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N S

POLITI lE DAD

EL FUTURO DE LA SOCIALDEMOCRACIA
En este libro se agrupa un conjunto de detallados estudios
sobre los partidos socialdemócratas de los principales
países de Europa occidental a la luz del impacto que las
condiciones económicas y sociales han tenido sobre la
elaboración política, las vicisitudes electorales y la vida
interna de estas organizaciones.

SOCIALDEMOCRACIA Y
CRISIS ECONÓMICA
EN EUROPA
Fritz W. Scharpf

EDICIONS ALFONS EL MAGNANIM


i (1N[IIAJ.II~T V~l[NOAM

NEOCONSERVADURISMO
En el presente volumen se analiza el ascenso ideológico del
neoconservadurismo a la luz de los hechos, profundizando en
las reacciones que ha originado y también en sus propias
contradicciones internas. Se estudian aquí tanto aspectos
concretos del pensamiento neoconservador en torno al
Estado, la política internacional, la política de orden público
o el mercado, como la ejecutoria política efectiva durante los
años de Reagan y Thatcher en diversos ámbitos (la
fiscalidad, las políticas social y monetaria, etc.) a fin de
comprobar qué grado de coincidencia ha existido entre la
retórica pregonada y la realidad practicada.

Generalitat V a l e n ciana- D i pu.tació Provi n c ial d e Valencia


El artículo "'Thomas Bernhard .. ,
© 1992 Edicions Alfons el Magnánim-IVEI. Los artículos de Ch. S. Maier, R. Samuel y Th. Shanin fueron publicados originalmente de J. M. Rabaté, public:ado en de-
en History Workshop (en el núm. 31/1991 el primero y en el 29/1990 los otros dos). El artículo de F. Furet procede de Le Débat, bats 39, es una traducción de
62/1990. El texto de C. Offe fue publicado, al igual que los artículos de A. Michnik y F. Sysyn, en Social Research, vol. 58, 4, 1991 . Thomas Bernhard aparecido en
El articulo de A. Walicki procede de Critica/ Review, vol. 5, n. • 1 (Critica! Review: 942, Howard Street, San Francisco, California francés en la colección .. ueux de
94103, USA). El texto de Perry Anderson fue publicado en London ·Review of Books, 26 septiembre, 1991. El articulo de V. Vujacic l' Ecrit .. , editado en Marval (París ,
y V. Zaslavsky procede de Te/os, 88 (1991). La conversación con G. Grass .y Ch ..Hein fue publicada en Die Zeit, n• 7/1992. Los 1991 ), con 31 fotografías de Jean
artículos de R. Sunyy E. Gellner fueron publicados en New Left Review, núms. 184 y 189 respectivamente. El trabajo de J. D. Sachs Daire. Reproducimos aquí la por-
fue publicado en Chal/enge Magazine, sep.-oct. 1991 , vol. 34, núm. 5, y se reproduce con permiso de M. E. Sharpe, lnc., Armonk, tada de dicha publicación .
New York 10504. © Portada: Uníted Kitsch Komando N. de la redacción.
ISSN 0212-0585. Depósito legal V.-978-1982
CAMBIO Y TRANSFOR T LA EUROPA DEL ESTE

EL COLAPSO DEL COMUNISMO:


ELEMENTOS PARA UNA
HISTORIA FUTURA
En memoria de Tim Mason
e
,J
pOR qué se produjo el colapso del comunis-
mo como sistema de gobierno a finales de
luego, no siempre- el mercado y un sistema de precios
que funcione correctamente permiten un uso más efi-
U los años 80? Ciertamente Tim Mason, con ciente de los recursos y la satisfacción de las necesida-
su impaciencia en ocasiones feroz, nos habría instado des. Estimulan la innovación. Pero las economías so-
a pensar «históricamente» acerca de esta cuestión. La cialistas no siempre han fracasado tan clamorosamente.
proximidad del evento no nos inhabilitaría para hacerlo Sirvieron para organizar la reconstrucción de Europa
así, habría insistido. (Eso es al menos lo que creo yo Oriental en la postguerra. Como se detalla más adelan-
-que le conocía desde hace casi veinte años- que ha- te, las tasas de crecimiento fueron, entre los años 50 y
bría dicho.) Y a pesar de su fervor por los archivos -de los 70, comparables a las de Occidente, aun cuando el
su compulsiva búsqueda de fuentes, que le llevaba a punto de partida de tales sociedades fuese más bajo.
hallarlas en crónicas de la lucha diaria que la mayoría Las economías occidentales no siempre han funcionado
de nosotros habría pasado por alto-, no nos habría con la misma fluidez y, ciertamente, no siempre de ma-
aceptado la objeción de que aún no contamos con la nera equitativa. ¿Por qué han sido tan desastrosas las
necesaria documentación. ¿Qué puede entonces signi- economías socialistas en los años 80? ¿Por qué no ha
ficar eso de pensar históricamente acerca de este gran podido el sistema superar los obstáculos o lograr otro
acontecimiento, quizá el mayor del siglo, ciertamente el aplazamiento de los deseos de los consumidores?
mayor desde el surgimiento del fascismo? El historia- Exiliados y defensores de los derechos humanos han
dor, efectivamente, trata de estructurar los desarrollos insistido en que un sistema político basado en una única
que conoce en el interior de algún marco interpretativo verdad de partido no puede conseguir un apoyo real.
que anticipa futuras investigaciones, con harta frecuen- Los regímenes represivos, afirman, son intrínsecamente
cia referidas a secuencias causales. El historiador, o la vulnerables, máxime cuando la moderna televisión, los
historiadora, trata de subsumir tales desarrollos en ca- viajes al extranjero o incluso el atisbo de espontaneidad
tegorías de entendimiento que prestan una coherencia que proporcionan la música y la vestimenta occidenta-
aparente al amasijo de textos. La narración es a menu- les recuerdan constantemente la discrepancia entre sis-
do la estrategia primaria, pero en absoluto la única temas. Pueden ser vulnerables, es cierto, pero poseen
posible. No necesariamente debe privilegiársela. Y no medios poderosos para acallar el disentimiento. Durante
es éste el objeto que nos proponemos aquí de manera cuarenta años prevaleció la fuerza. Revelaciones poste-
directa. riores al colapso del régimen han demostrado cuán pro-
fundamente, por ejemplo, penetró la policía de seguri-
A lo más este ensayo trata de sugerir categorías in- dad del Estado, la Stasi, en la sociedad de la RDA.
terpretativas susceptibles de orientar de manera plausi- Agentes de la Stasi vigilaban a Christa Wolf; se convir-
ble un relato futuro . Dicho en términos simples, estas tieron en puntales de los grupos disidentes. Un ciuda-
páginas pretenden anticipar cómo contextualizará den- dano de la antigua RDA, actualmente miembro de la
tro de unos veinte años un historiador los recientes y socialdemocracia, calculaba que de los 80.000 habitan-
tumultuosos acontecimientos. Sumergidos como esta- tes de su tranquila ciudad báltica de Wismar quizá sólo
mos en los acontecimientos, de los que necesitamos diez pertenecían al movimiento pacifista disidente en
distanciarnos, la tarea preliminar (en tanto que histo- los años 80. De esos diez unos tres, creía, eran informa-
riadores) debe ser ganar al menos una perspectiva pro- dores de la Stasi. Reclutados voluntariamente o some-
visional. Este ensayo se propone sugerir un marco in- tidos a chantaje en función de su propia situación, más
terpretativo del colapso del comunismo como sistema de 100.000 alemanes orientales han actuado como in-
de gobierno en Europa del Este. Al mismo tiempo for- formadores de los servicios de seguridad. Incluso en los
ma parte de una obra más amplia dedicada al reciente años 70 y 80, cuando ya no existía la amenaza de per-
levantamiento y reunificación alemanes. En consecuen- manecer largos y penosos años en prisión como sucedía
cia, la argumentación oscila entre Alemania Oriental en los 50, el control del régimen sobre los viajes, el sis-
y el conjunto del mundo comunista, por lo que pido tema educativo y el empleo contuvo en un ámbito res-
indulgencia al lector por esta dualidad de focos de aten- tringido la crítica, promovió el carrerismo más estrecho
ción. Pero este interés dual, de otro lado, no es inapro- y penalizó sistemáticamente al pensamiento indepen-
piado a la vista de las prolongadas indagaciones com- diente. Así pues, ¿cómo iba a movilizarse la oposición?
parativas de Tim Mason y de su profundo conocimiento En la vecina Checoslovaquia, como ha contado Ti-
de la realidad alemana. mothy Garton Ash, reinaban condiciones quizá más
duras, al acosar sistemáticamente la policía a los círcu-
los de disidentes que a veces se formaban. 1 En Hun-

e
.)
pOR qué ha fra-
casa?o el co-
gría, el menos represivo régimen de la última época de
Kadar alimentó una compleja red de clientelismo y de
privilegios sectorialmente distribuidos. 2
CRISIS DEL U mumsmo como
sistema de gobierno? Ante Quizá sea poco generoso preguntar por las condi-
COMUNISMO ... este interrogante, la mayo- ciones que permitieron a los disidentes prevalecer, pre-
ría de los comentaristas guntar por las circunstancias que permitieron que un
CRISIS DEL occidentales han puesto el dramaturgo checo, detenido una vez más en 1987 por
acento en las demandas de su insobornable oposición, se convirtiese en Jefe del Es-
CAPITALISMO libertad y en la superiori- tado. ¿Acaso no debe aceptarse la fuerza intrínseca de
dad económica del capita- la libertad, la democracia y el coraje cívico como expli-
lismo moderno. El problema no es que estas explicacio- cación suficiente de la ruptura? ¿Es que estos aconteci-
nes sean erróneas, sino que son demasiado generales. mientos no han renovado la idea de antes de 1914 de
Los economistas, hombres de negocios y publicistas que la historia es historia de la libertad? El problema,
británicos y norteamericanos han celebrado el triunfo sin embargo, es que la historia no ha sido siempre histo-
de los principios de mercado sobre el burocratizado ria de la libertad. La explicación histórica nó es comple-
«Socialismo». Está bien; usualmente -aunque, desde ta a menos que especifique por qué los acontecimientos

5
se produjeron cuando se produjeron y no antes o des- En el desarrollo de estas crisis el período compren-
pués. Requiere determinación temporal. ¿Por qué cayó dido entre finales de los años 60 y principios de los 70
en 1989 el muro de Berlín? O si el año preciso fue resul- constituyó una ruptura decisiva. Los conflictos ideoló-
tado en parte de algunos elementos casuales, ¿por qué, gicos que emergieron en 1968 conmocionaron tanto al
al menos, no tan temprano como 1979 y no tan tarde Este como al Oeste. La sacudida de Checoslovaquia y
como 1999? ¿Por qué el fracaso del sistema sobrevino la ola de desórdenes estudiantiles y de malestar obrero
a finales de los 80 y no a finales de los 70? en el Oeste representaron un profundo desafío a la tra-
yectoria «modernizadora» o reformista de los años 60.
A contingencia histórica o el impacto de <<facto- Fueron seguidas a principios y mediados de los años 70

L res exógenos» siempre pueden ofrecer refugio


explicativo. Después de todo, el estímulo para el
cambio a lo largo y ancho del mundo comunista fue la
por una profundización de las dificultades económicas:
la reacción, coronada por el éxito, de los países de la
OPEP contra la provisión a bajo precio de productos
transformación de la política soviética. Tras la caída de energéticos y la nueva conflictividad en torno a la dis-
Krushchev, de 1966 en adelante, los soviéticos trataron tribución de la renta nacional se sumaron a las tensio-
nuevamente de acabar con sus disidentes; en 1968 Mos- nes inflacionistas y a la disminución del ritmo de creci-
cú organizó la invasión de Checoslovaquia; en 1981 la miento de la productividad. En las cuatro décadas y
estudiada ambigüedad de Moscú estimuló la proscrip- media de historia posterior a la guerra mundial que
ción de Solidaridad a la que procedió el régimen pola- ahora llegan a su término, el período de finales de los
co. Gorbachov abandonó estos métodos. Hasta cierto 60 y principios de los 70 representó una ruptura de gran
punto se ha visto arrastrado por la lógica del proceso relevancia. Este juicio no se deriva de ninguna proclivi-
de reforma, a cuyo nacimiento él prestó su concurso. dad del autor a la ebullición insurrecciona! de finales de
Es incierto que en sus primeros pasos pensase abando- los 60: no hay ningún trasfondo de identificación con
nar Alemania del Este, el crucial bastión de la influen- el soixante-huit en lo que sigue. Mis propios sentimien-
cia soviética en Europa, a Occidente. Sin embargo, él tos fueron en aquel entonces ambivalentes: en nuestras
y su equipo han aceptado y, más aún, impulsado una universidades el 68 tuvo mucho de afectación román-
redefinición radical de los intereses rusos en la política tica, abierta intolerancia y vacuo intelectualismo. Pero
mundial. las reacciones moralistas no pueden desmentir el hecho
de que el torbellino de aquellos años demostró la exis-
Pero el dinamismo de Gorbachov sólo puede expli- tencia de una genuina insatisfacción con los procedi-
car lo que explica. El propio líder soviético advirtió mientos administrativos del capitalismo del estado del
solemnemente a Erich Honecker, en lo que fue tal vez bienestar. En ocasiones incluso los mecanismos sociales
la decisiva señal lanzada a la agitada población alemana de mejor funcionamiento -precisamente, de hecho,
oriental, que la historia penaliza a quienes llegan dema- los mecanismos de mejor funcionamiento- generan
siado tarde. Obviamente el líder soviético era conscien- una reacción. El éxito, con frecuencia, rechina.
te de encontrarse ante una crisis más vasta que no le os acontecimientos de 1989-90 guardan, a mi
dejaba otra opción sino una reforma decisiva. ¿Por qué
la crisis del comunismo parecía dejar tan escasas alter-
nativas entre mediados y finales de los 80? ¿Por qué se
descompuso el sistema incluso más allá de la inicial per-
L modo de ver, una relación con las conmociones
de 1968, que es de alguna manera análoga a la
relación que existió entre los resultados de la unifica-
ción nacional de 1865 a 1870 y la revolución de 1848.
cepción de su vulnerabilidad por Gorbachov? Se puede
dirigir la vista a la pesada herencia de la última fase de En 1848 potentes aspiraciones colectivas entraron
la era Brezhnev, cuando la distensión hacía aguas y la en violenta colisión con las estructuras de la sociedad y
economía soviética se empantanaba entre el incumpli- fueron anuladas, pero resurgieron, transformadas mas
miento de los objetivos planificados y los déficits de aún vigorosas, tras fluir subterráneamente durante dos
cereales, acero y petróleo. 3 Pero sería miope ver las décadas. En la «primavera de los pueblos» la libertad,
fuentes de la crisis sólo en el flanco donde ésta se ha el gobierno parlamentario y la unificación nacional pa-
revelado más espectacular. Las tendencias de crisis pue- recían, de pronto, estar al alcance de la mano. Pero los
den hacer metástasis; pueden originarse en cualquier levantamientos de la clase media y de la clase obrera
sitio. A lo largo de los años 70 las dificultades occiden- tendían a chocar entre sí. Lo mismo sucedió también
tales también generaron abundantes diagnósticos de con las diferentes aspiraciones nacionales y pertenen-
crisis: crisis inflacionaria, crisis de liderazgo, de legiti- cias étnicas. Las fuerzas conservadoras se unieron y re-
mación, del capitalismo. No hay duda: crisis es el más cuperaron el control. Sin embargo, los impulsos origi-
manido tropo del análisis social. No obstante, los signos nales fueron filtrándose a lo largo de la siguiente
de patologías deben buscarse no sólo en las sociedades década y media. Las aspiraciones aplazadas continua-
más visiblemente afectadas. Muchas de las dificultades ron erosionando la legitimidad del «sistema de Viena»
del comunismo también han acuciado a Occidente, que había sido establecido en 1815 sobre la base de un
donde han generado dificultades reales, si bien menos consenso antirrevolucionario entre un concierto de
paralizantes. Aun cuando la descomposición del comu- elites terratenientes. Purgado de su discurso revolucio-
nismo ha sido, ciertamente, función de sus propias rigi- nario, fortalecido con las energías burguesas del desa-
rrollo industrial y guiado por astutos estadistas conser-
deces e injusticias, también es verdad que ha sido resul- vadores o centristas, el nacionalismo popular posterior
tado asimismo de tensiones y presiones que afectaban a 1848 conquistó la unificación alemana, impulsó la
tanto al Este como al Oeste. Algunas de las crisis del posterior consolidación territorial de Italia y logró la
comunismo han sido también crisis para el capitalismo. reorganización de la derrotada Austria-Hungría, la re-
Cada uno de los sistemas ha pagado por ellas de formas unificación de Estados Unidos (así como cambios de
diferentes. El análisis comparativo es útil. 4 No perder régimen de gran significación en Francia, México, Ja-
de vista lo sucedido en las economías de mercado cuan- pón y otros lugares).
do consideramos los avatares de las economías plani-
ficadas arroja luz acerca de por qué eran tan vulnera- Si es verdad que liberales y radicales perdieron en
bles a finales de los años 80 la Unión Soviética y sus 1848-49, también lo es que pusieron en marcha un pro-
protectorados. ceso de modernización que hizo fructificar parte de su

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programa, bajo una nueva coalición de clases, a partir superioridad occidental, una superioridad política, eco-
de 1870. Los reformistas de Europa Oriental también nómica y también moral. Si sobreviniese una impor-
perdieron después de 1968 frente a las fuerzas del esta- tante recesión, no cabe duda de que el trompeteo de su
blishment comunista agrupadas en torno a la doctrina celebración bajaría una vez más de tono. Los comenta-
brezhneviana de la solidaridad socialista internacional. ristas sociales han aventurado perspectivas como si pa-
La inmunidad rusa frente a la revolución de 1848-49 deciesen una súbita amnesia.
ayudó a reestabilizar a los regímenes de Europa Cen-
Pero esto no implica negar que los sistemas de mer-
tral. La fortaleza soviética en 1968 hizo añicos la refor-
cado hayan superado a sus rivales comunistas en la sa-
ma en Europa Oriental. Sin el bastión ruso los países
tisfacción de las necesidades y deseos de los consumido-
vecinos no hubieran podido resistir las presiones en fa-
res. Ahora bien, ambos han estado sometidos a duras
vor de un cambio radical: ni en el siglo diecinueve ni en
dificultades a largo plazo. La superioridad de las eco-
el veinte. Bismarck, en efecto, cultivó las buenas rela-
nomías occidentales no estriba en su inmunidad a estos
ciones con los rusos y compró su «desentendimiento»
respecto de las victorias prusianas sobre Austria y Fran- desafíos sistémicos, sino en su capacidad para superar-
los. El colapso comunista ha sido una reacción a fuer-
cia. Pero a finales de los años 80 era la propia Rusia la
zas de transformación que hicieron mella tanto en el
que estaba generando presiones en pro de la transfor-
mación. La política de la Europa Central podía tener el Este como en el Oeste, pero ante las que los europeos
occidentales (y los norteamericanos) respondieron con
lastre del Este, pero también desde aquí se podían cor-
un vuelco más temprano y, por tanto, menos traumá-
tar las amarras. Ex oriente obduratio en 1849 y 1968,
tico. La presión más compulsiva fue la económica.
pero ex oriente flexibilitas en 1866-70 y 1988-89.
Como un asediado presidente Gorbachov le dijo al Par-
Ahora bien, entre la trayectoria de mediados del tido Comunista de Lituania a mediados de enero de
siglo xrx y la de las recientes décadas las diferencias 1990, «es la política la que sigue a la economía y no vi-
son también fundamentales. La reafirmación centrista- ceversa». 5
conservadora de la década de 1860 tuvo capacidad y
voluntad para cooptar a su oposición. Lo mismo suce- La política siguió sólo después de un prolongado re-
dió en Occidente entre los años 70 y 80, pero no así en traso. Las dificultades económicas de los 70 plantearon
el Este. Bajo el liderazgo de conservadores centristas o espinosas alternativas tanto al Este como al Oeste. Aco-
de socialdemócratas postkeynesianos (aun si, como en sado por el conflicto social y la confusión acerca de las
Francia, los últimos no hubiesen renunciado a sus aspi- políticas a seguir, Occidente optó en principio por la
raciones iniciales), las coaliciones políticas occidentales disciplina del mercado mundial. El Este, en cambio,
supervisaron la reestructuración económica, dieron res- dio marcha atrás respecto de las reformas económicas
puesta a nuevas demandas planteadas por mujeres y que había empezado a implantar. Retrospectivamente
ecologistas, y dejaron que el proceso electoral se encar- podemos situar el origen del colapso de 1989 en esta di-
gase de digerir los impulsos radicales de 1968. En cam- vergencia. A lo largo de los años 50 y 60 las sociedades
bio, las oligarquías burocráticas de Europa del Este europeas occidentales y orientales gozaron de tasas de
(salvo Hungría) tuvieron muchas dificultades para crecimiento más o menos equiparables. Tanto el socia-
ajustarse. Intentaron sobornar a los productores de lismo como el capitalismo respondían a las oportunida-
ideología con privilegios tales como viajes, viviendas o des y demandas derivadas de la recuperación de los
productos occidentales. Pero a diferencia de los estadis- estragos de la guerra. Con seguridad Occidente se man-
tas de 120 años antes, que basaron su legitimidad en la tuvo por delante del Este, pero había partido de una
sabiduría militar, la habilidad electoral o la proceden- posición más avanzada. También se benefició del im-
cia aristocrática, carecían de los recursos políticos para pulso procedente de la economía de Estados Unidos,
canalizar y gobernar las transformaciones que final- que salió indemne de la contienda. Alemania del Este
mente tuvieron lugar. debió cubrir la mayor parte de reparaciones a la Unión
Soviética hasta 1950; posteriormente los rusos explota-
ron su hegemonía para obtener bienes industriales de
ACE pocos años

ECONOMÍAS H era corriente que


incluso los comen-
taristas occidentales se re-
sus satélites por medio de relaciones comerciales favo-
rables impuestas a través del COMECON.
AS estadísticas disponibles no se puede d.ecir que
ENLA
ENCRUCIJADA
firiesen a la RDA como un
éxito relativo. Un peque-
ño país de 17 millones de
L sean fiables. Las estimaciones del output varían
ampliamente y miden cantidades diferentes en el
Este porque con frecuencia no incluyen los servicios.
habitantes era clasificado, Las estadísticas oficiales del «producto material neto
más o menos, como la décima potencia industrial del (PMN)» exageran significativamente los resultados
mundo. Sus productores de máquinas-herramienta, ar- frente a las estimaciones occidentales basadas en el PIB
tículos de óptica y ordenadores «robotron» eran los en dólares constantes. El establecimiento de una base
principales suministradores de instrumentos de, apa- común con las estadísticas occidentales requeriría im-
rentemente, buena calidad para Europa Oriental. Hoy putar servicios por referencia a la cuota que les corres-
su herencia económica se percibe, por lo general, en tér- ponde en economías occidentales comparables. Dado
minos de máquinas de segunda categoría, viviendas de- que las estimaciones del PIB se realizan en las monedas
gradadas, coches de cartón y una atmósfera atacada locales, se plantea el espinoso problema de expresarlas
por humos químicos y polvo de lignito. Hay que recor- en una unidad monetaria común. Como las monedas de
dar, no obstante, que en los años 70 los expertos occi- Europa Oriental no eran convertibles y los gobiernos
dentales censuraban en sus propias economías la pre- habían fijado factores de conversión completamente
sencia de sindicatos demasiado crecidos, presupuestos irreales, los tipos de cambio proporcionan muy poca
excesivamente abultados y la irremediable decadencia base para una unidad de cuenta común. Esto hace que
de la ética del trabajo. A finales de 1989 y principios de las estimaciones de capacidad adquisitiva sean el enfo-
1990, en cambio, el capitalismo remontaba el vuelo. El que de mayor utilidad, pero a su vez estas comparacio-
evidente colapso del comunismo parecía corroborar la nes son muy dificultosas porque los europeos orientales

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no tenían en modo alguno acceso a la misma cesta de ron los costes en términos de consumo aplazado y recu-
bienes de mercado. Pero, a pesar de todo, se ha ido es- peración.
tableciendo aproximaciones de creciente sofisticación. 6 La discrepancia entre los niveles globales de creci-
miento y la mejora del tenor de vida parece que fue má-
Las agencias de Naciones Unidas y el Banco Mun- xima en Alemania del Este, donde las reparaciones
dial han sido los referentes más fiables acerca de las arrancadas parece que totalizaron un 20 por ciento
economías de planificación central en su conjunto. Las aproximadamente. En 1946 quizás más de una cuarta
fuentes disponibles sugieren que los índices de las eco- parte de la renta de la zona fue transferida a los rusos,
nomías planificadas exageraban considerablemente sus lo que duplicaba la tasa de extracción de las potencias
resultados; sin embargo, los datos globales eran de to- occidentales en idéntica fecha. La mejora de los resulta-
dos modos relativamente esperanzadores. dos en 1949 fue consecuencia de la decisión soviética de

CUADRO 1
Tasas medias de crecimiento anua/ 7 en términos de Producto Interior Bruto o de Producto Material Neto

rm rm rm PMN
1950/52-67/69 67/69-70 50/2-67/9 67/9-79

Alemania Occidental .......... 6'20Jo 3'6 Alemania Oriental .............. 5'7% 4'9
Austria ............................ 5'0 4'4 Checoslovaquia ................. 5'2 5' 1
Italia ............................... 5'4 3'5 Hungría ........................... 4'8 5'4
España ............................ 6'1 4'5 Polonia ............................ 6'1 6'3
Grecia ····························· 6'0 5'6 Bulgaria ........................... 6'9 7'3
Portugal .......................... 5' 1 5'0 Rumanía .......................... 7'2 9'3

Teniendo en cuenta su atraso inicial y las devasta- suavizar el desmantelamiento. 12 Para ese momento, en
ciones de la guerra, los resultados de Europa Oriental efecto, los soviéticos habían decidido que a la vista de
fueron ciertamente estimables en términos de creci- la división europea su influencia se limitaría a Alema-
miento porcentual. 8 Sería un error perder de vista la nia del Este. Como sugiere el más meticuloso estudio de
diversidad de estas economías en la época de la post- esa época, el crecimiento entre 1950 y 1955 fue rápido
guerra. Era dominante sobre todas ellas el vasto ámbito porque el nivel de 1950 era muy bajo. 13 Dada la tasa
de la Unión Soviética, cuya economía experimentó una de extracción soviética de la economía de Alemania
violenta transformación en los años 30 y luego sufrió Oriental hasta 1950 y, en sentido contrario, el hecho de
una tremenda destrucción de capital físico y una enor- que Alemania Occidental gozó de considerables subsi-
me pérdida de trabajadores varones durante la guerra. dios de los ocupantes británicos y norteamericanos y,
Alemania del Este y Checoslovaquia eran economías posteriormente, de la ayuda del Plan Marshall, no está
relativamente desarrolladas y maduras, si bien la pri- claro que la divergencia entre resultados pueda ser atri-
mera sufrió una considerable destrucción y luego, hasta buida a diferencias de sistema económico.
1949, fue objeto de un amplio desmantelamiento. Hun-
gría y Polonia habían iniciado la senda del desarrollo, La muerte de Stalin hizo posible un ambiente menos
pero se encontraban en un estadio más atrasado. Yu- draconiano para el desarrollo. Los trabajadores, some-
goslavia, Rumanía y Bulgaria eran comparables con las tidos a una excesiva presión, vieron un resquicio para
periferias mediterráneas del sur de Europa; pudieron rebelarse, lo que se materializó en los levantamientos de
registrar las más altas tasas porcentuales de crecimiento 1953 en Alemania Oriental. En verdad, todo el bloque
e importantes transformaciones cualitativas en la medi- oriental suspiraba por una tregua. Todas las economías
da que arrancaron del atraso para iniciar el proceso de del Este de Europa tendieron a una relajación del sis-
industrialización. 9 Fijándose en sus resultados globales tema después del advenimiento de Krushchev y de la
hasta los años 60, economistas serios aún podían ar- crítica a Stalin en 1956. A principios de los años 60 nue-
gumentar que la planificación central era un modelo vas políticas de descentralización, de responsabiliza-
mejor para los países en desarrollo que el capitalismo ción contable de las empresas, de aumento de los incen-
occidental. El socialismo -en el sentido estricto de pla- tivos al trabajo y algunos pasos hacia el establecimiento
nificación nacional, propiedad estatal en sectores .clave de precios reales, se iban implantando en Europa Orien-
y severo control del proceso nacional de acumulación- tal.14 Alemania del Este introdujo reformas en una lí-
atrajo con fuerza a los intelectuales de la India, Egipto nea similar a Checoslovaquia y Hungría. Los beneficios
y el mundo subdesarrollado durante dos décadas tras la de las empresas debían utilizarse como indicadores de
guerra mundial. Aun cuando los reformistas de Europa resultados y como criterio para la atribución de fondos
Oriental defendiesen la liberalización después de la de inversión.
fuerte centralización de los 50, lo que proponían era
una gestión descentralizada, no la privatización. 10 Las reformas, evidentemente, no se limitaron al
Este en los años finales de la década de los 50. El análi-
¿Qué evolución tuvo la política? El estrechamiento sis de la distribución de la renta nacional (para no ha-
del control soviético después de 1947-48 comportó una blar del cambio en los resultados electorales) revela que
rápida nacionalización, la colectivización de la agricul- los países no comunistas desplazaron sus prioridades
tura (excepto en Polonia) y la planificación central, que colectivas desde la inversión al bienestar, la educación
básicamente consistió en la imposición a las economías y el consumo doméstico. La vuelta al poder del Partido
de Europa Central y Oriental de los mecanismos sovié- Demócrata en EE.UU., la «apertura a la izquierda» en
ticos de los años 30. 11 Los resultados en términos de Italia (facilitada por el advenimiento de un Papa refor-
inversión y rearme fueron imponentes; también lo fue mista en 1958), la elección de un gobierno laborista en

8
Gran Bretaña en 1964 y la formación en 1966 de la de botella y a estancamiento en el sector de bienes de
«Gran Coalición» en la RF A que asumía el gasto públi- consumo. Bien fuese porque los resultados no cubrie-
co anticíclico de raíz keynesiana, todo ello aportó un sen las expectativas, porque las contradicciones entre la
viento de cambio al mundo occidental que culminó con autonomía de las empresas y los objetivos centralizados
los esfuerzos en favor de la distensión. Siguiendo una generasen indeseados conflictos internos o porque la
simetría de tipo especular que fue característica de la sacudida checa desacreditase las reformas en Berlín, el
historia de la postguerra en general, tanto el Este como hecho es que la dirección invirtió el curso seguido. 20
el Oeste relajaron sus respectivas ortodoxias, tan estric- En diciembre de 1970 el SED decidió abandonar el es-
tamente potenciadas en la década anterior. Los teóricos fuerzo septenal de reforma. En el VIII congreso del
interpretaron los objetivos y logros de ambos sistemas partido, celebrado en junio de 1971, se reintrodujo la
en términos de «sociedad industrial», de «moderniza- toma centralizada de decisiones y los controles centrales.
ción» e incluso de «convergencia». 15 Al año siguiente se llevó a cabo la nacionalización del re-
manente de empresas mixtas, privadas y públicas, que
habían tenido especial predominio en artesanía y peque-
Pero las reformas socialistas tenían sus límites, sobre
ñas industrias. Se intensificó la centralización: las 546
todo si contribuían a la desviación política. A raíz dé la
empresas de material de construcción que había en 1970
Primavera de Praga la tolerancia para los experimentos
se redujeron a 132 en 1988; las 876 empresas químicas
sufrió un parón. Los dirigentes soviéticos volvieron la
se quedaron en 236; las 2.589 empresas productoras de
espalda a iniciativas, en este sentido, en su país, mientras
maquinaria y equipos de transporte se redujeron a me-
que en Checoslovaquia se abolieron los consejos obreros
nos de la mitad, pasando a ser 1.157 (mientras que el nú-
y se restablecieron los controles centrales. Circunstancias
mero de sus empleados se multiplicaba por ocho aproxi-
propicias en ese momento -demanda occidental, mer-
madamente). En total las 11.564 empresas industriales
cancías baratas del COMECON- aplazaron el pago de
que había en 1970 y que daban empleo a 2.818.000 tra-
la cuenta hasta mediados de los 70 e incluso los 80. 16
bajadores se redujeron a 3.408 con un empleo de
3.219.000 trabajadores; es decir, el empleo medio por
N movimiento análogo de flujo y reflujo entre empresa pasó de 243 a 945. 21

U la experimentación y la retirada caracterizó


la evolución de Alemania Oriental. Aunque
Ulbricht insistía en la ortodoxia política, su Nuevo Sis-
Sin duda el proceso que tuvo lugar en Europa
Oriental no fue una simple vuelta atrás de las maneci-
llas del reloj. Algunas de las iniciativas de reforma sub-
tema Económico, iniciado en 1963 (la sigla NSE fue ele-
gida precisamente para buscar analogías con la NEP sistieron. 22 Sin embargo, el reflejo centralizador, la
soviética), se alejaba de las aspiraciones estalinistas. De retirada a las sanas prioridades ideológicas de la plani-
la misma manera que reformas similares de otros paí- ficación centralizada, llegó en un momento en el que las
ses, quitaba importancia a la planificación central y fuerzas de la economía mundial hacían especialmente
confería más poder a las asociaciones (VVB) de indus- inapropiada la receta. Los años 70, con el aumento de
trias socializadas (VEB). Los beneficios debían servir los precios de la energía, las tensiones generadoras
como indicadores de éxito de las empresas y podían ser de estanflación (que incidía también en el Este, además
retenidos para cubrir la reinversión y los planes de fi- de causar estragos en el Oeste) y la aceleración de las
nanciación. Se daba a los bancos un papel de supervi- tecnologías electrónicas, fueron el peor momento para
sión en la ampliación del crédito; se aumentaban los la reinstauración de la centralización, aunque se tratase
precios de la energía y las materias primas a fin de que de una centralización modificada. Los créditos occi-
reflejasen los costes reales de los inputs. Se favorecían dentales de la primera mitad de los 70 -que afluyeron
en cuanto a prioridades de inversión los productos pe- con abundancia a Polonia, fueron importantes en Hun-
trolíferos, la metalurgia de alta calidad y el procesado gría y mucho más modestos en Checoslovaquia-, apla-
electrónico de datos. Hacia la segunda mitad de la zaron la brusca reducción del crecimiento hasta media-
década el Nuevo Sistema Económico parecía que daba dos de la década. 23 Los créditos occidentales también
resultado: el período de 1965 a 1971 comportó una ace- aplazaron la necesidad de abordar reformas de estruc-
leración de las tasas anuales de crecimiento hasta llegar tura. Las agencias estatales preservaron su raison d,étre
al 5'2, el 6' 1 y 5'9 por ciento. No eran los resultados de como canales para el capital occidental. Aun allí donde
Alemania Occidental, Japón o Italia, pero sí la prueba se minimizó el papel de la planificación centralizada,
de un crecimiento rápido y sustancial. 17 como en Hungría, persistió una amplia supervisión al
margen del mercado del proceso económico. Las refor-
CUADRO 2 mas a medias generaron gran cantidad de ajustes pun-
tuales, pero el esfuerzo decisivo para liberalizar los pre-
RDA: Tasas medias de crecimiento anua/ 18 cios o dejar vía libre a las quiebras de empresas se
aplazó hasta finales de los años 80. 24
Estimaciones
PMN
occidentales
(oficial)
PIB-PNB
En 1980 todos los países de Europa Oriental se en-
contraban claramente por detrás de los níveles occiden-
1960-65 ................. 3'407o 3'0-3'5% tales. De entre todos ellos, Alemania del Este consiguió
1965-70 ................. 5'2 3'1-5'1 los mejores resultados. Hacia 1980 el PNB per cápita
1970-75 ................. 5'4 3'5-5'1 (calculado en términos de capacidad adquisitiva) era en
Europa Oriental entre un cuarto y la mitad del corres-
Por otra parte subsistió, a pesar de la mayor impor- pondiente a Estados Unidos. El PNB per cápita de Ale-
tancia otorgada a los beneficios, un complejo sistema mania Oriental se estimaba en un 52 por ciento del de
de planificación central a varios niveles. Como observó BE. UU., mientras que el de Checoslovaquia llegaba al
en 1970 un experimentado visitante occidental, el Nue- 42 por ciento, el de Hungría al 39, el de la URSS al 37,
vo Sistema Económico establecía más coordinación de el de Polonia al 33 y el de Rumanía al 24. 25 Con inde-
mercado sobre el papel de la que permitía en la reali- pendencia de su prosperidad relativa durante los años
dad.19 Las innovaciones a medias conducían a cuellos 70, fue en esta década cuando se profundizaron las difi-

9
cultades de las diferentes economías del COMECON. quinas no ganaban eficiencia. Algunos indicadores se-
Una contradicción fundamental aseguraba su vulnera- ñalaban que la productividad total de los factores dis-
bilidad. En todos los casos los dirigentes de los partidos minuía. El sistema dependía de más músculos y más
se lanzaron a un enérgico esfuerzo encaminado a pre- gente para producir más metal, no de procedimientos
servar o restaurar en lo posible la planificación centrali- más eficaces. La utilización de fuerza de trabajo era en
zada. Pero esta era una estrategia que sólo podía fun- 1980 en la URSS más alta que en cualquier otro lugar.
cionar en el aislamiento respecto de Occidente. Ahora Sin embargo, la fuerza de trabajo había llegado a su lí-
bien, al mismo tiempo cada uno de esos países incre- mite. No se la utilizaba con eficiencia; había subempleo
mentó sus relacione$ con los mercados mundiales, aun encubierto, lo que significa que los trabajadores redun-
cuando sólo fuese en razón de los préstamos occidenta- dantes no eran derivados a otras ocupaciones. Puede
les que habían obtenido para dar un nuevo respiro a la ser que esta acumulación de exceso de fuerza de trabajo
planificación centralizada. representase parte del humanismo residual del socialis-
mo, pero fijaba límites estrictos a la reestructuración.
Los críticos de la antigua RDA retrotraen las di-
El sistema, en efecto, se hallaba enredado en sus pro-
ficultades del sistema económico a la reimplantación
pias contradicciones a principios de los 80. La tierra de
de la ortodoxia a principios de los 70. Una palabra ha
labor, el petróleo y otros recursos habían alcanzado asi-
servido durante el año pasado como la más habitual ca-
mismo su límite. La organización social parecía estar
racterización de la imagen física de Alemania del Este:
perdiendo cohesión; la atención sanitaria mostraba sig-
verkommen, es decir, en ruinas, decadente. La Ver-
nos de declive. 29
kommenheit es la herencia del relanzamiento de las na-
cionalizaciones en los 70. La socialización de las empre- ¿En qué momento tuvo el comunismo resultados re-
sas mixtas significó que los fontaneros se desinteresaron lativamente buenos? Retrospectivamente parece que su
por el trabajo, que escasearon artesanos especializados éxito económico tuvo mucho que ver con un período
como, por ejemplo, los reparadores de tejados, que los particular del desarrollo industrial. La planificación
edificios se degradaron. Hasta 1980 el número de nuevos central y el desarrollo parecieron viables desde 1930 a
edificios de pisos y viviendas individuales aumentó en 1969 porque la tecnología preponderante de la época
66.000 a 103.000; posteriormente ese número decreció, parecía apoyarse en grandes unidades productivas y en
bajando a 83.000 en 1988. 26 la industria pesada. El comunismo fue una ideología de
Las tendencias registradas en la RDA reflejan difi- heavy metal. El progreso económico parecía depender
cultades más amplias vinculadas al sistema. Los soviéti- (aunque la realidad era más complicada) de la produc-
cos siguieron un año después a los alemanes orientales ción en masa. La eficiencia quedaba simbolizada en la
en el intento de agrupar las fábricas en asociaciones de cadena de montaje, la producción mecanizada de pro-
producción. Los años de Brezhnev, que hoy son conde- ductos estandarizados. Los planificadores comunistas
nados rotundamente (aunque no de manera totalmente se identificaron con la mística del fordismo tan entu-
justa) por el «estancamiento» que comportaron, fueron siásticamente como los dirigentes económicos occiden-
un esfuerzo final y ambicioso de resucitar las viejas fór- tales. Métodos de cadena de montaje, mecanización,
mulas: control central, grandes proyectos, movilización trabajo intensivo por parte de obreros a los que se enco-
de energía barata y trabajo barato, producción en mendaba tareas repetitivas: tales eran los elementos
masa, a pesar de que el régimen asumió un significativo aceptados de un proceso productivo que podía promo-
esfuerzo de rearme y trató de evitar el recorte del consu- verse bajo el socialismo o bajo el capitalismo. Tanto en
mo doméstico. En Polonia Edward Gierek recurrió al el Este como en el Oeste, los años 30 y 40 legaron una
capital occidental para realizar masivas inversiones en imaginería de instalación industrial gigantesca: la Ten-
nuevas plantas siderúrgicas y nuevos astilleros, prolon- nessee Valley Authority y los embalses del Dnieper, el
gando una producción ineficiente y aplazando una dé- Donbass, River Rouge y los astilleros Kaiser. En 1950
cada los grandes aumentos de precios que desencadena- el símbolo industrial de estatus por excelencia era la
ron los desórdenes de 1970 y precipitaron la caída de su factoría siderúrgica o la cadena de montaje de automó-
predecesor. El programa resultante de inversiones, a viles, y la factoría siderúrgica más moderna era el alto
menudo inapropiadas, conduciría a la crisis de endeu- horno de colada continua. Todos los países occidenta-
damiento de 1980 y a estrangulamientos económicos les aspiraban a poseer en los años 40 y 50 este tipo de
que forzaron alzas salariales y contribuyeron al surgi- altos hornos como pieza central de su crecimiento
miento de Solidarnosc en 1980. de postguerra. J ean Monnet exhortó a las empresas side-
rúrgicas francesas a organizar el holding USINOR a fin
ON la excepción de Hungría, que continúo des-

C arrollando una economía más descentralizada


y basada en incentivos -un curioso híbrido de
socialismo de Estado y producción privada, con fre-
de implantar la siderurgia de colada continua en Fran-
cia. Tanto las propuestas de reconstrucción de un
núcleo Thyssen en Duisburg-Hamborn como el Plan
Sinigaglia para Italia o la expansión de Hoogovens
cuencia en el seno de las mismas empresas-,27 los 70 planteaban contar con ese tipo de modernas plantas si-
conllevaron un énfasis renovado en proyectos centrales derúrgicas como piedra miliar del desarrollo industrial.
e inversión nacional. Hacia 1980, más o menos, las po-
sibilidades de .éxito se habían agotado en gran medida. Las sociedades comunistas se identificaron aún más
Los avances económicos de la Unión Soviética eran ardientemente con el halo del acero y la producción es-
producto del desarrollo «extensivo», es decir, el creci- tandarizada basada en el acero. El bolchevismo, afirmó
miento dependía de la mayor utilización de trabajo, ca- Lenin, era igual a soviets más electrificación. El estali-
pital y tierra, no del aumento de la eficiencia de la pro- nismo, puede decirse poniendo la frase al día, era igual
ducción. La tasa marginal capital-producto cayó, de a altos hornos más policía secreta. Los estados comu-
suerte que para que continuase el crecimiento a una nistas, ciertamente, estuvieron en condiciones de cons-
tasa constante, la cuota de inversión debía aumentar de truir plantas siderúrgicas y los observadores atestigua-
manera continua. Pero, naturalmente, la cuota de capi- ron su creciente sofisticación a medida que avanzaban
tal para el crecimiento debía decaer. 28 La productivi- los 50 y los 60. La planificación central era enteramente
dad por trabajador a duras penas aumentaba y las má- apropiada para el desarrollo de la infraestructura del

10
carbón y el acero de la era industrial última -la del unas minas e industrias no competitivas. Cuando final-
apogeo de la industria de chimeneas humeantes- tal mente tuviesen que hacer frente a las preocupaciones
como venía a demostrar la necesidad de dirección esta- ecológicas, hallarían la peor degradación medioam-
tal en algunas economías de Europa Occidental. Sedu- biental del planeta. Durante décadas el socialismo si-
cidas por la producción de carbón y acero como índices guió con el romanticismo del carbón y el acero sin cal-
de capacidad industrial básica, las economías de Euro- cular las oportunidades que perdía en otros campos de
pa Oriental, en efecto, continuaron fundiendo hierro. actividad. A finales de los 80 el despertar comportó
En Polonia, después de los enfrentamientos de 1970 en encontrarse con su antiguo amor envejecido, absorben-
los astilleros Lenin, el primer ministro Gierek buscó te, antieconómico y en decadencia. Como señaló con
masivas inyecciones de capital occidental a fin de con- acierto un periodista francés:
tribuir a la expansión de la industria pesada y de la mi-
nería sin reducir los niveles de vida. El complejo side- Comunismo y carbón. Carbón y comunismo. Unidos
rúrgico de Nova Huta producía hierro y acero que no desde el principio por la ideología productivista, la de-
encontraba salida mientras su negro humo cubría las fensa de los recursos nacionales, el gusto por la indus-
estatuas medievales de la vecina Cracovia. Los alema- tria pesada y la lucha obrera. Desde Germinal hasta ...
nes orientales también producían lo suyo, mientras que Bucarest, donde la vigorosa intervención de los «caras
tiznadas» [gueules noires] ha ilustrado nuevamente, y
en 1970 los soviéticos se convirtieron en el mayor pro- de manera espectacular, esta alianza natural anclada en
ductor mundial de acero. el conservadurismoY

CUADRO 3
30
Producción de acero en bruto (1.000 toneladas)

Bélgica Alemania Alemania Unión


Francia Italia G.B. EE.UU. Polonia JapÓn
Occidental Oriental Soviética

1950 3.789 8.652 14.019 2.362 16.554 87.848 995 2.515 27.329 4.839
1971 12.444 22.859 40.313 17.452 24.175 109.055 5.350 12.688 120.637 88.557
1980 12.321 23.176 43.838 26.501 11.278 101.698 7.308 19.485 147.931 111.395
1988 11.280 18.598 41.023 23.760 19.008 90.012 8.133 16.872 163.037 105.681

Ahora bien, ¿una creciente expansión en el sector La mística de la minería del carbón ha sido central
del acero es índice de progreso económico? En los años en los proyectos de industrialización y en las esperanzas
70 la gr.an época de la expansión siderúrgica de la post- socialistas en el Este y el Oeste. No es casual que Staja-
guerra ya había quedado atrás. Las acerías japonesas (y nov fuese un minero: el esfuerzo sobrehumano desbor-
posteriormente surcoreanas) estaban desplazando a los daría todas las normas. La identificación del laborismo
productores de Estados Unidos y Europa Occidental, británico con el colectivismo, la defensa de Carmaux
cuyos costes eran más elevados. La ven.taja comparati- por Jaures, los planes de soCialización del SPD después
va en la producción de hierro y acero se trasladó a Asia. de las dos guerras mundiales: todo ello se apoyaba en
Los países occidentales se vieron forzados a cerrar sus la vigorizante visión de las comunidades mineras y en
acerías o a estabilizar la producción con menos traba- un orden industrial basado en el carbón. «Todos nos-
jadores. Tenía más sentido para las sociedades occiden- otros», escribió Orwell, «debemos realmente la relativa
tales, con sus altos y crecientes costes laborales, derivar decencia de nuestras vidas a esos pobres esclavos del
hacia los servicios, a productos que requiriesen menos subsuelo, tiznados hasta las cejas, con los pulmones lle-
trabajo por unidad (químicos) o a la producción de ar- nos de polvo de carbón, que pican y pican con sus bra-
tículos de alto valor añadido, en los que los costes de zos y músculos de acero»Y
una fuerza de trabajo de elevada cualificación se recu-
peraban con mayor facilidad, tales como máquinas-he- En los años 60 y 70, empero, las economías occiden-
rramienta o aparatos electrónicos . tales estaban licenciando a sus mineros. En la cuenca
del Ruhr, por ejemplo, el número de trabajadores de la
La misma situación se dio también en la extracción mina pasó de unos 500.000 a mediados de los 50 a
de carbón. La imperiosa exigencia que se planteó en los 128.000 en 1977. 33 Los mineros estaban siendo desmo-
70 era el cierre de muchas minas de carbón y la reduc- vilizados de su heroica lucha de una manera tan decisi-
ción de la mano de obra empleada en industrias bási- va como los ejércitos de las guerras mundiales habían
cas. Las minas que permanecieron en actividad tuvie- sido licenciados en la generación anterior. El aumento
ron que aumentar su eficiencia. (Los Estados Unidos se de la productividad habría requerido menos mineros en
movieron en dirección opuesta a la tendencia de Occi- todo caso; la reducción de la producción y la mayor
dente; eligieron aumentar la extracción de carbón como mecanización comportaron, combinadas, un doble gol-
sustituto de la importación de petróleo.) Todo esto im- pe. El vínculo entre modelos de desarrollo industrial,
plicó penosas reconversiones. El paro reinante en Dur- visiones del socialismo y la mística de la minería del car-
ham, Charleroi o Nancy constituía buena prueba de las bón quedó cortado tan a regañadientes en Inglaterra y
dificultades económicas. El desempleo que persiste en en Alemania Federal como en Europa del Este, pero re-
Asturias, los Midlands o Detroit revela que la transi- sueltamente a pesar de todo.
ción no fue fácil. La cuestión no es tan simple como
trasladar a los obreros de la extracción de carbón o de En efecto, los países del COMECON sólo empeza-
la planta de laminado al montaje de microchips. Pero ron a hacer frente al problema de la reconversión a me-
en verdad el aumento de la producción, la extracción de diados de los 80. Sólo en los últimos años se abordó
aún más carbón, no era lo que podía constituir una ga- finalmente en Polonia y Checoslovaquia tan penosa
rantía para las economías socialistas. Si se habían de tarea. Como señaló el director general de la minería del
integrar en el mercado mundial, se encontrarían con carbón de Polonia, el problema era cerrar los pozos de

11
manera humana. La situación, en su opinión, era pare- las decisiones hasta el día en que esas economías se
cida a la de los departamentos franceses del Norte y viesen en la necesidad de confluir con la economía
Paso de Calais. «Charbonnages de France es un mode- mundial. 37
lo para nosotros», declaró el director general de mine-
ría checo a un corresponsal de Le Monde refiriéndose Pero el esfuerzo occidental encaminado a contra-
a la empresa nacional minera francesa que redujo su rrestar el declive del incremento de la productividad
plantilla a la mitad en cuatro años y que se convirtió en que afectó negativamente a los resultados económicos
blanco de las iras del Partido Comunista Francés. 35 En globales de los años 70, es sólo la mitad de la historia.
parte la presión para reducir la extracción provenía de Una parte de la diferencia entre los sistemas estriba en
la amenaza de desastre ecológico: las emisiones sulfuro- la aceptabilidad del paro. En una época tan reciente
sas causaban estragos en la llanura sajona y en las mon- como finales de los 70, los políticos de Europa Occiden-
tañas de los Sudetes, mientras que diversos derivados tal seguían siendo sensibles a la idea, nacida en los días
químicos iban a parar a ríos y lagos. de la Gran Depresión, de que una cifra de parados de

CUADRO 4
Producción de carbón y productividad (1.000 toneladas) 34

Producción Toneladas/ Producción Toneladas/


1980 hombre-hora* 1988 hombre-hora*
Reino Unido .......... 130.096 385(1985) 101.386 633
Alemania Occ ......... 94.492 539 79.319 630
Francia ................. 18.136 399 12.139 498
Bélgica .................. (}.321 s. d. 2.487 S. d.
EE.UU. ................. 714.472 976 783.492 S. d.
Polonia ................. 193.171 534(1985) 193.015 512
( + 36.866 lignito)** ( + 73.849 lignito)
U.R.S.S. ............... 552.952 S. d. 599.486 S. d.
( + 163.417 lignito) (+172.395lignito)
Alemania Orien . ..... 307.720 lignito solo S. d. 360.014 lignito S. d.
* Mineros que trabajan en el subsuelo. La alta productividad de EE.UU . parece deberse al gran papel que juega la minería a cielo abierto.
** El lignito tiene 217 de la capacidad energética de la antracita por unidad de peso. Para Alemania Oriental he sumado las toneladas de
lignito bruto y las de briquetas preprocesadas.
Para Checoslovaquia la energía nuclear y las impor- dos dígitos era un escándalo. Estudios econométricos
taciones de gas natural constituyen la vía del futuro; habían sugerido que la renuncia a despedir trabajado-
lamentablemente para los alemanes orientales las cen- res, tan extendida en Europa Occidental, había hecho
trales nucleares son de modelo soviético, constitu- que durante los años 70 su ajuste a la crisis del petróleo
yendo algunas de ellas bombas de relojería al estilo de fuese más dificultosa que en Estados Unídos, donde
Chernobyl. apenas se cuestionaba el derecho al despido de trabaja-
dores.38 Pero en los primeros 80 las barreras ideoló-
N la medida en que las economías occidentales gicas al desempleo se habían quebrado en Europa Occi-

E no podían derivar fuerza de trabajo de la vieja


base industrial a las nuevas industrias competiti-
vas, el desempleo a largo plazo se convirtió en una gra-
dental. No fueron pocos los economistas y políticos que
llegaron a la conclusión monetarista de que la condi-
ción de parado era una opción cuasi-voluntaria o que
ve dificultad. Aun allí donde la reconversión tuvo éxi- reflejaba una actitud reluctante hacia los puestos de
to, el paro acompañó al proceso. (Tan sólo Japón pudo trabajo que se ofertaban. Y así dieron en pensar que el
aumentar la producción de acero y al mismo tiempo des- hecho de tener a una décima parte, más o menos, de la
arrollar su industria electrónica, siendo en ambos casos mano de obra nacional en paro durante un período de
proveedor tanto de su propia industria como de la occi- varios años era una condición para la modernización
dental. En el curso de los 80, sin embargo, la produc- industrial. Incluso keynesianos convencidos de antaño
ción siderúrgica estaba desplazándose también fuera de llegaban ahora a admitir que gran parte del desempleo
Japón, hacia Corea y Taiwan.) La transición no dejó de era estructural, resultado del cambio de las tecnologías
ser penosa. productivas y de la evolución de las ventajas compara-
tivas. Tratar de disminuir esta tasa estable y supuesta-
Las economías de planificación central, por su par- mente no inflacionista (que los monetaristas habían
te, trataron de eludir esta tendencia. A la vez que man- llamado «natural») sólo podía llevar a la espiral de pre-
tenían una elevada proporción de sus trabajadores ocu- cios, al déficit por cuenta corriente y a la perpetuación
pados en la agricultura, los países de Europa Oriental de puestos de trabajo obsoletos. La nueva visión pro-
siguieron expandiendo su sector de carbón y acero. Eso porcionaba así una teodicea del paro que justificaba la
no era un signo de vitalidad económica, sino más bien adaptación del hombre a la economía. Una década de
todo lo contrario. No cabe duda de que las .economías estanflación, alto nivel de paro y presiones inflacionis-
socialistas evitaron los dolorosos cierres de altos hornos tas derivadas del petróleo y del coste del trabajo afligió
de Gary, Indiana u Oberhausen que tantos quebraderos a las economías occidentales entre los primeros 70 y los
de cabeza dieron a los sindicatos y a los políticos de las primeros 80. La problemática situación, efectivamente,
regiones afectadas en Occidente. Las economías socia- acabó con el apoyo al liderazgo socialdemócrata en
listas proporcionaban trabajo, cualquiera que fuese, Alemania Occidental, Estados Unidos y Gran Bretaña
para todos, aunque para ello hubiese que mantener y forzó a los socialistas que gobernaban en Francia y
plantillas hinchadas en las fábricas o cubrir puestos de España a hacerse tan ortodoxos como su oposición
vigilantes de aseos públicos. Simplemente se aplazaban conservadora (o neoliberal). 39 Tras la década de los 70

12
CUADRO S
Tasa anual de desempleo (porcentaje de la fuerza de trabajo total)36

1970 1975 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989
Francia ................ 2'507o 4'0 6'3 7'4 8'1 8'3 9'7 10'2 10'4 10'5 10'0 9'5
Alemania Occ. . ..... 0'8 3'6 3'0 4'4 6'1 8'0 7'1 7'2 6'4 6'2 6'1 5'6
Italia ................... 5'3 5'8 7'5 7'8 8'4 8'8 9'3 9'6 10'5 11 '2 11 '2 11'4
Reino Unido ........ 3'0 4'3 6'4 9'8 11 '3 12'4 11 '7 11'2 11 '2 10'2 8'3 6'4
EE.UU ................ 4'8 8'3 7'0 7'5 9'5 9'5 7'4 7' 1 6'9 6'1 5'4 5'2

algunas poblaciones occidentales, antaño muy indus- bien, cabría resumirlos en el tópico de la «crisis del Es-
trializadas, podían dar la imagen de cementerios indus- tado del Bienestar», esto es: la pérdida de confianza en
triales, pero las oficinas estaban informatizadas y el la capacidad de control macroeconómico; la caída del
sector servicios se había expandido. Impresores y meta- compromiso -que de 1945 a 1975 había parecido tan
lúrgicos habían sido sustituidos por terapeutas, agentes intocable como un artículo de fe- con el pleno empleo;
de viajes y representantes de compañías aseguradoras. la creciente estratificación entre trabajadores cualifica-
En la mayor parte de Europa Oriental, en cambio, ni dos y no cualificados en la economía postindustrial; la
se había intentado abordar esta penosa reconversión. cada vez mayor desigualdad de ingresos incluso dentro
de sectores industriales; el aumento del prestigio de ac-
¿Y por qué no podría el socialismo -cabría pre- tividades de corte rentista en las principales potencias
guntar- haber subsistido como un enclave de industria económicas occidentales; la decadencia de las infraes-
pesada, de cadenas de montaje fordistas, como un mo- tructuras físicas y quizás también del propio capital so-
numento viviente a las tecnologías económicas de los cial; pai:a no hablar de indicadores de patología social
años 50? El problema consistía en que el mundo comu- tan difíciles de cuantificar como la gran incidencia de
nista no podía seguir siendo un enclave. Había cifrado una extendida conflictividad, la drogadicción y la vio-
su validación ideológica en la competición con Occi- lencia. Para la mayor parte de europeos occidentales y
dente y estaba retrocediendo a ojos vista. Existían de- norteamericanos este deterioro no apareció en modo al-
masiadas conexiones para que el Este siguiese siendo un guno como una costosa contrapartida. Lo que importa-
sistema cerrado: el comercio interalemán estaba cre- ba de verdad en los 80 era la modernización de las acti-
ciendo, habiendo pasado de un intercambio total de vidades, el nuevo auge del liberalismo y el mercado, la
importaciones-exportaciones de 2 billones de marcos creación de nuevos puestos de trabajo. Independiente-
a
alemanes en 1961 a casi 5 en 1970, a 11 en 1980 y entre mente de qué opinión nos merezca el estado de las eco-
14 y 15 en la segunda mitad de los 80. Las importacio- nomías occidentales, debe reconocerse que la transición
nes soviéticas se dispararon (aunque representaban sólo de los 70 comportó un tremendo reajuste en las premi-
un modesto 5 por ciento del PNB) en los primeros 80 sas tanto políticas como económicas de Occidente. Aún
y aumentó la participación de los países de la OCDE en mayores, sin embargo, iban a ser los ajustes exigidos por
ellas.40 Las inversiones occidentales estaban incremen- la reestructuración que acaba de iniciarse en Europa
tándose en Polonia y en otros países. El Este necesitaba Oriental. Las reformas postpuestas imponen un esfuer-
mercancías occidentales y lo único que podía vender a zo y unas tensiones mucho mayores una vez se empren-
cambio eran materias primas. den finalmente. A finales de los 80 las pretensiones co-
munistas de liderazgo político y societario ya no podían
Además, las aspiraciones militares de Brezhnev no seguir sustentándose a la vista del déficit en términos de
eran compatibles con el gigantismo económico que con- desarrollo que debían recuperar ineludiblemente. La
llevaban y presuponían. El Estado Mayor soviético necesidad de reestructuración fue un desafío inevitable
tomó conciencia de que lo importante eran cada vez tanto para el Este como para el Oeste. No era, como
más los ordenadores y no ya los altos hornos. Cada tal, específico de ninguno de los sistemas. Pero en los
conflicto árabe-israelí y cada choque aéreo ocasional 80 la perpetuación de las grandes dificultades del Este
confirmaba la superioridad de las armas «inteligentes» certificó la patología del comunismo, de la misma ma-
sobre las menos inteligentes . El apoyo a la perestroika nera como las dificultades de los 70 reflejaron las de-
vino en un principio del establishment de la defensa y formaciones del capitalismo.
los servicios de información soviéticos, que halló en un
antiguo jefe de la KGB, Yuri Andropov, un líder apa-
rentemente dispuesto a embarcarse en la reorganización En este sentido, no obstante, el «triunfalismo» acer-
económica. 41 Fue el compromiso y la identificación ca de la victoria del capitalismo es vano. Las economías
con un modelo que tuvo éxito industrial y al que dedi- occidentales pueden vérselas con poderosas fuerzas
caron sus energías los miembros de la generación activa contractivas en los próximos años cuando tengan que
entre 1940 y 1970, lo que sumió en un estado de hipno- hacer frente al legado transnacional de los 80 de fenó-
sis a los países socialistas durante una década en la que, menos crediticios hinchados e insanos. El sistema ten-
en contraste, sus competidores occidentales se habían drá que reducir las actuales pretensiones en cascada so-
embarcado ya en un proceso de reestructuración. bre unos activos ampliamente sobrevaluados en Europa
del Este, Latinoamérica, el Oeste de Norteamérica y
STA década de retraso, en efecto, le costó a la otros lugares. La reestructuración y la creación de em-

E nomenklatura su sistema. El núcleo de la cues-


tión es que ambas reestructuraciones han im-
puesto elevados costes políticos a los respectivos siste-
pleo real que tuvo lugar en las economías de mercado
de ninguna manera han representado una victoria para
todos. Las víctimas del proceso pueden hallarse en unas
mas. Ahora bien, en Occidente esos costes se saldaron grandes ciudades crecientemente violentas, en algunas
con la ruptura de coaliciones de partidos, no con la des- regiones desmanteladas o en la vasta emigración desde
trucción del sistema. Se podría preguntar en qué consis- las áreas rurales del Tercer Mundo. La victoria ha con-
tieron en concreto tales costes para Occidente. Pues sistido en que el sistema ha promovido el cambio tecno-

13
lógico y ha generado riqueza y bienestar para muchos EE.UU. el Partido Demócrata cayó en manos de vir-
a pesar de las víctimas ya señaladas. Las víctimas del tuales outsiders en 1972 y 1976; en el Reino Unido Mar-
comunismo son de mucha mayor amplitud, menos se- garet Thatcher puso punto final a una prolongada tra-
gregadas y menos marginalizadas. Se han visto afecta- dición paternalista de los conservadores. Para muchos
das más por escaseces generalizadas que por la carencia activistas los canales establecidos de los partidos apare-
selectiva de puestos de trabajo. Finalmente, por su- cían como irremediablemente bloqueados; optaron más
puesto, han padecido permanentemente por las restric- bien por la estrategia de las manifestaciones, el referén-
ciones impuestas a la actividad política, la libertad de dum y la acción de base. De la misma manera que la
movimientos y la libertad de expresión, todo lo cual se costosa e infructuosa lucha militar de un régimen occi-
convirtió en un poderoso estímulo para la rebelión una dental contra un movimiento revolucionario del Tercer
vez que los gobiernos del Este perdieron la voluntad de Mundo reforzó la rebeldía contra los partidos en los Es-
imponer una vez más el silencio. Los fracasos económi- tados Unidos de finales de los 60, la desilusión respecto
cos socavaron toda legitimidad derivada de la eficiencia de la guerra de Afganistán ejerció presiones análogas
que pudiesen reclamar los regímenes de Europa Orien- en la sociedad soviética veinte años después . La penosa
tal. El lamentable balance de los 80 constituyó el um- experiencia y la corrosiva desmoralización del ejército
bral de un cambio porque se negaron a que las decisio- ruso fue probablemente una de las razones por las que
nes económicas ocupasen el lugar que les correspondía. la represión militar en los antiguos «satélites» europeos
A la vista de la urgencia derivada del fiasco económico, no pudo ni siquiera ser considerada como opción plau-
la resistencia política exigió para sí un decisivo margen sible en 1989 por los soviéticos .
de autonomía.
Al contemplar las décadas finales del siglo veinte el
historiador del futuro considerará probablemente que,
efectivamente, tanto el Este como el Oeste afrontaron
HORA bien, ¿cómo

A
una crisis del control burocrático , que hizo enorme-
sumarse a la acti- mente difícil a los gobernantes autoritarios el manejo
LEGADOS vida4 política de las presiones procedentes de la sociedad civil. Podrá
cuando ésta ha sido tan a destacar con ironía que todos los fenómenos sociales
DEL 68 menudo aplastada? En que tanto alarmaron a los conservadores occidentales
estrecha conexión con las en relación con el funcionamiento de sus propias socie-
dificultades económicas que ambos sistemas experi- dades durante los 70 acabaron realmente subvirtiendo
mentaron con una década o más de diferencia estuvo la una década más tarde, y de manera mucho más efecti-
difusión de lo que pueden llamarse las ramificaciones va, a los regímenes comunistas rivales. La competición
de 1968, el auge de los movimientos sociales o, más en por recursos escasos entre intereses en conflicto, los in-
general, las nuevas demandas de la sociedad. Con res- sidiosos movimientos pacifistas o la anarquía derivada
pecto a estas cuestiones, de nuevo, Occidente llevó a del rock and rol! 44 «Sobrecargaron» al comunismo
cabo el ajuste antes que el bloque oriental, que sólo muchísimo más de lo que nunca llegaron a hacer con la
ahora está contemplando los resultados de estas ten- democracia. Tampoco la represión pudo tomarse en
dencias. Europa Occidental y las Américas se han visto cuenta como opción viable en los estados comunistas:
sacudidas desde finales de los 60 por un recrudecimien- la represión puede silenciar a opositores, pero no gran-
to de los conflictos de clase y el surgimiento militante jea la cooperación de los grupos sociales agraviados, ni
de movimientos estudiantiles, la organización de las acerca la satisfacción de necesidades económicas ina-
mujeres como fuerza política y la aparición de movi- plazables, ni tampoco fue quizás siquiera factible des-
mientos antinucleares y «verdes». El coste de estas nue- pués de las desilusiones de Afganistán y a la vista del
vas alternativas políticas ha sido la erosión de los par- fermento separatista existente en el imperio soviético.
tidos tradicionales. 43 Mientras que una estructura
bipartidista (con algunas variantes locales y grupos adi- El historiador futuro, por tanto, se preguntará pre-
cionales) ha sido dominante en los sistemas de gobierno sumiblemente por qué los sistemas autoritarios, tanto
de Gran Bretaña, Francia, España, Italia, así como de de derecha como de izquierda, dejaron de ser eficaces
Alemania Occidental, Suecia, etc., en los 70, entrados en los 70 y los 80. Las dictaduras militares cedieron el
los 80 el espectro político se ha ampliado con la difu- control en Grecia, Portugal y España en los 70; en Bra-
sión de alternativas verdes en la izquierda y de partidos sil, Argentina, Chile y Paraguay en los 80. En algunos
xenófobos en la derecha (Le Pen, los Republicanos ale- casos, especialmente en Argentina y Grecia, los gober-
manes, el Partido Liberal Austríaco) que flanquean a nantes militares se desprestigiaron a sí mismos en desas-
los partidos establecidos de los 50. trosas campañas militares. En otros lugares tuvieron
que vérselas con divisiones políticas de fondo y contra-
Los movimientos herederos del 68 han venido soca- dicciones insolubles, como en Brasil. Los regímenes co-
vando a los partidos tradicionales en el Oeste, cierta- munistas ni siquiera lucharon por mantener el control
mente, pero al final han erosionado también al partido en Hungría, Checoslovaquia o Alemania Oriental.
tradicional en el Este. Tampoco fueron tan disímiles las Ciertamente, hubo alguna resistencia inicial, pero lo
causas de la desestabilización de las estructuras organi- llamativo fue la inmediata desmoralización de los
zadas de partidos. Tanto en el Este como en el Oeste los gobernantes y sus esfuerzos de autotransformación.
partidos tradicionales hallaron dificultades para expre- Donde les fue posible, como en Budapest y hasta cierto
sar adecuadamente los nuevos temas y contradicciones punto en Polonia y Rumanía, algunos gobernantes
de la sociedad civil: el conflicto entre crecimiento eco- comunistas trataron de presentarse como garantes de la
nómico y preocupación ecológica; la demanda de gru- salvación nacional o de la transición. Pero reconocie-
pos de mujeres en el sentido de una rectificación de los ron los límites de este papel. En diversos lugares inicia-
agravios personales derivados de su género; la preocu- ron cambios políticos sabedores de que acabarían des-
pación por la carrera armamentista de los 80. Los parti- truyendo su base de poder. Cuando los comunistas
dos políticos -ni los nuestros ni los suyos- no mostra- húngaros permitieron a los alemanes orientales salir
ron dinamismo a la hora de responder a todo esto. En atravesando sus fronteras en el verano y otoño de 1989,

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debieron prever que eso significaba el abandono de sus nante era lo contrario; no ser democrático equivalía a
propios mecanismos de control. ¿Cómo explicar esta ser ignorante y obsoleto.
virtual abdicación de la autoridad?
Una formulación alternativa indicaría que al final
Hay una amplia literatura acerca de las «transicio- de los 80 los gobernantes autoritarios ya no podían
nes a la democracia» que analiza cómo los cambios en ofrecer un proyecto ideológico plausible. Ya no creían
el seno de las elites gobernantes contribuyen a determi- en su visión política original. En Berlín Este o en Praga
nar si se cederá el poder o se luchará por retenerlo; 45 compartían la convicción de sus críticos de que no po-
Hasta los recientes cambios en Europa Oriental, estos día continuar el estancamiento económico y social,
estudios se habían centrado en Europa del Sur y en La- pero no sabían cómo librarse ellos mismos de los pro-
tinoamérica. Ocasionalmente se hicieron comparacio- blemas o cómo impulsar reformas decisivas. Los regí-
nes con el desmantelamiento del fascismo italiano o con menes autoritarios modernos han sido gobiernos basa-
la introducción de la democracia en Alemania Occiden- dos en proyectos. 49 Se proponían construir grandes
tal en la segunda mitad de los años 40. Del comunismo obras hidroeléctricas, altos hornos, crear un hombre
se pensaba que era inmutable. ¿Tiene sentido comparar nuevo o conseguir la salvación nacional. Fuese cual
las transiciones del Este de Europa con estos otros fuese el programa, allegaban un talante activista al lo-
casos? gro de construcciones físicas o políticas. A finales de
los 80 ya no subsistían proyectos seculares plausibles,
Evidentemente, las comparaciones pueden ayudar a excepto seguir detentando el poder por el poder. (Los
discernir diferencias importantes. La transición a partir proyectos religiosos, especialmente en las sociedades is-
de un sistema capitalista autoritario puede ser más fá- lámicas, cobraron nueva vitalidad.) Y esta hermética
cil, en la medida en que nunca llegaron a ser extirpadas aspiración sólo podía interesar, como mucho, a los fie-
totalmente algunas importantes bases de la oposición. les del partido.
Los grupos de interés que se coaligan para competir en
un mercado capitalista, aun bajo una dictadura, pro- os proyectos se marchitaron en parte porque los
porcionan núcleos para la futura representación abierta
de empresarios y trabajadores. Incluso los controlados
sindicatos oficiales del régimen de Franco estuvieron
L partidos autoritarios perdieron incluso su limi-
tada capacidad de representación. No podían
integrar adecuadamente o mediar entre los intereses
llenos de portavoces independientes de los intereses de crecientemente complejos de la sociedad civiL Las divi-
los trabajadores. Sin embargo, las economías comu- siones sociales que contribuyeron al surgimiento de la
nistas privaban a los sindicatos de gran parte de sus ideología marxista eran relativamente simples. La ima-
funciones reales, dada la inexistencia de mercado labo- gen socialista de la sociedad burguesa había sido inclu-
ral.46 El pleno empleo no requiere luchas; los conflic- so demasiado simple, pero aun así correspondía a las
tos salariales abiertos no son tolerados. Polonia fue más visibles líneas de división de la sociedad occidental
una notable excepción, por supuesto, y destacadas aso- hasta la primera guerra mundial y, en cierto sentido, si-
ciaciones sindicales encabezaron luchas por la demo- guió modelando la percepción de las categorías sociales
cracia (y contra el alza de los precios) en 1970 y bajo la con toda la fuerza de su imaginería ideológica hasta los
égida de Solidaridad después de 1980. La FDGB de años 30. La segunda guerra mundial deparó a los co-
Alemania Oriental no constituyó una base equivalente munistas la oportunidad de acceder al poder en la estela
de un fermento interno de esta naturaleza. del Ejército Rojo, con independencia de la adecuación
de su análisis político. Durante un cuarto de siglo, en
Dadas las relevantes diferencias entre sistemas, virtud del control totalitario y del prestigio de la victo-
¿cómo puede ayudar a la comprensión histórica la com- ria militar rusa, pudieron imponer unos objetivos cal-
paración de las transiciones comunistas y no comunis- cados del modelo de planificación central rusa de los
tas al sistema democrático? Ante todo, dicha transición años 30. Pero, ¿cómo debía gobernar la generación
no requiere la existencia de mercados libres para que posterior cuando los problemas de la relación entre se-
pueda resurgir una «sociedad civil» 47 o para que apa- xos, del medio ambiente, de la identificación cultural y
rezcan asociaciones que exijan más democracia. Las la reaJización personal se atravesaron en el simplificado
nuevas asociaciones cívicas surgidas al calor de los mo- concepto de clase del que se nutrieron los movimientos
vimientos pacifistas y ecologistas puede que no gozasen de cincuenta años atrás? ¿En qué principios de arbitra-
de los potentes incentivos derivados de la competencia je social podían apoyarse los partidos comunistas si ex-
económica capitalista, pero aun así en Europa Central cluían la negociación legislativa sobre la que se basan
han contado con importantes activos. Ya en el siglo los regímenes occidentales? Diferentes ministerios y or-
diecinueve los líderes de los movimientos liberales y ganismos internos del partido podían constituirse en
nacionales procedían menos de las elites empresariales portavoces de una sociedad crecientemente compleja,
capitalistas que de los pastores protestantes, los funcio- pero ¿quién iba a representar los intereses predominan-
narios del Estado y los hombres de letras. La sociedad tes del propio partido? La aplicación de la fuerza no era
civil se basaba en el público lector, no en la elite manu- precisamente lo que podía permitir la solución de con-
facturera.48 En segundo lugar, la comparación debe flictos reales: la policía y los militares tenían clientes
alertarnos acerca de las condiciones políticas ambienta- distintos y, en cualquier caso, deseaban evitar que sus
les que prevalecían a finales de los 70 y en los 80. Las organizaciones se mezclasen en conflictos sociales muy
modas políticas, después de todo, tienden a difundirse: poco claros de los que en última instancia no saldrían
la democracia se puso de moda, fue algo moderno y bien libradas. Harry Truman comentó una vez a propó-
prestigioso en las pasadas décadas. En los años 30 los sito de la formación militar de su sucesor: «Pobre lke.
partidos y los regímenes autoritarios parecían la senda Dirá: "Hay que hacer esto, hay que hacer lo otro."
del futuro; aparentemente lo que se imponía era el Pero nada sucederá.» En cierto sentido Truman antici-
hombre disciplinado y colectivo; el liberalismo se pre- paba la crisis que socavó no tanto a su sucesor (que en
sentaba en ocasiones como el lujo decadente de una eli- cualquier caso no mandaba, sino inspiraba) como a to-
te anglo-americana asediada. En los 70 la idea domi- dos los regímenes autoritarios de finales del siglo vein-

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te. Tanto en política como en economía, las estructuras dad como principiO regulador de la vida pública en
de mando han perdido coherencia. Norteamérica, Europa Occidental y partes de Latino-
américa. Junto con las libertades cívicas son invocados
La cuestión es que mutatis mutandis (si bien con di-
como la salvación frente a los agotados procedimientos
ferencias) Occidente se ha mantenido allí donde el Este
políticos autoritarios en el Este. La libertad individual
se ha hundido. El mercado ha triunfado como principio
tiene una larga tradición; que el mercado conserve su-
de regulación en un momento en el que los sistemas
fiente fuerza normativa a medida que se desarrollen
multipartidistas se muestran incapaces de definir un in-
nuevos conflictos, está por ver. En cualquier caso, con-
terés público trascendente. El autoritarismo ha fracasa-
frontado con cambios de tanta envergadura, el sistema
do porque los regímenes de partido único tampoco han
de creencias comunistas ha quedado anulado.
podido definir un interés público trascendente, salvo en
términos de su propia continuidad en el poder -y al Esto no significa que la política autoritaria no pue-
final esto parecía escasamente convincente incluso para da tener un retorno. En el momento de finalizar la
ellos mismos-. El precio de la fragmentación socio- redacción de este artículo la Unión Soviética parece
económica en Occidente fue el descrédito parcial del moverse en el filo de la navaja entre una reforma ingo-
programa político socialdemócrata, que había cosecha- bernable y una reacción autoritaria. Sería absurdo pre-
do victorias selectivas en los 30 y 40 y que finalmente tender que la democracia ha triunfado para siempre.
se convirtió en los años 60 en el modelo más universal Pero si volviera la dictadura se vería obligada a encon-
del progreso social. El programa socialdemócrata, que trar un riuevo principio, más allá de la fuerza, para dar
aspira a un bajo desempleo y a una creciente igualdad satisfacción a las demandas de la sociedad civil. En
en la distribución de la renta, se convirtió, en efecto, en cuanto a la distribución económica, el criterio de atri-
patrimonio común de todos los protagonistas políticos bución de la renta en función del producto marginal,
respetables en los años 60, hasta que Margaret That- del que se sirve el capitalismo democrático, también po-
cher y Ronald Reagan alteraron las reglas de juego. dría ser utilizado por regímenes más duros. La econo-
Llegados a este punto, empero, hay que constatar que mía marshalliana o walrasiana no implica ni el liberalis-
el abandono de sus aspiraciones de Estado de Bienestar mo político ni el autoritarismo. Cómo podrían ser
no ha significado una revisión tan total como la que reconciliadas las exigencias no económicas de grupos
han comportado transformaciones parangonables en étnicos en conflicto por un autoritarismo futuro seguirá
el Este. siendo un problema, como lo es para todos los sistemas
Cabe dudar de que los movimientos sísmicos deriva- por el momento. No es previsible una norma neutral de
dos de las transformaciones estructurales de la econo- decisión, puesto que las exigencias en conflicto no cons-
mía mundial en los 70 y los 80 hayan acabado de pro- tituyen por lo general una suma cero. D
vocar sacudidas en las sociedades occidentales. (Aun
cuando la inminente recesión se quede sólo en un con- Traducción de Gustau Muñoz
tratiempo transitorio, está todavía por ver todo el im-
pacto de los cambios estructurales sobre la estructura Charles S. Maier es profesor del Centro de Estu-
del empleo y los movimientos migratorios.) Mientras dios Europeos de la Universidad de Harvard. Es
tanto, empero, es bueno y justo regocijarse de la liber- autor de La refundación de la Europa burguesa
tad que ha llegado al Este. Los partidarios de la Alianza (Ministerio de Trabajo, Madrid, 1989) y de In
occidental, me parece, pueden reclamar justificada- Search of Stability. Explorations in Historical
mente que han ganado la guerra fría. Pero los gritos de Political Economy (1987).
triunfo no equivalen a comprensión de las cosas. El
punto de vista ex parte, unilateral, permite una visión
demasiado estrecha. La crisis del comunismo sólo po- --------------- NOTAS
drá ser cabalmente entendida en el marco de una pers- (1) Timothy GARTHON ASH, The Uses of Adversity: Es-
pectiva más comprehensiva de la transformación social says on the Fate of Central Europe, Nueva York: Random
y política de las décadas finales del siglo veinte. House, 1989.
(2) Me baso en sugerencias de Grzegorz EKIERT, «De-
Sintetizar esta transformación, todavía en curso, mocratisation Processes in East Central Europe: A Theoreti-
entraña el peligro de caer en generalizaciones o en tópi- cal Reconsideration», ms. 1990. Un resumen del argumento
cos insulsos o de invocar nuevamente la interdependen- se encuentra en «Transitions from State-Socialism in East
cia. Sus dimensiones económicas han comportado la Central Europe», States and Social Structures Newsletter, 12,
enorme expansión de los flujos de capital y la interco- Nueva York: SSRC, invierno 1990. Véase asimismo A . Z.
nexión de los mercados financieros, la relocalización KAMINSKI, «Coercion, Corruption and Reform: State and
global de la industria pesada, el crecimiento de los ser- Society in the Soviet-type Socialist Regimes», Journal of
vicios y de las comunicaciones electrónicas y las migra- Theoretical Politics, vol. 1, 1, 1989, pp . 77-102. Pudo funcio-
ciones de masas desde el Tercer Mundo a las economías nar un modelo nacional más añejo: después <;!el Ausgleich de
1867 el estado de los Habsburgo cooptó parcialmente a una
avanzadas. Sus dimensiones culturales han implicado oligarquía magiar antes resistente por medio de una exten-
un nuevo énfasis en el lenguaje como matriz de la orga- sión de las posibilidades de empleo burocrático. Véase Louis
nización social. Estos desplazamientos en el terreno de EISENMANN Le compromis austro-hongrois de 1867, París,
las mentalidades y la tecnología han socavado la arqui- 1907. Una manipulación parecida del patrocinio y la repre-
tectura de clases e identidades que estructuraron la vida sión caracterizó la dominación de partido organizada por el
cívica hasta los 60. Han hecho mucho más difícil la agre- conde Stephen Bethlen en los años 20.
gación política de los intereses en conflicto tanto para los (3) TIMOTHY COLTON, The Di/emma oj Rejorm in the
partidos democráticos como para los autoritarios. A la Soviet Union, ed . revisada, Nueva York: Council on Foreign
vista de esta dificultad, los derechos individuales y las Relations, 1986, pp. 24-25, 33-57.
transacciones de mercado han sido presentados como (4) Los expertos en Europa Oriental podrán argumentar
sustitutos de los mitos políticos, aparentemente agota- sobre el carácter no comparable de las sociedades comunista
dos, tanto en el Este como en el Oeste. Los ajustes de y liberal. A su vez, el experto en algún país particular podrá
mercado sustituyen al pleno empleo y a la mayor igual- reivindicar la singularidad de su experiencia nacional. Todos

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atesoramos nuestro jardín particular. Sin embargo, no existen registró un crecimiento considerablemente más rápido, pero
«fronteras naturales» que excluyan el valor potencial de la los resultados de Alemania Oriental no fueron desdeñables .
comparación. Ahora bien, el valor del ejercicio comparativo En 1955 el PNB de Alemania Oriental era entre el110 y el113
(que ha de aportar una percepción simultánea de similitud y por ciento del de 1936, según los índices que se utilicen. En
diferencia) dependerá de las variables iniciales: cuanto más se Alemania Occidental era el 180 por ciento del de 1936. Pero
compartan, más refinado será el resultado. existía una diferencia a considerar: en 1950 la producción de
(5) New York Times, 15 en., 1990, p. A9. Alemania Oriental se situaba aún a niveles significativamente
inferiores a los de 1936; creció un 40'6 por ciento en los si-
(6) Acerca de los formidables problemas, véase Paul guientes cinco años hasta alcanzar el índice de 110. En Alema-
MARER, Dallar GNPs of the USSR and Eastern Europe, Bal- nia Occidental las cifras de 1936 habían sido superadas en
timore, MD: Johns Hopkins U . P. and the World Bank, 1985 . 1950 y la economía creció un 63'5 por ciento hasta 1955,
(7) Compilado a partir de la Comisión Económica de la cuando se alcanzó el índice de 180.
ONU para Europa y la OCDE por Nyta WATTS, «Eastern (14) Véase BRUS en Economic History of Eastern Euro-
and Western Europe», en Andrea Boltho, ed. The European pe, vol. 3, pp. 40-69. En la Unión Soviética las reformas fue-
Economy: Growth and Crisis, Oxford: Oxford U . P ., 1982, ron identificadas con las propuestas formuladas en 1962 por
cuadro 9.3, p. 262. Las comparaciones son difíciles debido a el economista Evsei Liberman en el sentido de introducir fuer-
las diferentes convenciones nacionales acerca de lo que se zas de mercado. Véase Emil BEJ, «Sorne Aspects of Indus-
considera renta, pero las estadísticas de Naciones Unidas es- trial Planning under Brezhnev-Kossygin Rule», Jahrbuch der
tán ajustadas a la inclusión de los servicios en las cuentas de Wiftschaft Osteuropas, 13, 1, 1989, pp. 176-197. Pata una
Europa Oriental. (La inclusión de la Unión Soviética habría evaluación coetánea de las innovaciones véase Gregory
llevado al bloque oriental al siete por ciento anual.) Para una ÜROSSMAN, «Economic Reforms : A Balance Sheet», Pro-
discusión de los resultados checos y los problemas de medida blems of Communism, 15, nov.-dic . 1966, pp . 43-56.
implicados, véase Peter HAVLIK y Friedrich LEVC!K, The
Gross Domestic Product of Czechoslovakia; 1970-1980, (15) Véase Gert-Joachim ÜLAESSNER, Die andere deuts-
World Bank Staff Working Papers, n.o 772; Washington, 1985. che Republik: Gesellschaft und Politik in der DDR, Opladen:
La estimación de las tasas anuales de crecimiento para 1970-80 Westdeutscher Verlag, 1989, pp. 19-23.
es del 4'7 en términos del PMN oficial, pero sólo del 1 al 1'7fT!o (16) Karel DYBA, «Understanding Czechoslovak Econo-
en términos de PIB real. Véase pp. 37, 76 (cuadro 18). mic Development: 1968-1988. Growth, Adjustment and Re-
(8) Véase BRus, «Postwar Reconstruction and Socio- form», Jahrbuch der Wirtschaft Osteuropas, 13, 2, 1989,
Economic Transformation», en The Economic History of pp . 141-166, esp. p. 143. Véase asimismo Alice TE!CHOVA,
Eastern Europe 1919-1975, ed. de M. C. Kaser y E. A . Radi- The Czechoslovak Economy, 1918-1980, Londres: Routled-
ce, 3 vols ., Oxford: Clarendon, 1986, vol. 2: Interwar Policy, ge, 1988, pp. 150, 161-162.
The War and Reconstruction, pp. 564-643 . La calidad varia- (17) MARER, Dallar GNPs, cuadros A-10 y A-11,
ble de la producción a lo largo del período de postguerra hace pp. 218-219. Para una descripción de las reformas de Alema-
más dificultosa la comparación. No está claro hasta qué pun- nia Oriental por un portavoz oficial, véase Wolfgang BER·
to las discrepancias se reflejan en las estadísticas en términos GER, «The New Economic System in the GDR - Its Essence
de PNB, tal como puso de manifiesto con mucha claridad la and Problems», en Economic Reforms in the Socialist Coun-
introducción de bienes alemanes orientales en el marco de re- tries, pp . 48-64; véase asimismo W. BRUS en Economic His-
ferencia europea occidental en 1990. tory of Eastern Europe, vol. 3, pp . 185-194.
(9) MARVIN R . JACKSON, «Economic Development in (18) Irwin L. COLLIER, The Estimation of Gross Do-
the Balkans since 1945 compared to Southern and East-Cen-
mestic Product and its Growth Rate for the German Dema-
tral Europe», en Eastern European Politics ans Societies (de
cra tic Republic, World Bank Staff Working Papers, n. 0 773;
aquí en adelante: EEPS), 1, 3, otoño 1987, pp . 395-445, con- Washington, 1985.
cluye no obstante que después de 40 años los países balcánicos
se encuentran más próximos a otros países comunistas en
cuanto a sus características estructurales (p. ej., en la distribu- (19) David ÜRANICK, Enterprise Guidance in Eastern
ción sectorial de la población activa) que a países no comunis- Europe: A Comparison of Four Socialist Economies, Prince-
tas con niveles comparables de desarrollo. ton: Princeton U. P., 1975, pp. 161-164.
(10) Véase Grzegorz EKIERT, «Prospects and Dilemmas (20) BRUS en Economic History of Eastern Europe,
of the Transition to a Market Economy in East Central Euro- vol. 3, pp . 190-194.
pe» (ms.: Cambridge, MA, 1990), n .o 9. Para las ideas del (21) Statistisches Bundesamt, DDR 1990. Zahlen und
más importante reformador de la economía de la época, véase Fakten 8, 1, p. 43. "Betrieb", traducido aquí como empresa,
Ota S!K, Plan and Market under Socialism, White Plains, indica no una planta sino la primera unidad responsable de
NY: International Arts and Sciences Press, 1967; asimismo los resultados económicos, contando al menos con 10 emplea-
S!K, «Czechoslovakia's New System of Planning and Mana- dos. Véase asimismo Doris CORNELSEN, «Die Wirtschaft der
gement», en Economic Reforms in the Socialist Countries, DDR in der Honecker-Ara», en Glaessner, ed., Die DDR in
Praga: Peace and Socialism Publishers, 1967, pp. 27-47. der Ara Honecker: Politik-Kultur-Gesellschaft, Opladen:
(11) Para un amplio repaso de las políticas aplicadas du- Westdeutscher Verlag, 1988, pp. 357-370. Es digno de señalar
rante y después de la estalinización, véase W. BRus; «Post- que mientras que los intentos soviéticos de reforma económi-
war Reconstruction and Socio-Economic Transformatiom>, ca (incluyendo la descentralización de la toma de decisiones)
cit. en n. 8, y los capítulos a cargo de Brus en The Economic usualmente ponían el acento en la mayor atención a las nece-
History of Eastern Europe, vol. 3: Institutional Change wit- sidades de los consumidores, aun al coste de sacrificar gastos
hin a Planned Economy, ed. de M. C. Kaser, pp. 3-249; sobre militares o inversiones, el NES germano-oriental de los 60
los niveles de vida en 1950-53, véase pp. 33-36. vinculó reforma con más inversión. En contraste, la recentra-
(12) Véase J. P. NETTL, The Eastern Zone and Soviet lización de los 70 dio más importancia al suministro de bienes
Policy in Germany, 1945-50, Oxford: Oxford U. P., 1951, de consumo.
pp. 239-241. (22) Véase DYBA, «Understanding ... », cit., pp. 141-166.
(13) Wolfgang F. STOLPER, con la colaboración de Karl (23) DYBA, «Understanding ... », cit., pp. 146-147. Para
W. ROSKAMP, The Structure of the East German Economy, el fuerte declive de los resultados en Hungría, véase Paul G.
Cambridge, MA: Harvard U . P. , 1960, pp. 415-417. La pro- HARE, «Industrial Development of Hungary since World
ductividad del trabajo aumentó sustancialmente en los prime- War 11», EEPS, 2, 1, invierno 1988, pp. 115-151, esp.
ros 50, aunque algo menos que en Alemania Occidental, pero pp. 123-124. Hare atribuye el cambio al final de las posibili-
la recuperación se basó también en el aumento del nivel de dades de «crecimiento extensivo». (Véase la discusión de esto
empleo desde su baja cuantía de 1950. Alemania Occidental por Gur Ofer cit. abajo.) En el curso de la década el creci-

17
miento de Alemania Oriental, Checoslovaquia y Hungría lnflation and Economic Stagnation, Washington: Brookings
cayó de unos niveles del 5-6 por ciento a poco más del 3. El Institution, 1985, que incluye amplias referencias adicionales.
crecimiento polaco siguió siendo vigoroso, pero deudor en (39) Peter HALL, Governing the Economy. The Politics
gran medida de masivas importaciones de capital. of State Interven/ion in Britain and France, Oxford: Polity
(24) Acerca de las dificultades y contradicciones de las Press, 1986, pp. 93-107, 198-202.
reformas parciales, véase GRANICK, Enterprise... , cit.; Jarros (40) COLTON, Dilemmas of Reform, cit., p. 203.
KORNAI, The Economics of Shortage, 1986, y Ellen COMISSO, (41) Bej, «Sorne Aspects ... », cit., p. 191.
«Market Failures and Market Socialism: Economic Problems
(42) Para diferentes visiones de las dificultades de los es-
of the Transition», EEPS, 2, 3, otoño 1988, pp. 433-465.
fuerzos tardíos de reforma en economías del COMECON en
(25) Paul MARER, Dallar GNPs, cit., cuadro 1-2, p. 7. las que la propiedad era aún en gran medida socialista, véanse
(26) Statistiches Bundesamt, DDR 1990. Zahlen und los ensayos reunidos en el número especial de EEPS 2, 3, oto-
Fakten, cuadro 8. 8, p. 47. ño 1988; asimismo el interesante análisis de David LIPTON y
(27) Para una descripción, véase David STARK, «Coexis- Jeffrey SACHS «Creating a Market Economy in Eastern
ting Forms in Hungary's Emerging Mixed Economy», en Vic- Europe: The Case of Poland», Brookings Papers on Eco-
tor NEE y David STARK, eds., Remaking the Economic lnsti- nomic Activity, 1, 1990, pp. 75-133, con un comentario,
tutions of Socialism, Stanford: Stanford U. P., pp. 137-169. pp. 134-148; J. WINIECKI, «Obstacles to Economic Reform
Asimismo acerca de las primeras etapas, Richard PORTES, of Socialism: A Property Rights Approach», Annals of the
«The Tactics and Strategy of Economic Decentralization», American Academy of Political and Social Sciences, 507,
Soviet Studies, 23, abril 1972, pp. 629-658, y David GRA- 1990, pp. 65-71; Grzegorz EKIERT, «Prospects and Dilemmas
NICK, «The Hungarian Economic Reform», World Politics, of the Transition to a Market Economy in East Central Euro-
25 abril 1973, pp. 414-429. pe» (ms., septiembre 1990).
(28) Véase la discusión en el muy útil y esclarecedor ar- (43) Véase el modelo propuesto por Claus OFFE, «Cha-
tículo de Gur OFER «Soviet Economic Growth, 1928-1985», llenging the Bounds of Institutional Politics: Social Move-
Journal of Economic Literature XXV, 4, dic. 1987, pp. 1.767- ments since the 1960s», en Charles S. Maier, ed., Changing
1.883; la cit. corresponde a p. 1.806. Asimismo Stanislaw Go. Boundaries of the Political, Cambridge y Nueva York: Cam-
MULKA, Growth, Innovation and Reform in Eastern Europe, bridge U. P., 1987, pp. 63-105. También Alberto MELUCCI,
Brighton: Wheatsheaf, 1986. «Social Movements and the Democratization of Everday
Life», en John Keane, ed., Civil Society and the State: New
(29) Sobre estas dificultades y otras, véase COLTON, The European Perspectives, Londres y Nueva York: Verso, 1988,
Dilemma of Reform in the Soviet Union, cap. 2; Gertrud E. pp. 245-260.
ScHROEDER, Consumption in the USSR: An International
(44) Véase Timothy RYBACK, Rock around the Bloc: a
Comparison, Joint Economic Committee, US Congress, Was-
History of Rack Music in Eastern Europe and the Soviet
hington DC: GPO, 1981; Herbert S. LEVINE, «Possible Cau-
Union, Nueva York: Oxford U. P., 1990.
ses of the Deterioration of Soviet Productivity Growth in the
Period 1976-80», en Joint Economic Committee, Soviet Eco- (45) Guillermo D'Donnell, Philippe C. Schmitter y Lau-
nomy in the 1980s: Problems and Prospects, Washington DC: rence Whitehead, eds., Transitions from Authoritarian Ru-
GPO, 1983; Joint Economic Committee, USSR: Measures of les: Prospects jor Democracy, Washington: Woodrow Wil-
Economic Growth and Development, 1950-1980, Washington son Center for Scholars, y Baltimore: Johns Hopkins U. P.,
DC: GPO, 1982. Esta línea de análisis comporta cierto grado 1986.
de indeterminación causal. ¿La insuficiencia de la oferta de (46) Véase J. SAMUEL VALENZUELA, «Labor Move-
fuerza de trabajo restringió el desarrollo de nuevas actividades ments in Transitions to Democracy: A Framework for Analy-
económicas o el fracaso en la innovación (conjugado con la ne- sis», Comparative Politics, 21, 4, julio 1989, pp. 445-472.
gativa a los despidos) condujo a la acumulación de un exceso (47) Este término, hoy tan extendido, fue en un princi-
de mano de obra en las industrias más antiguas? pio escasamente especificado. Para una temprana defensa de
(30) United Nations Economic Commission for Europe, su aplicación contemporánea a Europa Oriental, véase An-
Quarterly Bulletin of Steel Statistics for Europe, VI, 1, Gine- drew ARATO, «Civil Society against the State: Poland 1980-
bra, 1955, pp. 12-13; UNECE, Annual Bulletin of Steel Statis- 81», Telas, 47, primavera 1981, pp. 23-47. Para un provecho-
ticsfor Europe, XVI, 1988, Nueva York, 1990, pp. 8-9, y An- so esfuerzo de precisión, véase ECKIERT, «Democratization
nual Bulletin ... , VIII, 1980, Nueva York, 1981, pp. 10-11. Processes in East Central Europe: A Theoretical Reconsidera-
Sobre los tonelajes de Japón y EE.UU. véase B. R. MITCHELL, tiom>, donde se establece una distinción entre intereses priva-
International Historical Statistics: the Americas and Austra- dos apolíticos («sociedad doméstica») -un uso paralelo al ce-
lia, Londres: Macmillan, 1983, p. 457. lebrado concepto de Günther Grass de Alemania Oriental
como una «sociedad de nichos», en Wo Deutschland liegt:
(31) Véronique MAURUS, «A l'est, le declin du carbon»,
eine Ortbestimmung (Hamburgo: Hoffmann und Campe,
Le Monde, 26 junio 1990, p. 27.
1983)- y «sociedad política», u organización de entidades
(32) George ORWELL, The Road to Wigan Pier, Nueva públicas, de contestación. Véase un uso similar de «sociedad
York: Harcourt, Brace, Javanovich, 1958, p. 35. política» en Carlos A. FORMENT, «The Cultural Foundations
(33) Allan M. Williams, The Western European Eco- of Political Practice: A Conceptual Discussion of Latin Ame-
nomy: A Geography of Post-War Development, Londres: rican Democratization» (ms., 1990). A partir del uso latinoa-
Hutchinson, 1987, p. 296. mericano, FORMENT destaca la importancia del «espacio po-
(34) UNECE, Annual Bulletin of Coa/ Statistics, XXIII, lítico» de contestación.
1988, Nueva York, 1989. (48) Los estudios comparativos acerca de las transicio-
(35) MAURUS, «A l'est.. .», cit. nes de regímenes autoritarios a la democracia no han sopesa-
do sistemáticamente las diferencias entre países protestantes
(36) UNECE, Economic Survey of Europe in 1989-1990, y católicos. Los últimos, por supuesto, proveen la mayor par-
Nueva York, 1990, Apéndice, Cuadro A 12, p. 385. te del material para estudios de casos relativos a la Península
(37) Por supuesto que hubo esfuerzos encaminados a Ibérica y América Latina. El concepto de sociedad civil tiene
una transformación estructural, pero los resultados fueron raíces en ambas tradiciones: del lado protestante en Locke,
decepcionantes. Véase Kazimierz Z. Poznanski, «Economic los filósofos de la Ilustración escocesa y Hegel; del lado cató-
Determinants of Technological Performance in East European lico en autores postescolásticos como Suárez, citado tanto por
Industry», EEPS, 2, 3, otoño 1988, pp. 577-600. FORMENT como por ECKIERT.
(38) Jeffrey SACHS, «Wages, Profits and macroecono- (49) Tim Mason realizó esta puntualización acerca de los
mic adjustment: a comparative study», Brookings Papers on nazis durante una conferencia en abril de 1988. Puede genera-
Economic Activity, 2, 1979, pp. 269-319. Acerca de las políti- lizarse provechosamente también para los regímenes estali-
cas macroeconómicas de los 70 y sus implicaciones, véase nistas.
Leon N. Lindberg y Charles S. Maier, eds ., The Politics of

18
,
LA CUESTION
RUSA
Foto de Lyalya Kuznetsova, Kursk, 1983.
os extraordinarios acontecimientos acaecidos en miedo» que precedio al incendio de los chateux. La

L Rusia y Europa del Este nos presentan no solo


el espectaculo de la configuracion de un nuevo
mundo sino tambien las sombras y los espectros de un
guerra civil entre armenios y azeries nos remonta a la
fundacion del primer reino cristiano en el siglo IV, a los
«horrores armenios» de la decada de 1890 -el preludio
antiguo pasado: el retorno, a su estado anterior, de lo de Europa a un siglo de genocidios- y Baku nos re-
reprimido. La revolucion en Rumania puso de mani- cuerda no solo ellugar en que Stalin hizo sus primeras
fiesto una politica de hambre, y los clamores que sur- practicas como agitador sino tambien una antigua capi-
gian de las aldeas -temor no solo a la policia secreta tal oriental. Para aquellos que recuerden la larga genea-
sino tambien a envenenadores, malhechores y arabes- logia de occidentalizadores, modemizadores y centrali-
dificilmente dejaban de recordar ellevantamiento cam- zadores, que alcanza hasta Pedro el Grande, existe algo
pesino frances de agosto-septiembre de 1789 y el «gran patetico en el llamamiento de Gorbachov a una «casa

20
Foto de Lyalya Kuznetsova, Kursk, 1983.

común europea» precisamente en el momento en que sufrir daño, sino que además ha colonizado nuevos
Asia soviética, con sus sesenta millones de musulmanes, territorios.
comenzaba a agitarse. La falta de suministros domés-
ticos básicos en las tiendas (entre los artículos acapara- La explicación en historia no debería permitirnos
dos en Leningrado se encuentra al parecer el detergente hacer juicios evasivos, por muy parciales y provisiona-
líquido) y las revelaciones de parálisis burocrática su- les que puedan ser. Cualquiera que contemple la des-
gieren que, a pesar de los poblados llamamientos frené- trucción de un sistema en el que se invirtieron tantas
ticos a la «Perestroika», el mundo de los Potemkin y esperanzas de emancipación -y que ha costado tantas
del Inspector del gobierno de Gogol, con su extraña vidas humanas- debería estar haciéndose esta pregun-
combinación de inercia oficial y de ficción oficial, no ta: ¿dónde estuvo el fallo? Existen además otras pre-
sólo ha sobrevivido a las revoluciones del siglo XX sin guntas específicas que podría plantearse un historiador.

