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Rincón científico

COMUNICACIONES

62 1Encarnación Mª. Martínez Sola El duelo en una residencia 15


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José Siles González
de mayores versus en el entorno
Diplomada universitaria en Enfermería. Bachelor in nursing.
familiar
1

2
Departamento de Enfermería. Universidad de Alicante.

Correspondencia:
Encarnación Mª. Martínez Sola
Chumbera 13, Portal C, 1º D. 04009-Almería
Grief in a old people’s home versus
Tfno.: 686 323 470 family
E-mail: encarnims@hotmail.com.

RESUMEN SUMMARY
El aumento de la esperanza de vida, acompañada The rise of the life expectancy, accompanied by a crisis in
de una crisis en el cuidado informal, ha provocado the informal care has caused that increase the residential
que aumenten el número de ingresos residenciales. income number. This situation takes with him that the
Esta situación lleva consigo que la persona viva el duelo living person the mourning, in a different way paying
de forma distinta atendiendo al escenario donde se attention to the stage where it takes place whether the
desarrolle, bien sea la familia o la institución. family or the institution. The primary goal of this
El objetivo fundamental de esta investigación es investigation is to describe gaps between the mourning
describir las diferencias existentes entre el duelo paying attention to the place where it takes place.
atendiendo al lugar donde se desarrolla. En concreto, Specifically a nursing home versus family. Concluding
una residencia de ancianos versus la familia. we must emphasize that are clear differences between
Concluyendo, cabe destacar que existen claras living the mourning in a closed institution and the
diferencias entre vivir el duelo en una institución familiar breast.
cerrada y en el seno familiar.
KEY WORDS
PALABRAS CLAVE Mourning, death, old people’s homes.
Duelo, muerte, residencias.

