(Trad) Teach Me KaiSoo-sick My Duck PDF

Prólogo
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by little-peach
Sus ojos estaban fijos en una persona en particular, un chico de cabello negro con lentes sentado a pocas
mesas de distancia. La cafetería estaba llena y atareada, pero todos conocían su lugar. Y Jongin también.
Por eso sabía que no debía hablar con él. Con Kyungsoo.
Kyungsoo era interesante, eso era un hecho.
Cuando estaba en la escuela, era un estudiante modelo. Buenas calificaciones, buena personalidad,
servicial, amable. Sin embargo, los demás estudiantes sabían mucho más sobre él que los maestros.
Cualquier estudiante que prestara la menor atención a la jerarquía social de la escuela sabría el puesto
de cada estudiante. También sabría que Kyungsoo estaba en un puesto muy alto cuando se trataba de
atractivo sexual.
Eso podría deberse a que era guapo, pero también era debido a la faceta que mostraba cuando nadie
importante estaba mirando, la faceta que mostraba a aquellos que lo deseaban, y que tal vez estuviesen
dispuestos a pagar por ello, eso era lo que lo hacía deseable.
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La atención de Jongin quedó atrapada momentáneamente por un chico alto que sólo había visto en los
pasillos, acercándose a Kyungsoo con confianza. Tal vez, si hubiese parpadeado no habría visto el billete
de cincuenta dólares que deslizó discretamente en la lonchera de Kyungsoo, seguido de un breve
intercambio de susurros. Sin más, el chico se fue, pero Jongin sabía que él y Kyungsoo tendrían mucho
que hacer más tarde.
Después de todo, Kyungsoo era prácticamente el prostituto de la escuela, así que siempre tenía algo que
hacer con otra persona más tarde.
Era increíble, absoluta y completamente diferente al crush de Jongin. El crush de Jongin siempre se
sentaba con estudiantes tranquilos, como él. Tenía la piel pálida, sus ojos eran de color marrón claro. Su
cabello siempre estaba bien peinado y su uniforme siempre estaba planchado. Era dulce y tímido, cubría
su labios cuando se reía. En cierto sentido, él y Kyungsoo se parecían mucho, o al menos, él y el
Kyungsoo de la escuela. Su crush no estaba ni cerca de ser un prostituto al salir de clases, y no tenía
nada que ver con la gran mayoría de personas que se preocupaban por ese tipo de cosas. Él era el rol de
Kyungsoo hecho realidad.
Él era la persona con la que Jongin tenía una cita justo después de la escuela.
Wattpad Converter de ???????????

Hace tiempo que no traducía un buen fanfic smut de varios capítulos, espero que lo disfruten tanto como yo
lo disfruté. ;)
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ALV O.O Asi ksual...
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P 1-2
Capítulo 1
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by little-peach
Sus ojos estaban fijos en una persona en particular, un chico de cabello negro con lentes sentado a pocas
mesas de distancia. La cafetería estaba llena y atareada, pero todos conocían su lugar. Y Jongin también. Por
eso sabía que no debía hablar con él. Con Kyungsoo.
Kyungsoo era interesante, eso era un hecho.
Cuando estaba en la escuela, era un estudiante modelo. Buenas calificaciones, buena personalidad, servicial,
amable. Sin embargo, los demás estudiantes sabían mucho más sobre él que los maestros. Cualquier
estudiante que prestara la menor atención a la jerarquía social de la escuela sabría el puesto de cada
estudiante. También sabría que Kyungsoo estaba en un puesto muy alto cuando se trataba de atractivo sexual.
Eso podría deberse a que era guapo, pero también era debido a la faceta que mostraba cuando nadie
importante estaba mirando, la faceta que mostraba a aquellos que lo deseaban, y que tal vez estuviesen
dispuestos a pagar por ello, eso era lo que lo hacía deseable.
La atención de Jongin quedó atrapada momentáneamente por un chico alto que sólo había visto en los
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pasillos, acercándose a Kyungsoo con confianza. Tal vez, si hubiese parpadeado no habría visto el billete de
cincuenta dólares que deslizó discretamente en la lonchera de Kyungsoo, seguido de un breve intercambio de
susurros. Sin más, el chico se fue, pero Jongin sabía que él y Kyungsoo tendrían mucho que hacer más tarde.
Después de todo, Kyungsoo era prácticamente el prostituto de la escuela, así que siempre tenía algo que
hacer con otra persona más tarde.
Era increíble, absoluta y completamente diferente al crush de Jongin. El crush de Jongin siempre se sentaba
con estudiantes tranquilos, como él. Tenía la piel pálida, sus ojos eran de color marrón claro. Su cabello
siempre estaba bien peinado y su uniforme siempre estaba planchado. Era dulce y tímido, cubría su labios
cuando se reía. En cierto sentido, él y Kyungsoo se parecían mucho, o al menos, él y el Kyungsoo de la
escuela. Su crush no estaba ni cerca de ser un prostituto al salir de clases, y no tenía nada que ver con la
gran mayoría de personas que se preocupaban por ese tipo de cosas. Él era el rol de Kyungsoo hecho
realidad.
Él era la persona con la que Jongin tenía una cita justo después de la escuela.
??
Cuando tocó la campana, fue a encontrarse con el chico que lo esperaba cerca de su casillero, pasando por
el baño antes para asegurarse de lucir bien. Después de todo, esta era su oportunidad de conseguir lo que
quería; tenía que causar una buena impresión.
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Se sintió feliz al ver a su cita esperando por él, mirando hacia todos lados.
—Hola —le saludó Jongin, tratando de no atragantarse.
—Hola. ¿Estás listo?
—Sí, vamos.
??
Al principio, sus conversaciones fueron un poco incómodas y ambos se mostraban cautelosos con lo que
decían y cómo actuaban, pero en el momento en que se alejaron de las miradas indiscretas, de las personas
que conocían, Jongin se las arregló para envolver su mano alrededor de la mano del otro chico.
Se tomaron su tiempo, fueron al centro comercial, al cine, y a un restaurante. El tiempo parecía volar y
Jongin agradeció al destino porque, inesperadamente, parecían llevarse muy bien.
—Sabes, no esperaba que dijeras que sí cuando te invité a salir. No sabía que eras gay —Jongin soltó una
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risita.
—Bueno, en realidad no soy gay... o bueno, no creo que lo sea. Aun así, todos merecen una oportunidad,
¿no?
—Eso... es lo que más me gusta de ti.
Continuando con su noche, Jongin juró que se había ganado el corazón del chico. Después de todo, ¿cómo
podían pasar tan buena velada si no había química entre ellos?
Cuando pasaron las diez de la noche, sus risas aumentaron, la somnolencia fue agotando su sentido del
humor y razonamiento. Finalmente, después de lo que pareció ser la cita perfecta, Jongin se ofreció a
acompañar a su crush a casa, y el otro chico aceptó inmediatamente.
Subieron al autobús y salieron del centro de la ciudad.
No fue hasta que estuvieron de pie en la puerta de su crush que el nerviosismo de Jongin alcanzó su punto
máximo.
Hablaron y rieron, pero después de un tiempo se dieron cuenta de que ya era hora de despedirse, así que lo
hicieron.
—Adiós.
—Adiós.
Sin embargo, no podían dejar de mirarse, y como si alguna fuerza natural los estuviera acercando, sabían
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que había una última cosa que hacer.
En cuestión de segundos, los ojos de su cita se cerraron e inclinó la cabeza. Haciendo lo mismo, Jongin se
inclinó y sus labios se tocaron.
Fue increíble, celestial, puro, y todo lo que Jongin podría haber pedido y más. Pero por alguna razón,
cuando él empezaba a agarrarle el ritmo, sintiéndose cada vez más caliente cuando deslizó su lengua, su
crush se alejó, limpiándose la boca.
—L-lo siento, tengo que irme ahora.
—¿Hi-hice algo mal? —preguntó Jongin, asustado por el súbito cambio en el tono del chico.
—Tú... No es porque seas un chico, es sólo que... besas muy mal y eres demasiado amable, ¡lo siento! ¡No
estoy interesado en ti románticamente, así que p-por favor, no me vuelvas a buscar!
Con eso, Jongin vio a su crush entrar corriendo a su casa.
??
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Jongin se dio cuenta de que su crush debió estar hablando muy en serio, porque durante la semana siguiente,
todo lo que hizo fue evitarlo, alejarse de él. Afortunadamente, Jongin se dio cuenta de ello.
Sin embargo, no sabía qué iba a hacer ahora que había solicitado recibir clases particulares de inglés del
mismo chico que lo había rechazado. Pensando en retrospectiva, puede que autoproclamarse ganador de una
batalla que aún no había ganado no haya sido la idea más brillante.
Por supuesto que no cancelaría la tutoría, ya que tenía muchos problemas con el inglés, así que,
independientemente de quién fuese su tutor, de igual forma obtendría la ayuda que necesitaba. Sin mencionar
que era una molestia tener que ir y explicar por qué estaba cancelando la ayuda que muchos estudiantes
esperaban recibir.
Suspirando, Jongin se dirigió a casa, sintiéndose aturdido y afligido.
Lo primero que hizo al llegar fue comer todo lo que pudo. Era cierto ese dicho que decía que la comida era
el mayor consuelo. Comió, comió, y siguió comiendo hasta que la manecilla de su reloj marcó las siete. Le
habían dicho que su tutor llegaría a esa hora. La tarifa de la escuela era de diez dólares por hora y sus
padres ya habían pagado diez sesiones de una hora por adelantado.
Unos cuantos segundos después de la siete, alguien tocó la puerta principal. Ya que su madre estaba
preparando la cena y su padre todavía estaba en el trabajo, Jongin corrió hacia ella y, mirando a través de la
mirilla, vio un uniforme perteneciente a su escuela.
—Puntual... —murmuró.
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Al abrir la puerta, se encontró con un chico más pequeño que él, de piel pálida, ojos grandes, labios
gruesos, cabello bien peinado y ropa bien planchada, parecido a su crush, pero diferente a la vez.
—Hola, mi nombre es Kyungsoo. Estoy aquí para dar clases particulares. Eres... —hizo una pausa en su
introducción, mirando el papel doblado que tenía en la mano—: ¿Kim Jongin?
—Sí. Uhm, ¿supongo que eres mi tutor de inglés?
—Bueno, de acuerdo con los documentos yo soy tu único tutor —el mayor rió.
—Es cierto, lo siento, eso fue estúpido. Bien, entonces pasa.
—¿Dejo mis zapatos aquí?
—Sí, claro.
Era extraño invitar a alguien así a su casa porque, por lo que sabía, alguien como Kyungsoo sólo iba a algún
lugar cuando había sexo y dinero involucrados. De cualquier manera, educación era educación.
—¡Mamá, mi tutor ya llegó! —gritó Jongin, oyendo los pasos de su madre por el pasillo.
—¡Oh, muchas gracias por venir!
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Jongin se quedó de pie, sintiéndose incómodo mientras su madre y su nuevo tutor conversaban, Kyungsoo
había dado una muy buena primera impresión. Si tan sólo su madre supiera que estaba hablando con un
prostituto, tal vez su sonrisa no sería tan brillante, tal vez su risa no sería tan amigable.
—¡Beban un poco té y suban! —les dijo ella, instándolos a que subieran a la habitación de su hijo.
Y fueron exactamente allí.
No hablaron mucho mientras subían lentamente, pero Jongin estaba seguro de que Kyungsoo continuaría
actuando como un 'buen chico'.
Llevando al mayor a su habitación, jaló la mesita de noche hacia el centro, arrojando almohadas alrededor
para mayor comodidad.
—Lo siento, está desordenado.
—Está bien, no te preocupes por eso. He visto casos peores. —Kyungsoo se sentó, acomodándose en el
suelo.
—Uhm, ¿debo sentarme frente a ti o a tu lado?
—Donde te sientas cómodo. No quiero intimidarte, así que estoy bien con cualquiera.
—Está bien.
En contra de sus instintos, se sentó al lado del mayor, tragando saliva con fuerza mientras depositaba la
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carpeta en la mesa.
—Está bien, ¿qué estás aprendiendo ahora?
—Ayer comenzamos con la poesía.
—De acuerdo, dame un segundo para encontrar ese tema...
Jongin asintió, pero mientras el mayor pasaba las páginas de su carpeta, Jongin no pudo evitar mirarlo de
arriba abajo.
Sus ojos, su nariz, sus labios, sus movimientos, su cabello.
Realmente se parecía a su crush.
—¡Oh, Shakespeare! ¡Recuerdo esto! Como si aprender inglés actual no fuese suficiente, tienen que hacernos
viajar unos doscientos años en el pasado para aprender un idioma que ya nadie usa.
que sí, necio JJAJAJAJAJAJ
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Capítulo 2
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La situación era un poco extraña. Allí estaban ellos, dos chicos solteros entrando a un hotel para besarse y
tocarse, o tal vez algo más, y sin embargo, su lenguaje corporal no insinuaba nada de eso. No se miraban, no
se tocaban, no se tomaban de las manos, apenas tenían conversaciones generales. Nada hacía parecer que
fuesen algo más que conocidos, pero las cosas que habían planeado hacer eran cosas que hacían los amantes.
Jongin dejó que el mayor hiciera todo el trabajo, siguiéndolo en silencio mientras él los registraba y recibía
la llave, siendo sospechosamente amistoso con el recepcionista. Tomaron el ascensor hasta el segundo piso
y llegaron a una habitación, Kyungsoo caminaba con tanta naturalidad como si conociera el lugar.
—Pasa —susurró, cerrando la puerta detrás de Jongin mientras se despojaba de la mayor parte de sus
abrigos.
Jongin se quitó el suéter mientras se sentaba en la cama, arrojándolo sobre un sofá.
—¿Cómo estuvo tu día? —preguntó Jongin.
—Bien. En realidad, terminé mucho más cansado de lo que esperaba. Vine rápido después de tomar una
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ducha así que mi cabello todavía está un poco húmedo. Bien, no perdamos tiempo. ¿Por dónde debemos
empezar?
—B-bueno, ¿soy un buen besador ahora?
—La verdad no.
—Entonces, ¿podemos... continuar con eso?
—Por supuesto.
—Bien, adelante, sedúceme.
Asintiendo lentamente, Jongin estiró su mano, tomando la mano de Kyungsoo. Sus dedos se entrelazaron de
manera coqueta con los de él, y sus labios se curvaron en una sonrisa. —Qué lindo —murmuró el mayor.
Al cabo de unos segundos, ya se encontraba en el regazo de Jongin, sus manos inexpertas acariciaban sus
costados de forma brusca.
—No quiero seducirte, sólo quiero besarte.
Kyungsoo no pudo evitar sentirse encantado con esa declaración, riendo mientras sus labios eran tomados y
su espalda tocaba la cama, con Jongin posicionándose sobre él. —Esa es exactamente una manera de
seducir. Creo que ya lo estás entendiendo.
Continuaron intercambiando besos durante unos minutos, y aunque Jongin no estaba ni cerca de ser un buen
besador, había mejorado mucho después de media hora y también recordó todo lo que Kyungsoo le había
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dicho. Era tolerable.
—Oye... —el mayor de pronto tuvo una idea, siendo interrumpido al instante por la lengua de Jongin—.
Espera, detente, tengo una idea... espera...
Al no recibir la atención que quería, pellizcó los costados del menor, escuchando risas antes de que Jongin
saltara y rodara en la cama, protegiendo sus zonas sensibles.
—Escúchame cuando te hablo —exigió Kyungsoo—. Tengo una buena idea. ¿Qué tal si la olvidaba? ¿Qué
tal si no llegábamos a ninguna parte porque no me dejaste hablar?
—Lo siento, me dejé llevar —Jongin hizo un puchero.
—Bien, cuéntame sobre tu crush. Será más sencillo besarlo si actúo como él, ¿verdad? Te acostumbrarás a
la idea.
—Oh...
No era que Jongin estuviese avergonzado, simplemente no quería hablar de ello. No con alguien como
Kyungsoo. Después de todo, su crush le dijo que no era gay, así que probablemente no quería ser percibido
como gay sólo porque alguien como Kyungsoo lo dijo casualmente durante una ronda de sexo con Dios sabe
quién. Los rumores podrían escalar a algo más, las cosas podrían resultar mal, y él no podría estar con la
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persona para la que estaba practicando.
—No voy a juzgarte. Incluso si esa persona es realmente fea, o tonta, o algo más. A final, no es asunto mío,
sólo quería facilitarte las cosas.
—Es que es extraño porque nunca lo he dicho en voz alta...
—Si no quieres, está bien.
Todavía vacilante, Jongin evitó los ojos del mayor. Allí estaban ellos, besándose, tocándose, frotándose,
todo en una cama de algún hotel que Kyungsoo conocía sospechosamente bien, y Jongin no podía admitir
algo tan simple como quién le gustaba.
Empujando su lengua contra su mejilla, se convenció de que sería mejor si simplemente lo soltaba, así que
lo hizo.
—Me gusta... Sehun...
Una expresión extraña se apoderó de la cara de Kyungsoo mientras levantaba ambas cejas y se volvía
completamente serio. —¿Oh Sehun?
—Sí...
¿Kyungsoo estaba a punto de reírse de él?
—Bueno, eso es interesante...
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—¿Lo conoces?
—Me acuesto con él.
Se tomó un tiempo para procesar esa oración tan ridícula, pero cuando lo hizo, todo lo que Jongin logró
decir fue: —¿Qué?
—Bueno, él me paga obviamente. —Kyungsoo asintió lentamente. Todavía sorprendido; probablemente
tanto como Jongin.
—¿Tú... tienes sexo con él?
—Sí. Uhm, ¿de verdad él es la persona que te gusta? —preguntó de nuevo, con la esperanza de que tal vez
hubiera dicho el nombre equivocado.
—Sí...
—Entonces tendremos que proceder de manera diferente.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Bueno, él es activo.
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¿Activo? Eso era lo más extraño que Jongin había escuchado. ¿Cómo podría alguien tan pequeño, reservado
y delicado ser activo?
—Estás mintiendo. Él es tan inteligente, pequeño y perfecto. Es simplemente increíble... no puede ser activo.
—¡No estoy mintiendo! Él no es para nada como te lo imaginas. Es realmente... raro...
¿Raro? ¿Qué podría ser raro en una perfección andante como él? —¿Qué quieres decir con que es raro?
—¿No lo sabes? Bueno... No sé si debería decírtelo... No quiero arruinar tu percepción de él. Mejor
olvídalo. Sigue soñando.
Ese era un buen punto. Jongin preferiría pensar en su crush como un ángel, no como un psicópata loco si
resultaba ser tan malo como Kyungsoo estaba insinuando. —¿Cómo es él... en la cama? Quiero saber. De
hecho, ¿puedes decirme todo...?
Esta vez era Kyungsoo quien estaba dudando, cruzando las piernas y alejándose completamente del ambiente
sexual y provocativo que acababan de crear. —¿Estás seguro?
Probablemente no.
—Sí.
Asintiendo, Kyungsoo miró las sábanas de la cama, jugando con ellas mientras pensaba en cómo acortar una
larga historia.
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—De acuerdo... ya sabes, lo conocí a mediados de su primer año. Él... supongo que él y yo somos similares
en cierto sentido. Ambos somos personas completamente diferentes de las facetas que mostramos en
público. Verás, yo estudio simplemente porque no me molesta hacerlo y me gusta la satisfacción de obtener
buenas calificaciones. Mis padres no me presionan por ello, pero sus expectativas se han disparado junto
con mis notas. En mi tiempo libre también me gusta tener sexo y ganar dinero. Es sólo un pasatiempo del que
puedo sacar dinero, de verdad. Además, establecerse con una persona es demasiado aburrido. El sexo es tan
monótono después de un tiempo y... —olvidando la explicación, continuó—: Él también obtiene
calificaciones increíbles y así, pero sus padres lo obligan y eso es todo lo que hace, estudiar, estudiar,
estudiar, ¿verdad? Sus padres básicamente controlan su vida. Él tiene sexo como una forma de... ¿cómo
debería decirlo? ¿Venganza?
—Básicamente, él vino a mí justo después de sus exámenes trimestrales en su primer año. Él, uhm... me
preguntó si yo ofrecía sexo y yo le pregunté si estaba buscándolo. Dijo que sí y me dijo que me pagaría...
'generosamente'. Desde luego, le dije que sí, pero cuando lo llevé al hotel, me dijo que quería tener
relaciones sexuales de ciertas formas particulares. Me dijo que quería... ¿Estás seguro de que quieres que te
lo diga?
—¡Sí! —confirmó Jongin, tratando de sonar lo más convincente posible.
—Bueno... él quería atarme, atarse él mismo, y... follarme mientras yo lo insultaba.
—Es un maso–sadi–espera, ¿o sea que él quería estar atado y... hacértelo mientras lo insultabas... pero al
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mismo tiempo estando atado él también?
—Sí, él es como... un sádico empedernido y un masoquista empedernido al mismo tiempo, si puedes
imaginarte algo como eso. Supongo que quería imaginarse a sí mismo violándome mientras yo forcejeaba
lleno de confianza, si es que eso tiene algún sentido.
—Entonces, ¿qué pasó cuando te dijo eso? —preguntó Jongin, sintiéndose genuinamente curioso ahora.
—Bueno, le dije que no, pero me dijo que me pagaría doscientos dólares por una noche. ¿Alguna persona
cuerda rechazaría doscientos dólares? ¡Eso es como... cincuenta dólares por hora! Es una locura. Bueno, le
dije que sí y terminamos en la habitación del hotel... uhm... él trajo su bolsa llena de juguetes y cosas que
incluso yo ni siquiera conocía en ese momento. Me desnudó y me puso... bueno, era un enterizo hecho de
látex, pero tenía un enorme agujero para mi entrepierna y mi trasero, y mis pezones también. También tenía
un montón de correas que usó para atarme en ciertas posiciones. Fue... muy incómodo para mí. Luego él
también se ató vistiendo ese traje raro. O sea, su entrepierna estaba descubierta, pero habían púas que
hincaban algunas partes de su cuerpo, no lo suficiente para hacerle sangrar, por supuesto. Me encadenó, me
amordazó y puso vibradores en todas las partes disponibles de mi cuerpo, incluyendo mis pezones... Todo se
volvía más intenso cada vez que regresaba.
—¿Cuándo regresaba?
—Por lo general, después de un examen o algo así.
—¿Te hizo hacer algo más?
—Sí. Por ejemplo, durante el sexo lo abofeteaba y jalaba su cabello. Lo insultaba y todo eso. Ya que
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siempre le decían lo perfecto que era, supongo que quería a alguien que le hiciera sentir despreciable. El
pensamiento de hacer algo malo le hacía sentir realmente caliente. De hecho, incluso me dijo que grabara
nuestras... 'sesiones' con mi teléfono. Le gustaba saber que sus secretos sucios podrían filtrarse.
Entonces, como si su inconsciente estuviera hablando por él, palabras que no debían salir, escaparon. —
¿Todavía tienes los vídeos...?
—Sí.
—¿Puedo... verlos?
—Creo que te traumarías.
—¿Por favor? —pidió por última vez.
—Bien, pero no te enojes después. Y no pienses que grabo todas mis sesiones. Él me pidió hacerlo.
Asintiendo, Jongin esperó con anticipación mientras el mayor sacaba su teléfono, buscando en la galería
antes de encontrarse con una carpeta con contraseña. Seleccionó uno de los ochenta y tres vídeos de la
carpeta, subió el volumen y se lo entregó a Jongin.
Mirando la pantalla, el chico vio a dos personas con trajes enterizos de látex, llenos de tantos agujeros y
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recortes que Jongin se preguntó si podrían seguir siendo considerados como 'enterizos'. El que estaba
sentado en la silla, atado a ella con cuerdas, era Kyungsoo, y el que estaba de rodillas, con la cabeza
agachada, era indudablemente Sehun.
«Eres tan patético...» oyó decir a Kyungsoo con claridad. «Me estás violando. Has caído tan bajo que me
has puesto este traje, me has atado y vas a violarme».
«Lo siento, amo».
«Tu pene es tan pequeño que ni siquiera puedo sentirlo dentro de mí. Me das lástima».
«Lo siento, amo».
A esas alturas, Sehun se había puesto de rodillas y se había acomodado entre las piernas de Kyungsoo.
Sin vacilar, metió en su boca el miembro que estaba frente a él. La forma en que separó las piernas del
mayor hizo que las cintas atadas alrededor de los muslos de Kyungsoo se hicieran mucho más evidentes.
Le hacían ver más como un regalo que una persona, como un premio.
«Eres un violador enfermo. No podrías hacer que me corriera ni aunque tu vida dependiera de ello».
«Lo siento, amo».
Mientras metía el miembro de Kyungsoo hasta el fondo de su garganta, Sehun levantó la mano, liberando
una de las muñecas del mayor de las esposas que lo sujetaban. Kyungsoo agarró violentamente el cabello
del menor y tiró de él, ganando un gemido alto. Apartando a Sehun de su entrepierna, lo levantó para
mirarlo a los ojos. Compartieron una profunda mirada que provocó anticipación ante lo que iba a
suceder a continuación. Jongin no esperaba que Kyungsoo levantara la mano y abofeteara el rostro del
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menor, haciéndolo caer sobre sus manos y rodillas. Independientemente del dolor, él gimió. Entonces,
algo menos esperado sucedió cuando Sehun cambió por completo. Levantó a Kyungsoo de la silla con
brusquedad, y todas las correas se abrieron al mismo tiempo, luego lo arrojó a la cama, haciendo que
Kyungsoo gritara en agonía mientras se subía sobre él y lo penetraba sin preparación alguna.
—Creo que ya es suficiente... —Kyungsoo rió con torpeza, tomando el teléfono y terminando el vídeo—.
Pero también ha hecho otras cosas. Una vez me ató a una silla y literalmente puso vibradores en todas mis
partes sensibles. Simplemente me dejó allí durante cinco horas, viendo cómo me corría mientras se
masturbaba una y otra vez. Cada vez que venía, abofeteaba mi cara con su polla o me la metía junto con el
vibrador, lo que dolía como el infierno. Dolía, pero me pagaba lo suficiente como para pasar por alto el
dolor.
Jongin se quedó sin palabras al recibir toda esa información. También comenzó a excitarse un poco. ¿A
quién estaba tratando de engañar? Se estaba poniendo duro rápidamente, especialmente después de ver ese
vídeo. Entonces, algo hizo click.
—¡Fui a una cita con Sehun hace poco y me rechazó diciéndome que besaba muy mal y que era demasiado
amable!
—Bueno, sí, a él le gusta ser golpeado y degradado. Tú eres un tipo decente.
—¿Todavía... siguen haciendo eso?
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—De hecho, me reuní con él antes de venir aquí.
—Oh... ¿él te hizo eso? —preguntó Jongin, refiriéndose a la piel amoratada y a los labios hinchados.
—Sí. Hoy también me cortó accidentalmente. Justo aquí, ¿ves? —preguntó Kyungsoo, levantando su camisa
para revelar un curita debajo de sus costillas—. Pero después se disculpó por ello.
Acariciando la piel con sus dedos de forma inconsciente, Jongin se preguntó cómo la persona que le gustaba
podía hacerle algo como esto a alguien más.
—Cambié de opinión, ya no quiero hablar de esto —decidió Jongin, tratando de salvar lo que quedaba de
una noche decente. Después de todo, la imagen perfecta de su crush acababa de ser destrozada por completo,
y con su permiso.
Empujó a Kyungsoo sobre la cama, dispuesto a besarlo de nuevo hasta que el mayor lo detuvo. —E-espera,
no mencioné ese tema para juzgar tus elecciones personales, fue para poder imitar a tu crush y facilitarte las
cosas, pero escuchando y viéndote, creo que ya no quieres eso, así que... ¿cómo es tu tipo ideal?
—Ya no importa. ¿Qué harías si te acorralara contra la cama? ¿Qué diría y haría Do Kyungsoo si empezara
a desnudarlo y tocarlo?
—Diría que no me estás pagando lo suficiente.
Ambos comenzaron a reír a pesar de que no era una broma. Era la ridícula verdad.
Acomodando al mayor debajo de él, Jongin extendió sus piernas y se colocó cómodamente entre ellas,
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presionando su lengua contra la de Kyungsoo en cuestión de segundos.
Los besos estaban mejorando, o al menos Jongin creía eso, pero cuanto más avanzaban, más torpes se
sentían sus manos, cumpliendo el simple papel de soportes para su torso.
—Kyungsoo... —susurró contra los labios del otro.
—¿Hmm?
—¿Qué hago con mis manos mientras hacemos esto? ¿Cómo puedo usarlas...? —Antes de que pudiera
terminar su pregunta, Kyungsoo agarró la muñeca de Jongin y colocó su mano sobre su entrepierna.
—Te masturbas todo el tiempo, ¿no? —preguntó, aunque no esperaba una respuesta. Era una instrucción
indirecta.
Jongin no sabía si podría haber sonado más homosexual cuando el primer pensamiento que le vino a la
mente fue que la erección de Kyungsoo se sentía bien en su mano. De repente, sintió el deseo de dar un paso
más. Ahora que sabía que su crush no era virgen y nunca tuvo la intención de guardarse para alguien, ¿por
qué debería hacerlo Jongin? Obviamente lo haría fatal, pero también podía aprender de ello.
—No me quites la ropa... —susurró Kyungsoo, como si estuviera leyendo la mente del menor—. Coloca tus
manos en mis muslos y... abre mis piernas... embísteme...
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Siguiendo sus instrucciones, Jongin empujó los muslos del mayor contra la cama, relevando su miembro bajo
la ropa. Los dedos de Kyungsoo cubrieron los suyos mientras seleccionaba su dedo medio e índice,
colocando uno a cada lado de su erección, acariciándola. —Sigue haciendo eso... Y-y... bésame...
—¿Y si hago... esto? —preguntó el menor, presionando sus miembros. El cuerpo de Kyungsoo tembló, cerró
sus ojos con fuerza y mordió su labio—. Si te gusta, por favor dímelo. Quiero hacerte sentir bien.
—No digas eso... suena raro.
—Te estoy seduciendo.
—Está funcionando.
Ruborizándose, Jongin se inclinó, siguiendo la curva del cuello de Kyungsoo con sus labios, humedeciendo
la piel con su lengua mientras la besaba sin temor. —Oye, Kyungsoo... enséñame cómo hacer un chupetón...
Asintiendo, Kyungsoo se dio la vuelta, y el menor quedó debajo de él. Lamió sus labios y tragó saliva. Sus
palmas aterrizaron suavemente en la cintura de Jongin, sus dedos se deslizaron bajo su camisa mientras la
levantaba lentamente. Teniendo una idea, sonrió, lanzando una de sus piernas sobre una de las piernas de
Jongin, sentándose a horcajadas sobre él. Mientras se tomaba su tiempo en levantar la camisa del menor,
movió las caderas hacia adelante y hacia atrás, frotando su miembro contra el muslo de Jongin, observando
cómo su expresión cambiaba de curiosa a ligeramente excitada, o bastante excitada, con una posible
erección entre sus piernas.
Con su cabeza bajo el algodón que cubría el torso de Jongin, eligió un espacio de su piel para marcarlo
como suyo y comenzó a lamerlo. Cuando vio que estaba lo suficientemente húmedo, pegó sus labios a la piel
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y succionó lentamente, formando un moretón entre dos de las costillas del otro. Usando su boca y sus
caderas, disfrutó la recompensa de sentir a un chico virgen poniéndose duro bajo su cuerpo.
—Jongin, mírate... eres todo un hombrecito allí abajo, ¿no?
—¿Por qué no lo compruebas tú mismo?
—Porque sólo nos quedan cinco minutos y no tengo intención de empezar algo que no podré terminar.
—Entonces bésame hasta el último segundo, así sabré que no desperdiciamos el tiempo.
Sabiendo que el tiempo se acababa, ambos se esforzaron durante esa lección temporal.
??
La misma alarma del día anterior sonó poco después, y a pesar de que estaban en medio de un beso intenso,
Kyungsoo no tuvo ningún problema en separarse de él.
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—Ah, bueno, se acabó el tiempo.
Jongin asintió, pero aún así, estaba un poco decepcionado con lo rápido que pasó el tiempo. Nunca había
pasado tanto tiempo besando a alguien de esa manera, y no estaba nada mal. Ver a Kyungsoo arreglando su
ropa le dio una bonita vista. Había un chupetón en el cuello del mayor, y Jongin sabía que era obra suya, una
obra bastante satisfactoria.
—¿Irás directamente a casa? —preguntó Kyungsoo, sorprendiendo a Jongin con la cortesía que mantenía
antes, durante y después del sexo. O algo parecido al sexo.
—Sí. ¿Y tú?
—Todavía tengo un lugar al que debo ir.
—Oh, ¿otra cita?
Kyungsoo se echó a reír, negando con la cabeza. —No. Sabes, todavía soy humano. Ya no tengo comida en
mi casa, así que tengo que ir al supermercado.
—¿Y luego irás a casa?
—Sip.
Jongin procesó aquello, saltando de la cama para vestirse. —Sabes, no tengo que ir directamente a casa, así
que tal vez podría... no lo sé, ¿acompañarte o ayudarte o algo así? Ya sabes, para... pagarte por todo lo que
estás haciendo.
P 3-8
—¿No eres un encanto? —el mayor sonrió, poniéndose los zapatos—. Claro, supongo que puedes venir si
quieres.
—Genial.
Saliendo del hotel, ambos caminaron lentamente en dirección a, lo que Jongin supuso que sería, una tienda.
Intercambiaron algunas frases simples, manteniendo una conversación básica. Era casual, cómodo, a Jongin
no le molestaba.
Justo antes de entrar en la tienda, se sorprendió al oír a Kyungsoo preguntarle: —¿Te sientes cómodo al
estar con alguien como yo?
—¿Qué quieres decir?
—Ya sabes cómo soy y tu definitivamente no eres así, no te gustan las personas como yo, a juzgar por tu
percepción de Sehun. No pareces querer pasar el rato con alguien como yo. Simplemente me estoy
preguntando por qué lo haces. A menos que sea sólo por los besos y el contacto.
—Supongo que sólo es por eso.
—Por lo menos eres honesto —Kyungsoo rió entre dientes.
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—Lo siento, no te conozco mucho. Pensé que sí, pero eres mucho mejor de lo que creía que eras.
—¿Cuál era tu idea de mí?
—Creo que no tenía una —admitió Jongin, encogiéndose de hombros—. Pensé que eras el tipo de persona
que estudiaba, comía, tenía relaciones sexuales, dormía... Y supongo que eso era todo.
—Ah, qué interesante.
Con eso, el tema quedó descartado.
??
Kyungsoo cogió una cesta y se dirigió al pasillo de las frutas. El menor se sorprendió al verlo observando
una gráfica en su teléfono, llena de fotos, estadísticas y comparaciones. Por lo que pudo entender, todo era
comida sana.
Sintiendo curiosidad por su reacción, Jongin agarró un plátano que estaba cerca y lo dejó caer en la cesta.
Kyungsoo lo miró y lo levantó, examinándolo antes de acercarlo a la cara de Jongin.
—Este está demasiado maduro, ¿ves? Si no lo como hoy o mañana, se malogrará. —Lo colocó de nuevo en
el mostrador y tomó uno que se adaptaba mejor a sus gustos—. Coge uno así, ¿de acuerdo? No está
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demasiado maduro y seguirá perfecto hasta el fin de semana.
—¿Y esto? —preguntó menor, agarrando un paquete de batido en polvo de un estante cercano y metiéndolo
en la cesta.
—Tiene demasiada azúcar —explicó Kyungsoo, devolviéndolo.
—Entonces esto será perfecto para ti —afirmó Jongin, arrojando un paquete de dulces.
—Jongin, ¡basta! —se quejó el mayor, riendo mientras golpeaba el hombro del menor.
—Pero estás demasiado delgado. Tienes que comer más. Comer sano es bueno, pero mira lo pequeñito que
eres —comentó Jongin, pellizcando la cintura del otro.
—Tengo que mantenerme delgado.
—No es necesario.
—Sí lo es.
—¿Por qué?
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—Porque ser delgado me hace sexualmente deseable, y si no soy atractivo, perderé mi trabajo.
Qué verdad tan deprimente. Tal vez la vida de Kyungsoo no era tan fácil como Jongin creía que era.
—Oye, sabes que eres muy atractivo, ¿verdad?
—Porque soy delgado.
—No. Porque eres tú.
Hubo una pausa antes de que Kyungsoo negara con la cabeza. —No me conoces.
—Pero llegaré a conocerte —concluyó Jongin, arrojando la primera manzana que vio dentro de la cesta.
—Este manzana no está buen–
—Cómprala para mí. Intentaré mantenerme sano y delgado para que tú también puedas sentirte atraído por
mí.
Kyungsoo no pudo evitar sentirse emocionado, y levantó su mano para despeinar el cabello de Jongin. —
Eres muy raro.
El menor no esperaba que su corazón se acelerara cuando esos delgados dedos acariciaron su cabello, pero
tal vez no eran sólo los dedos. Tal vez era Kyungsoo demostrándole que también podía ser cariñoso, que él
también era un ser humano. Tal vez esa era la razón de la sensación extraña en su pecho.
P 3-10
??
Esa noche, Jongin no pudo evitar pensar en Kyungsoo. No era amor ni nada parecido, definitivamente era
lujuria. Definitivamente era lujuria porque no pensó en el rostro de Kyungsoo, pensó en sus dedos, sus
muslos, su cuello y su espalda. Pensó en cómo lo llamó un "un hombrecito allí abajo" y cómo lucirían los
labios del mayor alrededor de su "hombrecito". Pensó en cómo estuvieron en la cama y cómo Kyungsoo
sabía exactamente qué hacer y dónde tocar, y cómo sus erecciones pasaron un buen tiempo presionadas una
contra la otra. Deslizando su mano bajo sus pantalones, Jongin pasó una noche íntima con sus fantasías. Con
Kyungsoo.
??
Jongin cogió su almuerzo de la cocina y se fue a la escuela.

