Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
2. MÓDULO HIDRODINÁMICO.........................................................................................................................7
2.1. Introducción...................................................................................................................................................7
2.7.1. Compuerta..........................................................................................................................................16
2.7.2. Vertedero.............................................................................................................................................16
2.8. Infiltración....................................................................................................................................................18
2.8.1. Green-Ampt........................................................................................................................................18
2.8.2. Horton...................................................................................................................................................19
2.8.3. Lineal....................................................................................................................................................20
3.1. Introducción................................................................................................................................................23
5. ESQUEMAS NUMÉRICOS..........................................................................................................................39
Pág. 2 de 59
5.3. Discretización de las ecuaciones de transporte en el modelo de turbulencia k-
ε, y en el modelo de transporte de sedimentos en suspensión.........................................................45
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS......................................................................................................... 53
7. NOMENCLATURA..........................................................................................................................................55
Pág. 3 de 59
IBER
Modelización bidimensional del flujo en lámina
libre en aguas poco profundas
PRESENTACIÓN
Pág. 4 de 59
1. PRESENTACIÓN
Iber es un modelo numérico de simulación de flujo turbulento en lámina libre en régimen no-
permanente, y de procesos medioambientales en hidráulica fluvial. El rango de aplicación de
Iber abarca la hidrodinámica fluvial, la simulación de rotura de presas, la evaluación de zonas
inundables, el cálculo de transporte de sedimentos y el flujo de marea en estuarios.
En este manual se realiza una descripción detallada de las ecuaciones y modelos incluidos en
los diferentes módulos de cálculo de Iber, así como de los esquemas numéricos utilizados.
Pág. 5 de 59
IBER
Modelización bidimensional del flujo en lámina
libre en aguas poco profundas
MÓDULO HIDRODINÁMICO
Pág. 6 de 59
2. MÓDULO HIDRODINÁMICO
2.1. Introducción
∂h ∂hU x ∂hUy
+ + = MS
∂t ∂x ∂y
τ τ
∂ hU x ∂hU2 ∂hU x Uy ∂Z s s,x b,x g h 2 ∂ρ ∂ hτe ∂ hτexy
+ x
+ = − gh + − − + 2sinλ U + xx
+ +M
y X
∂t ∂x ∂y ∂x ρ ρ ρ 2 ∂x ∂x ∂y
τ τ
∂ hUy + ∂hUx Uy + ∂hU2y = − gh ∂Z s + s,y − b, y − g h2 ∂ρ − 2sinλ U e e
+ ∂ hτ xy + ∂ hτ yy + M Y
x
∂t ∂x ∂y ∂y ρ ρ ρ 2 ∂y ∂x ∂y
Pág. 7 de 59
respectivamente los términos fuente/sumidero de masa y de momento, mediante los cuales se
realiza la modelización de precipitación, infiltración y sumideros.
Presión hidrostática
Precipitación
Infiltración
Se modelan asimismo los frentes seco-mojado, tanto estacionarios como no estacionarios, que puedan
aparecer en el dominio. Dichos frentes son fundamentales en la modelización de zonas inundables en
ríos, así como en estuarios. De esta forma se introduce la posibilidad de evaluar la extensión de zonas
inundables en ríos, así como el movimiento del frente de marea en estuarios y zonas costeras.
El fondo ejerce una fuerza de rozamiento sobre el fluido que es equivalente al rozamiento con
una pared, con la particularidad de que, en general, en ingeniería hidráulica la rugosidad del
fondo es elevada, como ocurre en ríos y estuarios.
La fricción del fondo tiene un doble efecto en las ecuaciones de flujo. Por un lado produce una
fuerza de fricción que se opone a la velocidad media, y por otro lado, produce turbulencia.
Ambos efectos se pueden caracterizar por la velocidad de fricción u f, que no es más que una
forma de expresar la tensión tangencial de fondo con unidades de velocidad:
τb
uf
ρ
En los modelos promediados en profundidad no es posible calcular la velocidad de fricción por medio de
funciones de pared estándar, tal y como se hace en los contornos tipo pared, ya que las ecuaciones no
se resuelven en la dirección vertical. Por lo tanto, es necesario relacionar la velocidad de fricción u f con
Pág. 8 de 59
la velocidad media promediada en profundidad mediante un coeficiente de fricción. La tensión
de fondo se puede expresar como:
τ
b ρuf2 ρCf U 2
A diferencia de los modelos 1D, en los modelos 2D el radio hidráulico deja de definirse como
área de la sección mojada entre perímetro mojado, ya que en 2D no tiene sentido el definir una
sección transversal. Tomando una columna de fluido de anchura Δx y calado h, el radio
hidráulico se calcularía como:
R A h Δx
h h
P Δx
m
2
n
Cf g
h1/3
La fuerza de rozamiento realizada por el viento sobre la superficie libre se puede calcular a
partir de la velocidad del viento a 10 metros de altura y un coeficiente de arrastre, utilizando la
ecuación de Van Dorn (1953):
τ
s ρ Cvd V102
donde ρ es la densidad del agua, V10 la velocidad del viento a 10 metros de altura y Cvd es el
coeficiente de arrastre superficial. Por defecto se toma un coeficiente de arrastre de C vd =2.5 10-6.
Pág. 9 de 59
2.5. Tensiones efectivas
Las tensiones efectivas horizontales que aparecen en las ecuaciones hidrodinámicas incluyen
los efectos de las tensiones viscosas, de las tensiones turbulentas y los términos de dispersión
debido a la no homogeneidad en profundidad del perfil de velocidad.
e
τ ij = τijv − u'i u'j + Dij
en donde τv son las tensiones viscosas, u' u' son las tensiones turbulentas (también llamadas
ij i j
Los términos de dispersión se desprecian en las ecuaciones 2D-SWE (hipótesis de perfil de velocidad
uniforme en profundidad), debido a la imposibilidad de calcularlos de forma general con un modelo
promediado en profundidad. Su importancia será mayor cuanto menos uniforme sea el perfil de velocidad
en profundidad. Una situación típica en la que estos términos pueden cobrar importancia es en canales
con codos o radios de curvatura pequeños, así como en la confluencia de canales (Figura 1).
Q1 Q
3
Q
2
Figura 1. Flujos secundarios (izquierda) y perfil vertical de velocidad (derecha). Principales causas de los términos
de dispersión.
Las tensiones viscosas se calculan a partir de la viscosidad cinemática del fluido ( ν ) como:
∂
U i
∂U j
τv ν
ij
∂x j ∂xi
En general, excepto cerca de las paredes, y excepto en flujo laminar, el orden de magnitud de
las tensiones viscosas es mucho menor que el del resto de los términos que aparecen en las
ecuaciones hidrodinámicas.