INTRODUCCIÓN manifiesto que la atención por parte de la familia a


El cambio en la pirámide poblacional occidental, ca- personas dependientes y frágiles está presente y se ex-
racterizada por personas cada vez más longevas, hace plicita con fuertes lazos de solidaridad, sentimientos
que la persona mayor se enfrente a una serie de situa- de afecto, cariño y el deseo de mantener a la persona
ciones habituales, entre las que destaca el fallecimien- dependiente en el hogar. Se rechaza de forma explíci-
to de personas allegadas. ta, en general, la institucionalización, salvo en casos
Al factor sociodemográfico hay que añadirle las de fuerza mayor. Este cambio estructural, acompaña-
transformaciones en la estructura familiar, acaecidas do de la “crisis del cuidado informal”, provoca una
en los últimos años, como la inclusión de la mujer en reestructuración de los servicios sociales y, conse-
el mundo laboral o la transición de la familia troncal cuentemente, un aumento de demanda de plazas resi-
a la familia nuclear. No por ello se renuncia a la fa- denciales e institucionalizaciones.
milia y es precisamente esa dificultad de compaginar Tal circunstancia hace que la persona mayor pa-
trabajo y hogar, de combinar las prioridades de los di- dezca a lo largo de su vida distintos tipos de duelo aten-
ferentes papeles, lo que requiere poner en práctica, de diendo al contexto donde se vive. Entiendo el concepto
forma efectiva, alternativas que hagan real la posibili- de duelo “como una reconstrucción de significados”,
dad de un nuevo equilibrio entre familia y trabajo. destacando lo particular y lo activo en el proceso de
Amenazando esta estabilidad, el cuidado de una per- duelo, a diferencia de lo universal y pasivo de otros au-
sona mayor se vive, con frecuencia, como un proble- tores más tradicionales. La reconstrucción de un nue-
ma debido a la exigencia progresiva que implican las vo mundo de significados que tenga sentido no nece-
situaciones de cuidado informal. Como muestran di- sariamente lleva a la “normalidad” previa a la pérdida,
versos estudios, hay diferentes aspectos a tener en cuen- sino que da la oportunidad de llegar a un estado de
ta. Para el caso español, las investigaciones ponen de mayor desarrollo personal (1).
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16 Muchos autores han tratado las distintas etapas del los cuidados que precise la persona, conforme a un pro- 63
duelo. Tras analizar a los distintos investigadores, se grama individual de atención” (3).
concluye que las etapas son similares aunque se dife- Los instrumentos de recogidas de datos son: obser-
rencie la nomenclatura (2). vación y entrevistas.
La fase 1, “fase de entumecimiento o shock”, es la La observación va implícita en la metodología cua-
más temprana, de intensa desesperación y caracteriza- litativa. Tanto es así que “la observación es la piedra
da por el aturdimiento, la negación, la cólera y la no angular de los métodos de investigación cualitativa”
aceptación. Puede durar un momento o varios días y (4). En el estudio que nos ocupa, se ha utilizado la ob-
la persona que experimenta el duelo puede recaer en servación participante, definida como “la investigación
esta fase varias veces a lo largo del proceso de luto. que se basa en vivir con (o cerca de) un grupo de in-
La fase 2, “fase de anhelo y búsqueda”, es un pe - formantes durante un período extendido de tiempo,
ríodo de intensa añoranza y de búsqueda de la perso- durante el cual se mantienen conversaciones largas con
na fallecida, caracterizada por inquietud física y pen- ellos y se participa en algún grado en la vida local” (5).
samientos permanentes sobre el fallecido. Puede durar La posición del investigador fue de participante ob-
varios meses e incluso años de una forma atenuada. servador con implicación profesional en el centro en
La fase 3 o “fase de desorganización y desesperan- períodos de tiempo, lo que facilitó el acceso al campo,
