Vous êtes sur la page 1sur 4

BAUDELAIRE WILDE

VERLAINE RIMBAUD

SIMBOLISMO,
PARNASIANISMO,
DECADENTISMO,
DANDISMO
MOVIMIENTOS ESTÉTICOS DE FINALES DEL SIGLO XIX
El Decadentismo, el Simbolismo y el
Parnasionismo son movimientos estéticos,
filosóficos y literarios fundamentales de
finales del siglo XIX
El Decadentismo , el Parnasionismo y el Simbolismo serán los movimientos estéticos,
filosóficos y culturales que protagonizarán la cultura de finales del siglo XIX.

El Decadentismo
El Decadentismo como movimiento estético surge en Francia a finales del siglo XIX,
extendiéndose posteriormente al resto de Europa y a los Estados Unidos. La palabra
Decadentismo surge como un término despectivo, que será finalmente aceptado por el
conjunto de integrantes de este movimiento. Ante la crisis económica y financiera de finales
del siglo XIX surge la idea de la crisis de valores, del fin de ciclo y de la decadencia de lo
establecido. La estética decadentista es una visión elitista, reaccionaria y hedonista de la
vida. De ahí que algunos de sus miembros sean considerados como poetas
malditos (Verlaine, Rimbaud, y la fuente de inspiración: Charles Baudelaire)

El Parnasianismo
El Parnasianismo surge como una derivación del Romanticismo, en parte entendido como una
huida de los excesos del último Romanticismo. Así, la idea fundamental del Parnasianismo es la
concepción del arte por el arte, donde el arte no debe ser entendido como un instrumento de
la moral o de cualquier disciplina, sino que el arte tiene valor sólo en sí mismo. El arte es el fin
del artista. La única naturaleza es la artística, lo que les lleva a una consideración fría de esta
realidad, y una preocupación, a veces excesiva por la forma y la perfección.

Decadentismo, Parnasianismo y pensamiento filosófico

Pese a presentar un ideario diferente, hay que tener presente que la mayor parte de los
autores que inician el movimiento del parnasianismo, acabarán abrazando los ideales estéticos
del Decadentismo siendo así los auténticos protagonistas de la vida literaria estética y
filosófica de finales del siglo XIX. Mientras Friedrich Nietzsche se plantea la forma de superar el
hombre a través del superhombre, cambiando por completo los principios de la moral
establecida, los autores de estos movimientos estéticos pretenden lo mismo.

SIMBOLISMO
Aunque el Simbolismo es de todas las épocas, se conoce con ese nombre a una corriente
poética francesa del siglo XIX, que se opone a la representación exacta del mundo, concibe la
poesía como algo misterioso y antepone el poder de evocación de los objetos sobre sus
características propias. Surge en oposición al Parnasianismo.

Juan Ramón Jiménez lo define como: «la precisión de lo impreciso, eso es lo que quiere decir
simbolismo, precisar en una imagen muy bella lo impreciso, por medio de símbolos, de
relaciones, de correspondencias entre unas cosas y otras»
El Simbolismo en la literatura:

1
Los precursores literarios de esta corriente fueron el poeta estadounidense Edgar Allan Poe,
que tanto influyó sobre Charles Baudelaire, y los franceses Arthur Rimbaud y Paul Verlaine,
llamados también "poetas malditos". El más representativo fue Stéphane Mallarmé, quien
creó un lenguaje hermético, cercano al antiguo culteranismo español (Verlaine leyó y
admiraba a Luis de Góngora). Paul Valéry pasó del Simbolismo a una intelectualizada poesía
pura.

En otros países el Simbolismo tuvo también extensión: en Rusia, por ejemplo, fue divulgado
por Alexandr Blok y Fiódor Sologub, en Suecia, el dramaturgo August Strindberg recurrió a
algunos de sus postulados, y en el mundo hispanoamericano y español se difundió a través del
Modernismo.

Charles Baudelaire y el Simbolismo


Charles Baudelaire es un poeta fundamental de la literatura francesa del siglo XIX: una de sus
obras, Las Flores del Mal, será el punto de partida de una nueva forma de entender la poesía.
Dotado de un enorme talento, reacciona contra el Romanticismo, llevando su poesía hacia el
clasicismo y hacia el cultivo de la forma. Considerado el padre del Decadentismo y
del Simbolismo, está llamado a proponer una forma nueva, no solo literaria o estética, sino de
vida, con el objetivo de escandalizar la moral burguesa (drogas, sexo), de ahí que sea
considerado uno de los poetas malditos.

