargo, con la discusión de la refor­
m a d e ese año 1999, el problem a del g ravam en al dividendo fue n u ev a­
m en te puesto en discusión, justificando su aplicación bajo los siguientes
térm inos: " ...N o obstante esta discusión, cabe destacar que la mayoría de los
países gravan los dividendos, incluyendo allí a todos los países con los cuales Vene­
zuela ha firmado Convenios para evitar la Doble Imposición. Cada oportunidad (sic)
que se produce un incremento patrimonial en un contribuyente, sin que se pague
el impuesto sobre la renta respectivo se desconocen los principios universales antes
citados, lo que ocurre en aquellos casos en los cuales se distribuyen dividendos o
utilidades originados en una renta que no fu e gravada en la sociedad pagadora y
tampoco lo será como renta del accionista beneficiario.
De allí que se considere justo establecer el gravamen a los dividendos pagados en
dinero o en especie que tenga su origen en rentas o dividendos no gravados ante­
riormente, salvo que la renta que los origine sea no sujeta o disfrute de beneficios
fiscales.
De esta manera se configura un gravamen que mide la efectiva capacidad contribu­
tiva del sujeto pasivo, sin que se presente el fenómeno de la doble imposición, ya que
el impuesto recaerá sobre la utilidad distribuida como dividendo no incluida en la
renta fiscal declarada por la sociedad..." p ág 17. A dvertim os al lector que la
exposición de m otivos con su ltada es la única que con ocem os y que circuló
en su o p ortu n id ad , sin em b arg o; se nos h a h ech o difícil con firm ar si la
m ism a es oficial o no.
28 V er, arts 67 y 74 de LISR
29 Es de resaltar que junto con la ab ogad a A d rian a V igilanza acud im os al
Tribunal Suprem o de Justicia a d em an d ar la nulidad del gravam en al d ivi­
dendo p or cuan to consideram os que el Ejecutivo N acional se excedió en
las facultadas oto rg ad as p or la Ley habilitante del m om ento. Al respecto
exp resam os: "... E n tal sentido, en el caso bajo análisis tenemos que la "L ey
H a b ilita n te" dispuso, respecto de cóm o habría el E jecutiv o de esta b lecer el
g ra v a m en a los dividend os, lo siguien te:"[...¡A rtícu lo l:...N o . 3...C Todo lo
relativo a exenciones y desgravámenes será determinado por el Presidente de la
República en el respectivo Decreto-Ley pu d ien d o esta b lecer la tributación de
los div idend os com o ingreso bruto glo b a l y la subgravabilidad de los mismo..."
(Resaltado nuestro).
Si algo parece meridianamente claro de la habilitación transcrita, es la condición

431
60 A ños de Im p o sició n a l a R e n ta en V e n e z u e la

que exceda la renta neta fiscal gravada del pagador de dicho


dividendo. A los efectos de la LISR, la renta neta es definida
como la aprobada en la asamblea de accionistas y con funda­
mentos en los estados financieros elaborados de acuerdo a lo
establecido en los principios de contabilidad generalmente acep­
tados, los cuales sirvieron de base para la distribución de los
dividendos30. Por otra parte, la renta neta fiscal viene dada por
la base imponible sujeta a las tasas proporcionales establecidas
en la LISR distintas a las establecidas para los dividendos31.

El monto en exceso que sirve de base para el cálculo del divi­


dendo, debe ser el monto que resulte de restar de la renta neta
financiera la renta neta fiscal o base imponible y los dividendos
procedentes de otras compañías32. Por lo tanto, si una compa­
ñía obtiene una diferencia entre la renta neta financiera y la
fiscal, esa diferencia será considerada como dividendo gravado
sujeto a una tasa proporcional de 34% o 50% y/o 60%, según el
caso33.

Es importante resaltar, que para la aplicación de este impuesto


es necesario que se produzca una Asamblea de Accionista que
decrete y distribuya los dividendos conforme al balance apro­
bado siguiendo lo pautado en las disposiciones del Código de
Comercio34, salvo que se trate de dividendos presuntos sólo para
efectos fiscales conforme a los supuestos previstos en la LISR35.
Además, los dividendos sólo pueden ser pagados con base en
utilidades líquidas y recaudadas36.

que se le im p u so al E jecu tiv o N a cio n a l para que, en caso de que decidiera


gravar los dividendos, lo h iciese m ed ia n te la con sid era ció n de los m ism o s
com o "ingreso bruto glo b a l". Sin embargo, el Ejecutivo Nacional, al "legislar"
sobre el asunto, hizo justamente lo contrarío a lo que constituyó la "directriz” que
le fu e dada por el legislador...".
30 Ver, art. 6 7 de LISR.
31 V er, art. 67 de LISR.
32 Ver, art.69 de LISR.
33 Ver, art. 74 de LISR.
34 Ver, art. 257, ord. l,d e l Código de C om ercio.
35 Ver, art. 73 de LISR.
36 Ver, art. 307 del C ódigo de C om ercio.

432
C a r lo s A. V e c c h i o D.

Dado que la LISR incluyó a partir de 2001 nuevamente el


gravamen a los dividendos37, igualmente añadió en nuestra le­
gislación el gravamen al "Dividendo Presunto de las Sucursales”
en los términos que expondremos en el punto siguiente. Al igual
que nuestras leyes precedentes de impuesto, no se encuentra en
la exposición de motivos las razones que llevaron al legislador a
consagrar ese impuesto. Sin embargo, consideramos que el mis­
mo responde a las razones antes expuestas, en el sentido de tra­
tar a las sucursales como si fuesen subsidiarias con relación a la
repatriación de utilidades, y por lo tanto sujetas a un segundo
nivel de gravamen cuando remitan las utilidades a su casa ma­
triz de la misma manera que una subsidiaria es gravada cuan­
do distribuye dividendos a sus accionistas.

De seguida analizaremos como ha sido consagrado este im­


puesto en la vigente LISR.

ii) E lem entos esen ciales .C aracterísticas

La LISR de 1999 consagró el impuesto conocido como "Im­


puesto al Dividendo Presunto de las Sucursales", el cual entró en
vigor a partir del primero de enero de 2001. En consecuencia,
analizaremos los términos en que fue consagrado este impues­
to, estableciendo quién es el contribuyente, cuál es su base
imponible y la tarifa aplicable, así como el momento para su
pago.
El referido impuesto ha sido establecido en nuestra Ley de la
siguiente manera:
"Artículo 72
Las sociedades o comunidades constituidas en el exterior y do­
miciliadas en la República Bolivariana de Venezuela o constitui­
das y domiciliadas en el exterior que tengan en el país un estable­
cimiento permanente estarán obligadas a pagar, en su carácter
de responsables, por cuenta de sus socios, accionistas o comuneros,

37 Siem pre que estuvo vigente el g ravam en ordinario a los dividendos tam ­
bién existió el "Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales", en nuestro
sistem a im positivo.

433
60 A ñ os de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

un impuesto del treinta y cuatro por ciento (34%)sobre su enrique­


cimiento neto, no exento ni exonerado, que exceda del enriqueci­
miento neto gravado en el ejercicio.
Este dividendo presunto no procede en los casos en que la sucur­
sal pruebe, a satisfacción de la Administración Tributaria, que
efectuó totalmente en el país la reinversión de la diferencia entre la
renta neta fiscal gravada y la renta neta. Esta reinversión deberá
mantenerse en el país por el plazo mínimo de cinco (5) años. Los
auditores externos de la sucursal deberán presentar anualmente
con la declaración de rentas, una certificación que deje constancia
que la utilidad a que se contrae este artículo se mantiene en la
República Bolivariana de Venezuela.
Tal enriquecimiento se considerará como dividendo o participación
recibido por el accionista, socio o comunero en lafecha de cierre del
ejercicio anual de la sociedad o comunidad.
El Reglamento determinará el procedimiento a seguir. Esta
norma sólo es aplicable al supuesto previsto en este
artículo"(negrillas y subrayado nuestro).

Partiendo de la norma, a continuación expondremos lo que


consideramos las características esenciales del mismo.

a ) Sujeto pasiv o

Del contenido del referido artículo tenemos que el impuesto


va dirigido a "las sociedades o comunidades con stitu id as en el
exterior y domiciliadas en la República Bolivariana de Venezuela o
constituidas y domiciliadas en el exterior que tengan en el país un
esta b lecim ien to p erm an en te"

El encabezado del este artículo guarda una estrecha relación


con la redacción con la cual fue consagrado en sus inicios en el
año 1966. A pesar que el referido artículo no establece, como si
lo hacía la norma del 66, una coma (,) antes de la frase "que
tengan en el país un establecimiento permanente" a los efectos de
abrazar los dos supuestos allí previstos, consideramos - tenien­
do presente los antecedentes jurisprudenciales citados, plena­
mente válidos ya que se trata de similar redacción- que el sujeto
pasivo de este impuesto son las socied ad es con stitu idas en el

434
C a r lo s A. V e c c h i o D.

exterior, dom iciliadas o no en Venezuela, que tengan un estable­


cim iento perm anente en Venezuela, ya que no tendría sentido
considerar aisladamente a los efectos de este artículo a las socie­
dades constituidas en el exterior y domiciliadas en Venezuela.

En efecto, si atendemos a lo dispuesto en el numeral 4 del


artículo 30 del Código Orgánico Tributario (COT) se conside­
ran domiciliados en Venezuela para efectos tributarios "Las per­
sonas jurídicas constituidas en el país, o que se hayan dom iciliados
en él conform e a la le y ”. Esta remisión que hace el COT al men­
cionar "domiciliados en él conforme la ley", entendemos se re­
fiere a lo establecido en el artículo 354 del Código de Comercio,
que establece que "...Las sociedades que constituidas también en
país extranjero s ó lo tuvieren en la R epú blica, sucursales, o ex­
p lo ta cion es que no constituyan su o b jeto principal, conservan
su nacionalidad, pero se les con siderará d om icilia d as en Vene­
zuela...". De la norma mercantil parcialmente descrita, se deri­
va la consecuencia lógica de que, desde un punto de vista mer­
cantil, la domiciliación de una sociedad extranjera en Venezuela
conlleva necesariamente a la existencia de una sucursal o una
explotación en el país por parte de esa empresa foránea, la cual
ha cumplido con las formalidades regístrales respectivas, gene­
rando, a todas luces, la existencia de un EP para efectos fiscales.

En consecuencia, los requisitos necesarios que deben existir


de manera concurrente para estar dentro del supuesto de la
norma, los podemos resumir de la siguiente manera:
i) que se trate de una sociedad constituida en el ex­
terior, domiciliada o no en Venezuela; y
ii) que dicha sociedad tenga un EP en Venezuela38.

38 P arágrafo Tercero, del A rtículo 7 de la L IS R , establece que: “...A los fines de


esta Ley, se entenderá que un sujeto pasivo realiza operaciones en la República
Bolivariana de Venezuela por medio de establecimiento permanente, cuando direc­
tamente o por medio de apoderado, empleado o representante, posea en el territorio
venezolano cualquier local o lugar fijo de negocios, o cualquier centro de actividad
en donde se desarrolle, total o parcialmente, su actividad o cuando posea en la
República Bolivariana de Venezuela una sede de dirección, sucursal, oficinas, fábri­
cas, talleres, instalaciones, almacenes, tiendas u otros establecimientos; obras de

435
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Nótese que la norma habla de una sociedad extranjera con


establecimiento permanente, y no sólo de sucursales. Recorde­
mos que la sucursal puede dar lugar a un EP; sin embargo, hay
otras situaciones que pueden generar la existencia de un EP,
como bien pudiera ser la presencia de un mandatario con poder
para contratar en el país bajo ciertas circunstancias, sin necesi­
dad de haber constituido legalmente una sucursal. En otras pa­
labras, el establecimiento permanente es el género y la sucursal
es una especie.

Asimismo, debemos tener presente que las bases fijas son tra­
tadas como EPs a los efectos de la LISR, lo que pudiera dar lu­
gar a considerar que si existiese una base fija habría la posibili­
dad del pago de este gravamen. Sin embargo, rechazamos de
plano esa posición puesto que de acuerdo a la LISR las bases
fijas están referidas para personas naturales que prestan servi­
cios profesionales personales independientes por lo que mal
podrían distribuir dividendos, y por supuesto, no se estaría cum­
pliendo con el primer requisito de los prenombrados para estar
bajo el supuesto de la norma que indica que se traten de socie­
dades extranjeras domicilias o no en Venezuela.

construcción, instalación o montaje, cuando su duración sea superior a seis meses,


agencias o representaciones autorizadas para contratar en nombre o por cuenta del
sujeto pasivo, o cuando realicen en el país actividades referentes a minas o hidrocar­
buros, explotaciones agrarias, agrícolas, forestales, pecuarias o cualquier otro lugar
de extracción de recursos naturales o realice actividades profesionales, artísticas o
posea otros lugares de trabajo donde realice toda o parte de su actividad, bien sea por
s í o por medio de sus empleados, apoderados, representantes o de otro personal
contratado para ese fin. Queda excluido de esta definición aquel mandatario que
actúe de manera independiente, salvo que tenga el poder de concluir contratos en
nombre del mandante. También se considera establecimiento permanente a las
instalaciones explotadas con carácter de permanencia por un empresario o profesio­
nal, a los centros de compras de bienes o de adquisición de servicios y a los bienes
inmuebles explotados en arrendamiento o por cualquier título.
T endrán el tratam ien to de establecim iento p erm a n en te las bases fija s en el
p a ís de perso n a s na tu rales residentes en el extra njero a través de las cuales
se presten servicio s p erson ales ind ependientes. Constituye base fija cualquier
lugar en el que se presten servicios personales independientes de carácter científi­
co, literario, artístico, educativo o pedagógico, entre otros, y las profesiones
independiente..."(resaltado nuestro). R ecordem os que conform e a la LISR las
bases fijas son tratad as com o EPs.

436
C a r l o s A . V e c c h io D .

De manera que, el impuesto pudiera aplicar cuando se tenga


un EP conforme a lo establecido en la LISR o bajo los términos
de algún TDT. De allí que, es impreciso catalogar ese impuesto
como un "Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales", ya
que en realidad se refiere a un "impuesto al dividendo presunto de
los establecimientos permanentes", dentro de los cuales están las
sucursales. Pero para fines prácticos continuaremos, tal como
lo anunciamos al inicio de este trabajo, haciendo uso de la pri­
mera expresión.
Por ello, la deficiencia de técnica legislativa de la norma in
comento es palpable cuando en el resto de la misma se sustituye
la palabra "establecimiento permanente" por el de sucursal cuan­
do señala que: "este dividendo presunto39 no procede en los casos en
que la sucursal pruebe" y "Los auditores externos de la sucursal",
cuando lo correcto hubiese sido el uso de la frase establecimien­
to permanente, en orden de preservar una armonía a lo largo
de la norma. Pero a pesar del uso de la palabra sucursal, ratifi­
camos lo expuesto en cuanto al segundo condicionante que pre­
vé la norma, es decir, la existencia de un "Establecimiento Per­
manente" en toda su extensión, y no solamente la presencia de
una sucursal que sería sólo una de las manifestaciones que da­
ría lugar a un establecimiento permanente.
Otro punto importante a despuntar con respecto al sujeto
pasivo es que las sociedades extranjeras, domiciliadas o no, con
establecimiento permanente en Venezuela estarán obligadas al
pago del tributo por cuenta de sus socios, accionistas o comune­
ros, agregando la norma, que lo hacen en calidad de responsa­
bles. De acuerdo al COT los responsables son los sujetos pasivos
que, sin tener el carácter de contribuyentes, deben por disposi­
ción expresa de la ley cumplir las obligaciones atribuidas a los
contribuyentes40.

39 N ótese el uso de la frase dividendo presunto. Al p arecer, refleja p recisa­


m ente que el establecim iento p erm anente (sucursales) no es una persona
jurídica distinta a su casa m atriz.
40 V er, art. 25 del COT.

437
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

La doctrina más calificada define a los responsables como


garantes personales de una obligación tributaria material o prin­
cipal que no les es propia41. En el caso bajo análisis, tal como co­
mentamos, con el "Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucur­
sales" se pretende equiparar el impacto fiscal que sufre el pago
de dividendos de una subsidiaria a sus accionistas; sin embar­
go, el mismo no deja de ser un gravamen que aplica sobre la
mera ficción de transferencia que en todo caso ocurriría dentro
de un mismo ente. En otras palabras, si bien pudiese alcanzarse
un paralelismo económico frente al supuesto del dividendo or­
dinario, jurídicamente ello no es viable. En el caso del dividendo
ordinario el dividendo es pagado a una persona jurídicamente
distinta quién debe tenerse como el perceptor y por ende paga­
dor directo del tributo, mientras que las repatriaciones desde la
sucursal a la casa matriz corresponden a transferencias dentro
de un mismo sujeto, sin que podamos hablar de dos entidades
jurídicamente distintas.

Por lo tanto, consideramos que, y tomando en consideración


que este impuesto se impone sobre las transferencias o ficciones
de repatriación que ocurren en todo caso desde la sucursal a la
casa matriz, en realidad, no existe un deudor principal distinto
del responsable o sucursal, porque no pudiera tenerse a la casa
matriz de la sucursal como un ente distinto. Por eso, el carácter
de "responsable" que da la LISR a la sucursal o Establecimiento
Permanente cuando se produce la transferencia o se considera
que ésta ha ocurrido, no puede entenderse como una obligación
cumplida por cuenta de un tercero. La "responsabilidad" que crea
la LISR con el "Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales"
es en realidad indicadora de una obligación que le es propia.

Podría pensarse que la sucursal, más que un "responsable,


debería ser considerado un "sustituto", figura que la doctrina

41 Ver, LAG O M O NTEIRO , José M aría: "L o s Sujetos pasivos de las Prestacio­
nes Tributarias e inherentes a la aplicación de los tributos", publicado en
el libro "Sujetos Pasivos y Responsables Tributarios", de A A W , Instituto
de Estudios Fiscales - M arcial Pons, M adrid, 1997, p ág 94. Para m ás detalle,
págs. 55 - 1 2 2 .

438
C a r lo s A. V e c c h i o D.

identifica con quien no realiza el hecho imponible pero por dis­


posición legal debe cumplir con la obligación de pago de la cuo­
ta del tributo. Dice LAGO MONTEIRO al respecto: “[...] El orde­
namiento jurídico hace uso de la figura en aquellos casos en los que la
gestión directa Administración Tributaria - contribuyente se prevé
complicada, razón por la cual en lugar del contribuyente se interpo­
ne, por mandato legal, un sustituto [...]"42
Ahora bien, la doctrina coincide en sostener que, tanto al
"responsable" como al "sustituto", debe serle posible solicitar el
reembolso de la cuota tributaria pagada por cuenta del verdade­
ro contribuyente, quien teóricamente, al menos, debe existir.
LAGO MONTEIRO dice al respecto que "[...] El sustituto rompe
la hilazón lógica que existe o debe existir al menos, entre sujeto pasi­
vo - hecho imponible realizado - capacidad económica gravada. Por
ello, no debe soportar en su pecunio el peso de la contribución satisfe­
cha. La ley le confiere al efecto el derecho a reembolsarse del auténtico
sujeto pasivo, esto es, del contribuyente!..,]"43

Sabemos que la LISR no le permite, expresamente al respon­


sable o sucursal solicitar del "contribuyente" el reembolso de lo
que el primero se vio obligado a pagar por éste. De manera que
respecto de la sucursal no se dan los principios fundamentales
que justifiquen su condición de responsable o de sustituto, por
lo que se debe concluir lo que ya afirmamos: que la sucursal o el
establecimiento permanente en el supuesto del “Impuesto al Di­
videndo Presunto de las Sucursales" cuando cumple con la obliga­
ción de pagar dicho impuesto lo hace a título propio y no por

42 Ibídem, p ág 87.
43 Ibídem, p ág 88. A dicionalm ente, el m encionado au tor agrega m u y acerta­
dam ente que "...La Ley no puede atribuir la condición de responsable a cualquie­
ra, arbitrariamente. Los supuestos de responsabilidad establecidos o por establecer
en el Derecho positivo deben no contradecir elementales principios constitucionales
de justicia. El Estado no puede exigir prestaciones patrimoniales a sus súbditos sin
fundamento, ni aun a título de garantía o responsabilidad... Omissis... A m i ju icio,
no es p o sib le la resp o n sa b ilid a d cuan do la co n d u cta d el hip o tético res­
p o n sa b le no p ro d u ce un daño a los intereses de la H a cien d a P ública, que
sea im p u ta ble al m ism o ; o cuan do las p o sib ilid a d es de reem b olso de la
ca n tid a d sa tisfech a sean p rá ctica m en te in existen tes..." (R esaltado y su­
b rayad o nuestro). Ibídem. pág. 94-95

439
60 A ños de Im po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

cuenta de un tercero que sea contribuyente. Por ello, no hay


razón jurídica para pretender que la sucursal o el establecimiento
permanente que paga el mencionado tributo, cumple con la " obli­
gación impuesta a un tercero".

Cuando revisemos el derecho comparado, veremos como esas


legislaciones no vacilan en considerar ese impuesto como adi­
cional al impuesto sobre la renta que pagan los establecimientos
permanentes en los respectivos países, el cual recae sobre sus
beneficios, pero en el entendido que refiere a una obligación que
le es propia.

b ) B ase im ponible y Tarifa ap licable

Base imponible

Muestra la norma que este impuesto recae sobre el enriqueci­


miento neto, no exento ni exonerado, que exceda del enriqueci­
miento neto gravado en el ejercicio. Nótese que la norma men­
ciona enriquecimiento neto y enriquecimiento gravado en el
ejercicio, sin que defina el alcance de ambos términos.

La LISR sólo se refiere a la definición de renta neta y fiscal a


los efectos del gravamen al dividendo ordinario, sin mencionar
lo conducente en relación al impuesto a las sucursales. Al refe­
rirse al gravamen ordinario al dividendo, señala que la renta
neta es definida como la aprobada en la asamblea de accionis­
tas y con fundamentos en los estados financieros elaborados de
acuerdo a lo establecido en los principios de contabilidad gene­
ralmente aceptados, los cuales sirvieron de base para la distri­
bución de los dividendos. Por otra parte, la renta neta fiscal vie­
ne dada por la base imponible sujeta a las tasas proporcionales
establecidas en la LISR distintas a las establecidas para los divi­
dendos. El monto en exceso que sirve de base para el cálculo del
dividendo, debe ser el monto que resulte de restar de la renta
neta financiera la renta neta fiscal o base imponible y los divi­
dendos procedentes de otras compañías44.

44 Ver, art. 68 de LISR.

440
C a rlo s A . V ecci no D .

Ahora bien; las preguntas que tendríamos que hacernos son:


en primer lugar ¿ cuál es el alcance de las expresiones enriqueci­
miento neto y enriquecimiento neto gravado? ¿Tiene igual al­
cance que las expresiones renta neta y renta neta fiscal? Si son
iguales. ¿Por qué el legislador uso términos distintos?

Atribuimos la mencionada imprecisión a una falta de técni­


ca legislativa, pero que en definitiva el espíritu de la ley es gra­
var la diferencia entre ambas rentas, al igual que el gravamen al
dividendo ordinario, por lo que consideramos que las expresio­
nes enriquecimiento neto y gravado debe dársele el mismo al­
cance que las expresiones rentas netas y fiscal, más aún cuando
el mismo artículo al hablar de la reinversión usa los términos
renta neta y fiscal.

Por otra parte, como sabemos, la sucursal no es un ente dis­


tinto a su casa matriz, por lo que mal podría realizar asamblea
de accionista para decretar el pago de dividendos que contenga
la renta neta que sirviera de base para su determinación. De
manera que, a esta vaguedad debe dársele la interpretación
adecuada a los fines de la determinación del mencionado im­
puesto. De allí que consideremos para la aplicación de ese im­
puesto no es necesario que se produzca una Asamblea de Ac­
cionista que decrete y distribuya los dividendos conforme al
balance aprobado, siguiendo lo pautado en las disposiciones del
Código de Comercio45. Por el contrario, la reducción de la nor­
ma predica que el mismo se entienda recibido al cierre del ejer­
cicio, por lo que a los efectos de determinar la renta neta o enri­
quecimiento neto de la sucursal no tendríamos otra salida que
tomar en cuenta los resultados financieros de la misma elabora­
dos conforme a los principios de contabilidad generalmente acep­
tados, sin necesidad de que exista una Asamblea de Accionista.

45 Ver, art. 257, ord. 1, del Código de C om ercio.

441
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

b .l Excepción

Por otra parte, se establece que el mencionado impuesto no


procede si la sucursal prueba, a satisfacción de la administra­
ción tributaria, que:

• Efectuó totalmente la reinversión de la diferen­


cia entre la renta neta financiera y la renta neta
fiscal,
• Dicha reinversión se mantendrá en el país por un
lapso de 5 años; y
• Los auditores externos de la sucursal presenten
anualmente con la declaración de rentas, una cer­
tificación que deje constancia que la utilidad a que
se contrae el artículo se mantiene en Venezuela.

Con relación a esta excepción se presentan grandes dudas


que trataremos de desarrollar de seguida. Igualmente adelanta­
mos que emitiremos comentarios, que lejos de presentar respues­
tas, son expuestos con el ánimo de servir de propuestas para
futuros análisis y consideraciones.

b.1.1 Qué se entiende p or Reinversión

La Ley no define el alcance de esa expresión, lo cual genera


incertidumbre e inseguridad jurídica para los contribuyentes.
¿Debemos entender que se trata de invertir el dinero en cual­
quier bien o servicio relacionado con la actividad principal de­
sarrollada por el contribuyente? ¿o puede ser para cualquier
actividad, incluso una nueva? ¿o por el contrario se refiere sólo
a inversiones en bienes de capital que ayuden a incrementar la
renta de la actividad del contribuyente o a cualquier tipo de
bienes o servicios? ¿es suficiente tener depositado el dinero en
una cuenta en Venezuela o fuera?

Innumerables interrogantes podríamos continuar mencionan­


do; sin embargo, nos limitaremos a esbozar una posible inter­

442
C a r lo s A. Vttuno D.

pretación de esa expresión. De acuerdo al Diccionario de la Real


Academia, inversión es la "Acción y efecto de invertir". Por su
parte indica, que invertir: segunda acepción, se refiere a " ha­
blando de caudales, emplearlos, gastarlos, colocarlos ',46. En este mis­
mo sentido, una definición provista por un diccionario de ad­
ministración y finanzas, nos indica que la palabra "inversión"47
se define como: "adquisición de medios de producción. Por exten­
sión adquisición de un capital para conseguir una renta". Nótese
que ninguna de las definiciones exigen que sea de capital, sólo
refiere a adquisiciones de bienes y servicios para producción de
la renta. El diccionario citado al referirse al término Inversión
de Capital48 indica que se refiere a un "término genérico que de­
signa las inversiones en capital o en activos fijos o en valores a largo
plazo y en contraposición a las inversiones en activos circulantes o
valores a corto plazo. Normalmente, se refiere a todos los fondos in­
vertidos en activos que no se espera se reembolsen en el negocio en el
periodo fiscal siguiente".

Una primera aproximación nos permitiría considerar que al


término inversión o reinversión, debe dársele su sentido más
amplio expresado anteriormente, es decir, que incluya la adqui­
sición de bienes y servicios para producir la renta. Si el legisla­
dor hubiese querido limitar el concepto lo hubiese hecho refi­
riéndose a inversiones de capital que tiene una connotación
particular, tal y como se explica en las definiciones antes cita­
das. Cuando el legislador ha otorgado un beneficio referido a la
inversión, como el supuesto de las rebajas por nuevas inversio­
nes49, se ha cuidado en dar mayores detalles sobre el mismo, de
allí que haya dispuesto que en los casos de las nuevas inversio­
nes las mismas tienen que estar representadas en nuevos acti­
vos fijos, refiriéndose en esa oportunidad a inversiones de capi­
tal. Por lo antes expuesto, podríamos decir que el término debe

48 Diccionario de la Lengua Española de la Real A cadem ia, vigésim a p rim e­


ra, Editorial Espasa C alpe s.a., 1992.
47 Ver, Diccionario de adm inistración y finanzas, Rosenberg , J.M. , Edición
original, Barcelona , España.
48 Ibidem.
49 Ver , art. 57 de LISR.

443
6 0 A ñ o s d e Im p o sició n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

referirse a inversiones en bienes que de una manera u otra con­


tribuyan a la producción de la renta gravable de las actividades
desarrolladas por el contribuyente o que pretenda desarrollar
en otro ramo, ya que entendemos que el espíritu y propósito de
la norma descansa sobre la idea de permanencia de los frutos
de la inversión inicial en el país, que conllevaría a incentivar el
desarrollo económico y con ello el empleo.

No obstante lo anterior, debemos advertir que el proyecto de


Reglamento de la ley de ISRL que ha circulado hasta la presente
fecha, al parecer, aunque no del todo claro, tiende a inclinarse
sobre inversiones de capital, estableciendo que se refiere a ".. .Ad­
quisición de bienes de capital, realización de obras, contrata­
ción de servicios y otras prestaciones que resultan inherentes al
desarrollo en el país de sus actividades específicas y que dichos
bienes , servicios , obras y prestaciones se utilizan efectivamente
en dichas actividades...". Observando esta definición, aunque
se inicia con la expresión de bienes de capital, el resto de la mis­
ma , a nuestro modo de ver, da cabida para la inversión en su
sentido amplio. Veremos si en definitiva, Venezuela, como en el
caso norteamericano, decide adoptar una medida de discrimi­
nación hacia determinados bienes y servicios a los efectos de
calificar la reinversión para estar dentro de la excepción de la
norma.

b.1.2) Cuál es el p lazo p ara realizar la reinversión

La norma menciona que el dividendo presunto no procede


cuando la sucursal pruebe que efectuó totalm ente la reinversión
en el país. Nótese que la norma indica que se haya efectuado, es
decir, pareciera dar a entender el legislador que la reinversión
se haya efectuado efectivamente. De manera que, si el contribu­
yente pretende efectuarla en el futuro próximo, pareciera que
habría lugar a la excepción ya que la misma no se ha efectuado.

Tal como comentamos, consideramos que ello no es el espíri­


tu de la ley, ya que la intención, entendemos, es que la inversión

444
C a r lo s A. V e c c h i o D.

inicial y sus rendimientos permanezcan en Venezuela para ser


reinvertidos en actividades que puedan generar desarrollo eco­
nómico y empleo para el país. En consecuencia, si la reinversión
no se ha efectuado para el momento en que deba darse el pago,
pero si se efectuará en Venezuela en el corto plazo, creemos que
debe estar dentro del alcance de la excepción prevista en la nor­
ma. Es decir, debe dársele al contribuyente la posibilidad de pre­
sentar constancia de que la reinversión ocurrirá conforme a los
planes presentados a la administración. Ello puede ser posible a
través de la certificación de los auditores externos cada año con
la declaración de renta. Pretender que al día siguiente del cierre
del ejercicio fiscal, que es cuando se tiene como percibido el di­
videndo presunto, se tenga la decisión de reinvertir o se haya
reinvertido el mismo, es un absurdo que no podría reflejar la
verdadera intención de la ley.

Adicionalmente, tenemos que tomar en cuenta que en mu­


chos casos, las reinversiones no se pueden efectuar inmediata­
mente sino después de análisis técnicos que le permitan deter­
minar al contribuyente su conveniencia. Asimismo, dependiendo
el tipo de sector y proyecto en la cual se efectuará la reinversión,
los plazos serán distintos. Por ejemplo, pueden existir sectores
en los cuales la reinversión tenga que hacerse por etapas ya que
no es posible reinvertir la totalidad en un solo momento, sino
que requiere de un lapso dependiendo de resultados y análisis
concretos. El caso del sector petrolero es emblemático ya que es
mucho más complejo y técnico, cualquier reinversión requiere
de análisis, y de resultados de las distintas etapas como lo serían
la exploración y evaluación de pozos etc. Sin embargo, desde
un punto de vista de administración de la norma, lo lógico sería
establecer un plazo común para todas las actividades.

Una vez que se aclare el alcance de la expresión "reinversión"


se podrá establecer con mayor facilidad el lapso de tiempo den­
tro del cual debe efectuarse la misma. Igualmente, considera­
mos prudente que el Reglamento permita y aclare que es posible
dentro del plazo presentar los planes para la reinversión futura
tal como mencionamos.

445
60 A ños de I m p o sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

b.1.3) Reinversión total o p arcial

Se indica que el impuesto no procede si se prueba que la


reinversión se efectuó totalm ente en el país la reinversión y que
la misma se mantenga por un lapso de cinco años. En primer
lugar, una interpretación literal de la norma nos lleva a la con­
clusión de que si sólo se reinvirtió una parte, la excepción no
procede y el contribuyente debería cancelar el impuesto sobre la
totalidad de la diferencia entre la renta neta y la renta neta fis­
cal, independientemente que se haya reinvertido parte de la
misma, ya que la norma indica que la reinversión se haya efec­
tuado totalmente en el país. Igualmente, la duda se presenta si
luego de tomada la decisión de efectuar una reinversión total o
de haber reinvertido en bienes, por ejemplo, el contribuyente
decide posteriormente no invertir esa totalidad o disponer de
los bienes en los cuales invirtió y remitir la cantidad aún no in­
vertida o el producto de esa venta, al país donde se encuentre
su casa matriz.

Consideramos que el verdadero sentido debe conllevar la nor­


ma es que sólo la parte que no se reinvirtió en el país sea la que
esté sujeta al impuesto respectivo, ya que el resto se encuentra
reinvertido en el país, con las consecuencias favorables que de
ello derivarán, respondiendo así a lo que consideramos es espíri­
tu de la norma y la ratio del impuesto como ya comentamos.

Como mencionamos ut supra, si partimos de que este impuesto


funciona como gemelo del impuesto al dividendo ordinario que
pudiesen pagar las subsidiarias, el cual sólo está sometido a im­
posición vía retención una vez lo decrete la Asamblea de Accio­
nistas y se pague el dividendo respectivo -siempre y cuando exis­
ta la diferencia entre la renta neta y renta neta fiscal, por
supuesto- podríamos decir que aún cuando la ley disponga que
este dividendo se entiende percibido al cierre del ejercicio, en
realidad, el pago del impuesto no sería exigible en los casos en
los que exista o se produzca decisión de reinvertir. En estos ca­
sos, podría sostenerse que al cierre del ejercicio ha ocurrido el
hecho generador, pero el mismo queda sometido a una condición

446
C a rlo s A . V k x h :o D.

suspensiva, ya contenida en la ley pero que depende de la deci­


sión que tome el contribuyente50 de reinvertir o no. Si esa decisión
es de no reinvertir, podríamos asimilar ese acto con el pago de un
dividendo que ya hubiese sido decretado en Asamblea de Accio­
nistas, pero aún no hubiese sido pagado. Esto porque en ese mo­
mento, todavía es posible que se de la condición de reinversión
que suspendería la aplicación del impuesto en cuestión.

En ambos casos, la imposición del dividendo está sometida a


una condición suspensiva, que una vez ocurrida da al Fisco el
derecho a exigir el pago del tributo. En el caso del dividendo
ordinario, como asomamos, esa condición viene dada por el de­
creto y pago o abono en cuenta del dividendo respectivo y en el
caso del dividendo presunto, en el supuesto de que exista dife­
rencia entre la renta neta y renta neta fiscal, cuando se decida
no reinvertir o no reinvertir en el país por cinco años51.

En consecuencia, las referidas condiciones son en ambos ca­


sos, suspensivas52, es decir, el hecho imponible se debe conside­
rar realizado sólo en el momento de producirse la condición,
sea que se trate del decreto y pago en el caso del dividendo ordi­
nario, sea que se trate de la decisión de repatriar o no reinvertir
(o reinvertir en bienes que según la ley no califiquen de "rein­
versión", de ser el caso en el futuro), en el caso del "Impuesto al
Dividendo Presunto de las Sucursales". Partiendo de este análisis,
el impuesto sólo debería aplicar sobre la parte que sea repatria­
da (o no reinvertida apropiadamente, sea porque no permane­

50 Si bien la ley p arece d ar a entender que el contribuyente de este im puesto


a los accionista de la casa m atriz, nos luce evid en te que el im p u esto se
causa siem pre p ara la s u c u r s a l.
51 Las obligaciones condicionales son aquellas cuya existencia depende de la
realización de un acontecim iento futuro e incierto que se denom ina condi­
ción (art. 1197). La condición p ued e ser suspensiva, en cuyo caso la obliga­
ción no p rod u ce efectos si no se cum ple (art. 1198). Ver, M ad uro Luyando,
Eloy y Pittier Sucre, Em ilio, "Curso de Obligaciones", T om o II, D écim a Pri­
m era Edición, C aracas, 2002, p ág 72.
52 Ver, art. 38 del COT: "Si el hecho imponible estuviere condicionado por la ley o
fu ere un acto jurídico condicionado, se le considerará realizado: 1. En el momento de
su acaecimiento o celebración, si la condición fu ere resolutoria. 2. A l p ro d u cirse la
condición, si ésta fu e re su s p e n s iv a ..." (N egrillas nuestras).

447
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

ce por el tiempo requerido por la ley o sea porque se materialice


en bienes "inadecuados", de ser el caso), tal como ocurriría en
el caso de decretar y pagar un dividendo de manera parcial. En
cambio, si la repatriación es total, se entenderá que no ha habi­
do reinversión, debiendo el contribuyente cancelar el impuesto
respectivo a partir de la fecha en que se produzca esa repatria­
ción, lo cual produciría el mismo efecto del decreto y pago del
dividendo.53 Además, dicha solución creemos que es la cónsona
con el espíritu económico de la norma, según comentamos supra.

b.1.4) Form a de certificación

La ley no establece cómo los auditores externos certificarán


que la reinversión se mantiene en Venezuela. La Declaración de
Normas Tributarias Número 2 ( D N T -2), emitidas por la Fe­
deración de Colegios de Contadores Públicos de Venezuela, de
marzo de 2002, intenta orientar a los contadores que se desen­
vuelvan como auditores externos al momento de certificar lo
establecido en la LISR54. Sin embargo, a nuestro modo de ver
sólo se establecen principios y generalidades a tales efectos.

Sobre el particular llama la atención que en los modelos de


certificación se establece lo siguiente:
"Modelo de certificación: " ...[CJertificamos la decisión de la
Asamblea de Accionistas de reinvertir en el país la totalidad de
la cantidad sujeta al impuesto proporcional por los próximos cin­
co años en bienes y actividades tendientes a incrementar la
producción de la renta. . . "

Pero cuando se intenta definir la reinversión, se establece:


"Definición de reinversión: “Es la dispensa que otorga la ley
para que se invierta en el país el dividendo presunto determinado

53 V er m ás ad elan te en este trabajo, el caso n o rteam erican o en cu an to al


m ecan ism o p ara la d eterm in ación de la base im ponible, el cual perm ite
g rav ar sólo la parte que se considera repatriada.
54 L a n orm ativa fue ap rob ad a p or el D irectorio N acional A m p liado E xtraor­
dinario de la Fed eración el 17 de m arzo de 2002 .

448
C a rlo s A . V e c c h io D.

conforme a la ley de impuesto sobre la renta en bienes de capital


y actividades tendientes a incrementar la producción de la
renta..."

En primer lugar, el modelo de certificación deja entrever la


necesidad de una asamblea de accionistas a los efectos de dejar
constancia de que la reinversión se efectuará en el país. Todo lo
cual, parece indicar, que para la obtención de la certificación
por parte de los auditores, sólo basta la intención de la empresa
de reinvertir el dividendo presunto en base a los planes presen­
tados, aun cuando para la fecha no haya existido tal reinver­
sión efectivamente. Por otra parte, consideramos que pudiera
presentarse confusión en cuanto al alcance de la expresión rein­
versión ya que el modelo de certificación habla de bienes y acti­
vidades, mientras que en la definición de reinversión se refiere a
bienes de capital. En ambos casos, no se menciona la palabra
servicios, pero pudiera considerarse que estos se encuentra in­
cluidos en la palabra "actividades".

B .2) Tarifa aplicable. Especial referencia a las sucursales o


E stablecim ientos Perm anentes dedicados a las activ i­
dades petroleras.

De acuerdo a lo establecido en la norma, la tarifa aplicable es


del 34% sobre la base imponible arriba indicada. Sin embargo,
particular análisis es conveniente efectuar con relación a las
sucursales o establecimientos permanentes que realizan en el
país actividades de hidrocarburos. En otras palabras, ¿cuál tari­
fa le es aplicables a estos entes, la de 34% o la de 50%?

Recordemos, que el parágrafo segundo del artículo 74 de la


LISR establece que cuando " los dividendos provenga de so cie­
dades dedicadas a las actividades previstas en el encabezamiento del
articulo in actividades petroleras) se gravarán con la alícuota del
50%, sujeta a retención total en la fuente".

Una simple lectura del mencionado artículo 74 nos llevaría a


la conclusión que la tarifa del 50% aplicaría para las sucursales

449
60 A ñ o s de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

o establecimientos permanentes que se dediquen a las activida­


des de hidrocarburos en Venezuela. Sin embargo, nótese que
esa norma (art. 74) está referida a los dividendos de las socieda­
des, es decir, se refiere a los dividendos ordinarios establecidos
en el artículo 67, ya que cuando la ley en el artículo 72 habla de
las sucursales utiliza el termino dividendos presuntos como una
ficción, por cuanto las sucursales no son entidades jurídicamente
distintas de su casa matriz. Además, la parte in fine del artículo
72 señala que esa norma sólo es aplicable al supuesto previsto
en ese artículo, es decir, que sólo es aplicable al supuesto de las
sucursales o establecimientos permanentes en Venezuela, inde­
pendientemente de la actividad que realicen en el país.

Recordemos, que cuando se incluyó ese impuesto en nuestra


ley en el año 1966 se excluía expresamente a las actividades de
hidrocarburos por las razones que explicamos ut supra, de mane­
ra que al no excluirlas es evidente que el legislador quiso incluir
en la misma a los establecimientos permanentes que se dediquen
a las actividades de hidrocarburos. De manera que, la tarifa apli­
cable a éstos sería la prevista en el artículo 72, es decir, 34%.

No obstante lo anterior, considero que si la ratio de ese im­


puesto es funcionar como si fuese el impuesto al dividendo ordi­
nario que pagan las subsidiarias a sus accionistas en el exterior,
no habría razón para que las sucursales que ejercieran activida­
des petroleras pagarán sólo 34% en lugar de 50%. Sin embargo,
la redacción actual de la norma nos lleva a esa afirmación. Es
de resaltar que la tarifa mencionada pudiera verse disminuida
por la aplicación de un TDT.

c ) M om ento del pago

A nuestro modo de ver, uno de los puntos que ha generado


mayor confusión para los contribuyentes es la imprecisión en
cuanto a la forma y plazo para el pago del este impuesto.

Sin bien es cierto que la norma indica que "...tal enriqueci­


miento se considerará como dividendo o participación recibida por el

450
C a r lo s A. V e c c h i o D.

accionista, socio o comunero en la fecha de cierre del ejercicio anual


de la sociedad o comunidad...", no se indica claramente el proceso
y momento para su pago; más aún si tomamos en cuenta que es
posible que no haya lugar al pago de dicho impuesto si el contri­
buyente decidiese reinvertir la diferencia entre la renta neta y la
renta neta fiscal. Esta falta de claridad nos pudiera llevar a las
siguientes interpretaciones.

Por una parte, pudiéramos considerar que por cuanto la ley


indica que se entiende percibido en la fecha de cierre del ejerci­
cio anual de la sociedad, existe la obligación de ser pagado a la
Administración inmediatamente, o por lo menos al momento
de la declaración de rentas, ya que al formar parte del impuesto
sobre la renta, debe responder al principio de la anualidad del
impuesto. Además, si atamos esto a la expresión del artículo 72
que indica que los auditores deberán presentar anualmente con la
declaración anual de rentas la certificación de que la reinversión se
mantiene en el país, pareciera indicarnos que con la declaración
anual de renta, se paga el impuesto o se presenta la certificación
de los auditores. Sin embargo, también pudiéramos considerar
que la certificación de los auditores es sólo requerida en el se­
gundo año, es decir, una vez efectuada la reinversión para que
sea certificada que se mantiene en el país.

Sin bien pudiera ser factible lo anterior, no es menos cierto


que la misma norma igualmente indica que el "Reglam ento de­
term inará el procedim ien to a seguir". Entonces, ¿entendemos
que debemos esperar por el Reglamento a los efectos de que se •
indique el proceso y momento para el pago?

Recordemos que cuando se incluyó ese impuesto por prime­


ra vez, en el año 1966, la norma establecía de forma similar a la
actual, que " tal enriquecimiento se considerará como dividendo o
participación percibidos por el accionista, socio o comunero en la fe ­
cha de cierre del ejercicio anual de la sociedad o comunidad”. Pero
contrario a la norma vigente, la de 1966 expresamente estable­
cía que dicho monto estaba sujeto a retención , la cual debía
efectuarse al cierre del ejercicio anual de la sociedad o comuni-

451
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

dad y ser enterado dentro de los tres (3) meses siguientes a la


fecha del referido cierre del ejercicio, tal como indicáramos ut
supra. El legislador de 1966 expresamente estableció el procedi­
miento y momento para el pago, indicando que dicho monto
estaba sujeto a retención y previo claramente el plazo para que
fuese enterado.

La norma vigente en relación a este impuesto, a pesar que


indica que el dividendo presunto se entenderá percibido en la
fecha de cierre del ejercicio anual, no prevé que el mismo esté
sujeto a retención y mucho menos su plazo para el pago. Pudié­
ramos pensar que la norma general del artículo 7455 de la LISR
que prevé la retención para el impuesto al dividendo ordinario
es aplicable a este supuesto; sin embargo, ello no sería posible
dado que la misma exige la retención en el momento del pago o
abono en cuenta, situaciones que no suceden en el caso del "Im­
puesto al Dividendo Presunto de las Sucursales" por cuanto es una
mera ficción de repatriación -que se produce al existir la dife­
rencia entre la renta neta financiera y fiscal-, ya que no existe
pago ni abono en cuenta. Por lo tanto, consideramos que el Re­
glamento debe establecer de forma clara y precisa la forma y
plazos para el pago del mencionado tributo. Para ello, debe con­
siderar el elemento novedoso de la reinversión. En ese sentido,
se debe considerar un plazo prudencial a los efectos de efectuar
la reinversión, el cual debe ser igual al establecido para el pago
del tributo. Es decir, una vez vencido el plazo prudencial a los
efectos de efectuar la reinversión o cumplir con los supuestos
que permitan confirmar que la misma se efectuará en el país (de
ser posible), se debería establecer el momento para el pago del
tributo.

En este particular, tenemos que resaltar lo dispuesto en el


COT en su artículo 41 que expresamente indica que el pago del
impuesto debe efectuarse en el lugar y la forma que indique la ley o

55 "Artículo 74: El impuesto proporcional que grava el dividendo en los términos de


este Capítulo, será de treinta y cuatro por ciento (34% ) y estará sujeto a retención
total en el momento del pago o del abono en cuenta...."

452
C a r lo s A. V e c c h i o D.

en su defecto la reglamentación56. A nuestro modo ver, la LISR


sobre este particular no ha indicado, como si lo ha hecho para el
caso del impuesto al dividendo ordinario, los plazos y formas
para su pago.

Por lo antes expuesto, somos de la opinión que ni la Ley ni el


Reglamento establecen las formas y plazos para el pago del im­
puesto bajo análisis, por lo que mal se podría cumplir en este
momento con el pago del mencionado tributo. Tan es así que ni
en la planilla de liquidación de rentas anuales existe indicación
alguna en relación a ese impuesto a los efectos de cumplir con la
mencionada obligación. De allí que la norma, en su parte in fine,
consagrase que "El reglamento determinará el procedimiento a se­
guir", lo que pareciera afirmar lo que venimos comentado en el
sentido de que será el Reglamento el que defina los plazos y
formas de pago. Sin embargo, advertimos que no estamos di­
ciendo que no existe un tributo debido en aquellos casos que se
encontraren bajo el supuesto de la norma y que hayan tenido
en años anteriores diferencias (2001 y 2002) entre la renta neta
y fiscal y no la hayan reinvertido. Tales personas, estarán obli­
gadas a cancelar al Fisco nacional el tributo correspondientes a
esos años, una vez que el Reglamento de manera clara establez­
ca las formas y plazos para su cumplimiento, no pudiendo la
administración tributaria, a nuestro modo de ver, establecer san­
ciones en este sentido.

Por último, no podemos olvidar que, distinto a la norma de


1966, existe un elemento novedoso que pareciera justificar el
porqué se dejó al Reglamento el procedimiento a seguir en esta
materia, y que está referido a la reinversión con los problemas
ya mencionados arriba. En consecuencia, consideramos que

56 "Artículo 41: El pago d ebe efectuarse en el lugar y la fo rm a que indique la ley o


en su defecto la reglam entación. El pago deberá efectuarse en la misma fecha en
que deba presentarse la correspondiente declaración, salvo que la ley o su reglamen­
tación establezcan lo contrario. Los pagos realizados fuera de esta fecha, incluso lo
provenientes de ajustes o reparos, se consideraran extemporáneos y generaran los
intereses moratorios previstos en el artículo 66 de este código". (Resaltado nuestro).

453
60 A ñ o s de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

para crear esa seguridad jurídica necesaria para el contribu­


yente, el Reglamento debe definir la forma y plazo para el pago,
el cual debe ir atado al concepto de reinversión y al plazo para
efectuar la misma por parte del sujeto pasivo, ya que no tendría
sentido establecer un plazo más corto para el pago y otro para
la reinversión, pues, podría ocurrir que se estuviese cancelando
un impuesto indebidamente, ya que si se decide reinvertir el di­
videndo presunto no habría lugar al pago del mismo lo que ge­
neraría un problema mayor.

iii) O tros asp ectos relevantes no considerados

Existen otros elementos que no han sido abordados por nues­


tra legislación y deberían ser considerados a los efectos de gene­
rar la confianza deseada sobre los contribuyentes que adoptan
la figura de la sucursal para desarrollar sus inversiones en nues­
tro país.

a ) Terminación de la activ id ad económ ica

No se indica si el referido impuesto aplicaría en los supuestos


en los cuales la sucursal o el establecimiento permanente cesa
en sus negocios por haber terminado la actividad que tenía pen­
sado desarrollar en el país, lo cual conllevaría a una repatria­
ción total de la utilidad por razones obvias. Por ejemplo, si un
EP o sucursal terminó la obra de construcción para lo cual se
había establecido en Venezuela, y por lo tanto su utilidad tiene
que ser repatriada, la pregunta que habría que hacerse es si en
ese supuesto debe aplicarse o no el referido impuesto.

En los Estados Unidos de Norteamérica, normalmente se de­


clara exento del pago de ese impuesto en el año durante el cual
ocurre la terminación definitiva de la actividad económica57. Esta
excepción es apropiada ya que, en general, una subsidiaria cuan­
do es liquidada y sus actividades económicas en ese país cesan,

57 V er, B ittk er B o ris y L o k k en L a w re n ce , "Fundam entals o f International


Taxation", Edición 1998-1999, W arren G orham & L am on t, págs 66-165.

454
C arlo s A . V e c c h io D.

no hay lugar a un segundo nivel de impuesto. No obstante, la


subsidiara es sujeta al impuesto sobre su ganancia neta por sus
activos.58

b) R eorgan izacion es o tran sferen cias de las activ id a d es a


terceros, en particu lar entre em presas relacion ad as

Suele suceder que empresas multinacionales con distintos


ramos buscan reagrupar sus actividades, por ejemplo, atendien­
do al tipo de ramo, o por reducción del número de entidades,
entre las distintas filiales y sucursales, a los efectos de lograr
una mejor eficiencia en el desarrollo global de la corporación.
Bajo este escenario, es factible que las actividades de una enti­
dad sean transferidas a otra entidad que en adelante se encar­
gue de continuar con las actividades en el respectivo país. De
ocurrir esto, la primera de las mencionadas no tendría más in­
versión, por ejemplo, en Venezuela, por lo que debe entenderse
que si tuvo una diferencia entre la renta neta y la fiscal ese año,
la misma no será reinvertida y por ende daría lugar al pago del
tributo. Sin embargo, no podemos olvidar que existe otra enti­
dad que asumió su lugar a los efectos de continuar con la inver­
sión y seguir desplegándola, de manera que es conveniente pre­
ver un mecanismo que permita conservar ese concepto de
reinversión en el país a los efectos fiscales, pero esta vez, en cabe­
za de otra sucursal o entidad, quién será la que asuma las conse­
cuencias o atributos fiscales en el supuesto que la misma sea reti­
rada de Venezuela antes de los plazos establecidos por motivos
de reorganizaciones entre empresas de un mismo grupo.

En los Estados Unidos de Norteamérica al igual que en Ca­


nadá, existen reglas especiales sobre este particular. En el país
norteamericano, se establece que si una corporación extranjera
transfiere la actividad comercial ejecutada en el país a otra em­
presa del grupo con motivo de una reorganización o reestructu­

58 Ver, Blessing, Peter, The branch Tax, The T ax L aw yer, Vol. 40, N o. 3 , 1987,
p ags. 609-610.

455
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

ración59 o a través de un proceso conocido como "tax-free


liquidation" (proceso de liquidación libfe de impuesto entre una
subsidiara y su casa matriz), normalmente la empresa que reci­
be el negocio también asume como propios los atributos fiscales
del mismo60. En términos generales, podríamos decir, que la base
imponible que pudiese generar el pago del impuesto, es añadi­
da a la nueva entidad. Por ejemplo, de seguirse lo planteado, en
el caso de Venezuela, la diferencia entre la renta neta y la fiscal
de esa entidad en el año de la transacción, debería ser tomada
en consideración dentro de la entidad que asume la continui­
dad de la inversión. Comentaremos más en detalle este punto
cuando evaluemos el caso norteamericano.

iv) A m odo de conclusión

El "Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales" constitu­


ye un impuesto adicional y proporcional que grava los benefi­
cios atribuidos a los establecimientos permanentes en Venezue­
la cuando se consideren repatriados, a través del cual se pretende
equiparar a los establecimientos permanentes con las filiales de
empresas extranjeras en lo referente al gravamen fiscal soporta­
do en la distribución de los dividendos. Al ser adicional, la exac­
ción pretende gravar sólo los beneficios no sujetos a las tarifas
ordinarias de la LISR, diseñando para ello un mecanismo parti­
cular para su cálculo. La configuración de este impuesto perfila
y personaliza a la sucursal (EPs) como si fuese una empresa
distinta y separada de su casa matriz, vigorizando el principio
de empresa separada a los efectos fiscales. Por último, muchas
de las interrogantes arriba planteadas deben ser resueltas en el
Reglamento o quizás, muchas de ellas, en futuras reformas de
la Ley, a los efectos de generar la seguridad jurídica necesaria
para los contribuyentes extranjeros que desean realizar sus ac­
tividades en el país a través de la figura del EP.

59 Las corporaciones pued en adquirir otras corporaciones sin que las m ism as
gen eren p ago de im p u esto en d eterm in ad as tran saccion es denom inadas
"re o rg a n iz a tio n s ". P ara calificar co m o "re o rg a n iz a tio n ", d eterm in ad o s
requisitos deben de cum plirse.
60 V er, Bittker Boris y Lokken, O p.cit., p ág 66-166.

456
C a rlo s A . V e c c h io D.

4) DERECHO COM PARADO

Consideramos oportuno conocer cómo ha sido consagrado


en otros países este tipo de impuesto en sus respectivas legisla­
ciones. Para ello, evaluaremos los casos de Estados Unidos de
América (EE.UU.), España y Canadá.

i) E stados Unidos de A m érica (USA): Branch P rofits Tax


a ) Introducción

El " Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales" o mejor


conocido como el " Branch Profits Tax", entró en vigencia por
primera vez en USA como parte de la gran reforma fiscal efec­
tuada en el año 198661. En general, este impuesto fue concebido
como un segundo nivel de gravamen sobre las utilidades de las
sucursales de empresas extranjeras establecidas en EE.UU., para
que aplicase cuando esas utilidades fuesen repatriadas. En di­
cha reforma, igualmente se incluyó, lo que se conoce con el nom­
bre de branch level-interest tax, que es un impuesto que grava los
intereses presuntos que se entienden pagados por la sucursal a
su casa matriz. El primero de los nombrados es equivalente a
nuestro "Impuesto al Dividendo Presunto de las Sucursales".

Antes de la entrada en vigor de la mencionada exacción en


1987, una empresa extranjera que estuviere ejerciendo activi­
dades económicas a través de un Trade or Business62 en EE.UU.,

61 P a ra m a y o r d etalle ver, Blessing, P eter, Ob. cit., p ág 587. V er tam bién,


Bittker and Lokken, Ob. c i t . , pág. 66-159.
62 El concepto se ap roxim a al de establecim iento perm anente; sin em bargo,
existen ciertas diferencias entre am bos. El concepto "trade or business", no
h a sido definido de m an era clara en las leyes y regulaciones am ericanas.
De acu erd o a los distintos casos, se p ued e decir que existe "trade or busi­
ness" cuando u n a actividad lucrativa es efectuada en E E .U U . directam ente
o a través de agentes, siem pre y cuan do sean efectuadas de form a regular,
sustancial y continua. Existe n orm as que regulan especialm ente activida­
des relacionadas con el intercam bio com ercial d e "securities " y "commodities "
(bienes fungibles), prestación de servicios y negocios op erad os a través de
"partnership" (sociedades de personas). E n este sentido, ver Ob. cit., Bittker
and Lokken, pág. 66-105.

457
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

era sujeta a impuesto sobre la renta de la misma manera que


eran gravadas las empresas domiciliadas en EE.UU., pero sólo
sobre sus ingresos efectivamente atribuibles a ese Trade or Busi­
ness. Por otra parte, mientras la distribución de dividendos por
parte de una compañía domiciliada en EE.UU. a sus accionistas
extranjeros estaba sujeta al 30%, de acuerdo al artículo § 881
del Internal Revenue Code (IRC), a través de la retención en la
fuente, la distribución de las utilidades por parte de ese Trade or
Business a su casa matriz (compañía extranjera) era sujeto a im­
puesto sólo si 50% o más de sus ingresos brutos en los últimos
tres años inmediatamente anteriores a la distribución, eran efec­
tivamente atribuibles a ese Trade or Business.63 Si esas condicio­
nes eran cumplidas, ese Trade or Business de la compañía ex­
tranjera tenía que retener el 30% (o una tarifa menor de acuerdo
a cualquier TDT) sobre las utilidades distribuidas a su casa ma­
triz. Bajo esas condiciones, ese impuesto era fácil de evadir y
raramente pagado, porque los viejos TDTs que había suscrito
EE.UU. exceptuaban a las compañías extranjeras de cancelar­
lo; o porque las utilidades distribuidas correspondían a ingresos
de fuente extranjera, por lo tanto no sujetas al mencionado 30%,
de acuerdo a los establecido en los artículos §871 (a) o 881 del
IRC 64

El propósito del "Branch Profits Tax" es someter a las compa­


ñías con un Trade or Business en EE.UU. a un segundo nivel de
tributación, de la misma manera a que son sometidas las com­
pañías constituidas en EE.UU. En este último caso, cuando una
compañía americana obtiene ingresos, los mismos son gravados
a una tarifa máxima de 35%. Adicionalmente, están sujetas,
además, a un impuesto del 30% cuando distribuyen dividen­
dos. En el caso de compañías extranjeras, una vez que el Branch
Profits Tax fue incorporado a la normativa tributaria norteame­
ricana, el ingreso percibido a través de un Trade or Business es
gravado en ese país a una tarifa máxima de 35%, y cuando dis­

63 Ver, Blessing, Ob. cit., p ág 587.


64 V er, IRC § 861 (a) (2). V er, D oernberg, Richard, "International Taxation",
C u arta edición, 1999, pág. 52.

458
C a rlo s A . V e c c h io D.

tribuye sus utilidades a su casa matriz (o se considera repatria­


do porque no es reinvertido en el país) está sujeto a una tarifa
del 30%. El resultado es que el Branch Profits Tax trata a la su­
cursal como si fuera una subsidiaria norteamericana de una com­
pañía extranjera65.

De hecho, para la fecha de su reforma, la Cámara de Bojee


del Congreso Americano (the House o f Representatives) estable­
ció que el Branch Profits Tax se incorporaba a los efectos de "al­
canzar una mayor paridad entre la repatriación de las ganancias de
las sucursales y la distribución de las utilidades de las subsidiarias"66.
En este mismo sentido, el reporte del Senado dejó sentado que
la situación antes de 1987 (antes de la entrada en vigencia del
Branch profit tax) favorecía a las compañías extranjeras sobre
las compañías americanas por las razones antes expuestas67.

b) Cóm o funciona el Branch P rofits Tax

El Branch Profits Tax es un impuesto anual del 30% sobre el


dividendo presunto (dividend equivalent amount) de las compa­
ñías extranjeras68. En consecuencia, una compañía extranjera
que tenga un Trade or Business in EE.UU. está sujeta a tributación
conforme al artículo § 882 (a) del IRC, sobre los ingresos efecti­
vamente atribuibles a ese Trade or Business de la misma manera
en que son gravadas las compañías domésticas en EE.UU., in­
cluyendo subsidiarias de empresas extranjeras; y adicionalmente
está sujeta a las normas del Branch Profit Tax.

65 Ver, D oernberg, R ichard, Ob.cit., pág. 53.


66 Ver, H .P. Rep. N o. 99-841, 9 9 th Cong., 2nd Sess. (1985).
67 Ver, Blessing, Ob. cit, p ág 588.
68 Ver, IR C § 884 (a).L a n orm a indica que este es un im puesto adicional al
establecido para los trade or business de em p resas extranjeras en EE.U U . A
tal efecto dispone que: “adicionalmente al impuesto establecido en al sección 882
para cada ejercicio fiscal, se impone sobre cualquier compañía extranjera un im­
puesto igual al 30% sobre el dividend equivalent amount del año". (Traducción
nuestra).

459
60 A ños de I m po sició n a la R en ta en V en ezu ela

i) Tasa ap licable y la base im ponible del Branch P rofít Tax

Como mencionamos anteriormente, por cuanto el Branch


Profits Tax funciona como un sustituto del impuesto a los divi­
dendos aplicable a las compañías americanas, su tarifa y su base
imponible tratan de aproximarse a lo establecido al impuesto al
dividendo de las compañías americanas. De allí que su tarifa
sea 30%.

En general podríamos decir, que la filosofía que subyace a la


determinación de la base imponible es determinada de manera
indirecta, ya que viene dada por las ganancias de la sucursal
menos la parte de esas ganancias que han sido reinvertidas en
EE.UU. Cuando esas inversiones no aumenten, las ganancias se
entenderán distribuidas en un monto equivalente a la disminu­
ción de la inversión.

La base imponible es determinada por lo que se conoce como


el "Dividend Equivalent Amount", el cual es entendido como las
ganancias o utilidades (E&P) efectivamente atribuibles al Trade
or Business en EE.UU. sujeta a ciertos ajustes69. Su aumento o
disminución depende del comportamiento del valor neto de su
patrimonio (US net equity). El aumento del US net equity70, esto
es, si las E&Ps son invertidas en determinados y específicos bie­
nes (qualifying US assets), el Dividend Equivalent Amount dismi­
nuye, ya que se considera que la sucursal (el Trade or Business)
no ha repatriado sus utilidades o ganancias a su casa matriz.
En otras palabras, se entiende que no existe repatriación, y por
ende no hay lugar al pago de ese impuesto, cuando la sucursal
invierte sus ganancias en determinas bienes previamente califi­

69 Ver, IRC § 884 (b). P ara los efectos del Branch Profits Tax, la expresión E& P
es definida en § 884(d ) del IRC com o las ganancias y utilidades atribuibles
a los ingresos que están efectivam ente vinculados con el trade or business
ejercido dentro de USA.
70 US net equity es: 1) la su m a de d inero y ajuste a la b ase de los activ os
relacion ad os con la actividad econ óm ica ejecutad a en U SA , d ism inuida
p or las obligaciones relacionadas con ese negocio. V er Bitteker y Lokken,
Ob, cit., pág. 66-161.

460
C a rlo s A . V e c c h io D.

cados, lo que hace que su US net equity aumente y por ende


disminuya la base imponible. Esa reducción no podría dismi­
nuir el Dividend Equivalent Amount por debajo de cero. Por el
contrario, si el US net equity disminuye, bien sea porque la su­
cursal repatrió los E&Ps o por presumirse que las repatrió ya
que fueron invertidos en bienes distintos a los permitidos (non-
qualifying US assets), el Dividend Equivalent Amount se incre­
mentará causando un mayor impuesto. Ese incremento refleja
que los E&Ps de años previos han sido repatriados o considera­
dos como repatriados. Sin embargo, esa disminución no puede
exceder las ganancias acumuladas71.

Para los efectos del Branch Profits Tax, el término US net equity
consiste en US Assets, tales como dinero y propiedades usadas
por la sucursal para realizar o ejecutar sus actividades econó­
micas en EE.UU., menos los pasivos de la sucursal que le son
atribuibles72.

Para ilustrar el mecanismo del Branch Profits Tax, asumamos


que una sucursal en EE.UU. de una compañía extranjera de un
país con el cual no existe un TDT, obtiene E&P de $100 en el
año 2003 durante sus operaciones en EE.UU. Su US net equity
se incrementa de $100, que tiene al principio de ese año, hasta
$200 al final de ese año. Como comentamos previamente, el E&P
se ve reducido por el incremento del US net equity, que en nues­
tro ejem plo fue de $100 ($100-$100). Por lo tanto, la base
imponible o el Dividend Equivalent Amount será cero, ya que los
$100 de E&P son compensados con los $100 del incremento del
US net equity. Por el contrario, si el US net equity fuese menor al
final del ejercicio es porque la sucursal ha repatriado sus E&Ps
o las ha invertido en bienes distintos a los permitidos (US non-
qualifying assets). Por ejemplo si el US net equity disminuye a $
50, a los $ 100 de E&P tendrán que sumársele los $50 de dismi­
nución, siendo en este caso la base imponible de $150.

71 Ver, Bitteker y Lokken, Ob. C i t ,, p ág 66-163.


72 V er IRC § 884 (c) (2).

461
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Como referíamos ut supra73, en el caso de reorganizaciones o


reestructuraciones y de liquidaciones de subsidiarias con su casa
matriz libre de impuesto ("tax -free liquidation"), se establece
que en el año que termina las actividades por motivo de la reor­
ganización o liquidación, el US net equity es medido antes de la
transferencia del negocio o actividad. El Dividend Equivalent
Amount correspondiente a ese último año del que transfiere es
igual a las E&Ps de ese año, aumentada o disminuida por cual­
quier cambio en el US net equity que ocurra en el año antes de la
reorganización o liquidación. La disminución a cero del US net
equity con motivo de la reorganización o liquidación no es to­
mada en cuenta. Las E&Ps acumuladas del que transfiere, in­
cluida cualquier cantidad de E&P no gravada en el año final, es
añadida a las E&Ps de quien las recibe74.

Podríamos decir, que el "Impuesto al Dividendo Presunto de


las Sucursales ” y el Branch Profit Tax, tienen el mismo propósito,
esto es, tratar a las sucursales (EPs) como si fuesen subsidiarias
domésticas en el respectivo país, las cuales están sometidas a un
segundo nivel de impuesto cuando distribuyan sus ganancias a
su casa matriz de la misma manera que lo estarían las subsidia­
rias cuando declaran y distribuyen dividendos a sus accionistas.

Por otra parte, encontramos algunas diferencias relativas al


método para determinar la base imponible. En EE.UU., la base
imponible es determinada por el Dividend Equivalent Amount, el
cual puede aumentar o disminuir, dependiendo del US net equity.
En cambio en Venezuela, la base imponible es determinada en
función de la diferencia entre la renta neta financiera y la renta
neta fiscal sin establecer reglas claras que permitan determinar
los supuestos de repatriación parcial. Las reglas norteamerica­
nas no establecen un límite de cinco años en cuanto a mantener
la reinversión a los efectos de determinar el US net equity que
eventualmente pudiera disminuir el Branch Profit Tax. Por el con­
trario, las reglas venezolanas claram ente expresan que la

73 Ver, ut supra, punto 3.2, iii), b) de este trabajo.


74 Ver, Bitter y L o k k e n ,, Ob. c i t , p ág 66-167.

462
C a rlo s A . V e c c h io D.

reinversión debe mantenerse en el país por 5 años a los efectos


de no estar sujeto al referido impuesto. Sin embargo, conside­
ramos que ambas medidas, es decir, el incremento del US net
equity y la reinversión por cinco años, responden a un mismo
objetivo que es el promocionar e incentivar que las inversiones
de las ganancias de las sucursales se mantengan en los respec­
tivos países a los efectos de generar desarrollo económico y
empleo.

i i ) España

a ) Introducción

España incorpora por primera vez este impuesto en el año


1991, motivado principalmente por la firma previa del TDT con
EE.UU., el cual consagraba el Branch Profit Tax donde se esta­
blecía la posibilidad de que España tuviese un impuesto similar
al americano75. No obstante, se deja claro que con este grava­
men se pretende equiparar la situación de los establecimientos
permanentes con la de las filiales de sociedades con residencia
en el extranjero76.

75 V er, G arcía Prats, Franciso A., "El establecimiento permanente, Análisis jurídi-
co-tributación internacional de la imposición societaria", Editorial Tecnos, M a­
drid 1996, págs. 304-305.
76 En relación a este particu lar, el au tor G arcía Prats, sin em b argo, agrega:
"...Por otro lado, aunque se pretenda la equiparación de los establecimientos perma­
nentes con las sociedades filiarles en relación con el gravamen del reparto de divi­
dendos en el Estado de la fuente, no pueden asimilarse ambas figuras impositivas
puesto que el impuesto sobre las transferencias no tiene como objeto material el
gravamen de los dividendos. Por una parte, el traslado de estos beneficios no tiene
la consideración de dividendos de acuerdo con la legislación interna ni de acuerdo
con el artículo 10.3 del M C (tratados). Por otra parte, es imposible su calificación
como dividendo puesto que en el establecimiento permanente no quedan gravados
dos sujetos diferentes, pues el establecimiento permanente no es persona, no es
sociedad y no es residente del país donde está situado. De acuerdo con esta conside­
ración el impuesto sobre las transferencias ha merecido la calificación de impuesto
sobre la renta neta de una persona obtenida a través del establecimiento exigido en
la fuente de la renta, añadido al Impuesto sobre Sociedades. Sin embargo, aún
recayendo la responsabilidad en el mismo sujeto que soporta el Impuesto sobre
Sociedades, estimamos que no puede configurarse como un impuesto sobre la renta
de los establecimientos permanentes. A unque sólo ésta puede ser objeto de grava­

463
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

El impuesto es considerado como un impuesto adicional so­


bre las transferencias de rentas del EP al extranjero. Al igual
que en EE.UU. y Venezuela, ese impuesto funciona como un
impuesto adicional (25%) y complementario, al impuesto sobre
la renta al que están sometidos los EPs en España.

A pesar de que el impuesto se preveía como adicional del


Impuesto sobre Sociedades que recae sobre las rentas obtenidas
a través de establecimiento permanente por el no residente, no
es necesario que el gravamen sea posterior a aquél. Al contra­
rio, el gravamen se exigirá sobre las rentas del establecimiento
permanente, transferidos por cualquier motivo al extranjero, aún
en concepto de pagos a la casa central, con independencia de
que el Impuesto sobre Sociedades general todavía no se haya
satisfecho ni devengando77.

El impuesto aplica sobre las transferencias que realicen los


establecimientos permanentes de sociedades extranjeras, con
excepción de entidades residentes en alguno de los países co­
munitarios a condición de reciprocidad78. Es un impuesto de
carácter instantáneo y proporcional, que se devenga en el mo­
mento en que se produce la transferencia de los beneficios, in­
cluso, en forma de bienes al extranjero79. En otras palabras, no
requiere que el establecimiento declare y distribuya beneficios a
los socios ni que obtenga beneficios como un todo, sin que exista
una transferencia efectiva de los rendimientos atribuibles al es­
tablecimiento permanente.

men, éste se base en el hecho de la transferencia de esta renta y no en el hecho de la


obtención, la atribución de la misma al establecimiento o el beneficio en s í mismo
considerado - artículo 23. Cuatro LIS-...". Ibídem, pág. 305.
77 Ibídem.
78 La Ley 4 3 /1 9 9 5 m odificó la exclusión general que existía bajo la L ey 2 9 /
1991 en relación a las entidades ubicadas en los Estad os m iem bros de la
U nión; p or lo que a p artir de esa fecha quedan excluidas de la aplicación de
la im posición com plem entaria sobre las transferencias a la casa m atriz de
las rentas obtenidas p or establecim ientos perm anentes que tenga su resi­
dencia fiscal en un E stad o m iem bro de la U nión E urop ea a condición de
reciprocidad. Ibídem, p ág 415.
79 Ibídem, pág. 416.

464
C arlo s A . V e c c h io D.

De allí una de las grandes diferencias con nuestro impuesto,


ya que la LISR prevé que el mismo se entenderá percibido inde­
pendientemente de que se produzca una transferencia de ren­
tas o bienes a la casa central ubicada en el exterior, mientras
que el español requiere de que exista efectivamente una repa­
triación o transferencia de efectivo o bienes al exterior. Es decir,
no prevé, como en el caso venezolano, una ficción de repatria­
ción que viene dada por la diferencia entre la renta neta finan­
ciera y la renta neta fiscal que no haya sido reinvertida en el
país, la cual se entiende percibida por los accionistas, socios o
comuneros al cierre del ejercicio, aún bajo el supuesto que no
haya existido efectivamente una transferencia de esa diferencia
a la casa central.

iii) Canadá

a ) Introducción

Canadá posee un impuesto similar al Branch profit tax con


una tasa de 25% aplicable sobre los beneficios -después de im­
puesto- generados por actividades ejecutadas en ese país por
empresas extranjeras y que no sean reinvertidos en las opera­
ciones económicas ejecutadas en Canadá. Igualmente dispone
de una norma similar a la americana en el sentido de diferir el
impuesto cuando la compañía extranjera establece una compa­
ñía canadiense y transfiere a esa entidad los activos de la sucur­
sal canadiense80.

5) BREVES COM ENTARIOS SOBRE EL "IM PUESTO AL


D IV ID EN D O PRESUNTO DE LAS SU C U RSA LES" Y
LOS TDTs

Advertimos que un análisis detallado sobre este tema es ne­


cesario y requiere de mayor espacio. En particular, debe conlle­
var a una disertación detallada de los TDTs suscritos por Vene­
zuela ya que cada uno demanda comentarios especiales. Por lo

80 A ult H ugh, "Comparative Income Taxation ", K luw er L aw Internacional, 1997,


p ág. 451

465
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

tanto, nos restringiremos, en esta oportunidad, a esbozar, de


manera general, algunas reflexiones sobre el particular.

La mayoría de los TDTs vigentes suscritos por Venezuela, así


como sus respectivos protocolos, son silenciosos acerca del tra­
tamiento en Venezuela del "Impuesto al Dividendo Presunto de
las Sucursales" aplicables a los EPs de empresas extranjeras. Ello
se debe, probablemente, al hecho que dicho impuesto especial
no existía para el momento en que se firmaron la mayoría de los
TDTs o protocolos.

En este sentido, creemos que las reglas fijadas en el artículo


10 (apartado 2) del modelo de la OCDE81 que regulan la posibi­
lidad de que el país de la fuente grave los dividendos a tarifas
reducidas, no afectan o le son aplicables "Impuesto al Dividendo
Presunto de las Sucursales" previsto para los EPs, por cuanto,
técnicamente, no es correcto hablar de distribución de dividen­
dos de un EP a su casa matriz, ya que se trata, en todo caso, de
una transferencia de utilidades dentro de una misma persona
jurídica; siendo que el dividendo es la distribución de utilidades
de una persona jurídica a otra distinta que es su accionista.

Sin embargo, consideramos que la aplicación de este tipo de


impuesto se encuentra prohibida por la disposición contenida
en el artículo 10(5) del modelo de la OCDE82, que expresamente
prohíbe que el país de la fuente pueda someter a imposición
beneficios no repartidos o distribuidos de una sociedad extran­

81 O rganización para la C oop eración y el desarrollo Económ ico.


82 Artículo, 10. 5: "C uando una so cied a d resid en te de un E stado C ontratante
obtenga beneficios o rentas p roced en tes del otro E stado C on tra ta nte este
otro Estado no p u ed e exigir ningún im puesto so b re los div idend os p a g a ­
dos p o r la socied a d salvo en la medida en que estos dividendos sean pagados a un
residente de este otro Estado o la participación que generen los dividendos esté
vinculada efectivamente a un establecimiento permanente o a un base fija situada
en el este otro Estado, ni so m eter los beneficios no distribu idos de la so cied ad
a im pu esto sobre los m ism os, au nque los d iv idend os pa gad os o los b en efi­
cios no distribuidos consistan, total o pa rcia lm en te, en beneficios o rentas
proced en tes de este otro E stado " (Resaltado nuestro).

466
C a r lo s A. V e c c h i o D.

jera, aún cuando tales beneficios provengan o sean generados


en su jurisdicción83.

Por último, consideramos que la imposición de impuestos


especiales sobre las utilidades generadas por los EPs de empre­
sas extranjeras (tal como el impuesto bajo estudio) no se ajustan
a la cláusula de no discriminación establecida en el Artículo 24,
apartado 3 (Modelo de la OCDE)84, en virtud de que dichos im­
puestos no se han establecidos para las empresas nacionales, lo
que generaría una mayor carga tributaria para los EPs que para
empresas nacionales comparables (como por ejemplo una so­
ciedad o compañía anónima venezolana), dando lugar a una
discriminación vedada por la mencionada norma

Por lo antes expuestos, consideramos que las autoridades fis­


cales Venezolanas no podrán aplicar el "Impuesto al Dividendo
Presunto de las Sucursales", sobre los EPs de empresas extranjeras
que sean residentes en países con los cuales Venezuela haya sus­
crito un TDT, siempre y cuando el respectivo TDT contenga cláu­
sulas similares a las comentadas arriba y no establezca una regu­
lación expresa que permita la aplicación del referido impuesto.

83 "Esta prohibición no es aceptada por un grupo de países que considera que las
disposiciones que permiten estos gravámenes bajo su legislación interna deben ser
aplicables. Entre estos países destaca Canadá y los Estados Unidos quienes alegan
que el sistema tributario no debe favorecer una inversión en un determinado país.
A s í , se señala, que no debe existir un tratamiento distinto para el caso de que una
utilidad sea distribuida por una subsidiaria y el caso de que lo sea por parte de una
sucursal. En el primero está claro que la sociedad estará sujeta al impuesto sobre
dividendo, pero en el segundo, el reparto de utilidades no estaría sujeto a gravamen
bajo las directrices del modelo. Estos países argumentan que , de no existir un
impuesto similar al de los dividendos por las utilidades distribuidas por la sucursal,
se estaría incentivando -indebidamente - la estructuración de inversiones interna­
cionales a través de sucursales y no por medio de subsidiarias. Por ello, estos países
han modificado la redacción del parágrafo 5 para permitir la imposición de un grava­
men a las utilidades que sean pagadas por una sucursal." Ver, Evans, Ronald,
"Régimen Jurídico de la Doble Tributación Internacional", E ditioral M cGraw
Hill, 1999, pág. 143-144.
84 Artículo 24, 3: "Los establecimientos permanentes que una empresa de un Estado
Contratante tenga en el otro Estado Contratante no serán sometidos a imposición
en este Estado de manera menos favorable que las empresas de este otro Estado que
realicen las mismas actividades...."

467
USO Y ABUSO
DE LA UNIDAD TRIBUTARIA

H um berto R o m e r o - M u c i*

Introducción

Conforme al Código Orgánico Tributario reformado en 1994,


se introdujo el concepto de la "unidad tributaria", como uni­
dad de medida hom ogénea o módulo m onetario, para la
reexpresión automática de los valores nominales fijos utilizadas
por las normas tributarias para expresar referencias cuantitati­
vas, fundamentalmente, en lo relativo a la estructura de tramos
y otras valores fijos en la integración de los um brales de
tributación1, incluso sanciones pecuniarias.

El razonamiento que fundamenta esta técnica de corrección


estriba en que, siendo la obligación tributaria una deuda pecu­
niaria, como la base imponible constituye una indudable expre­
sión de valor, la inflación conduce a la destrucción de aquella
relación en la medida en que se altere el valor de la moneda. Por

* A bogad o, U C A B '85, Sum m a C um Laude, M agíster en Leyes, H arv ard Law


Schooll'86, D octorad o en D erecho U C V (tesis pendiente). P rofesor A g re­
gad o de D erecho Financiero en la U CA B, ex M agistrado Conjuez de la Sala
Político A dm inistrativa de la C orte Suprem a de Justicia, Socio A dm inis­
trad or de R om ero-M uci & A sociados, A bogados y A sesores Tributarios.
1 Incluso el m ecanism o de ajuste en cuestión se extendió a tod as las exp re­
siones nom in ales en las leyes vigentes en las que el salario m ín im o se
establecía com o factor de cálculo de contribuciones, garantías, sanciones,
b eneficios p ro cesales o de o tra n a tu raleza p o r el v alo r eq u iv alen te en
bolívares a tres U nidades Tributarias (3 U.T.). A sí se con sagró en la Ley que
establece el factor de cálculo de contribuciones, garantías, sanciones, bene­
ficios procesales o de otra naturaleza, en leyes vigentes. ( G aceta O ficial
N ° 36.362 de fecha 26 de diciem bre de 1997)

469
6 0 A ños de I m po sició n a la R en ta en V en ezu ela

tal razón, es indispensable preservar la imposición en la justa


medida fijada por la Ley del tributo, evitando que la inflación
desnaturalice el sentido y la intensidad con la que el legislador
pretendió gravar las diferentes manifestaciones de capacidad
contributiva, otorgando neutralidad al transcurso del tiempo,
ya que cualquiera que fuere el momento de la determinación, el
impuesto propiamente dicho guardará idéntica relación de va­
lor con respecto al hecho generador2.

En el articulo 4, parágrafo segundo, eiusdem se estableció


que la unidad tributaria sería reajustable por la Administración
Tributaria en razón de su carácter de "determinación objetiva
y de simple aplicación aritmética", siguiendo el procedimien­
to previsto en el mismo Código en el dispositivo del articulo 229,

2 vid., A ngel Schindel, A ju stes fisc a le s p o r alta inflación, ..p. 99


E n palabras resum idas, la U nid ad Tributaria es un "m ó d u lo m onetario"
que rep resen ta una m oned a de cuenta que perm an ece constante a través
del ejercicio y de los ejercicios subsiguientes, con lo cual autom áticam ente
se ofrecerán estados contables exp resad o s en m oned a h om o gén ea y co­
rriente al m ism o tiem po sin necesidad de aplicar com plicadas técnicas de
ajuste posteriores. Esta unidad de cuenta es, evidentem ente, un valo r con ­
vencional que, fundam entalm ente debe p oseer las cualidades de ser inva­
riable, con ocid o , de fácil accesibilid ad y con vertib ilid ad . Si la m o n ed a
corriente y de curso legal carece de una de esas virtudes - l a prim era- es
legitim o ad op tar el sucedáneo m as indicado, esto es, la m oned a del año
b ase o "m ód u lo m onetario".
En el caso de la República de Chile, se aplica el m ód u lo fiscal de la "U n id ad
Trib u taria b ásica" con el m ism o p rop ósito d e co m p u tar los m o ntos en
m oned a constante de un año base y aplicable para la fijación de los m íni­
m os exentos, deducciones personales y fam iliares, estru ctu ra de tram os de
las tarifas progresivas e incluso p ara las rentas y gastos deducibles. (D ecre­
to L ey N o. 824 m odificado por D ecreto Ley 910, publicados en el Diario
Oficial N o. 29.041 del 31 de Diciem bre de 1974 y N o. 29.092 de fecha 1 de
M arzo de 1975.
Fu era del ám bito tributario la aplicación p ráctica de m ódulos de valor ha
proliferado notoriam ente. A título de ejem plo, en el ord en internacional
destacan los D.E.G. (D erechos Especiales de G iro) que representa un m ó­
dulo de valor utilizado por los bancos centrales para sus com pensaciones
m onetarias y que se establecido convencionalm ente, en form a diaria, en
base a fluctuaciones del valor de dieciséis m oned as de los países m iem ­
bros del Fo n d o M onetario Internacional.

470
H u m berto R om ero - M uci

según el cual, a la fecha de la entrada en vigencia de dicho texto


normativo3, como año base se fijó en un mil bolívares (Bs, 1.000,
00). La razón precisa de esa justificación normativa, tiene por
objeto remarcar la conformidad del mecanismo de corrección
monetaria en comentarios, con las exigencias de la reserva legal
y el carácter estrictamente reglado de la competencia adminis­
trativa de modificar el valor de la unidad tributaria4, la cual no
solo se hace obvia por su ubicación en la norma que define el
alcance legal de dicha garantía, sino para evitar toda duda so­
bre un hipotético caso de deslegalización de un elemento esen­
cial del rango legal en la definición de la estructura del tributo,
en razón del carácter determinable, en base a criterios objetivos,
de la dicha unidad de medida5.

3 A rtículo 231 (ld e Julio de 1994)


4 Vid, Opinión de la G erencia Jurídico Tributaria del Servicio N acional Inte­
grad o de A dm inistración A d u an era y Tributaria, N o. D C R -5-2050, de fe­
cha 17 de abril de 2000, caso Servi system de V enezuela, S.R.L, consultada
en original, p. 4.: " ... La función de la Unidad Tributaria será entonces,
servir como un valor objetivo que determine indirectamente los elemen­
tos cuantitativos del tributo, así como la unidad de pago. En otras pala­
bras, los tributos seguirán pagándose en bolívares, solo que las cantidades
de bolívares a pagar están calculadas por una operación previa que será lo
que equivale en bolívares a una unidad tributaria".
5 A sí lo ha señalado nuestro m áxim o tribunal en reiteradas oportunidades,
precisando que: "...esta Corte advierte que no existe infracción a la exigen­
cia de reserva legal formal ni deslegalización tributaria, cuando las tasas a
las cuales hemos hecho referencia son establecidas mediante Resolución,
dentro de los parámetros y lineamientos establecidos en la Ley creadora
del tributo, para permitir y a la vez, limitar la ulterior precisión en la
definición del tributo, de los criterios de estimación de la Administración
que, en definitiva, va a encargarse de la recaudación del tributo en cues­
tión.
Tal criterio ha sido sostenido por esta misma Corte, en sentencia de fecha
25 de Septiembre de 1.990, caso: Arturo Luis Torres Rivero, en acción de
nulidad por inconstitucionalidad contra el artículo 99 de la Ley de Tránsi­
to Terrestre de 1.996 y del artículo 292 del Reglamento de la Ley de Trán­
sito Terrestre, así como de la Resolución Nro. 7, del 12 de enero de 1987,
dictada por el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, en la cual se
estableció que no configura deslegalización y, por lo tanto, abdicación a la
regulación del núcleo de la materia reservada al legislador, particular­
mente en materia tributaria, la identificación de los elementos esenciales
de la estructura de la obligación de especie, esto es, el hecho y la base

471
60 A ñ o s de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

Efectivamente, esa cantidad sería reajustable a comienzos de


cada año por resolución de la Administración Tributaria, pre­
via opinión favorable de las Comisiones Permanentes de Finan­
zas del Senado y de la Cámara de Diputados del Congreso de la
República, según la variación producida en el índice de precios
al consumidor (IPC) en el área metropolitana de Caracas, del
año inmediatamente anterior, que publicará el Banco Central
de Venezuela antes del 15 de enero de cada año6. Con la refor­
ma del Código Orgánico Tributario de 2001, se estableció ex
artículo 121, ordinal 15, la competencia de la Administración
Tributaria para reajustar la unidad tributaria dentro de los quin­
ce (15) primeros días del mes de febrero de cada año, previa opi­
nión favorable de la Comisión Permanente de Finanzas de la
Asamblea Nacional, sobre la base de la variación del índice de
precios al consumidor (IPC) en el área metropolitana de Caracas,
del año inmediatamente anterior, publicado por el Banco Cen­

imponible, la indicación de los sujetos obligados y la alícuota de la exac­


ción, cuando en la regulación sobre la materia se fijan los criterios dentro
de límites predeterminados cuya precisión se encarga a la Administra­
ción, tal como la fijación de una alícuota entre límites precisos, máximo y
mínimo" (sentencia de la C orte S uprem a de Justicia en Pleno, de fecha 8 de
julio de 1998 con ponencia de la m agistrado H ildegard R ondón de Sanso,
caso ASOCIACION CIVIL AEROCLUB VALENCIA en acción d e nulidad
p or inconstitucionalidad de la Resolución N e 001 de fecha 21 de enero de
1 9 9 3 , e m a n a d a d el In s titu to A u tó n o m o d e A e ro p u e rto s d el E s ta d o
C arab o b o , p u b licad a en la G a ceta O ficia l, E x tra o rd in a ria del E stad o
C a r a b o b o N e 4 5 8 , en v i r tu d d e la c u a l d ic h o I n s titu to fijó ta s a s
aero p o rtu arias p or la utilización de las instalaciones de los A erop u ertos
A rtu ro M ichelena y Bartolom é Salóm, consultada en original, p. 15)
6 A rtículo 229: "A los efectos tributarios se crea la unidad tributaria que se
fija en el monto de un mil bolívares) Bs. 1.000,00. Esta cantidad se reajus­
tará a comienzos de cada año por resolución de la Administración
Tributaria, previa opinión favorable de las Comisiones Permanentes de
Finanzas del Senado y de la Cámara de Diputados del Congreso de la
República, sobre la base de la variación producida en el índice de Precios
al Consumidor (IPIC) en el área metropolitana de Caracas, del año inme­
diatamente anterior, que publicará el Banco Central de Venezuela antes
del día 15 de enero de cada año.
En consecuencia, se convierten en unidades tributarias o fracciones de las
m ism as, los m o n to s establecidos en las diferen tes leyes y reg lam en tos
tributarios, con inclusión de este C ód igo".

472
H u m berto R o m ero- M uci

tral de Venezuela. La opinión de la Comisión Permanente de Fi­


nanzas de la Asamblea Nacional deberá ser emitida dentro de los
quince (15) primeros días continuos siguientes de solicitada.

Igualmente con la reforma del Código Orgánico Tributario


en 20017, aparte de reiterarse la naturaleza de la unidad
tributaria como unidad de medida homogénea, se indica que en
los casos de tributos que se liquiden por períodos anuales, la
unidad tributaria aplicable será la que este vigente durante por
lo menos ciento ochenta y tres (183) días continuos del período
respectivo. Para los tributos que se liquiden por períodos distin­
tos al anual, la unidad tributaria aplicable será la que este vi­
gente para el inicio del período.

Varios problemas ha supuesto la introducción de la unidad


de medida homogénea para fines fiscales:

El más importante se refiere (i) al alcance de las magnitudes


monetarias susceptibles de ajuste a través del mecanismo co­
rrector de la Unidad Tributaria. En nuestro criterio, tal ajuste se
limita a las expresiones monetarias fijas utilizadas en las defini­
ciones normativas de la base de cálculo o de la estructura de
tramos y otras variables monetarias fijas utilizadas en la defini­
ción del tributo y no a saldos monetarios utilizados en la
cuantificación de la base imponible o en la cuota gravable de los
tributos, tal como en el caso de las pérdidas netas y las rebajas
por nuevas inversiones trasladables en el impuesto sobre la ren­
ta y los créditos de impuesto al activo empresarial pagados en
exceso trasladables contra el impuesto sobre la renta de ejerci­
cios posteriores o los mismos créditos de impuesto sobre la renta
por pagos o retenciones en exceso.

El segundo (ii) problema se refiere a las manipulaciones en el


momento de entrada en vigencia del cambio de valor de la uni­
dad tributaria y el consecuente diferimiento del efecto correc­

7 A rtículo 3, p arágrafo tercero.

473
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

tor. La manipulación comentada, consiste en que, por mandato


legal y en obsequio a su naturaleza objetiva, la Unidad Tributaria
debe ser reajustada cada año calendario sobre la base de la in­
formación que produzca el Banco Central de Venezuela, den­
tro de los primeros 15 días del mes de enero de cada año (ahora
el 15 de febrero de cada año con la reforma del Código Orgáni­
co Tributario de 2001), sin embargo, la publicación de la reso­
lución que reconoce el ajuste en cuestión, se produce con sig­
nificativa demora, de modo que la aplicación del nuevo valor
de la Unidad Tributaria, se pretende, no desde el cierre del
año calendario, sino desde la fecha de la publicación respecti­
va, desvirtuando el efecto declarativo de la potestad de ajuste
de la Unidad Tributaria por la Administración Tributaria, atri­
buyéndole un efecto constitutivo a dicha expresión adminis­
trativa, con el consecuente efecto de diferir la corrección de
valor y su bestim ar la verdad era m edida de la Unidad
Tributaria, falseando la real capacidad contributiva definida
legalmente y en frustración de los propósitos correctores del
expediente técnico en cuestión8.

Em blem ática es la fundam entación de la opinión em an ad a de la gerencia


Ju ríd ico T rib u taria del S ervicio N acio n al In teg rad o d e A d m in istració n
A d u an ero y T rib u tario, en el caso V ícto r F ig u ero a L a ra , en O ficio No.
H G JT-200-90 de fecha 4 de m ay o de 1998. En esta op ortun id ad se dijo que el
v alo r de la u nid ad trib u taria p ara el cálcu lo de m u ltas es el vig en te al
m om en to de la com isión de la infracción y no en el m om en to del cobro de
la m ism a. Es m ás, la op in ión citad a señala que tales con secu en cias son
exigencias de la "...objetividad normativa, certeza en la determinación de
las conductas infractoras y aplicación irrectroactiva de las normas, resul­
tan de la proyección al campo del derecho administrativo sancionador de
los principios garantizadores propios del orden penal, que imponen res­
tricciones a las potestades sancionadoras de la administración" (oficio ci­
tado, p.4)
Es p o r causa del an terior criterio ad m in istrativ o que, en la reform a del
Código O rgánico Tributario de 2001 se recoge la p ostura según la cual, en
el caso de sanciones, el valo r de la U nidad Tributaria es aquel de la fecha
del cobro de la m ulta y no el de la com isión de la infracción, según confir­
m a la dicción del articulo 94, p arágrafo prim ero: "Cuando las multas esta­
blecidas en este Código estén expresadas en Unidades Tributarias (U.T), se
utilizara el valor de la Unidad Tributaria que estuviere vigente para el
momento del pago".

474
H um berto R o m ero - M uci

1. Improcedencia de la reexpresión de las perdidas netas y


rebajas por nuevas inversiones y otros créditos a la cuota
imponible, según el mecanismo de corrección monetaria
de la unidad tributaria9.

En el primer caso, de conformidad con el Artículo 229 del


Código Orgánico Tributario de 1994, la corrección monetaria
allí prevista en función de la aplicación de la Unidad Tributaria,
opera sólo respecto de las expresiones nominales fijas que regu­
lan la estructura del tributo de que se trate, esto es, de las mag­
nitudes señaladas directamente por la ley. El tipo de corrección
monetaria que comentamos no se extiende a otras expresiones
nominales variables o no fijas, esto es, no expresadas directa­
mente por la Ley. Así se deduce paladinamente de la literalidad
del texto de la norma en comentarios, en su único aparte: "...se
convierten en unidades tributarias o fracciones de las mis­
mas, los montos establecidos en las diferentes leyes y regla­
mentos tributarios, con inclusión de este Código".

Sin embargo, la doctrina administrativa había señalado el


criterio contrario, indicando que la corrección en función de la
unidad tributaria se extiende no solo a las unidades fijas, sino a
saldos monetarios variables como los relativos al traslado de
pérdidas netas y rebajas por nuevas inversiones en el impuesto
sobre la renta10. Lo grave de este punto de vista administrativo

9 Vid, nuestros com entarios en H u m b erto R om ero-M uci, "A p o stillas sob re
el tratam ien to fiscal de las p érd id as n etas a los fin es del aju ste p o r in fla­
ción en el im p u esto sob re la re n ta ", en R evista de D erecho T ributario No.
79, A bril-Junio de 1998, A so ciación V enezolana de D erech o Tributario,
C aracas.
10 Oficio N o. H G JT -200-454 de fecha 15 de febrero de 1998, em an ad o de la
Gerencia Jurídico Tributaria del Servicio N acional Integrado de A dm inis­
tración A d u an ero y Tributario, en el caso Industrias Corpañal, C.A . Dicha
opinión fue am pliada m ediante oficio H G JT.200-721, de fecha 10 de M arzo
de 1998, en lo que resp ecta a la prohibición del traslado de las pérd idas
d erivad as del ajuste por inflación origin adas en saldos d eu d ores del re­
ajuste p or inflación.
Incluso en Opinión exp resada p or la m ism a G erencia m ediante m em orando
No. D C R -5-11671-101 de fecha 16 de febrero de 2002, se concluye sobre la
obligatoriedad p ara la A dm inistración Tributaria, de recibir las d eclara-

475
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

no solo es la incorrección del razonamiento, sino la irregular


forma como se desdijo la Administración del ilegal criterio en
comentarios.

La doctrina más autorizada define la Unidad Tributaria como


una magnitud de valor ideal expresada en dinero de curso le­
gal, creada por la ley, mutable según la variación de índice de
Precios al Consumidor acaecido en el área metropolitana de
Caracas11. La Unidad Tributaria puede referirse a una expre­
sión nominal fija o señalada directamente por la ley y utilizada
en la definición de (i) la base de cálculo, (ii) la estructura de
tramos o mínimos exentos de algún tributo cuando es de tipo
variable (i.e., el Impuesto sobre la Renta, el Impuesto al Activo
Empresarial) o (iii) la obligación tributaria misma, cuando la
exacción es de tipo fijo (i.e., la mayoría de las tasas previstas en
la Ley de Timbre Fiscal y en la Ley de Pilotaje).

El propósito del mecanismo de ajuste de la estructura de tra­


mos o magnitudes señaladas directamente por la ley, conforme
a la denominada "unidad tributaria" consiste en superar la dis­
torsión creada por la inflación sobre la expresión nominal de
algún elemento de aquélla, la cual, con anterioridad, quedaba
congelada en una medida de aparente igual valor nominal pero
con muy distinto poder adquisitivo. De esta manera se asegura
que esa expresión nominal represente un valor real a lo largo
del tiempo y a pesar de la inflación12.

d on es de los contribuyentes exp resadas en U nid ad es Tributarias, m odifi­


cada m ediante M em orando N o. D C R -5-12042, de fecha 30 de septiem bre
de 2002 , em an ad o de la G erencia Jurídico Tributario
11 Vid, E du ard o G u evara Cárdenas, "T im b re fiscal, im p u esto sob re tran sm i­
sion es y acto s d ocu m en tad os y la actu alización m o n etaria", en R evista de
D erecho T ributario N o. 77, O ctubre-D iciem bre de 1997, A sociación V ene­
zolana de D erecho Tributario, C aracas, p.
12 En el caso E sp añol, no existe un m ecan ism o de ajuste au to m ático para
co rreg ir las d istorsiones de la inflación sobre la escala p rog resiva en el
im puesto sobre la renta y otros tributos p rogresivos, así com o tam poco,
de las m ag n itu d es señ alad as d irectam en te p o r la Ley. Sin em b arg o, el
legislador de la L ey de im p u esto sobre la renta, habilita m odificar m e­
d iante L ey de p resu p u estos (i) la escala y los tipos del im p u esto y las
d edu ccion es de la cuota, así com o (ii) los d em ás lim ites cu an titativos y

476
H u m b er t o R o m e r o - M uci

Ciertamente los mecanismos de traslado de pérdidas netas y


rebajas por nuevas inversiones constituyen beneficios para el
contribuyente que los aprovecha y son excepciones a los princi­
pios de anualidad, generalidad y autonomía del ejercicio fiscal
que buscan una más equitativa aplicación de la carga fiscal; sin
embargo, el propósito benéfico de los mecanismos en comenta­
rios no debe llevar hasta el punto de tergiversar el verdadero
propósito correctivo de la unidad tributaria, so pretexto del ais­
lado y simple deseo de pretender la justa aplicación del tributo
ante la distorsión inflacionaria sobre los resultados impositivos,
al margen de la legalidad tributaria y de los reales resultados
que la pretendida corrección monetaria implica.

En efecto, en nuestro caso, la improcedencia de la aplicación


de la U nidad T ributaria al saldo de las pérdidas netas
trasladables en el Impuesto sobre la Renta, se hace evidente al
tener presente que la magnitud en cuestión, no es un "monto
expresado por la Ley", esto es, no se trata de una expresión
nominal de algún elemento de la base de cálculo o de la estructu­
ra de tramos del tributo que pueda ser deformada por la inflación
y que requiera una adaptación regular a valores reales. Por el
contrario, el saldo en cuestión y el traslado que la ley autoriza,
versa sobre una expresión monetaria variable que no está defini­
da a priori por norma alguna y que requiera la actualización que
justifica el mecanismo de corrección monetaria a que se refiere la

porcentajes fijos establecidos en la ley. Tal m odificación deberá p rod u cir­


se, sin m en oscabo de factores de política fiscal con cu rren tes, la tasa de
inflación p revista p or el G obierno p ara el ejercicio en que aquellas deban
surtir efecto. Se ha dicho que la Ley de presupuestos no esta obligada a
m o d ificar la tarifa o las d ed u ccion es de la cuota, sin em b arg o, en tales
casos, que la inactividad del Gobierno y tolerancia p or el legislador m as
allá de un plazo razonable supone la inconstitucionalidad sobrevenida de
la n orm a m aterial, esto es, de las n orm as que se h an visto deform adas por
la inflación. "La inconstitucionalidad no supone qué la norma habilitante
sea nula (salvo que lesione el principio de reserva de ley), sino que los
preceptos legales configuradores del gravamen lesionan el principio de
capacidad económica". ( Cfr . Pedro M. H errera M olina, Capacidad econó­
mica y sistema fisca l <análisis del ordenamiento español a la luz del Dere­
cho alemán>, M arcial Pons, M adrid 1998, p. 311 y 312)

477
60 A ñ o s de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Unidad Tributaria. Se trata de un resultado monetario de la


cuantificación de la base imponible, absolutamente variable, con­
secuencia de la situación particular del contribuyente.
De otro lado, el propósito de la introducción del aparte único
del Artículo 229 del Código Orgánico Tributario de 1994, fue
modificar a través del efecto derogatorio genérico de dicho Có­
digo, todas aquellas leyes tributarias todavía no reformadas por
el legislador, para adaptarlas individualmente al mecanismo de
corrección monetaria de las expresiones nominales fijas referi­
das por las normas que integran la estructura del tributo, me­
diante la utilización de la Unidad Tributaria. De allí el carácter
abstracto y general de la frase "...se convierten en unidades
tributarias o fracciones de las mismas, los montos estableci­
dos en las diferentes leyes y reglamentos tributarios..."
Tal fue el caso, por ejemplo, de la Ley de Timbre Fiscal, Ley
de Registro Público, Ley de Pilotaje, que todavía venía expre­
sándose, en forma rezagada, en valores monetarios fijos o no­
minales superados por la inflación, tanto en la estructura de la
base de cálculo, como de la cuota imponible propiamente di­
cha. Siendo el Código Orgánico Tributario un texto legislativo
de superior jerarquía normativa, derogó las expresiones nomi­
nales comentadas y las sustituyó por la Unidad Tributaria.
No fue este el caso de la Ley de Impuesto sobre la Renta re­
formada en 1994, en la cual se introdujo directa y expresamen­
te el m ecanism o de corrección m onetaria de la Unidad
Tributaria. Precisamente su aplicación recayó sobre las expre­
siones nominales de la base de cálculo (i.e. Art. 71) y de la es­
tructura de tramos, mínimos exentos (i.e. Arts. 52, 53, 54), de
modo que, no hace sentido pensar en que la derogatoria genéri­
ca del aparte único del Artículo 229 en comentarios, también se
extiende al saldo de las pérdidas netas trasladables, si el legisla­
dor, cuando modificó particularmente la Ley de Impuesto sobre
la Renta para introducir la Unidad Tributaria, no lo hizo expre­
samente sobre el concepto comentado.
Pongamos un ejemplo para aclarar la situación: Imaginemos
para el ejercicio 1998 un contribuyente que declaró una pérdi­

478
H um berto R o m ero - M lci

da neta a trasladar por Bs. 20.000.000,00 monto que al ser divi­


dido entre Bs. 7400, medida de la Unidad Tributaria para ese
cierre fiscal, arroja 2.702,70 Unidades Tributarias a trasladar.
Toda vez que, el traslado es erradamente entendido en moneda
homogénea expresada en Unidades Tributarias, para el año 1999
dicha contribuyente no traslada el monto de la pérdida neta en
bolívares, sino en unidades tributarias y al efectuar la conver­
sión a la Unidad Tributaria de Bs. 9.600,00, en bolívares dicha
rebaja representa Bs. 25.945.920,00 originándose una diferen­
cia a favor de la contribuyente de Bs. 5.945.920,00, representa­
tivo de un crédito adicional a la base de calculo de 29,72 %13.

