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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

DIRECCIÓN GENERAL DE ESCUELAS PREPARATORIAS

UNIDAD ACADÉMICA PREPARATORIA RUIZ CORTINES

FORO PREPARATORIO: XI COLOQUIO NACIONAL DE FORMACIÓN DOCENTE

PONENCIA
Habilidades cognitivas y aprendizaje significativo en el área de historia

Ponentes

Cuauhtémoc Hernando Reyes Soto


Profesor del área de Ciencias Sociales y humanidades
Maestría en Enseñanza de las Ciencias DGEP y doctorando en Educación
Facultad de Ciencias de la Educación FACE-UAS

Enrique Flores Sánchez


Profesor del área de Ciencias Sociales y humanidades
Licenciado en Ciencias de la Educación Centros de Investigaciones y Servicios
Educativos hoy FACE-UAS y maestrante-doctorando en pedagogía en Centro de
Investigación e Innovación Educativa del Noroeste CIIEN

Culiacán, Sinaloa. Junio de 2010

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Introducción
En este trabajo se toma como fuente principal algunos elementos escritos en la tesis de
maestría “Estrategias didácticas y aprendizaje significativo en la enseñanza de la
Historia en la Preparatoria Ruiz Cortines de la UAS”, y complemento de los criterios de
evaluación en la tesis de doctorado “Evaluación de competencias docentes en el
bachillerato universitario de la UAS”, recursos metodológicos que permiten que el
desempeño del profesor fije significativamente el conocimiento que se propone
adquieran los alumnos en una clase de historia. El trabajo tiene como objetivo sugerir
se utilice competencias cognitivas como habilidades de pensamiento como son: noción
de tiempo histórico, empatía ante agentes históricos, razonamiento relativista,
explicación histórica y causalidad, y pensamiento crítico.

HABILIDADES COGNITIVAS Y APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO EN EL ÁREA DE


HISTORIA
La tendencia mundial plantea la profesionalización de los sujetos, en la idea de
desarrollar dentro de la globalización, objetivos económicos, flexibilidad laboral,
demanda competencia de conocimientos, destrezas y habilidades, y una visión del
trabajo controlado por una evaluación del desempeño de competencias.
En este escenario la demanda profesional exige una formación con un perfil de egreso
en competencias productivas con alto rendimiento y creadoras de pensamiento
propositivo y crítico, es decir, se requiere redefinir la sociedad global entrampada en
crisis de valores, económica y en descomposición social. En este contexto se debaten
las competencias docentes.
Profundizar en el tema de las competencias que movilizan habilidades cognitivas
implica revisar algunos problemas metodológicos del análisis histórico, tales como la
falta de competencias para abordar los contenidos con habilidades cognitivas, por lo
que se cuestiona ¿Cuáles son las habilidades cognitivas para realizar análisis histórico
de México? ¿Cuáles el perfil idóneo del profesor de historia para desarrollar análisis
histórico a través de las habilidades de pensamiento? ¿Cuáles son las estrategias
didácticas apropiadas para despertar habilidades del pensamiento en contenidos
históricos? Una consideración a la problemática sugiere complementar a los planes de

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estudio, por lo que el problema general que se plantea es ¿Existe desconocimiento
dentro de los docentes de historia para comprender cuales habilidades o competencias
históricas que generen aprendizaje significativo a los análisis nacionales y regionales?
Se sugiere una complementación a las unidades educacionales que permitan fijar a
través de estrategias de aprendizaje significativo el conocimiento vertido desde las
asignaturas de contenido histórico en el nivel medio superior, la propuesta propiciará
la reestructuración de objetivos educacionales y la propuesta de estrategias de
enseñanza-aprendizaje.