Tomó el autobús y el metro, y finalmente llegó al lugar en el que nadie quería estar.
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De camino hacia su casillero, se encontró con algunos amigos, y charló durante todo el tiempo que pudo
permitirse sin tener la necesidad de correr a su clase.
Quedó absorto en la conversación, riendo hasta el punto de llorar hasta que un intercambio verbal que
ocurría unos metros más allá llamó su atención.
Dos chicos, en los cuales él estaba interesado, parecían estar teniendo un encuentro sospechoso. No era
sospechoso para nadie más, pero ya que él los conocía a ambos, sabía que había algo más allá de las risas
aparentes.
Kyungsoo y Sehun estaban cerca de uno de los últimos salones, sonriendo tímidamente el uno al otro con
roces ocasionales entre sus brazos. Ese no era el Kyungsoo extrovertido, de mente abierta y promiscuo, ese
era el Kyungsoo inteligente, estudioso y exitoso. La persona a su lado no era el Sehun fetichista,
sadomasoquista y sexualmente violento, sino que era el Sehun callado, tímido y estudiante modelo. Juntos, se
veían como el equipo de estudiantes de ensueño, pero Jongin lo sabía todo.
A pesar de que estaban teniendo una aparente conversación normal, Jongin vio las señales. Vio cómo se
veían a los ojos, vio las sonrisas que se apoderaban de sus labios, vio los dedos que recorrieron el brazo de
Kyungsoo de forma tan lenta que el mayor se estremeció notoriamente. También vio los trescientos dólares
que su crush deslizó en el bolsillo trasero de Kyungsoo, aparentemente aún no había aprendido a ser
discreto.
Trescientos dólares era mucho dinero.
De repente, Jongin recordó que su amigo le contó acerca de un examen importante que tenía ese mismo día,
un examen en una clase que compartía con Sehun. También recordó que Kyungsoo le dijo que Sehun siempre
venía a él en los días de exámenes. Imaginando el resultado de aquello, se preguntó en qué condiciones se
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presentaría Kyungsoo para la tutoría.
Su curiosidad creció inmensamente cuando los vio a ambos yéndose juntos después de la escuela, sin
mostrar indicios de los acontecimientos que seguramente vendrían después.
??
Las siete de la noche llegó más rápido de lo esperado y Jongin aguardó ansiosamente la llegada de
Kyungsoo.
Cuando sonó el timbre, bajó corriendo, viendo que su madre ya estaba en la puerta, charlando con su tutor.
—¡Está bien, mamá! Yo puedo hacerme cargo —le dijo, llevándose a Kyungsoo.
Una vez que salieron de ahí y pudieron mantener una conversación privada, Kyungsoo se rió. —¿Dónde
están tus modales? ¿No puedo tener una conversación agradable con tu mamá?
—Ah, supongo que no. Reduce mi tiempo.
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—Eres bastante codicioso y egoísta, ¿no es así?
—Claro que sí. Come teach me now* —dijo Jongin en un inglés mal pronunciado.
Pellizcando juguetonamente la cintura del menor, Kyungsoo lo corrigió con un acento natural. —Please come
teach me English, my smart, attractive, perfect tutor**.
—Cállate, no sé lo que dijiste, pero seguramente fue algo estúpido.
Corrieron por el pasillo, girando mientras trataban de evitar las manos traviesas del otro.
—Dije que eres mi estudiante favorito.
—Bueno, yo quise decir que eres mi maestro favorito.
Al entrar en la habitación de Jongin por segunda vez, Kyungsoo se dejó caer al lado de la mesa, y Jongin se
sentó a su lado.
—Esta es mi tarea, así que terminemos con ella lo antes posible.
??
Ambos trabajaron juntos y, al igual que con los besos, Jongin siguió cada movimiento de la lengua del
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mayor. Sólo que, en lugar de aprender a besar, Jongin esperaba aprender a pronunciar correctamente las
palabras en un idioma que no quería aprender para nada.
Independientemente de las funciones de la lengua, Jongin prefería que la suya estuviera en la boca de
Kyungsoo.
Ni bien terminó con la última pregunta, se inclinó y colocó una mano en las caderas del mayor, sus labios ya
estaban listos para besarlo. Saltó hacia atrás cuando Kyungsoo siseó, y su mano cubrió suavemente la parte
que Jongin había tocado mientras se alejaba.
—Lo siento, me duele.
—¿Por qué?
—No te preocupes por ello.
—Muéstrame o te robaré tu sueldo.
—Tus padres ya me pagaron.
—Por eso dije que te robaré —declaró Jongin con firmeza, agarrando la ropa que cubría las heridas de
Kyungsoo.
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—En serio, Jongin, detente. Olvídalo. No es asunto tuyo.
—Pero eres mi tutor.
Jongin retiró las manos del mayor, agarró su camisa y la levantó, observando la piel de su pecho, cubierta de
moretones y raspones. —No los toques... me duele...
Jongin hizo lo opuesto, lamiendo su pulgar y pasándolo sobre un trozo de piel cortada, limpiando un poco la
sangre seca. —Hey, espera aquí —le ordenó. Salió de la habitación y entró corriendo en la cocina, tomando
el botiquín de primeros auxilios.
Lo llevó a su habitación y lo abrió, cogiendo unas vendas, desinfectante y algodón.
—Quítate la camisa. O levántala. Como sea.
Haciendo un puchero, Kyungsoo decidió que no valía la pena discutir con alguien que no iba a escuchar.
Sería inútil desperdiciar su voz. Levantó su camisa y estiró los brazos, dejando que colgara de su cuello
como una bufanda. Tenía que admitir que era bastante vergonzoso mostrar lesiones sexuales como esa. Tal
vez era porque le hacían ver como alguien fácil y vulgar, o tal vez era porque demostraban que haría
cualquier cosa por dinero.
—No empieces a decirme que debería–
—No estoy diciendo nada —le interrumpió Jongin—. Mueve tus brazos un poco.
Levantando ambos brazos, Kyungsoo observó en silencio mientras el menor desinfectaba cada herida. A
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pesar de que el dolor era insoportable a veces, no se movió. Se sintió aliviado cuando Jongin alejó el
desinfectante y las bolas de algodón. Todo lo que quedaba era colocar el vendaje, lo que Jongin ajustó
sorprendentemente bien.
—¿Está bien así? —preguntó.
—Sí... está bien... gracias.
—No es nada.
Cuando el menor puso el clip, asegurando los vendajes en su lugar, Kyungsoo se relajó. Sus ojos se
encontraron pocos segundos después y, bajo el mando de Jongin, sus labios también. Al mayor no le molestó
el beso, después de todo, técnicamente se lo debía a Jongin por lo que acababa de hacer.
Al separarse, Kyungsoo hizo la misma pregunta que la vez anterior, reformulándola un poco.
—Jongin, sé que ya te pregunté cómo es tu crush y sé que te gustan las personas que son tímidas y lindas,
pero ¿qué hay del romance? ¿Qué hay del amor? ¿Cómo quieres que sea tu futura relación? ¿Quieres que sea
rápida e inesperada, interesante y abierta, lenta y llena de cariño... Quiero decir, ¿cómo desearías que fuese
tu relación?
Pensando en ello, se imaginó cómo quería que fuese su relación con Sehun.
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Se tomarían de las manos y Sehun se ruborizaría, Sehun lo besaría, pero sólo de vez en cuando porque
después se avergonzaría mucho. Comerían helado, sentados en las bancas del parque durante los días más
calurosos del verano, y se acurrucarían en el sofá durante los días más fríos del invierno.
—Creo que... habría mucho amor. Amaría a esa persona, y ella me amaría también... probablemente
seríamos un poco reservados al inicio porque él sería muy tímido, pero luego se acostumbraría porque yo le
ayudaría. Sostendría su mano, acariciaría su mejilla, le miraría a los ojos, besaría sus labios lentamente... y
le susurraría "te amo".
—Me pregunto si todavía existe gente así hoy en día —comentó Kyungsoo.
—Espero que sí.
—Entonces... ¿por qué no hacemos que nuestra relación sea como tu relación soñada? Puedo ser tu tipo ideal
y tú podrías tocarme exactamente como desearías hacerlo con él.
—Pero sólo vienes una hora dos veces por semana...
—Sí, ¿y qué? Podríamos reunirnos otros días, siempre y cuando no interfiera con mi trabajo. También te
ofrecí el trato de los cinco dólares, así que si realmente quieres ser romántico, puedes pagar por ello...
—¿Y si termino enamorándome de ti? —bromeó Jongin, aunque se sentía genuinamente interesado en el
procedimiento del mayor, porque seguramente algo como eso ya había sucedido antes.
—No importa, siempre y cuando sigas pagándome y, como dije antes, no interfiera con mi trabajo, me da
igual.
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—Deberías ser un actor.
Kyungsoo se echó a reír. —Tal vez algún día.
Lanzando una de sus piernas sobre las piernas del menor, agarró el cuello de la camisa de Jongin y lo
acercó.
—Ahora bésame, ¿de acuerdo? Porque extraño la sensación de tus labios sobre los míos —susurró, notando
que los latidos de Jongin se aceleraron. Acababa de meterse en el personaje y ya estaba teniendo éxito.
Decidió que esto sería más fácil de lo que creyó inicialmente.
Jongin lo acostó y se colocó encima de él, consciente de su cuerpo vendado. Depositó ligeros besos en su
brazo, cuello, mandíbula, y pronto encontró sus labios de nuevo.
—A-ah, espera... no tan rápido... me da vergüenza...
Ver a Kyungsoo así lo estaba volviendo loco, especialmente porque dio en el clavo al tratar de representar
todo lo que excitaba a Jongin.
—Lo siento... No quiero apresurar las cosas...
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???????????
*Come teach me now: Ahora ven a enseñarme.
**Please come teach me English, my smart, attractive, perfect tutor: Por favor, ven a enseñarme inglés, mi
inteligente, atractivo y perfecto tutor.
Finalmente sabemos quién era el crush misterioso de Jongin, haha. ¿Sorprendidxs?
que bello Ajio ajio
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Capítulo 3
2.9K 443 305
by little-peach
Durante las siguientes dos semanas, Jongin se reunió con Kyungsoo frecuentemente, y de esa forma fue
aprendiendo todos los trucos del oficio y, al mismo tiempo, también aprendió qué debía hacer y qué no
debía hacer frente a su crush. Había decidido que Sehun era un poco extraño porque estaba en medio de la
oscuridad, pero con un poco de amor y atención de Jongin, ese lado extraño definitivamente desaparecería.
En la escuela, él y Sehun habían comenzado a hablar mucho más. Después de muchas conversaciones
increíblemente largas, incluso llegaron a intercambiar números de teléfono. Y, como si eso no fuera
suficiente, Jongin logró concertar una segunda cita. Bueno, Sehun decía que sólo 'pasarían el rato', pero para
Jongin era una cita.
—¿Qué tal el sábado? Estoy ocupado antes de las cinco, pero también tengo que ir a un lugar a las ocho —
explicó Sehun.
—¿A dónde tienes que ir tan tarde? —preguntó Jongin.
—Oh, simplemente me encontraré con un amigo.
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—¿Quién?
—No es importante —Sehun intentó desviar el tema riéndose, pero fracasó.
—Entonces puedes decírmelo. ¿Está en esta escuela? —preguntó Jongin, haciendo cosquillas a los lados de
Sehun con su dedo y logrando obtener una risa genuina.
—N-no... b-bueno, sí, supongo que sí...
—¿Cuál es su nombre?
—¿Vas a golpear a mi amigo?
—No —Jongin se rió—. Simplemente quiero saber si lo conozco o no.
Sehun vaciló y miró alrededor del lugar durante unos momentos antes de contestar. —Él es un año mayor
que nosotros... uhm, su nombre es Kyungsoo. Él y yo somos muy buenos amigos. Supongo que incluso podría
llamarlo mi mejor amigo...
¿Mejor amigo? Kyungsoo no había mencionado nada acerca de una amistad entre ambos.
—¿Cómo se conocieron?
—Oh, uhm... Nosotros... Yo necesitaba ayuda con una tarea y vi que él tenía el promedio general más alto en
nuestra escuela, así que le pedí ayuda y él me ayudó, y ahora nos reunimos cuando necesito ayuda con algo.
—Ya veo. Él es mi tutor, es una persona muy sincera.
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—Oh, ¿en serio?
Jongin asintió. Hizo una nota mental para preguntarle a Kyungsoo más tarde, y cuando lo hizo, no supo si
debía sorprenderse o no cuando Kyungsoo lo negó por completo.
—No somos amigos —se burló —. Él me paga por dejar que meta su polla en mi culo. ¿Dónde está la
amistad en eso?
—Simplemente te estoy diciendo que él me dijo que eras su mejor amigo.
—¡¿Mejor amigo?! Qué buen chiste. Por Dios, me da lástima.
—Pero te acuestas con él.
—No mezclo sentimientos personales con lo que hago. Ahora deja de arruinar el momento y abre mis
piernas.
—Está bien, perdón.
??
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Era sábado y eran las cinco de la tarde. Jongin estaba esperando en la estación y sonrió cuando cierto chico
apareció en su campo de visión.
—¡Hola! —sonrió, saludando con la mano.
—Hola, Jongin. Deberíamos apresurarnos. Nuestra reserva es en diez minutos, así que tenemos poco tiempo
para llegar.
Jongin asintió y decidió que tal vez podría intentar tomar la mano del otro, así que lo hizo. Sehun lo miró y
se sorprendió al principio, pero no movió su mano. Incluso encajó mejor su palma para hacer que su mano
estuviera más cómoda.
—Vas a tener que soltarme cuando lleguemos.
—Está bien.
Al entrar en el restaurante, sus dedos se alejaron unos de otros cuando mientras eran llevados a su mesa. El
lugar no era un restaurante de cinco estrellas, pero sin duda merecía los atuendos que habían elegido.
—¿Cómo estuvo tu día? —comenzó Jongin.
Esa pregunta llevó a otra, y otra, y otra, hasta que no podían dejar de hablar. El ambiente era alegre, la
comida era deliciosa, todo parecía perfecto.
P 4-2
Todo avanzó naturalmente cuando la comida llegó, comieron, los platos fueron retirados y, desde luego,
Jongin pagó la cuenta. Con su teléfono recordándole constantemente que su tiempo se agotaba, decidió que
esos serían sus últimos momentos para dar el siguiente paso.
Se dirigieron al metro y se suponía que ambos debían tomar caminos diferentes, pero Jongin decidió que
podría ganar algo de tiempo. Siguiendo a su crush por las escaleras, no pudo evitar sonreír.
—¿Puedo esperar el tren contigo?
—Claro —respondió Sehun, y algo brilló en sus ojos cuando se encontraron con los de Jongin. Jongin
asintió, sin saber por qué estaba haciéndolo. Detectando el tren y el letrero del baño al mismo tiempo,
arrastró a Sehun lejos de la plataforma en un súbito impulso salvaje, tirando del chico sorprendido hasta
pasar por un par de puertas y finalmente entrar en el último cubículo, poniéndole el seguro después.
—Jongin, ¿qué estás haciendo? —preguntó Sehun, con la voz elevada pero todavía en calma.
—No puedes mirarme de esa manera y decirme que no sientes nada —dijo, con las manos en la cintura de
Sehun. Empujando al chico contra la pared, unió sus labios con fuerza, mostrando todas las habilidades que
Kyungsoo le había enseñado. Quedó sorprendido cuando Sehun introdujo su lengua casi instantáneamente,
con una mano en el cuello de Jongin mientras la otra acunaba su mejilla.
Jongin agradeció al cielo que no hubiera nadie más en el baño, a pesar de que apenas tuvo tiempo de revisar
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en medio del apuro, porque estaban siendo ruidosos, competitivos y todo menos discretos.
Inclinaron sus cabezas hacia adelante y hacia atrás, respirando pesadamente y aferrándose a la ropa del otro.
A pesar de que Jongin estaba guiando el beso, notó que Sehun no se estaba quedando atrás. En todo caso,
estaba tratando de vencer a Jongin, de dominarlo. Sin embargo, él era más fuerte, así que no le fue difícil
colocar su palma en la espalda baja del otro y juntar sus cuerpos.
Unos segundos más tarde Sehun se apartó, con los labios brillantes y ojos provocadores. Jongin aprovechó
la pausa para robarle unos cuantos besos más lentos y simples antes de separarse una vez más.
Mordiéndose el labio, Sehun sonrió, limpiando los labios de Jongin con su pulgar. —Ya tengo que irme.
—Es cierto. Perdón por retenerte.
Con una sonrisa de oreja a oreja, Sehun se fue, y apenas pudo subir al tren que ya estaba listo para
marcharse.
Jongin sintió su corazón acelerado y sus dedos temblorosos, no podía esperar para contarle las noticias a
Kyungsoo al día siguiente.
??
Estaba esperando de pie fuera del hotel, jugando algún juego en su telefono para matar el tiempo mientras
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esperaba a su cliente.
Oyó al autobús detenerse en la parada más cercana, y vio a un chico alto bajando y caminando en su
dirección, haciendo contacto visual.
—Hola, Kyungsoo... —le saludó, con una sonrisa extraña en su rostro, o al menos extraña en ese tipo de
ocasiones.
—Hola.
Esa era una típica noche de trabajo para él. Entrar en el hotel, subir las escaleras, encerrarse junto con su
cliente en una habitación donde no intercambiaban nada más que placer físico, todo eso era parte de su
naturaleza. En ese caso, las cadenas, los látigos y los trajes de látex marcaban la diferencia con sus otros
clientes.
—Compré algo hace unos días... —comenzó a explicar Sehun—. ¿Puedes usar esto esta noche?
Antes de ver qué era lo que había comprado, Kyungsoo aceptó, porque a fin de cuentas, le estaban pagando.
Sin embargo, cuando se lo mostró, quedó un poco sorprendido. El menor sacó un vestido corto, de color
rosa, pomposo, con volantes y encajes. Tenía que ser de alguna película o show de princesas. A
continuación sacó una larga peluca de color rosa, un estuche de maquillaje, accesorios, medias de encaje
hasta la altura del muslo, ropa interior de encaje transparente y tacones de seis pulgadas. Y cuando pensó
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que eso era todo, Sehun sacó un vibrador rosado extra grande, con perlas, lentejuelas y lazos de plástico en
la base. Inmediatamente después, sacó el último objeto, un condón rosado con patrones en forma de lazos,
tiaras y corazones.
Por primera vez en mucho tiempo, Kyungsoo estaba avergonzado. Se había acostumbrado estar atado, a
suplicar, a actuar como una chica y cualquier otra cosa. Todo eso estaba bien. Pero nunca le habían pedido
que se vistiera como una princesa.
—Uhm... iré a cambiarme en el baño.
—Está bien. Yo me cambiaré aquí —Sehun asintió con entusiasmo.
Tardó quince minutos, pero Kyungsoo finalmente logró ponerse el atuendo más confuso que jamás se había
probado. Tampoco tenía mucha práctica usando tacones, en realidad nunca lo había hecho, así que no pudo
evitar tropezar.
Listo para salir y tratando de prepararse mentalmente, Kyungsoo se dio una última mirada en el espejo. Todo
se veía tan diferente.
Su cabello había pasado de ser corto y negro, a ser rosado, con coletas rizadas que aterrizaban justo por
encima de su cintura.
Pasó de usar su camiseta y jeans de siempre, a usar un vestido rosa gigante. Habían lazos en las mangas y
cerca de su cuello, sobre sus clavículas. La base estaba cubierta de cintas, justo encima de varias capas de
más encaje. También habían delicados patrones florales en varias partes. Sus medias de encaje eran de
color blanco, pero tenían un lazo rosado en medio del elástico.
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Sus zapatillas también se habían transformado en tacones, añadiendo seis pulgadas a su altura. Al igual que
el resto de su atuendo, eran de color rosa, con lazos y encajes.
Tomó el pomo de la puerta y salió, encontrándose con Sehun, quien estaba vestido como un príncipe azul,
con una máscara que cubría la mitad de su rostro. Notó que su teléfono estaba colocado en un trípode
adyacente a la cama.
—Wow... —jadeó el menor—. Te ves... muy bien... uhm, ¿ya puedo aplicarte el maquillaje?
Kyungsoo asintió, sentándose para seguir un procedimiento más corto que el anterior. Sehun incluyó brillo
labial, sombra de ojos, delineador, rubor y todo lo demás.
Finalmente, ambos estaban listos.
—¿Cómo vamos a hacer esto? —preguntó Kyungsoo.
—B-bueno, tú eres una... princesa y yo te he secuestrado... por eso... vas a forcejear conmigo. Serás
descarado, pero también seguirás siendo tímido y lindo...
—De acuerdo.
Poco tiempo depués, Kyungsoo fue atado con una gruesa cuerda y arrojado sobre el hombro de Sehun
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mientras gritaba con la boca amordazada.
Golpeó la espalda del menor, empujando su rostro mientras era arrojado sobre la cama y Sehun se sentaba a
horcajadas sobre él. El pañuelo que obstaculizaba su voz fue desatado, y él se retorció y chilló.
—¡¿Qué sucede contigo?! ¡Déjame ir! —gritó.
—Silencio, princesa. Estás aquí porque merezco tenerte. Te secuestré porque eres mi premio por haber sido
un buen chico.
—¡¿Quién te dejó entrar en el castillo?!
—Nadie, cariño.
Retrocediendo lentamente, extendió las piernas del mayor, acomodándose entre ellas y pasando su lengua
por el interior de su muslo. A medida que iba subiendo, sus labios aterrizaron en el notorio bulto de
Kyungsoo, y comenzó a chuparlo sobre la tela del delgado encaje.
Kyungsoo gimió y su cuerpo tembló. —¡D-detente! ¡Llamaré a mi padre y él hará que te decapiten! ¡Desata
mis manos ahora mismo!
Sacó su miembro por un lado de la tela y plantó besos a lo largo de la longitud, disfrutando del sabor a fresa
del condón que había elegido, y a la misma vez obteniendo respuestas más ruidosas.
—¡N-no... A-ah! ¡Ah... p-par–ah!
En cuestión de segundos, la boca de Sehun lo envolvió por completo, tragando su longitud lo mejor que
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pudo.
—¡Detente! ¡Detente ahora mismo! ¡Det–ah!
—¿Quién hubiera pensado que escondías algo así entre tus piernas? —preguntó el menor. Kyungsoo escuchó
el sonido de una botella siendo abierta y luego una gran cantidad de gel se escurrió sobre su entrepierna y
sus muslos. Era frío, pero empezó a calentarse en el momento en que Sehun comenzó a frotarlo alrededor de
su piel.
Le sorprendió saber cómo podía meterse en el personaje con tanta facilidad usando ese atuendo.
Normalmente, ese no era el caso. Pero tal vez sí se sentía vulnerable en ese momento. Tal vez sí se sentía
mucho más expuesto de lo que le gustaría estar y quería escapar de verdad. Después de todo, ¿quién iba a
pensar que terminaría vistiendo un vestido rosado y ropa interior de encaje, además de tacones de seis
pulgadas?
??
Durante las siguientes tres horas su cuerpo fue completamente expuesto y usado, todo esto mientras seguía
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estando atado y era forzado colocarse en posiciones que no le daban oportunidad de resistirse.
Sehun tomó el control total de Kyungsoo, amordazándolo y tomando todo lo que quería de él en cualquier
momento, en cualquier posición y con cualquier juguete.
Esa sesión pareció ser mucho menos violenta que las demás, pero Kyungsoo se sintió mucho más explotado
sexualmente. Sehun siempre sobrepasaba algún tipo de límite.
Al sentarse, se sorprendió al notar que todavía seguía vestido, excepto por la ropa interior alrededor de sus
tobillos, pero el vestido estaba intacto. Por lo general, en ese momento él se desvestía y limpiaba la ropa lo
mejor que podía, luego se la devolvía al menor para que pudieran irse cada uno por su lado.
Revisando sus muslos para medir el daño ocasionado, no fue sorpresa verlos más morados que blancos, con
moretones que cubrían la piel que llegaba hasta su pecho. Suspiró ante la vista que permanecería ahí durante
los próximos siete días, y que sería vista por muchos de sus otros clientes, y se quitó la ropa interior.
—Hoy salí con un chico —comenzó Sehun repentinamente.
Kyungsoo levantó la vista, sorprendido y curioso. Usualmente, cuando terminaban de hacerlo, eso era todo.
Nunca conversaban después de ello, nada más allá de un "gracias" y "buenas noches, nos vemos la próxima
vez". Su relación se basaba estrictamente en sexo, y no había ningún intercambio personal acerca de sus
experiencias durante el día o cualquier otro tema.
—¿A-ah, sí? —tartamudeó Kyungsoo.
—Sí. Le gusto —Kyungsoo estaba a punto de decir algo, pero Sehun continuó—: Salimos a cenar. Él me
besó.
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El mayor permaneció en silencio, asintiendo mientras él hablaba. No esperaba que Sehun diera la vuelta y le
extendiera su mano, esperando que Kyungsoo se acercara más y se situara frente al otro. —Me besó y dijo
que le gustaba... Pensando en ese tipo de sentimientos, en ese tipo de acciones... Acabo de confirmarlo. —
Sehun se quedó en silencio durante un segundo y tragó saliva, como si acabara de aceptar la verbalización
de su siguiente pensamiento en voz alta—: Kyungsoo, estoy enamorado de ti.
Kyungsoo no esperaba escuchar esa declaración y, honestamente, no sabía cómo reaccionar.
La palabra "amor" había sido usada con él varias veces. Esta no era la primera vez que alguien se le
confesaba. No era la quinta, ni la décima, ni siquiera la vigésima vez.
Los demás acudían a Kyungsoo porque él podía cumplir sus fantasías sexuales. Sin embargo, la gente era
codiciosa y se confundía fácilmente. Comenzaban a creer que esas fantasías por las que pagaban eran parte
de la realidad. Comenzaban a creer eso y se volvían codiciosos. Entonces querían más. Querían más que una
conexión definida por el aspecto físico. Querían emociones y "amor". Pero no podían pagar por el "amor" de
Kyungsoo. El "amor" no podía ser comprado y, si era así, él no vendía el suyo. De igual forma, si ellos
querían seguir pagando por sexo sin recibir amor a cambio, él estaba completamente de acuerdo con eso.
Era parte del negocio.
Sonriendo, la mano de Kyungsoo se abrió paso entre las piernas desnudas de Sehun, acariciando lentamente
al menor que ya había eyaculado unos minutos antes, pero el condón seguía intacto. La expresión de Sehun
de repente se suavizó y su cuerpo se relajó bajo las caricias de Kyungsoo. —¿Me amas?
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—S-sí... estoy enamorado de ti... probablemente desde hace un tiempo... simplemente no me había dado
cuenta... —admitió Sehun, gimiendo en voz baja.
Kyungsoo aprovechó la oportunidad para sentarse a horcajadas sobre el menor, juntando sus miembros
cubiertos mientras empezaba a masturbarlos al mismo tiempo.
—Te amo... a-ah, te amo... te amo, Kyungsoo... —siguió gimiendo, su voz temblaba.
Continuaron durante unos minutos más y Kyungsoo pensó que era divertido. Eso fue hasta que sus ojos se
encontraron y Sehun recuperó algo de seriedad. —¿Me amas?
Kyungsoo no respondía a ese tipo de preguntas. Nunca lo hacía.
Los segundos se convirtieron en minutos y éstos siguieron avanzando también. Sehun no pudo soportar el
silencio, así que corrigió sus palabras. —Dime que me amas.
Kyungsoo besó al menor lentamente, entrelazando sus brazos alrededor de su cuello, acercándolo. —Te
amo.
Esa oración sí era expresable. Después de todo, no era él quien estaba hablando, esa era la petición de un
cliente.
—Te amo, Sehun. Sólo te amo a ti. Quiero que me ames también.
Sehun acercó a Kyungsoo, cubriendo la boca del mayor con su lengua.
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—Yo soy el único que te conoce, Sehun. Nadie más conoce este lado de ti, nadie más conoce lo que te excita
y tus peculiaridades como yo.
—Nadie me trata como tú, Kyungsoo... é-él es muy amable conmigo... intenta tratarme con delicadeza, p-
pero yo no quiero eso... te quiero a ti... ¡Quiero hacerte el amor de la manera más pura, Kyungsoo! ¡Q-quiero
follarte como lo he deseado desde el primer día! —declaró Sehun, quitándose el condón en un rápido
movimiento y acorralando a Kyungsoo contra la cama.
Al hacer eso, Sehun cambió todo. Ese ya no era un juego inocente de actuación.
—¡Sehun, para! ¡Sabes que no tengo muchas reglas pero voy en serio con las que tengo! ¡Si intentas meterme
la polla sin un condón, nunca volveré a verte de nuevo! ¡No me importa cuánto me pagues!
—Pero Kyungsoo, yo te am–
—¡No me importa!
El menor miró a Kyungsoo a los ojos, esperando que cambiara de opinión, pero no lo hizo. —Lo siento... —
susurró, robándole otro beso—, supongo que me precipité un poco.
—Sí, lo hiciste —afirmó el mayor. A pesar de todo, le devolvió el beso, limpiando el miembro del menor
mientras quitaba el condón del suyo y hacía lo mismo.
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—Kyungsoo, ¿y si te doy una mamada? Sé que no tienes nada, y si es así, entonces seré yo quien se
enferme...
—No, así no funcionan las ETS. Los condones permanecen puestos en todo momento. Ya hemos hablado de
esto durante nuestra primera noche juntos, así que no hay discusiones ni negociaciones.
—¿Qué tendría que hacer para tener sexo contigo sin usar condón? ¿Cuánto tengo que pagar?
—No lo haría por nada del mundo.
—¿Ni siquiera por un millón de dólares?
—Hm... —pensó Kyungsoo—. Bueno, supongo que lo haría, pero esa persona tendría que probar que está
limpia... Y lo haría con alguien en quien realmente confío, supongo...
—Un millón de dólares es mucho dinero, incluso para mí —el menor puso mala cara—. Si alguien te pagara
una suma real, ¿cuánto sería?
Pensando en un número que no fuera irreal, pero que al mismo tiempo fuera una suma que noventa y nueve
por ciento de la gente no pagaría, dobló todos sus dedos excepto su dedo índice. —Mil dolares. Ah, o tal
vez podría hacer una subasta.
—¡Te pagaré mil dólares!
—No estás hablando en serio–
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—¡Sí! ¡Te pagaré mil dólares si me dejas tener sexo contigo sin usar condón!
Kyungsoo se odió a sí mismo por considerarlo, pero de verdad, mil dólares era algo irreal.
—Ni siquiera puedes conseguir tanto dinero–
—Sí puedo y lo haré si dices que sí.
—¿Por qué no buscas a alguien más que esté dispuesto a tener relaciones sexuales sin protección por... diez
dólares?
—Porque sólo te quiero a ti. Antes no me importaba. Sólo quería a alguien que se adaptara a mis...
"fetiches", pero ahora sólo quiero que seas tú quien lo haga conmigo. Prefiero pagarte mil dólares que
pagarle cinco a una zorra barata.
Kyungsoo siempre se enorgullecía de mantener sus emociones separadas de su trabajo, pero seguía siendo
humano y no podía evitar privilegiar a sus clientes leales. Colocó sus manos en las mejillas de Sehun, y no
necesitó acercarlo para que Sehun se inclinara naturalmente y reclamara sus labios. —Yo solía ser una zorra
barata cuando nos conocimos, ¿no?
Dios, un trío y ya. io odio el sekai :v
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Capítulo 4
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Como era de esperarse, Kyungsoo apareció en su puerta media hora más tarde.
Al abrir la puerta, Jongin sonrió, y Kyungsoo devolvió el gesto una vez que notó que el chico todavía seguía
usando su pijama.
—Hola.
—Hola.
Jongin acercó al mayor y le dio un beso, cerrando la puerta detrás de él.
—Te ves lindo hoy —lo elogió Kyungsoo, tirando de la pijama de Jongin.
—Tal vez, pero tú te ves mucho más lindo.
—Me gustaron esas fotos sensuales que me enviaste —continuó el mayor, riéndose en medio del beso
cuando fue levantado y cargado por las escaleras—. Parece que estás de buen humor.
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—Supongo. Quería hablar contigo.
Kyungsoo se puso un poco más serio y retrocedió. —¿Hablar?
—Sí, hablar.
—¿Hablar acerca de... qué?
Jongin cerró la puerta con el pie mientras entraba en su habitación y colocó al mayor en su cama sin decir
nada.
—Sexo.
—¿Sexo? ¿Qué, quieres tener esas charlas de 'no tengas sexo hasta el matrimonio' o 'esta es la forma
correcta de usar el condón'? ¿No se supone que para eso están las bibliotecarias torpes y las cocineras?
—Las cocineras no pueden enseñarme cómo hacer gemir a otro hombre —explicó Jongin—. Y antes de que
digas algo, hay cuarenta dólares para ti en la mesita de noche.
Mirando hacia allá para confirmarlo, los ojos de Kyungsoo se encontraron con dos billetes de veinte
cuidadosamente doblados y apilados muy cerca de él. —¿Quieres que te enseñe a tener sexo? ¿Por qué?
Jongin se ruborizó y sonrió ampliamente, sintiéndose orgulloso. —Bueno, la otra noche fui bastante lejos
con Sehun, pero tú sólo me has enseñado cómo besar. Esa vez sólo nos besamos, pero ¿y si ambos queremos
ir más allá la próxima vez? No sabré qué hacer. Sigo siendo virgen. Necesito saber cómo tener sexo para
que él también se sienta increíble.
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—Pero sabes que él es estrictamente activo, ¿no?
—Puedo cambiar eso —le aseguró el menor.
Sin tener intención de discutir, Kyungsoo tomó uno de los veinte y se lo devolvió, sentándose.
—Ya que es tu primera vez, no te voy a cobrar tanto. Quédate con la mitad.
Jongin tomó el billete y lo tiró al piso antes de acomodarse sobre Kyungsoo, atrapando al chico contra la
cama.
—Jongin, esto podría sonar como una pregunta estúpida para ti, pero ¿estás seguro de que quieres perder tu
virginidad con alguien que no amas? —preguntó el mayor.
—S-sí. ¿Por qué no debería estarlo? Al menos no la perderé con un extraño, ¿no? Además, prefiero estar
listo y bien informado para estar con la persona que me gusta en lugar de ser un desastre lleno de nervios.
—Supongo que sí. Bien, como sea. Si cambias de opinión durante el juego previo, sólo dímelo.
Jongin asintió y la conversación terminó.
Con los dedos del mayor colocados detrás de su cabeza, Jongin fue acercado para un beso simple. Él sabía
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hacer esto, se consideraba bueno en ello.
Sus manos se movieron desde la cama hasta la cintura de Kyungsoo y sus dedos se deslizaron por debajo de
su camisa y rozaron la piel suave. Con sus labios ocupados, sintió que la palma del mayor se deslizaba por
sus brazos, guiando sus manos hasta el dobladillo de su camisa, indicándole que se la quitara.
Asintiendo, como si ambos no tuvieran los ojos cerrados, Jongin comenzó a desvestir al mayor. Dando un
respiro a la boca de Kyungsoo, trazó una línea de besos en su cuello, sintiendo los finos dedos del chico
entrelazándose en su cabello.
—Baja un poco más... —le oyó susurrar, empujando la cara de Jongin hasta que su labio superior rozó su
pezón. Kyungsoo lamió la punta de su dedo y deslizó su mano por debajo de la camisa del menor,
masajeando sus gloriosos pectorales—. Haz lo mismo con tu lengua...
Jongin obedeció, su lengua se asomó entre sus labios y lamió los pezones rosados.
—Es como besar el pecho de alguien... —insinuó Kyungsoo, mordiéndose el labio inferior cuando el menor
hizo los movimientos correctos.
—¿Así?
—S-sí... a algunas personas les gusta cuando lo muerdes, pero a otras no, y puedes crear o romper el
momento si eliges el movimiento equivocado, así que intenta averiguar lo que les gusta de antemano... Y si
terminas mordiéndolo, hazlo muy suave porque puede doler... —le dijo el mayor, levantando sus piernas y
envolviéndolas alrededor de la cintura de Jongin.
—¿Te gusta cuando los chicos te muerden?
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—No lo detesto.
Tomando eso como un sí, Jongin sonrió, mordisqueando la piel suave.
—¿Estás apretando tus muslos alrededor de mí porque se siente bien?
Ruborizándose, Kyungsoo evitó la pregunta evidente. —B-bueno... no lo digas de manera tan directa...
—Pero tú eres mi maestro. Tengo que saber cuando estoy haciendo algo bien y qué señales debo buscar.
Maldiciéndose por aceptar ese trato, Kyungsoo asintió. —S-supongo que tienes razón... lo siento... sí, se
siente bien... gíralo con tu lengua de nuev-ah... sí, así... aprieta el otro con tus dedos pulgar e índice...
Jongin siguió las órdenes lo mejor que pudo y oyó algunos gemidos ocasionales que escaparon de los labios
del mayor, diciéndole indirectamente que continuara.
—Suficiente... —susurró Kyungsoo, empujando a Jongin hasta que sus labios ya no podían alcanzar sus
pezones, dejando que el menor admirara su trabajo al ver dos pezones endurecidos. En lugar de esperar otra
orden, dejó besos a lo largo de su abdomen, usando su lengua para humedecer la piel mientras sus labios se
acercaban a los pantalones del otro. Decidiendo arriesgarse un poco, mordió la delgada cinturilla que los
sostenía en las caderas de Kyungsoo y tiró hacia abajo, revelando unos ajustados calzoncillos negros que
cubrían su erección. Deslizó los pantalones por las piernas del otro y los dejó caer al suelo.
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—¿Qué vas a hacer ahora? —preguntó el mayor de pronto, dejando a Jongin perdido, cuestionándose lo
mismo.
—B-bueno, no sé... ¿qué quieres que haga?
—No me refería a eso... estaba preguntando porque si nos vamos a quitar los pantalones, entonces tengo que
ir a buscar algunos condones.
—¿Por qué? No somos chicas, así que no podemos quedar embarazados.
—¿Y el SIDA? ¿Y las verrugas genitales? ¿Quieres ir por ahí cogiendo todas esas cosas?
—N-no... —tartamudeó Jongin.
—Oye, tengo una idea. Antes de meterte en el sexo, ¿por qué no exploras el cuerpo humano un poco? —
comenzó Kyungsoo, sentándose y alejándose del menor. Jongin lo observó mientras tomaba su mochila y
sacaba dos condones y una botella pequeña.
—¿Qué quieres decir con explorar el cuerpo humano?
—Vamos a ver porno —dijo el mayor, arrastrando su mochila por la habitación y sacando un estuche de CD.
Jongin se preguntó por qué Kyungsoo llevaba porno de forma tan conveniente. Como si estuviera leyendo sus
pensamientos, el mayor rió, negando con la cabeza—. Si te estás preguntando por qué tengo porno es porque
lo tomé prestado y planeaba devolverlo a un amigo más tarde. No está nada mal, así que sería bueno
volverlo a ver y darle un buen uso.
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Al notar el reproductor de DVD debajo del gran televisor de pantalla plana, Kyungsoo lo encendió y colocó
el disco dentro.
—Espera, te invité aquí para tener sexo. Puedo ver porno por mi cuenta y además, ¿cómo se supone que ver
a dos personas teniendo sexo mejor que yo en ángulos y situaciones poco realistas me va a ayudar a
aprender sobre el cuerpo humano?
—¡Shh! —ordenó Kyungsoo con un dedo sobre sus labios mientras agarraba el control remoto y se lo
arrojaba a Jongin—. Yo soy el profesional aquí, ¿no?
Suspirando, Jongin asintió. Encendió la televisión y se encontró con una pantalla para seleccionar escenas
subidas de tono, Kyugsoo le dijo que seleccionara el tercer vídeo. Una introducción comenzó a sonar y dejó
el control a un lado.
—¿Ahora qué?
—Ahora vamos a aprender. No dejes de ver el vídeo sin importar qué, ¿de acuerdo?
Kyungsoo se sentó sobre el menor y rodeó su cuello, atrayéndolo para darle un beso que empezó siendo
profundo, pero que aún podía profundizarse más.
Haciendo lo que le había dicho, Jongin disfrutó de los labios que devoraban los suyos mientras veía a dos
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chicos desnudarse lentamente en la pantalla. Con sus lenguas entrelazadas y sin aliento, continuaron durante
diez minutos más hasta que el video estaba en su tope, con una persona embistiendo a otra y sus gemidos
eran tan ruidosos que probablemente se escuchaban desde el sótano.
El chico que tenía el rol de pasivo era definitivamente el tipo de Jongin y el observar su rostro mientras
luchaba por mantenerse de rodillas hizo que se pusiera completamente duro. No sabía por qué Kyungsoo lo
estaba torturando de esa manera, ambos sabían que Jongin estaba muriendo por masturbarse, y si el mayor no
estuviera ahí, habría comenzado en el momento en que presionó 'play'.
Cuando el mayor empezó a frotar sus erecciones una contra otra, Jongin se sintió temblar vergonzosamente,
su erección había llegado a su punto máximo.
—¿Por qué te estás conteniendo? —murmuró Kyungsoo en medio del beso—. Ya te dije que es momento de
aprender sobre el cuerpo humano...
—N-no entiendo qué es lo que quieres que haga...
—Esa es la mejor parte, Jongin. Puedes hacer lo que quieras conmigo.
—¿L-lo que quiera?
—Sí...
—Entonces... date la vuelta... —dijo Jongin, viendo a Kyungsoo girar sobre su regazo, y su erección cubierta
por la ropa se alineó contra su entrada igualmente cubierta. Se frotó contra ella, abriéndose paso entre sus
nalgas y contuvo un gemido mientras sus manos acariciaban el trasero del mayor. Deslizó sus palmas bajo la
ropa interior de Kyungsoo y empezó a tirar de ella, viéndola caer hasta sus tobillos.
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El mayor se estiró para tomar la tira de condones y los ojos de Jongin lo siguieron mientras abría uno y se lo
ponía, cubriendo su miembro bonito y enrojecido, dejando a Jongin un poco decepcionado. Después de eso,
se posicionó sobre sus manos y rodillas.
El corazón de Jongin se aceleró y se sintió increíblemente excitado al ver a alguien inclinado frente a él,
aceptando gustoso su furiosa erección. Quería frotarse contra Kyungsoo, tocarlo, dejar marcas en sus muslos
y aprisionarlo contra la cama para poder tener el sexo increíble que el cerebro de Jongin imaginaba que
podía lograr, dejando de lado el hecho de que era virgen porque, a fin de cuentas, sería alucinante.
Manteniendo sus ojos fijos en la pantalla como se le había dicho, vio a dos chicos hacer lo que él y
Kyungsoo pronto comenzarían y deslizó su mano alrededor de la cintura del mayor para masturbarlo. Él
sabía que era bueno en ello en cierta medida porque sus experiencias personales con esa misma mano se lo
habían demostrado.
Observando al mayor arquear la espalda, se quitó los pantalones y jaló a Kyungsoo de nuevo sobre su
regazo, amando la forma en que sus cuerpos encajaban a la perfección. Cuando la mano de Kyungsoo se
estiró hacia atrás, tirando de su cabello, todo se volvió mucho mejor y Jongin quería más.
Abriendo las piernas del mayor, movió sus caderas hacia adelante, deslizando su miembro entre los muslos
de Kyungsoo, igualando su longitud con la del mayor. Los masturbó al mismo tiempo y oyó gemir a
Kyungsoo. —P-ponte un condón primero... —le dijo al menor cuando decidió que no confiaba lo suficiente
en su virginidad. Agarró el condón, apoyó la mitad superior de su cuerpo sobre su cabeza y usó sus manos
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ahora libres para alcanzar el miembro de Jongin y asegurar el condón en su lugar.
Echando un vistazo al vídeo, Jongin notó que la cabeza de un chico se movía de arriba abajo en el regazo del
otro, y de repente adquirió el valor para susurrar: —Cambié de opinión. Chúpamela.
Kyungsoo asintió. Se dio la vuelta y separó las piernas del menor, su rostro cayó sobre su miembro y su
boca lo tomó sin pensarlo dos veces.
La forma en que lo hacía, la forma en que succionaba, lamía y mordisqueaba. Todo eso enloquecía el cuerpo
virgen de Jongin. Agarró el cabello del mayor en su puño y se enterró en la boca de Kyungsoo, casi
ahogándolo. Luchando contra el impulso de cerrar los ojos, siguió viendo el vídeo porno, embistiendo junto
con los gemidos que salían de sus parlantes.
—Quiero follarte, Kyungsoo... Quiero follarte ahora...
—¿Qué tan duro? —murmuró el mayor contra el miembro de Jongin, haciendo que las vibraciones
sacudieran su longitud sensible. Kyungsoo pudo haberle enseñado a Jongin hasta cierto punto, pero al final,
el mayor siempre sería el experto en seducción.
—Muy duro... Oye... Chúpalo como una paleta...
Sonriendo, Kyungsoo levantó la vista, mirándolo directamente a los ojos mientras se alejaba. —¿Ves?
Todos tenemos cosas que nos excitan, no sólo Sehun. A ti te gusta que la gente te chupe la polla como si
estuviera hecha de caramelo —dijo, recorriendo la longitud con su lengua.
Jongin se sintió pulsar contra los labios del mayor, avergonzado. —B-bueno, digamos que quiero poner mi...
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—Paleta —bromeó Kyungsoo.
—S-sí, paleta... digamos que quiero ponerla dentro de ti... ¿qué tendría que hacer?
—Dilatarme.
—¿Y cómo hago eso?
—Con tus dedos —susurró el mayor, con los ojos clavados en Jongin como si estuvieran jugando al gato y al
ratón y Jongin fuera su presa.
—¿Con mis dedos? —susurró Jongin, tratando de no mostrar que se sentía intimidado.
—Sólo si quieres.
Cruzaron miradas durante varios segundos y, antes de que Jongin lo supiera, su mano estaba siendo guiada
alrededor de las caderas de Kyungsoo. Cuando llegó al trasero del otro, soltó su mano, y Jongin se tomó la
libertad de deslizar su dedo entre las nalgas, encontrando su entrada y acariciándola.
—Mete dos dedos —le dijo el mayor, apoyando sus manos en los hombros de Jongin. Cuando el menor
metió sus dedos y comenzó a moverlos lentamente, Kyungsoo sonrió y Jongin pensó que se veía lindo—.
Eres un buen estudiante, Jongin. Muy obediente. Qué buen chico.
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Ruborizándose, Jongin comenzó a preguntarse si realmente no le importaba que lo controlaran de esa
manera, o más específicamente, por qué no le importaba ser controlado de esa manera. Él era el activo, eso
significaba que tenía todo el control y Kyungsoo, o Sehun, o quien sea que estuviera con él, debía deshacerse
en gemidos debajo de él, así como en la película de su televisor.
Eso pasa cuando lees mucho wattpad :v Ese es mi dodo:')
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Capítulo 5
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Después de ese día, Jongin se sentía incapaz de contenerse. Tener relaciones sexuales era mucho mejor de lo
que él había imaginado. Sin embargo, odiaba lo difícil que era tratar de disimular cuando estaba ocurriendo
y, por eso, Kyungsoo no permitía que sucediera nada más que besos durante sus sesiones de tutoría.
Aunque eso no impidió que Jongin quisiera intentarlo.
—Oye, Kyungsoo, mira esos veinte dólares que están en mi cama. ¿Los quieres? Sólo ve y tómalos. Pueden
ser tuyos. Podrías comprarte el almuerzo o algo así.
—¿Qué sentido tiene tomarlos si al final vas a terminar montándome?
—¡Ah, pero no lo haré! ¡Lo prometo!
—Escucha, Jongin, si estamos besándonos y tu mamá entra, no es gran cosa, nos separamos y fingimos que
en realidad estabas preguntándome algo productivo. Pero si entra y estamos medio desnudos mientras tú
estás encima de mí, embistiendo como un animal, ¿qué vamos a decirle?
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—Pero ya lo hemos hecho antes... —se quejó Jongin, tratando de desabrochar el cinturón del mayor.
—Pero tus padres no estaban en casa en esas ocasiones.
—¿Cómo se supone que voy a practicar y mejorar si no quieres cooperar?
—No necesitamos tener sexo todos los días. Usa la lógica.
Jongin no tenía ganas de hablar, así que lanzó su brazo alrededor del mayor y tiró de él para besarlo. —Eres
lindo, ¿cómo se supone que voy a resistirme?
—Ahora sólo estás tratando llevarme a la cama con un cumplido.
—Quiero sexo, Soo.
—Ew, no me inventes apodos —dijo Kyungsoo, golpeando el brazo del menor antes de que éste lo acostara
en el suelo—. ¡E-espera, vamos a hacer algo que no requiera que nos quitemos la ropa!
—Entonces dame una mamada.
—¿No podemos besarnos en tu cama o algo parecido? Podemos frotarnos un poco-
—Nop. Si no podemos tener sexo, entonces quiero que me la chupes.
Cruzando los brazos, Kyungsoo fulminó al chico con la mirada. —No creo que llegues a aprender algo de
una mamada.
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—Oye, mira. Seguí tu ejemplo y compré esto cuando regresaba a casa —presumió Jongin con orgullo
mientras sacaba una caja de condones escondida debajo de su cama—. Pensé que, ya sabes, ya que vamos a
hacerlo muchas veces, debería tener algunos a la mano.
Kyungsoo tomó la caja y leyó lo que estaba escrito en ella. —'Ultra-delgado, combina el máximo placer con
la máxima protección'... ¿En serio? Hmm, supongo que pareces ese tipo de persona.
—Quiero que se sienta como si no hubiera nada entre nosotros cuando hacemos esas cosas.
—¿Por qué? Es protección. No tiene nada de malo.
—¿Alguna vez has tenido sexo sin condón?
—No.
—¡¿Ni siquiera en tu primera vez?! Hablando de eso, cuéntame sobre tu primera vez. ¿Cómo fue? ¿Con
quién fue? ¿Dónde lo hiciste? ¿Por qué lo hiciste?
—Chismoso, chismoso, chismoso. ¿Por qué quieres saber?
Jongin se encogió de hombros, robándole un beso en los labios. —Sólo quiero saber. Yo no te escondo
nada, ¿no? Creo que podría comenzar a aprender sobre ti.
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—Supongo que sí... de acuerdo. Bueno, tenía trece años y fue con mi mejor amigo en ese tiempo. Uhm,
estábamos en su habitación y él se estaba emborrachando. Yo no bebo ni fumo y en ese entonces tampoco lo
hacía. Como sea, llegó un momento en que básicamente comenzó a decirme que era heterosexual y que le
gustaban mucho los pechos. Cuando le pregunté por qué me decía eso, me dijo que era porque había querido
follarme durante los últimos tres meses y que odiaba eso porque le hacía sentir como un monstruo al pensar
en hacérmelo mientras yo estaba... no lo sé, ¿acostado ahí inocentemente? Le pregunté de qué estaba
hablando y me dijo que era más fácil si me lo mostraba. Al final, terminó inmovilizándome y, uhm,
haciéndomelo. A la mañana siguiente, se asustó al despertar todavía dentro de mí, pero siguió actuando... tan
normal como alguien lo haría en esa situación. Después de eso, comenzó a distanciarse de mí y luego de...
¿un mes? Dejamos de hablar por completo.
—Espera... entonces... ¿te violó?
—No, no, no, claro que no.
—Pero... ¿querías tener sexo con él?
—No, la verdad no.
—¿Le dijiste eso?
—Sí, le dije que parara.
—¿Pero él siguió?
—Sí.
P 6-2
—Entonces fue una violación...
—B-bueno... no... —Kyungsoo trató de explicar—. Quiero decir, yo no quería hacerlo y él me forzó, pero...
sé que suena como una violación, pero no fue así...
—¿Por qué? ¿Porque era tu mejor amigo?
—...Sí... no creo que él haya querido que sucediera eso, así que no diría que fue una violación.
Jongin asintió, a pesar de que discrepaba completamente con la opinión de Kyungsoo acerca del incidente.
—Bien, entonces, ¿cómo comenzaste a... bueno, ya sabes, acostarte con-?
—¿Prostituirme?
—Sí.
—Supongo que... de alguna manera se corrió la voz de lo que pasó entre nosotros y unos cuantos chicos
comenzaron a pedirme que tuviera sexo con ellos... Les dije a todos que no, pero en algún momento,
recuerdo que realmente quería una bicicleta nueva, pero no podía permitirme el lujo de comprarla y mi
mamá no quería ayudarme. Un chico me pidió que tuviera sexo con él y lo rechacé como de costumbre, pero
me dijo que estaba dispuesto a pagarme y me dio cincuenta dólares. Yo... bueno, supongo que vi el beneficio
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que podía obtener de ello, así que le dije que sí a cualquiera que estuviera dispuesto a pagarme y tres
semanas después pude comprar la bicicleta. Entonces me di cuenta de que podía ganar aún más dinero y
comprar más cosas... Simplemente no vi razón para detenerme y ahora llegó a esto.
—Oh. ¿Crees que alguna vez llegues a enamorarte?
—Probablemente.
—¿Qué sucederá cuando eso pase? Quiero decir, sé que dijiste que no hay problema si le gustas a alguien,
siempre y cuando no afecte tu trabajo, pero ¿qué pasa si eres tú quien gusta de alguien?
—No sé... Nunca me ha gustado nadie durante el tiempo que llevo haciendo esto. Cuando haces esto, de
alguna manera sabes que todos te están usando por tu cuerpo, así que no te molestas en tratar de formar una
relación que vaya más allá.
Jongin sintió lástima. ¿Qué clase de vida estaba viviendo? Para ser justos, era una vida completamente
honrada, pero al mismo tiempo, debido a eso, él era capaz de ver el lado malo de las personas antes que otra
cosa.
—Me gustas mucho, Kyungsoo. Has hecho todo lo posible para ayudarme y... realmente lo aprecio —
confesó Jongin cuando sus ojos se encontraron. Naturalmente, sintió que inclinarse y besar al mayor era el
siguiente paso.
—Me alegra saber que te sientes... ¿feliz? —Kyungsoo rió, apartándose el cabello de la cara. Era lindo. El
tipo ideal de Jongin era lindo.
Se inclinó, tomando a Kyungsoo por sorpresa, y lo besó con suavidad para luego continuar con algo un poco
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más intenso. Su mano aterrizó sobre el muslo de Kyungsoo, el mayor estaba usando pantalones, pero Jongin
deseaba que no tuviese nada puesto. El menor levantó las piernas de Kyungsoo y las colocó sobre las suyas,
causando que el mayor sonriera. Esa sonrisa era el tipo ideal de Jongin.
—Soo, ¿puedo pedirte algo?
—No puedo impedírtelo físicamente.
—Tú interpretas roles, ¿verdad? ¿Actúas de cierta manera para ciertas personas durante el sexo?
—Sí.
—He estado pensándolo desde hace unos días... ¿podemos ser románticos? ¿Podemos hacer cosas dulces y
lindas? Al menos cuando estemos juntos, quiero que seamos-
—Jongin —le interrumpió Kyungsoo—. El romance y la sumisión son dos cosas diferentes. Si otros quieren
que sea lindo, me ruborice y me avergüence mientras me follan, está bien, pero tomarnos de las manos y
besarnos, abrazarnos y mirarnos a los ojos románticamente... eso conduce a una nueva relación que nadie
tiene intención de comenzar. El romance es el primer paso para el amor.
—Y probar cosas nuevas es el primer paso para descubrirte a ti mismo... —contestó Jongin—. Quiero
intentar ser romántico...
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Kyungsoo estaba feliz de poder ayudar a Jongin y estaba feliz de que el otro estuviera aprendiendo acerca de
sí mismo, pero no quería que su relación terminara siendo una carga donde tuviera que medir sus acciones y
palabras, para finalmente cortarla por completo.
Sin embargo, Jongin ya tenía a alguien, así que las posibilidades de que eso sucediera eran casi nulas.
—B-bueno... Yo no voy a ser romántico como tal... pero si tú inicias algo así, no voy a detenerte...
Los labios del menor se estiraron en una sonrisa infantil, junto con sus ojos. —Gracias, Soo. —El brillo de
su mirada se convirtió en algo más—. ¿Y qué tal si empezamos con una mamada romántica?
—¡Con una condición! —declaró Kyungsoo.
—¿Cuál?
—Tienes que masturbarte mientras me miras hasta que estés duro.
—Para entretenerme —bromeó Kyungsoo—. Adelante. A menos que no me quieras entre tus piernas.
Jongin estaba reconsiderando todo lo que había dicho mientras Kyungsoo lo giraba en su dirección, abría sus
piernas y dejaba caer su palma sobre su entrepierna, el rostro de su tutor irradiaba arrogancia.
—S-sólo... ¿lo saco?
P 6-4
—Sólo sácalo —confirmó.
—E-está bien.
Jongin respiró hondo y su corazón se aceleró. No era como si Kyungsoo no lo hubiera visto antes, pero
tampoco había estado siendo observado durante esas veces. Sólo entraba y salía. Desabrochó sus pantalones
y sacó su miembro, encontrándose con la mirada hambrienta de Kyungsoo.
—Empieza a tocarte. Así... —ordenó Kyungsoo, con los dedos envueltos alrededor de los dedos de Jongin
mientras guiaba la mano del menor.
—Esto no puede estar sucediendo... —Jongin se sonrojó.
—Está sucediendo.
Jongin empezó a masturbarse, yendo en contra de sus instintos, complaciendo el ego del mayor, y Kyungsoo
se inclinó hacia atrás para mirar.
—K-Kyungsoo... hazme un favor...
—¿Mhm?
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—G-gime mi nombre... móntame y-
—Nop. Sólo voy a observar. Hasta que te pongas duro, por lo menos.
Echando la cabeza hacia atrás, gimió. —¡¿Por qué no puedes simplemente darme una mamada?!
—Lo haré, sólo ten paciencia. Necesitas ser más paciente, ¿recuerdas?
El menor hizo un puchero y obedeció, masturbándose lo más rápido que pudo. Sólo quería ponerse duro.
Sólo quería que Kyungsoo le diera una mamada.
—Hey, mírame —susurró Kyungsoo, levantando la barbilla de Jongin, mirándole a los ojos. Definitivamente
le ayudó a ponerse duro—. Mastúrbate y mírame.
Jongin obedeció durante unos minutos, pero la intensa profundidad de su mirada era demasiado para él,
haciendo que cerrara los ojos. Lo único que podía oír era su respiración, el sonido de un envoltorio siendo
desgarrado y una risa suave. Luego sintió unos dedos y un condón envolviéndose alrededor de su parte más
sensible.
—Oye, Jongin... abre los ojos...
—No puedo...
—Ábrelos.
En medio de su lucha interna, obedeció. Kyungsoo sonrió y, en cuestión de segundos, la lengua del mayor
estaba en su boca. Luego pasó a su cuello, su pecho, sus abdominales, su mano y finalmente su miembro.
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—Kyungsoo... ah... Kyungsoo...
Cerrando sus ojos, apoyó su peso sobre sus brazos, embistiendo en la boca del mayor.
Sin embargo, eso no significaba que no miraba a escondidas ocasionalmente. Le encantaba ver el cabello
negro moviéndose de arriba abajo, en sincronía con la boca de Kyungsoo. Le encantaba cómo el mayor
levantaba la vista de vez en cuando, y cuán grandes eran sus ojos. No sabía por qué, pero en ese momento
deseó no tener puesto un condón.
Luego de subir y bajar durante unos minutos, usando su habilidad al máximo para que Jongin se retorciera
como él quería, Kyungsoo decidió alejarse. —Soo... no te detengas... voy a venirme... quiero follarte ahora
mismo...
Con los pantalones abajo y una furiosa erección en la mano del mayor, la pesadilla más horrible de Jongin
se hizo realidad cuando oyó unos pasos familiares subiendo las escaleras.
—Maldita sea... ahora no... —Entró en pánico, pero no fue el único. Kyungsoo parecía estar preparado para
esto, sus manos abrieron los libros de texto instintivamente y ocultó cualquier evidencia de lo que estaba
sucediendo, incluyendo la caja de condones que Jongin había sacado con tanto orgullo unos momentos antes.
Tratando de actuar con la misma rapidez que él, Jongin tomó una manta y la extendió sobre sus regazos—. Si
pregunta, dile que teníamos frío —explicó. Como toque final, colocó una carpeta sobre su regazo, cubriendo
su miembro que tembló unos segundos antes de que su mamá entrara.
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—Me preguntaba si necesitan algo. Hice un poco de té.
—N-no, mamá... —tartamudeó Jongin.
—¿Estás seguro?
Sólo quería que se fuera en ese mismo instante.
—No, mamá, estamos bien.
—¿Y comida?
Jongin jadeó, tosiendo para ocultar su reacción cuando sintió que Kyungsoo envolvió sus dedos alrededor de
su miembro, apretándolo y frotándolo bajo la manta y la carpeta.
—De hecho, tengo un poco de hambre —comenzó Kyungsoo, haciendo que el menor se arrepintiera de todo
lo que había pasado esa noche. Deslizó su mano por debajo y trató de detener a Kyungsoo, regándole
silenciosamente que se detuviera, pero el mayor simplemente siguió torturándolo. Jongin estaba a punto de
correrse.
—¿Qué te gustaría? —continuó su madre.
—¿Qué tiene?
Los finos dedos pronto llegaron a la base de su miembro, sacándole el condón. Jongin sabía exactamente lo
que le iba a hacer Kyungsoo y él no quería eso. Escuchando a su mamá enumerar cada uno de los alimentos
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de su nevera, trató de no concentrarse en el dedo masajeado su hendidura de forma provocadora. Apenas
logró contener un gemido e intentó desesperadamente mantener la muñeca del mayor en su lugar.
—Kyungsoo...
—¿Sí, Jongin?
—Estaba pensando... realmente tengo que venir...me* a tu casa algún día...
—Por supuesto —el mayor sonrió.
—Necesito venir...me, de verdad...
—Está bien Jongin, puedes venir.
—Voy a venir...me
—Entonces hazlo —respondió Kyungsoo con calma, acelerando los movimientos de su mano a una
velocidad increíble. Se giró hacia la mamá de Jongin y le dio una de sus sonrisas encantadoras—. En
realidad, creo que puedo aguantar por ahora. ¿Estaría bien si me llevo a Jongin después de la lección de hoy
para que podamos ir a cenar juntos? Le prometo que cuidaré de él —la persuadió. Por el rabillo del ojo,
observó que el menor dejó caer su cabeza entre sus brazos cruzados, ocultando su rostro. Unos pocos
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segundos más tarde, sintió el semen caliente goteando por sus nudillos.
—O-oh, por supuesto. Si lo traes de regreso a las diez.
—¡Así será!
Con una sonrisa inocente del mayor, la mamá de Jongin asintió y se despidió mientras salía de la habitación.
Volteándose, Kyungsoo sacó su mano sucia que estaba debajo de la manta y tocó descaradamente la mejilla
de Jongin, manchando la cara del menor con sus propios fluidos mientras hacía que éste levantara la cabeza
de entre sus brazos. Cruzó miradas con un chico claramente molesto.
—Eres un idiota... Ni siquiera puedo ponerlo en palabras, Kyungsoo. Me corrí con mi madre en la
habitación...
—Puedo decir que no estás muy enfadado porque sigues estando completamente duro —bromeó Kyungsoo.
—Lame tu mano... quiero verte... como forma de venganza...
—¿Por qué debería hacerlo? Nunca trago el semen. ¿Qué te hace tan especial?
—¡Me masturbaste delante de mi madre! ¿Qué tal eso? —preguntó Jongin. Se limpió con su propia mano,
repitiendo las acciones de Kyungsoo sobre el chico mismo, esparciendo su semilla en el rostro de
Kyungsoo.
—P-para, Jongin... Hablo en serio... nunca lo he hecho antes...
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—¿Por qué?
—¿Cómo se supone que voy a sacar el semen si está dentro de un condón?
—Oh... —murmuró Jongin, pensando en ello. ¿Cómo era posible que alguien como Kyungsoo no haya hecho
algo, al menos en lo que concernía al sexo?—. Bueno, hay una primera vez para todo, ¿no? —declaró,
rozando su pulgar sobre el labio inferior de Kyungsoo—. ¿Por qué estás dudando? No puedo contagiarte de
alguna enfermedad o infección. Estoy limpio. Eres la única persona a la que he dado y de la que he recibido
un oral y también eres la única persona con la que he tenido sexo. Hemos usado protección todas esas veces,
entonces ¿cuáles son los riesgos de que te infecte, especialmente si es sólo mi semen y no mi pene
propiamente dicho?
El mayor se encogió de hombros.
—Me conoces y sabes donde ha estado cada parte de mi cuerpo... sólo dame una oportunidad.
En cierto sentido, tenía razón. Antes de que Kyungsoo llegara, Jongin sólo había besado a una o dos
personas y ellos habían usado protección todo el tiempo. No incluiría ningún contacto físico. Nadie estaría
dentro de nadie, no habría frotamiento. Era semen, y el semen casi nunca conducía al desarrollo de
infecciones por sí mismo.
—Quiero que... me pruebes...
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Le tomó unos segundos reunir el coraje para hacer algo que nunca había pensado hacer. Allí estaba un chico
con los dedos cubiertos de semen, una erección entre sus piernas y demasiado carisma para un virgen,
presionando sus dedos contra los labios de Kyungsoo, susurrando órdenes que el mayor siempre rechazaba,
pero que ahora se encontraba considerando.
Levantó la mano hasta tocar la muñeca de Jongin, los latidos de su corazón se aceleraron cuando separó sus
labios, deslizando un sólo dígito dentro de su boca. Respiró hondo y cerró los ojos. Era tremendamente
vergonzoso tener una primera vez, y de repente admiraba a Jongin un millón de veces más por haber
admitido abiertamente todo lo que había hecho hasta ahora.
Sintió las primeras gotas calientes en su lengua. Era salado, amargo y espeso. Sin embargo, no lo detestaba.
No era como si nunca hubiera probado el suyo. Todos los chicos lo hacían. Pero esto sabía diferente.
Retrocedió y tomó otra respiración, tratando de calmarse. Tomó el siguiente dedo y repitió el proceso.
En poco tiempo, su propia mano sucia se unió a la de Jongin mientras lamía ambas. Una vez que comenzó, la
adrenalina hizo que su corazón se acelerara y ya no podía detenerse. Mientras succionaba los dedos a
profundidad, estaba demasiado ocupado para notar la mirada hambrienta del menor o la forma en que se
relamía los labios. El menor lo deseaba y todavía quería tener sexo a pesar de que le había dicho que se
conformaría con una mamada. Eso no disminuyó su sorpresa cuando el mayor de repente se convirtió en una
bestia y lo empujó contra el suelo con tanta fuerza que el mueble tembló.
Habían tenido relaciones sexuales varias veces, pero Jongin nunca había visto ese tipo de reacción. Nunca
había visto a un chico que parecía desearlo a él específicamente, que quería ser tomado y besado por él,
sujetado por él. Nunca se sintió especial, ni siquiera en el momento mismo. Nunca esperaba sentirse
especial. Él sólo veía esto como una relación de estudiante y maestro, como una transacción comercial,
P 6-8
como una oportunidad de aprendizaje. Cuando comenzó a recibir un trato diferente y a ser visto como un ser
humano en lugar de ser una fuente de ingresos, las cosas parecieron cambiar. Hizo que Jongin comenzara a
ver a Kyungsoo como un ser humano también. No es que no lo hiciera antes, es sólo que sus pensamientos
estaban desordenados y, aunque habían estado lo más cerca posible físicamente, ahora se sentían mucho más
cercanos y eso asustaba a Jongin porque su corazón latía a la velocidad de la luz y las mariposas en su
estómago eran aterradoramente familiares.
También estaba el hecho de que sólo había visto a Kyungsoo completamente desnudo la primera vez que lo
habían hecho, y no prestaba mucha atención en otros momentos porque estaba demasiado ocupado pensando
en lo que se suponía que debía estar haciendo. Podía imaginarlo sin camisa, sin pantalones, un poco de
ambos, pero no podía imaginarlo propiamente desnudo. Jongin moría por plasmar la imagen de un Kyungsoo
completamente desnudo en su mente.
Se sentó con la intención de llevar a Kyungsoo a la cama, pero se congeló en el momento en que sus ojos se
encontraron.
Kyungsoo estaba sentado sobre él y se veía maravilloso, sus ojos eran enormes, sus labios eran muy gruesos.
Era muy pequeño y parecía un cachorrito, y la forma en que respondió a la pausa de Jongin fue adorable.
Era mucho más parecido al tipo ideal de Jongin de lo que el mismo Jongin creía que era.
El mayor parecía incapaz de esperar más tiempo. Estaba sucio y había hecho algo que sabía que no debería
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haber hecho. Se arriesgó y ahora quería correr más riesgos.
Sin embargo, Jongin iba en la dirección contraria. Quería ir lento, respirar hondo y admirar a Kyungsoo por
lo que él era.
—Fóllame —pidió el mayor al mismo tiempo que el menor soltó un:
—Eres hermoso.
—¿Q-qué? —ambos tartamudearon.
—E-estaba pensando que, ya que estamos aquí, deberíamos hacerlo...
—S-sí... yo sólo... estaba admirándote... lo siento...
—N-no, está bien...
—Entonces te acostaré en la cama...
Sus rostros estaban rojos, sus dedos se sentían torpes. La situación era incómoda y ambos lo sabían.
Jongin tomó un condón nuevo, uno limpio, y lo deslizó sobre su miembro, viendo como el mayor se
desabrochaba el cinturón a sólo unas cuantas pulgadas de distancia. Poniéndose de rodillas, se arrastró hasta
Kyungsoo y lo acostó sobre su espalda, acomodándose entre las piernas del chico.
—Espera, déjame ponerme un condón primero... —oyó decir a Kyungsoo mientras bajaba los pantalones y
los calzoncillos del mayor de un tirón.
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—No... tú me probaste, ¿no? Ahora es mi turno de hacerlo...
Jongin notó que el miembro del otro tembló contra el suyo, sabía que Kyungsoo era la persona más
precavida cuando se trataba de sexo, y notó que no usar protección según sus estándares realmente lo
excitaba. Aún así, sabía que Kyungsoo raramente iba en contra de sus principios.
—Voy a meterlo ahora...
—Hazlo rápido...
—¿Qué?
—No... es necesario que vayas lento... Se supone que tengo que decirte lo que quiero y lo que me g-gusta,
¿verdad? Te estoy diciendo que me sujetes y que me embistas. Te estoy diciendo que quiero que me hagas
gemir tu nombre hasta el punto de perder la v-voz...
Jongin se sintió abrumado en ese momento. Kyungsoo era precioso, lo deseaba, quería que le hiciera gritar
mientras sus padres estaban en el primer piso.
—Joder, Kyungsoo... hoy me estás llevando al borde de la locura...
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??
La sesión fue brutal para ambos.

