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UNIDAD III

La era del mundo bipolar y su impacto en el tercer mundo. De 1945 – hasta la década de los ochenta.

PROPÓSITO:

El alumno comprenderá las características del mudo bipolar, expresadas en la conformación y


confrontación de los bloques capitalistas y socialistas, y en los procesos de descolonización y
revolución en distintas regiones del mundo, para entender las contradicciones y transformaciones
del periodo.

PRINCIPALES CONFLICTOS DE LA GUERRA FRIA.

Identificaras los principales conflictos – tipo de la guerra fría relacionándolos con la participación de
los Estados Unidos y la URSS en su proyecto de defender y extender sus áreas de influencia
ideológico -política y económica en distintas regiones del mundo.

INTRODUCCIÓN

Introducción
Durante la fase final de la Segunda Guerra Mundial, propiamente en las Conferencias de Yalta
y de Postdam (febrero y julio-agosto de 1945), se genera el desgaste de la alianza de los
Estados Unidos y la URSS, pues, aunque se aprobó el establecimiento de un nuevo orden
mundial existe el interés de mantener los territorios ocupados por sus ejércitos. La
determinación de consolidar áreas de influencia en Europa y en el mundo, ponen fin a la
alianza bélica tras la derrota de las potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón).

Al configurarse un nuevo orden geopolítico en Europa tras la implantación del Telón de Acero
o la Cortina de Hierro denunciado por Winston Churchill (1946) y la repartición interaliada de
Alemania, el continente adquiere la fisonomía de la bipolaridad dando origen a un proceso
histórico en el que los Estados Unidos y la URSS se disputan la supremacía mundial a través
de la carrera armamentista y espacial, y de la extensión de sus áreas de influencia en Asia,
África y América Latina: la Guerra Fría.
La Guerra Fría se caracteriza como un estado de tensión militar e ideológico permanente, de
enfrentamientos indirectos entre las dos “superpotencias” en las que ciertos países se alinean
y se organizan en un sistema de bloques, adoptando el régimen capitalista o comunista
suscribiendo alianzas militares y acuerdos económicos (la OTAN, el Pacto de Varsovia, Plan
Marshall, CAME).
Durante el proceso de descolonización la influencia capitalista y comunista se propaga, de tal
forma que en la Guerra Fría son involucrados nuevos espacios geográficos en el que el
financiamiento, la asesoría y la intervención militar de las potencias tienen la finalidad de
apoyar a las facciones políticas locales que se disputan el poder y manifiestan su adhesión a
alguna de las ”superpotencias”, como ocurrió en Corea, Vietnam y Cuba, o bien en un conflicto
nacionalista entre judíos y árabes con la creación del Estado de Israel en el Medio Oriente.

Con este material identificarás los principales conflictos-tipo de la Guerra


Fría relacionándolos con la participación de los Estados Unidos y la URSS
en su proyecto de defender y extender sus áreas de influencia ideológico-
política y económica en distintas regiones del mundo.
CRISIS DE BERLÍN

Antecedentes: Crisis de Berlín


Las potencias aliadas – Estados Unidos, URSS y Gran Bretaña- concertaron en la
Conferencia de Yalta (4-11 de febrero de 1945), como condición para garantizar la futura paz y
la seguridad: el desarme, la desmilitarización y desnazificación, la partición de Alemania en
cuatro zonas (una para cada aliado y otra destinada a Francia), y la democratización en el
país; lo que involucraba tener en cuenta la restitución de las libertades civiles, garantizar la
legalidad de los partidos políticos y sindicatos, y la celebración de elecciones locales y
generales.
Estos acuerdos se ratificaron en la Conferencia de Postdam (17 de julio y el 2 de agosto de
1945) al mismo tiempo que se aprobaba que la ciudad de Berlín también se dividiera en cuatro
zonas de ocupación por las potencias antes referidas.
Con la victoria de los aliados sobre la Alemania nazi se puso fin a la existencia del gobierno
central. Las cuatro potencias convinieron en establecer un gobierno militar en cada zona –
estadounidense en el sudoeste, británica en el noroeste, francesa en el oeste y soviética al
este-, y una autoridad suprema interaliada a través del Consejo Aliado de Control integrado
por los comandantes de las cuatro zonas de ocupación del territorio alemán.
A su vez, a Berlín, ubicada dentro de la zona de ocupación soviética en el territorio alemán –
aproximadamente a 160 km de la frontera de ocupación occidental-, se le otorgó un status
especial al considerarla como una zona internacional. La ciudad también se dividió en cuatro
zonas de ocupación: Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos ocuparon el oeste, y la Unión
Soviética se reservó el este.
De igual forma, en Berlín se estableció un gobierno militar conjunto integrado por los cuatro
comandantes representativos de cada potencia (la Kommandatura).
La ruptura de la Gran Alianza entre las potencias occidentales y la URSS se generó durante la
denominada crisis de Berlín (24 de junio de 1948- 12 de mayo de 1949), la cual representa la
primera manifestación de la Guerra Fría. El colapso de la coalición aliada se acelera cuando
los Estados Unidos impulsan su proyecto de unidad económica para Alemania ante el
desacuerdo soviético y francés, de tal manera que, para impulsar el plan, las zonas
estadounidense y británica se fusionan en una bizona económica-administrativa (Territorio
Económico Unido, 1947), y poco tiempo después en una trizona con la incorporación de la
zona francesa.
Al año siguiente la Unión Soviética se retiró del Consejo Aliado de Control (marzo de 1948), en
tanto los funcionarios estadounidenses y británicos decretaron una reforma monetaria
consistente en sustituir el Reichsmark por el Deutchsmark en Alemania occidental y en el
occidente de Berlín (24 de junio de 1948), sin informar a los soviéticos que días antes habían
abandonado la Kommandatura.
El propósito de la reforma era introducir la ayuda del plan Marshall y arrebatarles a los
soviéticos el control económico y político del Este de Berlín. Sin duda, el marco alemán
(Deutchsmark) representaba un peligro para los soviéticos en detrimento de sus intereses, ya
que las potencias occidentales auguraban que la nueva moneda terminaría por convertirse en
predominante en todo el territorio.
En respuesta, los soviéticos emplearon sellos especiales a las monedas de curso legal en su
zona de ocupación (el marco oriental, los Reichsmark y Retenmark) para evitar la entrada de
billetes impresos desde el oeste, y determinaron aplicar el bloqueo de todas las carreteras,
ferrocarriles y canales principales que comunicaban con el occidente de Berlín. Asimismo, el
Oeste de Berlín fue privado de electricidad, carbón, gasolina y el suministro de alimentos.
La división definitiva del Gran Berlín ocurrió en septiembre del mismo año. Los comunistas (el
Partido Socialista Unificado de Alemania, SED) atacaron al Ayuntamiento de la ciudad
obligando a los representantes electos democráticamente a trasladar su sede a Berlín-Oeste
en el antiguo Ayuntamiento de Schneberg para instaurar un nuevo Ayuntamiento con una
Asamblea dominada totalmente por ellos (Putsch de Berlín, 30 de septiembre). La doble
municipalidad segmentaba la antigua capital del Reich, pero Berlín occidental tenía un status
simbólico: representaba el emblema del Oeste democrático dentro del Este comunista tiránico.
A consecuencia de ello, las potencias occidentales pusieron en marcha el abasto de víveres a
Berlín occidental a través del denominado puente aéreo con la implementación de las
operaciones “Vittles” (estadounidense) y “Plainfare” (británica). Éstas resultaron difíciles
inicialmente, pero con el tiempo se hicieron cada vez más eficientes, el número de vuelos de
los aviones de carga (DC-3 Dakotas) aumentaron considerablemente desde Franckfurt y
Wesbaden (oeste), y de Hamburgo y Lübeck (norte), realizando decenas de viajes diarios día y
noche con destino a los puertos Gatow y Tempelholf, bases aéreas ubicadas en los sectores
británico y estadounidense. Las aeronaves transportaban toneladas de víveres, carbón,
gasolina, harina, patatas, suministros médicos y otros productos para atender las necesidades
de aproximadamente 2.5 millones de berlineses sitiados.