21
¿Cómo se explica la entropía de un sistema que hace nales, una gestión de la economía controlada por el Es-
tan sólo 30 años, en la época del Sputnik y de la apari- tado, que se extendía hasta los últimos detalles de
ción de nuevos países independientes en Africa y Asia, la vida cotidiana.
era presentado al mundo como modelo de desarrollo? TRO modo de aproximación al fenómeno del
¿Cómo se justifica la pérdida de confianza del comu-
nismo en la dignidad de su propia causa -fenómeno
transnacional tan evidente, a nivel local, en Londres
O comunismo soviético no sería en absoluto eco-
nómico sino relativo a la naturaleza de Rusia
como Estado. Se enzarzaría, como lo han hecho los his-
o Le Havre como en Moscú o Bakú? ¿O la crisis del toriadores en el pasado, con la geopolítica y el misterio
socialismo como creencia de los trabajadores y como de cómo un sólo gobierno fue capaz de establecer y
ideal de emancipación en el preciso momento en que el mantener su autoridad sobre un vasto territorio inter-
capitalismo, mostrando el rostro humano del consu- continental «apoyándose con un codo en China y con
mismo, parece estar obteniendo, por primera vez en la el otro en Alemania». El drama que se presenta en Asia
historia, algo que se aproxima a una atracción univer- soviética y la aparición de fuerzas centrífugas más po-
sal? ¿Cuáles son los orígenes de estos cambios sísmicos derosas que otras del pasado ruso, sugieren una óptica
en el sentido de la política? bastante distinta de aproximación a la Revolución de
Octubre, una óptica que considera ésta como una fase
Si no podemos cambiar el mundo -o confiar en más avanzada en el proceso de colonización interna o
verlo cambiar- de acuerdo con nuestros presupuestos «rusificación», que Kluischevsky, uno de los padres
ideales, podríamos al menos intentar comprenderlo e fundadores de la historiografía rusa, vio como el gran
interpretarlo a la luz de cualquier conocimiento que se tema de su narrativa. A la luz de estos hechos, el éxito
pueda aportar. Para ello el marxismo, por muy baja de los bolcheviques al vencer la amenaza separatista
que se encuentre su actual reputación en Rusia y Euro- durante la guerra civil de 1917-21, bien hallando un eco
pa del Este, puede servir de ayuda, señalando aquellos positivo como en Mongolia Exterior (el tema de Tor-
cambios dialécticos con los que se configuró el comu- menta sobre Asia de Pudovkin), o bien, como en Geor-
nismo mundial. La coyuntura actual, en la que el desti- gia, mediante la represión militar, puede parecer retros-
no del comunismo parece estar sellado por su incapa- pectivamente tan significativo como cualquier otra
cidad de satisfacer las necesidades elementales de la consecución.
vida (¿decidirían el destino del socialismo las salchi-
chas?, preguntó Gorbachov a los lituanos, en una de Ningún historiador podría entrar con amplitud en
sus conversaciones informales con éstos), invita a hacer consideraciones sobre la Gran Bretaña contemporánea
una interpretación económica del tipo más reduccionista sin hacer referencia allegado de la revolución industrial
posible. A otro nivel más sofisticado, la noción mar- y el Imperio británico, la implantación en el Ulster o el
xista de «modo de producción» parece especialmente Acta de Unión. Sin embargo, a menudo se espera que
apropiada para un sistema que no reconocía ninguna discutamos la pre-historia de la Rusia revolucionaria
esfera independiente para la política y que, después del sin hacer referencia a aquellas fuerzas que desaparecie-
enorme giro efectuado en 1929 (la decisión de empren- ron después de la guerra civil y que tan sólo ahora re-
der la colectivización forzosa de la agricultura), unió su aparecen a la luz del día -la cultura de la fe, por ejem-
suerte a la de la industria pesada. El artículo de Mark plo, que produjo los iconos y el Kremlin; los cristianos
Harrison «Stalinist lndustrialisation and the Test of disidentes perseguidos tanto por el comunismo como
W ar», 1 puede servir de recordatorio tanto de las cir- por la Iglesia ortodoxa; las minorías nacionales; el anti-
cunstancias desesperadas en que se desarrolló la ética semitismo, y la intelligentsia rusa. Mas en general
productivista como de los costes que infligió al pueblo podríamos referirnos a la cuestión rusa tal como fue
soviético. debatida en el siglo XIX por los occidentalistas y los
eslavófilos o los populistas y los marxistas; 3 esto es, el
Lo que los marxistas llaman «las relaciones sociales lugar de la civilización rusa es un esquema evolutivo de
de producción» pueden sugerir otra narración paralela, desarrollo. Si el secreto del individualismo inglés, como
que relaciona la economía planificada tanto con la cali- ha dicho Alan Macfarlane, debe buscarse en la econo-
dad de vida como con el fenómeno de las élites privi- mía agrícola medieval y la existencia precoz de un mer-
legiadas. Una sucesión de disidentes, desde Trotsky (La cado campesino, ¿no deberíamos remontarnos al «Rus»
revolución traicionada) en adelante, han intentado teo- medieval cuya capital era Kiev para tratar de explicar
rizar, en términos marxistas, los puntales sociales del las peculiaridades del Estado soviético?
Estado monopartidista, analizando aquel sistema de Eric Hobsbawm, en una reciente mesa redonda or-
apoltronamiento y patronazgo que Michael Volensky, ganizada por Marxism Today, señaló que los actuales
basándose en media vida de experiencia en sus niveles acontecimientos cierran una época abierta por la Revo-
superiores, llama <momenklatura». El libro de Vo- lución de Octubre. Esto suena acertado en el sentido de
lensky 2 describe un sistema que podría denominarse que ahora es la propia existencia de la Unión Soviética
«feudalismo de Estado» en que la moneda del poder lo que está en cuestión. Pero es justo recordar que la
son los privilegios más que los beneficios, y en el que misma afirmación se ha hecho con no menos razón en
los cargos se detentan como feudos. Un análisis marxis- cada uno de los momentos de cambio decisivo de los
ta más estricto podría desplazar el centro de atención setenta y cinco años de historia de la URSS, en los que
desde los cuadros políticos a los industriales y de ges- el comunismo -para aquellos que se estaban despi-
tión; a las burocracias generadas por la maquinaria de diendo de él- se convirtió en «el Dios que fracasó».
planificación; y a esa ya bien documentada economía Algunos de nuestros lectores más jóvenes habrán pen-
en la sombra en la que los objetivos se alcanzaban me- sado en la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968;
diante acuerdos clandestinos y laterales. Bajo esta ópti- algunos de los más viejos habrán pensado en el Pacto
ca el enorme giro de 1928-29 -preludio de una guerra Molotov-Ribbentrop, de agosto de 1939. Los anarquis-
generacional y de una «revolución cultural», según tas lo decían en 1921, después de la sangrienta represión
Sheila Fitzpatrick y otros- aparecería como el momen- del alzamiento de obreros y marineros en Kronstadt. La
to fundacional del régimen soviético tal como lo cono- transformación de un partido de revolucionarios profe-
cemos, instituyendo, a través de los planes quinque- sionales en un partido de funcionarios de carrera, del

22
marxismo en una doctrina de Estado, y de Rusia desde modo inextricable con fenómenos de índole transnacio-
la condición de estado asediado a superpotencia mun- nal como el culto a la planificación, el auge del nacio-
dial constituyen, cada cual a su manera, finales de eta- nalismo económico y la división de Europa en campos
pa aún más conclusivos. armados y enemigos. En la historia posterior a 1945 no
ha estado menos estrechamente unido al surgimiento
Otra fecha alternativa que vale la pena considerar del Tercer Mundo. Es imposible borrarlo del mapa ale-
como punto de referencia, en el contexto de cualquier gando que el siglo XX ha sido un error.
discusión acerca de la disolución del comunismo, es la
L final escasamente glorioso del comunismo no
de la segunda guerra mundial. El comunismo en el Este
de Europa es sustancialmente, al fin y al cabo, produc-
to de la derrota militar de la Alemania nazi y la consi-
guiente expansión del poder soviético. El comunismo
E debería oscurecer las heroicas y desesperadas
circunstancias de su nacimiento, ni los meca-
nismos por los cuales se vinculaba con otras tentativas
italiano -el único partido de masas superviviente en emancipatorias, derivando de ellas su urgencia. Tam-
Europa occidental- es fruto del movimiento de resis- poco puede dejar inalterada nuestra comprensión de
tencia de 1943-44, el comunismo vietnamita -y cabría éstas. En la misma Rusia se están abriendo archivos y
decir también que el de China- deriva de la resistencia cajas fuertes cuyo contenido inevitablemente socavará
a las invasiones japonesas. En la propia Rusia, «la gran las interpretaciones consagradas . De hecho, toda la
Guerra Patriótica» parece haber sido el momento en cuestión de la historia es tan explosiva que la enseñanza
que se fundieron el sentimiento nacional y el comunista de la misma fue suspendida el pasado año en las escue-
y, como ha sugerido Michael lgnatieff, 4 el último re- las soviéticas. Documentos recientemente descubiertos
curso del régimen para preservar el afecto popular. Los -tales como el tan notable que constituye la base del
años de la resistencia antifascista fueron los años de la artículo del profesor Danilov sobre Trotsky y Stalin en
segunda primavera del comunismo, cuando demostró 1922- 5 darán pie, sin duda, a interpretaciones com-
ser particularmente apto para adaptarse a condiciones pletamente distintas. Asimismo, como pone de mani-
de ilegalidad y cuando sus mártires dieron inCluso a fiesto la información aportada por Selma Leydesdorff
partidos comunistas tan débiles como los de Hungría y acerca de los historiadores orales del grupo «Memo-
Polonia una cierta fuerza moral (cf. la trilogía fílmica rial», las víctimas del comunismo están procediendo a
de Wajda: Una generación; Canal; Cenizas y diaman- contribuir, también ellas, a escribir la historia. Así, es-
tes). Otro posible indicador del proceso conducente a la tán apareciendo nuevas y angustiosas páginas escritas
disgregación del comunismo mundial sería la evolución por los hijos y los nietos de quienes sufrieron las pur-
seguida en Asia y África después de 1960. La suerte de gas. Por su parte, la revuelta de las nacionalidades pro-
la Internacional Comunista se vinculó desde sus prime- yectará cantidad de luz sobre aquel sistema de poder
ros días con los avatares de la revolución anticolonial dual en el que las autonomías y feudos locales servían
y Lenin confió tanto en los «trabajadores de Oriente» para magnificar la autoridad central.
como para anticipar que el capitalismo mundial sería La historia no conoce ni principios ni finales . En
derrotado a orillas del Yangtse y del Ganges. La victo- Irlanda del Norte (para perplejidad de muchos rusos
ria de la Revolución china alivió por primera vez el que se han interesado por la cuestión) católicos y pro-
«cerco» capitalista de la Unión Soviética y fue la alian- testantes siguen librando la batalla de Boyne. Rumanía,
za con los nuevos estados independientes de África y Yugoslavia y Bulgaria, como han mostrado los recien-
Asia lo que la elevó, a finales de los 59, al status de tes acontecimientos, siguen viviendo bajo la sombra de
superpotencia. Si la disputa chino-soviética marcó la los imperios Austro-Húngaro y Otomano. Se dice que
ruptura del comunismo como movimiento mundial, las cuando en una ocasión le preguntaron a Mao Zedong
atrocidades del socialismo de estado en Camboya y en qué pensaba acerca de la Revolución francesa contestó
Etiopía y la degeneración del régimen de Corea del que era aún demasiado pronto para emitir un juicio.
Norte hasta convertirse en un régimen dinástico, fueron Aun cuando la anécdota pueda ser apócrifa, qué duda
tanto signos de la decadencia interna del comunismo cabe de que los historiadores deberían tener muy pre-
como del estancamiento de la propia URSS. Desde este sente la necesidad de ser cautos cuando los viejos con-
punto de vista, el renacer del fundamentalismo islámico, tornos de la cuestión rusa vuelven a perfilarse ante
el curso seguido por la revolución iraní y la victoriosa nuestros ojos. D
resistencia de las tribus de las montañas en Afgartistán,
señalaron una ruptura tan decisiva entre el comunismo Traducción de Antoni Torregrossa.
y el Tercer Mundo como la que significó el nacimiento
de Solidaridad en Polonia respecto de la asociación his-
tórica entre aquél y la clase trabajadora europea.
Raphael Samuel, historiador inglés, es uno de los
Hobsbawm ha declarado asimismo que, a la luz de editores de History Workshop. Entre sus obras
los recientes acontecimientos, la Revolución de Octubre figura Historia popular y teoría socialista (Crí-
y el comunismo que se derivó de ella podrían ser con- tica, Barcelona, 1984).
siderados como un «rodeo» . Sin embargo, decir esto
-por serio y realista que sea el tono en que se diga-
es embarcarse en consideraciones acerca de «lo que ha-
---------------NOTAS----------------
bría podido ser» en la historia. Pero la historia no tiene
ninguna línea correcta por la que hubiera debido discu- (1) History Workshop Journal, n. 0 29 (primavera 1990).
rrir. El comunismo nació en el crisol de la primera gue- (2) M. VOLENSKY, La nómenklatura.
rra mundial; la insurrección de Petrogrado fue sólo el (3) Cf. HWJ, n.o 12, artículos de T. Shanin y H. Wada.
más extremo de toda una serie de movimientos revolu-
cionarios y protorrevolucionarios que proliferaron en (4) «Soviet War Memorials», HWJ, n. 0 17.
Europa entre 1917 y 1921 como efecto del rechazo a la (5) Victor DANILOV, «We are stasting to learn about
atrocidad que fue aquella guerra. En los años 30 el Trotsky», HWJ, n. 0 29.
comunismo fue básicamente remozado y se vinculó de

23
'
LA CUE~TION DEL ~OCIALI~MO:
¿FRACA~O EN EL DE~ARROLLO
. '
ODERROTA ETICA1
estas alturas sería casi trivial decir que los re- a ser un retroceso en el progreso histórico - una abe-

A cientes acontecimientos en la URSS y en la


Europa del Este han sido tan sorprendentes,
tan trascendentales y tan complejos que todos los es-
rración transitoria-. Concluía diciendo que la amplitud
universal de la aceptación del «capitalismo con rostro
consumista» era un factor esencial en la proliferación
fuerzos tendentes a una explicación resultan, por des- de acontecimientos de la historia actual. Explicaba la
gracia, pobres e insuficientes. Lo mismo ocurre si con- disolución de los regímenes de Europa Oriental, el de-
sideramos estos acontecimientos como derivados de la clive de la URSS, la estabilidad relativa de «Occidente»
experiencia inicial de formación de un estado socialista y, de forma más implícita, la trampa de la deuda y la
dentro del núcleo ruso y sus periferias políticas. Han polarización social, las dictaduras, los populismos y el
ocurrido demasiadas cosas en mtiy poco tiempo para resurgimiento islámico en otros lugares. Se podría aña-
que las podamos entender todas. Pero el origen más dir una «teoría del dominó» del debilitamiento de la
remoto de esta insuficiencia palpable se encuentra en el Unión Soviética con sus inevitables efectos sobre la
fracaso de todos los pronósticos de los que se disponía Europa del Este (que, sin embargo, explicaría la se-
para prever lo que iba a ocurrir realmente. Si hasta aho- cuencia de acontecimientos tnás que su naturaleza).
ra el instrumental académico ha fracasado por comple-
to a la hora de prepararnos para los acontecimientos Es importante señalar aquí que a pesar de exclama-
que se avecinaban -acontecimientos que vemos ahora ciones tales como «¡Es estupendo!», «Ya lo decíamos
directamente- ¿cómo van a clarificamos las cosas des- nosotros» o «¿Es una cosa natural, no?», el triunfa-
pués de estos hechos? lismo capitalista de la prensa occidental y de la derecha
intelectual ha ofrecido poca explicación adicional sobre
Al tratar de dar sentido a este mensaje fundamental
los acontecimientos de los que se regocijaba. Simple-
de experiencia y de duda, se puede optar por lo cono-
mente transmitió su júbilo allí donde la mayoría de los
cido y lo que se da por hecho o por «tirar la toalla», al
intelectuales de izquierda expresaron tristeza y conster-
menos temporalmente en lo que concierne al análisis, o
nación. Aceptada esta diferencia de emociones, la se-
bien, empezar otra vez y buscar una nueva forma de
mejanza de argumentos entre la derecha y la izquierda
abordar el problema. Seguir con los puntos de partida
es en realidad menos sorprendente de lo que parece. Sus
conocidos, con las preguntas básicas y los habituales
explicaciones reflejaban los límites heurísticos de un
instrumentos intelectuales -dentro de un «paradigma»
paradigma de economía política y del ejercicio del po-
de Kuhn 1 (sería más justo decir paradigmas)- no sig-
der, enfocado al «desarrollo y crecimiento» a través de
nifica desde luego quedarse quietos e impasibles ante
la «inversión de capital» o de la «aplicación de la cien-
los acontecimientos. Se partiría de hechos nuevos, y las
cia». Este paradigma, en esencia, era ampliamente com-
viejas preguntas y conclusiones cambiarían para ade-
partido tanto por la izquierda como por la derecha. Fue
cuarse mejor a las circunstancias. La asunción alterna-
en este contexto en el que un sector mayoritario de la
tiva de que el contenido social de esa transformación
izquierda intelectual asumió que los «socialismos real-
desborda naturalmente todos los conceptos explicativos
mente existentes» -el universo político establecido por
y de que uno puede observar las sacudidas revoluciona-
los partidos comunistas- podrían a la larga producir
rias pero que su razón fundamental y sus determinacio-
bienes mejor que el capitalismo y superar a éste en la
nes escapan a sus observadores inmediatos, también
consecución del bíenestar material. Fue este punto de
conllevaría su propio y útil proyecto. Centrarse en re-
gistrar y clasificar lo que Ocurre, más allá de sus posi- vista junto a la suposición de un igualitarismo final
basado en riquezas inagotables lo que llegaron a definir
bles explicaciones, resulta particularmente útil durante
los «días de inundación>>, tanto en política como en la como socialismo. Una alternativa socialdemócrata aña-
día y contrastaba la necesidad de un procedimiento de-
percepción. Una tercera aproximación, intentar enten-
mocrático y, posiblemente, de un compromiso perma-
der lo inesperado teniendo presentes las preguntas no
nente entre los servicios «de bienestar» y la búsqueda
planteadas, puede parecer un esfuerzo paralelo sin la
capitalista de la riqueza. Los antisocialistas asumían el
total seguridad de unós resultados útiles. Pero es nece-
saria si queremos ocuparnos de la experiencia central de fracaso necesario de todos los esfuerzos encaminados a
restringir el egoísmo, al que consideraban el motor del
unos estudiosos enfrentados a sociedades y a historias
proceso. El contexto de la discusión relativa a la viabili-
que investigaron y de Jas que ofrecieron su interpre-
dad del socialismo (y de «la competición entre los regí-
tación durante tanto tiempo -una confusión abruma-
menes capitalistas y socialistas», por usar una expre-
dora.
sión bastante repetida) fue establecido de acuerdo con
El texto de Raphael Samuel sobre «La cuestión esto en los años treinta y de nuevo en los años cincuenta
rusa» 2 constituye un trabajo admirable dentro del pri- y setenta.
mero de los caminos epistemológicos señalados. La em-
patía con el proyecto socialista soviético le permitió lle- Daba la casualidad de que los índices de industriali-
nar un vacío y expresar las emociones y las opiniones zación de la Unión Soviética en los años treinta pare-
actuales de muchos historiadores soviéticos. Su breve cían alcanzar a los de las sociedades industriales occi-
narración empezaba abordando el tema del fracaso de dentales, encerradas en la depresión posterior a 1929.
la fe en la «dignidad de la causa». Después confrontaba Además, la URSS era «políticamente estable», es decir,
los acontecimientos de 1989 por medio de útiles explica- gobernada por Stalin. Más tarde, la guerra de 1941-45
ciones. En particular, relacionaba la crisis actual con la se interpretó como otro elemento más del éxito de la
historia de Rusia, rastreando la continuidad y las con- URSS en la competición con el capitalismo. A partir de
tradicciones desde los orígenes mongoles del estado los años cincuenta, otra etapa, ésta de «Competencia
ruso hasta la nomenklatura, desde los debates entre oc- pacífica» entre sistemas mundiales, inició su andadura,
cidentalistas y eslavófilos en el siglo diecinueve a la rea- mostrando una semejanza notable en los índices usados
lidad de la actual URSS, desde la disputa chino-soviética y en los objetivos declarados por ambas partes. A nivel
hasta cómo los nacionalismos dividieron a la comuni- internacional, lo que en ese momento empezó a desta-
dad soviética, oficialmente «internacionalista» y mar- car fue la lucha por «los corazones y mentes» del Tercer
xista. También ofrecía una visión o hipótesis historio- Mundo en la búsqueda de la supremacía global. El se-
gráfica radical en la que la Revolución de Octubre venía gundo mundo de estados oficialmente socialistas -el

25
proyecto comunista- pareció durante un tiempo ade- vés de las urnas). Tampoco debería restringirse esto a
lantarse y ofrecer un programa modelo para sus homó- un punto de vista estrictamente «marxista»: la mayoría
logos del Tercer Mundo. Pero en la siguiente etapa, el de los expertos antimarxistas contemporáneos en «des-
segundo mundo perdió su oportunidad, mucho antes arrollismo» aceptarían esta receta, aunque considerarían
de conseguir el objetivo final de alcanzar y superar al utópico «una supresión radical del sistema de clases».
primer mundo de «Occidente» (ahora con una amplia (En ambos casos se reserva esta expresión, «Utópico»,
expansión del «bienestar»). Incluso la esperanza de que para cualquier visión del socialismo diferente de la suya
podía ser algo alcanzable se debilitó poco a poco. Este y/o cualquier suposición que diga que el inevitable
fracaso combinado se hizo cada vez más evidente y se avance del proceso de producción no es el único deter-
dice que llevó al hundimiento inevitable de los regíme- minante final de la historia de la humanidad.)
nes socialistas europeos en 1989 al haber fracasado en
los años ochenta en la agotadora prueba final del «des- Intentemos verlo de otra manera y dejemos a un
arrollo». Todo parece obvio. ¿O fueron la naturaleza lado por un momento las suposiciones que se encuen-
del aparato intelectual y las suposiciones que implicaba tran tras los modos de análisis predominantes y reconsi-
lo que nos lo ha hecho ver así? deremos unas cuantas cuestiones básicas: la naturaleza
real de los acontecimientos de 1989, las características
• E N qué ha consistido este «aparato intelec- reales del socialismo y el por qué éstas no fueron cues-
~ tual»? Fue establecido en la gran codifica- tionadas, así como las conclusiones que cabe extraer.
U ción de ciencias sociales más «materialismo
histórico» más «marxismo ortodoxo» en la Segunda Empecemos por el principio: ¿qué ocurrió en reali-
Internacional (aunque se puede cuestionar hasta qué dad? Un estancamiento y una crisis económica creciente
punto el marxismo de esta línea de interpretación En- en los países del COMECON; grandes cambios en la
gels/Kautsky/Plejanov era realmente marxiano). Como URSS y el hundimiento de los regímenes políticos de
se ha sugerido, compartía con la corriente principal de la Europa del Este en 1989. Pero la simple explicación
las ciencias sociales antisocialistas una economía polí- del segundo por medio del primero no es suficiente. El
tica que combinaba la historiografía superoptimista y declive del gobierno del Partido Comunista era tan evi-
«progresista» con una epistemología positivista. Para la dente y profundo en Checoslovaquia, con sus tiendas
mayoría de los socialistas de Europa y de sus dependen- siempre abastecidas y sin ningún descenso económico
cias culturales en otras partes del mundo, se basaba en manifiesto, como en Polonia, Rumanía y la URSS,
un «materialismo» fundamental: una creencia total donde los suministros escaseaban y las privaciones eran
en los intereses económicos de los individuos y de los algo cada vez más patente. De hecho, si las privaciones
grupos como determinante básico de la historia social y la creciente escasez pueden por sí mismas destruir
y de la acción humana, que proporcionaba lé:l clave para regímenes políticos, ¿por qué no ocurrió antes, por
entenderlas. El mundo de las ideas era considerado ejemplo en la URSS de 1933, 1942 o de finales de los
como un epifenómeno. Este punto de vista presuponía setenta o en otros lugares como en el México oprimido
también una evolución humana inevitable, guiada por por el FMI o en Tanzania desde 1982? ¿Y por qué el
una ciencia con respuestas para todo, desde la pobreza fuerte descenso actual de los ingresos de los polacos no
a la riqueza ilimitada y desde el sometimiento a las res- ha supuesto ningún problema real para los nuevos go-
tricciones impuestas por la naturaleza a la liberación de bernantes de Polonia? ¿Cómo encaja aquí la explica-
éstas -es decir, la esencia de la Teoría del Progreso-. ción simplista de la historia de la Europa del Este por
La línea divisoria entre la derecha y la izquierda se medio de la escasez de embutido? ·
mantenía esencialmente en actitudes diferentes frente a No encaja de ninguna manera. No porque a la gente
las restricciones derivadas de la «naturaleza humana» y no le importe el embutido o no se ponga furiosa cuando
del sistema de clases. Para la derecha, el egoísmo hu- crecen las colas y éste no se puede conseguir. Pero muy
mano era un factor inamovible (si bien susceptible de pocas veces las preocupaciones y las necesidades mate-
modificación por la educación). Para la izquierda inte- riales, por sí solas, han obligado a escoger y a actuar a
lectual, la plasticidad de la naturaleza humana signifi- las personas de la manera en que lo hicieron en la Euro-
caba que podía ser configurada por el contexto social, pa del Este y en la URSS en 1989. Esto ha resultado
efectuando así el avance histórico necesario hacia el ser particularmente cierto cuando han tenido lugar las
sentido colectivo de la responsabilidad y la creatividad transformaciones fundamentales de las sociedades. La
sin trabas. Para los socialistas (pero no para sus enemi- percepc:ión y el conocimiento humanos nunca han sido
gos políticos), la división de la sociedad en clases frena- epifenómenos; despliegan su propia dinámica que se
ba el progreso, o sea, el avance de la humanidad desde alimenta de las causalidades de la historia humana.
la prehistoria hasta una verdadera historia humana en Esta es la razón por la que el materialismo «puro» que
toda su magnitud. Según la sentencia de Lenin, «el co- hay tras de la mayoría de las explicaciones en términos
munismo es el poder soviético más la electrificación». de la habitual economía política haya sido irreal. Debe
Póngase en lugar de «comunismo» el estado final de abordarse una «economía moral» (en el sentido que le
felicidad de la humanidad. Póngase en lugar de «poder han dado las obras de E. P. Thompson y Jim Scott)
soviético» la «abolición de las clases explotadoras» (su- para poder entender también la Europa del Este y la
puestamente ocurrida ya en 1917) y el control político URSS de 1989. Fue la indignación masiva y no el ham-
total de una élite socialista revolucionaria. Póngase en bre masiva lo que hizo que los radicales pasaran a la
lugar de «electrificación» el avance necesario de la cien- ofensiva, incitaran a las masas populares a la protesta
cia y la tecnología y ya lo tenemos todo. La crudeza del y rompieran la resolución de los dirigentes de mante-
eslogan subrayaba lo esencial de una visión y de su eje- nerse, pasara lo que pasara.
cución durante todo el tiempo que va desde octubre de
1917 a 1989. Pero esto no era simplemente «leninismo» Consideremos el tema de la crisis moral y el hundi-
o «estalinismo» -una desviación del pensamiento y miento de los «socialismos realmente existentes», rela-
acción marxistas- porque si lo comparamos con Des- cionándolo con la distancia que hay entre las premisas
pués de la revolución de Kautsky lo encontraríamos socialistas asumidas por los regímenes y las reaHdades
también .t odo (aunque conseguido paso a paso y a tra- conocidas por todos. Su existencia fue hasta ciertÓ pun-

26
to y durante un tiempo condonada y justificada por la gobiernan a sí mismos como si fueran dioses. Ser socia-
esperanza de que dicha distancia se colmaría de forma lista, por lo tanto, es reconocer lo inevitable y acelerar-
natural y de que los gloriosos objetivos llegarían a coin- lo con ayuda de una concepción científica y de una
cidir con la vida real de los que trabajaban por ellos. admiración disciplinada por los líderes y profetas del
Pero la distancia no se redujo, y, antes bien, se convir- socialismo que trazaron el camino futuro. Ser socialista
tió en un reto que con el tiempo no sólo produjo la em- es ayudar a ir removiendo los obstáculos en el camino
bestida furiosa de una nueva revolución sino también, del inevitable progreso, esto es, luchar por derrotar el
y lo que es más importante en cuanto a resultados, el atraso en las instituciones, el atraso en los seres huma-
desmoronamiento de la capacidad de actuación y de la nos y por derrotar a los seres humanos atrasados. Por
confianza en sí mismos de los gobernantes. La crisis eso, en palabras de Kautsky, «el desarrollo social es
económica estaba allí pero su impacto demoledor resi- más importante que los intereses del proletariado y la
día de manera primordial en el hecho de que todavía socialdemocracia», una idea que Stalin llevó a cabo a
ofrecía otra prueba de la distancia entre las promesas y su manera. Este es el marco en el que la idea de que «la
los hechos, entre el modelo y la realidad, al irse al libertad es el reconocimiento de la necesidad» cobraba
traste la legitimación de la confianza en un futuro todo su sentido. La ética se convierte en reconocimiento
mejor. del progreso inevitable y se pone a su servicio. Cualquier
otra actitud hacia la moralidad es sentimentalismo utó-
La comparación con Occidente en lo tocante a renta pico y1o la herencia de ,un pensamiento precientífico
y bienestar social socavó los regímenes de Europa del y por lo tanto, desde luego, «pequeño-burgués» (esto
Este. Pero junto a esto hay que tener también presente establece por defecto la imagen de un «proletariado» de
la conciencia pública de la existencia «estructural» de puristas y científicos como árbitros finales de la historia
privilegios para una élite en un mundo que proclamaba y de la verdad).
la igualdad; la cotidiana represión de cualquier pensa-
miento independiente en un mundo que se consideraba ODO esto fue un engaño o un autoengaño. Algu-
el pináculo de la cultura humana; las mentiras diarias
acerca de la superioridad absoluta de la URSS sobre «el
Occidente burgués». La gente era también cada vez más
consciente de esos funcionarios en largos coches negros
T nos lo usaron como una mentira explícita para
conseguir promoción y poder bajo un régimen
y/o dentro de las instituciones en las que dichas técni-
cas funcionaban. Pero para otros, los millones de cre-
que no conseguían hacerse respetar ni por sus chóferes yentes sinceros cuya disposición a sacrificarse por los
y que sin embargo hablaban de la clase obrera, la cien-
ideales socialistas les convertía en una fuerza política
cia más avanzada, la nación y la humanidad en general.
poderosa (y ponía a prueba diariamente la naturaleza
Este es el contexto en el que los ciudadanos de Praga, genuina de sus creencias), la autodefinición en términos
Budapest y Leipzig, a pesar de no sufrir escasez ni tiros
de cientificidad-y-progreso era simplemente falsa y, de
en las calles, agitaban sus pancartas y sus exigencias en hecho, actuó como una especie de peculiar engaño de
las mismísimas caras de los dirigentes. Una vez que
sí mismos . Las gentes que apoyaban el socialismo y que
hicieron esto, el secreto fue conocido por todos: tras la se convirtieron en sus activistas más eficaces lo hicieron
fachada de burocracias obedientes, ideologías estrictas en gran parte por una compulsión moral -una ética
y regímenes todopoderosos no había nada: sólo unos
aplicada de lo correcto y lo equivocado en el compor-
cuantos hombres viejos que habían perdido la fe en su tamiento político y personal- a la que debían subor-
propio régimen y que ya no tenían a nadie que lo defen-
dinarse el interés y la realización personal. Algunos
diera hasta la muerte. Y aunque había todavía muchos también apoyaban al socialismo por una estética parti-
miles de personas con un evidente interés «material» en cular que tenía que ver con su visión de los humanos y
mantener los regímenes y sus sistemas de privilegios, y
del esfuerzo humano -una clase de belleza asumida y
muchas armas en manos de secuaces, sólo se dispararon considerada como un objetivo en sí-. Por eso ganaron
tiros en Rumanía. En los otros países de Europa Orien-
partidarios incluso entre los mejores y más brillantes
tal, los regímenes comunistas del «socialismo realmente individuos de las clases privilegiadas, especialmente en-
existente» se disolvían y caían como cae del árbol la tre los intelectuales y los jóvenes. También por eso se
fruta completamente podrida.
granjearon a menudo el respeto personal de sus enemi-
Esto nos lleva a la siguiente pregunta esencial. ¿Qué gos ideológicos, cuyos argumentos contra los socialis-
era ese socialismo que fracasó tan dramática y sorpren- tas radicales -a los que achacaban falta de realismo en
dentemente? Siguiendo el camino escogido, nos centra- cuanto a la «naturaleza humana»- conllevaban una
remos en los problemas de la cognición y percepción peculiar admisión de la superioridad moral de los socia-
humanas -el ámbito en el que, en nuestra opinión, listas. En esencia, el socialismo como fenómeno social
se dirimieron básicamente los acontecimientos plantea- no ha sido un sistema lógico aunque haya sido profun-
dos-. Podemos presentarlos bajo la forma de la rela- do. Tampoco lo ha sido necesariamente lo que los so-
ción entre una máscara y un dogma por una parte, y cialistas pensaban de sí mismos. La esencia del socialis-
de la realidad humana por otra, de una imagen oficial mo era la razón y los mecanismos de movilización de
-«el socialismo científico» tal y como fue establecido los socialistas, convirtiéndose en una fuerza política
por la erudición de Kautsky y la brutalidad de Stalin- poderosa que ha ido configurando la historia humana.
contra la sustancia humana de los socialismos, es decir,
los verdaderos impulsos, tendencias e impactos de los Es importante destacar que los socialistas tampoco
socialistas comprometidos en la acción política. En fueron nunca «el partido del proletariado». Los traba-
cuanto al dogma y a la máscara de las que ya hemos ha- jadores de la industria, sin duda, han apoyado a menu-
blado, se encuentran en la representación del futuro do a los socialistas, al ver que el esfuerzo de éstos y el
establecida en los manuales de Europa del Este y la interés de los trabajadores iban paralelos. Pero esto no
URSS. El socialismo es el principio de la etapa final ha sido siempre así a nivel de socialismo obrero, es
de un ascenso de dirección única hacia una sociedad decir, de aceptación socialista de los deseos explícitos
definitiva de seres humanos cuyos deseos encuentran de los trabajadores o de la participación activa de los
satisfacción y que, una vez «extinguido» el estado, se trabajadores en los partidos y movimientos socialistas.

27
Foto de Josef Koudelka.
La inscripción de la fotografía indica a los habitantes de la ciudad de Praga que ésta se encuentra en estado de sitio (1968).

28
Por supuesto, muchos socialistas procedían de los es- como ejemplo del veneno revisionista y vilipendiaron
tratos desposeídos y desamparados de la sociedad, pero especialmente a sus autores, exigiendo la expulsión de
incluso en su caso la decisión personal de rebelarse en Gorbachov y de Yakovlev del Partido Comunista por
vez de adaptarse y perseguir su mejora individual, fue mantener una actitud desleal.
determinante en cuanto al papel que tales partidos y ¿Cuál puede ser la «línea de fondo» analítica de la
movimientos han jugado en el escenario político y so- discusión sugerida frente a lo que Raphael Samuel lla-
cial. La «organización del trabajo», los sindicatos, han maba «la destrucción de un sistema en el que se invir-
tendido en la mayoría de ocasiones más a conseguir tieron tantas esperanzas emancipatorias ... (su) pérdida
mejoras salariales que a luchar por la transformación de fe en la dignidad de su propia causa»? Es demasiado
social en dirección a una sociedad socialista. Verdade- pronto para ofrecer una recapitulación pero se pueden
ramente, un mundo en el que todos buscasen «su inte- barajar algunas conclusiones preliminares. Éstas inclui-
rés individual», o el de su familia, o lo buscasen en tér- rían temas esenciales y temas de programa inmediato.
minos de Clase social, grupo étnico concreto, o género, En cuanto a lo esencial, se pueden exponer mejor como
comportaría en sentido propio el final del proyecto so- una serie de negativas que son la consecuencia de la opi-
cialista y de su impacto. nión ofrecida. En primer lugar, el triunfalismo capita-
Si el realismo ha de guiar el intento de comprender lista de hoy se equivoca cuando trata de explicar la
los acontecimientos de 1989, debe caer otra máscara esencia del fracaso socialista. Por lo tanto acabará
ideológica del socialismo. Es el concepto de «socialis- como una algarabía transitoria más que como una ex-
mo científico» . La conciencia del fracaso tecnológico plicación de lo que ha estado ocurriendo. En segundo
en cuanto a alcanzar, y no digamos ya superar, el nivel lugar, algunos intentos actuales de defender los logros
mundial, junto con el fracaso de la política social y la del socialismo aduciendo «índices de desarrollo» (por
planificación, acabaron con la anterior autopresenta- ejemplo, el alto porcentaje de alfabetización en Cuba y
ción soviética como entidad que tenía un acceso privi- cosas así) tampoco vienen al caso. Por qué hay tantas
legiado a la ciencia en beneficio del socialismo y la clase tiendas privilegiadas para la élite en Cuba y la URSS o
obrera, por lo que habría conseguido «el sistema más durante cuánto tiempo podrá soportar la gente la frus-
avanzado de la tierra». Pero el núcleo del problema no tración de que se le diga siempre lo que tiene que hacer
estriba en esta incapacidad. La cuestión más importan- es el tema que hay que abordar. En tercer lugar, las
te es que la sustancia del socialismo nunca ha sido su continuidades históricas, reflejadas en la diversidad de
virtualidad para actuar como un elixir estimulador del las formas de estado adoptadas, o en las maneras en
«desarrollo» y del PNB, ni su capacidad de revelar el que las identidades nacionales se construyen, son de im-
futuro inevitable a los demás. En tanto que fenómeno portancia para el problema: planteado pero son insufi-
humano real, el socialismo ha consistido en ideas e imá- cientes por sí solas. También deben considerarse las
genes acerca de la justicia. Y tenemos el testimonio del continuidades en las visiones colectivas relativas a los
mayor científico del siglo, Albert Einstein, quien dijo valores humanos. Esto es especialmente cierto en lo que
que «debemos guardarnos de magnificar la ciencia y el concierne a las dimensiones informales del pensamiento
método científico cuando lo que están en juego son y de la acción humanas, que escapan en gran medida al
problemas humanos». Según él, la ciencia podía apor- control oficial y a la presión de los medios de comuni-
tar alguna verdad y algunos resultados, pero los objeti- cación .. Esto debe llevar a un programa de investiga-
vos a conseguir debían definirse fuera de su ámbito. ción que se plantee la reconsideración y el estudio del
Pues bien, el socialismo es una propuesta acerca de socialismo en relación con la ética social y la estética y
objetivos. que no se centre, sin embargo, en la prescripción y los
dogmas sino en las preguntas básicas de por qué y cómo
La dimensión humana y social de la derrota ética de alguna gente (y quién es esa gente) actúa siguiendo unas
los regímenes del «socialismo realmente existente» no pautas que no pueden explicarse por una referencia
ha constituido un tema demasiado importante para la simple y directa a la propia supervivencia, al beneficio
mayoría de aquellos que, en Occidente, se dedicaban personal, a la codicia utilitaria y al miedo a los castigos.
profesionalmente a la interpretación de Europa del Este Frente a la imagen que adoptaron la mayoría de los teó-
y la Unión Soviética. Toda su formación intelectual ricos y líderes políticos socialistas, estas pautas fueron
militaba en contra. Lo mismo les ocurrió a la mayoría la verdadera raíz del socialismo de los socialistas y de
de los socialistas. Esperar no ver algo es a menudo no las posibilidades de transformación que éste brindaba.
verlo. Sin embargo, al final del inmenso esfuerzo por Es ahí también donde fracasó, como lo han demostra-
sentar las bases de un nuevo comienzo en la URSS, se do los acontecimientos de 1989. La explicación de esta
ha operado una transformación de la idea de lo que es derrota y la consideración de un futuro viable para el
el socialismo en los círculos más cercanos a Gorbachov . socialismo deben buscarse en sus raíces. O
Fue Alexander Yakovlev, el alter ego ideológico de Traducción de Helena Campos
Gorbachov, quien dejó bien claro que el problema
esencial de la perestroika intelectual era, según su defi-
nición, el establecimiento del «socialismo ético». Expli- Teodor Shanin es profesor de Sociología en la
caba que la esencia de esta transformación radica en el Universidad de Manchester. Especialista en histo-
reajuste de los objetivos del socialismo hacia valores ria social rusa, su obra Russia, 1905-7 (2 vols.,
humanistas universales. Mientras la prensa occidental MacMillan, Londres, 1985) fue ganadora del
ha insistido en la «repetición de clichés» por parte de Isaac Deutscher Memorial Prize.
los líderes soviéticos, en la propia URSS el mensaje de
Yakovlev fue claramente recibido y comprendido tanto NOTAS
por sus simpatizantes como por sus enemigos políticos. (1) T. S. KUHN, The Structure of Scientific Revolutions,
Gorbachov y una serie de activistas políticos e intelec- Chicago, 1962.
tuales lo apoyaron. En una reciente conferencia del (2) Raphael SAMUEL, «La cuestión rusa», publicado en
Partido Comunista en Leningrado, los conservadores esta misma revista.
destacaron la idea de los valores humanistas universales

29
CAMBIO Y TRANSFORMACIÓN EN LA EUROPA DEL ESTE

EL ENIGMA DE ,
LA DISGREGACION
COMUNISTA
os dos caracteres más notorios de la disgrega- bandeja al canciller Kohlla ocasión de su vida, después

L ción del comunismo son la rapidez del fenómeno


y su imprevisibilidad. Más lenta, esta disgrega-
ción nos hubiera parecido menos espectacular. Más
de tantos años de predicar contra «los revanchistas de
Bonm>.
Otro aspecto de la misma historia: en pocos meses,
prevista, no hubiera sido esta ruptura en nuestros hábi-
la Unión Soviética ha pasado del estatuto de superpo-
tos de análisis y nuestros esquemas políticos.
tencia a la situación del gran país enfermo de Europa.
El paso no tiene en sí nada de inédito o de inverosímil,
Que haya sido repentina no quiere decir que haya en la medida en que todas las potencias de la tierra
terminado. La Unión Soviética continúa descompo- son perecederas -incluidos los más formidables impe-
niéndose ante nuestros ojos, e incluso en los países más rios-. Europa guarda el recuerdo del Imperio otoma-
completamente emanCipados de su tiranía, como Che- no, que alimentó sus temores en los siglos XVI y xvn,
coslovaquia, Hungría o Polonia, se ve qué complicada antes de ser objeto de su conmiseración y su codicia en
va a ser la restauración, por ejemplo, de la propiedad el XIX. Pero el vasto mosaico de pueblos bajo dominio
privada o del imperio de la ley. Pero, aun así, cualquie- turco atravesó una interminable enfermedad de langui-
ra se da cuenta, en este otoñó del año 1990, de que la dez que hizo que su desmembración final, tras la prime-
historia del comunismo se rompió el año pasado en un ra guerra mundial, fuese casi natural a fuerza de haberla
antes y un después, y de que se ha franqueado un um- esperado. Aquí no hay nada parecido: la Unión Sovié-
bral decisivo: el que separa la reforma de un sistema de tica ha pasado, casi en un día, de la situación de gran
su descomposición. Sea cual sea el talento de Gorba- potencia a la de un imperio en descomposición, y de un
chov en amoldarse al acontecimiento para aparecer país temible a un país digno de lástima. En este extra-
como su inspirador, la cascada de rupturas que ha sacu- ordinario cambio súbito de la consideración hay que
dido al mundo comunista en 1989 no es el producto de darle toda la importancia que tiene al desfallecimiento
un proyecto, sino una concatenación acelerada de crisis de la razón histórica occidental, que, presa en las redes
que se asemeja, por su mismo ritmo, a algo así como del hegeliano-marxismo, no ha sido nunca capaz de
una catástrofe natural, independiente de los hombres sospechar la dimensión de la mentira oficial en la Unión
en el poder, o al menos de sus intenciones. Podemos Soviética. Pero hay que tener en cuenta también otro
partir, para entenderlo, de un balance, aunque sea so- elemento, a saber: que la disgregación de la «patria del
mero, de lo que ha ocurrido. socialismo» y de su imperio se ha hecho en cámara es-
tanca, sin que ningún gran acontecimiento externo vi-
Lo que más ha impresionado a la opinión pública niese a significar su amplitud. Al contrario: el único
es la separación repentina, y tan fácilmente llevada a gran test exterior, la segunda guerra mundial, actuó
cabo, de las partes del Imperio soviético que habían en el sentido inverso, pues hizo creer a la vez en lapo-
sido unidas al conjunto más recientemente, es decir, a tencia organizada y en el carácter democrático de la
partir de la segunda guerra mundial. De momento, sólo Unión Soviética de Stalin.
los Estados bálticos, anexionados en 1940, escapan a la
regla (al reclamar su emancipación), con el pretexto En realidad, la quiebra del Imperio soviético es un
de que habían sido incorporados a la Unión Soviética fenómeno interno, que no ha sido provocado, o ali-
y su separación, por consiguiente, requiere un procedi- mentado, o aumentado, ni por una agresión exterior, ni
miento especial. Pero, de hecho, Bulgaria, Hungría o por una guerra perdida, ni por una revolución próxima.
Checoslovaquia estaban tan sometidas como ellos a Entendámonos: las tres cosas se han producido, pero
Moscú, ocupadas por el ejército soviético: se había vis- no han tenido un papel principal en la evolución de
to en Praga, en 1968 (como también en Budapest, en conjunto. Ni la «guerra de las galaxias» de Reagan, ni
1956). Había incluso una especie de consenso interna- la guerra -ésta menos futurista- de Afganistán, ni las
cional sobre ese estado de cosas, ya que ni en 1956 ni revoluciones de la Europa centro-oriental están en los
en 1968 Occidente ni siquiera se propuso ayudar a los orígenes del derrumbamiento. Han podido acelerarlo
húngaros o los checos. La intervención soviética se apo- un poco, cada una a su manera, pero la crisis les es
yaba en una especie de jurisprudencia internacional. anterior, ya que, según aceptan los mismos soviéticos,
dirigentes y dirigidos, no es otra que la del sistema so-
cial instaurado por Lenin y Stalin. La caída del Imperio
HORA bien, ese Imperio soviético en Europa

A .
se ha desplomado en pocos meses como un cas-
tillo de naipes . Polonia, y después Hungría,
habían abierto ya la vía de la emancipación, en un estilo
ha presentado de particular el que fuese proclamada y
-parcialmente al menos- consentida por los que eran
sus principales beneficiarios: los jefes del Partido Co-
munista de la URSS. Se ha visto en el transcurso de ese
que respetaba el statu quo internacional; pero la ava-
famoso otoño de 1989; fue necesario que Gorbachov
lancha de alemanes hacia la frontera que se había abierto
hiciese comprender claramente a las opiniones públicas
entre Hungría y Austria en 1989 inauguró un fenómeno
de Berlín Este o de Praga que el tiempo de las interven-
de otra naturaleza: la reconquista de una independencia
ciones militares soviéticas había pasado para que los
completa frente al «protector soviético», aun al precio
pueblos se levantasen contra sus serviles y desacredi-
de una modificación radical en la relación de fuerzas
tados gobiernos.
entre los dos grandes que dominaban el planeta desde
1945. El caso de Alemania del Este es típico a este res- Otra comparación puede ser útil aquí para la inte-
pecto. La sensatez común de las cancillerías y los espe- ligencia de lo que tan rápidamente ocurrió el año pasa-
cialistas ha consistido siempre en pensar, desde la gue- do. El Imperio napoleónico cayó también en pocos me-
rra, que la URSS no abandonaría su dominio sobre la ses, a partir del otoño de 1813. Se trataba también de
RDA más que en favor de un mercadeo que le garanti- un Imperio postrevolucionario, mitad explanada mitad
zase la superioridad militar en Europa; lo cual equivalía tierra de misión, mantenido con mano de hierro desde
a pensar que no soltaría, sin un precio imposible de París, sin que, sin embargo, existiese la unidad política
pagar para el Oeste, esa carta decisiva en su juego inter- e ideológica que ha sido la marca de los partidos comu-
nacional. Sin embargo, he aquí que, en octubre del año nistas en el siglo xx. Mosaico territorial desaparecido
pasado, la soltaba sin contrapartida, ofreciendo en más rápidamente aún que la Europa soviética, pero de

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una manera muy otra: por la guerra y por la derrota. expuesto su destino a los azares de la guerra, ni un po-
En tanto que el breve medio siglo de vida del Imperio der destruido por la rebelión de naciones o pueblos a
moscovita aparece como una duración muy corta, a los que había sometido, sino la disgregación de un sis-
poco que se piense en la formidable ilusión de unidad tema social descompuesto no tanto por su extensión
ofrecida por este imperio y en la ausencia de una derro- hacia fuera de Rusia como por sus enfermedades intrín-
ta militar en que el régimen se hubiese jugado el todo secas. Pues, si bien es cierto que la crisis general de la
por el todo. A diferencia del Imperio napoleónico, el Unión Soviética se ha manifestado también por la agi-
Imperio soviético se ha derrotado a sí mismo. Su des- tación e incluso la sublevación de naciones oprimidas,
aparición no es imputable a un accidente cualquiera, ni en Asia y en Europa a la vez, también es verdad que
a un factor extraño a su lógica interna. El principio esta crisis alcanza igualmente el corazón del Imperio. El
de su fragilidad había sido depositado en su cuna, y problema está en Moscú antes de estar en Tachkent o
ha corroído despiadadamente, en el espacio de algunos en Praga. La vieja Rusia fue la matriz del comunismo;
decenios, la apariencia de fuerza que la victoria de ella es también el terreno por excelencia donde se han
1945 había dado al mundo nacido de la revolución jugado su destino y su liquidación. De ésta, fue Gorba-
de Octubre. chov, y nadie más, quien dio la señal y abrió la posibi-
lidad. Fue en el corazón del Imperio (y al principio bajo
Es en eso en lo que este acontecimiento es único.
Andropov) donde se aceptaron los riesgos de su refor-
Único en el sentido de que no tiene precedente compa-
ma, que acabaron por ser también los de la disolución.
rable. Se le puede ver con otro signo, corriente abajo
esta vez: no parece subsistir nada positivo, o siquiera Por aquí vuelvo a la idea de que partía: la estupefac-
utilizable, de la experiencia histórica comunista. No ción de Occidente ante el acontecimiento. Desmembra-
queda una idea, una intuición, una ley, un código. Los do el Imperio soviético por revueltas nacionales, está-
pueblos que salen de ella parecen obsesionados por una bamos en un repertorio conocido. Rota la burocracia
pura negación del régimen en que han vivido, es decir, soviética por una revolución de las masas populares,
por la pasión de la restauración: restauración del Esta- el camino estaba balizado también. Puesta la segunda
do de derecho, restauración de la libertad, restauración superpotencia de rodillas por la primera, la hipótesis
de las elecciones, restauración de la propiedad privada, era lógica, después de todo. Pero que el gusano estu-
restauración del mercado. O bien, cuando todo eso no viese dentro de la fruta, que la decisión de modificar el
puede restaurarse, por no haber existido realmente, sistema pudiese venir de la dirección del P. C., que los
no se trata sino de imitar a la Europa democrática, ver- primeros pasos de la inmensa sacudida los diesen los
dadero punto de referencia de las revoluciones de la que tenían mayor interés en no correr ningún riesgo,
Europa central y modelo implícito de la izquierda post- eso era completamente improbable. Ahora bien, hoy
sajaroviana en la URSS. En ambos casos, no sale nada está claro que para que se descomponga no sólo el Im-
de las sociedades que fueron comunistas sino aquello perio, sino también el sistema comunista, ha sido nece-
que Occidente ya conocía, y no sin razón, puesto que sario que se disgregara previamente, o al menos que se
se trata de esos principios liberales que éste inventó desuniera, en su centro; lo que relativiza el papel de las
y que octubre de 1917 había pretendido «superan>. revoluciones antitotalitarias de la Europa centro-orien-
tal, sin negar su importancia lo más mínimo.
Por eso la «tabla rasa» que descubre el fracaso del
Dos cosas, que no dejan de tener relación, han agra-
comunismo da el vértigo del vacío. Nada que ver, tam-
vado rápidamente la situación en lugar de mejorarla.
poco aquí, con el fin de la Revolución francesa o la
La primera, la más simple de observar, es el fin del
caída del Imperio napoleónico. Napoleón había sido en
terror policial. El sistema comunista se mantenía por el
todo momento el conquistador insaciable, el ilusionista temor que inspiraba a todos, sujetos individuales y Es-
de la victoria hasta la derrota que había disipado final-
tados sometidos. Cuando los hombres y los Estados han
mente todas sus ganancias de jugador feliz. Pero el día
dejado de tener miedo, han dejado también de obede-
de su caída dejaba en Europa una vasta estela de recuer-
cer. La segunda mutación ha afectado al orden de las
dos, de ideas y de instituciones en las que incluso sus
creencias, y es más misteriosa. En Europa del Este, de
enemigos se inspiraban para vencerlo. En Francia, ha-
Varsovia a Budapest y a Praga, nadie creía ya en el
bía fundado el Estado para los siglos venideros. Por el
marxismo-leninismo, ni siquiera los comunistas, desde
contrario, el Imperio soviético ofrece el ejemplo, raro
la represión por Moscú de los intentos revisionistas de
en los tiempos modernos, de haber sido una superpo-
1956. El mismo fenómeno se produjo en la URSS, sin
tencia sin haber encarnado nunca una civilización. No que podamos saber su cronología, y alcanzó también
se sabrá nunca, es verdad, si ha sido tan poderoso como
a las élites del régimen, como en la Europa central y
Occidente lo creía, hasta tal punto la capacidad de men-
oriental. En ese desgarro de la conciencia comunista,
tir sobre lo que él era ha formado parte de sus realiza-
momento capital de esta evolución, igual se da la idea
ciones. Pero el hecho es que ha agrupado en torno suyo
de reformar el sistema como la de abolirlo. La primera
a confidentes, clientes y colonias, que se ha dado un es más probable, al menos en una primera fase, pero
arsenal militar y una política exterior de dimensiones
puede llevar con bastante rapidez a la segunda, como
mundiales. Ha tenido todos los atributos de la potencia
demuestran tantos ejemplos, individuales y colectivos.
internacional, que lo han hecho respetar por el adversa-
La ambigüedad del gorbachovismo consiste en eso: ¿re-
rio, sin hablar de los del mesianismo ideológico, que lo
visionismo o salida del comunismo? Ahora bien, la
han hecho adorar por sus partidarios. Y sin embargo,
dinámica de la revisión, en medio de una crisis tan pro-
su caída no deja nada en pie: ni instituciones, ni princi-
funda, ha llevado a las fuerzas que quedaban vivas
pios, ni costumbres, ni siquiera una historia. Como los
hacia el derrocamiento del sistema. El poder más tota-
alemanes antes que ellos, los rusos son ese segundo
litario que ha aparecido en la historia se ha revelado así
gran pueblo europeo incapaz de dar un sentido a su
de una extrema fragilidad a partir del momento en que
siglo XX y, por tanto, inseguro sobre todo su pasado.
perdió sus dos grandes resortes, la creencia y el temor.
Así, lo que el fin del último en el tiempo de los gran- Se ha roto como un vidrio, un poco por todas partes,
des imperios descubre a nuestros ojos sorprendidos no y en primer lugar en ·los Estados europeos sometidos
es ni un gran Estado desmembrado o reducido por haber desde la postguerra, en el momento en que se ha visto

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expuesto, sin sus armas, a las grandes pasiones que Ejército Rojo y que se iba a convertir enlaRDA había
había creído vencer: el sentimiento nacional, el deseo restos de una cultura obrera y de una tradición marxista
de bienestar, la libertad. Escribo estas palabras sin un que podían permitir que el nuevo régimen arraigase
orden deliberado, y el porvenir mostrará cuál de estas en un mantillo de historia nacional, con el aplauso de
pasiones, en cada uno de los países que salen del comu- Occidente. Nada sería, pues, más inexacto que imaginar
nismo, prevalecerá sobre las otras. Sea como fuere, la fundación de los Estados que iban a convertirse en
sigue siendo cierto que las tres llevan a estos países, las «democracias populares» como el mero producto de
incluida la URSS, hacia un repertorio de elementos la ocupación soviética. Ésta, por supuesto, constituyó
comunes, puesto que la crisis general del Imperio sovié- su telón de fondo y encarnó incluso su apremio; sin em-
tico no es más que el signo de la crisis general del comu- bargo, aquélla se apoyó en la ideología comunista, las
nismo. Quedan por analizar, de este repertorio, las do- herencias históricas, las circunstancias del momento y
sificaciones respectivas según los países, las situaciones unos consentimientos desiguales pero siempre sustan-
y las tradiciones nacionales. ciales.
E puede proceder a este estado del lugar de los Desde aquella época desdichada, la historia de esos

S hechos yendo desde la periferia hacia el centro,


desde los países que menos tiempo han estado
sometidos al yugo comunista hasta el corazón del siste-
países se ha ido haciendo de una mezcla entre sus condi-
ciones particulares de naciones históricas y las con-
diciones generales de la existencia social y política bajo
el comunismo. A este respecto, el comunismo estalinia-
ma, allí donde fue inventado éste entre octubre de 1917
y mediados de los años de 1930, y donde deja la herencia no y postestaliniano puede verse como el último intento,
más dramática. cronológicamente, de resolver la cuestión nacional de la
Europa central y oriental mediante la imposición forzo-
No es que se pueda considerar, en los países de sa de la dominación rusa. Pero ese intento, al que el
Europa central y oriental donde su implantación fue año 1989 puso punto final, ha presentado el particula-
más o menos consecuencia del avance del Ejército Rojo rísimo carácter de tomar sus formas del marxismo-leni ~
hacia el Oeste, como un mero producto de exportación nismo, lo cual ha transformado su naturaleza misma.
de dicho Ejército, impuesto únicamente por la fuerza. Bien es verdad que, en cierto sentido, el Imperio
El poder de Tito, como sabe cualquiera, no debió gran soviético en Europa del Este no fue más que el disfraz
cosa a los rusos. En otras partes, Stalin se ayudó siem- de la opresión rusa. La ideología universalista del sovie-
pre de los partidos comunistas locales, todos ellos so- tismo vistió con un lenguaje de fraternidad una relación
metidos a su voluntad, en la época todopoderosa, pero de fuerzas nacida de la segunda guerra mundial, pro-
que sin embargo tenían que gestionar situaciones dife- longada por unos acuerdos desiguales en el terreno eco-
rentes: el partido polaco, todo él reconstruido desde nómico, y un alineamiento de los satélites en la política
Moscú durante la guerra, fue puesto en el poder por internacional de Moscú -todo ello garantizado por la
Stalin. El partido checo no era más independiente, pero presencia de fuertes guarniciones soviéticas por todas
contenía estratos más antiguos, y, sobre todo, tuvo una partes-. Es evidente que el primer decaimiento del Im-
parte más activa y autónoma en la conquista del poder perio, el conflicto de 1948 entre Stalin y Tito, fue pro-
en Praga, en 1948. En cualquier caso, la idea comunista ducto de la voluntad de independencia de los comunis-
no era, en aquel tiempo, lo que ha llegado a ser hoy. tas yugoslavos más que de su heterodoxia ideológica.
Entonces era inseparable de un mensaje emancipador. Y toda la historia de las «democracias populares» con
Ella había animado al Ejército Rojo, que había pagado su poder de tutela podría escribirse tomando como cen-
el precio más pesado para desembarazar a Europa del tro la cuestión nacional, como la historia de pequeños
nazismo : a cambio de esos sacrificios, había recibido pueblos europeos colonizados por su gigantesco vecino
los colores de la libertad y la democracia. Stalin no era del Este con ocasión de una coyuntura excepcional.
ya el hombre de los procesos de Moscú, sino el de la Ella no constituye más que un capítulo suplementario,
toma de Berlín. el más trágico, de las interminables desgracias nacio-
nales de esa parte de Europa; de esas naciones tan orgu-
Pronto será también difícil entender lo que ha sido, llosas de su pasado y tan poco seguras de su porvenir,
para las generaciones que siguieron a la guerra, imagi- disputadas desde hace tanto tiempo entre las grandes
nar que el fascismo había podido encarnar, en los años potencias, sujetas al mismo destino histórico pero riva-
veinte y treinta del siglo, una esperanza. Razón: de más les entre ellas, y a menudo incluso divididas en el inte-
para insistir en ello. Por lo demás, la mayor parte de los rior de ellas mismas. La opresión soviética «congeló»
países de esa Europa del Centro y del Este -Polonia sus problemas de identidad colectiva sin hacerlos pro-
aparte- tenían también razones particulares para aco- gresar ni una pulgada, a no ser quizá negativamente,
ger sin hostilidad, con el comunismo, al gran hermano por la experiencia compartida de una resistencia, o al
ruso. Los checos se acordaban de Múnich con amar- menos de una larga noche. Este año pasado nos hemos
gura. Los húngaros y los rumanos tenían que hacer encontrado a las naciones centro y esteeuropeás de an-
olvidar que habían estado del lado malo durante la gue- tes de la glaciación, pero cargadas de una experiencia
rra. A los serbios, los croatas y los búlgaros les gustaba común que las ha aproximado unas a otras.
la idea de una solidaridad eslava. Ninguno de estos pue-
blos tenía tan buenos recuerdos con Occidente: ni Aus- Pues la opresión que ha pesado sobre esos países
tria-Hungría para los unos ni el período de entreguerras no es solamente la de Rusia. Es la del comunismo. No
para los unos y los otros eran tan brillantes en el recuer- importa que los checos sean menos antirrusos que los
do. Las dos guerras mundiales habían tenido su origen polacos, o los búlgaros menos que los húngaros; aun
en ese agregado de desgracias nacionales. así, todos, indistintamente, se han impuesto por media-
ción de sus comunistas locales la doble penitencia de la
Así, el comunismo soviético encontró en esa Europa, economía estatalizada y del partido único, con obliga-
en 1945, unas condiciones favorables, independiente- ción de celebrar su desgracia en el mismo lenguaje hue-
mente de la pura relación de fuerzas militares a su favor. co como una conquista del pueblo trabajador. Jamás
Incluso en aquella parte de Alemania ocupada por el en la historia ningún pueblo sometido se ha visto obli-

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gado a una identificación tan completa con la potencia hombres de Moscú en Varsovia más que las relaciones
dominante como las naciones de Europa central y a las que se ve obligada. Cuando interviene la penden-
oriental. Con lo cual, éstas perdían también las señas de cia de diciembre de 1981, el P . C. polaco no es ya más
sus identidades respectivas, ocultadas por el discurso que un apéndice del ejército y de la policía, bastante
de la unidad del campo socialista. El viajero que pasaba fuerte aún para hacer callar provisionalmente a la na-
de uno a otro de esos Estados comunistas podía olvidar ción, pero que ha perdido para siempre toda legitimi-
por un momento sus fronteras (cuidadosamente guar- dad, e incluso toda apariencia de legitimidad.
dadas, sin embargo, incluso en los tiempos de su «fra-
ternidad» más ostentosa) en beneficio de sus rasgos co- En esa época, la idea comunista está muerta casi por
munes. Tenían todos la misma regulación económica, todas partes, entre las opiniones públicas del Este euro-
los mismos principios filosóficos, el mismo régimen peo, en su forma y en su nuevo ropaje revisionista a la
político. Todos la misma economía lánguida, malos vez. Los regímenes comunistas sobreviven porque sa-
productos de consumo, un bajo nivel de vida, un parti- can todavía su fuerza de la potencia colonial y porque
do comunista todopoderoso, un Estado policía. El uni- se identifican con el aparato estatal local. Aquí y allá,
versalismo emancipador del marxismo se transformaba en Hungría por ejemplo, vivían de los acuerdos tácitos
ante nuestros ojos en una ideología de dominación im- de coexistencia con la sociedad civil. En otras partes, y
perialista más perfecta que la de cualquier potencia co- estas otras partes comprenden la mayoría de los casos
lonial en la historia del mundo. -Rumanía, por supuesto, pero también Checoslova-
quia, Polonia y Alemania del Este-, el viejo terror po-
Sin embargo, la historia de estos países satélites, en- licial se reduce cada vez más a la fuerza pura y simple
tre el final de la guerra y 1989, está lejos de ser unifor- favorecida por la resignación de las poblaciones: nadie
me: sigue estando sometida a tradiciones y fuerzas dife- cree en cambios importantes en Moscú en un futuro
rentes según los casos. Pero se encuentra por todas previsible.
partes con una variante fundamental, a la que nadie
puede sustraerse: sencillamente, el grado de aceptabi- HORA bien, esos cambios se producen. Esa es
lidad por Moscú de toda iniciativa local, por poco im-
portante que ésta sea. Stalin, en los mejores tiempos del
sistema, no había tolerado no tener un control total
A la divina sorpresa de Moscú. Sorpresa, a decir
verdad, que emplea algunos años en tomar cuer-
po, a medida que los pueblos, como los expertos tam-
del partido yugoslavo. Breznev, menos poderoso, menos bién, se van preguntando sobre el proyecto de Gorba-
«legítimo», tuvo que aceptar la independencia del par- chov . Pero sorpresa divina, cuando interviene, a princi-
tido rumano, con la tranquilidad al menos del manteni- pios de 1989, el compromiso polaco entre Jaruzelski y
miento de su carácter totalitario. Entretando, las crisis Solidarnosc, seguido pronto por un triunfo electoral de
de 1956 en Polonia y en Hungría, la de la Primavera de los candidatos de Solidarnosc, al mismo tiempo que
Praga en 1968, hicieron aparecer, independientemente Hungría empieza a desmantelar poco a poco el Telón
de la particularidad de cada país, la constricción que les de Acero. El revisionismo de Gorbachov, que se preten-
era común -y que les venía de Moscú-. Más aún: de en la URSS fiel a los principios del leninismo , de-
las revueltas de 1956 tienen como condición previa ese semboca en lo que parece una autorización de salida
terremoto ideológico que fue la desestalinización en la concedida a los individuos y a los Estados del campo
URSS y el famoso discurso de Kruschev en el XX con- socialista. Por la puerta que Hungría deja abierta hacia
greso del P. C. de la URSS. Si el partido faro ponía en Austria, los alemanes dejan masivamente la RDA. Son
cuestión su pasado, ¿cómo no habían de aprovechar la los únicos que pueden encontrar su patria dejándola.
ocasión los partidos hermanos? El giro de los aconteci- Al término de elecciones libres, con un poder provisio-
mientos hizo aparecer pronto los límites de la susodicha nalmente compartido, los polacos salen del leninismo .
ocasión. No sólo no era cuestión de salir del comunis- Moscú acepta la nueva dinámica, y pronto Gorbachov
mo, sino que la corrección de los errores no debía tener indica a Honecker que el Ejército Rojo no intervendrá
más amplitud que en Moscú: el revisionismo asumido para salvar a sus clientes, ni siquiera en Alemania.
por sólo los partidos comunistas era el único porvenir Poco importa que creyera, o no, poder sustituirlo aquí
del comunismo. La demostración la volvió a hacer por comunistas menos dogmáticos: asumió también el
Breznev, en Praga, en 1968, con el consentimiento ge- riesgo de ver disgregarse todo el Imperio en unas sema-
neral de las potencias occidentales. nas. Lo que de hecho ocurrió .
La idea de salir del comunismo o, si se prefiere, la El primer hecho de la disgregación del Imperio es,
idea del radicalismo democrático, en esa época se había pues, la decisión, tomada en el Kremlin, de no defender
expandido bastante entre las intelligentsias y las «opi- más a cualquier precio -incluso por la fuerza militar-
niones públicas» de Europa del Este. Por lo demás, su cohesión y hasta su existencia: decisión que era con-
existía también en la URSS entre pequeños círculos, a siderada inverosímil por las opiniones públicas y los
partir de Sajarov. Pero parecía tan irrealista, en vista especialistas, y que conserva aún gran parte de su miste-
de la dependencia geopolítica de los países satélites res- rio. Lo bien cierto es que las «revoluciones» de Europa
pecto a Moscú, que se avanzaba como tal: lo testimonia central y oriental a finales de 1989 -Berlín, Praga,
la experiencia de Solidarnosc en Polonia, el movimiento Bucarest- no adquieren sentido sino en relación con
más precoz y más audaz de puesta en cuestión del mo- ella. Nadie sabe, por lo demás, qué papel desempeña-
nopolio político del P. C. Walesa y sus partidarios -al- ron los hombres de Gorbachov en su desencadenamien-
gunos de los cuales son antiguos «revisionistas»- si- to, su curso y su salida. Se sospecha que lo dirigieron
túan deliberadamente su acción en el exterior del P. C. todo en Bucarest. En Berlín, y más aún en Praga, la
A partir de ahí, a través de ellos, la sociedad polaca, situación se les había escapado con bastante rapidez;
con la clase obrera a la cabeza, se organiza fuera de los pero, no obstante, en Alemania intentaron durante va-
comunistas y entre ellos. Moscú sigue siendo la inevita- rias semanas la «solución» Egon Krenz.
ble potencia dominante, y los hombres de Solidarnosc
son lo suficientemente realistas para tenerla en cuenta. La intervención de las masas populares, por otra
Pero Polonia, liberada del miedo, ha reconquistado su parte, no se ha dado ni en Polonia, donde Solidarnosc
lenguaje, y no mantiene con la Unión Soviética y los ha conducido el proceso de emancipación en su nom-

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bre, ni en Hungría, donde ha sido el mismo Partido Co- Ahora bien, los cuarenta años de comunismo han
munista Húngaro el que progresivamente se ha hecho creado una situación verdaderamente dramática. Es
el hara-kiri, política que no figuraba todavía en el re- verdad que han liquidado las viejas aristocracias terri-
pertorio de los partidos totalitarios. Finalmente, otro toriales, ¡pero a qué precio! Han destruido también
carácter de esta liquidación de los regímenes de Europa todas las élites de esos países, las morales, las religiosas,
central y oriental tiende también a reducir, o al menos las intelectuales, las económicas y las políticas; han
a relativizar, la importancia de lo que se ha dado en lla- expulsado a los judíos que habían sobrevivido al geno-
mar las «revoluciones» populares, y es la ausencia de cidio hitleriano; han apagado la vida de las ideas, des-
sangre derramada. moralizado a las poblaciones, arruinado la economía,
vestido la tiranía con el vocabulario de la emancipa-
En este final de un siglo tan pródigo en matanzas ción. En cualquier aspecto en que examinemos hoy en
cometidas en nombre de ideologías, el fin del Imperio día el balance de esas dictaduras comunistas, no encon-
comunista de Europa -excepción hecha de Rumanía- tramos más que ruinas. No hay herencia de los antiguos
se ha consumado casi pacíficamente, en medio de un regímenes comunistas. Éstos no dejan ver nada inédito
acuerdo casi general. Este gigantesco acontecimiento entre los materiales que se ofrecen para la reconstruc-
comenzó por una secuencia característica: millares de ción, puesto que hay que volver a partir de los princi-
alemanes dejando su patria comunista por su patria pios de la libertad democrática, que ellos se las habían
capitalista al volante de sus pequeños Brabant en que se ingeniado para liquidar so pretexto de cumplirlos. Res-
apilaban sus magras pertenencias. Este éxodo de una tauración que toma los ejemplos de Occidente, sobre la
pequeña burguesía en busca de un porvenir mejor para base de una negación pura y simple de la mortífera uto-
sus hijos evocaba más un desplazamiento de población pía que la precedió.
hacia unos bienes menos escasos que una lucha heroica
por la libertad o la muerte. Después, esa misma escena La operación es, pues, doblemente difícil. Primero,
de la rebelión por la partida se ha renovado en Tirana, porque se trata de «restaurar» un estado social y polí-
por el canal de las embajadas extranjeras . Después de tico que no ha existido más que parcialmente, y, por
atravesar las dos guerras mundiales, el nazismo y el tanto, el modelo está en otra parte. Pero, más aún, por-
comunismo, Europa parece haber agotado su pasión que lo que existía de él ha sido metódicamente destrui-
por las violencias sanguinarias, tanto en el Este como do por las «revoluciones» comunistas de la postguerra,
en el Oeste. La salida del comunismo prometía ir acom- fatales principalmente para todo aquello que haya po-
pañada de terribles enfrentamientos, y se ha hecho en dido parecerse a una iniciativa social. Por un lado, estas
paz civil, sin ir seguida de arreglos de cuentas o de pur- sociedades han sido «congeladas» por la tiranía buro-
gas. La «revolución de terciopelo» en Praga o la transi- crática de tal modo que, a la salida del túnel, se las ve
ción democrática en Budapest han inaugurado unos reaparecer con sus rasgos debilitados de hace cincuenta
nuevos modos de cambio radical de régimen. años . Por otro, han sido tan profundamente dislocadas
en su tejido mismo, tan profundamente alcanzadas por
Es verdad que este cambio radical no es del tipo de su participación forzosa en la mentira totalitaria, que
aquellos a los que nos ha habituado el repertorio revo- les costará mucho encontrar en ellas mismas el resorte
lucionario desde 1789. Pues no se trata ya de inventar moral de su renacimiento económico y político. La
una sociedad aún inédita en la historia, sobre las ruinas ROA tiene un gran hermano en quien apoyarse. Pero
de la que se derriba, sino, al contrario, de volver a la ¿y los otros? La «tabla rasa» ante la que se encuentran
que precedió al régimen comunista: es decir, de resta- en todos los terrenos es tan vasta ...
blecer la propiedad privada, la igualdad ante la ley, la ARA entender la dimensión dramática del pro-
garantía jurídica de las libertades, la independencia de
las Iglesias, elecciones libres, un gobierno constitucio-
nal. Ejercicio que se podría creer más fácil, en la medi-
da en que se trata no de improvisar algo nunca visto,
P blema hay que volverse hacia la situación de la
URSS. Es en el centro del Imperio, allí donde
fue inventado, donde el comunismo ofrece la situación
más desesperante.
sino de volver a algo conocido, aprovechando a la vez,
por imitación, la historia de las democracias occidenta- La manera en que progresivamente se ha descom-
les y, por rechazo, la quiebra comunista. Sin embargo, puesto sigue siendo todavía muy misteriosa: en todos
si bien las revoluciones anticomunistas han sido relati- los terrenos, la URSS es extraordinariamente opaca, y
vamente fáciles, la tarea que les espera no lo es. éste no es una excepción. Son bien visibles los factores
externos bajo cuya presión se puso en marcha la refor-
Por dos razones, que se refieren, una, al pasado de ma gorbachoviana: el precio de la potencia mundial y,
esos países, y la otra a su situación presente. Desde el principalmente, la carrera de armamentos terminaron
siglo XIX, por no remontarnos más atrás, los pueblos por extenuar la desafortunada economía soviética, a la
de la Europa central y oriental no han hecho, en gene- que se ha tenido que intentar darle vigor. Quizá digan
ral, demasiado buenas migas con la democracia. La un día los historiadores que la política de Reagan ha
herencia de la Revolución francesa nutrió en ellos el sido, a este respecto, más eficaz de lo que generalmente
nacionalismo más que los derechos del hombre. El An- se reconoce en la prensa internacional. Pero, de todos
tiguo Régimen aristocrático ha sobrevivido en ellos más modos, el desmoronamiento interior de la Unión Sovié- ·
o menos hasta la segunda guerra mundial, apoyándose tica había alcanzado a finales de los años Breznev un
en una vasta propiedad territorial, y los gobiernos han grado tal que no solamente la potencia del país, sino
sido autoritarios más a menudo que liberales . Por su- también su salud física y moral, su abastecimiento, su
puesto, habría que matizar ese cuadro según países y hábitat, la capacidad de las autoridades públicas para
Estados, partiendo de Checoslovaquia, por ejemplo, satisfacer necesidades sociales elementales, estaban en
para llegar hasta Rumanía; pero, en fin, para la mayo- entrediCho. Hasta tal punto que uno de los rarísimos
ría de ellos, ese famoso pasado democrático que hoy se observadores que previó la crisis general resultó ser un
trata de restaurar es más una recuperación de los idea- joven demógrafo, Emmanuel Todd, que había descu-
les de la intelligentsia liberal que un retorno a un estado bierto, en los años setenta, el alza de la tasa soviética
social que hubiese existido plenamente. de mortalidad infantil.

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A partir de un diagnóstico que se puede ahora, si no orden creciente de la economía no tiene más razón que
cifrar con precisión, al menos imaginar en sus grandes esa, en la medida en que es inseparable de la anarquía
líneas, ¿qué quiso hacer Gorbachov? La única respues- en el Estado: «Al suprimir el terror, ha suprimido tam-
ta segura a este interrogante universal me parece que es bién la confianza», me ha dicho recientemente un
que no quiso hacer lo que ha hecho. Esta es una res- miembro del Parlamento soviético, no obstante ser gor-
puesta que incomoda a los ciudadanos del mundo occi- bachoviano convencido. Frase terrible, pero profunda,
dental, más dados que los rusos, los ucranianos o los que define bien el carácter frágil e híbrido del nuevo
azeríes a celebrar el genío del primer secretario del P. C. «presidente» de la URSS, demasiado comunista para la
de la URSS. En efecto, las opiniones públicas del Oeste libertad que ha abierto.
atribuyen a su política un ordenamiento, una coheren-
O hay ninguna razón para suponer que Gorba-
cia, que provienen de una aprobación secreta más que
de la evidencia de los hechos. Ya que, después de ofre-
cer la imagen por excelencia de una sociedad inmovi-
lizada por un Estado totalitario, la Unión Soviética es
N chov haya sido un anticomunista enmascarado,
ni siquiera un mal comunista, en 1985 o antes.
Todo lleva a creer en sus palabras cuando no cesa, en
hoy el escenario de una extraordinaria improvisación todos estos años, de predicar el renacimiento del comu-
de la historia, mientras que nos gustaría más que nunca nismo. Pero las circunstancias han roto su proyecto, y
saber, o al menos adivinar un poco, qué es lo que se él ha seguido las circunstancias sin tener un proyecto de
está cociendo en la marmita de los supervivientes del recambio: eso es lo que confiere a su trayectoria polí-
comunismo. Gorbachov puede darnos fácilmente la tica ese carácter a la vez deliberado -pues siempre elige
sensación de que tiene un cierto dominio sobre los estar del «lado bueno» de los acontecimientos- y to-
acontecimientos, ya que, después de todo, los ha des- talmente indeciso -pues nadie sabe, y él menos que
encadenado con largueza. nadie, adónde va-. Él avanza, practica incluso la hui-
da hacia adelante, pero sin objetivo. Formidable fuerza
Esta historia está por escribir, y sencillamente por animada por la pasión de sobrevivir más que por la
conocer, pues incluso en el momento en que se deshace, voluntad de dominar.
la Unión Soviética sigue envuelta en el secreto. Empezó
En la Europa del Centro y del Este, el comunismo
como una clásica lucha de sucesión por el poder, ya que
murió, con su ayuda, el año pasado. Ahora bien, he
cada nuevo secretario general tiene que colocar a sus
aquí que en febrero de 1990 hace que el Comité Central
hombres a costa de una modificación, o incluso de una
del P. C. de la URSS vote, casi unánime, justamente la
crítica, de la política de su predecesor. En este caso,
medida que ha llevado a los países satélites por esa vía:
Andropov no había permanecido en activo el tiempo
el fin del monopolio político del partido. Iniciativa, o
suficiente para ofrecer un blanco a su sucesor; era toda-
reacción, típica de su manera: para replicar a sus ene-
vía el aparato de Breznev el que había que someter o
migos, a los que la situación proporciona fuertes argu-
eliminar para ser el dueño. Gorbachov ha hecho, pues,
mentos, adopta una medida que los debilita a ellos,
como Kruschev después de Stalin, y como Breznev des-
pero que también lo debilita a él. Pues el monopolio
pués de Kruschev: ha acumulado en sus manos el máxi- político del partido es, para él más aún que para ellos,
mo de poder. Pero lo ha hecho de una manera inédita.
el secreto del poder absoluto. Al votar su fin, sin duda
Antes de él, el partido había constituido el único medio
los más conservadores del Comité Central aceptan una
del poder. El secretario general podía, en su momento,
derrota capital. Pero Gorbachov acepta el riesgo de una
volverse contra él, destruir su osamenta para rehacerla,
oposición futura infinitamente más fuerte que la suya.
como Stalin en los años treinta; pero nadie era el dueño
Se me dirá que él esperaba conjurar ese riesgo. Proba-
de la Unión Soviética sin tener autoridad absoluta so-
blemente, en efecto, pensaba en reagrupar a su alrede-
bre el aparato comunista. Cuando Kruschev hubo per-
dor, con el grueso de los comunistas, un gran partido
dido esa autoridad, en 1964, había caído. Ahora bien,
del Presidente, que tendría a sus flancos una derecha y
Gorbacbov, para imponerse, ha seguido otro camino.
una izquierda marginalizadas; algo así como el Partido
No ha reconstruido el partido como su instrumento Republicano Institucional mexicano, guardián juicioso
para reinar. Se ha apoyado en elementos externos al
de una legitimidad revolucionaria perdida en la noche
partido. En pocas palabras, ha cambiado las reglas del
de los tiempos. Pero precisamente: no le ha salido bien;
juego.
al contrario: ha abierto el camino al desarrollo de una
Comenzó a partir de 1985, apenas elegido secretario fuerte corriente de oposición democrática, cuyo aban-
general, a movilizar en su favor fuerzas exteriores al derado es su rival Yeltsin. La Federación Rusa -¡nada
partido y al sistema político. Táctica que, en el fondo, menos!- se le ha ido de las manos.
no estaba tan alejada de la de Mao cuando éste lanzó Así, la patria del comunismo no escapa al fin del
a las masas contra el aparato del partido: se trataba a comunismo, pero lo vive a su manera, más tardía, más
la vez de reinventar un entusiasmo comunista y de debi- compleja y más profunda. La originalidad de la situa-
litar a los dirigentes comunístas, sus rivales en el Buró ción soviética reside en varios factores específicos, un
político. Pero el asunto gira de otro modo. La modesta inventario de los cuales, aunque breve, permite sope-
apertura hacia la sociedad y la relativa suspensión del sarla.
terror policial han dejado ver no un encarecimiento del
comunismo, sino una demanda de democracia, a la que El primero es, evidentemente, la duración del régi-
Gorbachov ha cedido progresivamente, por la fuerza de men. De éste, los países de la Europa central y oriental
las circunstancias: amenazado con quedar en minoría han tenído una experiencia relativamente corta, una o
en el partido, como Kruschev, ha reanimado el Parla- dos generaciones, mientras que la Unión Soviética lo
mento, y ha tenido que apoyarse en fragmentos de opi- inventó y lo ha mantenido vivo durante setenta años.
nión pública como la intelligentsia. Pero con ello, al Más aún: aquéllos lo deslegitimaron muy pronto, unos
debilitar a sus adversarios, se ha debilitado él también, años después de haberse instalado en ellos. En el caso
destruyendo la fuente de su legitimidad, ofreciendo un de la URSS, al contrario, el comunismo tuvo como pa-
terreno nuevo a rivales imprevistos y suprimiendo, con dres fundadores a dos figuras carismáticas, Lenin y
el miedo, el principio de la obediencia. Hasta el des- Stalin; y, por su victoria sobre la Alemania nazi, estaba

36
Foto Stern Reportage. Reagan y Gorbachov

envuelto de una gloria nacional y universal de la que su independencia, los pueblos más antiguamente some-
supo hacer un uso formidable, en el interior y en el tidos por la Rusia de los zares han empezado en medio
exterior. Por eso el sistema ha gozado de un particular de la anarquía y la sangre una descolonización tardía,
arraigo social, del que dan idea, por ejemplo, los libros pero tanto más explosiva; la Ucrania occidental mani-
de Zinoviev. Ha creado sus hábitos y costumbres, por fiesta con fuerza su hostilidad a Moscú, la República
los que el ciudadano soviético, privado de libertad polí- de Rusia proclama la plena soberanía de su legislación
tica y de bienestar material, se agenciaba algunas venta- reciente, en contradicción con la de la Unión -en po-
jas, como la de trabajar poco. cas palabras, es la URSS misma la que se encuentra en
entredicho-. Gorbachov preside una disgregación ge-
Pero , por otro lado, el régimen ha tenido siempre neral cuando Occidente quiere darle a toda costa un
como condiciones esenciales la mentira ideológica y el estatuto de reconstructor.
terror policial. Mediante el uno, prohibía la compara-
ción con Occidente; mediante el otro, hacía respetar El comunismo soviético se muere de una descompo-
esta prohibición. No obstante, esa pareja central del sición interna, como para desmentir aún una última
funcionamiento totalitario perdió su eficacia después idea del marxismo, según la cual las sociedadesno mue-
de Stalin. Kruschev hizo entrar la verdad en la mitología ren sino cuando están preparados los elementos del
soviética y comenzó a deshonrar el terror. A partir del relevo, formados en el seno del antiguo mundo . El he-
momento en que la referencia a Occidente se convirtió cho es que el comunismo soviético no deja ver nada de
poco a poco en la obsesión común de la nomenklatura lo que será la sociedad que lo sucederá. Este es el secre-
y de una oposición intelectual clandestina pero más o to de esa especie de angustia que su desaparición suscita
menos tolerada, no quedó ya del comunismo más que un poco por doquier, incluso entre sus adversarios. En
lo que había destruido de la antigua comunidad con el efecto, si todo aquel que cuenta en el mundo político
Oeste; es decir: nada, en el sentido pleno del término, (francés, por ejemplo) se apresura a taponer el aconte-
una pura negación, una sistemática tabla rasa. Una so- cimiento más que a entenderlo, es porque el Imperio
ciedad ha sido destruida hasta e incluso en sus recursos edificado sobre una pretendida conformidad con las
de reconstrucción a la occidental, mientras que no tiene leyes de la historia no encarna ya más que lo exacta-
otros a su disposición. mente contrario de esa pretensión: su porvenir, incluso
el próximo, es rigurosamente imprevisible. D
Eso es lo que da a la política gorbachoviana ese
aspecto surrealista que exaspera a los ciudadanos sovié- Traducción de Eduard 1. Verger
ticos. El Presidente está todo desnudo, y hace como si
estuviera vestido. Habla de reanimar la economía, y la
situación alimentaria no cesa de agravarse. Pretende Fran~ois Furet, historiador francés, es director de
reformar el régimen comunista, y no tiene otras ideas estudios de la École des Hautes Études en Scien-
que las que toma de la tradición occidental. Quiere ces Sociales (Paris) y profesor visitante en la Uni-
rejuvenecer la esperanza de octubre de 1917, y toda su versidad de Chicago. Es autor, entre otros, de los
actuación conspira, a fin de cuentas, para extinguirla. libros La Revolución francesa (1988) y Dicciona-
Hace como si gobernara todavía su país, pero sólo Oc- rio de la Revolución francesa (1989), éste en cola-
cidente se lo cree, fiel a su constante credulidad respec- boración con M. Ozouf.
to a la Unión Soviética. Los Estados bálticos reclaman

37
¿CAPITALISMO COMO
,
OBJETIVO DEMOCRATICO?
LA TEORÍA DEMOCRÁTICA FRENTE ALA
TRIPLE TRANSICIÓN EN LA EUROPA
CENTRAL YORIENTAL
AS teorías de la convergencia de los sesenta y los radamente, sino que además no estuvo guiada por una

L setenta predecían que los dos sistemas político-


económicos rivales se asimilarían el uno al otro
con mayor o menor rapidez e inevitablemente se acerca-
secuencia premeditada, ni por principios e intereses
comprobados que fuesen claramente asumidos por los
participantes. En lugar de conceptos, estrategias, agen-
rían. El Este se enriquecería con algunos elementos de tes colectivos y principios normativos, hay personas
mercado, mientras que el orden económico «mixto» del que actúan y que emiten ideas acerca de sus descu-
capitalismo occidental ya había adoptado elementos de brimientos con un contenido semántico deliberada-
intervención estatal en los procesos de producción y mente opaco. Entre éstos están las palabras clave glas-
distribución. El problema de esta teoría, tal y como está nost, perestroika y la metáfora de una «casa común
apareciendo ahora, era que sólo el Oeste era capaz de europea».
«mezclar», mientras que las sociedades socialistas esta- El carácter peculiarmente «a-teórico» de este movi-
ban constantemente a punto de «volcar» por las conce- miento se refleja en las formas literarias que lo acompa-
siones hechas a la liberalización política (competencia ñan. Hay una total ausencia de expresiones analíticas y
entre partidos, libertad de expresión), la independencia de grandiosas directivas de intelectuales revoluciona-
nacional, las formas descentralizadas de propiedad y la rios. Si los teóricos sociales llegan a expresarse, no lo
formación competitiva de los precios, por no hablar de hacen mediante interpretaciones globales de los sucesos
la «democracia económica». Las contribuciones occi- y su dinámica impulsora, sino más bien en descripcio-
dentales eran revertidas regularmente. En todas partes nes más modestas de aspectos concretos, e incluso en el
la autotransformación de las sociedades socialistas fra- papel de meros ciudadanos e individuos preocupados,
casaba debido al justificado miedo a un declive que su- sin atribuirse ninguna competencia especial en razón de
frían las élites políticas. La «tesis de la mancha de acei- su profesión. Este movimiento, según parece, por el
te», que predice que todo el sistema se estropeará si se momento fuerza a los ideólogos y a los teóricos a un
introduce en él aunque sólo sea un elemento o movi- bienvenido silencio, al mismo tiempo que florecen cier-
miento «extraño», resultó no cumplirse precisamente tas formas literarias como el diario, el reportaje, la
en aquellos sistemas a los que Van Mises creía que era carta y la autobiografía. Ante la ausencia de cualquier
aplicable en los años veinte: las democracias capitalistas teoría revolucionaria válida o, en su casO, de todo tipo
occidentales . Sin embargo, fue rotundamente corrobo- de teoría prescriptiva «ex ante», la tarea del científico
rada en el caso de los regímenes socialistas de estado. social es comprender en retrospectiva lo que realmente
Como muestran los debates de los años sesenta y seten- ha ocurrido.
ta acerca de la reforma económica en el bloque orien-
tal, estos regímenes no lograron incorporar su principio Bajo la denominación «transición a la democracia»,
opuesto en una dosis suficiente e inofensiva. una corriente de investigación importante y próspera de
las ciencias sociales se ha dedicado en la última década
Las «reformas desde arriba» de alguna importancia
fueron descartadas por los líderes soviéticos ya que, a estudios comparativos de los procesos de moderniza-
ción política desde la segunda guerra mundial. 1 Tres
según sospechaban llevarían a complicaciones y deses-
tabilizaciones incalculables e incluso alentarían peligro- grupos de países ocupan el centro de estas investigacio-
nes: las «democracias de la postguerra» (Italia, Japón
sas «reformas desde abajo» o, incluso peor, una «revo-
lución desde abajo». Lo que quedaba en esta situación y Alemania Occidental); los procesos democráticos me-
diterráneos de los años setenta (Portugal, España, Gre-
de bloqueo era una vía de escape que parecía entonces
cia); y el final de los regímenes autoritarios en Sudamé-
tan improbable como inevitable parece ahora: la vía de
una «revolución desde arriba», representada por Mijail rica (Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay)
durante los ochenta.
Gorbachov. Esta revolución soviética desde arriba creó
las condiciones necesarias para el triunfo de las refor- La sugerente tentación de añadir un cuarto grupo a
mas y las revoluciones desde abajo que le siguieron de éstos -es decir, el de los estados de Europa central y
muy cerca en los otros países del maltrecho Pacto de oriental- y analizarlo con los instrumentos probados
Varsovia y del COMECON. que aporta esta tradición, resulta, sin embargo, inade-
Este movimiento es una revolución sin modelo his- cuada y engañosa. La revolución que tiene lugar en los
tórico y sin teoría revolucionaria. Su característica dis- países antes socialistas es, en realidad, básicamente di-
tintiva más sobresaliente es de hecho la falta de unas ferente de los países mencionados en dos aspectos. En
líneas teóricas elaboradas y unos argumentos normati- primer lugar, en el caso de las democracias de la post-
vos en respuesta a las preguntas sobre quién ha de reali- guerra (excepto la Alemania dividida) y los países del
zar qué acciones bajo qué circunstancias y con qué fines, sur de Europa y de América, la integridad territorial y
qué dilemas se pueden esperar en el camino y cómo la organización de cada país fueron en gran medida
debería constituirse la nueva síntesis de un orden post- preservadas. Tampoco el proceso de democratización
revolucionario, y qué significado debe asignarse a la en esos países ocasionó migraciones a gran escala. Es-
noción de «progreso». En todas las revoluciones de los tos estados retuvieron a sus poblaciones, y las poblacio-
dos últimos siglos existía algún tipo de respuesta para nes permanecieron en sus estados. En la Europa central
estas preguntas, aunque la mayoría resultara equivo- y oriental, la situación es diferente: allí ht escena está
cada. Tales respuestas de los teóricos revolucionarios dominada por las disputas territoriales, las migracio-
fueron formuladas independientemente de los contex- nes, los conflictos de minorías o de nacionalidades y las
tos inmediatos de la acción y eran conocidas por los correspondientes aspiraciones secesionistas (sin contar
agentes participativos; en ese sentido, eran respuestas la excepción alemana como única fusión nacional de
teóricas. Sin embargo, en el caso de los acontecimientos dos estados previamente separados).
de la Europa central y oriental de la segunda mitad de Una segunda diferencia es todavía más importante.
los ochenta, estas preguntas quedan por el momento sin En los casos antes mencionados de «transición a la de-
respuesta o sólo reciben respuestas de carácter táctico mocracia», los procesos modernizadores son estricta-
en la forma de autojustificaciones y valoraciones ad mente políticos y constitucionales, es decir, conciernen
hoc y coyunturales de los participantes. La rápida suce- a la forma de gobierno y a las relaciones jurídicas entre
sión de acontecimientos no sólo se desencadenó inespe- el estado y la sociedad, mientras que en el final del

39
socialismo la tarea adicional de reformar la economía glos, las constituciones muchas décadas y los gobiernos
está a la orden del día. En los países que sufrieron una o la ordenación jurídica aprobada por las legislaturas
transición a la democracia, el capital seguía estando en sólo unos años. Si esto es así, ¿cómo podría un posible
manos de sus propietarios y como norma los propie- agente establecer las fronteras de una nación-estado
tarios seguían a cargo de su capital. Por su parte, la para de ese modo determinar los fenómenos de las capas
Unión Soviética y sus antiguos satélites se enfrentan a inferiores mucho más contingentes de las constituciones
un problema agudo, más absorbente y totalmente dife- y los regímenes, gobiernos y decisiones de asignación?
rente: la transferencia de los bienes de producción hasta Mientras las decisiones en los dos niveles inferiores de-
ese momento propiedad del Estado a otras formas de ban considerarse como fijas, el sistema está altamente
propiedad, y con este fin, la creación de una clase ente- determinado, y sus parámetros son a prueba de estra-
ramente nueva de empresarios y propietarios. Esta tegias.
creación ha de ser decidida y justificada por la vía polí-
tica y a través de agentes políticamente visibles. La ins- Respecto al tercero de estos tres niveles, la teoría
democrática aporta respuestas satisfactorias, tanto po-
talación revolucionaria de una clase empresarial (es de-
cir, de una categoría antes inexistente de agentes que sitivas como normativas. Los problemas y las parado-
jas comienzan si bajamos un nivel: ¿deberían los juga-
ahora tienen que participar en la competencia de mer-
dores ser autorizados a decidir las reglas del juego que
cado basándose en los derechos de propiedad) es una
están jugando, además del alcance del «tema» del jue-
labor que ninguna de las otras transiciones tuvo que
go? Y, si esto es así, ¿bajo qué condiciones preventivas
realizar (y que se ve bastante minimizada por la des-
cripción de la revolución simplemente como «recupe- podrían hacerlo? ¿Puede la propia democracia ser de-
radora»). 2 mocratizada? 5 Y, si la respuesta es negativa, ¿en qué
sentido podemos hablar todavía de «democracia» y su
El carácter único y sin precedentes del proceso de implicación de «soberanía popular»? Preguntas toda-
transformación de la Europa central y oriental -y los vía más espinosas se relacionan con el primer nivel,
desafíos a la teoría democrática que surgen de él- sólo y son las relativas al carácter de nación, la identidad
se ve plenamente realzado si recordamos que cualquier colectiva y las fronteras territoriales . Independiente-
sistema político operativo es el resultado combinado de mente de la normativa constitucional, sólo aquellos que
tres niveles jerárquicos de toma de decisiones. 3 En el ya gozan del derecho de ciudadanía son admitidos a un
nivel más fundamental una «decisión» debe tomarse papel activo en el juego. Pero, ¿significa eso que esas
respecto a quién somos «nosotros», es decir, una deci- normas básicas de admisión pueden basarse solamente
sión sobre la identidad, la ciudadanía y las fronteras, en decisiones unilaterales de aquellos que, debido a su
tanto territoriales como sociales y culturales, del esta- lugar de nacimiento o sus derechos de ciudadanía here-
do-nación. En el segundo nivel, deben establecerse nor- dados, ya están admitidos en el juego o, alternativa-
mas, procedimientos y derechos que juntos formen la mente, en los hechos brutales de las guerras civiles o
constitución o el marco institucional del «régimen». Es internacionales, en los mejores casos constreñidos por
sólo al más alto nivel donde tienen lugar aquellos pro- la frágil red del Derecho Internacional y los regímenes
cesos y decisiones que a veces se confunden con la esen- transnacionales? ¿O puede la teoría democrática tras-
cia de la política, es decir, decisiones sobre quién consi- cender su territorio de la «política normal» y aportar
gue qué, cuándo y cómo (en términos tanto de poder criterios según los cuales tanto el cambio constitucional
político como de recursos económicos). como la definición de las fronteras pueden tener la cua-
lidad de ser más o menos «democráticos»?
Podría decirse que cada uno de los tres niveles es
afín e invoca una de las tres aptitudes que los tempra- Durante los últimos dos años, estas preguntas han
pasado de sus lugares retirados en el orden del día de
nos filósofos políticos modernos distinguieron. El pri-
mero se relaciona con las pasiones, la virtud, el honor los seminarios filosóficos a convertirse en problemas
y el patriotismo; el segundo con la razón y el tercero prácticos invocados por las primeras páginas de los dia-
rios . Lo que constituía el segundo mundo del imperio
con el interés. 4 Este modelo de tres tercios claramente
sugiere vínculos de determinación ascendente: la «polí- soviético está sufriendo ahora una triple transforma-
ción que afecta a los tres niveles: el del carácter nacio-
tica normal» que se desarrolla en el tercer nivel está
arraigada en identidades y constituciones. En la mayo- nal, el de la creación de la constitución y el de la «polí-
tica normal» de asignación. La propia simultaneidad de
ría de sistemas políticos, esta determinación es unila-
teral y causal más que intencional. Por unilateral en- las tres transformaciones genera decisiones de una mag-
nitud sin precedentes. A diferencia de la situación en las
tiendo la relación asimétrica por la cual los niveles más
democracias occidentales, no hay tiempo para la madu-
bajos determinan a los superiores, pero en la cual la fle-
ración lenta, la experiencia y el aprendizaje siguiendo la
cha causal sólo raramente -o incluso nunca- apunta
en la dirección opuesta. Por ejemplo, la constitución escala evolutiva de la construcción de la nación, la crea-
gobernará la política normal muchas más veces de las ción de la constitución y la política de asignación y
redistribución. Y tampoco hay casos que se puedan to-
que será ella misma objeto de la política normal resul-
mar como modelo y ser imitados, ni siquiera un poder
tando en un cambio constitucional. Simplemente, no
victorioso que imponga su voluntad desde fuera, como
hay mucha retroactividad. Por determinación causal
fue el caso de los nuevos regímenes del Este y el Oeste
(más que intencional) entiendo que el efecto que el nivel
europeos en la postguerra. En consecuencia, las deci-
o los niveles inferiores tendrán sobre los niveles supe-
siones tomadas en cada uno de estos tres niveles pueden
riores no se debe a una acción intencionada. Precisa-
fácilmente llegar a ser incompatibles y de ese modo obs-
mente porque los procedimientos se reafirman mediante
las constituciones, los resultados son contingentes, como truirse unas a otras en vez de formar un todo coherente.
ha propuesto Przeworski. Es decir, insertados entre los El riesgo que resulta de la simultaneidad está exa-
tres niveles existen velos de ignorancia que surgen de, cerbado por un segundo riesgo. La situación de contin-
entre otras cosas, la estructura temporal tan diferente gencia extrema invita al oportunismo, y el velo de la
de nuestros tres niveles: tendemos a creer -y la expe- ignorancia se levanta. Ahora los protagonistas están en
riencia lo suele confirmar- que las naciones duran si- posición de ver qué formato constitucional y qué fron-

40
teras étnicas de un estado servirán mejor a sus intereses toma de decisiones no se excluyen ni se impiden mutua-
políticos o a sus pasiones por las identidades y resenti- mente, sino que más bien se refuerzan y se realzan. De
mientos étnicos. La situación está repleta de oportuni- hecho, hay análisis de los sistemas socialistas existentes
dades, cuyo alcance acertadamente se percibe como que tratan de establecer que tal interacción tiene lugar
único, para mejorar la «dotación original» de cada entre los dos objetivos -ya en sí mismos deseables-
uno, o para vengarse. Paralelamente, aumenta la canti- de la modernización económica y la modernización po-
dad de «esfuerzo moral» requerido para superar las lítica. Considerando el desarrollo político y económico
tentaciones generadas por una situación que ya no está en Checoslovaquia antes de 1968, Jiri Kosta ha inten-
a salvo de las estrategias. Si no existe la cantidad reque- tado mostrar «que el proceso de reforma de la econo-
rida de diCho esfuerzo, todo -las fronteras, los dere- mía (que el régimen se vio forzado a iniciar al principio
chos, los procedimientos y la asignación del poder' los de los años sesenta por la manifiesta ineficacia de los
derechos jurídicos y los recursos materiales- será de- procedimientos de planificación) ... se transformaría en
batido y defendido en términos de consecuencias, en el curso de unos pocos años en un movimiento demo-
vez de basarse en los antecedentes históricos y los prin- crático que barrería a los viejos dirigentes». 7 Sin duda,
cipios de justicia, libertad y paz. quedaba un problema: este círculo virtuoso - supues-
tamente establecido entre la liberalización económica y
la democratización política- fue roto por la tercera
la vista de estas dos

EL DILEMA A dimensiones aña-


didas, la transfor-
mación revolucionaria en
cuestión, la de la integridad y soberanía nacionales, a
saber, por los acontecimientos de agosto de 1968 y la
proclamación de la doctrina de Brezhnev.
DELA Europa Oriental sólo pue-
OY, por otra parte,
SIMULTANEIDAD
de analizarse con unos me-
díos conceptuales que no
han sido empleados desde
la primera guerra mundial en casi toda la Europa del
UNA CAJA H el campo de todas
las disciplinas y
ámbitos políticos está do-
Oeste y el Sur. En la Unión Soviética y la mayoría de DEPANDORA minado por ideas más bien
sus antiguos satélites están en juego simultáneamente: pesimistas sobre el círculo
• La cuestión territorial, 6 es decir, la determina-
LLENA DE vicioso. La única circuns-
tancia bajo la cual la eco-
ción de las fronteras para un estado y una población y
la consolidación de estas fronteras dentro del marco de
PARADOJAS nomía de mercado y la
democracia pueden ser im-
un orden europeo de estados («casa común europea»). plantadas simultáneamente es aquella en que ambas
• La cuestión de la democracia, es decir, la disolu- sean impuestas a una sociedad desde el exterior y garan-
ción del monopolio de un partido y su sustitución por tizadas por relaciones internacionales de dependencia y
un ejercicio de la autoridad contenido por la constitu- supervisión durante un largo período de tiempo. Ésta,
ción y una competencia entre partidos en el contexto de cabría argumentar, es, al menos, la lección que ofrecen
las garantías de los derechos humanos y ciudadanos las democracias de postguerra implantadas entre las
básicos («glasnost»). ruinas ocasionadas por la guerra: Japón y, con ciertas
reservas, la República Federal de Alemania (y quizá
• La cuestión del orden económico y de la propie- pronto la antigua República Democrática Alemana).
dad, y la dirección política ordenada de los acuciantes De otro modo, reina en todas partes un antagonismo
problemas de producción y distribución («perestroika»). que es, cuanto menos, asimétrico: «El mercado requie-
Las fases de un proceso, que en el caso de los ejem- re el desarrollo de una democracia, pero la democracia
plos «normales» de la Europa Occidental fueron supe- no exige el surgimiento de un mercado .. . Si la peres-
radas a lo largo de una secuencia de siglos (del estado- troika fracasa, entonces también se acabará pronto la
nación al capitalismo, y de ahí a la democracia), deben glasnost». 8 Los miembros de las antiguas burocracias
así superarse casi simultáneamente en la Europa del polaca, búlgara, rumana y soviética que se orientan
Este (del mismo modo que ambos componentes de una actualmente hacia la reforma económica pueden sen-
economía política «moderna», a saber, la democracia tirse en completo acuerdo con este resuelto mensaje a
y la propiedad privada, fueron también abolidos simul- favor del mercado libre cuando proclaman que la mano
táneamente por la revolución de Octubre). Esto ocasio- de hierro de un régimen presidencial fuerte es necesaria
na no sólo unas tomas de decisiones de peso gigantesco, ahora, y no una apertura democrática «prematura»,
sino también efectos mutuos de obstrucción. Pudiera que según ellos temen podría causar todo tipo de con-
ser que cada uno de esos problemas se solucionase sólo flictos contraproducentes. Los estalinistas que nadaron
cuando la situación permitiera asumir que uno de los hasta las orillas del postcomunismo discrepan de la tesis
otros dos problemas (o incluso los dos) ya ha sido re- de libre mercado sólo en la medida en que proclaman
suelto o no necesita (o necesitan) una solución en ese que para que no fracase la perestroika, debe olvidarse
momento. A continuación quisiera examinar el fenó- la glasnost.
meno del bloqueo mutuo de las soluciones a los proble- Otro dilema más puede explicarse en términos gene-
mas y de ese modo mostrar que, aunque el consejo pro- rales así: un sistema político democrático y constitucio-
verbial de «hacer una cosa detrás de otra» puede tener nal encuentra su contenido apropiado de problemas y
buenos fundamentos, los protagonistas pueden perfec- divisiones, cuyo procesamiento fluido a su vez conti-
tamente encontrarse en la trágica situación de tener que nuamente reproduce su legitimidad, sólo si una cierta
rechazar este consejo y sus fundamentos con funda- medida de desarrollo económico autónomo ya ha terii-
mentos igualmente válidos. do lugar y si las coaliciones de intereses, los agentes
Todo esto nos llevaría a consideraciones inútiles, si colectivos y los temas de conflicto -en contraste con
se pretendiera demostrar que la apertura de la econo- lo que ocurre en las sociedades forzosamente homogé-
mía -hasta ahora planificada- a una economía de neas del socialismo real- han surgido del sistema de la
mercado y la democratización del proceso político de división social del trabajo. Sólo una sociedad de merca-

41
do libre con cierto desarrollo y un nivel de riqueza rela- a que entre en funcionamiento, representan los intere-
tivamente alto permite que la democracia competitiva ses de la sociedad. Sin embargo, en este proceso no se
funcione como procedimiento para el arbitrio y la con- apoyan en una clase ya existente de propietarios capita-
ciliación de intereses. 9 En una sociedad en la cual el listas con sus intereses, su poder y sus preferencias ideo-
mercado laboral es desconocido y donde la inmensa lógicas, ni representan sus exigencias.
mayoría de la población adulta son Werktiitige («gente
trabajadora», trudjascijsja) con ingresos similares y De nuevo, el contraste con la pauta occidental de
unas condiciones educativas, de vivienda y de vida uni- desarrollo capitalista es obvio. En Europa Occidental,
formemente reguladas, la democracia competitiva care- una clase de propietarios reclama unos derechos que
ce, debido a esta estructura social atomizada, 10 de «di- basa en argumentos morales e ideológicos críticos fren-
ferencia» reprimida, de protagonistas suficientemente te a las fuerzas e instituciones de los antiguos regímenes
formados, de agentes colectivos y de problemas que absolutistas, mercantilistas y feudales; la eficiencia, el
valga la pena procesar mediante la maquinaria de la crecimiento económico y finalmente la prosperidad son
política democrática. O, alternativamente, la falta de meros subproductos de las victoriosas iniciativas ideo-
una complejidad desarrollada en la sociedad civil lleva lógicas tomadas por los primeros protagonistas de la
a la predominancia de temas que, aunque adecuados clase empresarial y comercial. En la Europa del Este,
para el conflicto, no son adecuados para llegar a un por el contrario, la privatización y el paso a una econo-
compromiso. En ambos polos aparentemente opuestos mía de mercado no están movidos por unos derechos,
-la homogeneidad perfecta y el antagonismo profun- sino orientados a unos resultados; no se basan en una
do- la estructura social carece del grado requerido de clase, sino son impulsados por una élite; no son progre-
diferenciación, es decir, la división del trabajo, el esta- sivos y lentos sino súbitos y muy visibles; no respalda-
tus, el interés y la identidad cultural que sólo una socie- dos por argumentos morales e ideológicos sobre dere-
dad de mercado desarrollada genera. Pero la homoge- chos y libertades, sino defendidos en nombre de una
neidad podría ser simplemente la superficie aparente prosperidad económica deseada de forma vehemente
del antagonismo reprimido. La socióloga polaca Jadwi- y universal.
ga Staniskis se plantea este caso cuando escribe: «Mien-
tras no existan los cimientos económicos para una so- Sin embargo, que la introducción de los derechos de
ciedad civil genuina, la movilización política masiva de propiedad y de los mecanismos de mercado vaya real-
la población sólo es posible por el camino del naciona- mente en interés de la sociedad en su conjunto, es algo
lismo o el fundamentalismo». 11 Su conclusión es que que de manera significativa no es reconocido con con-
tales temas de movilización llevarían a la rápida perver- fianza ni apreciado por la voluntad empírica de la ma-
sión de la apertura democrática que pasaría a ser un yoría de la población. Dicha resistencia a creer en los
régimen autoritario populista hostil a las minorías in- resultados supuestamente beneficiosos proclamados y
ternas o externas. En consecuencia, no sólo la economía prometidos por las élites reformadoras se debe a dos
de libre mercado sino también la propia democracia razones bastante válidas. En primer lugar, la población
fracasarían si ésta última fuera introducida con dema- tiene motivos para sospechar que las iniciativas de pri-
siada precipitación. Esto parece sugerir, de nuevo, que vatización de las nuevas élites reformadoras podrían no
el mercado ha de preceder a la democracia. estar necesariamente al servicio de la mejora universal
de las condiciones económicas, sino más bien contri-
Por otra parte, antes de la introducción de la pro- buir ante todo al enriquecimiento de los miembros del
piedad privada y la economía de mercado, se requieren aparato del Estado y su clientela. En segundo lugar,
unos procedimientos que tengan en cuenta a las élites nadie puede garantizar que la mejora prevista de la si-
políticas y posibiliten la participación de la mayoría de tuación económica se produzca, ni tampoco que tenga
la población. En otras palabras, unos procedimientos lugar sin una desposesión económica masiva y absoluta
democráticos, aunque fueran sólo rudimentarios, son (transitoriamente en el mejor de los casos) de importan-
necesarios en la fase inicial de la transformación. Esto tes sectores de la población. Estos dos temores -es
es así no sólo porque únicamente las concesiones demo- decir, que los poderosos se enriquezcan y que los débi-
cráticas, aparte de ser una condición mínima para una les sean víctimas del mercado- sólo pueden disiparse,
ayuda económica muy necesaria, pueden calmar la in- y su potencial destructivo restringirse, si las élites que
dignación provocada por la arbitrariedad y el autorita- encabezan la reforma aseguran un mandato democrático
rismo paternalista practicados por el antiguo régimen, sólido para sus iniciativas de privatización y reconocen
sino también porque desde cierto punto de vista la de- su responsabilidad frente a la mayoría del pueblo. Di-
mocratización aparece -a pesar de los tres elementos cho mandato a su vez puede obtenerse solamente por
opuestos antes señalados- como la precondición de la medios democráticos, lo cual lleva al resultado paradó-
transformación económica. A diferencia de su versión jico de que en el caso de las economías de tipo soviético
occidental, la economía de mercado que está surgiendo y cuando ha de emprenderse la retirada del Estado de
en la Europa Oriental será, si es que verdaderamente la economía (dirigida esta retirada por el propio Esta-
llega a surgir, «capitalismo político». Es un capitalismo do), la democracia es una condición previa necesaria
diseñado, organizado y puesto en marcha por élites para la transformación económica. Obviamente ésta es
reformadoras. Lo que lo impulsa no es el dato prepolí- la antítesis exacta de las inferencias antes expuestas, sin
tico del derecho natural (lockeano) del propietario a su ser por ello menos convincente.
propiedad y su libre disfrute. Más bien, el motivo im-
pulsor es algo que en el caso de los países occidentales UNQUE en muchos casos, y según las aspira-
fue descubierto subsecuentemente como agradable
efecto secundario de un orden económico basado en la
libertad de la propiedad; a saber, el hecho de que un
A ciones doctrinarias de los reformadores, el
orden económico reformado podría representar
una variedad «más pura» del capitalismo que cualquie-
mecanismo económico eficaz sirve al menos en princi- ra de las variedades occidentales, sigue siendo un pro-
pio y a largo plazo a los intereses generales de la socie- yecto político según el modo postsocialista y por su
dad. Así las élites reformadoras, al hacerse responsa- forma estatista de realización. Este «capitalismo como
bles de un mecanismo económico capitalista y ayudar objetivo» (o capitalismo sin capitalistas como promo-

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tores activos de sus intereses de clase) depende en cada por gran parte de la experiencia histórica de la Europa
detalle de decisiones muy visibles que a partir de ahora Oriental), 13 no permite que una economía de mercado
requieren una justificación, y so desarrollo no puede se desarrolle, ya que ésta funciona bajo la premisa de
basarse en los ciegos resultados de su evolución, como que pueda lograrse un aumento general de producción
ha sido la pauta en la historia de los capitalismos occi- a cambio dé que una minoría esté en una posición en
dentales pioneros. La nueva clase de empresarios (y, la que aumente sus ingresos mucho más sustancial-
paralelamente, la nueva clase de empleados constituida mente y rápidamente que la mayoría, la cual, al menos
por los antiguos «trabajadores») es creada según un durante un intervalo de duración indeterminada, puede
proyecto diseñado por las élites políticas. induso perder. La economía de mercado produce, jun-
to con la creciente producción de bienes, una creciente
En cualquier caso este proyecto contiene múltiples desigualdad, tendencia a la que se resiste el resentimien-
parámetros, cada uno de los cuales es contingente y to igualitario. En cuanto a la democracia, se le repro-
podría ser establecido de muchas y diversas maneras. 12 cha que dificulte el proceso de decisión con fricciones,
¿Deberían privatizarse todos los bienes de producción, incertidumbres y discontinuidades que amenazan con
o deberían mantenerse empresas estatales? ¿En qué sec- interferir en un nivel de rendimiento económico que ya
tores y durante qué plazos debería tener lugar la trans- es precario y pobre. Este conjunto de expectativas y
formación estruCtural? ¿Cómo deberían adquirir los miedos (que pueden, por supuesto, también activarse al
nuevos propietarios la propiedad: por ejemplo, me- recordar la frustración causada por tantos intentos fa-
diante la distribución gratuita del capital nacional (o llidos de reforma y promesas rotas en el pasado) obvia-
una porción de éste) a la población o a los empleados mente tendría como consecuencia que, precisamente
o gerentes de las empresas? ¿O debería hacerse subas- porque la situación económica es tan precaria, los pro-
tando el capital nacional entre los poseedores de capital metedores intentos de reforma económica -y su legiti-
monetario? ¿O devolviéndosela a los antiguos propieta- mación democrática- sean bloqueados por la mayoría
rios si aún viven? ¿O también a sus herederos? ¿Debe- de la población.
ría devolverse sólo a los nacionales o también a los
extranjeros? Con o sin especificaciones respecto a cues-
ESUMIENDO lo expuesto hasta ahora, yo diría
tiones tan vitales como las categorías de personas con
derecho a compra, límites superiores de adquisición de
capital per cápita, precios máximos y salarios mínimos,
licencia para el comercio exterior o no, y muchas otras
R que una economía de mercado se pone en mar-
cha sólo bajo condiciones predemocráticas.
Para promoverla, los derechos democráticos deben re-
tenerse para permitir una dosis saludable de acumula-
variables. Resulta casi imposible concebir que se pueda
ción previa. Sólo una economía de mercado desarro-
dar un solo paso en este vasto y conflictivo ámbito sin
llada produce las condiciones sociales estructurales
armarse de fuertes razones legitimadoras, que no pue-
para una democracia estable y posibilita la formación
den conseguirse más que mediante una política demo-
de compromisos dentro del marco de lo que se percibe
crática.
como un juego de suma positiva. Pero la introducción
Incluso si se asumiera un consenso social extenso de una economía de mercado en las sociedades post-
sobre si la constitución de la economía debería ser «ca- socialistas es un proyecto «político», que sólo tiene
pitalista» en lo sucesivo, es decir, si debería caracteri- posibilidades de éxito si se basa en una sólida legiti-
zarse por la propiedad privada y el paso a la economía mación democrática. Y es posible que la mayoría de
de mercado de bienes, servicios, capital y trabajo, este la población no considere deseable ni la perspectiva de
consenso no podría sustituir a un mandato democrá- la democracia ni la de una economía de mercado. Si
tico para las iniciativas reformistas. La cuestión es pre- todas estas proposiciones son ciertas al mismo tiempo,
cisamente lo que significa en términos operativos el nos estamos enfrentando a una caja de Pandora llena
concepto único y aparentemente inequívoco de «Capita- de paradojas, ante la cual toda «teoría» -o, incluso,
lismo» o «economía de mercado» -por no hablar de toda estrategia racional- de la transición se halla con-
la economía «social» de mercado-. Pero ni siquiera un denada al fracaso.
consenso tan global y difuso a favor del capitalismo
-como estructura y como proceso, en contraste con la El problema central de la modernización política y
prosperidad como el supuesto resultado de ambos- económica de las antiguas sociedades socialistas reside
puede asumirse seriamente. La situación creada en la en su carencia de los elementos «dados» no contingen-
Unión Soviética después de la «revolución desde arri- tes susceptibles de ser parámetros fijos adecuados de la
ba» y que puso en marcha el proceso en los otros países política de reforma. Precisamente porque el sistema
del Centro y el Este de Europa, nci puede ser compara- está en un punto muerto todo se vuelve contingente y
da con la fuerza imperativa arrolladora de la «hora nada puede permanecer como está. La ausencia de una
cero» que afectó a los alemanes eri 1945 después de su serie fija de hechos sociales fiables -o al menos indis-
total derrota militar, moral y material, que implicó un cutibles- y de instituciones vinculantes fuerza a los
compromiso ineludible, impuesto por los poderes de políticos reformistas a realizar una gigantesca hazaña
ocupación, con un nuevo comienzo político cuyos pará- en solitario (Elster). También por este motivo, la bús-
metros fueron fijados e impuestos por las fuerzas de queda de unos cimientos sólidos para el acuerdo social
ocupación. Hoy en día los rumanos y los búlgaros no y político pasa por las identidades nacionales y los de-
son los únicos que parecen estar lejos de ese compromi- seos de autoafirmación étnica. O, tal y como Staniskis
so y nadie puede impedir que regresen a algún sistema dice de Polonia, recurre a doctrinas y «comunidades
de economía regida por el Estado. En su lugar, la cultu- ejemplares» como la doctrina social de la Iglesia Cató-
ra política mayoritaria de un «igualitarismo autorita- lica, que ahora se invoca como guía vinculante en la
rio» que parece prevalecer por lo menos en esos dos estrategia para el mantenimiento del orden político.
países obstaculiza el camino hacia una economía de Otros elevan las doctrinas de la economía política neo-
mercado y una democracia como objetivos indiscuti- clásica al nivel de una doctrina de salvación revelada.
bles del proceso de reforma. Este modelo, cultivado Otros creen que han encontrado el punto de Arquíme-
por y heredado del antiguo régimen (y más allá de éste des para la palanca de la política de reformas si en sus

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países simplemente se copia con exactitud uno de los caso de la reforma económica, los dos componentes
sistemas constitucionales occidentales ya probados a tener en cuenta son la reforma de los precios (des-
(como la Ley Fundamental alemana, por ejemplo) . Es- regulación y desmantelamiento del sistema de subsidios
tos intentos de inventar tradiciones, modelos ejemplares permanentes posibilitados por unas restricciones presu-
y dogmas no son muy prometedores, ya que es evidente puestarias laxas) y la reforma de la propiedad (privati-
el elemento de arbitrariedad con el que los movimientos zación). Una reforma del sistema de precios sin una
y élites políticos eligen estas supuestas verdades fun- reforma de la propiedad provocaría en los gerentes de
damentales prepolíticas y las proclaman como su pro- las empresas estatales la tentación de ignorar las señales
grama. que son los precios y seguir dilapidando el capital públi-
co utilizándolo ineficazmente. Una reforma de los pre-
Esta circularidad inevitable es patente en particular cios con una reforma de la propiedad establecería por
cuando, como en Polonia, Bulgaria, Rumanía y Che- supuesto un sistema de control completamente capita-
coslovaquia, los parlamentos recién elegidos también lista, es decir, un sistema con mercado laboral y merca-
funcionan como asambleas constituyentes. En realidad do de capital, lo cual equivale a decir un sistema con
esto significa simplemente que los jugadores determi- muchos despidos y quiebras. Hoy por hoy no está claro
nan las reglas según las cuales el futuro juego se jugará, en absoluto -aunque en general parece bastante im-
y con las cuales se decidirá quién podrá jugar también. probable- que existan soluciones intermedias prome-
Los actores son jueces de su propia causa. Incluso aun- tedoras y factibles a este respecto. Éstas podrían ser
que en la lucha sobre los principios constitucionales democráticas a nivel empresarial (es decir, de tipo co-
aparezcan como personas discutiendo según unas nor- operativo): en tal caso, se obtendría un mercado de ca-
mas, estarán indefensos ante la sospecha de que en rea- pital sin un mercado laboral. O podrían ser democrá-
lidad están conduciendo sus deliberaciones sólo con sus ticas respecto a la economía en su conjunto: habría
propios intereses en mente. entonces un mercado laboral sin un mercado de capital,
y en lugar de este último los fondos de inversión segui-
Esta sospecha está radicalizada por los movimientos rían siendo asignados a través de alguna agencia estatal.
de ciudadanos en los países de la Europa Central y
Oriental. La diferencia «lógica» entre su forma de pro-
ceder y las actividades de «nuevos movimientos sociales» La reforma política también consiste en dos medi-
en el Oeste radica en el hecho de que los movimientos das: garantía constitucional de los derechos de los ciu-
occidentales operan en el contexto de unas instituciones dadanos y derechos democráticos de participación. El
ya creadas y sólidamente establecidas y centran sus es- primero sin el segundo crearía un Estado constitucional
fuerzos en superar algunas de las desviaciones, deficien- liberal clásico en cuyo marco, como se ha mostrado an-
cias y puntos ciegos de estas instituciones. Al hacerlo, tes , no podría sobrellevarse el enorme peso de la toma
pueden basarse eri un núcleo de principios instituciona- de decisiones del proyecto de «capitalismo político».
les estables. 14 A veces, critican a las élites políticas y Además, las garantías constitucionales liberales se ve-
las prácticas constitucionales invocando el «espíritu» rían fácilmente expuestas al oportunismo de las élites
de la propia constitución y los principios establecidos políticas, si el riesgo de perder el control político me-
de la cultura política. diante una votación democrática no les parara los pies:
«El poder debe estar dividido para asegurar que la
Esta pauta de reflexión no está al alcance de nues- constitución se respete». El segundo sin el primero (por
tros vecinos orientales. Allí, los movimientos ciudada- ejemplo, una democracia de masas sin libertad de pren-
nos a menudo tienen una tendencia anti-institucional sa) sería igualmente absurdo y la Europa del Este ten-
incondicional, cuando no directamente antipolítica, lo dría que soportar formas de populismo autoritario, ya
cual es del todo comprensible dadas sus experiencias que carece de agentes colectivos intermediarios sufi-
pasadas. Porque no pueden referirse a rutinas ya esta- cientemente fuertes (partidos políticos, asociaciones,
blecidas y reivindicar la regeneración de los principios sindicatos, iglesias, gobiernos locales) que puedan ejer-
contenidos en ellas, están expuestos al peligro de ago- cer una función de control frente a regímenes presiden-
tarse en inútiles expresiones populistas, de sobrevalorar ciales demagógicos .
románticamente la democracia directa y las formas de
acción extraparlamentarias y, por tanto, de descuidar
la capacidad de negociación y compromiso que sería la A partir de estas consideraciones, Elster deriva la
única capaz de convertir la movilización social en poder conclusión de que las reformas de la propiedad y de los
político. Si, como cabría esperar, esta transformación precios así como las garantías de libertad y democracia
fracasa, la movilización fracasará y, por reacción, pro- se condicionan mutuamente, que la garantía de libertad
vocará en la mayoría síntomas de apatía, cinismo y reti- y la reforma de la propiedad se relacionan en armonía,
rada a la vida privada. Al final de este ciclo, el estado pero que hay un antagonismo irreconciliable entre la
«atomizado» inicial de la sociedad post-totalitaria no democracia y las reformas de la propiedad y de los pre-
quedaría superado, sino más bien se vería reproducido cios, si las consecuencias de estas dos reformas econó-
y reforzado. Porque las coaliciones negativas de disi- micas (a saber, el desempleo y la inflación) van a ser tan
dentes y movimientos ciudadanos no tienen un proyec- desastrosas para los antiguos miembros del COME-
to político y económico coherente propio, existe el ries- CON como cabe anticipar. El núcleo de esta antinomia
go de que se desmoronen en cuanto la burocracia del es obvio: la gente no quiere esperar hasta que las bendi-
antiguo régimen sea privada de su poder y quede así eli- ciones de la economía de mercado también les lleguen
minado el único factor alrededor del cual la oposición y las ondas expansivas de la transición hayan amainado.
se unificaba. Y tampoco desean ver a las nuevas élites económicas
(que podrían muchas veces estar integradas por elemen-
John Elster ha intentado en una serie de trabajos tos de las antiguas) enriquecerse a su costa. A albergar
recientes 15 explorar y conceptualizar las interdepen- esta mezcla de sentimientos de miedo, resentimiento y
dencias y antinomias que surgen en el proceso de reali- envidia se ve impulsada la gente por sus propias dis-
zación de las reformas políticas y económicas. En el posiciones, adquiridas durante el antiguo régimen,

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así como por la acción de sectores interesados de los A estructura tempo-
círculos «conservadores» de las antiguas élites políti-
cas. A esto se suma el hecho de que faltan instituciones
y agentes intermediarios que puedan convertir los cos-
EL EFECTO L ral de los procesos
es decisiva. Esto no
es sólo aplicable al nivel
tes y riesgos individuales de la transición en una carga TÚNEL Y LA macroscópico, donde,
subjetivamente aceptable y que puedan garantizar que como nos enseña el modelo
los sufrimientos y cargas de la transición económica ECONOMÍA occidental, un intervalo de
sean, a la larga, compensados equitativamente. tiempo suficiente entre los
Un modo de elaborar y refinar más el modelo de
POLÍTICA DE tres impulsos moderniza-
dores (nación-estado, eco-
Elster podría ser el siguiente. Cada una de las dos refor-
mas, constitucional y económica, implica tres pasos:
LA PACIENCIA nomía de mercado, demo-
cracia y finalmente el
marco institucional, proceso de desarrollo y resultado Estado de bienestar) así como los diferentes grados de
deseado. Las reformas democráticas deben consistir, rigidez entre nuestros tres niveles fomenta su éxito acu-
pues, en establecer un marco constitucional de derechos mulativo, sino también en el nivel microscópico de los
de los ciudadanos y un gobierno parlamentario. Su- actores individuos. Éstos deben, para que tenga éxito el
puestamente, éstos llevarán a una política democrática dominio simultáneo de las tres tareas de moderniza-
competitiva «normal» que a su vez pósibilitaría la asig- ción, estar dispuestos a reunir una gran dosis de pacien-
nación del poder y los recursos materiales. El resultado cia, optimismo y confianza. Puesto que los macroeven-
global es la resolución pacífica del conflicto social y po- tos han asumido una velocidad increíble, la dolorosa
lítico. De modo similar, las reformas económicas supo- labor de la espera paciente recae sobre los individuos.
nen derechos de propiedad y privatización, un proceso Deben adaptarse rápidamente a las nuevas circunstan-
de fijación de precios competitivo, y el resultado espe- cias y después estar listos para esperar los frutos de esta
rado de aumento de la productividad, crecimiento y adaptación durante largo tiempo. Necesitan esta pa-
prosperidad. Además, ambas cadenas de estructura- ciencia para no interferir en la «destrucción creativa»
proceso-resultado están entretejidas y se supone que se que seguirá a la reforma de los precios y la propiedad
refuerzan mutuamente. Si ésta es la teoría, la práctica de forma perfectamente intencionada, a pesar de que
puede tener reservadas una serie de sorpresas desagra- podrían interferir utilizando sus derechos civiles recién
dables. Las siete más probables y plausibles son: adquiridos. No sólo deben ser lo suficientemente disci-
plinados para aguantar una terapia de shock, sino que
• La política democrática puede bloquear o desviar también deben mantenerse firmes en el proceso, aco-
el camino hacia la privatización y por tanto el proceso giéndose a la creencia (que quizá se realice por su mera
hacia la economía de mercado. enunciación) de que el shock será terapéutico, a pesar
de las pruebas de lo contrarib. Son por tanto requisitos
• La privatización puede triunfar, pero puede no precisamente las virtudes y recursos morales de la flexi-
llevar a la economía de mercado y por tanto tampoco bilidad, de la espera paciente, de sopesar, deliberar y
al crecimiento y a la prosperidad; esto podría deberse probar las preferencias de cada uno (a corto plazo fren-
a la subsistencia de carteles y estructuras de monopolio te a largo plazo, individuales frente a colectivas), y la
que provoquen una transición de «plan a clan» y no de tolerancia hacia unas pautas de distribución muy des-
«plan a mercado» (D. Stark). iguales. Todas estas virtudes que en el curso de dos (en
el caso de la Unión Soviética, tres) generaciones de la
• La privatización puede triunfar, pero conducir a «construcción de la sociedad socialista» fueron desani-
la obstrucción de la política democrática mediante fuer- madas y totalmente infrautilizadas o, por el contrario,
tes interferencias de los propietarios del capital, ya sean puestas a prueba demasiadas veces y, en consecuencia,
nacionales o internacionales. frustradas. ¿Quién podría confiar en que estas virtudes
florecieran precisamente ahora?
• La política democrática puede evolucionar, pero
no llevar a la resolución pacífica del conflicto social Albert O. Hirschman ha comparado este problema
dominado ahora por conflictos étnicos, territoriales y de la capacidad de espera, o la economía política de la
de minorías que no permiten formas democráticas de paciencia, con la metáfora del efecto túnel. 16 La analo-
compromiso. gía es la de un túnel para coches en el cual hay dos carri-
les que van en la misma dirección. Entonces se produce
un embotellamiento. En ambos carriles los automóviles
• La economía de mercado puede triunfar, pero no se paran, y nadie ve lo que está pasando. De repente,
generar la realidad (o ni siquiera la idea generalizada de
los coches de la derecha se empiezan a mover y pasan
que ocurra en un futuro) de una distribución equitativa
junto a los vehículos todavía bloqueados en el carril iz-
de sus beneficios .
quierdo. Los ocupantes de éste están ahora sufriendo
una dinámica cognitiva y emocional que va desde el ali-
• Los desengaños y frustraciones con estos fracasos vio esperanzado («¡Bueno, después de todo, pronto nos
pueden dar lugar a demandas de un tipo de «democra- tocará a nosotros avanzar!»), pasando por la envidia de
cia» basada en una estructura institucional que no sea los afortunados y la indignación frente a una regula-
la de las libertades civiles y el gobierno representativo ción del tráfico obviamente injusta, hasta la agresión
(por ejemplo, una dictadura presidencial populista). abierta por parte de los que intentan irrumpir ilícita-
mente en el tráfico del carril derecho; las consiguientes
• Por el contrario, las frustraciones respecto al fun- colisiones llevan al tráfico de nuevo a un parón comple-
cionamiento y la distribución económiCos puede tam- to. La cuestión es: ¿por qué este escenario de pesadilla
bién crear demandas de economía de mercado sin pro- a veces se desarrolla más rápidamente, a veces más len-
piedad privada (por ejemplo, una vuelta a la propiedad tamente y a veces nada en absoluto? -esto último en
estatal de los bienes de producción). el caso afortunado en que el comportamiento civilizado

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y la paciencia de los menos afortunados prevalezca has- sino más bien la explotación a largo plazo de los deudo-
ta que el embotellamiento se despeje o incluso cuando res, lo cual probablemente ocasionaría más bien impa-
algunos de los conductores de la derecha cedan el paso ciencia. O los fondos transferidos podrían tener el efec-
a los otros voluntariamente-. Y he aquí la pregunta to no previsto de hacer soportables los costes que
adicional: ¿es posible generar este tipo de paciencia y de surgen de la conservación de las estructuras y el rechazo
comportamiento civilizado cuando no se da, mediante de la renovación, en vez del efecto de subvencionar la
el uso juicioso de los recursos políticos y las reformas paciencia para las inseguridades que conlleva el proceso
institucionales? de renovación económica y democrática.
La transferencia de esta pregunta a la economía Un tercer método para comprar tiempo y engendrar
política de los procesos de transformación post-socia- el crédito moral y el empuje necesarios en la transición
lista produce al menos cuatro categorías de respuestas simultánea a una economía de mercado y a la democra-
concebibles. La primera y más simple es que, gracias a cia consiste en una amortiguación sociopolítica efectiva
unas circunstancias ventajosas, no es necesaria mucha de los sufrimientos de la transición mediante un meca-
paciencia en primer lugar. Esto corresponde al caso del nismo .continuo y bien ajustado de redistribución inter-
«milagro económico», o un vigoroso despegue econó- na. Sin duda, esta amortiguación no ha ocurrido ni
mico hacia un crecimiento autosostenido. Los avances siquiera bajo las condiciones especiales y extraordina-
en prosperidad son tan rápidos y estables que todos los riamente favorables de la antigua República Democrá-
participantes encuentran obvio que es de sentido co- tica Alemana. Presumiblemente, la tolerancia frente a
mún seguir las normas; y, durante el proceso, el acos- una transformación hacia una economía de mercado,
tumbrarse al valor de las normas llega fácilmente y el en el curso de la cual la desigualdad crece inevitable-
cumplimiento de éstas se hace más firme. mente (ya que algunos deben mejorar rápidamente para
que todos mejoren a la larga), podrá lograrse con más
La segunda respuesta es una mezcla de estímulos e facilidad si queda descartado el peligro de que una par-
incentivos positivos y negativos, procedentes del siste- te sustancial de la población esté durante un largo pe-
ma internacional. La ayuda exterior del nuevo orden ríodo absolutamente peor. Aquí, la cuestión de fondo
(Plan Marshall, régimen de ocupación) fue -junto con es si se quiere dotar de seguridad de status a los grupos
el «milagro económico», del que fue condición nece- económicamente centrales o garantizar incondicional-
saria- la clave del resurgimiento de la República Fede- mente un mínimo de subsistencia adecuado para todo
ral de Alemania y otras democracias de la postguerra. el mundo. En cualquier caso, los beneficiarios de la
Puesto que el caso de la transformación de la Europa transformación hacia una economía de mercado debe-
del Este no es un asunto de postguerra ni de guerra fría, rían ser obligados a compensar a las víctimas de la trans-
las amenazas militares no juegan ningún papel, o sólo formación con algún tipo de seguridad social y subsidio
lo juegan en sentido negativo, como estrategia para del paro. Esto sin duda constituiría una inversión de la
llegar al final de la amenaza militar, es decir, como po- secuencia del desarrollo constitucional occidental tal y
lítica consistente y continua de desarme y distensión. como lo postuló T . H. Marshall (es decir, la secuencia:
Además, esta política de limitar la amenaza de una in- Estado constitucional liberal, Estado democrático y Es-
tervención militar tendría el efecto deseado de cancelar tado de bienestar), y el Estado de bienestar se conside-
una parte de los pretextos concebibles para la interven- raría precondición tanto para el mercado como para la
ción por parte de los militares de los países del antiguo democracia (igual que la democracia, en otra inversión
Pacto de Varsovia. Alguna forma de intervención mili- del «modelo» occidental, sería la precondición para el
tar tendría, sin embargo, que reservarse por si los regí- mercado, como se exponía anteriormente). Hasta aho-
menes «reaccionarios» del Sudeste de Europa se resis- ra esto no ha tenido éxito en ningún sitio; en el mejor
tieran a la transformación mediante la agresión militar de los casos fracasó de tal modo que (como el caso del
y la guerra civil. Pero en contraste con la situación pos- peronismo argentino) un cierto tipo de Estado de bie-
terior a la segunda guerra mundial, no hay una «poten- nestar fue destinado a servir de sustituto permanente de
cia patrón» evidente que sea candidata natural para la la democracia liberal. Las dificultades son obvias: los
labor de supervisión y el respaldo a la naturaleza paCÍ- recursos destinados a seguridad social frente a la «des-
fica del proceso de transición. trucción creativa» la hacen desde luego menos destruc-
tiva, pero también pueden hacerla menos creativa. En
Tampoco existe un candidato obvio para iniciar y consecuencia, el futuro de una privatización del sistema
estimular el proceso . Todo depende de la solidez y la de producción que alcance el éxito político y de un con-
capacidad de actuación de organismos supranacionales trol concomitante de la distribución de ingresos y servi-
como hi CE o el CSCE. La recompensa consistiría en cios mediante garantías estatales, se ve con pesimismo
una política de garantizar créditos y transferencias in- casi sin excepción. 17 Esto es así porque la seguridad so-
ternacionales, cuya función, por decirlo de algún modo, cial y la protección también pueden ser denunciadas fá-
sería subvencionar la paciencia de la población. Estos cilmente por ser ideas heredadas del régimen anterior y
préstamos para el subsidio externo de la transición in- por tanto interferir en el desarrollo del nuevo orden
cluirían una amenaza suave y de disciplina: los acreedo- económico y sus esperados frutos.
res podrían suspender su ayuda o los acuerdos comer-
ciales favorables en caso de que no se materializara la Más difícil todavía de llevar a cabo sería una cuarta
integración de los desarrollos económico y político be- solución al problema de la paciencia, que consistiría en
neficiosos buscados en los países deudores. Esta estra- formar a agentes colectivos como asociaciones, federa-
tegia de proporcionar «ayuda desde el exterior» plantea ciones, sindicatos, partidos y autoridades locales den-
dificultades por una serie de razones. El volumen nece- tro de la «sociedad civil» de Europa del Este. Si cada
sario de préstamos puede sobrepasar la capacidad de persona pudiera estar segura de gozar de la protección
los países prestatarios, que pueden tener prioridades de una capacidad de representación y de negociación
definidas más estrechamente. O estos países se exponen sólida por parte de estos órganos de mediación, cuyo
a la sospecha -justificada o no- de que la intención estatuto tendría que imposibilitar la formación de «coa-
real tras los créditos no es la subvención de la paciencia, liciones de explotación» o «clanes» que trabajaran a ex-

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pensas de la exclusión de terceros, entonces al menos sin nombrar su lugar en el espacio. Incluso los Estados Uni-
una parte de esos miedos perderían su peso -miedos dos de América operan con una autolocalización, aunque
que de otro modo podrían derivar en un bloqueo «de- resulta confusa porque concierne a todo el continente. En el
mocrático» de la transición hacia una economía de caso de la Unión Soviética, aquello que quizá pretendía ser
mercado y finalmente convertir la democracia en algo una invitación a que otras «Repúblicas Soviéticas» emergen-
tes en el mundo se unieran a la Unión, precisamente se con-
carente de sentido, debido a sus consecuencias econó- vierte en una invitación a todas las identidades nacionales y
micas supuestamente adversas-. No se permitiría a es- étnicas oprimidas hasta hoy para que se separen, puesto que
tos órganos de mediación que fueran artefactos del Es- ya no tienen razones para incluirse en la categoría ahora vacía
tado y tendrían que gozar de garantías constitucionales de «ciudadano soviético».
que les hicieran relativamente inaccesibles a estrategias (7) J. KOSTA, «Ókonomische Aspekte des Systemwan-
oportunistas. Al menos, podrían «deliberar» y encon- dels in der Tschechoslowakei», R. DEPPE et al., eds., Demo-
trar «soluciones de síntesis» a las preferencias en con- kratischer Umbruch in Osteuropa (Frankfurt: Suhrkamp,
flicto que prevalecieran en sus respectivas áreas de in- 1991), pp. 302 y siguientes.
fluencia. También tendrían que ser capaces, debido al (8) Wirtschaftswoche 43 (27 de enero, 1989), p. 110. Las
monopolio representativo que se les otorga y la fuerza palabras son de Wolfram Engels, un brillante economista
que de ello derivan, de explorar la disponibilidad de sus neoclásico alemán y editor de este importante semanario fi-
oponentes para estrategias cooperativas sin correr el nanciero. También se refiere a los casos ejemplares del Chile
riesgo de terminar siendo el «bobo». 18 Tercero, ten- de Pinochet y de Corea del Sur.
drían una base moral en los sentimientos de solidaridad (9) Como proponía S. M. Lipset en su clásico Political
y ayuda mutua en el seno de la «sociedad civil». Si una Man: The Social Bases oj Politics (Baltimore: Johns Hopkins
combinación tal de los modelos institucionales y mora- U. P ., 1981), capítulo 2 y pp. 469-476.
les de «republicanismo cívico» mas «corporatismo de- (10) Cf. G. ScHóPFLIN, «Post-Communism: Construc-
mocrático» es una rareza incluso en las sociedades ricas ting New Democracies in Central Europe», International Af-
de Occidente, ¿cómo podría florecer en las estructuras jairs 67 (1991), pp. 235-250.
sociales atomizadas de las sociedades postsocialistas?
(11) J. STANISKIS, «Dilematta der Demokratie in Osteu-
En lugar de esto, y correspondiendo al estado atomiza- ropa», en DEPPE et al., Demokratischer Umbruch, p. 326.
do de la sociedad, vemos frente a nosotros, al menos en
algunos de los países que sufren la triple transforma- (12) Cf. D. STARK, «Privatization in Hungary: From
ción, un tipo de política «carismática» y un proceso Planto Market or from Planto Clan», East European Poli-
tics and Societies 4 (1990), pp. 351-392 e idem, «Privatization
constituyente presidencialista no mediado por estructu- Strategies in East Central Europe», inédito.
ras intermediarias, bajo cuya virtualidad las fuerzas de
una autoorganización civil -más allá del mercado, el (13) Cf. ScHóPFLIN, «Post-Communism».
Estado y la «comunidad» étnica- están teniendo gra- (14) Cf. la defensa que hace J. Haberman de la «des-
ves dificultades para hacer valer sus derechos. O obediencia civil» conducida en nombre de unas normas y
valores de la propia civilidad ampliamente compartidos en su
Traducción de Marina Sanchis «Ziviler Ungehorsam: Testfall für den demokratischen Recht-
sstaat», en Die neue Unübersichtlichkeit (Frankfurt: Suhr-
kamp, 1985), pp. 79-99.
(15) J. ELSTER, «When Communism Dissolves», Lon-
Claus Offe, sociólogo y politólogo alemán, pro- don Review oj Books, 24 de enero, 1990.
fesor de la Universidad de Bremen (Instituto de (16) A. O. HIRSCHMAN, «The Changing Tolerance for
Investigación en Política Social), es autor, entre Income Inequality in the Course of Economic Development»,
otras obras, de Contradicciones en el Estado del Essays in Trespassing: Economics to Politics and Beyond
Bienestar (Alianza, 1990) y Partidos políticos y (Cambridge: Cambridge U. P., 1981), pp. 39-58.
nuevos movimientos sociales (Sistema, 1988). El (17) Cf. los ensayos en B. DEACON y J. SZALAY, eds.
presente artículo fue presentado como ponencia Social Policy in the New Eastern Europe (Aldershot: Ave-
al Congreso de la Asociación Internacional de bury, 1990).
Ciencia Política (IPSA), celebrado en Buenos (18) Cf. R. H. BATES, «Contra Contractarianism: Sorne
Aires, Argentina, en julio de 1991. Reflections on the new Institutionalism», Politics and Society
16 (1988), pp. 387-401.

NOTAS - - - - - - - -
(1) G. O'DONNELL, P. C. SCHMITTER y L. WHITEHEAD,
eds., Transitionsfrom Authoritarian Rule, 5 vals. (Baltimore:
Johns Hopkins University Press, 1986).
(2) J. HABERMAS, Die nachholende Revolution (Frank-
furt: Suhrkamp, 1990), pp. 179-204.
(3) Cf. D. EASTON, A Systems Analysis oj Political Lije
(Nueva York: Willey, 1965), capítulos 10-13 .
(4) Debo este paralelismo a trabajos inéditos de J. Elster.
(5) Cf. S. HOLMES, «Precommitment and the Paradox
of Democracy», en J. ELSTER y R. SLAGSTAD, eds., Consti-
tutionalism and Democracy (Cambridge: Cambridge U. P.,
1988), pp. 195-240.
(6) En su espera de una revolución proletaria mundial,
los fundadores de la Unión Soviética se dispensaron de indi-
car el emplazamiento geográfico del Estado en su nombre ofi-
cial, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Es probable-
mente el único caso moderno de la formación de un Estado

47
RUSIA, ,
ANTES YDESPUES
DEL GOLPE
A siguiente reflexión sobre la situación en la diente suma de dinero. Tampoco se encontraban artícu-

L Unión Soviética, a raíz de las dos visitas reali-


zadas por el autor en marzo-abril de 1991 y sep-
tiembre de 1991, no fue escrita con la vana esperanza
los occidentales en las tiendas, aparte de los de ínfima
calidad que se vendían en el bazar. Respecto a coches
occidentales (es decir, su ausencia), ropa occidental,
de presentar una valoración actualizada de los aconteci- etcétera, el centro de Moscú todavía parecía Varsovia
mientos cambiantes en aquel país. Más bien se trata de a principios de los años 50.
un intento de comenzar a identificar elementos de con-
tinuidad así como de cambio en la transición hacia el La estructura de los precios era otro testimonio in-
postcomunismo y de valorar tanto aquello que condujo dicativo de la inmensa distancia que separa a la Unión
al intento de golpe y su derrota como los factores que Soviética de países con una economía de mercado. Res-
pesan sobre el futuro postcomunista. pecto a los precios del pan, un rublo equivalía por lo
menos a cinco o seis dólares USA a pesar de que la tasa
de cambio oficial era la inversa; en relación a los bille-
O había estado en tes del metro -cinco kopeks el trayecto de cualquier
1 N la Unión Soviética
desde 1975. Espe-
raba, por tanto, encon-
distancia- el poder adquisitivo del rublo alcanzaba
casi veinte dólares. Sin embargo, el precio del rublo en
el mercado libre está, por supuesto, determinado por
HACIA EL trarme ahora con un país factores bastante distintos, y de aquí que alcanzara el
distinto. Decidí de ante- valor de treinta rublos por dólar. Éste era el precio que
POSTCOMUNISMO: mano que no me dejaría pagaban los bancos de Estonia que compraban dólares
sorprender por nada, que a particulares. En otras palabras, no existe ninguna for-
MARZO-ABRIL me dispondría a observar ma racional de calcular el precio de conversión de dóla-
lo que ocurriese a mi alre- res a rublos, o viceversa. La introducción de reformas
DE 1991 dedor, y a aprender. económicas para acercar la estructura de los precios a
Quedé asombrado ante la de los mercados mundiales parece casi imposible bajo
el descuido generalizado, las casas ruinosas, las calles tales condiciones. El aumento de los precios que se pro-
sin limpiar. En el hotel, el mobiliario con la tapicería dujo en el mes de abril, triplicando el precio de los bille-
desgarrada, el baño sucio, las cucarachas e inCluso los tes del transporte público municipal, supuso un cambio
ratones. No obstante, los medios de transporte munici- mínimo para: el aislamiento económico de la Unión So-
pal funcionaban perfectamente, como antes. viética. 1 En algunos aspectos la nueva tasa de cambio
oficial, 27' 5 rublos por dólar en vez de 5 a 6, como an-
Se observaba mucho comercio en las calles, lo que tes, empeoró las cosas al permitir absurdos tales como
por supuesto era nuevo: flores, artículos de fabricación el hecho de que viajar de Moscú a Varsovia en coche-
extranjera y libros . Los libros se vendían a precios lla- cama costase menos de dos dólares.
mados contractuales que eran varias veces más caros Los artículos que se podían comprar en las tiendas
que los de las librerías: entre 20 y 60 rublos por volu-
no merece la pena nombrarlos. Los tiempos en que uno
men, estando el sueldo medio (antes de la espectacular podía fácilmente comprar una cámara o un equipo elec-
subida de los precios en abril) en unos 300 rublos al trónico pertenecían al pasado. Lo mismo se puede decir
mes. La mezcla de títulos era extraordinaria: la Sagrada
respecto a comer en un restaurante. Las tiendas de co-
Escritura se codeaba con manuales de sexualidad y pu-
mestibles estaban vacías, mostrando en la mayoría de
blicaciones semipornográficas; obras de Solzhenitsyn y
casos uno o dos artículos de importación no demasiado
otros autores exiliados junto a las de trotskistas occi- necesarios como té turco. La carne se veía sólo con la
dentales; escritos de filósofos y poetas que anterior- frecuencia suficiente para ser arrebatada por jubilados
mente habían estado prohibidos (Nietzsche, pensadores
con tiempo para permanecer en las colas, en busca de
religiosos rusos, Tsvetayeva, Mandelstam) junto a vul-
alimentos para toda la familia. La dolorosa subida de
gares obras de literatura de evasión. Gran número de
los precios mejoró muy poco la situación, casi nada en
periódicos independientes, publicados de forma relati-
absoluto.
vamente legal, habitualmente con tiradas de 150.000
ejemplares, lo que significa que pueden ser comprados La población urbana parecía resignarse silenciosa-
en capitales de repúblicas pero no en las provincias . mente. No hace mucho tiempo, algunos expertos de la
Algunos de los periódicos parecían reliquias históricas. Asociación de Ciencias Socioeconómicas de Leningrado
El monárquico Moskovskiye Vedomosti (Noticias de vieron en esto una manifestación de aspiraciones reba-
Moscú) se identificaba con el diario publicado bajo el jadas que podría ser propicia para la transición hacia
mismo título antes de la Revolución: el mismo diseño una economía de mercado .2 En la actualidad proba-
gráfico, el águila bicéfala zarista y la indicación de «fun- blemente no se atreverían a emitir semejante opinión.
dado en 1756». El Nevsky Kuryer (Correo del Neva) de El hecho de que el profundo desencanto con el sistema
Leningrado se presentaba como el órgano de los demó- no se combinase con la fe en «el nuevo comienzo» y con
cratas constitucionales, publicado en Petersburgo. la correspondiente disposición a sufrir privaciones no
era buen augurio para los reformadores.
El hecho de que, sin embargo, era el mismo país, lo
demostraba sobre todo el aislamiento todavía casi ab- El Nezavisimaya Gazeta (el Diario Independiente)
soluto respecto de las comunicaciones y la economía del del 12 de marzo de 1991, publicó los resultados de un
resto del mundo. Prácticamente no había periódicos estudio sobre la opinión pública con el título de «Cada
occidentales; las comunicaciones telefónicas con los año peor». Se mostraba que sólo una minoría apoyaba
países occidentales resultaban tan difíciles como se pue- «el cambio conseguido en 1985». Las consecuciones
da imaginar; las cartas por avión llegaban a su destino positivas de la política de Gorbachov incluían, a los
en el extranjero después de al menos un mes. Incluso la ojos del público, la retirada de Europa del Este, la so-
adquisición de un billete para viajar al extranjero, fuera beranía de las repúblicas y la política de apoyo a la pro-
eri avión o en tren, distaba de ser sencillo y requería piedad privada. Sin embargo, hasta un 50 por ciento de
mucho más esfuerzo que el de conseguir la correspon- los encuestados veían la causa principal del descenso en

49
los niveles de vida en la tolerancia hacia la economía «perestroika», cuyo comportamiento irresponsable ha-
sumergida, es decir, «el sistema de mafia», y hasta un bía echado a perder la reputación de los sovietólogos
48 por cien se mostraba partidario de un gobierno duro. norteamericanos, destruido sus planteamientos teóricos
El porcentaje de encuestados opuestos tanto al aumen- y metodológicos, y prácticamente cuestionado la pro-
to de los precios como a la economía sumergida (65 por pia existencia de la disciplina.
cien) era casi el doble de los que pedían que la tierra y
Aquella opinión, que refleja bastante bien las frus-
los medios de producción fueran devueltos a los campe-
sinos (34 por cien). Una aplastante mayoría (75 por traciones profesionales de una parte de los medios de la
sovietología, no tenía, por supuesto, carácter político .
cien) rehusaba la confianza en las autoridades públicas
Desde el punto de vista politológico los sovietólogos
y esperaba un aumento de la influencia de la Iglesia en
la vida pública. Por otra parte, el 52 por ciento de los norteamericanos todavía estaban divididos en derecha
e izquierda (o centro-izquierda), que se solapaba con la
encuestados creía que la Unión Soviética no podía ser-
vir de ejemplo «para nadie» (esta cifra había sido del antigua división entre «totalitarios» y «revisionistas» .
34 por cien para 1989 y tan sólo del5 por cien en 1988). Para el ala derecha, los fracasos de la perestroika son
fuente de satisfacción ya que confirman la irreformabi-
Las opiniones respecto al futuro del país eran todavía
más lóbregas: el 54 por ciento predecía un desastre eco- lidad esencial del sistema (frente a las repúblicas). El
centro-izquierda, por el contrario, quería creer en el
nómico y sólo un 7 por cien pensaba que el sistema polí-
tico vigente sobreviviría hasta el año 2000. 3 éxito de las reformas con un alcance en la Unión Sovié-
tica en su conjunto, si bien no era capaz de ver fuerzas
Estos datos tienen una interesante contrapartida en políticas que pudieran llevarlas a cabo con mayor efec-
los estudios realizados sobre la opinión de los jóvenes tividad que Gorbachov.
del Komsomol: el 10 por ciento se declararon partida- Esta última visión quedaba reflejada en el artículo
rios del socialismo, el19 por cien partidarios del capita- de Cohen «La lucha de Gorbachov por las reformas», 5
lismo y el resto declaró que ya no creía en ninguna clase escrito especialmente para el órgano oficial del gobier-
de «ismos». 4 no soviético y con plena consciencia de que sería repu-
diado por la gran mayoría de la intelectualidad rusa.
ESULTA difícil Cohen argumentaba que los logros de Gorbachov eran

GQ RBACH V Ü
L __ _ _ _ _ _ _ _ __j1
R echarle las culpas a
un sistema abstrac-
to o mostrar indignación
enormes: en 1985 nadie se habría atrevido a suponer
que la Unión Soviética cambiaría tanto. Sin embargo,
no se podía esperar que una gran reforma del sistema
hacia los designios de la Historia. La tendencia natural entero trajese resultados positivos inmediatamente. La
es la de buscar a aquellos que puedan ser identificados «perestroika» norteamericana, es decir, el New Deal,
como culpables y personalizar el mal existente. Fue Mi- necesitó treinta años, y las dificultades a las que se en-
jail Gorbachov, jefe del Estado, quien necesariamente frentaba Gorbachov son mucho mayores. El plan de los
había de caer víctima de esta tendencia. Estaba reci- «500 días» de Shatalin era aventurerismo económico,
biendo críticas desde la izquierda y desde la derecha, y que no habría sido aceptado por votantes avisados.
con mayor frecuencia desde ambos bandos a la vez, por Gorbachov todavía es el Gran Reformador y nadie pue-
casi todo (a sus detractores no les preocupaba las con- de reemplazarle. La aversión mostrada hacia éste por
tradicciones que pudieran existir en lo que decían): por parte de la intelectualidad rusa es poco importante, dado
su declarada fidelidad a «la opción socialista» y por que está marcada por un «horizonte estrecho», el espí-
echar a perder los logros del socialismo, por los anti- ritu antidemocrático y los «sentimientos antiocciden-
guos males y por los nuevos. tales» (textualmente: «Üni nastroyeny protiv Zapada i
potomu ne vynosiat Gorbacheva»).
La tendencia a atribuir los cambios en la Unión
Soviética a la personalidad de Gorbachov también se Escuchemos ahora las voces del otro bando, comen-
apreciaba en los Estados Unidos. Las dos escuelas riva- zando por las más extremas. Debemos tener en mente
les de la sovietología, la que promovía el «modelo tota- su contexto: se manifestaban en reacción al «giro hacia
litario» y la opuesta, ahora dominante, escuela «revi- la derecha» de Gorbachov durante el otoño de 1990 y
sionista» dieron por sentada la estabilidad esencial del la masacre en Vilna en enero de 1991.
sistema soviético: la perdurabilidad bien de sus facetas
totalitarias, bien de su potencial para el desarrollo evo- Los tiroteos de Vilna tuvieron lugar el 13 de enero
lutivo orgánico. Ninguna de las escuelas previó la esca- de 1991. Aquel mismo día Elena Bonner, la viuda de
la de los problemas revelados durante el período en que Andrei Sajarov, solicitó al Comité del Premio Nobel de
Gorbachov ocuparía el poder, ninguna esperaba una la Paz que retirase el nombre de su difunto marido de
la lista de ganadores del premio: no debía aparecer en
«revolución desde arriba», y ninguna quería creer que
el sistema se estaba debilitando, hundiendo y perdía compañía del nombre de Gorbachov, responsable del
baño de sangre en Lituania y en otras repúblicas .6 De
el control. En diciembre de 1990, en el congreso de la
AAASS, la American Association for the Advancement forma similar, Valeria Novodvorskaya, líder del parti-
do Unión Democrática, llamó «criminal fascista» a
of Slavic Studies, Stephen Cohen, un destacado «revi-
Gorbachov, haciendo una virtual invitación a la toma
sionista» y autor de un bien conocido libro sobre Buja-
rin, admitió que los últimos acontecimientos habían de represalias. Cuando se le acusó de haber insultado al
supuesto un golpe bajo para el prestigio de la sovieto- presidente, declaró que se sentiría feliz si muriese en
una prisión soviética a fin de manchar la perestroika de
logía norteamericana. No obstante, esta declaración
fue enérgicamente refutada por uno de los participan- Gorbachov con su sangre. 7 Afortunadamente, el tribu-
nal llegó a la conclusión de que el presidente no había
tes, que defendió a los sovietólogos a costa de Gorba-
chov. Su tesis consistía en que había sido imposible sido insultado.
predecir la aparición de un factor tan irracional como Entre las tentativas de diagnosis teórica se debe
Gorbachov, un dirigente que destruyese el sistema que destacar el artículo de M. Leontyev en Nezavisimaya
se suponía había de defender. Esta declaración estaba Gazeta. 8 Argumentaba que Gorbachov perseguía la
marcada por un tono de desprecio hacia el autor de la transformación de la Unión Soviética en un Estado cor-

50
porativo fascista. Es a la luz de este tipo de aportacio- eran sugerentes y en absoluto evidentes en principio.
nes en la que se debe contemplar la combinación de la Por ejemplo, el punto 36:
«opción socialista» con la alianza de jacto con la dere- Gorbachov ha forzado públicamente a la nomen-
cha nacionalista, su apoyo al mercado combinado con k/atura a luchar por la retención de su poder, incluyén-
el estatismo y también, por supuesto, su defensa del im- dola de este modo en la actividad reformista. Esto es
perio y la «oficialización de la Iglesia ortodoxa», que así dado que una lucha pública, incluso cuando es por
sirve al mismo propósito. Leontyev tenía sus dudas el poder y los privilegios, constituye una forma de ac-
acerca de si Gorbachov conseguiría convertirse en un ción política civilizada y no conspirativa, y como tal
duce ruso, pero en su opinión bien podría acabar ju- contribuye en el último análisis a la consolidación de la
gando el papel de un Hindenburg ruso. actividad reformista.