Jongin deseó ser mejor para poder darle a Kyungsoo el placer que merecía.
Kyungsoo deseó poder controlar su cuerpo.
Hubo embestidas, caricias y tirones. El mayor deseó con todas sus fuerzas poder gritar y al mismo tiempo
poder contener cada gemido y sacudida que se escapaba mientras observaba a Jongin lamer por todas partes
excepto la parte que moría por recibir atención. La parte que le hacía sentir tan caliente porque no estaba
usando protección, Jongin estaba tan cerca, y si hubiese querido, el chico pudo simplemente haber empujado
su polla en su garganta y Kyungsoo no hubiera sido capaz de hacer nada al respecto.
—¿Qué harías si te diera una mamada en este momento? Sin condón, sólo mi lengua y tu piel —preguntó
Jongin, viendo que Kyungsoo tembló, gimiendo—. Sabes, podría hacerlo, pero sé que no quieres que lo
haga, así que no lo haré.
Sus dedos rozaron el pecho de Kyungsoo mientras esparcía los restos de semen sobre el abdomen de
Kyungsoo, lamiéndolo lentamente. —Tiene un sabor dulce... —susurró—, podría desearlo en el futuro.
¿Estás de acuerdo con ello?
—Es un deseo muy extraño —Kyungsoo rió.
P 6-10
—No lo creo. Te he deseado a ti anteriormente. Oye, ¿puedo abrazarte? O sea, ¿durante un buen rato?
—¿Por qué?
—Sólo... quiero hacerlo. Lo voy hacer aunque digas que no, así que simplemente deberías ahorrarte la
molestia.
—Bueno, está bien.
A pesar de que aún estaban sin aliento y desnudos de la cintura para abajo, Jongin sostuvo al mayor entre sus
brazos y lo abrazó tan fuerte como pudo. Quería comprobar si se sentiría tan bien como parecía que sería.
Y así fue.
Kyungsoo encajaba perfectamente con él. Cada brazo cabía en su lugar y sus latidos se sincronizaron entre
sí. Fue como se imaginó que sería abrazar a Sehun, pero mucho mejor.
Pasaron varios minutos y Kyungsoo estaba empezando a sentirse un poco incómodo, aunque Jongin seguía
abrazándolo con fuerza. Yendo en contra de lo que normalmente haría, acomodarse al cuerpo de la otra
persona pero al mismo tiempo esquivando el contacto, vio un espacio de piel en el cuello de Jongin que no
estaba cubierto por su cabello y se sintió atraído hacia él.
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Colocó sus manos sobre los hombros del menor, se inclinó y besó la piel bronceada suave y lentamente, y
exhaló.
Los dedos de Jongin se arrastraron por la columna del mayor, enredándose en su cabello mientras guiaba los
suaves labios de Kyungsoo hacia los suyos.
Sus besos fueron lentos, especiales, delicados.
No fue hasta que el mayor vio el reloj en la habitación que se dio cuenta de que la lección ya había
terminado hace veinte minutos.
—Deberíamos vestirnos... —dijo Kyungsoo, cada sílaba siendo interrumpida por un beso.
—Deberíamos quedarnos aquí... —razonó Jongin, interrumpiendo cada una de las sílabas de Kyungsoo con
un beso.
—Pero se supone que debo llevarte a cenar...
—¿Qué vamos a hacer después de nuestra cita? ¿Ir a tu casa?
Sorprendido por el atrevimiento del menor, Kyungsoo retrocedió, pero Jongin se pegó a él, rodando hasta
que el mayor se encontró debajo de él una vez más. —Dije cena, no cita.
—Puede ser una cita. Puede ser una cena y una cita.
—No estoy vestido apropiadamente para una cita.
P 6-11
—Entonces... toma uno de mis suéteres y te verás lindo.
—Voy a terminar oliendo como tú... o tu suéter terminará oliendo como yo.
—Eso es excitante. También es romántico... como si fueras mío. No me discutas eso, ¿de acuerdo?
—De acuerdo...
Después de limpiarse y vertirse, Jongin tomó el suéter del mayor y lo puso en su mochila, dándole uno de
sus suéteres favoritos a Kyungsoo en su lugar.
—Déjame ponértelo —insistió, y Kyungsoo obedeció.
—Realmente huele a ti —comentó el mayor.
Jongin no podía negar lo rápido que latía su corazón, y todo se debía a que había visto a Kyungsoo usando su
suéter. Sin duda era el tipo ideal de Jongin. En ese momento, todo él parecía ser el tipo ideal de Jongin.
Un chico delgado usando pantalones ajustados, un suéter holgado y con el cabello desordenado.
Se puso su chaqueta, se inclinó y besó la mejilla de Kyungsoo. —Vamos.
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Salieron de la casa y Jongin no podía apartar los ojos del chico que caminaba delante de él. No hablaban
mucho, pero Kyungsoo guiaba el camino caminando un metro por delante y de vez en cuando miraba hacia
atrás con una sonrisa.
Jongin se limitó a seguirlo. Ya que había aclarado que era una cita, corrió y tomó la mano de Kyungsoo,
entrelazando sus dedos.
—¿Qué vamos a comer? —preguntó.
—Carne. Montones y montones de carne.
—Suena delicioso —el menor rió.
—Es realmente delicioso, así que deberíamos darnos prisa.
Jongin obedeció, acelerando sus pasos para que coincidieran con el ritmo de Kyungsoo.
Su mano soltó la mano del mayor y naturalmente se abrió paso hasta su cintura. Acercándolo más, eliminó
todo el espacio que había entre ellos. —¿Habrá velas?
—¿Velas?
P 6-12
—Velas y pétalos de rosa. Se supone que debe ser romántico, ¿no?
Resoplando, Kyungsoo negó con la cabeza.
—Está bien, todavía puedo compensar eso. Vayamos a otro lugar después de cenar.
—¿A dónde?
—Es una sorpresa —le distrajo Jongin, simplemente porque aún no lo sabía, sólo sabía que no quería dejar
ir a Kyungsoo todavía.
???????????
*En inglés es "come", significa venir o eyacular. Es un juego de palabras, pero no sé si tenga mucho sentido
en español. Jongin está diciendo "I need to come"/"Necesito venir(me)".
Lamento la demora. ;;
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Mi novio es igual de romántico Mi lemon :'( x2 ;-;
P 6-13
Capítulo 6
2.9K 404 169
by little-peach
El restaurante no quedaba muy lejos y se adecuaba a sus atuendos informales, pero al mismo tiempo seguía
siendo agradable.
Después de sentarse uno frente al otro, Jongin atrapó una de las piernas de Kyungsoo entre las suyas,
obteniendo una mirada juguetona por encima del menú y una sonrisa.
—¿Qué vas a pedir, Jongin? —preguntó el mayor, tomando un sorbo de su agua fresca.
—Ordena por mí, amor.
Kyungsoo casi escupió su bebida, luego se cubrió la boca con la mano, logrando recuperarse y mantener la
compostura. —¿Disculpa?
—¿Estás bien, amor? —Jongin siguió jugando.
—P-para, estamos en público...
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—Quiero carne.
—Debiste comenzar diciendo eso...
—Quiero que me digas "cariño" esta noche.
—¿Q-qué? ¡¿Por qué debería hacerlo?!
Al ver que el camarero se acercaba, Jongin terminó la conversación con un: —Porque estamos en una cita
—y cerró su menú.
Esto causó que Kyungsoo se sonrojara profundamente, y Jongin disfrutó viendo cómo el mayor tartamudeaba
mientras enumeraba los platos y las cantidades de lo que ordenarían. Al terminar, se alistó para ponerse de
pie. —Voy a ir al baño. —Intentó levantarse con ayuda de sus brazos y le dirigió una mirada a Jongin, quien
se negaba a soltar su pierna—. Dije que voy a ir al baño.
—'Voy a ir al baño', ¿qué?
—¿De qué estás hablando?
—'Voy a ir al baño, car-'
—¿'Car'...?
—...'iño'.
—Car...iño... ¡No! ¡No, no voy a decirlo! ¡Déjame ir!
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—Vas a tener que orinarte aquí si no dices esa palabra tan sencilla y fácil de pronunciar.
Kyungsoo se cruzó de brazos e hizo un puchero, mirando por la ventana más cercana mientras su pierna
seguía atrapada.
—¿Por qué te complicas tanto?
Aun así, Kyungsoo no cedió, y no pensaba hacerlo, hasta que vio que su comida ya venía en camino.
Sintiéndose vacilante, nervioso y frustrado, el mayor se obligó a mirar a Jongin a los ojos mientras sus
labios se movían. —Voy a ir al baño... cariño...
—De acuerdo, amor —Jongin sonrió, liberando al chico y viéndolo desaparecer al doblar una esquina no
muy lejos.
Mientras lo esperaba, Jongin se dio cuenta de que su comida ya estaba llegando.
??
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Kyungsoo estaba agradecido de que el baño estuviera hecho para ser ocupado por una sola persona. No
sabía cómo se sentiría al ser visto por un extraño en esas condiciones.
No sabía por qué estaba reaccionando de esa manera, pero no podía detener los latidos de su corazón, o el
calor en su rostro, y tampoco podía evitar que sus ojos evadieran los ojos del menor.
Era insoportablemente embarazoso tener que llamar a alguien "cariño" y ser llamado "amor" a cambio.
¿Quién hacía eso? Nadie. Literal, absoluta y definitivamente nadie hacía eso. Nunca.
Jugando torpemente con sus dedos, se miró directamente a los ojos en el espejo y repitió la palabra. —
Cariño... Jongin, cariño...
Qué romántico. Después de todo, eso era lo que Jongin quería. Le estaba pagando así que simplemente debía
aguantarse y empezar a actuar romántico con el menor.
Pero el romance... hacía que todo se volviera mucho más íntimo.
A Kyungsoo no le gustaba la intimidad.
Él nunca llegaba a ese punto.
La intimidad le asustaba porque no sabía cómo manejarla.
Tenía experiencia con el estudio y el sexo, pero la intimidad era algo desconocido para él y no podía
predecir sus acciones.
P 7-2
Cuando su vejiga reclamó el control de su cuerpo, recordó por qué había ido allí y entró al cubículo.
??
Kyungsoo regresó momentos después, y su estado de ánimo parecía el mismo.

—Bienvenido de nuevo, amor. Todavía no he empezado. Estaba esperándote —le informó Jongin.
—No tenías que hacerlo.
—Quería hacerlo.
Jongin no podía explicar por qué, pero ahora se sentía mucho más inseguro que cuando salía con Sehun. En
esos momentos se sentía aterrado, pero ahora sólo le preocupaba hacer todo bien. Como si eso fuera
importante con Kyungsoo. A Kyungsoo no le importaba. Simplemente le estaba haciendo un favor. No
necesitaba quedar impresionado. Sin embargo, Jongin se sentía muy ansioso.
—¿Amor?
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—¿S-si, cariño?
—Dime algo sobre ti. No sé mucho de ti, a pesar de que ya me has dicho un poco antes.
—¿Algo cómo qué?
Tomando un pedazo de carne con sus palillos, lo levantó hasta la boca de Kyungsoo y observó cómo el
mayor envolvía sus labios sensualmente alrededor de los palillos. Tal vez no era sensual, pero eso hizo que
Jongin pensara en lo maravillosos que se veían esos labios cuando tocaban otro tipo de carne.
—Tu comida favorita, por ejemplo.
—No soy quisquilloso —Kyungsoo tragó la comida mientras explicaba—. En realidad, creo que la comida
casera es la mejor, sin importar lo que sea.
—¿De verdad? Supongo que es fácil para tus padres hacer la cena.
El mayor rió, asintiendo mientras cogía una patata dulce. —Sí. Mi madre está agradecida.
—Y qué tal...
—Hey, dime la tuya también. ¿Cuál es tu comida favorita?
Jongin se quedó blanco, no esperaba que al mayor le interesara. —U-uhm... bueno... me gustan las naranjas.
—¿Naranjas? ¿Te gustan las frutas dulces?
P 7-3
—Sí.
—¿Y las ácidas?
—Soy muy malo con las cosas ácidas.
—Interesante —Kyungsoo rió entre dientes.
—¿Qué quieres hacer después de la secundaria? —el menor cambió de tema, sintiéndose demasiado
nervioso mientras era analizado, preguntándose si estaba respondiendo todo correctamente.
—Quiero ser abogado.
—Todavía quieres cobrar por hora, ¿eh? —bromeó Jongin, pero se arrepintió cuando dejó salir esa oración.
Aturdido, comenzó a negar con la cabeza. Se sorprendió aún más cuando la mandíbula de Kyungsoo cayó,
seguida de una golpe en la cabeza de Jongin y una carcajada.
—Eres un idiota —dijo el mayor riendo—. Pero supongo que tienes razón. Tal vez robar grandes cantidades
de dinero de la gente que está dispuesta a pagar simplemente corre en mi sangre.
—Hey, cuéntame más.
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Eran las 9:45 pm y ambos iban de regreso a casa.
??
Pero no a la casa de Jongin.

Jongin estaba acompañando a Kyungsoo a casa porque había insistido en hacerlo y era demasiado terco para
aceptar un no como respuesta.
El frío aumentó considerablemente, a pesar de que el día había sido cálido, así que Jongin le prestó otro
suéter a Kyungsoo.
—¿No tienes frío? Sólo estás usando una camisa —preguntó el mayor.
—No, estoy bien. —Estaba congelándose.
—Eres un mentiroso.
—¡No es cierto!
—Sí lo eres. Deja de actuar despreocupado.
—Bueno, ¿qué se supone que debo hacer?
P 7-4
—Pedirme tu suéter.
—No voy a hacer eso. Mira, ven aquí —dijo Jongin, tirando de Kyungsoo más cerca de él y moviendo los
brazos del mayor para que estuvieran envueltos alrededor de uno de los suyos—. Abrázame fuerte, ¿de
acuerdo?
—¿Acaso soy tu chico de compañía? —murmuró Kyungsoo.
—Sí lo eres. Al menos durante las siguientes dos cuadras. Sabes, este es un vecindario muy bonito —
comentó el chico.
—Pero queda muy lejos del tuyo. No deberías haberme acompañado a casa. Volverás pasadas las diez,
¿cómo se supone que voy a ser visto como una persona confiable si meto la pata en mi primera vez como
niñero?
—¿Niñero? —preguntó Jongin—. Esta fue una cita. Saliste en una cita con un hombre varonil, ¿sabes? ¡No
un bebé!
—¿No se suponía que iba a haber una sorpresa para mí o algo así?
—Bueno... supongo que soy un mentiroso en ese sentido.
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Asintiendo ante los comentarios estúpidos del menor, Kyungsoo no se dio cuenta de lo rápido que sus manos
se entrelazaron.
—De verdad... fue agradable conocerte, Soo. Y la cita... fue divertida también... Fue agradable sentirme
como si estuviera en una relación —rió en voz baja—. ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a una cita?
—¿Hace tres años tal vez? No lo sé. Ya no considero nada como una cita. Siempre termina en sexo y dinero,
así que ¿realmente es una cita?
—Oh... entonces supongo que lo de hoy tampoco cuenta como una cita, ya que te pagué y nosotros... bueno,
tuvimos sexo antes... fue divertido de todas maneras...
—Yo diría que fue una cita —susurró Kyungsoo, bajando la velocidad al llegar a un camino que conducía a
una casa oscura—. Te invité por mi propia cuenta y, además, el propósito de esta cita no fue tener sexo, fue
sólo pasar un buen rato, sin dinero involucrado. Fue una cita.
Esto no es amor, es una iilusióooon~ Lo que tú sienteees, se llama obsesióooon ~~ Alv ya fue
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Capítulo 7
3.1K 419 349
by little-peach
¿Advertencia?: Uso de jergas que probablemente no sean graciosas en español. lol

