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EL MATRIMONIO Y EL

ACTO JURIDICO
1. El matrimonio y el acto jurídico .................................................................................................. 1

1.1. El matrimonio y su naturaleza como acto jurídico. ............................................................. 1

1.2. Elementos del matrimonio como acto jurídico ................................................................... 3

1.2.1. Elementos de existencia: ............................................................................................. 3

1.2.1.1. Objeto. ................................................................................................................. 4

1.2.1.2. Solemnidad. ......................................................................................................... 4

1.2.2. Elementos de validez................................................................................................... 4

1.2.2.1. Capacidad de las partes:...................................................................................... 4

1.2.2.2. Licitud en el objeto del acto: ............................................................................... 5

1.2.2.3. Ausencia de vicios de la voluntad ....................................................................... 5

Bibliografía .......................................................................................................................................... 9
1. El matrimonio y el acto jurídico

En todo estudio jurídico es importante que se conozca el lenguaje utilizado en el


tema, por lo que es necesario aclarar los conceptos que para el efecto serán
empleados.

Así pues, de manera rápida es se debe hacer hincapié en los dos vocablos que
constituyen el tópico del presente ensayo.

1.1. El matrimonio y su naturaleza como acto jurídico.

El matrimonio es considerado una institución según nuestro código civil, ello se


desprende del cúmulo de normas que regulan tanto su celebración, como los
derechos y obligaciones que se generan entre los consortes y que tiene como
propósito crear una comunidad de vida.1

Lo anterior también se corrobora con lo señalado por el profesor Tapia Ramírez al


señalar lo siguiente:

“En el C.c. el acto de la celebración del matrimonio es un acto jurídico


familiar, pero la verdadera institución del matrimonio lo son el conjunto de
normas que lo regulan y que no son acordadas por las partes, salvo los
pactos del régimen matrimonial o capitulaciones matrimoniales, que de
acuerdo con el artículo 178 del C.c. vigente, los contrayentes están obligados
a celebrar los regímenes patrimoniales de sociedad conyugal o de
separación de bienes. Luego, pues, por un lado tenemos al hecho jurídico
consistente en la unión de hecho de las partes, y por el otro, la intervención
del Estado que convierte esa unión de hecho o comunidad de vida, en una
situación jurídica de derecho llamada matrimonio.”

De lo enseñado por el catedrático de la UNAM también se desprende que el


matrimonio, no obstante que se trata de una institución por el tratamiento que le

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Arellano Palafox, Sara, Cien años de derecho civil en México, Homenaje a la UNAM por sus Centenario

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otorga el Código Civil, también se trata de un acto jurídico familiar, del que algunos
autores dicen, se trata de un acto familiar complejo, en virtud de que, por una
parte concurre el consentimiento de los contrayentes, elemento privado y,
simultáneamente, por otra, el acto administrativo representado por la participación
del Oficial del Registro Civil quien, cómo órgano de control de legalidad, declara la
unión plenamente válida.

Cabe señalar que nuestro Código Civil no considera al matrimonio respecto de su


composición y la ubica más como una institución esencialmente sociológica, ello lo
se advierte de la redacción de su supuesta definición legal contenida en el artículo
146 que se transcribe a continuación.

Artículo 146.- Matrimonio es la unión libre de dos personas para realizar la


comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda
mutua. Debe celebrarse ante el Juez del Registro Civil y con las formalidades
que estipule el presente código.

De dicho artículo, únicamente podemos advertir el propósito del matrimonio, así


como la obligatoriedad de sus formalidades legales, pero no se observa una real
conceptualización del matrimonio, por lo que es menester atender a los
doctrinarios especialistas del derecho civil.

Así pues, el matrimonio ha sido concebido de diferentes maneras, sin embargo,


por lo que hace a su naturaleza jurídica, la definición generalizada señala que se
trata de un acto jurídico convencional, del que concluye el Dr. Jorge Alfredo
Domínguez Martínez lo siguiente:

“Así las cosas, como se trata de una convención generadora de


consecuencias jurídicas, el matrimonio es un contrato y desde ese punto de
vista, se le opone al convenio en sentido estricto como cualquier acuerdo
ajurídico, ambos con su género, que es todo acuerdo, sea cual fuere su
contenido. Por su parte, si atendemos a su naturaleza observada en cuanto a
acontecimiento jurídico que es, entonces participa de las características de
un acto jurídico en sentido estricto, y no de un negocio jurídico y por ende, no

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de un contrato de los que suelen darse como figuras contractuales cuyo
contenido es de carácter patrimonial”

Asiste la razón a la conclusión a la que arriba el Dr. Domínguez Martínez, toda vez
que hace distingue a la figura jurídica del matrimonio sin considerar a las personas
contrayentes o los efectos que se producen con la celebración del matrimonio.

