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TEORIA DE LOS ROLES

La teoría del rol intenta conceptualizar la conducta humana a un nivel relativamente complejo. En
cierto sentido, es una teoría interdisciplinaria pues sus variables se derivan de estudios de la cultura,
la sociedad y la personalidad. Las amplias unidades conceptuales de la teoría son el rol, como
unidad de la cultura; la posición, como unidad de la sociedad y el sí mismo, como unidad de la
personalidad.
Al entender el comportamiento en un sentido teórico del rol, Sarbin propuso tres variables
principales: 1) la precisión o la validez de la percepción del rol, es decir, cuán bien la persona ubica
su posición con respecto a la otra; 2) la habilidad para representar un rol, en otras palabras, la
efectividad de una persona para desarrollar sistemas de acciones o representar roles relacionados
con posiciones; 3) la organización del sí mismo, es decir, cómo una persona se ve a sí misma, su
auto concepto.
ROL
Es la conducta que la sociedad espera de uno de sus miembros en una situación determinada.
Enfatiza la necesidad de analizar los fenómenos sociales desde las perspectivas de los participantes
en los procesos sociales, el ser humano es básicamente un actor que representa papeles ante un
auditorio, donde no faltan directores y puestas en escena”. la posición de los sujetos en la estructura
social suscita en los otros expectativas de conducta.
Desde posiciones más psicosociales Heine aporta una lectura del rol en la que junto a los
determinantes “externos” como las instituciones y las normas; se deslizan variables “internas” como
la adecuación misma del desempeño que supone elementos de subjetividad.
Shakespeare escribió los célebres versos que resaltan el significado de la representación del rol: El
mundo entero es un escenario, Y todos los hombres y mujeres, simples actores: Tienen sus salidas y
sus entradas; Y un solo hombre, en su momento, representa muchos personajes.
Según Sarbin, todas las sociedades se dividen en grupos y, a su vez, estos grupos están
estructurados en posiciones, estatus o cargos.
Jiménez Burillo esquematiza las características y propiedades del rol de la siguiente manera:

- Son acciones abiertas, conductas ejecutadas por individuos, aprendidas a través del proceso de
socialización.

- De alguna manera están limitados por la situación

- Pueden ser más o menos “generales”, según el número de personas que los ejecuten en diferentes
ocasiones.

- Varían en complejidad, que, a su vez, depende de la “amplitud” del rol (el espectro de conductas
características dentro del rol), de su dificultad (grado de destreza exigida para su desempeño) y de
su coherencia (grado en que los componentes de un rol pueden ejecutarse con facilidad, bien
simultáneamente, bien sucesivamente)

- Varían en “visibilidad”, según su desempeño ante una audiencia.


CONCLUSIONES:

1Los roles sociales están asociados al lugar que ocupamos en la estructura social.
2Los prejuicios y las falsas ideas sirven para mantener la estructura social vigente.
3Las personas que salen beneficiadas en esta estructura social intentan hacer que los roles apa-
rezcan como algo natural, algo que ha existido siempre, pero los roles son construcciones sociales,
no naturales. Podemos cambiarlos si así lo deseamos colectivamente.
4Debemos desmontar las falsas ideas y los prejuicios para que se vea con claridad que es posible
otra estructura de roles más justa.
TEORIA DE LA SUBCULTURA
El concepto de subcultura nace en la sociología criminal para explicar la conducta desviada de ciertas
minorías, concretamente la criminalidad de jóvenes y adolescentes de clases bajas organizados en
bandas. Surge, en la época de los cuarenta, adquiriendo carta de naturaleza con la famosa obra de
Cohen “delinquen boys” (1995). El concepto subcultura presupone la existencia de una sociedad plural
con diversos sistemas de valores en torno a los cuales se organizan los grupos desviados. En el caso
especifico de la delincuencia juvenil, como una decisión simbólica de rebeldía hacia los valores
oficiales de las clases medias, muy distinta de la actitud racional y utilitaria de la criminalidad de los
adultos.

La expresión “cultura” en un sentido sociológico o antropológico, se vincula a significados atribuidos


a costumbres, creencias y relaciones con los semejantes y con las instituciones sociales. La cultura
consiste en un conjunto de patrones explícitos simbólicamente, que integran realizaciones de los
grupos humanos, lo que forma la cultura son las ideas es decir las acumulaciones de pensamientos, y
sobre todo sus valores inherentes; los sistemas culturales pueden considerarse como resultados de la
acción humana. “el delito no es un tumor, ni una epidemia, sino un doloroso “problema” interpersonal
y comunitario”[1].