? ??
Terminó unos minutos más tarde y vació su semen en el condón, viendo a Sehun hacer lo mismo momentos
después.
Su cara era bonita y él era lindo, pero el sexo no fue increíble.
No tenía el paquete completo como Kyungsoo.
En ese momento ambos estaban sentados en el borde de la cama, mirando hacia la pared por lo que pareció
una eternidad.
—Uhm... Jongin... —comenzó Sehun en baja—. ¿De verdad te gusto?
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—Sí —respondió Jongin luego de un par de segundos, aunque sentía que estaba mintiendo debido a la
vacilación en su voz.
—E-entonces... creo que deberías saber algo...
El primer pensamiento del chico fue un asesinato. ¿Había matado a alguien? ¿Había robado algo? —De
acuerdo...
—Yo... suelo acostarme con Kyungsoo...
Sintiéndose aliviado, Jongin se encogió de hombros. —Lo sé. Yo también.
—B-bueno... él lo hace con un montón de gente, pero ustedes... ustedes son sólo sus clientes. Sé que dije que
somos mejores amigos, pero somos mucho más que eso... Supongo que estamos... saliendo.
Eso era algo nuevo para él. —¿Qué quieres decir con saliendo? —Sin duda alguna, Kyungsoo lo habría
mencionado. Demonios, la última vez que Jongin le preguntó por él, Kyungsoo básicamente le dijo que
Sehun estaba delirando al pensar que había algo más que dinero y sexo entre ellos.
—Bueno, él me dijo que me ama y yo también lo amo... Y-yo... quiero decir, técnicamente no nos hicimos la
pregunta pero creo que fue como... una decisión implícita...
Dudando de aquello, Jongin intentó profundizar el tema.
—¿Cuándo dijo que te amaba?
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—¡J-justo después del sexo!
Algo no encajaba bien. Kyungsoo no haría eso. Kyungsoo alimentaba las fantasías de la gente, las impulsaba,
él era la encarnación física de esas fantasías, pero en realidad no era la persona soñada que sus clientes
querían.
—¿Le... pagaste por el sexo? ¿O... por la noche?
—Sí... ¡P-pero es diferente entre nosotros!
—¿Le dijiste que te lo dijera?
—¡M-mira, eso no importa! Estamos enamorados, así que-
—Le pagas al igual que yo, igual que todo el mundo. ¿Qué te hace tan especial? —le preguntó Jongin, un
poco molesto por la arrogancia de Sehun.
—¡Yo le pago porque q-quiero! ¡Y-y eso no tiene nada que ver!
—¡Tiene mucho que ver! ¡No eres diferente a los demás, Sehun! ¡Le pagas y él te da su cuerpo! ¿Dónde está
el amor en eso?
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Sehun parecía estar poniéndose nervioso, tartamudeaba con sus palabras, sin poder llegar a una explicación
sólida.
—Creo que sólo estás molesto porque podrías terminar perdiendo tu juguete, o-o p-porque terminarás p-
perdiéndome, o-o porque no sacarás ningún provecho de esto...
—Bueno, ¿sabes lo que pienso? Creo que estás completamente delirante. ¡Creo que no puedes aceptar la
idea de que el Kyungsoo que conoces no es el verdadero Kyungsoo, que él sólo está haciendo lo que tú
quieres que haga, pero estás empezando a creer que su actuación es real!
Los ojos del chico estaban llorosos, pero Jongin no sintió remordimiento alguno.
—¡Él me ama! ¡No me importa si tiene sexo con otras personas mientras sale conmigo porque sé que él me
ama más que a ellos! ¡Sé que es sólo su trabajo y que, mientras tiene relaciones sexuales con todas esas
personas, sólo piensa en mí! ¡Apuesto a que eres demasiado egoísta para permitir eso! ¡Apuesto a que harías
que se detuviera, bastardo egoísta! ¡No sabes lo que tengo con él!
—¡¿Qué has hecho con él?! ¡¿Alguna vez te has reunido con él por otra cosa que no sea sexo?!
—¡¿Y tú qué has hecho?! ¡¿Acaso sabes algo de él?!
Eso hizo que la sangre de Jongin hirviera. Tal vez no era el mejor amigo de Kyungsoo, pero definitivamente
eran amigos.
—¡Sé que le gusta la comida casera! ¡Sé que le gusta estudiar por la satisfacción que siente al hacerlo! ¡Sé
que nunca va en contra de sus principios, pero también sé que siente una descarga de adrenalina cuando lo
hace! ¡Sé que rara vez es tratado como un ser humano! ¡Sé que cuando lo tratan como un ser humano, puede
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ser la persona más dulce del mundo! ¡Sé que no lo diría en voz alta, pero le gusta que sostengan su mano! ¡Y
sé que su corazón se acelera cuando recibe un beso de buenas noches en su puerta! ¡¿De verdad crees que no
sé nada de él?!
Cerró sus manos en puños y sus dientes casi cortaron su labio, Sehun estaba furioso. —Fue un completo
error venir aquí contigo. No quiero volver a verte nunca más. —No tardó mucho tiempo en vestirse y
marcharse, asegurándose de tirar la puerta al salir de allí.
Jongin estaba muy enfadado. No sabía por qué, pero el hecho de que Sehun estuviera tan seguro de sí mismo
le molestaba demasiado.
Sehun no sabía ni mierda.
Sehun no conocía a Kyungsoo como él.
Entonces se dio cuenta.
¿Por qué estaba peleando por definir quién gustaba más de Kyungsoo con la persona que le gustaba?
¿Por qué estaba asegurando que él era más cercano a Kyungsoo y que él, en cierto sentido, lo merecía más
que Sehun, cuando se suponía que Sehun era la persona por la que estaba luchando?
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¿Por qué estaba asegurando que él era el mejor novio para Kyungsoo cuando se suponía que debía ser el
mejor novio para Sehun?
¿Por qué quería que Kyungsoo fuese suyo más de lo que quería que Kyungsoo fuese de Sehun, o que Sehun
fuese suyo como había planeado originalmente?
¿Por qué, por qué, por qué?
Tratando de enderezar sus prioridades, agarró su teléfono.
??
Kyungsoo estaba acostado en su cama esa misma noche, acurrucado con su edredón. No había nada mejor
que tener sus sábanas dobladas en la forma de una silueta humana y un tazón de popcorn.
Cambió de canal repetidas veces, preguntándose por qué nunca había nada bueno en la televisión.
No fue hasta alrededor de las siete y media que su teléfono comenzó a vibrar rápidamente, y habría estado
mintiendo si dijera que no le asustó.
Se sorprendió al ver que los cinco segundos que demoró en reaccionar dio lugar a doce mensajes de texto de
dos personas diferentes.
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Abrió el primero, era una cadena de mensajes de Sehun.
«Perdóname»
«Cometí un error»
«No sé lo que estaba pensando»
«¡Te amo, hyung! ¡Sólo te amo a ti!»
«No se qué hacer»
«¿Cómo puedo volver a sentirme limpio?»
«Odio esto»
«No puedo dejar de llorar»
«Necesito verte»
«Te amo»
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«Lo arruiné todo»
Un poco preocupado porque nunca había visto a Sehun descontrolarse de esa manera, le escribió un simple:
«¿Qué pasó?»
Después, fue a ver la segunda cadena de mensajes, a nombre de Jongin.
«Necesito hablar contigo»
«Será mejor que no estés ocupado porque ya estoy de camino a tu casa»
Sintiéndose extrañado y preguntándose si había una correlación entre los dos mensajes, debido a que
llegaron al mismo tiempo y de dos personas que se conocían muy bien, le preguntó a Jongin: «¿Sucedió
algo?»
«Sí. Llegaré a tu casa en diez minutos»
Suspirando, Kyungsoo echó un vistazo a sus pantalones de chándal y su camiseta grande y se preguntó si
estaba vestido apropiadamente para recibir a un invitado. Se preguntó si siquiera estaba de humor para
hacerlo.
Abrió los mensajes de Sehun y leyó el texto: «Sólo quiero estar contigo ahora, hyung»
«Lo siento, estoy ocupado... ¿Es muy importante?»
«Sólo te necesito ahora... te pagaré mucho...»
Pensando en ello, Kyungsoo respondió con un: «Si estás de acuerdo con encontrarnos después de la
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medianoche, entonces podría ir...»
«Cualquier hora está bien... por favor, envíame un mensaje cuando estés libre. Estaré listo a cualquier
hora...»
Ahora se sentía genuinamente curioso. Tal vez finalmente se hicieron pareja e iban a decirle a Kyungsoo que
ya no lo necesitaban. Perder a dos clientes apestaba, pero siempre podía encontrar a otros dos y mantenerlos
cerca.
Mientras disfrutaba de su cama durante sus últimos minutos, recibió un mensaje diciéndole que saliera.
Envolviéndose en su gruesa manta y metiendo sus pies en sus pantuflas, se dirigió al primer piso, diciéndole
a sus padres que hablaría con un amigo y que regresaría pronto, recibiendo como respuesta un "de acuerdo".
Salió al frío y agradeció tener la manta abrigadora de lana encima, sus ojos se encontraron con los ojos de
Jongin, quien se encontraba a media cuadra de distancia.
—¿Qué pasa? —le preguntó Kyungsoo.
Jongin no respondió hasta que estuvo de pie frente al mayor, con las puntas de sus pies a sólo unos
centímetros de distancia.
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—Hola, ¿está todo bien?
El chico asintió, exhalando profundamente antes de verbalizar sus palabras. —Finalmente me acosté con
Sehun.
Kyungsoo sonrió, sintiéndose orgulloso de que todo su trabajo valiera la pena.
—¡Felicidades! ¿Qué tal estuvo?
Jongin negó con la cabeza, con los ojos apagados.
—¿Está todo bien? —le preguntó el mayor, su sonrisa fue desapareciendo lentamente. En un abrir y cerrar
de ojos, los mismos labios que se habían curvado en una sonrisa de oreja a oreja momentos antes fueron
robados en un profundo beso que comenzó de la nada. Junto con el beso, dos manos se posaron en su cintura.
—¡J-Jongin, basta, mis padres están dentro!
—Tenía razón.
—¿Acerca de... qué?
—Es mucho mejor besarte.
Separándose de él, Kyungsoo lo miró a los ojos. —¿De qué estás hablando?
—Tuve sexo con Sehun, pero sólo pude pensar que tú eras mucho mejor que él. Me dijo que ustedes dos
están saliendo.
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—¿Qué? ¡No estamos saliendo!
—Lo sé, eso es lo que le dije.
—¿Y-y...?
—Tuvimos una gran pelea y no quiere volver a verme nunca más.
—¡¿Ah?! No quiere... ¡Jongin, has estado trabajando mucho para ese momento, ¿qué pasó?!
El menor parecía decepcionado por la falta de contacto boca a boca. —Bueno, tuvimos sexo.
—B-bien, ¿y?
—Creo que no me gusta tanto como pensé que me gustaba. Uhm... Hace mucho frío aquí...
—S-sí... —murmuró el mayor, esperando evitar lo que suponía que vendría después.
—¿Puedo entrar?
—¿E-entrar?
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—Sí.
—Mi habitación está desordenada...
Encogiéndose de hombros, Jongin tomó la cintura de Kyungsoo y le dio la vuelta, llevándolo hacia la puerta.
—N-no hagas nada sospechoso, ¿de acuerdo?
Riéndose, Jongin asintió. Entraron en la casa, siendo acogidos por el calor de su hogar.
—¡Ya volví! Mi amigo entrará durante unos minutos para conversar porque hace mucho frío afuera. Por
favor, no nos interrumpan.
No hubo respuesta, pero Jongin supuso que el silencio era suficiente.
Caminó hacia una habitación bien iluminada y entró por primera vez en la habitación de Kyungsoo. Para su
sorpresa, además de tener muchos más libros, la habitación no era muy diferente a la suya.
Kyungsoo se tambaleó hacia la cama, reacomodando su manta antes de caer sobre el colchón, recostándose
con comodidad. Jongin siguió su ejemplo y se dirigió a la cama, sentándose y colocando las piernas del
mayor en su regazo, sobre sus muslos.
—Tengo que admitirlo... estoy un poco decepcionado de ti. Pensé que lo lograrías. Bueno, supongo que sí lo
hiciste. Te lo tiraste, pero eso es lo único que lograste.
—Supongo que cometí un error, ¿no? Desperdicié tu tiempo y ¿para qué? ¿Para cambiar de opinión al final?
Para ser honesto, de verdad pensé que me gustaba. Probablemente así fue. Creí que era perfecto.
P 8-6
—La perfección es aburrida, ¿no? —el mayor sonrió, cruzando los brazos detrás de su cabeza mientras
Jongin masajeaba sus muslos inconscientemente—. Igual, olvídate de mi tiempo, creo que desperdiciaste tu
dinero.
—No creo que haya sido un desperdicio de dinero. Es un montón de dinero para alguien como yo... pero
creo que cada dólar valió la pena. Pero, uhm... Kyungsoo...
—¿Sí?
—¿Ahora qué?
Jongin le preguntó lo que parecía preocuparle por alguna razón. —¿Y ahora qué? Ahora que no tengo a nadie
por quién aprender, ¿qué pasará? Sehun era mi meta, pero ahora ya no está, así que... ya sabes... ¿qué vamos
a hacer?
—Eso depende de ti. Al final, sólo me estabas pagando por sexo. No me importa cuál era el propósito de
ello, si era para aprender o por puro placer.
—Bueno, ¿y si... teníamos sexo porque nos gustamos?
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Observó que el mayor resopló, girándose para acurrucarse con su manta. —No querrás estar con alguien
como yo.
—Ah, pero ¿y si quiero estar contigo?
—He dormido con... no lo sé, doscientas personas. Estoy sucio, usado, desgastado. Eres del tipo de persona
que querría estar con alguien virgen, alguien hecho específicamente a tu medida. ¿No es por eso que te
gustaba Sehun? Él era la encarnación de la inocencia en tus ojos. No soy la persona correcta para ti.
Esa era la segunda vez que alguien le decía a Jongin que era imposible que estuvieran juntos. Primero fue
Sehun, ahora Kyungsoo.
—Supongo que tienes razón. Aún así, creo que eres muy sensual —comentó Jongin, levantando la pierna de
Kyungsoo para morderla, ganándose una risita.
Esa risa era linda, era el tipo de Jongin.
Y, por primera vez, su corazón se aceleró cuando la oyó.
—Soo, vamos a acurrucarnos.
—¿Acurrucarnos? ¿Tienes frío?
—Claro que sí. Comparte esa manta conmigo.
Sin embargo, Kyungsoo no cedió sin antes luchar un poco.
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—¡O-oye, consigue la tuya!
—Nop, tienes que compartir.
El forcejeo fue inevitable, pero eso no significó que el menor no obtuviera la victoria que deseaba. Le quitó
la manta a Kyungsoo y se recostó junto al chico.
—Espera, ¡¿por qué diablos te estás poniendo tan cómodo?! ¡Has estado en mi habitación durante
literalmente dos minutos!
—No me importa el lugar. Me siento cómodo porque estoy contigo —espetó Jongin, mordiendo la oreja de
Kyungsoo.
El mayor hizo un puchero, ruborizándose. —¿De dónde sacaste el atrevimiento para decir cosas tan
embarazosas?
—Ojalá lo supiera. De todos modos, ahora que ya superé a Sehun necesitaré que me entretengas más. ¿Qué
hiciste hoy?
—¿Hoy? Hice tarea... cené... a decir verdad, hoy fue un día relajante. ¿Y tú? Además de, ya sabes, el sexo.
Al encontrar la mano del otro bajo las mantas, Jongin entrelazó sus dedos. —Yo... fui a la escuela, fui a una
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cita con Sehun, tuvimos sexo, peleamos y ahora estoy aquí. Oh, hablando de citas, hay una pastelería que
quiero mostrarte. Creo que te gustará. ¿Cuándo estás libre?
—¿Libre? —repitió Kyungsoo, tratando de recordar su horario—. Bueno, mañana tengo actividades después
de la escuela por una hora y luego... bueno, me encontraré con alguien y probablemente me tomará una hora y
media... No puedo predecir todo, lo siento. ¿Qué te parece si voy a tu casa cuando haya terminado con todo?
—Sí, claro. Eso suena bien. —El menor asintió, apoyando su frente contra la frente del mayor. Entonces
tuvo una idea, decidiendo actuar primero y pensar más tarde, y le robó un beso—. Una cosa más, ¿a qué hora
te vas a la escuela? Tomas el metro, ¿verdad?
—Uhm, el metro y el autobús, sí. Usualmente salgo a las siete. ¿Por qué?
—Por nada. Oye, Soo, ¿crees que es normal que me haya dejado de gustar Sehun? O mejor dicho... ¿Por qué
dejó de gustarme?
Asintiendo, Jongin notó que sus mejillas se calentaron cuando el mayor cambió de posición, girándose y
presionando su espalda contra el pecho de Jongin. No sólo era más conveniente para acurrucarse, sino que
también unía dos partes muy específicas de sus cuerpos. A medida que el miembro del menor rozaba el
muslo de Kyungsoo, Jongin se odió a sí mismo porque todo lo que podía pensar era en lo fácil que sería
meterlo, mientras que esas no eran las intenciones de Kyungsoo para nada. ¿Cuándo se volvió tan
pervertido?
—Como he dicho antes, la perfección es aburrida. ¿Quién quiere estar con alguien que sonríe todo el tiempo
y siempre está encima de todo? Alguien que se enoja, se frustra, comete errores... alguien que no siempre se
peina de manera perfecta, alguien que se pone celoso, alguien que tiene peculiaridades y un lado que sólo tú
puedes ver, eso es mucho más interesante, ¿no?
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—Tú eres muy interesante —murmuró Jongin mientras restregaba su rostro contra la nuca de Kyungsoo—.
Supongo que ahora que no tengo que aprender a ser bueno en el sexo para estar con Sehun, aprenderé a ser
bueno en el sexo para estar contigo. Aprenderé todas tus zonas sensibles y todas las posiciones que te
gustan. Tal vez llegue a ser tan bueno que algún día tú me pagarás por sexo —el menor rió entre dientes.
—¡¿Yo pagándote?! Tienes que estar bromeando. Nunca serás tan bueno.
—Ah, pero tal vez sí si comienzo pronto... como ahora, por ejemplo.
Posó una mano en la cintura de Kyungsoo y se apoyó en su mano libre, inclinándose para capturar los labios
del mayor.
—Tendrías que ser un bastardo con suerte...
Jongin sonrió.
Comenzó con un toque de labios, luego incluyeron sus lenguas. Sus dientes también se unieron en algún
momento. El menor no necesitó más de unos minutos para que sus manos desarrollaran una mente propia,
invadiendo los pantalones de Kyungsoo.
—J-Jongin, espera, nunca lo he hecho en mi casa.
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—¿Por qué no? —hizo un puchero, tratando de agrandar sus ojos tanto como los de un cachorro en su intento
de ganarse a Kyungsoo.
—S-simplemente es así... los únicos amigos que traigo a casa son, bueno, otros estudiantes modelo. Mis
padres piensan que todos mis amigos son super prestigiosos... Creen que sólo me junto con ese tipo de gente.
Si se enteran que me acuesto con otras personas, o peor aún, que me acuesto con quienes me ofrezcan un par
de billetes, me matarían. Me metí en problemas por ser amigo de un chico que no era el mejor de mi clase
cuando era más joven...
—¿Y-y? ¿Qué, los niños de prestigio no pueden ponerse calientes?
—No, no pueden. Ese tipo de gente... está loca. Sólo estudian, estudian y estudian. Si hubiera alguien así,
sería como Sehun y tendría algún fetiche extraño o algún complejo debido a todo el estrés y las expectativas
que les ponen encima. No puedo traer al... "chico promedio" a mí casa, así que definitivamente no puedo
hacerlo aquí.
—Bueno, entonces... —comenzó Jongin, levantando la camisa de Kyungsoo mientras sus labios dejaban
besos suaves y provocativos sobre las costillas del otro—. Soy un estudiante modelo... —susurró, besando
el pecho del chico—. Soy el mejor estudiante de la escuela, junto contigo... —Otro beso en la clavícula de
Kyungsoo—, estudio con determinación durante horas y horas... —dijo, mientras su lengua trazaba la
clavícula del mayor—. Tengo un futuro brillante delante de mí, trabajando como CEO de la famosa
compañía que mi papá posee actualmente... —Dejó un beso en su mandíbula—. Soy todo lo que alguien
podría desear en un chico y más... —Inclinándose para dejar un beso en los suaves labios del mayor, se
detuvo, esperando que su mirada fuese tan intimidante como se imaginaba que era—. ¿Eso suena bien?
—Cuando se trata de seducir... creo que te enseñé demasiado... —respondió Kyungsoo en un susurro,
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entrelazando sus dedos detrás de la cabeza de Jongin y tirando de él para darle un beso que llevaría a mucho
más—. S-sólo... no hagas ruido, ¿de acuerdo? Y-y si mis padres vienen por alguna razón... no sé... no sé qué
haré... Jesucristo, ¿qué estoy haciendo?
—¿Divertirte?
—Me estoy metiendo en problemas...
Sonriendo, Jongin levantó a Kyungsoo y los giró, de modo que sus posiciones se invirtieron, y el mayor
quedó sentado a horcajadas sobre su cintura.
—Quiero que me montes.
—¿Montarte? No puedo culparte de agresión sexual si me pillan montándote por voluntad propia.
—Dile a tus padres que puedes recibir la inteligencia de otra persona a través del semen en tu culo.
—Que sólo estamos estudiando, ¿eh? —rió Kyungsoo, desabrochando los pantalones del menor—. Quítate
la ropa mientras traigo la goma*.
Estallando en risas, Jongin se quitó los pantalones y calzoncillos, empezando a tocarse lentamente, creando
un ambiente que era inevitable de todos modos. —¿Goma? ¿Quieres decir un condón?
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—Mmm, la goma.
—Soo, hazme un favor.
—Podría hacerte de todo.
Jongin se sentía increíblemente divertido por la actitud juguetona del mayor ese día. —¡Soo, hablo en serio!
—¿Qué deseas?
—Dime "cariño" durante más tiempo. Todo lo que escucho es "Jongin", "Jongin", "Jongin". Dime bebé, o
cariño, o algo parecido.
Los ojos de Kyungsoo se encontraron con los suyos. Jongin no podía ver ningún rubor, pero tampoco podía
oír el corazón acelerado del mayor ni sus pensamientos más íntimos, que estaban llenos de dudas y
vergüenza.
—¿Cariño?
—¿Sí?
—Eres un idiota —sonrió, desnudándose por completo antes de regresar y saltar sobre el menor—. Bebé,
ahora que tu pedazo de carne está expuesto, ¿por qué no le pones la goma que traje?
—¿Por qué no lo haces por mí?
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Mirando la erección, Kyungsoo estiró el condón un poco, deslizándolo con facilidad. Continuando con el
lubricante, escurrió un poco, frotándolo sobre el miembro ansioso que estaba más que listo para la acción
que pronto recibiría. Lanzó la botella al piso y se sentó sobre el menor, alineando sus caderas. —Dilátame
con tus dedos.
Siguiendo las instrucciones, Jongin retiró un poco de lubricante del condón e insertó sus dedos en el chico,
de manera similar a como lo había hecho antes esa tarde. Sin embargo, se sentía mucho mejor que cuando lo
hizo con Sehun. También le tomó menos esfuerzo cuando, después de sólo un par de minutos, Kyungsoo alejó
la muñeca de Jongin, indicándole que ya estaba listo.
Moviendo a Kyungsoo hasta que la cabeza de su miembro estaba presionada contra la entrada del mayor, lo
empujó hacia abajo lentamente, sintiendo cómo era envuelto por la estrechez.
—Ah... Dios, me encanta estar dentro de ti...
—Me encanta tenerte dentro de mí —Kyungsoo rió—. Estoy listo cuando tú estés listo, bebé.
—Eso es lo que me gusta de ti... siempre estás listo...
—Soy tu maestro, tengo que estar listo.
Asintiendo, Jongin levantó a Kyungsoo lentamente, dejándolo caer una vez que alcanzó la punta. Repitiendo
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eso unas cuantas veces, estableció un ritmo. Pero era demasiado lento. Demasiado, demasiado lento.
—No estás satisfecho, ¿verdad? —susurró Kyungsoo tan seductoramente que Jongin podía correrse sólo
escuchando esa voz. En un abrir y cerrar de ojos, el mayor tomó el control como solía hacerlo, aumentando
tanto su ritmo que provocó que ambos dejaran salir un gemido.
Jongin quería ayudar; quería hacerlo mejor, si eso era posible.
Decidieron cuáles serían sus papeles sin intercambiar palabras.
Mientras Kyungsoo usaba sus muslos, que pronto quedarían amoratados, para levantarse, Jongin lo empujaba
hacia abajo con fuerza, creando un patrón erótico que los dejó con las mandíbulas abiertas y sus cuerpos
débiles.
—C-crees... a-ah... crees... q-que... ¿J-Jongin, c-crees que... mis padres p-pueden oírnos...?
Embistió a Kyungsoo repetidamente con todas sus fuerzas, usando una gran cantidad de estamina durante los
siguientes segundos, sus ojos estaban cerrados, pero sabía que el mayor se había desplomado sobre él
debido a la súbita adición de peso y un agudo gemido.
—Espero que sí...
—¡Jongin-oh, Dios mío, Jongin, p-para-a-ah! E-espera, déjame ponerme un condón... —logró decir
Kyungsoo, estirándose hacia la caja sólo para que ésta fuera tomada por Jongin y arrojada al otro lado de la
habitación.
—No voy a darte una mamada y... definitivamente no vas a estar dentro de mí, así que... no necesitas usar
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uno... Quiero que te vengas sobre mí...
—N-no, Jongin... p-por favor... voy a ensuciar todo...
—Quiero que ensucies todo...
Mordiéndose el labio, el mayor miró a Jongin a los ojos, ganando un momento de descanso. —Voy a
mancharte...
A pesar de que Kyungsoo se había detenido, Jongin se encargó de mantener el ritmo, levantando y bajando
lentamente al chico. —Obviamente, si no quisiera eso, no impediría que te pusieras un condón... Sólo... no te
contengas, ¿de acuerdo?
El mayor asintió y reanudó su movimiento, llevándolos al ambiente sensual de antes.
No le importaba correrse dentro de un condón, pero correrse sobre una persona, esa era otra historia. Era
sucio, causaba un desastre, y por lo general era incómodo. A la gente le gustaba, pero para él era
embarazoso.
Sin embargo, de igual manera siguió rebotando sobre la erección del menor, acercándolos al momento que
temía.
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Kyungsoo solía guiar las manos de Jongin a las partes que quería que él tocara, pero a esas alturas Jongin ya
lo había entendido, reaccionando antes de que Kyungsoo pudiera hacerlo.
Mientras el mayor acunaba sus mejillas, los dedos de Jongin acariciaban sus pezones, jugando con los
botones ahora duros.
—Soo, mírame... Quiero que me mires a los ojos.
—¿Por qué? Eso es extraño...
—Porque tienes unos ojos preciosos.
Kyungsoo recibía dinero, así que siempre trataba de obedecer a todo lo que le decían, pero eso era
demasiado difícil. Sentir a Jongin dentro de él mientras sus ojos lo miraban era demasiado.
—N-no puedo... no puedo...
—Por favor, mírame... Ah... eres tan estrecho...
—Deja de decir todo eso...
No mames pobrecito :'v alguien tirele un luhan JAJAJAJA
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Capítulo 8
2.8K 419 207
by little-peach
Juntaron sus ropas en una pila, tomando prenda tras prenda mientras se vestían el uno al otro. Era lindo, al
menos Jongin pensaba eso.
—¿Dónde está tu pijama? Te ayudaré a vestirte.
—Está en el segundo cajón, bebé —Kyungsoo sonrió, señalando a una cómoda en la habitación—. En caso
de que no te hayas dado cuenta, antes de que me desnudaras estaba vestido con una camiseta y unos
pantalones, no mi pijama.
—Está bien. No vas a ir a ninguna parte, así que mejor te ayudo —explicó Jongin. Observó toda la ropa,
notando lo adorable que era, incluyendo la ropa interior rosada que tenía pequeños patrones de fresas.
Escogió esos calzoncillos y los combinó con una sudadera blanca—. Quiero vestirte en esto, pero me temo
que me hará querer desnudarte de nuevo... —A pesar de todo, sacó ambas prendas de vestir y ayudó a
Kyungsoo a ponérselas.
—¿Tenías que escoger esto? —preguntó el mayor, ruborizándose.
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—Son muy lindos. Te quedan bien.
—Un amigo me los compró como una broma...
Jongin tomó nota de eso. De repente, sintió el deseo de ver a Kyungsoo usando un par de calzoncillos que él
hubiera elegido personalmente para el mayor.
—¿Qué talla eres? Eres tan pequeñito.
—S-small...
Hizo otra nota mental. Al ver los pantalones de chándal que Kyungsoo tenía puestos un tiempo antes en el
piso, los agarró y ayudó al mayor a ponérselos. —¿Puedes acompañarme a la puerta?
—Claro que puedo.
Se pusieron de pie, listos para salir de la habitación hasta que Jongin se dio la vuelta y tomó la manta de
Kyungsoo, envolviéndola en él. —No queremos que tus padres se den cuenta, ¿verdad?
—No, bebé, claro que no. Después de todo, entraste en su casa a la fuerza y desfloraste a su hijo en su
propia habitación —bromeó el mayor, ganando un murmullo avergonzado.
—Pero yo no diría que fue sin consentimiento.
—Yo tampoco.
—Oh, y una cosa más. Toma —añadió el menor, entregándole cinco dólares a Kyungsoo.
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El mayor aceptó el dinero sin mucho entusiasmo y luego se tomaron de las manos, bajaron las escaleras de
puntillas para después salir por la puerta.
Para ser justos, ese había sido un gran día para Jongin. Superó a su crush, aprendió algo nuevo sobre sí
mismo y tuvo relaciones sexuales con Kyungsoo por primera vez en la cama del mayor.
¿Debía cobrarle por un... logro?
Nunca había dejado de cobrar a nadie.
Ese era un negocio. Si no les cobraba, ¿no sería simplemente sexo?
Esa idea era un poco inquietante.
Pensamientos como esos se desentrañaron en su cabeza mientras salían.
—No te quedes fuera más de lo necesario, ¿de acuerdo, Jongin? Hace frío, así que date prisa en llegar a
casa.
—Así será —Jongin asintió, encantado por el tono genuino del mayor.
—Llámame cuando llegues a casa, así sabré que llegaste bien.
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—Entonces me apuraré.
Ambos compartieron una sonrisa. Sus cuerpos estaban siendo atacados por los fríos vientos, y lo único que
parecía mantener la calidez eran sus manos entrelazadas, apretando fuertemente una a la otra.
—¿Bueno, qué estás esperando? ¡Vamos, vamos, vamos!
Jongin miró a la calle que tenía que caminar para llegar al metro y luego se encontró con los ojos de
Kyungsoo nuevamente. Pensando que darle un beso sería lo adecuado, se inclinó naturalmente para hacerlo.
El mayor le correspondió animadamente.
—Nos vemos mañana, Soo.
Fue entonces que Kyungsoo decidió que los cinco dólares no eran tan importantes. Ese día no. Ese día había
sido especial. Fue el día en que Jongin creció un poco más.
Deslizó su mano en el bolsillo trasero del chico más alto, guardando el dinero disimuladamente, fingiendo
que fue una caricia.
—Adiós, Jongin. Llámame.
—¡Eso haré!
Al separarse de él, Jongin no pudo evitar notar lo mucho que alegró su día ver a Kyungsoo.
Tal vez no necesitaba a Sehun.
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No.
No necesitaba a Sehun.
Siempre que tuviera a Kyungsoo, no necesitaría a nadie más.
??
Kyungsoo volvió a su habitación. Lo primero que notó fue su teléfono en el piso y cómo debió haberse caído
durante el sexo.
Todavía no podía creer que había tenido sexo en su propia cama.
Sus padres estuvieron a pocos metros de distancia durante todo ese tiempo.
Tomó las sábanas sucias entre sus manos y enterró su cara en ellas, inhalando el olor de Jongin mientras se
acostaba en la cama.
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No era el olor normal de Jongin.
Era su olor "sexual".
Todos olían diferente durante el sexo.
Tal vez eran las hormonas o el sudor. Kyungsoo no era médico ni nada, así que no lo sabía. Sin embargo, el
olor de Jongin era... aromático. Agradable y particular.
Vio la hora, eran las once.
Todavía podía ir a ver a Sehun.
En realidad, nada lo estaba reteniendo.
Eso no significaba que el calor que se desvanecía alrededor de su dedo meñique no le convencía de lo
contrario.
Había hecho una promesa.
—Supongo que no iré... —susurró para sí mismo.
??
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Su alarma lo despertó, y a su cuerpo sudoroso le urgía tomar una ducha.
Enjabonar, enjuagar, repetir.
Sintiéndose fresco y limpio, corría escaleras abajo a desayunar.
No tardaba mucho en prepararse por las mañanas. Veinte minutos, a veces treinta si se duchaba.
Sin embargo, ese día le llevó un poco más de tiempo, sólo porque su habitación era la escena de crimen
perfecta para una sesión nocturna de sexo. Los condones se habían salido de su caja, la tapa del lubricante
estaba abierta y había dejado una mancha húmeda y con olor a vainilla sobre la alfombra y había un poco de
semen en la cama.
No era la imagen del estudiante inocente e inteligente que le gustaba mostrar.
Todavía no podía caminar correctamente.
Ocultó los condones, secó la mancha de la alfombra y arrojó las sábanas al cesto de ropa sucia, luego se
puso su uniforme, tomó su abrigo y se dirigió escaleras abajo.
—¡Mamá, papá! ¡Me voy a la escuela!
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—¡Haznos sentir orgullosos, hijo!
—¡Así será!
Con las habituales expectativas depositadas en él antes de las ocho de la mañana, salió de su casa.
No esperaba gritar cuando se tropezó con alguien que estaba parado a sólo unos centímetros de su puerta.
—¡Lo siento mucho! —dijo Kyungsoo, retrocediendo lo suficiente para hacer una reverencia de noventa
grados.
—¡No te preocupes! —respondió la otra persona rápidamente.
Levantó su cabeza para observar al, que parecía ser, otro hombre y se sorprendió al ver a Jongin.
—¡¿Qué estás haciendo aquí?! —preguntó el mayor, completamente sorprendido.
Jongin simplemente bostezó, encogiéndose de hombros. —Quería acompañarte a la escuela.
—P-pero tú... tú... ¿a qué hora saliste de tu casa?
—A las seis. ¡Tuve que despertarme a las cinco y media! ¿Sabes cuán temprano es?
—Sí. Podrías haberme buscado en la escuela...
—No... Quería ir contigo. Ya no puedo acosar a Sehun, así que supongo que tú eres mi próxima víctima —
Jongin se echó a reír, tomando la mano del mayor y comenzando a caminar.
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—E-espera, tal vez no deberíamos tomarnos de las manos... —interrumpió Kyungsoo, tratando de alejar de
su brazo pero fracasando en el intento.
—¿Por qué no?
—Bueno... después de la escuela, por la noche, está oscuro, así que no me importa porque la gente no puede
vernos... Pero si alguien nos ve así...
—Eres bastante tímido para ser alguien que le abre las piernas a cualquiera que se lo pida —bromeó el más
alto. Pero no lo soltó. En lugar de ello, apretó la mano de Kyungsoo, ocultándola en el bolsillo de su propio
abrigo—. Así está bien, ¿verdad? Nadie puede ver.
—Supongo. Aunque no es muy discreto.
Caminaron algunas cuadras, con sus manos ocultas del ojo público por el grueso material de la chaqueta del
menor, y llegaron al metro.
Se subieron al primer tren, tomando los asientos más cercanos en el vagón casi vacío. Kyungsoo no se sintió
sorprendido cuando Jongin se apoyó contra la ventana y se quedó dormido.
Cada vez que pasaban los oscuros túneles subterráneos, los rayos de sol invadían el metro e iluminaban el
perfil de Jongin tan suavemente que lo hacían resplandecer. Se veía deslumbrante, como un ángel.
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Mordiéndose el labio, Kyungsoo sintió ganas de ser besado por él en ese momento. Sus labios se veían
bonitos y suaves, y él sabía que eran una buena distracción.
En ese momento, su corazón comenzó a latir más rápido.
En ese momento, realmente deseaba un beso.
Quería que lo besara apasionadamente, y que lo sujetara, y que básicamente lo despojara de toda su ropa y
lo tomara en el metro.
Pero ahí estaba Jongin.
Tan inocente, confiando su vida en Kyungsoo mientras dormía, agarrando su mano.
Cruzó sus piernas e hizo un puchero.
Con un trayecto de veinte minutos todavía delante de ellos, apoyó su cabeza en el hombro de Jongin. Supuso
que era un poco romántico. El menor le había pagado para recibir justamente eso.
Le habían pagado a él, no a su corazón, entonces ¿por qué estaba latiendo tan rápido?
A diez minutos de su viaje, Jongin comenzó a despertarse, lo suficiente como para apartar su mano de
Kyungsoo, usando su brazo ahora libre para envolverlo alrededor de los hombros del mayor.
Tímidamente, Kyungsoo se ajustó a la nueva posición, notando cada mirada extraña que recibían.
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—Eres extrañamente reservado. Besar a alguien es fácil, pero sostener su mano es toda una misión, ¿eh? —
oyó susurrar al menor.
—He tenido sexo desde los trece años, ¿de acuerdo? En realidad nunca... hice este tipo de cosas. Así que
déjame en paz.
—Entonces te enseñaré a amar —Jongin sonrió—. A cambio de todo lo que me enseñaste.
Qué manera tan linda de decirlo.
Miró hacia la puerta que había sido abierta y notó que unos estudiantes de su escuela subían al metro y al
instante despegó su mano de la mano de Jongin, retrocediendo y restableciendo su espacio personal, dejando
al menor con los ojos muy abiertos.
—Oye, todavía quiero sostener tu mano.
—Silencio. Podemos hablar de eso más tarde.
Detectó al grupo de adolescentes y entendió la situación. —¿Qué, crees que no saben con cuántos chicos has
dormido?
—No me importa qué saben y que no, simplemente no quiero que piensen que hay algo más entre nosotros de
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lo que realmente hay.
Auch.
Eso dolió.
Pero, ¿por qué?
Jongin no estaba saliendo con él, así que no era como si hubiera algo que negar. Era cuestión de aclarar
hechos y evitar rumores. Sin embargo, oír eso hizo que el pecho de Jongin sintiera una contracción.
Sus ojos se fijaron en un estudiante mayor, de cabello rojo y aspecto desordenado en general. Se sentó en el
asiento vacío al lado de Kyungsoo y se inclinó muy cerca de él, colocando una mano entre las piernas del
mayor.
—¡Kyungsoo bebé! —canturreó el chico, besando el cuello de Kyungsoo durante un segundo—. Mis padres
estarán fuera esta noche así que vamos a coger. Mi amigo también quiere entrar, así que te pagaremos doble.
¿Qué te parece?
—Uhm... depende de la hora.
—Diez en punto.
—Está bien, suena bien. Sólo envíame todos los detalles.
—Eso haré. Me muero por penetrar ese culito apretado que tienes.
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Kyungsoo se echó a reír, actuando tan coqueto como siempre, aceptando con facilidad la mano que comenzó
a masajear su muslo.
Fue entonces cuando los ojos de Jongin se encontraron con los del pelirrojo.
—¿Qué es esto, Kyungsoo? ¿Ahora te aprovechas de niñitos? Supongo que están en su mejor momento, ¿no?
Con todas esas hormonas apareciendo de repente, sobrecargándolos lo suficiente para hacerlos coger como
conejos.
—Ah, bueno, es mucho más divertido ver a un virgen tartamudear y titubear que ver a un imbécil como tú
empujarme por toda la habitación y estrellarme contra las paredes a tu gusto —bromeó Kyungsoo.
Kyungsoo se veía tan falso. Sonaba tan falso, actuaba tan falso. Parecía tan falso. Jongin se preguntó si el
pelirrojo en realidad pensaba que Kyungsoo estaba siendo sincero con una sola de sus palabras.
—Sé que te gusta que te traten como basura en la cama. Te excita un montón.
El pelirrojo estaba lleno de basura. Al igual que Sehun. Ambos eran basura, no Kyungsoo.
Dios, Jongin estaba celoso.
—Cariño, nuestra parada es la siguiente —habló. Entrelazando sus dedos, Jongin se aseguró de hacer alarde
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de sus derechos frente a esa molestia.
—O-oh, ¿de verdad? —murmuró Kyungsoo, mirando por la ventana para confirmarlo mientras Jongin le
ayudaba a levantarse—. Lo siento, no me di cuenta.
—¿"Cariño"? No me digas que es tu novio, Kyungsoo. Te conozco. ¡No tendrías pareja ni por un millón de
dólares!
Kyungsoo asintió y estaba a punto de confirmar esa declaración, pero el menor de los tres le interrumpió.
—Quizá sea yo quien valga dos millones.
—Está mintiendo, no te preocupes —Kyungsoo rió torpemente—. Envíame los detalles por mensaje, ¿de
acuerdo? —Dicho esto, escapó de ahí, jalando a Jongin con él.
Cuando estuvieron fuera del alcance auditivo de los demás, Jongin sabía que recibiría un regaño.
—¡No hice nada malo! ¡Ni siquiera dije nada! ¡Él simplemente lo insinuó! —Empezó a defenderse antes de
que pudiera ser acusado.
—¿Cuál fue el motivo de todo eso? ¿Qué ganas con todo esto, Jongin?
¿Qué estaba ganando con todo eso?
—B-bueno, mira, empezamos sólo teniendo sexo, pero me gusta pensar que somos amigos ahora y cuanto
más cercanos nos hacemos, más me doy cuenta de que eres mejor que esos lameculos.... Te mereces más que
acostarte con estos chicos que sólo quieren un agujero para meter sus pollas. ¡Te mereces más, en serio!
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—Sé que somos amigos y te quiero mucho, pero si te preocupas por mí, debes saber que yo sé lo que es
mejor para mí, Jongin. Sé que muchos de estos tipos son lo peor de lo peor y sólo están muy calientes, pero
tienen dinero de sobra, y si alguna vez creo que estoy haciendo algo malo, me detendría.
—Yo también te quiero... —respondió Jongin con simpleza. Esas palabras parecían resumir sus sentimientos
por Kyungsoo tan bien. Pero no amaba a Kyungsoo. Eran sólo amigos. Eran amigos íntimos y Kyungsoo
coincidentemente era todo lo que Jongin quería en un novio. Lo quería... como un amigo. Definitivamente
como un amigo. No era posible que fuese algo más que amistad. Su mente a veces volaba porque Kyungsoo
era conveniente, eso era todo.
—Tengo que ir a mi casillero ahora, te veré a las siete para la tutoría, ¿de acuerdo?
—Bueno.
—Adiós, bebé —Kyungsoo sonrió, observando sus alrededores antes de darle un beso de despedida.
Fue corto y dulce, pero a Jongin no le habría molestado si incluía un poco de lengua.
—Adiós, cariño.
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??
Kyungsoo se sorprendió al ver a Jongin en su puerta a la mañana siguiente, y la siguiente, y la siguiente, y la

siguiente.
Seguía sorprendiéndose durante la vigésima vez, preguntándose cuándo Jongin se aburriría de ver su rostro y
se cansaría de tener que levantarse a una hora inhumana.
Sin embargo, alrededor de la trigésima vez, se convirtió en una rutina.
—Buenos días, bebé —Sonreía, sabiendo que pronto seguiría un beso.
Era invierno, así que tenían aún más razones para compartir calor corporal.
Luego, Kyungsoo envolvía sus brazos alrededor del cuello abrigado de Jongin y Jongin colocaba sus brazos
alrededor de las capas de abrigos y suéteres que ocultaban el pequeño cuerpo de Kyungsoo.
—Buenos días, cariño —el chico más alto sonreía, besando los labios que estaban preparados para tocar
los suyos—. ¿Cómo dormiste?
—Dormí bien. ¿Qué hay de ti?
—Bien.
Como de costumbre, se tomaban de las manos, dormían en el metro y luego caminaban a la escuela.
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Ambos lo disfrutaban mucho más de lo que jamás admitirían.
El sexo también había mejorado.
Era mucho más sensual.
Lento, pausado, gentil.
A veces.
A veces era salvaje, descuidado y lleno de provocaciones.
A pesar de todo, siempre era alucinante.
—B-bebé... m-más lento... mis padres pueden oír la cama golpeando la p-pared... Van a venir y-y...
Interrumpiendo al mayor con un beso, Jongin desaceleró su ritmo dramáticamente. Era demasiado.
—Muy bien, cariño. Vamos a tomarlo con calma.
—¿Qué estás haciendo? N-no pares...
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—No me detuve, solo bajé la velocidad.
—¡Parece que te detuviste! No seas tan engreído...
—Cambiemos de posición, ¿de acuerdo?
—M-mhm...
Así lo hicieron, y Jongin le dio a Kyungsoo lo que quería.
Dieron y recibieron tanto que se quedaron sin aliento veinte minutos después, mirándose a los ojos. Jongin
ya no necesitaba pedirle al mayor que se acurrucara contra su pecho.
Pasaban tantos momentos como esos que empezaba a preguntarse si una pareja normal podría competir
contra ellos. Podía besar a Kyungsoo cuando quería, abrazarlo cuando quería, estar con él cuando quería.
¿Había alguna diferencia realmente?
Bueno, todo tenía un precio.
Cuando finalmente daban la noche por terminada y Jongin tenía que irse, nunca se olvidaba de dejar los
míseros cinco dólares que Kyungsoo afortunadamente le cobraba.
—Te veré mañana.
—Sí, por supuesto.
Cuando se besaban por la que sería la última vez esa noche, Jongin adoraba la forma en que Kyungsoo
siempre lo tocaba o acariciaba mientras se despedía. Le hacía sentir como si el mayor necesitara un poco
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más de él para alimentar algún tipo de adicción antes de tener que alejarse de Jongin. No se imaginaba que
Kyungsoo siempre devolvía en secreto los cinco dólares que Jongin le dejaba cada vez que estaban juntos.
No tenía el valor de seguir cobrándole a Jongin. No sabía por qué, simplemente sentía que era algo
incorrecto. Jongin era muy cercano a él, realmente habían llegado a ser grandes amigos y él disfrutaba
mucho del tiempo que pasaban juntos, así que ¿era correcto cobrar a su amigo por pasar el rato con él?
Al despedirse de Jongin, sonrió.
Sólo unos instantes después su teléfono comenzó a sonar, recordándole que tenía que ir a venderse a otro
tipo, otra persona que era una billetera andante para él. A Sehun.
??
—Kyungsoo, te amo —le decía cada vez que tenía sexo con él, atándolo, dejándolo golpeado y lleno de
marcas—. Dime que me amas.
—Te amo, Sehun.
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—Dilo otra vez.
—Te amo mucho, Sehun. Sólo te amo a ti. —Sus ojos se encontraron y Kyungsoo sonrió—. Eres sólo un
solitario pedazo de mierda. No creo que nadie pueda llegar a amarte realmente.
Sehun se estremeció, increíblemente excitado por la mezcla entre ser amado y degradado.
La vista de Kyungsoo vestido con una minifalda y tacones de aguja también era agradable y excitante.
Agarró el cabello del mayor y tiró de él violentamente, ganando un gimoteo.
—M-me duele, idiota... Dios, ¿no puedes hacer nada bien? Tengo que pensar en otras personas para
ponerme duro, ¡ah! Ngh...
Kyungsoo era un buen actor, se aplaudía por eso.
Aunque parecía estar actuando un poco más de lo normal, lo que era vergonzoso.
Era sólo que el sexo parecía ser mucho más aburrido. Lo hacía para recibir dinero, no para disfrutar de las
manos de otra persona en su cuerpo, haciéndolo gemir y correrse. Antes amaba el sexo y el dinero. Ahora
sólo era por el dinero.
Miró fijamente la piel fina que cubría la espalda de Sehun mientras sus uñas dejaban rastros blanquecinos al
arañar su superficie, y suspiró, pensando en cuánto preferiría estar con Jongin.
Qué extraño era pensar en él mientras había alguien más dentro de él.
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Jongin era extraño.
Ellos tenían sexo, pero él no lo quería por el sexo.
Él quería ser amigo de Kyungsoo y se preocupaba por él de una manera a la que Kyungsoo no estaba
acostumbrado. Le pagaba sólo por su tiempo, como si los amigos no pudieran pasar el rato juntos sin obtener
algún tipo de ganancia.
Se daban besos de buenos días, de buenas noches, se tomaban de las manos.
En realidad, era como salir con él sin tener ningún tipo de ataduras.
Salir con Jongin.
«Qué extraño», pensó Kyungsoo mientras una sonrisa aparecía en su rostro.
Mirando fijamente a la pared, sintió a Sehun correrse dentro de él, aliviado de saber que podría irse pronto
a casa.
Se alistó para limpiarse, pero se sorprendió cuando el menor lo atrapó contra la cama, mirándole a los ojos.
—Kyungsoo, creo que es hora de que digamos la verdad.
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—¿A-ah? ¿De qué estás hablando?
Sehun se sonrojó, soltando las muñecas de Kyungsoo mientras se movía, sentándose sobre la cintura del
mayor y atrapándolo bajo su peso. —B-bueno, tal vez no a los maestros ni a nuestros padres porque sé que
ambos queremos entrar en buenas universidades y todo lo demás... pero supongo que podemos decirles a
otros estudiantes...
—¿Quieres... decirles que eres gay?
—¡No! Bueno, supongo que eso estará implícito, pero quería revelar que somos pareja.
—¿P...areja? —Kyungsoo repitió con vacilación.
—Bueno, quiero que los demás sepan que estamos saliendo para que podamos actuar como una pareja en
público.
—¿Saliendo? Espera, ¿de qué estás hablando?
—Si los demás saben que estamos saliendo, entonces podremos tomarnos de las manos y besarnos, y
siempre que no haya un maestro cerca, estará bien. Todavía puedes dormir con otras personas, pero
podemos tener intimidad todo el tiempo.
—No estamos saliendo, Sehun...
El chico rió, negando con la cabeza. —Dejando de lado esta actuación "malvada"... en serio, quiero
anunciar públicamente nuestra relación.
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—Sehun, no estoy actuando ahora... Nosotros... tú y yo, no estamos saliendo. No sé qué te hizo pensar eso,
pero nosotros... sólo... no hay nada más entre nosotros que las reuniones que tenemos en este hotel...
Sehun se quedó callado, mirándolo a los ojos. Era muy incómodo. Sólo quería irse.
—Pensé que eras mi novio...
—Lo siento, no sé cómo ocurrió este m-malentendido... —Kyungsoo trató de explicar, negando con la
cabeza.
—¿No me amas? ¡Tú mismo lo dijiste!
—¿Lo dije yo mismo? ¿O tú... me dijiste que lo dijera?
—¿Me estás rechazando...?
—N-no se trata de rechazar-
—¿Es porque te contaron lo que pasó entre Jongin y-? ¿Es por algo que oíste sobre mí recientemente?
Kyungsoo seguía negando con la cabeza. —No, no tiene nada que ver el que te acostaras con Jongin.
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—¡Fue un error, Kyungsoo, te lo juro! ¡Siento mucho haberte engañado! ¡No sé lo que estaba pensando! —
dijo Sehun, tirando de Kyungsoo en un fuerte abrazo.
—No me engañaste y no me importa lo que hagas en tu tiempo libre, Sehun. Es sólo que no me siento así por
ti...
—Entonces... creo que tendré que esforzarme más.
—¿Qué? —preguntó Kyungsoo, sorprendido por el cambio en su tono.
—Me esforzaré más para ganar tu corazón. Por favor, sal conmigo este fin de semana. Yo... te pagaré, ¿de
acuerdo? Tal vez el sábado, como... a las seis, podemos ir a cenar. ¿Estás de acuerdo con ello?
—S-supongo...
—Entonces me aseguraré de que sea la mejor cita del mundo.
—Bueno. Uhm, ya me voy. Es muy tarde.
—¡Sí, por supuesto, hyung! ¡Te veo mañana!
Asintiendo, Kyungsoo se alistó rápidamente y salió del hotel.
Así que Sehun realmente pensaba que estaban saliendo.
Qué gracioso.
Mirando al cielo estrellado, se preguntó dónde estaría Jongin en ese momento.
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Cosas como tomarse de las manos, darse un beso de buenas noches, abrazarse cuando hace frío, cosas como
esas eran sólo para Jongin. Hacerlo con alguien más sería incómodo, ¿cierto? Nadie tenía tanta confianza
para hacer esas cosas embarazosas hasta tal punto que Kyungsoo se acostumbrara a ellas.
Sólo Jongin.
Jongin era especial.
??
—Kyungsoo, cancela todos tus planes para después de la escuela —exigió Jongin repentinamente al recoger
a Kyungsoo ese viernes por la mañana.
—No tengo planes, pero sería muy grosero si lo hiciera.
—Sólo quería probar algo que no he hecho antes.
—De acuerdo.
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—Oye, corre y empaca un bonito cambio de ropa también.
—¿Ahora mismo? Pero nos perderemos el primer tren...
—Está bien. Vamos a salir así que escoge algo divertido y provocador.
Kyungsoo miró fijamente al menor, preguntándose si de verdad creía que Kyungsoo podía escoger un
atuendo en cinco minutos.
—¿Y bien? Apúrate.
—¡Jongin, eres absolutamente increíble! —gruñó el mayor, corriendo de regreso a su casa. Jongin contó los
siguientes once minutos hasta que volvió.
—¿Ves? Eso no fue tan difícil, ¿verdad?
—Eres detestable.

El siguiente capítulo es básicamente toda la cita. Es muy lindo. ?
Aksjlañf acaso soy la única que siente pena por sehun?? :'v Kyc >:c
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Capítulo 9
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by little-peach
El día de Kyungsoo había ido bien, pero no fue hasta que se puso un atuendo que había sido obligado a
escoger a último momento, que le dirigió una mirada asesina a Jongin.
—Oh, vamos, no te enojes. Te ves lindo —le elogió el menor, tratando de deshacerse de la culpa en su
interior.
—Sé que me veo lindo. Siempre me veo lindo. Eso no significa que lo que hiciste fuera necesario.
—Te encantará, te lo prometo.
Al salir de la escuela, Kyungsoo no esperaba ser dirigido hacia una bicicleta.
—¿Qué es esto?
—Una bicicleta.
Rodando los ojos, golpeó el brazo de Jongin.
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—Espero que no te importe estar de pie, Soo —oyó decir a Jongin, observando mientras el chico se subía y
le señalaba las dos barras en la rueda trasera.
—¿Se supone que debo pararme en eso?
—Bueno, sí, sería lo ideal.
Resopló y obedeció.
—Sujétate fuerte, ¿de acuerdo?
—Tú sujétame fuerte.
—Así será.
??
Pasearon en bicicleta por la ciudad, observando paisaje tras paisaje. Por suerte para Jongin, era un buen día.
—¿A dónde vamos?
—A cenar —respondió Jongin—. Cena y luego postre. Luego volveremos a mi casa. Espero que no te
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moleste.
—¿Por qué no le agregas una película y dices que es una cita? —Kyungsoo se rió.
—Bueno. ¿Qué película quieres ver?
—¿E-en serio? Pero no traje suficiente dinero...
—Yo pagaré por todo.
—¿Estás seguro?
—Sí.
—Entonces... una comedia está bien.
—Entendido. Cena, película, postre y luego a mi casa. Qué agenda tan apretada.
??
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Momentos después, llegaron a un restaurante, bastante lleno y animado durante esa hora del día.
Jongin estacionó su bicicleta y aseguró la cadena, luego tomó la mano de Kyungsoo y lo llevó a la recepción,
donde informó al empleado acerca de su reserva y fueron dirigidos a una mesa para dos.
—Ordena lo que quieras, por favor —le dijo al mayor, viendo su vacilación mientras miraba el menú—. No
te habría traído aquí si no pudiera pagarlo.
—Entonces... ordena por mí. Nunca he venido aquí, así que te confiaré mi cena.
—Ahora tengo mucha presión sobre mí —Jongin se rió—. Está bien.
Cuando el camarero llegó, ordenó varios tipos de platos y bebidas. —Te gustará esto —le decía a
Kyungsoo, como si el mayor necesitara algún tipo de garantía.
Pero ahora estaban solos otra vez. Solos en un lugar público.
Kyungsoo no pudo evitar controlar su curiosidad.
—¿Por qué estamos aquí?
—¿Pasando un viernes juntos?
—Sí.
—Porque... supongo que quería representar mi cita ideal aunque sea una vez. No lo sé. Fue un impulso
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repentino. Probablemente nunca resulte perfectamente bien con nadie, pero siento que eres la persona más
indicada para hacerlo.
—¿Y por qué no lo haces con alguien que amas? ¿Un novio? ¿Una novia?
Los ojos de Kyungsoo siguieron la mano del menor mientras éste se rascaba la nuca y sus labios se curvaban
en una sonrisa torcida. —Me gustas mucho, sabes. Creo que... una cita es una cita. No tiene por qué ser con
alguien que amas, sólo... con la persona indicada. —Los ojos de Jongin se volvieron hacia el mayor y una
risa torpe escapó de sus labios—. No pongas esa cara. Haces que quiera besarte delante de todos.
Sintiéndose cohibido de un momento a otro, Kyungsoo observó su reflejo en un vaso cercano, preguntándose
qué cara estaba poniendo.
—Te ves bien.
—¿Tú crees? —preguntó el mayor.
—Sí. Te puse en aprietos, pero aun así te las arreglaste para lucir increíble. Como de costumbre.
Kyungsoo no pudo evitar sonreír, pasando los dedos por su cabello. —¿Vas a elogiarme todo el día?
—Sólo estoy mencionando algunos hechos que tal vez no haya dicho antes.
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Se sintió un poco intimidado por la mirada que el mayor le dio.
—Trátame bien el día de hoy. Estoy bajo tu cuidado. Puedes tener el control esta vez.
Tener control sobre Kyungsoo.
Qué bonito pensamiento.
—Me aseguraré de que todo salga bien.
Su comida llegó y decidieron disfrutarla tomándose su tiempo.
Jugaron con sus pies bajo la mesa, compartiendo todo, coqueteando descaradamente.
Si estuvieran solos, la lengua de Jongin estaría definitivamente en la boca del mayor. Sin dudarlo.
??
—¿Me creerías si te dijera que le di un puñetazo?