Pág. 10 de 59
Las tensiones turbulentas son varios órdenes de magnitud mayores que las tensiones viscosas,
especialmente en zonas de recirculación, en donde la producción de turbulencia es elevada. En el caso
de las ecuaciones de aguas someras bidimensionales las tensiones turbulentas constituyen 3 nuevas
incógnitas a calcular, que sumadas al calado y a las velocidades U x, Uy producen un total de 6 incógnitas.
Esto es lo que se conoce como problema de cierre de la turbulencia, porque es necesario resolver un
conjunto de 3 ecuaciones con 6 incógnitas. Debido a ello, es necesario utilizar un modelo de turbulencia
que permita calcular dichas tensiones turbulentas. La mayoría de los modelos de turbulencia calculan los
términos de difusión turbulenta a partir de la siguiente expresión:
∂u'i u'j ∂ ∂U i
− = ν
t
∂x ∂x
∂x j j j
La presencia del contorno tipo pared genera una fuerza de rozamiento lateral en el fluido, de
manera similar a la fricción ejercida por el rozamiento del fondo. Se pueden imponer las
siguientes condiciones de contorno tipo pared:
La condición de deslizamiento libre equivale a despreciar la tensión de rozamiento generada por los
contornos tipo pared sobre el fluido. En general en ingeniería hidráulica, y especialmente en ingeniería
fluvial, la superficie de contacto con los contornos laterales es mucho menor que la superficie de
Pág. 11 de 59
contacto con el fondo debido a la separación entre escalas horizontal y vertical, por lo que la
fuerza de rozamiento en los contornos de pared se puede despreciar. En este caso se
impondría una condición de deslizamiento libre en los contornos cerrados.
En problemas en los que la dimensión horizontal y vertical son similares (canales de sección
muy estrecha) esta fuerza de rozamiento puede tener cierta importancia en el desarrollo del
flujo, aunque en general la influencia es pequeña. Si se quiere tener en cuenta el efecto del
rozamiento lateral se puede introducir una condición de contorno tipo fricción, que consiste en
imponer una fuerza tangencial en dirección opuesta al flujo en el contorno. En este caso en Iber
se distingue entre régimen turbulento liso y régimen turbulento rugoso en función de la
rugosidad de la pared y de la velocidad del flujo en las proximidades de la pared.
τ
u* w
La velocidad tangencial a la pared puede expresarse como una función de la velocidad de fricción, de la
altura de rugosidad y de la distancia a la pared como:
u
Ln E ⋅ y
*
u y y u *
κ ν
KS u* u* Ln E ⋅ y
Tipo de régimen K S u
ν κ
KS
E= 1
Transición liso-rugoso KS 70 0.11 + 0.033⋅ K
S
Pág. 12 de 59
K u
K S S * 5
ν
u * Ln 9.0 *
En dichas condiciones la velocidad tangencial a la pared puede expresarse como una función
de la velocidad de fricción y de la altura de rugosidad de fondo como:
u y
u *
Ln 30
K
κ S
u* y
u Ln ν
κ
0.11 + 0.033⋅ KS
u*
En los contornos abiertos se pueden imponer diferentes tipos de condiciones de contorno. Para que las
ecuaciones de aguas someras bidimensionales estén bien planteadas desde el punto de vista
contorno de entrada o de salida de flujo, así como del tipo de régimen en el contorno (rápido/lento). En
(una para cada una de las tres ecuaciones de St.Venant), mientras que si se produce régimen subcrítico
es suficiente con imponer 2 condiciones. En un contorno de salida es suficiente con imponer una única
Pág. 13 de 59
régimen es supercrítico. Si el usuario impone menos condiciones de las necesarias desde un
punto de vista matemático las ecuaciones estarán indeterminadas y no se obtendrá una
solución correcta. Las condiciones concretas a imponer pueden ser el calado, las componentes
de la velocidad, o una combinación de ambos. En Iber se consideran diferentes opciones para
imponer las condiciones de contorno, las cuales se recogen en la Tabla 2.
Lo más habitual en hidráulica fluvial es que el flujo discurra en régimen lento en los contornos
del tramo modelado. En este caso lo más habitual es imponer el calado o el nivel de la
superficie libre en el contorno de aguas abajo. En el contorno aguas arriba se suele imponer el
caudal total de entrada (m3/s) y la dirección del flujo, que en general, a falta de datos más
precisos, se asume perpendicular al contorno de entrada. Aunque menos habitual, también es
posible introducir aguas arriba las componentes de la velocidad (m/s) o del caudal específico
(m2/s). En el caso de que se imponga el caudal total en el contorno de entrada, se realiza una
distribución del caudal unitario (m2/s) en el contorno de entrada, según la siguiente expresión:
h5/3
qn Q
∫h
5/3 dy
en donde qn es el caudal específico (m 2/s) normal en cada punto del contorno de entrada, y Q
es el caudal total de entrada por dicho contorno. La integral en el denominador se extiende a lo
largo de todo el contorno considerado.
q = Cd (ZS − ZW )1.5
La condición de contorno tipo curva de gasto establece una relación general entre el caudal de
salida y la cota de la lámina de agua en cada punto del contorno. Dicha relación es introducida
por el usuario en forma de una Tabla en la que se definen pares de valores de caudal
específico y cota de la lámina de agua.
Pág. 14 de 59
Contorno Régimen Condiciones impuestas
a) Calado
b) Cota de agua
Subcrítico
c) Vertedero (cota y coeficiente de
Salida descarga)
d) Curva de gasto
Las condiciones de contorno internas se utilizan para modelar estructuras hidráulicas tipo compuertas,
vertederos o puentes que entran en carga.
La condición de contorno interna implementada en Iber se puede utilizar para modelar las siguientes
condiciones de flujo:
Pérdida localizada
Pág. 15 de 59
2.7.1. Compuerta
Se considera la ecuación de desagüe bajo compuerta, que puede funcionar libre o anegada.
Los datos a suministrar son el coeficiente de desagüe, la cota de fondo de la compuerta, la
altura de la apertura de la compuerta y el ancho de la misma. Por defecto se toma un valor del
ZU
ZD
h
ZB
2.7.2. Vertedero
Se considera la ecuación de desagüe para vertedero rectangular, que puede funcionar libre o
anegado. Los datos a suministrar son la cota superior del vertedero, el coeficiente de desagüe
y la longitud de vertedero. Por defecto se toma un valor del coeficiente de descarga de Cd=1.7.
ZU
Z
w ZD
ZB
Pág. 16 de 59
(ZD − ZW ) / (ZU − ZW ) Ecuación de descarga
Este caso constituye una condición que combina las dos anteriores, por lo que se deben indicar
tanto los parámetros de la compuerta como los del vertedero. El caudal total desaguado se
obtiene como la suma del caudal bajo compuerta y del caudal sobre vertedero.