Resulta oportuno el análisis de la conclusión del profesor y notario, ya que con ella
se abordan puntos trascendentes en la naturaleza del acto matrimonio en los
siguientes aspectos.

a) Se trata de un acto jurídico: En efecto, el matrimonio es un acto jurídico y


no un negocio jurídico, pues las consecuencias ya están determinadas por
la ley sin posibilidad de cambio a placer de los contrayentes, salvo en lo
que corresponde a las capitulaciones matrimoniales y el régimen de
sociedad conyugal.2
b) Se trata de un contrato atípico: Ello es así, pues no se trata de un acuerdo
de voluntades que tenga contenido patrimonial, sino que atiende a diversos
motivos paralegales como se puede desprender de la definición del Código
Civil.

1.2. Elementos del matrimonio como acto jurídico

El acto jurídico se compone de elementos de existencia y de elementos de validez,


mismos que se estudian a continuación.

1.2.1. Elementos de existencia:

El matrimonio, como acto jurídico bilateral, está integrado por los elementos de
existencia del consentimiento, un objeto y la solemnidad con la que debe
celebrarse.

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Ernesto Gutiérrez y González. (2004). Derecho civil para la familia. México: Porrúa.

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1.2.1.1. Objeto.

Este elemento se desprende del artículo 146 del Código Civil del Distrito Federal, y
consiste en “realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto,
igualdad y ayuda mutua.”

1.2.1.2. Solemnidad.

El matrimonio es un acto solemne, pues requiere de la intervención de una


especial autoridad, de ciertas palabras expresas y del levantamiento de un acta en
que estén incluidos ciertos requisitos forzosos.

Al respecto la profesora Sara Montero Duhalt señala con precisión lo siguiente:

“El Código Civil expone en qué consiste la solemnidad, en el art. 102 con las
siguientes palabras: “… el Juez (sic) del Registro Civil leerá en voz alta la
solicitud de matrimonio, los documentos que con ella se hayan presentado
las diligencias practicadas, e interrogará a los testigos acerca de si los
pretendientes son las mismas personas a que se refiere la solicitud. En caso
afirmativo, preguntará a cada uno de los pretendientes si es su voluntad
unirse en matrimonio, y si están conformes, los declarará unidos en nombre
de la ley y de la sociedad”

1.2.2. Elementos de validez

1.2.2.1. Capacidad de las partes:

Anteriormente, la capacidad para contraer matrimonio estaba prevista incluso para


menores de edad con dispensa de quienes los representaran legalmente; no
obstante, con la reciente reforma de 13 de julio de 2016, en el aún Código Civil
para el Distrito Federal, se establece que sólo los mayores de edad pueden
contraer matrimonio de conformidad con el artículo 148 que quedó de la siguiente
manera.

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“Artículo 148.- Para contraer matrimonio es necesario que ambos
contrayentes hayan cumplido 18 años de edad.”

Tal como se abordará más adelante, autores como el Dr. Domínguez Martínez
señalan que debe hablarse de la capacidad de goce de las partes, pues existen
casos en los que la ley desconoce la posibilidad de la titularidad jurídica del
derecho para contraer matrimonio.

1.2.2.2. Licitud en el objeto del acto:

Cabe señalar que en el Código Civil no se señala lo que se entiende por “lícito”,
sino que prescribe lo que es “ilícito”, ello se advierte del artículo 1830, en el que se
establece lo siguiente:

ARTICULO 1,830.- Es ilícito el hecho que es contrario a las leyes de orden


público o a las buenas costumbres.