—¡No! —jadeó el menor, levantando la voz y negando con la cabeza.
—Sí. Me castigaron por un mes y tuve que disculparme delante del director, del otro chico, sus padres y
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todo. Fue un problema enorme. ¿Alguna vez te has metido en una pelea? —preguntó Kyungsoo. Rió cuando
Jongin apuñaló un trozo de carne con su tenedor y se lo dio de comer.
—¿Luchar contigo en la cama cuenta?
—No, porque siempre te dejo ganar.
—No estoy de acuerdo.
Kyungsoo sonrió, estirando su mano y entrelazando sus dedos. —Bebé, yo siempre tengo el control.
Jongin no pudo evitar notar lo bien que encajaban sus dedos, lo perfectas que habían sido hechas sus manos,
una para la otra, y lo reconfortante que era cuando estaban entrelazadas.
—¿Puedo besarte?
—¿Ahora mismo?
—Sí.
—¿Eres lo suficientemente valiente? —el mayor se echó a reír, haciendo que la confianza de Jongin
vacilara, dejándolo nervioso.
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—Probablemente. Ah... quiero hacerlo, pero ahora que lo pienso, lo guardaré para cuando veamos la
película.
—Sabes cómo se intensifican las cosas en la oscuridad, ¿no?
—Domaré a mi bestia.
—¿Y si yo no puedo domar a la mía?
—Bueno, no me resistiría.
Sonriendo, Kyungsoo llevó la mano del otro a su boca, besando el dorso de su mano antes de besar cada
nudillo por separado.
Jongin lo miró sin hacer ruido, observando cada movimiento.
Antes de que se diera cuenta, sus dedos estaban entrando lentamente entre los labios de Kyungsoo, sintiendo
la cálida humedad de su lengua.
Su corazón estaba acelerado.
Hacer algo como eso en un lugar público, ¿cómo lo explicarían?
Si eso continuaba, Kyungsoo seguramente metería sus dedos hasta su garganta y él estaría luchando contra
una futura erección.
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Se ruborizó cuando el mayor envolvió su lengua alrededor de uno de sus dígitos, sintiéndose ansioso y
abrumado.
—P-para...
—¿No te sientes travieso, bebé?
—Yo... tendré ganas de tener sexo contigo... ahora mismo...
El mayor se encogió de hombros. —Tal vez esa no sea una mala idea.
—T-termina de comer para llegar a tiempo a la película.
Kyungsoo asintió.
Después de eso, Jongin no pudo evitar mirar fijamente al mayor.
Se veía mucho más atractivo.
Todo lo que podía imaginar era su sonrisa, la forma en que sus pestañas se agitaban, su risa.
Su risa era perfecta.
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Cuando terminaron de comer, Kyungsoo sacó unos cuantos billetes, pero no había manera de que Jongin le
dejara pagar.
—Yo pagaré, ¿de acuerdo?
—¿Estás seguro?
—Sí. Te lo dije antes, ¿no?
—Bien.
Mientras Jongin contaba su dinero, el mayor se levantó, atrapando su atención por millonésima vez.
Su figura era tan delgada, delineada por una camiseta ajustada de color blanco. Era una hermosa vista
obstruida por un gran suéter negro.
Sus piernas también eran delgadas. Las lucía muy bien con jeans negros, completando su look con zapatillas
rojas.
El look era muy simple, sencillo, pero cuando se trataba de Kyungsoo, él lo lucía tan bien.
Dios, Jongin estaba terriblemente atraído hacia él.
Era inteligente, divertido y demasiado sensual.
¡Qué no daría Jongin por hacerlo suyo!
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Detuvo sus pensamientos y comenzó a sentir que su rostro se calentaba tanto que empezaba a arder.
¿Qué quería decir con "hacerlo suyo"?
No es como si quisiera salir con Kyungsoo.
O tal vez sí.
No, claro que no.
Kyungsoo era sólo una respuesta conveniente para un chico soltero y sexualmente activo.
Pero Kyungsoo era... todo lo que él deseaba en un chico.
Kyungsoo era tan... deseable.
Kyungsoo era jodidamente perfecto.
—Bebé, estoy listo.
El desorden en su mente fue puesto en espera durante un segundo, sus pensamientos se detuvieron ante la voz
del mayor.
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—S-sí. Lo siento...
Kyungsoo, te quiero.
—No te preocupes —le aseguró, inclinándose para besarle la mejilla.
Kyungsoo, te quiero tanto.
—Sólo necesito s-sacar la llave de mi abrigo...
Kyungsoo, ¿por qué no debería hacerte mío?
Jongin siguió al chico mientras salía del restaurante.
Kyungsoo, me gusta besarte, me gusta abrazarte, me gusta estar contigo.
Eres todo lo que siempre he querido.
¿Sería muy loco si yo... hipotéticamente quisiera que fuésemos más que amigos?
—Soo...
—¿Sí?
—Me... gustas... —Intentó decírselo, probando cómo se sentían aquellas sílabas en su lengua, dándose
cuenta de que se sentía como algo muy natural. Su corazón se aceleró cuando Kyungsoo sonrió.
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—Tú también me gustas, Jongin. No estaría aquí si te odiara.
Antes de que pudiera asimilar la decepción por lo platónica que fue su respuesta, el mayor se giró. Ahora
que estaban afuera, no iba a contenerse.
Colocó sus manos en las mejillas de Jongin, se inclinó y le robó un beso intenso.
Esa era otra cosa perfecta sobre Kyungsoo; lo pequeña y cómoda que se sentía su cintura entre los brazos de
Jongin mientras lo abrazaba.
—Oye, Jongin, no quiero estar parado en la bicicleta. ¡Déjame sentarme en tus piernas!
—¿Crees que eso va a funcionar? —el menor se rió.
—Para nada, pero deberíamos intentarlo.
—De ninguna manera. Si nos caemos, y así será, tu hermosa cara se dañará. Yo... no quiero que suceda eso.
—¿Estás conmigo sólo por mi apariencia? Ah, me siento tan usado. —Kyungsoo hizo un puchero, dando
unos cuantos pasos hacia atrás mientras se cruzaba de brazos.
—¡N-no! ¡Tu apariencia no es importante! ¡Me gustas por tu forma de ser!
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Divertido por la seriedad con la que Jongin respondió a su broma, Kyungsoo decidió jugar un poco más.
—Pruébalo.
—Sé mi novio y te lo demostraré —respondió el menor.
Ruborizándose, negó con la cabeza. —Sí, te creo.
—Sí: "¿Seré tu novio?" —bromeó Jongin.
—Llegaremos tarde para la película, ¿no?
—Sí, sí. Agárrate fuerte.
Kyungsoo se subió en la parte trasera y obedeció.
??
Al encontrarse entre los rascacielos y el intenso tráfico, ambos agradecieron haberse puesto abrigos cálidos.
Antes de que Jongin pudiera darse cuenta, su cuerpo apenas cabía en el asiento, mientras que Kyungsoo
estaba ocupando la mayor parte de él.
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—¿No se suponía que debías estar de pie?
—Me cansé.
—Qué molesto eres —espetó. Para ser honesto, no le molestaba la forma en que Kyungsoo lo abrazaba con
fuerza o la forma en que apoyaba su cabeza en la parte posterior de su hombro.
Pasear en una bicicleta era un millón de veces más agradable de esa manera.
Se sentía tan bien que bajó la velocidad sólo para que el paseo durara más tiempo.
Kyungsoo pensaba lo contrario, deseaba que terminara lo más pronto posible.
Su corazón latía más rápido de lo normal y no podía detenerlo, no podía entenderlo. Su abrigo parecía ser su
salvador, con suerte evitaría que sus latidos alcanzaran la espalda de Jongin.
Actuando por impulso, agarró la capucha y el cuello del abrigo de Jongin y tiró hacia abajo para revelar la
parte trasera del cuello del menor, donde posó un suave beso.
En respuesta, casi sufrió de un ataque al corazón cuando la bicicleta se tambaleó ligeramente.
—¡No me asustes así, S-Soo!
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—¡Fue sólo un beso!
Ambos estaban demasiado nerviosos y apartaron la mirada con sus rostros ruborizados.
Si no fuera por el grupo de capas que había entre sus cuerpos, ambos habrían notado que los latidos
acelerados de sus corazones estaban en sincronía.
Jongin se mordió el labio, reuniendo un poco de coraje, y soltó uno de los manubrios para sostener la mano
de Kyungsoo, deslizando sus dedos entre los dedos del mayor.
¿Qué había de malo en el hecho de que le gustara Kyungsoo?
Era natural querer estar con alguien que era importante para él, ¿no?
Se preguntó si Kyungsoo sentía lo mismo.
??
Entraron en el cine tomados de las manos, lo que parecía ser una costumbre para ellos.
Para Jongin, se sentía como si realmente fueran una pareja. Kyungsoo sostenía el popcorn y los dulces
mientras él llevaba las bebidas.
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—Quiero sentarme en la parte de arriba —susurró Kyungsoo, robando un beso de los labios de Jongin.
—De acuerdo. ¿Ves asientos libres arriba?
—Hay... ¿cuatro? ¿Cinco?
—Muy bien, sube, cariño —le indicó, caminando detrás del chico.
Encontraron dos asientos lo más cerca posible del centro y se sentaron, poniéndose cómodos mientras los
anuncios llegaban a su fin.
Jongin observó cómo el mayor levantó el reposabrazos que había entre ellos, apartándolo del camino para
poder usar el hombro de Jongin como una almohada.
Si estuvieran saliendo, ¿situaciones como esa no sucederían más seguido?
Era una idea agradable.
—¿Sabes cuál es la mejor parte de sentarse arriba? —oyó susurrar a Kyungsoo.
—¿Cuál?
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—Puedes besar a alguien y las únicas personas que lo verán son las que están en ambos lados. Eso y que
nadie apoyará sus pies en tu asiento.
Jongin se echó a reír mientras deslizaba sus dedos entre el cabello de Kyungsoo. —¿Quieres que nos
besemos? ¿Por eso lo dices?
—No creas que no me he dado cuenta de que has estado mirando mis labios toda la noche.
El menor tosió, apartando la mirada para ocultar su rubor.
—Jongin, no desvíes la mirada cuando te estoy hablando. Eso es irrespetuoso. —Kyungsoo no tenía idea de
lo que estaba haciendo cuando acunó la mejilla de Jongin, volteando la cara del menor para que estuviera
frente a la suya—. Si vas a tener impulsos, será mejor que hagas algo al respecto.
—Si hiciera eso nunca saldrías de mi cama —le advirtió el menor.
—Entonces lo diré de otra forma. Si vas a mirar mis labios con tanta intensidad durante todo el tiempo
entonces será mejor que tengas un buen motivo. No me des falsas esperanzas.
—Si vas a actuar tan increíblemente sexy, entonces mejor no salgas de tu casa. Aumentas mis esperanzas, así
como "algo más".
Kyungsoo sonrió. —Eso no es justo.
Pasando su pulgar sobre el labio inferior del mayor, se inclinó hacia él, lo suficiente para que quedaran un
poco separados, y se detuvo.
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—Otra vez me estás dando falsas esperanzas. No me gusta.
Kyungsoo estaba a punto de retroceder cuando fue jalado, y su boca fue tomada por su cita. Pero sólo
durante unos segundos, hasta que otra idea apareció en la mente de Jongin.
—Quiero darte de comer popcorn —decidió.
—No soy un niño.
—Pero este no es el método para niños. Es sólo para chicos grandes.
Kyungsoo se rió. —¿Ah, sí?
—Sí. Déjame mostrarte.
Observó a Jongin mientras éste tomó un poco de popcorn con sus dedos y al instante lo colocó en la punta de
su lengua. —Abre la boca —le dijo Jongin.
Kyungsoo inclinó la cabeza y obedeció. Mantuvo los ojos abiertos por curiosidad.
Jongin no tardó mucho en inclinar su cabeza también, luego su lengua tocó la lengua de Kyungsoo y el trozo
de popcorn quedó mezclado entre el beso.
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—Esto no parece eficiente —Kyungsoo rió en medio del beso.
—No tiene que serlo.
Jugaron un poco más hasta que empezó la película.
Cuando esto sucedió, ambos se calmaron.
Kyungsoo estaba disfrutando de la película, o al menos eso parecía desde la perspectiva de alguien que lo
estaba observando todo el tiempo.
Sonreía, reía, resoplaba.
A juzgar por el hecho de que era una comedia, Jongin probablemente también lo habría hecho si le hubiese
prestado atención.
Era difícil enfocarse en algo más cuando Kyungsoo naturalmente le robaba toda su atención.
Le gustaba Kyungsoo...
¿Y qué si era verdad?
¡Vivía en un país libre!
¡Podía hacer lo que quisiera!
Y, además, Kyungsoo era su tipo ideal en todo sentido, aspecto y forma, obviamente era natural que él
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desarrollara un crush en algún momento.
¿A quién le importaba si tenía un crush?
Era su elección.
No estaba molestando a nadie.
Podía gustar de alguien si quería.
Podía tener un crush.
Tal vez tenía un crush.
Probablemente tenía un crush.
Suspirando, se recostó en su asiento.
Nada de eso importaba si a Kyungsoo no le gustaba Jongin.
¿A cuántas personas les había gustado Kyungsoo anteriormente?
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Probablemente docenas.
Y él había rechazado a todos.
¿Acaso Jongin tenía alguna oportunidad?
Jongin miró la pantalla por la que parecía ser probablemente la primera vez, y trató de encontrar alguna
esperanza en un amor unilateral.
Todos los chicos que habían gustado de Kyungsoo eran probablemente como Sehun.
Probablemente sólo querían tener sexo constante sin condón, o pensaban que Kyungsoo era sensual y no les
importaba nada más.
Jongin era diferente. Se preocupaba por los sentimientos de Kyungsoo, salía con él en citas bonitas, se
aseguraba de que siempre estuviera cómodo. Definitivamente era diferente.
Definitivamente le gustaba presumirlo también.
Esa noche sería la noche más impresionante de todas.
Aunque tendrían que pasar por el supermercado. Y tendría que ser extremadamente discreto.
Qué misión tan difícil.
??
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—¡Estoy tan lleno después de comer todo ese popcorn! ¡Ah, creo que exageré! ¡No sé si tengo espacio para
el postre! —El mayor hizo un puchero, estirándose mientras volvían a salir a la fría noche—. La película
estuvo buena. Fue muy divertida.
Al recibir un beso, Jongin enderezó la bicicleta para que Kyungsoo se subiera.
—El postre será mejor. Te olvidarás de lo lleno que estás.
—Eso espero.
Jongin comenzó a manejar, encontrando gracioso que cuanto más tiempo pasaban en la bicicleta, más
espontáneos se volvían los besos en su espalda y cuello.
—Alguien está de buen humor —comentó.
—Ah, no puedo evitarlo. Me estoy divirtiendo mucho.
—Me alegra escuchar eso.
Conociendo la ruta, Jongin no perdió tiempo en llegar a la pastelería porque, para ser honesto, prefería estar
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en su habitación. Ahora que tenía un plan, cada segundo que Kyungsoo no estaba en su cama era un
desperdicio.
Estaban a sólo una cuadra de distancia cuando vio un supermercado. Justo al lado había una tienda de ropa
muy popular e hizo una nota mental de ello.
Era lo único que tenía en su mente mientras caminaban hacia la cola sorprendentemente larga cerca del
mostrador, había un menú de postres fríos y calientes delante de ellos.
Kyungsoo le dijo que ordenara por él como antes, que le mostrara los favoritos del paladar de Jongin.
Feliz por su cooperación, Jongin obedeció.
Les dieron un número y les dijeron que esperaran unos minutos para que algunos de los postres fueran
calentados y otros hechos.
—Soo, espera aquí por las cosas, ¿de acuerdo? Hay un supermercado no muy lejos de aquí y debo comprar
algunas cosas que mi mamá necesita.
—Oh, sí, por supuesto. Adelante.
—No tardaré mucho, lo prometo —le dijo al otro chico, robándole un beso como despedida momentánea.
Dejó a su cita y salió a la calle, tenía demasiadas ideas revoloteando en su mente.
Haría que esa noche fuera una noche de ensueño.
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??
Kyungsoo se acomodó en una de las mesas, solo.

Se preguntó por qué su corazón había estado latiendo tan rápido todo el tiempo.
No estaba a punto de tener un infarto, ¿verdad?
Tal vez estaba enamorado de Jongin, bromeó consigo mismo, sonriendo.
—Ah, en serio... ¿qué me pasa...? —susurró, mirando fijamente los números negros en el papel blanco.
Probablemente era porque no estaba acostumbrado a ser tratado de esa manera. Después de todo, cada vez
que "salía" con alguien, siempre consistía en una habitación de hotel barata, sexo sin emoción, recibir dinero
y luego volver a casa.
Sin embargo, no le importaba cuando Jongin lo besaba o lo abrazaba.
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Le gustaba eso.
También le gustaba besar y abrazar a Jongin.
Le daba la felicidad que probablemente no había sentido desde que era un niño.
Era como saber que estás abrazando a alguien que quiere ser abrazado por ti.
Especialmente tú, no cualquiera con un agujero al cual follar.
Todo se reducía al hecho de que Jongin le hacía sentirse especial, le hacía sentir que valía más que un par
de billetes de veinte dólares.
El hecho de estar con alguien en una relación que no consistiera en intercambiar dinero por algún tipo de
servicio sexual era todavía nuevo para él.
Eso era todo lo que conocía desde que tenía trece años.
Todas sus otras amistades estaban relacionadas a la escuela o eran artificiales.
«Cuando Jongin me mira de esa manera...», pensó Kyungsoo, mirando la puerta de la pastelería mientras se
abría y un rostro familiar entraba, causando que su corazón se agitara. «Yo... siento como si fuera parte de
la realeza...»
Al ver la bolsa llena en su mano, sonrió.
—Eso fue rápido. La comida no ha llegado todavía-
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Justo cuando empezó a decir eso, su número fue llamado.
Jongin le quitó el pedazo de papel, mostrándole una de sus sonrisas infantiles. —No te preocupes, yo traeré
todo.
Kyungsoo asintió y suspiró.
Era como un verdadero príncipe azul.
Especialmente cuando regresó con los platos de sus postres.
—¿Cuál debería probar primero? Y lo que es más importante, ¿vas a darme de comer como un "chico
grande"? —bromeó, viendo que el rostro de Jongin se encendía con un tono rojo brillante.
—No... no cuando hay personas mirando...
—Qué lástima. Bueno, ¡dime qué comer! ¡Me muero por probarlos todos!
??
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Ahora ambos estaban sentados frente a más de una docena de platos vacíos.
—Todo estuvo tan delicioso... quiero más, pero mi estómago está a punto de explotar...
—Sabes, comí lo mismo hace unos días, pero no estuvo así de bueno.
—¿Por qué? —preguntó Kyungsoo con curiosidad—. ¿Era otro pastelero?
—Supongo que no estaba con la persona adecuada. Tienes que estar con una persona maravillosa para
disfrutar de una comida maravillosa.
—Basta, me haces sonrojar —Kyungsoo se rió en broma, pero sinceramente, nada de lo que dijo fue una
broma.
—Ese era mi objetivo.
Los latidos del corazón del mayor se aceleraron y sus ojos se encontraron con los ojos de Jongin.
—Vayamos... a tu casa, ¿de acuerdo? Se está haciendo tarde. Ya son las nueve y media.
—Sí... ve a alistar la bicicleta, yo pagaré —decidió Jongin.
??
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El camino de regreso fue bastante corto, especialmente porque Jongin no vivía lejos.
Jongin no pudo evitar notar lo callado que estaba Kyungsoo. Tal vez estaba cansado.
La forma en que se aferraba a él lo ponía bastante ansioso, sobre todo porque estaba abrazando muy fuerte
su cintura, con la cabeza apoyada en su espalda.
Los únicos ruidos parecían provenir del tráfico, la vida nocturna y el tintineo del contenido de la bolsa
misteriosa de Jongin.
Con el silencio prolongado, de verdad pensó que Kyungsoo podía haberse quedado dormido, así que
sacrificó un brazo para tratar de mantenerlo en su lugar.
Sin embargo, cuando llegaron a su casa, notó que el mayor no estaba ni cerca de quedarse dormido.
Entraron en la casa y Jongin anunció su llegada mientras se quitaban sus abrigos cerca del perchero y luego
se dirigieron a su habitación. No fue hasta que llegaron a la puerta que detuvo al mayor.
—¿Te importaría... esperar afuera por un segundo?
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—¿Aquí? —preguntó Kyungsoo, confundido.
—Sí.
—Claro. Uhm, si quieres, puedo llevarle las cosas a tu mamá mientras espero.
—N-no es necesario, sólo espera aquí...
Asintió y observó a Jongin desaparecer en la habitación, cerrando la puerta detrás de él.
¿Qué estaba haciendo? ¿Había dejado su porno a la vista o algo así? Jongin debería saber que no había nada
de qué avergonzarse cuando se trataba de Kyungsoo.
Se puso a contar sus dedos una y otra vez para matar el tiempo.
Finalmente, Jongin abrió la puerta.
—Puedes pasar, Soo.

¿Adivinen qué habrá preparado Jongin? ;)
Por cierto, disculpen la demora, quería concentrarme en el comeback de EXO y olvidé esto, haha.
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Wuuuuuuu me huele a secso hard ( ?° ?? ?°) Una vez me hicieron esa wea y te calienta:'v pobre Jongin
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Capítulo 10
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by little-peach
Kyungsoo notó que las luces estaban apagadas.

En pocas palabras, la habitación estaba oscura.
Al menos eso es lo que pensó hasta que cerró la puerta y miró a su alrededor con más atención.
Su corazón dio un vuelco, probablemente el más grande de toda su vida.
¿Qué estaba sucediendo?
A su alrededor había pequeñas velas que proporcionaban la única luz parpadeante en la habitación.
Olía como un campo de flores.
Miró hacia la cama y encontró un regalo en el centro. Cerca de él había dos copas de vino decorando la
mesita de noche.
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Instantáneamente, su rostro comenzó a arder como si estuviera en llamas mientras su corazón amenazaba con
atravesar sus costillas. Averiguar a dónde se había ido su respiración era la menor de sus preocupaciones.
Se congeló y dejó de moverse.
—Vamos, Soo —susurró Jongin, llevándolo hacia la cama donde le hizo sentarse con mucha gentileza—.
Esto es para ti —le explicó el chico, entregándole el regalo que parecía haber sido envuelto con tanto
cuidado que abrirlo parecía un pecado.
—P-pero... no debiste haberme comprado nada... y si lo ibas a hacer, por lo menos podrías haberme dicho
p-para que yo también pudiese comprarte algo...
—No creas que no me he dado cuenta de que estuviste metiendo el dinero en mi ropa durante las últimas
semanas.
Kyungsoo miró hacia abajo, avergonzado.
¿Por qué estaba avergonzado?
—Ábrelo.
Deslizó sus dedos alrededor del lazo y lo desató cuidadosamente, despegando el papel doblado con la
intención de evitar rasgarlo. Una prenda de ropa doblada fue lo que vio a continuación.
—¿Qué es esto?
—Míralo...
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Levantó las prendas y se encontró con un par de calzoncillos.
Uno estaba cubierto de rayas azules y blancas, y tenía una caricatura adorable que ocupaba parte del diseño.
Sonrió. Tomó el siguiente y notó que era mucho más sexy. Estaba hecho de malla semitransparente de color
negro. Tenía tan poca tela que en realidad parecía ser ropa interior femenina y no un calzoncillo. Al
voltearlo, se sorprendió al ver que toda la zona tenía un agujero gigante en forma de círculo. Era
increíblemente conveniente para situaciones comprometedoras.
—Espera, hay una cosa más —dijo Jongin de repente, sacando una pequeña bolsa.
Kyungsoo la tomó con vacilación y sacó el papel de relleno, encontrándose con una cajita. Cuando la abrió,
sus ojos aterrizaron sobre un delicado anillo de plata. Miró a Jongin, cuya mirada le dijo que continuara, y
sacó el anillo, examinándolo. La oscuridad le hizo forzar la vista, pero logró distinguir algo grabado en su
interior.
«Tómate tu tiempo para amarme»
Al mover la cabeza hacia atrás, vio la expresión agitada de Jongin.
—N-no tiene que significar nada... Sólo lo vi y pensé que se vería bien en ti...
—Bueno... ¿y los calzoncillos?
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—Dijiste que tu amigo te compró ese lindo par que tiene el patrón de fresas y supongo... supongo que quería
asegurarme de que usaras algo muy íntimo que yo te compré... T-toma... —tartamudeó, entregándole a
Kyungsoo una de las copas de vino—. Soy menor de edad... a-así que... espero que no te moleste tomar jugo
de uva.
Era tan jodidamente adorable.
Kyungsoo sonrió lo mejor que pudo. En todo caso, lo único que quería hacer era esconder su rostro.
Tratando de hacer exactamente eso, tomó un sorbo de su bebida, escondiéndose tras el cristal.
—¿Q-qué es todo esto, Jongin?
—Te lo dije, ¿no? Quería recrear mi cita perfecta con... la persona perfecta...
Increíble.
Kyungsoo no sabía que sus emociones podían joderlo más que hace cinco segundos.
—S-sabes... si dices cosas así... podría malinterpretarte...
—No hay nada que malinterpretar, Soo... Esta noche... el día de hoy fue un día muy lindo. Creo que nunca me
había divertido tanto en una cita como lo he hecho contigo. Pensé que amaba a Sehun, pero tú eres sólo mi
amigo y pasar tiempo contigo hace que el tiempo que pasé con él no valiera la pena...
—Estás haciendo eso otra vez... —le interrumpió Kyungsoo.
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—¿Qué cosa?
—Lo que haces cuando miras mis labios como si fueras a besarlos... pero nunca lo haces...
—¿Es... algo malo?
¿Lo era?
No era como si Kyungsoo necesitara ser besado, así que a quién le importaba dónde miraba.
—Supongo... olvídalo.
—Soo, creo que sólo quieres que te besen. Creo que quieres que yo te bese... Pero no me importa porque,
francamente, yo también quiero besarte todo el tiempo. ¿Puedo... besarte ahora mismo?
Su respiración era temblorosa y su corazón estaba acelerado. Habían estado comiendo todo el día así que su
aliento probablemente apestaba. Sin embargo, Jongin tenía razón, quería que lo besara.
—N-no preguntes... arruinas el momento...
—Sí... lo siento... —susurró Jongin, tomando todos los regalos y envoltorios de la cama, eliminando la
barrera entre ellos—. Entonces, ¿te importa venir...? Ah, no importa, yo me acercaré.
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Se movieron en la cama y sus piernas se tocaron. Era imposible acercarse más. Cuando Kyungsoo estuvo
con las piernas cruzadas y Jongin de rodillas, el menor se inclinó, capturando sus labios. Pero no sólo sus
labios. Al parecer, también capturó su corazón y todos sus pensamientos.
Sus lenguas se enredaron y sus dedos se abrieron paso hacia su cabello. Kyungsoo quería morir. Estaba
temblando, sonrojado, nervioso y demasiado titubeante. Era como había actuado exactamente cuando perdió
su virginidad, pero todo lo que estaba haciendo ahora era besar a Jongin. ¿Qué le pasaba?
Alrededor de los veinte segundos, de repente comenzó a toser, retrocediendo y jadeando. Había estado
demasiado enganchado en sus pensamientos y se había olvidado por completo de respirar.
Trató de regular su respiración y sintió los labios de Jongin sobre los suyos, luego en su barbilla, su cuello,
su clavícula, en algún lugar de su pecho y finalmente en su estómago. Jongin había enterrado completamente
su rostro en el cuerpo de Kyungsoo.
Era aterrador, pero agradable. Kyungsoo estaba muy confundido.
—Hyung... —oyó, interrumpiendo el desorden que había en sus pensamientos.
—¿S-si?
—Tu corazón está latiendo muy rápido...
Dios, era verdad. ¿Qué iba a decirle? ¿Qué debía hacer? No podía negarlo porque si se apoyaba contra una
pared, la gente en la otra habitación probablemente podría sentirlo. Pero si decía que sí, probablemente
tendría que ofrecer una explicación.
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Fue en ese momento cuando Jongin tomó su mano y presionó su palma contra su pecho palpitante.
—No te preocupes, Soo. El mío está igual...
Esto tenía que ser una broma. Toda esa situación tenía que haber sido arrancada directamente de una
comedia romántica. ¿Por qué estaba reaccionando así? Había tenido sexo más veces de las que podía contar
con muchas manos, entonces, ¿por qué se estaba comportando de esa manera?
Dos manos sujetaron sus hombros, acostándolo lo más suavemente posible mientras Jongin desplegaba sus
piernas, cerniéndose sobre él tan suavemente que sus narices apenas se tocaban.
Era inevitable.
Lo que debía suceder esa noche ya estaba escrito en el momento en que Jongin le dijo que cancelara sus
planes.
Respirando hondo, cerró los ojos y acunó las mejillas de Jongin con sus manos.
Sus labios se juntaron y sus lenguas danzaron mientras sus piernas se envolvieron alrededor de una firme
cintura.
Eran tan sensual, pero a la vez tan romántico.
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Era contradictorio y Kyungsoo necesitaba tomarse unos segundos, sólo unos cuantos, para poder entenderse.
Los besos subieron de sus labios hasta su frente mientras Jongin susurraba. —Soo, no sé qué estás pensando
ahora mismo, pero detente. Tu frente está arrugada... No pienses, por favor. Sólo mirarme, siénteme, quédate
conmigo...
Kyungsoo titubeó, pero luego asintió. —L-lo siento...
Jongin sonrió.
Esa sonrisa debía ser ilegal en ese tipo de situaciones.
Concentrándose nuevamente, las manos del menor se abrieron paso por debajo de la ropa de Kyungsoo.
Mientras que una lo acariciaba, la otra abría el cierre de su sudadera, deslizándola por sus hombros y
brazos. Cuando logró sacarla, la arrojó en la habitación, esperando que no se prendiera fuego con alguna de
las velas.
—Eres hermoso... —susurró.
Kyungsoo hizo un puchero y cubrió su rostro con sus brazos. —Eres tan vergonzoso...
—No cubras tu rostro... quiero verte.
Kyungsoo no se movió, pero de igual manera dejó que Jongin moviera sus brazos por él.
—Voy a quitarte el resto de la ropa.
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—S-sólo hazlo...
—De acuerdo.
Sujetando la parte inferior de la camisa de Kyungsoo, la levantó sobre la cabeza del chico. Kyungsoo era tan
lindo. Si tan sólo el corazón de Jongin pudiera darle un segundo para calmarse. Sehun fue una total pérdida
de tiempo cuando alguien como Kyungsoo estaba justo a su lado.
Después, se encargó de los pantalones del mayor, desabrochándolos y tirando de ellos junto con sus
calzoncillos, hasta sus tobillos, quitándolos por completo.
—Soo, desnúdame.
Asintiendo, con las mejillas teñidas de un rojo muy brillante, se sentó. Jongin se había quitado el suéter
anteriormente, así que Kyungsoo sólo debía encargarse de sus pantalones y su camisa.
Deslizó sus manos bajo la delgada tela y la movió hacia arriba, la camisa se arrugó en sus muñecas.
Jongin llenó su cara de besos, distrayéndolo temporalmente hasta que recordó lo que debía estar haciendo, y
rompió el beso para quitar la camisa de Jongin. Los pantalones no tuvieron ninguna interrupción, así que los
sacó sin detenerse ni para respirar.
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En algún momento, su ansiedad se convirtió en sonrisas permanentes mientras Jongin adoraba su cuerpo,
bañándolo con amor y cuidado.
Al menos así fue hasta que la mano del menor se posicionó entre sus piernas. Luego las sonrisas se
convirtieron en gemidos.
Era excitante, sensual y maravilloso, pero fuera de todas esas cosas, todo se desarrollaba inusualmente
lento.
Mientras Jongin le daba un poco de amor oral a los pezones del mayor, estiró su mano hasta debajo de su
cama, sacando el ya conocido paquete de condones y el lubricante. Los colocó sobre la mesita de noche y
volvió a dedicarse a Kyungsoo por completo.
Kyungsoo siempre era su máxima prioridad.
Sus dedos se envolvieron lentamente alrededor del miembro del otro, acariciándolo a un ritmo lo
suficientemente lento como para disfrutar el momento. Esa noche, Jongin disfrutaría de Kyungsoo.
Manteniendo un ritmo constante, pronto sintió las manos del mayor tanteando alrededor de su región inferior.
Obviamente, no era muy difícil hacer que se excitara, Jongin rodaba los ojos cada vez que Kyungsoo hacía
cualquier movimiento.
—Quiero que te presiones contra mí... —susurró el chico, empujando su miembro contra el miembro de
Jongin.
Sin embargo, no bastaba sólo con eso.
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Sus caderas se movían tan pecaminosamente que una erección podría surgir de la nada.
Reajustó sus dedos y tomó ambas erecciones, frotándolas en direcciones opuestas, dándole a Kyungsoo la
fricción que hacía que su espalda se arqueara y sus uñas se cavaran en la piel del menor.
—Soo... es tan difícil ser creativo contigo... ¿qué cosa no has visto ya?
—N-no importa lo que es... sino quién lo hace... —le explicó Kyungsoo, su tono se relajó hasta soltar una
risa—. Supongo que es como tu filosofía con las citas...
—Eso no significa que no quiera participar en una de tus primeras veces, sabes... —hizo un puchero.
Separando sus erecciones, se arrastró más abajo en la cama, dejando besos en el estómago del pequeño con
sus labios. No es como si fueran inocentes.
Giró su lengua, dejando patrones húmedos a medida que bajaba, hasta que se encontró en un zona
intermedia, un área que se le había enseñado a ver, y que siempre había visto, como prohibida.
Con los muslos de Kyungsoo presionados contra sus hombros, un miembro desprotegido muy cerca de su
boca y ni un sólo ruido de objeción de parte de los labios del mayor, levantó la vista.
El chico tenía la cabeza apoyada en la almohada, con el rostro enterrado entre las palmas de sus manos.
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Jongin se preguntó si...
Tal vez podría...
Sólo por esa noche...
Había sido un buen chico...
Tragando saliva con fuerza, buscó un condón y el crujido de la caja llamó la atención de Kyungsoo.
Tomó el diminuto cuadrado metálico entre sus dedos y se lo entregó al mayor, esperando pacientemente que
lo tomara con su mano.
Después de lo que pareció una eternidad, Kyungsoo obedeció, apretándolo con fuerza en su agarre.
Con un último beso, esperando que su mensaje haya sido transmitido, los labios de Jongin volvieron a su
posición anterior y se presionaron contra la piel lechosa ubicada debajo de su ombligo.
Esta vez, bajó un poco más.
Y más.
Y más.
Al sentir los muslos del mayor apretarse alrededor de su cabeza, pero sin decirle ni una sola palabra, Jongin
asumió que era seguro continuar.
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Dando un último suspiro y mirando a Kyungsoo, vio que éste seguía igual que antes, con la cara enterrada
entre sus manos.
Jongin se preguntó si estaba pensando que tal vez si no lo veía, no sucedía.
Pero eso no era aceptable para él.
Por primera vez, sintió que era absolutamente necesario que Kyungsoo lo mirara.
Tomó al mayor por la cintura y lo levantó un poco, moviéndolo a una posición casi sentada, y ajustó las
almohadas alrededor de él para proporcionarle la mayor comodidad posible.
—Soo, no cierres los ojos. Mírame, ¿de acuerdo?
—¡N-no puedo!
Jongin suspiró. Por supuesto, Kyungsoo siempre se preocupaba por la protección. —Cierto, lo siento,
pásamelo —dijo, suspirando una vez más.
—N-no, no puedo mirarte... es demasiado... Mi corazón está latiendo demasiado rápido... ¿y si me desmayo?
¿Y si me da un ataque al corazón?
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¿El corazón de Kyungsoo estaba latiendo por él?
¿Sólo por él?
¿Hasta el punto en que estaba preocupado por su salud?
—Prometo cuidar de ti, p-pero esta es mi primera vez así que no esperes mucho... uhm... pero, por favor,
mírame. Por mí.
—B-bien, sólo... ¡sólo apúrate y deja de hacer que todo sea muy incómodo!
Dándole una de sus sonrisas torcidas, Jongin asintió.
—De acuerdo. Gracias.
Era ahora o nunca.
No había vuelta atrás.
Era su oportunidad de estar en el centro de atención.
Bajó su cabeza y sus labios tocaron la parte más preciada del cuerpo de Kyungsoo por primera vez.
Cuando bajó la cabeza, la parte más preciada del cuerpo de Kyungsoo fue tocada por primera vez.
El gemido ahogado y el temblor de sus piernas le hicieron ver que tal vez no era tan malo después de todo.
Abrió un poco más la boca, y rezó a Dios para que no le dieran arcadas, rezó para que no se ahogara durante
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los primeros segundos.
Repasando discurso motivacional tras discurso motivacional en su mente, tomó otra pulgada en su boca.
«Hasta ahora todo va bien», se dijo a sí mismo.
Alzó su cabeza y tomó una pulgada más la siguiente vez que bajó.
—J-Jongin... a-ah...
Al poco tiempo, parecía haber cogido el truco, y comenzó a envolver toda la longitud de Kyungsoo con su
boca, dedicándole unos segundos extra a la sensible punta del pene del mayor.
Pensando en retrospectiva, en cómo era antes de conocer a Kyungsoo, probablemente nunca hubiera
imaginado que disfrutaría tanto de tener una erección en su boca.
Pero no era cualquier erección.
Era la erección de Kyungsoo.
El miembro erguido que siempre se mantenía oculto de él, impidiéndole disfrutar plenamente de su cuerpo,
impidiéndole ver todas esas hermosas partes que Kyungsoo siempre mantenía en secreto, esas expresiones
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que nunca mostraba.
Jongin sólo quería ser especial.
El saber que había superado a tantos otros chicos, saber que empezó tarde pero llegó allí primero, lo volvía
loco.
Se volvió más agresivo, su succión silenciosa se convirtió en una succión ruidosa mientras sus dedos
inocentes se apretaban fuertemente alrededor de la base del mayor, causando que su cuerpo se sacudiera por
el placer.
—¡J-Jongin, b-basta!
Pero Jongin lo ignoró.
—¡Jongin, estoy hablando en serio!
Jongin continuó.
—¡Jongin! —gritó Kyungsoo, tirando del cabello del menor, haciendo que ambos notaran el líquido
preseminal que goteaba de sus labios.
—S-si sigues haciendo eso, voy a venirme...
Ruborizándose y preguntándose qué tipo de bestia se había apoderado de él, asintió. —S-sí... lo siento... ¿Te
importaría si... si nosotros, ya sabes... vamos más lejos?
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Kyungsoo se preguntó cuáles eran las consecuencias de tener sangre corriendo constantemente dentro de su
cabeza, porque sabía que tendría que lidiar con ellas tarde o temprano.
Con sus labios formando un puchero natural, apartó la mirada.
—Soo... Soo, mírame... Voy a empezar a tomar tus silencios como un "sí" —explicó Jongin.
—H-haz lo que quieras... ya me has violado lo suficiente hasta ahora.
El menor resopló y lo besó, susurrando un "te amo" mientras agarraba el lubricante y abría la tapa,
masajeando el líquido sobre su erección.
Cuando aplicó lo que parecía ser suficiente, fue a ponerlo en su sitio, siendo detenido instantáneamente por
una mano en su muñeca, guiando la botella de vuelta a su entrepierna. —¡E-eso no es suficiente! ¡N-
necesitas más!
—Pero usualmente usamos esta cantidad...
—¡Esta vez es diferente, no es como lo hacemos usualmente! ¡T-tienes que usar más!
Al ver la expresión seria y asustada del otro chico, obedeció, aplicando un poco más. Continuó hasta que la
pequeña botella, que apenas era usada, quedó medio vacía.
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Kyungsoo vertió un poco en su mano, dilatándose él mismo. Estaba entrando en pánico.
Esto le iba a doler, le iba a doler mucho y él no quería lidiar con el dolor.
Antes de darse cuenta, los dedos de Jongin se unieron a los suyos, introduciéndose hasta sus nudillos.
—A-ah... J-Jong...
—Todo tu cuerpo está temblando, Soo.
—¿C-crees que no lo sé?
—¿Estás avergonzado?
—Me voy a casa...
—No, no te irás, Soo —Jongin sonrió, acariciando la cara del otro chico.
—No puedes detenerme...
—Bebé, no te irías aunque la puerta estuviera abierta. De todos modos, no te dejaría salir. Me gustas mucho.
—Tú... también me gustas... —oyó susurrar al mayor.
Ahora ya no habría más restricciones.
—Kyungsoo, voy a meterlo ahora.
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—B-bien... por favor, hazlo lentamente...
—Así será.
Agarró las piernas de Kyungsoo y las extendió, admirando la hermosa erección rosada entre sus muslos.
Volviendo a concentrarse, alineó la punta de su miembro contra la entrada que goteaba.
Deseaba poder detenerse y admirar ese momento, pero temía que Kyungsoo cambiara de opinión.
Al entrar en él, Jongin dio su primera embestida, observando que el mayor se retorcía.
La siguiente sería mejor.
Establecería un ritmo increíble y sería el mejor sexo que cualquiera de ellos hubiera tenido.
Al menos, así se suponía que debía ser.
Al retroceder, su pene se deslizó fuera de la entrada.
Avergonzado, volvió a meterlo, embistiendo una vez más y ganando un gemido silencioso.
Cuando volvió a retroceder, su miembro volvió a salirse.
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No había manera de que eso estuviera sucediendo.
Tal vez estaba yendo demasiado lento.
Se esforzaría más.
Al empujarse dentro del mayor con toda la intención de embestir rápidamente, su miembro se salió en el
primer intento.
Incluso el mayor estaba mirándolo ahora.
Agachando su cabeza con vergüenza, comenzó a replantearse la vida.
Lo intentó una y otra vez, pero sin importar lo que hiciera, no podía mantenerse dentro.
Kyungsoo definitivamente se iría.
Se había esforzado tanto y ahora él mismo había arruinado todo.
Se regañó a sí mismo por todos sus fracasos, y fue arrancado de sus discusiones mentales por el sonido una
risita.
—Lo siento mucho... No tengo idea de por qué está sucediendo esto...
Se sorprendió al ver que Kyungsoo se sentó y le dio un beso en los labios, con el rostro iluminado.
—Lo sé, soy patético. Ya no seré conocido como "Jongin", sino como "Jongin, el que no puede meterlo"...
P 11-10
—Bebé-
—Dios, nunca me he sentido tan mierda...
—Bebé-
—¿Cuál es el punto de tener un pene si no puedo usarlo?
—Bebé, escúchame-
—Soy un completo y perfecto inútil-
—¡Bebé, escúchame por un momento! —habló Kyungsoo en voz alta, usando sus labios para silenciar al
chico. Cuando el beso terminó, Kyungsoo rió—. Bebé, usamos demasiado lubricante. ¿Por qué no traes
algunos pañuelos?
—¡N-no!
—¿Por qué no?
—¡Porque vas a decir que ya no quieres hacerlo y no quiero eso! Trabajé muy duro esta noche para preparar
el ambiente y decir las cosas correctas... ¡Me esforcé mucho y todo se echó a perder!
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Ver la pasión en el menor realmente excitaba a Kyungsoo.
La pasión le excitaba.
Negó con la cabeza. —Ni siquiera voy a salir de la cama. No me moveré ni un centímetro.
Haciendo un puchero, Jongin admitió su derrota, sacando una caja de pañuelos que estaba debajo de la
cama.
Esos pañuelos probablemente le habían ayudado a limpiar su parte inferior en múltiples ocasiones
anteriormente.
Dándole una sonrisa tranquilizadora al menor, tomó uno y lo dobló por la mitad, llevándolo hasta la
erección de Jongin y comenzando a limpiarla.
—No es tu culpa, bebé.
Siguió repitiendo el proceso con la esperanza de deshacerse de toda la botella de lubricante que había
terminado en Jongin y dentro de él.
El único pensamiento que pasaba por su cabeza era lo vergonzoso que era ese momento.
Vergonzoso...
Pero era vergonzoso en el buen sentido.
P 11-11
Era la vergüenza que debías sentir cuando estabas perdiendo la virginidad.
No se suponía que debías ser inmovilizado y alguien más debía quitártela en medio de una borrachera,
cediendo sólo porque discutir era inútil.
Tampoco se suponía que debías pagar a alguien para que te la quitara sólo porque querías impresionar a la
persona que te gustaba.
Si pudiera regresar el tiempo, al ver la persona genuina, increíble y considerada que era Jongin realmente,
habría rechazado su oferta.
Jongin merecía algo mejor.
—Te mereces algo mejor que yo... —susurró, llamando la atención del menor.
—¿De qué estás hablando? No te merezco para nada. No tengo idea de cómo llegué tan lejos, pero no voy a
cuestionarlo. Estoy orgulloso de que me dejaras permanecer a su lado de esta manera.
El mayor se sonrojó mientras limpiaba los últimos restos del exceso de lubricante, y luego se acostó de
nuevo, lanzando el pañuelo a un lado.
—Has estado leyendo demasiadas novelas románticas. Pero estoy hablando en serio. Deberías estar con la
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persona que te gusta. Quiero decir, Sehun era-
—Ya no me gusta Sehun, ¿recuerdas? Ya hemos hablado de esto. Además, ya tengo a otra persona que me
gusta y-
—Entonces deberías pasar esta velada con esa persona.
—Me estoy esforzando mucho y ya lo tengo desnudo en mi cama, pero sigue interrumpiéndome. Bueno, eso y
un lubricante con sabor a fresa que también se interpuso en el camino.
El mayor puso sus manos sobre los hombros de Jongin, apartando la mirada, nervioso. —¿Qué te dije hoy
acerca de tu elección de palabras y la forma en que pueden dar lugar a malentendidos?
—Creo que el único malentendido aquí es que tú crees que hay algún malentendido. Ahora vamos a volver a
donde estábamos —declaró Jongin.
Tratando de volver al ambiente de antes, sus labios se encontraron con los de Kyungsoo, dándole los besos
más dulces y más suaves que podía imaginarse.
La respuesta fue positiva y al instante sintió la sonrisa que se adueñó de los labios del mayor.
—Voy a intentarlo de nuevo —le advirtió, alineándose.
Al recibir un "de acuerdo" como respuesta, respiró profundamente, tratando de embestir por la que sería la
primera vez.
Lo logró en cuestión de segundos.
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Aunque eso sólo representaba la mitad de la batalla.
Si podía retroceder sin salir sería el escenario perfecto, así que comenzó la cuenta regresiva a partir de tres
e hizo lo mejor que pudo.
Tres.
Dos.
Uno.
Y...
Seguía estando allí. Soltó un suspiro de alivio. Ahora podía conectarse como era debido con la única
persona con la que había querido hacerlo desde siempre.
Establecer un ritmo probablemente sería un buen movimiento, así que comenzó a entrar y salir de forma
constante, y alrededor de la décima o undécima vez, Kyungsoo dejó escapar un gemido sorprendentemente
alto.
Memorizando ese lugar, trató de tocarlo de nuevo, y lo logró al sentir las uñas de Kyungsoo clavándose en
su cuero cabelludo.
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Cerró los ojos y embistió en ese mismo ángulo una y otra vez.
Todo iba bien, todo iba perfecto; Kyungsoo gemía mientras él se encargaba de su erección.
Por primera vez, Jongin sentía lo que era hacer el amor en lugar de tener sexo.
Un condón hacía una gran diferencia.
Les quitaba tanta intimidad, tanta unidad.
Tanta calidez.
Toda la noche había sido realmente perfecta, pero todavía faltaba una cosa, algo que Kyungsoo todavía no
quería darle.
Contacto visual.
¿Por qué Kyungsoo cubría su rostro?
Colocó al mayor en una posición que favorecía sus embestidas y luego movió sus manos desde las caderas
del chico hasta sus muñecas, alejándolas de la cara de Kyungsoo y colocándolas a ambos lados de su
cabeza.
Por supuesto que el mayor forcejeó, pero luego se rindió soltando un gemido. —¡S-suelta mis manos!
—No quiero...
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—¡Pero yo tampoco quiero!
—¿Por qué? ¿Por qué no me miras? Sigues ocultando tu cara y apartando la mirada. ¿Por qué?
—N-no me preguntes esas cosas...
—Quiero hacerlo. Quiero saber, porque tienes unos ojos maravillosos y eres muy lindo y me encanta como
te ves y los sonidos que haces cuando estamos así, pero ahora estás siendo muy reservado... ¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué estaba cubriendo su cara?
Había tenido sexo, con Jongin o sin él, numerosas veces antes.
Su corazón latía muy rápido y esa era la primera vez que iba en contra de todos sus principios.
Era embarazoso.
Él...
—Estoy abrumado, ¿de acuerdo? Esta es la primera vez que lo hago... de esta manera, así que... sólo estoy
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un poco asustado. Por Dios, ¿de verdad piensas que todo el mundo regala despreocupadamente su "primera
vez" como tú?
—¿Yo, regalándola despreocupadamente? ¿Cuándo he hecho eso? ¡En todo caso, eres tú quien la regaló
despreocupadamente!
—¡Todo lo que valoraba me fue arrebatado por mi mejor amigo borracho en una sola noche! ¡No estoy
diciendo que fue una violación, pero definitivamente no tuve otra opción! ¡Tú viniste a mí, me diste algo de
dinero y me dijiste que te besara y que te follara! ¡Fuiste mucho más descuidado que yo! ¡He logrado tener
sexo con protección todas las veces y siempre he pensado que si alguna vez podría guardar algo para alguien
especial, sería mi primera vez teniendo sexo sin protección, de esa manera demostraría que confío en esa
persona! ¡Y ahora está sucediendo y estoy entrando en pánico porque realmente es la última cosa que tengo
que no he mostrado ni he dado a nadie jamás! —Hubo un momento de silencio antes de que el mayor
golpeara el hombro de Jongin—. ¡¿Por qué estás temblando en un momento como este?! ¡Controla tu pene!
—B-bueno, dijiste que tendrías sexo sin protección con alguien especial porque era lo último que tenías, e-
entonces ¿eso no quiere decir que yo soy esa... persona especial? ¡P-perdón si estoy malinterpretándote,
pero si ese es el caso, entonces por supuesto que eso me excita!
—¡Deja de temblar! —Kyungsoo se retorció. Sus mejillas estaban rosadas y sus labios formaban un puchero
perfecto.
—Lo siento... Te compensaré por ello.
El mayor respiró hondo, preparándose para lo que serían probablemente unos cuantos besos dulces, pero en
su lugar recibió embestidas rápidas e increíblemente acertadas. Su cuerpo se arqueó naturalmente y sus
brazos se envolvieron alrededor del cuello de Jongin, dejando rastros de color rojo brillante en la parte
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posterior de sus hombros.
—¡A-ah!
En cuestión de segundos, fue empujado contra las sábanas, rebotando mientras Jongin controlaba cada
movimiento.
—Oh, Dios mío... J-Jongin... ¡Ah, Jongin! ¡P-por favor... yo... Ah!
—Soo, eres tan ruidoso. Estoy haciendo un buen trabajo, ¿verdad?
—T-tus padres nos oirán... Por favor... más lento...
—Estás gimiendo porque se siente bien, ¿por qué me detendría?
Jongin iba demasiado rápido y, oh Dios, Kyungsoo necesitaba un descanso.
—Soo, ¿puedo... uhm...?
Había vacilación en sus palabras y Jongin se mordió el labio.
—¿Q-qué? ¿Puedes qué?
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—¿Puedo correrme dentro de ti?
Si esa pregunta no enviaba escalofríos por todo su cuerpo, si esa pregunta no hacía que su pene se pusiera
dolorosamente duro, si esa pregunta no hacía que quisiera entregar su cuerpo al otro chico en ese momento,
sintiéndose increíblemente excitado, entonces nada lo haría.
Jongin viniéndose dentro de él era el pensamiento más invasivo e íntimo, y destruía todos sus principios.
Sólo pensar en ello le hacía querer renunciar a todas sus creencias y abrir sus piernas lo más rápido posible.
Sin embargo, no era capaz de admitir algo tan pervertido.
—Bebé, ¿estás... de acuerdo? ¿Qué se supone que haga si...? Ah, mírate, estás goteando... Hay mucho.
También vas a correrte pronto, ¿verdad?
Envolvió sus dedos alrededor del miembro del mayor y empezó a masturbarlo en sincronía con sus
embestidas.
—E-está bien...
—Está bien, ¿qué?
—Puedes... dentro de mí...
—¿Disculpa?
¿De verdad iba a hacer que lo dijera?
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—No tienes que sacarlo...
—Eso me hace muy feliz, Soo —Jongin sonrió.
Qué ingenuo.
Kyungsoo separó las piernas e hicieron el amor, y cuando el momento llegó, ninguno de ellos estuvo
preparado, pero aun así lo disfrutaron.
Jongin aceleró durante los últimos segundos, haría que todo fuese increíble.
Gemidos, arañazos, gruñidos, espaldas arqueándose.
La habitación se llenó de sonidos y olor a sexo.
Entonces, como si estuvieran leyendo la mente del otro, desaceleraron el ritmo drásticamente y cruzaron
miradas.
—Voy a correrme, Soo.
—Yo también...
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Jongin deslizó sus manos hasta la cintura de Kyungsoo, era tan delicado, tan cuidadoso. Kyungsoo realmente
lo apreciaba.
En lugar de estocadas rápidas, ahora eran mucho más prolongadas y mucho más fuertes.
No le importaba.
En todo caso, lo provocaban lo suficiente como para hacerle llegar a su clímax.
Se preguntó si él sería el primero en correrse.
Eso sí que sería un cambio.
Y una sorpresa.
Pero estaba tan cerca.
Al sentir gotas en su estómago, sabía que eso sería todo. Iba a venirse.
Su cuerpo comenzó a canalizar toda su energía hacia su miembro haciendo que éste ardiera mientras todo lo
demás se adormecía.
Ya no podía controlar nada, sus gemidos se hicieron más fuertes, su espalda se arqueó y su erección se
irguió más.
Entonces, justo cuando estaba a punto de liberarse, justo cuando estaba a punto de ceder, su interior comenzó
a sentirse caliente y húmedo, y los dedos de Jongin se clavaron en sus muslos mientras gemía con una voz
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rasposa y sensual.
Jongin se corrió.
Jongin se corrió dentro de él y, oh por dios, se sentía increíble.
Se sentía tan increíble que, antes de darse cuenta, su pecho quedó cubierto con sus propios fluidos.
Su velocidad se multiplicó por mil porque ambos querían sentirse mucho más.
Lo único en lo que Kyungsoo podía pensar era el semen que estaba dentro de él, y lo caliente que era, y
cómo se movía cada vez que Jongin lo embestía. También podía sentir que goteaba sobre las sábanas.
Fue maravilloso.
Jongin bajó la velocidad eventualmente.
Ambos estaban jadeando cuando Jongin salió de él, rodando en la cama y acostándose al lado del mayor.
Kyungsoo todavía podía sentir el semen deslizándose entre sus nalgas.
Sintió sus ojos pesados y se preguntó qué hora era.
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—Soo...
—¿Sí...?
—Quédate conmigo esta noche.
El mayor se incorporó lo más rápido que pudo, aunque en su estado actual, no estaba ni cerca de ser rápido.
—N-no, tengo que ir a casa... Mis padres nunca dejarían que me quedara...
—Por favor, Soo... no puedes irte ahora... Sé que no eres el tipo de persona que hace eso, pero... esta noche
fue especial para mí... fue especial para ti también, ¿verdad? ¿No puedes hacer una excepción?
Siempre hacía excepciones por Jongin.
Siempre iba en contra de sus principios por Jongin.
¡Pero no era su culpa!
¡Era la culpa de Jongin! Era tan guapo, encantador y sensual. Era su culpa.
Sintiéndose incapaz de discutir, simplemente negó con la cabeza.
Si Kyungsoo no iba a usar palabras, entonces él tampoco lo haría.
Tomó su mano y tiró del chico medio consciente hacia la cama.
Se estiró y agarró los pantalones del mayor, buscando entre los bolsillos hasta que encontró su teléfono y se
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volvió a acostar al lado de Kyungsoo, enterrándose bajo las sábanas.
—Llama a tus padres y diles que te vas a quedar a dormir, ¿de acuerdo?
—Jongin, no puedo...
—Pero sí lo harás... —decidió Jongin. Buscó entre los contactos de Kyungsoo y encontró uno llamado
"casa", luego presionó el botón de llamada y esperó a que sonara. Una vez que lo hizo, se lo entregó al
mayor.
En cuestión de segundos, una voz contestó con un "¿Hola?" y Kyungsoo se tardó mucho más tiempo de lo
normal para responder.
—H-hola, mamá...
—¿Ya estás llegando a casa?
—E-en realidad... fui a estudiar a la casa de un amigo porque tenemos algunos exámenes pronto, y uhm, se
nos hizo tan tarde que nos quedamos dormidos... Vamos a estudiar un poco más, pero, uhm, ¿estaría bien si
paso la noche aquí? Si me quedo no perdería tiempo en ir a casa y podríamos estudiar más... sí... sí, lo
entiendo... E-está bien... Sí... Te llamaré. Adiós...
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Al colgar, dejó salir un suspiro.
—¿Qué dijo?
—Dijo que puedo quedarme...
—Me siento feliz.
—Siempre estás feliz...
—Últimamente ese parece ser el caso cada vez que estás cerca de mí.
Se miraron a los ojos durante un buen tiempo y Jongin no pudo evitar que su mano acunara la mejilla del
mayor, acariciando la silueta perfecta de su rostro.
—Soo...
—¿Sí?
—¿Te sientes cansado cuando la gente dice que te ama?
Se tomó unos segundos para pensar en ello, pero llegó a una conclusión lo suficientemente rápido.
—No... Creo que estoy cansado de que la gente use esas palabras de forma incorrecta o las use como parte
de una conversación...
—¿Alguna vez has pensado que pueden amarte de verdad?
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—¿Crees que los océanos son de color rojo? —le respondió Kyungsoo.
El rostro de Jongin pareció desanimarse mientras acercaba al mayor con un brazo, ofreciéndole el otro como
almohada, lo que Kyungsoo aceptó gustosamente.
—Cómo... ¿Qué te pareció lo de hoy?
—Creo que hoy fue el mejor día que he tenido en un par de años —respondió sin vacilar.
—¿En serio?
—Sí.
—Bueno, estoy feliz de que pienses eso porque puse mucho tiempo y esfuerzo en ello.
—Jongin.
—¿Sí?
—¿Tu mamá sabe que me quedaré a dormir?
—Probablemente debería ir a decirle, ¿no?
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Kyungsoo rió. —Probablemente sí.
—Ah, pero no quiero dejarte.
—Pero no te irás a ninguna parte y yo tampoco, así que no me dejarás.
—Supongo que tienes razón. Entonces cuenta hasta treinta y volveré.
—Está bien, bebé. No te demores mucho. La cama se enfriará.
Sonriendo, Jongin besó su frente, saltando de la cama y saliendo de la habitación.
Cerró la puerta detrás de él.
??
—Me he vuelto jodidamente loco... —Kyungsoo se quebró. No solía ocultarse debajo de las sábanas hasta
quedarse sin aire, pero esas eran las sábanas de Jongin y olían a él, por lo tanto sólo empeoraban el
problema un millón de veces más.
—Ni siquiera usé un puto condón. ¡Hay una puta caja llena de ellos y no usé ninguno! ¡Argh! ¡¿Qué demonios
estaba pensando?! ¡El hecho de que alguien sea amable conmigo no significa que soy especial para él! ¡Me
dejé llevar por unas malditas velas y tuve relaciones sexuales sin protección! ¡Soy un idiota! —se dijo a sí
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mismo, tirando de su cabello—. ¿Por qué... dejé que esto sucediera?
Apretó su pecho, apretó su corazón que no había dejado de latir bajo sus costillas durante toda la noche, y se
preguntó por qué estaba siendo tan irracional.
Pero... cuando Jongin tocó su piel fue... lo mejor del mundo...
Jongin era lo mejor del mundo.
Probablemente.
«La cena fue muy divertida», fue el siguiente pensamiento que pasó por su mente.
«También la película, y el postre... y el sexo...»
Era agradable ser mimado por primera vez.
Era agradable tener a alguien que parecía preocuparse por él de una manera tan infantil e inocente.
«Jongin también es importante para mí... Supongo que... las cosas parecen ser muy confusas el día de
hoy...»
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Al darse la vuelta, oyó que la puerta se abrió y cerró segundos antes de sentir un peso cayendo sobre él,
haciéndole jadear.
—Ya volví, Soo. Me dijeron que sí. ¿Estás cansado?
—Estoy un poco cansado...
—¿Quieres dormir?
—Puedo... permanecer despierto un poco más.
—Entonces hablemos. Hablemos hasta quedarnos dormidos. Quiero que me cuentes todo lo que no me dirías
con un cerebro totalmente descansado.
Haciendo algo que nunca haría, ni siquiera sobre su cadáver, decidió que tal vez no le importaría hacerse el
lindo y coquetear.
—Entonces... para la primera pregunta, tienes que besarme una vez. Para la segunda, tienes que besarme dos
veces. Para la tercera, tienes que besarme tres veces. Para la cuarta, tienes que besarme...
—¿Cuatro veces? —Jongin sonrió.
—Me alegro de que lo estés entendiendo —asintió el mayor, riendo.
—Trato hecho. Entonces, vamos a empezar —susurró el menor, colocándose frente a él mientras sus dedos
se posaban en ambos lados de la mandíbula de Kyungsoo. Besándolo de la manera más sensual posible, dejó
salir palabra por palabra cada vez que se alejaba para respirar. —¿Cómo son tus vacaciones soñadas?
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Ellos no sabían a dónde les llevaría todo eso.
No sabían si se arrepentirían de ello cuando se despertaran.
Pero lo descubrirían a la mañana siguiente.
Dos horas nunca era suficiente tiempo para dormir.
???????????
Disculpen la demora, pero este capítulo es bastante largo y tardé más en traducirlo. Prefiero que quede bien
aunque eso requiera demorarme un poco más.
¡Nos vemos en el siguiente (que es igual de largo)! /sobs
ns ??a? puts k?ung?ss :v AWWWWWSSSSS *vomita arcoiris jsjs js
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Capítulo 11
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by little-peach
Era una hora inhumana cuando la mente de Kyungsoo recobró la consciencia.