Z
U
Z
w ZD
QQ Q
compuerta vertedero
h
ZB
En este caso en la transferencia de caudal entre dos volúmenes finitos se considera una pérdida de
energía localizada de valor H=λ v2/2g. Las ecuaciones de Saint Venant son la expresión matemática
de las leyes de conservación de la masa y de la cantidad de movimiento, por lo que para poder
considerar dicha pérdida de energía se actúa sobre el término de la pendiente motriz. Para ello, a la
dicho contorno acabará siendo H+ Sf·L, siendo ahora L la distancia entre centros de elementos a
ambos lados del contorno donde se aplica la pérdida localizada.
Pág. 17 de 59
v2
H=λ
2g
H
S ' f = Sf +
V
Figura 5. Esquema y ecuaciones de la condición de contorno interna de pérdida de carga localizada.
2.8. Infiltración
∂h ∂hU ∂hUy
x =-i
∂t ∂x ∂y
donde i es la tasa de infiltración real, calculada como el mínimo entre la tasa de infiltración potencial
f (capacidad de infiltración del terreno en cada instante, que depende de las condiciones y
características del suelo), y la cantidad de agua superficial disponible para infiltrarse.
h
i = min ( f , )
2.8.1. Green-Ampt
Pág. 18 de 59
h + Ψ Δθ F=
t
F
f = ks 1 + ∫0 f dt L = L0 + Δθ = φ − θi
L0 ⋅ Δθ + F Δθ
siendo ks la permeabilidad saturada del suelo, h el calado, ψ la succión en la región de suelo
no-saturada, Δθ el cambio en contenido de humedad del suelo a medida que el frente de
saturación avanza, θi el contenido de humedad inicial del suelo, φ la porosidad total del suelo, y
L la anchura de la región de suelo saturada. La tasa de infiltración real es igual a la tasa de
infiltración potencial siempre y cuando haya suficiente agua superficial para infiltrarse.
θ-θ
Se = i r
θ
e
inicial del suelo. La porosidad del suelo φ es igual a la porosidad drenable más la capacidad de
retención del suelo (φ = θe + θr ). A partir de la porosidad efectiva y de la saturación efectiva
inicial del suelo, se calcula el cambio en el contenido de humedad del suelo a medida que el
frente de saturación avanza como:
Δθ = φ - θi = φ - θr - θe ⋅ Se θe ⋅ 1− Se
2.8.2. Horton
f = fc + f0 - fc ⋅ exp − k ⋅ t
Pág. 19 de 59
siendo t el tiempo desde el comienzo de la precipitación. El usuario debe introducir como parámetros
2.8.3. Lineal
El modelo lineal considera una abstracción inicial P 0 (volumen por unidad de área), y a continuación unas
pérdidas continuas constantes (volumen por unidad de área y por unidad de tiempo). El valor tanto de la
abstracción inicial como de las pérdidas continuas puede variar de elemento en elemento.
Si se utilizan los modelos de infiltración de Green-Ampt o Lineal para calcular las pérdidas por
infiltración, se incluye la posibilidad de considerar una abstracción inicial. La abstracción inicial
puede representar procesos como la retención superficial por vegetación y depresiones del
terreno o la capacidad de infiltración inicial en terrenos secos con una elevada porosidad.
La abstracción inicial se define como un volumen por unidad de área, y por lo tanto tiene
unidades de longitud. Este valor se substrae del agua que llega al terreno, sea en forma de
precipitación o de escorrentía superficial. Por lo tanto, puede actuar tanto en zonas con
precipitación como en zonas sin precipitación.
Pág. 20 de 59
2.10. Zona de flujo preferente y zonas inundables
El Real Decreto 9/2008, de 11 de enero, por el que se modifica el Reglamento del Dominio
Público Hidráulico, aprobado por el Real Decreto 849/1986, de 11 de abril, persigue como
objetivo la protección de las personas y los bienes, y del medio ambiente, a través de la
modificación de la normativa sobre inundaciones. Para definir y gestionar el dominio público
hidráulico se definen las zonas de flujo preferente y las zonas inundables para avenidas
asociadas a períodos de retorno de 100 y 500 años respectivamente.
La zona de flujo preferente es aquella zona constituida por la unión de la vía de intenso
desagüe, y de la zona donde se puedan producir graves daños sobre las personas y los bienes,
ambas zonas calculadas para la avenida de 100 años de periodo de retorno, quedando
delimitado su límite exterior mediante la envolvente de ambas zonas.
Se entiende por vía de intenso desagüe la zona por la que pasaría la avenida de 100 años de
periodo de retorno sin producir una sobreelevación mayor que 0,3 m, respecto a la cota de la lámina
de agua que se produciría con esa misma avenida considerando toda la llanura de inundación
existente. La sobreelevación anterior puede reducirse, a criterio del organismo de cuenca, hasta 0,1
m cuando el incremento de la inundación pueda producir graves perjuicios o aumentarse hasta 0,5
m en zonas rurales o cuando el incremento de la inundación produzca daños reducidos.
Se consideran zonas inundables las delimitadas por los niveles teóricos que alcanzarían las
aguas en las avenidas cuyo período estadístico de retorno sea de quinientos años, es decir, las
zonas a las que llega el agua (h>0) para la avenida de los 500 años.
Pág. 21 de 59
IBER
Modelización bidimensional del flujo en lámina
libre en aguas poco profundas
MÓDULO DE TURBULENCIA
Pág. 22 de 59
3. MÓDULO DE TURBULENCIA
3.1. Introducción
Un gran número de estudios en ingeniería hidráulica implica el análisis de flujos en lámina libre, muchos
de los cuales pueden considerarse flujos poco profundos, refiriéndonos con el término poco profundo a
una relación entre dimensiones vertical y horizontal pequeña. Prácticamente la totalidad de flujos en
lámina libre son turbulentos. En cualquier río pueden observarse pequeños remolinos que aparecen y
turbulento. Estos remolinos turbulentos son los principales responsables de los procesos de mezcla, por
lo que juegan un importe papel en la difusión de sustancias solubles, de sólidos en suspensión, etc.
A pesar de que prácticamente todos los flujos en ingeniería hidráulica son turbulentos, en determinados
casos la turbulencia no es lo suficientemente alta como para tener una influencia notoria en el campo de
velocidad media. Este suele ser el caso de flujo en ríos, estuarios y en general en zonas costeras con
una geometría lo suficientemente suave como para que no se produzcan zonas de recirculación en
planta. Sin embargo, incluso en este tipo de situaciones es importante realizar una correcta modelización
de la turbulencia, ya que esta juega un papel fundamental en los procesos de transporte y mezcla de
produce básicamente por turbulencia, excepto en flujo laminar, el cual no suele darse en general en
ingeniería hidráulica, y mucho menos en ríos o estuarios. El coeficiente de difusión turbulenta es varios
órdenes de magnitud superior al coeficiente de difusión molecular. Por lo tanto es necesario evaluar
Modelo parabólico
Pág. 23 de 59
de longitud de mezcla proporciona resultados satisfactorios en ríos y estuarios, pudiendo incluso
llegar a no ser necesario utilizar ningún modelo de turbulencia en dichos casos. En estructuras
hidráulicas como canales en lámina libre con codos pronunciados y zonas de recirculación, suele
ser necesario utilizar por lo menos un modelo de longitud de mezcla, pudiendo ser necesario utilizar
un modelo k-ε. La elección del modelo de turbulencia que mejor se adecúa a cada caso se realiza
en base a la experiencia del usuario, teniendo siempre en cuenta que cuanto más complejo es el
modelo mayor es el tiempo de cálculo y más compleja la resolución de las ecuaciones.
∂U i ∂U j 2
−u u =ν + − kδ
t
i j ∂x j ∂xi 3 ij
El modelo de turbulencia proporciona la viscosidad turbulenta para utilizarla en la expresión anterior.
Una de las principales características de flujos poco profundos es la separación entre escalas
horizontales y escala vertical, debido a que la extensión vertical del fluido (limitada por la
profundidad) es mucho menor que su extensión horizontal. Esta separación de escalas es aplicable
tanto a la dimensión espacial como a las velocidades, y por lo tanto a la turbulencia. En el caso de
la turbulencia, su principal efecto supone una separación entre estructuras turbulentas (remolinos)
tridimensionales y estructuras turbulentas bidimensionales. La escala espacial de la turbulencia 3D
está limitada por la profundidad, y por lo tanto son estructuras mucho más pequeñas que las
asociadas a la turbulencia 2D, las cuales están únicamente limitadas por la escala horizontal. La
turbulencia 3D está generada principalmente por el rozamiento del fondo, mientras que la
turbulencia 2D está generada por gradientes de velocidad en el plano horizontal.
Es importante que el modelo de turbulencia incluya los efectos tanto de la turbulencia 3D, producida por
fricción de fondo, como de la turbulencia 2D, producida por gradientes de velocidad horizontales. En los
modelos de aguas someras, el carácter bidimensional del flujo está considerado de forma implícita en las
ecuaciones de transporte al considerar un perfil de velocidad homogéneo en profundidad, mientras que
la producción tridimensional se incluye habitualmente por medio de un término fuente que depende de la
tensión tangencial de fondo. De la misma manera, incluso cuando se utilice un
Pág. 24 de 59
modelo 3D-SWE, el modelo de turbulencia debería tener en cuenta la anisotropía de la
turbulencia en las direcciones horizontal y vertical.
A continuación se presentan los modelos de turbulencia implementados en Iber. Todos ellos son
modelos de turbulencia promediados en profundidad para aguas someras.
El orden de magnitud de la viscosidad turbulenta se puede fijar de forma aproximada en función del flujo
viscosidad turbulenta en función del flujo considerado. Este enfoque es muy sencillo, y no se puede
considerar como un modelo de turbulencia adecuado ni realista en ningún caso, ya que no tiene en
cuenta que la viscosidad turbulenta varía fuertemente de un punto a otro. Es importante remarcar que no
es sólo el valor de la viscosidad turbulenta, sino también su variación espacial la que determina el campo
de velocidad media. Además las tablas existentes proporcionan únicamente valores aproximados. Por
todo ello no se recomienda utilizar este método, ya que puede llevar a resultados con errores
considerables, generalmente por utilizar valores excesivamente elevados de viscosidad turbulenta, así
ν t 0.068 u f h
Si se utiliza la fórmula de Manning para calcular el rozamiento del fondo se obtiene la siguiente
expresión para la viscosidad turbulenta:
Pág. 25 de 59
νt 0.068 g n U h5/6
Es decir, que la viscosidad turbulenta depende localmente del calado, del módulo de la
velocidad promediado en profundidad y del coeficiente de Manning. Debido a la sencillez de
este modelo, a veces se utiliza un coeficiente multiplicador para permitir ajustar mejor el valor
de la viscosidad turbulenta. Este coeficiente se fija de forma arbitraria por el usuario.
ν t Cm 0.068 g n U h5/6
2
u
2 f
ν t = min0.267 κ h, κ d wall 2S S
ij ij + 2.34
κh
en donde κ=0.41 es la constante de von Karman. Es un modelo algebraico relativamente
sencillo, que permite obtener resultados aceptables en flujos en los que la turbulencia está
generada localmente y principalmente por el rozamiento del fondo. Tiene en cuenta la
producción de turbulencia debido a gradientes horizontales de velocidad, pero no considera el
transporte convectivo ni la disipación de turbulencia. En flujos con zonas de recirculación
fuertes los resultados obtenidos con el modelo de longitud de mezcla empeoran.
Es un modelo que resuelve una ecuación de transporte para la energía cinética turbulenta k y
para la tasa de disipación de energía turbulenta ε. El modelo tiene en cuenta la producción
debido al rozamiento del fondo, la producción por gradientes de velocidad, la disipación y el
transporte convectivo. Las ecuaciones del modelo k-ε para aguas someras son las siguientes:
∂k ∂U x k ∂U y k ∂ ν t
∂k u3
+ + = ν+ + 2ν tSijSij + ck
f
−ε
∂x σ ∂x
∂t ∂x ∂y j k j h
∂U
∂ε ∂U x ε y ε ∂ νt ∂ε ε u f4 ε2
+ + = ν+ + cε1 2ν t SijSij + c ε 2 − cε2
∂x ∂x
∂t ∂x ∂y j σ ε
j k h k
Pág. 26 de 59
2
ν c k c c −1/2 c 3.6c 3/2 c c 1/2 c τb 1
t µ ε k f ε k ε2 µ f ρ U 2
U 1H UL UL
F T Rl Rt
gh Cf L ν νt
los cuales hacen referencia respectivamente a la relación entre la inercia de la masa de agua
(fuerzas convectivas) y la fuerza de presión (F), la fuerza de rozamiento del fondo (T), las tensiones
tangenciales laminares (Rl) y las tensiones tangenciales turbulentas (R t). La importancia relativa de
los procesos asociados a cada número adimensional es inversamente proporcional a la magnitud de
dicho número, i.e. cuanto mayor sea un número adimensional, menor será la importancia del
proceso que representa. Así, para un número de Reynolds laminar elevado, el flujo es turbulento y
las fuerzas laminares pierden importancia en el desarrollo del flujo. De igual manera, la importancia
de las tensiones turbulentas en la velocidad media dependerá de la magnitud del número de
Reynolds turbulento, el cual depende de la viscosidad turbulenta. Se puede realizar una estimación
del orden de magnitud de la viscosidad turbulenta a partir del modelo parabólico como:
Pág. 27 de 59
ν t ∂ 1 κ u f h ∂ 1 κ g n h5/6 U ∂ 0.21 n h5/6 U
6 6
en donde se ha utilizado la fórmula de Manning para estimar la velocidad de fricción del fondo
uf. Esta estimación será más precisa en casos en los que la turbulencia esté generada
fundamentalmente por fricción de fondo, como puede ser el caso de ríos, y se alejará más del
valor real en casos en los que la turbulencia esté generada principalmente por tensiones de
corte horizontales, como por ejemplo en zonas de recirculación. En cualquier caso, utilizando
dicha aproximación el número de Reynolds turbulento se puede expresar como:
Rt UL ∂ 4.8 L
νt n h5/6
Esta expresión se puede utilizar en primera instancia para evaluar la importancia de los
esfuerzos turbulentos en el campo de velocidad y calado. Por ejemplo, si estamos modelando
un tramo de río con calados del orden de 10m, una sección de 400m de anchura, un coeficiente
de Manning estimado de 0.025, y una velocidad media de 0.5m/s, se obtiene una viscosidad
Según la expresión de Tb, la importancia de la fricción del fondo crece en flujos poco profundos, y
pierde importancia a medida que aumenta la relación entre el calado y la dimensión horizontal.
Pág. 28 de 59
IBER
Modelización bidimensional del flujo en lámina
libre en aguas poco profundas
Pág. 29 de 59
4. MODELO DE TRANSPORTE SÓLIDO NO-ESTACIONARIO
Hidrodinámica
+
Turbulencia
Conservación
sedimento
La variación de la cota del fondo se calcula mediante la ecuación de conservación del sedimento de
Exner:
∂q ∂q
1− p ∂Zb + sb,x + sb,y = D - E
∂t ∂x ∂y
Pág. 30 de 59
donde p es la porosidad de los sedimentos que forman el lecho, Zb es la cota del fondo, qsb,x y
qsb,y son las dos componentes del caudal sólido de fondo. La diferencia D-E representa un
balance entre carga de fondo y carga en suspensión.
La tensión de fondo total en el lecho de un río está generada tanto por la rugosidad de grano del
sedimento (la cual es proporcional al diámetro del sedimento) como por las formas de fondo (rizos,
dunas o antidunas). Únicamente la tensión por grano contribuye al movimiento de sedimentos por
carga de fondo. Por lo tanto, previamente al cálculo del caudal sólido de fondo es neces ario estimar la
tensión de fondo debida al grano. Para ello las formulaciones implementadas utilizan la partición de tensiones de
Einstein, en la cual se calcula la tensión de grano a partir de la tensión total como:
n s 1.5
K1/6s(m)
τ*bs = τ*b ⋅ ns ∂ Ks ∂ 2 3 Ds
n 25
siendo n el coeficiente de Manning total, ns el coeficiente de Manning equivalente debido a
grano, Ds el diámetro del sedimento, Ks la altura de rugosidad de grano (calculada a partir del
diámetro del sedimento), τb la tensión total de fondo, τbs la tensión de fondo debida a grano, τ *b ,
τ*bs las tensiones total y de grano adimensionales, calculadas como:
τ
τ =
* τb τ =
* bs
b ρs − ρ g Ds bs ρs − ρ g Ds
donde ρs es la densidad del sedimento y ρ es la densidad del agua. En IBER se ha utilizado Ks 2.5 Ds
Meyer-Peter
Müller Van Rijn
Pág. 31 de 59
Meyer-Peter Müller (1948)
q*sb = 8⋅ τ bs - * *
τc = 8⋅ τ*bs - τ*c
Tras volver a analizar los datos utilizados para derivar la ecuación anterior, Wong (2003) y Wong y
Parker (2006) sugieren la siguiente corrección:
3/2
Van-Rijn (1984)
En la formulación de van Rijn el caudal sólido de fondo se calcula a partir de las siguientes expresiones:
siendo T un parámetro adimensional que mide el exceso de fricción de fondo por encima del
valor crítico que define el umbral del movimiento:
Pág. 32 de 59
* *
T τ bs - τ c
τ*c
El diámetro adimensional se define como:
g R 1/3 γ -γ
D* Ds ⋅ 2 con R s
ν γ
Cuando el fondo no es plano, las ecuaciones anteriores deben corregirse para tener en cuenta
el efecto de la gravedad, tanto en el sentido de aumentar el transporte de fondo con pendiente
positiva, como de disminuirlo con pendiente adversa. La formulación de la corrección por
pendiente de fondo, que se realiza sobre el término de tensión crítica de inicio del movimiento,
se detalla en Apsley y Stansby (2008) donde se presenta un trabajo que engloba y generaliza
metodologías de trabajos anteriores de varios autores como el de Dey(2003) o Wu (2004).
Para considerar la pendiente de fondo tanto en el inicio del movimiento como en el caudal sólido, la
componente de peso del sedimento, debida a la pendiente de fondo, se combina de forma vectorial
con la tensión de fondo para obtener una tensión efectiva. Si b es un vector unitario en la dirección
de la línea de máxima pendiente, la tensión efectiva adimensional se define como:
τ*
c,0
Do
tanφ
en dónde τ* es la tensión crítica adimensional para fondo plano. Por otro lado, la tensión crítica
c,0
Pág. 33 de 59
siendo τ*c,0 la tensión crítica adimensional para fondo plano. A partir de aquí se utilizan las
fórmulas de caudal sólido presentadas en el apartado anterior, pero sustituyendo las tensiones
(de fondo y crítica) por tensiones efectivas, y obteniendo el caudal sólido, que es función de la
tensión del fluido y de la pendiente de fondo, en cada una de las direcciones x e y.
La formulación anterior es una formulación enteramente vectorial del caudal sólido de fondo
capaz de considerar cualquier orientación del flujo respecto de la línea de máxima pendiente.
pendiente β entre dos volúmenes finitos supera a φ entonces se produce un caudal sólido
unitario del elemento más alto al más bajo igual a:
Pág. 34 de 59
∂hC ∂hU C ∂hU y C ∂ νt ∂C ∂D sx
∂Dsy + E − D
+ x
+ = + h + +
∂t ∂x ∂y ∂x S ∂x ∂x ∂y
j c,t j
Van Rijn
En la formulación de van Rijn (1987) el término E-D se evalúa a partir de la siguiente expresión:
E − D = Ws c*a − ca = α Ws C* − C
Pág. 35 de 59
las partículas sólidas, C es la concentración de sólidos en suspensión promediada en profundidad,
evaluar de forma aproximada a partir del diámetro del sedimento. El coeficiente α se calcula a partir
de la distribución de concentración en la vertical (perfil de Rouse) a partir de la siguiente integral:
h-a
α= ws a = 3⋅ D50
h h-z a k ⋅ u*
dz
∫
a z h-a
siendo κ=0.41 la constante de von Karman.
La concentración de equilibrio cerca del lecho del río propuesta por van Rijn (1987) es:
1.5
c* 0.015 D 50 ⋅ T
a a ⋅ D0.3
*
g R 1/3
a = ks ks 3⋅ Ds D* D ⋅ 2
ν
Smith
−3
c* 1.56⋅ 10 ⋅ T
−3
a 1 + 2.4⋅ 10 ⋅ T
Ariathurai y Arulanandan
Para suelos cohesivos se utiliza la expresión propuesta por Ariathurai y Arulanandan (1978), que hace
depender la erosión de la diferencia entre la tensión tangencial y una tensión tangencial crítica de inicio
Pág. 36 de 59
de erosión τ ce , así como de un valor M representativo de la tasa de erosión (que sería la tasa
τ
b
E = M⋅ −1
τ
ce
En suelos cohesivos se introduce asimismo una modificación al cálculo de D para considerar una tensión
D P⋅ α⋅ Ws ⋅C
con:
La velocidad de sedimentación de las partículas se calcula en función de su diámetro como (van Rijn,
1987):
R ⋅ g ⋅ D2
W= 50
→ D < 10-4m
50
s
18⋅ υ
10⋅ υ
Ws = D
50
1+0.01⋅ D -1*
3
→ 10-4 m < D50 <10-3m
R ⋅ g⋅
W =1.1⋅ D → 10-3m < D
s 50 50
Pág. 37 de 59
IBER
Modelización bidimensional del flujo en lámina
libre en aguas poco profundas
ESQUEMAS NUMÉRICOS
Pág. 38 de 59
5. ESQUEMAS NUMÉRICOS
Tanto las ecuaciones hidrodinámicas (ecuaciones de aguas someras bidimensionales), como las
integral por el método de volúmenes finitos. El método de volúmenes finitos es uno de los más
brevemente los esquemas numéricos utilizados en Iber. En las referencias presentadas en la sección 6
Las características de los esquemas numéricos utilizados en todos los módulos de Iber son las siguientes:
Para resolver una ecuación diferencial por el método de volúmenes finitos es necesario realizar
previamente una discretización espacial del dominio a estudiar. Para ello se divide el dominio de estudio
en celdas de tamaño relativamente pequeño (malla de cálculo). Iber trabaja con mallas no estructuradas
Pág. 39 de 59
formadas por elementos que pueden tener 3 o 4 lados. Se pueden combinar elementos
irregulares de 3 y 4 lados dentro de la misma malla. La principal ventaja de trabajar con mallas
no estructuradas es la facilidad con que se adaptan a cualquier geometría, ya que no es
necesario que la malla tenga ningún tipo de organización o estructura interna. Esta
característica las hace especialmente indicadas para su utilización en hidráulica fluvial.
Para su discretización por el método de volúmenes finitos, en Iber se trabaja con las ecuaciones de
aguas someras bidimensionales escritas en forma conservativa y vectorial como:
∂w ∂F ∂Fy
x ∑G
∂t ∂x ∂y k k
en donde el vector de variables conservadas w y el vector de los términos de flujo Fx, Fy vienen
dados por:
q q
h x y
2 2 q q
w q
q x gh F
x y
x Fx y
q h 2 h
q q
y x y q 2y gh2
h h 2
y los términos Gk, representan los términos fuente incluidos en las ecuaciones hidrodinámicas,
presentadas en la sección 2.2.
Pág. 40 de 59
Para realizar la discretización espacial de las ecuaciones de conservación de masa y movimiento por el
método de volúmenes finitos se realiza la integral de las ecuaciones diferenciales en cada celda de la
malla de cálculo. Esta forma de proceder es especialmente ventajosa para la resolución de ecuaciones
de conservación, ya que se resuelven las ecuaciones en forma integral, lo que permite formular de forma
sencilla métodos conservativos. La discretización temporal y espacial de las ecuaciones de aguas
w n 1 − wn A +
i
Δt
i
i
∫ %
F x nx
%
+ Fy n y dL = ∑G
k,iAi
k
Li
Para discretizar los términos de flujo se utilizan esquemas conservativos descentrados de tipo Godunov.
Actualmente se encuentra implementado el esquema descentrado de Roe tanto en orden 1 como en
orden 2 de precisión en espacio. En los casos en los que existen zonas de recirculación en el flujo o
gradientes espaciales de velocidad importantes, no se aconseja utilizar el esquema de orden 1 en las
ecuaciones hidrodinámicas, ya que proporciona campos de velocidad excesivamente difusivos.
Una formulación conservativa de las ecuaciones, resuelta con esquemas descentrados de tipo
Godunov proporciona una buena resolución de los choques transónicos que se puedan
producir en la solución, por lo que es un método recomendado para modelizar resaltos
hidráulicos, rotura de presas y ondas de choque.
∫ L
%
F x nx
% Fy n y dL ∂ ∑ Φ LR
(w L , w R , nij )
i j∈Ki
en donde Φij es una función de flujo numérico definida para cada arista LR, donde L y R son los
nodos a izquierda y derecha de la arista considerada. Una descripción detallada de la
formulación de flujo numérico para los esquemas descentrados de tipo Godunov puede
encontrarse en las referencias proporcionadas en la sección 6.
Pág. 41 de 59
Φ = Z L + ZR 1
LR − J LR w R − wL
2 2
=X
J = ∂Z
-1 -1
Z F nx F n y J=X⋅D⋅X J ⋅ D ⋅X
∂w
x y
en donde ZL y ZR representan el flujo normal al contorno a ambos lados de la arista LR. La matriz |J| LR es
el valor absoluto de la matriz Jacobiana del flujo Z, evaluada en el estado medio de Roe, definido por:
h U h U h U h U
% % hL + h R % L x,L R x,R % L y,L R y,R
h = hL ⋅ hR c= g 2 Ux = hL hR Uy = hL hR
Los autovalores λ y autovectores em de la matriz Jacobiana J, se pueden escribir como:
% % % 2 2 % % % % % % 2 2
λ1 λ2 c nx + ny λ2 nx Ux ny Uy λ3 λ2 - c nx + ny
1 1 1
% % % %
e U
1 x c nx
%
e
2
%% -cn
y
%
e U
3 x
% %% - c nx
% %% %% % %%
U U -cn
y c ny c nx y y
Para la implementación del cálculo del flujo numérico en Iber, se descompone la diferencia entre
estados (wR-wL) a izquierda y derecha de la arista considerada en la base de autovectores e m:
3
w R - w L = ∑ αm e
%m m=1
escribiéndose el flujo numérico como:
Z i + Zj 1 3 % %
λ α
Φ
- ∑ e
LR
2 2 m=1
m m m
%
%
hR - h L 1 %
- Ux,LhL ⋅ nx + Uy,R hR - Uy,LhL
% % %
α1 = + % Ux,R hR ⋅ ny - Uxnx + Uyny ⋅ hR - hL
2 2c
1 % % % %
α2 = Uy,RhR- Uy,LhL- Uy hR - hL ⋅ nx −
U h -U h -U
x,R R x,L L x hR - hL ⋅ ny
%
c
hR - h L − 1 % % %
- Ux,LhL ⋅ nx + U
% %%
α3 = % U
x,R R
h
y,RhR - Uy,LhL ⋅ ny
-
Un
x x + Uyny ⋅ hR - hL
2 2c
Pág. 42 de 59
El esquema anterior es de orden 1 en espacio. El descentramiento del flujo convectivo es
equivalente desde el punto de vista matemático a añadir un término de difusión (al que
generalmente se le llama difusión numérica o artificial) con un coeficiente de difusividad (numérica)
proporcional al tamaño de malla. Es por lo tanto conveniente utilizar mallas finas para disminuir el
error introducido por la difusión numérica o recurrir a esquemas de orden superior a uno.
3
1 %
Φ
LR =
Z i + Zj
- ∑λ %
m αm (1-Ψ m (1- ν m )) em
2 2 m=1
%
Siendo ν m = λ m t / dLR y dLR la distancia entre los elementos L y R.
Se incluyen los siguientes limitadores de flujo:
Minmod (por
defecto) Superbee
Van Leer
Que son función del parámetro rm , indicador del salto que sufren las variables entre la arista upwind y la
arista de cálculo:
r
α m
%
λm (1-ν m )
m i,j upwind
=
α
m λm
%
(1-ν m )
i,j
Pág. 43 de 59
Minmod: ψ(r)=max 0,min r,1
Superbee: ψ(r)=max 0,min 2r,1 ,min r,2
0 si r≤0
Van Leer: ψ(r)= 2r
si r>0
1+r
En IBER se utiliza una discretización centrada de todos los términos fuente excepto del término
fuente pendiente del fondo. El principal motivo de utilizar una discretización descentrada de la
pendiente del fondo frente a una discretización centrada es que se calcula de forma exacta la
solución hidrostática con batimetría irregular, evitando de esta forma la aparición de
oscilaciones espurias en la superficie libre del agua y en las velocidades. Estas oscilaciones
son en general pequeñas, pero pueden llegar a ser de magnitud considerable en problemas
con batimetrías irregulares, como suele ser el caso en hidráulica fluvial y costera.
La discretización utilizada para el término fuente pendiente del fondo en un volumen finito C i se
puede expresar como:
S = S dA = S
i ∫ ∑ ij
Ci
j∈Ki
siendo Sij una discretización descentrada del término fuente pendiente del fondo en cada arista
del volumen finito considerado, y que se calcula como:
| nij | h + h -1 -1 0
−z I−X|D|D
L R %
S = -g z X n
ij 2 2 b,R b,L x , ij
%
n
y , ij
Pág. 44 de 59
3
= β e
S
ij ∑ m m m1
β C= −1 % c
z|n |
1 2 ij ij ij
C
β2 = 0
β C =1 % c
z|n |
3 2 ij ij ij
∂ ∂F
φ j
S
∂t ∂xj
Para realizar la discretización espacial de la ecuación de transporte por el método de volúmenes finitos
se realiza la integral de la ecuación diferencial en cada celda de la malla de cálculo. Esta forma de
proceder es especialmente ventajosa para la resolución de ecuaciones de conservación, ya que se están
Pág. 45 de 59
resolviendo las ecuaciones en forma integral, lo que permite formular de forma natural métodos
conservativos. Integrando la ecuación de convección-difusión en una celda bidimensional se obtiene:
n1 n
C h i − C h i
∫ ∇ ⋅ C h ⋅ u dA ∫ ∇ ⋅
Ai e h ∇ C dA ∫ E - D dA
Δt
Ai Ai Ai
n1 n
C h i − C h i
h ∇ C ⋅ n dL ∫ E - D
Δt
Ai ∫ C h ⋅ u ⋅ n dL ∫ e dA
Li Li Ai
en donde las integrales de área se extienden a los contornos de la celda. La ecuación anterior
es la ecuación de conservación expresada en forma integral. Las integrales que aparecen en la
ecuación de conservación en forma integral se realizan de forma discreta, obteniéndose:
n1 n
C h i − C h i
∑ C h ⋅ u ⋅ n Lij ∑ h ∇ C ⋅ n Lij E - D Ai
Ai
ij ij i
j∈ K
Δt i j∈Ki
en donde los sumatorios se extienden a todas las caras que forman el contorno de la celda. El
subíndice ij identifica la cara común a las celdas i y j. Cada término de los sumatorios representa el
flujo de la variable considerada que sale de la celda a través de la cara correspondiente, de forma
que la suma de los flujos a través de todas las caras que forman el contorno de la celda es igual al
balance de lo que sale menos lo que entra, i.e. el flujo neto hacia fuera de la celda. En función de la
interpolación utilizada para calcular el flujo a través de los contornos de las celdas, especialmente el
flujo convectivo, se obtienen diferentes esquemas numéricos.
El flujo difusivo entre celdas se calcula mediante una discretización centrada de orden 2, sin
que se presenten problemas de estabilidad numérica. La discretización del flujo convectivo es
más problemática desde el punto de vista de estabilidad numérica. A continuación se presentan
los esquemas numéricos implementados en el código para la discretización de dichos términos.
Pág. 47 de 59
( C h ⋅ u ⋅ n ij = u ⋅ n ij C hij = un,ij ⋅ C
hij u n ,ij = α u n ,i + (1− α) un,j
si u
C h ij = C hIj n,ij >0
si u
C h ij = C hiJ n,ij <0
Siendo C hI j y C hi J los valores de la variable en la arista Lij obtenidos a partir de la
reconstrucción lineal en las celdas Ci y Cj respectivamente.
∂z ∂q ∂qsb,y
(1− p) b + sb,x + =D−E
∂t ∂x ∂y
zn1 − zn ∂q ∂q
(1− p) b,i b,i
Ai + ∫ sb,x
+ sb,y
dA = D - Ei Ai
A
Δt i ∂x ∂y
Aplicando el teorema de la divergencia al segundo término de la ecuación anterior se obtiene:
n1 n
El valor de la carga de fondo en cada una de las aristas de la malla q sb se calcula de forma
*
ij
descentrada como:
q
q*sb sb,i si q *sb n 0
ij ij
q
q*sb sb,j si q *
sb n 0
ij ij
Pág. 48 de 59
5.4.1. Consideración de una cota no erosionable
Predictor: se busca la nueva cota de fondo debido sólo al caudal sólido de salida de un elemento.
Δt
z
i
p
= zi
n
+
(1− p)⋅ Ai
∑
j∈Ki
max 0,q nL
sb ij
*
ij
Si (zi
p
< zroca ) y (q *sb n > 0):
ij
*,c * z in -zroca
q sb = qsb n p
ij ij z i -z i
q*,csb = -q*sb
ji ij
n1 n
−z
(1− p)
z b,i b,i
Ai + ∑ q *,csb nijLij = D - Ei Ai
Δt j∈Ki
La modelización de zonas inundables, así como del movimiento del frente de marea en estuarios y zonas
seco-mojado, tanto estacionarios como no estacionarios, que puedan aparecer en el dominio trabajando
con una malla fija de volúmenes finitos, y permitiendo que los volúmenes puedan tener agua o no en
función de las condiciones del flujo. Entre los volúmenes que no tienen agua y los que si tienen agua,
aparece un frente seco-mojado que es necesario tratar adecuadamente desde un punto de vista
Pág. 49 de 59
tratamiento del frente seco-mojado, ya sea un frente de inundación o un frente de marea, se define una
tolerancia seco-mojado εwd, de forma que si el calado en una celda es menor a ε wd, se considera que esa
celda está seca y no se incluye en el cálculo. La tolerancia seco-mojado puede hacerse tender a cero por
el usuario, aunque en problemas con batimetría muy irregular, como suele ser el caso en ingeniería
fluvial y costera, es aconsejable utilizar valores del orden de 1mm o 0.1mm por aumentar la estabilidad
del cálculo sin deteriorar la precisión de los resultados. En cualquier caso, la altura de agua nunca se
fuerza a cero, con el fin de evitar pérdidas de masa en el interior del dominio de cálculo. El esquema
numérico utilizado para resolver el frente seco-mojado es estable y no-difusivo.