Entendemos que, el crédito a la base de cálculo que supone el


traslado de pérdidas se erosiona por exposición a la inflación y se
disminuye en su propósito compensatorio en términos de poder
adquisitivo constante. Es sugestivo imaginar que ese saldo se ajuste
por inflación para conservar su poder adquisitivo en términos
constantes. Sin embargo, lo cierto es que la misma naturaleza
monetaria de ese saldo -aún extrabalance- pone de manifiesto
que no es susceptible de corrección monetaria, como no lo es, a
los fines del Impuesto sobre la Renta, cualquier partida moneta­
ria existente al cierre del ejercicio, esto es, saldo o expresiones
monetarias fijas que no integran fórmulas normativas14.

13 P aráfrasis de la opinión M em o ran d o N o. D C R -5-12042, de fecha 30 de


septiem bre de 2002, em an ad o de la Gerencia Jurídico Tributario del Servi­
cio N acional Integrado de A dm inistración A d u an era y Tributaria.
14 E n otras jurisdicciones del derecho com p arad o es posible la com pensación
d e p érd id as en el im p u esto sob re la ren ta, aju stad as p o r inflación; sin
em b argo, tal situación tiene regulación exp resa y positiva y ad em ás esta­
b lece que la con trap artida de la reexpresión de los quebrantos o pérdidas
netas trasladables, no constituye un ingreso gravable.
E n el caso A rgen tin o, con form e a la Ley 23.260, articulo 1, p un to 6, los
q uebrantos de cualq uier categoría son com pensables de acu erd o con lo
establecido en la Ley de im puesto a las ganancias y se actualizaran tenien­
d o en cuen ta las variacio n es del índice de p recios al p o r m ay o r, nivel
general, publicado p or el Instituto N acional de Estadística y Censos, op e­
rad a entre el m es de cierre del ejercicio fiscal que se liquida. Los quebran­
tos existentes al ultim o ejercicio cerrad o con anterioridad a 1978 se actu a­
lizarían a partir de dicho año inclusive, cualquiera fuere el período discal
en que se hubieran originado, (vid, H oracio López Santiso y Fem an d o D.

479
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

Es más, si, angruendi gratia, imaginamos que el saldo en cues­


tión es susceptible de corrección monetaria, esta operación deri­
varía en un "ingreso fiscal" que debería ser incluido en la conci­
liación fiscal de rentas como una partida susceptible de ser
gravada a los fines del Impuesto sobre la Renta, mediante el
siguiente asiento extra-contable:

AJUSTE PERDIDA FISCAL TRASLADABLE 150


INGRESO FISCAL 150
(Para ajustar por inflación la pérdida fiscal trasladable).

Por lo tanto, no existirá un ahorro impositivo real producto


de dicha corrección monetaria. La anterior afirmación la de­
mostramos en un cuadro ilustrativo al respecto:
Considerando Pérdidas Ahorro
Pérdidas Fiscales Impositivo
Fiscales R eajustadas
Históricas por U.T.

E n riqu ecim iento N eto 1000 1000


G anancia Fiscal en -0 - 150

Reajuste de Pérdidas 13001* Í4501*


P érd idas Fiscales
A ños A nteriores 700 700
Total Enriqu ecim iento
G ravable 34% 34% -0 -
Tarifa
Im puesto causado 238 238

* N ota: C onsid eran do un ajuste de las Pérdidas Fiscales de A ños A nteriores,


Inflación estim ada del 50%.

García, A ju ste im positivo p o r inflación, Ediciones M acchi, Buenos A ires


1988, p. 66)
En el caso Ecuatoriano, las pérd idas netas susceptibles de com pensación en
ejercicios subsiguientes p u ed en ajustarse p o r inflación segú n exp resa y
positiva regulación. A sí lo confirm a la dicción del articulo 16 del D ecreto
N o. 2959 de fecha 31 de D iciem bre de 1991, con tentivo del R eglam ento
sobre aplicación del sistem a de corrección m onetaria integral de los esta­
dos financieros: "E n el añ o en q u e se com p en sen las p érd id as, estas se
tom aran al v alo r aju stad o en lib ro s"

480
H um berto R om ero- M uci

Cuanto hemos sentenciado con anterioridad para el caso de


las pérdidas netas trasladables, es perfectamente aplicable al caso
de las rebajas por nuevas inversiones. Sin embargo, de forma
diferente aplicaría en el caso de reajustar las rebajas por nuevas
inversiones, en donde el contribuyente sí obtendría eficazmente
-ex hipótesis- un ahorro impositivo derivado de tal reajuste. Lo
anterior ocurre debido a que al reajustar las rebajas por nuevas
inversiones el contribuyente de que se trate, genera un incre­
mento en su renta gravable. No obstante, esta rebaja por nueva
inversión Ajustada disminuye en forma directa el Impuesto so­
bre la Renta causado en el ejercicio. Por lo tanto, el contribuyen­
te obtendría un beneficio neto del 66% sobre el incremento que
sufran las rebajas por nuevas inversiones.

A continuación se muestra un cuadro ilustrativo al respecto:

Enriquecimiento Gravable 1000 1000


Ganancia Fiscal en Reajuste de Rebajas -0- 50
Total Enriquecimiento Gravable 1000 1000
Tarifa (34%) 34% 34%
Impuesto Causado 340 357
Rebaja PNI 200 250
Impuesto a pagar (1)140 (2)107
Ahorro Impositivo (l)-(2) 33

NOTA: se consideró una inflación igual al 25%.

De esta forma, observamos que la rebaja se incrementó en un


25% (Bs. 50) y se obtuvo un ahorro impositivo de Bs. 33 con
relación a la primera situación, que representa un 66% del in­
cremento de Bs. 50 de la rebaja por nuevas inversiones.
Visto lo anterior es forzoso concluir que la corrección mone­
taria que previo el Artículo 229 del Código Orgánico Tributario
de 1994, en función de la aplicación de la Unidad Tributaria
opera sólo respecto de las expresiones nominales fijas que regu­
lan la estructura del tributo de que se trate, sin extenderse a
otras expresiones nominales variables o no fijas, como es el caso
de las pérdidas netas trasladables en el Impuesto sobre la Renta,
ya que éste no es monto expresado por la Ley, es decir, no se

481
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

trata de una expresión nominal de algún elemento de la base de


cálculo o de la estructura de tramos del tributo que pueda ser
deformada por la inflación y que requiera una adaptación re­
gular a valores reales, sino que por el contrario, el saldo en cues­
tión y el traslado que la ley autoriza versa sobre una expresión
monetaria variables que no está definida a priori por norma al­
guna y que requiera la actualización que justifica el mecanismo
de corrección monetaria a que se refiere la Unidad Tributaria.

Las consideraciones anteriores no hacen otra cosa que corro­


borar nuestra afirmación de que, el criterio establecido en la
consulta administrativa en comentarios es, a todas luces, caren­
te de base legal15.

Finalmente, con la reforma del Código Orgánico Tributario


de 2001 se hizo positiva la obligación de expresar en moneda de
curso legal las manifestaciones cuantitativas de la base de cál­
culo y otras medidas del tributo en la respectiva declaraciones y
planillas de pago mediante la unidad monetaria de un bolívar
en mas o en menos, esto es, implícitamente se prohíbe la expre­
sión de tales valores en Unidades Tributarias16, lo cual fue rati­

15 En la opinión com en tad a de la A dm inistración Tributaria, luego de una


exp licación exten sa en relación a la n atu raleza de la u nid ad trib u taria,
arriba de m an era absolutam ente sim plista a la conclusión de con sid erar
ju ríd icam en te posible la reexp resió n segú n la u n id ad trib u taria de los
saldos p o r pérd idas netas y rebajas p o r nuevas inversiones trasladables.
E n ningún m om en to razo n a porque la n orm a del articulo 229 y la correc­
ción m onetaria que allí se regula, se aplica a m agnitudes que no represen­
tan m o n to s o exp resion es m o n etarias fijas p revistas en n ingun a n orm a
que defina o form e p arte de la estru ctu ra propia del tributo.
16 A rtículo 136: "Los montos de base imponible y de los créditos y débitos de
carácter tributario que determinen los sujetos pasivos o la Administración
Tributaria, en las declaraciones juradas y planillas de pago de cualquier
naturaleza, así como en las determinaciones que efectúe la Administra­
ción Tributaria por concepto de tributos, intereses o sanciones, y la resolu­
ción de los recursos y sentencias, se expresarán con aproximación a la
unidad monetaria de un bolívar en más o en menos.
A tal efecto, si la can tid ad de céntim os es igual o sup erior a cincuen ta
céntim os, se con sid erará la unidad bolívar inm ediata sup erior y si fuere
inferior a cincuenta céntim os, se considerará la unidad bolívar inm ediata
in ferio r".

482
H u m berto R om ero - M uci

ficado en materia de impuesto sobre la renta según Resolución


del Ministerio de Finanzas, No. 904 de fecha 14de marzo de
2002 17.

No podíamos cerrar estas líneas sin comentar la incerteza y


confusión que entre los contribuyentes produjo la opinión del
caso Industrias Corpañal y la forzosa rectificación que debió
hacer el Fisco de tan desacertadas implicaciones, la cual se ma­
terializó, incluso, en reparos tributarios que se afincaron en el
criterio contrario.

En efecto, la corrección monetaria de las pérdidas netas


trasladables o de las rebajas por nuevas inversiones, muy bien
podría ser aprovechada por cualquier contribuyente cuya si­
tuación fiscal sea similar a la particular expresada en las citadas
consultas. Sin embargo, la aplicación del criterio en referencia
podría llegar a causar graves consecuencias si tomamos en cuen­
ta que, ante la ausencia en el Código Orgánico Tributario de
una disposición legal expresa que establezca el carácter
vinculante de la consulta tributaria, existe el peligro de que la
Administración fiscal se aparte del criterio o interpretación en
ella expresada y, en consecuencia, rechace el traslado actuali­
zado de las rebajas de impuesto por nuevas inversiones y de las
pérdidas netas provenientes de ejercicios anteriores.18

17 G aceta O ficial N o. 37.409 de fecha 21 de M arzo de 2002, m ediante la cual se


estableció que los contribuyentes que estén obligados a presentar d eclara­
ción d efin itiv a o e stim ad a, d eb erán d e te rm in a r su s en riq u ecim ien tos,
autoliquidar dicho im p u esto y pagarlo en las oficinas recep toras de fon­
d os nacionales en las condiciones que en ella se señalan, aclarándose que
esta debe ser en m oneda de curso legal.
18 En efecto, au n cu an d o la A d m inistración Tributaria tom e decisiones en
base a un determ inado criterio, la ley permite que pueda modificarlo, pues
la garantía a la seguridad jurídica y a la estabilidad de las decisiones, no
pueden conducir a inmovilizar la actuación adm inistrativa. De la lectura de
la n orm a pertinente del Código O rgánico Tributario, la consulta evacu ada
al contribuyente no crea obligaciones ni p ara el ad m in istrad o ni para la
A dm inistración , p u d iend o esta, en cualq uier m o m en to - com o se dijo-
variar el concepto exp resad o en la consulta, en cuyo caso, la consecuencia
-fav o rab le al adm inistrado- es que, de seguir el criterio previam ente ex-

483
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

presad o por la A dm inistración, no seria objeto d e sanción alguna com o


establece el articulo 2 3 4 del p ren om b rad o C ód igo O rgánico Tributario.
A hora bien, es de ad vertir que si bien la A dm inistración p ued e m odificar
los criterios que tiene para decidir y ad op tar n uevas interpretaciones, ello
no im plica que p ued a aplicar esas n uevas interpretaciones a situaciones
anteriores ya decididas.
Así pues, la ley ad m ite la posibilidad de que la A d m inistración Pública
m odifique los criterios p or ella establecidos en sus actos adm inistrativos,
em pero, la nueva interpretación estará circunscrita a las situaciones p oste­
riores a la m odificación. Esta solución que nos ofrece el ordenam iento está
p lenam ente justificada, "p u es d ar eficacia retroactiva a los actos adm inis­
trativos supondría recon ocer a la A dm inistración un p od er sobre el p asa­
do que d estru iría la n ecesaria certeza y estabilid ad que el prin cip io de
segu rid ad jurídica exige p ara las relaciones jurídicas y a establecidas". De
allí que, solo cu an d o la n ueva interpretación sea m ás favorable al adm inis­
trado, la A dm inistración p od rá aplicar retroactivam ente el n uevo criterio
p o r ella establecido.
En tal sentido, con form e al prin cip io gen eral d e la b uen a fe y el d e la
estabilidad de los actos ad m in istrativos, au n cu an d o la A d m inistración
corrigiendo su error cam bie repentinam ente el criterio establecido en tor­
no a la posibilidad de trasladar en base a unidades tributarias los m ontos
correspondientes a las rebajas de im puesto p or n uevas inversiones y las
pérdidas netas provenientes de ejercicios anteriores, esta n u ev a interpre­
tación, no p od rá servir co m o fu n dam ento legitim ador a la A d m in istra­
ción Tributaria para efectuar rep aros p or este concepto sobre los ejercicios
ya finalizados y d eclarad o s p o r los contribuyentes, al am p aro de dicha
d octrin a ad m in istrativa.
U n a actitud con traria, representaría la violación por la A dm inistración de
la garantía innom inada de segu rid ad jurídica y de la buena fe adm inistra­
tiva que am p ara a los particulares en su relación con la A dm inistración y,
en consecuencia, la nulidad radical del acto de rep aro que reclam e im pues­
tos cau sad o s y no p agad os p o r un cam bio ab ru pto del criterio, seguido
confiadam ente p or el contribuyente al am p aro de una d octrin a adm inis­
trativa que p osteriorm en te es contradicha.
A un ad o a lo anterior, es im portante d estacar que de ocurrir un cam bio en el
criterio adm inistrativo en relación a la reexp resión de las pérd idas netas
según el m ecanism o de corrección m onetaria y de aplicarse retroactivam en­
te, se podría llegar a perjudicar gravem en te la econ om ía p rivad a de los
particulares. A este respecto, es de ad vertir que la actividad consultiva e
interpretativa de las norm as tributarias no puede en ningún m odo, llevarse
a cabo deportiva e irresponsablemente, sin tom ar en cuenta que com o acti­
vidad adm inistrativa que es, la actividad consultiva debe ser desplegada en
aras de la protección del interés general y de la seguridad jurídica, lo que
exige -c o m o hem os dicho- la estabilidad en los criterios adm inistrativos y
una cierta vinculación de la A dm inistración activa a los mism os.

484
H u m berto R o m ero - M i a

2. Régimen temporal de aplicación de la Unidad Tributaria.

A. Manipulación en la aplicación de la Unidad Tributaria


en el tiempo.

Tal como habíamos adelantado con precedencia, el proble­


ma de las manipulaciones en el momento de entrada en vigen­
cia del cambio de valor de la unidad tributaria y el consecuente
diferimiento del efecto corrector, consiste en que, por mandato
legal y en obsequio a su naturaleza objetiva, la Unidad Tributaria
debe ser reajustada cada año calendario sobre la base de la in­
formación que produzca el Banco Central de Venezuela, den­
tro de los primeros 15 días del mes de enero de cada año (ahora
15 de febrero con la reforma del Código Orgánico Tributario de
2001), sin embargo, el caso es que, la publicación de la resolu-

E n tal sentido, si bien la A dm inistración puede variar sus criterios, pues el


d inam ism o de la interpretación de las n orm as p ara ad aptarlas a las nuevas
realidades, así lo exige, sin em bargo, esa variación n o p u ed e ser alegre, ni
con vertirse en un ir y venir espasm ódico, p ro d u cto del caprich o de los
funcionarios o de la enm ienda constante de sus equivocaciones. C u an do
ello o cu rre, y se cau san d añ o s -c o m o su ced ería resp ecto al cam b io de
criterio en el tratam iento im positivo de las rebajas p or n uevas in versio­
n es- estos daños deben ser rep arad os y ello no adm ite dudas.
E n efecto, la m ejor doctrina ha dicho con acierto que cuan do la A dm inis­
tración se ap arta de un criterio m antenido con anterioridad y com o conse­
cuencia de este cam bio se genere un perjuicio al particular, si este últim o
es individualizable, efectivo y econ óm icam en te evaluable, a ten or d e la
teoría general de la responsabilidad patrim onial, resulta evidente la n ece­
sidad de que la A dm inistración resarza al adm inistrado p or los daños que
le h ay a ocasion ad o su cam bio de criterio .(V id, Luis F rag a P ittalu ga, La
defensa del co ntrib uy en te fre n te a la a d m inistra ció n tributaria, Funeda,
C aracas 1998, p. 121)
A d em ás de tod o lo exp uesto cabe agregar que el principio de la responsa­
bilidad patrim onial de la A dm inistración Tributaria por los daños causa­
dos en el ejercicio de su labor consultiva, es el único m ecanism o capaz de
disu ad ir el cam bio con stan te y cap rich oso de criterios. Y es que ante el
carácter no vinculante de la consulta tributaria, el adm inistrado no tiene
en sus m anos una garantía que lo proteja de cualquier tipo de arbitrarie­
dad adm inistrativa, sin em bargo, la A dm inistración no p uede q uedar im ­
pune, por lo que si el cam bio en el criterio interpretativo causa un daño
p atrim o n ial a los p articu lares, la A d m in istración d eberá p ro ced er a su
rep aración .

485
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

ción que reconoce el ajuste en cuestión se produce con significa­


tiva demora19, de modo que la aplicación del nuevo valor de la

19 P or ejem plo, en el año 1994, la R esolu ción que m odifica el v alo r de la


U nidad Tributaria, fue publicada en fecha 27 de m ay o de 1994, casi cinco
m eses después del com ienzo del respectivo año civil. L uego, en fecha 7 de
julio de 1995, el SEN IAT publicó en Gaceta Oficial N ° 35.748, la Resolución
N ° 082, m ediante la cual m odificó el valor de la U nidad Tributaria, de Bs.
1.000 a Bs. 1.700; siete m eses d espués de com en zad o el año civil 1995 y
catorce m eses después de publicada la Resolución N ° 187, m ediante la cual
se establece que el valor de la U nidad Tributaria sería de Bs. 1.000, p ara el
año 1994. E n el caso de los años 1996 y 1997, la U nidad Tributaria tenía el
valor de Bs. 2.700 y Bs. 5.400, respectivam ente. En el p rim er caso, es decir,
p ara el año 1996 dicho valor fue d eclarado p o r Resolución del Ministerio
d e H acien d a, N o. 091 de fecha 16 de Julio de 1996 ( Gaceta Oficial No.
36.003 de fecha 18 de Julio de 1996), siete m eses d espués de com en zad o el
añ o civil 1996 y d oce m eses d esp u és de la m o d ificación d e la U nid ad
Tributaria para el año 1995, respectivam ente. E n el segundo caso, es decir,
p ara el año 1997, la U nidad Tributaria fue m odificada en fecha 4 de junio de
1997, según Resolución de M inisterio de H acienda, No. 171, ( Gaceta Ofi­
cial No. 36.220 de la m ism a fecha), seis m eses después de com en zad o el
año civil 1997 y once m eses d espués de m odificado el valor de la U nidad
Tributaria para el año 1996. Posteriorm ente, el SEN IAT declaró m ediante
P rovidencia N ° 569 ( Gaceta Oficial N ° 36.432, de fecha 14 de abril de 1998),
el valo r de la U nid ad Trib u taria en Bs. 7.400, cu atro m eses d esp ués de
com en zad o el año civil 1998 y diez m eses d espués de m odificada la Uni­
d ad Tributaria, p ara el año 1997. A sí m ism o, el SEN IAT declaró el nuevo
valor de la U nidad Tributaria, m ediante Providen cia N ° 088, ( Gaceta Ofi­
cial N o. 36.673, de fecha 5 de abril de 1999), p asan do de Bs. 7.400 a Bs. 9.600.
Dicha publicación se realizó cu atro m eses d espués de com en zad o el año
civil 1999 y ap roxim adam ente doce m eses después de m odificado el valor
de la U nidad Tributaria p ara el año civil 1998. Siguiendo el m ism o criterio
de los años anteriores, el M inisterio de Finanzas declaró m ediante Resolu­
ción N° 417 ( Gaceta Oficial N o. 36.957, de fecha 24 de m ay o de 2000), el
n uevo valor de la U nidad Tributaria para dicho año civil, m odificando su
valor de Bs. 9.600 a Bs. 11.600. Así, la publicación se realizó cinco meses
después de com en zad o el año civil 2000 y trece m eses d espués de m odifi­
cada la U nidad Tributaria p ara el año civil 1999. Igualm ente, el SENIAT
d eclaró m ediante P roviden cia N o. S N A T /2 0 0 1 /5 2 9 (Gaceta Oficial No.
37.183, de fecha 24 de abril de 2001), el nuevo valor de la U nid ad Tributaria,
m odificándolo de Bs. 11.600 a Bs. 13.200, siendo que esta Providencia fue
publicada cu atro m eses desp ués de com en zad o el año civil 2001 y once
m eses después de su últim a m odificación, para el año civil 2000. Luego, el
SEN IAT publicó la Providencia No. S N A T /2 0 0 2 /9 2 7 ( Gaceta Oficial No.
37.397, de fecha 5 de m arzo de 2002), m ediante la cual d eclara la m odifica-

486
H u m berto R o m ero - M uci

Unidad Tributaria, se pretende, no desde el cierre del año ca­


lendario, sino desde la fecha de la publicación respectiva y su
consecuente demora, desvirtuando el efecto declarativo de la
potestad de ajuste de la Unidad Tributaria por la Administra­
ción y atribuyéndole artificialmente un efecto constitutivo a di­
cha expresión administrativa con el consecuente efecto -se in­
siste- de diferir la corrección de valor y subestimar la verdadera
medida de la Unidad Tributaria. Semejante distorsión implica
una grave infracción de la legalidad tributaria y de la garantía
del derecho a contribuir con arreglo a la capacidad económica.

Un caso práctico contribuye a esclarecer el asunto y eviden­


ciar la importancia de la discusión:

Imaginemos un contribuyente persona jurídica domiciliada,


cuyo ejercicio coincide con el año civil. Al cierre del año 96 la
Unidad Tributaria era de según la declaración de la Adminis­
tración era de 2.700 Bs., aunque en realidad el valor de esta era
de 5.400 Bs., esto es, una desproporción de 200%. Semejante
diferencia se traduce en una distorsión de la expresión de los
tramos de la tarifa corporativa de tal forma que, para un enri­
quecimiento neto de Bs. 5.000.000.000, conforme al valor de la
Unidad Tributaria a ese cierre, según la declaración de la Ad­
ministración Tributaria (5.400) el impuesto a pagar sería de Bs.
1.698.650.000, cuando lo cierto es que, según el valor de real de
la Unidad Tributaria a esa fecha (2.700), el monto de impuesto
a pagar habría sido de Bs. 1.097.300.000, esto es, un exceso de
impuesto de Bs. 601.350.000, o lo que es lo mismo un sobreim-
puesto en la proporción del 154%.

ción del valo r de la U nidad Tributaria, de Bs. 13.200 a Bs. 14.800, la cual se
realizó co n u n m es de retraso co n resp ecto al m o m en to en el cual ha
debido ser d eclarado legalm ente, según lo establecido en el C ódigo O rgá­
nico Tributario de fecha 17 de octubre de 2001; y once m eses d espués de
m odificado por últim a vez el valo r de la U nid ad Tributaria, para el ejerri-
cio 2001. Finalm ente, el SENIIAT declaró m ediante la P ro v id en d a N ° SN AT /
2 0 0 3 /1 5 6 5 (G aceta O ficial No. 37.625, en fecha 5 de febrero de 2003), el
valor de la U nidad Tributaria, de Bs. 14.800 a Bs. 19.400. D icha p ub licad ón
se realizó d en tro del lapso establecido en el Código O rgánico Tributario
de fecha 17 de octubre de 2001.

487
60 A ñ o s de : I m p o s ic ió n a la R en ta f\ V en e z u e l a

Persona Jurídica Domiciliada en Venezuela


a) Información Básica
Renta neta gravable Ejercicio Valor Seniat UT Valor Real UT
Bs. Históricos Civil al 31/03/1997 al 31/03/1997
Varios casos 1996 2,700 5,400

b) Presentación de la Tarifa Nro. 2


Tramos
2000 UT 5,400,000 10,800,000
2000 - 3000 UT 5.400.000 - 8.100.000 10.800.000 - 16.200.000
3000 - UT 8.100.000 - 16.200.000 -

c) Determinación del Impuesto Causado


Impuesto
Descripción Monto Valor Valor causado
en Bs. Seniat UT Real UT manipulación
al 30/03/1997 al 31/03/1997 UT
el) Renta neta en el primer tramo - UT Real:
Renta neta
gravable 10,000,000
ISLR causado 2,050,000 1,500,000 550,000

c2) Renta neta en el segundo tramo - UT Real:


Renta neta
gravable 15,000,000
ISLR causado 3,750,000 2,544,000 1,206,000

c3) Renta neta en el tercer tramo - UT Real:


Renta neta
gravable 25,000,000
ISLR causado 7,150,000 2,800,000 4,350,000
Renta neta
gravable 100,000,000
ISLR causado 32,650,000 19,300,000 13,350,000
Renta neta
gravable 5,000,000,000
ISLR causado 1,698,650,000 1,097,300,000 601,350,000

488
H u m berto R o m ero -M ucj

Como puede apreciarse de la narrativa anterior, el diferimien-


to del efecto corrector de la Unidad Tributaria a partir del retar­
do en la publicación del ajuste de aquella, (i) desnaturaliza la
verdadera capacidad contributiva definida legalmente, aparte
de que, (ii) desvirtúa la naturaleza jurídica y frustra el propósi­
to de ajuste del mecanismo de corrección en comentarios.
En efecto, en razón del "...carácter objetivo y de simple apli­
cación aritmética..." de la Unidad Tributaria, la potestad de la
Administración para calcular el valor en cuestión, es estricta­
mente reglada, esto es, la ley agota con su regulación el conteni­
do del ejercicio de la actuación administrativa y no deja margen
de apreciación a la Administración20. Su actuación se encuen­
tra perfectamente delimitada y encauzada, sin que haya espa­
cio a algún juicio valorativo o de oportunidad, ni de opción en­
tre varias soluciones alternativas que no prevé la norma
habilitante: Se limita a reconocer el cambio de valor en términos
de moneda nominal, en función de la variación acumulada del
índice de precios al consumidor durante el período anual de
que se trate. La publicación del acto administrativo que recono­
ce ese cambio de valor solo tiene el limitado propósito de enun­
ciar, documentar y exteriorizar tal circunstancia. No se trata,
como erradamente conceptúa la Administración Tributaria,
"...de una norma de carácter general, integrante del marco
normativo que sirve de fundamento a la determinación de la
magnitud numérica..."21.

En ningún caso la publicación del valor de la Unidad


Tributaria, constituye una norma y tampoco un acto regido por
el mandato del articulo 9 del Código Orgánico Tributario22, pues
no se trata de una disposición de carácter general aplicable des­

20 Vid, Juan Ignacio M oreno Fernández, La d iscrecio n a lid a d en el D erecho


T ributario, Editorial Lex N ov a, Valladolid 1998, p. 46
21 Vid, opinión contenida en oficio H G JT.200-721, de fecha 10 de M arzo de
1998, em an ad a de G erencia Jurídico Tributaria del Servicio N acional Inte­
g rad o de A dm inistración A du an ero y Tributario.
22 A rtículo 9: "Las reglamentaciones y demás disposiciones administrativas
de carácter general, se aplicarán desde la fecha de su publicación oficial o
desde la fecha posterior que ellas mismas indiquen".

489
60 A ños de Im p o sició n a l a R e n t a en V e n e z u e l a

de su publicación oficial o la fecha posterior que ella indique.


Jamás podría predicarse retroactividad por aplicación del valor
de la Unidad Tributaria para las determinaciones que suponen
su utilización, cuando existe dilación de la Administración en
publicar su medida a la fecha de su cómputo, pues como ha
sido harto dicho, no se trata de una disposición normativa, ni
siquiera con relevancia normativa.
En efecto, se trata de un enunciado que no tiene conteniendo
normativo (no correlaciona un caso con una solución jurídica,
que establezca una obligación, permiso u orden), ni siquiera se
trata de un enunciado con relevancia normativa, esto es, que
tiene efecto normativo sobre aquellos con contenido normati­
vo23. El carácter normativo y la consecuencias jurídicas de la
Unidad Tributaria, por su carácter objetivo y de determinación
aritmética y en obsequio de las exigencias de la garantía de la
reserva legal tributaria, se agotan en la regulación que establece
la norma de creación de la misma.
La publicación sobre el valor de la Unidad Tributaria -insis­
timos- solo constituye una declaración administrativa de certe­
za, de carácter informativo, sin relevancia jurídica.
Por lo tanto, el valor de la Unidad Tributaria aplicable a cual­
quier determinación tributaria es el vigente para el momento
del cálculo de que se trate, en función del criterio objetivo para
su computo: (i) En el caso de los tributos que se liquiden por
períodos, el valor vigente al momento de verificarse el hecho
imponible y (ii) en el caso de tributos que se liquiden en forma

23 Se trata de enunciados que tienen relevancia n orm ativa en conexión con


o tras n orm as y son ju ríd icos en tan to y en cu an to in tegran un sistem a
jurídico. El ejem plo m as im p ortante lo constituyen las definiciones o p os­
tulados de significación. A este resp ecto el ejemplo m as em blem ático es la
definición de "m ay o rid ad ": "E s m ay o r de ed ad el que hubiere cum plido la
ed ad de 18 añ os". E sta definición esta estrecham ente vinculada con otros
en u n ciad os que atrib u yen efectos n orm ativo s al h ech o de ser m en or o
m ay o r de edad, enunciados n orm ativos que correlacionan el caso de ser
m en or con algu n a solución. (Vid. C arlos A lch ou ron y E u gen io Bulygin,
In tro d u cció n a la m etod olo gía de las ciencias ju ríd ica s y sociales, Edito­
rial A strea, 4ta reim presión, Buenos A ires 2002, p. 100)

490
H um berto R o m ero- M uci

instantánea, el también vigente a ese momento. Los retrasos de


la Administración en reconocer los cambios de valor de la Uni­
dad Tributaria no pueden desvirtuar la realidad de su medida
que, como ha sido harto dicho, responde a un criterio objetivo y
de cálculo meramente aritmético, absolutamente reglado.

Recordemos que el propósito de la Unidad Tributaria es


homogenizar el valor de la unidad monetaria empleada en el
diseño de la obligación tributaria u otras magnitudes fijas utili­
zadas en la definición normativa, mediante el uso de unidades
monetaria de valor equivalente en el tiempo, de modo que, por
mandato legal, la ley no tenga que ser modificada cada año y el
contribuyente ni la Administración sean afectados por la defor­
mación que la inflación habría podido implicar -de otra mane­
ra- sobre la medida normativa de la obligación tributaria, los
umbrales de tributación o de la expresión cuantitativa de las
sanciones pecuniarias. Se trata de mecanismo automático de
corrección de estas distorsiones inflacionarias para evitar las
desfiguraciones del modelo inicial de la Ley.

Como ha sido harto dicho con anterioridad, la intervención


de la Administración en el reajuste del valor de la Unidad, solo
tiene una limitada eficacia declarativa, por virtud de la cual se
reconoce el cambio de valor de aquella a la fecha. Por la misma
razón, la opinión de la Comisión de Finanzas de la Asamblea
Nacional, solo tiene una virtualidad declarativa de dichos cál­
culos. Es más, es hasta inútil, pues consiste en la repetición de
un cálculo de una simpleza extrema24. Se trata de una compe­
tencia ejercida en colaboración con la Administración Tributaria,
que nada añade a la verdad objetiva del cambio de valor de la
Unidad Tributaria.

Así las cosas, la publicación extemporánea del acto adminis­


trativo que reconozca el cambio de valor de la Unidad Tributaria,

24 A sí lo significó en su día, respecto del articulo 229 del C ódigo O rgánico


T rib u tario de 1994, el p rofeso r José A n d rés O ctavio, Vid, C o m en ta rio s
a n a lítico s al C ód igo O rgá nico T rib uta rio, C olección T extos legislativos
N o l7 , Editorial Jurídica V enezolana, C aracas 1998, p. 347

491
60 A ños de Im po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

no tiene vigencia desde la fecha de su exteriorización. Solo per­


mitirá validar los cálculos que se hayan hecho respecto de los
valores pasados que debieron ser comunicados oportunamente
con anterioridad. Lo contrario equivaldría, en manifiesto ab­
surdo, a dar efecto constitutivo al acto administrativo de reco­
nocimiento del cambio de valor de la Unidad Tributaria, en que­
branto del carácter objetivo, aritmético y determinable de la
unidad de medida homogénea en cuestión, de tal manera que
la vigencia del valor de la Unidad Tributaria quedaría al arbi­
trio de la Administración, implicando una infracción de la re­
serva legal tributaria y la consecuente usurpación del rango le­
gal por la misma, en contradicción con el mandato del artículo
3 del Código Orgánico Tributario, parágrafo primero.

Por eso somos de la opinión que, si la Administración Tributaria


exterioriza los cálculos del cambio de valor de la Unidad Tributaria
con retraso, por ejemplo, de seis meses, si el contribuyente tiene
un ejercicio que coincide con el año civil, este puede declarar con­
forme a los valores de la Unidad Tributaria a ese cierre que este
cuantifique según la metodología legal aplicable u optar por apli­
car el valor desactualizado, pendiente de reexpresión y efectuar
una declaración sustitutiva en base al nuevo valor en la oportuni­
dad que este sea exteriorizado.

B. El caso del retraso en la aplicación de la Unidad


Tributaria a los tributos que se liquiden por períodos.

La anterior problemática sobre el desfase y el diferimiento


del efecto corrector de la Unidad Tributaria, se radicalizó en la
reciente redacción del Parágrafo tercero del artículo 3 del Códi­
go vigente, que en los casos de tributos que se liquiden por pe­
ríodos anuales, "la Unidad Tributaria aplicable será la que
esté vigente durante por lo menos ciento ochenta y tres (183)
días del período respectivo". Mientras que, aquellos que se li­
quiden en forma instantánea, la Unidad Tributaria aplicable será
la que este vigente para el momento de la realización del hecho
imponible respectivo.

492
H u m berto R o m ero- M uci

En efecto, somos de la opinión que este cambio legislativo, solo


vino a potenciar las distorsiones en el empleo del mecanismo co­
rrector en comentarios e introducir un trato discriminatorio y
contradictorio con los propios fines de la unidad monetaria ho­
mogénea para propósitos .fiscales, en grave frustración del princi­
pio de capacidad contributiva. La inflación agudiza la desigual­
dad y conduce a un resultado contrario a la Constitución.

D ejando a salvo nuestra convicción de que la Unidad


Tributaria aplicable es la vigente al verificarse el hecho imponible,
sin embargo y conforme a la dicción de la norma del articulo
121, numeral 15 del Código vigente, en el caso de los tributos
que se liquidan por períodos, el cambio de valor de la Unidad
Tributaria debería entrar en vigencia en el mes de febrero de
cada año, razón por la cual, no resulta aplicable a los contribu­
yentes que finalicen su ejercicio fiscal de un año completo antes
del 1 de septiembre de cualquier año, ni siquiera, en enero del
siguiente. A estos contribuyente la Unidad Tributaria en refe­
rencia les será aplicable con un año de atraso. Si a este desfase
legal se añade la arbitraria practica del diferimiento en la publi­
cación del cambio de valor de la Unidad Tributaria, la situación
de distorsión se hace patética y nugatoria de la finalidad de re­
presentar un valor homogéneo que supere las distorsiones de la
inflación sobre las expresiones nominales utilizadas en construc­
ciones normativas.

Pero, además de la evidente contradicción con el numeral 15


del artículo 121 del mismo Código, éste crea -entre otras cosas-
una odiosa desigualdad con el resto de los contribuyente, me­
nos transparencia en el sistema y una abierta contradicción con
los propósitos de la Unidad Tributaria como lo es en un ambien­
te de inflacionario, "preservar la imposición en la justa medi­
da fijada por la Ley del tributo, evitando que la inflación des­
naturalice el sentido y la intensidad con la que el legislador
pretendió gravar las diferentes manifestaciones de capaci­
dad contributiva, otorgando neutralidad al transcurso del
tiempo, ya que cualquiera que fuere el momento de la deter­
minación y el momento de pago, el impuesto propiamente

493
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

dicho guardará idéntica relación de valor con respecto al he­


cho generador". Esto es, con respecto a la medida de la obliga­
ción tributaria cuya estructura se sirve de algún valor nominal
para cifrar su cuantía, que el monto correspondiente se esta­
blezca en lo posible por valores homogéneos -d e poder adquisi­
tivo real- a los fijados por el legislador en el momento de sancio­
nar la ley tributaria, para tratar de corregir los efectos erráticos
de la inflación.

El ejemplo que sigue contribuye a demostrar la frustración


del efecto corrector de la Unidad Tributaria mediante el subter­
fugio de los 183 días. Imaginemos un contribuyente cuyo perio­
do imponible coincide con el año civil. Para el ejercicio que co­
menzó en Enero de 2002 (A) la Unidad Tributaria tenia un valor
de Bs.14.800,00, la cual fue publicada en Marzo de ese año (B).
Para el cierre de Diciembre de 2002 el valor de la Unidad
Tributaria alcanzo Bs. 19.400 (C) y la publicación del cambio de
valor ocurrió en Febrero de 2003 (D).

P eríodo Transcurrido 9 meses L ._,1 _____ i _

II1 1niiiiiim
1 1 1 1 ! 1 1 1 1 1II1
O (s © s©
05-03-02 j ; 05-02-03

UT=14.800 j j j \ UT=19.400

En el diagrama anterior, se puede observar que para el ejer­


cicio terminados al 31 de Diciembre de 2002, la unidad tributaria
aplicable sería de Bs. 14.800,00, esto es, la del año anterior, por
encontrarse vigente por un período mayor a 6 meses para el
ejercicio en referencia, razón por la cu a l, el efecto inflacionario
para dicho período impositivo no se ve recogido en el valor de la
unidad tributaria aplicable a los efectos de determinar el Im­
puesto Sobre la Renta causado del ejercicio, tal y cómo se mues­
tra a continuación:

494
H u m berto R o m ero- M uci

Persona Jurídica Domiciliada en Venezuela

a) Información Básica

Renta neta gravable Ejercicio Valor UT Valor UT Real


Bs. Históricos Civil al 31/12/2002 al 31/12/2002
V arios casos 2002 14,800 19,400

b) Presentación de la Tarifa Nro. 2


Tramos
2000 U T 29,600,000 38,800,000
2000 - 3000 U T 29.600.000 -44.400.00038.800.000 - 58.200.000
3000 - U T 44.400.000 - 58.200.000 -

c) Determinación del Impuesto Causado


Impuesto
Descripción Monto Valor UT Valor UT Real causado Efecto
en Bs. 31/12/2002 31/12/2002 6 meses

el) Renta neta en el primer tramo - UT Real:


Renta neta
g ra v a b le 36,000,000
ISLR causado 5,848,000 5,400,000 448,000

c2) Renta neta en el segundo tramo - UT Real:


Renta neta
g rav ab le 55,000,000
ISLR causado 11,300,000 9,384,000 1,916,000

c3) Renta neta en el tercer tramo - UT Real:


Renta neta
g ra v a b le 90,000,000
ISLR causado 2 3,200,000 10,100,000 13,100,000

Renta neta
g ra v a b le 200,000,000
ISLR causado 60,600,000 3 4,300,000 26,300,000

Renta neta
g ra v a b le 8,000,000,000
ISLR causado 2,712,600,000 1,750,300,000 962,300,000

495
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

El ejemplo anterior demuestra paladinamente como el cam­


bio legislativo que tiene por objeto diferir la entrada en vigencia
de la unidad tributaria en función de una vigencia de más de
183 días en el ejercicio respectivo, potencia las distorsiones en el
empleo del mecanismo corrector de la Unidad Tributaria e in­
troduce un trato discriminatorio y contradictorio con los pro­
pios fines de la unidad monetaria homogénea para propósitos
fiscales, en grave frustración del principio de capacidad contri­
butiva y de igualdad ante la Ley.

En efecto, el retaso que supone el pretexto de los 183 días,


implica subestimar la capacidad contributiva en 31%. Semejan­
te diferencia se traduce en una distorsión de la expresión de los
tramos de la tarifa corporativa de tal forma que, para un enri­
quecimiento neto de Bs. 8.000.000.000, conforme al valor de la
Unidad Tributaria a ese cierre, según la declaración de la Ad­
ministración Tributaria (14.800) el impuesto a pagar sería de
Bs. 2.712.600.000, cuando lo cierto es que, según el valor de real
de la Unidad Tributaria a esa fecha (19.400), el monto de im­
puesto a pagar habría sido de Bs. 1.750.300.000, esto es, un ex­
ceso de impuesto de Bs. 962.300.000, o lo que es lo mismo un
sobreimpuesto en la proporción del 55%.

La ilegítima discriminación que se denuncia consiste en pos­


tergar a los contribuyentes que protagonicen hechos imponibles
que se liquiden por periodos, en base al absurdo expediente de
la vigencia de la Unidad Tributario por más de 183 días duran­
te el período fiscal respectivo. Como se ha demostrado la uni­
dad tributaria en referencia les será aplicable con un año de
retraso. Pretender diferir la aplicación del efecto correctivo de
la Unidad Tributario, carece de justificación objetiva y razona­
ble trayendo aparejada consecuencias que no son proporciona­
das con la ratio juris que la justifica e introduce una desigual­
dad artificiosa en relación con aquellos contribuyentes cuyo
ejercicio coincide con el año civil.

La diferencia de trato analizada no es proporcionada al fin


del mecanismo de corrección monetaria, pues al diferir en el

496
H um berto R om ero-M uci

tiempo la aplicación de la unidad tributaria, subestima su medi­


da y la corrección que se pretende. De esta forma el expediente
en cuestión es inidóneo para alcanzar su fin (no se entiende cómo
aplicar la Unidad Tributaria vigente por mas de 183 días dentro
del ejercicio representa una medida que garantice la constancia
ni la actualidad de los valores reales de las magnitudes señala­
das directamente por la Ley), ni necesaria (el fin perseguido podía
conseguirse con la mera aplicación del valor de la Unidad
Tributaria vigente al cierre del ejercicio del respectivo contribu­
yente sin necesidad de distinguir antojadizamente entre tribu­
tos que se liquidan en forma instantánea o por períodos y en
este ultimo caso, si el efecto correctivo se hace depender de una
artificial vigencia de la Unidad Tributaria durante más de 183
días dentro del período respectivo)25.

Es mas, el absurdo de la situación retraso en comentarios,


contrasta radicalmente con la pretensión de cifrar el valor de
las multas en función del valor de la Unidad Tributaria en el
momento del pago de aquella ex artículo 94, parágrafo primero
del Código Orgánico Tributario vigente y no en aquel en que se
cometió la infracción, esto es, el legislador deslealmente difiere
la aplicación de la unidad tributaria para medir la capacidad
tributaria del contribuyente en perjuicio de este y, a su vez, pre­
tende el cobro de sanciones tributarias en base al valor actuali­
zado de la Unidad Tributaria a tal momento. Semejante des­
proporción solo dem uestra la desviación de la finalidad
institucional de la Unidad Tributara y la manipulación de su
uso con propósitos ajenos a su racionalidad institucional. Como
ya lo había dicho la Administración Tributaria, cuando se trata

25 po r esa razón nuestro Tribunal Suprem o a señalado la arbitrariedad que se


configura cu an d o el legislador tributario no establece un régim en u nita­
rio para diferentes contribuyentes cuyas situaciones fácticas y jurídicas son
similares, lo que red u nd a en lesión flagrante del d erecho a la no discrim i­
nación, garantizad o constitucionalm ente. Vid, Sentencia de la extinguida
C orte S uprem a de Justicia en Sala Político A dm inistrativa, de fecha 11 de
O ctubre de 1995, con ponencia del M agistrado H um berto La Roche, caso
LU X D E V E N E Z U E L A V s. M U N IC IPIO SA N C R IS T Ó B A L D EL EST A D O
T A C H IR A , consultada en original, pp. 9 y 10.

497
60 A ñ os de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

de sanciones, el propósito de la Unidad Tributaria es medir el


valor actualizado de la pena al momento de la comisión de la
infracción, no al momento del pago. La corrección de valores
para el desfase en el tiempo entre el valor actualizado de la san­
ción al tiempo de su comisión y aquel del pago se verifica me­
diante el expediente del interés de mora.

En suma, la desigualdad de consecuencias jurídicas anotada


no es adecuada ni proporcionada a la finalidad del mecanismo
de actualización monetaria a que se refiere el expediente de la
Unidad Tributaria y frustra ostensiblemente su efectividad, com­
prometiendo su constitucionalidad por contradecir manifiesta­
mente la exigencia de cifrar la medida del tributo sobre la ver­
dadera capacidad contributiva, asi como la prohibición de
discriminación contenida en la norma del articulo 21, ord. 1
Constitucional26.

3. Conclusiones.

1. La "unidad tributaria" es una unidad de medida homogé­


nea o módulo monetario, para la reexpresión automática de
los valores nominales fijos utilizadas por las normas tributarias
para expresar referencias cuantitativas, fundamentalmente,
en lo relativo a la estructura de tramos y otras valores fijos en
la integración de los umbrales de tributación

2. Tiene por propósito evitar que la inflación desnaturalice el


sentido y la intensidad con la que el legislador pretendió gra­
var las diferentes manifestaciones de capacidad contributi­
va, otorgando neutralidad al transcurso del tiempo

2b Artículo 21: "Todas las personas son iguales ante la Ley, y en consecuencia:
1. No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo,
la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por
resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en con­
diciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona"

498
H u m berto R o m ero - M uci

3. Esta técnica de corrección monetaria, opera sólo respecto de


las expresiones nominales fijas que regulan la estructura del
tributo de que se trate, esto es, de las magnitudes señaladas
directamente por la ley. El tipo de corrección monetaria que
comentamos no se extiende a otras expresiones nominales
variables o no fijas, esto es, no expresadas directamente por
la Ley

4. La improcedencia de la aplicación de la Unidad Tributaria al


saldo de las pérdidas netas trasladables, rebajas por nuevas
inversiones u otros créditos a la cuota imponible en el Im­
puesto sobre la Renta y otros tributos, se hace evidente al
tener presente que la magnitud en cuestión, no es un "monto
expresado por la Ley", esto es, no se trata de una expresión
nominal de algún elemento de la base de cálculo o de la es­
tructura de tramos del tributo que pueda ser deformada por
la inflación y que requiera una adaptación regular a valores
reales. Por el contrario, el saldo en cuestión y el traslado que
la ley autoriza, versa sobre una expresión monetaria variable
que no está definida a priori por norma alguna y que requie­
ra la actualización que justifica el mecanismo de corrección
monetaria a que se refiere la Unidad Tributaria. Se trata de
un resultado m onetario de la cuantificación de la base
imponible, absolutamente variable, consecuencia de la situa­
ción particular del contribuyente.

5. El diferimiento del efecto corrector de la Unidad Tributaria a


partir del retardo en la publicación del ajuste de aquélla: (i)
desnaturaliza la verdadera capacidad contributiva definida
legalmente, aparte de que, (ii) desvirtúa la naturaleza jurídi­
ca y frustra el propósito de ajuste del mecanismo de correc­
ción en comentarios.

6. La publicación sobre el valor de la Unidad Tributaria solo


constituye una declaración administrativa de certeza, de ca­
rácter informativo, sin relevancia jurídica.

499
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

7. El valor de la Unidad Tributaria aplicable a cualquier deter­


minación tributaria es el vigente para el momento del cálculo
de que se trate, en función del criterio objetivo para su com­
puto: (i) En el caso de los tributos que se liquiden por perío­
dos, el valor vigente al momento de verificarse el hecho
imponible y (ii) en el caso de tributos que se liquiden en for­
ma instantánea, el también vigente a ese momento. Los re­
trasos de la Administración en reconocer los cambios de va­
lor de la Unidad Tributaria no pueden desvirtuar la realidad
de su medida que, como ha sido harto dicho, responde a un
criterio objetivo y de cálculo meramente aritmético, absolu­
tamente reglado.

8. El cambio legislativo que tiene por objeto diferir la entrada


en vigencia de la unidad tributaria en función de una vigen­
cia de más de 183 días en el ejercicio respectivo, potencia las
distorsiones en el empleo del mecanismo corrector de la Uni­
dad Tributaria e introduce un trato discriminatorio y contra­
dictorio con los propios fines de la unidad monetaria homo­
génea para propósitos fiscales, en grave frustración del
principio de capacidad contributiva y de igualdad ante la
Ley.

9. La ilegítima discriminación que se denuncia consiste en pos­


tergar a los contribu yentes que protagonicen hechos
imponibles que se liquiden por periodos, en base al absurdo
expediente de la vigencia de la Unidad Tributario por más
de 183 días durante el período fiscal respectivo. Como se ha
demostrado la unidad tributaria en referencia les será apli­
cable con un año de retraso. Pretender diferir la aplicación
del efecto correctivo de la Unidad Tributario, carece de jus­
tificación objetiva y razonable trayendo aparejada conse­
cuencias que no son proporcionadas con la ratio juris que
la justifica e introduce una desigualdad artificiosa en rela­
ción con aquellos contribuyentes cuyo ejercicio coincide con
el año civil.

500
H u m berto R o m ero - M uci

Bibliografía.

Alchourón, Carlos y Bulygin, Eugenio, Introducción a la metodología de


las ciencias jurídicas y sociales, Editorial Astrea, 4ta reimpresión,
Buenos Aires 2002
Corti, Arístides Horacio, "De los principios de justicia que gobiernan la
tributación <igualdad y equidad>", en Estudios de derecho cons­
titucional tributario <homenaje al Profesor Dr. Juan Carlos Luqui>,
Depalama, Buenos Aires 1994.
Fraga Pittaluga, Luis, La defensa del contribuyente frente a la administra­
ción tributaria, Funeda, Caracas 1998
Guevara Cárdenas, Eduardo, "Timbre fiscal, impuesto sobre transmi­
siones y actos documentados y la actualización monetaria", en
Revista de Derecho Tributario No. 77, Octubre-Diciembre de 1997,
Asociación Venezolana de Derecho Tributario, Caracas
Herrera Molina, Pedro M., Capacidad económica y sistema fiscal A n á l i ­
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Pons, Madrid 1998
López Santiso, Horacio y García, Femando D., Ajuste impositivo por in­
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Moreno Fernández, Juan Ignacio, La discrecionalidad en el Derecho Tri­


butario, Editorial Lex Nova, Valladolid 1998
Octavio, José Andrés, Comentarios analíticos al Código Orgánico Tribu­
tario, Colección Textos legislativos Nol7, Editorial Jurídica Vene­
zolana, Caracas 1998
Romero-Muci, Humberto, "Apostillas sobre el tratamiento fiscal de las
pérdidas netas a los fines del ajuste por inflación en el impuesto
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Junio de 1998, Asociación Venezolana de Derecho Tributario, Ca­
racas.
Shindel, Angel, "El ajuste impositivo por inflación en el impuesto a las
ganancias".
Shindel, Angel, "Ajustes fiscales por alta inflación".

501
ENRIQUECIMIENTOS SUJETOS
AL RÉGIMEN DE RENTAS PRESUNTAS

J esús S ol G il *

Para abordar el tema sobre las rentas presuntas establecidas


en nuestra legislación impositiva a la renta1, es necesario cono­
cer las nociones de renta en sentido económico y fiscal, aún cuan­
do ese tema es tratado en esta obra colectiva, explicaremos bre­
vemente las nociones generales de la renta en ambos sentidos,
para luego entrar en el tema de las rentas presuntas, su justifi­
cación y necesidad en nuestra legislación, los tipos de
enriquecimientos sujetos a determinación bajo este régimen, así
como el tratamiento aplicable en los casos en que el beneficiario
efectivo de estos enriquecimientos esté residenciado o domici­
liado en alguno de los Estados con los cuales Venezuela ha sus­
crito Convenios para evitar la doble tributación.

Desde el punto de vista económico, según lo expresa el pro­


fesor John Due, la renta puede definirse "como la suma de dos
variables, expresadas en dinero, que se tienen en cuenta en un perío­
do determinado el consumo realizado por la persona y el incremento
neto en su patrimonio"2. Por consiguiente, que los sistemas tribu­
tarios adoptan el impuesto al consumo como medio indirecto

A b o g ad o , Esp ecialista en D erech o Fin an ciero y T rib u tario, P rofesor de


P ost- G rado de Derecho Tributario de la UCV, de la M aestría en G erencia
Tributaria de la Universidades M etropolitana y de los A ndes, m iem bro y ex
-S ecretario General de la AVDT, m iem bro del Directorio del Instituto Lati­
noam ericano de Derecho Tributario. Socio de KPMG Escritorio Jurídico.
1 El presente trabajo y las opiniones contenidas en el m ism o pertenecen al
au tor y no representan opiniones o puntos de vista de KPMG.
2 Instituto C olom biano de D erech o T ributario. Teoría del Impuesto sobre la
Renta. Página 216.

503
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

de medir la renta y el impuesto directo a la renta en el que grava


sobre la base de los incrementos patrimoniales.

La definición implícita del incremento neto en el patrimonio


del contribuyente es la utilizada en las normas positivas del
Impuesto sobre la Renta en prácticamente todos los Estados in­
cluyendo el venezolano, que al efecto define la renta fiscal
aplicable a las personas jurídicas y asimiladas a éstas; así como
también a las personas naturales, cuyos enriquecimientos pro­
vengan de fuentes diferentes a los sueldos y salarios y demás
remuneraciones conforme al artículo 4 de la Ley de Impuesto
sobre la Renta: el saldo neto que resulta de restar al ingreso bru­
to, los costos y deducciones permitidos por la Ley y del resulta­
do de la partida de reajuste por inflación fiscal de los contribu­
yentes sujetos conforme a la Ley3.

En este sentido, al estudiar la Renta Neta en nuestra Ley de


Im puesto sobre la Renta la debemos clasificar para fines
didácticos, en la forma siguiente:

1. Renta Neta de las compañías anónimas y demás contribu­


yentes asimilados a éstas.

2. Renta Neta de las personas naturales que realizan activida­


des industriales y comerciales.

3. Renta Neta de las personas naturales que realizan activida­


des civiles y de las personas jurídicas no sujetas al régimen
de ajuste por inflación fiscal.

4. Renta Presuntas

3 El A rtículo 4 de la Ley de Im puesto sobre la Renta define la renta neta que


sirve de b ase im p on ib le d e este im p u esto de la fo rm a sigu ien te "S o n
enriquecim ientos netos los increm entos de p atrim onio que resulten des­
pués de restar de los ingresos brutos, los costos y deducciones perm itidos
en esta Ley, sin p erju icio resp ecto del en riq u ecim ien to n eto de fuente
territorial del ajuste p or inflación previsto en la L ey."

504
J e s í s S ol G il

Definición de Rentas Presuntas

La Ley de Impuesto sobre la Renta no define ni conceptualiza


la renta presunta, como sí lo hace en la definición de renta neta
fiscal; por lo tanto, para tratar este tema debemos señalar lo que
se entiende por presunción y, los tipos de presunciones. Al efec­
to, la presunción en su aceptación más amplia es la acción y
efecto de presumir, en el campo del derecho. El diccionario la
define como "cosa que por ministerio de la Ley se tiene como ver­
dad... La presunción hiende sus raíces en la experiencia, en lo que hay
de ordinario para inferir lo ocurrido"11.

El Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual de Cabanellas


define la presunción en su enfoque técnico moderno como "la
verdad legal provisional o como consecuencia de la Ley o el juzgador
saca de un hecho conocido para establecer otro desconocido"5.

Existen dos especies de presunciones: (i) la determinada por


la Ley, que es llamada "presunción legal o de derecho"; y (ii) otra
que forma el juez, por las circunstancias, antecedentes o subsi­
guientes hechos al hecho principal que se examina, que se de­
nomina “presunción del hombre". A su vez la primera, es decir,
la presunción legal o de derecho tiene dos clases, las llamadas
presunciones "juris et de jure "que son aquellas que no admiten
pruebas en contrarios y las llam adas presunciones "juris
tantum"que son las que admiten pruebas en contrarios.

Podemos entonces determinar que las rentas presuntas son


presunciones legales "jures et de jure" en donde se determina
sobre una base indiciaría el enriquecimiento neto de fuente te­
rritorial o atribuido como tal, de aquellos casos especiales pre­
vistos en la Ley, obviando los elementos propios de la determi­
nación de la base imponible de un tributo como el que grava la
renta, por lo que podemos definir por "renta neta presunta" los

4 Cita del P rofesor Carlos Ram írez. Memorias de las X V II Jornadas Colombianas
de Derecho Tributario.
5 C A B A N EL L A , Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual. Edito­
rial Heliasta, Tom o VI. Página 390.

505
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V i n i y i i-i a

procedimientos determinativos de la renta neta, donde no se


toma en consideración las erogaciones directas e indirectas, (los
costos y deducciones) ni la incidencia de la inflación, en los ca­
sos especiales establecidos en la Ley, que se refieren a rentas
territoriales o reputadas por la Ley como tales.

Nuestro sistema impositivo a la renta ha adoptado, en casos


especiales, métodos de determinación del enriquecimiento neto
gravable sobre base presunta, omitiendo los elementos de cos­
tos, gastos y ajuste por inflación, dada la imposibilidad material
o dificultad en el control fiscal para determinar o fiscalizar, so­
bre base cierta, la determinación de la obligación tributaria; por
lo que se adopta una presunción legal que no admite prueba en
contrario.

Justificación de la Implementacidn del Régimen Especial de


Rentas Presuntas

La justificación de un sistema especial de rentas presuntas


radica precisamente en la dificultad de la fiscalización y control
fiscal de esas rentas, por lo que el legislador debe recurrir a fic­
ciones o indicios que permitan presumir la ganancia neta fiscal
en estos casos especiales.

En Venezuela, como en el resto del mundo, existe una mar­


cada tendencia de algunos contribuyentes a no prestar su cola­
boración con la Administración Tributaria para establecer con
precisión el Impuesto sobre la Renta sobre una base real, a lo
cual se agrega que, en los casos especiales previstos por la Ley
para determinar la renta sobre base presunta se trata de perso­
nas extranjeras que no tienen domicilio, ni establecimiento per­
manente en el país, pero obtienen enriquecimientos de fuentes
territoriales, por lo que la Ley prevé un capítulo de las Rentas
Presuntas6 en el cual se establece, mediante la aplicación de un
porcentaje sobre los ingresos brutos, el enriquecimiento neto.

6 Capítulo IV del Título II A rtículos 34 al 49, am bos inclusive, de la Ley de


Im puesto sobre la Renta

506
J k s l s S ol C u

Cabe destacar, que las presunciones legales ( "juris et de jure"


o juris tantum") son técnicas legislativas utilizadas con carácter
general en el Derecho, siendo también legítimas dentro del cam­
po del Derecho Tributario, entre otras razones en los casos de
las rentas presuntas, cuando resulta complejo o de difícil obten­
ción los elementos directos que permitan fiscalizar y determinar
la base imponible, sobre base cierta, de un impuesto como el que
grava la renta.

En virtud de los principios constitucionales, estas presuncio­


nes absolutas en materia de determinación de la base imponible
del tributo que grava la renta, deben estar establecidas en la Ley
y ser utilizadas en forma excepcional, cuando sea imposible para
la Administración Tributaria contar con medios directos que
permitan fiscalizar, controlar y determinar esas rentas cuya
determinación la Ley establece bajo un régimen presuntivo.

En el caso venezolano, este tipo de determinación sobre base


presunta es establecido debido a la dificultad que confronta la
Administración Tributaria para determinar los costos y deduc­
ciones de las actividades, parcialmente realizadas en el exterior,
y también efectuadas en Venezuela o reputadas como rentas
territoriales.

Éstas rentas se consideran causadas en el país, es decir, la


Ley de Impuesto sobre la Renta las calificas como territoriales
conforme a su artículo 6, que prevé:
"Un enriquecimiento proviene de actividades económicas
realizadas en la República Bolivariana de Venezuela, cuan­
do alguna de las causas que lo origina ocurra dentro del
territorio nacional, ya se refieran esas causas a la explota­
ción del suelo o del subsuelo, a la formación, traslado, cam­
bio o cesión del uso o goce de bienes muebles o inmuebles
corporales o incorporales o a los servicios prestados por
personas domiciliadas, residentes o transeúntes en la Repú­
blica Bolivariana de Venezuela y los que se obtengan por
asistencia técnica o servicios tecnológicos utilizados en el
país.

507
6 0 A ñ o s d e Im p o sició n a l a R e n t a en V e n e z u e la

Son rentas causadas en la República Bolivariana de Vene­


zuela, entre otras, las siguientes:

a. Las regalías, los derechos por el uso de marcas y otras


prestaciones análogas derivadas de la explotación en la
República Bolivariana de Venezuela de la propiedad in­
dustrial o intelectual.
b. Los enriquecimientos obtenidos por medio de estableci­
miento permanente o base fija, situados en territorio ve­
nezolano.
c. Las contraprestaciones por toda clase de servicios, crédi­
tos o cualquiera otra prestación de trabajo o capital reali­
zada, aprovechada o utilizada en la República
Bolivariana de Venezuela.
d. Los enriquecimientos derivados de la producción y dis­
tribución de películas, y similares, para el cine y la televi­
sión.

e. Los enriquecimientos provenientes del envío de mercan­


cías en consignación desde el exterior.

f. Los enriquecimientos de las empresas de seguro y


reaseguro no domiciliadas y sin establecimiento perma­
nente en el país.

g. Los enriquecimientos derivados de bienes inmuebles si­


tuados en la República Bolivariana de Venezuela, o de los
derechos y gravámenes establecidos sobre los mismos.

h. Los rendimientos de valores inmobiliarios, emitidos por


sociedades constituidas o domiciliadas en la República
Bolivariana de Venezuela, dinero, bienes, derechos u otros
activos mobiliarios invertidos o situados en la República
Bolivariana de Venezuela. Igualmente se consideraran
de fuente territorial los rendimientos de los derivados de
dichos valores mobiliarios con excepción de los ADR,
GSR, ADS y GDS.

i. Los rendimientos de toda clase de elementos patrimonia­


les ubicados en la República Bolivariana de Venezuela.

508
J e s ú s S o l G il

Igualmente se considerarán realizados en el país, las ac­


tividades oficiales llevadas a cabo en el exterior por los
funcionarios de los Poderes Públicos nacionales,
estadales o municipales, así como las actividades de los
Representantes de los Institutos Autónomos o Empresas
del Estado, a quines se les encomienden funciones o es­
tudios fuera del país" (destacado JSG).

Se sobreentiende que al incluir expresamente a la asistencia


técnica, los servicios tecnológicos aprovechados en el país, así
como los literales a), d), e) y f) se consideren esos enriquecimientos
de fuente territorial, sin que tenga ninguna variante a las leyes
anteriores que no lo preveían expresamente en el artículo que
definía la fuente o causa territorial, pues siempre se han tratado
como enriquecimientos de fuente interna.

La utilización de estas presunciones legales en materia


determinativa de la renta gravable tiene ventajas y desventajas,
entre las ventajas: (i) son sencillos y de fácil aplicación, porque
basta con determinar el hecho indicador, para que pueda apli­
carse la consecuencia jurídica; (ii) es sencilla la determinación
de la base imponible; y (iii) se establecen generalmente reten­
ciones totales en la fuente, por lo que la A dm inistración
Tributaria desplaza en los contribuyentes pagadores de esas ren­
tas (agentes de retención) su exacción en la fuente y posterior
enteramiento al Fisco Nacional.

Entre las desventajas considero las siguientes: (i) podría re­


sultar injusta la renta presunta, al ser considerablemente mayor
a aquella que pueda obtenerse mediante la determinación que
prevé la Ley para los contribuyentes que no califiquen como
titulares de estas rentas; es decir a aquellos que puedan deter­
minar sus rentas sobre base cierta, conforme a la Ley; (ii) los
contribuyentes sujetos a estas rentas presuntas carecen de in­
centivos y beneficios fiscales; y (iii) pudieran resultar perjudi­
cial desde el punto de vista recaudatorio, si la presunción de
renta es inferior a si se determinará tomando los elementos de
costos y gastos deducibles.

509
60 A ños de I m p o s ic ió n a i .a Rem a en V e n e /a el a

Incidencia de los tratados para evitar la doble tributación en


el tratamiento fiscal de los enriquecimientos presuntos

Como sostiene el abogado Carlos Enrique Paredes en su obra


El Principio de la Territorialidad y el Sistema de Rentas Mun­
dial en la Ley de Impuesto sobre la Renta Venezolano, "la inci­
dencia que tienen en el tratamiento fiscal de estas operaciones, los
tratados para evitar la doble tributación suscrito entre Venezuela y
otros países. En efecto, los enriquecimientos presuntos son percibidos
por "no domiciliados "en Venezuela, pero domiciliados o nacionales
de otros países. Resulta que esos otros Estados pueden estar conside­
rando criterios subjetivos en materia de impuesto sobre la renta
percibida por sus nacionales o domiciliados, inclusive aquellas que
sean percibid as en territorio venezolano. Ello conduce a un
solapamiento de dos poderes tributarios en la imposición de una
misma materia gravable, es decir, ocurre el fenómeno de la doble
imposición internacional"7. Por lo tanto, esa doble imposición es
objeto de regulación en los tratados con el objeto de atenuarla
o eliminarla.

Es por ello que, cuando se analice cada uno de los casos espe­
cíficos de rentas presuntas, debe examinarse el tratamiento que
los tratados dan a esos tipos de rentas, cuando son obtenidos
por un contribuyente domiciliado o residenciado en alguno de
los Estados con los cuales Venezuela ha suscrito convenio para
evitar la doble tributación.

También es importante destacar que las reglas contenidas en


la Decisión 40 del Acuerdo de Cartagena "Convenio Multilateral
Andino para Evitar la Doble Tributación" adopta el criterio de
la imposición exclusiva en la fuente por parte de los Estados
miembros, por lo que en los casos específicos de las rentas pre­
suntas por actividades realizadas desde alguno de los Estados
miembros serán gravables en el país de la fuente pero, si las

7 PARED ES, Carlos Enrique. El principio de la territorialidad y Sistema de renta


Mundial en la Ley de Impuesto sobre la Renta Venezolana. Edición año 2002.
Página 187.

510
J e s ú s S o l G il

actividades son realizadas en Venezuela aún cuando tengan


residencia o domicilio fiscal en alguno de esos países, las rentas
serían gravable en nuestro país.

Las Rentas Presuntas en la Legislación Venezolana

La Ley de Impuesto sobre la Renta establece diversos tipos de


rentas presuntas que son las siguientes:

1. Los enriquecimientos de productores y distribuidores de pe­


lículas y similares en el exterior (artículo 34).
2. Enriquecimientos de agencias de noticias internacionales (ar­
tículo 35).
3. Enriquecimiento de empresas extranjeras de transporte in­
ternacional (artículo 36).
4. Enriquecimiento proveniente de mercancías en consignación
remitidas al país (artículo 37).
5. Enriquecimiento de empresas de seguros y reaseguros no
domiciliadas en el país (artículo 38).
6. Honorarios profesionales de personas no domiciliadas (ar­
tículo 39).
7. Enriquecimiento derivado de transporte internacional (ar­
tículo 40).
8. Servicios tecnológicos y asistencia técnica suministrado des­
de el exterior (artículos 41 y siguientes).
9. Regalías (artículo 48).

Los enriquecimientos de productores y distribuidores de pe­


lículas y similares en el exterior

En los casos de productores o distribuidores de películas en


el exterior, programas u otros similares para el cine o la televi­
sión el artículo 34 de la Ley de Impuesto sobre la Renta vigente,

511
60 A ños de I m p o s ic ió n a la Rem a en V en ezlh a

presume el enriquecimiento neto el equivalente al veinticinco


por ciento (25%) de los ingresos obtenidos en Venezuela, ingre­
sos éstos que están representados tanto por el precio de la ce­
sión de los derechos de transmisión o exhibición como cualquier
otro ingreso obtenido en el país derivado directamente de esa
actividad de producción8.

Sobre esta renta presunta, la Ley de Impuesto sobre la Renta


establece la aplicación de la Tarifa 2, por lo que representa un
efecto impositivo efectivo de ocho punto cinco por ciento (8,5%)
sobre el monto de los ingresos percibidos por tales conceptos,
por supuesto tomando la tarifa máxima de treinta y cuatro por
ciento (34%).

En cuanto al régimen de retención, el pagador o deudor de


tales enriquecimientos debe efectuar la respectiva retención del
Impuesto sobre la Renta, conforme a la norma reglamentaria.

Con respecto a la incidencia que sobre esta renta presunta


tienen los tratados para evitar la doble tributación suscritos por
Venezuela bajo la orientación del Modelo OCDE, señalamos que
están comprendidos en los derivados de las cesiones de dere­
chos de autor o derechos de transmisión (Propiedad Intelectual)
a lo que califican en general los convenios como "regalías"9. Estos
comprenden usualmente:

(i) Los pagos de cualquier clase recibidos por el uso, o el


derecho de usar, cualquier derecho de autor sobre obras
literarias, dramáticas, musicales, artísticas o científicas,

8 Prevé el artículo 34 de la Ley de Im puesto sobre la Renta lo siguiente: "L os


enriquecim ientos netos de los contribuyentes prod u ctores de películas en
el exterior y sim ilares para cines o la televisión, estarán constituidos por el
veinticinco p or ciento (25% ) de sus ingresos brutos. Estos ingresos estarán
representados p o r el precio de la cesión del derecho de exhibición y por
cualquier obtenido en el país relacionado con las actividad es señaladas.
Igual régim en se aplicará a los contribuyentes que d esde el exterior distri­
buyan p ara el país las películas y sim ilares a que se contrae este artículo."
9 A rtículo 12 del M odelo de C onvenio OCDE.

512
J esú s S o l G il

incluidas las películas y cintas cinematográficas y obras


registradas en otros medios de reproducción de ima­
gen y sonido.
(ii) Las patentes, marcas de fabricación o de comercio, los
modelos planos, fórmulas o procedimientos secretos.
(iii) Los equipos industriales, comerciales o científicos.
(iv) Las informaciones relativas a experiencias industriales,
comerciales o científicas.

En este sentido, el tipo máximo de incidencia efectiva de im­


puesto a la renta conforme a la legislación interna es de ocho
coma cinco (8,5%); por lo tanto, si resulta menor al tipo máximo
establecido en los tratados, como por ejemplo el de Venezuela y
Estados Unidos de América que establece un máximo de diez
por ciento (10%), debe aplicarse el de la legislación interna, en
virtud del principio de no agravación10; por cuanto el tratado
no puede incrementar el tipo impositivo, sino sólo establecer, en
estos casos, un límite máximo de gravamen en el país de la fuen­
te. Si por el contrario, un Convenio estableciera un porcentaje
menor al de la legislación del Estado de la fuente entonces sí se
aplicaría, en ese caso, el Convenio respectivo.

Enriquecimientos de agencias de noticias internacionales

El artículo 35 de la Ley de Impuesto sobre la Renta, estable­


ce que los enriquecimientos netos de las agencias de noticias
internacionales están constituidos por el quince por ciento
(15%) de los ingresos brutos que se obtengan en Venezuela.
Esa misma base presunta se aplica para determinar el enrique­

10 E n las IV Jo m ad as Venezolanas d e D erecho Tributario celebradas en P u er­


to la C ru z en noviem bre de 1998, se concluyó que "El principio de no agrava­
ción, debe ser reconocido como garantía de los contribuyentes, de que su situación
no empeorará con la aplicación del convenio. En concreto, las definiciones de los
convenios tributarios así como los tributos allí establecidos, deben tener un corre­
lativo en la Ley doméstica de los Estados" Revista de D erecho Tributario núm e­
ro 83. P ágin a 188 A sociación V enezolana de D erecho Tributario.

513
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

cimiento neto total derivado de la transmisión especial al exte­


rior de espectáculos públicos televisados desde Venezuela,
percibidos por empresas domiciliadas o no en el país.

En este artículo se establecen dos supuestos: (i) las rentas


presuntas de las agencias de noticias; y (ii) las que se deriven
de la transmisión desde Venezuela, que puede ser obtenida
por una empresa domiciliada o no en el país. Este segundo
supuesto en mi opinión, cuando se trate de empresas domici­
liadas que transmitan al exterior desde Venezuela, luce sus­
ceptible la determinación de la renta sobre base cierta, por
cuanto la Ley ya establece el régimen de rentas mundiales y
podrían imputar el crédito fiscal por los impuestos pagados
en el extranjero, conforme a las normas de imputación en ella
establecidas.

Tomando en cuenta que el enriquecimiento neto sobre base


presunta de las agencias de noticias internacionales está consti­
tuido por el quince por ciento (15%) de los ingresos brutos que
se deriven de tales derechos de transmisión en Venezuela, la
retención del impuesto se debe calcular tomando como base ese
porcentaje del monto pagado o abonado en cuenta, de acuerdo
con lo establecido en el Parágrafo Primero del artículo 9 del De­
creto Reglamentario Número 1.808, que prevé "A las personas
jurídicas y comunidades en el país, la retención del impuesto se efec­
tuará dentro del ejercicio gravable, en el momento del pago o abono
en cuenta de los enriquecimientos netos acumulados, convertidos a
unidades tributarias (U.T.), previsto en el literal "a" del numeral 1,
literal “a" y “c" del numeral 3, numerales 4, 5, 6, 7, 11 y 12 de este
artículo de acuerdo con los porcentajes" allí previstos que están
contemplados en la tarifa 2; en consecuencia, el efecto máximo
impositivo es de cinco coma diez por ciento (5,10%), en caso de
que el monto anual percibido exceda de 3.000 Unidades
Tributarias.

Al igual que el supuesto de la transmisión o exhibición de


películas, si estamos en presencia de un contribuyente que esté
domiciliado o sea residente de alguno de los Estados con los
cuales Venezuela ha suscrito convenio para evitar la doble

514
J esú s S o l G il

tributación bajo el modelo de la OCDE, resulta mandatario cla­


sificar esta renta dentro del rubro de regalías por constituir la
cesión de derechos de transmisión y en casos que el Convenio
en particular establezca un porcentaje menor a 5,10% se aplica­
ría el Convenio; pero si establece la posibilidad de gravarlo en el
Estado de la fuente con un porcentaje mayor, entonces se debe
aplicar la legislación interna.

Enriquecimiento de empresas extranjeras de transporte in­


ternacional domiciliadas en Venezuela

Nuestra legislación impositiva a la renta ha considerado par­


cialmente territorial el enriquecimiento de las agencias o empre­
sas de transporte internacional constituidos y domiciliados en
el exterior o constituidos en el exterior y domiciliados en Vene­
zuela, por el servicio de transporte internacional de carga o pa­
sajeros. Al efecto la Ley vigente establece en su artículo 36 lo
siguiente:
"Los enriquecimientos netos de las agencias o empresas de
transporte internacional constituidos y domiciliados en el
exterior o constituidos en el exterior y domiciliados en la
República Bolivariana de Venezuela, serán el diez por cien­
to (10%) de sus ingresos brutos. Estos ingresos estarán re­
presentados por la mitad del monto de los fletes y pasajes
entre la República Bolivariana de Venezuela y el exterior y
viceversa y por la totalidad de los devengados por transpor­
te y otras operaciones conexas realizadas en la República
Bolivariana de Venezuela."

Conforme a lo previsto en la norma citada, el legislador pre­


sume ( iuris et de jure) que el enriquecimiento neto de las agen­
cias o empresas de transporte internacional constituidas y do­
miciliadas en el exterior o constituidas en el exterior con domicilio
fiscal en Venezuela, equivalen a diez por ciento (10%) de sus
ingresos brutos y clasifican esos ingresos brutos de la forma si­
guiente:

• La mitad (50%) del monto de los fletes y pasajes entre


Venezuela y el exterior y viceversa, esto en virtud que parte

515
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

de la actividad del transporte se realiza en el exterior y


parte en Venezuela, por lo que la Ley también presume
parcialmente la territorialidad en la mitad de los ingresos
brutos. El efecto impositivo neto máximo en estos casos es
de uno coma setenta por ciento (1,70%) del ingreso bruto;
es decir, la base imponible es igual a 10% sobre la mitad
del flete, lo que representa el cinco por ciento (5%) del
ingreso bruto sometido a renta presunta, que al aplicarle
la tarifa en su rubro máximo de treinta y cuatro por ciento
(34%) nos arroja el referido efecto impositivo.

• La totalidad (100%) de los ingresos brutos provenientes


tanto del transporte dentro del territorio nacional, como
de cualquier otra operación conexa con ese transporte rea­
lizado dentro del país, por ejemplo el de trasbordo. En
este caso el efecto neto impositivo máximo sería tres pun­
to cuarenta por ciento (3,40%) de los ingresos brutos so­
metidos a esta renta presunta ( 34% sobre el 10% de renta
presunta).

También en este tipo de rentas presuntas es importante ha­


cer referencia al tratamiento que le dan los convenios suscritos
por Venezuela bajo el Modelo OCDE, el cual es más amplio al
considerar los beneficios obtenidos en la explotación de buques
y aeronaves en el tráfico internacional; así como también de em­
barcaciones. Al efecto tenemos:

1. Los beneficios procedentes de la explotación de buques o


aeronave en tráfico internacional sólo pueden someterse
a imposición en el Estado Contratante en el que esté situa­
da la sede de dirección efectiva de la empresa.

2. Los beneficios de la explotación de embarcaciones dedica­


das al transporte por aguas interiores sólo pueden some­
terse a imposición en el Estado Contratante en el que esté
situada la sede de dirección efectiva de la empresa.

3. Si la sede de dirección efectiva de una empresa de navega­


ción o de una empresa dedicada al transporte por aguas

516
J esú s S o l G il

interiores estuviera a bordo de un buque o embarcación se


considerará que se encuentra en el Estado Contratante donde
esté el puerto base del mismo; y si no existiera tal puerto
base, en el Estado signatario del Convenio en el que resida
la persona que explote el buque o la embarcación.

4. Lo contenido en el punto primero se aplica también a los


beneficios procedentes de la participación en un pool, en
una explotación en común o en un organismo internacio­
nal de explotación.

Venezuela ha suscrito convenios específicos de doble imposi­


ción relativos a la navegación marítima y aérea. Estos conve­
nios establecen un criterio de tributación a la renta semejante al
modelo OCDE; es decir, el arriba mencionado, los cuales gra­
van los beneficios exclusivamente en el Estado de la residencia
de la Empresa. Venezuela tiene suscrito convenios para evitar
la doble tributación específicos en materia de transporte aéreo y
marítimo con Brasil, España Argentina, Reino Unido e Irlanda
del Norte, Canadá, Suiza, Chile, Paraguay, Bolivia, Rumania y
Colombia, entre otros.

Enriquecimiento de transporte internacional

Prevé el artículo 40 de la Ley de Impuesto sobre la Renta el


enriquecimiento presunto derivado del transporte internacio­
nal entre Venezuela y el exterior y viceversa; pero a diferencia
del punto anterior, cuando se traten de empresas no domicilia­
das en Venezuela ni que estén comprendidas dentro de las acti­
vidades previstas en el artículo 2911 y en los Parágrafos Primero

11 P o r cau sa del L eg islad o r o d e la P ublicación, la R eform a de la L ey de


Im pu esto sobre la Renta, pub licad a en G aceta Oficial E xtraord in aria de
fecha 28 de diciem bre de 2001, suprim ió el artículo 29 y la n um eración
salta del artículo 28 al 30, asum iendo que fue un error m aterial y que la
referencia se refiere al segundo aparte del artículo 28 que prevé el régimen
de los contribuyentes dom iciliados en el país que tengan naves y aeronaves
de su propiedad o tom adas en arrendam iento y las destinen al cabotaje o al
transporte internacional de las m ercancías objeto del trafico de sus negocios.

517
60 A ñ o s de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

y Segundo del artículo 148 de la Ley12 cuya renta se estima equi­


valente a 10% de la mitad del monto de los ingresos que se cau­
sen en el ejercicio gravable por fletes y pasajes.

Este tipo de norma de determinación de la renta sobre base


presunta, a diferencia del caso anterior, excluye de su aplica­
ción tanto a los contribuyentes empresas extranjeras domicilia­
das en el país, como las empresas constituidas en Venezuela; es
decir, el objetivo de la norma es establecer una renta neta pre­
sunta para aquellos contribuyentes que se dediquen al trans­
porte internacional no domiciliados en Venezuela, que no po­
sean agentes ni establecimientos en el país. En este sentido si el
enriquecimiento es equivalente al 10% de la mitad de los ingre­
sos por los viajes que partan de Venezuela o que tengan como
destino nuestro País, el efecto impositivo máximo es de 1,70%,
que es el resultado de aplicar la tarifa máxima de 34% sobre
cinco por ciento (5%) del total de los ingresos reputados parcial­
mente de fuente territorial.

En el caso de existir convenios para evitar la doble tributación,


bien se traten de los generales bajo el Modelo de la OCDE o de
la ONU, o específicos en materia de transporte aéreo o maríti­
mo, aplican las mismas reglas explicada en el punto anterior
referido al enriquecimiento de empresas extranjeras de trans­
porte internacional domiciliadas en Venezuela.

Enriquecimiento proveniente de mercancías en consignación


remitidas al país

El artículo 37 de la Ley de Impuesto sobre la Renta prevé el


enriquecimiento presunto proveniente de las mercancías dadas
en consignación. En este caso, es importante aclarar que la nor­
ma de determinación sólo es aplicable a la persona extranjera
no domiciliada que da mercancía en consignación para su ven­
ta en Venezuela, pues quien recibe la mercancía para luego ven­
derla y recibe como contraprestación una comisión, será grava­

12 E stos P arágrafo s fueron sup rim id os en la últim a R eform a del 28 de di­


ciem bre de 2001.

518
J esú s S o l G il

do ordinariamente siendo su ingreso bruto, precisamente, la co­


misión admitiendo costos y gastos conforme lo prevé la Ley.

En efecto, el referido artículo establece que los enriquecimien­


tos netos de los contribuyentes que desde el exterior remitan al
país mercancías en consignación, es equivalente a veinticinco
por ciento (25%) de sus ingresos brutos y que esos ingresos bru­
tos se encuentran conformados por el total del monto de las
ventas de dichas mercancías en el país.

En el Derecho Mercantil se considera la consignación como


el acto de remitir o enviar efectos o mercancías y, por consigna­
tario, quien la vende en un plazo preestablecido a cambio de
una comisión o quien la recibe por un precio pero no lo paga
hasta vender la mercancía y, en caso de no venderla, la devuelve.

Como se explicó, el enriquecimiento presunto del cual trata


la Ley en este caso, es el percibido por la persona natural o
jurídica que desde el exterior remite al país la mercancía en
consignación; es decir, el comitente, para que otra persona (con­
signatario) la venda por su cuenta y orden, quien sólo recibiría
una comisión. El consignatario, en este caso, tendrá un ingre­
so bruto representado por la comisión y la determinación del
enriquecimiento debe hacerlo sobre base cierta, conforme lo
establezca la Ley, pues la determinación de la renta presunta
en este caso es exclusiva para el comitente que se determina
con base en el precio de venta presumiéndose como enriqueci­
miento neto de veinticinco por ciento (25%) del precio de ven­
ta de las mercancías.

En nuestra opinión, este supuesto no debe incluirse a quienes


venden desde el exterior; es decir, a quienes remiten desde el
exterior las mercancías a una persona natural o jurídica domi­
ciliada en Venezuela, quien posteriormente lo revende y luego
le paga el precio de venta y si no vende le devuelve la mercan­
cía, pues en ese caso estaríamos en presencia de una venta a
plazo con derecho de devolución, produciéndose una venta por
parte de la empresa extranjera desde el exterior; por lo tanto, el
enriquecimiento tiene su fuente en el extranjero.

519
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

Lo esencial en el supuesto previsto en la norma que esta­


blece la renta presunta proveniente de mercancías remitidas
al país en consignación, es que sean vendidas por un inter­
mediario (comisionista o mandatario) en Venezuela y, el pro­
ducto de la venta pertenezca al remitente desde el exterior
con la finalidad de que los ingresos brutos le sean imputables,
y presumible la renta obtenida.

En este caso, relativo al enriquecimiento percibido por el en­


vío desde el exterior de mercancías en consignación y su poste­
rior venta en Venezuela, dicha renta califica en los efectos de
los convenios, para evitar la doble imposición suscrita por Ve­
nezuela como "Beneficio Em presarial". Por lo tanto, conforme
al Artículo 7 del modelo de convenio, para poder ser gravado
en Venezuela el contribuyente residenciado o domiciliado en el
otro Estado contratante debe poseer en el país un establecimiento
permanente, en cuyo caso la determinación del enriquecimien­
to neto debe realizarse sobre base cierta y no sobre la base pre­
sunta establecida en la Ley. Los tratados internacionales suscri­
tos bajo el modelo OCDE requieren que el preceptor del
enriquecimiento posea un establecimiento permanente en Ve­
nezuela para poder ser gravado13.

Como fue explicado, en el envío desde el exterior de mercan­


cías en consignación debe intervenir un intermediario (manda­
tario) que comercialice la misma en el país porque resulta de
vital importancia para determinar si existe un establecimiento
permanente, examinar cómo es la actuación de la persona que
actúa por cuenta del mandante propietario de las mercancías y
el alcance de la definición que el convenio en particular da a la

13 A rtícu lo 7 "L o s beneficios em p resariales de u n a em p resa de u n E stad o


C ontratante solam ente pued en som eterse a im posición en ese Estado, a no
ser que la em p resa realice su actividad en el otro E stad o C ontratante p or
m ed io d e u n establecim ien to p erm an en te situ ad o en él. Si la em p resa
realiza su actividad de dicha m an era, los beneficios de la em p resa pueden
som eterse a im posición en el otro Estado, pero sólo en la m ed id a en que
sean atribuibles a este establecim iento p erm an en te".

520
J esú s S ol G il

figura del establecimiento permanente, por cuanto el hecho de


tener un mandatario con poderes para concluir negocios, que
ejerza habitualmente poderes para suscribir contratos en nom­
bre de la empresa no domiciliada, puede calificar como un esta­
blecimiento permanente14. Es por ello, que en casos en lo que el
vendedor propietario de las mercancías en consignación sea re­
sidente efectivo de algunos de los Estados con los cuales Vene­
zuela ha suscrito Convenio para evitar la doble tributación y
esté en vigencia, habría que evaluar cada caso en particular en
cuanto a si el intermediario actúa de manera independiente o
de modo subordinado a los fines de precisar si califica como
establecimiento permanente. Como resultado de tal evaluación
podría ocurrir que: (i) no califica, en tal caso dicha renta no
estaría sujeta a imposición en Venezuela; (ii) si califica, debe
determinarse sobre base cierta.

Enriquecimiento de empresas de seguros y reaseguros no do­


miciliadas en el país

Conforme al artículo 38 de la vigente Ley de Impuesto sobre


la Renta, "el enriquecimiento de las empresas de seguros y reaseguro
no domiciliadas en el país estará constituido por el treinta por ciento
(30%) de sus ingresos netos causados en el país, cuando no exista
exención de impuesto para las empresas similares venezolana. Estos
estarán representados por el monto de sus ingresos brutos, menos
rebajas, devoluciones y anulaciones de primas causadas en el país"

14 A rtículo 5 “N o obstante las disposiciones de los parágrafos 1 y 2, cuando


u n a p erson a — distinta de un agente que goce de u n estatuto independien­
te, al cual se le aplica el p árrafo 6— actúe por cuenta de u n a em p resa y
obtente y ejerza habitualm ente en un E stad o C ontratante p od eres que la
faculten p ara concluir contratos en nom bre de la em presa, se considerará
que esta em p resa tiene un establecim iento p erm an en te en dicho E stad o
(V enezuela) con respecto a cualquiera actividades que esa persona realice
p ara la em presa... N o se con sid erará que una em p resa tiene un estableci­
m iento perm anente en un E stad o C ontratante p or el sim ple hecho de que
realice sus actividades en dicho E stad o a trav és de un corredor, un com i­
sion ista gen eral o cualq uier o tro agen te que go ce de u n a con d ición de
independencia, siem pre que dichas personas actúen dentro del m arco o r­
dinario de sus n egocios..."

521
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Conforme al artículo 18 ejusdem, los ingresos de este tipo de


em presa lo representan los m ontos de las prim as,
indem nizaciones y com isiones recibidas por em presas de
reaseguros, cánones de arrendamientos, intereses y demás
proventos producidos por los bienes en los cuales se haya inver­
tido el capital y las reservas.

Con la finalidad de determinar la renta presunta de estas


empresas no domiciliadas en Venezuela por los ingresos obteni­
dos en el país, se le rebaja las disminuciones o descuentos en
primas, devoluciones y anulaciones a cuyo resultado lo define
la norma como "ingreso neto". Sobre ese resultado, causado en
el país, se aplica el treinta por ciento (30%) para determinar el
enriquecimiento presunto, sobre el cual se aplica el impuesto
proporcional de diez por ciento (10%) establecido en parágrafo
segundo del artículo 52 de la Ley para así determinar el impues­
to, lo que permite afirmar que el efecto impositivo neto es equi­
valente a tres por ciento (3%) sobre lo que la norma define como
ingreso neto.

Este tipo de renta cuando se traten de empresas domiciliadas


en Estados con los cuales Venezuela haya suscrito convenio para
evitar la doble imposición bajo el modelo OCDE y se encuentre
vigente, califica a los efectos de los convenios como "Beneficio
Em presarial"; por lo tanto, conforme al Artículo 7 de los conve­
nios para poder ser gravado en Venezuela el contribuyente resi­
denciado o domiciliado en el otro Estado contratante debe po­
seer en el país un establecimiento permanente, en cuyo caso la
determinación del enriquecimiento neto debe realizarse sobre
base cierta y no sobre la base presunta establecida en la Ley.

Honorarios profesionales de personas no domiciliadas

En cuanto al gravamen a la renta, se entiende por honora­


rios profesionales no mercantiles, los pagos o contraprestación
que se reciben en contraprestación por servicios personales in­
dependientes de índole profesional, prestados por los abogados,

522
J esú s S ol G il

contadores, médicos, ingenieros, odontólogos, geólogos, veteri­


narios y otras personas que presten servicios similares. No son
considerados honorarios profesionales, para los efectos del Im­
puesto sobre la Renta, los servicios artesanales como, carpinte­
ría, herrería, latonería, mecánica, electricista, albañilería, plo­
mería, jardinería15.

También considera el Reglamento de la Ley de Impuesto so­


bre la Renta como honorarios profesionales no mercantiles, los
ingresos que obtienen los escritores o compositores y sus here­
deros, por la cesión de los derechos de propiedad intelectual, los
de los artistas: pintores, escultores, actores, músicos, así como
también los de los deportistas16.

Teniendo claro cuáles rentas se considera honorarios profe­


sionales, en materia de rentas presuntas para las personas na­
turales o jurídicas no residentes o no domiciliados en Venezuela
que perciban rentas provenientes en el país por tales activida­
des, el enriquecimiento presunto está constituido por 90% del
ingreso bruto; por lo tanto, al aplicar la tarifa de 34%, el efecto
impositivo neto es de 30,6%.

Al igual que en los casos anteriores debemos analizar el


tratamiento que los convenios, para evitar la doble tributación
dan a este tipo de rentas, aplicable por supuesto, cuando la
persona natural o jurídica que percibe el ingreso por honora­
rios en Venezuela se trate de un residente de alguno de los
Estados con los cuales Venezuela ha suscrito Convenio bajo
el modelo de la OCDE. En este caso, si el servicio profesional
es prestado por personas jurídicas, aplica el Artículo 7 "Bene­
ficios Empresariales" de los convenios; por consiguiente, para
poder ser gravado en Venezuela el contribuyente domicilia­
do en el otro Estado contratante debe poseer en el país un
establecimiento permanente, en cuyo caso la determinación
del enriquecimiento neto debe realizarse sobre base cierta y

15 A rtículo 45 del Reglam ento de la Ley de Im puesto sobre la Renta de 1992.


16 A rtículo 46 del R eglam ento de la ley de Im puesto sobre la Renta de 1992.

523
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

no sobre la base presunta establecida en la Ley. Si por el


contrario el servicio profesional es prestado por persona na­
tural, aplicamos el artículo 14 del modelo de Convenio que
establece:
" l . - L a s r e n ta s q u e u n r e s id e n te d e u n E s t a d o C o n tr a ta n te
o b te n g a p o r la p r e s ta c ió n d e s e rv ic io s p ro f e s io n a le s y o tr a s
a c tiv id a d e s d e n a tu r a le z a in d e p e n d ie n te s ó lo p u e d e n s o ­
m e te r s e a im p o s ic ió n e n e s te E s ta d o , a n o s e r q u e e s te re s i­
d e n te d is p o n g a d e m a n e r a h a b itu a l e n e l o tr o E s t a d o C o n ­
tr a ta n te d e u n a b a s e fija p a r a el e je rc icio d e s u s a c tiv id a d e s .
Si d is p o n e d e d ic h a b a s e fija la s r e n ta s p u e d e n s o m e te r s e a
im p o s ic ió n en e l o t r o E s ta d o , p e r o s ó lo e n la m e d i d a e n q u e
s e a n im p u ta b le s a e s ta b a s e fija.

2 .- L a e x p r e s ió n " s e r v ic io s p r o f e s io n a le s " c o m p r e n d e e s p e ­
c ia lm e n te la s a c tiv id a d e s in d e p e n d ie n te s d e c a r á c te r c ie n tí­
fico, lite ra rio , a rtís tico , e d u c a tiv o o p e d a g ó g ic o , a s í c o m o las
a c tiv id a d e s i n d e p e n d ie n te s d e m é d ic o s , a b o g a d o s , in g e n ie ­
ro s, a rq u ite c to s , o d o n tó lo g o s y c o n ta b le s " .

Este artículo 14 contiene las reglas de distribución de la


tributación de las rentas obtenidas por prestación de servicios
profesionales y otras actividades de naturaleza independientes.
En este caso la metodología utilizada es semejante a la de los
beneficios empresariales. Por consiguiente, los servicios profe­
sionales sólo pueden someterse a tributación en el Estado de la
Residencia, salvo que el profesional disponga de una base fija
en Venezuela; por lo tanto, en caso de una persona natural que
sea residente de algunos de los Estados con los cuales Venezue­
la ha suscrito convenio bajo el modelo en referencia y no posea
base fija en nuestro país, no estaría sujeta a la imposición a la
renta en Venezuela.

Régimen impositivo a la renta aplicable al suministro desde


el exterior de asistencia técnica y servicios tecnológicos

El tratamiento impositivo a la renta de la asistencia técnica y


los servicios tecnológicos, es uno de los aspectos más complejos
en materia de rentas presuntas en cuanto a la legislación inter­

524
J esú s S o l G il

na y en lo que se refiere al tratamiento que le dan los convenios


para evitar la doble tributación. Tal afirmación la hacemos en
virtud de la existencia por una parte, de lagunas legislativas y
por otra de una innecesarias complejidad en la norma interna y
a la falta de concordancia con los convenios, sin obviar la gama
de doctrina contradictorias sobre el tema.

El régimen impositivo a la renta presunta aplicable en Vene­


zuela al suministro desde el exterior de asistencia técnica y de
servicios tecnológicos, es radicalmente diferente porque suelen
resultar confusas, tanto para quienes la suministran como para
la que la reciben.

Es importante destacar que si los pagos por tales conceptos se


efectúan a personas no amparadas por un Convenio para evitar
la doble tributación con Venezuela, se aplica directamente el ré­
gimen de nuestra legislación; en caso contrario, ante la existencia
de un convenio, se debe aplicar éste.

En este sentido, es muy importante: (i) discernir sobre las


diferencias en el régimen aplicable en materia de asistencia
técnica y servicios tecnológicos; (ii) se hace imprescindible
explicar el principio territorial o de la fuente que rige nues­
tro impuesto sobre la renta, respecto a estas rentas; y (iii) el
régimen aplicable cuando estemos en presencia de un conve­
nio para evitar la doble tributación.

La Ley de Impuesto sobre la Renta establece en su Artículo 6


que un enriquecimiento proviene de actividades económicas rea­
lizadas en Venezuela o de bienes situados en el país, cuando
algunas de las causas que lo origina ocurra dentro del territo­
rio nacional, ya se refieran esas causas a la explotación del suelo
o subsuelo, a la formación, traslado, cambio o cesión del uso o
goce de bienes muebles o inmuebles, corporales e incorporales o
a servicios prestados por personas domiciliadas residentes o tran­
seúntes en Venezuela; así como también los que se obtengan
por asistencia técnica o servicios tecnológicos utilizados en
el país.

525
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

Como se infiere de la norma, es suficiente que una de las


causas se genere en Venezuela para que un enriquecimiento esté
sujeto a la exacción en cuestión, y en los casos de asistencia téc­
nica y servicios tecnológicos, aún cuando la causa no esté gene­
rada en el país, porque se preste en el extranjero, basta que sea
utilizado o aprovechado en Venezuela para estar sujeto al im­
puesto sobre la renta.

Visto lo antes explicado, en cuanto a que la asistencia técnica


y servicios tecnológicos suministrados desde el extranjero están
sujetos a imposición a la renta en Venezuela sobre la base de
vinculación del aprovechamiento en el país, es conveniente ex­
plicar las regulaciones contenidas en la Ley de Impuesto sobre
la Renta en cuanto al régim en aplicable en cada caso,
específicamente en lo atinente a: (i) definición de servicios tec­
nológicos y asistencia técnica; y (ii) la determinación de la renta
presunta entre ambos servicios.

• Asistencia Técnica.

La Ley de Impuesto Sobre la Renta define la asistencia técni­


ca "como el suministro de instrucciones, escritos, grabaciones, pelí­
culas y demás instrumentos similares de carácter técnico, destinados
a la elaboración de una obra o producto para la venta o la prestación
de un servicio específico para los mismos fines de venta"17.

El suministro de asistencia comprende la transferencia de


conocimientos técnicos, de servicios de ingeniería de investiga­
ción y desarrollo de proyectos, de asesoría y consultoría y el
suministro de procedimientos o fórmulas de producción de da­
tos, informaciones y la provisión de elementos de ingeniería bá­
sica y de detalle. A tales efectos, la Ley establece que debe en­
tenderse por:

17 A rtículo 42 Ley de Im puesto sobre la Renta.

526
J esú s S o l G il

1- Servicios de ingeniería

La ejecución y supervisión del montaje, instalación y puesta


en marcha de las máquinas, equipos y plantas productoras; la
calibración, inspección, reparación y mantenimiento de las má­
quinas y equipos; y la realización de pruebas y ensayos, inclu­
yendo control de calidad.

2.-Investigación y desarrollo de proyectos

La elaboración y ejecución de programas pilotos; la investi­


gación y experimentos de laboratorios; los servicios de explota­
ción y la planificación o programación técnica de unidades pro­
ductoras.

3.-Asesoría y consultoría

La tramitación de compras externas, la representación, el


asesoramiento y las instrucciones suministradas por técnicos para
la administración y gestión de empresas en cualquiera de las
actividades u operaciones.

Como se puede observar de la definición legal de asistencia


técnica, la misma es bastante extensa y comprende todas las
formas posibles de transmisión de conocimientos técnicos desde
el exterior mediante instrumentos técnicos.

Por consiguiente, para que un suministro de asistencia técni­


ca desde el exterior sea considerado como tal, para los efectos
fiscales, deben concurrir los siguientes elementos:

1- Que la transferencia de conocimientos técnicos sean emplea­


dos o utilizados en Venezuela en la producción de la renta
de quien contrató la asistencia. En este sentido, los conoci­
mientos transferidos deben estar destinados a la elaboración
de una obra o un producto para la venta o la prestación de
un servicio para los mismos fines de ventas.

527
60 A ñ o s de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

2- Que los conocimientos técnicos se suministren mediante ins­


trucciones, escritos, grabaciones, películas u otros instrumen­
tos de carácter técnico; como por ejemplo el envío de técni­
cos e ingenieros u otro personal especializado a Venezuela
para impartir los conocimientos o supervisar la producción,
la construcción o puesta en marcha de una planta, control
de calidad o mediante la asesoría o consultoría técnica, o por
cualquier otro medio de los indicados en el Artículo 42 de la
Ley de Impuesto sobre la Renta, el cual hace una larga enu­
meración, de la transferencia de conocimientos considera­
dos asistencia técnica.

Servicios tecnológicos
La Ley de Impuesto sobre la Renta define como servicios tec­
nológicos "la concesión para su uso y explotación de patentes
de invención, modelos dibujos y diseños industriales, mejoras o
perfeccionamiento, formulaciones, reválidas o instrucciones y
todo aquellos elementos técnicos sujetos a patentamientos"18.

En este sentido, los servicios tecnológicos consisten en ceder


el derecho a usar y explotar, desde el punto de vista económico,
todos aquellos elementos técnicos sujetos a patentamientos, en
consecuencia deben considerarse servicios tecnológicos, cuan­
do se otorga la concesión para el uso y explotación en Venezue­
la de patentes de invenciones, de mejoras, perfeccionamientos
y, en, todos aquellos elem entos que estén sujetos a
patentamiento, lo que es diferente a lo que en ámbito interna­
cional se conoce como “Know-how".

El comité de asuntos fiscales de la OCDE en la interpretación


del artículo 12 del modelo de convenio, en cuanto a la defini­
ción del concepto de "know how" sostiene que ésta "no difiere

18 PA R RA PÉR EZ, Jaime. Los Intangibles en el Ámbito del Derecho Tributario.


L ey de Im puesto sobre la Renta. A rtículo 27.Parágrafo D ecim ocuarto.
Ley de Im puesto sobre la Renta. A rtículo 44.
Ley de Im puesto sobre la Renta. A rtículo 6.