El problema de la crisis de Berlín se canalizó al Consejo de Seguridad de la ONU, que tras


varios meses de debate y difícil negociación entre Jacob Malik (URSS) y Philip Jessup
(Estados Unidos), logró que pactaran el fin al bloqueo de Berlín; este acuerdo se firmó en
Nueva York (4 de mayo de 1949) e implicó la supresión de todas las limitaciones al comercio,
al transporte y al tráfico entre Berlín y las zonas occidentales de Alemania.
La división de Alemania se sentenció cuando los aliados reconocieron la independencia de la
República Federal Alemana (21 de septiembre de 1949, Estado soberano 5 de mayo de
1955), nación instituida en la órbita del sistema liberal-democrático-capitalista. Las potencias
occidentales encabezadas por los Estados Unidos promovieron su rearme y su ingreso a la
Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN). La zona de Berlín occidental toma
parte activa en la vida política y económica de la República Federal Alemana.
Por su parte, los soviéticos respaldaron la creación de la República Democrática Alemana (11
de octubre de 1949, Estado soberano 25 de marzo de 1954) siguiendo el modelo de las
“democracias populares”, aprobando también su rearme y declarando a Berlín oriental como
su capital.
La partición de Alemania, territorio ubicado en el centro de Europa, representa la división
bipolar del mundo que ante el antagonismo ideológico y económico de las dos superpotencias
– Estados Unidos y la URSS-, desencadenó el inicio del proceso histórico conocido como
Guerra Fría.
GUERRA DE COREA
La península de Corea se convirtió en colonia japonesa desde la primera década del siglo XX,
y fue a partir de entonces que Japón trató de aniquilar todo intento de aspiración nacionalista y
de autonomía política. Se buscó imponer el idioma japonés en las escuelas de modo que se
prohibió a los coreanos comunicarse en su lengua nativa, en pocas palabras, los japoneses
pretendieron acabar con las costumbres y la cultura coreana para implantar la suya a través
de un férreo control militar.
En la Conferencia de El Cairo (1° de diciembre de 1943), los Estados Unidos, Gran Bretaña y
China se comprometen a restaurar la autonomía de Corea. La rendición japonesa ante las
tropas soviéticas en el norte y el ejército estadounidense en el sur (agosto y septiembre de
1945 respectivamente), abría la posibilidad, a través de una consulta con las organizaciones
sociales y los partidos democráticos existentes, del establecimiento de un gobierno provisional
representativo de toda la península para conquistar su independencia.
La decisión de este propósito político quedó en manos de los ministros de asuntos extranjeros
de Estados Unidos, la URSS, Gran Bretaña y China reunidos en Moscú (diciembre de 1945).
Sin embargo, las posiciones discordantes entre soviéticos y estadounidenses orillaron a que el
asunto de Corea fuera llevado a la Asamblea General de la ONU para mediar y promover
elecciones libres con el afán de unificar al país sin éxito alguno, debido a la oposición soviética
de negar el acceso a los representantes del organismo mundial (noviembre de 1947).
Desde entonces el paralelo 38° se erige como frontera entre las dos zonas de ocupación. Es
importante subrayar que en este periodo las superpotencias desencadenan, al interior de cada
zona, fuerzas políticas e instalan instituciones que obstaculizan la unidad política y territorial,
alimentan el antagonismo al formar parte de su área de influencia, capitalista o comunista.
Bajo la anuencia de los Estados Unidos y la supervisión de la ONU, se celebran elecciones
generales en la zona sur (10 de mayo de 1948). De esta forma la Asamblea Nacional
Constituyente promulga una Constitución que avala un régimen presidencial con amplias
facultades. Asume la presidencia de la república el viejo nacionalista Sygman Rhee –en 1919
se había investido de presidente del Gobierno Provisional de Corea-, quien proclama la
República de Corea del Sur, con capital en Seúl (15 de agosto de 1948), y cuyo gobierno es
reconocido como el único legal de Corea por parte de la Asamblea General de la ONU; éste
contó, además, con el respaldo del gobierno de los Estados Unidos.
Sygman Rhee instaura un gobierno militar que mantiene estrecha relación con la burocracia y
la policía adiestradas durante la ocupación japonesa, es decir, mostraron un servilismo pro-
colonialista. La estructura social y la tenencia de la propiedad casi se mantuvieron intactas.
