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Resumen de la Formación Anterior

 Liturgia: Misterio celebrado por el hombre. Misterio (solo este término incluye elementos
de la Sagrada Escritura, de la Teología Dogmática y de la Cristología) celebrado (Historia,
Análisis de los textos, Estructuras de la celebración) por el hombre (Antropología, sociología,
estructura de pensamiento).

SC 5
El n. 5 de la SC afirma, aunque implícitamente, sobre la liturgia: ésta sólo se entiende
en el marco de la salvación que Dios ha realizado en la historia humana. La liturgia es,
esencialmente, HISTORIA DE SALVACIÓN.

SC 6
La afirmación fundamental es, entonces, que LA IGLESIA REALIZA LA OBRA DE
SALVACIÓN: Así como el Padre envió a Cristo, él envió también a los Apóstoles no solo
para que anunciaran sino también para que realizaran la obra de la salvación.

LA LITURGIA ES UN ESPACIO PARA LA SALVACIÓN. Esto significa que: LO


FUNDAMENTAL DE ELLA ES LA DIMENSIÓN SOTERIOLÓGICA. Si la liturgia no
sirve para salvar a las personas, no sirve entonces para nada.

Entonces, ¿por qué podemos afirmar que la Iglesia realiza la obra de la salvación?
Porque ella es el cuerpo del Cristo Total y, por lo tanto, actúa siempre unida a Él. La Iglesia
es Cristo, aquí y ahora, realizando su obra de salvación.

Símbolo y Sacramento

Lectura del texto de SC 7:

7. Para realizar una obra tan grande, Cristo está siempre presente en [adest] su
Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica. Está presente en el sacrificio de la Misa, sea en la
persona del ministro, "ofreciéndose ahora por ministerio de los sacerdotes el mismo que
entonces se ofreció en la cruz", sea sobre todo bajo las especies eucarísticas. Está presente
con su fuerza en los Sacramentos, de modo que, cuando alguien bautiza, es Cristo quien
bautiza. Está presente en su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura,
es El quien habla. Está presente, por último, cuando la Iglesia suplica y canta salmos, el
mismo que prometió "Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en
medio de ellos" (Mt., 18,20).

Realmente, en esta obra tan grande por la que Dios es perfectamente glorificado y los
hombres santificados, Cristo asocia siempre consigo a su amadísima Esposa la Iglesia, que
invoca a su Señor y por El tributa culto al Padre Eterno.

Con razón, entonces, se considera la Liturgia como el ejercicio del sacerdocio de


Jesucristo. En ella los signos sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la
santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de Jesucristo, es decir, la Cabeza y sus
miembros, ejerce el culto público íntegro.

En consecuencia, toda celebración litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdotes y de su


Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia, cuya eficacia, con el mismo
título y en el mismo grado, no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia.

Presencia fundante y modos presenciales.

Presencia Fundante: La presencia de Cristo es condición indispensable para hablar de liturgia.


Hacer memorial no es producir la presencia de Cristo, sino que en virtud de esa presencia ya dada
cobran sentido. “Antes” de que empiece la celebración ya está Cristo presente.

Modos Presenciales: Dentro de la Celebración la presencia de Cristo se manifiesta (epifaniza1)


en diversas formas. Cristo está siempre presente en la liturgia. Está presente en el (1) ministro, (2)
en los gestos sacramentales, (3) en las especies eucarísticas, (4) en la Palabra, (5) en la Asamblea.
Estos son los modos en que Cristo se manifiesta presente en la celebración.

Aclaración necesaria respecto a las especies eucarísticas:

La Eucaristía es el modo presencial único con carácter de permanencia.

No minimiza la calidad de los otros modos presenciales, los pone en paralelo con la
presencia eucarística, donde Cristo está sustancialmente. La presencia substancial le da a

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EPIFANÍA porque no es sólo ver/mostrar, sino que es también actuar como tal, como la realidad que
es. La epifanía era la manifestación de un rey que visitaba una comunidad para ejercer su reinado en el lugar:
no solo visita, también actúa. Se dice que los modos presenciales “epifanizan” la presencia de Cristo (pero no
la realizan) porque no sólo se ve, sino que realmente Él actúa por medio de ellos.
la Eucaristía un carácter permanente: realización permanente de la presencia que se da
transitoria pero realmente en los otros modos presenciales. En los otros modos, la presencia
es real pero transitoria. Tienen su condición de modo presencial sólo en el conjunto de la
celebración. En cambio, en la Eucaristía, esa presencia va más allá de la celebración.

Ahora, en los otros modos presenciales, la presencia de Cristo NO ES MENOS REAL


porque Cristo se hace presente en toda la celebración, ES UNA SOLA PRESENCIA QUE
SE MANIFIESTA DE DISTINTOS MODOS, que no son una representación, son Cristo.
Por ejemplo: el Cirio Pascual no representa a Cristo, es Cristo mismo resucitado.

Comprensión simbólica de la liturgia.

Aclaración terminológica: en el uso coloquial un símbolo es algo que no es real, es sólo


representativo. Ej.: un regalo simbólico, un precio simbólico, una cosita simbólica. En el
fondo es algo que no corresponde con la realidad.

El símbolo es la unión de dos partes de una sola realidad (partida en dos). No son
dos realidades profundamente vinculadas. Ninguna de las partes tiene existencia plena sin la
otra. Acciones o actos cuyo sentido pleno no depende de ellos mismos, sino que su sentido
depende de acciones mayores a las cuales están unidos esencialmente y sin los cuales no
tienen existencia plena, no tienen sentido.

Ejemplo del vaso quebrado: al encontrar un trozo de vidrio pensamos en la totalidad a


cuál ese trozo pertenece. El trozo no es la totalidad, pero sí es tan real como la totalidad.
También funciona a la inversa, si encontramos el vaso quebrado, pensamos en el trozo que
le hace falta.

Ejemplo del contrato en el que los dos firman y rompen el papel para que cada
contratante se deje una parte.

Symbolo  Mysterium  Sacramenctum


Desde la concepción de symbolo los padres comprendieron los sacramentos: los
sacramentos son symbolo de Cristo. La perspectiva de los padres es más “existencial”: tiene
que ver con lo que constituye la existencia cristiana, es una participación en la vida de
Jesucristo, más aún un entrar en la vida de Jesucristo. Mi vida ya no es mi vida, sino que mi
vida es mi vida en Jesucristo.

RITUALIDAD

La ritualidad es un fenómeno antropológico que no se reduce al campo religioso, sino


que está presente en diversos ámbitos del quehacer humano: podemos encontrar ritos en los
diversos ámbitos (fútbol, política, academia etc.). Podríamos decir que el ser humano, por
naturaleza, es un ser ritual. Esto es muy importante para no caer en el simplismo de querer
caer en una religión puramente interior.

Somos conscientes de que las realidades humanas más profundas requieren


necesariamente de una expresión externa. Cuando ellas no encuentran en canales de
expresión, se convierten en fuente de frustración, hasta el punto de que la persona se siente
ahogada. Se necesita expresar las cosas, sea a nivel verbal, gestual o de cualquier manera.
Por eso el amor y la entrega a Dios requiere formas externas de expresión.

En este sentido el rito tiene una función simbólica, porque es una parte de un mundo
con el cual me hace entrar en comunicación-participación. Ejemplo: saludar a alguien
dándole la mano me pone en comunicación con toda la persona. El rito es el vehículo normal
de expresión del símbolo. Las realidades simbólicas se expresan naturalmente a través
de la ritualidad. Hay un nivel diferente, pero uno se convierte en expresión del otro por esa
paridad de funciones.

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