Habilidades del pensamiento como estrategia didáctica


Frida Díaz-Barriga (2003) menciona: “La construcción del conocimiento escolar es un
proceso de elaboración, en el sentido de que el alumno selecciona, organiza y
transforma la información que recibe de muy diversas fuentes, estableciendo
relaciones entre dicha información y sus ideas y conocimientos previos. Aprender un
contenido quiere decir que el alumno le atribuye un significado, construye una
representación mental a través de imágenes o proposiciones verbales, o bien,
elabora una especie de teoría o modelo mental como marco explicativo de dicho
conocimiento, se requiere que los conocimientos sean primeramente significativos,
esto ocurre sólo si el alumno es capaz de relacionar de manera no arbitraria y
sustancial la nueva información con los conocimientos y experiencias previas y
familiares que posee en su estructura de conocimientos, que posea la disposición de
aprender significativamente y que los contenidos de aprendizaje posean significado
potencial o lógico”.
Yves Chevallard (1998) explica la forma cómo se desarrollan los contenidos
científicos. El conocimiento científico disciplinar al ser llevados al terreno de la
didáctica transforma su naturaleza, al didactizarlos se hacen más entendibles, sin
perder la esencia. Para que la enseñanza de un determinado contenido sea
meramente posible, ese contenido debe sufrir ciertas deformaciones, que lo harán
apto para ser enseñado, reelaborándolo para convertirlo en conocimiento escolar.
Una estrategia de aprendizaje, (idem. Díaz-Barriga y Hernández, 2003): “Es un
procedimiento (conjunto de habilidades) que un alumno adquiere y emplea de forma

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intencional como instrumento flexible para aprender significativamente y solucionar
problemas y demandas académicas”. Por otra parte, las estrategias de enseñanza son
“Procedimientos o recursos utilizados por el agente de la enseñanza para promover
aprendizajes significativos. Tanto estrategias de enseñanza como de aprendizaje, se
encuentran involucradas en la promoción de aprendizajes significativos a partir de
contenidos escolares; las primeras se enfatiza la responsabilidad del aprendiz, y las
segundas enfatizan el diseño, programación, elaboración y realización de contenidos a
aprender por la vía oral o escrita”.
Quien se desempeña en el aula debe primeramente tener claro el concepto disciplinar
de historia, la cual represente acontecimientos importantes que no ocurren en los días
normales. Es una ciencia de los hechos pasados sujeta la interpretación (Díaz-Barriga,
2000). La metodología que se utiliza, a diferencia de las ciencias experimentales, en
historia y ciencias sociales ni se realizan experimentos ni se puede aplicar el
aislamiento, manipulación y control de variables, sino que se utilizan estrategias
alternativas de reconstrucción e inferencia de los hechos, mediante la obtención y
prueba de evidencias recuperadas de fuentes primarias y secundarias.
Para el estudiante en el bachillerato según Díaz-Barriga (idem. 2000), “Las matemáticas
y las ciencias, son más útiles que la historia, los estudiantes tienen dificultades para
explicar por qué están aprendiendo historia y para qué les podría servir fuera de la
escuela. De gran importancia resulta que los alumnos perciban la historia como una
ciencia exacta que establece hechos inequívocos, sin percibir que está sujeta a
interpretación, sucediendo que aun con la instrucción recibida, esta concepción se
modifica sólo ligeramente, los alumnos no parecen captar la posibilidad de una
proyección del conocimiento histórico sobre su presente e incluso sobre su futuro.
El abordaje de las ciencias histórico-sociales en la escuela debería contribuir al
perfeccionamiento de las capacidades de aprendizaje significativo, razonamiento y
juicio crítico en el alumno, tendientes a la formación de una visión comprensiva del
mundo. La meta última es la formación de sujetos libres, autónomos y críticos, que
tengan una participación social comprometida. Es indispensable consolidar redes
conceptuales con información significativa e interrelacionada, de manera que una
propuesta didáctica para enseñar historia, requiere analizar los contenidos curriculares