En la zona norte, desde el arribo de las fuerzas soviéticas, se organizan comités populares
que reemplazan a los órganos de administración japonesa hasta transitar hacia una
confederación bajo el control de la Unión Soviética.
Seguidamente, se funda la Oficina Administrativa de las Cinco Provincias con sede en
Pyongyang (octubre de 1945) y se instituye el Partido de los Trabajadores de Corea del Norte
(julio de 1946) liderado por Kim Il-sung que había comandado el Ejército Revolucionario del
Pueblo Coreano en la lucha contra los japoneses en la frontera entre China y Corea.
También se efectuaron elecciones generales para nombrar a los miembros de los comités
provinciales y municipales, y de esta forma establecer la Asamblea Popular Norcoreana que
tendría la facultad de designar un Comité Constitucional Provisional encargado de elaborar un
borrador constitucional, el cual se aprobó con el título de “Constitución de la República
Popular” (28 de abril de 1948).
El territorio del norte era el menos poblado. Pero en contraste con el sur disponía de recursos
mineros, energéticos e hidráulicos, y contaba con industrias y una agricultura redituable. El
gobierno aplicó una reforma agraria que benefició a los campesinos y trastocó los bienes de
los terratenientes.
Oficialmente la Asamblea Popular Suprema proclama la República Democrática del Corea del
Norte con capital en Pyongyang, asumiendo la presidencia Kim Il-sung (9 de septiembre de
1948). Recibió el reconocimiento del gobierno soviético.
La península coreana sería uno de los escenarios de la guerra fría situada en un espacio
geográfico propicio para la irradiación comunista proveniente de China y de la URSS, y de la
política de contención de los Estados Unidos para dispersar el efecto dominó en el Este
asiático. Sygman Rhee y Kim Il-sung reclamaban el derecho de gobernar todo el país.
Corea del Norte, aprovisionada de armamento soviético, tomó la iniciativa al invadir Corea del
Sur (25 de junio de 1950). El Consejo de Seguridad de la ONU condena la irrupción norcoreana,
y ante la ausencia de la URSS en protesta por la representación de la China nacionalista en el
máximo organismo pacifista en lugar de la República Popular China, autoriza a los Estados
Unidos comandar una fuerza internacional integrada por tropas de Australia, Gran Bretaña,
Canadá, Nueva Zelanda, China Nacionalista, Francia, Holanda, Colombia, Grecia, Turquía,
Panamá, Filipinas y Tailandia para apoyar a Corea del Sur. El general Douglas MacArthur dirige
el mando unificado de las fuerzas de la ONU, y dispone de las tropas estadounidenses
asentadas en Japón y en Taiwán (China Nacionalista) para desembarcar en las costas de Corea
del sur. En septiembre de 1950 el territorio queda despejado de comunistas.
Desde la perspectiva del presidente estadounidense Harry S. Truman la invasión norcoreana
era un plan soviético para extender el comunismo, y la mejor estrategia para su contención era
impulsar una contraofensiva. En octubre de 1950 las tropas bajo la bandera de la ONU -
mayoritariamente estadounidenses-, cruzaron el paralelo 38° logrando apoderarse de
Pyongyang, ejerciendo el control de dos tercios de Corea del Norte hasta las inmediaciones
del río Yalú en la frontera con la China comunista. Tal situación, según los dirigentes
comunistas chinos, representaba una amenaza para la integridad territorial ante un posible
ataque de los Estados Unidos con el apoyo de los nacionalistas chinos refugiados en Taiwán,
por lo que esta nación decide intervenir en la guerra con un ejército masivo expulsando de
norcorea al ejército multinacional, franqueando el paralelo 38° y culminando con el asalto de
Seúl (enero de 1951).
Douglas MacArthur exhorta a Truman a llevar a cabo el bombardeo atómico sobre China,
solicitud que no es aceptada ante el peligro de desatar un conflicto mundial. MacArthur fue
destituido relevándolo el general Matthew Bunker Ridgway quien logra desalojar a los
comunistas de Corea del Sur (junio de 1951) estabilizando el frente y fortificando el paralelo
limítrofe de las zonas norte y sur del territorio. Después de ataques y contrataques entre los
bandos se celebraron una serie de negociaciones que culminan el 27 de julio de 1953 con la
firma del armisticio de Panmunjon, lo que en la práctica consagra la división de Corea en dos
estados separados por el paralelo 38°.