Las conclusiones de Tretyakov estaban bien funda-


Esto no se debería tomar como representativo de la das puesto que la Unión Soviética ya estaba en una fase
postura de los editores de Nezavisimayá Gazeta. Fue post-totalitaria pero también (en un sentido esencial) en
sencillamente una voz más en el debate. La mayoría de una fase post-comunista. La «post-perestroika» sería
los participantes estaban convencidos de que Gorba- de este modo no sólo un «nuevo comienzo» sino tam-
chov debía ser sustituido por Yeltsin. 9 Uno de ellos, bién -y primordialmente- una continuación de la
V. Glushin, incluso se dirigió a Gorbachov pidiendo su ruptura iniciada por la perestroika, ya que Gorbachov
dimisión a fin de evitar una confrontación. 10 Sin em- estaba completamente equivocado (o quizás sólo pre-
bargo, la contribución más interesante al debate fue tendía engañar a sus camaradas de partido) cuando pre-
realizada por V. Tretyakov (redactor jefe del diario) en sentó la perestroika como una continuación de la polí-
«La apología de Gorbachov o el epitafio para la peres- tica de Lenin durante el período de la NEP (Nueva
troika».11 Decía que la perestroika había agotado sus política económica). La NEP fue sólo una retirada tem-
posibilidades y que el país estaba entrando en el perío- poral, mientras que la perestroika era un abandono
do de «post-perestroika»; al mismo tiempo subrayaba, total de la utopía comunista, la capitulación del comu-
en primer lugar, que no se deberían subestimar los nismo como ideal, dado que el comunismo, y sobre
resultados positivos de la perestroika y, en segundo todo el comunismo marxista, constituye una visión de
lugar, que el contenido de la «post-perestroika» estaría una economía completamente desprovista de mercado
determinado en gran parte por el propio Gorbachov. y mercancías, organizada como una «única gran fábri-
La iniciativa del cambio en el futuro debería ser adop- ca». En esta ideología el mercado es el enemigo número
tada por el movimiento democrático, y Gorbachov uno, más antiguo que el capitalismo como modo de
como presidente podría convertirse en un compañero producción, y de hecho en proceso de eliminación ya
leal de este movimiento. Por ello se debería defender a bajo el capitalismo: al principio por la organización
Gorbachov y no unirse a la derecha en sus ataques per- planificada del trabajo en las grandes factorías y más
sonales contra éste. tarde por la destrucción gradual de las relaciones de
mercado por parte de los monopolios capitalistas (el
Los resultados positivos de la política de Gorba- «capitalismo de Estado» de Lenin y Bujarin). El temor
chov, tanto los intencionados como los no intenciona- ancestral del individuo anónimo ante el comercio y la
dos, fueron clasificados por Tretyakov en tres grupos producción fue elevado por Marx al rango de filosofía
y sumaban un total de 46 puntos. Los resultados posi- al considerar la libertad como el control consciente del
tivos en política internacional, incluyen, entre otras destino colectivo y el mercado como el abandono del
cosas, el haber asestado un golpe probablemente letal hombre a la maquinación de fuerzas ciegas, y por ello
al totalitarismo, haber acabado con el movimiento co- como la negación total de la libertad. Es por tanto una
munista mundial, la liberación de Europa central y del contradicción en los términos que un <<comunista» pre-
Este de la «ocupación soviética», la unificación de Ale- sente un programa de transición a una «economía de
mania, etcétera (13 puntos en total). En política interior mercado». Que muchos líderes de partidos comunistas
hizo una distinción entre los resultados positivos de ín- hayan llegado en la actualidad a olvidar esto, lo único
dole destructiva y los constructivos. En la primera cate- que demuestra es la desaparición de todos los restos de
goría incluía la destrucción de los fundamentos del to- la mitología comunista.
talitarismo en la Unión Soviética, la destrucción del
Partido Comunista soviético como partido de tipo ERO volvamos a la situación en la Unión Sovié-
«conspirativo» (léase leninista), el debilitamiento del
imperio y de la forma de pensamiento imperial, y el
rechazo de los dogmas más odiados del marxismo-leni-
nismo. Los resultados constructivos incluían la enorme
P tica durante la pasada primavera. Vista de cerca,
en su vida cotidiana, resultaba, por supuesto,
distinta a la contemplada desde la distancia y en pers-
pectiva. Ambas visiones deberían ser tenidas en cuenta:
ampliación de los derechos y libertades civiles, sin pre- tanto una falta de distanciamiento como su exceso pue-
cedentes en la Unión Soviética; la aparición y legaliza- den resultar engañosas. De modo que pedí a todo aquel
ción de la oposición política; la minimización del recur- que podía que me explicase las causas de la actitud fir-
so a la violencia; el esfuerzo por establecer una «lucha memente negativa hacia el presidente que era típica de
política honesta»; la liberación de la cultura; el progre- la intelectualidad rusa. Muy a menudo recibí respuestas
so en la idea de transferir la tierra a los campesinos; y puramente emocionales, como la afirmación de que
la liberaCión defacto de las repúblicas del control dicta- Gorbachov es simplemente un burdo apparatchik ni
torial por parte de las autoridades centrales. siquiera capaz de hablar el ruso estándar. Naturalmente,
siempre se hacía referencia a la desesperada y deteriora-
No todos los 46 puntos de Tretyakov, especialmente da situación económica. Cuando contestaba alegando
los de los últimos grupos, resultaban igual de convin- los resultados positivos de la perestroika, refiriéndome
centes. Se podría discutir, por ejemplo, si Gorbachov a los puntos de Tretyakov, la gente normalmente res-
realmente había tenido éxito en su «acercamiento a la pondía proclamando su escepticismo. También intenté
intelligentsia» y su «renovación de cuadros». Por otra comprobar las reacciones a la idea de que el desastre
parte, sin embargo, algunas de las ideas de Tretyakov económico no era un mal absoluto y que si se demos-

51
traba el vacío propio de una economía administrada y levisión de Leningrado el 15 de marzo. He aquí lo que
dirigida, ello podría reforzar la radicalización de las pude grabar:
reformas. Contra este argumento, un activista y teórico Lo que está teniendo lugar no es una equivocación.
del movimiento democrático respondió que el desastre Es un crimen, es alta traición. Gorbachov y Yeltsin son
económico no acelera el proceso de reforma, sino que cartas de la misma baraja [el filme muestra unas cartas
por el contrario actúa como freno y abona el terreno a con las caras de ambos líderes]. ¿Qué significa la su-
los defensores del antiguo sistema. puesta conversión de la industria espacial y militar? He
aquí una fábrica de tanques desmantelada que ahora
solamente funciona una hora al día. Los trabajadores
y los directivos están de acuerdo en que esto significa
os conceptos de iz-

L
una traición: la traición en todas partes comienza con
quierda y derecha asuntos relacionados con la defensa nacional. He aquí
1 «LA DERECHA» 1 se usan en la Unión una fábrica que en otros tiempos producía equipos es-
paciales; hoy en día, en vez de aquello que era esencial
Soviética de forma distinta
que en Occidente o en Polonia. El comunismo es consi- para la fuerza del Estado, produce tonterías o nada en
derado por los soviéticos como derecha (aunque los co- absoluto, y trabajadores especializados han tenido que
buscar empleo en cooperativas privadas. Fuimos victo-
munistas se inclinen a considerarse el centro: véase el riosos en la guerra [el documental muestra el orgulloso
discurso del líder comunista ruso l. K. Polozkov del 6 desfile de la victoria en Moscú], sin embargo hoy he-
de marzo de 1991), mientras que a los defensores de la mos traicionado aquello al renunciar a todos los frutos
implantación consecuente de una economía de mercado derivados de nuestra victoria. [Aparecen después una
se les llama izquierdistas. El concepto de «la izquierda» serie de escenas casi alegóricas: personas con los ojos
ha retenido una connotación positiva para la intelectua- tapados por periódicos derriban postes que marcan la
lidad: pocas personas quieren ser clasificadas como de frontera del Estado, una mujer que personifica a Rusia
derechas, pero sí que se pugna por ser incluidas en la baila el cancán y el resultado previsible está simboli-
izquierda. El comentario realizado por Gorbachov de zado por esqueletos. Después viene una conversación
que según la terminología europea el comunismo signi- con un general:] ¿Qué ocurrirá si las armas nucleares
se esparcen por todo el país y caen en manos de repú-
fica izquierda y el liberalismo de libre mercado significa blicas que, mientras tanto, han obtenido la indepen-
derecha suscitó auténtica indignación. dencia? [El general no admite tal posibilidad:] El pue-
blo lo evitaría. Pero de momento la traición se extiende
por todas partes.
Pero hay otros factores a tener en cuenta. En los
partidos comunistas de la Unión Soviética y de la Re- Nevzorov se consideraba a sí mismo un monárquico,
pública Rusa, había surgido una fuerte tendencia con- aunque propició una alianza con «las fuerzas sólidas»
servadora e imperialista, auténticamente de derechas , del Partido Comunista. Su programa («Novosti»), se
dispuesta a aliarse con la derecha monárquica y nacio- decía, estaba financiado por el complejo militar-indus-
nalista clásica. Esto coincidió con una desilusión públl- trial. Dedicó mucha atención a las influencias destructi-
ca creciente acerca de los resultados de la perestroika, vas de Occidente (incluyendo las del arte moderno) y
que forzaría a Gorbachov a desplazarse hacia la dere- subrayó la necesidad de contrarrestarlas con los valores
cha. El ala radical de la oposición se inclinaba, por espirituales de la religión ortodoxa. Obtuvo gran repu-
supuesto, a tratar al propio Gorbachov como derechis- tación entre la derecha por su acto de valentía cívica:
ta. Ello resultó beneficioso particularmente la víspera una apología de los soldados que abrieron fuego en
del referéndum del 17 de marzo, ya que hizo posible Vilna contra la multitud de lituanos.
que se redujeran todas las divisiones políticas a la sim-
ple dicotomía: a favor o en contra, Gorbachov o Yelt- La célebre asociación Pamyat (Memoria) da mues-
sin. Sin embargo, las verdaderas líneas divisorias eran tras, por supuesto, de un síndrome ideológico similar.
otras distintas. El número de artículos publicados sobre ella en Occi-
dente permite suponer que es suficientemente conocida.
Centraré mi atención, por consiguiente, en otro ejem-
Comencemos por los extremistas, comunistas y na- plo de ideología nacionalista y de derechas, el semana-
cionalistas. Los editores del periódico Ogonyok en su rio Domostroy, publicado (con una tirada de 100.000
edición del9-16 de marzo de 1991, celebraron el Día de ejemplares) por el comité moscovita del sindicato de
la Mujer publicando las opiniones de dos mujeres sobre obreros de la construcción.
el referéndum que se avecinaba: las de Elena Bonner y
Nina Andreyeva, la abanderada de la vieja ortodoxia El nombre de la revista, Domostroy, que tiene con-
comunista. 12 La primera hizo un llamamiento de boicot notaciones tanto con la construcción de viviendas como
al referéndum como «otro plato cocinado de acuerdo con la preservación del orden en la casa de uno mismo,
con viejas recetas», mientras que la segunda calificó al hace referencia al libro del mismo título publicado en
referéndum de «blasfemia», aunque exhortó a los lec- Moscú a mediados del siglo XVI en forma de enciclo-
tores a votar «a favor>> a fin de detener el intento de las pedia sui generis sobre ética familiar y economía do-
«fuerzas oscuras» de destruir el Estado soviético. Enfa- méstica. El semanario presentaba a sus lectores frag-
tizó que un voto afirmativo no significaba apoyar a mentos destacados de aquel monumento a la antigua
Gorbachov. Gorbachov y Yeltsin son esencialmente literatura rusa, recomendándolos como antídoto de las
una misma cosa, «dos zapatos de un mismo par». Am- influencias destructivas de Occidente. Uno de aquellos
bos están fascinados por el capitalismo y ambos persi- fragmentos explica por qué y cómo uno debería pegar
guen el desmantelamiento del socialismo soviético. La a su esposa. Se deduce de éste que ello se debería hacer
diferencia entre ellos es meramente táctica. de forma auténticamente humanitaria, sin humillarla
con la presencia de terceros y sin utilizar objetos duros
que pudieran dejarla lisiada. Un buen marido castiga a
El mismo pensamiento, expresado de forma aún su esposa con un azote cuando no hay ningún otra per-
más contundente, se da en el cortometraje «Traición», sona presente, y después de la operación insiste en con-
emitido en el programa de Alexander Nevzorov en la te- solarla y en abrazarse con ella. 13

52
La ideología de Domostroy podría definirse como tirá a Rusia evitar los desastres tanto del marxismo
nacionalismo ortodoxo revestido de paneslavismo; no como del capitalismo.
obstante se aviene bien con la derecha comunista rusa.
Defendía que Rusia no puede ser aceptada de forma El equipo de redacción del mensual incluía a lgor
selectiva; debe ser tomada en su conjunto, es decir, con Shafarevich, un destacado matemático y ex disidente,
«col y kvass, Pedro el Grande y Belinsky, Stalin y Sol- autor de un conocido libro sobre el carácter inevita-
zhenitsyn».14 El comunismo no es la expresión del ca- blemente totalitario de todo socialismo. 22 Su artículo
rácter nacional ruso, pero el Partido Comunista de la «Rusofobia» 23 fue una sensación en 1989. En él argu-
Unión Soviética es hoy en día una fuerza patriótica; de mentó -de forma indirecta, desde luego- que los ju-
este modo es posible poder aliarse con él en la lucha díos eran responsables de todas las desgracias de Rusia.
contra el «radicalismo antiruso», la «prensa amarilla» Esto era un ejemplo de un fenómeno universal: la lucha
democrática y las miasmas que proceden de Occidente de «la pequeña nación», o sea, la minoría revoluciona-
(que incluyen venenos tales como el Cinzano y el apor- ria, contra «la gran nación», es decir, la mayoría abru-
to). 15 La alianza con los antiguos comunistas permitió madora de la sociedad. En el caso de Rusia, sugirió
al académico B. Struminsky utilizar las páginas de Do- Shafarevich, «la pequeña nación» se componía prin-
mostroy para condenar el abandono por Gorbachov cipalmente (aunque no exclusivamente) de judíos, de
de «la única ideología correcta» y la proliferación re- modo que el fracaso del experimento revolucionario era
sultante de «un pluralismo de opiniones y tendencias interpretado por los judíos de forma muy distinta que
anticientíficas» . 16 La propia ideología de los editores por los rusos nativos. Los judíos serían en el momento
quedaba mejor reflejada en los artículos dedicados a presente los mayores enemigos de todas las manifesta-
Dostoyevsky y Konstarttin Leontyev. Éste último -des- ciones del renacimiento nacional ruso.
tacado ideólogo de la extrema reacción ortodoxa y bi-
zantina decimonónica- era ensalzado por su defensa El intercambio de opiniones sobre el artículo conti-
del poder autocrático del zar, por su oposición al des- nuó después de finalizar mi visita en primavera. La
tructivo liberalismo occidental y a la anarquía, y por izquierda respondió con indignación, la derecha de for-
sus advertencias contra los movimientos nacionalistas ma comprensiva. La Joven Guardia nacional-bolche-
democráticos como portadores de influencias occiden- vique, que durante años se había especializado en «la
tales y amenazas mortales al imperio. 17 A los ojos de cuestión judía», aprovechó la controversia con grandes
los editores, las advertencias de Leontyev encontraron efectos.
su triste confirmación en «la deplorable y miserable
imagen de descomposición de los países eslavos de
OS «Comunistas»
Europa del Este y su integración política en la "Pan-
Europa"».18 Rusia encontraría el mismo destino si no
la salva el «despertar» de la clase obrera.
Los L soviéticos, es decir,
tanto el Partido
Comunista de la Unión So-
Las opiniones de los editores sobre los asuntos in- <<COMUNISTAS>> viética como los «comu-
ternacionales estaban basadas en la premisa de la cons- nistas rusos», agrupados
piración. De modo que la privatización en la Unión en su propia organización, eran a menudo clasificados
Soviética se debe a un complot por parte de los capita- como la derecha; no obstante, merecen una discusión
listas occidentales que pretenden tomar el control de aparte. Su «comunismo» resultaba problemático, redu-
Rusia sin pasar por una guerra. 19 La NEP fue obra de cido a una indeterminada «perspectiva comunista» que
una camarilla similar. La guerra en lrak también había no imponía ningún tipo de obligaciones ideológicas.
sido provocada por un Occidente ávido de beneficios y Por ello, desde el punto de vista de un historiador de
por tanto los patriotas rusos debían apoyar a Sadam las ideas, eran como mucho comunistas entre comillas .
Hussein. Su fuerza consistía en su gran número (unos 16 millo-
nes de afiliados) y en su inmenso patrimonio, que ellos
La intelectualidad demócrata de Moscú veía este intentaban invertir en bancos y empresas . Pero ya no
tipo de opiniones como curiosidades. Sin embargo no articulaban una ideología viva y mucho menos una
se podía dejar de notar que Domostroy no era el único fuerza ideológica organizada. Privados no sólo de una
periódico marcado por un giro hacia la ideología orto- ideología coherente sino también de líderes destacables
doxa y nacionalista con componentes de xenofobia y (ya que Gorbachov en realidad había alcanzado una
una profunda desconfianza, por no decir auténtico posición por encima de los partidos), continuando prin-
odio, hacia Occidente. Consideremos, por ejemplo, cipalmente por inercia, su interés de partido les situaba
Nash Sovremennik, la revista mensual de la Unión de en el centro-derecha, aunque también derechistas decla-
Escritores Rusos, que publicaba textos de Solzhenitsyn. rados tenían una importante influencia en él. Éstos últi-
A los «experimentos de mercado» oponía las tradicio- mos incluían al líder de los comunistas rusos, lvan Po-
nes cristianas de la nación rusa, fiel a los valores de las lozkov (quien había defendido la rehabilitación del
comunidades rurales y por tanto inalterablemente en- concepto de conservadurismo recordando que tal nom-
frentados a la comercialización y el individualismo oc- bre era reivindicado por líderes como Margaret That-
cidentales. El marxismo era despachado de forma mu- cher y Ronald Reagan). También quedaba todavía una
cho más superficial: como herejía cristiana merece ser facción de izquierdas en el Partido Comunista de la
tratado con indulgencia (en el debate de una mesa re- Unión Soviética, que intentaba liberar al partido del
donda sobre «Cristianismo frente a los problemas de la control de la «nueva clase» y buscaba el diálogo con las
propiedad»). 20 Es más, el socialismo debe dar paso a fuerzas democráticas. 24 Eduard Shevardnadze todavía
la «economía cristiana» tal como predicaron los pensa- era miembro del partido, pero era razonable suponer
dores religiosos rusos, en particular Sergei Bulgakov, que él y un numeroso grupo de seguidores se separarían
cuya Filosofiyá khoziaystva (Filosofía de la economía, nada más se dieran las condiciones para la formación
1912) supuestamente inició «un nuevo y más alto esta- de un partido socialdemócrata postcomunista. [Poco
dio en el desarrollo del pensamiento económico univer- después de escribir esto, Shevardnadze se dio de baja en
sal». 21 Sólo una vuelta a las fuentes autóctonas permi- el partido y fundó un amplio Movimiento por las Re-

53
formas Democráticas. No lo llamó «partido», a fin de deseaba enzarzarse en ningún tipo de discusión sobre el
fomentar la participación en él de miembros del Par- tema. La defensa del partido era factible sólo por razo-
tido Comunista.] nes de pragmatismo, tales como su carácter supranacio-
nal o la cualificación profesional de los miembros de la
La confusión ideológica en el Partido Comunista de nomenklatura. El tema de la responsabilidad moral de
la Unión Soviética venía ilustrada, entre otras cosas, los miembros individuales del partido respecto al pasa-
por su actitud crecientemente ambie;ua hacia Lenin. do se entendía a menudo de forma distinta que en Polo-
Pravda celebró el aniversario de su nacimiento reimpri- nia: con mayor indulgencia por lo que hicieron bajo el
miendo un artículo sobre él escrito por Bertrand Russell, impacto del terror y de la hipnosis ideológica.
quien había argumentado que Lenin era un fanático
estrecho de miras pero que sin embargo merecía ser La opinión pública general era naturalmente más
calificado como un gran hombre. 25 Una postura igual- ambigua, pero en realidad era igualmente abrumadora.
mente ambigua fue la tomada por el noticiario oficial El aparentemente poderoso Partido Comunista de Rusia
de televisión «Vremya», que el19 de abril urgía al pue- sólo tenía el apoyo de un 6 por ciento de los votantes,
blo a valorar a Lenin desde <<Una posición historicista» mientras que el número de sus opositores alcanzaba el
no como «mesías comunista», sino como el fundador 34 por cien. En comparación, el Partido Democrático
del Estado y hombre de buena voluntad al que no podía de Rusia, con sólo 25.000 miembros, tenía el apoyo del
culparse de la crisis actual. Al mismo tiempo la prensa 30 por cien de los votantes y contaba con la oposición
democrática criticaba a Lenin sin escrúpulos. Sto/itsa de tan sólo el 14 por cien de éstos; incluso el minúsculo
incluso llegó a publicar un fotomontaje que mostraba partido de los Demócratas Constitucionales Rusos go-
a Lenin en compañía de sus «amigos, seguidores y alia- zaba de tanto apoyo como los comunistas, y tenían la
dos más fieles»: Adolf Hitler, Fidel Castro y Sadam mitad de opositores. 28 Todavía más instructivos resul-
Hussein. 26 En este contexto el artículo en Pravda y los tan los datos referidos a la actitud popular hacia el
comentarios de la televisión pueden considerarse defen- socialismo: se consideraba como la única vía válida
sas de Lenin. Sin embargo, es fácil observar que se tra- sólo por un 4 por ciento; como vía que lleva a la perdi-
taba de defensas llenas de reservas y marcadamente ción y que debe ser abandonada lo más pronto posible,
cautelosas. por un 23 por cien; el resto de encuestados manifesta-
ban opiniones intermedias, como por ejemplo que en
Particularmente elocuente y significativa fue la afir-
realidad no está muy claro lo que es el socialismo (23
mación hecha por el noticiario de televisión de que «es
por cien) o que el verdadero socialismo se ha desarro-
ahora cuando se está elaborando» la ideología del Par-
llado en Occidente mientras que el sistema soviético no
tido Comunista de la Unión Soviética. No se desarro-
es socialismo (19 por cien). 29
llaba la idea, pero el significado era evidente. El leni-
nismo era una ideología que tenía su propio partido, y Se podría decir por tanto que el Partido Comunista
por tanto el partido servía a la ideología y no viceversa. de la Unión Soviética antes del golpe era tan sólo una
Hoy en día el partido como organización con una expe- poderosa coalición de intereses, a duras penas un parti-
riencia histórica definida y unos intereses particulares do de tipo leninista. Ya no existía una disciplina draco-
va en busca de la ideología que mejor sirva a sus miem- niana, la prohibición de fracciones , o una organización
bros. El leninismo pertenece ya al pasado histórico, por cuasimilitar; tampoco existía por supuesto una ideo-
tanto el Partido Comunista de la Unión Soviética no logía global coherente incesantemente reelaborada y
debe sentirse limitado por sus dogmas. controlada desde arriba. Ya no se trataba, pues, de un
Una buena descripción del estado real de la ideo- partido caracterizado por una «voluntad unida», un
logía del Partido Comunista de la Unión Soviética se partido que impusiera respeto y temor, capaz de con-
podía encontrar en un artículo publicado en Sto/itsa trolar a las personas, pero también de ejercer presión
por V. Shostakovsky, ex rector de la Escuela Superior ideológica sobre ellas.
del Partido y vicepresidente del Partido Republicano de
la Federación Rusa. Escribió acerca de la dictadura de Los ideólogos de la derecha imperial -especialmen-
los comunistas en tiempos pasados y argumentó que su te los del grupo de los denominados coroneles negros-
restauración era posible, aunque sólo en forma mode- vio esto con suficiente claridad como para no contar
rada y durante breve tiempoY Añadió que los «comu- con el Partido Comunista en su conjunto. El coronel
nistas» en realidad hacía tiempo que habían dejado de Viktor Alksnis, líder del grupo Sciyuz, se refirió en pú-
ser comunistas y marxistas. Habían rechazado todas las blico a la necesidad de que el poder fuera transferido a
ideas del comunismo marxista: lucha de clases, revolu- un Comité de Salvación Pública (con la participación
ción mundial, desaparición del Estado y economía sin de los demócratas, pero sin Gorbachov ni Yeltsin), con
mercado. Las referencias a un «retorno a las fuentes», la misión de implantar una economía de mercado tras
a «la opción socialista» y al «proyecto comunista» eran suspender la actividad de todos los partidos políticos,
sencillamente palabras vacías, una manifestación de incluido el Partido Comunista de la Unión Soviética.
estrechez de miras o de cinismo político. El comunismo El grupo Soyuz, activo tanto en el parlamento como
había muerto sin esperanza de resurrección. fuera de él, era la principal forma organizada de la
Desde el punto de vista de la historia de las ideas y derecha estatista. Junto a «comunistas» incluía a mo-
a jortiori desde el punto de vista de la historia socio- nárquicos y «demócratas-liberales» del partido dirigido
política de la Unión Soviética, éste era, pienso, un diag- por V. Zhirinovsky. 30 Estaban unidos por la idea de
nóstico correcto. Este hecho debería ser considerado «salvar a la madre patria», es decir, defender la integri-
tanto por los ideólogos comunistas supervivientes (cuyo dad del Estado. La mayoría de los demócratas conside-
número en la Unión Soviética y en Europa parece ser raban a Soyuz como el último baluarte del comunismo.
minúsculo) como por los anticomunistas obsesivos. Sin embargo, más bien parecía la demostración de que
el Partido Comunista de la Unión Soviética ya no era
Entre la intelectualidad, el descrédito moral e ideo- capaz de dirigir ni siquiera aquellas fuerzas que se es-
lógico del Partido Comunista era tan obvio que nadie forzaban por salvar el imperio.

54
A oposición demo- impasse: los conservadores no podían solventar los pro-

LA OPOSICIÓN L crática en Rusia es-


taba integrada por
personas qúe se sentían
blemas mientras el país se enfrentaba al hambre, y por
otra parte los demócratas no podían tomar el poder y
la responsabilidad de la dirección del Estado. Había,
DEMOCRÁTICA profundamente decepcio- pues, tres posibilidades: el caos, la descomposición gra-
dual de la coalición de centro-derecha que ocupaba el
nadas con la perestroika,
que mostraban simpatía hacia las aspiraciones centrí- poder o la aparición de un centro paralelo en Rusia.
fugas de las diversas repúblicas (especialmente de Li- En la recepción posterior a la conferencia pregunté
tuania) y que pensaban que la «Unión Soviética de Gor- a Popov qué pensaba acerca de la idea de que tal vez
bachov» debía desmoronarse lo antes posible y dar fuera necesario un autoritarismo no totalitario (o post-
paso a formas radicalmente nuevas de organización del totalitario) para iniciar el intrincado proceso de transi-
Estado. Difícilmente se la podía clasificar como «iz- ción a la democracia. Me respondió que él en principio
quierda» sin caer en la ambigüedad, por más que ten- aceptaba eso pero en orden inverso: es verdad que la
diera ella misma a calificarse como tal. En muchos economía de mercado puede ser introducida en Rusia
temas sus opiniones se acercaban a las de la derecha sólo a través de métodos autoritarios, pero, por otra
occidental, y así mostraban, por ejemplo, gran admira- parte, las estructuras de poder existentes sólo pueden
ción hacia Margaret Thatcher y Ronald Reagan. Ahora ser derrocadas en una lucha política librada con consig-
bien, la línea que le separaba de la derecha tradicional nas democráticas. En otras palabras, primero democra-
rusa estaba muy claramente marcada: rechazaba la cia y después autoritarismo ilustrado.
«idea de imperio», se oponía al nacionalismo ruso y Pensé en aquella conversación al observar la gran
mostraba reservas acerca de la Iglesia Ortodoxa, que manifestación pro-Yeltsin del 10 de marzo. Las bande-
consideraba (no sin razón) un aliado de las fuerzas «im- ras que se veían -banderas nacionales rusas junto a las
periales». de Lituania y Georgia- se alzaban para protestar con-
tra la continuación del imperio. Las pancartas decían
La oposición democrática también incluía a algunas que el socialismo es el «opio del pueblo» y que «un
personas que podrían ser clasificadas como izquierdis- jorobado sólo se endereza en la tumba» (en ruso repre-
tas radicales en el sentido occidental. Me refiero, sobre senta un juego de palabras que alude al último nombre
todo, al Partido Socialista de Boris Kagarlitsky -un de Gorbachov). Los discursos, pronunciados entre otros
pequeño grupo de valientes que nadaban contracorrien- por Popov, Yuri Afanasiev y Nikolai Travkin, líder del
te, criticando el «fetichismo del mercado» y procla- Partido Democrático de Rusia (la ausencia de Yeltsin
mando la necesidad de volver a la tradición marxista fue justificada por enfermedad), clamaban abiertamente
en su sentido más amplio. Predicaba que las reformas por una «guerra» contra Gorbachov, se referían al ago-
radicales no sólo deben afectar a la esfera de la distri- tamiento de las medidas parlamentarias, anunciaban
bución sino también a la esfera de la producción, ges- una huelga general política y naturalmente pedían el
tión y propiedad; por lo tanto era muy crítico respecto voto negativo en el referéndum relativo a la continui-
a la política socialdemócrata tradicional y abiertamente dad de la Unión Soviética. Un minero huelguista de la
hostil al liberalismo. Su líder es autor de varios libros región del Kuzbas comparó a los huelguistas con kami-
que rinden homenaje al marxismo occidental e intentan kazes que escogían deliberadamente la muerte con el fin
repensar la experiencia de la Nueva Izquierda. 31 Esto de salvar a su nación. Al mismo tiempo proclamó su
le granjeó gran aceptación entre los intelectuales occi- indignación ante el hecho de que las minas eran «pro-
dentales de izquierda, aunque al mismo tiempo signi- piedad» (del Ministerio de Industria), argumentó que
ficaba su aislamiento en el seno del movimiento ruso. los trabajadores se las podían arreglar sin ningún tipo
Nos guste o no, desde el punto de vista de la corriente de «jefes», protestó contra el aumento de los precios y
principal de oposición democrática en Rusia, el partido exigió la plena escala móvil para los salarios. Los polí-
de Kagarlitsky era marginal y apenas visible. ticos que hablaron en el mítin no podían dejar de perca-
Desde el punto de vista de los «centristas», es decir, tarse que se enfrentaban a una actitud anarco-populista,
de los seguidores de Gorbachov, todos los demócratas incompatible con los requisitos de la transición a una
podrían ser culpados por su radicalismo impaciente y economía de mercado. Debían tenerlo ya previsto, dado
populismo demagógico, repitiendo de este modo los que evitaron con tacto (o por táctica) toda referencia a
errores del bolchevismo. Uno de los miembros del So- la implantación del mercado.
viet Supremo declaró lisa y llanamente: «Nosotros, los Esto ilustraba muy bien las dificultosas opciones a
centristas, somos los cadetes y los actuales demócratas las que se enfrentaban los políticos demócratas rusos.
son los bolcheviques»Y La intención de este parale- ¿Con quién podían aliarse para alcanzar sus objetivos?
lismo era de subrayar que el centro representaba la mo- Una alianza con el sector reformista de la nomenkla-
deración política y uná transición evolutiva hacia un tura, incluso en nombre de una radicalización de la
«Estado de derecho», mientras que los demócratas fa- perestroika, podría ser interpretada como santa alianza
vorecían la destrucción revolucionaria de las estructu- frente al pueblo desesperado. No obstante, el apoyo sin
ras existentes. Los demócratas, cosa bastante lógica, reservas a los trabajadores huelguistas significaría to-
veían los hechos de otro modo: proponían una ruptura mar la vía anarco-sindicalista, que destruiría toda espe-
radical con el legado del bolchevismo, que identifica- ranza de una economía de mercado, invitación, por
ban con Gorbachov, quien, como mínimo, no parecía tanto, a un desastre económico. A fin de preservar su
deseoso de fomentar una «revolución antisocialista». propia identidad política, los demócratas habrían podi-
Sin embargo, en este último punto había consenso entre do emprender una política de compromiso para consti-
los autodenominados cadetes. tuirse en equilibrio de poder. Esto habría requerido la
consolidación de su propia credibilidad a los ojos de los
En una conferencia dada por el alcalde -democrá- trabajadores en huelga a la vez que neutralizaba a un
ticamente elegido- de Moscú, Gavril Popov, el 5 de amplio sector de la nomenklatura, haciéndose porta-
febrero de 1991 en la Universidad de Notre Dame de voces de la inmensa insatisfacción de la población sin
Indiana, éste describía la situación como una especie de fomentar la lógica revolucionaria del radicalismo.

55
UANDO se escribió esto en mayo de 1991 pare- fianza hacia la posibilidad de un cambio real, incluso

C cía, en efecto, que los acontecimientos iban en


esta dirección. Los resultados del referéndum
celebrado el 17 de marzo, que respaldaron tanto a Gor-
hacia el cambio que ya se ha llevado a cabo y que pare-
ce innegable. Esto se podría definir como la forma rusa
de mentalidad «antipolítica» .
bachov, favorable a la preservación de la unión de re-
Esta mentalidad concede tanta preeminencia al re-
públicas en una forma modificada, como a Yeltsin,
chazo emocional y moral del sistema que el análisis
favorable a la independencia de Rusia; los reparos con
racional se hace imposible. Los cambios en el sistema
que la política anti-Gorbachov de Yeltsin fue recibida
se suceden de forma imperceptible, al igual que los
en Occidente; el apoyo de contrapeso otorgado a Yelt-
cambios en uno mismo. Las aspiraciones crecen más
sin por el Congreso de Diputados del Soviet Supremo
aprisa que la posibilidad de su satisfacción, haciendo
de Rusia; todos estos hechos se combinaban producien-
que los cambios a peor resulten tanto más incendiarios
do una cristalización de fuerzas y cierta moderación de
y las consecuciones de la perestroika y la glasnost tanto
tensiones. El acuerdo del23 de abril puso de manifiesto
qué repúblicas (nueve de ellas) querían permanecer en más invisibles. En el marco de esta mentalidad, muchos
llegaron a la conclusión de que <<nada había cambiado»
una unión reformada y cuáles (seis) se reafirmaban en
abandonarla; también dejó claro que Rusia no estaba en Rusia: el totalitarismo continuaba funcionando
dado que la vida resultaba cada vez más dura, tanto
en este último grupo. Los demócratas veían cada vez
material como moralmente. La objeción de que ya no
más claro que debían ganarse a una parte considerable
de los niveles medios del aparato, que podían -a dife- existía el adoctrinamiento totalitario, de que existía una
verdadera libertad de conciencia y de expresión, era vis-
rencia del primer escalón de la autoridad central- con-
servar su posición en una situación de repúblicas sobe- ta como una manifestación de la «gorbimanía» occi-
dental.
ranas y economía de mercado. 33 Había rumores de que
los demócratas intentarían llegar a un acuerdo con los Esta mentalidad es común en la historia de la inte-
representantes del complejo militar-industrial, para los lectualidad rusa del siglo XIX, así como en la crítica
cuales el poder en manos de la coalición de centro- socialista al concepto de libertad «burguesa» -libertad
izquierda sería un mal menor en comparación con la que es meramente «formal» y no garantiza la satisfac-
caótica desestabilización del Estado. Mientras tanto, el ción en la vida o una base material para el desarrollo.
brain trust democrático trabajaba en un plan para el Los miembros de la antigua intelectualidad rusa que
período de transición. La propuesta iba en dirección a visitaban Occidente quedaban, por norma, rápidamente
la mayor separación posible entre la política de unos defraudados con la libertad que observaban, e incluso
estados independientes y pertenecientes a un sistema negaban su misma existencia, ya que confundían liber-
diferenciado y la economía, que constituiría un área tad individual con emancipación social, con ausencia
de cooperación e integración de mercado, siguiendo el de opresión y de pobreza, con oportunidades para una
modelo de la Comunidad Económica Europea. La pre- autorrealización sin límites. En ese sentido no había,
sidencia estaría reservada, durante este período, a Gor- por supuesto, libertad en Occidente. El inmigrante ile-
bachov, pero con la condición de que se desvinculase de gal que hoy en día llega, pongamos por caso, a Chicago
«la mafia del centro» . y ha de acudir al mercado negro para encontrar un em-
pleo, viéndose expuesto a una explotación despiadada,
De este modo la radicalización aparentemente irre- encontrará aún menos libertad en la Norteamérica ac-
versible tan evidente la víspera del referéndum de mar- tual. Sin embargo, la libertad liberal, que comienza con
zo había sido sustituida por un armisticio y la búsqueda la libertad de conciencia y de expresión, es la libertad
de un compromiso racional. Por esta razón el incre- más fundamental, valiosa e irreemplazable, por más
mento de precios sin precedentes del 2 de abril -que que no esté acompañada de una satisfacción material y
elevó el coste de vida a un nivel dos veces y media su- moral. Esto no fue entendido por los narodniki [popu-
perior- no fue utilizado por la oposición para radica- listas] y anarquistas rusos , pero sí que lo entendió, por
lizar a las masas; paradójicamente, disparó la mayor ejemplo, Alexander Herzen, que fue por otra parte
protesta en Bielorrusia, una república anteriormente un crítico despiadado de la concepción liberal de liber-
bastante tranquila. La situación revolucionaria en Kuz- tad. Según él, el Occidente «burgués» a mediados del
bas quedó mitigada de un modo muy simple: los mine- siglo XIX no daba soluciones a los problemas sociales,
ros aceptaron la jurisdicción de la Rusia de Yeltsin y no daba respuestas a los interrogantes acerca del signi-
abandonaron exigencias políticas que habían estado ficado y el valor de la vida, ni siquiera ponía en práctica
dirigidas a las autoridades centrales (incluyendo la di- las exigencias «puramente formales» de la democracia
misión de Gorbachov). Yeltsin y las élites políticas que política, no obstante lo cual -a diferencia de Rusia
le apoyaban evidentemente tenían alguna capacidad bajo el zar Nicolás-, daba al individuo libertades fun-
para influir en el curso de los acontecimientos. damentales como, por ejemplo, e]. don inapreciable de
la libertad de expresión. Precisamente este tipo de argu-
mento se podría emplear en relación con la inmensa y
L número de obs-

LA E táculos en el cami-
no hacia la norma-
lización de la vida política
demasiado a menudo subestimada diferencia entre la
Rusia de Gorbachov y la de hace tan sólo una década.
El asombro ante la denigración de las consecuciones
«ANTIPOLÍTICA» en Rusia es, obviamente, de la perestroika por parte de la intelligentsia rusa no
enorme. Sin embargo no se limitaba a los extranjeros. De vez en cuando era ma-
DE LA siempre se comprende que teria de reflexión también para los rusos. V. Kondratiev,
estos obstáculos no sólo por ejemplo, afirmaba que la Unión Soviética estaba
OPOSICIÓN incluyen al adoctrinamiento caracterizada por una «tolerancia represiva» (término
comunista, más sólido que empleado por Marcuse para las realidades de la vida
en Europa Oriental, sino también diversas formas de norteamericana), lo que era esencialmente distinto del
reacción a ese adoctrinamiento, que comprenden un totalitarismo: en un primer momento pareció que la
fundamentalismo moralista y una profunda desean- publicación de Archipiélago Gulag de Solzhenitsyn des-

56
embocaría en el derrumbamiento inmediato del siste- ción de un juicio análogo al de Nurenberg a los activis-
ma; sin embargo, cuando el libro estuvo disponible en tas e ideólogos del comunismo soviético fue realizada
casi todas partes, nada cambió en la rutina de la vida en el programa de televisión «Monitor», emitido en
cotidiana. 34 V. Solokov acusó a sus compatriotas de Leningrado el 24 de marzo de 1991.
flagrante ingratitud hacia Gorbachov: «Ese hombre ha No obstante, estas demandas fueron rechazadas por
levantado literalmente a toda una nación que vivía de la propia oposición. Stanislav Shatalin dijo, por ejem-
rodillas. Ahora estamos en pie. Y ahora con arrebato plo, que Rusia necesita su Sermón de la Montaña más
bolchevique le escupimos en la cara». 35 que su Juicio de NurenbergY La nomenklatura era
todavía numéricamente importante y poderosa, capaz
No obstante, estas objeciones no hicieron callar a de defender sus intereses, y eran pocos los que deseaban
las voces de una crítica abrupta, casi nihilista, de la una revolución o guerra civil. Por otra parte, muchos
perestroika. Su motivo principal era el argumento de de sus miembros poseían una reserva considerable de
que la situación moral de la intelligentsia rusa se había experiencia y otras competencias profesionales. En este
deteriorado. Esta opinión era sostenida no sólo por sentido, a menudo se dice que es necesario un compro-
aquellos a quienes la perestroika y la glasnost habían miso pragmático, que las personas deberán vivir junto
privado de sus últimas ilusiones acerca de la naturaleza a la nomenklatura una vez que ésta se vea privada de
y logros del socialismo, sino también por quienes pre- sus privilegios de casta y que la «privatización de la
tendían no haber albergado nunca semejantes ilusiones. nomenklatura» es en realidad positiva ya que el merca-
Esto es, por ejemplo, lo que escuché a un intelectual de do reciclará a aquellos que se sometan a sus leyes y de
la vieja generación, representativo del sector científico: este modo asegurará una transición no revolucionaria
Antes de la perestroika disfrutábamos de confort al nuevo sistema.
psicológico, que consistía en una total no-participación Sin embargo, esta postura, sin duda razonable, no
y la libertad interna resultante . Vivíamos en el seno de representaba una plena victoria del pragmatismo polí-
la familia y de un grupo cerrado de amigos. Cuando tico. La intelligentsia en la oposición todavía no desea-
hablábamos en público utilizábamos el lenguaje de la ba ni podía permitirse un abandono total de la «anti-
ideología oficial, pero lo hacíamos con desprecio, tra- política» moralista. Exigía opciones políticas que serían
tándolo como una especie de ritual grotesco reforzado al mismo tiempo opciones morales, y por ello proyectó
por el terror. No nos sentíamos responsables ante el
pueblo porque veíamos en él un participante de los crí- sus aspiraciones en Yeltsin y no en Gorbachov.
menes del sistema, un criminal colectivo. Hoy en día ya Para una persona como yo que visita Rusia tenien-
no podemos vivir como exiliados interiores, no pode- do en mente tanto a Occidente como a Polonia, el buen
mos cerrarnos en nuestro mundo interior mirando a la juicio contenido en esta actitud está lejos de ser eviden-
vida del país como algo que no nos concierne. Al mis- te. En el desmantelamiento mundial del comunismo
mo tiempo no podemos tolerar las mentiras, medias Gorbachov jugaba un papel incomparablemente mayor
verdades y farsas inmorales que nos rodean por todas que Yeltsin, y no está claro que Yeltsin, de tener la
partes. Valoramos los logros de la glasnost, disfrutamos oportunidad, tuviese más éxito. Es más, parecía que
las manifestaciones del despertar intelectual, incluso
observamos notables avances en la cultura política. Sin ambos políticos estaban tomando parte en el mismo
embargo , no ha habido ningún tipo de saneamiento proceso histórico, jugando papeles distintos pero, en
moral. Todavía vemos por todas partes un mar de fal- última instancia, complementarios; la existencia de am ~
sedad intelectual y moral. La falsedad de ayer era total bos y la rivalidad entre ellos eran necesarias. No obs-
y grotesca, y por esta razón prácticamente no amenaza~ tante, a la intelligentsia rusa le resultaba muy difícil
ba nuestra identidad. Era algo completamente ajeno a pensar de esta manera. Debía hacer una elección que
nosotros y por tanto mucho más fácil de soportar. Sin fuera poco ambigua en términos políticos y morales, y
embargo, contra la falsedad de hoy en día debemos por tanto no podía apoyar simultáneamente a ambos
defendernos movilizando toda nuestra energía psíquica. rivales. Había poderosas consideraciones morales a fa-
Mis interlocutores más jóvenes compartían la opi- vor de declararse partidario de Yeltsin: a diferencia de
nión de que la situación moral se había deteriorado, Gorbachov, estaba ostentosamente apartado de toda
tradición del bolchevismo, tanto comunista como im-
pero lo justificaban de modo distinto. Afirmaban que
perialista. Para la intelligentsia rusa de mentalidad de-
un resultado involuntario de la reforma de Gorbachov
mocrática, ello tenía un valor en sí mismo como acto
había sido la total deslegitimación del sistema, el fraca-
moral que satisfacía el requisito elemental de la decen-
so de toda posible consolación y justificación de todas
cia política.
las ilusiones acerca del significado último de aquellos
terribles sufrimientos que la nación rusa causó a otras Ésta era la situación a principios de la primavera de
naCiones y (sobre todo) a sí misma. Y si el sistema ha 1991. La dirección del futuro cambio dependerá de la
demostrado ser criminalmente fraudulento, entonces capacidad que demuestre Gorbachov y los reformadores
¿por qué los representantes del partido que lo crearon del Partido Comunista para rechazar sin ambigüedad el
todavía ejercen el poder y todavía intentan defenderlo? pasado y emprender el camino de una sólida descomu-
¿En qué sentido son mejores los comunistas que los nistización.
nazis? ¿No debería juzgárseles ante un tribunal análogo os extra~rd~narios
al de Nurenberg? ¿Acaso las reformas de orientación al
mercado no servirán a los intereses de la nomenklatura,
que de esta forma espera tan sólo librarse de la servi-
II L acontecimientos
que ocurrieron a
partir de la primavera de
dumbre ideológica? ¿Acaso no tendrán como resultado
un «capitalismo comunista» o incluso un «capitalismo
DESPUÉS DEL 1991 han completado la
transición hacia el post-
totalitario»? COMUNISMO: comunismo que era tan
evidente durante mi visita
Ideas así eran expresadas no sólo en conversaciones
privadas sino también en la prensa y otros medios de
SEPTIEMBRE de abril-mayo.
comunicación. El paralelismo entre comunismo y na- En las elecciones rusas
zismo fue planteado por Oleg Kalugin. 36 La reivindica-
DE 1991 del12 de junio, Yeltsin ob-

57
tuvo el cargo de presidente de la República soberana de incluso la unidad de élite de la KGB «Alfa» se negó a
Rusia. Poco después suprimió las organizaciones del asaltar la «Casa Blanca» de Yeltsin en Moscú. El golpe,
partido en los lugares de trabajo y en las instituciones por tanto, fue derrotado sin lucha física, con la mera
del Estado en Rusia, cortando de este modo las raíces fuerza <;le la desobediencia civil. Gorbachov regresó a
mismas del poder comunista. Gorbachov no aprobó Moscú como presidente legítimo, pero la mayor parte
esta operación, pero sin embargo su alianza con los de- del poder real pasó a manos de Yeltsin, que fue elevado
mócratas, formalmente concluida el 23 de abril en el al estatus de un héroe nacional. Después de un breve
encuentro de Novo-Ogarevo con los líderes republica- momento de vacilación, Gorbachov dimitió como jefe
nos, resistió esta prueba. El pleno del PCUS en julio del partido y excluyó a éste de toda función en el go-
había de ofrecer una poderosa resistencia a Gorbachov, bierno del país. Las sedes del partido fueron precinta-
pero no se atrevió a hacerlo; por el contrario, a pesar das y se suspendió temporalmente la publicación de sus
de unas cuantas protestas airadas, el partido capituló periódicos. El gabinete de ministros comprometido con
ante el presidente, criticando severamente todo su pasa- el golpe, tuvo que dimitir y fue sustituido por un Con-
do, renunciando a todos los principios fundamentales sejo de Estado compuesto por Gorbachov y los líderes
del comunismo (aunque, paradójicamente, preservan- de las repúblicas. De acuerdo con los planes menciona-
do su nombre) y prometiendo a transformarse en un dos en el apartado anterior, la política ha sido separada
partido democrático, comprometido con el pluralismo de la economía: los asuntos económicos son competen-
político, el imperio de la ley y la economía de mercado. cia de un comité especial, encabezado por el primer
ministro de la república rusa, lvan Silaiev.
Esta ruptura drástica con el leninismo y, en realidad,
con el comunismo en cualquier sentido coherente del Un aspecto un tanto inquietante aunque no imprevi-
término, debía ser formalmente aprobada por el con- sible de estos acontecimientos era la posibilidad de con-
greso del partido en noviembre. Entre tanto -el 20 de flictos con los órganos parlamentarios soviéticos. El
agosto-, la primera fase de la firma del tratado de la poder ejecutivo sintió que el carácter revolucionario del
Unión, negociado en Novo-Ogarevo, debía tener lugar período de transición no siempre sería compatible con
en el Gran Palacio del Kremlin en Moscú. Los primeros los lentos procedimientos parlamentarios soviéticos. Se
en firmar debían ser Rusia, Kazajstán y Uzbekistán; hizo evidente que el Congreso de Diputados del Pueblo
otras repúblicas (nueve de las quince) debían seguir en debía ceder sus derechos, o ser disuelto. En consecuen-
septiembre y octubre. De este modo el Estado unitario cia, el Congreso efectivamente se disolvió como más
soviético debía ser pacíficamente transformado en una alta autoridad legislativa otorgando poderes de emer-
unión libre de repúblicas soberanas, teniendo casi todas gencia durante un período de transición indefinido al
las atribuciones como Estados independientes. Gorba- Consejo de Estado.
chov, conocido por otra parte .como tenaz defensor de Nadie podía haber predicho durante la primavera
una renovada unión, vio esto como una encomiable que el derrocamiento del poder comunista habría teni-
solución de compromiso, la única alternativa a la caóti- do lugar en agosto. No obstante, se puede hacer un
ca desintegración. Sin embargo, los comunistas conser- análisis de este sorprendente resultado a partir de la
vadores, así como los nacionalistas rusos de espíritu im- serie de observaciones disponibles de antemano. He
perialista, estaban obligados, por supuesto, a ver las expuesto de esta manera mi visión de la situación ante-
cosas de otro modo: como la legalización del desmante- rior al intento de golpe a fin de avanzar el argumento
lamiento final de su Estado, su mundo, su espacio vital. de que los acontecimientos subsiguientes son plenamen-
Esta percepción no era necesariamente emocional o te explicables a la luz de las consecuciones irreversibles
ideológica. Los miembros de mayor rango de la no- de la perestroika así como de sus fracasos, que habrían
menklatura soviética tenían muchas razones para temer requerido una descomunistización más radical y cons-
que la disolución de la Unión Soviética traería consigo ciente.
la pérdida de sus empleos, la impotencia política y la
marginación social. Ésta puede parecer una tesis de sentido común, tri-
vial. Por desgracia, a los ojos de un número creciente
Los acontecimientos posteriores son bien conocidos. de personas se ha convertido en una tesis controvertida,
El 19 de agosto se declaraba «incapacitado» a Gorba- que exagera enormemente la importancia de la peres-
chov y se le apartaba del poder mientras éste se encon- troika y por tanto refleja «gorbimanía». Según estas
traba de vacaciones en Crimea. La mayoría de los críticas, el período de perestroika y glasnost fue, como
miembros de su propio gabinete, encabezados por el ha escrito Martin Malia, sencillamente «seis años des-
vicepresidente Gennadi Yanayev, se constituyeron en perdiciados de reforma comunista fracasada» 38 y el
«Comité Estatal para el estado de emergencia» e inten- cambio real se ha dado sólo con «una ruptura tajante
taron imponer el gobierno militar sobre el país. Sin em- y revolucionaria con el comunismo», simbolizada por
bargo, este golpe conservador, meticulosamente encu- Yeltsin. 39 Según esta lógica, las cuestiones de libertad y
bierto como acción legal del Consejo de Seguridad derechos humanos eran de poca importancia frente
Nacional, pronto demostró ser un fracaso total. Los a la cuestión leninista de «para quién», es decir del
golpistas, a pesar de estar dirigidos por profesionales poder político, con independencia de sus limitaciones
como el jefe del KGB Vladimir Kryuchkov, el ministro formales o informales (que son consideradas, por nor-
de Defensa Dimitri Yazov y el ministro del Interior ma, como concesiones poco importantes, por no decir
Boris Puga (que se había estado preparando para este meras ilusiones); de este modo el desmantelamiento
papel durante largo tiempo), actuaron torpemente y sin gradual del totalitarismo -proceso iniciado por Krush-
convicción, sin la necesaria implacabilidad. Gorbachov chev, pero radicalizado y completado sólo después de
no cedió ante los que le presionaban a aceptar el golpe; 1985- tenía poca importancia comparado con el de-
Yeltsin (a quien los golpistas fácilmente habrían podido rrocamiento revolucionario de la élite gobernante, con-
detener el primer día) hizo frente con decisión al desa- siderada como invariablemente «comunista» indepen-
fío, dirigiendo la inesperadamente amplia resistencia dientemente de su descomunistización de hecho. Así,
popular; las fuerzas armadas fraternizaron con la po- el problema del comunismo viene a identificarse con
blación, dejando claro que no dispararían a los civiles; el problema de los miembros o ex miembros de la

58
nomenklatura, con independencia de sus ideas y del mano puede en realidad sobrevivir al comunismo como
carácter de su actividad; en consecuencia, la tarea de ideología viva. El Partido Comunista ya no era leni-
deshacerse del comunismo no se considera tanto una nista; se había desintegrado y era incapaz de cualquier
cuestión de rechazar los principios y métodos comunis- acción decisiva; como dijo Shostakovski, la dictadura
tas, sino más bien cuestión de crear una élite política comunista ya no existía y su restauración sólo era posi-
completamente nueva, compuesta por anticomunistas ble en una forma moderada y durante un breve período
probados, en oposición a los «reformadores comunis- de tiempo. Por supuesto, en muchos sectores se abogaba
tas». La forma extrema de esta visión se puede encon- por un golpe de derechas, e incluso algunos politólogos
trar en Polonia, donde un grupo ruidoso (aunque tam- progresistas, como Andronik Migranyan, argumentaron
bién crecientemente impopular) de políticos de derecha que la compleja salida del comunismo totalitario había
aboga por la eliminación de los miembros de la anterior de pasar a través de un «estadio autoritario». No obs-
nomenklatura -incluyendo aquellos que renunciaron tante, era improbable esperar cualquier posibilidad de
públicamente a toda proximidad con el comunismo- retorno genuino al totalitarismo. Cuando sugerí lapo-
de todas las posiciones en la vida pública, e incluso de sibilidad de que un golpe podría tomar la forma de «ley
las actividades económicas. marcial» polaca -es decir, una forma de control auto-
Como era evidente durante la primavera, también ritario moderado y poco firme, incapaz e incluso sin
en la Unión Soviética proliferan posturas similares. voluntad de restituir el statu quo ante- mis amigos
Surgieron como consecuencia de múltiples frustracio- rusos pensaron que yo era exageradamente optimista.
nes y tomaron la forma de actitudes verdaderamente Pero resulta que el comunismo estaba entrando en la
nihilistas hacia los logros de la perestroika. Un resumen fase de su derrumbamiento final, resultado inevitable
característico de estas visiones fue publicado pocos días (en parte intencionado y en parte no) de las reformas de
antes del golpe fallido en el semanario radical Stolitsa. Gorbachov; y que su futuro político efectivamente de-
El pasaje más expresivo dice lo siguiente: pendía de su capacidad de «rechazar decididamente el
La conclusión es inequívoca: a pesar de todos los
pasado y emprender el camino de una firme descomu-
«excesos» de la democratización estamos viviendo nistizacióm> .
ahora en una sociedad mucho más socialista y mucho
más soviética que hace seis años. Esta consecuencia nos El rápido aumento de la autoridad de Yeltsin es
obliga a pensar que la perestroika nunca fue una retira-
da: desde su propio comienzo fue un ataque, encubier-
comprensible e inevitable. Encarnaba las esperanzas y
to por maniobras de diversión. El contexto de la revo- aspiraciones de todos los anticomunistas radicales y el
lución de Gorbachov, criticado por radicales de fallido golpe sirvió (citando a Malia) como «catalizador
todos los terrenos, se reveló de un modo absolutamente ideal» para un cambio radical. 42 También es verdad
«dialéctico»: mayor democracia para otros -para al- que Gorbachov, después de su regreso a Moscú, no
gunos, mayor socialismo-. Para «las personas de las comprendió inmediatamente la nueva situación y en vez
altas esferas»: mayor independencia económica y ma- de dirigirse a la enorme multitud concentrada en el ex-
yor libertad respecto a los dogmas políticos. Para «las terior del Parlamento ruso continuó hablando acerca
personas de la base»: mayor humillación, pobreza y de la reforma del Partido Comunista. Este error inicial
muerte. De este modo, esta grandiosa provocación po-
lítica, digna de Ulianov y Dzhugasvili [Lenin y Stalin,
restó credibilidad a las vicisitudes pasadas por él (y su
n. del t.], ha completado su ciclo. 40 familia) en Crimea. Pero era demasiado precipitado
concluir a partir de esto que se hubiera convertido en
Si realmente fuera así, si el socialismo bajo Gorba- una vieja gloria, o incluso (como lo expresó Georgy
chov se hubiera reforzado y generalizado, no habría Arbatov) en «el mayor espectáculo de las reformas»: 43
hecho falta el golpe de la derecha; sin embargo, si se se enmendó lo bastante deprisa como para que al final
realizó, sli inmediato fracaso, seguido por la restitución su popularidad creciera hasta el 31 '8 por cien, alcan-
del poder presidencial de Gorbachov, sería totalmente zando la bastante impresionante cifra del 61 '2 por
incomprensible, y la victoria política de los radicales cien. 44 Mientras se escribe este artículo el equilibrio de
debería atribuirse a un milagro. fuerzas es inestable, pero parece claro que el presidente
Es innecesario decir que no atribuyo tales ideas a no es sencillamente el rehén de Yeltsin. 45 En la nueva
Malia. Tan sólo sostengo que esta manera de ver las coyuntura, el problema más delicado e importante es la
cosas procede de un supuesto inaceptable que resulta tensión entre el centro, drásticamente debilitado pero
que comparte con el autor soviético citado: el supuesto todavía existente, y la Rusia de Yeltsín, que apoya las
de que los comunistas reformistas al estilo de Gorba- aspiraciones de otras repúblicas aunque, al mismo
chov son no obstante comunistas, que todavía mantie- tiempo, representa una amenaza potencial de dominio
nen convicciones «auténticamente leninistas», 41 que la sobre aquéllas debida a su tamaño, población, recursos
verdadera lucha está siendo librada entre comunistas naturales y monopolio de las armas nucleares. Por tan-
(incluyendo a los «reformadores») y decididos antico- to, aquellos líderes de repúblicas que quieren preservar
munistas, y que, por tanto, el papel de Gorbachov en un «espacio económico común» y una mínima unidad
el proceso de apartarse del comunismo totalitario no política (como una política exterior y defensa común)
tiene demasiada relevancia comparado con el papel de bien podrían entender que el centro debe retener alguna
Yeltsin; en otras palabras, que la «revolución de agos- parte de poder real, capaz de contrarrestar y contener
to» en Rusia es mucho más importante que todos los el crecimiento previsible de la fuerza relativa de Rusia.
años anteriores de cambios por evolución. Esto significa que Gorbachov quizá todavía tiene un
DMITO que falta mayor discusión sobre este futuro político: ya no como líder de los reformadores

A problema, pero en la fase actual mis ideas se


mantienen básicamente invariables. Como se
demuestra en la primera parte de este escrito, el comu-
comunistas sino como foco principal de las fuerzas mo-
deradamente centrípetas. Incluso Eduard Shevardnad-
ze, que tan crítico se mostró respecto a la indecisión de
nismo en la Unión Soviética había muerto ya antes del Gorbachov en el pasado reciente, piensa ahora que «el
fallido golpe; lo que quedaba del sistema comunista era centro se mantendrá» y que Gorbachov «todavía tiene
simplemente una cáscara vacía y frágil que estaba con- la posibilidad de jugar un papel destacado en la alta
denada a perecer, dado que el comunismo como siste- política». 46

59
O obstante, mi intención no es hacer prediccio- xismo o en la tradición socialista en su conjunto, sino

N nes ni formular prescripciones. Mi labor aquí


es más bien la de ofrecer un análisis retrospec-
tivo a fin de ayudar a formular un juicio sobre el pro-
también en pensadores «humanistas y liberales» como
Locke, Jefferson, Rousseau, Max Weber y Keynes. 48
A pesar de algunas voces de protesta, la resolución
ceso histórico que ha llevado a la defunción del comu- del pleno desembocó en una rendición ideológica total,
nismo en Rusia. Desde este punto de vista, el problema
comparable a un acto de abdicación por parte de un
del futuro político de Gorbachov -o, en su caso, de
monarca de designación divina (como el zar Nicolás 11).
Yeltsin- no es directamente relevante. No tengo nada
Esta capitulación ideológica viene de un largo proceso,
que discutir a aquellos que señalan que Yeltsin, y no
iniciado por Gorbachov y completado bastante tiempo
Gorbachov (que al fin y al cabo estaba bajo arresto antes de la «revolución de agosto».
domiciliario), representó el papel central en la «revolu-
ción de agosto». Estoy de acuerdo en que Occidente Los detractores de Gorbachov tienen razón en seña-
debería haberse dado cuenta y reconocido la importan- lar que el golpe fue perpetrado no por la oposición de
cia de Yeltsin mucho antes. No obstante, es histórica- línea dura, sino por miembros de su propio gobierno,
mente incorrecto argumentar que la caída del comunis- que él mismo había promovido a posiciones de po-
mo estuviera causada mayoritariamente por aquellos der.49 La conclusión es que su juicio fue erróneo, o in-
que lo atacaban desde fuera, como Yeltsin, y no desde cluso que los golpistas tenían razones para confiar en
el interior, como ·aorbachov. Yeltsin fue una creación que Gorbachov legalizaría su acción. Este argumento
de Gorbachov y no a la inversa. Es absolutamente inge- tiene algún peso, pero existe otra versión de la historia.
nuo pensar que el destino del sistema comunista estu- El hecho mismo de que el Comité para el estado de
viera decidido por el hecho de que Yeltsin demostrase emergencia hiciera todo lo que pudo por preservar al-
ser un hombre valiente que se atrevió a dirigirse a sus guna apariencia de legalidad, así como el hecho de que
seguidores subido en un tanque. A pesar de su impor- no se atreviera a tomar medidas drásticas, es una de-
tancia crucial en cuanto a la apertura de nuevas pers- mostración palpable de que la perestroika de Gorba-
pectivas, la «revolución de agosto» fue una victoria chov tuvo éxito como una «revolución en la conscien-
sobre un enemigo en estado de agonía, incapaz ya de cia» sui generis. Me parece bastante obvio que (citando
imponer su mandato, e incluso de defenderse a sí mis- a Time) los golpistas se habían visto «corrompidos, por
mo. Si el totalitarismo no hubiera sido desmantelado decirlo así, por la nueva atmósfera de democracia y
-como lo fue bajo Gorbachov-, todo el escenario de legalismo -al menos hasta el punto de sentir una nece-
los acontecimientos de agosto, incluyendo el golpe, ha- sidad de dar a su golpe un arropamiento constitucio-
bría sido inimaginable. Si el Partido Comunista hubiera nal-, lo que a su vez les impidió actuar con la crueldad
preservado una pequeña parte de la anterior confianza que generalmente requiere un golpe con éxito». 50 De-
en sí mismo, procedente de la fe en su destino histórico beríamos añadir a esto que la justificación ofrecida por
y legitimidad moral, habría ofrecido un apoyo efectivo el ideólogo oficioso del golpe, el presidente del Soviet
a los golpistas para aplastar la resistencia popular. Si el Supremo de la URSS Anatoly Lukianov, era de natura-
ejército y el KGB no hubieran estado sujetos a la in- leza puramente legalista. La firma del nuevo tratado
fluencia de una opinión pública independiente, de ten- de unión, dijo, debía posponerse ya que el texto de
dencia democrática, no habrían tenido ninguna dificul- Novo-Ogarevo era simplemente una declaración de in-
tad de retirar por la fuerza a Yeltsin y sus seguidores de tenciones, en contradicción con la voluntad del pueblo
la escena política. 47 La necesidad de leyendas heroicas de preservar un Estado Unido, expresada en el referén-
es plenamente comprensible y tiene profundo arraigo dum del 17 de marzo; por tanto, afirmó, se había de
en Rusia, pero es evidente que la resistencia popular al discutir en el Soviet Supremo y en el Congreso de los
golpe no fue inmediata y creció tan sólo después de que Diputados del Pueblo. 51 Pretendía oponerse a unos
se vio que era improbable que los autores del golpe métodos revolucionarios de cambio político ilegales sin
recurrieran a las medidas más drásticas. invocar los ideales del comunismo ni intentar movilizar
al partido.
La desintegración gradual y derrumbamiento final La consciencia de estos hechos es importante dada
del comunismo totalitario se debe explicar, sobre todo, la relación dialéctica entre nuestra valoración de las
en términos de factores objetivos, de sus contradiccio- intenciones políticas de golpe y nuestra opinión sobre
nes socioeconómicas. Si, por el contrario, decidimos Gorbachov y sus seis años de liderato. La demoniza-
considerar por separado los factores subjetivos más im- ción del golpe, describiendo sus objetivos como «fascis-
portantes, difícilmente podemos sobreestimar el papel tas» o totalitarios (como hacen los radicales soviéticos),
de los reformadores comunistas. Quizá no fueran cons- conduce inevitablemente a graves sospechas acerca del
cientes, o no fueran plenamente conscientes, de las con- propio Gorbachov y la perestroika en general. ¿Cómo
secuencias últimas de sus acciones, pero sin embargo pudo ser (podríamos preguntarnos) que estuviera ro-
representaron el papel principal en la destrucción del deado por «criminales fascistas»? ¿Cómo fue posible
sistema comunista. El desmantelamiento del totalitaris- que su gobierno estuviera compuesto por totalitarios
mo estalinista no habría sido posible sin ellos; esto es impenitentes? La realidad, sin embargo, es que los gol-
obvio casi por definición, dado que el totalitarismo pistas no eran ni comunistas de línea dura al antiguo
comunista, mientras que se mantuviera en su forma estilo ni miembros del grupo «Soyuz» de la nueva dere-
genuina, no habría permitido verse seriamente amena- cha dirigido por el coronel Alksnis. Componían una
zado por fuerzas abiertamente anticomunistas. Des- parte del equipo de la perestroika que representaba los
pués, socavaron los propios cimientos de la ideología intereses de los círculos de la nomenklatura industrial,
comunista, concluyendo (conscientemente o no) el re- el KGB y el ejército que esperaban que las reformas de
corrido entero del comunismo al postcomunismo. En el Gorbachov modernizarían y reforzarían al Estado so-
pleno de julio, Gorbachov obligó al partido a ratificar viético sin poner en peligro su propio estatus como élite
esta evolución. Su consejero Georgy Shakhnazarov ex- gobernante. No deberíamos mitificarles: su profundo
plicó este hecho como algo equivalente a reconocer que desencanto con los resultados reales de las reformas es
el partido debía buscar inspiración no sólo en el mar- comprensible y su deseo de poner fin a la rápida des-

60
Foto de Rene Bouwman. En la plaza Roja de Moscú, Boris Yeltsin discute con sus compatriotas sobre la situación política en la URSS.

integración del imperio no necesita ser explicado en tér- A victoria de Yeltsin


minos tan siniestros como «totalitarismo» o «fascis-
mo». El hecho de que en otoño de 1990 Gorbachov los
escogiera como aliados es reprochable, pero no incom-
EL GIRO L no es considerada
por todos como un
avance incuestionable . A
prensible: se desplazó a la derecha a causa de la pode-
rosa presión del partido (que en aquel momento conta-
HACIA EL muchas personas en Occi-
dente les alarmó su estilo
ba mucho más de lo que contaba un año después) y a
causa de sus propios recelos ante el crecimiento del ra-
INTERIOR autoritario y su menospre-
cio populista hacia los pro-
dicalismo de izquierda. Corrigió su error en primavera cedimientos legales. Algunos expresaron su temor de
de 1991: Malia tiene razón al describir el acuerdo de que Yeltsin quizá tuviera la intención de reemplazar
«Nueve Más Uno» del 23 de abril como su «capitula- el sistema comunista por un nuevo imperio ruso. 53 Se
ción ante la izquierda». 52 No es de extrañar, por tanto, han escuchado opiniones parecidas en Polonia. 54 La
que sus anteriores aliados se sintieran confusos, amena- amenaza por parte de Yeltsin de que Rusia podría exigir
zados o sencillamente traicionados. una revisión de fronteras con las repúblicas vecinas que
pretenden formar Estados plenamente independientes
En otras palabras, la proclamación del estado de incrementó enormemente estos temores. La amenaza
emergencia y la negativa de Gorbachov a ratificarla fue retirada cuando se hizo evidente que su ejecución
reflejaron el conflicto inevitable en el inferior del cam- podría conducir a una guerra civil. Desgraciadamente,
po de la perestroika: un conflicto entre aquellos que la quedaron algunas sombras de duda. En este sentido,
veían como una modernización intra-sistémica y aque- por ejemplo, Yeltsin declaró públicamente que el grupo
llos que reaccionaron al fracaso de su promesa optando abiertamente antisemita «Pamyat» estaba internamente
por un cambio sistémico radical (trascendiendo de este dividido y que, en general, había cambiado para mejor.
modo los límites de la perestroika en el sentido original Los liberales de Moscú temen que esto indique toleran-
y estricto del término). El golpe no fue un síntoma de cia hacia el chovinismo y la xenofobia. 55
la vitalidad y militancia del fundamentalismo comu-
nista de tendencia totalitaria; más bien fue un intento Con toda seguridad, resulta un tanto injusto acusar
desesperado, retardado, sorprendentemente débil e in- a la nueva Rusia de intentar revivir la antigua misión
congruente de prevenir el inminente derrumbamiento imperial. Después de todo, la influencia y el poder ru-
de todo el sistema soviético. sos se están encogiendo drásticamente en todas partes

61
y la población rusa ha reaccionado a ello con un estoi- consistía en enseñar al mundo los horrores del comu-
cismo' notable. Es sorprendente que tantos rusos hayan nismo -y en vencer al comunismo desde dentro, derro-
sido expulsados sin ningún tipo de compensación de sus tándolo totalmente.
hogares en las repúblicas y que, sin embargo, no hayan
recurrido a una resistencia violenta. Los conflictos étni- Aunque cualquiera que estime la cultura rusa puede
cos sangrientos como los que han hecho estragos en simpatizar con sentir el deseo de renacimiento nacional,
Georgia, Azerbaiyán y Armenia son (hasta ahora) des- las manifestaciones de esta tendencia en particular
conocidos en el vasto territorio multiétnico de Rusia. mantienen algún parecido con ciertos aspectos de la
Yeltsin no es inmune al sentimiento nacional ruso (lo Alemania de Weimar. Gran cantidad de intelectuales
cual es bueno, ya que de otro modo no se habría con- alemanes de aquella época creían en el «excepcionalis-
vertido en el presidente ruso), pero todavía no tenemos mo» y en la superioridad espiritual de Alemania, criti-
ninguna razón seria para considerarlo un militante na- caban duramente al «Occidente racionalista» y defen-
cionalista. Si lo clasificamos de este modo, ¿qué debe- dían valores «alemanes» tales como el Geist, el
ríamos decir de líderes nacionalistas tan declarados comunitarismo (Vo/ksgemeinschajt) y la «cultura»
como, por ejemplo, Landsbergis, y no digamos de contra la frialdad y la carencia de alma de la «civiliza-
Gamsajurdia y muchos otros? ción>> occidental. Habitualmente esto constituía una
especie de exaltación nacional pacífica y una forma
Por otra parte, muchos rusos en efecto sufren una relativamente noble de etnocentrismo. En cierto sen-
profunda y patológica frustración nacional. Vi muchos tido (aunque las raíces culturales de este fenómeno eran
ejemplos de ello en una conferencia ruso-americana mucho más profundas) podía considerarse como una
organizada por el Transnacional Institute (una organi- compensación por una derrota espectacular, exacta-
zación norteamericana dedicada al loable propósito de mente al igual que en Rusia. No obstante, existen
crear puentes entre Rusia y Occidente) en Petersburgo vínculos claros entre estas ideas y el surgimiento del
(7-9 de septiembre) y en Moscú (11-14 de septiembre). nazismo. La profunda frustración de las masas abrió
una brecha para los líderes nacionalistas militantes
El tema de la conferencia era «El renacimiento de la quienes, a su vez, interpretaron las ideas de los intelec-
tradición filosófica rusa». No obstante, los debates se tuales a su propia manera.
centraron en los rasgos distintivos de la filosofía reli-
giosa rusa y, por consiguiente en el espíritu religioso Confiemos en que no aparezca en Rusia una pauta
ruso. Era previsible, aunque no me habría imaginado de desarrollo análoga. Nuestro optimismo, sin embar-
que el «excepcionalismo» ruso y el «espíritu ruso» hu- go, no debería ser complaciente. Los rusos, tanto los
bieran dominado de forma tan absoluta la conferencia, intelectuales como las masas, se encuentran ahora en
que las corrientes no religiosas de pensamiento ruso un estado de profunda y comprensible frustración 56
fueran casi totalmente ignoradas y que la preocupación que podría llevar a consecuencias poco deseables tam-
por la tragedia de Rusia fuera tan obsesiva. Nadie plan- bién para nosotros. Desde el punto de vista de la Rea/-
teó la cuestión del lugar que ocupaban las ideas objeto politik (como ha defendido recientemente Henry Kis-
de discusión en un contexto europeo más amplio; la singer), lo más racional podría ser dejar Rusia a su
filosofía occidental estaba ostentosamente ausente in- propio destino. Sin embargo, incluso dejando a una
cluso como fondo, y el interés en las disciplinas filosófi- parte las implicaciones morales de semejante desarrollo
cas tradicionales estaba subordinado a la única cuestión de los acontecimientos, Rusia es sencillamente dema-
que en realidad importaba: el significado último de la siado grande y demasiado importante para ser dejada
historia rusa. Casi todos los oradores rusos, por otra sola. Ayudar a Rusia a retornar a Europa ayudaría al
parte con una disposición totalmente favorable a los mundo en su conjunto a retornar a la normalidad. D
occidentales, se identificaban sin reservas con la visión 24 de septiembre de 1991
eslavófila del contraste entre Rusia y Occidente. Se pre-
sentaba a Occidente invariablemente como «racionalista Traducción de Antoni Torregrossa
e individualista», mientras que el verdadero carácter de
Rusia se definía como surgido de la tradición mística de
la Iglesia oriental, en fuerte contraposición a los valores Andrej Walicki, catedrático de la Universidad de
occidentales. Notre Dame (Indiana, EE. UU.) es historiador,
especializado en la historia de las ideas en Rusia
¿Cómo responden al deseo popular de «retornar a y Polonia. Es autor, entre otras obras, de The
Europa», o a la «normalidad», estas personas poseídas Enlightenment and the Birth oj Modern Nation-
de semejante visión del mundo? La única respuesta hood (1989) y Russia, Poland and Universal Re-
coherente a esta pregunta fue: sí, debemos desarrollar generation (1991). En castellano está publicada
una economía de mercado y una democracia política, su obra Marxismo y populismo en Rusia.
pero al mismo tiempo debemos recordar que éstas son
formas meramente externas, que deben ser llenadas con
nuestro propio contenido espiritual, genuinamente ruso. NOTAS - - - - - - - -
¿Aislacionismo cultural? Sí, pero (¡como siempre!) (1) Según The New York Times, el precio de una libra de
en conjunción con motivos mesiánicos. Existe la volun- carne de ternera en la URSS era de tres centavos en abril y de
tad de creer que los sufrimientos de Rusia no han sido doce centavos después, mientras que el precio de una barra de
pan era, respectivamente, de uno y de dos centavos. Véase
en vano, sino que derramó su sangre, así como la san- «Gorbachev's Ailing Giant», The New York Times,
gre de otras naciones, por la salvación general de la 17 de julio, 1991 : A7.
humanidad. Peter Chaadaev, un pensador ruso del si-
glo XIX que sentía un profundo pesimismo acerca de su (2) Véase Ver xxii Mir, núm. 6, 1990: 16.
país, dijo una vez que el único significado de la historia (3) «S kazhdym godom vse huzhe», Nezavisimaya Gaze-
rusa era enseñar al mundo una gran lección. Algunos ta, 12 de marzo, 1991.
participantes en la conferencia intentaron concretar (4) «Reiting izmov padaet», Komsomolskaya Pravda,
esta idea diciendo que el significado de la historia rusa 22 de marzo, 1991: l.

62
(5) S. COHEN, «Üorbachev vedet bor'bu za reformy», (33) Véase la entrevista con Gary Kasparov, líder de la
/zvestya, 12 de marzo, 1991: 4. rama moscovita del Partido Democrático de Rusia, en Komo-
(6) Véase «Oskal sistemy» en el periódico independiente somolskaya Pravda, 22 de marzo, 1991.
Otvevzhennye, marzo, 1991. (34) W. KONDRATYEV, «Proshchanye S illuzyami», Sto-
(7) «Budu shchastliva umevet' v sovetskoy tur'me» ,
litsa, núms. 11-12, 1991: 14-15.
Kommersant, 18-25 de febrero, 1991: 3. (35) V. SOKOLOV, «Tretya Sila», Literaturnaya Gazeta,
17 de abril, 1991 : 5.
(8) M. LEONTYEV, «Sovetskoe korporativnoe gosudar-
stvo», Nezavisimaya Gazeta, 14 de marzo, 1991: 5. (36) O. KALUGIN, «Nazi i KPSS, SS i KGB-ne stol
otlichny drug ot druga», Gospodin Narod, núm. 3, 1991: 10.
(9) Cf. L. VASIL YEV, «Gorbachev i Yeltsin segodnya»,
Nezavisimaya Gazeta, 16 de marzo, 1991: 5. (37) Véase Moscow News, núm. 11, 17-24 de marzo,
1991: 5.
(10) V. GLUSHIN, «Ob'ektivnaya logika politicheskogo
krakha Gorbacheva», Nezavisimaya Gazeta, 7 de marzo, (38) Martín MALlA, «A New Russian Revolution?»,
1991: 5. New York Review oj Books, 18 de julio, 1991 : 31.
(11) V. TRETYAKOV, «Apologya Gorbacheva ili epitafya (39) Martín MALlA, «The August Revolution», New
perestroike», Nezavisimaya Gazeta, 7 de marzo, 1991: 1-3 . York Review oj Books, 26 de septiembre, 1991: 22.
(12) Cf. E. BONNER, «Novoe bludo po starym retsep- (40) M. GLOBACHEV, «Perestroika-provokatsya appara-
tam» y N. ANDREEVA, «Ostanovit' razval sovetskoy derz- ta?», Stolitsa, núm. 28 (1991): 11.
havy», Ogonyok, 9-16 de marzo: 4-6. (41) MALlA , «The August Revolutiom>, 22.
(13) « Svet vekov», Domostroy, 12-19 de febrero, (42) /bid.
1991: 8-9.
(14) «Petr i Dostoevsky», Domostroy, 19-26 de febrero, (43) Véase Soviet Union, 29 de agosto, 1991: 40 (el ar-
1991: 14-15 . tículo de Arbatov fue publicado en Le Figaro, 26 de agosto,
(15) Domostroy, 29 de enero, 1991: 16. 1991).
(16) V. STRUMINSKY, «Tolko sotsyalizm pomozhet che- (44) Véase ibid., 39.
lovechestvu vyzhit», Domostroy, 29 de enero - 4 de febrero, (45) Para la visión contraria véase MALlA , «The August
1991: 11. Revolution», 27 .
(17) Cf. Domostroy, 5-12 de febrero, 1991: 12 y ibíd., (46) Véase Francis X . CuNEs, «Shevardnadze's Bitters-
12-19 de febrero, 1991: 13. weet Memoirs», The New York Times, 22 de septiembre,
(18) T. ÜLUSHKOV, «Prezhdevremenny K. Leontyev», 1991: 8.
Domostroy, 5-12 de febrero, 1991: 12. (47) Milchail GOLOVATOV, el líder del grupo «Alfa», del
(19) A. KUZMIN, «Aktsya 'privatizatsya'», Domostroy, KGB, dijo acerca del golpe: «Francamente hablando, podría-
12-19 de marzo, 1991: 10-11. mos haber completado nuestra tarea en 20 ó 30 minutos».
Véase «KGB, Long a Feared and Pervasive Force, Is Now
(20) Nash Sovremennik núm. 12, 1991: 160. Quickly Brought to Heel», The New York Times, 28 de agos-
(21) M. ANTONOV, «Etika Zhivogo Khristianstva», en to, 1991: 7.
ibid., 157. (48) Véase la entrevista del27 de junio con Georgy Sha-
(22) l. SHAFAREVICH, The Socialist Phenomenon (Nue- khnazarov realizada por Andrea Bonnani, Soviet Union, 24
va York: Harper and Row, 1980). de julio, 1991 : 3.
(23) l. SHAFAREVICH, «Rusofobya», Nash Sovremennik, (49) Deberíamos recordar, por cierto, que la carrera de
núms. 6 y 11, 1989. Yeltsin también se debía en parte a Gorbachov, y que este
hecho no evitó su posterior ruptura.
(24) Cf. V. PUGACHEV y A . PUKACHENKO, «0pravom
povorote v KPSS», Nezavisimaya Gazeta, 21 de marzo, (50) G. Y. CHURCH, «Postmortem: Anatomy of the
1991: 2. coup», Time, 2 de septiembre, 1991: 35.
(25) Pravda, 17 de abril, 1991: 2. (51) Véase «Statement by A. LUKYÁNOV» , Soviet Union,
20 de agosto, 1991: 25-6. Lukianov desarrolló estas ideas en
(26) «Novye prikluchenya mistera Lenina v Strane bols- Pravda, 20 de agosto, 1991.
hevikov», Stolitsa, núm . 11 -12, 1991: 63-67.
(52) Cf. MALlA, «The August Revolution» , 25.
(27) V. SHOST AKOVSKY , «Diktatura kommunistov voz-
mozhna, no slabaya i nena dolgo», Stolitsa, riúm. 8, 1991: 5-6. (53) Cf. L. MoRTON, «Starting at Year Zero», Time,
9 de septiembre, 1991: 32.
(28) «Pravyi povorot glazami izbirateley», Gospodin
Narod, núm. 3, 1991: 3. (54) Véase Jadwiga STANISZKIS, «Nowe lmperium»,
Polityka, 14 de septiembre, 1991: 11 . El subtítulo de este inte-
(29) «Pravyat, ne chuya pod soboy strany», Gospodin resante artículo es «La situación de Europa Oriental será más
Narod, núm. 2, 1991: 3. difícil ahora». Staniszkis, un conocido sociólogo y antiguo
(30) En círculos demócratas, incluyendo a las personas asesor de Solidaridad, es el jefe del Centro de Estudios Sovié-
con simpatías bien definidas hacia el liberalismo, Zhirinovski ticos en Varsovia.
no era considerado como auténtico demócrata-liberal, sino (55) Véase Yunna MORITZ, «Otvechal Mudryi Jel-Tsyn
más bien como sospechoso especulador político. (Po povodu ego teleinterview 7 sentyarya)» , Nezavisimaya
(31) Tres de sus libros han sido traducidos al inglés y pu- Gazeta, 12 de septiembre, 1991: 8.
blicados por verso : The Thinking Reed (1989), The Dialectic (56) Una expresión ilustrativa de este ambiente es la del
oj Change (1990) y Farewell to Perestroika (1990). [Un mes artículo de Andrey FADIN: «Tretii Rim Tretyego Mira» (La
antes del golpe Kagarlitsky se distanció tanto de Gorbachov Tercera Roma del Tercer Mundo), Nezavisimaya Gazetil, sep-
como de Yeltsin, argumentando que «tan sólo unas sólidas tiembre, 1991: 5. Hace algunos meses Fadin, uno de los edito-
centrales sindicales podían salvar a la Unión Soviética». So- res de Kommersant (El Comerciante), era un enérgico defen-
viet Union (Foreign Broadcast Information service, Daily sor de las reformas de libre mercado para la Unión Soviética.
Report), 18 de julio, 1991: 51-2.] Ahora predice de forma pesimista que tales reformas sólo
(32) Cf. A . KRAYKO, <<Mossovetu legche ne stanet». Ex- conducirán a mayor pobreza, más dolor y sufrimiento.
press, núm. 15, 11 de abril, 1991: 15 .

63
EL AGOSTO
,
DE MOSCU
pesar del incesante destello publicitario que lo tido. El PCUS, en breve espacio de tiempo, no fue un

A ha rodeado, Gorbachov sigue siendo el más


enigmático entre los modernos líderes políticos.
¿Podemos sin embargo estar de acuerdo con el título
serio obstáculo para Gorbachov: se mostró como gela-
tina en sus manos. Pero desde comienzos de 1989 éste
empezó a distanciarse cada vez más notoriamente de
del Times Litterary Supplement, una fuente dudosa, aquél.
que proclama «la grandeza de Mijail Gorbachov»? No
hay duda de que tiene en su haber un genuino y gran El giro crucial se produjo , naturalmente, con la
éxito histórico -la introducción de elecciones competi- creación por parte de Gotbachov de un gobierno presi-
tivas, por primera vez en la URSS, en la primavera de dencialista en marzo de 1990. Cuando asumió el cargo
1989: el acto inaugural de emancipación política, del de presidente del Soviet Supremo la primavera antefior,
cual se ha seguido todo lo demás-. En este sentido se trataba de un movimiento estratégico por el evidente
específico puede ser considerado como el fundador de significado político que ayudaba a salvaguardarlo del
cualquier tipo de democracia que tome forma ahora en riesgo de ser depuesto por una conjura de partido del
los territorios de la Unión. Desde el punto de vista in- tipo de aquella de la que fue víctima Khrushev. La
ternacional, su más importante éxito -el único que Presidencia aparecía como un lógico reforzamiento ul-
realmente ha negociado, y que ha reportado los mayo~ terior de su independencia constitucional. Pero ahí ha-
res beneficios a su pueblo- fue la retirada de Afganis- bía una fatal contradicción desde el principio, porque
tán. El colapso de los regímenes comunistas en la Euro- Gorbachov se negó a aceptar el reto de una elección
pa del Este, que ha puesto fin a la guerra fría, no ha directa, apoyándose en el voto tranquilizador por parte
sido realmente obra suya: la política soviética, confusa del Congreso de los Diputados del Pueblo. Así, se sepa-
e indecisa, de cualquier modo no habría podido dete- raba del cargo más significativo del Partido sin con-
nerlo. En su papel negativo, Gorbachov ha pesado me- seguir al mismo tiempo una más amplia legitimación
nos en esta cuestión de lo que lo hizo Attlee en la inde- popular. Las dos cosas estaban conectadas. Para librar
pendencia de la India. Las reducciones de armamentos y ganar una elección presidencial directa, Gorbachov
que le han seguido son un mérito más auténtico, aun- habría debido no sólo gobernar, como siempre hizo,
que se refiera más a la orientación que a algo que se sino movilizar al Partido del que, de todos modos, con-
parezca a su completamiento. Si son unilaterales, sus tinuaba siendo el jefe. Esto no habría sido fácil: habría
condiciones no hacen otra cosa que reconocer la reali- tenido que animar una organización dotada de escasa
dad de la global debilidad soviética. familiaridad con algo parecido a las elecciones libres, y
habría tenido que correr el riesgo personal de exponerse
Por otra parte, la causa principal de esa debilidad se al juicio de los electores. Habría podido perder; o, para
ha agravado continuamente con Gorbachov. La peres- ganar' habría podido ser obligado a separarse total-
troika ha transformado una economía en declive en una mente del Partido. Prefirió el atajo de la intriga política.
zona siniestrada. Al desmantelar el viejo sistema cen- El resultado fue acumular lo peor de las dos alternati-
tralizado de planificación no dispuso ninguna alternati- vas. Como presidente, Gorbachov ignoró al Partido en
va coherente, lo que condujo a un hundimiento en la mayor parte de los aspectos prácticos; pero para la
espiral de la oferta y a una caída acelerada de la pro- gente continuó siendo el símbolo de éste. Los comunis-
ducción. Desde el punto de vista de las disponibilidades tas fueron desmoralizados en su papel; él fue deslegi-
materiales, la mayor parte de los ciudadanos soviéticos timado cómo comunista. La paradoja era insostenible.
vive ahora peor, algunos mucho peor, que con Breznev.
Para muchos se ha deteriorado asimismo la seguridad ¿Cómo pudo un político tan experto, maestro en la
personal, desde el momento en que la perestroika hizo táctica de los mecanismos del poder de su país, caer en
desaparecer también el viejo sistema administrativo una trampa semejante? Se impone una respuesta gene-
centralizado que mantenía las diferencias étnicas bajo ral. Gorbachov fue siendo cada vez más absorbido en
un rígido control, sin sustituirlo por ninguna estructura su papel internacional. La opinión de que la URSS era
federal efectiva. El resultado fue una multiplicación de una superpotencia comparable a los Estados Unidos
explosiones de violencia locales alrededor del perímetro había sido durante mucho tiempo el fundamento del
de la Unión. Dicho brutalmente; hubo más beneficios orgullo burocrático. Una dignidad estratégica y diplo-
en los comercios y menos muertos en las calles con mática a la par con la americana había sido un punto
Li Peng que con Gorbachov . Ésta era la «situación de honor del período brezneviano, tanto en el período
extraordinaria» con la que el Comité de agosto contaba de la distensión como en el de la renovada guerra fría.
para hacer aceptar su acción. La impopularidad, de to- Gorbachov heredó este punto de vista que entonces
das formas, es una cosa, y el aislamiento otra: la distin- estaba enormemente reforzado por el entusiasmo occi-
ción entre una y otra está constituida por la diferencia dental por su papel en la superación de la guerra fría.
entre las opiniones y las instituciones. El elemento ver- En la nueva atmósfera de luna de miel, la posición de
daderamente impresionante de los dos últimos años es los Estados Unidos en la visión del mundo soviética
el modo cómo Gorbachov se ha movido como sonám- -siempre importante- fue cambiando cada vez más
bulo en este vacío, hasta la soledad final del Mar Negro. de valor, de enemigo a punto de referencia. La Presi-
El camino que lo condujo allí se construyó sobre el Par- dencia creada en 1990 fue una de las consecuencias con
tido. Aquí está el error estratégico básico de Gorbachov, la creación de un cargo según el modelo americano,
y la razón política de su hundimiento. Desde el princi- como el partner más apropiado. El entourage del presi-
pio su mayor habilidad y su éxito se fundamentaban en dente comenzó a parecerse a una versión rusa del staff
su capacidad de manipular al PCUS. Ningún otro se- de la Casa Blanca, y muchos de los ayudantes eran
cretario general, ni siquiera Stalin, consolidó su poder reclutados a menudo de los institutos de investigación
sobre el partido tan rápida y eficazmente. Entre 1985 y dedicados al estudio de Norteamérica. El aislamiento
1989 Gorbachov apartó no sólo a todos y cada uno de respecto a su propio contexto del modelo americano es
los que habían sobrevivido del Politburó en el que ha- bien conocido; pero al menos en los EE UU la Presi-
bía sido elegido, sino también a muchos de los nombra- dencia es directamente elegida, sobre una plataforma
dos posteriormente por él mismo, en una oleada de de partido -por débil que sea-. En el ámbito soviético
rápidos cambios sin precedentes en la historia del par- la reproducción de esta estructura carente de raíces,

65
una navecilla aérea para el ego gobernante, estaba des- la Unión Soviética como el cumplimiento tardío de un
tinada naturalmente a tener un efecto más drástico. proceso iniciado hace más de un siglo. Pero es un error
Resguardado en ella, Gorbachov perdió contacto pro- pensar que la estructura de los tres Imperios fuese simi-
gresivamente con las relaciones de fuerza reales en el lar, o -una opinión análoga- que sólo el incidente
interior, mientras dedicaba cada vez más tiempo a las de la victoria bolchevique mantuviese unido el zarista
tonterías de las conferencias cumbre en el exterior. Éste cuando los otros dos cayeron. La razón principal de un
es obviamente un riesgo profesional de los políticos del curso diferente en su historia estuvo en el peso bastante
siglo xx, cuando los asuntos internacionales son la feria distinto de las comunidades centrales en su interior.
de las vanidades por excelencia. Otra víctima ha sido Los austríacos eran menos de una sexta parte de la
Margaret Thatcher, a la que dejaron plantada por ha- población del Imperio y los turcos eran quizás un tercio
ber descuidado el partido mientras ponía su firma en la de los súbditos del sultán otomano. Los rusos eran cer-
Carta de París. Sus condolencias a Gorbachov fueron ca de la mitad de la población del Imperio zarista. El
más que apropiadas. No es casualidad que las dos ma- bolchevismo dispuso una nueva estructura ideológica
quinarias políticas de mayor éxito del mundo post-bé- para el estado multiétnico: pero lo que lo cimentaba
lico, que en cuarenta y cinco años no han sido nunca eran la demografía rusa y el sentido cívico.
apartadas de la conducción de sus países, sean los par-
tidos gobernantes en Italia y Japón: naciones virtual- Hay también un segundo aspecto que distingue a
mente sin política exterior, donde no se admiten dis- este imperio. En Europa del Este los grupos étnicos
tracciones de la incesante preocupación por mantener el estaban en todas partes mezclados en un complejo mo-
poder en el interior, y donde los primeros ministros van saico diferente a la separación relativamente limpia de
y vienen sin pretensiones. las comunidades regionales en el más lejano oeste. Éste
era un contexto arraigado, el sedimento de dos movi-
A tentación a fabricarse una imagen internacio-

L nal comporta generalmente algunos costes en


la política nacional, pero no hay ningún otro
ejemplo moderno de una tal divergencia entre adula-
mientos históricos opuestos -sucesivas oleadas migra-
torias de los nómadas asiáticos y aposentamientos colo-
niales germánicos- comunes a los tres imperios . En el
Estado Soviético, de todas formas, se impone sobre
ción exterior y repudio interior como la que al final se
todo ello un fenómeno típicamente moderno: un movi-
manifestó con el gobierno de Gorbachov en la Unión
miento en masa de la población, en parte dirigido y en
Soviética. Las consecuencias fueron en seguida dema-
parte espontáneo, acompaña la marcha hacia la indus-
siado visibles en su misma falta de equilibrio: al expo-
trialización. El resultado es una superposición ínter-
nerse demasiado tiempo a la curiosidad en el estanque
étnica que supera a cualquier otra en la Europa del
de la admiración occidental, estaba destinado a caer de
Este, en la que cerca de cuarenta millones de personas
cabeza. Nada ilustra mejor la lógica de esta caída que
viven fuera de las fronteras de su propia república o
los últimos episodios de su política. Las dos crisis que
región. De éstos, cerca de veinticinco millones son ru-
oscurecían el horizonte interno eran la contracción de
sos. Hay abundantes motivos para hacer estallar con-
la economía y la descomposición de la Unión. Su res-
flictos naCionalistas de una punta a la otra de la URSS.
puesta a la primera fue una serie de cambios erráticos
Pero el problema central de la desintegración -la razón
de las improvisaciones de un consejero a las de otro
por la que, para bien y para mal, es imposible hacer
-Aganbengian, Abalkin, Shatalin, Petrakov, Yavlins-
ki, Pavlov- hasta que finalmente acudió el último julio comparaciones con el final de los otros imperios multi-
étnicos- radica en la mayor relevancia respecto a los
al encuentro del G-7 en Londres donde no tenía nada
otros grupos étnicos del mayoritario, el ruso. Éste pre-
que mostrar, y no obtuvo nada (pero estaba por medio
domina numéricamente sobre todos los demás juntos.
el honor de la invitación). Un mes más tarde, tras haber
Ninguna estructura política común -aun confederal-
ignorado durante mucho tiempo la cuestión nacional
en la URSS -gobernando de hecho por medio de un puede crear igualdad. La independencia de las otras
repúblicas, que la élite rusa no puede todavía imaginar,
círculo ruso todavía más exclusivo que los formados
por Breznev o por Khrushev- su solución a la segunda estará basada de todos modos en este simple hecho,
inevitable. Políticamente, las repúblicas no tienen nada
crisis fue pergeñar una constitución para tapar bocas
que ganar de los despojos del Oso. No sólo se encuen-
tan indeterminada que equivalía a disolver la Unión,
tran aplastadas económicamente sino también vincula-
sin, por otra parte, darse cuenta de qué estaba haciendo.
das demográficamente con Rusia. No es difícil imagi-
Sus contenidos, suficientemente incoherentes, cuentan
nar qué conflictos pueden fácilmente derivarse de ello .
menos que el modo como fue confeccionada -en po-
cas horas de apresuradas conver~aciones secretas, sobre Todo esto no se limita a las áreas de frontera. En la
todo con Yeltsin-. El único adjetivo que puede descri- propia Rusia hay poblaciones alógenas que reclaman su
birla es «inconsistente». Los problemas fundamentales soberanía nacional, como los estados bálticos. Entre las
de proyectar un estado federal ocuparon a los Padres docenas de potenciales puntos calientes, parece arbitra-
Fundadores durante semanas de debate público en los rio escoger algunos. Pero por lo que se refiere a Rusia,
Estados Unidos. A esos problemas, aun dejando aparte una breve lista incluiría territorios conquistados duran-
las dificultades relacionadas con la multiplicidad de las te los cuatro siglos de su expansión imperial. En el Vol-
etnias, no les dediCó Gorbachov mucho más tiempo deÍ ga medio existe la comunidad turca en torno a Kazán
que suponen un par de visitas diplomáticas a Europa. -más numerosa que todos los bálticos juntos- que
La realidad social de la maraña de relaciones nacio- fue sometida por lván IV en el siglo xvr; y es ahora
nales y choques territoriales de la URSS está de todos una república autónoma con una alta producción de
modos lejos de ese diagrama simplista. Es natural re- petróleo y una industria pesada desarrollada preparada
cordar el destino de los tres grandes Imperios que domi- para establecer vuelos directos con Ankara y que recla-
naban la Europa oriental a comienzos de este siglo -el ma la independencia como república de los tártaros. En
imperio de los Habsburgo y el Otomano destruidos por Siberia existe una amplia extensión de la Yakutia, com-
la primera guerra mundial y el reino de los Romanov, parable a la India en dimensión, cuya primera ocupa-
cuya forma estatal de algún modo sobrevivió en la nue- ción se produjo en la época de Boris Godunov: en ella
va forma comunista- y ver la actual desintegración de se encuentran las minas de oro y diamantes más gran-

66
,
LA DESINTEGRACION
DE LA URSS
Y YUGOSLAVIA
Y SUS CAUSAS
ECIENTEMENTE ha habido un dramático camiento del gobierno zarista. Aunque antes de la revo-

R resurgimiento del nacionalismo en la antigua


Unión Soviética y en la Europa del Este. Aun-
que la política nacionalista juega un papel muy impor-
lución los bolcheviques no elaboraron una política de
nacionalidades clara, el derecho de las naciones a la
autodeterminación pasó a ser después uno de los pun-
tante incluso en países relativamente homogéneos, la tos centrales en su estrategia política. El éxito en la ma-
movilización étnica ha alcanzado niveles sin preceden- nipulación de las reivindicaciones de las minorías ayu-
tes en estados comunistas multinacionales. Actualmente, dó a los bolcheviques a conseguir la victoria en la guerra
dos de esos estados -la Unión Soviética y Yugosla- civil de 1917-192I.2 Sin embargo, el fantasma de la des-
via- se han desintegrado, mientras que un tercero integración del recién creado estado soviético obligó
-Checoslovaquia- experimenta también una crisis muy pronto a los bolcheviques a cambiar de posición.
política de identidad. Según Stalin, el experto bolchevique en la cuestión de
Setenta años después de su formación, y cuarenta las nacionalidades, el derecho a la autodeterminación
y cinco después de establecidas «definitivamente» sus podía concedérsele sólo a los «trabajadores» y no a la
fronteras tras la segunda guerra mundial, la Unión So- «burguesía». 3 En cualquier caso, el formal «derecho a
viética se ha derrumbado. El intento desesperado de la autodeterminación hasta la separación», que se in-
Gorbachov de promover un nuevo tratado de la Unión trodujo en posteriores constituciones soviéticas (y en la
con el referéndum de marzo de 1991, no tuvo éxito; yugoslava), nunca fue una opción seria.
y después del fracaso del golpe de agosto de 1991, las A la larga, una concesión más significativa a los
independencias bálticas han sido reconocidas interna- sentimientos nacionalistas fue el federalismo -una for-
cionalmente, mientras que varias repúblicas más han ma política rechazada por los bolcheviques antes de la
añadido sus nombres a la lista de las que han proclama- revolución-. El federalismo al estilo soviético estuvo
do su independencia política. influido por la definición que Stalin hizo de la «nación»,
Análogamente, setenta y dos años después de su que unía lengua, cultura, etnicidad, territorio y admi-
creación sobre las ruinas de los imperios otomano y nistración política. 4 La federación soviética era consi-
austro-húngaro, y cuarenta y cinco después de trazadas derada como una agrupación de naciones-estado «so-
sus actuales fronteras por los comunistas de Tito, Yu- beranas», controladas por un centro fuerte y, como tal,
goslavia se encuentra sumergida en crisis étnicas y en no era una verdadera federación, sino un estado uni-
una guerra civil. En enero de 1990 la Liga de los Comu- tario. 5
nistas Yugoslavos (LCY) se autodisolvió finalmente,
bastante después de que se evidenciara que no era más Sin embargo, los análisis formales de disposiciones
que una agrupación de partidos comunistas nacionales. constitucionales en relación con la soberanía de las re-
En 1990 se realizaron elecciones en todas las repúblicas públicas son inadecuados desde el momento en que pa-
yugoslavas, y los resultados fueron radicalmente dife- san por alto el contenido de la política soviética de na-
rentes. Al mismo tiempo, el gobierno federal intentaba cionalidades. El objetivo del federalismo soviético no
llevar a cabo una reforma completa de la economía, era regular la soberanía de las repúblicas frente al cen-
con la esperanza de reintegrar el país sobre una nueva tro, sino acomodar las nacionalidades dentro de un
base. Pero la guerra civil a gran escala que ha estallado marco soviético formado por repúblicas que eran uni-
desde que Eslovenia y Croacia proclamaran su indepen- dades de una administración centralizada del estado y
denCia, pone de relieve la fragilidad interna de Yugosla- del Partido con una selección de dirigentes y una plani-
via. La imposibilidad de sostener la federación yugos- ficación igualmente centralizadas. Esta subordinación
lava es tan evidente que incluso la Comunidad Europea, estricta convierte a la Unión Soviética en un estado uni-
previamente dispuesta a apoyar la unidad yugoslava, se tario más que federal. Al mismo tiempo, el «Imperio»
encuentra actualmente cercana a reconocer la desinte- soviético no puede considerarse como simple «sucesor»
gración de Yugoslavia como un fait accompli. Este re- de la Rusia imperial, 6 porque esta aproximación igno-
surgimiento del nacionalismo es una de las expresiones ra el impacto de la política: de nacionalidades soviética
más severas de la crisis general que afecta a las socieda- en la institucionalización de la etnicidad.
des de tipo soviético. Para explicar la desintegración El federalismo soviético organizó a los grupos étni-
producida en ambos países, es necesario examinar las cos en una compleja jerarquía de acuerdo con sus dife-
fuentes más importantes de estabilidad política en la rentes niveles de madurez estatal: desde repúblicas de la
URSS postestalinista y en Yugoslavia. Unión (15) con el nivel más alto de «autorregulación»,
pasando por repúblicas autónomas, provincias autóno-
pesar del colapso

POLÍTICA A de la 11 Internacio-
nal a raíz del fra-
caso de los partidos social-
mas y distritos nacionales, hasta etnicidades no territo-
riales. Aunque las repúblicas nunca disfrutaron de una
autonomía significativa, se siguió una política de trato
preferencial a las nacionalidades «titulares». Este trato
TRADICIONAL demócratas en subordinar preferencial incluía un sistema de cupo que favorecía a
los objetivos nacionalistas las poblaciones autóctonas en la educación universita-
SOBRE LAS a la lucha de clases revolu- ria (establecido ya en los años 20), y en posiciones pro-
cionaria, marxismo y na- fesionales, de gestión y administrativas. Esta política,
NACIONAL!- cionalismo se consideran conocida también como «nativización de dirigentes»
todavía ideológicamente (korenizatsiya) fue una concesión significativa a los
DADES EN LA incompatibles. 1 Como es sentimientos nacionales y durante la época de Brezhnev
bien sabido, la política so- permitió el establecimiento de élites políticas indígenas
URSS Y EN bre las nacionalidades de atrincheradas cuyo poder local hizo posible más ade-
los bolcheviques descansa- lante la movilización política contra el centro. 7
YUGOSLAVIA ba en la idea de la natura-
leza «transitoria» del na- Otra componente de la política de trato preferencial
cionalismo. Sin embargo, Lenin se percató del poten- fue la creación de instituciones educativas, científicas y
cial político de éste como elemento auxiliar en el derro- económicas virtualmente idénticas en todas las repú-