El Dandysmo

El Decadentismo y el Simbolismo tendrán una enorme influencia fuera de Francia, siendo una
de estas influencias más claras el Dandysmo como movimiento literario encabezado por Oscar
Wilde. Algunos analistas consideran a Oscar Wilde el máximo representante del movimiento,
incluso el de mayor calidad literaria.

Técnicas del dandismo:

Los dandys ocultan el cuerpo, aquello que la naturaleza les ha concedido y que los hace iguales
a los demás mediante la vestimenta. A través de la “toilette” se arreglan para diferenciarse
antes de aparecer en público, respondiendo a la máxima del dandismo, “parecer es ser”. Ya no
sólo pretenden distinguirse socialmente, sino que les interesa más individualizarse y hacerse
único. Es por eso que el dandy nunca sigue la moda, sino que la crea o bien la modifica con
algún elemento en concreto para poder sorprender, quiere distinguirse haciendo de su vida un
arte, un artificio.

Los dandys en general prefieren mostrarse en la ciudad, donde se pueden lucir y exponer,
quieren comunicarse a través del traje y su único fin es impactar y deslumbrar. Antes de que la
gente se acostumbre a la presencia del dandy, éste se marcha del lugar.

Dentro de su ociosidad, llevan una vida totalmente ordenada, donde todo está planificado al
milímetro y donde no puede surgir ningún imprevisto. Por ello también se alejan lo máximo
posible de los sentimientos, para no alterar el curso de su vida. Viven únicamente para el
momento, pretenden separarse de la sociedad siendo unos rebeldes contra las reglas y las
normas, encontrando tranquilidad y equilibrio únicamente en sí mismos, en su persona.

2
Por contra, dandismo es sinónimo de egocentrismo, únicamente piensan y viven para ellos
mismos, aman a su persona y menosprecian a los demás. El dandy es impasible y frío - ya que
nada le afecta y menosprecia las emociones vulgares de los hombres normales -, también son
impertinentes, puesto que siempre imponen su superioridad para distanciarse de los demás y
la usan como arma para defenderse de las críticas –aunque no lo parezca, en el fondo, los
dandys también son unos tímidos-.

Baudelaire como dandy

Debido a una infancia y adolescencia infeliz desde que su padre muriera cuando tenía 6 años y
desde que su madre poco después se volviera a casar, Baudelaire construye un personaje
ajeno a su auténtica vida para tener una historia atractiva hacia los demás, aunque ello
implicara mentir sobre su familia o el cariño que le proporcionaba su madre desde que era un
niño –a la que no perdonó que se volviera a casar después de la muerte de su padre -.

Aun así, el dandismo representó un ideal de vida que intentó llevar a la práctica en todo
momento, cuidando siempre su vestimenta y siendo uno de los primeros que conocemos –por
no decir el primero- que atrevió a tintarse el pelo de verde. Pretendía sorprender, llamar la
atención e individualizarse mediante la apariencia, quería ser observado.

Como cita Antonio de Villena en su obra Corsarios de Guante Amarillo: “(...) Un día se pasea
con una boa de plumas rojas al cuello. Posando sobre las plumas su mano adornada por un
gran anillo episcopal. Otras veces anda con paso rítmico, agitando su delgado bastón de puño
de oro.”

Paradojas: Lo que más llama la atención de Baudelaire son las continuas contradicciones en los
actos de su vida cotidiana que ya Sartre destacó en su crítica literaria. Por un lado, era un
dandy impecable y comedido que se contradecía al acudir usualmente a casas de prostitución,
ganándose el apodo de “el dandy en el burdel”. Por otro lado, a pesar de declararse -al igual
que los dandys- todo un rebelde e independentista y de profesar un terrible odio hacia su
familia, nunca se separó de ella y no dejó de rodearse de gente por temor a verse sumido en la
soledad.

Charles Baudelaire Óscar Wilde Paul Verlaine Arthur Rimbaud

Vous aimerez peut-être aussi