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El Judaísmo
El Judaísmo, ¿Es una religión? ¿Es un estilo de vida? ¿Es una identidad? ¿Es
una raza? ¿Una cultura? He podido leer varios libros acerca del tema y cada
libro nos proporciona un enfoque diferente de lo que implica el ser judío y
el término Judaísmo.

Creo que lo más acertado sería decir que el Judaísmo es la pertenencia a un


Pueblo, el Pueblo escogido, el Pueblo de Israel. Hoy en día, para pertenecer
a dicho Pueblo, la persona debe nacer de madre judía o debe convertirse al
Judaísmo adoptando una forma de vida judía. Por tanto, hay judíos por
nacimiento que no creen en Dios, de hecho, la mayoría de judíos NO son
religiosos, y también hay personas que, sin tener una madre judía, son
considerados judíos por haberse convertido al Judaísmo.

En la época de Yeshua tenemos un judaísmo pluralista, es decir, existían


varios grupos o sectas que vivían el Judaísmo de diferentes formas:

 los fariseos
 los saduceos
 los esenios
 los zelotes
 los herodianos
 los samaritanos

Después del 70 D.C. con la destrucción del Templo, el Judaísmo que


prevaleció fue el Judaísmo de los Fariseos también llamado Judaísmo
Rabínico, dicho Judaísmo se ha considerado el normativo desde entonces,
aunque actualmente tenemos de nuevo un judaísmo pluralista:

 caraitas
 ultraortodoxo
 ortodoxo
 conservador
 reformado (también llamados “liberal” o “progresista”)
 reconstruccionista
 secular

Lo que si debemos entender es que el Judaísmo actual NO es el Judaísmo


bíblico, muchos que quieren regresar a las raíces hebreas/judías de su fe
están adoptando leyes, costumbres, tradiciones y mandamientos de los
rabinos que NO están en las Escrituras. Por tanto, el cristianismo NO es hijo
del Judaísmo tradicional/rabínico, es el hermano, tanto el judaísmo
tradicional/rabínico como el cristianismo proceden de una misma raíz y
tronco: la religión de Israel o podríamos llamarla, el judaísmo Bíblico. Por
eso si queremos conocer el Judaísmo no lo lograremos leyendo el Tanaj
(A.T.) de igual forma, si queremos conocer el cristianismo no lo
conseguiremos leyendo el Tanaj, en el caso del Judaísmo, para poder
conocerlo y entenderlo, debemos acudir a la literatura rabínica, en el caso
del cristianismo debemos a acudir al Brit Jadashá (N.T.).

El Judaísmo Rabínico / Tradicional se vio obligado a cambiar la Torá por


las circunstancias cuando se encontraron fuera de Jerusalén, sin Templo,
sin Sacerdocio, sin sacrificios, sin ofrendas, etc el centro espiritual del
Pueblo de Israel pasó de Jerusalén a Yavne (Jamnia) ya que el fariseo y
Rabino Yojanan Ben Zakkai, discípulo de Hilel, estableció un centro de
estudios allí para enseñar Torá y Halajá (leyes judías) al Pueblo (70 D.C.),
también el sanedrín se estableció en Yavne actuando como autoridad
religiosa y Tribunal de Justicia.

El Rabí Yojanan ben Zakkai cambió la Torá afirmando que las buenas
acciones expían los pecados del Pueblo.

“Ocurrió que el rabino Yohanan Ben Zakkai salió de Jerusalén y el rabino


Josué le siguió y vio las ruinas ardientes del Templo, y dijo: ¿Cómo es que el
lugar donde los pecados de Israel encuentran expiación está tan destruido?
Y dijo el rabino Yohanan: “Hijo mío, no te aflijas, tenemos una expiación tan
eficaz como la del Templo. ¿Y cuál es? Son las buenas acciones porque se nos
dijo: Yo deseo misericordia y no sacrificio.”
Avot de Rabbi Natan 6

Me gustaría mostrar otro de los cambios citando el libro La Ética del Sinaí
escrito por el Rabí Israel Meir Hakohen:
“Mediante el sacrificio se expiaban las transgresiones de todo el Pueblo de
Israel . . . el poder de los sacrificios es inmenso . . . ya que hoy no podemos
ofrecer sacrificios en el Santo Templo, el estudio de las leyes de sacrificio se
considera equivalente a traer los mismos sacrificios.”