za”, en la que la realidad de la pérdida comienza a es- ya que se conocía anteriormente al personal que tra-
tablecerse, la sensación de sentirse arrastrado por los bajaba en el centro. Dentro de la residencia resultó bas-
acontecimientos es la dominante. La persona en due- tante ventajosa esta postura, pero hubo inconvenien-
lo parece desarraigada, apática e indiferente, y suele tes puesto que se trabajaba en el lugar donde se realizó
padecer insomnio, experimentar pérdida de peso y sen- el estudio, aunque no durante todo el tiempo que du-
sación de que la vida ha perdido sentido. La persona ró éste. La principal ventaja fue la facilidad del acceso
en duelo revive continuamente los recuerdos del falle- al campo y la familiaridad con la muestra investigada,
cido; la aceptación de que los recuerdos son sólo eso ya que el investigador formó parte desde el primer mo-
provoca una sensación de desconsuelo. mento del contexto de la residencia. Esta situación tam-
La fase 4, “fase de reorganización”, es una etapa de bién tuvo inconvenientes, ya que resulta inevitable se-
reorganización en la que comienzan a remitir los as- parar completamente juicios preconcebidos del contexto
pectos más dolorosamente agudos del duelo y el indi- y la población estudiada.
viduo empieza a experimentar la sensación de rein- El tipo de entrevista utilizada fue abierta. Este mé-
corporarse nuevamente a la vida. La persona fallecida todo es especialmente adecuado cuando lo que quere-
ahora es recordada con una sensación combinada de mos recoger es la heterogeneidad de los discursos pro-
alegría y de tristeza, y se interioriza la imagen de la totipo o arqueotipo en torno a lo investigado, cuando
persona perdida. se buscan los puntos de vista representantes de las di-
versas posturas que pudieran existir (la perspectiva de
OBJETIVOS los residentes) (6).
El objetivo fundamental de esta investigación es des- La recogida de datos se realizó entre octubre de 2008
cribir las diferencias existentes entre el duelo atendiendo y junio de 2009.
al escenario donde se desarrolla. En concreto, una re- Atendiendo a la metodología cualitativa, la selec-
sidencia de ancianos versus el entorno familiar. ción de los participantes no fue aleatoria, sino que se
seleccionó a aquellos que mejor aportaran información.
MATERIAL Y MÉTODO Para ello, se buscó en las historias clínicas a los resi-
El método cualitativo empleado es la etnografía, ya que dentes que habían vivido un proceso de duelo, tanto
se parte de la subjetividad con que los residentes ma- fuera como dentro de la institución. Cabe destacar que
nifiestan el significado del duelo en sus vidas dentro hubo residentes que, por su diagnóstico médico (prin-
de una institución común. cipalmente demencia), resultaba dificultoso realizarles
El lugar donde se realizó el estudio fue una resi- una entrevista. A ellos se les realizaron preguntas in-
dencia asistida donde vivían las personas mayores. formales y cortas durante la observación participante.
Concretamente, el centro donde se va a realizar el Los criterios de inclusión para la realización de las
estudio se define así: “La residencia asistida de ancia- entrevistas fueron: primero, estar institucionalizado co-
nos de la Diputación de Almería es un centro de ca- mo mínimo tres meses, considerando que en este es-
rácter sociosanitario con alojamiento, convivencia y pacio de tiempo los residentes se habrán adaptado y
atención íntegra, ya sea de forma temporal o perma- adquirido nuevas amistades; segundo, no padecer tras-
nente, y que tiene la función sustitutoria del hogar fa- tornos cognitivos que distorsionen los resultados del
miliar para las personas mayores en situación de de- estudio; tercero, dar consentimiento para participar en
pendencia, teniendo en cuenta la naturaleza de la el estudio; y, por último, vivir la pérdida de un fami-
dependencia, el grado de la misma e la intensidad de liar o compañero de la residencia.