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para integrar las estrategias didácticas de aprendizaje significativo.
Haciendo un seguimiento lógico María Elena Chan (2002), reconoce cinco dimensiones
del aprendizaje. Para el diseño instruccional de un objeto de aprendizaje:
1a. Problematización-Disposición. Remite a la generación de actitudes favorables para
aprender. El estudiante reconoce las necesidades formativas que tiene. Equivale a una
fase de problematización o interrogación sin la cual es difícil que el sujeto pueda iniciar
un proceso de aprendizaje.
En el programa de análisis histórico se propone que el profesor aplique examen
diagnostico, implementa lluvia de ideas para diagnosticar niveles de conocimientos
previos, comente los resultados con los alumnos.
Para enriquecer la propuesta y con habilidades cognitivas se puede explorar la noción
tiempo histórico del estudiante en la idea de conocer como comprende los cambios
históricos, continuidad y duración de los hechos o acciones que se están estudiando.
Como estrategias didácticas utilizar el espacio para representar el tiempo, mediante la
construcción de "líneas de tiempo"; el empleo del pasado próximo del alumno,
estructurando, en niveles paralelos, el tiempo personal, el tiempo familiar, el tiempo
local y el tiempo nacional e internacional; mapas conceptuales (Díaz-Barriga, 1998: 11).
2ª. Adquisición y organización del conocimiento. Contempla las conexiones que los
estudiantes hacen de la información, aquello nuevo que requiere un punto de enlace
con lo ya sabido para significar algo. Así mismo esta integración informativa se hace
con base en una organización, de modo que toda información es acomodada de
acuerdo a determinados esquemas. El estudiante puede aprender a incorporar
información de manera significativa y a organizar esta información de diversas formas
según su naturaleza y los usos que dará a la misma. Cuando se adquiere un
conocimiento el primer paso es pensar en lo que ya se ha aprendido, para después
incorporar el nuevo conocimiento. Posteriormente se procesará la información de tal
manera que la pueda recordar en ocasiones posteriores cuando la necesite. Este
proceso incluye operaciones cognoscitivas tales como unir el conocimiento nuevo con
el viejo, hacer predicciones y verificarlas y proveer la información que no esté explícita,
se pretende construir significados con la información que se presente.

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En el programa de análisis histórico se propone utilizar mapa conceptual, líneas del
tiempo, preguntas convergentes y divergentes al inicio de la clase.
Para enriquecer la propuesta con habilidades de pensamiento se podría utilizar como
estrategia el relativismo cognoscitivo, en la idea de movilizar las competencias
interpretativas y de reconstrucción del pasado, a la vez que comprenda que en la
historia no existe una verdad absoluta y única, algunas actividades que se pueden
utilizar es la organización de los temas que comprende la unidad didáctica, se hace una
recopilación de literatura que aborde el tema y se plantea elaborar un mapa conceptual
o una síntesis que resuma lo más sobresaliente de las lecturas recomendadas.
También se puede utilizar las explicaciones históricas y causalidad, la idea es
comprender la causa y efecto histórica que involucra tanto el establecimiento de esta
relación como la posibilidad de reconstruir y explicar fenómenos históricos y de prever
situaciones a futuro, con la información que ha adquirido de los diferentes autores, el
alumno realiza análisis utilizando las causas y las consecuencias de alguna
problemática y puede estructurar algunas propuestas de solución.
3a. Procesamiento de la información. El aprender implica desarrollar con la información
operaciones mentales tales como, la deducción, la inducción, la comparación, la
clasificación, la abstracción, operaciones todas que constituyen una base de
pensamiento que habilita al sujeto para trabajar con todo tipo de información. Al igual
que las primeras dimensiones, los estudiantes aprenden a problematizar, a adquirir, a
organizar y a procesar paralelamente a la apropiación informativa que realizan, pero
estas dimensiones como andamiaje de todo tipo de aprendizajes futuros son la parte
más duradera, el basamento del aprender. Las operaciones mentales se utilizan para
ayudar al estudiante a desarrollar sus conocimientos y habilidades, para reconvertirlas,
extendiéndolas y refinándolas, dando origen a nuevas formas de aprendizaje.
En el programa de análisis histórico se propone la exposición magistral y el trabajo
colaborativo con cuadros sinópticos, líneas de tiempo y mapas conceptuales.
Una habilidad cognitiva de gran apoyo sería el pensamiento crítico, para profundizar en
la reflexión de problemas de importancia para la realidad del alumno (Díaz-Barriga,
2001). Se puede emplear el cuestionamiento y la escritura crítica, el aprendizaje
cooperativo, la enseñanza basada en solución de problemas y análisis de casos, la