En esta misma página podemos leer una cita muy interesante del Talmud
(Meguilá 31) donde supuestamente el propio Dios apoya este cambio en la
Torá.

“Abraham dijo al Santo, Bendito sea:


- Eso (la expiación) es posible mientras exista el Santuario, pero cuando no
haya más el Santo Templo ¿qué le sucederá al Pueblo de Israel si pecase?
El Santo, Bendito sea, respondió:
- He preparado para ellos el orden de los sacrificios. Mientras lo lean, Yo
consideraré como si Me hubiesen ofrecido sacrificios en mi honor y perdonare
sus iniquidades.”

¿Enseña la Torá que las buenas acciones expían? Por supuesto que no,
¿Enseña Dios en la Torá que estudiar las leyes de los sacrificios equivale a
ofrecerlos obteniendo de esta forma la expiación? La respuesta es un
rotundo NO. El mensaje de la Biblia es claro:

“. . . sin derramamiento de sangre no hay perdón.”


Hebreos 9:22b

Es curioso que a los creyentes en Yeshua se nos acuse de cambiar la Torá,


cuando precisamente eso es lo que el mismo Judaísmo Rabínico hizo. El
propio Yeshua citando al profeta Isaías afirmó de los fariseos que
“enseñaban como doctrinas mandamientos de hombres” (Mt. 15:9).

EL JUDAÍSMO: UN ESTILO DE VIDA


El Judaísmo aunque es una religión es más que una religión, es un estilo de
vida. El Judaísmo marca y regula la vida de una persona desde el
nacimiento hasta la muerte.

SHALOM ZAJAR
En el Judaísmo el nacimiento de un hijo o de una hija es un acontecimiento
muy importante ya que es el cumplimiento del primer mandamiento de la
Torá:

“Fructificad y multiplicaos . . .”
Génesis 1:28

El Talmud enseña que cuando un bebé está en el vientre de su madre, un


ángel le enseña toda la Torá, pero al momento de nacer, el ángel le toca el
labio superior y olvida todo lo que ha aprendido, debido a esto, se lleva a
cabo una ceremonia especial el primer Shabat (viernes por la noche)
después del nacimiento de un varón para consolar el alma del recién nacido
por haber perdido dicho conocimiento, a esta ceremonia se le da el nombre
de Shalom Zajar (la paz del niño) porque el Talmud dice:

La paz viene cuando nace un niño


Niddah 31b

En esta ceremonia / fiesta no hay oraciones establecidas, se da gracias a


Dios por la vida del niño, se comparte la Torá, se comparte una cena
especial, se desea Mazal Tov (buena suerte) y se hace un Lejaim (un brindis
"por la vida").

En la Cábala se enseña que esta ceremonia es para que el niño pueda


experimentar la energía y el poder del Shabat y así poder estar preparado
para su circuncisión, esto podría explicar por qué dicha ceremonia
solamente se hace cuando nace un niño.

LA CIRCUNCISIÓN / BRIT MILÁ

La circuncisión, llamada en hebreo Brit Milá o solamente Brit (Pacto), es la


extirpación del prepucio, es decir, la piel que cubre el glande.

“Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del


pacto entre mí y vosotros.”
Génesis 17:11
Dios cambia el nombre a Abraham y hace un pacto con él, la señal del Pacto
fue y sigue siendo la circuncisión. Abraham se circuncidó con 99 años
(Gn.17:24).

“Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia


después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros.”
Génesis 17:10

La circuncisión tenía lugar el octavo día de la vida del niño (Gn. 17:12),
solamente por causa de alguna enfermedad la circuncisión podía ser
aplazada. En un principio el padre era el encargado de circuncidar a sus
hijos, pero actualmente un hombre judío experto en la materia es el
encargado de llevarla a cabo, en hebreo a dicha persona se la conoce como
Mohel (en el judaísmo reformado el Mohel puede ser una mujer - Mohelet).
La persona que sujeta al niño mientras es circuncidado suele ser el abuelo,
el tío o un buen amigo de la familia, en hebreo a esta persona se le llama
Sandak.

En la ceremonia de la circuncisión se deja una silla vacía para el profeta


Elías, en hebreo esta silla recibe el nombre de Kise shel Eliyahu, la Silla de
Elías. Esta invitación es para que el profeta Elías pueda ver como como el
Pueblo de Israel continua llevando a cabo los mandamientos de Dios.

Nuestros sabios enseñan que la circuncisión nos habla de la imperfección


existente en el mundo y la forma para mejorar y perfeccionarlo.

En una parte de la ceremonia del Brit Milá todos desean lo siguiente:

“Así como ha entrado en el Pacto, que pueda entrar en la Torá, la Jupá


(matrimonio) y las maasim tovim (buenas obras).”

A la ceremonia del Brit Milá le suele seguir una comida festiva (Seudat
Mitsvá – la comida del mandamiento).

LA IMPORTANCIA DEL NOMBRE

TOV SHEM MISHEMEN TOV


“Un buen nombre es mejor que un buen ungüento.”
Eclesiastés 7:1

Cuando el niño es circuncidado recibe su nombre hebreo (en la misma


ceremonia), las niñas como no son circuncidadas suelen recibir su nombre
el primer Shabat después de su nacimiento. Como las niñas no se
circuncidan, por razones obvias, se han desarrollado varias ceremonias
para celebrar el nacimiento de una niña, estas ceremonias reciben
diferentes nombres: Simjat Bat (la alegría de una hija), Brit Hajaim (el
Pacto de la Vida) y Brit Sara (el Pacto de Sara). Los judíos sefarditas suelen
llamar a esta ceremonia Zeved HaBat, el regalo de tener una hija.

La costumbre sefardita es poner el nombre de algún pariente vivo al niño


o a la niña y la costumbre ashkenazita es poner el nombre de un pariente
fallecido (los ashkenazitas no ponen el nombre de un pariente vivo por
temor a que el ángel de la muerte se confunda cuando venga a por el
pariente del bebé), también los padres pueden poner a su hijo el nombre
de un gran rabino para honrar a dicho rabino. Aunque los rabinos
recomiendan poner el nombre de algún personaje importante de las
Escrituras, normalmente esto NO se hace.

En el Judaísmo se enseña que Dios ha elegido un nombre para cada niño y


niña, los padres deben recibir la revelación de Dios para conocer dicho
nombre, Rabí Yitsjak Luria Ashkenazi Ben Shlomo dijo que Dios derrama
una pequeña cantidad de profecía sobre los padres al elegir un nombre
para el niño o la niña.

El Talmud prohíbe poner el nombre de una persona injusta a nuestros hijos


(Yoma 38b) porque “el nombre de los impíos se pudrirá.” (Pr.
10:7).Según el Talmud el nombre determina e influye sobre el futuro de la
persona (Brakhot 17b). En el talmud también podemos leer:

“Rabí Iojanán decía así: Bienaventurado quien crece con un buen nombre y
se marcha del mundo con un buen nombre.”
Brakhot 17a

Es muy común mencionar el nombre del Padre cuando se hace referencia


al hijo o a la hija, por ejemplo, Yojanan Ben Avraham (Juan hijo de
Abraham), Rivka Bat Avraham (Rebeca hija de Abraham), en el judaísmo
reformado también se incluye el nombre de la madre, es decir, Yojanan Ben
Avraham veSara, Juan hijo de Abraham y Sara, Rivka Bat Avraham veSara,
Rebeca hija de Abraham y Sara.

