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● Propiedad intelectual (incluye breve reflexión personal)

(P.I.) se relaciona con las creaciones de la mente: invenciones, obras literarias y


artísticas, así como símbolos, nombres e imágenes utilizados en el comercio.

En mi opinión es una de las partes más importantes por el proceso de creación que
conlleva

● Derechos de autor (incluye breve reflexión personal)


Conjunto de derechos legales de los creadores sobre sus obras

En mi opinión es una cosa que no se puede robar y que todos tenemos que
respetar, ya que para el autor no es un trabajo fácil y no sería justo que no se
respete

● Derechos de imagen (incluye breve reflexión personal)


Contrato que concede una persona a otra o a un tercero en la que permite utilizar su
imagen sin compensación o con ella

Al igual que en los derechos de autor, pienso que es muy importante respetarlos,
porque en otro caso estaríamos robando algo al autor
● Copyright
Significa que algo está vinculado a los derechos del autor
● Creative Commons (CC)
Ong que se dedica a promover el intercambio de culturas y que promueve licencias
libres de derechos de autor para que las obras que se acojan a ellas puedan ser
utilizadas y compartidas con total libertad
● Software libre
Libertad de los usuario para ejecutar y mejorar el software
● 3 Webs de imágenes libres
○ https://www.flickr.com/search/?l=commderiv
○ https://www.freepik.es
○ https://deathtothestockphoto.com/join/
● 3 Webs de música libre
○ https://soundcloud.com/search/sounds
○ https://audionautix.com
○ http://www.audionity.com
● 3 Webs de efectos sonido libre
○ http://recursostic.educacion.es/bancoimagenes/web/
○ https://www.soundeffectsforfree.com
○ https://www.sounddogs.com/
● Noticia
https://www.larazon.es/sociedad/de-las-fake-news-a-los-derechos-de-autor-BH19964
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Periódico “La razón “
27 de Septiembre de 2018

De las «fake news» a los derechos de autor


No es extraño que una empresa con un precio de mercado cercano al billón de
euros y una «masa» capaz de inclinar el planeta haya gravitado hacia el lado del
mal, por decirlo de algún modo. Uno de los casos más sonados fue la multa de
5.000 millones de dólares de la Unión Europea, el pasado verano, por presuntas
violaciones antimonopolio de Android.

El organismo regulador de la UE, la Comisión Europea, determinó que Google


estaba priorizando su propio servicio de compras en los anuncios que se muestran
en el navegador Chrome, preinstalado por defecto en la mayoría de los teléfonos
inteligentes Android. Apenas un mes después de esta bofetada, el presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, acusó a Google de manipular los resultados de
búsqueda para censurar a los medios conservadores.

También ha vivido problemas por discriminación de género, renuncias de empleados


por colaborar con el Departamento de Defensa de Estados Unidos en el desarrollo
de drones para la guerra (Project Maven), pero el mayor desafío que enfrenta ahora
mismo está vinculado a los derechos de autor. Cuando este mes el Parlamento
Europeo aprobó una ley para proteger a los creadores de contenidos en internet,
obligó a las principales plataformas en línea a filtrar todo el contenido para cribar e
identificar aquellos que no están pagando los debidos derechos. El desafío de
realizar un filtro de este calibre es algo solo accesible a los gigantes tecnológicos y
muchos pequeños proveedores se quejaban porque no tendrán acceso a esta
potencia de procesamiento y deberán pagar multas constantes o dejar de prestar
servicio si quieren cumplir con las normas. La otra opción es contratar a los
«grandes» para que hagan este trabajo: Google o Facebook, entre otros. Que
tendrían otro monopolio más entre manos. En su descargo, Google ha enviado un
comunicado a los medios que señala que ya llevan tiempo, antes de que la ley fuera
aprobada, pagando derechos de autor. Solo en 2017 y por contenido subido a
YouTube, han pagado más de mil millones de euros a la industria de la música,
mientras que en el mismo periodo pagaron una cifra superior a los 12.000 millones a
los medios de comunicación en concepto de publicidad.

A esto se le han unido los escándalos de noticias falsas, los problemas de saboteo
del Google chino y los problemas de privacidad denunciados en una investigación
del «The Wall Street Journal». De acuerdo con lo revelado por dicho periódico,
cientos de desarrolladores de aplicaciones cuentan con el permiso de Google para
investigar en los correos de aquellos con cuentas en Gmail.

Precisamente este es uno de los lados más oscuros del gigante: la privacidad.
Google obtiene decenas de datos diarios de los usuarios de sus servicios, ya sea del
correo electrónico, del sistema operativo Android o de los asistentes de voz: sabe
con quién nos conectamos, qué buscamos con mayor frecuencia en la red, los
productos que nos interesan...Y toda esa información es vital para que puedan
hacerla efectiva vendiéndola a los anunciantes. Ya todos sabemos esto y lo hemos
aceptado en mayor o menor medida. Pero hay un paso más allá. Unas semanas
atrás, el sitio web «The Verge» tuvo acceso a un video que circuló internamente en
Google en 2016: «The Selfish Ledger». En él se habla, en términos hipotéticos, de
un futuro en el que Google no solo recopila datos sobre los usuarios, sino que utiliza
la inteligencia artificial y el conocimiento que tiene sobre nosotros para guiar nuestro
comportamiento. A cambio les contestaron: «Es un experimento mental de nuestro
equipo que utiliza para explorar ideas y conceptos incómodos con el fin de provocar
la discusión y el debate.

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Resumen:​

No es extraño que muchas empresas de redes sociales no hagan caso de los


derechos de autor y guarden información independiente,ente de estos, pero
últimamente se han incorporado nuevas leyes sobre los derechos de autor y la
protección de sus datos

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