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evaluación de la credibilidad de las fuentes de información, el análisis estratégico de la
argumentación, el desarrollo de habilidades metacognoscitivas, la resolución de dilemas
éticos o las simulaciones estadísticas.
4a. Aplicación de la información. El ciclo del aprendizaje se consolida en la medida que
la información se pone en juego para tratar con problemas reales o posibles. Hacer
prácticas, operar los conceptos, investigar, planear el proyecto, resolver el problema y
estudiar casos, entre otros ejercicios, nos permiten utilizar los conocimientos adquiridos
de manera significativa. Para el significado de aprendizajes se requieren tareas
multidimensionales, son tareas que involucran una variedad de pensamientos. Por
ejemplo podrían incluir clasificación, inducción, abstracción y apoyo.
El programa propone utilizar periódicos murales, cuadros comparativos, el debate para
aplicar las conclusiones que han obtenido durante el proceso.
Se puede abordar desde la perspectiva de la empatía histórica. La idea es entrar en un
dialogo con los personajes históricos empatizando y relacionar paralelamente
acontecimientos del pasado con las experiencias vividas, imaginándose frente al
personaje y cuestionándolo. En el aula se puede conducir dramatizaciones para
presentar a determinados personajes históricos, la lectura de textos literarios y
biográficos, o el análisis crítico de documentos y películas históricas.
5a.Conciencia del proceso de aprendizaje-Auto evaluación. El sujeto hace conciencia
de la forma como aprende, de los pasos que sigue, que controla cada dimensión y se
da cuenta del trayecto de la información, las operaciones y usos de la misma, consigue
un método para aprender y con ello su formación puede darse autogestivamente.
En el programa de estudio se marca la evaluación diagnostica, formativa y sumativa
contemplando la carpeta de evidencias, las listas de cotejo, rubricas y controles.
Es necesario generar un ambiente para que el alumno reflexione sobre su desempeño
durante el curso o la unidad didáctica, lo cual se puede desarrollar desde el
pensamiento crítico, para que comprenda y se autoevalúe concientemente el proceso y
sus productos, lo que implica, saber escuchar y debatir, el autoconocimiento, el respeto
y la tolerancia ante posturas diferentes a la propia, además de la asertividad en la
comunicación y la capacidad de colaborar en equipo, entre otras.

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Habilidades de pensamiento de un profesor de historia.
La reforma integral del nivel medio superior (Subsecretaria de EMS, 2008) propone el
dominio de ocho competencias docentes, las que al alinearse a las competencias
genéricas, de ciencias sociales y de filosofía se configura el perfil del docente de
historia de la siguiente manera:
Valoral y actitudinalmente que el docente de historia domine la competencia docente 1:
Organiza su formación continua a lo largo de su trayectoria profesional. La cual está
alineada a la competencia genérica: aprende por iniciativa e interés propio a lo largo de
su vida, es decir, articula saberes de diversos campos y establece relaciones entre ellos
y su vida cotidiana. Alineada también a las competencias de ciencias sociales-históricas
que: Identifique el conocimiento social y humanista como una construcción en constante
evolución. Discute la relación entre las dimensiones políticas, económicas, culturales y
geográficas de un acontecimiento. Analiza el dinamismo de los procesos de cambio y
continuidad a partir de la interpretación de hechos históricos. Evalúa las relaciones y
procesos de migración, desarrollo económico, científico y tecnológico como factores de
transformación social y cultural.
Cognitiva y procedimentalmente que el docente domine la competencia 2. Domina y
estructura los saberes para facilitar experiencias de aprendizaje significativo; también la
competencia 3. Planifica los procesos de enseñanza y de aprendizaje atendiendo al
enfoque por competencias, y los ubica en contextos disciplinares, curriculares y
sociales amplios. La competencia 4. Lleva a la práctica procesos de enseñanza y de
aprendizaje de manera efectiva, creativa e innovadora a su contexto institucional, la
cual se alinea a la competencia genérica en la que el docente de historia sustenta una
postura personal sobre temas de interés y relevancia general, considerando otros
puntos de vista de manera crítica, es decir, elige fuentes de información más relevantes
para un propósito específico y discrimina entre ellas acorde a su relevancia y
confiabilidad; reconoce sus prejuicios, modifica sus puntos de vista al conocer nuevas
evidencias, e integra nuevos conocimientos y perspectivas a su acervo; alineada a la
competencia histórico-social establece la relación entre las dimensiones políticas,
económicas, culturales y geográficas de un acontecimiento.