69
blicas. Todas las repúblicas de la Unión tenían las mis- no a las aspiraciones centralistas de ésta. Como en la
mas estructuras burocráticas y educativas, los mismos Unión Soviética, las fronteras de las repúblicas no re-
institutos de investigación, academias de ciencias, unio- flejaban siempre fronteras étnicas. Al menos una repú-
nes de escritores, editoriales estatales y similares. Esta blica, Bosnia-Herzegovina, surgió como un compro-
política de «isomorfismo estructural» atraía a las clases miso entre serbios y croatas (los dos grupos étnicos más
medias de las nacionalidades, especialmente durante los numerosos), y no tenía una nacionalidad titular bien
períodos de alta movilidad social característicos de la definida. No obstante, las repúblicas yugoslavas esta-
fase de «industrialización más electrificación», pero ban proyectadas para ser las «patrias» de las nacionali-
también más adelante, cuando el traspaso de ventajas dades autóctonas en ellas instaladas.
educativas a los «herederos» se vio reforzado por la
Como en la Un~ón Soviética, el federalismo yugos-
separación entre campo y ciudad. Así, la creación de
lavo estaba pensado más para satisfacer las necesidades
una clase media étníca «compradora» integró a las na-
psicológicas de autonomía que para conceder soberanía
cionalidades dentro del marco soviético y dividió a los
de hecho. 10 Hasta mediados los años 60, Yugoslavia si-
grupos étnicos indígenas según el lugar de residencia.
guió siendo un estado centralizado, controlado por el
A polític.a nacional soviética institucionalizó la Partido con la ayuda de la policía secreta. Consiguien-

L etnicidad a través del sistema de pasaportes in-


ternos introducido en 1932. Aparte de la infor-
mación básica sobre lugar de nacimiento y de residencia,
temente, el vínculo entre territorio, administración y
etnicidad típico de la Unión Soviética tuvo su réplica en
Yugoslavia. Aunque la política de «nativización» de
el pasaporte contenía apartados sobre el origen social dirigentes siguió el modelo soviético, en la práctica no
y la etnicidad. Desde finales de los años 30, la práctica se pudo aplicar inmediatamente después de la guerra.
de hacer constar la nacionalidad convirtió la etnicidad Sin embargo, la relativamente excesiva representación
en una característica social prescrita, porque la adscrip- de dirigentes serbios y montenegrinos en las institucio-
ción étnica de cada recién nacido venía determinada nes federales tenía más que ver con los avatares del
por los apartados correspondientes en los pasaportes de reclutamiento comunista durante la guerra que con in-
los padres. Sólo en los casos de matrimonios mixtos era clinaciones nacionalistas conscientes. 11 Las repúblicas
legalmente posible elegir la nacionalidad. Una de las estaban en manos de dirigentes locales, y cada vez más
conse.cuencias no intencionadas de esta política fue la eran consideradas como la base de su poder político
homogeneización étnica en las repúblicas de la Unión, real. Como en el caso de la Unión Soviética, la política
puesto que incluso en los casos de matrimonios mixtos de «isomorfismo» estructural asociado con el federa-
los hijos casi siempre optaban por ser miembros de la lismo atrajo a las clases medias autóctonas, que disfru-
nacionalidad titular para ser susceptibles del trato pre- taron de una alta movilidad social durante la época de
ferencial. industrialización, llegaron a «poseer» apartamentos del
estado y tenían un nivel de vida considerablemente
De esta forma, la «nacionalidad titulan> se convir- superior al de sus antepasados campesinos. En algunos
tió en uno de los criterios más importantes de estrati- casos, las nuevas instituciones culturales ayudaron a
ficación social. Aunque en muchos casos este rango se crear intelligentsias locales a una escala sin preceden-
concedía a grupos étnicos con un sentimiento naciona- tes, y en última instancia fomentaron la consciencia
lista desarrollado, en otros se creó a través de decretos étnica. 12
administrativos que dividían a la población local en
categorías siguiendo las órdenes centrales. La conse- Al garantizar a las repúblicas (no a las regiones
cuencia principal de esta política fue la creación de autónomas) más poderes, la política de nacionalidades
un sistema de estratificación étnica dentro de las repú- yugoslava era más flexible que la de su equivalente so-
blicas, con unas minorías que ocupaban una posición viética. Aunque había trato preferencial según el origen
subordinada. social, no había un sistema de cupo que se correspon-
diera con el soviético para los grupos étnicos en institu-
Antes de la guerra, la actitud de los comunistas yu- ciones educativas. Los comunistas yugoslavos no impu-
goslavos hacia Yugoslavia era tan ambigua como la de sieron una proporcionalidad estricta en las instituciones
los bolcheviques hacia el mantenimiento de la integri- educativas, permitieron una mayor movilidad horizon-
dad territorial del imperio zarista. 8 Sólo después del tal y no convirtieron la nacionalidad en un rasgo «de
desmembramiento del país a raíz de la invasión nazi en sangre» prescrito. 13 En los censos yugoslavos, realiza-
abril de 1941 (y, aún más importante, la invasión ale- dos cada diez años, la nacionalidad o el rango de mino-
mana de la Unión Soviética) el Partido Comunista de ría nacional podía escogerse con toda libertad (e incluso
Yugoslavia (dirigido por Tito desde 1937) apoyó con las designaciones de «yugoslavo» o «musulmán» -esta
firmeza la reconstrucción del país con sus antiguas fron- última introducida en los años 60 como concesión a los
teras, o algo más extendidas. musulmanes de Bosnia de origen serbio o croata), y los
cambios de nacionalidad no eran raros.
El éxito de los partisanos en Yugoslavia tuvo que
ver con la simpatía que despertaban los comunistas en Yugoslavia nunca tuvo nada parecido al pasaporte
var.ias minorías étnicas, si no en todas, a las que se les interno soviético y, aunque el centro controlaba los cu-
prometió la «autodeterminación» nacional después de pos de empleo, a partir de la mitad de los años 60 los
la guerra. 9 Los comunistas prometieron poner fin a la trabajadores podían elegir su lugar de trabajo. 14 En
«hegemonía de la Gran Serbia» de entreguerras y al consecuencia, las fronteras interétnicas no eran tan rígi-
centralismo, y que el estado se reorganizaría sobre una das como en la Unión Soviética. El fracaso de la colec-
base federal según el modelo soviético. La constitución tivización después de la guerra y la falta de un sistema
yugoslava de 1946, basada en la institucionalización de pasaporte interno preservó a la sociedad campesina
estalinista del federalismo de 1936, dividió el país en tradicional y le permitió integrarse mejor con la socie-
seis repúblicas, una provincia autónoma (Voivodina) y dad urbana. Una semejanza entre la política de nacio-
una región autónoma (Kosovo). Estas dos subunidades nalidades soviética y la yugoslava era el compromiso
autónomas fueron incluidas dentro de la república más del régimen en los dos casos con la «equiparación» del
grande -Serbia- con la intención de que pusieran fre- desarrollo entre las diferentes unidades federales. Des-

70
de el principio este aspecto de «acción afirmativa» de Central, ayudó a prevenir una oposición religiosa «su-
la política nacional estuvo sujeto a la capacidad de un praétnica» al régimen y enfrentó a los grupos étnicos
centro fuerte de asignar grandes inversiones a las regio- entre sí. Finalmente, las rígidas barreras entre ciudad y
nes subdesarrolladas, o de redistribuir la renta a través campo, consecuencia de la colectivización y la denega-
de transferencias procedentes de repúblicas más ricas. ción de pasaportes a los campesinos, segregaron inter-
namente a los grupos étnicos según su «clase» y terri-
Los mecanismos de inversión y redistribución nunca torio y minaron la acción colectiva. 20
consiguieron totalmente sus objetivos -ni siquiera en
economías centralizadas de tipo soviético-. En general Aunque nunca llegó a niveles estalinistas, el papel
las repúblicas más pobres han tenido una proporción del terror en la «pacificación» de las fuerzas nacionalis-
más alta de inversiones, aunque ninguna república ha tas después de la sangrienta guerra civil yugoslava no
salido permanentemente mejor o peor librada que otras debería ser subestimado. Las matanzas de Bleiburg, ht
en la competición por las inversiones del estado. 15 Así, persecución de la Iglesia Católica, la eliminación de los
la política de «equiparación» contribuyó a la integra- chetniks serbios, y el asesinato indiscriminado de civiles
ción de los grupos nacionales, especialmente en áreas por «colaboración» o simplemente por resistencia al
tradicionalmente subdesarrolladas. Esta política fracasó sistema comunista fueron partes integrales de la conso-
en la Unión Soviética: la clasificación relativa de las lidación del poder comunista en Yugoslavia. En una
repúblicas respecto a diferentes indicadores de desarro- fase posterior y más «liberal» la coacción se aplicaba
llo nunca ha cambiado de manera significativa. Este selectivamente contra movimientos nacionalistas loca-
fracaso no está relacionado con una falta de voluntad les que amenazaban la integridad territorial del país
en los dirigentes soviéticos de ayudar a regiones sub- (Croada, 1970-71; Kosovo, 1981).
desarrolladas, sino con las deficiencias generales de las Como ha señalado Pavlowitch, el partido comunis-
economías centralizadas: explotación antieconómica de ta «puso en práctica una política cuyo objetivo era
recursos, bajo rendimiento de la mano de obra en las equilibrar unas nacionalidades contra las otras. Inten-
repúblicas menos desarrolladas y, especialmente, la ex- taba que los grupos periféricos debilitaran a los centra-
plosión demográfica en regiones tradicionalmente mu- les, especialmente a los serbios y a los croatas, a los que
sulma:nas.16 trataba de equiparar». 21 Aunque tal política se diseñó
pesar de su mayor flexibilidad y los tempranos para integrar a minorías no reconocidas en el régimen

A intentos de reforma, el régimen yugoslavo tam-


. bién estuvo comprometido con una política de
equiparación. Inmediatamente después de la segunda
de preguerra, también reforzó las tendencias centrífu-
gas conduciendo a la proliferación de grupos «étnicos».
La posición no reglamenütda de las minorías dentro
de las repúblicas se convirtió en otro gran problema.
guerra mundial se proyectaron ambiciosos planes para
el desarrollo de las repúblicas más pobres como Monte- Croada, con su gran minoría serbia, ¿era un estado del
negro, Macedonia y Bosnia-Herzegovina. La ruptura pueblo croata o una república multinacional? Y Serbia,
entre la Unión Soviética y Yugoslavia en 1948 explica con su gran minoría albanesa, ¿era un territorio étni-
algunas excepciones a esta práctica. 17 Sin embargo, camente serbio o una república multinacional? Estas
más adelante, ya consolidado el comunismo yugoslavo, cuestiones nunca se resolvieron constitucionalmente y
se dedicó una importante proporción de ayuda a las finalmente precipitaron la guerra civil.
regiones menos desarrolladas sin obtener los resultados
A crisis de la política

L
deseados. Este fracaso está relacionado con la baja pro-
ductividad de la mano de obra, una política de subven- de nacionalidades
ciones «sin ataduras» y, al menos en el caso de Kosovo, EL FRACASO se inició en los años
con un importante incremento de la población. En el 60. La ruptura soviético-
sistema de Yugoslavia, más descentralizado, éste ha DE LA POLÍTICA yugoslava de 1948 alentó
sido el resultado del deseo de los jefes locales del par- las reformas en Yugosla-
tido de fomentar la autarquía económica de las repúbli- COMUNISTA DE via.22 La destitución del
cas y, por tanto, de disponer de una base política más jefe de jacto de la seguri-
fuerte. 18 NACIONALIDADES dad interna, Aleksandar
Rankovic, después de una
Como en la Unión Soviética, los mejores resultados
de la política de equiparación se obtuvieron en la cultu-
EN YUGOSLAVIA prolongada lucha entre di-
rigentes reformistas en re-
ra: la promoción de las lenguas locales, la creación de públicas como Eslovenia y Croacia, y la base política
instituciones culturales republicanas, y una mejora ge- serbia de Rankovic, 23 cerró la fase estalinista del comu-
neral en los servicios sociales como la enseñanza yla sa- nismo yugoslavo. La disputa entre reformistas y centra-
lud pública, contribuyeron al crecimiento de una clase listas giraba en torno a la distribución de fondos de
autóctona de expertos. Mientras el crecimiento econó- inversión y créditos a las regiones subdesarrolladas,
mico extensivo y los créditos extranjeros pudieron sos- pero la ineficacia de estas inversiones provocó resenti-
tener tal política, la clase media autóctona pudo ser miento en Eslovenia y Croacia, cuyos dirigentes defen-
integrada en cargos de responsabilidad . Sin embargo, dían una mayor descentralización y reformas económi-
una de las consecuencias no buscadas de consecuencias cas. La victoria de la «coalición reformista» supuso
más negativas fue la aparición de un exceso de expertos una importante transferencia de competencias políticas
que la economía yugoslava, más orientada hacia el mer- a las repúblicas, la transformación del estado hasta en-
cado, no podía absorber. 19 tonces unitario en uno más federal, y una dedicación a
Aparte de los aspectos conflictivos del sistema de las reformas económicas -todo bajo los auspicios de
pasaporte interno, el federalismo soviético alimentó el la Liga de los Comunistas.
antagonismo étnico, puesto que dividió a las naciona- A finales de los años 60 el poder pasó a manos de
lidades según niveles de pertenencia estatal, distribu- los dirigentes del partido en las repúblicas y de la capa
yendo diferentes «recompensas étnicas». El estableci- técnico-directiva interesada en reformas orientadas al
miento de fronteras arbitrarias, especialmente en Asia mercado. Sin embargo, esta descentralización no «re-

71
solvió» la cuestión nacional. Los dirigentes republicanos Estas medidas fueron catastróficas. 27 A la depen-
pusieron cada vez más énfasis en objetivos nacionalis- dencia cada vez mayor de la economía yugoslava res-
tas y buscaron la descentralización. de las instituciones pecto de créditos extranjeros le siguió una falta de in-
federales restantes. El desafío al centro político no vino versión crónica y una corrupción creciente en el aparato
sólo de Eslovenia y Croada, sino también de dirigentes gobernante. Al mismo tiempo, las concesiones a las éli-
serbios reformistas. Al mismo tiempo, continuaron las tes étnicas minaron la capacidad del centro federal para
quejas contra el predominio económico del centro, es- actuar como un agente autónomo -una consecuencia
pecialmente en Croada, donde se consideraba que los totalmente obvia hoy, cuando el primer ministro fede-
bancos y las empresas que gozaban del monopolio de ral, Ante Markovic, seguramente el primer reformador
exportación e importación con sede en Belgrado esta- pro-mercado genuino de Yugoslavia, se ve paralizado
ban expropiando la riqueza «croata». 24 La crisis croata ante la actitud de repúblicas «renuentes».
de 1971 significó el fin del equivalente yugoslavo de la
perestroika. Sin embargo, el centro se mantuvo. La El fracaso de la política nacional tradicional fue evi-
purga de dirigentes regionales en Croada, Eslovenia y dente en la provincia de Kosovo, con una población
Serbia, sustituidos por dirigentes leales personalmente predominantemente albanesa, en 1981. La región más
a Tito, supuso el fin del efímero experimento yugoslavo. subdesarrollada de Yugoslavia, Kosovo, recibió canti-
dades desproporcionadas de ayuda federal durante los
Esta dramática «solución» a la crisis era un indica- años 70 en un intento de integrar a la minoría albanesa
tivo de la propensión de los dirigentes comunistas loca- e.n el estado eslavo. El albanés se declaró lengua oficial
les a utilizar la descentralización para construir fuertes de la provincia, se promocionó a dirigentes locales y en
bases autóctonas que, llegado el caso, les destituirían en la Universidad de Prishtina se educaba una intelligentsia
condiciones «más democráticas» -como ocurrió de nacional consciente. Incluso para los hipertrofiados es-
hecho en varias repúblicas yugoslavas-. Igualmente, tándares yugoslavos, la Universidad de Prishtina era
las reformas económicas demostraron el fracaso de la enorme: en 1981 ya tenía 26.000 estudiantes, y hoy en
política tradicional de «equiparación», que exacerbaba día tiene más estudiantes que cualquier otra universidad
las tensiones entre las repúblicas más desarrolladas y las yugoslava. 28 Al mismo tiempo, Kosovo experimentaba
menos y revelaba la incompatibilidad definitiva de sus un boom demográfico: con un índice anual del 2'50Jo,
intereses económicos. En pocas palabras, las repúblicas los albaneses yugoslavos son la población con mayor
menos desarrolladas eran partidarias «naturales» de la crecimiento en toda Europa. 29 Desde que Yugoslavia
política de redistribución del régimen, mientras que abandonó la política de empleo total al estilo soviético,
Croada, Eslovenia y Voivodina tenían muchas razones un número cada vez mayor de universitarios no tenía
para estar en contra de estas medidas. En consecuencia, acceso a un puesto de trabajo, a pesar de la redistribu-
cualquier reforma de la economía apoyada por el cen- ción federal de unos recursos no siempre sabiamente
tro federal podía ser debilitada por dirigentes regiona- invertidos. El surgimiento de una intelligentsia nacio-
les fuertes con objetivos incompatibles. Y lo que es nalista insatisfecha y en aumento en el seno de una
más, la asociación entre etnicidad, territorio, lengua y sociedad tradicional en fase de despegue (con un bajo
administración había dado como resultado la creación índice de empleo femenino y muchas familias numero-
de precondiciones para la formación de estados inde- sas) sólo podía conducir a una explosión nacionalista
pendientes: soberanía política, económica y cultural -especialmente desde que a mediados de los 80 los ser-
garantizada por la constitución. Este proceso se desple- bias pasaron a representar solamente un escaso 10% de
gó antes en Yugoslavia, con un sistema más descentra- la población de la provincia-. El rápido declive eco-
lizado que en la Unión Soviética. 25 nómico de los 80 provocó un recorte en la política de
equiparación y por tanto se intensificó la movilización
étnica.
• ERAN incompatibles las reformas económicas
,) con la preservación de la integridad terri- La crisis de Kosovo generó la contra-movilización
U torial? A principios de los años 70 algunos étnica entre la población serbia -un proceso fomen-
dirigentes enérgicos, respaldados por la autoridad per- tado por el nuevo dirigente autoritario serbio Slobodan
sonal de Tito, podían haber llevado a cabo reformas Milosevic, que había llegado al poder en 1987-. Esta
hacia una economía de mercado. En este sentido, Yu- campaña sin precedente de movilizaciones promovida
goslavia puede compararse con la España de Franco, por Milosevic se saldó con la subordinación de las pro-
que en esos momentos se encontraba en un nivel de des- vinc:ias autónomas de Kosovo y Voivodina a Serbia y el
arrollo similar. Una transición hacia un sistema más abandono de la política de nacionalidades tradicional.
democrático con un centro fuerte y entregado a la pros- Este hecho cambió el equilibrio étnico en la federación
peridad económica hubiera sido posible. Sin embargo, yugoslava y tuvo como respuesta contra-movilizaciones
la lógica misma de los regímenes comunistas militaba étnicas en las otras repúblicas, especialmente en Croada
contra tal solución, y en lugar de un régimen autorita- y Eslovenia. 30 En estas condiciones, la democratización
rio orientado hacia el mercado, la «solución» a la crisis de los 90 sólo podía originar una mayor movilización
étnica yugoslava tomó una forma diferente. El Partido nacionalista. Los diversos resultados electorales en va-
restableció su poder con la ayuda del ejército y des- rias repúblicas yugoslavas atestiguan la preponderancia
truyó constitucionalmente los restantes poderes de los de los partidos nacionalistas. El triunfo de los partidos
órganos federales. Durante los años 70, el país se con- anticomunistas en Eslovenia y de los nacionalistas de
virtió en una confederación inestable pero dominada derechas en Croada, no obstante, contrasta fuertemen-
por el partido y cada vez más dependiente de la autori- te con el predominio de los comunistas (ahora «socialis-
dad personal de Tito. 26 Al mismo tiempo, las semillas tas») en Serbia, que se aferran a vestigios del ancien
de la reforma económica sembradas a finales de los régime tales como el Ejército Federal. Los divergentes
años 60 fueron destruidas por completo con la imposi- resultados electorales de las repúblicas han puesto de
ción de una «economía por acuerdo» de autogestión relieve las diferencias políticas y económicas entre ellas,
que sobrecargaba las empresas burocráticamente y pri- reduciendo la cohesión interna. El fracaso electoral del
vaba de todo poder a la «clase directiva» emergente. único partido genuinamente panyugoslavo (la Alianza

72
de las Fuerzas Reformistas) formado en 1990 por Mar- el período de crecimiento económico extensivo, cuando
kovic, intensifica la parálisis del centro federal. los recursos abundaban y la coacción masiva aseguraba
el control social. Pero esta estabilidad interna no puede
La crisis yugoslava tiene sus raíces estructurales en garantizarse durante un período de declive económico
la política nacional comunista. Esta política integró di- rápido y de reformas políticas, cuando ya no se puede
ferentes nacionalidades durante la fase de industrializa- crear empleo para las clases medias autóctonas expan-
ción rápida y crecimiento económico extensivo, pero diendo las burocracias locales y subvencionando las
generó la movilizaCión étnica con el colapso económico organizaciones culturales y las instituciones educativas.
de los 80, la institucionalización del «poder étnico» en Las fuertes diferencias entre repúblicas en materia de
las repúblicas y la incapacidad del centro federal para desarrollo, recursos naturales; mano de obra disponi-
llevar a cabo amplias reformas. La homogeneización ble, demografía y otros indicadores, intensifican la pre-
étnica de las repúblicas se incrementó todavía más a sión sobre el gobierno central.
causa del bajo índice de emigración interna, y cuando
ésta se producía normalmente no era sino para homo- Similarmente, la política nacional ha fomentado
geneizar aún más la composición étnica de las repúbli- tanto la segregación étnica como la homogeneización,
cas. 31 Las recientes «guerras» comerciales entre repúbli- y el relativamente bajo nivel de lazos económicos entre
cas yugoslavas (Serbia contra Eslovenia, Serbia contra repúblicas en la economía soviética ha contribuido
Croacia) también han socavado la unidad del mercado también a esta tendencia. En los últimos años las
yugoslavo y han obstruido las reformas federales. «transferencias étnicas involuntarias» de poblaciones
han acelerado la homogeneización étnica. 35 Pero la ho-
La movilización étnica actual imposibilita que se mogeneización étnica, voluntaria o no, ha demostrado
realicen reformas de mercado a nivel federal y, de todos ser nefasta para la integridad territorial soviética, pues-
modos, el gobierno federal no tiene la autoridad ni la to que reduce la comunicación entre repúblicas y favo-
legitimidad para llevarlas a cabo. La búsqueda simultá- rece los procesos de construcción nacional.
nea de la economía de mercado y la democratización
crea serios problemas incluso en países de Europa del La movilización nacionalista se ha visto aún más
Este étnicamente homogéneos. En los países multina- intensificada por la «diferenciación estructural» relati-
cionales, está resultando en la desintegración. 32 vamente baja de la sociedad soviétiCa. Las clases media
y trabajadora soviéticas son diferentes a sus equivalen-
A larga historia de tes occidentales. La ausencia de una burguesía cosmo-

LAS L la desintegración de
Yugoslavia no tiene
paralelo en la URSS. Du-
polita capaz de trascender las divisiones étnicas en
nombre de intereses económicos comunes dentro de
organizaciones políticas independientes reduce la cohe-
NACIONALIDADES rante el período Brezhnev sión social. La dependencia de los managers soviéticos
había movimientos nacio- respecto del centro y el desmesurado complejo militar-
SOVIÉTICAS BAJO nalistas y activistas étnicos industrial inhibe la comunicación directa entre repú-
pero el poderoso aparato blicas, y la clase trabajadora tampoco puede atravesar
GORBACHOV coercitivo impedía una mo- fácilmente las divisiones étnicas, a pesar de los intentos
vilización étnica a gran es- de formar federaciones de sindicatos que superaran las
cala. 33 Sin embargo, al mismo tiempo las élites locales fronteras étnicas.
del Partido gozaban de más independencia y en las re-
AS reformas de Gorbachov pusieron de relieve
públicas menos desarrolladas (en Asia Central) ambi-
ciosos dirigentes del Partido formaron fuertes feudos.
En condiciones más democráticas, el poder local incre-
mentado de las élites republicanas podría utilizarse con-
L dos fisuras esenciales: la primera entre los esta-
dos bálticos y las repúblicas eslavas; la segunda
entre el sur, predominantemente musulmán, y el resto.
tra el centro político. Por tanto, no resulta sorprendente Los nacionalismos bálticos son movimientos secesionis-
que la llegada de gobernantes reformistas haya condu- tas típicos basados en la supervivencia étnica y en los
cido a un fortalecimiento y a una movilización étnicas intereses económicos. Los pueblos bálticos tienen razo-
crecientes. El compromiso de los reformistas con la nes para creer que su incorporación forzosa a la URSS
g/asnost, acompañado de un ataque ideológico contra les apartó del mercado mundial y contribuyó a su deca-
el centro brezhneviano, y la liberalización general de la dencia económica a través de los subsidios obligatorios
sociedad con la introducción de elecciones genuinas, del ineficaz poder soviético central. Es más, el descenso
desacreditó al aparato coercitivo y desaconsejó el uso del índice de natalidad de los pueblos bálticos (a excep-
de la fuerza en la regulación de los conflictos sociales. ción de la católica y agraria Lituania), combinado con
la inmigración de rusos, amenaza su supervivencia étni-
Recientemente el caso más dramático de moviliza- ca. Varios censos soviéticos consecutivos han revelado
ción étnica ha sido la guerra entre Armenia y Azerbai- las proporciones en declive de estonios y letones en sus
yán sobre Nagorni Karabaj. En ambas repúblicas, la repúblicas. 36 Las fuertes tradiciones culturales, la me-
movilización étnica la iniciaron los dirigentes comunis- moria de un estado independiente y la brutalidad del
tas locales y la continuaron los nuevos frentes popula- terror de Stalin, junto con la debilidad del centro, in-
res. Un fenómeno similar se ha producido en los esta- tensificaron las reivindicaciones de independencia.
dos bálticos, Georgia, Moldavia y Ucrania, de manera
que la cantidad y la intensidad de los conflictos étnicos La formación de Frentes Populares en los estados
se convirtió en el mayor problema de los líderes refor- bálticos dio como resultado una rápida movilización
mistas, incluso antes del intento de golpe de estado que, nacionalista. Los Frentes Populares, que arrastraban a
en última instancia, ha acelerado el proceso de desinte- centenares de miles de seguidores, se convirtieron en la
gración soviética. 34 primera organización política de masas formada fuera
del control del Partido en la historia soviética. Sus de-
La crisis soviética también tiene sus raíces en el fra- mandas iniciales, desde una mayor descentralización
caso de la política nacional tradicional. Como estado económica y la autonomía financiera de las repúblicas
multiétnico, la URSS fue relativamente estable durante ljozraschet) hasta el bloqueo de proyectos que atentan

73
contra el medio ambiente, no amenazaban necesaria- que hoy por hoy es en gran medida inexistente. La pe-
mente la integridad territorial de la URSS. Sin embar- restroika también ha llevado a un resurgimiento notable
go, la victoria de los candidatos de los Frentes Populares de la conciencia nacional rusa. El solapamiento entre la
en unas elecciones libres, que provocó la radicalización identidad rusa tradicional y «la identidad soviética im-
progresiva de las demandas nacionalistas, seguida por perial» ha sido un punto clave en los 70 años del estado
declaraciones de soberanía, se resolvió en la exigencia soviético. 41 Sin embargo, los últimos dos años de pe-
de la ciudadanía republicana y, finalmente, de su inde- restroika han revelado un cambio en la conciencia na-
pendencia respecto de la URSS. cional rusa. Las reivindicaciones nacionalistas en la
República Socialista Federativa Soviética de Rusia ya
Los movimientos nacionalistas en el Báltico no son no son exclusivas de periódicos tradicionalmente impe-
sino movimientos secesionistas «normales» que, como rialistas como Mo/odaya Gvardiya y Nash Sovremen-
tales, no habían conseguido atraerse el suficiente apoyo nik, de grupos bolcheviques nacionalistas como el
internacional desde la segunda guerra mundialY Sin «Frente Unido de los Trabajadores de Rusia» o de so-
embargo, puede que los estados bálticos sean una ex- ciedades chovinistas recientemente creadas como Pa-
cepción, puesto que su incorporación forzosa a la URSS myat y Otechesvo. Al contrario, la influencia política
nunca ha sido reconocida por los países occidentales. de estas organizaciones parece haber disminuido, como
Aunque la inviabilidad económica de los tres estados puede deducirse de la derrota electoral de casi todos los
bálticos independientes es un obstáculo serio a su inde- candidatos del «bloque patriótico».
pendencia total, su posición geográfica y los vínculos
culturales que les unen a los países escandinavos, a Ale- La creciente intolerancia y el odio abierto a los rusos
mania y, en última instancia, a la Comunidad Europea, en muchas repúblicas no ha provocado la reacción es-
pueden proporcionarles una alternativa a su actual de- perada por la mayoría de los rusos. Al contrario, en los
pendencia exclusiva de la URSS. últimos dos años ha habido una proliferación de pro-
gramas secesionistas dentro de la misma Rusia. Un nú-
En fuerte contrast~ con las repúblicas bálticas, y mero creciente de intelectuales rusos ha señalado que la
contrariamente a las predicciones de un levantamiento separación de la porción más productiva de la Unión
de movimientos panislámicos contra el centro, la movi- Soviética, los estados bálticos, aumentará el coste de
lización étnica en Asia Central carece de intereses sece- mantener el resto del «imperio». En un momento en
sionistas. En estas repúblicas, el activismo étnico toma que Rusia se enfrenta a una catástrofe económica, ar-
la forma de progromos periódicos contra cualquier mi- gumentan, no se puede pretender que la población rusa
noría étnica identificable que pueda representar el pa- cargue con los enormes costes de sostener a las repú-
pel de chivo expiatorio. El éxito de la política nacional blicas centroasiáticas con sus poblaciones en continuo
soviética .en enfrentar entre sí a los grupos étnicos de aumento. La perspectiva de una inmigración masiva de
Asia Central queda confirmado por los choques entre trabajadores desde Asia Central hacia la república rusa
tayiks y uzbekos, uzbekos y turcomanos, etcétera. Al bajo una economía de mercado sólo refuerza las reivin-
mismo tiempo, las intelligentsias locales han fracasado dicaciones separatistas.
en su intento de elaborar programas nacionalistas pan-
islámicos claros. Los intelectuales rusos han advertido el enorme coste
cultural que los rusos han soportado con la equivalen-
La situación actual de Asia Central testimonia el cia entre cultura rusa y cultura soviética. Aunque la
fracaso tanto de la política nacional tradicional como erradicación de las tradiciones rusas y la cultura nacio-
de la economía soviética centralizada. Aunque estas nal han sido temas permanentes en los escritos de Solz-
repúblicas han tenido su más que buena parte de inver- henitsin, un número creciente de intelectuales rusos li-
sión estatal, 38 su posición relativa respecto a las repú- berales como Dmitri Lijachov y otros exponentes de
blicas más desarrolladas no ha cambiado. Una produc- «Rusia Democrática» han dado muestra de preocupa-
tividad constantemente baja e incluso en declive, 39 ciones similares. La extraordinaria atención prestada a
combinada con la ausencia de una política económica la reciente propuesta de Solzhenitsin de desmantelar
diferenciada regionalmente y la explosión demográfica el Imperio Soviético es una prueba de la fuerza de los
han contrarrestado el impacto potencial de la política sentimientos separatistas. 42
de «acción afirmativa» del régimen soviético. 40 En estas Hoy en día, la división decisiva en Rusia no es entre
condiciones, las repúblicas centroasiáticas dependen en «imperialistas nacionales» (o «salvaimperios» como les
gran medida de las inversiones del gobierno central y de llama Szporluk) 43 y la intelligentsia rusa liberal, sino
las transferencias, de las que depende también la exis- entre separatistas rusos liberales y «fundamentalistas».
tencia misma de la intelligentsia local. Con el temor a Ambos grupos defienden la independencia rusa o una
la reacción de sus comunidades, los dirigentes locales federación de las repúblicas eslavas, pero los naciona-
rechazan cualquier propuesta de programas para el listas rusos liberales están comprometidos firmemente
control de la natalidad. Desastres medioambientales en con la línea «occidentalizante», mientras que los «fun-
diferentes partes de Asia Central de sobra conocidos damentalistas» defienden un nuevo aislamiento ruso.
han provocado una catástrofe demográfica que sólo El significado de ambos desarrollos ideológicos para el
sirve para reforzar su resistencia a estos controles. nacionalismo soviético es obvio: el poder central se ve
Así pues, el voto positivo para el referéndum de seriamente dañado por «la traición de los rusos».
Gorbachov sobre la Unión no puede explicarse sólo en Hasta hace poco, Gorbachov estaba comprometido
términos de control social por parte de estructuras loca- con la preservación de la integridad nacional de la
les del Partido apoyadas por redes de clientelismo de URSS. Al mismo tiempo, se hicieron varias concesiones
estilo mafioso, sino que también está relacionado con importantes a las repúblicas, especialmente en materia
un interés genuino en más ayudas económicas. La inca- de autonomía económica y financiera (la jozraschet
pacidad del estado soviético de cumplir sus promesas republicana), y la introducción de la ciudadanía. La
durante períodos de declive económico y de transfor- «Plataforma del PCUS» sobre la cuestión nacional
mación hacia el mercado, unida al aumento del des- (1989) y la propuesta de un «Nuevo Tratado de la
empleo, podría estimular una movilización nacionalista Unión» eran los dos documentos clave de la política de

74
nacionalidades de Gorbachov. Según la Plataforma, el cultades prácticamente insuperables para conseguir la
centro político mantendría bajo su jurisdicción no sólo reforma de mercado.
defensa, seguridad y política exterior, sino también
«coordinación económica, ciencia y cultura, la protec- Yugoslavia también ejemplifica la clase de obstácu-
ción de los derechos individuales, la promoción de los los que encontrará la Unión Soviética si sus dirigentes
procesos de integración y la organización de la ayuda actuales intentan llevar a cabo reformas de mercado y
niutua». 44 El centro mantendría el poder de formular una democratización completa a nivel de toda la Unión.
decisiones políticas y económicas generales. La Plata- Dada la situación catastrófica de la economía soviética,
forma rechazó la fragmentación del Partido y del ejér- su cuadro étnico más complejo, con más de cien nacio-
cito según las divisiones étnicas, así como cualquier nalidades, la gran cantidad de disputas territoriales, el
intento de alterar las fronteras de las repúblicas. carácter más extremo de terror estalinista y su impacto
en la conciencia nacional, la movilización nacionalista
Los tres días del golpe destruyeron el escenario de política puede tomar formas incluso más extremas que
Gorbachov para el futuro de la Unión Soviética. El fra~ en Yugoslavia. La coexistencia dentro de un contexto
caso del golpe abrió el camino a una verdadera revolu- federal de poblaciones eslavas y centroasiáticas que di-
ción que, como las del Este de Europa en 1989, barrió fieren exageradamente en comportamiento demográfico
todas las bases del régimen de partido único. La era y en cultura política e industrial, sólo puede garanti-
Gorbachov, que trató de combinar las tendencias refor- zarse con la conservación de un fuerte estado central re-
mistas y una política coherente de détente con reitera- distributivo. Sin embargo, las exigencias de una política
dos compromisos con las fuerzas del antiguo régimen, monetaria severa y de las distribuciones del presupues-
llegó a su fin. El imperio soviético se ha hundido y en to, impedirán al centro federal continuar la política tra-
su territorio han surgido nuevos estados y confedera- dicional de «acción afirmativa» hacia las regiones sub-
ciones independientes. desarrolladas.
Dado el nivel actual de disputas interétnicas y de
AS crisis que atra- movilizaciones nacionalistas en la Unión Soviética y

CONCLUSION
, 1

L viesan la antigua
Unión Soviética y
' - - - - - - - - - - - - - ' Yugoslavia son el resultado
Yugoslavia, cualquier intento de transformar las hasta
ahora federaciones comunistas en federaciones más de-
mocráticas seguramente encontrará una fuerte resisten-
del fracaso de la política de nacionalidades tradicional cia por parte de las élites locales. Una ruptura pacífica
y de la caída del comunismo. Este nivel sin precedentes de la URSS y Yugoslavia facilitaría la democratización
de movilización étnica puede ex¡:Hiearse por la falta de y la introducción del mercado. Los gobiernos naciona-
modos alternativos de acción colectiva. El vínculo entre les dispondrían de más legitimidad para imponer pro-
territorio, idioma, administración y etnicidad, y la gramas de austeridad sobre las poblaciones locales, y el
coincidencia entre intereses étniCos y económicos han nacionalismo podría servir de ideología legitimadora
creado las condiciones necesarias para una moviliza- durante la transición. Es más, sólo fuertes gobiernos
ción étnica. Finalmente, los conflictos interétnicos mis- nacionales podrán llevar a cabo políticas de control de-
mos son un factor de homogeneización en las repúbli- mográfico en áreas subdesarrolladas como Asia Central.
cas, puesto que conducen a transferencias de población.
Similarmente, la oposición local, dispuesta con fre-
La historia de la desintegración de Yugoslavia indi- cuencia a sacrificar fines políticos por la independencia
ca que la descentralización de la autoridad política no nacional, tendría una oportunidad de desafiar a los
es una vía de salida de la crisis étnica. Al contrario, en partidos nacionalistas hegemónicos. La crisis yugoslava
Yugoslavia la descentralización de poder ha exacerbado actual muestra que los partidos moderados de oposi-
las tendencias centrífugas. De hecho, Yugoslavia sólo ción, tanto en el centro como en la periferia, son vícti-
puede contar con su débil «ejército popular» y la fuerza mas fáciles para las fuerzas extremistas en condiciones
centralizadora del imperialismo serbio. En el caso so- de conflicto interétnico -una situación que segura-
viético, la preponderancia numérica de rusos y el peso mente cambiará si se consigue la «soberanía nacio-
económico y geográfico de la república rusa es un factor nal»-. Linz ha descrito las amenazas a las que está
adicional de cohesión que falta en el «cuadro étnico» expuesta la democracia en condiciones de polarización
más equilibrado de Yugoslavia, en el cual los serbios étnica: «La interacción entre una minoría ultranaciona-
representan sólo el 380Jo de la población, y la República lista secesionista y movimientos nacionalistas modera-
Serbia no es significativamente más grande que Croacia dos, y entre partidos conciliadores y partidos unitarios
o Bosnia-Herzegovina. extremistas en el centro, impone una fuerte tensión so-
bre el estado democrático. Las minorías secesionistas y
Yugoslavia ejemplifica las dificultades asociadas las centralistas unitarias tienen una víctima fácil en los
con los intentos de perseguir simultáneamente la refor- moderados de la periferia y del centro, y sus intentos de
ma de la economía y la democratización en sociedades buscar soluciones de compromiso serán considerados
multinacionales de tipo soviético. Mientras la introduc- ilegítimos, si no traidores, por los extremistas». 45 Este
ción del mercado agudiza las tensiones entre las regio- tipo de dinámica política ha impedido en Yugoslavia la
nes más desarrolladas y las menos, la democratización transformación democrática del centro (Serbia) y la
abre un espacio político para partidos nacionalistas con consolidación democrática en la semiperiferia (Croa-
fines separatistas. La consiguiente conjunción de con- cia). La polarización étnica en la Unión Soviética supo-
flictos económicos, étnicos y políticos favorece la des- ne exactamente los mismos o incluso problemas mayo-
integración del estado. Incluso si el centro federal trata res para la transformación democrática.
de llevar a cabo reformas genuinas de la economía,
como en Yugoslavia, carece de la legitimidad y el apoyo Los que han llegado al poder después del fracaso del
necesarios. Desde el momento en que no existe aún una golpe saben bien que tienen que actuar deprisa para
clase burguesa «cosmopolita», y el estrato técnico-ge- explotar completamente la derrota y la desintegración
rencial está incapacitado por su dependencia de las éli- del sistema del partido único. La nueva política de na-
tes políticas locales, el centro federal se enfrenta a difi- cionalidades de Yeltsin busca tanto garantizar el dere-

75
Foto de Rene Burri. El murb de Berlin.
cho de las repúblicas soviéticas a la autodeterminación
como mantener el «espacio económico unido del país»
creando una especie de mercado común o una Com-
monwealth soviética. El gobierno de la república rusa
ha aceptado la soberanía e independencia de las repú-
blicas bálticas 46 que, de todas formas, ya habían to-
mado el control de su territorio y sus fronteras. Fiel a
su convicción de que la integridad territorial soviética
ha de salvaguardarse a toda costa, Gorbáchov ha decla-
rado que esta decisión es «apresurada y prematura».
Pero después de un golpe perpetrado por sus colabora-
dores más cercanos, el ex presidente soviético ha perdi-
do casi toda su autoridad internacional, mientras que
dentro del país su base política ha quedado práctica-
mente destruida, de manera que su intento de detener
la independencia báltica no ha tenido consecuencias.

Un nuevo acuerdo temporal sobre asuntos económi-


cos, políticos y militares basado en intereses económi-
cos más que en la coacción -algo aceptable en princi-
pio incluso para las repúblicas secesionistas- podría
ser el primer paso hacia un mercado común pansovié-
tico. Pero incluso los economistas soviéticos más opti-
mistas piensan que tal proyecto tardará de cinco a diez
años en ponerse en práctica. En este contexto, es esen-
cial entender el papel del nacionalismo en las reformas
soviéticas como la única vía para salir de la economía
centralizada e integrarse en el mercado mundial.

En cualquier caso, los costes de la desintegración


son elevados. Una ruptura violenta podría llevar a la
creación de una serie de estados nacionales en conflicto
permanente sobre el territorio y los recursos. Es más,
los nuevos gobiernos nacionales que lleguen al poder en
condiciones de polarización étnica no podrían garanti-
zar los derechos de las minorías en los nuevos estados
creados. Lo más probable es que el primer objetivo de
tales gobiernos nacionales -homogeneización étnica y
consolidación del estado- socave su compromiso con
la democracia. Por esta razón, el reconocimiento de los
derechos de las minorías es la prueba de fuego del com-
promiso democrático de los gobiernos republicanos que
han surgido en Yugoslavia y en la antigua URSS.

Hay buenas razones para oponerse a la discrimina-


ción étnica en los nuevos estados. La lucha étniea conti-
nuada puede provocar una inestabilidad política per-
manente, crear un clima desfavorable para la inversfón
extranjera y minar la integración de los nuevos estados
en el mercado mundial. Similarmente, los conflictos in-
terétnicos pueden dar como resultado una gran pobla-
ción de refugiados en partes de la antigua URSS y Yu-
goslavia. El estado actual de relaciones étnicas, sin
embargo, favorece la desintegración y la alteración de
las fronteras. Esta situación sin precedentes exige solu-
ciones nuevas a problemas viejos, quizás en la forma de
nuevos acuerdos federalesY Si la explosión del nacio-
nalismo es la consecuencia inevitable de la política de
nacionalidades y del derrumbamiento de las economías
de planificación centralizada, cualquier esfuerzo para
salvaguardar la unidad nacional y la integridad territo-
rial desde fuera está destinado a fracasar. Así pues, el
apoyo a una desintegración pacífica y controlada acom-
pañada por una integración en el mercado mundial, es
la mejor política a seguir por Occidente para proteger
la estabilidad del orden internacional. D

Traducción de Pilar Aguilar

77
NOTAS - - - - - - - - principios de los 70 se introdujo el principio de «paridad»
(1) En este sentido, según Connor, «el nacionalismo se para equiparar la representación republicana en las institucio-
basa en la asunción de que las divisiones más importantes de nes federales. Sobre el complejo debate interrepublicano que
la humanidad son las muchas fisuras verticales que dividen a condujo a la adopción de una nueva política de equiparación,
la gente en grupos etnonacionales. El marxismo, por el con- ver Steven BURG, Conflict and Cohesion in Socialist Yugos-
trario, se basa en la convicción de que las divisiones humanas lavia (Princeton, NJ: Princeton U. P ., 1983).
más importantes son las distinciones de clase horizontales que
atraviesan los grupos nacionales». Ver Walker CONNOR, The (14) Además, los trabajadores yugoslavos, cuando se les
National Question in Marxist-Leninist Theory and Strategy concedió pasaporte, emigraron en masa a Europa Occidental
(Princeton: Princeton University Press, 1984), p. 5. Para un a mitad de los años 60. El reconocimiento de la inevitabilidad
análisis estándar de las afinidades entre marxismo-leninismo del paro y su enorme coste social hizo que los comunistas yu-
y nacionalismo, ver Anthony SMITH, Nationalism in the goslavos entregaran pasaportes a sus ciudadanos -una estra-
Twentieth Century (Nueva York: New York U. P., 1979), tegia que aplazó las explosiones sociales (y étnicas)-. Yugos-
pp. 115-150. lavia no sólo evitó el choque de la «proletarización» masiva
y el desempleo, sino que los ingresos generados por los Gas-
(2) Cf. Richard PIPES, The Formation of the Soviet tarbeiter en Europa Occidental en muchos casos elevaron el
Union, segunda edición revisada (Nueva York: Atheneum, nivel de vida de sus familias en Yugoslavia.
1968).
(3) Josef STALIN, Sochineniya. Vol. 4 (Moscú: Politiz- (15) Stephen WHITE, «The Supreme Soviet and Budge-
dat, 1946), pp. 31-32. tary Policy in the USSR», British Journal of Política! Science
(1982), pp. 75-94. Donna BARRY, Outside Moscow. Power,
(4) Ver Josef STALIN, Marxism and the National Ques- Politics and Budgetary Policy in the Soviet Republics (Nueva
tion (Nueva York: International Publishers, 1942), p. 12. York: Colombia U. P., 1987).
Como Pipes ha destacado, «La Rusia soviética fue el primer
estado moderno que situó el principio nacional como base de (16) Una comparación de los logros educativos en las
la estructura federal». Cf. PIPES, op. cit., p. 112. diferentes repúblicas revela el compromiso continuo del régi-
(5) Ver Hugh Seton WATSON, The New Imperialism men soviético con la «equiparación». Aunque rusos, georgia-
(Nueva York: Capricorn Books, 1967). Para un estudio re- nos, armenios y judíos han alcanzado siempre niveles educa-
ciente sobre el federalismo soviético, ver Philip GoLDMAN, tivos más altos que otros grupos étnicos, puede constituir una
«Perestroika: End or Beginning of Soviet Federalism?», en sorpresa saber que los niveles educativos de los trabajadores
Te/os 84 (verano de 1990), pp. 69-88. urbanos de Asia Central superan la media nacional en los de
su misma categoría. Cf. Gertrude E. SCHROEDER, «Social
(6) SETON-WATSON, op. cit. Ver también, por ejemplo, and Economic Aspects of the Nationality Problem», en Ro-
Roman SzPORLUK, «The Imperial Legacy and the Soviet Na- bert CONQUEST, ed ., The Last Empire (Stanford, C. A.:
tionalities>>, en Lubomir HAJDA y Mark BEISSINGER, The Hoover Institutions Press , 1986), pp. 290-314.
Nationalities Factor in Soviet Politics and Society (Boulder:
Westview Press, 1990), pp. 1-24. (17) La necesidad de construir industrias militares estra-
tégicas lejos de las fronteras del Pacto de Varsovia favoreció
(7) Alexander MOTYL ha enfatizado mucho este punto a Bosnia-Herzegovina y a Croacia, mientras que los esfuerzos
en Sovietology, Nationality, Rationality (Nueva York: Co- por incrementar el comercio con Occidente favoreció a las
lumbia U. P., 1990). regiones más desarrolladas -especialmente a Eslovenia-. Es
(8) Ivan A VAKUMOVIC, History of the Communist Party así como entre 1947 y 1963, Eslovenia recibió tres veces más
inversión per cápita que Kosovo. Ver Fred SINGLETON y Ber-
of Yugoslavia (Aberdeen: The Aberdeen U. P., 1964). Ver
nard CARTER, The Economy of Yugoslavia (Nueva York:
también Paul SHOUP, Communism and the Yugos/av Ques-
St. Martin's Press, 1982), p. 220.
tion (Nueva York y Londres: Columbia U. P ., 1968), pá-
ginas 13-60.
(18) Desde los años 60, la cuestión de las llamadas «fá-
(9) R. V. BURKS, The Dynamics of Communism in Eas- bricas políticas» ha dado lugar a debates entre economistas
tern Europe (Princeton: Princeton U. P., 1961). respecto a la contribución relativa de éstas a la ineficiencia
económica de Yugoslavia. Ver Dennison RUSINOW, The Yu-
(10) Según Vucinich, «Aunque oficialmente descrito gos/av Experiment, 1948-1974 (Berkeley y Los Ángeles: Uni-
como un estado federal, Yugoslavia se parece mucho más a versity of California Press, 1977).
un estado unitario». Ver Wayne VUCINICH, «Nationalism
and Communism», en VUCINICH, ed., Contemporary Yugos-
lavia. Twenty Years of Socialist Experiment (Berkeley y Los (19) Danilo MRKSIC, Srednji Slojeki u Jugoslaviji (Bel-
Ángeles: University of California Press, 1969), p. 253. grado: IPS, SSO Srbije, 1987). Estas características integra-
doras de la política nacionalista yugoslava y soviética eran la
(11) SHOUP, op. cit., pp. 121-122; BURKS, op. cit. parte no represiva de la estrategia del «divide et impera» de
los partidos comunistas en el poder. N o deberían considerarse
(12) Este hecho es especialmente cierto en el caso de Ma- separadas de los efectos del terror estalinista en casi todas las
cedonia, donde prácticamente se codificó una nueva lengua repúblicas soviéticas, las purgas de los dirigentes locales del
«macedonia» en los años 60, y donde la conciencia naciona- partido, la deportación y el exterminio de los grupos étnicos
lista macedonia se fomentó deliberadamente. Los montene- acusados de colaborar con las fuerzas de ocupación, la incor-
grinos, que tenian una identidad estatal y una tradición inde- poración forzosa de los estados bálticos, el genocidio ucrania-
pendiente, pero no una consciencia étnica diferente a la de los no, etcétera, que no han tenido precedente histórico. El apa-
serbios, son más «étnicos» como resultado de la política na- rato coercitivo soviético siguió actuando para mantener la
cionalista de los comunistas. Lo mismo puede decirse de los estabilidad interna incluso después de la muerte de Stalin.
musulmanes de Bosnia, que tenian una religión más que dife-
rente, pero no necesariamente una identidad étnica (porque (20) Para la relación entre la estratificación de clase, te-
desde el punto de vista étnico son de origen serbio o croata). rritorio y etnia, ver Víctor ZASLA VSKY, The Neo-Stalinist
Ver SHOUP, op. cit. State (Armonk, NY: M. E. Sharpe, 1982).
(13) Sin embargo, la proporcionalidad en las estructuras
locales y federales fue siempre un punto de conflicto entre las (21) Steven PAVLOWITCH, The Improbable Survivor.
repúblicas, especialmente a causa de la predominancia de diri- Yugoslavia and its Problems (Colombus OH: Ohio State
gentes serbios y montenegrinos. A finales de los años 60 y U. P., 1988), p. 71.

78
(22) Cf. RusiNOW, op. cit. Para los complicados des- (39) Durante la primera mitad de los años 80, Tayikistán
arrollos constitucionales, ver Steven BURG, op. cit. Para un no registró aumento en la productividad, mientras que en
tratamiento diferente, ver Pedro RAMET, Nationalism and Turkmenistán en realidad se redujo. Ver Sotsio/ogicheskie
Federalism in Yugoslavia, 1963-1983 (Bloomington: Indiana is/edovaniya, vol. 2 (1988), p. 70.
U. P., 1984).
(40) El aumento demográfico rápido supone un proble-
(23) Paul LENDVAI, Eagles in Cobwebs. Nationalism ma especial para Asia Central. Entre 1959 y 1989la población
and Communism in the Balkans (Nueva York: Anchor Books, de las cuatro repúblicas centroasiáticas creció un 123%, fren-
1969). te al 27% del resto del país. Esto significa que la población
de Asia Central se ha duplicado cada veinte años, y que la
(24) Cf. RUSINOW, op. cit., pp. 249-250, y RAMET, política soviética de industrialización no ha cambiado el equi-
op. cit., pp. 104-107. librio urbano-rural. Al contrario, más del 60% de la pobla-
(25) Cf. Juan LINZ, «Totalitarian and Authoritarian ción de Asia Central es rural y el porcentaje va en aumento.
Regimes», en Fred GREENSTEIN y Nelson POLSBY, eds., El elevado aumento demográfico ha contrarrestado los inten-
Handbook of Política/ Science (Reading, M. A.: Addison- tos de minar la sociedad tradicional.
Wesley Publishing Compimy, 1975), vol. 3, pp. 336-350.
(41) Ver MoTYL, op. cit., capítulo 11. Motyl incluso
(26) Ramet compara las relaciones entre las repúblicas niega la existencia de un nacionalismo ruso, y en su lugar ha-
yugoslavas en conflicto con las que existen entre los estados bla de imperialismo y chovinismo rusos. Pero la conciencia
soberanos en el sistema internacional. Ver RAMET, op. cit. «naCional» e «imperial» no se excluyen mutuamente. Nume-
RUSINOW, op. cit., habla de la confederalización de la forma rosos historiadores de Alemania han explorado la continui-
de gobierno yugoslava durante los 70. dad entre el nacionalismo alemán del siglo XIX y el imperia-
lismo del xx, señalando las afinidades electivas entre los dos.
(27) Paul SHOUP, «Crisis and Reform in Yugoslavia», Similarmente, toda la historia del bonapartismo en Francia
en Te/os 79 (Primavera de 1989), pp. 129-147. indica las conexiones entre el nacionalismo tradicional fran-
cés y la mission civi/isatrice de Francia.
(28) Ver Branko HORVAT, Kosovsko pitanje (Zagreb:
Globus, 1989), 2. • edición, p. 137. (42) Alexander SOLZHENITSIN, «Kak nam obustroit
Rossiyu», en Literaturnaya gazeta (18 de septiembre de 1990).
(29) /bid., pp. 182-184.
(30) Un análisis de la responsabilidad del régimen de (43) Ver Roman SZPORLUK, «Dilemmas of Russian Na-
Milosevic en incrementar la polarización étnica está fuera del tionalism», en Problems ofCommunism Uulio-agosto 1989).
alcance de este artículo.
(44) Pravda (24 de septiembre de 1989), p. l.
(31) SINGLETON y CARTER, op. cit., pp. 226-229.
(45) Juan Linz «Crisis, Breakdown, Reequilibration»,
(32) No hay garantía de que a nivel de las repúblicas las en Juan LINZ y Alfred STEPAN, ed., The Breakdown of De-
reformas de mercado sigan adelante, incluso en condiciones mocratic Regimes (Baltimore y Londres: The Johns Hopkins
de total independencia. Ya que la soberanía nacional es el U. P., 1978), vol. 1, p . 64.
objetivo principal de los dirigentes republicanos, muchos de
ellos intentarán estatalizar la ewnomía aún más, como ya ha (46) Por otra parte, los nuevos gobernantes de la repú-
ocurrido en la comunista Serbia y en la nacionalista Croada. blica rusa no se han apresurado a aceptar la decisión de los
Un factor adicional que actúa contra el paso a la economía parlamentos de Ucrania y Bielorrusia de proclamar su inde-
de mercado es la propensión de los recién elegidos partidos pendencia. Está claro que estas decisiones aún no han madu-
nacionales a tratar sus economías como fuente de impuestos rado en las sociedades ucraniana y bielorrusa sino que, en
para mantener la paz social a través de la redistribución. gran medida, ha sido impuesta por los dirigentes locales con-
(33) Ludmilla ALEXEYEVA, Soviet Dissent (Middleton, servadores que en un principio estaban dispuestos a apoyar el
CT: Wesleyan U. P., 1985). golpe. Después del fracaso del golpe, intentan mantener su
propio poder explotando los sentimientos nacionalistas. Estos
(34) Para un estudio más detallado, ver Victor ZAS- esfuerzos de la vieja nomenklatura de ser más papistas que el
LAVSKY, Das russische Imperium un ter Gorbatschow. Seine papa y de utilizar el «arma de la independencia para salvar el
ethnische Struktur und ihre Zukunft (Berlín: Wagenbach, antiguo régimen, el Partido y sus propiedades» ha sido de-
1991). nunciado por muchos dirigentes del movimiento democrático
como el alcalde de San Petersburgo, Anatoli Sobchak. Cf.
(35) Las consecuencias a largo plazo de la huida de cen- La Repubblica (28 de agosto de 1991), p. 3.
tenares de miles de armenios de Azerbaiyán y un número si-
milar de azeríes de Armenia, y la vuelta de los rusos proceden- (47) Mientras se estaba finalizando este artículo (15 de
tes de las repúblicas no rusas, aún no se han dejado sentir. junio de 1991), estalló la guerra civil en Yugoslavia. La inter-
Ver Ann SHEEHY, Radio Liberty, «1989 Census on Interna! vención militar resultante en Eslovenia y las regiones serbo-
Migration in the USSR», Report on the USSR, vol. 1, n.o 45 croatas de Croada ha destruido los últimos restos de legiti-
(1989). midad del estado federal. Aunque el resultado político final
del conflicto es incierto, estos acontecimientos confirman
(36) La proporción de estonios en Estonia cayó del 75o/o nuestra opinión de que ni Yugoslavia ni la Unión Soviética
en 1959 al 61% en 1989, las cantidades correspondientes de pueden sobrevivir a la actual crisis étnica.
letones son el 62o/o y el 52%.
(37) Según Crawford Young: «Con unas pocas excepcio-
nes, la comunidad internacional se ha mostrado hostil a la
segregación de sus componentes. En la poStguerra los secesio-
nistas obtuvieron una respuesta fría a su búsqueda de apoyo
exterior». Ver The Politics of Cultural Pluralism (Madison,
WI: University of Wisconsin Press, 1976), p. 81.
(38) Entre 1971-75 y 1981-85 la inversión nacional total
aumentó un 49'8%, mientras que en Uzbekistán se elevó un
64'9% y en Azerbaiyán un 95'6%. Ver Narodnoe khozyyais-
tvo za 70 let (Moscú: Statistika, 1987).

79
«EL NUEVO MURO EXISTE
DESDE HACE TIEMPO»
LOSINTELECTUALES
YLA ALEMANIA UNIFICADA
ENTREVISTA CON GUNTER GRASS
Y CHRISTOPH HEIN .
-Señor Hein, cuando hace algún tiempo le pedi-
mos una colaboración nos contestó que estaba inten- <(Pnr nul·stro país))*
tando renovar su torre de marfil. El escritor en la RDA
de hecho ejercía una función sustitutoria: como figura '\ti\..'"! ro paí..., L'"IÚ 'umidn 1..'11 una 1.:rj,¡, profunda. ~o pod~..·­
llllh y no qlll'I"L'IlHh '¡,ir mj, ~..:umo hL'llHh '¡,ido IJa..,ta ahora.
pública era el destinatario de múltiples peticiones. 1 a dirL'I..'l'iónLk un Partido 'L' arrO):!l.) ~...-1 dominio -.obre el pu~..·­
¿Está usted cansado de este compromiso? hlo y ...,u r~..·prL'"~L'lllaL·iún, toda..., L.l\ L".,fera..., de(;:¡ 'id;:¡ e<.,taban
PL'Ih..'lrada..., Lk ~.,.·...,truL'lur;¡..., impre~n;¡d;¡..., Lk L''i<.dini ... mo. Sin
HEIN: No, la cosa no es tan grave. De serlo no 'iokJh:ia ~ m~..·diantc m;tnik...,ta~..·ion~..·..., mulliludinaria-.. ('\ pliL'-
habría podido escribir absolutamente nada. Lo único hlo ha for;ado ~..·!pro~..·~,.·..., o lk reno\ a~..·iún 1"1..'\ olth.:ionaria qu~..· ,~,.·
~..· ... ¡;:·¡ l'Oil\Utllando a una '~,.'!o . .:idad impre,ion;:uu~..·. l"cnemo"
que hice fue percatarme del peligro y alertar de que esta muy po~..·n ti~..·mpu para JhlLkr influir ~..·n la" di...,linla"- po...,ihili-
función sustitutoria estaba adquiriendo cada vez más d:H.k..., LJllL' ...,~,.· ol'rl'\.'l'll ~_.·nmo ...,aJida..., a la . . T¡,¡...,.
importancia. Al asumir otros esta función me siento O bi~..·n pndL'llHh p~..·r,~,.·, 1..T~tr 1..'11 ~..·1 mant~..·nimi~..·nto dl' la
liberado. Ahora determinadas cartas pueden mandarse ÍlldL']k'IllkllLi;¡ Lk la 1{1) _.\ L' Íll\L'il\<.1[", L'Ull \Pdí.h llliL'"-\l'<.l..., J'ttl..'l'-
al fiscal del Estado, ya no es necesario que se dirijan a /;\"- ~ en ~..·o\ahoraciún 1.:un iLh L"-l:tdth ~ hh gruplh ...,o~,.·j;¡\~,.·...,
intLTC...,adLh Lk...,arrollar . .·n llttL'"\n) paí" una ...,n~,.·iL·dad ...,oJidaria
alguien que dedica sus energías a defender a quien ha ~..·n l;¡ qu~..· ...,l' garan!i . . ·L· la p;¡; ~ Lt ju...,¡i~,.·i;t . . u~..·ial. la lihLT!ad ~..kl
sido injustamente tratado. indi' iduo. l;t lih~..·rL.td Lk lllll\ imi~..·nllh para !Udth ~ la ..:mh~..·r­
' <~Liún tkl m~...·dio amhi . . ·niL'.
GRASS: Si me he mezclado en política y si sigo ha-
ciéndolo no es porque me obligue a ello una exigencia O hcnH1..., de lokr~tr lJllL', Lkbido ;¡la" !'u ene-; J11'L'...,innc-; l'L'O-
IH.mlica..., y a l;¡..., irra;nnahk..., cnndi~..·ion~..·, que la" influyL'lliL'"
exterior, sino porque también quiero afirmarme como "'kra' ck la c.:onomía' ck la polírica ck la Rc¡,úhli.:a 1 cdcral
ciudadano. Pago impuestos en este país. Igual que a imponen p~tra ;¡yudar a\;¡ RD:\. L'lllpic~..·L· la \Ctlla Lk nuc"-ii'Lh
cualquier otro ciudadano me interesa qué sucede con ';¡\orL'\ maiLTiak..., ~ mor;liL'"- \ quL' ;¡ l;t ~..·nna o ~~ la larga la
R~..·pública D~..·monúti~..·a :\kmana "-L'<I ingrc,ada L'll la Repú -
estos impuestos. Imagino que dentro de un tiempo, blica Fc'ckral.
cuando Christoph Hein se haya recuperado del exceso
'O'-Oirth quL'l'L'Illll..., L'"L'll~L'l' la prim~..·r~t
'ía. Toda\ ía tcnc-
de exigencia responderá a la cuestión de un modo muy mo..., la opnrtunidad. mant~..·ni~...·ndu rL'laL·ion~..· . .
Lk 'L'L'indad
diferente. No solamente porque ya nadie necesitará de L'lJllilati\ <~'> con llH..hh hh l·..... t:tdLh de Luropa. de Lk ... arrollar
su concurso contra el fiscal del Estado sino porque le una alternali\ ~~ "nciali...,t~t ~~la RL·púhlic~t f-ederal. Toda\Ía po
lklllO"- "-L'guir l'\l1Lando lll" id~..·ak..., anlifa,~..·i,¡a..., ~ humani...,ta"
parecerá justo inmiscuirse en el asunto. qu~..· ful'ron nu~..· . ..¡ro puntu tk p:trtid:1. llamamo" a \l)dlh Jn,
ciudadano . . ~ L·iudad~tllí.h qliL' cump:trtL'll nuc;,tra . .·..,pcran;a
. ~
-¿Qué quería decir con renovación de la torre de nues1ra pr~..·o~..·upa~..·iL11l a qu~...· ~,.·on "LI firma se unan a ~,.·...,¡e llama-
mi~..·nto.
marfil?
Berlín. 2S lk no' icmhr~..· lk 19S9.
HEIN: Es la representación de un deseo. Sigo toda-
vía metido en numerosos gremios y constantemente me
piden que salve algo, una institución cultural que otra.
La expresión torre de marfil se refiere más a una espe-
ranza que a una situación de hecho. -¿No podría ser que también para el compromiso
polítio del escritor haya terminado el período de pos-
GRASS: La torre de marfil es una imagen maravi- guerra? Todo seguía todavía relacionado con lo que
llosa. Cuando empiezo un manuscrito necesito sumer- indicaron los grandes autores del exilio: oposición a
girme, desconectarme de la algarabía pública y rodear- Hitler, oposición al fascismo. Todo se desarrolló bajo
me de los murmullos que mi texto precisa. Pero hay esta sombra, desde el proyecto del socialismo a la re-
algo más, la experiencia común, a pesar de las distintas conciliación con el Este. Ahora la protesta, la interven-
y a veces contradictorias prácticas vitales de los escrito- ción del escritor, será más difícil.
res en ambas zonas de los ex Estados, de que el silencio
de los intelectuales en la fase final de la República de GRASS: Esta tesis sobre el fin del período de pos-
Weimar contribuyó a la destrucción de esa débil forma- guerra me parece una ilusión de los editorialistas. Ac-
ción, al fracaso del primer intento de establecer una tualmente, a través de las carencias políticas de los más
democracia. El absoluto repliegue en la torre de marfil, jóvenes, nos encontramos ante un resurgimiento de la
tal vez tolerable en algunos países, es muy discutible en supuesta era de la posguerra, del pasado. Nuestra histo-
un país en el que se quemaron primero libros y luego ria aún nos saldrá al encuentro a menudo. Por otro
personas. lado, me alegro de que nos hayamos librado de este sta-
tus de los dos sistemas sociales y de la guerra fría, de
HEIN: Siempre me ha interesado mucho el enmude- que el horizonte se ensanche inevitablemente. Pero en
cimiento del viejo Racine y del viejo Shakespeare. O el seguida reaparece el temor a mirar más allá de las pro-
enmudecimiento de alguien como Tucholsky. Es la con- pias narices, el ansia de orden en un clima de confron-
secuencia de un compromiso inmenso. tación creciente. Me habría gustado que en el proceso
GRASS: Eso también puede sucedemos a nosotros. de unificación alemana, tan velozmente decidido y reco-
Si las cosas siguen como están ahora, la voz se apaga. rrido, a los políticos responsables de la República Fede-
He respetado el enmudecimiento de Hildesheimer. Pero ral se les hubiera ocurrido pedir consejo, entre otros, a
Shakespeare y Racine, a los que te refieres, antes de algunos escritores. Por la naturaleza de nuestro trabajo
dedicarse a cultivar su huertecillo intervinieron y fraca- sabemos mejor que los políticos que las etapas de la
saron en toda regla. vida no se suceden como si fueran períodos legislativos,
HEIN: No tener ya que cumplir esta función susti- que cuarenta años es un lapso de tiempo que no se pue-
tutoria, para mí es lisa y llanamente una liberación. de tapar con dinero ni con nuevas leyes, y que cualquier
Necesito sosiego, o como dice Grass, para poder traba- político que ignore esta realidad lo pagará muy caro.
jar necesito los susurros del trabajo, son los únicos que Este salto por encima del tiempo, que equivale también
necesito. Y cuando oigo decir que alguien ha enmude- a ignorar los daños y lo que ha quedado acuñado, es
cido, entonces me ocurre lo mismo que al contemporá- una omisión que nunca haría un novelista.
neo de Voltaire que decía: «Siempre me alegro cuando
• Texto del manifiesto firmado por miles de ciudadanos de la ex ROA
vuelvo a oír que Voltaire ha muerto. Sé que al cabo de a finales de 1989, entre los que se encontraban destacados escritores e inte-
un trimestre aparecerá el nuevo escrito». lectuales .

81
HEIN: Me temo que eso siga siendo una ilusión. En que se avecinaban y, por consiguiente, como en reali-
todo caso yo me conformaría con ser un escritor polí- dad sucedió, quedarían fuera de juego. De ahí el llama-
tico en el sentido que lo fue Kafka, quien dio nombre miento. Evidentemente la historia hizo oídos sordos a
a algo que estaba presente en la atmósfera y que no se todo ello, evidentemente las cosas como es habitual se
podía nombrar. Y otra cosa no es en modo alguno for- hicieron a fondo. ¿Cuál ha sido el resultado? ¿Acaso
mulable. no cabría, una vez más de la visión y la experiencia de
un escritor, plantear la cuestión de si no habría sido
GRASS: Habría sido oportunísimo, por ejemplo, mejor establecer un marco con los aliados de entonces
releer El castillo antes de dar vida a la Treuhand. en el que los alemanes, soberana y sosegadamente, hu-
bieran tenido el derecho de buscar una forma de con-
-¿Por qué no se pregunta a los farmacéuticos? vivencia? ¿No cabría también haber determinado el
¿Por qué se ha de preguntar a los escritores? ritmo de manera que a los deterioros de los cuarenta
HEIN: Evidentemente sería deseable que los farma- años de historia de la RDA no tuvieran que añadirse
céuticos pidieran la palabra, pero el motivo de que no otros? Es un truco detestable que después de la divi-
lo hagan radica en que vivimos en una sociedad presi- sión, de la construcción del muro, de las alambradas y
dida por la división del trabajo. Por muy absurdo que de la orden de disparar se instale sin la menor coacción
sea, en los periódicos no escriben los farmacéuticos, una segunda separaCión, una segunda partición. Este
sólo escriben los periodistas y la política la hacen polí- fracaso está relacionado, con consecuencias de mucha
ticos con mucha menos instrucción que un farmacéu- mayor envergadura, con la, a buen seguro, deficiente
tico o que un escritor. Ello se justifica por la existencia formulación del llamamiento objeto de crítica. El pro-
de una sociedad basada en la división del trabajo . El pósito del llamamiento consistía en intentar primero
farmacéutico no tiene tiempo para reflexionar sobre llegar a ser algo para buscar luego un acercamiento . No
algunas historias. Esa tarea corresponde al escritor. Es se llegó a tiempo, pero es posible que este llamamiento,
su deber. hoy tan escarnecido, llegue a adquirir otro valor visto
retrospectivamente.
GRASS: Por eso el farmacéutico Fontane se hizo
escritor. -Ahora usted está transfigurando el llamamiento.
De hecho, lo que el llamamiento intentó es relanzar con
HEIN: Por eso un conocimiento determinado úni- un perfil nuevo algo que ya había fracasado. ¿Era reÍd-
camente puede ofrecerlo un escritor porque, por ejem- mente el otoño de 1989 el momento de decir ha llegado
plo, ha escrito «Kindheitsmusten>, introduciendo una la horade intentarlo? ¿No se perdía con ello impruden-
reflexión para el otro, para quienes en la sociedad no temente el crédito que tienen los escritores?
tienen tiempo o no tienen ganas. Debido a esa reflexión
tal vez se considere justo que el escritor tenga algo que HEIN: No sé qué crédito puede perderse.
decir sobre cuestiones de actualidad.
-La reputación de los escritores que consiste, como
-Ahora bien, la experiencia demuestra que los es- dice Grass, en que ustedes ven las cosas algo más claras
critores alemanes no siempre tuvieron mucha suerte en que los demás.
sus intromisiones. Cuando todavía existía laRDA, muy
poco antes de su fin, hubo el llamamiento «Por nuestro HEIN: La verdad es que tanto en Alemania Occi-
país», un último intento por parte de algunos intelec- dental como en Alemania Oriental había puntos de vis-
tuales de la RDA de cambiar algo. ¿Era correcto hacer- ta muy distintos, autores muy diferentes. Había un es-
lo? ¿Les correspondía a ellos hacerlo? pectro muy amplio. Se podía encontrar de todo . Por
HEIN: No sé si les correspondía hacerlo, pero creo eso no sé muy bien a qué tipo de reputaciones se puede
que los que participaron en el llamamiento se limitaron hacer referencia. Por lo demás, entretanto se han esta-
a dar a conocer su programa. A mí me pareció algo blecido evaluaciones completamente distintas que tam-
anacrónico, pero lógicamente tenían todo el derecho a bién han contribuido a transfigurar la vieja RDA. Es-
hacerlo. Por lo que yo sé, hubo dos millones de firmas, toy de acuerdo con Grass: este nuevo muro plantea
de modo que el llamamiento iba avalado por una gran enormes dificultades. El viejo muro no se alzaba entre
parte del pueblo, esto es, por una considerable minoría. ambas partes del pueblo. Fue una obra del gobierno y
En esta ocasión, los ciudadanos pidieron la palabra. el pueblo no la aceptó . El muro que ahora ha nacido,
Entre ellos había también unos cuantos autores. Si fue el gobierno no lo desea, seguramente preferiría que no
un error, yo no lo sé. Yo no firmé el llamamiento «Por existiera, pero actualmente se yergue realmente entre la
nuestro país», estaba en contra, pero no porque no ciudadanía. Desmantelarlo será mucho más difícil y
tuviera ninguna posibilidad de vencer. Quiero estar de durará mucho más tiempo. A ello cabe añadir el defec-
mi parte, no de parte de los vencedores. No me interesa tuoso conocimiento mutuo. La población de la RDA
nada decir algo para que medio año más tarde se de- no tenía la posibilidad de conocer a la Alemania Occi-
muestre que es cierto. Quiero hacer lo que considero dental, pero a ella iban dirigidas todas las miradas, se
correcto aunque el discurrir de la historia demuestre tenía información a través de los medios de comunica-
algo distinto. Después para mí venció una cosa distinta ción disponibles. Las cosas eran algo distintas en la
que luego resulta que no es la mía. Me interesa poco Alemania Occidental. La RDA era asequible pero no
estar en la parte vencedora. despertaba el menor interés. De forma que era mucho
mejor viajar a Italia, y ello tuvo consecuencias devas-
GRASS: Estoy de acuerdo en que el llamamiento tadoras. No cabe duda de que la población germano-
era torpe en la formulación, que todavía estaba escrito oriental tenía una idea equivocada del Occidente y de
en una jerga que uno tuvo que sufrir y contra la que que depositaba su confianza en la Alemania Occidental
luché y de la que me distancié. Yo también me dije: a la que esas muestras de afecto le crispaban un poco
¿Por qué han hecho eso? Percibieron que si ahora no los nervios. En el fondo la actitud germano-occidental
tomaban las cosas en sus manos aunque sólo fuera por se mantuvo inalterable en su desinterés. Era un asunto
breve tiempo, serían deglutidos por los acontecimientos para hablar de él, como decía Grass, cuando se iba de

82
copas. De manera que actualmente no veo que haya la GRASS: Me gustaría saber cómo ve eso un hombre
menor posibilidad de desmantelar este muro en un pla- real de la Stasi, quien a lo largo de muchos años ha creí-
zo corto. Me temo que sea una cuestión que afectará a do que estaba cumpliendo con un deber justo. Sólo
toda una generación. alguien con una experiencia de la RDA cómo Schadlich
podía: forjar un personaje como Tallhover. Se trata de
-¿Hay en su opinión el dolor de la despedida? una muestra de lo que puede hacerse en literatura a par-
tir de una experiencia de pérdida de índole muy distinta.
HEIN: No cabe duda de que ha habido una despe-
dida. La verdad es que se ha despedido un sistema polí- -¿Interesarán a alguien en el futuro los libros con
tico con el que se mantuvieron relaciones más o menos un monólogo interior de un funcionario de la Stasi?
agradables. También hay un sentimiento de separación
de las cosas que uno no aprecia mucho. ¿Pero el dolor HEIN: Si alguien le hubiera dicho a Moliere que
de la despedida? Entre intelectuales no ha hecho mella. después de su muerte nadie volvería a interesarse por
Bienvenida y despedida, despedida y bienvenida me pa- Tartufo probablemente Moliere habría dado vivas
rece más adecuado. Me intriga ésta a modo de segunda muestras de aprobación con la esperanza de que des-
vida que he de vivir en mi corta vida. Uno de mis gran- pués de su muerte las cosas fueran a mejor. Tartufo vive
des errores fue suponer que en el curso del año 1990 y la unificación alemana ha triunfado porque se ha he-
tendríamos muchos muertos. Pensé que muchos se mo- cho bajo su dirección. No cabe duda de que el oficial
rirían o se suicidarían porque se derrumbó una ilusión de la Stasi se extinguirá con la palabra Stasi, pero ¿des-
o una utopía. Como se ha visto, fue un error. Todos aparecerá la persona que encarna al tipo? Sería un ob-
publicaron libros de muchas páginas en los que se justi- jetivo entrañablemente deseable para todos nosotros.
fican. Se ha llegado al final de un modo que no podía
haber imaginado. Pero quiero volver a referirme al lla- GRASS: No cabe duda de que la carrera persiste.
mamiento en cuestión. Téngase en cuenta que había No sé cuántos oficiales de la Stasi ya están actualmente
algo a lo que no me atrevo a llamar resistencia, sería trabajando en el Servicio de Información Federal, no sé
excesivo, pero sí oposición. No era un cien por cien de cómo se sigue trabajando casi sin genuflexiones, tam-
la población de la RDA y ni siquiera un noventa, sino bién en la economía. Se está abriendo un nuevo capí-
tal vez un cinco por ciento. Un porcentaje que este oto- tulo. La historia de laRDA no termina con la extinción
ño de 1989 logró muchas cosas, por eso hubo euforia del Estado. Las estructuras anteriormente vivas poseen
y esperanza. A los dos o tres meses se las arrebataron una capacidad de persistencia y una tenacidad en abso-
de golpe. Aspiraron a una vida dirigida por ellos mismos luta contradicción con nuestro ritmo vital, el ritmo que
y al cabo se impuso el curso normal de las cosas . Aspi- hemos imprimido, por ejemplo, a la unificación alema-
raron a la democracia y lo que obtuvieron fue democra- na juntando las partes con clavos.
cia de partidos que no es lo mismo. Las esperanzas se
vieron frustradas y el desencanto que de ello se des- HEIN: Yo no lo veo así, pienso que la velocidad del
prende tal vez sea la razón de la insatisfacción. Hace proceso de unidad no la impusieron los políticos. Los
poco me invitaron a un congreso cuyo lema era «Exilio programas que entonces elaboraron personas como
en el propio país». La verdad es que el título me pareció Modrow o como Kohl quedaban viejos al día siguiente.
obsceno y desagradable. Nadie, ni siquiera quienes sin- La calle era un factor de aceleración rápida. Pero no
tieron que su destino era catastrófico, vivió una expe- hubo, y en este sentido son pertinentes las reflexiones
riencia de exilio en la ex RDA. No hemos perdido a la de Grass, ningún intento de apaciguamiento y de seña-
Alemania Oriental. Un sistema político se ha extingui- lar unas cuantas cosas que necesariamente iban a pro-
do, eso es todo. El exilio es otra cosa. ducirse. Si me refiero al marco (DM) de la República
Federal y proclamo que pronto llegará, luego tenía que
GRASS: El libro de Erich Loest Durch die Erde ein haber dicho necesariamente algunas palabras clarifica-
Riss, una autobiografía realmente conmovedora, no doras sobre las consecuencias de este hecho: colapso de
sólo describe la pérdida de la fe juvenil en el nacional- las exportaciones, de las empresas, paro . Eso se sabía
socialismo sino también la pérdida de la ideología anti- entonces, se aludió a ello desde distintas partes, espe-
fascista, de la fe por lo tanto que profesan todos los cialmente desde los movimientos cívicos, pero se des-
alemanes que han superado el pasado y se encuentran oyó tras tildarlo de propaganda. A esta gente de los
en el lado correcto. En la obra de Loest eso se ve muy movimientos cívicos que aludieron a ello de pronto em-
claro, esa inconsútil transición de una ideología a otra, pezaron a llamarlos «turbas rojas» . Lamento que por
la reiterada quiebra, la renovada pérdida, y ello otorga esta razón no se llegara a un auténtico entendimiento.
a este libro su valor -una autobiografía que sólo No logramos entendernos, nos hemos convertido en
podía haberse escrito con las experiencias vividas en alemanes occidentales. Me hago cargo que desde el
laRDA. punto de vista del gobierno germano-occidental la cosa
HEIN: Quisiera insistir en ello: esas pérdidas, des- era más sencilla. No era necesario cambiar nada. Eso es
critas con detalle por Loest o también por Franz Füh- aparentemente más fácil que sentar a ambas partes alre-
man, quien tuvo un destino muy parecido, esto es, estar dedor de una mesa y discutir sobre algo así como una
prisionero de una ideología y queriendo reparar el en- unión. De modo que una de las partes se quedó ante la
tuerto, sumirse de lleno en la siguiente, esas pérdidas, puerta como peticionaria, siendo posteriormente absor-
en realidad son pérdidas como las pérdidas del primer bida. De esta forma el proceso de unificación se exten-
amor. Pero la pérdida de la patria, llámese Danzig, es derá a lo largo de dos o tres décadas más.
algo muy distinto. Yo puedo sentirme muy vinculado a
la Marca de Brandeburgo, un lugar que, de hecho, no -¿Participaron los intelectuales en la realización de
he perdido. Determinadas esperanzas terminaron con el la revolución, esto es, cooperaron en la tarea de elimi-
sistema político, pero mis esperanzas iban orientadas a nar el sistema, o por el contrario, al intentar reiterada-
los cambios, en este sentido he perdido algo que no mente relajar la represión, contribuyeron a hacer so-
poseía. portable una situación a la larga inaguantable?

83
Foto Stern Reportage. El muro de Berlin.

HEIN: Habia otra posibilidad que a mi en tender ya no es utilizado de esta guisa? Giinter Kunert, hace
realizaron los intelectuales de Ia RDA , es decir, actuar algun tiempo, dijo que los escritores iban a perder su
para incrementar las cotas de liberalizacion, lo que tam- significacion socio-politica, algo de lo que cabe alegrar-
bien significaba probablemente Ia prolongacion del sis- se porque a partir de ahora podnin por fin dedicarse a
tema. La otra posibilidad formulada en terminos mar- Ia labor de repulir sonetos ...
xianos era: debo reforzar Ia presion para elevarle Ia
conciencia. ;,Tenia que haber fomentado el comunismo
blindado para acabar con el cuanto antes? Nose olvide
que, asombrosamente, el proceso culmino sin verter ni HEIN: En octubre de 1989 era Ia primera vez que
una sola gota de sangre. Me parece que ello tiene que una revista de Ia RDA venia ami casa para entrevistar-
ver con estas etapas de acercamiento. No cabe duda que me. Dije, mire usted, literatura es Proust describiendo
Ia policia politica todavia creia que podia encauzar las como toma el te, ya en adelante me dedicare a esas
cosas a su favor o a favor del Estado. El primero que cosas. Ansio lo mismo que Flaubert cuando decia: a lo
trato de encauzarlas fue Krenz, luego Modrow y por ul- largo de toda mi vida he intentado vivir en una torre de
timo De Maiziere. De haberse pasado inmediatamente marfil, pero sus paredes sufren los embates de un mar
de Honecker a Kohl probablemente habria habido de- de mierda. Me temo que Ia historia aun no ha termina-
rramamiento de sangre. Sin Helsinki no se habria lle- do. Por eso comparto el malestar de Grass ante Ia for-
gado a lo que se llego. Si hubieramos perpetuado el afio mulacion «final de Ia posguerra». Solo deseo que la
1953 no habria habido ningun problema. Las pocas frontera Oder-Neisse siga siendo una frontera. Soy de
personas que salieron a Ia calle no constituyeron ningun Silesia. Puedo comprender a Ia gente que tiene mas o
problema en 1953 y en 1989 tampoco habria represen- menos mi ectad que procede de alii y siente nostalgia del
tado ningun problema. De pronto esta gente adquirio pais natal. Y, sin embargo, espero que esta frontera no
una fuerza y un significado solo explicable por el «re- se modifique, puesto que ello significaria nuevamente
blandecimiento» que se habia producido. AI respecto dolor e infortunio. El tiempo de posguerra en realidad
hay que mencionar evidentemente el nombre de Gorba- termina el primer dia de Ia nueva guerra. D
chov. Pero ello es tam bien Ia consecuencia de una serie
de procesos que excluyen el endurecimiento y tienden a Traduccion de Octavi Pellissa
Ia liberalizacion.

Entrevista realizada en otofio de 1991 por Ulrich


-Senor Hein, al comienzo de Ia conversacion ba Greine y Volker Hage para DIE ZEIT.
hablado usted de alivio. ;.Que ocurre cuando el escritor

84
EL
NACIONALISMO
ECIENTEMENTE participé en una reunión de tual de la izquierda francesa y un distinguido ideólogo

R escritores organizada por el PEN Club de la


bella población eslovena de Bled. Lo que se dis-
cutió allí fueron los procesos que están creando temores
de la derecha norteamericana acusaron a Sajudis de
aspiraciones nacionalistas. Para el francés, Sajudis era
un movimiento clerical, conservador y reaccionario que
hoy en día. Entre los participantes en la discusión había obstaculizaba la política de reforma de Mijail Gorba-
escritores de Checoslovaquia y Hungría, de Francia y chov. Para el norteamericano, era un movimiento
Nigeria, de Croacia y Kosovo. Pero no había ni un solo nacional-revolucionario y progresista que estaba des-
escritor de Serbia. ¿Qué significa eso? Significa que el truyendo un orden mundial estable e impidiendo el
diálogo entre los intelectuales serbios y sus colegas de desarrollo de la política del presidente de los Estados
Croacia, Eslovenia o Kosovo no existe. Las pasiones Unidos. Después de todo, ¿por qué debía exigir el presi-
nacionales han resultado ser más fuertes que la necesi- dente Bush que Gorbachov accediera a las demandas de
dad natural de un intercambio de ideas y que el intento soberanía por parte de Lituania, siendo así que ningún
de construir un frente común por la causa de la demo- presidente norteamericano jamás había hecho exigen-
cracia para toda Yugoslavia. cias tan poco realistas ni a Kruschev ni a Brezhnev?
El futuro de este Estado está tomando la forma de
un gran signo de interrogación. En todas mis conversa- Permítasenos, pues, afirmar que -según nuestra
ciones mantenidas en Yugoslavia escuché repetidamen- opinión- las aspiraciones a reclamar la memoria na-
te que la prolongación de la existencia del Estado yu- cional, a defender la identidad cultural, a tener un Esta-
goslavo no tiene sentido en la actualidad. Tuve ocasión do independiente, no definen al nacionalismo. El na-
de escuchar los largos monólogos de mis amigos serbios cionalismo no es la lucha por los propios derechos
y croatas. No me siento cualificado para juzgar la ra- nacionales, sino el desprecio del derecho de otro a una
zón de ninguno de ellos. Detrás de cada palabra pro- dignidad nacional y humana. El nacionalismo represen-
nunciada se alzaban largos años de historia nacional, ta una visión determinada del mundo en la que las na-
con sus dramas y desastres. De una cosa, sin embargo, ciones están condenadas a una lucha animal por la su-
tengo la certeza: de que los Balcanes están entrando en pervivencia. El nacionalismo es, después de todo, una
una fase de desestabilización, que podría costarles mu- forma degenerada de una necesidad natural de vivir con
cho a todas las naciones de Yugoslavia. El resultado de dignidad nacional y en un Estado nacional indepen-
la intensificación de los conflictos nacionales signifi- diente, dado que el nacionalismo desemboca en la into-
cará una pérdida para todos. Y Europa lo pagará caro. lerancia: permite el rechazo de otra persona por causa
de su alteridad.
Yugoslavia es una miniatura condensada de toda
una serie de problemas característicos de los Estados El nacionalismo es la última palabra del comunismo.
postcomunistas. Uno de los serbios con quien hablé, Un último intento de encontrar una base social para la
asustado por el creciente chovinismo, me recordó la dictadura. Kim Il Sung, Castro, pero también Milo-
frase de un poeta del siglo pasado, Grillparzer, que, sevic, el líder de los comunistas serbios, constituyen
observando las sucesivas fases de la Primavera de las ejemplos bien ilustrativos de ello.
Naciones, habló del camino desde el humanismo, a tra-
vés del nacionalismo, hacia el bovinismo. Suena como
una advertencia a cada uno de nuestros países y a cada Sin embargo, el nacionalismo también es una arti-
nación. culación de la oposición al comunismo. El comunismo
pisotea la dignidad nacional y destruye la tradición na-
En estos países está teniendo lugar una revolución. cional, viola la soberanía nacional. El nacionalismo en-
Sin derramamientos de sangre, pacífica, pero no obs- tonces se convierte en una forma distorsionada de auto-
tante una revolución. Toda revolución tiene sus fases. defensa nacional, y esta distorsión se da tanto más
Después de la fase de lucha por la libertad contra los fácilmente cuanto mayor es la represión. La autode-
antiguos regímenes viene la lucha por el poder dentro fensa -digámoslo otra vez- no es el nacionalismo. El
del campo de los vencedores. Y la lucha por la vengan- nacionalismo se da sólo con la convicción de que mi
za contra los derrotados. En la primera fase, la ideo- nación -suprimida- es superior a alguna otra. Ob-
logía que mantiene unida a la oposición es siempre viamente existen nacionalismos y nacionalismos. Lenin
la consigna «Libertad Contra Dictadura». Cuando se tenía razón cuando distinguía entre el nacionalismo de
lucha por la propia libertad, pÓr la de la nación o el la nación oprimida del nacionalismo de la nación opre-
movimiento propio, se usan las consignas de la libertad sora. El nacionalismo del colonizador siempre es el más
universal, se defiende la tolerancia para aquellos que feo y el que merece mayor condena. En su polémica
piensan de modo distinto, los derechos de las minorías. acerca del nacionalismo de la Gran Rusia, los escritores
Después, surgen las divisiones internas, y junto a ellas ucranianos, lituanos, estonianos y georgianos a menu-
una búsqueda de lenguaje para las diferencias ideoló- do se refieren a la psicología imperialista de los rusos.
gicas. Sin embargo, el problema del nacionalismo ruso tam-
poco es tan sencillo. El nacionalista ruso dirá que nin-
El comunismo aspiraba a ser una concepcwn del guna otra nación resultó tan cruelmente perjudicada
mundo que lo explicase todo. Después del comunismo por el comunismo como la suya: una cultura destruida,
quedó un vacío ideológico; y el fin del comunismo sig- la persecución religiosa, la masacre de las élites intelec-
nificó la apertura de la caja de Pandora. En ese vacío tuales e industriales y de las élites de los pueblos y ciu-
comenzaron a introducirse demonios de épocas remo- dades, junto al hambre, la esclavitud y la desesperación.
tas: ideologías que proclamaban el chovinismo y la El nacionalista ruso construirá una teoría de la nación
xenofobia, el populismo y la intolerancia. rusa como víctima. No se puede hablar -dirá- de
Rusia como responsable del bolchevismo, ya que la teo-
La palabra nacionalismo está viciada por una multi- ría marxista es un invento de Occidente y la revolución
plicidad de asociaciones. Hace relativamente poco, al fue obra de extranjeros: judíos, polacos, letones. El
comentar la crisis en Lituania, un distinguido intelec- comunismo no es culpa nuestra sino nuestra desgracia,

86
responderá el nacionalista ruso. Y no se tratará de una migo. El caso del nacionalismo ruso demuestra que en
respuesta absurda en absoluto. Sencillamente será una la lucha contra este enemigo pueden aparecer los más
respuesta que no contempla la cuestión de la responsa- extraños aliados. En las páginas del periódico Sovre-
bilidad en las propias desgracias y en las de los otros. myenik (Nuestro Contemporáneo), coexisten pacífica-
mente lgor Shafarevich, admirador de la Iglesia orto-
¿Por qué hacen gala tan a menudo los intelectuales doxa rusa y antiguo colaborador de Solzhenitsyn, y
de tan poca profundidad intelectual? Porque los inte- J. Bondariev, admirador de Stalin y antiguo colabora-
lectuales que viven en el seno del sistema comunista dor del KGB.
sufren un complejo acerca de su propia culpa y debi- A menudo se dice que en la Rusia contemporánea
lidad, su aislamiento de su propio pueblo. El naciona- ha resurgido la disputa entre occidentalistas y eslavó-
lismo es una ilusión, un intento de romper este aisla- filos. No creo que esto sea verdad. Veo en ello sobre
miento y encontrar valores históricos y emocionales todo un conflicto entre la democracia, cuyo padre espi-
comunes. Se refiere a lo que es noble, porque es una ritual fue Sajarov, y las «Centurias Negras» anticomu-
deformación de las auténticas necesidades. La preocu- nistas. [Grupos de extrema derecha creados en Rusia en
pación por la cultura nacional, la reivindicación de la torno a 1905; su nombre se asocia al tipo de mentalidad
memoria histórica: todo ello indica una actitud de res- xenófoba y esquemática proclive al empleo de la violen-
ponsabilidad. La identidad y responsabilidad naciona- cia en los conflictos políticos.] El conflicto es en esencia
les otorgan el derecho al orgullo por la propia nación banalmente simple: ¿por qué rechazo el comunismo?
cuando ello es posible, y suponen una obligación de ¿Acaso es porque viola los derechos humanos elemen-
avergonzarse cuando es necesario. Una cosa está inse- tales, los derechos de todas las personas? ¿O acaso es
parablemente unida a la otra. Si -por el hecho de ser porque fue traído de fuera, porque es extranjero, ruso,
alemán- me siento orgulloso de Goethe, Heine y Tho- alemán, judío, masónico, cosmopolita?
mas Mann, aun cuando no fui yo quien escribió sus
libros, también debo sentir vergüenza de Hitler, Himm- ¿En qué consiste la estructura de pensamiento reac-
ler y Goebbels, aun cuando nunca sentí simpatía alguna cionario de las Centurias Negras? Natalia lvanova, una
hacia este grupo. En esto consiste la responsabilidad. brillante crítica literaria del período de la perestroika,
dice que es un producto de la transformación de la ima-
El nacionalismo es habitualmente una técnica para gen del enemigo, de «Enemigo del pueblo» a «Enemigo
evadir la responsabilidad en el pasado. Los extranjeros de la nación». En la lucha contra este enemigo primero
son los culpables, ésta es convicción del nacionalista. se busca a los extranjeros, después a los no nativos y a
las minorías étnicas, y después, al final, a personas ca-
racterizadas según un criterio racista o cultura1 («ju-
El nacionalismo también es una técnica para cons- dío», «cosmopolita»). Una persona con mentalidad de
truir una imagen de la propia nación: los hombres de Centuria Negra quiere a su Rusia o a su Polonia pura,
otras tribus no pertenecen a la nación. En el marco del pero con qué facilidad cae en actitudes incoherentes,
pensamiento nacionalista uno puede señalar el pasado negando a algunos el derecho a ser rusos (por ejemplo,
judío de alguien, perseguir ideas cosmopolitas en la cul- a los judíos), o negando a otros el derecho a no ser
tura, proclamar consignas como «Rusia para los rusos», rusos (por ejemplo, a los ucranianos), dado que cues-
«Polonia para los polacos», «Bulgaria para los búlga- tiona su especificidad e identidad nacionales.
ros». Uno puede exigir también la expulsión de los ex-
tranjeros, como los autores de la pintada en las paredes Cada país postcomunista tiene su «Centuria Negra».
de Leipzig, «Polen raus». Finalmente se pueden organi- Quienquiera que diga que está libre de esa enfermedad
zar progromos, como lo demuestra la sangre de los está infectado de manera especial. La imagen del mun-
húngaros asesinados en Transilvania. do propia de las Centurias Negras es sencilla, tan senci-
lla como la propuesta por un comunista primitivo. Por
ÁS allá de estas emociones existe el dilema de esta razón echa raíces tan fácilmente en las mentes de

M qué camino tomar. ¿Qué pasará después?


