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UNA FE ¿SIN RELIGION?

Recuerdo que cuando era niño, una de las cosas en las que realmente tenía fe era en
los Reyes Magos. Por supuesto no era el único niño con su fe puesta en la llegada de
estos seres fantásticos que alegraban la mañana de cada 6 de enero; hasta que
alguien llegaba y sin medir las consecuencias y a veces con suma crueldad decía: los
Reyes Magos son los papás. ¡Qué sacón de onda!
Al margen de la razón para la que esto sea así, el hecho es que cada vez encuentro
más evidencia que me hace pensar que se puede tener fe sin profesar religión alguna.
Así pues, después de haber divagado acerca de lo que es en mi opinión fe sin religión,
me queda cada vez más claro que puede uno depositar su fe en lo que a uno le venga
en gana, sin necesidad de profesar una religión, aun cuando hay religiones que han
raptado la fe de las personas para hacer de ellas un artículo de uso personal para
manipular a quien se deje.
¿Ha tomado alguna vez usted una bebida en un vaso y como usted estaba poniendo
el vaso para abajo usted ve un bicho repugnante grande nadando en su bebida? ¿O
peor aún, el bicho repugnante grande fue sorbido en su boca con el líquido y usted
sintió algo fornido moviéndose en su boca? ¿Qué hizo usted? ¿Inmediatamente lo
escupió y grito? ¡¡Ahhhh!! ¿Entonces qué hizo usted? ¿Vierta la bebida,
correcto? ¿Por qué? Porque estaba contaminado - no aceptable.
Como vemos en esta sección de versos, vamos a ver que Dios hace la
misma cosa espiritualmente cuando la religión es ofrecida a Él
contaminada con el pecado.

Hace años, en mi primer año de la universidad, tuve que tomar, durante un


semestre, una clase llamada “Orientación.” Si asistías a clase, pasabas el curso. Si
no asistías a clase, te jalaban. No había ningún otro requerimiento. No había que
tomar notas, o completar tareas, o pasar ningún examen.

El único requerimiento era de ir a clase, y escuchar las charlas. Este curso creó
cualquier cantidad de oyentes apáticos. Como nadie demandaba nada de
nosotros, no hicimos nada. Era fácil escuchar las palabras, sin tener que prestar
atención al contenido.

Un oyente apático es alguien que puede escuchar un discurso, o una charla, o un


sermón, sin proponerse a hacer nada al respecto. Un oyente apático e indiferente
puede cometer el error de pensar que “oír y aprender” es lo mismo que obedecer a
Dios.
Santiago 1:27 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Delante de Dios, la religión pura y sin mancha consiste en ayudar a los
27

huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y en mantenerse limpio de la


maldad de este mundo.

Santiago tiene en mente a una persona que profesa ser cristiana. Es fiel en su asistencia a la
iglesia. Se expresa como se expresan los cristianos ya que conoce la jerga que es común entre
los cristianos. Tal vez llama a su hermano en la fe: varón. Y cuando escucha un mensaje
fielmente predicado dice: me estoy gozando. A todas luces parece ser un creyente firme,
estable, creciendo en la gracia de Dios. A todas luces es un verdadero hombre espiritual. Pero
cuando comparamos su carácter con el carácter que la escritura revela debe poseer todo
creyente, encontramos que su espiritualidad carece de sustancia. Santiago nos dice en qué
consiste la verdadera espiritualidad, en que consiste la verdadera religión y la contrasta con
lo que él llama la religión vana. Obviamente Santiago no cubre todos los aspectos esenciales
de lo que es la verdadera religión cristiana. El solo nos da unos puntos importantes de lo que
es parte fundamental de la verdadera religión o espiritualidad.

Podemos ser ortodoxos en nuestra doctrina y ser fieles asistentes a los cultos de la iglesia,
pero Santiago nos dice que la prueba de la verdadera espiritualidad, de ser un verdadero
creyente, yace en la conducta.