GUERRA DE VIETNAM
Resultado de la Conferencia de Ginebra (21 de julio de 1954), se determina concluir con la
hegemonía francesa en la península originando transformaciones en este espacio geográfico.
Se reafirma la independencia de Laos y Camboya, y en el caso de Vietnam, ante las diferencias
y conflictos internos, se establece un convenio de armisticio o tregua para la suspensión de las
hostilidades.
De esta forma, se crean de manera provisional dos Estados, Vietnam del Norte (bajo el
liderazgo de Ho Chi Minh) y Vietnam del Sur (dirigida por el emperador Bao Dai), separados
por el paralelo 17°, quedando la franja del territorio bajo la custodia de una comisión
internacional conformada por India, Canadá y Polonia. Asimismo, se acordó la celebración de
elecciones libres en las dos zonas en julio de 1956 bajo la supervisión de una comitiva
internacional con los objetivos de constituir un gobierno único y reunificar los territorios de la
parte norte y sur de Vietnam.
Sin embargo, en la parte sur la figura del católico Ngo Dinh Diem comenzó a tener mayor
presencia política a partir del respaldo de la oligarquía latifundista y del apoyo de la
Organización del Tratado del Sudeste Asiático (SEATO, constituida por Australia, Francia,
Estados Unidos Nueva Zelanda, Pakistán, Filipinas, Tailandia, y la Gran Bretaña), y en
especial el de los Estados Unidos, para proteger de manera colectiva la región del sudeste
asiático del comunismo de la URSS y China.
En octubre de 1955 se celebra un referéndum que destituye al emperador Bao Dai y reconoce
como presidente de la república a Ngo Dinh Diem que había ejercido el cargo de primer
ministro. No sólo se restablece el orden interno al quedar sojuzgadas las facciones insurrectas
de los Cao Daístas, Hoa Hao y Binh Xuyen que habían sido aliadas de los franceses para
generar la división interna en su intento por conservar su dominio en Indochina, sino también
se logra imponer la unidad del ejército.
No obstante, la buena disposición de Ho Chi Minh para llevar a cabo la celebración electoral
conforme a lo pactado en los Acuerdos de Ginebra, Ngo Dinh Diem rechaza de forma
definitiva la propuesta argumentando que la población de la zona norte no sería libre de
manifestar su voluntad dando lugar al fraude electoral. A partir de esta postura, el paralelo 17°
adquiere una línea divisoria fija con espacios geográficos claramente diferenciados por
cuestiones ideológico-políticas. La segunda guerra de Vietnam se constituye en el conflicto-
tipo de la rivalidad este-oeste en el contexto de la guerra fría en razón de la expansión del
comunismo y a la política de contención encabezada por Harry S. Truman presidente de los
Estados Unidos.
Por otra parte, en el caso de Vietnam del Norte se llevaron a cabo reformas económicas. Con
la ley del 19 de enero de 1955 se aplicó la reforma agraria encaminada a suprimir el poder de
los terratenientes y como preludio a la industrialización; sin embargo, los excesos y torpezas
generaron el descontento de los campesinos y la efervescencia en la provincia de Nghe-an
(1956) que finalmente fue contenida con el retorno de Ho Chi Minh al frente de la Secretaría
General del Partido de los Trabajadores. El 1° de enero de 1960 se promulga la Constitución
que consagra las grandes conquistas de la revolución y se define al estado vietnamita como
un Estado de democracia popular basado en la alianza entre obreros y campesinos, la
organización de los poderes públicos se inspira estrictamente en el modelo constitucional
chino de 1954.
En el sur del territorio vietnamita Ngo Dinh Diem gobierna con autoritarismo. Promulga la
Constitución (octubre de 1956) para legitimar un régimen presidencial fuerte dentro del marco
de una aparente democracia y de paso proclamar su carácter fundamentalmente espiritualista
en el que se afirma que toda la actividad estatal tendría como propósito primordial garantizar
“el desarrollo libre, armonioso y completo, tanto en lo individual como en el colectivo de la
persona humana” (Dore, p. 176).
Los parientes y allegados al presidente asumen el control de los puestos políticos más
importantes. Para consolidar al régimen Ngo Dinh Diem encarga a su hermano Ngo Sinh Nu la
organización política de los cuadros dirigentes rodeándose de individuos en la administración
superior, los sindicatos y los medios intelectuales, asimismo crea el Partido del Trabajo y del
Personalismo (Can Lao) orientado a fortalecer una mística nacional con la captación de las
masas. Debido al flujo masivo de aproximadamente 850,000 vietnamitas provenientes del
norte, católicos en su mayoría, varios fueron reclutados entre los refugiados para incorporarse
a la administración, y para ocupar cargos en el ejército y la policía.
En el marco de esta situación política las guerrillas reanudan sus actividades en el delta del
Mekon reavivando la confrontación entre el norte y el sur (1956). Ho Chi Minh, la República
Popular China y la URSS aprestan su apoyo con suministros al Vietcong (Vietnam
Rojo) dirigido por Nguyen Huu Tho y a su brazo político el Frente de Liberación del Vietnam
del Sur (FNL, creado el 20 de diciembre de 1960 controlado por los comunistas) a través de la
”Ruta de Ho Chi Minh”, ya que desde su perspectiva, esta disputa representaba la revolución
popular, nacional y democrática del sur para luchar contra la dictadura de Ngo Dinh Diem
sostenida por la asistencia de artefactos bélicos, la asesoría militar y soldados de los Estados
Unidos, así como por las tropas enviadas por Tailandia, Australia, Filipinas, Nueva Zelanda y
Corea del Sur.
Durante el transcurso de 1959 el conflicto se propaga al centro de Vietnam en las