Esto explica el porqué casi nunca se ve a una persona delinquiendo solo, robando o matando solo,
esto se debe a que si se está acompañado se puede tomar más fuerza y determinación ya que se
actúa para gustarle al otro o ganar respeto, en el caso de la delincuencia juvenil lo hacen más como
una decisión simbólica o de rebeldía hacia los valores que se les ha venido inculcando en sus
hogares
En estas teorías se ven más enfocadas en las clases sociales, esto se debe a que las personas tienden
a etiquetar a las demás por su estrato o clase social, todos saben que las persona de clases bajas son
los marginados o por así decirlo, los delincuentes por naturaleza, se dice que el lugar donde vives dice
mucho de ti. Ahora bien, las personas o jóvenes nacidos en una clase social alta de padres con
situaciones económicas altas son las personas más respetadas por la sociedad, los que merecen todo,
privilegios habidos y por haber. Las subculturas criminales son un producto del limitado acceso de las
clases bajas a los objetivos y metas culturales de las clases altas.

Para las teorías subculturas, la delincuencia no es consecuencia de la desorganización social, sino


de la organización social distinta de los valores que posee cada subcultura en su entorno de
desarrollo, ya que cada una posee una diferencia de roles lo que hace que se diferencien una de la
otra.

En estas teorías se ven más enfocadas en las clases sociales, esto se debe a que las personas tienden
a etiquetar a las demás por su estrato o clase social, todos saben que las persona de clases bajas son
los marginados o por así decirlo, los delincuentes por naturaleza, se dice que el lugar donde vives dice
mucho de ti. Ahora bien, las personas o jóvenes nacidos en una clase social alta de padres con
situaciones económicas altas son las personas más respetadas por la sociedad, los que merecen todo,
privilegios habidos y por haber. Las subculturas criminales son un producto del limitado acceso de las
clases bajas a los objetivos y metas culturales de las clases altas.
Para las teorías subculturales, la delincuencia no es consecuencia de la desorganización social, sino
de la organización social distinta de los valores que posee cada subcultura en su entorno de
desarrollo, ya que cada una posee una diferencia de roles lo que hace que se diferencien una de la
otra.

Conclusiones
Cada cultura se rige por sus propias reglas y se diferencia de las demás ya que adaptan modelos
propios para poder competir contra otras culturas integradas en un mismo entorno social.

TEORIA DE LA CONTINUIDAD
Teoría de la continuidad Robert Atchley (1971,1972) considera que la vejez es una prolongación de
las etapas evolutivas anteriores y el comportamiento de una persona en este momento estaría
condicionado por las habilidades desarrolladas. Una persona mayor puede encontrarse con
situaciones sociales diferentes a las ya experimentadas, sin embargo, la capacidad de respuesta, la
adaptación a procesos nuevos, así como el estilo de vida en esta etapa de envejecimiento están
determinados, entre otros factores, por los hábitos, estilos de vida y la manera de ser y comportarse
que ha seguido a lo largo de su vida en el pasado. La teoría de la continuidad basada en la teoría de
la actividad concibe al individuo en permanente desarrollo. La llegada de la jubilación para una
persona no implica necesariamente la paralización o cese del crecimiento humano y social. En esta
etapa se mantiene la capacidad para crear o sobreponerse a experiencias adversas provenientes de
los distintos ámbitos que le rodean, la salud-lo social- lo psicológico. El mantenimiento de las
actividades desarrolladas en la edad madura o la adquisición de otras nuevas se convierte en una
garantía para tener una vejez exitosa. A la vez, la satisfacción durante la vejez se relaciona con el
mantenimiento de la actividad y costumbres anteriores, con el vínculo entre aquellos elementos que
le dieron consistencia personal y la situación presente. La seguridad y autoestima entonces
encontrados sirven de apoyo cuando se actualizan en la vejez. Por consiguiente, la respuesta para
comprender la actitud de los mayores ante los cambios que se producen en la vejez debe indagarse
en la personalidad previa a este momento de cada uno de los sujetos. Así pues, el proceso de
adaptación a los cambios en la vejez adquiere garantías de éxito cuando el individuo ha continuado
en actividad. La continuidad es la clave y puede ser entendida en sí misma como un objetivo a
conseguir para lograr esta adaptación. Más tarde, Maddox, 1973, apoyándose en un estudio de
personas que habían obtenido éxito reconocido en el mundo de las artes, las ciencias o la política
cuando tenían edad avanzada propone que las personas después de su retiro laboral deben
mantener su actividad el mayor tiempo posible y cuando determinadas actividades ya resulté
imposible de realizarse, es aconsejable sustituirlas por otras actividades.
Conclusión.
El adulto mayor se adapta a nuevos estilos de vida, el entorno cambia y se moderniza y obliga a los
adultos mayores a actualizarse para poder continuar con un estilo de vida.

