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La huella portuguesa en Venezuela (I parte)

La presencia lusa no data de este siglo como muchos piensan sino de varios
atrás, incluso hay registros del siglo XV
Orígenes

Al referirse a la llegada de los portugueses a Venezuela es natural que se piense en la


década de los 50. Sin embargo, de acuerdo a los datos históricos su presencia en
tierras venezolanas data del siglo XV, cuando llegaron como marineros de barcos
españoles y se asentaron en este lugar. Desde ese siglo Portugal era una potencia en
navegación, así que era lógico incluir a marineros lusitanos en las grandes empresas
ultramarinas.

De hecho, en 1498, en el tercer viaje realizado por Cristóbal Colón a las Indias
Occidentales que lo llevó a la Península de Paria, hay registros que señalan la
presencia de varios tripulantes lusitanos en su Armada, quizás algunos de los que
conoció Colón cuando vivió en Madeira y en Lisboa o durante su formación en la
Escuela Náutica de Sagres. Por otra parte, para 1502, cuando llega la expedición de
Alonso de Ojeda, había un piloto portugués de nombre Joao Vizcaíno, que traía varios
marineros de su país.

Los lusos se vieron motivados a emprender una nueva vida en tierras tan lejanas por
tres razones “Primero, por una necesidad de poblar nuevas tierras instigada por los
mismos reyes; segundo, por el deseo de aventurarse en las colonias ibéricas con la
finalidad de allí hacer fortuna; y tercero, para vivir lejos de las terribles persecuciones
que la Inquisición movía en contra de todos aquellos que tuviesen sangre hebrea”,
explica Rainer Sousa, Coordinador de la enseñanza del portugués en Venezuela,
quien investigó varias fuentes como la obra de Ismael de Montañez llamada “Hombres
y mujeres del siglo XVI venezolano”, “Primeras Familias Coloniales de Mérida” de
Picón-Parra y “Caracas, origen y trayectoria de una ciudad” de J. A De Armas Chitty
donde sale publicada la “Relación de los extranjeros portugueses que residen en la
ciudad de Santiago de León y otras de esta provincia de Venezuela”.

500 años pasaron para que se anulara, en un acto de la Asamblea


Nacional de la República Portuguesa, un Edicto que había sido
promulgado por el Rey D. Manuel I de Portugal (5 de diciembre de
1496) ordenando expulsar a los judíos que no querían convertirse al
Cristianismo.
Judíos portugueses

Datos muy interesantes se obtuvieron durante las visitas realizadas por el CORREIO
al Centro de Estudios Sefardíes de Caracas, guiada por su presidente Amram Cohén,
junto al profesor e investigador Néstor Garrido; así como al Museo Sefardí de
Caracas ‘Morris E. Curiel’, cuyo presidente era para ese entonces Abraham Botbol
Hachuel.

El 5 de diciembre de 1496 el Rey D. Manuel I de Portugal publicó un Edicto que


ordenaba expulsar de Portugal a los judíos que no querían convertirse al Cristianismo
y por esa razón un gran número se refugió en Holanda, del cual, muchos años
después, también emigraron rumbo a las Antillas Holandesas, y fue en Curazao
donde se fundó la primera comunidad de judíos portugueses, hecho atribuido a Joao
Ilhao. “500 años más tarde ese Edicto fue anulado en un acto simbólico de la
Asamblea Nacional de la República Portuguesa y se le llamó un “error histórico” a
aquella lamentable decisión” explica Garrido. “Muchos judíos portugueses que se
radicaron en Curazao, luego emigraron a Venezuela, específicamente por la región de
Coro, donde los sefarditas dejaron un gran legado cultural, histórico y social”.

Además, de Coro, la presencia lusa se palpaba en otras ciudades como Valencia,


Trujillo, El Tocuyo, Barquisimeto y Maracaibo, aunque fue Caracas la que albergó a la
mayoría, según el primer censo de extranjeros realizado en 1607.

1502, llega la expedición de Alonso de Ojeda, donde el piloto era un portugués de


nombre Joao Vizcaíno, quien trajo varios marineros de su país.
Siglo XX

Tomás Straka, profesor, escritor y coordinador de las Maestrías en Historia de la


Universidad Católica Andrés Bello, explicó el camino recorrido por las colonias
portuguesas. En los años 20 hubo una significativa emigración hacia Curazao,
atraídos por las oportunidades de trabajo que prometían las refinerías de petróleo y
luego, de allí muchos se trasladaron hacia Venezuela.