inmediaciones del paralelo 17°, y en los meses siguientes se pone en marcha el plan de Diem
de establecer miles de “aldeas estratégicas” en el delta del Mekong con la finalidad de
desterrar por la fuerza a los campesinos de sus aldeas tradicionales y concentrarlos en
campos cercados diseñados para separar a la población campesina de las guerrillas. A
principios de la década de 1960 comenzaron a infiltrarse tropas norvietnamitas en Vietnam del
Sur para ayudar al Vietcong, y muchas de estas aldeas eran captadas por el FNL (Frente de
Liberación del Vietnam del Sur).
A su vez, entre 1960 y 1962, en el sur se suscitan varios intentos de golpe de estado que
revelan la debilidad del gobierno de Ngo Dinh Diem por la pérdida de apoyo de las Fuerzas
Armadas de la República de Vietnam (ARVM), situación que se agrava por la prevaleciente
corrupción y el régimen policiaco instaurado. Se acrecienta el malestar social provocado por las
persecuciones políticas, la indignación popular contra el nepotismo y la camarilla presidencial,
el sentimiento antiestadounidense y la intolerancia religiosa contra los budistas – se prohibió en
Hué una ceremonia en honor del aniversario de Buda y las manifestaciones de inconformidad
fueron dispersadas brutalmente, situación que devino en la decisión del monje budista Quang
Duc de transformarse en antorcha viviente que tuvo gran repercusión internacional como
denuncia de la verdadera realidad que se vivía en el país-.
En respuesta, el gobierno actúo con severidad destruyendo las pagodas budistas
incrementando su desprestigio e impopularidad. A través de un golpe de estado fraguado por
la CIA y el embajador estadounidense en Vietnam del Sur, Henry Cabot Lodge se instala en
Saigón un Comité Revolucionario Militar que suspende la Constitución. El presidente Ngo Dinh
Diem y su hermano Ngo Sinh Nu son asesinados (2 de noviembre de 1963).
La inestabilidad política en el sur abre paso a gobiernos inestables. Duong Van Minh (2 de
noviembre de 1963-30 de enero de 1964) y Nguyen Khanh (30 de enero de 1964- 19 febrero
de 1965) son incapaces de controlar el divisionismo político y el descontento social agravados
por la crisis económica, y mucho menos de inclinar la balanza a su favor en el conflicto bélico.
Nguyen Van Thieu, por medio de un nuevo golpe de estado, asume el poder con el cometido
simultáneo de pacificar el territorio y de lanzar una ofensiva militar hacia el norte de éste.
No obstante, la anarquía política y social no se erradica. Los Estados Unidos intervienen
directamente en la política interna y deciden formar un gobierno con un Directorio integrado
por un triunvirato militar de los generales Nguyen Cao Ky, Nguyen Chanh Thi y Nguyen Van
Thieu que de manera progresiva restablece el orden con base en acciones represivas contra
los movimientos de rebeldía, y reestructura las instituciones políticas que culminan con la
promulgación de la segunda Constitución de la República (abril de 1967). Para legitimar la
instauración de un nuevo gobierno se celebran elecciones generales (septiembre-octubre de
1967) en el que Nguyen Van Thieu es electo presidente y Nguyen Cao Ky vicepresidente.
En la década de los 60´s, con la designación de John F. Keneddy como presidente de los
Estados Unidos, se incrementa el número de soldados estadounidenses en una cifra
aproximada de entre 15 000 a 17 000 (1962), y durante el mandato de Lyndon B. Johnson la
participación de los Estados Unidos en la guerra de Vietnam es manifiesta para contrarrestar
los apoyos al Frente de Liberación del Vietnam del Sur (FNL) ascendiendo considerablemente
en más de medio millón de efectivos militares. La aviación estadounidense emprende un
sistemático bombardeo a las vías de comunicación, las fábricas, aldeas y áreas de cultivo
regando desde el aire sustancias químicas sobre el ganado y sembradíos sin precedente
alguno, causando estragos entre la población de las zonas controladas por los comunistas.
Ante la prolongación del conflicto los representantes de Estados Unidos, Corea del Sur,
Malasia, Australia, Nueva Zelanda, Tailandia y Filipinas se reunieron en Manila (octubre de
1966) en una Conferencia convocada por el presidente filipino Fernando E. Marcos (25 de
octubre de 1966) para “escalar la paz” en Vietnam. Las propuestas de Nguyen Cao Ky de
amnistía a los insurgentes del Vietcong y la promesa para evacuar en un plazo de seis meses
de todas las tropas extranjeras desplegadas en Vietnam del Sur al momento del cese de la
agresión comunista del Norte, fueron rechazadas por la dirigencia norvietnamita.
Imperó una guerra sin cuartel entre el norte y sur vietnamita. Las tropas estadounidenses y
aliadas atacaron al ejército norvietnamita en una guerra de desgaste sin contener el ímpetu de
lucha de los comunistas, mientras el ejército sudvietnamita enfocaba su atención en
exterminar a la guerrilla del Vietcong.
Por su parte, el alto mando comunista planificó a fines de 1967 una ofensiva coordinada
contra las principales ciudades y unidades militares en todo Vietnam del Sur. La
denominada ofensiva Tet se emprendió el 30 de enero de 1968, pero a pesar de su
devastador efecto psicológico la campaña fracasó: las tropas del Vietcong fueron desalojadas
de la mayor parte de las posiciones que habían ocupado.
El conflicto continuó con la balanza favorable hacia el ejército norteamericano. Sin embargo,
los costos de la guerra en pérdidas humanas y económicas desencadenaron la condena de la
opinión pública mundial, mientras que al interior de los Estados Unidos se desbordó un
sentimiento de repulsa entre la población que pedía el fin de la guerra con acciones de
protesta en las calles y universidades.