Entonces el concepto de licitud en el objeto lo sacamos, indirectamente del propio


artículo 1830, ya que basta tomar a éste en sentido contrario para concluir que es
“lícito el hecho que no es contrario a las leyes de orden público o a las buenas
costumbres”

En ese sentido, la ilicitud en el matrimonio es la que se configura cuando se


celebra en contravención a lo señalado por el mismo Código Civil, ello significa
que el matrimonio debe celebrarse sin que medien las prohibiciones legales
señaladas en el código con la palabra “impedimentos”. No obstante, tal como
enseña la profesora Sara Montero Duhalt, es bien sabido que las normas, en
cuanto a su contenido, son de tres clases: imperativas, prohibitivas y permisivas y
por ello debe entenderse que la licitud del matrimonio consiste en que el mismo se
efectúe entre las personas que no tienen prohibiciones legales para realizarlo.

1.2.2.3. Ausencia de vicios de la voluntad

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Se puede entender por vicio la realización incompleta o defectuosa de cualquiera
de los elementos de una institución.

Al respecto en el Código Civil para el Distrito Federal, en los artículos 1,812 y


2,228 se establecen los vicios de voluntad, como se advierte a continuación.

ARTÍCULO 1,812.- El consentimiento no es válido si ha sido dado por error,


arrancado por violencia o sorprendido por dolo.

ARTÍCULO 2,228.- La falta de forma establecida por la ley, si no se trata de


actos solemnes, así como el error, el dolo, la violencia, la lesión, y la
incapacidad de cualquiera de los autores del acto, produce la nulidad relativa
del mismo.

De lo anterior se desprende que los vicios de la voluntad consisten en el error, la


violencia, el dolo y lo que se entiende por lesión.

a) El error.

El error para el caso de identidad con persona distinta de aquella con la que se
desea unir.

En el caso concreto, el error de persona trae consecuencias contundentes tal


como se verá más adelante.

b) La violencia.

Al respecto el artículo 1819 del Código Civil señala que “hay violencia cuando se
emplea fuerza física o amenazas que importen peligro de perder la vida, la honra,
la libertad, la salud, o una parte considerable de los bienes del contratante, de su
cónyuge, de sus ascendientes, de sus descendientes o de sus parientes
colaterales dentro del segundo grado.”

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c) Dolo.

Se define en el artículo 1815 y para el caso de los contratos se refiere a cualquier


sugestión o artificio que se emplee para inducir a error o mantener en él a alguno
de los contratantes.

d) La lesión

El Dr. Ernesto Gutiérrez y González nos dice que éste vicio se desprende del
artículo 17 del Código Civil como a continuación se precisa.

“La lesión es el vicio de la voluntad de una de las partes en un contrato


bilateral oneroso, originado en su inexperiencia, extrema necesidad o suma
miseria y en donde una de las partes recibe una prestación notoriamente
desproporcionada a la que ella por su parte se obliga.

Este vicio de la voluntad de una de las partes debe producir el efecto de que
la otra parte obtenga un lucro excesivo, que sea evidentemente
desproporcionado a lo que ella por su parte se obliga…”

e) La forma.

Para el caso de la forma, lo regula el artículo 97 del Código Civil, del que se
desprende que las personas que quieran contraer matrimonio deberán presentar
un escrito ante el oficial del Registro Civil de su elección, que deberá contener:

- Los nombres, apellidos, edad, ocupación, domicilio y nacionalidad de los


pretendientes, nombre, apellidos y nacionalidad de sus padres;
- Que no tienen impedimento legal para casarse, y
- Que es su voluntad unirse en matrimonio.

Dicha solicitud deberá ser firmada por los solicitantes y deberá contener firma y
huella digital de los solicitantes. Dicha voluntad se confirmará ante el oficial del
Registro Civil.

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Desde el año 2014, también debe obtenerse un certificado ante el mismo Registro,
para hacer constar si alguno de los contrayentes se encuentra en el Registro de
Deudores Alimentarios Morosos.

Además los consortes deben tomar cursos antenupciales que versen sobre temas
como violencia familiar, salud sexual y reproductiva, planificación familiar, el
respeto a la equidad de género, relaciones de pareja, fines del matrimonio
derechos y obligaciones de los cónyuges, el régimen patrimonial en las
capitulaciones matrimoniales, entre otros aspectos

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Bibliografía

Arellano Palafox, S. (2008). Cien años de derecho civil en Mexico. Mexico: Porrua.

Ernesto Gutiérrez y González. (2004). Derecho civil para la familia. México: Porrúa.

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