Entre dos volúmenes con cota del fondo diferente se puede producir una de las situaciones que
se representan en la siguiente figura:
Figura 10. Distintas situaciones de niveles de agua entre dos celdas adyacentes.
En la primera figura ambos volúmenes tienen agua, por lo que no se produce ningún frente y por lo tanto
no es necesario ningún tratamiento especial. En los otros dos casos sí que existe un frente seco-mojado.
La diferencia es que en el segundo caso el nivel de la superficie libre en la celda mojada es superior a la
cota del fondo en la celda seca, mientras que en el tercer caso es inferior. Únicamente en el tercer caso
es necesario utilizar un tratamiento especial, que consiste en redefinir la pendiente del
Pág. 50 de 59
fondo e imponer una condición de reflexión en el frente. En este caso la pendiente del fondo se redefine como:
h ∂z - z
Δz hi - h j si j b,j b,i
b,ij =
z -z h>z -z
b,j b,i si j b,j b,i
q = q n% + q n% 0
n,ij x,ij x,ij y,ij y,ij
La utilización de las condiciones anteriores proporciona la solución hidrostática de forma exacta para
cualquier batimetría, sin difundir el frente y sin generar oscilaciones espurias en la superficie libre. Este
tipo de tratamiento de los frentes seco-mojado ha sido utilizado con éxito tanto para la modelización de
procesos estacionarios como no estacionarios, siendo particularmente útil para la simulación de zonas
inundables en ríos y zonas costeras, así como para el cálculo de la evolución del frente de marea
El tratamiento de los frentes seco-mojado ha sido tratado por diferentes autores. Una
descripción más detallada de la implementación en IBER se puede encontrar en las referencias
proporcionadas en la sección 6.
Pág. 51 de 59
IBER
Modelización bidimensional del flujo en lámina
libre en aguas poco profundas
REFERENCIAS
Pág. 52 de 59
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Apsley, D. D., Stansby, P. K. (2008) “Bed-LoadSediment Transport on Large Slopes: Model Formulation
and Implementation within a RANS Solver”, Journal of Hydraulic Engineerieng, ASCE, Vol 134 (10)
Ariathurai, R. and Arulanandan, K. (1978). Erosion rate of cohesive soils. ASCE Journal of the
Hydraulics Division, 104(HY2): 279–283.
Bermúdez, A., Dervieux, A., Desideri, J.A., Vázquez-Cendón, M.E. (1998) Upwind schemes for
the two-dimensional shallow water equations with variable depth using unstructured meshes.
Comput. Methods. Appl. Mech. Eng. Vol.155.
Bladé, E., Gómez-Valentín, M. (2006). Modelación del flujo en lámina libre sobre cauces
naturales. Análisis integrado en una y dos dimensiones. Monograph CIMNE Nº97. Barcelona
Cea, L. (2005) Ununstructured finite volumen model for unsteady turbulent shallow water flow with wet-
dry flows: numerical solver and experimental validation. Tesis doctoral. Universidad de A Coruña
Cea, L., Puertas, J., Vázquez-Cendón, M.E. (2007) “Depth averaged modelling of turbulent
shallow water flow with wet-dry fronts”. Archives of Computational Methods in Engineering,
State of the art reviews, Vol.14 (3)
Cea, L., French, J.R., Vázquez-Cendón, M.E. (2006) “Numerical modelling of tidal flows in
complex estuaries including turbulence: An unstructured finite volume solver and experimental
validation”. International Journal for Numerical Methods in Engineering, Vol.67 (13)
CIMNE (2009) GiD The personal pre and post-processor www.gidhome.com. Último acceso 30/7/2009
Corestein, G., Bladé, E., Gómez, M., Dolz, J., Oñate, E., Piazzese, J. (2004) “New GiD Interface
for Ramflood-Dss Project Hydraulic Simulation Code”, Proceeding of the congress 2nd
Conference on Advances and Applications of GiD. CIMNE. Barcelona, España
Chow, V.T., D.R. Maidment, L.W. Mays. (1988). Applied Hydrology. McGraw-Hill, Inc. page 140-147.
Pág. 53 de 59
Dey (2003). “Threshold of sediment motion on combined transverse and longitudinal sloping
beds”, Journal of Hydraulic Research Vol. 41, No. 4 (2003), pp. 405–415
García, M. H., G. Parker. (1991). Entrainment of Bed Sediment into Suspension." ASCE Journal
of Hydraulic Engineering, 117:4 (April): 414-435.
Meyer-Peter, E. and Müller, R. (1948). Formulas for bedload transport. Proceedings of the 2 nd
Congress, IAHR, Stockholm, pp.39-64.
Rastogi, A. K., Rodi, W. (1978). Predictions of heat and mass transfer in open channels. J. Hydr.
Div. 104(3), 397-420
Smith, J.D. (1977). Modelling of sediment transport on continental shelves. The Sea: ideas and
observations on progress in the study of the seas. E.D. Goldberg, ed., John Wiley and Sons,
New York, 538-577
Smith, J. D. and S. R. McLean (1977) Spatially averaged flow over a wavy surface, Journal of
Geophysical Research, 82(12): 1735-1746
Van Dorm, W. C. (1953). Wind Stress on an Artificial Pond. Journal of Marine Research, Vol 12.
Van Rijn, L. C.(1984). Sediment transport, part I: Bed load transport. Journal of Hydraulic
Engineering, vol 110 (10)
Wong, M. (2003). Does the bedload equation of Meyer-Peter and Müller fit its own data?,
Proceedings, 30th Congress, International Association of Hydraulic Research, Thessaloniki,
J.F.K. Competition Volume: 73-80.
Wong, M., Parker, G. (2006). "Reanalysis and Correction of Bed-Load Relation of Meyer-Peter
and Müller Using Their Own Database." Journal of Hydraulic Engineering 132(11): 1159-1168.
Wu, W. (2004) “Depth-averaged Two-Dimensional Numerical Modeling of Unsteady Flow and Nonuniform
Sediment Transport i Open Channesl” Journal of Hydraulic Engineering 130(10): 1013-1024.
Pág. 54 de 59