La guerra se encargó de desprestigiar al presidente de los Estados Unidos que se abstuvo de


promover su reelección. Con la designación de Richard Nixon (20 de enero de 1969), se
decidió salir del conflicto optando por la “vietnamización”, es decir, las tropas estadounidenses
abandonarían el territorio de manera planificada y gradual, y en cambio se destinarían
recursos al ejército de Vietnam del Sur para incrementar su número, recibir una mejor
instrucción y equiparlos con el mejor armamento.
Los Estados Unidos deciden salirse de una guerra costosa. Se firma la paz en París (27 de
enero de 1973), en ésta el gobierno estadounidense asume el compromiso de retirar sus
tropas y liberar a los prisioneros de guerra. Es importante subrayar que el escenario mundial,
en cierto modo influyó en esta decisión, ya que se habían presentados cambios imprevistos:
era inobjetable el distanciamiento chino-soviético y el acercamiento de China con los Estados
Unidos suscrita con la visita de Richard Nixon y Henry Kissinger a la nación asiática (1972).
En Vietnam la guerra continuó como un asunto entre vietnamitas. Finalmente, el Frente
Nacional de Liberación consuma su victoria con la toma de Saigón (abril de 1975), y las zonas
norte y sur se reunifican con la proclamación de la República Socialista de Vietnam al año
siguiente.
CRISIS DE LOS MISILES EN CUBA
Después de la Segunda Guerra Mundial los Estados Unidos enfocaron su atención hacia
América Latina en donde históricamente han impuesto su hegemonía política y económica en
nombre de la libertad, la democracia y la cooperación económica de los pueblos para el
bienestar y la prosperidad comunes. Muestra de la política exterior estadounidense en
América Latina son las acciones o golpes militares promovidos por la Central Intelligence
Agency (Agencia Central de Inteligencia, CIA) para derrocar a los gobiernos con tendencias
nacionalistas o izquierdistas.
La revolución cubana liderada por Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara había derrocado al
régimen dictatorial de Fulgencio Batista que contaba con el respaldo de los Estados Unidos en
tanto preservaba como fiel guardián sus privilegios e inversiones económicas en la isla (1959).
Al lesionarse los intereses económicos estadounidenses con las medidas nacionalizadoras y
la declaratoria abierta de que el gobierno implantado en Cuba era antiimperialista y antiyanqui,
reafirmando así su tendencia marxista-leninista, el rompimiento cubano-estadounidense y la
aplicación del bloqueo económico por parte del gobierno de Dwight D. Eisenhower.
Para los Estados Unidos era intolerable la existencia en América de un régimen que
evolucionaba rápidamente hacia el comunismo, ya que constituía una amenaza en la región
no sólo como difusor de los ideales de la revolución proletaria, sino también por su iniciativa
de tejer los lazos de unidad de un latinoamericanismo que desafiaba su predominio
imperialista y su política intervencionista. Con el ascenso del demócrata John F. Kennedy se
lleva a cabo el plan ideado previamente por la CIA de invadir Cuba.
Los disidentes o contrarrevolucionarios cubanos exiliados en los Estados Unidos habían
recibido entrenamiento militar, y se preveía el apoyo naval y aéreo para garantizar el éxito de
su empresa. La invasión, con el propósito de derribar al régimen de Fidel Castro, se lanzó a
mediados de abril, eligiendo como punto de desembarco Playa Girón, en Bahía de Cochinos
(1961).
La expedición derivó en un fracaso total. La asistencia de la aviación y el suministro de la
artillería naval estadounidense nunca llegaron, ni tampoco hubo alzamientos populares en la
isla como se pronosticaba, sino que los cubanos movidos por un fervor nacionalista apoyaron a
su gobierno. En menos de 48 horas los invasores fueron derrotados y la figura de Castro se
acrecentó reafirmándose en el poder.
Fueron las agresiones continuas y la posibilidad latente de una nueva invasión a gran escala
directa o patrocinada por los Estados Unidos, lo que orilló al gobierno castrista a acercarse a
la URSS para negociar una serie de acuerdos económicos y militares. Los gobiernos soviético
y cubano celebraron un acuerdo secreto para el establecimiento de cuarenta misiles en Cuba,
y la llegada de unos 40 mil soldados soviéticos y más de 10 mil civiles para encargarse de la
instrucción militar y de asesoría técnica.
La “Crisis de los misiles” o la “Crisis de octubre” como se le conoce en Estados Unidos y en
Cuba respectivamente, tuvo lugar entre el 14 y el 28 de octubre de 1962. Aviones de
reconocimiento U-2 de la fuerza aérea estadounidense fotografiaron rampas de lanzamiento y
misiles a medio instalar en Cuba con alcance de 3 mil kilómetros con gran poder de
destrucción que tomó por sorpresa al gobierno de los Estados Unidos. Kennedy denunció la
presencia de misiles y advirtió que todo ataque desde la isla sería respondido como si fuera un
ataque soviético, y con el fin de impedir la entrada de más armamento se desplegó el bloqueo
marítimo a Cuba a través del patrullaje de navíos estadounidenses al mismo tiempo que se
exigía de manera enérgica el retiro de los misiles.
El estado de tensión alcanzó su máximo nivel cuando barcos soviéticos, algunos escoltados por
submarinos, se acercaban a la línea de bloqueo. El Pentágono (Departamento de Defensa de
los Estados Unidos) puso a sus tropas en un estado de DEFCON2, que es el paso previo a la
guerra general. Sin embargo, la mayoría de los 19 barcos soviéticos dieron la vuelta y los otros
vararon alejados de la línea de bloqueo.

La postura firme del gobierno estadounidense obliga al máximo dirigente de la URSS, Nikita
Kruschev, a ordenar el retiro de las embarcaciones soviéticas. Y aunque esto pareciera un
fracaso y una intimidación para la URSS, lo cierto es que sus objetivos de conminar a un diálogo
para llegar a acuerdos sobre aspectos que amenazaban sus áreas de influencia, y la propia
seguridad territorial de la URSS se resolvieron satisfactoriamente: el retiro de los misiles de
Cuba quedó condicionado al retiro de los misiles en Turquía por parte de los Estados Unidos, y
a la promesa de que los estadounidenses no volverían a atacar Cuba.

CONFLICTO ÁRABE – ISRAELÍ


Entre los antecedentes significativos del conflicto árabe-israelí, sobresalen:
 La fundación de la Organización Sionista Mundial en Basilea, Suiza por algunos judíos
europeos (1897) liderados por Theodor Herzl con el propósito de instalar colonias
judías en Palestina con la autorización del sultán turco.
 Las promesas británicas expresadas a los árabes de la zona a través de su agente
Lawrence de Arabia de quien obtendrían su independencia para crear un Estado árabe
unido que comprendería todo Medio Oriente por su colaboración durante la Primera
Guerra Mundial.
 La declaratoria del primer ministro británico Arthur James Balfour en la que
compromete el apoyo de su país para la creación de un “hogar nacional” judío en
Palestina (noviembre de 1917).