Hermanos, no toda profesión de fe en Cristo es una profesión salvadora si no va


acompañada de un carácter consistente con la fe cristiana. Santiago nos está diciendo lo que
ya Jesús había dicho que de la abundancia del corazón habla la boca.

Hablar religiosamente o con un lenguaje religioso es una cosa fácil. Pero lo


importante, dijo Pablo, es guardar los mandamientos de Dios. 1 Corintios 7:19 “La
circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de
Dios.” Lo importante es una nueva creación en Cristo Jesús. Gálatas 6:15 “Porque en
Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.”

Santiago nos advierte que no debemos de ser oyentes apáticos… e indiferentes.


Hemos escuchado muchos mensajes de la Palabra de Dios, hemos aprendido
nuevas verdades, y hasta ¡HEMOS NACIDO DE NUEVO! En este pasaje, Santiago
quiere saber si “somos estudiantes solamente”… o si nos hemos convertido en
practicantes…

A Dios no le gusta, que la gente simplemente vaya a una charla cristiana. Él quiere
que absorbamos Su mensaje, y que cambiemos nuestras vidas como
resultado. Oyentes apáticos e indiferentes… que no producen ningún cambio, es
una desgracia en la vida de la cristiana.
La Palabra de Dios, no solo nos da vida al nacer de nuevo, sino que
también nos guía a vivir la vida de forma práctica, como hijos de Dios.

En el 1:27, así como en el 1:26, la palabra traducida “religión” viene del griego qrhskeia.
Esta palabra puede también ser traducida como “adoración.” Cuando pensamos en
adoración, nuestra mente produce imágenes de un templo donde las personas se congregan
a cantar, orar y escuchar sermones.

William Barclay dice que la verdadera adoración, en lo que a Dios se refiere, no “reside en
vestimentas elaboradas o en música bien ejecutada o en un servicio bien preparado; reside
en el servicio práctico a la humanidad y en la pureza de la vida personal.

Es perfectamente posible que una iglesia sea llevada por la belleza de sus edificios y el
esplendor de su liturgia, y no dejar ni el tiempo ni dinero para el servicio práctico cristiano.”
William Barclay, The Letter of James and Peter. Rev. Ed. (Philadelphia: The Daily Study Bible
Series, 1976), 61.

Ni Santiago, ni Barclay nos están diciendo que una liturgia bien elaborada y un templo bien
arreglado sea inherente-mente malo o esté fuera de lugar en la adoración a Dios, pero como
Barclay añade, “toda adoración es vacía e inservible a menos que las personas salgan de
ese lugar para amar a Dios amando a sus semejantes.” (p. 62).

Profetas como Isaías, Miqueas, Amós, Oseas y Zacarías parecen obcsecionados con el
concepto en defensa de los desamparados, especialmente en lo que se refiere a las viudas
y huérfanos.

En un encuentro con un maestro de la ley, Jesús está de acuerdo con él que “amar al
prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios (marcos 12:33).

Un poco más abajo, en el mismo capítulo, Jesús emite una de sus más fuertes reprensiones
contra los fariseos acusándolos de enriquecerse con las propiedades de las viudas mientras
que continúan pretendiendo adorar a Dios: “Éstos, que devoran las casas de las viudas y
como pretexto hacen largas oraciones, recibirán mayor condenación (12:40).

Vemos entonces a Santiago, al igual que los profetas del Antiguo Testamento, los Salmos
y Jesús, es sensible a la situación de las viudas y los huérfanos.

Ayuda al Necesitado (Santiago 1:26-27)


LBLA
Si alguno se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a
su propio corazón, la religión del tal es vana.
DHH
Si alguno cree ser religioso, pero no sabe poner freno a su lengua, se engaña a sí
mismo y su religión no sirve de nada.
RVC
Si alguno de ustedes cree ser religioso, pero no refrena su lengua, se engaña a sí
mismo y su religión no vale nada.

v.27:

LBLA
La religión pura y sin mácula delante de nuestro Dios y Padre es ésta: visitar a los
huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y guardarse sin mancha del mundo.
DHH
La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es ésta: ayudar a los
huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y no mancharse con la maldad del
mundo.
RVC
Delante de Dios, la religión pura y sin mancha consiste en ayudar a los huérfanos y
a las viudas en sus aflicciones, y en mantenerse limpio de la maldad de este mundo.