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En la misma dimensión la competencia 5: Evalúa los procesos de enseñanza y de
aprendizaje con un enfoque formativo; está alineada a la competencia de filosofía:
escucha los juicios de los otros de una manera respetuosa. Identifica los supuestos de
los argumentos con los que se le trata de convencer y analiza la confiabilidad de las
fuentes de manera crítica y justificada.
Emocional-afectivamente el docente domine la competencia 6: Construye ambientes
para el aprendizaje autónomo y colaborativo, para lo que se requiere trabajar.
Alineándose a la competencia genérica: Mantiene una actitud respetuosa hacia la
interculturalidad y diversidad de creencias, valores, ideas y prácticas sociales, es decir,
reconoce que la diversidad tiene lugar en un espacio democrático de igualdad, dignidad
y derechos las personas, y rechaza toda forma de discriminación; asume el respeto a
las diferencias como principio de integración y convivencia en los contextos local,
nacional e internacional; atributos que coinciden con las competencias de ciencias
sociales-históricas: valora las diferencias sociales, políticas, económicas, étnicas,
culturales y de género y las desigualdades que inducen; participa como agente social
del cambio a través de la valoración de las diferencias sociales, políticas, económicas,
étnicas, culturales y de género; además con las competencias de filosofías: analiza de
manera reflexiva y crítica las manifestaciones artísticas a partir de consideraciones
históricas y filosóficas para reconocerlas como parte del patrimonio cultural, su defensa
y preservación; sustenta juicios de valores éticos en los distintos ámbitos de la vida;
asume responsablemente la relación que tiene consigo mismo, con los otros y con el
entorno natural y sociocultural, mostrando una actitud de respeto y tolerancia.
Valoral y actitudinalmente domine la competencia 7: Contribuye a la generación de un
ambiente que facilite el desarrollo sano e integral de los estudiantes, la cual coincide
con las competencias genéricas que: Participe con una conciencia cívica y ética en la
vida de su comunidad, región, México y el mundo, es decir, privilegia el diálogo como
mecanismo para la solución de conflictos; toma decisiones a fin de contribuir a la
equidad, bienestar y desarrollo democrático de la sociedad; actúa de manera
propositiva frente a fenómenos de la sociedad y se mantiene informado; advierte que
los fenómenos que se desarrollan en los ámbitos local, nacional e internacional ocurren
dentro de un contexto global interdependiente. Ésta se alinea a las competencias de

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ciencias sociales-históricas: Compara las características democráticas y autoritarias de
diversos sistemas sociopolíticos. Identifica las funciones de las distintas instituciones
del estado mexicano y la manera en que impactan su vida. Además se alinea a la
competencia de filosofía: valora los fundamentos en los que se sustentan los derechos
humanos y los practica de manera crítica en la vida cotidiana.
La competencia 8: Participa en los proyectos de mejora continua de su escuela y apoya
la gestión institucional. Alineándose a la competencia de ciencias social-históricas:
interviene en el cuidado y preservación del patrimonio natural y cultural.