Posteriormente, en la Conferencia de San Remo, Italia se dictamina la desintegración del


Imperio Turco Otomano, y con ello la asignación del Mandato de Palestina a la Gran Bretaña
(24-25 de abril de1920). Dos años después, el Congreso de los Estados Unidos y el Consejo
de la Liga de las Naciones ratifican el establecimiento de “un hogar nacional para el pueblo
judío” en Palestina, sin contravenir las disposiciones que regulaban el mandato con respecto
al territorio de Transjordania.
Durante esta década de los 20´s se promueve la migración judía hacia “el hogar nacional”
financiado por el movimiento sionista. Los disturbios entre árabes y judíos comenzaron a
escenificarse con tintes cada vez más graves y violentos.
A pesar de la publicación de los Libros Blancos (informes oficiales de una comisión
investigadora del gobierno británico) para restringir el éxodo judío hacia el Mandato de
Palestina, tal pretensión no fue posible. La persecución nazi incentivó el desplazamiento, de
tal forma que se estima que en 1935 un cuarto de la población total de Palestina era de
ascendencia judía, situación que generaba la indignación y las manifestaciones de protesta de
los árabes, y alimentaba los brotes de violencia entre ambas comunidades.
La corona británica envió una Comisión real de investigación para indagar sobre las raíces del
conflicto árabe–judío encabezada por Lord Robert Peel con la finalidad de erradicar las olas
de violencia. Recomendó abolir el mandato y dividir Palestina en dos estados separados como
solución a la rivalidad; sin embargo, ante el rechazo por los dos bandos la propuesta de
partición fue archivada.

A fines de 1947 estalla la guerra árabe-israelita en Palestina y a principios de 1948 los


británicos retiran sus tropas del territorio renunciando a su mandato. El 14 de mayo de 1948
se proclama el Estado independiente de Israel y se designa a David Ben Gurión presidente,
acto rechazado por los países árabes al considerar que los palestinos eran violentamente
expulsados de su territorio.
Primera guerra árabe-israelí o “guerra de independencia” (1948-
1949)
Inmediatamente después de proclamada su independencia, Israel es atacado por Egipto, Siria,
Jordania, Iraq y Líbano (15 de mayo). Con la victoria israelí, no sólo el nuevo Estado se
consolida, sino que ocupan una mayor porción de Palestina, incluyendo el puerto de Eliat
sobre el mar Rojo que le quitaron a Egipto, con lo que aumenta en un 40% el territorio que le
correspondía según la partición de la ONU y controla el 78% del territorio de Palestina.
Además, se intensifica la política migratoria de judíos de todo el mundo a su hogar nacional
(Ley de Retorno).
La Palestina árabe desaparece. El territorio se reparte entre Israel, Transjordania (se anexiona
el este de Jerusalén y la ribera occidental del río Jordán) y Egipto (administra la franja de
Gaza). Más de 900 000 palestinos fueron obligados a exiliarse a Líbano, Egipto, Siria y
Jordania, mientras que otros miles de personas se quedaron en territorio ocupado por
israelíes, confinados en campamentos miserables. La cuestión Palestina queda en manos de
un grupo de resistencia de varios países árabes: el Movimiento Nacionalista Árabe. Estados
Unidos, Gran Bretaña y Francia garantizaban las fronteras de Israel.

Segunda guerra árabe–israelí o: Guerra de Suez (octubre-noviembre


de 1956)
El ascenso del coronel Gamal Abdel Nasser al poder de Egipto fortalece el nacionalismo
árabe. Llevó a cabo una política anti-occidental, específicamente contra franceses y británicos
deseosos de prolongar su influencia en el Medio Oriente, y se mostró partidario de liberar a
Palestina de los judíos para lo cual organizó a los fedayines (bandas de guerrilleros) para
sabotear y asesinar al interior de Israel.
Nasser puso en práctica su política reivindicativa de las aspiraciones nacionalistas en contra
de la antigua metrópoli colonial, la Gran Bretaña, demandando la firma de un convenio para la
evacuación del canal de Suez. El líder egipcio orientó su política exterior hacia un mayor
acercamiento con países del bloque comunista, tal fue el acuerdo celebrado con
Checoslovaquia para el suministro de aviones de combate, bombarderos y la adquisición de
tanques soviéticos y el desplazamiento de asesores para adiestrar al ejército egipcio.
Este proceder generó la antipatía del gobierno estadounidense que canceló su apoyo
económico para la construcción de la presa de Assuán. Nasser, para impulsar este proyecto,
determinó nacionalizar el canal de Suez administrado por accionistas británicos y franceses, y
así obtener los recursos económicos necesarios y cerrar el paso al comercio israelí a través
del mar Rojo.
Gran Bretaña, Francia e Israel, en reunión secreta, planearon atacar militarmente a Egipto y
propiciar la caída de Nasser, que desde la perspectiva del primer ministro británico Anthony
Eden estaba en camino de formar una Arabia unida sometida al control egipcio y a la
influencia comunista. La invasión conjunta a Egipto ocurrió el 29 de octubre de 1956. Los
israelitas invadieron la península del Sinaí, mientras británicos y franceses asediaban con
bombardeos los campos aéreos egipcios logrando desembarcar en el puerto Said al norte del
canal de Suez.
Esta agresión fue condenada por la comunidad internacional. Estadounidenses y soviéticos
demandaron a través de la ONU el cese al fuego, orillando a los invasores a evacuar territorio
egipcio sin lograr el cometido de derribar a Nasser, quien en esos momentos dimensionó su
prestigio como líder del nacionalismo árabe contra la interferencia europea.
Destacan como consecuencias de la guerra:
 La instauración del bloque egipcio del Canal de Suez, y un mayor acercamiento con la
URSS.
 La reducción de las exportaciones de petróleo a Europa occidental por parte de los
árabes.
 La vigilancia de la frontera de Egipto e Israel por las tropas de la ONU, los cascos
azules.
 La alineación de la nación israelita con el bloque occidental, lo que supone un
incremento importante del suministro de armas francesas, estadounidenses y
británicas.