528
J es Cs S o l G il

esencialmente, en cuanto al fondo, a la definición dada por la


Association des Baureaux pour la Protection de la Propieté
Industrielle ( ASBPPI) por cuanto ésta es "el conjunto no divulga­
do de informaciones técnicas, patentables o no, que son necesarias
para la reproducción industrial, directamente y en las mismas condi­
ciones, de un producto o de un procedimiento; de la experiencia, el
"know how" es el complemento de lo que un industrial no puede
saber por el solo examen del producto y el mero conocimiento del
progreso de la técnica.''19.

Delimitaciones conceptuales de la Asistencia Técnica y Ser­


vicios Tecnológicos
Como podrá observarse, de las definiciones a los efectos
impositivos, la asistencia técnica y servicios tecnológicos son
transferencias de servicios que fiscalmente son diferentes; por
cuanto, la primera, esencialmente está referida al suministro de
instrucciones técnicas y la segunda a la cesión del derecho de
uso de elementos sujetos a patentamiento; sin embargo, ambas
formas de transferencia de tecnologías poseen los siguientes ele­
mentos en común:

1- Ambas formas de transferencias tecnológicas pueden definirse


jurídicam ente, como una relación en la que un sujeto
transferente suministra a otro sujeto receptor, medios para
ser utilizados en el proceso productivo.

2- En el ámbito de la asistencia técnica y servicios tecnológicos


suministrada desde el exterior, cualquiera que fuere su índo­
le u objetivo, en el régimen impositivo a la renta se exige que
no se posean o que puedan ser prestados en nuestro país y
sean suministrada de fuente foráneas, como condición indis­
pensable para que el pagador pueda deducir el gasto a los
efectos de la determinación de la renta neta gravable, en vir­

19 C o m ité de A su n to s F iscales de la O C D E , C o m e n ta rio s al M o d elo de


C o n v en io Fiscal S ob re la R en ta y Sobre el P atrim o n io , co m e n ta rio al
artícu lo 12.

529
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

tud de la protección de la economía nacional, por cuanto el


beneficiario del pago por la transferencia ha de ser una per­
sona natural o extranjera.

3- En ambos casos deben excluirse del régimen fiscal aplicable


según el caso, las actividades docentes y todos aquellos servi­
cios distintos de los necesarios para la elaboración de la obra,
producto para la venta o prestación de servicios y las adqui­
siciones de activos fijos u otros bienes que no estén destina­
dos para la venta, así como los reembolsos por bienes adqui­
ridos en el exterior20.

4- Ambas formas de transferencias están sujetas a imposición a


la renta en Venezuela para quien la suministra, sobre la base
de un régimen de rentas presuntas, el cual explico más ade­
lante. Aún cuando nuestro régimen es de carácter territorial
se produce una extensión del criterio en el que no se requiere
que el agente transmisor de la tecnología se encuentre dentro
del país, sino que la asistencia técnica o los servicios tecnoló­
gicos sean utilizados en un proceso productivo que tenga lu­
gar en el país; por lo tanto, el vínculo territorial de la materia
gravada está dado no por el lugar donde se suministra, sino
dónde está aprovechada21 .

En el ámbito internacional, se ha intentado trazar rasgos


definitorios de ambas formas de transferencia de tecnología; es
decir, de la asistencia técnica y/o servicios tecnológicos, así como
del denominado "Know how", porque ninguno de los modelos
de Convenio para evitar la doble imposición (Modelo OCDE y
Modelo ONU) contiene una definición expresa de lo que ha de
entenderse por asistencia técnica y en el caso de servicios tecno­
lógico están encuadrados dentro de la definición de regalías.

Al efecto sostiene Sonia Zapata en su trabajo titulado Notas


sobre el tratamiento de la asistencia técnica a la luz de los conve­

20 Ley de Im puesto sobre la Renta. A rtículo 45.


21 Ley de Im puesto sobre la Renta. A rtículo 6.

530
J e s Cs S o l G il

nios22 que "el Modelo de Convenio de la OCDE (MCOCDE) ex­


cluye la prestación de servicios de asistencia técnica. Tal exclu­
sión es el resultado de considerar que la asistencia técnica es
esencialmente un servicio, diferente en su naturaleza de las trans­
ferencias de tecnología típica comprendidas en el artículo 12
como es el caso de las patentes, marcas, derechos de autor y
know how, entre otros". Tal afirmación surge de los comenta­
rios de la OCDE en la interpretación del referido artículo; por lo
tanto, podemos afirmar que en el ámbito internacional difieren
de ambos en el sentido del papel que juegue el prestador del
servicio, pues en la asistencia técnica se requiere una participa­
ción activa en la prestación de servicios, mientras que en la trans­
ferencia de tecnología, patentes, diseños y otros no se requiere
que el prestador del servicio tenga participación activa en la
implementación o aplicación de las formulas cedidas ni que ga­
rantice al receptor un determinado resultado.

Este tema de la tributación de las rentas originadas de la trans­


ferencia de tecnología fue tratado en el Congreso Anual de la
International Fiscal Association (IFA) de 1997 cuyas conclusio­
nes constituyen fuente doctrinaria del Derecho Tributario las
cuales citamos a continuación:

1. Las rentas derivadas del suministro de tecnología pueden


adoptar típicamente la forma de ganancia por enajenación
de propiedad, la de regalía (canon) por la licencia de un de­
recho u otro activo (pagos por el uso o el derecho al uso de
bienes tangibles e intangibles), la de pagos por servicios o, la
de beneficios o rentas empresariales.

2. La mayoría de los países califican como regalías los pagos


por la transferencia de Know-how y en tal sentido se define
generalmente el Know how como "la información relativa a la
experiencia industrial comercial o científica". En general se des­

22 Z A PA T A , Sonia. N otas sobre el Tratam iento de la A sistencia Técnica a la


luz de los convenios p ara evitar la doble tributación. Revista de Derecho
Tributario, Número 81 Asociación Venezolana de Derecho Tributario.

531
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

taca como rasgo distintivo del Know-how que el proveedor


proporciona al receptor (para ser usado por éste en su pro­
pio negocio) algún conocimiento o experiencia especial de
carácter confidencial, del cual es propietario. El proveedor
de Know how no garantiza al receptor el resultado que ob­
tendrán en la utilización del mismo, ni interviene en la apli­
cación o el uso que del mismo haga el receptor.

3. Normalmente los países califican como regalías en su legisla­


ción doméstica los pagos por asistencia técnica, sometiéndo­
lo a un tratamiento similar al de Know how23.

4. Para distinguir el Know how de la asistencia técnica y/o de


los servicios tecnológicos se considera en general que el sumi­
nistro de Know how implica la transferencia de conocimien­
tos o informaciones especiales en donde el proveedor no asis­
te al receptor en el uso de esa información y la información
no sea públicamente disponible. En la asistencia técnica o
servicios tecnológicos, por el contrario, se requiere típicamente
que el proveedor utilice su propia capacidad para que el re­
ceptor alcance el resultado acordado, de modo que el recep­
tor no recibe transferencia de conocimientos o aptitudes sub­
yacentes. En este caso, no se trata de una simple transferencia
de información previamente desarrollada sino de la presta­
ción de servicios en un momento dado o la modificación de
los datos preexistentes para adaptarlos a las necesidades es­
peciales del cliente.

La Asistencia Técnica y Servicios Tecnológico como Rentas


Presuntas

En cuanto al enriquecimiento a que se encuentran sujetas las


empresas extranjeras no domiciliadas que suministran desde el
exterior asistencia técnica y servicios tecnológicos, que no se

23 Este no es el caso de V enezuela, y a que en n u estra legislación se trata


diferente la A sistencia Técnica, de la regalía y la transferencia de servicios
tecn o lógicos.

532
J esú s S ol G il

encuentren beneficiadas por convenios para evitar la doble


tributación, la Ley de Impuesto sobre la Renta establece en su
Artículo 41, un régimen sobre la base de una renta presunta, re­
presentado para la asistencia técnica por treinta por ciento (30%)
de los ingresos brutos; y para los servicios tecnológicos de cin­
cuenta por ciento (50%) sobre dicha base; dando como resultado,
una carga tributaria máxima en Venezuela, tomando en consi­
deración la Tarifa 2 prevista en la Ley de diez punto dos por
ciento (10,2%) para la asistencia técnica y diecisiete por ciento
(17%) para el suministro de servicios tecnológicos.

Es importante destacar, para estos casos, que el Reglamento


de la Ley de Impuesto sobre la Renta en materia de Retenciones,
establece la retención del impuesto total en la fuente, que debe
efectuar el deudor o pagador en el momento del pago o abono
en cuenta.

La Ley de Impuesto sobre la Renta vigente, en su artículo 45,


prevé régimen presuntivo en aquellos casos en que los contratos
no discriminen los montos que representan suministro de asis­
tencia técnica y de servicios tecnológicos, o la parte que se sumi­
nistre desde el exterior y la suministrada en Venezuela. En esos
casos, cuando un contrato no discrimine la cuota parte que co­
rresponde a uno u otro y por el contrario establezca un monto
global, la Ley presume que veinticinco por ciento (25%) del
monto total corresponde a la asistencia técnica y setenta y cien­
to (75%) a servicios tecnológico.

En este sentido, en caso que se presten ambos servicios y no


se discrimine el monto global, se separan los tipos de rentas y se
le aplica al resultado el porcentaje descrito para determinar la
renta presunta; es decir, de 25% que corresponda a la asistencia
técnica, se le aplica 30% de renta presunta y, sobre dicho monto
se aplica la tarifa; y al 75% restante, correspondiente a servicios
tecnológicos, se le aplica 50% de renta presunta y se le aplica la
tarifa; finalmente, se suman ambos resultados, para determinar
el impuesto a pagar. En el supuesto de que en el contrato se
discrimine el monto que corresponda a asistencia técnica y el

533
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

que corresponda a servicios tecnológicos, no aplica esta presun­


ción, en cuanto a la discriminación.

Es importante destacar que esta determinación sobre base


presunta aplica solamente cuando la asistencia técnica o el ser­
vicio tecnológico es suministrado desde el extranjero por contri­
buyentes no domiciliados en el país, porque si el servicio es pres­
tado en Venezuela la renta debe determinarse sobre base cierta,
conforme a las normas establecidas en la Ley.

De allí la importancia de precisar, en los contratos que regu­


len el suministros de estas transferencia de conocimientos técni­
cos o servicios tecnológicos, desde dónde se presta el servicios
porque cuando no es precisado se aplica la presunción estable­
cida en el artículo 46 de la Ley de Impuesto sobre la Renta, con­
forme al cuál cuando existe un monto indiscriminado de los in­
gresos por remuneración u honorarios, asistencia técnica o
servicios tecnológicos, en parte proveniente del exterior y en parte
derivado de esas actividades desarrolladas en el país se presu­
me que el ingreso corresponde en 60% desde el extranjero, a
cuyo ingreso, para determinar la renta presunta, se le aplican
los porcentajes arriba descritos, según el caso, si se trata de asis­
tencia técnica o servicios tecnológicos y el restante 40% de los
ingresos se presume que son por servicios realizados en Vene­
zuela, a cuyo ingreso podrá imputársele los costos y deducirle
gastos territoriales, para determinar el enriquecimiento neto.

Dadas las normas de determinación sobre base presunta,


es importante discriminar en los contratos y soportes, la por­
ción que corresponda a la asistencia técnica y del servicio tec­
nológico así como también la parte que sea suministrada des­
de el extranjero y la que sea sum inistrada en Venezuela.
Citemos un ejemplo cuando esto no es discriminado en un
contrato cuyo pago global por asistencia técnica y servicio
tecnológico prestado parte en el extranjero y parte en Vene­
zuela, es de Bs. 1.000.000,00:

534
J esú s S o l G il

Pago Global Bs. 1.000.000,00.

Asistencia Técnica: 25% = Bs. 250.000,00


Servicios Tecnológicos: 75% = Bs. 750.000,00.

Suministrado desde el extranjero:

Asistencia Técnica 60% de Bs. 250.000,00 = 150.000,00 x 30%


de renta presunta = Bs. 45.000.

Servicios Tecnológico 60% de Bs. 750.000,00 = 450.000,00 x 50%=


de renta presunta = Bs. 225.000,00.

La renta y su gravamen respecto del remanente de 40% de lo


que se presume de asistencia técnica y servicios tecnológicos; es
decir, Bs. 100.000,00 y Bs. 300.000,00 respectivamente, se deter­
mina sobre base cierta y por consiguiente se admiten costos y
gastos territoriales con la finalidad de determinar la porción de
la renta, por esta parte.

Después de determinar el Impuesto sobre la Renta causado, se


suman las referidas renta y se aplica la tarifa que corresponda.

Para evitar la presunción de lo que corresponda a la asisten­


cia técnica del servicio tecnológico así como desde dónde se su­
ministra, deben especificarse en el contrato en forma separa­
da los montos; así como también contarse con los soportes y
demás elementos demostrativos.

Régimen aplicable cuando la transferencia de tecnología pro­


viene de los Estados con los cuales Venezuela ha suscrito
convenios para evitar la doble imposición

El tratamiento impositivo a la transferencia desde el exterior


de asistencia técnica y servicios tecnológicos provenientes de
aquellos Estados con los cuales Venezuela ha suscrito Conve­
nios para Evitar la Doble Imposición en materia de Impuesto

535
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

sobre la Renta y sobre el Patrimonio bajo el modelo de la OCDE,


resulta más favorable al de aquellas provenientes de otros Esta­
dos con los cuales no se han suscritos convenios.

Debemos partir de lo arriba expuesto, en cuanto a la dife­


rencia que, en el ámbito internacional, tiene la asistencia téc­
nica y los servicios tecnológicos, en el sentido que la asistencia
técnica implica y comprende las prestaciones de servicios, don­
de una parte se obliga a apoyar con sus conocimientos técni­
cos a la otra; mientras que el servicio tecnológico es el conjun­
to no divulgado de informaciones técnicas, patentables o no,
que son necesarias para la reproducción industrial, directa­
mente y en las mismas condiciones, de un producto o de un
procedimiento de la experiencia, y el "know how" es el com­
plemento de lo que un industrial no puede saber por el sólo
examen tanto del producto como del conocimiento del progre­
so de la técnica

Para explicar el régimen aplicable a la transferencia de asis­


tencia técnica bajo la aplicación de los Convenios en referencia,
se hace imprescindible explicar el ámbito de aplicación de los
mismos y los beneficios empresariales que se derivan de su apli­
cación.

En este sentido, el ámbito de aplicación personal de los Con­


venios para evitar la doble tributación bajo el referido modelo,
comprende a las personas residentes de uno o de ambos Esta­
dos suscriptores a cuyo efecto, según el Artículo 4 del Modelo
de Convenio de la OECD, se considera como "residente de un
Estado Contratante" a toda persona que en virtud de la legisla­
ción del Estado esté sujeta a imposición en este estado por ra­
zón de su domicilio, residencia, sede de dirección o cualquier
otro criterio de naturaleza análoga.

En lo que respecta a los beneficios empresariales, el Artícu­


lo 7 del Modelo de Convenio en referencia, expresa que los
beneficios que obtenga una empresa de un Estado contratante
solamente puede someterse a imposición en este Estado, a no

536
J esú s S o l G il

ser que la empresa realice su actividad en el otro Estado Con­


tratante por medio de un establecimiento permanente situado
en él.

Por esta razón, se debe hacer referencia a la definición de


establecimiento permanente para los efectos de la aplicación de
los beneficios empresariales; en este sentido, se entiende como
establecimiento permanente el lugar fijo de negocio mediante el
cual una empresa realiza todo o parte de una actividad y com­
prende lo siguiente:

a) La sede de dirección de una empresa.

b) Una sucursal.

c) Oficinas o fábricas.

d) Talleres.
e) La existencia de una construcción, instalación o montaje;
pero en estos casos, sólo constituye establecimiento per­
manente si la obra tiene una duración mayor a doce (12)
meses.
f) Se considera la existencia de un establecimiento perma­
nente cuando se posee un agente de representación que
actúe por cuenta de la empresa, siempre y cuando ostente
y ejerza poderes que lo faculten para concluir un contra­
to; es decir, que posea capacidad jurídica, según las leyes
del Estado de que se trate para obligar a la compañía. Sin
embargo, no se considera la existencia de un establecimien­
to permanente si el agente o representante sólo realiza
actividades de corretaje, comisionista, o como agente in­
dependiente que no pueda concluir por sí mismo un ne­
gocio de la empresa; es decir que dicho agente o represen­
tante no posea capacidad para obligar a la empresa por
los negocios emprendidos.

En este sentido, para que una empresa residente en uno de


los Estados signatarios de los convenios para evitar la doble

537
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

tributación con Venezuela, esté sujeta a imposición a la renta o


el patrimonio en nuestro país, debe poseer un establecimiento
permanente en Venezuela, a no ser que la renta provenga de
dividendos, intereses, regalías, ganancias de capital o produc­
tos de bienes inmuebles, los cuales tienen tratamiento específi­
cos en los convenios y para los cuales se prevén mecanismos
para evitar la doble tributación.

En consecuencia, si la asistencia técnica es suministrada por


un residente del Estado contratante no está sujeta a imposición
a la renta en Venezuela, porque la misma califica como una
renta sujeta a los beneficios empresariales definido en el Artícu­
lo 7 de los convenios comentado, salvo en aquellos convenios
que expresamente incorporen la asistencia técnica en la defini­
ción de regalías contemplada en el artículo 12.

Con respecto a la consideración de la asistencia técnica en


los beneficios empresariales, en algunos de los convenios vigen­
tes se hace mención expresa en el Protocolo, el cual forma parte
del Convenio; como es el caso, del Convenio con la República
Federal de Alemania y el de Estados Unidos de Norteamérica el
cual expresa lo siguiente:

" Se entiende que los pagos relacionados con asistencia


técnica se considerarán como beneficios empresariales en
virtud de lo establecido en el Artículo 7 "

No obstante, si la asistencia técnica es suministrada desde


Venezuela a través de un establecimiento permanente, la mis­
ma sí estaría sujeta a imposición a la renta en nuestro país, en
cuyo caso la determinación de la base imponible debe realizarse
sobre base cierta.

También puede ocurrir que parte de la asistencia sea sumi­


nistrada desde el exterior y parte en Venezuela; y en el caso de
que el contrato no discrimine la porción que corresponde de los
pagos a la suministrada desde el exterior y desde Venezuela, se
aplicaría la presunción establecida en el Artículo 47 de la Ley

538
J esú s S o l G il

de Impuesto sobre la Renta24 por consiguiente, en la parte atri-


buible al establecimiento permanente, la renta neta se determi­
naría sobre base cierta y la parte del exterior no estaría sujeta a
gravamen a la renta en Venezuela por aplicación del Convenio.

En caso que parte o la totalidad de la asistencia técnica sea


suministrada por un establecimiento permanente situado en
Venezuela, de alguna empresa residente de los Estados con los
cuales hemos suscrito Convenios, los beneficios obtenidos por
dicho establecimiento no podrían ser gravados en el país del
domicilio o residencia de la empresa, siempre que se trate del
beneficiario efectivo; evitándose de esta form a la doble
tributación, lo cual constituye una ventaja económica por verse
reducido sustancialmente la carga fiscal.

Sin embargo, es importante destacar que, en los últimos Con­


venios suscritos por Venezuela entre los que se encuentran los
firmados con la República Portuguesa y la República Checa,
publicados en Gaceta Oficial Extraordinaria Ne 5.180, de fecha
4 de noviembre de 1997, se incluyen los pagos recibidos en
contraprestación por asistencia técnica como gravable en el Es­
tado donde es aprovechada la misma, pero establecen límites
máximos de la tarifa aplicable, los cuales son de diez por ciento
(10%) y de doce por ciento (12%) respectivamente.

24 L a presunción establecida en el A rtículo 46 de la L ey de Im puesto sobre la


Renta, está referida a que cuan do en un con trato de asistencia técnica p ro ­
ven ien te p arte del exterio r y p arte en V enezu ela, p ero en d on d e n o se
discrim ina la p orción de los ingresos totales que corresp on d en a la asis­
tencia p restada en V enezuela y la p restada d esde el exterior la Ley p resu ­
m e que sesenta p or ciento (60% ) corresp on d e a la asistencia proveniente
d esde el exterior y el restante cuarenta p or ciento (40% ) corresponde a la
asistencia sum inistrada en V enezuela, en cuyo caso esta p orción se adm ite
en la determ inación sobre base cierta, al establecer el A rtículo en com ento,
q ue los in gresos atribuibles a V enezu ela ad m iten costos y d edu ccion es
p erm itidos p o r la Ley; p or lo tanto la parte correspondiente al exterior se
determ ina sobre la base presuntiva tom and o com o base im ponible treinta
p or ciento (30% ) p ero, en el caso de p rov en ir de E stad os sign atarios de
Convenios, para evitar la doble tributación, esta p arte no sería gravable,
p or cuan to se considera dentro de los beneficios em presariales.

539
6 0 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

No obstante, hay que destacar los términos como se definen


esta asistencia y su alcance. A tal efecto el Convenio suscrito
con la República Portuguesa lo incluye dentro de la definición
de regalías, la cual se encuentra contenida en Numeral 3 del
Artículo 12 cuyo texto es del tenor siguiente:
" S e g ú n s e u s a e n e s te a rtíc u lo , el t é r m in o " r e g a lía s " s ig n ifi­
c a la s r e m u n e r a c io n e s d e c u a lq u ie r n a tu r a l e z a re c ib id a s e n
c o n tr a p r e s ta c ió n p o r el u s o o el d e r e c h o d e u s a r d e re c h o s d e
a u to r d e o b ra s lite ra r ia s , a r títis c a s o c ie n tífic a s , in c lu y e n d o
p e líc u la s c in e m a to g r á f ic a s , y c in ta s y p e líc u la s p a r a tr a n s ­
m is ió n p o r r a d io o te le v is ió n , p a te n te s , m a r c a s , d is e ñ o s o
m o d e lo s , p la n o s , fó rm u la s o p r o c e s o s s e c re to s , o p o r el u s o o
el d e r e c h o d e u s a r e q u ip o in d u s tria l, c o m e r c ia l o cie n tífico o
in fo r m a c ió n c o n c e r n ie n te á e x p e rie n c ia s e n el c a m p o in d u s ­
tria l c o m e r c ia l o c ie n tífic o .

El término "regalías" también incluye pagos recibidos en


contraprestación por asistencia técnica con respecto al uso
o al derecho de usar derechos de autor, bienes o informa­
ción a la que se apliquen las disposiciones de este parágra­
fo" (D e s ta c a d o JS G ).

Como se desprende de la disposición transcrita, bajo este


Convenio la definición de regalías abarca la asistencia técnica,
pero únicamente cuando esté referida al suministro de los cono­
cimientos técnicos con respecto al uso de o al derecho a usar
derecho de autor, bienes o información, marcas, planos o cual­
quiera de los elementos indicados en el numeral citado.

En el caso del Convenio con la República Checa está conteni­


da en el Artículo 12 cuya denominación es "Regalías y Honora­
rios por Concepto de Asistencia Técnica" y la denominación a
los efectos del Convenio es del tenor siguiente:

" E l té r m in o " h o n o r a r io s p o r c o n c e p to d e a s is te n c ia té c n i­
c a ... s ig n ific a la s r e m u n e r a c io n e s d e c u a lq u ie r n a tu r a le z a
re c ib id a s e n c o n tr a p r e s ta c ió n p o r el u s o o el d e r e c h o d e u s a r
c o n o c im ie n to s té c n ic o s , e x p e r ie n c ia , " K n o w h o w " o p r o c e ­
so, o p o r el d e s a r ro llo y tra n s fe re n c ia d e u n p la n té c n ic o o u n
d is e ñ o té c n ic o "

540
J e s ú s S o l G il

Se observa que la última tendencia en las negociaciones de


los Convenios, esta dirigida hacia establecer el gravamen de la
asistencia técnica suministrada por beneficiarios efectivos resi­
dentes en alguno de los Estados Contratantes en el Estado don­
de es aprovechada.

En estos casos donde la asistencia es gravada en el Estado


donde es aprovechada, los Convenios prevén mecanismos de
acreditación de impuesto para evitar la doble imposición con el
otro Estado Contratante, siempre que el beneficiario efectivo sea
residente de dicho Estado.

En consecuencia, aún cuando en los Convenios se prevea la


posibilidad del gravamen a la renta del suministro de asistencia
técnica en el Estado donde es aprovechada, representa una ven­
taja competitiva, y económica cuando proviene de alguna em­
presa domiciliada o residente en los Estados con los cuales Ve­
nezuela ha suscrito los mismos porque la carga fiscal se reduce
considerablemente al existir los medios que impiden la doble
imposición.

En cuanto al tratamiento impositivo a la renta de los servi­


cios tecnológicos suministrados desde el extranjero por empre­
sas residentes de los Estados signatarios de los convenios con
Venezuela para evitar la doble imposición bajo el modelo de la
OCDE o de la ONU, debemos explicar la definición de regalías
que al efecto se encuentran previstos en los Convenios que si­
guen el modelo de la OCDE, la cual es la siguiente:
" El término "regalías" empleado en el presente artículo sig­
nifica las cantidades de cualquier clase pagadas por el uso o
la concesión de uso de un derecho de autor sobre una obra
literaria, artística o científica, incluidas las películas cine­
matográficas, de una patente marca de fábrica o de comer­
cio dibujo o modelo, plano, fórmula, o procedimiento se­
creto, así como por el uso o la concesión de un equipo
industrial comercial o científico, y por las informaciones
relativas a las experiencias industriales, comerciales o cien­
tíficas." (Destacado JSG).

541
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Como se desprende de la definición de regalías a los efectos


de los convenios, ésta es amplia, porque abarca la transferencia
de conocimiento en donde el proveedor no asiste al receptor y el
de servicios tecnológicos, esta última explicada anteriormente.
En este sentido, cuando el servicio tecnológico provenga de al­
gunos de los Estados con los cuales Venezuela ha suscrito Con­
venio, el régimen aplicable es el mismo al de regalías.

Cuando la misma es procedente de un Estado Contratante y


pagada por una empresa domiciliada en Venezuela, es someti­
da a gravamen en nuestro país, de acuerdo con nuestra legisla­
ción, pero el impuesto no puede exceder del porcentaje que se
indica en los convenios.

Asimismo, estos instrumentos prevén mecanismos para evi­


tar la doble imposición, los cuales constituyen el objeto de los
mismos que, generalmente y para el caso en análisis el impuesto
pagado en Venezuela se concede como rebaja o deducción del
impuesto en el otro Estado Contratante del cual es residente.

Por otra parte, cuando el servicio tecnológico es suministra­


do por el beneficiario efectivo que tenga un establecimiento per­
manente en Venezuela, se aplicarán de acuerdo con lo previsto
por el Numeral 3 del Artículo 12 de los Convenios las disposi­
ciones sobre los beneficios empresariales. En consecuencia, al
atribuirse la renta al establecim iento permanente, la base
imponible deberá determinarse sobre base cierta, admitiendo los
costos y deducciones que nuestra legislación permite y dicha
renta no podrá ser gravable en el país del domicilio o residencia
de quien suministra el servicio tecnológico o la regalía.

R egalías

El artículo 48 de la Ley de Impuesto sobre la Renta presume


que la renta neta provenientes de regalías y demás participacio­
nes análogas recibidas por personas no domiciliadas en el país,
es equivalente a noventa por ciento (90%) de los ingresos brutos
obtenidos por tales conceptos; por lo tanto el efecto neto imposi­

542
J esú s S ol G il

tivo aplicando la tarifa máxima sería de 30,60% sobre los mon­


tos recibidos por tales conceptos.

Es conveniente destacar que los efectos de la legislación in­


terna se refieren a regalías o demás participaciones análogas a
los beneficios obtenidos por otorgar el uso o goce de patentes,
marcas, derechos de autor, procedimientos, derechos de explo­
tación o unidades de producción.

En caso de que el perceptor de los beneficios por regalía se


trate de una persona natural o jurídica residente o domiciliado
de algunos de los Estados con los cuales Venezuela ha suscrito
convenios para evitar la doble tributación, bajo el modelo OCDE,
debe aplicarse el artículo 12 del Convenio, ya explicado amplia­
mente en este trabajo.

Caracas, 30 de julio 2003

Bibliografía

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Renta.

M em o rias de las X V I I Jornadas Colom bianas de D erech o T ributario

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P A R E D E S , C a r lo s E n r iq u e . E l Pricipio de la T erritorialidad y el sistem a de


renta m u n dia l en la ley de im puesto sobre la renta venezolana.

R evista de D erech o T ributario n ú m ero 8 3 . P á g in a 1 8 8 A s o c ia c ió n V e n e z o la ­


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Fiscal Sobre la R enta y Sobre el Patrim onio. C o m e n ta r io al a rtíc u lo 12.

543
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

ZAPATA, Sonia. Notas sobre el Tratamiento de la Asistencia Técnica a la luz de


los convenios para evitar la doble tributación Revista de Derecho Tributa­
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de ARESPACOCHAGA, Joaquín. Planificación Fiscal Internacional
RAIMONDI, Carlos y ATCHABAHIAN, Adolfo. El Impuesto a las Ganan­
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CARLOS GIULIANIFONROUGE, Impuesto a las Ganancias.
GARCÍA PRAST Francisco Alfredo. El Establecimiento Permanente.

544
EL REGIMEN DE RETENCIONES
DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA

J u a n A n t o n io G o l ìa A .*

IN TRO D U C C IO N

La retención en la fuente en materia de impuesto sobre la


renta ha estado presente en la legislación impositiva venezola­
na respectiva desde sus inicios.

El siguiente texto pertenece al artículo 34 de la Ley de Im­


puesto sobre la Renta,, publicada en la Gaceta Oficial de la Re­
pública de Venezuela, N° 20.851 del 17 de julio de 1.942, la cual
entró en vigencia el día primero de enero de 1943, y que es hoy
el germen de esta obra en la que participan varios autores.

L o s d e u d o r e s d e la s re n ta s a q u e se c o n tr a e n lo s C a p ítu lo s
III -re n ta s d e c ré d ito s y d e c a p ita l m o b ilia rio - y V II -s u e ld o s -
y d e lo s b e n e ficio s a c c id e n ta le s in d ic a d o s e n el C a p ítu lo V I
-a c tiv id a d e s p ro f e s io n a le s - d e e s ta L e y e s tá n o b lig a d o s , e n
el a c t o d e l p a g o , a r e te n e r el m o n to d e l im p u e s to p r o p o r c io ­
n a l q u e la s g r a v a y a e n te r a r lo al F is c o N a c io n a l e n lo s p la ­
z o s y f o r m a s q u e s e e s ta b le z c a e n el R e g la m e n to . A lo s e fe c ­
t o s d e la r e s p o n s a b i l i d a d e n q u e p u e d a n i n c u r r i r , s e
e q u ip a r a n d ic h o s d e u d o r e s a fu n c io n a r io s p ú b lico s.

P a r á g r a f o p rim e r o : S e e x c e p tú a n d e la re te n c ió n e n la fu e n te
lo s p a g o s d e in te re s e s c u a n d o lo s a c r e e d o r e s d e é s to s s e a n
s o c ie d a d e s u o tr o s in s titu to s q u e re a lic e n n o r m a lm e n te el
n e g o c io d e d a r d in e r o a p r é s ta m o .

* A bogad o Especialista en D erecho T ributario. A bogad o C onsu ltor y Liti­


gante en M ateria Tributaria.

545
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

P a rá g r a fo s e g u n d o : E l E jecu tiv o F e d e ra l p o d r á d is p o n e r q ue,


a d e m á s d e lo s im p u e s to s in d ic a d o s e n e s te a rtíc u lo , se re ­
te n g a n e n la fu e n te o t r o s d e lo s e s ta b le c id o s e n e s ta L e y y
p o d r á a s im is m o e x o n e r a r d e d ic h a o b lig a c ió n a p e rs o n a s
d is tin ta s d e la s s e ñ a la d a s e n el p a r á g r a f o p r e c e d e n te . -L a s
lla m a d a s e n tre p a r é n te s is q u e s e ñ a la n el c o n te n id o d e lo s
c o r r e s p o n d ie n te s c a p ítu lo s h a n s id o a ñ a d i d a s p o r q u ie n
escrib e-.

Por su parte, la jurisprudencia comenzó a pronunciarse en


materia de retenciones desde vieja data. Así por ejemplo, en
sentencia N° 9 del primero de febrero de 19441, la Junta de Ape­
laciones estableció:
L a f ir m a a p e la n te a le g a q u e si lo s a rtíc u lo s 3 4 y 4 1 s e a p lic a ­
s e n e n e s te s e n tid o , s e ría n in c o n s titu c io n a le s , p e r o s e a b stie ­
n e d e in d ic a r c u á l d is p o s ic ió n fu n d a m e n ta l s e ría c o n tr a r ia
a s u s té rm in o s . L a J u n ta , p o r s u p a r te , n o h a e n c o n tr a d o
n in g ú n p r e c e p t o c o n s titu c io n a l q u e h a g a in a p lic a b le s lo s
re f e rid o s a rtíc u lo s e n e l s e n tid o in d ic a d o , p o r lo c u a l, ju z g a
p r o c e d e n te s u a p lic a c ió n .

Continuando en épocas remotas, quienes piensan que la no


deducibilidad del gasto, en los casos de incumplimiento de la
previsión legal de la retención se remonta a tiempos recientes,
se sorprenderán al leer el contenido del artículo 83 del Regla­
mento de la Ley de Impuesto sobre la Renta, publicado en la
Gaceta Oficial de la República de Venezuela, Ns 29 extraordi­
nario, de fecha 2 de Febrero de 1.943, cuyo texto es el siguiente:
E s d e d u c ib le e l m o n t o d e lo s in te re s e s p a g a d o s d u r a n te el a ñ o
g r a v a b le p o r lo s c a p ita le s t o m a d o s e n p r é s ta m o e in v e rtid o s e n la
e m p r e s a , h a s ta la c o n c u r r e n c ia d e l in te ré s c o rr ie n te e n e l m e r c a d o .

P a r á g r a f o ú n ic o : E s c o n d ic ió n e s e n c ia l p a r a g o z a r d e e s ta d e d u c ­
c ió n q u e el c o n trib u y e n te h a y a e f e c tu a d o la re te n c ió n in d ic a d a p o r
el a rtíc u lo 5 6 d e e s te R e g la m e n to , s a lv o e n lo s c a s o s in d ic a d o s e n el
a r tíc u lo 5 7 d e l m is m o .

1 JU RISPRU D EN CIA DE IM PUESTO SOBRE L A REN TA - República de Ve­


nezuela, M inisterio de H acien d a - Im prenta N acional, C aracas, 1955, pági­
na 6.

546
Juan A n t o n io G o l ìa A .

Con el presente trabajo se aspira presentar, dentro de los


límites de espacio preestablecidos, aspectos relevantes de la más
efectiva herramienta de recaudación de impuestos en Vene­
zuela, la cual ha originado abundante doctrina y jurispruden­
cia en materia tributaria en el país, y que es conocida con el
nombre de la Retención en la Fuente en materia de Impuesto
sobre la Renta, o bien, como ha sido titulada en esta oportuni­
dad, "EL REGIMEN DE RETENCIONES DEL IMPUESTO
SOBRE LA RENTA".

Al igual que el resto de las obras contenidas en este libro, el


presente es un trabajo inédito. Sin embargo, parte de la fuente
utilizada para su nutrición proviene del Trabajo de Grado del
autor, aspirante entonces al Título de Especialista en Derecho
T ributario, el cual fue titulado "IN TERPRETA CIÓ N
TELEOLOGICA DE LA NORMA QUE ESTABLECE LA NO
DEDUCIBILIDAD DE CIERTOS GASTOS EN LOS CASOS QUE
NO SE HAYA REALIZADO LA RETENCION DE IMPUESTO
CORRESPONDIENTE -ARTICULO 78, PARÁGRAFO SEXTO,
LISR DE 1994" posteriormente publicado en la Revista de la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, N° 104, de la Univer­
sidad Central de Venezuela, en Caracas, en el año 1997.

I. PRESENCIA DE LA RETENCIÓN EN LA FUENTE EN


MATERIA DE ISR EN LA LEGISLACIÓN VENEZOLA­
NA DESDE EL AÑO 1943

A continuación se presenta un resumen que muestra la pre­


sencia del mecanismo de la retención en la fuente en la Ley de
Impuesto sobre la Renta desde el año 1943, fecha en que entró
en vigencia por primera vez:

L .I.S .R . d e l 1 7 / 7 / 4 2 - S e e s ta b le c e la o b lig a c ió n d e e fe c tu a r
re te n c io n e s e n lo s c a s o s d e : R e n ta s d e c r é d ito s y c a p ita l in ­
m o b ilia rio ; S u e ld o s y s a la rio s ; A c tiv id a d e s p ro fe s io n a le s .
Q u e d a n e x c lu id o s lo s in te re s e s p a g a d o s a in s titu c io n e s fi­
n a n c ie r a s .

547
6 0 A ñ o s d e Im p o sició n a la R e n t a en V e n e z u e l a

L.I.S.R. del 31/7/44 - Se elimina la obligación de retener el


impuesto prevista en la Ley del 17/7/42, quedando derogada
la disposición de la no deducibilidad consagrada en el Regla­
mento del 2/2/43.

L.I.S.R. del 8/8/55 - Se establece la no deducibilidad de los


pagos por concepto de primas de seguro a empresas no domici­
liadas ni a las comisiones por enajenación de inmuebles cuando
no se haya efectuado la correspondiente retención del impuesto.

L.I.S.R. del 10/7/58 y del 19/12/58 - Se conserva el régimen


en los términos de la Ley del año 1.955.

L.I.S.R. del 17/2/61 - No se admite la deducción de los si­


guientes gastos a los que no se les haya practicado la retención
de impuesto: Intereses pagados a personas naturales y a jurídi­
cas no domiciliadas; Comisiones a intermediarios por enajena­
ción de inmuebles; Regalías a personas naturales o jurídicas no
domiciliadas; Primas de seguros a empresas no domiciliadas.

L.I.S.R. del 23/12/66 - Se añaden a los gastos previstos en la


Ley de 1.961: Sueldos y salarios; Derechos de exhibición de pe­
lículas a empresas no domiciliadas; Gastos de transporte de
empresas de hidrocarburos. Se establece además la obligación
de retener en los casos referentes al pago de: Dividendos; Pre­
mios de loterías e hipódromos; y, aquellos otros que determine
el Ejecutivo Nacional.

L.I.S.R. del 18/12/70, del 25/1/75 y del 27/8/76 - Se con­


serva la normativa en los términos de la Ley del año 1.961.

L.I.S.R. del 23/6/78 - A través del parágrafo sexto del ar­


tículo 39y, se establece la no deducibilidad de todos aquellos
gastos previstos en dicho artículo cuya retención, a partir de
entonces, estará detallada en los respectivos reglamentos.

L.I.S.R. del 23/12/81, del 13/8/91, del 9/9/93, del 27/5/


94, del 18/12/95 y del 22/10/99 - Se conserva el principio de la
no deducibilidad, en los términos de la Ley del año 1.978.

548
J uan A n t o n io G o i ..ía A .

LISR del 28/12/01 - Se mantiene la obligación de efectuar la


retención sobre la totalidad de los distintos tipos de pago que se
fueron incorporando a través del tiempo, facultando al Ejecuti­
vo a extender la obligación por vía reglamentaria. Se eliminan
las normas que prohibían deducir gastos a los que no se les ha­
bía practicado la retención del impuesto.

Paralelamente, desde el año 1943 observamos que los Regla­


mentos se ocuparon de desarrollar las normas legales en mate­
ria de retenciones. A partir del año 1978, se ha producido regu­
larmente una reglamentación especial que ha venido fijando,
en concordancia con la Ley, entre otros aspectos, los tipos de
pago sujetos a retención, los porcentajes a retener y los lapsos
para enterar los impuestos retenidos.

II. D EFIN ICIÓ N , NATURALEZA Y FUNDAMENTO JU ­


RID IC O

Aunque el mecanismo de la retención en la fuente en mate­


ria tributaria no es privativa del Impuesto sobre la Renta, resul­
ta conveniente a los efectos de este trabajo elaborar una defini­
ción de este mecanismo e intentar establecer así, su naturaleza
y fundamento jurídicos.

En ocasiones el Estado delega en terceros distintos al sujeto


activo, la función de fungir como entes recaudadores de ciertos
tributos, o de anticipos de éstos.

En este orden de ideas, la retención en la fuente está consti­


tuida por aquella actividad a la que está obligado por ley un
sujeto determinado, dirigida a recaudar impuestos, tasas y de­
más contribuciones a un tercero contribuyente, por cuenta del
sujeto activo del tributo respectivo.

De la anterior definición se desprenden las siguientes carac­


terísticas:

Primero: Es una obligación de hacer. Aunque en definitiva el


impuesto retenido es enterado por el agente de retención, las

549
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

obligaciones que éste asume se clasifican como obligaciones de


hacer.

Segundo: Es una obligación de hacer que se concreta en acti­


vidades de recaudación de tributos. En tal sentido, aun cuando
queda claro que el agente de retención no asume responsabili­
dades como funcionario público, éste actúa en representación
del sujeto activo del tributo por mandato de la ley. De allí que,
según lo establece el artículo 42 del Código Orgánico Tributa­
rio, existe pago por parte del contribuyente en los casos de que
se configure la retención en la fuente de acuerdo con lo dispues­
to en el artículo 27 del referido texto legal.

Tercero: Relacionado con el punto anterior, es una obligación


que deriva de un mandato de la ley; y ello es así como consecuen­
cia del principio de reserva legal en materia tributaria, y concre­
tamente, por lo que respecta a la determinación de los sujetos
pasivos, en este caso, de uno de los tipos de responsables.

Cuarto: Es una obligación de hacer respecto de un tercero


contribuyente. Es decir, las actividades que lleva a cabo un
contribuyente cuando actúa como agente de retención, no tie­
nen que ver con su relación jurídico tributaria sustancial -la
que define el nacimiento del hecho imponible y el impuesto a
pagar- y por lo tanto, pertenecen a la esfera del derecho tribu­
tario formal.

Así lo entiende la Junta de Apelaciones, en sentencia Ns 251


de fecha 30 de Septiembre de 1.9482, reiterando un criterio pro­
ducido por ella con anterioridad, cuando asienta: "Se observa
igualmente que la cualidad de agentes de retención es ajena a la de
contribuyente, conforme lo ha asentado esta Junta en sentencias nú­
meros 142 y 143 de fecha 28 de noviembre de 1.946, en los términos
siguientes: « L a Junta observa: que la obligación de retener no es
una carga que se impone a una persona por su cualidad de contribu-

2 JU RISPRU D EN CIA DE IM PUESTO SOBRE LA REN TA - República de Ve­


nezuela, M inisterio de H acien d a - Im prenta N acional, C aracas, 1955, p ági­
nas 180 y 181.

550
J uan A n t o n io G o l Ia A .

yen te, sino una obligación que se establece a cargo de cualquier perso­
na que realice pagos de remuneraciones, sin que se tome en cuenta el
hecho de que sea contribuyente del impuesto sobre la renta o de que
no lo sea, situación esta última que bien puede existir, ora porque el
obligado a retener no tenga participación en los dineros que adminis­
tre, como sucede con los empleados públicos encargados de hacer pagos
y con los factores o administradores de establecimientos privados que
no tengan participación en las utilidades, ora porque teniendo tal
participación, la empresa no dé u tilid ad es» . Mal puede sostenerse
entonces que el monto de las penas en que incurren los agentes de
retención por incumplimiento de sus obligaciones está condicionado
al monto del impuesto que deban pagar, puesto que pueden incluso
no ser contribuyentes”.

Por su parte, el Código Orgánico Tributario establece en el


artículo 27, ubicado en la Sección Tercera -Responsables- del
Capítulo III -Sujeto Pasivo- del Título II -De la Obligación
Tributaria- lo siguiente: "Son responsables directos en calidad
de agentes de retención o de percepción, las personas designa­
das por la ley o por la Administración previa autorización le­
gal, que por sus funciones públicas o por razón de sus activi­
dades privadas, intervengan en actos u operaciones en los
cuales deban efectuar la retención o percepción del tributo co­
rrespondiente".

Según lo expuesto, se propone definir la retención en la fuen­


te como aquella actividad que realiza una persona natural o
jurídica, de carácter público o privado, obligada por ley en su
condición de sujeto pasivo responsable, con la finalidad de re­
caudar tributos o anticipos de estos, a un tercero contribuyente,
por cuenta del sujeto activo del impuesto.

Respecto a los entes de carácter público, el parágrafo segun­


do del artículo 27 del Código Orgánico Tributario aclara que
"las entidades de carácter público que revistan forma pública o
privada, serán responsables de los tributos dejados de retener,
percibir o enterar, sin perjuicio de la responsabilidad penal o
administrativa que recaiga sobre la persona natural encargada
de efectuar la retención, percepción o enteramiento respectivo".

551
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

Sobre la base de la definición propuesta, se puede colegir que


la retención en la fuente es un medio de financiamiento público,
así como de recaudación impositiva y de control fiscal, en la
medida que, anticipa impuestos, en su mayor parte no causa­
dos -al menos en m ateria del Im puesto sobre la Renta-
involucrando en el proceso de recaudación tributaria a un ele­
vado número de entes públicos y privados distintos al sujeto
activo del impuesto, los cuales asumen diversos tipos de respon­
sabilidades en los órdenes administrativo, pecuniario y penal,
permitiendo además controlar fiscalmente a los terceros benefi­
ciarios del pago.

En sentencia N° 342 del 3 de agosto de 19513, la Junta de


Apelaciones del Impuesto sobre la Renta, produjo doctrina res­
pecto a la naturaleza jurídica de la retención en la fuente del
entonces impuesto cedular, en los siguientes términos:

L a Ju n ta o b s e rv a : la re te n c ió n e n la fu e n te , d e n tr o d e n u e s tro
s is te m a trib u ta r io s o b re la r e n ta , e s u n re q u is ito p r e v io q u e
se e x ig e a lo s c o n trib u y e n te s p a r a la e x a c t a d e d u c c ió n d e
u n a s u m a a p lica b le a " g a s t o s g e n e r a le s " e n el r e n g ló n e s p e ­
c ífico d e "S u e ld o s , S a la rio s , E m o lu m e n to s e tc . y o tr o s p a g o s
s e m e ja n te s " y tie n e p o r fin a lid a d u o b je to e je rc e r la im p o s i­
c ió n so b re la s u m a p a g a d a a u n a p e rs o n a , to m a n d o e n c u e n ta
q u e a q u e llo q u e s e le a c e p ta a u n c o n trib u y e n te c o m o d e d u c ­
c ió n , p o r ta le s c o n c e p to s , e n f o r m a g e n e ra l, d e b e g r a v á r s e le
a q u ie n lo re c ib e . E s lo q u e e n e fe c to s u c e d e c u a n d o s e p r e ­
s e n ta n d e d u c c io n e s p o r c o n c e p to d e "s u e ld o s , s a la rio s , e m o ­
lu m e n to s e tc . y o tr o s p a g o s s e m e ja n te s " . S e a c e p ta d e u n
la d o la e r o g a c ió n c o m o g a s to n o r m a l y n e c e s a r io , p e r o d e
o t r o s e b u s c a a q u ié n re c ib ió el p a g o p a r a e je rc e r s o b re él el
p rin c ip io im p o s itiv o .

E s ta m b ié n u n a m e d id a d e s e g u r id a d q u e tie n e el F is c o N a ­
c io n a l p a r a p e rc ib ir c o n e x a c titu d lo s c r é d ito s a su fa v o r , e n
el m is m o m o m e n to e n q u e tie n e lu g a r el h e c h o q u e les d a

3 JURISPRU D EN CIA DE IM PUESTO SOBRE LA REN TA - República de V e­


nezuela, M inisterio de H acienda - Im prenta N acional, C aracas, 1955, p ági­
n a 278.

552
Juan A n t o n io G o l ìa A.

n a c im ie n to , e s to es, c u a n d o s e v e r ific a el p a g o d e la c a n ti­


d a d s u je ta a im p u e s to . (...)

L a r e te n c ió n e n la f u e n te c o m p o r t a u n a re s p o n s a b ilid a d s o ­
lid a ria e n tre el d e u d o r d e l im p u e s to y s u re s p e c tiv o a g e n te , a
q u ie n la le y o b lig a a m a te r ia liz a r la o p e ra c ió n d e re te n c ió n y
p ago.

D ic e la " E x p o s ic ió n d e M o tiv o s d e l P r o y e c to d e L e y d e I m ­
p u e s to s o b re la R e n ta " e n el C a p ítu lo X V , D is p o s ic io n e s P e ­
n a le s , lo s ig u ie n te : " C o m o la L e y d e jó a l c u id a d o d e lo s p a r ­
tic u la re s , e n v a r i o s c a s o s , la o b lig a c ió n d e r e te n e r el m o n to
d e l im p u e s to e n el m o m e n t o d e l p a g o d e la r e n ta , e n lo c u a l
e s to s a g e n te s d e r e te n c ió n q u e d a n e q u ip a r a d o s a f u n c io n a ­
r io s fis ca le s , s e p r e v é u n a p e n a p a r a lo s c a s o s d e m o r a e n la
o b lig a c ió n d e e n tr e g a r la s s u m a s r e te n id a s , y si e l i n c u m p li­
m ie n to s e p ro lo n g a s e p o r m á s d e tre s m e s e s , s e s e g u ir á n lo s
ju ic io s p e n a le s a q u e h a y a l u g a r " .

(...)

E n e fe c to n o se tr a ta e n e s to s c a s o s s o la m e n te d e e v a d ir el
p a g o d e u n a c o n trib u c ió n le g ítim a m e n te c a u s a d a , si n o d e
u n in d e b id o r e t a r d o e n la e n tr e g a d e c a n tid a d e s d e d in e r o
q u e se h a n r e c ib id o p a r a s e r e n te r a d a s al F is c o N a c io n a l,
r e t a r d o q u e s e h a c e m á s g r a v e , si s e to m a e n c u e n ta q u e la
p e r s o n a o b lig a d a a h a c e r lo , tie n e p o r m in is te r io d e la L e y ,
r a n g o o c a te g o r í a d e fu n c io n a r io p ú b lic o . (...).

A pesar de ciertas imprecisiones con relación a la concepción


de "requisito previo", así como respecto al momento en que se
produce el nacimiento de la obligación tributaria y a la condi­
ción equivalente a la de funcionario público que entonces se le
daba al agente de retención, el criterio expuesto recoge lo que
en definitiva constituye la naturaleza y el fundamento jurídico
de la retención en la fuente, como medio de financiamiento pú­
blico, así como de recaudación y de control tributario.

Compilando lo expuesto, recogiendo y quizás reformulando


las dos tesis que doctrinalmente resumen la naturaleza jurídica
de la Retención en la Fuente, la primera como "garantía del

553
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

cumplimiento de la obligación tributaria" y la otra, como "anti­


cipo del impuesto definitivo", a la que se le agrega una tercera
posición suscrita por autores nacionales en una reciente obra4
que la califica como "mecanismo de recaudación del tributo",
considero que la Retención en la Fuente ostenta una triple natu­
raleza que deriva de su razón de ser: como m edio de
financiamiento público, como medio de recaudación y como
mecanismo de control tributario.

La Retención en la Fuente es un medio de financiamiento pú­


blico, por cuanto anticipa al fisco ingresos que en la mayoría de
los supuestos aún no se han causado, particularmente en el caso
del Impuesto sobre la Renta, salvo por lo que se refiere a las deno­
minadas rentas presuntas de los contribuyentes no domiciliados
en el país. En todo caso, la retención en la fuente anticipa el pago
de impuestos cuya liquidación, declaración y enteramiento ha­
bría de ocurrir normalmente con posterioridad al momento en
que se produjo dicho pago. En este orden de ideas, se fundamen­
tan las tesis señaladas que consideran a la Retención en la Fuente
como "garantía del cumplimiento de la obligación tributaria" y
como "anticipo del impuesto definitivo".

La Retención en la Fuente es además un medio de recauda­


ción de impuestos, siendo evidente que su presencia coadyuva
en el proceso de recaudación fiscal, por cuanto es esa la conse­
cuencia que se produce cuando se incorpora a la actividad
recaudatoria a un contingente numéricamente importante de
entes públicos y privados distintos al sujeto activo del impuesto,
que retienen y enteran potenciales cargas fiscales que son res­
ponsabilidad de los contribuyentes beneficiarios del pago, algu­
nos de los cuales, ni siquiera son contribuyentes, al menos desde
un punto de vista formal, por una u otra razón, mientras que
otros, serían difícilmente detectables por parte la administra­
ción tributaria respectiva.

4 FR A G A PITTALUGA, L„ SA N C H EZ G O N ZA LEZ, S., y VTLORIA M EN D EZ,


M ., "L a Retención en el Im puesto sobre la R enta", Fundación Defensa del
Contribuyente, C aracas, 2002, páginas 23 y siguientes.

554
J u a n A n t o n io G o l ía A .

La Retención en la Fuente, es por último, un mecanismo de


control fiscal, o control tributario, por cuanto, aunado a lo ex­
puesto en el párrafo anterior, los distintos factores que compo­
nen la actividad económica formal del país, asumen responsa­
bilidades de diversa índole por el incum plim iento de sus
obligaciones como agentes de retención, siendo algunas incluso
más gravosas que las que contraen legalmente los propios con­
tribuyentes a quienes se les hace la retención. Estos factores se
convierten en entes vigilantes del cumplimiento en el pago de
impuestos de los potenciales contribuyentes relacionados. Ade­
más, a través de la observancia de otros deberes formales inhe­
rentes al mecanismo, la administración tributaria recibe perió­
dicamente información relativa a los contribuyentes sujetos a
retención, así como de los ingresos percibidos por éstos. Tal es el
caso de la previsión contenida en el artículo 20 del Reglamento
en materia de Retenciones, que obliga a los agentes de retención
a presentar ante la Administración Tributaria, dentro de los dos
meses siguientes al cierre de su ejercicio, una relación que iden­
tifique a los sujetos de retención, así como las cantidades paga­
das o abonadas en cuenta y los impuestos retenidos.

III. BASE LEGAL

La base legal de la retención se encuentra consagrada en el


artículo 27 del Código Orgánico Tributario, antes citado, y
específicamente, en materia de Impuesto sobre la Renta, en los
artículos 27 y 87 de la Ley, los cuales son desarrollados por el
Decreto N° 1808 del 23 de abril de 1997 que crea el "Reglamen­
to Parcial de la Ley de Impuesto sobre la Renta en Materia de
Retenciones", publicado en la Gaceta Oficial de la República de
Venezuela N° 36.203 del 12 de mayo de 1.997.

L IS R - A rtíc u lo 2 7 , Parágrafo Octavo: L a s d e d u c c io n e s a u to ­


r iz a d a s e n lo s n u m e r a le s 1 y 1 4 d e e s te a rtíc u lo , p a g a d a s a
c u a lq u ie r b e n e ficia rio , a s í c o m o las a u t o r i z a d a s e n los n u ­
m e r a le s 2 , 1 3 , 1 5 , 1 6 y 1 8 p a g a d a s a b e n e fic ia rio s n o d o m ic i­
lia d o s ni re s id e n te s e n el p a ís , s e r á o b je to d e re te n c ió n d e

555
6 0 A ños de I m p o sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

im p u e s to ; d e a c u e r d o c o n la s n o r m a s q u e a l re s p e c to s e e s ta ­
b le c e n e n e s ta L e y y e n s u s d is p o s ic io n e s r e g la m e n ta ria s .

L IS R - A r tíc u lo 8 7 . L o s d e u d o r e s d e lo s e n riq u e c im ie n to n e ­
to s o in g re s o s b r u to s a q u e s e c o n tr a e n lo s a rtíc u lo s 2 7 p a r á ­
g r a fo o c ta v o , 3 1 , 3 4 , 3 5 , 3 6 , 3 7 , 3 8 , 3 9 , 4 0 , 4 1 , 4 8 , 6 4 , 6 5 y 7 7 d e
e s ta L e y , e s tá n o b lig a d o s a h a c e r la re te n c ió n d e l im p u e s to
e n el m o m e n to d e l p a g o o d e l a b o n o n c u e n ta y a e n tr a r tales
c a n tid a d e s e n u n a O fic in a R e c e p to r a d e F o n d o s N a c io n a ­
les, d e n tr o d e lo s p la z o s y f o r m a s q u e e s ta b le z c a n la s d is p o ­
s ic io n e s d e e s ta L e y y su R e g la m e n to . Ig u a l o b lig a c ió n d e
r e te n e r y e n te r a r el im p u e s to e n la f o rm a s e ñ a la d a , t e n d r á n
lo s d e u d o r e s d e lo s e n riq u e c im ie n to s n e to s , in g re s o s b r u to s
o re n ta b r u t a a q u e s e re fie re el p a r á g r a f o c u a r to d e e s te a rtí­
c u lo . C o n ta le s p ro p ó s ito s , e l R e g la m e n to fija rá n o r m a s q u e
re g u le n lo re la tiv o a e s ta m a te r ia .
(...)
P a r á g r a f o C u a r to : E l E je c u tiv o N a c io n a l, m e d ia n te D e c re to ,
p o d r á d e s ig n a r c o m o a g e n te d e r e te n c ió n d e lo s p ro f e s io n a ­
les q u e a c t ú e n p o r c u e n ta p r o p ia , a la s c lín ic a s, h o s p ita le s y
o tr o s c e n tr o s d e s a lu d ; a lo s b u fe te s , e s c r ito r io s , o fic in a s ,
c o le g io s p ro f e s io n a le s y a la s d e m á s in s titu c io n e s p ro f e s io ­
n a le s d o n d e e s to s s e d e s e m p e ñ e n o s e a n o b je to d e c o n tro l.
I g u a lm e n te p o d r á d e s ig n a r c o m o a g e n te d e re te n c ió n a la s
p e r s o n a s n a tu r a le s o ju ríd ic a s q u e a c tú e n c o m o a d m in is tr a ­
d o r a s d e b ie n e s in m u e b le s a r r e n d a d o s o s u b a rr e n d a d o s , a s í
c o m o a c u a lq u ie r a o tr a s p e r s o n a s q u e p o r s u s fu n c io n e s
p ú b lic a s o p r i v a d a s in te r v e n g a n e n a c to s u o p e r a c io n e s e n
lo s c u a le s d e b e n e f e c tu a r p a g o s d ir e c to s o in d ir e c to s .

IV. SUJETOS PASIVOS

El artículo 3.1 del Código Orgánico Tributario establece que


sólo a las leyes corresponde, con sujeción a las normas genera­
les de ese código, entre otras competencias, la definición de los
sujetos pasivos de los tributos.

El artículo 19 del referido texto define al sujeto pasivo como


el obligado al cumplimiento de las prestaciones tributarias, sea
en calidad de contribuyente o de responsable.

556
J la n A n t o n io G ol I a A.

Por su parte, el varias veces citado artículo 27 del Código


asienta que: son responsables directos en calidad de agentes de
retención o de percepción, las personas designadas por la ley o
por la Administración previa autorización legal, que por sus
funciones públicas o por razón de sus actividades privadas, in­
tervengan en actos u operaciones en los cuales deban efectuar
la retención o percepción del tributo correspondiente.

La Ley de Impuesto sobre la Renta establece en materia de


retenciones una amplia gama de sujetos pasivos, desde la per­
sona natural hasta cualquier tipo de persona jurídica, incluyen­
do a las sociedades de hecho e irregulares.

Tal y como lo ha definido la jurisprudencia y la ley, la condi­


ción de sujeto pasivo como agente de retención la ostenta cual­
quier persona, que por sus funciones públicas o privadas inter­
venga en actos u operaciones en los cuales debe efectuar pagos
sujetos a retención por disposición legal.

En el Capítulo III -De las Deducciones y del Enriquecimiento


Neto- del Título II -De la Determinación del Enriquecimiento
Neto- el Parágrafo Octavo del artículo 27, referido a les deduc­
ciones admitidas por la Ley para determinar dicho enriqueci­
miento neto, se asienta que las deducciones autorizadas en los
numerales 1 y 14 del referido artículo, pagadas a cualquier be­
neficiario, así como las autorizadas en los numerales 2, 13, 15,
16 y 18 pagadas a beneficiarios no domiciliados ni residentes en
el país, serán objeto de retención de impuesto, de acuerdo con
las normas que al respecto se establezcan en la Ley y en las res­
pectivas disposiciones reglamentarias.

Finalmente, el artículo 87 de la Ley amplía el espectro de re­


tenciones de acuerdo con el tipo de pago, al definir como suje­
tos pasivos de la obligación de retener a los deudores de los en­
riquecimiento netos o ingresos brutos a que se contraen los
artículos 27, parágrafo octavo, así como, 31, 34, 35, 36, 37, 38,
39, 40, 41, 48, 64, 65 y 77, pudiendo ser incrementada la lista
por parte del Ejecutivo Nacional a otros enriquecimientos dis­

557
6 0 A n o s de Im p o sició n a l a R e n t a bn V i m /i ela

ponibles, rentas brutas o ingresos brutos distintos a los enuncia­


dos, mediante decreto que incluya a cualesquiera otras perso­
nas que por sus funciones públicas o privadas intervengan en
actos u operaciones en los cuales deben efectuar pagos directos
o indirectos.

Es decir, el carácter de agente de retención deriva esencial­


mente de una condición objetiva: "el tipo de pago", amén de
que existan condiciones subjetivas, claro está, como en algunos
casos, es requisito ser persona jurídica.

Bajo esta perspectiva, según lo dispuesto en el último artícu­


lo de la Ley citado, cualquier persona natural o jurídica que
interviniese en las operaciones que se detallan en el capítulo si­
guiente, se constituiría en agente de retención, incluso si no fue­
se contribuyente del impuesto, tal y como lo estableció la Junta
de Apelaciones del Impuesto sobre la Renta, en sentencia NQ
251, de fecha 30 de Septiembre de 1.948, traída a colación ante­
riormente.

Cabría preguntar entonces, si las personas naturales no con­


tribuyentes del ISR que realicen pagos sujetos a retención de Im­
puesto en la fuente deben ser consideradas agentes de retención.

Si bien es cierto que en la mayoría de los casos, tanto la Ley


como el Reglamento catalogan como agentes de retención ex­
clusivamente a las personas jurídicas y a las comunidades, hay
excepciones.

Específicamente, a título de ejemplo, se pregunta si una per­


sona cuyos ingresos están constituidos exclusivamente por su
pensión de retiro, debe efectuar la retención del ISR a un inter­
mediario por la comisión pagada sobre la venta de su vivienda.
Hay que advertir que el numeral 2, literal "a" del artículo 9 del
Reglamento en materia de retenciones, obliga a todos los paga­
dores de este tipo de comisiones, sin distingo alguno, a practicar
y enterar la retención de impuesto correspondiente.

558
J uan A n t o n io G o l ìa A .

Para responder a esta pregunta, acudimos a una doctrina ad­


ministrativa5, la cual ha establecido tres tipos de agentes de re­
tención: las personas naturales, las personas jurídicas y los entes
de carácter público, incluyendo a los institutos autónomos.

En el caso de las personas naturales, considera la doctrina


citada al pie de página, "se encuentran las personas naturales
que sean propietarias de industrias, comercios, servicios, etc., o
que realicen por su cuenta tales actividades"; posición ésta que
pareciera derivarse de una interpretación de la norma atendien­
do a la intención del legislador, ya que la Ley no hace tal discri­
minación, necesaria por demás.

Siguiendo este criterio, en la pregunta hecha a título de ejem­


plo referente al pensionado, éste no estaría en la obligación de
actuar como agente de retención.

En el caso de las personas jurídicas, la citada doctrina inclu­


ye bajo el Tipo N° 2, a las sociedades y comunidades, así como a
las asociaciones y corporaciones de carácter privado, incluyen­
do las sociedades de hecho e irregulares.

V. PAGOS SUJETOS A RETENCIÓN - EXCEPCIONES

Los pagos sujetos a retención son fundamentalmente:

1. Los sueldos, salarios y demás remuneraciones similares;


2. Los intereses de los capitales tomados en préstamo e in­
vertidos en la producción de la renta;
3. Los cánones o cuotas correspondientes al arrendamiento
de bienes destinados a la producción de la renta;
4. Los gastos de transporte;
5. Las comisiones;

5 BO LETÍN D EL IM PUESTO SOBRE L A REN TA N ° 39 - M anual del A gente


d e Retención, A dm inistración G eneral del Im puesto sobre la Renta - Mi­
nisterio de H acienda - República de V enezuela - C aracas, 1968, p ágina 19.

559
60 A nos de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

6. Los derechos de exhibición de películas y similares para


el cine o la televisión;
7. Las regalías y demás participaciones análogas, así como
los pagos por asistencia técnica o servicios tecnológicos;
8. Los gastos de reparaciones ordinarias;
9. Los contratos de obra;
10. Los gastos de publicidad y propaganda;
11. Pagos de dividendo;
12. Compra de acciones y fondos de comercio.

Según lo dispone el artículo 20 del Reglamento en materia de


Retenciones, no deberá efectuarse retención en los casos de pago
en especie, o cuando se trate de enriquecimientos exentos o exo­
nerados del Impuesto sobre la Renta.

VI. LAPSOS PARA ENTERAR Y SANCIONES

Según el artículo 21 del Reglamento en materia de Retencio­


nes, los impuestos retenidos deben ser enterados dentro de los
tres primeros días hábiles del mes siguiente a aquel en que se
efectuó el pago o el abono en cuenta.

Con relación a las infracciones previstas en esta materia y las


sanciones aplicables, el Código Orgánico Tributario establece
los siguientes tipos:

Primero: Por no efectuar la retención, está prevista una mul­


ta entre el cien por ciento y el trescientos por ciento del tributo
no retenido. Esta sanción se reduce a la mitad, en los casos que
el responsable se acoja al reparo en los términos previstos en el
artículo 185 del Código.

Segundo: Por retener menos de lo que corresponde, se prevé


una multa entre el cincuenta por ciento y el ciento cincuenta
por ciento de lo no retenido. Esta sanción también se reduce a la
mitad, en los casos que el responsable se acoja al reparo en los
términos previstos en el artículo 185 del Código.

560
Ji a\ A n t o n io G o l ía A .

Tercero: Por no enterar las cantidades retenidas en las ofici­


nas receptoras de fondos nacionales dentro del plazo estableci­
do en las normas respectivas, se prevé una multa equivalente al
cincuenta por ciento de los tributos retenidos o percibidos, por
cada mes de retraso en su enteramiento, hasta un máximo del
quinientos por ciento del monto de dichas cantidades, sin per­
juicio de la aplicación de los intereses moratorios correspondien­
tes y de la sanción corporal establecida en el artículo 118.

Cuarto: Por no enterar las cantidades retenidas, dentro de


los plazos establecidos en las disposiciones respectivas se esta­
blece prisión de dos a cuatro años. En la tipificación del delito se
incluyen como requisitos que exista intención dolosa y la obten­
ción para el infractor o para un tercero de un enriquecimiento
indebido. En este último caso, la acción penal se extingue si el
infractor acepta la determinación realizada por la Administra­
ción Tributaria y paga el monto de la obligación tributaria, sus
accesorios y sanciones, en forma total, dentro del plazo de vein­
ticinco días hábiles de notificada Resolución Culminatoria del
Sumario. Este beneficio no procede en los casos de reincidencia.

Con respecto a las sanciones previstas en el punto tercero, de


acuerdo a una interpretación literal y restrictiva de la norma
correspondiente, debemos entender que éstas proceden "por
cada mes de retraso en el enteramiento del impuesto", no siendo
aplicable, en criterio de quien suscribe este trabajo, la imposición
de la sanción en forma prorrateada por cada día de retraso.

V IL LA RESPON SA BILIDA D SO LID A RIA DEL AGENTE


DE RETENCIÓN

El artículo 27 del Código Orgánico Tributario establece: "(...)


De no realizar la retención o percepción -el agente- responderá
solidariamente con el contribuyente".

El problema surge al momento de determinar cuándo se hace


exigible esa responsabilidad solidaria.

561
6 0 A ñ o s d e Im p o sició n a la R e n t a en V e n e z l e i a

De acuerdo con las normas de derecho común, la responsa­


bilidad solidaria se hace exigible cuando se verifica un incum­
plimiento por parte del obligado principal, lo cual nos conduce
en la materia que tratamos, al momento en que el deudor de la
eventual obligación tributaria es decir, el contribuyente benefi­
ciario del pago, no cumple con su deber de pagar el impuesto,
siempre, claro está, que no se haya efectuado la retención del
impuesto respectivo.

Recordemos que la retención es un anticipo de impuestos,


por lo que al momento de efectuarse una verificación fiscal, su­
puestamente, estos debieran haber sido pagados por el tercero
contribuyente, o eventualmente pudieran ya no ser adeudados,
bien sea porque se produjeron pérdidas en el resultado de su
ejercicio económico, o bien, porque ese contribuyente tiene a su
favor para el correspondiente período fiscal, impuestos paga­
dos en exceso.

Es el caso que en los procesos de fiscalización en materia de


retenciones, es frecuente observar que la actuación fiscal, en el
marco del reparo efectuado al agente de retención por su con­
ducta omisiva, le exige a éste el pago de la retención no efectua­
da con fundamento en la referida responsabilidad solidaria.

Para sustentar esta pretensión se ha argumentado que el in­


cumplimiento del agente de retención de su obligación de rete­
ner perjudica al fisco, al privarlo de recibir anticipadamente los
importes tributarios que debieron ingresar según la ley.

Confundir el daño al fisco con el nacimiento de una respon­


sabilidad solidaria carece de fundamento jurídico. La indemni­
zación por daños puede ser objeto de responsabilidad solidaria,
mas no puede producirse una responsabilidad solidaria sobre
un daño causado por el responsable solidario.

Para indemnizar al fisco, el Código Orgánico Tributario es­


tablece las sanciones que proceden frente a la actitud omisiva
del agente de retención en casos como el planteado, "sin perjui-

562
Jla n Am o n io G o l ìa A.

ció de la responsabilidad civil", agrega dicho Código al final de


cada artículo.

Existe entonces la sanción, que ha de incluir doctrinalmente


el resarcimiento de daños al fisco, por una parte, y por la otra,
se encuentra la responsabilidad civil y solidaria, la cual se hará
exigible cuando el deudor principal no pague el impuesto, he­
cho que debe ser constatado por parte de la Administración
Tributaria.

Así pues, para que exista la responsabilidad civil del agente


de retención frente al fisco, es menester que el contribuyente
beneficiario de los pagos sobre los cuales se ha debido practicar
la retención de impuesto, no haya enterado el correspondiente
importe en su declaración como deudor principal de la obliga­
ción tributaria.

Así lo reconoce la Sentencia del 25 de Septiembre de 1996 del


Tribunal Superior Séptimo de lo Contencioso Tributario en los
términos siguientes:
(...) A p e s a r q u e la r e c u r r e n te n o p ro b ó , c o m o lo h a b ía a n u n ­
c ia d o , q u e lo s c o n trib u y e n te s p a g a r o n el I m p u e s to s o b re la
R e n ta q u e g r a v a b a lo s e n riq u e c im ie n to s p r o d u c to d e lo s
p a g o s su je to s a re te n c ió n , e s tim a e s te j u z g a d o r q u e p a r a q u e
p r o c e d a la r e c la m a c ió n d e re s p o n s a b ilid a d s o lid a ria e n el
p a g o d e l im p u e s to q u e d e r iv a d e la c u a lid a d d e a g e n te d e
re te n c ió n , e s a la A d m in is tr a c ió n q u e c o r r e s p o n d e p r o b a r
q u e el c o n tr ib u y e n te q u e fu e b e n e fic ia rio d e lo s p a g o s e fe c ­
tu ó el p a g o d e l trib u to , si é s te se h u b ie s e c a u s a d o , y p o r ello
tie n e le g a lm e n te el d e r e c h o d e r e c la m a r el p a g o al a g e n te d e
re te n c ió n . S in e m b a r g o , la A d m in is tr a c ió n T rib u ta ria d u ­
ra n te el p r o c e s o n o d e m o s tr ó q u e te m a el d e r e c h o a r e c la m a r
d e la re c u r r e n te , a títu lo d e re s p o n s a b ilid a d s o lid a ria .
E n tie n d e e s te ju z g a d o r q u e si el p e r c e p to r d e d ic h a re n ta
p a g ó el im p u e s to q u e la re n ta g e n e r ó o d e c la r ó lo s in g re s o s a
lo s fin es d el I m p u e s to s o b re la R e n ta , n a d a te n d r ía el F is c o
N a c io n a l q u e r e c la m a r al a g e n te d e re te n c ió n (...).

El hecho que la verificación del pago del tributo por parte del
deudor principal sea para la Administración Tributaria un tra­

563
6 0 A nos de I m po sició n a la Rem a en V en ezu ela

bajo arduo y en ciertos casos imposible, no desvirtúa los argu­


mentos esgrimidos, ni puede convalidar por vía de la figura de
la solidaridad, una exacción que es indebida jurídicamente has­
ta que se produzca la prueba en contrario.

IX. EL ABONO EN CUENTA

El concepto de "abono en cuenta" a los efectos de la Ley de


Impuesto sobre la Renta tiene que ver esencialmente con la
deducibilidad del gasto.

A su vez, la deducibilidad del gasto, y su contrapartida, la


disponibilidad del ingreso, tienen que ver con el principio de
que a todo gasto debe corresponder un ingreso, y viceversa, sal­
vo en los casos que determina la ley.

En este sentido, el artículo 5 de la Ley de Impuesto sobre la


Renta, refiriéndose a la disponibilidad de los ingresos, asienta:
A rtíc u lo 5. L o s e n riq u e c im ie n to s p r o v e n ie n te s d e la c e s ió n
d el u s o o g o c e d e b ie n e s , m u e b le s o in m u e b le s , in c lu id o s lo s
d e r iv a d o s d e r e g a lía s y d e m á s p a r tic ip a c io n e s a n á lo g a s y
lo s d iv id e n d o s , lo s p r o d u c id o s p o r el tra b a jo b a jo r e la c ió n
d e d e p e n d e n c ia o p o r el lib re e je rc icio d e p ro f e s io n e s n o
m e r c a n tile s , la e n a je n a c ió n d e b ie n e s in m u e b le s y la s g a ­
n a n c ia s f o rtu ita s , se c o n s id e r a r á n d isp o n ib le s e n el m o m e n ­
to e n q u e s o n p a g a d o s . L o s e n riq u e c im ie n to s q u e n o e s té n
c o m p r e n d id o s e n la e n u m e r a c ió n a n te rio r , s e c o n s id e r a r á n
d is p o n ib le s d e s d e q u e s e r e a lic e n la s o p e r a c io n e s q u e lo s
p r o d u c e n , s a lv o e n la s c e s io n e s d e c r é d ito y o p e r a c io n e s d e
d e s c u e n to , c u y o p r o d u c to s e a r e c u p e r a b le e n v a r ia s a n u a li­
d a d e s , c a s o s e n lo s c u a le s s e c o n s id e r a r á d is p o n ib le p a r a el
c e s io n a rio el b e n e ficio q u e p r o p o r c io n a lm e n te c o rr e s p o n d a .
E n t o d o s lo s c a s o s a lo s q u e s e re fie re e s te a rtíc u lo , lo s a b o ­
n o s e n c u e n ta s e c o n s id e r a r á n c o m o p a g o s , s a lv o p r u e b a e n
c o n tra rio .

P a r á g r a f o U n ic o : L o s e n riq u e c im ie n to s p ro v e n ie n te s d e c r é ­
d ito s c o n c e d id o s p o r b a n c o s , e m p r e s a s d e s e g u r o s u o tr a s
in s titu c io n e s d e c r é d ito y p o r lo s c o n tr ib u y e n te s in d ic a d o s
en lo s lite ra le s b ), c), d ) y e ) d el a rtíc u lo 7 d e e s ta L e y y lo s

564
J l a ,\ A m o n io C o l Ia A.

d e r iv a d o s d el a r r e n d a m ie n to o s u b a rr e n d a m ie n to d e b ie n e s
m u e b le s , se c o n s id e r a r á n d isp o n ib le s s o b re la b a se d e los
in g r e s o s d e v e n g a d o s e n e l e je rc icio g r a v a b le .

Si un enriquecimiento es disponible de acuerdo con lo seña­


lado en el artículo citado, el correspondiente gasto será deduci-
ble bajo las mismas reglas, sin perjuicio claro está de las inevita­
bles distorsiones que se pueden producir eventualmente como
consecuencia de que existan distintos ejercicios fiscales entre el
pagador y el beneficiario, situaciones que pueden beneficiar o
perjudicar al fisco o a los contribuyentes, según el caso, pero
que en definitiva son irrelevantes.

En este orden de ideas, los pagos por concepto de la cesión


del uso o goce de bienes, muebles o inmuebles, incluidos los de­
rivados de regalías y demás participaciones análogas y los divi­
dendos, los producidos por el trabajo bajo relación de depen­
dencia o por el libre ejercicio de profesiones no mercantiles, la
enajenación de bienes inmuebles y las ganancias fortuitas, se
considerarán deducibles en el momento en que son pagados,
equiparando al pago los abonos en cuenta, "salvo prueba en
contrario".

El artículo 96 del Reglamento de la Ley de Impuesto sobre la


Renta vigente6 establece por su parte que: "Los abonos en cuenta
a que se refiere el artículo 37 de la Ley, estarán constituidos por
todas aquellas cantidades que los deudores del ingreso acrediten
en su contabilidad o registro, mediante asientos nominativos, a
favor de sus acreedores por tratarse de créditos exigibles jurídica­
mente a la fecha del asiento. Tales hechos deberán notificarse a
los beneficiarios mediante notas de crédito suscritas por los deu­
dores, dentro de los cinco días hábiles de su registro".

Al analizar el contenido del citado artículo se observa que los


requisitos para que se produzca fiscalmente el abono en cuenta

6 G aceta Oficial N 9 35.217 de fecha 24 de m ayo de 1993.


7 A rtículo 5 en la L1SR publicada en G aceta Oficial N° 5566 extraord inario de
fecha 28 de diciem bre de 2001.

565
60 A ñ o s d e I m p o s ic ió n a ia Rema en Vi \ i / u i a

son tres: 1) Un asiento nominativo a favor del acreedor; 2) Un


crédito exigible jurídicamente a la fecha del asiento; 3) La noti­
ficación al beneficiario de estas circunstancias al acreedor, me­
diante notas de crédito suscritas por el deudor, dentro de los
cinco días hábiles siguientes de su registro.

El requisito de notificación del acreedor procura tutelar el


principio antes mencionado, en este caso, que a todo gasto debe
corresponder un ingreso, razón por la cual, el notificado habrá
de incluir el abono en cuenta como parte de sus ingresos.

Y es que al producirse el abono en cuenta, se legitima el dere­


cho del contribuyente a deducir el gasto aún no pagado que por
la Ley no es deducible, pero consecuentemente, se origina un
ingreso disponible para el proveedor del bien o prestador del
servicio y consecuentemente, nace el deber para el contribuyen­
te, en esta ocasión en su carácter de responsable, de efectuar la
retención de impuesto correspondiente.

Los enriquecimientos que no estén comprendidos en la enu­


meración inicial del artículo 5 antes citado, por considerarse
disponibles desde que se realicen las operaciones que los produ­
cen, no están sujetos al concepto de abono en cuenta desde el
punto de vista fiscal. Así por ejemplo, la compra de mercancías
para su venta, forma parte del costo de ventas para el adquirente
aun cuando éstas no hayan sido pagadas, y constituyen un in­
greso para el vendedor incluso si su precio no ha sido cobrado.
Estas son las reglas en este tipo de negocios.

Contrariamente, los cánones de arrendamiento por cobrar


no forman parte del ingreso bruto del arrendador, pero tampo­
co son deducibles para el arrendatario, a menos que éste proce­
da a efectuar el abono en cuenta en los términos que señala el
Reglamento. En este último caso, si el canon de arrendamiento
es exigible y el arrendatario acredita su registro en forma nomi­
nal, y notifica al arrendador del hecho mediante una nota de
crédito, se produciría entonces, desde el punto de vista fiscal,
un gasto para el arrendatario, y por contrapartida se generaría

566
J l a n A n t o n io G o l ía A .

un ingreso para el arrendador, haciéndose efectiva en tal su­


puesto la obligación de efectuar la retención del impuesto sobre
la renta.

¿Qué pasa si el deudor incumple con alguno de los requisitos


exigidos para que se verifique jurídicamente el denominado abo­
no en cuenta y no se practica la retención del impuesto?

Salvo mejor criterio, si el contribuyente no cumple con los


requisitos reglamentarios previstos para perfeccionar fiscalmente
el abono en cuenta, se pudiera producir el rechazo de la deduc­
ción, mas no el reparo por falta de retención, ya que no se ha­
bría generado, ni el pago, ni el “abono en cuenta".

Veamos el contenido del artículo 32 de la Ley de Impuesto


sobre la Renta vigente:

A rtíc u lo 3 2 . S in p e rju icio d e lo d is p u e s to e n lo s n u m e r a le s 3,


11 y 2 0 y e n lo s p a r á g r a f o s d u o d é c i m o y d e c i m o te r c e r o d el
a r tíc u lo 2 7 , la s d e d u c c io n e s a u t o r iz a d a s e n e s te C a p ítu lo
d e b e r á n c o r r e s p o n d e r a e g r e s o s c a u s a d o s d u r a n t e el a ñ o
g r a v a b le , c u a n d o c o r r e s p o n d a n a in g re s o s d isp o n ib le s p a r a
la o p o r tu n id a d e n q u e la o p e r a c ió n se re a lic e .

C u a n d o s e t r a te d e in g r e s o s q u e se c o n s id e r e n d is p o n ib le s
e n la o p o r t u n id a d d e s u p a g o , c o n f o r m e a lo d is p u e s t o e n
el a r tí c u l o 5 d e e s ta L e y , la s r e s p e c ti v a s d e d u c c i o n e s d e b e ­
r á n c o r r e s p o n d e r a e g r e s o s e f e c ti v a m e n t e p a g a d o s e n el
a ñ o g r a v a b le , sin p e r ju ic io d e q u e s e re b a je n la s p a r ti d a s
p r e v is t a s y a p lic a b le s a u t o r i z a d a s e n lo s n u m e r a le s 5 y 6
d e l a r t íc u lo 2 7 .

P a rá g ra fo tín ic o : L os e g reso s ca u sa d o s y n o p a g a d o s d e d u ­
c id o s p o r el c o n trib u y e n te , d e b e r á n s e r d e c la r a d o s c o m o in ­
g r e s o s d el a ñ o s ig u ie n te si d u r a n te é s te n o se h a e f e c tu a d o el
p a g o y s ie m p r e q u e se tra te d e las d e d u c c io n e s p r e v is ta s e n
lo s n u m e ra le s 1, 2, 7 , 1 0 , 1 2 , 1 3 , 1 4 , 1 5 , 1 6 , 1 7 , 1 8 , 1 9 y 2 1 d e l
a rtíc u lo 2 7 d e la p r e s e n te L e y . L a s c a n tid a d e s d e d u c id a s
c o n f o r m e a lo d is p u e s to e n el n u m e r a l 4 d e l a r tíc u lo 2 7 , n o
p a g a d a s d e n tr o d e l a ñ o s ig u ie n te a a q u e l e n q u e el tra b a ja ­
d o r d eje d e p r e s ta r s u s s e rv ic io s al c o n trib u y e n te p o r d is o lu ­

567
6 0 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

c ió n d e l v ín c u lo la b o ra l se c o n s id e r a r á n c o m o in g re s o s d el
e je rc ic io e n el c u a l c e s e d ic h o la p s o a n u a l. E n los c a s o s p r e ­
v is to s e n e s te p a r á g r a f o la d e d u c c ió n c o r r e s p o n d ie n te se
a p lic a r á al e je rc ic io e n q u e e f e c tiv a m e n te s e r e a lic e el p a g o .

En la práctica, de acuerdo con las consultas realizadas a di­


versos contadores públicos y administradores de empresas, pa­
reciera haber una tendencia por parte de los contribuyentes a
no perfeccionar, según lo dispone el Reglamento, los abonos en
cuenta.

Por su parte, la Administración Tributaria actuando como


ente fiscalizador, según mi experiencia, no ha generado gran
cantidad de reparos, lo cual se evidencia también por la limita­
da producción de jurisprudencia en esta materia del abono en
cuenta, la cual, insisto, pertenece más a la esfera de la
deducibilidad del gasto que de la retención en la fuente, cuya
verificación fiscal respecto a la temporalidad de la obligación de
retener se realiza mayormente en referencia a la fecha de pago.

IX. REQUISITO DE AD M ISIBILIDAD DEL GASTO O


SANCIÓN

Pareciera que el asunto sobre la naturaleza jurídica de las


normas que prohibían deducir aquellos gastos a los que no se les
hubiese practicado la retención de impuesto, está fuera de dis­
cusión a estas alturas cuando, aun con una redacción confusa y
carente de técnica legislativa -posiblemente inconstitucional,
además- el Código Orgánico Tributario8 las derogó expresamen­
te, a raíz de lo cual fueron efectivamente eliminadas del texto
de la Ley de Impuesto sobre la Renta en su última reforma9.

Sin embargo, existen decenas de casos no decididos aún en


las vías administrativa y judicial cuyo fallo pudiera depender
de la respuesta al quid: Retención en la Fuente: ¿Requisito de
admisibilidad o sanción?

8 G aceta Oficial N ° 37.305 del 17 de octubre de 2001, artículo 342.


9 G aceta Oficial X o 5.566 extraord inario del 28 de diciem bre de 2001.

568
J u an A n t o n io G o l ìa A .

En sentencia del 20 de junio de 2002, el Tribunal Supremo de


justicia, en Sala Político Administrativa, asienta que el referido
requisito -refiriéndose al de la retención- "establece que en aque­
llos casos en que por disposición del legislador o del reglamentista
exista la obligación de efectuar la retención del impuesto sobre la ren­
ta sobre un egreso o gasto cuya deducción es permitida, tal deducción
se encuentra condicionada a que se haya cumplido con el deber de
retener y enterar el monto correspondiente de acuerdo con los plazos
que establezcan el texto normativo".

De una primera lectura de esta aseveración, literalmente, la


deducción del gasto se encuentra "condicionada" a una pre­
tensión legal, y en tal sentido es un "requisito" retener para po­
der deducir dicho gasto. La distorsión lógica jurídica, al modo
de ver de quienes no compartimos este criterio deriva de la "cau­
sa" que da origen a la existencia de esta antigua disposición, es
decir, del propósito y razón de ser de la norma, o bien, utilizan­
do palabras del Código Civil cuando en su artículo cuarto fija
los parámetros básicos del trabajo de interpretación de las nor­
mas, "la intención del legislador".

Es así que nace la idea de desarrollar una investigación que


tratara de dar respuesta a la causa que le dio origen a la dispo­
sición, hoy derogada -al menos, aparentemente derogada- la
cual, como se mencionó en la Introducción, concluyó en el texto
denominado "INTERPRETACIÓN TELEOLOGICA DE LA
NORMA QUE ESTABLECE LA NO DEDUCIBILIDAD DE
CIERTOS GASTOS EN LOS CASOS QUE NO SE HAYA REA­
LIZADO LA RETENCION DE IMPUESTO CORRESPONDIEN­
TE -ARTICULO 78, PARÁGRAFO SEXTO, LISR DE 1994-" 10

En dicho trabajo, a través de un análisis en el tiempo de los


diversos criterios sobre el tema, emanados de las diversas ins­
tancias administrativas y judiciales, así como del propio legisla­

10 G O LIA AMODIO, J.A., Trabajo de G rado del autor, aspirante al Título de


Especialista en D erecho Tributario, publicado en la Revista de la Facultad
de C iencias Ju ríd icas y Políticas, .V' 104, d e la U niversidad C en tral de
Venezuela, C aracas, 1997.

569
60 A ños de I mposic ión a ia Rem a en V en ezu ela

dor, se intentó poner en evidencia que la causa que le dio origen


a la norma que establecía la no deducibilidad de aquellos gastos
a los que no se les practicó oportunamente la retención del im­
puesto sobre la renta, no era otra que la coerción.

Para lograr este objetivo, dentro del proceso argumentativo


que sustenta el trabajo, se utilizó la teleología, definida por el
filósofo alemán Cristian Wolf -a quien se le atribuye la introduc­
ción del término- como el modo de explicación de una realidad
atendiendo a sus causas finales, por oposición al modo de expli­
cación fundado en las causas eficientes.

A diferencia de los verdaderos requisitos de admisibilidad


del gasto, como son la normalidad, la necesidad y su vincula­
ción con el proceso de producción de la renta, los cuales buscan
tutelar la correcta determ inación cuantitativa del hecho
imponible a través de la consagración de ciertos principios, la
norma que establecía la no deducibilidad del gasto al que no se
le hubiese practicado la retención, no tenía, ni tiene, algún tipo
de conexión con el contribuyente que no sea el establecimiento
de una consecuencia jurídica desfavorable que le produzca el
incumplimiento de un deber formal, ajeno por completo a la
determinación de su capacidad contributiva. Y eso es lo único
que pretendía la norma: sancional a quien no retuviese.

Tal como lo he referido en otra oportunidad, citando a


Villegas11, así como el Derecho Tributario Material tiene como
objetivo establecer los aspectos sustanciales de la relación jurí­
dica tributaria principal, el Derecho Tributario Formal, sumi­
nistra las reglas de cómo debe precederse para que el tributo
legislativamente creado se transforme en tributo físicamente
percibido.

En efecto, las disposiciones relativas a la retención en la fuente


se encuentran ubicadas en el capítulo de la Ley referente a la
Liquidación y Recaudación del Impuesto y de las Medidas que

11 V ILLEG AS, H éctor B., "C u rso de Finanzas, D erecho Financiero y Tributa­
rio", Ediciones D esalm a, Buenos A ires, 1979, página 275.

570
Jl w A \ t u \ to Coi I a A .

Aseguren su Pago, actividades estas que en manos de terceros


constituyen m edidas tendentes a lograr que el tributo
legislativamente creado se transforme en físicamente percibido.

Regresando al carácter coercitivo de la norma, éste es reco­


nocido por la sentencia citada al principio del presente capítu­
lo, cuando asienta: "(...) con el fin de facilitar la recaudación
impositiva, -el legislador- dirige sus esfuerzos a garantizar la reali­
zación del crédito tributario, ampliando el campo de los sujetos obli­
gados al pago de las deudas tributarias, con la actuación de dicho
agente en su esfera propia de contribuyente, ya que la ley supedita la
posibilidad de deducir ciertos gastos a que se haya efectuado la reten­
ción correspondiente sobre ellos".

Como se verá la no deducibilidad del gasto es la consecuen­


cia jurídica desfavorable por el incumplimiento de una activi­
dad relacionada con un tercero.

Más adelante, la sentencia reitera el carácter sancionatorio


de la norma cuando establece: "(...) para asegurar el funciona­
miento de la retención como mecanismo de control fiscal y de anticipo
recaudatorio el legislador ha establecido una serie de consecuencias
aplicables a aquellos casos en que el agente de retención deja de cum­
plir con su deber de realizar la detracción correspondiente. (...) Den­
tro de esta línea de mecanismos para asegurar la operatividad de la
figura de la retención, se encuentra la norma cuyo contenido es objeto
de controversia en el caso de autos, (...)”.

Con la finalidad de poner en evidencia el carácter


sancionatorio de la norma objeto de estudio, en otra ocasión
traje a colación, el artículo 183 de la Ley Orgánica del Sufragio
del 13 de Agosto de 1.987, el cual establecía:

S in p e rju ic io d e la a p lic a c ió n d e la s p e n a s y s a n c io n e s e s ta ­
b le c id a s e n lo s a rtíc u lo s a n te rio r e s , lo s c iu d a d a n o s o b lig a ­
d o s a v o ta r d e b e r á n c o m p r o b a r h a b e r s u f r a g a d o p a r a , e n el
tr a n s c u r s o d e los seis -6 - m e s e s s ig u ie n te s a la s e le c c io n e s :

l y. D e s e m p e ñ a r , o s e g u ir d e s e m p e ñ a n d o c a r g o p ú b lico ;

571
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la Rem a en V en e/l e l a

2". C e le b ra r e n n o m b re p ro p io o e n re p re s e n ta c ió n d e te r c e ­
ro s, c o n tr a to s d e to d a ín d o le c o n la N a c ió n , lo s E s ta d o s ,
las M u n ic ip a lid a d e s , lo s In s titu to s A u tó n o m o s y d e m á s
e n tid a d e s d e c a r á c te r p ú b lic o , s a lv o e n lo s c a s o s d e c r é ­
d ito s a p e q u e ñ o s a g r ic u lto r e s ;

3 ° P r e s ta r s e rv ic io s e n la e je c u c ió n d e o b ra s p ú b lic a s o e je r­
c e r a c tiv id a d r e m u n e r a d a e n In s titu to s A u tó n o m o s y
d e m á s e n tid a d e s d e c a r á c te r p ú b lic o o al s e rv ic io d e c o n ­
tra tis ta s d e o b ra s o s e rv ic io s p ú b lic o s , s a lv o q u e ta le s
s e rv ic io s s e a n p r e s ta d o s e n c a lid a d d e o b re r o s ;

4 a. M a tr ic u la r s e e n la s U n iv e r s id a d e s y re c ib ir g r a d o s a c a ­
d é m ic o s o títu lo s p ro fe s io n a le s ;

5 a. O b te n e r el r e g is tr o d e m a r c a s o s ig n o s d istin tiv o s , p a te n ­
te s d e in v e n c ió n o lic e n c ia s m u n ic ip a le s o p o lic ia le s ;

6 a. S a lir d e l T e r r ito r io N a c io n a l.

¿Quién se atrevería a afirmar, de acuerdo con el contenido


del artículo citado, que el haber sufragado era una "condición"
para salir del país dentro de los seis meses siguientes al sufragio,
sin reconocer que estamos en presencia de una norma de carác­
ter sancionatorio?

En la Exposición de Motivos de la Ley de Impuesto sobre la


Renta del l e de Enero de 1.95612, encontramos las siguientes
aseveraciones:

Refiriéndose al parágrafo tercero del artículo 122 de la Ley de


Impuesto del l s de Enero de 1.956, el cual establecía que: "No se
admitirá la deducción de sumas de dinero por concepto de pri­
mas de seguro pagadas a empresas no domiciliadas en Vene­
zuela, cuando no se haya hecho la retención de impuesto cedular
y complementario, de acuerdo con la reglamentación que se dic­
te", el legislador afirmaba: "Con el fin de evitar la evasión, no se

12 LEGISLACIO N DE IM PUESTO SOBRE LA REN TA - República de Venezue­


la - M inisterio de H acienda - Edición Oficial - Im prenta N acional - C aracas,
1.956.

572
J la n A n t o n io G o l ía A .

admite la deducción de cantidades por concepto de primas de seguros


pagadas a empresas no domiciliadas en Venezuela, cuando no se haya
hecho la retención del impuesto cedular y complementario corres­
pondiente".

Por otra parte, la no deducción de primas de seguros paga­


das a empresas no domiciliadas en Venezuela, cuando no se
hubiere hecho la retención del impuesto correspondiente no fue
incluida por el legislador en la exposición de motivos de la Ley
como condición de deducibilidad del gasto, sino como un modo
de evitar la evasión.

En otra oportunidad, el legislador asienta lo siguiente: “Se


admite la deducción de las comisiones pagadas a intermediarios, siem­
pre que el pagador retenga el impuesto cedular que las grava. Esta
reforma atiende a un principio de justicia fiscal. Por otra parte, sujeta
como está la deducción a la obligación de retener, la modificación se
traduce en un eficaz medio de control.

Esta aseveración resulta interesante por demás al cotejarla


con el contenido de otra reflexión del legislador, refiriéndose a
las penas, en el Capítulo XV de dicho texto, cuando asienta:
“En cierto sentido, la sanción a las infracciones de una Ley impositiva
es la medida clásica de control fiscal, como las penas a las prohibicio­
nes legales en general, son la tutela del orden del Estado, castigo del
mal hecho, y previsión de males futuros, defensa y docencia socia­
les".

En definitiva, los resultados de la investigación del citado tra­


bajo de grado, concluyeron en los siguientes postulados:

P R IM E R O : L a re te n c ió n e n la fu e n te s e c o n c ib ió in ic ia lm e n ­
te c o m o u n m e c a n is m o p a r a r e c a u d a r trib u to s a e m p r e s a s
n o d o m ic ilia d a s y p e c h a r las c o m is io n e s d e in te rm e d ia rio s
c u y a r e c a u d a c ió n d e im p u e s to s e r a c o n s id e r a d a d e d ifícil
c o n tr o l, c o n v irtié n d o s e c o n el t r a n s c u r s o d e l tie m p o e n u n
m e d io d e r e c a u d a c ió n m á s e fic ie n te q u e la p r o p ia d e c la r a ­
c ió n d e trib u to s , y a b a r c a n d o p o r ta n to u n n ú m e r o c a d a v e z

573
60 A ñ o s de I m p o s ic ió n a la Rl\ ta en V em ./l el a

mayor de tipos de retención. En todos estos casos, se des­


prende que la Norma constituye un mecanismo de persua­
sión a cumplir con la obligación de retener por su gran po­
der coercitivo.

SEGUNDO: Hasta la entrada en vigencia del Código Orgá­


nico Tributario, los tribunales, incluyendo la Corte Suprema
de Justicia, y la propia Administración Tributaria, recono­
cieron el carácter sancionatorio de la Norma. A partir de la
entrada en vigencia del Código Orgánico Tributario, surge
la afinidad conceptual entre la retención en la fuente y los
requisitos de admisibilidad del gasto.

TERCERO: Los requisitos de admisibilidad del gasto son


conceptos relativos tendentes a determinar la base imponible,
por lo que forman parte del Derecho Tributario Material,
mientras que, la retención de la fuente, es una actividad ob­
jetiva destinada a colaborar con la Administración Tributaria
en sus actividades de recaudación y fiscalización, por lo
que forma parte del Derecho Tributario Formal.

CUARTO: Existen similitudes conceptuales de fondo y for­


ma entre la sanción y la Norma.

QUINTO: Según la Exposición de Motivos de la Ley de Im­


puesto sobre la Renta del año 1.956, la Norma tiene un ca­
rácter sancionatorio.

(...) de acuerdo a los razonamientos expuestos, debemos asu­


mir que el parágrafo sexto del artículo 78a de la actual Ley de
Impuesto sobre la Renta, debe de ser considerado como una
norma sancionatoria desde un punto de vista teleológico y
en ello concluimos.

Esta conclusión resulta en la derogatoria tácita del parágra­


fo sexto del artículo 78a de la Ley de Impuesto sobre la Renta
vigente, por invadir un campo legal reservado al Código
Orgánico Tributario.

Ahora bien, el tiempo ha transcurrido y la disposición refe­


rente a la no deducibilidad de los gastos a los que no se les prac­
ticase la retención ha sido aparentemente derogada.

574
J u a n A n t o n io G o l ia A .

¿Por qué continuar entonces analizando la naturaleza jurí­


dica de una norma derogada?

La respuesta es: su efecto retroactivo una vez eliminada de la


Ley de Impuesto sobre la Renta.

Efectivamente, la Constitución de la República vigente, esta­


blece por vía de excepción la aplicación retroactiva de las nor­
mas que impongan menor pena. En este caso sería eliminación
de la pena en forma retroactiva como consecuencia de la dero­
gatoria expresa de la norma.

Basado en el mismo principio de carácter universal, el artícu­


lo 8 del Código Orgánico Tributario asienta que: "Ninguna nor­
ma en materia tributaria tendrá efecto retroactivo, excepto cuan­
do suprima o establezca sanciones que favorezcan al infractor".

Entonces, si la norma constituye un requisito de admisibilidad,


su desaplicación retroactiva no sería posible; empero, si la nor­
ma objeto de análisis fuere una sanción, su derogatoria debiera
hacerse efectiva al pasado, incluyendo todos los procesos pen­
dientes, lo cual, en razón de los argumentos expuestos, es lo
conducente.

Finalizando este capítulo, es oportuno aclarar que el Pará­


grafo Primero del artículo 27 del Código Orgánico Tributario
vigente prevé que: "Se considerarán como no efectuados los
egresos y gastos objeto de retención, cuando el pagador de los
mismos no haya retenido y enterado el impuesto correspondiente
conforme a los plazos que establezca la ley o su reglamento,
salvo que demuestre haber efectuado efectivamente dicho egreso
o gasto".

En opinión de quien suscribe, este artículo, además de no


tener sentido por cuanto no existe conexión lógica entre el pre­
supuesto de hecho con la consecuencia jurídica y la excepción a
ésta, atenta contra le presunción de inocencia y el principio de

575
60 A ñ o s de I m p o s ic ió n a la R e n t a f:n V en ezu ela

buena fe de las declaraciones del contribuyente, lo cual la hace


revisable en cuanto a su constitucionalidad.

Hasta entonces, eventualmente, esta disposición traerá nue­


vas controversias, particularmente en el campo del derecho ad­
jetivo, pudiendo convertirse en una verdadera trampa procesal
para el contribuyente al tener que probar que sus gastos han
sido "efectivamente" realizados, si no se ha efectuado la reten­
ción.

X. CONCLUSIONES

En materia de Impuesto sobre la Renta, el mecanismo de re­


tención en la fuente, incorporado en la legislación desde la en­
trada en vigencia de la primera Ley de Impuesto sobre la Renta
en el año 1943, ha sido una herramienta eficaz de recaudación
en el sistema impositivo venezolano.

De acuerdo con su naturaleza, el régimen de retenciones en


materia de Impuesto sobre la Renta se constituye en un medio
de financiamiento público, así como en mecanismo de recauda­
ción y de control impositivo.

Con base a esa naturaleza, en esencia, la no deducibilidad de


los gastos a los que no se les haya practicado la correspondiente
retención del impuesto constituye una sanción y no un requisito
de admisibilidad del gasto.

Este criterio parece haber sido reconocido por el reformista


del Código Orgánico Tributario del año 2001, al derogar en for­
ma implícita los artículos sobre la no deducibilidad del gasto,
los cuales, por constituir una sanción, deben ser dasaplicados
en forma retroactiva, por ende, a los reparos pendientes de de­
cisión en las vías administrativas y juduciales.

Sin embargo, en esta materia parece vislumbrarse otro tipo


de problemas para los contribuyentes como consecuencia de la

576
J uan A n t o n io G o l ìa A .

imprudente, incoherente y probablemente inconstitucional re­


dacción del parágrafo primero del artículo 27 del Código Orgá­
nico Tributario que considera como no efectuados los egresos y
gastos objeto de retención, cuando el pagador de los mismos no
haya retenido y enterado el impuesto correspondiente confor­
me a los plazos que establezca la ley o su reglamento, "salvo
que demuestre haber efectuado efectivamente dicho egreso o
gasto".

577
LOS BENEFICIOS FISCALES
EN EL IMPUESTO SOBRE LA RENTA
VENEZOLANO

J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n *

Dedicatoria: Gracias Aída por estar siem pre a m i lado, a Igna­


cio por darm e fuerza s para segu ir hasta en los m om entos más
difíciles, a mis padres por inculcar en m i el amor por el estudio
y a mis herm anos (todos) por ser mis mejores amigos. Gracias
a quienes siem pre han creído en mi y m e han apoyado.
EL A U TO R .