Qué noche.
Sexo, un cuestionario inicialmente inocente que se volvió provocativo y luego sexo de nuevo. Después otra
ronda más.
Debió haberse controlado.
¿Cómo se suponía que debía hacer eso cuando ambos estaban desnudos, en la cama, y las manos de Jongin
tocaban exactamente todos los lugares que le excitaban?
Todo era borroso y él estaba semiconsciente. Lo único que recordaba era que finalmente se fueron a dormir
alrededor de las seis de la mañana y ahora un reloj cercano decía que ya eran las ocho.
Tal vez debería vestirse.
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Probablemente seguía desnudo.
O quizás no.
Miró su cuerpo y notó una camisa que podía ser identificada fácilmente como propiedad de Jongin y unos
pantalones que probablemente pertenecían a él también, sobre todo porque él estuvo usando unos jeans el
día anterior y esos pantalones no eran de su talla.
Se preguntó si Jongin había intentado vestirlo, estando medio despierto y con sus manos torpes.
Eso debió haber sido muy lindo. Deseó haberlo visto.
Momentos después, volvió a dormirse.
??
Esta vez era la una de la tarde.
Esta vez, sintió algo suave frotándose contra su mejilla y cuando abrió los ojos, se encontró con los ojos de
Jongin.
No hubo intercambio verbal, sólo pestañeos y respiraciones lentas.
P 12-1
Dios, Jongin era tan guapo.
Pero Kyungsoo no sabía que el menor pensaba lo mismo de él.
Kyungsoo se inclinó hacia delante, enterrando su rostro en el cuello de Jongin, acurrucándose para estar más
cómodo.
Escuchó su respiración, sonriendo cuando sus respiraciones se sincronizaron.
—¿Dormiste bien? —susurró Jongin.
—Sentí mucho calor... Creo que sudé un poco.
—Lo siento... probablemente fue porque estuve acostado encima de ti casi toda la noche.
—¿Es por eso que estoy adolorido?
El menor se rió, masajeando los muslos de Kyungsoo con sus manos. —Bueno, no sé si esa sea la única
razón por la que estás adolorido. —Se inclinó para darle un beso pero hizo un puchero cuando fue ignorado.
—¡No quiero besarte! —gimió el mayor—. ¡No me he cepillado los dientes!
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—¡No me importa! ¡Bésame! ¡Bésame mucho!
—¡No! ¡Jongin! ¡Ya basta! —gritó, sentándose y golpeando el estómago del menor varias veces—. Jongin,
debo irme a casa. Tengo que ducharme.
Pero a Jongin no le gustaba eso. Kyungsoo no podía irse todavía.
—Puedes usar mi ducha. ¡Oye! —levantó la voz, incorporándose para unirse al mayor—. ¡Vamos a
ducharnos juntos! Es... ¿es la una y media? ¡Mis padres están en el trabajo, vamos a la ducharnos!
—¿Q-qué? ¡No, eso sería raro!
Sonrió, asomando la lengua entre sus dientes, y se levantó, tomando a Kyungsoo de la cintura, levantándolo
de la cama. Kyungsoo sintió miedo ante la idea de caer, así que envolvió los brazos alrededor del cuello del
menor y sus piernas repitieron la acción alrededor de la cintura de Jongin.
El mayor puso mala cara y permaneció en silencio mientras era llevado al baño.
Jongin cerró la puerta, luciendo tan feliz como antes, y lo despojó de las prendas de gran tamaño. No fue
hasta ese momento que Kyungsoo se dio cuenta de que él era el único que había estado vestido.
—No quiero tener sexo antes de cepillarme los dientes y bañarme, Jongin...
Con los ojos clavados en el pequeño armario, Jongin pareció pensar largo y tendido sobre algo. Finalmente,
abrió una de las puertas y comenzó a buscar en el contenido. —Creo que tenemos uno o dos extras... —Su
cara finalmente se iluminó cuando pareció recordar algo, cerrando el armario actual para abrir otro y luego
tomar algo que estaba dentro de él—. ¡Este nunca ha sido usado, todavía sigue en su empaque! —anunció
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Jongin, entregándole un cepillo de dientes nuevo a Kyungsoo, todavía envuelto en el plástico.
—¿Tus padres no se enfadarán?
—Lo dudo. Tenemos estos para visitas inesperadas y todavía quedan dos más.
Asintiendo, Kyungsoo le dio las gracias. —¿Pero tenemos que cepillarnos los dientes estando desnudos? —
le preguntó mientras el menor exprimía un poco de pasta de dientes sobre lo que ahora era su cepillo.
—Bueno, por lo general es así dado que me cepillo los dientes en la ducha.
—¿De verdad?
—Ahorra tiempo.
—Supongo que sí.
Metió el cepillo en su boca y comenzó a cepillarse, observando a Jongin mientras éste hacía lo mismo antes
de abrir la llave del agua, esperando que se calentara. Cuando consideró que ya estaba lista, agarró el brazo
de Kyungsoo y lo atrajo hacia él para darle un beso antes de ducharse.
—¡Ew, Jongin! ¡Tu boca está llena de espuma! ¡¿Qué estás haciendo?!
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Riendo, Jongin dejó más besos en el rostro de Kyungsoo, divertido por los gemidos y los golpes juguetones
que recibía. Yendo un paso más allá, tomó los labios del mayor, y en cuestión de segundos entrelazaron sus
lenguas. Cuando se apartó, vio las cejas levantadas de Kyungsoo y su ceño fruncido.
—Jongin, eso fue realmente asqueroso... —gimió el mayor mientras líneas de espuma se derramaban desde
las esquinas de sus labios hasta su barbilla.
—No fue asqueroso. Me devolviste el beso, así que sé que te gustó. —Jongin le guiñó un ojo. Y con eso,
metió a Kyungsoo en la ducha.
—Pude morir ahogado...
—Si fuera así de fácil, tus mamadas no serían tan asombrosas.
El cerrar la puerta de la ducha hizo que todo fuese mucho más íntimo. Había un espacio de aproximadamente
un metro cuadrado y a pesar de que fácilmente podían mantener veinte o treinta centímetros de distancia
entre ellos, a Jongin no le importó y en su lugar presionó a Kyungsoo contra las paredes de cristal con su
pecho. Estiró su mano por detrás de su cuerpo, usando la memoria para guiarse, y agarró las botellas de
champú y acondicionador, entregándole el acondicionador a Kyungsoo para después.
—¿Cómo se supone que voy a escupir la pasta de dientes si tu cuerpo está justo frente a mi cara? —preguntó
el mayor.
—Bien, supongo que podemos tener sexo cuando terminemos con eso.
Retrocedieron y ambos continuaron cepillándose los dientes. Jongin se esforzó mucho más, anticipando el
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sexo en la ducha y preguntándose si era tan bueno como en las películas.
Kyungsoo, por otro lado, seguía en el estado romántico del día anterior y también anticipaba el sexo en la
ducha. Además, se preguntaba qué sucedería con respecto a los condones.
Considerando que sus dientes estaban limpios, ambos colocaron sus cepillos en la repisa lateral con una
diferencia de pocos segundos.
—Puedes usar el champú y el acondicionador primero. Empezaré con el jabón.
Kyungsoo asintió.
Al abrir la tapa y exprimir un poco en su palma, se dio cuenta de que esa era la fuente del aroma distintivo
de Jongin.
Levantó sus brazos y empezó a hacer espuma, masajeando su cuero cabelludo. Era relajante, especialmente
estando debajo del agua caliente.
Por supuesto que no esperaba sentir una frialdad repentina en sus pezones.
Abrió los ojos y fijó su mirada en la barra de jabón que estaba siendo frotaba de arriba abajo sobre su
pezón, haciendo que éste se pusiera notablemente duro.
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—¿Qué estás haciendo?
—Seducirte.
—¿Jugando con mis pezones? No creo que eso sea seducción. Seducción es provocar con palabras, es dar la
mirada adecuada en el momento adecuado. Tú fuiste mucho más allá. Fuiste directo al juego previo.
—Seducir es hacer que alguien te desee, Soo. Cuando hago esto, ¿no te hace desearme?
Mordiéndose el labio, Kyungsoo observó cómo Jongin frotaba el jabón de un lado a otro sobre su duro
pezón. Probablemente, podría contenerse mentalmente, pero su cuerpo ya había cedido.
Tampoco le gustaba ser observado. Quería ocultar su rostro. Quería que Jongin dejara de mirarlo de esa
manera. Quería que Jongin-
—Conozco esa cara, Soo —Jongin sonrió orgullosamente, interrumpiendo los pensamientos del mayor—. Es
la cara de "estás mirando mis labios y haciéndome creer que vas a besarme". Aunque yo diría que es la cara
de "¿por qué no me besas ya, Jongin?". No te preocupes, me encargaré de ti.
Inclinándose para no desperdiciar otro segundo, los labios de Jongin pronto se apoderaron de los suyos y la
lengua del menor penetró su boca. Fue salvaje, brutal y sensual. Dios, Kyungsoo había estado deseando a
Jongin cada vez más y más.
Usando el intenso beso como una distracción, sus manos agarraron los muslos de Kyungsoo, levantándolo y
apoyándolo contra el cristal mientras presionaba sus entrepiernas sin piedad, embistiéndolo.
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Como era de esperarse, Kyungsoo gimió.
Después de ese momento, ambos enredaron sus extremidades. Las piernas de Kyungsoo se envolvieron
nuevamente alrededor de la cintura de Jongin mientras éste lo cargaba, sus dedos se enredaron en el cabello
de Jongin mientras se besaban y su otra mano comenzó a masturbar el pulsante miembro del menor.
—Toca el tuyo también, cariño. Mira, toma ambos y... a-ah... —La voz de Jongin desapareció cuando
Kyungsoo le obedeció, agarrando ambas erecciones y frotándolas una contra otra.
Definitivamente podía notar la habilidad que tenía el mayor.
También podía notar las expresiones que hacía Kyungsoo, las que hacía cuando gemía, se estremecía o se
corría.
—Kyungsoo, ¿alguna vez has tenido sexo en la ducha? —le preguntó.
—N-no...
Levantó la mirada para encontrarse con los ojos entrecerrados del mayor y negó con la cabeza. —
Imposible...
—E-es cierto... ¿Por qué me bañaría con otra persona a-así?
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Jongin se encogió de hombros. Parecía lo más razonable. —Has tenido sexo con... ¿cientos de personas?
Debes haber tenido una oportunidad de tener sexo en la ducha.
Riéndose, Kyungsoo negó con la cabeza. Cambió un poco su posición, y Jongin no pudo evitar notar que el
mayor estaba acercando su entrada a la punta de su miembro, se preguntó si había sido intencionalmente.
—Jongin, la gente que paga por sexo es bastante sencilla. No quieren espectáculos o servicios especiales,
sólo quieren meterla, correrse y luego irse. Si quieren algo más, por lo general van a un club de striptease o
a algún grupo o servicio fetichista. Los prostitutos somos esencialmente un revolcón.
—No digas que eres un prostituto. —Jongin odiaba esa palabra. No en general, sino en relación con
Kyungsoo. Kyungsoo no era un prostituto ni un revolcón. Él era la persona más hermosa y comprensiva de
todas.
—Ya hemos pasado por esto, Jongin. No me avergüenzo de mi trabajo.
—No eres un prostituto. Tampoco eres un revolcón.
—¿Por qué estamos discutiendo por esto justo ahora? —preguntó Kyungsoo, arrugando su cara cuando los
dedos del menor de repente entraron en él, haciendo movimientos de tijera.
El cuerpo mojado de Jongin era maravilloso. Era literalmente el paraíso en la tierra y Kyungsoo no podía
despegar sus ojos de él. Las gotitas, el murmullo del agua y su desnudez. ¿Por qué Jongin era tan
jodidamente atractivo? ¿Por qué no se había dado cuenta antes? Cada vez que tenían sexo, se le hacía más
difícil cruzar miradas con los ojos profundos del menor.
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El corazón de Kyungsoo casi se detuvo cuando el rostro de Jongin se posicionó a unos pocos milímetros de
distancia, con sus labios brillantes y su miraban feroz.
—Porque me preocupo por ti. Eres importante para mí y no dejaré que alguien que me gusta y me importa
hable así de sí mismo. Kyungsoo... no digas eso, ¿de acuerdo? Eres... valioso, amable, cuidadoso y te tomas
el tiempo de aprender sobre otras personas, aunque no sea de las formas más convencionales. Eres... eres
muy valioso para mí.
No sabía lo rojo que estaba su rostro al oír todo eso, pero esperaba que sólo estuviera un poco más rojo que
un tomate. Honestamente, su corazón estaba latiendo muy fuerte, su cuerpo estaba listo y sólo deseaba a
Jongin. Sólo quería estar con Jongin.
—Si no me follas ahora mismo, me voy a casa.
El menor sonrió.
—No queremos que eso suceda.
??
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—Salgamos a comer. Nos saltamos completamente el desayuno y el almuerzo. Ya que son las cuatro y
media, esto contaría como una cena, ¿no? —pensó Jongin en voz alta, mirando la nevera desinteresadamente.
Al mirar al mayor para pedirle su opinión, vio que sus labios estaban curvados en una sonrisa—. Soo, no
has dejado de sonreír.
Al darse cuenta de ello, trató de detenerse, pero en realidad no podía. Algo con respecto al sexo en la ducha
y el romántico secado de cabello que sucedió después había dejado sus labios en una sonrisa permanente. Se
sentía genuinamente feliz y no sabía por qué.
Envolvió sus brazos alrededor del cuello del menor y frotó su rostro contra la espalda musculosa de Jongin.
—No me molestes.
Jongin giró en el agarre de Kyungsoo y le devolvió el abrazo, aferrándose al mayor.
—Los niños suelen fastidiar a las niñas que les gustan en preescolar.
El mayor se entretuvo mientras mordisqueaba la piel perfecta de Jongin. —No soy una niña y no estamos en
preescolar. —Tal vez, en cualquier otra circunstancia habría dicho que él tampoco le gustaba a Jongin, pero
lo dejaría pasar esa vez.
OH CTMRE AJKBAA JONGIN ERES EL PUTO AMO Son tan tiernos la puta madreeee:'3
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Capítulo 12
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by little-peach
Este capítulo tiene de todo, así que brace yourselves.

???
El ambiente de la cita parecía estar allí, pero con toda honestidad, Kyungsoo no lo sentía.
Obviamente, esa era la razón por la que las conversaciones acababan rápidamente y sólo podían ser
reemplazadas con saliva y sudor mientras ambos empezaban a ponerse muy calientes en uno de los cubículos
del baño del patio de comidas.
La gente entraba y salía, así que tenían que ser silenciosos, pero Sehun parecía estar demasiado excitado.
—Kyungsoo... te amo... —susurró el menor—. Dime que me amas...
—Te amo, Sehun.
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—Sólo a mí...
—Sólo a ti, Sehun. Sólo te amo a ti.
Antes de darse cuenta, las manos de Sehun estaban retirando cada prenda que estaba entre su boca y los
pezones de Kyungsoo, y luego sus dientes se aferraron a los pezones endurecidos.
Era extraño.
Por primera vez, su cuerpo, su mente y su corazón estaban en lugares totalmente separados y diferentes.
Sus pezones estaban duros, la erección en sus pantalones estaba creciendo, la adrenalina corría por sus
extremidades. Su cuerpo era la definición textual de un hombre excitado.
Sin embargo, su mente y sus pensamientos estaban en otro lado.
Los toques parecían inapropiados, el tiempo parecía avanzar demasiado lento, estaba aburrido y fingir
parecía demasiado difícil.
Cuando los labios se acercaron a sus pantalones, tuvo que detenerlo.
—Sehun, ¿recuerdas que prometiste ser un caballero esta noche?
—Pero Kyungsoo-
—Pensé que hacerme esperar era excitante. Cuando no consigo lo que quiero, me hace desearlo aún más, me
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hace perseguirte todos los días esperando conseguir lo que no me quieres dar. Conseguirlo de inmediato es
demasiado aburrido, ¿no? Te provoco todo el tiempo, pero me gustaría que me provocaras también.
—S-sí... bien... ¿A qué hora tienes que irte?
—Uhm... a las ocho y cuarenta y cinco estaría bien.
—¿Ocho cuarenta y cinco? Ya son las ocho y media, así que supongo que te acompañaré hasta la salida... —
hizo un puchero.
—Gracias. —Kyungsoo sonrió en respuesta, besando a Sehun para relajar el ambiente.
Salieron furtivamente del cubículo cuando el baño quedó vacío y el mayor fue acompañado hasta la entrada
principal. Se tomaron su tiempo, o por lo menos Sehun intentó hacerlo. Pero, inevitablemente, llegaron a su
destino.
—Quiero verte de nuevo, Kyungsoo —susurró—. Quiero salir en citas contigo y quiero que te enamores de
mí.
—Eso suena genial, gracias por lo de esta noche. Te veré luego. Ven a verme esta semana, ¿de acuerdo? —
le sedujo el mayor. Estaba en su naturaleza. Atraer nuevos clientes y mantener adictos a los antiguos—.
Esperaré tu llamada, así que no me hagas esperar mucho.
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—Te llamaré mañana...
—De acuerdo.
Con un último beso y una despedida, salió a las frías calles.
Por primera vez en dos días, no tenía a nadie a su lado. Era agradable tener espacio para respirar, pero era
extraño sentir sus manos frías y sin una palma sosteniéndolas, o sentir su piel tersa en lugar de tenerla
cubierta de la piel de gallina que le ocasionaba el aliento de Jongin.
Con sus pensamientos tropezando unos con otros, Kyungsoo se preguntó por qué se le vino a la mente el
aliento de Jongin. ¿Por qué no el aliento de alguien más?
Jongin le había jodido la cabeza por completo.
Pero eso no quería decir que no sonrió al sentir unos brazos envolviendo su cintura por detrás, al sentir unos
labios besando suavemente su nuca y al oír la voz de cierto chico susurrar un "Te extrañé, Soo".
Se dio la vuelta y se besaron, rieron, y Kyungsoo se sintió genuinamente feliz, olvidándose de toda esa
tensión mental.
—Comiste cerdo, ¿no? —preguntó, recibiendo un beso más lento y profundo como afirmación.
—¿Cómo supiste?
—Todavía puedo saborear la salsa.
P 13-2
—¿Dónde está ese hotel?
—No muy lejos.
—Vámonos.
??
Otra ronda de sexo, otro condón sin usar aún en su empaque. Una vez más, Kyungsoo trataba de recuperar el
aliento mientras miraba la cabeza de Jongin subir y bajar entre sus muslos, limpiando cada gota de semen
con su lengua.
—Estoy enojado —oyó murmurar a Jongin repentinamente. Si no fuera por la lengua que lamía su punta, le
habría dado una respuesta adecuada—. No sé cuál es tu dieta, pero sabes tan bien y me enoja no haber
encontrado la manera de llegar a este punto antes... Pero, ¿sabes lo que me hace realmente feliz?
—¿Q-qué?
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—Que yo soy el único que te ha probado. Nunca has sentido tanto placer aquí abajo, ¿verdad?
Kyungsoo rodó los ojos, sintiéndose travieso. —N-no hagas suposiciones.
Jongin levantó la ceja, levantándose hasta que sus ojos quedaron al mismo nivel. —¿Suposiciones? ¿Estás
diciendo que hay otra persona que te vuelve más loco que yo? —Mientras Kyungsoo se mordía el labio,
preparándose para responder, se quedó sin voz al sentir la mano que ahora acariciaba todos los puntos
sensibles que podía encontrar en su mitad inferior. Gimiendo, volvió a acostarse sobre las sábanas. ¿Desde
cuándo Jongin se volvió tan bueno?—. Oye, te hice una pregunta. No gimas mientras te hablo.
Eso sólo hizo que gimiera aún más.
—Soo, mírame y dime que hay otra persona que te hace sentir mejor que yo.
Kyungsoo negó con la cabeza, temblando mientras su cuerpo eufórico trataba de calmarse. Acababa de
venirse unos minutos antes, ¿por qué Jongin estaba actuando de forma tan arrogante? Sólo necesitaba un
momento para descansar.
—Dilo.
—¡N-no puedo, Jongin!
—¿Por qué no?
La mirada asesina que le dio podría haber sido aterradora en cualquier otra ocasión, pero en ese momento,
era invaluable. —No pongas esa cara tan linda. Es peligroso.
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—¿Qué vas a hacer? Prácticamente has metido tu erección en cada agujero que tengo y lo has llenado de
semen, sin mencionar que he pasado las últimas dos horas usando medias largas y una minifalda. ¿Hay algo
más que puedas hacer?
—Sí.
—¿Qué cosa?
Kyungsoo contuvo el aliento mientras el pulgar de Jongin recorría su mandíbula, deteniéndose en su barbilla
y acariciando su labio inferior. —Podría matarte a besos y abrazos...
—No me importaría...
—A mí tampoco me importaría. Ah, pero los hoteles no son para acurrucarse.
—Entonces supongo que ya sabemos a dónde ir.
Asintió con la cabeza, sonriendo. —Sí.
??
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Jongin observaba a Kyungsoo desde la ventana.
Estaba jugando fútbol.
Claro que había otras... a quién le importaba cuántas personas había en el campo, Kyungsoo era el único que
importaba.
La forma en que corría, la forma en que su cabello rebotaba, la forma en que se quedaba sin aliento después
de correr durante veinte minutos seguidos. Perfección.
Sus shorts se levantaron con el viento, mostrando esos muslos perfectos que había besado la noche anterior.
Besar muslos...
Besarse, hacer el amor, amarse el uno al otro.
Últimamente, se habían vuelto muy cercanos.
No le había pagado a Kyungsoo en mucho tiempo, así que no era prostitución. Pero, al mismo tiempo, era
mucho más que sexo casual. ¿Qué era él para Kyungsoo? ¿A Kyungsoo le importaba? ¿Kyungsoo pensaba en
eso tanto como él?
A Jongin le gustaba Kyungsoo de una manera que probablemente significaba mucho más que "me gusta sólo
como amigo". Pero si era amor, ¿sería capaz de confesarse? ¿Sería capaz de decírselo? Kyungsoo había
P 13-4
dicho que mientras esa persona no interfiriera con su trabajo, no le importaba si gustaban de él. Pero eso no
era suficiente. Jongin no quería que simplemente le gustara Kyungsoo. Quería que a Kyungsoo también le
gustara Jongin. Quería que Kyungsoo fuese suyo y sólo suyo. Quería salir con él, poseerlo y no tener que
compartirlo con nadie más.
Quedarse "sin interferir" no era suficiente, pero debido a que estar con Kyungsoo sería algo más que "no
interferir", ¿sería rechazado? ¿Kyungsoo le diría que nunca regresara? ¿Kyungsoo lo dejaría y cortaría lo
poco que tenían juntos?
Sólo quería que Kyungsoo fuese suyo.
Miró el reloj y se alegró al ver que sólo faltaban unos minutos para el almuerzo.
??
La cafetería estaba llena y ruidosa como de costumbre, pero por primera vez, Jongin no estaba buscando a
Sehun.
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Había llegado un poco tarde, así que todas las mesas estaban ocupadas, pero no necesitaba sentarse.
Sonrió al ver unos labios gruesos y una cabellera negra y suave, y como toque final unos lentes falsos que
eran sólo para aparentar.
Sin embargo, era un poco difícil intentar acercarse a él, simplemente porque estaba rodeado de estudiantes
mayores que Jongin no conocía. Pero aun así, lo intentó.
Al acercarse, logró gritar un: —¡Hyung!
Kyungsoo se dio la vuelta, su rostro se veía tan brillante como siempre.
—Hola, Jongin.
—Ya que empezó la hora de almuerzo, me preguntaba si querías ir a algún lugar cercano para comer o algo
así, no... no lo sé... Oh, pero tendrías que pagar por tu comida porque no planeé esto con anticipación, así
que sólo tengo unos cuantos dólares para mí.
El mayor se rió, apoyando su barbilla en su palma. —¿Quién invita a otra persona a una cita y le dice que
pague por sí misma?
—¡N-no es una cita!
Kyungsoo sacó la lengua y asintió, alistando sus cosas. —Está bien, está bien, vamos.
Tomó todas sus pertenencias, se levantó y fue escoltado fuera del edificio por el chico más alto, pero menor,
que él.
P 13-5
Ya había comenzado el invierno.
Hacía un frío despiadado contra su piel que por lo general era suave.
Suspiró.
Los primeros minutos de su paseo fueron pasados en completo silencio mientras Jongin trataba de pensar a
dónde ir después de invitar a almorzar a Kyungsoo sin haberlo pensado antes, mientras Kyungsoo lo seguía
en silencio.
Estaba concentrado, pero cuando vio la mano del mayor su cerebro se olvidó de los demás pensamientos.
Era pálida y muy pequeña, y sus dedos habían sido perfectamente esculpidos.
—Oye, di que tu mano está fría.
—Pero estoy bien —respondió Kyungsoo, mirándolo con una ceja levantada.
—No, no lo estás. Di que tu mano está fría.
Conteniendo una sonrisa, el mayor le siguió el juego a Jongin. —Bebé, mi mano está fría.
—¿Por qué no lo dijiste antes, Soo? —respondió rápidamente, entrelazando sus dedos con los de Kyungsoo.
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Tenía razón, su mano no estaba para nada fría. Pero daba igual, consiguió lo que quería.
—¿Hay alguna razón para que me invitaras a salir justo ahora? ¿Tienes algo en mente?
—Sip. Tú.
—¿Yo? Vaya, me siento honrado. ¿Y por qué yo?
—Salir contigo después de la escuela e ir citas es divertido, entonces ¿por qué no puedo pasar tiempo
contigo durante la escuela? Me he portado bien contigo, ¿no? Me lo merezco. He sido un buen chico.
Kyungsoo rió y asintió con la cabeza. —Eres un buen chico. Eres un muy buen chico. ¿Quieres una
recompensa?
—Por supuesto. Bésame.
Se relamió los labios y miró a su alrededor. —N-no puedo hacerlo ahora. Estamos usando nuestros
uniformes a sólo una cuadra de la escuela... Si la gente nos ve, nosotros... yo...
—Lo sé, estarás en problemas. Pero, ¿tienes que usar esas gafas? No luces como tú.
—Entonces, quítalas por mí.
Resopló y obedeció, regresando al Kyungsoo que amaba.
Amaba.
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Qué palabra tan fuerte.
Ya que tenía los anteojos en la mano, decidió ponérselos sobre su cabeza, usándolos como una diadema. —
¿Me veo lindo?
—Te ves adorable —rió Kyungsoo.
Dios, se veía besable.
Si estuvieran saliendo, no tendría por qué contenerse en ese momento.
—¿Cariño?
—Oh, me gusta cómo suena eso. ¿Sí, bebé? —respondió el mayor, masajeando el dorso de la mano de
Jongin con su pulgar.
—Debemos tener más citas. Muchas más. Déjame llevarte a... la playa.
—¡¿La playa?! ¿Estás loco? ¡Estamos en medio del invierno! Y lo siento, pero no puedo aceptar a menos
que pagues por mi pasaje de avión y el alojamiento.
—Supongo que tienes razón. Entonces... a patinar. Agua, agua congelada, es el mismo efecto, ¿verdad?
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Vamos a patinar.
Kyungsoo se sentía divertido. Le gustaba la idea de ir a patinar. Le gustaba aún más porque iría con Jongin.
Le gustaba todavía más porque sería una cita. Qué confuso. Eso era algo que nunca haría bajo ninguna
circunstancia. Nunca iría a una cita con un clien-alguien que empezó siendo un cliente. Nunca llegaría al
punto en que alguien se convirtiera en un "ex-cliente". Nunca. Pero allí estaba Jongin, haciéndole romper
todas sus reglas e ir contra todos sus principios. La peor parte era que él sabía lo que estaba haciendo y
también sabía que no debería hacerlo porque probablemente terminaría mal, pero lo disfrutaba tanto que
seguía haciéndolo de todos modos. ¿De dónde había sacado Jongin el poder de hacerle esto?
—Está bien. Es una cita.
Caminaron hasta un café, la puerta fue abierta para él y entró contento, acogiendo con satisfacción la calidez
y el olor irresistible del café. Comenzó a hacer la cola y miró el menú.
—¿Qué me recomiendas, Jongin?
—Nunca he estado aquí antes. Hay una primera vez para todo, ¿no?
Kyungsoo asintió y decidió pedir un simple latte.
—No eres muy sofisticado, ¿eh?
—No necesito mucho —Kyungsoo sonrió. A pesar de que no sentía frío, no pudo evitar que sus brazos se
envolvieran alrededor de la cintura de Jongin, recibiendo como respuesta una mano en su hombro y un pecho
en el cual acurrucarse.
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—Qué bueno, porque soy muy joven para ser un proveedor.
Sus ojos se encontraron y ambos sonrieron, y Kyungsoo besó rápidamente el cuello del menor, esperando
que nadie lo hubiera visto.
—Soo, no me provoques.
—Estoy tan asustado. Estoy temblando, por favor, ten piedad —se burló.
—Te vas a arrepentir de esto.
—¡Por favor, te lo suplico, sé gentil, Jongin! ¡Estoy tan preocupado! ¡Ni siquiera puedo comprender cómo
podría luchar contra todo tu poder!
De repente, Kyungsoo quedó atrapado entre los brazos del menor y observó que Jongin se inclinó demasiado
cerca de él, robando cada respiración que tomaba. —No eres un novio muy obediente, ¿no? —preguntó
Jongin en voz baja y profunda, haciendo que el corazón del mayor se acelerara. Si existía una oportunidad
para usar su sarcasmo adecuadamente, era ésa. Pero, por supuesto, las cosas parecían ser diferentes y sólo
pudo tartamudear.
—N-no recuerdo tener ese tipo de relación con nadie... e-especialmente contigo...
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Comenzó a sentirse un poco preocupado y confundido por la sonrisa confiada de Jongin. ¿De verdad había
algo que no sabía?
—Supongo que te lo perdiste. Seguramente no estuviste escuchando.
—Espera —interrumpió Kyungsoo de repente mientras sus dedos se aferraban a la manga de Jongin—.
¿Estás hablando en serio? ¿D-de verdad-? ¿Me pedis-? ¿Tú-?
—¿Y si dijera que sí? —preguntó Jongin. Se veía tan serio que Kyungsoo ya no sabía qué creer.
Jongin observó cómo el mayor pareció atravesar todas las emociones imaginables al mismo tiempo, sus
mejillas se enrojecieron, su mirada comenzó a dudar, mordió su labio inferior y sus cejas se fruncieron hasta
la mitad de su frente. Su manzana de Adán se movió y su agarre se aflojó. Segundos después, se apartó de
Jongin, colocándose frente al mostrador. No dijo una sola palabra.
En ese momento, Jongin también comenzó a sentirse nervioso. ¿Dijo algo malo? Sólo estaba bromeando. Un
poco.
—Soo, n-no dije nada. Fue sólo una broma. Una broma estúpida.
—¿E-en serio? —murmuró, mirando a Jongin a los ojos.
—Sí.
—N-no me asustes así... —Fueron las únicas palabras que pudo soltar porque su corazón estaba latiendo tan
rápido que amenazaba con romper sus costillas. ¿Por qué la idea de Jongin invitándolo a salir le hacía sentir
tan nervioso? Otras personas ya lo habían hecho antes y Jongin más que nadie no se lo pediría nunca.
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Simplemente no se gustaban. Pero la idea de salir con Jongin era... aterradora, para ser honestos. No sabía
por qué, pero le asustaba y hacía que le doliera la cabeza. Además, parecía que traería demasiadas
consecuencias y muchos cambios.
Permanecieron en silencio unos minutos más hasta que sus cafés estuvieron listos.
—¿Te hice sentir incómodo?
—N-no... —Kyungsoo negó con la cabeza—. Simplemente... no sabía qué decir.
—Entonces pruébalo y besa mi mejilla.
—Así sé que no estás mintiendo acerca de sentirte incómodo.
Obedeció a regañadientes, presionando sus labios contra la suave mejilla de Jongin.
Con una sonrisa, el menor lo llevó a una mesa donde se sentaron frente a frente.
—¿Soo?
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—¿Sí, Jongin?
—¿Qué harás cuando vengas hoy a mi casa?
—Bueno, enseñarte, ¿no?
—Me enseñas... una vez al mes.
—Siempre tengo la intención de enseñarte —se defendió Kyungsoo—. ¡Es sólo que siempre terminas
discutiendo conmigo hasta que acepto hacer cualquier cosa estúpida que te apetezca hacer!
—No mientas, siempre te diviertes.
—N-no estoy discutiendo eso, ese no es mi punto.
—Entonces sí te diviertes —Jongin sonrió.
—¡Jongin! —se quejó el mayor, cruzando los brazos.
—¿Sí, cariño?
—¿Por qué me estás molestando tanto el día de hoy?
—Porque tus reacciones son lindas.
—Te mostraré lo lindo que soy. —Frunció el ceño—. Vamos a ver cuánto te gusta que te molesten.
—No puedes molestarme.
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—Puedo negarme a tener sexo para siempre.
La boca de Jongin se abrió. —¡De ninguna manera! ¡No harías eso!
—Sí lo haría, lo haré y ya lo estoy haciendo.
—Soo... ¿Soo, por favor? ¿Por favor? ¿Por favorcito?
—Nop.
—Supongo que lloraré todas las noches...
Riéndose, Kyungsoo negó con la cabeza.
—Eres ridículo.
??
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Hablaron durante todo el almuerzo, reemplazando la comida con cafeína.
Faltando quince minutos para que comenzaran las clases y teniendo una cuadra más que caminar, ambos
decidieron marcharse. Entrelazaron sus dedos y ajustaron sus bufandas, enfrentándose de nuevo al invierno.
—Me gusta pasar tiempo contigo, Soo.
—A mí también me gusta pasar tiempo contigo.
—¿Puedo... besarte antes de que volvamos? Pero... un beso de verdad.
—¿Uno de verdad?
—Sí.
Kyungsoo miró a su alrededor y asintió con vacilación. Sin embargo, antes de que sus labios se encontraran,
se aseguró de que estuvieran escondidos en un pequeño callejón entre dos tiendas.
—Si quieres besarme, esta es tu oportunidad —le dijo, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de
Jongin—. Hace frío, así que date prisa.
—¿Y si no quiero apresurarme?
—Quiero tomarme mi tiempo contigo. Cosas como esta... no deben ser apresuradas.
Kyungsoo contuvo la respiración cuando sintió los dedos de Jongin apretar su barbilla y, pronto, sus labios
P 13-10
se encontraron. Pero ese beso no era como sus besos habituales. Era lento, suave. Real.
Tal vez podría enamorarse si se trataba de Jongin.
Pero ¿cuál es el punto de enamorarse cuando no hay garantía de que la otra persona también te ama?
Tal vez no podía hacer todo. Tal vez no podía encajar en todos los roles porque cosas como ésa hacían que
su corazón latiera demasiado y eso le hacía sentir débil.
Tal vez el romance no era algo con lo que pudiera jugar.
—Jongin...
—Soo, últimamente has estado usando más vaselina en tus labios, ¿no?
Se ruborizó. —S-sí...
—Están mucho más suaves. Es otra cosa más que amo de ti...
¿Por qué siempre usaba palabras como esa descuidadamente?
—Jongin, ¿qué te he dicho acerca de confundirme?
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Al alejarse, la mirada del menor se conectó con la suya tan profundamente que se preguntó si tal vez estaba
mirando a través de él. —Soo, no estoy confundiéndote. De verdad. ¿Por qué estás tan preocupado por eso
todo el tiempo? ¿Por qué no haces lo que quieres y dejas de preocuparte por lo que puede o no ser un
malentendido?
Porque las cosas no funcionan de esa manera.
Las cosas nunca funcionan de esa manera.
—Jongin-
—Deja de pensar demasiado.
—No puedo... —susurró. Las puntas de sus dedos rozaron los nudillos de Jongin y sintió algo en su pecho
diciéndole que cerrara la distancia entre ellos. Siguiendo el consejo del menor, detuvo sus pensamientos y
enterró su rostro en el torso de Jongin, su cara estaba helada por el material absorbente de frío. Tragó saliva
mientras se ahogaba en su vergüenza.
—Soo... Me gusta sostenerte así, y besarte, y estar contigo de una manera diferente a como lo hacen las
personas que dicen ser "sólo amigos". Quiero presumir lo cercanos que somos. Sé que tienes tu imagen en la
escuela y yo tengo la mía, pero... Dios, a veces es un dolor de cabeza.
Hundiéndose contra la pared, los ojos de Kyungsoo miraron hacia arriba. Se imaginó sujetando la mano de
Jongin en el pasillo, besándolo delante de la clase en lugar de hacerlo en un callejón oscuro, y almorzando
juntos mientras se acurrucaban. No le molestaría. ¿Y si aceptaba todo eso? ¿Qué pasaría si lo hiciera?
P 13-11
—Jongin...
—¿Sí?
—Eres importante para mí, así que... si nos tomamos las manos en la escuela...
Comenzó a dudar e hizo una pausa, pero a Jongin no le importaba esperar. Sabía que las palabras finales de
esa frase sólo podían beneficiarle.
—¿Hyung?
Miraron a su alrededor y notaron a un chico alto y delgado cerca de la calle, tenía una bolsa en la mano.
Jongin gruñó, rodando los ojos hasta que todo se volvió negro. —Mierda...
—Hyung, ¿me estabas mintiendo cuando te hice esa pregunta?
Kyungsoo empujó a Jongin y negó con la cabeza. —¡N-no!
—Sehun, ¿por qué no seguiste caminando? Por el amor de Dios, ¿por qué no te callaste y seguiste
caminando?
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Cuando su frustración alcanzó el mismo nivel que la de Jongin, sacudió la cabeza. —Jongin, bésame el culo-
—Oh, créeme, ya lo hice y no valió la pena.
—¡Kyungsoo, déjalo ahora mismo! —gritó Sehun, dando un paso adelante.
A Kyungsoo no le gustaban las escenas.
Ésa definitivamente se estaba convirtiendo en una.
—Sehun, por favor, cálmate...
—¡Me dijiste que no estabas saliendo con él, Kyungsoo! ¡Te creí!
—¡No estamos saliendo!
—¡¿Y qué si estamos saliendo?! —interrumpió Jongin.
—¡Jongin! —le regañó Kyungsoo.
—¡Cállate! —gritó Sehun.
Silencio.
Pero sólo duró un par de segundos.
—¿Por qué estás enojado, Sehun? —preguntó finalmente Jongin en un tono tranquilo.
P 13-12
—Porque lo amo.
—Pero él no te pertenece.
—Tampoco te pertenece. Le pagas igual que yo, igual que todos los demás.
Sehun supuso que había dado un buen argumento, pero las expresiones de los otros dos parecían estar en
desacuerdo.
—Hyung, ¿por qué me miras así...?
—Sehun, creo que deberías irte —le dijo Jongin con sinceridad—. Estás haciendo el ridículo. Además, nos
vas a hacer llegar tarde a clase.
—¿Qué tiene de malo lo que dije? Dije que no le perteneces a Jongin y que te paga igual que todos los
demás. ¿Qué tiene de malo esa oración?
Tal vez Kyungsoo podría decírselo. Tal vez Kyungsoo podría dejarlo salir.
No.
—No tiene nada de malo, Sehun. Tienes toda la razón. Es sólo que... hace frío y no sé lidiar con los
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enfrentamientos. Escucha, cuando estamos juntos Jongin no nos interrumpe, ¿verdad? Creo que es justo que
hagas lo mismo por él. Te agradecería mucho si pudieras dejar de hacer escenas y le pides disculpas a
Jongin —le pidió Kyungsoo en un tono desanimado.
¿Por qué se ponía de lado de Jongin? ¿Por qué no se ponía de su lado? Él amaba a Kyungsoo. Jongin no
amaba a Kyungsoo.
Había tanta tensión.
—De acuerdo, ¿saben qué? Es obvio que ustedes dos tienen problemas que no han resuelto, así que hasta
que los resuelvan correctamente, por favor no vengan a buscarme. ¿Me oíste, Jongin?
Jongin jadeó, quedando con la boca abierta mientras agarraba el brazo de Kyungsoo antes de que el chico
pudiera escaparse. —¡¿Por qué tengo que hacer eso?! ¡Él es el que está causando problemas, no yo!
—Lo creas o no, tú estás más desesperado que nadie, así que en todo caso, deberías estar mucho más
dispuesto a tomar la iniciativa.
—¡¿D-desesperado?! ¡Kyungsoo, no puedes estar hablando en serio! ¡No quiero hablar con él! ¡Ya te tengo a
ti!
—Entonces deberías estar más dispuesto a hacerlo si te estás arriesgando a perderme. Como sea, nos vemos.
Envíenme un mensaje cuando todo esté arreglado.
Liberó su brazo del agarre del menor, pasó junto a ambos y salió del callejón, caminando de regreso a la
escuela.
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Ahora sólo quedaban ellos dos.
—Sehun, ¿siempre tienes que arruinarlo todo?
—¿Yo, arruinarlo todo? ¡Eres tú quien arruina todo!
—Sehun, escúchame.
—¿Qué?
—Estoy enamorado de Kyungsoo.
Hubo cierta vacilación antes de que el otro negara con la cabeza. —¿Y-y qué? Estoy enamorado de él.
Francamente, no creo que sepas lo que es el amor. Seguramente vas a jugar con Kyungsoo hasta que te
aburras y luego lo dejarás como lo hiciste conmigo.
—Sehun, lo siento, pero no me gustabas tanto como pensé que sería. Pero es diferente con Kyungsoo-
—Ese es el problema, no es diferente. Piensas que sí porque él es el actual. En resumen, te aburrirás de él
en una semana, más o menos. Yo no. Así que sal de mi camino.
—Creo que... estás realmente desinformado en cuanto al tipo de relación que tengo con Kyungsoo. No quiero
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ponerlo en aprietos, así que no voy a decir más que eso, pero creo que no estás en condiciones de hacer
suposiciones sobre lo que pasa entre nosotros dos tras puertas cerradas. Como sea, Kyungsoo tenía razón.
Lo amo y estoy realmente desesperado. No me gusta dormir solo y, por eso, vamos a hacer un trato.
Sehun estaba siendo extremadamente cauteloso. No confiaba en Jongin para nada. —¿Qué tipo de trato?
—Bueno... no voy a involucrarme en tus aventuras con Kyungsoo, de hecho, ni siquiera te mencionaré. A
cambio, harás lo mismo por mí. ¿Te parece justo?
—Supongo que sí. De acuerdo.
Jongin extendió su mano como un hombre, y después de varios momentos, cuando Sehun le ofreció la suya
también, se dieron la mano. —Genial. Nos vemos. No le causes más problemas a tu amado hyung.
Al decidir que ese acuerdo era lo más cercano a solucionar sus problemas, volvió a la escuela con toda la
intención de buscar a Kyungsoo. Tal vez no en ese momento, pero al menos después de la escuela.
Realmente amaba a Kyungsoo y no entendía por qué sus sentimientos eran considerados irrelevantes sólo
porque le había gustado alguien anteriormente y esa persona no había terminado siendo su alma gemela. Eso
le pasaba a todo el mundo.
Realmente lo amaba.
—Oye, ¿me estás escuchando? —le preguntó el mayor, molesto por la intensa mirada y falta de atención que
recibía, mientras apuntaba a una pregunta sin respuesta con la punta de su bolígrafo.
—Ya arreglé las cosas con Sehun, ¿me darás una recompensa?
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—¿Eso es lo único que piensas?
—Tú eres lo único que pienso.
Kyungsoo se ruborizó e hizo un puchero, evitando la mirada del chico y observando el libro de texto que
estaba en su regazo. Estar cómodamente sentado en la cama no ayudaba en nada. —Siempre dices cosas tan
embarazosas.
—Entonces, ¿me darás una recompensa?
Suspirando, Kyungsoo rodó los ojos. Sabía que Jongin era el tipo de persona que insistía en algo hasta
obtener una respuesta, así que no tenía sentido evadirlo. —¿Qué quieres?
—Una mamada.
—Entonces, ¿no te vas a concentrar en lo más mínimo hasta que te dé una?
¿Cómo alguien podía sonreír tan inocentemente mientras pedía algo tan sucio? Jongin era un misterio.
Negó con la cabeza y se pasó los dedos por el cabello. —Eres increíble. —Desabrochó los pantalones del
menor y sacó el emocionado miembro que yacía debajo de unas cuantas capas de algodón y otras telas, y
luego bajó su cabeza hasta llegar a la entrepierna de Jongin.
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Se quedaron callados durante unos minutos mientras Kyungsoo movía la lengua, pero después de un tiempo,
Jongin susurró: —Te ves muy bien desde aquí.
—Sabes muy bien desde aquí —replicó.
Sonriendo, Jongin se recostó y se acomodó en la cama.
Le encantaba cerrar los ojos y escuchar los ruidos que hacía Kyungsoo. Eran tan sensuales, tan sexuales, tan
eróticos.
Provocaban que se pusiera duro con facilidad.
—¿Sabes qué es lo que me da celos? —le preguntó, volviendo a sentarse.
—¿Qué?
—Que no soy la única persona que ha visto este lado de ti.
Kyungsoo se alejó, reemplazando sus labios con su mano mientras continuaba masturbando el grueso y duro
miembro, colocando su cabello detrás de la oreja.
—Hay muchas cosas que sabes y has visto que nadie más puede.
—¿Cómo qué?
—¿Cómo... besos dulces? —mencionó, presionando sus labios suavemente contra los labios del otro.
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—¿Y-y qué más?
—¿Y... salir en citas ocasionales sólo para estar juntos? —añadió Kyungsoo, usando su mano libre para
sostener la mano de Jongin.
—¿Y sexo sin protección?
—Y sexo sin protección —sonrió.
Jongin realmente lo amaba.
A pesar de que estaban en la cama, sus pantalones estaban a la altura de sus muslos y su miembro estaba
erguido y orgulloso, tal vez ese era un buen momento para dejar salir esos sentimientos de su pecho.
Después de todo, la química seguía allí. Kyungsoo parecía feliz y él estaba feliz, ambos estaban de humor.
No podía salir mal, ¿verdad?
—Kyungsoo...
—¿Sí, bebe?
—Me... me di cuenta de esto hace un tiempo... uhm... creo que me he... enamorado de t-
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Antes de que pudiera terminar la frase, fue interrumpido por una lengua y unos labios, y fue incapaz de decir
otra palabra.
—K-Kyung-
—Deja de hablar, Jongin.
Qué cambio de tono tan drástico.
—Quiero decirte algo importante-
—¡Sólo cállate y bésame! —ordenó el mayor, quitándose la ropa desesperadamente. Sabía exactamente lo
que Jongin iba a decir, ¿no es así? Lo que era aún peor era que se estaba esforzando para asegurarse de que
esas palabras no salieran. Tal vez era una carga para él. Tal vez no quería oírlo.
Jadeó al sentir que el mayor de repente comenzó a empujarse contra su miembro y decidió que ya no seguiría
la conversación. Era evidente que Kyungsoo no quería eso. Había un tiempo y un lugar para todo, y ése no
era ni uno ni lo otro.
—Soo, ¿vamos a tener sexo ahora mismo?
—Ya estamos haciéndolo...
—No me fijé si mis padres están ocupados... mi mamá podría estar haciéndonos té ahora mismo. Si entra y
ve esto, no hay ninguna excusa que pueda darle.
—Bueno, entonces será mejor que terminemos rápido porque me estoy poniendo duro y no hay forma de que
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salga de tu casa con una erección.
Todo había comenzado como algo educativo, con reglas que le decían dónde tocar, cómo besar. Pero ahora,
a Jongin le gustaba que le dijeran qué hacer. Le gustaba que lo controlaran, pero sólo si era Kyungsoo quien
lo hacía.
—Quiero estar arriba —logró decir, aferrando sus dedos a la cintura del mayor. Hizo que rodaran y se
colocó sobre Kyungsoo. Le encantaba tener al mayor atrapado debajo de él. Comenzó a mover sus caderas y
su miembro se deslizó dentro y fuera de él, su mirada era feroz. Kyungsoo le correspondía con confianza.
—Para ser alguien que ama tener sexo, no sueles cambiar mucho de posiciones, ¿no?
Jongin negó con la cabeza, inclinándose para probar el sabor que ofrecían los labios del mayor. —Me gusta
ver tu rostro. Te ves muy lindo cuando te sientes bien, así que ¿por qué querría perderme eso? ¿No... no te
gusta... esta posición? —Jongin se sentía increíble siempre que estaba con Kyungsoo, pero tal vez el mayor
no sentía lo mismo.
—No me importa. Como quieras está bien.
—Esto... no es sobre mí. Es sobre nosotros.
—¿Sobre nosotros?
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Nunca existía un "nosotros". Kyungsoo sólo estaba allí para satisfacer las fantasías de sus clientes y hacer su
trabajo. Oh, pero ese no era su trabajo y Jongin no era su cliente. Entonces, ¿realmente existía un "nosotros"?
—Me gusta...
—Dime todo, ¿de acuerdo? Yo también quiero hacerte feliz.
—Yo... no quiero hablar de ello. Es demasiado íntimo y embarazoso. —Negó con la cabeza, evitando el
contacto visual.
—Pero nuestra relación es íntima, así que está bien.
Kyungsoo definitivamente estaba pensando en ello, y su conclusión definitivamente favorecería a Jongin.
—B-bueno... al contrario de lo que puedas pensar... No, no quiero decirlo.
—Dilo.
—Me... me gusta cuando es muy suave, y cuando hay contacto visual, y cuando sostienen mis manos y cuando
se concentran en mí-
—¿Porque nadie lo hace nunca? —Jongin terminó su frase—. ¿Porque siempre te concentras en lo que la
otra persona quiere y nadie se toma el tiempo para concentrarse en lo que tú quieres?
—N-no me hagas sonar tan codicioso...
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—Lo entiendo totalmente, Kyungsoo. No eres codicioso en absoluto. Quiero hacerte feliz también, ¿sabes?
Eres... muy importante para mí.
Los latidos de Kyungsoo se aceleraron diez veces más cuando oyó aquello, luego recibió un beso su mejilla
y Jongin abrazó su cuerpo. Las palabras «Creo que me he enamorado de t-» resonaban en su cabeza.
¿Jongin me ama? Si no lo hubiera detenido y estaba a punto de decir «Creo que me he enamorado de ti»,
entonces eso significa que al menos tiene un crush conmigo, ¿verdad? Justo ahora... podría estar
teniendo sexo con alguien que realmente me ama.
Acarició el rostro de Jongin, satisfecho por lo bien que encajaba en sus palmas. En ese instante, su corazón
se apoderó de su cuerpo y mente. Sentía que estaba rebosante de felicidad y eso lo asustaba.
—¿Soo?
—¿S-sí?
—Eres hermoso, inteligente y la encarnación de la perfección —comenzó Jongin, dejando un suave beso en
los labios del mayor con cada palabra mientras masajeaba sus muslos y lo embestía lentamente. En ese
momento, Kyungsoo no pudo evitar envolver sus brazos alrededor del otro con firmeza, manteniéndolo cerca
—. Eres dulce, gentil y tienes una adorable sonrisa en forma de corazón. Y... te mereces mucho más de lo
que tienes. Lo menos que te mereces es... a alguien como yo... estar con... alguien como yo románticamente...
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Su pecho estaba demasiado pesado y su mente estaba desordenada. No quería oír algo así en ese momento.
—Jongin, por favor, para...
—Pero-
—No, por favor, sólo... detente...
—¿Por qué? ¿Por qué no puedo decir lo que quiero decir?
Porque no sé cómo responderte ahora mismo. Porque no sé qué decir y eres demasiado importante para
mí, no quiero decir algo descuidado y arruinar esto.
Esto.
¿Qué es "esto"?
—Yo... cambié de opinión... No tengo ganas de hacerlo lento hoy. Quiero sexo duro —decidió contra su
propia voluntad. Un calcetín estaba suelto no muy lejos de su cabeza, haciéndole soltar la siguiente pregunta
—: ¿Está limpio? —Y recibió un asentimiento abatido como respuesta. A continuación, separó los labios
del menor con las yemas de sus dedos y usó la prenda para amordazarlo, atando el calcetín en la parte
posterior de su cabeza—. Sé un buen chico, ¿de acuerdo? —le ordenó, lejos de estar "con ganas" de hacerlo.
Al sentarse, vio una bufanda sobre una mesita de noche cercana y decidió que eso serviría, tomando los
extremos y atándolos alrededor de los ojos del chico, forzándolo a aceptar la oscuridad que tanto detestaba,
la oscuridad que ocultaba a Kyungsoo. En ese momento estaban tan cerca. Física y emocionalmente sin un
centímetro de sobra. Necesitaba desprenderse. Necesitaba observar a Jongin de la misma manera que lo
hacía cuando se conocieron por primera vez, cuando eran un tutor y una fuente de ingresos, porque los
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sentimientos eran aterradores y arruinaban las cosas, y él no estaba listo para arruinar a Jongin.
Necesitaba que esos ojos de cachorro y esos labios delgados y sonrientes dejaran de dirigir su perfección
hacia él por un segundo, porque tal vez a él le gustaba Jongin de la misma manera. Porque la mirada de
cachorro de Jongin sólo conocía un amor infantil, pero la mirada seria de Kyungsoo necesitaba mucho más
que eso. Porque Jongin sólo conocía enamoramientos fugaces y Kyungsoo necesitaba amor de verdad.
Si aceptaba a Jongin, se enamoraría con más intensidad que él y eso sería una vergüenza y una pérdida de
tiempo para su vida personal, pública y laboral. Jongin era demasiado inocente e ingenuo.
Inocente, ingenuo y enamorado.
El placer sacudió su cuerpo y la piel de gallina se desató en cada pulgada de su piel. Gimió y Jongin deseó
que Kyungsoo supiera lo excitante que era aquello mientras clavaba sus uñas en la suave carne que
componía los muslos del mayor. Arrastró sus uñas sobre el lienzo pálido, creando líneas rojas y recibiendo
el arqueamiento de su espalda como respuesta, haciéndose presente ante sus ojos ciegos por el peso que se
movía en el colchón y el pecho que se presionaba contra el suyo. Quería decirle a Kyungsoo cuánto lo
amaba en ese momento.
Si no podía decírselo, entonces tendría que mostrárselo.
Enterró sus dedos en la cintura del otro, sujetándolo contra la cama. Utilizaría cada gota de energía en él y
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haría que Kyungsoo viera que no importaba cuánto lo reprimiera, él encontraría una manera de transmitir su
mensaje. En ese momento, canalizó todo lo que tenía hacia Kyungsoo. Lo volvería loco.
Comenzó a entrar y salir, promediando dos embestidas por segundo, mientras escuchaba que la respiración
del mayor se volvía irregular y sus dedos empuñaron sin piedad su cabello, jalándolo sin ningún
remordimiento.
El primer sonido que salió de su boca fue pecaminoso. Fue pecaminoso, fuerte y una sorpresa para ambos.
Gritó a todo pulmón, pero lo único que escuchó fue puro placer. De repente, su cuerpo estaba temblando. No
podía controlar ningún gemido y, por primera vez en su vida, se sentía impotente.
—¡Jongin, oh Dios mío, detente! Dios mío, tu mamá va a oírnos y vamos a estar jodidos... Jongin, por favor,
te lo suplico, sólo... —Temblando, perdió su voluntad de discutir, esperando que el menor tuviera un poco
de sentido común en él—. ¡Jongin, eres un idiota! Por favor... por favor, Jongin...
Gimiendo y retorciéndose, se imaginó lo lindo que se vería Kyungsoo y odió el hecho de no poder ver al
mayor. Eso no significaba que no sintió la salpicadura caliente en su pecho seguida de un grito.
Todo quedó en silencio.
Kyungsoo contuvo el aliento.
Nunca se había corrido tan rápido. Qué vergonzoso.
Ocultó su cara del otro chico que no podía ver y la enterró entre sus palmas, levantándose lentamente y
acurrucándose contra el cuerpo de Jongin. Estaba demasiado confundido. Necesitaba respirar.
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—O-oye, me iré temprano a casa... lo siento...
Se apartó de la cama y empezó a vestirse.
Jongin entró en pánico. Eso no era lo que él quería. Quería hablar y resolver el problema que significaba el
hecho de que Kyungsoo no lo amara. Quería expresar sus sentimientos correctamente porque no quería que
el mayor asumiera lo que vendría a continuación.
Usó sus manos para desatar rápidamente los ajustados nudos detrás de su cabeza, quitándose la venda para
después entrecerrar los ojos ante el brillo de su habitación, que por lo general no se veía tan brillante.
Cuando terminó, vio a Kyungsoo, o más bien, vio a Kyungsoo recogiendo su mochila.
«Por favor, no te vayas», quería decirle. «Por favor, quédate, esto es importante para mí». Pero el
algodón en su boca no se lo permitió. Ni siquiera estaba vestido, así que por más obvio que hubiera sido
hacerlo, ni siquiera podía perseguirlo. Cuando dio el primer paso al salir por su puerta, ya se había ido.
Esa era la primera vez que Kyungsoo terminaba temprano su sesión.
Echó su cabeza hacia atrás y gruñó, agarrando unas tijeras y cortando el calcetín.
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Nos vemos en el próximo. :)
BAKBA, C MAMÓ Y Besos En La Puerta De Su Casa ??
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Capítulo 13
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by little-peach
Necesito alejarme de él durante un tiempo.