Hermanos, en esto todos nosotros podemos mejor grandemente. ¿Cuántos necesitamos hay
entre nosotros? ¿Qué estamos haciendo por ellos? ¿Cuántos de nosotros hemos ido a visitar
a nuestros hermanos que están en el hospital, o a los que están solos en sus casas sea por
viudez o por cualquier otra razón? ¿Llamamos cuando alguien entre nosotros está enfermo?
¿Visitamos a los que están en asilos? ¿Cuándo alguien se enferma en medio nuestro lo
llamamos? No estamos hablando de darle el pesito aquel que pide en la calle o de aportar un
para el hospital oncológico cuando vamos a Burger King o al oxxo y nos dicen si queremos
aportar a esa causa. Estamos hablando de si nos amamos de tal manera que nos procuramos
unos a otros, nos llamamos uno a otros, nos visitamos unos a otros. Cuán importante es la
visitación que Santiago nos dice que la religión pura y sin mácula, sin mancha es visitar a los
huérfanos y viudas en sus tribulaciones, visitarlos. ¿Cuándo fue la última vez que visitaste a
uno de tus hermanos enfermos y que no sean los de tu círculo privado y de siempre? En esto
todos podemos crecer, como yo también.
LA FE SIN COMPROMISO NO ES FE!!!!!

Debemos de poner en práctica la ley perfecta de Dios con nuestro lenguaje. SABER
HABLAR BIEN – como lo haría un gran orador o un maestro -- no es tan
importante ¡COMO CONTROLAR NUESTRA LENGUA! ES SABER QUE DECIR, A
DONDE, Y CUANDO DECIRLO.

LA FORMA COMO OTROS PUEDEN VER, si tu fe es verdadera o no, es


por lo que hablas, y la forma como lo hablas. Nos engañamos, a nosotros
mismos, cuando tenemos prácticas religiosas que no nos llevan a un
estilo de vida ético. SIN OBEDIENCIA, hasta nuestras prácticas más
religiosas, no tienen valor.
Y NO PODEMOS SER OBEDIENTES, si no podemos controlar nuestra lengua.
Aunque Santiago no especifica, como la lengua ofende, nos podemos imaginar cómo
deshonramos a Dios con nuestra lengua – con el chisme, los arrebatos de ira, las
duras críticas… las quejas… y hasta como juzgamos a otros.

Un hombre, que se la daba de muy religioso, se sentó a la mesa a comer con su


familia, y solemnemente dijo: “Orémosle al Señor.” Todos inclinaron sus cabezas, y
el papá comenzó la oración: “Gracias, Señor, por esta comida y por las manos que la
prepararon.” Amén.

Sin embargo, durante toda la comida, no hizo otra cosa que regañar de todo: “Ay,
este pan está duro. ¡No me gusta el pescado! ¡El café está muy ralo!

Y así siguió con la misma cantaleta durante toda la comida. Cuando sirvieron el
postre, su hijita le preguntó: “¿Papi, tú crees que Dios te oyó cuando hiciste la
oración?

Él papá contestó confiadamente, “Por supuesto.” Entonces ella le preguntó, “¿Crees


que Dios escuchó lo que dijiste acerca del pan, y del pescado, y del café?” Con menos
seguridad en sí mismo, el papá le contestó: “Si, pienso que sí.” Entonces la chiquita
dijo, “¿Cuáles de tus palabras, piensas tú, que Dios creyó?