Teoría de la estratificación por edades


Esta teoría fue propuesta por Mathilda Riley 1971, después de la observación de grupos de
individuos con la misma edad, sus circunstancias históricas específicas y otras variables que
conforman la identidad generacional del grupo etario y la actitud de sus miembros. Para comprender
esta teoría debemos recurrir al término “capa” que los sociólogos utilizan para definir la estratificación
social. La idea de estratificación indica una superposición de capas sociales. Cada capa está
compuesta por unos atributos o características específicos con los que se identifican un grupo
determinado de personas o colectivos constituyendo su lugar de pertenencia. La sociedad actual
reconoce cinco capas sociales: infancia-adolescencia-adultez vejez. Debido a la evolución
sociodemográfico y el aumento de la esperanza de vida de la población, una nueva capa de edad se
estaría constituyendo en la sociedad occidental, formada por el grupo de personas muy mayores con
más de 80 años. La estratificación de los individuos por la edad que tienen conforma grupos sociales
compuestos por personas que tienen esa misma edad. Las personas de más de 65 años constituyen
un grupo de edad que actualmente es muy numeroso, con capacidad para influir en decisiones
políticas, en programas sanitarios, de seguridad social, etc. Constituyen un grupo social unido por
compartir los mismos intereses e inquietudes, que tienen conciencia de ello y desarrollan acciones
reivindicativas conjuntas. Poseen el denominado “poder gris” que es utilizado como medio para
mejorar las condiciones de vida de los individuos que pertenecen a esta capa social. Un ejemplo de
esta tendencia en las personas mayores del reagrupamiento por edad emergió en 1989, cuando
gente en edad provecta fundaron un partido político llamado Panteras Grises que desaparecieron
después de 30 años por disputas internas, si bien había ejercido su poder reivindicando los derechos
de las personas mayores. En momentos de crisis económica, cuando se requiere un reajuste o
distribución equitativa de los recursos disponibles, los diferentes grupos de edad pueden entrar en
confrontación en busca de mayores ventajas, originando conflictos intergeneracionales.
Conclusión
Cada persona busca establecerse en grupos poblacionales que compartan mismos gustos y hagan
sentir a la persona aceptada e incluida, por eso es que buscan tener vínculos de amistad o
relacionarse con personas que tengan la misma edad que ellos para desenvolverse libremente.

Teoría de la modernidad
Cowgill (1974) señala cuatro variables de las sociedades industrializadas que influyen en el estatus
social de las personas mayores: perfeccionamiento de la tecnología sanitaria, desarrollo de la
tecnología económica, la urbanización o abandono de las zonas rurales, los progresos en la
formación. La teoría de la modernidad afirma que la posición social de los ancianos es inversamente
proporcional al grado de industrialización de esa sociedad. Es decir, la condición social que
adquieren las personas mayores está en función del grado de modernización o cambios sociales que
existen en la sociedad. En una sociedad moderna, afirma Cowgill, la tradición es menos importante
que el progreso. Las nuevas tecnologías son asimiladas por los jóvenes que desplazan a los
ancianos del mercado laboral, donde el valor de la experiencia y el buen hacer interesan menos que
la producción. El postulado de esta teoría relacionando condición social-modernidad es
excesivamente lineal y no considera otros aspectos relacionados con el estatus de los mayores
como las diferencias ideológicas, sociales, religiosas, culturales, actividad profesional, etc.
Conclusión
Los adultos dependen del estatus social al que se encuentren ya que de eso dependerá que puedan
seguir en constante actualización y así lograr un óptimo proceso de envejecimiento para que su
calidad de vida mejore.
Teoría del apego

El proceso de socialización tiene lugar en el ser humano por la necesidad que experimenta de
relacionarse o vincularse con otros individuos de su especie desde sus etapas más tempranas. Por
otro lado, no debe olvidarse que la historia de la humanidad nos ha enseñado que el tránsito de la
naturaleza a la cultura tuvo lugar, principalmente, por la posibilidad de compartir que tuvieron los
seres primitivos. De aquí proviene la tendencia de las personas a interrelacionarse, a agruparse con
otros, a asociarse y participar en la vida comunitaria. Esta necesidad de relación es esencial para las
personas y sirve de fundamento preliminar a la teoría del apego. Por esto se dice que la teoría del
apego es antagonista a la teoría de la desvinculación que se argumenta por la necesidad de
separación de la sociedad que experimentan las personas mayores en su jubilación.
Conclusión
Cada ser humano busca relacionarse con otros seres y es así como crea un vinculo afectivo el cual
hará que la persona se sienta contenta, ya que buscara intercambiar opiniones y experiencias
vividas que le harán recordad y volver a vivirlas.

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