Para Kyungsoo, esa parecía la opción ideal.
Necesitaba huir.
Necesitaba averiguar lo que quería, cuándo lo quería, y si coincidía con lo que Jongin quería, porque
conociendo a Jongin, y lo conocía muy bien, tendrían una conversación sobre aquello la próxima vez que
estuvieran solos y todavía no sabía lo que iba a hacer.
Era evidente que se había encariñado con Jongin y éste era importante para él. Ya no era un cliente, sino un
amigo, alguien a quien quería cuidar, alguien a quien deseaba. No era como ninguna de las otras personas
que se le habían confesado antes. No era alguien a quien simplemente pudiera rechazar y desechar. Era la
persona con la que... quería quedarse por un par de años, tal vez por siempre.
Se sentía un poco angustiado.
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Caminó hasta su casillero y lo abrió, tomando sus archivadores y libros de texto. Justo cuando estaba
guardándolos en su mochila, su teléfono sonó. Era un número desconocido. Por un segundo, se preguntó si tal
vez Jongin le estaba llamando desde otro teléfono. Pero eso no era posible. Estuvieron juntos el día anterior.
Si algo iba a suceder, definitivamente sería demasiado pronto.
Llevó el teléfono hasta su oído y habló. —¿Hola?
—Hola —le respondió una voz agradable. Definitivamente no era Jongin—. ¿Eres Do Kyungsoo?
—Sí... —Confundido, decidió seguir siendo lo más cortés que pudo—. Lo siento, no tengo tu número
guardado en mis contactos. ¿Quién eres?
—Uhm, no me conoces, pero he oído hablar de ti. Mi nombre es Choi Minseok. Lo siento, probablemente
esto sea muy raro, ¿no?
—No tiene que ser así. ¿Hay algún motivo por el que me llamaste?
Oyó una risa, pero con toda honestidad, sonaba un poco triste. —Lo siento mucho, perdóname si estoy
equivocado, pero un amigo me dijo que ofreces... bueno, supongo que...
—¿Ciertos servicios?
—S-sí.
—Es verdad.
—Bueno... ¿podría hacer una... cita? ¿Cuánto cobras?
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Sintió la pesadez de un abismo en su estómago. Había estado haciéndolo durante años, pero de repente se
sentía como si fuera incorrecto. Se sentía como si fuera repugnante. Sentía que estaba engañándolo.
¿Engañando a quién?
¿A Jongin?
Era eso exactamente, ¿no?
Pero él no pertenecía a Jongin. De eso se trataba ese lapso de tiempo. De saber que no estaba comprometido
y decidir si quería estarlo o no. Necesitaba pasar algo de tiempo a solas, o para ser más específico, pasar un
tiempo alejado de Jongin.
—¿Hola?
—Lo siento. Uhm, sí, definitivamente puedes hacer una cita. En cuanto al pago, es lo que piensas que valgo.
—¿Dos dólares?
—Si eso es lo que piensas.
—Fue una broma de mal gusto, lo siento. ¿Estarás libre esta noche, tal vez?
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—Después de las nueve.
—¿Está bien a esa hora?
—Sí. Te enviaré la dirección.
—Bien... muchas gracias. Nos vemos más tarde.
—Adiós.
??
Se sentía tan culpable.
Sentía que estaba haciendo algo malo y que iba a meterse en problemas.
No ayudaba el hecho de que cada vez que miraba su teléfono, recordaba los treinta y cuatro mensajes no
leídos y las catorce llamadas perdidas provenientes de una sola persona. La única persona en la que no
quería pensar.
Desde que comenzó su día, había tratado de pensar en todo menos Jongin. Resultó ser un poco difícil. Por
suerte para él, se sabía el horario del menor, así que era posible evitarlo. Y lo más importante, estaba
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intrigado por el desconocido que le había llamado.
Parecía ser joven, pero ¿era lindo? ¿Era un asesino? ¿Se sentiría muy incómodo después de diez minutos de
conversación? ¿Era bueno en el sexo? ¿Era malo? ¿Cuidaba su cuerpo? ¿Era todo peludo y grasiento?
Aquellos pensamientos no eran nuevos, los tenía cada vez que alguien nuevo venía a él. Obviamente, quería
saber quién iba a estar dentro o debajo de él.
Al revisar su billetera, se dio cuenta de que ya casi no tenía condones. La última vez que los compró fue
probablemente hace dos meses. No los utilizaba con Jongin y estaba bastante claro que sus actividades
sexuales con otras personas se habían reducido drásticamente. Antes de conocer a Jongin, a veces se reunía
con tres personas durante una noche. Ahora era apenas una persona a la semana, o cada dos semanas. ¿Qué
estaba haciendo con su vida?
Desperdiciarla por una persona, eso estaba haciendo.
Salió de sus pensamientos divergentes por la campana, y se dio cuenta de que la escuela ya había terminado.
Sólo le quedaba irse a casa y cambiarse. Qué emocionante.
Se preguntó qué estaría haciendo Jongin.
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¿También estaba pensando en él?
¿Estaba buscándolo?
O tal vez ya lo había superado después de esa escena. Tal vez dejarlo de esa manera le hizo darse cuenta de
que Kyungsoo no valía la pena.
Eso sería terrible.
Se ajustó los lentes que se le resbalaban por la nariz mientras esperaba que el autobús se acercara a la
acera, y luego se subió en él.
??
Estaba de camino al hotel, con el cabello peinado y un nuevo cambio de ropa.
Su cita le dijo que esperaría junto a la puerta, y justo cuando Kyungsoo levantó la vista, vio una persona que
estaba usando su teléfono. Por primera vez, no parecía ser mucho más alto que él. También era muy apuesto.
Quitó la vista de su dispositivo, sus ojos se encontraron y sonrió. —Hola. ¿Kyungsoo?
—Encantado de conocerte —asintió, sacudiendo la mano que se le ofreció.
—Me siento un poco intimidado. Esta es la primera vez que hago algo así y... eres muy guapo.
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Sonrió y decidió emitir una impresión amistosa, señalando con la cabeza en dirección de la puerta. —
Vamos.
Kyungsoo se dio cuenta de que estaba muy nervioso.
Cuanto más se acercaban a la habitación, más tenso se ponía, hasta el punto en que Kyungsoo aseguró la
puerta y trató de aclararse la garganta.
—¿Estás seguro de esto? —le preguntó, notando que Minseok se veía incómodo.
—S-sí... uhm, ¿podemos hablar un poco primero?
—Claro, hablemos —asintió, sentándose en la cama y dando palmaditas al lugar que estaba a su lado, el
cual su cliente pronto aceptó.
—Esto podría parecerte un poco intenso...
—Los temas ligeros son aburridos —Kyungsoo sonrió. Minseok lo miró, igualando la expresión.
—Gracias... bueno, uhm... la semana pasada... Empezaré desde antes. Alrededor de un año de relación con
mi novio, conocí a una chica. Él me dijo que era su amiga de la infancia, pero eran mucho... más cercanos
que la mayoría de la gente. Lo mencioné, pero él me dijo que no sospechara. Confié en él pero... la semana
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pasada descubrí que me ha estado engañando desde noviembre...
—Oh... —fue todo lo que Kyungsoo pudo decir mientras su corazón se encogía—. Realmente siento
escuchar eso.
—Sí, fue horrible. Como sea, uno de mis amigos estaba tratando de animarme, pero nada parecía funcionar...
y me dijo que tal vez debería intentar tener una pequeña aventura o algo y así volver al juego, y también dijo
que conoce a alguien que conoce a alguien y, bueno, terminé con tu número.
—Entonces haré lo mejor que pueda. Cuéntame sobre ti.
—¿A-ah? De acuerdo... bueno, soy un estudiante universitario, estoy estudiando-
—N-no, lo siento, me refiero a cómo eres... "en la cama", ¿sabes? Activo, pasivo, lo que te excita, lo que no
te excita. Cosas como esas.
Parecía avergonzado mientras jugaba con sus dedos y titubeaba con las palabras. —Yo... bueno, sólo he
tenido sexo con mi ex novio, así que por lo general era bastante simple. Yo tomaba el rol de la chica, así
que-
—No es el rol de la chica. No eres una chica. Eres un chico y eres muy guapo, pareces ser muy dulce y
realmente sincero. Eres el que recibe, pero definitivamente no eres una chica.
Minseok se sintió conmovido y se sonrojó. De cualquier persona que le hubieran recomendado, estaba feliz
de que fuera él. —Realmente sabes lo que tienes que decir...
—Entonces eres muy simple en la cama, ¿verdad? ¿Nada de fetiches ni poses raras?
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—Sí...
No había estado arriba en un tiempo. Colocó sus manos sobre los hombros del mayor y lo empujó en la
cama, moviéndose para ponerse entre sus piernas. —Entonces comencemos, ¿de acuerdo? Seré muy suave
hasta que me digas lo contrario, así que por favor, relájate.
—E-espera, quería preguntarte cuántos años tienes... —logró decir el chico.
—Soy menor que tú.
—¿Ilegalmente menor...?
—Cariño —interrumpió al muchacho—. Por favor, no te preocupes por mí. Esta noche es para ti.
Eso pareció convencerlo, cerró los ojos y se estremeció mientras la lengua de Kyungsoo entraba en su boca
y sus manos se deslizaban bajo su camisa. Estaba deprimido, así que lo menos que Kyungsoo podía hacer
era, si no lograba levantarle el ánimo, al menos podía "levantar" otra cosa.
Era más fácil al saber que por lo menos besaba bien.
Se alejó y le señaló al mayor que se acomodara en la cama, arrastrándose junto con él. Aunque sus cuerpos
se sentían inseguros, sus lenguas continuaron enredándose hasta que la cabeza de Minseok cayó sobre la
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suave almohada.
Sus pulgares comenzaron a acariciar los pezones del chico, frotándolos hacia adelante y hacia atrás,
sintiendo al mayor retorcerse debajo de él. Por lo que podía notar, al mayor probablemente le gustaba ser
dominado un poco. Probablemente le gustaba ser sujetado, tironeado y poseído. Era natural. Teniendo eso en
mente, sustituyó sus dedos con su lengua, lamiendo los pezones del mayor, humedeciéndolos mientras sus
manos levantaban los muslos de Minseok, aterrizando sobre sus suaves nalgas y apretándolas a través de los
jeans.
A pesar de que Minseok tenía las piernas extendidas, parecía un poco vacilante con respecto a todo lo
demás.
—Hyung, por favor, siéntete libre de jalar mi cabello, sostenerme, besarme, gemir, cualquier cosa. Puedes
hacer lo que quieras, especialmente si se siente como algo natural.
Se mordió el labio y asintió, enredando sus dedos rápidamente en el cabello del menor. Tampoco pudo
evitar que sus muslos se apretaran alrededor de la cintura de Kyungsoo, haciendo imposible que el otro
comenzara a desabrochar sus pantalones.
—¡Estoy muy nervioso! —soltó de repente, colocando sus manos en los hombros de Kyungsoo y creando
algo de distancia entre ellos.
—¿Nervioso?
—Sí... Nunca he tenido sexo con un desconocido... Sólo estoy... Me siento un poco inseguro porque, ya
sabes, mi novio me engañó, así que tal vez eso significa que no soy lo suficientemente bueno...
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—Eres perfecto. Mírate. No hay nada malo. Es obvio que él no sabía lo que quería y terminó escogiendo lo
que no era correcto, y luego decidió volver a algo a mitad de camino sin considerarte —le dijo Kyungsoo,
mirándolo fijamente a los ojos—. Todo lo que haces es perfecto porque eres tú quien lo hace, así que, por
favor, no te sientas ansioso conmigo. Valoro cada segundo que pasamos juntos y, honestamente, un pequeño
error aquí y allá sólo hace que seas más adorable. Contigo no existen las imperfecciones. Pero... si me dices
que me detenga, lo haré —finalizó, elogiándose a sí mismo. No había perdido el toque.
—¿Por qué eres tan considerado?
—Porque estoy aquí para hacerte feliz esta noche. Quiero que seas feliz contigo mismo, incluso después de
esta noche, porque encontrarás a alguien que no te trate como basura y entonces te darás cuenta de que este
tipo fue una pérdida de tiempo.
Tal vez debería haberlo pensado un poco más, pero el menor parecía tan sincero, tan genuino, que abandonó
cualquier lógica que lo retenía.
Agarró la camisa de Kyungsoo y se la quitó. Tomó otra respiración, se inclinó e inició otro beso. Después
de eso, todo pareció seguir un curso natural.
Sus cuerpos rodaron uno contra otro, la ropa salió volando y cayó al suelo. Kyungsoo comenzó a frotarse
contra él, acariciarlo, dilatarlo y besarlo. Minseok gimió, jaló su cabello, se retorció y se adaptó a él.
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El tener los dedos del menor alrededor de su miembro se sentía como el paraíso y odiaba lo mucho que un
condón diluía el placer. —¿T-tenemos que usarlo? —le preguntó.
—Definitivamente tenemos que usarlo. ¿Sabes lo portador de enfermedades que puede ser alguien como yo?
—No me importa...
—Debería importarte.
—Yo-
Fue interrumpido por una lengua y se rindió. Kyungsoo era demasiado bueno.
El juego previo pareció ser increíble, pero una vez que estuvo dentro, no se comparaba a ninguna cosa que
hubiera sentido antes. Se preguntó qué tan delgadas eran las paredes, porque estaba siendo ruidoso.
—¡Kyungsoo! ¡K-Kyungsoo-ah!
—Minseok, tu voz es bastante erótica —susurró en el oído del mayor, ganando un chillido distorsionado.
Provocarlo de esa manera sólo era parte del juego, pero funcionaba muy bien, especialmente cuando la
mente de esa persona era tan sensible como su cuerpo.
Hubo besos.
Hubo embestidas.
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Hubo gemidos.
Y al final se corrieron.
—¿El hecho de que me haya corrido significa que ya terminamos?
—Terminamos cuando tú quieras.
—¿Puedo intentar estar arriba?
—Por supuesto.
??
Minseok abrazó una almohada, mirando la silueta de Kyungsoo. —Estuve horrible, ¿verdad? —hizo un
puchero.
—Estuviste bien.
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—Pero tú fuiste increíble. Honestamente, nunca me he sentido tan bien durante el sexo. Mi ex... ni siquiera
se acerca a ti. Tuvo mucha experiencia antes de conocerme, pero comparándolo contigo... tener sexo con él
ahora se siente como si hubiera estado teniendo sexo con un virgen.
El menor rió entre dientes. —No puedes culparlo. Probablemente no ha tenido sexo con aproximadamente
mil chicos.
—¡¿Mil?! ¡Wow! —Minseok jadeó—. Sabes, después de lo de esta noche, siento que te admiro mucho más.
—¿Por qué?
—Porque yo definitivamente no sería capaz de hacer lo que haces. Verás, básicamente eres un dios cuando
se trata de sexo, así que supongo que cualquiera podría estar feliz haciéndolo contigo, pero si yo tuviera que
hacerlo con tanta gente... creo que no podría. Creo que necesito una conexión emocional. A pesar de que nos
conocimos hoy, lograste decir las palabras correctas y ganar mi corazón esta noche, pero la mayoría de la
gente no podría hacerlo, así que no sería capaz de llegar al orgasmo. ¿No... tienes a una persona especial?
¿Alguien con quien tienes sexo, pero no sólo es con su cuerpo, sino que lo haces con esa persona en
particular?
Esas palabras le hicieron sentir inquieto. Mientras miraba hacia el techo, no podía dejar de preguntarse por
qué el rostro de Jongin era la primera y única cosa que aparecía en su mente. Suspiró y asintió. —Sí,
supongo que sí...
—¿Es una chica o un chico? Háblame de él —sonrió el mayor, abrazando la almohada y moviéndose, como
si se estuviera acomodando alrededor de una fogata para escuchar una historia. Era lindo. Minseok era
lindo. No merecía su reciente desengaño.
P 14-7
—Él es, uhm... Es un año menor que yo. Nos conocimos hace un buen tiempo. Se suponía que yo debía
enseñarle inglés, lo cual, bueno, sí hago, pero él era virgen y tenía muchas ganas de impresionar a su crush,
así que quería que le enseñara a "complacer el cuerpo masculino" —explicó Kyungsoo, haciendo comillas
con sus dedos, riéndose de lo ridículo que era en realidad—. Por dinero, por supuesto. Como sea, le enseñé
todo lo que quería saber y terminó acostándose con su crush pero, no lo sé, supongo que sus cuerpos o
personalidades no eran compatibles, así que tuvieron una discusión y se alejaron. Y ya que estábamos tan
acostumbrados a pasar mucho tiempo juntos, porque yo le enseñaba casi todos los días cómo ser el hombre
perfecto para su crush en la cama, a pesar de que el crush estaba fuera de la historia, seguimos pasando
tiempo juntos como si fuera algo natural. Llegó a un punto en el que dejé de aceptar su dinero y él dejó de
pagarme... Nos hicimos amigos con derechos y así ha sido durante los últimos meses. Incluso perdí algunas
de mis primeras veces con él, cosa que nunca pensé que haría porque estaba simplemente... fuera de mis
principios. Sin embargo, no he dejado de hacer excepciones por él.
—Entonces, ¿cuánto tiempo llevan saliendo? —interrumpió Minseok, sintiéndose intrigado.
No se le ocurrió ninguna respuesta durante unos cuantos segundos. ¿No era eso, salir con Jongin, justamente
lo que estaba evitando en ese momento?
—Nosotros... no estamos saliendo... Nunca lo hemos hecho... Él estaba a punto de confesarse ayer, pero le
interrumpí y salí corriendo después de tener el sexo más emocionalmente confuso de la historia y... lo he
estado evitando durante todo el día —admitió.
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—¡¿Qué?! ¡¿De verdad?! ¡¿Por qué?! ¡Incluso yo puedo notar que lo amas! ¿Por qué hiciste eso? —gritó el
mayor, sentándose con incredulidad.
—¿De verdad...?
—¡Sí! ¡Con sólo escucharte hablar de él es muy obvio!
Ahora era el turno de Kyungsoo de sentirse inseguro, escondiéndose en su almohada, con la cara roja.
—Pero no creo que yo le guste.
—¿No dijiste que iba a confesarse? Eso significa que, sin importar si a ti te gustaba él o no, estaba dispuesto
a contarte sus sentimientos.
—Pero no es tan serio como yo... él sigue siendo inocente y está lleno de vida... Yo me he entregado a
cualquiera.
—El hecho de que puedas admitir algo así sobre ti mismo me hace pensar que te esforzarás mucho más para
intentar corregirte por alguien especial.
Tal vez. ¿Quién sabe? Él no. Nunca ha amado a nadie.
—Probablemente saldrás con él, ¿verdad? Quiero decir, si confiesas tus sentimientos por él.
—Supongo que sí...
—Entonces... nosotros ya no podríamos encontrarnos de nuevo, ¿verdad?
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Al levantar la mirada, Kyungsoo sintió un par de labios presionándose contra los suyos, comenzando un beso
intenso. Levantó la mano para tocar la mandíbula del mayor, rozando sus dedos contra ella. Ahora que
Jongin estaba en su mente, todo lo que no era suyo parecía sentirse incorrecto. Deslizó las yemas de sus
dedos por el cuerpo del chico, aterrizando en su cadera, y se apartó del beso, pero sólo lo suficiente para
respirar. —¿Quieres volver a verme?
—Sí... tenías razón... Esta noche me sentí muy bien conmigo mismo, así que estaba pensando que... tal vez...
hasta que encuentre a alguien nuevo, podría venir a verte...
—Ese es un plan bastante malo —se rió Kyungsoo—. Vas a estar tan enganchado en venir a verme que no
podrás encontrar a alguien más.
—¿De verdad piensas eso?
—Sí. Lo sé por experiencia.
—¿Y si demuestro que te equivocas?
—No estoy diciendo que no puedes, estoy diciendo que no creo que lo hagas.
—¿Puedo... darte una mamada?
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Con una ceja levantada, los ojos de Kyungsoo siguieron a la mano que intentaba llegar a su entrepierna,
agarrando algo que probablemente necesitaba un nuevo condón.
—Tú estás pagando por este tiempo.
—Bien.
??
—Gracias por todo —sonrió el mayor mientras salían del hotel, dos o tres horas después de la medianoche.
—No te preocupes. Espero que te sientas mejor. Y no te sientas inseguro en "ese" aspecto. No te falta nada.
Él no te engañó porque estuviera decepcionado, te engañó porque es un imbécil.
Minseok estaba a punto de decir adiós, iba a despedirse y alejarse, pero había algo más en su mente. Dio un
paso más cerca y envolvió sus brazos alrededor del cuello del menor para luego besarlo. —Desearía
haberte conocido antes —le dijo—. Toma...
Kyungsoo sonrió al recibir un par de billetes de veinte dólares. —Cuando quieras.
—Si estás libre la próxima semana... te llamaré.
Se despidió y se dio la vuelta. —Por supuesto. Nos vemos, hyung.
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—Nos vemos, Kyungsoo.
??
Los encuentros inesperados eran extraños porque hacían que Kyungsoo pensara en cosas en las que no
quería pensar. Cosas como Jongin.
Allí estaba él, en medio de la clase, siendo completamente incapaz de retener la información que se le
estaba presentando y que estaba escrita en la pizarra.
Minseok tenía razón en cierto sentido. Jongin estuvo dispuesto a salir al frente. Además, también mantuvo a
Kyungsoo completamente informado sobre su progreso con Sehun, pero eso no duró mucho más allá de tener
sexo insignificante, el cual él mismo forzó al final sólo porque no quería que todo el esfuerzo que puso en su
crush se fuera a la basura. Sin embargo, con Kyungsoo...
Con Kyungsoo había velas, regalos, se tomaban de la mano por la calle y disfrutaban de cenas en
restaurantes. Comían pasteles casi a la medianoche y compartían besos bajo la luz de la luna.
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«No me importaría pasar el tiempo con alguien como él...», Kyungsoo se sonrojó, ocultando su rostro en su
libro de texto. «Pero si termina... Me veré como un idiota que se hizo muchas ilusiones...»
Sus ojos escanearon cada persona en la habitación y aterrizaron en un chico con el que se encontraba
regularmente en el hotel. Se reunían muy a menudo y hacían cosas íntimas, pero a Kyungsoo no había
empezado a gustarle. Entonces, ¿qué tenía de especial Jongin?
Si dejaba de ver a Jongin, entonces era justo que dejara de ver a los demás también. No tomaría una buena
decisión si seguía así.
Hasta que le diera una respuesta a Jongin, no aceptaría ninguna cita. Tenía que pensarlo seriamente.
Tendría que controlar su cuerpo durante una semana.
Sería bastante fácil.
Al menos, así debía ser.
??
Cuanto más tiempo pasaban separados, más ganas tenía Kyungsoo de estar junto a él.
Se había perdido dos lecciones. Se suponía que debía enseñarle a Jongin, pero lo único que acabó haciendo
P 14-10
fue llamar para decir que estaba enfermo esos días. Si se encontraban, Jongin podría intentar insinuársele. Si
Jongin hacía eso, Kyungsoo definitivamente cedería. Pero era peor. Si Jongin no se acercaba a él, entonces
Kyungsoo definitivamente iría hasta Jongin. Quería ser besado y abrazado por él. Quería tener otra probada
de esa cita increíble que habían tenido.
Quería ver a Jongin.
Estando perdido en sus pensamientos, el cual parecía ser su caso recientemente, se encontró vagando por los
pasillos en los que estaban la mayoría de las clases de Jongin. Evitar a alguien era difícil cuando lo único
que querías hacer era verlo. Si Jongin lo veía... ¿qué haría entonces?
Probablemente correr.
Vio el número de la puerta más cercana a él y se dio cuenta de que la clase de Jongin debía estar un poco
más adelante. Si sólo se asomaba mientras caminaba, Jongin definitivamente no se daría cuenta, ¿verdad?
Bueno, al menos ese sería el mejor de los casos.
Decidió desperdiciar valiosos minutos de su hora de almuerzo, minutos en los que podía estar comiendo con
amigos que no le importaban, y miró dentro del salón. Sin embargo, por alguna razón, Jongin no estaba en su
lugar habitual, que era el único lugar en el que siempre estaba. Se colocó en una posición más conveniente y
menos visible, y miró todos los demás escritorios. Jongin no estaba en ninguno de ellos. ¿Había ido al baño?
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—¿Estás buscando a Jongin? —preguntó alguien detrás de él, haciéndole sobresaltar y darse la vuelta.
—¡N-no, sólo estaba yendo a mi c-casillero!
El menor no le creyó. —Bueno, está enfermo desde hace un par de días.
—¿De verdad? ¿Se encuentra bien? —preguntó de repente, sintiéndose preocupado.
—No lo sé. Ustedes son mejores amigos ahora, ¿no? ¿Por qué no lo llamas?
—N-no, no somos tan cercanos, a-así que...
—Está bien, bueno, como sea, será mejor que vuelva a clase —dijo el chico, dándole un guiño a Kyungsoo
antes de dirigirse a la clase que el mayor había estado espiando.
—Enfermo, ¿eh? —murmuró para sí mismo—. Espero que esté bien... ¡P-pero no puedo hablar con él! ¡Aún
no! Yo... todavía no estoy listo...
Se mordió el interior de su mejilla y regresó al comedor.
Wattpad Converter de ??
El techo parecía ser más bajo. O, al menos, se veía diferente.