¿Adónde vamos ahora? Algunos dicen: «Es-
tamos volviendo a Europa». Mientras que otros dicen:
las personas que presencien el derrumbamiento de los
dogmas comunistas, contemplados durante décadas
como inviolables y eternos.
«Estamos volviendo a nuestras raíces». Estos no son La situación polaca es especial. Polonia es un país
necesariamente postulados contradictorios, aunque co- de una sola nación comprendido en fronteras diseñadas
mienzan a serlo a medida que se perfilan por medio de por Stalin: un país cuya euforia posterior a la derrota
la confrontación. Es una disputa clásica en el seno de del comunismo se ve nublada por la profunda crisis de
sociedades atrasadas y que mantienen un sentimiento su estructura económica. En Polonia se puede observar
de degradación resultante de su atraso: seguir los pasos con la mayor claridad en qué consiste la mentalidad de
de la Europa liberal y rica, o buscar su propio camino, «Centuria Negra» -no se trata, después de todo, de
auténtico, aunque antieuropeo. El nacionalismo se con- unas luchas contra minorías étnicas, que no amenazan
vierte en el equipamiento ideológico de la opción anti- a nadie con nada-. Se trata de la propia configuración
europea. de Polonia, la nación y su cultura, el Estado y sus
principios básicos. No se trata de una disputa entre la
El nacionalismo ruso puede asumir la forma de la derecha y la izquierda, ni tampoco entre la democracia
expansión imperial, aunque también puede tomar la cristiana y la socialdemocracia. Ninguna de estas desig-
forma de un aislacionismo que esté de acuerdo en dejar naciones tienen demasiado sentido hoy en día. Se trata
a Lituania en manos de los lituanos a condición de que de un conflicto entre dos ideas de nación y Estado: en-
todos los no nativos dejen a Rusia en manos de los tre la idea de una sociedad civil y una nación abierta,
rusos. El nacionalismo ruso quiere su Rusia pura -sin por una parte y, por otra; la idea del «Estado Católico
judíos ni armenios, pero también sin cosmopolitas ni de la Nación Polaca» y de intolerancia hacia aquellos
francmasones-. El nacionalismo no sabe exactamente que son distintos. La primera emplea el lenguaje del
qué es la masonería, pero sabe que tiene algo que ver debate democrático; la segunda, el lenguaje de la acusa-
con Europa y los judíos. Aquí es donde ve al peor ene- ción y el odio. Para la primera, la nación es una comu-

87
Foto de Lyalya Kuznetsova, Kursk (Urales).

nidad de cultura; para la segunda, una comunidad de Soy un intelectual comprometido en politica. Ob-
sangre. servo procesos que estan teniendo Iugar hoy en dia des-
de una perspectiva particular: con alegria y esperanza,
No me siento cualificado para evaluar la forma que pero tambien con tristeza y ansiedad. Cuantas veces
estan tomando estos procesos en la antigua RDA. Me pensamos en esta gran celebraci6n del fin del comunis-
gustaria, sin embargo, plantear varias preguntas a mis mo. Y he aqui que, ante nuestros propios ojos, justo en
amigos alemanes. i,No les asusta el hecho de que los aquellos terrenos mas preciados, los fantasmas estan
alemanes de la RDA se hayan liberado demasiado facil- saliendo de sus escondrijos. Todavia creemos que son
mente de sentirse responsables del pasado? i,Puede atri- marginales, reminiscencias de tiempos remotos. Y que
buirse la expresi6n de actitudes xen6fobas tan solo a los tiempos que se avecinan se desarrollaran bajo la
la manipulaci6n de la propaganda comunista oficial? bandera de la democracia. i,Estamos en lo cierto?D
i,Acaso no suscita nuevos interrogantes acerca del tema
que ahora nos interesa la abrumadora victoria del CDU, Traducci6n de Antoni Torregrossa.
un partido que fue un fiel aliado del SED durante tan-
tos afios? i,No se convertiran los alemanes de la RDA,
quienes nunca experimentaron una educaci6n desnazi- Adam Michnik, destacado ex disidente, es actual-
ficadora y no tuvieron que enfrentarse a la responsabi- mente miembro del Parlamento polaco y director
lidad por el nazismo, en una factoria que revolucione del diario Gazeta Wyborcza.
el orden mental estable del pueblo de la Bundesrepublik?

88
NACIONALISMO
,
Y POLITICA
EN LA EUROPA
DEL ESTE
N la Europa del Este el nacionalismo ha pasado cionalista. El principio nacionalista, que proclamaba

E
Etapa 1
desde 1815 por cinco etapas: que el fundamento legítimo del estado era la nación,
aglutinaba cada vez más a unos defensores comprome-
tidos y apasionados. En la Europa oriental, los magia-
res triunfaron de alguna manera, mientras que los pola-
En el Congreso de Viena de 1815 la totalidad de la cos no; varias etnias balcánicas se beneficiaron de la
Europa del Este fue dividida entre tres imperios. Los debilidad del Imperio Otomano y adquirieron diversos
pequeños estados anteriores, supervivientes de la frag- grados de independencia. En la Europa central, italia-
mentación medieval, fueron absorbidos en las tres nos y alemanes lograron la unificación.
grandes unidades. La vida de los diseñadores de mapas
¿Por qué este cambio de disposición? ¿Por qué algo
políticos se vio enormemente simplificada: sólo necesi-
que parecía aceptable e incluso natural en 1815 perdió
tarían tres colores para llevar a cabo su cometido.
su legitimidad en el curso del siglo? Desde dentro de la
Los tres imperios mostraron una gran indiferencia visión nacionalista la respuesta es simple: las naciones
al hecho nacional. Cada uno de ellos se basaba en una no habían muerto, solamente habían estado dormidas.
dinastía y en la identificación con una religión: el isla- Existe una deuda de gratitud a los leales Despertadores,
mismo sunita, el catolicismo contrarreformista y el cris- intelectuales ávidos de reavivar las antiguas glorias po-
tianismo ortodoxo respectivamente. Fe y dinastía se líticas y culturales, o en su cas.o codificar las lenguas y
consideraban como los fundamentos naturales y apro- culturas de las naciones «ahistóricas» que no habían
piados del orden político. Cada uno de los tres imperios gozado anteriormente de un estado o de una literatura.
se hallaba muy diversificado étnicamente, pero prácti- Estas últimas podían estar desprovistas de pasadas glo-
camente ninguno encontró en ello un obstáculo para la rias, pero los Despertadores estaban determinados a in-
viabilidad política. Muchos de los grupos protoétnicos ventarlas o procurarse unas nuevas. Los despertadores
cultural y lingüísticamente distintos, apenas poseían trabajaron duramente, y las Bellas Durmientes de las
una conciencia de grupo étnico. Por ejemplo, en Sara- naciones respondieron al fin con pasión a su beso. Bien
jevo, si se denominaba a alguien como «turco», no que- despiertas al fin, reclamaron sus legítimos derechos .
ría decir que hablase o conociese siquiera una lengua A la luz de la observación de Hegel de que las naciones
turca o que sus antepasados procediesen de Asia central sólo entran en la historia cuando adquieren su propio
vía Anatolia; simplemente significaba que era musul- estado, insistieron en asegurarse su lugar en la escena
mán, y era perfectamente compatible con ser de habla histórica. Si se les denegaba -y por supuesto los anti-
eslava y de ascendencia autóctona. En cambio en la guos detentadores del poder no abdicaban por simple
actualidad, lo que es en realidad un grupo étnico, defi- solicitud- se lanzarían en muchos casos a las armas.
nido por un fondo cultural eslavo-musulmán (pero ya
no asociado con la adhesión a un credo), se autodeno- Los que no simpatizan con la nueva política nacio-
mina musulmán y ha logrado el reconocimiento de di- nalista aceptan a menudo su propia imagen e invierten
cha expresion como categoría aceptable a efectos ofi- la valoración sin cambiar el cuadro. La teoría más am-
ciales tales como el censo. Del mismo modo que un pliamente sostenida del nacionalismo es, sospecho, la
caballero no era un hombre que supiese griego y latín, que cree que éste no es solamente el despertar de las
sino alguien que hubiese olvidado esas lenguas, un culturas sino el resurgimiento de los instintos atávicos
«musulmán» ya no es un hombre que crea que no hay de Bluf l,lnd Boden en el pecho del hombre. Siempre
más Dios que Dios y que Mahoma es su profeta, sino latentes pero constreñidos por la fe religiosa u otros
alguien que haya olvidado esa fe. La ironía es que en factores, la liberación de sus trabas hace resurgir a los
los tiempos en que la religión importaba socialmente de monstruos. Los ideales de razón y fraternidad de la
verdad, se utilizaba un término étnico para definir a Ilustración, o los simples vínculos instrumentales, su-
una comunidad de creyentes; y en nuestros días, cuan- perficiales, de una Gese//schaft del mercado eran dema-
do es la etnia lo que importa, se utiliza un término reli- siado abstractos, demasiado exangües, demasiado cere-
gioso para definir a una comunidad étnica. brales para competir con los libidinosos y turbulentos
Dioses Oscuros. Gran parte de la literatura romántica
Muchos de los grupos se basaban más en la estruc- decimonónica infundió aliento a semejante visión del
tura social que en el territorio: estaban asociados a hombre y en cierta manera le endosó sus implicaciones
una determinada función social y económica más que políticas. Y luego recibe su confirmación del darwinis-
a una porción de tierra. Los grupos culturales vincu- mo, que al fin y al cabo profesa que el hombre es una
lados a la tierra lo estaban, más que en bloques netos bestia. De esto parecería seguirse que no se puede espe-
y compactos, mediante una disposición a retazos increí- rar de él unas pautas de conducta política demasiado
blemente compleja. Lo importante es que cuando los altas, y sobre todo demasiado racionales. La política
dueños de Europa se reunieron en Viena en 1815 y se realista debe adaptarse a su clientela y, si la sociedad
repartieron las propiedades políticas sin tener en ab- es realmente una manada, lo mejor sería ajustar tanto
soluto en cuenta las etnias, eso se juzgó como perfec- su estructura de autoridad como su simbolismo a ese
tamente normal. No barrió Europa ninguna ola de hecho.
protesta. El sagrado derecho de los ruritanos a la auto-
determinación, a su propio hogar cultural y techo polí- Otros críticos del nacionalismo (por ejemplo, Elie
tico fue ignorado sin suscitar mucha o ninguna indigna- Kedourie) han adoptado puntos de vista diferentes: el
ción ni de los ruritanos ni de nadie más. La mayoría de nacionalismo fue infundido por la ideología europea,
los .ruritanos ni siquiera repararon en ello y apenas si pervirtiendo unos sistemas políticos perfectamente sa-
eran conscientes de ser ruritanos. nos hasta ese momento. Los marxistas adoptaron una
explicación también diferente: ei nacionalismo era una
Etapa 2 distracción taimada, y a veces consciente, de las pobla-
ciones del auténtico conflicto subyacente entre las cla-
Pronto había de cambiar todo esto. El siglo XIX se ses, una ofuscación perpetrada en favor de las clases
convirtió rápidamente en un siglo de irredentismo na dominantes que tenian mucho que temer de la conden-

90
cia de clase y mucho que ganar de la exacerbación de y no el atavismo ni la astucia u otras ideologías de los
una conciencia nacional espúrea. dominantes, es el secreto de la nueva fuerza del nacio-
nalismo. La Cultura Alta cuenta, cuenta desesperada-
Ninguna de estas teorías me parece remotamente mente, para todo el mundo. La auténtica ciudadanía ya
aceptable. El hombre de los siglos XIX y xx no es más no depende del acceso a los ritos de la ciudad o sus sub-
susceptible de la Llamada de la Sangre que sus prede- unidades, sino de la competencia de una Cultura Alta
cesores: mejor alimentado, más acomodado, más se- (es decir, codificada, letrada, transmitida por la educa-
dentario y pacífico en su vida cotidiana (que pasa en Ción) definitoria de la etnia, y en la aceptabilidad por
una oficina o a los controles de una máquina y no en esa cultura, en términos del estereotipo que posee, e im-
lucha con la naturaleza), puede ser incluso un poco me- pone, en relación a cómo debe ser un miembro.
nos propenso al atavismo que su menos educado, me-
nos urbanizado, menos domesticado abuelo. En cuanto
a la ideología, dudo mucho que tenga por sí misma tan- Etapa 3
to poder de transformar el ambiente político y moral.
Hacia 1918, el nacionalismo se hallaba triunfante.
Y es muy difícil de explicar la persistente y repetida vic-
Los tres imperios religiosos que habían configurado la
toria de la conciencia nacional sobre la de clase simple-
Europa oriental en 1815 se estaban pulverizando. Uno
mente como resultado de una asombrosa astucia de los
de ellos, el zarista, se sumió abiertamente poco después
dominantes, los cuales no exhiben por otra parte un
control tan admirable del material humano que dirigen. bajo una nueva dirección política e ideológica; pero
dejemos de lado, por el momento, esa atípica línea de
¿Entonces qué? La atracción del principio naciona- desarrollo. En el territorio de los otros dos antiguos im-
lista -una cultura un estado- me parece un ineludible perios el nacionalismo se hallaba victorioso, pero su
corolario del nuevo orden socioeconómico aportado victoria tenía algo de pírrica. Las nuevas unidades invo-
por la industrialización e incluso por la sombra que la caban la nación como su principio legitimador, pero
industrialización proyecta por delante de sí. La socie- estaban tan acosadas por la diversidad, y por lo tanto
dad agraria tiene una estructura intrincada y estable, y por la conflictividad, étnica como sus predecesores im-
la cultura -modos de habla, indumentaria, consumo, periales. La complejidad del mapa étnico lo confirma-
ritual y demás- no es en absoluto un principio político ba. En cierto modo, el predicamento de los estados su-
que convenga a la misma. Sus unidades políticas carac- cesores era peor: eran más pequeños y por lo tanto más
terísticas son o las comunidades locales, que raramente débiles, y sus minorías incluían a muchos miembros de
agotan la cultura que usan (generalmente la comparten los anteriores grupos culturales dominantes, la gente
con otras comunidades similares), o bien imperios que que hablaba la lengua, y más o menos participaba de la
van mucho más allá de los límites de una cultura. Las cultura, del antiguo centro imperial. A éstos no les gus-
primeras no tienen la inclinación ni los medios de ex- taba lá idea de su nueva degradación y podían contar
pandirse hasta el límite de su cultura; los segundos no con el apoyo de sus hermanos lingüísticos o culturales
tienen motivos para permanecer dentro de los suyos (se más allá de las fronteras .
hallan interesados en el rendimiento y la obediencia de
sus sujetos, no en su folklore). La combinación de debilidad, fragmentación y ten-
sión étnica probó su inoperancia. Cayeron como bolos
Todo eso cambia con la modernidad y la industria- ante Hitler. Algunos resistieron, otros resistieron some-
lización. Una estructura social estable e intrincada es ramente y otros no resistieron en absoluto. Hubo rela-
reemplazada por una sociedad de masas móvil y anóni- tivamente poca diferencia en la velocidad de su subyu-
ma. En ella el trabajo deja de ser físico y se convierte gación.
en semántico: «trabajo» es la manipulación de perso-
nas o de mensajes, no de cosas.
Etapa 4
El trabajo presupone ahora la capacidad de comu-
nicarse en el contexto de unas maneras libres con des-
A lo largo de los años cuarenta, la complejidad étni-
conocidos anónimos. Por lo tanto, presupone una edu-
ca de la Europa oriental se simplificó considerablemente
cación formal que sólo la alfabetización y demás
en muchos sitios, primero por Hitler y luego por Stalin.
aptitudes exigidas pueden conferir. La vida, al igual
El método de la asimilación pacífica había hecho algo
que el trabajo, se convierte en una larga serie de en-
en el pasado por una mayor homogeneización étnica,
cuentros con unas omnipresentes burocracias económi-
pero ahora se veía suplementado por métodos más bru-
cas y políticas. La participación, la plena ciudadanía, el
tales, un genocidio notable y el trasplante forzoso de
empleo, la dignidad, todo depende de la posesión de la
poblaciones. Había habido algunas experiencias ante-
pericia en la Cultura Alta que es también el lenguaje
riores en este sentido, destacando el genocidio de los
elegido por la unidad política en la que se vive. Para
armenios y el intercambio de población greco-turca tras
lograr esa plena ciudadanía, o se asimila a la Cultura
la guerra a comienzos de los veinte, pero los cuarenta
Alta dominante o se cambia los límites políticos para
fueron el período por excelencia del asesinato y exilio
que la cultura propia se convierta en ht definitoria de la
étnico masivo. En consecuencia, ciertas sociedades an-
nueva unidad emergente.
teriormente plurales se hicieron incomparablemente
Los europeos de los siglos XIX y xx han adoptado más homogéneas: así Polonia, las tierras checas y Bie-
cada una de esas estrategias, a veces sucesivamente. lorrusia. Otras no se «beneficiaron» tanto de los críme-
Nótese que la sociedad industrial es la primera en que nes de Hitler y Stalin, y las tensiones étnicas siguieron
una cultura formalizada, codificada, transmitida por la enconándose.
educación y en un contexto libre deja de ser el privilegio
y la realizaCión de una minoría de escribas y se convier-
Etapa 5
te en el estilo permanente de toda una sociedad. Las
unidades políticas dejan de ser los Protectores de una La quinta etapa no es, por lo que a la Europa orien-
Fe y pasan a ser los Protectores de una Cultura. Eso, tal concierne, un hecho histórico. Está más en la natu-

91
raleza de una esperanza, del cumplimiento de unos de- no se sigue en modo alguno -de las premisas sobre las
seos, aunque existan unas bases para creer al menos en que se ha construido el modelo. En 1815 tres imperios
su posibilidad tanto sobre el terreno como en las consi- se dividieron entre sí la Europa oriental. Dos de ellos
deraciones teoréticas. La quinta etapa, si se produce, o (o mejor dicho los territorios que ellos ocuparon y las
si en algunos lugares está comenzando a aparecer, tiene poblaciones que ellos gobernaron) siguieron la trayec-
una serie de características benignas. Está marcada por toria especificada en mi argumento. Pero el tercero no
la mayor y mejor difundida afluencia de la última in- lo hizo.
dustrialización. Ello significa que la hostilidad entre
grupos culturalmente distintos no está exacerbada tan- La Rusia zarista quebró y se desintegró de hecho.
to por los celos y por la humillación de una pobreza En el mundo moderno, su argamasa ideológica no se
visible y conscientemente asociada al estatus étnico y reveló más consistente que la de sus rivales otomano y
tratada como «atraso». La industrialización más avan- de los Habsburgo. En las iglesias rusas, la cruz orto-
zada también modifica más efectivamente la estructura doxa se sobrepone a una media luna que hay en la base
ocupacional y estandariza las culturas de modo que sus de la éruz, simbolismo que se ha explicado como señal
diferencias mutuas se hacen, al menos en cierta medida, del triunfo de la cristiandad ortodoxa sobre el Islam.
meramente fonéticas más que semánticas: hacen cosas Pero cuando muchas de las iglesias sucumbieron ante
similares y tienen conceptos similares, aun cuando usen los bolcheviques, la cruz se trasladó abajo, con la me-
palabras diferentes. La tesis de la estandarización de las dia luna.
culturas industriales dista mucho de estar completa-
La Rusia zarista fue reemplazada por una nueva
mente establecida y es cuestionable en muchos aspectos
ideocracia secular con una vibrante fe impuesta impla-
(considérese los países industriales del extremo oriente);
cablemente. Y aunque «todas las Rusias» habían segui-
pero si la referimos a sociedades que en cierta medida
do las etapas uno y dos, la tercera se vio abortada: el
comparten backgrounds similares y que han sido veci-
Cáucaso fue reconquistado por el Ejército Rojo a prin-
nas durante mucho tiempo, algo de eso hay. La conver-
cipios de los años veinte, el Asia central pacificada y las
gencia económica y cultural disminuye las hostilidades guerrillas Basmachis destruidas hacia los treinta, el Bál-
étnicas: el hombre de la última industrialización, como tico retomado en 1940 y 1944-45, y gran parte de la
su inmediato predecesor, el de la primera industrializa-
Europa oriental, bastante más allá de la línea que llega-
ción, todavía halla su identidad en la cultura libresca
ron a controlar los zares, sometida a un efectivo domi-
más que en ninguna otra cosa, pero su cultura libresca
nio indirecto.
ya no difiere mucho de la de su vecino étnico. Por enci-
ma de todo, cualesquiera que sean las diferencias cultu- La nueva ideocracia secular fue lo bastante fuerte
rales aún existentes, ya no reciben tanto refuerzo del como para suprimir el nacionalismo irredentista, en la
hecho de que los hombres del otro lado de la frontera medida en que mantuvo la fe en sí misma y la determi-
puedan estar en unos puntos bastante diferentes del nación de utili:lar todos los medios para conservar el
proceso de iniciación a la civilización industrial. (Ese control. A partir de 1985, la perestroika nació de la pér-
rasgo también se da en las relaciones entre una cultu- dida de fe en los métodos económicos del comunismo.
ra anfitriona avanzada y los Gastarbeiter, y por supues- Y la renuncia al uso de la fuerza fue en parte un ingre-
to agrava o causa la tensión entre anfitriones y emi- diente de la receta para la esperada revitalización eco-
grantes.) nómica y en parte el precio del mantenimiento de la
buena voluntad occidental, que se manifestaba esencial
para el nuevo experimento. Así sobrevino el fin de una
Estas condiciones relativamente benignas son al me- decidida represión. La coerción se utiliza todavía en
nos aproximadas en parte de la Europa occidental, per- ocasiones, pero solamente a regañadientes, ante la pro-
mitiendo excepciones como el Ulster o el País Vasco. vocación y con restricciones políticas. Bajo estas nue-
No es fácil actualmente imaginar una guerra entre países vas reglas del juego, ¿qué sucede con la situación étnica?
europeos occidentales a cuenta de una cuestión de terri-
torio. Son concebibles, y parecen estar acercándose, Se puede formular la pregunta, pero no puede ser
unas condiciones que se podrían describir como federa- contestada todavía. Por ahora la evidencia muestra ban-
lización y cantonalización. En la medida en que cada dazos hacia cada una de las etapas que esta parte de la
una de las principales culturas se asientan en su base de Europa oriental, bajo el comunismo, se ha perdido:
origen, garantizando su perpetuación, dejan de insistir la etapa del irredentismo étnico, la de la violencia ase-
en la independencia total o en la convergencia de las sina, y la de afanarse por esa solución final y más pací-
fronteras étnicas y políticas. Este es, en cualquier caso, fica, la Casa Común federal-cantonal que evita la bru-
el punto de llegada deseable de un proceso que, con la talidad y el homicidio de la penúltima etapa.
industrialización, ha transformado las relaciones entre
cultura y forma de gobierno. Tras la tormenta, una La historia no se repite del todo. Marx había dicho
relativa calma. que se repite en tanto en cuanto lo que fue una tragedia
la primera vez se vuelve farsa la segunda. No debemos
confiar demasiado en este aforismo. No hay ninguna
garantía de que todo lo que fue tragedia la primera vez
so es todo en cuan-
UNA NUEVA E to a un modelo re-
lativamente abstrac-
to de la evolución de las
no vuelva a ser una auténtica tragedia la segunda.
Pero las circunstancias no son del todo idénticas.
En primer lugar existe por parte de la gente razonable
IDEOCRACIA relaciones étnico-políticas y de buena voluntad el deseo de evitar la repetición del
entre 1815 y la actualidad. genocidio y los trasplantes forzosos. Toda aplicación a
SECULAR En este punto debe intro- ultranza del principio nacional, que requeriría una con-
ducirse una cuestión obje- vergencia de las fronteras étnicas y políticas, implicaría
tiva de la mayor importancia, notablemente ignorada inevitablemente semejante barbarie: los contornos étni-
hasta aquí en la argumentación principalmente porque cos de muchas partes de la Unión Soviética son tan

92
complejos como para poder asegurar que no existe una su pensamiento político íntimo, temas sobre los que no
manera razonablemente suave de llevar a cabo dicho creo tener una idea formada, sino simplemente en los
principio. Su aplicación debe ir acompañada y modi- rasgos externos y visibles de una estrategia.) Pero la
ficada por muchos compromisos. sensibilidad a este punto de vista se reforzaba por la
certeza del hecho de que la única fuerza oponente capaz
La reafirmación política de la identidad étnica se de igualar a la única (¡ay!) institución disponible se
está produciendo asimismo en unas circunstancias nue- nutría de los movimientos étnicos, que podían movili-
vas, de hecho completamente originales, y sin prece- zarse, y se movilizaban, rápida y efectivamente. La dis-
dentes históricos. La sociedad civil había sido triturada posición de Yeltsin a utilizar esta fuerza de reacción me
y atomizada por el centralismo bolchevique, por la fu- asustaba. Mi temor aumentaba ciertamente con el re-
sión de toda la jerarquía y la organización social -polí- cuerdo de las secuelas de la análoga desintegración del
tica, económica, ideológica- en una sola nomenkla- imperio de los Habsburgo, que condujo a un sistema
tura, una pirámide única. Es cierto que, en el doloroso político tan endeble que sucumbió ante Hitler y Stalin
reavivamiento de la sociedad civil, se hizo rápidamente sin apenas señales de resistencia. Yeltsin estaba eviden-
obvio que las asociaciones étnicas se pueden reavivar temente haciendo lo que Lenin había hecho, abando-
mucho más pronta y efectivamente que cualesquiera nando todos los territorios con la esperanza de asegu-
otras. Los nuevos partidos políticos tienden a ser clubs rarse o unos aliados o neutrales al tiempo que fortificaba
de intelectuales relativamente pequeños, en tanto que su posición en el centro. Lenin tenía un partido discipli-
son los «frentes nacionales» lo que rápidamente ad- nado y un compromiso ideológico, mientras que Yeltsin
quiere un arraigo real y persistente. no goza de ninguna de esas ventajas, lo cual le hace en
Eso puede llevarnos a pensar que esta vez el nacio- consecuencia más dependiente de las fuerzas étnicas
nalismo será aún más fuerte que la última. Anterior- desatadas. Lenin podía eventualmente volver a la tan
mente, los movimientos nacionalistas tuvieron rivales invocada NEP, pero la gente que invoca eso ahora no
no nacionalistas, a menudo bastante formidables. El parece darse cuenta de que el auténtico equivalente ac-
nacionalismo no era el camuflaje de los intereses de cla- tual de la NEP sería alguna manera de retorno a los
se desviados, como el marxismo aducía, pero con todo viejos métodos económicos comandados por la admi-
no barrió por completo todo lo que había antes. Los nistración sobre la base (la genuina analogía con la
principios de asociación rivales también eran operati- NEP) de que un método en el que ya no se cree, pero
vos. Pero al mismo tiempo no puede haber ninguna que se sabe que funciona más o menos y cuyo funciona-
duda de que aquí existe una auténtica ansia de sociedad miento conoce la gente, es mejor que uno en el que se
civil, de pluralismo, de ausencia de monopolio político, cree pero no se tiene la menor idea de cómo llevar a la
ideológico y económico, y sobre todo de ausencia de la práctica. Los perestroichiki tienen aproximadamente la
catastrófica fusión de las tres formas de centralismo. misma idea de cómo operar un mercado que los bolche-
viques tenían de cómo construir el socialismo. Pero el
Ese es el nuevo fondo contra el que se baten las rei- desmantelamiento de las viejas estructuras ha privado
vindicaciones políticas étnicas y de otra índole. Pode- también a Yeltsin de la opción de un uso temporal a
mos especificar los factores que entran en juego, no po- escala nacional de las viejas instituciones.
demos predecir el resultado.
Moscú, septiembre de 1990.
Por todas estas razones, yo tenía dudas acerca de la
L texto precedente estrategia de Yeltsin, sin querer en ningún momento ser
1 POST SCRIPTU
. M. 1
E rue '?~canogmfia-
do rap1damente en
el transcurso de una tarde
dogmático al respecto. No obstante, los acontecimientos
parecen haber confirmado la corrección de las intuicio-
nes políticas de Yeltsin. La política de apaciguamiento
de Gorbachov no parece haber comprado la benevolen-
en una máquina de escribir prestada y espantosa, en el
alto y fuertemente custodiado (¿departamentos científi- cia del Bunker. (Puede, sin embargo, haber contribuido
cos?) edificio de la Academia de Ciencias en la Lenins- a su pasividad, duda y abstención del uso de la fuerza.)
ky Prospekt de Moscú, respondiendo a una apremiante Cuando se produjo la reacción en forma del golpe
petición local de un comentario sobre la situación étni- abortado, era un hecho que Yeltsin había edificado una
ca soviética. Lo que sigue son algunos pensamientos fuerza de oposición poderosa que utilizaba sin remilgos
posteriores, de un año después, en Cambridge. cualquier material a mano, lo cual fue decisivo para
hacer frente al golpe. Eso se ha de reconocer. D
Raymond Aron solía decir que en Francia sólo ha-
bía dos auténticas instituciones: el estado y el Partido Cambridge, septiembre de 1991.
Comunista. En la URSS, al ser estos dos idénticos; sólo Traducción de Josep Maria Domingo
había una institución. Así, eri ausencia de alternativas,
la estrategia de Gorbachov de tratar de utilizar la única
institución disponible no me pareció completamente
absurda. Se puede argumentar en su contra que no se
puede utilizar una institución para que se destruya a sí
misma. Y a su favor que si sólo se dispone de una herra-
mienta hay que utilizarla.
Fue mi sensibilidad a este argumento (sin una plena
convicción y sin gustarme la situación que le había su- Ernest Gellner es historiador y antropólogo britá-
ministrado su premisa) lo que me separó, como a mu- nico, profesor de la Universidad de Cambridge.
chos otros occidentales amigos de la perestroika, de los Entre sus obras traducidas se cuentan Cultura,
intelectuales moscovitas que habían llegado a abominar identidad y política (1988), Naciones y naciona-
a Gorbachov. (La diferencia no se basaba en asevera- lismos (1988) y Patrones y clientes (1985).
ciones sobre su personalidad o en conjeturas acerca de

93
LA REVANCHA DEL PA~ADO:
~OCIALI~MO YCONFLICTO
'
ETNICO EN TRAN~CAUCA~IA
principios del siglo XX, en una época en la meridionales de Transcaucasia tomaron otros de-

A que los socialdemócratas andaban muy preo-


cupados por la naciente «cuestión nacional»,
los marxistas rusos intentaban simultáneamente ganar
rroteros. Dos procesos contradictorios se impusieron
sobre todos los demás: 1) una modernización forzada
que iba transformando sociedades agrarias en socieda-
aliados entre las nacionalidades no rusas y combatir des urbanas e industriales; y 2) la consolidación étnica
el proyecto de los nacionalistas de erosionar el Estado y la creciente cohesión de las principales nacionalidades.
unitario. 1 Los teóricos bolcheviques, plenamente con- La intensificación de la identidad nacional dentro de las
vencidos de que «las diferencias nacionales y los anta- repúblicas se combinó de forma peligrosa con una cre-
gonismos entre los pueblos están desapareciendo gra- ciente preocupación por los efectos de la moderniza-
dualmente día a día», y de que «la supremacía del ción, movilidad y acomodación a las normas soviéticas.
proletariado hará que desaparezcan aún más deprisa», Mientras que otras repúblicas soviéticas podrían que-
se oponían a soluciones políticas que pudiesen desviar jarse de una rusificación demográfica y lingüística o de
el curso de la historia y promover la identidad étnica. una ingerencia excesiva por parte del Kremlin, Trans-
Lenin, Stalin, el bolchevique armenio Stepan Shahu- caucasia ha disfrutado de un grado inusual de autono-
mian y otros se mostraban inexorables tanto en su opo- mía cultural y política que ha beneficiado y perjudicado
sición al federalismo y al principio austro-marxista de de manera desigual a los pueblos de cada una de sus
la «autonomía cultural y nacional extraterritorial» (cada repúblicas. En vísperas de la perestroika, Transcaucasia
nacionalidad debía estar representada en el parlamento estaba gobernada por mafias étnicas poderosas que fo-
sin importar el lugar de residencia de sus miembros) mentaban los nacionalismos locales y el desarrollo de
como al principio nacionalista moderado de la «auto- «economías paralelas». Las minorías étnicas de Arme-
nomía cultural y nacional territorial» (la etnicidad como nia, Azerbaiyán y Georgia -entre las cuales, los arme-
determinante de unidades políticas territoriales autóno- nios de Bakú y la región autónoma de Nagorni Karapaj;
mas). Los partidarios de Lenin preferían la «autonomía los georgianos (inguilos), judíos, talysh, tats y udinos
regional;> en la que las unidades políticas no tendrían en Azerbaiyán; los abjazios, adzarios, armenios, grie-
denominaciones étnicas. La «solución proletaria» de la gos, judíos y osetios en Georgia; y los azerbaiyanos y
cuestión de las nacionalidades consistía en preservar el kurdos en la república armenia (por no mencionar a los
Estado unitario al mismo tiempo que se permitía un rusos de las tres repúblicas)- han padecido una margi-
autogobierno local. Había que garantizar una completa nación y una discriminación progresivas por parte de
libertad cultural y lingüística dentro del Estado socia- las nacionalidades dominantes, llamadas «titulares»,
lista. Si bien para Lenin la autodeterminación nacional que gobiernan cada una de las repúblicas. 3 El descon-
significaba que una nacionalidad podía elegir ser total- tento de los pueblos de Transcaucasia tanto con el so-
mente independiente, aquellas nacionalidades que per- cialismo soviético tal y como lo conocían como con sus
manecieran dentro del Estado socialista no tendrían de- propios gobiernos locales, estalló en el invierno de 1988
recho ni a un territorio político autónomo ni a una y originó los primeros brotes masivos de nacionalismo
relación federativa con el centro. popular en la URSS después de casi setenta años de
silencio.
El pensamiento bolchevique prerrevolucionario en
torno a la cuestión nacional no sobrevivió intacto a la Lo paradójico de los efectos de una política d·e na-
revolución. El nuevo Estado soviético era federativo, al cionalidades aparentemente marxista sobre los pueblos
menos teórica y nominalmente, a la vez que integrado transcaucáseos se fue haciendo más y más evidente en
por unidades políticas de base étnica. Además, la previ- cada una de las décadas del mandato soviético. Una
sión de que una medida de este tipo llevaría a la consoli- dirección en gran medida rusa en Moscú con una ideo-
dación de lo étnico en vez de a su desaparición, resultó logía ostensiblemente internacionalista había supervi-
ser cierta para las nacionalidades más grandes. En vez sado la renacionalización demográfica y cultural de las
de en un «crisol», la Unión Soviética se convirtió en repúblicas meridionales. Cien años antes, Ereván, la
incubadora de nuevas naciones. En Transcaucasia, el capital de la Armenia soviética, tenía mayoría rimsul-
movimiento considerablemente libre de pueblos duran- mana; Tiblisi (Georgia) y Bakú (Azerbaiyán) eran ciu-
te la época zarista y que había llevado a poblaciones dades en gran medida rusas y armenias en los primeros
cosmopolitas en las ciudades más importantes se vio años del gobierno soviético. Cuando la Unión Soviética
invertido y los ciudadanos de las diferentes naciona- entró en su séptima década, estas ciudades se habían
lidades acabaron replegándose sobre su propia repú- convertido, en el más estricto sentido étnico, en las ca-
blica. 2 Hacia 1990, Armenia y Azerbaiyán eran socie- pitales de los Estados nacionales. Después de décadas
dades étnicamente casi homogéneas, o monoétnicas. de silencio, una población urbanizada, compuesta por
Los georgianos buscan con ahínco idéntico destino para hijos de campesinos, que se inspiraba en un naciona-
su propia república, y las minorías sobrevivientes en las lismo disidente, salía a la calle.
repúblicas se enfrentan a un futuro incierto. Es posible
que refugiados de Georgia sigan pronto a los miles de Los armenios iniciaron las oleadas de movilizacio-
refugiados procedentes de Armenia y Azerbaiyán. nes nacionalistas masivas en la Unión Soviética a me-
Mientras la Unión Soviética entra en una nueva era de diados de febrero de 1988 cuando se manifestaron con
libertad, mientras miles de flores se abren en sus jardi- una disciplina ejemplar, primero en Stepanakert (Kara-
nes intelectuales y políticos, la mala hierba del naciona- baj) y después en Ereván. Cuando llegó la noticia del
lismo intolerante divide a las pequeñas y crecientemente asesinato de un azerbaiyano cerca de Karabaj, hubo
vulnerables naciones de Transcaucasia. algunos jóvenes azerbaiyanos que salieron a la calle
y agredieron a armenios. Los observadores fortuitos,
UALESQUIERA que fuesen las intenciones fina- deseosos más que nunca de desacreditar a las fuerzas

C les de la política de nacionalidades soviética


(antes de la revolución de Gorbachov) -acul-
turación y bilingüismo, asimilación o creación de un
del Islam, vieron aquellas oscuras luchas en los con-
fines de Europa como ejemplos de «conflicto tribal»,
«guerra religiosa» o «antigua hostilidad» entre musul-
«pueblo soviético>> multinacional- el caso es que los manes y cristianos. Sin embargo, desde sus comienzos,
desarrollos dominantes en las repúblicas soviéticas el conflicto de Karabaj ha sido un problema estratifi-

95
cado -en parte estructurado por lealtades religiosas y remontaba conceptualmente a los creadores alemanes
culturales muy distintas, en parte basado en un des- del pensamiento nacionalista del siglo XVIII (Herder,
arrollo social y político desigual entre armenios y azer- Fichte), subrayaba los aspectos emocionales y religiosos
baiyanos-. Se ha combinado una lucha nacionalista de las lealtades nacionalistas; y aunque el nacionalismo
por la recuperación de territorios irredentos con un mo- podía describirse y tipificarse, el estado de ánimo (Na-
vimiento más amplio en favor de la reforma política y tionalbewusstsein) que comporta se sustraía en último
la supervivencia ecológica. término a la explicación. 4 La «voluntad colectiva viva
y activa» (Kohn) que convertía la materia prima étnica
Por complejas y oscuras que puedan ser para los en política consciente había sido esquiva e histórica-
observadores occidentales las causas de los enfrenta- mente inconexa. Era aparentemente misteriosa, incluso
mientos entre armenios y azerbaiyanos, y posterior- mágica, y era compatible con las afirmaciones de los
mente entre georgianos y abjazios, por profundas que nacionalistas de que la esencia de la nacionalidad era
puedan ser sus raíces históricas, las primeras -y hasta natural y eterna, y tan sólo necesitaba de la oportuni-
la fecha más enrevesadas e inciertas- guerras entre na- dad adecuada para poder realizarse plenamente.
cionalidades pueden ser entendidas como respuestas
conscientes de individuos y grupos con ideas definidas Mientras los historiadores y los teóricos de las na-
acerca de sus intereses, sus enemigos y los peligros a cionalidades y del nacionalismo se han acercado poco
que se enfrenta su nación. a poco a un entendimiento más contingente e histórica-
N abierto contraste mente fundado de la formación de las naciones y de la

LA FORMACIÓN E con la opinión de


que el nacionalismo
era propiamente un tema
conciencia nacional, los marxistas clásicos se han visto
reiteradamente acusados de ignorar o considerar subor-
dinado el tema nacional. No obstante, gran parte de la
DE NACIONES de historia intelectual, los revisión más significativa de la teoría nacionalista pro-
cede de escritores cercanos a (o salidos de) las tradi-
marxistas mantuvieron du-
rante largo tiempo que las naciones modernas eran el ciones marxistas occidentales. 5 Empezando con el in-
producto del modo de producción capitalista, y que sus fluyente ensayo «El moderno Jano» de Tom Nairn,
relaciones con él eran de una dependencia tal que con seguido de la respuesta crítica de Eric Hobsbawm, con
el final del capitalismo serían las naciones mismas las la discusión del nacionalismo y la historia social de
que empezarían a desaparecer. La legitimación nacio- Geoff Eley, las investigaciones empíricas de la forma-
nalista de estados nación independientes construidos ción de las intelectualidades nacionales en la Europa del
sobre bases étnicas fue seriamente cuestionada desde la Este de Miroslav Hroch y la evocación de las «comuni-
perspectiva marxista para la que las naciones no eran ni dades imaginadas» de Benedict Anderson, la discusión
naturales ni eternas, debiéndose dar prioridad a la clase sobre el nacionalismo se ha trasladado desde definicio-
como fundamento de una futura sociedad sin naciones. nes y tipologías estériles a elaboraciones de base histó-
Sin embargo, la experiencia del siglo xx-la aparición rica sobre la formación actual de nacionalidades y
de estados de base étnica tras la primera guerra mun- naciones .6
dial, la concesión leninista al poder nacionalista tanto
en el reconocimiento del derecho a la autodetermina- A «formación de las naciones» se entiende cada
ción nacional como en la formación del primer Estado
federal basado en unidades étnicas, así como la degene-
ración del nacionalismo en virulento racismo y expan-
L vez más como un proceso inmediatamente de-
terminado por desarrollos socioeconómicos y
políticos y concebido y articulado dentro de un discurso
sionismo en los años treinta- hicieron insostenible el nacional emergente. Cualesquiera que sean los lazos
argumento de que el nacionalismo y las nacionalidades territoriales, culturales, lingüísticos, religiosos o socia-
estaban desapareciendo, disolviéndose por el desarrollo les que unen a la gente, la nacionalidad, al igual que la
económico y la movilidad social. Así como los políticos clase, se forma cuando se asume mediante la experien-
bolcheviques habían entendido la necesidad de acomo- cia que esos lazos son los más significativos a la hora
darse a las lealtades y aspiraciones reales de sus ciuda- de desarrollar y proteger a un pueblo. La nacionalidad
danos, así también los teóricos marxistas tuvieron que se va gestando, en un proceso de nuevo similar al de la
moderar el reduccionismo más extremo de la cultura formación de las clases, cuando la gente se da cuenta de
étnica y la formación nacional a la economía. Incluso que puede comunicarse más fácilmente con unos que
los analistas soviéticos, encorsetados dentro de paráme- con otros, cuando empieza a definir quién está dentro
tros teóricos dictados, se vieron obligados a reconocer del grupo y quiénes son los «otros», cuando empieza a
la independencia de la cultura mucho antes de que los adquirir la capacidad de actuar en función de los «inte-
manifestantes armenios en Karabaj y los militantes reses» que cree compartir y que pueden ser opuestos a
azerbaiyanos en Sumgait se echaran a la calle y pisotea- los de los «otros». Formar una nacionalidad, igual que
ran las ajadas banderas que proclamaban la «amistad formar una clase, es un proceso cultural y social de
de los pueblos». creación de una «comunidad imaginada» que encuentra
su expresión en símbolos, rituales, banderas, canciones
Por sugerentes que puedan ser las relaciones entre y acciones colectivas que vienen a ser la articulación y
las estructuras socioétnicas y los movimientos sociales la representación de sus aspiraciones. Tanto la naciona-
y nacionalistas, no se pueden establecer fácilmente de- lidad como la clase conllevan detractores y utopías.
ducciones que los vinculen. Sin embargo, la contextua- Tratan de eliminar a los primeros buscando alcanzar las
lización histórica de la formación nacional -su loca- últimas. Tanto si se consigue como si no -y normal-
lización en específicas relaciones económicas, étnicas y mente no se consigue, parafraseando a Ernest Renan-
sociales de subordinación y dominio- al menos lleva el la nacionalidad y la nación se gestan en la activa elabo-
problema de la formación de la nación y la aparición ración de una tradición nacional, la formación de un
del nacionalismo al terreno del análisis y, cabe esperar, pasado utilizable que subyace a las reivindicaciones de
de la explicación histórica. El enfoque de una histo- reconocimiento político, autonomía, soberanía o inde-
riografía anterior (Hans Kohn, C. J. H. Hayes) que se pendencia.7

96
En el Imperio ruso de finales del siglo XIX, los dis- diferentes, sus culturas eran similares, estando estre-
cursos políticos nacionalistas se limitaban en gran me- chamente relacionadas; y dicha proximidad dio lugar a
dida a las intel/igentsias urbanas y tenían poca resonan- disputas que continúan hasta hoy -en torno a si el
cia entre las poblaciones mayoritariamente campesinas alfabeto georgiano originario tenía un origen armenio
de los pueblos no rusos. Incluso entre los intelectuales o si esta iglesia o la otra debería ser atribuida a un
de oposición, los socialismos populista y marxista tu- autor georgiano o armenio-. Por importantes que pue-
vieron mucha más influencia que el nacionalismo, si dan ser estas reivindicaciones de prioridades y origina-
bien los tres grupos de activistas -populistas, marxis- lidad para los nacionalistas modernos, el hecho es que
tas, nacionalistas- se sintieron aislados de los desti- los desacuerdos son en sí mismos testimonios de la
natarios teóricos de su mensaje. Mientras en la Rusia interpenetración e interrelación de las dos culturas cris-
central la cuestión campesina y el potencial de desarrollo tianas del Cáucaso, así como origen de la necesidad,
del capitalismo eran el centro de las discusiones de la por parte de los «patriotas», de establecer fronteras
izquierda en la década de 1890, lejos, al sur, en Trans- entre ellas, aunque sean artificiales.
caucasia, las cuestiones más debatidas eran el lugar de
la cuestión nacional en las luchas sociales, clase versus Estas comunidades étnico-religiosas de épocas pasa-
nación, y la dependenCia de la nacionalidad respecto de das o de la Edad Media, más allá de las reivindicaciones
la evolución aparentemente universal del capitalismo . de pertenencia alegadas por los nacionalistas, eran bas-
tante diferentes en su autopercepción y estructura de las
naciones de nuestro tiempo y no deberían ser reducidas
A lo largo del siglo XIX, tres procesos relacionados a conceptualizaciones propias de la nación moderna.
entre sí -la imposición del gobierno zarista, el des- Como ha señalado Maxime Rodinson, «antes de la
arrollo del mercado y de las relaCiones capitalistas de época moderna ( ... ) las sociedades de tipo nacional
producción y la aparición de intel/igentsias nacionales -aquellas que prefiguraban las naciones modernas y
seculares- iniciaron una prolongada transformación que se extendían más allá de la antigua estructura tri-
de las comunidades étnico-religiosas de Transcaucasia bal, cualquiera que fuese su nombre- se caracteriza-
en nacionalidades más dispuestas a movilizarse y con ban por particiones internas extremas que me parecen
una mayor conciencia política. El zarismo eliminó ba- relacionadas de una forma bastante simple con la fuer-
rreras entre los principados georgianos, puso a los ar- za insuficiente de los factores unificadores( ... ) El Esta-
menios de Rusia y de las antiguas provincias persas do aún poseía medios de acción limitada. La subadmi-
bajo un único orden legal e impuso leyes y sistemas tri- nistración, como se llamaría hoy en día, era la norma
butarios uniformes a los musulmanes de Transcaucasia. y no la excepción. Esto obligaba a los gobernantes a
El gobierno imperial trajo una seguridad y una paz administrar por medio de una gran variedad de organis-
relativas, el fomento del comercio y de la industria, el mos, una especie de subestados que eran también cua-
crecimiento de las ciudades, la construcción de ferro- siestados» .9 Si bien las etnias premodernas (usando un
carriles y el lento final del aislamiento de muchas aldeas. término tomado de Anthony D. Smith) compartían un
nombre colectivo, un mito de origen común, una histo-
Los tres principales pueblos de Transcaucasia se ria y una cultura distintas, aunque se vinculaban a un
desarrollaron de forma desigual y a distinto ritmo: los territorio específico y poseían un sentido de la solida-
armenios eran los más urbanos, los azerbaiyanos los ridad, no estaban tan politizadas, movilizadas y «terri-
menos; los georgianos y los azerbaiyanos eran las po- torializadas» (identificadas con unidades territoriales
blaciones más homogéneas, ya que vivían en terdtorios bien definidas) como lo están las naciones en sentido
coherentes, mientras que los armenios estaban disper- moderno.
sos. El clero dominaba en la sociedad azerbaiyana; la
vieja nobleza nacional gobernaba entre los georgianos Para los georgianos y armenios medievales, la iden-
y una clase media de comerciantes era el grupo social tidad primaria derivaba de la religión y la Iglesia. Tanto
más poderoso entre los armenios. Aunque los intelec- si los nobles armenios vivían en el corazón de Armenia
tuales de los tres pueblos estaban profundamente in- como si lo hacían en territorio gobernado por príncipes
fluidos por los debates en Rusia y compartían cierto georgianos, eran identificados por los demás y por ellos
aprecio por las ideas de los marxistas occidentales, tan- mismos como armenios porque pertenecían a la Iglesia
to los más destacados de entre ellos como los políticos armenia en vez de a la ortodoxa. Los autores armenios
armenios, georgianos y azerbaiyanos, desarrollaron dis- aludían al país de los armenios (Haiastan, Haiots ash-
cursos dispares que hablaban de los problemas especí- kharh, Erkir Haiots) pero normalmente, al hacerlo, ha-
ficos de sus respectivos pueblos. blaban de una serie de estados o de un estado único que
controlaba sólo una pequeña parte de las tierras arme-
URANTE dos mi- nias.11 En cualquier caso, la preocupación principal de

LA CAUCASIA D lenios, o más, los


armenios y los
georgianos han tenido
los autores eclesiásticos de las historias clásicas no
eran reivindicaciones geopolíticas ni territoriales, sino
la salvación en sentido espiritual. 12 Superponiéndose a
CRISTIANA identidades reconocibles, esta lealtad primaria, estaba el vínculo con la dinastía
mencionadas primero en local, el nakharar o azat (armenio) o el mtavari o az-
las inscripciones y manuscritos de sus vecinos iraníes y nauari (georgiano). Los armenios podían luchar por los
griegos y más tarde (desde el siglo v d. C.) en textos reyes persas o los emperadores bizantinos o incluso,
en sus propias lenguas. Desde el siglo IV han sido pue- como en el año 428, pedirle a su señor feudal iraní que
blos cristianos, diferenciándose entre sí cuando los aboliera la monarquía armenia. En la meseta armenia,
georgianos adoptaron la ortodoxia calcedonia en el si- los príncipes cristianos se unieron a los musulmanes o
glo vr. También eran diferentes de los pueblos musul- a los mazdeístas contra sus hermanos cristianos; y en
manes que aparecieron por primera vez en el siglo vrr vez de gobiernos que unificaran a todos los georgianos
y que, medio milenio después, empezaron a asentarse o a todos los armenios bajo un jefe común, la política
en gran número en las zonas del sur y del este de Trans- de escisión en Caucasia permitió que los imperios más
caucasia. 8 Aunque eran lingüística y religiosamente grandes del Este y del Oeste dominaran alternativamente

97
los pequeños estados situados entre ellos. Georgia en miento de emancipación nacional empezó como un mo-
su cenit medieval fue un imperio multiétnico que incluía vimiento liberal y democrático formado por escritores,
a armenios y a una variedad de pueblos musulmanes. periodistas y profesores; pero hacia la última década
Los georgianos no usaron su palabra moderna para del siglo XIX, el segundo grupo de intelectuales nacio-
Georgia (sakartvelo) hasta el siglo XIV cuando, de he- nalistas había sido desbancado por socialistas, más jó-
cho, Georgia occidental (kartli) quedó primariamente venes y más radicales. 15 Para estos pueblos, así como
unida a Georgia oriental (imereti) en un estado común para otras pequeñas naciones de Europa oriental, la
bajo un mismo monarca. 13 La política medieval de lucha por la emancipación nacional se convirtió inme-
Caucasia era localista, llena de conflictos dinásticos y diatamente en una lucha contra la burguesía no nacio-
religiosos y carecía de un sentido patriótico o nacional nal o desnacionalizada, contra los efectos de un capita-
generalizado, secular y fundamentalmente territorial o lismo imperialista y a favor de la total participación en
étnico-cultural. una vida moderna europea.
La historia de los cristianos de Caucasia cambió
radicalmente después del siglo XI cuando las invasiones UNQUE los oríge-
de los turcos seléucidas hicieron retroceder el poder de
Bizancio y sojuzgaron a los armenios pero dejaron a los
georgianos en una precaria independencia. En las cen-
SOCIALISMO A nes y los estadios
iniciales del nacio-
nalismo armenio y geor-
turias siguientes, la nobleza armenia fue desposeída; Y REVOLUCIÓN giano son tremendamente
algunos de sus miembros sobrevivieron durante un similares, las distintas es-
tiempo en el reino de la baja Armenia en Cilicia, en el NACIONAL tructuras sociales de las
Mediterráneo, otros se dedicaron a servir a los reyes dos nacionalidades y sus
georgianos en calidad de guerreros, gobernadores o EN GEORGIA diferentes imperativos po-
mercaderes. Armenia había perdido su identidad polí- líticos las condujeron a
tica hacia finales del siglo XIV y no existiría ningún trayectorias políticas y a ideologías nacionalistas bas-
estado armenio hasta 1918. En Georgia los principados tante diferentes. La élite noble georgiana, si bien estaba
autónomos permanecían bajo la soberanía otomana en integrada en la nobleza rusa (dvorianstvo), fracasó a la
el Oeste e iraní en el Este. Con la llegada de los rusos hora de lograr un ajuste afortunado de la economía
a principios del siglo XIX, los últimos monarcas geor- posterior a la Emancipación, y su ideal de una armonía
gianos perdieron sus tronos. nacional más allá de las clases sociales tuvo poca reso-
Las distintas experiencias de los dos pueblos produ- nancia fuera de su propia clase y de unos pocos intelec-
jeron una estructura étnica y soda! singular en cada tuales simpatizantes. Al perder la nobleza su posición
caso. Los georgianos, que vivían en su territorio histó- económica y política en favor de los comerciantes e in-
rico, eran en su mayoría campesinos con una élite noble dustriales armenios, la intelectualidad georgiana, que
dominante. En menos de una generación después de la era a menudo descendiente de nobles desclasados, se
conquista rusa, esta última se había integrado comple- propuso hacer un análisis radical de las circunstancias
tamente en la administración civil y militar zarista. Los por las que atravesaba Georgia. En los años 90 del siglo
XIX, cierto número de licenciados del Seminario Orto-
armenios, que se hallaban divididos y dispersos en tres
imperios (ruso, otomano y persa) no eran en ninguna doxo de Tiflis adaptaron el marxismo, aprendido de
parte una mayoría homogénea -excepto en la provin- socialdemócratas polacos y rusos, a la situación de
cia de Ereván, donde las migraciones posteriores a las Georgia. En los escritos del mesame dasi (Tercer Gru-
guerras ruso-turcas habían dado a los armenios una po), liderado por Noe Zhordania, se consideraba tanto
posición predominante-. Los comerciantes y artesanos a la burguesía (que en este caso era en su mayor parte
armenios, despojados de su antigua nobleza en tiempos armenia) como a la autocracia (que era rusa) enemigas
de la ocupación mongol y tras la caída del último reino de la libertad política y social de Georgia. Dada la par-
armenio a finales del siglo XIV, ocuparon un papel muy ticular composición étnica y social de la sociedad de
visible en el desarrollo de la industria y el comercio tan- Georgia, las luchas social y nacional se fundieron con
to en Turquía como en Caucasia. La explotación del éxito bajo una dirección marxista que suprimía cual-
petróleo de Bakú fue impulsada por los armenios y el quier indicio de nacionalismo y que quedaba vinculada
crecimiento económico de la antigua capital georgiana, a la socialdemocracia rusa. La hostilidad nacional tomó
Tiflis (Tiblisi), fue también en gran parte una iniciativa una nueva directriz: en vez de dirigirla contra el gobier-
armenia. Los comerciantes y pequeños industriales de no de los rusos como tales, se canalizó hacia la auto-
Tiflis, Bakú, Estambul y Esmirna, que eran la clase do- cracia; en vez de expresar resentimiento hacia los arme-
minante entre los armenios, dieron origen a la imagen nios, la retórica se volvió contra la burguesía local, que
más difundida de los armenios entre los no armenios. era en gran parte armenia.
El comerciante, astuto y avaro, se convirtió en el este- La base social natural de los socialdemócratas geor-
reotipo de todo un pueblo así como en una cómoda gianos, los obreros, se cumplió hacia 1905 gracias a un
víctima propiciatoria. 14 generalizado apoyo (casi único en el Imperio ruso) por
La sensación de una existencia continuada era fun- parte del campesinado. Flexibles en sus estrategias, dis-
damental para la autopercepción nacional de las proto- puestos a establecer alianzas con otras fuerzas sociales
intelligentsias armenias y georgianas de finales del siglo y sensibles al movimiento participativo de los trabaja-
XVIII y principios del XIX a la hora de restablecer el dores, que en Georgia era anterior a la presencia de
estudio de la historia y la literatura nacionales. Los marxistas, los socialdemócratas georgianos se unieron a
primeros clérigos y eruditos que revivieron las historio- los mencheviques más que a los bolcheviques a raíz del
grafías nacionales y compilaron los primeros dicciona- cisma del POSDR en 1903. Durante la primera revolu-
rios y gramáticas modernos fueron desplazados a mitad ción, los intelectuales marxistas georgianos, firmemen-
de siglo por los «hijos» o «modernizadores » que reivin- te arraigados entre los trabajadores urbanos de Tiflis y
dicaban el uso de la lengua vernácula, una educación Batumi, se encontraron encabezando un movimiento
más secular y el reconocimiento del «pueblo». El movi- de liberación nacional genuinamente supraclasista. Los

98
mencheviques ganaron con facilidad las elecciones a las pesinado más bien pasivo y desmoralizado de la Arme-
cuatro dumas estatales (1906-1912), controlaban los so- nia occidental, al mismo tiempo que instaban a las po-
viets y los consejos en las ciudades y en el campo en tencias occidentales para que acudieran en ayuda
1917 y fueron el partido más votado por los georgianos de unos cristianos asediados. Aunque hubo una serie
en las elecciones para la Asamblea Constituyente (no- de ejemplos espectaculares de «resistencia» por parte
viembre de 1917). En vez de en un nacionalismo verti- de armenios armados (Zeitun, Sassun), los revoluciona-
calmente integrador, los georgianos plasmaron sus rios nunca consiguieron un alto grado de movilización
aspiraciones políticas en un movimiento socialista espe- de masas. Con el cambio de siglo cooperaron con opo-
cíficamente no nacionalista. 16 sitores turcos, precursores de los Jóvenes Turcos, con
la esperanza de que el futuro armenio dentro del Impe-
rio otomano quedaría asegurado por el derrocamiento
A experiencia arme- de Abdul Hamid 11 y el establecimiento de un régimen

NACIONALISMO L nia como pueblo


geográficamente di-
vidido y en peligro, llevó
constitucional. A consecuencia de la autodestrucción
de un partido mayoritario, los socialdemócratas
Hnchaks, y del aislamiento relativo de los liberales y de
Y REVOLUCIÓN en un principio a una for- los socialdemócratas «internacionalistas» en las ciuda-
ma peculiar de «naciona- des, el más nacionalista de los partidos socialistas, la
SOCIAL lismo no territorial», una Federación Revolucionaria: Armenia (Hai Heghapog-
comunidad imaginada que hakan Dashnaktsutiun) se perfiló a principios del siglo
EN ARMENIA compartía una cultura, una xx como el único pretendiente real de la lealtad de los
historia y una lengua pero armenios. En 1903 consiguió un amplio apoyo entre
que había perdido el dominio sobre la patria históri- los habitantes de las ciudades e incluso entre los campe-
ca.17 Dentro del Imperio ruso, los armenios se disper- sinos del Cáucaso, como principal defensor de la Igle-
saron en centros urbanos como Tiflis, Bakú y Rostov sia, cuyas propiedades habían sido requisadas por el
(Nor Najichevan), persistiendo un campesinado arme- gobierno zarista.
nio relativamente homogéneo en la provincia de Ereván.
Al mismo tiempo, una diáspora influyente puso a la Sin embargo, el estallido de la primera guerra mun-
población culta e industriosa de Anatolia y Transcauca- dial y el genocidio de los armenios en Anatolia oriental
sia en contacto con Europa, Oriente Medio e incluso la crearon una situación completamente nueva. En la pri-
India. Se trataba, pues, de una nación histórica, con mavera de 1915, misioneros y diplomáticos, viajeros y
una burguesía urbana educada, pero desconectada so- víctimas informaron que los militares turcos estaban
cialmente por la distancia o las fronteras internaciona- asesinando sistemáticamente a los varones adultos ar-
les de la patria originaria de su pueblo, situada al Este menios y deportando a la fuerza a otros cientos de miles.
de Anatolia. Aunque es posible que nunca se llegue a saber el núme-
ro exacto de los muertos o los deportados, las estima-
A pesar del incremento, en términos absolutos, del ciones oscilan entre 600.000 y 2.500.000 muertos arme-
número de armenios, en el siglo XIX y a principios del nios entre los años 1915-1922. Sean cuales sean las
xx, y de su persistente dominio económico y político dimensiones exactas del genocidio, el caso es que los
sobre las ciudades más importantes del Cáucaso, este armenios sufrieron un desastre demográfico que des-
pueblo fue percibiéndose en una situación demográfica plazó el centro de la población armenia desde el cora-
y política cada vez más vulnerable. La posición relativa zón de la Armenia histórica a his regiones orientales
de la mayor comunidad de Armenia, la de la meseta de influencia rusa relativamente más seguras. Decenas
armenia de Anatolia oriental, decayó con el rápido cre- de miles de refugiados huyeron al Cáucaso con los ejér-
cimiento de la población kurda, la inmigración de los citos rusos en retirada y las ciudades de Bakú y Tiflis
musulmanes balcánicos, circasianos y otros musulmanes se llenaron de armenios procedentes de Turquía. Las
del Cáucaso y la emigración de los armenios, particu- tensiones étnicas se incrementaron al sumarse la llegada
larmente después de las masacres de 1894-96. Minoría de estos inmigrantes a las presiones de tiempos de gue-
dentro de una densa población turca y kurda, víctimas rra sobre los recursos limitados del tambaleante impe-
ahora más que nunca de los competidores musulmanes rio zarista.
por las tierras y la influencia, los armenios de Turquía
entablaron pleitos y presentaron numerosas quejas ante L pueblo demográfi-
funcionarios otomanos y representantes diplomáticos
occidentales durante los años 70 y 80 del siglo XIX.
Pero el giro hacia Europa sólo les sirvió para enemis-
LA FORMACIÓN E camente predomi-
nante en la Trans-
caucasia oriental era cono-
tarse con los funcionarios turcos y para crear la impre-
sión cada vez mayor de que los armenios eran un de-
DE AZERBAIYÁN: cido en el siglo XIX con el
nombre de «tátaros» pero
mento extranjero y subversivo en el reino del sultán. ¿ISLAM a finales de la década de
1930, el gentilicio «azer-
A intelectualidad armenia del Imperio ruso, apre- O NACIÓN? baiyano» (azarbayjanli),

L miada por la urgencia de encontrar una solución


política, dirigió sus esfuerzos hacia sus compa-
triotas en Turquía. A diferencia de los georgianos, los
fomentado por los líderes
nacionales, fue adoptado universalmente. En épocas
antiguas y a principios de la Edad Media, la Transcau-
partidos revolucionarios armenios, fundados a finales casia oriental estaba habitada por irano-hablantes, al-
de los años 80 y primeros 90 del siglo XIX, rechazaban gunas tribus nómadas turcas y albaneses del Cáucaso
soluciones conjuntas con otros partidos del Imperio -un pueblo poco conocido que se convirtió al cristia-
ruso y enviaron a sus cuadros a realizar tareas de orga- nismo en el siglo rv y que acabó bajo la influencia cul-
nización en Turquía. Por medio de la «propaganda de tural de los armenios-. Tras las incursiones árabes en
los hechos» y de ejemplos de sacrificio militante, los el siglo vrr, se establecieron entes políticos islámicos
revolucionarios armenios intentaron movilizar al cam- bajo el mandato de gobernadores locales llamados

99
«shahvanshah». Las invasiones seléucidas en el siglo XI La incorporación al Imperio ruso proporcionó nue-
cambiaron la composición de la población local y die- vas perspectivas a los azerbaiyanos cultos, algunos de
ron lugar al dominio lingüístico de los dialectos turcos los cuales cambiaron su educación religiosa por una
oghuz. Pero a diferencia de los turcos otomanos que actitud más secular. Representantes de los primeros
llegaron a dominar Anatolia, los musulmanes caucasia- estudiosos y divulgadores de la lengua azerí fueron Ab-
nos de Azerbaiyán se convirtieron a principios del siglo bas Qoli Agha Bakikhanov (1794-1846), quien escribió
XVI en musulmanes chiítas, y no sunitas, y siguieron vi- historias sobre la región, y Mirza Fath 'Ali Akhundzada
viendo bajo la influencia social y cultural persa. No (Akhundov, 1812-1878), autor de las primeras obras de
existió un estado azerbaiyano específico antes de 1918 teatro azeríes. Aunque al final estas figuras pasarían a
y en vez de considerarse parte de una tradición nacional la historia nacional como predecesores del renacimien-
continua, como los georgianos y los armenios, los mu- to turco, fueron diversos los impulsos conflictivos que
sulmanes de Transcaucasia se consideraban a sí mismos estimularon a los primeros intelectuales azerbaiyanos.
parte integrante del mundo musulmán más amplio, Akhundzada, por ejemplo, «resumía las contradiccio-
la umma. nes inherentes a la identidad incierta de un azerbaiyano
de su época: un oficial zarista de intachable lealtad que
Después de haber sido anexionados al Imperio ruso se describía a sí mismo como "casi persa" y cuyos es-
tras una serie de guerras, los turcos azerbaiyanos de critos filosóficos revelan la profundidad de su preocu-
Caucasia fueron separados de sus compatriotas lingüís- pación por todas las cosas persas, tanto buenas como
ticos y religiosos, que permanecían en Irán. Tanto en malas ... Tampoco le faltaban sentimientos antiotoma-
Irán como en Rusia los azerbaiyanos siguieron siendo nos típicamente persas». 20
una población mayoritariamente rural aunque se des-
arrollara a ambos lados de la frontera una pequeña La escasa alfabetización, escolarización insuficiente
clase obrera y comerciante. Al convertirse Bakú en la y pobreza entre los azerbaiyanos frenó el desarrollo de
mayor fuente de petróleo de Rusia, decenas de miles una intelectualidad turca; pero algunos, con una educa-
de trabajadores iraníes se trasladaron a la península ción en muchos casos rusa, flirteaban con las corrientes
Apsheron en busca de empleo y la influencia política intelectuales de la época: socialismo, liberalismo, pan-
y económica rusa se dejó sentir en ambas partes de turquismo, panislamismo. Los más radicales se suma-
Azerbaiyán. Como generadora de empleo y sede de la ron al movimiento socialista ruso . No había ninguna
naciente intelectualidad azerbaiyana y del movimiento ideología o movimiento coherente que atrajera a los
revolucionario, Bakú irradió su influencia sobre el intelectuales azerbaiyanos aunque, hacia 1905, un nú-
Azerbaiyán iraní al igual que sobre el norte del río Arax. mero creciente de ellos adoptó el programa de Ali bay
Huseynzada: «Turquizar, islamizar, europeizar» (Tur-
Los emigrantes musulmanes, llamados temnye (os- k/ashtirmak, Islamlashtirmak, A vrupa/ashtirmak).
curos) por los cristianos urbanos y a menudo conside- El centro de la vida política e intelectual azerbaiya-
rados como gente ignorante y poco instruida por miem- na, Bakú, no era una ciudad que los musulmanes con-
bros de la sociedad culta, fueron a parar a una ciudad trolaran, sino una ciudad multinacional y dinámica en
dominada por rusos y armenios. Su sentimiento de in- la que un vigoroso movimiento obrero desafiaba el do-
ferioridad y persecución respecto a los jefes cristianos minio de los industriales del petróleo sobre la población.
y la burguesía de Transcaucasia les mantuvo apartados Liderados por los rusos y relacionándose estrechamente
de la población no musulmana. La ciudad de Bakú, que con los intelectuales marxistas, los trabajadores logra-
hasta 1902 producía tanto petróleo como todo Estados ron concesiones significativas por parte de los patrones,
Unidos, fue segregada de manera compleja, quedando entre las que se incluye el primer convenio colectivo
los rusos y los armenios en la parte central de la ciudad general del Imperio ruso. Los azerbaiyanos se mantu-
y los musulmanes agrupados en distritos diferenciados. vieron al margen del movimiento obrero, indiferentes o
A medida que los resentimientos sociales se enconaron, ignorando las aspiraciones de sus intelectuales socialis-
particularmente en épocas de incertidumbre política, tas y nacionalistas. Ninguno de los pequeños partidos
las diferencias étnicas y religiosas definieron las líneas o grupos políticos que surgieron después de 1905 tenía
de batalla en términos de choques sangrientos entre muchos partidarios más allá de los intelectuales. Sin
azerbaiyanos y armenios tanto en 1905 como en 1918. embargo, al mismo tiempo, la preocupación por la
«amenaza» armenia, el sentimiento de distancia y hos-
Dentro de la clase trabajadora, los musulmanes, tilidad hacia ese pueblo privilegiado que habitaba entre
tanto los del lugar como los que emigraron desde Persia ellos y la idea de que los azerbaiyanos estaban vincula-
para trabajar en los campos petrolíferos, ocupaban los dos de manera importante a otros musulmanes, en par-
puestos más bajos y menos especializados. Se formó ticular los turcos, se convirtió en parte de la personali-
una jerarquía de especialización, instrucción y salarios dad autóctona azerbaiyana.
con los musulmanes en la parte inferior, los armenios
y los rusos en la parte intermedia y los cristianos y los
europeos en la parte superior. El status social y el ori- L primer año de la
gen étnico se solapaban de manera compleja. La nacio-
nalidad reforzaba la clase y viceversa. Los trabajadores
musulmanes pobres desarrollaron resentimientos contra
LAS E revolución rusa fue
para las tres nacio-
nalidades de Transcaucasia
los trabajadores especializados y los patronos, que eran REVOLUCIONES un período en el que los
en su mayor parte cristianos. Los armenios y los rusos problemas sociales articu-
o ignoraban las preocupaciones de los musulmanes o DE 1917-1921 lados en un lenguaje de
tenían una actitud condescendiente. En virtud de un sis- clase predominaron am-
tema que primaba a los propietarios y una cuota legal pliamente sobre las preocupaciones étnicas específicas.
sobre la representación musulmana, la duma municipal Los trabajadores del petróleo de Bakú se unieron en un
de Bakú continuó en manos de armenios y rusos aco- movimiento coordinado para presionar a los industria-
modados.19 les a favor del aumento de los salarios y cuando falló

100
la persuasión iniciaron una huelga que resultaría victo- estado «burgués» independiente, encabezando una
riosa y que afectó a toda la industria. Aunque las ten- «revolución democrática» en un solo y pequeño país y
siones étnicas aparecieron en la duma municipal elegida teniendo que cumplir el programa nacional de partidos
en Tiflis, debido a que los georgianos habían sustituido situados mucho más a su derecha. Era incuestionable
a la clase media armenia antes hegemónica, fueron con- que tenían excelentes posibilidades de éxito: los men-
tenidas dentro de un marco político que prometía solu- cheviques eran apoyados por la gran mayoría del pue-
ciones democráticas a estos eternos problemas. Trau- blo georgiano y lograron conservar durante dos años y
matizados por las matanzas masivas y las deportaciones medio una democracia pluralista. Para algunos social-
en Turquía, los armenios dejaron a un lado su proble- demócratas europeos, como Karl Kantsky y Ramsay
ma nacional esperando que las reformas constitucio- Mcdonald, la Georgia menchevique era un modelo de
nales les concedieran un cierto grado de autonomía y democracia que sobrevivía dentro de una revolución.
autogobierno dentro de una Rusia democrátiCa. Pero hacia 1920, un grupo influyente dentro del partido
bolchevique promovió un levantamiento en Georgia,
Pero con la victoria bolchevique en Petrogrado y la seguido por una invasión del Ejército Rojo. Lenin se
eliminación de las tropas rusas del frente del Cáucaso, opuso en un principio a esta cínica indiferencia hacia la
lo étnico empezó a definir las líneas del conflicto. El influencia evidente de los socialdemócratas georgianos,
peligro de una invasión turca amenazaba a algunas na- pero se echó atrás ante eljait accompli maquinado por
cionalidades (los armenios y los georgianos) y en cam- Ordzhonikidze y Stalin.
bio era considerada como una oportunidad por otra
(los azerbaiyanos). Cuando las tropas rusas «votaron A única esperanza realista para un hogar nacio-
con los pies» a finales de 1917 y abandonaron el Cáuca-
so, las unidades militares voluntarias armenias que ha-
bían luchado en el frente del Cáucaso desde finales de
L nal armenio en el período posterior al genocidio
era el pequeño enclave en torno a Ereván, que
en mayo de 1918 se convirtió en el centro de una frágil
1914, se dieron cuenta de que poseían una de las fuerzas república independiente. Los líderes políticos armenios
militares más poderosas de la región. Para los arme- no ansiaban conseguir la independencia, pero cuando
nios, la fuente principal de peligro procedía de sus ene- se vieron obligados a controlar su población de refugia-
migos étnicos y religiosos, los turcos otomanos y los dos, fueron los únicos entre los pueblos de Transcauca-
azerbaiyanos y fue precisamente la agudeza de ese peli- sia que acudieron a la Entente en busca de apoyo. El
gro la que logró lo que dos décadas de propaganda Dashnaktsutiun se convirtió en representante de todos
revolucionaria habían intentado conseguir -la movili- los armenios del Cáucaso, ya que todos se enfrentaban
zación efectiva de la población armenia del Cáucaso a la amenaza común de los turcos otomanos y postoto-
para que votara y luchara por el futuro nacional tal y manos. La ideología claramente socialista del Dash-
como lo definía el Dashnaktsutiun. naktsitiun fue acallada y la Armenia independiente a su
pesar, un pequeño enclave de emigrantes, refugiados y
Durante la revolución de octubre, los mencheviques gente de la región, intentó proporcionar un último refu-
georgianos actuaron con gran rapidez desarmando a la gio a los armenios. Aquí también se mantuvo el sistema
guarnición rusa en Tiflis y estableciendo un poder so- democrático, pero el partido en el poder esperaba usar
viético local. Los partidos socialistas transcaucásicos su base en el Cáucaso para crear un estado armenio más
(con la excepción de los bolcheviques locales) se nega- extenso en la Armenia occidental, de donde los arme-
ron a reconocer al gobierno bolchevique de Petrogrado nios habían sido expulsados por los turcos. La Repú-
y separaron gradualmente a la región del resto de Rusia. blica de Armenia, que dependía para su supervivencia
Fue un breve experimento de autonomía transcaucásica de la buena voluntad y ayuda material de las potencias
(de febrero a abril de 1918) que fue seguido por otro de la Entente, esperó en vano el cumplimiento de las
aún más breve de una república federativa independien- promesas hechas por Wilson y Lloyd George. 22
te de Transcaucasia (de abril a mayo) y finalmente por
tres repúblicas independientes separadas (de mayo de Los activistas políticos azerbaiyanos participaron en
1918 a 1920-21). el resurgimiento de las organizaciones musulmanas
en el primer año de la revolución, asistiendo a congre-
Había que escoger entre aliarse con la Rusia sovié- sos y publicando manifiestos, pero en Bakú el centro de
tica, la Entente o los alemanes, y cada dirección nacio- gravedad política estaba en los socialdemócratas rusos
nal eligió un camino diferente. La cuestión política cen- y en los nacionalistas armenios (en particular los dash-
tral pasó a ser la autodefensa y en el contexto de la naks). Para los azerbaiyanos el poder soviético en
retirada rusa y el avance turco-germano ésta tomó rápi- 1917-18 se identificaba con los cristianos y el soviet de
damente una dimensión étnica. El Estado más estable la ciudad de Bakú encontró la indiferencia o la resisten-
y con más posibilidades era con toda seguridad Georgia. cia activa cuando intentó extender su poder sobre la
Allí, la socialdemocracia tenía un gran arraigo en la cla- zona rural periférica o sobre la ciudad azerbaiyana de
se obrera y el campesinado. La intervención alemana Gandja (Elisavetpol).
era necesaria no para apoyar al régimen internamente
sino para evitar el ataque desde fuera. A finales de La comuna de Bakú, un gobierno soviético que ri-
mayo de 1918, los georgianos optaron por los alemanes gió Bakú desde abril hasta finales de julio de 1918, fra-
en vez de los bolcheviques; los azerbaiyanos se volvie- casó en su intento de agrupar a los pueblos de Trans-
ron esperanzadamente hacia los turcos; la ciudad multi- caucasia en torno al poder soviético. Después de
nacional de Bakú optó por el poder soviético; y los aplastar una revuelta musulmana en la ciudad, el go-
armenios quedaron a merced de los ejércitos otomanos bierno dirigido por los bolcheviques, con su pequeña
invasores. 21 Guardia Roja, se vio obligado a confiar en las tropas
armenias dirigidas por oficiales dashnak. Los líderes
Paradójicamente, el Estado nación de Georgia lo nacionalistas azerbaiyanos, que habían sido mayorita-
formaban y dirigían marxistas cuya aspiración era una riamente pro-rusos en los años anteriores a la guerra,
revolución democrática en Rusia que resolviese de una dieron la bienvenida a la fuerza y apoyo ofrecidos por
vez por todas la opresión étnica y social sufrida por su el ejército turco otomano. Los líderes nacionalistas,
pueblo. En vez de eso, se encontraron al frente de un que se hallaban en Gandja, entraron en Bakú con las

101
tropas otomanas y los azerbaiyanos se vengaron de los La experiencia de Transcaucasia demuestra hasta
armenios locales (septiembre 1918) matando entre nue- qué punto las identidades sociales fueron durante mu-
ve y treinta mil personas. cho tiempo ambiguas, o al menos no llegaron a articu-
larse de forma plena, hasta que fueron solidificadas
Pero aunque aseguraron el control sobre la ciudad -aunque brevemente- en confrontaciones políticas.
que iba a ser su capital, los nacionalistas azerbaiyanos Aparte de la influencia de las estructuras sociales y de
se enfrentaban a una población mixta de trabajadores la intervención intelectual, la formación de la naciona-
rusos, armenios y musulmanes con una larga tradición lidad y la difusión del nacionalismo también implica-
socialista y sindical. La conciencia nacional entre el ban coyunturas políticas particulares cuando la gente se
campesinado, del que dependían, era todavía en gran veía forzada a elecciones de amigos y enemigos menos
medida inexistente y los nacionalistas no estuvieron ambiguas que las de tiempos pasados. El n~cionalismo
nunca completamente seguros en Bakú, donde el bol- secular había sido relativamente débil entre los georgia-
chevismo tenía raíces profundas. Cuando el Ejército nos y los azerbaiyanos antes de 1918, pero los años de
Rojo entró en la ciudad en abril de 1920, hubo poca independencia, el auge de un discurso más nacionalista
resistencia. Como escribe Tadeusz Svietochovski en un entre sus intelligentsias y la sovietización involuntaria
estudio reciente sobre la identidad nacional azerbaiya- contribuyeron a la intensificación de los sentimientos
na: «Mientras la intelligentsia experimentó una evolu- nacionalistas seculares.
ción que la llevó en rápida sucesión desde el panisla-
mismo al turquismo o al azerbaiyanismo, las masas Ninguno de los movimientos políticos más impor-
continuaban en el nivel de conciencia de la umma con tantes de Transcaucasia antes de 1918 era de carácter
su típica indiferencia hacia el poder secular, ya fuera separatista. Respondían más bien a las pautas comer-
extranjero o nativo. La idea de un estado nación azer- ciales largo tiempo establecidas y a las complejas rela-
baiyano no cuajó entre la mayoría de la población. El ciones económicas que vinculaban a la mayoría de los
mismo término "nacionalismo" o no era entendido o, pueblos no rusos del viejo imperio con el centro (los
aún peor, sonaba a insulto, un hecho que los comunis- finlandeses y los polacos eran tal vez una excepción).
tas explotaron en su propaganda contra la república Los no rusos, en especial los intelectuales y las clases
azerbaiyana. Esto podría ayudar a explicar por qué la medias y altas urbanas estaban bien integradas dentro
caída de la república fue tan asombrosamente fácil. de la sociedad rusa. Para las gentes de Caucasia, el ca-
Incluso aquellos que posteriormente se rebelaron con- mino a Europa y a la ilustración, a la vida moderna y
tra el gobierno soviético no luchaban por la restaura- al autoconocimiento pasaba por Rusia. La separación
ción del régimen derrocado». 23 A diferencia de losar- de Rusia fue para los tres pueblos una decisión política
menios y georgianos, los azerbaiyanos no crearon un desesperada basada en la necesidad de apoyo por parte
movimiento político de masas bajo una dirección efec- de un poder externo -de Alemania para los georgia-
tiva hasta bastante después de la revolución y de la nos, Turquía para los azerbaiyanos y más tarde las po-
guerra civil. tencias de la Entente para los armenios.
En los discursos nacionalistas de los movimientos
NTES del gran

A
actuales en favor de la autodeterminación en la Unión
acontecimiento de Soviética, se representa a menudo la larga experiencia
«LA FORMACIÓN la revolución rusa con el gobierno soviético como la destrucción de lo na-
y la guerra civil, el nacio- cional. La represión y la rusificación forzada, la mo-
DE NACIONES» nalismo era para muchas dernización impuesta, la supresión de las tradiciones
nacionalidades del Imperio nacionales, la destrucción de pueblos e incluso el ata-
AL ESTILO ruso un fenómeno vincula- que a la naturaleza se combinan en una poderosa serie
do todavía en gran parte a de imágenes que muestran al poder soviético como el
SOVIÉTICO la intelligentsia naCional, a enemigo de la nación. El grado de intensidad con los
los estudiantes y a las cla- que largos y difíciles años de gobierno del Partido Co-
ses medias bajas urbanas con, en el mejor de los casos, munista continuaron de hecho «la formación de nacio-
un apoyo efímero entre las capas sociales mayoritarias. nes» del período anterior a la revolución se pierde
Los azerbaiyanos no tenían un sentimiento de naciona- dentro de esta poderosa retórica nacionalista. La expe-
lidad; su identificación primordial era para con la gente riencia soviética, no exenta de contradicciones y para-
cercana con la que compartían intereses sociales y reli- dojas, originó nacionalidades más fuertes, más cohe-
giosos comunes. Ni el nacionalismo ni el socialismo pu- rentes y más conscientes que las que habían entrado en
dieron movilizar grandes cantidades de azerbaiyanos en la federación en sus comienzos. La Unión Soviética,
las luchas políticas que iban a decidir su futuro. Para paradójicamente, es víctima no sólo de sus efectos ne-
los georgianos, un socialismo de base nacional como el gativos sobre los pueblos no rusos, sino también de su
que presentaba la élite intelectual dominante (los men- propia contribución «progresista» al proceso de «cons-
cheviques) respondía a los agravios tanto sociales como trucción de naciones».
étnicos y prometía una solución sociopolítica a la doble
opresión determinada por la clase y la nacionalidad. A formación de la Unión Soviética fue tanto
Para los armenios -un caso más bien único de pueblo
dividido entre dos imperios, sin un área segura de con-
centración y enfrentados al inminente peligro de
L un proceso encaminado a reintegrar a la fuerza
partes del Imperio ruso como un reconoci-
miento por parte de los bolcheviques victoriosos del po-
exterminio- un nacionalismo que integrase de forma der provisional del nacionalismo. Lenin insistía en que
vertical a todos los armenios, allá donde se encontra- la autonomía política y cultural nacional para los no ru-
sen, barrería por completo a todos los competidores sos se estableciera en el nuevo Estado federal pero que
ideológicos tanto de la izquierda como de la derecha. al mismo tiempo todas las partes de ese Estado estuvie-
Para los tres pueblos, los llamamientos con más éxito sen dominadas por el Partido Comunista. La Unión
fueron los que combinaban los programas populistas o Soviética fue el primer Estado en la historia constitui-
incluso socialistas con argumentos étnicos. do por unidades políticas étnicas, una unión pseudofe-

102
deral que eliminaba por una parte la soberanía política Transcaucasia originó una movilidad social y geográfi-
de las nacionalidades mientras que por otra les garan- ca que destruyó a la larga pautas tradicionales de auto-
tizaba identidad territorial, instituciones educativas y ridad y prácticas culturales. Se nacionalizó y secularizó
culturales en su propia lengua y el ascenso de cuadros la educación y las viejas élites fueron eliminadas en fa-
nativos a puestos de responsabilidad. La política de vor de los comunistas y sus aliados. Los miembros de
<<nativización» (korenizatsiya) fomentada por Lenin y la intelectualidad secular y los marxistas nativos que so-
apoyada por Stalin hasta los primeros años de la déca- brevivieron a las purgas de Stalin se integraron bien en
da de los treinta, creó alfabetos para pueblos que no te- el sistema soviético y no suponían una amenaza real
nían escritura, abrió escuelas para aquellos que no las para la estructura de poder existente . Un discurso mar-
habían tenido bajo el zarismo y estableció cientos de so- xista soviético sustituyó a los discursos nacionalistas
viets nacionales para pueblos que vivían fuera de su re- prohibidos y se diluyeron las diferencias entre la cultura
gión nacional. Poco a poco, los funcionarios rusos fue- soviética y la rusa. A finales de la década de los treinta,
ron sustituidos por líderes nacionales y la década de los el estudio de la lengua rusa era obligatorio en todas
veinte fue testigo del desarrollo de «comunismos nacio- las escuelas. Aunque se enseñaban también las lenguas
nales» en muchas repúblicas. En Armenia, los comu- nativas, se consideraban a menudo insuficientes para
nistas hablaban del resurgimiento de Armenia de las triunfar en carreras políticas o científicas.
cenizas del genocidio y mientras expulsaban o arresta-
ban a los nacionalistas antibolcheviques, iniciaron la A pesar de las modificaciones en las políticas de na-
reconstrucción de un estado armenio al que podrían tivización de la década de los veinte y el fomento de la
emigrar refugiados de otras partes de la Unión Soviéti- lengua y la cultura rusa bajo Stalin, los desarrollos de-
ca y del mundo. Las capitales cosmopolitas de Georgia mográficos y culturales puestos en funcionamiento por
y Azerbaiyán se convirtieron entonces en sedes del po- la korenizatsiya continuaron y en los años sesenta ya
der de los comunistas nativos y se establecieron infraes- habían logrado ampliamente sus propósitos en Trans-
tructuras de los Estados nacionales, completadas con caucasia. Las repúblicas habían adquirido un carácter
óperas nacionales, academias nacionales de las ciencias nacional no sólo a nivel demográfico sino también en
y estudios cinematográficos nacionales. lo político y cultural. Lo que cabe llamar en verdad
«programas de acción compensatoria» promovieron
La migración fortaleció a las nacionalidades titula- cuadros de las nacionalidades titulares a menudo en de-
res en cada república consolidando la identidad étnica trimento de la población rusa más culta y urbanizada (y
y territorial. En los siglos anteriores a la revolución, en Arzebaiyán y Georgia, de la armenia). 24 Se habían
Transcaucasia había sido una región de gran movili- formado naciones territoriales que no tenían una expre-
dad, con tribus y pueblos que se trasladaban constan- sión política propia y total. Se había establecido lo que
temente de una zona a otra. Después de las guerras Tom Nairn llama una «cultura de reserva»: una cultura
ruso-persas y ruso-turcas, los musulmanes se fueron etnolingüística sin nacionalismo político era la única
hacia los imperios del sur y los armenios emigraron al forma «sana» de patriotismo permisible. 25
norte a la provincia de Ereván, a Tiflis y Bakú. Lapo-
blación de las ciudades era mixta, siendo los armenios
ON el final del ré-
los más urbanizados de los tres pueblos; pero en el pe-
ríodo soviético, el alto nivel de urbanización dio lugar
a mayorías amplias de azerbaiyanos en Bakú y georgia-
nos en Tiflis . Sin embargo, aunque la consolidación
LEGADOS DEL C gimen policial de
Stalin, la relaja-
ción del poder central bajo
étnica crecía, permanecían enclaves anómalos de mi- ESTALINISMO Khrushchev y la suaviza-
norías étnicas : en la montañosa Karabaj, una región ción de las restricciones ex-
autónoma de Azerbaiyán, más de tres cuartas partes de traordinarias sobre la expresión étnica, las élites políti-
la población eran armenios; en Abjazia, una república cas nacionales de cada república empezaron a ejercer
autónoma de Georgia, la minoría abjazia estaba ame- un poder mayor y a tener una independencia limitada
nazada por la creciente pluralidad georgiana. Docenas de Moscú. En Transcaucasia, las élites locales del par-
de pueblos azerbaiyanos permanecieron en Georgia y tido crearon un sistema corrupto de protección y favo-
Armenia al mismo tiempo que se podía hallar a pueblos ritismo hacia la nacionalidad titular y se extendió la
armenios y georgianos en Azerbaiyán. La territorializa- práctica de sobornos y cohechos. 26 Con el desarrollo
ción de lo étnico y el creciente poder de la nacionalidad de complejas redes de patrocinio y clientelismo, «círcu-
titular dejaron a estas minorías pocas posibilidades de los familiares» y una notoria «economía paralela», lí-
conseguir una comprensión por tantas injusticias acu- deres del partido como Veli Akhundov en Azerbaiyán,
muladas. Anton Kochinian en Armenia y Vasilii Mzhavanadze en
Georgia -hombres que habían disfrutado del favor de
El proceso de nativización, tanto en lo positivo Khrushchev- se vieron implicados en la corrupción y
como en lo negativo, se enfrentó al desafío del progra- favoritismo característicos de las prácticas políticas y
ma soviético de desarrollo económico y modernización económicas normales de Transcaucasia. Su permanen-
social. Una vez que Stalin hubo consolidado sus pode- cia en los cargos fue de extraordinaria duración. Mzha-
res autocráticos a mediados de la década de los treinta, vanadze fue primer secretario del Partido Comunista
los intereses étnicos quedaron radicalmente supedita- georgiano durante diecinueve años (1953-72). Kochi-
dos a consideraciones de eficiencia económica y pro- nian había ejercido de presidente del Consejo de Mi-
ductividad. Las campañas para implantar la agricultura nistros de Armenia ( 1952-66) antes de ser llamado por
colectiva soviética, a las que se opusieron cientos de mi- Brezhnev para ser primer secretario (1966-74). Akhun-
les de campesinos, constituyeron en las zonas no tusas dov sucedió a lman Mustafaev (1954-59), quien había
un golpe devastador para los jefes patriarcales tradicio- sido destituido pot corrupción y por «aislacionismo»
nales de las aldeas y coincidieron con ataques a la Igle- nacional y fue primer secretario del Partido Comunista
sia y a la Mezquita. En Azerbaiyán, las mujeres fueron Azerbaiyano durante diez años. La longevidad de estos
obligadas a quitarse el velo. En Armenia, el jefe de la dirigentes nacionales generó a principios de los setenta
Iglesia nacional fue asesinado. La industrialización de unas élites locales consolidadas que aplacaban a las po-