Habilidades del pensamiento en contenidos históricos


Se muestra que las habilidades cognoscitivas, como estrategia didácticas son
esenciales en el aprendizaje significativo, específicamente las que involucran
habilidades y destrezas del pensamiento como: noción de tiempo histórico, empatía
ante agentes históricos, razonamiento relativista, explicación histórica y causalidad, y
pensamiento crítico (op. cit. Díaz-Barriga, 1998):
Noción tiempo histórico. Desde la didáctica el tiempo histórico tiene una importancia
como estructurador del currículo en donde se finca el contenido del mismo. “Podríamos
decir que el tiempo histórico consiste en un sistema complejo y comprensivo,
compuesto de diversos subsistemas cuya relación es variable. Entre los factores
involucrados en dicha comprensión, surge en primera instancia la noción de tiempo
histórico. El cambio histórico se opera dentro del contexto del tiempo histórico, e implica
el establecimiento de una secuencia cronológica espacio-temporal. La comprensión del
tiempo histórico involucra nociones como cambio, continuidad y duración de los hechos
o acciones bajo estudio” (Carretero, 1989).
A partir de los hallazgos de Piaget en los años cuarenta, quien encuentra que
evolutivamente la noción de espacio se construye antes que la de tiempo, algunos
autores (Luc, 1981; Pluckrose, 1993) proponen como estrategia didáctica utilizar el
espacio para representar el tiempo, mediante la construcción de "líneas de tiempo".
Otra estrategia propuesta es el empleo del pasado próximo del alumno como punto de
partida y referente básico en la construcción de esta noción. Partiendo de hechos
significativos de la vida del estudiante, se puede ayudar a estructurar, en niveles

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paralelos, el tiempo personal, el tiempo familiar, el tiempo local y el tiempo nacional e
internacional. Emplear mapas conceptuales es un excelente recurso didáctico para el
aprendizaje de contenidos históricos, ya que abarcan tanto categorías temporales como
la explicación misma de hechos y conceptos. No obstante, en todos los casos se
requiere que el profesor enseñe a los alumnos a "leer" y emplear constructivamente (o
incluso elaborar por sí mismos) dichos apoyos, que pueden ser tanto un recurso de
enseñanza como de evaluación (Díaz-Barriga, op. cit., 2001: 13).
La empatía histórica. Es una habilidad a la par cognoscitiva y afectiva, está relacionada
con la posibilidad de entender (no necesariamente de compartir o avalar) las acciones
de los hombres en el pasado, desde la perspectiva de ese pasado. La comprensión
empática de los agentes históricos del pasado se puede favorecer mediante actividades
intelectuales que involucren la analogía entre los hechos pasados y nuestra
experiencia, y la imaginar actividades del tipo "supón que tú fueras...", sin descuidar la
necesaria instrucción conceptual para comprender los hechos y el contexto histórico,
actividades como la conducción de dramatizaciones en el aula para representar a
determinados personajes históricos, la lectura de textos literarios y biográficos, o el
análisis crítico de documentos y películas históricas, son opciones didácticas que
apoyan la noción de empatía histórica y además suelen motivador a los alumnos.
El relativismo cognoscitivo. Es otra característica esencial del conocimiento histórico,
que se vincula a su cualidad de conocimiento interpretativo y de reconstrucción del
pasado. Implica tanto la capacidad del alumno de comprender que en la historia no
existe una verdad absoluta y única, como la posibilidad de contrastar informaciones
contradictorias sobre un mismo acontecimiento histórico. Actividades que facilitan esta
habilidad pueden ser la lectura de textos que interpretan un mismo hecho histórico
desde diferentes perspectivas o posturas historiográficas, acompañadas de un debate
sobre dichas posturas, o la realización de ensayos, relatos y dramatizaciones sobre los
puntos de vista alternativos (op. Cit Díaz-Barriga, 1998).
Explicaciones históricas y causalidad. “Las explicaciones históricas, establecen un
modelo explicativo de las acciones humanas (Carretero, 1997). La explicación de
hechos históricos supone tener en cuenta la ocurrencia de uno o más acontecimientos
previos, los cuales pueden ser considerados como ‘causas contribuyentes’. La

