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AYACUCHO – PERÚ
2018
DEDICATORIA
El Delito es una conducta humana sobre la que recae una sanción de carácter
criminal. El Delincuente es una persona natural que reúne las condiciones
necesarias para responder ante el poder público. La Reacción Social es el
movimiento de la sociedad afectada por el delito que se traduce en una sanción.
El párrafo en mención, deja ver que no se aplica en algunos casos, así dice: “salvo
que haya incurrido en forma reiterada”; este artículo se refiere al actuar de manera
reiterada en la comisión de los delitos de homicidio culposo, y en el caso de
lesiones culposas.
Esta reincidencia se concreta cuando una persona que, teniendo sentencia firme,
y habiendo cumplido en todo o en parte la pena, incurre en un nuevo delito doloso
en un lapso no mayor de 5 años, tratándose de falta dolosa la reincidencia por
falta o delito doloso se reduce a un lapso de tiempo no mayor de tres años.
2. Homicidio calificado,
4. Feminicidio,
5. Extorsión,
6. Secuestro,
7. Robo agravado,
9. Terrorismo,
11. Apología,
Más cualquier otro delito sancionado con pena privativa de libertad no menor de
veinticinco años o cadena perpetua. Sin embargo, esta distinción del tratamiento
de a que delitos no corresponde atender a la responsabilidad penal restringida, a
pesar de que el autor tenga entre 18 a 21 años, resulta ser una discriminación, y
como tal resulta ser inconstitucional. Al respecto, el inciso segundo del artículo
2do. De la Constitución dice: “Toda persona tiene derecho: A la igualdad ante la
ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión,
opinión, condición económica o de cualquiera otra índole.”
“Finalmente, y con relación a la presunta afectación del derecho a la igualdad ante
la ley, reconocido en el artículo 2º, inciso 2, de la Constitución, es indudable que la
igualdad ante la ley no es sólo un principio constitucional, sino también un derecho
subjetivo que garantiza el trato igual entre los iguales y el desigual entre los
desiguales. En ese sentido, y con objeto de determinar cuándo se está frente a
una medida que implica un trato desigual no válido a la luz de la cláusula de la
igualdad, la medida diferenciadora no sólo debe sustentarse en una base objetiva,
sino, además, encontrarse conforme se controla, en primer lugar, si el tratamiento
diferenciado está provisto de una justificación; en segundo lugar, si entre la
medida adoptada y la finalidad perseguida existe relación y, finalmente, se
determina si se trata de una medida adecuada y necesaria, esto es, si respeta el
principio de proporcionalidad.”
CAPITULO IV
Autor directo es aquel que realiza personalmente el delito y de modo directo. Ello
se deriva de que dicho concepto se encuentra implícito en la descripción que del
sujeto activo se hace en cada tipo delictivo de la parte especial; por lo que le es
aplicable al que realiza por sí el hecho punible, o lo que es lo mismo, aquel cuya
acción se le va a imputar, por referirse a la realización directa de los elementos
objetivos y subjetivos del tipo. La conformación del hecho mediante la voluntad de
ejecución que dirige en forma planificada es lo que le transforma en señor del
hecho. Por esta razón, la voluntad final de realización es un elemento guía del
dominio sobre el hecho.
4.- Coautoría:
El dominio del hecho es común a varias personas, siendo coautores los que toman
parte en la ejecución del delito, en condominio del hecho (dominio funcional del
hecho). Aquí, la acción típica es realizada por dos o más personas que participan
voluntaria y conscientemente de acuerdo a una división de funciones, tomando
parte, cada uno, en la ejecución de los hechos. Es una especie de conspiración
llevada a la práctica, y se diferencia de ésta, precisamente en que el coautor
interviene en la ejecución material del delito, lo que no sucede en la conspiración.
Es importante destacar que los coautores cometen el delito entre todos, pero
ninguno de ellos por sí solo realiza completamente el hecho, por lo que no pueden
considerarse partícipes del hecho de otro. No rige el “principio de accesoriedad de
la participación”, según el cual el partícipe sólo es punible cuando existe un hecho
antijurídico del autor, sino un principio en cierto modo inverso: el principio de
imputación recíproca de las distintas contribuciones, éste dice que todo lo que
haga cada uno de los coautores es imputable a todos los demás.
Tipos de coactaría:
Ejecutiva directa:
Todos los autores realizan los actos ejecutivos. Por ejemplo: un grupo de fanáticos
del equipo de fútbol A, se encuentran con un fanático del equipo B, al cual le
propinan una golpiza.
Ejecutiva parcial:
El autor no tiene que ser culpable para que exista participación, pues ella es
personal y puede ser diferente para cada interviniente en el delito; por ello, el autor
puede ser una persona menor de dieciocho años o un incapaz y esto no afecta la
responsabilidad de los participantes. La participación solo es punible si es dolosa,
es decir el partícipe debe conocer y querer participar en el hecho punible,
reconociendo que otra persona es el autor.
Convergencia Común:
Accesoriedad:
6.- Instigación:
1. COMPLICIDAD PRIMARIA
Será cómplice primario quien realiza actos “que sean esenciales para que el
autor pueda cometer el delito”. Explica, además, que “es el caso de aquella
persona que proporciona armas a una banda de asaltantes de bancos”.
2. COMPLICIDADA SECUNDARIA
Será cómplice secundario quien realiza “cualquier contribución que no sea
esencial para la comisión del delito”; lo que es ejemplificado exponiendo que “es el
caso de aquel sujeto que tiene la función de avisar a los asaltantes de un banco
de la llegada de la policía”.
Caso:
A una mujer se le imputó haber llevado a una menor a su domicilio hasta en
tres ocasiones para que un sujeto pudiera violarla. Por tal motivo, en primera
instancia se le condenó a 35 años de pena por ser cómplice primaria del delito de
violación sexual de menor de edad; sin embargo, en segunda instancia se le
reformó la pena a una de 10 años por ser cómplice secundaria, pues a criterio de
la Sala Superior, su participación consistió en un aporte no necesario para el
delito.
Sin embargo, la Corte Suprema consideró que su conducta no podría
encuadrarse en un acto de complicidad ni primaria ni secundaria, pues no se llegó
a demostrar que la mujer llevaba a la menor con conocimiento de que sería
violada. Más aún si la víctima nunca declaró que la procesada tenía conocimiento
de que su vivienda sería utilizada para ser obligada a tener relaciones sexuales
con el violador.
Por tales motivos, y al no haberse podido imputar objetivamente el
resultado a la encausada, la Corte Suprema declaró fundado el recurso de
casación y la absolvieron.
Ejemplo: