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Editorial

La corrupción política: ¿no hay mal que cien años dure?

8 de Octubre de 2010 Comenta


Cumplidos ya 173 años de la muerte de Mariano José de Larra y Sánchez de
Castro, crítico satírico y literario, escritor costumbrista y santo laico de los
periodistas españoles, permanecen aún hoy, más vivos que nunca, todos aquellos
“vicios” del Estado que el escritor denunció insistentemente, tanto en sus obras
como en sus artículos periodísticos.

Uno de esos vicios delatados por el genial escritor era entonces la corrupción política.
Esa lacra, lejos de desaparecer, está cada día más arraigada en nuestra sociedad y
sorprende que ni los políticos ni la justicia sean capaces de atajarla con firmeza.

El descrédito de la política se hace latente en la calle y es tal que los ciudadanos han
terminado por creer que la política en sí es corrupta por naturaleza. Opinión que
tampoco compartimos en esta Tribuna. Creemos que existen muchos políticos honrados,
con vocación de verdadero servicio público, a los que no les tiembla el gaznate cuando
son tentados con el "vil metal" o con fastuosas prebendas.

Pero no queremos centrar este artículo en los no corruptos o los incorruptibles, sino en
el grandísimo problema que tenemos en este país con este asunto y que, insistimos,
parece que nadie quiere solucionar.

Queremos aportar algunos datos que realmente nos han alarmado, a pesar de estar ya
casi acostumbrados a ver cada día corruptos y corruptelas en todos los medios de
comunicación. Según el ‘Informe Global sobre la Corrupción’, elaborado por
Transparency International, coalición global contra la corrupción, España posee el
dudoso honor de ocupar el lugar 28 en un ranking de 160 países. Bochornoso.
Según un estudio de la empresa especializada en marketing y comunicación política No
Line, un 44% de los españoles cree que en su ayuntamiento se dan casos de corrupción.
Esto es verdaderamente preocupante. Consecuentemente, y no siempre de manera justa,
la imagen de los alcaldes y los concejales, principalmente de las dependencias
relacionadas con el Urbanismo, es la más perjudicada. Y decimos no siempre de manera
justa porque pagan justos por pecadores, seguimos creyendo en la inocencia de la
mayoría de alcaldes y concejales.

Las investigaciones judiciales, relacionadas en su mayoría con operaciones urbanísticas


en los municipios, arrojan una cifra de más de 900 casos abiertos con ayuntamientos
implicados en casos de corrupción: en Cataluña (Santa Coloma de Gramenet), Madrid
(Guateque y Gürtel) Valencia (otra vez Gürtel), Marbella y sus "rémoras” (Estepona,
Alcaucín, Almogía, etc.), Canarias y el caso ‘Faycán’…

Pero la comunidad con más imputados es Andalucía, dado que la investigación que
destapó la trama de corrupción de Marbella, y que supuso por primera vez en la
democracia española la disolución de un ayuntamiento, se saldó con un total de 103
procesados.

Sin embargo, el caso que ha cobrado más relevancia política es ‘Gürtel’, presuntamente
liderado por Francisco Correa, Pablo Crespo o Álvaro Pérez, ‘El Bigotes’. La trama le
costó el puesto a Ricardo Costa en Valencia, pese a que esta misma semana ha
recuperado su sillón en las cortes valencianas. Los tribunales desestimaron la causa
abierta contra los cuatro imputados de la rama valenciana del caso, entre los que
también se encontraba el presidente valenciano, Francisco Camps.

El senador del PP Luis Bárcenas también renunció al puesto de tesorero del partido tras
ser imputado por el Tribunal Supremo junto al diputado nacional Rafael Merino. Otros
caídos a consecuencia de la trama fueron tres diputados del PP de la Asamblea de
Madrid y tres alcaldes de municipios afectados. En Madrid, ‘Gürtel’ ha salpicado a los
ayuntamientos de Boadilla del Monte, Majadahonda, Pozuelo, Arganda del Rey y Las
Rozas.

Visto lo visto, sería preciso un gran pacto nacional entre las fuerzas políticas, la
judicatura y la sociedad para combatir esta lacra, vigente desde hace siglos. No será
tarea fácil, pero si no empezamos nunca acabaremos.

Qué lástima que el sabio refranero español no acierte en esta ocasión, porque no sólo
dura más de cien años, además es degenerativo. Bien podríamos concluir este editorial
recitando la oración que escribió hace ya unas cuantas décadas Alfredo Amestoy, hoy
más vigente que nunca:

"Larra nuestro que estás en los cielos, glorificado sea tu nombre, venga a nosotros tu
ejemplo y hágase realidad tu sueño de España, tanto en la tierra como en el cielo. El
artículo nuestro de cada día inspíranoslo hoy y perdona nuestros plagios así como
nosotros perdonamos a quienes nos plagian. No nos dejes caer en la corrupción y
líbranos de la sumisión al poder. Amén.”

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