Más tarde, ejerció gran influencia la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), cuando
muchos europeos se vieron obligados a abandonar sus países para buscar mejores
condiciones de vida y los gobiernos de esa época en Venezuela tenían una política a
favor de los inmigrantes, que se inició con Eleazar López Contreras y continuó con la
Junta Revolucionaria de Gobierno (1945-1948) y la Junta Militar de Gobierno (1948-
1950).

Por otra parte, una vez acabado el régimen de Salazar regresaron a Portugal, por el
proceso de descolonización, miles de personas que se encontraban en Angola y
Mozambique, hecho que acrecentaba las carencias en el país. La débil economía y
las escasas ofertas laborales contrastaban con este país tropical que ofrecía
oportunidades de prosperar, aunque con mucho tesón. Al llegar, numerosos
inmigrantes lusitanos se dedicaron a la agricultura, al comercio y la distribución de
productos, abrieron restaurantes, así como expendios de alimentos y bebidas.

La política de obras públicas impulsada por Marcos Pérez Jiménez motivó la


llegada de trabajadores especializados para la construcción civil, como maestros
de obra, carpinteros y albañiles.
Miguel Acosta Saignes, fundador de los estudios antropológicos en Venezuela y de la
Escuela de Periodismo de la Universidad Central de Venezuela, dejó extensos
trabajos sobre el tema abordado en este reportaje. En ellos, se apuntaban datos como
la política de obras públicas que Marcos Pérez Jiménez impulsó, lo cual motivó la
llegada de trabajadores especializados para la construcción civil, como maestros de
obra, carpinteros, albañiles, entre otros.

Otro dato interesante es que desde el comienzo el número de madeirenses que llegó
a Venezuela era mayor que el de los continentales (principalmente de Aveiro y
Coimbra), tanto que constituían el 70% de los lusitanos en este país. Para 1950
habitaban 10 mil 954 portugueses que representaban un 8,49% de la población
extranjera. Entre 1955 y 1974 llegaron 75 mil 211 registrados, de los cuales 58,5%
eran de Isla de Madeira.

¿Colonia, comunidad o diáspora portuguesa?

En Venezuela solía llamarse “colonia portuguesa” a los inmigrantes que se


establecían aquí, algunos escritores se refieren a ellos como la “diáspora” y
actualmente la mayoría los agrupan como una “comunidad”.

Para conocer el término adecuado, se recurrió al Diccionario de la


Real Academia de la Lengua Española donde se expresa que el
término “colonia” se relaciona con el “conjunto de personas
procedentes de un territorio que van a otro para establecerse en él”,
“territorio de la nación que lo hizo suyo, y ordinariamente regido por
leyes especiales”, “territorio dominado y administrado por una potencia
extranjera”, “conjunto de los naturales de un país, región o provincia
que habitan en otro territorio”.

Por su parte, la palabra “comunidad” hace referencia al “Conjunto de las personas


de un pueblo, región o nación”, así como a las “naciones unidas por acuerdos
políticos y económicos. Comunidad Europea” y a las “personas vinculadas por
características o intereses comunes”.

Mientras que “diáspora” se refiere a la “Dispersión de grupos humanos que abandonan su


lugar de origen” y aunque generalmente se atribuye a los judíos, de acuerdo al diccionario
puede ser aplicado a todos en general.

CAIXA

Volando alto

Felipe II de España permitió que los portugueses ocuparan ciertos cargos en la


administración pública y fue así como dos lusitanos fueron gobernadores de Mérida y
Cumaná. Además, tal como el CORREIO ha publicado, la ciudad de Guanare fue
fundada por un portugués y esto consta en el acta archivada en Sevilla en el Archivo
General de las Indias, donde Joao Fernandes Leao Pacheco ocupa un lugar
fundamental.

Leao Pacheco nació en 1543, Algarve (Portugal) y murió en 1593 en Mesa de


Cavaca, Portuguesa (Venezuela). Fundó Guanare el 3 de noviembre de 1591 y
nombró dos alcaldes, Domingos de Medeiros y Brás Rodrigues Casco (ambos
portugueses).

En la próxima parte continuará la historia sobre la diáspora portuguesa y las


investigaciones del aragüeño Miguel Acosta Saignes, fundador de los Estudios
Antropológicos en Venezuela y de la Escuela de Periodismo de la Universidad Central
de Venezuela.

En 1498, en el tercer viaje de Cristóbal Colón a las Indias Occidentales que lo llevó a la
Península de Paria, se registraron varios tripulantes lusitanos.

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