PREAMBULO

El año pasado se cumplieron 60 años de la entrada en vigen­


cia de la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1942, lo que equiva­
le a 60 años de vigencia del impuesto sobre la renta en nuestro
país, por lo que la publicación de un libro en homenaje a dicha
ocasión me parece una maravillosa idea y por eso he aceptado
gustoso el honor de escribir algunas líneas en relación con el
tema de los beneficios fiscales y su importancia dentro de cual­
quier régimen de impuesto sobre la renta, especialmente por tra­
tarse de un tema que, dentro del mundo del Derecho Tributa­
rio, siempre ha causado tanta polémica, pues, en principio, puede
verse como una odiosa excepción a los Principios de Generali­
dad y de Igualdad en materia tributaria y porque, además, en
nuestro país, siempre ha sido utilizado de forma por demás dis­
crecional y carente, muchas veces, de claros objetivos, especial­
mente en la reforma de la Ley de Impuesto Sobre la Renta de

* Socio del Escritorio Jurídico Benson, Pérez Matos, Antakly & Watts. Abo­
gado egresado de la UCAB en 1.988. Postgrado en Derecho Financiero
líCAB 1.996. Profesor del Post-grado de Derecho Tributario de la Univer­
sidad Central de Venezuela y de la Maestría de Gerencia Tributaria de la
Universidad Metropolitana. Director de la Asociación Venezolana de De­
recho Tributario.

579
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

1999, en la cual se facultó al Poder Ejecutivo a otorgar


exoneraciones, con absoluta prescindencia de las normas cons­
titucionales y legales que establecen los parámetros que deben
seguirse para el otorgamiento de este tipo de beneficios.

El estudio de este tema involucra necesariamente el análisis


de la facultad de los órganos legislativos, dotados de Poder Tri­
butario, de eximir del pago de tributos en forma total o parcial,
bien sea estableciéndolo directamente en el texto legislativo a
través de la figura de la exención, dictando los parámetros para
el otorgamiento del beneficio por parte del Poder Ejecutivo a
través de la figura de la exoneración o bien de cualquiera de las
dos formas a través de la rebaja de impuesto sobre la renta.

Asimismo, es necesario entender porque, a pesar de que nues­


tras Constituciones Nacionales han establecido los principios de
la Generalidad del Tributo, la Igualdad Tributaria y la Capaci­
dad Contributiva, sin embargo se establecen casos excepciona­
les para el cumplimiento de las obligaciones tributarias a través
de las figuras de las exenciones, exoneraciones y rebajas de im­
puesto sobre la renta, las cuales, aunque en algunos casos se
establecen en cumplimiento de tales principios, en muchos otros
se crean aunque van directamente en contra de los mismos, lo
que solo se explica si entendemos que la imposición es un fenó­
meno no solo de naturaleza meramente financiera, sino que tam­
bién es una importantísima herramienta de política económica,
por lo que las excepciones a veces son necesarias, lo que no im­
pide que en su diseño, creación y ejecución los principios que
rigen la tributación deban ser también tomados en cuenta.

Por último, analizaremos las características de los beneficios


fiscales de acuerdo con lo que dispone nuestro Código Orgáni­
co Tributario, así como los casos en que se han establecido los
mismos, violentando las normas constitucionales y legales que
sirven de marco normativo a su establecimiento y los pronun­
ciamientos jurisprudenciales sobre la materia, con especial refe­
rencia a nuestra actual Ley de Impuesto Sobre la Renta, en la
cual el establecimiento de dichos beneficios ha sido hecho en la

580
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

forma más arbitraria y desconocedora de todas las normas apli­


cables a la materia que habíamos visto hasta la fecha.

Esperamos entonces que el presente estudio pueda consti­


tuirse en una modesta contribución para la mejor comprensión
de un tema que, como ya mencionamos, ha estado siempre en­
vuelto en la polémica, dado que el otorgamiento de beneficios
fiscales entraña siempre una discriminación entre contribuyen­
tes, por lo que se suscita el debate sobre si ello no constituye una
violación del principio de Justicia Tributaria al relajar el princi­
pio de Igualdad Tributaria y el de la Capacidad Contributaria.
Trataremos de demostrar que no necesariamente ello es así y
que lo que suscita muchas veces la injusticia es su otorgamiento
en forma discrecional.

I
DEL PODER DE CREAR TRIBUTOS
Y DE EXIMIR DE SU PAGO

El concepto de Poder Tributario o Poder de Imposición otor­


gado por la Constitución Nacional a los entes legislativos para
la creación de tributos, ha sido siempre conceptualizado como
un elemento fundamental del ejercicio de la Soberanía Política
de un Estado. No de otra forma podía explicarse desde finales
del siglo 18 hasta bien entrado el siglo 20, la facultad que tenía
el Estado para obligar a sus ciudadanos a desprenderse de una
parte de su riqueza con el objeto de sufragar el costo del sosteni­
miento de dicho estado.

Durante la vigencia del concepto del Derecho a la Propiedad


Privada, como un Derecho Natural del hombre, inalienable e
imprescriptible, solo la noción de un Poder Soberano del Estado
podía explicar que este último, pudiera limitar el ejercicio de
este derecho a través de la creación de tributos de pago obliga­
torio por parte de todos los ciudadanos a quienes se les diera el
rango de contribuyentes.

581
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Debe recordarse que en una época el pago de tributos era


una imposición (de allí el origen del término) que hacían los
pueblos vencedores a los vencidos, por lo que solo a través de la
figura del ejercicio del Poder Soberano del Estado podía conce­
birse, en la primera etapa del Estado Constitucional, la imposi­
ción por parte de un estado a sus propios ciudadanos, de los
tributos creados por éste. La noción de estado policía, creada
por los alemanes durante la época del imperio Prusiano, nos
remite a una concepción autoritaria del Estado y la cual se evi­
dencia en las instituciones financieras del tributo y el presupuesto,
con meridiana claridad.
De tal forma que en esta concepción del Estado, el Poder Tri­
butario solo está limitado por ciertas reglas más de tipo formal
que material y en donde incluso los principios constitucionales
que hoy conocemos como los pilares del Sistema Constitucio­
nal, no tenían un desarrollo ni remotamente parecido al actual.
El Poder Tributario del Estado está por ende basado en con­
ceptos como el de la Soberanía y la Autoridad. La gran diferen­
cia entre esta concepción autoritaria del Poder Tributario y las
nuevas teorías al respecto, radica en el hecho de que los tribu­
tos, especialmente los impuestos, se creaban simplemente en eje­
cución del poder de imperio del Estado y no sobre la base de las
manifestaciones de riqueza que puedan existir en ciertas activi­
dades o grupos de individuos y que dejan en evidencia la exis­
tencia de una capacidad económica por parte de dichos sujetos
y por tanto de una capacidad de contribuir con el pago de los
tributos.

Hoy en día, la moderna doctrina del Derecho Tributario, es­


pecialmente en el continente europeo, considera que el Poder
Tributario no es el ejercicio del Poder Soberano del Estado, sino
por el contrario simplemente el ejercicio del Poder de Legislar
por parte del órgano legislativo dotado de competencia (en su
sentido genérico) para crear determinados tributos, lo cual de­
ben hacer con arreglo a las bases y limites que establecen la Cons­
titución y las leyes marcos de materia, como por ejemplo el Có­
digo Orgánico Tributario en nuestro país.

582
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

Tal concepción del Poder Tributario nos aleja de las concep­


ciones del Estado Autoritario o Estado Policía y además de las
concepciones absolutistas del Derecho de Propiedad, pues tan­
to nuestra Constitución Nacional como otras constituciones de
América y Europa, reconocen hoy en día que el Derecho de Pro­
piedad está sometido a ciertas limitaciones en aras de proteger
el interés público, entre ellas la obligación de los ciudadanos de
contribuir al sostenimiento de las cargas públicas del Estado,
que no es un ente omnipotente sino tan solo la forma de organi­
zación política creada por los propios ciudadanos para dar for­
ma jurídica a su Nación y bajo el amparo de la Ley como máxi­
ma expresión de poder político.

Hoy en día, visto que el Poder Tributario es parte de las po­


testades de los órganos legislativos, cuyo ejercicio comparte el
cumplimiento de una de las funciones que estos tienen, la Fun­
ción Financiera (concepto creado por el moderno Derecho Cons­
titucional Alemán), está plenamente reconocido por la doctrina
del Derecho Tributario, que tal Poder está sujeto a las limitacio­
nes que la Constitución Nacional ha establecido en aras de ga­
rantizar el Derecho a la Propiedad, dentro de las limitaciones
que ella misma dispone, las cuales se encuentran constituidas
por los Principios Constitucionales que rigen la tributación, como
lo son, entre otros, el Principio de la Legalidad, el Principio de la
Igualdad y el Principio de la Capacidad Contributiva.

Entre ellos, debemos reconocer como piedra fundamental del


moderno Derecho Constitucional Tributario, el Principio de la
Legalidad, el cual consiste en la obligación de establecer todos
los tributos a través de un instrumento de rango legal, tanto en
su sentido formal (aprobación por el órgano legislativo), como
en su sentido material (ordenamiento general de carácter abs­
tracto). El Principio de Legalidad es el heredero de los primeros
intentos de los ciudadanos por lograr que la creación e imposi­
ción de los Tributos se hiciera a través de una vía concertada
con los contribuyentes (su antecedente más remoto y conocido
es la Carta de Juan Sin Tierra en la Gran Bretaña, en 1.215).

583
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Existen diversas formas de entender el alcance del Principio


de Legalidad Tributaria, especialmente entre los países que apli­
can el Principio de Legalidad Abierta o Esencialista (España,
Francia e Italia) y aquellos países que entienden la Legalidad
como una limitación de carácter absoluto o cerrado (Venezuela
entre otros países, especialmente suramericanos).

No importa la naturaleza del alcance que cada país le dé al


Principio de Legalidad, éste es, indudablemente, el principio
constitucional más importante en materia tributaria, dado que
su correcta aplicación debe, en principio, traer como consecuen­
cia el cumplimiento de todos los otros principios, bajo el supues­
to de que la creación del tributo a través del órgano legislativo,
debe garantizar la correcta aplicación y acatamiento de todas
las normas constitucionales y legales que rigen la actividad.

Nuestra constitución solo se limita a enumerar la existencia


del principio, sin entrar en detalles acerca del alcance que el
mismo tiene, lo que en nuestro criterio es lo correcto, en virtud
de que su alcance (legalidad cerrada o abierta) será desarrolla­
do por el legislador, de acuerdo con las condiciones culturales
imperantes en un momento determinado, lo que no debe ser
establecido por un instrumento tan importante y llamado a per­
durar en el tiempo, como lo es un texto constitucional.

Ahora bien, sería muy difícil conocer cual es el alcance que


en un país determinado se le da al Principio de Legalidad, si
éste no estuviera desarrollado en una norma legal, que en nues­
tro caso es una Ley Orgánica que sirve de Ley Marco a la mate­
ria tributaria, nos referimos al Código Orgánico Tributario. En
este sentido, tenemos que los artículos 2o, 3o y 4o de dicho códi­
go constituyen la referencia fundamental, pues es allí donde se
desarrolla el significado y alcance del mismo.

De acuerdo con el Artículo 2° del Código Orgánico Tributa­


rio entre las fuentes del Derecho Tributario tenemos los Trata­
dos Internacionales celebrados válidamente por la República, la
Ley y los actos con fuerza de ley y los contratos de estabilidad
jurídica entre otros.

584
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

El artículo 3o del Código Orgánico Tributario, desarrolla el


alcance del Principio de Legalidad Tributaria en Venezuela, pues
determina el alcance del Artículo 317 Constitucional, al sentar
las bases para el desarrollo de las leyes tributarias. La norma en
cuestión dispone lo siguiente:

"Solo a las leyes corresponde regular con sujeción a las normas


generales de este Código las siguientes materias:

1. Crear, modificar o suprimir tributos; definir el hecho imponible, fijar la


alícuota del tributo, la base de su calculo e indicar los sujetos pasivos del
mismo.

1. Otorgar exenciones y rebajas de impuesto.

Autorizar al Poder Ejecutivo para conceder exoneraciones y otros


beneficios o incentivos fiscales. ..."

1. Las demás materias que le sean remitidas por este código.

Parágrafo Primero: Los órganos legislativos nacional, estadales y


municipales, al sancionar leyes que establezcan exenciones, benefi­
cios, rebajas y demás incentivos fiscales o autoricen al Poder Eje­
cutivo para conceder exoneraciones requerirán la previa opinión
de la Administración Tributaria respectiva...(Omissis)

...Parágrafo Segundo: En ningún caso se podrá delegar la defini­


ción v fijación de los elementos integradores del tributo así como
las demás materias señaladas como de reserva legal por este artícu­
lo" (subrayado nuestro).

Como puede apreciarse de la lectura de la norma, nuestro


Código Orgánico Tributario, en desarrollo del Principio Consti­
tucional de la Legalidad Tributaria, consagra la modalidad del
sistema cerrado, por medio del cual todos los elementos que in­
tegran la relación tributaria deben estar establecidos en la nor­
ma legal, sin que se permita al legislador la delegación de dichos
elementos al reglamentista.

585
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

A objeto del tema de nuestro estudio, debemos saber que el


Poder Tributario no está solamente referido al poder de crear
tributos, sino que éste lleva aparejado el Poder de Eximir, que
consiste en la facultad del legislador de crear exenciones totales
o parciales para el pago de tributos, así como conceder rebajas
de impuesto y el autorizar al Poder Ejecutivo para otorgar
exoneraciones totales o parciales o también otorgar rebajas
impositivas.

Esta es la manifestación del Poder Tributario y de la Legali­


dad Tributaria a la que haremos mención en este trabajo, pues
es el tema central del mismo, cómo ejerce el Estado su Poder de
Eximir y cómo se aplica el Principio de Legalidad Tributaria, no
para el establecimiento de los tributos, sino para dispensar total
o parcialmente su pago.

Por ello, aún cuando citamos lo dispuesto en el Artículo 3°


de nuestro Código Orgánico Tributario para fijar el alcance de
nuestro Principio Constitucional de la Legalidad Tributaria, en
materia de beneficios fiscales tenemos que hacer especial refe­
rencia especial, a lo dispuesto en el Artículo 4o del mismo texto
legal, el cual establece la aplicación del Principio de Legalidad
Tributaria a dicha materia. En efecto la norma en cuestión esta­
blece lo siguiente;
"En materia de exenciones, exoneraciones, desgravámenes, reba­
jas y demás beneficios fiscales, las leves determinarán los requisi­
tos o condiciones esenciales para su procedencia. " (subrayado
nuestro).

Como puede verse la norma está redactada en el mismo sen­


tido que el Artículo 3°, con la idea de establecer la aplicación del
Principio de Legalidad Tributaria en forma estricta, en lo que a
los beneficios fiscales se refiere. Todos los elementos esenciales
que componen el otorgamiento del beneficio deben estar esta­
blecidos en la norma legal y el reglamentista solo puede limitar­
se a ejercer la opción que se le ha dado, sin estar facultado, bajo
ninguna circunstancia, a fijar requisitos o condiciones adicio­
nales que puedan limitar el otorgamiento de un beneficio crea­

586
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

do por el legislador, aunque en el caso de las exoneraciones, por


ejemplo, sometido a su otorgamiento a una norma de rango
sublegal.

No puede dejarse pasar inadvertido el señalamiento expreso


del legislador en anteriores códigos tributarios, en cuanto a que
todos los requisitos y condiciones deben establecerse en la Ley,
"a los fines de evitar en lo posible la discrecionalidad del
funcionario cuando fueren otorgadas", refiriéndose, obviamen­
te, al reglamentista. Sin embargo, como veremos más adelante,
al estudiar el alcance e interpretación de la norma en cuestión
esta disposición ha sido frecuentemente incumplida por el legis­
lador de la Ley de Impuesto Sobre la Renta y el Poder Ejecutivo.

Tenemos entonces que así como el Estado goza de Poder Tri­


butario para la creación y Establecimiento de los tributos, lo cual
hace a través de sus órganos legislativos (Poder Nacional, Estadal
y Municipal), tiene la facultad para crear beneficios fiscales o
autorizar su otorgamiento, de forma tal que podemos concluir
que el otorgamiento de tales beneficios no es ni más ni menos
que el ejercicio del Poder Tributario por parte del Estado.

II

DE LOS BENEFICIOS FISCALES Y LOS PRINCIPIOS


DE GENERALIDAD, IGUALDAD TRIBUTARIA
Y LA CAPACIDAD CONTRIBUTIVA

No podemos, no adentrarnos en el tema de los beneficios


fiscales sin hacer un breve análisis de los principios que regu­
lan el Sistema Tributario Venezolano, en virtud de que el otor­
gamiento de ciertos beneficios fiscales favorece a un grupo de
contribuyentes mientras que otros permanecen sujetos a la
obligación de pagar los tributos, lo que en principio parecería
contrario a lo establecido en nuestra Constitución Nacional,
en relación con los principios de Generalidad, Igualdad y Ca­
pacidad Contributiva.

587
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Antes de estudiar como el otorgamiento de los beneficios fis­


cales debe convivir con dichos principios, consideramos necesa­
rio mencionar en que consiste cada uno de ellos, para luego
adentrarnos en como regulan el marco legal creado de base para
el régimen de los beneficios fiscales con mucha mayor facilidad.

1 .-Principio de Generalidad del Tributo

El Artículo 133 Constitución Nacional establece el llamado


Principio de Generalidad Tributario o Principio de Solidaridad
Social, el cual es evidentemente la base primordial de los siste­
mas tributarios modernos, pues sirve de fundamento al estable­
cimiento de un Derecho a la Propiedad Privada limitado y sien­
ta las bases del Poder Tributario del Estado, el cual no es ejercido
sobre la base de un poder absoluto de éste, sino como una fun­
ción legislativa que le ha sido asignada, la de proveerse de re­
cursos públicos gracias a una facultad otorgada por el constitu­
yente, para que pueda atender los deberes que éste a su vez le
ha conferido.

La norma en cuestión establece lo siguiente:


"Toda persona tiene el deber de coadyuvar a los gastos públicos
mediante el pago de impuestos, tasas y contribuciones que esta­
blezca la ley."

Esta norma establece el derecho del Estado (Poder Nacional,


Estadal y Municipal) de crear tributos y de imponer la obliga­
ción de pagar los mismos a los contribuyentes, a través de la ley,
creando también lo que se llama el Principio de la Solidaridad
Social, es decir el deber de todos los ciudadanos de contribuir al
sostenimiento del Estado y dando su aporte para sufragar las
cargas públicas a través del pago de los tributos.

En importante mencionar que si bien el Principio de Genera­


lidad Tributaria supone una limitación al Derecho de Propie­
dad de los ciudadanos, tampoco ello implica que dicha limita­
ción sea absoluta, sino que por el contrario el Poder Tributario
debe ser ejercido respetando las garantías constitucionales esta­

588
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

blecidas para la defensa del Derecho de Propiedad, sin que se


puedan considerar excluidos ninguno de los entes dotados de
Poder Tributario, pues es su obligación respetar las limitaciones
que dichas garantías les imponen.

Dicha norma tiene su desarrollo en el Código Orgánico Tri­


butario, en el cual se establece quienes son los sujetos activos y
pasivos de la obligación tributaria, creando, en el caso de los
sujetos pasivos, una definición de carácter amplio que evite en
lo posible excluir a algunos de ellos en perjuicio de otros, espe­
cialmente, y en lo que en el caso de nuestro estudio se refiere,
cuando se dispone que los beneficios fiscales deben ser de carác­
ter general, aplicables a todos los sujetos que se encuentren den­
tro del supuesto de hecho que da lugar al beneficio fiscal.

2.-Principio de Igualdad Tributaria

Dicho principio constituye uno de los más importantes en


materia constitucional, legal y por supuesto en el ámbito del
Derecho Tributario, se encuentra consagrado de distintas for­
mas en nuestra Constitución Nacional, dado que el mismo com­
prende diversos aspectos que deben ser desarrollados en mate­
ria tributaria.

Tipos de igualdad

A. Igualdad en la lev

Es la consagrada en el Artículo 133 de la Constitución Na­


cional al que hicimos referencia anteriormente, en sentido de
que todos están obligados a pagar tributos para contribuir a los
gastos públicos.

B. Igualdad ante la ley

Dispuesta en el Artículo 21 de la Constitución Nacional, to­


dos son iguales ante la ley y nos admitirán las discriminaciones
bajo ninguna condición. Llamada también la igualdad implícita.

589
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

C. Igualdad por Ja ley

En materia tributaria la igualdad por la ley se manifiesta a


través de la aplicación del Principio de la Capacidad Contribu­
tiva, por el cual deben pagar más impuestos aquellos que mayor
riqueza generan y menos impuestos quienes menor riqueza ge­
neran de forma de que los tributos pueden ser aplicados con
justicia.

Esta manifestación de la igualdad es de vital importancia en


materia de beneficios fiscales, dado que, como comentamos an­
teriormente, ciertos tipos de beneficios fiscales no son otorgados
atendiendo tanto a razones de política económica del Estado,
como para evitar que el impuesto sobre la renta grave la renta
obtenida por personas (naturales o jurídicas) cuya capacidad
económica es muy precaria o simplemente no se manifiesta en
la misma forma que la de otros sujetos, por lo que el legislador al
otorgar el beneficio lo hace con la intención de darles un trata­
miento diferente, con la idea de colocarlos en una situación de
igualdad con respecto a otros contribuyentes.

La igualdad por la Ley deviene de la aplicación del Principio


de Justicia y se resume muy bien en aquel viejo axioma del De­
recho de tratar igual a quienes son iguales y en forma desigual
los casos desiguales, pues nada hay más injusto que tratar todos
los casos por igual.

D . Igualdad de las partes en la relación jurídico tributaria

Corresponde esta variedad del Principio de Igualdad reco­


nocer que a pesar de que la Constitución Nacional confiere al
órgano legislativo el Poder Tributario de crear el tributo, esta
facultad se agota con la creación de la Ley Tributaria y no pue­
de ésta establecer reglas que permitan con posterioridad, que la
relación entre el sujeto activo y pasivo de la relación jurídica no
esté en un plano de completa igualdad. El sujeto activo no es el
titular del Poder Tributario y por ende es tan solo un sujeto más
en la relación jurídico tributaria y al igual que el sujeto pasivo

590
J o sé R a fa el B e l is a r io R in c ó n

debe llevar adelante dicha relación con el mayor apego a las


normas constitucionales y legales que rigen tal relación.

Es quizás el reconocimiento de tal igualdad entre las partes


en la relación jurídico tributaria lo que llevó al legislador del
Código Orgánico Tributario a establecer la norma del Artículo
4o "ejusdem", al cual ya hicimos referencia, pues otorgarle al
reglamentista (en quien normalmente reposa la condición de
sujeto activo) la facultad de establecer condiciones y requisitos
para el disfrute de los beneficios fiscales, equivale a colocar a
éste en una relación de poder frente al sujeto pasivo, violatoria
por lo demás del Principio de Igualdad Tributaria.

3 .-Principio de Capacidad Contributiva

Consagrado en el Artículo 316 de la Constitución Nacional,


se encuentra desarrollado en las leyes tributarias especiales fun­
damentalmente, dado que está relacionado con el establecimien­
to de la base imponible y el seguim iento del Principio de
Progresividad donde ello sea posible. Sin embargo, no conside­
ramos que la progresividad de los tributos sea un principio cons­
titucional, sino tan solo una de las varias formas de aplicar el
Principio de la Capacidad Contributiva, por ello no necesaria­
mente todos los tributos deban ser progresivos, al Sistema Tri­
butario debe procurar ser progresivo, no obstante ello no impli­
ca que a través de otros mecanismos no se logre el objetivo de
que quienes más pagan son aquellos que mayor capacidad con­
tributiva tienen y quienes menos pagan sean, obviamente, quie­
nes menos riqueza generan.

El otorgamiento de beneficios fiscales pareciera en ciertos casos


una negación a la capacidad contributiva, pues, dado que a di­
ferencia de los supuestos en los cuales se otorgan beneficios a
un grupo de sujetos, precisamente en reconocimiento a su falta
de real capacidad para pagar tributos, existen otros casos en los
cuales a ciertas categorías o tipos de contribuyentes se le otor­
gan los referidos beneficios fiscales, a pesar de que si tienen ca­

591
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

pacidad de contribuir, si generan riqueza, pero se atiende al


hecho de que realizan cierto tipo de actividades, o con ciertas
formas jurídicas o invierten en cierto tipo de activos o realizan
sus actividades en ciertas zonas geográficas, en concordancia
con objetivos económicos o sociales que al Estado le interesa
proteger.

Así tenemos que nuestras leyes de impuesto sobre la renta


usualmente han establecido beneficios fiscales durante estos 60
años atendiendo a múltiples factores tales como:

a) Incentivar o resguardar cierto tipo de enriquecimientos como


los obtenidos a través del ahorro en instituciones financieras.
b) La realización de cierto tipo de actividades industriales que
al Estado le interesa fomentar en un determinado momento
o porque le interesa la inversión de los ciudadanos en activi­
dades que requieren gran volumen de capital,
c) Porque considera que ciertas actividades como las agrícolas
y pecuarias son de vital importancia para el país, por lo que
no quiere aplicarles gravámenes fiscales.
d) Interesa al desarrollo del país que haya inversiones en las
regiones más deprimidas del mismo.
e) Se requiere que los capitales privados, nacionales o extranje­
ros, invierten en títulos valores emitidos por la nación, fuente
ordinaria y primordial de ingresos de la Nación.

Estos son solo algunos de los criterios que pueden servir de


base, en cierto momento, para el otorgamiento de beneficios fis­
cales a determ inadas categorías de contribuyentes o de
enriquecimientos, y aún cuando ello en principio parece ir en
contra del Principio de la Capacidad Contributiva, al no gravar
en la misma forma a todos los contribuyentes, en realidad en
muchos casos obedece al cumplimiento por parte del Estado de
fines superiores como el del bienestar colectivo y el incentivo al
desarrollo del país y la garantía del progreso económico para
sus ciudadanos.

592
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

Sin embargo, debe reconocerse que "la aplicación del principio


jurídico de la capacidad contributiva como criterio de reparto de las
cargas públicas implica una doble dirección del mismo. Es decir, que
así como sólo se debe gravar a aquel que presente capacidad contribu­
tiva, también debe procurarse que todo el que posea dicha capacidad
se encuentre gravado, sin excepciones in ju stificad as" 1. Este cri­
terio sobre la no creación de "excepciones injustificadas", que
nosotros llam arem os "d iscrim inacion es n eg ativ as", es
importantísimo en materia de beneficios fiscales, pues aún cuan­
do la mayor parte de los mismos implican excepciones a los prin­
cipios de la Igualdad y la Capacidad Contributiva, no siempre
estas excepciones deben considerarse como injustificadas y por
el contrario, si el beneficio final es otorgado con apego a la Cons­
titución y la Ley, constituiría un caso de discriminaciones posi­
tivas o de "excepciones justificadas" de forma que pueda afir­
marse que el otorgamiento de beneficios fiscales se ha hecho
atendiendo al Principio de la Igualdad y al Principio de la Ca­
pacidad Contributiva.

Es importante que expliquemos el porqué la creación de be­


neficios fiscales no está necesariamente reñida con el Principio
de la Igualdad o el de la Capacidad Contributiva, pues hoy en
día no puede bajo ninguna circunstancia dejarse de reconocer
la existencia de los fines extrafiscales de la tributación. Por ello
debemos analizar los fundamentos jurídicos que nos permiten
entender que la creación de los beneficios fiscales, no necesaria­
mente implica la violación de los referidos principios y como
dichos beneficios pueden coexistir con ellos.

En sentencia de la Corte Suprema Española, identificada


como 8/19862 se definió el Principio de Igualdad de la forma
siguiente: "Derecho fundamental de la persona a no sufrir discrimi­

1 Naveira de Casanova Gustavo J. El Principio de no Confiscatoriedad. Estu­


dio en España y Argentina. Monografía Ciencias Jurídicas. McGraw-Hill,
Madrid 1997. Pág. 149
2 Alvarez Conde Enrique. Curso de Derecho Constitucional. Volumen I,
segunda edición. Editorial Tecnos. Madrid 1996. Pág. 300

593
60 A ñ o s df. I m p o sic ió n a l a R en ta en V en ezu ela

nación jurídica alguna, esto es, a no ser tratada jurídicamente de


manera diferente a quienes se encuentran en una misma situación,
sin que exista una justificación objetiva y razonable de esa des­
igualdad de trato". Esta ultima frase que hemos resaltado es un
reconocimiento a que no toda desigualdad constituye necesa­
riamente una discriminación negativa, pues no se prohíbe toda
diferencia de trato en el ejercicio de los derechos y libertades, lo
que constituye una violación al Principio de la Igualdad es que
la discriminación no este plenamente justificada.

Aún cuando nuestra Constitución Nacional prohíbe en su


Artículo 21 las discriminaciones y hemos visto que la sentencia
del máximo Tribunal Español sostiene que el Derecho a la Igual­
dad trae como consecuencia el que no pueda establecerse "dis­
criminación jurídica alguna", sin embargo nosotros, hemos he­
cho referencia a dos tipos de discrim inación y por ello
consideramos necesario definirlas: Negativas, que son aquellas
que se establecen sin justificación alguna y que constituyen una
flagrante violación del Principio de la Igualdad y por ende en
materia tributaria del Principio de la Capacidad Contributiva
en cuanto especie de aquella, y las; Positivas, que son aquellas
que se establecen sobre la base de una justificación plenamente
razonada y que buscan tratar en forma desigual los casos des­
iguales de forma de equiparar a los ciudadanos a través de la
Ley y así alcanzar la justicia. El Principio de la Capacidad Con­
tributiva existe no solo como limite al Poder Tributario del Esta­
do, sino también como mecanismo para alcanzar la justicia en
materia tributaria, a través del equiparamiento entre iguales y
desiguales como medio de distribuir las cargas públicas. Hemos
hecho esta división en vista de que consideramos que toda des­
igualdad es una discriminación, pero que no toda discrimina­
ción sería inconstitucional.

Tal diferenciación la hacemos porque compartimos la opi­


nión de un sector de la doctrina del Derecho Constitucional en
cuanto a que "El Principio de Igualdad no quiere decir que toda
desigualdad constituye necesariamente una discriminación, pues no
se prohíbe toda diferencia de trato en el ejercicio de los derechos y

594
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

libertades, sino que la igualdad solamente es violada cuando dichas


discriminaciones están desprovistas de una justificación objetiva y
razonable "3

Por ello, no podemos decir que la creación de beneficios fis­


cales deba ser considerado a "priori" como una violación de los
principios de la igualdad y la capacidad contributiva, sino que
en muchos casos puede tratarse del establecimiento de una dis­
criminación que se encuentra plenamente justificada y por ende
puede ser considerada como positiva y por tanto perfectamente
apegada a dichos principios.

En determinados casos el establecimiento de un sistema de


beneficios fiscales puede obedecer a razones distintas a las ya
mencionadas, como por ejemplo, a dar un tratamiento prefe-
rencial a determinada categoría de contribuyentes que no ma­
nifiestan tener capacidad contributiva suficiente, o a contribu­
yentes que se dedican a actividades de asistencia social que
permiten al Estado desahogar la pesada carga que sobre él recae
en esta materia sin perseguir fines de lucro.

Por todo lo explicado, consideramos que sería acertado que


el otorgamiento de los beneficios fiscales, no fuera tenido siem­
pre como un debilitamiento del Principio de Igualdad Tributaria
y por ende de su mecanismo la Capacidad Contributiva, sino
que siempre deba primero analizarse detenidamente el benefi­
cio final otorgado, con la idea de poder conocer si la discrimina­
ción que él establece es positiva o negativa y si en su creación y
establecimiento se han respetado los parámetros que garanti­
zan la no existencia del respeto a dichos principios, como expli­
caremos más adelante.

3 Alvarez Conde Enrique. Obra citada, Pagina 300.

595
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

III

DE LOS BENEFICIOS FISCALES


EN NUESTRA IM POSICION A LA RENTA

En muchas ocasiones las finalidades extrafiscales de la


tributación, están relacionadas con los interese superiores del
Estado, los cuales en nuestra Constitución Nacional se encuen­
tran consagrados en el Artículo 3, el cual es del tenor siguiente:

"El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de


la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la
voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante
de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y
la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes
consagrados en esta Constitución.

La Educación y el trabajo son los procesos fundamentales para


alcanzar dichos fines".

Toda esta enumeración de buenas intenciones, podemos re­


sumirla como los Fines Superiores del Estado", con lo que se de­
muestra que el Estado como ente tiene que cumplir con una
serie de cometidos que están por encima de los intereses indivi­
duales y que en ciertas ocasiones la consecución de dichos fines,
justifica la utilización de mecanismos que, como los beneficios
fiscales, constituyen excepciones a la aplicación igualitaria de
las normas legales.

Esta explicación inicial la hacemos, porque consideramos


necesario partir de la idea de que ciertos beneficios fiscales se
otorgan buscando conseguir esos "Fines Superiores del Estado",
pero ello no quiere decir que todos los beneficios fiscales se otor­
gan en acatamiento de dichos fines, sino que también muchos
de ellos se crean para dar estricto cumplimiento a los principios
que rigen en el sistema tributario, especialmente a los que co­
mentamos en el punto anterior. En razón de esto, es necesario
también hacer una clasificación del genero que hemos denomi­
nado beneficio fiscal.

596
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

En primer termino queremos puntualizar que el termino ge­


nérico beneficio fiscal, lo hemos utilizado como sinónimo de un
provecho o utilidad que se obtiene al ser titular de un régimen
impositivo preferencial al que es aplicado a la generalidad de
los contribuyentes y bajo cuya definición el Código Orgánico
Tributario engloba a diversos mecanismos que el Estado utiliza
para otorgar los mismos. En este sentido tenemos que el Artícu­
lo 4 del Código Orgánico Tributario, al cual ya hicimos referen­
cia, define como beneficios fiscales a las exenciones,
exoneraciones, desgravámenes y rebajas de impuesto.

Ahora bien, consideramos que en este punto de nuestro tra­


bajo, es necesario diferenciar cada uno de ellos a través de su
definición y de su naturaleza y características, así como cuando
son otorgados para dar cumplimiento a los principios de la
tributación al " introducir mejoras en la asignación de recursos, con­
seguir una distribución adecuada de la renta y la riqueza... "4 y cuando
son otorgados buscando "alcanzar la estabilidad económica y pro­
mover el desarrollo de la producción"5, de forma tal que su otorga­
miento es efectuado tratando de promocionar ciertas activida­
des y de esta forma obtener un efecto determinado.

Como hemos visto, nuestro Código Orgánico Tributario cla­


sifica los beneficios fiscales en ciertas categorías especificas, las
cuales analizaremos a continuación:

1 .-EXENCIÓN: Es la dispensa total o parcial del pago de la obli­


gación tributaria otorgada por Ley.6

2 .-EXONERACIÓN: Es la dispensa total o parcial del pago de


la obligación tributaria concedida por el Poder Ejecutivo en
los casos autorizados por la ley.7

4 Velarde Aramayo María Silvia. Beneficios y Minoraciones en Derecho Tri­


butario. Marcial Pons Editores, Ediciones Jurídicas y Sociales, 1997. Serie
de Monografías Jurídicas. Pag 29.
5 Ibidem.
6 Código Orgánico Tributario, publicado en la Gaceta Oficial Número Ordi­
nario 37.305, del 17 de Octubre de 2001. Artículo 73.
7 Ibidem.

597
60 A ñ o s d e I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

3 .-REBAJAS DE IMPUESTO; Aún cuando no se encuentran


definidas en el Código Orgánico Tributario, si se encuentran
mencionadas en el Artículo 4 del mismo, al igual que los
desgravámenes como ya bien pudimos analizar. Para su de­
finición podemos señalar que se trata de descuentos porcen­
tuales en el monto del impuesto determinado a pagar, que se
otorgan en función del desarrollo de cierto tipo de activida­
des de interés para el Estado, que han sido taxativamente
establecidas por el legislador y que en nuestra legislación
impositiva a la renta han existido desde el inicio, a diferencia
de las exenciones, que solo pueden ser establecidas por Ley o
de las exoneraciones que son establecidas por autorización
legislativa, pero cuyo otorgamiento es facultad de Poder Eje­
cutivo, en nuestro país las rebajas impositivas han gozado de
ambas características, en el pasado han sido también esta­
blecidas como facultad del Poder Ejecutivo, pero en nuestra
legislación actual han sido otorgadas directamente por el le­
gislador.

4,-DESGRAVAMENES: Podríamos decir que en nuestra legis­


lación de impuesto sobre la renta los desgravámenes siem­
pre han estado establecidos como una rebaja de la base
imponible que solo es otorgada a las personas naturales, bajo
formas, condiciones y requisitos siempre establecidos por el
legislador.

Estos son los beneficios fiscales que las diferentes leyes de


impuesto sobre la renta venezolano han venido estableciendo
desde la creación de nuestra primera de Ley de Impuesto Sobre
la Renta en 1.942, en la cual se establecieron exenciones y
exoneraciones de impuesto sobre la renta que no difieren en
mucho de las que 60 año después todavía están vigentes. Qui­
zás la diferencia más notable entre dicha ley y la actual tuvo
que ver con las rebajas de impuesto sobre la renta, en virtud de
que nuestras primeras legislaciones en dicha materia, fueron
creadas sobre la base del sistema de gravamen a la renta cedular,
por el cual la alícuota aplicable a los enriquecimientos era fijada
dependiendo del origen de la renta, lo que permitía implícita­

598
J o sé R a f a i l B i l i s a r io R in c ó n

mente gravar con alícuotas menores ciertas y determinadas ac­


tividades.

Ahora bien, como ya hemos mencionado, las razones por las


cuales el Estado puede otorgar un beneficio fiscal, obedecen a
distintas motivaciones, de forma que para poder tener una idea
de cual puede haber sido la intención de éste al momento de
otorgar tal beneficio, consideramos conveniente analizar el Ar­
tículo 14 de la Ley de Impuesto Sobre la Renta vigente. Debe­
mos resaltar que hemos escogido como ejemplo esta norma por
dos razones muy importantes; la primera porque a nuestro en­
tender resumen en sus distintos numerales, las distintas razo­
nes por las cuales los beneficios fiscales son otorgados, especial­
mente los casos en que son concedidos para el cumplimiento de
los Principios de Igualdad y Capacidad Contributiva, "la Igual­
dad por la Ley" y porque además las limitaciones propias que
impone la elaboración de un trabajo que debe compartir el es­
pacio con los de otros autores, no permiten que entremos en el
detalle de las exoneraciones de impuesto sobre la renta que se
encuentran vigentes actualmente, muchos menos los varios su­
puestos de rebajas de impuesto sobre la renta establecidas en la
ley de la materia.

La norma en cuestión es del tenor siguiente:


"Están exentos de impuesto:
1. Las entidades venezolanas de carácter público, el Banco Central de
Venezuela y Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezue­
la, así como los demás Institutos Autónomos que determine la Ley.
2- Los agentes y demás funcionarios diplomáticos extranjeros acredi­
tados en la República Bolivariana de Venezuela, por las remunera­
ciones que reciban de sus gobiernos. También los agentes consula­
res y otros agentes o funcionarios de gobiernos extranjeros que, con
autorización del gobierno nacional, residan en la República
Bolivariana de Venezuela, por las remuneraciones que reciban de
sus gobiernos, siempre que exista reciprocidad de exención con el
respectivo país a favor de los agentes o funcionarios venezolanos;
de acuerdo con lo previsto en los Convenios Internacionales suscri­
tos por la República Bolivariana de Venezuela.

599
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

3. Las instituciones benéficas y de asistencia social, siempre que sus


enriquecimientos se hayan obtenido como medio para lograr los
fines antes señalados; que en ningún caso, distribuyan ganancias,
beneficios de cualquier naturaleza o parte alguna de su patrimonio
a sus fundadores, asociados o miembros y que no realicen pagos a
título de reparto de utilidades o de su patrimonio.
4. Los trabajadores o sus beneficiarios, por las indemnizaciones que
reciban con ocasión del trabajo, cuando les sean pagadas conforme
a la Ley o a contratos de trabajo, por los intereses y el producto de
los fideicomisos constituidos conforme a la Ley Orgánica del Tra­
bajo y por los productos de los fondos de retiro y pensiones.
5. Los asegurados y sus beneficiarios, por las indemnizaciones que
reciban en razón de contratos de seguros; pero deberán incluirse en
los ingresos brutos aquéllas que compensen pérdidas que hubieren
sido incluidas en el costo o en las deducciones.
6. Los pensionados o jubilados, por las pensiones que reciban por
concepto de retiro, jubilación o invalidez, aun en el caso de que
tales pensiones se traspasen a sus herederos, conforme a la legisla­
ción que las regula.
7. Los donatarios, herederos y legatarios, por las donaciones, heren­
cias y legados que perciban.
8. Los afiliados a las cajas y cooperativas de ahorro, siempre que
correspondan a un plan general y único establecido para todos los
trabajadores de la empresa que pertenezcan a una misma categoría
profesional de la empresa de que se trate, mientras se mantengan en
la caja o cooperativa de ahorros, a los fondos o planes de retiro,
jubilación e invalidez por los aportes que hagan las empresas u
otras entidades a favor de sus trabajadores, así como también por
los frutos o proventos derivados de tales fondos.
9. Las personas naturales, por los enriquecimientos provenientes de
los intereses generados por depósitos a plazo fijo, cédulas hipote­
carias, certificados de ahorro y cualquier otro instrumento de aho­
rro previsto en la Ley General de Bancos y Otras Instituciones
Financieras o en Leyes especiales, así como los rendimientos que
obtengan por inversiones efectuadas en fondos mutuales o de in­
versión de oferta pública
10. Las instituciones dedicadas exclusivamente a actividades religio­
sas, artísticas, científicas, de conservación, defensa y mejoramien­

600
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

to del ambiente, tecnológicas, culturales, deportivas y las asocia­


ciones profesionales o gremiales, siempre que no persigan fines de
lucro, por los enriquecimientos obtenidos como medios para lograr
sus fines, que en ningún caso distribuyan ganancias, beneficios de
cualquier índole o parte alguna de su patrimonio a sus fundadores,
asociados o miembros de cualquier naturaleza y que sólo realicen
pagos normales y necesarios para el desarrollo de las actividades
que les son propias. Igualmente, y bajo las mismas condiciones, las
instituciones universitarias y las educacionales, por los
enriquecimientos obtenidos cuando presten sus servicios dentro de
las condiciones generales fijadas por el Ejecutivo Nacional.
11. Las instituciones de ahorro y previsión social, los fondos de aho­
rros, de pensiones y de retiro por los enriquecimientos que obten­
gan en el desempeño de las actividades que les son propias. Igual­
mente, las sociedades cooperativas cuando operen bajo las
condiciones generales fijadas por el Ejecutivo Naáonal.
12. Las empresas estatales nacionales que se dediquen a la explotación
de hidrocarburos y actividades conexas, por los enriquecimientos
extraordinarios provenientes del valor comercial que les sea reco­
nocido por sus asociados a los activos representados por estudios
previos, informaciones, conocimientos e instructivos técnicos,fór­
mulas, datos, grabaciones, películas, especificaciones y otros bie­
nes de similar naturaleza relacionados con los proyectos objeto de
asociación destinados al desarrollo de los mismos, en virtud de los
Convenios de Asociación que dichas empresas celebren de confor­
midad con la Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el
Comercio de los Hidrocarburos o mediante contratos de interés
nacional previstos en la Constitución.
13. Los enriquecimientos provenientes de los bonos de deuda pública
nacional y cualquier otra modalidad de título valor emitido por la
República.
14. Los estudiantes becados por los montos que reciban para cubrir sus
gastos de manutención, de estudios o deformación.
Parágrafo Único: Los beneficiarios de las exenciones previstas en
los numerales 3 y 10 de este artículo deberán justificar ante la
Administración Tributaria que reúnen las condiciones para el dis­
frute de la exención, en la forma que establezca el Reglamento. En
cada caso, la Administración Tributaria otorgará la calificación y
registro de la exención correspondiente."

601
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

En nuestro criterio las exenciones establecidas por el legisla­


dor tributario en la norma transcrita pueden clasificarse en cin­
co categorías diferentes, atendiendo a los motivos que, entende­
mos, tuvo éste y nuestra clasificación, como toda categorización
hecha por el hombre es absolutamente arbitraria, sin embargo
la hemos hecho con la intención de dar un ejemplo de cómo los
beneficios fiscales, cuando son creados atendiendo los princi­
pios que rigen la tributación o al cumplimiento de los fines su­
periores del Estado, como bien hemos explicado, constituyen
siempre discriminaciones positivas, que aún cuando son excep­
ciones al Principio de la Igualdad, lo son siempre con una razo­
nada justificación.

De tal forma que tenemos que las exenciones enumeradas


anteriormente obedecen, básicamente, a los siguientes criterios:

1 .-Inmunidades Tributarias. Como es bien sabido, de acuerdo


con esta teoría, ciertos órganos del Estado tienen como fina­
lidad fundamental llevar adelante la consecución de las mi­
siones que éste se ha trazado en búsqueda de dar cumpli­
miento a las cargas que la Constitución le impone, de tal forma
que la exención contemplada en el numeral 1, se justifica en
virtud de que no tendría ningún sentido que el Estado se co­
bre impuesto a si mismo, no importa el nivel político territo­
rial, amén de que la obtención de enriquecimientos por parte
de un Instituto Autónomo o cualquier otra entidad de carác­
ter público, no implica que estemos en presencia de una ma­
nifestación de capacidad contributiva en el sentido en el cual
hemos explicado este principio.

2 .-Cum plim iento de Acuerdos o Tratados Internacionales:


evidentemente nos estamos refiriendo al numeral 2 de la nor­
ma, en el cual se establece la exención de impuesto sobre la
renta a los funcionarios extranjeros acreditados en el país.
Sin embargo la exención está solo referida a las remuneracio­
nes que obtengan de sus gobiernos y solo en caso de que haya
reciprocidad con los funcionarios venezolanos acreditados
en dichos países.

602
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

3 .-Instituciones Privadas Personas Naturales sin capacidad


contributiva: Nos referimos a los casos contemplados en los
numerales 3, 4,5,6,8,10,11/14. Como puede verse el legisla­
dor tributario al establecer los casos de exenciones de impuesto
sobre la renta tuvo en mente, principalmente, la considera­
ción de sí cierto tipo de enriquecimientos obtenidos por per­
sonas naturales o jurídicas, podían realmente considerarse
como un enriquecimiento que denota capacidad económica
o contributiva, dada la naturaleza o las condiciones de dicho
enriquecimiento y al hecho de que para gozar del beneficio
se establece que sean sin fines de lucro o no repartan benefi­
cios entre sus asociados.

En los numerales 4, 5 y 6 se trata de sumas de dinero obteni­


das a título indemnizatorio, de forma tal que su obtención no
implica que el beneficiario del pago haya incrementado su pa­
trimonio, sino que por el contrario se la ha resarcido por una
perdida patrimonial que ha sufrido como en el caso de las
indemnizaciones de seguros o porque se trata de sumas que cons­
tituyen un ahorro para los casos de cesación el trabajo, por reti­
ro o despido, así como un ahorro para el futuro, en caso del
numeral 6.

En los casos de los numerales 3, 10 y 11, nos encontramos


con instituciones como las benéficas y de asistencia social, las
dedicadas a cierto tipo de actividades como las religiosas, artís­
ticas o deportivas y las instituciones de ahorro o previsión so­
cial, cuyos enriquecimientos tienen como finalidad su utiliza­
ción en el cumplimiento de la función de dichas instituciones y
en ningún caso se trata de beneficiarse ellas o a sus miembros.

La exención establecida en el numeral 8, se trata de una exen­


ción sometida a una condición resolutoria, solo existe la exen­
ción mientras los afiliados a dichas cajas de ahorro no dispon­
gan de las sumas aportadas, de modo que en nuestro criterio,
amen de incentivar la existencia de las cajas o fondos de ahorro,
no se gravan dichos aportes porque no existe capacidad contri­
butiva, en vista de que no hay disponibilidad efectiva de la renta.

603
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

En el ultimo supuesto de falta de capacidad contributiva, el


del numeral 14 del Artículo 14, se refiere las sumas que reciban
los estudiantes becados, solo por los montos que reciban para
cubrir sus gastos de manutención, de estudios o de formación,
dado que dichas sumas no involucran que los beneficiarios de
dichos pagos tengan capacidad de contribuir, en virtud de la
finalidad especifica de las sumas que reciben.

4 .-Evitar la doble tributación: En este supuesto se encuentra


solo el numeral 7, en virtud de que se trata de ingresos o
incrementos patrimoniales que ya han sido gravados por el
impuesto sobre donaciones o donaciones, que aún cuando es
un impuesto diferente, comparte con el impuesto sobre la
renta el gravamen a los incrementos patrimoniales, con la
diferencia de que en este caso especifico se trata de incre­
mentos patrimoniales a título gratuito.

5 .-Incentivo a la actividad: Esta es la situación de los numera­


les 10 y 11, pues en uno de los casos se trata de incentivar el
ahorro privado como medio de obtener enriquecimientos para
los particulares. Aún cuando consideramos que el incentivo
al ahorro es muy importante en cualquier país y a que esta
exención ha estado establecida en nuestra legislación de im­
puesto sobre la renta desde la Ley de 1942 y casi ininterrum­
pidamente hasta la ley actual, consideramos que en esta últi­
ma dicho beneficio ha sido regulado en forma tal que no existe
una justificación razonable para su otorgamiento.

En primer termino el legislador ha otorgado el beneficio sin


poner limite alguno al mismo, dado que, aún cuando se ha
establecido solo en cabeza de las personas naturales, no se es­
pecifica un monto como limite máximo, ni tampoco un plazo
para el ahorro, como si ocurría en el pasado. De esta forma
aquellos con gran capacidad económica pueden preferir in­
vertir su dinero en instrumentos de ahorro, en vez de dedicar­
lo a actividades productivas y que además generan riqueza,
bienestar y trabajo en el Estado, sin que se les obligue a mante­
ner el dinero depositado por un tiempo determinado, sino que

604
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

incluso los depósitos de ahorro a la vista están beneficiados


por la exención.

Además, en virtud de que la Ley de Impuesto Sobre la Renta


establece en Sistema de Renta Mundial, la exención no dispone
si los ahorros exentos son solo los invertidos en instituciones fi­
nancieras en el país, o si también incluye a los ahorros coloca­
dos en el exterior y como bien se sabe al interpretar las normas
jurídicas se aplica la vieja máxima de "donde no distingue el
legislador no puede hacerlo el interprete", que para nada con­
traría lo dispuesto en el Código Orgánico Tributario acerca de
la interpretación restrictiva de las normas que crean beneficios
fiscales, pues para que ésta se aplique primero tiene que existir
una norma legal que permita tales distinciones.

Encontramos también el caso absolutamente especifico de la


exención a las empresas estatales nacionales dedicadas a acti­
vidades de hidrocarburos por el enriquecimiento extraordina­
rio que supone el valor comercial reconocido por sus asociados
a ciertos activos que la norma detalla, todo en relación con con­
venios celebrados por el Estado que constituyen contratos de
interés nacional.

Por último, está la exención del numeral 13 referida a los


Bonos de la Deuda Pública Nacional y cualquier otra modali­
dad de título valor emitido por la República, que tiene como
justificación la necesidad de otorgar un incentivo a la compra
de tales títulos, en virtud de que estos son una importante fuen­
te de ingresos para el Estado y por ello se puede señalar, sin
lugar a dudas, que el beneficiario directo de la exención no es el
adquirente de los bonos sino el propio Estado, que necesita el
poder colocar exitosamente la emisiones de tales títulos.

Como se ve todas las exenciones analizadas tienen una justi­


ficación para su existencia, de modo que, aún constituyendo
una excepción a la regla general que establece el Principio de
Generalidad Tributaria, los fundamentos por los cuales se han
establecido, tienen un razonamiento jurídico.

605
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Cabe resaltar que buena parte de las exenciones analizadas,


han sido creadas en respeto al Principio de la Justicia Tributaria,
dado que se trata de situaciones de aplicación del Principio de
Igualdad Tributaria a través del Principio de Capacidad Con­
tributiva (igualdad por la Ley).

Quizás donde podemos apreciar con más claridad la inje­


rencia de los intereses extrafiscales del Estado es en el caso de
las exoneraciones o las rebajas de impuesto sobre la renta, en
cuyos casos se otorgan beneficios totales o parciales a la realiza­
ción de ciertas actividades por parte de los contribuyentes, en
vista del interés que tiene el Estado en que se lleven adelante las
mismas, motivo por el cual crea el beneficio fiscal como un in­
centivo a su realización. En tales casos, aún cuando la aplica­
ción de los Principios Tributarios tiene que estar presente, no
existen simpre fundamentos de justicia tributaria, sino simple­
mente la consecución de intereses preferenciales del Estado en
donde prevalece el Bien Común de sus ciudadanos.

IV

DEL MARCO JURIDICO APLICABLE


A LOS BENEFICIOS FISCALES DE CONFORMIDAD
CON EL CODIGO ORGANICO TRIBUTARIO.

Una vez que hemos explicado el marco constitucional den­


tro del cual se desenvuelven los beneficios fiscales y una vez que
hemos tratado de clasificar y razonar las exenciones de impues­
to sobre la renta establecida en la ley actualmente vigente, con­
sideramos necesario hacer un análisis de las normas legales que
se aplican al tema de los beneficios fiscales, tanto de las normas
establecidas en el Código Orgánico Tributario como de aquellas
normas que sobre el particular se encuentran contenidas en la
propia Ley de Impuesto Sobre la Renta.

El estudio de tales normas nos permitirá apreciar de que for­


ma el legislador regula el tema de los beneficios fiscales, evitan­

606
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

do en lo posible el que su establecimiento sea hecho violentando


las normas constitucionales analizadas por nosotros, pero tam­
bién nos permitirá estudiar, por el contrario, en cuales casos el
legislador entra en conflicto con la norma constitucional.

1 .-Establecimiento del Principio de Legalidad Tributaria en


materia de Beneficios Fiscales.

Como ya hemos mencionado al comienzo de este trabajo, el


Poder Tributario se manifiesta a través de la máxima expresión
de la soberanía política de los ciudadanos; la Ley. De la misma
forma, la otra cara de dicho Poder, la de eximir debe estar esta­
blecida también por Ley, dadas las características excepciona­
les de los beneficios fiscales. Por ello, así como en el Artículo 317
de la Constitución Nacional se establece el Principio de Legali­
dad Tributaria en cuanto a la creación de los mismos, desarro­
llado en el Artículo 3 del Código Orgánico Tributario, en la mis­
ma norma constitucional se establece el Principio de Legalidad
Tributaria en cuanto a la creación de beneficios fiscales y el Ar­
tículo 4 del Código Orgánico Tributario lo desarrolla. Aún cuan­
do ya transcribimos la referida norma anteriormente en este
mismo trabajo, consideramos útil el volver a hacerlo, en virtud
de que es específicamente este tema el que vamos a analizar en
este punto.

La norma en cuestión, establece lo siguiente:

"En materia de exenciones, exoneraciones, desgravámenes, reba­


jas y demás beneficios fiscales, las leyes determinarán los requisi­
tos o condiciones esenciales para su procedencia"

Debemos insistir en lo referido anteriormente en el sentido


de que esta norma permaneció redactada en la misma forma
desde nuestro primer Código Orgánico Tributario de 1982 y
hasta la reforma de 1994. En Código Orgánico Tributario de
2001 se elimino la ultima frase que decía "a los fines de evitar
en lo p osible la discrecionalidad del funcionario cuando

607
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

fueren otorgadas" y la cual en nuestro criterio reafirma simple­


mente la concepción de Legalidad Cerrada imperante en nues­
tro país, de modo que la supresión de la referida frase en lo
absoluto le quita o le cambia el sentido a la norma.

La norma ha sido desarrollada por nuestro legislador tribu­


tario, siguiendo la misma filosofía utilizada al redactar el Artí­
culo 3 del mismo Código Orgánico Tributario, estableciendo el
concepto de Principio de Legalidad Cerrada o Formal. La ley
debe contener todos los elementos.

Cuando el legislador tributario utiliza la palabra "esencia­


les", para referirse a los requisitos o condiciones que debe esta­
blecer la ley tributaria especial, al regular los beneficios fiscales
de que se trate, quiere dejar clara la idea de que la Ley debe
señalar siempre cuales serán los requisitos o condiciones para la
procedencia de tales beneficios dado que son inherentes a la
naturaleza de los mismos, aquellos sin los cuales no serían pro­
cedentes, bien sea que esté creando una exención o que esté
autorizando al Ejecutivo para crear otorgar una exoneración o
rebaja. El reglamentista podrá regular el beneficio y establecer
requisitos o condiciones no esenciales para su procedencia, cuyo
cumplimiento podrá ser exigido como un deber formal, mas
nunca, sin embargo, podrá establecer el reglamentista requisi­
tos o condiciones de cuyo cumplimiento dependa el disfrute del
beneficio de que se trate.

Siguiendo con esta interpretación se encuentra lo dispuesto


en el Artículo 74 del mismo Código Orgánico Tributario en el
cual se dispone lo siguiente:

"La ley que au torice al Poder E jecutivo para conceder


exoneraciones, establecerá los tributos que comprenda, los presu­
pu estos necesarios para que proceda y las condiciones a las
cuales está som etido el beneficio. La ley podrá facultar al Poder
Ejecutivo para someter la exoneración a determinadas condiciones
y requisitos." (negritas nuestras)

608
J o s é R a í a í l B i i : s a r :o R i n c ó n

La norma transcrita ratifica lo señalado en el Artículo 4 del


Código Orgánico Tributario en el sentido que solo la Ley puede
establecer los presupuestos o supuestos de hecho dentro de los
cuales procede el beneficio fiscal de la exoneración y las condi­
ciones que deben cumplirse para que éste proceda. Sin embargo
la misma norma prevé la posibilidad de que el legislador pueda
autorizar al Poder Ejecutivo para someter la exoneración a de­
terminadas condiciones y requisitos.

Esta ultima disposición debe ser interpretada en sentido ar­


mónico, pues como analizamos al mencionar el Artículo 4 del
Código Orgánico Tributario, la Ley debe establecer los requisi­
tos esenciales del beneficio fiscal de que se trate, lo que no impli­
ca que no se puedan crear por el reglamentista otros requisitos o
condiciones que se deben cumplir, pero solo como deberes for­
males y no como esenciales y solo en el caso de las exoneraciones,
dado que la posibilidad de facultar al reglamentista que le ha
sido conferida al legislador en esta norma, no puede ser aplica­
da por analogía a las exenciones o a las rebajas de impuesto,
pues ello iría en contra de lo dispuesto en el Código Orgánico
Tributario en sus artículos 4 y 74.

En base a todo lo analizado, queremos insistir en nuestra afir­


mación de que cuando el referido Artículo 74 del Código Orgá­
nico Tributario dispone que el legislador puede facultar al Eje­
cutivo Nacional para someter la exoneración a ciertos requisitos
o condiciones, debe entenderse que se refiere a requisitos o con­
diciones a ser utilizados como mecanismos de control fiscal; la
inscripción del beneficiado en ciertos registros o la presentación
de declaraciones de enriquecimientos exonerados, por ejemplo,
pero que en ningún caso podrá el reglamentista someter la pro­
cedencia de la exoneración a requisitos o condiciones que no
sean los establecidos por el legislador, pues de lo contrario se
estaría violando el Principio de Legalidad Tributaria.

No obstante ello, encontramos muchos casos en los cuales el


legislador o el reglamentista han excedido con creces la inter­
pretación armónica a que hemos referencia, en cuanto a la apli­

609
6 0 A ñ o s de Im p o s ic ió n a l a R e n t a en V e n e z v t u

cación del Principio de Legalidad Tributaria en materia de be­


neficios fiscales. La primera es la establecida en el Artículo 76
del código, en la cual se dispone lo siguiente:

"Las exoneraciones serán concedidas con carácter general a favor


de todos los que se encuentran en los presupuestos y condiciones
establecidos en la ley o fija d o s p or el P oder Ejecutivo. " (negri­
tas nuestras)

En nuestra opinión la redacción de esta norma es desafortu­


nada, dado que la misma podría parece dar a entender que para
que una exoneración proceda, el beneficiario de la misma tiene
que dar cum plim iento a condiciones establecid as por el
reglamentista, lo que a todas luces sería violatorio del Principio
de Legalidad Tributaria.

Negamos de entrada que esta norma pueda tener esa inter­


pretación y nos inclinamos por entender que cuando se hace
mención a los presupuestos se refiere al supuesto de hecho fija­
do por el reglamentista, el cual, debe basarse en lo que llamare­
mos el supuesto de hecho marco que le establece el legislador.
En cuanto a las condiciones, deben ser aquellas que, estableci­
das por el legislador, han sido desarrolladas por el reglamentista
en cuanto a su espíritu propósito y razón al crear la exonera­
ción de acuerdo con la Ley.

No obstante ello, en el pasado el reglamentista ha tratado de


condicionar la procedencia de las exoneraciones a requisitos
creados por él y no por el legislador, uno de cuyos casos más
conocidos, pero de ninguna forma el único, fue el de las
exoneraciones de impuesto sobre la renta creadas de conformi­
dad con lo dispuesto en la Ley de Impuesto Sobre la Renta de
1981, en el Decretos 1.775 del 31de Diciembre de 1.982, me­
diante el cual el Poder Ejecutivo implementaba una rebaja de
impuesto sobre la renta, previa autorización de la Ley vigente,
pero en su Artículo 6°, literal c), el referido decreto enumeraba
una serie de requisitos que quienes querían disfrutar de la reba­
ja, entre ellos la obtención de un certificado de valor agregado

610
J o s é R a fa e l B e l is a r io R i \ c o \

nacional, que no habían sido dispuestos como tales requisitos


por el legislador, sin cuya obtención la rebaja era improcedente.

Con base al fundamento de que tales requisitos reglamenta­


rios no habían sido cum plidos por la em presa
EM BOTELLADORA VALERA, C.A., la A dm inistración
Tributaria le negó el disfrute de la exoneración y le formulo un
reparo de impuesto sobre la renta. En vista de ello los apodera­
dos de la empresa solicitaron por ante el Juzgado Superior Oc­
tavo de lo Contencioso Tributario que aplicará sus facultades
de Juez Constitucional y declarara sin lugar el reparo de im­
puesto sobre la renta que le había sido formulado a la empresa.

El fundamento del recurso de nulidad era que el estableci­


miento de los requisitos para la procedencia de la exoneración a
través del mencionado Artículo 6o, literal C) del Decreto 1.775,
violaba el Principio de Legalidad Tributaria y por tanto la refe­
rida norma debía ser desaplicada.

El tribunal en la oportunidad de decidir el caso analizo lo


dispuesto en el Artículo 224 de la Constitución Nacional de 1961
(hoy Artículo 317 Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela) en cuanto a que los beneficios fiscales deben ser otor­
gados a través de la Ley y, así mismo, analizo lo dispuesto en el
Artículo 5o del Código Orgánico Tributario (hoy Artículo 4o) en
el cual se establecía que los requisitos y condiciones de las reba­
jas de impuesto sobre la renta deben estar expresamente señala­
dos por el legislador.

Una vez analizadas las referidas normas, el juzgador entro a


revisar lo dispuesto en el Artículo 69 de la Ley de Impuesto So­
bre la Renta de 1961, aplicable "ratione temporis", en donde
podía apreciarse que los requisitos establecidos por el legislador
para que procediera la rebaja, ante ello señalo lo siguiente:

"...Es el Artículo 69 de la Ley de Impuesto Sobre la Renta de


23 de Diciembre de 1981, aplicable al caso de autos ratione
temporis, el que fija los requisitos de la llamada rebaja por

611
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

inversiones. Estos requisitos se refieren a que el contribu­


yente debe dedicarse a la elaboración de productos indus­
triales, que las inversiones deben ser activos fijos no utiliza­
dos anteriormente, que estén incorporados a la producción
y el contribuyente se dedique a envasar los productos elabo­
rados por él mismo...(omissis)

...De manera que los literales c) y d) del Artículo 6 del Decreto N°


1775, al establecer, como requisitos o condiciones, la certificación
del valor agregado nacional y la solvencia de los impuestos y
contribuciones nacional, requisitos estos no determinados por la
Ley, resultan ser ilegales e inconstitucionales y así se declara..."
(subrayado nuestro).

No obstante que el Código Orgánico Tributario es muy claro


en su Artículo 4, en relación con este punto y a que la sentencia
anteriormente citada explica con mucha claridad el alcance del
Principio de Legalidad Tributaria en materia de beneficios fis­
cales, sin embargo en nuestra vigente Ley de Impuesto Sobre la
Renta podemos citar dos casos de como el legislador puede de­
legar en el reglamentista en forma consona con lo establecido
en el Código Orgánico Tributario y también de cómo puede con­
trariar frontalmente lo que hemos venido analizando.

En este sentido tenemos que, por ejemplo, el Parágrafo Uni­


co del Artículo 14, al regular lo dispuesto en materia de exen­
ciones de impuesto sobre la renta, establece lo siguiente:

"Los beneficiarios de las exenciones previstas en los numerales 3 y


10 de este artículo deberán justificar ante la Administración
Tributaria que reúnen las condiciones para el disfrute de la exen­
ción, en la forma que establezca el Reglamento...”

Como puede verse, el legislador le está otorgando al


reglamentista la posibilidad de disponer la forma en la cual los
beneficiarios de la exención van a demostrarle a la Administra­
ción Tributaria tal condición, lo que, de ser correctamente apli­
cado, no debería generar mayores inconvenientes, dado que solo
se trataría de crear un procedimiento de control fiscal, mas no

612
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

se están fijando requisitos contrarios a lo dispuesto en la ley,


sino tan solo un procedimiento administrativo a seguir, el cual
está dispuesto en el Artículo 31 del Reglamento General de la
Ley de Impuesto Sobre la Renta, dejando claro que la exención
procederá de pleno derecho.

Sin embargo, como ejemplo de lo que no se puede hacer, te­


nemos el Artículo 197, parágrafos primero y segundo de la ley,
los cuales constituyen una violación palmaria y evidente del
Principio de Legalidad Tributaria, por ir en contra del espíritu
del Artículo 317 constitucional, asi como de lo claramente dis­
puesto en el tantas veces mencionado Artículo 4 del Código
Orgánico Tributario.

En efecto la norma en cuestión establece lo siguiente:

"El Presidente de la República, en Consejo de Ministros, dentro de


las medidas de política fiscal que requeridas de acuerdo a la situa­
ción coyuntural, sectorial y regional de la economía del país, po­
drá exonerar total o parcialmente del impuesto establecido en esta
Ley, los enriquecimientos obtenidos por sectores que se consideren
de particular importancia para el desarrollo económico nacional o
que generen mayor capacidad de empleo, así como también los
enriquecimientos derivados de las industrias o proyectos que se
establezcan o desarrollen en determinadas regiones del país."

La norma transcrita confiere al Poder Ejecutivo la facultad


de otorgar exoneraciones de impuesto sobre la renta en una
amplia variedad de casos y atendiendo a los más diversos moti­
vos, subrayando además que corresponderá al reglamentista la
facultad de establecer todos los requisitos y condiciones que de­
ben cumplirse para poder disfrutar de las exoneraciones que se
otorguen con fundamento en dicha norma.

Una mayor violación del Principio de Legalidad Tributaria


constitucional y de la norma del Artículo 4 del Código Orgáni­
co Tributario será difícil conseguir en toda la legislación de im­
puesto sobre la renta venezolana y constituye un retroceso enor­
me en m ateria de protección de derechos y garantías

613
60 A ñ o s de I m p o s ic ió n a la R en t a en V en ez u ela

constitucionales en materia tributaria, dado que con la Ley de


Impuesto Sobre la Renta de 1.990, se había logrado eliminar la
facultad que se otorgaba al Poder Ejecutivo para dar exonera­
ciones y se había establecido las rebajas de impuesto sobre la
renta como materia de reserva legal, como aún permanecen,
pero en esta ultima legislación, no solo hemos vuelto al meca­
nismo de las exoneraciones, sino que en vez de establecer tal
facultad de otorgar el beneficio en los supuestos de hecho taxa­
tivamente dispuesto en la norma legal, se ha creado un mons­
truo jurídico, como no nos cabe dudas debe ser calificado el
parcialmente transcrito Artículo 197 de la ley, para darle facul­
tades al Poder Ejecutivo de otorgar exoneraciones en cualquier
cantidad de casos en que a bien tenga hacerlo.

2 .-Interpretación de las normas que otorgan beneficios fisca­


les

Es importante que analicemos también lo dispuesto en el


Código Orgánico Tributario en relación con la interpretación
de las normas referidas a beneficios fiscales, pues ello nos per­
mitirá darnos cuenta de que el legislador del código ha sido muy
cuidadoso al establecer los parámetros que deben ser aplicados,
en virtud de que por tratarse de normas que crean excepciones
a la regla general se debe ser muy escrupuloso en su aplicación
y alcance.

En este sentido tenemos que el Artículo 5 del Código Orgáni­


co Tributario establece que aún cuando las leyes tributarias se
interpretarán con arreglo a todos los métodos admitidos en de­
recho, pudiéndose llegar a resultados extensivos o restrictivos
de los términos contenidos en las normas tributarias, sin embar­
go al hacer referencia a la interpretación de aquellas referidas a
los beneficios fiscales, claramente establece lo siguiente:

"Las exenciones, exoneraciones, rebajas, desgravámenes y de­


más beneficios o incentivos fiscales se interpretarán en form a
restrictiva."

614
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

Está disposición del Código Orgánico Tributario es comple­


tamente lógica, pues se trata de normas que, como bien hemos
dicho, establecen discriminaciones entre los contribuyentes, al­
gunas plenamente justificadas en muchos casos (discrimina­
ciones positivas) y que por tanto deben ser interpretadas en el
más estricto sentido restringido, de modo de evitar el abuso en
el disfrute de los beneficios fiscales y limitando su otorgamien­
to a aquellos casos taxativamente previstos por el legislador
tributario.

En concordancia con lo que estamos afirmando, tenemos que


el Artículo 6 del mismo Código Orgánico Tributario establece
con claridad que aún cuando la analogía es admisible para col­
mar vacíos legales, sin embargo ella no podrá ser usada para
crear tributos, pero tampoco exenciones, exoneraciones ni otros
beneficios fiscales, de forma que estos estar establecidos en la
norma jurídica con un desarrollo claro y exacto del supuesto de
hecho en el cual procede su disfrute.

En donde si debe ser amplia la norma que otorga el benefi­


cio, de acuerdo con lo dispuesto en el Artículo 76 del Código
Orgánico Tributario, es en el hecho de que las exoneraciones
(consideramos que también las exenciones y las rebajas) "de­
ben ser establecidas con carácter general, a favor de todos los que se
encuentren en los presupuestos y condiciones establecidos en la ley
o fijados por el Poder Ejecutivo." En este caso, la norma que otor­
ga el beneficio debe ser aplicada en observación del Principio
de Generalidad Tributaria y de Igualdad Tributaria, pues aún
cuando se trata de una norma que establece una excepción al
principio general, sin embargo no puede ser aplicada solo en
interés de grupos específicos de contribuyentes, dejando de lado
a otros contribuyentes que se encuentren en la misma situa­
ción de hecho.

En conclusión, aún cuando las normas que establecen bene­


ficios fiscales son normas que constituyen excepciones al Princi­
pio de la Igualdad, en cuanto a la aplicación de la Ley a todos
por igual, sin embargo al momento de su creación deben regir

615
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

por igual a todos aquellos que se encuentren en los mismos su­


puestos de hecho que ella pretende regular y toda exclusión que
pretende hacerse entre sujetos que se encuentran en la misma
situación táctica, debe ser declarada invalida, por contrariar
tanto el Principio de Igualdad constitucional, como lo dispuesto
en el Código Orgánico Tributario al respecto, en varias de las
normas que hemos mencionado.

3 .-De la vigencia temporal de las normas sobre beneficios


fiscales de acuerdo con nuestra legislación.

En cuanto a este punto, consideramos que no es mucho lo


que hay que mencionar, dado que nuestro Código Orgánico
Tributario es claro en cuanto a la vigencia de las normas sobre
beneficios fiscales y las reglas que establece pueden ser resumi­
das en la siguiente forma:

a. Las exenciones estarán vigentes por todo el tiempo que esta­


blezca la Ley de Impuesto Sobre la Renta, en caso de que no
establezca plazo de duración, estarán vigentes mientras la
ley de impuesto sobre la renta de que se trate permanezca
vigente.

b. Cuando una exención tenga un plazo para su vigencia, di­


cho plazo solo podrá ser modificado o extendido a través de
una reforma de la ley vigente, sin que ningún órgano dife­
rente al Poder Legislativo que la creó pueda hacer algo al
respecto.

c. Cuando se trate de exoneraciones de impuesto sobre la ren­


ta la ley deberá establecer el plazo o término máximo de du­
ración, en caso de que no lo haga el plazo o término máximo
será de cinco (5) años. En caso de vencimiento el Poder Eje­
cutivo podrá prorrogarlo hasta por el plazo máximo fijado
en la Ley, o en caso de que la Ley no establezca nada al res­
pecto, hasta por cinco (5) años.

616
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

d. Tanto las exenciones como las exoneraciones podrán ser de­


rogadas o modificadas por Ley posterior, pero en tales casos
el beneficio fiscal originalmente concedido permanecerá por
el resto del término para el cual fueron creadas, pero en nin­
gún caso por más de cinco (5) años.

e. Solo en el caso de instituciones benéficas sin fines de lucro


podrá el Ejecutivo Nacional conceder exoneraciones por un
tiempo indefinido y siempre y cuando la Ley de Impuesto
Sobre la Renta respectiva no se lo impida.

A MANERA DE EPILOGO

Esperamos que el atrevimiento que hemos tenido de tratar


de dar explicaciones sobre un tema tan delicado y tan subjetivo
como lo es el del régimen de los beneficios fiscales pueda servir a
que otros con mejor dominio del tema y más experiencia que
quien ha cometido el atrevimiento, pueden entrar en la diserta­
ción sobre el particular, vista la contribución que ello proporcio­
naría a todos aquellos que estamos ávidos de aprender cada día
más sobre la ciencia del Derecho Tributario y especialmente so­
bre las normas constitucionales que lo rigen, en beneficio de
quienes en este momento se inician en su estudio y plenan las
aulas de los postgrados que diversas universidades nacionales
imparten sobre la materia tributaria y en algunas de las cuales
he tenido el gusto de participar como profesor.

Hemos querido simplemente explicar que el fenómeno de los


beneficios fiscales no debe verse simplemente como odiosa dis­
criminación en beneficio de unos y perjuicios de otros, sino que
en m uchos casos se crean para evitar desigualdades
injustificables entre unos contribuyentes y otros, lo que hemos
tratado de explicar de la forma más sencilla y directa posible, lo
que siempre es difícil y puede incluso conducir a la redundan­
cia en algunos casos, pedimos perdón por ello.

617
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Esperamos haber podido dar a entender nuestra posición


sobre porque el Estado debe muchas veces poner por delante en
interés colectivo y crear situaciones que pudieran parecer injus­
tas si se analizan individualmente consideradas, pero que tie­
nen como meta el cumplimiento de los deberes que el ordena­
miento constitucional, para lo cual el mecanismo de los beneficios
fiscales es una herramienta nada despreciable.

Asimismo, no podemos concluir sin ratificar que aún cuan­


do el otorgamiento de los beneficios fiscales pueda ser visto como
una excepción a la regla general de la Igualdad Tributaria, sin
embargo nuestro Código Orgánico Tributario desarrolla bastante
bien los principios que la rigen y si durante algunas etapas, como
en la actual, se ha abusado de esta herramienta hasta deformar­
la, violentando todas las reglas que se le aplican, no ha sido por­
que la máxima expresión del régimen legal tributario en nuestro
país, no haya previsto con exactitud de la reglas que deben apli­
carse en el caso del otorgamiento de los beneficios tributarios.

Por último, dada la ocasión conmemorativa de este libro no


quiero dejar pasar la ocasión para agradecer a todos aquellos
que desde mis inicios en el Derecho Tributario hace ya 16 años,
han formado mis conocimientos desde diferentes trincheras de
esta lucha y a quienes nunca he tenido la oportunidad de agra­
decer públicamente por su ayuda: A Humberto Romero Muci,
mi profesor de Derecho Financiero en la UCAB, a Oscar Villegas,
mi mentor en mis inicios en el área, Gabriel Rúan, mi profesor y
compañero de trabajo durante un tiempo, al igual que Luciano
Lupini, Jimmy Mathison, Oswaldo Anzola y Alberto Parra-
Febres, de quienes mucho aprendí en mis inicios y a quienes
ayudé a desarrollar su paciencia al tener que lidiar conmigo. A
mis profesores del Post-Grado de Derecho Financiero de la
UCAB, Juan Cristóbal Carmona, José Rafael Bermúdez, Auro­
ra Moreno de Rivas, Manuel Torres, Leonardo Palacios, Orlando
Padrón Amare, Ilse Van Der Velde, maestra y amiga a quien
nunca dejare de extrañar, así como a Federico Araujo, maestro
de muchos y amigo de cuantos hemos sido sus alumnos. Por
último, pero no por ello menos importante al Dr. José Andrés

618
J o s é R a f a e l B e l is a r io R in c ó n

Octavio de quien hemos aprendido tanto nuestros maestros


como nosotros y cuya mente juvenil supera en vigor y entusias­
mo a quienes hemos sido sus pupilos. Todos ellos han sido maes­
tros de muchos y han tenido una participación activa en el estu­
dio de la imposición a la renta en Venezuela, desde diferentes
trincheras.

Por últim o debo dar las gracias a todos mis colegas


tributaristas, de quienes también mucho he aprendido en la lec­
tura de sus artículos y de la asistencia a sus conferencias, y por
supuesto a mis alumnos de los postgrados de las Universidades
Católica Andrés Bello, mi alma mater, Central de Venezuela y
Rafael Belloso Chacín (URBE), tanto en Caracas, como en
Maturín, Maracaibo, Pto. La Cruz, Barquisimeto y Pto. Ordaz,
de quienes mucho he aprendido y sigo aprendiendo todos los
días. GRACIAS A TODOS.

BIBLIOGRAFÍA

Código Orgánico Tributario


Ley de impuesto sobre la renta.
ALVAREZ CONDE ENRIQUE. CURSO DE DERECHO CONSTITUCIO­
NAL, Volumen 1. El Estado Constitucional y el Sistema de Fuentes.
Los Derechos y Libertades. Editorial Tecnos. Segunda Edición. 1996
MORENO FERNÁNDEZ JUAN IGNACIO. LA DISCRECIONAL® AD
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1998.
QUERALTPJANMARTÍN, LOZANO SERRANO CARMELO, CASADO
OLLERO GABRIEL YTEJERIZO LOPEZ. CURSO DE DERECHO
FINANCIERO Y TRIBUTARIO. Séptima Edición, revisado y pues­
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SÁNCHEZ SERRANO LUIS. TRATADO DE DERECHO FINANCIERO Y
TRIBUTARIO CONSTITUCIONAL. Marcial Pons. Madrid 1997
UCKMAR VICTOR. PRINCIPIOS COMUNES DEL DERECHO CONSTI­
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VELARDEARAMAYO. BENEFICIOS Y MINORACIONES EN DERECHO
TRIBUTARIO. Marcial Pons. Madrid 1997.
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17 de Octubre de 2001.
LEY DE IMPUESTO SOBRE LA RENTA. Gaceta Oficial Na 5.566 Extraor­
dinario, Viernes 28 de Diciembre de 2001.
LOS PRECIOS DE TRANSFERENCIA
(B r e v e s T e ó r i c o s )

A n t o n io A lv a ra d o W effer *

Introducción

La intención finalista del presente trabajo, es brindar unos


breves teóricos respecto de la evolución en el ámbito tributario
internacional del régimen de precios de transferencia. Breves
los cuales permitirá, por una parte, a los que apenas se inician
en este arena multidisciplinaria entender de un modo claro y
sencillo él porque del fenómeno interdisciplinario y por la otra,
a los conocedores o prácticos de la materia, conocer un poco de
la motivación que fundamenta su desarrollo, así como conocer
algunas consideraciones respecto de posiciones adoptadas por
otras jurisdicciones, distintas a la venezolana, a los fines de p o ­
der comparar su práctica. Las presentes ideas tienen un enfo­
que académico y no profesional, por ello flexibles como abiertas
a comentario.

* Abogado Especialista en Derecho Tributario; Magister en Tributación In­


ternacional de la Universidad de Leiden, Holanda; Magister en Derecho
Financiero Mención Tributación y Magister en Gerencia Tributaria de la
Empresa de la Universidad Metropolitana - Caracas; Profesor de la Maes­
tría en Gerencia Tributaria de la Empresa y de los Programas Avanzados
de Gerencia Tributaria de la Universidad Metropolitana - Caracas; Profe­
sor de Post-Grado en la Universidad de los Andes - Mérida; Profesor de
Post-Grado en la Universidad Católica del Táchira - San Cristóbal; Profe­
sor de Post-Grado en la Universidad Internacional del Caribe - Curazao;
Profesor de Post-G rado en la Universidad Centro Occidental Lisandro
Alvarado - Barquisimeto; Miembro de la Asociación Venezolana de Dere­
cho Tributario AVDT, y de la Asociación Venezolana de Derecho Financie­
ro ASOVEDEFI.

621
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Sentado lo anterior, la trascendencia del régimen de precios


de transferencia, nos lleva a analizar el fenómeno que experi­
mentan las empresas multinacionales desde hace mas de 30 años,
producto de la globalización de los mercados. Por ello, a finales
de los sesenta los Estados Unidos de Norteamérica presentó su
propuesta de política fiscal a los fines de controlar la evasión
fiscal producto de la alocación indiscriminada de contribuyen­
tes norte-americanos a diferentes jurisdicciones.

Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desa­


rrollo Económico OECD, como la Organización de las Naciones
Unidas ONU, estudiaron el tema y presentaron sus respectivos
papeles de trabajo, de cómo poder abordar el tema sin que ello
se envuelva un cambio en la forma de hacer negocios o una
limitación del comercio internacional a favor o en detrimento
de los actores económicos actuantes, como de las administra­
ciones tributarias involucradas, buscando cubrir las necesida­
des legales y administrativas de las empresas multinacionales.
Ofreciendo así una serie de recomendaciones o guías, que de
modo general brindan seguridad jurídica y técnica en su aplica­
ción, tanto a contribuyentes como a las adm inistraciones
tributarias que opten por seguir su contenido, explicando por
una parte, el porque de las mismas y por la otra, brindando
soluciones a problemas directamente identificados al momento
de su elaboración, como de su evolución.

Ciertamente, estos documentos buscan desarrollar un régi­


men de política fiscal de aplicación internacional de modo ar­
mónico, que vele por el equilibrio tributario entre los diferentes
Estados, en materia de intercambio de bienes, servicios y dere­
chos, evitando así la alocación indiscriminada de ingresos, en
jurisdicciones distintas a las activamente participantes, fenóme­
no conocido como Competencia Fiscal Dañina (Harmful Tax
Competition).

Donde en la actualidad, la Guía sobre Precios de Transferen­


cia para las Empresas Multinacionales y las Administraciones
Fiscales elaboradas por el Consejo de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico, aparte de la Sección

622
A n t o n io A lvarad o W effer

482 del Código de Rentas Internas de los Estados Unidos de


Norte América, es el documento técnico por excelencia mas
adapto para el tratamiento e interpretación de la aplicación del
régimen de precios de transferencia en el ámbito internacional,
y por ello, mi invitación abierta a su estudio como parte indis­
pensable del entendimiento del tema a escala general.

Visión General
Desde el punto de vista financiero, probablemente el tema de
los precios de transferencia es el evento tributario más impor­
tante, todo ello en virtud que más del 60 % del comercio inter­
nacional es manejado por empresas multinacionales. El concepto
de Empresa multinacional, desde el punto de vista tributario es
muy amplio, no sólo abarca a las grandes corporaciones conoci­
das, sino también a todo aquel grupo económico que posee sub­
sidiarias o establecimientos permanentes fuera de su jurisdic­
ción de residencia o también aquellas que a través de agentes
dependientes, expande su universo de negocios más allá de las
fronteras imaginarias que delimitan la potestad tributaria de los
Estados, como formalmente los conocemos, acercándonos cada
día más al paradójico evento de poder llamarnos ciudadanos
del mundo de hecho y no sólo de derecho.

Uno de los puntos que llama poderosamente la atención, al


mundo de los negocios y en especial al sector de las finanzas, es
que hoy en día, después de más de 30 años que inició el régimen
de precios de transferencia, la Casa Matriz de estas grandes
empresas multinacionales todavía se mantienen residentes des­
de el punto de vista tributario en los países desarrollados y usual­
mente están creando lo que se denomina Sedes Corporativas
Intermedias, en diversas jurisdicciones a través de las cuales
controlan operativa y financieramente sus actividades econó­
micas por continentes, regiones o mercados sectorizados.

En los últimos 8 años, el régimen de precios de transferencia


se ha incrementado de modo vertiginoso debido a varios facto­
res tales como: (i) La re-alocación o transferencia de las sedes de

623
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

producción de bienes, por ejemplo en el caso de los llamados


tigres asiáticos, países cuya mano de obra resulta una ventaja
competitiva en las economías de escala, otros como Rumania,
Estonia ó México en el caso del área de Maquila; (ii) El lugar de
almacenamiento o despacho de estos productos terminados a
diferentes jurisdicciones, conocidas como de baja imposición o
con sistemas de gravabilidad de las rentas territoriales con una
ubicación geográfica benévola, como es el caso para Centro
América de Costa Rica ó Panamá, y lo que era Venezuela para
el área del Caribe; (iii) Costos de producción, infraestructura,
incentivos fiscales, régimen del derecho laboral flexible, tales
como hoy en día ofrecen Estados como Colombia, Perú, a los
fines de atraer inversión extranjera y que de cierta manera Ve­
nezuela, al menos en papel está incentivando con la creación de
las zonas especiales de inversión y desarrollo en determinados
parques industriales.; (iv) La auto prestación de servicios nece­
sarios por las sedes operativas por parte de las sedes adminis­
trativas o de control, por citar alguna los servicios de contabili­
dad, control de procesos, legales, y en fin, todos aquellos que de
modo corporativo se requieren a diversos nivel de una estructu­
ra multinacional y; (v) Los relativos al fenómeno de la nueva
forma de hacer negocios a través del uso de la tecnología, cono­
cido como el comercio electrónico, aunado a la posibilidad de
alimentar y generar información en tiempo real las 24 horas del
día, sin necesidad de contar con personal humano que procese
estos servicios.

Por supuesto este fenómeno de las finanzas y el comercio


internacional también tiene su matiz político, el hecho de que
estos grupos económicos, aloquen libremente sus beneficios
empresariales, en las jurisdicciones participantes de modo dis­
tinto a las condiciones de mercado independiente, lógicamente
contrae desventajas, entre los países desarrollados o de la resi­
dencia de estos grupos económicos, cuyo detrimento se ve refle­
jado en la merma comparativa porcentual de su aporte imposi­
tivo frente a com parables en un mercado independiente,
coadyuvando el incremento de la Competencia Fiscal Dañina.

624
A n t o n io A lvarado W effer

En tal razón, la nueva visión del régimen de precios de trans­


ferencia incluye por razones políticas más que económicas, una
serie de penalidades de carácter pecuniario y hasta corporales
por el irrespeto por no llamar manipuleo de las condiciones de
igualdad que deben existir en un mercado sano, reglas anti-
monopólicas que son la base del mercado global y en ello se
soporta el concepto de arm's length, como pivote teórico del
respecto al derecho fundamental de libre comercio e igualdad
económica y social de los entes del Estado, sean estos físicos o
jurídicos.

En virtud de ello, y procurando un respecto global equilibra­


do, los foros de discusión encargados en primer orden de vigilar
y actualizar este fenómeno como: El Departamento del Tesoro
de los EEUU; El Comité de Asuntos Fiscales de la OECD y; El
Grupo de Tributación Ad-Hoc de las Naciones Unidas; Así como
el resto de otros no menos importantes foros de investigación y
monitoreo permanente son los encargados de actualizar y revi­
sar las actuales políticas que componen el régimen de los pre­
cios de transferencia ya que al ser un problema global, del mis­
mo modo debe ser la solución. Fenómeno esté, cambiante en su
forma más no en su fondo y así deberíamos entenderlo.

Precios de Transferencia Que es? ,


Concepto y definiciones respecto del término precio de trans­
ferencia varia según cada jurisdicción o legislación que adopte
este régimen. No obstante ello, su esencia sigue siendo económi­
camente inalterable. Por tanto, bajo el contexto del mundo de
los negocios, ello se refiere al monto que es cargado por un seg­
mento de la organización por un producto o servicio que es su­
plido a otro segmento de la misma organización.1 Según el Glo­
sario de Términos de Tributación Internacional, precio de
transferencia es el precio cargado por una compañía por bie­

1 (CF) C.T. Horngren, W.O. Stratton and G.L. Sunden. "Introducción a la


Contabilidad Gerencial. Editorial Prentice Hall International Inc. 1996".

625
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

nes, servicios o intangible propios a una subsidiaria o otra com­


pañía relacionada. Entonces, como esos precios no son negocia­
dos en un mercado libre y abierto, estos deberían ser precios
acordes con los otorgados por empresas no relacionadas en tran­
sacciones comparables bajo las mismas circunstancias.2 Así las
cosas según la legislación de Venezolana, dentro de la Reforma
Parcial de la Ley de Impuesto sobre la Renta de 2001, como
suerte de concepto de precio de transferencia prevé que:

"Artículo 112, Los contribuyentes que celebren operaciones


con partes vinculadas están obligados, a efectos tributarios, a
determinar sus ingresos, costos y deducciones considerando
para esas operaciones los precios y m ontos de
contraprestaciones que hubieran utilizado con o entre partes
independientes en operaciones comparables"3.

Con ello corroborada, por lo menos en el caso Venezolano,


nuestra tesis de que existen múltiples conceptos, no obstante
ello, los elementos integradores tanto de negocios como econó­
micos se mantiene inalterables, por ello se puede aseverar que el
producido por la interacción económica entre sujetos económicos vin­
culados en operaciones que involucren importación o exportación de
bienes, servicios o derechos es lo que se denomina técnicamente pre­
cios de transferencia.

Sentado lo anterior, una de las razones económicas recono­


cidas por el mundo de las finanzas, del porque la necesidad de
los precios de transferencia, es él poder evaluar el rendimiento y
ventajas que ofrece para el grupo multinacional autosatisfacer
determinadas necesidades, permitiendo a nivel gerenciales com­
parar la eficacia y eficiencia de su desarrollo frente a lo que sig­
nificaría contratar estos servicios externamente. Gracias a ello

2 Buró Internacional de Documentación Fiscal. Glosario de Te'rminos Tribu­


tarios Internacionales. Editorial IBFD. 2002, Pág. 313.
3 Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela. Lev No. 71.
Lev de Reforma Parcial de la Lev de Impuesto sobre la Renta. Publicada en
Gaceta Oficial N.5.566 de fecha 28 de Diciembre de 2001.

626
A n t o n io A lvarad o W effer

muchas empresas comenzaron su proceso de reingeniería, cali­


dad total, etc., Donde una de las muestras evidentes de este
nuevo esquema de negocios, lo exhibe el hecho notorio del cre­
cimiento de los servicios de outsoursing en la última década.

El sistema de base de costos por la transferencia de bienes y


servicios internos siempre ha sido muy popular entre grupos
multinacionales. Algunas usan costo variable, otras costo máxi­
mo y otras costo más un margen de ganancia fija. El hecho es
que, que desde el unto de vista financiero la mejor solución para
determinar el valor real de transferencia de estos bienes y servi­
cios lo constituye el precio de mercado de los mismos. No obs­
tante ello, la serie de galimatías que surgen entorno al valor de
mercado de derechos de bienes intangibles con reserva de do­
minio, patentes únicas ó la común redistribución de los gastos
de investigación y desarrollo entre las diferentes sedes o empre­
sas del grupo que participan de las bondades de los nuevos pro­
ductos, representa un trastorno que las empresas multinaciona­
les deben manejar de modo objetivo.

Aparte de los sistemas de base de costos y valor de mercado,


otro de los sistemas de uso común es el sistema de negociación
de precio. El cual desde el punto de vista económico define que
el precio de transferencia será igual al precio aceptado por las
empresas vinculadas como resultado de una negociación en un
ambiente con signos de independencia pero nunca a niveles de
precios de mercado. Ciertos datos estadísticos revelan que en
1990 el 12,7% de las multinacionales Norte Americanas utiliza­
ban el método de negociación de precios de transferencia4 .

Por ello, a raíz del reporte reforma de la OECD publicado en


julio de 1995, sobre las guías sobre precios de transferencia para
las empresas multinacionales y las administraciones fiscales,
donde la posición de las guías respecto del uso de los métodos es
más fuerte e impacta la visión comercial, pone en evidencia el

4 (CF) R.Y.W. Tang. Precios de Transferencia en 1990. Perspectivas de Geren­


cia y Tributación. Librería Quorum. Wesport. Londres. 1993.

627
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

divorcio natural entre los propósitos fiscales y los comerciales,


dejando entrever que la definición de precios de transferencia
desde el punto de vista económico puede ser mal entendida y
en muchos caso hasta peyorativa; es usado como definición de
traslado de ingresos gravables de una compañía perteneciente
a un grupo m ultinacional residente en una ju risd icción
impositiva alta o estándar a otra compañía de mismo grupo que
está residenciada en una jurisdicción de baja imposición fiscal a
través del uso incorrecto de precios entre ambas empresas con
la intención de reducir la carga fiscal global del grupo.

Lo cual es totalmente contrario al sentido original del con­


cepto, precio de transferencia es un concepto neutral, que no
debe ser confundido con los problemas de fraude y evasión fis­
cal que puedan resultar de su practica incorrecta. Si bien es cierto
que, su uso indiscriminado permite la transferencia de ingresos
gravables de una jurisdicción a otra, no menos cierto es, que el
concepto lo que busca es neutralidad y la alocación de ingresos
conforme a los estándares que definen los precios de un merca­
do libre, sin manipulaciones corporativas, planificación fiscales
dañinas, sino todo lo contrario. Crear un ambiente justo, sin
competencias desleales entre los Estados participantes y por ello
el mismo nombre de las guías, "sobre precios de transferencia
para las empresas multinacionales y las administraciones fisca­
les", y así debería ser interpretado.

Principio Arnt 's Length, Que es?


Al igual que la definición del término precio de transferen­
cia, está varia según cada legislación que adopte este régimen;
No obstante ello, su esencia también es inmutable. Este princi­
pio internacionalmente aceptado conocido como Arm's Length
o operador independiente, que prevé que los precios estableci­
dos para las transacciones dentro entes de un mismo grupo eco­
nómico deben ser similares a los precios aplicados por entes no
vinculados respecto de transacciones similares ó en condiciones
similares.

628
A n t o n io A lvarado W effer

Casi todos los Estados tienen en su legislación domestica esta


provisión de modo general o especifico, la cual permite a las
autoridades tributarias ajustar los precios de transferencia deri­
vados de operaciones enmarcadas en el concepto; Lo cual cons­
tituye el pilar fundamental de la aplicación de los lincamientos
de la OECD en materia de precios de transferencia y consagra­
do en el ya comentado Articulo 112 y 114 de la Ley de Impuesto
sobre la Renta Venezolana.
"Artículo 114. Cuando las condiciones que se aceptan o im­
pongan entre partes vinculadas en sus relaciones comercia­
les o financieras difieran de las que serían acordadas por
partes independientes, los beneficios que habrían sido obte­
nidos por una de las partes de no existir estas condiciones, y
que de hecho no se han producido a causa de las mismas,
serán incluidos en los beneficios de esta empresa y someti­
dos a imposición en consecuencia.

La diferencia, en valor, entre el beneficio obtenido por partes


vinculadas y el beneficio que habrían obtenido partes inde­
pendientes en las operaciones a que hace referencia este ar­
tículo, se imputará al ejercicio fiscal en el que se realizaron
las operaciones con partes vinculadas."5

El principio arm's length tiene básicamente dos diferentes


orígenes:

(i) En varios Estados de Europa Continental el principio está


enmarcado básicamente para poder ajustar los ingresos
gravables a ser recibidos por los accionistas los cuales no
son oficialmente declarados como dividendos. Bajo esta
premisa los accionistas reciben beneficios especiales como
resultado de posiciones estratégicas dentro de la organi­
zación los cuales son llamados dividendos construidos o
distribución oculta de ganancias, erogaciones las cuales
no deberían ser deducibles respecto de la empresa paga­
dora según el punto de vista de la legislación domestica.

5 Ob. Cit. N.3.

629
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

En tal razón este tipo de conceptos han sido aplicados


por legislaciones de Estados como Austria, Alemania,
Luxemburgo, Holanda, Suiza, Suecia y otros.

(ii) En otros países como Reino Unido y los Estados Unidos


de Norte América las provisiones respecto de los precios
de transferencia fueron incorporadas durante la prime­
ra guerra mundial como freno a las practicas de evasión
fiscal al transferir ingresos gravables de empresas multi­
nacionales a través de ventas por debajo de los costos a
sus vinculadas en transacciones internacionales.

Ambos enfoques aún cuando son históricamente indepen­


dientes, describen el concepto de igualdad en el tratamiento así
como el principio de la neutralidad; con ello los contribuyentes
accionistas que controlan empresas como los contribuyentes que
no controlan empresas se encontrarán en igualdad de situacio­
nes a través de la aplicación del principio arm's length6.

En este sentido, se pueden distinguir cuatro categorías du­


rante la implantación del principio arm's length en las legisla­
ciones tributarias internas.

(i) Estados que han incluido una referencia im plícita o


explícita al principio arm's length y ajustes en caso de
desviaciones. Ejemplo. Australia, Reino Unido, Italia,
España y Venezuela por nombrar algunos.

(ii) Estados que permiten que los precios sean ajustados en


el caso de compañías asociadas sin referencia al princi­
pio de arm's length; Por ejemplo Francia, Estados Uni­
dos y otros.

(iii) Brasil es un caso especial ya que posee normas específi­


cas para la deductibilidad del costo de bienes y derechos
importados y el reconocimiento de ingresos gravables
provenientes de exportaciones.

6 (CF) Hubert Hamaekers. The A rm 's Length Priciple and the Role of Com­
parables. Bulletin for International Fiscal Documentation. 1992, at 603.

630
A n t o n io A lvarado W effer

(iv) Estados con una amplia base estatutaria que ha sido de­
sarrollada a los fines de poder aplicar el régimen de pre­
cios de transferencia; Por ejemplo Alemania, Holanda y
Suiza.

En resumen, podemos observar que en el caso de Venezuela


nuestro ordenamiento jurídico marco tanto el adjetivo como el
sustantivo permite que todos y cada uno de las precitadas cate­
gorías tengan presencia activa, con las limitantes de su incorpo­
ración como normativa obligante al hacer remisión expresa a
textos de consulta, sin la debida formalidad legal exigida por el
marco constitucional vigente.7

Tratados Fiscales

Desde el punto de vista de los tratados fiscales, el principio


de arm's length fue incluido en los convenios modelo OECD y
ONU donde el artículo 9 confirma que, en una situación de tra­
tado, el derecho interno de un Estado contratante permite ajus­
tar los ingresos de una compañía residente en su jurisdicción
que esté relacionada o vinculada con otra compañía residente
en otro Estado Contratante, si las condiciones de los precios di­
fieren de los precios pactados en un mercado libre o entre em­
presas no relacionadas propiamente dichas.

En el contexto internacional el principio arm's length fue for­


mulado por primera vez dentro del artículo 3, del convenio
modelo para la alocación de ingresos y propiedad de empresas
multinacionales preparado por las Naciones Unidas en 1933.
Con la salvedad que el término únicamente fue utilizado res­
pecto del tratamiento de ingresos y propiedad entre estableci­
mientos permanentes y sus Casas Matrices, conocido como en­
foque de entidades independientes. Complementándose con el

7 Para mayor información véase el trabajo publicado en el libro de las VI


Jornadas de Derecho Tributario de la AVDT. Impuesto sobre la Renta e
Ilícitos Fiscales. Antonio Alvarado Weffer. Págs 253 y sig.

631
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

artículo 5 del precitado convenio, el cual se refería al tratamien­


to que debía tenerse cuando existan condiciones diferentes a las
que podían tener empresas independientes. Formula que fue
incluida en el modelo convenio México 1943 y Londres 1946,
cuya evolución nos lleva a su incorporación substancial en el
año 1963 dentro del artículo 9 de los presentes modelos conve­
nios OECD y ONU, por demás también idénticos en sustancia.8

El articulo 9 de ambos convenios modelo confirma en situa­


ción de tratado, el derecho (siempre y cuando exista régimen de
Precios de Transferencia en la legislación doméstica ó normativa le­
gal alguna que haga sus veces) de un estado contratante de ajus­
tar los ingresos gravables de empresas domiciliadas o residentes
en su jurisdicción, las cuales sean vinculadas bajo relación de
supeditación directa o indirecta con su relacionada residente en
el otro estado contratante, si se comprueba que las relaciones de
precios difieren con las condiciones estipuladas entre empresas
independientes.

Tanto los tratados modernos para evitar la doble tributación,


como en los convenios modelo OECD y ONU, el termino "em­
presas asociadas" cubren las relaciones económicas que se sus­
citan entre empresas las cuales estén lo suficientemente vincu­
ladas que permita la aplicación del régimen de precios de
transferencia. Con la salvedad que en el caso de establecimien­
tos permanentes no aplica. Recordemos que la relación entre los
establecimientos permanentes con sus Casas Matrices es cubier­
ta por el artículo 7 de los convenios modelo, "enfoque de enti­
dad independiente", aún cuando todos los aspectos relativos a
los métodos para la determinación de los precios de transferen­
cia son perfectamente aplicables al caso de los establecimientos
permanentes y así debe ser entendido.

La amplitud de la terminología utilizada por el artículo 9 de


los convenios modelos, al ser adaptados o recogidos por las le­

8 (CF) Hubert Ham aekers. Introduction of Transfer Pricing. Bulletin for


International Fiscal Documentation. 2001, Pag. 5.

632
A n t o n io A lvarad o W effer

gislaciones domesticas de los Estados contratantes o al ser


traspoladas en sustancia dentro de los textos de las legislaciones
domesticas, crea la posibilidad de aplicación del régimen de pre­
cios de transferencia no sólo en el ámbito de operaciones inter­
nacionales sino también en el ámbito doméstico o interno, en
virtud del alcance no-limitado de la frase "cualquier conexión
entre las partes". Por ejemplo, Australia, Estados Unidos de
Norte América y Alemania poseen un concepto amplísimo de
transacción internacional; por su parte Brasil incluye a los agen­
tes independiente y los socios independientes de los consorcios
como partes relacionadas; en cambio Holanda y Suiza prevé
que los accionistas sean estos directos o indirectos para ser afec­
tados por el régimen deben tener cierta influencia en el desarro­
llo de las actividades comerciales de la compañía.