103
blaciones locales con concesiones moderadas a los sen- tas de los derechos humanos e incluso por separatistas
timientos nacionales y un alto grado de permisividad revolucionarios y que vino acompañado de contrana-
económica. cionalismos procedentes de las minorías de las repúbli-
A finales de los años sesenta, el régimen de Brezh- cas. El «nacionalismo oficial», o lo que ha sido defini-
nev, que apoyaba en líneas generales a los atrinchera- do por las autoridades soviéticas como «patriotismo» ,
dos dirigentes del partido, ya no pudo tolerar más la se convirtió en una forma de expresión permisible en el
ambiente de mayor laissez faire de los años cincuenta y
continua frustración de sus planes económicos. Con el
fin de deshacer las complejas redes de amigos, clientes sesenta; pero las autoridades centrales, que temían el
y familiares que habían tejido los jefes locales del parti- desarrollo del chovinismo étnico o el separatismo polí-
tico, intentaban periódicamente contener a los parti-
do, los dirigentes centrales buscaron nuevo personal
fuera de los aparatos dominantes de éste. El14 de julio darios más ruidosos del nacionalismo local. Con los
de 1969, Heidar Aliev, un oficial de carrera de la KGB, nuevos equipos de 1969-74, se renovó el énfasis en la
fue elegido como primer secretario del Partido Comu- necesidad de la educación en lengua rusa y de frenar lo
nista azerbaiyano. Tres años más tarde, en septiembre que Sh.evardnadze llamaba «la estrechez y el aislacio-
nismo nacional». El Estado y la sociedad luchaban en-
de 1972, su colega de las fuerzas de seguridad georgia-
nas, Eduard Shevardnadze, fue nombrado líder del torno a la definición de los derechos nacionales en los
años de Brezhnev y un movimiento disidente claramen-
partido georgiano. Ese mismo año, dos rusos fueron
llevados a Armenia para ejercer el uno de segundo se- te desafiante se arriesgaba al arresto y al exilio al expre-
cretario del Comité Central y el otro de jefe de la KGB; sar su descontento. Ya en marzo de 1956, los estudiantes
y en noviembre de 1974 Karen Demirchian, un joven habían salido a las calles de Tiblisi para protestar con-
ingeniero armenio educado fuera de su patria, se con- tra la retirada de un monumento a Stalin y se habían
encontrado con los disparos del ejército. Docenas de
virtió en el jefe del partido en Armenia. La orden que
se dio a estos hombres era la misma: acabar con la estudiantes murieron en lo que fue más un gesto nacio-
corrupción política y económica, estimular el creci- nalista que expresión de adhesión al estalinismo. Casi
miento económico, acabar con el favoritismo étnico, una década después, el 24 de abril de 1965, miles de
contener las expresiones más claras de nacionalismo lo- armenios se manifestaron sin convocatoria oficial para
cal y fomentar una nueva élite gobernante capaz de lle- conmemorar el cincuenta aniversario del genocidio. Fue
var a cabo la política del Partido Comunista. entonces cuando el primer secretario Zakov Zarobian
rechazó el uso de la fuerza, intentó calmar á las multi-
A consecuencia de la tradicional confianza cauca- tudes y finalmente hizo concesiones a los sentimientos
siana en los lazos de familia y de amistad, la economía nacionales armenios. Se construyó un monumento a las
subterránea y las prácticas políticas corruptas en Trans- víctimas de las matanzas y deportaciones de 1915 en
caucasia resultaron invulnerables a la reforma. Dado Tsitsernakaberd, una colina de Ereván, y cada año
que entre los armenios, los georgianos y los azerbaiya- el 24 de abril desfila una espontánea procesión de gen-
nos la lealtad primaria se centra en los grupos de paren- tes hacia la llama eterna para depositar flores . Pero Za-
tesco y los amigos íntimos, el sentido del propio valor robian, que había conseguido una popularidad conside-
procede más del honor o de la vergüenza que uno apor- rable en Armenia debido a su actitud conciliadora hacia
ta a su círculo que de una carrera brillante o de la gran los sentimientos nacionales armenios, fue cesado un año
acumulación de riqueza. 27 Los favores hechos o recibi- después de la manifestación.
dos son la moneda operativa de las relaciones tanto po-
N abril de 1978 cientos de estudiantes y de otras
líticas como sociales, y las redes tejidas mediante favo-
res y lazos personales hacen que sea posible burlar la
economía .estatal oficial y las formas legales de compor-
tamiento político. Tan poderosas son las obligaciones
E personas salieron a las calles de Tiblisi para pro-
testar por la intención del gobierno de cambiar
la cláusula de la constitución de Georgia donde se de-
hacia los parientes y los amigos que la vergüenza en que claraba que el georgiano era la lengua oficial de la repú-
se incurre por no cumplirlas es, para muchas gentes de blica. Shevardnadze se dirigió a la multitud, estimada
Caucasia, mucho más seria que los castigos impuestos en cinco mil personas, ante el edificio del Consejo de
por la ley. Como las estructuras políticas y policiales Ministros y le informó que había recomendado el reco-
habían sido penetradas también por dichas redes perso- nocimiento del georgiano como lengua oficial. 28 No
nales, la protección del castigo era un favor frecuente sólo se preservó el georgiano, sino que se abandonaron
y el incumplimiento de la ley implicaba menos riesgos prudentemente propuestas similares para las constitu-
antes de los años setenta que romper los códigos fami- ciones de Armenia y Azerbaiyán. Ningún líder del par-
liares. Incluso después de que el Estado le asestara un tido padeció las consecuencias de esta clara expresión
golpe duro a la «economía paralela» y los riesgos inhe- de sentimiento antirruso -una manifestación tempra-
rentes a no cumplir la ley se hicieran mayores, las redes na del resurgimiento de la sociedad civil en la Unión So-
siguieron vigentes -una forma efectiva de resistencia viética y un presagio de lo que sería la perestroika.
nacional contra la manera de hacer las cosas impuestas
El «nacionalismo no ortodoxo» incluía tanto a un
por la política soviética-. Una vez reducido el terror
estalinista -y en ausencia de un control democrático pequeño número de separatistas revolucionarios, como
efectivo desde abajo- las repúblicas de Transcaucasia los del Partido de la Unidad Nacional Armenia, como
estaban esencialmente gobernadas por «mafias» nacio- a intelectuales más moderados que formaban parte de
nales concentradas en torno a los partidos comunistas organizaciones en favor de los derechos humanos,
y los aparatos de Estado cuyo alcance se extendía a como los efímeros Comités de Vigilancia Helsinki que
intentaban alertar a la opinión pública internacional
toda la sociedad.
ante la falta de derechos nacionales dentro de la Unión
Además del «nacionalismo oficial» omnipresente Soviética. 29 Los disidentes de Georgia, por ejemplo,
dentro del partido y la burocracia estatal y sancionado estaban interesados en un principio en la lucha aparen-
por la intelectualidad y la población, apareció por pri- temente anodina por la conservación de los monumen-
mera vez en los años sesenta un «nacionalismo hetero- tos históricos y religiosos de Georgia, pero algunos de
doxo» o disidente, defendido por unos cuantos activis- los más atrevidos pronto se interesaron por la situación

104
de los meshketios, musulmanes georgianos que en 1944 mente más que un transmisor de la política del parti-
no tuvieron más remedio que dejar sus hogares junto a do- votó, 110 contra 17, para que se intercediera ante
la frontera con Turquía y trasladarse a Asia central y el soviet supremo de la URSS y se intentara así la trans-
que ahora deseaban volver. La mayoría de los disiden- ferencia de Karabaj a Armenia.
tes fueron arrestados y a principios de los ochenta o es-
Las autoridades de Moscú dudaron en actuar, se
taban en la clandestinidad o exiliados en el extranjero.
mostraron confusas y el movimiento creció hasta lograr
que hacia la última semana de febrero cientos de miles
A consolidación ét- de personas tomaran parte en continuas manifestacio-
UNA PRUEBA L nica de las nacio-
nalidades titulares
y la autoridad de sus líde-
nes en Ereván. Los azerbaiyanos reaccionaron a las pe-
ticiones armenias saliendo a la calle. Durante dos días,
el 28 y el 29 de febrero, manifestantes de la ciudad
PARA LA res e intelectuales naciona- industrial azerbaiyana de Sumgait recorrieron las calles
les incrementó la presión en busca de víctimas armenias. Los autobuses eran pa-
PERESTROIKA: sobre las minorías de las rados y registrados; los hospitales y los pisos eran inva-
repúblicas para que se asi- didos. Treinta y una personas resultaron muertas y
LA LUCHA milaran o emigraran. Los cientos de ellas heridas antes de que las fuerzas milita-
movimientos nacionalistas res pudieran sofocar los disturbios. Los intelectuales y
POR KARABAJ de masas de finales de los los funcionarios azerbaiyanos condenaron los distur-
años ochenta empezaron bios pero siguieron manteniendo que Karabaj era una
aquí, en principio no como luchas antirrusas sino como parte histórica de su patria. El gobierno de Gorbachov
conflictos más particulares entre los armenios de Kara- se enfrentó a una crisis política para la que ni la Consti-
baj y los azerbaiyanos y más tarde entre abjazios y tución soviética ni los precedentes políticos resultaron
georgianos. 30 de gran ayuda a la hora de solucionar un conflicto terri-
Karabaj, la región autónoma que se encuentra torial que oponía violentamente a dos repúblicas de la
ahora dentro de Azerbaiyán, había sido durante siglos Unión. Las dos nacionalidades aducían derechos histó-
una zona fronteriza entre los musulmanes de las llanu- ricos sobre la región. Dada su mayoría demográfica,
ras y los cristianos de las montañas. Unos príncipes ar- los armenios alimentaban sus reivindicaciones con ar-
menios semiindependientes habían gobernado Karabaj gumentos basados en principios democráticos e inclu-
(Art-sakh para los armenios) al principio de los tiempos so en conceptos leninistas de autodeterminación. Los
modernos; pero cuando Transcaucasia fue anexionada azerbaiyanos contestaban con defensas basadas en la
al Imperio ruso, Karabaj quedó vinculada a nivel admi- integridad territorial y en la constitucionalidad.
nistrativo a las llanuras agrícolas más ricas del Este. La primera fase de la crisis de Karabaj llegó a su fi-
Después de la revolución, los bolcheviques prometieron nal con los acontecimientos de Sumgait. La posibilidad
Karabaj a Armenia, pero una vez más prevaleció el de una transferencia pacífica de Karabaj a Armenia se
pragmatismo. Dada la pobreza de Armenia, la riqueza hacía ahora más remota al haberse endurecido las pos-
relativa azerbaiyana, procedente del petróleo, y la ne- turas. Con un acuerdo satisfactorio para ambas partes
gativa soviética a ofender a su aliado Mustafá Kemal, y nada utópico, Karabaj fue colocada bajo el mando
se estableció la región autónoma de Nagorni Karabaj directo de Moscú durante un año y medio (desde julio
dentro de Azerbaiyán. Al mismo tiempo, otra región, de 1988 a noviembre de 1989). Pero eso sólo sirvió
Nakhichevan, que tenía una amplia minoría armenia y para que se intensificaran las luchas. Se formaron pode-
que estaba físicamente separada del resto de los azer- rosos frentes nacionales tanto en Armenia (el comité
baiyanos por el territorio armenio, fue declarada repú- Karabaj, más tarde el Movimiento Nacional Armenio
blica autonóma (una denominación más importante) [Haiots Hamazgain Sharzhum o HHSh]) como en
dentro de Azerbaiyán . Azerbaiyán (el Frente Popular Azerbiayano o FPA
[Azarbayjan Kha/g Jabhastl). Representaban un creci-
Hacia 1979 la proporción de armenios en Karabaj
miento momentáneo del poder y la influencia de las in-
había pasado del 85 por ciento al 75 por ciento. Los telligentsias nacionales, pero la gente menos culta y
armenios de la zona, apoyados por sus compatriotas de
privilegiada también empezó a movilizarse en ambas
la república armenia, afirmaban que el gobierno azer-
repúblicas. A mediados de noviembre de 1988, una se-
baiyano mantenía en el atraso a la región e incitaba a
rie de mítines multitudinarios en Bakú protestaron con-
los armenios a que emigrasen. Temían un destino simi-
tra lo que consideraban usurpaciones armenias a la
lar al de Nakhichevan donde la población armenia ha- autoridad azerbaiyana en Karabaj. Dirigidos por un
bía pasado de ser casi la mitad a menos del diez por obrero joven y dinámico, Neimat Panakhov, los porta-
ciento en el período soviético. Tanto en Karabaj como voces denunciaron al gobierno comunista y a la intelec-
en la propia Armenia, los activistas de los años sesenta
tualidad urbana. El FP A se hallaba dividido social y
empezaron a hacer campañas en pro de la incorpora-
políticamente entre quienes se planteaban los múltiples
ción de Karabaj a Armenia, pero el gobierno soviético
problemas a los que se enfrentaba la sociedad azerbai-
central declaró reiteradamente que Karabaj seguiría yana y los que querían centrarse en el problema de Ka-
siendo parte de Azerbaiyán. De repente y de forma im-
rabaj. El impulso dado a la democratización de la so-
prevista, el13 de febrero de 1988los armenios de Kara-
ciedad azerbaiyana sufrió un revés con el problema de
baj iniciaron una serie de manifestaciones a favor de la
Karabaj ya que ningún político o intelectual azerbaiya-
incorporación a Armenia. Cinco días más tarde, Gor- no estuvo de acuerdo con la autodeterminación de
bachov intentó calmarles mediante el ofrecimiento de
Karabaj.
una sesión especial del Comité Central para tratar la
política estatal sobre las nacionalidades. Al día siguien- Nuevas explosiones de violencia azerbaiyana contra
te, miles de personas se manifestaron en Ereván en soli- los armenios estallaron a finales de noviembre en Kiro-
daridad con Karabaj, y el Kremlin se enfrentó a una cri- vabad y Nakhichevan, unas zonas donde los armenios
sis étnica y política sin precedentes. En una maniobra eran minoría. La quiebra total de la simbiosis interétni-
histórica, el soviet de Karabaj -que no era normal- ca en Azerbaiyán y Armenia, acompañada de las simul-

105
táneas demandas de mayor autonomía en la región bál- a manos de los turcos otomanos y la pérdida de tres
tica, llevó a Gorbachov a advertir a los no rusos que el cuartas partes de la Armenia histórica que quedaron
futuro de la perestroika estaba en juego. «Somos una anexionadas a la república turca, querían evitar a toda
familia» declaró, «tenemos una casa común». Pero la costa la pérdida de la «huérfana» Karabaj. Además del
ira y el miedo tanto en Armenia como en Azarbaiyán recuerdo del genocidio, tenían el de los enfrentamientos
no podían ser vencidos con súplicas o aplazamientos, y con los azerbaiyanos en 1905, la masacre de los arme-
la política vacilante e inconsciente de Gorbachov res- nios en Bakú en septiembre de 1918 y los continuos
pecto a las nacionalidades no rusas mermó la simpatía agravios relacionados con Karabaj. Los armenios de
y el apoyo de que había gozado inicialmente. Decenas Azerbaiyán, apartados de sus primitivas posiciones de
de miles de refugiados armenios empezaron a abando- predominio en Bakú durante los años del gobierno so-
nar Azerbaiyán y a marcharse a Armenia y hacia finales viético, consiguieron mantener una relativa prosperidad
de 1988 cientos de miles de azerbaiyanos, temiendo re- derivada de su buena preparación y educación. Hubo
presalias, salieron de Armenia. Los refugiados azerbai- pocos matrimonios mixtos y muchos opinaban que los
yanos, que eran en su mayor parte emigrantes de la Ar- azerbaiyanos eran uri pueblo primitivo y salvaje que la
menia rural, acabaron en Bakú y otras ciudades en un experiencia soviética no había logrado civilizar.
ambiente inhóspito con el problema añadido de un alto
A finales de 1989 los movimientos nacionalistas no
desempleo. Eran marginados en su propia tierra y esta-
habían conseguido trastocar la estructura del poder ofi-
ban muy resentidos contra los armenios que les habían
cial en las repúblicas de Transcaucasia. En Azerbaiyán,
obligado a abandonar sus pueblos. Se ha dicho después
el Frente Popular, que era cada vez más hostil al Parti-
que estos emigrantes inquietos fueron los que formaron
do Comunista, organizó eficazmente en agosto un blo-
las multitudes que atacaron a los armenios en Bakú en
queo contra la república armenia e inició una serie de
enero de 1990.
huelgas y manifestaciones para obligar al Soviet Supre-
Muchos de los armenios desplazados y sin hogar mo azerbaiyano a declarar a Azerbaiyán «estado socia-
procedentes de Azerbaiyán se establecieron en Lenina- lista soberano» dentro de la URSS. En noviembre, el
kan y Kirovakan, justo unos días antes de que un fuerte Partido Comunista de Azerbaiyán prácticamente había
terremoto devastara la segunda y la tercera ciudades capitulado ante el Frente; para detener el bloqueo y las
más grandes de la república. Al finalizar 1988, los ar- manifestaciones, Moscú abandonó su gobierno directo
menios, aturdidos por la doble tragedia impuesta por la sobre Karabaj y restauró la autoridad del soviet local
naturaleza y sus vecinos, intentaron hacer un balance (28 de noviembre). En otras partes de la república, los
de los resultados catastróficos de un año de promesas militantes locales desafiaban al desacreditado aparato
políticas y esperanzas frustradas. Al mismo tiempo, comunista. En Lenkoran, los nacionalistas controlaban
Gorbachov y sus colegas, que habían visto cómo su vi- de forma efectiva las ciudades . En diciembre los mani-
sita triunfal a los Estados Unidos era interrumpida por festantes de Nakhichevan arrancaron los marcadores
la devastación de Armenia, se vieron obligados a en- de fronteras y destrozaron los puestos de guardia de la
frentarse al más fundamental de los dilemas soviéticos, frontera soviético-iraní para «reunificar» «el sur de
esto es, cómo democratizar y modernizar el mayor país Azerbaiyán» a la república soviética, algo largamente
del globo manteniendo a la vez el último imperio multi- deseado por los intelectuales azerbaiyanos soviéticos. 33
nacional. Manifestaciones masivas pedían la separación de
Azerbaiyán de la URSS; y en enero un grupo de extre-
mistas de Bakú se separó del grueso de una gran mani-
diferencia de las

EL A luchas nacionales
en el Báltico so-
viético, que han sido en su
festación y empezó a masacrar armenios. Después de
un año y medio intentando evitar la intervención mili-
tar directa, Gorbachov declaró el estado de emergencia
en Azerbaiyán y envió tropas primero a Karabaj y lugo
HUNDIMIENTO mayor parte constitucio- a Bakú. La mayoría de los armenios de la ciudad o ha-
nales y han estado exentas bían sido asesinados o habían sido evacuados cuando el
DEL VIEJO de violencia popular, el ejército entró en la ciudad. Cientos de azerbaiyanos
conflicto armenio-azerbai- fueron muertos, docenas de ellos fueron arrestados en
ORDEN yano de Karabaj ha sido un intento desesperado por parte del ejército soviético
más volátil, menos mani- de restablecer la autoridad del desacreditado Partido
pulable por parte de las autoridades políticas y ha esta- Comunista Azerbaiyano.
do más sujeto a una intensificación rápida e impredeci-
ble. Los azerbaiyanos recordaban los conflictos de 1905 En Armenia, el gobierno posterior a Demirchian,
y los «días de marzo» de Bakú en 1918 cuando los bol- bajo el liderato de Suren Harutiunian, se hallaba dividi-
cheviques se aliaron con los nacionalistas armenios do entre la negativa del Kremlin a permitir la fusión de
para sofocar una revuelta musulmana. Tenían miedo Karabaj con Armenia y el creciente movimiento popu-
de las pretensiones armenias sobre lo que ellos sentían lar que no se iba a conformar con menos. Los fedayees
como territorio azerbaiyano (Karabaj y Nakhichevan) y armenios (un término que recuerda a los revoluciona-
albergaban resentimientos profundos hacia los arme- rios de principio de siglo), frustrados por el bloqueo
nios porque consideraban que habían tenido ventajas azerbaiyano que impedía la reconstrucción de las ciuda-
injustas sobre los azerbaiyanos. La opinión de los azer- des y pueblos siniestrados por el terremoto y decididos
baiyanos de que los armenios eran un pueblo poderoso a defender a su república y a Karabaj, asaltaron arsena-
e influyente, cercano a los centros de poder soviéticos, les y comisarías con el objeto de armarse para las próxi-
y de que tenían intenciones de carácter imperialista res- mas batallas. El gobierno y el partido hicieron poco
pecto al territorio azerbaiyano, se vio reforzada por las para evitar el hundimiento del viejo orden. Los edifi-
abiertas demandas armenias sobre Karabaj. 32 cios fueron tomados por hombres armados en Ereván
y varias milicias independientes empezaron a operar en
Los armenios, que tenían una experiencia histórica la frontera azerbaiyana. En abril de 1990 una multitud
y social diferente, como pueblo que sufrió el genocidio intentó asaltar el edificio de la KGB en la capital y un

106
mes más tarde, las tropas soviéticas se enfrentaron con operaban unos 150 grupos políticos, se pronunció por
fuerzas irregulares armenias en la estación de ferroca- la celebración de unas elecciones alternativas a un Con-
rril de Ereván. Murieron veinticinco personas. Harutiu- greso Nacional; pero cuando se celebraron las eleccio-
nian pidió ser relevado de su puesto y fue reemplazado nes para el Soviet Supremo en otoño de 1990, los nacio-
por un incondicional del partido, V. Movsisian. Pero al nalistas separatistas de la Mesa Redonda, liderados por
igual que en Azerbaiyán, el vacío de poder continuaba el ex disidente Zviaj Gamsajurdia, ganaron por mayo-
en Armenia, con el partido comunista en rápido declive ría absoluta.
y las fuerzas nacionalistas populares divididas y prepa-
radas para disputar con el poder establecido en las pró- Mientras crecía un nacionalismo virulento entre los
ximas elecciones . En julio Gorbachov lanzó un ultima- georgianos, acompañado de una violenta retórica sobre
tum pidiendo qué las milicias independientes de la integridad territorial de la república, los no georgia-
Armenia dejaran las armas en el plazo de quince días nos, en particular las minorías de Osetia y Abjazia, se
y amenazando con la intervención miliar si no obede- sentían cada vez más preocupados por su autonomía.
cían. El Parlamento armenio eligió presidente de la re- Los abjazios, quienes diez años antes, habían solicitado
pública a Levon Ter Petrosian, que un año antes había unirse a la República Rusa en protesta ante las ingeren-
sido arrestado por ser miembro del Comité Karabaj. El cias georgianas en su república autónoma, reacciona-
gobieno de Petrosian se dispuso entonces a desarmar a ron contra lo que afirmaban que era una indebida in-
las milicias independientes y a restaurar el orden en tervención georgiana en su vida nacional y el fracaso de
Ereván. Al tiempo que los armenios luchaban entre Tiblisi a la hora de fomentar el progreso cultural y eco-
ellos y que el nuevo gobierno nacionalista intentaba es- nómico abjazio. 35 La decisión georgiana de abrir una
tablecer su autoridad, Armenia se autoproclamó for- sede en la Universidad de Georgia en la capital abjazia
malmente estado independiente y soberano (23 de agos- de Sukhumi estimuló el renacimiento del movimiento
to de 1990) integrando a Karabaj como parte de la nacional abjazio. En marzo de 1989 solicitaron de nuevo
nueva República de Armenia. la fusión con Rusia. Georgianos armados se enfrenta-
ron a los abjazios en julio, y el problema abjazio se
convirtió en un tema fundamental en las manifestacio-
N Georgia, el movi-

GEORGIA: E miento nacionalista,


escindido entre
quienes estaban a favor de
nes independentistas de Tiblisi. En el marco de aconte-
cimientos diferentes, los osetios, un pueblo dividido en-
tre las repúblicas rusa y georgiana, lucharon con los
georgianos después de que el Frente Popular de Osetia
EL CAMINO la independencia inmedia- del Sur pidiera la unificación de la región autónoma del
ta y quienes preferían una sur de Osetia en Georgia con la república socialista so-
HACIA LA mayor autonomía dentro viética y autonóma del norte de Osetia en la RSFSR.
de una renovada Unión Los activistas georgianos se desplazaron a Tsjinvali, la
INDEPENDENCIA Soviética, salió a la calle a capital de Osetia del Sur, en señal de protesta y sólo la
finales de 1988. Las lla- intervención de tropas especiales rusas pudo evitar el
madas a la separación de la Unión Soviética iban acom- derramamiento de sangre. En otras zonas, los armenios
pañadas de una intensificación del sentimiento religioso de Akhaltsikhe y de Akhalkalaki en el sur de Georgia
y de un nuevo respeto por la Iglesia Ortodoxa georgia- y los azerbaiyanos del extremo más oriental de Georgia
na. Las voces más militantes dominaban el discurso pú- empezaron a sentirse presionados por los nacionalistas
blico y la indecisión del gobierno a la hora de acabar maximalistas que deseaban una «Georgia para los geor-
con las continuas manifestaciones y huelgás de hambre gianos».
del centro de Tiblisi enardeció a los nacionalistas más
radicales. El partido comunista, impotente ante la cre-
A «negligencia be-

L
ciente hostilidad de sus adversarios cometió un error
casi fatal al intentar reafirmar su poder reprimiendo nigna» de la «cues-
una multitudinaria manifestación en pro de la indepen- LA REVANCHA tión nacional» que
dencia el 9 de abril de 1989. Los soldados que empuña- caracterizó los largos años
ban palas afiladas y bombas de mano mataron a dieci- DE LA del gobierno inmovilista
nueve personas. La dirección del partido, que estaba en de Brezhnev, acabó con la
manos de Jumber Patiashvili, cayó y el movimiento na- HISTORIA movilización masiva de
cioniilista creció hasta llegar a ser la voz más poderosa los no rusos en 1988. Gor-
de la sociedad georgiana. bachov, que había sido muy criticado como dirigente
mesocéntrico insensible a las demandas de los naciona-
El nuevo líder del partido, Givi Gumbaridze, inten- lismos étnicos, reaccionó en un principio como el here-
tó trabajar con los nacionalistas moderados, y se con- dero de la tradición bolchevique de subordinación de
virtió en el portavoz del pluralismo político y de la so- lo nacional a lo económico. Pero lo apremiante de la
beranía de Georgia. Cuando el Congreso de los situación hizo variar aceleradamente los planteamien-
Diputados del Pueblo de Moscú debatió la creación del tos y hacia 1990 la movilización masiva de no rusos así
cargo de presidente para Gorbachov, Gumbaridze se como el reto conservador procedente de los propios
opuso abiertamente a la propuesta, afirmando que los comunistas rusos y también de los nacionalistas rusos ,
poderes del presidente comprometían los derechos de llevaron a significativas concesiones a las repúblicas. Se
las repúblicas de la Unión. El soviet supremo de Geor- aprobó una ley sobre la secesión de la URSS y aunque
gia declaró que la sovietización de la república en 1921 no satisfizo a aquellos que querían la indepedencia in-
fue un acto ilegal, y llamó a negociar un nuevo tratado mediata, al menos sirvió para establecer un proceso
con la Unión Soviética. 34 Las elecciones locales para legal que pudiese llevar al abandono de la federación.
las instituciones soviéticas fueron postpuestas hasta Se abrieron negociaciones para un nuevo tratado entre
otoño de 1990 con el objeto de permitir que otros parti- las repúblicas de la Unión que en rápida sucesión se
dos políticos se organizaran, y en mayo el Foro Nacio- declararon soberanas y el plan de reforma económica
nal Georgiano, una organización de unidad bajo la cual de Gorbachov-Yeltsin está basado en el concepto de

107
Foto de Inge Morath . Estatua de Lenin en Yerevan, capital de Armenia, 1987.
repúblicas «Soberanas». Gorbachov, que esperaba po- Los armenios son plenamente conscientes de su ais-
der recomponer lo que queda de la Unión Soviética, se lamiento físico dentro del mundo musulmán, de que su
declaró dispuesto a reestructurarla en lo esencial. república no tiene una salida al mar y de su dependen-
cia de la ayuda y los mercados de Rusia. Los azerbaiya-
nos sueñan con nuevos y ventajosos vínculos con Tur-
La «cuestión nacional» es el producto tanto de los quía e Irán, pero también saben que su tradicional
éxitos como de los fracasos, los logros y las contradic- dependencia del petróleo local tiene un escaso futuro ya
ciones del desarrollo social y económico soviético. Un que las reservas se están agotando. Los georgianos si-
«socialismo» de Estado sin democracia y una moderni- guen confiando en su capacidad para sobrevivir como
zación forzada llevada a cabo sin consentimiento popu- estado independiente, pero las abundantes frutas, ver-
lar en un contexto multinacional de progreso político duras y té de la «soleada Georgia» pueden resultar insu-
y cultural de los no rusos en sus propios países, ha crea- ficientes a la hora de compensar la pérdida de materias
do un conflicto entre naciones y dentro de las propias primas y productos manufacturados que provenían del
naciones. En cada república, unos todavía apuestan resto de la Unión Soviética.
por una URSS reformada mientras otros quieren la in-
dependencia ya. Los reformistas nacionalistas miran
sospechosamente a los conservadores comunistas. Los Ernest Gellner y Tom Nairn han subrayado que el
partidarios de Gorbachov en Moscú y los reformistas nacionalismo es una forma de autodefensa. En un
no rusos se aproximan intentando encontrar intereses mundo que se ha desarrollado de una manera crónica-
comunes. Cuando acabó el vigésimo octavo congreso mente desigual, con unas naciones que encabezan a
del partido, el secretario general dejó otra vez perplejos gran distancia la carrera por la consecución de los re-
a los pesimistas y apartó a los conservadores creando cursos, las que están en desventaja tratan de encontrar
un nuevo Politburó y un nuevo Comité Central mayori- su propio camino hacia la modernidad sin tener que
tariamente integrados por representantes de los parti- pagar el precio de la subordinación imperialista a los
dos comunistas republiCanos. Mientras busca aliados grandes jugadores. La elección es dura, porque el cami-
necesarios, Gorbachov preside el final del imperio so- no hacia el mercado libre es despiadado para los reza-
viético y avanza despacio y con gran cautela hacia una gados. Por otra parte, los agitadores soviéticos que re-
nueva confederación soviética democrática. claman la soberanía y la independencia a menudo
recuerdan a aquellos que pronostican el desastre econó-
mico posterior a la separación, que primero su pueblo
UCHO de lo que fue (y es) el proyecto sovié- tiene que ser libre y que después podrá escoger sus futu-

M tico de modernización y desarrollo industrial


sigue siendo la aspiración de los nacionalistas
de las repúblicas no rusas. No hay una nostalgia a lo
ras relaciones con sus vecinos, con el nuevo centro y
con el mundo capitalista. De qué manera configurará
esta nueva libertad los asuntos políticos de Transcauca-
Gandhi por un pasado preindustrial, pero lo que sí hay sia en los años noventa, cómo llevarán a cabo sus pro-
es un fuerte convencimiento de que por sí mismos los blemas las nuevas fuerzas políticas y sociales y si estos
no rusos habrían desarrollado (y desarrollarán) sus paí- procesos ocurrirán dentro o fuera de una renovada
ses de una forma diferente, a su manera, con sus pro- Unión Soviética son ternas, todos ellos, para un futuro
pias limitaciones e intereses . Realmente creen que ha- estudio.
brían podido (y podrán) hacerlo mejor de lo que lo
hicieron los comunistas. Sostienen que el camino hacia La población de la república armenia a finales de
la modernidad ya no pasa por Rusia sino que conduce 1989 era de alrededor de 3.283.000 personas. Los azer-
directamente hacia el mundo exterior. Sin embargo, baiyanos tenían unos 7.029.000 habitantes y Georgia
aquí también ocurre que al igual que sus naciones son 5.449.000. Con menos de dieciséis millones de personas
en parte creaciones del experimento soviético, también -justo por debajo del once por ciento de toda la pobla-
sus aspiraciones están íntimamente ligadas a la revolu- ción soviética- los pueblos de Transcaucasia son en
ción puesta en marcha por Gorbachov. Del mismo verdad más importantes cuantitativamente, en su dis-
modo que la política del secretario general ha socavado posición sobre los territorios nacionales, en niveles edu-
al aparato estalinista y ha cuestionado las viejas formas cativos y en conciencia ética y política de lo que han
de gobierno, así también inspiró y legitimó los proyec- sido nunca en su historia. Sin embargo, miran al futuro
tos de los nacionalistas a través del lenguaje de la des- con incertidumbre, en gran parte porque mientras van
centralización, de la autorresponsabilidad, de la auto- avanzando no pueden evitar seguir mirando hacia
nomía y de la democracia. atrás. O

Los armenios, los azerbaiyanos y los georgianos Traducción de Helena Campos


maldijeron al líder soviético que había mandado tropas
a su república (y que en el caso de los dos primeros, se
había negado a resolver el problema de Karabaj a su fa-
vor). Cada uno de los pueblos de Transcaucasia tenía
su propia tragedia reciente que configuraba su visión Ronald Suny es profesor de Historia en la Uni-
del mundo e imposibilitaba el compromiso. Los arme- versidad de Michigan y autor de diversas obras
nios tenían Sumgait y Bakú; los azerbaiyanos tenían la sobre la región caucásica y sus problemas nacio-
invasión y las matanzas del «enero negro» y los geor~ nales.
gianos, el nueve de abril. En estos momentos, sus cami-
nos parecen separarse y los intereses comunes, tales
cOmo la crisis ecológica creciente y los menguantes re- NOTAS
cursos económicos se han diluido en el lenguaje de las (1) Debo expresar mi gratitud a mis colegas de la Uni-
reivindicaciones territoriales y la recriminación mutua. versidad de Michigan Geoff Eley y Roman Szporluk que leye-
Se han alzado pocas voces sensatas que sugieran mane- ron la primera versión de este ensayo y me hicieron sugeren-
ras de evitar la catástrofe inminente. cias muy útiles.

109
(2) «Transcaucasia» (Zakavkaz'ia en ruso) se refiere al (lO) Ha sido Smith el que ha hecho la distinción más cla-
istmo montañoso al sur de la gran cordillera del Cáucaso y es- ra y más útil entre las comunidades étnicas premodernas (et-
pecíficamente a las tres repúblicas soviéticas de Armenia, nias) y las naciones modernas, a la vez que ha subrayado la
Azerbaiyán y Georgia. El Cáucaso, o Cáucaso del norte (Se- continuidad esencial que existe entre ellas. Enumera cinco ca-
vernyi Kavkaz) es a efectos administrativos parte de la Repú- racterísticas de una etnia «ideal-típica»: «una gran masa de
blica Socialista Federativa Soviética Rusa (RSFSR) y es el ho- campesinos y artesanos en aldeas y pequeñas poblacionesco-
gar de docenas de pequeñas nacionalidades. «Caucasia» merciales, expuestos a diversas restricciones en sus liberta-
(Kavkaz) designa a la región entera, incluyendo a Transcau- des ... y muy vinculados a las "culturas folklóricas" locales ...
casia y el norte del Cáucaso. influidos de una manera imprecisa por las Grandes Tradicio-
nes más cercanas»; élites urbanas competidoras; un pequeño
(3) Los abjazios están emparentados con los pueblos no estrato de sacerdotes que transmiten el simbolismo del siste-
indoeuropeos del norte del Cáucaso, hablan una lengua dife- ma de creencias a varios sectores de la población; «un fondo
rente y en los últimos años han estado presionando para con- de mitos, recuerdos, valores y símbolos»; y procesos de co-
seguir la fusión con Rusia. Los osetios, que viven en la región municación, transmisión y socialización. (Anthony D. Smith,
autónoma de Osetia del Sur en Georgia, son descendientes de The Ethnic Origins oj Nations, Oxford, 1986, p. 42.)
los alanos medievales, un pueblo indoiraní, y están separados
a efectos administrativos de sus compatriotas en la RSFSR. (11) Mientras los armenios se llaman a sí mismos hai y
Los ajavs son georgianos musulmanes, generalmente conside- a su país Haiastan, las otras naciones han tomado prestado
rados como un subgrupo dentro de la nacionalidad georgiana los términos derivados de fuentes griegas, procedentes de Hé-
-como los esvanos, los mingrelianos, los pshavi y otros . Los cato de Mileto (550 a. C .) que hablaban de los armenoi y de
talysh y los tats hablan lenguas emparentadas con las ramas la inscripción persa de Darío I en Behistun que mencionaba
iraníes del indoeuropeo; los tats se dividen en musulmanes, al país de Armina.
cristianos, armenios y creyentes judíos. La lengua de los cris-
tianos udinos está emparentada con el subgrupo lezgin del (12) Véase Nina GARSOIAN, «Armenia in the Fourth
grupo daghestani de las lenguas caucásicas del norte. Century. An Attempt to Redefine the Concepts "Armenia"
and "Loyalty"», Revue des études armeniennes, nouvelle sé-
(4) Hans KOHN, The Age of Nationalism, Nueva York, ríe, VIII, 1971, pp. 341-52.
1962; The Idea of Nationalism, 2. • edición, Nueva York,
1967; Carlton J . H. HEYES, «Nationalism», en Encyc/opedia (13) Sobre la Georgia medieval véase W. E. D. ALLEN,
of the Social Sciences, XI, Nueva York, 1938, pp. 240-49. A History oj the Georgian People from the Beginning down
to the Russian Conquest in the Nineteenth Century, Londres
(5) Para una crítica sobre la insuficiencia del pensa- 1932; David MARSHALL LAND, The Georgians, Londres,
miento marxista sobre el nacionalismo y una consideración 1966; y Cyril TOUMANOFF, Studies in Christian Caucasian
del primer teórico del nacionalismo, Friedrich List, véase Ro- History, Washington DC, 1963. Los rusos conocen Georgia
man SZPORLUK, Communism and Nationalism: Karl Marx bajo el nombre de Gruziya; los armenios , como Vrastan; y los
versus Friedrich List, Oxford, 1988. persas como Gurjistan. De esta última palabra procede el tér-
mino «Georgia» aunque una explicación popular insiste en
(6) Tom NAIRN, «The Modern Janus», NLR, 94, que viene de San Jorge , el patrón del país.
noviembre-diciembre, 1975, pp. 3-28; The Break-Up of Bri-
tain: Crisis and Neo-Nationalism, Londres, 1977; Eric J . (14) Richard G. HOVANNISIAN, ed., The Armenian lma-
HOBSBAWM , «Sorne Reflections on The Break-up of Bri- ge in History and Literature, Malibú, 1981.
tain», NLR, 105, septiembre-octubre 1977, pp. 3-23; Geoff
ELEY «Nationalism and Social History», en Social History, (15) Louise NALBANDIAN, The Armenian Revolutionary
número 6, 1981, pp. 83-107; Miroslav HROCH, Die Vorkiimp- Movement.: the Development of Armenian Political Parties
jer der nationalen Bewegung beiden kleinen Volkern Euro- through the Nineteenth Century, Berkeley, 1963; Anahide
pas, Acta Universitatis Carolinae Philosophica et Historica, TER MINASSIAN, Nationalism and Socialism in the Armenian
monographia 24, Praga, 1968; id., Social Preconditions of Revolutionary Movement (1887-1912), Cambridge Mass.,
National Reviva! in Europe. A Comparative Analysis of the 1984; Ronald GRIGOR SUNY , «Populism, Nationalism and
Social Composition of Patriotic Groups among the Smaller Marxism: The Origins of Revolutionary Parties Among the
European Nations, traducido por Ben Fowkes, Cambridge, Armenians of the Caucasus», Armenian Review, XXXII, vol.
1985; Benedict Anderson, Imagined Communities: Reflec- 2, número 126, junio 1979, pp . 134-51; y «Marxism, Nationa-
tions on the Origin and Spread of Nationalism, Verso, Lon- lism, and the Armenian Labor Movement in Transcaucasia,
dres, 1983 . 1890-1903», Armenian Review, XXXIII, vol. l, número 129,
marzo 1980, pp. 30-47. Sobre los georgianos véase D. M.
(7) Esta discusión acerca de la formación de la naciona- LANG, A Modern History of Soviet Georgia, Nueva York,
lidad y su semejanza con la formación de las clases es deudora 1962; R. G. SUNY, «The Emergence of Political Society in
de lo que yo llamaría la aproximación etnográfica de Edward Georgia», en Transcaucasia, Nationalism and Social Change,
Thomson en su clásico libro, The Making of the English Wor- ed . Michigan, 1983, pp . 109-140.
king Class (Londres, 1963) y de los teóricos mencionados más
arriba en la nota 6. (16) Noe ZHORDANIA, Moia zhizn', 'Stanford, 1968; Gri-
gory URATADZE, Vospominaniya gruzinskogo sotsial-
· (8) Mientras la Iglesia georgiana, al igual que las Igle- demokrata, Stanford, 1968; R. G. SUNY , The Making of the
sias ortodoxas de Grecia y Rusia mantienen la postura del Georgian Nation, Bloomington, 1988, pp. 144-81.
Concilio de Calcedonia (451 d. C.) sobre «un único Cristo
con dos naturalezas sin confusión ni cambio, división o sepa- (17) Sobre la formación de la intelligentsia nacional ar-
ración», la Iglesia armenia conserva una cristología monofisi- menia, véase los artículos de George A. Bournoutian, R . G.
ta modificada que sostiene que Cristo posee «una única natu- Suny, Sarkis Shmavonian, Vahe Oshagan y Gerard J . Libari-
raleza unida al mundo Encarnado» . .La Iglesia armenia, sin dian en Armenian Review, XXXVI, vol. 3, número 143, oto-
embargo, rechaza la fusión de las dos naturalezas de Cristo, ño 1983.
y cree que Cristo tuvo «tanto una naturaleza divina como hu-
mana, una humanidad completa animada por un alma racio- (18) Del antiguo nombre del este de Transcaucasia, Atro-
nal» . (Sirarpie Der Nersessian, The Armenians, Londres, patene, salió la forma persa Ader-badagan, la forma armenia
1969, p. 77.) Atrpatakan y la árabe Aderbaijan o Azerbaijan, que signifi-
caba la «tierr:a de fuego», una referencia a los templos de fue-
(9) Maxime RODINSON, Cult, Ghetto, and State: The go alimentados por manantiales subterráneos de gas natural
persistence ofthe Jewish Question, Londres, 1983, pp. 80-81. y petróleo.

110
(19) R. G. SuNY, The Baku Commune, 1917-1918: Class (27) Gerald MARS y Yochanan ALTMAN, «The Cultural
and Nationality in the Russian Revolution, Princeton, 1972, Bases of Soviet Georgia's Second Economy», Soviet Studies,
p. 14. Los grupos dominantes entre los azerbaiyanos eran los vol. 25, n. 0 4, octubre 1983, p. 549.
terratenientes y el clero musulmán. El gobierno ruso recono-
ció a los terratenientes musulmanes su condición de nobles y (28) El nuevo artículo de la Constitución iba a quedar
sancionó sus derechos sobre la tierra, y su hegemonía sobre así: «La República de Georgia garantiza el uso de la lengua
los campesinos musulmanes y armenios. Inmediatamente des- georgiana en las administraciones públicas y estatales y en las
pués de la conquista rusa las propiedades de las mezquitas instituciones culturales y otras y ( ... ) en base a la igualdad,
fueron confiscadas y el clero se empobreció. Los jueces mu- garantiza el libre uso del ruso en todas estas administraciones
sulmanes (qadi) fueron puestos bajo supervisión estatal -al e instituciones así como el de las otras lenguas utilizadas por
igual que les había ocurrido a la Iglesia ortodoxa georgiana la población». Zarya vostoka, 15 de abril de 1978; en CDSP,
y a la Iglesia apostólica armenia- y poco a poco, las leyes ru- vol. 30, n. 0 17, 24 de mayo de 1978, p. 12.
sas desplazaron a la ley musulmana, como ya había sucedido
con la legislación de Georgia y los restos de la de Armenia.
Mientras la mayoría de los grandes industriales eran euro- (29) Se puede encontrar un estudio a fondo de los Comi-
peos, armenios o rusos, los comerciantes musulmanes forma- tés de Vigilancia Helsinki en Transcaucasia en el libro de Ya-
ban la mayor parte de los pequeños tenderos y mercaderes de roslav BILINSKY y Tonu P ARMING, Helsinki Watch Committees
Bakú. (Audrey ALTSTADT-MIRHADI, «The Azerbaijani Tur- in the Soviet Union: Implications jor the Soviet Nationality
kish Community of Baku before World War 1». Tesis Docto- Question, informe definitivo para el Consejo Nacional encar-
ral en Historia, Universidad de Chicago, 1983, páginas 18-19, gado de la investigación en la Unión Soviética y en el este de
27-30, 47-9, 175-83.) Europa, n. p., 1980. Véase también Ludmilla ALEXEEVA, So-
viet Dissent: Contemporary Movements jor National, Reli-
(20) Tadeusz SVIETOCHOVSKI, Russian Azerbaijan, gious, and Human Rights, Middletown, Conn., 1985.
1905-1920: The Shaping oj National /dentity in a Muslim
Community, Cambridge, 1985, p. 24. (30) Para los conflictos entre azerbaiyanos y georgianos,
(21) El mejor estudio sobre la política de Transcaucasia véase Elizabeth FULLER, «The Azeris in Georgia and the In-
durante la revolución y la guerra civil sigue siendo el de Firuz gilos: Ethnic minorities in the Limelight», Central Asían Sur-
Kazemzadeh, The Struggle jor Transcaucasia (1917-1921), vey, vol. 3, n. 0 2, 1984, pp. 75-85 .
Nueva York, 1951.
(31) New York Times, 28 de noviembre de 1988.
(22) La historia definitiva de la república armenia pro-
bablemente la constituya la continua serie de trabajos de Ri-
chard G. HOVANNISIAN: Armenia on the Road to Indepen- (32) Velayat M. Kuiev, escritor azerbaiyano y subdirec-
dence, 1918, Berkeley 1967; The Republic of Armenia, 1 y 11, tor del Instituto Literario Azerbaiyano, dijo a un periodista
Berkeley 1971, 1982. Véase también Akaby Nassibian, Britain occidental que los armenios «están mejor relacionados», ci-
and the Armenian Question 1915-1923, Londres, 1984. tando al periodista Zori Balayan y a Abe] Aganbegyan, el ase-
sor económico de Gorbachov. «Últimamente, los naciona-
(23) Tadeusz SVIETOCHOVSKI, Russian Azerbaijan, listas armenios, incluyendo a alguna gente influyente, han
1905-1920, p. 193. empezado a hablar de nuevo sobre la "Gran Armenia".»
«No es sólo Azerbaiyán», seguía diciendo, «quieren anexio-
(24) En Georgia, por ejemplo, el Partido Comunista te- narse algunas partes de Georgia, Irán y Turquía». Los azer-
nía un 76'1 por ciento de miembros georgianos en 1970, aun- baiyanos tienen sus derechos sobre Karabaj, dice Kuliev:
que en aquel año, los georgianos constituían solamente el «Hay una ciudad allí llamada Shusha que es el país nativo de
66'8 por ciento de la población de la república. Los armenios muchos escritores y compositores azerbaiyanos. Prácticamente
constituían el 9'7 por ciento de la población pero tan sólo el todos los intelectuales de Bakú proceden de Karabaj». Se de-
8 por ciento de los miembros del partido, mientras los rusos bería culpar a los armenios de la violencia por sus «declara-
eran el 8'5 por ciento de la población y el 5'5 por ciento del ciones incendiarias», concluye. «Los armenios siempre han
partido. (Kommunisticheskaya partiya Gruzii v tsijrakh sido los primeros en empezar los conflictos.» (New York
[1921-1970], Sbornik statisticheskikh materialov, Tiblisi, Times, 2 de marzo de 1988, p. 4.)
1971, p. 265; J. A. NEWTH, «The 1970 Soviet Census», So-
viet Studies, vol. 24, número 2, octubre 1972, p. 215.) Asimis-
mo, los georgianos étnicos constituían el 82'6 por ciento de (33) David B. NISSMAN, The Soviet Union and /ranian
los estudiantes en la educación superior mientras que los ru- Azerbaijan: The Use of Nationalism for Political Penetra-
sos constituían el 6'8 y los armenios el 3'6 por ciento. (Ri- tion, Boulder, 1987. La respuesta de los azerbaiyanos iraníes
chard B. DoBSON, «Georgia and the georgians» en Zev Katz, que habían sufrido durante mucho tiempo la política anti-
ed., Handbook of Majar Soviet Nationalities, Nueva York, azerbaiyana de los regímenes de Pahlevi y Jomeini fue tibia.
1975, p. 177.) Al estar prohibida la enseñanza en azerí durante décadas, la
conciencia nacional no se había desarrollado como en el norte.
(25) Tom NAJRN, «Beyond Big Brother», The New Sta-
tesman & Society, III, 105, 15 de junio de 1990, p. 31. (34) Para un análisis de los acontecimientos de Georgia
(26) Desde 1954 a 1973 el Partido Comunista de Arme- en 1989, véase Elizabeth FULLER, «Georgia», Report on the
nia tuvo primeros y segundos secretarios armenios. De las USSR, 1, n.o 52, 29 de diciembre de 1989, pp. 18-19.
repúblicas de la Unión, sólo Ucrania, Bielorrusia y Estonia
(hasta 1971) disfrutaron también de este privilegio. Todas las (35) Zarya vostoka, 26 de mayo de 1978 y 7 de junio de
demás repúblicas tenían un primer secretario nativo y uno 1978; New York Times, 25 de junio de 1978. Para una mayor
ruso o eslavo como segundo secretario. Georgia perdió su información sobre el conflicto en Abjazia, véase Roman SOL·
segundo secretario nativo en 1956 y Azerbaiyán en 1957. «El CHANYK y Ann SHEEHY, «Kapitonov on Nationality Rela-
gobierno dual de un primer secretario nativo y de un segundo tions in Georgia» , Radio Liberty Research, R.L. 125178, 1 de
secretario ruso que tiene a su cargo personal cualificado es junio de 1978; Ann SHEEHY, «Recent Events in Abkhazia
ahora la norma», escribió John H. Miller en 1977. «No se tra- Mirror the Complexities of National Relations in the USSR»,
ta de un fortalecimiento del control ruso sino más bien de un Radio Liberty Research, R.L. 141178, 26 de junio de 1978.
fortalecimiento de los procedimientos institucionales en un El conflicto abjazio-georgiano difiere del problema de Kara-
terreno en el que, antes de 1953, las funciones equivalentes baj en que los abjazios representan una pequeña minoría den-
habrían sido llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad.» tro de su república autónoma (diecisiete por ciento), mientras
(«Cadres policy in Nationality Areas - Recruitment of CPSU que los georgianos constituyen el grupo más numeroso (cua-
First and Second Secretaries in Non-Russian Republics of the renta y tres por ciento) [censo del año 1979].
URSS», Soviet Studies, vol. 39, n. 0 1, enero 1977, p. 35.)

111
EL RESURGIMIENTO
,
DE LA NACION
UCRANIANA
,
Y LA
MITOLOGIA COSACA
ESDE septiembre de 1989, cuando el dirigente historia contemporánea ucraniana, lejos de desaparecer

D del Partido Comunista Volodymyr Shcher-


byts'kyi fue finalmente obligado a dimitir,
hasta agosto de 1991, cuando se declaró la independen-
en el período postestalinista, eran tan severas después
de 1972 que hasta la formación de investigadores com-
petentes se hallaba interrumpida. La consecuencia para
cia de la Unión Soviética, unos súbitos cambios barrie- el público en general fue la existencia de una demanda
ron Ucrania al igual que gran parte de la Europa orien- reprimida de material de lectura. La única biografía
tal y una URSS en proceso de desintegración. La académica de un hetman, o dirigente de los cosacos
glasnost y la perestroika llegaron a Ucrania más tarde ucranianos, era una de Bohdan Khmel'nyts'kyi publi-
que a las demás zonas de la Unión Soviética, pero cuan- cada en 1954. 3 Los lectores habían de conformarse con
do arraigaron allí, sacudieron los cimientos culturales ficción histórica, ya que no existía prácticamente nin-
e ideológicos del régimen soviético aun antes de que las guna obra histórica. Las que se publicaban estaban des-
estructuras políticas cambiasen. Traumatizados por el provistas de materiales originales o caracterizaciones de
desastre nuclear de Chernobyl de 1986 y enfurecidos hechos y personas, concentrándose en cambio en des-
por el encubrimiento del gobierno soviético, los habi- cripciones simplistas de tensiones sociales entre los co-
tantes de Ucrania fundaron un movimiento ecologista sacos o en las pretendidas ansias de los ucranianos de
y lucharon por la creación de una zona desnuclearizada estar unidos con sus hermanos rusos. Las obras histó-
en su tierra. Las demandas de restitución a lengua ucra- ricas generales eran aún más carentes de información,
niana de un lugar en la vida pública culminaron en su ya que se podía prescindir de los principales hechos y
proclamación como lengua oficial en octubre de 1989. cifras en cuanto no se ajustasen al esquema aceptado.
La revitalización religiosa hizo que reaflorase a la su- Los libros de texto raramente se ocupaban de la historia
perficie la Iglesia Católica Ucraniana y que renaciese la ucraniana en modo alguno .4
Iglesia Ortodoxa Autocéfala Ucraniana. El movimiento
por la restauración del patrimonio histórico y la cultura Al desaparecer la censura, la demanda de material
ucranianos marchó aprisa, rehabilitando a las víctimas sobre los cosacos era enorme. Lamentablemente, los
de Stalin, entre ellas las del hambre provocada de años de persecución habían mermado las filas de los
1932-33. La combinación de todos estos cambios esti- investigadores al igual que los cajones de manuscritos
muló a los habitantes de Ucrania a luchar por el auto- que ahora se podían desempolvar y publicar. En lugar
gobierno y a afirmar su lealtad a Ucrania como patria de publicar nuevas investigaciones, muchos historiado-
antes que a la Unión Soviética.' res se concentraron en la producción de síntesis popu-
lares y en el tratamiento de cuestiones históricas en la
En medio de la euforia de los nuevos movimientos prensa popular. 5 Esas obras, fruto del apremio de pú-
políticos, culturales, económicos y religiosos que reco- blico y editores, han sido de una calidad muy desigual. 6
rrían Ucrania, la celebración en 1990-91 del quinto cen- Más meritorias desde el punto de vista académico han
tenario de los cosacos de Zaporizhzhia puede parecer sido por lo general las reediciones de obras anteriores
un empeño periférico y anticuario. De hecho, para al- y de material de fuente. 7 La implicación del público ha
gunos observadores occidentales, la aparición de des- apoyado igualmente las actividades de los arqueólogos,
files de gente ataviada con la indumentaria cosaca, e etnógrafos e historiadores del arte y sus esfuerzos por
incluyendo unidades de caballería, puede dar la impre- coleccionar, exponer y publicar materiales.
sión de ópera bufa, de poca relevancia para los asuntos
y las luchas de la Ucrania contemporánea. Sin embar- El interés por los cosacos va mucho más allá de la
go, el más escéptico de los testigos que presenciaron la mera restauración de la erudición histórica y de los es-
concentración de cientos de miles de personas en el tudios ucranianos. Entre toda la gama de «lagunas» de
campo de batalla de Berestechko en mayo de 1991, o la Historia de Ucrania desde la cristianización del Rus
que leyeron las discusiones acerca de si el jefe del estado de Kiev en el 988 hasta la explosión de Chernobyl, los
ucraniano debería llamarse hetman, tuvo que reconocer cosacos y el período de su apogeo ocupan una posición
que el movimiento estaba inspirado por algo más que especial. Para el movimiento nacional ucraniano de los
el mero anticuarismo. 2 Los cosacos de Zaporizhzhia y siglos xrx y xx, los cosacos y sus entidades políticas,
su legado estaban en el centro de las luchas políticas y el Sich de Zaporizhzhia y el hetmanato, han actuado
culturales que determimiron de modo fundamental el como foco de autoidentificación nacional. 8 Los diri-
proceso de construcción nacional y estatal de la Ucra- gentes del renacimiento nacional ucraniano de princi-
nia moderna. La persistencia del pasado cosaco y sus pios del XIX se enfrentaron con las dificultades de ins-
ramificaciones en tantos temas, movimientos y sectores pirar una conciencia nacional en un pueblo sin estado
de la población de Ucrania exigen un examen intensivo. que ni siquiera vivía en una sola unidad administrativa
llamada Ucrania. Tenían asimismo que construir una
La explicación más obvia del interés por los cosacos nación ucraniana a partir de una sociedad en la que
entre los historiadores y los lectores de historia es que había tan sólo unos pocos representantes de las clases
un tema de investigación y publicación que había sido altas que no se habían asimilado a otras culturas con
notablemente restringido, y a veces virtualmente tabú, otras lenguas e identidades. En la formación de una
ha retornado al discurso público. Los cosacos habían cultura ucraniana más elevada, tenían que superar la
tenido un papel principal en la historia ucraniana desde decadencia de la tradición artística y literaria ucraniana
finales del siglo xv hasta principios del XIX. En los que había tenido lugar a finales del XVIII. Para ellos,
siglos xvn y XVIII habían establecido formas de gobier- las tradiciones políticas del hetmanato y del Sich de
no que actuaban como centros de vida política y cultu- Zaporizhzhia, el estrato social de los cosacos y su grupo
ral ucraniana. Sin embargo, a partir de los años veinte, dirigente o starshyna, y la tradición literaria y artística
la investigación histórica ucraniana se había circuns- de los siglos XVII y XVIII, definida en última instancia
crito hasta el punto de que no se había permitido ni como barroco cosaco, aportaban unos modelos polí-
siquiera la publicación de un inventario del archivo del ticos, sociales y culturales ucranianos. Modelos que se
Sich de Zaporizhzhia, el centro cosaco y última forma manifestaron especialmente potentes, puesto que eran
del estado del bajo Dnieper. Las restricciones de la pu- memorias vivas entre capas sustanciales de la población
blicación de temas cosacos y relativos a los inicios de la ucraniana a principios del XIX.

113
La imagen de los cosacos, y más especialmente la de consolidación y renovación nacional, una ruptura
del Sich de Zaporizhzhia, llenó igualmente una nece- con el pasado de la Rusia zarista, cuando la cultura
sidad de la agenda social del movimiento nacional ucra- ucraniana había sido perseguida. Aunque la vida cultu-
niano. Dirigido a un pueblo campesino en gran medida, ral rusa fuese vibrante eri los veinte, no era específica-
el movimiento nacional ucraniano, especialmente en el mente nacional, como lo fue en las grandes edades de
imperio ruso, estaba imbuido de un tinte populista y de oro y de plata bajo los zares. La condena del chovinis-
un sentido del agravio social. Para los activistas nacio- mo de la Gran Rusia y del pasado zarista contrastaba
nales, los cosacos y el Sich de Zaporizhzhia representa- con una cierta permisividad para con las actividades
ban un movimiento popular contra la servidumbre y la patrióticas y nacionales ucranianas. Con el estalinismo
desigualdad social. Esta identificación de los cosacos de los años treinta se produjo una feroz campaña con-
con la resistencia a la opresión social se combinaba ha- tra el nacionalismo ucraniano y un incremento sistemá-
bitualmente con una visión del Sich como una herman- tico del nacionalismo ruso que llegó a incluir una valo-
dad igualitaria y democrática. En la primera fase popu- ración positiva de varios zares. A lo largo del período
lista del movimiento ucraniano, la resistencia del Sich estalinista se reinterpretó la historia de Ucrania de modo
a los dominadores y a los estados se contemplaba como que no sólo se condenaba el intento del hetman lvan
una tradición positiva. Los ecos positivos de los cosa- Mazepa de constituir una Ucrania independiente de
cos y del Sich en el folklore ucraniano reforzaron aún Rusia, sino que se llegaba a elogiar el saqueo del Sich
más la asociación con la identidad propia ucraniana. de Zaporizhzhia por parte del ejército imperial ruso en
1775. A la condena de los cosacos se le puede atribuir
URANTE los siglos XIX y xx la imagen de los

D cosacos cambió, pero siguieron constituyendo


una parte perdurable de la autodefinición ucra-
niana. El primer tratado político moderno de impor-
un determinismo económico y una justificación de clase,
pero su orientación fue esencialmente de carácter impe-
rialista y nacionalista ruso. 9
tancia, lstoriia Rusov (circa 1800), defendía los dere- Durante el deshielo de finales de los cincuenta y
chos políticos e históricos ucranianos y propagaba la sesenta, los historiadores ucranianos comenzaron a rea-
Ilustración francesa a través de una descripción del pa- nudar la investigación sobre los cosacos, a cuestionar
sado cosaco. La primera organización política ucrania- cautelosamente las interpretaciones oficiales y a rehabi-
na moderna, la Hermandad de Cirilo y Metodio de los litar a historiadores precedentes. A finales de los sesen-
años 1840, en su Libro del Génesis del Pueblo Ucra- ta y principios de los setenta, el jefe del Partido Comu-
niano, basaba su mensaje de hermandad eslava y de nista de Ucrania, Petra Shelest, había incluso iniciado
Ucrania como salvadora del mundo eslavo en la tradi- un programa para restaurar la identidad y la cultura
ción democrática de los cosacos, y contrastaba ésta con ucranianas y apuntalar de ese modo la existencia polí-
la oligarquía polaca y la autocracia moscovita. En la tica de Ucrania. Volviendo a los cosacos como símbolo
poesía romántica de Taras Shevchenko (1814-1861), el de la identidad ucraniana, Shelest permitió la mención
pasado cosaco asumía una significación mítica, situan- en las obras literarias de la destrucción del patrimonio
do a los ucranianos en la historia del mundo. Aunque cultural ucraniano (Sobar de Oles Ronchar), autorizó
el entorno político, cultural y social cambiaba, la con- planes de restauración de enclaves históricos derruidos
tundente asociación de la identidad ucraniana con los y de museos, y hasta propagó en sus propios escritos el
cosacos permanecía. Cuando los grupos políticos ucra- respeto por el legado cosaco. De tal modo que, al vol-
nianos aspiraron a establecer un estado nacional y to- verse el gobierno central contra Shelest en 1972, su
maron las armas para hacerlo tras la primera guerra Ucrania nuestro Soviet fue condenada por su glorifica-
mundial, se prestó una mayor atención al carácter na- ción nacionalista de los cosacos. Con ello se inició una
cional y de construcción del estado del hetmanato y a campaña contra los estudios históricos sobre los cosa-
la destreza militar de los cosacos. Uno de los gobiernos cos que más tarde se extendió al canto de canciones so-
independientes ucranianos se denominó hetmanato y bre los cosacos y hasta a la sola mención de los mismos.
fue dirigido por un descendiente de un hetman del si- Al incrementarse la política centralista y rusificadora
glo xvm. Todos los grupos políticos ucranianos, inclu- en Ucrania en los años setenta y ochenta, se intensificó
yendo la primera República Soviética Ucraniana, han la caza de brujas contra el nacionalismo ucraniano, de
utilizado los símbolos cosacos. Y quienes se adherían al tal manera que se condenó todo estudio o mención de
campo nacional evocaban a los cosacos cada vez que se una historia ucraniana por separado. 10
cantaba la segunda línea del himno nacional: «Somos
todavía los hermanos pequeños del clan cosaco». Hacia finales de los ochenta, las campañas antina-
cionalistas de las autoridades soviéticas no habían he-
La asociación de los cosacos con la identidad nacio- cho sino acentuar la noción de que la esencia de la iden-
nal ucraniana explica en parte por qué el gobierno so- tidad ucraniana residía en los cosacos. Esto sentó las
viético llegó a oponerse al estudio histórico y al mante- bases del surgimiento de la cuestión cosaca en el incom-
nimiento de lo que tuviese un significado simbólico en pleto proceso de construcción de la nación y el estado
su campaña contra el «nacionalismo ucraniano». Aun- ucranianos. Aunque más de cuarenta y dos millones de
que no fuese un ataque planeado contra la identidad personas se llamaban ucranianas en la URSS, no for-
ucraniana, la creación del gran Embalse del Dnieper, maban una comunidad nacional cohesionada como los
iniciada en los años treinta, inundó numerosos enclaves alemanes, los polacos o los húngaros . Millones de ellos
históricos. Al emprenderse la brutal destrucción de igle- habían abandonado el uso de su lengua nativa en la
sias ucranianas, incluyendo los edificios barrocos cosa- vida cotidiana y algunos ni siquiera la conocían. Entre
cos, y la aniquilación física de millones de campesinos, los bien instruidos, el conocimiento de la historia y la
pocas voces de oposición pudieron levantarse. El ata- cultura nacionales era limitado, mientras que la mayo-
que al pasado, a la aldea y a la religión fue un fenó- ría de los demás ni siquiera participaba de una imagen
meno general soviético, pero tuvo en Ucrania un im- de la identidad nacional, común en la mayoría de los
pacto muy diferente que en Rusia. Para los ucranianos, pueblos de la Europa central y oriental. Las diferencias
a pesar de la derrota del movimiento independentista regionales eran tan pronunciadas que la identidad co-
ucraniano en 1917-21, los años veinte fueron un período lectiva «ucraniana» no podía trascenderlas. Para gran

114
parte de la población de la Ucrania meridional y orien- no tenía un papel autónomo en los asuntos internacio-
tal, «ucraniano» connotaba simplemente unas raíces nales, sino que ni siquiera ejerció un autogobierno sig-
ancestrales. Las lealtades colectivas a un «pueblo sovié- nificativo.
tico» y a una familia eslava oriental coexistían con una
identidad ucraniana carente a menudo de contenido lin- Cuando el resurgente movimiento nacional ucrania-
güístico, cultural o histórico. Aunque el régimen sovié- no de finales de los ochenta, que se dotó de un carácter
tico hubiese abandonado oficialmente el planteamiento organizado con la formación de Rukh en 1989, volvió
zarista de una nación rusa que abarcase a los miembros la vista hacia los tópicos cosacos, se daba perfecta
de las Rusias Grande, Blanca y Pequeña (es decir, a los cuenta de la naturaleza inacabada de la construcción de
ucranianos), en la práctica había hecho propaganda en la nación ucraniana y de la necesidad de infundir una
pro de una lealtad a «la eterna amistad ruso-ucraniana» conciencia nacional en la pobhtción, particularmente en
y de la suplantación de la cultura ucraniana por la rusa. la Ucrania oriental. En la fase inicial de activación de
Esa política tuvo éxito por lo que se refiere a algunos fuerzas en pro de la perestroika y la glasnost en Ucrania
ucranianos orientales, que vivían junto a más de diez contra el régimen retrógrado de Sherbyts'kyi, los movi-
millones de rusos concentrados en el sudeste de Ucra- mientos antitotalitarios, democráticos, anticomunistas,
nia. El proceso de la moderna construcción nacional de religiosos, ecologistas y nacionalistas se coaligaron fá-
Ucrania, iniciado en el siglo XIX, nunca se había com- cilmente en una oposición a la cual el movimiento na-
pletado y de hecho había retrocedido durante el terror cional ucraniano ofrecía una organización paraguas.
estalinista. Posteriormente el régimen soviético siguió En cierto modo, eso confirió una voz a la cuestión na-
retardando el proceso y los ucranianos en Ucrania con- cional ucraniana que anteriormente no había sido oída.
tinuaron asimilándose a la cultura e identidad rusas. Y también supuso un apoyo para el movimiento ucra-
A pesar de su gran número, los ucranianos estaban en niano que podía haberse evaporado fácilmente de ha-
peligro como comunidad nacional. 11 ber cedido el rigor de régimen y de haberse garantizado
los derechos políticos, civiles y religiosos. En cierto sen-
Aunque la República Socialista Soviética de Ucrania tido, la oposición se benefició de la extrema rigidez del
fue un miembro fundador de las Naciones Unidas, co- gobierno y del Partido Comunista en Ucrania, ya que
munidad de estados soberanos, el proceso de construc- eso unió a unos grupos que individualmente podían
ción de un estado ucraniano había sido más severamen- haber llegado de otro modo a contemporizar con el
te retardado que el de la formación de una comunidad régimen. El hecho de que los gobiernos ucraniano y
nacional. Hubo algún éxito en aquel proceso a partir de soviético se ocupasen tan parcamente de la catástrofe
1900. En el cambio de siglo «Ucrania» era una simple de Chernobylllevó a la gente sensibilizada por las cues-
noción geográfica, amorfa en sus límites y no muy co- tiones ecológicas a la convicción de que era necesario
nocida por quienes no formasen parte de su movimiento un gobierno ucraniano responsable que se preocupase
nacional. Sin embargo, a partir del concepto de Ucra- por Ucrania y su población, lo cual reforzó el movi-
nia como tierra habitada predominantemente por los miento nacionalista. El rechazo del gobierno a garanti-
ucranianos, surgió una entidad política y administrativa zar la libertad religiosa de la iglesia católica ucraniana
generalmente reconocida como Ucrania por sus habi- y de la iglesia ortodoxa autocéfala ucraniana, y su pre-
tantes, sus vecinos y la comunidad mundial. De entre la ferencia por la iglesia ortodoxa rusa, ponían en entre-
confusión subsiguiente a la primera guerra mundial y dicho toda declaración de respeto a la libertad religiosa
las luchas que siguieron a la Revolución Rusa surgió y daban al movimiento nacionalista unos argumentos
una RSS de Ucrania administrativamente definida con que hallaron resonancia en amplias capas de la pobla-
una frontera clara con Rusia. Durante y después de la ción rural (en especial en la Ucrania occidental). En las
segunda guerra mundial, la RSSde Ucrania se extendió primeras fases de la oposición masiva en Ucrania, un
hacia el oeste a territorios anteriormente polacos, ru- gran número de temas dispares parecían adoptar una
manos y checoslovacos para incorporar la mayor parte coloración nacionalista contra un régimen que hacía de
del territorio en que los ucranianos eran mayoría. En la lucha contra el «nacionalismo ucraniano» el centro
1954 Crimea fue transferida a la RSS de Ucrania. Por de su legitimidad.
lo tanto , hacia los años ochenta, Ucrania era una enti-
dad geopolítica relativamente estable, aunque para mu- El desigual nivel de conciencia nacional y la asimila-
chos de sus habitantes, sus vecinos y la comunidad ción de muchos ucranianos a la lengua e identidad rusas
mundial se considerase como una mera parte de la URSS implicaban para el movimiento nacional ucraniano
o incluso de Rusia. unos problemas con los que no tenían que enfrentarse
grupos como los armenios o los lituanos. Los escritores
L hecho de que Ucrania hubiese surgido como habían hecho de la defensa de la lengua ucraniana una

E .
entidad político-administrativa era en gran parte
debido a la lucha del movimiento nacional ucra-
niano por establecer un estado independiente en 1917-21
cuestión principal, y grupos como la Sociedad para la
Lengua Ucraniana luchaban contra la rusificación de la
escuela y el relegado lugar del ucraniano en la repú-
y a la necesidad de los bolcheviques de ganarse apoyos blica. La cuestión lingüística captó un amplio apoyo en
entre dicho movimiento. La anexión soviética de los la Ucrania occidental y en individuos de toda Ucrania,
territorios de la Ucrania occidental durante y después pero en muchas zonas de la Ucrania oriental, los ucra-
de la segunda guerra mundial, que fue parte de una ten- nianos aceptaban el predominio del ruso en la vida pú-
tativa de neutralizar las actividades de los grupos ucra- blica e incluso en la privada. Una generación que había
nianos tendentes a establecer un estado independiente, sustituido el ucraniano por el ruso en aras de encajar en
tuvo una consecuencia similar. De hecho, la inclusión un nuevo entorno urbano y de mejorar las oportunida-
por parte de Stalin de la RSS de Ucrania en la ONU fue des de sus hijos veía ahora cuestionada su actitud. Una
hasta cierto punto una concesión a los deseos ucrania- generación, y en muchos casos dos, de las ciudades de
nos de un estado. Ciertamente la constitución soviética Ucrania oriental se había criado y escolarizado en ruso
garantizaba amplios poderes, usualmente asociados a y ni siquiera conocía el ucraniano. Si bien esos grupos
la soberanía estatal, a la RSS de Ucrania y a otras repú- favorecieron a menudo el fortalecimiento de la posición
blicas. La práctica era muy diferente. Ucrania no sólo del ucraniano, no lo consideraban una cuestión funda-

115
mental en sus vidas. De igual modo, en tanto que la oponía a la reforma y a las actividades ucranianas. Es-
publicación de escritores anteriormente prohibidos y la tas zonas, que se habían consolidado como agrícolas a
renovación de las tradiciones artísticas y musicales dio finales del XVIII y principios del XIX, y que en algunos
a los miembros de la intelligentsia ucraniana una mayor casos se habían desarrollado como regiones industriales
comprensión y confianza en su propia cultura, nada de a finales del XIX, tenían relativamente pocas tradicio-
eso afectó mucho a los burócratas rusificados, a la inte- nes históricas ucranianas fuera de las de los cosacos,
lligentsia y trabajadores técnicos o al campesinado. In- aun cuando los restos del pasado de éstos fuesen bas-
cluso la cuestión religiosa, tan importante en el campo, tante escasos. De hecho, la ciudad edificada cerca del
tan sólo benefició al movimiento nacional ucraniano en histórico Sich, Zaporizhzhia, es la arquetípica ciudad
la Ucrania occidental, donde a finales de 1989 y 1990 industrial soviética impersonal. En zonas más septen-
la iglesia católica ucraniana surgió de las catacumbas trionales, tales como la Ucrania Sloboda (la región de
y la iglesia ortodoxa autocéfala ucraniana se extendió Kharkiv, donde los cosacos tuvieron un papel princi-
rápidamente. En otras zonas, la iglesia ortodoxa rusa pal) y el antiguo hetmanato (las plazas de Chernihiv,
(rebautizada en 1990 iglesia ortodoxa ucraniana) pre- Poltava y Sumy) subsisten unos restos más consistentes
dominaba y generalmente se oponía al Rukh y al movi- del pasado cosaco, así como unas tradiciones más des-
miento ucraniano, si bien respondió a éste sin muché!. arrolladas de las actividades nacionales históricas ucra-
convicción a finales de 1990. De hecho, la iglesia orto- nianas. En términos simbólicos, no obstante, la zona de
doxa rusa vio la alianza del Rukh con las iglesias ucra- la cuna de los cosacos de Zaporizhzhia, el primer Sich
nianas como una amenaza, y hasta cierto punto el mo- de la región del bajo Dnieper, goza de una posición pre-
vimiento nacional puede haberse distanciado más de la ponderante en la imaginación popular.
iglesia ortodoxa rusa y sus seguidores, particularmente
en los pueblos de la Ucrania oriental, a causa de su En junio de 1989, el consejo de redacción del perió-
alianza con la iglesia ortodoxa autocéfala ucraniana. dico de la Sociedad Ucraniana para la Conservación de
los Monumentos, Pamiatky Ukrainy, dirigió una ex-
Dadas las diferentes cosmovisiones existentes en pedición a los emplazamientos del Sich de Zaporizh-
Ucrania, debidas básicamente a diferencias regionales zhia.13 Encabezada por la doctora Oleana Apanovych,
y políticas, la historia del siglo veinte de Ucrania suscita erudita a quien se le habían impedido sus investigacio-
reacciones diversas aun entre quienes por lo general son nes sobre los cosacos desde 1972, atrajo un amplio inte-
anticomunistas. De modo que la tradición de los fran- rés entre estudiantes e intelligentsia. En la primavera de
cotiradores ucranianos del Sich, que lucharon por 1990 tuvo lugar otra expedición de mucha más signifi-
Austria-Hungría contra la Rusia imperial, encuentra cación política. El Rukh asumió una propuesta de cele-
una gran solidaridad eri Galicia, pero concita una reac- brar el quinto centenario de los cosacos de Zaporizh-
ción más mixta en zonas que formaron parte anterior- zhia como un medio de suscitar la conciencia nacional
mente del imperio ruso. Los defensores de la indepen- en la Ucrania del sureste. Con el triunfo de la coalición
dencia ucraniana se dividen también en partidarios de nacional democrática en los territorios emblemáticos de
la República Popular de Ucrania (RPU) y del hetma- la Galicia y la Ucrania occidental en las elecciones de
nato. La segunda guerra mundial se interpreta también marzo de 1990, el Rukh contaba con los recursos para
de muy diferentes modos, sobre todo en Ucrania occi- organizar un acto de masas. Quienes se desplazaron al
dental y oriental. Así pues, mientras que la nueva liber- corazón de la tierra cosaca con la parafernalia del pasa-
tad de expresión y publicación ha permitido la difusión do cosaco y la causa nacional ucraniana, principalmen-
de nuevos puntos de vista e interpretaciones de la histo- te procedentes de la Ucrania occidental, se proponían
ria de Ucrania, no se ha dado una visión clara y unifica- estrechar los lazos entre la Ucrania oriental y la occi-
dora que pueda agrupar fácilmente a amplios sectores dental enfatizando las lealtades comunes. Los dirigen-
de la población en torno al movimiento nacional. Esto tes del Partido Comunista local se valieron de superche-
ha sido particularmente cierto en la Ucrania oriental, rías burocráticas y de campañas atemorizadoras para
que vivió setenta años bajo el dominio soviético y don- disuadir a la población de la Ucrania oriental de que
de había una amplia aceptación de la interpretación participase en la celebración. Si bien algunos habitantes
soviética de la historia ucraniana. Como consecuencia, de dichos territorios fueron influenciados por esa pro-
la rápida introducción de los nuevos puntos de vista paganda, su curiosidad fue contrarrestando gradual-
tenía el potencial de distanciar, y los distanció, a unos mente su temor y se unieron a los actos en número cre-
ucranianos que podían de otro modo haber favorecido ciente, lo que culminó en una manifestación masiva en
un renacimiento nacional. 12 Zaporizhzhia. 14
Era de lo más fácil que el movimiento nacional se Los gobiernos del sureste de Ucrania, controlados
decantase hacia un interés por el pasado cosaco como por los comunistas, acusaban una crítica creciente por
un medio de extender la conciencia nacional. No es su actitud para con el pasado nacional, ejemplificada
necesario creer que los dirigentes del renacimiento na- en su decisión de construir un puente a través de la isla
cional toma~en una decisión calculada para propagar la de Khortytsia, uno de los «santos lugares» del pasado
conciencia del pasado cosaco como vehículo de otros cosaco . Pronto esas élites reaccionarias trataron de
propósitos, pues ya se estaba desarrollando un interés apropiarse de las celebraciones cosacas en su propio
creciente por el mismo. El legado cosaco se hallaba en interés. Dejaron de poner trabas allegado de los cosa-
la médula del despertar nacional ucraniano del siglo XIX cos, que tanto tiempo habían negado, intentando por el
y era universalmente aceptado en toda Ucrania como la contrario inmiscuirse en su control. Con el triunfo del
piedra de toque de la identidad ucraniana. El cosaquis- movimiento nacional en Galicia y la radicalización cre-
mo como fenómeno histórico tuvo su centro en el sur ciente de la capital de la república Kiev y su intelligent-
y este de Ucrania, en realidad las zonas donde el movi- sia, la cuestión cosaca se hizo mucho menos amenaza-
miento ucraniano era débil y la rusificación más avan- dora. Al llegar a aceptarse la revitalización de la cultura
zada. Plazas emblemáticas como Cherkasy, Dniprope- y la lengua ucranianas, otras cuestiones más controver-
trovs'k, Zaporizhzhia y Kherson eran bastiones del tidas, como la independencia de Ucrania de 1917-21 y
aparato conservador del Partido Comunista que se los conflictos durante la segunda guerra mundial, co-

116
menzaron a ocupar un lugar destacado en las discusio- Eso afectó más directamente a zonas como Zaporizh-
nes histórico-políticas. A comienzos de 1991, cuando zhia, Dnipropetrovs'k y Kherson, pero también de
las organizaciones nacionales ucranianas anunciaban modo tangencial a Crimea, la ubicación del contacto
nuevas marchas por toda Ucrania culminando en mani- cosaco-tártaro y de conflictos mucho antes de que la
festaciones en el Sich, el Partido Comunista nacional y presencia rusa se estableciese en la península. De modo
local había decidido hacerse cargo con firmeza de la que la celebración del pasado cosaco contradecía la vi-
cuestión cosaca y asegurarse de que el Rukh y los «ex- sión imperial rusa de la zona como primordialmente
tremistas>>ucranianos occidentales no pudiesen llevar a una creación de Catalina 11 y el príncipe Grigori Potem-
cabo campañas de propaganda durante las celebracio- kin. Mientras que antes de 1989 esta percepción impe-
nes .15 La Academia Ucraniana de Ciencias organizó rial rusa había servido meramente para justificar el do-
apresuradamente una conferencia «internacional» en minio de Rusia y de los rusos, más tarde puso sobre el
Kiev y Dnipropetrovs'k sobre el quinto centenario de tapete la integridad territorial de una Ucrania cada vez
los cosacos de Zaporizhzhia, al tiempo que se exhor- más soberana. La restauración de la memoria del pasa-
taba a los cuadros locales del partido a ensalzar el pasa- do cosaco había en efecto reclamado estos territorios
do cosaco. En esencia, la cuestión cosaca, que había de meridionales para la entidad política que surgía. 17
hecho simbolizado la propia existencia de una comuni-
dad nacional ucraniana, se hizo difusa desde que hasta El culto cosaco funciona también como instrumento
los grupos reaccionarios del Partido Comunista de los para construir una cultura política ucraiüana moderna
lugares emblemáticos como Cherkasy, Dnipropetrovs'k sobre la base de las tradiciones nativas. Las élites de los
y Zaporizhzhia se unieron a los actos de la conmemora- pueblos de la Unión Soviética surgieron del totalitaris-
ción. Mientras que el alcance de la renovación ucrania- mo soviético con una necesidad de convencer a sus po-
na y el contenido de la reavivada cultura nacional ucra- blaciones de que poseían la capacidad intrínseca y las
niana pueden estar todavía en entredicho, la cuestión tradiciones nativas que les permitirían establecer siste-
básica de su existencia en el sureste se ha resuelto. mas políticos democráticos liberales. En cuanto a los
pueblos bálticos, la tradición de los estados de pregue-
La cuestión cosaca jugó también un papel en el rra, si bien idealizada, sirvió para darles confianza. Los
tema de la construcción del estado ucraniano e incluso rusos, ligados a su papel como nación imperial del pe-
estuvo relacionada con cuestiones de límites geográfi- ríodo soviético y creadores de la autocracia zarista, se
cos de la entidad política ucraniana. Aunque las fron- enfrentaron a un dilema particularmente difícil, sólo
teras de Ucrania habían sido generalmente aceptadas resuelto por la formación de nuevas tradiciones de apo-
por su población, aquélla tenía poca realidad política. yo a la democracia y resistencia al despotismo durante
En la estrictamente centralizada Unión Soviética, Moscú el golpe de agosto de 1991. En cambio, los ucranianos
y los ministerios de toda la Unión habían funcionado habían heredado del siglo XIX la imagen de un pueblo,
más como capital que sus equivalentes de Kiev . Al por más que anárquico, democrático. Esa imagen se
emerger la realidad de una entidad política ucraniana había basado en el pasado cosaco. Se mantuvo a través
menos rígidamente controlada por los comunistas, las del período soviético en parte porque Friedrich Engels
élites locales comenzaron a plantearse si su región per- había descrito a los zaporozhianos como una república
tenecía completamente a Ucrania. Mientras que en el cristiana, frase a menudo repetida cuando los historia-
caso de la zona transcarpatiana esa aspiración se basaba dores ucranianos soviéticos trataban de justificar su
en el particularismo lingüístico y cultural de un grupo interés por los cosacos. El renovado culto de los cosa-
de ucranianoparlantes, en todos los demás (Novoros- cos pronto dio lugar a una imagen idealizada de una
sia, Donbas, Mykolaiv) se producía en unos territorios sociedad democrática, libre; regida por la ley que podía
meridionales y orientales que se habían asentado de erigirse en modelo de la nueva Ucrania por la que los
modo permanente tan sólo a finales del XVIII y no ha- grupos reformadores suspiraban. En esta búsqueda de
bían estado incluidos en ninguna anterior formación tradiciones ucranianas cosacas, los historiadores y pu-
política o cultural ucraniana. Todas estas regiones te- blicistas contemporáneos situaban la constitución de
nían un número sustancial de rusos y ucranianos rusi- Bender de 1710, escrita por Pylyp Orlyk, seguidor y
ficados. Eran en eso muy similares a Crimea, que de luego sucesor del hetman lvan Mazepa, en el centro de
hecho tenía una mayoría rusa. Crimea difería no obs- la tradición política ucraniana. 18 Que un documento
tante de los demás territorios en que había sido trans- escrito por emigrantes que en realidad nunca habían
ferida de la RSFR rusa a la RSS de Ucrania sólo en estado en Ucrania pudiese considerarse como una obra
1954 y anteriormente había sido una réplica autónoma, seminal de la cultura política ucraniana compendia en
la patria de los tártaros de Crimea, a los que Stalin ha- muchos sentidos la situación actual de Ucrania. Mu-
bía deportado en 1944. El cuestionamiento del control chos movimientos políticos e instituciones culturales
ucraniano de las regiones meridionales, primeramente de la emigración ucraniana están volviendo a Ucrania
planteado por el aparato conservador del partido local y llenando el vacío dejado por la quiebra del orden
que también se opuso a la declaración de la soberanía soviético. Aunque la historia popular distorsione el sig-
ucraniana el16 de julio de 1990, fue eventualmente sus- nificado y la naturaleza de ciertos acontecimientos e
citado de nuevo por los reformadores rusos Boris Yelt- instituciones del pasado cosaco ucraniano, centra la
sin y el alcalde de Moscú Gavril Popov tras la procla- atención en el legado histórico específico ucraniano que
mación de la independencia ucraniana. 16 había sido ignorado o suprimido durante tanto tiempo
en el período soviético. 19
N cualquier caso, entre 1989 y 1991, el culto de

E los cosacos había servido para reforzar la natu-


raleza ucraniana del territorio en la conciencia
popular. Las celebraciones populares y la atención a los
La atención al pasado cosaco se ha concentrado asi-
nüsmo en el hetmanato y otras formas políticas cosacas
como encarnación del acceso ucraniano al estado.
emplazamientos del pasado cosaco enfatizaron que an- Durante las primeras décadas de este siglo, muchos
tes de que el imperio ruso hubiese conquistado estas historiadores ucranianos rompieron con la tradiCión
regiones a finales del siglo xvm habían sido la tierra populista de la historia ucraniana y estudiaron la cons-
del Sich de Zaporizhzhia y de las expediciones cosacas . trucción del estado y las élites sociopolíticas en los ini-

117
Foto de Boris Mikhaj/ov, Kiev, 1984.

cios de la Ucrania moderna. Si bien sus estudios esta- presentantes del acceso ucraniano al estado, para el que
ban inspirados por la moderna aspiracion ucraniana al el hetmanato constituye el ejemplo mas desarrollado.
estado, produjeron mucha informacion valiosa sobre Otros intereses se derivan de la busqueda de hombres
las estructuras politicas y las elites del hetmanato. Tras de estado ucranianos. El hetman Ivan Mazepa, tildado
decadas en que el hetmanato no se podia estudiar y la en los escritos sovieticos de «traidor» por haber roto
existencia de esta forma politica ucraniana a duras pe- con Pedro I, propugnando la independencia ucraniana,
nas podia mencionarse en los libros de texto y en la es el ejemplo mas sobresaliente. 20 La resurreccion de
literatura popular' sus instituciones, elite y cultura se leyendas populares, sobre tcdo la historia de que el het-
han convertido en temas muy populares. Parte de esa man del siglo xvm Pavlo Polubotok deposito una con-
popularidad se debe al enfasis en los cosacos como re- siderable suma de dinero en el Banco de lnglaterra para

118
que se devolviese a su tierra nativa cuando Ucrania fue- (7) Además de las obras de Mykhailo HRUSHEVS'KYI,
se libre, llegaron incluso al parlamento ucraniano. 21 que se están reeditando ampliamente en la prensa ucraniana,
Aunque la fascinación popular por los cosacos ucrania- e !van KRYP'IAKEVICH, Bohdan Khmel'nyts'kyi, 2. a ed.
nos y su consecución del estado haya dado lugar a exa- (Lviv, 1990) (corregida eliminándose las inserciones del cen-
geraciones y malentendidos, ha restaurado el reconoci- sor), véase Het'many Ukrainy: Istorychni portrety zbirnyk
(Kiev, 1991), Dmytro lAVORNYST'KYI, Dniprovi porohy (Dni-
miento de anteriores generaciones de ucranianos que propetrovs'k, 1989) y su Istoriia zaporiz'kykh kozakiv, vol. I
establecieron unidades políticas autónomas y lucharon (Lviv, 1990).
por la independencia.
(8) Véase O. W . GERUS, «Manifestations of the Cossack
Idea in Modern History: The Cossack Legacy and its Im-
El culto de los cosacos ha ocupado un lugar signi- pact», Ukrains'kyi istoryk (1986), n. 0 1-2, pp. 22-39.
ficativo en el proceso de resurgimiento de una comuni- (9) Véase el capítulo «Soviet Interpretation of Ukrainian
dad nacional ucraniana y la formación de un estado History» en Yaros!av BILINSKY, The Second Soviet Republic:
ucraniano. Los cultos de héroes pasados y el resurgi- The Ukraine after World War JI (New Brunswick, N. J.,
miento de los valores tradicionales han sido comunes en 1964), pp. 203-225 .
la Europa oriental postcomunista. En la mayoría de
(10) Véase Jaroslaw P ELENSKI, «Shelest and His Period
esas sociedades, sin embargo, no sólo existían comuni- in Soviet Ukraine (1963-1972): A Reviva! of Controlled Ukrai-
dades nacionales bien integradas, sino que los estados nian Autonomism», en P. J. PoTICHNYI, ed., Ukraine in the
comunistas han utilizado el nacionalismo para legiti- Seventies (Oakvil!e, Ont., 1975), pp . 283-305, y Roman SoL-
mar su existencia. En cambio, la comunidad nacional CHANYK, «Politics and the National Question in the Post-
ucraniana estaba muy poco integrada. La política ofi- Shelest Period», en Ukraine after Shelest, ed. Bohdan KRAW-
cial soviética condenó la mayor parte de manifestacio- CHENKO (Edmonton, 1983), pp. 1-29.
nes de conciencia nacional ucraniana, limitó el uso de (11) Sobre la evolución de la conciencia nacional ucra-
la lengua ucraniana y el desarrollo de su cultura, y per- niana durante el siglo xx, véase Bohdan KRAWCHENKO, So-
siguió duramente toda actividad política autónoma cial Change and National Conciousness in Twentieth Century
ucraniana. En sus esfuerzos por revitalizar la cultura Ukraine (Londres, 1985).
ucraniana y por fortalecer la conciencia nacional ucra- (12) Para una cuestión simbólica relacionada, el uso de
niana, los líderes del movimiento nacional ucraniano la bandera azul y amarilla, véase Bohdan KRA WCHENKO,
volvieron la mirada hacia los símbolos de los cosacos. «National Memory in Ukraine: The Rol of the Blue and Ye-
El legado de los cosacos ha sido utilizado también por llow Flag», Journal of Ukrainian Studies 15 (verano, 1990):
los grupos que se proponen establecer un estado ucra- pp. 1-22.
niano. La función de la mitología cosaca variará en (13) Para una descripción de esta expedición, véase Ana-
tanto que la situación cultural y política de Ucrania tolii SERYKOV, «Sich utslila?», Pam'iatnyky Ukrainy, n. 0 4
cambie, pero no cabe duda de la continuidad de su im- (1989): pp. 6-11.
portancia. D
(14) Sobre las celebraciones, véase Chrystyna LAPYCHAK,
«Days of Kozak Glory Explore Ukraine's History, Promote
Traducción de Josep Maria Domingo National Identity», The Ukrainian Weekly, 23 de septiembre
de 1990, pp. 8-9, 11 y Oleksii OPANASIUK, «Homonila Ukrai-
na ... », Radians'ka Osvita, 10 de agosto de 1990.
(15) Como ejemplo del nuevo interés del partido por los
Frank E. Sysyn es director del Centro de Estudios cosacos de Zaporizhzhia, véase «Kozats'ka respublika», Ro-
Históricos Ucranianos de la Universidad de Al- bitnycha hazeta, 20 de febrero de 1991.
berta, Edmonton.
(16) Sobre las relaciones ruso-ucranianas, véase Roman
SOLCHANYK, «Ukraine and Russia: Relations before and the
failed coups», The Ukrainian Weekly, 22 de septiembre de
1991.
NOTAS - - - - - - - - ( 17) Para la utilización del pasado cosaco para las reivin-
(1) Para los recientes acontecimientos en Ucrania, véase dicaciones sobre el sureste de Ucrania, véase «Siudy siahala
David MARPLES, Ukraine Under Perestroika: Ecology, Eco- ukrains'ka vol'nytsia, abo pro schcho shepocha kovyla do-
nomics and the Workers ' Revolt (Edmonton, 1991). Los he- nets'kykh stepiv», Visti z Ukrainy, n.o 11 (1991): p. 8.
chos políticos y culturales están cubiertos por los reportajes Para las reivindicaciones sobre Odessa, véase O. OLIINY-
de Roman Solchanyk y Bohdan Nahaylo en Radio Liberty, KIV, «Nashchadiy Chepihy i Ho!ovatoho», Kul'tura i zhyttia,
transcritos en The Ukrainian Weekly (Jersey City, N: J.). 5 de agosto de 1990.
(2) Véase Marta KOLOMA YETS, «Battle of Berestechko, (18) Sobre el interés por Orlyk, véase Liubov HISTSOVA,
Glorious Kozak Legacy Recalled by Thousands», The Ukrai- «Zheby Moskva v prava nashi ne mishalasia», Ukraina, 7 de
nian Weekly, 6, 30 de junio de 1991, pp. 1, 3, 14. abril de 1991, p. 32.
(3) I. P. KRYP'IAKEVYCH, Bohdan Khmel'nyts'kyi (Kiev, (19) Para un ejemplo de la visión idealizada de los cosa-
1954). cos, véase «Cossack Glory Lives on», News jrom Ukraine
1991, n. 0 13 y «Fenomen nashoi istorii, Do 500-richchia Za-
(4) Sobre el estado general de las publicaciones en el poroz'koho kozatstva», Za vil'nu Ukrainu, 24 de julio de
período soviético, véase John BASARAB, Pereiaslav 1654: 1990. Estos elementos ya habían empezado a aparecer en la
A Historiographical Study (Edmonton, 1982), pp. 162-213 . prensa del partido comunista hacia el verano de 1990, A. PA-
(5) Para artículos en la prensa popular, véase Pam'iatky CHENKO, «Vozrozhedenie slavy kozatskoi», Pravda Ukrainy,
Ukrainy y Ukraina, así como el periódico especializado Sta- 21 de julio de 1991.
rozhytnosti.
(20) Sobre el culto de Mazepa, véase «See uchinil vsei
(6) Uno de los mejores de estos libros son Iurii MYTSYK rady Ukrainy», Molod ' Ukrainy, 7 de marzo de 1990.
e Ivan STOROZHENKO, Zasvist, vstany Kozachen'ku (Dnipro-
petrovs'k, 1990) y lurii MYTSYK, Serhii PLOKHII e !van STO- (21) Sobre los tesoros de Polubotok, véase «Shche raz
ROZHENKO, Lak hozaky voiuvaly: Istorychni rospovid pro pro Polubotka», Molod' Ukrainy, 8 de agosto de 1990.
zaporiz'ke kozatsvo (Dnipropetrovs'k, 1990).