Hoy en día los hombres suelen tener dos nombres, uno hebreo usado en la
sinagoga y en ciertas ceremonias y otro secular usado en un contexto no-
judío, normalmente los dos nombres comienzan con la misma letra, otra
opción es tener un nombre hebreo que también se utilice en el país de
nacimiento (David, Sara, etc).

LA REDENCIÓN DEL PRIMOGÉNITO / PIDYON HABEN

“Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: Conságrame todo primogénito;


el primer nacido de toda matriz entre los hijos de Israel, tanto de hombre
como de animal, me pertenece.”
Éxodo 13:1 y 2

Como los primogénitos egipcios murieron y los primogénitos de Israel


fueron librados, los primogénitos le deben la vida a Dios y le pertenecen,
por eso Dios estableció que los primogénitos serían dedicados y
consagrados a Él para Su Servicio.

“Porque míos son todos los primogénitos de entre los hijos de Israel,
tanto de hombres como de animales; el día en que herí a todo
primogénito en la tierra de Egipto, los santifiqué para mí.”
Números 8:17

Cuando sucedió el pecado del becerro de oro, todo el Pueblo se involucró


incluido los primogénitos, solamente la tribu de Leví fue fiel al Señor, a
partir de ese momento Dios elige a los levitas en vez de a los primogénitos
para su Servicio.

“Mira, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de


todos los primogénitos, los que abren el seno materno de entre los hijos
de Israel. Los levitas, pues, serán míos.”
Números 3:11
Cuando Moisés contó a los primogénitos y a los levitas por mandato de
Dios, había 22,273 primogénitos y 22,000 levitas, como no había
suficientes levitas, los 273 que faltaban tuvieron que ser redimidos del
servicio sagrado. El dinero que se pagó servía para equiparar el número
que faltaba de levitas. El precio fue de 5 siclos y el dinero fue entregado a
Aarón y a sus hijos.

“Y como precio de rescate por los doscientos setenta y tres de los


primogénitos de los hijos de Israel que exceden a los levitas, tomarás
cinco siclos por cada uno, por cabeza; los tomarás conforme al siclo del
santuario (el siclo tiene veinte geras), y da el dinero, el rescate de los
que hay en exceso entre ellos, a Aarón y a sus hijos. Moisés, pues, tomó
el dinero de rescate de los que excedían el número de los redimidos por
los levitas; de los primogénitos de los hijos de Israel tomó el dinero
conforme al siclo del santuario, mil trescientos sesenta y cinco siclos.
Entonces Moisés dio a Aarón y a sus hijos el dinero del rescate, por
mandato del SEÑOR, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.”
Números 3:46-51

Esta ceremonia Pidyon Haben se sigue llevando a cabo en el judaísmo


tradicional, a partir de los 30 días de vida del primogénito, el niño debe ser
llevado a un sacerdote (Kohen) o un levita para ser redimido. El sacerdote
o el levita pregunta al padre si quiere entregar a su hijo al servicio sagrado
o redimirlo (entregar el dinero), el padre contesta que se queda con su hijo
y entrega al sacerdote o al levita la cantidad estipulada en la Torá: 5 siclos
(Nm. 18:16). Actualmente se suelen usar 5 shekels (moneda de Israel)
aunque también se puede usar cualquier tipo de moneda de plata (el Banco
de Israel ha acuñado monedas especiales para esta ceremonia). El
sacerdote suele devolver las monedas al padre después de la ceremonia o
son entregadas a los pobres. Esta ceremonia no se hace con frecuencia
porque requiere ciertas condiciones, la ceremonia no se llevará a cabo si . .
.

 Nace una hija primero.


 Si el primogénito nace por cesárea.
 La madre abortó antes de tener a su primogénito.
 Uno de los padres desciende de sacerdotes o levitas.
Si un primogénito no fue redimido por su padre, cuando crezca y pueda, el
propio hijo debe redimirse a sí mismo.

Como Yeshua fue el primogénito y no pertenecía a la tribu de Leví tuvo que


ser redimido por sus padres en esta ceremonia, en su caso fue redimido a
los 41 días ya que la purificación de la madre duraba 40 días, esto lo
podemos ver en Lucas.

“Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por


nombre YESHUA, el cual le había sido puesto por el ángel antes que
fuese concebido. Y cuando se cumplieron los días de la purificación de
ellos, conforme a la ley de Moisés (Lv. 12:1-4), le trajeron a Jerusalén
para presentarle al Señor (como está escrito en la ley del Señor: Todo
varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), y para
ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas,
o dos palominos (Lv. 12:6).”
Lucas 2:21-24

Actualmente, después de la ceremonia hay una comida festiva (Seudat


Mitsvá – la comida del mandamiento).

CORTE DE PELO - UPSHERIN

Hay una costumbre entre los judíos jasídicos de cortar el pelo al niño
cuando cumple 3 años, este corte de pelo (upsherin) es el inicio de una
nueva etapa en la vida del niño, a partir de este momento, el niño está
preparado para el estudio de la Torá, aprender hebreo, llevar Kipá y Tsit-
tsit.

Lo familiares y amigos presentes en la ceremonia participan en el corte de


pelo, el rabino tiene el honor de comenzar el corte de pelo. Normalmente
se le deja al niño dos tirabuzones laterales sobre las orejas llamados en
hebreo “peot” o “peyot” (los ahkenazitas los llaman “peyos”), estos
tirabuzones no se cortan en obediencia a la interpretación que hacen de
Levítico 19:27 “No cortaréis en forma circular los extremos de vuestra
cabellera, ni dañaréis los bordes de vuestra barba.”
La ceremonia de Upsherin se lleva a cabo porque la vida del hombre es
comparada con la vida de un árbol, de igual forma que no se puede
participar de los frutos de un árbol los primeros tres años (Lv. 19:23), el
pelo del niño no se puede cortar.

HIJO-A DEL MANDAMIENTO / BAR-BAT MITSVA

En el Judaísmo tradicional cuando el niño alcanza la edad de 13 años y la


niña 12 años (en el movimiento conservador, reformado y
reconstruccionista no hay diferencia en la edad del niño y de la niña – 13
años) se celebra una ceremonia llamada Bar Mitsvá – Hijo del
Mandamiento (las niñas tienen su Bat Mitsvá – Hija del mandamiento - la
ceremonia para las niñas es reciente, comenzó en el siglo pasado – 1922 -
en el movimiento reconstruccionista con la hija de su fundador, Judith
Kaplan, esta ceremonia NO se lleva a cabo en el judaísmo ortodoxo),
comienzan a ser responsables de sus actos ya sean buenos o malos y del
cumplimiento de una serie de mandamientos que todavía no se aplicaban
a sus vidas, hasta ese momento el padre tenía toda la responsabilidad, pero
a partir del Bar/Bat Mitsvá la responsabilidad recae sobre el hijo-a, de
todas formas, delante de Dios el niño (o la niña) no es plenamente
responsable de sus actos hasta que cumple los 20 años (Ex. 30:14 / Nm.
1:3; 14:29). A partir de su Bar Mitsvá el niño puede ser llamado para la
lectura pública de la Torá en la sinagoga, lo que se conoce en hebreo como
Aliyá laTorá, debe ponerse los tefilín en Shajarit (la oración de la mañana)
y debe ayunar en Yom Kipur. A partir de su Bar Mitsvá el niño puede ser
contado para formar un Minyan (quórum de 10 varones judíos necesarios
para poder realizar cualquier servicio religioso público).

Normalmente el Bar Mitsvá se lleva a cabo el sábado por la mañana en la


sinagoga durante el servicio de la mañana. El Bat Mitsvá, la ceremonia para
las niñas, se suele celebrar los viernes por la noche, los sábados por la
noche o los domingos por la tarde.

La ceremonia de Bar / Bat Mitsvá es una gran celebración donde después


del servicio se hace una celebración con mucha comida, bebida y danza.