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64 CUESTIONES ÉTICAS Tras la realización de la entrevista cabe destacar que 17


En este estudio se mantuvieron la confidencialidad y todos los encuestados han vivido el proceso de duelo
el anonimato de los pacientes, controlando en todo en distintas etapas del ciclo vital y que todos los en-
momento los datos obtenidos en la investigación. Pa- trevistados identifican como persona significativa un
ra ello se codificaron las entrevistas. La confidenciali- familiar cercano, ya sea un hermano o cónyuge. Sin
dad garantiza que cualquier información proporcio- embargo, a pesar de que los entrevistados llevan años
nada por un sujeto no será comunicada de ninguna institucionalizados, no identifican como persona sig-
forma que lo identifique y no será accesible paras per- nificativa en su vida a los residentes, con los que con-
sonas que no participen en la investigación (7). viven durante 24 horas al día.
Debido a la metodología, los riesgos para los par- Cabe destacar que la institucionalización del en-
ticipantes del estudio son prácticamente inexistentes: trevistado supone un antes y un después en lo que se
resultan totalmente proporcionales a los beneficios y a refiere a las vivencias del doliente. Por ejemplo, los ri-
los conocimientos previstos. tos funerarios se viven en el entorno familiar de forma
El principio de respeto a las personas que han for- diferente a como ocurre en la residencia. Los entrevis-
mado parte de nuestro estudio exigió obtener el con- tados relatan que antes de ingresar participaban en los
sentimiento informado de los residentes, así como la velatorios, funerales, visitas habituales al cementerio,
petición a la institución para desarrollarlo. En la ob- etc. Carmen refiere “…he ido mucho al cementerio a
servación participante no hubo petición de consenti- ver a mi hijo, al principio iba todos los días, pero des-
miento para los residentes, ya que falsificaría el esce- de que estoy aquí no voy, porque tienen que venir por
nario donde se realizó la investigación. mí…”.
En este caso, los entrevistados sí llevaban luto (ne-
RESULTADOS Y DISCUSIÓN gro) por el fallecimiento de hijos o cónyuge cuando vi-
En total, se realizaron seis entrevistas preservando el vían en el seno familiar. Sin embargo, dentro de la re-
anonimato de los entrevistados. Para ello se utilizaron sidencia es escaso o nulo, ya que las normas del centro
seudónimos: no permiten llevar luto durante un tiempo prolonga-
• María: mujer viuda, la última pérdida significa- do. En cuanto al tiempo, ha hecho mella en los arrai-
tiva ocurrió estando institucionalizada. Hijo fallecido gos culturales. José cuenta: “...cuando murió mi padre,
de forma inesperada por una afección cardíaca en el hace 50 años, sí me puse de negro, ahora ya no se lle-
hospital. va…”. Carmen refiere “…con el primer hijo llevé el
• Paquita: mujer viuda, la última pérdida significa- luto durante 6 años y por el otro hijo lo llevé 2 años,
tiva fue la de la hermana; tras la pérdida, ingresó en la y por mi marido un año…”.
residencia por motivos de soledad. Atendiendo a las etapas del duelo, se puede distinguir
• Carmen: mujer viuda, ha perdido dos hijos, uno entre el fallecimiento de un familiar y el de un residente.
de ellos hace muchos años en una intervención qui- Cuando el fallecimiento es de un residente no se
rúrgica y otro a causa de un derrame cerebral. El se- evidencian las etapas del duelo. La primera etapa de
gundo hijo y su marido fallecieron una vez institu- shock no se manifiesta, ya que la muerte es un hecho
cionalizada. La última pérdida significativa fue la del asumido durante la vejez. Es por ello que el principal
cónyuge por afecciones cardíacas, con el que convivía mecanismo de afrontamiento es la integración. Du-
en la residencia; los tres han fallecido en el hospital. rante la observación no se evidenció ningún signo de
• José: hombre soltero, a lo largo de su vida ha per- shock, como pueden ser sentimientos de ira, cólera, ne-
dido a sus cinco hermanos, tres de ellos estando ins- gación. Este concepto queda patente en la mayoritaria
titucionalizado; la última pérdida significativa fue participación anual del sacramento de la unción de en-
la de un hermano, hace cuatro meses, fallecido en el fermos –ya sea voluntaria o involuntaria (por falta de
hospital. capacidades psíquicas–.
• Pepe: hombre viudo. Su última pérdida significa- Al igual que en la primera fase, ocurre lo mismo
tiva fue su cónyuge, que falleció en el hospital. Los dos con el resto de etapas, ya que los residentes no hablan
convivían en la residencia. sobre el residente fallecido a lo largo del proceso de
• Marcos: hombre viudo. Su última pérdida signi- duelo y siguen su rutina diaria, como si nada hubiese
ficativa fue su cónyuge, que falleció en el hospital an- ocurrido.
tes de la institucionalización. Cuando es un familiar, se evidencian las cuatro eta-
• Josefina: mujer viuda diagnosticada de Alzheimer, pas del duelo, sobre todo si la persona fallecida es más
no era capaz de seguir una entrevista. Por ello en la ob- joven que el doliente.
servación participante se le realizaron preguntas infor- La primera etapa de shock se manifiesta con llantos, an-
males. Padecía lagunas de memoria. Su última pérdi- siedad… Durante dicha fase cabe destacar que, dentro de
da significativa fue su cónyuge, que falleció en la la residencia, se administra medicación tranquilizante al
residencia. dar a conocer la noticia al doliente, como ocurrió en el ca-

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18 so de María. Si hablamos de la segunda fase, “anhelo y bús- 65


Tabla 1. Diferencias en la manera de afrontar
queda”, muchos de los entrevistados han hablado del fa-
el duelo dependiendo del fallecido llecimiento de un ser querido con el resto de residentes y
las circunstancias de su muerte.
Fallecimiento de familiar Fallecimiento de residente
Cabe destacar que la reorganización de la vida del
Etapas del duelo No se evidencian las estapas
residente ocurre en poco tiempo, ya que el doliente es-
del duelo
tá inmerso en la rutina residencial.
Participación en ritos funerarios No participación en ritos En la Tabla 1 se reflejan las principales diferencias
funerarios
encontradas tras analizar los datos recogidos.
Manifestacion externa: luto No existe manifestación Como conclusión principal hay que decir que exis-
externa ten claras diferencias entre vivir el duelo en una insti-
Signos de duelo: llanto, Aparentemente tución cerrada y en el seno familiar. A medida que es
pérdida de peso no se evidencian signos más joven el fallecido y es un familiar más cercano, son
de duelo mayores las manifestaciones de duelo.

BIBLIOGRAFÍA 5. Greenwood DJ. De la observación a la investigación-acción participati-


va: una visión crítica de las prácticas antropológicas. Rev Antropol Soc
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