En resumen, este basto alcance que prevé la terminología dis­


puesta y desarrollada en materia de precios de transferencia
desde 1933, tiene sus bases en un enfoque para evitar la evasión
fiscal internacional, otorgando poder a las diferentes autorida­
des fiscales de ajustar en casos especiales de operaciones entre
empresas vinculadas, siempre y cuando se demuestre que hubo
influencia negativa en los precios pactados en detrimento de
una de las administraciones tributarias con potestad de control
e imposición, por razones de territorialidad y permisibilidad en
el desarrollo de las actividades económicas internacionales. Por
ello el consenso general respecto de la definición y alcances del
término precios de transferencia ha resultado uno de los gran­
des logros de la fiscalidad internacional y así ello apuntala la
homogenización o harmonización de las políticas fiscales inter­
nacionales. Donde la posibilidad de uso de los procedimientos
de acuerdo mutuo, previstos en los convenios modelos como
estrategia extra-litis, para resolver los conflictos entre las admi­
nistraciones tributarias y los contribuyentes multinacionales nos
ejemplifica lo asertivo y efectivo que estas políticas pueden ser
tanto de hecho como de derecho.

633
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

La Guía OECD

Debido al incremento en numero y en transacciones de las


empresas multinacionales durante los años sesenta los Estados
miembros de la OECD consideraron necesario producir una guía
de uso para sus Administraciones Tributarias de cómo manejar
los Precios de Transferencia. Y al mismo tiempo consideraro útil
la creación del hoy Articulo 9, de los convenios modelos. Cuya
principal intención fue: (i) evitar la doble tributación, y (ii) crear
una estructura de aplicación general en materia de precios de
transferencia que pueda ser aplicada por todos los Estados miem­
bros de la OECD.9

Antes de 1969, no existía una legislación alguna que analiza­


rá de modo preciso o directo cual debería ser las provisiones
legales respecto de los precios de transferencia, año en el cual, el
Departamento del Tesoro de los EEUU, elabora las regulaciones
especificas para diversos tipos de transacciones inter-compañía
en ambiente internacional. Documento el cual influenció pro­
fundamente las discusiones sostenidas durante los setenta a los
fines de emitir el primer borrador de las Guías OECD.

Esfuerzo el cual fue finalizado por el Equipo de trabajo N.6


como subgrupo encargado del Comité de Asuntos Fiscales de la
OECD, y que fue autorizada su publicación a finales de los se­
tenta. El Reporte OECD 1979, "Precios de Transferencia y Em­
presas Multinacionales", no tenía la intención de establecer en
detalles reglas de precios de transferencia, sino más bien dejar
por sentado los principales problemas detectados y una serie de
consideraciones a tener en cuenta al describir cual método y
practicas eran aceptables desde el punto de vista fiscal al deter­
minar los precios de transferencia.10

9 (CF) Reporte de la OECD. Guías sobre Precios de Transferencia para las E m p re­
sas M ultinacionales v las Adm inistraciones Fiscales. Prefacio de la versión 1979.
Publicado por la OECD. Revisado en idioma Ingles.
10 Op.Cit. No. 9

634
A n t o n io A lvarado W effer

Como era de esperarse, El Reporte 1979, fue incluido dentro


de las recomendaciones del Consejo de Ministros de los Gobier­
nos miembros de la OECD, con el señalamiento expresó que sus
respectivas Autoridades Tributarias tomaran en cuanta las con­
sideraciones y métodos sentados en El Reporte 1979.

Sin embargo, las recomendaciones no tenían fuerza legal in­


mediata. El hecho que todos los Ministros de Finanzas de los
Estados miembros de la OECD hayan adoptado El Reporte 1979
sin reservas, otorgaba al documento un alto nivel de autoridad.
Es más que una obligación moral para las autoridades tributarias
el no dejar fuera de contexto El Reporte 1979 dentro de sus le­
gislaciones domesticas. Al punto que en varios países miembros,
algunos Jueces consideraron El Reporte 1979 obligante en cuanto
a la Administración Tributaria concierne, a menos que colida
con norma legal expresa11

La adopción de El Reporte 1979, como de sus sucesivas ver­


siones se produjo en virtud de ser publicado en regulaciones o
providencias emanadas de los diferentes Despachos de Los Mi­
nistros de Finanzas o las Autoridades Tributarias de varios Es­
tados miembros. Por ejemplo Austria incorporó en su legisla­
ción doméstica El Reporte 1979, a través de trascripción en
formato legal, rotulando como régimen de precios de transfe­
rencia; Italia por su parte también lo copió y publicó en dos
Providencias (No. 32 del 22-09-80 y No.42 del 12-12-81. )12

Posición asumida por los Estados miembros de la OECD, la


cual en mayor o menor grado en elaño 2001, elEstado Venezo­
lano imita, en virtud de laincorporacióndentro de su Ley de
Impuesto sobre la Renta, de una compilación de disposiciones
que conforman una síntesis de gran parte de los Capítulos I, II y
III del Reporte de la OECD publicado en julio de 1995, sobre las
guías sobre precios de transferencia para las empresas multina­
cionales y las administraciones fiscales (de ahora en adelante OECD
Guidelines).

11 Op. Cit. N o.8. Pág. 9.


12 Op. Cit. No.8. Pág. 10.

635
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Con la salvedad de la remisión expresa positiva al resto del


precitado documento y subsecuentes modificaciones, de modo
directo, incorporando así dentro del marco legal tributario in­
terno Venezolano, un documento guía para el tratamiento de la
transferencia internacional (cross-border transactions) de bienes,
servicios y derechos entre empresas relacionadas, enfocado en
las necesidades de Estados miembros de la OECD, lo cual con
palmaria claridad no es nuestro caso.
"Artículo 116. Para todo lo no previsto en esta Ley, serán
aplicables las guías sobre precios de transferencia para las
empresas multinacionales y las administraciones fiscales,
aprobadas por el Consejo de la Organización para la Coope­
ración y el Desarrollo Económico en el año 1995, o aquellas
que las sustituyan, en la medida en que las mismas sean
congruentes con las disposiciones de esta Ley y de los trata­
dos celebrados por República Bolivariana de Venezuela."13

Así las cosas, desde mi punto de vista, la precitada remisión


expresa del texto OECD, en cuanto al sistema tributario consti­
tucional venezolano se refiere, presenta una contingencia de
inconstitucionalidad, al momento de invocar su aplicación, en
virtud de múltiples factores tales como:

1.- No cumplió con el procedimiento para ser Ley, la Constitución


es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurí­
dico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder
Público están sujetos a esta Constitución, sobre la base de tal
premisa el Articulo 207 dispone: "Para convertirse en ley todo
proyecto recibirá dos discusiones, en días diferentes, siguien­
do las reglas establecidas en esta Constitución y en los regla­
mentos respectivos", lo cual no ha sucedido en el caso de la
OECD Guidelines, ya que no han sido sometida a discusio­
nes dentro del seno de la Asamblea Nacional y contumaz en
el caso de las futuras versiones.

2. No es una Ley, del mismo modo conforme lo prevé la Carta


Fundamental Venezolana en su Sección Cuarta, De la For­

13 Ibidem N .l

636
A n t o n io A lvarado W effer

mación de las Leyes, Articulo 202, "la Ley es el acto sancio­


nado por la Asamblea Nacional como cuerpo legislador", lo
cual no está presente en la OECD Guidelines, ya que hasta la
fecha no ha sido sancionada por la Asamblea Nacional. En
tal sentido, mal puede una norma legal hacer remisión ex­
presa positiva a otro documento el cual carece de valor jurí­
dico y menos en el campo del derecho tributario.

3. No es una fuente de derecho tributario, ciertamente dentro del


contenido del artículo 2, del Código Orgánico Tributario, no
se aprecia la posibilidad de considerar a la OECD Guidelines
directamente como fuente de derecho tributario venezolano,
no obstante bajo la óptica de cierto sector de la doctrina in­
ternacional, si puede tener efecto, siempre y cuando exista
un tratado para evitar la doble tributación bajo el Modelo
OECD, suscrito entre los Estados de residencia de las empre­
sas vinculadas sometidas al régimen de precios de transfe­
rencia, y que tales Estados sean del criterio formal que los
comentarios del Modelo Convenio OECD forma parte del
tratado a los efectos de su interpretación (el cual no es el caso
Venezolano, ya que a la fecha las Autoridades Tributarias no han
divulgado de modo público y general su postura al respecto) y
por tanto sobre la base de los Comentarios del Articulo 9,
Parágrafo 1, se remiten a la interpretación y auxilio técnico
de la OECD Guidelines, para solucionar conflictos de inter­
pretación y alcance de términos o conceptos, pero no que
permitan hacer una remisión legal tipo "norma - norma"
en el sistema jurídico venezolano.

4. No es un Tratado celebrado por la República, notorio el hecho


que la OECD Guideline, per se no ha sido suscrito por la
República como un tratado internacional, y por tanto impro­
pio pesar en invocar el articulo 154 de la Carta Fundamental
para su aplicación.
"Los Tratados celebrados por la República deben ser apro­
bados por la Asamblea Nacional antes de su ratificación
por el Presidente o Presidenta de la República, a excepción
de aquellos mediante los cuales se trate de ejecutar o perfec-

637
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

donar obligadones preexistentes de la República, aplicar


principios expresamente reconocidos por ella, ejecutar ac­
tos ordinarios en las relaciones internacionales o ejercer fa­
cultades que la ley atribuya expresamente al Ejecutivo Na­
cional."

Bajo el alegato que los principios expresamente reconocidos


en la OECD Guidelines están mencionados en la Ley de Im­
puesto sobre la Renta y que por tanto resulta imperioso y nece­
sario traer el resto del documento al contexto de la vida legal
domestica, a los fines de poder ejecutar o perfeccionar le régi­
men de precios de transferencia.

5. No son en Castellano, para sorpresa de muchos, la OECD


Guidelines (así como sus futuras versiones), es estudiada discu­
tida y aprobada en idioma ingles (existe una serie de traduccio­
nes hechas por los diferentes Ministerios de Finanzas y Autorida­
des Tributarias de los Estados Miembros, pero las versiones en
otro idioma publicadas por la misma OECD tardan al menos el
tiempo suficiente para no contar con ella, por lo menos en un ejer­
cicio fiscal), por tanto, son publicadas en un idioma distinto al
oficial del Estado Venezolano, lo cual reviste de inseguridad
y carencia de certeza jurídica su aplicación tanto a la Admi­
nistración Tributaria como a los Contribuyentes Venezola­
nos, sin dejar de un lado las múltiples interpretaciones en­
contradas que puede generar la traducción de un termino o
concepto, todo lo cual la hace sencillamente inaplicable.

En resumen, por más de dos décadas los Réportes OECD, en


materia de precios de transferencia, han tenido un profundo
impacto dentro de la búsqueda de un enfoque común de los
principios y métodos sobre precios de transferencia aplicados y
admitidos por parte de las Autoridades Tributarias en los Esta­
dos industrializados y gran parte de Estados en desarrollo.
Parafraseando al profesor Hamaekers, “Sin un enfoque común es
extremadamente difícil llegar a un punto de equilibro entre los Esta­
dos participantes y casi imposible contar con un procedimiento de
acuerdo mutuo, en materia de precios de transferencia, que presente

638
A n t o n io A lvarado W effer

resultados positivos para ambos y por su puesto para el contribuyen­


te de ambos, con el infortunado resultado de una posible doble
tributación."14

D esarrollos Recientes

Desde la adopción de la versión de las Regulaciones de los


Estados Unidos de Norte América en 1994, y los lincamientos
de la OECD en 1995, muchos países han introducido nuevas
legislaciones o regulaciones en materia de precios de transfe­
rencia. Las cuales a modo de resumen general, de seguidas pre­
sentamos algunos breves de los principales rasgos de algunos
de los países involucrados15:

Argentina
A través de un Acta de Reforma Tributaria, la cual entró en
vigencia el 1 de Enero de 1999, el régimen de precios transferen­
cia contrae lo siguiente: (i) amplia su definición de las empresas
asociadas; (ii) define seis métodos, incluyendo método de tran­
sacción neta marginal "TNM M" y dos métodos de ganancia
compartida "profit split method"; (iii) del mismo modo incluye
la regla del método más adecuado para el tipo de transacción
conocida como "the best method rule" y; (iv) por último trasla­
da la carga de prueba en el contribuyente.

Australia
Identificada como la Regulación Tributaria TR 97/20, con­
templa: (i) cinco métodos, incluyendo el de ganancia comparti­
da y TNMM, y permite métodos indirectos, incluyendo la for-

14 Profesor Dr. Humbert Hamaekers, Curso de Precios de Transferencia. No­


tas de clase del 6 de febrero de 2002, Repaso General. LLM en Impuestos
Internacionales. Universidad de Leiden. The Netherlands.
15 La información en este segmento proporcionada se corresponde con algu­
nos breves datos enmarcados en publicaciones del International Bureau of
Fiscal Documentation, elaborado por el Departamento de Precios de Trans­
ferencia como datos de comparabilidad editado y signado por el profesor
H um bert Hamaekers.

639
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

muía de prorrateo como soluciones de último recurso; (ii) posi­


bilidad de conciliar el principio arm's length en escalas o ran­
gos, la Administración Tributaria puede decidir aplicar un punto
diferente en la escala o rango, si que ello se justifique como una
ajuste fuera de los precios de mercado, sólo es un cambio dentro
de la escala; (iii) considera como punto de duda razonable: la
evaluación de la de la naturaleza del arm's length desde una
postura externa a los fines de la comparabilidad según la visión
de un proceso; por cuanto cuál?; parte independiente ha reali­
zado esto?; y la " ejecución" como ganancia que podría espe­
rarse basado en los resultados del sentido del negocio.

Austria
Como antes comentáramos, la legislación domestica tomó los
Lineamientos de la OECD Guidelines los tradujo y ello és el ac­
tual régimen de precios de transferencia, como respuesta efecti­
va de una política global, frente al fenómeno no-aislado que vi­
ven el mundo de los negocios.

Brasil
Conocido como el artículo 18 de la Ley 9430/96 y Regula­
ción No. 38 del 30 de Abril de 1997, incorporó en su legislación
domestica: (i) una ampliación del concepto de empresas asocia­
das, (ii) tres (3) métodos para fines de importación y cuatro (4)
para los fines de exportación; con la salvedad que todas son
variaciones de CUP, reventa de costo añadido con márgenes
fijos para costo añadido y margen de reventa aplicado sobre
prueba; (iii) crea Safe Harbours respecto de tasas fijas para re­
galías y deducción de asistencia técnica y; (iv) hay una limita­
ción de interés deducible.

Canadá
La legislación doméstica Canadiense: (i) sigue los lineamientos
OECD con respecto a los métodos; (ii) hay una especie de regla
del mejor método al establecer una preferencia por los tres mé­
todos principales; (iii) los métodos de división o prorrateo de
ganancias "profit split" y "TNMM" son los métodos de último
recurso, (iv) hay una suerte de requisitos de documentación bien

640
A n t o n io A lv a ra d o W effer

específica, régimen sancionatorio estricto y muy amplio y; (v)


posibilidad de uso de comparables sin necesidad de publicar los
comparables (secret comparables).

Chile
A través de la Ley 19,506 del 30 de Julio de 1997, que en­
mienda la Ley de Impuesto sobre la Renta, en su artículo 38 en
concordancia con la Regulación No. 3 del 6 de Enero de 1998
disponen: (i) introducción de un concepto amplio de compa­
ñías asociadas, (ii) se siguen los Lineamientos OECD y; (iii) si la
cuentas son inadecuadas, las autoridades tributarias pueden
aplicar el "método proporcional", el cual consiste en la aplica­
ción de un radio de ingreso neto bruto de la casa matriz aplica­
do al ingreso bruto de la sucursal.

China
Enmarcado como la Regulación 1998, No. 59 del 23 de Abril
de 1998, la legislación domestica del país asiático: (i) amplia
definición de las empresas asociadas, (ii) dispone que los méto­
dos transaccionales tienen prioridad sobre otros métodos e; (iii)
introduce los Acuerdos Anticipados de Precios de Transferen­
cia "APAs".

Dinamarca
Publicada el 25 de Febrero de 1998, encontramos como nota
novedosa de la normativa legal, el deber de los contribuyentes
de suministrar la documentación sobre las transacciones con­
troladas, con lo cual en mi opinión, queda vedado cualquier
intención de usar comparables secretos y mucho menos hablar
de velos corporativos o por razones de pro-competencia, etc.

Korea
Bajo la nomenclatura de Notificación NTA No. 1996-40 del 7
de N oviem bre de 1996, el régim en Koreano sigue los
Lineamientos OECD, con la salvedad expresa de que los méto­
dos transaccionales tienen prioridad sobre otros métodos, es decir
abandona el método CUP como el más idóneo.

641
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

México
En materia de precios de transferencia el régimen mexicano
es bien movido, constantemente se elaboran reformas a los fines
de mejorar la practica del régimen, dentro de las grandes refor­
mas a través del artículos 64-A y 65 de la Ley de Impuesto sobre
la Renta ("LIR") donde se disponen: (i) 6 métodos (2 versiones
de ganancia compartida) al mismo nivel; (ii) el rango de arm's
length consistente con OECD y ; (iii) está permitido el uso de
comparables secretas.

Holanda
El 20 de Noviembre del 2000 el Ministerio de Fianzas anun­
ció la introducción de una legislación de precios de transferen­
cia específica. El principio de mercado arm's length sería codifi­
cado y la elección de los métodos y requisitos de documentación
se cubrirían en las regulaciones administrativas. Se estableció
que las nuevas regulaciones estarían totalmente en línea con los
Lincamientos de OECD.

Nueva Zelanda
Vigente desde el 30 de Octubre de 1997, la legislación do­
mestica, prevé 5 métodos al mismo nivel, incluyendo CPM
(TNMM permitido como alternativa a CPM), la carga de la
prueba de que él ha determinado el mejor método en la prácti­
ca con respecto al contribuyente; el enfoque es flexible; no
p rescrip tiv o, regu lacion es exhau stiv as; referen cia a los
lincamientos OECD, pero también a los lineamientos Austra­
lianos y regulaciones de los Estados Unidos; no se requieren
requisitos de documentación formal, sino una condición de
cuidado razonable (penalidad).

Polonia
A través de una enmienda del Código Interno Tributario, efec­
tiva desde el 1-1-97, y decreto en 1999, permite a todos los con­
tribuyentes, a los fines de poder permutar el comercio y en si­
tuaciones en las que los precios fluctúan en más de un 30% en
un corto período de tiempo; el uso del método del precio de
mercado, método de precio de venta y método de costo añadi­
do; sin disponer orden de prioridad.

642
A n t o n io A lvarado W effer

Reino Unido
En vigencia desde 1998, el gobierno Londinense estatuye una
nueva provisión del principio arm's length basada en el Artícu­
lo 9 del M odelo OECD (pero una fórm ula más am plia),
Lincamientos OECD incorporados en la legislación por referen­
cia; Ajuste sólo si hay ventaja fiscal del Reino Unido; No se re­
quiere documentación específica de precios de transferencia; No
hay penalidades específicas relacionadas con precios de trans­
ferencia; APAs son introducidos.

Problemas con la aplicación de las reglas de precios


de transferencia 16
Los precios de transferencia es una materia que genera mu­
chos problemas en cuanto a su aplicación en la práctica. Ade­
más de estos problemas, surgen varias complicaciones de im­
portancia, en particular, con un gran énfasis las comparables
en la legislación y regulaciones de un creciente número de paí­
ses, y -e n un menor grado- en los lineamientos de la OECD.
Algunos problemas del último tipo se describen abajo.
(i) A la luz de las regulaciones de los Precios de Transferen­
cia de 1994, los lineamientos de la OECD enfatizan la
necesidad de comparación con las transacciones entre
compañías no relacionadas. Los lineamientos reconocer
sin embrago, que hay casos claros en los que esto de he­
cho no es posible, por ejemplo formas de servicio. Otra
complicación es que ciertas transacciones se realizan rara
vez o nunca entre compañías independientes.
(ii) Más aún, la base para establecer una comparación pare­
ciera hacerse más estrecha debido al número de transac­
ciones con el extranjero entre compañías independientes
disminuye en relación con las transacciones del grupo.

16 La información en este segmento proporcionada se corresponde con algu­


nos breves datos enmarcados en publicaciones del International Bureau of
Fiscal Documentation, elaborado por el Departamento de Precios de Trans­
ferencia como datos de comparabilidad editado y signado por el profesor
Humbert Hamaekers.

643
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Otro problema, también relacionado con las comparables, es


el uso de comparables secretas por parte de las autoridades
tributarias. Las comparables secretas se obtienen mediante las
autoridades fiscales en las auditorías. Por ejemplo, en Canadá,
Japón y México, estas se utilizan para verificar los precios de
transferencia de otros contribuyentes, sin revelar su fuente. Los
contribuyentes no pueden defenderse de la fiscalización basada
en comparables secretas. Otra complicación es que, en un pro­
cedimiento de acuerdo mutuo, las autoridades del otro país no
pueden estar preparadas para hacer o admitir un ajuste corres­
pondiente, si no existe evidencia clara de las comparables.

Otro de los problemas principales ser refiere a la carga admi­


nistrativa tan pesada, que resulta del rol esencial de las compa­
rables en las regulaciones de un creciente número de países, en
particular, cuando aplica la regla del mejor método. Por ejem­
plo, en los Estados Unidos, todos los métodos especificados en
las regulaciones, tales como el precio comparable no controlado
(CUP), el precio de reventa, el de costo añadido (cost-plus) la
ganancia comparable y la ganancia compartida son equivalen­
tes al principio, pero un método puede ser elegido lo cual es en
una situación relevante la medida más confiable del principio del
precio de arm's length, o resultar (la regla del mejor método). Al
seleccionar un método específico, se deben considerar dos facto­
res - la comparabilidad con la situación del mercado libre y la
calidad de los datos y asunciones. Con respecto a la total
comparabilidad, la diferencia debe ser ajustada, y es por diferen­
cias de comparabilidad, ya es en sí un proceso complicado.

En la práctica, la regla del mejor método lleva a una investi­


gación de la aplicabilidad de todos los métodos específicos. A
fin de prevenir una penalización administrativa en caso de co­
rrección por parte de las autoridades tributarias, la búsqueda
del mejor método debe evidenciarse adecuadamente con la do­
cumentación contemporánea. Como consecuencia de los requi­
sitos de documentación para todas las transacciones, o por lo
menos las transacciones similares, debe verse el material de re­
ferencia para una base continua en un período corto -d e hecho,

644
A n t o n io A lvarad o W effer

los mercados cambian constantemente- y se debe mantener la


documentación. La nueva especialidad de los expertos en "com­
parables" es un ejemplo concreto de esta pérdida económica.

Uno se puede preguntar si el principio de igualdad, el cual


según la OECD es el pilar para el principio arm's length está
nuevamente fuera de equilibrio. Luego, todas las transacciones
entre compañías no relacionadas no evocan tales obligaciones
administrativas.

Debería considerarse que los precios de transferencia no sólo


es una carga pesada para MNEs, sino también para las admi­
nistraciones tributarias. Una administración adecuada para los
precios de transferencia en muchos países requiere un gran nú­
mero de auditores especializados. Los países no pueden darse el
lujo de quedarse aletargados en cuanto a esta materia. Ellos
pueden perder ganancias en países con adm inistraciones
tributarias bien entrenadas. La controversia entre los países acer­
ca del uso de métodos basados en comparaciones de ingreso
(operativo) pareciera difícil de resolver.

Cada vez más, se opta por elegir el CPM17. El CPM se basa


en una comparación del ingreso operativo del contribuyente con
aquel de las compañías independientes, con un tipo de transac­
ciones similares bajo circunstancias comparables. Como un in­
dicador del nivel de ganancias, se puede tomar el radio entre la
ganancia operativa y el valor de los activos operativos. Los da­
tos del ingreso operativo son más fáciles de obtener que los da­
tos acerca de los márgenes de ganancia bruta, que son necesa­
rios para los métodos de costo añadido y reventa. Esto explica el
porqué se elige el CPM. Por lo menos, los problemas con las
autoridades tributarias pueden evitarse de esta manera.

17 Ver Investigación del International Bureau of Fiscal Documentation de Ju­


nio de 1998, el cual puso a la disposición de los participantes del Congreso
de Londres de la IF A en Septiembre del 1998 (también disponible en la
biblioteca de la IBFD.

645
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

Los lineamientos de la OECD mencionan, como un proble­


ma en la aplicación de los métodos que comparan el margen
neto (ganancia operativa) la circunstancia de que la margen
puede ser influenciado por factores que no tienen ninguna o
poca influencia en el margen bruto o en los precios. Por ejem­
plo, un manejo o gerencia deficiente y un control de costos in­
adecuado generalmente influencian la ganancia operativa en
particular. Por esta razón, los lineamientos de OECD califican
el TNMM, como un método que sólo puede utilizarse si los tres
métodos principales no son aplicables.

El TNMM es un compromiso establecido con gran dificul­


tad ente los Estados Unidos y varios países europeos, con Ale­
mania como su exponente. Varios países europeos se oponían
y aún se oponen al CPM y sus predecesores en las versiones
provisionales de las regulaciones de los EUA. En versiones
anteriores del CPM, por ejemplo el "método básico de retorno
del arm's length" (BALRM), existía la posibilidad de que un
resultado neto promedio del sector económico relevante pu­
diese utilizarse como un criterio por parte de las autoridades
tributarias para ajustar resultados más bajos en las compañías
relacionadas. Tal estandarización del ingreso gravable no es,
por supuesto aceptable para el mundo de negocios internacio­
nal y muchos estados miembros de la OECD. A pesar de que el
CPM, al contrario del BALRM, se aplica en la "actividad de
negocios más estrechamente identificable" este riesgo aún pre­
valece debido al uso creciente de las bases de datos externas
con datos acerca de los niveles de ganancias de las compa­
ñías18. En Alemania, los precios de transferencia se regulan de
acuerdo con una práctica de negocios sana, lo que se contra­
pone diagonalmente a métodos opuestos basados en la com­
paración de "ganancias operativas netas".

18 Ver artículo de M. Cools acerca del uso para los fines de los precios de
transferencia, International Transfer urnal . IBFD. 1999.

646
A n t o n io A lvarado W effer

De hecho, el CPM, basado como está en factores externos


puede tener poca o ninguna relación con la realidad económi­
ca, la estructura y el manejo del sistema contable del contribu­
yente en cuestión, los cuales son elementos esenciales del con­
cepto de práctica sana de negocios. En la decisión antes referida,
la corte de Düsseldorf no admitió implícitamente la aplicación
de los métodos basados en comparación de ganancias (CPM y
TNMM).

Las compañías multinacionales con establecimientos en los


Estados Unidos y por ejemplo en Alemania o Suiza pueden en­
frentar el siguiente problema: por un lado, es posible que ellos
tengan que aplicar el CPM (si este es el "mejor método"); por
otro lado, las autoridades tributarias en Alemania y Suecia po­
drían negarse a aceptar los precios de transferencia que no es­
tén basados en el CUP, costo añadido o precio de reventa.

El procedimiento de negociación del Art. 25 del tratado Mo­


delo de OECD el cual se refiere al Art. 9, párrafo 2, no ofrece
solución si las autoridades competentes continúan en desacuer­
do con respecto al método a ser aplicado. El resultado de este
desacuerdo puede ser que la doble tributación no pueda evitar­
se. Los nuevos lincamientos de la OECD parecieran por lo tanto
no satisfacer sus metas de crear un puente de unión con las
diferencias entre los de EUA y los europeos y la prevención de
la doble tributación.

Un problema relativamente nuevo en la transferencia de pre­


cios y la aplicación del principio de arm's length es el desarrollo
del llamado comercio global, que se ha hecho posible debido a
la liberación del comercio, la abolición de restricciones en el cam­
bio monetario, nuevas técnicas de comunicación y tecnología
de la información.

El problema no se limita sólo a los precios de transferencia.


Con el incremento de las redes de información la atribución tra­
dicional de los poderes tributarios para los países ha sido difícil
de aplicar. La presencia de por medio de un establecimiento

647
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

permanente ya no es más necesaria a fin de estar activo en el


mercado de un país en particular. Más aún, el lugar del manejo
efectivo y la fuente de los ingresos se están haciendo extrema­
damente difíciles de localizar.19

Los problemas de los precios de transferencia surgen en par­


ticular durante el comercio en las 24 horas en los derivados fi­
nancieros dentro de los grupos financieros y de otro tipo. La
función intermediaria clásica del sector financiero - combina
oferta y demanda de capital y retiene un margen de ganancia -
ha sido reemplazado parcialmente por las transacciones con
derivados a propio riesgo.

Los derivados, tales como opciones y canjes, son derechos


contractuales que adquieren su valor del valor de algo más, por
ejemplo ofertas o licitaciones, bienes o moneda. Las transaccio­
nes de esta naturaleza se llevan a cabo continuamente en todo
el mundo, en establecimientos financieros, mayormente al utili­
zar los establecimientos permanentes. Los problemas de trans­
ferencia de precios en este sector se discuten en un informe re­
ciente del OECD20.

El informe describe las diversas funciones llevadas a cabo en


el comercio de derivados y establece que los problemas se gene­
ran en particular por la diversidad de locaciones donde las fun­
ciones de una transacción se llevan a cabo; por ejemplo, la rees­
tructuración y venta del producto se hace en Nueva York y sus
libros y controles se llevan en Tokio.

Además de la evaluación de funciones para los fines de pre­


cios de transferencia, el problema de la atribución del ingreso
ocurre: en aquellos países en los que los resultados de una tran­
sacción sean atribuidos si varias entidades de un grupo están
involucradas en transacciones financieras en varios países. En

19 J. Owens, "Taxation within a Context of Economic Globalization" Bulletin


for International Fiscal Documentation, pág 290 v subsiguientes.
20 Working Paper de la reunión del Octubre 2002 consultada en Internet.

648
A n t o n io A lvarad o W effer

algunos países, por ejemplo Japón y los Estados Unidos se apli­


ca el enfoque "todo o nada"; por ejemplo, si hay una actividad
adecuada con respecto a ciertas transacciones, el resultado to­
tal se le atribuye al establecimiento permanente o las oficinas
principales según sea el caso. El informe indica que este enfoque
puede estar en conflicto con el principio de arm's length y pue­
de conducir a la doble tributación: más de un país involucrado
puede, después de todo, concluir que se han suscitado suficien­
tes actividades dentro del país para el rendimiento total.

El informe establece -probablemente de manera errada- que


en muchos países las funciones y riesgos de la gente involucrada
en una transacción comercial globalizada puede ser analizada
adecuadamente y comparada? con aquellas en situaciones dife­
rentes. Los métodos tradicionales de precios de transferencia
serían aplicables, de ser necesario con ciertas adaptaciones.

En el caso de un alto nivel de integración de funciones, méto­


do de ganancia compartida (split method) puede calificar se­
gún el informe. Para la alocacion de ingresos conjuntos realiza­
do en transacciones comerciales globales, los siguientes factores
en particular deben ser cuantificados: la función comercial y de
mercadeo, el riesgo y /o la función de soporte. Debido a que
estos factores son de igual interés comercial, esto debe sopesarse.

En resumen, dentro de los graves problemas que se generan


en el tema de los precios de transferencia los más resaltantes son:

(i) No hay disponible buen material de referencia; en mu­


chos casos las adaptaciones oficiales son necesarias;

(ii) Las autoridades en algunos países pueden utilizar com­


parables que no están disponibles a los contribuyentes;

(iii)Son cargas administrativas pesadas, tanto para los MNEs


como para las administraciones tributarias

(iv) Es difícil aplicar los precios de transferencia al comercio


global.

649
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Algunas posibles soluciones en precios de transferencia


Las soluciones pueden buscarse dentro del ámbito del princi­
pio arm's length en métodos alternativos de distribución de ga­
nancias o al reducir el impacto de los precios de transferencia a
través de la introducción de sistemas tributarios corporativos
regionales en vez de los nacionales. Es este concepto algunas
posibles soluciones se plantean a continuación:
(i) Suprimir la regla del mejor método, la regla del mejor
método incluida en las Regulaciones de los EUA no es
un rasgo obligatorio del principio arm's length en sí,
pero después de los Estados Unidos, muchos países de
OECD y otros han introducido la regla. Sin embargo,
los lineamientos de OECD parecieran no estar a favor
de la regla del mejor método, estableciendo en el Art.
1.69 que no se requieren los análisis bajo más de un mé­
todo. La regla del mejor método causa una alta carga
administrativa para los MNE, debido a lá necesidad de
colectar continuamente datos externos bajo todos los
posibles métodos. Otro aspecto es que debido al énfasis
sobre los datos externos, podrían tener qüe aplicarse los
. métodos de precios de transferencia para fines fiscales,
lo que tiene muy- poca relación con la realidad de nego­
cios de una determinada compañía.
(ii) La atención debe hacerse de una manera más equili­
brada; La intención debe ser seleccionar un método de
precios de transferencia que encaje dentro de la estruc­
tura del grupo y satisfaga las necesidades comerciales y
administrativas dentro del marco de trabajo de la legis­
lación tributaria. En virtud de ello, las legislaciones de­
berían especificar los tres métodos principales más el
método de precios de transferencia negociado y tam­
bién la ganancia compartida (profit split) (no CPM y
TNMM por las razones dadas anteriormente).
(iii) Un sistema de precios de transferencia bien documen­
tado, obligatorio para todos los miembros del grupo o
miembros de una división de un grupo y basado en los

650
A n t o n io A lva rad o W effer

métodos especificados en las leyes tributarias, que se apli­


que consistentemente, debería, en principio, ser segui­
do por las autoridades tributarias.

(iv) Los ajustes sólo se deben hacer si los precios de transfe­


rencia aplicados desvían más allá de un cierto rango
(safe haven) de los CUPs o márgenes brutos compara­
bles evidenciados por las autoridades tributarias, y cuan­
do se aplica el método de precios negociados - si las
condiciones de negociar libremente como partes inde­
pendientes no se dan.

(v) Métodos de prorrateos de formulaciones, a diferencia


de lo que muchos expertos definen, el principio de arm's
length está diseñado en primer lugar, para prevenir cam­
bios en las ganancias. Las objeciones en contra de los
precios del arm's length, tales como la búsqueda, por
comparables y la difícil aplicación al comercio global
financiero están ausentes en mucho. La carga adminis­
trativa para los MNE y también las tareas de las autori­
dades tributarias podrían ser mucho más livianas debi­
do a que el prorrateo tiene lugar con base a datos
internos, disponibles. El carácter de "imposición presun­
ta" del prorrateo con base en fórmulas es referido algu­
nas veces como una objeción. Los sistemas de "presun­
ta im posición" parecieran perder, no obstante, su
reputación de ser antiguos, más aún cuando la realidad
se ha tornado tan complicada en muchos casos, para
hacer justicia en los términos fiscales. Ha habido un gran
intercambio de argumentos a favor y en contra de los
prorrateos por formulaciones en los diversos textos du­
rante los últimos 20 años.21 En conéxión con los desa­

21 A .o : H. Kogels , "Unitary taxation: an international approach", Bulletin


for Fiscal Documentation. 1983, pag 65 y sig; Stanley Langbein, "The Unitary
Method and the Myth of A rm 's length" Tax Notes, 1986.625 y sig; Joann M.
W e in er, "U sin g the e x p e rie n ce in th e USA to E v a lu a te Issu es in
implementing Form ula Apportionment at the International Level", Tax
Notes International. 1996 päg 2113 y sig.

651
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

rrollos descritos arriba, pareciera que el tiempo ha he­


cho nuevamente de la factibilidad de aplicar prorrateos
basados en formulas un objeto de estudio oficial, espe­
cialmente en la OECD.

(vi) La aplicación dentro de Europa de un método unitario


- por ejemplo, basado en el concepto de la compañía
europea - será menos difícil, siguiendo la introducción
de una moneda única y la harmonización de las reglas
contables22.

(vii) La ganancia compartida o Profit Split Method, se reco­


noce en las regulaciones de los Estados Unidos como un
método específico, sujeto a la regla del mejor método.
Los lineamientos del OECD tratan la ganancia compar­
tida como un método subordinado a los tres principales
métodos, pero considerando siempre que es un método
del arm's length. Una consideración importante en cuan­
to a los Lineamientos (Art 3.6) es que "una fortaleza del
método de ganancia compartida es que generalmente
esta no se basa directamente en transacciones estrecha­
mente comparables, y por lo tanto, esta puede ser usa­
da en casos en que tales transacciones entre compañías
independientes no pueden ser identificadas". Los datos
externos pueden, sin embargo, ser relevantes para eva­
luar el valor de la contribución de cada parte. Otra ven­
taja es que solamente se puede compartir una ganancia
real. Bajo otros métodos, el uso de datos externos puede
llevarnos a la imposición de ganancias que en realidad
la empresa en cuestión no obtuvo nunca. La ganancia
compartida puede ser utilizada para una transacción,
para un conjunto de transacciones o inclusive para to­
dos los tratos o acuerdos entre las compañías relaciona­
das. La diferencia principal entre los métodos de pro­
rrateo basados en fórm ulas es la ausencia de una

22 Trabajo del Profesor Malcom Galmmie en Final and Opening Lectura LLM
Internacional Taxation Leiden on August 21th 2002.

652
A n t o n io A lvarad o W effer

fórmula predeterminada. Una división sana se basa en


la adecuada remuneración por las funciones y riesgos
de las partes involucradas. En virtud de que la informa­
ción requerida para la aplicación de las ganancias com­
partidas está, en principio, disponible dentro del grupo
en cuestión, no es necesario establecer como regla llevar
a cabo una búsqueda engorrosa de comparables. En Ja­
pón y Canadá, la ganancia compartida pareciera ad­
quirir una posición más prominente que la propuesta
por los Lineamientos de la OECD23. Una aplicación
incrementada de la ganancia compartida, puede, por
lo tanto, reducir los problemas en el área de los precios
de transferencia.

(viii) Impuesto a las compañías Europeas, Varios autores han


hecho propuestas en relación con el impuesto a las com­
pañías Europeas. Morris Tabaksblat, el presidente de la
Junta Directiva de Unilever, sugirió en 1993 la creación
de un impuesto empresarial europeo, basado en los re­
sultados consolidados de las actividades de las multina­
cionales dentro de la Unión Europea. El impuesto sería
aplicado por una institución de la UE y el ingreso se
prorratearía entre los Estados Miembros, de acuerdo con
una fórmula de distribución convenida. El impuesto de
la UE colocaría por completo los impuestos de las com­
pañías nacionales para las compañías que participan
en este sistema. Esto permitiría resolver una gran canti­
dad de problemas: los problemas de precios de transfe­
rencia no existirían más dentro de la Unión Europea,
las fusiones tendrían lugar sin las implicaciones fiscales
(en tanto no hayan sido resueltas por la directiva dé
Fusiones de la EC) así como los intereses y regalías po­
drían pagarse sin la retención sobre la fuente y las pér­
didas dentro de la Unión Europea podrían compensar­
se24. Por su parte el Maesschaert, también describe las

23 Ver Management Transfer Pricing Report, 30 de Junio xx75


24 Ver M. Tabaksblat, Interfax. 1993, pag 16 y sig.

653
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

ventajas de un impuesto empresarial europeo y lo com­


para con la introducción de un impuesto unitario en la
Unión Europea. Él concluye que los MNEs preferirían
el impuesto a las compañías europeas en lugar de un
impuesto unitario en la Unión Europea, especialmente
porque la neutralidad fiscal se lleva a cabo de esta for­
ma hasta un grado mayor. Los problemas de precios de
transferencia con terceros países podrían, sin embargo,
permanecer en cualquiera de los casos. Económicamente
hablando, el impuesto a las compañías europeas es una
opción atractiva, porque los costos disminuirían consi­
derablemente, tanto para las empresas de la UE como
para las autoridades fiscales, pero políticamente hablan­
do es desafortunadamente irrealista. Ni un solo Estado
Miembro pareciera estar en este momento preparado
para ceder su soberanía en este sentido. No obstante, se
ha dado un pequeño paso en la dirección correcta, me­
diante la instalación de un comité de estados Miembros
que seguirán de manera crítica la competencia tributaria.
Más aún, las acciones posiblemente exitosas del Comi­
sionado (Commissioner) para la competencia de la UE,
utilizando el Art. 92 del tratado en contra del respaldo
gubernamental a manera de medidas tributarias pue­
de, al menos llevarse un incentivo de mantener los im­
puestos corporativos nacionales.

(ix) Tributación del Estado Europeo de Origen (Home State


Taxation), en un documento de fecha del 18 de Junio
del 1999, el llamado Grupo de Estocolmo planteó la idea
de la Tributación del Estado (HST) en la Unión Euro­
pea. La HST le permite a las empresas que tienen sus
casas matrices en un Estado Miembro adoptar el siste­
ma tributario de ése Estado Miembro y aplicarlo a sus
actividades en aquellos Estados Miembros que se han
unido al sistema. De esta manera, la base fiscal para un
grupo de compañías que opera en varios Estados Miem­
bros se calcula según las normas del sistema tributario
del Estado de origen de la casa matriz. Acto seguido, la

654
A n t o n io A l v a r a d o W effer

base tributaria se distribuye a los Estados Miembros


donde el grupo conduce sus actividades sobre la base
de una fórmula (por ejemplo, una base del IVA ajusta­
da). Cada Estado Miembro aplica su propia tasa a la
base tributaria distribuida. Este sistema elimina los pro­
blemas de precios de transferencia entre los Estados
Miembros Participantes, así como el riesgo de la doble
imposición, al tiempo que permite una compensación
total de las pérdidas. Como consecuencia de ello, la car­
ga administrativa tanto para los MNEs como para las
administraciones tributarias quedaría reducida. A dife­
rencia de otros sistemas de prorrateo por fórmulas, el
sistema tributario de Estado de Origen (un concepto que
requiere aún mayor desarrollo) es la base firme y clara
del HST. Un IVA ajustado pareciera constituir una me­
jor base para la distribución que las fórmulas tradicio­
nales basadas en rotación, activos, nómina, etc.

En resum en, sea cual fuere la alternativa o alternativas


adoptadas, a los fines de mitigar el impacto que sufren en sus
rentas gravables, las empresas multinacionales, producto de
la aplicación indiscriminada y aislada de los precios de trans­
ferencia en operacion es in tern acio n ales en un mundo
globalizados, en mi concepto lo mas relevante a la hora de la
escogencia de una posible solución es no desnaturalizar el pro­
ceso evolutivo no solo del fenómeno sino de su calada dentro
del ámbito interno, el hecho cierto que la legislación posee mas
de 30 anos de hacer sido conocida en el mundo civilizado, no
significa que las Administraciones Tributarias se encuentran
en plenitud de facultades para su aplicación, o que se de por
hecho cierto, que con su sola invocación, el fin es acometido.
Prudencia, Prudencia y más prudencia son mi acotación final,
el resto ya lo dijo la Historia.

Caracas, Julio 2003.

655
PRECIOS DE TRANSFERENCIA
EN LA LEY DE IMPUESTO
SOBRE LA RENTA. EL EFECTO
DE LOS AJUSTES DERIVADOS
DE LOS TRATADOS INTERNACIONALES

J o sé A n t o n io M a r t ín e z V a lery*

Damos continuación al estudio de los Precios de Transferen­


cia iniciado en nuestro artículo "Convenios Anticipados en
materia de Precios de Transferencia" contenido en la publica­
ción de la Asociación Venezolana de Derecho Tributario "Estu­
dios sobre la reforma del Código Orgánico Tributario de 2001",
Livrosca 2002, página 497.

Lo hacemos hoy con motivo de la publicación de la A.V.D.T.


conmemorativa de los sesenta años de la Ley de Impuesto sobre
la Renta. Trataremos el efecto de los ajustes derivados de los
Tratados Internacionales para evitar la evasión fiscal y la doble
tributación sobre los precios de transferencia.

La vigente Ley de Impuesto sobre la Renta (G.O. 5.566 del 28


de diciembre del 2001, Extraordinario) en el parágrafo primero
de su artículo 23 contiene el principio general de normalidad de
los precios:

"El costo de los bienes será el que conste en las factu­


ras emanadas directamente del vendedor, siempre
que los precios no sean mayores que los normales en
el mercado"

* Profesor de Tributación Internacional. Profesor en Post Grado de Derecho


Financiero, U.C.A.B.

657
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Ahora bien, para las empresas vinculadas, en materia de


importación y exportación existe una disposición especial, el
artículo 112, respecto a la normalidad de los precios en los si­
guientes términos:

"Los contribuyentes que celebren operaciones con


partes vinculadas están obligados, a efectos a tribu­
tarios, a determinar sus ingresos, costos y deduccio­
nes considerando para esas operaciones los precios
y montos de contraprestaciones que hubieran utili­
zado con o entre partes independientes en operacio­
nes comparables."

De acuerdo con el primero de los artículos citados, para las


empresas vinculadas no es relevante que los precios sean meno­
res que los normales en el mercado para la determinación del
costo de los bienes. En la materia de determinación de costos
por importación o exportación, se aplica a las empresas vincu­
ladas, su artículo especial, el 112, el cual requiere que los pre­
cios sean fijados como si la operación se hubiera efectuado en­
tre partes independientes (Arm's length). Para la determinación
del costo o la deducibilidad de los bienes, servicios o derechos
importados y la gravabilidad de los ingresos derivados de la
exportación, en las operaciones realizadas entre partes vincula­
das, la Ley de Impuesto sobre la Renta contiene la metodología
a utilizar en su capítulo 3 del Título 7 ( Arts. 112 al 170).

Cuando una administración tributaria objeta un precio por


calificarlo de transferencia, procede a efectuar un reparo cuya
finalidad es colocar el enriquecimiento en cabeza de la vincula­
da quien en condiciones de libre competencia debió asumirlo y
por consiguiente, rechazar el costo o el gasto en la vinculada y
afectada por el precio de transferencia.

Ahora bien, si las empresas vinculadas son residentes de


uno o de los dos países entre los cuales existe suscrito un trata­
do para evitar la evasión y la doble tributación, ¿Qué conse­
cuencia especial conlleva la calificación de los precios como de
Transferencia?. La respuesta nos llevará al tratamiento del efec-

658
J o s é A n t o n io M a r t ín e z V a lery

to de los ajustes derivados de los Tratados Internacionales para


evitar la evasión fiscal y la doble tributación sobre los precios
de transferencia.

Para responder a esta interrogación nos colocaremos en el


siguiente escenario:

El Seniat repara a una empresa vinculada, resi­


dente en Venezuela, un costo, por calificarlo de
precio de transferencia con su vinculada, residen­
te en la República Francesa.

En este contexto, nos referiremos directamente al "Convenio


entre el Gobierno de la República de Venezuela y el Gobierno de
la República Francesa con el objeto de evitar la doble tributación
y prevenir la evasión y el fraude fiscal en materia de impuesto
sobre la Renta" publicado en la Gaceta Oficial de la República
de Venezuela el martes 28 de septiembre de 1993, No. 4635 Ex­
traordinario.

Reza su artículo 9, relativo a las Empresas Asociadas:


"Cuando:
a) Una empresa de un Estado Contratante partici­
pe directa o indirectamente en la dirección, con­
trol o capital de una empresa del otro Estado
Contratante, o

b) Que las mismas personas participen directa o


indirectamente en la dirección, control o capi­
tal de una empresa de un Estado Contratante y
de una empresa del otro Estado Contratante,
Y que, en uno y otro caso, las dos empresas es­
tén, en sus relaciones comerciales o financie­
ras, unidas por condiciones aceptadas o impues­
tas que difieran de las que serían acordadas por
empresas independientes, los beneficios que ha­
brían sido obtenidos por una de las empresas,
de no haber existido estas condiciones y que
de hecho no se produjeron a causa de las mis­

659
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

mas, podrán ser incluidos en los beneficios de


esta empresa y en consecuencia sometidos a im­
posición."

Según el citado dispositivo, al tratarse de empresas relacio­


nadas en razón de tener la primera el control accionario o de
dirección sobre la segunda residente de un territorio diferente, o
bien, que ambas empresas, residentes en distintos territorios sean
poseídas o controladas por las mismas personas, estamos en
presencia de empresas asociadas o empresas vinculadas.

El Tratado entre Venezuela y Francia contempla que el repa­


ro sea hecho por el Seniat a la empresa vinculada residente en
Venezuela cuando las relaciones comerciales o financieras no
respeten el principio de Arm's Length.

Analicemos a continuación la interpretación de este artículo


9 en el modelo OCDE:

"Este artículo se refiere a las empresas asociadas (sociedades


matrices y sus filiales y sociedades sometidas a control común)
y establece que en tales casos las autoridades fiscales de un Es­
tado Contratante podrán, al calcular las bases imponibles, rec­
tificar la contabilidad de las empresas si, por las relaciones espe­
ciales existentes entre las mismas sus libros no reflejaran los
beneficios imponibles reales obtenidos en ese Estado. No hay
duda acerca de la oportunidad de autorizar dicho ajuste en ta­
les supuestos y el párrafo parece no requerir más comentarios.
Quizás convenga recordar que las disposiciones de este aparta­
do sólo son aplicables cuando se hayan convenido o impuesto
condiciones especiales entre las dos empresas. No será admisi­
ble la rectificación de la contabilidad de las empresas asociadas
si sus transacciones se han producido en condiciones de libre
mercado (concurrencia plena)".

Hemos traído a colación el comentario del Modelo OCDE ya


que de conformidad con los artículos 31 y 32 de la Convención
de Viena sobre el Derecho de los Tratados entre Estados y Or­
ganizaciones In tern acion ales o entre O rganizaciones

660
J o sé A n t o n io M a r t ín e z V a lery

Internaciones, adoptado en la ciudad de Viena, Austria, el 21


de marzo de 1986, en el caso de los modelos de Tratados los
comentarios son medios de interpretación complementarios
para confirmar el sentido resultante del tratado según el artí­
culo 31 de dicha convención.

Observemos la particularidad que acarrea la aplicación del


Artículo 9 del Tratado Venezuela-Francia: Al efectuar el Seniat
el reparo firme a la vinculada en Venezuela, procede la rectifi­
cación de la contabilidad de las empresas asociadas. Esto es, el
reparo firme fiscal autoriza a las vinculadas a rectificar su con­
tabilidad financiera, de manera que el gasto reparado sea ajus­
tado a los montos que hubieran ocurrido en una transacción
comercial o financiera Arm's length. La vinculada en Venezue­
la reducirá el monto del costo financiero o comercial en su con­
tabilidad y simultáneamente la vinculada Francesa aumentará
su costo si el diferencial del precio Arm's length es suficiente
para ello. Esto significa que en Venezuela aumentará el ingreso
gravable por la reducción del costo, mientras que en Francia, la
vinculada allá verá reducido su enriquecimiento neto gravable
por el aumento del costo resultante del ajuste de la partida co­
rrespondiente en la contabilidad. Pudiera pensarse que mate­
máticamente las contabilidades financieras de las vinculadas
quedarían equilibradas como consecuencia del permiso de ajus­
te contable concedido por el Artículo 9. Ahora bien, ¿cuál sería
el resultado del mismo caso si no mediare un Tratado entre los
dos países?. En nuestra opinión, si el Seniat repara un costo por
tratarse de operaciones que no respetan el principio Arm 's
length, la vinculada residente en otro país no amparada por un
Tratado no puede rectificar su contabilidad y en consecuencia,
en el supuesto que tratamos, salvo que lo permita su ley interna,
no podría reducir su enriquecimiento gravable por el aumento
del costo resultante del ajuste correspondiente en la contabili­
dad de la vinculada en el exterior.

Analicemos ahora nuestro caso desde un punto de vista dife­


rente. Supongamos que es el Fisco Francés quien repara a la
vinculada por razón de infracción del principio Arm's length.

661
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

Como resultado del reparo firme, el costo de la vinculada Fran­


cesa se reduce y se incrementa el enriquecimiento neto gravable,
por lo cual se incrementa el impuesto a pagar en Francia por la
vinculada Francesa. Como en virtud del Tratado procede el ajus­
te contable, la vinculada Venezolana transferirá a su contabili­
dad la totalidad o parte del costo que fue rechazado en Francia,
por lo cual su enriquecimiento neto gravable en Venezuela se
reducirá. Para ese momento seguramente el impuesto sobre la
renta de la vinculada Venezolana correspondiente a ese ejerci­
cio ya habrá sido pagado, por lo cual nace para ella el derecho a
compensar el crédito nacido post facto. Alternativamente, pue­
de pedir al Seniat el reintegro del impuesto pagado en exceso.

Observamos pues, que la posibilidad de rectificación conta­


ble que otorga el Tratado Venezuela-Francia es un verdadero
privilegio.

Años después, al concluir Venezuela el Tratado similar con


los Estados Unidos Mexicanos (G.O. 5.273 del viernes 6 de no­
viembre de 1998, Extraordinario) ambos países agregaron al
artículo 9 pertinente del Tratado el siguiente texto:

"Las disposiciones del parágrafo 2 (relativo a la


rectificación contable) no se aplicarán en caso de
fraude, culpa o negligencia."

Obviamente, la experiencia mundial demostró que el benefi­


cio de la rectificación contable se presta para obtener ventajas
derivadas del manejo de los precios de transferencia como re­
sultado de planificación fiscal fraudulenta, o por simple culpa o
negligencia. La restricción al beneficio de la rectificación conta­
ble no aplica para el Tratado aún vigente con la República Fran­
cesa y aún cuando participamos en la corriente de opinión de
que el beneficio de la corrección contable se pierde en caso de
fraude, no nos parece, en el caso de Francia, que el beneficio se
pierda en caso de culpa o negligencia. Las reglas de interpreta­
ción de los tratados contenidas en el Tratado Marco de Viena
no nos ayudan a alcanzar esa interpretación.

662
J o sé A n t o n io M a r t ín e z V a lery

Por su parte, en el Tratado entre Venezuela y la Confedera­


ción Suiza (G.O. del jueves 18 de diciembre de 1997, No. 5.192
Extraordinario) no sólo se incluyó en el pertinente artículo 9
sobre empresas asociadas (o vinculadas) la eliminación del be­
neficio de la corrección contable sólo en casos de dolo o fraude
fiscal, sino que se agregó el siguiente texto:

"Un Estado Contratante no gravará los beneficios


de una empresa en el caso descrito en el párrafo 1,
después de que venzan los límites de tiempo esta­
blecidos en su legislación interna y en todo caso,
después de que transcurran cinco años desde el
cierre del año en el cual los beneficios habrían
sido obtenidos por una empresa de ese Estado.

En este artículo del Tratado Venezuela-Suiza se consagra un


límite a la capacidad de cada Fisco de efectuar reparos por con­
cepto de precios de transferencia, remitiéndose a los lapsos de
caducidad o de prescripción contenidos en las leyes internas de
cada uno de los países. Además agrega un lapso de cinco años,
de caducidad en nuestro entender, contados desde el cierre del
ejercicio fiscal, a partir del cual ninguno de los dos fiscos podrá
reparar por concepto de precios de transferencia.

CONCLUSION ES

1. Los Tratados internacionales para evitar la evasión fiscal y la


doble tributación en materia de impuesto sobre la renta agre­
gan una dimensión que debe ser tomada en cuenta por el
Seniat al momento de efectuar un reparo por concepto de
precios de transferencia.

2. El reparo firme efectuado por el Seniat en Venezuela en ma­


teria de precios de transferencia puede conllevar consecuen­
cias para la vinculada y para fisco del otro país en razón del
ajuste contable y fiscal de signo contrario a las obtenidas en
Venezuela.

663
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

3. El Seniat puede recibir notificación de compensación de cré­


ditos o bien una solicitud de reintegro fiscal de las vinculadas
residentes en los países con los cuales Venezuela mantiene
una Tratado. Ello en virtud de un reparo firme ocurrido a la
vinculada en ese Estado contratante.

4. La rectificación contable del parágrafo 1 del artículo 9 (Em­


presas Asociadas, Modelo OCDE) de los Tratados suscritos
por Venezuela procede en los términos establecidos en cada
Tratado. Si el Seniat verificara que la rectificación contable
se efectuó por dolo o fraude, puede rechazarla, aún cuando
el Tratado no lo establezca. En otros casos, como negligencia
y culpa, deberá remitirse al texto de los respectivos Tratados.

5. En el caso de Suiza, debe recordar el Seniat que existe un


lapso de caducidad de cinco años, el cual corre a partir del
cierre del ejercicio correspondiente, aún cuando no hubiere
existido declaración del impuesto sobre la renta por parte de
la vinculada residente en Venezuela. La cláusula correspon­
diente del Tratado está redactada no sólo en beneficio del
contribuyente, sino de los dos fiscos, ya que si bien no habrá
reparo, tampoco habrá compensaciones o solicitudes de rein­
tegro de impuestos derivados de la rectificación contable y
así se protegen los presupuestos fiscales de ambos países.

6. La rectificación contable es un beneficio para las vinculadas


residentes en Venezuela que se deriva en nuestra opinión,
sólo de un Tratado para evitar la evasión y la doble
tributación.

7. En este estudio hemos obviado ex-profeso el tratamiento de


los establecimientos permanentes. Lo haremos en otra opor­
tunidad.

Caracas, 2 de agosto de 2003.

664
TRANSPARENCIA FISCAL
INTERNACIONAL

E m il io J . R o c h e *

El concepto de paraíso fiscal no es una novedad. Los paraí­


sos fiscales nacieron conjuntamente con los impuestos. En la
antigua Grecia, los comerciantes hacían un desvío de veinte
millas para dejar sus mercancías en las islas vecinas a Atenas y
evitar así el impuesto del 2% que debía pagarse a esa ciudad por
las importaciones y exportaciones. En la Edad Media, como in­
centivo para atraer negociantes a la ciudad de Londres, quienes
se instalaran en ella estaban exonerados de todo impuesto. Du­
rante los siglos XVII y XVIII existieron lugares como Flandes,
donde existía un mínimo de restricciones para el comercio en
sus puertos. Los mercaderes ingleses prefirieron vender lana en
Bélgica y no en Inglaterra donde pagaban impuestos cuantio­
sos. Holanda, durante los siglos XVI y XVII, estableció un míni­
mo de impuestos para las operaciones que se realizaban en su
territorio. En 1721, las colonias americanas desviaron su comer­
cio hacia América Latina para no pagar impuestos a Inglaterra.
Hoy los paraísos fiscales se desarrollan gracias a la presencia de
los bancos internacionales, por una parte y, por la otra, a la
existencia de sociedades internacionales que buscan abrir ope­
raciones en función de la fiscalidad de un territorio.

Ante la proliferación de paraísos fiscales se adoptan medi­


das clásicas para que cada jurisdicción grave las utilidades que
le corresponden. Por ello, se adoptan medidas de transparencia

* Abogado. Profesor de post-grado en Derecho Tributario en la Universidad


Central de Venezuela. Profesor de post-grado en el program a avanzado
de Gerencia en la Universidad M etropolitana. Socio internacional del
escritorio Baker & Mckenzie.

665
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

fiscal internacional, transferencia de precios y una red de trata­


dos internacionales. El uso de paraísos fiscales tiene impacto
tanto en el contribuyente que los usa como en el país de donde
proviene el capital.

Existen tantas definiciones de paraísos fiscales como paraí­


sos fiscales existen. La definición de paraíso fiscal depende, en­
tonces, de los criterios que den ventajas o desventajas a quien
los utilice. El primer antecedente legislativo sobre la determina­
ción de países considerados como jurisdicciones de baja imposi­
ción fiscal se encuentra en Alemania, que en 1972 recopiló en
una lista a los países considerados como jurisdicciones de baja
imposición fiscal. Esta lista solamente incluía jurisdicciones de
baja imposición fiscal para personas físicas y no para compa­
ñías. Alemania fue también el primer país en generar datos so­
bre los países de baja imposición fiscal preferidos por sus ciuda­
danos. Los primeros eran Suiza y Liechtenstein. Luxemburgo
ocupaba el tercer lugar, seguido de Panamá, Bahamas y las
Antillas Holandesas. Esta política alemana la siguen luego Aus­
tralia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Japón y los Esta­
dos Unidos. Todos estos países han producido sus propias listas
de países considerados como paraísos fiscales. En los Estados
Unidos de América, la definición de paraíso fiscal se basa en
estas listas de jurisdicciones de baja imposición. En abril de 1981,
aparece el Reporte Gordon y en noviembre del mismo año apa­
rece el reporte Roscoe. En ambos casos, agentes fiscales, por
encargo del Senado de Estados Unidos, prepararon listas de
países que deberían considerarse paraísos fiscales, agrupados
por regiones. En la región del Caribe, Antigua, Bahamas e Islas
Vírgenes. En Europa, Austria e Isla de Man. En África, Liberia.
En el Extremo Oriente, Hong Kong y Singapur. Las listas de
Estados Unidos han llegado a tal extremo, que cada departa­
mento del gobierno tiene la suya. Por otra parte, la condición de
paraíso fiscal cambia aceleradamente según los cambios políti­
cos y legislativos. Nos preguntamos, por ejemplo, si Hong Kong
seguirá siendo considerado un paraíso bajo jurisdicción china.
El Líbano, la Suiza del Medio Oriente, con su guerra civil perdió
la condición de paraíso fiscal a favor de Chipre. En conclusión,

666
E m il io J . R o c h e

como los paraísos fiscales dependen de las ventajas o desventa­


jas que proporcionen a quienes los utilicen, por una parte y, por
la otra, la condición de paraíso fiscal puede cambiar en el tiem­
po según los cambios políticos y legislativos de la jurisdicción en
que se encuentran, es difícil llegar a una definición de paraíso
fiscal. No obstante, existen características comunes en las juris­
dicciones consideradas como paraísos fiscales, tales como:

1) Tasas de Imposición Especiales, Reducidas o Nulas


En Bahamas, Islas Bermudas, Islas Caimán, Islas Turcas y
Caicos no hay impuesto al patrimonio. Panamá y Costa Rica
no gravan las ganancias de fuente extranjera. En estos casos,
la ausencia de impuesto sobre la renta se debe a la política de
la jurisdicción para incentivar las actividades bancarias ex­
tranjeras y los fideicomisos. Otros países imponen tasas de
imposición reducidas para ciertos enriquecimientos. Las An­
tillas Holandesas, por ejemplo, ofrecen tasas de imposición
especiales para compañías holding. La combinación de este
sistema de imposición y el convenio para evitar la doble
tributación entre Holanda y los Estados Unidos de América
(extensible a las Antillas Holandesas), hace de estas islas una
jurisdicción particularmente atractiva para constituir una
compañía holding. Jurisdicciones como Panamá y Liberia tie­
nen tratamientos especiales favorables para las compañías
de navegación que se constituyan en ellas. De igual manera,
Barbados tiene tratamientos especiales para las sociedades
financieras internacionales que se constituyan en ese país.

2) Secreto Comercial y Bancario


Aunque Suiza tiene tasas de imposición relativamente altas,
su secreto bancario le otorga la cualidad de paraíso fiscal. El
secreto comercial y bancario consiste en la protección de la
confidencialidad de las informaciones comerciales y finan­
cieras. Protege la identidad de los verdaderos propietarios de
las sociedades que poseen las inversiones. La violación del
secreto comercial y bancario en esas jurisdicciones constitui­
ría un ilícito civil o penal. Suiza instituyó el secreto bancario
en 1934, cuando Hitler ascendió al poder en Alemania. La

667
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

ley suiza impedía revelar la identidad de los clientes con cuen­


tas en ese país. Desde entonces, muchos países, como por
ejemplo Luxemburgo y Liechstenstein, adquirieron millares
de cuentas secretas. La revelación del secreto bancario sola­
mente puede ser ordenada por un tribunal y únicamente en
caso de un procedimiento penal. En Suiza, por ejemplo, la
evasión fiscal no es un delito, salvo que exista falsificación de
documentos. Así pues, un paraíso fiscal también puede ser
un país que ofrezca confidencialidad a los inversionistas y
les permita la acumulación de riqueza. Por definición, la vas­
ta mayoría de los paraísos fiscales ofrecen una garantía mí­
nima de confidencialidad a las personas que efectúan tran­
sacciones comerciales.

3) Un Mínimo de Estabilidad Política y Económica


Es difícil precisar la estabilidad política de un país en un mo­
mento dado. Evaluar los riesgos políticos y económicos del
futuro es importante en la elección de una jurisdicción como
paraíso fiscal. La estabilidad política implica que el riesgo de
perder los capitales invertidos en esa jurisdicción sea míni­
mo. El atractivo de Suiza, por ejemplo, se explica no sola­
mente por el secreto bancario sino también por su gran esta­
bilidad política. Otro factor que se toma en cuenta es la
posibilidad de transferir fondos rápidamente de un país a
otro sin la liquidación de la sociedad de que se trate. Esto nos
lleva a la cuarta característica de un paraíso fiscal, que es la
ausencia de controles de cambio.

4) Ausencia de Controles de Cambio


Generalmente, una jurisdicción considerada como paraíso fis­
cal tiene un doble sistema de control de cambio que distingue
a las personas residentes de las no residentes y a las divisas
extranjeras de la moneda nacional. La regla general sería que
los residentes están sujetos a controles de cambio pero no así
los no residentes. Como consecuencia de ello, un extranjero
puede constituir una sociedad en ese país para conducir ne­
gocios fuera de él. Los paraísos fiscales generalmente permi­
ten que su moneda sea de fácil convertibilidad. Hoy en día,

668
E m il io J . R o c h e

la moneda de la mayoría de los paraísos fiscales se puede


convertir fácilmente en libras esterlinas o en dólares de los
Estados Unidos de América. En Liberia, por ejemplo, el dólar
de los Estados Unidos circula como moneda de curso legal al
igual que la moneda liberiana.

5) Una Infraestructura Desarrollada


Un paraíso fiscal será más atractivo si está dotado de medios
de comunicación modernos y de un mínimo de estructura
social. Las Islas Caimán son de fácil acceso, tienen dos vuelos
diarios desde Miami, además un servicio telefónico excelen­
te, cuyos números pueden marcarse en los Estados Unidos
de América, Canadá e Inglaterra como números locales. Un
paraíso fiscal dispone de los más modernos medios de teleco­
municaciones con el fin de permitir contactos inmediatos para
la realización de las operaciones financieras. En los paraísos
fiscales que se utilizan como centro de distribución de mer­
cancías son importantes factores como la situación geográfica
adecuada, la rapidez del transporte, la posibilidad de almace­
naje de mercancías. En estos casos se piensa en Panamá y en
Hong Kong, que son jurisdicciones bien situadas y que ofrecen
una gran comodidad de transporte y comunicaciones.

6) Autopromocidn
Los paraísos fiscales deben promocionarse. Obviamente, para
que exista un paraíso fiscal tiene que darse a conocer.

I. OBJETIVOS DEL RÉGIMEN DE TRANSPARENCIA FIS­


CAL INTERNACIONAL

A partir del I o de enero de 2001, las siguientes personas es­


tán obligadas a computar sus rentas mundiales: (i) todas las
personas naturales y jurídicas domiciliadas en Venezuela; (ii)
las personas naturales y jurídicas no residentes o no domicilia­
das en el país que tengan establecimiento permanente o base
fija en el país, siempre y cuando dichas rentas sean atribuidas al

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establecimiento permanente o base fija ubicada en Venezuela.


Por el contrario, las personas naturales extranjeras no residen­
tes o no domiciliadas y las personas jurídicas no domiciliadas
en Venezuela sin establecimiento permanente en el país, tribu­
tarán únicamente por las rentas territoriales.

El sistema de impuesto sobre la renta venezolano, entonces,


está constituido por tres elementos fundamentales. El primero,
que comprende la renta operativa del contribuyente derivada
de sus actividades efectivas en el país, menos los costos y gastos
efectiva o presuntamente incurridos en Venezuela y devengados
durante el ejercicio fiscal de que se trate. El segundo elemento,
que se impone a la renta operativa real y que básicamente es
una ficción creada por la ley, proviene de los ajustes por infla­
ción de los activos y pasivos venezolanos no monetarios del con­
tribuyente. Este sistema de ajuste por inflación tiene el efecto de
aumentar o disminuir la renta neta operativa. Y un tercer ele­
mento, que comprende la renta operativa del contribuyente de­
rivada de sus actividades extraterritoriales, menos los costos y
gastos incurridos fuera del país, devengados durante el ejerci­
cio fiscal de que se trate. La combinación de estos tres elementos
dará la renta del contribuyente, a la cual le serán aplicables las
tarifas de impuesto que correspondan. Del impuesto sobre la
renta resultante se restarán las rebajas de impuesto aplicables y
el impuesto sobre la renta pagado por el contribuyente en el
extranjero, siempre que dicho impuesto no exceda de la alícuo­
ta máxima del impuesto venezolano (34%).

El Código Orgánico Tributario ("COT") contiene las normas


relacionadas con el domicilio de las personas naturales y jurídi­
cas en Venezuela.

Para las personas naturales:

1. Cualquier persona, independientemente de su nacionalidad,


es considerada domiciliada en Venezuela si ha permanecido
en el país por más de 183 días en un año calendario;

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E m il io J . R o c h e

2. Cualquier persona, independientemente de su nacionalidad,


que ha permanecido en Venezuela por más de 183 días en
un año calendario es considerada domiciliada en el siguiente
año calendario, independientemente del número de días que
permanezca en el país en ese año;

3. Cualquier persona, independientemente de su nacionalidad,


es considerada domiciliada en Venezuela si tiene una resi­
dencia o habitación en el país, a menos que pueda evidenciar
que en el año en cuestión ha permanecido en el extranjero
por más de 183 días y pueda probar que es residente fiscal en
ese otro país mediante la presentación de un certificado de
residencia tributaria en el extranjero;

4. Cualquier persona de nacionalidad venezolana se presume


domiciliada en Venezuela con independencia de su presen­
cia física en el país o de su casa de habitación en el país, salvo
prueba en contrario. Aunque el COT nada dice a este respec­
to, es muy probable que la prueba en contrario consista en la
presentación de un certificado de residencia en el extranjero
emitido por las autoridades de ese país; y

5. Cualquier persona de nacionalidad venezolana que desem­


peñe en el exterior funciones de representación o cargos ofi­
ciales de la República, los estados o los municipios y que per­
ciba remuneración de cualquiera de estos entes públicos, se
considera domiciliada.

Se considera como domicilio de las personas naturales en Ve­


nezuela: (i) el lugar donde desarrollen sus actividades civiles o
comerciales; (ii) el lugar de su residencia, para las personas que
estén bajo relación de dependencia o que no tengan actividad
comercial o civil como independientes o, si la tienen, cuando no
se conozca el lugar donde desarrollen dichas actividades; (iv) el
lugar (en Venezuela) donde ocurra el hecho imponible, en caso
de no aplicarse las reglas anteriores; y (v) el que elija la Adminis­
tración Tributaria, en caso de que exista más de un domicilio o
sea imposible determinarlo conforme a las reglas anteriores.

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6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

Para las personas jurídicas:

Se considera como domicilio de las personas jurídicas consti­


tuidas o domiciliadas en el país: (i) el lugar de su dirección o ad­
ministración efectiva; (ii) el lugar donde se encuentre el centro
principal de su actividad, si no se conoce el de su dirección o
administración efectiva; (iii) el lugar donde ocurra el hecho
imponible, si no pueden aplicarse las reglas anteriores; y (iv) el
que elija la Administración Tributaria, si existe más de un domi­
cilio o es imposible determinarlo conforme a las reglas anteriores.

El COT considera que las compañías extranjeras que tienen


un establecimiento permanente en el país, pero no están domi­
ciliadas de conformidad con el Código de Comercio, son no
domiciliadas. Se resuelve así el problema creado por el COT de
1994 que consideraba que una persona jurídica constituida en
el exterior estaba domiciliada en Venezuela, aunque no se hu­
biera domiciliado de conformidad con el Código de Comercio,
si mantenía un establecimiento permanente en Venezuela, lo
que conducía al absurdo de que una compañía con estableci­
miento permanente en Venezuela tuviese que reportar sus ren­
tas mundiales y no solo las atribuibles a ese establecimiento.

En el caso de personas domiciliadas en el extranjero, el COT


señala que la Administración Tributaria podrá practicar sus ac­
tuaciones (i) en el domicilio del representante en el país (que se
determina según las reglas mencionadas anteriormente); y (ii) si
no tienen representante, en el lugar de Venezuela donde desa­
rrollen sus actividades, negocios o explotación o donde se en­
cuentre ubicado su establecimiento permanente o base fija.

Si una persona natural domiciliada en Venezuela es propie­


taria directa o indirecta de las acciones de una compañía cons­
tituida en el exterior que no tenga un establecimiento perma­
nente en Venezuela, las rentas provenientes de sus inversiones
en el extranjero no deberían reportarse como rentas mundiales
a los efectos del impuesto sobre la renta venezolano. De esta
manera, aunque la compañía extranjera sea el alter ego de la
persona domiciliada en Venezuela, los ingresos, costos y gastos

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E m ilio J . R o c h e

extraterritoriales de la compañía extranjera no deberían repor­


tarse a los efectos del impuesto venezolano. La anterior afirma­
ción sería cierta sólo en ausencia de normas sobre transparen­
cia fiscal internacional.

Conforme a las normas de transparencia fiscal internacio­


nal, las personas obligadas a reportar sus rentas mundiales a los
efectos de la Ley de Impuesto sobre la Renta venezolana, que
posean inversiones en entidades ubicadas en jurisdicciones con­
sideradas de baja imposición (acciones, bienes, cuentas banca­
das, entre otros), deberán reportar los ingresos, costos y gastos
extraterritoriales de dichas entidades como si fuesen propios.
En otras palabras, la ley considera que las entidades ubicadas
en jurisdicciones de baja imposición no existen o son transpa­
rentes y, como consecuencia de ello, el inversionista domicilia­
do en Venezuela o no domiciliado con establecimiento perma­
nente o base fija en el país, deberá reportar los ingresos, costos y
gastos de la entidad aunque no se hayan repartido utilidades.
De esta manera, queda claro que los objetivos del régimen de
transparencia fiscal internacional son: (i) mejorar la aplicación
del principio de renta mundial, permitiendo gravar en cabeza
del contribuyente venezolano las rentas obtenidas por la enti­
dad extranjera que no hayan sido gravadas en el exterior o que
hayan sido gravadas con tarifas menores del 34%; (ii) evitar el
diferimiento del pago de impuesto sobre la renta en Venezuela,
desincentivando el diferimiento de pago de dividendos de la
entidad extranjera al contribuyente venezolano. En otras pala­
bras, el gravamen en Venezuela ocurriría a pesar de que el in­
versionista que tiene el poder para distribuir utilidades en la
entidad extranjera, no las distribuya. En este caso, aunque el
inversionista no reciba dividendos (y, por lo tanto, no se cause
el impuesto del 34% sobre los dividendos), como la entidad se
considera transparente, el contribuyente venezolano debería
reportar sus ingresos, costos y gastos, y la renta extraterritorial
sería gravable con el impuesto venezolano. Claro está, si esa
renta produjo un impuesto sobre la renta en el extranjero, éste
podrá restarse del impuesto venezolano, siempre que no exceda
de la alícuota máxima del 34%.

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60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

II. RESULTADO DE LA APLICACIÓN DE LAS


NORMAS DE TRANSPARENCIA FISCAL
INTERNACIONAL

Como el régimen sobre renta mundial entró en vigencia el


I o de enero de 2001, el régimen sobre transparencia fiscal in­
ternacional entró en vigencia en esa misma fecha. La norma
rectora en materia de transparencia fiscal internacional en la
Ley de Impuesto sobre la Renta venezolana prevé que un con­
tribuyente obligado a reportar sus rentas mundiales que po­
sea, directa o indirectamente o a través de interpuesta perso­
na, una inversión (una sucursal, una persona jurídica, un bien
mueble o inmueble, una cuenta bancaria o de inversión, un
fideicomiso, una cuenta en participación, un fondo de inver­
siones) en una entidad constituida o creada en una jurisdic­
ción de baja imposición, debe reportar los enriquecimientos de
la entidad con base en lo devengado, con independencia del
decreto o reparto de utilidades, siempre que el contribuyente
tenga poder para decidir cuándo se reparten utilidades o el
control gerencial de la entidad. Este control gerencial se pre­
sume, salvo prueba en contrario.

Tal como mencionamos anteriormente, el objetivo del siste­


ma de transparencia fiscal internacional consiste básicamente
en mejorar el sistema de tributación sobre renta mundial. Así,
una entidad constituida en una jurisdicción de baja imposición
es considerada transparente a los efectos fiscales venezolanos y
su alter ego (el contribuyente venezolano que está obligado a
reportar sus rentas mundiales) deberá reportar los ingresos, cos­
tos y gastos extraterritoriales de la entidad como si fuesen pro­
pios. Como, generalmente, las rentas obtenidas por esas entida­
des no son gravadas, el resultado final de la aplicación de esta
norma sería que las rentas extraterritoriales de la entidad ex­
tranjera serían gravadas con el impuesto venezolano, con inde­
pendencia del decreto de reparto de utilidades.

La regla anterior no se aplica si el 50% de los activos que


producen ingresos en la entidad ubicada en una jurisdicción de

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E m il io J . R o c h e

baja imposición lo constituyen activos fijos en producción y,


además, si menos del 20% de los ingresos que obtenga la enti­
dad provienen de rentas muertas (regalías, dividendos, arren­
damientos, intereses, precio de venta de bienes muebles o
inmuebles). En la medida en que la entidad desarrolle una acti­
vidad comercial o industrial en la jurisdicción extranjera, no se
aplicarán las normas sobre transparencia fiscal internacional.
En otras palabras, el sistema de transparencia fiscal internacio­
nal está orientado a evitar que se realicen inversiones que gene­
ren rentas pasivas al contribuyente y que no sean gravadas en
dichas jurisdicciones.

La Ley de Impuesto sobre la Renta venezolana contempla un


sistema de presunciones. Un primer grupo que presume la ubi­
cación de la inversión en una jurisdicción de baja imposición.
Así, las cuentas o inversiones en instituciones ubicadas en una
jurisdicción de baja imposición; el domicilio o un apartado en
dicha jurisdicción; la sede, dirección o administración efectiva o
un establecimiento permanente en la jurisdicción de baja impo­
sición; la constitución de la entidad, la presencia física o la cele­
bración, regulación o perfeccionamiento de un negocio jurídico
de conformidad con la legislación de la jurisdicción de baja im­
posición, hacen presumir la existencia de la ubicación de una
inversión en la jurisdicción de baja imposición. Esta presunción
no admite prueba en contrario. Es importante que el reglamen­
to de la Ley de Impuesto sobre la Renta que se dicte señale el
alcance de esta presunción. De lo contrario, la norma es inde­
terminada, no define el hecho imponible y será de muy difícil
aplicación. Esta norma es copia de la ley mexicana en la cual no
reportar una inversión en una jurisdicción de baja imposición
constituye un delito tributario. Esta no es la misma situación en
Venezuela, como señalaremos más adelante.

Un segundo grupo de presunciones son las que presumen


una inversión del contribuyente aunque esté realizada por otra
persona. Así, se presume que son inversiones del contribuyente
las cuentas abiertas en instituciones financieras ubicadas en ju­
risdicciones de baja imposición propiedad del cónyuge o la per­

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60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

sona con la que vive en concubinato, sus ascendientes o descen­


dientes en línea recta o su apoderado. También cuando los as­
cendientes o descendientes o los apoderados del contribuyente
estén autorizados para firmar u ordenar transferencias. Quere­
mos hacer notar que esta presunción no admite prueba en con­
trario y, a nuestro parecer, podría violar el derecho a la defensa
y, por lo tanto, constituir una norma inconstitucional. Aunque
sólo se aplica a cuentas abiertas en instituciones financieras si­
tuadas en jurisdicciones de baja imposición, no parece lógico
que el cónyuge o la persona con quien el contribuyente viva en
concubinato, o sus ascendientes o descendientes o apoderados,
no puedan probar que se trata de cuentas propias en las cuales
el contribuyente no tiene ningún interés. Obviamente, esta pre­
sunción debería permitir la prueba en contrario.

Un tercer grupo de presunciones consiste en que las transfe­


rencias hechas a cuentas de depósitos, ahorros, inversiones o
similares en instituciones financieras ubicadas en jurisdicciones
de baja imposición son transferencias hechas a cuentas cuyo
titular es el contribuyente. Esta presunción sí admite prueba en
contrario. Todo este régimen de presunciones tiene su antece­
dente en la ley mexicana de 1995 y sólo tiene sentido si el contri­
buyente tiene la obligación de reportar las inversiones en enti­
dades ubicadas en jurisdicciones de baja imposición, aun cuando
no reciba ingresos de dichas entidades. Como este no es el caso
de la ley venezolana, este régimen de presunciones tiene un va­
lor relativo.

III. REGLAS DE ATRIBUCIÓN DE IN G RESO S,


COSTO S Y GASTOS

Todo ingreso producido por una entidad ubicada en una


jurisdicción de baja imposición debe tratarse como ingreso del
contribuyente venezolano sobre la base de lo devengado por
éste en su ejercicio fiscal, siempre y cuando ese ingreso no haya
sido gravado previamente en Venezuela. Cualquier ingreso per­
cibido por una entidad ubicada en una jurisdicción de baja

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imposición se presume ingreso de la entidad, salvo prueba en


contrario.

Si un contribuyente venezolano es propietario de acciones


en una compañía ubicada en una jurisdicción de baja imposi­
ción, los ingresos de esa compañía serán considerados ingresos
del contribuyente en el ejercicio fiscal en que fueron devengados
por ella, aun cuando no se hubiesen repartido. Los costos y gas­
tos incurridos por la entidad ubicada en la jurisdicción de baja
imposición pueden ser deducidos por el contribuyente venezo­
lano de sus ingresos extraterritoriales, solo si ha presentado la
declaración informativa de inversiones realizadas o manteni­
das en jurisdicciones de baja imposición junto con los estados
de cuenta que respalden dichas inversiones. Además, los libros
y registros de la entidad ubicada en una jurisdicción de baja
imposición deben estar a disposición de la Administración, a la
cual deberá suministrársele toda la información que solicite.

Mediante Providencia Administrativa de fecha 19 de marzo


de 2001, publicada en la Gaceta Oficial N° 37.168 del 28 de
marzo de 2001, la Administración Tributaria estableció por pri­
mera vez la lista de jurisdicciones de baja imposición con el fin
de aplicar las reglas de transparencia fiscal internacional pre­
vistas en la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1999. Mediante
Providencia Administrativa de fecha 13 de enero de 2003, pu­
blicada en Gaceta Oficial N° 37.610 del 15 de enero de 2003
("Providencia"), la Administración Tributaria modificó la pro­
videncia anterior eliminando algunas jurisdicciones e incluyen­
do nuevas disposiciones. Según el artículo 1 de la Providencia,
una jurisdicción será calificada como de baja imposición fiscal
cuando la tributación por concepto de impuesto sobre la renta
sea nula (alícuota 0) o hasta una alícuota igual al 20%. Para
tales efectos, será considerada la legislación tributaria del referi­
do país aplicable a las personas naturales o a las personas jurí­
dicas, atendiendo a la naturaleza de la entidad con la cual haya
sido realizada la operación.

La prueba debe aplicarse a cada operación específica entre


un contribuyente venezolano y una entidad creada conforme a

677
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

una ley extranjera. Este es el núcleo del artículo 101 de la Ley de


Impuesto sobre la Renta que debe tenerse en cuenta para la in­
terpretación del artículo 1 de la Providencia. Así, en nuestra
opinión, la segunda oración del artículo 1 de la Providencia se
refiere a la naturaleza de la entidad con la que se hace la opera­
ción que se analiza. No creemos que el análisis vaya más allá de
ello. Los conceptos de residencia fiscal y de compañías transpa­
rentes son, esencialmente, conceptos que se usan en los conve­
nios internacionales y no en las legislaciones internas de cada
país. Por esta razón, no creemos que a los efectos de la aplicación
del artículo 1 de la Providencia pueda considerarse una jurisdic­
ción distinta de la jurisdicción de constitución de la entidad.

Aplicando la prueba del artículo 1 de la Providencia, es la


naturaleza específica de la entidad que realiza la operación con
el contribuyente venezolano la que debe tomarse en cuenta.
Entonces, si una compañía se constituye conforme a las leyes
corporativas del estado de constitución, habría que preguntarse
simplemente si esa compañía está gravada con una tarifa ma­
yor del 20%. La tasa efectiva que se aplique a la entidad es total­
mente irrelevante para la aplicación de la prueba del artículo 1
de la Providencia. Así, si la jurisdicción en cuestión grava a las
compañías sobre base territorial, el hecho de que la compañía
analizada no pague impuesto por operaciones extraterritoriales
es totalmente irrelevante. Este caso debería distinguirse de aquel
en el cual la jurisdicción en cuestión permite constituir compa­
ñías bajo normas especiales para realizar negocios fuera de esa
jurisdicción y las somete a imposición a tasas menores del 20%.
Una compañía así constituida debería considerase una entidad
transparente a los efectos de la legislación fiscal venezolana. Otro
ejemplo podría ser una sociedad de personas constituida de con­
formidad con las leyes de una jurisdicción en la cual el enrique­
cimiento de la sociedad de personas es gravado en cabeza de
sus socios. En este caso, para poder aplicar la prueba del artícu­
lo 1, debe considerarse la tarifa aplicable a los socios en la juris­
dicción en la cual se constituyó la sociedad (y no la tarifa de la
jurisdicción en la cual estén domiciliados los socios), sin tomar
en cuenta el hecho de que la sociedad de personas efectivamen­

678
E m il io J . R o c h e

te haya tenido enriquecimiento neto gravable en el ejercicio fis­


cal en cuestión. Si, por ejemplo, todos los socios de una sociedad
son personas extranjeras y la jurisdicción en la cual la sociedad
fue constituida no grava a los socios extranjeros, sin tomar en
cuenta la fuente del enriquecimiento neto de la sociedad, la so­
ciedad debería considerarse constituida en una jurisdicción de
baja imposición. Por otra parte, si la jurisdicción grava a los
socios extranjeros, sean estos personas naturales o jurídicas, a
una tasa mayor del 20%, pero el gravamen se hace sobre base
territorial, la sociedad no estaría constituida en una jurisdicción
de baja imposición, aun cuando los socios no estén sujetos a
gravamen en el ejercicio fiscal en cuestión por todo el enriqueci­
miento de la sociedad.

La lista de jurisdicciones de baja imposición fiscal que apare­


ce en la Providencia es la siguiente:

Anguila, Antigua y Bermuda, Archipiélago de Svalbard,


Aruba, Ascensión, Belice, Bermudas, Brunei, Campione D'Italia,
Commonwealth de Dominica, Commonwealth de las Bahamas,
Emiratos Árabes Unidos, Estado de Bahrein, Estado de Kuwait,
Estado de Qatar, Estado Independiente de Samoa Occidental,
Estado Libre Asociado de Puerto Rico, Gibraltar, Gran Ducado
de Luxemburgo, Granada, Groenlandia, Guam, Hong Kong,
Islas Caimán, Isla de Christmas, Isla de Norfolk, Isla de San Pe­
dro y Miguelón, Isla de Man, Isla Qeshm, Islas Cook, Islas de
Cocos o Kelling; Islas de Guernesey, Jersey, Alderney, Isla Great
Sark, Herm, Little Sark, Brechou, Jethou Lihou (Islas del Canal);
Islas Malvinas, Islas Pacífico, Islas Salomón, Islas Turcas y Caicos,
Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de Estados Unidos de
América, Kiribati, Labuán, Macao, Malta, Montserrat, Nevis,
Niue, Patau, Pitcairn, Polinesia Francesa, Principado de Ando­
rra, Principado de Liechtenstein, Principado de Monaco, Reino
de Swazilandia, Reino Hachemita de Jordania, República Do­
minicana, República de Gabón, República del Líbano, Repúbli­
ca de Albania, República de Angola, República de Cabo Verde,
República de Chipre, República de Djibouti, República de
Guyana, República de Honduras, República de las Islas Marshall,

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60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

República de Liberia, República de Mauricio, República de


Nauru, República de Panamá, República de Seychelles, Repú­
blica de Túnez, República de Vanuatu, República del Yemen,
República Oriental del Uruguay, República Socialista Democrá­
tica de Sri Lanka, Samoa Americana, San Cristóbal y Nevis, San
Vicente y las Granadinas, Santa Elena, Serenísima República de
San Marino, Sultanía de Omán, Tokelau, Tristán da Cunha,
Tuvalu, Zona Especial Canaria y Zona Libre Ostrava.

Es interesante mencionar que algunos países que aún tienen


el sistema territorial no están incluidos en la lista, como por ejem­
plo, Jamaica, Reino de Marruecos, República de Bolivia, Repú­
blica de Camerún, República de Costa de Marfil, República de
El Salvador, República de Guatemala, República de Guinea,
República de Lituania, República de Namibia, República de Ni­
caragua, República de Sudáfrica, República de Zaire, Repúbli­
ca de Zimbabwe, República del Paraguay y República del
Senegal.

Un tema de gran relevancia sería la interrelación entre las


normas sobre transparencia fiscal internacional y los convenios
de doble tributación. En otras palabras, si pueden incluirse en
las listas de jurisdicciones de baja imposición países que estén
protegidos por tratados de doble tributación. Esta cuestión, sin
duda, constituye un problema de difícil resolución. Como en el
ordenamiento jurídico venezolano los tratados internacionales
prevalecen sobre la ley interna, desconocer en la ley interna una
entidad ubicada en una jurisdicción con la cual Venezuela haya
suscrito un tratado de doble tributación sería inválido. Esta se­
ría la regla general. De manera que sería necesario revisar los
convenios de doble tributación suscritos por Venezuela y deter­
minar cuáles reconocen las normas de transparencia fiscal in­
ternacional adoptadas por la ley interna y cómo se evita la do­
ble tributación en esos casos específicos. La Providencia, como
se señala más adelante, dispone que los países con los cuales
Venezuela ha suscrito tratados internacionales con cláusula de
intercambio de información, no deben considerarse jurisdiccio­
nes de baja imposición.

680
E m ilio J. R o c h e

La doctrina internacional se encuentra dividida respecto a la


posibilidad de aplicar normas sobre transparencia fiscal inter­
nacional en el contexto de un convenio para evitar la doble
tributación. Una porción mayoritaria se pronuncia favorable­
mente, invocando las razones siguientes: (i) los convenios no
entran a regular la tributación de los sujetos pasivos en su país
de residencia, salvo la acreditación de impuestos pagados en el
otro país, por lo que los Estados no se ven limitados a gravar las
rentas imputadas mediante el régimen de transparencia; (ii) uno
de los objetivos de los convenios es, precisamente, evitar la eva­
sión fiscal, por lo que sería paradójico que mediante su invoca­
ción se permitiera rechazar la aplicación de normas antievasivas;
(iii) la OCDE, a través de los comentarios oficiales a su Modelo
de Convenio, se ha pronunciado favorablemente respecto a la
aplicación de las normas sobre transparencia fiscal internacio­
nal en el contexto de los convenios. Otra parte de la doctrina
considera que la legislación sobre transparencia fiscal interna­
cional es incompatible con los convenios por las razones siguien­
tes: (i) el mecanismo para evitar la doble tributación debe ser el
previsto en el convenio y no en la ley interna, que podrían no
coincidir tratándose de la normativa sobre transparencia fiscal
internacional; (ii) las normas sobre disponibilidad previstas en
el convenio normalmente entran en conflicto con las normas de
devengo previstas en el régimen de transparencia fiscal interna­
cional, por lo que deben prevalecer las primeras; (iii) cuando los
Estados quieren que las normas internas sobre transparencia
prevalezcan sobre los convenios, lo disponen expresamente en
los mismos convenios. Ejemplo de ello sería el caso del Conve­
nio para Evitar la Doble Tributación suscrito entre Venezuela y
Francia, en el cual se prevé la aplicación preferente de las nor­
mas sobre transparencia (NOT, Nicolás. French CFC rules held
incompatible with OECD Model Tax Convention, Tax Planning
International Journal, April, 2000; IFA, How domestic anti-
avoidance rules affect double taxation conventions, Seminar
Series, Vol. 19c, 1994; GORDILLO, Miguel et al. El Impuesto
sobre la Renta. Comentarios a la ley 40/19998 y a su Reglamen-
tq, Marcial Pons, 1999, Pág. 525). Esta última posición la acoge
la Providencia en su artículo 3, cuando señala que los países o

681
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

territorios con los cuales la República Bolivariana de Venezuela


celebre convenios para evitar la doble tributación internacional
que contengan cláusulas de intercambio de información de apli­
cación efectiva, no serán considerados como jurisdicciones de
baja imposición fiscal a los fines de la aplicación de la Ley de
Impuesto sobre la Renta. Si algunos de estos países no propor­
cionan la información que les sea solicitada con base en la cláu­
sula de información del respectivo convenio, serán considera­
dos como jurisdicciones de baja imposición.

La intemacionalización de la economía y la proliferación de


instituciones financieras internacionales han incentivado el uso
de jurisdicciones de baja imposición tanto por personas jurídi­
cas como por personas naturales. Para lograr una mejor aplica­
ción del sistema de renta mundial y, con ello, transparencia en
la realización de las operaciones internacionales de un contri­
buyente, Venezuela ha celebrado convenios para evitar la doble
tributación. Con relación a los países que no han participado en
la celebración de dichos convenios, se incorpora a la ley venezo­
lana el sistema sobre transparencia fiscal internacional, adop­
tando normas aplicables a contribuyentes que posean, directa o
indirectamente, inversiones en países considerados de baja im­
posición fiscal.

Estos son los primeros pasos en esta materia. Estamos segu­


ros de que esta legislación será perfeccionada y se ampliarán los
supuestos de hecho que determinan su aplicación.

BIBLIOGRAFÍA

Bettinger Barrios, Herbert, "Paraísos fiscales: aspectos generales que los


contribuyentes deben conocer sobre paraísos fiscales ubicados en
jurisdicción de baja imposición tributaria". 4. Ed. México: Edicio­
nes Fiscales ISEF, 1999. Pág. 234.

682
E m ilio J. R o c h e

Cruz Padial, Ignacio, "Transparencia fiscal internacional: régimen gene­


ral e interrelación con los convenios de doble imposición" .Valencia,
España: Tirant lo Blanch, 2000. Pág. 174.
Leservoisier, Laurent, "Les paradis fiscaux".2. Ed. Paris: Presses
Universitaires de France, 1990. Pág. 127.
"Paradis fiscaux et opérations internationales: pays et zones à fiscalité
privilégiée mesures anti-évasion". Paris: Editions Francis Lefebvre,
1999. Pág. 503
Sánz Gadea, Eduardo, "Transparencia fiscal internacional". Madrid,
Barcelona: Centro de Estudios Financieros, 1996. Pág. 376.

683
EL AJUSTE FISCAL POR INFLACION
EN VENEZUELA: RETROSPECTIVA
DE LOS CAMBIOS EMBLEMATICOS
EN EL SISTEMA

A rm ando M o n t il l a V a rela *

A MANERA DE PROLOGO

Este año, el 19 de julio para ser más preciso, se cumplieron


ya doce años de la aprobación de la Ley de Impuesto Sobre la
Renta que introdujo en Venezuela un Sistema de Ajuste Fiscal
por Inflación (el Sistema). Aquella Ley, la de 1991, ha sido va­
rias veces reformada y varias veces modificado el Sistema. En
casi todas las reformas se ha señalado como objetivo la simplifi­
cación del complicado mecanismo adoptado en 1991 para la
corrección de los efectos de la inflación en la renta fiscal; siendo
que en realidad lo que hasta ahora mayormente ha hecho el
reformista es, vendido por goteo, un cerco a las cuentas que en
el ajuste generan pérdidas fiscales.

Esa ha sido la constante, para obtener del mayor número de


contribuyentes, si no de todos, la contribución que inicialmente
se asignaba -en el Sistema- a los sujetos pasivos cuyos estados
financieros y de acuerdo con principios de contabilidad presen­
taran una posición m onetaria neta negativa, con algunos
correctivos adicionales.

* Abogado y Contador Público. Expresidente de la Asociación Venezolana


de Derecho Tributario. Profesor de Derecho Tributario en la Universidad
Católica Andrés Bello (UCAB). Ex Juez accidental del Tribunal Superior
Primero de lo Contencioso Tributario.

685
6 0 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

El objeto de este trabajo es, después de una referencia a los


antecedentes y un resumen muy breve de los lincamientos del
Sistema, cuyos detalles se corresponden con un estudio de la
normativa que corresponde a otro autor en esta obra, hacer una
revisión de los cambios más emblemáticos que se han produci­
do en las reformas que siguieron a la propuesta inicial ya con­
vertida en Ley de la República.

Muchos cambios han sido cambio de los cambios, para llegar


a la reforma del año 2001. Para evitar repeticiones inútiles y
comentarios ya sin valor para la Ley vigente, hemos preferido
una estructura del trabajo, con atención al desarrollo de institu­
ciones desde su origen en cada reforma. Esta preferencia nos
impuso un plan según el cual, partiendo de cada modificación
del proyectista y el legislador, no nos limitáremos a ella, sino
que más bien nos permitiera el desarrollo hasta el final de la
normativa modificada en cada reforma, desde su inicio, en tres
grupos: cambios que se originaron en la reforma de 1994 y sus
siguientes modificaciones; como igual hicimos para la reforma
de 1999 y finalmente, los cambios que completaron la evolución
de la normativa del Sistema en la reforma del año 2001; la últi­
ma hasta ahora.
Armando Montilla V.
Caracas, septiembre de 2003

I) ASPECTOS GENERALES
1.- Antecedentes

Cuando en Venezuela se introduce un Sistema Integral de


Ajustes por Inflación en 1991 (el Sistema), ya la variación del
IPC del Area Metropolitana de Caracas, que a salvo de algunas
excepciones fue el factor de corrección entonces adoptado, ha­
bía crecido un 470,80% en los cinco años precedentes, con el
consiguiente incremento en la tributación que para entonces sólo
gravaba ganancias nominales. No sólo era que -como corriente­
mente se dice- el contribuyente pagaría impuestos por una ga­

686
A rm a n d o M o n t il l a V a rela

nancia de inflación, sino también, de acuerdo con la tarifa pro­


gresiva como tradicional lo ha sido en nuestro país en la mayo­
ría de los casos para gravar la renta, que la tasa efectiva era
evidentemente superior a la elegida por el legislador como
parámetro razonable para determinar la cuantía del tributo.

Así las cosas, el mejor asistido contribuyente se procuró sus


propios mecanismos para protegerse del perverso efecto de la
inflación. Abundó, el "leasing" para esconder en el canon de
arrendamiento una depreciación acelerada, proliferaron las so­
licitudes a la Administración para acortar la vida útil de los ac­
tivos depreciables y en forma abierta aumentar el monto de las
cuotas de depreciación, se adoptó el método LIFO para la valo­
ración de los inventarios en el costo de ventas, se abusó del en­
deudamiento para tomar ventajas del nominalismo de las obli­
gaciones dinerarias en nuestra legislación civil, etc.

Como era de esperarse, no faltaron los conflictos entre la


Administración Tributaria y los contribuyentes, al cuestionar la
una y defender los otros las acciones defensivas de los adminis­
trados. No fue muy exitosa la Administración Tributaria en es­
tas controversias; pero todavía se seguían gravando ganancias
nominales y con ello el sistema tributario se apartaba cada vez
más del principio - constitucional - del gravamen atendiendo a
la capacidad contributiva. Era pues, necesario y urgente la in­
troducción de un sistema de ajustes por inflación a los efectos
de la determinación de las rentas gravables.

2.- La selección del tipo de ajuste

Para iniciar un sistema de ajuste por inflación en Venezuela


el legislador no vaciló en seleccionar de una vez un ajuste inte­
gral. Muchos dirán que se pudo adoptar un sistema de ajustes
de mayor simplicidad, de ajustes parciales por ejemplo, o sea,
para ciertas partidas del balance del contribuyente dependien­
do de las circunstancias y los objetivos perseguidos, tal como lo
hicieron inicialmente otros países, entre ellos, según lo apunta

687
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Romero - Muri en LOS AJUSTES POR INFLACION EN LA LEY


DE IMPUESTO SOBRE LA RENTA, Francia, Bélgica, República
Federal Alemana, Austria y España; o en Asia Japón, Corea e Indonesia
(1999 p. 59 y 60).

Cuando en Venezuela se presenta el fenómeno de la infla­


ción, ya la doctrina se había ocupado de poner al descubierto
las carencias de los ajustes parciales. Entre los argumentos de
quienes se ocuparon del tema se destacó: i) que siendo parciales
los ajustes, también son parciales los resultados y logros de los
objetivos propios de un ajuste por inflación para la corrección
de sus efectos; ii) que no con ajustes parciales se corrigen todos
los efectos de la inflación para cada una de las cuentas de los
estados financieros; y, iii) que la mayor parte de los ajustes así
concebidos han influido negativamente en la recaudación fis­
cal, sin tomar en cuenta si el contribuyente se ha protegido o
favorecido de la inflación.

Jaime Vázquez Caro, en el seminario AJUSTES POR INFLA­


CION EN EL SISTEMA TRIBUTARIO DE AMERICA LATINA,
celebrado en Bogotá en noviembre de 1990, recordó que entre
los países latinoamericanos que iniciaron sistemas de ajustes
parciales y después los abandonaron para ir a ajustes más gene­
ralizados estaban Chile, Argentina y Brasil (1991, p.18), a quie­
nes alguien llamó para la época los veteranos en materia de in­
flación. En efecto, el abandono de ajustes parciales y la adopción
de ajustes integrales de inflación ya habían ocurrido en Chile en
1974, Argentina en 1978 y en Brasil en 1977.

En el mismo seminario el colombiano Jorge Enrique Restrepo,


en su relatoría concluyó:

".. .existe consenso en tomo a la necesidad de que el sistema


a ser adoptado sea integral, es decir, concebido pensando en
la generalidad de los contribuyentes y en todas las cuentas
del balance de una empresa,..." (1991, p. 27).

El desplazamiento de los ajustes parciales y sencillos por las


más vanguardistas tesis de los ajustes integrales ya había toma­

688
A rm ando M o n t il l a V a rela

do cuerpo en el ámbito latinoamericano, buena parte de la le­


gislación lo confirmaba y rápidamente la doctrina hacendística
se desarrolló en defensa de la integralidad. Sobre la adopción
de ajustes integrales de inflación ya también se había pronun­
ciado el Instituto Latinoamericano de Derecho Tributario (ILDT),
cuando en sus X Jornadas, celebradas en Quito, en octubre de
1981, se aprobó por unanimidad, recomendar:

"La aplicación de sistemas de ajuste integral, que tiendan


invariablemente al objetivo de que la renta imponible fuera
determinada de tal modo de que su eventual o potencial
distribución no redujera la capacidad operativa del capital
invertido..."

En Venezuela no había experiencia legislativa en materia de


inflación ligada a tributación. Cuando se inician los estudios
para adoptar algún sistema de ajustes integrales, entre los años
1989 y 1990, se cuentan como antecedentes un proyecto del
entonces Ministerio de Hacienda, otro de la Comisión de Finan­
zas de la Cámara de Diputados del entonces Congreso de la
República y nuevos proyectos basados en los estudios de la mis­
ma Comisión de Finanzas, como en más detalle lo describe el
doctor Romero-Muci (1993 p. 13 y 14). El proyecto definitivo,
que acogía recomendaciones del Fondo Monetario Internacio­
nal, fue el discutido formalmente por el Congreso de la Repúbli­
ca en el contexto de la reforma de 1991 de la Ley de Impuesto
Sobre la Renta.

3.- Las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional

Atrás habían quedado las conclusiones de otro estudio que


en la década de los ochenta presentara el mismo Fondo Mone­
tario Internacional. En aquel estudio, pese a su vocación por los
ajustes integrales y más específicamente por el de todas las par­
tidas del balance, el FMI no lo recomendaba para Venezuela.
Este tipo de ajustes -argumentaba el FMI- supone considerables
problemas administrativos -para la Administración y para el
contribuyente- y la Administración Tributaria venezolana -afir­
maba- era ya bastante ineficaz.

689
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

Pero cuando las cifras marcadoras del Banco Central en 1996,


1997 y 1998 ponen al descubierto los efectos de una inflación
por mucho tiempo represada, se abría la posibilidad de que has­
ta por iniciativas de los particulares se introdujera al Congreso
de la República algún Proyecto de Ley que contemplara la nor­
mativa de un ajuste por inflación a los efectos del Impuesto So­
bre la Renta. El de la iniciativa privada, sería muy posiblemen­
te, un ajuste en el que estaría descartada la idea de gravar
ganancias por inflación.

De esa iniciativa vale la pena destacar de los escritos de


Eduardo López de Ceballos, uno que sugería ya en 1987 poner
de inmediato un correctivo en la Ley de Impuesto Sobre la Ren­
ta. Ese correctivo podría ser - apuntaba - un artículo; sólo uno,
concebido así:

ARTICULO____ "Se deducirá de la renta gravable la canti­


dad que resulte de multiplicar el patrimonio dedicado a pro­
ducir la renta al principio del año, con la exclusión de los
inmuebles y las acciones, por la rata de inflación que para el
año estime el Banco Central de Venezuela. En la enajena­
ción de inmuebles y acciones se deducirá de la utilidad
gravable el resultado de la multiplicación del valor de com­
pra del inmueble o la acción por la rata de inflación acumu­
lada desde el momento de la compra hásta el momento de la
venta, conforme a las estimaciones del Banco Central de
Venezuela".

Para 1989 la posición del FMI ya no sería la misma del pasa­


do sobre la inconveniencia de un ajuste por inflación en Vene­
zuela como el de su receta. Ahora todo apuntaba a favor de un
ajuste integral, sólo faltaba establecer la metodología, que por
supuesto sería muy distinta a la de López de Ceballos. En la
decisión final del proyectista venezolano fue determinante un
seminario celebrado en Caracas durante los días 25 al 27 de
junio de 1989, organizado por el entonces Ministerio de Ha­
cienda, con ponentes precisamente del FMI y entre ellos la Dra.
Milka Casanegra, Jefe de la División de Administración de ese
organismo, quien presidió el seminario.

690
A rm an do M o n t il l a V a rela

En ese seminario Leonel González, miembro de la Delega­


ción del FMI, hizo una amplia exposición sobre un sistema de
corrección monetaria con base al entonces vigente en Chile por
Decreto Ley No. 824 del 31 de diciembre de 1974. En su concep­
ción general el ajuste anual venezolano, el reajuste, para identi­
ficarlo en los términos que lo ha hecho el legislador, sigue los
lincamientos de ese sistema de corrección monetaria chileno. Es
un ajuste que agrega a la base imponible determinada por la
formula tradicional, presuntas ganancias de inflación, o resta
las sí seguras pérdidas por inflación.

4. - Lineamientos del sistema venezolano

Atento a que corresponde a otro autor en esta obra los deta­


lles del Título IX de la Ley de Impuesto Sobre la Renta, no pre­
tendo invadir su competencia, ni mucho menos orillarme en
detalles que me distraigan del propósito del prólogo. Mis aposti­
llas en estos lineamientos tienen sólo por finalidad establecer un
punto de partida para el examen posterior - selectivo si se quie­
re - de los perfeccionamientos y distorsiones del Sistema como
consecuencias de los tira y afloja que vienen generando las re­
formas en su ya más de doce años de vigencia.

Como se sabe, al igual que otros países que acogieron el siste­


ma de ajustes integrales, el venezolano se inicia con un Ajuste
Inicial con un fin específico: establecer un punto inicial de refe­
rencia al sistema de Ajuste por Inflación. Ese punto sería un
nuevo balance, donde las partidas no monetarias estén debida­
mente actualizadas de acuerdo con la normativa al efecto y,
tendríamos en consecuencia, un nuevo patrimonio que sería el
primer patrimonio fiscal para el Sistema.

Excepto por el pago de una tasa, así lo establecía el artículo


91 de la LISLR de 1991, equivalente al tres por ciento del valor
añadido por la actualización de los activos fijos depreciables, el
ajuste inicial venezolano no impone otra carga tributaria, aun­
que sí sobrevenidas en la determinación de la renta gravable. A

691
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

esa etapa, podríamos decir preparativa, sigue una segunda fase,


posterior, en el tiempo indefinida, que la legislación venezolana
identifica como el Reajuste Anual, que partiendo de la actuali­
zación del patrimonio fiscal como cuenta eje del Sistema y ha­
cer lo propio con los activos y pasivos no monetarios, ahora si,
modifica la base imponible del Impuesto Sobre la Renta; es en­
tonces el verdadero ajuste en el Sistema.

4.1.- Diferencia y semejanza con el ajuste contable

No se quiso en el Sistema copiar los más complicados perfiles


de la técnica contable en la formulación de los estados financie­
ros ajustados por la inflación. De hecho, nuestro ajuste fiscal no
lo es sobre todos los estados financieros, lo es sólo sobre partidas
del Balance General, no todas, solamente las partidas no mone­
tarias y el llamado patrimonio fiscal que por supuesto difiere
del patrimonio contable; pero al final, la idea es que lo que re­
sulte aproximadamente reajustado sea la posición monetaria neta
del contribuyente, las depreciaciones o amortizaciones y el cos­
to de ventas de los bienes enajenados, con las excepciones y con­
secuencias de exclusiones de partidas previstas en la Ley.

La razón en la selección de las partidas que se actualizan en el


sistema fiscal es - en lo posible - establecer una simplificación que
podríamos llamar de primer grado. Sabido es, que el ajuste por
inflación contable no es algo tan sencillo para que su determina­
ción esté al alcance de la cultura contable de un grueso número
de contribuyentes, siendo que en lo fiscal interesa sólo un resulta­
do - la ganancia o la pérdida por inflación - que bien se puede
obtener partiendo de la actualización de las cifras del balance sin
la necesidad de actualizar las del Estado de Resultados, de Ga­
nancia y Pérdidas, como también se le conoce. Es que, como obje­
tivamente puede ser observado por un contador de mediana
experticia, la ganancia del ejercicio económico - si la hubiere -
determinada en la última línea del Estado de Ganancias y Pérdi­
das, va o ha ido a alguna o algunas de las cuentas del balance de
cierre para aumentar los activos o reducir los pasivos, mientras

692
A rm ando M o n t il l a V a rela

que si fueran pérdidas la consecuencia sería una reducción de los


activos y en alguna forma un aumento de pasivos.

Tampoco es necesario, en lo que pudiera ser una simplifica­


ción de segundo grado, la exigencia de tediosos cálculos a cargo
de los destinatarios de las normas, cuyos en detalles en los tex­
tos legales hacen la normativa muy oscura por exceso de tinta.
La cantidad de cálculos chiquitos; pero muchos, da más trabajo
que un más importante producido tributario, siendo que todo el
Sistema es indiciario en más de un aspecto y su conjunto.

4.2.- El Ajuste Inicial como punto de partida

En la parte tediosa de las reflexiones sobre el Sistema ten­


dríamos que entrar, con el auxilio incluso de una contabilidad si
se quiere elemental, en prolijos detalles de procedimientos más
propios de un curso o seminario sobre el tema. Preferimos, de­
jando a un lado los tecnicismos de la partida doble, hacer la
ruta que va de un balance a valores históricos a las de un nuevo
balance y un patrimonio fiscal convenientemente actualizados.
En esta ruta, se actualizan solamente los activos y pasivos no
monetarios para que, uno y otros, queden expresados en cifras
mayores al agregar a su valor histórico el efecto de la inflación
medido por la variación del IPC. Tendremos entonces valores
más elevados, en moneda constante, en cada partida no mone­
taria del primer balance del reajuste, sin variación alguna en las
partidas monetarias y como resultado, otro patrimonio cuyo
monto en moneda constante será mayor o menor dependiendo
del nuevo valor de los activos y pasivos.

Siempre, y esto es válido en todos los reajustes, el patrimonio


positivo al que pueda referirse la Ley original y sus reformas -
más activos que pasivos ambos ya actualizados - generará una
pérdida fiscal en el reajuste. Es por eso, que habrá que prestar
mucha atención cuando, a sotto voise, se dejan correr en las re­
formas justificadas o injustificadas exclusiones de activos mo­
netarios.

693
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

Algo más de la fase inicial del Sistema - el ajuste inicial - con


consecuencias a futuro; es que, cuando se inició el Sistema por la
LISLR de 1991: i) el mayor valor de los inventarios en el ajuste
inicial formó parte del costo de ventas en el reajuste (Artículo
100); ii) que el mayor valor de los activos fijos depredables a ins­
cribir en el RAR pagando un tres por ciento de esa revaloriza­
ción, (Artículo 91) se amortizaría - con efectos fiscales - en el resto
de la vida útil (Artículo 94); y, iii) que en el caso de enajenación
de cualquier otro que no fuera de los inventarios, el costo de ven­
ta de los mismos no incluiría el incremento no depreciado o
amortizado del mayor valor que se produjera por la actualiza­
ción en el ajuste inicial (Artículo 96). Algunas de estas reglas han
sido modificadas en las reformas, como veremos luego.

4.3.- El reajuste regular por inflación

En una metodología reservada a los fines fiscales, se actuali­


zan en cada cierre de ejercicio fiscal, como una vez en el ajuste
inicial, los saldos de los activos y pasivos no monetarios; pero
ahora se agrega la actualización del patrimonio inicial, así como
sus aumentos y sus reducciones durante el ejercicio fiscal:

Cabe destacar, que hasta la vigencia de la reforma de 1999 el


resultado del reajuste al patrimonio, individualmente conside­
rado, independientemente de que en su composición fueran más
los activos no monetarios o los pasivos monetarios generaría una
perdida fiscal. Era si expreso que lo que la Ley llamaba patrimo­
nio negativo (menos activos que pasivos) no estaba sujeto a la
normativa del reajuste.

Desde el origen del Sistema, al contrario de lo que se pauta


para el reajuste de los activos y pasivos no monetarios, en el del
patrimonio fiscal se reajusta inicialmente su saldo al principio
del año, lo que se hace por la variación del IPC de todo el perío­
do fiscal para calcular una pérdida fiscal si fuera que, siguiendo
la terminología utilizada, el saldo de ese patrimonio fiscal fuera
positivo; o sea, solamente si dicho patrimonio estuviera confor­

694
A rm an d o M o n t il l a V a rela

mado por más activos que pasivos (infra 10.5). Esa pérdida
incrementará por el monto que resulte de actualizar aumentos
de patrimonio ocurridos durante el ejercicio fiscal (como au­
mentos de capital, reposición de pérdidas financieras, etc.) por
la variación del IPC entre el mes del aumento hasta el cierre del
ejercicio fiscal, o se reducirá por el monto que resulte de la ac­
tualización, calculado de igual forma, de las disminuciones
(como dividendos o reducciones de capital, etc.)

Este resultado no es real, no lo es por lo menos en la mayoría


de los casos, porque entre otras cosas forman parte del mismo
patrimonio y contribuyen a hacerlo positivo la inclusión en éste
de los activos no monetarios, que como se sabe aumentan de va­
lor por la actualización y un patrimonio donde estos activos pre­
dominen lo que debe generar más bien es un aumento en la renta
gravable. Por otra parte, los pasivos monetarios que, como se sabe,
son fuentes de pérdidas por inflación, deben reducir la renta
gravable, o aumentar una pérdida; pero como parte del patrimo­
nio fiscal lo hacen menor, por lo que en la mecánica del reajuste a
dicho patrimonio lo que origina más bien es un aumento de esa
renta gravable, o la disminución de alguna pérdida de ese tipo.

Son apreciaciones que, como dice Ferreiro, asustan al jurista


ante el abismo contable que se abre ante sus ojos ( 1998 p. 185 );
pero forman parte del entendimiento del Sistema. Es que el re­
ajuste al patrimonio fiscal al principio del ejercicio y el de sus
aumentos y reducciones es solamente parte de una metodología
que no se puede ver aisladamente. En efecto, la falsa reducción
de la ganancia fiscal (o aumento de la pérdida) que se produce
por la parte en el patrimonio de activos no monetarios, se com­
pensa con la ganancia por tenencia computable al reajustar tam­
bién esos activos. A la recíproca, el falso aumento de la ganan­
cia fiscal (o reducción de la pérdida) que se produce por la parte
en el patrimonio de pasivos no monetarios, se compensa con la
pérdida al reajustar también esos pasivos.

De este juego de compensaciones, de la aritmética de la me­


todología, podemos señalar por corolario, que en lo definitivo lo

695
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

que se reajusta son las partidas monetarias: los activos para de­
jar una reducción de la ganancia o aumento de la pérdida fis­
cal, los pasivos, para aumentar la ganancia o reducir una pérdi­
da fiscal. En palabras más técnicas: lo que se actualiza en el
reajuste es la posición monetaria neta y los aumentos del año de
los activos y pasivos no monetarios.

En definitiva, las razones para que los mentores del ajuste


integral adoptado en Venezuela se inclinaran por la adopción
de una metodología fue que paso a paso y por la puerta de atrás
permitieran al sujeto activo de la obligación tributaria: a) gra­
var o desgravar solamente - por cierto con un año de atraso - la
ganancia o la pérdida de inflación por la posición monetaria
neta, positiva o negativa; y, b) gravar en adición, la ganancia
por tenencia de los activos no monetarios adicionados en el ejer­
cicio fiscal. De esta manera no son tan graciosas las deduccio­
nes por depreciación o amortización de las actualizaciones del
reajuste de activos depreciables o amortizables que permite la
legislación, a futuro y como por goteo.

5.- La protección de los intereses del Fisco

En una economía afectada por la inflación y con mayor én­


fasis en el mundo empresarial, todos buscan la forma de prote­
ger sus intereses por distintas vías. En esa lucha distintos son los
resultados, unos logran protegerse, otros pierden y van a la
descapitalización; pero también hay los ganadores. No nos co­
rresponde el estudio de estas situaciones más allá de sus efectos
frente a la tributación.

En este enfoque, el Estado se siente con derecho a proteger


también sus ingresos tributarios, no precisamente en una acti­
tud pasiva gravando ganancias de inflación, porque eso sería la
compra de sequía cuando abatidas por el flagelo las empresas
se empobrezcan, o desaparezcan, por el menor poder de com­
pra de sus capitales de trabajo. Aquí es donde aparecen los
correctivos tributarios que ya no podrán ser los ajustes parciales

696
A rm ando M o n t il l a V a rela

del Fisco socorrista que magnánimamente reduzca sus ingresos


fiscales. Serán sistemas de ajustes por inflación que graven a
quienes se protejan de la inflación o tengan ganancias de infla­
ción, para subsidiar en alguna forma a quienes se empobrecen
por el efecto inflacionario. El introducido en Venezuela quiso
ser uno de esos; sólo que por la inexperiencia de los legisladores
en una materia tan compleja no se entendió su cometido, del
cual por cierto lo alejan mucho más las siguientes reformas.

No pudo ser el cometido de 1991 convertir el Sistema en una


fuente de ingresos fiscales más allá de lograr que algunos miem­
bros de la sociedad, aquellos que se estén beneficiando del flage­
lo, contribuyan en mayor cuantía para compensar la justicia
del Estado de gravar en menos a aquellos a quien el proceso
inflacionario afecta negativamente. El problema es que se re­
quiere que los proyectistas, generalmente el Poder Ejecutivo y
casi siempre en Venezuela los expertos de la Administración
Tributaria, tendrían que haber sido hechos de un material divi­
no para que no arrimen las aguas para su molino. Esto es, mini­
mizando los mecanismos que reconocen los perjuicios de la in­
flación y alargando los que gravan las ganancias de inflación,
haciendo uso de su imaginación; todo, ante la pasividad - o cul­
pa - de los mudos y obedientes legisladores que no discuten;
pero si convierten en leyes los proyectos.

6.- Los contribuyentes, el ajuste y la reacción de la Admi­


nistración.

Lo que sí es cierto, es que las aspiraciones del Fisco en gravar


más ganancias de inflación no se han podido concretar en su
totalidad. Es que la estructura de los estados financieros depen­
de en gran parte de decisiones de la gerencia de la empresa y es
hasta posible que, con base a esas decisiones, la composición del
patrimonio esté representado, o se haga representar, en forma
tal que por premeditadas transacciones la suma de activos mo­
netarios y pasivos no monetarios sea mayor que la suma de pa­
sivos monetarios y activos no monetarios. Todo para que, inde­

697
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

pendientemente del efecto del flagelo, el resultado del ajuste por


inflación sea una pérdida fiscal. Se percibe hasta un morboso
deseo de tener pérdidas por inflación sin detenerse en los efec­
tos que puedan tener desde el punto de vista financiero. Enton­
ces aparecen las reformas legales generalmente orientadas a
cerrar el camino de los planificadores; pero que arrastran en su
afán al universo de contribuyentes, incluso con auténticas pato­
logías tributarias de perversos efectos.

II) EVOLUCIÓN LEGISLATIVA

7.- La filosofía de las reformas

Hablamos de los cambios del Sistema en sus ya doce años de


vigencia, cuando nos referimos a las reformas de la LISLR de
1994 (Gaceta Oficial No. 4727 del 27 de mayo); la de 1999 (Ga­
ceta Oficial No. 5390 del 22 de octubre) y la de 2001 (Gaceta
Oficial No. 5566 del 28 de diciembre), siendo que las dos prime­
ras fueron por Decretos del Poder Ejecutivo.

A pesar de los anuncios que la más de las veces enfatizaron


sobre la simplificación del Sistema, una visión para el conjunto
del resultado reformista más bien parece haber privilegiado, como
si esos hubieran sido los objetivos: I o) mayores exigencias en
cambios de derecho sustantivo destinados, a veces, a poner un
alto a presuntas manipulaciones de evasores, ignorando que las
normas legales están dirigidas a la generalidad de sus destina­
tarios; 2o) mayores exigencias de derecho adjetivo o formal re­
presentados principalmente en la particularización de registros
contables para acumular la data del ajuste.

8.- Cambios de derecho tributario material que se origina­


ron en la reforma de 1994

Consecuente con un plan que nos permita evitar repeticio­


nes y a la vez seguir el desarrollo hasta el final de la normativa

698
A rm ando M o n t il l a V a rela

modificada en cada reforma, nos referiremos esta vez a los cam­


bios que consideramos de interés en la normativa de derecho
material o sustantivo en la reforma de 1994, la primera de inte­
rés para el Sistema. Siendo ese derecho el que contiene el presu­
puesto legal hipotético y condicionante, cuya configuración
fáctica da lugar al hecho imponible (Villegas H.- 1992. Pág. 245)
son de su ámbito los cambios de esos presupuestos para que se
produzcan nuevos hechos imponibles o se modifiquen los ya
hipotetizados en normas precedentes. En el Sistema, de este
derecho hemos hecho una selección:

8.1.- Perpetuación del Ajuste Inicial

Al decir de Carlos Dos Santos, en la narración de sus expe­


riencias brasileñas en ajustes por inflación, un país que haya
convivido con un proceso inflacionario y quiera iniciar en su
sistema tributario un sistema integral de ajustes por inflación,
debe prever inicialmente un período base para el revalúo de los
activos de las empresas que deberán estar obligadas a corregir
sus registros financieros, dada la situación de desfase creciente
entre el valor contable y el valor de marcado de sus activos (1991,
p. 43). Pudo ser otro; pero ese fue el caso venezolano en 1991,
en el cual el período base quedó establecido entre el mes de ad­
quisición de los activos y el 31 de diciembre de 1992, según se
desprende de lo indicado en los artículos 90 y 93 de la LISLR de
1991..

Dos provisiones adicionales quiso hacer el legislador venezo­


lano de 1991 sobre el período cubierto por el ajuste inicial de los
contribuyentes obligados al Sistema; la primera muy clara cuan­
do limita la antigüedad de la adquisición al mes de enero de 1950
(Artículo 92); la segunda muy pertinente, aunque infelizmente
no bien trasmitida en el texto legal (Artículo 90, segunda parte),
que debió ser para cubrir la situación de aquellos contribuyentes
que cierren su ejercicio fiscal en fechas distintas a la de la finali­
zación del año calendario, para quienes por supuesto al 31 de
diciembre de 1992, el ejercicio fiscal que debía preceder al del

699
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

primer reajuste, estaba en curso. Para estos últimos, el período de


actualización previa, del ajuste inicial, se extendería hasta la fe­
cha de cierre de un ejercicio fiscal que se inició en 1992 y conclu­
yó en la fecha de cierre de ese ejercicio, lógicamente en 1993.

La opacidad del articulo 90 de la LISLR de 1991, la aclara el


Reglamento de 1993 con un texto muy preciso que confirma el
deber ser para los contribuyentes obligados que, aún en ejerci­
cio de sus actividades de negocio, no tenían que cerrar el ejerci­
cio fiscal al 31 de diciembre de 1992. Son los señalados en el
artículo 169 de ese Reglamento, cuando establece:

Aquellos contribuyentes que tengan como ejercicio tributa­


rio un período comprendido entre los años 1992 y 1993, de­
berán realizar la actualización extraordinaria a que se refie­
re este artículo, el día de cierre del ejercicio gravable.

La reforma de 1994 hace un cambio (Artículo 120) según el


cual, ignorando las prédicas de Dos Santos, cualquier contribu­
yente que inicie operaciones estando ya vigente el Sistema debe
pasar por realizar un ajuste inicial por inflación. No se discute la
decisión legislativa al respecto; el legislador es libre de seleccionar
el supuesto de hecho de las normas legales con las solas limitacio­
nes del buen uso de su mejor juicio -algo muy subjetivo- y las que
les imponga normas superiores, siendo que ninguna establece algo
al respecto. Lo que sí se discutió entonces fue la pretensión del
reformador cuando en el mismo artículo 120, en una suerte de
intimidación para un auto reparo, que constituiría incluso una
renuncia al instituto de la prescripción, ordena que los contribu­
yentes - cualquier contribuyente - que no efectuaron el ajuste ini­
cial en el año 1993, lo presentaran cumpliendo los mismos debe­
res formales establecidos en la Ley de 1991.

Sin hacer mayor caso a las insinuaciones de eventuales repa­


ros a los contribuyentes que iniciaron operaciones en 1993 y
que amparados en la legislación de 1991 no hicieron el ajuste
inicial, porque sus activos para el primer reajuste ya estaban
registrados a sus valores de mercado y las pretensiones fiscales

700
A rm ando M o n t il l a V a rela

en ese sentido ya están evidentemente prescritas, sí es del tema


afirmar que contrario a la mejor doctrina el ajuste inicial se ha
perpetuado, lo cual se ratifica en las reforma de 1999 (Artículos
120 y 122) y 2001 (Artículo 173). Los efectos de este cambio son
fundamentalmente: i) cualquier contribuyente que inicie opera­
ciones en 2003 o después, deberá hacer un ajuste inicial; y, ii)
deberá también pagar en consecuencia, un tres por ciento sobre
el mayor valor - determinado en ese ajuste inicial - de la actua­
lización de los activos fijos depreciables; y, iii) el primer reajuste
se correrá por un año (A. Montilla 2000, p. 203).

8.2.- Reconocimiento pleno del costo actualizado de los bie­


nes enajenados

Desde el inicio del Sistema el mayor valor añadido en el reajuste


para todos los activos no monetarios, neto por supuesto de la parte
depreciada o amortizada, de alguna manera no forma parte del
costo de ventas si fuera que dichos activos se enajenaran.

Otro había sido el tratamiento del mayor valor de la actua­


lización en el ajuste inicial. Así, el artículo 96 de la LISLR de
1991 establecía que ese mayor valor solamente formaría parte
del costo de ventas cuando la enajenación fuera como conse­
cuencia de la liquidación de una compañía. Nada se dijo para
la aceptación del mayor costo por la actualización inicial de los
inventarios - como debió hacerse - lo que pacíficamente se aceptó
como un error que quedaría subsanado en la normativa del re­
ajuste (articulo 100 y Parágrafo Unico del artículo 108).

En la reforma de 1994 se subsana el silencio agregando


expresamente los inventarios en aquel la excepción del artí­
culo 96 de la Ley reformada; pero esa reforma, en el artículo 97,
trajo una incoherente redacción al saltarse en la copia que se
hacía de la norma anterior dos palabras, "liquidación de ". Así,
después de la enumeración de los activos para los cuales no se
aceptaba el mayor costo en el supuesto de su enajenación, el
tercer párrafo del citado artículo 97 indicaba:

701
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Esta norma no será aplicable en el caso de enajenación de


materias primas, productos en proceso y productos termi­
nados para la venta y en el caso de Comisión indicada supra)
compañías y actividades económicas de personas naturales
sujetas al ajuste". (Subrayado y Paréntesis propio).

No se puede entender que la norma no resultara aplicable a


las compañías, siendo que éstas constituyen, por mucho, el ma­
yor sector de los contribuyentes obligados en el Sistema.

Aquel error se repitió y se potenció en la reforma de 1999. De


nuevo se copia, ahora en el artículo 125, el texto de la ley refor­
mada; pero, sin entender el yerro de 1994 se agregó, refiriéndo­
se a las enajenaciones que forzosamente se hicieran en el caso
de liquidación de compañías, que en tal supuesto el incremento
no depreciado originado en el ajuste inicial no formará parte
del costo del activo.

Ahora, lo actual, después de diez años de vigencia de la ex­


clusión del costo en referencia, en la reforma de 2001, se eliminó
el artículo 125 de la LISLR que quedó de la reforma de 1999. En
consecuencia, en los ejercicios regidos por lo que hasta hoy es la
últim a reform a de la LISLR, la porción no depreciada o
amortizada de la actualización del ajuste inicial es computable
en el costo de cualquier bien no monetario que se enajene; no
otra cosa debe entenderse de la eliminación, sin norma sustitu­
ía, del artículo 125 de la Ley de 1999.

Es cierto que en el artículo 181 de la vigente Ley se impone a


los contribuyentes o responsables llevar un registro analítico que
debe entenderse con fines de control fiscal, como un deber ins­
trumental, en una norma de operatividad, de derecho adjetivo,
cuyo contenido está descrito en una decena de literales de los
cuales uno corresponde a los datos del:

(j).- "Ajuste inicial del costo y de la depreciación o amortiza­


ción acumulada no aplicable al costo de ventas" (Subraya­
do nuestro)

702
A rm ando M o n t il l a V arela

Esta exigencia, esta obligación de hacer en esa norma de


derecho tributario formal - o adjetivo - la justifica Villegas como
inseparable de todo derecho sustantivo que no pueda ser apli­
cado a los casos concretos sin la existencia precisamente de un
derecho adjetivo que proporcione reglas de aplicación (1992, p.
325).

En el debido deslinde, el derecho tributario material prevé


los aspectos fundamentales del ligamento jurídico sustancial que
nace cuando el Estado se considera acreedor de un tributo y lo
pretende de un integrante de la comunidad; pero - claro está -
no basta con generar las provisiones generales abstractas (dere­
cho material). Esas provisiones son normas "actuales" cuya
operatividad necesita de normas "actuantes", son palabras de
Villegas (1992, p. 325).

Bajo estas premisas, es lógico concluir que una norma de de­


recho adjetivo no está diseñada para establece o modificar la
cuantía del tributo, sino para establecer los mecanismos de con­
trol que permitan asegurar el cumplimiento de las normas de
derecho material, como sería en este caso, la imputación como
costo de ventas de bienes enajenados el mayor valor de la ac­
tualización - en el ajuste inicial - de estos activos. Como no exis­
te en la LISLR de 2001 ninguna norma que prevea la negación
de esa imputación, ni la redacción del literal (j) del prenombrado
artículo 181 comporta una obligación distinta a la de un deber
instrumental, ésta es en definitiva una norma ociosa producto
de una inelegancia del derecho.

A todo esto hay que agregar que la exclusión del costo ac­
tualizado en el ajuste inicial - por la parte no depreciada o
amortizada - en la determinación de la renta bruta, afecta la
obligación tributaria propiamente dicha, siendo que para ello
es necesario una norma legal expresa que la establezca en ra­
zón del principio de legalidad que informa todo el derecho
tributario.

703
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

8.3.- Cambios en la actualización de los inventarios

No es del caso un examen detallado de las complejidades del


ajuste inicial de los inventarios, partida por partida, incluso des­
pués de la flexibilización del Reglamento de 1993, que permitió
el ajuste bajo la presunción de que el valor nominal más antiguo
de cada partida de inventario sería el costo en libros del inven­
tario al inicio del ejercicio fiscal en el cual debiera practicarse
dicho ajuste. La engorrosa metodología partida por partida si
quedó en la LISLR de 1991 para el reajuste. Como se esperaba,
la detallada mecánica resultó en mayores dificultades para la
fiscalización que para los contribuyentes que mejor se auxilia­
ron de los recursos informáticos.

En la reforma de 1994 se propuso una metodología alternati­


va que consistía en el reajuste de la masa monetaria de los
inventarios de materias primas, productos en proceso y produc­
tos terminados (artículo 101); pero limitada al caso de aquellos
contribuyentes cuyos inventarios comportaran complejidad por
la cantidad de sus unidades físicas o por la existencia de distin­
tos tipos de mercancías.

En la reforma de 1999 se mantuvo la opción; pero esta vez


para cualquier contribuyente quien, al igual que en la reforma
de 1994, una vez seleccionado uno de los métodos para reajus­
tar los inventarios no podría sustituirlo sin previa aprobación
de la Administración Tributaria (Artículo 130).

En la reforma de 2001 (Artículo 182), se limitó el método de


parida por partida para los inventarios de materias primas, pro­
ductos en proceso o productos terminados para la venta, como
una opción a ser autorizada por la Administración Tributaria,
sólo para los contribuyentes que utilicen en su contabilidad el
método de identificación específica o de precios específicos, sien­
do que el resto de los contribuyentes debe seguir el método de la
masa monetaria.

704
A rm ando M o n t il l a V a rela

9.- Cambios de derecho tributario material que se origina­


ron en la reforma de 1999

Consecuente con la orientación iniciada, nos referirnos aho­


ra a los cambios de derecho sustantivo que se iniciaron en la
reforma de 1999, esta vez, en el marco de la Ley Habilitante de
ese año. Como hicimos con la reforma de 1994 y de acuerdo al
plan (supra 8), informaremos el cambio y, de ser aplicable, sus
modificaciones en la reforma del año 2001.

9.1.- El destino de las pérdidas por inflación

Es el artículo 131 de la Ley que dejó la reforma de 1999 el que


establece: "Las pérdidas netas por inflación no compensadas, sólo
serán trasladabais por un ejercicio", haciendo una odiosa e imper­
tinente diferencia entre las pérdidas determinadas en el ajuste
fiscal por inflación y las pérdidas de explotación tradicional­
mente traspasables por tres años. Como sostiene Jesús Sol, sien­
do la explotación el conjunto de elementos destinados a una
industria, es obvio que al recaer el Reajuste por Inflación sobre
los activos y pasivos no monetarios y el patrimonio neto del con­
tribuyente, el resultado neto negativo de este ajuste constituye
una pérdida de explotación (2002, p. 153).

En la primera versión de Ley Habilitante la autorización para


la reforma de la LISLR estaba dada en los siguientes términos:

".... que las pérdidas fiscales que puedan originarse del ajus­
te por inflación tengan el mismo tratamiento de las pérdidas
de explotación, y, por consiguiente susceptibles de ser tras­
pasadas por los contribuyentes a ejercicios o períodos fisca­
les subsiguientes".

Era ésta, una respuesta rotundamente negativa a las preten­


siones originales del Poder Ejecutivo, que solicitaba la elimina­
ción total del traspaso de las pérdidas por efectos de la inflación.

Como algunos recordarán, la Ley Habilitante originaria fue


rechazada por el Poder Ejecutivo con una serie de objeciones;

705
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

nada sin embargo se objetó para entonces en materia de ajuste


por inflación. Más importante eran en la coyuntura una Ley al
Débito Bancario, la eliminación del Impuesto al Consumo Sun­
tuario y a las Ventas al Mayor, la creación de un verdadero
Impuesto al Valor Agregado y la reforma también, posterior­
mente negada, del Código Orgánico Tributario. En materia de
Impuesto Sobre la Renta más importante era el cambio del régi­
men de las exenciones, la creación de un impuesto a los divi­
dendos, la implantación de la renta mundial, la limitación de
los desgravámenes a las personas naturales, sólo para citar al­
gunos aspectos.

Luego del rechazo, el Congreso presentó una segunda ver­


sión de Ley Habilitante. En esta Ley, la definitiva en 1999, cuan­
do se refiere al ajuste por inflación y dentro de aquel el traspaso
de las pérdidas, se instruyó al Ejecutivo:

"(...) En el Decreto Ley correspondiente, se modificará el sis­


tema de ajuste por inflación aplicable a las personas jurídi­
cas, el cual debe ser integral y en estricta simetría entre los
derechos del fisco nacional y el de los sujetos pasivos, en
virtud del cual deberá reconocer la posibilidad del traspaso
de pérdidas al período tributario subsiguiente de las pérdi­
das resultantes. (Subrayado nuestro)

Y así quedó. No deja de llamar la atención el cambio de una


versión a otra de la Ley Habilitante; pero del texto de la segun­
da autorización se advierte la condición de que el ajuste debe
ser integral, negando otra solicitud del Poder Ejecutivo para cam­
biar toda la normativa del Sistema por el ajuste sólo de las par­
tidas monetarias.

El reconocimiento del traspaso de pérdidas de inflación en


las mismas condiciones que las pérdidas determinadas por los
procedimientos tradicionales debe quedar para la doctrina, aun­
que así no haya sido para el derecho positivo, contrario a la
simetría que supone el principio de igualdad en el campo tribu­
tario. Si en el sistema al Fisco corresponde gravar las variacio­
nes que representan aumentos del patrimonio por ganancias de

706
A rm ando M o n t il l a V arela

inflación, para hacerlo como si éstas y las anteriores a la aplica­


ción del correctivo fueran una sola, igualmente los contribuyen­
tes tienen el derecho de traspasar las pérdidas derivadas de la
aplicación del sistema en la misma dimensión permitida en el
traslado de los quebrantos fiscales que la que Ley identifica como
pérdidas de explotación. La reforma de 2001 ratificó el recorte
en el artículo 183 de la vigente LISLR.

9.2.- Inversiones negociables que se coticen en la bolsa


de valores en Venezuela

Fue en la reforma de 1999 cuando el legislador decidió apar­


tarse de la variación del IPC como factor de actualización en el
reajuste de los activos "no monetarios" representados por títu­
los valores que se coticen en una Bolsa de Valores de Venezuela.
En este caso el factor de actualización pasó a ser el valor de
cotización de la respectiva bolsa de valores (Artículo 135, in fine).

El nuevo factor de actualización está más acorde con la sen­


cillez que da al derecho la realidad de las cosas que recoge el
supuesto de hecho de la hipótesis normatizada; pero, no pudo
el legislador de 1999 remediar el desbalance que provoca en el
reajuste, por una parte, la actualización que deba hacerse - por
la variación del IPC - de la porción de los títulos en referencia
que siguen formando parte del patrimonio y, por la otra, actua­
lizar por el precio de cotización el activo representado por ac­
ciones que se cotizan el la Bolsa de Valores. Es posible que el
efecto de la diferencia de factores de actualización no sea signi­
ficativo - sólo posible - cuando para el reajuste el valor de coti­
zación del título genere una ganancia; pero si sería una incon­
gruencia que la cotización fuera a la baja, lo que redundaría en
una doble pérdida fiscal, una en el reajuste del patrimonio, la
otra por el reajuste del activo.

Debemos recordar, en adición, que el mayor valor de las ac­


ciones que se cotizan en la Bolsa no formará en ningún caso
parte del costo de ventas para el supuesto de enajenación que se

707
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

haga de las mismas; no ya por la normativa del reajuste; pero si


por lo dispuesto en el artículo 77 de la misma Ley de 1999, como
se mantiene en la reforma del año 2001. Es que estas operacio­
nes están gravadas con un impuesto nominal del uno por ciento
calculado sobre el ingreso bruto de la operación, o sea, la base
imponible siempre es el ingreso, es decir, no es admisible la de­
ducción de costo alguno.

En la reforma del año 2001 el proyectista estuvo cerca de la


solución, sólo cerca, cuando en el artículo 187 de la Ley que
quedó de esa reforma estableció que las inversiones negociables
que se coticen o se enajenen a través de bolsas de valores de la
República Bolivariana de Venezuela, que se posean al cierre del
ejercicio fiscal:
"... se ajustarán según su cotización en la respectiva bolsa
de valores a la fecha de su enajenación o al cierre del ejerci­
cio gravable...
Estas inversiones se consideran como activos monetarios y
así deben ser consideradas en el Balance General Actualiza­
do del contribuyente mientras no sean enajenadas, sin per­
juicio de las disposiciones establecidas en los artículos 77 y
78 de esta Ley para el momento de la enajenación".

Mucha tela que cortar hay en esta disposición legal; sobre


todo, porque de su ubicación en la normativa del reajuste pú-
diera interpretarse que el ajuste que en ella se establece es parte
del Sistema. De ser así, la mudanza de activos no monetarios a
activos monetarios, que es en concreto la reforma, sería ociosa y
desnaturalizaría la esencia del ajuste fiscal por inflación, por­
que son los activos no monetarios los que se actualizan en el
correctivo.

La norma en comentarios se aviene más a un desubicado tra­


tamiento de las reglas para la determinación de la renta tradi­
cional de acuerdo con lo establecido en el artículo 91 de la LISLR.

"Los contribuyentes están obligados a llevar en forma orde­


nada y ajustada a principios de contabilidad generalmente
aceptados en la República Bollivariana de Venezuela, los

708
A rm ando M o n t il l a V a rela

libros y registros que esta Ley, su Reglamento y las demás


leyes especiales determinen..."

Los Principios de Contabilidad de Aceptación General, como


es lo propio para el caso, tipifican como activos monetarios los
títulos valores registrados de acuerdo con su valor de mercado.
Así ha sido desde la primera versión de la Declaración de Prin­
cipios de Contabilidad del ajuste contable (DPC No. 10) en su
párrafo 56 de la sección que trata sobre la metodología del ajus­
te a los efectos de presentación de los estados financieros.

Por otra parte, la referencia que hace la norma a un ajuste al


precio de cotización a la fecha de la enajenación de los títulos
valores que se cotizan en la bolsa, es contraria al principio gene­
ral de que el reajuste debe hacerse por los saldos a la fecha de
cierre del ejercicio. Si es que el título hubiese sido enajenado en
el curso del ejercicio fiscal, no formaría parte del balance final
del ejercicio en el supuesto negado de que estemos hablando del
reajuste. Es más, a pesar de la ubicación del artículo 187 en la
normativa del reajuste, nada hay en esa norma que, más de una
mala técnica legislativa, permita concluir que es parte del re­
ajuste fiscal por inflación. Contraria a esta posición puede ser la
de las autoridades fiscales; sobre todo, para el caso de que una
pérdida entonces para ellas traspasable por un año, y no por
tres, por aplicación del artículo 131 como se comentó en supra
9.1 y como con más chance lo intentarán para las pérdidas en
cambio (Ver infra 10.1).

En la idea que vengo desarrollando debo concluir que, aun­


que el artículo 187 sea del reajuste, no se ajustan las inversiones
negociables del artículo 187 como parte de la metodología del
Sistema, que se ajustan a los efectos de la determinación de la
renta antes del reajuste. Ahora bien, la pérdida por su inclusión
en el patrimonio fiscal se compensa con la ganancia por el ajus­
te contable al precio de cotización, aunque para esto sea así
pasemos por ceder aceptando que el "se ajustarán... (omissis...)
al cierre del ejercicio gravable" - un mandato legal entonces - es
un cambio al principio de la disponibilidad que funciona mien­

709
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

tras ese precio se haya incrementado; pero, cuando la cotiza­


ción en algún ejercicio fiscal sea inferior a los valores registra­
dos, no resuelve el problema de la doble reducción de la renta
gravable ajustada por inflación, o sea, la del patrimonio y la del
ajuste contable.

Estoy seguro que no he agotado el tema sobre las distorsiones


de la norma; pero otros aspectos reclaman espacio, por lo que
por ahora prefiero pasar la página con una solución que va más
allá de la exégesis; pero más transparente. Esa solución pasa
por la exclusión para el Sistema de los títulos que se cotizan en
Bolsa de Valores, lo que significaría también su eliminación como
componente del patrimonio, entonces sin ningún efecto en la
metodología del ajuste fiscal por inflación.

9.3.- Empresas en etapa preoperativa.

Una omisión de solución postergada por ocho años, de 1991


a 1999, a pesar de un reglamento en 1993 y una reforma en
1994, fue la de una normativa expresa sobre el ajuste inicial y el
reajuste para las empresas en etapa preoperativa. Sin norma
expresa aplicable a sus casos, los contribuyentes se dividieron
en dos grupos; unos se resignaron a acogerse al Sistema; otros
prefirieron incorporarse al mismo una vez que entraran en la
etapa productiva.

En la decisión en alguna forma pudo incidir, o reforzar la


posición tomada, una opinión atribuida a la Administración
Tributaria según la cual, al responder a una consulta, en Oficio
No. DCR - 5 - 696, indicó que aún cuando la empresa se
encontrare en etapa preoperativa, por encontrarse realizando
obras de construcción, las construcciones no estaban exentas al
ajuste por inflación, ya que las mismas - argumentaba - son
bienes inmuebles representados en activos no monetarios sus­
ceptibles de aumentar de valor.

Incidió también en la decisión, la posición monetaria neta


positiva (activa) o negativa (pasiva) del contribuyente. Una po­

710
A rm ando M o n t il l a V arela

sición monetaria pasiva generaría una ganancia de inflación y


en consecuencia una carga tributaria que los contribuyentes di­
fícilmente estarían dispuestos a soportar, siendo que en la etapa
preoperativa no se genera ingreso alguno. En cambio, los con­
tribuyentes que presentaban una posición monetaria activa,
generadora de pérdidas por inflación, se inclinaron por some­
terse al Sistema que entonces les permitiría, sin pagos de im­
puesto, entre otras cosas: un menor pago de la tasa de registro
de los activos fijos revalorizados; mayores acumulaciones de
actualización de los activos no monetarios en los sucesivos re­
ajustes, siendo que esas actualizaciones formarían parte del costo
de ventas si fuera que dichos activos se enajenaran posterior­
mente; así como mayores acumulaciones de pérdidas fiscales
para traspasarlas. Todo de acuerdo con la legislación vigente
hasta 1999.

Como se dijo, en la reforma de 1999 se define la situación al


disponer el artículo 126 de la Ley ya reformada, que para las
empresas en etapa preoperativa:

"...el reajuste por inflación sólo se tomara en consideración


para la determinación de la renta gravable en el período que
concluyan su etapa preoperativa"

Por otra, parte el artículo 121 de la misma Ley precisaba que


esa etapa preoperativa culminaría; a los efectos legales y para el
Sistema, con la primera facturación, siendo que la oportunidad
de la inscripción en el Registro de Activos Revaluados (RAR)
sería después de dicho período.

Quedaba entonces muy claramente establecido en la refor­


ma, que las empresas en etapa preoperativa no tendrían que
incorporarse al Sistema hasta tanto no iniciaran operaciones
productivas. Lo particular en la reforma es el mandato del artí­
culo 126, según el cual la incorporación comporta un efecto en
la renta gravable -efecto propio del reajuste- en el mismo ejerci­
cio fiscal y desde la fecha en el cual concluyera la etapa
preoperativa. Se apartó así el legislador de 1999 de lo usual, lo

711
60 A ñ os de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

más lógico y sencillo, como tradicional lo ha sido, que el primer


reajuste se correspondiera con un ejercicio fiscal completo, que
siguiera al ejercicio del ajuste inicial.

En efecto, según la normativa de 1994, una empresa que con­


cluyera su etapa preoperativa en una fecha que estuviera en el
curso de un ejercicio fiscal, a esa fecha y no a la del cierre del
ejercicio fiscal debía calcularse el ajuste inicial, aunque la infor­
mación se presentara a las autoridades fiscales en una fecha
posterior que no fue indicada en la reforma. Entonces, el reajus­
te sería por un período corto, el que va desde la de la primera
facturación hasta el cierre del ejercicio, lo que es una solución
ajena a la ortodoxia del Sistema.

Cualquier discusión al respecto quedó liquidada en la refor­


ma de 2001, cuando el artículo 178 de la vigente LISLR dispone
para las empresas en etapa preoperativa que:

".... el reajuste por inflación sólo se tomara en consideración


para la determinación de la renta gravable en el período
siguiente a aquel en que se incorporaron en el sistema de
ajustes por inflación de conformidad con lo establecido en el
artículo 174 de esta Ley" (subrayado nuestro)

El artículo 174 de la vigente Ley establece, como lo hizo el 121


de la Ley derogada, que esa etapa preoperativa culmina con la
primera facturación. En otras palabras, el ajuste inicial se determi­
nará sobre los saldos del balance que se formule al cierre del ejerci­
cio fiscal dentro de cual finalizó la etapa preoperativa, para que
sobre los saldos del balance de cierre del ejercicio fiscal siguiente,
doce meses después, se calcule el primer reajuste, como para cual­
quier contribuyente se ha establecido en la normativa del Sistema.

10.- Cambios que completan la evaluación legislativa en la


reforma de 2001

Son de esta última reforma una serie de cambios de derecho


material a algunos de los cuales ya hemos hecho referencia en

712
A rm ando M o n t il l a V a rela

la revisión de las reformas de 1994 y 1999, de acuerdo con el


plan seguido (ver supra 8 y 9). Revisemos entonces el remanen­
te de nuestra selección.

10.1.- Cambios en la clasificación de partidas no moneta­


rias a partidas monetarias

Ya en la oportunidad de la revisión de la reforma de 1999


nos referimos a un cambio en este sentido -referido entonces a
los títulos valores que se cotizan en una Bolsa de Valores de
Venezuela- que en realidad fue de la autoría del reformista de
2001; (supra 9.2.)

Otro cambio de esta reforma a partida monetaria está en el


artículo 173 y afecta esta vez a las acreencias y obligaciones del
contribuyente nominadas en moneda extranjera y las someti­
das a cláusulas de reajustabilidad, que siempre habían sido par­
tidas no monetarias a los efectos del Sistema. La reforma impor­
ta en el mismo sentido a cargos y créditos diferidos representados
por intereses pagados no causados, o acumulados no ganados.

Por lo que se refiere a los intereses, en un cambio que sólo lo


es a los efectos fiscales, la nueva Ley no hace otra consideración
distinta a la nueva clasificación. Esto significa que sus saldos
siguen formando parte del patrimonio inicial que se reajusta, ,
generando solamente una reducción de la renta gravable si fue­
ra el caso de los cargos diferidos, o más renta gravable si fuera el
caso de los créditos diferidos.

Por lo que respecta a las acreencias u obligaciones en mone­


da extranjera o sujetas a cláusulas de reajustabilidad, el artículo
188 del Capítulo II (del reajuste) del Título IX de la Ley dispone:

"A los fines de este Capítulo, las ganancias o pérdidas que


se originen de ajustar las acreencias o inversiones, así como
las deudas u obligaciones en moneda extranjera o con cláu­
sulas de reajustabilidad existentes al cierre del ejercicio
gravable, serán consideradas realizadas."

713
60 A ñ os de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Destaquemos dos aspectos de esta norma: i) la referencia al


Capítulo II, que puede ser considerada con mejores argumentos
que los que puedan oponerse a las inversiones que se cotizan en
la Bolsa, (Sufra 9.2) en el sentido de que el ajuste al que ella se
refiere debiera ser considerado como un paso del reajuste y por
ende parte del ajuste fiscal por inflación; y, ii) el señalamiento
expreso de que las ganancias o pérdidas en cambio o por aplica­
ción de las cláusulas de reajustabilidad se considerarán realiza­
das, como así lo son en el ajuste por inflación.

A)No podría alguien entender, por más que la norma se pro­


clame como parte del Capitulo II del Título IX de la LISLR,
o sea del reajuste, que siendo ya clasificadas las señaladas
partidas como activos o pasivos monetarios deba afectar
al reajuste la ganancia o la pérdida que se produzca por
una diferencia en cambio o por la aplicación de una cláu­
sula de reajustibilidad. Estaríamos hablando de una dis­
torsión en el Sistema, porque dejando ya establecido, por
el cambio, que las mencionadas acreencias y obligaciones
son partidas monetarias, constituye una irreverencia a la
esencia del Sistema el doble ajuste, como lo sería adicionar
algún otro al que se corresponde por la parte de la inclu­
sión de las deudas u obligaciones en moneda extranjera o
con cláusulas de reajustabilidad como parte del patrimonio
fiscal al principio del ejercicio tributario.

B) La solución legislativa más bien está a orientada a com­


pensar la ganancia o la pérdida por la inflación que se
genera al dejar en el cómputo del patrimonio fiscal las
acreencias u obligaciones en moneda extranjera o sujetas
a la cláusula, con la ganancia o pérdida que esas partidas
generan en la determinación de la renta tradicional -ren­
ta antes del reajuste- traídas como una importación para
el Sistema en el artículo 188. Con esa mixtura, no sola­
mente el legislador se ha apartado una vez más del crite­
rio de la disponibilidad; esta vez, de las ganancias y pérdi­
das cambiarías para el momento del cobro o pago efectivo
del activo o el pasivo que la origina, sino que se procura el

714
A rm ando M o n t il l a V a rela

placer de que una eventual pérdida fiscal traspasable, lo


sea sólo por un año y no por tres, en aplicación del artícu­
lo 183, ya comentado en supra 9.2. Una solución transpa­
rente es la misma que nos parecía propia para los Títulos
Valores como indicamos (supra 9.2).

10.2.- Ampliación del Régimen de exclusiones de Activos


y Pasivos en el Sistema que se excluyen del Sistema

En los artículos 173 y 184 de la Ley, siguiendo legislaciones


anteriores, la vigente Ley incluye, en lo que podríamos identifi­
car como un primer grupo, la exclusión para el Sistema de acti­
vos y pasivos utilizados totalmente los unos, o de origen los otros,
en la generación de enriquecimientos exentos, exonerados o no
sujetos al tributo. En un segundo grupo, esta vez del artículo
173: pero también del 185 y 189, ubicaremos los activos por cuya
tenencia no haya mediado una contraprestación equivalente a
sus respectivos valores; es el caso de las revaluaciones volunta­
rias de bienes y los intangibles no pagados o no adquiridos a
cambio de una deuda.

El cambio de la reforma de 2001 viene en esta oportunidad


de un tercer grupo, la siempre discutible exclusión de ciertas
acreencias del contribuyente, concretamente, las representadas
por cuentas y efectos por cobrar a accionistas, administradores
y a empresas relacionadas, incluyendo en esta vez, como rela­
cionadas, cualquiera que participe directa o indirectamente en
la dirección, control o capital de la empresa acreedora, o cuan­
do las mismas personas participen directa o indirectamente en
la dirección o control de la empresa acreedora o la deudora y es
a este supuesto al que en lo adelante prestaremos atención.

Se acentúa así la aversión que provoca en los administrados


sometidos al Sistema la exclusión de las cuentas y efectos por co­
brar a accionistas, administradores y a las empresas relacionadas.

En el supuesto de la exclusión de las cuentas y efectos por


cobrar a empresas relacionadas se puede advertir que no hay

715
60 A ñ o s de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

otra razón que no sea evitar eventuales manipulaciones de los


contribuyentes, si fuera que mediante dudosas o inexistentes
transacciones una de las partes, en tal caso la acreedora, se pro­
curara un falso activo monetarios y el consecuente aumento en
el patrimonio fiscal. Siendo así, la exclusión es un claro ejemplo
de una normativa punitiva a priori, dirigida a la totalidad de los
destinatarios, como si todos fueran ya declarados manipulado­
res que simulan transacciones por supuesto cuestionables. Las
simulaciones deben ser detectadas en la labor fiscalizadora de
la Administración Tributaria, caso por caso, quien debe hacer
su trabajo y determinar las acciones que ciertamente puedan
constituir una conducta ilícita, para lo cual se la ha dotado de
las más amplias facultades de fiscalización y entre ellas, muy de
aplicación para estos casos, hasta el desconocimiento de con­
tratos, formales o no, de ventas, de financiamiento, o cualquier
otro, como en forma general la autoriza el Código Orgánico Tri­
butario (Artículo 16).

Con la exclusión a troche y moche de las cuentas y efectos


por cobrar entre empresas relacionadas se está ignorando la la­
bor de complementación financiera y operativa muy común entre
empresas de un mismo grupo de intereses, no para menoscabar
los derechos del sujeto activo de la obligación, sino para lograr
la eficiencia en el mejor uso de las fortalezas de una y de la otra,
lo que no es ilícito y más bien provechoso, inclusive para el mis­
mo Fisco.
De mayor alcance en beneficio del Fisco es la exclusión de los
activos monetarios y del patrimonio, de las cuentas y efectos
por cobrar a accionistas, sin que la norma en la mejor medida
discrimine sobre el origen de la operación que generan estas
acreencias.
Lo particular en el caso de los accionistas es cuando la
acreencia del contribuyente castigado -el acreedor- queda bajo
sospecha de esconder una declaración de dividendos; obviamen­
te nos estamos refiriendo a los prestamos y los anticipos. Po­
dríamos entender la exclusión de estas acreencias cuando encu­
bran un reparto de dividendo, como para esconder una

716
A rm ando M o n t il l a V a rela

reducción del patrimonio, siendo que en tal caso estaría justifi­


cada como medida de control fiscal y hasta sería concordante
con el régimen de las ganancias de capital (Artículo 73). En este
sentido la exclusión de los préstamos no debería exceder del
monto de las ganancias retenidas de la empresa acreedora.
La exclusión de las cuentas y efectos por cobrar a los admi­
nistradores del activo en los balances fiscales del acreedor, es
tanto como considerar que, por presunción que no admite prueba
en contrario, tales administradores son serviles testaferros por
la simple razón de ser deudores de la empresa para la cual pres­
tan sus servicios.
Por otra parte, en conocimiento de que entre las exclusiones
hay algunas que incrementan o reducen las ganancias fiscales,
que hay que controlar, la reforma crea una norma de carácter
adjetivo como lo es el Parágrafo Primero del artículo 184. Ese
Parágrafo impone al contribuyente el deber instrumental de lle­
var una cuenta que se denominará "Exclusiones Fiscales Histó­
ricas al Patrimonio" donde -a los solos efectos tributarios- se
acumularán los activos y pasivos a excluir que se vayan incor­
porando en la contabilidad tradicional, así como los que se
descargaran contablemente porque se vayan desincorporando
(;infra 11.1). La cuenta de control cobra mayor importancia con
su señalamiento expreso de que las exclusiones a que se refiere
el artículo 184, ocurridas en el curso de un ejercicio fiscal, se
tratarán como aumentos y disminuciones del patrimonio de
acuerdo con lo establecido expresamente en un nuevo Parágra­
fo Segundo de ese artículo.
No se discute la vigencia de ese Parágrafo Segundo a parir
de la reforma, lo que si es cuestión de posiciones es considerarlo
no como una norma interpretativa o como una nueva norma.
La respuesta pasa por revisar la legislación parcialmente dero­
gada en la reforma, particularmente la LISLR de 1999, y si hay
diferencias entre las locuciones de esa Ley que se refieran a las
disminuciones (Artículo 134) o aumentos (Artículo 133) en ambos
casos "ocurridas durante el ejercicio gravable" (artículos 134 y 133),
para aumentar o disminuir la renta fiscal por una parte, por

717
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

oposición al mandato en su artículo 132 según el cual los contri­


buyentes deberán excluir ciertas partidas a los fines de la determina­
ción del patrimonio neto.

En la metodología del Sistema, no fue lo mismo en la Ley de


1999 una disminución, cuyo efecto, para modificar la renta
gravable se mide (por la variación del IPC) entre el mes de la
disminución hasta el cierre del ejercicio gravable, que una ex­
clusión del patrimonio neto. En este segundo caso la exclusión
debe aplicarse para que tenga efectos por todo un ejercicio fis­
cal y tendrá que ser entonces al saldo del patrimonio neto al
inicio de cada año gravable (Artículo 132). Si la intensión del
legislador de 1999 hubiera sido que las exclusiones de activos,
para citar a las indicadas en el artículo 134, tuvieran el mismo
tratamiento fiscal que las disminuciones, lo hubiera así indica­
do, como en esa norma lo hizo con los dividendos y las reduc­
ciones de capital.

Es cierto que el Parágrafo Tercero del artículo 98 del Regla­


mento de 1993 se refiere a la desincorporación de ciertos activos
y pasivos no monetarios, sólo los no monetarios, para determi­
nar aumentos y disminuciones en la forma que para la totali­
dad de las exclusiones lo hace ahora el Parágrafo Segundo del
artículo 184 de la Ley que modifica la de 1999. Es también cierto
que el Parágrafo Unico del artículo 100 del mismo Reglamento
se refiere a otra disminuciones de patrimonio, sólo como dismi­
nuciones, y considera como tales a los retiros personales que
haga el empresario, socio o accionista, los préstamos que a éstos
conceda la empresa y toda otra cantidad que los propietarios de
un establecimiento o negocio retiren dentro del ejercicio gravable
en detrimento del monto del patrimonio neto de la empresa. Sin
embargo, hay que tomar en consideración que esas normas cons­
tituyeron un exceso reglamentario con respecto a la Ley que
reglamentaba, la de 1991, siendo que no fueron legalizadas como
las definidas disminuciones en las reformas de 1994 y 1999 por
la parte que con ellas no colidiera. En el exceso, las citadas nor­
mas modifican la base imponible del impuesto, en abierta con­
tradicción con el artículo 3 del Código Orgánico Tributario, se­

718
A rm ando M on d lla V arela

gún el cual sólo a las leyes corresponde definir la materia


imponible del tributo.

10.3.- Anticipos para futuros aumentos de capital

El artículo 185 de la reforma del año 2001, referido a las dis­


minuciones del patrimonio a los fines del reajuste establece:

"...Los aportes de los accionistas pendientes por capitalizar


al cierre del ejercicio gravable, deben ser capitalizados en el
ejercicio gravable siguiente, caso contrario se considerarán
pasivos monetarios...".

El dispositivo legal confirma que los aportes para futuros


aumentos de capital forman parte del patrimonio fiscal, ya que
representan flujos incorporados al negocio, tan susceptibles de
sufrir los embates de la inflación como el capital formalmente
registrado. Lo que corta el legislador es la posibilidad cierta de
la permanencia del aporte por capitalizar por tiempo indefini­
do, originando así, permanentemente, reducciones a la renta
gravable en el reajuste a la cuenta de patrimonio fiscal; para eso
pone el límite temporal -hasta el año siguiente del aporte-. La
consideración como pasivo monetario, a los efectos fiscales, tie­
ne ese fin.

La referencia en la norma a que los anticipos no hayan sido


capitalizados no podría ser entendida para aquellos supuestos
en los cuales los accionistas decidan reintegrarse el aporte que
previamente hicieron, caso en el cual, como es obvio, ya no sería
procedente la capitalización ni habría alguna partida que
reclasificar como pasivo monetario. En adición, con el reintegro
se habría cumplido la finalidad que está en la teleología de la
norma; o sea, la reducción de patrimonio desde la fecha en la
cual se hizo efectivo el reintegro.

La fecha de la reclasificación, si procediera, no queda indica­


da en el supuesto que se hipotetiza en la norma, porque no la

719
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

hay de hecho si el anticipo permanece como tal. De derecho, se


puede discutir si tal fecha es la del final o la del principio del
ejercicio fiscal, siendo que si fuera la del cierre, al último día, el
efecto de la reducción del patrimonio quedaría diferido para el
ejercicio siguiente, ya que ex artículo 186 el reajuste para redu­
cir el patrimonio se calcula desde el día en el cual se haya cum­
plido el hecho reductor.

A una tesis como ésta se opone otra que consideramos más


acertada, que es la de que la reclasificación a un pasivo mone­
tario aplica para el año en el cual el anticipo debió ser capita­
lizado y no se hizo. Es que en este caso lo que se trata es del
reconocimiento del omiso de un hecho que a los fines tributa­
rios debió haber ocurrido en el ejercicio fiscal -la capitaliza­
ción- para que no le fuera aplicable la consecuencia jurídica
del artículo 185. En este orden de ideas, la reclasificación es un
acto de la determinación, o accertamento en sentido amplio para
incluir entre sus actores al contribuyente, o de la persona que
ejerza su representación. Como parte de la determinación, se
debe reconocer los hechos acaecidos, u omitidos con conse­
cuencias en la cuantía del tributo, durante el ejercicio fiscal.
Así, si no se completó la capitalización del anticipo en un ejer­
cicio fiscal en el que debió ser completada, en ese ejercicio es
procedente la reclasificación del monto del aporte como pasi­
vo monetario.

Siempre podría discutirse la atinada solución de la aplica­


ción de la consecuencia jurídica cuando el aporte fue hecho y
no capitalizados en ejercicios fiscales anteriores a la vigencia de
la Ley que nació de la reforma de 2001; pero si queda claro que
cuando los aportes de los accionistas pendientes de capitalizar
se hayan hecho en un ejercicio gravable de la Ley derogada y a
esa Ley derogada correspondió el ejercicio siguiente señalado
en la norma, la consecuencia jurídica del artículo 185, no podrá
hacerse efectiva. Lo contrario; o sea, aplicarla en un ejercicio
fiscal regido por la nueva Ley, violaría el principio de la
irretroactividad que en Venezuela tiene carácter constitucional
(CRBV, artículo 24). Valdés Costa sostiene que la materia

720
A rm ando M o n t il l a V a rela

tributaria, como limitación al poder de tributar, "prohíbe esta­


blecer tributos sobre hechos generadores ocurridos con anterio­
ridad a la Ley". (1996, p. 244).

10.4.- Ganancias de cierres contables inferiores a un año

Cuando en el mismo artículo 185 la nueva Ley incorpora que


no se consideran aumentos de patrimonio las utilidades del con­
tribuyente en el ejercicio gravable, aún en los casos de cierres
contables menores a un año, el legislador incurre en una error
conceptual que haría que quienes no estén en la situación que se
quiso plantear, o no la conocieran, hasta podrían llegar a la con­
clusión de que se trata de una norma de imposible aplicación.

En efecto, las ganancias del año -utilidades-, como tales, no


tienen que formar parte del ajuste al patrimonio; pero esas ga­
nancias se incorporan al balance como efectivo o cuentas por
cobrar que después se convierten en otros activos o reducción
de pasivos. Esos activos y pasivos son los que intervienen en la
metodología del reajuste, incluida en ellos la ganancia.

Sin embargo, con todos sus errores la norma si tiene una fi­
nalidad, lo que quiso decir el legislador más bien estaba referido
a empresas que por mandato de otras disposiciones legales, como
ocurre por ejemplo en el sector financiero, tengan por obliga­
ción presentar cierres semestrales. Estas disposiciones de otras
leyes no pueden tener consecuencias fiscales cuando se trate de
la identificación del ejercicio tributario, que como se sabe es de
doce meses, excepto en los casos del inicio de la compañía, de
liquidación, de fusión o de cambio de ejercicio autorizado por la
Administración.

10.5.- Ajuste al patrimonio negativo

Quizás lo primero que hay que aclarar es la terminología.


Patrimonio negativo es una expresión de la LISLR en la norma­

721
60 A ños de Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

tiva del ajuste por inflación para aquellas situaciones en las cuales
los activos actualizados en el Sistema fueran menores, en valo­
res, que los pasivos también actualizados.

Desde la primera versión del Sistema y en todas las reformas


hasta la de 1999, inclusive, se había establecido que cuando el
contribuyente presentara al inicio del ejercicio un patrimonio
neto negativo, dicho patrimonio no estaría sujeto a las normas
del reajuste. La reforma de 1999, en su artículo 141, permitió
que en el caso en el cual hubiera un aumento de capital en el
transcurso del ejercicio que se inicio en situación deficitaria, el o
los aumentos sería compensado con el llamado patrimonio ne­
gativo, de manera que después de esta compensación - por el
exceso - se iniciaría el reajuste al patrimonio fiscal a partir de
que existiera un saldo positivo.

La reforma de 2001 eliminó el artículo 141 de la Ley de 1999;


pero esa eliminación es sólo parte del análisis de la nueva situa­
ción; de la situación que se completa con el agregado que se
hace en el artículo 184 de la misma reforma, en sustitución del
artículo 132 de la LISLR de 1999 que solamente hacía referencia
a una disminución de la renta gravable cuando marcaba las
pautas del reajuste del patrimonio inicial. El artículo 184 dispo­
ne ahora:

"Se acumularán en la partida Reajuste por Inflación, como


una disminución o aumento de la renta gravable. el incre­
mento o disminución del valor que resulte de reajustar anual­
mente el patrimonio neto al principio del ejercicio gravable..."
(Subrayado nuestro)

De manera que: la eliminación del antes mencionado artícu­


lo 141, el conocimiento de que el patrimonio que no fuera nega­
tivo genera una disminución de la renta gravable y que del nue­
vo texto se refiere a un aumento de la renta gravable, permiten
concluir no solamente que ahora se reajusta el patrimonio ne­
gativo, sino que el reajuste de ese patrimonio redunda en una
ganancia fiscal por inflación.

722
A rm ando M o n t il l a V a rela

No dejan de tener razón los expertos que en aritmética aseso­


raron al proyectista en esta ayudita a las arcas del tesoro nacio­
nal. Un patrimonio negativo se produce cuando en el balance de
un contribuyente los pasivos son más que los activos; si fuera que
en esos pasivos predominan los que fueran monetarios, las frías
cifras indican que ese contribuyente está en una posición mone­
taria pasiva generadora de ganancias monetarias.

Donde está la crueldad del legislador es en no reconocer que


una situación como la de la premisa ha podido originarse en
una acumulación de pérdidas, o por una sola perdida muy grande
en el ejercicio fiscal anterior. Entonces ese contribuyente, ago­
biado por las pérdidas, todavía tendría que soportar una ga­
nancia fiscal y hasta una carga tributaria entonces ajena a su
capacidad contributiva. El gravamen a la ganancia es lo axio­
mático en el derecho especial tributario del impuesto a la renta
y en el más elemental derecho tributario.

III) CAMBIOS DE DERECHO FORMAL O ADJETIVO.

11.- Nuevos Débitos instrumentales

Hemos considerado en Capítulo separado reunir los cam­


bios del derecho que son para Villegas el complemento indis­
pensable de como debe procederse para que el tribu to
legislativamente creado se transforme en tributo fiscalmente
percibido (1992, pág. 325). Es, lo que en la reforma de 2001 se
manifiesta en nuevas o más exigentes obligaciones de hacer,
consideradas por el citado autor como débitos instrumentales
que el Fisco exige a las personas (1992, pág. 125). En la norma­
tiva del Sistema los débitos de este tipo están relacionados con
las obligaciones de mantener una serie de registros contables,
que recojan el mayor número información, si no toda, que
pueda ser útil para ayudar a la Administración Tributaria a la
revisión de archivos tipos, en vez de tener que lidiar con una
información menos uniforme.

723
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

11.1.-La cuenta Exclusiones Fiscales Históricas al Patrimo­


nio

Con la reforma de 2001 aparece la cuenta. Exclusiones Fisca­


les Históricas al Patrimonio, como cuenta de control fiscal que
recogerá, desde el ajuste inicial (Artículo 173, Parágrafo Cuar­
to), las cuentas del balance que de acuerdo con la normativa no
formarán parte del patrimonio fiscal del contribuyente (Ver sura
10.2); que sigue en el reajuste (Artículo 184, Parágrafo Primero).
La cuenta en referencia será parte del patrimonio fiscal, para
aumentarlo o reducirlo, según sea el momento y el tipo de cuen­
ta del balance que la activa.

11.2.- Registro de datos de activos y pasivos no monetarios

Este registro es de tipo informativo y seguramente, al igual


que el del movimiento de la cuenta Exclusiones Fiscales Histó­
ricas al Patrimonio, será solicitado por los funcionarios de fis­
calización para disponer más fácilmente de información que
mejor pudieran ellos mismos obtener de los libros de contabili­
dad del contribuyente, o de la data informada en las declara­
ciones o por requerimiento específico, caso por caso, como parte
de la fiscalización.

El registro en referencia solicita las anotaciones de informa­


ción de fechas, costos originales, cantidades resultantes de cál­
culos ya informados, valores en libros y precios de venta de ac­
tivos enajenados, según puede apreciarse de los diez literales
del artículo 181.
Registros de este tipo tan exageradamente detallados y cons­
titutivos de duplicaciones de otras fuentes, generalmente redun­
dan en un trabajo administrativo excesivo e ineficiente del ad­
ministrado, donde se pide todo para utilizar lo menos. Lo que
en apariencia se persigue es que el contribuyente supla parte
del trabajo de control fiscal que corresponde a la administra­
ción. Se exige por ejemplo:

724
A rm ando M o n t il l a V arela

- Incluir año a año en el registro la fech a y el costo de adquisición


de los activos no monetarios (literales a y b del artículo 181),
como si esta información no estuviera ya registrada en los
libros de contabilidad del contribuyente;

- D epreciación o am ortización acum ulada histórica al cierre del


ejercicio gravable anterior [literal c)], información ésta que
nada tiene que ver con el Sistema, porque la deprecia­
ción o amortización que con efectos en el ajuste por in­
flación se produce es la del mayor valor en el ajuste ini­
cial y en el reajuste anual de los activos depreciables o
amortizables

- A juste inicial del costo y la depreciación acum ulada no im pu­


tables al costo de ventas (SIC) (literal i). Esta información
resulta ociosa, porque la disposición legal que negaba la
imputabilidad al costo de ventas del mayor valor no de­
preciado o amortizado de la actualización del ajuste ini­
cial fue eliminada precisamente en la reforma de 2001,
como se indica en supra 8.2.

Así, se podría ir analizando cada uno de los literales del artí­


culo 181 de la vigente LISLR y el resultado sería igual, una car­
ga adicional para el contribuyente o responsable; pero a la vez
una cómoda sustitución de del trabajo que debería hacer la
Administración en los procesos de fiscalización.

Es cierto que los administrados deben colaborar con la Ad­


ministración tributaria en tales procesos, que deben suministrar
la información que se les solicite; pero, como lo establece el Có­
digo Orgánico Tributario (Artículo 127 -8) esa información po­
dría ser hasta copia de la totalidad o parte de los soportes mag­
néticos de su propia contabilidad, así como información relativa
a los equipos y aplicaciones utilizados y las características técni­
cas del hardware y software utilizados, lo que impone al órga­
no fiscalizador desarrollar programas de auditoria fiscal de pro­
cesos computarizados.

725
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

11.3. - Contabilidad general para el Sistema.

La mecánica contable, ajustada a los mandatos legales de


anteriores normativas del ajuste, se completa y ratifica en el Sis­
tema con el artículo 192 de la LISLR de 2001. En esta disposi­
ción legal se le impone a los administrados llevar un libro para
registrar todas las operaciones que en el Sistema sean necesa­
rias, no sólo de acuerdo con los requisitos y condiciones que
establezca la Ley, sino también las que prevea su reglamento.
Esta será - establece la norma - una contabilidad especial y adi­
cional. Adicional por supuesto, a la que están obligados los co­
merciantes de acuerdo con el Código de Comercio.

Es de esta contabilidad de donde saldrán, especialmente se­


gún la citada disposición legal, las cifras el Balance General
Actualizado que en el primer año de vigencia de la Ley arran­
cará con las del cierre del ejercicio fiscal anterior. Este balance,
adicionado con los reajustes del período fiscal, producirá un
balance también actualizado al cierre de cada ejercicio fiscal. .

Esta contabilidad permitiría la deseada uniformidad en los


registros del contribuyente, como para abreviar las labores de
fiscalización del ajuste fiscal calculado por el contribuyente o
responsable. Tal es el grado de uniformidad que se requiere, que
se le impone a la Administración la autorización - previo a la
venta o cesión - de los sistemas contables que se elaboren en uso
de la informática al servicio, esta vez, de los requerimientos para
la conformación del ajuste fiscal.

BIBLIOGRAFIA

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América Latina, Editorial Nueva Sociedad - Caracas 1991
MONTILLA VARELA, A. Comentarios a la Ley de Impuesto Sobre la Ren­
ta, BIBLIOTECA DE LA ACADEMIA DE CIENCIAS

726
A rm ando M o n t il l a V a rela

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Caracas 2002
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VILLEGAS, Héctor B. Curso de Derecho Finanzas, Derecho Financiero y
Tributario. DEPALMA — Buenos Aires 1992
Federación de Contadores Públicos de Venezuela Los Principios de Con­
tabilidad y las Normas de Auditoría de Aceptación General en
Venezuela, Caracas -1996
Ley de Impuesto Sobre la Renta de 1991; 1994 y 2001.
Código Orgánico Tributario de 2001
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999
Código de Comercio
Código Civil

727
ASPECTOS PRÁCTICOS DEL SISTEMA
DE AJUSTE POR INFLACIÓN FISCAL

G ustav o A. S e r r a n o B a u z a *

INTRODUCCIÓN.

El Sistema Tributario venezolano, estuvo basado durante


muchos años en el Impuesto sobre la Renta, como fuente princi­
pal de ingresos tributarios de naturaleza directa. Este tipo de
tributo tiene como característica esencial, que el sujeto que de­
termina, declara y paga la obligación tributaria, es el mismo que
la soporta, motivo por el cual, es factor esencial que el principio
tributario de la capacidad económica, sea pilar fundamental y
determinante, a la hora de establecer los elementos cualitativos
y cuantitativos que conforman este tributo.

El proceso inflacionario que ha venido padeciendo Venezue­


la desde hace aproximadamente treinta años, se ha convertido
en una enfermedad para la economía. Durante este período la
inflación ha superado los tres dígitos, por lo que la información

* Contador Público egresado de la Universidad Católica Andrés Bello (1996).


Especialista en Derecho Financiero de la misma Universidad (2000). Ex
Vicepresidente de Asuntos Tributarios de Interbank C.A. Banco Universal
(1999-2001), Ex Socio del Departamento de Asesoría Tributaria de la firma
Torres Plaz & Araujo escritorio jurídico (2001-2003). Socio Fundador de la
firma Serrano Cid Asesores (2003). Actualmente es titular de las Cátedras
de Impuesto a las Ventas y Específicos a la Producción y de Tributos de la
Em presa del Instituto Universitario de Gerencia y Tecnología. Ha sido
ponente en distintos foros en materia tributaria y es miembro del Colegio
de Contadores Público del Distrito Federal, de la Asociación Venezolana
de Derecho Financiero, del Comité de Normas Tributarias de la Federa­
ción de Colegios de Contadores Públicos de Venezuela y del Comité de
Impuestos de CONAPRI.

7 29
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

financiera que suministran los estados financieros, elaborados


con base en una moneda uniforme o en la hipótesis de la estabi­
lidad monetaria y en el principio contable de los costos históri­
cos, se ve distorsionada, pues no toman en cuenta el factor in­
flacionario1.

Es por lo antes señalado, que en la Reforma de la Ley de


Impuesto sobre la Renta de Septiembre de 1991, se consideró
incorporar un mecanismo de corrección monetaria, que en teo­
ría permitiera depurar la Renta Neta Gravable, determinando
una materia imponible más acorde con el entorno económico
en el cual se originó, de forma de que se cumpliera con el princi­
pio de capacidad económica y de progresividad.

Esto se puede evidenciar en el texto de la Exposición de Mo­


tivos de la mencionada Reforma, el cual establecía en su texto,
lo siguiente.

"El proyecto propone la incorporación de la normativa referente a


un ajuste integral por actualización de los elementos del Activo,
Pasivo y Patrimonio, con el propósito de que los contribuyentes
paguen sobre la base de ingresos reales y no nominales como hasta
el presente ha ocurrido. No se persigue con este sistema un mayor
ni menor ingreso de impuesto, sólo este dirigido a lograr la equi­
dad, haciendo que las empresas tributen por sus verdaderos resul­
tados económicos, reconociendo y aceptando las pérdidas por in­
flación, pero también sincerando las ganancias que se produzcan
debido a tal proceso.

Como quiera que este sistema resulta en la práctica un tanto com­


plejo, el proyecto establece una vacante de la norma, de tres (3)
años a partir de la vigencia de la Ley propuesta, a fin de que duran­
te ese lapso, tanto los contribuyentes como el personal fiscal de la
Administración Tributaria, desarrollen las técnicas establecidas
en la Ley y al mismo tiempo los contribuyentes desarrollen mayor
conciencia sobre los efectos de la normativa propuesta."

1 TORRES NUÑEZ, Manuel, FALINI GUERRA, Rosella, SALAVERRIA, José


H., SERRANO BAUZA, Gustavo; "Responsabilidad de los Administrado­
res y Comisarios ante la Declaración de Principios de Contabilidad N2 10
y Publicaciones Técnicas Ne 14 y 19", P 11.

730
G u sta v o A . S erra n o B auza

De este texto se puede establecer, que la intención del legisla­


dor era implementar un sistema que permitiera medir como se
afectaba la Renta Neta del contribuyente, al estar su Patrimonio
expuesto a los altos índices de inflación que se originaron en
Venezuela en aquellos años y que siguen originándose en los
actuales momentos.

Ahora bien, el sistema que fuese desarrollado a través del


articulado de la Ley, debía considerar como principio rector,
que debe velarse por una correcta determinación de la capaci­
dad económica del contribuyente, sin que se cercene el derecho
a no tributar más allá de lo que le corresponde.

De esta forma se consideró dentro de la Reforma de la Ley de


Impuesto sobre la Renta de 1991, basado en la experiencia de
jurisdicciones foráneas que ya contaban con la aplicación de un
sistema de corrección monetaria, como fueron los casos de Chi­
le y México; la implementación de un sistema de reexpresión
establecido sobre la aplicación de un factor de corrección deno­
minado índice de Precios al Consumidor, el cual es un índice de
inflación que mide el cambio proporcional del precio de las co­
sas entre dos períodos de tiempo diferentes.

Se adopto este índice, por incluir dentro de su determinación


una serie de bienes y servicios, que conforman las necesidades
básicas generales de los consumidores, motivo por el cual se con­
sideró que podía representar el factor más idóneo para afectar
la renta neta obtenida por los contribuyentes, la cual se deriva­
ba de la producción y venta de bienes y servicios.

No obstante, muchas han sido las críticas que se han formu­


lado sobre la aplicación de este tipo de índice a la totalidad de
los contribuyentes que se encuentran sujetos a este mecanismo
de corrección monetaria establecido en la Ley, por cuanto se
considera que en muchos casos se distorsiona la base imponible,
en vez de determinar su real valor.

Desde la incorporación de este sistema de corrección moneta­


ria en la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1991, se han origina­

731
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

do seis (6) reformas de la misma, siendo éstas en las fechas de


Septiembre 1993, Mayo 1994, Diciembre 1995, Octubre de 1999,
Noviembre y Diciembre de 2001, reformándose en algunas de
ellas el Capítulo IX referente al "Sistema de Ajuste por Inflación".

Las reformas efectuadas a este Capítulo no incidieron en lo


que a su estructura de determinación se refiere, es decir, en las
dos etapas en que la Ley de 1991 la había estructurado, siendo
éstas la del "Ajuste Inicial" y "Ajuste Regular". Las reformas se
concentraron en desarrollar normas que en teoría permitieran
obtener resultados más acordes con lo que podía ser la realidad
económica de los contribuyentes y de las operaciones que estos
realizaban.

Muchas de estas reformas obedecieron a críticas planteadas


por los propios contribuyentes y por los especialistas en materia
tributaria que han estudiado y analizado este tema.

Como el presente trabajo tiene por finalidad, el realizar un


análisis práctico del sistema de ajuste por inflación concebido
en la Ley de Impuesto sobre la Renta, considero que el mejor
análisis sería aquel que nos permita entender, cual es el efecto
que se le origina a los contribuyentes a la hora de aplicar el sis­
tema de ajuste, de la forma en que esta concebido el mismo; esto
siempre bajo el principio de que debe prevalecer la capacidad
económica de estos sujetos pasivos.

Para este análisis, dividiremos el trabajo en función de las


dos etapas en que esta concebido el sistema de ajuste por infla­
ción y de acuerdo, a los distintos elementos que se ven sujetos al
mismo.

INTERPRETACIÓN DE LAS LEYES TRIBUTARIAS.

El Capítulo IX de la Ley de Impuesto Sobre la Renta, el cual


establece el sistema de ajuste por inflación, a parte de ser una
norma de origen e incidencia económica, es de carácter tributa­

732
G u sta v o A . S er r a n o B a u za

rio y por lo tanto, debe cumplir con todos los preceptos y princi­
pios generales que rigen al Derecho y en específico al Derecho
Tributario, de forma tal que debe velar por el cumplimiento de
los Principios de Legalidad, Capacidad Económica, Progresividad
y No Confiscación. De igual forma, al ser parte de una Ley que
establece un tributo de naturaleza directa, personal y periódico,
debe considerar en su contenido, los elementos que permitan
que estas características que tipifican a este impuesto, se man­
tengan.

Por otra parte, a la hora de analizar e interpretar las normas


que conforman el sistema de ajuste por inflación concebido en
la Ley de Impuesto sobre la Renta, deben considerarse los méto­
dos de interpretación de las Leyes, que rigen al Derecho y en
especial al Tributario, de forma que la interpretación que se le
den a las mismas, no sean contraria a los principios tributarios
señalados anteriormente.

El Código Orgánico Tributario (COT)2 establece en sus ar­


tículo 5 y 6 que las "normas tributarias se interpretarán con
arreglo a todos los m étodos adm itidos en derecho, atendiendo
su fin y a su significación económica, pudiéndose llegar a los
resultados restrictivos o extensivos de los términos contenidos
en las normas tributarias" y que la "analogía es admisible para
colmar los vacíos legales, pero en virtud de ella no pueden crear­
se tributos, exenciones, exoneraciones ni otros beneficios, tam ­
poco tipificar ilícitos ni establecer sanciones".

De igual forma el artículo 73 de éste Código, establece la apli­


cación de las normas contenidas en otros cuerpos normativos

2 Ley N° 42.Código Orgánico Tributario, publicado en la Gaceta Oficial de


la República Bolivariana de Venezuela N° 37.305, de fecha 17 de octubre de
2001.
3 Artículo 7. En las situaciones que no puedan resolverse por las disposicio­
nes de este Código o de las leyes se aplicarán supletoriamente y en orden
de prelación, las normas tributarias análogas, los principios generales del
derecho tributario y los de otras ramas jurídicas que más se avengan a su
naturaleza y fines, salvo disposición especial de este Código.

733
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

como medios supletorios a los fines de lograr una adecuada in­


terpretación y aplicación de las normas de contenido tributario,
cuando existan vacíos o elementos no claros en su contenido.

Por otra parte, el Código Civil4 establece en su artículo 4o, la


forma en que deben ser interpretadas las Leyes, estableciendo
que "...la Ley debe atribuírsele el sentido que aparece evidente
del significado propio de las palabras, según la conexión de ellas
entre s í y la intención del legislador", haciendo igual referencia
a la utilización del procedimiento de analogía y, dado el caso,
aplicar los principios generales del derecho, cuando aquel no
llenare los vacíos existentes.

De acuerdo con estos artículos, las normas tributarias deben


ser interpretadas aplicando la hermenéutica jurídica, a efectos
de dilucidar aspectos que no estén claros en el contenido de és­
tas y es por ello, que al momento de analizar la aplicación del
sistema de ajuste por inflación establecido en la Ley de Impues­
to sobre la Renta, debemos aplicar los métodos de interpreta­
ción, a efectos de dilucidar cual es la consecuencia tributaria
que se origina de la aplicación de esta metodología.

Al momento de analizar la forma en que debe aplicarse el


sistema de ajuste por inflación contemplado en la Ley, no pue­
de violarse los principios generales de derecho y en especial los
de materia tributaria, es por ello que la interpretación que se le
de a este texto normativo, mediante los distintos métodos de
interpretación, no puede ir en contra de los principios tributa­
rios consagrados en los artículos 316 y 317 de la Constitución
de la República de Venezuela5.

4 Código Civil, publicado en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela


N° 2.990 Extraordinario de fecha 26 de julio de 1982.
5 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, publicada en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 5.453 Extraor­
dinario de fecha 24 de marzo de 2000.
Artículo 316.-E1 sistema tributario procurará la justa distribución de las
cargas públicas según la capacidad económica del o de la contribuyente,
atendiendo al principio de progresividad, así como la protección de la

734
G u sta v o A . S erra n o B auza

De acuerdo a estos artículos, la interpretación que se le de a


cualquier norma establecida en una ley tributaria, no puede
quebrantar el principio general de la real capacidad contributi­
va del contribuyente, es decir, en el caso de la LISLR, si el contri­
buyente obtuvo un real incremento patrimonial por la activi­
dad económica que desarrollo, por cuanto es la única forma en
que se vea incrementada su capacidad contributiva.

Esto lo ratifica el autor Roquefélix Arvelo Villamizar en su


obra "El Estatuto del Contribuyente en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela de 1999", el cual en su obra
expresa lo siguiente.
"Se trata quizá del principio cardinal del sistema tributario.
La afectación o la incidencia tributaria no pueden descuidar
la capacidad económica del contribuyente. Además, la carga
tributaria que le corresponda a cada sujeto con capacidad
económica y por supuesto, con capacidad contributiva -pues
no todo sujeto con capacidad económica tiene capacidad con­
tributiva- debe ser proporcional a la manifestación económi­
ca, pues de lo contrario el desmedido sacrificio a la propiedad

economía nacional y la elevación del nivel de vida de la población, y se


sustentará para ello en un sistema eficiente para la recaudación de los
tributos."
"Artículo 317.-No podrá cobrarse impuesto, tasa, y contribución alguna
que no estén establecidos en la ley, ni concederse exenciones y rebajas, ni
otras formas de incentivos fiscales, sino en los casos previstos por las
leyes. Ningún tributo puede tener efecto confiscatorio.
N o podrán establecerse obligaciones tributarias pagaderas en servicios
personales. La evasión fiscal, sin perjuicio de otras sanciones establecidas
por la ley, podrá ser castigada penalmente.
En el caso de los funcionarios públicos o funcionarías públicas se estable­
cerá el doble de la pena.
Toda ley tributaria fijará su lapso de entrada en vigencia. En ausencia del
mismo se entenderá fijado en sesenta días continuos. Esta disposición no
limita las facultades extraordinarias que acuerde el Ejecutivo Nacional en
los casos previstos por esta Constitución.
La administración tributaria nacional gozará de autonomía técnica, fun­
cional y financiera de acuerdo con lo aprobado por la Asamblea Nacional
y su máxima autoridad será designada por el Presidente o Presidenta de la
República, de conformidad con las normas previstas en la ley."

735
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

privada podría mermar o frustrar la actividad productiva del


sujeto pasible. P or otro lado, las categorías jurídicas
impositivas deben tener un carácter progresivo y no regresi­
vo, en tanto el aumento de la carga fisca l debe obedecer al
incremento real de la riqueza del contribuyente en términos
justos y racionales, es decir, la alícuota aumentará en la me­
dida (no en la misma medida )que aumente la capacidad con­
tributiva del sujeto gravado, razón por la cual, a mayor apti­
tud, m ayor gravamen o, lo que es lo mismo, el impuesto
progresivo es aquel que capta un determinado porcentaje del
ingreso cada vez m ayor y, a medida que el ingreso aumenta
se reduce la desigualdad de los bienes económicos; esto en
palabras de Germán Acedo Payárez."6

De igual forma en el texto "Estudios de Derecho Constitucio­


nal Tributario" se define al Principio de Capacidad Contributi­
va "como una "aptitud" del contribuyente para ser sujeto pasi­
vo de obligaciones tributarias/ aptitud que viene establecida por
la presencia de hechos reveladores de riqueza (capacidad eco­
nómica) que, luego de ser sometidos a la valorización del legis­
lador y conciliados con los fines de naturaleza política, social y
económica, son elevados al rango de categoría imponible"7

De acuerdo a estos doctrinarios, al momento de interpretar


una norma tributaria, debe tenerse en cuenta que no se viole la
capacidad contributiva del sujeto obligado a soportar la carga
tributaria en calidad de contribuyente, lo cual nos conduce, que
para velar por esta capacidad debe tomarse en cuenta factores
económicos que en definitiva son los que pueden medir de que
forma se desarrolla la capacidad de contribuir de un sujeto.

Es por ello que actualmente en el ámbito tributario, basados


en la disposición del artículo 5o del COT, al momento de inter­

6 Roquefélix Arvelo Villamizar. El Estatuto del Contribuyente en la Consti­


tución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999. Paredes Edito­
res. Caracas 2000,pp 225 y 226.
7 Beltrán, Bulit Goñi, Casás, Corti, García Belsunce, Spisso, Tarsitano, Villegas.
Estudios de Derecho Constitucional Tributario. Ediciones Depalma. Bue­
nos Aires 1994, p 307.

736
G u sta v o A . S erra n o B au za

pretar una norma, debe realizarse tomando en cuenta el con­


texto o fin económico que esta pueda tener, es decir, debe eva­
luarse que el presupuesto de hecho que realice el sujeto pasivo,
tenga un sustrato económico que realmente origine el nacimiento
de la obligación tributaria de acuerdo con el hecho imponible
establecido en la norma y no se traten de simple operaciones
documentales que no posean un fin económico.

Este criterio lo recogen distintos doctrinarios nacionales e in­


ternacionales, así como la jurisprudencia de nuestros tribuna­
les, donde se destaca que el método de interpretación económi­
ca, es aquel " según el cual lo fundam ental en la hermenéutica
de las disposiciones normativas de Derecho Tributario, consis­
te en la captación de la realidad económ ica tipificada como
objeto del tributo".8

Estás consideraciones las expresa muy claramente el Doctor


José Andrés Octavio L., en las conclusiones de su libro "La Rea­
lidad Económica en el Derecho Tributario"9, donde expresa que
las normas que integran el denominado derecho tributario ma­
terial en el caso de los impuestos- hechos imponibles, exencio­
nes o exoneraciones u otros beneficios - poseen un indiscutible
sustrato económico, representado por las manifestaciones de
riqueza valoradas por el legislador al establecer los presupues­
tos, que evidencian o hacen presumir la capacidad de los suje­
tos incididos para contribuir. En consecuencia la naturaleza del
hecho imponible debe ser establecida, no sólo en función de su
juridicidad, sino en atención a la realidad de las situaciones va­
loradas al momento de su creación, que en definitiva forman
parte del presupuesto que se integra al derecho positivo y las
cuales le son inherentes. Por ello, la separación absoluta entre la
naturaleza jurídica y la realidad económica subyacente del he­

8 A lejandro R am írez van d er Velde, P ed ro B aute C araballo, A ntonio


Planchart Mendoza. Análisis del Régimen Tributario en la Nueva Consti­
tución. Caracas 2000, p 110.
9 José Andrés Octavio L. La Realidad Económica en el Derecho Tributario.
Editorial Jurídica Venezolana. Caracas 2000, pp 167,168,169.

737
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

cho imponible es ilusoria, por cuanto todos los elementos eco­


nómicos moldeados por el legislador e incluidos en la definición
del presupuesto de hecho integran la hipótesis normativa, y en
tal virtud, su esencia económica forma parte indisoluble de su
juridicidad.

La interpretación económica de las normas tributarias permi­


te materializar los principios tributarios de capacidad contributi­
va, igualdad, no confiscación, por cuanto permiten que el intér­
prete prescinda de la apariencia jurídica o formal de la norma y
se sumerja en la realidad económica que se quiso reglar.

El método de interpretación económica no es una herramien­


ta con la cual cuente solamente el sujeto activo de la obligación
tributaria, sino que es un mecanismo del cual disponen ambos
sujetos de la relación jurídica tributaria (activo y pasivo), a pe­
sar de que los resultados puedan ser contrarios a los intereses de
cualquiera de las partes. Esto significa, que este método no sólo
se circunscribe a situaciones que determinen la sujeción al im­
puesto, sino también para establecer supuestos de no sujeción y
exención o exoneración.

Por otra parte, existe un principio denominado Transparencia


Fiscal, el cual se puede definir, como aquel que " exige que las
leyes fiscales en sentido amplio, es decir, con inclusión de los
reglam en tos ejecu tiv o s (reg u lation s), d irectrices, etc., se
estructuren de manera que presenten técnica y jurídicamente el
máximo posible de inteligibilidad y sus disposiciones sean tan
claras y precisas que excluyan toda duda sobre los derechos y
deberes de los contribuyentes, tantos en éstos mismos como en
los funcionarios de la Administración Tributaria, y con ello la
arbitrariedad en la liquidación y recaudación de los impuestos."10
La observancia de este principio al momento de establecerse
el contenido de las leyes tributarias, permite que el contribuyen­
te al momento de interpretar una norma pueda basarse inicial­

10 Fritz Neumark. Principios de la Imposición. Instituto de Estudios Fiscales.


2-,Edición. Madrid 1994, p 366.

738
G u sta v o A . S erra n o B au za

mente en el texto propio de la Ley y aplique los métodos de


interpretación como un mecanismo o herramienta de aclaratoria
y no tenga que usarlos como herramienta principal de aplica­
ción, por cuanto el texto de la Ley no cumple con las caracterís­
ticas de claridad e inteligibilidad que debiera tener.

Es por todo lo antes expuesto, que la interpretación y aplica­


ción del sistema de ajuste por inflación establecido en la Ley de
Impuesto sobre la Renta, como mecanismo económ ico de
reexpresión, no puede sustituir tácitamente los hechos econó­
micos que inciden al contribuyente, distorsionando así su real
capacidad contributiva.

Vemos como una opinión parecida a esta la recoge Luis


Ramírez Romero en su libro, "Ajuste por Inflación Fiscal y su
enfoque Práctico"11, en el cual señala textualmente lo siguiente.
"Nos referimos específicamente al reconocimiento del efecto infla­
cionario frente a una economía prácticamente estatizada; es decir,
frente a una economía de precios regulados, de divisas controla­
das, financieramente encarecida; de un mercado en donde colocar
los productos cada día se dificulta más por la limitación del poder
adquisitivo por parte de los consumidores. Aún así, el ejecutivo
nacional pretende mantener el régimen existente bajo un escenario
económico totalmente diferente, sobre el cual originalmente fue
diseñado el sistema en cuestión. Esta situación ha orinado unos
resultados, si se quiere muy distantes a la realidad financiera de
los contribuyentes; resultados éstos por lo demás muy variados,
los cuales en muchos de los casos ha convertido de hecho el Ajuste
por inflación en prácticamente un impuesto aplicado a la tenencia
de Activos Monetarios y No Monetarios, hecho éste que lo convier­
te en un sistema tributario confiscatorio y descapitalizador, y este
por demás peligroso para el fortalecimiento y futura estabilidad
económica de las empresas, las cuales en muchos de los casos han
tenido que endeudarse para poder satisfacer los impuestos genera­
dos por las supuestas ganancias que por inflación se han generado
en un período determinado."

11 Luis Ramírez Romero. Ajuste por Inflación Fiscal y su enfoque práctico.


Ediciones LUI C.A.. 3S Edición. Venezuela 1996.P.50.

739
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

ASPECTOS GENERALES DEL AJUSTE POR INFLACIÓN


FISCAL

Es importante a la hora de estudiar el ajuste por inflación


como mecanismo de corrección monetaria, que se conozcan los
aspectos generales que conforman su esencia y sobre los cuales
se basa. Esto nos permitirá tener una visión, sobre cuales de los
elementos que los conforman pueden ser distorcionantes de los
principios generales de la tributación, a la hora de su aplicación
práctica.

El sistema de ajuste por inflación fiscal, detenta una caracte­


rística de obligatoriedad y permanencia, esto debido que al es­
tar establecido como uno de los elementos que determinan la
obligación tributaria de la Ley de Impuesto sobre la Renta, to­
dos los sujetos que se encuentren obligados por este tributo y
que califiquen a los efectos de la aplicación de este sistema de
corrección, deberán aplicarlos mientras éste en vigencia la Ley
que lo establece.

El sistema en sí, no detenta la característica de generalidad,


es decir, no es aplicable a todos los contribuyentes del Impuesto
sobre la Renta, esto debido a que la Ley establece que solamente
estarán obligados a la aplicación del sistema, los contribuyentes
a que se refiere el articulo 712 de la Ley, que iniciaron sus opera­

12 "Artículo 7. Están sometidos al régimen impositivo previsto en esta Ley:


a) Las personas naturales;
b) Las copias anónimas y las sociedades de responsabilidad limitada;
c) Las sociedades en nombre colectivo, en comandita simple, las comuni­
dades, así como cualesquiera otras sociedades de personas, incluidas las
irregularidades o de hecho;
d) Los titulares de enriquecimientos provenientes de actividades de hi­
drocarburos y conexas, tales com o la refinación y el transporte, sus
regalistas y quienes obtengan enriquecimientos derivados de la expor­
tación de minerales, de hidrocarburos o de sus derivados;
e) Las asociaciones, fundaciones, corporaciones y demás entidades jurídi­
cas o económicas no citadas en los literales anteriores.
f) Los establecimientos permanentes, centros o bases fijas situados en el
territorio nacional... om issis..."

740
G u sta v o A . S erra n o B auza

ciones a partir del Io de enero del año 1993, y realicen activida­


des comerciales, industriales, bancarias, financieras, de segu­
ros, reaseguros, explotación de minas e hidrocarburos y activi­
dades conexas, que estén obligados a llevar libros de
contabilidad13.

Si por ejemplo, un sujeto realiza actividades profesionales no


mercantiles, no esta obligado a aplicar el sistema de ajuste por
inflación fiscal al momento de determinar su enriquecimiento
neto gravable, por lo cual sus ingresos, costos y deducciones, no
estarán incidido por el efecto de la inflación. Si por el contrario,
el sujeto realiza actividades mercantiles y por lo tanto esta obli­
gado a llevar contabilidad, el mismo debe aplicar el sistema de
ajuste por inflación e incidir su enriquecimiento neto por el re­
sultado del mismo.

Esto permite establecer, que la norma del sistema de ajuste


por inflación, como mecanismo aplicable para la supuesta de­
puración de la Renta Neta obtenida por el contribuyente, puede
tratar desigual a dos sujetos que podrían estar obteniendo el
mismo nivel de enriquecimiento, pero uno de ellos no reúna las
condiciones establecidas en el artículo 173 de la Ley. Esto origi­
naría que ambos sujetos tengan enriquecimientos netos distin­
tos y por consiguiente no tributen lo mismo, desconociendo sus
capacidades económicas.

De acuerdo a su forma de determinación y a su imputación


al enriquecimiento obtenido por ingresos, menos costos y de­
ducciones, se estaría originando una especie de partida de con­
ciliación fiscal, que se consideraría gravable o deducible, depen­
diendo si el resultado neto del sistema de ajuste, es un incremento
o disminución de la renta neta sujeta a gravamen.

El efecto incremento o disminución de la renta neta sujeta a


gravamen, por la aplicación del sistema de ajuste por inflación

13 Artículo 173 de la Ley de Impuesto sobre la Renta del 28 de diciembre de


2001 .

741
60 A ños de Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

fiscal, viene dado por la composición de partidas monetarias


que tenga el contribuyente conformando sus activos y pasivos.
En la medida que el contribuyente posea activos monetarios que
supere a sus pasivos monetarios, el resultado de la aplicación
del sistema, será un incremento de la renta neta gravable, si por
el contrario sus pasivos monetarios superan a sus activos mone­
tarios, el resultado obtenido, será una disminución del enrique­
cimiento neto gravable.

A JU STE INICIAL POR INFLACIÓN.

Como se señalara anteriormente, la Ley de Impuesto sobre la


Renta sufrió varias reformas, manteniendo en todas ellas, en
cuanto al sistema de ajuste por inflación se refiere, la estructura
de aplicar dicha corrección en dos etapas, siendo la primera de
ella el Ajuste Inicial.

Para analizar esta fase inicial del sistema, se tomara como


base la Ley de Impuesto sobre la Renta (LISLR) del mes de di­
ciembre de 200114, por ser la que se encuentra vigente en la ac­
tualidad.

La fase de Ajuste Inicial, tenía por objetivo, el de incidir el


patrimonio del contribuyente por la inflación acumulada que se
había generado desde el momento en que se había constituido
su patrimonio, hasta la fecha en que el sujeto era contribuyente
obligado al Impuesto sobre la Renta y al mecanismo de correc­
ción monetaria.

El resultado de este Ajuste Inicial, solamente incrementaba


el patrimonio del contribuyente, es decir, no generaba ninguna
incidencia en los resultados gravables obtenidos en el ejercicio
gravable en el cual se realiza esta etapa inicial.

14 Ley N- 71. Ley de Reforma Parcial de la Ley de Impuesto sobre la Renta


publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela
N ° 5.566 Extraordinario de fecha 28 de diciembre de 2001

742
G u sta v o A . S er r a n o B au za

Lo antes expuesto se evidencia en el contenido del artículo


173, el cual es del tenor siguiente.

"Artículo 173. A los solos efectos tributarios, los contribuyentes a


que se refiere el articulo 7 de esta Ley, que iniciaron sus operaciones
a partir del 1° de enero del año 1993, y realicen actividades comer­
ciales, industriales, bancarias, financieras, de seguros, reaseguros,
explotación de minas e hidrocarburos y actividades conexas, que
estén obligados a llevar libros de contabilidad, deberán al cierre de
su primer ejercicio gravable, realizar una actualización inicial de
sus activos y pasivos no monetarios, según las normas previstas en
esta Ley, la cual traerá como consecuencia una variación en el mon­
to del patrimonio neto para esa fecha.
Una vez practicada la actualización inicial de los activos y pasi­
vos no monetarios, el Balance General Fiscal Actualizado servirá
como punto inicial de referencia al sistema de reajuste regular por
inflación previsto en el Capítulo II del Título IX de esta Ley.
Los contribuyentes que cierren su ejercicio después del 31 de di­
ciembre de 1992 y estén sujetos al sistema de ajuste por inflación,
realizarán el ajuste inicial a que se contrae este artículo, el día de
cierre de ese ejercicio.
Parágrafo Primero: Los contribuyentes que habitualmente realicen
actividades empresariales no mercantiles v lleven libros de conta­
bilidad. podrán acogerse al sistema de ajuste por inflación en las
mismas condiciones establecidas para los obligados a someterse al
mismo. Una vez que el contribuyente se baya acogido al sistema
integral de aiuste a que se contrae este Título, no podrá sustraerse
de él. cualquiera que sea su actividad empresarial.
Parágrafo Segundo: Se consideran como activos y pasivos no mo­
netarios, aquellas partidas del Balance General Histórico del Con­
tribuyente que por su naturaleza o características son susceptibles
de protegerse de la inflación, tales como: los inventarios, mercan­
cías en tránsito, activos fijos, edificios, terrenos, maquinarias, mo­
biliario, equipos, construcciones en proceso, inversiones perma­
nentes, inversiones convertibles en acciones, cargos y créditos
diferidos y activos intangibles. Los créditos y deudas con cláusula
de reajustabilidad o en moneda extranjera y los intereses cobrados
o pagados por anticipado o registrados como cargos o créditos
diferidos se considerarán activos y pasivos monetarios.
Parágrafo Tercero: A los solos efectos de esta Ley, la actualización
inicial de activos y pasivos no monetarios, traerá como consecuen­

743
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

cia un débito a las respectivas cuentas del activo y un crédito a las


correspondientes cuentas del pasivo y el neto se registrará en una
cuenta dentro del patrimonio del contribuyente que se denominará
actualización del patrimonio.
Parágrafo Cuarto: Deberán excluirse de los activos no monetarios,
las capitalizaciones en las cuentas de activos no monetarios por
efectos de las devaluaciones de la moneda y cualesquiera revalori­
zaciones de activos no monetarios no autorizados por esta Ley.
También deberán excluirse de los activos y pasivos, los bienes,
deudas y obligaciones aplicados en su totalidad a la producción de
utilidades o enriquecimientos presuntos, exentos, exonerados o no
sujetos al impuesto establecido por esta Ley y los bienes intangibles
no pagados ni asumidos por el contribuyente ni otras actualizacio­
nes o revalorizaciones de bienes no autorizados por esta Ley. Asi­
mismo deberán excluirse de los activos y pasivos y por lo tanto del
patrimonio neto, las cuentas y efectos por cobrar a accionistas,
administradores, afiliadas, filiales y otras empresas relacionadas
y/o vinculadas de conformidad con lo establecido en el artículo
117 d éla presente Ley.
Estas exclusiones se acumularan en una cuenta de patrimo­
nio denominada Exclusiones Fiscales Históricas al Patrimo­
nio." (Subrayado de GSB)

Por otra parte, la LISLR establece en su artículo 174, que se


crea un Registro de los Activos Actualizados en el cual deberán
inscribirse todos los contribuyentes a que hace referencia el artí­
culo 173. La inscripción en este registro ocasionará un tributo
del tres (3%) por ciento sobre el incremento del valor del ajuste
inicial por inflación de los activos fijos depreciables. Este tributo
podrá pagarse hasta en tres (3) porciones iguales y consecuti­
vas, en sucesivos ejercicios fiscales, a partir de la inscripción de
este registro.