PROHIBICIÓN DE LA POLIGAMIA
Los hombres en el Tanaj podían tener varias esposas, Jacob se casó con Lea
y Raquel, todos sabemos de las muchas esposas que tenía el Rey David y
especialmente el Rey Salomón ¿Por qué los judíos actualmente no tienen
varias esposas? En el siglo X el Rabino Gershon Ben Yehudah de Alemania
promulgó un decreto prohibiendo la poligamia, dicho decreto fue recibido
y aceptado por los judíos ashkenazitas ya que vivían en países donde
estaba mal visto tener varias esposas, sin embargo, muchos judíos
sefarditas vivían en países musulmanes donde tener varias esposas estaba
bien visto, por tanto el decreto no fue aceptado por los sefarditas, sin
embargo en 1950 el Gran Rabinato Sefardita en Israel prohibió la poligamia
entre los sefarditas. Los rabinos tienen tanta autoridad que pueden
prohibir lo que la Torá permite, aunque NO pueden permitir lo que la Torá
prohíbe.

BUSCANDO A NUESTRA BASHERT

“Bashert” es una palabra en yiddish que significa “destino”, pero en este


caso se usa para referirse a nuestra media naranja. Según el Talmud, 40
días antes del nacimiento de un niño, una voz del cielo anuncia con quién
se casará (Sotah 2a). Por tanto, el trabajo del hombre es buscar y encontrar
su Bashert, la persona que el Cielo determinó antes de su propio
nacimiento. Una historia rabínica nos cuenta lo siguiente:

Una mujer romana le dijo a Rabi Yossi Ben Halafta:

-¿Qué ha estado haciendo Dios desde que creó el mundo?

Respondió el Rabino:

-Ha estado arreglando matrimonios.

La mujer se burló diciendo que eso era muy fácil y que incluso ella podía
hacerlo, pero el Rabino le dijo que no era fácil y que era tan difícil como
separar el mar rojo. La mujer para probar que el Rabino estaba equivocado,
al día siguiente seleccionó a 1000 siervos y los casó con 1000 siervas, pero a
la mañana siguiente se presentaron los siervos delante de ella, uno con una
pierna rota, otro con un ojo sacado, otro con su cabeza fracturada . . . unos
decían “No quiero a esta mujer”, las esposas decían “No aguanto a este
hombre”, todo pidiendo que sus matrimonios fuesen cancelados. La mujer al
ver esto, fue al Rabino y le dijo:

-NO hay Dios como vuestro Dios y no hay Torá como la vuestra.

El Rabino le contestó:

-Por eso te dije que era algo muy difícil, tan difícil como la división del Mar
Rojo.

Aunque el matrimonio es el plan de Dios y ha sido arreglado por él, no


significa que NO vaya a haber problemas e incluso si al final un matrimonio
se disuelve, Dios también arregla un segundo matrimonio y elige la esposa
según los méritos del hombre.

El consejo de los rabinos, incluso para los que creen en esta predestinación
de la pareja, es que NO debemos precipitarnos a casarnos.

“Compra un terreno deprisa, pero piénsate bien el tomar a una mujer como
tu esposa.”
Yevamot 63a

Si un hombre se casa porque su mujer tiene dinero, los rabinos afirman que
“quien se casa por amor al dinero, tendrá hijos indignos”.

MATRIMONIO – KIDUSHIN (SANTIFICACIÓN O DEDICACIÓN)

“El hombre busca a la compañera de la vida para encontrar en ella lo que en


él se había perdido”
Kiddushin 2b

En el Judaísmo se enseña que el primer hombre fue andrógino, poseía


rasgos sexuales de hombre y de mujer. El siguiente versículo se da como
base para esta creencia:
“Creó, pues, Dios al hombre (singular) a imagen suya, a imagen de Dios
lo creó; varón y hembra los creó (plural).”
Génesis 1:27

Cuando Dios crea a la mujer, separó las dos partes del hombre (varón y
hembra) y el alma de dividió en dos, por tanto, cuando un hombre se casa
con una mujer, se unen las partes que fueron divididas y se convierten en
una sola carne con una sola alma.