Aparentemente, EL PAPA, que encontraba falta en todo, era un hombre muy


religioso. Se aseguraba de orar con su familia. Pero sus palabras criticonas daban
una impresión muy diferente. Lo mismo es verdad con nosotras. Lo que decimos,
dice mucho acerca de nuestro carácter.

Nuestras palabras muestran si somos compasivas o criticonas. Amorosas u odiosas.


Generosas o codiciosas. La conversión no tiene sentido, a menos que nos lleve a un
cambio de vida. Y una vida cambiada, no lleva a nada, si no sirve a otros.

27 Delante de Dios, la religión pura y sin mancha consiste en ayudar a los huérfanos
y a las viudas en sus aflicciones, y en mantenerse limpio de la maldad de este
mundo.”

Después de mirarnos, a nosotros mismos, Y A CRISTO en el espejo de la Palabra,


debemos de mirar a las necesidades de otros. Las palabras “Que Dios te bendiga,
hermanito. O estoy orando por ti,” no son ningún substituto a las obras de amor y
caridad, que debemos de hacer.

Un hijo de Dios debe de tener contacto personal con el sufrimiento del mundo, y los
problemas, que la gente de este mundo, tiene. Aquí es donde los políticos son muy
astutos. Salen a las calles y se encuentran con la gente y les dan la mano.
Hacen contacto personal con ellos. De la misma forma, los cristianos deberíamos ir
a donde la gente está.

Siento que hay un gran peligro en tener “una religión de la iglesia”, pero no “una
religión de la calle.” Necesitamos una religión de la calle también. Debemos de tener
contacto con el mundo… de forma personal… de servirlos con amor, ternura,
bondad.

Una persona que practica la RELIGION PURA, como la llama Santiago, se sacrifica
así misma, usando su tiempo y su dinero para cuidar de los necesitados. En el siglo
primero, los huérfanos y las viudas eran los más necesitados.

Es muy probable que Santiago no tenga en mente solamente a éstos dos grupos marginados
de la sociedad. Son mencionados en forma específica, yo creo, porque éstos eran los más
susceptibles a abusos en la antigüedad.

 Ellos son símbolos de aquellos que eran abusados porque eran indefensos y pobres. No
tenían “defensores públicos” ni acceso a una “fundación de ayuda legal.” Nadie los protegía
de inescrupulosos que caían sobre ellos como buitres.

 Las viudas y los huérfanos representan hoy a un enorme grupo “invisible” en este país
que tiene que sufrir todo tipo de abuso simplemente porque es indocumentado.

 Las viudas y los huérfanos representan a aquellos que no consiguen empleo porque no
tienen tarjeta de “identidad.” Representan hoy a los sin techo, a los deficientes mentales,
a los niños que son sometidos a abusos físicos y emocionales. Representan también a
todos aquellos que no tienen voz y voto en la sociedad.

 Extender la mano a estos, para Santiago, es practicar “la religión pura y sin mancha.”

Esto me hace acordar al niñito, cuya mamá se había muerto recientemente. Su


papá era un hombre pobre, que trabajaba bien duro para sacar adelante a su
pequeño hijo. Unos parientes, bastante ricos, se interesaron por el chiquito. Le
dijeron al papá: “Tú no puedes darle a tu hijo todo lo que la vida ofrece.”

Así que el papá fue a hablar con su hijito acerca de mudarse con esos parientes. Le
dijo al chiquito: “Ellos te van a dar una bicicleta. Muchos juguetes. Te darán
muchos regalos por navidad. ¡Y te llevarán de viaje! Ellos harán cosas por ti, que
yo no puedo hacer.”

El chiquito le dijo: “Papi, yo no quiero ir.” Y el papá le preguntó, “¿Por qué? “¿Ellos
no me pueden dar a ti?” Hoy en día, hay mucha gente en el mundo que quiere ese
toque personal.

“Mundo” por tanto, para Santiago, no es una entidad aparte. El creyente vive en él, se
desenvuelve en él, sirve en él a las necesidades de los menos favorecidos..

