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Perales del Río, un barrio con 12.

000 habitantes que necesitan


conocer su historia.

Para ello, nos remontamos a cuando llegamos al barrio de Perales y


nos encontramos con que éste no disponía de ningún recurso material
ni humano indispensable para una mínima calidad de vida. No había
farmacia, ni centro de salud, ni colegio público. Con la lucha de los
vecinos hemos ido consiguiendo estos equipamientos y servicios.

La primera lucha fue para conseguir que el autobús


que nos llevaba a Madrid, pasara por el interior del
barrio con regularidad ya que inicialmente sólo pasaba
por la carretera y sin horarios.

Otra gran lucha fue para exigir que se fumigasen las


larvas de mosquitos en el río para poder salir a la calle
sin que estos insectos nos invadieran dentro y fuera de
nuestras casas.

Seguimos en lucha pretenden ponernos un asentamiento en una


escombrera frente a la gasolinera de la M-301, en este caso, el barrio
de Villaverde Bajo se unió a nosotros para conseguir que esto no se
llevará a cabo.

Más recientemente recortan el recorrido del autobús de la línea 411


dejándonos la última parada en el cruce de Villaverde lo que impide
llegar directamente al hospital 12 de octubre que es nuestro hospital
de referencia. Después de más de un año de luchas con
manifestaciones casi a diario conseguimos restablecer el trayecto
hasta Legazpi.

El autobús L-4 que nos lleva Getafe con una frecuencias de 30


minutos sin ningún tipo de información y advertencia a los vecinos
modifica el recorrido pasando por el barrio de Los Molinos y otros
alrededores de Getafe, lo que convierte en una hora el recorrido que
antes se hacía en la mitad de tiempo para llegar al hospital de
Getafe.

Y ahora, nos encontramos con nuevos olores que proceden de los


distintos focos, pero lo más importante es el de los vertidos de lodos
en Pinto aprobado por la Comunidad de Madrid por no ser perjudicial
para la salud, siendo estos olores tan penetrantes que incluso
realizándose los vertidos a las tres o las cuatro de la madrugada
consiguen despertar a los vecinos de Perales.
En estos momentos tenemos un nuevo insecto la mosca negra que
con sus picaduras está infectando a gran número de vecinos que
incluso necesitan ser tratados con antibióticos.

En la piscina municipal no hay un muro, sino una simple alambrada


en la que se han abierto grandes agujeros por donde invaden este
recinto los conejos portadores de garrapatas. Ante todo esto
mosquitos, mosca negra y garrapatas los vecinos se han visto
obligados a reducir las visitas a esta piscina.

Ante todo lo lamentablemente manifestado en este escrito me


pregunto: Qué hacen nuestros políticos cuando no son capaces de
cumplir ni su propio programa electoral? Nos ignoran. Por tanto, nos
obligan a seguir luchando mediante manifestaciones y otros métodos
para conseguir que Perales del Río sea alguna vez un barrio de
primera.

Marisa Pulido Vega. Una vecina indignada.

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