“Y el hombre dijo: Esta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi


carne; ella será llamada mujer, porque del hombre fue tomada. Por
tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y
serán una sola carne.”
Génesis 2:23 y 24

El Talmud dice que “el que no tiene esposa es un hombre incompleto.”


(Yevamot 63a) también declara que “el que no tiene esposa vive sin gozo, sin
bendición y sin bien.” (Yevamot 62b). Por tanto, en el judaísmo estar casado
es el estado ideal del hombre y la mujer.

Matrimonio en los tiempos de Yeshua:

Normalmente el padre era el encargado de buscar una esposa para su hijo.


Cuando el padre no podía hacerlo, elegía a un representante, a este
representante se le llamaba “el amigo del novio”, esto es lo que pasó con
Abraham en Génesis 24.

En el caso de Rebeca, ella tuvo que dar su consentimiento para ser elegida
como esposa de Isaac, sin el consentimiento de la mujer no podría haber
boda:

“Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella


respondió: Sí, iré.”
Génesis 24:58
Cuando se encontraba a la esposa, los padres se juntaban para hacer un
contrato y para acordar una dote que debía pagar el novio, por tanto, la
novia NO era gratis, había que pagar un precio por ella (David dio a Saúl
200 prepucios de los filisteos por su hija, Mical – I Samuel 18:27 – y Jacob
se comprometió a trabajar durante 7 años por Raquel – Génesis 29:18).
Una vez que se llegaba a un acuerdo se redactaba un contrato matrimonial.
La lectura de este contrato matrimonial con ambas familias daba inicio al
compromiso matrimonial. Este contrato (llamado ketubá – “lo que está
escrito”) era realizado por el novio y firmado por dos testigos que no
perteneciesen a ninguna de las familias de los novios, en él se especificaban
sus promesas, sus obligaciones como esposo y lo que estaba dispuesto a
dar al padre de la novia por su hija, también se reflejaba la cantidad de
dinero que daría a su esposa en caso de divorcio y la herencia que le
quedaría en caso de muerte, este contrato estaba escrito en arameo y era
leído por el novio en la casa del Padre de la novia delante de varios testigos
y amigos de la familia, dicho contrato matrimonial era tan importante que
sin la ketubá un hombre NO podía vivir con su mujer, la ketubá era una
protección para la esposa, pertenecía a la esposa y ella era la encargada de
guardarla. A continuación bebían de una copa de vino llamada “la Copa del
Pacto o Copa de la Aceptación” (si la novia bebía de la copa estaba
aceptando el contrato) recitando una bendición especial para la ocasión,
una de estas bendiciones la encontramos en Génesis 24:60 “Hermana
nuestra, sé madre de millares de millares, y posean tus descendientes
la puerta de sus enemigos.”. El novio le entregaba un regalo de valor,
normalmente un anillo sellando el compromiso con estas palabras:

“Con este anillo has sido consagrada a mí según la Ley de Moisés y de


Israel.”

A partir de esta ceremonia de compromiso llamada erusin (desposorios)


o kidushin (santificación) los novios se consideraban marido y mujer,
aunque todavía NO viviesen juntos, por tanto, la infidelidad por alguna de
las dos partes era considerada adulterio.

Después de haber prometido a su amada que volvería a por ella, el novio


regresaría a la casa de su padre para preparar una casa para su prometida
(en la propiedad del Padre o incluso dentro de la casa del padre), mientras
tanto, la novia llevaría un velo mostrando públicamente su compromiso
matrimonial y estaría haciendo su vestido de novia y preparando el ajuar.
Después de unos meses (normalmente 12) cuando la casa estaba acabada
y el padre del novio daba el visto bueno a dicha casa, el padre permitía que
su hijo fuese a buscar a su prometida. El novio vestido como un rey (en la
medida de sus posibilidades) y acompañado de varios amigos con
lámparas y antorchas (normalmente esto ocurría por la noche) iban a por
la novia, la novia no sabía exactamente cuándo llegaría ese momento tan
especial y esperado, por eso, siempre tenía que estar preparada y las
acompañantes de la novia, las damas de honor, tenían que tener
preparadas sus lámparas para acompañarla.

Para avisar a la novia de la llegada de su amado y poder así tener algo de


tiempo para prepararse y preparar las cosas que se llevaría con ella,
alguien gritaba diciendo: “¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!” y se
tocaba el shofar, entonces la novia, vestida como una reina, con sus
acompañantes salían a recibir al novio y juntos se dirigían a la casa del
Padre donde habría un banquete preparado y estarían los invitados
esperando, a esta ceremonia se le daba el nombre de nisuin (la palabra se
deriva del verbo “levantar” o “llevar”).

Cuando llegaban a la casa, se hacía una bendición y la novia era entregada


al novio, después los novios entraban en la habitación nupcial para
consumar el matrimonio, una vez consumado el matrimonio, el novio se lo
decía a un amigo suyo que estaba en la puerta esperando y su amigo iba y
lo anunciaba a los invitados, todos se alegraban por los novios y comenzaba
la fiesta celebrándola durante 7 días (Jue. 14:17), en esos 7 días los novios
estaban “escondidos” en la habitación (esto equivaldría a nuestra luna de
miel). Cuando se cumplían los 7 días los novios salían de su “escondite” y
la novia ya no llevaría el velo.

Cuando un hombre se casaba con su mujer, le solían preguntar acerca de


su matrimonio diciendo: “¿Matsá o Motsé?” (¿Halló o Hallo?) . . .

"En Israel, le solían preguntar a un hombre que se casaba con una


mujer: “¿Matsá o Motsé?”. Matsá, porque está escrito: “El que HALLÓ
(Matzá) esposa HALLÓ el bien y alcanza la benevolencia del Señor” (Pr.
18:22). Motsé, porque está escrito: “Yo HALLO (Motsé) a la mujer más
amarga que la muerte” (Ec. 7:26)."
El Talmud – Tratado de Berajot 8a

Matrimonio judío en la actualidad

Las dos ceremonias que acabamos de ver, erusin y nisuin, han sido
conservadas en la ceremonia que se realiza hoy en día, pero a partir del
siglo XI las dos ceremonias se fusionaron en una.

DIVORCIO - GUERUSHIN

El judaísmo NO prohíbe el divorcio y enseña que la misma Torá ofrece


dicha posibilidad (Dt. 24:1-4), aunque el divorcio no deja de ser una
tragedia como podemos leer en el Talmud:

“Incluso el altar derrama lágrimas cuando un hombre se divorcia de su


esposa”.
Sanhedrin 22a

Después del divorcio se pueden volver a casar aunque la mujer debe


esperar 90 días, esta espera es por si la mujer está embarazada para que se
sepa quién es el padre y no haya problemas legales con la herencia.

LA MUERTE

El Judaísmo enseña que el alma es inmortal, pero el cuerpo es mortal y


vuelve al polvo (Gn. 3:19). Cuando una persona muere, el cuerpo muere,
pero el alma sigue viviendo.

“Abraham expiró, y murió en buena vejez, anciano y lleno de días, y fue


reunido a su pueblo.”
Génesis 25:8

Hay un sector dentro del Judaísmo que cree en la reencarnación


especialmente los involucrados en la Cábala.
El cuerpo debe ser sepultado lo antes posible (Dt. 21:23), por tanto en el
Judaísmo está prohibida la cremación. Dios tuvo el detalle de enterrar a
Moisés y nosotros, por tanto, debemos imitarle, el cuerpo debe ser devuelto
a la tierra.

Debemos mostrar respeto por el cadáver ya que fue la casa donde el


fallecido habitó, el judaísmo enseña que beber, comer o cumplir un
mandamiento delante del cuerpo del fallecido está prohibido ya que se
consideraría una burla a la persona fallecida, tampoco está permitido
mostrar el cuerpo ya que es considerado una falta de respeto.

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