Es importante subrayar que en esta etapa los refugiados palestinos comienzan a organizarse.
Surge el embrión de Al Fatah, el Movimiento Palestino de Liberación, organización creada por
Yasser Arafat, que se constituirá en bastión importante para la constitución de Organización
para la Liberación de Palestina (OLP) con el apoyo de la Liga Árabe y el auspicio del egipcio
Gamal Abdel Nasser (1964). Los objetivos de la OLP eran centralizar la dirección de diversos
grupos palestinos que hasta ese momento operaban como movimientos clandestinos o de
refugiados en los países árabes en la lucha contra Israel, destruir al estado israelita y hacer
valer el derecho de autodeterminación del pueblo palestino en la creación de un estado
nacional palestino.

La tercera guerra árabe-israelí: la guerra de los seis días (5 al 10 de


junio de 1967)
Los gobernantes de Iraq, Abdul Rahman Arif y de Siria, Nureddin al-Atassi, ambos adscritos al
Partido Ba’ ath (Partido del Renacimiento Árabe Socialista, que funcionaba como una
organización panárabe con ramas en diferentes países) asumieron una política nacionalista y
anti-occidental, y mostraron disposición para cooperar con Egipto.
Nasser, con la convicción de recibir el apoyo de Iraq y Siria, decide atacar a Israel. Ordena el
desplazamiento de tropas a la frontera con Israel en el Sinaí, solicita el retiro de las fuerzas de
Naciones Unidas que custodiaban la angosta franja a lo largo de la costa que conecta a Gaza
con el resto de Egipto y bloquea el golfo de Aqaba.
De manera simultánea, fuerzas sirias, jordanas y libanesas se distribuyen a lo largo de la
frontera de Israel, reforzadas con contingentes de Iraq, Arabia Saudita y Argelia. Pero el
ataque aéreo realizado en una operación relámpago por los israelíes fue devastador:
destruyeron la mayor parte de la fuerza aérea egipcia en tierra.
La alianza árabe no tuvo otra alternativa que aceptar el cese al fuego exhortado por la ONU.
Los israelíes ocuparon la totalidad de Gaza, Cisjordania, la península del Sinaí, el este de
Jerusalén y los altos del Golán en Siria; sin la pretensión de evacuarlos, inclusive inician
políticas de expropiación de tierras, la instalación de colonos y el control de la población
palestina.
A su éxito militar, se agrega un triunfo en el ámbito de las relaciones internacionales ya que el
Consejo de Seguridad de la ONU reconoce los derechos a la soberanía y a la integridad del
Estado de Israel.
Después del conflicto la Organización para la Liberación de Palestina adquiere autonomía con
respecto a la postura y decisiones de los países árabes. Se reconoce a Yasser Arafat como
representante y portavoz legal de los palestinos que se dispersan en el exilio en el Líbano y a
lo largo del Jordán.
La cuarta guerra árabe-israelí: Guerra del Yom Kippur (6-25 de
octubre de 1973)
El estallido del conflicto tiene entre sus detonantes la presión de la OLP a los estados árabes
para precipitar una acción de fuerza contra Israel. La OLP desata actos terroristas, entre el
más sonado sobresale el sufrido por miembros del equipo israelí en los Juegos Olímpicos de
Munich, Alemania (1972).
También el deseo de revancha de Siria y Egipto, con la intención de recuperar los territorios
perdidos en la guerra de 1967 –los altos del Golán y el Sinaí respectivamente-, motiva a los
gobernantes Hafez al-Asad y a Anuar el Sadat a reequipar sus ejércitos con la ayuda
soviética.
Siria y Egipto, con el apoyo de Irak, Jordania, Marruecos y la URSS atacan a Israel el 6 de
octubre de 1973, día del Yom Kippur (festividad religiosa judía, el Día del Perdón). Los
israelíes se sobrepusieron al ataque sorpresivo, y a través de un puente aéreo los
estadounidenses suministraron material bélico sofisticado a sus aliados que les permitió no
sólo recuperar posiciones sino impulsar una contraofensiva.
Desde el inicio, la guerra estuvo vigilada muy de cerca por soviéticos y estadounidenses, de
tal modo que cuando lo estimaron conveniente intervinieron para aconsejar la paz. Henry
Kissinger secretario de Estado de los Estados Unidos se entrevista en Moscú con Alexei
Kosygin, presidente del Consejo de Ministros de la URSS para convenir el alto al fuego
solicitando una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
Mediante resolución la ONU aprueba el cese al fuego el 22 de octubre de 1973. Tres días
después, los países beligerantes deciden terminar el conflicto. Los israelíes logran conservar
los territorios ocupados en 1967. Sin embargo, como resultado del armisticio, egipcios e
israelíes deciden convenir reuniones para negociar la paz en términos de igualdad. Una
primera reunión se celebró en Ginebra (10 de octubre de 1975), en ésta los israelíes se
comprometen a abandonar el canal de Suez y los egipcios a renunciar a la guerra unilateral y
a efectuar amenazas contra Israel.
La segunda reunión se celebró en Camp David, Estados Unidos entre Anuar el Sadat de
Egipto y el primer ministro israelí Menahem Beigin con la intermediación de Jimmy Carter
(septiembre de 1978), se culminó con la firma de un Tratado de Paz entre Egipto e Israel en
Washington (26 de marzo de 1979). Los israelíes se comprometieron a devolver la península
del Sinaí a Egipto mediante el retiro gradual, en tanto que Egipto se obligaba a no atacar Israel
nuevamente y garantizaba abastecerlo de petróleo de los pozos recién abiertos en el sur de la
península.
Por obvias razones el Tratado fue condenado por la OLP y la mayoría de los países árabes.
En 1974 la ONU reconoce a la OLP como legítimo representante de los intereses palestinos,
sin embargo, el conflicto palestino-israelí sigue vigente en el Medio Oriente, sin que se prevea
una solución pacífica y convincente para ambos bandos con marcadas diferencias culturales.

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