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Los origenes culturales de la cognicién humana Michael Tomasello Amorrortu editores ‘Buenos Aires - Madrid ‘The cultural gin of amon copition, Micha! Tenet Shida Tanta 108 ec rapa por severe on Harvard University Pres, Cam- rads Aires Nogrtto ‘©"Txce oe derechos de eign on eastelan reservados por Amoerorts ‘ttorae © As Paraguay 1538, 7 ping CIOOTAAS Buon ites ‘Kivorsrt cares Hapa ey ClSan Andee, 2828004 Madea ‘La reprodacli total parca deat bon ora idétienomodiienda bor coaguir mao netic shsnico oor, ocluyend = ‘Epi pabotn gens ocular taco y Queda echo dept qe preven ley 1-728 Industri ergeetina Made in Argentina IgpNas.o7escogi0-1162 ISBN 0074-000706,Cambidge, Mass, elon origina "Db 2Sels cn listen de Panag cognitive) ‘ras de Alte Negro 1. Conic. 2. oli, E. Negrto, Alfredo, ead IL Tu, “pres an oe Tlleres Gros Calor Hf, Paso 199, Avellaneda, rovin- ‘Sade Boone Ane, en sgt de 207 rnd de te dia: 2.000 molars. Indice general u 1 121 169 201 2a7 ‘Agradecimientos 1. Un enigma y una hipstesis 2, Horoncia biolégicay cultural 8. Atencién conjunta y aprendizaje cultural 4, Comunicacién linguifstica y representacin simboliea 5. Construcciones lingtisticas y cognicién delos sucesoe 6. Discurso y redescripeién representacional 17. Cognicién cultural Referencias bibliogréficas en todo 0 en parte, un borrador del manuscrito y aporta- ‘on tities comentarios. Agradezco también a Michal Cole y Katherine Nelson, quienes revisaron el manuscrito por cuenta de Harvard University Press y proveyeron infor macién util y oportuna, Deseo, asimismo, expresar mi ‘agradecimiento a Katharina Haberl y Anke Forster por la ‘ayuda que me prestaron, en materia editorial y en otros aspectos, en mi hogar en Leipzig, y a Elizabeth Knoll y Camille Smith por su ayuda, también en materia editorial yen otros aspectos, en Harvard University Press. 10 1. Un enigma y una hipétesis ‘oxos tos grandes logros de la mente han estado fuera del faleance de los individuos que no dispontan de ayudon Charles Sanders Peirce Hace unos seis millones de afios, en agin lugar de Africa se produjo un acontecimiento evolutivo rutinaric: tuna poblacién de monos antropamorfos quedé aislada, en lo que concieme a la eproduceisn, de los demas miembros de'su especie. Este nuevo grupo evolucion6 y se dividi6, dando origen a varios otros grupos, proceso que finalmen: te culmainé en el surgimiento de varias especies diferentes de monos bipedos del género Australopithecus. Con el tiempo, todas esas nuevas especies ge extinguieron, salvo tuna, que sobrevivié hasta hace unos dos millones anos. Hiacia esa época habia eambiado tanto que ya no podia ser considerada una nueva especie de australopiteco, por lo ‘que fue necesario encasillarla en un nuevo género, al que fe dio el nombre de Homo. Comparado con sus antepa dos australopitecinos —que median 1,20 m de altura, te- ‘nian un cerebro de tamato igual al de un mono antropo- ‘morfo y no fabricaban herramientas de piedra—, el Homo tera de mayor estatura, tenfa un cerebro més grande ¥ fabricaba herramiontas de piedra. No pas6 mucho tiempo hhasta que el Homo comenz6 a recorrer el globo, pero las ‘poblaciones que logré establecer en esas tempranas incur Siones fuera de Africa no perduraron. ‘Mas tarde, hace unos 200.000 afies, también en terri- torio afrieano, una poblacién de individues pertenecientes a

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