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Solía mirarlo mucho más a menudo en el pasado, especialmente cuando se aburría de estudiar. Pero era un
poco difícil mirarlo fijamente cuando frecuentemente tenías a alguien sobre ti, llenándote de emociones y
fluidos corporales.
Para ser sincero, prefería mirar a Jongin que mirar un estúpido diseño en las paredes.
Incluso en su casa, el menor seguía persiguiéndolo.
Aunque eso parecía razonable. Después de todo, él era la única persona con la que Kyungsoo había
compartido su cama. Era la única persona con la que Kyungsoo había tenido relaciones sexuales en su casa.
Kyungsoo le había dado muchas de sus "primeras veces", e incluso algunas de sus "únicas veces".
¿Por qué estaba dudando?
No había nada de Jongin que no le gustara, y existían un millón de cosas que sí le gustaban. Si veía a Jongin
y él no le decía nada al respecto, entonces ese era el final, pero si lo mencionaba y le pedía que fuera su
novio, todo lo que Kyungsoo tenía que hacer era hablar con él y, si todo salía bien, decir que sí.
Se imaginó un futuro con Jongin.
Se imaginó tomarse de las manos, besarse, ir a citas, pasar tiempo juntos.
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Era maravilloso.
Pero... ¿estaba dispuesto a renunciar por completo a ver a otras personas y ganar dinero usando a otros?
¿Estaba dispuesto a rechazar a todos los clientes que veía regularmente? ¿Estaba dispuesto a quedarse sin
dinero después de unos cuantos meses? Después de todo, era su trabajo.
Pero todo sería por Jongin...
¿Y en cuanto a contarles la verdad a sus padres? ¿A los padres de Jongin?
Había mucho más en ese asunto que simplemente llevar a una chica a casa. Había mucho más de lo que
pensaba.
Deseaba que Jongin estuviera allí para besarlo y distraerlo de sus problemas...
Sólo deseaba que Jongin estuviera allí.
Tal vez debería enviarle un mensaje, preguntarle si estaba bien, si se sentía mejor.
No, era demasiado pronto.
Esperaría hasta mañana. O tal vez pasado mañana. Primero quería verlo cara a cara. No quería tener ningún
tipo de conversación importante a través del teléfono. Eso no estaba bien.
Tal vez hablaría con él al día siguiente.
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??
Jongin no estaba allí al día siguiente.

Tampoco estaba allí dos días después.
Ni al tercer día.
De hecho, no estuvo allí ningún día y mañana ya era viernes.
Kyungsoo empezó a preocuparse. No sólo porque Jongin estaba enfermo, sino porque su cuerpo se estaba
debilitando día a día. Cancelaba cualquier plan que tenía después de la escuela para poder correr hasta su
casa, bajarse los pantalones y darse placer a sí mismo lo mejor que podía. Antes de todo eso, tenía sexo
varias veces al día. Ahora, nadie lo había tocado durante los últimos días.
Mientras iba aprendiendo más y más sobre sí mismo, notó su falta de voluntad para calmar su deseo sexual.
Antes de darse cuenta, se había encerrado en el cuarto de baño, el lubricante se derramaba por cada uno de
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sus nudillos mientras introducía dígito tras dígito, intentando imitar las embestidas y el placer que Jongin
parecía capaz de darle.
Sus muslos temblaron y trató de contener su voz al gemir el nombre del menor.
—J-Jongin... ah...
Su mente decidió ayudarlo, transportándolo a otro lugar, sacándolo del cuarto de baño y entrando en la
habitación de Jongin, donde estaba presionado entre el colchón y su cuerpo mientras un miembro
perfectamente esculpido lo embestía.
«Kyungsoo», gimió Jongin en su oído. «Me gustas... me gustas, Kyungsoo. ¿Te gusto? Me gustas mucho...»
—Sí... —se encontró diciendo mientras el líquido preseminal goteaba por sus muslos al embestir contra su
mano—. Me gustas, Jongin... me gustas... tú también me gustas...
Miró fijamente a los ojos de Jongin, o al menos a la alucinación que su mente le había proporcionado, y
observó cómo los labios del menor decían: «Me he enamorado de ti», y antes de darse cuenta, se corrió.
Estaba hecho un desastre.
¿De verdad se sentía tan desesperado?
Tal vez había una delgada línea entre el amor y la obsesión, y él estaba tambaleándose en el borde.
«Hablaré con él mañana en la escuela», decidió.
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??
Pero ese "mañana" nunca llegó.

Bueno, técnicamente el día sí, pero Jongin no.
Tampoco vino el lunes siguiente, ni el martes, ni el miércoles siguiente.
Finalmente, Kyungsoo decidió que necesitaba saber qué estaba pasando.
Necesitaba hablar con Jongin cara a cara.
Caminó por la ruta habitual que tomaba para echar un vistazo a la clase de Jongin, y se sintió aliviado al ver
a un compañero suyo fuera de la clase.
—Disculpa, uhm... —comenzó, acercándose a él—. ¿Sabes si Jongin está bien? No ha venido a la escuela
durante una semana y media.
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—Ah, sí, no soy muy amigo de él, pero escuché que le diagnosticaron cáncer de piel y su caso se encuentra
en una etapa final y mortal. Está pasando sus últimos días en casa antes de ser trasladado al hospital.
—¿Qu-qué...? —tartamudeó Kyungsoo. No había manera de que eso fuera cierto. ¿Cómo podía decir algo
así con una voz tan monótona?—. ¿Cáncer de piel?
—Sí, cáncer de piel.
—Y él... ¿qué quieres decir con "etapa final" y "mortal"?
—La muerte es inevitable para todos, ¿sabes? —dijo el chico antes de volver a entrar a su clase.
Al ver que la puerta se cerró, su estómago debió haberse volcado cien veces en ese segundo y debió haberse
retorcido en todas las direcciones posibles, porque nunca se había sentido tan enfermo en su vida. Sus ojos
se llenaron de lágrimas y su estómago amenazó con devolver todo su contenido, y entonces corrió al baño,
donde pasaría otro almuerzo sintiéndose solo.
??
Estaba desesperado por ver a Jongin.

No para confesarse ni para esperar a que se le confesara, sólo necesitaba verlo.
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Porque tal vez ya no tendría otra oportunidad.
Porque tal vez ya era demasiado tarde.
Tal vez ya lo había arruinado todo.
Lanzó su mochila sobre su hombro y decidió correr hacia la casa de Jongin. Llamó a sus padres en el
camino, haciéndoles saber que no llegaría a casa después de la escuela y que los llamaría cuando regresara.
Tomó el mismo autobús que solía tomar regularmente para ir a la casa de Jongin hasta hace unas semanas, y
sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas de nuevo mientras su cuerpo se debilitaba.
El trayecto en autobús usualmente duraba unos cuarenta minutos desde su casa y veinte minutos desde la
escuela, pero ese día pareció demorar varias horas y unos cuantos segundos a la misma vez. Parecía una
eternidad llegar de esquina a esquina, pero al mismo tiempo, sentía que los segundos se le escapaban, cada
pensamiento se movía rápidamente por su cabeza y no podía procesar una sola palabra.
«Esta tiene que ser la situación más irónica de la historia», pensó, «Finalmente decido que me gusta
alguien como más que un amigo y esa persona se está muriendo. ¿Qué clase de suerte es ésta?»
Perdido en la desesperación y la impotencia, apenas alcanzó a escuchar la señal que decía que era su
parada. Había llegado el momento y definitivamente esa era la ventana de Jongin que brillaba por la luz
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encendida. Los días se oscurecían más rápido últimamente.
Salió al frío y suspiró, cubriéndose con la bufanda que Jongin le había comprado hace mucho tiempo. Era
uno de sus regalos favoritos.
Arrastró sus pies hasta la puerta y comenzó a tocar.
En cuestión de segundos, la puerta se abrió, y la madre del chico sonrió cuando lo reconoció.
¿Cómo era posible que sonriera así en su situación? ¿Cómo era posible que no estuviera tan destrozada
como él? Tal vez ya había llorado cada lágrima que tenía.
—¡Hola, Kyungsoo! ¡Cuánto tiempo sin vernos! ¿Cómo has estado? ¡Oí que también estabas enfermo! ¿Te
sientes mejor ahora?
Negó con la cabeza, deseando que sus labios dejaran de temblar.
—¿Cuántos días le quedan? —Fue todo lo que pudo decir.
Su sonrisa desapareció. —Diría que menos de seis o siete.
Nunca había sido difícil que sus piernas cargaran su peso, entonces ¿por qué sentía que estaba a punto de
colapsar?
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???????????
El siguiente es el último capítulo. ;;;;
Y aprovecho para comentarles que la autora del fanfic KaiSoo (del que les hablé en la "encuesta") me dio
permiso para traducir su historia. :')
Alv... Me da risa jajajaja
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Capítulo 14
3.5K 520 473
by little-peach
La parte final es como una especie de epílogo, ya lo verán después. ¡Disfruten la lectura!
? ??
Jongin estaba en su cama, mirando las paredes y las decoraciones que había logrado memorizar después de
tantos días de estar atrapado en su habitación.
Sentía que su piel le dolía. Tenía una textura extraña y le picaba. Deseaba haber sido diagnosticado antes.
Estaba harto de estar solo.
Mientras miraba fijamente el libro que ya no quería seguir leyendo, se sorprendió al oír que alguien tocaba
la puerta a esa hora. Podía ser uno de sus amigos entregando su tarea y los trabajos que se había perdido.
Pero eso significaba que tendrían que haber venido directamente después de la escuela, y ninguno de ellos
hacía eso. Todos perdían el tiempo durante al menos media hora.
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Entonces, oyó esa voz.
Su voz.
Su nombre.
—¡Hola, Kyungsoo! ¡Cuánto tiempo sin vernos! ¿Cómo has estado? ¡Oí que también estabas enfermo! ¿Te
sientes mejor ahora? —gritó su madre.
Kyungsoo estaba aquí.
Mierda.
No quería que nadie lo viera.
Bueno, en realidad, quería ver a Kyungsoo con tanta desesperación que su enfermedad parecía una
bendición, una distracción generosa. Pero si Kyungsoo lo veía así... sin duda no habría ninguna atracción
física y si estaba allí para rechazarlo, entonces lo rechazaría en un instante.
Se sentó, entrando en pánico, y luego se volvió a acostar. Tal vez si fingía estar dormido, su mamá le diría a
Kyungsoo que se fuera.
Jongin suspiró.
Estaba actuando como un niño. Ya era hora de ver a Kyungsoo cara a cara.
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Se acomodó en su cama, aunque en muy poco tiempo ya no se sentiría muy cómodo en ella, y comenzó a
contar los segundos.
Pasaron varios minutos.
Cinco, diez, quince.
Era una tortura.
¿Por qué no venía?
Como si el destino hubiera decidido complacerlo aunque sea una vez, la puerta se abrió y cerró en un
instante, y Kyungsoo se quedó allí, con los hombros caídos y la cabeza agachada, su mirada estaba pegada al
piso.
A pesar de que estaba aterrado y ansioso, no pudo evitar sonreír.
—Hola, ¿qué tal? —le preguntó con su tono habitual y relajado. Su voz no reflejaba su estado de ánimo
actual. ¿Cómo podría sentirse relajado en ese momento?
—¿Cáncer de piel? —le preguntó con un tono bajo y amargo que parecía un gruñido.
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—Bueno, pero podría ser eso. Mírame, es básicamente lo mismo.
Kyungsoo comenzó a negar con la cabeza, levantando la vista para mirarlo a los ojos. Su cara estaba roja y
las ojeras debajo de sus ojos parecían ser mucho más evidentes. —¡El cáncer de piel no se compara con la
varicela, idiota! ¡¿Por qué hiciste algo así?!
Antes de darse cuenta, Kyungsoo estaba acercándose a él, agarrando la primera almohada a la vista y
arrojándosela al muchacho con toda su fuerza. Cuando se quedó con las manos vacías, sus dedos tomaron la
forma de garras mientras se abalanzaba hacia Jongin sin ningún remordimiento, y sólo se detuvo cuando las
manos del menor sujetaron sus muñecas y las detuvieron a mitad del ataque. Parecía que Kyungsoo había
estado llorando.
—¡Es imposible que tu amigo lo haya inventado! ¡Le dijiste que dijera eso, ¿no?!
—Soo, por favor espera, escúchame, ¿de acuerdo? ¡No puedo explicarte si estoy muerto!
—¡¿Qué explicación decente podrías darme?!
—¡Si estaba a punto de morir y tú no venías a verme, lo habría tomado como un rechazo absoluto! —
exclamó.
Con los ojos muy abiertos, Kyungsoo soltó un último gruñido antes de dejarse caer sobre la cama,
sentándose en el borde. —Estoy muy enojado contigo, Jongin. Nunca he estado tan enojado con nadie.
—Pero me perdonarás, ¿verdad? —dijo Jongin, pensativo y desalentado por el poco cambio en la expresión
de Kyungsoo.
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—No lo sé...
El silencio se asentó entre ellos. Jongin no soltó la muñeca del mayor y, pronto, sus dedos se entrelazaron.
—También estoy resfriado... eso es bastante malo, ¿cierto? Varicela y gripe-
—No es tan malo como el cáncer de piel, Jongin.
—No habrías venido si no me estuviera muriendo, ¿verdad? Sé que me has estado evitando.
Hubo silencio de nuevo.
—Sí. Tienes razón. He estado pensando —confesó Kyungsoo. Parecía absorto en sus pensamientos,
ahogándose en medio de sus ideas.
—¿En qué? —preguntó Jongin, vacilante, temiendo oír algo que no le gustaría.
—En ti —respondió el mayor calmadamente. Entonces, como si toda esa impresión de su ser calmado fuese
inexacta, algo hizo click y Kyungsoo cambió. Tal vez no a simple vista, pero Jongin pudo percibirlo—.
¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo? ¿Agua? ¿Comida?
—No puedo tenerlo —respondió Jongin.
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—¿Qué?
—Lo único que quiero.
Kyungsoo observó a Jongin mientras éste agarraba el vaso de agua, bebiendo con una expresión desalentada.
—¿Qué quieres entonces? Podría pedirle ayuda a tu mamá.
—Quiero que me beses —dijo tajantemente, colocando el vaso en la mesita de noche—. Tengo muchas
ganas de besarte.
—Supongo que tu mamá no puede ayudarme con eso.
Jongin odiaba esa incomodidad entre ellos. Nunca antes había estado allí, ¿por qué estaba allí ahora?
Los ojos de Kyungsoo miraron fijamente a los suyos. Kyungsoo era precioso. De repente, su corazón se
detuvo porque vio que Kyungsoo se estaba acercando. Kyungsoo estaba encima de él y, oh Dios, no se había
sentido tan excitado desde hace más de una semana, lo cual era una locura para él desde que conoció al
mayor.
Kyungsoo arrojó su pierna sobre el cuerpo de Jongin, sentándose a horcajadas sobre el chico, en la parte
inferior de su cintura. No le importaba besar a un cliente. Besaría a cualquiera sin pensarlo dos veces. Pero
ése era Jongin. Él era Jongin, e incluso si quería engañarse a sí mismo pensando que Jongin era un cliente,
seguía siendo muy difícil. «Sólo hazlo», se dijo a sí mismo mientras se aferraba al cuello del menor,
atrayéndolo para darle un beso intenso que satisficiera sus necesidades. No funcionó.
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En poco tiempo, las manos de Jongin terminaron en su estómago y debajo de su camisa, acariciando la
espalda que solía pensar que sería suya algún día. Luego se alejó. No por alguna razón filosófica, emocional
o profunda, sino porque recordó la razón por la que no había asistido a la escuela durante los últimos días.
—¡E-espera! Estoy resfriado, no deberías estar-
—No me importa, Jongin. Ya he tenido varicela cuando era más joven y soy bastante bueno con los
resfriados —respondió brevemente, inclinándose hacia delante sólo para ser alejado otra vez.
—¡T-te mentí! ¡Quiero más que un beso! Quiero... Kyungsoo, ¿qué hemos estado haciendo desde que nos
conocimos?
—¿Qué? —preguntó el mayor, sintiéndose confundido.
—Cada vez que estábamos juntos, te desnudaba, me desnudabas, te acostaba en la cama y ¿qué hacíamos?
—No entiendo —Kyungsoo negó con la cabeza—. Estábamos-
Al sentir que perdía la paciencia, Jongin lo interrumpió, temiendo que no tuviera otra oportunidad. —
Cuando nos conocimos, teníamos sexo. Mucho sexo. Pero entonces, cuanto más nos conocíamos, empezamos
a tener menos sexo. No he tenido sexo contigo desde hace... un par de meses, Kyungsoo-
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—¿Qué...?
—Pero hemos estado haciendo el amor como locos. No sé si coincidimos en esto, Kyungsoo. Y eso me
aterra porque he estado haciendo el amor contigo, pero... ¿tú sólo has estado teniendo sexo conmigo?
El chico desvió la mirada con nerviosismo, mordiéndose el labio. —...Haciendo el amor, ¿eh?
—Por favor, sé honesto, porque me duele más cuando mientes y apenas estoy sobreviviendo con la varicela
y el resfriado, no creo que pueda añadir un corazón roto a eso.
—Si... Si digo que sí, ¿qué vas a decir?
—Voy a pedirte que seas mi novio. Voy a pedirte que seas mío y sólo mío. No soy como Sehun. No puedo
conformarme con decir que eres mi novio y dejar que sigas haciendo lo que haces. Dijiste que no te
importaba, siempre y cuando no interfiriera con tu trabajo, ¿verdad? Pues yo romperé esa regla. No quiero
que trabajes, no de esa manera. Quiero que sólo me mires a mí, que sólo me beses a mí, que sólo me abraces
a mí, que sólo me hagas el amor a mí y que dejes que sólo yo te haga el amor a ti. Quiero que te dediques
enteramente a mí a cambio de todo mi ser. Como una verdadera relación. Eso es lo que diría.
Escuchar esas palabras fue letal. Eso parecía ser todo lo que le desagradaba de una persona anteriormente,
pero allí estaba Jongin, diciéndole lo único que había estado deseando escuchar desde hace un buen tiempo.
Su corazón nunca había latido tan rápido, y estaba asustado de que pudiera traspasar sus costillas y caer al
piso, arruinando el momento por completo. Le gustaba Jongin. Sin embargo, algo le decía que fuera
cauteloso.
—Jongin, probablemente he dormido con miles de chicos.
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—¡No me importa!
—He dormido con dos, a veces con tres o cuatro al día.
—¡Eso tampoco me importa!
—¿Y si...? ¿Y si soy demasiado exigente? ¿Y si quiero que me hagas el amor cuatro veces al día todos los
días?
Jongin estaba teniendo dificultades para transmitir sus sentimientos a través de palabras y se sentía cada vez
más frustrado. —Te daré cualquier cosa. Haré cualquier cosa para hacerte mío. Dejaré la escuela y te haré
el amor cada minuto del día si eso es lo que quieres. Me vestiré como una chica, te amarré, cualquier cosa,
Kyungsoo. Eres lo único que quiero y haré cualquier cosa por ti.
—¿Y si soy sólo otro "Sehun" para ti? ¿Entonces no seré yo quien salga lastimado?
Esas palabras le golpearon con dureza y frialdad. ¿Por qué pensaba eso? —¿Perdón?
—¿Y si te aburres de mí como lo hiciste con Sehun? Te gustaba cuando pensabas que era hetero, luego lo
besaste, dormiste con él y te aburriste. Yo no soy así, Jongin. ¡A pesar de que me acuesto con cualquiera,
eso no significa que me entrego completamente a cualquiera! Puedes pensar que soy fácil y vulgar, y tal vez
lo sea, pero también tengo sentimientos y me gusta pensar que son invaluables, así que no voy a dejar que
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nadie juegue con ellos como lo hacen con mi cuerpo.
—¿De dónde viene esto, Kyungsoo? —preguntó Jongin nerviosamente.
—Me tomo todo en serio, Jongin. Si voy a hacer esto, lo voy a hacer bien, y no voy a hacerlo con alguien
que no tiene la misma mentalidad.
—E-entonces-
—Entonces, si voy a salir contigo, será mejor que no te aburras de mí durante los primeros meses. Será
mejor que te esfuerces y me trates como a un puto príncipe. Voy a ser exclusivamente tuyo y probablemente
por un largo tiempo, así que será mejor que te metas esa idea en la cabeza, ¿entiendes? Porque si me tratas
tan mal como trataste a Sehun... —Kyungsoo hizo una pausa, tomando una respiración mientras Jongin sentía
miedo y anticipación—, entonces le diré a todo el mundo que besabas horrible antes de que yo te entrenara y
que te gustaba follarme mientras usaba una falda y tacones.
Sintiéndose fascinado, Jongin sintió que sus latidos se aceleraban diez veces más y el chico que estaba
frente a él se volvía instantáneamente irresistible. —Kyungsoo, te lo prometo... yo... haré lo que quieras.
¿Qué necesito hacer, o-o decir, para que seas mi novio?
Kyungsoo no le dio una respuesta, quedándose sentado sobre él en silencio, sin palabras al igual que Jongin.
—Soo... —Jongin intentó de nuevo—. Me he enamorado de ti. Te quiero tanto que duele y quiero que seas
sólo mío. No quiero compartirte con nadie porque cuando algo es importante para mí, soy codicioso. Si
pudiera, te mantendría secuestrado aquí para siempre. No... no quiero que vayas a ver a nadie más... a nadie
que no sea yo...
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Kyungsoo hizo otra pausa. Pero esta vez, sus labios se movieron. Se movieron y se prepararon para decir
algo, pero Jongin no tenía muchas esperanzas.
Probablemente fue por eso que su cuerpo se rindió cuando escuchó el bajito, pero poderoso: —De acuerdo.
—Kyungsoo, seré el chico más feliz del mundo en este momento si me das permiso para-
—¿Hacerme el amor? —Kyungsoo sonrió sutilmente, terminando la frase de Jongin.
—Sí... —A pesar de que sus músculos le dolían y su frente podía freír un huevo, Jongin sólo quería ser suyo.
Sólo quería que Kyungsoo lo abrazara y lo besara. Quería abrazarlo y besarlo también—. ¿Puedo?
—¿Cuándo fue la última vez que te molestaste en preguntar? —el mayor se rió mientras sus dedos delgados
agarraban los diminutos botones que unían la camisa de Jongin, deslizando cada uno por su agujero
designado hasta que el pecho del menor fue revelado completamente.
—Soy feo, ¿no? —preguntó Jongin, refiriéndose a la enfermedad que se aferraba a su piel, que solía ser lisa
y suave—. Debo ser desagradable.
La yema del dedo de Kyungsoo aterrizó entre sus pectorales, deslizándose hacia abajo mientras esquivaba
cada erupción irritada. —No lo creo. Besaría cada uno de ellos si eso los hiciera desaparecer.
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Qué dulce. Kyungsoo era siempre tan dulce, pero ahora que estaban saliendo parecía ser mucho más dulce, a
pesar de que sólo había comenzado hace unos cuantos minutos. —Kyungsoo, voy a hacerte el amor como tu
novio.
—Entonces supongo que ésta será la primera vez que mi novio me haga el amor.
Reunió toda su energía y los hizo rodar, colocándose encima de Kyungsoo y acomodando los dos muslos del
mayor alrededor de su cintura. —¿Cómo se supone que debo controlarme cuando dices cosas como esa?
—La buena noticia es que no tienes que hacerlo. Pero tu mamá podría pensar de otra manera si viene a verte
y asegurarse de que estés bien.
Jongin sonrió mientras sus dedos sujetaban los pantalones del mayor y tiraban de ellos. Se sorprendió
cuando vio que Kyungsoo estaba usando la adorable ropa interior de color azul que había comprado para él.
Kyungsoo se sonrojó, viendo cómo Jongin lo admiraba y deslizaba su miembro por el agujero antes de
envolver sus labios alrededor de él. El calor intenso, más que de costumbre, probablemente debido a la
fiebre, excitaba demasiado a Kyungsoo, mientras su espalda se arqueaba y se aferraba a las sábanas.
Mientras su lengua exploraba la longitud de Kyungsoo, sus dedos usaban el exceso de saliva, cada gota, para
lubricar el interior del mayor, sintiéndolo estremecerse contra el colchón. Kyungsoo era hermoso cuando se
estremecía. Kyungsoo siempre era hermoso. Kyungsoo era su novio.
Siendo incapaz de contenerse, su boca bajó rápidamente hasta que su lengua comenzó a penetrar al mayor.
—Jongin... vamos, no he tenido sexo en casi... una semana... no puedes hacer todo eso durante la primera
ronda... estoy seguro de que tu mamá me va a escuchar...
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—Tampoco he tenido sexo en una semana. No puedes pedirme que vaya lento.
Kyungsoo murmuró algo que fue amortiguado por su mano mientras intentaba callarse.
La tortura continuó durante varios minutos, mientras la lengua de Jongin saboreaba todo lo que Kyungsoo
tenía para ofrecer. A Kyungsoo le encantaba, pero le encantaba demasiado. Sólo pudo soportar el abrumante
placer hasta que sintió su prematura liberación acercándose. Colocó su pie en el hombro de Jongin y empujó
al muchacho.
—Jongin, saca tu lengua de ahí y mete tu polla en mi culo... Se supone que debo decirte lo que me gusta y lo
que no, ¿verdad?
Pensando en el pasado, recordó que le había pedido a Kyungsoo que hiciera justamente eso cuando su
relación todavía era bastante reciente. —Sí...
—Bueno, odio cuando no me besas... Odio cuando no me dejas hacer nada y odio cuando me torturas así...
—hizo un puchero, ganándose el corazón de Jongin por millonésima vez desde que se conocieron.
—Lo siento, cariño. Tú podrás ser un príncipe, pero yo soy la bestia, así que a veces me olvido de lo
precioso que eres.
Avergonzado, miró fijamente el techo mientras Jongin volvía a su posición anterior, presionando su miembro
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contra la entrada de Kyungsoo. Agarró las caderas del mayor, levantándolas mientras se introducía en el
pequeño cuerpo del otro, divertido por el puchero y la feroz mirada que Kyungsoo le lanzó. —No seas
tímido, cariño —bromeó.
—No seas un idiota, bebé —contestó Kyungsoo.
—No soy un idiota, estoy en tu culo*.
—Cállate o me iré a casa.
—Entonces supongo que no tengo otra opción —Jongin se rió, comenzando a embestir lentamente de adentro
hacia fuera. Se fijó en los suaves labios de Kyungsoo y se inclinó para obtener un delicioso beso, el cual
recibió sin resistencia. En ese momento, trató de ir más rápido, pero en seguida entendió las limitaciones de
su cuerpo cuando su fiebre le recordó que todavía seguía allí.
Al notar la incómoda pausa, Kyungsoo comenzó a reír, tirando de Jongin para darle un abrazo.
—Hagámoslo despacio, ¿de acuerdo? No hagas trabajar demasiado a tu cuerpo.
Era tan considerado. A Jongin le encantaba eso. Se encargaría de tratarlo bien.
??
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Después de cientos de besos, caricias y miradas amorosas, ambos se corrieron.
Fue tan lento, tan suave. No era un ritmo que hubieran intentado antes. Por lo general, era violento, sucio y
apresurado, pero esta vez se entregaron el uno al otro.
Se acostaron allí, desnudos, con los dedos entrelazados mientras pasaban varios minutos en silencio.
La mirada de Kyungsoo aterrizó sobre el pecho de Jongin, y su dedo siguió trazando patrones invisibles
alrededor de las erupciones y la piel herida.
—Soo...
—¿Sí?
—Nunca vuelvas a ver a otro chico. O chica. Cualquiera. Ahora eres mío. Hemos consumado nuestro
matrimonio.
Kyungsoo resopló y apartó el cabello de Jongin de su frente, notando la fiebre alta.
—Puedo notar que estás muy enfermo si estás hablando de matrimonio.
—Oye, ¿esto es lo que sucede cuando visitas a un amigo enfermo? Porque si lo es, no me importaría
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enfermarme más seguido.
—No te hagas ilusiones —sonrió el mayor, sentándose. Su figura brillaba, la ventana detrás de él lo hacía
ver como un ángel. Kyungsoo era realmente lo más hermoso de la faz de la tierra cuando estaba desnudo. O
vestido—. Espera, deja que me vista para traerte un poco de medicina y algo para beber.
—¿Puedo ayudar a vestirte? —preguntó Jongin, recogiendo la camisa de Kyungsoo del suelo, observando
mientras el mayor se acercaba. Levantó los brazos por encima de su cabeza y esperó a que Jongin le ayudara
a ponerse su camisa, lo cual hizo con gusto.
—Gracias, bebé —Kyungsoo sonrió, recompensando al menor con un suave beso. Se puso el resto de su
ropa él mismo antes de salir de su habitación.
??
Kyungsoo se dedicó a cuidar de Jongin ese día, a pesar de que una parte de él todavía seguía enojada. Dio
de comer al menor, le dio cualquier bebida que pedía, tomó su temperatura y le dio cremas y medicamentos.
Después de dos horas, incluso su madre salió de la casa, argumentando que Kyungsoo estaba más que
calificado para tomar su lugar por un tiempo.
A pesar de que Jongin se comportó bastante bien, había ocasiones en las que quería más alivio, no sólo de
su fiebre y varicela, y debido a que Kyungsoo era un buen novio, fue complaciente con él.
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Vistiendo nada más que su camisa del uniforme desabotonada y sus calzoncillos ajustados, se encontró
sentado encima de Jongin por la que probablemente sería la décima vez, compartiendo besos y probando los
sabores de los jarabes que le había dado.
—Quédate esta noche... —susurró Jongin, presionando las suaves mejillas del chico con sus dedos.
—Tu mamá no lo permitiría. Mis padres no lo permitirían. Yo no me lo permitiría. Tienes que curarte, ¿de
acuerdo? Cuando te sientas mejor iremos a una verdadera cita. Como novios.
—¿Como novios?
—Sí, bebé.
Sonriendo, le dio la vuelta a Kyungsoo y apenas permitió que el mayor cayera en el colchón antes de
acurrucarse contra él. Estaba caliente pero sentía frío, sudoroso pero cubierto de piel de gallina. Arrojó tres
mantas sobre ambos y acarició su rostro en el cabello de Kyungsoo, quedándose dormido.
La siguiente vez que se despertó, su reloj brillante le mostró que eran las 2:00 am y estaba solo.
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Esa mañana fue la mejor mañana que había tenido en mucho tiempo. No sólo era la mejor de las mañanas
que había pasado enfermo, sino la mejor de todas las mañanas.
No sólo había dejado de estar soltero, sino que estaba saliendo con quien probablemente era el ser humano
más sexy de la faz de la Tierra, aquel ser humano sexy que lo había mimado y cuidado hasta que estuvo
plenamente saludable otra vez. Al menos cuando se trataba del resfriado. Aún le quedaban unos cuantos días
más con la varicela, pero ya no le picaba tanto como antes.
Caminó orgulloso hasta su teléfono, vio la hora y decidió que Kyungsoo debía estar despierto, entonces lo
llamó.
—¿Hola? —le contestó una voz extrañamente ronca, tres tonos más tarde.
—Soo, ¿puedes venir a mi casa después de la escuela? Juguemos al enfermero y al paciente como ayer —
comenzó alegremente, recordando los acontecimientos de la noche anterior, pensando en todas las nuevas
posiciones en las que podría poner a Kyungsoo y lo que eso implicaría.
—No puedo, Jongin...
—¿Por qué? No tienes nada después de la escuela, ¿verdad? —preguntó, desanimado.
—Me enfermé...
—¿Qué...? ¡Entonces iré a cuidarte!
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—No te atrevas a venir a mi casa con varicela —Kyungsoo se rió—. Mi mamá es la peor germofóbica que
existe. Si ve a una persona enferma en su casa, creo que haría volteretas hasta salir por la ventana y luego
quemaría todo lo que tocaste.
—¿No es un poco extremo? —Jongin tragó saliva, imaginando todo el caos.
—Bueno, sí, supongo que eso es lo que te hacen los miedos irracionales.
—Entonces, ¿cómo te veré?
Pasaron algunos segundos en silencio antes de que Kyungsoo volviera a hablar, pero cuando lo hizo, Jongin
quedó más que satisfecho.
—¿Te quedarás en casa hoy, Jongin?
—Sí.
—Entonces enciende tu laptop. Estoy en la mía, así que hagamos una videollamada. Podemos hacer esto
todo el día.
Saltó al oír la idea y se metió en su cama. —¡Bien, te invitaré en un segundo! ¡Espera!
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Colgó y abrió el programa, y en cuestión de minutos, ya podían verse el uno al otro.
—Esto no es tan bueno —decidió.
—¿Por qué?
—Porque no puedo hacerte el amor.
—Ya veo... entonces supongo que no es tan bueno —Kyungsoo sonrió—. ¿Qué estás haciendo?
??
Pasó otra semana más hasta que se encontraron de nuevo, pero cuando lo hicieron, parecía como si fueran
inseparables. Nadie podía mirar a Kyungsoo sin recibir a cambio una mirada asesina de Jongin.
El mayor se acostumbró a decirles a los demás que le pondría un alto a "todo esto durante un tiempo".
Cuando le preguntaban cuánto tiempo, añadía un: "No estoy seguro, tal vez para siempre".
Sin embargo, Sehun no estaba muy contento con ello.
—¿Por qué él? —preguntó por vigésima vez, insatisfecho con todas las respuestas que había recibido de
antemano.
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—Lo siento, Sehun. Ya no podemos reunirnos de esa manera.
—Yo te amé primero. ¡Seguramente soy el único que te ama! ¡Él está jugando contigo como lo hizo conmigo!
—Tal vez... —Kyungsoo rió—. Pero supongo que de todas estas personas, él es el primero con el que estoy
dispuesto a arriesgarme.
—¿Y por qué yo no? ¿Es porque... es porque soy como soy?
—No, no creo que tengamos control sobre este tipo de cosas. Nunca quise establecerme con alguien de
forma monógama, pero probablemente eso es lo único que he querido hacer con Jongin desde el mes pasado
sin siquiera saberlo... Lo siento. Pero, por favor, no dejes de hablarme —sonrió, apoyado en el escritorio.
Sehun suspiró, y en poco tiempo, tenía sus brazos envueltos alrededor del mayor. —Te amo. Estaré aquí
cuando él te cause problemas, te lastime o... cuando te canses de él. Soy paciente, hyung.
Sus labios temblaron y decidió que darle un beso a Sehun en la mejilla estaría bien.
—Gracias. Entonces te veré después.
—Adiós, hyung —Sehun asintió con la cabeza.
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—Adiós, Sehun —respondió Kyungsoo, saliendo por la puerta y cerrándola detrás de él.
Al levantar la vista, vio a Jongin agachado en el suelo junto a la puerta, sus labios estaban formando un
puchero y sus ojos brillaban.
—¿Estabas escuchando a escondidas?
—Sí...
—¿Estás llorando porque le di un beso en la mejilla? Si es así, entonces eres un bebé.
—¡No estoy llorando! —Se levantó rápidamente y a la defensiva, haciendo que las lágrimas, que estaban
listas para caer, fueran aún más obvias—. E-es sólo que... lo que dijiste acerca de que yo soy el primero con
el que estás dispuesto a arriesgarte... eso me conmovió, ¿de acuerdo? ¿No puedo sentirme emocionado por
algo así? Tu... tu cara estúpida nunca dice nada dulce, así que cuando sucede, me quedo en s-shock.
—Me considero bastante romántico, así que no sé de qué estás hablando —Kyungsoo resopló, entrelazando
sus dedos con los dedos de Jongin.
—Eres muy tonto, Kyungsoo —se quejó el menor.
—Piensa lo que quieras —se encogió de hombros y apartó su mano.
—Era mentira —se corrigió Jongin rápidamente, atrapando la mano de Kyungsoo una vez más.
—Lo sé, bebé.
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—Pero no quiero que te encuentres con Sehun... Si lo haces, me enojaré de verdad y te daré nalgadas.
—Eso suena excitante —bromeó el mayor, sacando la lengua.
Cuando entraron en un pasillo lleno de gente, sus manos se alejaron una de la otra. Después de todo,
Kyungsoo seguía siendo un estudiante "modelo" con un historial perfecto y Jongin era, bueno, Jongin.
Como había sido siempre, la verdadera identidad de Kyungsoo siguió siendo un secreto para su familia y sus
maestros, dejando que sólo los estudiantes supieran lo que estaba pasando. Pero Jongin sonrió, sabiendo que
al menos los estudiantes sabían que Kyungsoo era suyo ahora. Bueno, la mayoría lo sabía.
—Hola —un estudiante mayor y arrogante, con cabello rojo y piercings, saludó a Kyungsoo.
—Hola —Kyungsoo sonrió. A Jongin no le gustó eso.
—Estaba pensando que si estás libre esta noche, alrededor de las nueve, podríamos vernos.
—Tendrás que preguntarle a mi novio —asintió el mayor con la cabeza, apuntando en la dirección de Jongin
con su pulgar.
—¿Novio? Tienes que estar bromeando. ¿Este niño?
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—Sólo es un año menor que yo —explicó Kyungsoo.
—Puedo ser más joven, pero obviamente hago un mejor trabajo que tú —murmuró Jongin, ganándose un
golpe en el brazo de parte de su amante.
—Como sea —Kyungsoo se aclaró la garganta—. Lo siento, pero a partir de ahora y en el futuro cercano, ya
no haré eso.
—Es una pena —el tipo se encogió de hombros—. Eres bastante apretado y tus gemidos son realmente
excitantes. Es difícil encontrar a alguien parecido.
—Puedo darte referencias —le ofreció.
—Nah, está bien por ahora. Bueno, como sea, nos vemos.
Se despidió con la mano y se alejó.
—¿Cómo se siente decir que no? —le preguntó Jongin.
—Natural.
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—¿Qué es esto? —preguntó Kyungsoo, con una sonrisa enorme pegada en la cara mientras entraba en la
habitación de Jongin. Una pequeña mesa estaba reemplazando a la mesita habitual, con un mantel de color
rojo oscuro decorándola. Había velas, pétalos de rosa y un regalo puesto entre dos platos que lucían
increíblemente bien preparados.
Se dio la vuelta para mirar los ojos de su amante, y fue recibido con una sonrisa y un ramo de rosas.
—Feliz primer aniversario, cariño.
—Estás loco... —negó con la cabeza—. ¿Por qué siempre haces cosas cursis como ésta?
—Para que sigas loco por mí.
Su piel se tiñó de escarlata y su corazón dio un vuelco mientras su mano era tomada y era dirigido a la mesa,
donde Jongin le hizo sentarse cuidadosamente.
—Jongin, no tenías que hacer esto...
—Lo sé. Quería hacerlo. Disfruta la comida.
Asintió con la cabeza y probó su plato. Todo parecía estar tan bien preparado. El sabor no lo decepcionó.
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—Jongin, esto es increíble.
—Sí, uhm... abre el regalo por favor. Estoy impaciente...
Kyungsoo se rió. Recibió la caja impecable y se aseguró de abrirla con cuidado. La colocó frente a él y
quitó la cinta de un solo tirón, dejándola caer a un lado. A continuación, sacó la tapa. La caja era
completamente blanca, pero el papel de seda que había en su interior era de un color rosado suave y, por
alguna razón que desconocía, eso elevó su curiosidad. Retiró pieza por pieza, y se encontró con un par de
anillos elegantes y brillantes.
Con los ojos muy abiertos y el corazón acelerado, miró a Jongin, recibiendo la misma reacción.
—¡N-no es lo que piensas! U-uhm... bueno, me gustaría que lo fuera, pero yo... son sólo anillos de pareja,
¿sabes? S-somos demasiado jóvenes para... el otro tipo de anillo, a-así que tendrás que esperar unos años
más para ese, ¿de acuerdo? —tartamudeó Jongin, tratando de explicarle—. Es sólo que... la idea de... anillos
de boda y cómo cuando ves a alguien usando uno... sabes que están enamorados y con alguien... eso... me
llamó la atención, supongo...
—Oh... —Kyungsoo asintió, calmándose—. Pues, entonces... ¿puedes ayudarme a ponérmelo? —preguntó,
entregándole la caja a Jongin antes de estirar su mano izquierda, moviendo su dedo anular.
Jongin se ruborizó, sacando el anillo más pequeño. Se aclaró la garganta y empezó con un: —¿Do Kyungsoo,
quieres casarte conmigo?
—Sí —sonrió brillantemente mientras Jongin deslizaba el anillo hasta sus nudillos. Tomó el otro anillo,
repitiendo las palabras del menor—: ¿Kim Jongin, quieres casarte conmigo?
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—Sí, bebé. Sin dudarlo.
Eso era todo. Jongin se había ganado a Kyungsoo. Su corazón, su mente, su cuerpo; lo tenía todo. Antes de
registrar sus movimientos, puso su plato a un lado y se levantó, a medio camino entre su asiento y el de
Jongin. Sus piernas ya estaban entumecidas ante la anticipación, a pesar de que aún no sabía lo que quería y
tampoco sabía lo que recibiría. Deshizo el nudo de su corbata y dejó que se deslizara entre sus dedos.
—Creo que quiero el postre antes de la cena. —Fueron las únicas palabras que salieron de su boca. Fue
penoso y embarazoso, pero Jongin pareció entender la idea. En cuestión de segundos, se puso de pie
también, acortando la distancia que había entre ellos al máximo. Unos cuantos segundos después, tenía las
manos de Jongin en sus muslos, levantándolo del piso y llevándolo a su cama. Lo colocó en ella y la única
orden del menor fue: "Quítate la ropa".
Camisetas.
Pantalones.
Calzoncillos.
Calcetines.
Todos fueron retirados.
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Su lengua tocó su cuerpo, sus uñas se hundieron en su piel y su erección se introdujo en su entrada.
Hacer el amor nunca había sido tan dulce.
Pero, luego:
Se corrieron.
Jadearon.
Descansaron.
Se sentaron.
Hicieron contacto visual.
Compartieron sonrisas infinitas.
Se tomaron de las manos.
Reinó el silencio.
Y, momentos después, se oyó una risita.
—¿De qué te ríes? —le preguntó Kyungsoo, con la ceja levantada.
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—Nada —confesó Jongin, viendo cómo Kyungsoo se incorporaba, arqueando la espalda mientras se
estiraba. Su cuerpo era probablemente el regalo que Dios le había dado a la tierra—. Es que eres realmente
hermoso.
—Bueno, entonces me alegro de que todavía no te hayas aburrido de mí.
—¿Aburrirme de ti? ¿Cómo podría aburrirme de ti? ¡Creo que tendría que ser un idiota para aburrirme de ti!
¡En todo caso, me alegra que no te hayas aburrido de mí!
Kyungsoo negó con la cabeza. —Es difícil aburrirte cuando amas a alguien... —Y luego se detuvo. La
expresión de Jongin reflejaba la misma sorpresa que sentía. "Amor" era una palabra muy fuerte y ninguno de
ellos la había utilizado para definir su relación—. L-lo siento... yo... —No sabía qué decir, así que Jongin lo
hizo por él.
—Yo también te amo, Kyungsoo. Perdón por hacer que lo dijeras primero.
—¿Qué quieres decir con "hacer que lo dijeras primero"?
—He estado deseando decírtelo desde hace un tiempo, pero pensé que si te lo decía primero, pensarías que
soy demasiado empalagoso y me dejarías. Pensé que nunca llegaría el día.
Tal vez se dejó llevar por el momento; tal vez había algo en las velas perfumadas que le hacía sentirse
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mareado, porque por primera vez, Kyungsoo dijo: —Te amo. —Se sentía natural. Se sentía bien—. Sí... te
amo.
—¿Me amarás por siempre?
—Me gustaría pensar que sí.
—Te amaré por siempre.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo.
—Entonces cambiemos de roles.
Jongin levantó una ceja, intrigado por la idea. —¿Cambiar de roles?
—Sí. Yo era tu maestro y te enseñé sobre el cuerpo. Así que ahora... ¿por qué no te conviertes en mi maestro
y me enseñas sobre el corazón?
Jongin resopló y asintió. —Eso fue tan cursi, Soo. Pero está bien. Lo haré. Así que comencemos con nuestra
primera lección.
—¿Cuál es?
—Algo fácil: «Cuándo decirle a Jongin que lo amo».
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Kyungsoo podía hacerlo. Definitivamente podía hacerlo bien. Había estado aprendiendo toda su vida,
obteniendo 90s como calificaciones, así que ¿por qué detenerse ahora? No le molestaba si Jongin era su
maestro.
Tampoco le molestaba si Jongin era suyo.
Sonrió, teniendo un buen comienzo en el plan de estudios.
—Jongin, te amo.
—Sacaste una A+.
FIN
???????????
*Es un juego de palabras que funciona en inglés, Kyungsoo le dice: "Don't be an asshole" y Jongin le
responde: "I'm not an asshole, I'm in your asshole". Porque "asshole" puede significar "idiota" o
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(literalmente) "culo".
Ah, no puedo creer que esta historia ya acabó. Me encariñé mucho con este fanfic /sobs. Cómo no hacerlo si
este Jongin fue lo más dulce del mundo. Y literalmente amaba los comentarios de Kyungsoo... Bueno, no
hubo angst y Jongin no murió así que ¡yay! (el mini-infarto que sufrieron ustedes también lo sufrí yo en su
momento, lol). Como siempre, gracias por leer, votar y comentar, aunque no lo crean, es el mejor "pago" que
recibo al traducir historias. Agradezco mucho que aprecien el esfuerzo.
Comenzaré a trabajar pronto en la siguiente historia, sé que les gustará tanto como ésta, se los digo por
experiencia personal. ¡Nos vemos después! :')
Quiero a alguien así. Awwww ¿Tan rápido? Siento morir....
P 15-16

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Prólogo

Wattpad Converter de ???????????

Jongin cogió su almuerzo de la cocina y se fue a la escuela.

La sesión fue brutal para ambos.

Kyungsoo regresó momentos después, y su estado de ánimo parecía el mismo.

Pero no a la casa de Jongin.

¿Advertencia?: Uso de jergas que probablemente no sean graciosas en español. lol

Kyungsoo se sorprendió al ver a Jongin en su puerta a la mañana siguiente, y la siguiente, y la siguiente, y la

Wattpad Converter de ???????????

—¿Me creerías si te dijera que le di un puñetazo?

Kyungsoo se acomodó en una de las mesas, solo.

Wattpad Converter de ???????????

Kyungsoo notó que las luces estaban apagadas.

Era una hora inhumana cuando la mente de Kyungsoo recobró la consciencia.

Este capítulo tiene de todo, así que brace yourselves.

Necesito alejarme de él durante un tiempo.

Se sentía tan culpable.

Estaba de camino al hotel, con el cabello peinado y un nuevo cambio de ropa.

El techo parecía ser más bajo. O, al menos, se veía diferente.

Jongin no estaba allí al día siguiente.

Pero ese "mañana" nunca llegó.

Estaba desesperado por ver a Jongin.

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