* “Mundo” es la diseminada disposición de los seres humanos que viven en oposición a Dios.
Son valores y acciones que separan al ser humano de Dios y está en discordancia con Dios.
* El creyente, sin embargo, vive en ese mundo, pero no se deja contaminar por esos mismos
valores. La manera como no se contamina es viviendo una vida de servicio a los
desfavorecidos y a los que viven separados de Dios.

La religión que pretende adorar a Dios en “espíritu y en verdad” en su nivel vertical, deberá
también ver a Cristo “encarnado” en los marginados del mundo, esta es nuestra adoración
horizontal.

* Si ignoramos ésta segunda parte de nuestra vida religiosa, nuestra religión es falla, es
impura, está contaminada, pues implica que estamos viviendo con los valores del mundo,
solo para sí.

* La iglesia deberá ser relevante para la sociedad. Fracasaremos como iglesia si nos
tornamos indiferentes al sufrimiento de este mundo. Nos hacemos parte del “mundo”
cuando somos insensibles al sufrimiento de la humanidad al punto de no querer molestarnos
en nuestro estado de conformismo.

CONCLUSION
Para concluir nuestra lección, debemos recordar que la VERDADERA RELIGIÓN
incluye que el AMOR de DIOS sea EVIDENTE en nuestras vidas sobre como
tratamos a aquellos más vulnerables en este mundo. En el tiempo del apóstol
Santiago eran las VIUDAS y los HUÉRFANOS. También es importante notar que la
SEPARACIÓN TOTAL con el MUNDO y sus deseos, es REQUERIDO, o sea, no es
OPCIONAL, porque la VERDADERA RELIGIÓN exige una vida SANTA y PIADOSA
delante de DIOS. Que DIOS nos ayude a vivir vidas en SANTIDAD y COMUNIÓN
con nuestro SEÑOR JESUCRISTO.
Cuando compre una casita para niñas, tenía que armarla siguiendo las instrucciones,
pero como no quería quedar mal con las niñas, leía y leía el manual; aunque era fácil
el armado no quería quedar mal. Los fabricantes de la casita, que escribieron el “libro
de instrucciones” sabían exactamente cómo su producto debía de encajar. Mi marido
solo tenía que seguir las instrucciones.

Nosotros también debemos de seguir las instrucciones de Dios, devotamente, si


queremos vivir una vida, que honra a Dios. Obedecer la Palabra de Dios requiere
ESCUCHAR A OTROS, APLICAR LA PALABRA, Y AYUDAR AL NECESITADO.

ASI QUE TE PREGUNTO… ¿Escuchas tú a otros, o eres siempre la que tiene que
estar hablando? ¿Te molestas por todo? Cuando escuchas la Palabra de Dios, ¿la
obedeces? ¿Controlas tu lengua?
¿Honras a Dios con tus palabras, o eres chismosa, criticona, y hasta quejosa? ¿Sirves
a otros desinteresadamente? ¿Con compasión y amor?

El mundo físico es la creación de Dios y Él no nos manda a que huyamos de este.


La creación divina es buena y debemos disfrutar de ella. No debemos ser como algunos
grupos en la historia de la iglesia que apartarse del pecado significaba huir del mundo, irse
a un monasterio o escapar a una cueva y vivir solos. Eso no es bíblico.
El mundo del que habla Santiago es el sistema de creencias, valores, ideas y filosofías que
son opuesta a Dios. De ese mundo debemos separarnos. Con ese mundo no debemos tener
amistad, ni parte ni suerte.
Ahora bien, la pureza que se nos ordena tener no se logra saliendo de este mundo. La
separación no es dejar de ver televisión ni dejar de ir al cine como algunos grupos piensan.
Sino en ser sabios en lo que vemos y oímos y no dar lugar a aquellos entretenimientos que
promueven y dan gloria al pecado. Hay series de televisión y hay películas que sería bueno
que nosotros evaluemos con más detenimiento si es correcto o no verlas.

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