Este registro representa el punto de partida de la aplicación


de los ajustes regulares a los que se encuentran obligados los
contribuyentes, una vez realizado su ajuste inicial.

De igual forma se establece en este artículo, que aquellas


empresas que se encuentren en período preoperativo, el cual
culmina con la emisión de la primera factura, deberán determi­

744
G u sta v o A . S erra n o B auza

nar y pagar el tributo del tres por ciento (3%) después de finali­
zar dicho período, en las mismas condiciones de pago previstas
en el encabezamiento de este artículo.

De acuerdo con el contenido de las normas antes señaladas,


se puede inferir, que el ajuste inicial por inflación, distingue en­
tre dos tipos de contribuyentes sujetos a esta fase inicial, el pri­
mero de ellos, es el contribuyente que se encontraba realizando
actividades económicas susceptibles del impuesto sobre la ren­
ta, a la fecha en que se reformo la Ley en el año 1991 y estaba
obligado a aplicar el sistema de ajuste por inflación fiscal, por
estar subsumido en los supuestos establecidos en la LISLR para
aplicar dicho mecanismo de corrección monetaria.

El segundo de ellos, es el contribuyente, que empezó a realizar


operaciones o explotar actividades, con posterioridad a la entra­
da en vigencia del sistema de ajuste por inflación establecido en
la LISLR de 1991. En este caso, el contribuyente debe realizar el
ajuste inicial al cierre de su primer ejercicio económico.

Supongamos que un contribuyente que se constituyó y co­


menzó actividades económicas el 1Qde enero de 2002, cierra su
ejercicio económico el 31 de diciembre de ese mismo año, siendo
su primera facturación la que emite durante el mes de diciem­
bre. A su vez, posee como único activo no monetario una ma­
quinaria que le costo Cien Millones de Bolívares (Bs. 100MM), la
cual fue adquirida en el mes de enero de 2002 y se deprecia a
razón de un veinte por ciento (20%) anual.

De acuerdo a lo establecido anteriormente, este sujeto debe­


rá realizar su ajuste inicial por inflación, dentro de la determi­
nación de su impuesto sobre la renta del ejercicio 2002, sin que
este ajuste incida sobre la determinación del enriquecimiento
neto gravable. Según la información inherente al inicio de acti­
vidades y a la fecha de adquisición de la maquinaria, el contri­
buyente deberá reexpresar su activo no monetario, por la infla­
ción acumulada entre el l s de enero de 2002 y el 31 de diciembre
de ese mismo año, utilizando los IPC de los meses respectivos

745
60 A ños de Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

para determinar el factor de ajuste correspondiente, esto cálcu­


lo, puede ilustrarse de la forma siguiente.
¿ o tto D e p re c ia c ió n Pe cha Pecha de IP C IP C E n e ro C o s t o N e to
C o n c e p to A d q u is ic ió n A c u m u la d a C o s t o N e to A Q u is ic ió n A ju s te Dlc.2 0 02 2002 P a c to r A iu s ta d o A iu ste Inicial

M aquinaria 100.000,00 2 0 .0 0 0 ,00 80.0 0 0 ,00 01/01/2002 31/12/2002 295,67 233,4 1,267 101-360,00 2 1.360,00
E xp re s ad o e n M iles d e B olívares.

De acuerdo con este cálculo, el contribuyente deberá decla­


rar como ajuste inicial de su activo no monetario, un monto de
V eintiún M illones T rescientos Sesenta Mil Bolívares (Bs.
21.360.000,00), siendo la contrapartida de este ajuste al activo
no monetario, un incremento del patrimonio del contribuyente.
El asiento contable que se haría dentro de la contabilidad fiscal
de la empresa, sería un débito a la cuenta de Activo No Moneta­
rio respectiva, con abono a la cuenta de Revalorización al Patri­
monio, sin que se incida la renta neta gravable del contribuyen­
te para ese ejercicio fiscal 2002.

Por otra parte, el tributo del Registro de Activos Actualizado


que tendría que pagar el contribuyente, sería la cantidad que
resulte de multiplicar el ajuste inicial por inflación de los activos
fijos depreciables, por el tres por ciento (3%), siendo el resultado
la cantidad que se deberá pagar en una o hasta tres porciones
anuales. Desde un punto de vista ilustrativo, el cálculo sería el
siguiente.
Tributo del Monto a
Ajuste Inicial 3% Pagar

21.360,00 0,03 640,80


Expresado en Miles de Bolívares.

El monto a pagar por concepto del tributo del ajuste inicial


por inflación, sería equivalente a la cantidad de Seiscientos Cua­
renta Mil Ochocientos Bolívares (Bs. 640,8M), el cual puede ser
cancelado en una sola porción o en tres cuotas anuales. Una
vez realizado este ajuste inicial por inflación, se procedería en
los ejercicios posteriores a realizar los ajustes regulares, de acuer­
do a lo establecido en la LISLR.

746
G u sta v o A . S er r a n o B a u za

El valor que se obtenga de reexpresar los activos no moneta­


rios depreciables, se deberá depreciar o amortizar en el período
originalmente previsto para los mismos y sólo se admitirán para
el cálculo del tributo establecido en esta ley, cuotas de deprecia­
ción o amortización para los años faltantes hasta concluir la
vida útil de los activos, siempre que ésta haya sido razonable­
mente estimada15.

Por último, la LISLR establece en su artículo 177, que "Las


personas naturales, las sociedades de personas y comunidades
no com erciantes que enajenen bienes susceptibles de generar
rentas sujetas al impuesto establecido en esta Ley, para efec­
tos de determinar dichas rentas, tendrán derecho a actualizar
el costo de adquisición y las mejoras de tales bienes, con base
en la variación experimentada por el índice de Precios al Con­
sumidor (IPC) del Área M etropolitana de Caracas, elaborado
por el Banco Central de Venezuela, en el lapso comprendido entre
el mes de su adquisición o el mes de enero de 1950, si la adqui­
sición hubiera sido anterior a esa fecha, y el de su enajenación.
El valor inicial actualizado será el que se deduzca del precio de
enajenación para determinar la renta gravable. En este caso no
será necesaria la inscripción en el Registro de Activos Actuali­
zados, establecido en esta Ley.

El costo ajustado deducible no podrá exceder del monto pac­


tado para la enajenación, de tal manera que no se generen pér­
didas en la operación."

Esta norma permite que este tipo de contribuyente, pueda


considerar los efectos de la inflación, a la hora de enajenar cual­
quier bien susceptible de generar renta, sin que eso signifique
que los mismos deban continuar aplicando el sistema de ajuste
por inflación, de manera regular, en la determinación de su en­
riquecimiento neto gravable.

15 Artículo 176 de la LISLR.

747
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Imaginémonos que una persona natural es dueña de un te­


rreno que adquirió en el mes de febrero del año 1980, con un
costo de Treinta Millones de Bolívares (Bs. 30MM), el cual lo
vendió en el mes de febrero del año 2002. Esta contribuyente al
momento de determinar el enriquecimiento neto obtenido en la
venta del inmueble, puede imputar como costo del terreno, su
valor histórico debidamente reexpresado hasta la fecha de la
enajenación.

El costo reexpresado se determinaría, incidiendo el costo de


adquisición del terreno por la inflación acumulada entre el mes
de febrero de 1980 y el mes de febrero del año 2002, siendo el
cálculo el siguiente.

Costo Fecha de Fecha de IPC Febrero IPC Febrero Factor de Costo Valor del
Adquisición Adquisición Venta 2002 1980 Aiuste Aiustado Afuste

30.000,00 Feb-80 Feb-02 237,574 0,61899 383,809 11.514.270,00 11.484.270,00


Expresado en Miles de Bolívares.

De acuerdo con este cálculo, la persona natural, puede im­


putar como costo deducible la cantidad de Once Mil Quinientos
Catorce Millones Doscientos Setenta Mil Bolívares, al precio de
venta que haya pactado. No obstante solamente podrá llegar a
neutralizar el precio de venta, sin poder generar pérdida fiscal
por la transacción.

El no poder generar pérdida fiscal, podría considerarse que


sería violatorio a la capacidad económica de la persona natu­
ral, sin embargo, consideró que esta negativa a imputar un
costo ajustado superior al precio de venta, se debe a que el
contribuyente persona natural, no ha incorporado formando
parte de su enriquecimiento neto gravable, el ajuste que fue
sufriendo el inmueble año tras año, mientras fue generándose
la inflación acumulada, por lo que el legislador pudo conside­
rar, que si el contribuyente persona natural, no soporto im­
puesto alguno por la reexpresión del costo, menos debería dis­
frutar de una pérdida producto de la enajenación del bien
reexpresado por la inflación.

748
G u sta v o A . S erra n o B au za

AJUSTE REGULAR POR INFLACIÓN.

Una vez efectuado el ajuste inicial por inflación, los contri­


buyentes sujetos a este sistema, deberán reexpresar anualmen­
te, sus activos y pasivos no monetarios, al igual que su patrimo­
nio neto inicial, esto se establece en el artículo 17816 d e la LISLR.

Es importante recordar, que el resultado que se obtenga de la


aplicación de esta segunda etapa del sistema de ajuste por infla­
ción fiscal, si genera una incidencia en la determinación del en­
riquecimiento neto gravable del contribuyente, la cual puede
estar representado en un incremento de la renta neta gravable,
o en su defecto en una disminución del enriquecimiento neto
gravable, todo dependiendo de cual sea la composición patri­
monial que tenga el contribuyente.

Vale la pena perpetuar, que el patrimonio neto fiscal siempre


será reexpresado como una partida no monetaria, por cuanto
uno de los aspectos importantes que busca un sistema de co­
rrección monetaria, en el caso de sociedades; es el de medir como
se incide su patrimonio por la inflación, de manera de calcular

16 "Artículo 178. A los solos efectos tributarios, los contribuyentes a que se


refiere el artículo 173 de esta Ley, una vez realizado el ajuste inicial, debe­
rán reajustar al cierre de cada ejercicio gravable, sus activos y pasivos no
monetarios, el patrimonio al inicio del ejercicio y los aumentos y dismi­
nuciones del patrimonio durante el ejercicio, distintos de las ganancias o '
las pérdidas, conforme al procedimiento que a continuación se señala. El
m ayor o menor valor que se genere al actualizar los activos y pasivos no
monetarios, el patrimonio al inicio del ejercicio y los aumentos y dismi­
nuciones del patrimonio durante el ejercicio, distintos de las ganancias o
las pérdidas, serán acumulados en una cuenta de conciliación fiscal que se
denominará Reajustes por Inflación y que se tomará en consideración para
la determinación de la renta gravable, con excepción de las empresas en
etapa preoperativa, para las cuales el reajuste por inflación sólo se tomará
en consideración para la determinación de la renta gravable en el periodo
siguiente a aquel en que se incorporaron en el sistema de ajustes por
inflación de conformidad con lo establecido en el artículo 174 de esta Ley.
A partir de la vigencia de esta Ley, aquellos contribuyentes que efectuaron
el reajuste regular bajo la vigencia de la Ley de impuesto sobre la renta de
1999, se ajustarán a lo previsto en este Capítulo."

749
6 0 A ñ o s d e Im p o s ic ió n a la R e n t a e n V e n e z u e la

cuanto debería representar a moneda constante el patrimonio


que los accionista aportaron en su debido momento a moneda
histórica.

Para comprender esto, se analizara los efectos del ajuste re­


gular por inflación según la composición patrimonial del con­
tribuyente, visto desde el punto de vista de las partidas moneta­
rias y no monetarias que lo conforman, tomando como premisa,
que los pasivos existentes no están expresados en moneda ex­
tranjera ni tienen cláusulas de reajustabilidad, por cuanto de
ser así, su efecto sería el mismo que el del patrimonio.

1. Activos Monetarios superior a Activos no Monetarios, no


existen pasivos.

En este caso la estructura patrimonial vendría conformada


de la siguiente manera.

Activos Monetarios

Patrimonio

Activos no Monetarios

Reexpresión de
Patrimonio

Pérdida Monetaria

De acuerdo a esta composición patrimonial, el contribuyen­


te detenta Activos Monetarios superior a los Activos No Mo­
netarios susceptibles de protegerse contra la inflación, por lo
cual se genera una pérdida monetaria equivalente a los acti­

750
G u sta v o A . S erra n o B auza

vos monetarios. Esta pérdida monetaria se origina al no existir


activos no monetarios suficientes que neutralicen la reexpresión
del patrimonio.

2. Activos Monetarios superior a Activos No Monetarios,


existen pasivos.

En este caso la estructura patrimonial vendría conformada


de la siguiente manera.

De acuerdo a esta composición patrimonial, el contribuyente


detenta Activos Monetarios superior a los Activos No Moneta­
rios susceptibles de protegerse contra la inflación y mantiene
unos pasivos, por lo cual se genera una pérdida monetaria me­
nor, equivalente a la diferencia entre los activos monetarios y el
pasivo. Esta pérdida monetaria se origina al no existir activos
no monetarios suficientes que neutralicen la reexpresión del
patrimonio.

3. Activos No Monetarios superior a Activos Monetarios, no


existen pasivos.

En este caso la estructura patrimonial vendría conformada


de la siguiente manera.

751
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

Activos Monetarios

Patrimonio

Activos no Monetarios

Reexpresión
de Activos
No Monetarios Reexpresión de
Patrimonio

I
Pérdida Monetaria I _

De acuerdo a esta composición patrimonial, el contribuyente


detenta Activos No Monetarios superior a los Activos Moneta­
rios, sin embargo genera una pérdida monetaria equivalente a
los activos monetarios. Esta pérdida monetaria se origina al no
existir activos no monetarios suficientes que neutralicen la
reexpresión del patrimonio.

4. Activos No Monetarios superior a Activos Monetarios,


existen pasivos.

En este caso la estructura patrimonial vendría conformada


de la siguiente manera.

Activos Monetarios
Pasivo

Activos no Monetarios
Patrimonio

í
i'
Reexpresión Reexpresión de
de Activos Patrimonio
No Monetarios

Ganancia Monetaria '


i i

752
G u sta v o A . S err a n o B a uza

De acuerdo a esta composición patrimonial, el contribuyente


detenta Activos No Monetarios superior a los Activos Moneta­
rios y mantiene unos pasivos, se genera una ganancia moneta­
ria equivalente a la diferencia entre los activos monetarios y el
pasivo. Esta ganancia monetaria se origina al existir activos no
monetarios y pasivos suficientes que neutralicen la reexpresión
del patrimonio.

5. Activos No Monetarios iguales a Activos Monetarios, exis­


ten pasivos.

En este caso la estructura patrimonial vendría conformada


de la siguiente manera.


Activos Monetarios Pasivo

Activos no Monetarios Patrimonio

Wmmñm

m m m xt-i u ¡i*ynn

De acuerdo a esta composición patrimonial, el contribuyente


detenta Activos No Monetarios iguales a los Activos Moneta­
rios y mantiene unos pasivos, no se genera ni ganancia ni pérdi­
da monetaria, por cuanto existen suficientes activos no moneta­
rios y pasivos que neutralicen la reexpresión del patrimonio.

Una vez analizado las distintas opciones de composición


patrimonial, podemos concluir que en materia de ajuste regular
por inflación se generan las siguientes máximas.

1. Si existen Activos No Monetarios y Pasivos suficientes para


neutralizar el ajuste al patrimonio, puede originarse ga­
nancia monetaria o un efecto neto cero.

753
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

2. Si no existen Activos No Monetarios y pasivos suficientes


para neutralizar el ajuste al patrimonio, se origina pérdi­
da monetaria.

La ganancia o pérdida monetaria que obtenga el contribu­


yente producto de la aplicación del ajuste regular por inflación,
será tal y como lo indicáramos supra un incremento o disminu­
ción de la renta neta gravable a efectos del impuesto sobre la
renta.

Una vez claro el efecto que genera el ajuste regular por infla­
ción sobre el contribuyente sujeto a éste, se procederá a revisar
el tratamiento que recoge la LISLR en su Título IX, para los prin­
cipales activos no monetarios representados en activos fijos e
inventarios, así como el ajuste a los pasivos expresados en mo­
neda extranjera o con cláusula de reajustabilidad y por último,
el patrimonio neto fiscal.

La LISLR establece en el artículo 179 que "Se acumulará en


la cuenta de reajuste por inflación como un aumento o disminu­
ción de la renta gravable, el mayor o menor valor que resulte de
reajustar el valor neto actualizado de los activos y pasivos no
m onetarios, existentes al cierre del ejercicio gravable, distin­
tos de los inventarios y las mercancías en transito, según la
variación anual experimentada por el índice de Precios al Con­
sumidor (IPC) del Área M etropolitana de Caracas, elaborado
por el Banco Central de Venezuela, si dichos activos y pasivos
provienen del ejercicio anterior, o desde el mes de su adquisi­
ción, si han sido incorporados durante el ejercicio gravable.

El valor neto actualizado de los activos y pasivos no moneta­


rio deberá depreciarse, amortizarse o realizarse, según su natu­
raleza, en el resto de la vida útil.

Parágrafo Único: El valor neto actualizado de los activos y


pasivos no monetarios es igual al valor actualizado del costo
de adquisición menos el valor actualizado de la depreciación,
am ortización o realización acumulados."

754
G u sta v o A . S erra n o B a uza

De acuerdo con esta norma, el contribuyente deberá reex-


presar sus activos no monetarios distintos a inventarios y mer­
cancías en tránsito, existentes al cierre del ejercicio gravable,
sobre la base de la inflación acumulada entre la fecha de cierre
del ejercicio anterior o la fecha de adquisición del activo y la
fecha de cierre del ejercicio tributario actual; aplicando como
factor de medición los IPC existentes para ambas fechas.

Es así, que continuando el ejemplo dado en el ajuste inicial,


del sujeto que tenía una maquinaría, el cálculo del ajuste regu­
lar para este activo se realizaría de la manera siguiente.

1. Se determina la cuota de depreciación reexpresada, sobre


la base del costo neto ajustado y la vida útil restante al
cierre del ejercicio anterior.
2. Se resta la cuota de depreciación del costo neto ajustado
del ejercicio anterior.
3. El resultado representa el valor neto a reajustar, el cual se
multiplica por el factor de ajuste.
4. El valor resultante es el costo neto reajustado al cierre del
ejercicio tributario.
5. La diferencia entre el costo neto reajustado al cierre del
ejercicio y el costo neto reajustado al cierre del ejercicio
anterior, representa el valor del ajuste regular.

Costo Neto Factor de Costo Neto


Ajustado Vida Útil al Depreciación Valor Neto a Ajuste Reajustado al Ajuste
Concepto 31/12/2002 31/12/2002 del Ejercicio Reajustar Estimado 31-12-2003 Reqular

Maquinaria 101.360,00 4 años 25.340,00 76.020,00 1.3 98.826,00 22.806,00

Expresado en Miles de Bolívares

El ajuste regular asciende a la cantidad de Veintidós Millo­


nes Ochocientos Seis Mil Bolívares (Bs. 22.806.000,00), el cual
representa un incremento de la renta neta gravable del contri­
buyente para el ejercicio fiscal en el cual se realiza el ajuste
regular.

En lo que respecta al ajuste por inflación de los inventarios,


las leyes de ISLR anteriores a la reforma del año 2001, estable­

755
60 A ños de Im p o s ic ió n a l a R e n t a e n V e n e z u e l a

cían dos métodos de reexpresión, siendo estos los determinados


sobre la variación de las unidades propiedad del contribuyente
y sobre la variación de las bases monetarias reflejadas en los
estados financieros de la contribuyente al inicio y cierre del ejer­
cicio fiscal. El sujeto pasivo podía escoger por cual de los dos
métodos reexpresaría su posición en inventarios, siendo obliga­
torio que continuara ajustando en los años posteriores por el
mismo método seleccionado.

No obstante, en la última reforma de la LISLR, el legislador


escogió como método predominante, el de bases monetarias,
dejando el de las unidades solamente para los casos en que el
contribuyente utilice en su contabilidad de costos el sistema de
valuación de inventarios denominado de identificación especí­
fica o de precios específicos.

Esto se establece en el artículo 182 de la LISLR, el cual a su


vez señala el procedimiento para ajustar los inventarios sobre
bases monetarias, siendo su contenido el siguiente.
"A rtíc u lo 18 2 . Se ca rg a rá o a b o n ará a la cu e n ta d e activ o s
co rresp o n d ien te , y se ab o n a rá o c a rg a ra a la cu e n ta de re ­
aju ste p o r inflación, el m a y o r o m e n o r v a lo r q ue resu lte de
reaju sta r los in ven tario s e xisten tes en m a te ria p rim a, p ro ­
d u cto s en p ro ce so o p ro d u cto s te rm in a d o s p a ra la ven ta,
m erca n cía p a ra la v e n ta o m e rca n cía en trán sito , a la fecha
d e cierre del ejercicio g rav ab le, u tilizan d o el p ro ced im ien to
q ue se esp ecifica a co n tin u ació n :

a. El in v en tario final a ju stad o en el ejercicio fiscal a n te rio r


se reaju sta co n la v a ria ció n e x p e rim e n ta d a p o r el ín d ice
d e P recio s al C o n su m id o r (IP C ) del Á re a M etro p o litan a
d e C a ra ca s, elab o rad o p o r el B an co C en tral d e V e n e z u e ­
la, co rresp o n d ie n te al ejercicio grav ab le.

b. Se efe ctu a rá u n a co m p a ra ció n de los totales al co sto h is­


tó rico d e los in v en tario s d e m a te ria p rim a, p ro d u cto s en
p ro ce so , p ro d u cto s te rm in a d o s o m erca n cía p a ra la v e n ­
ta y m erca n cía en trán sito , al cierre del ejercicio g rav ab le
co n los totales h istó rico s al cierre d el ejercicio g rav ab le

756
G u sta v o A . S erra n o B a u za

anterior. Si de esta comparación resulta que el monto del


inventario final es igual o menor al inventario inicial, se
entiende que todo el inventario final proviene del inicial.
En este caso, el inventario final se ajustará en forma pro­
porcional al inventario inicial reajustado, según lo esta­
blecido en el literal a del presente artículo.

c. Si de la comparación prevista en el literal anterior, resul­


ta que el inventario final excede al inventario inicial, la
porción en bolívares que excede del inventario inicial, no
se ajustara. La porción que proviene del inventario ini­
cial se actualizará en forma proporcional al inventario
inicial reajustado según lo establecido en el literal a del
presente articulo.

d. El inventario final actualizado según la metodología se­


ñalada en los literales anteriores, se comparará con el
valor del inventario final histórico. La diferencia es el
ajuste acumulado al inventario final.

e. Se comparará el ajuste acumulado al inventario final ob­


tenidos por la comparación prevista en el literal d, con el
ajuste acumulado en el inventario final en el cierre del
ejercicio tributario anterior. Si el ajuste acumulado al in­
ventario final del ejercicio tributario es superior al ajuste
acumulado al inventario final en el cierre del ejercicio
tributario anterior, la diferencia se cargara a la respecti­
va cuenta de inventario del activo del contribuyente con
crédito a la cuenta Reajuste por Inflación.

f. Sí de la comparación del literal anterior se deduce que el


ajuste acumulado al inventario final del cierre del ejerci­
cio tributario es inferior al ajuste acumulado al inventa­
rio en el cierre del ejercicio tributario anterior, la diferen­
cia se acreditara a la respectiva cuenta de inventario del
activo del contribuyente y se cargara a la cuenta Reajuste
por Inflación.

Parágrafo Primero: Si los inventarios de accesorios y repues­


tos se cargan al costo de venta por el procedimiento tradicio­
nal del costo de venta deben incluirse en este procedimiento.
Si el cargo al costo de venta se hace a través de cargos a los

757
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

gastos de fabricación u otra cuenta similar, los inventarios


de accesorios y repuestos deben tratarse como otras parti­
das no monetarias y actualizarse de conformidad con el ar­
tículo 179 de esta Ley.
Parágrafo Segundo: Cuando el contribuyente utilice en su
contabilidad de costos el sistema de valuación de inventarios
denominado de identificación específica o de precios específi­
cos, podrá utilizar las fechas reales de adquisición de cada
producto individualmente considerado, previa aprobación por
parte de la Administración Tributaria, para actualizar los
costos de adquisición de los saldos de los inventarios a l cie­
rre de cada ejercicio gravable. El ajuste correspondiente al
ejercicio gravable será la diferencia entre los ajustes acumu­
lados del ejercicio gravable y los ajustes acumulados al ejer­
cicio gravable anterior. Si el ajuste al ejercicio gravable es
superior al ajuste al ejercicio gravable anterior, se hará un
cargo a la cuenta de inventario y un crédito a la cuenta Re­
ajustes por Inflación, caso contrario el asiento será al revés."

El principal problema que presenta la aplicación de la meto­


dología recogida en este artículo, es que el legislador esta ob­
viando elementos importante de carácter económico, que pue­
den estar afectando al contribuyente, en especial como sería el
que los inventarios que se encuentran al cierre del ejercicio eco­
nómico pueden estar ya representados a valores constantes de
ese momento, con lo cual no deberían ser reexpresados, más
aún si son inventarios de alta rotación. Por otra parte, se estaría
asumiendo que siempre debe cumplirse la condición de que el
monto expresado en bolívares que exista al cierre de un ejercicio
que no exceda al existente al inicio del mismo, corresponde a
inventarios que provienen del inicio, obviando tal vez el propio
ciclo de rotación y causando posibles incrementos de la renta
neta del contribuyente, que serían ficticios, con lo cual éste esta­
ría incrementando su carga tributaria injustamente.

Un ejemplo numérico de lo establecido en esta norma, se


puede ilustrar de la siguiente manera, ejecutándolo literal por
literal.

758
G u sta v o A . S erra n o B auza

Literal a) Bs. Ajustados al cierre del 2001 20 . 000. 000.00


Factor de ajuste 2002 1,299
Bs. Ajustados al cierre del 2002 25.980.000.00

Literal b) Bs. Historíeos al cierre del 2001 10. 000.000.00


Bs. Historíeos al cierre del 2002 8 . 000 . 000,00
Comparación( Inv.Final proviene del inicial) - 2 .000 .000,00
% del Inv.Final sob re el Inicial 0,80
Inventario final Ajustado 20 .784.000,00

Literal c) No Aplica.

Literal d) Inventario final Ajustado 20 .784.000.00


Bs. Historíeos al cierre del 2002 8 .000 . 000,00
Ajuste acumulado Inv.Final 12.784.000.00

Literal e) Ajuste acumulado Inv.Final 31-12-2002 12 .784.000.00


Ajuste acumulado Inv.Final 31-12-2001 10.000.000.00
Ajuste regular por inflación 2 .784.000,00

t
Incremento de la Renta
Neta Gravable

De acuerdo con este ejemplo, el ajuste a los inventarios gene­


ró un incremento de la renta neta gravable de Dos Millones Se­
tecientos Ochenta y Cuatro Mil Bolívares (Bs. 2.784.000,00)

Otro elemento importante a reexpresar en el ajuste regular


por inflación, es el inherente a los pasivos expresados en mone­
da extranjera o con cláusula de reajustabilidad, los cuales gene­
ran una disminución de la renta neta gravable, juntos con la
reexpresión del patrimonio.

Este tipo de pasivos tienen su propio factor de corrección


monetaria, el cual se fundamenta en el tipo de cambio existente
al cierre del ejercicio gravable y en la cláusula de ajuste que
contemple el contrato; por lo tanto estos no deben ser afectados
por el IPC, sino que solamente se reajustan por su propio medio
de corrección.

Por último, el elemento que genera una disminución impor­


tante de la renta neta gravable a través del sistema de ajuste por

759
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

inflación, es el ajuste al patrimonio neto fiscal inicial, así como


sus incrementos, sin obviar que a su vez; que puede representar
un incremento de la renta neta gravable, en la medida que este
sufra disminuciones. En este respecto la LISLR establece en sus
artículos 184,185 y 186 lo que se transcribe a continuación.

"Artículo 184. Se acumularán en la partida de Reajuste por Infla­


ción, como una disminución o aumento de la renta gravable, el
incremento o disminución de valor que resulte de reajustar anual­
mente el patrimonio neto al inicio del ejercicio gravable, con base
en la variación experimentada por el índice de Precios al Consu­
midor (IPC) del Área metropolitana de Caracas elaborado por el
Banco Central de Venezuela, en el ejercicio gravable. Para estos
fines se entenderá por patrimonio neto la diferencia entre el total de
los activos y pasivos monetarios y no monetarios.
Deberán excluirse de los activos y pasivos y del patrimonio neto,
las cuentas y efectos por cobrar a accionistas, administradores,
afiliadas, filiales y otras empresas relacionadas y lo vinculadas de
conformidad con lo establecido en el articulo 117 de esta Ley. Tam­
bién deberán excluirse los bienes, deudas y obligaciones aplicados
en su totalidad a la producción de utilidades o enriquecimientos
presuntos, exentos, exonerados o no sujetos al impuesto estableci­
do por esta Ley.
Parágrafo Primero: Las exclusiones previstas en el párrafo ante­
rior, se acumulan a los solos efectos de esta Ley en una cuenta de
patrimonio denominada Exclusiones Fiscales Históricas al Patri­
monio.
Parágrafo Segundo: Las modificaciones a la cuenta Exclusiones
Fiscales Históricas al Patrimonio durante el ejercicio se tratarán
como aumentos o disminuciones del patrimonio de conformidad
con lo establecido en los artículos 185 y 186 de esta Ley."

"Artículo 185. Se acumularán en la partida de Reajuste por Infla­


ción, como una disminución de la renta gravable los aumentos de
patrimonio efectivamente pagados en dinero o en especie ocurridos
durante el ejercicio gravable, reajustándose el aumento de patri­
monio según el porcentaje de variación del índice de Precios al
Consumidor (IPC) del Área Metropolitana de Caracas, elaborado
por el Banco Central de Venezuela, entre el mes del aumento y el
cierre del ejercicio gravable.

760
G usta v o A . S erra n o B auza

No serán considerados incrementos de patrimonio, las revaloriza­


ciones de los bienes y derechos del contribuyente distintos de los
originados para las inversiones negociables en las bolsas de valo­
res. Los aportes de los accionistas pendientes de capitalizar al cie­
rre del ejercicio gravable, deben ser capitalizados en el ejercicio
gravable siguiente, caso contrario se considerarán pasivos mone­
tarios. Igualmente, no se consideran aumentos de patrimonio las
utilidades del contribuyente en el ejercicio gravable, aún en los
casos de cierres contables menores a un año."

"Artículo 186. Se acumulará en la partida de Reajuste por Infla­


ción, como un aumento de la renta gravable, el monto que resulte
de reajustar las disminuciones de patrimonio ocurridas durante
el ejercicio gravable según el porcentaje de variación del índice
de Precios al Consumidor (IPC) del Área Metropolitana de Cara­
cas, elaborado por el Banco Central de Venezuela, en el lapso
comprendido entre el mes de la disminución y el cierre del ejerci­
cio gravable.
Se consideran disminuciones del patrimonio, los dividen­
dos, utilidades y participaciones análogas distribuidos den­
tro del ejercicio gravable por la empresa y las reducciones
de capital."

El problema que se ha originado en el cálculo de la reexpresión


del patrimonio neto fiscal, es el concerniente a las partidas que
la Ley manda se excluyan de su base de cálculo, originando en
ciertos casos una real violación al principio de capacidad con­
tributiva. Ejemplo notorio de esta problemática, lo representa la
exclusión las cuentas y efectos por cobrar a accionistas, admi­
nistradores, afiliadas, filiales y otras empresas relacionadas y/o
vinculadas de conformidad con lo establecido en el articulo 117
de la Ley.

También lo representan las exclusiones de los bienes, deudas


y obligaciones aplicados en su totalidad a la producción de uti­
lidades o enriquecimientos presuntos, exentos, exonerados o no
sujetos al impuesto establecido por esta Ley .

Pareciera que el legislador no consideró que económicamen­


te hablando, que el contribuyente que mantiene las partidas

761
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

antes descritas como formando parte de su patrimonio, se en­


cuentra expuesto a una pérdida monetaria real, debido a que
parte de su patrimonio esta invertido en estas partidas, las cua­
les no se protegen económicamente de la inflación.

Este aspecto se agrava, cuando la Administración Tributaria


en su rol de sujeto activo de la obligación, desconoce a través de
sus actos de fiscalización, las cuentas por cobrar a estos entes
relacionados que inclusive provengan de actividades comercia­
les de la empresa. Esto origina que por un lado se este gravando
el ingreso proveniente de la cuenta por cobrar comercial, pero
no obstante, no se permite imputar como una disminución de
esa renta la pérdida monetaria que asume el contribuyente por
mantener ese partida monetaria en su estructura patrimonial.

Por último, el legislador estableció unos deberes formales que


deben cumplir los contribuyentes sujetos al sistema de ajuste
por inflación, los cuales se recogen principalmente en los artícu­
los 181 y 192 de la LISLR y son del tenor siguiente.

"Artículo 181. El contribuyente, a los solos efectos de esta Ley, en


concordancia con lo establecido en el artículo 192 de esta Ley,
deberá llevar un registro de control fiscal que contenga por lo me­
nos los siguientes conceptos:
a. Fechas de adquisición de los activos y pasivos no monetarios
b. Costos de adquisición históricos.
c. Depreciación o amortización acumulada histórica al cierre del
ejercicio gravable anterior y al cierre del ejercicio gravable
actual.
d. Actualización acumulada de los costos y la depreciación o amor­
tización desde la fecha de adquisición hasta la fecha de cierre
del ejercicio gravable anterior.
e. Actualización acumulada de los costos y la depreciación o amor­
tización desde la fecha de adquisición hasta la fecha de cierre
del ejercicio gravable actual.
f. Porción del reajuste correspondiente al ejercicio gravable.
g. Valor según libros de los activos no monetarios enajenados o
retirados.

762
G u sta v o A . S erra n o B a lza

h. Actualización del costo y la depreciación o amortización acu­


mulada de los activos no monetarios enajenados o retirados
desde la fecha de adquisición hasta la fecha de cierre del ejerci­
cio gravable.
i. Ajuste inicial del costo y de la depreciación o amortización
acumulada no imputables al costo de venta.
j. Precio de venta de los activos no monetarios enajenados."

"Artículo 192. Los contribuyentes sujetos al sistema integral de


ajuste y reajuste por efectos de la inflación, previsto en este Títu­
lo, deberán llevar un libro adicional fiscal donde se registrarán
todas las operaciones que sean necesarias, de conformidad con las
normas, condiciones y requisitos previstos en el Reglamento de
esta Ley y en especial las siguientes:

a. El Balance General Fiscal Actualizado inicial (final al cierre


del ejercicio gravable anterior) reajustado con la variación del
índice de Precios al Consumidor (IPC) del Área Metropolitana
de Caracas durante el ejercicio gravable. Este balance servirá
de base para el cálculo del ajuste al patrimonio inicial conteni­
do en el artículo 184 de esta Ley.
b. Los detalles de los ajustes de las partidas no monetarias de
conformidad a lo previsto en el artículo 179 de esta Ley.
c. Los asientos por las exclusiones fiscales históricas al patrimo­
nio previstas en el artículo 184 de esta Ley.
d. Los asientos de ajuste y reajuste previstos en este Capítulo con
el detalle de sus cálculos.
e. El Balance General Fiscal Actualizado Final, incluyendo todos
los asientos y exclusiones previstas en esta Ley, donde se mues­
tren en el patrimonio en forma separada, las cuentas Reajustes
por Inflación, Actualización del Patrimonio y Exclusiones Fis­
cales Históricas al Patrimonio.
f. Una conciliación entre los resultados históricos del ejercicio y
la renta gravable.

Parágrafo Único: La Administración Tributaria deberá auto­


rizar cualquier sistema contable electrónico, contentivos de
programas referidos a la aplicación del ajuste por inflación
de conformidad con las previsiones establecidas en este Ca­
pítulo para la venta o cesión de derechos de uso comercial."

763
60 A ños de Im p o s ic ió n a la R e n ta en V e n e z u e la

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764
INTERPRETACIÓN JURÍDICA
Y CALIFICACIÓN DE LOS HECHOS
Según el Código Orgánico Tributario de 2001

J o sé R a fa el B e r m ú d e z *

Es probable que cualquier listado de asuntos tributarios muy


controversiales incluya tanto la interpretación de las reglas
tributarias como el desconocimiento de las formas jurídicas. Son
temas controversiales porque reflejan el contraste entre los inte­
reses económicos del Estado y de los particulares, y allí están en
juego importantes propósitos sociales que suelen confrontarse:
el combate a la evasión fiscal y, frente a éste, la necesidad de
hacer predecibles los efectos tributarios de los actos y negocios.

Estos temas han sido estudiados en trabajos que en su mayo­


ría fueron publicados antes de reformarse el Código Orgánico
Tributario (COT) en 2001, cuando se introdujeron disposicio­
nes que por su novedad serán examinadas aquí con particular
énfasis.

Primero abordaremos la regla general sobre interpretación


jurídica prevista en el COT y dos temas que derivan de ella: no
es posible identificar todos los criterios de interpretación norma­
tiva admisibles en el derecho venezolano, pero el examen parti­
cular del método de interpretación económica de las normas
tributarias permite concluir que éste no es compatible con nues­
tro ordenamiento jurídico. Luego comentaremos el artículo 15
del COT, según el cual la obligación tributaria nace con inde­
pendencia de los efectos de las situaciones gravadas en otras
ramas del Derecho; y después veremos dos reglas que se intro-
* Ha sido profesor en la LCV (1991-92 y 1996-99) y la UCAB (1994-2000).
Profesor invitado desde 1998 en la Maestría de Finanzas del IESA. Miem­
bro de D'Fmpaire Xeyna Bermúdez Abogados.

765
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

dujeron al reformarse el COT en 2001: la que permite al intér­


prete desechar las definiciones que otras ramas del derecho le
atribuyen a las situaciones previstas como hechos imponibles, y
la que faculta a la Administración Tributaria para desconocer
personas jurídicas, actos y negocios1.

Debe precisarse aquí que las reglas interpretativas del COT


sólo se aplican a las normas tributarias, y ellas tienen esa natu­
raleza por razón de su contenido (derecho tributario material2)
y no por el tipo de ley en que están insertas. En efecto, hay leyes
que rigen otros campos jurídicos y sin embargo contienen nor­
mas tributarias (e.g., telecomunicaciones, hidrocarburos, etc.),
mientras que el COT y otras leyes tributarias tienen reglas que
pertenecen a otras ramas del derecho (administrativo, procesal,
penal, etc.). Por ejemplo, las reglas del COT sobre ilícitos tribu­
tarios forman parte del derecho penal especial y no del derecho
tributario3, y por ello no se les aplican las reglas interpretativas
del COT, sino los principios y categorías dogmáticas del dere­
cho penal.

I. La regla general sobre interpretación jurídica del COT y


dos temas que derivan de ella

El artículo 5 del COT4 establece que las normas tributarias se

1 N o exam in a rem o s aquí la re g la del COT que o rd e n a in te rp re ta r


re strictiv a m e n te las n o rm a s sob re b en eficio s fiscales, ni la re g la
interpretativa contenida en la Disposición Transitoria Quinta de la Cons­
titución de 1999, ya comentadas en varios trabajos (Octavio Leal, 2002, 230;
Sol Gil, 2002, 86; Meier, 2000, 18 y Octavio, 2002, 4).
2 El derecho tributario material o sustantivo se refiere a la relación jurídica
tributaria, cuyo núcleo está conformado por hecho imponible, la obliga­
ción tributaria y sus prestaciones accesorias, incluso cuando el contribu­
yente es acreedor del Fisco por razones que incluyen anticipos de impues­
to y pagos indebidos.
3 La naturaleza penal y no tributaria de las reglas del COT que contemplan
ilícitos ha sido afirmada en Venezuela por Patricia Antón y Evelyn Sayegh
(1996, 82), Oswaldo Anzola (1996, 7), Aurora Moreno de Rivas (1995, 99) y
Carlos E. Weffe (1999, 38 y 1998, 82).
4 "Artículo 5: Las normas tributarias se interpretarán con arreglo a todos los
métodos admitidos en derecho, atendiendo a su fin y a su significación

766
J o sé R a fa el B er m ü d ez

interpretarán con arreglo a todos los métodos admitidos en dere­


cho, atendiendo a su fin y a su significación económica, pero
quedan abiertas dos preguntas: cuáles son esos métodos, y, si
puede admitirse el llamado método de interpretación económi­
ca de la ley tributaria.

A. ¿Pueden identificarse todos los métodos interpretativos


compatibles con el derecho venezolano?

La pregunta que antecede remite a fijar posición sobre qué se


entiende por métodos interpretativos, lo cual desbordaría el al­
cance de este trabajo. En efecto, tanto el derecho comparado
como las teorías del Derecho muestran que no existe un consen­
so sobre los métodos interpretativos que son idóneos, pues ello
dependerá del sistema de fuentes de cada ordenamiento, del
concepto que-se tenga del Derecho, y de asuntos tan fundamen­
tales como la idea que se adopte sobre el grado de vinculación
del juez a la ley, lo que determinará su margen de holgura para
interpretarla. Bastante se ha discutido sobre el alcance de los
poderes del juez para resolver los casos, y al respecto existen
muchas posiciones doctrinales que pueden ubicarse, en mayor
o menor grado, entre dos extremos: (1) escuelas que postulan
un estricto sometimiento del juez al texto de la ley y conciben la
interpretación como una tarea meramente cognoscitiva que el
juez realiza para descubrir su significado; y, en el otro extremo,
(2) escuelas que reconocen vinculación pero no sometimiento del
juez a la ley, pues le reconocen amplia libertad para crear el
derecho mediante interpretaciones jurídicas de naturaleza cons­
titutiva y no meramente declarativa.

Si bien no podemos analizar aquí esos problemas, expresare­


mos algunas ideas sobre la remisión del COT a todos los méto­
dos interpretativos. Creemos, en primer lugar, que el artículo 5

económica, pudiéndose llegar a resultados restrictivos o extensivos de los


términos contenidos en las normas tributarias.
Las exenciones, exoneraciones, rebajas, desgravámenes y demás benefi­
cios o incentivos fiscales se interpretarán en forma restrictiva."

767
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ez u ela

del COT sólo se refiere a los métodos admitidos en el derecho


venezolano, pues de lo contrario estaríamos adoptando sistemas
de fuentes extraños al nuestro. A su vez, los métodos que admi­
te nuestro derecho pueden ser distintos, según se trate de nues­
tro derecho interno o de convenciones internacionales5. Luego,
para identificar los métodos admitidos en el derecho interno debe
acudirse, en primer lugar, a la Constitución de 1999, pues toda
interpretación jurídica debe ser coherente con sus valores, prin­
cipios y normas6.

En segundo lugar, debe acudirse a nuestro derecho positivo y


a otras fuentes de aplicación obligatoria, como son las decisiones
vinculantes de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, la costumbre y los principios generales del derecho, de
acuerdo con las reglas especiales que los contemplan7. En nuestro
derecho positivo destaca el artículo 4 del Código Civil, que sinte­
tiza la inveterada distinción entre letra y espíritu: se atribuirá a la
ley el sentido que aparece evidente del significado propio de las
palabras, según la conexión de ellas entre sí (método literal-gra-
matical), y la intención del legislador, la cual comprende, según
nuestra jurisprudencia, el criterio teleológico subjetivo (la inten­
ción de quienes legislaron) y el objetivo (la ratio legis o intención de
la ley, que puede adaptarse a nuevas realidades).

En tercer lugar, debe acudirse a las llamadas fuentes secun­


darias y no vinculantes, como son los principios generales del
derecho, la jurisprudencia y la doctrina. Esas fuentes contienen
criterios hermenéuticos que no están en nuestro derecho positi­
vo, pero son generalmente utilizados por los operadores jurídi­
cos, entre quienes destacan los jueces, intérpretes jurídicos por

5 Valdés Costa, 1996, 291; Vogel, 1997, 33 y Benshimol, 1998.


6 Véanse, por ejemplo, las siguientes decisiones de la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia: caso Servio Tulio León Briceño, 22 de
septiembre de 2000; caso Freddy H. Rangel Rojas, 22 de noviembre de
2000; y caso José Amando Mejía Betancourt, 1 de febrero de 2000.
7 Artículos 335 de la Constitución de 1999, 9 del Código de Comercio y 4 del
Código Civil. Los principios generales del derecho son fuente vinculante
cuando se acude a ellos para colmar lagunas, según el artículo 4 del Código
Civil.

768
J o sé R a fa e l B er m ú d ez

excelencia, porque son ellos quienes en definitiva resuelven las


controversias.

Sin embargo, no es fácil clasificar los métodos interpretativos,


pues ellos suelen designarse de distintas maneras (cánones, cri­
terios, elementos, argumentos, factores, directivas, rules o f
construction, etc.), y no existe un consenso sobre cuáles son. La
doctrina suele referirse a los cuatro elementos que identificó
Savigny (lógico, gramatical, histórico y sistemático8) y a los mé­
todos exegético, teleológico, y principialista (basado en princi­
pios y valores). Además, hay métodos que son sustancialmente
iguales a los ya nombrados o los combinan (contextual, lógico-
finalista, lógico-abstracto, lógico-sistemático, dinámico, progre­
sivo, evolutivo, estático, originalista, textual, psicológico,
purposive construction, etc.), y criterios que responden a escuelas
o teorías del derecho (analítica, sociológica, utilitarista, prag­
mática, libre investigación científica, derecho libre, tópica, juris­
prudencia de conceptos, jurisprudencia de intereses, realismo
norteamericano, realismo escandinavo, etc.).

Por otra parte, muchos autores no distinguen la interpreta­


ción de sus resultados, y por ello se refieren a las interpretaciones
estricta, extensiva, restrictiva y correctiva. Muchos no distinguen
entre la interpretación y la integración del derecho, y por ello alu­
den a la interpretación analógica. Otros identifican a los criterios
hermenéuticos con los argumentos que sirven de apoyo al razo­
namiento jurídico, usualmente recogidos en adagios que provie­
nen de la antigüedad y de la Edad Media, cuando el método jurí­
dico comenzó a fraguarse en las primeras universidades europeas.
Y algunos autores llegan a terrenos más controversiales, pues in­
cluyen dentro de los criterios interpretativos a factores externos
que suelen influir a la hora de aplicar el derecho, como son las
convicciones ideológicas y los objetivos políticos.

Lo expuesto muestra que sería difícil enumerar todos los


métodos hermenéuticos, pero es posible señalar que no es admi­

8 Larenz, 1994, 32.

769
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezuela

sible — en el sentido contemplado en el COT— un método


hermenéutico que sólo se utiliza esporádicamente o que ha sido
rechazado por un sector importante de la comunidad científica, lo
cual nos conduce al siguiente tema.

B. El problema de la interpretación según la realidad eco­


nómica

La interpretación de las normas tributarias según la realidad


económ ica se inició en A lem ania durante el período
entreguerras, primero en 1919 y más explícitamente en 1934,
en los primeros años del nazismo9. Fueron Ezio Vanoni y Dino
Jarach (alumnos de Benvenuto Griziotti en la Universidad de
Pavia), quienes más influyeron para que la interpretación eco­
nómica10 fuese acogida en los años cuarenta por sobresalientes
juristas latinoamericanos (Amílcar de Araújo Falgao y Rubens
Gomes de Sousa en Brasil, Carlos M. Giuliani Fonrouge en Ar­
gentina, y Ramón Valdés Costa en Uruguay). A su vez, los tres
últimos plasmaron los principios del método económico en el
Modelo de Código Tributario para América Latina OEA/BID
(Modelo OEA/BID)11, el cual sirvió de base para los códigos tri­
butarios de varios países latinoamericanos12, incluyendo el de
Venezuela, promulgado por iniciativa del profesor José Andrés
Octavio13.

Según el método de interpretación económica, la sustancia


económica de las situaciones gravadas prevalece sobre las for­
mas legales utilizadas por el contribuyente, y sobre las defini­
ciones que otras ramas del derecho le atribuyan a las situacio­

9 Ferreiro Lapatza, 1999, 141.


10 Utilizarem os la denominación interpretación económ ica, utilizada por di­
versos autores, incluyendo a Araújo Fal?ao (1964, 24) y Jarach (1980, 217).
11 Véanse los artículos 5, 8 y 20 del Modelo OEA/BID.
12 Entre ellos están Costa Rica, Ecuador, Perú y Uruguay (Valdés Costa, 1996,
266).
13 Sobre los p recitad o s antecedentes pueden consultarse los trabajos de
Anzola, 1996, 18; Chumaceiro, 1983,13; Evans Márquez y Vallenilla Tolosa,
1992, 93 y Octavio, 1995, 7.

770
J o sé R a fa el B er m ü d ez

nes descritas como hechos imponibles. El profesor Dino Jarach,


su más destacado exponente, hizo una de las más importantes
contribuciones al desarrollo del derecho tributario. Jarach perfi­
ló las bases fundamentales del derecho tributario y defendió con
firmeza principios tan importantes como el nacimiento ex lege
de la obligación tributaria, la igualdad de las partes en la rela­
ción tributaria sustantiva, y el carácter absolutamente reglado
de la actividad de la Administración en lo que respecta al dere­
cho tributario sustantivo14.

Sin embargo, Jarach escribió cuando el derecho tributario aún


se esforzaba para desligarse de otros campos jurídicos, y mu­
chos autores lo concebían como una disciplina exageradamente
autónoma, con sus propios métodos y categorías dogmáticas,
incluso para interpretar la ley. De allí que, en medio de la sólida
coherencia de la obra de Jarach, pueda encontrarse un aspecto
que hoy parece contradictorio: sostuvo que la interpretación de
las normas tributarias será siempre jurídica, pero al mismo tiem­
po propuso que ellas deben interpretarse mediante criterios eco­
nómicos cuyos rasgos escapan de la ciencia del derecho, como
bien lo han señalado destacados juristas en ambos lados del At­
lántico15.

Jarach postuló, como principio general, que las formas lega­


les elegidas por los contribuyentes son irrelevantes para el dere­
cho tributario, salvo en aquellos casos —excepcionales— en que
el hecho imponible es un negocio jurídico formalmente conside­
rado y resulte claro que el legislador quiso sustraer al intérprete
de examinar la sustancia económica16. Según Jarach, "el dere­
cho impositivo no considera como presupuesto de la obligación un
negocio jurídico sino la relación económica que éste crea" y "rele­
vante para el derecho tributario no es la intentio juris sino la

14 Jarach, 1971, 33.


15 Entre ellos están Alfredo A. Becker y Francisco Martínez en Brasil y Argen­
tina (Jarach, 1980, 255 y 260), así como numerosos juristas españoles que
más adelante citaremos.
16 Jarach, 1971, 128.

771
60 A ños de I m p o s ic ió n a la R en ta en V en ezu ela

intentio facti", que Jarach asemejó "al business purpose de la ju­


risprudencia norteamericana"17 (cursivas agregadas).

Más aún, Jarach sostuvo: "La interpretación no es nunca la


letra de la ley, la ley no tiene interpretación. Lo que es objeto de
interpretación es, precisamente la realidad, no el texto legal" y luego
añadió: "el criterio económico es el criterio fundamental de las
leyes impositivas"18 y "Decisiva es siempre y solamente la rela­
ción económica que constituye el presupuesto de hecho del im­
puesto"19 (cursivas agregadas).

Como puede apreciarse, esos planteamientos revelan un


marcado desdeño hacia el texto de la ley, y una concepción exa­
gerada de la llamada autonomía del derecho tributario sustan­
tivo, que muchos autores rechazan20.

1. La interpretación económica confunde la interpreta­


ción de la ley con la calificación de los hechos que ella
regula

Buena parte del rechazo que ha suscitado la interpretación


económica se debe a que ella confunde la interpretación de la ley
tributaria con la calificación jurídica de los hechos, lo cual gene­
ra incertidumbre. La doctrina contemporánea suele distinguir
entre ambas tareas metodológicas, distinción que muchos juris­
tas no hacían21.

La interpretación jurídica consiste en atribuir un significado a


las fuentes del derecho, lo que puede, hacerse in abstracto —to­
17 Para Jarach, la intentio fa cti es la voluntad de realizar un negocio, la opera­
ción económica, mientras que la intentio juris es la voluntad jurídica de
encuadrar el negocio dentro de un determinado molde o figura del dere­
cho civil o comercial (Jarach, 1971, 132, 145 y 150). Sin embargo, Jarach
admite un caso excepcional donde la intentio juris tiene relevancia: cuando
el legislador expresó su voluntad de vincular el presupuesto de la obliga­
ción impositiva a requisitos formales (1971, 136).
18 Jarach, citado por Octavio Leal, 2000, 44 y 64.
19 Jarach, 1971, 155-156.
20 D'Amati, 1989, 22 y Valdés Costa, 1992, 37-62.
21 Amselek, 1996, 22-23 y Casado Ollero, 2000.

772
J o sé R a fa el B er m ú d ez

mando en cuenta solamente las reglas— o in concreto, cuando


ellas se aplican a un caso. Distinta es la calificación jurídica, que
se dirige a establecer la naturaleza jurídica de los hechos reales
para conocer el régimen que se les aplica. Como afirma Betti, se
trata de verificar si un supuesto de hecho concreto corresponde
al tipo legal en el que se subsume y de encontrar en él los rasgos
relevantes para su tratamiento jurídico22. Mediante la califica­
ción se construye jurídicamente el hecho-bruto, para que éste
adquiera un significado dentro del mundo del derecho23, y esa
calificación suele hacerse mediante un ir y venir de los hechos al
derecho24, un vaivén que muchos autores describen como un
círculo hermenéutico25.

Sin embargo, la interpretación económica confunde la califi­


cación de los hechos con la interpretación del derecho, y niega
que las reglas tributarias puedan ser interpretadas in abstracto.
Así lo expresó Jarach: "He sostenido, tal vez con demasiado
énfasis, que la tarea de interpretación de normas legales consis­
te en interpretar los hechos y que sólo hay interpretación cuando
se trata de aplicarlas en diferentes circunstancias individuales y
concretas"26 (cursivas agregadas). Más adelante expone:

"Entonces, la interpretación de la ley es siempre la interpretación


de los hechos que caen bajo su alcance: se trata de interpretar
cuál es el hecho que se ha verificado en la realidad, para ver si
coincide o no con el concepto de hecho imponible definido
abstractamente"27, (cursivas agregadas).

Pero no puede confundirse la interpretación de la ley, con la


calificación de los hechos que ella regula. De hecho, los mismos
autores que rechazan la existencia de un método económico

22 Betti, 1975,102.
23 Calvo García, 2002, 179.
24 Larenz, 1994, 275
25 Blanchard, 1992, 227.
26 Jarach, 1980, 216.
27 Jarach, 1980, 222.

77 3
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

para interpretar la ley tributaria, están de acuerdo en que ella


debe aplicarse tomando en cuenta las realidades que ella regula,
las cuales tienen un sustrato económico. Pero también señalan
que eso no es peculiar del derecho tributario, pues en todas las
ramas del derecho existen reglas de contenido económico, se­
gún lo aprecia Pérez Royo: "Todas las normas jurídicas tienen
un sustrato económico y el de las tributarias no es necesaria­
mente más acentuado. Sin necesidad de recurrir a ejemplos como
el de la regulación del mercado de valores o la de las sociedades
y contratos mercantiles, podemos pensar en las normas aparen­
temente alejadas del prosaísmo de los intereses económicos: las
relaciones conyugales o familiares"28.

2. Doctrina extranjera que rechaza la interpretación eco­


nómica

El COT remite a todos los métodos admitidos en derecho, lo


cual se explica, según la doctrina, porque las leyes tributarias
no deben considerarse punitivas, odiosas ni excepcionales, sino
reglas normales, cuya especialidad sólo deriva de la materia que
tratan, y por ello deben interpretarse como todas las demás nor­
mas29. Y ese razonamiento conduce a otro: si son normales y
deben interpretarse como las demás leyes, no debe aceptarse la
interpretación funcional propuesta por Benvenuto Griziotti30 ni
la interpretación económica de Jarach, métodos que fueron pro­
puestos como especiales y particularmente aplicables a las leyes
tributarias31.

28 pérez Royo, 1998, 90.


29 Valdés Costa se pronuncia por la normalidad de las leyes tributarias y
añade: "La afirmación fundamental es que las normas tributarias se inter­
pretarán como todas las demás norm as jurídicas" (Valdés Costa, 1996,
266).
30 Como lo expone Ferreiro Lapatza, Griziotti sostuvo que términos jurídi­
cos no tienen un sentido único, común a todas las ramas del Derecho, sino
que dicho sentido varía de conformidad con la función que desempeñan en
la rama del Derecho de que se trate. De allí que Ferreiro Lapatza advierta
que este método interpretativo puede llevar al gravamen de actos o nego­
cios jurídicos no contenidos en el hecho imponible (1995, 79).
31 Giuliani Fonrouge, 1987, 99.

774
José R a fa e l B erm úd ez

El tema se ha planteado en España, cuya Ley General


Tributaria también remite a todos los criterios interpretativos
admitidos en Derecho, lo cual responde, según Ramos Prieto, al
deseo de eliminar "cualquier vestigio que pudiera subsistir de
una vieja polémica sobre la necesidad de utilizar métodos espe­
cíficos", lo cual conlleva que no es aceptable allá el método eco­
nómico. Luego señala:
"En efecto, la doctrina y la jurisprudencia mantuvieron du­
rante una larga etapa que las normas tributarias debían
interpretarse, dada su especial naturaleza, con criterios sin­
gulares y, por consiguiente, dispares de los empleados para
las demás normas jurídicas. Surgieron así diversas teorías
defendiendo, alternativamente, que la interpretación debía
efectuarse en el sentido más favorable para el contribuyente,
en el sentido más favorable al Fisco, con base en criterios
preponderantemente económicos o bien prestando especial aten­
ción al principio de capacidad económica (interpretación
funcional). En la época en fue aprobada la Ley General
Tributaria esta polémica ya había sido ampliamente superada.
Por esta razón, su artículo 23.1 remarcó que no existen en nuestra
disciplina criterios hermenéuticas distintos de los utilizados en
otros sectores del ordenamiento"32 (cursivas agregadas).

En igual sentido se pronuncia Ferreiro Lapatza33, al igual que


Queralt, Lozano Serrano, Casado Ollero y Tejerizo López, para
quienes la ley fiscal no tiene más singularidad que la que le con­
fiere su propio contenido y por ello debe interpretarse con los
mismos métodos que se aplican para interpretar las demás nor­
mas. Estos últimos autores añaden:
"... El ilustre jurista brasileño A.A. Becker criticó duramente
la prevalencia del denominado principio de la realidad eco­
nómica, señalando que, a partir de 1919, una corriente doc­
trinal relativa a la interpretación de las leyes tributarias na­
ció, floreció y, durante mucho tiempo, predominó. Al término
de la segunda gran guerra, en 1945, la citada doctrina entró en
declive y actualmente, aun cuando esté ya superada, es la respon­

32 Ramos Prieto, 2000, 60.


33 Ferreiro Lapatza,1999, 142.

775
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

sable del mayor equívoco histórico en la doctrina del Derecho Tri­


butario"34 (cu rsiv as a g re g a d a s).

Más contundentes son las observaciones que Sainz de Bujanda


formuló:

" A l p rin cip io d e c a p a c id a d e c o n ó m ic a d eb e, e n efecto ,


d ársele satisfacción , p e ro n o co n v irtien d o la relació n eco n ó ­
m ica en "hecho determinante" (so n p alab ras d e G riziotti) del
trib uto, ni aleg an d o q u e "lo que tiene importancia para el naci­
miento de la obligación tributaria es la relación económica" (co m o
e s c rib e J a r a c h ), s in o e la b o ra n d o u n a te o r ía d e l h e c h o
im ponible — teoría que, p o r referirse a u n a realid ad jurídica,
h a d e p articip a r d e esa m ism a n a tu ra le z a — en la q ue, sin
abandonar el recinto de la ciencia del Derecho, la ca p a cid a d eco ­
n ó m ica ju egu e el p a p e l q ue en esa cien cia le co rresp o n d e.
E se p ap el n o p u ed e ser o tro que el de fu n d am en to d el h ech o
im ponible, p e ro n o el d e h ech o d e term in an te d e la ob liga­
ció n im p o sitiv a "35 (cu rsiv a s a g re g a d a s).

Los precitados autores no son los únicos que rechazan la in­


terpretación económica. A ellos se suman Alfredo A. Becker
(Brasil), Francisco Martínez (Argentina); y notables juristas es­
pañoles que incluyen a Ramón Falcón y Telia, Carlos Palao
Taboada y Tulio Rosembuj36.

3. La interpretación económica en Venezuela

El COT de 1983 adoptó muchas reglas del Modelo OEA/BID,


pero en las sesiones del Congreso se le quitó al proyecto el artícu­
lo 8 del Modelo OEA/BID, relativo a la "interpretación del hecho
generador", por considerarse que podía propiciar intervenciones
arbitrarias por parte de las autoridades administrativas37.

34 Queralt et al., 1996, 213.


35 Sainz de Bujanda, 1966, 596.
36 Jarach, 1980,255 y 260; Sainz de Bujanda, 1966,605; Falcón y Telia, 1993, 27;
Palao Taboada, 1995, 25; y Rosembuj, 1999, 190.
37 Octavio, 1983, 31.

776
J o sé R a f a e l B e r m ú d e z

Sin embargo, mucho antes de la reforma de 2001, José An­


drés Octavio consideró que el método de interpretación econó­
mica era aplicable en Venezuela porque podía incluirse dentro
de los métodos admitidos en derecho a los cuales alude genérica­
mente el COT38, posición que adquirió mayor fuerza cuando se
reformó el COT en 200139, cuando se agregó, al enunciado se­
gún el cual las normas tributarias deben interpretarse con arre­
glo a todos los métodos admitidos en derecho (artículo 5), la
frase atendiendo a su fin y a su significación económica, un texto
similar al que aparecía en la legislación alemana de los años 30.
Además, en 2001 se introdujeron en el COT dos reglas cuyos
antecedentes se identifican claramente con el método de inter­
pretación económica. La primera de ellas permite desechar las
definiciones que otras ramas del derecho le atribuyen a las si­
tuaciones gravadas, y la segunda permite el desconocimiento
de las formas jurídicas manifiestamente inapropiadas a la reali­
dad económica perseguida por los contribuyentes (artículo 16).
Cabe entonces determinar si, no obstante esas reglas, puede to­
davía sostenerse que la interpretación económica no es admisi­
ble en Venezuela. Para ello deben examinarse sus antecedentes.

Los principios contenidos en el artículo 16 no fueron conce­


bidos por juristas ni legisladores venezolanos. Ellos se remontan
sustancialmente a legislación que Argentina promulgó en los
años cuarenta40, que a su vez se inspiró en normas que Alema­
nia promulgó en los años 30 y que luego fueron rechazadas41.

38 Octavio, 1983, 31.


39 Octavio Leal, 2002, 237.
40 Padrón Amaré, Carlos Eduardo, 1976, 46. Giuliani Fonrouge señala que en
1946 se legisló en Argentina (Ley No. 11.683) para establecer que en la
interpretación de las normas fiscales se atenderá al fin de las mismas y a su
significación económica (texto sustancialmente idéntico al del artículo 5 del
COT de 2001). Y se introdujeron dos principios: valen los conceptos espe­
cíficos contenidos en las leyes impositivas y únicamente "cuando no sea
posible fijar, por la letra o por su espíritu, el sentido o alcance de ellos,
podrá recurrirse a los del derecho privado"; y se tendrán en cuenta "los
actos, situaciones y relaciones económicas que efectivamente realicen,
persigan o establezcan los contribuyentes", prescindiendo de las formas o
estructuras jurídicas inadecuadas".
41 Falcón y Telia, 1993, 25.

777
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Esa legislación Argentina fue sustancialmente acogida en el


Modelo OEA/BID, de donde fue tomada por quienes en 2001
reformaron el COT venezolano, actuando desde el Poder Ejecu­
tivo y con base en una ley habilitante.

Pero esas reglas sobre interpretación económica del COT 2001


no pueden interpretarse ahora como ellas se interpretaban en la
Alemania de los años 30 o en la Argentina de los años 40. En
efecto, luego veremos que algunas de esas reglas conceden a la
Administración Tributaria un margen de apreciación demasia­
do amplio, lo que no es compatible con el moderno derecho cons­
titucional ni con la Constitución de 1999, que fortaleció los prin­
cipios que ordenan el sistema tributario, que incluyen los de
reserva legal, capacidad económica y no confiscación, los cua­
les sustentan las garantías de confianza legítima, certidumbre y
seguridad jurídica, interdicción de arbitrariedades y estabilidad
de las normas, así como la uniformidad y objetividad de la
tributación, sin las cuales no puede haber justicia tributaria.

El Modelo OEA/BID fue un aporte monumental para el de­


recho tributario Latinoamericano, pero no puede convertirse en
un fetiche sagrado. No creemos que el Modelo OEA/BID deba
siempre interpretarse como en los años sesenta, pues ello equi­
valdría a petrificarlo, en detrimento de una interpretación evo­
lutiva que permita adaptarlo a circunstancias sociales que ince­
santemente cambian.

Pero además del tiempo debe considerarse el espacio. Las


reglas del Modelo OEA/BID pueden arrojar interpretaciones
divergentes en los países que las adoptaron, pues su sentido
dependerá de las características de los distintos ordenamientos,
que tienen sus propias constituciones y sistemas de fuentes, por
mencionar sólo algunos factores. Lo expuesto también vale para
la doctrina latinoamericana que tanta influencia ha ejercido
entre nosotros. Es notorio, por ejemplo, que los autores argenti­
nos, brasileños y uruguayos están entre los más citados en nues­
tro país, con sobrados méritos. Pero en esos países existen reglas
que difieren de las nuestras y de las del Modelo OEA/BID, lo
cual implica que sus opiniones no siempre valen para nuestro

778
J o sé R a f a e l B e r m ú d e z

ordenamiento. Y lo mismo puede decirse de los más destacados


autores españoles y de las nuevas generaciones de brillantes ju­
ristas que ellos han venido formando.

Por otra parte, luego de veinte años en vigencia y varias re­


formas, se ha perdido aquel equilibrio en la relación fisco/con­
tribuyente que fue implantado por el COT venezolano de 1983,
y ello debe ser tomado en cuenta a la hora de interpretar el COT
reformado en 2001. De hecho, este COT se parece cada vez más
al Modelo de Código Tributario CIAT, publicado en 1997 por el
Centro Inter americano de Administraciones Tributarias, el cual
tiene un carácter marcadamente punitivo y rompe con el equili­
brio de la relación fisco/contribuyente42 del Modelo OEA/BID,
que sirvió de base para el COT de 198343. Ello contrasta con la
tendencia ecuánime de otros países, que incluso han promulga­
do estatutos destinados a proteger derechos fundamentales de
los contribuyentes. En España, por ejemplo, la concepción de la
obligación tributaria como eje del ordenamiento tributario per­
mitió, en palabras de Ferreiro Lapatza, "alejar el fantasma de la
relación de poder entre el Estado y sus súbditos, los ciudadanos,
que dificultó durante mucho tiempo el alumbramiento de un de­
recho tributario al servicio de un Estado democrático"44 (cursivas
agregadas).

42 José Andrés Octavio advierte que en el COT de 2001 se aprecia la influencia


negativa del modelo CIAT, propuesto para sustituir el Modelo OEA/BID.
El M odelo CIAT traza el camino para som eter al contribuyente al íus'
imperium del Estado y por ello ha sido calificado por el Instituto Latino­
americano de Derecho Tributario (ILDT) como ajeno al sistema y orden cons­
titucionales porque transgrede los principios de legalidad, igualdad entre
las partes de la relación tributaria, capacidad contributiva, debido proceso
en las actuaciones de la Administración, tutela jurisdiccional efectiva, pre­
sunción de inocencia, culpabilidad como requisito para imponer sancio­
nes tributarias, y doble instancia, Octavio, 2002, 8. Por su parte, Armando
Montilla Varela señala: "...lo que debió ser una reforma es en realidad un
nuevo Código Orgánico Tributario", puesto que el objetivo capital fue un
cambio de modelo, vale decir, pasar del C T /O E A /B ID hacia el modelo
CIAT-1997".
43 Octavio, 1983, 22.
44 Ferreiro Lapatza, 1998, 136.

779
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Pero ese metafórico fantasma de Ferreiro Lapatza, capaz de


convertir a los contribuyentes en súbditos, parece haberse mu­
dado a Venezuela, como se desprende de las enérgicas objecio­
nes a la reforma del COT en 2001 que han hecho Armando
Montilla, José Andrés Octavio, Jesús Sol Gil, Félix Hernández
Richards, y Alejandro Ramírez van der Velde45.

Las reglas sobre interpretación económica del Modelo OEA /


BID pudieron quizás funcionar con algún equilibrio como parte
del COT de 1983 (que no las admitió), pero se prestan a inconta­
bles abusos si se aplican en el contexto de un COT que ahora se
acerca demasiado al Modelo CIAT. Así, frente al COT que tene­
mos vigente, suena utópica la memorable frase de Jarach, que
concebía la relación jurídica tributaria como una relación de dere­
cho y no de poder. Como también suenan utópicas las afirmacio­
nes de quienes aducen que la interpretación económica puede
también conducir a resultados favorables a los contribuyentes.

4. Doctrina venezolana sobre interpretación económica

El problema de la interpretación económica no es novedoso


en Venezuela. Oswaldo Padrón Amaré puso de manifiesto que
en los años 60 ya se discutía si las reglas tributarias debían

45 Octavio denuncia el espíritu represivo y excesivamente sancionatorio de


la reforma, porque — entre otras razones— pretende dar carácter objetivo
a las sanciones y Montilla Varela expone que se modifican los términos de
la relación tributaria para darle más facultades a la Administración y m e­
nos derechos a los administradores. Sol Gil formula objeciones a la elimi­
nación de los efectos suspensivos del acto administrativo en la fase conten-
cioso-tributaria, la desproporción de las sanciones, la eliminación de la
prescripción para ciertos delitos tributarios y la tendencia represiva, para
luego referirse al "odioso desequilibrio en los derechos y obligaciones de los
sujetos de la relación jurídica tributaria, obviamente favoreciendo al fisco" (Sol Gil,
2 0 0 2 ,7 4 ,7 9 ,9 1 ,9 2 ,9 4 y 113). Por su parte, Hernández Richards expresa que
"a lo largo de las disposiciones del nuevo COT se evidencia una tendencia sancio-
nadora y represiva" (Hernández Richards, 2002, 514), y Ramírez van der
Velde advierte "un afán recaudatorio que vulnera, en muchos casos, la posición
de los contribuyentes y responsables y deja en segundo plano la búsqueda de la
verdadera capacidad contributiva" (van der Velde, 2002, 594).

780
J o sé R a f a e l B e r m ú d e z

interpretarse utilizando métodos jurídicos o métodos económi­


cos46, y el tema sigue siendo controversial. En efecto, frente a
trabajos de alta calidad científica que aceptan el método econó­
mico (de Oswaldo Padrón Amaré, José Andrés Octavio, José
Andrés Octavio Leal y Alberto Blanco-Uribe), destacados auto­
res han rechazado ese método (Oswaldo Anzola, Enrique Meier
Garcia, Carlos Eduardo Padrón Amaré, Ronald Evans y Moisés
Vallenilla).

Sin embargo, los autores venezolanos que admiten el método


económico no adoptan las posiciones radicales de Jarach. Nin­
guno de ellos coloca al método económico por encima de los
demás, como lo hace Jarach cuando afirma, como vimos, que se
interpreta la realidad, no el texto legal, y que el criterio económico es
el criterio fundamental de las leyes impositivas. Tal es el caso de
juristas como Oswaldo Padrón Amaré, quien señaló la necesi­
dad de abandonar los conceptos y formas del derecho privado,
pero en una línea moderada, parecida a la de Giuliani Fonrouge:
cuando se invocan para desvirtuar la regulación fiscal47; y de
Alberto Blanco-Uribe quien expuso, en un trabajo centrado en
otro tema, que para garantizar el acatamiento al principio de
capacidad económica, el derecho tributario exige que sus nor­
mas y situaciones fácticas sean interpretadas de acuerdo con el
conocido principio de realidad económica48.

46 Padrón Amaré, Oswaldo, 1976, 52.


47 Padrón Amaré, Oswaldo, 1976, 74.
48 Blanco-Uribe sostiene: "Como una garantía de respeto y acatamiento del
previamente analizado principio constitucional de capacidad económica o
contributiva el derecho tributario exige que sus norm as y situaciones
fácticas sean interpretadas de acuerdo con el conocido principio de reali­
dad económica, el cual ordena, particularmente en el impuesto sobre la
renta, que nos ocupa, que se vaya más allá de las meras formas jurídicas de
los actos, hechos o negocios jurídicos a los que el legislador dé el trata­
miento de hechos imponibles o gravables, para desentrañar la verdadera
esencia económica que los inspira, descubrir el verdadero resultado eco­
nómico que se obtiene y así poder pecharlos en los precisos y justos límites
de la capacidad económica de los sujetos implicados en ellos" (1999, 101).

781
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

José Andrés Octavio, miembro del grupo de juristas latinoa­


mericanos que redactó el Modelo OEA/BID, se apoyó en los
precitados antecedentes del COT para considerar que en Vene­
zuela es admisible la interpretación económica, método que con­
sideró de general aceptación49. Su nieto José Andrés Octavio
Leal, autor del trabajo más completo publicado en Venezuela
sobre el tema, no afirma la supremacía del método económico;
más bien indica que debe haber una interrelación entre los méto­
dos "tradicionales" de interpretación con el de la consideración
económica; distingue entre la interpretación de la ley y la califi­
cación de los hechos (lo que no hace Jarach), y luego señala que
"sólo tendrán valor jurídico aquellos conceptos económicos o
financieros incorporados al hecho imponible, y con fundam ento en
los mismos es que el intérprete realizará su labor.”50 (cursivas agre­
gadas). La línea moderada de Octavio Leal se pone de manifies­
to porque en este aspecto coincide con Sainz de Bujanda — el
más reconocido adversario del método económico— cuyo pen­
samiento es resumido así por Carlos Palao Taboada:

"E n E sp añ a d esta ca el trabajo del p ro feso r Sainz d e Bujand a


(...) en el que se p o n e d e reliev e q ue la n o rm a trib u taria, al
con fig u rar el h ech o im ponible, cre a u na n u e v a realid ad jurí­
d ica co n u n a sign ificación y u n o s efectos esp ecíficam en te
trib utarios. P a rtie n d o de esta p rem isa, afirm a a ce rta d a m e n ­
te el p ro feso r de M a d rid - y se tra ta h o y d e u n a o p in ió n c o ­
m ú n d e la d o c trin a - que la re la ció n e co n ó m ica sólo p u e d e
p r o v o c a r el e fe c to ju ríd ic o d e q u e n a z c a la o b lig a c ió n
trib u taria si d ich a relació n h a sid o co n fig u rad a p o r las n o r­
m a s ju ríd icas d e tal m o d o que, al p ro d u cirse, la ob ligación
surja p o r vo lu n ta d d e la ley; es d ecir, si la relació n e co n ó m i­
ca se h a tra n sfo rm a d o en h e ch o im ponible, o, d ich o d e o tro
m o d o , si la realid ad e co n ó m ica se h a co n v ertid o en realid ad
ju ríd ic a "51.

49 Octavio, 1983, 31.


50 Octavio Leal, 2000, 45, 47, 61.
51 Palao Taboada, 1995, 26, refiriéndose a Sainz de Bujanda, 1966, 569 y si­
guientes.

782
J o sé R a f a e l B e r m ú d e z

La interpretación económica también ha sido rechazada en


Venezuela. Carlos Eduardo Padrón Amaré expuso que el méto­
do económico "no se compagina con los principios fundamen­
tales de nuestro ordenamiento jurídico, y en consecuencia, su
aplicación debe ser desechada o, al menos, admitida con gran
reserva, ya que, incluso con la aplicación del método teleológico
puede determinarse la finalidad perseguida con la sanción de la
norm a"52.

Otros juristas venezolanos rechazan el método económico


con mayor firmeza. Oswaldo Anzola considera que "la capaci­
dad económica es un elemento que el legislador debe tomar en
cuenta para la consagración del hecho imponible", el cual de
manera abstracta debe ser demostrativo de capacidad contri­
butiva. Luego menciona las razones que Sainz de Bujanda es­
grimió contra la interpretación económica, y seguidamente ex­
pone su propio argumento: "Una vez que el legislador ha hecho
la escogencia respectiva, y consagra de manera abstracta, como
hipótesis, el hecho imponible, con todos los elementos necesa­
rios para llegar a la determinación de la base, no le corresponde
al intérprete indagar más allá del contenido legal para determi­
nar si en el caso concreto de un contribuyente hubo o no capa­
cidad contributiva"53.

Ronald Evans y Moisés Vallenilla señalan que la "considera­


ción económica de los hechos imponibles, por encima, y al mar­
gen, de su conformación legal o jurídica, tuvo su consagración en
el Derecho, en la jurisprudencia y en la doctrina alemana e ita­
liana en determinado momento, y una atenuada modalidad en
la llamada doctrina de los tipos ideales, que hoy está en crisis
por entenderse que conduce a la inseguridad jurídica y es in­
compatible, metodológicamente, con las exigencias de la técni­
ca jurídica"54 (cursivas agregadas). Más asertivo aún es Enrique
Meier García, quien alerta sobre "los nefastos resultados de acep­

52 Padrón Amaré, C. E., 1976, 47.


53 Anzola, 1999, 15.
54 Evans Márquez, Ronald y Vallenilla Tolosa, 1992, 85.

783
60 A ño s d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

tar en el seno de la interpretación de la norma tributaria el crite­


rio de interpretación económico o contable, y no sólo por la pe­
ligrosa dosis de discrecionalidad que deja en manos del intér­
prete, sino porque dicha tesis fue desarrollada y aplicada en
circunstancias de tiempo y lugar funestas para la humanidad
como fue el arribo al poder del nacionalsocialismo en Alemania
y "que provocó una incertidumbre, una inseguridad y una arbitra­
riedad de la que el pueblo alemán fu e la primera víctima"55.

5. Jurisprudencia venezolana sobre la interpretación eco­


nómica

Las sentencias venezolanas que abordan o rozan el aspecto


económico del tributo han sido analizadas en diversos estudios,
a cuya lectura remitimos al lector56. Sin embargo existen dos
sentencias particularmente relevantes:

(a) En un caso relativo a la aplicación del antiguo impuesto adicional


a las rentas devengadas en el exterior, se decidió que ese impuesto
no podía aplicarse porque no era directa e inmediata la relación
entre los fondos colocados en el exterior y operaciones de una com­
pañía petrolera en Venezuela. Sin embargo, el Magistrado Jaime
Parra Pérez salvó su voto esgrimiendo razones que incluyen, entre
otras, las siguientes: considera que muchas de las divergencias
surgidas en el orden conceptual se deben a esa denominación, un
tanto equívoca e imprecisa del término "interpretación económi­
ca" de la Ley Tributaria. Señala que las normas jurídicas sólo pue­
den interpretarse de acuerdo a un método jurídico "pero respecto
de su contenido no puede hacerse en forma dogmática una afirma­
ción semejante, porque las normas recogen, así, en el ordenamien­
to de la vida social, criterios técnicos o científicos que le proporcio­
nan otras ciencias o conocimientos especiales". Luego señala que
en algunas ocasiones "la norma recoge ella misma el elemento 'no

55 Meier García, quien cita en cursivas a Eusebio González, 2000, 27.


56 Anzola, 1999, 10-53; Belisario, Delgado y Rachadell de Delgado, 1995, 37-
63; Blanco-Uribe Quintero, 1999, 107-108; Evans M árquez y Vallenilla
Tolosa, 1992, 71-74; Octavio Leal, 2002, 79-87, Padrón, C. E. y Padrón, O,
1976.

784
J osé R a f a e l B e r m ú d e z

jurídico' e informándose en los criterios científicos o técnicos ex­


traños al derecho define los conceptos o nociones con su lenguaje
propio", mientras que en otros casos "la Ley omite definiciones,
conceptos o principios al describir idiomáticamente el supuesto
hecho normativo y sólo emplea vocablos y términos que remiten al
intérprete de la norma directamente a fuentes no jurídicas de inter­
pretación". Más adelante expone que las normas no admiten otra
interpretación que la jurídica, resultando inapropiados métodos
extraños como aquellos que emplean las ciencias económicas, po­
líticas, sociales, etc., pero "la materia prima de que se compone el
Derecho no puede ser analizada sino a la luz de los principios
científicos y técnicos que han contribuido a su creación y sistema­
tización". También afirma que "la ciencia del Derecho -que no
estudia fenómenos económicos, políticos o sociales, puesto que
sólo los norma- se revela como instrumento inapropiado a tal tipo
de análisis. Si el hecho imponible es siempre un hecho económico
(con las raras excepciones de algunos impuestos que no consultan
la capacidad contributiva y que hoy tienden a desaparecer) el pre­
supuesto de aplicabilidad de la norma impositiva deberá siempre
analizarse mediante la aplicación de principios económicos que
desentrañen su verdadero sentido, lo que no excluye ni está reñido
con el empleo de las técnicas jurídicas de interpretación de toda
norma legal. Lo que sí cabe dejarse claramente establecido es que
cuando la Ley Fiscal contemple determinado hecho o fenómeno
económico describiendo el acto jurídico destinado a darle forma
(ej.: la venta como medio de transmisión de la propiedad a título
oneroso) y las circunstancias demuestren una alteración en la nor­
mal relación de continente a contenido, el intérprete deberá atener­
se a la realidad económica y no a la apariencia formal. Lo contrario
conduciría a una interpretación contraria al espíritu, fines y pro­
pósitos de la Ley fiscal y dejaría un amplio margen a la evasión"57.

(b) El abuso de las formas jurídicas fue explícitamente declarado en el


caso de una compañía que quiso disfrutar de una rebaja por reali­
zar inversiones en activos fijos. Los activos se adquirieron median­
te negocios manifiestamente artificiales, que no podían justificarse

57 Sentencia N° 319, Tribunal de Apelaciones Primero del 15 de febrero de


1966, caso Creole Petroleum, citada en la Jurisprudencia de Impuesto So­
bre la Renta 1943-1965, Ministerio de Hacienda, Caracas, 1967, págs. 447,
448 y 449).

785
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

por razones distintas del ahorro fiscal que se persiguió: se compra­


ron a compañías que formaban parte del mismo grupo económico
(pertenecían mayoritariamente a los mismos accionistas); las ven­
tas se hicieron a través de intermediarias; los precios se pagarían
en 30 años con un interés del 4% anual; las intermediarias vendie­
ron los mismos activos, por el mismo precio, el mismo día, de con­
tado, y diez días antes de terminar un ejercicio que arrojaría las
ganancias que se verían reducidas mediante la rebaja de impuesto;
y se hizo (entre los Estados Unidos y Venezuela) una transferencia
circular de recursos que posteriormente volvieron a su mismo ori­
gen. La Corte declaró, acertadamente, las supuestas "inversiones"
hechas por la contribuyente no eran verdaderas ni sinceras, por­
que "no tenían contenido ni sustancia económica", puesto que
eran "subterfugios de mera forma que no pueden tener significa­
ción en un impuesto como el que grava la renta, el cual pretende
alcanzar la verdadera (y no la aparente) capacidad económica del
sujeto pasivo". Se determinó entonces que esas operaciones confi­
guraron "un abuso de laforma jurídica con el propósito fundamental
de eludir o atenuar el efecto normal de la ley tributaria, en detri­
mento de los derechos del Fisco. En tales casos, el Juzgador debe
apartarse de la forma de los negocios para atribuirles su verdadero
significado y alcance a través de la realidad de los hechos, los
cuales demuestran, como dice la Fiscalización que evidencia que
'la formación del capital en el sector agropecuario venezolano no
sufrió incremento alguno' por lo cual los reparos se consideran
ajustados a derecho, y así se declara"58 (cursivas agregadas).

Esta última decisión reviste particular interés porque se refie­


re a hechos que ocurrieron antes de la entrada en vigencia del
COT de 1983, y el desconocimiento de formas legales que allí se
hizo no estuvo basado en la interpretación económica de la ley
tributaria sino en métodos jurídicos de interpretación normati­
va, como el examen del instituto (la rebaja fiscal) y los fines de la
norma (método teleológico). Además, allí no se aplicó la inter­
pretación económica para apartarse de las formas contractua­
les utilizadas y proceder a desconocerlas, sino la doctrina del

58 Corte Suprema de Justicia, Sala Político Administrativa, Especial Tributaria,


sentencia del 3 de febrero de 1999, caso H idrocarburos y D erivados
(HIDECA), ponencia de Jaime Parra Pérez.

786
J o sé R a f a e l B e r m ü d e z

abuso de las formas jurídicas, que deriva del abuso de derecho,


un instituto netamente jurídico.

En general, puede decirse que en Venezuela se han dictado


algunas sentencias que propugnan que la interpretación será
jurídica y no económica, así como sentencias que toman en cuenta
la realidad económica, sin llegar a consagrarla expresamente
como un método hermenéutico. Esto ha sido prudente, porque
de lo contrario se confundiría la interpretación normativa con
la realidad concreta que se debe calificar a los fines de aplicar el
derecho. Además, una sentencia bien motivada puede expresar
puntos de vista que provienen de doctrinas controversiales, sin
necesidad de adoptarlas en su totalidad, lo cual podría atar de
manos al juez a la hora de resolver casos futuros. Además resul­
taría muy difícil acoger in toto la llamada interpretación econó­
mica, pues sus defensores no la conciben de manera uniforme
y, como se expuso, muchos autores la rechazan de plano.

6. Para recapitular: por qué debe rechazarse la interpreta­


ción económica

Hemos visto que un sector doctrinal postula la interpreta­


ción económica, lo que contrasta con opiniones que se oponen a
ella. A esta última posición nos adherimos, por las razones si­
guientes:

Primero, si las normas tributarias deben interpretarse con


arreglo a todos los métodos admitidos en derecho, sólo pueden
admitirse métodos jurídicos y no los de otras ciencias. Además,
no puede considerarse como admitido ni aceptado, un método
que ha suscitado tantas controversias y rechazos. La primacía
del método económico proclamada por Jarach no es compatible
con nuestro ordenamiento, el cual remite a una pluralidad
metodológica, sin que pueda decirse, a priori, que un método
interpretativo prevalecerá sobre otro.

Segundo, el COT dispone que debe atenderse al fin y a la


significación económica de las reglas tributarias, lo que obliga a

787
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

tomar en cuenta el sustrato económico que tienen, al igual que


todas las normas deben interpretarse con miras al campo social que
ellas regulan59. Pero una cosa es tomar en cuenta esa realidad, y
otra es afirmar que lo que se interpreta es "la realidad, no el texto
legal" o colocar una imprecisa sustancia económica por encima
de las definiciones que el derecho le atribuye a los negocios jurí­
dicos. Con ello se desconoce que el ordenamiento jurídico es un
sistema interdependiente que debe armonizarse y en la medida
de lo posible debe hacerse coherente.

Tercero, si el COT remite a todos los métodos admitidos en


derecho porque las normas tributarias son normales, no cabe
interpretarlas con métodos excepcionales, como es el método de
interpretación económica. Como lo advierte Ferreiro Lapatza,
"La negativa a admitir criterios especiales de interpretación en
Derecho Financiero es hoy ampliamente ,compartida por la doc­
trina60" .
Cuarto, la interpretación económica genera inseguridad ju­
rídica, como lo advierten num erosos au tores61. Giuliani
Fonrouge, quien admite el método económico en casos excep­
cionales, también señala sus peligros: "Numerosas decisiones
judiciales y del Tribunal Fiscal de la Nación hacen mérito de la
interpretación según la realidad económica, sin una clara apre­
ciación del peligro que se cierne sobre los administrados por razón de
tanta incertidumbre62.

Quinto, el método económico se propone porque el tributo


tiene un sustrato económico, y con ello se olvida que también

59 Nuestro M áximo Tribunal se ha referido "a la necesidad deadecuar la


norma a la realidad social a la cual esaplicada, y tomando en cuenta al
mismo tiempo, que el derecho es dinámico [y] no estático, pues, se trata de
un producto social y d eb e irse amoldando a las nuevas exigencias, ello mediante
una correcta y adecuada interpretación", Tribunal Supremo de Justicia, Sala
de Casación Civil, sentencia del 5 de abril de 2001, caso Eudoxia Rojas contra
Pacca Cumanacoa.
60 Ferreiro Lapatza, 1999, 140.
61 Ferreiro Lapatza, 141.
62 Giuliani Fonrouge 1987,103 y Ferreiro Lapatza, 1995, 79.

788
J o sé R a f a e l B e r m ú d e z

tienen sustrato económico incontables obligaciones de fuente


legal, contractual y extracontractual, en casi todas las ramas
del derecho. Si se admitiese la interpretación económica, se ten­
dría que aceptar, mutatis mutandi, que la ley se interprete en
otros campos jurídicos según métodos especiales y extra-jurídi­
cos, y así tendríamos interpretaciones ambientales, arquitectó­
nicas y farmacéuticas, entre muchas otras.

Sexto, se ha querido presentar la realidad económica como


un instrumento necesario para evitar el inflexible apego del juez
a la lógica formal y al silogismo. Pero el silogismo es una estruc­
tura vacía de contenido, cuyos resultados serán tan buenos o
tan malos como las premisas que se le pongan, que el intérprete
puede construir mediante un razonamiento compuesto por va­
loraciones y argumentos que van más allá de una simple cade­
na de silogismos. Así, frente a la lógica formal, se erige la retóri­
ca, ciencia de la argumentación que estudia la justificación de
opciones y decisiones. Esta disciplina, iniciada por Aristóteles,
fue decayendo a lo largo de siglos hasta considerarse en el siglo
XVIII como un arte cortesano de elocuencia verbal. Sin embar­
go, a mediados del siglo XX Chai'm Perelman la rescató y reno­
vó para convertirla en un campo del saber que juega un rol im­
portante en el derecho y en las demás ciencias de la cultura.
Sobre ello opina Ramón Escovar León, "A pesar de que el méto­
do del silogismo ha merecido críticas, el mismo ha sido tradicio­
nalmente el método fundamental de los juzgadores. Pero su uti­
lización -hay que insistir-, sólo se usa una vez construidas las
premisas, y éstas son la consecuencia de un proceso intelectual en el
cual el juez usa argumentos y también utiliza silogismos"63 (cursi­
vas agregadas).

Séptimo, la calificación tributaria de los negocios no depen­


de del nombre que las partes le ponen, sino de su contenido ma­
terial, que puede identificarse con la ayuda de conceptos y cate­

63 Escovar León, 2001, 248.

789
60 A ño s d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

gorías jurídicas, que incluyen manifestaciones de voluntad, cau­


sas y objetos que se traducen en prestaciones de dar, hacer y no
hacer. Esas prestaciones son económicamente valorables, sin
necesidad de apartarse de la metodología jurídica, y sin necesi­
dad de caer en la maniquea dicotomía forma/sustancia, que
Sainz de Bujanda considera errónea, así como "añeja y pertur­
badora". Este autor señala que el hecho imponible surge como
una creación jurídica, y que "tanto el Derecho como la Econo­
mía tienen su propia sustancia y su propia forma. Es inadecua­
do, en suma, hablar del Derecho como pura forma de la Econo­
mía o de ésta como sustancia del Derecho"64.

Octavo, tampoco hace falta un método económico para co­


rregir los negocios manifiestamente anómalos, pues para ello
existen institutos jurídicos como la simulación, el abuso de dere­
cho y el fraude a la ley, que se han llevado al campo tributario
mediante reglas generales anti-elusión. Luego veremos que el
artículo 16 del COT contempla el abuso de las formas jurídicas
en fraude a la ley tributaria como mecanismo anti-elusión, en
contraste con la posición de Jarach, para quien el método eco­
nómico hacía innecesaria la utilización del abuso de derecho65.

Noveno, tampoco se necesita la interpretación económica


para evitar que el intérprete quede atado al texto de la norma.
El artículo 4 del Código Civil contempla la intención del legisla­
dor, criterio teleológico que puede combinarse con otros méto­
dos hermenéuticos ampliamente reconocidos por los operado­
res jurídicos. Falcón y Telia explica que la doctrina alemana
contemporánea hace hoy referencia a la interpretación econó­
mica, pero no en su sentido tradicional, sino para expresar la
necesidad de atender la finalidad perseguida por el legislador tri­
butario (criterio teleológico expresado en palabras similares a las
del artículo 5 del COT), y añade: "Se trata, en definitiva, de una
defensa de la interpretación jurídica, basada en los criterios ge­
nerales admitidos en Derecho, entre ellos el teleológico, pero

64 Sainz de Bujanda, 1966, 576.


65 Jarach, 1980, 237.

790
J osé R a f a e l B e r m ú d e z

subrayando al mismo tiempo que la finalidad de la norma


tributaria es diferente de la finalidad de la ley civil, por lo que
los mismos criterios de interpretación pueden llevar a un resul­
tado distinto en uno y otro sector del ordenamiento".

A todo lo expuesto se añade que el derecho natural ha sido


generalmente positivizado en las Constituciones contemporá­
neas, mediante principios y valores que tienen eficacia normati­
va, aplicación directa y fuerza derogatoria, lo que permite al
juez encontrar una solución justa y al mismo tiempo ajustada al
derecho positivo. Y si el derecho positivo contraviene los princi­
pios y valores superiores del ordenamiento, la solución viene
dada por la justicia constitucional, que en nuestro derecho tam­
bién puede ser difusa, lo que perm ite que cualquier juez
desaplique cualquier norma incompatible con la Constitución
de 1999. Con base en las ideas precedentes se examinarán aho­
ra las reglas del COT que se refieren a la interpretación de nor­
mas y a la calificación jurídica de los hechos.

II. La obligación tributaria nace sin que im porten los


efectos que la situación gravada tenga en otras ramas
jurídicas

De acuerdo con el artículo 15 del COT66, la obligación


tributaria nace si se cumple el supuesto de hecho legalmente ,
previsto, aunque el acto o negocio gravado carezca de validez,
y sin que importen el objetivo perseguido ni los efectos del acto
o el negocio en otras ramas del Derecho.

Se ha considerado que esa regla pone de manifiesto la llama­


da autonomía calificadora del derecho tributario material. Pero

66 "Artículo 15.- La obligación tributaria no será afectada por circunstancias


relativas a la validez de los actos o a la naturaleza del objeto perseguido, ni
por los efectos que los hechos o actos gravados tengan en otras ram as
jurídicas, siempre que se hubiesen producido los resultados que constitu­
yen el presupuesto de hecho de la obligación".

791
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

no vemos en el artículo 15 nada que sea especial al derecho tri­


butario, pues lo mismo puede ocurrir en cualquier otra discipli­
na jurídica. Un mismo hecho puede estar previsto en dos reglas
que le atribuyen consecuencias jurídicas distintas, y cada regla
desplegará su propia eficacia. Por ejemplo, si una persona gol­
pea a otra y le causa lesiones, la regla penal le impondrá una
sanción privativa de libertad, mientras que la ley civil le obliga­
rá a indemnizar los daños.

Sin embargo, el artículo 15 ha sido conveniente porque dejó


claro que no puede privarse de efectos tributarios a una situa­
ción que en otro campo jurídico no tiene validez. Por ejemplo, el
derecho del Fisco a exigir el impuesto sobre donaciones no se
verá perjudicado si la propiedad de un bien se transmite gratui­
tamente sin el documento auténtico que el derecho civil exige
para que sea válida; y las ganancias derivadas del narcotráfico
serán gravadas con el impuesto sobre la renta67.

De manera similar, el Fisco no podrá desconocer, a los efectos


del ajuste por inflación de una compañía, un aumento de capital
aprobado por asamblea de accionistas y pagado por ellos, bajo el
argumento de que no fue registrado y publicado como lo exige el
derecho mercantil para que produzca efectos y sea oponible a
terceros (artículo 25 del Código de Comercio). Este ejemplo mues­
tra que el Fisco no puede adoptar la misma posición de cualquier
tercero extraño al negocio jurídico, bajo la excusa de que no le es
oponible. De manera similar, la venta de un inmueble mediante
un documento privado que no se registró (ineficaz frente a terce­
ros según el derecho civil) tendrá plenos efectos con respeto al
Fisco, y ello será igual si la venta arroja un enriquecimiento gravable
o una pérdida deducible. Además, el Fisco no puede considerar­
se como un tercero, porque el COT le confiere amplias facultades
para fiscalizar y conocer hechos que no son accesibles a terceros.

67 Jarach alude a la máxima aurus non olet (el dinero puede venir de activida­
des limpias o sucias, pero no huele) para rem arcar que para el derecho
tributario no es relevante la licitud o ilicitud de las operaciones que cons­
tituyen el hecho imponible (Jarach, 1980, 226).

792
J o sé R a f a e l B e r m ú d e z

III. La regla que permite desechar las definiciones de otras


ramas jurídicas

Para cumplir con el principio de reserva legal, la situación


prevista como hecho imponible debe tipificarse objetivamente,
lo cual puede hacerse de maneras distintas. Por ejemplo, la ley
tributaria puede establecer su propia definición del negocio ju­
rídico para los fines de aplicar el tributo68, o puede remitir ex­
presamente a la definición contenida en otra rama del derecho69.
También puede señalar un instituto jurídico que ella no define,
ni está definido en el derecho positivo (e.g., fondo de comercio)
en cuyo caso debe acudirse a la doctrina y a la jurisprudencia
para indagar su significado.

La ley tributaria también puede incluir una palabra que co­


rresponde a otra ciencia o técnica, lo que ocurre si se refiere a
cuentas por cobrar, en cuyo caso el intérprete debe buscar su de­
finición en la ciencia contable. Así, al enfrentarse con palabras
o conceptos de otras disciplinas, el intérprete debe acudir a ellas
para indagar su significado, sin que por ello se aparte de la me­
todología jurídica. Lo mismo ocurre con muchas leyes que con­
tienen vocablos de otras ciencias o técnicas (e.g., telecomunica­
ciones, aviación, ambiente, etc.).

La tarea interpretativa puede ser más compleja cuando la


ley tributaria utiliza un término que tiene distintas acepciones.
Si las acepciones son radicalmente distintas, el contexto suele
mostrar cuál sentido debe atribuirse (cuando la ley tributaria
señala un banco, resulta claro que no es para sentarse). Pero la
solución es más difícil si el negocio tiene acepciones que se pare­
cen pero no coinciden, lo que puede ocurrir con la palabra ven­

68 Son muchas las definiciones que introduce el legislador tributario (e.g., en


la Ley de Impuesto sobre la Renta se definen los consorcios y las regalías),
y en la Ley de Impuesto al Valor Agregado hay definiciones que no coin­
ciden con las del derecho civil, como son las definiciones de ventas y de
servicios.
69 Por ejemplo, la Ley de Impuesto a los Activos Empresariales remite al
arrendamiento financiero definido en la Ley General de Bancos y otras
Instituciones Financieras.

793
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

ta, cuya acepción jurídica no coincide exactamente con la muy


amplia acepción del lenguaje común. Por ejemplo, cuando la
Ley de Impuesto sobre la Renta se refiere a las ventas de bienes y
servicios al definir los ingresos brutos, debe interpretarse que vale
la acepción del lenguaje común, porque el significado jurídico
de venta no comprende las prestaciones de servicios (que en la
venta sólo son accesorias o consecuenciales). Es obvio, sin em­
bargo, que esa tarea interpretativa se realiza mediante la apli­
cación de criterios jurídicos, como lo son, en este ejemplo, los
criterios literal, sistemático y teleológico.

Pero en muchas ocasiones la ley tributaria se refiere a nego­


cios jurídicos definidos en otras ramas del derecho, como son los
contratos de anticresis, permuta, seguro, reporto y comodato.
Aunque pueden estar definidos en cualquier diccionario de la
lengua española, ellos son contratos nominados, que tienen un
significado jurídico, el cual debe prevalecer por encima de las
acepciones que tengan en la ciencia económica o en el lenguaje
común. Viene entonces al caso lo expuesto por M ariano
D'Amelio: "es de presumir en principio que cuando una norma
de derecho tributario hace referencia a una relación de derecho
privado, ha adoptado también la definición que de tal relación
ha dado la ley de derecho común"70. De manera similar se pro­
nuncia Sainz de Bujanda: "En el caso de que la ley tributaria
acoja como hecho imponible un negocio jurídico, tipificado en
algún sector del ordenamiento positivo, será dicho negocio —y
no la posible relación económica subyacente— el que directa­
m ente opere como elem ento generador de la obligación
tributaria"71.

Debe entonces acudirse a la definición jurídica cuando la ley


designa un negocio jurídico, salvo que excepcionalmente se lle­
gue a otra conclusión mediante la aplicación de los métodos
interpretativos admitidos en derecho referidos en el artículo 5 del
COT. Sin embargo, lo expuesto tropieza con el precepto que

70 Citado por Valdés Costa, 1992, 58-59.


71 Sainz de Bujanda, 1996, 603.

794
J o sé R a f a e l B er m ú d e z

vamos a examinar, que confiere al intérprete una desmedida


licencia para echar al cesto todos esos criterios hermenéuticos.
Su texto dispone:
"Artículo 16. Cuando una norma relativa al hecho imponible
se refiere a situaciones definidas por otras ramas jurídicas, sin
remitirse ni apartarse de ellas, el intérprete puede asignarle el
significado que más se adapte a la realidad considerada por la ley
al crear el tributo" (cursivas agregadas).

Esa regla prescribe cómo interpretar una categoría muy par­


ticular de normas: las que contemplan una situación que la ley
tributaria no definió, pero está definida en otra rama del dere­
cho. Por ejemplo, si la ley contempla la permuta como hecho
imponible sin remitir expresamente al significado que le atribu­
ye el derecho civil, el intérprete podría razonar así: (a) advertirá
que el vocablo permuta no suele utilizarse en el lenguaje común
de nuestro medio, donde más bien se usan las palabras cambio,
cambalache, intercambio y canje, y (b) si llega a considerar que ese
vocablo es de uso común, advertirá que su significado coincide
con la definición de permuta del artículo 1558 del Código Civil.
En consecuencia, deberá interpretar que la regla tributaria re­
envía tácitamente a la definición de permuta del Código Civil, es
decir, a un intercambio de cosas, contrato que se distingue de la
venta y de otros negocios que entrañan enajenaciones a título
oneroso.

Lo insólito, sin embargo, es que el artículo 16 autoriza al in­


térprete a desechar esa definición legal de permuta, y le permite
asignarle el significado que a su juicio "más se adapte a la reali­
dad considerada por la ley al crear el tributo". Apoyándose en
esa regla, el intérprete podría decidir, por ejemplo, que el voca­
blo permuta abarca cualquier enajenación a título oneroso, in­
cluyendo ventas, transferencias de bienes a fiduciarios, o la
emisión y entrega de acciones a quien hace aportes a una socie­
dad mercantil.

Lo expuesto muestra que el primer enunciado del artículo 16


deja la tipificación del hecho imponible en manos del intérpre­

795
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

te, a quien sustancialmente se le dice: puedes ignorar las definicio­


nes de otras ramas jurídicas, lo que importa es tu opinión sobre la
realidad que consideró la ley al crear el tributo. Esa regla es incom­
patible con nuestro ordenamiento jurídico, opinión que viene
reforzada por cuatro razones. Primero, su aplicación generali­
zada gestaría una incertidumbre de magnitudes impredecibles.
Basta pensar, por ejemplo, en el descalabro que se produciría si
el intérprete atribuye su propio significado a contratos que ya
están definidos en otras ramas del derecho, tales como seguros,
fideicomiso, arrendamiento, mandato o reporto.

Al respecto debe hacerse una precisión: es necesario que el


intérprete tome en consideración las realidades económicas y
sociales. Pero el artículo 16 no remite a esas realidades para que
sean tomadas en cuenta, sino para desaplicar la definición que
otra rama jurídica le atribuye a la situación prevista como hecho
imponible, y cuya definición no fu e excluida por la ley tributaria.

Segundo, al remitir a la realidad considerada al crear el tribu­


to, se adoptó un solo criterio hermenéutico, es decir, el criterio
histórico-originalista (occasio legis), también llamado estático, por­
que sólo toma en cuenta la intención de la ley cuando se creó el tribu­
to, como si estuviésemos gobernados por la intención de unos
legisladores, y no por las leyes que ellos promulgaron. Con ello
quedaron fuera, o al menos en segundo plano, todos los demás
métodos interpretativos a los cuáles remite el artículo 5 del COT.
Además, el criterio histórico-originalista, puede crear más incer­
tidumbre, pues suele ser difícil conocer la intención legislativa
existente al promulgarse la regla: los legisladores no tenían cri­
terios homogéneos, los anteproyectos son apócrifos y están dis­
persos, las exposiciones de motivos son muy generales, los in­
formes y debates parlamentarios son incompletos o se refieren a
proyectos distintos de los que al final se aprobaron, y todos esos
antecedentes dejan de ser útiles con el transcurso del tiempo,
porque el entorno jurídico y social cambia constantemente.
Además, con ello puede desconocerse el principio de igualdad
ante la ley, pues los antecedentes legislativos no son fácilmente
accesibles a todos los operadores jurídicos.

796
J o sé R a f a e l B e r m ü d e z

Tercero, esa "realidad considerada por la ley al crear el tri­


buto" es, sin más, una noción excesivamente indeterminada. El
vocablo realidad tiene acepciones tan vagas a inasibles como
existencia' verdad, materia, efectividad frente a la apariencia,
la exactitud frente a la mentira o la exageración de la realidad,
etc. (DRAE, 2001). No en vano se afirma, en el contexto de la
teoría del conocimiento, que la realidad es una cosa distinta para
personas distintas, porque tiene muchas facetas72. Así, para de­
mostrar por qué el hecho imponible no puede definirse median­
te conceptos indeterminados, basta mencionar que ellos son,
según Chaím Perelman, nociones cuya interpretación corre el ries­
go de no ser uniforme porque son "confusas, floues, equívocas,
ambiguas, indefinidas o igualmente indefinibles, imprecisas, in­
determinadas, que necesariamente remiten a juicios de valor, a la
apreciación de las administraciones o jueces"73. ¿Puede un ele­
mento del hecho imponible fijarse mediante esas nociones?

Las nociones indeterminadas son, como lo afirma la doctri­


na, válvulas respiratorias del ordenamiento jurídico, necesarias
para flexibilizar el derecho positivo y acercarlo a la realidad.
Pero no pueden ser, como lo advierte Ferreiro Lapatza,
abusivamente indeterminadas 74. En efecto, el derecho tributario
debe usarlas para referirse a cuestiones fácticas que sólo pueden
apreciarse frente al caso concreto, como se establece, por ejemplo,
en la Ley de Impuesto sobre la Renta cuando exige que los gas­
tos deducibles deben ser normales y necesarios.

Lo expuesto demuestra que la regla comentada hace preva­


lecer la realidad -u n concepto excesivamente indeterminado-
para echar por tierra definiciones jurídicas que el legislador tri­
butario no excluyó, y además remite a una intención legislativa
original muy difícil de establecer, lo cual equivale a deslegalizar

72 Más aún, esa noción indeterminada no tiene la elaboración doctrinal que


tienen los conceptos indeterm inados propiamente jurídicos, como, por
ejemplo, la buena fe y el orden público.
73 perelman y Van der Elst, 1984, 366
74 Ferreiro Lapatza, 1999, 70.

797
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

la definición del hecho imponible de manera irreconciliable con


las premisas fundamentales de nuestro ordenamiento tributa­
rio. En efecto, además de quebrantar la reserva legal tributaria
de rango constitucional, se vulneran principios, valores y reglas
estrechamente vinculados a ella, como las garantías de certi­
dumbre y seguridad jurídica, los principios de uniformidad y
objetividad de la tributación, así como la interdicción de la arbi­
trariedad y de los excesos del poder.

IV. El desconocimiento y recalificacidn de actos y negocios


jurídicos

El segundo enunciado del artículo 16 no es una regla sobre


interpretación normativa, sino sobre calificación de los hechos
(conceptos cuya diferencia vimos infra en la sección I.B.I.), lo
cual se desprende de su propio texto: "Al calificar los actos o
situaciones qu e configuren los hechos imponibles, la Adminis­
tración Tributaria, conforme al procedimiento de fiscalización
y determinación previsto en este Código, podrá desconocer la
constitución de sociedades, la celebración de contratos y, en
general, la adopción de formas y procedimientos jurídicos, cuan­
do éstos sean manifiestamente inapropiados a la realidad eco­
nómica perseguida por lös contribuyentes, y ello se traduzca en
una disminución de la cuantía de las obligaciones tributarias"75
(cursivas agregadas).

Nuestro derecho no ha sido ajeno al desconocimiento y


recalificación de los negocios jurídicos. Son bien conocidas las
sentencias que han caracterizado como arrendamientos a los
comodatos que venían aparejados de letras de cambio para bur­
lar reglas que protegen a los inquilinos, y los contratos de traba­

75 El parágrafo único subsiguiente dispone: "Las decisiones que la Adminis­


tración Tributaria adopte conform e a esta disposición, sólo tendrán
implicaciones tributarias y en nada afectarán las relaciones jurídico-priva-
das de las partes intervinientes o de terceros distintos del Fisco/'

798
J o sé R a f a e l B e r m ú d e z

jo que se documentaban como asociaciones de cuentas en parti­


cipación para esquivar reglas de derecho laboral, campo donde
impera la doctrina del contrato-realidad76. Además, ya se han
producido en Venezuela decisiones sobre fraude a la ley77 y frau­
de procesal78, así como sentencias que acogen la doctrina del
disregard o desconocimiento de la personalidad jurídica79.

De lo expuesto se aprecia que el segundo enunciado del artí­


culo 16 no inaugura las recalificaciones en nuestro derecho. Sin
embargo, derogó tácitamente perversas reglas anti-elusión que
permitían desconocer formas jurídicas por el sólo hecho de que
fuesen adoptadas con el propósito fundamental de evadir, eludir o
reducir el impuesto, y una de ellas llegó al extremo de presumir
que este propósito era fundamental, salvo que el contribuyente
probase lo contrario (Ley de Impuesto Sobre la Renta reforma­
da en 2001, artículo 95)80.

Lo mismo ocurre en otros países. El derecho comparado en­


seña que los ordenamientos desarrollan sus propios mecanis­
mos anti-elusión, que suelen acoger, por ejemplo, el abuso de
derecho o el fraude a la ley, así como estándares o tests, tales
como la inexistencia de una razón económica extrafiscal (busi-
ness purpose) en los Estados Unidos; los actos anormales de ge­
rencia (actes anormaux de gestión) en Francia; y la recalificación
de transacciones que se componen de muchos pasos sin justifi­

76 Véase la sentencia de la Corte Suprema de Justicia (Casación), caso A.


Villarreal contra Servicios Mercefrancia, C.A., del 18 de julio de 1990.
77 Véase la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional,
del 3 de Octubre de 2002, caso Municipio Iribarren del Estado Lara contra
actuaciones del Juez Primero de Primera Instancia del Trabajo del Estado
Lara.
78 Véase la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional,
del 19 de julio de 2001, caso Carpenzano Cirimele contra oficio del Juzga­
do Noveno de Municipio del área metropolitana de Caracas.
79 Véanse las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucio­
nal, del 15 de marzo de 2000, caso Paul Harinton Schmos y 18 de abril de
2001, caso CADAFE.
80 Reglas similares aparecen en la Ley de Impuesto al Valor Agregado, la Ley
de Impuesto al Débito Bancario y la Ley Habilitante de 1999.

799
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

cación distinta del ahorro fiscal (step transactions ) en Estados


Unidos y en el Reino Unido.

Con base en lo expuesto, seguidamente se estudiará el segun­


do enunciado del artículo 16, en el siguiente orden: (1) el concep­
to de economía de opción, (2) qué anomalía se combate con dicha
regla, (3) cuáles requisitos deben cumplirse para desconocer las
formas legales, y (4) si ese desconocimiento acarrea sanciones.

1. Las economías de opción

Es innegable que toda persona tiene derecho a conocer de


antemano las consecuencias tributarias que generan sus actos y
negocios, lo cual deriva de principios fundamentales que en
Venezuela están constitucionalizados y que serían quebranta­
dos por cualquier norma tributaria que no permita predecir ra­
zonablemente las consecuencias que ella acarrea.

Más aún, en todos los ordenamientos tributarios se aceptan


las llamadas economías de opción, que resultan del derecho a ele­
gir, entre distintos negocios lícitos, aquellos que permiten evitar
o reducir las cargas tributarias81. Ese derecho a optar por la vía
menos gravada permite a las empresas a desenvolverse en un
entorno mundializado, donde los Estados compiten otorgando
incentivos tributarios a sus empresas82, las cuales sólo progresa­
rán si ofrecen bienes y servicios a precios competitivos, así como
remuneraciones atractivas a sus trabajadores y a sus inversio­
nistas. Resulta por ello innegable que los gerentes pueden, e in­
cluso deben, aprovechar las oportunidades de ahorro fiscal que
muchas veces se presentan, paradójicamente, como resultado
de reglas tributarias cada vez más numerosas y complicadas,
prolijas en lagunas y contradicciones.

81 Jarach, 1971,153 y González García, 2001, 33.


82 Véanse los reportes de la Comisión de las Comunidades Europeas: A pac­
kage to Tackle Harmful Tax Competition in the European Union, Bruselas, 1997,
y de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico: Harmful Tax
Competition, an Emerging Global Issue. Paris, OECD, 1998.

800
Jo sé R a fa e l B erm úd ez

Sin embargo, suele ser difícil distinguir entre ahorro fiscal y el


incumplimiento de las reglas tributarias, asunto que debe tomar
en cuenta la Administración Tributaria, habida cuenta de que las
recalificaciones afectan la seguridad de las transacciones.

2. ¿Qué anomalía se combate mediante el articulo 16?

El segundo enunciado del artículo 16 del COT prevé el abuso


de formas realizado en fraude a la ley tributaria, más no los
negocios indirectos ni los simulados. Esas figuras pueden dife­
renciarse en el plano conceptual (aunque no se definen de ma­
nera uniforme), pero suelen confundirse cuando coexisten en la
realidad concreta83, lo que puede ilustrarse imaginando el frau­
de a la ley, la simulación y el negocio indirecto como figuras
geométricas recortadas de una misma hoja de papel (rombo,
cuadrado y triángulo); ellas se distinguirán si están separadas,
pero se confundirán si se coloca una encima de otra. Pero no se
crea una nueva figura porque se coloque el rombo encima del
cuadrado, pues allí están, y pueden separarse, dos figuras dis­
tintas. Esto permite entender, por ejemplo, que un abuso de for­
mas realizado en fraude a la ley tributaria pueda venir acompa­
ñado de una sim ulación, y cada uno de esos fenóm enos
acarreará efectos legales distintos.

El artículo 16 combate el abuso de formas realizado en frau­


de a la ley tributaria. El artículo 16 no se refiere expresamente
al abuso de formas ni al fraude a la ley tributaria, lo cual no
impide concluir que allí se combate la coexistencia de ambas
anomalías. Al respecto debe advertirse que las posiciones

83 Eusebio González García lo explica así: "De modo que las diferencias,
teóricamente, son relativamente claras, sobre todo si cada una de las figu­
ras descritas se utilizaran distinta y diferenciadamente. Pero la experien­
cia demuestra que en la vida diaria las cosas no son exactamente así (...)
porque los negocios jurídicos se retuercen, yuxtaponen y enmascaran ofre­
ciendo caras distintas, todas aparentemente legales, que, como acertada­
mente ha dicho C. Palao, presentan diferencias demasiado sutiles para las
graves consecuencias que se pueden derivar en cada caso". González García,
Eusebio, 2001, 31.

801
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

doctrinales sobre el abuso de formas y del fraude son tanto pro­


fusas como divergentes, lo que impide su exposición dentro de
los límites de este trabajo. Sin embargo puede decirse que frau­
de a la ley tributaria deriva del fraude del derecho común, que
nuestro Tribunal Supremo de Justicia acoge remitiendo a la de­
finición de Messineo: "El fraude a la ley se caracteriza por la
circunstancia de que se respeta la letra de la ley, mientras que,
de hecho, se trata de eludir su aplicación y de contravenir su
finalidad con medios indirectos"84. A esta noción, muy amplia,
pueden agregarse rasgos esenciales que la doctrina identifica: la
celebración de uno o más actos o negocios al amparo de normas
dictadas con una finalidad diferente (norma de cobertura) y que
en su conjunto proporcionan un resultado prohibido por la ley
soslayada (ley defraudada)85. La doctrina suele considerar al
fraude a la ley tributaria como una variante del fraus legis del
derecho común, lo que sin embargo contrasta con la opinión de
Ramón Falcón y Telia, quien señala, entre otras diferencias, que
este último vulnera normas prohibitivas, mientras que el fraude
a la ley tributaria vulnera normas meramente imperativas86, una
diferencia que en nuestro medio sirve para confirmar, como lue­
go se expone, que la utilización de formas manifiestamente
inapropiadas acarrea su desconocimiento y recalificación, pero
no la imposición de sanciones.

En materia tributaria se concibe el abuso de las formas jurídi­


cas como una forma especial del abuso de derecho, instituto de
derecho común previsto en nuestro Código Civil, el cual pres­
cribe la reparación del daño que alguien causa cuando excede
los límites fijados por la buena fe o por el objeto en vista del cual
le fue conferido ese derecho (artículo 1185, aparte único). Como
luego se expondrá, esa noción general se particulariza en el se­
gundo enunciado del artículo 16 del COT, que se dirige a corre­

84 Citado por Tribunal Supremo de Justicia, Sala Constitucional, sentencia


del 13 de octubre de 2002, caso Municipio Iribarren del Estado Lara contra
actuaciones del Juez Primero de Primera Instancia del Trabajo del Estado
Lara.
85 M. Alabadejo, citado por Rosembuj, 1999, 27, y Pérez Royo, 1998, 99.
86 Citado por Rosenbuj, 1999, 139.

802
J o sé R a f a e l B e r m ú d e z

gir la utilización desmedida y más allá de los límites fijados por


la buena fe, del derecho a elegir, entre varios actos o negocios
legalmente permitidos, unos que son manifiestamente inapro­
piados y que no tienen justificación extra-tributaria, con el pro­
pósito de obtener una ventaja económica que perjudica los de­
rechos del Fisco.

Lo relevante aquí es que tanto el abuso de las formas como el


fraude a la ley tributaria, así concebidos, coexisten bajo el se­
gundo enunciado del artículo 16, lo que viene reforzado por
juristas que ponen de manifiesto la estrecha relación entre am­
bas figuras, afirmando que su distinción no aparece clara; que
ambas persiguen ventajas o utilidades económicas, bajo la co­
bertura de normas jurídicas cuya finalidad se burla87; que entre
ellas existe una relación de género (abuso) a la especie (frau­
de)88; y que todo fraude a la ley conlleva el uso insólito y abusivo
de formas jurídicas89.

El articulo 16 no se refiere a los negocios simulados. Hay


simulación cuando bajo la apariencia de un negocio jurídico
normal, se oculta otro propósito negocial, sea el de no celebrar
negocio alguno (simulación absoluta), sea el de celebrar otro
distinto al aparentado (simulación relativa)90. Es preciso enton­
ces que exista un ocultamiento bajo el negocio jurídico que se
expone a la plena luz jurídica91. Lo expuesto permite concluir
que la simulación no está contemplada en el segundo enuncia­
do del artículo 16, porque los supuestos que éste prevé pueden
configurarse sin que bajo el negocio aparente se oculte otro dis­
tinto, o no exista negocio alguno.
El artículo 16 no se refiere a los negocios indirectos. Según
Ascarelli, se considera indirecto el negocio que las partes cele­
bran "para alcanzar a través del mismo, consciente y consen-
sualmente, fines diversos de aquellos que son típicos de la es­
87 Rosenbuj, 1999, 43.
88 González García, 2001, 21.
89 Ferreiro Lapatza, 1995, 471.
90 Gómez Calle, 1995, 6221.
91 Deboissy, 1997, 30.

803
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

tructura de este negocio"92. Se trata, según Tulio Rosenbuj, de


perseguir un fin distinto del que se obtiene típicamente con la
clase de negocio empleado. No obstante, debe añadirse que con
el paso del tiempo el objetivo atípico puede convertirse en típico, en
cuyo caso el negocio dejará de ser indirecto. De hecho, muchos ne­
gocios que en Venezuela se consideraron inicialmente como in­
directos, dejaron luego de serlo. Lo que ocurrió, por ejemplo,
con los arrendamientos financieros (el arrendamiento se utilizó
para dar financiamiento y la propiedad se utilizó con fines de
garantía); al igual que los fideicomisos y las cesiones de cuentas
por cobrar (factoring) se utilizaron para otorgar y garantizar
créditos sin constituir una prenda mercantil. Además, estos ejem­
plos demuestran que los negocios indirectos no deben reputarse
como anómalos, lo que sugiere Luciano Lupini:
"Cada vez con mayor frecuencia, los contratantes, ante la
lenta evolución y adaptación del ordenamiento jurídico, pro­
curan conciliar la satisfacción de sus necesidades separán­
dose de los tipos legales, bien creando nuevas figuras desco­
nocidas por el legislador (contratos innominados) bien
combinando los tipos legales entre sí (contratos mixtos). Sin
embargo, muchas veces las nuevas exigencias se ven satisfe­
chas mediante la utilización de viejos tipos legales, adaptados
para alcanzar a través de los mismos, fines distintos a aquellos
típicos previstos por el legislador al plasmarlos. Los viejos tipos
legales (de disciplina conocida) no son abandonados
abruptamente sino que se los utiliza frecuentemente para la
satisfacción de nuevas necesidades" 93 (cursivas agregadas).

Puede entonces concluirse que el artículo 16 no se refiere a


los negocios indirectos. Un negocio puede tener un fin distinto
del que típicamente tiene, sin que por ello se considere como
manifiestamente inapropiado para la realidad económica per­
seguida. En otras palabras, no puede confundirse lo atípico (si­
nónimo de inusual e infrecuente) con lo manifiestamente inapro­
piado (i.e., claramente artificial, postizo o antinatural, como ya
vimos).

92 Citado por Rosenbuj, 1999, 310.


93 Lupini Bianchi,1983, 15.

804
J o sé R a f a e l B er m ú d e z

3. Requisitos para que se desconozcan las formas

Como a continuación se expondrá, el desconocimiento de


formas jurídicas previsto en segundo enunciado del artículo 16
del COT presupone varios requisitos: (a) las formas jurídicas
utilizadas deben ser manifiestamente inapropiadas a la reali­
dad económica perseguida por los contribuyentes, (b) debe pro­
ducirse una disminución de la cuantía del tributo, (c) el desco­
nocimiento debe hacerse de acuerdo con el procedimiento de
fiscalización y determinación previsto en el COT, y (d) debe ve­
nir acompañado de una recalificación en la cual se indiquen,
tanto las normas de cobertura como las normas soslayadas en
fraude a la ley.

Primero, no basta que las formas sean inapropiadas o inade­


cuadas, sino que deben ser manifiestamente inapropiadas, es de­
cir, con claridad y evidencia, descubiertamente. Esto significa que
no puede haber dudas con respecto al carácter inapropiado de
la forma utilizada, pues de lo contrario no se tendría esa evi­
dente claridad94.

Segundo, sólo serán inapropiadas las formas jurídicas artifi­


ciales, postizas o antinaturales (palabras antónimas de la voz pro­
pio, DRAE 2001) a la realidad económica perseguida por los
contribuyentes. Para saber si se cumple este requisito deberán
contrastarse las estructuras empleadas por el contribuyente con
las que normalmente se habrían empleado para cumplir los ob­
jetivos alcanzados. Y luego se aplicará el test que antes comen­
tamos, que consiste en determinar si esas estructuras son mani­
fiestam ente (i.e., con claridad y evidencia) inapropiadas, es decir,

94 Allí se contempla, en nuestra opinión, el criterio in dubio pro debitoris, que


puede ser conciliable con otros principios que intervienen a la hora de
aplicar el derecho, como el favor libertatis, la presunción de inocencia, y la
regla procesal según la cual en caso de duda el juez debe sentenciar a favor
del demandado. Al respecto debe recordarse que los criterios in dubio no
están proscritos en el derecho tributario, puesto que sólo es inadmisible su
utilización apriorística y automática a todas las normas tributarias por el
solo hecho de que son odiosas, expropiatorias o excepcionales, lo que
rechaza pacíficamente la doctrina contemporánea.

805
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

artificiales, postizas o antinaturales, para el logro de los objetivos


perseguidos. Sobra decir que la realidad económica se menciona
allí como una cuestión de hecho que debe tomarse en cuenta y no
como un método de interpretación de la norma tributaria.

De lo expuesto se deduce que las formas jurídicas no serán


manifiestamente inapropiadas si existe una razón extra-tributaria
que justifique haberlas adoptado (razón que las haría apropia­
das) por más inusuales y enrevesadas que sean esas formas, y
sin que importe que esa justificación -usualmente un propósito
de negocios- venga acompañada de un ahorro fiscal. En otras
palabras, sólo serán manifiestamente inapropiadas las formas
jurídicas que no puedan justificarse por alguna razón distinta
del ahorro fiscal95.

Tercero, el artículo 16 del COT sólo concede a la Administra­


ción Tributaria la facultad de desconocer las formas, y además
exige que siga el procedimiento de fiscalización y determina­
ción previsto en el COT (artículos 177 y siguientes). Esta regla es
redundante, pero ha sido conveniente porque dejó claro que el
desconocimiento debe hacerse por primera vez en el acta de
reparo, pues el contribuyente tiene derecho a presentar sus de­
fensas y pruebas durante el procedimiento sumario administra­
tivo y durante las siguientes instancias administrativas y juris­
diccionales que la ley le confiere para ejercer su defensa.

Cuarto, el desconocimiento de formas debe venir acompaña­


do de una recalificación en la cual se indiquen, tanto las normas
de cobertura como las normas soslayadas en fraude a la ley, lo
cual se traducirá en una recalificación de los hechos que el con­
tribuyente declaró expresamente o que se infieren de su decla-

95 Tulio Rosembuj se refiere a la exclusiva finalidad de eludir el impuesto


mediante las formas jurídicas, y cita jurisprudencia francesa así: "son actos
que no han sido inspirados por ningún motivo que el de minorar la carga
tributaria, que el sujeto hubiera soportado de no haberlos realizado, res­
pecto a su situación y actividades reales" (Rosembuj, 1999, 188, cursivas
agregadas).

806
J o sé R a f a e l B e r m ú d e z

radón, todo ello para determinar de oficio la cuantía del tributo


insoluto, conjuntamente con sus accesorios.

4. ¿Acarrea sanciones el desconocimiento de formas?

El desconocimiento de formas no es una sanción, sino una


herramienta disponible a la hora de realizar las determinacio­
nes de oficio. Pero, es importante determinar si incurre en con­
travención o defraudadón tributaria el sujeto pasivo que utilizó
formas jurídicas que fueron desconocidas con arreglo al artícu­
lo 16.

¿Hay contravención? N o puede darse la contravención pre­


vista en el artículo 111 del COT cuando se incurre en abuso de
las formas según el artículo 16 del COT, porque dicho abuso no
está tipificado como una conducta punible, lo que viene refor­
zado por el argumento sedes materiae: la regla que contempla el
abuso de formas no aparece en el título III del COT, que se refie­
re a los ilícitos tributarios.

Pero hay que ir más allá. La regla general sobre contraven­


ción tributaria prevista en el artículo III del COT (sustancialmente
copiada del Modelo OEA/BID96), contraviene la Constitución
de 1999 porque no tipifica la conducta punible. Esa regla dispo­
ne: "Quien mediante acción u omisión, y sin perjuicio de la san­
ción estableada en el artículo 116, cause una disminución ilegíti­
ma de los ingresos tributarios, inclusive mediante el disfrute
indebido de exenciones, exoneraciones u otros beneficios fisca­
les, será sancionado con multa ..." (Artículo 111 del COT, cursi­
vas agregadas)". Fue Aurora Moreno de Rivas quien primero
denunció que allí no se tipifica la conducta ilícita:
"No vemos en esta disposición una descripción de conducta san­
cionadle que permita al sujeto prevenirse de sus resultados,

96 El artículo 113 del Modelo O EA /BID señala que "incurre en contravención


fiscal el que mediante acción u omisión que no constituya defraudación ni
contrabando, determine una disminución ilegítima de los ingresos tributarios o
el otorgamiento indebido de exenciones u otras ventajas fiscales" (cursi­
vas agregadas).

807
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

no contiene un supuesto de hecho que permita prever la consecuen­


cia jurídica de la adecuación de la conducta del sujeto a ese supues­
to, ni siquiera podemos considerar que se trata de una nor­
ma penal en blanco, por cuanto en este tipo de normas el
supuesto de hecho está referido a la infracción de deberes o
formalidades establecidas en otro cuerpo legal (normalmen­
te un reglamento)"97 (cursivas agregadas).

El planteamiento de Moreno de Rivas sigue vigente. En efec­


to, el artículo 111 no tipifica la conducta punible, pues son in­
contables las acciones y omisiones que podrían causar una dis­
minución de ingresos fiscales. Además, esa disminución ilegítima
no es una conducta, sino el efecto o resultado de una conducta, la cual
no se especifica. De hecho, en lugar de indicar la conducta puni­
ble, la regla señala conceptos tan indeterminados como "dismi­
nución ilegítima" y "acción u omisión", lo cual contraviene el
principio de legalidad de rango constitucional, que prohíbe que
se castiguen las acciones u omisiones de manera genérica, en los
términos siguientes: "Ninguna persona podrá ser sancionada
por actos u omisiones que no fueren previstos como delitos, faltas
o infracciones en leyes preexistentes" (artículo 49(7) de la Cons­
titución de 1999, cursivas agregadas).

La necesidad de especificar con precisión la conducta puni­


ble ha sido abundantemente reiterada por la jurisprudencia y la
doctrina98. El Tribunal Supremo de Justicia ha sostenido que
"resulta necesaria la tipificación legal previa de los hechos cali­
ficados como delitos o faltas y la anticipada consagración de la
medida sancionatoria que le corresponda, y por ello, no podría
una ley contener formulaciones genéricas en materia sancionatoria
y dejar en manos del Ejecutivo la determinación de los hechos o
conductas ilícitas..."99 (cursivas agregadas).

97 Moreno de Rivas, 1995,117.


98 En materia tributaria véanse los trabajos de Anzola, 1999, 52 y Weffe, 2002,
340.
99 Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia del 21
de noviembre de 2001, caso José Muci Abraham, nulidad de reglas de la
Ley de Régimen Cambiario.

808
J osé R a f a e l B e r m u d e z

En la misma línea, Eduardo García de Enterría y Tomás-Ra-


món Fernández afirman la exigencia m aterial absoluta de
predeterminación normativa de las conductas y de las sancio­
nes, y citan jurisprudencia constitucional española según la cual
se requiere que "el conjunto de normas aplicables permita pre­
decir, con suficiente grado de certeza, el tipo y el grado de sanción
susceptible de ser impuesta". Estos autores añaden que la espe­
cificidad de la conducta a tipificar "viene de una doble exigen­
cia: del principio general de libertad, sobre el que se organiza
todo el Estado de Derecho, que impone que las conductas san-
cionables sean excepción a esa libertad y, por tanto, exactamente
delimitadas, sin ninguna limitación; y, en segundo término, a la
correlativa exigencia de la seguridad jurídica (artículo 9.3 de la
Constitución) que no se cumpliría si la descripción de lo sancionable
no permitiese un grado de certeza suficiente para que los ciudadanos
puedan predecir las consecuencias de sus actos (lex certa)" 100 (cursi­
vas agregadas).

Quien admitiese que el artículo 111 del COT tipifica la con­


ducta punible, tendría que adm itir que podría castigarse
penalmente a "todo aquel que con intención, imprudencia o
negligencia cause un daño al otro", regla general sobre respon­
sabilidad civil que no tipifica —ni puede tipificar— la infinita
variedad de conductas dolosas, imprudentes o negligentes que
pueden causar daños, y que, por su indeterminación, sólo pue­
den generar responsabilidad civil y nunca penal. Ante esa falta *
de tipificación, podría servir para Venezuela lo que afirmó Jarach
en Argentina: "Como no hay ninguna norma positiva que de­
clare ilícitos los negocios cuyas consecuencias tributarias son
menores que las de otros, los primeros no son ilícitos y son, pues,
perfectamente válidos, aunque motivados por la intención de
evadir el impuesto. No hay duda que la evasión fiscal no consti­
tuye negocio ilícito y menos aún delito civil o penal"101.

100 García de Enterría y Fernández, 1995, Tomo II, 176.


101 Jarach, 1971,153.

809
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

La licitud y validez de los negocios que configuran un abuso


de formas viene confirmada porque el COT respeta sus efectos
al disponer que el desconocimiento sólo tendrá implicaciones
tributarias y en nada afectará las relaciones jurídico-privadas
de las partes que intervienen o de terceros distintos del Fisco
(tercer enunciado del artículo 16). Lo expuesto no sólo vale para
Venezuela, pues en otros países el mero abuso de las formas
jurídicas no acarrea sanciones102. De allí se concluye, como lo
afirma Calvo Ortega con respecto al fraude a la ley tributaria en
España: "No hay antijuridicidad. En consecuencia no hay lu­
gar a sanción103".

¿Hay defraudación? La falta de tipificación que antes se ex­


puso a propósito de la contravención, también vale para con­
cluir que el abuso de formas en fraude a la ley tributaria tampo­
co constituye una defraudación tributaria. Adicionalmente, el
fraude a la ley tributaria (que deriva del fraude a la ley del dere­
cho común), no puede confundirse con el delito de defrauda­
ción tipificado en el artículo del COT, el cual está enraizado en
la estafa y otros fraudes que contempla nuestro Código Penal.
En efecto, la utilización de formas legales en fraude a la ley pue­
de configurarse sin engaño ni ocultamiento, mientras que la
defraudación contemplada en el artículo 116 del COT requiere
alguna forma de engaño, lo que se comprueba porque las con­
ductas fraudulentas allí enunciadas son luego arropadas con la
frase "y cualquier otra forma de engaño", lo que muestra que
esas conductas también deben ser engañosas. Esto implica, por
ejemplo, que una maniobra ejecutada sin engaño no configura
una defraudación104.

102 Calvo Ortega, 2002, 124; Rosembuj, 1999, 369.


103 Calvo Ortega, 2002, 124
104 El engaño es, según Rene Buróz Arismedi, el modus operandi de la defrauda­
ción tributaria prevista en el COT (2001, 9). Alejandro Angulo Fontiveros
también señala el engaño com o requisito de la defraudación tributaria
(1997, 25). La defraudación genéricamente prevista en el Código Penal,
también debe conllevar un engaño.

810
J o sé R a f a e l B e r m ú d e z

V. Conclusiones

Las normas son tributarias por razón de su contenido mate­


rial (derecho tributario sustantivo) y no por el tipo de ley en que
aparecen insertas.

Aunque no pueden identificarse todos los métodos interpre­


tativos compatibles con el derecho venezolano, es posible esta­
blecer si un determinado método es o no compatible.

El significado económico de la ley tributaria debe tomarse en


cuenta para interpretarla, al igual que toda norma debe
interpretarse atendiendo al campo social que ella regula. Pero
una cosa es atender a esa realidad económica, y otra muy distinta
sostener que lo que se interpreta es la realidad y no el texto legal
(palabras de Jarach), y que la sustancia económica — cuestión
abierta al libre criterio del intérprete— prevalece sobre las defini­
ciones que otras ramas jurídicas le atribuyen a los actos y nego­
cios, y sobre las formas legales adoptadas por los contribuyentes.

El método de interpretación económica no es compatible con


el derecho venezolano por varias razones:

1. Genera incertidumbre porque confunde la interpretación de


la ley tributaria con la calificación jurídica de los hechos que
ella regula.

2. Viola la reserva legal porque permite interpretar la regla que


define el hecho imponible con arreglo a una vaga e indeter­
minada sustancia económica.

3. Si las normas tributarias deben interpretarse mediante todos


los métodos admitidos en derecho, sólo serán admisibles los
métodos jurídicos y no los de otras ciencias.

4. Si las reglas tributarias no son excepcionales sino normales


(y su especialidad sólo deriva de la materia que regulan), no
deben interpretarse aplicando métodos especiales, particu­
larmente aplicables a la materia tributaria.

811
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

5. No puede justificarse la interpretación económica aducien­


do el tributo tiene un sustrato económico, porque todas las
ramas jurídicas tienen normas de contenido económico.
6. No es necesaria la interpretación económica para evitar el
sometimiento del juez tributario a la inflexible lógica formal.
El silogismo se necesita porque la obligación tributaria sólo
nace si los hechos reales (premisa menor) se subsumen bajo
la regla que tipifica el hecho imponible (premisa mayor). Pero
las premisas pueden construirse mediante razonamientos y
argumentos que aporta la metodología jurídica, y que van
más allá de una cadena de silogismos. El formalismo tam­
bién puede combatirse mediante el criterio teleológico y otros
métodos hermenéuticos que miran más allá del texto legal.
Entre ellos se destaca la interpretación principialista, que
permite armonizar la regla con los principios y valores de
rango superior. Y si no fuere posible la interpretación confor­
me con esos principios, la solución viene dada por el control
de la constitucionalidad.
7. No se necesitan criterios económicos para calificar los hechos.
Basta examinar el contenido material de los negocios, con­
formado por las prestaciones que las partes ejecutan y las
demás circunstancias que rodean al negocio, las cuales de­
ben calificarse jurídicamente con base en las fuentes del de­
recho. Cuando el derecho remite a conceptos económicos o
de otras ciencias (contabilidad, ingeniería, etc.), esos concep­
tos pasan a ser fuentes del derecho. Y el intérprete no se aparta
del metodología jurídica cuando acude a esas otras ciencias
para establecer el significado de esos conceptos.
8. A los fines del artículo 5 del COT no puede considerarse como
admitido ni aceptado en el derecho venezolano, un método
interpretativo que ha suscitado tantas controversias. Se visto
aquí que la doctrina española rechaza la interpretación eco­
nómica, pero la discusión persiste en algunos países latinoa­
mericanos. En Venezuela existen autores que la rechazan y
autores que la aceptan, pero estos últimos no acogen las po­
siciones extremas del profesor Dino Jarach, quien abiertamen­
te colocó la realidad económica por encima del texto legal.

812
J o sé R a f a e l B e r m ú d e z

9. En general, algunas sentencias venezolanas ratifican que la


interpretación debe ser jurídica y no económica; mientras que
otras toman en cuenta la realidad económica para calificar
los hechos, sin llegar a consagrar la interpretación económi­
ca como un método hermenéutico. En el caso más emblemá­
tico de todos (Hideca), no se aplicó la interpretación econó­
mica para desconocer las formas legales, sino la doctrina del
abuso de derecho, instituto jurídico que en materia tributaria
se manifiesta como abuso de las formas en fraude a la ley
tributaria. Ello demuestra que los negocios anómalos pueden
combatirse mediante instrumentos que aporta la ciencia jurí­
dica y no la economía.

El artículo 15 del COT establece que la obligación tributaria


nace si ocurre el hecho imponible legalmente tipificado, inde­
pendientemente de los efectos que se produzcan en otra rama
jurídica. No se consagra allí la interpretación económica de la
ley tributaria, sino la autonomía calificadora que suele tener toda
especialidad jurídica: un mismo hecho puede estar previsto en
dos reglas que le atribuyen consecuencias jurídicas distintas, y
cada regla desplegará sus propios efectos.

El primer enunciado del artículo 16 del COT es incompatible


con nuestro ordenamiento porque confiere al intérprete manos
libres para desaplicar las definiciones de otras ramas jurídicas
que no fueron excluidas por la ley tributaria, con el fin de atri­
buirle a la situación o negocio gravado un significado que po­
drá libremente extraer de una noción excesivamente indetermi­
nada ("la realidad considerada por la ley al crear el tributo").

El segundo enunciado del artículo 16 del COT no consagra


la interpretación económica de la ley tributaria, porque no es
una regla sobre interpretación normativa, sino una regla sobre
calificación jurídica de los hechos. El desconocimiento de los
entes y negocios que allí se contempla no se apoya en la inter­
pretación económica, sino en el abuso de las formas jurídicas y
el fraude a la ley, institutos jurídicos de antigua raigambre.

813
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

No incurre en contravención ni en defraudación tributaria


quien utilice las formas manifiestamente inapropiadas a que se
refiere el artículo 16 del COT, porque esa utilización no está
tipificada como conducta ilícita. Más aún, la regla del COT so­
bre contravención es inaplicable porque la disminución ilegíti­
ma de ingresos tributarios no es una conducta, sino el efecto o re­
sultado de una conducta, la cual no se especifica. Además, esa
disminución ilégitima es una noción indeterminada que no pue­
de usarse para describir la conducta punible, y sería imposible
identificar todas las conductas que podrían configurar un abu­
so de formas. Al no tipificar la conducta punible, el artículo 111
contraviene la regla constitucional que prohíbe sancionar actos
u omisiones que no estén tipificados en la ley, y la doctrina de la
Sala Constitucional según la cual la ley penal no puede contener
form ulaciones genéricas.

Finalmente, no puede confundirse el abuso de formas en frau­


de a la ley previsto en el artículo 16 del COT con el delito de
defraudación contemplado en el artículo 116 del COT. El pri­
mero proviene del derecho común y puede configurarse sin en­
gaño, mientras que el engaño es requisito indispensable de la
defraudación tributaria.

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PRIMERA DÉCADA DEL IMPUESTO
A LOS ACTIVOS EMPRESARIALES
EN VENEZUELA:
VERDADES, ACIERTOS, OMISIONES

A n t o n io D ugarte L obo *

IN T R O D U C C IO N

Cuando evocamos a Venezuela y sus legisladores tributarios,


y tratamos de focalizar su línea de pensamiento observamos siem­
pre a un legislador tributario tratando por todas las vías de es­
tablecer normas recaudatorias, pero también pensando en todo
momento, cómo evitar la trasgresión de estas. Esta eterna an­
gustia se ha traducido desde el buscar la cíclica reforma de cada
Ley tributaria para tratar de hacerla más efectiva, hasta la crea­
ción de instrum entos jurídicos paralelos que apalanquen esa
intención perseguida.

Dentro de esta línea de pensamiento y al buscar hablar de las


características del sistema tributario venezolano desde el año 1942

Licenciado en Ciencias Fiscales y Abogado. Especialización en Derecho


Financiero. Cursos diversos de especialización en los Estados Unidos de
N orteam érica. Experiencia profesional de mas de 15 años en Firm as
Transnacionales de Contadores Públicos y en un reconocido Escritorio
Jurídico de especialización Tributaria, así como Ex Vicepresidente de Ad­
ministración y Asuntos Impositivos de una reconocida institución finan­
ciera; profesor de Pregrado y Postgrado en materias del área tributaria de
la Escuela Nacional de Administración y Hacienda Pública e instructor en
el área de cursos de extensión profesional del SENIAT. Miembro de la
Asociación Venezolana de Derecho Financiero. Actualmente asesor tribu­
tario independiente y Coordinador de la Carrera de Gerencia Tributaria
en el Instituto Universitario de Gerencia y Tecnología, I.U.G.T.

819
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

al presente, nos permitiría dar un vistazo a una sucesión de ensa­


yos que en algunos casos han engendrado notables aciertos, pero
que en otros casos, ha dado paso a estruendosos fracasos.

Desde la primigenia Ley de Impuesto Sobre la Renta venezo­


lana del año 1942 (LISLR), pasando por sus sucesivas reformas,
destacando dentro de estas la de 1986 y la de 1999, podemos
observar que si bien ha estado inmerso un latente espíritu re­
caudador en cada una de ellas, no es menos cierto, que en mu­
chas también ha estado incluida una alta dosis de mecanismos
de prevención con miras a evitar tanto la evasión como la elusión
fiscal.

No es el objeto del presente trabajo plasmar una sucesión de


críticas al saldo resultante de cada una de estas mencionadas
reformas o por el contrario, elogiar los aciertos logrados; no,
realmente el objetivo se centra en comentar uno de los instru­
mentos jurídicos de los cuales tuvo que valerse el legislador fis­
cal venezolano para tratar de por una vía distinta a la propia
reforma de la LISLR, lograr establecer una serie de pautas de
obligatorio cumplimiento para que el contribuyente dejara de
sentirse exitoso al lograr estructurar planificaciones fiscales que
le permitieran ahorros significativos de Impuesto Sobre la Ren­
ta, pero que a su vez, le vendieran la idea de que no estaba
siendo recargado con mas tributos y que sin duda estaba siendo
"respetada" su capacidad contributiva; nos referimos entonces
a la Ley de Impuesto a los Activos Empresariales (LIAE).

Los antecedentes señalan que el Impuesto a los Activos Em­


presariales (IAE) surge en Milán, Italia a mediados del Siglo
XVIII, cuando se hablaba de establecer un mecanismo de censo
que buscaba fijar el impuesto sobre el valor fundamental de los
terrenos y no sobre la conocida renta anual del sujeto.

Al comentar esta Ley, que aunque próxima a cumplir su pri­


mera década en el espectro tributario venezolano sigue siendo
vista como una "novel ley", analizaremos entre otros aspectos,
sus elementos técnicos, pero también efectuaremos severas crí­

820
A n t o n io D u g a r t e L o bo

ticas al efecto producido por su aplicación y sobre todo, por sus


ausencias e indefiniciones.

CONCEPCIÓN TÉCNICA GENERAL Y ANTECEDENTES

Para comenzar nuestro análisis sobre la LIAE debemos nece­


sariamente entenderla en su contexto general y poder determi­
nar a qué tipo de impuesto regula. De las clasificaciones que
generalmente mas aceptación tiene al hablarse de los tipos de
impuestos, es la que los divide en Directos e Indirectos.

Según la percepción de Sainz de Bujanda (1993) se entiende


por impuesto directo aquel que recae sobre el patrimonio o ren­
ta obtenida, mientras que el indirecto es aquel que tiene el obje­
to de circulación o tráfico de la riqueza, así como las diversas
modalidades del consumo o renta gastada. Al referirse a los
métodos impositivos directos y a los métodos impositivos indi­
rectos, señala:
Se está en presencia de los primeros cuando la norma jurídi­
ca tributaria establece la obligación del pago de impuesto a
cargo de una determinada persona, sin conceder a ésta un
derecho legal a resarcirse, a cargo de otra persona que no
forme parte del círculo de obligados en la relación jurídico
tributaria, de la suma pagada por la primera al ente público
acreedor.
Se emplean los segundos cuando la norma jurídico tributaria
concede facultades al sujeto pasivo del impuesto para obte­
ner de otra persona, que no forme parte del círculo de obliga­
dos en la relación jurídico tributaria, el reembolso del im­
puesto pagado al ente público acreedor. (Sainz de Bujanda,
1993, p.177)

Por su parte, el tratadista alemán Eheberg, citado por Plazas


Vegas (1995) señala que el impuesto directo lo paga la persona
que según la Ley puede soportar la carga del tributo, es decir,
aquí el llevador y el sujeto tributario son la misma persona. Dis­
tinto es el caso de los impuestos indirectos, en los cuales el Esta­
do no percibe de manera inmediata de las personas a quienes

821
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

debe aplicarse el gravamen, sino que lo hace por razones técni­


cas tributarias de una persona intermedia, que a su vez queda
facultada por vía legal a trasladar el referido impuesto a aque­
llas personas que en definitiva deben soportarlo.

Teniendo en cuenta estas acertadas apreciaciones, y lo que


son los elementos regulatorios determinativos previstos en la
LIAE, debemos entender entonces que la misma emblematiza a
un impuesto de tipo directo. Cabe hacer el señalamiento de que
nos estamos refiriendo en la esencia técnica a la traslación jurí­
dica del impuesto, ya que el lector pudiera y no con falta de
razón, señalar que en principio todo impuesto el contribuyente
busca trasladarlo al siguiente eslabón de la cadena de
comercialización o de servicio pero no por vía jurídica sino por
vía económica a través del precio pactado.

Algunos respetables especialistas han indicado que a su en­


tender incluso este es un impuesto al patrimonio. En nuestra
opinión el mismo no tiene tal característica dado que partiendo
de la definición tanto jurídica como contable de lo que es el pa­
trimonio en el sujeto, no podemos asumir que es solo la cuantía
de bienes que posea, sino que también deben estar consideradas
las deudas que se tenga; el conjugar ambos grupos, es decir,
tanto lo que se tiene como lo que se adeuda es lo que se traduce
en lo que realmente es patrimonio del sujeto, y tal y como co­
mentaremos posteriormente al analizar sus características téc­
nicas, esta ley poca o nula consideración hace a las deudas aso­
ciadas a los activos. Siendo esto así, pudiéramos estar hablando
entonces que el Impuesto a los Activos Empresariales venezola­
no es un impuesto a los activos con visos de impuesto al patri­
monio en los casos allí descritos, pero nunca ser considerado
como un impuesto al patrimonio.

Vale la pena acotar lo que al respecto señala Villegas (1999):

El Impuesto al Patrimonio en términos generales, y según su


concepción moderna, es el impuesto anual y periódico que
grava el monto de los activos menos los pasivos de los con­
tribuyentes que habitualmente son las personas de existen­

822
A n t o n io D u g a r t e L o bo

cia visible, o sea, que gravan las cosas y derechos pertene­


cientes a una persona, previa deducción de las deudas que
pesan sobre los mismos ( p. 589).

El IAE es entonces un clásico Impuesto Directo, de aplica­


ción Nacional, caracterizado por una alícuota tínica de tipo pro­
porcional, en el cual se liquida o determina la obligación en pe­
ríodos de un año. Fue publicada su Ley según Decreto N° 3.266
en la Gaceta Oficial N° 4.654 Extraordinario de fecha I o de Di­
ciembre de 1993 y su Reglamento (RLIAE) según Decreto N°
504 en la Gaceta Oficial N° 4.834 Extraordinario del 30 de di­
ciembre de 1994.

Durante los casi diez años de su vigencia no ha sufrido mo­


dificación alguna, ni para bien, ni para mal. Decimos esto, por
cuanto los mismos errores, omisiones e indefiniciones que la
acompañaron en su nacimiento, lo siguen acompañando en su
pre-adolescencia y las herramientas que se han empleado para
tratar de subsanar los problemas que la práctica en su aplica­
ción han ido mostrando, han sido la Doctrina y la Jurispruden­
cia, pero nunca se ha recurrido a lo que hubiese sido la vía
trasparente y expedita: una reforma a la Ley o a su Reglamento
según procediese, tal y como si se ha hecho con otras leyes
tributarias venezolanas.

Reza la "Exposición de Motivos del Proyecto de Ley que crea


el Impuesto General a los Activos Empresariales" del año 19921,
lo siguiente:
El impuesto que se propone en el presente Proyecto de Ley
persigue reducir la elusión y evasión del Impuesto sobre la
Renta que ha alcanzado niveles excesivamente altos en Ve­
nezuela. Sin embargo, el Impuesto a los Activos Empresaria­
les no aumentaría, en promedio, la carga fiscal sobre las
empresas que cumplen son sus obligaciones tributarias, ya
que en el pago del Impuesto Sobre la Renta se acreditaría al
(sic) pago de este impuesto.

1 Presentado por el Ministro de Hacienda, Pedro Rosas Bravo al Dr. Luis


Enrique Oberto, Presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la
República el 02 de julio de 1992.

823
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

Como bien se infiere de la Exposición Ejusdem, este impues­


to puede ser catalogado como una suerte de impuesto "apéndi­
ce" del Impuesto sobre la Renta; es decir, un impuesto con vida
jurídica propia, con indudable autonomía determinativa, pero
con una innegable asociación al resultado obtenido en otro tipo
impositivo.

La alícuota impositiva que lo caracteriza equivale actualmen­


te al 1% y no ha tenido variación desde que fue prevista en el
texto inicial. Ahora bien, aunque luce un porcentaje nominal­
mente bajo, casi insignificante dirían algunos, la forma en que
el legislador establece el procedimiento determinativo de la base
imponible sobre la cual se aplica la misma, sin duda nos hace
evocar necesariamente aquella vieja, pero hoy mas que nunca
vigente disquisición, sobre si con ella y su efecto se respeta o no
la Capacidad Contributiva del sujeto.

Hablar de Capacidad Contributiva, e incluso anteponerla al


concepto de Capacidad Económica nos pudiera llevar unas cuan­
tas líneas y sobre ello ya han escrito suficientemente y con mu­
cha propiedad destacados especialistas2, no es el objeto del pre­
sente trabajo; pero sin duda, no podemos dejar de traer a
colación el exclusivo concepto que establece nuestra Carta Magna
cuando en su artículo 316, de la Sección Segunda (del Régimen
Tributario) del Capítulo II (Del Régimen Fiscal y Monetario) del
título VI (Del Régimen Económico y la Función del Estado en la
Economía), señala que:
El sistema tributario venezolano procurará la justa distribu­
ción de las cargas públicas según la capacidad económica
del o la contribuyente, atendiendo al principio de la
progresividad, así como la protección a la economía nacional
y la elevación del nivel de vida de la población, y se sustenta­
rá para ello en un sistema de recaudación de tributos.

2 Conveniente revisar el trabajo del Dr. Armando Montilla, "La capacidad


contributiva en la Constitución de 1961 y la de 1999", publicado en la
compilación de las V Jornadas Venezolanas de Derecho Tributario de la
Asociación Venezolana de Derecho Tributario.

824
A n t o n io D u g a r t e L o bo

Claro es entonces entender que el texto constitucional otorga


primordial peso a la Capacidad Económica del sujeto afectado.
Hacemos entonces un paréntesis para plantearnos la siguiente
reflexión interrogativa: ¿realmente el impuesto a los activos
empresariales venezolano con la actual estructura que posee
guarda un mínimo de respeto a esa capacidad enarbolada por
nuestra Constitución?

Desde nuestro punto de vista la respuesta es una sola: indu­


dablemente que no!. Decimos esto por lo siguiente: en esencia
ningún impuesto, por más que se nos pretendan vender su ne­
cesidad, pureza técnica o bondades, resulta agradable o goza
de aceptación entre los afectados; el contribuyente lo soporta
pero a regañadientes.

Ahora bien, si aunado a ello tenemos que el referido grava­


men está previsto en un instrumento legal que pareciera haber
sido concebido y redactado con una buena dosis de ausencia de
interpretación sobre las verdades económicas del contribuyente
y solo se dejó deslumbrar el legislador por el romanticismo de
los aspectos técnicos, tenemos ante nosotros entonces, una ley
con un fin netamente recaudatorio, que poco valor le da a su
impacto y afectación en los principales derechos económico-cons­
titucionales del sujeto pasivo de la obligación. Eso sin duda al­
guna, representa el principal estandarte del texto que estamos
analizando.

1. Del Sujeto Obligado y del Hecho Imponible

En principio debemos destacar que tanto la Ley como el Re­


glamento de la Ley de Impuesto a los Activos Empresariales
venezolano, son simples y de poco articulado, por lo cual, hacer
un comentario estrictamente técnico-interpretativo sobre ellas
resulta en consecuencia, breve. Sin embargo, entrar en conside­
raciones sobre lo que han sido sus problemas interpretativos de
fondo, omisiones y aspectos negativos, es lo que resulta tal vez
interesante al analizarlas y es por ello, que gran parte del pre­
sente desarrollo, estará dirigido a estos últimos elementos.

825
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Aunque como ya indicamos, no es el objetivo del presente


trabajo hacer una cita amplia y referencial de todo el articulado
de la LIAE para comentar o explicar lo que aquí se quiere, sin
duda en los artículos iniciales de la Ley y por la técnica legislati­
va que ellos traducen, se hace necesario entrar en consideracio­
nes algo detalladas en los artículos iniciales.

Refiere el artículo I o de la LIAE dos condiciones concurren­


tes para que el sujeto esté obligado a soportar este impuesto;
dichas condiciones son las de ser Persona Jurídica o Persona
Natural Comerciante, en ambos casos, sujetas al impuesto so­
bre la renta. Implica ello entonces, por interpretación en contra­
rio, que el común de las personas naturales no dedicadas a la
actividad comercial como medio de vida habitual, no son con­
tribuyentes de este impuesto. Vale decir que la persona natural
comerciante queda eximida el pago de este impuesto si su ingre­
so neto anual no supera las 1.000 Unidades Tributarias, tal y
como lo dispone el artículo 11 del RLIAE.

Por su parte, y haciendo señalamientos que parecerían cons­


titutivos y propios de la determinación de la base imponible, y
no del Sujeto y del Hecho Imponible, señala el artículo supra
que "el impuesto se pagará sobre el valor de los activos tangi­
bles e intangibles de su propiedad, situados en el país o reputa­
dos como tales, que durante el ejercicio anual tributario corres­
pondiente a dicho impuesto, estén incorporados a la producción
de enriquecimientos provenientes de actividades comerciales,
industriales o de explotación de minas e hidrocarburos y activi­
dades conexas".

Punto interesante de esta cita lo constituye la premisa legisla­


tiva de que los activos estén "incorporados a la producción de
enriquecimientos (...)". Decimos esto por cuanto en el Balance
General del contribuyente, pueden estar incorporados formando
parte del Activo, algunas partidas que no necesariamente son
productivas de renta. Bajo esta idea podemos entender entonces
que conceptos tales como el "Impuesto sobre la Renta pagado
por anticipado", "Crédito IVA", "Patente de Industria y Comer-

826
A n t o n io D u g a r t e L o bo

c íoprepagada", entre otros, son registros contables del Activo,


pero no son generadores de enriquecimiento alguno, por lo cual
deben ser excluidos de la base imponible a los efectos del grava­
men. De igual forma debe señalarse el caso de las Reservas, Apar­
tados o Provisiones3 , los cuales aparecen disminuyendo la cuan­
tía de los activos a los que están asociados; en estos casos, y para
efectos de determinar la base de imposición, deben ser añadidos
o sumados a los efectos de anular la disminución ilegítima que
producen en el Activo para fines de imposición.

Cabe también destacar, que en el contexto de lo que encierra


la norma referida, llama la atención que se siga haciendo la dis­
tinción sobre los activos "situados en el país o reputados como
tales", cuando la reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta
del año 1999, introdujo en Venezuela una ampliación al con­
cepto de territorialidad y lo llevo al llamado Sistema de Renta
Mundial, base sobre la cual los contribuyentes y supuestos allí
categorizados, estarían hipotéticamente (de cumplirse el supues­
to) sometidos a imposición en Venezuela tanto por sus rentas
locales como por las foráneas; sin duda al tener como uno de los
elementos de la base determinativa de este impuesto sobre la
renta, el Reajuste Fiscal por Inflación de las partidas no mone­
tarias, lo cual incluye los activos fijos, y teniendo como punto de
partida lo señalado por la norma de la LIAE comentada, surge
entonces la interrogante sobre si al comparar ambos impuestos,
uno con Renta Mundial y el otro con base territorial, realmente
se estarían comparando bases razonablemente justas y qué ha­
cer ante tal disyuntiva.

Sin duda la respuesta es obvia: una ley (LIAE en este caso)


no ha sido prudentemente adaptada al contexto de la ley modi­
ficada (Ley de Impuesto sobre la Renta), pero sin duda igual­
mente, se presenta una vez mas el eterno problema al que se

3 Estamos haciendo abstracción absoluta sobre la disquisición de sí todos


estos conceptos deben aparecer o no en el activo; buscamos solo destacar
que en la cotidianidad así se presentan en el Activo del Balance General y
estamos comentando su tratamiento impositivo.

827
60 A ñ o s de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

enfrenta el intérprete de la ley tributaria venezolana: no se ha­


cen las reformas integrales sino parceladas y cronológicamente
desfasadas por lo cual después debemos padecer toda clase de
penurias por las "dobles" u "obvias" interpretaciones a las cua­
les cada uno de nosotros puede recurrir.

De igual forma, prevé el referido artículo I o de la LIAE en


concordancia con los artículos I o y 2o del RLIAE con respecto a
los contratos de arrendamiento lo siguiente:

a) En los contratos suscritos por empresas no regidas por la


Ley General de Bancos y Otras Instituciones Financieras
(LGBYOIF), se considerará contribuyente para fines de
este impuesto el arrendatario siempre y cuando en el con­
trato se acuerde la obligación por parte del arrendador
de transmitir a este la propiedad del bien en cualquier
tiempo.

b) En los contratos celebrados por una arrendadora finan­


ciera regida por la LGBYOIF el contribuyente será el arren­
datario si en el contrato se acuerda que la arrendadora
transfiera a este la propiedad del bien o si este se compro­
mete a ejercer la opción de compra del bien. Caso contra­
rio, el contribuyente será la arrendadora financiera.

Por propia definición de la LIAE y su Reglamento, los


inmuebles arrendados por los comerciantes o industriales no
formarán parte de la base imponible, cuando estén destinados a
vivienda.

2. De las Exenciones y Exclusiones a la Base Imponible

La normativa referente a las exenciones en materia de im­


puesto a los activos empresariales está prevista en el artículo 3
de la LIAE en concordancia con los artículos 5 al 8 del RLIAE.
No es nuestra pretensión hacer una cita de cada uno de los su­
puestos tanto de tipo subjetivo como objetivo allí contenidos, ya
que la gran mayoría y de su propia lectura y significado, se ex­

828
A n t o n io D u g a r t e L o bo

plican por sí solos; nuestro objetivo es comentar aquellos que


han generado polémica y que de fondo, tienen problemas
interpretativos.

Empresas preoperativas e inicio de actividades

Prevé el numeral 5o del artículo 3 de la LIAE que están exen­


tas del impuesto las empresas durante el período preoperativo,
para lo cual en forma clara y precisa en dicho texto define tal
concepto, indicando a su vez el Parágrafo Único del artículo 7
del RLIAE que el mismo se considerará finalizado cuando efec­
tué la primera facturación por venta de bienes o prestación de
servicios.

Ahí no se puede hablar de inconveniente alguno; el inconve­


niente se presenta cuando el legislador prevé también una exen­
ción en el numeral 5o supra, durante "los dos primeros años del
inicio de operaciones" para dichas empresas preoperativas, una
vez que han sido puestas en marcha (no gozan de la exención
las empresas urbanizadoras o que vendan edificaciones a terce­
ros y aquellas empresas de breve duración creadas para lograr
su objetivo en menos de tres años).

Si hablamos de un impuesto que es apéndice del impuesto


sobre la renta y que ambos se liquidan en períodos coincidentes
dada la necesidad de comparación de sus resultados en materia
de impuesto causado (supuesto que merece una consideración
muy especial en páginas posteriores), y vista también lo que com­
porta la diferencia entre los términos "primeros años" y lo que
representaría los "primeros ejercicios fiscales" sin duda aquí si
se presentan múltiples disquisiciones sobre qué hacer en la opor­
tunidad de considerar en qué fecha ha concluido la exención.

A los fines de visualizar el inconveniente pensemos por un


momento en una empresa con un ejercicio civil que es el que ha
decidido adoptar en materia de impuesto sobre la renta y en
consecuencia, para fines también del impuesto a los activos
empresariales, que finaliza su preoperatividad el día I o de julio

829
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ez u ela

del año 2003. Preguntamos: cuándo considerará que inicia y


finaliza los "dos primeros años del inicio de operaciones" para
efectos de la exención: el día 30 de junio del año 2005 que es
cuando han transcurrido dos años entendidos como tales perío­
dos continuos de 12 meses cada uno? o será el 31 de diciembre
de 2004 que es cuando la empresa estaría finalizando sus "dos
primeros ejercicios fiscales" luego de emitir la primera factura?

Sin duda existe una seria omisión dado que ambos términos
son totalmente distintos y sobre todo que si tomamos la primera
alternativa de meses continuos, la exención estaría finalizando
a mediados del ejercicio fiscal en curso para el 2005 presentán­
dose en dicho caso la disyuntiva al cerrar el ejercicio fiscal que
podría traducirse en varios posibles escenarios:

a) Tenemos activo gravable de cierre al 31 de diciembre de


2005, pero no tenemos activo al inicio toda vez que al 31
de diciembre de 2004, la empresa estaba exenta.

b) Tenemos activo de cierre al 31 de diciembre de 2005, pero


necesariamente debemos tener un activo inicial por existir
la empresa al 31 de diciembre de 2004, por lo cual debe­
mos tomar como balance de inicio el del 01 de julio de
2005 fecha para la cual ya no existe exención.

c) Partiendo de la premisa de que la obligación tributaria se


causa el último día del ejercicio debemos entender que por
no existir exención al cierre del 31 de diciembre de 2005,
tampoco lo está el resto de los meses del 2005 por lo cual el
activo de inicio sería el existente al I o de enero de 2005

Estamos seguros de que sumadas a estas, habrá otras posi­


bles posiciones absolutamente respetables por parte de los lecto­
res y cuya posibilidad de existencia estriba en el hecho de que el
legislador nunca entendió que los términos "año" y "ejercicio"
tienen connotaciones distintas.

830
A n t o n io D u g a r t e L o bo

En nuestra opinión no puede arrastrar el contribuyente con


el peso de la omisión o confusión legislativa según se vea, y dado
que el carácter de la exención concedida no es otro que dar un
incentivo al sujeto, no podemos desconocer la existencia de la
exención durante el primer semestre del ejemplo descrito y visto
que tampoco podemos desconocer, y mucho menos retrotraer
el desconocimiento de un evento ocurrido como es la exención
existente al cierre del año 2004, es nuestra apreciación que al
cierre del ejercicio 2005 el contribuyente tomaría el activo exis­
tente a dicha fecha, y consideraría inexistente el activo inicial
toda vez que al cierre del año 2004 disfrutaba de la exención y
por ende no había activo gravable.

Exclusión por Extraterritorialidad.

Como bien señaláramos en párrafos anteriores, la LIAE


sigue previendo la no gravabilidad de aquéllas partidas que con­
sidera extraterritoriales. Al efecto los artículos 7 de la LIAE y 4 y
8 de su Reglamento hablan de las exclusiones a la base imponible
y en tal sentido, uno de los aspectos destacables lo constituye la
exclusión de los saldos de los depósitos de cuentas en el exterior.

Establece el numeral 6 del artículo 4 del RLIAE que no


estarán gravados "los saldos de los depósitos de cuentas exis­
tentes en instituciones bancadas domiciliadas en el exterior" y
para tales fines se considera radicado en el exterior "el saldo
promedio de dichas cuentas durante los doce meses inmediatos
anteriores a la fecha de cierre del ejercicio anual objeto del im­
puesto".

Esta redacción ha traído dos posiciones encontradas en los


sujetos pasivos de la obligación: al prever la norma que serán
doce meses "inmediatos anteriores a la fecha de cierre" ya que
él interprete al aplicar el supuesto puede entender que debe con­
tar los doce meses desde el mes anterior al del cierre del ejercicio
a declarar lo cual lo lleva a considerar como primer mes del
conteo el último del ejercicio anterior ya declarado (pensemos
en un ejercicio civil, contando a partir de noviembre y conclu­

831
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

yendo en diciembre del ejercicio anterior), o puede asumir igual­


mente, que si el legislador lo que persigue con el promedio pre­
visto en la norma es evaluar el verdadero y constante compor­
tamiento del saldo radicado en el exterior, debe sin duda seguir
las cifras de los doce meses del ejercicio que declara y en nada
debe considerar un mes del ejercicio anterior ya declarado, por
lo cual no comenzaría el conteo desde el mes de noviembre se­
gún nuestro ejemplo, sino que lo haría desde el propio mes de
diciembre.

Esto sin duda vulnera los conocidos principios de la anuali­


dad y de la autonomía del ejercicio, al estar afectando la base
determinativa del ejercicio a declarar, con cifras de otro ejerci­
cio ya declarado. En nuestra consideración, y aunque la norma
sin duda presenta una confusa redacción, no podemos dejar de
lado la interpretación económica de la norma, de la cual acerta­
damente comenta Jarach (1985) y darle una interpretación es­
trictamente jurídica al referido texto. Desconocer el principio
de la anualidad y tomar como base de cálculo un saldo que no
pertenece al ejercicio, desvirtúa sin duda el promedio a obtener

Por otra parte y entendiendo que nada prevé ni la norma


legislativa ni la reglamentaria sobre el tratamiento aplicable al
saldo inicial del activo representado por una colocación en el
exterior, debe entenderse entonces que dicho saldo no está so­
metido al promedio de los doce meses situado y en consecuen­
cia, debe ser excluido de la base imponible del activo inicial a
declarar en su totalidad.

3. De cómo determinar la Base Imponible

Por definición, la base imponible está referida a la expresión


cuantitativa, prevista por una norma legal o reglamentaria (esta
última solo en su aclaratoria) que mide el espectro cuantificable
del hecho calificado como imponible por la propia norma, y a la
cual se aplica la alícuota correspondiente a los fines de obtener
el quantum de tributo a ser soportado por el sujeto pasivo.

832
A n t o n io D u g a r t e L obo

A los efectos la LIAE, prevé en su artículo 4o que la base


imponible está constituida por el monto neto promedio anual
de los valores de los activos gravables y a los fines de la determi­
nación de estos señala:

* Valor de los activos = Promedio simple de los valores al


inicio y cierre del ejercicio

* Costo de los bienes, valores y derechos monetarios, menos


la desvalorización por efectos de la inflación, mas los va­
lores actualizados conforme a la normativa contenida en
la LISLR y su Reglamento, para las fechas de inicio y cie­
rre del ejercicio gravable menos las depreciaciones y amor­
tizaciones acumuladas correspondientes.

Dicho de otra forma, y de una manera más esquemática, la


base imponible se determina así4:

Concepto Saldo al inicio Saldo al cierre


Activos Monetarios XXX XXX
Menos:
Desvalorización (XX) (XX)
Mas:
Activos No Monetarios XXX XXX
Ajustados por inflación
Menos:
Depreciación y Amortización (XX) (XX)
Activo Neto Gravable XXX XXX

4 A los fines de presentación didáctica del cuadro, estamos considerando


que los saldos allí incluidos representan los saldos gravables, es decir, una
vez consideradas las partidas no gravables por su naturaleza no producto­
ra de enriquecimientos, exenciones y exclusiones previstas en la LIAE, así
como el reverso para fines de cálculo de aquellas partidas que producen
disminución ilegítima en la base imponible (provisiones, reservas y apar­
tados por ejemplo).

833
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Como bien se observa, la forma de cálculo de la base


imponible es simple, pero incidiendo en ella está un concepto
que ha traído un sinnúmero de contradicciones a la hora de su
aplicación: la desvalorización.

En esencia, tal y como se indica previamente, la desvaloriza­


ción es una partida que solo afecta a los valores monetarios, ya
que según se desprende de lo que el propio significado del tér­
mino deja entrever, busca determinar la pérdida de valor del
saldo. Recordemos que un valor es monetario cuando no se pro­
tege de la inflación, y a los fines el propio articulado de la LIAE
acoge en líneas generales la definición que en palabras similares
se da del mismo en la LISLR cuando señala en el aparte segun­
do del literal "a" del artículo 7° que "(...) se consideran como
activos monetarios aquellos que representan valores líquidos en
moneda nacional o que al momento de liquidarse, generalmen­
te lo hacen con el mismo valor histórico (sic) con los cuales fue­
ron registrados." Ejemplo clásico de este tipo de partidas lo en­
contramos en las cuentas de Banco en moneda nacional, las
cuentas por cobrar no pactadas con cláusula de reajuste, etc.

Cuando fue promulgada la LIAE en el año 1993, y hubo de


ser aplicada en primera oportunidad por los contribuyentes, se
presentó la gran disyuntiva sobre qué hacer con ese término
dentro del juego de la determinación de la base imponible, ya
que ni el articulado de la LIAE ni el de su Reglamento publicado
un año después, definían el mismo. Hubo diversas posturas so­
bre su forma de cálculo, obedeciendo cada una de ellas al mejor
entendimiento que tanta oscuridad dentro del texto de la nor­
mativa ofrecía. Aunado a ello, el referido término tampoco era
tratado con claridad por otros campos de especialización ya que
por ejem plo para los econom istas hablar de inflación,
estanflación o deflación era común, pero hablar de desvaloriza­
ción no tanto.

Hubo líneas de pensamiento que incluso, y a ellas confesa­


mos habernos plegado inicialmente, plantearon que al no es­
tar ni definido en la LIAE ni en el Reglamento en su defecto,

834
A n t o n io D u g a r t e L obo

no era aplicable hasta tanto no fuese adecuadamente conside­


rado por dichas normas; recordemos el viejo adagio jurídico
que reza "donde no distingue el legislador no le es dado al
interprete distinguir".

Sin embargo, fue en el primer trimestre del año 1995, cuando


correspondía presentar la declaración del impuesto a los contri­
buyentes que acababan de cerrar su ejercicio civil de 1994, que
fue publicado inserto en diarios de circulación nacional, un fo­
lleto informativo de la autoridad tributaria, en el cual entre otros
aspectos se habló de "cómo calcular la desvalorización". El pro­
cedimiento que siguió la autoridad se resume así:

a) Dividir el índice de Precios al Consumidor del Área Me­


tropolitana de Caracas del mes de diciembre del ejercicio
a declarar (1994 en ese caso) entre el similar del mes de
Diciembre del ejercicio anterior (1993 a los efectos).

b) El factor obtenido, aplicarlo a las partidas monetarias tan­


to del activo de inicio como del de cierre del ejercicio a
declarar.

c) El monto obtenido restarlo a las referidas partidas mone­


tarias y la cantidad resultante, sería la cifra a ser declara­
da como imponible.

Si seguimos en detalle lo descrito, es un procedimiento que


nos resulta bastante familiar, es decir, el mismo seguido para
calcular el incremento de una partida no monetaria según las
normas del Reajuste por Inflación previstas en la LISLR, claro
está, respetando siempre las consideraciones de fechas de ori­
gen y de reajuste de la partida respectiva.

Tal procedimiento para desvalorizar, sin duda está com­


puesto por muchos aspectos incongruentes, entre los cuales des­
tacaremos dos:

a) Se sigue el mismo procedimiento para calcular el incre­


mento de valor de una partida no monetaria cuando lo

835
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

que se busca es evaluar la pérdida de valor de una par­


tida monetaria, es decir, no susceptible de protegerse
de la inflación.

b) Tanto los valores de inicio del ejercicio (final del ejerci­


cio anterior) como el de cierre son tratados con la infla­
ción del ejercicio de cierre, vale decir, calculamos la
pérdida de valor de una partida del ejercicio anterior
con la inflación del ejercicio actual, lo cual a todas lu­
ces resulta ilógico y se traduce en cifras obtenidas a
valores monetarios y con inflaciones distintas, toda vez
que las partidas del año anterior, sin duda alguna fue­
ron atacadas por una inflación distinta al de cierre.

Esta omisión legislativa, aunada a la lógica económica que


en muchos casos suele prevalecer a la hora de analizar la nor­
mativa aplicable, se tradujo en que los contribuyentes no nece­
sariamente siguieran al pie de la letra lo expuesto en dicha doc­
trina vía prensa nacional, sino que por el contrario cada cual
decidió considerar qué era lógico y qué no; como consecuencia
de ello puede observarse un universo de procedimientos y crite­
rios para desvalorizar totalmente distintos, universo ese del cual
nos permitimos hacer cita de solo tres de los más comúnmente
aplicados:

1) Es ilógico desvalorizar la partida del ejercicio anterior con


la inflación del ejercicio actual, por tanto es más conve­
niente desvalorizar el activo monetario de cierre con la
inflación del ejercicio de cierre y desvalorizar el activo
monetario de inicio, con la inflación del ejercicio anterior.

Ejemplificado de una manera simple tendríamos entonces:

Datos:

Inflación del ejercicio a declarar: 10%

Inflación del ejercicio anterior: 15%

836
A n t o n io D u g a r t e L o bo

Concepto Saldo al inicio Saldo al cierre


Bs. Bs.

Activos Monetarios 1.000 800


Menos:
Desvalorización (150) (80)
Activo Monetario Neto: 850 720

2) No es conveniente desvalorizar la partida del activo del


año anterior sobre su monto bruto como si nunca hubiese
sido desvalorizada ya que ella ya perdió valor y ello fue
informado a la Administración Tributaria. Siendo esto así,
debe desvalorizarse entonces el saldo del año anterior ya
desvalorizado, con la inflación del ejercicio a declarar y
desvalorizar el activo monetario de cierre con la inflación
en cuestión.
A título de ejemplo diríamos entonces que asumiendo las
cifras del punto 1), él interprete haría lo siguiente:

Concepto Saldo al inicio Saldo al cierre


Bs. Bs.
Activos Monetarios 850 800
Menos:
Desvalorización (85) (80)
Activo Monetario Neto: 765 720

3) El activo monetario del ejercicio anterior, no debe ser des­


valorizado nuevamente ya que él fue declarado en el ejer­
cicio anterior y por tanto, el efecto que sobre él produjo la
inflación ya fue considerado; debe entonces procederse solo
a desvalorizar el activo monetario de cierre con la infla­
ción del ejercicio de cierre.
Al igual que en el caso anterior, y tomando como base las
cifras del punto 1), el escenario asume que la desvaloriza­
ción se calcula así:

837
6 0 A ñ o s d e Im p o sició n a la R e n ta en V e n e z u e la

Concepto Saldo al inicio Saldo al cierre


Bs. Bs.

Activos Monetarios 850 800


Menos:
Desvalorización -0- (80)
Activo Monetario Neto: 850 720

Como bien se infiere de los ejemplos anteriores, hay posturas


diversas y sin duda, cada uno de los criterios en cuestión tiene
algunos elementos de razonabilidad en su análisis. El aspecto
que pretendemos destacar es el problema que ha suscitado la
no-inclusión de la norma respectiva en los instrumentos ya refe­
ridos, y llama poderosamente la atención el hecho de que ha
transcurrido casi una década desde la promulgación de la LIAE
y esto no ha sido satisfactoriamente resuelto. Sin duda esto com­
porta un problema, tanto para el contribuyente como para la
propia autoridad fiscalizadora

Consideración especial para el caso de los Bancos


y las empresas de Seguros.

A los fines del cálculo de la base imponible para las entida­


des bancarias, de ahorro y préstamo o financieras regidas por la
LGBYOIF o por leyes especiales, domiciliadas en el país, prevé
el literal "a" del artículo 7° de la LIAE que podrán excluir de la
base imponible las partidas del balance general constitutivas de
activos monetarios, hasta la concurrencia del monto en dinero
depositado o captado por o de los clientes. En el caso expuesto
se ha presentado igualmente una contradicción a la hora de
aplicar el procedimiento de desvalorización de la partida mo­
netaria, ya que existen dos puntos de vista encontrados.

Uno de los puntos de vista señala que primero debe desvalo­


rizarse la partida y luego al remanente imputar el saldo de los
depósitos o captaciones, y la otra expone que primero debe efec­

838
A n t o n io D u g a r t e L obo

tuarse la resta entre ambos montos y el saldo, ser desvalorizado.


Tomar una forma u otra de cálculo, definitivamente arroja re­
sultados distintos tal y como seguidamente se demuestra:

Escenario 1: desvalorizando primero la partida monetaria y luego


restando el remanente al saldo de los depósitos o captaciones ( a
los efectos del ejemplo asumiremos que el monto de la desvalo­
rización en el ejercicio es del 10%, así como para los depósitos o
captaciones, Bs. 950)

Concepto Saldo Bs.

Activos Monetarios 1.000


Menos: Desvalorización (100)
Sub-total 900
Menos: Depósitos o captaciones (950)
Activo Monetario Neto: -0-

Escenario 2: restando al activo monetario el saldo de los depósi­


tos o captaciones y luego desvalorizando el saldo neto (mismas
cifras del ejemplo anterior):

Concepto Saldo Bs.

Activos Monetarios 1.000


Menos: Depósitos o captaciones (950)
Sub-total 50
Menos: Desvalorización (5)
Activo Monetario Neto: 45

Tal y como se observa, la diferencia entre asumir una u otra


posición es que se genere o no base imponible por este concepto.
Los argumentos de quienes han asumido el Escenario 1 estriban

839
60 A ñ o s de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

en el hecho de que por la forma en que está estructurada la


LIAE hace entender que el activo monetario como tal lo repre­
senta su saldo propio sin consideración de las captaciones o
depósitos, sobre todo si se tiene en cuenta que el saldo del activo
visto individualmente pierde valor por el efecto inflacionario.

La otra línea de pensamiento expresada en el Escenario 2 se


basa en que lo que es realmente activo monetario para la insti­
tución es la diferencia entre lo que tiene y lo que es del público,
y es ello lo que debe ser desvalorizado luego de su imputación
matemática.

Sin duda la solución a tal problema interpretativo sería la


debida definición y aclaratoria de la LIAE al respecto, pero en
nuestro criterio, el Escenario 1 expresa sabiamente lo que es la
realidad económica de la tenencia del activo y su pérdida de
valor vista individualmente, al trabajar con bolívares pertene­
cientes a terceros.

Similar premisa se presenta para las empresas de Seguros o


Reaseguros al efectuar el cálculo de su base imponible y aplicar
la desvalorización a sus partidas de activos monetarios y consi­
derar el monto en dinero entregado por los clientes por concep­
to de primas.

Incentivo a los contribuyentes exportadores


de bienes y servicios

Merece mención también el incentivo contenido en la LIAE a


los contribuyentes referidos, el cual consiste en un desgrávamen
a la base imponible calculado en función de la relación porcen­
tual existente entre el ingreso obtenido por venta de bienes o
servicios al exterior, y el total obtenido por los bienes y servicios
producidos en el ejercicio gravable. Al efecto se determinaría de
la siguiente manera:

Datos del ejercicio gravable necesarios:

840
A n t o n io D u g a r t e L o bo

Concepto Monto Bs.


Ingresos por ventas al exterior: 50.000.000
Ingresos por ventas comerciales locales: 120.000.000
Ingresos por servicios en Venezuela: 30.000.000
Total de ingresos: 200.000.000

Cálculo de la relación porcentual = : = 25%


K Bs. 200.000.000

Cálculo del desgrávamen a la base imponible5:

Concepto Saldo al inicio Saldo al cierre


Bs. Bs.

Activo Neto Gravable 10.000.000 17.000.000


Activo Neto Promedio Anual 13.500.000
Menos: desgrávamen (3.375.000)
(Bs. 13.500.000 * 25%)
Activo Neto
Promedio Anual gravable 10.125.000

4. Del cálculo del impuesto, la declaración y su pago.

El procedimiento previsto en los artículos 10 y siguientes de


la LIAE para el cálculo y pago del impuesto establece la aplica­
ción de la alícuota impositiva del 1% sobre la base imponible
determinada, y a su vez, a dicho monto una vez obtenido, le
será rebajado el impuesto sobre la renta causado en el ejercicio.

5 Debe tenerse en cuenta que para fines de presentación se está partiendo del
saldo imponible ya determinado tanto para los saldos de inicio y cierre y
no se está presentado la estructura completa para la determinación, tal y
como se hizo en páginas previas.

841
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Desde el punto de vista práctico, se ve de la siguiente manera:

Concepto Saldo al inicio Saldo al cierre


Bs. Bs.

Activo Neto Gravable 10.000.000 17.000.000


Activo Neto Promedio Anual 13.500.000
Impuesto Causado 135.000
Menos: ISLR causado 250.000
IAE a pagar -0-

Consideramos conveniente recordar que cuando la LIAE


habla de impuesto sobre la renta causado, se está refiriendo al
resultante luego de aplicar a la Renta Neta Gravable, la tarifa
correspondiente prevista en dicha ley, y no al monto de impues­
to sobre la renta que se obtiene al restar del monto causado las
disminuciones o rebajas que el propio articulado de dicha Ley
establece tales como rebaja por inversiones en nuevos activos
fijos, impuesto sobre la renta retenido en el ejercicio, declara­
ción estimada de rentas, impuestos pagados en exceso de años
anteriores, etc.

Vale decir que en la comparación de ambos impuestos se


pueden obtener básicamente tres posibles resultados, dependien­
do de los cuales resultará o no IAE a pagar. Veamos los resulta­
dos posibles:

1) Resulta IAE a Pagar, cuando el impuesto sobre la renta es


menor al IAE
Bs.
IAE Causado 1 .000.000
Impuesto sobre la Renta Causado: 250.000
IAE a pagar 750.000

842
A n t o n io D u g a r t e L obo

2) Resulta IAE a Pagar, cuando no hay impuesto sobre la renta


causado
Bs.
IAE Causado: Bs 1.000.000
Impuesto sobre la Renta Causado: -0-
IAE a pagar 1 .000.000

3) No resulta Impuesto a los Activos Empresariales a Pagar,


cuando el impuesto sobre la renta es mayor al IAE
Bs.
IAE Causado: Bs 1.000.000
Impuesto sobre la Renta Causado: 3.500.000
IAE a pagar -0-

Es importante tener presente que por las normas dispuestas


en el Código Orgánico Tributario, los créditos líquidos y exigi-
bles (salvo las limitaciones allí previstas) pueden ser empleados
para compensar este impuesto resultante y en consecuencia, no
necesariamente al causarse impuesto a los activos empresaria­
les se está generando un desembolso.
Por otra parte, disposición expresa contenida en el artículo
11° supra señala que el IAE pagado en el ejercicio, puede ser
rebajado hasta su compensación total al impuesto sobre la ren­
ta que se cause hasta en los 3 ejercicios siguientes, lo cual en
teoría es lo que da a entender que este impuesto no representa
una recarga impositiva al contribuyente, sino un mínimo tribu­
tario a causar. Esta apreciación en nuestra opinión no es del
todo cierta, toda vez que el IAE que se haya pagado y no logre
ser compensado en los ejercicios siguientes definitivamente será
asumido por el contribuyente como un impuesto adicional.
Es oportuno destacar que la forma de cálculo prevista en la
LIAE para determinar el monto de este impuesto a pagar, es
decir, IAE causado del ejercicio & impuesto sobre la renta cau­
sado en el ejercicio, opera en forma injusta en contra del contri­

843
60 A ños d e I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

buyente si tomamos en cuenta lo que es la filosofía que soporta


en gran medida la creación de este impuesto.

Nos referimos a ello cuando hablamos del impuesto sobre la


renta causado: como bien es sabido, el causado está determina­
do en función de la renta neta gravable del ejercicio, y ella a su
vez se forma con los ingresos, costos, deducciones, reajuste fis­
cal por inflación y la pérdidas fiscales trasladables de ejercicios
anteriores (adicionalmente las rentas de fuente extraterritorial
de ser procedente). Siendo esto así, y si estamos a la búsqueda
del verdadero resultado del ejercicio para el contribuyente, es
decir, sus resultados propios por la actividad desarrollada en el
mismo que le llevan o no a causar impuesto sobre la renta, no
podemos incluir en esa base a las pérdidas fiscales trasladables
de ejercicios anteriores, ya que con ello estamos distorsionando
el escenario.

Pensemos por un momento en un contribuyente que obtuvo


un enriquecimiento global neto de Bs. 100, pero al imputar la
pérdida fiscal trasladable de ejercicios anteriores por Bs. 300,
arroja una renta neta gravable negativa. El procedimiento se­
guido por la LIAE hace una lectura de este resultado como si el
contribuyente no hubiese sido "rentable" en el ejercicio, lo cual
no es verdad; la verdad radica en que si lo fue, pero al hacer uso
de un beneficio que la LISLR le concede para recuperar "el pa­
trimonio perdido" y poder gravar su renta sobre la base de su
verdadera y no aparente capacidad contributiva, obtuvo un re­
sultado negativo, pero que si hubiese sido medido con justicia
en el verdadero resultado del ejercicio antes del reconocimiento
de las pérdidas trasladables, se hubiese traducido en una renta
positiva.

Queremos señalar entonces que el procedimiento seguido en


la LIAE debería ser modificado (aspecto que entendemos está
siendo considerado en uno de los recientes borradores de la even­
tual reforma a la LIAE que actualmente se trabaja) y comparar
el IAE causado y el impuesto sobre la renta que se obtenga bajo
un procedimiento de mero cálculo, y solo para fines de esta com­
paración, al aplicar la tarifa correspondiente al enriquecimien­

844
A n t o n io D u g a r t e L obo

to global neto, es decir, antes del traslado de la pérdida fiscal.


Ello permitiría comparar resultados verdaderamente atribuibles
al ejercicio fiscal sin verse incididos por los de otros ya declara­
dos y en consecuencia, dejar de pagar un IAE que probable­
mente no debería causarse.

La declaración del IAE se presenta, al igual que en el impues­


to sobre la renta, dentro de los tres (3) primeros meses siguientes
a la terminación del ejercicio tributario6 y dado que para la de­
terminación del impuesto causado debe seguirse la compara­
ción con el impuesto sobre la renta causado del ejercicio, sin
duda este impuesto no puede ser calculado hasta que las cifras
de este último sean definitivas.

5. Qué debe hacerse en el transcurso del ejercicio fiscal?

Dispone el artículo 17° de la LIAE que el Ejecutivo Nacional


tiene la potestad de acordar que los contribuyentes obligados a
presentar declaración estimada de impuesto sobre la renta, ha­
gan lo mismo para fines del IAE en los términos que establezca
el RLIAE, pero también prevé que dicha alternativa de declara­
ción estimada puede ser sustituida por un pago anticipado en el
año, efectuado en forma de dozavos mensuales.

Por su parte, el RLIAE contempló en su artículo 12 que el


procedimiento a seguir no era la presentación de la declaración
estimada, sino la sustitución de ésta por la alternativa del pago
de dozavos mensuales determinados en función del IAE causa­
do en el ejercicio anterior, los cuales serían pagados dentro de
los primeros quince días de cada mes calendario, a partir del
4to mes de iniciado el ejercicio; dicho en otras palabras, el con­
tribuyente que cerró su ejercicio fiscal el 31 de diciembre, co­
menzará a pagar los dozavos a partir del mes de abril siguiente.

6 El plazo puede variar ligeramente si el contribuyente es Especial según las


disposiciones del Servicio Nacional Integrado de Administración A dua­
nera y Tributaria -SENIAT- establecidas en el respectivo calendario anual
de obligaciones para este tipo de contribuyente.

845
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Hasta esta fase el procedimiento luce sencillo, pero se origina


un gran problema en lo siguiente: pareciera existir asociada una
condición para tener que anticipar el IAE del ejercicio, bien sea
por declaración estimada o bien sea por dozavos, tal y como
definitivamente decidió el Reglamentista, y está no es otra que
el contribuyente esté obligado a presentar declaración estimada
para fines del impuesto sobre la renta conforme a lo considera­
do por la LISLR y su Reglamento. Si el contribuyente no está
obligado a presentar declaración estimada de impuesto sobre la
renta, no estaría obligado entonces a anticipar dozavos del IAE.

Aunque este criterio es absolutamente respetable, no es esta


la interpretación que le damos a la norma del artículo 17 supra,
en virtud de que el Reglamentista al asumir la tesis del pago de
los dozavos en lugar de la declaración estimada de IAE, renun­
ció con ello a la condición atribuida a la propia declaración esti­
mada del IAE, es decir, su vínculo con la declaración estimada
del impuesto sobre la renta. Siendo esto así, vemos entonces el
anticipo de los dozavos como un hecho independiente al que
nada enlaza con la declaración estimada del impuesto sobre la
renta y por tanto debe producirse su pago con prescindencia de
lo que haya ocurrido con la declaración estimada en cuestión.

Por otra parte, debe tenerse presente que el monto a pagar


por concepto de los dozavos, según la LIAE, se calcula en fun­
ción del "impuesto causado en el ejercicio inmediatamente an­
terior". Exegéticamente aplicar esta premisa sería, empleando
como ejemplo uno de los escenarios mostrados previamente, lo
siguiente:

Cifras de la declaración del IAE anterior:

Concepto Monto Bs.


IAE Causado: 1 .000.000
Impuesto sobre la Renta Causado: 250.000
IAE a pagar 750.000

846
A n t o n io D u g a r t e L o bo

Cálculo del dozavo:

IAE causado Bs. 1.000.000 / 12 meses = Bs. 83.334 cada dozavo

Sin embargo, una Doctrina emanada de la Gerencia Jurídico


Tributaria del SENIAT señaló lo siguiente a los fines de cálculo
de los dozavos7:

Hechas estas consideraciones, se debe señalar que efectiva­


mente como se indica en su comunicación, y de acuerdo a lo
establecido en el artículo 12 del Reglamento de la Ley de
Impuesto a los Activos Empresariales, la base para el cálcu­
lo del dozavo (1/12) del impuesto causado en el ejercicio
anual inmediato anterior es el monto del Impuesto a los Ac­
tivos Empresariales calculado conforme a lo establecido en
el Artículo 4o de la Ley, previa rebaja del Impuesto Sobre la
Renta causado en el ejercicio tributario, es decir, al monto
del Impuesto a los Activos Empresariales se debe rebajar lo
pagado por Impuesto sobre la Renta y esta diferencia es la
que se debe enterar al fisco Nacional (sic) durante el ejercicio
fiscal siguiente, mediante cuotas mensuales que el legisla­
dor ha denominado dozavos(...).

Como bien se infiere de la cita parcial de la Doctrina, consi­


dera la autoridad que el término causado no está referido al
nominalmente calificado de esa manera, sino al que resulta del
cálculo entre ambos impuestos causados. Tal criterio sin duda
es sumamente lógico porque no mide realmente el comporta­
miento del contribuyente el solo analizar el IAE nominalmente
causado, sino que su verdadero perfil contributivo lo da la dife­
rencia entre lo que por esta impuesto causa y lo que causa por
impuesto sobre la renta. La crítica que siempre ha acompañado
al análisis de esta Doctrina referida, que se repitió en muchas
otras sobre el aspecto, es que la autoridad confunde en uno, dos
conceptos que son diametralmente distintos, es decir, causado
& pagado.

7 Doctrina identificada bajo las siglas HGJT-200-2099 de fecha 25-10-95

847
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezuela

Luego de visto el criterio Doctrinal y tomando como base el


mismo ejemplo citado previamente, el cálculo se haría de la si­
guiente forma:

Cálculo del dozavo:

IAE causado Bs. 750.000 / 12 meses = Bs. 62.500 cada dozavo

Es importante tener presente, que en el caso de que exista un


total de dozavos pagados en el ejercicio que supere el monto del
IAE a pagar en la declaración definitiva, el mismo adquiere en­
tonces la condición de un crédito líquido y exigible que puede
ser opuesto, por ejemplo, en compensación del pago de impues­
to sobre la renta. Dicho criterio ha sido esgrimido en reciente
Jurisprudencia de los Tribunales Contenciosos Tributarios y no
hace sino ratificar lo que muchos asesores hemos sustentado y
que las autoridades del SENIAT reiteradamente rechazaban.

6. Comentarios finales

a) Las empresas con ejercicio menor a doce (12) meses (cam­


bio de ejercicio básicamente) determinarán el IAE siguien­
do el procedimiento explicado previamente, pero el im­
puesto a pagar se calculará en proporción al tiempo de
duración de dicho ejercicio (Art. 13 RLIAE).

b) En los casos de fusión o absorción (múltiples criterios de


tipo mercantil entienden que la absorción es una forma de
fusión y no algo distinto a la fusión, y en consecuencia la
redacción de la norma ha generado críticas) la empresa
subsistente deberá presentar la declaración de IAE dentro
de los tres meses posteriores a la fecha de cierre de activi­
dad y podrá tomar como crédito contra el impuesto sobre
la renta a pagar (atendiendo a las reglas y tiempos dis­
puestos por la LIAE) el IAE que haya pagado la fusiona­
da. (Art. 14 RLIAE).

848
A n t o n io D ugarte L obo

c) Las personas jurídicas que se disuelvan, solo serán contri­


buyentes del IAE hasta el ejercicio anterior a aquel en que
sea verificable la distribución final de bienes. (Art. 15
RLIAE).

Es importante señalar que el RLIAE remite a la revisión,


con carácter supletorio, de las normas tanto de la LISLR como
su Reglamento para la resolución de todos aquellos supuestos
no previstos en su articulado.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Asociación Venezolana de Derecho Tributario (2000) V Jornadas Venezola­
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60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

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Aires: Depalma.
EL ARBITRAJE TRIBUTARIO

C ésar J. H e r n á n d e z B.*

Con ocasión de la última reforma del Código Orgánico Tri­


butario, publicada en la Gaceta Oficial correspondiente al 17 de
Octubre del 2.001, bajo el Capítulo "De los Procedimientos Ju­
diciales", se establece la figura del Arbitraje Tributario, como
medio para dirimir las controversias tributarias a nivel judicial
y cuya implementación nos merece algunas reflexiones.

Como punto de partida traemos a colación la definición que


de la institución del Arbitraje trae el Profesor Francisco Hung
Valiant, en su libro "Reflexiones sobre el Arbitraje en el Sistema
Venezolano", y la cual, copiada a la letra, dice así: "De manera
general la doctrina, es consecuente en conceptualizar el arbitra­
je como aquella institución conforme a la cual dos o mas perso­
nas, en ejercicio de su autonomía de voluntad, acuerdan some­
ter, a uno o varios arbitros, la solución de un conflicto jurídico
determinado sobre materia de la cual tengan libre disposición;
conflicto que de acuerdo a lo que dispongan las partes, puede
ser resuelto conforme a derecho, o conforme a la equidad, obli­
gándose las partes a cumplir con la solución del conflicto acor­
dada por los arbitros, la cual tendrá fuerza ejecutiva una vez
cumplidos los trámites que al efecto dispone la ley". (Subrayado
nuestro).

Ahora bien, el Código Orgánico Tributario consagra el pro­


cedimiento del arbitraje en los términos siguientes:

* Ex Presidente de la Asociación Venezolana de Derecho Tributario

851
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

"Artículo 312. La Administración Tributaria y los contribu­


yentes o responsables, de mutuo acuerdo, podrán someter a ar­
bitraje independiente las disputas actuales surgidas en materias
susceptibles de transacción, de conformidad con lo establecido
en el artículo 305 de este Código.

El arbitraje podrá proponerse y deberá acordarse una vez


interpuesto y admitido el recurso contencioso tributario. Las
partes, de mutuo acuerdo, formalizarán el arbitraje en el mismo
expediente de la causa, debiendo expresar con claridad las cues­
tiones que se someterán al conocimiento de los arbitros. (Subra­
yado nuestro).

Transcrito lo anterior nos llama la atención la redacción de


la norma, cuando condiciona la viabilidad del arbitraje a las
"materias susceptibles de transacción..."; materia ésta sobre la
cual ya se había pronunciado el Dr. Florencio Contreras Quin­
tero, cuando denunció en su libro "Disquisiciones Tributarias",
los vicios que acompañaban a las transacciones Tributarias y
los cuales se pueden resumir en los términos siguientes:

l 2. Estas transacciones quebrantan el principio de la Generali­


dad del impuesto; pues el contribuyente que transige sus obli­
gaciones con el Fisco, para pagar menos impuesto, se sustrae
de la obligación constitucional de pagar el tributo en la can­
tidad exigida por la Ley.

2e. Estas transacciones violan el principio de la Igualdad ante la


Ley, porque son los contribuyentes económicamente podero­
sos, los que obtienen el beneficio de una transacción, para
pagar menos impuesto, estableciéndose una irritante discri­
minación entre los contribuyentes ricos y los contribuyentes
modestos; habida cuenta de su condición social.

3e. Estas transacciones quebrantan el principio de la Igualdad


ante el Impuesto, por cuanto sus beneficiarios no tributan
precisamente de acuerdo con su capacidad económica.

852
C é s a r J. H ern án d ez B.

4° Estas transacciones quebrantan el principio de la Legalidad


Tributaria, por cuanto en su realidad material, se resuelven
en verdaderas exoneraciones del impuesto, no autorizadas
por ninguna ley.

5S. Estas transacciones coliden con el artículo 1713 del Código


Civil, por cuanto no hay recíprocas concesiones, pues el con­
tribuyente no concede nada al Fisco.

6Q. Estas transacciones coliden con el artículo 6° del Código Ci­


vil, según el cual, "No pueden renunciarse ni relajarse por
convenios particulares las leyes en cuya observancia estén
interesados el orden público o las buenas costumbres", sien­
do el caso que la legislación tributaria, como parte del Dere­
cho Público, es de orden público.

7° Y finalmente, como bien asienta el Dr. Contreras Quintero:


"En un Estado de Derecho las controversias tributarias de­
ben ser resueltas por el Poder Judicial, supremo garante de la
recta interpretación y aplicación de las normas tributarias y
de los derechos de los contribuyentes." (Subrayado nuestro).

Expuesto lo anterior, cabe preguntarrnos: ¿Si la transacción


como medio de extinción de la obligación tributaria, está seria­
mente cuestionada; toda vez que la Potestad y la Determina­
ción Tributaria son indisponibles y por ende no susceptibles de
negociación o convenimiento de las partes, cómo pretende
validarse el Arbitraje Tributario en las materias que no son sus­
ceptibles de transacción?.

De otra parte: ¿Si el ejercicio de la función jurisdiccional es


de la reserva del Poder Público, por mandato constitucional,
cómo puede conciliarse esta situación con la creación del Arbi­
traje Tributario, que delega en particulares (Arbitros), la Justi­
cia Tributaria y la Determinación Tributaria, que según la mas
autorizada doctrina, no es disponible, delegable ni negociable?

¿Hasta que punto la Justicia es privatizable, para que el Esta­


do se desprenda de las funciones inherentes a su Soberanía?

853
60 A ños de I m po sic ió n a la R en ta en V en ezu ela

Con base a lo expuesto, creemos que la formulación de estas


interrogantes y la negativa a que conduce su respuesta, vician
de ilegalidad por inconstitucional, a la figura del Arbitraje Tri­
butario, como en el Código Tributario también está viciada la
figura de la Transacción Tributaria.

Expuestas las precedentes consideraciones de fondo, pasa­


mos ahora a formular algunas observaciones de forma, sobre
ciertos artículos del Código Tributario vigente.

En efecto, pauta el artículo 316 del referido Código, lo que se


copia a continuación:

"En todo caso los árbitros deberán ser abogados". Creemos


que el legislador ha debido ir mas allá, al exigir que los árbitros
deberán ser abogados especializados en la materia tributaria,
pues no escapará a la atención del lector, que al no precisar la
especialidad del Abogado, se' corre el riesgo de designar, si bien
a un abogado, pero no a un especialista, cuando la materia ob­
jeto dél arbitraje es de contenido tributario.

Surge también otra interrogante: ¿Podrá el árbitro designa­


do por la Administración Tributaria, ser un abogado al servicio
de esa Administración?.

Vista la redacción abierta del artículo, pareciera que no hay


impedimento, máxime cuando en el artículo 318 se hace alu­
sión a la responsabilidad administrativa del árbitro y la cual
sólo es exigible, de parte de quien ostente la condición de fun­
cionario.

Finalmente, nos merece especial atención la consagración si­


multánea de un recurso de apelación contra el laudo arbitral y
un recurso de nulidad contra el mismo, ambos ante el Tribunal
Supremo de Justicia.

Al efecto, establece el artículo 323 del Código Orgánico Tri­


butario, que las decisiones que dicte el Tribunal Arbitral, "serán

854
C ésa r J. H ern á n d ez B.

apeladas ante el Tribunal Supremo de Justicia", en los casos que


se hubieren dictado sin el acuerdo unánime de los árbitros.

De otra parte, prevé el artículo 324 ejusdem, que "contra el


laudo arbitral procederá el recurso de nulidad, el cual deberá
interponerse pro escrito ante el Tribunal Supremo de Justicia,
dentro de los ocho (8) días hábiles de su publicación por el juez
contencioso tributario".

Se observa que el legislador omitió señalar el lapso para la


apelación, por lo que nos preguntamos si por vía de analogía
deberá aplicarse el lapso de apelación para las sentencias defi­
nitivas dictadas por el Tribunal de la causa, cual es de ocho (8)
días de despacho, después de hecha pública la sentencia o noti­
ficada a las partes, según el caso?.

¿O por vía supletoria, dentro del lapso de cinco (5) días con­
secutivos, conforme a lo previsto en los artículos 197 y 298 del
Código de Procedimiento Civil?.

Y en cuanto a la consagración de dos recursos paralelos, como


son la apelación y el recurso de nulidad sobre el laudo arbitral,
nos preguntamos si acaso el recurso de apelación no pretende
revisar la legalidad del acto administrativo, al igual que el re­
curso de nulidad. ¿Cuál fue la razón de establecer dos recursos
procesales que van dirigidos a impugnar una misma decisión,
cual es el laudo arbitral?.

¿Y si las normas del Código de Procedimiento Civil son apli­


cables por vía supletoria, no resulta mas práctico recurrir a la
figura de los Jueces Asociados para dictar la sentencia definiti­
va, conforme a lo previsto en el artículo 118 y siguientes del
referido Código?.

Son pues estas reflexiones, las que nos han movido a some­
terlas al debate público, en obsequio a los principios de la legali­
dad, la generalidad, la igualdad y la capacidad tributaria.

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Luis José Marcano (1990-1992)
Luis José Marcano (1992-1994)
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Armando Montilia Vareia (1999-2001)
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