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comprensión de la causalidad histórica involucra tanto el establecimiento de relaciones
causa-efecto como la posibilidad de reconstruir y explicar fenómenos históricos y de
prever situaciones a futuro. En las explicaciones causales sobre contenidos históricos
se busca establecer modelos explicativos de las acciones humanas, donde pueden
existir regularidades, con una visión ideográfica”.
El pensamiento crítico. Involucra habilidades como deducción, categorización, emisión
de juicios, etc., cognoscitivas, valor-afectivas y de interacción social, que no puede
reducirse a la simple suma o interacción de habilidades puntuales aisladas de contexto
y contenido, se requiere un tratamiento didáctico en profundidad, prolongado, vinculado
a los contenidos curricular histórico-social, al servicio de la “indagación reflexiva en
problemas con significado para el individuo. Son metodologías efectivas para fomentar
el pensamiento crítico de los estudiantes: el empleo del cuestionamiento y escritura
crítica, aprendizaje cooperativo, enseñanza sobre solución de problemas y análisis de
casos, evaluación de la credibilidad de las fuentes de información, análisis estratégico
de la argumentación, desarrollo de habilidades metacognoscitivas, resolución de
dilemas éticos o simulaciones estadísticas” (op. Cit. Díaz-Barriga, 1998).
El desarrollo de habilidades de pensamiento crítico, se centra en la comprensión y
evaluación de argumentos, y considera tanto procesos como productos cognoscitivos.
Fomenta diversas habilidades sociales: saber escuchar y debatir, el autoconocimiento,
el respeto y la tolerancia ante posturas diferentes a la propia, además de la asertividad
en la comunicación y la capacidad de colaborar en equipo, entre otras.

Conclusión
Los docentes de historia no alcanzan a comprender cuales habilidades movilizan
competencias de contenidos históricos que generen aprendizaje significativo al realizar
análisis histórico, aun cuando han recibido una formación en competencias y recibido
cursos de estrategias docentes de aprendizaje significativo, adolecen del trabajo
colaborativo que propagaría las habilidades de pensamiento para crear mejores
estrategias de enseñanza-aprendizaje.
Se puede utilizar como estrategias didácticas el espacio para representar el tiempo
como la construcción de "líneas de tiempo"; el empleo del pasado próximo del alumno;

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mapas conceptuales. Las explicaciones históricas y causalidad, la idea es comprender
la causa y efecto histórica que involucra tanto el establecimiento de esta relación como
la posibilidad de reconstruir y explicar fenómenos históricos y de prever situaciones a
futuro, con la información que ha adquirido de los diferentes autores, el alumno realiza
análisis utilizando las causas y las consecuencias de alguna problemática y puede
estructurar algunas propuestas de solución.
El cuestionamiento y la escritura crítica, el aprendizaje cooperativo, la enseñanza
basada en solución de problemas y análisis de casos, la evaluación de la credibilidad
de las fuentes de información, el análisis estratégico de la argumentación, el desarrollo
de habilidades metacognoscitivas, la resolución de dilemas éticos o las simulaciones
estadísticas. Entrar en un dialogo con los personajes históricos empatizando y
relacionar paralelamente acontecimientos del pasado con las experiencias vividas,
imaginándose frente al personaje y cuestionándolo. El pensamiento crítico implica
concientizarse del aprendizaje saber escuchar y debatir, el autoconocimiento, el respeto
y la tolerancia ante posturas diferentes a la propia, además de la asertividad en la
comunicación y la capacidad de colaborar en equipo, entre otras.
El perfil idóneo del profesor de historia para desarrollar habilidades de pensamiento
debe tomar en cuenta una visión comunidades de dialogo, con apego a trabajo
colaborativo e interdisciplinar, donde quede demostrado el perfil del docente que
domine las dimensiones cognitivo-procedimental, valoral-actitudinal y emocional-
afectivo del formado con el conocimiento de las competencias docentes, genéricas y
disciplinares, específicamente en el área de la disciplina histórica.
La utilización de habilidades del pensamiento como estrategias didácticas genera
aprendizajes significativos, y de estas estrategias necesitan las asignaturas histórico-
sociales, ya que el trabajo cooperativo, noción de tiempo histórico, empatía ante
agentes históricos, razonamiento relativista, explicación histórica y causalidad, y
pensamiento crítico propician el enriquecimiento, la comunicación, construcción y una
nueva visión entre los sujetos educativos.
El modelo en competencias debe asumirse críticamente, su desempeño por los
docentes en el bachillerato permitirá atender la diversa y compleja problemática,
presente y futura, suscitada durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.

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Bibliografía

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