119
,
LA ECONOMIA DE
LOS PAISES DEL ESTE:
UN PROGRAMA
PENDIENTE
N el curso de los dos últimos años, la situación 2. Elevado aumento de precios. En el contexto oc-

E económica de los países del antiguo bloque del


Este no ha evolucionado tan favorablemente
como algunos esperaban o prometían, sino todo lo con-
cidental, las situaciones depresivas pueden responder a
políticas económicas en las que prevalece el objetivo
de controlar la inflación. Los nuevos gobiernos de los
trario. Asomarse a las estadísticas macroeconómicas PECO han proclamado asimismo ese objetivo entre los
-tanto a las oficiales, como a las provenientes de esti- prioritarios. Sin embargo, como puede verse en las ta-
maciones de expertos occidentales- produce una incó- blas estadísticas, los precios al por menor para todo el
moda sensación de vértigo. Visitar la microeconomía agregado de productos contenidos en las respectivas
cotidiana, si uno sale de los circuitos turísticos de las cestas (alimenticios, no alimenticios, servicios) se han
capitales, conduce a la constatación de dificultades cre- multiplicado, en dos años, por diez, en Bulgaria; por
cientes para la mayoría de la población en aspectos tan cuatro o cinco, en Rumanía y Polonia; casi por dos, en
elementales como la vivienda, el trabajo, la alimenta- Hungría y Checoeslovaquia. En la Unión Soviética, con
ción, la atención sanitaria, etcétera. Es cierto que se oye las salvedades expresadas anteriormente, el factor mul-
hablar de los millonarios o los nuevos ricos y que inclu- tiplicador estaría comprendido entre el dos y el tres.
so pueden verse -según en qué países- muestras in- ¿Puede hablarse de fracaso de la política antiinflacio-
moderadas de este fenómeno. Como es de imaginar, nista al producir los efectos depresivos sin conseguir
afecta a una minoría bien escasa y, en general, respon- atajar el crecimiento de los precios?
de más a una inteligencia oportunista que a una crea-
ción o dirección empresarial. Dejemos los comentarios Conviene distinguir dos factores en los aumentos de
y matices para más adelante. precios reseñados. El primero corresponde a las medi-
das de liberalización de precios y supresión de subven-
Esta breve pincelada sobre la situación económica ciones. Tales medidas producen incrementos elevados
que viven esos países suscita interrogantes e inquietudes. pero puntuales en el índice correspondiente (se reflejan
Para tratar de ordenarlos e iniciar posibles respuestas durante uno o dos meses). Si la política antiinflacionista
-aunque anticipo ya que no serán tranquilizadoras- es dura y certera en su diagnóstico, no son de esperar
ampliaré, en primer lugar, la descripción del presente ulteriores incrementos, sino ajustes a la baja. En caso
económico y de los horizontes previsibles. A continua- contrario -es decir, si continúan produciéndose incre-
ción analizaré la política económica emprendida por los mentos mensuales significativos por encima del 1'5%-
nuevos gobiernos: ¿era -y continúa siendo- «inevi- nos hallamos ante un segundo factor: la persistencia
table», en la medida en que responde a la herencia reci- de tensiones inflacionistas propiamente dichas, los des-
bida de los regímenes anteriores y al objetivo persegui- equilibrios entre oferta y demanda, cuyas causas debería
do democráticamente por los actuales? ¿Puede, por buscar el gobierno, después de dos años de depresión
tanto, ser eximida de «culpabilidad» en la causación económica y aumentos de precios, en lugares distintos
hipotética de la actual depresión de la economía y de las de la supuesta sobreliquidez monetaria o del déficit pre-
condiciones de vida? Finalmente, apuntaré a posibles supuestario.
salidas y necesarias correcciones en un contexto preten-
dido de integración en Europa. El análisis estadístico mensual, supuesto lo que aca-
bamos de decir, revela, en una primera inspección, que
UNQUE cada país la magnitud de las dificultades que cada gobierno

DESCENSO EN A posee característi-


cas peculiares deri-
vadas de su historia y su
afronta (o la «maestría» con que las afronta) difiere de
un país a otro en este punto. Sin embargo, incluso en
los que parecen tener más éxito, Checoeslovaquia y
CAÍDA LIBRE estructura económica, es Hungría, la aparición de repuntes inflacionistas des-
posible detectar líneas de pués de unos meses de calma impide hablar de una ba-
evolución generalizables a todos en los dos años trans- talla ganada. Todo lo más, de una tregua. El contexto
curridos de su etapa de transición hacia el «mercado». 1 depresivo en que se hallan sumidas estas economías
oscurece, por otra parte, la viabilidad de la tregua.
l. Caída de la producción, especialmente de la
producción industrial, en cada uno de los países, tanto Los aumentos de precios, además, no son cifras es-
en 1990 como en 1991. Sumando los dos años, la caída tadísticas neutras, sino que se traducen en pérdidas de
de la producción industrial en el conjunto de los cinco poder adquisitivo, en empobrecimiento de sectores am-
países 2 de Europa Central y Oriental -en adelante plios de la población. Ello refuerza la necesidad de que
PECO- 3 equivale al 31 OJo. Esta caída es aún más los respectivos gobiernos no se queden en la superficie
acentuada en el segundo año, con la excepción de Polo- monetaria o fiscal al trazar su política antiinflacionista.
nia y Rumanía, que habían experimentado ya en 1990
los descensos más pronunciados, equivalentes al 25% y 3. Descenso generalizado del nivel de vida. Se debe
al 200Jo respecto a 1989. fundamentalmente a dos causas: la pérdida de poder
En cuanto a la Unión Soviética, todavía existente adquisitivo, a la que acabamos de referirnos, y la des-
pero en franca descomposición durante el período de aparición, en todo o en parte, de una serie de servicios
referencia, los datos reflejan un descenso más mode- sociales relativos a la sanidad, educación, vivienda,
rado que en los PECO. Sin embargo, no merecen de- transporte colectivo ... que integraban, junto con otras
masiada confianza precisamente por el desorden econó- partidas, el denominado «fondo social de consumo» en
mico concomitante. el régimen anterior. No hará falta referirse, por cono-
cido y reiteradamente criticado, al fenómeno de la pro-
Los descensos de la producción agrícola son tam- gresiva degradación y burocrátización de muchos de es-
bién importantes en todos los países, sobre todo en el tos servicios, sobre todo en la última época. Pero no
sector ganadero. Polonia podría representar una ligera puede negarse tampoco que, en alguna medida, siquie-
excepción en la tendencia general de comportamiento ra mínima, cubrían necesidades básicas de la población
(caída acelerada) por su descenso menos acentuado en que ahora quedan al descubierto o requieren contra-
el segundo año de referencia. prestaciones monetarias.

121
La pérdida de poder adquisitivo se produce cuando fue de 28.000 personas cada mes en el primer semestre
los aumentos de precios no van acompañados, a un rit- y de 35.000 personas cada mes en el segundo semestre
mo semejante, por aumentos de salarios u otras rentas. de 1991. En Hungría, 4'9 millones de población activa,
Para evitar, precisamente, Iá espiral inflacionista, los estos aumentos mensuales del paro son de 17.000 en el
respectivos gobiernos han tomado medidas encamina- primer semestre y 37.000 en el segundo. En Checoeslo-
das a la congelación salarial, consistentes generalmente vaquia, sobre 8'3 millones de población activa, las ci-
en una fiscalidad casi agresiva contra los aumentos sa- fras mensuales son de 37.000 en el primer semestre y
lariales en las empresas públicas (todavía la mayor par- 50.000 en el segundo. En Polonia, con 18'7 millones
te) o en la congelación pura y simple de los sueldos de de población activa, las cifras correspondientes son de
los funcionarios fijados por el gobierno (sanidad, ense- 75.000 y 133.000 mensuales, respectivamente. En Ru-
ñanza y administración de los ministerios). No ha resul- manía, la inestabilidad política y económica del año
tado fácil el mantenimiento de estas medidas, debido a 1990 y parte de 1991 hace que las cifras no sean igual-
la generación de tensiones sociales, desencadenantes de mente fiables. Parece que en el último semestre de 1991
crisis políticas graves, como en el caso de Polonia. Por el paro aumentó a un ritmo de 22.000 personas cada
ello, los gobiernos se han visto obligados a combinar la mes, sobre una población activa de casi 11 millones
dureza con la relajación en la aplicación de las mismas. de personas. Acerca de la Unión Soviética, habría que
repetir lo indicado en apartados anteriores sobre la es-
No es fácil cuantificar, mediante el recurso a las es- casa significación de las cifras estadísticas oficiales para
tadísticas disponibles, el descenso de los niveles de vida el período.
en los PECO. Varios factores coadyuvan a esta dificul-
tad. Unos referidos a la elaboración e interpretación del A Polonia y Bulgaria les han bastado dos años para
dato estadístico: desfases temporales entre un aumento superar una tasa de paro del 10%. Los otros dos países
de precios y un aumento de salarios no recogidos en la para los que contamos con datos fiables, Checoeslova-
cifra representativa del «salario real» a fin de año, etcé- quia y Hungría, llegarán en el primer semestre de 1992.
tera. Otros referidos al cambio en los patrones de con- Tales tasas y el ritmo de crecimiento de las mismas, no
sumo inducido por el cambio en la estructura relativa corresponden a un paro simplemente friccional. El con-
de precios. Otros, en fin, relacionados con la creciente junto de los cinco PECO totalizan una población activa
variedad y desigualdad de las fuentes de ingresos: sala- de poco más de 47 millones de personas y cada mes ,
rios, ingresos por actividades privadas, combinación de al ritmo actual, desaparecen, en términos netos, casi
ambos, pensiones, fondos de desempleo, especulación ... 300.000 puestos de trabajo. La reforma había de ser
Como en Occidente, el concepto de «nivel general de «dura», pero se echa de menos una política más activa
vida» irá perdiendo significado en los PECO si persis- por parte de los gobiernos . De lo contrario, el malestar
ten las políticas actuales. social se hará insoportable y los consensos iniciales pue-
Con estas precauciones, el examen estadístico revela den convertirse en oposición activa (camino abierto a
pérdidas muy pronunciadas de poder adquisitivo, de soluciones) o en desmoralización generalizada (para
más del 400Jo, en Bulgaria (sobre todo, en 1991); des- mal de la mayoría).
censos notables en Checoeslovaquia (32%) y Polonia
(22%); descensos menores, pero igualmente importan- La última reflexión, enmarcada en el oscuro escena-
tes, en Hungría (11 %) y Rumanía (14%). Por supuesto, rio prolijamente descrito, abre el paso al segundo apar-
las situaciones de partida -1989- eran diferentes: en tado: ¿cómo juzgar las políticas económicas desarro-
consecuencia, un 32% de descenso en Checoeslovaquia lladas?
puede ser menos grave para las condiciones de vida que
un 220Jo en Polonia. Respecto a la Unión Soviética, N el momento eufó-
dada la inexistencia de política económica a lo largo de
1990 y 1991, es sumamente aventurado considerar cual-
quier dato oficial. Vale la pena citar, sin embargo, los
LA POLÍTICA Erico de la liberación
y del rechazo a las
dictaduras burocráticas
comentarios de los expertos occidentales ante la subida
de precios del gobierno de Boris Yeltsin en enero de
ECONÓMICA anteriores, la opción eco-
nómica de los gobiernos de
1992: el 80% de la población de los territorios de la an-
tigua URSS se encontraría por debajo de la «línea inter-
DE LOS los nuevos PECO fue la in-
tegración en el mercado
nacional» de la pobreza. GOBIERNOS mundial. Se pretendía al-
4. Desempleo. Era previsible una cierta tasa de canzar este objetivo de la
desempleo fricciona! como consecuencia del proceso de forma más rápida posible. Siguiendo las indicaciones
reestructuración económica y existían diseños elemen- del FMI y de la CE, organismos coordinadores del mer-
tales para suavizar su coste (básicamente, fondos de cado mundial capitalista, los nuevos gobiernos inicia-
desempleo). Pero se suponía -o parece que se supo- ron políticas encaminadas a convertir las propias eco-
nía- que la posibilidad de iniciar actividades privadas, nomías en economías de mercado.
la creación de nuevas empresas, nacionales o mixtas, y
la flexibilidad inducida en el mercado laboral absorbe- Las recetas del FMI y de la CE no fueron originales.
rían dicho desempleo a un ritmo suficiente como para Consistieron, fundamentalmente, en la adaptación a
evitar un desbordamiento en las tasas de paro. los PECO de las medidas de estabilización y ajuste apli-
cadas -con poco éxito, me atrevería a decir- en Lati-
OS años después, la situación es preocupante. noamérica como condición para acceder a los présta-

D .
La destrucción de empleo no ha cesado y las
tasas de paro no dejan de crecer. Lo peor es
que lo hacen a ritmos cada vez más acelerados y no se
mos internacionales. En los PECO se puso especial
énfasis en la necesidad de proceder de inmediato a la
privatización como requerimiento imprescindible para
acaba de ver el momento en que la tendencia pueda sua- que el mercado pudiera desarrollar sus virtualidades:
vizarse. En Bulgaria, con una población activa de 4'3 no es posible la reestructuración económica, la eficien-
millones de personas, el crecimiento neto del desempleo cia, la integración en la economía mundial sin el des-

122
arrollo del mercado. Y no es posible una economía de resultados de la política antiinflacionista del gobierno
mercado sin empresas y bancos privados. Por tanto, Klaus, señala literalmente:
si partimos de una economía estatalizada, es absoluta-
mente necesario un proceso amplio de privatización. La inflación está controlada, pero el precio que
Ésta es la lógica básica de la argumentación. Si se acep- Checoeslovaquia ha pagado por el éxito en este frente,
ta el argumento, no se trata propiamente de abrir el es irracionalmente alto. (... ) Ha sido logrado con una
caída en el comercio al por menor de aproximadamente
paso a la «economía de mercado» (eso sería el eufemis- un 4007o en términos reales y un descenso en la pro-
mo) sino de construir o restaurar el capitalismo. 4 ducción industrial de un 30% en el tercer trimestre de
1991 , respecto al mismo período de 1990. (... ) Si se
Estabilización y privatización constituyen, por tan- tolerase una tal caída de la demanda en cualquier eco-
to, el binomio de las medidas de política económica que nomía de mercado, podría obtenerse una deflación de
dos dígitos. En otras palabras, supuesto un colapso
intentan aplicar los nuevos gobiernos. Los resultados suficiente de la demanda o del output, no es difícil con-
que obtienen por el momento han sido analizados en el seguir un descenso en el nivel de precios. Pero, ¿cuál
apartado anterior. Recordemos la pregunta planteada es el sentido de tal política? (... ) Es evidente que Che-
al principio: ¿eran y siguen siendo «inevitables» dichas coeslovaquia está repitiendo todos y cada uno de los
medidas? ¿Hasta qué punto son «responsables» de la errores cometidos en Polonia. El señor Klaus y sus co-
depresión existente? legas no deberían sorprenderse cuando comprueben,
en las elecciones de junio de 1992, que sus políticas han
conducido al mismo resultado electoral que se produjo,
Difícilmente podría negarse la necesidad de acometer desafortunadamente, en las elecciones polacas de octu-
reformas radicales ante la «herencia» dejada por los bre de 1991... 5
regímenes anteriores. Las distorsiones en la estructura
de precios relativos, los déficits presupuestarios, la En el extremo opuesto se encuentran los que pien-
ausencia de disciplina crediticia, no eran más que el san que la incapacidad de los gobiernos para aplicar
reflejo de una gestión económica ajena a las necesida- con firmeza las medidas necesarias de corrección eco-
des de la población, de una estructura productiva inefi- nómica es la causa de la falta de perspectivas de recupe-
ciente, obsoleta y cada vez más costosa, de una inca- ración. El profesor Marton Tardos, reconocido espe-
pacidad para incorporar el progreso tecnológico a los cialista húngaro, describe así su postura:
procesos productivos.
Una característica general de la conducta de los
gobiernos que están dirigiendo la transición queda bien
Las reformas radicales acostumbran a presentar du- reflejada -salvadas las diferencias nacionales- en el
ras aristas aunque en su origen se encuentre un consen- ejemplo húngaro. El gobierno húngaro, como los otros
so social. En este sentido, una parte de la depresión gobiernos, no se atreve a emprender acciones vigorosas
económica que afecta a los PECO puede atribuirse al para resolver la crisis económica, derivada de la falta
mismo hecho del cambio necesario: las caídas en la pro- de eficiencia y de los bajos niveles de producción, a tra-
ducción industrial responden en un determinado por- vés de la eliminación de las causas de la misma. No em-
centaje, difícil de determinar, a la depuración estadís- prenden esta acción absolutamente necesaria porque
temen, no sin fundamento, que podrían desencadenar-
tica, a la supresión de producciones no deseadas por la se tensiones sociales. Se concentran solamente, usando
población, o a la reestructuración del comercio exterior medidas racionales, en la eliminación de las penurias
(caída de los intercambios con la Unión Soviética). Con más agudas o en la lucha contra la inflación, es decir,
mayores precauciones, algo semejante podría decirse de en el mejor de los casos, en el tratamiento de los sín-
la aparición del desempleo, en la parte en que pudiera tomas. (... ) Intentan integrar dentro del aparato del
considerarse como simplemente fricciona} y, por tanto, poder a personalidades importantes y a determinadas
de corta duración. capas de la población, mientras crean nuevos cauces
para el control de la sociedad a través de la policía y
los servicios de seguridad. (... )Muestran escasa energía
Esto es atribuible al punto de partida. Pero el des- para llevar a cabo la privatización, para movilizar los
censo continuado en el nivel de vida de la población, recursos ociosos, para evitar la descapitalización de las
una de cuyas causas es la persistencia de las tensiones empresas en aras de un consumo excesivo, para reducir
inflacionistas, pone en cuestión el acierto de las políti- radicalmente el gasto público. 6
cas aplicadas. No tanto porque se haya producido una
situación de retroceso en un momento determinado, sino La lectura de ambas descripciones de la situación
porque la situación tiende a agravarse de forma conti- económica y de sus causas, y el análisis de las posturas
nuada y no se atisban, si dejamos de lado «las creencias subyacentes a ambos autores -no tan opuestas pese a
interesadas», signos de cambios en la tendencia. las apariencias- conducen a unas reflexiones elemen-
tales:
Entre los analistas, incluso entre los partidarios de- l. Parece claro que del consenso originario se ha
cididos de la transición rápida al mercado, han surgido pasado a una situación de «tensión latente» en la que
opiniones contrapuestas a la hora de señalar las causas los gobiernos pueden verse confrontados a explosiones
de los pésimos y desesperanzadores resultados de las sociales más o menos graves ante el empeoramiento de
reformas. En un extremo se situarían los que expresan las condiciones de vida y la dureza de las medidas adop-
que las medidas de estabilización han sido excesivamen- tadas. En esta situación, los gobiernos, conscientes de
te duras y apresuradas (a la manera del big bag polaco) su debilidad, optan por comportamientos «convencio-
de manera que el shock estabilizador ha producido o se nales»: estira y afloja en lo económico, medidas de con-
ha conseguido mediante un shock depresivo innecesa- trol social, desviación del conflicto hacia las minorías
rio. Jan Vanous, emigrado checo a Estados Unidos, étnicas, las «purgas» o las «cuestiones nacionales», sis-
nada sospechoso de veleidades socialistas, editor de tema de partidos tradicionales, formalidad de las elec-
PlanEcon Report y otras publicaciones especializadas ciones periódicas, etcétera. Un comportamiento alter-
sobre el bloque del Este, podría ejemplificar esta postu- nativo para recuperar fuerza y credibilidad ante una
ra. Comentando, en noviembre de 1991, los apreciables reforma difícil consistiría en la profundización y am-

123
Foto de Grigorij Pinchassow, Moscu, 1981.

pliacion de los procesos democniticos en vez de optar novaciones tecnologicas y en algun caso liquidan «pri-
por su «profesionalizacion». vadamente» parte de sus activos ante Ia perspectiva de
una liquidacion total o de Ia venta a una empresa ex-
2. El binomio de Ia reforma es, como hemos dicho, tranjera, que procedera, muchas veces, a una desman-
estabilizacion y privatizacion. La «privatizacion» ha telacion. Los primeros empresarios privados, en un
estado rodeada, durante 1990 y buena parte del 1991, mercado sumamente imperfecto, falto de transparencia,
de una especie de «aureola de santidad» economica ... se ven mas motivados para Ia busqueda del negocio
Ademas de ser «logicamente necesaria» para Ia instau- facil, de Ia compra-venta especulativa, que para el ini-
racion del mercado, se esperaba de ella, en conjuncion cio de actividades productivas de largo alcance y rendi-
estelar con este, toda suerte de milagros: relanzamiento, mientos medios. Con contadas excepciones y a ritmos
equilibrio automatico, eficiencia economica, competiti- diversos segun los paises, Ia transicion parece haber
vidad ... Independientemente de las dificultades teoricas acertado a reunir en todos, territorios de Ia antigua
para su realizacion, puestas de relieve por los expertos URSS incluidos, lo peor de los dos sistemas, Ia inefi-
occidentales al comentar a este proposito las experien- ciencia y Ia especulacion o, dicho de otro modo, porque
cias de reprivatizacion de empresas publicas en Francia formalmente se esta ya en el ambito de Ia economia
o lnglaterra, 7 e independientemente tam bien de las di- occidental, ha yuxtapuesto los «fallos del mercado» y
ficultades practicas surgidas al tratar de llevarlas a cabo, los «fallos del gobierno».
uno tiene Ia impresion de que Ia pretendida «aureola de
santidad» era puro oropel y que, por tanto, al binomio
de Ia reforma le falta un termino. L panorama descrito
Es posible que esta reflexion iconoclasta sea tam-
bien una «creencia interesada», aunque de signo con-
LA INCOGNITA E convierte, efectiva-
mente, Ia posibili-
dad de integracion en el
trario. Pero uno piensa que una reforma o reconversion DELA mercado mundial en una
radical y necesaria -y no pongo en cuestion el horizon- incognita henchida de ne-
te de integracion en el mercado mundial- consiste en INTEGRACION gros presagios para Ia ma-
un proceso combinado de destruccion y creacion. Los yoria de Ia poblacion. La
gobiernos de los PECO contribuyen a Ia primera parte continuacion de las tendencias actuales y la carencia de
del proceso con las politicas de estabilizacion mas o me- una verdadera politica economica de industrializacion
nos duras, pero parecen confiar sine die a Ia priva- significara el empobrecimiento progresivo del area, su
tizacion y al mercado Ia parte creativa del proceso de desmantelamiento industrial. La integracion en elmer-
reforma. cado mundial no vendra a «salvar» a los PECO porque
el capitalismo sigue rigiendose por el frio calculo del
3. Los resultados de este exceso de confianza, que beneficio. Tomara, seguramente, Ia forma de recoloni-
habria de calificarse como «dejacion de responsabili- zaci6n: explotacion de los recursos naturales para bene-
dad», estan a Ia vista. No podia ser de otra manera. ficio externo, adquisicion al mas bajo precio posible
Las empresas publicas, en una situacion de «provisio- por parte del capital extranjero de los activos que pue-
nalidad» a Ia espera de Ia hipotetica privatizacion, man- dan rentabilizarse (de ahi las devaluaciones), liquidacion
tienen un alto grado de ineficiencia, no proceden a re- del resto, imposibilidad de crear un tejido industrial

124
articulado, marginación social de enormes dimensiones.
Benjamín Bastida Vilá es catedrático de Política
Este pronóstico, confirmado de sobras por la expe- Económica de la Universidad de Barcelona y
riencia de otros países, debería inducir a los actuales miembro del Centro de Estudios de los Países del
dirigentes de los PECO a enfocar con protagonismo Este (CEPE). Recientemente ha publicado el tra-
propio un horizonte más allá del corto plazo, aun en el bajo «Se acabó la perestroika», dentro del volu-
supuesto de que sólo acepten escuchar y reproducir los men Europa del Este ante el cambio económico
cantos de sirena de los mercaderes. En los países avan- (Madrid, 1992).
zados los gobiernos definen programas de política eco-
nómica encaminados a la reconversión industrial, al
establecimiento de una estrategia tecnológica, a la crea- --------NOTAS - - - - - - - -
ción de infraestructuras de transporte y comunicacio- (1) Ver apéndice estadístico.
nes, etcétera. Los promueven, los conciertan con la ini-
ciativa privada, según los casos, o los desarrollan por (2) Excluyo la antigua RDA debido a la peculiaridad de
sí mismos mediante la inversión pública o a través de su absorción por parte de la RFA.
empresas estatales. (3) Es la abreviatura utilizada por la Comunidad Euro-
pea en sus publicaciones e informes referentes a los mismos.
Posiblemente, tras dos años de experiencia y de re-
sultados decepcionantes, éste es el reto más importante (4) Tamas Bauer titulaba «Building Capitalism in Hun-
que tienen ante sí los nuevos dirigentes: diseñar de for- gary» el texto presentado en la Conferencia de Kiel sobre la
ma democrática un programa coherente de política eco- transformación de las economías socialistas Uunio 1991).
nómica a medio plazo. Entre sus contenidos debería (5) J. VANOUS (ed.): «Recent Czechoslovak Economic
hallarse, sin ánimo de exhaustividad, la gestión econó- Performance», PlanEcon Report, vol. VII, núms. 40-41, no-
mica de los recursos naturales y del medio ambiente, la viembre 1991.
política energética, las estrategias tecnológicas, la rees- (6) M. TARDOS: «East-West Economic Cooperation un-
tructuración sectorial, la política de infraestructuras y der New Conditions», en Externa/ Economic Relations oj the
redes de comunicación y transporte, la formación de Central and East European Countries. NATO Colloquium.
cuadros, etcétera. El acierto no está garantizado, pero Abril 1992.
si el reto no se afronta, la evolución de los aconteci- (7) W. ANDREFF: «Técnicas y experiencias de privatiza-
mientos y la misma integración en el mercado mundial ción>>, Cuadernos del Este, núm. 3, 1991.
comportará efectos sumamente desestabilizadores. D

APÉNDICE E S T A D Í S T I C O - - - - - - - - - - - - -

TABLA 1 TABLA 3
PRODUCTO INDUSTRIAL BRUTO 1990 Y 1991 SUELDOS Y SALARIOS REALES
(Variación porcentual)
(Variación respecto al año anterior. Porcentaje) Poder adquisitivo resultante (1991/1989)

País 1990 1991 1991/89 País Salario 90 Salario 91 Poder adqu.


Bulgaria -13.1 -28.8 -38.12 Bulgaria 20 -60 48
Checoeslovaquia - 3.7 -19.8 -22.77 Checoeslovaq uia -6 -28 67.7
Hungría - 9.6 -18.8 -26.60 Hungría - 5.1 - 6.5 88.7
Polonia -25.0 -12.0 -34.00 Polonia -25.1 -4 77.9
Rumanía -19.8 -17.7 -34.00 Rumanía 5 -18 86.1
PECO -16.5 -17.3 -30.95
Fuente: P/anEcon Report y elaboración propia.
URSS - 1.2 - 6.4
Fuente: WllW. P/anEcon. Elaboración propia.

TABLA 4
TASA DE DESEMPLEO
Cifras absolutas y porcentajes. Población activa

TABLA 2 País
Junio Diciembre Junio Septiembre
90 90 91 91
PRECIOS AL POR MENOR
Bulgaria 65,000 233,000 343,000
Variaciones en porcentaje 1.7 6 9
Checoeslovaquia 13,000 77,000 301,000 446,000
País 1990 1991 (1 Sem.) 1991 (III Sem.)
0.2 1 3.8 5.6
Bulgaria 50.6 317 404 Hungría 42,000 80,000 186,000 298,000
Checoeslovaquia 10.0 61.5 59.7 1 1.6 3.9 6.1
Hungría 28.9 35.7 35.6 Polonia 568,000 1.126,000 1.547,000 1.974,000
Polonia 584.7 77.1 73.6 3.1 6.1 8.4 10.4
Rumanía 4.2 77.5 219 Rumanía 196,000 261,000
URSS 10.0 55.8 70.6 2.5 3.3
Fuente: WllW y PlanEcon Report. Fuente: PlanEcon Report y elaboración propia.

125
'
LA REFORMA ECONOMICA
EN EUROPA CENTRAL:
,
LA TRAVESIA DEL. DESIERTO
.
A situación económica de la Europa del Este es básico. En Occidente, las concesiones de la CE, así

L compleja y preocupante. Por una parte, la ma-


yoría de los países de la región (Bulgaria, Che-
coslovaquia, Hungría, Polonia) está haciendo progre-
como un apoyo económico mayor a los diferentes as-
pectos de la transformación, son los primeros puntos
de la agenda.
sos importantes hacia la creación de una economía de
mercado. Los resultados de los dos últimos años ofre- N general se coinci-
cen una fuerte evidencia de que estas economías pueden
convertirse realmente al modelo occidental en un perío-
do de tiempo razonable: hay centenares de miles de
PANORAMA E de en que hay tres
aspectos diferentes
en la primera fase de la
nuevas empresas, especialmente en la construcción, el
comercio y los servicios; por primera vez en décadas las
DE LAS transformación económica
de Europa del Este: libera-
tiendas están abastecidas, y la inflación está cada vez
más bajo control en casi todos los países.
REFORMAS lización económica; esta-
bilización macroeconómica
Por otra parte, como resultado de un nivel de vida REALIZADAS y privatización de la eco-
persistentemente bajo, de los importantes desajustes nomía. En una fase poste-
causados por las reformas, el derrumbamiento del viejo rior, programas políticos más estructurales respecto al
sistema administrativo y los serios choques externos, presupuesto público de inversiones y las políticas regio-
los ciudadanos de Europa del Este están preocupados, nales pasan a primer plano. El contenido de los pasos
inquietos e impacientes. El desempleo se ha elevado a iniciales puede resumirse como sigue:
entre un 5 ó lOOJo de la población activa en cada uno de Liberalización económica: liberalización de casi to-
estos países, y continúa aumentando. El miedo al des- dos los precios, política de liberalización del comercio
empleo aumenta aún más deprisa, y este mismo miedo exterior (reducción de aranceles, eliminación de contin-
podría provocar en los políticos y en la sociedad una gentes, supresión de las licencias de importación a fir-
reacción de pánico. El riesgo de pánico recuerda el afo- mas comerciales), una base legal para la propiedad pri-
rismo de Roosevelt de que «a lo único que hemos de te- vada (código mercantil, ley de sociedades, respaldo
ner miedo es al miedo», y subraya el hecho de que la jurídico a los contratos).
dirección política de la transformación económica es el
desafío más importante al que se enfrenta la región. Estabilización macroeconómica: recortes drásticos
¿Encontrarán los países de Europa Oriental Roosevelts en los subsidios, devaluación del tipo de cambio y con-
que les guíen a través de este difícil período? siguiente convertibilidad de la moneda, tipos de interés
reales positivos y restricción en la expansión del crédito
Respecto a los pasos prácticos hacia la reforma, la interno.
mayoría de los gobiernos ha comprendido la necesidad
crucial de estabilización y liberalización de la econo- Privatización: conversión de las empresas estatales
mía. En la mayoría de países se han eliminado ya los en sociedades anónimas, transferencia de la propiedad
controles sobre los precios, las monedas son en gran de las empresas estatales al sector privado . Esta transfe-
medida convertibles en transacciones por cuenta co- rencia puede realizarse a través de ventas, distribución
rriente, el comercio internacional está bastante liberali- libre u otros medios.
zado, y, como resultado de unos precios determinados
por el mercado, se ha eliminado la escasez de produc- En Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría y Polonia se
tos. Pero hasta la fecha todos los países han fracasado ha progresado rápidamente en las dos primeras áreas,
en dar el paso decisivo hacia la privatización y la rees- pero el progreso ha sido bastante menor en la tercera.
tructuración financiera del sector de empresas estatales. Todos estos países han podido eliminar la escasez cró-
Sin duda porque estos dos puntos plantean las mayores nica de productos suprimiendo el control sobre los pre-
dificultades intelectuales y políticas de todo el proceso cios; también todos ellos han podido establecer una
de transformación. moneda relativamente estable que fuera convertible, o
casi, en transacciones por cuenta corriente, y todos han
Por parte de Occidente el apoyo a la Europa del introducido un código mercantil básico y una ley de so-
Este ha sido modesto en el mejor de los casos. Hay, ciedades que permitieran el establecimiento de nuevas
ciertamente, algunos puntos interesantes: la reducción empresas privadas.
de la deuda exterior polaca acordada por los gobiernos
occidentales; los fondos empresariales para Polonia y Los resultados cualitativos han sido también simila-
Hungría establecidos por el Gobierno de Estados Uni- res en los cuatro países, aunque los cuantitativos han
dos; el Fondo Británico para know-how, así como do- dependido de muchos factores, que incluyen: cuánto
cenas de proyectos específicos apoyados por los gobier- tiempo hace que el país ha comenzado las reformas eco-
nos occidentales. Pero al mismo tiempo los niveles de nómicas, hasta qué punto se ha visto afectado por el
asistencia financiera directa son reducidos, y la ayuda hundimiento del comercio soviético en Europa del Este,
financiera es en general inflexible y en muchos casos grado de inestabilidad de las condiciones iniciales del
desaprovechada. Y en las cuestiones no financieras im- país al comienzo de las reformas.
portantes, como la voluntad de la Comunidad Europea
(CE) de aceptar a los países de la Europa del Este como A grandes líneas podemos destacar que Hungría fue
futuros miembros, o la voluntad más inmediata de el primer país en iniciar las reformas, y en cierto sentido
abrirse a las exportaciones de productos agrícolas, tex- va «por delante» de los otros, ya que la infraestructura
tiles y acero del Este, las respuestas distan mucho de ser general de la economía de mercado está mejor desarro-
adecuadas. llada. Por otra parte, Hungría tiene una elevada deuda
externa y una inestabilidad macroeconómica modera-
Hay varios puntos de acción que los gobiernos del da. Polonia emprendió muchas medidas liberalizadoras
Este y OcCidente deberían emprender urgentemente en los últimos años de la década de los 80, bajo el régi-
para asegurar el éxito de la transformación. En Europa men comunista, pero de forma tan poco consistente que
Oriental la necesidad de progreso en la privatización es espoleó la profunda inestabilidad macroeconómica.

127
De manera que Polonia ha tenido que llevar a cabo las bablemente ha contribuido a la agudización de las re-
reformas desde un punto de partida de hiperinflación y acciones políticas contra el programa de reformas .
endeudamiento extremo. Sin duda, las reformas pola-
cas han sido las más extensas y decisivas de la región, Una respuesta a los retos políticos a que se enfrenta
y el país ha hecho grandes progresos en la estabilización la reforma es reforzar la red de seguridad social en
y el desarrollo del sector privado. Checoslovaquia co- Europa del Este, para que los «perdedores» de la refor-
menzó las reformas en 1990 desde un punto de partida ma no caigan en el pánico que puede acompañar a
difícil, pues allí el régimen comunista se contaba entre cualquier cambio necesario. Pero en este campo las
los más represivos y conservadores de la región. Che- oportunidades están limitadas por los escasos recursos
coslovaquia había tenido una mayor estabilidad ma- financieros de los gobiernos. Todos los países han in-
croeconómica que Hungría y Polonia, y tiene menor troducido el subsidio de desempleo, programas de reci-
deuda externa, pero cuenta con un sector privado mu- claje profesional, prestaciones sociales y pensiones pro-
cho menos desarrollado . Bulgaria también inició la re- tegidas, al menos parcialmente, contra la inflación,
forma tarde, y en una situación de desestabiliza- pero el nivel de subsidios es innegablemente bajo, en
ción económica grave como resultado de una importante concordancia con la muy frágil capacidad fiscal de los
deuda externa y una dependencia comercial de la Unión gobiernos y los niveles de vida bajos en general de la
Soviética especialmente fuerte. Aun así, Bulgaria está región. No hay duda de que es necesaria ayuda finan-
haciendo un progreso importante -que no obstante ciera de Occidente para reforzar los sistemas de bienes-
pasa bastante desapercibido- como resultado de un tar social.
programa económico muy audaz introducido a princi-
pios de 1991. o cabe ninguna du-
En todos los casos los resultados en general son los
EL SECTOR N da de que el talón
de Aquiles de las
reformas económicas de
siguientes: INDUSTRIAL Europa del Este es el sec-
l. Eliminación de la escasez crónica, normalmente tor industrial estatal, por
a través de un aumento de los precios que supera el ESTATAL varias razones. En primer
aumento de los salarios nominales. lugar sus dimensiones son
2. Después de un salto inicial en los precios, cuan- enormes, como resultado de cuarenta años de modelo
do se suprime el control sobre éstos y se recortan los de desarrollo estalinista. Por consiguiente se necesita
subsidios, una inflación constante del orden del 2-311!o una reducción sustancial de su escala, así como rees-
mensual. tructuración y modernización. Una parte importante de
3. Drástica reducción del déficit del presupuestario. la mano de obra de Europa del Este, un 30-40%, traba-
4. Aumento de las exportaciones a los mercados ja en el sector industrial, y el «triángulo de hierro» de
occidentales (a un ritmo bastante fuerte en los casos de trabajadores industriales , gerentes estatales y burócra-
Hungría y Polonia) . tas del Gobierno constituye un grupo de presión formi-
5. Caída en el nivel de vida, al menos para parte dable para obtener protección, subsidios y aumentos
de la población (aunque también un aumento significa- salariales .
tivo para la minoría que ha sabido sacar provecho de Una segunda razón es que el sector industrial estatal
las nuevas oportunidades económicas). se creó en todos los países en gran parte para proveer
6. Desarrollo rápido de la empresa privada (en la al mercado soviético . Hasta 1989la Unión Soviética su-
construcción, el comercio al por mayor y al por menor, ponía un mercado totalmente protegido y estable. Has-
el comercio internacional y los servicios) en muchos ta tal punto que la definición clásica de comercializa-
casos a una escala que sobrepasa el sector estatal. ción en la industria polaca era: «Carga el tren, envíalo
7. Incremento modesto de la iniciativa privada en al Este». Sin embargo, en el último año y medio el mer-
el sector industrial, aunque a una escala todavía redu- cado soviético ha desaparecido virtualmente. Como
cida comparada con el sector estatal. resultado del desmantelamiento del Consejo de Ayuda
8. Aumento continuo del desempleo y recortes de Económica Mutua (COMECON) se esperaba un decli-
puestos de trabajo en las grandes empresas industriales, ve en las exportaciones; lo que no se esperaba, sin em-
especialmente en aquellas que dependían de las expor- bargo, era el derrumbamiento casi total de la economía
taciones a la Unión Soviética. y el comercio soviéticos este año.
El derrumbamiento del comercio soviético es en
Estos primeros pasos en la reforma económica han
parte el resultado de la crisis de endeudamiento de la
provocado .u na reacción política compleja. En Polonia,
Unión Soviética en 1991 , que forzó la asignación de las
por ejemplo, la población da muestras claras de su ali-
vio porque haya terminado el caos del período hiperin- escasas divisas al pago del servicio de la deuda y no a
financiar importaciones. Sin embargo, también es el re-
flacionario de 1988-1989 y cuarenta años de escaseces
sultado de la incompetencia desmedida de los políticos
crónicas. La gran transformación del país es palpable:
soviéticos en la esfera del sistema monetario. Sencilla-
centenares de miles de tiendas nuevas y tiendas antiguas
mente, después del final del sistema de trueque del CO-
recientemente privatizadas abastecen ahora las deman-
das de la población. Por otra parte, la reducción del ni- MECON, y del supuesto cambio a un «mercado basado
en el dólar», las autoridades soviéticas fracasaron en
vel de vida en parte de la población, combinado con un
la introducción de un mecanismo de pago en la Unión
desempleo en aumento y el temor a un desempleo aún
mayor en el futuro próximo, han proyectado una som- Soviética, a través del cual las empresas pudieran obte-
ner regularmente dólares a cambio de rublos.
bra sobre el desarrollo. El hecho de que algunos de los
efectos adversos (o miedo a futuros efectos adversos) se En tercer lugar, el sector industrial es una bomba en
hayan concentrado bastante en la industria pesada, las potencia, tanto económica como políticamente, porque
minas de carbón y la agricultura a pequeña escala, y actualmente funciona prácticamente sin regulación le-
también en regiones particulares (Este de Polonia), pro- gal ni institucional. Aunque la situación cambia de país

128
a país, se puede decir sin temor a errar que en toda la lagro. Finalmente, a mediados de 1991, los saldos se
Europa del Este las empresas no están sujetas a una ad- agotaron y un torrente de insolvencias preocupante,
ministración interna efectiva, aparte de la insana que a tanto política como económicamente, ha golpeado al
veces emana de los consejos de trabajadores dentro de país. De nuevo, la ausencia de un mercado de capitales
cada empresa. En Occidente, los gerentes de una em- (en el cual se podría producir la compra de paquetes
presa están sometidos a un consejo de administración de acciones) y la carencia de organismos de dirección de
que legalmente está obligado a dirigir la firma en inte- las empresas, han contribuido a estos profundos fraca-
rés de los accionistas. En la Europa del Este no hay un sos de la administración empresarial.
control real sobre los gerentes y, en consecuencia, no
hay incentivos claros para dirigir las empresas de mane- AS soluciones ade-
ra eficiente.
La dirección de la empresa solía responder a un sis-
tema de órdenes de la administración del Estado y el
DIFICULTADES L cuadas a largo pla-
zo para el sector in-
dustrial están claras. Las
Partido Comunista, respaldado por el terror o su ame- DELA empresas deberían ser pri-
naza. Con la afortunada caída del terror comunista, la vatizadas, y después rees-
dirección del sector industrial también se ha derrumba- PRIVATIZACIÓN tructuradas bajo control
do, con unos efectos sorprendentes y patológicos. Se privado. Si se acelera el
producen presiones salariales continuas no contenidas proceso de privatización, la carga sobre el gobierno por
por directivos que representen a los propietarios reales la reestructuración se verá enormemente reducida y las
de las empresas. Así, en ausencia de un control centrali- presiones de las empresas por subsidios y protección se-
zado de los salarios, hay una tendencia hacia una explo- rán más fáciles de soportar. Es muy posible que los pro-
sión salarial, como la que se ha producido en Alemania pietarios privados tengan más éxito que el gobierno en
Oriental (donde no se impusieron controles salariales). salvar las partes viables de la industria y en desprender-
La explosión salarial de Alemania Oriental ha tenido se de las inviables. Otro factor que relajaría las presio-
consecuencias devastadoras, puesto que ha conducido a nes proteccionistas sería la firma de tratados de asocia-
la bancarrota virtual de todo el sector industrial. Los ción entre los países de Europa del Este y la CEE. Se
salarios han aumentado a un 50 ó 600Jo de los niveles supone que estos tratados deberían garantizar merca-
germano-occidentales~ La explosión salarial resultó de dos abiertos por las dos partes y, por lo tanto, vincular
una gran variedad de factores: ausencia de controles so- los países del Este a una política de libre cambio.
bre los salarios, la creencia de los germano-orientales El problema crucial de la estrategia es el intervalo
de que «merecían» niveles salariales occidentales, la hasta que se produzca la privatización. Para poner la
falta de voluntad de los políticos de Alemania Occiden- cuestión del tiempo en la perspectiva que le correspon-
tal de defender una política salarial racional, y la pre- de, consideremos el hecho de que bajo la agresiva cam-
sión de los sindicatos germano-occidentales para ayu- paña de privatización de la era Thatcher, en el Reino
dar a elevar los salarios orientales, por si los salarios más Unido se consiguió privatizar aproximadamente cin-
bajos del Este perjudicaban a los salarios del Oeste. cuenta empresas durante los ochenta, más o menos
En casi todos los otros países de Europa del Este los cinco empresas al año. Las privatizaciones británicas
salarios se han mantenido a un nivel más realista que en seguían una pauta típica en la cual la firma era «prepa-
Alemania Oriental, aunque se han mantenido bajo con- rada» para la privatización a través de una reestructu-
trol en parte por una política salarial centralizada alta- ración interna; la firma era «valorada» por uno o más
mente impopular, que es tanto económicamente inefi- bancos de inversión para obtener un precio base para
caz como políticamente debilitadora para el gobierno. una oferta pública inicial (OPI); la OPI se anunciaba y
publicitaba ampliamente; finalmente se sustanciaba va-
Además, los tratos privados y los conflictos de inte- rios meses después del comienzo del proceso, que po-
reses abundan entre los directivos estatales, y no están día llegar a durar un año o más. En Polonia hay aproxi-
controlados ni por normas legales ni por consejos de madamente tres mil empresas industriales estatales, y
administración. Los directivos se dedican a los siguien- unas ocho mil empresas estatales de todos los sectores
tes tipos de actividades: provocar intencionalmente la de la economía. A ritmo thatcheriano (que se beneficia-
bancarrota de las empresas para comprarlas ellos más ba de un mercado de capitales sofisticado y de un am-
baratas; crear firmas privadas para negociar, en acuer- plio sector privado para absorber las firmas estatales),
dos provechosos, con las empresas estatales que ellos la privatización polaca tardaría ¡700 años! Las «priva-
mismos dirigen; aceptar empresas mixtas y ofertas de tizaciones al estilo británico» no pueden ser la respuesta
compra de acciones desfavorables pero que producen principal para Europa del Este.
beneficios personales al gerente, mientras que se recha-
zan ofertas favorables que ponen en riesgo su posición Como paso intermedio hacia la privatización, hay al
personal. («Favorable» o «desfavorable» se refiere al menos una necesidad de «comercializar» las empresas,
valor de la oferta comparado con el valor del capital es decir, transformarlas de su condición actual de em-
que se vende al postor extranjero.) presas gobernadas por consejos de trabajadores a em-
presas gobernadas por consejos supervisores (consejos
Finalmente, existe también el fenómeno de empre- de dirección) que funcionen de acuerdo con una ley de
sas «zombie», en la cuales gerentes incompetentes sim- sociedades normal. Aunque las empresas comercializa-
plemente agotan los saldos bancarios y otras formas de das todavía pertenezcan en un 100% al Ministerio de
capital de la empresa, al tiempo que se muestran inca- Economía, al menos estarán protegidas por la ley de so-
paces de ajustarla de manera satisfactoria a las nuevas ciedades normal, y tienen una gerencia empresarial se-
condiciones de mercado. En el caso de muchas empre- gún un consejo profesional de directores nombrados
sas polacas que se vieron afectadas por el derrumba- por el Ministerio de Hacienda. Muchos políticos de
niento del mercado soviético, las empresas simplemente Europa del Este, y ciertamente una gran parte de la po-
continuaron con los niveles normales de producCión y blación, subestiman la importancia de crear una estruc-
de formación de stocks, esperando algún género de mi- tura legal para el funcionamiento de las empresas del

129
sector industrial. Después de décadas de negligencia de «reestructurar» las empresas antes de privatizarlas, un
la normativa legal bajo el comunismo, los beneficios proceso que si se aplicara extensivamente sería dema-
potenciales de la reforma legal parecen infravalorarse. siado lento, y para el cual los gobiernos no sólo están
Así pues, desafortunadamente, incluso este importante mal preparados sino que también están sujetos a excesi-
paso de crear un entorno legal para las empresas no ha vas presiones políticas.
sido considerado con la suficiente urgencia en los países
de Europa del Este, con el resultado de que el compor- S muy fácil caer en
tamiento patológico antes comentado continúa.
Es obvio que, además de la comercialización, deben
buscarse nuevos métodos de privatización en los países
LOS RIESGOS E un pesimismo exce-
sivo sobre la trans-
formación económica en
del Este para acelerar el proceso. En Polonia ya hay ECONÓMICOS Europa del Este. En gene-
proyectos para distribuir gratis una parte de las acciones ral, el progreso de las re-
industriales en fondos mutuos, cuyas acciones a su vez ACTUALES formas hasta la fecha es
se distribuirán entre los ciudadanos polacos adultos. Se alentador. Las economías
ha hablado también de distribuir acciones a los nuevos EN EUROPA funcionan ya sujetas a las
fondos privados de pensiones que cargarían con algu- fuerzas del mercado y con
nas de las obligaciones del sistema de seguridad social DEL ESTE una proporción importan-
estatal. En Checoslovaquia hay planes para vender em- te de propiedad privada en
presas a cambio de «vales», una especie de escrito que el comercio y los servicios, aunque con un sector indus-
será emitido por el gobierno para distribuir acciones en- trial estatal realmente amplísimo que sigue dirigido con
tre la población. En todos los países existe la intención ineficacia. Se ha eliminado el control sobre los precios,
de subastar pequeñas y medianas empresas, y de alentar la planificación central ha sido desmantelada completa-
a los trabajadores y directivos a comprar las empresas mente, y el sector privado es altamente rentable y crece
en condiciones ventajosas. rápidamente, aunque desde una base pequeña. En to-
dos los países están apareciendo continuamente nuevos
Estos nuevos enfoques se revelarán vitales para la empresarios, con un instinto que disipa viejas ideas
salud económica y la recuperación de las economías de acerca de que el socialismo había creado un «horno so-
Europa Oriental, y deberían ser apoyadas por las ins- vieticus» del que había desaparecido todo espíritu de
tituciones financieras internacionales de Occidente competitividad.
(FMI, Banco Mundial) y por los gobiernos.
Paradójicamente en los países del Este de Europa Pero aun así, la situación sigue siendo decididamen-
todavía subsisten grandes presiones que retrasan el pro- te frágil, incluso explosiva. Los beneficios positivos
ceso de privatización, y los asesores occidentales han ciertamente reconfortan a un economista más que a los
hecho relativamente poco para inclinar la balanza hacia ciudadanos mismos . Éstos son menos conscientes del
la privatización rápida. El retraso en Europa del Este hecho de que el florecimiento de nuevas firmas es pro-
puede atribuirse a varios factores : mesa segura de crecimiento económico que del hecho
de que muchas grandes empresas industriales están ce-
l. La extendida atracción del «modelo británico» rrando. Aunque valoran el final del desabastecimiento
de privatización (a través de ventas individuales de em- y de las colas que han atormentado sus vidas diarias du-
presas), a pesar de que el calendario resultante para la rante décadas, también están preocupados por hacer
privatización podría ser desastrosamente lento. (En Po- que su bajo salario mensual cubra los nuevos precios
lonia había grandes esperanzas -e ilusiones- de reali- del mercado, cada vez más elevados. Y, sobre todo,
zar centenares de OPis en un año o dos. Hasta el mo- muchos están confusos, no entienden por qué el final
mento, en el curso del año, desde que se aprobó la Ley del comunismo no ha traído la prosperidad inmediata,
de la Privatización, ha habido menos de 10 OPis.) por qué tienen a la vez mercado y un nivel de vida bajo.
2. La oposición política de muchos directivos esta-
tales, algunos grupos de trabajadores y algunos secto- En este ambiente los reformadores no son necesa-
res de la burocracia a la privatización rápida. riamente populares. Ludwig Erhard, el padre del mila-
3. La desconfianza general y la confusión de la gro económico de la Alemania de postguerra, no fue
población sobre prácticamente cualquier plan de priva- aclamado como el creador de la prosperidad hasta va-
tización. Todos los planes se consideran con cinismo y rios años después del arranque de sus reformas econó-
duda, puesto que la población está convencida (a veces micas. Dos años después de comenzadas, en 1950, Er-
con razón) de que los directivos se están repartiendo las hard fue atacado por todas partes en Alemania como
empresas o vendiéndolas a bajo precio a extranjeros. causante de un alto índice de paro más que de un alto
4. Las grandes dificultades logísticas de convertir nivel de vida. El gobierno de Adenauer, del que forma-
miles de empresas en sociedades anónimas, lo cual sig- ba parte Erhard, tuvo muchas dificultades para superar
nifica hacer valoraciones nada fáciles, organizar conse- políticamente los problemáticos primeros años, y su su-
jos de administración y poner en marcha las institucio- pervivencia política dependió en gran medida de los ge-
nes básicas del mercado de capitales (bolsa de valores, nerosos fondos del Plan Marshall que afluían al país.
leyes mercantiles, instituciones que se hagan cumplir).
En Europa del Este, Leszek Balcerowivz en Polonia
5. La falta de experiencia en instituciones básicas
y Vaclav Klaus en Checoslovaquia serán recordados
del mercado financiero, la inexistencia de una ley de
como los padres del milagro económico de sus respecti-
sociedades.
vos países, pero sólo si a las reformas se les da tiempo
Los asesores occidentales a menudo no resultan ser para funcionar. Y puede que el tiempo sea muy escaso,
una gran ayuda, y en ocasiones más que nada perjudi- dada la actitud resentida de la población, el terreno
can. Muchos bancos de inversión quieren el negocio de abonado para el populismo, las poderosas fuerzas polí-
las «privatizaciones al estilo británico», así que pro- ticas que apoyan la protección y los subsidios para las
mueven métodos estándar de privatización. Algunos industrias en crisis, y el potencial para estancamiento
asesores occidentales también acentúan la necesidad de político o algo peor en varios de los países.

130
Los grupos específicos que exigen protección o sub- Europa Occidental demuestra que en realidad no quiere
sidios varía de país a país. En Polonia incluye a los que el Este «vuelva», el consenso se romperá, y las in-
agricultores con pequeñas propiedades, los mineros de tensas presiones a las que ya se enfrentan los gobiernos
carbón y los trabajadores industriales en sectores que de la región posiblemente minarán las reformas. Peor
anteriormente producían para el mercado soviético. En aún, dada la actitud mezquina de Occidente hasta la fe-
Checoslovaquia incluye a los trabajadores de la indus- cha, y los casos indudables de intentos de inversores oc-
tria pesada de Eslovaquia, que dependía especialmente cidentales rapaces de aprovecharse de los vacíos en la
del mercado soviético. Es obvio que estos grupos nece- estructura legal del Este de Europa, existe un riesgo evi-
sitan ayuda para adaptarse, pero el peligro es que la dente de reacción xenófoba entre parte de la población.
ayuda podría venir de una forma que retrasara los ajus-
tes necesarios en la economía. El paso clave sería que la Comunidad Europea indi-
cara que el Este puede efectivamente volver, en el senti-
El peligro más grande de la región es que el populis- do concreto de que los países del Este pueden esperar
mo, la confusión de los derechos de propiedad y la llegar a ser miembros de la Comunidad Europea cuan-
fragmentación del poder político en los parlamentos do hayan superado los obstáculos principales de la re-
conduzca a gobiernos débiles, incapaces de tomar las forma económica. Nada encauzaría tanto las energías y
medidas decisivas que saltan hacia la propiedad priva- pasiones políticas de Europa del Este como una vía cla-
da. En tal caso la situación económica se deterioraría ra de acceso a la CE. Si, como es muy posible que ocu-
con casi toda seguridad, la inestabilidad macroeconó- rra, tal vía exigiera como requisito el mercado libre,
mica aumentaría, y como en América Latina la demo- la supresión de los subsidios estatales a la industria, y
cracia misma estaría en peligro . Este riesgo se ve agra- la propiedad privada, los pasos más difíciles de la refor-
vado por el hecho de que todos los países de Europa del ma se verían imbuidos con mayor sentido, inéluso con
Este han adoptado el sistema proporcional como base urgencia. Las grandes presiones que ahora amenazan
para la representación parlamentaria. Este sistema elec- con: socavar las reformas podrían disiparse eficazmente.
toral indudablemente aumenta la probabilidad de par- Las elecciones se disputarían en función de la cuestión
tidos políticos débiles y fragmentados , y gobiernos de qué movimientos políticos podrían devolver el país
dependientes de coaliciones frágiles y multipartidistas. a Europa más rápidamente.

SÍ pues, el factor Pero la oportunidad para este paso positivo y diná-

EL CRUCIAL A clave de la refor-


ma económica es
que deben pasar varios
mico puede estar desapareCiendo, como resultado de la
actitud autocomplaciente y la falta de visión política de
muchos países de la Comunidad Europea y la Comisión
PAPEL años antes de que los fru- Europea. Parece haber más rniedo que bienvenida a un
tos de aquélla sean amplia- ingreso definitivo de los países del Este de Europa. En
DE mente evidentes . El soció- las importantísimas negociaciones entre la CE y Che-
logo Ralf Dahrendorf (en coslovaquia, Hungría y Polonia acerca de su eventual
OCCIDENTE su libro de 1990 Reflexio- ingreso como miembros asociados, la CE no ha hecho
nes sobre la revolución en hasta el momento concesiones en la cuestión clave del
Europa) llamó a este período intermedio la «travesía mercado agrícola, y sólo concesiones limitadas en la in-
del desierto», y puede observarse en casi todos los paí- dustria textil. Y en la cuestión del ingreso definitivo se
ses que han conocido una transformación económica ha mostrado imprecisa. De momento la Comunidad
radical, desde la Alemania y el Japón de la postguerra Europea está más interesada en los pequeños agriculto-
hasta Chile y México en los años 80. El tiempo de per- res franceses y los productores textiles portugueses que
manencia en el desierto depende de la consistencia y la en la oportunidad geopolítica única que se presenta
audacia de las reformas. Si hay vacilaciones o inconsis- para una Europa Unida, y no tiene lo suficientemente
tencias en las medidas económicas es muy fácil perderse en cuenta los grandes riesgos de desestabilización políti-
en el desierto. Argentina hace 45 años que se ha perdido. ca en el Este.
Llevar a buen término esta travesía requiere, prime- A necesidad de mayor ayuda financiera a Europa
ro y principal, liderazgo político y, segundo, suficiente
consenso social para sostener un programa político es-
table. Pero ni Moisés ni los israelitas hubieran podido
atravesar el desierto sin un poco de maná caído del cie-
L del Este es también vital. Pero en cuestión de
ayudas, la: historia se complica. El FMI y el
Banco Mundial están comenzando a movilizar ayudas
para la región pero, como de costumbre, la ayuda del
lo. La ayuda exterior puede ser vital en los peligrosos FMI puede considerarse modesta en el mejor de los ca-
primeros años del cambio. Y Moisés no tenía que en- sos. Cuando el FMI concede créditos, a menudo dispo-
frentarse a nuevas elecciones en los cuarenta años si- ne unas condiciones en acumulación de reserva para el
guientes (aunque ciertamente tuvo que enfrentarse a un país que pide el crédito que, en realidad, hacen el crédi-
desafío a su autoridad al pie del Monte Sinaí). to del FMI casi intocable según los términos del progra-
El gobierno de Polonia, que ha introducido unas re- ma. El apoyo a la región por parte del Banco Mundial
formas radicales, debe afrontar elecciones parlamenta- va en aumento, y está alcanzando niveles significativos.
rias a finales de octubre, y Checoslovaquia en menos de Ayuda directa gobierno a gobierno del Grupo de los 24
un año. (los 24 países industriales más avanzados), coordinada
por la CE, se ha producido a escala bastante limitada.
Es imprescindible que Occidente lance un salvavidas La contribución estadounidense a la ayuda a la región
a los reformadores. El elemento que hace que las refor- ha sido sólo de unos centenares de millones de dólares
mas se articulen es el consenso social básico en Europa por año. Y el nuevo Banco Europeo para la Recons-
del Este de que se habrán conseguido los objetivos al trucción y el Desarrollo (BERD) apenas ha comenzado
«volver a Europa», es decir, al volver a formar parte de sus operaciones, aunque se supone que su papel crecerá
la corriente democrática y capitalista europea. Pero si con el tiempo.

131
Foto de Vyacheslav Tarnovetskij, Leningrado, 1989.

Una parte del problema es que la ayuda se ha ofreci- comerciales acreedores de Polonia no han llegado al
do en formas que son difíciles de utilizar. Casi ninguna acuerdo de una reducción de deuda semejante, y ame-
de las ayudas se ha producido en forma de donación. nazan con apoderarse de parte de los beneficios de la
reducción de deuda oficial si los ministros de Hacienda
Y los créditos que se han otorgado son, en general, del Grupo de los Siete no insisten eficazmente en que
difíciles de utilizar a causa de las condiciones que les los bancos comerciales reciban una ayuda comparable .
acompañan. La mayor parte de los créditos de exporta- (En el acuerdo sobre Polonia del Club de París de redu-
ción concedidos a países del Este de Europa no han sido cir la deuda oficial a la mitad, los gobiernos acreedores
utilizados. Un paso importante de la CE sería analizar insistían en que Polonia debía obtener una reducción
cómo movilizar más rápida y eficazmente el dinero que comparable de los bancos. Sin embargo, los bancos co-
ya ha sido comprometido, pero que aún no ha sido merciales han estado dificultando el proceso con la es-
desembolsado. peranza de que Polonia acabaría hundiéndose y comen-
La cantidad total de ayuda a la región procedente de zaría a pagar el servicio de una gran parte de la deuda
los gobiernos del Grupo de los 24 debería elevarse al con los bancos comerciales. Pero tal medida no sola-
menos de 3 a .5 mil millones de dólares al año. Una par- mente pondría en dificultades la estabilidad financie-
te debería utilizarse para reforzar la provisión de servi- ra de Polonia, sino que minaría los objetivos de la
cios sociales; otra para ayuda técnica a gran escala; otra reducción del Club de París.) Bulgaria y Hungría tam-
parte debería ser para un apoyo directo y sin trabas a bién están fuertemente endeudadas, pero hasta ahora
la balanza de pagos, y otra parte para apoyar una inver- sus serios problemas de endeudamiento no han reci-
sión más intensiva en mejora de la infraestructura. La bido atención alguna por parte de los gobiernos occi-
región tiene un sistema de comunicaciones y transpor- dentales. O
tes claramente degradado, y un medio ambiente muy
deteriorado. Estos problemas de infraestructura no se Traducción de Pilar Aguilar
están tratando adecuadamente con las pequeñas canti-
dades de dinero que los gobiernos de la región pueden
dedicar a estos problemas.
Otra forma crucial de asistencia financiera es la re- Jeffrey D. Sachs es profesor de Comercio Inter-
ducción de la deuda para los países altamente endeuda- nacional en la Universidad de Harvard. Es asi-
dos de la región. Ciertamente el paso más impresionan- mismo profesor visitante de Economía Interna-
te realizado por Occidente en la región ha sido la cional en la Universidad de las Naciones Unidas
cancelación de la mitad de la deuda de gobierno a go- de Helsinki. En los últimos años ha prestado ser-
bierno en Polonia la pasada primavera. El esfuerzo, en- vicios como asesor en el diseño de numerosos
cabezado por los Estados Unidos, es de una importan- programas de reforma económica, tanto en Lati-
cia fundamental para el futuro de este país. Pero los noamérica como en Europa Oriental.
problemas de deuda todavía son serios. Los bancos

132
COLECCIÓN

IMAGEN
CA:\IHIO Y TRANSFORl\IACIÓN EN ECROPA ORIENTAL Y EN LA CNIÓN SOVIÉTICA

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134
1

RONOLOGIA
1985-1991
uere Konstantin Chernenko el 11 de marzo. Gorbachov se
M convierte en secretario general del Partido Comunista. A
los dos días acuña el término «perestroika» para referirse a una
reestructuración del sistema de producción.
Se reinician las negociaciones soviético-norteamericanas sobre
desarme en Ginebra, interrumpidas desde 1982.

orbachov comienza el año dirigiendo un mensaje televisa-


.G do al pueblo norteamericano, en el que hace un llama-
miento por la paz.
En febrero dedica su atención a la amenaza que se cierne sobre
la economía soviética después de la caída de los precios del
petróleo, estando la producción todavía sometida a una exce-
siva planificación centralizada. Comunica al 26 Congreso del
PCUS que las fábricas con pérdidas podrán ser cerradas. Los
ministerios deben dejar de interferir en la gestión.
Gorbachov exige a Reagan un avance real en las conversacio-
nes sobre armamento y supresión de pruebas nucleares.
En abril ofrece importantes reducciones de las fuerzas milita-
res soviéticas en Europa y una moratoria unilateral sobre prue-
bas nucleares en mayo. El accidente en la central nuclear de
Chernobil (26 de abril) estremece al mundo.
En el mes de julio Gorbachov anuncia la retirada soviética de
Afganistán. Sin embargo, Reagan se niega a suspender su pro-
grama de la guerra de las galaxias.
Liberación de todos los presos políticos en Polonia ( 11 de sep-
tiembre).
En diciembre se producen disturbios en Kazajistán.

135
l 27 de enero, Gorbachov reconoce el derecho a eleg.ir los
E altos cargos del partido mediante votación libre y secreta, lo
que representa el mayor cambio político realizado desde Stalin.
Surgen disputas internas en el partido en febrero, cuando Gorbachov
declara que tendrá que dimitir si la resistencia bloquea la refor-
ma económica.
En junio Gorbachov recibe el apoyo de Andrei Gromyko que
respalda su política de glasnost. Gorbachov condena los «crí-
menes imperdonables» de Stalin.
En abril propone desmantelar todo el armamento soviético de
misiles de corto alcance en Europa.
En septiembre se crea el Foro Democrático húngaro. En noviem-
bre se producen disturbios en la ciudad rumana de Brasov, con
una dura represión policial sobre los obreros huelguistas .
A finales de año, una cumbre en Washington conduce a una
reducción del 50% de los arsenales nucleares estratégicos.

orbachov hace un llamamiento para avanzar en el desa-


G rrollo de la perestroika. Declara ante los 300 miembros
del Comité Central del Partido Comunista que sencillamen-
te está luchando para revivir el verdadero leninismo.
El gobierno polaco anuncia un aumento sustancial de los pre-
cios a fin de limitar las subvenciones estatales y acelerar la
transición a una economía de mercado .

Boris Yeltsin, que había criticado la lentitud de la reforma


soviética en octubre de 1987 y, en consecuencia, perdido su
puesto como Jefe del Partido Comunista en Moscú, es reti-
rado del Politburó por el Comité Central del Partido.

Los medios de comunicación soviéticos informan que se están


produciendo desórdenes públicos entre la población armenia
del sur del país. El foco de las tensiones es la región de
Nagorni Karabaj.

Mueren 17 personas en Sumgait (Azerbaiyán) a raíz de los


enfrentamientos entre armenios y azeríes.

Se alcanza un acuerdo en la ONU para la retirada de tropas


soviéticas de Afganistán.

Se inicia una gran oleada de huelgas en Polonia.

Gorbachov admite que sus ideas para la reconstrucción de


la sociedad soviética están encontrando oposición por parte
de algunos cargos del Partido Comunista. Su discurso se
entiende como una crítica velada a Yegor Ligachev, uno de
los principales opositores de la reforma.

136
Gorbachov preside la sesión de apertura de la conferencia del
Partido Comunista. Propone reformas radicales,incluyendo una
transferencia decisiva de autoridad ejecutiva de la máquina del
partido a Jos diputados electos de los soviets a todos Jos niveles.

Decenas de miles de personas se manifiestan pacíficamente en


las capitales de Estonia, Letonia y Lituania para protestar con-
tra el pacto de 1939 entre la Alemania nazi y la Unión Soviética
que condujo a la anexión soviética de las tres repúblicas bálti-
cas en 1940.
Gorbachov comienza a purgar la vieja guardia. Gromyko es reti-
rado de la presidencia del Soviet Supremo, el conservador Yegor
Ligachev trasladado a Agricultura y el jefe de la KGB , Viktor
Chebrikov, comienza a estar bajo amenaza creciente.

1 DE OCTUBRE Gorbachov es elegido presidente del Soviet Supremo convir-


tiéndose en el hombre más poderoso del país desde Stalin. Crece
el descontento en las repúblicas. En noviembre los armenios
rechazan el plan de Gorbachov de un cambio constitucional.

16 DE NOVIEMBRE El Soviet Supremo de la república de Estonia aprueba una


enmienda constitucional que otorga a Estonia el derecho a igno-
rar cualquier ley soviética que entre en contradicción con sus
propias leyes.

Walesa es autorizado a viaJar a París para participar en la


Conferencia de los Premios Nobel. Emotivo encuentro con
Sajarov.

El parlamento húngaro aprueba una nueva legislación que garan-


tizará a los ciudadanos el derecho a formar partidos políticos
de oposición.
Gorbachov se destaca como líder mundial excepto ante su pro-
pio pueblo. Surge una creciente crítica interna a su reforma eco-
nómica y política.
Continúa la escasez de alimentos y Gorbachov hace un llama-
miento a que se devuelva el derecho de explotación de su pro-
pia tierra a los campesinos. Reconoce que la mayoría de gran-
jas estatales y colectivas estaban en bancarrota ya en 1980.

Negociaciones poder-oposición en Polonia.

200.000 personas asisten en Letonia a la mayor manifestación


antirrusa en la historia de la república soviética.

137
Los ciudadanos soviéticos eligen a los diputados del Congreso.
Aunque no existe la posibilidad de que el Partido Comunista
pierda el control del gobierno, la derrota fulgurante de deter-
minados altos cargos coge por sorpresa a casi todo el mundo.

Incidentes entre nacionalistas albaneses y policía serbia en Kosovo.

Gorbachov visita a Fidel Castro. Éste declara que las reformas


políticas y económicas iniciadas por Gorbachov en la URSS no
deben ser aplicadas en Cuba. Gorbachov, en un discurso a la
Asamblea Nacional Cubana, no hace ninguna mención a futu -
ras ayudas económicas al gobierno cubano.

7 DE ABRIL El gobierno soviético emplea al ejército en las calles de Tbilisi,


capital de la República de Georgia, para frenar huelgas y mani-
festaciones en la que se pide mayor independencia económica
y política del gobierno central. El 9 de abril mueren 19 perso-
nas al cargar el ejército contra una muchedumbre que se niega
a dispersarse. Gorbachov hace un llamamiento por la paz.

2 DE MAYO Hungría anuncia el desmantelamiento del «telón de acero» en


su frontera con Austria.

14 DE MAYO China da la bienvenida a Gorbachov en Pekín y ambos países


cierran un período de 30 años de tensión. 20 días después se
produce el asalto militar a la Plaza de Tiananmen ocupada por
los estudiantes chinos.

25 DE MAYO Gorbachov es elegido presidente por el recientemente constitui-


do Congreso de los diputados, convirtiéndose en el primer jefe
de Estado elegido por votación secreta.
La lucha por el poder continúa a la vez que Yeltsin hace una
advertencia sobre la influencia de Gorbachov como jefe del
Estado y líder del partido.
En junio, los diputados lituanos abandonan el Congreso.

Masacre en la plaza de Tiananmen de Pekín.

Mueren 57 personas durante los conflictos en Uzbekistán.

Hungría rinde honores al ex primer ministro Imre Nagy y a otros


mártires de la revolución de 1956.

138
Los mineros de la ciudad siberiana de Mezhdurechensk van a
la huelga en defensa de sus reivindicaciones de mejores con-
diciones de vida. La huelga se extiende a otras áreas como
Ucrania, llegando a afectar a 100.000 mineros. Gorbachov se
dirige a los mineros diciéndoles que se siente solidario con sus
pretensiones de autogestión a fin de fomentar los cambios nece-
sarios para el éxito de la perestroika.
Inicio del éxodo masivo de alemanes orientales a través de la
frontera húngaro-austríaca.

El parlamento polaco confirma al miembro de Solidaridad,


Tadeusz Mazowiecki, como nuevo primer ministro de Polonia.

Gorbachov, haciendo uso de su autoridad como líder del Partido


Comunista, promueve la destitución de cinco miembros de la
jerarquía del partido. Entre ellos se encuentran tres miembros
con voto del Politburó.
En octubre destituye también al director de Pravda.

Manifestación masiva en Leipzig.

El PC húngaro se transforma en Partido Socialista en el curso


de un congreso extraordinario.

El parlamento húngaro aprueba la legalización de los partidos


de oposición.

139
Se celebra una manifestación pacífica de 300.000 personas en
Berlín oriental para pedir la legalización de los movimientos de
oposición y de los sindicatos independientes.

El comité central del Partido Comunista yugoslavo se pronun-


cia a favor del pluralismo político.

Otras 300.000 personas protagonizan una marcha a Leipzig para


pedir elecciones libres y otras reivindicaciones.

Cae el gobierno de Alemania Oriental.

Se eliminan las restricciones en Alemania oriental para despla-


zarse a países occidentales. Al día siguiente, centenares de miles
de personas se abren paso a través del Muro de Berlín a fin de
celebrar su nueva libertad, de hacer compras y conocer Alemania
Occidental.

10 DE NOVIEMBRE Todor Zhivkov, el que durante largo tiempo fuera presidente de


Bulgaria y líder autoritario del Partido Comunista de aquel país,
dimite de ambos cargos en vista de la expulsión de otros líde-
res comunistas en otros países del Este de Europa.

20 DE NOVIEMBRE El presidente rumano y líder del Partido Comunista, Nicolae


Ceausescu, declara que Rumanía no abandonará el socialismo
como otros países de Europa del Este.

24 DE NOVIEMBRE Milos J akes , secretario general del Partido Comunista de


Checoslovaquia y otros dirigentes dimiten después de que unos
350.000 ciudadanos se concentraran en Praga por octavo día
consecutivo pidiendo democracia.

Se celebra un referéndum en Hungría para decidir la fecha de


las próximas elecciones presidenciales.

El Politburó soviético condena el avance hacia la independencia


de Lituania. El Kremlin, sin embargo, está dispuesto a autorizar
a las repúblicas bálticas a experimentar la economía de mercado.

Egon Krenz, que sustituyó a Erick Honecker como secretario


del Partido Comunista el 18 de octubre, dimite junto al Politburó
y comité central entero del partido. Dos días después, los nue-
vos líderes y los de la oposición acuerdan convocar elecciones
libres y la redacción de una nueva constitución.

El nuevo secretario general del Partido Comunista búlgaro se


pronuncia a favor de la celebración de elecciones libres.

140
Se abre la puerta de Brandenburgo, en el lado Este del Muro
de Berlín, con el consentimiento de ambos gobiernos alemanes.
El presidente rumano Nicolae Ceausescu huye de Bucarest mien-
tras una muchedumbre furiosa lucha contra las fuerzas de segu-
ridad leales a Ceausescu en la capital. El 23 de diciembre,
Ceausescu y su esposa son capturados. Se les condena a muer-
te por genocidio y abuso del poder, y son ejecutados el 25 de
diciembre.

El Parlamento checoslovaco elige a Vaclav Havel presidente de


la República.

Gorbachov comunica a las masas en Vilna, Lituania, que su


11 DE ENERO fUturo está amenazado por la tendencia independentista de las
repúblicas. Poco después, envía tropas a Transcaucasia y decla-
ra el estado de emergencia en Nagorni Karabaj.

El PC rumano es declarado ilegal.

200.000 personas se manifiestan ante el Kremlin para pedir el


fin del monopolio del poder del Partido. Gorbachov accede a
ésta y otras reformas en un discurso ante el pleno del comité
central.
Gorbachov apoya la idea de una Alemania unida desmilitariza-
da, pero en marzo rechaza la idea de una Alemania unida en
el seno de la OTAN.

MARZO Lituania proclama su independencia.


El congreso soviético determina la abolición del papel dirigen-
te del Partido Comunista y establece el principio de una presi-
dencia ejecutiva reforzada.
El gobierno decreta que Lituania no debe establecer aduanas,
crear su propia moneda o hacerse cargo de las fábricas. Se ini-
cian desplazamientos de tropas al tiempo que crece la tensión
en Estonia. El 21 de marzo se ordena a los lituanos que aban-
donen las armas y las tropas rusas ocupan los edificios del par-
tido en Vilna.

141
Gorbachov advierte a Estonia que se vuelva atrás. Lituania retro-
cede después de la amenaza de sanciones económicas por parte
de Moscú. Gorbachov corta el suministro de gas a las repúbli-
cas bálticas en un 80 por cien. Los paracaidistas asaltan el edi-
ficio de la imprenta del Partido, hiriendo a 12 personas.

MAYO A finales del mes, Gorbachov está abrumado por la oposición


a sus reformas económicas, la escasez de suministros y los dis-
turbios en las repúblicas. Su antiguo rival, Yeltsin, es elegido
presidente de Rusia y mantiene conversaciones directas con
Lituania.

JUNIO Gorbachov vuelve de su cumbre en Estados Unidos con un pacto


comercial, con una Alemania unida, habiendo moderado su pos-
tura respecto a Lituania y el papel del Pacto de Varsovia.
Las conversaciones con Lituania conducen a la suspensión de
las amenazas de independencia.

JULIO Gorbachov defiende la perestroika y se enfrenta a sus oposito-


res de línea dura en el 28 Congreso del Partido Comunista. Es
reelegido líder del Partido.
En un aviso destinado a los armenios, Gorbachov amenaza en
utilizar la fuerza militar frente a «unidades armadas ilegales»
que no entreguen las armas y se di suelvan. Anuncia que se
suprimirá la ayuda extranjera.

Estonia declara que constitucionalmente ya no forma parte de


la Unión Soviética.

La Federación Rusa, presidida por Yeltsin, aprueba el plan de


conversión a una economía de mercado en 500 días.
Gorbachov es investido con poderes para imponer cualquier plan
Shatalin de reforma del mercado que decida.
Se acusa a los radicales de conspirar para desbancar a Gorbachov.
Éste rechaza la propuesta de Alexander Solzhenitsyn de que
Rusia abandone todas las repúblicas no eslavas.

OCTUBRE Se concede a Gorbachov del premio Nobel de la Paz, con una


clamorosa falta de entusiasmo en la Unión Soviética. Choca con
la Federación rusa al no apoyar el plan Shatalin.
Se producen disparos durante el discurso de Gorbachov del 73
aniversario de la Revolución en la Plaza Roja. No se confirma
que se trate de un atentado.
Gorbachov pospone su viaje para recibir el premio Nobel debi-
do a la escasez de alimentos, la desintegración nacional y el
descontento militar.

DICIEMBRE Gorbachov advierte que existen sectores dispuestos a hundir a


la Unión Soviética. Propone un referéndum para decidir si debe
mantenerse una Unión Soviética unida como Estado federal
reformado.
El ministro de asuntos exteriores Shevardnadze dimite, advir-
tiendo que es inminente el peligro de dictadura.

142
ENERO Gorbachov decide emplear medidas drásticas. Mueren 13 civi-
les en el asalto de las tropas soviéticas al centro de televisión
de Lituania. El presidente soviético niega toda responsabilidad
en los hechos, pero la crisis le sitúa de nuevo bajo el fuego de
sus detractores liberales.
Boris Yeltsin hace un viaje relámpago a Vilna y hace un lla-
mamiento a los soldados rusos en el Báltico para que desobe-
dezcan órdenes. Declara que la Federación Rusa debería tener
su propio ejército. Gorbachov le acusa de «provocación deli-
berada».
La crisis entre el centro y las repúblicas se agudiza. Gorbachov
amenaza que suspenderá la nueva ley de libertad de prensa a
no ser que los medios de comunicación muestren mayor «obje-
tividad».

Las relaciones con los radicales tocan fondo después de que


Yeltsin pide a Gorbachov que dimita.

Las perspectivas mejoran a medida que los líderes soviéticos


se agrupan en torno al presidente al finalizar !aguerra del Golfo.
Gorbachov aprovecha su renovada popularidad para efectuar un
giro de 180 grados en su política interior. Critica duramente a
la derecha como «fuerzas conservadoras dogmáticas que defien-
den el socialismo sin democracia», aunque esto no basta para
convencer a los radicales.
El 17 de marzo se celebra un referéndum sobre el futuro de la
Unión Soviética. Se pretende con ello poner fin a la disputa
con las repúblicas. El referéndum apoya la continuidad de la
Unión, pero Yeltsin sale reforzado.

ABRIL Las colas en Moscú se alargan a medida que se disparan los


precios. El colapso económico se vislumbra en el horizonte al
tiempo que los mineros amenazan en ir a la huelga a no ser
que Gorbachov dimita. Éste comienza a recibir duras críticas
de izquierda y derecha. Distintos sectores del Partido en toda
la Unión piden que se retire.
Gorbachov hace un pacto sorpresa con Yeltsin y otros ocho
representantes de repúblicas. El acuerdo consiste en que seis
repúblicas -Estonia, Letonia, Lituania, Georgia, Armenia y
Moldavia- no tendrán que firmar el tratado para una nueva
Unión. En correspondencia, Yeltsin concede su total apoyo a
las medidas económicas del gobierno contra la crisis.

JUNIO Gorbachov recibe el premio Nobel de la Paz de 1990 y declara:


«Mi decisión es definitiva (... ) Si la perestroika fracasa, la pers-
pectiva de un período de paz en la historia se desvanecerá».

143
En la cumbre de Londres recibe elogios del Grupo de los Siete,
pero ninguna garantía de ayuda financiera a gran escala. Gorbachov
entonces parece unirse a Yeltsin y los radicales. El 25 de julio
comunica al comité central del Partido que se prepare a refor-
marse o morir; debe abandonar el marxismo-leninismo como
ideología única.
Concluye con éxito este golpe reformista, pero comienzan a for-
marse nubarrones. Ya se ha visto obligado a deshacer una trama
apoyada por jefes militares y la KGB para transferir sus pode-
res al primer ministro, Valentin Pavlov.
El detonante del intento de golpe de Estado parece haber sido
el anuncio el 24 de julio de un «tratado de unión» con nueve
repúblicas que habrían de devolver poderes considerables sobre
economía e impuestos a los presidentes de aquéllas.
Para los conservadores de línea dura parece ser la gota que
colma el vaso. El Tratado de Unión estaba a punto de ser fir-
mado con cinco repúblicas en el momento de lanzarse el golpe.

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- !:llfEHHE !

Tentativa de golpe de estado en la URSS. Fracasado el golpe,


Gorbachov pierde el poder, siendo sustituido por Yeltsin como
nuevo protagonista político de mayor peso. El PCUS es decla-
rado ilegal y se inicia un proceso de disgregación de la URSS,
que desaparece como tal. Se abre la transición a la economía
de mercado en el antiguo territorio soviético al tiempo que se
ensayan formas de coordinación entre las nuevas repúblicas inde-
pendientes y se negocia el reparto del patrimonio del Estado
entre éstas.

144
DEBATS LE FACILITA CUATRO VECES AL AÑO
LA DOCUMENTACIÓN MÁS COMPLETA SOBRE LAS CUESTIONES MÁS
RELEVANTES QUE PREOCUPAN AL , HOMBRE DE, NUESTRO
, TIEMPO.
EN HISTORIA, SOCIOLOGIA, ECONOM,IA, POLITICA,
CULTURA Y PENSAMIENTO CRITICO

El exterminio nuclear - La cultura popular • El papel de


los intelectuales - Crisis económica/ paro y reestructura-
ción industrial • Movimientos sociales - El cine nazi •
Socialdemocracia y socialismo - Arqueología industrial •
Dictaduras y legitimidad - Estados nacionales y violencia
• La historia como narrativa - Sindicatos y sistema políti-
co • Marx y Keynes: dos centenarios - Industrialización
rural • La mujer en la historia - La cultura femenina • La
discriminación laboral de la mujer - Feminismo hoy •
Democracia industrial- El miedo en Occidente • Modernidad
y postmodernidad - La Ilustración/ Diderot y la Enciclopedia
• La economía sumergida - Historia oral • La segunda
República/ la guerra civil y el Franquismo - La crisis del
Estado del bienestar • El futuro de la democracia - Partidos
políticos y voluntad popular • Reconsideración de la
Revolución industrial inglesa - El futuro del socialismo •
Inmigración y racismo en Europa - La cultura de la liber-
tad • Sartre y el arte - Ciudades en guerra • Viena 1880-
1938 - Ideología/ lucha armada y terrorismo • Alemania y
su memoria histórica - Mayo del 68/ veinte años después
• La América de Reagan - El declive de la oposición •
La historia como ficción - La novela política • Prostitución
- El enigma japonés • Bicentenario de la Revolución
Francesa - Berlín 1905-1933 • Cultura de vanguardia
y política radical en la Europa
de principios del siglo XX.
N el verano de 1989, John Williams pasó dos meses viajando por Estado:
Unidos: "dos meses dando vueltas por Norte(lmérica con la ayuda de ur
abono aéreo y una serie de coches de alquiler, con la radio sintonizadc
en emisoras de soul y country, albergándome en lo que parecía una habitaciór
de motel sin fin, equipada siempre con el mismo aparato de televisión quE
retransmitía las mismas desenfocadas emisoras por cable, reponiéndome cor
los mejores desayunos y las peores cervezas con que jamás me hayc
tropezado" .
Williams atravesó Estados Unidos para entrevistar a escritores de novela negrc
contemporánea, los más astutos cronistas de América hoy en día. Escritore!
como Elmore Leonard, James Crumley, James Ellroy, Sara Paretsky, Ton)
Hillerman y George V Higgins tienen un compromiso con las personas de le
calle y los acontecimientos cotidianos del cual carecen sus colegas de
orientación más literaria, un compromiso nacido de las exigencias propias de
escribir para una audiencia de masas. Su obra ofrece una sensaciór
caleidoscópica única de la Norteamérica real -desde la Miami Beach de
Elmore Leonard hasta la ciudad de Los Angeles de James Ellroy-.
A través de la obra de estos escritores, a través de sus observaciones de le
sociedad norteamericana y a través de sus propias minuciosas interpretaciones,
John Williams nos ofrece en Via¡e al sueño americano, una pieza excepcional
de literatura de viaje y un retrato convincente de los puntos débiles del sueñe
amencano.
P.V.P. 975 pts.

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